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• Horacio Maussani

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EL DISCURSO DE GRIFFIN EL ARCANIANO “¿Cómo va todo?” –pregunta el Agente-J a Griffin, un perfecto desconocido con el que casi choca en el Bar, mientas éste le responde: “¿Todo, Cómo va todo? A mí en lo personal me gusta. A menos por supuesto que estemos en el futuro posible donde el musculoso de la puerta discute con su novia. Lo que causa que ella se valla furiosa y choque con el chico que lleva los hongos que los lanza sobre los marinos y todos empiezan a empujarse y chocan contra la mesa que está aquí, en cuyo caso tengo que mover mi plato justo ahora” –entonces Griffin mueve su plato a tiempo y continúa: “Es el Futuro posible donde el sándwich de salami que estoy comiendo me causará molestias gástricas; pero por fortuna tu amigo me daría uno de los antiácidos que lleva en su bolcillo derecho, así es que estaría bien, muy bien, excepto en el caso del futuro posible en donde me tuviera que ir en dos minutos y medio antes de que pudiera ofrecerme el antiácido, así es que, para resumir, tendría que decir que no, no estoy bien” –luego Griffin lo piensa mejor y dice: “Pero eso depende.” –Entonces el Agente-J se le queda viendo subyugado y casi espantado llamando a su “pareja”, el Agente-K. Pero unos instantes después Griffin le pregunta: “¿Puedo ver tu reloj?” –y J le responde: “Ahhh… son…” Y Griffin responde: “No, no, no, no, el otro reloj, el que te dio tu padre” –y J le pregunta confundido y consternado: “¿Cómo sabes del reloj de mi padre?”, mientras lo saca de su bolcillo y se lo enseña. Entonces Griffin se lamenta: “Ohhh… Cielos… Es el futuro donde muere el Román y los Caballeros del Boliche Cósmico, ¡Demasiada muerte! Hay una infinitesimal pequeña oportunidad de éxito” –espantado el Agente-J le llama nuevamente al Agente-K, y éste aparece y le pregunta a Griffin: “¿Eres Griffin?”, mientras éste asiente y K le dice: “Estamos…” –pero Griffin completa la frase: “Buscando a Boris el Animal” (o sea, un alienígena, un asesino boglodita que los busca). Entonces K afirma: “Sí, creemos que vendrá para…” –pero Griffin completa la frase: “Para asesinarme. Sí, él estará aquí en dos minutos, a menos, por supuesto, que estemos en el futuro posible donde él tiene todos los semáforos en verde y llegue antes y esté a punto de disparar su arma en la puerta, en cuyo caso todos moriremos en dos segundos” –y al transcurrir más de dos segundos mirando a la puerta, concluye: “Ahhh, miren, ¡eso estuvo cerca!” –un minuto después, al contemplar una mariposa merodeando su semblante arcaniano, afirma: “Ohhh… Cielos… este es el futuro donde Boris entrará por la puerta en 12, 11, 10… ¡Alto!” – y le pregunta al Agente-J: “¿Bebiste leche con chocolate esta mañana?” Y mientras el Agente-J se lo confirma, sin perder tiempo Griffin dice: “Cindy”, y busca entre la gente a ese travesti, o sea, la primer víctima instantánea de Boris el Animal, que en ese momento abrió la puerta y disparó, tal como había sido previsto por Griffin.

Dos horas después, tras haberse esparcido todos por la revuelta donde Boris huye y los Agentes pierden a Griffin, finalmente lo encuentran en un estadio vacío de juego, y lo interpelan: “Griffin”, y éste les responde: “Ohhh, justo a tiempo, a menos que sea el futuro posible donde Robinson batéa mal la tercera, ¡casi acaba!” –Pero los Agentes le preguntan: “¿Nos perdimos de algo?”, y Griffin responde: “El juego, vengan”. Entonces Griffin coloca sus brazos sobre los hombros de los Agentes en tono amigable, y ante sus ojos se despliega el partido. Asombrado el Agente-J le pregunta: “¿Así es como ves cosas? ¡Es asombroso!” –y Griffin responde: “Es una auténtica pesadilla, pero tiene sus ventajas” “Espera –responde J– este juego debería ser en Octubre” “Siempre es Octubre, Noviembre, Marzo, son muchos futuros y todos son reales. Nunca se cuál confluirá; hasta entonces todos están pasando, como éste, es mi momento favorito de la Historia Humana. Todo lo que debe convergir para que los Meets ganen la serie mundial estuvieron en último lugar cada temporada hasta que ganaron todo” “Griffin –interrumpe el Agente-K– dijiste que tenías…” “Esa pelota de beis bol por ejemplo –replica Griffin rápidamente sin darle oportunidad de seguir– lanzada en el quinto juego y fabricada en 1962 por la fábrica de Spádimen, Chico Pill Massachusetts, tenía un efecto aerodinámico, por no haber curtido efectivamente la piel porque Shila, la esposa del curtidor la dejó por un golfista profesional ese domingo… he, he, he…” – lo interrumpe el Agente-J con señas manuales casi desesperadas y dirijidas al Agente-K, quien pregunta a Griffin: “¿Y el ACNE?”, y éste le responde: “Ahhh… ¡sí, sí, claro, en la caja!”. Entonces sacan de una caja de cereales un envoltorio sellado, y continúa diciendo: “Ahhh, ahhh… es la sorpresa para proteger la Tierra; es un escudo.” “Escudo Arcaniano, ACNE –replica el Agente-J al Agente-K– eso hiciste, pusiste el ACNE” “¿Cómo hice eso?” –pregunta el Agente-K– “Cuando David Jhonson batee esa pelota –les interrumpe Griffin viendo el juego– quien por cierto, se volvió jugador de béisbol porque su padre no encontró un balón de futbol cuando cumplió ocho años. Tocará su Bat dos bat-crómetros arriba, haciendo que batee hacia Clíon Jhones, quien hubiera sido Clara, una mecanógrafa, si sus padres no hubieran bebido otra copa de vino antes de dormir.” En ese momento Clíon Jhones cacha la pelota y concluye el juego, y Griffin concluye diciendo: “Un milagro es lo que parece imposible, pero de todos modo sucede.” Entonces los tres contemplan el Escudo Arcaniano para defender la Tierra, y Griffin dice triste: “Perdí mi planeta; no quiero que pierdan el suyo. Hace falta un milagro, pero si tienen éxito haciendo esto, será mi nuevo momento favorito de la historia humana” – entonces repara en algo y luego agrega: “¡Ohhh… Cielos! ¡Olvidé ver lo que ahora está por venir!” Y fue aquí donde Boris el Animal, lamentablemente arrebata a Griffin pasando en una motocicleta a toda velocidad.