Edificio Altamira - Monografia

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO FACULTAD DE ARQUITECTURA, PLANEAMIENTO Y DISEÑO

Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica POLINORI GUILLEN, Daniela – PEIRETTI, Agustina – LOMBARDO, Julieta

Fotografía del Autor

Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica

En el presente trabajo nos detendremos a analizar el Edificio Altamira, situado en la zona céntrica de la ciudad de Rosario, Santa Fe, próximo a la ribera rosarina. La obra fue proyectada por el arquitecto Rafael Iglesia en el año 2001 para la empresa constructora Conystar SRL. El edificio Altamira es un edificio de viviendas de diez pisos, emplazado entre una casona antigua y un edificio que responde a la especulación inmobiliaria. Pretendemos analizar por qué, el edificio Altamira ha sido reconocido internacionalmente y le han valido a su autor, no sólo el Premio Konex de Platino (1), sino también la elección como uno de los nueve edificios de vivienda más influyentes del mundo en los últimos treinta años en una muestra internacional de 2009 en Zúrich, Suiza (2). Sumado a esto, fue elegido como uno de los 25 proyectos de viviendas más innovadoras e influyentes en los últimos 25 años en el mundo y publicado en el libro “Global Housing Proyects 25 Building Since 1980” (3).

A partir de este interrogante, abordaremos aquellos aspectos del edificio que lo han llevado al lugar de prestigio en que se encuentra. La novedosa estructura que lo sustenta, la materialidad con que fue concebido y su actitud vanguardista con respecto a los paradigmas establecidos será objeto de estudio para dilucidar la pregunta estipulada. Para ahondar en la obra en cuestión nos vamos a valer de la memoria proyectual del autor, planos y fotografías de miembros del estudio de Iglesia como así también de textos críticos elaborados por Fernando Diez, Jorge Mele, Ana María Rigotti y textos teóricos de la Arquitectura de pensadores como Argán y Tedeschi.

(1) En: http://www.edificioaltamira.com.ar/ (2) En: “Premian en Austria a un edificio hecho por un rosarino” por FUCARACCIO, A., en Diario La Capital. (3) En: http://www.dearquitectos.net/edificios/edificio-altamira-rafael-iglesias/

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Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica Tipología Con el fin de dar a entender de qué hablamos cuando hacemos mención a la palabra “tipología” y la relación con la obra de Iglesia, nos referiremos a la aproximación del concepto que hace Giulio Carlo Argán en el texto: “El concepto del espacio arquitectónico desde el Barroco hasta nuestros días”. (1973) En una primera instancia, para evitar interpretaciones imprecisas, el autor distingue entre un “tipo” y un “modelo”, aquella idea general de la forma del edificio y aquello que se copia de manera exacta, respectivamente. En segundo lugar, profundiza en la definición de “tipo”, explicándolo como una determinada forma de disponer los elementos arquitectónicos independientemente de su función específica y del destino del edificio (Argán, G.C., 1973, p.30). Además, establece que el “tipo” ha surgido en la historia del proceso de comparar muchos edificios similares y aislar todo lo que se repite en ellos, para identificar constantes y extraer un esquema. Este esquema no lo veo en su realidad de forma plástica, lo veo solamente como un esquema de distribución de elementos. En otras palabras, el “tipo” no se materializa per se, sino que es una especie de esqueleto espacial (Argán, G.C., 1973, p.34). Una vez aclarada la definición de tipología, señalaremos una serie de autores que explicitan la motivación del proyectista de buscar nuevas soluciones alternativas a las tipologías convencionales, cómo esto se refleja particularmente en el edificio Altamira y el fin último de este proceso. Según Rigotti (2008), la producción de Iglesia en edificios de propiedad horizontal “ejerce una resistencia a la homogeneización caníbal de una industria cultural de alcance planetario”. En sumatoria, la autora califica a la tipología de edificio de viviendas como “ahogada por los convencionalismos”. Fernando Diez (2001), opina sobre las consecuencias y los beneficios que trae una actitud como la de Iglesia. Dicho autor plantea que las decisiones que toma el proyectista implican cierto riesgo, inevitable cuando de innovar se trata. Sin embargo, es la única manera de conducir a la disciplina a nuevos rumbos que busquen superar la encrucijada claustrofóbica a que ha llegado el departamento urbano típico. Así mismo, Jorge Mele (2005) establece que la obra de Iglesia excede convencionalismos de varias índoles. Sostiene que el edificio Altamira no solo cuestiona los estereotipos constructivos, sino también los de la construcción de propiedad horizontal que antepone el rendimiento económico ante otras variables como confort, diseño o innovación.

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Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica Liernur(2006), por su parte, brinda como ejemplo de la originalidad en el edificio Altamira el ingreso, en donde los accesos rompen la secuencia habitual al transformar la circulación habitualmente pública en terraza patio/privado. A su vez, Jorge Mele explicita como la innovación de la tipología convencional del edificio de PH se refleja en cosas básicas como, por ejemplo, no conformar un frente completo sino apoyándose contra una de las medianeras, sin ocupar la totalidad de la línea municipal. Dicho autor, subraya también la concepción moderna de núcleo familiar de Iglesia, que va más allá del clásico matrimonio con dos hijos y afecta directamente el planteo distributivo. Creemos que la tipología convencional ha hecho reiteradas simplificaciones con respecto a la conformación de la familia. La respuesta proyectual a esta problemática en el edificio Altamira se genera a través de ambientes flexibles, concibiendo a los mismos como carentes de un destino concreto y que pueden ajustarse a los diferentes requerimientos de los usuarios. El mobiliario elegido responde también a la indeterminación funcional, siendo sencillo y multifunción. Para nosotras, la postura de Iglesia a la hora de trascender lo tipológicamente corriente al proyectar el edificio en cuestión, lejos de ser “caprichosa” o con ansias de innovación por un simple hecho de rebeldía, responde a cuestiones de otras índoles coyunturales al oficio arquitectónico, como son el contexto social, económico y político. La etapa tardía del capitalismo, que ha comenzado y aún estamos transitando, ha sido caracterizada por la búsqueda máxima de ganancias en toda actividad económica y la disciplina arquitectónica no ha escapado de tal fin. Sin embargo, el confort en la habitabilidad ha sido el contrapeso que ha regulado una balanza que tiene en su otro extremo el beneficio económico. Cuando se han dispuesto como secundarias las cuestiones que hacen a la comodidad del usuario, han surgido propuestas que no han sabido responder a los requerimientos de los futuros habitantes, han quedado rápidamente obsoletas o, en la peor condición, han forzado al inquilino a adaptar sus maneras de vida al objeto arquitectónico y a simplemente conformarse. En una entrevista a Rafael Iglesia, efectuada por Gastón Rebagliati en 2004 y publicada en la revista ConstruYA, se ha indagado sobre el posicionamiento del arquitecto respecto de las cuestiones sociales, políticas y económicas: “(…) Me interesa la arquitectura como una herramienta social que interpreta al mundo en que se vive y pretende mejorarlo. Lo demás, para mí, carece de valor. (…) No me gusta demasiado ver obras de arquitectura. Cuando viajo jamás voy a visitar edificios, eso lo hago en última instancia. Observo, en cambio, a la gente, sus costumbres, las vidrieras, las construcciones espontáneas y todo lo que no está catalogado. Miro mucho diseño, pero como me gusta investigar, en realidad lo hago para ver qué es lo que se está haciendo y no hacer lo mismo (…)”

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Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica Cuando Fernando Diez (2001), en “Arquitectura y Peligro” identifica a Rafael como uno de los pocos profesionales en Argentina que hace arquitectura de investigación, podemos inferir que conoce la postura del arquitecto y la encuentra explicita en su producción. Desde nuestra perspectiva, el término “investigación”, en este caso particular, es entendido como una búsqueda más allá de lo que las corrientes, las modas o el común de la disciplina arquitectónica se cansan de recrear una y otra vez. Tomamos las siguientes palabras de Rafael Iglesia: “(…) Entiendo la arquitectura como una expresión ética de donde deriva una cierta estética, y no al revés (…) Hace poco, en una mesa redonda, ante esta postura personal (la de pretender cambiar el mundo) un importante arquitecto me increpó afirmando que somos consecuencia de la sociedad. Eso es relativamente cierto, pero está en uno aceptarlo o no (…) Solo los animales y las plantas se adaptan al medio: el hombre, por ser el animal más débil, debe mundalizar el medio para poder sobrevivir (…)”. “La otra vez en Summa escribieron que yo siempre me enfrento al peligro y digo que lo hago no porque sea valiente, sino porque ignoro al peligro; yo me animo a pensar las cosas de otra manera, pero me animo por esa cuota de ignorancia, por lo que sé que me falta conocer de la disciplina. Muchas veces corrés el riego de conocer tanto la disciplina que terminás transformándote en un crítico y paralizándote. ¿Cuándo sucede esto? Cuando ya sabés que es lo que hay que hacer en cada caso.”

El análisis realizado nos lleva a pensar en la importancia de investigar los modos de habitar para enriquecer la producción arquitectónica más allá de los cánones.

Estructura La estructura en el proyecto de arquitectura es aquella componente que brinda el soporte material a todas las decisiones proyectuales de distribución y expresividad de la obra. Este aspecto en particular ha sido de especial interés para Rafael Iglesia, y en su producción, hemos podido identificar numerosos intentos de repensar las soluciones que se han implementado hasta el día de hoy. Rafael se ha remitido a las estructuras de civilizaciones antiguas y ha indagado en el sostén de objetos que vemos cotidianamente (4) para resolver esta problemática. (4) DELFINO DUBOIS D. – PAULINI S., “Rafael Iglesia”. Estructura StoneHenge en Pabellones del Parque Independencia y estiba de la madera en Quinchos y Edificio Altamira

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Para Iglesia, la cuestión principal es sostener un peso: “Si el techo se cae es porque no tiene un buen sostén. Propongo invertir la cuestión de manera que el peso no sea el problema, sino la solución. Para eso, armo estructuras primarias donde el peso aprisiona los distintos elementos que la componen. Se consigue la estabilidad de forma inversa, usando el peso a favor”. Con respecto al edificio Altamira específicamente, esta cuestión del peso como solución, es clarificada en el artículo “mutaciones espaciales” de Jorge Mele (2005). Podemos apreciar cómo el autor ilustra el concepto cuando destaca la conformación de un juego intermitente entre vigas portantes y soportadas, a la manera en que se estiba la madera. Vale destacar que Mele caracteriza a la condición estructural como experimentalista y, por ende, como un cuestionamiento hacia los estereotipos de la construcción en altura. Por otro lado, Fernando Diez (2001) profundiza en la particular trama estructural del edificio, destacando el carácter “ubicuo” de las vigas, como entidad omnipresente a través de toda la estructura y capaces de cumplir distintos roles en la trama estructural según sea requerido. Especifica que esta característica de las vigas podrá, sin embargo, ser disimulada conformándose como una única cinta de espesor uniforme que recorre toda la longitud del edificio. A causa de lo expuesto anteriormente, creemos que Diez entiende el juego de estructuras en el edificio Altamira como parte fundamental de la imagen final de la obra. Describe al edificio como de “pura estructura”, y, al igual que Mele, destaca el rol protagónico de los elementos constructivos. Con respecto a la elección de los materiales de Iglesia, Diez enuncia que el hormigón es aquel material monolítico que satisface las necesidades de expresividad tanto internas como externas en el edificio Altamira, estableciendo que la elección del arquitecto no es casual. A nuestro parecer, la estructura en el edificio de Iglesia lejos está de ser aquel elemento encubierto o desconocido, como se ha interpretado en reiteradas obras de arquitectura. Responde a una necesidad contemporánea de economía de medios, convirtiendo una problemática en una respuesta expresiva que aporta una particularidad al edificio, destacándolo entre otros. En palabras de Liernur (2006) las elecciones materiales de Iglesia constituyen una austeridad que evidencia una actitud de denuncia frente a la indiferencia moral de quienes parecen disfrutar de los festines formalistas, tecnológicos y comunicativos.

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Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica Arquitectura y Arte Jorge Mele (2005) en “Mutaciones Espaciales”, subraya la aproximación del Edificio Altamira a adentrarse en la esfera autónoma de la obra de arte, deslizando el acto arquitectónico al híbrido mundo escultórico de las instalaciones. A su vez, el mismo Iglesia hace mención en la entrevista de Aníbal Fucaraccio para el diario La Capital sobre aquello que influye en su hacer proyectual: “(…)Todo lo que me motiva está fuera de la arquitectura. Yo no miro arquitectura. No voy a ver obras de nadie cuando viajo. No me interesa. Lo que me gusta es reparar en el diseño callejero, lo que no está catalogado, la utilización de la madera o exposiciones de arte (…)”

A nuestro parecer, hay una relación directa entre el modo de mirar y producir, por ende, no nos sorprende Fotografía del autor que en las obras de Rafael Iglesia, la variable expresiva, si bien no de carácter central, representa un gran porcentaje del proyecto y el edificio Altamira no es la excepción. Enrico Tedeschi (1969), arquitecto urbanista e investigador, establece en su célebre libro “Teoría de la Arquitectura”, una relación directa entre arquitectura y arte. Según él, la obra de arquitectura es más que idoneidad para el uso, construcción, adecuación al clima y al terreno. La obra es más que solamente un edificio porque tiene un significado y trata de comunicar algo. Nos parece interesante destacar como Tedeschi evidencia que las situaciones que enfrenta un edificio frente a la naturaleza y la sociedad pueden perder importancia y actualidad pero “si se constituye un ejemplo de procedimientos constructivos especialmente interesantes, se puede igualmente valorarlo en su calidad estética”. (Tedeschi, E., 1969, p.197) En otro fragmento de este libro, Tedeschi explicita claramente que la calidad de arte raras veces se alcanza cuando se la persigue muy directamente. Esto nos esclarece un aspecto del edificio Altamira y la dinámica proyectual de Rafael con respecto al arte como fin. En el edificio Altamira, a nuestro criterio, la génesis del proyecto fueron variables tipológicas y funcionales. La condición artística que adquieren los elementos arquitectónicos es incorporada en una segunda instancia. El juego que generan las vigas y como esto deriva en una 6|Página

Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica estética particular del edificio son una consecuencia de enriquecer las variables primarias que afectaran de manera más visceral la habitabilidad de la obra. Lo dicho anteriormente abarca primordialmente los aspectos que hacen a la plástica de la obra. Ahora bien, hay otras caras del arte que encontraremos también presentes en la producción de Iglesia, siendo causa y consecuencia a la vez, y que pueden visualizarse en el edificio Altamira. Creemos que la interrelación con otras disciplinas enriquece el proceso proyectual y al parecer, esta es una característica presente en la obra de Iglesia. De hecho, cuando en una de las entrevistas indagan sobre qué tipo de aproximación teórica utiliza a la hora de empezar a proyectar, Iglesia responde: “La teoría no viene directamente de la arquitectura, sino de otros ámbitos, como la literatura”. En la entrevista del arq. Julio Toledo, Rafael explicita: “(…) Para mí ha sido fundamental Foucault con “Criticar y castigar”, también Deleuze y Benjamín; siempre recomiendo a Ricardo Morales, un dramaturgo español que vive en Chile autor de un texto llamado “Arquitectónica”. Borges y Pessoa son los más familiares... En fin, estos autores son los que me interesan por sus ensayos que muestran las cosas de otra manera y tanto Foucault como Deleuze me sirven para comprender el mundo que viene, porque proyectar es lanzar hacia delante haciendo que nuestra profesión sea medio profética, porque dice esto va a funcionar así. Creo que para proyectar hay que tener una idea del mundo que viene y saber mirar el pasado, porque si mirás hay que ver que mirás para atrás; por eso yo miro más atrás del racionalismo, miro lo primitivo. Quiero decir, ¿qué vas a mirar del racionalismo? Por ejemplo, si te dicen hay que hacer una escuela, vos preguntas ¿dónde va a estar? ¿Cuántos alumnos habrá? ¿Cuantas aulas? Pero si vos te preguntas ¿cómo será la educación dentro de 10 años?, se te va al diablo todo. Por eso la pregunta es tan importante para nosotros, porque te modifica las condiciones del proyecto. Si vos solamente mirás la forma de la modernidad, en cualquier foto del ‘30 vas a ver que debajo de la Ville Saboye había un Ford A y reconocés que la imagen es “moderna”. En cambio si debajo de la Ville aparece un Porsche Carrera, ¿va a seguir siendo la misma “imagen moderna”? ¿Por qué cambiaron tanto los autos y los arquitectos seguimos atados a esa imagen de la Ville Saboye como la “imagen de la modernidad”. En ese punto me aburre la arquitectura y mucho me ayudaron otras disciplinas como la literatura para salir del tedio (…)“.

En la propia memoria del autor del edificio Altamira, Iglesia nombra al filósofo francés Deleuze, quien presenta una descripción de dos juegos de tablero, el ajedrez y el Go. Iglesia retoma este análisis y hace un paralelismo entre uno de estos juegos y el Altamira, identificando como fichas los objetos estructurales, como las vigas. Identificamos a Rafael como uno de los profesionales que busca conscientemente incorporar otras disciplinas a la actividad proyectual. 7|Página

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Conclusión A nuestro criterio, vale la pena estudiar a Rafael Iglesia porque su obra nos muestra como el derroche es innecesario y que lo que le dará el valor a un edificio será aquella voluntad del proyectista de situarse en los pies del futuro usuario y bregar por lo que cree será mejor para su experiencia del habitar, ante el resto de las variables que afectan el hacer arquitectónico. La excesiva exposición de una obra suele evidenciar motivadores de otras índoles y, en general, va acompañado de una carencia de las cuestiones esenciales que hacen a la arquitectura de calidad. En la obra de Rafael esta cuestión se invierte para dar lugar a la austeridad como herramienta de proyecto y símbolo de una postura profesional ante la impasibilidad de muchos de los arquitectos actuales. Además, abre el camino para proyectistas y estudiantes muy arraigados a los convencionalismos para arriesgarse y buscar nuevas soluciones, lejos del refugio de las fórmulas constatadas. El edificio Altamira no escapa de los postulados de la producción de Iglesia, y lo lleva a una tipología popular, añadiéndole un plus valor estético que lo destaca por sobre otros proyectos. Es por esta razón que ha sido internacionalmente reconocido y numerosas veces premiado.

Para concluir, nos gustaría apelar a Liernur (2006) quien establece que el edificio abre una esperanza cuyo alcance va mucho más allá de Rosario y la Argentina, por cuanto demuestra que aún en un medio de condiciones extremadamente desventajosas es posible romper el cerco de las inercias y evitar la esterilidad de la autocomplacencia. De la misma manera, dicho autor hace hincapié en la enseñanza de Iglesia, quién nos sugiere que para generar un buen trabajo, sólo es necesario recoger tradiciones, investigar con paciencia, recuperar la ingenuidad de la mirada, mantener el rumbo con firmeza y tomar los riesgos con valentía y responsabilidad.

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Edificio Altamira Hacia una interpretación arquitectónica BIBLIOGRAFIA  Fuentes primarias IGLESIA, R. (2001) Casas 4. Costo y Construcción: Construyendo el país. Vol. 32. Rosario Editorial - Págs. 20-27

Entrevistas a Rafael Iglesia “Conversaciones con Rafael Iglesia” por Arq. Julio Aldo Toledo http://www.grupoarquitectura.com.ar/X%20opinion/opinion_002.html (consulta junio 2013) "No digan que no les avisé", por Aníbal Fucaraccio Diario La Capital, 22 de julio de 2006 http://archivo.lacapital.com.ar/2006/07/22/estilo/noticia_311184.shtml (consulta junio 2013) “Reportaje a Rafael Iglesia” por Gastón Rebagliati Oficina de Desarrollo de Arquitectura Metropolitana (ODAM) http://www.odam.com.ar/html/disquisitio_ri.html (consulta junio 2013)

 Fuentes Secundarias ARGAN, G. C. (1973) “El concepto del espacio arquitectónico, desde el Barroco hasta nuestros días” Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires. Pág. 4-6 BADUEL,G. – BALDO,P. – BETTI,R. – CRISTOFALO,A. – DECIMA,J.-FEAL,N.-HENDLER, A.- MOYA, D.-URFEIG,V. (2011) Nueva arquitectura Argentina Vol. 8. ARQ Clarín Buenos Aires: Arte Gráfico Editorial Argentino - P.28-33 DIEZ, Fernando (2001). “Arquitectura y Peligro” en SUMMA +, Volumen 46. Editorial Donn S.A. - Págs. 40-45 LIERNUR, J.L. (2006) “Maquinas arcaicas” en “Arquitecturas de autor: Rafael Iglesia” Ediciones T6, S.L. Pamplona, España MELE, J. (2005) Vanguardias Argentinas: Obras y Movimientos del S XX “Mutaciones espaciales”. Vol. 5. Buenos Aires: Editorial Diario de Arquitectura Clarín. - Pags.144-146 MONTANER, Berto; RIGOTTI, Ana María; PAMPINELLA, Silvia. (2008). Guía de Arquitectura Latinoamericana: Rosario. Buenos Aires: Edición Berto González Montaner - Pags.108-110 TEDESCHI, E. (1969) “Teoría de la Arquitectura” Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires.

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Páginas web: “Cuando el problema es la solución” en Suplemento Arq./Diario Clarín. Edición de 11/01/11 http://www.arq.clarin.com (consulta junio 2013)

“Premian en Austria a un edificio hecho por un rosarino” por FUCARACCIO, A., en Suplemento La Ciudad/Diario La Capital. Edición 02/08/2009 http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2009/8/edicion_285/contenidos/noticia_5860.html (consulta junio 2013) www.edificioaltamira.com (consulta junio 2013) “Edificio Altamira” en http://www.dearquitectos.net/edificios/edificio-altamira-rafael-iglesias/ (consulta junio 2013) “Rafael Iglesia”, por DELFINO DUBOIS D. y PAULINI S. en http://www.fceia.unr.edu.ar/darquitectonico/darquitectonico/data/pdf/Rafael_Iglesia_DelfinoDubois_Pauli ni.pdf (consulta junio 2013)

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