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• VicenteCalabuigPastor

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EL ESCUDO DE ARQUITECTURA En este blasón no hay nada superfluo, nada de lo representado carece de significado; y en él vemos un emblema circular delimitado por una guirnalda de hojas, la mitad izquierda de roble y la mitad derecha de laurel unidas por un lazo, rematadas por una corona, y, en el interior, un compás abierto sobre una rosa.

La corona que ciñe la composición, en lo más alto, representa la superación, es el signo visible de un logro, el aprendizaje de la Arquitectura, y su cumplimiento perfecto y definitivo. Ser coronado es signo de la dignidad y el honor que debe acompañar a la profesión de arquitecto. Las dos medias guirnaldas, de hojas perennes, enfatizan los méritos del arquitecto. El cerco de hojas de roble a la izquierda recuerda la dureza del proceso de adquisición de los conocimientos, y con ello la resistencia y la constancia, que caracterizarán ya para siempre el linaje de la arquitectura. Las hojas de laurel a la derecha premian y glorifican el éxito de esta profesión. Ambas se unen por el lazo de la fuerza que sostiene todo el conjunto. El compás, se muestra abierto, como alegoría de la geometría, de la arquitectura y de la equidad. Se relaciona por su forma con la letra A, inicio de la palabra Arquitectura y alfa, signo del principio de todas las cosas. Es la representación simbólica del poder de la creación, del poder de medir, de la producción técnica y de la creación artística ayudando a la Creación. La creación como producción humana de algo a partir de una realidad preexistente, de tal forma que lo producido no existía. Finalmente, la rosa, que es una flor efímera y bella por excelencia y se ha utilizado frecuentemente como símbolo de las glorias pasajeras del mundo frente a la perennidad del arte. Aquí, la rosa significa la belleza que sujeta el mundo y mueve las cosas, esa misma belleza que se encuentra en el trabajo artístico y técnico.

"Ars longa, vita brevis"