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• Liz Rojas

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02. ¿DE DÓNDE VENIMOS?

Wendy Ramos: Amar lo que haces

2.1 PRIMERO LO PRIMERO: ¿QUIÉN ERES? Voy a tratar de dividirlos en 4 grupos, como lo hago en mis cursos. No soy estudiosa de la gente, solo observadora. Me miro para entenderme y tratar de cambiar lo que no me sirve. Grupo 1: Tenemos gente que hay que animarla a avanzar. Les cuesta levantar la mano y decir lo que quieren. Tenemos que empujarlos a romper sus reglas. Grupo 2: Por otro lado, tenemos a los que hay que animarlos a parar un rato. Son los que estudian, trabajan, van al cine, comen, salen y hacen, hacen y hacen cosas todo el día. Grupo 3: Gente que solo piensan en sí mismos. Los que ven el sitio de discapacitados y dicen: “Que importa, es solo un ratito.” Grupo 4: Hay otros a los que hay que decirles que paren de hacer todo en función a otros. Siempre piensan en los demás por encima de ellos mismos. Creen que si todos son felices, ellos son felices. Ubícate en un grupo para saber como eres. Si no te gusta, no te preocupes, con trabajo podrás cambiarlo. Siempre se puede cambiar, pero primero tienes que conocerte.

Hay una parte del trabajo que tienes que hacer tú. Debes definirte un poco. Todo empieza siempre por darte cuenta. En la siguiente página, escoge un grupo y describe porque estás ahí y porque te gustaría cambiar.

Fotografía: Renzo Alvarado

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Wendy Ramos: Amar lo que haces

Notas:

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Wendy Ramos: Amar lo que haces

2.2 ¿CUÁL ES TU IDEA DEL TRABAJO? Mi papá amaba su trabajo de profesor. Si mi papá hubiera odiado su trabajo, yo hubiera crecido pensando que el trabajo es sufrir 8 horas al día para tener el dinero necesario para disfrutar las horas que te quedan. Me hubiera parecido normal sufrir y vivir con la ilusión de que mi jefe faltara para no hacer nada en la oficina. Por eso, cuando tuve un trabajo que no me gustaba, sentía que había algo mal. Me despertaba molesta, sufría arreglándome para ir a trabajar y me pasaba el día mirando el reloj esperando la hora de salida. Sería bueno que pienses un poco en eso. Tal vez, sin darte cuenta, te hiciste una idea por lo que viste en tu casa, ¿qué era el trabajo para los habitantes de tu casa? ¿Un placer o un castigo?

Fotografía: Renzo Alvarado

Debes encontrar un equilibrio, tal vez no vaya a ser Disney, pero tampoco tiene porque ser el infierno. ¿Qué escuchabas tú sobre el trabajo en tu casa? ¿Qué quieres que sea para ti? Dale vueltas, piénsalo. Explora tus respuestas en la siguiente página.

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