Discurso Capitalista. Colette Soler

Si ya Freud plantea en su texto Mas allá del principio del placer, otra dimensión del inconsciente que no es la del sign

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Si ya Freud plantea en su texto Mas allá del principio del placer, otra dimensión del inconsciente que no es la del significante sino la vertiente de la satisfacción (goce) y la pulsión de muerte, Lacan, al tornar el psicoanálisis por su reverso, pone en evidencia esta dimensión real del inconsciente. El Seminario El reverso del psicoanálisis, dictado en París durante el curso 1969/1970, tras los acontecimientos de lo que se ha dado en llamar el mayo francés, supone el producto y punto de escansión de años de elaboración en la enseñanza lacaniana. En este Seminario Lacan trata los vínculos sociales como discursos, según quede implicada la relación del sujeto con respecto al goce, y pone de relieve la solidaridad que muestran goce y vínculo social. Captar la lógica de los cuatro discursos (amo, fristérico, universitario y del analista) nos va a permitir dilucidar los efectos del discurso capitalista en el que estamos inmersos: discurso que ofrece de manera permanente, objetos de consumo listos para usar y tirar, en el intento de obtener un plus de satisfacción de pacotilla. DiSCUTS0 que, de este modo, desconecta al sujeto de su deseo particular y de la posibilidad de una satisfacción que pase por el otro, rompiendo así el vínculo social.

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Colegio de Psicoanálisis de Madrid Madrid, 2007 ,,,,411.1, ,,,".","11....".~11,1,1,. •

LOS DISCURSOS DE LACAN SEMINARIO DEL COLEGIO DE PSICOANÁLISIS 1)E MADRID

Ctatilde Pascual Alaz-n Ritheé Cevasco Sol Aparicio Neri ird IV() nine Jos(' ition.seny Bofill( Lsi Colette Soler

DISCURSO CAPITALISTA

COLETTE SOL". Sobre este tema existen diversos desarrollos, voy a condensai un poco y quizás añadir una o dos cosas. El capitalismo tiene dos siglos, la ciencia tres y el psicoanálisis uno, pero la noción de discurso capitalista tiene fecha precisa, es una producción de Lacan en el año 1970. Es decir, que. fue producido dos años después de los eventos de 1968 en Francia y finalmente queda como discurso añadido a los cuatro que ha construido en el Seminario XVII y reescrito en Ra. diofonía2 La noción de discurso es la manera de Lacan de complejizar y de matematizar lo que llamó la civilización. Complejizar porque escribe cuatro o cinco discursos y matematizar porque escribe esos discursos con los cuatro términos de la estructura: la cadena del lenguaje (Si S2), el sujeto, el elemento suplementario que escribe a, que no es lenguaje, pero que es efecto del lenguaje. En este sentido Lacan dice que los discursos son modalidades de lazo social, es decir que las relaciones entre los seres humanos y las supuestas modalidades de lazo social.implica en cada discurso una regulación de los goces, regulación necesaria e imprescindible para que un lazo social sea posible. Podemos decir que la noción de discurso en Lacan significa que no sólo el inconsciente es estructurado como un lenguaje, sino también la realidad que nos rodea. La realidad del mundo es estructurada vía el lenguaje. Para empezar quiero subrayar una paradoja en la noción de discurso capitalista. La paradoja es que después de definir los discursos como tipos de lazo social, Lacan produce el discurso capitalista que deshace los lazos sociales. La palabra que Lacan usa en el año 70 es 135

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«fragmentación». Fragmentación de los lazos sociales, y en el 58, si recuerdan los textos dedicados a las mujeres, en los Escritos Lacan decía que la familia era el último residuo de la fragmentación de los lazos sociales; es patente que ahora no podemos decir eso, el último residuo de la fragmentación es el individuo. Individuo que Luan caracteriza como proletario en su conferencia de 1974 La Tercera . Proletario no lo toma en el sentido de Marx, lo toma en el sentido de la palabra que Marx tomó de la antigüedad. En la antigüedad el proletario no lo era en el sentido del explotado del tiempo industrial, era el individuo desprovisto de todo, sólo tenía su cuerpo para la reproducción de la especie. Entonces proletario, en principio, quiere decir uno reducido a los recursos de su cuerpo. Lacan- decía en los años setenta, respecto al discurso capitalista que era «un discurso que fragmenta los lazos sociales». Hay que subrayar, casi 40 años después, que en esos años esto era premonitorio porque en aquella época esta fragmentación no era tan patente como hoy. Quiero subrayar también algunas características del momento de 1970, fecha de la producción del materna del discurso capitalista, en la que el mundo no era lo que es hoy, era un mundo todavía binario, con los dos sistemas Este-Oeste, el muro de Berlín no había caído, la guerra fría no había terminado, había dos bloques. Por eso pueden encontrar una broma de Lacan para designar el estatuto del mundo en el cual habla, y la broma es «¿el capitalismo qué es?» Respuesta: es la explotación del hombre por el hombre, y el comunismo es lo contrario. Esa es la broma: el hombre por el hombre y el hombre por el hombre. Si pensamos en estos años, el marxismo aún no había desaparecido como ideología, como orientación política existe todavía en algunos países, pero no en nuestro mundo. En 1975 Althusser pudo escribir el texto sobre Marx y leer El capital; era el momento donde había un intento de renovación del pensamiento marxista. Ahora todo eso ha desaparecido, los bloques no son ya los bloques, estamos en el triunfo total de la globalización y de la ideología subyacente al capitalismo, la ideología del beneficio, que durante años fue un poco vergonzosa en sí misma, pero que ahora ya no lo es, es una ideología idealizada en nuestra cultura, y se admira a la gente que rápidamente obtiene más beneficio que los demás: Hubo un viraje patente respecto al momento en el cual Lacan escribió, y era premonitorio lo que escribió en este momento.

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El discurso del amo se encuentra descrito por Lacan en Radiofonía, pero la escritura del discurso capitalista sigue siendo la menos conocida. Fue producida en Italia, escrita por Lacan, y la comentó en diversos textos, pero no fue publicada con el mismo estatuto que el texto de Radiofonía. Voy a comentar la diferencia con el discurso del amo, y después indicaré las condiciones previas de la escritura. Pueden ver lo que hay de homólogo entre el discurso del amo y el discurso capitalista. Lo homólogo se encuentra escrito a la derecha de las dos estructuras. Lacan construye el discurso capitalista con una inversión entre S1 y $ (S tachado) del discurso del amo, de este lacko hay una diferencia. Hay que ver que efectivamente hay algo común e los dos discursos, y es que en el sitio de la producción está escrito el plus de goce, era el caso de la antigüedad. En el discurso del amo antiguo —Lacan lo comentó mucho— el saber hacer del esclavo produce los plus de goce del amo, es decir produce para el amo todos los productos de lo cotidiano, la comida, el confort, el manejo de la casa, las armas para la guerra. Todos los productos utilizados, que ordenaban los goces en lo social cotidiano, eran producidos por vía del sabér hacer del elclayo; por esto Lacan pudo decir que el amo antiguo es alguien totalritente extraviado respecto a su deseo propio, y lo dice porque en este discurso del amo antiguo su deseo propio es colmado vía Jos plus de goce del esclavo. Pudo ver algo más y es que en este discutso del amo antiguo también el sexo, la relación sexual, no se' puede ubicar. Efectivamente, el esclavo era necesario para toda la vida cotidiana excepto en la cama con una mujer, en la cama además valía no sólo la mujer sino también los hombres, y a nivel de la relación sexual la mediación del esclavo era excluida. Aquí hay una homología con el discurso del capitalismo, que no ve de ninguna manera el problema del sexo, del amor, de la pareja y en el discurso del amo antiguo tampoco. Ahora bien, las diferencias son más importantes quizás que la hornología que subrayo. La diferencia se encuentra escrita en lo que escribe en el discurso del amo y que no escribe en el discurso capitalista. En la línea superior Lacan escribe el imposible para el significante amo de hacer barrera pulsional con el saber. No hay que perder de vista que se trata de un imposible que se encuentra directamente operando en

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el análisis, puesto que en el análisis el analizante, el que habla, produce o intenta producir con el desciframiento los significantes que le representan en su palabra, este analizante quiere producir la última palabra de su elaboración, llegar al punto de capitón que pondría punto final, es decir el matrimonio del S1 con el saber. En la línea inferior Lacan escribe lo que llama una barrera entre la producción de goce y la verdad del goce, lo que significa que el imposible de la línea superior repercute en una hiancia entre el goce programado en el discurso y la verdad del goce peculiar del sujeto. En el discurso capitalista no hay este imposible y Lacan marca la diferencia con las flechas que constituyen un círculo continuo, cerrado, es decir que la barrera y lo imposible no se encuentran, es un circuito cerrado. Si tienen en cuenta eso., hay una conclusión que Lacan no ha formulado, pero que se puede formular y es que la base misma del discurso desaparece con eso, los lugares desaparecen porque el discurso, los cuatro, son construidos con cuatro términos pero con cuatro lugares y lugares no equivalentes. Está el lugar del término que manda, al menos aparentemente, y el lugar del mandado, el lugar de la producción y de la verdad. Cuando tenemos un discurso con un circuito cerrado no hay más diferencias, no hay disimetría entre los sitios. Se ve muy bien, podemos decir que el sujeto manda a la cadena S 1-S2, y que le responde algo, el pensamiento científico y técnico, que a su vez instrumentaliza el lenguaje para obtener efectos técnicos sobre la realidad y el mundo. Tenemos un sujeto que nombra la cadena, la cadena que nombra a la producción de los objetos, pero los objetos mandan al sujeto. Es decir que es el circuito cerrado del mandamiento y no hay más sitios dominantes del discurso. Esto es algo bien importante, los sujetos del capitalismo tienen una apetencia tremenda por los gadgets, los plus de goce, pero los sujetos del capitalismo son igualmente explotados por los gadgets, es el término que Lacan usa en Radiofonía: no son explotados por el amo sino por los productos. Efectivamente lo podemos describir, cada vez que en el funcionamiento de nuestro mundo ocurre una avería, un accidente, y, pór ejemplo, no hay electricidad, nuestros ordenadores entonces dejan de funcionar, y la calefacción igual, y no hay luz para poder leer. Es decir, que el sujeto que parece que manda a la producción a la vez se encuentra perseguido por la producción, en cierta medida instrumentalizado, amenazado por los efectos de la producción. Quiero insistir sobre la consecuencia respecto al lazo social. El discurso capitalista a diferencia de los otros cuatro ó promueve ninguna 138

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pareja, en el discurso del amo hay amo-esclavo, en el discurso universitario está el que detenta el saber y los que reciben el saber, en el discurso histérico hay el sujeto en su total enigma y el significante amo que puede ser encarnado, y en el discurso analítico la pareja del analista y el analizante. Todos estos discursos crean una pareja y el discurso capitalista ninguna. El lazo de cada sujeto, de todo .sujeto, con el plus de goce es un lazo poco social, es un lazo entre el sujeto y algo de goce, trozos de goce, donde podemos ver una homología entre el discurso capitalista y el fantasma. El fantasma conecta al sujeto con‘un objeto que Lacan escribe a. En este sentido podemos decir que el capitalismo hace pasar a la realidad una versión del fantasma, el lazo directo de un sujeto con un objeto, que no es el objeto individual que ordena el discurso de un sujeto, sino que es un objeto ordenado por todo el discurso y, por tanto, idéntico para todos los sujetos, lo que da lugar al efecto homogeneizan en el discurso capitalista. Si hablamos de globalización del mercado, desde nuestro punto de vista, debemos añadir la homogeneización de los sujetos, la elisión, si prefieren, de las diferencias subjetivas y aquí podría introducir algo que se refiere a lo que Freud llamó las masas, los grupos. En los años setenta era premonitorio anticipar con esta escritura la homogeneización, no sólo la globalización, porque la globalización en el mercado no era como es hoy, no era realizada como es hoy pero sí era previsible, y la homogeneización subjetiva no tenía la dimensión tan patente de hoy. En lo que digo pueden concluir que, a pesar de la homología que subrayé al principio, el capitalismo actual no es una variante del discurso del amo. Esa idea hubiera podido circular en los años setenta, porque en los años setenta teníamos todavía la ideología marxista de la pareja capitalista-proletario. y hubiéramos podido pensar que capitalista-proletario era la versión moderna, científica y técnica del amo y del esclavo antiguo. Pero vemos que no, porque este lazo no se podía continuar formulando tal cual, por eso Lacan en los años setenta pudo percibir, escribir y formalizar el hecho de que no había pareja definiendo el discurso capitalista. No creo que sea una intuición genial, no creo que sea intuición visionaria del futuro. Lacan hizo muchas predicciones en su enseñanza, pero no eran elaboraciones qúe tenían nada de proféticas. Para entender lo que permitió a Lacan formular eso hay que volver a la manera en la que Lacan leyó a Marx, porque Lacan ha leído y ha 139

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hablado mucho de Marx, incluso ha dicho que Marx se inventó la formalización del síntoma. Lacan ha leído a Marx tomando especialmente en cuenta la teoría marxista de la plusvalía. En Marx hay mucho más, está la teoría de la plusvalía en la economía capitalista, pero está también, no hay que olvidarlo, una teoría de la lucha de las clases, el capitalista-proletario. A Lacan le interesó la plusvalía, que es un concepto complejo en Marx, pero que si simplificamos al máximo, la plusvalía en Marx consiste en decir que en el régimen de la propiedad privada de los medios de producción económicos —que es la descripción del capitalismo— una parte del trabajo de los que no tienen la propiedad de los medios de producción —solo tienen su cuerpo, su fuerza de trabajo, como diría Marx—, una parte del trabajo producido no era pagado, se pagaba sólo lo necesario para que el trabajador, el proletario, pudiera renovar cada día su fuerza de trabajo, se necesita un mínimo de comida, de sueño, etc, pero había una parte no pagada, no cobrada. Por supuesto que el desarrollo del maquinismo y los progresos de la técnica moderna han cambiado esto, pero la idea era esa. El trabajo produce valor y una parte de ese valor que no es pagada se llama plusvalía. Esta parte no pagada, de la que el capitalista se apropia se llama plusvalía y va a engordar el capital. La plusvalía es reinvertida en el capital, lo que quiere decir que la plusvalía no es usada para el goce del capitalista. Invertir la plusvalía en el capital es para hacer funcionar la máquina capitalista, pero no para alimentar el goce de capitalista, y aquí Lacan no está tan lejos de la teoría del deber que ligaba el desarrollo del capitalismo al protestantismo y a lo que podemos llamar el ascetismo protestante, es decir la ideología de trabajar no para gozar, sino para .producir y hacer funcionar el mundo de la producción. Aquí el amo capitalista no era una figura de goce, no era el gozador y el libertino del siglo XVIII, de ninguna manera. Un paréntesis aquí. Estamos en una época donde se habla de la crisis de la religión, en la que a pesar de que el capitalismo haya cambiado, todavía hay familias capitalistas que se encuentran con hijos que no quieren trabajar más, que quieren gozar de la riqueza acumulada y muchas veces, en estas familia uno de sus miembros se dedica a continuar con la abstinencia capitalista, si puedo utilizar esta palabra un poco exagerada, pero los demás prefieren no trabajar más, sino gozar, y lo que hay es una crisis de reclutamiento como en la religión cristiana, donde no se encuentra tan fácilmente un sujeto dispuesto a renunciar a tantos placeres de la vida misma, sino y quieren su parte.

Tenemos el ejemplo célebre de los Bush, que es exactamente la encarnación del drama en una familia propietaria de pozos de petróleo y con medios de producción potentes; para el padre el drama era que su hijo era alcohólico, era un hijo perdido, un inútil como se suele decir y pensaba en otro tipo de hijo, hasta que lograron producir en él una revolución subjetiva de la cual somos víctimas, vemos el resultado. La idea de Marx es que la plusvalía es el objeto al cual apunta el deseo del capitalista, de la que el capitalista se apropia y que sustrae: roba al proletario. La plusvalía en el lenguaje de Lacan es la causa del deseo. La describe como causa del deseo que anima el deseo del capitalista. La traducción de la tesis de Marx sería ésta: plusvalía causa del deseo del capitalista. Esto es la traducción de la tesis de Marx por' Lacan, cuya tesis es que la plusvalía es la causa del deseo de toda la economía capitalista, proletarios incluidos. Lo establece y lo formula claramente en Radiofonía. Lo establece a partir de la consideración siguiente: Marx a partir de la teoría de la plusvalía intentó crear lo que llamó la conciencia de clase, puesto que la explotación del pueblo - es vieja, pero la conciencia de clase no. Marx utilizó la teoría de la plusvalía para hacer desarrollar la conciencia de clase, que Lenin intentó hacer pasar a la acción. La conciencia de clase consiste en transmitir a la clase de los trabajadores, de los proletarios, la idediiile que la plusvalía no es pagada, que no es pagado todo el trabajo ¿fue hacen, que la plusvalía es robada a los explotados y la palabra explotados diere decir exactamente eso, que el capitalismo les roba. Entonces en la conciencia de clase proletaria de Marx, en los términos de Lacan realmente consistentes, la plusvalía se convierte en objeto perdido, perdido por razón de robo, que no es cualquier razón por supuestei, pero objeto perdido y más que perdido, objeto a recuperar. Lacan no contesta la existencia de la explotación, pero en todos los textos de la lucha proletaria lee el esfuerzo para recuperar lo que fue robado, bajo la idea de que se va a producir el hombre nuevo. El hombre nuevo, Lacan dice, es el Evangelio, es decir la promesa; el Evangelio es una promesa, la promesa de un tiempo de felicidad donde se suela con un hombre nuevo que no quisiera más el fin del deseo de la plusvalía, un hombre que compartiría con los demás según las necesidades de cada uno. Eso lo dejó en el aire. Ahora nadie especialmente cree ya en este hombre, en esta versión del hombre nuevo. Pero lo importante es la tesis de la fórmula de Lacan de la plusvalía causa del deseo de toda una economía, es decir deseo compartido del capitalista

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que se apropia y del proletario que quiere recuperar. No es equivalente, pero la pulsión causada es la misma. Eso es la demostración primera, capital, y sin esto no pueden entender la escritura del discurso capitalista porque aquí hay un solo sujeto, no hay el capitalista y el proletario, hay un solo sujeto, el sujeto como beneficiario de plusvalía. Me parece importante hacer una consideración respecto a la demostración de Lacan. En los años setenta cuando escribía este discurso no pensaba en introducir el tiempo de goce de los gadgets para todos y, por tanto, la felicidad del confort traído por la tecnología. Si retoman Radiofonía van a ver que entre la producción imparable de los objetos que instrumentan nuestras vidas y las infelicidades de nuestro tiempo, se puede decir que no se establece una equivalencia. La producción extensiva, insaciable, es producción de la falta del Otro. La producción insaciable de los plus de goce es producción insaciable de la falta de goce. Lacan habla de la sed de la falta de goce y de la participación patente de los proletarios y explotados en la falta del Otro. Y esto es algo que concierne a nuestra época, porque como saben hay algunas voces que aparecieron en el psicoanálisis para decir que ahora los sujetos son sujetos adictos del goce; esto es una idea totalmente contraria a la tesis de Lacan porque se olvida que adictos a los plus de goce gadgets son adictos de la falta de goce y, por eso, con esto entendemos la gran queja actual de los sujetos. Es patente que no escuchamos una gran voz para decir que el capitalismo es el paraíso, escuchamos exactamente lo contrario. Entonces la idea de Lacan es que la abundancia —se podría decir con esa palabra—, la actual abundancia es equivalente a la producción de una falta que se agujerea siempre más en los individuos. Vamos a hablar de algunas consecuencias de este discurso capitalista a diversos niveles. Primero el nivel de la palabra, del hablar, después nivel del amor, nivel de los grupos y nivel del inconsciente. Aparentemente sabemos que a nivel de la palabraz1 psicoanálisis no puede mantenerse en los regímenes totalitarios o fundamentalistas. Hay una objeción en estos regímenes políticos que es que intentan obtener de los sujetos que caminen al mismo paso y que hablen con la misma voz, es decir que imponen una prohibición sobre lo que podemos llamar una palabra libre. Para un psicoanalista la expresión palabra libre puede ser complicada en realidad, pero es algo que circula y que tiene su realidad en un cierto nivel: libertad de expresión, de escribir, de hablar sin fingir en la calle, etc. La libertad de e 1- sión tiene una rea142

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lidad y podríamos suponer que, al contrario, las democracias permiten un espacio para las voces particulares, de forma que cada uno puede expresarse e incluso es animado a expresarse. En nuestra sociedad cuando sucede algo, una desgracia, una armada psi es enviada a los lugares donde tuvo lugar la desgracia para hacer hablar. Es algo impensable un siglo atrás. Hay invitación a hablar, derecho a hablar, también existe en nuestro medio la práctica del testimonio generalizado, cada uno puede testimoniar en la radio o la televisión sobre cualquier cosa que haya sucedido. Es una práctica loca de hacer hablar a cualquier persona que no tiene nada que decir; incluso escuché en la radio una declaración realmente divertida: a una mujer le pedían su punto de vista, y ella dijo que no era nadie, que no tenía ninguna información particular, pero que sin embargo eso no era una razón para callar. Esto me quedó como el paradigma del uso de la palabra hoy. Es una palabra que no tiene ninguna construcción, ninguna importancia y, entonces, es una palabra que vehicula un silencio real, tiene el único papel de manifestar la presencia en un momento dado de alguien que estaba en un lugar, que es la función particular. Lacan no habló de esto, pero habló respecto .a los estudiantes del 68, dijo que el discurso de la universidad reducía la palabra de los estudiantes, que eran reducidos a ladrar. Durante mucho tiempo me pregunté por qué decía eso, ladrar como un perro. Se refería a que manifestaban su presencia sin decir nada especial que representara el hablante que hablaba. Actualmente tenemos un régimen de libertad de expresión, de apertura de la palabra, pero es una palabra profundamente pervertida en el sentido de que se reduce a manifestar una presencia, es decir que cada uno puede hablar pero en vano, y sabemos que es una preocupación de los sujetos modernos, no sólo en el análisis sino en la vida: hacerse entender, lograr no solamente ladrar, lograr que lo que digo sea recibido como mensaje; es una preocupación, podemos decir, buena. Aquí podemos preguntar si ese régimen de la palabra favorece el psicoanálisis; creo que no, favorece sin duda la profesión de psicoterapeuta que es la que llama a la palabra, pero no favorece el psicoanálisis aunque en él no se hace otra cosa que hablar; no se trata de una palabra cualquiera, sino de una palabra de la cual se espera que diga algo y que permita acercarse a lo que hay de más real en un sujeto. Lo que Lacan llamaba la rectificación subjetiva del análisis ahora toma la forma de la rectificación de la concepción de la palabra; no basta con una palabra a recibir y a dejar correr que satisfaga, esta 143

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palabra que trae una satisfacción, es una satisfacción que hace un, poco de obstáculo a la elaboración. Evidentemente fuera del psicoanálisis este régimen de palabra es también algo peligroso en la civilización porque quizás programa ya el retorno en lo real de las voces de excepción. Ahora cada uno quiere hacer escuchar su goce con la presencia excepcional de él mismo, pero las voces de excepción son otra cosa, hay una aspiración que se percibe de encontrar a alguien que supla a la ausencia del Otro, y si las sectas ahora se desarrollan es por eso, si los fundamentalismos se desarrollan también es ligado a eso, porque en los fundamentalismos, cualesquiera que sean, hay voces de excepción. Debemos recordar una cosa que Freud clip en su tiempo en el texto de Psicología de las masa y análisis del yo , texto de la segunda tópica, cuando dijo que los sujetos eran no sólo más cínicos y malos, más cínicos de lo que pensaban, pero también mejor de lo que pensaban, y explicaba que había no sólo una aspiración al goce, sino también una aspiración humana a lo que Freud llamaba los ideales, una aspiración a algo que les trascendiera. Trascendente no quiere decir necesariamente divino, puede ser la religión, pero puede ser una causa por la cual el sujeto se va a empeñar y que trasciende sus pequeñas satisfacciones cínicas individuales. En el siglo pasado la aspiración se invirtió en las grandes causas políticas, por eso algunos tienen una nostalgia de las grandes luchas que traían los colectivos; ahora no se sabe dónde se va a invertir esa aspiración. Ahora una palabra sobre los grupos, sobre el amor después. Hay un cambio también del régimen de las masas freudianas. Las masas que Freud describió eran las masas ordenadas en el discurso del amo clásico, es decir con un significante amo encarnado en el líder. En los años veinte, el jefe respondía a este materna del discurso del amo,.y las masas tenían una consistencia donde había un doble lazo. Un lazó de cada uno al amo, un lazo vertical y un lazo horizontal entre los miembros de la masa. Los hermanos de la masa que, a pesar de las luchas fratricidas para obtener el amor del amo, son sin embargo hermanos de aspiración, comparten un amor por el mismo significante amo. Los dos poderes, Iglesia y Ejército son de este tipo. No digo que ahora no existen masas, este tipo de masas existen pero existen un montón de grupos fragmentados, cada uno con su jefe y algunas veces n6s preguntamos si en el psicoanálisis no hay algo así en algunas asociaciones. 4'1;11' 144

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Creo que el capitalismo promueve otro tipo de colectivos, de agrupaciones sin jefe que no pertenecen a la estructura del discurso del amo, o sea grupos efímeros, de grandes multitudes por razón de la música, del deporte, de lo que quieran. En la actualidad a los sujetos les gusta encontrarse durante algún tiempo con un montón de gente alrededor, de semejantes, son agrupamientos efímeros. El otro tipo son los agrupamientos por vía de un goce compartido, los agrupamientos que podríamos llamar agrupamientos de síntoma, agrupamientos de toxicómanos, agrupamientos de alcohólicos, agrupamientos quizás de mujeres pero también de gays, de hombres, de padres, en los Estados Unidos ahora existen asociaciones de padres para defenderse contra los ataques de los hijos. Tenemos un tipo de agrupamiento que no es lo mismo, que no marcha con la voz del amo, que marcha y que promueve lo que podría- pt mos llamar los comunitarismos, que son agrupamientos con un goce compartido, un tipo de goce aislado y compartido, que es algo muy diferente, pero que tiene también un efecto sobre la palabra, sobre la libertad de expresión, porque en estos agrupamientos no hay ningún amo para decir lo prohibido es esto; cada uno se puede expresar, pero la presión grupal prohíbe muy eficazmente la libertad de palabra, sin prohibir lo que se exprese con la expresión políticamente correcta, sexualmente correcta, hay mucho de esto en la clínica, producen esto, el efecto superyoico prohibidor sobre la palabra de un grupo citle se constituye para compartir un tipo de goce. El amor en este siglo, el amor sexualizado; ponlyen exergo lo que voy a decir de una frase de Lacan en Televisión, donde habla del lazo amoroso y dice que se encuentra cortado de todo lazo social. Uña manera de decir que el amor sexuado no se inscribe en ningtiii discurso, lo comenté; parece paradójico que el amor que parece hacer más que nada, Lacan dice «cortado de todo lazo social». Respecto a esto creó que se puede decir que el amor crea lazos epifánicos, es decir que se constituyen fuera, al lado de los otros lazos ordenados en los discursos. Ahora tenemos una tesis de Lacan sobre el discurso capitalista y dice dos palabras: un discurso que forcluye la castración. Y segunda cosa a comentar: el discurso que forcluye la castración no se ocupa de las cosas del amor, no se dedica a las cosas del amor. El discurso del amo tampoco, ni el discurso universitario. Los únicos discursos que intentan enfrentar, ordenar el problema del amor, es el discurso histérico y el discurso analítico que intenta resolver lo que el discurso histérico no resuelve. 145

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En el discurso capitalista ¿cómo entender la forclusión de la castración? Puesto que Lacan mismo subrayó la solidaridad indisoluble entre la consumación de los plus de goce y la falta de goce, es decir entre la consumación de los plus de goce y lo que él ha llamado el goce castrado, podríamos al contrario decir que el discurso capitalista generaliza con el plus de goce el goce castrado para todos y sería no inexacto. Pero cuando Lacan habla de la forclusión de la castración, resuelve así la paradoja, la castración no es sólo limitación de goce, no es .sólo la falta de goce; Lacan distingue bastante bien —se encuentra ya en Subversión del sujeto y se encuentran bien subrayado en el Seminario sobre La angustia — la falta de la puesta en función de la castración. Hay dos niveles cuando decimos castración: o bien de-signamos una limitación de goce que se encuentra en todos los hablantes y que el discurso capitalista manifiesta, o bien hablamos del uso de la castración, de su función, de su puesta en juego. La tesis de Lacan es que en la relación de pareja se trata de la puesta en juego de la castración, lo dice con una fórmula sobre lá cual muchas veces nos interrogamos, cuando dice «dar su castración», dar su castración no es sencillamente echarse atrás, es hacerla servir en la relación de pareja, o cuando dice «el amor es dar lo que uno no tiene», es decir dar su castración en el sentido de falta, pero darla es la puesta en juego y creo que podemos decir que en el discurso capitalista, en el lazo del sujeto con sus plus de goce no hay nudo de la castración, hay una repetición incesante de la falta, no es el uso en la relación con el Otro. A sabér si eso es una condena del amor iel _uso r futuro; lo que podemos decir con la observación de la ideología actual es que la aspiración al amor está intacta, es mayor incluso, el amor en qúe se sueña, pero algo ha cambiado. He dicho que ningún discurso describe la relación amorosa, pero los discursos clásicos creaban —lo he desarrollado hace algún tiempo— grandes semblantes del amor. Los semblantes tienen poder para ordenar la libido, se dieron semblantes de la filia antigua, también el semblante del amor cortés, el semblante del amor clásico del siglo XVII, con los grandes clásicos franceses existió el modelo del amor de las preciosas, y desde la antigüedad, Cicerón es responsable de la promoción del amor conyugal, que contribuyó mucho a poner en evidencia la construcción del amor conyugal como un amor superior al amor homosexual de la filia, filia de los amigos. Había semblante de los amores, ahora no los hay y podemos decir que los amoíes.cuando se encuentran depende más de las peculiaridades del inconscihiti te de cada uno de los

dos. No podemos pensar que los famosos crean nuevos semblantes, porque los famosos pasan su tiempo cambiando de pareja. Los sujetos ahora se encuentran con cargas nuevas respecto a la seguridad de los grandes semblantes y lo dicen a nivel explícito: quiero lograr construir algo, años atrás nadie decía construir algo, se habla ahora de construir una pareja, una familia, un trabajo y generalmente se empieza por el trabajo más sencillo en una empresa, todos los lazos sociales eran consistentes, el problema de los sujetos no era construir un lazo social, era salir del lazo social en los cuales se encontraban totalmente apresados. Cuando tenemos la nostalgia del pasado no debemos olvidar lo insoportable que era el confort locial en las sociedades tradicionales, ahora no lo tienen, sé pierde algo, se gana algo, se gana más libertad, más posibilidad de hablar, la palabra se vacía y logra construir lo efímero de este lazo. Les recomiendo un libro poco conocido de Orwell, escrito en 1933, que se llamaba Respirar aire fresco, en el que hay una descripción magnífica de la báscula del mundo, en el cual todo era fijo desde' hacía años, donde nadie pensaba en una posible báscula y describe el momento de báscula en el que el régimen, por una contingencia, deviene totalizante. - El momento actual es poco favorable para el psicoanálisis, psicoa nálisis supuesto dedicado al inconsciente. No hablo de lo que son realmente los psicoanálisis, hablo de psicoanálisis en su finalidad efectiva, ética, que supongo que compartimos a nivel al menos en lo que sabemos, que supone la puesta en ejercicio del inconsciente. Esto tiene una afinidad con el discurso histérico, el mismo que intenta poner el inconsciente en ejercicio, que no significa lo que parece técnicamente. Es verdad que el discurso capitalista con su circuito cerrado, su régimen de palabra no parece favorable a hacer manifestarse el inconsciente freudiano, ni sobre todo elaborar el inconsciente como un saber. El inconsciente se manifiesta siempre en cierta medida, por eso se ha podido decir que el inconsciente habla desde el principio de los tiempos, pero se intenta ordenar lo que del inconsciente se vehicula en la palabra, ordenarlo en un saber. ¿Se trata de un discurso sin amo? En la medida en que es un discurso donde hay el sujeto tachado, cuando se escribe $ (S tachado) se inscribe algo del agujero en el sujeto, incluso si él no lo sabe y, además, como he dicho se inscribe también con la producción de un decir la falta~eriTos sujetos. Eh este sentido podemos pensar que la posibilidad de movilidad deiinconsciente está siempre presente, pero eso es la responsabilidad de los analistas, por-

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Los discursos de Lacan

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que debo decir que nunca, desde el principio, ningún sujeto vino queriendo hacer un análisis. Freud nunca describe muy bien cómo al principio contó con lá asociación libre de sus primeras histéricas. «¿Qué piensa?» Preguntaba Freud; si respondía que no pensaba nada, él le ponía la mano en la frente y le decía que eso era imposible. Freud mismo decía que eso no era seguro, pero que aun así lo intentaba y, al poco tiempo, se dio cuenta que no podía ser porque entonces no eran las histéricas las que decían, sino él mismo. El análisis nunca encontró éxito sin el acto que va a contracorriente de la demanda de los sujetos mismos, que proviene del discurso común. Además de las condiciones estructurales siempre presentes, $ (S tachado), a, agujero y falta, se necesitan psicoanalistas que acepten ir a contrapelo, porque un acto va a contrapelo. Pon razón dice Lacan, eso que no-se entiende enseguida, de que «el añalista tiene horror de su acto», puede parecer sorprendente que haya tantos candidatos para volverse analistas, pero querer ser analistas y serlo son dos cosas diferentes. El acto es un acto que necesita -tomo la palabra de Lacan- un «deseo realmente decidido», por eso digo que me parece que hoy, como ayer, el plicoanálisis está a merced de los psicoanalistas. Evidentemente Tá ideología pseudoCientífica ahora noWTET6itce, Tos sujetos llegan con todo lo que se desarrolla en la civilización, pero siempre fue así. Aquí quizás una palabra más, quiero decir algo de lo que Lacan introdujo de que el psicoanálisis es la «única salida del discurso capitalista», lo han leído en Televisión. La salida no es hacer desaparecer el capitalismo, Lacan _no estaba loco, el psicoanálisis no es lo que va a hacer desaparecer el capitalismo dél muild6; la salida deja cual habla se_sittla a nivel de producir ún deseo que llama el «deseo del analista», que_noeLelsles_eo causada_po_r_l_a_plusvalía que gobierna én el mundo, sino la producción de otro deseo, con lo que Lacan evoca una salida del unopszuno, y dice que si es sólo por algunos no sera un progreso, pero les algunos no son los algunos que vienen al análisis, son los algunos_, an « clon e elevisión era la de produ-cir analistas nume-

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Pregunta: Al hilo de lo que decía sobre esta cuestión que ha abierto Lacan en Televisión -como si solamente los que practican el psicoanálisis pueden estar habitados por un deseo que se sale del discurso capitalista-, no lo veo así, pero quería saber su punto de vista cuando habla del deseo del analista, qué quiere decir exactamente el practicante del psicoanálisis, porque puede haber deskp-clel analista genera, 148

do por el discurso. analítico cuando, por ejemplo, Lacan habla de los no analistas, es en ese sentido que hablo, si no pareciera que los que practican el psicoanálisis fueran la élite, los únicos capaces de salir de este deseo capitalista causado por la plusvalía y no hubiera ninguna oportunidad más que esa. Bueno, tiene totalmente razón al señalar este punto, porque cuando Lacan habla del analista quiere decir el analista producido por un análisis terminado, con todo el punto de interrogante que pesa sobre el hecho de la terminación efectiva de cada análisis, y es verdad que los practicantes, como dice, nunca se sabe si son los funcionarios del psicoanálisis. Lacan utilizó esta palabra de funcionario, funcionan pero no se sabe que lo son, y es verdad que el psicoanálisis puede funcionar hasta un cierto punto, hacer un poco de elaboración en un análisis, es algo que abre como lin posible análisis sin ir al... analista que analiza hay que definirlo por el deseo de ser otro que el deseo causado por la plusvalía, después si practican o no es otro problema. Efectivamente no hay que confundir. Preguntas sobre la coincidencia histórica de la declaración de los derechos humanos con el principio del capitalismo de consumo Ahora empezamos a conocer la ambigüedad de la proclamación de los derechos humanos y es verdad que históricamente coincide con lo que podemos llamar la revolución burguesa, la emancipación de la burguesía de los principios del capitalismo y es cierto que hay una afinidad, porque los derechos los tomamos positivamente, el derecho es positivo, pensamos que libera al individuo de todas las objeciones, pero a la vez los derechos humanos fragmentan la problemática. Creo que hay un ambigüedad de los derechos humanos, que se intentan desarrollar por sí mismos, hay una complejidad en la producción de este tema y las exacciones del capitalismo moderno. Vemos lo que pasa actualmente, lo que se hace en nombre de la democracia y de los derechos humanos, he dejado este tema de un lado pero tiene toda su importancia. Los derechos humanos son una manera de sostener una lucha entre las civilizaciones. Por ejemplo, se ve muy bien cuando decimos que un discurso es un lazo social que regula los modos de goce. Si tomamos un tema tan indiscutible para nosotros, como la ablación de las mujeres africanas, para nosotros occidentales con toda nuestra formación y cultura no podemos aceptar eso, pero son otras sociedades y Lacan evocó la imposición a otros, que consideramos como subdesarrollados, de nuestros modos de goce y los derechos humanos tienen mucho de esto. 149

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Pregunta. A propósito de los grupos, se agrupan —valga la redundancia— en un goce que ahí viene a manifestarse algo de un superyo grupal, si se podría hablar un poco más de lo que viene ahí a sustituir ese superyo, a llenar o a cubrir, un Si del lado del superyo. Ahora hay una gran aspiración de algo que se llama integración; cada uno quiere ser integrado en un ambiente, que sería familiar, de amistad, profesional y hay un temor a un rasgo de nuestro tiempo que es la precariedad generalizada de los lazos de amor, de familia, de trabajo, etc. Entonces hay un deseo para integrarse y para integrarse se debe ser conforme al grupo, y antes el S1 homogeneizaba con sus restricciones formuladas. Hubo un tiempo donde se podía decir a un niño cómo se debía comportar para ser bien educado a todos los niveles, eran- las restricciones formuladas; ahora en los grupos de afinidad, de síntoma como he dicho, hay una presión de conformarse: si el sujeto se somete es para no perder la integración pero las restricciones a veces no son guardadas. La conformización opera por dos vías. Una, el eje imaginario: así como los demás hacen hago yo, compran eso lo compro, se pintan así me pinto; hay una inducción imaginaria, hacer como los demás como una aspiración a la integración. Y hay también algo más que la inducción imaginaria, que es la reprobación implícita del grupo, no hay que olvidar, como dice Lacan, del fascismo de los goces. Hablamos mucho de reconocer las diferencias, pero cuando encontramos a alguien realmente diferente en el modo de pensar, de reaccionar, de gozar, no nos gusta y entonces la gente se agrupa, se segrega, se autosegrega con los que no son demasiado diferentes y así funciona un superyo que manda gozar como los demás, incluso sin que sea formulado, incluso se puede formular bajo la forma de respetemos las diferencias de cada uno. Pregunta. Cuando primaba el Si o lo que Freud llamaba los ideales o las normas de la cultura del lado del debe ser, debes hacer, todo lo que sean prescripciones del discurso significante, una buena educación, lo que debía ser, como debía comportarse una chica, etcétera, había unos caminos, unos cauces, vías descritas y ahora lo que yo veo escuchando a los pacientes adolescentes, es que no hay muchas prescripciones ni prohibiciones explícitas, pero hay unos modos de rechazo del modo de goce Otro, donde hay un operativo de modos de goce, pero que se manifiestan por la negativa que sería por los rechazos de otros goces, de lo que no encaja, lo que no cuadra con la ideología neoliberal y que a veces producen manifestaciones del lado de pasos al acto mix,i? peculiares, quizás se

hace más patente en las agrupaciones juveniles que son las que conozco, bueno en las sectas es evidente. Realmente en mi vida hubo el tiempo de percibir un cambio en la dirección de muchas más prohibiciones ahora que 30 años atrás, y se percibe además a nivel de la cultura. Treinta años atrás había una libertad de palabra que ahora ha desaparecido totalmente, ahora cada uno debe cuidar lo que dice, lo tomo a este nivel pero hay otro nivel, se debe cuidar lo que dice porque puede tener un juicio, puede producir una revolución en el inmueble si ha hablado claramente de algo que no debería hablar. Actualmente un escritor no escribiría que el esclavo antiguo era el que gozaba y que era el hombre en sí mismo y además dotado, cosa que la lógica no permite entender. Hay una situación donde hay prohibiciones nuevas, me parece más fuerte; ahora es verdad que en los jóvenes muchas veces se ve más el extravío. 10 de junio de 2006

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