Cronistas Religiosos

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Cronistas Religiosos. Misioneros que llegan con los soldados Fray Bartolomé de las Casas En 1502 llegó con su padre a La Española, donde obtuvo una encomienda. Es considerado como el primer sacerdote ordenado en América. En la primavera de 1512 se unió a la conquista de Cuba como capellán de los conquistadores, y recibió una encomienda donde se utilizaban indios para la minería, que atendió hasta 1514. Intentó poner en marcha, siempre en contra de la esclavitud de los indios, diversos establecimientos, en su mayoría utopías que no llegaron a buen término. Redactó en Valencia su obra más conocida, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, una carta dirigida al monarca entonces reinante, Felipe II. Se le ofreció el arzobispado de Cuzco, importantísimo en aquel momento, pero Las Casas no aceptó, aunque sí accedió al obispado de Chiapas. Residió allí durante dos años para regresar definitivamente a España en 1547. Renunció a su obispado y continuó con su labor propagandística a favor de los indios hasta su muerte, lo que le valió ser conocido como el Apóstol de los Indios. Durante su obispado en Chiapas residió en la Ciudad Real de Chiapas, hoy llamada San Cristóbal de Las Casas en su honor.

Francisco López de Gómara Clérigo y erudito, nació y murió en España (1511- ca. 1564), viviendo en Italia entre 1531 y 1541, donde entró en contacto con la elite intelectual renacentista. Al abandonar Italia participaría en una expedición imperial con Hernán Cortés, de quien fue desde entonces capellán, viviendo en su casa hasta la muerte del conquistador, en 1547. En los años de convivencia con Cortés recogió valiosísima información a través del testimonio de muchos soldados que actuaron en América y, como es natural, adquirió un conocimiento único acerca de la personalidad e ideas de Hernán Cortés. La Historia general de las Indias (1552) y Vida de Hernán Cortés constituyen una fuente biográfica insustituible para conocer el perfil humano de Cortés y, también, de otros conquistadores directamente asociados a él, como Francisco de Pizarro y Pedro de Alvarado. Por otra parte, el acceso directo que López de Gómara tuvo a obras como las de Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de Oviedo y Martín Fernández de Enciso, hacen de este volumen una rica fuente de información acerca de la historia, la religión y las costumbres de las sociedades que iban descubriendo así como sobre la flora, la fauna y la geografía del Nuevo Mundo.

Fray Bernardino de Sahagún Nace en León, España, en 1500 y muere en 1590. Realiza sus estudios en la Universidad de Salamanca. Decide dedicarse a la vida religiosa y en 1529 arriba a la Nueva España junto con 20 frailes de la orden franciscana. A fray Bernardino de Sahagún se le considera el padre de la antropología en América; a él le debemos la creación de Códice Florentino, basado en relatos indígenas. Trabajó en los conventos de Tlalmanalco y Xochimilco. A partir de 1536 es profesor y fundador del Colegio de la Santa Cruz en Tlatelolco, que era especial para indígenas. Gracias a Fray Bernardino contamos con una obra histórica sobre las costumbres, ideas, historia natural y religión de los antiguos mexicanos, que recopila Sahagún en su obra "Historia General de las Cosas de la Nueva España", que consta de 12 volúmenes. Fray Bernardino dedicó su vida al estudio de la lingüística de las lenguas indígenas. También empleó su tiempo en instruir a los indios y de esa manera conocerlos mejor, incluso aplicó técnicas sociológicas, aunque muy primitivas, como los cuestionarios. Este hombre fue testigo del mestizaje, de cómo se daba la transición entre las culturas europeas y naturales, por lo que consideró de gran valía conservar el pensamiento prehispánico.

Fray Toribio de Benavente Gran defensor de los indios, reprobó los medios con los que los encomenderos se hacían obedecer; evangelizó a un gran número de naturales; los protegió y, en el año de 1525, durante la expedición que Cortés hizo a Centroamérica, quedó como guardián de la ciudad de México, al lado de fray Martín de Valencia. Ante las atrocidades que los conquistadores cometían en perjuicio de los indios, Motolinia se dio tiempo para escribir una Carta al emperador Carlos V, fechada el 2 de enero de 1555; también redactó la Carta de fray Toribio de Motolinia y fray Diego de Olarte a don Luis de Velasco, virrey de la Nueva España, en ambas denunciaba, al igual que Las Casas, las acciones de los encomenderos. Sin embargo, su propuesta era diferente a las ideas de Las Casas para enfrentar el mismo problema. Estas misivas le valieron grandes enemistades y problemas, inclusive con la Audiencia y el Ayuntamiento de la capital, que lo acusaron de conspirar, junto a los indios, contra las autoridades virreinales. Aprendió el náuahtl, lengua predominante, y otras más para cumplir su misión, en lo cual siempre puso tanto empeño, que se dice bautizó por propia mano a más de 400,000 personas. Entre sus obras destacan Guerra de los Indios de Nueva España, Camino del Espíritu, Tratados de Materias Espirituales y Devotas, Doctrina Cristiana en Lengua Mexicana y Castellana (obra de la que sólo se tiene referencias), Venida de los Doce Primeros Padres y lo que Llegados Acá Hicieron, Memoriales, e Historia de los Indios de la Nueva España, considerada su obra más importante, donde narra los sucesos de los años 1521 a 1540 y las costumbres, fiestas, cronología y astronomía indias. Tal documento fue publicado en 1848, aunque incompleto, por lord Kingsbourough; posteriormente esta obra vio la luz de manera íntegra.

Otros: Diego Durán Historia de las indias de la Nueva España

Cronistas de Indias Después del descubrimiento de América por los europeos, se conocieron los relatos de los llamados "cronistas de Indias", que informaban sobre la geografía y el modo de vida de los indios americanos y de las colonias, desde las relaciones del mismo Cristóbal Colón, su hijo Hernando, la famosa carta de Americo Vespucio y muchos otros descubridores y conquistadores como Hernán Cortés. El carácter justificativo de esa producción es claro. La aportación en sentido contrario de Bartolomé de las Casas (Brevísima relación de la destrucción de las Indias) fue tan trascendental que dio origen a la Junta de Valladolid, en que le dio réplica Juan Ginés de Sepúlveda; e incluso a la llamada Leyenda negra al divulgarse por toda Europa como propaganda antiespañola. La visión de los indígenas, que vieron sus documentos y cultura material saqueados y destruidos, fue posible por algunos casos excepcionales, como el inca Felipe Guaman Poma de Ayala. Oficialmente el cargo de cronista de Indias se inicia con la documentación reunida por Pedro Mártir de Anglería que se pasa en 1526 a Fray Antonio de Guevara, cronista de Castilla; y con Juan Gómez de Velasco que hace lo propio con los papeles del cosmógrafo mayor Alonso de Santa Cruz, a los que suma el cargo de cronista. Antonio de Herrera es nombrado cronista mayor de Indias en 1596, y publica entre 1601 y 1615 la Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del mar Océano, conocida como Décadas. Antonio de León Pinelo (nacido en Lima, que había recopilado las leyes de Indias) , Antonio de Solís y Pedro Fernández del Pulgar cubrieron el cargo durante el siglo XVII. En el siglo XVIII la institución confluye con la creación de la Real Academia de la Historia y el Archivo General de Indias, destacando la figura de Juan Bautista Muñoz (Historia del Nuevo Mundo, que no completó).

Anexo:Cronistas mayores de Indias

Americae nova Tabula, Willem Blaeu, 1665.

Aunque habitualmente se mencionan como "cronistas de Indias" a todos los que escribieron acerca de los territorios del Imperio españolen ultramar, solamente los incluídos en la siguiente lista tuvieron el nombramiento oficial de cronista mayor de Indias, otorgado por el rey de España. Algunos autores sugieren la conveniencia de reservar para éstos el título de "cronistas de Indias", llamando a los demás simplemente como "historiadores de Indias".1 El cargo fue instituído en 1571 por Felipe II, tenía caracter vitalicio y dependió del Consejo de Indias hasta 1744, cuando Felipe V ordenó su traspaso a la Real Academia de la Historia, creada 6 años antes. No obstante esta disposición, todavía Fernando VI y Carlos IIIdesignaron para ocupar este empleo a sendos candidatos.

Porque la memoria de los hechos memorables y señalados, que ha habido y hubiere en nuestras Indias se conserve, el Cronista mayor dellas, que ha de assistir en nuestra Corte, vaya siempre escriviendo la historia general de todas sus Provincias, ó la particular de las principales de ellas, con la mayor precisión y verdad que se pueda, averiguando las costumbres, ritos, antigüedades, hechos y acontecimientos, con sus causas, motivos y circunstancias, que en ellos huviere, para que de lo passado se pueda tomar exemplo en lo futuro, sacando la verdad de las relaciones y papeles mas autenticos y verdaderos que se nos enviaren en nuestro Consejo de las Indias, donde presentará lo que fuere escriviendo, y se guardará en el Archivo, y no se pueda publicar, ni imprimir mas de aquello que á los del dicho Consejo pareciere.2

Nombramient o

Cronista Mayor de Indias

1571

Juan López de Velasco

1591

Arias de Loyola

1595

Pedro Ambrosio de Onderiz

1596

Antonio de Herrera y Tordesillas

1625

Luis Tribaldos de Toledo

1635

Tomás Tamayo de Vargas

Notas

Fue amonestado por su escasa productividad y finalmente destituído.3

El más prolífico.

1643

Gil González Dávila

1658

Antonio de León Pinelo

1660

Antonio de Solís y Rivadeneyra

1686

Pedro Fernández del Pulgar

1698

Luis de Salazar y Castro

1734

Miguel Herrero de En 1744 Felipe V dictó un real decreto por el que los oficios de cronistas Ezpeleta pasarían a la Real Academia de la Historia.

1750

Martín Sarmiento

Designado por Fernando VI en contra del decreto de 1744. Renunció (fue el único) para ocupar la abadía del monasterio de Ripoll.4

Real Academia de la Historia



Francisc o de Ribera

1755



Ignacio

Los académicos miembros de la junta de Indias recibieron el nombre de revisores de Indias.4

de Hermosi lla



José Marcos Benito

1779

Juan Bautista Muñoz

1799

Real Academia de

Designado por Carlos III contra el decreto vigente, lo que motivaría las protestas de la Academia.5 En 1791 Muñoz fue nombrado académico supernumerario, zanjando así las disputas.6

la Historia

Los escritores de la conquista y descubrimiento de América son los llamados ''cronistas'', que fueron desde sacerdotes, soldados e indios, te los nombro ahora: Cronicas y cronistas: 1.- De 1493 es el documento en que se cita por primera vez una Carta, hoy perdida, escrita por el probablemente genovés Cristóbal Colón (¿1451?-1506), que habla de "las islas" descubiertas el 12 de Octubre de 1492. Es el primer escrito sobre el Nuevo Mundo. A finales del siglo XIX, apareció, en el catálogo de un librero francés, lo que hoy se considera primera edición impresa de la Carta, acaso en Barcelona, 1493. Se conserva en Nueva York. Describe someramente los territorios descubiertos, la "gente de muy lindo acatamiento" y promete a los reyes de España "oro sin cuento". Hacia 1500-1501, Cristóbal Colón recopilaba y anotaba una colección de textos bíblicos que nos indican cómo se sintió elegido para cumplir un destino histórico. Esta visión mesiánica se ha publicado como Libro de las Profecías. 2.- Desde la Península Ibérica, un cronista italiano, Pedro Mártir de Anglería (1457-1526), reelaboraba la materia americana bajo el título de De orbe novo decades octo (Sevilla, 1511), redactadas desde 1501. En ellas ofrecía la visión del indio como buen salvaje, idea que conduciría a una polémica indigenista. 3.- Una visión de primera mano la obtendremos en las cinco Cartas de relación del conquistador extremeño Hernán Cortés (1485-1547), escritas entre 1519 y 1526. Son informes enviados al Emperador para dar cuenta, muy por extenso, de los sucesos que observa y vive, ya que se considera bajo sus órdenes. Nota sus desavenencias con Diego Velázquez y pinta la crueldad que usan los indios entre sí, sin silenciar los sacrificios humanos. Hernán Cortés busca una justificación de la conquista y de su propia actitud ante sus superiores y ante la historia. La Primera relación o Carta de Veracruz (1519) narra dos expediciones anteriores a la de Cortés, hasta su ruptura con Diego Velázquez. La Segunda relación, la marcha por México hasta entrar en Tenochtitlán. La toma de Tenochtitlán, captura de Cauthémoc e intento de dominio sobre México ocupa la Tercera Relación. En la Cuarta Relación (1524) expone los problemas financieros subyacentes a la conquista, y en la Quinta Relación (1526), la expedición a Honduras y nueva justificación de sus actos. 4.- Otro testigo directo de la conquista de América fue el madrileño Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), cronista de Indias, que señaló la naturaleza degenerada de los indígenas, enfrentándose a sus primeros defensores. Su vida recoge testimonios de la guerra de Granada o de la prisión de Francisco I. Su obra americanista queda en el Sumario de la natural historia de las Indias (1526) y en la Historia general y natural de las Indias (Sevilla, 1535). 5.- El sevillano fray Bartolomé de las Casas (1474-1566) se convirtió en defensor de los indios, frente a los abusos del colonialismo, desde su llegada a América en 1502. Cruzó numerosas veces el Atlántico y participó en las Leyes nuevas (1542). Se le reprochó haber impulsado la leyenda negra. Su Brevísima relación de la destruición de las Indias (1542) se imprimió, junto a otros tratados, en 1552. Informa de los delitos cometidos en diferentes provincias -una en cada capítulo- por los gobernadores españoles. Escribió una Historia de Indias, inédita hasta 1875.

Entre quienes recogen y suavizan la denuncia de Bartolomé de las Casas brilló el burgalés Francisco de Vitoria (1483-1546), que, en De indis (1539), buscó adaptar los derechos de los indios a los intereses de la corona española, en una actitud mediadora y difícilmente conciliadora. En 1541 escribe fray Toribio de Benavente (¿1490-1565?) sus tres tratados y carta proemial, que se han titulado Historia de los indios de la Nueva España. Este franciscano, apodado Motolinía ('el pobre') por los indios, fue recibido en 1524 por Hernán Cortés, entre doce franciscanos que venían a evangelizar América. A lo largo de sus escritos, defiende a los indios con mezcla de paternalismo y Denuncia los abusos de los españoles al final del segundo tratado, pero se opone a Bartolomé de las Casas y justifica el punto de vista de los conquistadores. Contra las Casas se alza abiertamente el cordobés Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573), cuyo Democrates alter, sive de iustis belli causis apud Indos circuló manuscrito y defendió la guerra contra el indio y la hostilidad ante su conducta. Estos escritos latinos permanecieron inéditos hasta 1780. 6.- Nunca visitó América el soriano Francisco López de Gómara (1511-1565), pero la información que, personalmente, le facilitó Hernán Cortés le permitió publicar una Historia general de las Indias y conquista de México (1552), plagada de alabanzas a este conquistador y prohibida por el Consejo de Indias. 7.- Debió ser andaluz Álvar Núñez Cabeza de Vaca (1507-1559). En Zamora publicó su Relación (...) de lo acaecido en las Indias... (1542), que se reelaboraría como Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca y Comentarios del mismo Núñez, adelantado y gobernador de la provincia del Río de la Plata (Valladolid, 1555). Narra en los Comentarios su expedición de 1527-1537 al Norte de México, más allá de Florida. Justifica su actitud frente a la de Panfilo de Narváez. Los Comentarios tratan una segunda expedición, en 1540, hasta el Río de la Plata. Con ellos valoramos sus noticias sobre los indios americanos, flora, fauna, etc., y su abierta admiración por Julio César. 8.- Entre los soldados más brillantes de Hernán Cortés destaca el vallisoletano Bernal Díaz del Castillo (1495-1584), autor de una Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Redactada en torno a 1555 -inédita hasta 1632-, su autor refleja la vivencia directa de episodios narrados también por Cortés. Lector de las primeras crónicas de Indias, tiene una doble perspectiva de los hechos, que le permite citar expresamente a López de Gómara para denunciar su visión. Refleja, además, lecturas de romances y libros de caballerías, con las que contrasta la realidad que vive. Sin duda, los hechos narrados son emocionantes: de 1514 a 1550 la conquista americana queda plasmada en sus páginas, pero el verdadero encanto de esta Historia verdadera reside en la capacidad de acercar esa realidad: la personalidad de Montezuma (sic), la disciplina militar, la falta de recursos o alimentos, la sorpresa ante una realidad insospechada... Es, en definitiva, la expresividad de Bernal Díaz la que le hace ser, posiblemente, el mejor escritor de su época en esta materia. 9.- Entre 1547 y 1569 debió redactar Fray Bernardino de Sahagún (1500-1590) su Historia general de las cosas de Nueva España, inédita, por perdida, hasta 1829. Lo que hace extraordinaria esta obra es la capacidad de su autor para comprender la cultura azteca, aprendiendo sus jeroglíficos, referencias astrológicas, teología, agüeros, e incluso su lengua. 10.- Otros cronistas fueron Pedro Cieza de León, autor de una Crónica del Perú (1553): Agustín de Zárate, que en 1555 publicó su Historia del descubrimiento y conquista del Perú, y José de Acosta

(1540-1600), a quien debemos una Historia natural y moral de las Indias (1590), sobre los indígenas de Perú y México.