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DRONES Los drones (UAV por sus siglas en inglés, Unmanned Aircraft Vehicle), un término tan conocido en la actualidad, son aeronaves no tripuladas que se guían de forma remota y tienen cierta capacidad de vuelo sostenido. El concepto nace de la palabra inglesa “drone” que quiere decir “zángano” y se puede definir como un robot volador. Tipos de drones: ala fija y ala rotatoria Existen diferentes tipos de clasificaciones de los RPAs pero vamos a centrarnos exclusivamente en los tipos de drones en función de su tipo de sustentación. Así, tenemos drones de ala fija y drones de ala rotatoria. Drones de ala fija Los drones de ala fija son aeronaves que poseen un perfil alar que permite que la aeronave pueda moverse a través del aire y sea capaz de generar fuerzas sustentadoras para mantenerse en el aire. Este tipo de drones tienen una estética muy similar a los aeromodelos de radiocontrol. La principal característica de este tipo de drones es la gran autonomía que nos ofrecen ya que pueden estar volando varias horas gracias a su eficiencia aerodinámica. Los drones de ala fija son ideales para mapear grandes superficies de terreno ya que con una única batería se cubren grandes extensiones de terreno. Por este motivo son drones muy utilizados en trabajos de agricultura de precisión y de fotogrametría. A diferencia de los drones de ala rotatoria, con este tipo de drones no es posible realizar vuelos estacionarios. Por tanto, no podremos realizar trabajos que requieran que el drone este volando fijo a una altura determinada como pueden ser, por ejemplo, los trabajos de inspección. Otra particularidad de este tipo de drones es que no pueden despegar ni aterrizar en vertical. Para el despegue de un drone de ala fija necesitaremos una persona que se encargue de lanzarlo a mano o disponer directamente de una catapulta. La gran mayoría de los drones de ala fija actuales ya son capaces de realizar aterrizajes de forma autónoma pero hay que tener en cuenta que se necesita una superficie lo suficientemente grande y en buen estado para que el drone no sufra ningún percance. Drones de ala rotatoria Los drones de ala rotatoria, o más conocidos como multirrotores, son lo tipos de dron más extendidos y más utilizados por los profesionales del sector. Si bien es cierto que existen otros tipos de drones de ala rotatoria, solamente vamos a analizar los multirrotores por ser los drones más comunes del mercado. La principal diferencia de los multirrotores con respecto a los drones de ala fija radica en la forma en la que consiguen mantenerse en el aire. Mientras que los drones de ala fija consiguen la sustentación a través de su perfil alar, los multirrotores generan la sustentación a través de las fuerzas que generan las hélices de sus rotores.

Según el número rotores que monte el drone existen: tricópteros (3 motores), cuadricópteros (4 motores), hexacópteros (6 motores) y octacópteros (8 motores). La principal características de los multirrotores es su versatilidad. De una forma sencilla se le pueden instalar diferentes tipos de cámaras (cámaras RGB, multiespectrales, termográficas…) que nos permiten realizar un gran abanico de trabajos. Además, con este tipo de drones vamos a poder realizar vuelos estacionarios lo que nos va a permitir realizar ciertos trabajos que con un drone de ala fija sería imposible realizar como, por ejemplo, trabajos de inspección. Los multirrotores son capaces de despegar y aterrizar de forma vertical. La puesta en marcha de este tipo de drones es mucho más rápida que con los drones de ala fija ya que pueden despegar y aterrizar prácticamente desde cualquier lugar al no necesitar de una superficie de terreno adecuada para ello. El principal inconveniente de este tipo de drones es su autonomía. Los multirrotores tienen un elevado consumo energético debido a la necesidad de que todos sus rotores deben de estar en funcionamiento para que la aeronave permanezca en el aire. En el mejor de lo casos nos van a ofrecer unos 20 minutos de vuelo. Por tanto, si se necesitan mapear grandes extensiones es inevitable disponer de varios juegos de baterías con el sobrecoste en tiempo y dinero que esto conlleva. Como vemos, existen diferentes clases de drones y tanto los drones de ala fija como los de ala rotatoria tienen sus ventajas e inconvenientes. La elección entre un tipo de drone u otro dependerá de las características del tipo de trabajo a realizar. En caso de que tengáis cualquier cuestión, podéis contactarnos en [email protected]. Su aparición y posterior auge, ha hecho entender que estos aparatos tienen una infinidad de usos y posibilidades en todos los ámbitos. El logístico por supuesto no ha sido la excepción y su utilización cada día va en aumento. Aunque su acogida ha ido creciendo, también las restricciones de su uso en diferentes espacios, debido a los problemas que ha causado en ámbitos como el de la aviación. Sin embargo, los drones, cuyos inicios están ligados directamente a la aviación militar, ofrecen en la actualidad una amplia gama de servicios en diferentes actividades, gracias a la posibilidad de uso que ofrece en áreas de alto riesgo o de difícil acceso. Los drones (UAV por sus siglas en inglés, Unmanned Aircraft Vehicle), un término tan conocido en la actualidad, son aeronaves no tripuladas que se guían de forma remota y tienen cierta capacidad de vuelo sostenido. El concepto nace de la palabra inglesa “drone” que quiere decir “zángano” y se puede definir como un robot volador. En el campo de la logística, en 2013 Amazon anunció su intención de enviar paquetes por medio de estos aparatos, que unas semanas después, en diciembre de ese año materializó Deutsche Post al llevar con un dron un paquete de un lado al otro del Rin. Aunque inicialmente se había planeado ésta como una alternativa a las congestiones viales de la ciudad, hasta el momento no se han desarrollado planes concretos de prestar un servicio regular de esta manera. Ante eso, muchos expertos en logística como el economista de la Universidad de Bremen, Herbert Kotzab, se han preguntado en varias ocasiones si ¿sería rentable la entrega de paquetes con drones?, a lo cual ha señalado que esta alternativa podría ayudar a

descongestionar las calles en las grandes ciudades, en donde los camiones de carga que circula por las calles superan las capacidades. La mayor realidad y reto en la distribución de mercancías, tiene que ver con que las ventas y las entregas de correo o productos crecen cada día, reforzado por el auge en aumento, del e-commerce. Más allá de las entregas En cuanto al papel que juegan estos aparatos en el reparto de mercancías, no solo se ha analizado como una alternativa de las empresas para llegar más rápido a sus clientes, sino de forma interna, en los centros de distribución con tareas de transporte específico de algunos elementos y sobre todo el potencial que tienen en cuanto a su utilización en vigilancia de almacenes, perímetros industriales y para tomas físicas de inventarios. Precisamente el de vigilancia es uno de los sectores en los que más campo de acción tienen los drones y en este caso, los que se están fabricando cuentan cada día más con especificaciones incluidas para este tipo de actividades. Se podrían emplear por ejemplo en centros de distribución con grandes áreas, en las que es difícil tener un monitoreo del espacio al 100%; para eso existen drones que cuentan con altos tiempos de autonomía de vuelo (de alrededor de 20 minutos) y con uno de estos, una persona tendría la posibilidad de vigilar hasta 250.000 metros cuadrados en un día, según han señalado fabricantes. Esto daría sin duda, la oportunidad de realizar control en las instalaciones internas y externas relacionadas con la cadena de almacenamiento, como centros de distribución o almacenes, algo que se espera evolucione aún más y llegue a convertirse en una opción que pudiera ser tenida en cuenta a la hora de realizar toma de inventarios, e incluso movimientos de documentación de un lugar a otro dentro de las plantas o centros de producción.

Por otro lado, uno de los más recientes usos que se les está dando a estos equipos, tiene que ver con su aplicación a la sinergia de almacenamiento, en todos los ámbitos que engloban la logística de almacenes, con soluciones innovadoras e integrales en la ejecución de inventarios, búsqueda de pallets perdidos, espacios disponibles, etc., esto, por medio del desarrollo de aplicaciones especializadas en acelerar la grabación de códigos de barras, facilitando el envío de los datos obtenidos por los drones al SGA o ERP del cliente, así como otros servicios. En este tema, se puede destacar por ejemplo a la naciente empresa Air Drone Logistics, que en Europa, ha sobresalido en los últimos años a trabajar estos aspectos con drones. Las dificultades Pese a que en los últimos años se ha desarrollado mucho más esta tecnología, el uso de los drones para las actividades mencionadas no se ha masificado del todo, debido a que en la mayoría de países no se ha creado una normatividad clara para el vuelo de drones.

Esto, justamente sigue siendo un impedimento importante para las operaciones con drones, pues continuamente se presentan incidentes que atentan contra la seguridad de bienes y personas principalmente. Por eso, ante las alternativas planteadas por algunos alrededor del mundo, en referencia a la posibilidad de utilizar por ejemplo un control satelital vía GPS para hacer envíos con drones desde un centro de distribución a lugares alejados de centros urbanos, la respuesta ha sido contener en buena medida el uso de estos aparatos; por lo que actualmente está autorizado utilizar drones solo controlados visualmente por un piloto y con cierto límite de altura. Una dificultad adicional que se plantea a menudo con este tipo de entregas, tiene que ver con los clientes y la recepción de las mercancías. Todo, porque además del tema de seguridad de quien recibe (¿cómo garantizar que no se produzca un accidente o lesiones con el dron?), la mayor preocupación tiene que ver con cómo se garantiza que alguien reciba el pedido cuando se envía. Por ahora, los analistas aseguran que el uso de drones para entregas, tendría más efectividad al interior de organizaciones o compañías grandes- Intralogística-, que en las ciudades con los servicios de mensajería, por ejemplo. Lo claro es, que este es un tema que ofrece amplias posibilidades a la cadena de abastecimiento, aunque habrá que esperar que se desarrolle un poco más. DESTACADOS: * Pese a que en los últimos años se ha desarrollado mucho más esta tecnología, el uso de los drones para las actividades mencionadas no se ha masificado del todo, debido a que en la mayoría de países no se ha creado una normatividad clara para el vuelo de drones. * En el campo de la logística, en 2013 Amazon anunció su intención de enviar paquetes por medio de estos aparatos, que unas semanas después, en diciembre de ese año materializó Deutsche Post al llevar con un dron un paquete de un lado al otro del Rin. Drones ¿Despegará la mensajería realizada con drones? Un dron aterrizó ayer en la planta de Sofasa, en Envigado, donde Bancolombia entregó tarjetas de crédito empresariales para los directivos de esa ensamblador Los primeros pasos dados en 2013 por Amazon en Estados Unidos para usar drones en sus servicios de mensajería intentan ser seguidos hoy en el país por Bancolombia, que apuesta por entregar las tarjetas de crédito usando estos artefactos. Jorge Iván Otálvaro, vicepresidente de Servicios para los Clientes del banco, explicó que desde hace casi un año se viene trabajando en esta iniciativa, que se ejecuta en conjunto con la empresa de mensajería Domina y el operador de drones Sky Motion.

La prueba piloto, realizada ayer, sirvió para entregar nueve tarjetas empresariales a directivos de Renault-Sofasa, compañía ubicada en el municipio de Envigado, sur del Valle de Aburrá (ver Antecedentes). “Con el uso de drones, reafirmamos el propósito de ser pioneros en innovación para el sector, abriendo caminos para el uso nuevas tecnologías y buscando las mejores formas para atender las necesidades presentes y futuras de los clientes”, expresó Otálvaro. Además, comentó que este tipo de exploraciones propone ir de la mano de tecnologías que permitan procesos amigables con el medio ambiente. Consultado por el momento en el que el servicio esté en plena operación, Otálvaro dijo que por ahora no hay una fecha definida. Cambiando la mensajería El uso de drones también ha sido promovido por DHL, Google e incluso por pequeñas empresas como Zookal en Australia o la librería Waterstone en Reino Unido. Para Domina, una empresa de mensajería paisa con 29 años de operaciones, se trata de una apuesta novedosa, que conlleva a una etapa de exploración y adaptación. Juan Pablo Chavarriaga, vicepresidente Comercial y Financiero de la compañía, sostuvo que en el futuro este tipo de servicio complementará a la mensajería tradicional. “Esta es una operación nueva de la que hacen parte otros actores, así que se trata de una innovación que nos lleva a analizar, entre otras cosas, la tecnología disponible y la regulación vigente”. Las normas Mediante la Circular 002 de 2015, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) fijó los requisitos para operar “aeronaves pilotadas a distancia (RPAS) diferentes a las de recreación y deporte”, es decir drones. El documento de 34 páginas señala, entre otros aspectos, que el vuelo de los drones está prohibido en cercanías de los aeropuertos, debe evitarse el paso por las zonas de aproximación de las aeronaves y el recorrido puede ser de hasta 1.500 metros con una observación cada 750 metros. Según Otálvaro, aun con las disposiciones vigentes es posible consolidar la idea de entregar las tarjetas con drones, de hecho para la prueba de ayer se contó con la autorización de la Aerocivil. “Estamos seguros de que la evolución del negocio nos llevará a atender ciudades grandes e intermedias”. En contraste, Felipe Acevedo, fundador de Drone Studios en Medellín, explicó que como está redactada la norma no es posible llegar a los lugares que se quieren conectar. “El dron tiene permitido volar hasta los 750 metros de distancia del operador y siempre tiene que estar a la vista, así que ofrecer domicilios para ese trayecto no tiene sentido. Igualmente, está prohibido el vuelo de estos artefactos sobre las personas”.

Otro factor en contra de los aparatos es la seguridad, pues llevar algo hasta determinado lugar con un equipo tan caro, para que se pierda, tampoco tiene sentido. Para el experto este método sería ideal para envíos hacia áreas apartadas o rurales. lanear una aeronave ha sido un sueño de todos en algún momento de la vida. Esta, quizás, es una de las razones por las cuales los drones generan en los niños, jóvenes y adultos una enorme curiosidad. Sin duda, la fascinación por estas aeronaves no tripuladas y piloteadas a distancia, han impulsado un mercado en el país con un alto potencial de crecimiento: el desarrollo y comercialización de drones.

(Los drones y las oportunidades para los negocios). La llegada de empresas extranjeras y el desarrollo de la industria local en este tipo de aparatos han llevado a que este mercado crezca vertiginosamente. Se estima que las empresas que desarrollan estos aparatos mueven entre 2.000 y 3.000 millones de pesos al año en ventas, las cuales también aumentarían con la entrada en vigencia de nuevas regulaciones, que incentivarán sus compras. Según Diego Molina, Ingeniero de la marca DJI, una de las más importantes del mundo en este segmento, en diciembre pasado fue expedida una resolución con consideraciones y reglas mucho más claras que las vigentes para quienes quieran volar estas aeronaves no tripuladas, que entrará en vigor a partir de mitad de este año. “Consideramos que el país se encuentra en un proceso de transición en este mercado. Con la expedición de esta nueva regulación, se está dado un paso gigante, ya que establece parámetros básicos sobre todo para la línea industrial, uno de nuestros mayores clientes”, explica Diego. Esta regulación llamará más inversión, que nutrirá este mercado que empieza a tomar vuelo en el país.

¿CUÁNTO CUESTA UN DRON?

Aunque en Colombia se pueden conseguir aparatos en menos de $100.000, un buen dron puede ser adquirido desde $350.000. Estos tienen las especificaciones para ser considerado como un dron y son los más económicos en el mercado. Los precios de estos aparatos varían según las soluciones que quieran establecer sus clientes y podrían incluso llegar a valer hasta 100 millones de pesos. (Por débil regulación, negocio de drones sigue sin aterrizar). De acuerdo con el experto, existen tres líneas de drones:

La línea básica, conocida como de consumo, que son equipos que se utilizan para recreación o ‘hobbie’. Esta es la más barata, ya que no requiere de tantas adaptaciones. Luego está la línea profesional, dedicada para el sector del entretenimiento en segmentos como el cine, la televisión y la publicidad y las cuales cuentan con cámaras con muy buena resolución y estabilizadores para que no registren movimientos bruscos que dañen una toma aérea. Finalmente está la línea ‘Enterprise’ o industrial que se usan en agricultura, y otros procesos industriales, las cuales cuentan con cámaras térmicas y otros dispositivos que no sólo elevan su costo sino que las hacen únicas.

Según la consultora Price Waterhouse Cooper el mercado de los drones a nivel global superará los US$127.000 millones en 2020 y Colombia espera convertirse en un jugador importante en los próximos años. En el país habría entre 25 y 50 empresas dedicadas a la comercialización de estos aparatos. LO QUE SE PUEDE HACER Y LO QUE NO CON UN DRON

1. Únicamente vuelos de día y en condiciones meteorológicas que permitan ver la aeronave en todo momento. 2. Los drones deben tener un peso no superior a 25Kg. 3. No volar cerca o sobre personas, ni cerca o sobre edificios, ni cerca de aeropuertos. 4. Altura máxima permitida de vuelo: 152 Metros 5. Distancia máxima a la que se puede alejar el drone del operador o del lugar de despegue: 750 metros horizontalmente. 6. No volar en zonas restringidas o prohibidas del espacio aéreo, ni en lugares sensibles: instalaciones militares, policiales, o centros carcelarios. 7. No volar en un radio de 1,8 Km de cualquier lugar en el que se encuentre el presidente, vice presidente u otras autoridades nacionales y extranjeras. 8. No se pueden transportar animales. 9. No se puede arrojar objetos desde el aire. 10. No se puede volar cerca de cualquier aeronave tripulada.

11. No se pueden efectuar operaciones autónomas con los

Drones: ¿una realidad posible en Colombia? Mensajería, monitoreo de activos, inventario remoto. El uso de drones en logística ha generado un boom pero ¿cuán distante está Colombia de implementarlos? Hace dos años, el gigante del comercio en línea, Amazon, fue la primera compañía en anunciar la implementación de drones en sus servicios de mensajería. Le siguieron otras grandes empresas como DHL -la cual realizó el primer vuelo de prueba de entrega de paquetes en Alemania-, Google e incluso iniciativas de pequeñas empresas como Zookal en Australia o la librería Waterstone en Reino Unido. La idea de que uno de estos dispositivos llegue volando a casa y entregue un paquete a los usuarios ha dejado de ser descabellada. El boom acerca del uso de estas tecnologías ha generado expectativas e interés en el sector logístico a nivel mundial; pero, ¿qué tan real sería su implementación en el mercado colombiano? Un dron es definido como un vehículo aéreo, terrestre o acuático que puede controlarse de forma remota u opera autónomamente. Se comenzaron a desarrollar en el período entre guerras mundiales. Nacieron para aplicaciones militares, las cuales se han diversificado y refinado exponencialmente durante las últimas décadas. Sin embargo, la implementación de drones para fines civiles es un fenómeno relativamente nuevo; algunos usos comunes son la fotografía, producción de material audiovisual, cartografía y la recreación por vuelo deportivo. La logística es uno de los campos que ha producido gran interés: “una de las aplicaciones que mayor boom ha generado, pero que tomará mayor tiempo en desarrollarse es la mensajería”, comenta Fernando Escobar, gerente de Advector Unmanned Systems, empresa colombiana (con sede en Chía) que desde hace cinco años se ha dedicado al desarrollo de estos equipos en el país. La introducción de drones en Colombia fue con fines militares, así como ciertos experimentos en universidades. Las aplicaciones civiles son recientes y han crecido paulatinamente durante los últimos cinco años, impulsadas por aficionados e iniciativas particulares. Uno de los ejemplos más sonados fue el intento de Hamburguesas del Oeste en Medellín para la entrega de comida rápida a domicilio. Gustavo Guevara fundó Dymaxion en 2010 con la visión de implementar esta tecnología para minimizar costos y mejorar resultados en proyectos de ingeniería. Esta empresa se ha especializado en el uso de naves no tripuladas para la captura de imágenes aéreas y diseño de modelos 2D y 3D. Explica que este tipo de mecanismos ofrece ventajas como una resolución mayor a la satelital y a costos menores a otras técnicas, más aún desde que comenzaron a desarrollarlos ellos mismos. “Hace unos años era muy reciente el tema. Poco a poco, vimos la posibilidad de aplicar esa tecnología y una buena opción era empezar a distribuir los equipos… En lugar de ir a otros proyectos, resulta más atractivo para otras empresas y para nosotros proveer los equipos y un servicio de soporte y capacitación”. Así avanza la regulación del uso de drones en Colombia La Aeronáutica Civil propone un reglamento más flexible para su uso recreativo. En una reglamentación que contempla 91 disposiciones está el corazón de un cambio radical del código que desde 2014 regula el uso de drones en el territorio nacional. La norma 04201 de la Aerocivil entró en vigor el 5 de febrero e incorporó al RAC

(Reglamento Aeronáutico de Colombia) diferencias fundamentales entre los conceptos de ‘piloto profesional’ y ‘aficionado’. Las implicaciones de ese cambio son profundas: mientras que un piloto debe hacer un curso y certificar 20 horas de vuelo (antes eran 40), un aficionado se verá exento de ese requisito. Eso sí, los drones que usan unos y otros deben ser registrados ante la Aerocivil para poder volar legalmente.

Pero, además de clasificar a los pilotos, la norma establece una división para los aparatos de acuerdo con su peso y uso.

Si usted quiere comprar un dron por mera curiosidad o planea regalarle uno a su hijo, seguramente le interesa la clase A, o abierta. En este grupo se incluyen drones de entre 250 gramos y 25 kilos, y cubre a todos aquellos que quieran volar con un objetivo recreativo. En esta categoría también se incluyen las aeronaves que, aunque usadas para fines comerciales, se inscriban dentro del mismo rango de peso. Esta clasificación no requiere autorización de la Aerocivil para el piloto, “dado que su operación representa un riesgo mínimo”. En todo caso, el dron no se puede elevar a más de 120 metros o alejarse más de 500 metros de donde se encuentre quien lo opera, quien debe tenerlo siempre a la vista. Solo se podrán realizar vuelos de día, y se prohíbe su uso sobre multitudes, edificios o áreas pobladas.

Por su parte, la clase B –o regulada– incluye los drones de más de 25 kilos y menos de 150. Quienes los utilicen siempre necesitarán una autorización de la Aerocivil, así su uso sea calificado de bajo riesgo. Normalmente, esta clase de drones se usan en trabajos de aspersión agrícola, de topografía o para realizar producciones de cine y video. Finalmente, la clase C –o certificada– hace referencia a los drones con un peso superior a los 150 kilos, cuyo uso implica un alto riesgo. Esta es la clasificación que se les da a los vehículos que realizan sobrevuelos internacionales o servicios de transporte de medicamentos, por ejemplo. Esta práctica aún no está completamente regulada en el país, y por ello se requerirían permisos especiales de la Aerocivil. Conciente