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• Alessandra Ventocilla

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PODER, DINERO, FELICIDAD Y CODICIA

ALUMNA: VENTOCILLA TORRES, MELANIE ALESSANDRA

PODER, DINERO, FELICIDAD Y CODICIA

Poder y dinero, ¿pueden hacernos felices? Nuestro deseo constante de más es parte de nuestra naturaleza humana. ¿Cuál debería ser el límite? Unos dicen que es un legado útil de la evolución; otros, que es un error en el programa genético. El viejo pecado capital de la codicia parece más actual que nunca, la codicia es la ambición desmedida y exaltada de dinero, bienes u otro tipo de riqueza. La condición humana está marcada hoy por la avaricia y la codicia, convertidas en valores por el pensamiento liberal dominante. Su implantación ha dado lugar a la corrupción política, consagrada por las mayorías parlamentarias. Un factor que mueve a las personas es el miedo y este es por distintas formas el miedo a morir, el miedo a la segregación, etc. El miedo a morir hace que las personas piensen en la necesidad de vivir eternamente y por ello son impulsadas a obtener cosas o ser partícipe de sucesos importantes para sentir que esas obras les permitirán vivir más tiempo o que su recuerdo permanezca eternamente, muchas veces llegamos a consumir o adquirir posesiones que en realidad no necesitamos, pero si no las obtenemos nos sentimos excluidos de los demás por ejemplo encontrarnos que muchos obtienen objetos solamente por aparentar un estatus social o piensan que si lo tiene pueden llegar a subir de estatus social. El poder implica también poseer mayor fortaleza corporal e intelectual en relación a otro individuo y superarlo en una lucha física o en una discusión. El dinero es un medio de intercambio, por lo general en forma de billetes y monedas, que es aceptado por una sociedad para el pago de bienes, servicios y todo tipo de obligaciones. 

Muchas personas aseguran que el dinero es una especie de dios y no están tan erradas. El ser humano ha aprendido a depender tanto de él que incluso es capaz de dejar de lado sus principios Llevamos en nuestra frente un símbolo y es la del dinero, dándonos la sensación de poder y autoridad sobre los demás, tenemos cosas de lujo y miramos por debajo a los demás humillando, criticando, y haciéndolos sentir mal. Si pensamos solamente en el dinero en realidad no estamos siendo verdaderamente felices, (la felicidad es un estado del ánimo que supone una satisfacción) pues solamente estamos satisfaciendo nuestro placer temporal y la vida queda sin ningún verdadero propósito que de la satisfacción de vivir plenamente. Debemos conocernos a nosotros mismos, así en nuestras vidas podremos conocer las cosas que realmente son importantes, nuestros objetivos, tener claro el propósito de nuestra propia vida, de esta manera la felicidad se puede alcanzar, se puede encontrar el punto de equilibrio que tanto deseamos tener.