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• Maxi Tapia

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“El comercio y las cruzadas” Phillips. Los vínculos comerciales entre Europa occidental y otras regiones no habían desaparecido del todo en los siglos posteriores a la caída de Roma. Los centros comerciales más importantes estaban en Italia. La supervivencia de una tradición urbana desde los tiempos romanos, y el mantenimiento de vínculos entre algunas partes de la península y el imperio oriental de Constantinopla, asi como su posición geográfica en el centro de la cuenca mediterránea, convirtieron a Italia en el lugar natural para una recuperación del comercio a gran escala. Las mercancías voluminosas, como la sal, madera y hierro, junto con el valioso bien de los esclavos procedentes de tierras germanas y eslavas, podían venderse en Egipto y el producto o bien se gastaba allí o se utilizaba para ayudar a financiar la compra de especias y seda en Constantinopla. Se elaboro un sistema comercial de triple via en el que Constantinopla formaba el elemento más importante, en parte por las relaciones políticas de Venecia con el Imperio Bizantino. La economía oriental, ya muy desarrollada, era un mercado vital para los productos occidentales, relativamente escasos, que necesitaban. A su vez, ese comercio ayudo a la acumulación de capital en Occidente, y a finales del siglo XIII la economía occidental podía eclipsar a sus grandes rivales y mentores del Este. En el siglo XI estaban creciendo también otros puertos italianos, especialmente los de Genova y Pisa, inicialmente por el éxito de sus contrataques contra los asaltantes musulmanes y sus bases. El comercio seguía muy de cerca a las operaciones navales, y n el curso del siglo XI se habían establecido colonias comerciales genovesas en Constantinopla, Antioquia y Jerusalen ; mientras que el comercio con Alejandria se desarrollo también gracias al estimulo activo de los gobernadores de Egipto. La implicación italiana en el Mediterraneo oriental era ya muy extensa y significativa mucho antes de que se predicara la primera cruzada en 1095. El comercio de Egipto era de gran valor tanto para musulmanes como cristianos, y ninguna de las partes tenia el menor interés en perturbarlo, por lo que los comerciantes italianos no consideraron las hazañas de los cruzados de los siglos XI y XII como una bendición absoluta. Al mismo tiempo, la red de contactos que habían creado los italianos en el Mediterraneo oriental, y sus grandes recursos en barcos mercantes y de guerra, les permitiría ocupar un papel primordial en las cruzadas, y ciertamente serian un elemento importante en los éxitos iniciales del movimiento cruzado y en el mantenimiento de colonias de cruzados en Tierra Santa. Antes de finalizar el siglo XI los intereses de los peregrinos, comerciantes y militares aventureros de Europa se estban dirigiendo hacia el Mediterraneo oriental. La clave que ayuda a explicar las expediciones militares europeas a gran escala hacia oriente iniciadas a finales del siglo XI, esta en la revitalización de la Iglesia occidental y en particular de las instituciones del papado, antes mencionada: la idea del cristianismo. La idea abarcaba a la Europa occidental cristiana, pero era suceptible de extenderse a los cristianos que vivian en otros lugares,

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en tierras de lealtad griega o en otras en las que los cristianos eran quizás tan solo una menguada minoría. La idea de la crsitiandad apareció por primera vez en el siglo IX, en parte como una manera de expresar el constraste y la hostilidad mutua entre los cristianos y los musulmanes, cuyas conquistas seguían todavía progresando. Dentro de la Europa cristiana se produjo otro acontecimiento muy significativo cuando los lideres religiosos, primero en Borgoña y Aquitania, y aparentemente actuando con independencia del papado, intentaron encontrar alguna manera de poner coto a la conducta violenta de la nobleza. Este movimiento conocido con el nobe de la “paz de Dios” intentaba proporcionar protección eclesiástica a determinadas categorías de la sociedad, que de otra manera estarían indefensas, especialmente los monjes, los clérigos y los pobres. Resulta demasiado simple ver la primera cruzada como una consecuencia inevitable de la tradición existente de guerra santa contra los musulmanes, o de las ambiciones papales, el peregrinaje, la expansión económica y las necesidades de una nobleza beliciosa. Lo que produjo la primera cruzada fue una combinación de peticiones de ayuda militar procedentes del Este, una decisión consciente del Papa de colocarse a si mismo, o a su representante, a la cabeza de la respuesta occidental, al pedir un juramento a los participantes, utilizando una cruz como símbolo visible de ese juramento, junto con la oferta que hizo el papado de una indulgencia a todos los que tomaran parte de la expedición. Los ejércitos de la primera cruzada, junto con los no combatientes que la acompañaban, represento un movimiento de pueblos europeos muy superior al mayor de los perigrinajes que se hubiera dado anteriormente, y puede describirse como la primera fase realmente significativa de la expansión medieval en Europa. El resultado de la primera cruzada fue dejar a los cruzados dividos en tres grupos distintos, el mayor de los cuales se quedo en Antioquia, otro en Jerusalen y una pequeño en Edessa. La segunda cruzada seriá un total fracaso. Las fuerzas francesas y alemanas sufrieron derrotas desastrosas en Asia Menor a manos de los turcos selyucidas, y solo una pequeña proporción llegaría a Tierra Santa en 1148. Para empeorar las cosas, las hostilidades entre occidentales y bizantinos resultaron ahora plenamente evidentes, lo que haría que la cruzada de 1204 se convirtiera en un ataque directo a Constantinopla. La segunda cruzada produjo efectos laterales significativos en areas exteriores a Tierra Santa. Varios nobles alemanes decidieron dedicar sus energias a atacar a los paganos de las tierras bálticas. Como consecuencia de ello se produjo la cruzada Wendish de 1147 de muy escasos efectos militares inmediatos, pero que establecería el modelo de cruzada y conquista alemanas en la región báltica, modelo que se mantendría hasta principios del siglo XVII. Tras las conquistas cruzadas se produjeron considerables movimientos internos de población. Algunos de los nuevos habitantes llevados a Jerusalen para sustituir a los masacrados tras la toma 2

de 1099 procedian de comunidades cristianas de Transjordania. En las ciudades de Tripoli, Antioquia y Edessa los cristianos nativos formarían también una gran parte de la población. Se encontraban colonos procedentes de Europa occidental tanto en el campo como en las ciudades. La mayor parte de los habitantes de Acre, Tiro y Jerusalen eran burgueses dedicados a todo tipo d comercios y artes. Sin embargo raramente se encontraban burgueses que operaran como comerciantes importantes. Estos solian ser italianos, junto con algunos del sur de Francia y de España. El carácter de la nobleza vario considerablemente de un estado cruzado a otro. Edessa siguió siendo predominantemente armenia; Antioquia fue al principio normanda. A mediados del siglo XII el carácter de la noblea cruzada se estaba asentando, y a los recién llegados les era mas difícil entrar en sus filas. Paradojicamente las mayores oportunidades que tenia de establecerse quien llegara del exterior se encontraban en la cumbe, en el nivel del propio reino de Jerusalen. A su vez estos estados cruzados carecían de recursos humanos y militares que ponían en peligro la descendencia a la corona. Los comerciantes extranjeros en Tierra Santa y Siria solian vivir en comunidades independientes controladas por los representantes de la ciudad de la que procedían, como ciudadanos de varias estados dentro de un estado. Los estados cruzados se vieron inevitablemente comprometidos en el crecimiento del comercio internacional de los siglos XII y XIII y los italianos ocupaban la primera posición. A pesar de los grandes privilegios que poseían los comerciantes italianos, los centros mas importantes del comercio europeo con Oriente siguieron siendo Alejandria y Constantinopla, como lo habían sido al principio de las cruzadas. En estas dos ciudades estaba el termino de las grandes rutas comerciales del Este, asi como las mayores concentraciones de mercancías de lujo que importaba Europa y los mejores mercados de ultramar para las exportaciones europeas. En un sentido podemos decir que las cruzadas fueron un callejón sin salida. Fueron un ejemplo del potencial expansivo existente en Europa occidental entre los siglos XI y XIII, pero no la causa primordial de la expansión, ni la única forma que esta adopto. Prodria afirmarse que el crecimiento económico internacional, allí donde se produjo, tuvo una importancia mucho mayor y mas general para la economía del occidente europeo en su conjunto, que un movimiento que tendio a comprometer tan solo a un numero pequeño de entusiastas religiosos y aventureros militares. Por otra parte las cruzadas pusieron a Europa en estrecha vecindad con otras culturas.

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