Desarollo de La Velocidad

UNIVERSIDAD TECNICA DEL NORTE INFORMATICA APLICADA AL DEPORTE ELVIS ACURIO QUINTO SEMESTRE DESAROLLO DE LA VELOCIDAD V

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UNIVERSIDAD TECNICA DEL NORTE INFORMATICA APLICADA AL DEPORTE ELVIS ACURIO QUINTO SEMESTRE DESAROLLO DE LA VELOCIDAD

Velocidad y éxito, en el ámbito deportivo, suelen ir unidos, aunque la velocidad no se manifiesta como un cualidad "pura", sino que depende de multitud de parámetros: la técnica motriz, la fuerza máxima y explosiva (que junto a la velocidad forman una "unidad dinámica"), los desequilibrios musculares, la elasticidad muscular y la resistencia específica condicionan positiva o negativamente el desarrollo de la velocidad. Como vemos, y frente a la postura tradicional de que el velocista nace, debemos tener presente que la velocidad "se entrena y se aprende a través de un proceso muy desarrollado y complejo de planificación y regulación" y sólo a través de ejercicios específicos y no genéricos, realizados a velocidad máxima y no submáxima pues fomentarían "patrones motrices" en el cerebro también submáximos, perdiendo el carácter de velocidad. Así, un deportista sólo se podrá considerar rápido si es capaz de "jugar" con velocidades máximas y sintiendo las variaciones de éstas. (Esta introducción está elaborada entorno a las "12 hipótesis con respecto a la velocidad en el deporte", en GROSSER, 1992, 9).

2. Desarrollo 2.1. Concepto 2.1.1. Punto de vista de la Física La Velocidad es la relación entre la distancia o espacio y el tiempo que se invierte en recorrerlo:

2.1.2. Punto de vista deportivo La Velocidad es la cualidad que posee el sujeto para realizar uno o varios movimientos en el menor tiempo posible, pudiendo ser o no un desplazamiento.

2.1.3. Punto de vista motor A nivel segmentario: La Velocidad en este caso se pone de manifiesto en un gesto único sin producirse desplazamiento del cuerpo. A nivel global: La Velocidad se manifiesta a través de acciones segmentarias repetidas con ciertas características mecánicas.

2.2. Definiciones 



FREY (1977): "Capacidad que permite, en base a la movilidad de los procesos del sistema neuromuscular y de las propiedades de los músculos para desarrollar la fuerza, realizar acciones motrices en un lapso de tiempo situado por debajo de las condiciones mínimas dadas". (Citado por WEINECK, 1988, 223). GROSSER (1992, 14): "Capacidad de conseguir, en base a procesos cognitivos, máxima fuerza volitiva y funcionalidad del sistema neuromuscular, una rapidez máxima de reacción y de movimiento en determinadas condiciones establecidas".

2.3. Clases o manifestaciones de la velocidad Siguiendo a Grosser (1992), y teniendo en consideración la relación con las demás capacidades motrices (resistencia, fuerza, coordinación), distinguimos dos formas principales de velocidad y sus subdivisiones:

Cuadro: Manifestaciones de velocidad, subcategorías y sinónimos (Adaptado de GROSSER, 1992, 19).

A. Manifestaciones "Puras" Estas, para que su desarrollo sea máximo, tiene que cumplir dos condiciones: una, que no puedan efectuarse durante mucho tiempo, y otra, que las resistencias externas deben ser bajas. Dependen del S.N.C. y de factores genéticos (GROSSER, 1992, 17-18).

A.1. Velocidad de Reacción Definición: "Capacidad de reaccionar en el menor tiempo a un estímulo". (GROSSER, 1992, 18). Según ZACIORSKIJ (1968) y KRÜGER (1982) (En WEINECK. 1988, 231 y en GROSSER, 1992, 104 ss.) hay hasta cinco componentes en el Tiempo de Reacción, de los cuales unos son entrenables y otros no. T1 = Fase de percepción. Tiempo que tarda en excitarse el receptor (el oído, la vista, ...) por el estímulo o señal (silbato, pañuelo, ...). Depende de la percepción y de la capacidad de atención. Es entrenable. T2 = Fase de transmisión, aferente. Tiempo de transmisión del estímulo, del receptor hasta el S.N.C. También llamado "Vía Aferente".

Depende de la conducción nerviosa. T2 es poco o nada entrenable. T3 = Fase de tratamiento de la información. Tiempo de formación de la orden de ejecución en el S.N.C. Depende del grado técnico y de la coordinación. Existen aquí dos situaciones:  

tener que elegir entre varias respuestas, con lo que el T3 es mayor. tener que reaccionar ante una sola respuesta, con lo que el T3 es menor.

T3 es altamente entrenable. T4 = Fase de conducción aferente. Tiempo de transmisión de la respuesta dada desde el S.N.C. hasta el músculo. También llamado "Vía Eferente". T4 es poco o nada entrenable, igual que T2. T5 = Fase de tiempo latente. Tiempo de activación de las placas motrices y la contracción muscular. T5 es entrenable a través de la fuerza y la Coordinación. T1 + T2 + T3 + T4 + T5 = "Tiempo de Reación" (T.R.) T1 + T2 + T3 = "Tiempo de Reacción PreMotriz (T.R.PM.) T4 + T5 = "Tiempo de Reacción Motriz" (T.R.M.)

Formas de reacción (En GROSSER, STARISCHKA y ZIMMERMANN, 1988, 93). Se distingue entre Tiempo de Reacción Simple ("Reacciones Simples") y Tiempo de Reacción de elección ("Reacciones Complejas").

El Tiempo de Reacción Simple "exige un determinada reacción ante una determinada señal", como por ejemplo una salida de velocidad, en la que el atleta ante el disparo de salida reaccionará con una "salida baja". En el Tiempo de Reacción de elección (reacciones complejas), el deportista se enfrenta a un problema: el tener que elegir la mejor reacción ante un número de reacciones posibles, por ejemplo, en la recepción ante un saque de tenis, el tenista tiene que adaptar su respuesta (revés, drive, ...) a la trayectoria de la pelota.

A. 2. Velocidad de Movimiento o de Acción Definición: "Capacidad de realizar movimientos acíclicos (= movimientos únicos) a velocidad máxima frente a resistencias bajas". (GROSSER, 1992, 18). Estos movimientos realizados frente a una resistencia mayor (+ 30%) supone entrar en el ámbito de la fuerza-velocidad o fuerza-explosiva (Grosser, 1992,18). "Si los movimientos acíclicos se repiten varias veces con espacios cortos de tiempo intermedio, el papel decisivo cae sobre la resistencia a la fuerzaexplosiva" (Grosser, 1992, 18).

A.3. Velocidad Frecuencial Definición: "Capacidad de realizar movimientos cíclicos (= movimientos iguales que se van repitiendo) a velocidad máxima frene a resistencias bajas" (GROSSER, 1992, 19). Estos movimientos cíclicos practicados frente a una resistencia mayor (+ 30%) supone entrar en el ámbito de la fuerza-velocidad o fuerza-explosiva. (GROSSER, 1992,19). "Si los movimientos cíclicos se realizan de forma continuada y prolongada tendrá un papal decisivo la resistencia máxima a la velocidad". (GROSSER, 1992, 19).

* Ateniéndonos a la acción de correr, podemos establecer una clasificación distinta de los tipos de velocidad:

Figura: Gráfico de velocidad en una carrera de 100 m. (LIZAUR, MARTÍN y PADIAL, 1989, 59-88). * Fases de velocidad en la carrera de 100 m. lisos:

Para GUTIÉRREZ (1988, 332), la velocidad frecuencial o de desplazamiento en carrera, viene dada por dos factores: 1. Longitud de zancada: distancia que se cubre en cada una de las zancadas. 2. Frecuencia de las zancadas: nº de zancadas en la unidad de tiempo. El producto de estos dos factores va a incidir en el desplazamiento, pero pueden ser antagónicos llevados a sus máximos extremos.

3.2. Manifestaciones "Complejas" "Son una función combinada de las condiciones de la velocidad "pura", la fuerza y/o resistencia específica. (...) Dependen, según VERJOSHANKIJ (1988) de la "capacidad del deportista para coordinar de forma racional sus

movimientos en función de las condiciones externas en las que se realiza la tarea", (...) Las posibilidades de perfección de las formas "complejas" en comparación con las formas "puras" son casi ilimitadas a través del entrenamiento"(GROSSER,1992, 18). Este tipo de manifestaciones de velocidad tan solo vamos a definirlas, y no las incluiremos en la "Metodología de entrenamiento" al no ser formas bajo las que deban trabajar los niños en edad escolar, ya que suponen esfuerzos no propios para estas edades.

B.4. Fuerza-Velocidad (= Fuerza-explosiva) Definición: "Capacidad de otorgar un máximo impulso de fuerza posible a resistencias en movimientos cíclicos y acíclicos en un tiempo determinado, se trata de la fuerza ejercida en el menor tiempo posible" (GROSSER, 1992, 123). El entrenamiento de esta forma de Velocidad, junto el desarrollo de la Fuerza Máxima y las formas "puras" de velocidad (formando los tres elementos una "unidad dinámica") beneficiará notablemente el aumento de la velocidad motriz.

B. 5. Resistencia a la Fuerza-explosiva Definición: "Capacidad de resistencia frente a la disminución de la velocidad causada por el cansancio cuando las velocidades de contracción sean máximas en movimientos acíclicos delante de resistencias mayores" (GROSSER, 1992, 20).

B. 6. Resistencia a la Velocidad-máxima Definición: "Capacidad de resistir frente a la disminución de la velocidad causada por el cansancio en caso de movimientos cíclicos de velocidades de contracción máximas" (GROSSER, 1992, 20).

2.4. Factores que influyen en la velocidad Numerosos autores han destacado distintos componentes que afectan la velocidad: MOREHOUSE (1975); en ÁLVAREZ DEL VILLAR, (1985, 433); HARRE (1975, 167); GROSSER y COL (1988, 95 SS.), WEINECK (1988, 224 SS.); LIZAUR, MARTÍN y PADIAL (1989, 70-71), DICK (1993, 285). Nosotros vamos a seguir a GROSSER (1992, 23 ss.) al entender que su clasificación sistemática de los factores influyentes en la velocidad es la más completa:

2.4.1. Factores hereditarios, evolutivos y de aprendizaje

A. El Sexo. El sexo supone diferencias en la capacidad de velocidad, desde el momento que aparecen distintos niveles de fuerza; o sea, hasta la pubertad no se aprecian diferencias, pero una vez que la mujer recibe la carga hormonal puberal, le iguala o supera; cuando el hombre sufre el aporte hormonal, éste es capaz de manifestar una mayor velocidad. Durante el resto de la vida, el hombre, al tener un mayor porcentaje muscular, está en disposición potencial de desarrollar mayor rapidez que la mujer.

Figura: Evolución del ritmo máximo posible en ambos sexos y por edades (FARDEL, 1959, en MANNO, 1991, 192). B. Talento. El talento distingue al hombre en la realización de movimientos a máxima velocidad. El talento se asimila con las características innatas que determinarán la capacidad potencial del sujeto para la velocidad. Las características que definen el talento para la velocidad son: generales:   

Proporciones corporales favorables. Capacidad para superar situaciones de estrés. Motivación.

específicas:   

Porcentaje de fibras musculares rápidas. Capacidad de reacción. Fuerza de voluntad.

C. Constitución. Contrariamente a lo que se pueda creer las características antropométricas (talla, peso, longitud y circunferencias de las extremidades) no tienen el respaldo científico suficiente para de mostrar su influencia sobre los movimientos veloces. Sin embargo, en edad infantil y juvenil las diferencias entre los "acelerados" y los "normales" capacita a los primeros a realizar movimientos más rápidos, por disponer de mayores efectos de palanca (miembros más largos) y de esfuerzos musculares más desarrollados (debido a la secreción hormonal prematura respecto a su edad cronológica). D. Edad. Descartando los factores hereditarios, evolutivos y de aprendizaje por no ser entrenables (salvo los de aprendizaje, pero este capítulo no es el lugar de su estudio) podemos destacar tres ámbitos que influyen causalmente en la realización de movimientos de máxima velocidad, y relacionarlos con las llamadas "fases sensibles": *Ámbito Neuronal (S.N.P., celebro). Según HOLLMANN/HETTINGER (1980, en GROSSER, 1992, 28) la maduración funcional y morfológica de las células nerviosas alcanzan un máximo a los 10-12 años aproximadamente, con lo que consideran que entre los 8-12 años estamos ante una fase sensible para:   

un buen desarrollo de la velocidad de reacción, un gran aumento de la velocidad frecuencial, igual que de procesos de aprendizaje motriz.

*Ámbito Psíquico(Voluntad, Concentración y Motivación). Según GROSSER (1992, 28) es entre los 8-10 y 12 años cuando se pasa por una fase de fuerte desarrollo de manera que los niños en estas edades podrán concentrarse más y más tiempo, dado que su voluntad y motivación por aprender y mejorar es mayor. *Ámbito Muscular. En cuanto a la distribución de fibras musculares de contracción rápida y lenta, se cree que queda determinada al principio de la pubertad teniendo un cierto margen de influencia, esto supone que la insistencia hasta esa edad, en un entrenamiento predominantemente en base a la resistencia puede mermar las capacidades de velocidad en el futuro del niño. En lo que se refiere al aumento de la longitud y de la sección transversal de la fibra muscular principios agentes del incremento de la fuerza muscular, y, por definición, de la velocidad) hay que considerar el crecimiento del aporte hormonal que se produce en la fase puberal (chicas: 11-15 años, chicos: 13-17 años), debido a esto, en esta fase podremos:

 



al principio de la fase, aumentar al fuerza-velocidad, con resistencias bajas, al final de la etapa (chicas: 15, chicos: 17), mejorar la fuerza máxima, esencial para los movimientos explosivos contra resistencias elevadas y también, mejorar, con cautela, los procesos anaeróbicos lactácidos que beneficiaran las manifestaciones complejas: resistencia a la fuerza-explosiva y resistencia máxima a la velocidad.

Figura: Segregación de testosterona y estrógenos en chicos y chicas con la edad (KOINZER, modificado por TANNER, 1979, 12, en GROSSER, 1992, 29).

Figura: Curva de velocidad (en sprint) de 50 y 100 m. en función de la edad y el sexo (GRASSELT, 1984, en GROSSER, 1992, 32). E. Técnica Deportiva. Según SCHELLENBERGER (1986, en GROSSER, 1992, 33) existe en principiantes una relación inversamente proporcional entre velocidad y precisión de acción, de forma que un aumento en la velocidad de ejecución vuelve el gesto más impreciso y viceversa.

Debido a esto, hay que tener siempre presente que es preciso acentuar el aprendizaje y perfeccionamiento de las técnicas deportivas (dando preferencia en la iniciación a las capacidades coordinativas) para que supongan el menor impedimento posible para la realización de las acciones motrices a máxima velocidad. F. Anticipación al movimiento. Capacidad de adelantarse a las situaciones y acciones, conlleva poder realizar los movimientos con mayor reacción y éxito. Esta capacidad sólo se perfecciona a lo largo de años de entrenamiento y competición en base a las experiencias.

2.4.2. Factores Sensoriales, Cognitivos y Psíquicos G. Concentración. La importancia de la capacidad de concentración se evidencia con el ejemplo de la salida de velocidad o del portero de fútbol ante un penalti: un corredor o un portero desconcentrados nunca tendrán opción al éxito, mientras que si se concentran en un punto determinado (sonido del disparo de salida, golpeo del balón) mayor fuerza obtendrán los estímulos cerebrales y mayor energía se gastará en este nivel. El concepto que debemos desarrollar en relación a la concentración es el de "atención selectiva". Regulación Psíquica. Este concepto capacita al deportista para:    

recibir la información del entorno inmediatamente. procesar "en la mente" las informaciones rápidamente. dispone de inmediato el programa de acción adecuado. realizar el movimiento lo más rápido posible.

H. Fuerza de voluntad. Está estrechamente relacionada con la motivación, y se entiende como la "capacidad de dirigir conscientemente estímulos, inducciones y resistencias internas (desinterés, cansancio, inseguridad)" (GROSSER, 1992, 36).

2.4.3. Factores Neuronales I. Reclutamiento y frecuenciación de unidades motoras. El reclutamiento se refiere a la activación de las fibras musculares. Está regido por el "principio de Hennemann", que dice que las fibras musculares se inervan siguiendo un orden: primero las fibras de contracción lenta, y posteriormente las de contracción rápida. Para poder solicitar el mayor número posible de fibras musculares hay que actuar con una elevada frecuencia de estimulación. De un sujeto que es capaz de activar en un músculo determinado un porcentaje de fibras musculares, decimos que posee un buena "coordinación intramuscular".

J. Cambios de excitación e inhibición en el S.N.C. Se refiere este factor a la capacidad de "coordinación intramuscular", que supone alternar continuamente momentos de tensión y relajación en la musculatura a través de frecuentes repeticiones de movimientos rápidos. K. Velocidad conductora de estímulos. La velocidad de conducción nerviosa depende en gran medida de que la motoneurona tenga mayor o menor cantidad de mielina (vainas que recubren el cilindroeje, y que proporcionan una mayor velocidad de conducción: "transmisión saltatoria") (ASTRAND, RODALH, 1985, 53). L. Preactividad. En este factor se unen distintas variables musculares, que pueden afectar al efecto de retensión muscular como elemento que aumenta la fuerza de contracción y en consecuencia la velocidad de movimiento.

2.4.4. Factores Tendo-Musculares M. Distribución de los tipos de fibras musculares. Ahondando sobre los expuesto anteriormente, autores como KOMI (1989, en GROSSER, 1992, 50) dan una importancia significativa al factor de entrenamiento para determinar la distribución de las fibras musculares, sin menospreciar el valor de los facto-res genéticos. N. Sección Transversal de la Fibras. Según WEINECK (1988, 225) al aumentar la sección transversal del músculo se produce un incremento del número de puentes de actina y miosina, que componen las fibras musculares, aumentando la velocidad de deslizamiento de una y otra, y consecuentemente de la velocidad de contracción muscular. Ñ. Velocidad de Contracción Muscular. Es la velocidad que definíamos en el Tiempo de Reacción como T5 ("tiempo latente"). Este factor está condicionado a su vez por la temperatura corporal, disminuyendo la velocidad con el frío y aumentando con el calor. O. Elasticidad de Músculos y Tendones. La capacidad elástica del músculo (estirarse y volver a acortarse) aporta el grado de eficacia a las variables musculares que citamos en el factor nº 13: Preactivación, de manera que la efectividad de tales variables estará condicionada por la capacidad del músculo de estirar sus elementos elásticos (acumulando energía mecánica) y de acortarlos (restituyendo tal energía) en mayor o menor medida (HILL, 1050, en GUTIÉRREZ, 1988, 222). P. Extensibilidad de Músculos y Tendones. La extensibilidad muscular supone un efecto beneficioso con doble motivo: biomecánicamente, al alcanzar mayores amplitudes articulares, los trayectos de aplicación de fuerza aumentan y por tanto la velocidad; estructuralmente, el músculo tiene la posibilidad de acumular más energía en su fase de estiramiento (al ser más larga) y posteriormente utilizarla, aumentando con ello la fuerza-explosiva.

Q. Vías Energéticas. La fuente energética principal de la velocidad es la de los fosfágenos (ATP-PC), ya que su degradación está limitada a unos 7-10 segundos aproximadamente, tiempo en el cual se desarrollan las actividades de velocidad. R. Temperatura Muscular = Calentamiento. La necesidad de calentamiento para las actividades de velocidad nace de los beneficios que conlleva a distintos niveles: disminuye la viscosidad muscular, aumenta la elasticidad y extensibilidad, aumenta la capacidad de reacción y mejora el metabolismo (reacciones enzimáticas). Según JONATH (1973) el efecto del calentamiento puede mejorar hasta en un 20% la velocidad de contracción muscular (WEINECK, 1988, 231).

Cuadro: Factores que influyen en la velocidad (Adaptado de GROSSER, 1992 23). 

ÁLVAREZ DEL VILLAR, C.: La preparación física del futbolista basada en el atletismo. Ed. Gymnos, Madrid 1985.

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 

GROSSER, M.: Entrenamiento de la velocidad. Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1992. GUTIÉRREZ, M.: Estructura biomecánica de la motricidad, Ed. C. D. I.N.E.F., Granada, 1988. HARRE, D.: Teoría del entrenamiento deportivo, Ed. Stadium, Buenos Aires, 1987. LIZAUR, MARTÍN, PADIAL: "La formación y desarrollo de las cualidades físicas", en ANTÓN, J.A.: Entrenamiento deportivo en la edad escolar, Ed. Unisport, Málaga, 1989. MANNO, R.: Fundamentos del entrenamiento deportivo, Ed. Paidotribo, Barcelona, 1991. WEINECK, J.: Entrenamiento óptimo. Ed. Hispano Europea, Barcelona, 1988.

En una situación de interacción deportiva, desde que se produce un estímulo o un conjunto de estímulos hasta que el sujeto da una respuesta o una parte de respuesta transcurre un tiempo. Este tiempo será mayor o menor en función de diversas circunstancias. En ciertas ocasiones, para obtener el éxito en una determinada acción deportiva, es fundamental que sea lo más corto posible. El tiempo que un sujeto tarda en reaccionar ante la gran cantidad de estímulos que se producen en una situación de interacción deportiva es de suma importancia en los deportes en los que un adversario intenta minimizar el éxito de nuestras acciones. En estos deportes, que incluyen a los de equipo y a los de combate entre otros, es vital poseer una gran velocidad tanto en la ejecución de los gestos deportivos como en las reacciones a un determinado conjunto de estímulos. Por lo general, en este tipo de deportes no es habitual esperar a que se produzca un estímulo para iniciar la respuesta sino que ésta se inicia, aunque sea parcialmente, con anterioridad, basándose en señales previas. Debido a la gran velocidad con la que se ejecutan las técnicas en este tipo de deportes, no hay tiempo suficiente para reaccionar si se espera a la ejecución técnica por parte del adversario. La mayoría de los deportistas serían capaces de acertar en sus decisiones si se les diera el tiempo necesario para meditarlas. Pero las decisiones se deben tomar en función del ritmo que imponga el adversario, beneficiándose aquel que las tome más rápidamente y que ejecute los movimientos correctos en el momento apropiado. El presente estudio trata de los deportes de distancia de guardia reducida v.g. karate- y de los de distancia de guardia media -v.g. esgrima-, según la clasificación de P. Parlebás (clasificación citada en: Amador, 1997). El tiempo de reacción ha tenido menor importancia en los deportes de combate en los que predominan estímulos táctiles como el judo o la lucha, deportes de distancia de guardia casi nula según el criterio de P. Parlebás, por ello no los trataremos en este trabajo.

En estos deportes, el conocimiento de los aspectos tácticos que estudia la praxiología puede ser determinante para optimizar el entrenamiento y minimizar el tiempo que el sujeto tarda en dar una respuesta adecuada en una situación de combate, por medio del conocimiento de los acontecimientos más comunes que suceden en una situación determinada.

2. Procesos previos a la ejecución motriz Este estudio trata de conocer aquellos procesos que el sujeto lleva a cabo desde que se produce una situación estimular determinada hasta que inicia la respuesta motriz a esta situación. Estos procesos pertenecen a las fases percepción y toma de decisión. Por lo general, en estos deportes no se parte de una posición estática desde la cual se debe reaccionar; sino que la posición inicial, bien sea la guardia o el final de una acción anterior, suele ser dinámica. Ello no quiere decir que no se pueda dividir el combate en unidades menores con el fin de poder analizarlas en profundidad. En estas unidades habrá un conjunto de estímulos, una solución mental y una ejecución motriz, siempre teniendo en cuenta que estas unidades se relacionan entre sí. Los estudios sobre tiempo de reacción, anticipación y percepción en los deportes de combate han tratado de obtener conclusiones que se puedan aplicar al entrenamiento y a la competición. Por lo general, se ha intentado ver qué es lo que diferencia a los expertos en un deporte de aquellos que no lo son, para posteriormente intentar mejorar esas características por medio del entrenamiento. Todos estos procesos perceptivo-decisionales están interrelacionados de modo que a veces resulta difícil medir uno sin que se vea afectado por el otro. A continuación vamos a estudiarlos separadamente tal y como aparecen en los estudios citados. De todos modos, se deberá intentar integrarlos para tener una perspectiva global del tema.

2.1. Tipos de tiempo de reacción y aplicación a los deportes de combate El tiempo de reacción1 no es una cualidad única de los sujetos sino que éste depende del tipo de estímulo que se utilice para elicitar la respuesta, del tipo de respuesta solicitada, del número de alternativas y otras características de la tarea. Por ello Roca (1983), hace una clasificación en la que distingue 4 tipos de tiempo de reacción: tiempo de reacción simple, tiempo de reacción electiva, anticipación e intercepción o anticipación-coincidencia. El tiempo de reacción simple2 no es una tarea específica de los deportes de combate dado que los estímulos no son discretos -v.g. una luz- sino continuos v.g. un sujeto en movimiento- y existen varias alternativas de respuesta en lugar de una sola. Estas tareas pueden tener utilidad en los deportes de combate:

a. Como forma de medición de una cualidad en la que intervienen un sistema sensorial determinado, uno transmisor del impulso nervioso, otro muscular, etc.; b. Para la evaluación y mejora de la técnica, teniendo en cuenta no sólo el tiempo de reacción sino también el de movimiento hasta que se termina de ejecutar un determinado gesto. Como ejemplo, el instrumento de Roosen (1999), que nos puede servir para mejorar la técnica y la velocidad de reacción -sin ser específica del karate- y de ejecución. Este instrumento consiste en un saco que emite un sonido a la vez que se enciende un cronómetro, deteniéndose cuando el sujeto golpea el saco. El tiempo de reacción electiva3 mejora algo en especificidad respecto al simple, ahora existen varias alternativas de respuesta en función del estímulo, al igual que en los deportes de combate. Sin embargo los estímulos son discretos mientras que en nuestros deportes son continuos. El término anticipación es muy utilizado en el entrenamiento deportivo, con diferentes significados, por ello volveremos sobre él para estudiarlo en profundidad. La intercepción o anticipación coincidente4 conlleva procesos más complejos que los anteriores y es el que mejor se adapta a los requerimientos de los deportes de combate dado que el estímulo es móvil y continuo, por ejemplo, el pie del adversario en taekwondo. Los estudios que han medido el tiempo de reacción con estímulos específicos de estos deportes de combate (Oehsen, 1987; Ripoll et al., 1995) han concluido que los expertos no inician la respuesta más rápido que los novatos, lo que hacen es utilizar mejor ese tiempo hasta la reacción para utilizar más información y no cometer errores. Por el contrario, si se han utilizado estímulos no específicos -v.g. una luz- y respuestas específicas -v.g. golpe recto con fondo en esgrima- se ha comprobado que los deportistas expertos eran más rápidos que los novatos tanto en tiempo de reacción como en tiempo de movimiento (v.g. Williams et al., 2000).

2.2. Percepción en los deportes de combate En los deportes de combate que tratamos de estudiar, que son los de distancia de guardia media y reducida, la modalidad sensorial predominante es la visual. Es por esta razón por la que nos centraremos en la percepción a partir de estímulos visuales para estudiar este proceso. La percepción, al contrario de lo que se puede pensar, no es un proceso pasivo que se limita a que los estímulos penetren en el sujeto para que éste posteriormente los utilice. En esta situación el individuo sólo debería preocuparse por tener los ojos bien abiertos. Sin embargo, la percepción desde el primer momento es una conducta, un proceso activo en el que se debe hacer

una selección de los elementos a percibir, a partir de la gran cantidad de estímulos que nos rodean. Esta conducta debe ser aprendida de manera específica en cada deporte, dado que cada uno tiene sus características estimulares y en cada uno es fundamental una determinada información visual. La forma actual de medir y analizar esta conducta es el registro del lugar a donde mira el sujeto en cada instante, o en otras palabras, la localización de las fijaciones visuales y la duración de éstas. Esta cualidad ha sido denominada estrategia visual (Ripoll et al., 1995) o estrategia de búsqueda visual (Williams et al., 1999), y además se han incluido otros términos relacionados y no fácilmente diferenciables experimentalmente como procesamiento de la información, toma de decisión, y otros. En los estudios que han medido esta variable se han encontrado diferencias entre expertos y novatos de cada deporte. En este campo debemos destacar el trabajo en boxeo francés de Ripoll et al. (1995), que grabaron la duración y localización de las fijaciones oculares -a dónde mira el sujeto-. Pudieron comprobar que existen diferencias entre expertos y novatos en el lugar donde fijan sus miradas, en número, frecuencia y duración de estas fijaciones y la trayectoria seguida al cambiar de una a otra fijación. Por lo general, los expertos mantienen la mayor parte del tiempo la mirada fija en el pecho y cabeza del adversario, cambiándola verticalmente. Los novatos dedican más tiempo que los expertos a mirar las extremidades y tienen una estrategia visual más desorganizada. Williams et al. (1999) han profundizado más en el tema, incluyendo la ansiedad como variable que pudiera afectar a la estrategia visual. En situaciones de alta ansiedad, como podría suceder en competición, se produce un estrechamiento de la visión periférica y un aumenta el número de fijaciones visuales en las zonas periféricas, como las extremidades.

2.3. Anticipación en los deportes de combate El primer problema que nos encontramos al estudiar la anticipación es terminológico, dado que el término anticipación puede designar a varios conceptos diferentes en función del contexto en el que se utilice: a. El significado más difundido es el que se utiliza en el lenguaje cotidiano, en los estudios de Comportamiento Motor y en las Ciencias del Deporte en general. A partir de la consulta de varios autores podemos concluir que se llama anticipación a: la emisión de una respuesta a un determinado estímulo antes de que éste tenga lugar. b. En los laboratorios de reacciometría -medición del tiempo de reacciónlas situaciones de “Anticipación” son similares a las de Tiempo de Reacción excepto en que “el anteperíodo5 se mantiene constante”, siendo esta una situación cualitativamente diferente a la de Tiempo de

Reacción (Roca, 1983, pp. 43-44). De ahí se derivan situaciones en las que la reacción no es lo importante sino que lo fundamental es intuir el momento en el que el estímulo aparecerá y ejecutar la respuesta en ese momento o un poco posteriormente. Por otro lado, en los estudios de Tiempo de Reacción en laboratorio se produce una anticipación cuando el sujeto emite la respuesta antes de que se produzca el estímulo, contabilizándose como un error o como un Tiempo de Reacción excesivamente bajo. c. En algunos deportes como el karate, el término anticipación es equiparable a lo que en otros deportes, como la esgrima, se llama contraataque. Designa a una acción ofensiva que se ejecuta cuando el adversario ha iniciado un ataque o una acción previa al ataque como desplazamientos, fintas u otras. En nuestro trabajo, mientras no se diga lo contrario, nos guiaremos por el primer significado (a) dado que es el más general y difundido. La capacidad de anticipación no ha sido muy estudiada empíricamente pese a que en gran cantidad de trabajos ha sido subrayada su importancia. Esto es debido a la dificultad de parametrizar esta variable y a la dificultad de crear instrumentos de medida específicos. La dificultad de parametrizar la anticipación viene de que ésta no es una cualidad única sino depende de la actividad fisico-deportiva, pudiendo tener un deportista una gran capacidad de anticipación para su deporte pero no para otros. Los trabajos de Choi (1977) e Iranyi (1973) midieron la duración de las técnicas de ataque propias del taekwondo y la esgrima respectivamente. Pudieron comprobar cómo la duración de estas técnicas era menor que el tiempo necesario para defenderlas o esquivarlas, formado por el tiempo de reacción más el tiempo de movimiento de la defensa o esquiva. De este modo, una técnica de ataque efectuada en la distancia y el momento apropiado es imposible de defender por el adversario, si éste espera a ver esa técnica para responder. Se debe anticipar el momento y la técnica que el adversario va a ejecutar basándose en estímulos previos como gestos faciales, desplazamientos y otros. Iranyi (1973) propone que se debe asociar una única respuesta para cada estímulo con el fin de reducir el tiempo de reacción ya que de otro modo el sujeto deberá decidir cuáles de las alternativas posibles efectuará. Alain y Proteau afirman que, en deportes de raqueta, se mejora la eficacia de las acciones “cuando se actúa basándose en las probabilidades subjetivas de que un acontecimiento vaya a suceder” (Alain y Proteau 1980; en Ruiz y Sánchez, 1997, p. 70). Esta afirmación se podría aplicar a los deportes de combate. Ejemplo: si un boxeador realiza casi siempre dos golpes directos seguidos con derecha e izquierda, el adversario al ver el primer golpe buscará evitar ambos y adoptar una posición favorable para la respuesta. Otro ejemplo, teniendo en cuenta el marcador y el tiempo cronométrico: sabemos que conforme se acerque el final del asalto aumentará la probabilidad de que el contrincante que va perdiendo ejecute una acción ofensiva.