El Conocimiento

“Año de la Consolidación del Mar de Grau” FACULTAD MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA PROFESIONAL OBSTETRIC

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“Año de la Consolidación del Mar de Grau”

FACULTAD MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA PROFESIONAL OBSTETRICIA

EL CONOCIMIENTO Curso

: Método del Trabajo Universitario

Obstetra

: MORALES FLORES, Neylar

Integrantes

: CALDAS GUERRA, Karla Niurka ESCOBEDO INUMA, Victoria Fernanda GUTIERREZ PIZARRO, Milagros HILARIO RAMÍREZ, Thalia LAULATE PONCE, Johanna PEREZ GONZALES, Valeria Estela RAMÍREZ BARDALES, Marhia del Rocío RAMÍREZ IZQUIERDO, Angie Valeria SHAPIAMA LAVY, Iris URRELO MALPARTIDA, Libia VALLES BORGES, Víctor Hugo VILLACORTA LUNA, Evelyn

Ciclo

: II

Turno

: Noche PUCALLPA – PERÚ 2016

DEDICATORIA El presente trabajo es el resultado de una investigación con respecto al conocimiento, y está dedicado principalmente a Dios que es nuestro salvador y quien nos da las fortalezas. El esfuerzo se debe precisamente a la labor como estudiantes, siempre con el propósito de nuestra superación, así como también con miras en bien en la sociedad y así de esa manera con las finalidades de lograr el objetivo trazado, lo cual hemos optado por esta carrera profesional, por lo que también dedicamos este trabajo a nuestros padres, quienes junto a nosotros se unen a este esfuerzo que traerá frutos gratificantes para la Sociedad. 2

INDICE DEDICATORIA................................................................................................. 2 INDICE........................................................................................................... 3 EL CONOCIMIENTO......................................................................................... 5 1.

CONOCIMIENTO........................................................................................ 5 1.1.

Concepto de Conocimiento................................................................5

1.2.

Fuentes del Conocimiento.................................................................5

1.3.

Objeto del Conocimiento...................................................................6

1.4.

Características................................................................................... 7

1.5.

El Conocimiento Como Proceso.........................................................7

1.6.

El Conocimiento Como Producto........................................................7

1.7.

El Conocimiento Como Problema.......................................................8

1.8.

El Conocimiento Científico y sus Características...............................9

1.8.1.

Clasificación De La Ciencias............................................................10

1.8.2.

Abstracción y Conceptualización......................................................11

1.9.

2.

Niveles del conocimiento.................................................................11

1.9.1.

Conocimiento científico................................................................12

1.9.2.

Conocimiento filosófico.................................................................12

1.9.3.

Conocimiento teológico................................................................13

EL CONOCIMIENTO Y LAS ORGANIZACIONES.........................................14 2.1.

Desde un enfoque Organizacional...................................................14

2.2.

Configuración básica del conocimiento...........................................15

2.2.1.

Carácter tácito y explícito del conocimiento........................................16

2.2.2.

Grado de complejidad del conocimiento.............................................17

2.2.3.

Carácter organizacional e individual del conocimiento..........................18

2.2.4.

Grado de especificidad del conocimiento............................................18

2.2.5.

Grado de dependencia del conocimiento............................................19

CONCLUSION................................................................................................ 20 REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA........................................................................21 ANEXOS........................................................................................................ 22

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INTRODUCCIÓN Los seres humanos han acumulado saberes sobre el entorno en que viven a partir de aumentar sus conocimientos teóricos y prácticos para transformar la realidad circundante. Este conjunto de conocimientos, así como la actividad humana destinada a conseguirlos, es lo que se denomina como ciencia. Sin embargo el concepto de ciencia no se puede aplicar a cualquier tipo de conocimiento, sino únicamente a los saberes que han sido obtenidos mediante una metodología, el método científico, y cumplen determinadas condiciones. El conocimiento puede ser entendido como el saber consciente y fundamentado que somos capaces de comunicar y discutir; y se distingue así del conocimiento vulgar que es simplemente recordado y que no podemos someter a crítica. En la actualidad se considera que el conocimiento es un proceso, anteriormente era la filosofía tradicional lo concebía como algo estático. Por ello, lo que caracteriza a la ciencia actual no es la pretensión de alcanzar un saber verdadero sino, a obtención de un saber riguroso y verificable. La ciencia como tal, no puede pretender la meta ilusoria que sus respuestas sean definitivas, ni siquiera probables; en razón que su avance se encamina hacia una finalidad infinita: la de descubrir incesantemente problemas nuevos, más profundos, más generales, y justificar nuestras respuestas al respecto. Es de destacar, que la importancia de la ciencia no es únicamente agrupar o dominar un conjunto de conocimientos que cumplen unos determinados requisitos, sino también, está en la forma como estos se obtienen, es decir el método científico, el cual consiste en observar aquellos hechos que permiten al observador descubrir las leyes generales que los rigen y describir el proceso de investigación científica. Los nuevos aportes sobre el concepto de método científico plantean que no hay ningún método que permita probar que las teorías científicas son verdaderas, no hay método que permita refutar de modo concluyente las ideas científicas. En este sentido el método científico para algunos autores seria solo la forma especial de exponer una teoría a la crítica constante y aguda del investigador, es decir, que esta sólo sería válida si resiste el continuo esfuerzo de falsificación. Para otros autores la ciencia avanza sobre la falsificación de los enunciados que formula, es decir de la corroboración experimental de las hipótesis que se plantean o de los resultados obtenidos.

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EL CONOCIMIENTO 1. CONOCIMIENTO 1.1. Concepto de Conocimiento Proceso en virtud del cual la realidad se refleja y reproduce en el pensamiento humano; dicho proceso está condicionado por las leyes del devenir social y se halla indisolublemente unido a la actividad práctica. El fin del conocimiento estriba en alcanzar la verdad objetiva. En el proceso del conocimiento, el hombre adquiere saber, se asimila conceptos acerca de los fenómenos reales, va comprendiendo el mundo circundante. Dicho saber se utiliza en la actividad práctica para transformar el mundo, para subordinar la naturaleza a las necesidades del ser humano. El conocimiento y la transformación práctica de la naturaleza y de la sociedad son dos facetas de un mismo proceso histórico, que se condicionan y se penetran recíprocamente.

1.2. Fuentes del Conocimiento Donde puede extraerse el conocimiento verdadero y cierto En las fuentes del conocimiento, se encuentra la acción práctica, activa, sobre la naturaleza, la reelaboración práctica de su sustancia, el aprovechamiento de determinadas propiedades de las cosas con vistas a la producción. Lo que en la práctica se asimila y con ello pasa a enriquecer el saber humano, su acervo de conceptos y teorías, no es la apariencia del objeto, sino sus funciones – descubiertas gracias al hacer práctico– y, con ellas, la esencia objetiva de la cosa dada. El conocimiento –que se apoya en la experiencia, en la práctica– se inicia con las percepciones sensoriales de las cosas que rodean al ser humano. De ahí que en el proceso de la cognición desempeñe un gran papel la «contemplación viva», la conexión sensorial directa del hombre con el mundo objetivo. Fuera de las sensaciones, el hombre no puede saber nada acerca de la realidad. La «contemplación viva» se realiza en formas como la sensación, la percepción, la representación, el estudio de los hechos, la observación de los fenómenos, etc. 5

Las sensaciones proporcionan al hombre un conocimiento de las cualidades externas de las cosas. Diferenciando lo caliente, lo frío, los colores, los olores, la dureza, la blandura, etc., el hombre se orienta con acierto en el mundo de las cosas, distingue unas de las otras, adquiere diversa información respecto a los cambios que se producen en el medio que le rodea. La percepción de las imágenes de los objetos y el hecho de conservarlas en la representación permiten operar libremente con los objetos, captar el nexo entre el aspecto externo del objeto y sus funciones.

1.3. Objeto del Conocimiento Aspectos, propiedades y relaciones de los objetos, fijados en la experiencia e incluidos en el proceso de la actividad práctica del hombre, investigados con un fin determinado en unas condiciones y circunstancias dadas. Según sea el nivel a que haya llegado el conocimiento en su desarrollo, pueden también investigarse fenómenos cuya esencia sea ya conocida en cierto grado. En este caso, se entra en conocimiento de las leyes principales y más generales del objeto, cuya esencia llega a descubrirse con mayor profundidad, y el conocimiento avanza de una esencia de primer orden, etc. A medida que progresa el saber acerca de un objeto, se descubren del mismo nuevas facetas, que se convierten en objeto del conocimiento. Distintas ciencias sobre un mismo objeto poseen diferentes objetos de conocimiento (por ejemplo, la anatomía estudia la estructura del organismo; la fisiología, las funciones de los órganos; la patología, las enfermedades, etc.). El objeto del conocimiento es objetivo en sentido de que su contenido es independiente de cada hombre y de la humanidad. En cada caso particular, la elección que hace el hombre de los conocimientos aparentemente puede ser arbitraria y subjetiva, más en último término dicha elección está determinada por las necesidades y el nivel de desarrollo de la práctica social. El objeto del conocimiento puede estar o no estar inmediatamente dado en los sentidos. En este último caso, se estudia a través de sus manifestaciones. En su 6

totalidad y autodesarrollo, el objeto llega a ser conocimiento por el movimiento del pensar, que va de lo abstracto a lo concreto. El propio proceso de la cognición puede ser objeto del conocimiento. 1.4. Características Según Israel Adrián Núñez Paula (2004), el conocimiento tiene un carácter individual y social; puede ser: personal, grupal y organizacional, ya que cada persona interpreta la información que percibe sobre la base de su experiencia pasada, influida por los grupos a los que perteneció y pertenece. También influyen los patrones de aceptación que forman la cultura de su organización y los valores sociales en los que ha transcurrido su vida. Esto determina que el conocimiento existe, tanto en el plano del hombre como de los grupos y la organización, y que estos se encuentran determinados por su historia y experiencia social concreta.

1.5. El Conocimiento Como Proceso El mundo circundante o la realidad que nos rodea y nos envuelve producen en nosotros una serie de sensaciones al impactar sobre nuestros sentidos. Así, una manzana produce en nosotros la percepción de su color y su olor; y si la mordemos, podemos apreciar su sabor, su textura, etc. Como resultado del anterior proceso, se produce el conocimiento. Sin embargo, en el proceso del conocimiento debemos tener en cuenta lo siguiente: a) No existe una manera única de conocer, pues existe el conocimiento sensorial que se da a través de los sentidos, el conocimiento intelectual que se da a través de las operaciones mentales, etc. b) El conocimiento puede ser espontáneo o intencional. Es espontáneo cuando por azar se adquiere un conocimiento, es intencional cuando éste es producto de un esfuerzo consciente. c) No hay conocimiento puro, sino siempre mediato, pues está influido por una serie de factores (biológicos, lingüísticos, individuales, intereses, etc.).

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1.6. El Conocimiento Como Producto El resultado del proceso del conocimiento es lo que se ha adquirido. Así, el aprendizaje de los métodos de resolución de ecuaciones de segundo grado es un proceso, al término del cual habremos adquirido un conocimiento de dichos métodos. Es el conjunto de creencias, datos, informaciones, etc. que se ha adquirido a través de la vida cotidiana. En ese sentido, tiene las siguientes características: a) Es subjetivo. Porque es producto de la experiencia personal y, por tanto, intransferible de una persona o individuo concreto. b) No es riguroso. Ello se debe a que en la medida en que este conocimiento ha llegado a través de distintas vivencias, no ha habido control alguno, por lo que se pueden tener creencias bien fundamentadas, prejuicios, falsas ideas, etc. c) Es desordenado o asistemático. Debido a que estos conocimientos se ha ido adquiriendo a través de las propias vicisitudes del sujeto, depende de las experiencias, y los modos de vida que este haya tenido, por lo que no hay un orden. Por otro lado, dicho conocimiento no suele ser completo, sino parcial. En ese sentido, no está sistematizado. d) Carece de fundamento empírico o demostrativo. Ello se debe a que rara vez el sujeto somete a prueba sus creencias para verificar la verdad o el fundamento de estas. Lo usual es, darlas por sentado. e) Es inconsistente. Ello se debe a que suele albergar creencias contradictorias. f) Carece de método alguno. No existe una metodología de la investigación.

1.7. El Conocimiento Como Problema La adquisición de la inmensa cantidad de conocimientos de los seres humanos se da de forma constante y natural en la vida cotidiana gracias a la interacción social y al grado de esfuerzo particular para obtenerlos. Estos conocimientos resultan ser de diverso valor particular y social, según el nivel de confiabilidad de la fuente y la efectividad de su obtención, ya que pueden tratase de aproximaciones o conclusiones erradas o incompletas. En este sentido, el interés o preocupación por descubrir o saber la certeza o falsedad de lo conocido o por conocer, significa algo complejo e interesante que se traduce en

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un problema. Sobre estas situaciones trata entonces el estudio de la metodología.

1.8. El Conocimiento Científico y sus Características La ciencia actual no consiste en la obtención de un saber riguroso y verificable, que puede resultar o no respuestas definitivas o probables sobre un determinado hecho. Su avance se encamina hacia una finalidad infinita: la de descubrir incesantemente problemas nuevos, más profundos, más generales, y justificar nuestras respuestas al respecto. Pero interesa señalar aquí que la ciencia debe ser vista como una de las actividades que el hombre realiza, como un conjunto de acciones encaminadas y dirigidas hacia determinado fin, que no es otro que el de obtener un conocimiento verificable sobre los hechos que lo rodean. Las cualidades específicas de la ciencia que permiten distinguirlas del pensamiento cotidiano y de otras formas de conocimiento son las que mencionaremos a continuación. 

Primero: objetividad, que significa que intentamos conocer algo que concuerde con la realidad del objeto que lo describa o explique tal cual y no



como nosotros desearíamos como fuese. Segundo: racionalidad, esta es otra característica importante para definir la actividad científica y se refiere al hecho de que la ciencia utiliza la razón como arma para llegar a sus resultados. Los científicos trabajan en lo posible con conceptos, juicio y razonamiento, y no con sensaciones, imágenes o



impresiones. Tercero: sistematicidad, la ciencia es sistemática, se preocupa por construir sistemas de ideas organizadas coherentemente y de incluir todo



conocimiento imparcial en conjunto, cada vez más amplios. Cuarto: Generalidad, La preocupación científica no es tanto ahondar y completar el conocimiento de un solo objeto individual, sino lograr que cada conocimiento parcial sirva como puente para alcanzar una comprensión de mayor alcance de este modo trata de llegar a lo general y no se detiene



exclusivamente en lo particular. Y finalmente falibilidad, La ciencia es uno de los pocos sistemas elaborados por el hombre donde se reconoce explícitamente la propia posibilidad de equivocación, de cometer errores en esta conciencia de sus 9

limitaciones es donde reside su verdadera capacidad para auto corregirse y superarse, para desprenderse de todas las elaboraciones aceptadas cuando se comprueba su falsedad. Gracias a esta característica nuestros conocimientos se renuevan constantemente. 1.8.1. Clasificación De La Ciencias La actividad científica tiende por diversas razones a especializarse, cada tipo de conocimiento mejor dicho con cada tipo de problema requiere la utilización de métodos y técnicas específicas y el investigador individual no puede abarcar una gama muy grande de problemas. De allí que las ciencias que se ocupan de objetos ideales y en las que se opera deductivamente como la matemática o la lógica son las llamadas ciencias formales. Y las ciencias que se ocupan de los hechos del mundo físico en cualquiera de sus manifestaciones son las ciencias fácticas, aquí se incluye la física, la química, la biología y la sociología. Las ciencias que tratan a los seres humanos y su conducta son también fácticas pero se ubican en las ciencias humanas o ciencias de la cultura como una forma de reconocer lo específico y para distinguirla de las ciencias naturales, también por otra parte se habla de ciencias puras y ciencias aplicadas. Las ciencias puras son las que se proponen conocer las leyes generales de los fenómenos estudiados y las ciencias aplicadas por su parte son las que se proponen resolver problemas concretos. La división entre ciencias puras y aplicadas no debe entenderse como una frontera rígida de dos campos opuestos y sin conexión. El Conocimiento y método Si antes hablamos del proceso como se obtiene el conocimiento ahora nos toca examinar la forma como se desarrolla ese proceso. Primer punto: sujeto y objeto. El proceso de conocimiento se concibe como una relación compleja ente dos elementos, el sujeto conocedor y el objeto o parte que se desea conocer. El sujeto es la persona o equipo de personas que adquiere o elabora el conocimiento, el conocimiento es siempre conocimiento para alguien, pensado por alguien, en la conciencia de alguien. Por eso no hay conocimiento sin sujeto, pero también el conocimiento es siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya se trate de un ente abstracto10

ideal, o un fenómeno de la misma conciencia, en todo caso aquello que es conocido se le denomina objeto del conocimiento. 1.8.2. Abstracción y Conceptualización El conocimiento es una representación conceptual de los objetos, es una elaboración que se produce en la mente de los hombres, es una actividad intelectual que implica siempre una operación de abstracción. Abstracción es aprender el objeto de la realidad, distinguirlo y descomponerlo; y la conceptualización sería verbalizar formalmente los elementos que integran ese objeto en forma de síntesis.

1.9. Niveles del conocimiento El hombre nunca actúa directamente sobre las cosas. Siempre hay un intermediario, un instrumento entre él y sus actos. Pero, ¿qué es conocer? Es una relación que se establece entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. En el proceso del conocimiento, el sujeto se apropia, en cierta forma, del objeto conocido. El conocimiento siempre implica una dualidad de realidades de un lado, el sujeto cognoscente y, del otro, el objeto conocido, que es poseído en cierta manera, por el sujeto cognoscente. El pensamiento es un conocimiento intelectual. Mediante el conocimiento, el hombre penetra las diversas áreas de la realidad para tomar posesión de ella. Ahora bien, la propia realidad presenta niveles y estructuras diferentes en su constitución. Se tienen así cuatro especies de consideraciones sobre la misma realidad, el hombre, y, en consecuencia, tenemos cuatro niveles diferentes de conocimiento.     

Conocimiento empírico. Conocimiento científico. Conocimiento filosófico. Conocimiento teológico. Conocimiento empírico. También llamado vulgar, es el conocimiento popular, obtenido por azar, luego de innumeras tentativas. Es ametódico y asistemático.

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A través del conocimiento empírico, el hombre común conoce los hechos y su orden aparente, tiene explicaciones concernientes a las razones de ser de las cosas y de los hombres, todo ello logrado a través de experiencias cumplidas al azar, sin metido y mediante investigaciones personales cumplidas al calor de las circunstancias de la vida; o valido del saber de otros y de las tradiciones de la colectividad; e, incluso, extraído de la doctrina de una religión positiva.

1.9.1. Conocimiento científico. Este conocimiento va más allá del empírico: por medio de él, trascendido el fenómeno, se conocen las causas y las leyes que lo rigen. Es metódico. Conocer verdaderamente, es conocer por las causas. De ahí las características del conocimiento científico: 

Es cierto, porque sabe explicar los motivos de su certeza, lo que



no ocurre con el empírico. Es general, es decir, conoce en lo real lo que tiene de más universal, válido para todos los casos de la misma especie. La ciencia, partiendo de lo individual, busca en él lo que tiene en



común con los demás de la misma especie. Es metódico, sistemático. El sabio no ignora que los seres y los hechos están ligados entre sí por ciertas relaciones.

1.9.2. Conocimiento filosófico. Este conocimiento se distingue del científico por el objeto de la investigación y por el método. El objeto de las ciencias son los datos próximos, inmediatos, perceptibles por los sentidos o por los instrumentos, pues, siendo de orden material y físico, son por eso susceptibles de experimentación. El objeto de la filosofía está constituido por realidades inmediatas, no perceptibles por los sentidos, las cuales, por ser de orden suprasensible, traspasan la experiencia. En la acepción clásica, la filosofía estaba considerada como la ciencia de las causas por sus causas supremas. Modernamente, se prefiere hablar del filosofar. El filosofar es un interrogar, un continuo cuestionar sobre sí y 12

sobre la realidad. La filosofía es una búsqueda constante de sentido, de justificación, de posibilidades, de interpretación al respecto de todo aquello que rodea al hombre y sobre el hombre mismo, en su existencia concreta. Oportunamente Jaspers, en su Introducción a la Filosofía coloca la esencia de la filosofía en la búsqueda del saber y no en su posesión. La filosofía se traiciona a sí misma y se degenera cuando es puesta en fórmulas. La filosofía procura comprender la realidad en su contexto más universal. No da soluciones definitivas para un gran número de interrogantes. Habilita, entonces, al hombre en el uso de sus facultades para ver mejor el sentido de la vida concreta.

1.9.3. Conocimiento teológico. El conocimiento relativo a Dios, aceptado por la fe teológica, constituye el conocimiento teológico. Es aquel conjunto de verdades a las cuales los hombres llegan, no con el auxilio de su inteligencia, sino mediante la aceptación de los datos de la revelación divina. Se vale, de modo especial, del argumento de autoridad. Son los conocimientos adquiridos a través de los libros sagrados y aceptados racionalmente por los hombres, después de haber pasado por la crítica histórica más exigente. El contenido de la revelación, hecha la crítica de los hechos allí narrados y comprobados por los signos que los acompañan, se reviste de autenticidad y de verdad. Pasan tales verdades a ser consideradas como fidedignas y por tal razón son aceptadas. Esto se cumple con base en la ley suprema de la inteligencia: aceptar la verdad venga de donde viniere, en tanto que sea legítimamente adquirida. A pesar de todo, no podemos decir que sólo se usa un tipo de conocimiento, todos están relacionados unos con otros, de tal suerte que el científico utiliza su experiencia propia y usa la filosofía para que, ayudado por los resultados que obtuvo aplicando el método científico, de 13

una explicación al fenómeno. Esto es igual con los demás niveles de conocimiento.

2. EL CONOCIMIENTO Y LAS ORGANIZACIONES 2.1. Desde un enfoque Organizacional Vassiliadis, Seufert, Back y von Krogh (2000: 10), “el conocimiento en las organizaciones ha sido considerado por muchos, definido por algunos, comprendido por unos pocos, y formalmente valorado por prácticamente nadie”. Por una parte, Nonaka y Takeuchi (1995) diferencian dos concepciones del conocimiento. De un lado, la epistemología occidental tradicional considera al conocimiento como algo estático y formal. Esta epistemología se ha centrado en la verdad como el atributo esencial del conocimiento, destacando la naturaleza abstracta, estática y no humana del conocimiento, expresado en proposiciones y en una lógica formal. La otra concepción a la que se refieren Nonaka y Takeuchi (1995), y con la que se identifican estos autores, concibe al conocimiento como un proceso humano dinámico de justificación de la creencia personal en busca de la verdad. Esta concepción destaca la naturaleza activa y subjetiva del conocimiento, representada en términos de compromiso y creencias enraizadas en los valores individuales. Por otra parte, Venzin et al. (1998) analizan la naturaleza del conocimiento según tres epistemologías: la cognitiva, la conexionista y la constructiva. Las distintas concepciones a las que hacen referencia estos autores ofrecen un ejemplo de las distintas formas de concebir la organización y el conocimiento. Así, la epistemología cognitiva considera la identificación, recogida y difusión de la información como la principal actividad de desarrollo del conocimiento. Entendiendo al conocimiento como representaciones del mundo, y siendo la tarea de los sistemas cognitivos la representación del mundo con la máxima precisión. Los enfoques cognitivos equiparan el conocimiento a la información y los datos. 14

En resumen, la idea de que el conocimiento organizativo está depositado o almacenado en distintos depósitos organizacionales es un argumento ampliamente aceptado por distintos autores. Además de los autores citados, destacamos las aportaciones procedentes de campos como la psicología cognitiva o la sociología. Sirva de ejemplo la concepción de Walsh y Ungson (1991) que entienden que el conocimiento está presente en los miembros de la organización, los roles y la estructura organizativa, los procedimientos y prácticas, la cultura y en la estructura física del lugar de trabajo. Otro ejemplo, de una concepción similar, es el trabajo de McGrath y Argote (2002) que considera que el conocimiento forma parte de tres elementos de la organización, como son las personas, las herramientas y las tareas. Así, las personas representan el componente humano de la organización; las herramientas comprenden el componente tecnológico; y las tareas representan los objetivos, intenciones y propósitos. De forma general, entendemos que el conocimiento en la organización es un activo intangible que forma parte de distintos elementos y procesos de la organización y puede adoptar distintas formas. Este activo se puede someter a diferentes actividades de gestión, siendo posible su movilidad (dentro y fuera de la organización), la posibilidad de ser transformado (mediante procesos de codificación), almacenado y aplicado, pudiéndose convertir en un activo estratégico de la organización.

2.2. Configuración básica del conocimiento De la revisión realizada extraemos cinco dimensiones que han sido ampliamente estudiadas y aplicadas en las investigaciones sobre gestión del conocimiento, como son: el carácter tácito-explícito, el carácter complejosimple, el carácter organizacional individual, el carácter específico-no específico y el carácter dependiente-independiente. Por tanto, concebimos al conocimiento como un concepto multidimensional, siendo las dimensiones comunes a todos los tipos de conocimiento. Las diferencias entre tipos de

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conocimiento nos ayudarán a analizar qué tipos pueden suponer una ventaja competitiva para la empresa y cómo se deben gestionar. Nuestra concepción sobre la dimensionalidad del conocimiento responde a la existencia de una configuración homogénea de las distintas dimensiones. Así, una forma de representar cada dimensión podría ser a través de una recta con dos extremos. Por ejemplo, la dimensión epistemológica representa el carácter tácito y explícito del conocimiento (dos extremos). Además, la combinación gradual de las distintas dimensiones representa un tipo de conocimiento. Así, por ejemplo, determinado tipo de conocimiento tendrá un mayor o menor grado de complejidad, de especificidad, de dependencia, carácter tácito, etc. hasta reflejar las distintas dimensiones que configuran al conocimiento (figura 1). Figura 1. Dimensiones del conocimiento

Fuente: Elaboración propia

Como hemos visto, existen otras características que definen al conocimiento aunque únicamente nos centremos en estas cinco. El criterio para la delimitación del concepto se fundamenta en el hecho de que estas dimensiones tienen implicaciones estratégicas para la empresa. De esta forma, a partir de estas dimensiones definimos el conocimiento estratégico, con el fin de conocer qué características hacen que el conocimiento sea un activo estratégico. 2.2.1. Carácter tácito y explícito del conocimiento Uno de los referentes más habituales es el trabajo de Polanyi (1966), que distingue entre conocimiento tácito y explícito. La distinción entre ambos conceptos fue introducida en el campo de la dirección de empresas por Nelson y Winter (1982) señalando que las organizaciones evolucionan 16

adaptando el conocimiento compartido por sus miembros, y que muchos de los procesos tienen lugar en un nivel tácito. A partir de estas aportaciones, ambos conceptos han evolucionado hasta concretarse de la siguiente forma. Por una parte, el conocimiento tácito es personal, difícil de formalizar y, por tanto, difícil de comunicar (Nelson y Winter, 1982; Nonaka, 1991; Hill y Ende, 1994). En cambio, el conocimiento explícito es formal y sistemático, por lo que es más fácil de comunicar y compartir (Nonaka, 1991). En cuanto a las implicaciones para la empresa, el carácter tácito del conocimiento

implica

mayores

dificultades

de

utilización

del

conocimiento que se derivan de su propia naturaleza, y que Stenmark (2001) sintetiza de la siguiente forma: a) La dificultad de explicar en palabras el conocimiento que poseemos; b) La capacidad de utilización de nuestro conocimiento sin tener que documentarlo. Además, el esfuerzo de expresarlo no tiene un beneficio directo a un nivel individual; c) La existencia de un riesgo potencial de perder poder al hacerlo explícito; por ejemplo, si en la empresa existe carencia de mecanismos de incentivos para trabajadores, puede ser que no se propicie compartir ideas, a pesar de los beneficios potenciales para la empresa. 2.2.2. Grado de complejidad del conocimiento De forma general, McEvily y Chakravarthy (2002: 289) entienden que “la complejidad se deriva de dimensiones que incrementan la dificultad de comprender cómo un sistema funciona o produce un resultado determinado”. Por su parte, Simon (1962) sintetiza la complejidad en torno a dos ejes: el número de elementos que componen un sistema y el grado de interacción entre esos elementos. De tal forma que, si los elementos que comprenden el sistema son distintos y de importancia similar, saber cómo funciona cada elemento revela muy poco de cómo trabaja el sistema en su conjunto. La literatura sobre gestión del conocimiento ofrece una variedad de definiciones referentes al carácter complejo del conocimiento. Por una parte, encontramos autores que se refieren a aspectos concretos de la 17

complejidad. Así, Rogers (1983) se refiere a la complejidad del conocimiento como un aspecto de la innovación, definiendo a la complejidad como el grado en que la innovación es percibida como difícil de comprender y utilizar. Por su parte, Zander y Kogut (1995: 82) circunscriben la complejidad a un aspecto concreto como son las habilidades, puesto que se refieren al “número de distintas habilidades o competencias integradas en una actividad”. En cambio, otros autores aportan una definición más amplia del concepto, entre ellos, Simonin (1999: 600) la define como “un número de tecnologías interdependientes, rutinas, individuos y recursos relacionados con un conocimiento o activo determinado”. 2.2.3. Carácter organizacional e individual del conocimiento Como hemos apuntado anteriormente, distintos autores señalan que el conocimiento está presente en multitud de depósitos individuales y colectivos en la organización. Por una parte, el conocimiento individual es el conocimiento personal depositado en los individuos. Sin embargo, distintos autores defienden que una parte fundamental del conocimiento de la organización está localizada en redes formales e informales de relaciones dentro de la empresa e incluso entre empresas (Nelson y Winter, 1982; Badaracco, 1991; Coff, 1997). Así, Badaracco (1991) apunta que el conocimiento socialmente complejo reside principalmente en relaciones especializadas entre individuos y grupos, y en normas particulares, actitudes y flujos de información, y formas de tomar decisiones que dibujan sus relaciones. Esta diversidad de depósitos del conocimiento hace necesario diferenciar entre conocimiento individual y conocimiento organizacional. 2.2.4. Grado de especificidad del conocimiento Williamson (1991:281) define el carácter específico de un activo como “el grado en el que un activo puede ser reempleado en usos alternativos y por usuarios alternativos sin sacrificar su valor productivo”. De esta forma, cuanto mayor sea el carácter específico de un activo, menor será 18

su valor en aplicaciones alternativas, puesto que si el poseedor de un activo específico abandona su uso actual incurre en costes de salida que comportan costes hundidos, puesto que parte de las inversiones realizadas no serán recuperables. Por tanto, entendemos por especificidad de los activos, la pérdida de valor que ocurre cuando un recurso es aplicado en un nuevo contexto. En cuanto a las implicaciones de la especificidad de los activos para la empresa, la Teoría de Recursos y Capacidades sostiene que la especificidad de los activos es una fuente de ambigüedad causal (Reed y Defillippi, 1990; Peteraf, 1993) y, por tanto, fuente de ventajas competitivas sostenibles. 2.2.5. Grado de dependencia del conocimiento Por una parte, la dimensión sistémica o dependiente es aquella que hace referencia a las relaciones de dependencia que mantiene un conocimiento con otros sistemas de conocimiento que poseen diferentes individuos o grupos en la empresa. Así, por ejemplo, el desarrollo de nuevos productos lo realizan equipos de trabajo integrados por personal de diferentes áreas funcionales, creándose una dependencia entre los grupos que hace que el conocimiento de uno de ellos carezca de valor sin la presencia del otro. En cambio, el conocimiento autónomo o independiente se relaciona con la posibilidad que tiene un conocimiento de ser operativo por sí mismo. Winter (1987: 173) cita dos ejemplos ilustrativos de las dimensiones autónoma y sistémica del conocimiento: “una calculadora tiene utilidad por sí sola y puede funcionar independientemente sin necesidad de emplear otras tecnologías”; en cambio, la operatividad de otros conocimientos dependen del sistema en que están integrados, así “los distintos elementos de un ordenador tienen utilidad de forma integrada puesto que independientemente pierden utilidad”. Una vez definidas las principales dimensiones que configuran al conocimiento, en el siguiente apartado se analizan las implicaciones de dichas dimensiones en la ventaja competitiva, es decir, qué combinación de características de conocimiento lo convierten en activo estratégico. 19

CONCLUSION 

El conocimiento resulta ser natural y cotidiano, de diverso valor y provecho. El interés por descubrir o saber la certeza o falsedad de lo conocido o por conocer, representa un problema a resolver. El problema del conocimiento ha sido una motivación constante del hombre por entender o desentrañar su mundo. Es por ello que el conocimiento es definido como un proceso que nos llega de manera natural y como producto de una intención de conocer algo en particular.



El conjunto de acciones encaminadas y dirigidas a la obtención de conocimiento verificable y riguroso es definido como ciencia. Dentro de este contexto, proceso de conocimiento se concibe como una relación compleja entre dos elementos, el sujeto conocedor y el objeto o parte que se desea conocer. Este proceso surge a partir de la abstracción y la conceptualización del objeto.



El conocimiento para poder ser científico debe poseer varias cualidades distintivas: debe ser objetivo, racional, sistemático, general y fiable. También debe poseer un carácter abierto y dinámico. A lo largo de la historia, han existido diferentes disciplinas científicas para resolver o agrupar cada tipo de problema mediante el empleo de métodos y técnicas específicas que deben ser del dominio del investigador (ciencias: humanas, fácticas, formales, sociales, culturares, filosóficas, aplicadas, puras, entre otras). Estos métodos o procedimientos para obtener un conocimiento racional, sistemático y organizado, es decir, científico, es conocido como el método científico que permite la verificación y la inferencia.



En definitiva, entendemos que el conocimiento aporta valor a la organización tanto por su naturaleza como por los resultados que se derivan de su adecuada gestión. Esta idea es resaltada por Bierly et al. (2000) cuando señalan que el 20

éxito no lo tienen las empresas que saben más, sino las empresas que pueden hacer el mejor uso de lo que saben, y saben lo que es estratégicamente importante para la organización. Inevitablemente, el estudio del conocimiento estratégico implica el análisis de la gestión de este activo y, por tanto, el estudio de las capacidades de gestión del conocimiento.

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2008]

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