Conciencia Como Norma de Moralidad

La conciencia es una realidad de experiencia: todos los hombres juzgan, al actuar, si lo que hacen está bien o mal. Este

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La conciencia es una realidad de experiencia: todos los hombres juzgan, al actuar, si lo que hacen está bien o mal. Este conocimiento intelectual de nuestros propios actos es la conciencia. La inteligencia humana tiene un conocimiento de lo que puede llamarse los primeros principios del actuar: hacer el bien y evitar el mal, no podemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros, la inteligencia (o, propiamente, la conciencia), juzga sobre los actos concretos; el acto de la conciencia es, por tanto, el juicio en que esos principios primeros se aplican a las acciones concretas. Un ejemplo: * Las mentiras no están permitidas * Esta explicación de mi conducta es una mentira. * Luego esta explicación de mi conducta no está permitida. * Los errores peligrosos han de corregirse. * El error que acabo de cometer es peligroso. * Luego el error que acabo de cometer ha de ser corregido. * Aquello que no pertenece a nadie puede guardarse. * El objeto que acabo de encontrar no pertenece nadie. * Luego el objeto que acabo de encontrar puede guardarse. Se puede decir que es la misma inteligencia cuando juzga la moralidad de una acción. La base de ese juicio son los principios morales innatos a la naturaleza humana. La moralidad es la calidad de los actos humanos en cuya virtud los designamos como buenos o malos. Se trata de un término relativo a la bondad o la maldad de un acto humano. La palabra amoral se utiliza a personas faltas de un sentido de responsabilidad moral. Puesto que palabra inmoral significado moralmente malo, indica un acto que posee una calidad moral definida. Si se lo opone claramente a lo inmoral, el término moral significa moralmente bueno. Moralidad subjetiva Al juzgar la moralidad de un acto humano podemos tomar en cuenta la subjetividad del agente y considerar el acto como condicionado por su conocimiento, consentimiento, antecedentes, preparación, prejuicios, estabilidad emocional y otros rasgos personales. Preguntamos si dicha persona individual obró bien o mal en el caso particular considerado, y si dicho acto particular fue bueno o malo para él. La moralidad considerada en esta forma es una moralidad subjetiva, y está condicionada por el hecho de que el acto concuerde con la conciencia propia del agente o discrepe de ella.

Moralidad objetiva Pero podemos también hacer caso omiso de dichas condiciones, aunque siempre presentes en todo acto individual, sólo pueden ser conocidas directamente por la conciencia personal del actor. Podemos considerar simplemente la clase de acto realizado y las circunstancias manifiestas para todo observador. No preguntamos si dicho individuo está exento o no de responsabilidad por el acto, a causa de su ignorancia, pasión o de cualquier otro modificador de responsabilidad, sino si una persona normal cualquiera, en plena posesión de sus facultades, está autorizada o no a querer aquella clase de acto. Estamos juzgando el carácter objetivo del acto realizado, y no el estado subjetivo del actor. La moralidad considerada en esta forma es moralidad objetiva.

CONCIENCIA COMO NORMA DE MORALIDAD. De acuerdo a la definición de norma como la regla que se debe seguir o a la que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades y demás, entonces la conciencia se considera una norma de moralidad debida que es la regla que seguimos y a la que debemos ajustar nuestras conductas y acciones. Es la regla con que distinguimos si una cosa está encaminada o no hacia su fin, y es una norma subjetiva porque es un juicio que emana de la razón práctica de cada individuo. La conciencia es una norma ineludible, porque es la comprensión que el sujeto tiene de la moralidad de su acción y la razón práctica se dirige a encontrar la acción que trata los bienes humanos de acuerdo con la virtud. El hábito que perfecciona esta actividad es la prudencia que presupone el conocimiento y deseo de los fines virtuosos y el juicio que hace la conciencia se sitúa en la acción concreta fundamentando sobre las normas éticas La conciencia utiliza internamente la norma objetiva de moralidad en una situación determinada y de cara a una decisión concreta. Entender la conciencia como instancia mediadora, en el sentido de que ella no pone las normas morales. La conciencia introduce en nosotros las normas objetivas. La norma objetiva es voluntad y orden de Dios para buena obra y acción, que se manifiestan en la conciencia del hombre. Para la orientación moral dentro de una situación concreta donde hay que tomar una decisión, la conciencia es insustituible. Su lugar no puede ser ocupado ni por el saber o la opinión moral. El juicio de la conciencia es la última norma determinante para esta decisión concreta. El valor moral de una acción se mide por el dictamen que la conciencia ha emitido una vez ponderado todo el material disponible.

Como norma hay que aspirar a un dictamen de la conciencia prácticamente seguro: 1) por un esclarecimiento de la situación moral mediante la propia reflexión. 2) cuando esto es imposible, se debe buscar una decisión moralmente justificada a base de amplias consideraciones morales de carácter general. 3) finalmente se debe buscar el bien y decidirse por él partiendo de toda su actitud moral. La tentativa de superar en lo posible la duda insoluble de conciencia con ayuda de un universal principio racional, ha conducido a la formación de los sistemas morales. La superación de la duda de conciencia requiere sobre todo prudencia.

MORAL Para entendernos dire que la moral es un catálogo de normas acerca lo que está bien y lo que está mal. Se trata de una definición de mínimos. El problema ahora es definir que significa “bien” y “mal”. Formamos nuestro criterio moral de acuerdo con el criterio moral de nuestros coetáneos. La moral es un consenso. Nos parece moral aquello que para la mayoria es moral y nos parece inmoral aquello que para la mayoría es inmoral.

A la mayoría nos parece inmoral, por ejemplo la corrupción politica. Entonces la pregunta es ésta. ¿Por qué hay tanta corrupción politica si todos estamos de acuerdo en que es intolerable? Los ingenuos llegarán a pensar que los políticos son corruptos o psicópatas que ejercen su pulsión como el criminal en serie hace a partir de un incierto momento. Pero esta idea tampoco es cierta. La mayor parte de la gente que está en politica son como usted o como yo, no de otra pasta. Ellos se corrompen porque pueden corromperse, nosotros no podemos hacerlo porque estamos en otros lugares impermeables a las tentaciones. Y esta es precisamente la clave de la corrupción: si se corrompen porque pueden corromperse ¿qué significa? Los filósofos basan la idea de la moral objetiva en la hipótesis de que algunas ideas morales son universales y deberían ser laresponsabilidad moral de todos. Los moralistas subjetivos contrargumentan esto explicando que cada decisión moral es independiente porque cada situación moral es única y tiene sus propias

condiciones. Finalmente, estas dos visiones dan forma al origen de la filosofía y teología de la moral, cada una describiendo las diferentes naturalezas de la moral.