Cuatro Jóvenes Para Un Único Suicidio

CUATRO JÓVENES PARA UN ÚNICO SUICIDIO M. Román Sarmentero Personajes: Patricia - Romina - Julia - Soledad - Madre de S

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CUATRO JÓVENES PARA UN ÚNICO SUICIDIO M. Román Sarmentero

Personajes:

Patricia - Romina - Julia - Soledad - Madre de Soledad

Escenario: Sala de estar, casa apartada de la ciudad. (En escena, Soledad escribiendo en su diario, se escucha en off lo que está escribiendo. Luz directa sobre ella, resto del escenario en penumbras).

Voz: “Espero que mis viejos pueda comprender, espero que no se enojen, pero tuve que tomar una decisión rápida y creo que fue lo más acertado, se que les dejé una nota muy cortita, pero no podía decirles más en ese momento”. (Luz General) Romina: (Entrando) ¿Qué escribes? Soledad: ...Mi diario, en realidad es como si le escribiera a mi mamá, pero me gusta dejar escrito lo que pienso, después la llamo por teléfono para que no se preocupe… Romina: Dichosa tu que alguien se preocupe, lo que es yo, le dije a mi vieja que venía acá, y se limitó a decirme “que la pases bien” (burlándose). Soledad: ¿Y qué quieres que te diga?, ella no sabe la intención de ustedes al venir acá. Patricia: (Entrando) Bien dijiste, de nosotras, la intención de nosotras... ¿Por qué no te vas a tu casa?, esto no es contigo... Soledad: ¿Me estás echando? Patricia: No Sol, hace años que somos amigas... desde...cuarto grado... Soledad: Tercero. Patricia: Bueno, tercero... pero lo que pasa ahora no tiene nada que ver contigo. Soledad: (Entrando Julia) ¿Y tu quieres que después que me dijeron que se venían las tres acá para matarse juntas, yo me quede en casa mirando tranquila televisión? Julia: La culpa fue nuestra, no tendríamos que haberle dicho. Patricia: Fue la mala costumbre de contarnos todo. Soledad: Para eso somos amigas, ¿no? Patricia: De todas maneras, no hay nada que puedas hacer, con las chicas lo tenemos pensado y definido. No nos interesa más vivir... a nadie le importamos. Soledad: No sean tontas, si... Patricia: No quiero hablar del tema con vos... (Sale) Soledad: Pero chicas, nos tenemos a nosotras. Romina: ¿Y qué vamos a hacer nosotras con nosotras mismas? Soledad: Ayudarnos, querernos... Julia: No seas ingenua, después de los que nos pasó... (Sale) Soledad: Pero... ¿no crees que también pueda pasarle otras cosas? Romina: Sol... te agradecemos que nos quieras ayudar, pero cuando te vienen pasando cosas y cosas... y te sentís sola... tus viejos no te prestan atención... (Amaga salir, Sol la detiene). Soledad: ¿Tus viejos saben lo que vos decís que te pasó? Romina: No, si nunca me lo preguntaron. Soledad: ¿Y por qué no se lo contaste? Romina: No te digo que nunca preguntaron.

Soledad: No te pueden preguntar lo que no saben. Romina: Te pueden preguntar si te sentís bien al menos... Soledad: ¿De verdad no lo hicieron?, ¿o lo hicieron y tu como muchos contestaste de mala gana “no pasa nada”? Romina: ¿Qué quieres que piense ahora?, ¿que todo esto es culpa mía? Soledad: No Romina, no. Lo que te estoy diciendo es que quizás tu te cierras y no te dejas ayudar. Romina: ¿Tu tuviste alguna vez un novio, una pareja? Soledad: ¿Para qué me preguntas si sabes que no? Romina: ¿Sabés lo humillante que es hablar hasta de casamiento y contarlo a todo el mundo y de pronto ver que se va, pero no sólo porque terminó con vos, sino porque ya había comenzado a salir con tu peor enemiga? Soledad: (Asombrada) ¿Con Gimena? Romina: Sí, con esa putita, que no necesita que le den plata para que se regale (comienza a ponerse mal). Soledad: ¿Se fue por eso? Romina: ¡Sí!....y porque los idiotas de los amigos le dijeron que si yo “no me dejaba”, debía ser frígida... ¿viste? ahora querer ser decente se llama frigidez (sale llorando). Soledad: ¡Romina!...creo que así no estoy ayudando, pero sino se porque quieren hacerlo, ¿cómo las ayudo? (se acerca a la ventana, se escucha lluvia y algún trueno)... Julia: (Entrando) ¿Está lloviendo? Soledad: Sí... Julia: Estaba todo gris, no es raro que se termine de estropear el día. Soledad: La lluvia me da tristeza... a veces pienso que son las lágrimas de Dios. Julia: Che, lágrimas de Dios, ¿qué pasó con Romina que salió llorando? Soledad: Me contó lo que pasó con el novio... Julia: Era un tarado, mejor para ella. Soledad: Mejor para ella... si lo entendiera, pero no si por eso se quiere quitar la vida... ¿porqué no le decís que ese muchacho no le convenía? Julia: Hay un dicho que dice “Está mal mentir, pero nadie quiere saber la verdad”. Soledad: ¿Y? Julia: ¿Cómo “y” ¿No entiendes?, ella no lo va a aceptar. Soledad: Pero... ¿Tu estas loca?, no solo por dejarla seguir adelante con esto, sino que te estás dando tu propio argumento para no hacerlo y...¡nada! Julia: ¡Nada! Si, nada... nada que ver, lo de ella tiene que ver con una persona con la que no le convenía salir, conmigo es al revés. Soledad: ¿Cómo al revés? Julia: A mi me demostraron que no querían seguir conmigo porque yo no les convenía a ellos... Soledad: ¿Te referís a los políticos? Julia: ¡Si! ¿Sabes lo que es que los de tu propia línea te digan que no les eres útil? Soledad: Tu eres una chica capaz, te lo habrá dicho algún resentido... Julia: Fue un resentido. Soledad: ¿Viste? Julia: Que representaba a todos los del partido, que se habían reunido, y que me informaban que no tenía futuro dentro del partido, que no espere nada de ellos... Soledad: (Como queriendo sonreírse) ¿Cómo te van a decir eso? Julia: Hay cosas incomprensibles, pero no cambia nada el que no las comprendas. Soledad: ¿A qué atribuyen que no sirvas? Julia: En la universidad había elecciones por el centro de estudiantes, sólo éramos dos listas, tenía todas las de perder, el flaco que también quería ser presidente del centro, fue descubierto por alguien de mi partido, estaba metido en cosas pesadas, había una foto de él con la que iba a terminar preso…

Soledad: ¿Y? Julia: Más que las elecciones, a mi me importó recuperarlo a él como persona….le mostré la foto... Soledad: ¿Y qué hizo? Julia: Me la robó y me hizo trizas en las votaciones. Soledad: ¿Y el negativo? Julia: Lo habían perdido... yo sabía que no lo tenían... y permití que se perdiera y que el flaco ganara el centro de estudiantes, que como bien sabes en una universidad tiene mucho peso... si se maneja bien... Soledad: ¡Eh!, ¿por eso nada más te van a decir que no servís? Julia: Cuando hay afán de poder, todos se enceguecen. Soledad: Y a ti te pasa lo mismo. Julia: ¡¿Qué me pasa?! Soledad: ¿No ves?, estás ciega... porque si no pensaras en el poder, no pensarías en matarte. Julia: Tu eres una pobre ingenua, ¿no entiendes que metí tres años de mi vida en la facultad de ciencias políticas y antes de tener mi título ya tengo antecedentes de fracaso? Soledad: Traje algo para ti, dejame que te lo lea todo (abre un libro y lee) “Uno de los presidentes norteamericanos más notables descubrió que el camino que conduce al éxito no está exento de dificultades. Nació en una cabaña. Su Madre murió cuando él era muy joven. En 1831 fracasó en sus negocios. En 1832 fue derrotado como candidato a una legislatura. En 1835 falleció su novia. En 1836 fue derrotado como candidato a presidir la cámara de representantes de Illinois. En 1843 fue derrotado en su campaña a ocupar un puesto en el Congreso. En 1855 fue derrotado en su intento de ocupar una banca en el senado. En 1856 cayó derrotado en su campaña a la vicepresidencia. En 1858 nuevamente perdió en su lucha por llegar al senado. Pero ninguno de estos reveses hizo que abandone la lucha. Finalmente en 1860 Abraham Lincoln fue elegido presidente de los Estados Unidos”... y… ¿qué me cuentas? Julia: Muy impresionante, lástima que era otra época, y él era Lincoln, y yo soy Julia Montivero (sale). Soledad: Pero... es una necia... Patricia: (Entrando) ¿Quieres ir a comprar algo de tomar mientras termino con la cena? Soledad: ¿Qué quieren... gaseosa... agua mineral? Patricia: Cerveza nena, ¿qué gaseosa? Soledad: No, compremos algo sin alcohol, necesitan estar lúcidas para pensar bien. Patricia: Déjate de tarugadas, compra gaseosa para ti, a mi tráeme cerveza. Soledad: Ya vengo (sale). Julia: (Entrando) ¿Qué pasa?, ¿adónde fue? Patricia: La mandé a comprar algo de tomar… y quería traer agüita con azúcar... esta noche pienso agarrarme una hermosa borrachera. Julia: Tendríamos que pedirle que se vaya. Patricia: Díselo. Julia: No quiero que piense que la estamos despreciando, sabemos bien lo que es sentirse así, ¿No? Patricia: Con lo cabezona que es... no se va a ir. Romina: (Entrando) No me importa ella, decidamos cuando vamos a concretar lo nuestro. Julia: ¿Cuándo quieras?, tengo todos los horarios disponibles. Romina: Por mi, ahora. Patricia: (Reaccionando) ¡No!.... no nos vamos a morir con el estómago vacío... ¡esta noche! Romina: (A Julia) ¿Trajiste las pastillas? Julia: Si, alcanza y sobra para las tres....hagamos como dice Patri, cenamos y nos vamos a dormir... Romina: Para siempre... Patricia: ¿Y Soledad?

Julia: No tenemos necesidad de decirle nada, cenemos tranquilas y cada una se toma sus pastillas... Patricia: ¿No nos vamos a despedir?.....yo quería que estuviéramos juntas... Romina: Arréglenlo ustedes, pero tiene que ser esta noche (sale). Patricia: Parece que está muy decidida... Julia: ¿Tu no? Patricia: ¿Eh? no... si, si lo estoy..... Julia: Me da la impresión de que te estás arrepintiendo… Patricia: Como que a vos se te ve tan segura. Julia: ¿Por qué lo decís? (Se produce un oscurecimiento momentáneo para indicar el paso del tiempo). Soledad: (Entrando y mostrando lo que trae) No me di cuenta que llevaba poco dinero y no alcanzó para más. Julia: Con esto no hacemos nada y esta noche va a correr la cerveza... Soledad: Julia... Julia: Deja nomás, yo voy a buscar más (sale). Soledad: (Dejando la bolsa en lateral que indica interior. Vuelve para sentarse a la mesa y escribir una nota, se vuelve a escucharla voz en off:) Voz: “Estoy con Patricia, Romina y Julia, tengo que ayudarlas, dicen que vinieron acá para suicidarse, no puedo permitírselos, voy a luchar para hacerles entender que lo que les pasó no es el fin del mundo. Patricia: (Entrando) Con lo que trajiste no hacemos nada. Soledad: No me alcanzó para más, Julia fue a comprar, no te preocupes, aunque insisto en que no debieran tomar alcohol. Patricia: ¿Qué quieres que hagamos nena? Soledad: El alcohol hace mal, aunque la gran mayoría cierre los ojos y lo niegue. Patricia: ¿Y para qué lo venden entonces?, ¿por qué está permitido que se venda? Soledad: Porque hay gente que se llena los bolsillos a expensas de la salud ajena. Patricia: ¿No entiendes Sol?, hay veces como esta, que es necesario... Soledad: ¿Por qué necesario? Patricia: Es mejor estar inconsciente. Soledad: ¿No estás convencida de lo que van a hacer? Patricia: ... Si... convencida o no, es un callejón sin salida... Soledad: ¿Por qué? Patricia: (Esquivando el tema) Pareces una criatura con tus “por qué”... Soledad: ¿Y tu que pareces eludiendo mis preguntas?... ¿qué te llevó a esta loca decisión? Patricia: ¿Todavía lo preguntas?, ¿no lo sabes? Soledad: Se de cosas que te pasaron, pero no se por cual de ellas te quieres suicidar. Patricia: Por todas. Soledad: ¡No! detállame... Patricia: ¿Qué quieres?, ¿qué te cuente toda la historia?... está bien, es simple... murió mi viejo. Mi tío, el hermano menor de papá nos hizo firmar unos papeles y nos cagó, ¿entiendes?...nos recago. Se quedó con todo, quedamos en la calle... y mientras trataba de sobreponerme al hecho de haber perdido absolutamente todo, llegó un día a casa y la encuentro a mi vieja, dejándose consolar en la cama por el mejor amigo de papá, a solo un mes de haber fallecido... fue asqueroso. Soledad: Entiendo que es terrible, pero creo que vos podrías demostrar que se puede ser diferente. Patricia: No seas tonta, afrontar todo no se puede. Soledad: ¿Qué es ese todo que tienes que afrontar?

Patricia: ¿Sabes lo que es vivir dándote los gustos que quieres, ir de vacaciones, pero no a cualquier lugar del país ...a España, a Miami... comprarte la mejor ropa... pisar fuerte Sol, pisar fuerte... y ahora... agachar la cabeza ...porque no tienes nada... Soledad: ¿Te das cuenta que todo pasa por un problema de orgullo? Patricia: Y de sentirte sola, si tuviera con quien sobrellevar esto, pero mi vieja... ¡basta Soledad!, no hablemos más del tema, cenemos y esta noche se termina todo... Soledad: ¿Esta noche lo van a hacer? Patricia: (Dándose cuenta que se puso en evidencia) ¿Eh?, no... fue un decir... Soledad: Córtala con las mentiras… Patricia: No, no es… Soledad: ¿No es qué? Patricia: Voy…a terminar de preparar la cena... (Sale Patricia) Soledad: Cualquier excusa es buena, ¿no? (Soledad sigue escribiendo, momentos después entra Romina, Soledad deja de escribir y guarda su diario). Julia: (Entrando con bebidas) Ahora si vamos a tener fiesta. Soledad: (Con sus escritos en la mano) Voy a guardar esto y vengo… Julia: Llévate esto (le entrega la bolsa que trajo con bebidas) y apúrate, mientras nosotras ponemos la mesa (sale Soledad y comienzan a tomar cerveza), ¿por qué no la mandamos a comprar algo y cuando se va le cerramos la puerta con llave y la dejamos afuera? Romina: Vos y tus ideas….pongamos la mesa, comamos... y terminemos de una vez. (Salen y vuelven a entrar con platos, vasos y todo lo que usarán para cenar, entra Patricia trayendo la comida). Patricia: ¿Soledad? (Siguen tomando más cerveza y se van entonando en su "alegría"). Romina: Fue a dejar sus cosas. Julia: ¿Quieren que les de las pastillas ahora? Romina: Si. Patricia: No. Julia: Pónganse de acuerdo. Patricia: Cenemos tranquilas y después vamos las tres a la pieza y ahí sí. Romina: Cambien de tema que ahí viene Sol (Comienzan a comer). Soledad: (Entrando) No me vayan a esperar ¿eh? Romina: Empezamos cuando sentimos que llegabas. Julia: ¿No quieres cervecita Sol? Soledad: No, gracias. Romina: Por fin voy a cenar tranquila sin pensar en la dieta. Soledad: ¿Estabas haciendo dieta? Romina: Claro, como todas las que queremos tener el cuerpo perfecto según te enseñan las revistas... Julia: Que la dieta de la luna, que la dieta china... Romina: Ahora vamos a hacer….la dieta del cadáver.. (algo borracha). Soledad: (Seria) Me parece una broma de mal gusto. Romina: Si no te gusta, ¡vete!, yo quiero que brindemos... Patricia: ¿Por qué vamos a brindar? Romina: Brindo….por un Madre y una Madre que no me dan bola….por un novio que me llamó frígida y me dejó por mi peor enemiga…..brindo….brindo por esta vida de mierda que ya no quiero vivir… Julia: Yo…brindo por el monumento al fracaso, o sea por mí, por aquella chiquilina que tuvo sueños de gloria y cuando se despertó comprobó que había tanta gente con ambiciones de poder que no había lugar para ella… Patricia: Yo brindo por la condesa que perdió su castillo, por la que pensaba tener manos de terciopelo y la quieren hacer fregar la ropa….por una Madre que se regaló a un amigo de mi

viejo….por ser una pieza que no encaja en el rompecabezas de este mundo... (arroja lo que está bebiendo con furia). Romina:(Después de una pausa, le dice a Soledad) ¿Y vos?, ¿no vas a brindar? Soledad: Claro que si, brindo por mis tres amigas que me abrieron los ojos y me enseñaron lo que es la vida (empiezan a sorprenderse las chicas) y que no vale la pena vivir así, por lo que me ayudaron a tomar la decisión de ser parte de esto. Brindo por la muerte de nosotras cuatro... (Las chicas se quedan atónitas) Patricia: ¿Cómo? Soledad: ¡Claro!, miren lo que les pasó a ustedes... no estoy dispuesta a quedarme a esperar que me hagan sufrir. Voy a dejarles un mensaje a mis viejos en el contestador automático y vuelvo, y hacemos lo que iban a hacer las tres esta noche... (Sale rápido). Julia: (Después de un incómodo silencio) ¿Qué hacemos? Romina: Hagámoslo nosotras ahora y listo, no la esperemos... Patricia: Es que cuando nos vea muertas, se va a matar ella también. Romina: ¿Y qué? Patricia: ¿Escuchaste lo que dijo?, dijo que nosotras la convencimos... yo no quiero que ella se mate por mis problemas... Julia: No tiene motivos para hacerlo. Romina: Quizás sí... Patricia: ¿Qué quieres decir? Romina: Que si siempre nos hemos contado y apoyado en todo, ella sienta el vacío de perder a sus mejores amigas... Julia: Eso es estúpido... no se que se le cruzó en la cabeza a esta tarada, pero no lo vamos a hacer hasta que ella decida lo contrario o se vaya. Patricia: ¿No habrá hecho una broma? Romina: ¿Broma?.... ¿lo nuestro es una broma? Julia: Pero a ella no le pasa lo mismo que a vos por ejemplo, no tiene ningún drama con el novio. Patricia: Tampoco nunca tuvo novio... Romina: Lo que si tiene es un complejo de inferioridad, un día me lo confesó... que se sentía fea, que por eso nunca se había acercado un chico a ella. Julia: Pero no es lo mismo, nunca la traicionaron. Romina: Pero tampoco experimentó lo que es sentirse enamorada...o mejor dicho, correspondida en su amor. Patricia: Yo no sabía... pero aparte que es mentira... Romina: ¿Qué cosa es mentira? Patricia: Que sea fea, no será Miss mundo, pero tiene muchas cosas lindas... Julia: Eso deberíamos hacerle entender a ella... pero... Romina: ¿Qué? Julia: ¿Y los padres de ella? Patricia: ¿Qué tienen? Julia: ¿No le prestan atención? Romina: Sí, si son buenísimos, pero como ella misma me dijo, cuando a veces nos preguntan si nos pasa algo, le negamos, y si ellos no saben lo que nos pasa porque no se lo contamos, entonces, ¿cómo pueden ayudarnos? Julia: ¿Qué?, ¿ahora somos nosotras las culpables? Romina: En parte sí... fui dura con mis viejos, ¿sabes cuántas veces les contesté mal?... las cosas que me aguantaron... Julia: A mí también... Patricia: Yo de mi vieja no quiero ni hablar, pero mi viejo era un tierno, lástima que ya no esté. Julia: Mi viejo, a veces, tiene cada ocurrencia que no sabes a dónde quiere llegar, no nos entendemos, pero que es bueno, es bueno.

Romina: Pensaba en mi vieja y me imaginaba su expresión al recibir la noticia de lo que queremos hacer…. creo que es la primera vez que dudo. Patricia: Dudar, lo que se dice dudar, a mi me pasa todo el tiempo, pero prometí que íbamos a estar juntas en esto. Julia: Como ya dije, no se qué haremos nosotras después, pero hasta no revertir la decisión de Soledad, yo no hago nada. Patricia: ¿Cuándo venga qué le decimos? Romina: Que postergamos todo esto….por lo menos hasta mañana a la noche. Julia: ¿Por qué razón? Romina: Porque se nos dio la gana. Soledad: (Entrando) ¡Listo chicas!, cuando quieran... Romina: Eh... ¿sabes qué Sol?... lo dejamos para mañana a la noche. Soledad: ¿Por? Patricia: Porque... porque si. Soledad: ¿No querrán dejarme afuera?, vamos a estar juntas las cuatro... como siempre... (Las mira sonriendo y les dice) ¡mis amigas! (sale rápido). Julia: Está loca... Patricia: Para mí es un espejo. Romina: ¡Un espejismo! (queriendo corregirla). Patricia: No, un espejo... un espejo que refleja lo que nosotras estábamos haciendo. Julia: ¿Qué cosa? Patricia: ¿No estábamos brindando y riendo por nuestras muertes?, si ella parece loca, no lo está más que nosotras... Julia: ¿Entonces? Patricia: Entonces no se lo que harán ustedes, pero yo no pienso seguir adelante con esto. Romina: Tal vez deberíamos volverlo a pensar. Patricia: Yo ya lo pensé, ¡se acabó! Julia: Llámala a Soledad y díselo. Patricia: Ustedes... ¿qué van a hacer? Julia: No se... quizás siga tu decisión... Patricia: ¿Romina? Romina: Tengo la mente confundida... acepto lo de ustedes, pero lo mío es muy personal, después de estar enamorada como lo estuve, no se si podré enamorarme otra vez y ser feliz. Patricia: ¿Puedes pensarlo mejor?, yo llamo a Soledad y le decimos..... ¡Soledad! Soledad: (Entrando) ¿Listo?, ¿lo hacemos? Patricia: No Sol, no lo vamos a hacer. Soledad: Me están mintiendo. Julia: No, es cierto, nos dimos cuenta que no queremos hacerlo. Soledad: (Las mira detenidamente a cada una) Bueno si ustedes lo decidieron... (A Romina) ¿Tu piensas igual que ellas? Romina: ¿Yo?... eh... si, si… Soledad: No sabes mentir. Julia: No es mentira, estamos confundidas pero no lo vamos a hacer. Soledad: Está bien, pero mi decisión sigue en pie, ya le grabé un mensaje en un cassette a mis viejos explicándole todo. Patricia: Pero Sol... Soledad: ¿Qué?, cuando ustedes me pidieron que respete su decisión yo lo hice, ahora respeten la mía... Patricia: No entiendes... Soledad: Si que entiendo, y entiendo demasiado, ¿ustedes están dispuestas a seguir sufriendo en esta vida?, cosa de ustedes, pero yo mañana me despido. Julia: Me parece que estamos nerviosas y no pensamos con claridad.

Soledad: ¿Ahora piensas eso?, ahora que clarificaste mi pensamiento. Patricia: Sol, dejemos las cosas como están. Soledad: ¿”Cómo están”?, ¿acá no pasó nada? Romina: Si…pasaron muchas cosas, pero ahora no es el momento de decidir nada. Julia: ¿Por qué no nos vamos a dormir?, mañana vamos a estar más despejadas y vamos a poder hablar con tranquilidad. Romina: ¿Te parece bien? (Soledad sale molesta, luego sus amigas. Se oscurece el escenario mientras se escucha el tic tac de un reloj. Soledad entra a escena en esa penumbra, contempla el lugar, se pone una campera y sale de la casa. Vuelve la luz, pero tenue). Patricia: (Entrando) ¡Soledad!... ¡Sol!... ¿dónde estás? Julia: (Entrando) ¿Qué pasa? Patricia: Que me desperté y Sol no estaba en su cama. Julia: ¿En el baño? Patricia: No, fue lo primero que miré. Julia: ¿Qué hora es? Patricia: Como las cuatro de la mañana, ¿adónde puede haber ido? Romina: (Entrando) ¿Qué hacen levantadas? Julia: No sabemos dónde está Soledad. Romina: ¿Cómo que no saben? Patricia: La busqué por toda la casa y no está. Romina: ¿Tú piensas que...? Patricia: Tengo miedo de pensar que haya hecho una locura. Julia: ¡Escuchen! Romina: ¿Qué? Julia: La puerta de entrada... debe ser Soledad que habrá salido y ahí viene... habrá ido a dar una vuelta... Romina: ¿A esta ahora y con esta lluvia? Julia: Vamos a asustarla Romina: No seas infantil… Julia: Como para cambiar los ánimos, reírnos un poco… ¡dale! (Asienten y se esconden en el escenario, momentos después entra una mujer tapada, no se ve quien es por la capucha para la lluvia, las chicas se abalanzan sobre ella, de pronto se descubre el rostro y ellas se detienen). Julia: No es Soledad. Romina: No, es su mamá. Madre: ¿Qué es esto?, ¿dónde está Soledad? Patricia: No sabemos. Madre: ¿Cómo que no saben?, yo vine acá por el mensaje que me dejó en el contestador. Me parece una locura lo que dicen que van a hacer. Patricia: No, no vamos a hacer nada, ya lo pensamos bien. Madre: Mejor así, pero ¿y Soledad? Patricia: Dormía en mi pieza... y cuando me desperté no estaba... Julia: La buscamos por la casa y no está. Madre: ¿Se fue?, habrá dejado una nota… ¡algo! Julia: Me voy a fijar (sale) Romina: Voy a prender la luz que está algo oscuro (luz general). Madre: Mas les vale que mi hija esté bien... pero, ¿qué querían lograr? Patricia: Queríamos estar unidas al morir, somos lo único que tenemos... Romina: Siempre estuvimos juntas para todo y somos las únicas que nos damos cariño. Julia: (Entrando) Lo único que hay es este cassette que ella dijo que había estado grabando. Madre: ¿Y qué dice? Julia: No se, tengo miedo de escucharlo.

Madre: (Sacándoselo de la mano) Dame eso... (lo coloca en un grabador que prende y se escucha voz en off) Voz: "Mamá, como te dije en el contestador, quería ayudar a las chicas, quería convencerlas de que vale la pena vivir, pero escuchas tantas cosas, ves tantas injusticias y a veces te sentís tan sola que pareciera que tienen razón. El mundo parece apoyarlas en su insistencia por convencerme de que uno, no le importa a nadie, y que es mejor terminar ahora, de una buena vez, para no seguir sufriendo" Madre: ¡Ustedes!, ustedes son las responsables de todo esto... (Agresiva) Julia: No señora….nosotras quisimos convencerla... Madre: ¿De qué?, ustedes vinieron acá para matarse, ella vino para ayudarlas y ahora ustedes están lo más tranquilas, porque total... ya se dieron cuenta que no sirve de nada matarse, pero quizás la mataron a ella. Patricia: Nosotras no la matamos, de última….ella tomó la decisión por su cuenta. Madre: Pero por la influencia de ustedes mocosas tontas que tienen miedo de vivir... Romina: No fue por miedo que planeamos esto. Madre: ¡Si!, ¡tienen miedo!, ¿quién les contó el cuento que la vida es como un bosque encantado?, está lleno de problemas, pero problemas que se superan, que se controlan y hasta podemos disfrutar cuando hemos superado algo, hasta podemos alegramos de sabernos vencedores….y eso de que no les dan cariño... son unas egoístas... ¿Cuánta gente se siente sola?, ¿por qué no empiezan ustedes dando amor y van a ver como vuelve?, el amor es un boomerang, si se sienten solas es porque no dan nada, solo quieren recibir, ¿qué pretenden?, ¿qué el mundo se ocupe exclusivamente de ustedes? (se hace un silencio incómodo). Julia: Señora... Madre: No me hables... ¡Déjame tranquila!... y busquen a mi hija... Romina: (Apartándose con las chicas) Quizás ella tenga razón... ¿buscamos a Sol? Patricia: Pero, ¿dónde? Julia: Fuera de la casa, el patio... que se yo... Romina: El patio tiene un fondo largo, lleno de plantas, por ahí... Patricia: Tengo miedo. Romina: ¿Tienes miedo de salir porque es de noche? Patricia: No, tengo miedo de que hayamos planeado todo esto para encontrarnos con un único suicidio que no teníamos previsto. Julia: De todas maneras tenemos que buscarla... alguien que se quede con ella (señalando a la Madre de Sol). Romina: Vayan ustedes... (Salen Julia y Patricia). Madre: (Sin darse vuelta pero percatando la presencia de Romina) ¿Para qué te quedas?, ¿crees? que necesito tu compañía? Romina: No... Tal vez yo necesite la suya. Madre: ¿Para qué? Romina: Por lo que es capaz de decir... por lo que es capaz de hacernos entender... ojalá mis viejos me hubieran hablado así... Madre: Eres muy injusta, tu mamá se preocupa por ti ... Romina: ¿Y usted cómo sabe? Madre: Tu no sabes, pero yo conozco a tu mamá desde hace muchos años, fuimos compañeras de colegio en el secundario. Romina: Nunca nos dijeron nada. Madre: Es que no queremos recordar esa época. Romina: ¿Por qué? Madre: Porque tenemos una historia en común que preferimos olvidar. Romina: Ahora cuéntemelo, no me va a dejar con la espina. Madre: (La mira, hace una pausa y acota:) Solamente si me prometes que de tu boca no va a salir. Romina: Prometido.

Madre: (Se hace una pausa prolongada, le cuesta hablar) En aquella época…yo estaba enamorada de una chico extraordinario….íbamos a casarnos….hasta que un día, ese chico conoció a Marta... Romina: ¿Marta? Madre: Si... tu mamá….y ella lo enamoró... y…se casaron... Romina: Usted... fue... Madre: La odié por mucho tiempo... (Le extiende la mano y mostrándole la muñeca le dice) ¿ves estas marcas?, intenté matarme por haberlo perdido, primero la odié por habérmelo robado, después la odié porque decía que por culpa de ella, casi pierdo la vida... pero no fue así. Romina: ¿Y cómo fue? Madre: A veces, cuesta mucho entender que en la vida se gana y se pierde, y es difícil reconocer que uno pierde... a tu padre lo perdí porque la cansé con mis celos... y cuando alguien le demostró confiar en él, conquistó su corazón, en ese momento era más fácil decir que la culpa era de los demás, y suicidarse, que replantearme mis propios errores y corregirlo. Romina: ¿Todavía la odia? Madre: No…en ese momento todo parece negro y que nunca se va a aclarar, pero todo pasa, hasta lo peor se termina... no pasó más que un tiempo y conocí a Daniel, el padre de Soledad, no hay palabras con las que te pueda decir lo que él significa para mí... soy muy feliz con él pero ustedes no nos hacen ganar más que para sustos, tengo miedo de esta locura de ustedes, hay verdades que a veces no queremos oír. Romina: Yo también tengo miedo... ahora pensar en esto del suicidio me parece una locura, pero hasta ayer parecía lo más normal. Madre: Es que muchas veces los jóvenes toman decisiones con la mente en caliente. Romina: Los grandes también lo hacen, señora... Madre: Si hija... la gente grande también... (Queda pensativa) Romina: (Tras una pausa) ¿En qué está pensando? Madre: (Sereno) En que si alguien se suicidó en esta casa, que sea la desesperanza, ella es la única que vale la pena que muera... (Entran Julia y Patricia serias) Romina: (A las chicas) ¿Y? Julia: La encontramos... Madre: ¿Dónde está? Patricia: Debajo de un árbol… Madre: ¿Cómo debajo de un árbol? Patricia: (Sonriendo) Rezando por nosotras. (Apagón general)

TELÓN