Desarrollando Relaciones Sanas

Desarrollando relaciones sanas UNA VISION DE FE Y CONFIANZA PARA LA VIDA 3 “También nos alegramos al enfrentar pruebas y

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Desarrollando relaciones sanas UNA VISION DE FE Y CONFIANZA PARA LA VIDA 3 “También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. 4 Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. 5 Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.” (Rom. 5:3-5) NTV 1 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” Romanos 5:1-5 Nuestra vida es un proyecto divino. Como tal, debemos aprender a colocarnos en el plano de Dios para vivirlo desde su perspectiva. Esto significa percibirnos a nosotros mismos y a los demás como Él nos percibe, como la Biblia dice que somos nosotros como sus hijos y el valor que tenemos para nuestro Padre Celestial. Eso es tener una visión de fe y confianza para la vida. Abrazar el sueño e ideal de Dios para nuestra vida, familia y todas las demás relaciones, nos hace engendrar esperanza y fe para mantenernos firmes en toda circunstancia, mientras Dios va moldeando nuestro carácter. Nos permite soportar todos los ajustes y cambios que debemos experimentar en todo nuestro entorno relacional. La vida misma esta basada en relaciones. Fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, y como tal, nuestra mas importante y vital relación la que debemos desarrollar con El. La Biblia dice que en el principio Adán y Eva tenían íntima relación con su Creador, pero fue allí también donde el engaño y la insidia sembrados por la serpiente en sus corazones, provocó que ellos desobedecieran a Dios y se escondieran de El. Esta ruptura provocó que sus corazones dieran lugar al temor, y desde entonces, este sentimiento engañoso ha provocado el mayor daño en la forma que tenemos para relacionarnos con Dios, con nosotros mismos y con las demás personas. El temor a no ser amado, temor a la soledad,

temor a no ser valorado, temor a no pertenecer, temor al fracaso, temor al abandono y temor a la muerte. 14 “Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. 15 Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.” Hebreos 2:13-15 La Biblia dice que Dios ha derramado su amor en nuestro corazón, y éste amor produce esperanza. La esperanza es el combustible del alma, es lo que nos hace avanzar a pesar de las circunstancias adversas. No es una actitud pasiva y abnegada, sino un recurso divino para soportar las adversidades mientras los ajustes y cambios se van dando en nuestro corazón. ¿Cómo opera una visión (cosmovisión) de fe y confianza en nuestras relaciones? Veamos la descripción del proceso que el apóstol Pablo nos da a continuación: 1. Pruebas y adversidades producen PERSEVERANCIA Ó RESISTENCIA 3 “Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia.” (NVI)



Las pruebas literalmente hacen su trabajo. Ponen nuestro carácter bajo la presión necesaria para ser forjado apropiadamente. (La ilustración de la oruga)



Adversidades o dificultades siempre nos enfrentan con el sufrimiento. En cuanto a las relaciones, la mayor parte de nuestras dificultades tiene que ver con expectativas rotas. Alguien nos desilusionó ó está haciendo algo muy distinto a lo que esperamos que haga.



El sufrimiento es la ausencia de alegría y contentamiento en las circunstancias. La palabra usada aquí también describe presión, angustia y aflicciones (tribulaciones RV60).



La mala ó equivocada actitud de alguien nos causa dolor, pero esta prueba de fe traerá perseverancia y paciencia a nuestra vida si cuidamos que nuestro corazón esté confiado en Dios.



Este dolor o decepción no debe controlar nuestro corazón (voluntad) y nuestras decisiones, porque estaríamos permitiendo que este sentimiento controle nuestra vida, y aquella persona que nos decepcionó se convierta involuntariamente en un ídolo de nuestro corazón, porque pensamos que sólo cuando esta persona cambie su actitud, el sufrimiento se irá y seremos felices.



El dolor o prueba es un recurso que Dios usa para moldear nuestro corazón. Nos da la oportunidad de crecer espiritualmente. 1 Pe 5:610

6 “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1Pedro 5: 6-10 

Construir paciencia en nosotros mismos es virtualmente imposible. Nadie decide un día empezar a ser paciente, Dios debe construir en nosotros la perseverancia por medio de las adversidades.



Si nuestros ojos están puestos en las debilidades o errores de nuestros hermanos, cónyuge, hijos u otras personas, es muy difícil que Dios pueda enseñarnos su propósito en medio de esta adversidad. Aquella persona “equivocada” viene a ser un ídolo, porque le damos el atributo de darnos felicidad y bienestar.



Entonces Dios no es Dios, sino un “medio” para lograr lo que queremos. Así que es muy fácil tener nuestro corazón conectado a tal o cual persona, esperando recibir paz y bienestar de él o ella y no de Dios.

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.” 1 Corintios 13:4,5



La paciencia ó perseverancia se construye no en los atributos de las personas, sino en los atributos de Dios. Dios es el que cambia los corazones, nosotros no. Nosotros debemos aprender a ser pacientes y confiar en que Dios sabe lo que debe cambiar en mis hermanos, mi cónyuge, en mis hijos y en mi.

2. La perseverancia desarrolla FIRMEZA DE CARÁCTER 4a “Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter…” (NTV)



La filosofía egoísta de este mundo no debe influir en nosotros. Esta filosofía dice: “Si no cambia, déjalo!” “Si no nos entendemos, ¿para que seguir juntos?” “Si no me entienden aquí, ¡me voy!”



Esta mentalidad está basada en el egoísmo. “lo que tú eres y haces, me tiene que hacer feliz a mi; si no, ¿Qué sentido tiene?



Es una mentalidad consumista, “me sirve: lo uso”, “no me sirve: lo desecho y busco algo mejor.”



La voluntad de Dios es construir en nosotros carácter maduro. ¿Qué oportunidad tenemos de crecer si rechazamos o nos sentimos agraviados con las personas que no cumplen nuestras expectativas?



Es justo en esas circunstancias adversas donde debemos permitir que Dios construya nuestro carácter a través de la tolerancia, el respeto y la misericordia que debemos mostrar a pesar de nuestras diferencias.

3. El carácter probado produce ESPERANZA 4b “… y la entereza de carácter, esperanza.” (NVI)



Cuando le damos lugar a Cristo en medio de nuestras diferencias, empezamos a ver a las demás personas y a nosotros mismos con ojos de fe y confianza. Ya no como son, sino como Dios los ve y como pueden llegar a ser.



Ya no con mi visión distorsionada por mi necesidad de ser feliz, sino con los ojos de amor y misericordia de Jesús, quien puede cambiar el corazón y las actitudes de los demás, y también a nosotros.



La esperanza es la más grande motivación para construir sanas relaciones.



Es la confianza y expectación que Dios engendra en nuestro corazón, y que son necesarios para transformar una vida. Ejemplo: Los ladrillos, la arena, la cal y cemento, son materiales que se usan para construir. Nada de esto funciona si no le añadimos agua a la mezcla. El agua desaparece un día, pero hizo su trabajo.

La esperanza es como el agua; Dios tiene todos los recursos para cambiar una vida, pero si no hay una visión de fe y confianza en nosotros, no funciona. “Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.” Rom. 5:5 NTV 

Existe una razón por la cual esta esperanza no se agota: ha sido construida en el eterno amor de Dios, quien lo quiere “derramar” en nuestros corazones por medio de su Espíritu Santo.



Mientras la fuente de amor sea abastecida por el Espíritu de Dios, esta esperanza no “defrauda” a nadie, no avergüenza, no confunde, no desanima y no deshonra.



Lo más importante aquí es la fuente del amor. Existe un amor humano que es capaz de hacer muchas cosas buenas, pero es egoísta en su naturaleza. El amor humano es manipulador y egocéntrico. Busca saciarse a sí mismo primero y no está centrado en Dios.



Solo el amor de Cristo derramado en nuestro corazón puede construir esperanza y un carácter probado incluso en medio de las adversidades, para que podamos amar a las personas y construir hogares y relaciones fuertes y sanas.