Cuadernillo de escritura academica

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GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES ESCUELA NORMAL SUPERIOR Nº 4

“Estanislao Severo Zeballos”

Profesorado de Educación Inicial y Profesorado de Educación Primaria Campo de la Formación Específica

Cuadernillo organizador de

EDI: TALLER DE ESCRITURA ACADÉMICA Modalidad intensiva Cecilia Serpa y Guadalupe Tavella

Julio-agosto de 2017

La explicación

Definición

Géneros en los que se utiliza Situación de la que parte Finalidad discursiva Esquema prototípico

Procedimientos

Organización textual

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Tarea de lectura Lean el texto “Viejas y nuevas formas de autoridad docente”, de Emilio Tenti Fanfani. Antes de leer -Leer título y copete. Escribir en un párrafo cuál será el tema que abordará este texto. -Leer la nota al pie que contiene información sobre el autor. Subrayar la disciplina a la que pertenece. Durante la lectura -Subrayar en el texto las dos fuentes de autoridad docente que se describen en el primer apartado. -Después de leer el primer apartado, escribir el propósito del autor de este texto. -Subrayar las conclusiones que extrae el autor en los apartados “La crisis de la institución escolar” y “Las nuevas generaciones al poder”.

Tareas de escritura a. Elijan una de estas consignas y planifiquen la escritura de un texto explicativo a tomando el texto de Emilio Tenti Fanfani como fuente. Consigna 1: Relacionar la crisis de la institución escolar con el concepto de autoridad docente. Consigna 2: Explicar la propuesta de Tenti Fanfani acerca de la autoridad docente en la actualidad. b. Redacten el texto. c. Incluyan al menos una cita textual de la fuente.

Para realizar este trabajo es necesario pensar primero qué es una consigna. Tengan en cuenta que toda consigna de parcial o trabajo está compuesta por tres partes: 

Un verbo en imperativo o infinitivo o un pronombre interrogativo que indica la operación discursiva que se debe llevar a cabo.



La especificación del contenido.



La fuente en la que se debe basar la respuesta.

Esta tabla explicita algunas de las operaciones discursivas que se deben realizar al resolver una consigna, dependiendo del tipo de verbo que se utiliza.

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Verbo

¿Qué operación discursiva debo realizar?

Identificar, reconocer, distinguir, señalar

Son operaciones mentales. En un examen escrito, pueden solicitar la realización de una marca gráfica (como un subrayado o un círculo) y la enumeración de determinados elementos, como una lista.

Definir

Consiste en la descripción del significado de un vocablo o de la realidad designada por este.

Describir

Consiste en el señalamiento y explicación de los rasgos o propiedades de un elemento o tópico (ambiente, época, seres animados e inanimados, etcétera), con el objetivo de caracterizarlo

Ejemplificar o ilustrar

Es la particularización de conceptos, definiciones o explicaciones mediante la presentación de casos. Entre el ejemplo y el concepto o definición se reconoce una relación de inclusión.

Explicar

puede tener distintas acepciones, desde aquellas que requieren la presentación de informaciones referidas a un fenómeno o concepto —lo que incluiría una definición, una descripción y una clasificación, por ejemplo—, hasta otro tipo de texto dedicado a señalar, por ejemplo, el encadenamiento de causas y efectos que dan lugar a un determinado suceso.

Comparar, diferenciar

Indica las semejanzas y diferencias entre dos o más objetos, fenómenos, personas, conceptos o teorías. Para su organización se seleccionan determinados criterios.

Justificar, Requieren del desarrollo de argumentos o razones destinados a convencer fundamentar al lector de una idea. En ocasiones, las consignas de parcial solo requieren , argumentar la exposición de los argumentos de los autores de los textos leídos. En momentos avanzados de las carreras, se puede solicitar argumentos propios.

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El registro académico: polifonía y objetividad

Las citas y otras formas de la polifonía Como ya hemos dicho en las clases anteriores, los estudios de nivel superior nos enfrentan a nuevos desafíos. Dentro de estos desafíos, se encuentran las tareas de “apropiarse” de los conocimientos específicos de una disciplina (seleccionar, parafrasear, sintetizar, resumir, entre tantas otras operaciones) y producir un conocimiento nuevo mediante la valoración, los contrastes, las conexiones posibles entre planteos principlaes de la disciplina que estemos tratando. Si asumimos estos desafíos, debemos atender cuidadosamente la presentación y referencia a las fuentes bibliográficas a la hora de leer y escribir en contextos académicos. Todo texto establece un diálogo con las fuentes a las que hace referencia. Como dice Federico Navarro, el conocimiento científico no consiste en hallazgos inéditos, sino en la negociación entre lo que tenemos que aportar y lo que han aportado previamente (Navarro, 2012). La cita es el mecanismo por el cual un autor incluye la voz de otro autor en el propio texto y así su perspectiva sobre el tema o contenido que se está tratando. En los textos académicos, este mecanismo debe ser atendido especialmente para diferenciar la voz del autor de los autores citados. Se diferencian las citas directas de las citas indirectas y otras formas de alusión o referencia. En el caso de las citas directas, se establecen marcas que delimitan la voz del autor del texto, de la voz de la fuente que se está citando. Para eso, tenemos una serie de recursos y marcas tipográficas que señalan o destacan el texto citado: introducción con verbos de cita, dos puntos, comillas (X afirma; “….”). En el siguiente ejemplo podemos observar el verbo de cita (afirmar), los dos puntos y las comillas que marcan los límites entre la voz del texto y la voz del texto citado: Se reconoce a la autoridad ya sea desde lo legal, lo tradicional, o lo carismático. Así, De Certeau afirma: “el reconocimiento no es el fundamento de la legitimidad sino un deber de los llamados, en mérito de la vocación y de la corroboración a reconocer esa cualidad” (1984, p. 194). Este autor otorga un lugar importante al acto de recibir la autoridad, de brindarle consenso para que esta sea.

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Se diferencian de las citas indirectas en las que el autor incorpora a su enunciado las palabras de la fuente (X dice que…). A continuación, un ejemplo: Arendt (1996) sostiene que el síntoma más significativo de la “crisis” que atraviesa la autoridad tradicional de occidente es su expansión hacia áreas de la vida privada como la crianza y educación de los niños donde la autoridad siempre se aceptó como un imperativo natural.

Por último, encontramos formas de alusión o referencia menos marcadas en las que autor del texto identifica la fuente pero no cita un fragmento determinado. Algunos autores sitúan esta transformación en el declive de la sociedad patriarcal, que se vio desafiada por distintos procesos interrelacionados, a partir de la segunda mitad del siglo XX. Entre estos procesos, Castells (1988) menciona las variaciones de la economía y del mercado laboral, en estrecha asociación con la apertura de las oportunidades educativas para las mujeres; la transformación tecnológica de la biología, la farmacología y la medicina, que ha permitido un control creciente sobre el embarazo y la reproducción de la especie humana; el impacto del movimiento feminista y su influencia sobre otras minorías que, al desafiar algunos de los cimientos milenarios sobre los que las sociedades se construyeron, tales como la represión sexual y la heterosexualidad obligatoria, debilitaron la norma heterosexual y abrieron la posibilidad de explorar otras formas de relaciones interpersonales, especialmente, en el ámbito familiar.

Ahora bien, los verbos de cita no solo delimitan la voz del autor de la de los autores citados sino que nos permiten comprender (en el caso de la lectura) o señalar (en el caso de la escritura) la posición respecto al texto citado. Como señala Federico Navarro, podemos diferenciar aquellas expresiones que muestran neutralidad de aquellas que marcan coincidencia o discrepancia (Navarro, 2012). En el siguiente ejemplo, se muestra una misma cita con diferentes verbos que la introducen, cambiar el verbo que la introduce, modifica directamente la posición del autor respecto a lo dicho:

Meirieu (2001) afirma que nuestra profesión es una profesión bajo sospecha y que el

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oficio de educador, si bien no es la única cuestionable, sí que es la que más cuestionamientos recibe. En este sentido, todos nos vemos interpelados y hasta despreciados.

Meirieu (2001) revela que nuestra profesión es una profesión bajo sospecha y que el oficio de educador, si bien no es la única cuestionable, sí que es la que más cuestionamientos recibe. En este sentido, todos nos vemos interpelados y hasta despreciados.

Otro aspecto a considerar es la relación de la cita con el desarrollo del tema. Uno de los desaciertos de los escritores menos expertos es introducir una cita sin comentarios o interpretaciones. La cita no puede hablar por sí sola. Por eso, debe estar rodedada de la voz del autor que la ha seleccionado. En el siguiente ejemplo, podemos observar que la cita está acompañada de una interpretación: un concepto más general (institución cascarón) sirve para describir el funcionamiento de un institución particular, en este caso: la escuela.

La escuela entonces se convierte en una institución cascarón, al decir del sociólogo británico Anthony Giddens: “Seguimos hablando de la nación, la familia, el trabajo, la tradición, la naturaleza, como si todos fueran iguales que en el pasado. No lo son, El cascarón exterior permanece, pero por dentro han cambiado -y esto está ocurriendo no sólo en Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia sino prácticamente en todas partes-. Son lo que llamo instituciones cascarón. Son instituciones que se han vuelto inadecuadas para las tareas que están llamadas a cumplir" (Giddens, 2000, p. 30). Para Giddens, la escuela es una de estas instituciones-cascarón que no saben cómo hacer frente a las transformaciones de las relaciones de autoridad, a la emergencia de nuevas subjetividades y a las nuevas formas de producción y circulación de los saberes. Fragmento de Dussel, Ines (coord.). Impactos de los cambios en el contexto social y organización del oficio docente, en Seminario Internacional La renovación del oficio docentes, Buenos Aires, 9,10 y 11 de noviembre de 2005.

En síntesis, podemos afirmar que los textos académicos son polifónicos. Es decir, el autor incluye las voces de otros autores que le dan autoridad, le sirven para

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introducir conceptos, abonan la discusión sobre un determiando tema problemático, entre otras funciones. Como vimos, existen algunas prescripciones sobre la inclusión de estas voces, ya sea de manera directa o indirecta. También consideramos la relación que estabelcen entre sí la voz del autor con las voces citadas, acá nos ocupamos de los verbos que la introducen (verbos de cita o verbos de decir), y los enunciados que rodean la cita para involucrarla con lo dicho anterior y posteriormente.

RESUMEN Siempre que se explica la postura de un autor o se toma un concepto o teoría de otro es obligatorio remitir a la fuente de donde fue extraída la información. Una ley general es que deben colocar siempre autor + año de publicación del trabajo [+ número de página para citas directas]. Estas tres informaciones tienen que estar siempre, aunque pueden aparecer en diverso orden. Por ejemplo, tomemos un texto de Etkin, publicado en el año 2000, y una cita de la página 123 de ese texto. Las opciones son las siguientes:

Cita directa (literal del texto, entrecomillada): 

Desde el punto de vista de Etkin (2000), “la cultura refiere a los conocimientos, creencias y valores que tienen, construyen y comparten los integrantes de una organización en sus relaciones cotidianas como así también los saberes, ideas y creencias que se transmiten y se construyen de la interacción” (p. 123).



Etkin afirma que “……” (2000, p. 123).

Cita indirecta o referencia a la fuente en la que se basa el trabajo: 

Según Etkin (2000), la cultura refiere a los conocimientos, creencias y valores que tienen…



En el campo de la teoría organizacional, la cultura se define como el conjunto de conocimientos… (Etkin, 2000).

Luego, cuando al final del trabajo colocamos la bibliografía, debemos atender a que estén los datos completos de la obra. El lector se va a guiar por los datos que le dimos en el cuerpo (autor, año, página) para buscar la información que le interese recuperar. Por ejemplo, en este caso:

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Etkin, J. (2000). Componentes culturales de la organización. En Política, gobierno y gerencia de las organizaciones (pp. 221-248). Buenos Aires: Pearson.

Referencia del texto de Tenti Fanfani

Referencia del texto de Ricardo Baquero

Referencia del texto de Dussel y Southwell

Otra referencia

La objetividad en el discurso académico Otro elemento clave del registro académico es el uso de recursos mediante los cuales se tiende a borrar la subjetividad del texto para generar una ilusión de objetividad. Algunas de estas ideas se sintetizan en el siguiente esquema:

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Colocación del adjetivo

Verbos en tercera persona 1. Estructuras con se

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2. Pasiva perifrástica

3. Estructuras copulativas

4. Otras estructuras con sujetos no personales

Uso de infinitivos, gerundios y participios

Eliminación de pronombres superfluos

Tareas de escritura Reescriban el texto explicativo que elaboraron previamente en base al texto de Tenti Fanfani: a. Corrijan la cita textual que colocaron en el trabajo y agreguen la bibliografía al final del texto. b. Revisen si su producción presenta huellas de subjetividad y realicen las operaciones necesarias para eliminarlas.

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La argumentación

Los textos académicos se caracterizan por presentar un punto de vista que se despliega y sostiene gracias a una serie de procedimientos discursivos particulares. Esto es así porque, como estamos viendo, en el ámbito del conocimiento académico, dentro de las disciplinas, conviven distintas respuestas para los mismos interrogantes. Las preguntas cuya respuesta no se presenta como única suelen denominarse cuestiones y los textos que se desencadenan a partir de ellas, argumentaciones. El texto argumentativo es constitutivamente polifónico. Como señala el especialista francés en Análisis del Discurso, Cristian Plantin, “solo puede haber argumentación si hay un desacuerdo sobre una posición, es decir, confrontación entre un discurso y un contradiscurso” (Plantin, 1998). Tomando este punto de vista dialógico, Plantin afirma que se puede considerar como argumentativo todo discurso producido en un contexto de debate orientado por un problema. En los textos argumentativos, el que lleva adelante el discurso se presenta como portador de un punto de vista que difiere y supera otros puntos de vista que se descalifican, se refutan, se objetan o se consideran falsos. Por eso, a diferencia de los discursos expositivos, es frecuente en estos textos la presencia de la primera persona del plural, junto a la tercera, además de otros recursos que permiten general un punto de vista personal. Por ejemplo, las estructuras copulativa que presentan Montolío y Santiago (ver actividad 4), que permiten generalizar un punto de vista que aparece como despersonalizado: “es evidente que…”, “resulta obvio que…”, etc. En las argumentaciones entonces se manifiesta un punto de vista, un enunciador que irá construyendo en el desarrollo de la argumentación la imagen propia que desea comunicar al destinatario. Según el público, la situación de comunicación, el género, podrá mostrarse cauto, ilustrado, decidido, seguro, experto o ingenuo, etc… Las otras voces que se integran en la argumentación pueden autorizar la posición del sujeto de la enunciación, respaldarlo, reforzar sus aserciones, o bien ser portadoras de la posición del adversario y objeto de refutaciones. Esos enunciados referidos no siempre se presentan bajo la forma de discursos directos: en la argumentación son frecuentes las formas de contaminación de voces y los discursos indirectos en los que no se menciona con precisión la fuente.

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Las voces que dan cuenta de la posición del adversario integran la “dimensión polémica de la argumentación”. La palabra polémica tiene su origen en el vocablo griego polemos que significa “guerra”. En ese sentido, de manera más explícita o más implícita, toda argumentación teatraliza un “combate” en el que siempre vence el enunciador. Por eso, cuando se lee un texto argumentativo es importante identificar las posiciones en conflicto. Si el lector no las identifica, permanece ajeno a los ejes del debate y accede a una comprensión parcial del texto: no comprende qué es lo que se está disputando en esa “batalla verbal”. En el terreno de la ciencia, la dimensión polémica del discurso argumentativo muestra las problemáticas dominantes en el campo e, indirectamente, los avances y retrocesos del quehacer científico y los conceptos como un saber no cerrado, objeto de constantes ajustes.

Hipótesis y argumentos Se suele denominar hipótesis (o tesis) a la posición que defiende el argumentador. Según el género, la hipótesis de un texto puede ser un enunciado constatativo y/o una invitación a la acción. La posición del adversario del discurso, cuando se explicita, recibe el nombre de hipótesis adversa. Para defender su posición, el argumentador presenta razones, motivos, “pruebas” que contribuyen a que el destinatario acepte su postura. Ese conjunto de buenas razones son los argumentos. Los argumentos del adversario reciben el nombre de contraargumentos. A diferencia de las explicaciones que tienen una estructura del tipo preguntarespuesta, una argumentación puede caracterizarse como un enunciado que cuenta al menos con un argumento que se considera aceptado con el fin de que el destinatario acepte también una hipótesis (que se considera menos aceptada u objeto de controversias). Los contraargumentos no siempre se presentan de modo explícito.

UN EJEMPLO Si la cuestión es "¿Debe legalizarse el aborto?", podemos tener algunas de estas situaciones: Tesis 1: El aborto debe legalizarse. Argumentos: 1. Las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo.

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2. Los abortos clandestinos son un negocio. 3. No tiene sentido traer un hijo no deseado al mundo.

Tesis 2: El aborto no debe legalizarse. Argumentos: 1. El ser humano no puede decidir sobre la vida ajena. 2. El embrión ya es un ser humano con derechos. 3. Abortar es asesinar a un ser humano. 4. La religión no lo permite.

La tesis 1 es antítesis de la tesis 2 y viceversa.

Tarea de lectura a. Identifiquen la hipótesis o tesis de los autores de cada texto leídos en clase en función de la siguiente cuestión: “La escuela, ¿es responsable del fracaso escolar masivo que se evidencia actualmente?”. b. Identifiquen al menos tres argumentos de cada autor. c. Con la información de a y b, elaboren una ficha de lectura.

Ahora vamos a ocuparnos de planificar y producir un breve texto argumentativo. Como ya analizamos en la actividad anterior, el enunciador muestra un punto de vista acerca de una cuestión que despierta una serie de interrogantes. Ahora bien, si toda argumentación teatraliza un “combate” en el que siempre vence el enunciador, argumentar no es simplemente mostrar una posición sino realizar una serie de tareas para propiciar dicha “victoria”. En el caso de los textos argumentartivos que circulan en el ámbito académico es fundamental la administración de las fuentes bibliográficas. Por eso, la lectura de estos textos es una tarea central. Todas las actividades que hemos desarrollado respecto a las marcas de lectura, anotación marginal y esquemas gráficos (cuadros, redes, mapas, entre otras) favorecen la comprensión de las cuestiones polémicas alrededor de un tema; acompañan el desarrollo de una mirada propia y favorecen la formulación de hipótesis y argumentos.

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Weston (2006) distingue una serie de tareas previas a la composición efectiva del texto argumentativo. Estas tareas corresponden a una etapa de planificación de la argumentación: indagación o exploración de la cuestión; planteo de la hipótesis y selección de los argumentos; examen de las objecciones. Sugerimos disponer de un esquema borrador donde puedan volcar cada uno de estos pasos: sin dudas, será un instrumento que favorecerá posteriormente la redacción efectiva del texto. Como ya dijimos, la cuestión que despierta una argumentación está rodeada de argumentos posibles, ya que es un tema o interrogante sensible para el desarrollo de una disciplina o de la socieddad. Por eso, el primer paso será explorar y registrar las afirmaciones existentes acerca del tema en cuestión. También, probar la “fortaleza” o “debilidad” de determinados argumentos alrededor de dichas afirmaciones1 y, por lo tanto, ir trazando un camino para el desarrollo de una hipótesis propia acerca del problema planteado. Con el conocimiento más preciso de la cuestión y los argumentos que la rodean, estamos en condiciones de formular la pregunta que queremos responder en nuestro texto argumentativo. Cabe diferenciar el tema general que ha iniciado nuestra argumentación de afirmación que responderá el desarrollo del texto. Como dicen Weston, el sujeto que planifica una argumentación debe preguntarse ¿Qué estoy tratando de probar? ¿Cuál es mi conclusión? El borrador o esquema que guiará la redacción del texto también deberá listar argumentos posibles para sustentar la conclusión a la que queremos arribar. Probablemente, encontremos más de un argumento para aquello que queremos expresar. Sin embargo, se recomienda seleccionar y jerarquizar estos argumentos, así como ofrecer cierta

variedad

en

los

tipos

de

argumentos

(analogía,

ejemplos,

autoridad,

causa/consecuencia, entre otros). Por otra parte, antes de comenzar la redacción, es necesario anticipar objeciones que podrían recibir los argumentos seleccionados. Este examen debe atender posibles “golpes”. Por un lado, es necesario revisar objeciones que podrían presentarse considerando otras interpretaciones de las fuentes o datos expuestos. Por otro, debemos anticiparnos a preguntas que descrean de nuestro planteo. También debemos atender

1

Para evaluar la validez de los argumentos, recomendamos revisar la ficha de lectura Tipos de argumentos.

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desventajas o consecuencias que podrían desprenderse de las conclusiones a las que arribamos. Hemos recorrido una serie de tareas previas para comenzar la redacción del texto argumentativo. A continuación, sintetizamos algunas recomendaciones que ofrece Weston para la etapa de redacción: 

Presentar el problema en cuestión en la introducción, antes de presentar la hipótesis y los argumentos.



Exponer la hipótesis de una manera clara en un solo enunciado.



Presentar un argumento por párrafo.

Tarea de escritura a. A partir del corpus "Limites y posibilidades de la escuela" que leyeron previamente, escriban un texto argumentativo breve cuyo título sea: “¿Qué y cuánto puede hacer la escuela frente al fracaso escolar?". b. Incluyan una cita refutativa o una cita de autoridad en el trabajo.

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Las secuencias mixtas: el informe de lectura

Tal como ya fuimos viendo, al trabajar con más de una fuente bibliográfica simultáneamente no solo debemos realizar la lectura atenta de cada texto sino que tenemos que ser capaces de confrontar los puntos de vista de cada autor a fin de establecer similitudes y diferencias entre ellos. En el ámbito académico existe un género específico en el que realizamos esto: el informe de lectura. En esta clase de texto debemos explicar las posturas de varios autores, y eso implica comprender y ser capaces de hacer explícitas las relaciones que mantienen entre sí. De los Santos, Rodríguez Lorenzini, Muschietti, Valente y Zunino (s/f) explican que el informe de lecturaes un texto expositivo-explicativo en el que el estudiante debe desarrollar o exponer un tema a partir de la confrontación de diversas fuentes bibliográficas. Por eso, el autor del texto debe presentar a los autores, indicar los datos bibliográficos correspondientes a cada uno de los textos utilizados, emplear citas directas o indirectas cuando lo crea necesario y reformular la información que extraiga de las fuentes utilizadas. Esta clase de texto, además, ser organiza en tres partes: 1. Una introducción, en la que se especifica el objetivo del trabajo, se presenta el tema general, se justifica su importancia, se anticipan los autores y textos a tratar y se enumeran los criterios temáticos que estructurarán el desarrollo y, a partir de los cuales, se realizará la comparación de las fuentes bibliográficas. 2. Un desarrollo, en el que se explica la posición de cada autor. 3. Una conclusión, donde se sintetizan los aportes expuestos en el desarrollo, se los compara y se puede evaluar su importancia y validez en relación con el tema del informe. Esto último implica, por lo tanto, la incorporación de elementos argumentativos ―esos que estudiamos al realizar la Actividad 7― en el marco de un género predominantemente explicativo.

Tareas de lectura y escritura a. Lean detenidamente el texto de De los Santos, Rodríguez Lorenzini, Muschietti, Valente y Zunino (s/f).

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b. Tomen nota de las siguientes cuestiones: 

Los pasos a seguir para elaborar un informe de lectura.



Los elementos que conforman cada parte del informe de lectura.

c. Lean el informe de lectura modelo que figura al final del documento e identificar allí las partes del texto. d. Seleccionen un artículo de la revistas 12(entes) para complementar los textos de Dussel y Southwell y Baquero. Elijan entre los siguientes autores: Nora Elichiry (p. 3), Karina Kaplan (p. 4), Sergio Palacio (p. 5), María de los Ángeles Sagastizabal (p. 8), Sandra Alegre (p. 10). e. Escriban un informe de lectura a partir del corpus seleccionado y siguiendo la misma estructura y utilizando los recursos discursivos del texto modelo.

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