editorial: Confusion Reina; Conjura Gobierna

editorial CONFUSION REINA; CONJURA GOBIERNA La recordación del triunfo electoral movimiento, hasta favorecida por la cla

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editorial CONFUSION REINA; CONJURA GOBIERNA La recordación del triunfo electoral movimiento, hasta favorecida por la clai del 1 1 de marzo ha pasado dentro del ridad de sus consignas. Hablar de la partido dHcíaTístá como el lánguido ani- "patria socialista" y otros desvarios totaversario de bodas en un matrimonio mal litarios es, en efecto, más lucrativo en avenido. Parece incluso, en muchos ca- términos políticos que adherir incondi* sos, que los elegidos de entonces fueran cionalmente a una conducción contra* los mortales enemigos del gobierno de dictoria. En tales marcos, también las vías hoy. El episodio se ubica dentro de un de hecho acaban por favorecer a los x contexto que manifiesta, como dato grupos de militancia marxista, pues la represión de éstos para ser efectiva necefundamental, la más espesa de las confusiones.iA un año del triunfo electoral del sita expresar un programa político claro, justicialismo, no se sabe cuáles son las apto para solicitar el apoyo consciente y posiciones fundamentales de éste ante no meramente emotivo de la ciudadanía^ los problemas de fondo de la república. En cambio, su persecución a mero título Sin embargo, la violencia lo desgarra Ide la "verticalidad" u otras consignas de entre una izquierda que no es sino j índole doméstico-partidario, robustece a marxismo mal disfrazado y una "dere- la izquierda en su pretensión de mostrarise como auténtica enemiga de un sistema cha" de imposible definición. Sobre estas sangrientas diferencias, se social injusto y poderoso al punto de destaca el hecho de que unos y otros ; apagar los fuegos revolucionarios del contendientes se niegan a abandonar la \mismísimo líder. casa común, de que las fulminaciones Los sectores auténticamente sanos del más oficiales no logran que los afectados peronismo deben meditarlo. Porque los dejen de titularse peronistas ni, peor aún, métodos que utiliza la subversión marxispara que de veras no exista la posibilidad ta tienden precisamente a obtener polaride que se les restituyan, como a hijos zaciones de esta índole, para jo cual pródigos arrepentidos, todos los privile- necesitan cómplices en el sector que se gios de la militancia partidaria. presenta como alternativa a la revoluNada lo ilustra mejor que la actitud de ción. Nada mejor para los discípulos de perplejidad Seguida por el Poder Ejecuti- Lenín, Mao y demás maestros del odio vo Nacional en los momentos más graves que insuflar en la población la imagen de de la crisis cordobesa. Mientras se venti- un frente revolucionario y popular—que laba, con las armas en la mano, una en el caso argentino agregaría los adjeticuestión que ponía en entredicho a las vos de peronista y radical— desafiando a instituciones constitucionales y a la uni- un poder basado en la codicia, incapaz dad del partido gobernante, el Ministerio dé ' su5ctTar~-atttrestorresdesinTerésTdls y del Interior no halló otro expediente sino que por añadídtíra esté- tjarpTdo~~en~5üs remitir al Congreso un mensaje de chaba- j un tu ras el ave por las" fo r m as b "urgu e sa s canas pretensiones sociológicas en el que del marxismo. puede hallarse de todo salvo una explicaEste equívoco funesto lo configura ción de los hechos que se desarrollaban. hoy el enfrentamiento de la "tendencia El proyecto de intervención agregado revolucionaria" con una burocracia ofiinmediatamente, y que hace inexplicable cial que confraterniza abiertamente con aquella primera invitación al Congreso el imperialismo soviético, que comuniza para que tratara el tema Córdoba a su la educación y que pone los resortes gusto, ratificó la postura hesitante del económicos del poder real en las manos gobierno. Lejos de fundamentar la medide un aparato cuya esencia marxista ha da en el carácter ideológico y subversivo sido reiteradamente denunciada y que de las fuerzas que apoyaban al gobernatiene uno de sus personeros máximos en dor Obregón Cano, las responsabilidades la persona de José Ber Gelbard, divinidad se diluyeron y la situación de emergencia tonante en el gobierno de la liberación y de Córdoba quedó casi en el nivel de las el despegue nacional. provincias afectadas por las inundacioLa gran opción, como ha indicado yaN nes: víctima de catástrofes, sí, pero no debidas a la mano del hombre. P R E M I S A , exige autenticidad en los La actitud del Ministerio del Interior términos. Por un lado, la Argentina del vale así como símbolo de la indefinición orden naturaLy cristiano; por el otro, la en que se mueve el gobierno del cual Argentina roja. Los remedos de esta forma parte, determinada por el espíritu polarización —la única válida— son vaelectoralista, celoso de conservar la uni- riantes tácticas de una guerra revoluciodad partidaria" antes que de fijar un naria dirigida por un Estado Mayor que ru m b o ex igi d o p or los i n t ere se s generales;no incluye a los Firmenich, Quieto y y trascendente a ¡a facción, por mayori- otros agitadores del mismo humilde nivel, sino que actúa desde las alturas de taria que esta fuere. Por otra parte^-tampoco en el mero un poderío real y efectivo. Entre tanto, plano de la lucha por el poder la indefini- la reacción anticomunista de Córdoba ha ción ideológica es el método aconsejable. producido un fruto que sus autores, sin La izquierda peronista más estridente, duda, no desearon: un hombre de Gel/ ^ n a l que mal, permanece dentro del bard manda en la provincia.