ECONOMIA COMUNITARIA

ECONOMIA COMUNITARIA La economía y la producción comunitaria, son los sistemas productivos económicos de nuestras cultur

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ECONOMIA COMUNITARIA La economía y la producción comunitaria, son los sistemas productivos económicos de nuestras culturas comunitarias , porque nuestras culturas originarias esencialmente son comunitarias, y en la vida productiva económica territorial, también son comunitarias, han sido, son y serán comunitarias, eso viene desde nuestras raíces, nuestros ancestros y desde nuestra historia ancestral. Hoy en día en la sociedad, indudablemente que ya se ha mezclado y combinado con otras economías como la economía de mercado, que es la que todavía domina el planeta. La economía comunitaria busca el bienestar común el bienestar de la comunidad y no solo el privado individual, la economía comunitaria esta generada, producida, gestionada por la propia comunidad, este es un aspecto. El otro principal es que la economía comunitaria, concebida desde las culturas ancestrales, no solamente tiene que ver con los humanos, sino que está directamente ligado a nuestra Madre Naturaleza, a nuestra Pachamama, como decimos en quechua y va acorde también a las normas de las cosmovisiones ancestrales, los principios a los valores de las diversas cosmovisiones indígenas originarias, que también son la base de las culturas vidas comunitarias. En este sentido la economía comunitaria, viene a ser también integral como las culturas, y está orientada, no al beneficio individual privado, sino más bien al beneficio común comunitario, donde no está negado el individuo ni los grupos ni el colectivo, no sino que dentro lo comunitario si articula, integra y realiza todo ello. Entonces eso viene a ser la economía comunitaria desde las culturas indígenas de este continente. Economía comunitaria, una alternativa de producción en Bolivia.

La economía comunitaria, modelo de producción cíclica apoyada en la pertenencia al territorio, equilibrio con la madre tierra, reciprocidad, complementariedad entre hombres y mujeres, redistribución de excedentes y con control social, como parte de la construcción de una normativa que fomente y proteja los pequeños emprendimientos con equidad de género en el marco de la aplicación de la Constitución de Bolivia. Según esta propuesta, la personalidad jurídica de las empresas comunitarias estarían elaboradas por los Ayllus (territorios), la facturación sería realizada por territorialidad, habría gradualidad en los cargos impositivos, producción familiar en función de la planificación del Ayllu, interdependecia entre éstos y control social comunitario.

También identifica tres tipos de empresas: las yuwani (familia), donde cada familia produce en base a la planificación del Ayllu y la comercialización se efectúa en forma conjunta; la Apaya (encomienda o encargo), donde una familia es responsable de la comercialización y las otras son proveedoras; y las jayma (trabajo comunal), organizadas por miembros cogestionados, es decir que las familias de la circunscripción territorial nombran una familia interna o externa para la gestión de la empresa. Para el director ejecutivo de la asociación Aymaras, Kechuas y Tupiguaraníes para Ayllus y Comunidades (AKTUPAC), Reynaldo Conde, la economía comunitaria ha trascendido en el tiempo desde mucho antes del proceso constituyente reciente, gracias a su capacidad autogestionaria, asociativa y colaborativa entre los miembros de una comunidad, y vivió al margen de Estado hasta su reconocimiento tras la promulgación de la nueva Carta Magna, en febrero de 2010. A tiempo de nombrar experiencias exitosas con este modelo productivo, Conde menciona a los productores de cacao y recolectores de castaña, en el oriente boliviano, y los quinueros y criadores de camélidos, en el altiplano. De acuerdo con el especialista Román Morales, hay también experiencias de este tipo en las urbes, donde existen emprendimientos grupales para la carpintería, costura, zapatería y otros. Éstas tienen como pilar de acción y organización a las juntas vecinales. La Constitución Política del Estado, en su artículo 306, reconoce para sí el modelo de Economía Plural, basada en la producción estatal, privada, social cooperativa y la comunitaria, sobre los principios de la complementariedad, reciprocidad, solidaridad, redistribución, equilibrio y transparencia. Equidad de género Según la intelectual aymara Martha Gonzales, el modelo comunitario andino también sostiene un principio de complementación entre el hombre y la mujer, conocido como el "uru/aruma" o "chacha/warmi" (noche día, hombre/mujer) donde los roles definidos por la naturaleza humana se van fortaleciendo en el marco del equilibrio. En este sentido, para el modelo occidental boliviano los productos son materia de explotación y aprovechamiento, en tanto que para el modelo andino los productos tienen vida y son seres de relacionamiento. En el occidental prima el interés privado y el excedente en un comercio de oferta y demanda, y en el andino se privilegia el interés de la comunidad y las equivalencias fijas. La Economía basada en la comunidad o Economía comunitaria fomenta la sustitución local de los motores, energías económicas y coerciones externas El concepto se contextualiza en los modos de vida sencilla incluyendo las modernas ecoaldeas y las tradicionales comunidades menonita y amish. En los últimos años ha surgido un interés adicional por este tipo de iniciativas a raíz del problema del pico petrolero, así movimientos como el de las

Ciudades en Transición están abogando por un retorno a las economías de escala local. En cualquier caso es una prioridad en el campo de la economía urbana, donde los conceptos de Economía local y ética (Comercio justo, justicia social), ganan adhesiones cada día.