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I nfonotas Félix Torán El motivador del nuevo milenio E l Dr. Félix Torán es orador y escritor de motivación y supe

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Félix Torán

El motivador del nuevo milenio

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l Dr. Félix Torán es orador y escritor de motivación y superación personal de reconocido prestigio en España, diversos países de Latinoamérica y Estados Unidos. Es autor del ‘best seller’ “La respuesta del universo”, en el que aborda la “Ley de la atracción” de forma clara, práctica, tangible y alejada de falsas creencias. Recientemente ha publicado el libro “La ley de la autocreación: El secreto del universo”, otro poderoso recurso de autoayuda para el crecimiento personal. Doctor en ingeniería, es autor de más de 110 publicaciones en diversas áreas de la ciencia. Ha recibido varios premios científico-técnicos de carácter internacional. Tiene más de 12 años de experiencia en el campo del desarrollo personal, con cerca de 500 conferencias y talleres impartidos hasta la fecha, con un especial énfasis en la ley de la atracción. Es conocido por sus retos de superación personal, que motivan a la creación de poderosos hábitos de crecimiento personal positivo. Su biografía está presente en las obras “Who is Who in the World” (“Quién es quién en el mundo”), “Who is Who in America” (“Quién es quién en América”) y otras relevantes guías biográficas internacionales.

EXPLÍQUENOS LA “LEY DE LA AUTOCREACIÓN”. La ley de la autocreación nos confiere el poder de auto-

crear nuestra vida ideal en el único momento que existe: “AHORA”. En síntesis, responde al fundamento del crecimiento personal, y nos dice lo siguiente: “Si hacemos pequeños cambios en nuestra mente, estos se convertirán en grandes cambios en todos los aspectos de nuestra vida. Si los pequeños cambios en nuestra mente son positivos, los grandes cambios en nuestra vida serán positivos”. ¿CÓMO SE LOGRA EN ESTOS TIEMPOS DIFÍCILES EL ÉXITO Y LA FELICIDAD? A través de una aplicación positiva de la ley de la autocreación. La finalidad de mi último libro, “La ley de la autocreación: El secreto del universo”, es precisamente la de ayudar al lector a aplicar la ley de la autocreación de forma positiva. En otras palabras, esto se traduce en ayudar a crear esos pequeños cambios positivos en nuestra mente que se traducirán en grandes cambios positivos en nuestra vida, ayudándonos a alcanzar mayores éxitos y conectar con la felicidad. Para lograr dicho objetivo, el libro “La ley de la autocreación” utiliza como medio la proposición de retos de superación personal. Y no sólo explica los retos y el conocimiento de fondo necesario, dejando al lector solo. Incluye cuadernos de trabajo para acompañar al lector en la puesta en marcha de los retos y la evaluación de los resultados. La felicidad es un tema que debe analizarse con especial atención, puesto que se trata de algo no alcanzable. No se puede lograr la felicidad. En todo caso se puede encontrar, y está en nuestro interior. Foto: cortesía Félix Torán.

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¿Existe “mi verdad”? Por Félix Torán

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uántas veces escuchamos a alguien decir: “esta es mi verdad...”. En realidad es una frase incorrecta, y ante todo, contradictoria consigo misma, como le explicaré más tarde. Lo que se intenta decir es “esta es mi opinión”, y esta última forma de decirlo, al menos, ya no es contradictoria. Cuando decimos “mi verdad”, quien habla es nuestro ego. En efecto. Son sólo dos palabras, y una se enfrenta a la otra. Están en guerra. Son incompatibles. Empecemos por la primera, “mi”, un adjetivo posesivo. Es la voz directa del ego, ya que crea separación, buscando poseer. El ego es una fabricación de nuestra mente sobre quiénes somos. Nuestra mente genera un concepto de “Yo”. Y mientras existe un “Yo”, quiere decir que existe todo lo que no soy “Yo” (todo lo demás y los demás). Ya se ha creado una separación. Es falsa porque en el universo todo está unido, no existen las separaciones. Sin embargo, nuestra mente crea un Yo, y con ello ya se ha creado una separación. Ese Yo (ego) intenta alimentarse de posesiones, realizaciones, cargos, logros, etc. Como estoy Yo y luego está todo lo demás, lo que quiero es poseer Yo, y no me importa qué posean los demás. El ego se va volviendo todavía peor, e incluso desea el mal a todos los demás, y desea ganar a costa de que otros pierdan. El ego solo piensa en “mi casa”, “mi carro”, “mis posesiones”, “mi cargo”, etc. De ahí que en la frase que abordamos (mi verdad), “mi” es un adjetivo posesivo que procede directamente de la voz del ego. Y fíjese que todo eso, completamente erróneo, y que nada tiene que ver con la realidad... ¡Lo ha creado una mente! ¿Todavía no acaba de creer que en el universo no existe tal separación realmente? Si es así, es porque su ego todavía le domina. Permítame ponerle un ejemplo. Nuestro cuerpo se compone de infinidad de células, que trabajan en equipo. Cuando una célula 168

debe sacrificar su propia vida por el bien del conjunto, lo hace. En el universo todo es así, y como algunos científicos ya empiezan a teorizar, incluso a nivel de partículas atómicas. Si nuestras células tuvieran ego, moriríamos muy rápido, puesto que ninguna célula daría su vida por todas las demás... Los seres humanos hemos sido creados en contacto con esa realidad del todo inseparable que es el universo. Sin embargo, el ego nos posee desde temprana edad, y nos aparta de dicha realidad. Nos aparta de la verdad. Afortunadamente, en nuestro interior reside todo lo necesario para poder romper esa separación y retornar a la verdad. Veamos la segunda palabra de la frase (verdad). La verdad significa que en el universo todo está unido de forma inseparable. Por tanto, si esa es la verdad... ¿cómo podría existir “mi verdad”? Si existe mi verdad, existen entonces su verdad, la verdad del vecino y la verdad de cada ser humano... ¿Cómo pueden existir tantas verdades separadas si, en realidad, la verdad es sólo una, y dice que todo es inseparable? ¿Se da cuenta de la contradicción? Le reto a mantenerse alerta, y cuando sienta tentaciones de decir “esta es mi verdad”, debe ser consciente de que está hablando su ego. Retorne en esos momentos al presente. Observe su respiración sin intervenir. Cualquier cosa que ronde su mente, obsérvela sin juzgar ni intervenir de ningún modo, y vuelva a su respiración. Recuérdese que solamente se trata de una opinión, puesto que usted está observando la realidad. Y como nos dice la física cuántica, cuando hay un observador y algo observado, hay un error. Cuando opinamos, ocurre lo mismo. Damos nuestra propia interpretación de la verdad... Pero nunca podemos conocer así la verdad. Para conocerla debe dejar de juzgar, opinar... Debe dejar de pensar, y simplemente experimentar.

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La sincronicidad Por Félix Torán

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odos hemos experimentado alguna vez situaciones que hemos catalogado como “casualidades”. Pero… ¿existen realmente las casualidades?

La ley universal de causa y efecto nos enseña que, en efecto, nada es casual. Todo es causal. Toda causa produce un efecto. Y todo efecto procede de una causa. A través de nuestros pensamientos, creamos la causa que producirá efectos en línea con lo que pensamos. No olvidemos que los pensamientos preceden a la acción. Sin embargo, a pesar de comprender que todo es causa y efecto, no siempre resulta sencillo – si acaso posible – analizar todo como causa y efecto. El razonamiento lógico de causa y efecto que hemos aprendido desde la escuela, casi nos obliga a buscar una explicación racional de tipo causa-efecto para todo lo que experimentamos. Y este tipo de razonamiento tropieza, y se cae por sí solo, cuando se encuentra ante un fenómeno llamado “sincronicidad” que, sorprendentemente, es muy común y nos topamos con el mismo con elevadísima frecuencia... Cada día... Imagine una serie de sucesos que no guardan ninguna relación de causa y efecto entre ellos. Están completamente desconectados. Ningún suceso ha causado a ningún otro, y ninguno de los sucesos es resultado de ningún otro. Sin embargo, en un momento dado se produce una conexión a través de su significado. Y el hilo que une tales sucesos a través de su significado, lo proporciona un pensamiento. Ahí se ha producido una sincronicidad. Las sincronicidades unen sucesos que proceden de sus propias cadenas causa-efecto, pero se unen de forma acausal entre ellos. Por tanto, es difícil, si no imposible, encontrar un “por qué” para una sincronicidad. Buscar la explicación o la causa tras una sincronicidad significa desperdiciarla. ¿Cómo aprovechar una sincronicidad? La forma de hacerlo es buscar 168

su significado. Nadie nos puede ayudar a encontrarlo. Es una tarea que sólo nosotros podemos llevar a cabo. No olvidemos que nuestra mente es parte de la sincronicidad, de hecho somos co-creadores de las mismas. ¿Quién mejor que nosotros podría encontrar el significado? De hecho, la respuesta es: nadie más que nosotros... El significado de una sincronicidad nos permite comprender que responde a un pensamiento, y nos deja ver el camino a seguir para llegar a convertirlo en realidad. De esta forma, comenzamos por visualizar nuestros sueños, y si nos mantenemos a la expectativa, veremos cómo aparecen sincronicidades que nos van mostrando el camino a andar. Y, por supuesto, deberemos actuar, porque por mucho camino que veamos, si no andamos… nos quedamos donde estamos. No olvide que las sincronicidades ocurren en el único momento que existe, en el momento donde ocurre la vida: el ahora. Para ser conscientes de las sincronicidades, es necesario permanecer en el momento presente. Si nuestra mente pasa el tiempo entre el pasado y el futuro, difícilmente seremos conscientes de las sincronicidades. Las sincronicidades son como las señales de una autopista. Nos permiten saber hacia dónde desviarnos. Pero si no estamos en el momento presente, y por tanto tenemos la mente en otra parte, probablemente no veamos las señales, y nos perdamos… ¡Realice ahora un cambio de enfoque! ¡Manténgase a la expectativa de percibir sincronicidades! Su vida cambiará. Verá luz donde antes había oscuridad. En los libros “La respuesta del universo” y “La ley de la autocreación” (más información en www.felixtoran.com) podrá encontrar ejercicios prácticos alrededor de la sincronicidad, que le permitirá ser consciente de tan importante fenómeno y utilizarlo para alcanzar sus sueños. Realmente se asombrará al comprobar cómo todo en el universo se ha confabulado para traerle hasta donde se encuentra ahora, en respuesta a sus pensamientos. La consciencia de las sincronicidades le hará ver luz donde antes sólo había oscuridad.

Actualidad La autoayuda nos beneficia en la seguridad y en el crecimiento personal.

El poder de la autoayuda Dr. Félix Torán (http:/www.felixtoran.es - [email protected])

Los libros, videos, artículos y audiolibros de autoayuda contienen un enorme potencial. Pero cada persona tiene una experiencia diferente y muy particular con dichos materiales, y una percepción incorrecta puede llevar a conclusiones incorrectas sobre estos valiosos recursos para nuestro crecimiento personal. Para empezar, es importante aclarar que —como en todo campo— en la autoayuda existen mejores y peores materiales. Afortunadamente, existe un inmenso número de materiales de autoayuda de gran calidad disponibles a través de infinidad de medios. Y es en esos materiales en los que me voy a centrar en este artículo: en los buenos materiales de autoayuda. Permítame centrarme en los tipos principales de usuarios de materiales de autoayuda. Para empezar, están las personas que creen practicar la duda metódica —algo que como científico aprecio por su utilidad—, cuando en realidad están practicando el escepticismo metódico. Dudan de todo o casi todo… Y por supuesto, dudan de los materiales de autoayuda sin siquiera conocerlos bien. Obtienen una impresión general muy negativa de los materiales que ya conocen —en muchos casos, basada en pocos materiales— y la extienden a todo material

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de autoayuda que existe… Por supuesto, la autoayuda puede hacer muy poco por dichas personas, porque para funcionar, lo primero y principal es que queramos ayudarnos a nosotros mismos, y tengamos cierta confianza —aunque no sea el 100%— en que los materiales que utilizamos nos pueden ayudar de algún modo. Sin embargo, si nuestra postura es escéptica, lo más probable es que no nos interese la autoayuda en absoluto, e incluso si nos decidimos a leer algún libro (por ejemplo) no creeremos nada de lo que allí se dice, y por tanto no lo aplicaremos, por lo cual no dará resultados. Y esto último refuerza el escepticismo… Por otro lado, hay quien utiliza estos materiales con gran provecho, y experimenta un importante crecimiento personal. En esta categoría, me gustaría destacar a dos tipos de personas a continuación. Por un lado, están quienes —movidos por su propio ego— se resisten a admitir que el material de autoayuda les ha proporcionado herramientas y conocimientos. Han aprendido mucho, y han hecho mucho esfuerzo. Tienen mucho mérito por lo logrado, pero se resisten a admitir que un libro, un video o un audio les haya ayudado de algún modo, o que incluso haya sido crucial en su crecimiento perso-

Actualidad

Internet es hoy día un medio efectivo para encontrar materiales que nos ayuden con la autoestima. nal. Quieren hacer ver que todo ello lo han logrado por sí mismos. Incluso algunos intentan hacer ver que no han logrado nada nuevo, puesto que el éxito ya estaba en ellos. Esta conducta tiene la ventaja de que existe un progreso en el crecimiento personal pero, por otro lado, tiene muchos inconvenientes, y no la recomiendo en absoluto. Por citar uno de ellos, dichas personas evitan compartir experiencias de crecimiento personal con otras personas, con lo cual se evita un intercambio muy poderoso en el que todos ganan, y sin duda pierden un beneficio de valor incalculable. Además, es un tipo de conducta que refuerza el ego, algo que no ayuda a progresar precisamente mucho en un camino de crecimiento personal. Por otra parte tenemos a quienes son más humildes, y no tienen reparo alguno en comentar que el material de autoayuda les ha sido muy útil, incluso decisivo. Esto no quiere decir que no tengan mérito. De hecho tienen un mérito enorme. Al ser conscientes de cómo la autoayuda les ha proporcionado un empuje esencial, seguirán mejorando y manteniendo la puerta abierta a nuevas herramientas para seguir creciendo hacia el éxito y la felicidad. Hay quien —con humildad— dice que los materiales de autoayuda no le funcionan, y admite que el problema debe estar en uno mismo. Es consciente de que hay una serie de resistencias que le están frenando, y reconoce que no sabe identificarlas. Esto es muy importante. Ser conscientes de las resistencias, y aceptar que existen, significa que la mitad del camino hacia eliminarlas ha sido recorrido. Ese trabajo requiere de esfuerzo, y es duro, pero cualquier avance se traduce en 172

enormes pasos a nivel de crecimiento personal. Y cuando las resistencias se van venciendo, el potencial de las herramientas de autoayuda se va haciendo cada vez más y más visible. Hay quien tiene menos humildad y simplemente dice que la autoayuda no funciona. Dicen que han estado empleando las técnicas aprendidas, y han esperado meses, pero no han visto ningún resultado. La verdad es que es completamente normal que no hayan visto ningún resultado. ¿Cómo iban a verlo? ¡No olviden la parte “auto” de autoayuda! Significa ayudarse a uno mismo. Estas herramientas nos permiten “auto-ayudarnos”. Pero si esperamos sin hacer nada, no van a dar resultados milagrosamente. Sólo por leer un libro, nuestra vida no va a cambiar. ¡Hay que aplicar lo que dice el libro, y eso es un trabajo que exige esfuerzo, perseverancia y responsabilidad! Pero lo que sí es seguro es que el esfuerzo que ponemos vuelve a nosotros en forma de resultados, y vuelve multiplicado. Le recomiendo que evite a caer en el esta última categoría, ya que creerá que la autoayuda no funciona, pero se estará engañando a sí mismo. Estará esperando que aparezcan resultados sin poner la suficiente entrega y esfuerzo por su parte. Estará mostrando una conducta reactiva, cuando el éxito se obtiene por la vía proactiva. Además, evite a toda costa el escepticismo. Si no cree que una herramienta le puede ayudar, no tenga duda de que no le va a ayudar… Combinando los dos consejos anteriores (evitar la conducta reactiva y el escepticismo) se puede derivar un consejo importante como con-

Actualidad Una buena dosis de optimismo es necesaria para entender este tipo de lecturas. mesa vaya a construirse… Todo depende de usted. Si decide utilizar las herramientas, entonces lo conseguirá. Y si no le sale perfecto la primera vez, lo que sí es seguro es que habrá dado un paso adelante, y si continúa trabajando terminará construyendo esa mesa perfectamente. Por ello le animo a emplear la misma aproximación con los materiales de autoayuda. ¡Por supuesto que funcionan! ¡No tenga jamás duda! Lo que no hacen es funcionar por sí solos. Es necesario que usted trabaje con ellos, y entonces verá siempre resultados. Por supuesto cuesta un esfuerzo ¿Hay algo que no lo cueste? ¡Hasta dormir consume calorías! Pero ayudarse a uno mismo es un esfuerzo que merece mucho la pena, ya que le acercará hacia el éxito por la vía de la felicidad.

clusión. No se trata de tener fe ciega en la autoayuda (es un extremo). Tampoco negarlo todo ciegamente (ese es otro extremo). Tampoco se trata de realizar demostraciones científicas, pues no olvide que no estamos hablando de ciencia, sino de crecimiento personal, y allí el método científico no es aplicable. Sin embargo, la virtud se encuentra como siempre en el término medio. Se trata de al menos tener cierta confianza en que las herramientas de autoayuda pueden ofrecerle un progreso en su crecimiento personal. No les cierre la puerta. Pero luego actúe proactivamente… No espere que hagan magia sin mover un músculo. Tome la determinación de esforzarse en ponerlas en marcha. Trabaje con un objetivo de crecimiento personal. Si lo hace así, podrá comprobar mediante su propia experiencia que mereció la pena abrir la puerta a la autoayuda, e invertir esa dosis de confianza tal como lo hizo. Así que las herramientas de autoayuda encierran un gran potencial. Eso no significa que vayan a ayudarle sólo por conocerlas. Necesitará utilizarlas. Si alguien le entrega los materiales y las herramientas para construir una mesa, y le explica cómo hacerlo, eso no significa que la 174

También permítame una nota de cautela. Evite enfocar la autoayuda como una medicina o remedio. Debe entenderse como un recurso para mejorar, pero no como una medicina para combatir determinados problemas. En algunos casos, los materiales de autoayuda nos enseñan a abordar situaciones problemáticas con éxito. Pero no debe llevarse al extremo. Hay problemas que no se solucionan con la autoayuda, y requieren de la ayuda de un profesional cualificado, o del trabajo en grupo. Por ejemplo, determinados trastornos psicológicos no van a resolverse necesariamente por leer y aplicar un libro de autoayuda. En ese caso, lo conveniente es consultar con un profesional cualificado. Cada cosa, por supuesto, debe utilizarse en su contexto apropiado. Pero, dentro de su correcto contexto, la autoayuda tiene un potencial inmenso para nuestro crecimiento personal que no debemos despreciar. Le animo a mantenerse en continua formación, poco a poco, pero sin pausa. Hay muchísimos materiales a su alcance, y en internet también los hay gratuitos. En mi página web (http://www.felixtoran.es) y en mi página facebook (http://www.larespuestadeluniverso.com) encontrará cientos de ellos. También está a su disposición mi podcast (http://felixtoran.podomatic.com) que ya siguen más de 100.000 personas de habla hispana desde todo el mundo, con más de 75 episodios de autoayuda y crecimiento personal ya publicados en su primer año, todos gratuitos y a su disposición. Le deseo todo el éxito y la felicidad en su apasionante camino de crecimiento personal, y no olvide que los esfuerzos que ese camino conlleva no son gastos, sino muy buenas inversiones.

Actualidad

Por qué merece la pena

meditar

Dr. Félix Torán (http:/www.felixtoran.es - [email protected])

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obre la meditación se ha escrito y hablado mucho (en realidad, mucho más de lo que podríamos imaginar). Y en los tiempos que corren, el tema ha cobrado un especial interés, lo cual me parece muy afortunado. La meditación tiene mucho que ofrecernos, y todo lo que significa acercar la práctica de la meditación al mayor número de personas, es una buena noticia. El objetivo de este artículo es aportar un granito de arena en esa dirección, aportándole algunas buenas razones por las cuales merece la pena meditar. Puesto que aprender a meditar requiere mucho más de un artículo, en posteriores publicaciones abordaré la pregunta clave: cómo meditar. Pero para que ese artículo tenga sentido, es necesario crear primero una motivación. ¿Por qué debo meditar? ¿Merece la pena? ¿Cuesta mucho esfuerzo? ¿Qué voy a obtener como beneficio? Empecemos por ahí… Antes de explicarle los beneficios de la meditación, conviene eliminar algunas falsas creencias. La realidad es que existen muchas, de ahí la importancia de dar este primer paso. En primer lugar, es importante comprender que, para gozar de los beneficios de la meditación, no es necesario adoptar ningún tipo de creencia religiosa ni cualquier otro tipo de doctrina. Tampoco hay incompatibilidad alguna con sus creencias, puesto que la meditación no exige adoptar ningún tipo de creencia que usted no desee adoptar. Además, cuando se estudian las principales religiones, resulta sorprendente que la meditación suele formar parte de las mismas —con un rol muy importante—, tomando diferentes formas en cuanto a la práctica. Tampoco es necesario saber adoptar posturas complejas. No es necesario que contorsione su cuerpo adoptando posturas que se antojan imposibles. Por supuesto, si es capaz de adoptar la postura del loto o del medio loto, sin duda le animo a meditar en dicha postura. Gozará

de una gran estabilidad, logrando anclarse e inmovilizar su cuerpo. Logrará transmitir a su mente calma y estabilidad, pero al mismo tiempo, la mantendrá alerta. Ahora bien, si no es capaz de adoptar posturas tan complicadas, ¿puede meditar? ¡Por supuesto que sí! La meditación no está reservada para los más flexibles. Se puede meditar perfectamente sentado, tumbado, de pie, caminando o incluso comiendo. También es muy importante tener presente que la meditación no implica —en absoluto— que usted tenga que perseguir objetivos de tipo espiritual. Para mostrarlo de forma más clara, en las siguientes líneas aprenderá que se trata de algo que puede beneficiarnos —y mucho— en nuestra salud, nuestro trabajo, nuestras relaciones interpersonales, etc. Entrando ahora en el campo de los beneficios, permítame comenzar por algo muy importante en nuestras ajetreadas vidas. El tiempo es oro, y en los tiempos que corren, y en las sociedades occidentales, tendemos a llevar una vida muy agitada, donde pasamos el día pensando en hacer, y sólo hacer. El tiempo parece no dar lo suficiente de sí mismo para permitirnos hacer todo lo que deseamos lograr… Se genera estrés. El estrés procede de nuestra mente agitada. La mente está todo el día saltando de un lugar a otro. Sobre todo entre pasado

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y futuro. Se va hacia delante, y nos muestra lo que tenemos por hacer, y entonces sentimos todo tipo de sensaciones negativas. Se va al pasado y nos recuerda situaciones desagradables, y nos hace sufrir de nuevo. Mientras pasa todo eso, estamos en todas partes menos aquí y ahora, y lo curioso es que estamos perdiendo el tiempo… La práctica de la meditación es un gimnasio para el músculo de la concentración. Nos ayudará a mantener una mente concentrada, con el foco en el aquí y ahora, que no se deja fácilmente distraer por esa agitación que quiere arrastrarla hacia el pasado y el futuro. Al mantener el foco en lo que hacemos en cada momento, y tener pocas distracciones mentales, nuestro tiempo se aprovecha mucho más. Hacemos más en menos tiempo y cansándonos mucho menos. Por si el anterior beneficio no le resulta lo suficientemente convincente como argumento, voy a presentarle a continuación algunos beneficios de la meditación conocidos, documentados, y respaldados por investigaciones científicas. Para comenzar, hay una serie de beneficios fisiológicos: - Puede reducir la tensión arterial. - Se alcanza una mayor relajación corporal. - Reduce el nerviosismo y el estrés. - Fortalece el sistema inmunológico. - Nos sentimos con mayor energía. También existen diversos beneficios psicológicos derivados de la meditación: - Proporciona calma mental. - Nos aporta sosiego. - Aparta las preocupaciones.

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Proporciona una mayor claridad mental. Nos ayuda a identificar nuestros bloqueos interiores. Nos ayuda a crear buenos hábitos. Nos ayuda en nuestro crecimiento personal.

Pero eso no es todo. Incluso en nuestro entorno profesional viviremos los beneficios de la meditación: - Ganamos concentración. - Eliminamos distracciones. - Mejoramos nuestro rendimiento. - Mejoramos nuestra memoria. - Aceleramos nuestro aprendizaje. - Aumenta nuestra creatividad. - Gozamos de mayor satisfacción y disfrute del trabajo. ¿Todavía no le convence? Debe saber que también existen beneficios para nuestras relaciones interpersonales: - Aumenta nuestra autoestima. - Mejoran nuestras relaciones interpersonales. - Aumenta nuestra sensibilidad. - Ganamos en tolerancia. - Nos volvemos más auténticos.

Actualidad

Y por si lo anterior todavía no fuera suficiente, insisto en que existen estudios científicos muy serios que aportan conclusiones muy positivas, y apoyan todo lo anterior, revelando gran cantidad de beneficios. De hecho, es un tema sobre el cual se sigue investigando, y existen investigadores muy cualificados que publican artículos en revistas de prestigio, que gozan de reconocimiento en la comunidad científica internacional. Por ejemplo, gracias a esos esfuerzos ahora sabemos que la meditación ayuda a que el espesor de la materia gris en nuestro cerebro decrezca con la edad más lentamente. También sabemos que la meditación mejora la conexión entre los hemisferios izquierdo y derecho. Como ya ha aprendido al comienzo de esta obra, dicha conexión es una clave para el éxito. Me gustaría mencionar un artículo científico de A. W. Toga y otros autores, de la universidad de California en Los Ángeles (UCLA), publicado en el año 2011 en la revista Neuroimage. Allí, utilizando una sofisticada técnica de imagen cerebral, los autores han podido comprobar que las personas que meditan regularmente —utilizando diferentes métodos de meditación— presentan una mayor interconexión entre las diferentes zonas de su cerebro, en comparación con las personas que no meditan. Esto permite que las señales eléctricas que utiliza el cerebro puedan llegar más rápidamente de unas zonas a otras. La atrofia cerebral que usualmente va ligada al envejecimiento es mucho menor en las personas que meditan, tal como muestra este estudio.

No hay ninguna técnica mejor que otra. Mi consejo es que pruebe varias técnicas, y elija la que mejores resultados le proporcione, y con la que sienta una mayor conexión. Después, mantenga esa técnica y practique cada día.

En los próximos artículos le presentaré algunas técnicas de meditación de sencillo aprendizaje, para empezar a adentrarnos en el cómo de la meditación. Si las pone en marcha regularmente y con entusiasmo, los beneficios que he comentado arriba y que le han motivado a comenzar este viaje dejarán de ser teoría, y pasarán a ser una expeLos beneficios de la meditación van incluso más allá de lo expuesto riencia directa que usted mismo vivirá. arriba, y conforme las investigaciones avanzan, la lista de beneficios va creciendo. No hay duda de que merece la pena aprender a meditar. ¡Le animo a comenzar esta maravillosa aventura de la meditación y experimentar todos esos beneficios tan sumamente positivos! Por supuesto, cuesta un esfuerzo. Con quince minutos diarios es sufi- Un gran compañero práctico con muchos consejos sobre meditación ciente, siempre y cuando sea regular y practique cada día. También es y otros temas de crecimiento personal lo encontrarán en mi podcast importante que, cuando alcance resultados palpables, no abandone la gratuito de crecimiento personal, que ya cuenta con casi 80 episodios práctica. en audio. Lo pueden encontrar directamente en http://felixtoran.podomatic.com y también en iTunes store, para los usuarios de iPhone y iPad. Ya cuenta con más de 100.000 suscriptores de habla hispana desde todo el mundo. Este podcast se encuentra en la cima del ranking de autoayuda de Podomatic, y no es gracias a quien les escribe, sino gracias a ustedes que lo escuchan, y sobre todo, lo llevan a la práctica. Le animo a complementar su práctica de la meditación con las herramientas prácticas de dicho podcast gratuito, y me despido hasta un próximo artículo con mis mejores deseos de éxito y felicidad. 180

actualidad Una primera mirada

cara a cara

ante el meditación sufrimiento Tenemos tendencia a enfocar la felicidad como algo que hay que buscar. Generalmente la buscamos en el lugar equivocado: ahí fuera, donde nada ni nadie nos va a dar la felicidad.

Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail : [email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)

En el anterior artículo conoció los numerosos beneficios de la meditación. Aprendió que para meditar no es necesario —en absoluto— mantener creencias de ningún tipo, y puede ser incluso considerada una práctica de gran valor para nuestra salud. Y por si fuera poco, eso entre otros muchos beneficios… Es posible que se encuentre ansioso o ansiosa por comenzar a practicar la meditación. Le pido un poco de paciencia todavía, pues para que los resultados sean realmente óptimos, es necesario que antes conozca y comprenda una serie de temas de máxima relevancia (cuando comience a practicar, adquiera experiencia, y vea resultados, lo comprenderá y entenderá la importancia de haber seguido este orden). Durante algunos artículos más le adentrare en estos temas, que sin duda van a resultarle fascinantes. Pero para evitar la impaciencia y no centrarse únicamente en la parte más teórica, en cada artículo le propondré un pequeño ejercicio de meditación para el mes en curso, de forma que cuando llegue el momento de hablarle sobre la práctica, tendrá mucha

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ventaja ganada. Tendrá mucha mejor preparación para la práctica, y además, entenderá lo que está haciendo y por qué lo hace. Vamos a comenzar por conocer cómo la meditación va a aportarle el más importante de los beneficios: la felicidad. Tenemos tendencia a enfocar la felicidad como algo que hay que buscar. Generalmente la buscamos en el lugar equivocado: ahí fuera, donde nada ni nadie nos va a dar la felicidad, que en realidad llevamos dentro todo el tiempo. De todos modos, es importante mantener esa actitud de búsqueda, siempre que no perdamos de vista el verdadero objetivo: no se trata de buscar, sino de encontrar. Además, tendemos a buscar la felicidad en momento equivocado. La buscamos en los recuerdos del pasado, o en la esperanza del futuro. Esos dos instantes sólo existen cuando los pensamos. Necesitan a la mente para existir. Se trata de tiempo psicológico, que da lugar a un contenido irreal, y por tanto no puede proporcionar verdadera felicidad. De hecho, mientras estamos en el pasado o el futuro, estamos evitando el único

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Y sobre cómo ser feliz, la respuesta radica en dejar de ser no-felices.

actualidad La práctica de la meditación nos permite alcanzar una experiencia completa del momento presente, aceptándolo tal y como es, sin juzgar ni intervenir de ningún modo.

Dr. Félix Torán Escritor, coach, y conferencista de motivación y crecimiento personal. Ingeniero de la Agencia Espacial Europea. Autor de los best seller “Mente Cuántica” (Ediciones Corona Borealis) y “La Respuesta del Universo” (Gaia Ediciones).

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http://www.felixtoran.com Twitter: http://twitter.com/Dr_Felix_Toran Facebook: http://www.facebook.com/DrFelixToran

instante que existe, donde tiene lugar la vida, y donde podemos hallar la felicidad. Ese instante es el momento presente. Y sobre cómo ser feliz, la respuesta radica en dejar de ser no-felices. Pasamos el día trabajando muy duramente, invirtiendo la mayor parte de nuestras energías en ser no-felices (créame, es así). Lo podemos expresar desde otra perspectiva totalmente equivalente: para ser feliz la solución consiste en dejar de sufrir. La práctica de la meditación nos permite alcanzar una experiencia completa del momento presente, aceptándolo tal y como es, sin juzgar ni intervenir de ningún modo. En otras palabras, nos conecta con la felicidad. Es un estado en el cual somos felices, y experimentamos una conexión total con el resto de seres, y en general, con el universo entero. Comprendemos que no se puede ser feliz de forma individual. La compasión, el altruismo, la alegría empática y la ecuanimidad comienzan a ser cualidades completamente naturales. Ahora bien, no pasamos todo el día en ese estado meditativo, sal-

vo que nos retiremos a un templo dedicando nuestra vida a la meditación como un camino hacia la espiritualidad. Pero, en la vida moderna occidental, este último no suele ser el caso habitual, en absoluto. Antes o después, las diferentes impurezas o resistencias mentales afloran y nos causan sufrimiento, a nosotros u otras personas. Una experiencia del pasado, un mal hábito, una creencia, una suposición, una convicción, una escala de valores, emociones negativas, sensaciones físicas desagradables… Cuando el contenido mental negativo aflora, reaccionamos de forma negativa. Eso da lugar a sufrimiento para nosotros, y también para otras personas. Y ese sufrimiento volverá antes o después a nosotros, de forma amplificada. Es un círculo cerrado, una cadena, donde cada vez el sufrimiento va volviendo hacia nosotros de forma más intensa, y no cesa de crecer hasta que logremos romper la cadena. Vamos a ver cómo funciona esa cadena en sucesivos artículos, y comenzaremos por explorar — en el próximo artículo— algunas

cuestiones esenciales: ¿Ha existido alguien que haya estudiado el problema del sufrimiento? ¿Cuál es la causa? ¿Existe alguna solución? Le animo a reflexionar sobre lo aprendido aumentando su nivel de atención. El reto que le propongo consiste en mantenerse alerta ante el contenido negativo de su mente, y ser consciente de cuál ha sido su reacción. No es sencillo, pero el esfuerzo merece mucho la pena, y es de gran valor en su crecimiento personal. Mi consejo es hacerse con una pequeña libreta, y tan pronto sea consciente —aunque sea mucho después de ocurrir— de que ha reaccionado negativamente, tome nota en su libreta. Describa la situación, y no deje de indagar en el contenido de su mente durante la situación en cuestión. ¿Qué pensamientos tenía? ¿Qué emociones? ¿Cómo se sentía? ¿De qué forma sintió esas emociones? ¿Qué juicios emitió sobre la situación¿ ¿Qué creencias o convicciones le llevaron a actuar como lo hizo? Le deseo todo el éxito, y ante todo, felicidad.

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actualidad ¿Existe una solución?

ante el meditación sufrimiento Tenemos tendencia a enfocar la felicidad como algo que hay que buscar. Generalmente la buscamos en el lugar equivocado: ahí fuera, donde nada ni nadie nos va a dar la felicidad.

Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail : [email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)

En el artículo anterior entró en contacto con la existencia de una cadena del sufrimiento en nuestra vida. Para entender este importante tema, el primer paso esencial consiste en analizar el sufrimiento: ¿De dónde procede? ¿Ha existido alguien que lo haya investigado? ¿Se puede solucionar? ¿Cómo? Hace más de 2500 años, sin aún existir la psicología, ni la ciencia, Buda utilizó su propia mente –entrenada de forma sobresaliente durante años— como instrumento de observación. En lugar de mirar hacia fuera como hacemos en la ciencia, él miró hacia su interior. A través de su iluminación, encontró una conclusión que expresó en la forma de cuatro nobles verdades. Con la primera noble verdad, concluyó que el sufrimiento existe y es inevitable. Forma parte de la vida y se esconde incluso detrás de los momentos en los que creemos ser más felices. No quiere decir que en esta vida estamos condenados a sufrir constantemente. Sencillamente se refiere a que no debemos obviar que el sufrimiento existe y forma parte de la vida. No aceptarlo significa-

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ría no poder resolver el problema del sufrimiento, puesto que es necesario aceptar un problema para poder resolverlo (de otro modo, si no aceptamos que hay un problema, no tendríamos nada que resolver…). A través de su segunda noble verdad, encontró que el origen del sufrimiento está en el deseo, la aversión y la ignorancia. Si tuviéramos una especie de diario donde se anotan automáticamente todas las situaciones en las que aparece el deseo o la aversión, ¡seguramente llenaríamos una libreta! La realidad es que el día a día está compuesto de un flujo incesante de situaciones como esas. Y tras ellas, viene la reacción… Y con la reacción, el sufrimiento, que se propaga, y vuelve a nosotros antes o después —a veces tras muchos años— siempre multiplicando su fuerza en cada nueva visita. Tomemos el ejemplo de una aversión. Una persona se acerca, y a nuestra mente acude la imagen de un día en que esa persona nos gritó violentamente.Nossentimos enfadados, nos ponemos a la defensiva, sentimos una sensación física muy desagrada-

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No debemos obviar que el sufrimiento existe y forma parte de la vida.

actualidad La práctica de la meditación nos permite alcanzar una experiencia completa del momento presente, aceptándolo tal y como es, sin juzgar ni intervenir de ningún modo.

Dr. Félix Torán Escritor, coach, y conferencista de motivación y crecimiento personal. Ingeniero de la Agencia Espacial Europea. Autor de los best seller “Mente Cuántica” (Ediciones Corona Borealis) y “La Respuesta del Universo” (Gaia Ediciones).

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Existe un camino que conduce hacia la cesación del sufrimiento.

ble, y reaccionamos hablando de forma poco amable a dicha persona. Se trata de aversión hacia dicha persona. Deseamos que esa situación tan desagradable que la persona nos provoca desaparezca. Obviamente, eso nos ha hecho sufrir. Como mínimo… ¿acaso sentir una sensación desagradable no es sufrir? Sufrimos nosotros, sufre nuestra salud a muchos niveles… Y sufre la otra persona, a quien es probable que nuestro comportamiento haya hecho daño. Y ese sufrimiento volverá hacia nosotros de forma amplificada. ¿Acaso la próxima vez que la otra persona nos vea va a florecer naturalmente una conducta agradable hacia nosotros? Al menos, admitamos que no es probable… Ahora démosle la vuelta a la situación, para convertirla en un típico ejemplo de deseo o anhelo. Una persona se acerca, y a nuestra mente acuden bonitos recuerdos de amistad, buenos momentos, sonrisas, etc. Nos sentimos contentos y muy conectados a dicha persona. Deseamos lo mejor para ella.

Nos recorre una sensación muy agradable, y reaccionamos de forma instantánea con un comportamiento muy agradable y deseando que dicha persona se quede más tiempo con nosotros, y que la situación agradable se prolongue lo más posible. Resulta sencillo entender que la primera situación cause sufrimiento. Pero, seguramente, le costará más comprender que la segunda situación pueda causar sufrimiento alguno. Tendemos a comprender que la felicidad consiste en sentir sensaciones agradables, y es ese precisamente el error. Esa interpretación incorrecta puede conducir fácilmente a crear una adicción a las sensaciones agradables, lo cual —como cualquier adicción— se convierte en sufrimiento. Le costará más o menos aceptarlo, pero esto último es el día a día del ser humano, y la fuente de su sufrimiento. Somos adictos —en mayor o menor medida— a las sensaciones agradables. Buscamos, ante todo, sentirnos bien, y a ello le llamamos ser felices. Es una visión incorrecta de la felicidad, y como tal, produce

sufrimiento. Las dos situaciones descritas arriba producen sufrimiento: tanto la aversión como el deseo. Al igual que nos resistimos a todo lo malo, nos hacemos adictos a lo bueno. Queremos que lo malo se vaya, y mientras no se va sufrimos. E incluso cuando se va, sufrimos por miedo a que vuelva… Además, queremos que lo bueno se quede. Cuando se va, sufrimos por no tenerlo y por miedo a que tarde en volver. E incluso llegamos a sufrir mientras lo tenemos, por miedo a que se vaya… Antes decía que tanto el deseo como la aversión producen sufrimiento. Lo hacen porque observamos a través del prisma de la ignorancia. Es decir, no somos conscientes de que el deseo y la aversión están teniendo lugar. Como lo ignoramos, no somos conscientes de que hay un problema, y no hacemos nada por resolverlo. Y aquí llega la pregunta del millón… Si ignoramos las causas del sufrimiento, ¿existe alguna posible forma de suprimirlo, o es pura ciencia ficción? Buda

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actualidad EN EL PRÓXIMO ARTÍCULO APRENDERÁ CÓMO FUNCIONA LA CADENA DEL SUFRIMIENTO Y CÓMO ROMPERLA GRACIAS A ESA VISIÓN CLARA. TENDRÁ EN ESE MOMENTO UNA PERSPECTIVA MUY CLARA SOBRE LA CUAL CONSTRUIR UNA PRÁCTICA MEDITATIVA. nos respondió a esa pregunta a través de la tercera noble verdad: el sufrimiento se puede cesar. Afortunadamente, es posible lograr que mi anterior afirmación sea falsa, es decir, que deseo y aversión no produzcan sufrimiento. Cuando lo logramos, estamos en el camino de la felicidad. Para lograrlo es necesario salir de la ignorancia, y así empezar a ver ese deseo y esa aversión, para comenzar a combatirlos.

SOMOS ADICTOS —EN MAYOR O MENOR MEDIDA— A LAS SENSACIONES AGRADABLES.

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Tendemos a comprender que la felicidad consiste en sentir sensaciones agradables.

Y ahora llega la pregunta del billón… ¿Cómo hago para cesar el sufrimiento? Y Buda nos dio la respuesta a través de la cuarta noble verdad. Existe un camino que conduce hacia la cesación del sufrimiento. Se basa en la visión clara. Al ver claro, salimos de la ignorancia. Deseo y aversión dejan de pasar desapercibidos. Somos conscientes de que están ahí. En lugar de reaccionar como robots —generando sufrimiento para nosotros y para los demás—, empezamos a responder de forma consciente, seleccionando nuestra respuesta, y por tanto teniendo el poder de evitar el sufrimiento, que no teníamos cuando nos dominaba la ignorancia. En el próximo artículo aprenderá cómo funciona la cadena del sufrimiento y cómo romperla gracias a esa visión clara. Tendrá en ese momento una perspectiva muy clara sobre la cual construir una práctica meditativa. Por el momento, permítame felicitarle por haber llegado hasta este punto. Tiene mucho mérito y ahora sabe mucho más. Ha ganado mucho terreno en el combate contra el sufrimiento. Para no perder esa inercia, le propongo un ejercicio de meditación para llevar a la práctica este mes. Es fácil de explicar, pero comprobará que no tan fácil de llevar a la práctica. El mero hecho de dedicar cada día unos 1015 minutos a intentarlo representará un progreso asombroso. Encuentre un lugar tranquilo donde no le puedan interrumpir durante 10 minutos. Si puede ser silencioso, mucho mejor. De otro modo, una solución “de supervivencia” podría ser utilizar unos auriculares, escuchando música tranquila y relajante, a poder ser sin letra, para evitar distracciones y que su mente interprete las palabras. Puede realizarlo sentado en una silla. Lo importante es que su columna permanezca recta, no curvada hacia adelante ni hacia atrás. Mantenga los ojos cerrados o semiabiertos. Si ahí fuera hay distracciones visuales, es im-

portante que los cierre. Se trata de observar su propia respiración y realizar una cuenta. No se trata de respirar de ninguna forma en particular. Simplemente manténgase a la espera, alerta, y con la máxima curiosidad, ante la aparición de un nuevo ciclo de respiración. Cuando llegue, sígalo. Observe todas las características que pueda. La temperatura del aire, su ritmo, su fluidez, etc. Simplemente observe, no juzgue, no valore, no compare, etc. Observe el fluir del aire desde que entra por sus orificios nasales, y siga su curso. Observe los cambios que su cuerpo realiza durante la respiración. Su pecho se expande. Su vientre también. Después se contraen. Cualquier característica que detecte es buena. Lo importante, ante todo, es que observe su respiración. Cuando termine un ciclo de inspiración y expiración, realice una cuenta mental: “uno, uno”. Puede decirlo si lo desea, escuchar el número en su mente, o incluso visualizar una imagen mental del número. Después, tras el siguiente ciclo, haga otra cuenta: “dos, dos”. Y siga así hasta “diez, diez”. Después, vuelva a contar desde uno. Es fácil que su mente se distraiga, y su concentración en la respiración se pierda. ¡No se preocupe! Es muy normal. Tan pronto se dé cuenta, vuelva a su respiración, y empiece a contar desde uno. Practicar la meditación consiste justamente en eso: el esfuerzo de volver a enfocarse en su respiración. Si en diez minutos se ha distraído cincuenta veces, ¡no pasa nada! Eso significa que ha practicado cincuenta veces el músculo de la concentración, esencial para meditar. Ese entrenamiento dará sus frutos. El músculo se hará fuerte. Con la práctica, cada vez irá teniendo menos distracciones, no debe preocuparse por ello. Lo importante es que no deje de practicar cada día. Le invito a poner en marcha cada día este ejercicio. Le quitará diez minutos cada día, pero no tenga dudas de que son diez minutos invertidos en su felicidad.

actualidad la física cuántica

y la artículo meditación La física cuántica es el área de la física que ha proporcionado los resultados experimentales más exactos hasta la fecha.

Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail : [email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)

En los anteriores artículos comenzamos a abordar el tema de la meditación. Por supuesto, todavía hay mucho de lo que hablar para seguir profundizando en este apasionante tema. Y en el presente artículo le propongo hacer una breve parada en el camino, y detenernos brevemente para abordar un tema no menos apasionante: la física cuántica. Pero… ¿acaso hay alguna conexión entre algo tan científico como la física cuántica y algo tan cercano a la espiritualidad y el crecimiento personal como es la meditación? Hace diez o quince años unos pocos hubieran dicho que sí, y me refiero especialmente a las personas que se interesaban por los temas de crecimiento personal y espiritualidad, o incluso temas de filosofía bastante profundos. Sin embargo, dirigiendo la misma pregunta a un público general mucho más amplio, la respuesta predominante habría sido que física cuántica y la meditación no tienen nada que ver. Los tiempos han cambiado mucho —y en este aspecto, me alegra decir que para bien— ya que ahora tenemos a nuestro alcance

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muchos materiales —libros, documentales, y otros formatos— donde se nos explica la física cuántica y su vínculo con el crecimiento personal. Actualmente, la respuesta a la pregunta antes formulada sería radicalmente distinta. Al menos, un porcentaje mucho mayor de personas nos diría que, por supuesto, existe tal vínculo. Pero todavía existe un problema. Muchas de esas personas están seguras de que existe tal vínculo, pero no tienen necesariamente claro cuál es, al menos desde el punto de vista de la física cuántica. Es maravilloso ver tantos libros y otros materiales donde la palabra “cuántica” aparece incluso en la portada. Lo que no es tan afortunado es abrir bastantes —no digo todos— de esos libros y no encontrar nada que ver con la física cuántica… A veces ni siquiera con la física… En el mundo de la ciencia, a una cosa concreta se le llama de la misma forma en cualquier lugar del mundo, y los científicos se entienden al discutir sobre ello. Hablan el mismo idioma científico. En el mundo del crecimiento personal, lamentablemente no es así. A menudo diez per-

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Muchos libros explican la física cuántica y su vínculo con el crecimiento personal.

actualidad fenómenos como la teleportación cuántica, el efecto túnel, la superposición cuántica o el entrelazamiento cuántico nos resulten sorprendentes y misteriosos, no son ciencia ficción.

Dr. Félix Torán es Escritor, coach, y conferencista de motivación y crecimiento personal. Ingeniero de la Agencia Espacial Europea. Autor de los best seller “Mente Cuántica” (Ediciones Corona Borealis) y “La Respuesta del Universo” (Gaia Ediciones).

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Podemos crear pares de partículas entrelazadas, y enviar una de ellas a años luz de la otra, o tan lejos como queramos.

sonas hablan de lo mismo, y le llaman de diez formas distintas, e incluso se pelean por quien tiene razón, lo cual es de por sí una contradicción (es imposible trascender al ego y alcanzar la unicidad con el universo a través de tal conducta). En ese aspecto, el crecimiento personal sí que tiene mucho que aprender de la ciencia. Esto ha conducido a que algo tan científico como la física cuántica, al resultar tan misterioso y sorprendente, se convierta en un tema más de crecimiento personal cuando cae en manos de alguien sin conocimientos suficientemente profundos sobre física cuántica. El resultado es que los nombres se cambian, los conceptos se distorsionan, y al final se pierde todo parecido con la física cuántica tal cual es. Entramos, de hecho, en el dominio de la pseudociencia, o falsa ciencia, y por tanto no hacemos otra cosa que confundir conceptos. Ni aprendemos bien la física cuántica (eso seguro) ni tampoco el crecimiento personal. Tenga en cuenta que la física cuántica es el área de la física que ha proporcionado los resultados experimentales más exactos hasta la fecha, y hablo de experi-

mentos en laboratorios. Aunque fenómenos como la teleportación cuántica, el efecto túnel, la superposición cuántica o el entrelazamiento cuántico nos resulten sorprendentes y misteriosos, no son ciencia ficción. Se ha experimentado con ello en la práctica cientos —probablemente miles— de veces. Es por ello que escribí el libro “Mente Cuántica” (Ediciones Corona Borealis, 2011, que se puede adquirir en eBook o en papel bajo demanda a nivel internacional aquí: http://www.readontime. com/ISBN=9788415306733). Hacía falta claridad, y esa es una de las misiones que cumple este nuevo libro. Nos enseña qué es la física cuántica, y la acerca al terreno del crecimiento personal, hasta donde se puede aproximar. Como acostumbro a decir, acerca, pero no mezcla. No hace un cóctel de física cuántica y crecimiento personal, donde los sabores se mezclan. Más bien, prepara una ensalada de frutas, con trocitos de física cuántica, y trocitos de crecimiento personal. Todo está en el mismo recipiente, pero en cada momento sabemos lo que estamos comiendo. Ahora mismo, en el momento de escribir estas líneas, me encuen-

tro en uno de mis viajes para presentar “Mente Cuántica” a través de España, y siento una especial motivación en compartir con ustedes algunas “gotas” de conocimiento sobre este tema. Me gustaría aportar algo de claridad al respecto, ya que se trata de un tema relevante y conectado con el que nos ocupa (la meditación). Veamos, sobre todo, cuales son los vínculos que se establecen entre la meditación y la física cuántica. Y hablo de vínculos. Debemos partir de una base muy clara: la meditación no es física cuántica. La física cuántica no es espiritualidad. Se puede crear un vínculo filosófico entre ambos contextos, pero no debemos llamar ciencia a lo que no es científico. Recuerde que la física cuántica es una ciencia muy, pero que muy exacta, y tiene muy poco de teoría —de hecho casi todo es práctica—. El vínculo más importante surge gracias al principio de incertidumbre cuántico. Nos dice que, al observar una partícula —por ejemplo, un electrón—, no podemos conocer determinados pares de variables físicas al mismo tiempo y con precisión. Por ejemplo no podemos conocer la posición y la velocidad de una

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actualidad

partícula con precisión y al mismo tiempo. Si queremos saber dónde se encuentra una partícula, entonces tendremos muy poca idea de hacia dónde se dirige y cómo de rápido. Si queremos saber hacia dónde se dirige y con qué celeridad, entonces no tendremos apenas idea de dónde está. ¿Se imagina vivir en el mundo cuántico? ¡Estaríamos siempre perdidos! Posición y velocidad significa trayectoria. Como nunca se pueden conocer a la vez con precisión, significa que no podemos jamás saber la trayectoria que sigue una partícula cuántica…. ¡Apenas sabemos nada!

en física, para observar, necesitamos la luz. Si quiero observar una partícula, la tengo que iluminar.

* Y la luz —que se puede entender como materia, compuesta de partículas de luz llamadas fotones— “golpea” a la partícula y le cambia su posición y su velocidad, justo lo que quiero medir. Así que el mero acto de observar, en física cuántica, significa alterar lo que quiero medir. Nunca podré saber la realidad… En un sistema cuántico no sé lo que había antes, ni puedo predecir lo que pasará más tarde. Sólo puedo saber lo que ocurre ahora si tomo una medida, a sabiendas de que por el mero hecho de medir, voy a introducir un error… Pero aquí hay un tema importante: en la física clásica, el presente se salta literalmente. Trabajamos con un instante inicial que ocurrió en el pasado, y si sabemos lo que ocurre en un instante genérico “t”, podremos predecir lo que ocurrirá después de “t”. ¡La física clásica se salta el

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presente con gran descaro! En cambio, en la física cuántica del pasado y del futuro no sabemos nada… Solo podemos usar probabilidades. Lo único que conocemos es lo que observamos, ahora. Si, es cierto… Como comentaba arriba lo que observamos ahora está alterado por el mero hecho de observar, pero al menos observamos algo sin necesidad de probabilidades, y sólo puede ocurrir en el momento presente. La física cuántica le da una lección a la física cuántica en ese aspecto: lo único que puedo observar sucede en el momento presente. Precisamente allí es donde nos lleva la meditación. A través del principio de incertidumbre, la física cuántica nos dice que el observador no es alguien separado del universo que observa al universo. Nos dice que el observador es parte íntegra e inseparable del universo. En definitiva, que todo está unido a todo. Que todo es uno. Y precisamente a eso nos conduce la meditación. En estado meditativo, experimentamos la unicidad. Desparece el concepto de un “yo” que observa a otras entidades separadas. Ese “yo” se disuelve, y entonces experimentamos la unión con todo el universo. En definitiva, el principio de incertidumbre de la física cuántica deriva en una conclusión filosófica, que encaja perfectamente con la meditación. Existen otros vínculos. Por mencionar uno más, encontramos al entrelazamiento cuántico. Podemos crear pares de partículas entrelazadas, y enviar una de ellas a años luz de la otra, o tan lejos como queramos. Si hacemos un cambio en el estado cuántico de una partícula, la otra cambia al instante, reflejando el mismo estado cuántico. De alguna forma, la información se transmite al instante entre dichas partículas, a velocidad infinita. Esto no es ciencia ficción. Se ha experimentado cientos de veces, quizás miles, y además, hay una base matemática que lo demuestra. ¿Acaso estoy diciendo que la velocidad de la luz se puede superar? ¡Desde luego que no! La velocidad máxima a la que la energía puede viajar es la de la luz. Pero no hablamos de energía, sino de información. Todo parece indicar que en el universo todo está unido, y las partículas pueden intercambiar informa-

Fotos: shutterstock.com

La física cuántica no es espiritualidad. Se puede crear un vínculo filosófico entre ambos contextos, pero no debemos lamar ciencia a lo que no es científico.

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Tendemos a comprender que la felicidad consiste en sentir sensaciones agradables.

ción al instante a cualquier distancia. Es como si el universo fuera un “gran cerebro” al que estamos por supuesto unidos —ya que no existen separaciones— y que comparte toda la información como si fuera una especie de “disco duro”. ¿No será que Carl. G. Jung tenía razón cuando hablaba de ese “subconsciente colectivo”? Merece la pena cuestionárselo. Le invito a reflexionar sobre estos apasionantes temas. Dicha reflexión derivará en un cambio de paradigma positivo. Al conocer el asombroso mundo de lo más pequeño, cambia por completo nuestra visión de lo más grande. Para más información sobre este tema, le invito a escuchar el siguiente audio: http://felixtoran. podomatic.com/entry/2011-09-28T02_ 40_08-07_00 Y, por supuesto, estaré encantado de responder sus consultas, no dude en escribir a [email protected] Le deseo los mayores éxitos, y sobre todo la felicidad. Recuerde lo que nos dice la física cuántica. Todo es uno. Por tanto, no se puede ser feliz de forma independiente del resto del universo. Por ello, lo mejor que podemos hacer con la felicidad es compartirla. De esa forma, la felicidad se multiplica.

actualidad DONDE LA FÍSICA CUÁNTICA

Y LA MEDITACIÓN artículo SE ENCUENTRAN NO SE PUEDE SER FELIZ DE FORMA INDEPENDIENTE DEL RESTO DEL UNIVERSO.

Dr. Félix Torán (Web : http:/www.felixtoran.es Mail : [email protected] – Twitter : @Dr_Felix_Toran)

En el momento de escribir estas líneas, me encuentro en uno de mis viajes para presentar mi último libro “Mente Cuántica” a través de España, y siento una especial motivación en compartir con ustedes algunas “gotas” de conocimiento sobre este tema. Me gustaría aportar algo de claridad al respecto, ya que se trata de un tema relevante y conectado con el que nos ocupa (la meditación). Tras una introducción al tema a través del anterior artículo, es momento de entrar en algunos apasionantes detalles. Veamos, sobre todo, cuales son los vínculos que se establecen entre la meditación y la física cuántica. Y hablo de vínculos. Debemos partir de una base muy clara: la meditación no es física cuántica. La física cuántica no es espiritualidad. Se puede crear un vínculo filosófico entre ambos contextos, pero no debemos llamar ciencia a lo que no es científico. Recuerde que la física cuántica es una ciencia muy, pero que muy exacta, y tiene muy poco

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de teoría —de hecho casi todo es práctica—. El vínculo más importante surge gracias al principio de incertidumbre cuántico. Nos dice que, al observar una partícula —por ejemplo, un electrón—, no podemos conocer determinados pares de variables físicas al mismo tiempo y con precisión. Por ejemplo no podemos conocer la posición y la velocidad de una partícula con precisión y al mismo tiempo. Si queremos saber dónde se encuentra una partícula, entonces tendremos muy poca idea de hacia dónde se dirige y cómo de rápido. Si queremos saber hacia dónde se dirige y con qué celeridad, entonces no tendremos apenas idea de dónde está. ¿Se imagina vivir en el mundo cuántico? ¡Estaríamos siempre perdidos! Posición y velocidad significa trayectoria. Como nunca se pueden conocer a la vez con precisión, significa que no podemos jamás saber la trayectoria que sigue una partícula cuántica…. ¡Apenas sabemos nada!

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La física cuántica no es espiritualidad.

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Todo parece indicar que en el universo todo está unido, y las partículas pueden intercambiar información al instante a cualquier distancia. Dr. Félix Torán es Escritor, coach, y conferencista de motivación y crecimiento personal. Ingeniero de la Agencia Espacial Europea. Autor de los best seller “Mente Cuántica” (Ediciones Corona Borealis) y “La Respuesta del Universo” (Gaia Ediciones).

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Lo anterior ocurre porque en física, para observar, necesitamos la luz. Si quiero observar una partícula, la tengo que iluminar. Y la luz —que se puede entender como materia, compuesta de partículas de luz llamadas fotones— “golpea” a la partícula y le cambia su posición y su velocidad, justo lo que quiero medir. Así que el mero acto de observar, en física cuántica, significa alterar lo que quiero medir. Nunca podré saber la realidad… En un sistema cuántico no sé lo que había antes, ni puedo predecir lo que pasará más tarde. Sólo puedo saber lo que ocurre ahora si tomo una medida, a sabiendas de que por el mero hecho de medir, voy a introducir un error… Pero aquí hay un tema importante: en la física clásica, el presente

se salta literalmente. Trabajamos con un instante inicial que ocurrió en el pasado, y si sabemos lo que ocurre en un instante genérico “t”, podremos predecir lo que ocurrirá después de “t”. ¡La física clásica se salta el presente con gran descaro! En cambio, en la física cuántica del pasado y del futuro no sabemos nada… Solo podemos usar probabilidades. Lo único que conocemos es lo que observamos, ahora. Si, es cierto… Como comentaba arriba lo que observamos ahora está alterado por el mero hecho de observar, pero al menos observamos algo sin necesidad de probabilidades, y sólo puede ocurrir en el momento presente. La física cuántica le da una lección a la física clásica en ese aspecto: lo único que puedo observar sucede

en el momento presente. Precisamente allí es donde nos lleva la meditación. A través del principio de incertidumbre, la física cuántica nos dice que el observador no es alguien separado del universo que observa al universo. Nos dice que el observador es parte íntegra e inseparable del universo. En definitiva, que todo está unido a todo. Que todo es uno. Y precisamente a eso nos conduce la meditación. En estado meditativo, experimentamos la unicidad. Desparece el concepto de un “yo” que observa a otras entidades separadas. Ese “yo” se disuelve, y entonces experimentamos la unión con todo el universo. En definitiva, el principio de incertidumbre de la física cuántica

Fotos: shutterstock.com

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Podemos crear pares de partículas entrelazadas y enviar una de ellas a años luz una de la otra, o tan lejos como queramos.

deriva en una conclusión filosófica, que encaja perfectamente con la meditación.

El mero acto de observar, en física cuántica, significa alterar lo que quiero medir.

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Existen otros vínculos. Por mencionar uno más, encontramos al entrelazamiento cuántico. Podemos crear pares de partículas entrelazadas, y enviar una de ellas a años luz de la otra, o tan lejos como queramos. Si hacemos un cambio en el estado cuántico de una partícula, la otra cambia al instante, reflejando el mismo estado cuántico. De alguna forma, la información se transmite al instante entre dichas partículas, a velocidad infinita. Esto no es ciencia ficción. Se ha experimentado cientos de veces, quizás miles, y además, hay una base matemática que lo demuestra. ¿Acaso estoy diciendo que la velocidad de la luz se puede

superar? ¡Desde luego que no! La velocidad máxima a la que la energía puede viajar es la de la luz. Pero no hablamos de energía, sino de información. Todo parece indicar que en el universo todo está unido, y las partículas pueden intercambiar información al instante a cualquier distancia. Es como si el universo fuera un “gran cerebro” al que estamos por supuesto unidos —ya que no existen separaciones— y que comparte toda la información como si fuera una especie de “disco duro”. ¿No será que Carl. G. Jung tenía razón cuando hablaba de ese “subconsciente colectivo”? Merece la pena cuestionárselo. Le invito a reflexionar sobre estos apasionantes temas. Dicha reflexión derivará en un cam-

bio de paradigma positivo. Al conocer el asombroso mundo de lo más pequeño, cambia por completo nuestra visión de lo más grande. Para más información sobre este tema, le invito a escuchar el siguiente audio: http://felixtoran. podomatic.com/entry/201109-28T02_40_08-07_00 Y, por supuesto, estaré encantado de responder sus consultas, no dude en escribir a [email protected] Le deseo los mayores éxitos, y sobre todo la felicidad. Recuerde lo que nos dice la física cuántica. Todo es uno. Por tanto, no se puede ser feliz de forma independiente del resto del universo. Por ello, lo mejor que podemos hacer con la felicidad es compartirla. De esa forma, la felicidad se multiplica.

goaurmet ctualidad *

No hay una postura universal a adoptar para meditar correctamente.

Meditando

con la artículo

respiración

un maestro de las artes plásticas Precisamente la meditación es una excelente práctica para desarrollar la paciencia, así que le invito a detenernos y enfocarnos en la práctica de la meditación, emprendiendo unos primeros e importantes pasos. Dr. Félix Torán http:/www.felixtoran.es - [email protected]

Tras los anteriores artículos —en los cuales le pedí que me acompañara hacia el terreno de la reflexión— es un momento ideal para pasar al territorio práctico. Hay más cosas importantes sobre las cuales reflexionar, y que le permitirán comprender mucho mejor la meditación. Sin embargo, si esperamos demasiado para pasar a la práctica, es muy probable que surja la impaciencia. Precisamente la meditación es una excelente práctica para desarrollar la paciencia, así que le invito a detenernos y enfocarnos en la práctica de la

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meditación, emprendiendo unos primeros e importantes pasos. Para ser capaz de cesar el sufrimiento, es necesario desarrollar una capacidad de visión clara, como vimos en anteriores artículos. Si no es capaz de ver el problema tal cual es, difícilmente podrá resolverlo… Para ello es necesario ver claro, y para lograrlo, hay dos cualidades esenciales que debemos desarrollar: la concentración y la atención plena o mindfulness. El primer aspecto a desarrollar es la concentración, y en él nos vamos a detener.

Hay muchas técnicas para desarrollar la concentración. En general, consisten en dirigir nuestra atención hacia un objeto de meditación, y cuando la mente se distrae, volvemos lo antes posible al objeto de meditación. Antes de comenzar, es habitual aplicar alguna técnica de relajación, sobre todo en los comienzos de la práctica. El objetivo es evitar que un cuerpo tenso se convierta en una fuente de constantes distracciones, lo cual impediría que nuestra práctica progrese adecuadamente, sobre todo al principio.

actualidad

Hay otra distracción muy importante que se debe evitar: la preocupación por el tiempo. Dr. Félix Torán es Escritor, coach, y conferencista de motivación y crecimiento personal. Ingeniero de la Agencia Espacial Europea. Autor de los best seller “Mente Cuántica” (Ediciones Corona Borealis) y “La Respuesta del Universo” (Gaia Ediciones).

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¿Cuál es un buen objeto de meditación? ¡Hay infinidad de ellos! Desde afirmaciones, mantras, imágenes, etc. Incluso hay un objeto que llevamos a todas partes: la respiración. Lo tenemos siempre con nosotros, allí donde vamos, durante toda nuestra vida. Además, conecta cuerpo y mente, y nos da mucha información. Refleja el estado de cuerpo y mente. Además, si cambiamos la forma de respirar, logramos alterar el estado de cuerpo y mente. Por si lo anterior fuera poco, la respiración conecta las partes consciente e inconsciente de nuestra mente. Podemos controlar conscientemente nuestra respiración, pero conforme conectamos con el subconsciente, empieza a funcionar por sí misma sin necesidad de nuestro control. En general, cualquier objeto de meditación que le ofrezca resultados es bueno. Pero si me pregunta por mi re-

comendación, sin duda, le aconsejaré utilizar la respiración, y en ella me centraré en los siguientes artículos. Para comenzar la práctica de la meditación anapanasati, le propongo realizar un primer ejercicio durante este mes —y sobre este ejercicio construiremos en los siguientes capítulos—. Dedique entre 15 y 30 minutos cada día a ello. La regularidad es esencial. Si un día sólo puede practicar diez minutos, es preferible que lo haga por tan corto tiempo antes que perder la regularidad. Es esencial practicar cada día. Un consejo: le ayudará muchísimo convertirlo en un hábito, es decir, practicar todos los días en un horario similar, como parte de su rutina. Puede hacerlo en cualquier momento, pero hay dos muy recomendables: por la mañana

tras levantarse (recomiendo al menos media hora después), o por la noche antes de acostarse (recomiendo al menos una hora antes). Y si lo hace en un mismo lugar, todavía mejor para crear rutina. No se preocupe demasiado por la postura. No hay una postura universal a adoptar para meditar correctamente. Lo importante es que la postura elegida transmita relajación, pero sin llegar a perder el estado de alerta. Se trata de lograr un cuerpo relajado, y una mente también relajada, pero alerta. Un buen truco: adopte la postura que desee, pero siempre con la espina dorsal recta y sin mantener tensión muscular. Puede lograrlo sentado en una silla , o en un cojín de meditación, etc. Se puede meditar perfectamente incluso en movimiento (aunque le recomiendo dejarlo para más tarde).

actualidad Dedica de 15 a 30 minutos, en solitario es mejor, al día para tu práctica de meditación. Este es un tiempo valioso para el desarrollo de tus emociones.

Una vez adopte la postura correcta, comience por tomar dos o tres respiraciones prolongadas para centrarse y relajarse. Comience por recordar su propósito, que va a ser observar el movimiento de su abdomen al respirar. Repítalo en su mente varias veces con sus propias palabras. Acto seguido, concentre su atención por completo en la zona abdominal. La práctica consiste en mantener allí su atención, y observar cuando el abdomen sube y baja. No se trata de controlar su respiración de ningún modo. Todo lo contrario: debe tratar a su respiración como si fuera algo ajeno a usted. Debe dejar de identificarse con su respiración. Usted no es su respiración. Usted es quien observa la respiración. Es como si estuviera mirando al mar en espera de una ola. El mar es su abdomen. Las olas son los movimientos provocados por su respiración. Llegan de vez en cuando. Primero suben, y luego bajan y se disipan. Usted no es la ola, sino quien la observa. Haga lo mismo con este ejercicio. Espere como un observador. Cuando llegue “la ola” y su abdomen suba, repita mentalmente

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“sube, sube”. Cuando su abdomen descienda, repita mentalmente “baja, baja”. Y el resto del tiempo, siga con su atención en el abdomen.

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¿Simple? ¡Desde luego! ¿Sencillo? ¡Nada más lejos! Inténtelo… Salvo que sea un meditador experimentado, o haya nacido con un don especial —para nada frecuente— verá que su mente no tarda mucho en distraerse, desviando la atención hacia todas partes menos hacia su abdomen. A menudo es cuestión de segundos. Cuando eso ocurra, no desespere. Es completamente normal. La mente es así. De hecho, es positivo, porque ahora lo está viendo y está conociendo mejor su propia mente. Tan pronto se dé cuenta, diga mentalmente “distracción, distracción”, y vuelva de nuevo a su abdomen. Tenga paciencia. Al principio cuesta mucho. Si sólo logra mantener su concentración diez segundos —o incluso menos— no piense que por ello ha tenido una peor sesión de meditación. No hay sesiones buenas y malas, y no se deben comparar. Cada sesión le aportará algo, y le permitirá dar un paso más, y si sigue practicando con regularidad, cuando menos lo espere se dará cuenta de unos grandes progresos en su capacidad de concentración. Esto se traducirá en una transformación muy positiva en muchos aspectos de su vida, y no tardará en experimentarlo. En el próximo artículo daremos un paso más en este tipo de práctica. Mientras tanto, le animo a practicar como aquí le he explicado, cada día, y le deseo un mes lleno de éxitos y sobre todo la conexión con la felicidad.

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Hay otra distracción muy importante que se debe evitar: la preocupación por el tiempo. Si pasa todo el tiempo con miedo a que su práctica se prolongue demasiado, el ejercicio no tendrá éxito… Y la paradoja es curiosa: la preocupación por el tiempo logra que perdamos completamente el tiempo... Puede usar la alarma de un despertador, las aplicaciones de un teléfono móvil, aplicaciones para iPhone, etc. Las posibilidades son inmensas. Pero lo importante es que use una alarma.

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El mar es su abdomen. Las olas son los movimientos provocados por su respiración.