EL AMOR DE DIOS

EL AMOR DE DIOS En las anteriores enseñanzas se habló de lo que es el verdadero amor, haciéndonos ver lo que manifestaba

Views 176 Downloads 4 File size 263KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

EL AMOR DE DIOS En las anteriores enseñanzas se habló de lo que es el verdadero amor, haciéndonos ver lo que manifestaba Pablo en cuanto al amor que encontramos en 1 de Corintios 13:1-4 en la que él nos hace reflexionar de que el amor no se demuestra con palabras bonitas, ya que por muy hermosas que están suenen, si no lo demostramos con hechos él nos compara como un metal o instrumento que sólo sirve para hacer; siguiendo la lectura de ese capítulo Pablo, nos da algunas características en 1 de Corintios 13:5:13 de cómo nosotros podemos saber si nosotros amamos a alguien o si el amor que profesamos es amor, ya que el indica que el amor es sufrido (que tiene paciencia) el amor es benigno, no tiene envidia, no es vanaglorioso (no es presumido) y así nos sigue dando una serie de características mínimas que deberíamos de observar en una persona que dice que ama. También ya vimos el verdadero amor el cual se debe de demostrar a nuestra familia, y por el último el verdadero amor que debemos de demostrar a nuestro prójimo, aún a aquellas personas que nos hagan algún daño, ya que por ser Jesucristo nuestro modelo a seguir, él nos enseñó a amar a las personas que nos hacen daño tal como lo vemos en Lucas 23:34 Y Jesús decía, padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen. Ahora vamos a ver ¿qué es el amor de Dios? Y para ello nosotros sabemos: -

a)

b)

c)

1.

En primer lugar que el amor es uno de los atributos de Dios, tales como lo son la santidad, la bondad, la misericordia, la omnisciencia, y etc… , atributos con los cuales como seres humanos podemos palpar una pequeña parte de quién es ese Dios que decimos adorar con todo nuestro ser. Y en segundo lugar ya viéndolo de una manera más profunda el amor es parte de la naturaleza de Dios, y en cuanto a su naturaleza la Biblia nos dice: Que Dios es Espíritu Juan 4:24. Dios por ser Espíritu no tiene sustancia visible, es incorpóreo, ya que si Dios tuviera un cuerpo tangible que pudiéramos tocar, no sería omnipresente, y estaría limitado a un solo lugar, por lo que, por ser Espíritu, llena los cielos y la tierra con su presencia. Que Dios es Luz 1 Juan 1:5 lo cual es opuesto a las tinieblas, las tinieblas en las escrituras, representan el pecado, el mal, la muerte; mientras que la luz representa la santidad, la bondad, la vida. Y que Dios es amor 1 Juan 4:5) y debemos de tener algo muy claro que cuando nos referimos a que Dios es amor, no es simplemente que Dios “ama” sino que es el amor mismo. El amor no es simplemente uno de sus atributos, es su misma naturaleza. Hemos utilizado a nuestra conveniencia este término de que Dios es amor, y lo escuchamos por donde quiera, que Dios es amor, y lo hemos escuchado tanto que consideramos que el amor de Dios es como una debilidad afectuosa, o una cierta indulgencia cariñosa, prácticamente es reducido a un simple sentimiento enfermizo copiado de las emociones humanas. Pero esto como todo lo demás, nuestras ideas deben de ser reguladas o guiadas de acuerdo con lo que las Sagradas Escrituras nos revelan, y las sagradas escrituras nos revelan: Que el amor de Dios es Inherente: Podemos observar que todo ser viviente que siente amor por otra criatura o un objeto es producido por algo que hay en esta, o en otras palabras hubo algo que provocó que sintiéramos amor. En cambio el amor Dios, no puede ser provocado por ningún objeto, o criatura que pueda atraer su amor,

sino que el amor de Dios es gratuito, espontáneo e inmotivado. La única razón que Dios ame a alguien reside que esa es su voluntad, y eso mismo le dijo al pueblo de Israel Deuteronomio7:7-8 “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido; porque vosotros erais los más pocos de todos los pueblos; sino porque Jehová nos amó. Dios nos ha amado desde la eternidad, tal como nos lo hace ver en 1 Pedro 1:18-20 (versículo en los cuales se hace ver que Dios antes de la fundación del mundo, y por amor a nosotros, destinó ese sacrificio de sangre hecho por Jesús en la Cruz del Calvario, un cordero sin mancha y sin contaminación, con el fin de rescatarnos y fuéramos sus hijos por la eternidad). Muy sabiamente en 1 Juan 4:19 encontramos la siguiente revelación “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” Dios no nos amó porque nosotros le amábamos, sino que nos amó antes de que nosotros existiéramos, a pesar que en nuestra naturaleza existe todo aquello que él aborrece pecado, depravación, corrupción todo eso estaba en nuestro corazón, y aun así él nos amó antes que naciéramos. 2. Es eterno: Es así ya que Dios mismo es eterno, y Dios es amor, por tanto, como él no tuvo principio, tampoco su amor lo tiene. Aunque este pensamiento desborda nuestra mente finita, él nos dice en Jeremías 31:3 “Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia” que bonito es saber que Dios nos amó como hijos suyo que somos antes de que el cielo y la tierra fuesen creados, esto nos prueba de que su amor es espontáneo, porque él nos amó antes de que naciéramos. Y lo mismo nos vuelve a decir en Efesios 1:4-5 “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor habiéndonos predestinado”. 3. Es soberano: Dios es soberano, y no está obligado para con nadie; Dios es su propia ley y actúa de acuerdo a su voluntad divina o como a él le agrada. Ejemplo de ello Romanos 9:13 “A Jacob amé, más a Esaú aborrecí” ambos tuvieron los mismos padres, habían nacido al mismo tiempo, ya que eran gemelos, con todo Dios amó al uno y aborreció al otro, ¿Por qué? Preguntaríamos y simplemente podemos responder Porque le agradó hacerlo así. La soberanía del amor de Dio se desprende del hecho de que no es influido por nada que haya en la criatura, de ahí el responder o afirmar que la causa de su amor reside en Él mismo es sólo otra manera de decir que Él ama a quien quiere, ya que si fuera regulado por algo externo a su voluntad, su amor se regiría por unas reglas, y siendo así, Él estaría bajo una regla de amor, de manera que lejos de ser libre, sería gobernado por una ley. En Efesios 1:4-5 su palabra nos revela “En amor; habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo a si mismo, según…” -¿según qué? A caso algún mérito que vio en nosotros, no, sino, “según el puro afecto de su voluntad. 4. Es infinito: Todo lo referente a Dios es infinito, su espíritu llena los cielos y la tierra, su sabiduría es ilimitada, él conoce el pasado, el presente y el futuro, su poder es inmenso porque no hay nada difícil para él, simplemente él no tiene límites. El amor de Dios es tan grande e incalculable que en Juan 3:16 nos revela “de tal manera amó Dios..” aquí nos habla de un amor tan sobresaliente que no puede ser calculado ni comprendido por ninguna mente. En Efesios 3:13-21 Pablo explica al pueblo de Efesio que el creyente puede conocer el amor de Dios, pero no puede agotar el conocimiento de aquel amor, en Lamentaciones 3:22-24 nos dice que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana y grande es su fidelidad, y hay un coro que cantamos en nuestros servicios que dice “///EL amor de Dios es Maravilloso/// ¡Tan Grande es el

amor de Dios¡ Tan alto que no puedo estar arriba de Él. Profundo que no puedo estar debajo de Él. Tan ancho que no puedo estar afuera de Él ¡Tan Grande es el amor de Dios¡. 5. Es inmutable: Del mismo modo que en Dios “no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17) tampoco su amor conoce cambio o disminución. El indigno Jacob ofrece un ejemplo poderoso de esta verdad: “A Jacob amé, declaró Jehová y a pesar de toda su desobediencia él nunca dejó de amarle. En Juan 13:1 se nos da otra hermosa ilustración. Aquella misma noche, uno de los apóstoles diría “Muéstranos al Padre”; otro le negaría con juramentos, todos iban a ser escandalizados y le abandonarían. Así y todo “como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. El amor divino no está sujeto a vicisitudes de ninguna clase, El amor divino “fuerte es como la muerte… las muchas aguas no podrán apagarlo” (cantares 5:6-7). Nada puede apartarnos del mismo (Romanos 8:35-39). Santiago 6. Es santo: El amor de Dios no lo regula el capricho, ni la pasión, ni el sentimiento, sino un principio. Del mismo modo que su gracia no reina a expensas de la misma, sino “por la justicia” (romanos 5:21) así su amor nunca choca con la santidad. “Dios es luz” (1 Juan 1:13) se encuentra antes que “Dios es amor” (1 Juan 4:5). El amor de Dios no es una simple debilidad afectuosa, ni una especie de muelle de ternura. La escritura declara que “ el señor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo” (Hebreos 12:6). Dios no cerrara los ojos al pecado, ni siquiera al de sus hijos. Su amor es puro, sin mezcla de sentimentalismos. 7. Es benigno: El amor y el favor de Dios son inseparables “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito” (Juan 3:16), como vemos Cristo no murió para hacer que Dios nos amara, sino porque Dios amaba a su pueblo. El calvario es la demostración suprema del amor divino. Siempre, que seamos tentados a dudar del amor de Dios, recordemos el Calvario. He aquí, abundante motivo para confiar en Dios, y para soportar con paciencia la aflicción que envía, Cristo era el amado del Padre, y aun así no estuvo exento de pobreza, afrenta y persecución, Sufrió hambre y sed. De aquí que al permitir que los hombres le escupieran y le hirieran, el amor de Dios hacia Cristo no sufrió cambios, él siempre lo amó. Así que ningún Cristiano debería dudar del amor de Dios al ser sometido a pruebas y aflicciones dolorosas. Dios no enriqueció a Cristo con prosperidad temporal en este mundo, ya que “no tenía donde recostar su cabeza”. Pero si le dio el Espíritu sin medida. Siendo así, aprendemos que las bendiciones espirituales son los dones principales del amor divino. Así que ¡Qué bendición es el saber que, aunque el mundo nos odie, Dios nos ama.