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Trabajo de investigación: Eduardo Nicol Por: Alejandro Estrada Pérez

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Datos Biográficos Eduardo José Gregorio Nicol i Francisca nació en Barcelona, España el 13 de diciembre de 1907 y murió en la ciudad de México el 6 de Mayo de 1990. Fue esencialmente un filósofo mexicano de origen español (catalán). Escribió la mayor parte de su obra en castellano. Cursó los estudios de filosofía en la Universidad de Barcelona. De 1933 a 1934 fue sucesivamente profesor de instituto y docente en la facultad de filosofía de la Universidad de Barcelona. 1 Impartió clases en dicha universidad para posteriormente, llegar a México en 1938. Durante su estancia en Barcelona fue secretario de la Fundación Bernat Metge y profesor en el instituto Salmerón. En 1939, al fin de la Guerra Civil, se vio forzado a abandonar su patría, como tantos otros republicanos, a bordo del barco francés Sinaia. En 1940 obtiene la nacionalidad mexicana, en febrero del mismo año ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ya en la UNAM revalida estudios, y obtiene el doctorado en filosofía, ingresa a la cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de México, con el que habría de ser su primer libro Psicología de las situaciones vitales (1941). En 1946 fundó el Seminario de Metafísica, el cual dirigió hasta 1900. Funda el anuario de Filosofía “Diánoia” (1955) y recibe el título de profesor emérito de la citada Universidad. 2 Es fundador jnto con Eduardo García Máynez del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (antes llamado Centro de Estudios Filosóficos). De su vasta obra cabe destacar La idea del hombre (1946; nueva versión, 1977), Historicismo y existencialismo (1950), La vocación humana (1953), Metafísica de la expresión (1957; nueva versión 1974), El problema de la filosofía hispánica (1961), Los principios de la ciencia (1965), El porvenir de la filosofía (1972), la reforma de la filosofía (1980), Crítica de la razón simbólica (1982), Ideas de vario linaje (1990) y Formas de hablar sublimes. Poesía y filosofía (1990). Espléndido orador e inigualable catedrático, durante cinco decenios de servicio universitario a México fue un gran maestro que contribuyó a la formación de muchas generaciones. En 1989, en nombre de los profesores republicanos emigrados, pronunció las siguientes palabras de agradecimiento a la universidad: “Yo llegué a esta tierra cuando ya era profesor, pero mi obra entera la he escrito en México. En este sentido específico, cabe decir que aquí me he formado, a la vez que se iba formando la universidad que 1 SANZONI, E., Dizionario dei filosofi, Traducción de ALBIZU, J., GARCIA, M., HAYA, G., Diccionario de Filósofos, La Editorial Católica, Madrid, 1986, p. 947 2 http://juanmanuelsilvacamarena.com/C%20Textos%20JMSC%2051-75/54.%20Merits%20academics/Merits %20academics....html

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ahora tenemos. Digo ahora, cuando ya está cercano el fin, que me siento bien pagado si algunos creen que el proceso de esa formación mía personal ha podido contribuir a la otra. En todo caso, fue una tarea gozosa. Hacer lo que uno quiere. Pensar y enseñar a pensar. ¿Qué más puede pedirse?”3. Líneas principales y etapas del pensamiento de Eduardo Nicol El pensamiento de Nicol ha estado abierto a los grandes problemas de la historia y la antropología, pasando por el análisis de las corrientes historicista y existencialista, y centrándose en una nueva configuración de la metafísica y los principios de la ciencia. 4 Nicol propone la superación de la psicología en sus aspectos tanto racional como experimental en el estudio de la forma de vida y del comportamiento del hombre, que es el análisis de las situaciones vitales.5 Para Eduardo Nicol: “El gran problema psicológico consiste en estudiar las situaciones vitales, pes la comprensión de la persona humana no es posible sin la comprensión de su situación vita. Hay situaciones fundamentales que afectan a la condición humana de la existencia, y situaciones límites, que tienen carácter individual y en las que empeñamos nuestra vida por entero”.6 La obra fundamental de Eduardo Nicol es su Metafísica de la expresión, donde la metafísica se da en fenómenos concretos.7 En esa misma obra, Nicol somete a dos principios que él determina como falsos; el principio de causalidad y el de contradicción.8 Nicol asegura que, aunque se entienda el principio de causalidad como parte de la naturaleza, por lo cual todo tiene causa, rechaza una interpretación determinista entendido en el mecanicismo científico, donde todo puede ser entendido con exactitud y predecido en el futuro.9 “El principio de causalidad se ha de sustituir por el principio de indeterminación de Heisenberg, tanto para el mundo microfísico como para las leyes de la física clásica”10 Para Nicol, el principio de contradicción es falso pues aunque el valor lógico por el cual se establece es 3 http://www.filos.unam.mx/sobre/emeritos/eduardo-nicol/ 4 Cfr SANZONI, E., Dizionario dei filosofi, Traducción de ALBIZU, J., GARCIA, M., HAYA, G., Diccionario de Filósofos, La Editorial Católica, Madrid, España, 1986, p. 947 5 Cfr Ibid p. 947 6 Ibid, p. 947 7 Cfr Ibid. p. 947 8 Cfr Ibid, p. 948 9 Cfr Ibid, p. 948 10 Ibid, p.948

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cierto, el aspecto ontológico no puede abarcar la situación temporal del ser, pues: “... en el mundo de la temporalidad fenoménica no se da simultaneidad, sino fluencia contínua, y ningún ente es igual a sí mismo en razón de su perpetuo devenir y cambio”11 A cambio, Nicol propone cuatro nuevos primeros principios, originarios de todo fundamento y saber, los cuales son: “a)principio de unidad y comunidad de lo real; b) principio de unidad y comunidad de la razón; c) principio de racionalidad de lo real; d) principio de la temporalidad de lo real.”12 Estos principios corresponden de manera más adecuada a un punto de vista de aspecto empirista y fenomenista de la realidad.13 Hay distintas fases del pensamiento de Eduardo Nicol, las cuales son cuatro: 1) La primera está representada por un análisis fenoménico del hombre, de la cual resulta que el hombre es “un ser determinado por la temporalidad y la espacialidad, y de la vida como acción (expresión)”.14 2) La segunda está marcada por un estudio de la historicidad del ser del hombre. Este se distingue por: “... la erección de una ley de herencia histórica por la cual se hace posible la salvación de la verdad en la ley reguladora de la producción de las verdades”.15 3) La tercera consiste en una salvación de la verdad anterior a la de la ciencia, en la cual “...implica una teoría del conocimiento como re-conocimiento, y la afirmación de que el objeto se constituye como tal no en la relación dual sujeto-objeto, sino en la apónfasis verbal por al cual dos sujetos identifican el ente como realidad común”.16 4) La cuarta es “...una afirmación de la evidencia inmediata y apodicticia del otro (el prójimo) como ser de la expresión”.17 En una definición valiosa del término expresión, se puede decir que para Nicol “...resulta ser así el carácter ontológico primario (y constitutivo) del hombre a partir del cual derivan fenoménicamente los otros caracteres, de tal suerte, que la propia ciencia puede ser considerada como una expresión”18.

11 12 13 14 15 16 17 18

Ibid, p.948 Ibid, p.948 Cfr Ibid, p.948 FERRATER, J., Diccionario de Filosofía, Tomo III, Alianza Editorial, Madrid, España, 19845,p. 2352 Ibid, p. 2352 Ibid, p. 2352 Ibid, p. 2352 Ibid, P. 2352

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Eduardo Nicol desde la filosofía mexicana “La palabra filosófica es siempre provisional; es búsqueda y no hallazgo, porque la verdad misma no es más que un intento prolongado, pero no un logro, y ha de seguir diciéndose y enmendándose”19. Para Eduardo Nicol, el solo hecho de filosofar y dialogar a partir de ella es un hecho histórico que no se detiene, puesto que la historia misma tampoco se detiene, con un compromiso sincero en la verdad. Tal y como lo establece en su Reforma de la Filosofía: “Mucho habrá que insistir que método es camino, etimológicamente, pero también filosfóficamente. La construcción de un sistema es una marcha que nunca termina”20. En si, como México fue su casa de estudios por más de 50 años, recibió a lo largo de su trayectoria muestras de aprecio por su pensamiento y numerosos discípulos, entre los cuales se puede mencionar a Juliana González, Ambrosio Velazco Gómez y Guissepe Cacciatore entre otros. En la metafísica Para Juliana Gonzales, en el coloquio- homenaje a Eduardo Nicol realizado en el 2007 y en su ponencia “La revolución en la Metafísica: Heráclito y Nicol”, Eduardo Nicol es un hombre que vive de acuerdo a su época y su forma de pensamiento fenomenológica va de acuerdo a la situación vivida en España, en la que ocupa un lugar destactado la temporalidad.21 Sí ya Immanuel Kant marcaba que la proyección hacía un orden trascendente era imposible, entonces lo que buscaba Eduardo Nicol era restaurar esta ciencia en sus aspectos más básicos: del ser -οντος λóγος -(onto-logía) y del conocer -ἐπιστήμη λóγος -(epistemo-logia) desde el filósofo que la consolidó; Aristóteles.22 Para Aristóteles, el verdadero ser se encuentra más allá de lo sensible en un aspecto físico y temporal, con lo que es acto puro, primer motor inmóvil del que todo depende y que el mismo Aristóteles llamó Theos -Θεός-23. Y en Platón -maestro de Aristóteles-, el verdadero ser se sitúa más allá de la experiencia y de la temporalidad, dividiendo el mundo en un dualismo; el mundo de las ideas y el 19 NICOL, E., La vocación humana, El colegio de México, México, 1953, p. 10., en HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.7 20 NICOL, E., La Reforma de la Filosofía, Fondo de Cultura Económica,México, 19942 ,p.20 21 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.23 22 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.24 23 Ibid, p. 24

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mundo material.24 Siguiendo la pauta dejada por Platón, Nicol se remonta a lo que es Parménides de Elea, el que se podría considerar el Padre de la Metafísica, describiendo en su poema el seguimiento de ser como el viaje del conocimiento que va más allá del camino trazado por los hombres, más allá de una realidad que se haya cambiante.25 Sin embargo, Eduardo Nicol no conviene en esta teoría, pues si Parménides es el padre de la metafísica, no lo es el de la filosofía del ser, esto es debido a que Heráclito describe al ser en su temporalidad, hallado en este mundo, sometido a cambios y a una racionalidad intrínseca (logos, gnómon -γνώμων- ).26 A lo que Eduardo Nicol en la teoría de Parménides se viene un divorcio ontológico entre el ser y el devenir pero esto refleja también una ruptura entre la episteme y la experiencia sensible.27 Lo que es para Nicol la metafísica no es un regreso pre-parménico al pensamiento del ser, donde existía incertidumbre, al contrario, es una admisión que al ser no se le puede ocultar, el ser cambia, el ser transmite y se mueve, y desde el punto de vista de la fenomenología, al ser no se le pude ocultar, es lo que se manifiesta delante de nosotros, es real, dejando a un lado la incertidumbre de la esencia.28 En el punto de vista de Eduardo Nicol, el cambio implica una existencia del ser, siempre dinámico y determinado, nunca absoluto y no pura determinación, con lo que el ser es, pero no puede afirmarse que el no-ser no exista, pues no hay nada más absoluto que la misma presencia del ser, pues éste es su mismo modo de ser y en esta afirmación sostiene que el no ser es un modo de ser, no una condición de ser.29 Por lo tanto “El ser no se disuelve en el tiempo, ni en el espacio fenoménico...” 30. En la unión que Nicol trató de hacer entre la dialéctica, la metafísica y la fenomenología, admite que el ser permanece pero que necesita moverse, que el pensamiento mismo se desprende de un relativismo y que incluso, al contrario de lo que se pudiera pensar, el absoluto -el ser- está contenido en lo relativo, el mismo cambio no es absouluto pero los absoultos están inmersos en el cambio y que éste es el punto de partida de la revolución metodológica En cuestión del hombre, para Eduardo Nicol éste no se encuentra determinado por la presencia visible o el devenir, sino por su misma esencia. Al contrario del vitalismo griego, la metafísica de Nicol se encuentra más allá del existencialismo y del esencialismo, implicando a la dialéctica, a la 24 25 26 27 28 29

Ibid, p. 25 Ibid, p. 25 Ibid, p. 26. Ibid, p.27 NICOL, E., Metafísica de la expresión Fondo de Cultura Económica,México, 1957 ,p.96 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.29 30 Ibid, p.30

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fenomenología y a la unidad de presencia y tiempo a través de la categoría de expresión.31 El concepto de expresión en Eduardo Nicol reúne una caracterísitica interesante: “Es una categoría multívoca (polisémica) que reune y abarca en unidad sintética varias y diversas significaciones, todas ellas conexas e independientes”32 Se puede apreciar a la expresión bajo los siguientes aspectos 1) El hombre “expresa”, comunica algo con un simple acto de presencia con lo que se percibe de inmediato su aprehensión e identificación. Con esto, se dice que “El hombre lleva las categorías de su ser a flor de piel”33. La plenitud ontológica del ser humano por medio de la expresión radica en que éste se muestra más visible y tangible, la esencia deja de ser apariencia. 2) La fenomenicidad remite a la parte somática del hombre, dejándo que la expresión tome la integración psico-somática del hombre 3) La comunicación que realiza la expresión se estudia bajo estos términos 1. El hombre comunica su ser 2. El hombre se comunica hacia afuera haciendo que lo que comunique tenga un significado con la realidad 3. El ser se hace patente junto con el logos, se conjunta con el ser del lenguaje en una relación intersubjetiva. 4) Cada expresión es distinta, por lo que goza de un principio de individuación e individualidad 5) La expresión se une al acto creador, siendo producto del hombre-creador. Se une al devenir para conjugarse en la historia humana. 6) La expresión es fundamental en la condición libre del hombre, en su libertad ontológica y constitutiva.34 Para Nicol, la base de la metafísica en el hombre a partir de la expresión es determinante en la historia del mismo puesto que reúne los elementos ontológicos del hombre: temporalidad, permanencia y constante devenir. El hombre se conjuga en un acto creador y su creación -la expresión- también se dispone en su ser al devenir, a la historicidad y a la identidad. Basado en esto, podemos concluir en lo siguiente: “En la expresión encontramos la clave para la explicación de todo lo humano: de su ser y de su devenir; 31 32 33 34

Ibid, p.31 Ibid, p. 31 NICOL, E., Metafísica de la expresión Fondo de Cultura Económica,México, 1957 ,p.96 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.32

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de su diferencia con lo no humano, de su acción y todas las posibilidades cualificables estéticas, religiosas, éticas, políticas, etc..., de esta acción y finalmente, de la ciencia misma y su historia”.35 En la Filosofía de la ciencia Para Ambrosio Velazco, se confronta las propuestas de Eduardo Nicol con Karl Popper y Khun, no aperlando a una uniformidad ciencia-filosofía, sino a una unidad histórica que en la fenomenología se encuentre bajo las premisas nicolianas el aspecto de la dialéctica en dos modos: vertical y horizontal. En modo vertical cuando se trata de ubicar a las creaciones humanas en un punto de la historia. En un modo horizontal cuando se estudia el mismo dinamismo de la ciencia en la historia. Estos ejes se ocupan en los principios de racionalidad de lo real, el de unidad y comunidad de lo real y el de unidad y comunidad de la razón.36 La filosofía de la ciencia en Eduardo Nicol para Ambrosio Velasco se conjuga con elementos históricos y culturales, es decir, no es una recreación de la historia sin un sentido común que es la evolución del hombre. El pensamiento en la filosofía de la ciencia de Nicol se ubica en el positivismo lógico que culmina con Popper, Hemple. Bunge, sin dejar de lado la amplitud de la historia de la ciencia tomando en cuenta el contexto histórico, concretamente en la perspectiva de Koyré. Después de un intento fallido en el Congreso de Filosofía de la Ciencia de Londres en 1964 por realizar una integración de filosofía e historia de la ciencia con los propios Khun y Popper, Nicol publicó en 1965 “Los principios de la ciencia” donde se notaba su perspectiva filosófica de la historicidad de la ciencia.37 Para Eduardo Nicol ha surgido un conflicto entre el entendimiento de las humanidades y las ciencias exactas, ya que no pueden comprenderse en un ámbito de exactitud sino de cuantificación, error que podría decirse -según el mismo Nicol en “Los Principios de la Ciencia” debido a que la exactitud demanda un rigor en el método al que no todas las ciencias se pueden someter bajo la matemática simbólica.38 El problema que haya Nicol es que no se ha podido realizar un estudio de todas las ciencias bajo una sola pues no puede dar cuenta de las anteriores en su totalidad. Partiendo de esta premisa, Nicol apuesta por la historicidad como elemento de verdad en medio de la historia. 39 Remitiéndose a las palabras del 35 Ibid, p. 33 36 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.9 37 Ibid, p. 47 38 NICOL, E., Los principios de la ciencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1974, p.11 39 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México,

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mismo Karl Popper, Nicol asegura que “la investigación científica termina con resultados que no pueden ser integrados a la teoría que los generó”40 Así es como se constituye a la ciencia con un carácter histórico pues, como diría el mismo Nicol, “La ciencia no es ni podrá ser un sistema cerrado de verdades definitivas e inmutables” 41, esto se debe a que la ciencia tendrá un valor exacto en cuanto a sus afirmaciones, sin embargo, éstas podrán ser revaloradas en un momento distinto en la cual fueron formuladas, con lo que prosigue Nicol “Es por el contrario, un sistema histórico, o sea un sistema abierto, cuyas conclusiones tienen ciempre el carácter de hipótesis”42. La construcción de un sistema de valores y de teoremas no puede cimentarse siempre desde algo inexistente, por lo que Nicol valora este conocimiento y pone a los valores prestablecidos como base de los posteriores, a lo que él sostiene que “La hipótesis teórica actual es el punto crítico de donde partirá en cada caso el esquema teórico siguiente”43 Para Eduardo Nicol, la historicidad de la ciencia se da desde un carácter de tradición en flujo debido a que tiene una parte constitutiva, es decir, no se da de forma arbitraria o agregada a la ciencia, es una propiedad del ser de la ciencia.44 La misma ciencia está relacionada con la filosofía a través de la misma historia, pues ésta misma permite que la historia sea la que permita volver a la memoria los principios de toda ciencia. 45 De manera analógica, toda reflexión requiere que sea sujeta de un grupo, de una comunidad, a la que llamó Kuhn una “comunidad científica” en la que se da un diálogo relevante de carácter epistemológico. 46 Además, para que se dé un diálogo basado en el rigor científico, Nicol reflexiona y da una definición de objetividad dentro de dicha comunidad: “Epistemológicamente, la objetividad consiste en la evidencia con que el objeto aparece en la relación dialógica entre dos sujetos que la mencionan como realidad común y por lo tanto como transobjetiva. La objetividad es obra del logos”47. El motivo por el cual Nicol concibe una perspectiva horizontal y vertical del estudio de la historicidad de la ciencia es que ésta tiene un carácter comunitario y dialógico donde se ponen en perspectiva las contribuciones de varios filósofos y sus comunidades a lo largo de la historia, interactuando con otros 2009, p.48 NICOL, E., Los principios de la ciencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1974, p.24 Ibid, p.26 Idem. Cfr. Idem. Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.49 45 Idem. 46 Idem. 47 NICOL, E., Los principios de la ciencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1974, p.181 40 41 42 43 44

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aspectos propios que rodeen a dichas comunidades como cultura, vida social y política.48 En la ética y la moral En este punto, Juan Manuel Silva Camarena otorga una reflexión clara acerca de lo que alguien pudiera considerar en primer punto, el deber moral que se tiene al filosofar. “De todos modos la pregunta '¿qué es lo que nos dejó Nicol?' es una pregunta ambigua, porque puede significar varias cosas” 49. En primer lugar comparte que el primer legado de Eduardo Nicol fue su puntualidad y su integridad moral, sobre todo, “la firmeza ejemplar de su vocación de verdad” 50. La filosofía en él se percataba desde la fuerza de su voz, la unidad de palabra escrita y su presencia, una entrega a la filosofía. “Para él la filosofía es algo que va en serio, puesto que la vida misma es algo que va en serio. Vida y filosofía van juntas”51. Esto hacia que no pudiera servirse de la filosofía a placer, sin vivir lo que transmitía a los demás, sucedió lo contrario; se puso al servicio de la filosofía. Con Eduardo Nicol, se dio una oportunidad de reflexionar más en los contenidos de la filosofía de forma rigurosa y así abandonar modelos filosóficos que se basan en un renombre que en la verdad de sus afirmaciones. Nicol deja en sus formulaciones teóricas una revolución de la filosofía, conjuntando los aspectos más importantes del pensamiento como la teoría de la historicidad del ser humano, las situaciones vitales, una metafísica de la expresión y una teoría de los principios de la ciencia. 52 Por tanto, el legado de Nicol se interpretan como dos deseos; un gran deseo teórico, estableciendo en su reforma de la filosofía “el principio vocacional del conocimiento verdadero científico” 53 y por otro lado un gran susto; si todo sigue igual, se avecina, terriblemente, con una velocidad vertiginosa, el ocaso de las alternativas, el fin del hombre54. En sus obras Nicol no ofrece una teoría ética o moral en sí, sino que, mediante sus postulados, la idea de comunidad y su deseo y susto “tienen una mayor fecundidad y ejemplaridad, que tornan más valioso aún el legado, pues contiene viva la responsabilidad moral de la filosofía por el destino del hombre: el primero como un deseo para bien de la humanidad, el segundo, como un cuidado del alma, actualizando en la forma de una advertencia”55. En otras palabras, para concluir “Que la vocación libre 48 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.52 49 Cfr HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009, p.258 50 Idem 51 Ibid, p. 259 52 Ibid, p. 261 53 Idem 54 Idem 55 Ibid, p.262

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del pensamiento se ha convertido ahora en la necesidad de una perseverancia, pues es un deber moral”56. Conclusión: Eduardo Nicol desarrolla su filosofía a partir de la premisa de la temporalidad en un aspecto dialógico donde complementa dialéctica y fenomenología, lo que se podría tratar de un pensamiento original en el continente americano a partir de lo que realizaron algunos filósofos como Gadamer a partir de Husserl. El aspecto de la dialéctica que propone Nicol podría parecer de carácter ontológico enfrentando al aspecto Kantiano de la trascendencia, sin embargo, Nicol ofrece al mismo lenguaje como condición predeterminada en el ser humano y su aspecto temporal que permiten estudiar al mismo bajo un esquema fenoménico. El aspecto fenoménico no puede ser ignorado en un margen de pensamiento del cual se desprenden las condiciones dadas del ser humano que son sometidas bajo la circunstancias humanas. Dado que Nicol vivió una etapa de sumo conflicto en España y retomó la obra de Popper y Kuhn, aunado a la condición metafísica que propone del hombre a partir de la dialéctica, podemos decir con seguridad que el hombre no está entregado a los fenómenos pasando inadvertido por las circunstancias en que vive, sino que es un ser que engendra la expresión, la cual sufre y deviene los mismos aspectos por los cuales el hombre mismo está inmerso, justificando así la historicidad. Al mismo tiempo, Nicol ofrece la posibilidad en el ámbito científico de que la filosofía y la ciencia puedan conjugarse bajo el aspecto histórico, el cual no limita a las dos ciencias, dando pauta a que puedan devenir en medio de la cuantificación, sin restringir a ninguna bajo la exactitud simbolico-matemática. Nicol contribuyó en su tiempo a abrir el panorama del pensamiento sin crear un reduccionismo. De la misma forma, propició que muchos de sus discípulos y colegas se contagiaran de llevar a la filosofía de un modo marcado en sus vidas, convirtiéndose en sus siervos, justo como el maestro. Como buen filósofo debe vivir; asumiendo el deber moral que contrae el filósofo con el conocimiento verdadero y con la sociedad que controla las circunstancias y demanda respuestas.

56 Cf. NICOL, E., La filosofía del siglo XX, en Ideas de vario linaje, UNAM, México, 1990

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Bibliografía: 

http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Nicol#cite_note-1

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http://www.filos.unam.mx/sobre/emeritos/eduardo-nicol/

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SANZONI, E., Dizionario dei filosofi, Traducción de ALBIZU, J., GARCIA, M., HAYA, G., Diccionario de Filósofos, La Editorial Católica, Madrid, 1986.

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FERRATER, J., Diccionario de Filosofía, Tomo III, Alianza Editorial, Madrid, España, 19845

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HORNEFFER, R., Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2009

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NICOL, E., Los principios de la ciencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1974

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NICOL, E., Metafísica de la expresión Fondo de Cultura Económica,México, 1957

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NICOL, E., La Reforma de la Filosofía, Fondo de Cultura Económica,México, 19942 ,p.20