Como Defenderse de Un Ataque Politico

Cómo defenderse de un ataque político (y sobrevivir) Daniel Eskibel Copyright ©2010 Daniel Eskibel Libro digital public

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Cómo defenderse de un ataque político (y sobrevivir) Daniel Eskibel

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Cómo defenderse de un ataque político (y sobrevivir)

Te van a atacar. Que sí, que no, que vamos a ver, que tal vez no, que a mí no. Que en mi ciudad no, que en mi país eso no pasa, que no en estos tiempos. Que no creo. Que no. Pero sí. Te van a atacar. Lamento ser el portador de la mala noticia. Pero es así: te atacarán. Por ser candidato. No importa a qué. Candidato a Presidente (¡por supuesto!). Candidato a Gobernador (¡obviamente!). Candidato a Alcalde (¡claro!). Candidato a legislador nacional o local (¡también!). Por ser candidato es inevitable que te ataquen. Y por ser político. ¿Y si fueras consultor político, periodista, publicista o profesor universitario? También te atacarían. ¿Futbolista, empresario, profesional, dirigente sindical o escritor? Adivinaste: la misma historia.

Para que te ataquen solo necesitas un par de atributos: 1. Que seas un ser humano. 2. Que te destaques en algo. Digo que es inevitable porque está en la naturaleza humana. Ya lo describió Freud hace más de 100 años: la pulsión agresiva. La rana y el escorpión El diálogo es a la orilla del río. El escorpión le pide a la rana que lo cargue encima para cruzar el río. La rana dice que no. El escorpión insiste. La rana argumenta con lógica implacable que si lo carga el otro la picará. Y el escorpión le contesta con lógica no menos implacable que no haría eso porque de hacerlo morirían los 2 en medio del río. Conclusión: allá va la rana cruzando el río con el escorpión a cuestas. Pero la historia no termina ahí. En medio del río estalla el drama. El escorpión pica a la rana. Los 2 animales agonizan en el agua. La rana atacada mortalmente por el escorpión. Y éste ahogándose al hundirse quien lo mantenía a flote. La rana hace su última pregunta. - ¿Por qué me matas si así mueres tú también? Y el escorpión da su última respuesta. - Porque está en mi naturaleza. Cruzando el río Quien se destaca es como aquel que puede cruzar el río cuando otros no pueden hacerlo. Se diferencia. Va adelante. Se distingue. Y al cruzar el río posiblemente ayude a muchos otros que no logran hacerlo. Pero tarde o temprano siente la picadura, el aguijón, el ataque. Si se trata de política, este destino es más manifiesto aún. ¿Nunca te llamó la atención la cantidad de metáforas bélicas que inundan la política y las campañas electorales? Hay una vieja máxima que sostiene que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Mientras tanto otra máxima, complementaria, afirma que la política es la continuación de la guerra por otros medios. No son solo 2 frases. Son el nudo que entrelaza guerra y política, política y guerra. En ambos casos el eje es la lucha por el poder. Lucha violenta y armada, en un caso. Lucha más civilizada, en el otro (por lo general...). Pulsión agresiva, decía Freud.

Lo del principio: te van a atacar. Falta saber cuándo, por qué tema y quién. Quién, sí (suelen haber sorpresas en este rubro, por cierto). Y cuando se junten el cuándo, el por qué y el quién...más vale que tengas una buena estrategia defensiva preparada.

El arte de la defensa La defensa es un arte exquisito. Quien lo aprende y lo domina puede vivir más tranquilo y desempeñarse con mayor desenvoltura y eficacia. Ejemplo 1. Artes marciales. Es de noche. Vas caminando por la calle. Es una zona peligrosa. En una esquina te saltan 2 delincuentes. Te atacan. Si no te sabes defender, las cosas se complican. No solo te robarán sino que además podrías salir lastimado. Pero si tienes formación en artes marciales, todo cambia. Ejemplo 2. Ajedrez. Estás frente al tablero. Tus piezas son las negras. El otro tiene las blancas y la iniciativa. Domina las casillas centrales. Abre una poderosa columna para una de sus torres. Sitúa un alfil en una diagonal peligrosa. Te ataca. Si no te sabes defender, pronto estarás perdido. Pero si manejas el arte de la defensa, entonces tus posibilidades son otras. Será la Siciliana, la Francesa, la Caro-Khan u otra. La cuestión es contar con una estructura fuerte que te permita resistir los embates bien parado. Y hasta contraatacar luego. Defenderse es, también en la política, un arte que se aprende. Primer movimiento defensivo: preparación Lo primero de todo es estar preparado para el ataque. Ese es el primer movimiento. ¿Cómo se puede estar preparado para un ataque que todavía no ocurrió? 1. Teniendo plena conciencia de que, tarde o temprano, el ataque es inevitable.

2. Actuando de tal modo que se achique el terreno para un posible ataque. O sea: no haciendo cosas que puedan facilitar dicho ataque. No dando argumentos a quienes están esperando agazapados. 3. Imaginando algunos escenarios de posibles ataques. Construyendo mentalmente esos escenarios y preparando las respuestas y el ánimo. Para ésto sirve tener en el equipo a alguien que haga el papel de "abogado del diablo" y que siempre busque el lado débil por dónde se puedan cuestionar las acciones. 4. Diseñando eventuales líneas de acción (en función de las alternativas sugeridas más adelante en este mismo trabajo). 5. Monitoreando sistemáticamente las acciones de otros actores sociales y políticos. Siguiendo de cerca sus declaraciones y viendo su evolución para que no se conviertan en una sorpresa. Segundo movimiento defensivo: diagnóstico El segundo movimiento es el diagnóstico rápido y preciso. Cuando se produce el ataque hay que establecer de inmediato lo siguiente: • • • •

¿Cual es el acto negativo del que se acusa al candidato? ¿O cuales? ¿Qué tan negativo es ese acto y por qué? ¿Quién es el que ataca y cual es su prestigio y credibilidad? ¿Qué alcance puede tener el ataque en cuanto a los públicos a los que puede llegar? • ¿Qué daños puede provocar en la imagen del atacado? Tercer movimiento defensivo: ¿contestar o no contestar? Es obligatorio hacerse dicha pregunta. Porque es una interrogante que por su sola existencia permite evitar 2 errores complementarios que son igualmente peligrosos: • El error de guardar siempre silencio frente a todo tipo de acusaciones. • El error de responder siempre frente a todo tipo de acusaciones. En realidad lo correcto es que la respuesta no sea automática ni rígida. Por eso es necesaria la pregunta por la oportunidad y conveniencia de contestar o de no hacerlo. ¿Cuándo contestar y cuándo no? Eso tiene que ver con el diagnóstico. Cuanto peor sea el acto negativo del que se acusa al candidato, cuanto mayor sea el alcance público de la acusación y cuanto más daño pueda provocar...mayor será la necesidad de dar respuesta a la agresión. Cuarto movimiento defensivo: la estrategia Solo en el caso de ser necesario responder. Si es así, entonces hay que definir una estrategia. Ese es el cuarto movimiento. Y las estrategias macro son solo unas pocas. Básicamente 3:

1. Reducir la responsabilidad personal en el acto del que se acusa al candidato 2. Reducir la negatividad misma del acto 3. Reducir el "castigo" a recibir de parte del público Tres estrategias macro. O alguna combinación entre ellas. Y basta. Quinto movimiento defensivo: el Plan Es necesario llevar a la práctica un plan de acción encuadrado dentro del diseño estratégico macro. En las próximas páginas voy a detallar las distintas variantes de planes defensivos de acción. Para eso apelo a la tipología estudiada y desarrollada por uno de los mayores especialistas mundiales en el tema: el Prof. William Benoit.

Planes de acción defensiva

Son 5 planes de acción defensiva. Los 2 primeros se inscriben en la estrategia macro de reducir la responsabilidad personal. Los siguientes 2 buscan reducir la negatividad del acto. Y el último apunta a la reducción del castigo social. Algunos de ellos, a su vez, presentan varias subvariantes diferentes. De manera que el total de cursos de acción se eleva a 14. No necesariamente hay que elegir un solo curso de acción, sino que se pueden combinar varios en función de cada situación. Plan A: Desmentir Es el plan a elegir cuando el candidato no cometió el acto del que se le acusa. Dije cuando no lo cometió. Cuando NO. ¿Está claro? Porque si lo cometió y lo desmiente, y dejando aparte las cuestiones éticas, seguramente todo va a terminar peor. Desmentir es negar. Y lo mejor es hacerlo de un modo simple, contundente y directo. Acá tenemos 2 variantes. • Plan A1: Desmentida simple. El acto nunca existió, eso nunca tuvo lugar, eso no pasó, no ocurrió, yo no hice eso • Plan A2: Desplazamiento de la culpa. El acto ocurrió pero fue cometido por otro, no por mí. Plan B: Evadir la responsabilidad Es el plan a elegir cuando el candidato cometió el acto pero está firmemente convencido de que su responsabilidad personal está a salvo debido a ciertas consideraciones. Es un plan de evasión, de escape. Pero no se trata de escapar del acto mismo. ¿Escape de qué entonces? De la propia responsabilidad que se le

pretende atribuir y colocar encima. Al candidato le tratan de poner un peso sobre los hombros, peso que no le corresponde llevar y que debe sacarse de encima. En este caso tenemos 4 variantes. • Plan B1: Provocación. El acto fue provocado, fue la respuesta frente a una acción negativa cometida por otro. • Plan B2: Inevitable. Cometer el acto era inevitable debido a una falta de información o de habilidad por parte del candidato. • Plan B3: Accidental. El acto fue un accidente, un contratiempo sin solución. • Plan B4: Buenas intenciones. El acto fue realizado con las mejores intenciones y con el deseo de lograr un buen fin. Plan C: Reducir la negatividad Es el plan a elegir cuando el acto negativo en cuestión puede ser relativizado de tal manera que se achique su impacto en la opinión pública. Acá el peso de la defensa recae sobre el acto mismo. La apuesta es clara: si el acto en sí no tiene efectos tan negativos, entonces el candidato acusado de cometerlo puede respirar un poco más tranquilo. Las variantes son 6. • Plan C1: Reforzar lo positivo. Un camino puede ser enfatizar lo bueno que tuvo el acto en cuestión. El otro camino puede ser poner en primer plano otros actos del candidato, actos con marcados efectos positivos. De lo que se trata es de ahogar lo negativo dándole un contexto abundantemente positivo. • Plan C2: Minimizar lo negativo del acto. No fue tan grave. Fue mucho menos de lo que se dice. Su impacto es muy pequeño. ¿Tanto escándalo por algo tan pequeño? • Plan C3: Diferenciar el acto de otros actos similares. Y situarlo como menos grave, menos negativo que los otros. La comparación favorable busca persuadir que lo menos malo es lo positivo. • Plan C4: Trascender. Justificar el acto por consideraciones más importantes, más profundas o más elevadas. Esas consideraciones reposicionan y reducen lo negativo del acto. Eso negativo se transforma en el precio a pagar por logros más altos. • Plan C5: Contraatacar. Acá el atacante se convierte en atacado. Se trata de atacar al acusador de tal manera que pierda credibilidad y así pierda fuerza lo que dijo. • Plan C6: Compensar. Brindar algo a cambio a las víctimas o perjudicados por el acto negativo. Darles un beneficio extra que les compense en todo o en parte por lo perdido.

Plan D: Acción correctiva Es un plan para cuando es posible actuar sobre la realidad para corregir los efectos actuales y/o futuros provocados por el acto negativo. En este caso el peso de la defensa recae sobre un nuevo acto, pero de signo contrario al acto cuestionado. ¿Para qué? Para que uno compense al otro. Y ya sabemos que un empate es mejor que una derrota. Además el hecho de corregir un error suele tener un plus favorable de parte de la opinión pública. Hay una sola variante. • Plan D1: Corregir. Se puede hacer resolviendo el problema que se había creado o evitando que vuelva a producirse en el futuro. Plan E: Avergonzarse Es el plan para cuando se cierran todos los caminos. Hay momentos en los cuales no queda más remedio ni más alternativa que ésta. Si se está en falta, y si eso no tiene atenuantes, más vale reconocerlo a tiempo. Antes que todo sea aún peor. Tiene una variante única. • Plan E1: Asumir. Reconocer tanto el hecho como su impacto negativo, y disculparse por el mismo. Ejemplos de acciones defensivas Vamos a repasar cada uno de los 14 planes de acción defensiva para dar en cada caso un ejemplo simple y claro que facilite su comprensión y aplicación. Para ello trabajaremos sobre hipotéticos ataques contra un hipotético Presidente. A1. Desmentida simple Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "No es cierto. Los impuestos no aumentaron en este período de gobierno. El contribuyente paga lo mismo que 5 años atrás. El aumento es de 0 por ciento. Cero". A2. Desplazamiento de la culpa Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Es una afirmación falsa. Fue el Presidente anterior quien aumentó los impuestos. Lo hizo en la fecha tal y por un monto cual. Por esa decisión del Presidente anterior es que los ciudadanos pagan mayores impuestos". B1. Provocación Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos".

Defensa: "Es cierto que aumentamos los impuestos. Esto fue provocado por la desastrosa gestión financiera del gobierno anterior que nos dejó una caja vacía, un Estado endeudado y una enorme cantidad de obligaciones a cumplir". B2. Inevitabilidad Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Era inevitable que se aumentaran los impuestos ya que no fue posible disminuir el gasto del Estado. Un gasto que resultó más alto de lo que nosotros preveíamos". B3. Accidental Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "No es que hayamos aumentado los impuestos. En realidad lo que ocurrió es que se produjeron algunos desajustes debido a la caída de todos los sistemas informáticos del gobierno". B4. Buenas intenciones Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Es cierto que aumentamos los impuestos. Pero lo hicimos con la intención de salvar la economía del país que estaba seriamente comprometida". C1. Reforzar Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Es cierto. Pero ahora el sistema es más justo y paga más el que gana más. Y tan bueno es el nuevo sistema que ahora hay un 66 % de la población que está exonerada del pago de impuestos". C2. Minimizar Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Los impuestos aumentaron apenas un 4.3 %, una cifra realmente muy pequeña". C3. Diferenciar Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "A nadie le gusta aumentar impuestos, pero tengamos en cuenta que nuestro aumento fue de un 10 % mientras que el aumento del gobierno anterior fue de un 34 %. Ellos aumentaron 3 veces más que nosotros los impuestos". C4. Trascender Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Lo hicimos para financiar un gran logro: que todos y cada uno de los ciudadanos tengan adecuada cobertura médica". C5. Contratacar Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos".

Defensa: "¿Cómo puede hacer afirmaciones tan livianas el vocero del partido que más ha aumentado los impuestos en la historia del país? Quien lanza esa acusación es conocido por su dificultad para entender los temas económicos (o por su constante agresividad política hacia nosotros, o por su necesidad de decir frases grandilocuentes que le den prensa)". C6. Compensar Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Es cierto. Pero vamos a compensar a los contribuyentes con un descuento especial en las tarifas públicas". D1. Acción correctiva Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Es verdad que aumentamos los impuestos. Pero en 3 meses, una vez finalizada la crisis de acuerdo a nuestras estimaciones, volveremos los impuestos al nivel anterior. Y de inmediato comenzaremos la creación de un fondo de estabilización para que en el futuro no vuelva a ser necesario el aumento de impuestos para solucionar una crisis". E1. Avergonzarse Ataque: "El Presidente aumentó los impuestos". Defensa: "Es verdad y me duele decir que tuvimos que recurrir a ese tipo de medidas. Realmente lo lamento, y en lo que corresponda le pido disculpas a los contribuyentes".

Algunos tips defensivos Está dicho: defenderse es un arte. No está dicho aunque sí sugerido: también es una ciencia. Por eso me baso en una tipología científica de la defensa, tipología proveniente de los trabajos en Psicología de William Benoit. También tiene mucho de experiencia, y de aprender de la experiencia de otros. Arte, ciencia y experiencia. Y algunos tips que complementan lo visto hasta aquí: 1. Todo lo que el político tiene es su imagen. Si la pierde, lo pierde todo. 2. Construir la propia imagen demanda mucho tiempo. Pero se puede destruir a una velocidad asombrosa. 3. No existe candidato que no tenga que pasar alguna vez por el duro examen de ser atacado. 4. Siempre es mejor prevenir que curar. Pero a veces hay que actuar para restaurar la imagen dañada. 5. Los ataques provocan un daño en la imagen del político. Mayor o menor, pero daño al fin. 6. Todo ataque tiene 2 componentes: el acusado es hallado responsable de una acción u omisión, y ese acto es considerado negativo. 7. Siempre importa más lo que el público percibe que la realidad objetiva. 8. Si el ataque es muy débil, no tiene entidad ni credibilidad y no llega al público objetivo del candidato...la primera opción es sencillamente no responderlo. 9. Cuando se responde es conveniente no multiplicar el impacto del ataque con la propia respuesta. Para eso: responder por las mismas vías que se produjo el ataque. 10. Nunca expandir el ataque llevando la respuesta a medios de comunicación que estaban ajenos al tema.

11. La respuesta no se debe hacer pensando en el atacante sino en el público objetivo del candidato. 12. Si se está en falta, siempre será mejor admitirlo rápidamente. 13. Tener en cuenta que la respuesta la puede brindar el candidato o un vocero. Todo depende de las circunstancias y de la cultura política local. 14. Evitar falsas afirmaciones. Tarde o temprano se desmoronan como un castillo de naipes. 15. Evitar también afirmaciones que sin ser falsas igualmente puedan dar lugar a réplicas y contraataques. 16. Focalizarse en el ataque y en la defensa en términos muy específicos, sin abrir nuevos frentes de conflicto. 17. Elegir con cuidado la estrategia y el plan de acción a emplear. 18. Recordar que se pueden combinar 2 o más planes de acción. 19. Brindar el máximo de soporte informativo a las afirmaciones defensivas. 20. Si el ataque es complejo, los temas defensivos deben ser desarrollados a lo largo de un cierto tiempo con aliento de campaña comunicacional. 21. Siempre que se pueda ser breve, se debe optar por la brevedad. 22. Las respuestas deben ser simples, sencillas, fáciles de comprender. 23. Menos es más. Menos argumentos, y más fuertes, es lo mejor. 24. Lo que está bien, está bien. Si un ataque no cala en el electorado, más vale dejarlo así. 25. La magia no existe. O sea: el poder de la persuasión es limitado. Por eso nunca te confíes ni des por ganada ninguna batalla. El mago enmascarado En muchos países de habla hispana se ve el programa televisivo del mago enmascarado. Simple: un mago (con el rostro oculto por una máscara) presenta episodios de magia. Pero con algo diferente (no solo la máscara). Que revela los trucos que hay detrás de escena. Esos trucos que posibilitan que la mente humana vea lo que en realidad no existe. O sea que el mago enmascarado demuestra, programa tras programa, que la magia no existe. Yo no estoy enmascarado. Ni soy mago, claro (aunque conozco algunos trucos, bueno es decirlo). Pero también quiero finalizar este trabajo advirtiendo que la magia no existe. Aunque sea por una nota de prudencia. Como dice el Tip 25 que incluí más arriba. La magia no existe.

Existe el arte de la defensa. Y la ciencia de la defensa. Y la experiencia y los recursos técnicos que te da. Pero no la magia. Se puede ser muy persuasivo. Sí. Pero no se puede persuadir a las personas de cualquier cosa. Que no. La persuasión tiene un poder limitado. Que lo diga Joan Costa Un catalán brillante. Uno de los hombres que más sabe de comunicación en el Planeta Tierra. Joan Costa. La anécdota refleja exactamente la idea acerca de los límites de la persuasión. Se la escuché directamente a Costa años atrás, contada con su peculiar gracejo. La cuento de memoria, tal como recuerdo que él la contó. Joan Costa asesoraba a una empresa que gestionaba la luz eléctrica de la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Por entonces ocurrió un inmenso apagón que dejó totalmente a oscuras gran parte de la ciudad. Si no me equivoco fueron varios días. La empresa se comunica telefónicamente con Costa. Le transmiten que están "bajo fuego". Millones de personas indignadas con la empresa. Comentarios terribles por doquier. Medios de comunicación que explotan. Enojo, mucho enojo. Críticas de todo tipo y color. El consultor escucha con atención el cuadro de situación que le pinta telefónicamente la empresa. ¿Qué le piden? Una estrategia de comunicación para defenderse del asedio, del ataque masivo que público y periodistas hacen de la empresa. Costa les pregunta por el estado de la ciudad en aquel preciso instante. Le informan que sigue a oscuras porque no se pudo resolver aún el problema. Y el catalán contesta como un rayo: - Pues hombre, que primero le encienden la luz a la gente y entonces después vemos lo demás. Justamente: no hay magia. Con millones de personas en medio de la oscuridad no hay estrategia comunicacional posible que salve a nadie. La persuasión tiene límites. Y hay que saberlo. Aceptar que algunas cosas son imposibles no es malo. Por el contrario. Es bueno. Muy bueno. Porque sabiendo los límites que tenemos, tanto mejor nos vamos a mover dentro de los mismos.

Acerca de Daniel Eskibel "La inteligencia consiste no solo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica." Aristóteles Política y psicología. Psicología y política. Aristóteles nació hace casi 2400 años, allá en la Antigua Grecia. ¿Recuerdas aquella frase aristotélica de que "el hombre es un animal político"? Aristóteles decía que la política es la disciplina que se ocupa de los asuntos generales de la polis, o sea de la ciudad. Enciclopédico en sus conocimientos, Aristóteles también puso varias de las piedras fundamentales de la psicología. Psico es psicología, cerebro, mente, conducta, comportamiento...Ciudad es política, democracia, candidatos, votantes, elecciones. Así surge psicociudad.com. Viaje hacia la psicología política Freud, Sigmund Freud. Su nombre resaltaba en la pequeña librería de pueblo. Yo tenía 16 años y me compré el libro y me lo devoré en poco tiempo. Desde aquel día la psicología forma parte de mi vida cotidiana, siempre, todos los días. Aquel mismo año de 1975 las calles de mi pueblo eran recorridas por camionetas repletas de soldados. La dictadura militar golpeaba duro. Desde ese tiempo la política también forma parte de mi vida cotidiana, siempre, todos los días. Después vino la Universidad. Yo era un barbado estudiante de Psicología que leía desenfrenadamente. También era un militante clandestino contra la dictadura. Aprendía. En 1982 me gradué como Psicólogo. Salía de la Universidad de la República Oriental del Uruguay y comenzaba a ejercer mi profesión. 3 años después caía la dictadura y comenzaba a ejercer públicamente mi ciudadanía.

Psicólogo en democracia: trabajaba en mi clínica, tenía mis pacientes, dictaba clases de Filosofía, y seguía leyendo y estudiando. Psicología social, psicología de la comunicación, semiótica, publicidad, más y más psicología. Psicólogo en democracia: también haciendo política, pintando muros y carteles, escribiendo folletos, golpeando puerta por puerta, hablando en mitines, entrevistado en radio y televisión, organizando y planificando. Por entonces no sabía que estaba viajando hacia la psicología política. De psicólogo a consultor político Un primer paso decisivo fue abandonar la política partidaria. Corría el año de 1990. Inmediatamente 3 años de estudios de posgrado en Psicología Social. Luego mi primer consultoría política en 1994. Todo comenzaba a confluir aceleradamente. • 4 libros publicados • más de 150 artículos (y creciendo...) • clientes en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Estados Unidos, Honduras, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay • docente en el Master de Asesoría de Imagen y Consultoría Política de la Universidad Pontificia de Salamanca (España) • miembro de la International Society of Political Psychology (ISPP, Syracuse University, New York, USA) Psicología política, de eso se trata. Consultores políticos hay muchos en el mundo. Y los hay muy buenos, por supuesto. Lo que me diferencia es algo simple pero contundente: soy psicólogo. Aplico la psicología política al marketing político, a las campañas electorales y a la comunicación de gobierno. La psicología del votante, la psicología del elector, la psicología de la comunicación, la psicología política...En fin: la psicología. Allí está mi aporte, mi tema, mi diferencia. Parafraseando a Jorge Luis Borges, allí está "mi centro, mi álgebra y mi clave". Y todo por aquel libro de Sigmund Freud...

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