Dialogo Entre Masones Diciembre 2019

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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 6 - N° 72

Diciembre 2019

L

Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 6 - N° 72

Director General Herbert Oré Belsuzarri

Directores

Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III

Artículos Publicados

- Sobre el procedimiento de entrada al Templo..........................................................3 - ¿Mi pareja es masón? Los 7 síntomas más comunes..........................................................9 - El verdadero misterio de la sesión masónica llamada tenida en el primer grado..................13 - El desarrollo de la religión y el pensamiento en el Antiguo Egipto.................................25 - El simbolismo más profundo de la masonería........................................................44 - Historia de “Table Lodge”........................78 - Movimiento Scout: Hijo de la masonería…..87 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Diciembre 2019

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SOBRE EL PROCEDIMIENTO DE ENTRADA AL TEMPLO Marcos Desiderio

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Saber andar por la Vida y determinar qué y cómo hay que dar los pasos necesarios es un Arte que se aprende con esfuerzo, experiencia, paciencia, observación y discernimiento. También es un Arte estimar cuándo hay que avanzar, o eventualmente retroceder momentáneamente para asegurar la Marcha. En la Existencia, como en la Mas.:, que es una Escuela de Vida y está destinada a la Vida, hay “que saber moverse”. En la Ob.: se encuentra estatuido cómo se ha de ejecutar la marcha en el Temp.: no sólo por requerimiento rituálico sino también para captar el Simbolismo que encierra y para conocer cómo aplicarlo a nuestra cotidianeidad. En alguna ocasión intentamos explicar cómo se realiza la circunvalación por el recinto; básicamente en sentido horario, saludando al Ara cuando se pasa por delante de ella o nos encontramos entre las CCol.:, nunca pasando por detrás del Ara, haciendo un movimiento de ángulo recto (90o.) en los ángulos o rincones del Vall.:, siempre con el Sig.: Gut.: a la Orden (o al Orden, como se prefiera). En esta ocasión nos referiremos al procedimiento de entrada al Temp.:, insoslayable cuando se está funcionando “en Log.:”, a no ser que el Ven.: Maest.: autorice la entrada informal o “en Familia”. Encontrándose cerrada la puerta del Tall.:, todo H.:, sea cual fuere su Gr.: o dignidad masónica, debe golpearla por tres veces. Cada golpe se halla ligado a una sentencia bíblica y a un atributo: “Buscad y encontraréis (el Temp.:)”, Golpead y se os abrirá (la Puerta)”, “Pedid y se os dará (la Entrada)”. A esos tres golpes sigue un período de espera. Una primera reacción desde adentro del Temp.: será dar un sólo golpe de respuesta. Significa que hay que esperar momentáneamente porque todavía no se está preparado o en condiciones de recibirnos (sea por la ejecución de alguna parte del Ceremonial, la realización de algún Trabajo, o para esperar la oportunidad de anunciar la llegada del foráneo al Venerable Maestro, por ejemplo). 4

Otra respuesta puede ser que escuchemos desde el interior tres golpes; significa que no se está trabajando en Pr.: Gr.:, por lo que si se conoce los golpes siguientes hay que darlos, y si no hay que retirarse. Podría ocurrir que no se recibiera respuesta. Significa que se sabe quién está afuera, y que por alguna razón ése no es digno de que se le tribute contestación. Que nunca le suceda a nadie tal infamia. Si no se recibiera respuesta porque el Temp.: estuviere vacío, nadie podría abrir la puerta sin la autorización del Dignatario correspondiente. Un golpear irregular de las puertas del Temp.: puede significar la ejecución de la entrada inicial del neófito a su Inic.: (hecho por el Pr.: Exp.: según el Rit.: del caso), o que hay un Prof.: llamando y desconociendo el sistema para anunciarse. Conviene en ese último supuesto sacarse en el interior las vestimentas masónicas y abrir la puerta para atender; no sería recomenda5

ble armarse (las Espadas al Orden) porque podría causarse un efecto negativo al extraño, aunque por supuesto debe restringírsele la Ent.:). Volviendo al golpe de respuesta interior que indica “esperar”, el Cubridor Interno avisa el llamado en forma discreta al Pr.: Vig.: y sólo éste último lo anuncia en voz alta al Ven.: Maest.:, a cuya respuesta debe atender y obedecer. Este Principal le indicará cuándo se cerciorará de quién entra y bajo qué condiciones se permitirá entrar, lo que el Pr.: Vig.: comete al Cub.: Int.: en su ejecución. Si hubiere alguna dificultad, imprevisto o situación anómala, o se encuentra con la llegada de algún visitante ilustre, el Cub.: Int.: no debe resolver la situación por sí sino que debe transmitir la circunstancia al Pr.: Vig.:, quien a su vez consultará al Ven.:, de quien dependerá la decisión. Si ocasionalmente se trabaja con Cub.: Ext.:, éste debe golpear desde afuera (donde se encuentra) la puerta por tres veces y aguardar la reacción desde dentro, siguiéndose en más lo que ya se ha dicho. El Temp.: es un Recinto Sagrado, consagra A.: L.: G.: D.: G.: A.: D.: U.:. Por tanto, se debe entrar a El con la disposición de espíritu y ánimo apropiado. Adentro se guarda una sintonía y un Nivel de Conciencia más elevado, y si lo dicho no se observa se puede ocasionar una alteración. Por lo menos, gran cosa sería disponerse a entrar con una cuota de respeto, amén de las solemnidades del caso. Una breve meditación mediante una puesta momentánea de silencio o sobre alguna reflexión o frase (lo cual sería procedente tanto antes de entrar a trabajar como en forma personal cuando el grupo está en Log.: y nos disponemos a ingresar) no estaría de más justamente para lograr predisponerse a otra tonalidad como la que se observa dentro del Temp.:. Por supuesto, ni pensarse en entrar fumando. También recomendamos que 6

nuestra conciencia no esté por ninguna razón alterada. Afuera del Temp.: dejaremos nuestras preocupaciones e inquietudes Profanas que puedan distraernos en Log.:. Se evitará asimismo la previa ingesta alcohólica o de cualquier otra clase de drogas (entrar así a un Temp.:, aparte de que no nos permite la concentración y espiritualidad necesarias, es una falta de respeto a los TTrab.: y a los HH.:). Desgraciadamente se ha mostrado común el “hacer Bar o Cantina” antes de comenzar, y si bien eso puede ser tolerable en pro de la interacción o buen relacionamiento fraternal, es deplorable pensarse en entrar a algo tan solemne como lo es una Cer.: Mas.: o a algo tan importante como un Temp.: Mas.: con unas copas (o algo más) encima. Con el estado espiritual de elevación que requiere las circunstancias, nos dispondremos a ingresar una vez nos han abierto la Puerta y concedido la Entrada. Hasta no ponerse entre Columnas no haremos el Signo Gutural. No se le ocurra a nadie perder tiempo saludando a los HH.: más próximos a la Puerta, o como se ha visto desafortunadamente en una ocasión, saludar profanamente y en voz alta a los HH.: uno por uno. Por supuesto, una vez que se nos abrió la Puerta, no distraerse con HH.: que andan afuera. Al Temp.: se entra en Silencio, como en Sil.: debe estarse mientras se está fuera, porque los ruidos ajenos o externos distorsionan los Trabajos adentro. Una vez puestos entre CCol.:, con el Signo Gutural al Orden, el pie izquierdo hacia el Oriente y el derecho hacia el Sur o Mediodía juntos y angulados en 90o., daremos tres pasos sucesivos adelantando el pie izquierdo y llevando luego el derecho en la misma posición observada en cada uno de los tres pasos. Sin moverse se saluda en la pose descripta al Ven.: Maest.:, luego al Pr.: Vig.: y por último al Seg.: Vig.:. En la misma postura (Sig.: al Orden y pies juntos en ángulo recto - izquierdo hacia Oriente y derecho hacia Sur-), esperaremos las directivas del Ven.: Maest.:, y si éste nos recomienda “ocupar nuestro lugar”, lo ha7

remos con la Marcha ritual, con seriedad y en Sil.:, sin saludar a los HH.: por los quienes se pase. Si se autoriza la entrada “en Familia” se prescinde de los tres pasos, pero no del sentido de la Marcha y del uso el Sig.:. Todo ésto ha de seguirse tanto si se es H.: regular del Cuad.: (o sea, de la Log.: a cuyos TTrab.: se entra), como si se es H.: visitante. Si quien entra es una autoridad de la Gr.: Log.: o de otra Pot.: Mas.:, se observa el orden de entrada ceremonial del caso, todo lo que debe comandar el Ven.: Maest.: debidamente asistido. Volviendo a los tres pasos, hay varios usos y costumbres diferentes para darlos. A veces se da un paso pequeño, uno largo y otro tercero promedial (“entre el Miedo y el Atrevimiento se debe optar por la Prudencia”), o se acostumbra también dar un paso cada vez más largo que el otro, tendencialmente de 9, 12 y 15 pulgadas respectivamente (cuya adición mística da 36, y 3 + 6 = 9, el número de la Perfección que debe guiar nuestros pasos). La recomendación actual es que los pasos sean en lo posible los tres iguales entre sí (entre otras cosas, equivalente a la identidad potencial de las fuerzas de los Ternarios y Trípticos). QQ.: HH.:: Como en la Vida, en la Mas.: hay que saber andar porque en la nivelación y calibrado de nuestras opciones y pasos es que evolucionamos y adelantamos en facultades. El pensamiento debe guiar nuestra marcha con Prudencia, ponderando por igual todas las fuerzas y cualidades que se nos pone a disposición para hacerlas rendir su máximo. Y como a la Vida, la entrada al Templo debe tomarse en serio y con la lucidez y elevación que se merece. En la Existencia como en nuestros Santuarios se aprende, y ese internarse por sus laberintos requiere por lo menos de respeto y concentración, o siquiera una debida atención. Entrar el Temp.: significa ingresar a un Recinto Solemne y Sagrado cuyas Fuerzas Interiores están armadas por nuestra propia Energía. Ustedes elegirán si el Temp.: sirve para vuestra propia edificación anímica o como casa para dar alegre rienda y distensión a los vicios. 8

¿MI PAREJA ES MASÓN? LOS 7 SÍNTOMAS MÁS COMUNES. Leandro Horacio Barone 9

Todos nos lo hemos preguntado alguna vez: “¿mi pareja es masón? ¿Sus padres o familiares son masones? ¿Soy yo masón, sin saberlo?” Estas dudas han costado más horas de sueño que el problema de la cuadratura del círculo. Si la incertidumbre y el recelo carcomen su tranquilidad, siga leyendo. La Masonería es una orden secreta envuelta en el misterio. Su origen se remonta a la noche de los tiempos, y hay quienes sostienen que continúa existiendo hasta el día de hoy. Estructurada como un gremio de trabajadores de la piedra, esta institución se organiza en grupos denominados “logias” y celebra reuniones secretas llamadas “tenidas”, en las que se abordan temas de dudosa salubridad para la paz mental de sus participantes, tales como simbolismo, filosofía, ética y moral. Se dice que aquel que ingresa a la Masonería nunca vuelve a ser el mismo. ¿Pero cómo reconocer los síntomas de la pertenencia a esta institución? Si su ser querido está relacionado con la Masonería, invariablemente presentará ciertos cambios de comportamiento, que el ojo atento podrá reconocer. A continuación enumeramos las 7 señales más comunes. 1. Si un individuo modifica sus hábitos de lectura, debe sospechar. Se dice que los masones frecuentan literatura inadmisible para la gente común; tópicos como historia, religión, psicología, simbolismo y filosofía. Y si en su mesa de luz aparecen libros de autores con nombres sospechosos, tales como “Magister”, “Mago Jefa” o “Tres Iniciados”, ya todo está perdido. 2. Los desdichados que caen presa de la Masonería se ven afligidos por preocupaciones impropias de gente de su edad y perfil. Si su pareja desarrolla interés por cuestiones como filantropía, política, educación o progreso, no quedará otra opción que huir, ya que usted mismo podría verse afectado. 3. Uno de los requisitos de la pertenencia a esta misteriosa orden es la participación de encuentros periódicos en sitios se10

cretos previamente acordados. Estas reuniones pueden extenderse por periodos que la gente sana y honesta encontraría inaceptables. Si su ser querido regresa a casa a altas horas de la noche vestido con elegancia inusitada y semblante agotado, busque ayuda de inmediato. 4. Los masones están obsesionados con la construcción. Una señal inequívoca de este padecimiento es el uso de emblemas 11

que representan herramientas de albañil. En particular, el uso de niveles y plomadas es indicio de una pertenencia de larga data, y en el caso del uso de escuadras, recomendamos dar la causa por perdida, ya que es prueba de una pertenencia venerable a esta institución. 5. La Masonería es una fraternidad. Sus miembros desafían la moral y las buenas costumbres estrechando fuertes vínculos con personas ajenas a sus ámbitos académicos y laborales. Si su ser querido se comunica regularmente con personas a las que llama “hermano”, “manito” o “bro”, esto puede ser señal de corrupción masónica. Y si oye expresiones como “venerable hermano”, ya no habrá duda de que se encuentra ante una víctima de la Masonería. 6. Los ciudadanos honestos y adaptados sabemos que la forma moralmente aceptable de reaccionar ante la adversidad es con ira y violencia. Un signo irrefutable de la influencia masónica es una serenidad y tolerancia impropias de la gente de bien. ¿Qué hacer ante esta situación? Intente mantener la calma, y recuerde que, muy en el fondo, los masones son personas como usted. 7. Los masones usan palabras como “autoconstrucción, “autorrealización” o “autoconocimiento”. No encontrará estos automóviles en ningún concesionario, ya que se trata de mensajes codificados vinculados con el consumo de Masonería. Este hábito trae invariablemente aparejado un deseo de crecimiento intelectual y espiritual que puede afectar a su ser querido de manera irreversible. Recuerde: la única cura es la prevención. Ahora que conoce los síntomas de la Masonería, usted podrá reconocer a sus víctimas con facilidad. Proteja a su familia y a usted mismo: el peligro de la Masonería acecha en cada rincón. *Leandro Horacio Barone, publicado en grupo Masonería (Todo lo que querías saber pero no tenías a quien preguntarle) 12

El verdadero misterio de la sesión Masónica llamada Tenida en el Primer Grado Vicente Alcoseri

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La ceremonia Tenida en Primer Grado guarda un misterio que pocos masones conocen. Pero mucho menos gente “No Masona o Profana” sabe que el misterio de la Tenida en Primer Grado y el verdadero misterio de los antiguos y verdaderos masones, los templarios cismáticos, los verdaderos rosacruces masones, son uno y el mismo misterio y el mismo misterio masónico. Este misterio de la Tenida en Primer Grado y el verdadero misterio de los antiguos masones, los templarios cismáticos, los verdaderos rosacruces, los cristianos gnósticos consiste en comunicarse con Dios “El Gran Arquitecto del Universo”, cuya celebración simbólica es el acto de la iniciación masónica, pues es en ese grado donde se efectúa tan importante acto masónico, acto que dejará marcado al iniciado para siempre. Las explicaciones e interpretaciones dadas por los mismos masones a través de los Siglos sobre la naturaleza del misterio de la Tenida en primer grado de aprendiz de masón son engañosas, oscurecen la verdad, la ocultan, incluso la falsifican seguro deliberadamente. Y son así deliberadamente engañosas, ya que pocos masones en la Masonería Azul conocen la verdadera naturaleza del misterio y su verdadera interpretación. Sin embargo, la gran masa de masones, por supuesto que no la conocen, queda completamente a oscuras sobre la verdadera naturaleza del misterio. Este ocultamiento y falsificación fueron de la mano con la gradual falsificación y transformación de toda la Masonería primitiva por los mismos fundadores de la Masonería. Sin embargo, son tan engañosas como las interpretaciones que se dan sobre la esencia del misterio de la mencionada tenida y las explicaciones de la llamada Masonería reconocida sobre la naturaleza y el contenido de la Masonería. Los pocos masones conocen el verdadero misterio de la masonería y la mayoría de los pocos que lo saben no se atreven a admitir que han descubierto o adivinado la naturaleza del verdadero misterio. 14

Como sabe cualquiera que haya tratado el asunto, todos los candidatos que deseen ingresar a la masonería aún tienen un juramento que se efectúa al contexto del Primer Grado de la Masonería. El juramento masónico en su forma original es el siguiente: “Yo XYZ en presencia de Dios El gran arquitecto del universo por la presente juro solemne y sinceramente por la Sagrada Biblia que siempre ocultaré el Secreto Masónico que se me confiere desde hoy, esconderé y nunca revelaré ninguna parte o partes, punto o puntos, de los secretos o misterios de, o perteneciendo a Francmasonería regular ,libre y de aceptados, que puede haber sido revelada a mí o que me será comunicada en el futuro, a menos que sea un hermano masón o hermanos verdaderos y legítimos, e incluso no él o ellos, excepto después del examen más cuidadoso de su confiabilidad al reteje. Prometo solemnemente que Nunca escribiré estos secretos masónicos, ni perforaré, cortaré, dibujaré, grabaré, rayaré, tallaré, burilaré, trazaré , ni de ninguna otra manera rendiré o manifestaré, ni causaré ni toleraré, que otros lo hagan cuando está en el mí El Poder que es capaz de evitarlo, evitaré que se divulgue el secreto en cualquier cosa móvil o inmóvil. Evitaré que se pueda transparentar tras la cortina que lo cubre, sobre el cual cualquier letra que se distinga, característica, carácter o marca podría ser legible o comprensible para cualquier persona en el mundo, de modo que nuestras artes secretas y misterios ocultos no sean indebidamente conocidas por quien no fue reconocido, admitido y aceptado como aprendiz de masón, de tal modo que si el secreto masónico fuera expuesto parcialmente, lo ocultaré tras un velo aún más denso. Todos estos puntos que juro observar solemnemente, sin evasión, ambigüedad o reserva espiritual de ningún tipo, con no menos castigo, que eso, si alguno de estos puntos fuera herido, mi cuello sería cortado de oreja a oreja, mi lengua cortada debajo de mis mandíbulas , mi corazón arrancado desde debajo de la tetilla izquierda, mi cuerpo cortado debajo del ombligo por la mitad de mis entrañas arrancadas y arrojado 15

se al mar donde en lo más profundo allí donde la marea desciende y sube dos veces en veinticuatro horas, luego mi hígado será devorado por los peces, así que ayúdame a Dios a mantener mi gran juramento solemne, que es el voto de un masón “. Después de eso, el candidato tuvo que besar la Sagrada Escritura. Ahora está claro que cualquier candidato pensante que alguna vez se haya visto obligado a presentar un juramento tan grave y terrible ante la Santa Biblia seguramente habría esperado y esperaba que se le confiaran algunos secretos terribles después de eso, y que estaría aprendiendo y haciendo cosas muy secretas. Sería dedicado hoy a saber. Pero para su asombro, cada candidato que se ha visto obligado a hacer un juramento tan terrible para ser aceptado en la masonería está aprendiendo que todo el gran misterio consiste en una señal, signo , saludo y tocamiento de anclaje y una palabra, cosas que han estado expuestas en tantos libros y ahora por internet durante ya mucho tiempo impresos y con cuyos conocimientos el candidato ni siquiera garantiza el acceso a ninguna Logia Masónica extranjera o nacional, si que no puede probarlo ni con un pasaporte especial (pues puede ser falsificado) ni con un recibo de la contribución pagada de alojamiento en Logia de los últimos 15 días, así que lo más pertinente será una entrevista dedicada, ya que el masón es reconocible y reconocido mediante sus actos, palabras y aplomos espirituales, y no por simple reteje, recordemos hay masones disolutos, disidentes, irradiados, malvados que saben contestar un reteje. Esta circunstancia sin duda estará abierta a todos los candidatos pensantes después de su admisión. Todo candidato engreído admitido en la masonería dirá que es todo es superfluo, o al menos exagerado, verse obligado a jurar solemnemente que preferiría cortarse el cuello de oreja a oreja, o el corazón arrancado del pecho, y cortada la lengua, o corta el cuerpo por la mitad, y arroja las entrañas al mar. Pero 16

nos preguntamos ¿cómo puede ser traicionando el secreto de la masonería?, si este secreto consiste en auténticas niñerías, o cosas de jovencitos en un club de una universidad, en nada más que una forma especial de estrechar la mano de otro Masón, hacer ciertos signos en ángulo recto con la mano en el cuerpo y no pronunciar palabras de algunas letras sin sentido, sino sólo deletrear o reducir a la mitad o parcialmente al abreviarlas , lo que no debería significar en idioma hebreo nada más que “El Señor te fortalecerá “Jehová establecerá (J ) tu trono para siempre” “en la fortaleza (B) de Jehová se regocijara el rey” “ o “El Señor te fortalecerá” o “ Levántate, Hijo “ Bueno cosas por el estilo . Pero ahora, a pesar de todas las reflexiones, estudios y avances en las logias, un Mason, en Argentina, España, Brasil, Cuba, Chile , México o en cualquier país Latinoamericano no es confiado o dado más secretos por los masones reconocidos, incluso si pertenece a una logia durante más de cincuenta años la fórmula es la misma y llegará el 2100 o el año 3000 y la fórmula será exactamente la misma al menos en el Rito Escoces Antiguo y Aceptado en el que me inicie yo en la Gran Logia de Nuevo León México es así , y así será , no sé de otros ritos masónicos, pero supongo que el rito de aprendiz de masón es universal para todos los grados. Si se logra, que la mayoría de los masones gradualmente se contentarán con unirse a una Confederación Única y Mundial de masones regulares, salvajes e irregulares (cosas que dudo) pero con la magia de la internet todo se puede y quizá el Alcoserianismo masónico será la unión a futuro, aunque pensándolo bien, muchos hermanos masones me odian o repudian, buen en fin, penando que dentro de 100 años como miembro del cual se les otorgan algunos beneficios sociales y materiales. Y más tarde, ya no piensan por qué los ancestros masones de los misterios ancestrales o antiguos canteros constructores de Catedrales y los padres fundadores de la masonería en Londres, piensen que en realidad no hicieron juramentos tan fuertes. El juramento se convertiría en una fórmula vacía para ellos. Seguro en aquellos tiempos, el juramento masónico era cosa de vida o muerte, pues la Iglesia Católica con su 17

santa inquisición, a quien era sorprendido haciendo cosas como lo que hacemos hoy los mesones era razón más que suficiente para quemarnos en la hoguera, y por eso eran juramentos tan rigurosos, y ahora simplemente son simbólicos. Este era otro proceso de pensamiento y esta mentalidad era de otra época, era de desilusión o resignación forzada ante el poder de la Corona Imperial o del Papa en el Vaticano, sobre la ignorancia y la capacidad de no razonamiento de la razón por la cual los antepasados masones hicieron juramentos tan severos, los alemanes tan lógicos tomaron en cuenta esto hace 100 años, y sustituyeron ciertos sistemas masónicos, donde se, abolió esta vieja fórmula de juramento y puso un voto simple en lugar del viejo juramento ancestral. El viejo juramento en Logias Alemanas sólo se cuenta en libros de historia masónica, más como una especie de curiosidad. Este llamado acto de reforma fue, en cierta medida, muy lógico para los pensadores masónicos alemanes, que creían haber reconocido correctamente que la masonería no tenía secretos para ocultar un juramento tan serio. Al mismo tiempo, sin embargo, este acto reformista fue una triste admisión por parte de estos pensadores masónicos alemanes de las aparentes pretensiones de secretos inexistentes y de un juego de comedia indigno por parte de la masonería en general, que terminó siendo un fiasco de la Alemania Masónica, es como si el ingrediente de juramentos donde la vida está en peligro si se divulgan los secretos masónicos causara un impacto en la Psique. He leído por ahí que masones de hoy y del pasado se toman muy enserio eso de castigos físicos y mortales a partir de divulgar secretos masónicos. En lo que concierne a mi experiencia como masón he sido testigo de muchas cosas paranormales en Masonería. En estas circunstancias el que la Masonería tuviera un Secreto Terrible contribuyó a la persecución de la masonería en muchos países, pues muchos interpretaron equivocadamente que este secreto masónico atentaba contra Gobiernos, Religiones o 18

la Moral. En los países de habla hispana, las logias masónicas revelaron claramente ser verdaderos cotos o partidos políticos con los resultados que hasta el día de hoy son vistos como eso, como clubes políticos. En muchos casos el que no se supiera de los alcances secretos de la masonería protegió a los masones, pues no sabe hasta el día de hoy que secretos se traman desde dentro de las Logias masónicas, ni hasta donde alcanzan sus tentáculos dentro de las Religiones o de los Gobiernos. Y, sin embargo, los buenos y honestos pensadores alemanes en la masonería habían quedado atrapados en un grave error que resultó fatal cuando daban por sentado que la masonería no tenía ningún secreto que justificara el viejo juramento. Los masones alemanes, que cambiaron la antigua fórmula del juramento pesado, habían sido “ignorantes”, a pesar de su pensamiento e investigación y su afiliación a la masonería. Y la ignorancia de los entonces reformadores masónicos ha contribuido a que sus sucesores, por así decirlo, hayan elevado la ausencia de un secreto realmente digno de esconderse al dogma. La supresión del viejo y severo juramento sólo estaba parcialmente y lógicamente justificado, si de hecho no había ningún secreto masónico, ningún misterio en la masonería, para qué el juramento, por cuyo secreto justificaba la ejecución de un juramento severo. Y, sin embargo, y eso se acaba de manifestar, conocer y establecer, y sin embargo, la masonería guarda un secreto que justifica plenamente y exige la deposición del viejo y pesado juramento. Era Obvio el verdadero secreto masónico acabó por perderse en el transcurso del tiempo para los hermanos masones alemanes , y por ello el ascenso de Adolf Hitler al Poder, o mejor dicho, por razones de conveniencia, ha sido suprimido en algún momento y reemplazado por un secreto “sustituto” subordinado a otros intereses no muy claros. No se puede decir que el secreto ha sido falsificado o adulterado. Sin embargo, se puede decir que lo que actualmente se comunica como un misterio en 19

la masonería es un secreto falso, no el verdadero y verdadero misterio. El verdadero y verdadero misterio o secreto masónico todavía está por buscarse y encontrarse ya través de los símbolos que todavía se usan hoy en la masonería. Este es especialmente el caso en el simbolismo de los grados superiores de ciertos sistemas y enseñanzas masónicas. Pero como se ha dicho antes, incluso la mayoría de los pocos masones, que han reconocido o adivinado el verdadero misterio de los símbolos masónicos, son reacios a confesar abiertamente su conocimiento, ya que esta confesión (y revelación) sería suya en sus supuestos al20

cances. Muchas buenas ideas causan graves daños y terminan volviéndose contra de los mismos que las idearon. La opinión pública hipócrita primero gritaba hosannas a Jesús el Cristo y más tarde pedía que Cristo fuera crucificado, como igual preparó en la antigüedad a los templarios, que terminaron en ardiente hoguera, a esta opinión hipócrita los masones debemos protegernos, en España el pueblo alabó a los masones como los reformadores, más tarde los franquistas asesinaron a miles de masones españoles. Y así, desde el establecimiento de la dominación mundial de la iglesia católica, el verdadero significado del misterio del sacramento de la misa católica había sido suprimido y reemplazado por otra interpretación subvertida, desde los primeros siglos se formó la era cristiana adulterada y el dominio de la Iglesia romana política en todas sus partes. El mundo donde el nuevo cristianismo eclesiástico de los Padres de la Iglesia llegó al poder, iglesias, sectas, sociedades secretas, etc., que conservaron el verdadero significado del misterio de la Santa Misa, pero fueron perseguidos por la Iglesia gobernante a lo largo de los siglos. Los miembros individuales de estas sectas y sociedades secretas, si se descubrían, incluso fueron castigados con la muerte. Estas sectas y sociedades secretas, que preservaron el verdadero significado y el significado del misterio de la Santa Misa, incluyeron a los gnósticos, los templarios, los rosacruces esotéricos prohibidos y los antiguos masones primitivos. Estas sectas y sociedades secretas, a pesar de toda la persecución y las dificultades de los siglos, han sobrevivido hasta nuestros días, a qué va esto se preguntarán, y es que la tenida masónica del primer grado sería la verdadera y original forma de la misa católica. Esto se hace ver en LA MISA Y SUS MISTERIOS. Del francmasón J.M. RAGÓN. Los neocristianos gnósticos, o templarios gnósticos de Oriente, que están estrechamente asociados con los antiguos maso21

nes templarios primitivos, aún conservan el verdadero misterio de la masonería, que es idéntico al misterio y misterio de la Santa Misa Católica. Todas las personas que se han dado cuenta, o incluso instintivamente, de la falsedad interna de las enseñanzas de la Iglesia Católica que hoy es gobernante en el país del Vaticano, un epicentro de poder mundial solamente material , y ahora que todos los masones que han reconocido y se han dado cuenta de que la Masonería de hoy no se ha desviado del verdadero misterio místico solar espiritual, entendiendo la idea del objetivo esotérico es superior, pero de hecho y la verdad la masonería no sólo es una asociación de caridad y de venta de arreos y suvenires masónicos. El ejercicio de la caridad y la filantropía general es entendida por los verdaderos como una ayuda para alcanzar no un algo material sino un apoyo para alcanzar los altos niveles de consciencia espiritual, incluso en un sentido material, son medios secundarios para alcanzar el propósito de la masonería, y el apoyo mutuo en la relación material puede considerarse como un medio meramente incidental, pero en la búsqueda de estas ayudas y en diferir la educación esotérica de la Hermandad Masónica tendiente a propósitos superiores como elevar el nivel de consciencia de masones y de la humanidad en general, que ese es el propósito principal y la actividad principal de la palabra perdida custodiada por nosotros los masones. Bien, debemos entender que en la Liturgia del Primer Grado, su rito, su programa, su iniciación, su todo, está encaminado a presentar el programa masónico de manera general y total. Pero no será entendido bien, hasta luego de varios años en desarrollarse dentro de cada uno de nosotros. Yo siempre tengo a mi lado la liturgia del primer grado masónico, aquí al lado de la computadora de donde escribo , la leo y la releo , una y otra vez, y cada que la leo encuentro una nueva clave masónica. 22

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DESARROLLO DE LA RELIGION Y EL PE 24

JAMES HENRY B

ENSAMIENTO EN EL ANTIGUO EGIPTO

BREASTED 1912

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VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE -EL DESCANSO EN LA TUMBA- LA MUERTE HACE SU IMPRESIÓN SOBRE LA RELIGIÓN. Ningún pueblo antiguo o moderno tiene la idea de una vida más allá de la tumba en un lugar tan prominente como entre los antiguos egipcios. Esta creencia insistente en el más allá tal vez haya sido, y la experiencia en la tierra de Egipto me ha llevado a creer que fue muy favorecida e influenciada por el hecho de que las condiciones del suelo y el clima resultaron en una preservación tan notable del cuerpo humano. Como se puede encontrar en condiciones naturales en ningún otro lugar del mundo. Al subir a la tarea diaria en algún templo vecino en Nubia, no me vi obligado a pasar por la esquina de un cementerio, donde los pies de un hombre muerto, enterrado en una tumba poco profunda, ahora estaban descubiertos y extendidos directamente a través de mi camino. Eran precisamente como los pies ásperos e insensibles de los trabajadores en nuestras excavaciones. ¿Cuántos años tenía la tumba? No lo sé, pero cualquiera que esté familiarizado con los cementerios de Egipto, antiguos y modernos, ha encontrado numerosos cuerpos o porciones de cuerpos indefinidamente antiguos que parecían tan bien conservados como los de los vivos. Esta debe haber sido una experiencia frecuente del antiguo egipcio, y como Hamlet con el cráneo de Yorick en sus manos, a menudo debe haber reflexionado profundamente mientras contemplaba a estos testigos silenciosos. El sorprendentemente perfecto estado de conservación en el que encontró a sus antepasados ​​cada vez que la excavación de una nueva tumba los reveló, debe haber estimulado enormemente su creencia en su existencia continua, y a menudo despertó su imaginación a imágenes más detalladas del reino y la vida de los misteriosos difuntos. La primera y más simple de estas creencias comenzó a una edad tan remota que no han dejado rastro en los restos sobrevivientes. Los cementerios de las comunidades prehistóricas a lo largo del Nilo, descubiertas y excavadas desde 1894, revelan una creencia en la vida 26

futura que ya estaba en una etapa avanzada. Miles de tumbas, la más antigua de las cuales no pueden datarse mucho después del quinto milenio antes de Cristo, fueron excavadas por estas primitivas personas en las gravas del desierto a lo largo del margen del aluvión. En el fondo del pozo, que tiene solo unos pocos pies de profundidad, se encuentra el cuerpo con los pies estirados hacia la barbilla y rodeado por un exiguo equipo de cerámica, implementos de sílex, armas de piedra y utensilios. Desde las creencias arcaicas representadas en entierros como estos, es cuestión de mil quinientos años hasta la aparición de los primeros documentos escritos que nos sobreviven, documentos de los cuales podemos extraer un conocimiento más completo de la fe más desarrollada de un pueblo que se eleva rápidamente hacia un Alta civilización material y una organización gubernamental unificada, el primer gran estado de la antigüedad. Mucho tuvo lugar en el pensamiento de esta gente remota durante ese milenio y medio, pero durante otro medio milenio después del comienzo de los documentos escritos, aún no podemos discernir la deriva del desarrollo. Durante dos mil años, por lo tanto, después de la etapa de creencia representada por los primeros entierros recién mencionados, ese desarrollo continuó, aunque ahora es un capítulo perdido en el pensamiento humano que nunca recuperaremos. Cuando tomamos el curso del desarrollo sobre 3000 a. C., tenemos ante nosotros los resultados complicados de una mezcla de creencias originalmente distintas que se han interpretado hace mucho tiempo y que han circulado durante muchos siglos, por lo tanto, una masa enmarañada de hilos que ahora es muy difícil o imposible de desenredar. Sin embargo, se pueden hacer ciertas distinciones fundamentales. La creencia inicial de que los muertos vivían en la tumba o en la tumba, que por lo tanto debe estar equipada para satisfacer sus necesidades en el más allá, era una de la cual el egipcio 27

nunca escapó por completo, ni siquiera en la actualidad. Como criaturas hostiles que infestaban los cementerios, los muertos temían y era necesaria la protección contra su malicia. Incluso la pirámide debe protegerse de los muertos malignos que merodean por la necrópolis, y en tiempos posteriores un hombre puede verse afectado incluso en su casa por un miembro fallecido de su familia que sale del cementerio. Por lo tanto, sus prácticas mortuorias expresaron constantemente su convicción involuntaria de que los difuntos continuaron habitando la tumba mucho después de la aparición de puntos de vista altamente desarrollados sobre un bendito más allá en otra parte de alguna región distante. Quienes seguimos colocando flores en las tumbas de nuestros muertos, aunque al mismo tiempo apreciamos las creencias en algún paraíso remoto de los difuntos, no deberíamos encontrar nada de qué maravillarse en las creencias y prácticas conflictivas de los antiguos habitantes del Nilo. hace mil años Una al lado de la otra, las dos creencias subsistieron, que los muertos continuaron viviendo en o cerca de la tumba, y al mismo tiempo que partió a otro lugar a un reino lejano y bendecido. Aunque al mismo tiempo podemos apreciar las creencias en algún paraíso remoto de los difuntos, ciertamente no deberíamos encontrar nada de qué maravillarse en las creencias y prácticas conflictivas del antiguo habitante del Nilo hace cinco mil años. Una al lado de la otra, las dos creencias subsistieron, que los muertos continuaron viviendo en o cerca de la tumba, y al mismo tiempo que partió a otro lugar a un reino lejano y bendecido. Al retomar la primera creencia, la estancia en la tumba, es necesario comprender la noción egipcia de la persona y aquellos elementos de la personalidad humana que podrían sobrevivir a la muerte. Esto, no el producto estudiado de una autoconciencia altamente entrenada y desarrollada. Por el contrario, tenemos en ellos las impresiones involuntarias e inconscientes de un pueblo primitivo, donde es evidente que nos enfrentamos con la psicología popular que desciende del pasado. 28

En las paredes del templo de Luxor, donde el nacimiento de Amenhotep III fue representado en escenas esculpidas a fines del siglo XV antes de Cristo, encontramos al principito traído del brazo del dios del Nilo, acompañado aparentemente por otro niño. Esta segunda figura, idéntica en apariencia externa a la del príncipe, es un ser llamado por los egipcios “ka”; nació con el príncipe y se lo comunicó el dios. Este curioso compañero de un individuo era corpóreo y las fortunas de los dos siempre estuvieron estrechamente asociadas; pero el ka no era un elemento de la personalidad, como se suele decir. Me parece, de hecho, a partir de un estudio de los Textos de las Pirámides, que la naturaleza del ka ha sido fundamentalmente malentendida. Era una especie de genio superior destinado a guiar las fortunas del individuo en el más allá, o fue en el mundo del más allá donde principalmente tuvo su morada, si no exclusivamente, y allí esperó la llegada de su compañero terrenal. En las inscripciones más antiguas, la muerte de un hombre puede afirmarse diciendo que “él va a su ka”; cuando Osiris muere, “va a su ka”. Por lo tanto, los muertos se conocen como aquellos “que han ido a su kas”. Además, el ka era realmente separado de su protegido por más que la mera distancia al cementerio, porque en un pasaje el difunto “va a su ka, al cielo”. De manera similar, la estadía en el más allá se describe como una asociación con el ka, y uno de los poderes de los muertos bendecidos era tener dominio sobre el otro kas allí. En sus relaciones mutuas, el ka era claramente superior a su compañero mundano. En los textos más antiguos, el signo del ka, los brazos levantados, con frecuencia se llevan sobre el estándar que lleva los signos de los dioses. “Llama a tu ka, como Osiris, para que te proteja de toda ira de los muertos”. Dice uno al difunto; y ser el ka de una persona es tener un control total sobre él. Así, al dirigirse a Osiris se dice de Set: “Él (Horus) ha herido a Set por ti, atado; tú eres su ka (de Set)”. En el más allá, al menos, una persona está bajo el dominio de su propio ka. El ka ayuda al difunto hablando con el gran dios en su nombre, y después de esta intercesión, presentando al hombre muerto al dios (Re). Él Pienso para los 29

difuntos y le trae la comida que ambos pueden comer juntos, y como dos invitados se sientan juntos en la misma mesa. Pero el ka es siempre el genio protector. El rey muerto Pepi “vive con su ka; él (el ka) expulsa el mal que está delante de Pepi, elimina el mal que está detrás de Pepi, como los bumeranes del señor de Letopolis, que eliminan el mal que está delante de él y expulsar el mal que está detrás de él “. A pesar de su asociación íntima, existía el peligro de que el ka fallara reconocer a su protegido, y los difuntos, por lo tanto, recibieron una prenda peculiar para él, por medio de la cual el ka no puede confundirlo con un enemigo al que podría matar. El ka era tan fuerte, y su unión con su protegido era tan cercana, que para tener control sobre un dios o un hombre era necesario obtener el poder sobre su ka también, y la justificación completa del difunto solo era segura cuando su ka también estaba justificado. Así unidos, el difunto y su genio protector vivieron una vida común en el más allá, y le dijeron a los muertos: “¡Qué hermoso es en compañía de tu ka!” El sacerdote mortuorio cuyo deber era suplir las necesidades del difunto en el más allá fue llamado por esta razón “sirviente del ka”, y lo que sea que proporcionó el ka fue compartido por él con su protegido, como lo hemos visto buscando comida. Por su cargo, y asegurando para él provisiones que comieron juntos. Finalmente, después de un largo desarrollo, encontramos tumbas de alrededor de 2000 a. C. que regularmente contienen oraciones por bendiciones materiales en el más allá que terminan con las palabras: “por el ka de X” (el nombre del difunto). Si bien la relación del ka con los muertos es bastante clara, no es tan evidente en el caso de los vivos. Evidentemente, su poder protector había comenzado en el nacimiento del individuo, aunque fue más útil para su protegido después de que la vida terrenal terminó. Encontramos al ka como el genio protector de un templo mortuorio que habita en la tierra, pero es ciertamente significativo que sea un edificio mortuorio que él protege. Además, el primer ejemplo de tal genio local es Osiris, un dios mortuorio, que se dice que se convierte en el ka de una pirámide 30

y su templo, para que puedan disfrutar su protección. Como dijimos anteriormente, sin embargo, el ka no era un elemento de la personalidad, y no estamos llamados a explicarlo física o psicológicamente como tal. Es más o menos paralelo con la noción posterior del ángel guardián que se encuentra entre otros pueblos, y es, por supuesto, el ejemplo más antiguo conocido de tal ser. Es importante tener en cuenta que con toda probabilidad el ka fue originalmente posesión exclusiva de reyes, cada uno de los cuales vivió bajo la protección de su genio guardián individual, y que por un proceso de desarrollo lento, el privilegio de poseer un ka se hizo universal, entre toda la gente. La personalidad real del individuo en la vida consistía, según la noción egipcia, en el cuerpo visible y la inteligencia invisible, el asiento del último considerado el “corazón” o el “vientre”, que de hecho proporcionó las principales designaciones para la inteligencia. Entonces, el principio vital que, como tan frecuentemente entre otros pueblos, se identificaba con el aliento que animaba el cuerpo, no se distinguía claramente de la inteligencia. Los dos juntos fueron representados en un símbolo, un pájaro con cabeza humana con brazos humanos, que encontramos en las escenas de tumbas y ataúdes representadas flotando sobre la momia y extendiendo a sus fosas nasales en una mano la figura de una vela hinchada, el jeroglífico para viento o aliento, y en la otra -llamado crux ansata , o símbolo de la vida. Este curioso hombrecito de pájaros fue llamado por los egipcios “ba”. Se ha pasado por alto extrañamente el hecho de que originalmente el ba surgió realmente por primera vez a la muerte del individuo. Se recurrió a todo tipo de dispositivos y ceremonias para que el fallecido pudiera convertirse en un ba, o como dicen los Textos de las Pirámides, dirigiéndose al rey muerto, “para que puedas convertirte en un ba entre los dioses, viviendo como (o ‘en’) tu ba”. Había un verbo denominativo “ba”, que significa “convertirse en ba”. Ba se ha traducido comúnmente como “alma”, y la traducción de hecho corresponde aproximadamente a la idea egipcia. Sin embargo, es necesario recordar, 31

al tratar con términos como estos entre personas tan tempranas, que no tenían una noción claramente definida de la naturaleza exacta de tal elemento de personalidad. Es evidente que el egipcio nunca disoció por completo a una persona del cuerpo como instrumento o vehículo de sensación, y recurrió a dispositivos elaborados para restaurar al cuerpo sus diversos canales de sensibilidad, después del ba, que comprendía estas mismas cosas, se separó del cuerpo. Pensó en su amigo fallecido como existente en el cuerpo, o al menos como en apariencia externa aún poseída de un cuerpo, como lo hacemos nosotros, si intentamos imaginarnos a nuestro amigo difunto. Por lo tanto, cuando se representa en pinturas mortuorias, el difunto, por supuesto, aparece como lo hizo en la vida. En armonía con estas concepciones estaba el deseo de los familiares sobrevivientes de asegurar la restauración física de los muertos. Reunidos con los familiares y amigos del difunto, en el techo plano de la enorme tumba de mampostería, el sacerdote mortuorio se paró sobre el cuerpo silencioso y se dirigió a los difuntos: “Tus huesos no perecen, tu carne no se enferma, tus miembros no están lejos de El”. O se vuelve hacia la carne de los muertos y dice: “¡Oh, carne de este rey Teti! No te pudras, no perezcas; que tu mal olor no sea malo”. Él pronuncia toda una serie de estrofas, cada una de las cuales concluye con el estribillo: “El rey Pepi no se descompone, no se pudre, no está hechizado por su ira, dioses”. Por efectivos que hayan sido estos mandatos, no se consideraron suficientes. El cuerpo inmóvil debe ser resucitado y restaurado para el uso de sus miembros y sentidos. Esta resurrección podría ser el acto de un dios o una diosa favorecedores, como cuando Isis u Horus lo logran, o el sacerdote se dirige a los muertos y le asegura que la Diosa del Cielo lo levantará: “Ella se pone de nuevo para ti por tu cabeza, ella recoge por ti tus huesos, ella une por ti a tus miembros, ella trae por ti tu corazón a tu cuerpo”. A veces el sacerdote asume que los muertos 32

ni siquiera entra la tierra en el entierro y asegura los familiares de duelo: “Su abominación es la tierra, rey Unis entra no Geb (la Tierra-dios) Cuando perece, durmiendo en su casa sobre tierra, sus huesos son restaurados, sus heridas son removidas”. Pero si se acepta el hecho inexorable de que el cuerpo yace en la tumba, el sacerdote incansablemente invoca a los muertos: “Levántate, habitantes de tus tumbas. Suelta tus ⌈bandas, ⌉ tira la arena de tucara( sic! ). Levántate de tu lado izquierdo, sostén tu lado derecho. Levanta tu rostro para que puedas ver esto que he hecho por ti. Soy tu hijo, soy tu heredero”. Asegura a los muertos: “Tus huesos están reunidos para ti, tus miembros están preparados para ti, tus “impulgas” son arrojadas por ti, tus vendajes están sueltos para ti. La tumba está abierta para ti, el ataúd está roto abierto para ti”. Y sin embargo, el insistente hecho de la muerte tan inexorablemente proclamado por la tumba sin abrir llevó al sacerdote a llamar a los muertos a despertarse y levantarse antes de cada ceremonia que realizaba. Mientras él trae comida y bebida, lo encontramos llamando: “Levántate, rey Pepi, recibe a ti tu agua. Reúne tus huesos, ponte de pie sobre tus dos pies, siendo glorioso ante los gloriosos. Levántate para esto tu pan que no se puede secar, y tu cerveza que no pueda ponerse rancia”. Pero incluso cuando resucitó, los muertos no estaban en posesión de sus sentidos y facultades, ni el poder de controlar y usar su cuerpo y extremidades. Sus amigos de luto no podían abandonarlo al futuro incierto sin ayudarlo a recuperar todos sus poderes. “La boca del rey Teti está abierta para él, la nariz del rey Teti está abierta para él, las orejas del rey Teti están abiertas para él”, dice el sacerdote, y se realizaron ceremonias elaboradas para lograr esta restauración de los sentidos y la facultad del habla. Sin embargo, todo esto no sirvió de nada, a menos que el cuerpo inconsciente recibiera nuevamente el asiento de la conciencia y el sentimiento, que en esta restauración de los poderes 33

mentales era regularmente el corazón. “El corazón del rey Teti no es quitado” dice el ritual; o si se ha ido, la Diosa del Cielo “te trae tu corazón a tu cuerpo (otra vez). Se necesitaron varios dispositivos para hacer de esta momia insensible una persona viva, capaz de llevar la vida de aquí en adelante. No se ha convertido en un ba, o en un alma simplemente muriendo, como dijimos al referirnos a la naturaleza del ba. Era necesario ayudarlo a convertirse en un alma. Osiris, cuando yacía muerto, se había convertido en un alma al recibir de su hijo Horus el ojo de este último, arrancado de la cuenca en su conflicto con Set. Horus, recuperando su ojo, se lo dio a su padre, y al recibirlo, Osiris se convirtió de inmediato en un alma. A partir de ese momento, cualquier ofrenda a los muertos podría llamarse, y comúnmente era, el “ojo de Horus”, y podría producir el mismo efecto que en Osiris. ”Levántate”, dice el sacerdote, “por esto tu pan, que no se puede secar, y tu cerveza que no puede volverse rancia, por lo cual te convertirás en un alma”. La comida que ofreció el sacerdote poseía el misterioso poder de efectuar la transformación del hombre muerto en un alma, ya que el “ojo de Horus” había transformado a Osiris. E hizo más que esto, porque el sacerdote agrega, “por lo cual te convertirás en uno preparado”. Ser “uno preparado” o, según las variantes, “uno equipado”, se explica en las tumbas del Reino Antiguo, donde encontramos al propietario alardeando: “Soy un espíritu excelente y equipado, conozco todos los secretos encanto de la corte”. Este hombre, un noble provincial, está orgulloso del hecho de que se le concedió la gran bendición de conocer el equipo mortuorio mágico utilizado para el rey en la corte, un equipo destinado a hacer que los muertos sean invulnerables e irresistibles en el más allá. Entonces podemos entender a otro noble del mismo período cuando dice: “Soy un excelente espíritu equipado (literalmente, ‘glorioso’) cuya boca sabe”. Lo que significa que su boca está familiarizada con el equipo mágico mortuorio, que 34

puede repetir cuando lo necesite: de manera similar, una de las designaciones de los difuntos en los Textos de las Pirámides es “la gloriosa por sus bocas equipadas”. Finalmente, este pan y cerveza extrañamente potentes que el sacerdote ofrece a los muertos, no solo lo convierte en un “alma” y lo hace “preparado”, sino que también le da “poder” o lo hace “poderoso”. El “poder” conferido estaba en primer lugar destinado a controlar el cuerpo de los muertos y guiar sus acciones, y sin este poder destinado a este propósito específico, es evidente que el egipcio creía que los muertos estaban indefensos. Este “poder” también pretendía dar a los muertos la capacidad de enfrentar con éxito a los adversarios misteriosos que lo esperaban en el más allá. Era tan característico de los muertos, que se los podía llamar “poderosos” como decimos “bendecidos”, y era una parte tan tangible del equipo de los difuntos que se purificaba junto con él. Este “poder” finalmente le dio al difunto también “poder” sobre todos los demás poderes dentro de él, y el sacerdote le dice: “Tú tienes poder sobre los poderes que están en ti”. A partir de estos hechos, es evidente que los egipcios habían desarrollado una psicología grosera de los muertos, de acuerdo con la cual se esforzaron por reconstituir al individuo mediante procesos externos a él, bajo el control de los sobrevivientes, especialmente el sacerdote mortuorio que poseía las ceremonias indispensables, por lograr este fin. Podemos resumirlo todo en la afirmación de que después de la reanimación del cuerpo, hubo una restauración mental o una reconstitución de las facultades una por una, logradas especialmente por el proceso de hacer del difunto un “alma” (ba), en el cual capacidad, él nuevamente existió como persona, poseyendo todos los poderes que le permitirían subsistir y sobrevivir en la vida del más allá. Por lo tanto, no es correcto atribuir a los egipcios una creencia en la inmortalidad del alma estrictamente interpretada como imperecedera o para hablar de sus “ideas de inmortalidad”.  Esa vida ahora involucraba un equipo material elaborado, una 35

tumba monumental con sus muebles mortuorios. La enorme tumba de mampostería, como una pirámide truncada con lados muy empinados, no era más que el descendiente rectangular del túmulo prehistórico, con un muro de contención a su alrededor, una vez de piedras rugosas, ahora de mampostería de piedra tallada cuidadosamente, que ha adquirido algunas de la inclinación de su ancestro antiguo, el montón de arena, o túmulo, todavía dentro de él. En el lado este de la superestructura, que a menudo era de un tamaño imponente, había una habitación rectangular, quizás mejor llamada capilla, donde se podían presentar las ofrendas por los muertos y se podían realizar estas ceremonias en su nombre. Porque, a pesar de la elaborada reconstitución de los muertos como persona, no fue incuestionablemente capaz de mantenerse en el más allá sin la ayuda de sus familiares sobrevivientes. Todos estos arreglos mortuorios eran principalmente osirios, porque en la fe solar el dios del Sol no murió entre los hombres, ni dejó una familia para llorar por él y mantener ceremonias mortuorias en su nombre. Sin duda, la noción más antigua de la relación de Osiris a los muertos, que se percibe en los Textos de la Pirámide, lo representa como hostil hacia ellos, pero esta es una supervivencia arcaica de la que solo queda un rastro. Como hijo de Geb, el dios de la Tierra, era completamente natural confiar a los muertos a su cargo. Era deber de cada hijo organizar el material de su padre para la vida en el más allá, un deber tan natural y universalmente sentido que involuntariamente pasó de la vida de las personas al mito de Osiris como el deber de Horus hacia su padre Osiris. Era una obligación que a veces se cumplía con fidelidad ante la dificultad y el peligro, como cuando Sebni de Elephantine recibió noticias de la muerte de su padre, Mekhu, en el Sudán, de inmediato salió con una escolta militar para penetrar el país de las peligrosas tribus del sur, para rescatar el cuerpo de su padre. El motivo de tal sacrificio fue, el deseo de recuperar el cuerpo de su padre para embalsamarlo y preservar, a fin de que no se perdiera la perspectiva de vida en el más allá. 36

La erección de la tumba era un deber igualmente obvio que incumbía a los hijos y parientes, a menos que ese padre estuviera tan apegado a su propio padre difunto que deseara descansar en la tumba de su padre, como un noble de la familia. El siglo veintiuno antes de Cristo nos informa que era su deseo. Él dice: “Ahora hice que me enterraran en la misma tumba con este Zau (el nombre de su padre) para poder estar con él en el mismo lugar; sin embargo, no porque no estaba en condiciones de hacerle una segunda tumba; pero hice esto para poder ver este Zau todos los días, para poder estar con él en el mismo 37

lugar”. Este piadoso hijo dice además: “Enterré a mi padre, el conde Zau, superando el esplendor, superando la bondad de cualquier” igual “de él que estaba en este Sur” (es decir, el Alto Egipto).  Desde el siglo treinta y cuatro en adelante, como muestran las tumbas de la Primera Dinastía en Abydos, se había convertido en costumbre que los funcionarios favoritos y los partidarios del faraón fueran enterrados en el cementerio real, formando una especie de corte mortuoria alrededor del monarca a quien había servido en la vida. Poco a poco, el rey se vio cada vez más involucrado en la obligación de ayudar a sus nobles en la construcción de sus tumbas y contribuir desde el tesoro real al esplendor y la integridad de sus funerales. El médico favorito del rey recibe una solicitud de tesorería y de las canteras reales para el trabajo y el transporte necesarios para procurarle una gran y suntuosa puerta falsa de piedra caliza masiva para su tumba, y nos cuenta el hecho con gran satisfacción y mucha satisfacción, la circunstancia en las inscripciones de su tumba. Vemos al faraón en el palanquín real en el camino que se extiende desde el valle hasta la meseta del desierto, donde ha ascendido para inspeccionar su pirámide, que ahora se eleva lentamente en el margen del desierto que domina el valle. Aquí descubre la inacabada Tumba de Debhen, uno de sus favoritos, que puede haber presumido en un momento de complacencia real para llamar la atención sobre su condición inacabada. El rey de inmediato detalla a cincuenta hombres para que trabajen en la tumba de su protegido, y luego ordena a los ingenieros y canteros reales que trabajan en un templo en las cercanías que traigan al afortunado Debhen dos falsas puertas de piedra, los bloques para el fachada de la tumba, y también una estatua de retrato de Debhen para ser erigida en la misma. Uno de los principales nobles que florecía a fines del siglo veintisiete antes de Cristo nos cuenta en su autobiografía cómo fue favorecido de manera similar: “Entonces supliqué... a la majestad del rey que me trajeran una piedra caliza sarcófago de Troja (can38

teras reales cerca de El Cairo, de donde se tomó mucha piedra para las pirámides de Gizeh). El rey hizo pasar al tesorero del dios (= tesorero del faraón), junto con una tropa de marineros bajo su mano, en orden para traerme este sarcófago de Troja, y llegó con él en un gran barco perteneciente a la corte (es decir, una de las galeras reales), junto con su tapa, la puerta falsa... (varios otras bloquea las palabras para el que no están del todo seguros en el significado), y una tableta de oferta”. En casos como estos, y de hecho con bastante frecuencia, se esperaba que el rey contribuyera al embalsamamiento y entierro de un noble favorito. Ya hemos visto cómo el faraón envió su cuerpo de funcionarios funerarios, sacerdotes y embalsamadores para encontrarse con Sebni, regresando del Sudán con el cuerpo de su padre. De manera similar, envió a uno de sus comandantes para rescatar el cuerpo de un noble desafortunado que con toda su escolta militar había sido masacrado por los Bedwin en las costas del Mar Rojo, mientras construía un barco para el viaje a Punt, la costa somalí, con toda probabilidad la tierra de Ofir del Antiguo Testamento. Aunque el rescatador no lo dice en su breve inscripción, es evidente que el Faraón deseaba asegurar el cuerpo de este noble también para prepararlo adecuadamente para el más allá. Tal solicitud solo puede haberse debido al apego personal del soberano a un funcionario favorito. Esto es bastante evidente en el caso de Weshptah, uno de los visires de la Quinta Dinastía alrededor del 2700 a. C. El rey, su familia y la corte estaban un día inspeccionando un nuevo edificio en curso de construcción bajo la supervisión de Weshptah, además de ser grandioso visir, también fue arquitecto jefe. Todos admiran el trabajo y el rey se vuelve para alabar a su fiel ministro cuando se da cuenta de que Weshptah no escucha las palabras de favor real. La exclamación del rey alarma a los cortesanos, el ministro afectado es llevado rápidamente a la corte, y los sacerdotes y los médicos principales son convocados apresuradamente. El rey tiene una caja de rollos médicos traídos, pero todo es en vano. Los médicos declaran su caso sin 39

esperanza. El rey está herido de tristeza y se retira a su cámara, donde reza a Re. Luego hace todos los arreglos para el entierro de Weshptah, ordena un ataúd de ébano y unge el cuerpo en su propia presencia. El hijo mayor del noble muerto fue facultado para construir la tumba, que el rey proporcionó y dotó. El noble cuyo piadoso hijo deseaba descansar en la misma tumba con él disfrutó de un favor similar en manos del rey. Su hijo dice: “Pedí como un honor a la majestad de mi señor, el rey de Egipto, Pepi II, que vive para siempre, que se le impusiera un ataúd, ropa y perfume de fiesta para este Zau (su padre muerto). Su majestad hizo que el custodio del dominio real deben traer un ataúd de madera, perfume de fiesta, aceite, ropa, doscientas piezas de lino de primer grado y de lino fino del sur… tomado de la Casa Blanca (el tesoro real) de la corte para este Zau”. Enterrado así en esplendor real y equipado con suntuosos muebles, el mantenimiento de los difuntos, al menos en teoría, a lo largo de todos los tiempos era una responsabilidad que no se atrevía a confiar exclusivamente a su familia sobreviviente o, finalmente, a una posteridad cuya solicitud en su nombre debe continuar disminuyendo y finalmente desaparecer por completo. Por lo tanto, el noble ejecutó testamentos cuidadosamente testados y dotaciones testamentarias, cuyos ingresos se dedicarían exclusivamente al mantenimiento de su tumba y a la presentación de oblaciones de incienso, ungüento, comida, bebida y ropa en cantidades liberales y en intervalos frecuentes. La fuente de este ingreso podría ser los ingresos de las tierras del noble o de sus oficinas y los requisitos que pertenecen a su rango, de los cuales una porción podría desviarse permanentemente para el apoyo de su tumba y su ritual. En varios casos, el instrumento legal que establece estos cimientos ha sido grabado como una medida de seguridad en la pared dentro de la capilla de la tumba y, por lo tanto, nos lo ha conservado. En Siut Hepzefi, el conde y el barón de la provincia nos ha dejado diez elaborados contratos en el muro interior de 40

la capilla de su tumba, destinados a perpetuar el servicio que deseaba celebrar regularmente en su tumba o en su nombre. El monto de la dotación era sorprendentemente grande. En el siglo XXIX a. C., la tumba del príncipe Nekure, hijo del rey Khafre de la Cuarta Dinastía, fue dotada de la fortuna privada del príncipe con no menos de doce ciudades, cuyos ingresos fueron exclusivamente para el apoyo de su tumba. Un mayordomo de palacio de la época de Userkaf, a mediados del siglo XXVIII a. C., nombró a ocho sacerdotes mortuorios para el servicio de su tumba, y un barón del Alto Egipto dos siglos y medio más tarde dotó a su tumba con los ingresos de once aldeas, y asentamientos. Los ingresos de un sacerdote mortuorio en tal tumba eran, en un caso, suficientes para permitirle dotar la tumba de su hija de la misma manera. Además de tales recursos privados, la muerte de un noble no pocas veces resultó en una mayor generosidad por parte del rey. Los privilegios que se otorgan a los muertos de estas dotaciones, mientras estaban destinados a protegerlo contra toda aprensión de hambre, sed o frío en la vida futura, parecen haber consistido principalmente en permitirle compartir las fiestas y celebraciones más importantes del año. Como todos los 41

orientales, el egipcio se deleitaba mucho con las celebraciones religiosas, y el buen ánimo que abundaba en tales ocasiones no estaba dispuesto a renunciar cuando partía de este mundo. El calendario de fiestas, por lo tanto, era un asunto de la mayor importancia para él, y estaba dispuesto a desviar abundantes ingresos para permitirle celebrar todos sus días importantes en el más allá como lo había hecho una vez tan generosamente entre sus amigos en la tierra. Realmente esperaba, además, celebrar estas ocasiones alegres entre sus amigos en el templo, tal como solía hacerlo una vez, y para lograr esto, se erigió una estatua de sí mismo en la corte del templo. A veces, el rey, como distinción particular otorgada a un poderoso cortesano, comisionó a los escultores reales para que hicieran una estatua y la coloquen dentro de la puerta del templo. Del mismo modo, en su tumba, el grande de la Edad de la Pirámide levantó una suntuosa estatua de piedra de sí mismo, oculta en una cámara secreta escondida en la masa de la mampostería. Tales estatuas, también, el rey no con poca frecuencia proporciona a los principales nobles de su gobierno y corte. Evidentemente, se suponía que esta estatua de retrato, la primera de las cuales sabemos algo en el arte, podría servir como un cuerpo para los muertos sin cuerpo, que podrían volver a disfrutar de una apariencia al menos de presencia corporal en el templo. Percibimos en tales usos la aparición de un más desarrollado y más deseable en el más allá, que ha suplantado gradualmente a las opiniones más antiguas y simples. Indudablemente, la gente común todavía pensaba en sus muertos ya sea como habitantes de la tumba o, en el mejor de los casos, como habitantes del sombrío reino del oeste, el reino subterráneo gobernado por los antiguos dioses mortuorios eventualmente liderados por Osiris. Pero para los grandes de la tierra, el rey y sus nobles al menos, ahora había amanecido un destino más feliz. Podrían morar a voluntad con el dios del Sol en su glorioso reino celestial. En la tumba real podemos discernir a partir de ahora la aparición de este en lo sucesivo Solar. 42

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EL SIMBOLISMO MÁS PROF

WL Wilm

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FUNDO DE LA MASONERIA

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El candidato que se propone ingresar a la masonería rara vez ha formado una idea definitiva de la naturaleza de lo que está haciendo. Incluso después de su admisión, por lo general sigue sin saber qué es la Masonería y para qué existe su Orden. Él encuentra, de hecho, que es “un sistema de moralidad velado en alegoría e ilustrado por símbolos”, pero esa explicación, si bien es cierta, es parcial y no lo lleva muy lejos. Para muchos miembros del Oficio ser un Masón implica simplemente una conexión con un cuerpo que parece ser algo que combina la naturaleza de un club y una sociedad benéfica. Encuentran, por supuesto, un cierto elemento religioso en él, pero como se les dice que la discusión religiosa no es admitida en la masonería, -lo que significa, por supuesto que, la discusión religiosa sectaria, está prohibida en la Logia-, infieren que la Masonería no es una institución religiosa, y que sus enseñanzas están destinadas a ser meramente secundarias y complementarias a cualquier principio religioso que puedan tener. A veces se oye que la Masonería “no es una religión”; lo cual en cierto sentido es bastante cierto; y, a veces, que es una religión secundaria o suplementaria, lo cual es bastante falso. Una vez más, se supone que la Masonería, incluso por sus propios miembros, es un sistema de extrema antigüedad, que se practicaba y que se ha reducido en casi su forma actual del egipcio o al menos de las primeras fuentes hebreas: una visión que nuevamente posee el más mínimo de verdad. En resumen, las nociones más vagas se obtienen sobre el origen y la historia de la Artesanía, mientras que el tema aún más vital de su propósito inmediato y presente, y de sus posibilidades, permanece casi completamente fuera de la conciencia de muchos de sus propios miembros. Nos reunimos en nuestras Logias regularmente; llevamos a cabo nuestro trabajo ceremonial y repetimos nuestras clases de instrucción catequética noche tras noche con un grado menor o mayor de inteligencia y perfección verbal, y ahí termina nuestro trabajo, como si la capacidad de realizar este trabajo de manera creíble fuera el final. -todos los trabajos masónicos. Raramente o nunca empleamos nuestras reuniones de la Logia para ese propósito 46

para el cual, tanto como para fines ceremoniales, estaban destinadas, a saber: para “expandirnos en los misterios de la Artesanía”, y quizás nuestra negligencia en hacerlo es porque nos hemos dado cuenta imperfectamente de cuáles son esos misterios en los que nuestra Orden se formó principalmente para presentarnos. Sin embargo, existe una gran cantidad de hermanos que voluntariamente repararían esta deficiencia obvia; hermanos a cuyas naturalezas, la Masonería, incluso en su aspecto más limitado, hace un profundo llamamiento, y que sienten que su pertenencia a la Artesanía es un privilegio que los ha llevado a la presencia de algo más grande de lo que saben, y que consagra un propósito y eso podría desplegar un mensaje más profundo de lo que actualmente se dan cuenta. En un breve discurso como este, es inútil tratar de tratar de manera adecuada lo que he sugerido son deficiencias en nuestro conocimiento del sistema que pertenece. Lo máximo que uno puede esperar es ofrecer algunas pistas o pistas, que aquellos que lo deseen pueden desarrollar por sí mismos en la privacidad de su propio pensamiento. Porque en el último recurso nadie puede comunicar las cosas más profundas de la Masonería a otro. Todo hombre debe descubrirlos y aprenderlos por sí mismo, aunque un amigo o hermano pueda conducirlo a cierta distancia en el camino de la comprensión. Sabemos que incluso los secretos elementales y superficiales de la Orden no deben comunicarse a personas no calificadas, y la razón de esta orden no es tanto porque esos secretos tienen un valor especial, sino porque ese silencio pretende ser típico de lo que se aplica a los secretos mayores y más profundos, algunos de los cuales, por razones apropiadas, no deben ser comunicados, y algunos de los cuales no son comunicables en absoluto. Es bueno enfatizar entonces, al principio, que la Masonería es un sistema sacramental, que posee, como todos los sacramen47

tos, un lado externo y visible que consiste en su ceremonial, su doctrina y sus símbolos que podemos ver y oír, y un interior, lado intelectual y espiritual, que está oculto detrás del ceremonial, la doctrina y los símbolos, y que está disponible solo para el masón que ha aprendido a usar su imaginación espiritual y que puede apreciar la realidad que se esconde detrás del velo del símbolo externo. Cualquiera, por supuesto, puede entender el significado más simple de nuestros símbolos, especialmente con la ayuda de las conferencias explicativas; pero aún puede perder el significado del esquema como un todo vital. Es absurdo pensar que una gran organización como la masonería fue ordenada simplemente para enseñar a los hombres adultos del mundo el significado simbólico de algunas herramientas simples de constructores, o para imponernos virtudes elementales como la templanza y la justicia: a los niños de cada escuela del pueblo se les enseñan tales cosas; o para imponer principios morales tan simples como el amor fraternal, que cada iglesia y cada religión enseña; o como alivio, que practican tanto los no masones como nosotros; o de verdad, que todo niño aprende sobre las rodillas de su madre. Seguramente, tampoco es necesario que nos unamos a una sociedad secreta para que se nos enseñe que el volumen de la Ley Sagrada es una fuente de verdad e instrucción; o pasar por la gran y elaborada ceremonia de tercer grado simplemente para aprender que tenemos que morir cada uno. El Oficio cuyo trabajo se nos enseña a honrar con el nombre de una “ciencia” un “arte real” seguramente tiene un objetivo más amplio que simplemente inculcar la práctica de virtudes sociales comunes a todo el mundo y de ninguna manera el monopolio de los masones. Seguramente, entonces, nos corresponde familiarizarnos con lo que ese fin más grande consiste, preguntar por qué el cumplimiento de ese propósito es digno de ser llamado ciencia, y determinar qué son esos “misterios” a los que nuestra doctrina promete que finalmente podremos lograr si nos aplicamos lo suficientemente asiduamente para comprender lo que la Masonería es capaz de enseñarnos. 48

Al darnos cuenta, entonces, de lo que no se puede considerar que es la Masonería, preguntémonos qué es. Pero antes de responder esa pregunta, permítame ponerlo en posesión de ciertos hechos que le permitirán apreciar mejor la respuesta cuando la formule. En todos los períodos de la historia del mundo, y en cada parte del mundo, las órdenes secretas y las sociedades han existido fuera de los límites de las iglesias oficiales con el propósito de enseñar lo que se llama “los Misterios”: para impartir a las mentes adecuadas y preparadas ciertas verdades de la vida humana, ciertas instrucciones sobre cosas divinas, sobre las cosas que pertenecen a nuestra paz, sobre la naturaleza humana y el destino humano, que no era deseable publicar a la multitud que profanara esas enseñanzas y aplicara el conocimiento esotérico que se comunicó a perversos y tal vez a fines desastrosos. Estos misterios fueron enseñados anteriormente, se nos dice, “en las colinas más altas y en los valles más bajos”, lo cual es simplemente una forma de hablar para decir, primero, que se les ha enseñado en circunstancias de mayor aislamiento y secreto, y en segundo lugar, que se les ha enseñado en formas avanzadas y simples de acuerdo con la comprensión de sus discípulos. Es, por supuesto, de conocimiento común que los grandes sistemas secretos de los Misterios (referidos en nuestras conferencias como “órdenes nobles de arquitectura”, es decir, de construcción del alma) existió en el Este, en Caldea, Asiria, Egipto, Grecia, Italia, entre los hebreos, entre los mahometanos y entre los cristianos; incluso entre las razas africanas incivilizadas se encuentran. Todos los grandes maestros de la humanidad, Sócrates, Platón, Pitágoras, Moisés, Aristóteles, Virgilio, el autor de los poemas homéricos y las grandes tragedias griegas, junto con San Juan, San Pablo e innumerables otros grandes nombres, fueron iniciados de Los sagrados misterios. La forma de la enseñanza comunicada ha variado considerablemente. De edad en edad; se ha expresado bajo diferentes velos; pero como la verdad última que los Misterios apuntan a enseñar es 49

siempre una y la misma, siempre se ha enseñado, y solo se puede enseñar, una misma doctrina. Lo que esa doctrina fue, y sigue siendo, la consideraremos en la actualidad hasta que podamos hablar de ella, y hasta que la Masonería le dé expresión. Por el momento, permítanme decir simplemente que detrás de todos los sistemas religiosos oficiales del mundo, y detrás de todos los grandes movimientos morales y desarrollos en la historia de la humanidad, han estado lo que San Pablo llamó los guardianes o “administradores de los Misterios”. De esa fuente, el cristianismo mismo vino al mundo. De ellos se originó la gran escuela del kabalismo, ese maravilloso sistema de tradición secreta y oral de los hebreos, un elemento fuerte del cual ha sido introducido en nuestro sistema masónico. De ellos también se emitieron muchas fraternidades y órdenes, como, por ejemplo, las grandes órdenes de Caballería y Rosacruces, y la escuela de alquimia espiritual. Por último, de ellos también se emitió, en el siglo XVII, la masonería especulativa moderna. Trazar la génesis del movimiento, que entró en actividad hace unos 250 años (nuestros rituales y ceremonias se han recopilado alrededor del año 1700), está más allá del propósito de mis comentarios actuales. Puede decirse simplemente que el movimiento en sí incorporó el esbelto ritual y el simbolismo elemental que, durante siglos antes, se había empleado en relación con los gremios de construcción medievales, pero les dio un significado mucho más completo y un alcance mucho más amplio. Siempre ha sido la costumbre de los gremios de comercio, e incluso de las sociedades amigas modernas, para espiritualizar sus oficios y hacer que las herramientas de su comercio señalen alguna moraleja simple. Ningún comercio, tal vez, se presta más fácilmente a tal tratamiento que el comercio del constructor; pero donde haya florecido una gran industria, allí encontrará rastros de esa industria que se alegoriza, y de la alegoría que se emplea para la simple instrucción moral de aquellos que eran miembros operativos de la industria. Conozco, por ejemplo, un sistema ceremonial egipcio, de unos 5.000 años de 50

antigüedad, que enseñaba exactamente las mismas cosas que la Masonería, pero en términos de construcción naval en lugar de arquitectura. Pero los términos de la arquitectura fueron empleados por aquellos que originaron la masonería moderna porque estaban listos para la mano; porque estaban en uso entre ciertos gremios comerciales que existían entonces; y, por último, porque son extremadamente efectivos y significativos desde el punto de vista simbólico. Todo lo que deseo enfatizar en esta etapa es que nuestro sistema actual no proviene de la antigüedad remota: que no hay continuidad directa entre nosotros y los egipcios, o incluso aquellos antiguos hebreos que construyeron, en el reinado del rey Salomón, un cierto templo en Jerusalén. Lo que es extremadamente antiguo en la masonería es la doctrina espiritual oculta dentro de la fraseología arquitectónica; porque esta doctrina es una forma elemental de la doctrina que se ha enseñado en todas las edades, sin importar en qué vestimenta se haya expresado. Nuestra propia enseñanza, por ejemplo, reconoce que Pitágoras ha sufrido numerosas iniciaciones en diferentes partes del mundo, y como haber alcanzado una gran eminencia en la ciencia. Ahora es perfectamente cierto que Pitágoras no era un masón en absoluto en nuestro sentido actual de la palabra; pero también es perfectamente cierto que Pitágoras era un maestro muy avanzado en el conocimiento de las escuelas secretas de los Misterios, de cuya doctrina está consagrada una pequeña porción para nosotros en nuestro sistema masónico. ¿Cuál fue entonces el propósito que los redactores de nuestro sistema masónico tenían a la vista cuando lo compilaron? A esta pregunta no encontrará una respuesta satisfactoria en los libros masónicos ordinarios. De hecho, no hay nada más triste y triste que la literatura masónica y las historias masónicas, que generalmente se dedican a considerar cuestiones meramente no esenciales relacionadas con el desarrollo externo del Arte y su aspecto antiguo. No logran abordar por completo su significado y esencia vitales, un fracaso que, en algunos casos, puede 51

ser intencional, pero que a menudo parece ser debido a la falta de conocimiento y percepción, ya que la verdadera historia interna de la Masonería nunca se ha dado. Adelante incluso al Oficio mismo. Hay miembros de Oficio a quienes les resulta familiar, y quién a su debido tiempo puede sentirse justificado al hacer público gradualmente, en cualquier caso, una parte de lo que se conoce en los círculos interiores. Pero antes de que llegue ese momento, y que el Oficio en sí mismo pueda apreciar mejor lo que se puede contar, es deseable, incluso necesario, que sus propios miembros hagan un esfuerzo para darse cuenta del significado de su propia institución y muestren síntomas de deseo sincero de tratarlo menos como un sistema de ritos arcaicos y superficiales, y más como una realidad vital capaz de entrar y dominando sus vidas; menos como un simple orden social agradable, y más como un método sagrado y serio de iniciación a las verdades más profundas de la vida. Está escrito que “al que tiene se le dará, y al que no se le quitará incluso lo que él tiene “; y queda con el Oficio en sí mismo determinar por su propia acción si entrará en su patrimonio completo o si, al no darse cuenta y salvaguardar el valor de lo que posee, al sufrir que sus propios misterios sean vulgarizados y profanados, su organización degenerará y pasará al descrédito y al olvido merecido, como ha sido el destino de muchas órdenes secretas en el pasado. Sin embargo, hay signos de un aumento de interés casi universal, de un deseo genuino de conocimiento del contenido espiritual de nuestro sistema masónico, y me alegra poder ofrecer a mis hermanos un resumen ligero e imperfecto de lo que Creo que es el verdadero propósito de nuestro trabajo, que puede tender a profundizar su interés en el trabajo de la Orden a la que pertenecen, y (lo que es aún más importante) ayudar a hacer de la masonería un factor vital para ellos. , una realidad seria, más que un mero apéndice placentero de la vida social. Para exponer brevemente las cosas, la Masonería nos ofrece, 52

en forma dramática y mediante ceremonias dramáticas, una filosofía de la vida espiritual del hombre y un diagrama del proceso de regeneración. Veremos en el presente que esa filosofía no solo es consistente con la doctrina de cada sistema religioso enseñado fuera de las filas de la Orden, sino que explica, aclara y define más claramente, doctrinas fundamentales comunes a todos los sistemas religiosos del mundo, pasados o ​​ presentes, cristianos o no cristianos. Las religiones del mundo, aunque todas apuntan a enseñar la verdad, expresan esa verdad de diferentes maneras, y somos más propensos a enfatizar las diferencias que a buscar las correspondencias en lo que enseñan. En algunas Logias masónicas, el candidato hace su primera entrada a la habitación de la Logia en medio del choque de espadas y los sonidos de la lucha, para darle a entender que está dejando la confusión y la agitación de las sectas religiosas del mundo exterior, y está entrando en Un Templo donde los Hermanos habitan juntos en la unidad de pensamiento con respecto a las verdades basales de la vida, verdades que no permiten diferencia o cisma. Aliada sin un sistema religioso externo en sí, la Masonería es aún una síntesis, un concordato, para hombres de todas las razas, de todos los credos, de cada secta, y sus principios fundamentales son comunes a todos, no admiten variaciones. “Como era en el principio, así es ahora y siempre será, en los siglos de los siglos”. Por lo tanto, es necesario que cada Maestro de una Logia jure que no es posible ninguna innovación en el cuerpo de la Masonería (es decir, en su doctrina sustancial), ya que ya contiene un mínimo y, sin embargo, una suficiencia de verdad que ninguno puede agregar o alterar, y de la cual ninguno puede quitar; y dado que la Orden otorga perfecta libertad de opinión a todos los hombres, las verdades que tiene para ofrecer son completamente “libres” de acuerdo con nuestra capacidad para asimilarlos, mientras que aquellos a quienes no apelan, aquellos que piensan que pueden encontrar un lugar más suficiente en la filosofía u otra parte, son igualmente “libre” ellos, 53

y los hombres de honor, que hallará su deber de retirarse de la Orden, en lugar de sufrir la armonía de pensamiento que debe caracterizar la artesanía y no ser molestado por su presencia. La admisión de todos los masones en la Orden es, según nos enseñan, “una representación emblemática de la entrada de todos los hombres en esta existencia mortal”. Reflexionemos un poco sobre estas palabras embarazadas. A esos cuestionamientos profundos y persistentes que se presentan a cada mente pensante, ¿qué soy yo? ¿De dónde vengo yo? ¿A dónde voy?, la masonería ofrece respuestas enfáticas y luminosas. Cada uno de nosotros, nos dice, ha venido de ese “Oriente” místico, la fuente eterna de toda luz y vida, y nuestra vida aquí se describe como gastada en el “Oeste” (es decir, en un mundo que es el antípodas de nuestro hogar original, y en condiciones de existencia tan alejadas de las de dónde venimos y a las que regresamos, como lo es el Oeste del Este en nuestro cálculo ordinario del espacio). Por lo tanto, cada candidato al ingresar se encuentra a sí mismo, en un estado de oscuridad, en el oeste de la casa de campo. De este modo, está repitiendo simbólicamente el incidente de su nacimiento real en este mundo, en el que ingresó como un bebé ciego e indefenso, y a través del cual, en sus primeros años, sin saber a dónde iba, después de muchos tropiezos e irregularidades, después de muchas desviaciones, desde el verdadero camino y después de muchas tribulaciones y adversidades relacionadas con la vida humana, puede ascender, purificado y castigado por la experiencia, a una vida más amplia en el Oriente eterno. Por lo tanto, en el grado de aprendiz, preguntamos: “Como Masón, ¿de dónde? Después de muchas desviaciones del camino verdadero y después de muchas tribulaciones y adversidades que inciden en la vida humana, puede ascender, purificado y castigado por la experiencia, a una vida más amplia en el Oriente eterno. Por lo tanto, en el grado Aprendiz, preguntamos: “Como Masón, ¿de dónde vienes?” y la respuesta, que viene de un aprendiz (es decir, del hombre natural de conocimiento no desarrollado) es “del oeste”, ya 54

que supone que su vida se originó en este mundo. Pero, en el grado avanzado de Maestro Mason la respuesta es que viene “del Este”, porque para este tiempo se supone que el masón ha ampliado su conocimiento para darse cuenta de que la fuente primaria de vida no está en el “Oeste”, no en este mundo; esa existencia en este planeta no es más que una estancia transitoria, gastada en busca de “los secretos genuinos”, las realidades últimas, de la vida, y que como el espíritu del hombre debe regresar a Dios que lo dio, entonces él está regresando de este mundo temporal de “secretos sustituidos” a ese “Este” del cual vino originalmente. Como la admisión de cada candidato a una Logia presupone su existencia previa en el mundo sin la Logia, así nuestra doctrina presupone que cada alma nacida en este mundo ha vivido y ha venido de un estado anterior de vida. Ha vivido en otro lugar antes de entrar en este mundo: vivirá en otro lugar cuando pase, por lo tanto, la vida humana es solo un paréntesis en medio de la eternidad. Pero al entrar en este mundo, el alma debe asumir una forma material; en otras palabras, se necesita un cuerpo físico para permitirle entablar relaciones con el mundo físico y realizar las funciones apropiadas para él en esta fase particular de su carrera. ¿Necesito decir que la forma física con la que todos hemos sido invertidos por el Creador a nuestra entrada en este mundo, nuestro delantal masónico? Este, nuestro cuerpo de mortalidad, este velo de carne y hueso que nos cubre el alma interior, esta es la verdadera “insignia de la inocencia”, el “lazo de amistad” común, con el que el Gran Arquitecto se complace en investirnos a todos: este, el cuerpo humano, es la insignia que es “más antigua y más noble que la de cualquier otra Orden en existencia”: y aunque no sea más que un cuerpo de humillación en comparación con ese cuerpo de incorrupción que es la herencia prometida del que perdura hasta el final, nunca olvidemos que si nunca hacemos nada para deshonrar la insignia de carne con la que Dios nos ha dotado a cada uno de nosotros, esa insignia nunca nos deshonrará. 55

Hermanos, les cobro que consideren su delantal como uno de los símbolos más preciosos y habladores que nuestra Orden tiene para darles. Recuerde que cuando lo usó por primera vez era un pedazo de pura piel de cordero blanca; un emblema de esa pureza e inocencia que siempre asociamos con el cordero y el recién nacido. Recuerde que lo usó primero con la solapa levan56

tada, siendo así una insignia de cinco esquinas, que indica los cinco sentidos, por medio de los cuales entablamos relaciones con el mundo material que nos rodea (nuestros “cinco puntos de comunión” con el material mundo), pero indicando también por la porción triangular de arriba, junto con la porción cuadrangular de abajo, que la naturaleza del hombre es una combi57

nación de alma y cuerpo; el emblema de tres lados en la parte superior agregado al emblema de cuatro lados debajo de hacer siete, el número perfecto; para, siete más que todas las cosas bajo su trono, lo que significa que el hombre, el ser séptuple, es la más apreciada de todas las obras del Creador. Y por lo tanto, también es que la Logia tiene siete oficiales principales, y que una Logia, para ser perfecto, requiere la presencia de siete hermanos; aunque el significado más profundo de esta frase es que el hombre individual, en virtud de su constitución séptuple, constituye en sí mismo la “Logia perfecta”, si se conoce a sí mismo y analizar su propia naturaleza correctamente. A cada uno de nosotros también desde nuestro nacimiento se nos han dado tres luces menores, mediante las cuales la Logia dentro de nosotros mismos puede iluminarse. Porque el “sol” simboliza nuestra conciencia espiritual, las aspiraciones y emociones superiores del alma; la “luna” refleja nuestro razonamiento o facultades intelectuales, que (como la luna refleja la luz del sol) deben reflejar la luz que proviene de la facultad espiritual superior y transmitirla a nuestra conducta diaria; mientras que “el Amo de la Logia” es una frase simbólica que denota la fuerza de voluntad del hombre, lo que debería permitirle ser dueño de su propia vida, controlar sus propias acciones y reprimir los impulsos de su naturaleza inferior, incluso cuando El golpe del mazo del Maestro controla la Logia y llama al orden y la obediencia a los Hermanos bajo su dirección.es decir , la forma en que su propia naturaleza humana ha sido compuesta y constituida, la longitud, amplitud, altura y profundidad de su propio ser. También con su ayuda, percibirá que él mismo, su cuerpo y su alma, son “tierra santa”, sobre la cual debe construir el altar de su propia vida espiritual, un altar que no debe sufrir “herramienta de hierro”, ningún hábito degradante de pensamiento o conducta, para contaminar. Por ellos también percibirá cómo la Sabiduría, la Fuerza y ​​la Belleza han sido empleadas por el Creador, como tres grandes pilares de apoyo, en la estructura de su propio organismo. Y por estos finalmente 58

discernirá cómo hay una “escalera mística de muchas rondas o pentagramas”, es decir, que hay innumerables caminos o métodos por medio de los cuales los hombres son conducidos hacia la Luz espiritual que nos rodea a todos, y en los cuales vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, pero el de los tres métodos principales, el más grande de estos, el uno que los comprende a todos y nos acerca al cielo más cercano, es el Amor, en cuyo pleno ejercicio, cuya virtud divina, un Masón alcanza la cima de su profesión; esa cumbre es Dios mismo, cuyo nombre es amor. Hermanos, no puedo impresionarles demasiado el hecho de que, a lo largo de nuestros rituales y nuestras conferencias, las referencias hechas a la Logia no son al edificio en el que nos encontramos. Ese edificio en sí está destinado a ser solo un símbolo, un velo de alegoría que oculta algo más. “¿No sabéis?”, dice el gran iniciado San Pablo, “¿que sois los templos del Altísimo y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” La verdadera Logia a la que nos referimos a lo largo de nuestros rituales es nuestra propia personalidad individual, y Si interpretamos nuestra doctrina a la luz de este hecho, descubriremos que revela un aspecto completamente nuevo del propósito de nuestro Arte. Es después de la inversión con el delantal que el iniciar se coloca en la esquina NE. De este modo, tiene la intención de aprender que al nacer en este mundo, la piedra angular de su vida espiritual fue colocada e implantada debidamente y verdaderamente dentro de sí mismo; y se le encarga desarrollarlo; para crear una superestructura sobre ella. Dos caminos están abiertos para él en esta etapa, un camino de luz y un camino de oscuridad; un camino del bien y un camino del mal. La esquina NE es el lugar simbólico de división entre los dos. En lenguaje simbólico, el N. siempre significa el lugar de la imperfección y el desarrollo; En la antigüedad, los cuerpos de suicidios, reprobados y niños no bautizados siempre estaban enterrados en el lado norte o sin sol de un cementerio. El asiento de los miem59

bros menores del Oficio está asignado al norte, porque, simbólicamente, representa la condición del hombre espiritualmente no iluminado; el novicio en quien la luz espiritual latente dentro de él aún no se ha elevado por encima del horizonte de la conciencia y ha dispersado las nubes de intereses materiales y los impulsos de la vida inferior y meramente sensual. El iniciado colocado en la esquina NE tiene la intención de ver, entonces, que por un lado de él está el camino que conduce a la luz perpetua del Este, hacia el cual se le anima a avanzar, y que por el otro lado está el de oscuridad espiritual e ignorancia en la cual es posible que él permanezca o recaiga. Es una parábola de los caminos duales de la vida abiertos a cada uno de nosotros; por un lado, el camino del egoísmo, los deseos materiales y la indulgencia sensual, la ceguera intelectual y el estancamiento moral; por otro, el camino del progreso moral y espiritual, en la búsqueda de cuál puede decorar y adornar la Logia dentro él con los adornos y las joyas de la gracia y con los muebles invaluables del verdadero conocimiento, y que puede dedicar, en todas sus acciones, al servicio de Dios y de sus semejantes y marcar el de esas joyas que se dice que son movibles y transferible, porque cuando se muestra en nuestras propias vidas y naturalezas, su influencia se transfiere y comunica a los demás y ayuda a elevar y endulzar la vida de nuestros semejantes; mientras que algunos son inamovibles porque están permanentemente fijados y plantados en las raíces de nuestro propio ser, y de hecho son la materia prima que nos ha sido confiada para que trabajemos desde el caos y la aspereza en la forma debida y verdadera. La Ceremonia de nuestro primer grado, entonces, es una representación rápida y completa de la entrada de todos los hombres en, primero, la vida física, y segundo, en la vida espiritual; y al extender las felicitaciones cuando un niño nace en el mundo, también recibimos con aclamación al candidato a la masonería que, simbólicamente, busca el renacimiento espiritual; y aquí emulamos lo que está escrito sobre la alegría que existe entre los ángeles del cielo sobre cada pecador que se arrepiente y se 60

vuelve hacia la luz. El primer grado es también eminentemente el grado de preparación, de autodisciplina y purificación. Se corresponde con esa limpieza simbólica otorgada en el sacramento del bautismo, que, en las iglesias, es, por así decirlo, el primer grado en la vida religiosa; y que se administra, apropiadamente, en la fuente, cerca de la entrada de la iglesia, incluso cuando el acto mismo se lleva a cabo a la entrada de la carrera espiritual. Para todos nosotros tal inicial es necesario limpiar y purificar. Como ha sido bellamente escrito por un compañero de trabajo en el Oficiot: “No es cierto que las almas bajen desnudas  para morar en este pueblo terrenal,  o pase desnudo, de todo lo que visten negado.  Entramos en ropa de cama y con ropa sucia,  y llevamos con nosotros mucho tiempo antes de  mayo No es una tarea fácil de dejar de lado.  Limpia, por lo tanto, lo que nos rodea se aferra;  Te rogamos, Maestro, antes de  entrar en tus sagrados salones . DESPOJARNOS DE COSAS REDUNDANTES, Y VESTIRNOS DE PONTIFICALES. En las escuelas de los Misterios, cuando los aspirantes a la vida superior solían abandonar el mundo exterior y entrar en templos o santuarios de iniciación, se asignaban períodos prolongados al logro práctico de lo que se resume brevemente en nuestro primer grado. Se nos dice que siete o más años fue el período normal, aunque menos suficiente en casos dignos. Se requirieron las pruebas más severas de disciplina, de pureza, de auto-equilibrio antes de que un neófito pudiera pasar, y una reminiscencia de estas pruebas de aptitud se preserva en nuestro propio trabajo por la conducción del candidato a los dos guardias, y someterlo a un juicio meramente formal de eficiencia. Porque es imposible hoy, como era imposible en la antigüe61

dad, que un hombre alcanzara las alturas de la perfección moral y la conciencia espiritual que eran entonces, y ahora son, La meta y el objetivo de todas las escuelas de los Misterios y todas las órdenes secretas, sin purificación y prueba. Acero inoxidable completo del cuerpo, absoluta pureza de mente, son elementos esenciales absolutos para el logro de cosas de gran momento final. “Quién” dice el salmista (y recuerda que los salmos eran los himnos sagrados utilizados en los misterios hebreos), “¿Quién subirá al monte del Señor y ascenderá a su lugar santo? Incluso el que tiene manos limpias y un Corazón puro”; de donde viene que usamos guantes blancos y delantales como emblemas de que hemos purificado nuestros corazones y nos hemos lavado las manos con inocencia. Así también nuestro Santo Patrón (San Juan) enseña: “El que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, así como Él (es decir, el Maestro a quien busca) es puro”. Porque el que no es puro en cuerpo y mente: el que está esclavizado por pasiones y deseos, o por la esclavitud a los intereses materiales de este mundo, es, por el hecho mismo de su impureza, impedida de pasar. Nada impuro o que contamine a un hombre, se nos dice, puede entrar en el reino, y, por lo tanto, a nuestros candidatos se les dice que si tienen “dinero o metales sobre ellos”, si eso es, están sujetos a cualquier atracción física o impureza mental, su verdadera iniciación en las cosas superiores, de las cuales nuestra ceremonia no es más que un símbolo dramático, debe diferirse y repetirse una y otra vez hasta que estén limpios y preparados para transmitir. Después de la purificación vienen la contemplación y la iluminación, que son los temas especiales del segundo grado. Antes, el candidato a los Misterios, después de una prolongada disciplina y purificación que le permitía a su mente adquirir un control completo sobre sus pasiones y su naturaleza física inferior, avanzó, como puede avanzar hoy mismo, al estudio de sus facultades más interiores, a entender la ciencia del alma humana y rastrear estas facultades en su desarrollo desde su etapa elemental hasta que se dé cuenta de que se conectan y termi62

nan en lo Divino mismo. Los secretos de su naturaleza mental y los principios de la vida intelectual se convirtieron gradualmente en su punto de vista. Así percibirán, hermanos, que el título de Compañero Francmason, a veces considerado como algo poco interesante, tipifica en realidad un largo curso de desarrollo personal que requiere el conocimiento más profundo del lado mental y psíquico de nuestra naturaleza. Implica no solo la limpieza y el control de la mente, sino una comprensión completa de nuestra constitución interna, de los misterios más ocultos de nuestra naturaleza y de la psicología espiritual. En este grado, llamamos nuestra atención sobre el hecho de que el masón que ha alcanzado la competencia en este grado ha sido capaz de descubrir un símbolo sagrado, colocado en el centro del edificio, y aludiendo al GADU. Sin duda, a menudo hemos preguntado nosotros mismos qué implica esa frase y qué implica ese símbolo. Necesito repetir que el edificio aludido no es el edificio en el que nos encontramos, sino nuestro propio ser, y que el símbolo sagrado en el centro del techo y del piso de este templo exterior es simbólico de lo que existe en el centro de nosotros mismos, y del que habló el Maestro cristiano cuando proclamó que “el reino de los cielos está dentro de ti”; que en lo más profundo de nuestro propio ser, oculto bajo los pesados​​ velos de la naturaleza sensual y baja, reside ese principio vital e inmortal, aparte de una chispa de Dios mismo inmanente dentro de nosotros. Sobre los antiguos templos de los Misterios estaba escrito el mandato “Hombre, conócete a ti mismo, y conocerás el universo y a Dios”. Feliz entonces es el masón que hasta ahora ha purificado y desarrollado su propia naturaleza para darse cuenta en su plenitud del significado del “símbolo sagrado” de segundo grado, y encontró a Dios presente no afuera sino dentro de sí mismo. Pero para encontrar los “puntos de entrada perfectos” a este secreto (y se nos dice en otra parte que “el camino es recto y estrechar la puerta, y pocos serán los que lo encuentren”) nuevamente se pone énfasis en nuestra enseñanza sobre necesidad de completa rectitud moral, de absoluta exactitud de pensamiento, palabra y acción, como lo demuestra 63

la rígida observancia de los principios simbólicos del cuadrado, el nivel y la regla de plomada. Aquí nuevamente el simbolismo de nuestro trabajo se vuelve extremadamente profundo e interesante. El que desea elevarse a las alturas de su propio ser primero debe aplastar y crucificar su propia naturaleza e inclinaciones inferiores; debe forzar el paso de lo que en otra parte se describe como el camino de la Cruz; y esa Cruz está indicada por la conjunción de esas herramientas de trabajo (que cuando se unen forman una cruz); y esa “forma” está involucrada en el desempeño escrupuloso de todo lo que sabemos que significan esas herramientas de trabajo. Al perfeccionar su conducta, al luchar contra sus propias propensiones naturales, el candidato está trabajando el sillar tosco de su propia naturaleza en el cubo perfecto, y le pediría que observe también que el cubo en sí contiene un secreto, ya que se desarrolló denota y toma la forma de la cruz. El desarrollo interno que simboliza el segundo grado se caracteriza por la bajada de la aleta triangular del delantal sobre la porción rectangular a continuación. Esto es equivalente al rito de la Confirmación en las Iglesias cristianas. Denota “el progreso que hemos hecho en la ciencia”, o en otras palabras, indica que la naturaleza superior del hombre, simbolizada por la trinidad del espíritu, ha descendido y ahora está impregnando su naturaleza inferior. Hasta ahora, en su estado de ignorancia y ceguera moral, la parte espiritual de su naturaleza, por así decirlo, se cernía sobre él; él ha sido inconsciente de su presencia en su constitución; pero ahora, habiéndose dado cuenta de su existencia, el día de primavera desde lo alto lo ha visitado, y la parte más noble de él desciende a su naturaleza inferior, iluminándola y enriqueciéndola. Ahora el hombre que se desarrolla así, rápidamente se vuelve más consciente de las dificultades de su tarea, más sensible a los obstáculos que la vida del mundo exterior pone en el 64

camino de la vida espiritual. Pero se le enseña a persistir con fortaleza y prudencia, a desarrollar lo más elevado dentro de él con “fervor y celo”. Al auto-escrutinio, también, es decir, al entrar en ese “pórtico” de contemplación que, como una escalera sinuosa, conduce hacia el interior del Lugar Santísimo dentro de sí mismo, se da cuenta de que el Eterno utiliza las dificultades y los obstáculos colocados en su camino. La sabiduría como el medio necesario para desarrollar el bien latente y potencial en él, y eso como el sillar en bruto solo puede ser cuadrado y perfeccionado por astillado y pulido, por lo que también puede ser perfeccionado solo por trabajo y sufrimiento. Él ve que la dificultad, la adversidad y la persecución tienen un propósito benéfico. Estos son sus “salarios”: y aprende a aceptarlos “sin escrúpulos y sin dudarlo, sabiendo que tiene derecho a ellos y por la confianza que tiene en la integridad” de ese Empleador que lo envió a este extremo... fuera del mundo para preparar los materiales para construir el templo de la ciudad celestial. Y así, como lo sugiere el signo peculiar del grado, se esfuerza por examinar y poner al descubierto su corazón, desechar toda impureza de él, y se para, como Joshua, rezando para que la luz del día pueda extenderse hasta él. Ha logrado el derrocamiento de sus propios enemigos internos y de todos los obstáculos para su completo desarrollo. El aspirante que alcanza la competencia en el trabajo de autoperfeccionamiento al que alude el grado Compañero, ha fallecido del lado N. de la Logia, el lado de la oscuridad y la imperfección; y ahora se encuentra en el lado SE en la luz solar meridiana de la iluminación moral (hasta donde el hombre natural puede poseerla), pero aún lejos de esa comprensión más completa de sí mismo y de los misterios de su propia naturaleza que es posible para el adepto espiritual o Maestro Masón para lograr. Antes de alcanzar ese logro, queda para él “esa última y más grande prueba” por la cual solo él puede entrar en los grandes consuelos y conocer las realidades supremas de la existencia. En los lugares donde siempre se han enseñado los 65

grandes misterios, carácter: uno cuya naturaleza difícilmente puede hacerse inteligible, o incluso creíble, para aquellos que no están familiarizados con el tema. Me abstengo, por lo tanto, de hacer más que una simple mención de ello, observando solo que no se trata de una muerte física, y solo a este respecto nuestra ceremonia está de acuerdo con la experiencia simbolizada. Porque si sigues de cerca la ceremonia de levantamiento, aunque se hace una clara referencia a la muerte del cuerpo, sin embargo, dicha muerte obviamente tiene la intención de ser meramente simbólica de otro tipo de muerte, ya que el candidato finalmente es restaurado a sus antiguas circunstancias y materiales mundanos, consuelo, y su carrera masónica terrenal no se representa como llegando a su fin en esta etapa. Todo lo que ha sucedido en tercer grado es que él ha pasado simbólicamente a través de un gran y sorprendente cambio: un renacimiento, o regeneración de toda su naturaleza. Se le ha “sembrado un cuerpo corruptible”; y en virtud de la autodisciplina y el autodesarrollo que ha sufrido, ha surgido en él “un cuerpo incorruptible”, y la muerte se ha tragado en la victoria que ha logrado sobre sí mismo. A veces temo que la exhibición demasiado conspicua de los emblemas y trampas de la mortalidad en nuestras Logias pueda crear la falsa impresión de que la muerte a la que alude el tercer grado es el mero cambio físico que espera a todos los hombres. Pero se pretende un significado mucho más profundo. El masón que conoce su ciencia sabe que la muerte del cuerpo es solo una transición natural de la que no debe temer; él también sabe que cuando llegue el momento oportuno, esa transición será un respiro de la esclavitud de este mundo, Se le ha “sembrado un cuerpo corruptible”; y en virtud de la autodisciplina y el autodesarrollo que ha sufrido, ha surgido en él “un cuerpo incorruptible”, y la muerte se ha tragado en la victoria que ha logrado sobre sí mismo, de su cáscara de mortalidad como prisión, y de las cargas diarias que inciden en la existencia en este plano inferior de la vida. Todo lo que teme es que, cuando llegue el momento, es posible que no esté libre de esas “manchas de falsedad y deshonra”, esas imperfeccio66

nes de su propia naturaleza, que pueden retrasar su progreso posterior. ¡No! La muerte a la que alude Masonería, usando la analogía de la muerte corporal y bajo el velo de una referencia a ella, es esa muerte en la vida del ser inferior de un hombre al que se refirió San Pablo cuando protestó: “Muero a diario”. “Es sobre la tumba, no del cadáver de uno, sino de su ser inferior, que el aspirante debe caminar antes de llegar a las alturas. Lo que se quiere decir es ese completo sacrificio y crucifixión que, como enseñan todas las religiones, son esenciales antes de que el alma pueda ser elevada en gloria” En todas las escuelas de los Misterios, así como en todas las grandes religiones del mundo, el logro de la meta espiritual que se acaba de describir se promulga o enseña bajo el velo de un episodio trágico análogo a la de nuestro tercer grado; y en cada uno hay un Maestro cuya muerte se instruye al aspirante que debe imitar en su propia persona. En Masonería ese prototipo es Hiram Abiff: pero debe quedar claro que no existe una base histórica para el legendario relato de la muerte de Hiram. Toda la historia es simbólica y fue inventada a propósito para los propósitos simbólicos de nuestra enseñanza. Si lo examina detenidamente, percibirá cuán obvia es la correspondencia entre esta historia y la historia de la muerte del Maestro Cristiano relacionada en los Evangelios; y no hace falta decir que el masón que se da cuenta del significado de este último comprenderá el primero y la alusión velada que está implícita. En un caso, el Maestro es crucificado entre los dos ladrones; en el otro, lo matan entre dos villanos. En un caso aparecen el penitente y el ladrón impenitente; en el otro tenemos a los conspiradores que confiesan voluntariamente su culpa y fueron perdonados, y los otros que fueron declarados culpables y ejecutados; mientras que las lecciones morales y espirituales deducibles de las historias corresponden. Como a cada cristiano se le enseña que en su propia vida debe imitar la vida y la muerte de Cristo, así cada Masón está “hecho para representar uno de los personajes más brillantes registrados en nuestros anales”; pero como los anales 67

de la Masonería están contenidos en el volumen de la Ley Sagrada y no en otra parte, es fácil ver a quién se alude el personaje. Como esa gran autoridad e iniciado de los Misterios, San Pablo, enseñó, solo podemos alcanzar la resurrección del Maestro al “hacernos conformes a su muerte”, y en el otro tenemos a los conspiradores que confiesan voluntariamente su culpa y fueron perdonados, y los otros que fueron declarados culpables y ejecutados; mientras que las lecciones morales y espirituales deducibles de las historias corresponden. Como a cada cristiano se le enseña que en su propia vida debe imitar la vida y la 68

muerte de Cristo, así cada Masón está “hecho para representar uno de los personajes más brillantes registrados en nuestros anales”; pero como los anales de la Masonería están contenidos en el volumen de la Ley Sagrada y no en otra parte, es fácil ver a quién se alude el personaje. San Pablo, enseñó, solo podemos alcanzar la resurrección del Maestro al “hacernos conformes a su muerte”, y debemos “morir con Él si vamos a ser criados como Él”: y es en virtud de esa conformidad, en virtud de ser hecho individualmente para imitar al Gran Maestro en Su muerte, que somos dignos de ciertos” puntos de comunión “con Él: 69

porque los “cinco puntos de comunión” del tercer grado son las cinco heridas de Cristo. El ministerio de tres años del Maestro Cristiano terminó con Su muerte y, estos se refieren a los tres grados de la Artesanía que también terminan en lo místico: muerte del candidato masónico y su posterior resurrección. El nombre Hiram Abiff significa en hebreo “el maestro (Guru, o el iluminado) del Padre”: un hecho que puede ayudarlo aún más a reconocer el propósito oculto de la enseñanza. Bajo el nombre de Hiram, entonces, y bajo un velo de alegoría, vemos una alusión a otro Maestro; y es este Maestro, este Hermano Mayor al que se alude en nuestras conferencias, cuyo “carácter que preservamos, ya sea ausente o presente” , es decir , si Él está presente en nuestras mentes o no, y con respecto a quién “adoptamos el excelente principio, silencio, “para que en cualquier momento no haya entre nosotros entrenado en otra cosa que no sea la fe cristiana, ya quien, por ese motivo, la mención del nombre del maestro cristiano podría ser una ofensa o provocar una disputa. Para tipificar el avance del candidato en esta etapa de su desarrollo, el delantal aquí supone una mayor elaboración. Está adornado con un borde azul claro y rosetas, lo que indica que una luz más alta que la natural ahora impregna su ser e irradia de su persona, y que el desierto del hombre natural ahora florece como la rosa, en las flores y gracias incidentes a su naturaleza regenerada; mientras que a cada lado del delantal se ven dos columnas de luz que descienden desde arriba, fluyen hacia las profundidades de todo su ser y terminan en las siete borlas que tipifican el espectro prismático de siete veces de la Luz superna. Ahora es señor de sí mismo; el verdadero maestro masón; capaz de gobernar esa logia que está dentro de sí mismo; y al pasar por los tres grados de purificación y auto perfeccionamiento, y al cuadrado, nivelado y armonizado su triple naturaleza de cuerpo, alma y espíritu, también usa, al alcanzar la Maestría, el triple Tau; que comprende la forma de un nivel, pero también es la forma hebrea de la Cruz; Las tres cruces so70

bre el delantal se corresponden con las tres cruces del Calvario. Para resumir la importancia de la enseñanza de los tres grados, está claro, por lo tanto, que de grado en grado, el candidato está siendo llevado de una calidad de vida antigua a una completamente nueva. Comienza su carrera masónica como el hombre natural; lo termina convirtiéndose a través de su disciplina, en un hombre perfeccionado y regenerado. Para lograr esta transmutación, esta metamorfosis de sí mismo, primero se le enseña a purificar y someter su naturaleza sensual; luego para purificar y desarrollar su naturaleza mental; y finalmente, al rendirse por completo de su antigua vida y perder su alma para salvarla, resucita de entre los muertos un Maestro, un hombre justo hecho perfecto, con una mayor conciencia y facultades, un instrumento eficiente para el Gran Arquitecto en su plan de reconstruir el Templo de la humanidad caída, y capaz de iniciar y adelantando a otros hombres a participar en el mismo gran trabajo. Esto -la evolución del hombre hacia el superhombre- siempre fue el propósito de los antiguos Misterios, y el verdadero propósito de la Masonería moderna no son los propósitos sociales y caritativos a los que se presta tanta atención, sino la aceleración de la evolución espiritual de aquellos quienes aspiran a perfeccionar su propia naturaleza y transformarla en una cualidad más divina. Y esta es una ciencia definida, un arte real, que cada uno de nosotros puede poner en práctica; mientras que unirse al Oficio para cualquier otro propósito que no sea estudiar y perseguir esta ciencia es entender mal su significado. Por lo tanto, nadie debe postularse para ingresar a la Masonería a menos que sea por los más profundos impulsos de su propio corazón, ya que tiene hambre de luz sobre el problema de su propia naturaleza. Todos somos seres imperfectos, conscientes de algo que nos falta y que nos haría lo que, en nuestros mejores momentos, Nos gustaría serlo. ¿Qué es lo que nos falta? “¿Qué es eso que se pierde?” Y la respuesta es “Los secretos genuinos de un Maestro Masón”, el verdadero conocimiento de nosotros 71

mismos, la realización consciente de nuestras potencialidades divinas. La esencia misma de la doctrina masónica es que todos los hombres en este mundo están buscando algo en su propia naturaleza que han perdido, pero que con la debida instrucción y con su propia paciencia e industria pueden esperar encontrar. Su filosofía implica que este mundo temporal es la antípoda de otro mundo más real del que vinimos originalmente y al que podemos acelerar nuestro retorno mediante un curso de autoconocimiento y autodisciplina, como inculca nuestra enseñanza. Implica que este mundo actual es el lugar donde las piedras y maderas simbólicas se están preparando “tan lejos” de esa Jerusalén mística donde un día se encontrarán juntas y, colectivamente, para constituir ese Templo que incluso ahora se está construyendo. Sin manos y sin el ruido o la ayuda de herramientas metálicas. Y este mundo, por lo tanto, no es más que un transitorio temporal para nosotros, es necesariamente uno de sombras, imágenes y simplemente “secretos sustituidos”, hasta el momento en que se eleva no solo simbólicamente sino en realidad, en carácter, conocimiento y conciencia, para En el grado sublime del Maestro Masón, nos capacitamos para aprender algo de los “secretos genuinos”, algo de las realidades vivientes, que acechan y viven ocultas detrás del espectáculo exterior de las cosas. Toda la vida humana, que se originó en el místico “Oriente” y viajó a este mundo que, con nosotros, es el “Oeste”, debe regresar nuevamente a su origen. Para citar nuevamente el verso del Hermano que ya he citado; “De Oriente a Occidente, el alma que emprende su viaje;  en muchas fuentes amargas, su fiebre apaga; se  detiene en extrañas tabernas por el camino del banquete,  reanuda su carga y el doloroso progreso  regresa al este”. La masonería, a través de una serie de representaciones dra72

máticas, tiene como objetivo proporcionar a aquellos que se preocupan por descubrir su significado y aprovechar las sugerencias que arroja en forma alegórica, con un ejemplo y con instrucciones por las cuales nuestro regreso al “Oriente” “puede ser acelerado. No se refiere a ninguna arquitectura de tipo mundano, pero a la arquitectura de la vida del alma. No es en sí misma una religión; sino más bien una forma dramatizada e intensificada de procesos religiosos inculcados por todos los sistemas religiosos del mundo. Porque no hay religión sino que enseña la lección de la necesidad de la purificación corporal de nuestro primer grado; nada más que enfatiza que, en segundo grado, que los desarrollos mentales, morales y espirituales son esenciales y conducirán al descubrimiento de un cierto centro secreto “donde la verdad permanece en plenitud”, y que ese centro es un “punto dentro de un círculo” de nuestra propia naturaleza de la cual ningún hombre o Mason puede errar jamás, porque es el reino divino latente dentro de todos nosotros, en el cual todavía no hemos podido ingresar. Y no hay nadie más que insiste en la lección suprema de auto-sacrificio y muerte mística a las cosas de este mundo tan gráficamente retratadas en nuestro tercer grado; nada más que indica que en esa hora de mayor oscuridad la luz de la chispa divina primaria dentro de nosotros nunca se extingue por completo, y que por la lealtad a esa luz, por la paciencia y la perseverancia, el tiempo y las circunstancias nos restaurarán los “secretos genuinos”. “Las últimas verdades y realidades de nuestra propia naturaleza. Estamos aquí, enseña la Masonería, como si estuviera en cautiverio, junto a las aguas de Babilonia y en una tierra extraña; y nuestra doctrina realmente nos dice que las armonías más ricas de esta vida no son nada en comparación con las canciones de Sion; y que, incluso cuando estamos instalados en las eminencias más altas que este mundo o el Oficio puede ofrecer, nuestras espaldas, que en todos nuestros actos no recordamos la Jerusalén que yace más allá. Nuestra enseñanza está deliberadamente velada en alego73

rías y símbolos y su importancia más profunda no aparece en la superficie del ritual en sí. Esto está en parte en correspondencia con la vida humana misma y el mundo en que vivimos, que son en sí mismas alegorías y símbolos de otra vida y los velos de otro mundo; y en parte intencional también, de modo que solo aquellos que tienen mentes reverentes y comprensivas puedan penetrar en el significado más oculto de la doctrina del Arte. Los secretos más profundos de la Masonería, como los secretos más profundos de la vida, están muy velados; están muy escondidos Existen ocultos bajo una gran reserva; pero quien sabe algo de ellos también sabe que son “muchos y valiosos”, y que son revelados solo a aquellos que actúan de acuerdo con la pista dada en nuestras conferencias, “Busca y encontrarás; pide y tendrás; pero se puede afirmar que para el candidato que está “adecuadamente preparado” (en un sentido mucho más completo de lo que convencionalmente atribuimos a esa expresión) hay puertas que salen del Oficio que, cuando lo golpean, seguramente lo abrirán y lo admitirán en esos lugares. También para él, quien entraría en las iniciaciones mayores, se aplica la misma regla que la que se representó simbólicamente en su primera entrada a la Orden, pero esta vez ya no será un símbolo, sino un hecho realista.  La espada siempre amenaza delante de él, y todavía tiene un cable de remolque alrededor de su cuello. El peligro, de hecho, espera al candidato que se precipitará precipitadamente y en un estado de incapacidad moral hacia los misterios más profundos de su ser, que de hecho son “serios, solemnes y horribles”; pero, por otro lado, para el que una vez ha entrado en el camino de la luz, es un suicidio moral regresar. Y ahora, hermanos, para poner fin a este breve e imperfecto estudio del significado y los propósitos más profundos de nuestro Arte, rezo para que lo que se habla ahora pueda ayudar a demostrarles a algunos de ustedes una nueva restauración de esa luz que es, en todos los tiempos, el deseo predominante de 74

nuestros corazones. Depende de nosotros mismos si la Masonería sigue siendo para nosotros lo que en su lado externo y superficial parece ser simplemente una serie de ritos simbólicos, o si permitimos que esos símbolos pasen a nuestras vidas y se conviertan en realidades en ellos. Independientemente de las formalidades que hayamos pasado en relación con nuestra admisión en la Orden, no se puede decir que hemos sido “iniciados regularmente” en la Masonería, siempre y cuando consideremos el Arte como un mero incidente de la vida social y tratemos sus ceremonias como si fueran ritos de naturaleza arcaica y superficial. La nave, Como ya he sugerido, fue entregada 75

al mundo, de fuentes aún más secretas, como un gran experimento y un medio de gracia, y como una gran oportunidad para aquellos que se preocuparon por aprovechar lo poco conocido y poco enseñado fuera de ciertos santuarios de ocultamiento. Tenía la intención de proporcionar un epítome o sinopsis, en forma dramática, de la regeneración espiritual del hombre; y tirar consejos y sugerencias que podrían llevar a los capaces de discernir su propósito y simbolismo más profundos en iniciaciones aún más profundas que las meramente superficiales promulgadas en nuestras Logias. Porque, como en el lado externo de la Orden, podemos ser llamados a ocupar puestos de honor y oficio en la Gran Logia Provincial, o podemos ingresar a otros grados masónicos fuera de la Nave, por lo que también en su lado interno hay eminencias a las que podemos Llamarse así, aunque no nos ofrece distinción social ni avance visible, son realmente los verdaderos premios, los logros más valiosos del deseo masónico. Para alcanzar este objetivo, todos pueden alcanzar a quienes realmente buscan hacerlo y quienes preparan el camino para sí mismos al apropiarse de las verdades que se encuentran debajo de la alegoría superficial y los velos simbólicos de la enseñanza del Oficio. Pero, finalmente, debo pedirle que recuerde que, de acuerdo con el diseño general de nuestro sistema, cada Maestro de una Logia no es más que un símbolo y una sustitución, y eso detrás de él, y detrás de todos los demás grandes oficiales de la Masónica Jerarquía, allí está la “Gran Cabeza Blanca”, el “Gran Iniciador” y el Gran Maestro de todos los verdaderos masones en todo el Universo, ya sean miembros de nuestro Arte o no. A quienes todos nos inclinamos en agradecimiento por el inestimable regalo que se nos otorga en esta nuestra Orden; y a cuya protección, y a cuya guía esclarecedora en sus misterios más profundos, los felicito a todos. Tomado de: https://www.sacred-texts.com/mas/mom/mom03.htm 76

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HISTORIA DE “ 78

“TABLE LODGE” 79

En la antigüedad, cuando la existencia era peligrosa y la vida severa, y cuando el hombre buscaba algún noble propósito para perseguir, festejar se convirtió en una gran diversión. Su origen estuvo en las demandas del cuerpo físico, pero su prevalencia se debió a los deseos sociales de su alma. Primero hubo fiestas familiares, luego fiestas religiosas, luego fiestas nacionales, y finalmente fiestas fraternas. Las fiestas que son probablemente las más antiguas de todas las fiestas fraternas son las fiestas de los “Misterios” del Antiguo Egipto, los llamados “Hijos de la Luz”. Las fiestas más antiguas de origen masónico, de las cuales tenemos constancia, fueron las fiestas al ser “ingresadas”, y al “pasar a un Compañero del Arte”. No podemos decir cuántos años tienen, pero se remontan mucho más allá de los registros de la masonería organizada. En 1717, para revitalizar las Logias en Londres y sus alrededores, se organizó una Gran Logia. La razón dada fue: “Cementar bajo un Gran Maestro como centro de unión y armonía”, y “revivir la Comunicación trimestral y celebrar la Fiesta anual”. Este último fue el más importante, y los historiadores masónicos están bastante de acuerdo en que el movimiento fue especialmente diseñado para mejorar la “fiesta, diversión y compañerismo” del Arte. Unos años más tarde, bajo la dirección del Gran Maestro, se instalaron las “Tostadas y Salud de los masones antiguos, regulares y peculiares”. En 1723 se publicó “Las Constituciones”, en el que se alentaron más las fiestas, y las normas y reglamentos que las controlaban estaban en detalle. Lawrence Dermott, uno de los líderes de la masonería temprana y autor del primer “Ahiman Rezon”, comentó: “Se pensó conveniente abolir la antigua costumbre de estudiar geometría en la Logia, y algunos hermanos más jóvenes hicieron que pareciera un buen cuchillo y tenedor, en manos de un hábil Herma80

no, sobre materiales apropiados, daría una mayor satisfacción y agregaría más a la convivencia de la Logia que la mejor escala y brújulas en Europa”. De la idea de la fiesta, y el deseo de promover un mayor grado de compañerismo y parentesco en la Masonería, nació el Table Lodge. Tanto el afecto de los amigos como el amor por la Frater81

nidad florecieron dentro de sus paredes. Sus reuniones fueron más como una reunión que una Logia regular, y se convirtió en un centro de relajación, celebración e inspiración en la masonería.

El Table Lodge tenía un patrón muy inusual. Toda su reunión se llevó a cabo alrededor de la mesa, y las porciones de comida y bebida se sirvieron de tal manera que no interfirieran con las otras preocupaciones de la Logia. La disposición de las mesas se parecía a una herradura gigante, con el Maestro Adorable en el Este, en el centro, y ambos Guardianes en el Oeste, en los extremos opuestos. El Lodge se abrió con una invocación y se cerró con una canción. Al principio, había una dirección, seguida de muchas tostadas y canciones, pero a medida que pasaba el tiempo la conferencia se omitió y el número de tostadas y canciones disminuyó. La cifra final que se estableció para los brindis fue de siete, y en algunas jurisdicciones ese número todavía se conserva hoy. Pensilvania ha designado tres brindis: a la derecha Gran Logia Adorable de 82

la Fraternidad más antigua y honorable de los masones libres y aceptados de Pensilvania y la jurisdicción masónica a la que pertenece; a la memoria de nuestro hermano fallecido, George Washington; y a la masonería alrededor del mundo. The Table Lodge es un mosaico entrado aprendiz Masons Lodge. Esto tenía varias ventajas. Primero, permitió la asistencia de Aprendices y Fellowcraft, y así promovió su temprana comunión en la Logia. La otra fue que proporcionó meseros para servir la comida durante el progreso de la reunión. Se obtuvieron del aprendiz ingresado y Fellowcraft que estaban presentes, un procedimiento que estaba de acuerdo con la antigua costumbre, que los iniciados sirven en esa capacidad durante el período de “refrigerio” en la Logia. En nuestros días coloniales, el Table Lodge era el mayor activo de la masonería. Alentó el espíritu de los Hermanos cuando el espíritu de los colonos era bajo. La comida puede haber sido limitada en estas condiciones, tal vez pan, queso y vino, pero el fervor estaba allí. En el momento en que abrió Table Lodge, se agregó al discurso de los presentes una variedad de términos militares. Bajo su hábil fórmula, se cambiaron los nombres de los objetos en la habitación. La mesa era el tablero de caballete, la tela, el estándar, la comida, los materiales, los vasos se convirtieron en cañones, la bebida en polvo, las botellas, los barriles, la servilleta, una bandera, los tenedores eran picos, los cuchillos eran espadas y las cucharas.paletas. Llenar el vaso era “cargarlo” y beberlo era “disparar”. Aunque los registros masónicos son breves, hay indicios de que el Table Lodge fue una experiencia agradable. El Dr. George Oliver, uno de los escritores más prolíficos de la masonería temprana, escribió en sus memorias sobre el efecto de Table Lodge sobre los presentes. Estas son sus palabras: “La canción 83

parece tener más entusiasmo que en compañía privada, el brindis emocionó más vívidamente al recordarlo, y la pequeña cantidad de golpe con la que fue honrada, conservaba un sabor más alto que la misma poción si se producía en un tablero privado “. Las bebidas alcohólicas no eran un complemento necesario para el Table Lodge, aunque contribuyeron a las festividades en días pasados. El vino fue la libación, pero eso cambió en nuestra tierra cuando se adoptó la 18a Enmienda. Luego, por respeto a la Ley, se seleccionó un sustituto, y aunque la Prohibición fue derogada más tarde, la Masonería no hizo lo mismo. Retuvo la sustitución, en parte porque siempre había advertido la templanza en el comportamiento de los masones, pero más especialmente, como una expresión de respeto por los hermanos abstinentes. Hoy usamos ponches de frutas, o jugos, y una Jurisdicción ha autorizado recientemente un ponche con especias picantes. El jugo de uva se usa a menudo en Pennsylvania. 84

No es lo que contiene el vidrio, sino el concepto que ofrece. Esa es la idea principal detrás de cada brindis. Nuestros Hermanos Antiguos reconocieron este hecho, incluso en el Table Lodge temprano, porque aprobaron el uso del agua cuando un participante estaba tan dispuesto. Hay un viejo poema masónico, titulado “Come Quaff the Mason’s Bowl”, publicado en 1847, cuando el vino era la costumbre. Destacó el simbolismo de la Copa en la masonería. The Table Lodge es una herencia de nuestro pasado. Se ha dicho que “el Table Lodge es el resumen de la doctrina masónica”. Prescribía reverencia por la Divinidad y la ley moral. Fortaleció la devoción que los masones tenían por Lodge y Country. Aumentó la unidad y el compañerismo del Arte. Logias en Pensilvania que planifican y programan la tabla Las logias deben primero aclararlo con el Gran Maestro Adjunto del Distrito y también deben consultar con la Escuela de Instrucción para el procedimiento. Table Lodge = Mesa de la Logia. Tomado de: http://www.lodge700.org/education/table_lodge.html La costumbre de reunirse en la Mesa de la Logia aún se practica en diferentes logias, como ejemplo colocamos el siguiente. Anacostia Lodge No. 21 Tabla anual Lodge Hermanos de Anacostia Lodge No. 21 y amigos interesados, Cuándo: lunes 5 de junio de 7:30 p.m. a 9:30 p.m. Qué: Table Lodge con pechuga estilo sureño y parrillada de puerco desmenuzado, ahumado sobre madera de manzana y 85

servido con guarniciones tradicionales del sur por nuestro chef de formación clásica. Dónde: 6 ° piso, Odd Fellows Temple, 419 7th Street, NW, Washington, DC (parada de metro Gallery Place) Toastmaster: Joe Crociata, PGM Los asientos son limitados, así que reserve el suyo antes de fin de mes enviando $ 25.00 por persona a [email protected] a través de  https://www.paypal.com . Su boleto incluye cena, cañones y cigarros para quienes lo deseen. Luego nos retiraremos a Shelly’s Back Room en 1331 F Street NW para una beca continua. 86

MOVIMIENTO SCOUT: HIJO DE LA MASONERÍA El escultismo es un movimiento paramasonico educativo para jóvenes que está presente en todo el mundo, con aproximadamente 30 millones de miembros, agrupados en distintas organizaciones. Las directrices del escultismo fueron dadas por el libro Escultismo para muchachos (1908), escrito por su fundador, el británico Lord Robert Stephenson Smyth Baden-Powell, Barón de Gilwell y están sembradas de Simbología e Ideales Masónicos.   Este movimiento nace como una manera de combatir la delincuencia en la Inglaterra de principios del siglo XX, buscando el desarrollo físico, espiritual y mental de los jóvenes para que puedan constituirse en “buenos ciudadanos”. El sistema fue ideado por el propio Baden-Powell, y además buscando la igualdad y sentimiento de fraternidad entre sus miembros. 87

El Movimiento Scout pone énfasis en las actividades lúdicas con objetivos educativos, en las actividades al aire libre y en el servicio comunitario, estos últimas con el objeto de formar el carácter y enseñar de forma práctica valores humanos. Toma como base de su sistema educativo el sistema de patrullas (pequeñas “células” de amigos).  Y en el caso de los niños, el “lobatismo”. En 1907 se realizó el primer campamento experimental en la isla de Brownsea, Bahía de Poole, en la costa sur de Inglaterra, en donde participaron 20 muchachos separados en 4 patrullas (“Lobos”, “Toros”, “Chorlitos” y “Cuervos”), hijos de conocidos militares y de obreros de Londres (coexistiendo dos clases sociales con diferencias bien marcadas, buscando la igualdad y fraternidad). Como consecuencia del éxito del nuevo sistema, Baden-Powell escribió un libro donde recopilaba experiencias y anécdotas relacionadas a esta práctica, lo que terminó siendo el ya mencionado “Escultismo para muchachos”. Muchos han expresado interés en saber si Baden-Powell fue o no masón y no es el objeto del presente artículo teorizar al respecto, sino que pretendemos establecer los puntos de contacto, 88

así como destacar la inspiración Masónica que hay en la filosofía e idearios del Escultismo.   Algo que es indiscutible es que en la actualidad como en el pasado alrededor del mudo las Logias Masónicas patrocinan las actividades de grupos Scouts, debido precisamente a que el escultismo lleva las ideas masónicas y forma a las juventudes con dichos principios. Algunos puntos de contacto entre ambas instituciones que podemos enumerar son los siguientes:

-La promesa scout como una iniciación del aspirante.  -Uso y reiteración del número 3. En el escultismo existen tres principios y tres virtudes, mientras que en la alegoría y simbolismo masónico el número 3 es muy importante. -Los scouts poseen tres grados de adelanto (Tercera, Segunda 89

y Primera Clase), mientras que en la masonería existen los tres grados simbólicos. -Es imprescindible la creencia de un Ser Supremo. -Ambas Ordenes respetan las leyes del país donde radica, e insta a sus miembros a ser buenos ciudadanos. -No tienen ambas proyecciones en el ámbito de la política ni de la religión. -Los scouts y los masones tienen saludos secretos a fin de reconocerse entre ellos. -Es significativo del uso del término “lobatos” y toda una mística inspirada en “El Libro de las Tierras Vírgenes” de neto contenido masónico escrito por el Masón Rudyard Kipling. Si leemos detenidamente “El Libro de las Tierras Vírgenes”, no nos será difícil encontrar el paralelismo entre la logia masónica y el consejo de roca, y la denominación “Pueblo Libre” que se da a la manada de lobos, teniendo en cuenta que la acepción “Free-mason” significa “constructor libre” y el primer requerimiento para todo masón es que sea “libre y de buenas costumbres”. -La ayuda al prójimo y la práctica de la caridad es una particularidad de ambas instituciones. -Se utiliza el término “Hermano Scout” o “Hermano Masón”, dando a entender la existencia de una Hermandad mundial. -El escultismo es una Fraternidad, y no acepta distinciones entre los seres humanos. Sus miembros se tratan de hermanos; así mismo la Francmasonería proclama la Libertad, La igualdad y la Fraternidad. -La Fraternidad está muy influenciada espiritualmente por las Órdenes de Caballería Medievales. -Enseña a sus miembros aparentando que no lo hace, a lo que en los scouts se llama “Aprender haciendo” algo parecido a lo que hacen los masones mediante su Simbolismo, Rituales y Alegorías. -Se utilizan colores para distinguir las diferentes ramas de la Institución, lo que nos recuerda los diferentes colores que tienen las distintas Cámaras en que trabajan los masones. -En la tumba del fundador de los Scouts Baden-Powell se en90

cuentra un símbolo netamente masónico (el circulo con el punto en el medio), el cual también es utilizado en el escultismo para señalar el fin. -Los grupos scout son representados con estandartes vestimentas y medallas. (Las logias Masónicas también) -Se dice que una vez scout, se es scout toda la vida. (Igual que en la Masonería) Los Scouts y los Masones tienen ceremonias de compromiso: la Promesa Scout y la Iniciación. -Hay muchas ceremonias de scouts que guardan gran parecido con las ceremonias masónicas, circunstancia que solamente podrá notar alguien que haya sido scout y sea masón  A continuación insertamos la “Promesa Scout”, que junto con la Ley Scout, son las Piedras Filosofales donde descansan los principios del Escultismo, y en la cual resaltan las ideas masónicas:   “Por mi honor prometo hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes con Dios y la patria. Ayudar a los otros, sin importar el sacrificio propio. Conocer la Ley Scout y obedecerla.”   En el texto de la Promesa están las respuestas a las Tres Preguntas que todo Masón debe formularse, y los objetivos fundamentales de los Tres Grados de la Masonería Simbólica, es decir, nuestra relación con Dios (el Gran Arquitecto del Universo), con nosotros mismos y con los demás.   No pueden faltar algunas palabras de Baden-Powell, escritas en 1939:   “Toca al hombre restaurar para sí las bendiciones de la paz con la prosperidad y la felicidad que ella trae para todos. Como primer paso para obtener esto se necesita desarrollar el espíritu de buena voluntad y tolerancia, de verdad y justicia que sustituyan a 91

la envidia, al odio y a la malicia”.

Dijo Baden Powell en un Congreso de Scouters celebrado en París en el año 1922:   “El Movimiento scout representa una unión mundial de socorro fraternal, una asociación universal de amistad que no se detiene en las fronteras. Educados en la comprensión de que las naciones son hermanas, de que forman parte de una gran familia humana cuyos miembros deben ayudarse y comprenderse mutuamente, los jóvenes ciudadanos y ciudadanas de todas las naciones cesarán de mirarse como rivales y no alimentarán más que pensamientos de amistad y de estimación mutuas”.   Esa vieja idea de cosmopolitismo es netamente masónica. Boucher afirmaba que “La patria del masón es la Tierra entera y no sólo el lugar donde ha nacido o se ha desarrollado” (Citado en “Las sociedades secretas” de Serge Hutin, Eudeba, Buenos Aires, 1961) 92

Tomado de: https://masoneriacomarcalagunera.jimdo.com/2015/07/09/ movimiento-scout-hijo-de-la-masoner%C3%ADa/ 93

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