Cultura Contemporanea y Escuela

POSTITULO ACTUALIZACION ACADEMICA NUEVAS ALFABETIZACIONES EN LA CULTURA CONTEMPORANEA Trabajo Práctico Final del Semina

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POSTITULO ACTUALIZACION ACADEMICA NUEVAS ALFABETIZACIONES EN LA CULTURA CONTEMPORANEA

Trabajo Práctico Final del Seminario: pensando nuestras prácticas

Espacio curricular: Cultura contemporánea y Escuela: nuevas alfabetizaciones. Autora: Loreley Cárcamo Año: 2009

UN ESPACIO PARA PENSAR LA EDUCACION EN CONTEXTOS MULTICULTURALES INTRODUCCION: 1

Este trabajo de reflexión y análisis tiene como propósito pensarnos a nosotros mismos y al otro en el contexto que habitamos, en las condiciones sociales, económicas y culturales que imperan actualmente para poder comprender los nuevos sentidos que interactúan en el espacio escolar. La escuela como hecho cultural e histórico requiere una adaptación al contexto en que se inscribe y somos los docentes, directivos y sociedad en general los responsables de pensar sus condiciones de existencia y en experiencias educativas que sean subjetivantes en el actual contexto multicultural. A lo largo del texto propuesto se irán postulando concepciones propias sobre el contexto, la cultura, la escuela y sus integrantes, que serán analizadas a través de las teorías planteadas por diversos autores. “Si al decir de Zourabichvili, en su interpretación de Deleuze Una filosofía del acontecimiento, "Lo que le interesa al pensamiento es la heterogeneidad de las maneras de vivir y pensar, no como tales, para describirlas y clasificarlas, sino para descifrar su sentido", de lo que se trata es de leer estos signos de lo que no está pudiendo para pensar qué puede una escuela. Se trata entonces de tomar estos signos como condiciones de existencia a asumir.” (Presentación del seminario, 2009) CUESTIONES DE CONTEXTO: MODERNIDAD Y POSMODERNIDAD Según Jameson (1999) estamos transitando una época signada por la globalización, en la cual la incertidumbre, la imposibilidad de imaginar un futuro y las dificultades para elaborar un proyecto de vida, son el resultado "de nuevos […] limites espaciales, de la entrada del capitalismo en una nueva etapa y su consecuente penetración en partes hasta ahora no mercantilizadas del mundo” (Azcona, 2007, 24). Esta época, incierta y de transición a la que se refiere Jameson, es denominada por ciertos autores como posmodernidad, modernidad tardía según Lewcowicz o modernidad liquida según Bauman, cualquiera sea su designación alude a un momento signado por la globalización y las lógicas del mercado cuyos efectos e influjos se manifiestan en los ámbitos que habitamos y en las maneras de habitarlos. Para comprender mejor las actuales condiciones de existencia intentare describir las características de la modernidad y la posmodernidad o modernidad tardía (Lewcowicz, 2004). En la Modernidad, bajo el resguardo del Estado, lo que nos conformaba o constituía como individuos pertenecientes a una determinada sociedad era participar de un proyecto de nación encarnado en la educación, que en palabras de Galli funcionaba como un fuerte aparato de control social normalizador. Según dicho autor, las instituciones (Estado, familia, iglesia, escuela) poseían un amplio poder performativo y capacidad para producir subjetivaciones. El Estado como encargado de garantizar la formación del ciudadano y su inserción en el sistema, establecía normas y reglas que regulaban el funcionamiento de la educación cuya función homogeneizadora y normalizadora brindaba a todos la posibilidad de asenso social. En este contexto los valores estaban constituidos por lo permanente, lo estable y lo instituido, los roles eran claros, se producía la subjetividad pedagógica y predominaba una visión monocultural que asumía como válida una cultura, la hegemónica, la del saber y de la modernidad. Bajo estas condiciones la escuela se constituía como un espacio y lugar reglado, que producía vínculos sólidos bajo un solo modo de habitarla. Y esta idea de escuela tradicional es la que continúa presente y convive con los nuevos modos de expresión que hoy circulan en ella. “Según investigaciones realizadas la mayoría de los futuros docentes reconoce la cercanía cultural y la facilidad de enseñar a los alumnos de clase media urbana, grupo social al que pertenecen” (Sagastizabal, 2006, 17), este dato es de gran importancia si pensamos que aun hoy continúan formándose profesionales bajo una visión monocultural cuando en realidad habitamos espacios poblados por múltiples culturas. 2

La multiculturalidad es un concepto que refiere a la diversidad, al carácter diferenciado, apartado, y que hoy está presente en todos los contextos. En la época actual denominada posmodernidad o modernidad líquida (Bauman) por su condición de fluidez y liviandad, habitamos contextos multiculturales, caracterizados por la fragmentación y el cambio. El mercado regula todas las esferas de la vida y convierte a la educación en un bien de consumo. Dice Galli, “El sistema neoliberal, junto al fenómeno de la globalización y la modernidad tardía, trae aparejado, en países latinoamericanos y en particular en Argentina, procesos de exclusión acelerados en los últimos años. La distribución de la riqueza es cada vez más desigual haciendo cada vez más grande la brecha entre “incluidos” y “excluidos.”(Galli, 2008, 16). En relación a este contexto, Lewcowicz plantea “que la soberanía ya no emana del pueblo sino de la gente, y la gente ya no son ciudadanos sino consumidores, lo cual hace que la ley sea la del consumo. Esta idea propuesta por Lewcowicz sirve para explicar el hecho de que hoy los niños-alumnos incluidos (tanto como los adultos), los que forman parte del sistema se configuran como consumidores de lo que se ofrece y que la subjetividad de los mismos se forja no solo y en menor medida en la familia y la escuela sino en el contacto con los nuevos medios de socialización que hoy circulan: la televisión, internet, etc. Esto sucede porque, y tomo aquí palabras de Galli, las instituciones como representaciones del Estado que producían lazo social han perdido su poder performativo, su capacidad de producir subjetivaciones como para que los ciudadanos puedan sujetarse a ellas, y en su lugar surgen y se imponen nuevas prácticas de subsistencia que tiene que ver con el individualismo y la incertidumbre de un futuro. Los adultos, docentes, padres y sociedad en general son parte vital de dicho proceso; son consumidores debido a que las lógicas de mercado generan un tipo de subjetividad tendiente a esta práctica y a nuevos modos de existencia. Posmodernidad: Culturas múltiples y educación ¿En tiempos posmodernos que idea de cultura subyace y predomina en las escuelas? “Entendemos la cultura como todo lo que constituye a un individuo como perteneciente a un grupo social, saberes, valores, creencias, etc., que tiene características determinadas según el lugar y la época, y que se transmite de una generación a otra mediante la socialización” (Cárcamo). En esta definición se advierte la contemplación de la diversidad cultural en cuanto se reconoce la diferencia como característica de los grupos, familias, individuos, como también del cambio permanente que se evidencia en la conformación y transformación de los sujetos, grupos y sociedades de acuerdo a los paradigmas de un periodo y a los procesos de socialización e interacción. Como expresa Dussel “cada época produce y reproduce cultura, genera crisis en sus expresiones previas, renueva sus formas y hecha andar nuevas posibilidades. “(Dussel, 2007, 8). En la época actual, según plantean los autores, están en crisis las instituciones de la modernidad y junto con ella las jerarquías establecidas, en su lugar surge la necesidad de incorporar recursos provenientes del contexto contemporáneo y respetar la diversidad. No es suficiente, expresa Dussel, “con seguir haciendo bien lo que se hacía hace un siglo: nos encontramos con otros sujetos, con otras estrategias, y con otras prácticas sociales que demandan otro tipo de enseñanza” (Dussel, 2007, 10). En cuanto a la multiculturalidad en la escuela, Sagastizabal nos dice que “por su manifestación global se presenta en múltiples instituciones y en cada caso, con características propias según el contexto, pero también con características comunes vinculadas, a las migraciones, la desigualdad económica, las diferencias étnicas, de clase social, de religión, de género, entre otras” (Sagastizabal, 2006, 10). “En nuestro ámbito escolar conviven diferentes culturas, que interactúan en los diferentes espacios y tiempos de la escuela, allí se mezclan 3

y separan de acuerdo a las circunstancias” (Cárcamo). Al interior de la escuela y desde la visión del docente la sensación es la de una creciente heterogeneidad y diversidad a las que hay que atender poniendo en práctica estrategias de acuerdo a la situación del momento. Respecto de la multiculturalidad en la escuela quiero destacar dos cuestiones en las que coincido con Sagastizabal, por un lado se reconoce la diversidad y se la vive como un problema al no saber como interpelarla y al haber sido formados con una visión monocultural, y por el otro, aun reconociéndola no aparece contemplada en nuestra planificación ni en los modos en que se organiza y vive los tiempos y espacios escolares. Sobre dicha cuestión Sagastizabal habla de la diversidad no contemplada en la formación docente, ni en el diseño curricular, lo cual dice lleva a que los docentes no sepamos como abordar el multiculturalismo de manera eficaz e idónea, desplegando en cambio estrategias de todo tipo frente a una realidad para la cual no estábamos preparados. En mi caso planteo actividades para todos por igual, aunque puede haber modificaciones y adaptaciones sin dificultad, intento hablarles a todos en general y si no puedo porque algunos no atienden, me dirijo en pequeños grupos o de manera individual, trato de explicarles lo que considero importante desde mi percepción pero también intento contemplar sus inquietudes, evalúo contenidos y procesos, etc. Quiero decir con esto que, hay atisbos de interpelar a todos los alumnos, de conocer y revalorizar al otro pero siempre sobre la marcha, en el momento y la situación, no aparece previsto ni planificado de antemano. Me parece que muchos docentes tenemos la apertura al cambio y adaptación a contextos multiculturales pero falta una sistematización de las estrategias. Ahora podemos pensar: ¿Qué cultura transmite la escuela?“La escuela como institución surgida en la modernidad continua transmitiendo la cultura dominante y oficial, relacionada con el saber socialmente aceptado, el aprendizaje, los hábitos y valores para formar individuos, conserva ciertos dispositivos disciplinarios tendientes a la homogeneización y normalización, algunas características que persisten en mi institución del aparato moderno y que es concebido por todos los docentes como lo “normal”, son el uso del guardapolvo, formar para entrar y salir de la escuela, estar callados en ese momento, no usar accesorios de moda (gorros, aros, piercing), escuchar al docente con atención desde los bancos y mantener el orden, entre otros. Sobre lo cual pienso que muchas de ellas son imposiciones poco importantes, y aunque no me resultan significativas las respeto por ser cuestiones instituidas y naturalizadas. Pero también al estar inmersa en un contexto diverso, fragmentado y cambiante se filtran nuevos paradigmas que interactúan con los de la tradición”.(Cárcamo) Con lo cual me refiero a que aunque los docentes ensayamos nuevas prácticas y acciones que tienen que ver con el contexto actual y con las culturas de los alumnos, de todos modos nos encontramos con barreras propias de nuestra formación que nos hace sentirnos en un contexto adverso, entendiéndolo, según lo definen Cantero y Celman como aquel que es contrario a lo esperable y adecuado, también aquel que provoca infortunio o desgracia aludiendo a la situación que provoca en el sujeto que la vive. (Azcona, 2007, 22). En este sentido la existencia de un contexto adverso dependerá de las interpretaciones que hagan las personas afectadas. En la institución en que trabajo puedo ver diferentes posturas en cuanto a la interpretación del contexto, hay quienes han naturalizado la adversidad y la aceptan sin cuestionamiento, como también quienes frente al padecimiento intentan cuestionarla para desde una postura crítica y reflexiva buscar diferentes alternativas para superar las situaciones. Por ejemplo: en mi práctica encuentro un desfasaje en la comunicación, siento que se produce de modo interrumpido, estoy explicando y salen con otra cosa, inmediatamente interrumpe otro, etc., lo cual puede deberse a que no están escuchando ni prestando atención, no les interesa o bien que si lo estaban haciendo hasta el momento en que interrumpieron. Me parece que depende de la postura que asumamos, podemos sentirnos vulnerados y padeciendo un contexto adverso pensando que no les interesa la educación que les brindamos o bien pensar que somos 4

diferentes por lo cual el otro no tiene porque responder como yo espero. Esta última reflexión resulta mucho más productiva para pensarnos en los contextos actuales. Desde una postura crítica podemos comenzar por preguntarnos ¿Por qué será que los alumnos que tenemos no pueden escuchar por mucho tiempo? A primera vista es evidente que manejamos diferentes tiempos de atención y concentración, muchos de ellos, no todos pueden estar en contacto con las nuevas tecnologías que sabemos propicia tiempos diferentes, rápidos, instantáneos, recortados, fragmentados, etc., mientras en la escuela continuamos con tiempos lentos, pausados y pautados. Dice Galli al respecto, “nos encontramos en la modernidad liquida, con las categorías de tiempo y espacio que se han alterado, el tiempo ha adquirido la característica de la velocidad y fugacidad, mientras el espacio no acepta fronteras ni concreciones, sino mas bien fluidez y virtualidad, y continua, la posibilidad de hacer experiencia se ve amenazada…” (Galli, 2008, 14). Como también ¿Por qué será que no les interesa lo que les enseñamos? Y a partir de allí replantearnos que de nuestra práctica no les resulta significativo y pensar nuevas maneras de transmitir a través de otros lenguajes. ¿Que pasa hoy con el lenguaje? El lenguaje que se maneja desde la escuela, oral y escrito, poco tiene que ver con el que manejan los alumnos y padres en la vida cotidiana y esto genera confusión y falta de entendimiento. En la actualidad se imponen nuevas formas culturales, como el lenguaje de las imágenes y lo audiovisual presente en las nuevas tecnologías y medios de comunicación, que no están contempladas en la institución escolar y que agrandan aun mas le brecha entre la institución escolar y la sociedad actual. Un ejemplo de la distancia cultural que se genera al interior de la escuela es una actitud común entre los docentes que desde nuestro lugar (de quien enseña, transmite, plantea) esperamos que todos los alumnos atiendan y escuchen, tal vez luego pueden hablar de otras cosas y aclarar dudas. Esta metodología es comúnmente utilizada y se ha transmitido de generación en generación, y yo no soy la excepción. Analizándome en dicha actitud puedo reconocer en mi pensamiento una concepción normalizadora y reguladora de la situación escolar, como también la presencia de una visión monocultural, en términos de Sagastizabal, que se evidencia en la necesidad de transmitir una cultura válida y oficial a un grupo de alumnos que no se caracteriza por la uniformidad, ni por pertenecer a la misma cultura, sino que por el contrario remiten a la diversidad. A continuación, resulta pertinente plantearnos y analizar más profundamente las características que posee la cultura de los alumnos que hoy tenemos para desde allí poder comprender quien es el otro en educación. Como se ha dicho, “la cultura de los alumnos se caracteriza por la heterogeneidad y diversidad, por nuevos modos de relacionarse y por el estrecho contacto con las nuevas tecnologías de la información que generan nuevos valores y arquetipos, que fundan una nueva subjetividad que se presenta e interactúa en el espacio escolar” (Cárcamo). Esta concepción reconoce la influencia del contexto y la presencia del multiculturalismo. Según investigaciones realizadas en la ciudad de Rosario sobre la multiculturalidad en el contexto escolar, las escuelas urbanas atienden actualmente una matrícula alejada del modelo del niño-alumno proveniente de clase media urbana. Esta diversidad, no prevista hasta ahora en la formación docente y en el diseño curricular, en los que predomina una visión monocultural, se evidencia en una distancia cultural acentuada entre la escuela y la familia, distancia que opera como factor predisponente y precipitante del fracaso escolar y que surge del desconocimiento del "otro" como sujeto culturalmente contextualizado. (Sagastizabal, 2006, p.10). Frente a esta realidad es que me surge un interrogante, si tenemos en la escuela múltiples culturas que desconocemos ¿por qué continuamos transmitiendo una cultura que ya no tiene la validez de su origen y que además es única frente al creciente multiculturalismo? Supongo que es porque respondemos a normas institucionales y ministeriales, como también a un tipo de formación que configura un pensamiento monocutural, estructural y naturalizado, pero también pienso que la posibilidad de transformación y cambio está en hacernos cargo y ser 5

responsables del lugar que tenemos como educadores. ¿Como? Tal vez buscando alternativas pedagógicas respetando el multiculturalismo, y por supuesto a partir del apoyo de la institución. Me parece que el cambio requiere la acción conjunta, unir voluntades. Galli propone recuperar la capacidad de prometer y prometer nuevos posibles para resignificar la promesa educativa a través de lo colectivo, de respuestas comunitarias que generen nuevos lazos. (Cifr. Galli, 2008, 18-20). Azcona, por su parte, advierte la necesidad de revisar las propuestas pedagógicas para posibilitar la construcción de subjetividades modificando de este modo el ambiente de los estudiantes. (Cifr. Azcona, 2007, 26). Las opiniones de los autores apuntan a brindar igualdad de oportunidades y desplegar nuevas alternativas para modificar el contexto. Escuela y sociedad: Representaciones y estereotipos Para finalizar intentare responder a un último interrogante ¿Cómo se vincula la familia del estudiante con la escuela? La mayoría de los docentes pensamos que las familias se vinculan muy poco con la escuela y la educación de sus hijos, que no se preocupan, que no les importa. Algunas opiniones de colegas son: hay familias colaboradoras, y también desinterés, no se acercan como es debido y les falta compromiso con la institución, entre otras. Sagastizabal plantea,” el desconocimiento de la cultura del grupo de pertenencia del alumno se evidencia en las representaciones y estereotipos sociales vigentes” (Sagastizabal, 2006, 9). Podemos ver como en la gran mayoría de los docentes subyace una representación sobre los padres de alumnos de zonas periféricas basadas en el estereotipo de que no les interesa la escuela. Los estereotipos “son creencias que se crean y comparten entre los grupos dentro de una cultura y se refieren a otros grupos sociales. Tajfiel, por su parte (1984,171) los define como el conjunto de atributos asignados a un grupo social” (Sagastizabal, 2006, 10). En la escuela los estereotipos pueden funcionar como predicciones, como predisponente para el fracaso escolar y la exclusión. Sagastizabal nos hace ver que la convocatoria que realizamos a los padres es para cuestiones de reclamo, en cambio a los padres les gustaría participar de otras actividades a las cuales la escuela no convoca, como tareas de gestión y actividades como actos o diario escolar, torneos, entre otros. Lo cual demuestra que hay una reducida visión, desde la escuela, sobre las posibilidades de participación de los padres, y para concluir nos deja algo importante para pensar..."La participación de los padres es poca debido a que el camino que conduce a la escuela es estrecho, la puerta esta cerrada y la invitación depende de los maestros". Conclusión: Para dar un cierre al presente análisis voy a citar una expresión de Galli (2008) “El pensamiento único, la única alternativa posible o en otros términos, el pensamiento hegemonico, construye una barrera no solo de ideas sino también de posibilidades.” Como se ha descripto a lo largo del texto hoy nos encontramos con nuevas y diferentes prácticas sociales que configuran nuevos sujetos diferentes al de la modernidad y que por lo tanto demandan otro tipo de enseñanza y estrategias acordes al contexto en el que están inserto y del que son producto. En las actuales condiciones socio-culturales y económicas que habitamos, en la que el futuro resulta incierto y la exclusión es cada vez mayor, el modo en que dichas condiciones afecten a las instituciones dependerá de las interpretaciones que de ellas se realicen. Desde esta perspectiva rescato la idea propuesta por Azcona de que los docentes podemos elegir dónde y como posicionarnos ante los contextos adversos y a partir de allí buscar alternativas para el desarrollo de su tarea pedagógica.” (Azcona, 2007,28) 6

Bibliografía: GALLI, Gustavo Javier (2008) “La modernidad tardía y la pérdida de la promesa educativa en la Argentina”. Resignación o resignificacion. Revista Iberoamericana de Educación. N° 45/4. Edita Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). ISSN 1681-5653 AZCONA, Laura N. (2007) “Las instituciones educativas en contextos socioculturales adversos”. XVIII Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Humanas. Santa Rosa, La Pampa. ISSN 16697030. SAGASTIZABAL, María de los Ángeles (2006) “Aprender y enseñar en contextos complejos”. Noveduc. Buenos Aires. (Capítulo 2 La multiculturalidad en el sistema educativo). DUSSEL, Inés y SOUTHWELL, Myriam “La escuela y las nuevas alfabetizaciones. Lenguajes en plural” El Monitor de la educación Nº 13, Agosto 2007, pp. 26-32. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación

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