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Colosio Pitic Recopilación de Juan Ramon Jimenez de León @oikosunam Salinas acorraló a Colosio Por Dolia Estévez SinEmb

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Colosio Pitic Recopilación de Juan Ramon Jimenez de León @oikosunam

Salinas acorraló a Colosio Por Dolia Estévez SinEmbargo marzo 23, 2018 12:05am 14 Comentarios SECCIÓN opinión

El paso del tiempo no ha logrado disipar las teorías de la conspiración que desde el primer día han rodeado al crimen. Para unos, los sospechosos siguen siendo Carlos Salinas o los dinosaurios del PRI. Foto: Cuartoscuro/Archivo

Washington, D.C.— Los acontecimientos de aquel trágico 23 de marzo de 1994 marcaron la vida política moderna de México. Pese a ser un país relativamente sofisticado, México aún lucha por salir del pasado. El 24 aniversario del asesinato Luis Donaldo Colosio, el crimen más dramático desde el magnicidio de Álvaro Obregón hace casi un siglo, obliga a ver hacia atrás.

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Para la vasta mayoría de mexicanos, la muerte de quien muy probablemente hubiera sido presidente de México, sigue siendo un enigma. De la misma forma en que los estadounidenses no creen que un sólo hombre mató a John F. Kennedy, los mexicanos tampoco creemos que el homicidio de Colosio haya sido autoría de un asesino solitario, como reza la versión oficial. El escepticismo, sin embargo, no impidió cerrar el expediente hace 18 años. El paso del tiempo no ha logrado disipar las teorías de la conspiración que desde el primer día han rodeado al crimen. Para unos, los sospechosos siguen siendo Carlos Salinas o los dinosaurios del PRI; para otros, rivales políticos o el crimen organizado o grupos armados. Entre los motivos se mencionan un presunto deslinde de Colosio e intentos de truncar la modernización del país. Si bien documentos desclasificados por el Departamento de Estado, bajo la Ley para la Libertad de Información, no prueban ninguna teoría, sí retratan a un candidato acorralado y humillado por Salinas en la etapa previa a su muerte. Consignan que Salinas fomentó el protagonismo de Manuel Camacho, a quien nombró Comisionado para la Paz en Chiapas, a expensas de Colosio. En febrero de 1994, un mes antes del asesinato, la Embajada de Estados Unidos en México consignó: “Colosio primero vio cómo los rebeldes, luego el ejército y ahora su archienemigo Camacho, están acaparando casi toda la atención pública”. Esto lo obliga a hacer una doble campaña: “proselitismo con las bases durante la semana y con las elites políticas los fines de semana. A veces carga su propia maleta, conduce su propio auto o viaja en transporte público”. Según los cables, en enero de 1994, Colosio fue víctima de dos fuertes reveses: el levantamiento en Chiapas y el subsecuente protagonismo de Camacho.

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Tan seria fue la degradación de Colosio en la víspera del crimen, que la Embajada especuló que podía ser sustituido por Camacho, aunque lo consideró poco factible. Vaticinó, no obstante, que quizá Colosio tendría que cambiar de estrategia y mensaje para “depender más” en la vieja guardia del PRI y menos en Salinas. Ese mes, la Embajada comentó: “Colosio no puede estar feliz con los sucesos en Chiapas, tanto por los problemas que están generando como por la publicidad que le están robando”. El nombramiento de Camacho como negociador, uno de los tapados, “debió de haber dejado atónito a Colosio”. Un amplio análisis de marzo de 1994, tres semanas antes del asesinato, elaborado por el Buró de Inteligencia e Investigaciones del Departamento de Estado, afirmaba: “Camacho se ha vuelto indispensable para Salinas y el PRI. También ha fortalecido su propia imagen…parece tener acceso ilimitado a Salinas…Colosio (en contrapartida), parece no tener nada que ver con… Chiapas”. La situación llevó a la Embajada a investigar cuáles eran las intenciones de Salinas. Consultado respecto a si Camacho podía sustituir a Colosio como candidato, un “priista sazonado”, a quien el cable no identifica, “sacudió la cabeza y visiblemente confuso, respondió, ‘las viejas reglas ya no se aplican’”. Tres semanas después, Colosio caía acribillado a plena luz del día en Lomas Taurinas. Cabe preguntarse: ¿el acorralamiento fue deliberado por parte de Salinas? ¿Buscó humillarlo? De ser así, ¿para qué? Jim Jones, a la sazón embajador de Estados Unidos, años después me dijo que el FBI, quien interrogó a Mario Aburto, avaló la versión oficial del asesino solitario. Jones descartó que Salinas tuviera conocimiento de antemano de lo que iba a suceder a Colosio. La Agencia de Seguridad Nacional, a cargo del espionaje electrónico, declinó desclasificar el expediente que dijo tener sobre el caso.

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En respuesta a una petición que interpuse, la NSA admitió tener “cuatro informes de inteligencia extranjera” sobre el crimen, clasificados de “top secret” y “secret”, pero rechazó divulgarlos pretextando que podrían dañar la seguridad nacional. En términos similares me respondió la CIA. Otra serie de despachos de 1990 describen la forma metódica en que Colosio allanó el camino hacia Los Pinos. En octubre de ese año, la Embajada adelantó que Colosio sería el candidato. Lo describió como alguien cercano a Salinas, a quien el presidente escogió personalmente para dirigir el PRI, “y a quien se cree incorporará al gabinete para volverlo presidenciable”. A su vez, en abril de 1990, el cónsul en Hermosillo informó que a Colosio no le interesaba la gubernatura de Sonora, su estado natal, sino la presidencia. El comunicado decía que Colosio estaba convencido que después de lograr con “éxito la reestructuración” del PRI y anotarse unas cuantas victorias, “más o menos legítimas”, Salinas le daría una supersecretaría. “Esto sería la señal a otros contendientes de que el presidente había optado por el senador de Sonora como primus inter pares”. Los cálculos de Colosio resultaron ser premonitorios. En mayo de 1992, Salinas lo nombra titular de Sedesol, oficialmente incorporándolo a la carrera por la sucesión. En noviembre del siguiente año, Salinas lo destapa. Colosio alcanzó su sueño, pero no vivió para hacerlo realidad. Twitter: @DoliaEstevez Por Dolia Estévez Dolia Estévez es periodista independiente en Washington, D.C. Inició su trayectoria profesional como corresponsal del diario El Financiero, donde fue corresponsal en la capital estadounidense durante 16 años. Fue comentarista del noticiero Radio Monitor, colaboradora de la revista Poder y Negocios, columnista del El Semanario y corresponsal de Noticias MVS. Actualmente publica un blog en Forbes.com (inglés), y colabora con Forbes México y Proyecto Puente. Es autora de El Embajador (Planeta, 2013). Está acreditada como corresponsal ante el Capitolio y el Centro de Prensa Extranjera en Washington. 4

Conocí a Diana Laura Riojas en casa de su abuelita Doña Maria Riojas, emparentada con mi abuelita Carolina Riojas, entonces éramos ambos estudiantes de economía, posteriormente coincidimos de nuevo en Chicago, en casa de su tío Cesar Riojas-casado con mi prima hermana Carmelita Garza, alla en la calle de California y Troy, en el autentico barrio mexicano, ella estudiaba unos cursos de especialización en la Universidad De Paul y yo, en la Universidad Loyola. Posteriormente ella ya casada con Colosio, a quien por cierto le encantaba manejar un VW desde Mexico DF hasta Sabinas, Coahuila, aproximadamente 15 horas de viaje, coincidimos nuevamente alla en nuestra tierra chica, ella traía ropa usada que regalaba para un asilo de ancianos, localizado en los rieles y calle Independencia, ahí ella me propuso con apoyo de Colosio que me fuera a Hermosillo, Sonora para trabajar en el ITESM-Campus Sonora Norte, ya que se hablaba que Colosio sería próximo gobernador, Colosio de Sabinas, se iba manejando a Ciudad Acuña-Del Rio y de ahí al gran desierto chihuahuense que cruza a Texas, hasta El Paso, otras 15 horas en el desierto ardiente, luego de El Paso se iba de nuevo manejando hasta Tucson, Arizona, para 5

cruzar de nuevo la frontera por Nogales y enfilarse hacia su tierra natal, Magdalena de Kino, una hazaña de la cultura el esfuerzo. Alla en Pitic (nombre yaqui de Hermosillo), lo ayude con el proyecto INTERPORT que era traer carne de cerdo de Chicago, utilizando mercados de futuros, ese físico se entregaba en Phoenix, Arizona y de ahí se introducía a Sonora mediante apoyos fiscales a la importación temporal, PITEX, se transportaba en camiones refrigerados quinta rueda hacia el rastro TIF de Hermosillo, se le daba valor agregado y de nuevo en camiones refrigerados se llevaba a Guaymas donde se dejaba en bodegas refrigeradas para luego embarcarse en barcos Roll on-Roll Off o ROROS hacia Japón, la sogo-shosha Sumitomo era la encargada de transportación, cartas de crédito y logística, toda una fascinante experiencia académica y de negocios internacionales, que entonces desarrollamos conjuntamente entre el ITESM y la Universidad de Arizona-Tucson. El brutal asesinato de Luis Donaldo Colosio, aquella tarde de Lomas Taurinas de Tijuana ha dejado grandes heridas en el México actual, la clase política y empresarial, toda ella, estuvo involucrada en aquellos hechos que cortaron de raíz, la esperanza de un cambio generacional y moderno hacia otras etapas de avance, que con el tiempo hemos llegado a varias conclusiones, a lo mejor equivocadas, de los autores, de los procesos de un país en vías de estar narcotizado, y de conspiraciones de diferente sesgo, sin embargo, el libro leído, La Historia de un Líder Moderno, de Marcos Rascón y Purificación Carpinteyro, y con el sello editorial de Grijalbo, libro prohibido y desaparecido por esa clase política, sin clase, nos permite avizorar, un involucramiento directo de la CIA y de Goldman Sachs-Citibank que se verían afectados porque Colosio pensaba quitarles el manejo de la Deuda Publica, pero antes veamos estos párrafos ilustrativos de lo que sucedió casi inmediatamente después, el affaire Salinas y Suiza……. Revela Suiza la red de complicidades de RSG (Raúl Salinas de Gortari) Miguel Badillo El Universal Sábado 28 de julio de 2001 Primera plana, página 1 Exhibe el juez suizo Perraudin operaciones que el hermano del ex presidente usó para ocultar y transferir recursos de origen ilícito; Hank Rhon y Salinas Pliego, implicados El juez suizo Paul Perraudin reveló un mapa de la red de operaciones financieras desarrollada por Raúl Salinas para transferir recursos de procedencia ilícita, presuntamente provenientes del narcotráfico, corrupción y desvío de fondos públicos, delito en el que también estaría involucrado el ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Además se implicaba a otros empresarios como Carlos Peralta de IUSACELL-hoy ATT, Adrián Sada González, Carlos Hank Rhon, Ricardo Salinas Pliego-TV Azteca, José Arsenio Farell Campa, Alfredo Díaz Ordaz, Diego Ormedilla, Ricardo Gómez y el abogado José Luis del Valle Gurría. Los envíos de fondos se hicieron de bancos mexicanos a instituciones de Nueva York, Londres, Suiza, Alemania y paraísos fiscales del Caribe, donde participaron su esposa Paulina Castañón y su hermano Enrique, entre otros familiares. El documento señalaba algunos de los alias y prestanombres que utilizó Raúl Salinas para "lavar" el dinero supuestamente ilícito: Juan José González Cadena, Jesús Torres y Juan Manuel Gómez Gutiérrez. 6

En el expediente del juez suizo se indica a José Arsenio Farell Campa, hijo del ex secretario de Contraloría en el gobierno zedillista, Arsenio Farell Cubillas, como uno de los principales operarios de la red financiera y de "lavado" en beneficio del llamado "hermano incómodo". Cuentas de algunas de sus empresas habrían recibido fondos de Raúl. Un engranaje mundial, la ruta de los fondos ilícitos (comisiones de 10 por ciento en contratos de obras y servicios, como el escandaloso caso de IBM y los radares que se iban a instalar en la Sierra Madre Oriental de Coahuila, para monitorear los movimientos de naves cargadas de droga que se siguen moviendo de Torreón a San Antonio y que concluyen en Chicago) y desvío de fondos públicos. De acuerdo con los documentos firmados por el juez Perraudin y que contienen el sello del Juzgado del Cantón de Ginebra y la firma también del comisionado administrativo Patrick Muller, en este engranaje de operaciones financieras planeadas por Raúl Salinas. En las transferencias de fondos aparecen involucrados familiares de Raúl Salinas como su esposa Paulina Castañón, su hermano Enrique Salinas de Gortari y Adriana Salinas de Yáñez, Adriana Lagarde de Salinas (ex esposa de Enrique Salinas), Carlos Íñigo de Gortari-el contacto de ENRON con PEMEX y con la media hermana de los Salinas-Magda quien vive a todo lujo en San Diego y tenia de vecina a la Guerrera de Neiman Marcus, la Profesora Elba Esther Gordillo, la administradora de la editorial Azabache, propiedad de Adriana Salinas, María Luisa Sabau, y Margarita Nava Sánchez, amante de Raúl. En la red financiera aparecen algunos de los alias y prestanombres que utilizó el hermano del ex presidente mexicano para "lavar" el dinero supuestamente ilícito: Juan José González Cadena, Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, Juan Manuel Gómez Gutiérrez, Rolando Gutiérrez García, Jesús Torres y Jesús Tostados Casillas. Operaciones relevantes Entre las principales operaciones con el mayor flujo de recursos aparece la cuenta número 1890849-2 de Banca Cremi México (cuyo director era Carlos Cabal Peniche, tabasqueño, socio del BCCI de Khalid Bin Mafhouz), a nombre de Rolando Gutiérrez García, alias de Raúl Salinas, adonde se hicieron depósitos entre el 1 de junio de 1993 y el 24 de enero de 1994 hasta por 214 millones 853 mil 43.18 dólares. De esa cuenta bancaria se giraron nueve cheques firmados por Rolando Gutiérrez García por un monto total por 155 millones 49 mil 800 pesos, para ser depositados en Banca Cremi México, a la cuenta número 05010011018 de la sucursal San Ángel, en la cual no aparece el titular. Para seguir con la triangulación del dinero, de esa cuenta de Banca Cremi se realizaron 11 transferencias por 155.5 millones de pesos a la cuenta número 10991186 del Citibank México, en donde el titular es otro alias de Raúl, Juan Guillermo Gómez Gutiérrez. Otra cuenta es la número 727.1182 de Mercantil Probursa México (que dirigía Antonio Madariaga Lomelí, hoy alto ejecutivo del Consejo de Administración de BBVA-Bancomer), en donde el titular es Raúl Salinas y registra depósitos hasta el 16 de abril de 1993 por 87 millones 292 mil 868.59 dólares. Otra cuenta bancaria relevante es la de Bancomer México a nombre también de Raúl Salinas de Gortari, con número 5096675-5 y depósitos por 10 millones 51 mil 873.69 dólares hasta el 2 de enero de 1990. Una cuenta más que manejó 11 millones 148 mil 216.20 dólares es la que 7

corresponde a uno de los alias de Raúl Salinas, Juan José González Cadena, con número 80187-205 de Banco Mexicano Somex. Y empezaba de esa forma, la entrega de México a la Operación Irán-Contras con sede en Tampico, subían al poder la peor kakistocracia (gobierno de los peores) de los tiempos actuales. Solo un país con una sociedad pasiva, miedosa, convenenciera y altamente corrupta puede permitirse el lujo de tener esta ignominia "empresarial", todas las riquezas vienen de sus "negocios" con la clase política cleptocrática, narcotizada y genocida, México se acerca rápidamente a la debacle, no hay interés en controlar la avaricia de esta clase Forbiana, Carlos Salinas es el arquitecto de esta demoníaca y brutal acumulación de la riqueza, con la llamada RED UNO que se originó en la mansión de Antonio Ortiz Mena, sita en 3 picos #10, Lomas, el 23 de Febrero de 1993, donde el Gran Estabilizador de la Economía, Antonio Ortiz Mena, exsecretario de Hacienda, impulsor de los Legionarios de Cristo y de la Universidad Anáhuac, convocó a los 25 mas ricos y poderosos del país para que aportaran 30 millones de dólares (750 MDD en total) para la campaña de Colosio, "administrados" por Salinas, solo Ángel Losada se negó a aportar esos recursos, por lo que el Tigre Azcárraga dobló su aportación, el chismoso de ese evento fue Antonio Madariaga Lomeli, hoy gran accionista de BBVA-Bancomer (por cierto comprado con un bono japonés robado por la Yakuza al Gobierno nipón, asunto denunciado por el entonces famoso juez español Baltasar Garzón, hoy bajo la férula salinista, pero en México, España y Puerto Rico que se prestaron para el lavado de dinero, se hicieron los omisos), ese asunto lo publicaba Luis Enrique Mercado, entonces Director del periódico El Economista, luego premiado con una diputación del PAN; 13 meses después esa RED UNO (dice Salinas en su libro autobiográfico) le da la espalda a Colosio quien quería detener el narcotráfico de Coahuila (su esposa Diana Laura Riojas, era originaria de Nueva Rosita y Sabinas y se menciona al Profesor Carlos Hank González (a) Profesor Virgo como el encargado de pedirle la renuncia a Colosio (a) Acuario, la RED UNO que tomó esa decisión trascendente estaba en ese momento integrada por Antonio Ortiz Mena, el Tigre Azcárraga, Carlos Abedrop, Lorenzo Zambrano, Bernardo Garza Sada, Juan Sánchez Navarro, Claudio X González, Jerónimo Arango, Ángel Losada, Alejo Peralta, y Adrián Sada, no estuvieron presentes Carlos Slim ni Roberto Hernández, mediaron en la conspiración Raúl Salinas de Gortari y José María Córdoba Montoya, mencionado en el libro ya desaparecido, Memorias de un Líder Moderno, de Grijalbo, pp. 352. Carlos Slim tenía 1 millón de dólares, en 1992 Carlos Salinas le regala Telmex, 20 años después llegó a tener 75,000 MDD, el crecimiento global de su riqueza es de 885% anual, como contrapartida, la emigración mexicana a los Estados Unidos, en ese mismo periodo ha crecido 900% anual, es decir hay una relación inversa, a medida que se enriquece Slim, crece la emigración aumenta, simplonamente, el sería el culpable indirecto de la actual situación de persecución y racismo de Donald Trump y por lo tanto también simplonamente, usando el método Delphi de los griegos, habría que confiscarle su fortuna para utilizarla para crear salvaguardas institucionales para 8

tratar de resolver la crisis migratoria que ya hay en la frontera norte y frontera sur, además para ganar 20,000 MDD en un año ( y que lo permita el Imperio) se necesita tener "padrinos" muy poderosos, ¿quienes son?, simplonamente serían los Clinton, con quienes cada fin de año cenaba con esa pareja infernal, técnicamente podríamos proponer el EBITDA (flujo de efectivo) como un buen indicador para darse idea del "lavado" de dinero, ¿quienes son sospechosos directos de ello?, dos personajes ligados con Tabasco, Ignacio Cobo, esposo de la exsenadora Georgina Trujillo que actualmente quiere ser Gobernadora, su padre ya fallecido, Mario Trujillo, es uno de los personajes bajo sospecha popular de ser uno de los grandes capos de la droga en el sureste, su hijo Mario Cobo Trujillo, es Director del Programa de Justicia¿? de Telmex y el otro es el Almirante Wilfrido Robledo Madrid, exjefe de la Policía Federal Ministerial de la PGR, y ex Jefe de la Policía del Estado de México, acusado de la represión de ATENCO con Enrique Peña Nieto, esta información de Reporte Índigo es mas que suficiente para darse una idea de como este personaje se está adueñando de todo en el país...http://www.youtube.com/watch?v=Rk5RmnYhsYI, en cuanto a los Cobos vean esta nota aparecida en el popular Tabasco Hoy, dirigido por los Cantón Zetina… Los Cobo-Trujillo operadores del narco, crimen organizado y el fraude. http://www.tabascohoy.com.mx/noticia.php?id_nota=140920 http://www.tabascohoy.com.mx/noticia.php?id_nota=129796

Siguiendo el método americano de Follow The Money, el beneficiario del asesinato del sonorense, fue Ernesto Zedillo y sus amigos profundos, Joseph Marie Cordoba Montoya y Guillermo Ortiz Martinez, muy cercanos todos ellos a Goldman Sachs, el hermano de Zedillo, Rodolfo vive cómodamente en un fraccionamiento sanantoniano, que pagó en efectivo en octubre de 1994 (Turín Court No.6, SAT 78257-1644), justo cuando iniciaban los convenios por 8 millones de dólares en negocios fundados por el cártel de Juárez del Señor de los Cielos Amado Carrillo. Sin embargo, el terreno con mayor extensión en El Dominion, fue comprado por Enrique Fuentes León (+), un fugitivo de la justicia mexicana por sobornar jueces en representación de un rico playboy de Acapulco, quién violó, torturó y mató a una niña de seis años de edad. Fuentes León se fugó a Chile y después a Argentina de donde se vino a Texas con una visa de inversionista. Y efectivamente invirtió. Fuentes León compró más de 100 acres en El Dominion a principios de los noventa y muy pronto adquirió más de seis millones de dólares en bienes raíces en San Antonio. (Fuente: Los Amigos Mexicanos de George Bush, investigación de Julie Reynolds, www.elandar.com). Podemos concluir que ese crimen de estado fue preparado en San Antonio, y el objetivo fue el control del corredor aéreo de la Sierra Madre Oriental, desarrollado en los años 70s por el Señor de Los Cielos, Amado Carrillo Fuentes, capo del Cartel de Juárez, según publicado en su libro autobiográfico, de Navolato Vengo, la Historia de la Droga en México, de Jorge Bojorquez, Editorial Océano,, 1999; muchos personajes actuales salen mencionados en ese libro hecho por la DEA o la Seccion Segunda de Inteligencia Militar mexicana, personajes como Bitar Tafich y Jaime Camil Garza del grupo Torreón, 9

Carlos Hank Rhon, del grupo Atlacomulco, Estado de México, de donde viene Enrique Peña Nieto; Eliseo Mendoza Berrueto, exgobernador de Coahuila, ligado al Jeque saudita Yamani, cuando fue subsecretario de Energía y Minas, Enrique Martínez y Martínez (EMM), asesor de Peña Nieto y exgobernador de Coahuila, arquitecto del vuelo SaltilloBuenos Aires-Washington, en donde se trasladó a la superespía, Myriam Delael Baer, impulsora del NAFTA, miembro destacado del CSIS, considerada la sede del llamado espionaje académico, EMM es ahora Embajador en Cuba y en relaciones homosexuales con Ojitos Verdes, le entregó la gubernatura de Coahuila a Humberto Moreira, en lugar de quien todo mundo pensaba sería su Secretario de Gobierno, Raul Cifuentes, hoy a cargo de Movimiento Ciudadano, partido que vendió el Padrón Electoral en San Antonio, Texas, se cuenta además que EMM era amante de Yeidckol Polenski (a) Citlali Ibáñez Camacho a quien se llevó a un viaje de amor y negocios a China Popular, y dicen también después amante del popular AMLO, prima de Manuel Camacho Solís (+), egresado de Princeton University, tutor de Marcelo Ebrard y AMLO, egresado de Princeton University de donde también lo es Michelle Obama y Denise Dresser, en fin, el corredor fronterizo con Texas de Ciudad Juárez, Torreón-Saltillo- Monterrey-Tampico, esta actualmente bañado de sangre y narcotráfico, lo cual lleva a una sospecha sobre el Pentágono Texano de EPICFort Bliss, de El Paso y por ello Coahuila es geoestratégicamente frontera con Texas, por ahí pasan migrantes, leche en polvo para Lala y polvo en leche, ganado en pie que crece en Coahuila y luego se lleva a sacrificar al rastro de San Antonio, minerales estratégicos como el berilio producido por la Domincia, empresa de Antonio (a) Tony Madero Bracho, de la emblemática familia Madero de La Laguna y tutor de futuros macrosicarios mexicanos en la Harvard Business School, vehículos automotrices robados o sin pago de impuestos que se introducen ilegalmente a México, también ahí esta el gigantesco rancho cinegético de Carlos Hank Rhon, socio del Sterling Bank de San Antonio, (la conexión CoahuilaEdomex), están también los grandes corporativos, probablemente fachada de la CIA, como GAN-AHMSA, Grupo México, CEMEX y Peñoles, la CFE de Piedras Negras, que se especula exporta grandes cantidades de electricidad a San Antonio vía la empresa paraestatal Texas Public Utilities, controlada por los intereses de ENRON, comandada por Alfredo Elías Ayub, ligado familiarmente a Carlos Slim y a la UNAM, del ex Rector José Narro Robles, de Coahuila, quien lo puso como modelo de administrador público (¿?), los Moreira, Humberto y Rubén, son también parte de esta maquinaria infernal, que le ha costado a Coahuila y a México, sangre, sudor y lágrimas. Toda esta RED UNO de políticos y empresarios, están detrás del magnicidio de Lomas Taurinas, y el gran beneficiario de su asesinato, Goldman Sachs, tenedora de la deuda de México y la mimada imperial causante de las crisis de los subprime, de las deudas soberanas de Europa y de la actual guerra de divisas. Colofon 2017 1. Hipótesis ONE, Mario Aburto y la conspiración Caballeros Aguila, una secta fanatizada con los guerreros aztecas, que tenia su base en Los Angeles, donde radicaba la familia Aburto, hay un oscuro personaje luego visible en los círculos cercanos a Elba Esther Gordillo, recuerden vecina de Magda Salinas, además el pupilo y amante, Humberto 10

Moreira, tiempo después, tendría como asesor de seguridad, al aparentemente ejecutor de Colosio, Jose Antonio Sanchez Ortega el agente del CISEN. El Objetivo; detener a Colosio quien insistía poner radares de la IBM (con apoyo de la DEA) para controlar el trafico de drogas y aviones (apoyados por la CIA). Hugo Brodziack, maestro del que escribe, en la UNAM, sería después el Administrador de la Aduana de Ciudad Acuña (Coahuila) y Del Rio (Texas) quien ayudó a pasar hasta Sabinas, la Carta Menaje de artículos comprados en Chicago, San Antonio y Nueva York; Brodziack comentaba en corto, después de una agradable cena en su rancho texano, que Raul era el cabecilla de dicho trafico de drogas y que estaba molesto con Colosio quien pretendía detener ese caudal inmenso de riqueza ilícita proveniente del narcotráfico. 2. Hipótesis DUE; el asunto Goldman-Sachs, que era parte de CITICORP y muy cercana a los intereses de los Clinton y su Secretario del Tesoro, Robert Rubin, quienes según nuestras investigaciones mandan asesinar a Lynn Amos, la agente encubierta del FINCEN (Agencia del Congreso especializada en inteligencia financiera), quien encontró un enorme trafico de dinero sucio entre el Banco de Mexico, el Laredo International Bank (cuyo socio mayoritario era la familia Hank), Amos encontró que BANORTE era la plataforma de los Hank-Salinas para lavar grandes cantidades de dinero del narco, Colosio quería sacar a Goldman-Sachs de Mexico, hay también un libro desaparecido de un analista mexicano, quien tuvo que salir exiliado de Mexico. Con Zedillo y luego los siguientes gobiernos panistas y ahora el de Peña Nieto, Goldman-Sachs- Citibank son administrados por los hermanos Werner Wainfeld, ambos Alejandro y Martin, Subsecretarios de Hacienda y encargados de la Deuda Publica, son sionistas de ascendencia argentina y egresados del ITAM de Alberto Bailleres (Peñoles de Torreón, Palacio de Hierro, yate Mayan Queen, rancho Chaparrosa de Texas), 3. Hipótesis TRES, el proyecto colosista de Casinos Flotantes, en el Mar de Cortes, usando a Puerto Peñasco (Sonora) como lugar turístico ancla, por su cercanía con la frontera (50 kms) era ideal para atraer turismo y jugadores de Las Vegas, Phoenix y Los Angeles, esto afectaría los intereses de las grandes familias mafiosas de Chicago y NY.

Mario Aburto

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Arriba: Mario Aburto Abajo, fotos en la escena del crimen de Colosio, al centro: Jose Antonio Sánchez

Abajo al centro: Mario Aburto

Sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio

La UNAM es estructura de poder del PRI.

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17 de junio del 2005 Reprimen a quien difundió video de LDC Por Carlos Ramírez Mientras el rector Juan Ramón de la Fuente compartía el palco con el verdadero dueño de los Pumas de la UNAM, Carlos Slim Helú, y con el operador político de Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, hacia el interior de la Ciudad Universitaria cuajaba la represión académica contra un profesor que había difundido el video que revelaba que el segundo balazo a Luis Donaldo Colosio se lo dieron en su camioneta. Promotor de un singular grupo de estudio con sus alumnos de la Facultad de Comercio y Administración, el profesor Juan Ramón Jiménez ha realizado indagaciones financieras sobre Carlos Cabal Peniche y sobre el Grupo Acerero del Norte. Como parte de su especialización, Jiménez ha puesto a sus alumnos a revisar estados financieros y a seguirle la pista a los más grandes fraudes financieros de los últimos años. Pero lo que causó más escozor fue la difusión de un video sobre el asesinato de Colosio el 23 de marzo de 1994. Presentado en el programa "Esferas", producido por la Universidad de Guadalajara y difundido en el canal tapatío de Televisa, el video revela un fogonazo en la camioneta de Colosio justo cuando lo acababan de meter ya herido conel primer balazo. En esa parte del video se escucha una explosión. Aunque extrañamente el video no se ha difundido en un canal capitalino, el profesor Jiménez lo colocó en su página internet www.yumka.com/colosio. De las varias escenas, la que está titulada como "secuencia de 10 segundos" revela con claridad el fogonazo dentro de la camioneta. De acuerdo con la información oficial, el segundo balazo habría sido de Mario Aburto Martínez. Sin embargo, la escena de la camioneta prueba que hubo otro disparo contra Colosio dentro de su camioneta. Las fotografías del video fueron publicadas en el periódico La Crisis el 25 de mayo pasado. Al día siguiente, la columnista Isabel Arvide reveló datos que señalaban la presunción de que el segundo disparo habría sido realizado por oficiales del estado mayor presidencial como parte de la lucha por el poder dentro de la corporación. El general Roberto Miranda se había quejado de que el general Domiro García Reyes había ocupado su lugar. La muerte de Colosio permitió la llegada de Zedillo a la presidencia y de Miranda a la jefatura del EMP; inclusive, Miranda se apuntó ya como aspirante a la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional.

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La difusión del video provocó conflictos políticos. El profesor Jiménez, de una amplia trayectoria dentro de la UNAM, fue el primer sacrificado en lo que debe ser considerado como una represión contra la libertad académica que ha comenzado a hacerse muy común en la máxima casa de estudios desde la llegada de Juan Ramón de la Fuente, un priísta que fue secretario de Salud del gobierno de Zedillo y que en 1999 hizo intentos por ser el candidato del PRI a la presidencia de la república. La decisión de moverle horas de clase al profesor Jiménez y de quitarle materias se debe acreditar al director de la Facultad de Comercio y Administración de la UNAM, Arturo Díaz Alonso, un priísta vinculado a Emilio Chuayffet Chemor, actual jefe de la bancada priísta en la Cámara de Diputados. Díaz pertenece al Grupo Toluca de Chuayffet. El caso del profesor Jiménez revela la privatización y politización de la UNAM en la gestión de De la Fuente. Varios priístas han sido designados directores de facultades y algunos institutos se han convertido en refugio de políticos priístas. Asimismo, De la Fuente ha aumentado la empres! arización de la Universidad. En el palco del juego de los Pumas estaban el empresario Gilberto Borja y el empresario Carlos Slim, cuyo yerno es presidente del equipo de fútbol de los Pumas. El video del disparo contra Colosio dentro de su camioneta podría ser entregado muy pronto a las autoridades y a los familiares de Colosio. El involucramiento del profesor Jiménez en la difusión del video tuvo tres motivaciones: el acceso a un documento fílmico con evidencias de un disparo en la camioneta de Colosio, su relación personal con Colosio porque el sonorense lo llevó al tecnológico de Sonora a impulsar un proyecto agropecuario y su parentesco con la señora Diana Laura Riojas. La circulación del video rompió el cerco de silencio que se hizo en torno al documento después de su difusión en Televisa Guadalajara la noche del 23 de marzo, ante periodistas capitalinos que tampoco han mencionado el asunto. El profesor Jiménez reveló que el video le fue entregado por el di! putado panista Fernando Guzmán Pérez Peláez. Luego de su difusión en la página internet y en La Crisis, el video se ha multiplicado en su difusión pero sin provocar ninguna reacción de las autoridades a pesar de que presentaría evidencias de otro disparo contra el candidato hecho en su camioneta.

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La PGR de Zedillo cerró el caso Colosio pese a la polémica sobre el segundo disparo, no tanto por la acusación fallida del fiscal Pablo Chapa contra un ayudante del general García Reyes, sino por la tesis de la ojiva sembrada porque nadie encontró la bala sino hasta después. Si no fue el segundo, el video podría revelar que hubo contra Colosio un tercer disparo, aunque algunos consideran que el de su camioneta fue realmente el segundo. El video y las confusiones serían elementos suficientes para reabrir la investigación, pero con derivaciones que involucrarían al estado mayor de Salinas y al jefe del estado mayor de Zedillo, el jefe del rector De la Fuente. Aunque en la UNAM no le justificaron al profesor Jiménez el cierre de espacios por el video, la relación entre ambos hechos es inocultable. Varias de las investigaciones financieras del profesor Jiménez y sus alumnos habían causado protestas de los afectados ante las autoridades de la Facultad y de la propia UNAM. La investigación sobre Cabal fue circulada en Estados Unidos y se incorporó al expediente de los fraudes del banquero. Y su indagación sobre el Grupo Acerero del Norte reveló la privatización amañada que hizo Salinas del sector siderúrgico del país para beneficiar a amigos y socios.

Economista, Académico y Periodista www.yumka.com

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Sandro Aguilar Cd. de México (23 marzo 2017).- Mientras el PRI siga en la Presidencia de México, no se sabrá cómo ocurrió el homicidio de Luis Donaldo Colosio, enfatiza la periodista Laura Sánchez Ley, autora del libro Aburto, testimonios desde Almoloya, el infierno del hielo (Grijalbo). "Nos siguen validando la misma versión, siguen utilizando el mismo método. Mientras exista un gobierno priista, no vamos ni siquiera a saber con certeza que Mario Aburto está vivo. ¿Qué nos demuestra que está vivo? Si en 23 años su familia no lo ha visto. Si su misma familia nos sigue diciendo que no habla con él". Durante más de dos décadas, el caso Colosio fue conocido por cuatro fiscales especiales, 12 procuradores generales de la República, tres presidentes priistas y dos panistas. Pero sigue sin ser esclarecido. Mientras tanto, en más de dos décadas de reclusión, Mario Aburto Martínez sólo recibió una visita, ocurrida durante sus primeros años en Almoloya. Hoy, recluido en Huimanguillo, Tabasco, no tiene ningún contacto con su familia y muy poco se sabe de este personaje dibujado por las autoridades como un asesino solitario que se atrevió a dispararle al que sería el próximo presidente de México. Hace cuatro años, previo al 20 aniversario del asesinato de Colosio, la periodista Laura Sánchez (Tijuana, 1988) comenzó a investigar al presunto homicida que, según las versiones oficiales, tiene emociones turbulentas y reacciones impulsivas. Un borderline, le llamaron, capaz de disparar a dos centímetros de la cabeza del candidato que, unos días antes de su asesinato, denunció un "México con hambre y sed de justicia", que contrastaba con el México idílico del salinismo. En 2013, la periodista conoció en San Diego a un académico que testificó en el proceso de petición de asilo de la familia de Mario Aburto a Estados Unidos. "Estos son los argumentos que presentaron, por si quieres hacer algo", recuerda que le dijo al mostrarle una pila de papeles. *** Sánchez Ley conocía de manera superficial el caso Colosio. Pero, al revisar los documentos, se interesó en las causas que orillaron a la familia Aburto a solicitar la protección fuera del país. "Presentan una serie de denuncias que explican cómo la señora María Luisa y sus dos hijas pequeñas sufrieron abuso en la PGR de Tijuana cuando detienen a Mario Aburto. Dan lujo de detalle de cómo los ministeriales les quitaron la ropa, les 16

decían 'modelen, cabronas'. Cosas espantosas. Al hijo menor lo tuvieron tres días torturándolo. Están acreditadas las lesiones", dice la periodista. La tijuanense relata que para obtener más datos ingresó solicitudes de información, habló con funcionarios de la Comisión Nacional de Seguridad y de la Secretaría de Gobernación, pero sólo obtuvo negativas. El expediente de alrededor de mil 600 declaraciones -que incluyen las de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo- se encuentra reservado hasta el año 2035, según los argumentos de las autoridades, por si acaso algún otro fiscal decide reabrir la investigación. Sánchez Ley buscó otras vías para conseguir la información. Tardó medio año en contactar a otro testigo clave en el caso que salió amenazado de México hace años. "Tuve que darle la vuelta, empezar por otro lado y convencer a mucha gente, que tiene miedo aún, de que yo no trataba de desentrañar si Mario era culpable o inocente. Este libro no se trata de Luis Donaldo Colosio, no trata de aclarar si Mario Aburto lo asesinó o no. No trata de victimizarlo ni satanizarlo. Trata de contar quién era él, quién era esta familia", explica. La historia la cuenta por medio de cartas y llamadas hechas desde la prisión, de expedientes judiciales y de entrevistas a esos personajes clave. *** La periodista habló con las personas que conocieron a Mario Aburto en contextos muy distintos a los del terreno judicial. Y emergió un hombre que le gustaba dibujar y escribir. Un tanto aniñado, con afición a las caricaturas, especialmente Tom y Jerry. Servicial con su familia y que demostraba su cariño con palmadas y abrazos. "Pareciera que el Aburto de los fiscales es otro, muy distinto al que conocieron amigos, familiares, vecinos, empleadores", dice la autora. La periodista tuvo acceso también a las cartas que intercambió Mario Aburto con su familia, en las que los pone al tanto de sus avances en el dibujo y la escritura, donde cita a Tales de Mileto, a Séneca y a Platón, pero también reitera su inocencia. "Esos que me quieren de conejillos de Indias que se vayan al cuerno, bola de capos corruptos, sin escrúpulos, para dañar a alguien injustamente", escribía desde Almoloya. 17

En el libro se narra cómo, por un acuerdo con el padre de Mario Aburto, las llamadas del detenido desde el penal serían grabadas para tenerlas como respaldo. Sánchez Ley recibió de Rubén Aburto una caja con una veintena de cintas en las que estaban grabadas las conversaciones telefónicas. Los primeros años, las palabras del detenido buscaban defender su inocencia, con el paso del tiempo las conversaciones se enfocaron en satisfacer las dudas sobre qué cocinaba su madre o cómo estaban sus sobrinos. Con esos audios es posible saber que Aburto era un hombre que conocía las leyes, los artículos constitucionales, aconsejaba a su padre a no guardar rencor e invitaba a sus familiares a no perder la fe en Dios. Los documentos incluidos en el libro evidencian que Aburto -con graves problemas de la vista- pinta y ha vendido sus cuadros hacia el exterior de la prisión. Su firma es sólo una M, para evitar el rechazo de sus posibles compradores. En su libro, Laura Sánchez Ley incluyó gran parte de las cartas de Mario Aburto y las transcripciones de esas conversaciones telefónicas, que duraban en promedio 10 minutos. *** Laura Sánchez Ley tenía 6 años de edad cuando Luis Donaldo Colosio fue asesinado. Creció con la versión oficial que señala a Mario Aburto Martínez como un asesino solitario que buscó notoriedad al asesinar a a un personaje destacado. Con su investigación de cuatro años, la periodista corroboró que la versión dada a conocer por las autoridades mexicanas está plagada de inconsistencias. Y ahora, 23 años después del magnicidio, la tijuanense busca que las nuevas generaciones conozcan otra parte del capítulo en la historia de la lucha por el poder en México. "Cuando la nube se disipe un poco, cuando no tengamos medios machacando que él lo mato, que las nuevas generaciones conozcamos el otro lado de la moneda de Mario Aburto. No conocemos al Mario Aburto de manera personal. Los chicos no saben nada sobre el caso y esa es una ventaja para nosotros, porque podemos empezar a contarles las dos partes de la moneda, no sólo la parte oficialista", afirma. A 23 años del asesinato de Colosio, la periodista señala que el caso recuerda las ineficiencias del sistema de justicia en México, que describe como una maquinaria 18

para crear culpables. "Yo no puedo responder si Salinas lo mandó a matar. Pero sí puedo decir que creo que es culpable de haber montado una investigación que -precisamente por la premura de hallar culpable a Mario Aburto- incurrió en gravísimos errores. Si bien pudo haber sido culpable, es tan ridícula la conclusión, tan ridículas las pruebas que aportan, que pareciera que todo fue un montaje. Nos hacen pensar eso", remata. Mario Aburto: testimonios desde Almoloya

POR LAURA SÁNCHEZ LEY , 23 MARZO, 2017LIBROS Twitter Facebook 0 A 23 años de la muerte de Luis Donaldo Colosio, la personalidad, los motivos y hasta el destino del asesino confeso del candidato priista son desconocidos para el gran público, para quien el nombre de Mario Aburto ya no dice nada. La periodista Laura Sánchez Ley se dio a la tarea de hablar con las personas cercanas a ese hombre misterioso que a lo largo de los años ha clamado su inocencia. El resultado es Aburto. Testimonios desde Almoloya, el infierno de hielo (Grijalbo, 2017), del que aquí se adelantan fragmentos, con permiso de la autora y de la editorial.

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CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A las ocho de la noche, media hora después de que iniciara el interrogatorio oficial de Mario Aburto, José Luis Pérez Canchola llegó apresurado a las instalaciones de la PGR: lo habían llamado unos minutos antes para solicitar su presencia en el cuestionario y que constatara públicamente que el detenido no fue torturado. Pérez Canchola se había convertido en una figura importante en México: fue nombrado el primer procurador de Derechos Humanos en Baja California y uno de los primeros a nivel nacional luego de la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en 1992. –Cuando llegué, me pareció todo muy extraño; para empezar, Mario se veía mal, alterado. Otra cosa: el abogado público de oficio no estaba representando a Mario, era Xavier Carvajal, un abogado del PRI y que además era particular. ¿Qué hacía ahí? El interrogatorio duró apenas dos horas, cuando en casos sin relevancia llegan a extenderse hasta cinco. El procedimiento fue superficial, recuerda. –Yo lo vi con la vista pérdida, cabizbajo; no miraba directamente a los que estaban ahí. Pedí que se le examinara. De mala manera el ministerio público a cargo me alegó que lo habían examinado, que no había nada que hacer. Mario Aburto se negó a contestar todas las preguntas, generalmente su respuesta era que se reservaba el derecho. Esas palabras despertaron suspicacias en el procurador: ¿cómo un trabajador de maquiladora podía contestar así? Estaba aleccionado, se responde. Las preguntas fueron vagas y superficiales, apresuradas. –Yo entiendo a partir de este momento que había consigna de no llevar una investigación profesional y técnica en el asesinato… Estaba sedado, estoy seguro. Fue José Luis Pérez Canchola el único que se negó a firmar la averiguación previa, argumentando que Mario rindió una declaración incoherente y sobre los influjos de algún sedante. Recuerda que todo el interrogatorio fue tan turbio, que incluso hicieron que el agente del Ministerio Público que estaba de turno se retirara para que otra persona se hiciera cargo del proceso. Durante el interrogatorio, que finalmente condenaría a Mario Aburto, ocurrió otra irregularidad: mientras era cuestionado, una mujer alta, bien vestida y de voz dulce tocó a la puerta de la oficina; gritaba que no podían sacar a la prensa. Se identificó como periodista de un canal de televisión de Estados Unidos y exigió que la dejaran hablar con el detenido. En realidad era una agente de la policía que se hizo pasar por periodista para obtener más información del presunto culpable. 20

Mario llevaba la chamarra negra con la que fue detenido en Lomas Taurinas, una camisa negra desabotonada que dejaba ver su pecho y un poco del vientre, un pantalón ajustado al cuerpo, manchado de mugre, y el pelo esponjado y lleno de polvo; estaba sentado en una silla negra con respaldo alto y recargaba los codos sobre los descansabrazos de metal. –¿Cómo te llamas? –preguntó la joven. Mario no contestó y enfurecieron los agentes, que en venganza levantaron su cara jalándole el cabello, pero Mario forcejeó y rápidamente volvió a clavarla entre las piernas. –Somos del Canal 33, ¿cuál es tu nombre? –repitió la joven agente. –Mario Aburto Martínez –contestó haciendo una pausa en cada sílaba. La mujer continuó con su interrogatorio y volvió a pedirle su nombre, estado civil, dirección. Mario respondió como contestadora automática: el mismo ritmo de la voz, el mismo volumen pastoso, hasta que la “reportera” preguntó por qué había asesinado al licenciado Colosio. –No voy a hablar de eso. La supuesta reportera preguntó si tenía miedo a alguien y ahí la voz, la postura de Mario cambiaron; se inclinó ligeramente, sacó la cabeza de entre las piernas y contestó seguro: –No. No tengo miedo a nada, incluso ni a morir. Hablaría también de un libro que decía haber escrito y entregado a la prensa extranjera hacía años. Ella indagó sobre el contenido del libro. –Mi amor, pero si tú me estás diciendo que escribiste un libro, ¿escribiste un libro sobre qué? ¿Qué pasa, por qué tienes miedo? ¿Sobre qué escribiste un libro? Mario empezó a responder incoherencias: que “ellos” le dijeron, que lo trataron de intimidar, que lo iban a matar; que “ellos” lo habían amenazado de muerte y podían inculpar a sus compañeros. –Quiero prensa extranjera. Quiero una cara conocida aquí: Gratas, Enrique Gratas –dijo. –Es de Telemundo, es de Miami. Enrique Gratas difícilmente va a llegar ahorita. Ante la negativa de Mario, la joven agente, acompañada por un camarógrafo, salió de la oficina donde fue interrogado, una sala anacrónica de alfombra color azul rey, escritorios de madera falsa y un ventilador que durante horas apuntó hacia el detenido; al terminar, Mario se abotonó la camiseta, se acomodó el cuello de la chamarra de piel negra y cerró la bragueta de su pantalón. Se limpió las costras de sangre que quedaron incrustadas sobre su rostro. 21

*** Según la versión oficial, a las 4:10 de la mañana del 24 de marzo Manlio Fabio Beltrones, que había llegado a Tijuana por encomienda del presidente de México, le solicitó a Diego Valadés ver al detenido; Mario, custodiado por dos agentes de la Policía Judicial Federal, se encontraba sentado en una silla frente a un escritorio, la mirada clavada en la pared. –El gobernador Beltrones me expresó su interés por ver al señor Aburto, a lo cual accedí, y a mi vez le comenté que yo mismo participaba en el interés de verlo. En el momento en que bajábamos al lugar donde se encontraba custodiado, algún colaborador me hizo una consulta; por ese motivo le indiqué a Beltrones que, en compañía de otros funcionarios de la procuraduría, se adelantara. Permanecieron los agentes de custodia, que en ningún momento abandonaron al hasta entonces presunto responsable del homicidio. Mi presencia posterior en el lugar no duró a lo sumo ni dos minutos. Una única (pregunta) que le dirigí fue la de si estaba consciente del grave daño que con su acción había ocasionado; Aburto no dio respuesta. Me llamó la atención su aplomo, su enorme tranquilidad y el aspecto desafiante y cínico de su mirada. Manlio Fabio Beltrones secundó esta declaración: a las cuatro de la mañana había asistido a una reunión donde los funcionarios encargados de continuar la investigación le hicieron saber que el detenido no había querido declarar nada adicional. Ante su silencio y sus evasivas, Beltrones solicitó al procurador le autorizara ver al asesino para constatar su estado físico y cerciorarse de que estaba en un lugar seguro, bien custodiado y sin la posibilidad de ser víctima de un atentado. Pero al estar frente al asesino de su amigo, no pudo contener el impulso de reclamarle: –¡¿Por qué a Luis Donaldo?! ¡¿Por qué no a otra persona?! –No voy a contestar hasta que estén mi abogado y el procurador de Derechos Humanos –contestó Aburto. La versión del político sonorense fue sustentada por agentes de la PGR y la Policía Judicial Federal: el único acercamiento que Beltrones tuvo con Mario Aburto fueron breves instantes en las oficinas de la delegación en Tijuana. Sin embargo, Mario y un informante del FBI contaron una historia muy diferente. *** Desde que ha estado encarcelado, psicólogos y psiquiatras han encontrado que Mario ha desarrollado neurastenia, una enfermedad mental donde la depresión y la tristeza son latentes todos los días. Se ha vuelto paranoico.

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Uno de los reportes elaborados por personal de la penitenciaría da cuenta de que, cuatro años después de su detención, Mario perdió el control cuando quisieron trasladarlo a un “área especial”: agredió a un custodio, le soltó una patada y mordió con tanta fuerza al jefe de sección que, histérico, se hizo el desmayado. En esas 192 720 horas viendo los mismos barrotes, a Mario sólo lo ha visitado su madre en una ocasión, durante 47 minutos. Por eso se ha refugiado en los más de 500 libros que ha leído en 22 años: novelas, según el sistema penitenciario, que constantemente le recuerdan a la última mujer de la que estuvo enamorado. “Estuve recordando la primera vez que vi a Cristina, sentí muchas mariposas en el estómago y me pareció que ya la conocía desde hace muchos años atrás, pero no me atreví a pedirle que fuera mi novia en ese momento por estar esperando que ella se me declarara, así que llegó Mauricio y se apuntó en la lista de espera, y yo me quedé como el chinito, nomás mirando. Pero ya no quise decir nada para no lastimar emocionalmente al buen Mauricio, que quiero como a un hermano. ¡Ay, Cristina! Si supieras que el único que me regañaba era mi hermano Rafa, porque me decía que me esperara y que no te fuera a decir nada todavía. Lo importante es que a mí también me gustaría casarme contigo, pero tenemos que esperarnos un poco más mientras se esclarece el caso Colosio y poder yo volver con mi familia, y estar más cerca de ti.” El encuentro con su madre fue muy breve, intercambiaron muy pocas palabras. Cuando María Luisa Martínez, una mujer chaparrita de cabello teñido de rojo, vio cómo los custodios acercaban a su hijo, los ojos se le pusieron húmedos, pero no lloró. Mario soltó un “¡Madre!”. En 1994 aún se veía regordete y con las mejillas rosadas, que contrastaban con la monotonía del uniforme color caqui; lo vio bien, saludable. Los dos extendieron los brazos y se estrecharon tan fuerte que parecía que querían fundirse en una sola pieza. Su madre iba acompañada por una religiosa que cubrió los gastos y organizó la visita en Almoloya. María Luisa volteó a ver a la monja y le presentó a su hijo Mario. –Mario, hijo, ¿y la cruz, todavía llevas la cruz? –él se puso de espaldas y se levantó la camisa para enseñarle una cicatriz en forma de cruz que tiene en la espalda, la marca que se hizo cuando era pequeño brincando una rama de huizache. Una sonrisa panorámica se dibujó en el rostro de la mujer: si bien el que Mario estuviera encarcelado era terrible, al menos no estaba muerto y había sido suplantado por otro hombre. La visita terminó fugazmente. Fueron pocos minutos, pero después de tantos años María Luisa recuerda cada detalle de su pequeño hijo de 23 años.

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En la memoria materna, Mario aún tiene la piel estirada, el cutis terso, el bigote incipiente y la figura flacucha. En el caso de Aburto, su madre aún lleva el cabello teñido de rojo y el rostro aún no se le ha llenado de patas de gallo. *** Mario terminó en 1997 la primaria, la secundaria y la preparatoria; ha perfeccionado su nivel de inglés. Cuando se siente deprimido, le gusta leer la revista Selecciones. Pero hasta los libros le recuerdan lo que pasó hace 20 años: un profesor en El Altiplano recuerda que un día Mario hojeaba un libro de historia en el que se hablaba de la muerte de Luis Donaldo Colosio, y la reacción del asesino confeso fue que peló los ojos y volteó a verlo soltando un “Ya ve, no se ha comprobado y aquí me tienen”. Dice que Mario acostumbra escribir sobre todo lo que lee dentro del penal y conserva sus apuntes, pero cuando los asimila los destruye porque cree que es observado. En la reclusión, el tiempo dejó de ser tiempo: pasa sus días aprendiendo a tocar la guitarra, jugando ajedrez, escribiendo poesía, y le agarró amor al futbol. Sin embargo, desde 1996 la única actividad en que es constante es en sus clases de pintura: incluso ha vendido algunas de ellas, y tal vez alguno de los compradores tenga un cuadro del asesino confeso del candidato presidencial y aún no se ha dado cuenta, ya que éste ha decidido firmar sus trabajos con una escuálida M. El último que vendió tuvo un precio de 600 pesos, de los cuales gastó 254 en más pinceles y pinturas. A Mario le gustaba ver películas en Almoloya; asistía a una actividad llamada “Cine debate”, donde los internos veían alguna cinta y al finalizar comentaban sus impresiones. Mario nunca ha querido debatir: ha dicho que le encanta el cine, pero de ninguna manera externará sus comentarios porque está seguro de que lo van a psicoanalizar y en estos años ha aprendido que cualquier cosa que diga será usada en su contra. En estos 22 años Mario ha llorado por las noches, de hecho ha llorado tanto que muchísimas veces se ha quedado dormido así, fatigado de tanto sollozar. Pero en la soledad, algunos de los psicólogos que trabajaron con él en el penal recuerdan que siempre se mostraba altivo, invulnerable, hasta el 1 de octubre de 1998. Mario salió de su celda para internarse en un pequeño cuarto donde una vez a la semana proyectaban películas a fin de que los internos las analizaran; ese día la exhibición elegida fue En el nombre del padre, un filme biográfico protagonizado por el actor Daniel Day Lewis que narra la historia de un joven acusado de perpetrar un ataque terrorista.

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Durante el interrogatorio es terriblemente torturado y amenazado con asesinar a su madre; finalmente Gerry Conlon, el protagonista, firma una confesión de culpabilidad. La película termina con la liberación de Conlon por falta de pruebas tras 15 años encarcelado: cuentan que Mario lloró, lloró como nunca. Esa tarde le dijo a la psicóloga que se sentía como Gerry Conlon, un preso político, víctima del sistema que lo aprisionó injustamente; reavivó los recuerdos reprimidos desde su detención. Además recordó a su padre, con el que cada día hablaba menos, y quien hacía muchos años se la había recomendado. Un mes después de la proyección, Mario le explicó a la psicóloga que ya no se sentía cómodo asistiendo a las sesiones de “Cine debate”. Esa semana salió a correr al patio del penal, miró directamente al sol, y segundos después todo se le hizo negro: se desvaneció ante la mirada atónita de sus compañeros. Durante un minuto perdió la vista. Según el reporte médico de un oftalmólogo, su organismo reaccionó violentamente por una situación estresante. En el nombre del padre colapsó a Mario. *** Durante gran parte de los últimos 264 meses, a Mario Aburto Martínez se le ha mantenido aislado. En la bitácora de visitas sólo aparecen siete personas que lo visitaron de 1994 a 1998: Héctor Sergio Pérez Vargas, su abogado defensor; José Clemente Navarro, un abogado defensor provisional; Jorge Mancillas Treviño, activista radicado en Los Ángeles; María Luisa Martínez, su madre; Mary Antonia Brenner, la religiosa que acompañó a su madre; Alma Elizabeth Aburto, su cuñada, e Irma Guerrero, una amiga. Aunque no aparece en la lista, el periodista mexicano Jesús Blancornelas le hizo una entrevista arreglada por el gobierno federal, con la que validó la versión oficial del asesino solitario. Hace dos años comencé a hacer peticiones al gobierno de Enrique Peña Nieto para entrevistarme con Mario Aburto: como no tenían contacto con él, sus familiares albergaban la sospecha de que su hijo había sido asesinado y querían corroborar que seguía con vida. Es larguísima la lista de funcionarios a los que solicité que al menos hicieran llegar mi petición al interno; empezó en la Secretaría de Gobernación y continuó hasta la Comisión Nacional de Seguridad. Ante las negativas, a través de los medios oficiales solicité el apoyo de varios colegas que tenían alguna clase de amistad con funcionarios del gobierno de Peña Nieto: fue por mediación de uno de ellos que el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, aseguró que podía hacerle llegar una carta a Mario Aburto de mi parte.

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La escribí contándole las novedades en su familia, le hablé de sus sobrinos, sus hermanos, sus padres, pero nunca recibí respuesta, y ante mi insistencia al respecto por medio de mi contacto, el comisionado informó que no sabía nada de la carta. ¿Cómo había pasado, si él mismo lo planteó como un medio de comunicación con el asesino confeso? Además, le fue entregada puntualmente a su jefe de prensa en su oficina. Ahora nadie sabía nada de la carta ni de la petición: parecía que nunca existió, que jamás el funcionario la recibió sonriente y con un “gracias”. Después de aquello, aunque siempre se rehusaron a hacerlo por escrito, el rechazo fue tajante: este tema me rebasaba y yo, una simple periodista sin amistades en las grandes esferas del poder, jamás podría ver a Mario Aburto. Nunca podría entrevistarlo. En 2014 se conmemoró el vigésimo aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio, y en el periódico donde desde hace media década laboro publicamos una serie de reportajes que incluyeron el testimonio de la olvidada familia Aburto: los visitamos en Los Ángeles, California, y externaron la preocupación de que su hijo hubiera sido asesinado en el penal; estaban intranquilos porque no llamaba, y les resultaba imposible viajar a México porque se habían apegado al beneficio del asilo político. A pesar de reiteradas peticiones, otra vez la negativa fue contundente. (…) Según la información filtrada a Milenio, Aburto fue trasladado primero al penal de Puente Grande, en Jalisco, y después al de mediana seguridad en Huimanguillo, Tabasco; en dos años sólo había hablado 10 veces son sus padres. El adelanto de este libro se publicó en la edición 2107 de la revista Proceso del 19 de marzo de 2017.

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EL DÍA QUE ABURTO CONVERSÓ CON “EL CHAPO” Google+

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Por Linaloe R. Flores marzo 20, 2014 - 12:00 am • 19 Comentarios

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Proclive al silencio o en el mejor de los casos, a los monosílabos, Mario Aburto Martínez, ha sido analizado más a través de su palabra escrita que dicha. De 1994 a 2000, escribió decenas de fábulas y otros cuentos; además de mensajes detrás de sus pinturas. Los psicólogos jamás se retractaron del diagnóstico de trastorno narcisista de la personalidad del asesino confeso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fuera candidato a la Presidencia de la República en 1994 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero a la vez, esos mismos analistas de la conducta reconocieron en Aburto la expresión reiterada de que es inocente. Si bien el interno prefirió escribir a hablar en sus primeros años de reclusión, referidos en el Informe de la Investigación del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta de la Subprocuraduría Especial para el Caso, hubo alguien con quien sí conversó de viva voz: Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán…

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Autorretratos de Mario Aburto. Foto: Investigación del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta de la Subprocuraduría Especial para el Caso Colosio

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Ciudad de México, 20 de marzo (SinEmbargo).– Fue una plática rápida, acaso no completó el minuto, de celda a celda, con el apuro natural de las prisiones, bajo el único vínculo de la desgracia. Además, predominó la brevedad a la que es proclive Mario Aburto Martínez, el asesino confeso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fuera candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República en 1994. El otro interlocutor era Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” Guzmán. ¿Qué relación había entre ellos? Ninguna. Ni siquiera se conocían. Pese a un cúmulo de versiones de fuentes periodísticas, declaraciones ministeriales e interrogatorios, que de 1994 a 2000 sostuvo que el narcotráfico pudo ser el gran móvil para matar al candidato, los tres fiscales que estuvieron a cargo del caso en diferentes periodos, no lograron resultados bajo esa línea de investigación. En el Informe de la Subprocuraduría Especial para el Caso Colosio hay cuatro versiones que indican la posibilidad de un vínculo entre narcotraficantes y miembros del equipo de campaña de Luis Donaldo Colosio. Hay otras tres que aluden a que la campaña se financió con fondos de esa actividad ilícita (aquí es donde aparece el nombre de Joaquín Guzmán Loera, como simpatizante de Colosio y proveedor de la campaña). Nueve versiones sugieren que por muchas razones, los cárteles pudieron haber ordenado el asesinato. Seis versiones llevan a la frase consabida: ajuste de cuentas. Ello porque para los cárteles, el escenario de Colosio en la Presidencia no les auguraba buen destino o porque ya habían resultado afectados por “algo”. Tres versiones indican que Aburto Martínez pudo haber estado relacionado con el trasiego de droga. “El Chapo” Guzmán fue llamado a cuentas dos veces sobre el crimen y las dos veces respondió que él no sabía nada de esa muerte porque el 23 de marzo de 1994 ya se encontraba preso. 30

Tras el deslinde, no se quedó callado. Dijo algo que el escribiente de la Fiscalía reprodujo así: “Estando en el Cefereso de Almoloya de Juárez, en un cuarto cercano al de Mario Aburto Martínez, éste mencionaba que él no había sido quien atentó contra el licenciado Luis Donaldo Colosio, sino Jorge Sánchez Ortega”. Las Fiscalía para el Caso Colosio descartó por completo el señalamiento de Joaquín Guzmán Loera, de acuerdo con la exposición de la línea “Existencia o no de un segundo disparador”, contenida en el tomo III del Informe de la Investigación del homicidio, editada por la Subprocuraduría Especial, en el capítulo “Posibles cómplices y encubridores”. SÁNCHEZ ORTEGA

Alguien extiende el brazo y acerca la Taurus .38 con cachas de madera a la cabeza de Luis Donaldo Colosio Murrieta, este día 23 de marzo de 1994, en acto de campaña presidencial. El candidato acaba de bajar del templete. Saluda de mano. Se desvanece con la cabeza chorreada de sangre. Segundos después Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), es detenido por la policía municipal de Tijuana. Él habla por radio dentro de un Volkswagen, el mismo vehículo en el que llegó a Lomas Taurinas, una colonia periférica de la frontera. Alguien lo ha visto correr. Y ese alguien ha visto que lleva la chamarra pintada de sangre, en la parte del antebrazo izquierdo. Ese alguien es el comandante Carlos Federico Torres Ramírez, jefe dela Policía Municipal y Tránsito de Tijuana y es quien ahora lo detiene mientras los cubre un remolino de polvo y personas. Jorge Sánchez Ortega es llevado a la Subprocuraduría local. Le practican la prueba de rodizonato de sodio. Es el método con el que se detecta si hay residuos de plomo y bario, dos de los componentes químicos de un cartucho de arma de fuego. Da positivo. 31

A partir de ahora, Sánchez Ortega se convierte en uno de los posibles tiradores. El segundo o tercero, según se armen las piezas de este rompecabezas en la memoria pública. Estaba en Lomas Taurinas porque Alejandro Ibarra Borbón, subdelegado del CISEN en Tijuana, lo había instruido –además de a Moisés Aldana Pérez y José Luis Pimentel- para que recabaran información del ambiente sociopolítico del acto de campaña. Cuando ocurre el disparo lo separaba 1.50 metros del candidato, según su declaración ministerial. LA SANGRE, ¿CÓMO SE EXPLICA?

Esa mancha de sangre de Jorge Sánchez Ortega fue explicada por él mismo de esta forma ante Ministerio Público. • El 24 de marzo de 1994 declaró: “…que al tratar de acercarse al licenciado Colosio, alguna de las personas que ahí se encontraban haciendo el traslado del herido, le mancharon la manga izquierda de la chamarra de color blanco que traía puesta el de la voz, de sangre, no habiéndose percatado de ello…” • El 25 de agosto de 1994 aseveró que estaba “…mirando que llegaba una ambulancia que se paraba detrás de las camionetas, observando entonces que bajaron a una persona herida de (una) Blazer negra, que esto lo vio como a un metro de distancia, ya que el emitente se acercó a ver qué sucedía, observando herido al licenciado Colosio, al que pasaron a la ambulancia para enseguida arrancarse, que se percató eran como seis hombres los que cargaron al licenciado Colosio, que ellos se encontraban con sus ropas manchadas de sangre, que entre ellos gritaban que todo fuera rápido, que no puede proporcionar la media filiación de los mismos por lo rápido de los hechos, pero si 32

ubica a uno de ellos como una persona blanca de cabello castaño claro y calvo, que este sujeto le llamó la atención por parecerse al presidente estatal del PRI, refiriéndose a lo escaso de su cabello y su estatura, que el de la voz piensa fue en ese momento en que lo mancharon de sangre, sin poder precisarlo, ya que nunca observó su ropa”. • El 31 de enero de 1995 manifestó que: “…se percata como a 150 metros aproximadamente, tomando como referencia el puente de madera, se detiene (una) la camioneta Blazer y los otros vehículos, ya que fue alcanzada por una ambulancia que tenía las letras Delta, percatándose que efectivamente se trata del licenciado Colosio el cual se veía herido y manchado de sangre en el pecho y la cara, encontrándose el de la voz a una distancia aproximada de un metro con cincuenta centímetros, a un metro de distancia se da cuenta que diferentes personas al parecer de su cuerpo de seguridad lo pasaron a la ambulancia y arrancó inmediatamente con sirena prendida, siguiéndole todos los automóviles, que el de la voz no ayudó en ningún momento a pasar el cuerpo del licenciado Colosio de un vehículo a otro y solamente observó que posteriormente se dirigió corriendo a donde se encontraba estacionado su vehículo el cual lo abordó y entabló comunicación por radio con el señor Alejandro Ibarra”. EN TODO ESTO, ¿QUÉ TENÍA QUÉ VER “EL CHAPO”?

El periódico estadounidense The Dallas Morning News publicó el 7 de agosto de 1999 un artículo firmado por Tracey Eaton en el que refería un reporte del Centro de Inteligencia de El Paso, dependiente de la DEA, así como del FBI. El reporte sostenía que Joaquín Guzmán Loera había ayudado a financiar la campaña presidencial y que uno de los socios del traficante planeaba contribuir con 3.5 millones de dólares. Más aún, el documento indicó que “El Chapo” buscó al candidato presidencial porque consideraba que era “el puntero”. 33

El 25 de enero de 2000, las autoridades de Estados Unidos informaron a la autoridad mexicana que según una fuente confidencial, una persona, de quien omitieron el nombre, había declarado que el dinero de Guzmán Loera fue utilizado para cubrir los gastos de la campaña de Luis Donaldo Colosio, a través de una persona que había ostentado la dirección del aeropuerto de Tijuana. Relataron también que se había organizado una reunión de alto nivel en esa ciudad antes del asesinato de Luis Donaldo Colosio para acordar la forma de dirigir fondos de un socio de la campaña. El oficio 179/2000 del 3 de marzo de 2000 contenía los informes PGR00-0038, PGR-00-0039 y PGR-00-0040, signados por Michael G. Garlan, agregado de la Embajada de Estados Unidos. Los tres comunicaron que en Estados Unidos había antecedentes criminales de la persona que dirigía el Aeropuerto de Tijuana. Todos relacionaban a esa persona con actividades de narcotráfico y lavado de dinero en varios estados de la Unión Americana y México, así como con miembros muy importantes del narcotráfico mexicano. Pero el legajo de reportes también indicó que esa persona se encontraba detenida y sentenciada a cadena perpetua, acusada por conspiración y posesión de cuatro toneladas de cocaína en Texas. En efecto, en México, la Policía Judicial Federal encontró una historia de narcotráfico. Había alguien detenido en Estados Unidos que había traficado grandes cantidades de droga hacia Estados Unidos. En 1993, esa persona había sido detenida en Baja California con un tráiler en el que transportaba siete toneladas y media de cocaína dentro de latas de chiles, destinadas a ser entregadas en una bodega de su propiedad, en Tijuana. Esos datos se desvirtuaron con el tiempo.

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Jamás se encontró la coincidencia entre un director del Aeropuerto de Tijuana y droga en latas de chile. Y cuando se le llamó a cuentas, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán manifestó que no poseía ninguna pista sobre el crimen de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Lo que sí transmitió es que Aburto le dijo que él no había matado al licenciado Colosio, que había sido Jorge Sánchez Ortega. ABURTO EN SUS FÁBULAS Cuando conversa, Aburto Martínez es un hombre proclive a los monosílabos o al silencio. Pero en la palabra sobre papel, sí ha sido generoso: ha escrito incluso detrás de sus dibujos o pinturas, casi siempre sobre historias de desventura y justicia. Para elaborar su perfil psicológico, los especialistas se basaron más en su escritura que en su palabra dicha. Ya fuera en la breve conversación -la que mantuvo con “El Chapo”- como en la escritura, el mensaje de Mario Aburto Martínez ha sido uno: “Yo no le disparé al licenciado Colosio”. Entre 1994 y 2000, Mario Aburto Martínez escribió 12 fábulas y decenas de cuentos cuya estructura y contenido fueron analizados para los fines de la investigación criminalística de su caso. El chivo, el búho, la tortuga, el camaleón, el gusano, el cerdo, el pato, las hormigas, el topo, la víbora y el zopilote son algunos de los protagonistas de sus relatos. Los juicios y la injusticias son las circunstancias. La libertad –siempre una justicia divina que llega a poner orden y brindar libertad- es la moraleja. Los psicólogos contratados para el caso Colosio, dudaron de la autenticidad de la autoría y calificaron esos textos como “lejanos a las reglas de la Literatura”.

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Pero a la vez, los mismos analistas de la conducta reconocieron la insistencia del interno a decir que es inocente. “A través de sus fábulas, Mario Aburto indica que recibió presiones de infinidad de gentes de diferentes estatus sociales: Presidentes, Congresistas, legisladores de diferentes partidos (…) Gobernantes del Estado”, se indica en los documentos de los psicólogos contenidos en el Informe de la Investigación del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta, El Autor Material, elaborado por la Subprocuraduría Especial para el Caso Colosio. El escritor Augusto Monterroso, en 1996, en una entrevista, poco antes de presentar su libro “Cuentos, fábulas y lo demás es silencio”, dijo: “La vida es cruel. La literatura tiende a suavizar esa crueldad”. En la introducción a uno de sus textos de apuntes históricos, políticos y culturales, el asesino confeso, dice: “Pero Quién pudiera pasar por algo la necesidad imperiosa de escribir cuando por sus venas corre la tinta que le apremia a realizar el rito sagrado de plasmar en el papiro las inquietudes; las interpretaciones más claras, precisas, veraces y exactas de las cosas, que a juicio del actor y Su libre albedrio le parezcan”. Para él, escribir fue una actividad incesante en los primeros años de cautiverio. Leer, también. En el tomo II del informe, se indica que desde su ingreso al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Almoloya de Juárez (hoy de El Altiplano) en 1994 y hasta 2000, solicitó 370 libros y 175 revistas. Los temas que más le interesaron fueron Economía política, textos clásicos y pintura. A partir de 1999 fue menos asiduo a la lectura porque, según refirió, requería un ajuste en la graduación de sus anteojos.

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CUANDO LA PINTURA SIRVE PARA ESCRIBIR La otra actividad ocupacional que Mario Aburto Martínez realizó con más constancia en sus primeros años de reclusión fue la pintura. A las clases de música –donde aprendió a tocar guitarra y cantar corridos- dejó de asistir a los dos años de ingresar al Cefereso. Al cine-debate fue de manera esporádica. A las obras del taller mecánico no se adaptó porque no le permitieron utilizar el torno con el alegato que sus manos eran lentas y hasta torpes (él le escribió una carta a la directora, pero la respuesta fue negativa). Los especialistas analizaron 32 dibujos y pinturas. Mario Aburto eligió como temas, los religiosos, los paisajes, los bodegones, dos retratos de hombre, dos autorretratos y bustos de mujeres o mujeres completas. Al analizar sus trazos, los especialistas no encontraron datos que reforzaran los aspectos psicóticos de personalidad, atribuidos a su ser poco después de su detención. Reconocieron “psiconeurosis mixta” que significa obsesión, histrionismo, depresión y quizá, hipocondria. Al final, quedó asentado que Mario Aburto Martínez vive enojado, a disgusto con la sociedad, con sus circunstancias, consigo mismo, que se opone a todo, que se contradice y que detesta su insatisfacción. Refirieron que mostraba regresiones frecuentes que quizá coincidían con las experiencias cuajadas en la impotencia para lograr la defensa y que esa, al parecer, era el área más afectada de su vida. Si se toma en cuenta la opinión del tallerista y que cada cuadro y dibujo que hizo entre 1994 y el 2000, tiene palabras escritas detrás o en un margen, lo que al interno le interesaba, en realidad, era la escritura. En 1997, el responsable de la clase de Pintura, indicó que el interno no hacía los dibujos frente a los demás compañeros por temor a equivocarse pues no aceptaba nada que pudiera ridiculizarlo.

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En la selección de colores, no usaba el negro porque para él significaba depresión. También prescindía del rojo que era agresión. Sólo usaba colores pastel. Un año después, el tallerista de pintura dijo que Mario Aburto Martínez tenía errores de perspectiva y manejo de línea, y volvió a decir que no aceptaba errores. “Cuando se le corrige asume una actitud de enojo, se molesta y dice que a él, nadie le enseñó nada”. Dijo el profesor de Pintura que Aburto era muy detallista en lo que pintaba, pero ese año 1998- evitaba el amarillo porque le causaba mareos. “Mario tiene facilidad para dibujar, no así para la conceptualización de la idea; también se le dificulta el manejo con los colores, prefiere los suaves que para él representan tranquilidad, no utiliza el contraste, sus tonos los mantiene en una monocromía y dice que el color amarillo lo bloquea”, expuso el profesor ante elementos de la Subprocuraduría de los trazos de Aburto. Hay dos dibujos que a la Subprocuraduría le parecieron importantes en la elaboración del expediente. En uno aparecen dos niñas, una de las cuales es su hermanita, según dijo. El otro fue un autorretrato en óleo con acuarela donde se encuentra sentado con un símbolo patrio. En realidad, el tallerista le explicó a los psicólogos que no se trataba de ninguna alusión ideológica. La idea era dibujar a Venustiano Carranza o Benito Juárez, pero como no le iban a salir bien, le pareció una falta de respeto y prefirió dibujarse él. Aunque, según el informe, la pintura ha estado en sus preferencias para ocuparse, Mario Aburto tuvo uno de esos enojos que a través de estas dos décadas se le han atribuido en los perfiles psicológicos dados a conocer por la PGR. Presentó sus trabajos en una exposición, pero dado que no le compraron, se molestó y expresó que jamás volvería a participar. Una de las cosas que dijo es que le parecía morboso exponer su obra. 38

En 2000, Mario Aburto le vendió algunos de sus trabajos a la encargada de la actividad de cine-debate en 600 pesos. De esa cantidad, gastó 254 pesos en artículos para manualidades (pinceles y pinturas). Ese mismo año se realizó una Expo Venta en Toluca donde Mario Aburto se animó a exponer de nuevo. PERFIL INASIBLE, SÓLO POSIBLE POR SUS PALABRAS Con Mario Aburto Martínez se siguió una psicoterapia con temática libre, que durante los primeros años se mantuvo en un nivel superficial, dado que el interno pidió cambio de psicólogos varias veces y se mostró callado. En el informe sobre su caso, se reconoce que hasta el 2000, los profesionales de la conducta no habían podido penetrar al nivel inconsciente. Los psicólogos jamás se han retractado del diagnóstico de transtorno narcisista de la personalidad de Mario Aburto Martínez. En 1998, ampliaron el diagnóstico con un transtorno paranoide, para lo cual, consideraron que el interno debía ser evaluado en el contexto de la realidad que vivía. Aburto reaccionaba al encierro con un mecanismo de defensa. Si se toma en cuenta el número de visitas de Aburto Martínez en los primeros años de su prisión, puede decirse que fue un hombre con muy poco contacto con el exterior. Entre 1995 y 1996, lo visitaron su abogado, Héctor Sergio Pérez Vargas 16 veces; su defensor legal provisional, José Clemente Navarro Marqués cuatro veces y el médico Jorge Mancillas Treviño, dos veces. También estuvo María Luisa Martínez Pinones, su madre, sólo una vez, el 19 de abril de 1994. Acudió, por su parte, la religiosa Mary Antonia Brenner en un par de ocasiones, en 1994 y otra en 1998. Una cuñada, Alma Elizabeth Aburto, estuvo dos veces, en 1996. Y además está el registro de una amiga, Irma Guerrero Magaña, en 1996, según datos de la PGR. 39

Esa instancia se negó a brindar información a la solicitud de un ciudadano para conocer las visitas que Mario Aburto ha recibido en el penal de Puente Grande, Jalisco –a donde fue trasladado- ni en el de Tabasco, donde su familia ha dicho que se encuentra ahora.

Colosio, fuenteovejuna Jorge Volpi 17 Jun. 12

En el centro de la trama aparece un viejo zorro de la política: por su copete entrecano y su siniestra cortesía, a los enterados no les costará identificarlo como a don Fernando Gutiérrez Barrios, secretario de Gobernación durante la primera parte del sexenio de Salinas y antiguo factótum de los servicios de inteligencia del país. Interpretado por el gran Emilio Echevarría, el astuto y resentido ex funcionario revela que la conjura que condujo al asesinato de Colosio fue obra de empresarios descontentos, narcotraficantes traicionados y la propia familia del Presidente. "¿Quién mató a Colosio", se pregunta en un desplante retórico que en sus labios no suena inverosímil. "Fuenteovejuna".

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Estrenada a tres semanas de las votaciones, Colosio, el asesinato, de Carlos Bolado, puede ser vista como una eficaz ficción política, un complejo ejercicio de investigación histórica y un severo alegato electoral. Advierto que las líneas siguientes contienen spoilers, aun cuando todos sepamos cuál fue el desasosegante final de esta historia. Para un espectador extranjero o, como señaló hace poco Ricardo Raphael, para la generación #YoSoy132, resultará difícil desentrañar Colosio como roman clef. Aunque se trata de una ficción basada en hechos reales, se entiende la prudencia de ocultar algunos nombres: Colosio se llama Colosio y su viuda Diana Laura, pero Salinas de Gortari (que hace una breve aparición casi de espaldas) es sólo El Presidente, mientras que Raúl Salinas es Su Hermano; José Francisco Ruiz Massieu se convierte en El Licenciado, Montes en Torres y José Córdoba en El Doctor. Si uno obvia o desconoce estas referencias, la película se revela como un ágil thriller político, aunque su vertiente policiaca termine por naufragar. Vista así, Colosio no busca tanto señalar a los autores del crimen como exhibir las luchas por el poder en el interior de un régimen opresivo y sanguinario. El Doctor, todopoderosa eminencia gris del Presidente, busca destruir al grupo político del Licenciado; para ello, no se le ocurre nada mejor que encargarle una investigación paralela del homicidio de Colosio. Cuando el Licenciado llega a la verdad -una verdad que el Doctor conoce y todos sospechamos-, es eliminado por un pistolero. Por desgracia, este eje narrativo no se sostiene: si lo que pretende el malvado Doctor -un villano al estilo del Emperador de Star Wars- es deshacerse del Licenciado, ¿por qué no lo manda matar sin más? El descubrimiento del autor intelectual también flaquea: al no atreverse a señalar un solo culpable, en Colosio debemos conformarnos con ver cómo los protagonistas se horrorizan ante el número de teléfono al que llamaba el asesino, por más inverosímil que resulte imaginarlo marcando al celular del Presidente o de Su Hermano. Como ejercicio de imaginación política, Colosio, el asesinato se vuelve tan atractiva como problemática. Su conclusión, esbozada en la tesis de que "todos matamos al candidato", apunta a un crimen de Estado sin asumirlo del todo. Frente a una situación incierta y peligrosa, quizás no había otra salida más que esta meditada ambigüedad. Para concentrar su argumento, Bolado y sus guionistas unen las muertes de Colosio y Ruiz Massieu en una misma conjura. Por supuesto, en una ficción es posible alterar la realidad histórica, y más cuando subsisten tantas sospechas, pero de este modo el segundo crimen aparece como una suerte de deus ex machina que, al menos en términos históricos, no ayuda demasiado a entender el primero. Paradójicamente, Colosio explica muy bien por qué el sistema asesinó a Ruiz Massieu, pero no por qué asesinó antes a Colosio. (Si Bolado hubiese expuesto la investigación real del caso Ruiz Massieu, su thriller se habría transformado en esperpento). Donde Colosio funciona mejor es a la hora de mostrar la infinita cantidad de dudas que arroja la investigación oficial en secuencias que incluyen las hipótesis de los varios Aburtos, las ejecuciones paralelas y la desaparición de pruebas. Hace años, Guillermo Osorno y yo revisamos minuciosamente los expedientes de la Subprocuraduría Especial y llegamos a una conclusión semejante: si bien era imposible demostrar la conspiración para asesinar al candidato, no nos cabía duda de que después de su muerte se articuló una conspiración para impedir que cualquier investigación se acercase a la verdad. Estrenada cuando Peña Nieto encabeza las encuestas, Colosio se ha convertido en parte de la campaña. Al verla, nadie dudará de que los priistas son idénticos a los mafiosos de Coppola o Scorsese (incluido Camacho, indultado en la película). El PRI de hoy es, sin duda, heredero directo de esa época, de la cual nunca ha renegado y de cuyas acciones jamás se ha arrepentido. Pero, si quisiéramos equilibrar las culpas, deberíamos exhibirla al lado de El infierno, de Luis Estrada: ambas constituyen los mejores antídotos contra las verdades oficiales que nos endilgan los candidatos. Twitter: @jvolpi

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LA HISTORIA DE COLOSIO DESDE SU INFANCIA, CONTADA POR UNO DE SUS AMIGOS JUEVES 20 FEB 2014 Mientras la violación de la autonomía universitaria ocurría en Hermosillo, en Magdalena los estudiantes preparatorianos liderados por Luis Donaldo se encontraban en huelga en solidaridad con la protesta generalizada en prácticamente el resto del Estado de Sonora Cursó sus estudios primarios, secundarios y preparatorios en escuelas públicas de su ciudad natal. Fue un niño muy aplicado que al terminar el sexto año de primaria destacó y fue seleccionado para viajar a la capital de la República a saludar al presidente Adolfo López Mateos junto con las y los estudiantes de más altas calificaciones del país. Desde los diez años mostró predilección por la oratoria y la declamación. Su formalidad asombraba e imponía. 42

Fue, además, en su adolescencia, un valiente pero centrado dirigente estudiantil y un auténtico y respetado líder juvenil en su pueblo. Su precoz madurez y sus inquietudes lo llevaron a incursionar en la única estación de radio que había en ese entonces en Magdalena, al conducir programas de música grabada y poesía declamada por él mismo. En 1967, siendo presidente de la Sociedad de Alumnos de su escuela preparatoria tuvo su estreno político que lo llevó a iniciar su largo e intenso camino hacia la difícil y tremenda política mexicana, pues en pleno periodo diazordacista “el centro” decidió seleccionar a don Faustino Félix Serna como candidato del Partido Revolucionario Institucional al gobierno de Sonora. En aquel entonces el aspirante más popular para el cargo de gobernador era el licenciado Fausto Acosta Romo, a la sazón subprocurador general de la República al lado de don Antonio Rocha Cordero, el gran abogado potosino que inició el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz como procurador y más tarde pasó a gobernar San Luis Potosí. El inquieto y sensible bachiller Colosio fue impactado de inmediato y sus ánimos se intensificaron a favor de Acosta Romo y en contra de lo que consideró una imposición para suceder al gobernador de Sonora, Luis Encinas Johnson. Se calentaron los ánimos en todo el Estado y se concretó la determinación surgida en la Ciudad de México, con métodos legales pero sin la adecuada sensibilidad política y con algo de represión y violencia que llegó al uso de la fuerza pública, pues la policía y el ejército intervinieron. Para apaciguar los ánimos alterados se constituyó un grupo de corte fascistoide llamado la Ola Verde que jefaturaba el delegado general del CEN del PRI, el mexiquense Guillermo Molina Reyes.

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El joven líder estudiantil, Hilario Valenzuela Corrales, hoy funcionario de la SAGARPA, oriundo de Empalme pero radicado en Hermosillo, se había erigido como líder de los estudiantes universitarios y se había levantado en rebelión abierta formando el grupo político estudiantil al que la gente llamó Los Aguiluchos y al que Colosio se sumó desde la Escuela Preparatoria Regional Norte de la Universidad de Sonora, ubicada en Magdalena de Kino. (Recuerdo la portada de aquella edición de la revista GENTE, de corte derechista, muy bien impresa, dirigida por Manuel García Galindo, con una foto gigantesca de Hilario Valenzuela hablando a las multitudes con los brazos en alto, con un pie de foto que decía: “El niño que tambaleó al sistema”, el reportaje fue escrito por el sinaloense José Antonio Arce Caballero). Recuerdo, también, la humareda que generaban las balas de gas lacrimógeno que disparaba La Ola Verde al entrar al edificio de la Universidad de Sonora en el centro de Hermosillo para con ello violar su autonomía. Eran imponentes los garrotes que blandían los integrantes de este grupo paramilitar identificados con un sombrero y un distintivo verde en el ala derecha. La revista POR QUÉ? Dirigida por Mario R. Menéndez, de izquierda antidiazordacista y antiecheverrista se prodigó entonces con información y fotografías más que elocuentes.

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El rector de la máxima casa de estudios de Sonora, Moisés Canale fue secuestrado y vejado infamemente, y, al final de los acontecimientos, don Faustino Félix Serna, asumió la candidatura, triunfó en las elecciones aunque con un gran abstencionismo, y más tarde tomaría posesión de la gubernatura con el resguardo del ejército a bayoneta calada. Era la instrucción del presidente Gustavo Díaz Ordaz, cumplida y operada a carta cabal por el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y por el CEN del PRI. Acosta Romo regresó a la capital de la República y sus seguidores se quedaron frustrados, molestos, y hasta lo cuestionaron fuertemente porque se rehusó a competir contra el candidato del PRI. Sin embargo, Félix Serna integró un gobierno de conciliación llamando a colaborar a muchos de sus adversarios y el resultado de su sexenio fue extraordinariamente bueno para Sonora desde el punto de vista económico, habiendo concluido su mandato entre aplausos por el crecimiento alcanzado y por la obra pública realizada. Mientras la violación de la autonomía universitaria ocurría en Hermosillo, en Magdalena los estudiantes preparatorianos liderados por Luis Donaldo se encontraban en huelga en solidaridad con la protesta generalizada en prácticamente el resto del Estado de Sonora en contra de Félix Serna. Estos fueron los gérmenes que gestaron a un ser humano y político extraordinario y sensible, como fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, hombre de sólida formación humanista, política y técnica, alejado de toda tentación tecnocrática y represiva. Genes de valor, pertinencia, perseverancia y determinación gestaron a un líder que tenía todo para llegar a ser un gran estadista.

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Pero todo lo acabó la infamia perpetrada en Lomas Taurinas, a la luz de la perversidad y el atropello, pues Colosio nunca cometió abuso, delito o arbitrariedad alguna. La rectitud, el respeto y un escrupuloso espíritu de justicia marcó y selló su vida. Una noche de aquel 1967, casi a las ocho, llegó un hombre firme y decidido, de voz fuerte, a las puertas de la Escuela Preparatoria de Magdalena a buscar a Luis Donaldo; se trataba de su respetado padre, don Luis Colosio Fernández, quien laboraba en el área de contabilidad de una empresa empacadora de carne propiedad de empresarios estadounidenses, instalada en la región conforme el Plan Marshall de los Estados Unidos. El joven Colosio, quien se encontraba en la azotea del edificio preparatoriano, con antorchas encendidas, acompañado por un grupo de jóvenes que lo seguían, a un grito sonoro de don Luis bajó corriendo con algo de susto pero también con determinación y espíritu de búsqueda e indagatoria, vestía pantalones de mezclilla con la marca Levis Strauss en la cintura trasera y camisa a cuadros rojos, con él bajaron corriendo otros seis estudiantes, y al llegar a la puerta central justo al salir preguntó el dirigente: "¿Qué pasa, papá? ¿Para dónde va?", le infirió a su padre al ver la maleta que don Luis llevaba consigo, y el hombre de Cucurpe, sereno pero con firmeza, le respondió con la misma energía con la que el hijo lo cuestionó: "No hijo ¡Yo no voy de viaje! ¡El que va a viajar eres tú! ¡Te vas a ir a Culiacán por un tiempo, mientras pasa esta borrasca! ¡Ya estuvo bueno, ya basta! ¡Lo que tenías que hacer por la causa en la que crees ya lo hiciste! ¡La huelga ya no tiene razón de ser y todos ustedes corren el riesgo de que los repriman y hasta los puedan matar!". 46

Exclamó dirigiéndose al puñado de adolescentes que no sabían qué pensar, qué decir y menos qué hacer. "¡Tú te vas hoy mismo a Culiacán a casa de tu tío Nabor Castro, pues tienes que entender que si te quedas te pueden perjudicar y no sabes hasta qué grado, y yo no te quiero muerto, te quiero vivo, hijo, y quiero que estudies una carrera profesional! ¡Allá estarás a buen resguardo, mientras te vas a Monterrey a estudiar cómo has deseado!". Luis Donaldo se resistió, renegó y refunfuñó, rechazó en principio la orden de su padre y trató de negociar pidiéndole que lo dejara una semana más al frente de los estudiantes en huelga: "¡Por favor, Papá! ¡Déjeme seguir aquí una semana más! ¡Y no exagere con los riegos que menciona pues este lío ya va a terminar! ¡No corremos tantos riesgos como usted dice!", refirió el hijo reacio a obedecer, hablándole de usted a su padre, como se usaba en aquellos tiempos, a lo que don Luis le respondió con más energía aún: “¡Ni un minuto más te quedarás aquí, Luis Donaldo, vámonos ahorita mismo! ¡Ya te tengo el boleto del autobús en el que viajarás a Culiacán, pues sale dentro de dos horas”! Luis Donaldo enmudeció, apretó la sien y los labios, también los puños; y enfurecido sintiéndose impotente, obedeció a su padre. Dejó amigas y amigos, novia, organización política, y una dirigencia estudiantil que prometía mucho. El germen y el virus político ya estaban en él incubados. Abrazó a todos con lágrimas en los ojos, y casi sin saber qué decir a sus amigos y compañeros de lucha, apenas les pronunciaba algunas palabras de despedida, literalmente llorando y convocando a seguir en pie de lucha hasta el final. "¡Cabrones: No claudicaremos ¿eh?! ¡No se rajen! ¡Escríbanme y háblenme por teléfono. Manténganme informado, por favor, no sean malos conmigo!". Les conminó. 47

Dijo adiós a todos y también a la estación de radio propiedad del señor Rochín. El programa “Una poesía y una Canción” enmudeció pues dejó de transmitirse a partir de esa noche, ya que precisamente a las 10 era la hora en la que se transmitía para la bohemia magdalenense, en el que Luis Donaldo declamaba y ponía discos con música romántica e instrumental que gustaban mucho a las y los noctámbulos del pueblo, y casualmente a esa misma hora tuvo que subirse al autobús de la empresa Transportes Norte de Sonora, que lo llevaría a la capital sinaloense. El muchacho iba triste, sollozante, recordando todo, pensando en los asuntos pendientes que dejaba, con mucha frustración y coraje, queriendo escribirle a sus amigos desde el mismísimo autobús; no había celulares, ni internet, llevaba una libreta y una pluma atómica que eran sus armas; no había micrófono ni megáfono a bordo, todo le era traumático y estresante, pues lo habían arrancado de su naciente matriz política, sin saber que con ello iniciaba su camino al horizonte y al destino que soñaba, a su realización política. El curso escolar estaba prácticamente terminado y en realidad su padre tenía razón: Había que abandonar el ojo del huracán político que para los Colosio estaba en Magdalena, y para los demás sonorenses se hallaba en Hermosillo por ser la capital del Estado, donde se estaba llevando a cabo lo más fuerte del proceso político estatal. Había que volar a otros cielos, a buscar nuevos y mejores horizontes y Luis Donaldo lo estaba haciendo prácticamente sin darse cuenta ya que estaba actuando bajo la presión de sus padres, y era doloroso abandonar sus querencias, su pueblo, su naciente vocación de líder político y social, sus amores, la estación de radio y su amado programa radiofónico. 48

Abandonaría, también, los restos del padre Eusebio Kino, ubicados muy cerca de su casa. De momento había que decir adiós a la transmisión de sus declamaciones favoritas de los poemas "La Chacha Micaila", "El Brindis del Bohemio", y "Por qué me quité del vicio", a los que sin embargo llevaría por siempre consigo, hasta la muerte, por la inspiración que le dejó "el primer declamador de América" don Manuel Bernal, el gran locutor de la XEW -su inspirador de aquel momento- y mantenedor del programa "Así es mi tierra" que Colosio seguía fielmente cada ocho días bajo el patrocinio de Casa Madero. Este fue el bautizo en política que contribuyó a decidir la vocación de un ser humano y político extraordinario y sensible, como lo fue Luis Donaldo Colosio Murrieta. Un mexicano que en su primera experiencia vivió en carne propia el autoritarismo añejo, que supo rebelarse y, sin saberlo, tomó un camino en el que el liderazgo político presupone ser un hombre de sólida formación humanista, alejado de toda tentación represiva. Bautizo político que exigió valor personal y también moderación y lucidez, que ya prefiguran al líder que llegaría a ser. Meses más tarde, desde Culiacán, viviendo en casa de sus tíos, retomando la declamación y hasta el canto, gestionaría su ingreso al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), al que accedió con apoyo del tío Nabor, con el esfuerzo de don Luis y con media beca que obtuvo en un principio, lo que después se convertiría en beca completa y algo más de recursos por desempeñarse como prefecto del Instituto Tecnológico.

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Don Luis y él habían llegado a "la Sultana del Norte" a bordo de un automóvil Volkswagen sedán de medio uso, en el que viajaron desde Culiacán hasta Monterrey por la vieja carretera Mazatlán-Durango, atravesando la abrupta serranía de la montaña conocida como "El Espinazo del Diablo". No había autopista ni supercarretera, ni puentes atirantados, ni túneles kilométricos como hoy; por el contrario las nubes, la brisa y hasta el aguanieve casi reventaban los parabrisas, y a veces la circulación era de 25 kilómetros por hora pues los camiones de carga iban a vuelta de rueda por la entonces angosta carretera. Pero los Colosio prosiguieron y llegaron, al fin, al Tec de Monterrey. Don Luis de inmediato se cercioró a detalle de la inscripción y del inicio de clases de su hijo, pues por ningún motivo quería que el muchacho se le fuera a regresar a Magdalena. Luis Donaldo se inscribió en la carrera de economía donde obtuvo siempre altas calificaciones y a los pocos años logró ser electo presidente de la sociedad de alumnos de su escuela donde se graduó como economista, y la poesía y las canciones seguían con él, ahí, entonces, conoció a Eloy Cantú, con quién armó una amistad muy cálida y fraternal. Más tarde, ya titulado se matriculó en la Wharton School de Pensilvania en Filadelfia, para estudiar su postgrado en desarrollo regional, ahí también habría estudiado Rogelio Montemayor y con Colosio inició sus estudios José Luis Soberanes Reyes, su gran amigo sinaloense, compadre y compañero de muchas andanzas, quien seguramente habría sido Secretario de Despacho en el gobierno que Colosio debió encabezar.

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Concluidos sus estudios en Viena, Austria, como parte del programa de la Escuela Warton, y a su regreso a la capital mexicana Rogelio Montemayor lo presentó con Carlos Salinas de Gortari, el joven y poderoso director general en Hacienda y en Programación al lado del licenciado Miguel de la Madrid, subsecretario de Hacienda primero, quien relevaría a Ricardo García Sáinz en la Secretaría de Programación y Presupuesto luego de que éste hubiese relevado a Carlos Tello Macías tras los enfrentamientos conceptuales y profesionales entre Tello y Julio Rodolfo Moctezuma, primer Secretario de Hacienda del expresidente José López Portillo quien designó a don David Ibarra Muñoz en su lugar. Conocí a Luis Donaldo Colosio Murrieta en 1978 cuando era director general del IEPES, el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del Comité Directivo del PRI en el Distrito Federal; nos presentó nuestro amigo común Ernesto Millán Escalante, otro distinguido sinaloense que llegaría a ser senador, presidente municipal de Culiacán y diputado federal. A partir de entonces nació una amistad sincera, muy hermosa y fraternal; así fue desde el primer día hasta su muerte, comimos delicioso en el restaurante Ambassador ubicado en la planta baja del edificio de Reforma 18, propiedad del periódico Excélsior; yo colaboraba con don Jesús Reyes Heroles en la Secretaría de Gobernación y más tarde inicié mis funciones al lado de don David Ibarra Muñoz en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Ya en el gobierno encabezado por don Miguel de la Madrid, Luis Donaldo fue llamado por el licenciado Salinas de Gortari para ser director general de Desarrollo Regional de la Secretaría de Programación y Presupuesto bajo el mando de Manuel Camacho Solís quien se desempeñaba como subsecretario.

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José Luis Soberanes era su segundo de abordo y Mario Frías fungía como su Secretario Particular. Regresé de Washington D.C. donde empecé estudios en la Universidad de Georgetown, me incorporé al sector educativo con don Jesús Reyes Heroles, quien ocupaba la titularidad de la Secretaría de Educación Pública y por acuerdo del presidente De la Madrid me designó como director general del CREA, el Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud, donde uno de mis más eficaces y entrañables colaboradores sería Alfonso Durazo Montaño. Del CREA Alfonso fue invitado por Luis Donaldo a colaborar como subsecretario en el CEN del PRI y luego relevaría a Mario Frías en la secretaría particular. Alguna vez Colosio me dijo de Durazo: "Alfonso es el mejor de cuantos me has presentado". Los apoyos que Colosio y Camacho me otorgaron desde Programación y Presupuesto fueron determinantes para nuestro mejor desempeño al frente del CREA, donde desplegamos una actividad trascendente a tal grado que conformaría una auténtica política pública de Estado para la juventud, que fue orgullo internacional de México en el mundo; impulsamos la institución dándole continuidad a lo que Silvia Hernández había iniciado en favor de los jóvenes durante la administración lopezportillista; me respaldaron no obstante la inquina que su jefe tenía para conmigo derivado de la guerra política previa entre los equipos de Hacienda y Programación y Presupuesto en pos de la Presidencia de la República durante la administración de don José López Portillo.

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Respondimos, venturosamente, con lealtad, honradez y eficacia, reconozco que si el secretario Salinas no lo hubiera permitido, tanto Camacho como Colosio habrían tenido un serio obstáculo para asignarnos los recursos. Me salvó el prestigio del maestro Reyes Heroles quien siempre abogó por mí, me defendió y apoyó, no obstante las vicisitudes generadas por CSG quién le había solicitado a don Jesús que me pidiera la renuncia desde las primeras horas de la administración delamadridista, cuando yo mismo lo enteré al ponerme a sus órdenes al frente del pequeño organismo público descentralizado; argumentaba que yo había sido uno de sus adversarios, por haber estado al lado del maestro David Ibarra cuyo equipo, del que yo formaba parte, tanto los había combatido, decía. Después, tras la partida física del gran ideólogo y político veracruzano el 19 de marzo de 1985, Miguel González Avelar, quien lo relevó en la SEP, me respaldó con respeto y aliento. Pudimos llegar a un entendimiento el licenciado Salinas de Gortari y yo con la prodigiosa intermediación de mi añorado formador político Reyes Heroles. Colosio se convirtió en diputado federal por el distrito de la sierra de Sonora que cubría su natal Magdalena e incluía entre otras poblaciones Cananea, Nacozari, Esqueda, Moctezuma, Agua Prieta, Cumpas, Babispe y Arivechi. En su campaña tuvo el apoyo fuerte y definitivo de Armando López Nogales, Alberto Villaescusa y Eleazar Galindo, que fueron sus incansables promotores del voto. El famoso beisbolista profesional "El Chero" Meyer fue su suplente.

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La convivencia entre nosotros continuó de manera muy cercana, Luis Donaldo en la Cámara de Diputados y yo en el CREA, donde frecuentemente le facilitábamos una oficina privada y los teléfonos para que operara políticamente; fue delegado de la CNOP en mi natal Sinaloa y presidió la Comisión de Presupuesto de su legislatura en su calidad de hombre cercanísimo del titular de la SPP. Quiso ser delegado general del CEN del PRI en Sinaloa bajo la presidencia de don Jorge de la Vega Domínguez, en relevo del doctor Samuel Ocaña, ex gobernador de Sonora, pasadas las elecciones de las que salió triunfante Francisco Labastida como gobernador, sin embargo nunca pudo lograrlo, pues a lo máximo que llegó entonces en la estructura del PRI había sido a la delegación cenopista, merced a la cual lo pude ver operar en mi Estado con el dirigente estatal de la CNOP, Juan Burgos Pinto. Recuerdo nuestras charlas en Choix y en Culiacán. De Mazatlán fuimos a Villa Unión, a comer con "El Cuchupetas", el famoso y acreditado cocinero propietario de uno de los restaurantes de mariscos más famosos de nuestro país por lo delicioso de sus platillos. Sobre su deseo de ser delegado general del PRI, en mi carácter de miembro del CEN y amigo del presidente licenciado Jorge de la Vega Domínguez, yo mismo le transmití varias veces la solicitud de Colosio, pero nunca me dio respuesta alguna, ni un sí ni un no, no obstante que lo apreciaba y sabía de su cercanía con Salinas de Gortari y, ¡oh! los vaivenes y lo raro de la vida y de la política: A Luis Donaldo Colosio le correspondió relevar en la presidencia del Partido Revolucionario Institucional al mismísimo licenciado Jorge de la Vega Domínguez. Así es la vida y así es la política.

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Primero fue designado oficial mayor del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y en esa calidad fungió como coordinador de la campaña presidencial, y más tarde fue elegido presidente, donde en el marco de la XIV Asamblea Nacional, donde tuve el honor de representarlo en la mesa que se desarrolló en Tlaxcala, tuvo posibilidades de realizar reformas que actualizaron los documentos básicos del partido: Entre otras innovaciones se creó el Consejo Político Nacional, la Fundación Siglo XXI que hoy lleva su nombre, la Escuela de Cuadros hoy ICADEP; se fortalecieron las organizaciones de las mujeres y de los jóvenes y se impulsó una política internacional. Comentaré ahora un pasaje interesante para mí, aunque quizá no lo sea para los lectores: Siendo presidente del PRI Luis Donaldo obtuvo que el alto mando del país me aprobara como candidato a diputado federal para integrar la LV Legislatura del H. Congreso de la Unión, pero a los dos días, no obstante que él me había enviado a Guamúchil, cabecera de mi distrito, a preparar la convención correspondiente, que me elegiría como candidato, me habló con urgencia un jueves, me pidió que me trasladara de inmediato a la Ciudad de México y me solicitó que invitara a María del Carmen, mi esposa, para que me acompañara y cenáramos la noche del viernes previo en su casa, con Diana Laura y con él, la verdad es que me extrañó mucho una invitación tan apresurada y horas antes de la mañana del sábado en que yo rendiría mi protesta como candidato; por supuesto que me imaginé lo peor y así fue; me sacaron de la lista por las reflexiones que posteriormente a la aprobación hecha por el presidente en mi favor a solicitud de Colosio hizo en mi contra Patricio Chirinos -quien después sería candidato a gobernador de Veracruz y yo el coordinador del CEN 55

del PRI por acuerdo de CSG, Colosio, Don Fernando Gutiérrez Barrios y Dante Delgado, quien era el gobernador substituto de Veracruz. Mis opositores en la mesa de decisiones, argumentaron que podría yo rebelarme ante las reformas a los artículos 130 y 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sé que Colosio, quien les dio garantías de mi lealtad y de mi seriedad, me defendió en exceso en la mesa en la que participaban el presidente, José Córdoba, Patricio Chirinos, don Fernando Gutiérrez Barrios y el mismo Luis Donaldo. A veces intervenía Manuel Camacho, sobre todo cuando revisaban los nombres para el Distrito Federal que él gobernaba. La cena en casa de los Colosio Riojas fue deliciosa y muy grata, entre hermanos realmente. Luis Donaldo no encontraba la forma de explicarme las razones por las que me habían sacado de la jugada, estaba muy tenso y apenado y llegó un poco tarde, pero Diana Laura, quien ya estaba informada del "palo" que me habían propinado, le ayudó a salir del hoyo sentimental y del trance amargo en el que mi amigo se encontraba en ese momento. Ya nada se podía hacer. Por don Fernando, quien me ofreció una Dirección General (que agradecí pero no acepté) en la Secretaría de Gobernación de la cual era titular, me enteré de la forma como Colosio me defendió reiteradamente ante el licenciado Salinas y los miembros de la poderosa mesa, al darles la garantía de que yo no me opondría, ni agitaría o conspiraría contra las reformas salinistas. No hubo remedio ni nueva reversa. Recuerdo que el Secretario Gutiérrez Barrios me narró los hechos y me dijo que él no sabía cuánto me quería y apreciaba el Presidente del PRI y que la noche anterior se había percatado del nivel de cariño y respeto del líder sonorense para conmigo.

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Me expresó esa mañana: "Le aconsejo conservar por siempre esa magnífica relación que tiene usted con el licenciado Colosio, pues es su verdadero amigo. Me consta pues rayó en la insistencia que ante la negativa de un presidente es sinceramente un exceso, que no es usual", me dijo don Fernando a quien Dante Delgado le había hablado siempre muy bien de mí, debo reconocerlo. Colosio llevó como secretario general del CEN al excelente político campechano Rafael Rodríguez Barrera, quien fue su relevo inmediato aunque temporal, cuando el sonorense fue designado titular en la Secretaría de Desarrollo Social, a donde llegó acompañado de Alfonso Durazo, Rafael Reséndiz, Liévano Sáenz, José Luis Soberanes y Samuel Palma, entre otros connotados colosistas camino a la candidatura presidencial, camino surgido e iniciado aquella noche de Magdalena, cuando Luis Donaldo dejó las antorchas preparatorianas encendidas, en busca de otras mayores y emprendió su marcha a bordo del autobús que lo llevó a Culiacán y, más tarde, el mismo camino y el destino lo llevarían a Monterrey, a Filadelfia, a Viena y a la Ciudad de México, donde ocuparía los cargos y posiciones aquí descritos y detallados, hasta convertirse en el candidato presidencial de la esperanza. De allí, a recorrer lo que pudo en unos cuantos meses de campaña, parte del país, entre otras entidades por el Distrito Federal, Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Colima, Sinaloa, Baja California Sur y Baja California, donde en Tijuana, en el horroroso espacio de Lomas Taurinas, cuando la infamia la consumaron con dos disparos y, al cegar la vida del hombre noble, limpio, digno, valiente y brillante que fue Luis Donaldo Colosio, cerraron el camino, acabaron con la vida, con el sueño y con la realidad, y con ello destruyeron el

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porvenir y el paso iniciados por el político sonorense que había sido llamado a ser uno de los grandes presidentes de México. Aquella noche de las antorchas encendidas en la azotea de la escuela preparatoria de Magdalena, cuando su padre don Luis Colosio Fernández fue por él, prácticamente a la fuerza, al lugar donde se fraguaba su verdadera personalidad, con la sensibilidad humana que siempre lo caracterizó hasta llegar a convertirse en la esperanza de México, nadie imaginaba lo que ocurriría veintisiete años después, para desgracia de los mexicanos que aún no nos reponemos del impacto y de los efectos tan nocivos de aquel crimen y de aquella felonía aún no suficientemente aclarados, no obstante investigaciones, libros, novelas y películas realizadas en torno a un magnicidio que retrasó el progreso integral de México y que enlutó a los mexicanos. No hay reposición posible de Luis Donaldo Colosio Murrieta ni caben las comparaciones, pero es válido y hasta justo y necesario seguirlo y concretar sus pensamientos de rigor y de justicia lo mismo que de innovación democrática. Quede su legado de ética política, de compromiso, de reciedumbre, de pasión y de patriotismo como testimonio y ejemplo a seguir por las nuevas generaciones. Es plausible que se recojan y se realicen sus ideas, sus ideales, sus sueños y sus proyectos. Sostengo que a veinte años de la partida de Colosio, bajo circunstancias distintas hay un parangón entre él y Enrique Peña Nieto quién está empeñado en realizar, a su modo, muchos de los sueños de Luis Donaldo que comparte. Celebro que así sea por el bien de México, pues creo en el proyecto de Peña Nieto como creí en el de Colosio. Ambos patriotas y excelentes mexicanos, preocupados por su pueblo. 58

Lo expreso sinceramente, lejos de la geometría política o ideológica que a veces hace tanto daño, -no obstante que mis convicciones me ubiquen del centro progresista a la izquierda razonada, dentro de la Constitución, como diría el presidente López Mateos-, consciente de que hay diferencias de criterio y concepciones distintas entre quienes participamos en la integración de este libro, y sabedor de que en nuestro mundo nadie es monedita de oro. Luego del magnicidio, el 24 de marzo, durante la madrugada acompañé a Diana Laura y al féretro desde Tijuana al Distrito Federal, por la mañana al llegar a la capital de la República montamos guardia en el auditorio Plutarco Elías Calles del edificio del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, como veníamos de desaliñados, sin dormir, más tarde estuvimos en la Funeraria Gayosso de Félix Cuevas, donde se veló y al día siguiente, el 25, Pedro Joaquín Coldwell, mi familia y yo fuimos temprano al Panteón "Dolores" ubicado en la Avenida de los Constituyentes, donde se pretendía cremar el cuerpo del que fuera nuestro candidato presidencial y, supe que con una orden de Diana Laura, su esposa, se suspendió esa intención que habría sido funesta y nefasta para las investigaciones posteriores que deberían llevarse a cabo. En las idas y venidas estaban Santiago Oñate Laborde y Miguel Montes García, quienes, me consta, habían sido grandes amigos de Colosio, al igual que Pedro y Dante.

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De Don Miguel Montes hablé con Luis Donaldo en Culiacán la noche del 22 mientras cenábamos unos sándwiches fríos con unas coca-colas sin gas, que le había llevado el mayor Castillo (su jefe de ayudantes), a la Suite 5001 del Hotel Executivo ya entrada la noche. Me dijo que tenía grandes planes, de primer nivel, para el brillante abogado guanajuatense. Después, fuimos también, a Magdalena de Kino, donde acompañamos a su familia, a sus padres, a sus hermanas y a su hermano en especial, cuñados, amigos, lo entrañable, en su casa; luego llegamos al panteón municipal y allí estuvimos, al pie del cañón, como decimos allá, muy impactados por la pena y el dolor que nos causó la muerte de nuestro querido amigo, respetado e inolvidable jefe y líder que vive en nuestros corazones, en nuestros cerebros y en nuestros sueños, ideas e ideales. Todavía recuerdo la emoción que aquella tarde del 25, en pleno sepelio, me causó el hermoso corrido "Sonora querida....", el segundo himno de los sonorenses, cantado a capela por el excelente cantante vernáculo sonorense Gilberto Valenzuela, "El Sahuaripa", mientras el féretro bajaba metros bajo tierra y don Luis Colosio, Diana Laura y sus hijos allí estaban, al frente, vigilantes, sollozantes y atentos a todo. Salimos enseguida, cuando acabó todo. Vibrante Diana Laura, y fuerte, no obstante la debilidad que le provocó su enfermedad terminal, vestida de negro, soplándole el viento su bella cabellera, pronunció palabras inolvidables para mí, llenas de dolor y de amor hacia su esposo: "...Las balas del odio y el rencor cegaron la vida de Luis Donaldo...". Tomé del brazo a mi amigo José Luis Soberanes, para subir la rampa y salir del cementerio. Íbamos caminando, desolados, cuando pasamos frente a Raúl Salinas de Gortari y Carlos Cabal Peniche. 60

En ese instante Raúl le solicitó a José Luis hablar unos minutos, y lo hicieron. Mientras, me quedé ese tiempo con Cabal Peniche recordando que nos habíamos visto apenas el día 22 anterior en Mazatlán. Ahora hablábamos de cuán malo era el destino. ¡Y en serio, laicismo aparte, es válido preguntar y reclamar acerca de cuán malo es el destino y de cuán injusto, o acaso es el demonio, pero es menester indagar! Porque Dios no se lleva a persona alguna a balazos o por accidente, ni es injusto ni es malo; yo soy laicista, juarista y reyesheroleano en lo político, pero soy cristiano y creo en el poder de Dios. Se puede ser todo eso. Soberanes y Salinas concluyeron su conversación, regresaron. Ya era tardecita y mi paisano y yo proseguimos, una vez más, por la rampa para salir, ahora sí, del panteón de Magdalena a subirnos al vehículo que nos conduciría con rumbo al aeropuerto a tomar el avión bimotor que nos llevaría a Hermosillo, para subirnos al Boeing grande que nos trasladaría de la capital sonorense a la Ciudad de México esa misma noche. Así fue, y es entonces cuando empezó la historia de los faxes para impulsar la posibilidad del gran Fernando Ortiz Arana como opción política tras la desaparición de Colosio, pero esa es otra historia que no involucró a Luis Donaldo y por ello no me ocuparé del tema, pues el candidato sustituto fue el doctor Ernesto Zedillo Ponce de León, quien se desempeñaba como coordinador de la campaña colosista y triunfó ampliamente en las elecciones. Se ha publicado mucho sobre este interesante proceso de selección.

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Consejo Ciudadano Permanente - Coahuila El Consejo Ciudadano Permanente de Organizaciones de la Sociedad Civil en Saltillo, incluye grupos con interés en derechos humanos, soberanía nacional y desarrollo sustentable: Alianza Cívica, Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo AUAS, Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, CEP-Parras, CéTierra, Cruzada por la Legalidad, Frontera con Justicia, Huakori, Radio Imagina Saltillo, Red Oasis, Redes Ciudadanas Independientes, y SARTRE Colosio - Aburto/Antonio Sanchez - El CISEN en Saltillo De Lomas Taurinas a Saltillo... Arturo Rodríguez García

PROCESO - DOMINGO 17 AGOSTO 2008

Una trifulca entre panistas y priistas en Saltillo fue el tormentoso escenario para la reaparición pública de José Antonio Sánchez Ortega, aquel agente del Cisen tan parecido a Mario Aburto y al que salpicó la sangre de Colosio en Lomas Taurinas. Ahora se sabe que desde el año pasado se ha colado en calidad de espía en actividades del gobernador Humberto Moreira, del obispo Raúl Vera y de los deudos de los mineros muertos en Pasta de Conchos, como parte de maniobras políticas. SALTILLO, COAH.- El agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) José Antonio Sánchez Ortega –uno de los sospechosos clave en el homicidio de Luis Donaldo Colosio– reapareció públicamente en esta entidad, donde realizó seguimiento a movimientos sociales, actividades partidistas y, especialmente, al obispo de esta ciudad, Raúl Vera López.

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El pasado 7 de junio, los medios locales cubrieron una trifulca callejera entre simpatizantes del PRI y del PAN. Al analizar las fotografías del suceso, el 10 de junio el periódico Vanguardia identificó a Sánchez Ortega como el mismo personaje a quien se le implicó en el caso Colosio. El agente llevaba más de dos años asignado a labores del Cisen en Coahuila, pues durante los días posteriores al estallido de la mina Pasta de Conchos –ocurrido en febrero de 2006– se infiltró en movimientos sociales y estuvo presente en actividades políticas y religiosas. Algunas veces se acreditó como agente y otras se hizo pasar por reportero. Cuando la prensa identificó a Sánchez Ortega, el gobernador del estado, Humberto Moreira, dijo que él mismo era objeto de espionaje y se quejó: "Yo soy de la idea de que los servicios del Cisen se ocupen para combatir al crimen organizado, pero ocurre que en lugar de estar haciendo eso vigilan y espían a los políticos". El mandatario anunció que pediría a la Secretaría de Gobernación una explicación sobre las actividades del Cisen y sugirió que el pleito entre priistas y panistas pudo ser provocado. Así mismo, ofreció protección especial a los familiares de Diana Laura Riojas, que viven en la región carbonífera de Coahuila. "En el tiempo que llevo como gobernador, nunca había sentido miedo, hasta hoy", expresó Moreira. Personaje bajo sospecha José Antonio Sánchez Ortega fue uno de los principales sospechosos en la llamada "teoría del complot" elaborada inicialmente para explicar el asesinato de Luis Donaldo Colosio, debido a las circunstancias en que fue detenido y liberado tras el atentado contra el priista en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana, el 23 de marzo de 1994. El Cisen quedó en entredicho en el homicidio debido a que Sánchez Ortega fue detenido por la policía municipal de Tijuana cuando corría hacia un automóvil. Llevaba una chaqueta blanca, que tenía manchas de sangre de Colosio. Al realizarle la prueba de radizonato de sodio para saber si había disparado un arma de fuego, dio positivo. En la investigación se estableció que el Cisen tuvo acceso al itinerario de ese día y que José Antonio Sánchez había participado en la inspección de los lugares adonde acudiría el candidato presidencial del PRI. El parecido físico del agente con Mario Aburto Martínez, el sospechoso que a la postre sería consignado como el único autor material del crimen y sentenciado en consecuencia, volvió inexplicable que la Procuraduría General de la República (PGR) lo dejara en libertad y que el Cisen lo reinstalara como agente.

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En el informe que dio a conocer en el año 2000 el fiscal especial del caso, Luis Raúl González Pérez, las circunstancias de la detención de Sánchez Ortega quedaron confusas debido a las contradicciones de los responsables del Cisen, quienes fueron modificando sus declaraciones ministeriales. Entre otras inconsistencias, el propio Sánchez Ortega declaró inicialmente que se manchó de sangre cuando se aproximó a ver a Colosio, mientras Edmundo Salas Garza, entonces director de Investigación del Cisen, expresó que el sospechoso ayudó a subir a Colosio a la camioneta que lo trasladó al hospital. Finalmente, Sánchez Ortega fue exculpado por la PGR y asignado a la delegación del Cisen en Sinaloa. Luego recibió capacitación y se le envió a otra delegación, pero lo regresaron a su estado para destinarlo a funciones administrativas (Proceso 1429). A partir de 2007, Sánchez Ortega comenzó a asistir a diversas actividades del gobernador Humberto Moreira, las giras de Andrés Manuel López Obrador y, principalmente, a los eventos, misas y ruedas de prensa del obispo de Saltillo, Raúl Vera López. Sin embargo, no fue identificado hasta la tarde del 7 de junio, cuando simpatizantes del PAN convocados por el diputado federal Óscar Moahamar Dainitín repartían tinacos y vendían cemento barato, mientras que los priistas, invitados por el diputado local José Luis Moreno, entregaban despensas y equipo deportivo frente a la misma plaza pública en la colonia Gustavo Espinoza Mireles, de esta ciudad. El diputado Moahamar Dainitín –quien se hace llamar El Muñeco– realiza proselitismo desde hace dos años mediante un camión que circula con su fotografía y que difunde propaganda con altavoces en eventos del PRI o de los gobiernos municipales y estatal emanados de ese partido. El 7 de junio, a diferencia de otras ocasiones, el acto se salió de control cuando un grupo de priistas agredió a los simpatizantes del PAN. Al intercambio de insultos siguieron los empujones y jaloneos. Finalmente se desató un enfrentamiento a pedradas, con saldo de tres reporteros golpeados y una niña hospitalizada. El tráiler en que los panistas tenían el cemento fue saqueado. Además de las fotografías de estos hechos que difundió Vanguardia, en un video del enfrentamiento, al que tuvo acceso este reportero, se ve a Sánchez Ortega videograbando y riendo a carcajadas ante los insultos y golpes entre los colonos. Espionaje político La aparición de Sánchez Ortega en Coahuila ocurrió en febrero de 2006, durante las supuestas acciones de rescate en la mina Pasta de Conchos. 64

En los patios de la mina estaban el entonces secretario del Trabajo, Francisco Xavier Salazar Sáenz; Arturo Vilchis, director de Protección Civil, y el gobernador Humberto Moreira, quien ya había manifestado sus diferencias con los funcionarios federales. Ahí mismo, el obispo Raúl Vera López exigía justicia y les recriminaba a los funcionarios su conducta. Por cuenta propia llegó Napoleón Gómez Urrutia, que ya denunciaba una persecución en su contra por parte del gobierno federal. En efecto, días después éste consiguió una orden de aprehensión contra el líder minero, que se refugió en la ciudad canadiense de Vancouver. Desde hace años, en Coahuila es fácil identificar a los militares vestidos de civil y a los conocidos miembros del Cisen, que se hacen pasar por reporteros en todo tipo de actividades públicas. De acuerdo con Cristina Auerbach Benavides, integrante del Equipo Nacional de Pastoral Laboral (ENPL), la operación de los cuerpos de inteligencia ha sido advertida en diferentes ocasiones por la forma en que sus actividades fueron boicoteadas por los gobiernos estatal y federal. La activista subraya: "No somos enemigos del Estado para que se nos asignen agentes y seamos investigados de esa forma y con esos métodos. No debe ser, ni a nosotros ni a ninguna otra organización o persona comprometida en la promoción y defensa de los derechos humanos". Tanto Auerbach como el obispo Raúl Vera han denunciado amenazas y agresiones por su compromiso con los deudos de los mineros que murieron en Pasta de Conchos. En el caso del prelado, asegura que advirtió los movimientos para vigilarlo desde que era arzobispo coadjutor en Chiapas. A petición del reportero, Auerbach y el obispo identificaron a Sánchez Ortega en una fotografía, ya que se hacía pasar por periodista para estar presente en sus actividades. Auerbach recuerda que durante un año Sánchez Ortega y después otro agente, identificado sólo como Efraín, infiltraron sus reuniones y se enteraron de sus planes para oponer resistencia ante el Grupo México, que con el respaldo del gobierno federal se niega a recuperar los cuerpos de los mineros.

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"Aprovechándose de la inocencia y falta de experiencia de los deudos, muchas cosas que decidíamos hacer las averiguó a través de ellos, entre quienes creó confianza", dice la abogada. En 2007, Auerbach se sorprendió de que funcionarios del gobierno estatal se adelantaran a hacer anuncios que el ENPL planeaba hacer. Entre tanto, Sánchez Ortega se aproximaba más a los deudos que seguían a Moreira y evitaban relacionarse con el ENPL y con Vera. El Grupo México y la Secretaría del Trabajo actuaron igual, en detrimento del movimiento de los deudos, por lo que el obispo, los miembros del ENPL y los familiares de las víctimas decidieron comunicarse por vías seguras, evitando el teléfono y el correo electrónico. Por ejemplo, así se pusieron de acuerdo para deslindarse del dictamen sobre las condiciones de la mina a mediados de 2007. Después de eso, relata Auerbach Benavides: "La respuesta de Lozano (Alarcón, entonces secretario del Trabajo, hoy miembro destacado de la campaña de Meade), como siempre mentirosa, fue iracunda; evidentemente los sorprendimos. Lo siguiente fue el deslinde de 40 familias, creo que, aunque lo mantuvimos con mucho cuidado, se lo esperaban, porque en la misa donde sucedió había gente del Cisen, sin duda. "Nos siguieron a la Terminal (de Autobuses) del Norte en la Ciudad de México, donde dejé a las familias, que reconocieron que los estaban siguiendo. Tras despedirnos, yo me dirigí a mi casa, donde entró un comando para golpearme", dice la activista sobre el ataque que sufrió el 19 de junio del año pasado. Como toma la precaución de guardar los números de los que reciben llamadas oficiales, Auerbach comprobó que algunas amenazas que ha recibido provinieron de la Secretaría de Gobernación. Cuando comentó esto en una reunión con Arne Aus den Ruthen Haag –quien fue coordinador de asesores del secretario Juan Camilo Mouriño–, éste "dijo que eso era imposible, y que de ser cierto él lo sabría". Recuerda que, como el funcionario "dijo que si yo tenía sospechas de alguien de cualquier secretaría o de la empresa, que le diera los nombres y el les llamaría para pedirles que no me hicieran nada", ella le respondió: "¿Si tú no les llamas le pueden hacer lo que quieran a quien sea?". "Esto es muy grave –señala– y no hay forma de justificar que una persona así sea del Cisen. 66

¿En manos de quién están los servicios de inteligencia? ¿Cómo pueden pedirnos que confiemos en las políticas de Estado en el tema de seguridad cuando asignan a un matón a vigilar activistas?" Tras la publicación de las fotos por Vanguardia y los señalamientos del gobernador Humberto Moreira, Sánchez Ortega fue retirado de las actividades públicas en Coahuila. Hasta el momento ni el Cisen ni la Secretaría de Gobernación han aclarado las acciones de su agente.

Colosio Carmen Aristegui F. 21 Mar. 14

Este domingo 23 de marzo se cumplen 20 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Efeméride que obliga a pensar en el significado profundo de esa muerte y a avivar la exigencia de que se realice una real investigación que permita conocer, algún día, la verdadera historia de lo que sucedió. Quien fuera candidato del PRI a la Presidencia quedó envuelto en la muchedumbre de Lomas Taurinas, abatido por las balas en un suceso que pasó, de mitin político a trampa mortal. Hubo varias hipótesis: "la acción concertada" durante el mitin, un "segundo tirador" para perpetrar el crimen; la trayectoria increíble de una bala "alojada" en el forro de la chamarra. Mucho de eso se fue desechando, hasta asentarse la "verdad oficial" que validó la tesis del asesino solitario. Mario Aburto fue procesado y sentenciado como el único culpable de haber jalado el gatillo que terminó con la vida del candidato presidencial.

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La familia de Aburto y el propio Aburto -según versiones transcritas de sus conversaciones- no reconocen que Aburto haya sido autor intelectual ni material del asesinato. Manuel Camacho dice, con razón, que es irrelevante saber quién fue el que jaló el gatillo, lo que importa saber es qué hubo detrás. Debe incluirse en la ley formalmente, "el derecho a la verdad", figura que existe en otros países y que permite exigir, por la vía jurídica, que se esclarezca un suceso trascendente, habida cuenta de que el resultado judicial no convenció a casi nadie. Manlio Fabio Beltrones dijo, esta semana, que las investigaciones, "por más sólidas que éstas fueran... no convencieron a la totalidad de los mexicanos". Y agregó un enigmático mensaje: "... de lo que sí estoy convencido es que debemos procurar haciendo política, dialogando, negociando y evitando lo que son posiciones radicales que volvamos a vivir un momento tan trágico como ése". ¿A qué radicalidad se refería Beltrones? ¿A la de Luis Donaldo Colosio, que terminó en tragedia? Con más contundencia, otras voces han dicho que la muerte de Colosio fue fraguada desde las alturas del poder mismo. Se recuerda el contexto político de la época y las condiciones adversas por las que atravesó su candidatura. En el primer libro de la recién nacida Ediciones Proceso, Alfonso Durazo compila 20 testimonios sobre Colosio. En El futuro que no fue, se leen textos directos como el de Julio Hernández López columnista de La Jornada y entonces cercano colaborador de Colosio. "A la distancia, sigo creyendo que el asesinato de Colosio fue una maniobra que pudo ser concebida, ejecutada y mantenida en la impunidad por el propio poder supremo que en ese momento constituía el salinismo, en sus dos vertientes más notables, la del propio Carlos como cara política reformista y la de Raúl como operador político financiero comprometido con intereses oscuros tanto en negocios con recursos públicos como de otra índole". Por su parte, Salinas tampoco cree en la tesis del asesino solitario. Ya alguna vez aludió a la "Nomenklatura" para entender qué hubo detrás de la muerte de Colosio. Los muy cercanos a Colosio, como Durazo, hablan de la "tremenda lucha por el poder que se libraba en las alturas", aquellos años, incluso, con otros asesinatos como el de Ruiz Massieu y Posadas Ocampo. "¿Quiénes estuvieron realmente detrás de esos gatillos? Tal vez nunca lo sabremos. Es casi imposible separar las certezas y las especulaciones, pero nadie podrá quitarnos la certeza subjetiva de que fue un crimen fraguado desde el poder, o en sus alrededores". Ésas, otras voces y la propia exigencia histórica obligan a acompañar la idea de que debe haber una nueva investigación, cuyo propósito real sea que aflore la verdad. ¿Tiene el actual gobierno algún interés en que esto suceda? Al parecer ninguno. Enrique Peña Nieto escribió para SDP un artículo publicado esta semana. Tirándole a insulso, el texto no deja ver ninguna interrogante o afirmación de fondo sobre el caso Colosio. A pesar de la fuerza de la efeméride, de las voces que lo piden, no parece haber en el ánimo del actual gobierno intención alguna de revisar la increíble historia del asesino solitario.

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Queda ahí lo que marcó la historia: el discurso impecable del 6 de marzo, con los pasos a seguir para desmontar el régimen autoritario; el acuerdo final entre Camacho y Colosio -según narra el primero- de ir juntos en esa tarea, una vez firmada la paz en Chiapas; la euforia de Colosio cuando Camacho se pronunció -finalmente- por su candidatura, apenas un día antes de que una fuerza oscura acabara con su vida.

Los idus de marzo Por Enrique Krauze ...porque en la hueca corona que ciñe las sienes mortales de un rey, la Muerte tiene su corte. William Shakespeare, El Rey Ricardo II. Marzo 1999 | Tags:



Convivio

El poder tiene sus reglas: destruye al que lo usa sin medida, pero también al que, debiendo ejercerlo, lo rehúye. Esta condición, dramatizada por Shakespeare hace siglos, tuvo en el México de 1994 su cruel versión: Salinas y Colosio repitieron, sin saberlo, un libreto del bardo de Stratford-upon-Avon. "Salinas puede terminar como personaje de una tragedia shakespeareana", le dije al corresponsal de Newsweek a principios de marzo de 1994. Más que formular una vaga premonición, trataba de afirmar una convicción antigua, la idea de que el poder en México había adquirido una contextura teatral no muy alejada de la Inglaterra medieval. No era difícil trazar paralelos entre el libreto que había escrito para sí mismo el presidente Salinas y algunos temas shakespeareanos. 69

El más claro era la ilegitimidad de origen, ese espectro culpable que inquieta los sueños de Enrique IV, esa mancha de sangre vengadora en las manos de Lady Macbeth. Salinas no era propiamente, como ellos, un usurpador: no había llegado al poder destronando o asesinando al monarca legítimo, pero una sospecha indeleble sobre su triunfo en las urnas marcó el nacimiento de su sexenio. De allí provino quizá su prisa por afirmar su credibilidad, la audacia permanente de su liderazgo y la dimensión de su proyecto: él iba a destronar con hechos a los millones de ciudadanos que votaron en su contra, él iba a disipar la sombra hasta volverla una luz enceguecedora que disimulara el incendio de las boletas electorales en el Palacio Legislativo. El éxito parcial de esa reversión lo había llevado a incurrir en otra actitud típicamente shakespeareana: el abusivo ejercicio del poder absoluto. Aquí su antecedente era Ricardo III, el conspirador por antonomasia que "enviaba a la escuela al sanguinario Maquiavelo" y trasmutó en voluntad de poder el rencoroso fardo de su atrofia física. Salinas también le daba clases a Maquiavelo pero sus fardos eran otros: el haber llevado a extremos casi sicilianos —mediante el disimulo, el consentimiento o la abierta complicidad con las actividades ilícitas de su hermano— la práctica del patrimonialismo político. La familia revolucionaria podía seguir reinando sobre México pero la familia Salinas reinaría sobre la familia revolucionaria. Gran jinete, a la postre hubiera dado también su reino por un caballo, pero años antes, en plena gloria, buscó seriamente la reelección directa e inmediata o, en el peor de los casos, la indirecta y mediata que preparase su vuelta triunfal en el año 2000. Entonces sí la votación sería mayoritaria en favor suyo y de su partido —Solidaridad o PRI, ¿qué más da?—, entonces sí podría dar pie a una reforma política pausada, regulada desde lo alto de una presidencia imperial en cuyo trono reinaba un César no sólo todopoderoso en México y prestigiado en el mundo sino —por la interpósita persona de su hermano— inmensamente rico. Tal vez entonces, el único problema de Carlos hubiese sido Raúl, que le hubiera reclamado ya no con dinero sino con poder sus derechos de primogenitura en la conspiración por adueñarse de México. Yo había apoyado públicamente parte del desempeño económico del gobierno. Por su convicción y su profundidad, comparé el ímpetu reformador de Salinas con el de Calles. Pero a todo lo largo de la gestión señalé los gravísimos riesgos que implicaba el relegar la reforma política. En octubre de 1993, el presidente me citó —como seguramente hizo con otros intelectuales— para sondear mi opinión sobre el proceso sucesorio. Le expuse mi crítica sobre el aspecto político de su sexenio. Contestó que para eludir el destino de la Unión Soviética, México debía consolidar la perestroika antes que la glasnost'. Enseguida me pidió que le diera una opinión franca sobre tres precandidatos: Pedro Aspe, Luis Donaldo Colosio y Manuel Camacho. Se la di, con una inclinación en favor de Camacho. Dado el éxito de la reforma económica era obvio que la tarea pendiente sería la reforma política: Camacho tenía la voluntad de hacerla. Concedí que era ambicioso, pero ¿qué político de raza no lo era? Aspe, por su parte, era ante todo un economista, y podría seguir —como sucedió, en su momento, con Ortiz Mena— en el equipo de Colosio o de Camacho. En cuanto a Luis Donaldo, mis dudas eran de varia índole: políticas y psicológicas.

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No comenté con Salinas la mayor de ellas: a diferencia de Camacho, que era su hermano político, Colosio era a todas luces el hijo político de Salinas, su protegido. Nombrarlo a él era optar por un "maximato", con Colosio en el papel de Portes Gil, Ortiz Rubio o Abelardo Rodríguez. Esta reelección por interpósita persona rodeada de un grupo compacto de tecnócratas (uno de los cuales declararía abiertamente su intención de permanecer 24 años en el poder), mataba de entrada la posibilidad de cualquier reforma política. No era la reversión y menos la superación de la ilegitimidad de origen: era su consolidación. Toda la historia mexicana del siglo XX estaba construida de frente y en contra de la reelección personal —no de partido—. Atentar contra ese principio era pactar con el diablo, que en México no significa otra cosa que desatar la violencia. Sin embargo, alcancé a formularle una paradoja suficientemente clara: "Para permanecer hay que irse; el riesgo de irse está en permanecer". Salinas negaba toda intención de permanecer. Tocaba madera —literalmente, en su oficina— al escuchar la palabra hybris y decía ansiar el término pacífico de su sexenio, con un futuro idílico de joven elder statesman, entre memorias, amigos y libros. Por eso mi razonamiento crítico se centró en la personalidad de Colosio: "es un hombre limpio, inteligente, bueno (demasiado bueno, tal vez), tiene pinta de charro mexicano, recuerda un poco a Adolfo López Mateos, habla muy bien en público, pero tiene una fractura de carácter que no alcanzo a descifrar. Tal vez se deba a la enfermedad de su mujer, Diana Laura. No lo sé, pero la fractura existe y un hombre fracturado no puede gobernar". Salinas me escuchó con esa concentración hipnótica que tenía. "Es difícil no querer a Manuel", me dijo. Pedro era reservado pero sumamente inteligente, y en esa reserva mostraba su talento político. En cuanto a Colosio, evadió el tema de la fractura pero no el de Diana Laura. Me dijo que era ella quien impulsaba a su marido. Le apenaba su enfermedad, pero de sobrevenir un desenlace el pueblo se volcaría a la calle en manifestaciones de piadosa simpatía hacia Luis Donaldo. De hecho —agregó— la eventual muerte de Diana Laura, por más triste que fuera, le serviría al candidato. Enseguida me hizo ver la experiencia que Colosio había acumulado en Sedesol. "Es cierto —contesté—, además tiene gran sentido humano." "Que no es una cualidad menor", acotó de inmediato. Me pidió que hablara con los precandidatos y volviera a verlo en unas semanas con una opinión más perfilada. Llegué con unos apuntes biográficos en los que fundamenté adicionalmente mis razonamientos —haciendo hincapié en la teoría de la fractura— pero me atajó implicando que no tenía caso: "todos son tus amigos". Sospeché que la decisión estaba tomada. Días más tarde viajé a España para acompañar a Octavio Paz a la entrega del Premio Príncipe de Asturias a Vuelta. Una noche llegamos al hotel de Oviedo mi padre, mi hijo León y yo. Prendimos la televisión y de pronto apareció Colosio. Era el destape. Escuché sus primeras palabras. No sé si fue en ese momento o al día siguiente, cuando advertí un lapsus: dijo algo así como "viva el Partido de la Revolu... Revolucionario Institucional". Lamenté en ese momento la decisión que me parecía no sólo irrevocable sino irresponsable. Pero allí estaba la primera prueba de mi hipótesis biográfica: traicionado por su subconsciente en el momento mismo de ser ungido, Colosio había estado a punto de arruinar su campaña presidencial. 71

Era una nueva y aún más macabra representación de Shakespeare: el heredero al trono que no quiere —o no puede, o no debe, o no sabe, o teme— ser rey. Hablé por primera vez con Luis Donaldo Colosio alrededor de 1991. Antes de aparecer en el comedor de la modesta casa de la colonia Las Águilas donde vivía, sus ayudantes pusieron música que seguramente a él —entonces presidente del PRI— le parecía adecuada para mostrar su "nacionalismo": el Huapango de Moncayo. Ya en la mesa dijo lamentar la reciente derrota del PRI en Baja California, pero admitió que era previsible y acaso necesaria. Habló un poco de su origen norteño —franco, liberal, individualista—, criticó los usos patrimonialistas y corporativistas del viejo PRI y explicó con detalle el trabajo de descentralización que estaba llevando a cabo, un ensayo de federalismo encaminado a construir un padrón interno y a democratizar hacia dentro el partido. Hablaba como un político de oposición al PRI, en la cima del PRI. Cuando sobrevino la crisis postelectoral en Guanajuato, vi a Colosio en su oficina, una casa todavía más discreta y modesta, en la calle de Aniceto Ortega. "El candidato del PRI va a renunciar", me dijo, con una satisfacción apenas disimulada. Su actitud en relación al movimiento del doctor Salvador Nava en San Luis Potosí fue similar: había que abrir ese espacio a la oposición, más aún cuando en las elecciones legislativas federales de 1991 el PRI había recuperado con creces el terreno perdido en 1988. No obstante, en julio de 1992, cuando fue el PRD quien impugnó las elecciones de Michoacán, Colosio —titular, ya para entonces, de Sedesol— no transigió. Al parecer, el candidato del PRI era hombre de su confianza. Lo paradójico es que la apertura era parcial y no incluía al enemigo histórico de Salinas: el partido de Cárdenas. Alrededor de esos meses cundió el rumor de la reelección salinista. Se decía que al designar a su primer mentor, Gonzalo Martínez Corbalá, como gobernador en San Luis Potosí, Salinas medía las aguas para una posible ampliación de su mandato por dos años e incluso para la reelección. Fidel Velázquez lo proclamaba abiertamente y los jerarcas de la iniciativa privada lo sugerían soto voce. No faltaron voces preocupadas, entre ellas la de Fernando Gutiérrez Barrios, que sutilmente negó que la reelección fuese siquiera pensable. Salinas debió modificar entonces su postura y orientarse hacia el dilema que por esas fechas escuché de labios de José Córdoba: "Ser Calles o Cárdenas, he ahí la cuestión". Emular a Cárdenas significaba renunciar al poder, irse, para permanecer sólo como una influencia moral. Seguir a Calles suponía permanecer en el poder, con el riesgo de perder toda influencia e irse al exilio. Optó por Calles. En mayo de 1993, Colosio convocó a un Congreso Internacional sobre los temas de libertad, democracia y justicia. Me pidió que le sugiriera algunos nombres y le ayudara a diseñar el formato. El Congreso transcurrió sin pena ni gloria, pero en el curso de esos días advertí la marcada inseguridad de Colosio, no digamos en torno a los grandes temas del debate intelectual —cosa natural, porque no era un hombre de ideas— sino a detalles verdaderamente nimios: cómo referirse a los invitados, cómo escribir una carta, la designación de un ayudante o un chofer, qué decir en la inauguración y en la clausura. Tomaba nota de todo. No mandaba: obedecía. En la ceremonia final en Los Pinos, Colosio leyó con voz anacrónicamente impostada un discurso en el que yo había hecho unas observaciones intrascendentes. A la salida me dio, conmovido, una tarjeta que aún conservo con un agradecimiento más que excesivo, pero que revelaba la angustia con la que Colosio había vivido todo el ciclo: "nunca olvidaré tu ayuda". 72

Mi aprecio personal por Luis Donaldo crecía. También mi preocupación. La ternura no se aviene con el poder. La noche del destape en Oviedo entendí que mis modestos afanes de disuasión habían sido inútiles. En la cumbre histórica del Tratado de Libre Comercio, desde las entrañas del poder se fraguaba la mayor reversión política desde los años treinta: el maximato salinista, el Salinato. Colosio, acaso sin advertirlo plenamente, era su instrumento. O tal vez sí lo advertía. Un amigo le escuchó comparar a los Salinas con los Corleone. No podían ocultársele las consecuencias de su deuda con el clan. Tal vez entendía la incompatibilidad entre sus genuinas convicciones democráticas y el papel en el que Salinas, tácitamente, lo colocaba. Al regreso de España lo visité en su nueva casa en Tlacopac. A mano derecha estaba su estudio: tres paredes con libros más regalados que leídos, una computadora sencilla, cubierta y sin usar, una estatuilla de Zapata. Los sillones de piel eran negros, como de consultorio médico. Colosio escuchaba una cantata de Bach. Me recibió con cordialidad, cargó un instante a su hijita, regañó cariñosamente al pequeño Luis Donaldo por echar chinampinas en la sala, y conversamos un rato sobre la necesidad de inaugurar los debates públicos por televisión. "No quiero un solo voto por la vía del fraude", me dijo de pronto. Sonreía, es verdad, pero el arco sombrío de sus ojos desmentía cualquier indicio de alegría profunda. Era obvio que estaba sufriendo y que guardaba para sí el motivo del dolor. No podía no torturarlo la inmensa responsabilidad histórica que había asumido en una condición de fragilidad personal, con sus niños pequeños y una esposa gravemente enferma. Ella, en efecto, lo animaba. Desde joven había mostrado una vocación política de servicio que, a los ojos de su amigo Ramón Alberto Garza, guardaba ciertos paralelos con Evita Perón. Tal vez el poder obraría en ella cualidades taumatúrgicas: la curaría, la salvaría. Luego de esa ocasión, no tuve noticias de Colosio. Hacia fin de año me llamó para "tocar base" y hacerme ver, casi en tono de ruego, que las encuestas desfavorables "estaban mal". Tiempo después supe que había pasado esas semanas decembrinas en medio de una depresión. Colosio sabía mejor que nadie que Chiapas era un polvorín. Así lo comentó a algunos amigos y a mí en una cena del mes de septiembre. El olvido de ese estado por parte de la federación era una vergüenza nacional lo mismo que las corruptelas e injusticias que en él se cometían. Temió pero no previó el estallido de la guerrilla. Es seguro que lo viviera como una imperdonable falla personal y política, la prueba final de su incapacidad o su mala estrella. Lo vi el martes 4 de enero en su casa. Estaba totalmente abatido. "Mis asesores dudan de que mi presencia en Chiapas sirva de algo: si voy es oportunismo, si no voy es indiferencia." Era Hamlet en cada frase: ¿Convocar o no convocar a los partidos? ¿Acercarse o no a Cárdenas? ¿Hacer un pronunciamiento claro u omitir a Chiapas en la campaña? Al parecer, el propio presidente le impidió concentrar su campaña en Chiapas. De ser así, ¿por qué lo permitió? Pocos días después, Salinas encomendó a Manuel Camacho la negociación de la paz. Para Colosio fue un golpe directo. Ya era suficiente afrenta el que su rival político se hubiese rebelado contra la decisión de su nombramiento, pero ahora ese mismo competidor irreductible se haría cargo de un problema que, al menos parcialmente, había sido de su incumbencia directa.

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Aunque no lo expresaba de manera abierta, creo que interpretó el nombramiento como lo que era en los hechos, un postdestape alternativo, una insólita bicandidatura, la ambivalencia que condenaba a la opinión pública "a hacerse bolas", una fractura más en su alma atribulada. En las antípodas de Salinas y sus homólogos shakespeareanos, Colosio se asemejaba al desdichado Enrique VI, que en la víspera de la guerra civil evoca la bucólica vida de los pastores y la compara con la suya, "envuelta en la inquietud, la desconfianza y la traición". Su campaña "no levantaba", y él lo sabía, lo sentía. Lo lastimaban los abucheos en los mítines. Alguien lo confundió públicamente con Camacho, cuya estrella ascendía con el éxito aparente de las pláticas de paz. Algo ominoso flotaba en el ambiente. Se decía que Colosio no llegaría a las elecciones porque "lo enfermarían". O tal vez él se retiraría. Volví a verlo el domingo 27 de febrero. Ahora su esperanza estaba cifrada en el discurso del 6 de marzo. Me pidió que como amigo le diese mi opinión sobre el documento. Creí ver huellas de llanto o de insomnio en sus ojos enrojecidos. A la salida le dije, de pronto, sin que él me diese pie, lo que debí haberle dicho meses antes: "Luis Donaldo, tú eres un hombre bueno, tienes a tu mujer y a tus hijos chicos. La presidencia es muy importante, pero no a cualquier costo". Me abrazó muy fuerte. Llegaron los idus de marzo. El día 4 por la noche recibí en un sobre sellado el discurso. Lo corregí levemente con plumón rojo, le agregué dos o tres pequeñas frases, taché las tres menciones que hacía de Salinas. Sonó el teléfono. Era Colosio en persona. "No me lo mandes, yo te caigo a las doce en tu casa". Al día siguiente lo recibí. Yo estaba solo. Le leí mis propuestas. "Ya quité las menciones", me dijo. Esta vez parecía confiado. Nos despedimos en la puerta, y para mi estupor noté que su chofer tenía estacionada su camioneta roja a unos 100 metros. Cubrió la distancia solo, sin guardias personales. El discurso del 6 de marzo causó revuelo, pero no logró animar la campaña. Muchos pensarían después que fue el epitafio de Colosio. El 7 aparecieron las declaraciones en Newsweek. El 15 de marzo por la noche nos invitó a cenar junto con dos matrimonios: Octavio y Marie Jo Paz, Alejandro y Olbeth Rossi. Venía con el rostro descompuesto por una nueva puñalada: en su mismísima alma mater, el Tecnológico de Monterrey, lo habían increpado. Charlábamos deshilvanadamente. Colosio, como siempre, guardaba largos silencios, tomaba nota y asentía con un innecesario "sí señor". Un arpista tocaba junto a la escalera una música celestial. De pronto, Diana Laura trajo un pastel de cumpleaños para Octavio. "Pero si faltan todavía dos semanas", dijo Paz con natural sorpresa. "Sí —contestó Diana Laura— pero quién sabe cuándo lo volveremos a ver." A Isabel y a mí la frase nos sonó extraña, fuera de lugar. A la salida coincidimos en observar la atmósfera sombría de la reunión. A la mañana siguiente desayuné con Julio Scherer. Le narré la cena de la noche anterior y él me confió su último encuentro con Colosio. No era yo el único en advertir su quebranto. Scherer también lo había notado: "recomiéndame un libro, Julio", le había dicho, no por curiosidad sino por una conciencia exacerbada y patética de su desorientación. Yo tenía un viaje inminente a España, pero Scherer y yo convenimos en un plan para el regreso: nos reuniríamos con Colosio y procuraríamos convencerlo de retirar su candidatura. Le ayudaríamos a liberarse de un destino injusto que no tenía por qué asumir.

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Y fue en España, nuevamente, cuando una llamada nocturna de Ramón Alberto Garza me dio la espantosa noticia: "balacearon a Colosio, extraoficialmente te puedo decir que está muerto". ¿Entrevió Luis Donaldo su muerte? Seguramente no. Apunta Plutarco que el hado de César "no fue tan inesperado como poco precavido". Pero Colosio no era César, no pensaba como César. Tal vez su falta de precaución entrañase una secreta convocación del peligro, un oscuro deseo de apurar al destino y resolver la tensión. Lo cierto es que en él —y en Salinas, que lo ungió— se cumplía una regla de hierro en México: el poder no sólo destruye a quien abusa de él, también a quien lo rehúsa. En la novela de Thornton Wilder, César lamenta la alta probabilidad de perecer "bajo la daga de un loco". No ignoraba los augurios, las señales, las ansiosas conspiraciones, pero era otra la suerte que deseaba: "¿No sería un descubrimiento maravilloso encontrar que alguien me odia a muerte pero con odio desinteresado?[...] Hasta ahora no he descubierto entre quienes me aborrecen sino los impulsos de la envidia, de la ambición personal y de un consolador espíritu de destrucción. Quizá en el último instante me sea dado contemplar el rostro de un hombre cuya única obsesión sea Roma y cuyo único pensamiento la certidumbre de que yo soy el enemigo de Roma." ¿Quién mató a Luis Donaldo Colosio: el odio de la ambición o del desinterés? ¿Fue víctima de una conspiración tramada por el presidente Salinas? Es muy difícil creerlo: la bala que mató a Colosio hirió mortalmente a Salinas. ¿Fue víctima de una conspiración tramada en las entrañas de la familia revolucionaria para destronar a la familia Salinas? Es posible: había sido desplazada y temía seguirlo siendo por varios sexenios. Y bajo esa hipótesis, ¿a cuál de las dos familias pertenecía, en ese momento, Raúl Salinas? O fue la azarosa daga de un loco, un oscuro resentimiento, el sueño delirante de un "caballero águila" en busca de fama y gloria. De ser así, la muerte de Colosio es doblemente dolorosa porque a despecho de su continua profesión de fe ("quiero ser presidente de los mexicanos") era el más improbable de los césares. De allí que su asesinato —como el de Madero o Zapata— corresponda más al perfil dramático de un sacrificio que al de un magnicidio, como el de Obregón. Las balas de Lomas Taurinas recordaron al mexicano la más vieja lección de su historia, algo que había olvidado desde los años veinte: "las fuerzas diabólicas que acechan a todo poder" (Max Weber) y que obligan a ejercerlo, vigilarlo y limitarlo con un permanente sentido de responsabilidad. Diana Laura, en su dolorosa confusión, seguía creyendo que el poder redime: "si no tuve un esposo presidente, tendré un hijo presidente". Esas fueron las últimas palabras que le escuché, meses después del asesinato de su marido. En referencia a todo el drama, Octavio Paz me confirmó en el teléfono: "es Shakespeare puro". La corte de la Muerte había cerrado el círculo de fuego. Era ella, la macabra, quien ahora reinaba indisputada, "burlando el poder del rey, riendo de su pompa, concediéndole un soplo, una breve escena para jugar al monarca, ser temido, matar con la mirada, incitando su egoísmo y sus conceptos vanos, como si esta carne que amuralla nuestra vida fuera bronce inexpugnable". 75

Luis Donaldo detrás de la muralla 1 MARZO, 2014

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Escrito por: Héctor Aguilar Camín

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Está la persona pública, luego está la muralla y atrás de la muralla está Luis Donaldo Colosio, el elegido inerme de los 76

dioses. La victoria desciende sobre él y lo viste de luces. Luego la victoria se vuelve un laberinto que el héroe debe cruzar. El héroe cruza el laberinto, la victoria desciende nuevamente sobre él. Pero a la salida del laberinto lo espera su asesino. Max Weber dice que detrás del poder nos mira la solemnidad de la muerte. A Colosio lo mira detrás del triunfo. Es el 28 de noviembre de 1993 en la ciudad de México. El presidente Salinas ha escogido a Colosio como su sucesor en el puesto. Lo ha escogido entre un grupo de colaboradores que él mismo ha nombrado y puesto en situación de ser elegidos. Puede hacer ambas cosas porque manda en el PRI, el partido político que manda a su vez en México. Hace seis años, durante su campaña presidencial, Salinas ha hecho a Colosio senador de la República. Lo ha hecho luego presidente del PRI. Después secretario de Desarrollo Social. Ahora, el 28 de noviembre, lo hace candidato priista a la presidencia. La clave del juego que Colosio ha ganado es que no tiene clave: tiene dueño. El dueño juega el juego emitiendo señales que los jugadores deben leer pero no pueden descifrar del todo. Es la esencia del juego. Son días de señales y augurios. El miércoles 17 de noviembre la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprueba el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El viernes 19 lo aprueba el Senado. El sábado 20 es el día de la Revolución mexicana. Muchos sienten burlada esa Revolución por la firma del Tratado. El presidente Salinas está de plácemes. Luce radiante en el balcón central de Palacio. Comenta con los miembros de su gabinete el desfile militar que se despliega abajo. Luego los llama a su despacho. Hace un elogio encendido del Tratado y sus artífices: Jaime Serra, el secretario de Comercio, y José Córdoba, jefe de la Oficina de la presidencia. A Córdoba le reprochan el poder que 77

tiene en el gobierno de Salinas y su origen francés. Salinas dice que Córdoba es un gran mexicano, que algún día se conocerán sus grandes aportaciones al país. Cuando el presidente y Córdoba se van, Manuel Camacho, regente de la ciudad, externa su molestia por los elogios a Córdoba. Camacho es uno de los candidatos visibles en el juego de sombras que es la sucesión presidencial mexicana. Los otros son el propio Colosio, Pedro Aspe, el secretario de Hacienda, y Ernesto Zedillo, el de Educación. Camacho lee en los elogios de Córdoba, aliado de Colosio, una mala señal para su candidatura. Otra es que ese mediodía, a la vista de todos, Colosio recibe de un ayudante del Estado Mayor la noticia de que el presidente lo invita a almorzar a Los Pinos. Camacho no lo sabe, nadie lo sabe a ciencia cierta hasta hoy, pero es en esa comida cuando el presidente dice a Colosio que él será el candidato, y le dice que su nominación será el domingo próximo, 28 de noviembre. Camacho dedica el domingo 21 de noviembre a revisar su estrategia. Tiene una semana clave por delante. El lunes tiene acuerdo con el presidente. El miércoles tiene una comparecencia ante la Cámara de Diputados, ocasión inmejorable para anuncios políticos. Hace un tiempo Camacho juega con la idea de lanzar por la libre su candidatura presidencial, sin esperar que decida el dueño. Durante su acuerdo del lunes, Camacho pone las cartas sobre la mesa. Si él es el candidato, dice a Salinas, habrá respeto para el presidente, seguridad para su familia, a la que la prensa ha empezado a señalar. Al despedirlo en la puerta del despacho, según Camacho, Salinas le dice: “La decisión sobre el candidato, no está tomada”. Camacho opta por no lanzar su candidatura en su comparecencia del miércoles próximo, sino esperar. Al día siguiente, martes 23, el secretario de Gobernación, Patrocinio González Garrido, ofrece una cena en su casa para limar las asperezas suscitadas el día del desfile por los elogios a 78

Córdoba. Están invitados a la cena Colosio, Camacho, Jaime Serra, José Córdoba, Pedro Aspe y Ernesto Zedillo. Si la cena va bien, Salinas llegará a los postres. La cena empieza mal, con Camacho repitiendo su molestia por los elogios a Córdoba, pero se endereza. Salinas llega tarde según lo previsto y toma la palabra. Empieza por una pedagogía patriótica. Dice que una vez firmado el Tratado de Libre Comercio con los americanos habrá que ser más fieles que nunca a los principios de la soberania. Dedica luego una ronda de elogios a los presentes. Camacho cosecha los mayores elogios. Salinas dice que es su amigo de toda la vida y que lo mejor que ha hecho Colosio es trabajar con Camacho. Salinas recuerda después que en siete días, el viernes 30, estará de visita en México el vicepresidente estadunidense Al Gore. Advierte que no harán nada de trascendencia ni antes de su llegada ni inmediatamente después de su partida, pues ya se murmura en la prensa que Gore viene a decidir la sucesión. Cuando el presidente se va, Camacho ve a Colosio abatido, concentrado en los brillos que el candil deja en su copa. Supone que rumia su derrota. Dado lo dicho por Salinas, es claro que no será el elegido. Quizá no es esa la mala nueva que pena Colosio, sino esta otra: acaba de saber que su destape no será antes de la llegada de Gore, ni inmediatamente después de su partida. Será avanzado el mes de diciembre, o peor, en enero. Le esperan largos días de espera. El jueves 26 Colosio y Camacho comparten con Salinas una gira por la ciudad. La gira sigue a Sonora, tierra natal de Colosio, a la que sólo va éste con Salinas. En sus discursos durante la gira, el presidente dice que Sonora es tierra de triunfadores. Quiere inducir el recuerdo de que en esta tierra han nacido cuatro presidentes mexicanos. Le parece un adelanto sutil de que puede haber otro presidente nacido aquí. El primero en 70 años. A la cena de esa noche en Ciudad Obregón, Salinas invita a toda la 79

familia Colosio. Al día siguiente, corre con Colosio por la laguna del Náinari, en la antigua hacienda del general invicto de la Revolución, Álvaro Obregón, presidente entre 1921 y 1924, reelecto en 1928 y asesinado ese mismo año: el único presidente asesinado de México. Sale a correr con ellos el gobernador Manlio Fabio Beltrones, pero Colosio y Salinas aceleran el paso y lo dejan atrás. La impresión de Beltrones es que durante esa carrera matinal Colosio sabe finalmente que ha triunfado y que la fecha de su destape será el domingo 28, dos días antes de que llegue Gore. Salinas ha mentido en la cena diciendo que no harían nada antes de su llegada. De regreso en el avión, Colosio dice a su colaborador Samuel Palma que el “destape”está en marcha. Pone la mano en saludo militar a la altura de sus ojos y le dice: “Ya me llegó la capucha hasta aquí”. Colosio dedica el sábado a hablar con Salinas, a revisar su discurso y a preparar a su familia. Su mujer, Diana Laura, padece un cáncer pancreático de inminencia fatal. La pareja tiene dos hijos pequeños, Luis Donaldo de 10 años y Mariana de uno. Su vida va a cambiar dramáticamente a partir de mañana cuando el jefe de casa sea presentado como siguiente jefe de la nación. El domingo 28 de noviembre el PRI anuncia la candidatura de Colosio. La noticia sorprende a Camacho en su casa de descanso de Cuernavaca. Apenas se entera, llama al presidente Salinas, pero el presidente no le responde. Se reporta con él por la tarde, una vez hecha la postulación. Los otros precandidatos, Aspe y Zedillo, han saludado ya a Colosio. Zedillo está perfilado para ser coordinador de su campaña. Salinas sabe que Camacho es el eslabón débil del día. Le llama por teléfono y le dice que debe felicitar a Colosio. Camacho responde que no lo hará sin antes hablar con él. Salinas se declara dispuesto a hablar pero insiste en que felicite a Colosio. Por sugerencia suya, Colosio llama a Camacho: “¿No vas a venir a visitarme?”, le dice. Camacho 80

responde: “El problema ya sabes, Donaldo, que no es contigo. Te deseo que te vaya bien, por el bien del país. Mañana yo arreglaré mi asunto con Salinas”. Salinas vuelve a llamar a Camacho por la tarde, después de la comida. Camacho insiste: no hará nada sin antes hablar con él. Salinas lo invita a desayunar. Durante el desayuno, Camacho dice a Salinas que le hubiera gustado saber antes la decisión, no enterarse por la prensa. Salinas dice a Camacho que su reacción es un capricho: la regla no escrita de la competencia dentro del sistema es que quienes pierden se suman al ganador. Camacho decide no saludar al triunfador como le pide Salinas. Salinas no quiere romper con Camacho y despedirlo por su indisciplina, como sugiere el secretario de Gobernación, Patrocinio González Garrido. Tampoco quiere a Camacho en el gobierno de la ciudad de México, clave en la elección que se aproxima. Salinas ha sufrido ahí una humillante derrota en las elecciones presidenciales de 1988. Camacho ha recuperado los votos de la ciudad en 1991. Salinas no quiere que tenga la tentación de perderlos en la elección de Colosio, su adversario. Salinas ofrece a Camacho que deje la regencia de la ciudad y siga en el gobierno como secretario de Relaciones Exteriores. Camacho acepta. Hay algo que explicar en esta rara dialéctica de Camacho y Salinas. Quizá puede resumirse así: en la vida pública, Camacho es subordinado de Salinas y Salinas su jefe, pero a veces, en el juego de su amistad, actúan los papeles al revés: la cautela que va normalmente del subordinado al jefe a veces viene del jefe al subordinado.

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El martes 30 de noviembre, Luis Donaldo Colosio es registrado como precandidato del PRI. El 8 de diciembre protesta como candidato. Pasa los últimos días del mes en su casa de Tepoztlán, con amigos. Salinas está uno de esos días en Cuernavaca, ciudad vecina. Cenan juntos el 30 de diciembre. Salinas vuelve a la ciudad de México el 31. Los Colosio regresan a Tepoztlán. A las tres de la mañana del día primero del año Salinas recibe en Los Pinos la noticia de que hay un levantamiento en Chiapas. Un Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha tomado San Cristóbal de las Casas y ordena a sus fuerzas “avanzar hacia la capital del país, venciendo al ejército federal mexicano”. Colosio y su mujer vuelven a la ciudad de México a la una de la tarde del día primero. Nikita Kyriakis, un amigo de los Colosio que ha pasado con ellos el fin de año, dice que al despedirse esa tarde Luis Donaldo no sabe nada aún de los hechos de Chiapas. ¿Nadie le ha informado?

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¿No han llegado a él las noticias que circulan desde la mañana en distintos medios sobre la presencia de los rebeldes en San Cristóbal, su proclama de combate, su toma de cabeceras municipales, su líder encapuchado que habla a los medios? Muy distinta es la historia de esas horas para Camacho. Sabe de la rebelión desde el primer momento porque su ex suegro, Manuel Velasco Suárez, ex gobernador de Chiapas, se lo hace saber por teléfono en Cancún, donde él pasa las fiestas de fin de año. Llama de inmediato a Salinas y viene a verlo. Le dice que no puede mancharse las manos de sangre, que el brote armado chiapaneco debe tener una salida política, no militar. Desde que sabe del alzamiento y sus primeras víctimas sangrientas, el fantasma de la represión desvela a Salinas. No quiere reprimir, aunque el ejército bate ya a los rebeldes. El día 2 aparece en los diarios fotos de cadáveres tirados en la carretera. Fotos de otro tiempo, de otro México, un México que nadie quiere volver a ver. Camacho se ofrece para ir a Chiapas a negociar la paz. El secretario de Gobernación se niega a negociar con los armados. El ejército vence a los rebeldes en las otras cabeceras municipales que han tomado: Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano. La batalla de Ocosingo es particularmente sangrienta. Los rebeldes se atrincheran en un mercado donde son diezmados. Se sabe después que algunos iban armados con rifles de palo. La fuerza de opinión de los alzados se revela pronto mayor que su fuerza de combate. En la capital del país hay un clamor pidiendo paz. Se convoca a una manifestación para el 10 de enero. El ánimo público indica que será multitudinaria. Camacho perfecciona su oferta. Importa una figura de la ONU y se propone como Alto Comisionado para la Paz en Chiapas.

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Advierte al presidente que no será canciller para discutir con la prensa internacional cuántos muertos hay cada día en Chiapas. Si no se da una solución negociada al conflicto, dejará su puesto de canciller y pasará a la movilización de la sociedad por la paz. En todos los pasajes escritos por Salinas sobre las peripecias de estos días, apenas aparece Colosio. Colosio no se hace presente, no se pega a Salinas para tomar el pulso de la situación, no usa tampoco su cercanía con el jefe de la Oficina de la presidencia, José Córdoba, para enterarse. Quizá no quiere manchar su candidatura mezclándola en el conflicto. Quizá le piden que no la mezcle. El hecho es que no está en el cuarto de guerra de Chiapas, ni en el debate público sobre el levantamiento. Según los testimonios disponibles, sólo es convocado por el presidente a recibir malas noticias. La primera es que no podrá iniciar su campaña en Chiapas, como había previsto. Hay todavía combates en Chiapas que pueden extenderse a todo el estado. Salinas recomienda no empezar ahí. Colosio lo ve al revés: porque está sacudida la zona, debe comenzar ahí. Acepta, sin embargo, la recomendación del presidente: cambia el inicio de su campaña a Huejutla, también una zona indígena pero del estado de Hidalgo. La segunda mala noticia que Colosio recibe del presidente es realmente mala. Salinas anunciará un cese al fuego en Chiapas, nombrará un nuevo secretario de Gobernación y pedirá a Camacho que sea mediador en el conflicto. Para estos momentos Camacho es ya la némesis de Colosio, su pesadilla. Colosio escucha esto de Salinas en la tarde del domingo 9 de enero. Las decisiones se anunciarán al día siguiente, en que también arranca su campaña. No están consultándole las decisiones, se las están haciendo saber. Colosio alerta al presidente sobre los riesgos de meter a Camacho en la negociación de Chiapas dada su actitud en el destape. 84

Oye a Salinas decirle que Camacho es el indicado para estabilizar las cosas, que esto ayudará a las elecciones y, al final, a él. Colosio se declara de acuerdo, sólo pide a Salinas que no haga a Camacho secretario de Gobernación. Salinas lo concede de inmediato. Hacer a Camacho secretario de Gobernación no ha sido nunca parte de su “armado”, expresión característica de Salinas para referirse a sus ingenierías políticas. Colosio recibe del presidente la sugerencia de que posponga el arranque de su campaña. Responde que todo está listo para el día de mañana y que cancelar sería un desastre. Salinas no insiste en que Colosio trague esta última píldora, un alivio para Colosio que ha tragado bastante esta noche, aunque todavía no sabe cuánto. Lo sabe al día siguiente cuando se entera de los cambios al inicio de su campaña en Huejutla. El anuncio se hace por la mañana. Salinas quiere diluir el impacto de la marcha por la paz de esa tarde. Anuncia un cese unilateral del fuego, la renuncia del secretario de Gobernación de línea dura, González Garrido, en favor de Jorge Carpizo, abogado no priista, ex rector de la UNAM, más cercano a Camacho que a Colosio, y la pieza central del “armado”: el nombramiento de Camacho como comisionado de la paz en Chiapas. Camacho dejará la Secretaría de Relaciones para asumir el cargo de comisionado de manera honorífica, sin pago de sueldo. En esto ha insistido Camacho como condición para su tarea: no tener un sueldo, no aparecer ante los rebeldes como un empleado del gobierno. Colosio entiende, como todo mundo, que Salinas ha vuelto a Camacho algo más serio y desafiante para él que secretario de Gobernación. Lo ha vuelto el hombre de la hora, centro de las expectativas públicas y de la atención de los medios. 85

Colosio entiende también, como todo mundo, que el carácter honorario de Camacho lo habilita constitucionalmente para ser candidato a la presidencia.1 La sombra de los dos candidatos se hace presente desde el primer día. Ese mismo lunes en un acto de mujeres indígenas en Huejutla, una de ellas dice a Colosio que en Hidalgo hay un solo candidato, y es él. Por la noche, viendo los noticiarios de televisión en el cuarto del pequeño hotel donde se hospeda en Huejutla, Colosio entiende que Camacho ha triunfado en toda la línea. La campaña apenas existe en los noticiarios, sólo parece existir el comisionado. Colosio está molesto y revuelto. Dice a Ricardo Canavati, responsable de los invitados de su gira: “No se vale”. Los anuncios del presidente, dirá más tarde a José Córdoba, han sido un “golpe contra su campaña”. La opinión pública trabaja rápido. Cuatro días después de los anuncios de Salinas, el 14 de enero, hay en el escritorio de Colosio unas “Notas confidenciales” con las tres hipótesis que maneja la vox populi. La primera hipótesis dice que todo es espontáneo, pero no vale la pena siquiera considerarla. La segunda hipótesis es la del “cerco”, dice que hechos sin control están siendo usados por grupos políticos enemigos para presionar al candidato. La tercera hipótesis sostiene que todo es una trama perversa urdida para crear un nuevo candidato a la presidencia, con o sin cambio en la candidatura del PRI. Ese mismo día, Colosio dice a Samuel Palma: “A mí el presidente de la República me informó del cambio de secretario de Gobernación, mas nunca me dijo que nombraría a Manuel Camacho comisionado para la paz. Me dijo que lo involucraría en las negociaciones de Chiapas, pero no con un nombramiento de comisionado ad honorem”. 86

Colosio pregunta a Palma: “¿Qué pasa si renuncio?”. Palma responde que si renuncia el candidato quizá será Camacho. Colosio dice: “Por eso no renuncio”. Ha empezado el laberinto.

Camacho va a Chiapas como comisionado y sienta a los alzados a negociar. Todo el espacio noticioso es para el comisionado y sus pláticas de paz en San Cristóbal. La prensa de la capital es una diaria decepción para Colosio: su campaña no existe en ella. Pide a su jefe de escoltas, Germán González, que no le pase más los diarios: “Al cabo que ni salimos”. Esclavo de una extendida costumbre política, Colosio presta atención cuidadosa a columnas que sabe cómplices de jefes de prensa del gobierno. Es ahí donde lee algunas de las más enconadas hipótesis sobre la posibilidad de que Salinas lo sustituya. La oposición, que está en campaña, se hace eco de los rumores de sustitución. Al candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, le preguntan si declinaría su candidatura a favor de Manuel Camacho Solís, dada su labor como comisionado de la paz. “No es cuestión de declinar”, responde Cárdenas. “Yo al único que veo que le haga estragos es a su compañero de partido, Luis Donaldo Colosio”. La confusión mexicana llega a las páginas del Washington Post.

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Colaboradores no identificados de Colosio dicen que Salinas está socavando la candidatura de Colosio. Un colaborador, tampoco identificado de Manuel Camacho dice que Camacho “está haciendo campaña y que no tiene nada que perder”.

Preocupado por los rumores, el mismo 27 de enero, Salinas convoca a un desayuno con priistas. Les dice: “Para evitar confusiones y tener claridad, permítanme la expresión coloquial: ¡que no se haga bolas nadie! El PRI tiene el candidato que lo llevará a la victoria democrática. El voto de los mexicanos hará triunfar democráticamente a Luis Donaldo Colosio”. Colosio llama al presidente y le agradece la declaración. A sus colaboradores les dice otra cosa. El discurso del presidente lo debilita, porque lo pone en un plano subalterno, dice a Palma. Y a Javier Treviño: “Fue una frase muy desafortunada”. Efectivamente: la frase de apoyo inequívoco de Salinas acelera en la prensa el rumor sobre su equívoco apoyo. Incluso los caminos rectos son chuecos en el laberinto. 88

La palabra más repetida por la gente cercana a Colosio sobre su carácter es “hermético”. La siguiente es “parco” o “seco”, una más es “reservado” y otra “desconfiado”. “Era hermético”, dice Teresa Ríos, su secretaria particular. “Muy parco para expresar algo”, dice su padre Luis Colosio. “Muy reservado respecto de sus sentimientos”, dice su amigo personal Nikita Kyriakis. “De pocas palabras, quizá hasta seco. No se explayaba fácilmente”, dice Norma Meraz, amiga de la familia. “Rayaba en exceso de discreción, de ninguna manera la persona que algunos tratan de hacer creer como muy comunicativo”, según Ricardo Canavati, otro amigo de la familia. El jefe de la escolta, Germán González, dice: “Era una persona totalmente reservada, incluso con su familia, incluyendo a su esposa Diana Laura”. Colosio no habla mucho de política en casa. Su esposa Diana Laura dice a Nikita Kyriakis que en esos días de enero siente a Colosio como “un volcán a punto de estallar”. Según Cecilia Soto, Diana Laura no quiere saturar a su marido hablando de política. Cuando están solos le pregunta si quiere hablar de eso. Normalmente no quiere. Pero una noche de fines de enero Colosio le dice: “Ahora sí quiero”. Y se abre ante su esposa: “Me quieren fregar, me quieren quitar la candidatura. Pero no me voy a dejar”. Otra noche Colosio le pregunta a Diana Laura qué opinaría de él si renunciara a la candidatura. Diana Laura le dice que si puede vivir tranquilo con esa decisión, ella estará con él. Su respuesta enciende a Colosio que reacciona: “Pura madre. No voy a renunciar. No les voy a dar el gusto”. A fines de enero una amiga de Colosio, Dalia Fartuk, lo visita en sus oficinas del PRI. Colosio le dice: “Estoy hasta la madre de esto. Me están presionando, ya estoy harto, tengo ganas de dejar todo”. Dalia pregunta dónde están su fuerza, su vigor, su voz.

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Colosio le responde: “Ponte en mis zapatos. Cuando el corazón está triste no salen las palabras de la boca”. La duda y el desaliento que Colosio carga estos días hace un efecto en sus íntimos y es el blanco de la prensa de trinchera, casi toda con dueño y agenda. Vista a la altura de sus emociones, la campaña de Colosio es terreno minado. Vista desde la intención de los votantes su campaña es tan sólida como una montaña. Fuera de las oscuridades del laberinto, el sol brilla alto. Las encuestas son indiferentes a los forcejeos interiores de incondicionales y adversarios. En todas las mediciones de intención de voto Colosio tiene ventajas absolutas. La efigie del Colosio incierto y abrumado es sólo una parte del Colosio del ahora. La otra, la visible y la mayor, es la del candidato en campaña que va de gira a todas partes, rebosante de juntas, encuentros, discursos, confeti. Es todo menos un animal postrado. Está herido en lo íntimo pero su lesión no lo paraliza. La pena que lo trabaja es parte de su oficio: digerir adversidades, tragar sapos, hacer política. Su concentración en las malas señales de Salinas puede entenderse como debilidad pero también como lucidez política: de la ruta triunfal que lleva su candidatura, sólo puede bajarlo un capricho de su amigo. Quizá ni eso, aunque ése es el único riesgo a considerar. Junto a las tribulaciones, quejas y desfallecimientos por su candidatura, es visible en Colosio la voluntad de seguir, no rendirse ni dar gusto a sus enemigos. No sólo no renuncia, como dice tantas veces a sus próximos, ni siquiera deja ver al presidente el tamaño de su molestia. Trata a Salinas con el mismo repertorio de armas suaves con que lo ha ganado desde siempre, las armas de la adhesión entusiasta, el complacido mimetismo, la cuidadosa coincidencia de propósitos y carácter.

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En medio de su laberinto Colosio sigue siendo ante Salinas el incondicional, el generoso, el heredero leal y hasta el gemelo político. La eficacia de su mimetismo apenas puede exagerarse. Cuando destapan a Colosio y los genios de la mercadotecnia buscan iconos asimilables, dicen que admite parecidos con Pedro Infante, el cantante legendario, y con Adolfo López Mateos, el presidente risueño y popular de su tiempo. Salinas dice burlonamente a un colaborador: “Qué Pedro Infante ni qué López Mateos. Colosio se parece a mí”. De antes del destape y la campaña, recuerdo una gira con Colosio y Salinas a un viejo campamento maderero de Campeche, llamado Zoh Laguna, convertido ahora en una aldea modelo de turismo ecológico. Es quizá el mes de octubre de 1993. Los invitados a la gira estamos cenando en un cobertizo que hace las veces de comedor. Ha llovido fuerte y sigue lloviznando. Tenemos el espectáculo nocturno de un transformador que hace corto circuito con el agua y dispensa un surtidor de chispas eléctricas, azules y amarillas. Colosio viene a decirme que lo acompañe. Me lleva a la cabaña donde está Salinas. Salinas le pregunta qué pasa con el transformador. Colosio le explica con lujo de detalles técnicos lo que le ha explicado el Estado Mayor. La falla estará reparada en minutos. Salinas le pregunta cómo están las cosas en la ciudad de México. “Blue”, dice Colosio con una sonrisa, queriendo decir no sé qué. Salinas le pregunta cómo están las noticias. Colosio le resume los noticiarios de la noche. Le dice que tienen pendiente lo de un estado de la República. Y que de aquellas otras cosas de que hablaron, quedaron resueltas tres, pero falta una. Es imposible entender nada de lo que dicen, hablan en el código impenetrable y cómplice de su familiaridad. Finalmente Salinas pregunta: “¿Entonces, mañana ocho-cuatro?”. “Mañana ocho-cuatro”, responde Colosio. 91

Pregunto si puedo saber de qué están hablando. Colosio le cede la palabra a Salinas. Salinas me explica cada una de las cosas que han hablado. ¿“Y el ocho-cuatro?”, pregunto al final. “Ah, que mañana corremos a las ocho de la mañana cuatro kilómetros”. No sabemos qué Colosio hubiera brotado de la capucha de su mimetismo con Salinas. Cuánto hubiera quedado en él de su admiración discipular por Salinas, de su gratitud amistosa, de su genuina admiración y su lealtad política. Hay razones para pensar que su conducta y sus afectos habrían cambiado profundamente, tal como dice la ley de hierro del presidencialismo mexicano. Hay también lugar para pensar que en los días en que Colosio cruza el laberinto, su pasión por Salinas se diluye al punto de desaparecer y volverse lo contrario. La ley de hierro del presidencialismo mexicano dice que Colosio presidente habría sido mucho menos salinista que Colosio candidato. Pero el candidato Colosio a quien Salinas hace cruzar el laberinto en los primeros meses de 1994, habría salido de él vacunado de ilusiones sobre Salinas, sin salinismo alguno. Colosio era un político, no un hermano de la caridad, ni una víctima propiciatoria. Sus tormentos y desfallecimientos hablan de su vulnerabilidad, pero que haya dejado atrás sus tribulaciones de esos meses, mientras veía a su mujer enferma encaminarse a la muerte y hacía una campaña política en toda forma, actuando para el público una persona optimista y alegre que no existía en privado, es prueba de su fortaleza y de su resistencia, de su nervio político. Un amigo cercano de Colosio, Heriberto Galindo, lo describe bien cuando dice que Colosio jugaba “póker de uñita”, separando sus cartas mínimamente con las uñas, pegadas a su pecho para que nadie las viera. 92

Es un estilo ranchero de mirar el propio juego sin dejarlo ver a los amigos que juegan junto a uno, hombro con hombro, en una intimidad de miradas indiscretas y juegos inocultables a la curiosidad de los otros. En los altibajos de su laberinto, Colosio siguió jugando póker de uñita con Salinas.

Durante enero y febrero Colosio y Salinas se ven los domingos. Colosio toca siempre el tema del protagonismo de Camacho. Salinas le explica que hay que mandarle al grupo armado un mensaje de unidad en el gobierno. Le pide a Colosio que tenga paciencia. Le habla de los problemas nacionales. Colosio pregunta por el apoyo que está recibiendo Camacho. Salinas responde que está en el interés de todos, Colosio incluido, que Camacho tenga éxito en el diálogo de la paz. Según Salinas, Colosio comprende la necesidad política del protagonismo de Camacho. Según los colaboradores de Colosio, Colosio no entiende nada. Al presidente del PRI, Santiago Oñate, Colosio le dice que a Camacho “le toleran todo”. La esposa de Colosio, Diana Laura, dice no entender por qué el presidente no pone orden y permite a Camacho “continuar con su protagonismo”.

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La candidata del Partido del Trabajo, Cecilia Soto, sonorense y buena amiga de los Colosio, sugiere a Diana Laura la posibilidad de que no sea el presidente quien autoriza los actos de Camacho. Diana Laura responde: “Quién, si no él”. En febrero crecen los rumores de una renuncia de Colosio. La especulación sobre la candidatura de Camacho es moneda corriente en la prensa y en los medios políticos. En la cabeza de Colosio crece la misma certidumbre: el presidente juega una nueva partida sucesoria con Camacho y él. Nikita Kyriakis recuerda que en esos días Diana Laura le muestra una nota manuscrita donde se lee algo parecido a: “¿Qué chingados le pasa a Salinas? Ya sé, está de acuerdo con Camacho”. Colosio pregunta a Emilio Gamboa: “¿Qué le he hecho yo al señor presidente”. A su amigo Rafael Reséndiz, entonces vicepresidente de Televisa, le pregunta también: “¿Por qué me hace esto el presidente Salinas?”. El ánimo de Colosio desfallece en este tramo del laberinto. Su amiga Diana Fartuk lo visita de nuevo en sus oficinas de Aniceto Ortega. Lo encuentra abatido, triste, atontado. Colosio le dice: “¿Viste lo que me hizo mi mejor, amigo, Dalia, mi mejor amigo, el que me apoyó en toda mi carrera hasta ahorita en el puesto que estoy, mi mejor amigo?”. Colosio repite tres veces las palabras “mi mejor amigo” y se le salen las lágrimas. Una fecha de respiro es el 4 de marzo. Ese día se abre el registro oficial para candidatos a la presidencia. Sin incidente ni contratiempo alguno Colosio se presenta en el Instituto Federal Electoral y tramita su registro. Hay alivio en el laberinto. Diana Laura sube con Colosio a su camioneta Blazer y dice: “Ahora sí, háganle como quieran: ya está registrado”.

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Colosio se dispone a tomar nuevo impulso. A principios de marzo, ha pedido a Córdoba que lleve al presidente la petición de algunos enroques: quiere que su coordinador de campaña, Zedillo, vaya al Banco de México. Que su aliado Enrique Jackson vaya a la regencia del Distrito Federal en lugar de Manuel Aguilera. Que nombren a una gente suya en la Secretaría de Reforma Agraria. Salinas desestima la sugerencia, no quiere hacer esos cambios en su gabinete ni interferir en el Banco de México, cuya autonomía será decretada en abril. El mensaje de regreso es que Colosio se ocupe de los puestos de su campaña, Salinas se ocupará de los de su gobierno. Colosio siente llegada la hora de tomar distancia del presidente. Se lo piden a coro sus próximos. Decide que lo hará en un discurso previsto para el 6 de marzo. El discurso se cocina largamente. Hay grupos de enfoque y estudios de opinión. Se definen conceptos rectores, frases clave, ritornelos para la prensa y la memoria. Se piden redacciones a los escritores Ricardo Garibay, Marco Antonio Montes de Oca, Jorge Hernández Campos, y al historiador Enrique Krauze. El resultado final debe ser una buena mezcla de mensajes de continuidad y cambio, reconocimientos y críticas al gobierno en funciones. Colosio carga las tintas hacia el cambio. Subraya que es hora de reformar el poder, de tener un presidente que no pueda hacer más que lo que las leyes le permiten. Es hora de terminar con el influyentismo, la corrupción y la impunidad. Hora de aceptar que no se le cumplió a las comunidades indígenas. Hora de la competencia electoral: su triunfo no deberá nada al gobierno sino a su propio esfuerzo. “Nuestras elecciones no tendrán vergüenzas que ocultar” [como las de Salinas]. Entrada la noche, Colosio saca del discurso los párrafos de elogio a Salinas.

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Así lo requiere el momento político, dice a Samuel Palma. Se lo explicará después al presidente. El discurso llega a Los Pinos pasada la medianoche. De Los Pinos no regresan comentarios esa noche ni al día siguiente. Una vez dicho el discurso, la prensa repara en los párrafos críticos: Colosio se deslinda de Salinas, critica los excesos del presidente, el influyentismo, la corrupción, la impunidad del gobierno de Salinas. Por la tarde Colosio dice a su amigo, el periodista Federico Arreola, que Salinas no lo ha llamado para felicitarlo y que esto le preocupa. Instruye a su jefe de prensa: “Ramiro: hay que ver cómo le hacemos porque quedó la percepción de que hubo molestia por el discurso pronunciado el día de ayer”. El martes 8 de marzo Colosio acude a la sobremesa de un llamado Grupo de los 10, en casa de Carlos Hank González, practicante y autor del imbatible aforismo: “Político pobre, pobre político”. A la comida asiste Raúl Salinas, el hermano del presidente. Colosio comparte con los asistentes su preocupación por que el discurso del 6 de marzo pueda malinterpretarse. Dice: “Yo amo a Salinas”. El conflicto de Chiapas se estabiliza. El 15 de enero el gobierno emite una ley de amnistía para los alzados. El 16 empiezan las pláticas en la catedral de San Cristóbal. El 27 de enero los candidatos presidenciales firman un acuerdo para la negociación, la justicia y la paz en Chiapas. En febrero, el gobierno y los partidos políticos empiezan a negociar una nueva ley que quitará de las manos del gobierno el manejo de las elecciones. Chiapas sigue siendo el centro de la atención de los medios, pero las campañas recobran visibilidad. 96

Las encuestas de esos días dicen que el escenario probable de votos para los candidatos es Colosio 54, Cárdenas 21, Fernández de Cevallos 17. En el entorno de Salinas crecen los comentarios contra el protagonismo y la ambigüedad de Camacho en Chiapas. Camacho resiente la batida. La lee en columnas políticas de diarios que sabe cercanos a Los Pinos. El 10 de marzo anuncia una conferencia de prensa para el día siguiente. Advierte a Salinas que va a denunciar intereses, grupos y personas que obstruyen sus trabajos por la paz. Salinas le dice que no puede hacer acusaciones sin sustento. Lo que debe hacer es abandonar sus ambigüedades. Camacho insiste en que hará sus denuncias. Salinas advierte que debe moderar sus declaraciones. Por primera vez le pone un ultimátum: “Aceptas o dejas de ser comisionado para la paz”. Camacho no da los nombres que quería dar en su conferencia de prensa, pero tampoco despeja sus ambigüedades. Dice que no va a dejar “de ejercer en plenitud” sus derechos ciudadanos ni a “cancelar mi vida en la política y lo que en la política represento”. El New York Times del 12 de marzo recoge el sentido y magnifica el alcance de sus declaraciones: Plantea Camacho Solís su posible renuncia al PRI para lanzarse como candidato independiente.

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El juego de Camacho llega lejos. Colosio recibe el 13 de marzo al embajador mexicano en Washington, Jorge Montaño, quien le dice que en una conversación con el vicepresidente Al Gore éste le comentó que a su juicio en México hay unas elecciones primarias dentro del PRI, como las que hay en Estados Unidos dentro de cada partido. Montaño refiere la anécdota a Salinas quien se muestra enormemente sorprendido y preocupado por el hecho. Pregunta a Montaño cómo pueden disiparse tales ideas de la cabeza de nuestros vecinos. Montaño responde que sólo puede disiparla una declaración inequívoca de Camacho en el sentido de que no pretende ser candidato del PRI. Si en algo no varía la posición de Salinas durante todo este conflicto es en su certidumbre de que Camacho responde mejor al buen trato que al zarandeo: es mejor tenerlo cerca, dentro del gobierno, que lejos engrosando la oposición. Salinas ha tratado siempre con cautela las opciones rupturistas de Camacho. Camacho ha entendido y manejado con ojo de relojero ese temor. Una recomendación persistente de Salinas a Colosio es que no deje suelto a Camacho, que se acerque a él. Colosio se acerca a Camacho luego de su discurso del 6 de marzo. 98

Lo hace a través de un amigo común, el delegado de Azcapotzalco, Luis Martínez, un político oaxaqueño de maneras suaves y amplias relaciones políticas. Martínez ofrece a Camacho una cena con Colosio, que Camacho acepta. Luego de cruzar agendas, Martínez pacta la cena el 16 de marzo en su casa, un departamento que mira al bosque en la colonia San Miguel Chapultepec. El ánimo de Colosio es propicio. Algo parece haber cambiado en él respecto de Camacho. El día anterior lo han abucheado en el Tec de Monterrey por defender a Camacho. Se ha quejado ese mismo día con Córdoba diciendo que el presidente debe contener a Camacho o soltarle las manos a él para arreglar el asunto. Pero por la mañana del día siguiente, el 16, durante un desayuno con políticos y periodistas, dice que el problema entre Camacho y él viene de otra parte, y señala con el pulgar hacia arriba. Está siendo víctima, completa, de las “perversidades del sistema”. Por la noche, en casa de Luis Martínez, Colosio abre la cena con Camacho diciendo que lamenta los ataques que gente de su equipo ha enderezado contra gente de Camacho. Camacho dice que están por firmarse los acuerdos de paz en Chiapas, y que Colosio debe firmarlos pues quien sea el ganador en las elecciones que vienen deberá honrar esos acuerdos durante su gobierno. Colosio recibe con una sonrisa la duda de Camacho sobre quién ganará las elecciones. Luego va al grano. Pregunta a Camacho si quiere ser senador por la ciudad. Oye largamente a Camacho decirle que no. Le ofrece entonces hacerlo secretario de Gobernación en su gobierno. Camacho dice que no está buscando cargos políticos. “¿Entonces, si no quieres cargos, Manuel, qué quieres?”, pregunta Colosio. Camacho responde que quiere terminar bien la negociación de Chiapas. 99

Colosio le propone una alianza estratégica para hacer posible la transición a la democracia luego de esa negociación. Camacho dice que urge una convergencia en el centro democrático. Colosio está de acuerdo en esto y en incorporar a la alianza, y a su gobierno, a los cuadros de Camacho. El horizonte de una alianza política con inclusión de su gente y con él como uno de los polos, complace a Camacho. La cena termina a la medianoche. Luis Martínez acompaña a Colosio a su coche. De regreso a su departamento, encuentra a un Camacho eufórico que le resume la conversación. Le anuncia que ha ofrecido a Colosio hacer una declaración el 22 de marzo, despejando las dudas que quedan entre ellos. Colosio le resume la cena a Salinas con estas palabras: “Ya ve cómo es Manuel: me dediqué a escuchar”. No dice nada de la declaración que Camacho le ofrece para el día 22. Quizá porque no cree que Camacho la hará. Quizá porque ha tomado en sus manos el asunto Camacho y no quiere compartirlo de más con Salinas. El 19 de marzo Colosio recibe un memorándum del coordinador de su campaña, Ernesto Zedillo. Dice, con ostensible urgencia, que deben corregirlo todo. En particular, deben establecer “clara y precisamente una alianza política con el Señor Presidente”. Escribe Zedillo: “Debes ofrecer toda tu lealtad y apoyo para que él concluya con gran dignidad su mandato”. “No debes pedirle más que su confianza en tu lealtad y capacidad, externarle tu convicción de que él ya cumplió con la parte más importante de la sucesión y que ahora tú harás la que a ti te corresponde”.

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“Como parte de la estrategia de campaña se requiere un candidato que la gente sepa que no será manipulado por el Presidente Salinas, pero que goza de su confianza y aprecio, y para eso es necesario que haya un acuerdo explícito sobre cómo se producirá esa percepción en la opinión pública”. “Cada vez que haya que señalar tareas pendientes y deficiencias del gobierno, mediará notificación previa y se será receptivo a observaciones sobre la forma de decirlo”. Ésta, dice el coordinador de la campaña, “es una recomendación elemental, yo diría de libro de texto, de estrategia política”. Ese mismo día, al regreso de un acto en la CTM, el secretario de Comunicaciones, Emilio Gamboa, vuelve a decirle al presidente que las actitudes de Camacho están dañando a Colosio. El presidente le responde: “Dile a Luis Donaldo Colosio que se haga cargo de su equipo y del partido y que yo me haré cargo de Camacho”. Las cosas parecen ir tan mal como siempre dentro del laberinto y aún peor. Todo parece precipitarse hacia una nueva crisis. Pero no se precipita. El 22 de marzo Camacho cita a una conferencia de prensa en la que dice, por fin: Quiero ser presidente de la República, pero no a cualquier costo. Entre buscar una candidatura a la presidencia de la República y la contribución que pueda hacer al proceso de paz en Chiapas, escojo la paz. Todo el mundo entiende que declina la fantasmagórica candidatura. No hay testimonio publicado de que Salinas haya forzado este deslinde final de Camacho. Camacho dice haberlo decidido solo, luego de sopesar la apertura de Colosio hacia él. Colosio no se ha dejado envenenar en su contra y le ha ofrecido una “relación respetuosa en lo personal y digna en lo político”. 101

Colosio ha ejercido bien con Camacho la fórmula de Salinas: “Para que Camacho esté bien, a Camacho hay que tratarlo bien”. Eso parece haber hecho Colosio con Camacho durante su cena en casa de Luis Martínez. Eso parece devolverle Camacho con su declaración del 22 de marzo. Hay también la versión de que Salinas habla con Camacho un día antes de la declaración del 22 de marzo y le exige una definición sobre la candidatura. “Si no te deslindas”, habría dicho Salinas, “yo salgo a la prensa y digo que tienes un doble juego”. Cuando Camacho declara, Colosio está en Culiacán, al principio de una gira por el noroeste de la República. Colosio apenas puede ocultar su euforia. En su salida a la prensa hace un elogio ditirámbico de Camacho: “La declaración pública de Manuel confirma su entrega absoluta a las tareas de conciliación y pacificación que le fueron encomendadas por el presidente Salinas. [El comisionado] podrá llevar a cabo una conclusión exitosa que será reconocida ampliamente por los mexicanos que vemos en la unidad nacional y en la paz, la vía del progreso para la nación”. Colosio habla dos veces ese día con Salinas. Recibe buenas noticias. El secretario de Gobernación ha terminado los acuerdos para una reforma política que garantice una elección ordenada. Los mercados financieros han respondido favorablemente al anuncio de Camacho. Al regreso de su gira por el noroeste, el presidente espera a Colosio con dos botellas de vino para hablar largo y revisar sus pendientes. Entre otros, el tema de los cambios del equipo de campaña que Colosio quiere plantear desde hace unas semanas y que suponen cambios en el gobierno de Salinas. 102

Colosio llega a Tijuana el día siguiente, 23 de marzo, al cuarto para las cuatro de la tarde, en un avión del Partido Revolucionario Institucional. Hay unas dos mil personas en el aeropuerto. Al verlo aparecer, corren hacia él como hacia un cantante de moda. Colosio sube al techo de la Blazer y saluda a la muchedumbre. Los miembros de su escolta lo apartan medio metro del entusiasmo de la gente, abren la puerta del vehículo y rescatan al candidato de su popularidad desordenada. La Blazer de Colosio deja el aeropuerto entre rechinidos de llantas. Levantando polvo, enfila hacia el este siguiendo la modesta alambrada que marca en esa zona la línea fronteriza de México y Estados Unidos. Atrás se alinean los 40 vehículos de la comitiva, rebasándose, obstruyéndose, disputando los lugares en la caravana. Antes de llegar a Tijuana, la Blazer de Colosio gira a la derecha y baja a las hondonadas de Lomas Taurinas. La gente ha construido ahí una ciudad perdida, rebosante de ilegalidad y caos urbano, sueños y agravios populares. Al llegar al puente que separa Lomas Taurinas del mundo, Colosio baja de la Blazer, se adelanta a su escolta del Estado Mayor presidencial y entre empujones, como en toda su campaña, obsesionado porque no lo secuestre su equipo de seguridad, camina por el puente de madera podrida, se detiene a la mitad, saluda a todas partes y entra en Lomas Taurinas. Es un hombre radiante, cientos de manos se tienden a su paso. Baja 75 metros de una cuesta y llega al presidium del mitin, que él llama “asamblea popular”. Una banda toca cumbias. Todo es calor, entrega, comunión, salvo en la manta de un puñado de jóvenes que dice: Ojo: Camacho y el subcomandante Marcos te vigilan.

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Termina el mitin. Son las cinco de la tarde. Colosio baja del presídium y camina rodeado de su escolta, apretado por la muchedumbre. En un punto donde la marea humana casi ha detenido su marcha, una pistola asoma entre la valla junto a su cabeza. Hay dos estruendos suaves, apagados por la música y el rumor de la muchedumbre. Colosio se desploma sangrando. Salen a relucir pistolas en las manos de su escolta. La gente que está cerca se desbanda gritando. Un militar llamado Cantú ha visto disparar al homicida: es un joven lampiño, en jeans y camisa negra. Se echa sobre él y lo oprime con su peso hasta desarmarlo. La gente patea y golpea al muchacho.

Con el cuerpo sangrante de Colosio en los brazos, su escolta pide espacio para avanzar hacia la camioneta Blazer, distante unos 60 metros del lugar del disparo. Tardan cinco minutos en recorrer ese tramo. A tumbos suben el cuerpo del candidato a la camioneta. Al salir de Lomas Taurinas lo pasan a una ambulancia. Colosio llega al Hospital General de Tijuana a las cinco y 17 minutos de la tarde, hora del Pacífico. En Lomas Taurinas los guardias forcejean con el joven agresor y con la gente que quiere lincharlo. “Mátenlo”, gritan unos, otros lloran, otros tiran piedras. 104

El coronel Reynaldos del Pozo del Estado Mayor, asume la custodia del detenido. Seguido e insultado por la gente se abre paso hasta una camioneta de la escolta y sube al agresor al asiento de atrás, flanqueado por dos de sus hombres. En ese momento aparecen patrullas y motociclistas de la policía municipal de Tijuana. Azuzados por la gente, rodean la camioneta y encañonan a Del Pozo, al detenido y a sus custodios.

“Quítenselos”, grita la gente. Del Pozo se identifica, los recién llegados se allanan a sus instrucciones y le sirven de escolta para salir del lugar. Cuando los policías y Del Pozo arrancan, la turba los trata como cómplices: apedrea la camioneta que parte con el detenido, las patrullas que lo siguen, las motos que les abren paso. Los médicos del Hospital General encuentran dos disparos en el cuerpo de Colosio. Uno en el vientre, otro en la cabeza. El primer parte médico reporta al paciente delicado de salud. A las seis y cuarto solicitan para él sangre tipo A negativo. A las siete y media llega un helicóptero de la firma Life Flight que da servicio a los hospitales Palomar Medical Center, Scripps Memorial y Mercy Hospital de la ciudad de San Diego, sólo unos kilómetros al norte de Tijuana. La dirección del Hospital General de Tijuana anuncia que Colosio será trasladado a San Diego para ser intervenido. Su esposa Diana Laura Riojas se opone. Nadie discute su decisión. 105

Colosio muere al cuarto para las ocho de la noche, tiempo del Pacífico, cuarto para las seis de la tarde, tiempo de México. Ha sufrido dos lesiones por proyectil de arma de fuego. Una en el cráneo, con orificio de entrada en la región temporal derecha y orificio de salida a nivel parietal izquierdo. Otra en el abdomen, con orificio de entrada a nivel subcostal izquierdo y orificio de salida a nivel subcostal derecho. Durante el traslado de Colosio al Hospital General de Tijuana se han hecho maniobras de resucitación. Ha pasado directamente al quirófano donde se le ha realizado una laparotomía exploratoria. Se descubre que la bala en el abdomen no ha lesionado órganos fundamentales. Simultáneamente, se realiza una craniectomía descompresiva que muestra una fractura en el parietal derecho. Al mismo tiempo, se drenan los hematomas parenquimatosos de la herida. Durante el procedimiento, Colosio presenta un agudo deterioro hemodinámico y sufre el paro cardiorrespiratorio que termina con su vida. Mario Aburto Martínez, de 24 años, capturado en el lugar de los hechos, rinde a esas horas sus declaraciones en la delegación estatal de la Procuraduría General de la República de la ciudad de Tijuana. Nota del autor: Secuencias, ambiente, escenas y diálogos de este relato están amplia y minuciosamente contenidos en el tomo IV del Informe de la investigación del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio (Procuraduría General de la República-Quimera Editores, México, 2000), publicado por el último fiscal del caso, Luis Raúl González Pérez. Con los materiales de este Informe ensayé una novela sin ficción: La tragedia de Colosio (Alfaguara, 2004 y Planeta, 2013).

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La crónica recoge invaluables detalles contenidos en los libros de Carlos Salinas: México Un paso difícil a la modernidad, Plaza & Janés Editores, 2000, pp.809-897, y Jorge Castañeda: La herencia, Alfaguara, 1999, pp. 459-523. El relato de Colosio en Lomas Taurinas y en el hospital de Tijuana es una versión mía sobre la excelente nota de José Ureña publicada en La Jornada el 24 de marzo de 1994. He echado mano también de mis propios recuerdos y conversaciones con autores y testigos de los hechos. Héctor Aguilar Camín Escritor y periodista. Es autor de La tragedia de Colosio.

1Según

la Constitución de la República mexicana, el candidato presidencial de cualquier partido político tiene que separarse de todo cargo en el gobierno seis meses antes de las elecciones. Mientras Manuel Camacho tuviera un empleo en el gobierno, no era elegible para ser candidato. Si dejaba de ser empleado gubernamental, como con el cargo honorario de comisionado de la paz en Chiapas, volvía a ser elegible para ser candidato presidencial. De ahí la importancia del carácter honorario de su nombramiento y las especulaciones que desató. 2014 Marzo, Expediente.

Luis Donaldo Colosio Riojas, un joven admirable con los mismos ideales y sueños de su recordado padre…(Foto compartida por Mai Alpha FB).

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EL LLANTO DE UN MEXICANO Luis Donaldo Colosio Riojas

EL LLANTO DE UN MEXICANO Por Luis Donaldo Colosio Riojas Me preocupa. Me preocupa que veo a un país olvidado por sus líderes, quienes se concentran en sacar adelante sus carreras y a sus partidos antes que a su gente. Me preocupa ver un abismo de desigualdad y diferencia, permeado todo por la infame indiferencia de quienes tienen la responsabilidad de honrar la confianza de su gente. Me preocupa ver que en el Congreso imperan el caos y la desunión, que los ‘triunfos’ de mis diputados sean ver quién difama más al otro o quién silencia con más fuerza. Que exista un aura de trabajos inconclusos y que los pocos que se dedican al trabajo son sopesados por quienes se dedican al ultraje. Me preocupa ver más respeto en las tribunas de un clásico de futbol mexicano que en los escaños y curules legislativos (¿qué se puede esperar de la raza?) Funcionarios públicos ausentes o sumisos (NISI) (Ni trabajan, pero SI cobran) y fuerzas policiales abandonadas o corrompidas es el maltrato que nos dejan nuestros gobernantes. Benditas aspiraciones de nuestros jóvenes con tanta materia prima corroída. 108

No es sorpresa que ‘ni estudien, ni trabajen’ si el sistema educativo es cada vez menos adecuado y continúa decayendo gracias a quienes se supone deberían levantarlo. El empleo y las oportunidades son virtualmente inexistentes y nuestra economía es tratada con la lujuria de unos cuantos. Me preocupa mi tierra, sangrando a borbollones, con sangre nacional y extranjera, de quienes depositaron su confianza en unos cuantos. Me preocupa que ‘esos cuantos’ tampoco sean eficaces porque ‘algunos muchos’ se empeñan en que fallen con tal de alzarse el cuello y alardear un ‘se los dije’. La desigualdad de ideas nunca ha sido crimen, pero el callarlas y asesinarlas es nuestro nuevo movimiento nacional. Miles de millones de pesos, de nuestro dinero, de nuestros impuestos, se reparten a ‘unos cuantos’ para hacer bien ‘muchos nadas’, mientras tanto, nuestros niños tienen hambre, tienen sed y tienen miedo. Miedo, no de una inseguridad que crece sin medida, sino de lo que seguramente terminarán siendo: seres olvidados y marginados por su patria y a quienes luego se les reclame de ‘holgazanes’. Se les castigará por ineficientes y por no saber aprovechar las infinitas oportunidades inexistentes que tuvieron. Nuestros niños, ¿pero qué demonios les hicimos? Me preocupan todos y cada uno de los miembros de mi familia, más de 112 millones de ellos, que miran al futuro sin un rumbo certero, ese rumbo que nuestros predecesores se negaron rotundamente a asegurar y que ahora miran con desconcierto alegando que ‘no es su culpa’. Y la pelea continúa; y las divisiones incrementan; y las diferencias se exaltan; y nuestros niños, mientras tanto, sufren. ¿Pero qué te pasa, México? ¿En qué momento se volvió rutina suicidarte? Me preocupa mi gente, que prefiere esconderse frente a una pantalla de televisión que detrás de un libro, o mejor aún, de un oficio. Me preocupa que la política de desarrollo colectivo nacional en estos momentos pareciera que se llama ‘resignación’, pareciera que se llama ‘derrota’ (dificil pelear contra las diversas mafias que se apoderan de los puestos publicos para saquear el pais). Me niego rotunda y enfáticamente a quedarme dormido, a darme por vencido. Así me tachen de por vida de demente o inadaptado. Qué ilusos somos todos al pensar que México necesita héroes, si lo único que le hace falta es la atención de sus ciudadanos, o mejor quizá, unos cuantos más de estos. Este es el movimiento de la tercera insurrección mexicana, cuyo campo de batalla se libra en nuestros propios corazones, donde las únicas armas que encontremos y utilicemos deberán ser la paz, el trabajo y la Patria: suficientes muertes ha soportado lo sagrado de este suelo, y la tierra que se tiñe de rojo con la sangre de mi sangre es testigo de mi entrega. La batalla se gana en el corazón de nuestra gente, al denunciar nuestras propias faltas al país… y a nuestra estampa. El autor de esta nota es hijo de Luis Donaldo Colosio y Ana Laura Riojas. 109

Es fundador del despacho Basave, Colosio, Sánchez Abogados y catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Gracias a Mai Alpha por compartir la foto y el escrito de Luis Donaldo, el hijo de una gran figura política mexicana que recordamos y seguimos admirando por su valentia y deseos de luchar por un México unido, con un gobierno del pueblo y para el pueblo. Talvés su vida fue truncada por una bala criminal, un complot para evitar que llevara a cabo sus ideales, pero su sueño sigue vivo en los corazones y esperanzas de muchos mexicanos. Ahora podemos ver y admirar a su hijo, quien lleva su mismo nombre y por su manera de expresarse, podemos ver que sigue los pasos de su padre anhelando un futuro mejor para su país. Podemos palpar aquel niño, a quien le arrebataron a su padre, pero no le quitaron los ideales y sueños que ahora por meritos propios, comienzan a pintar el horizonte del cielo de nuestro querido México. Las puertas de nuestra revista www.elnoticoto.com siempre están abiertas para los hombres y mujeres que luchan por un mañana mejor. Para compartir sus pensamientos, ideas y escritos pueden escribirme a [email protected] COPIA Y ENVIA esta nota a TODOS TUS AMIGOS, pegalo en tu FACEBOOK, TWITTER, y redes sociales que pertenezcas, que llegue a cada MEXICANO de BUENA FE y que siente AMOR por MÉXICO. Los invito a ver la película Colosio: El asesinato, del director mexicano Carlos Bolado, es una historia de ficción que recrea hechos posteriores al atentado en contra del candidato del PRI a la Presidencia de la República en 1994. Se estrenará en cines este junio primero y estamos seguros que creará controversia, confirmará quizás presuntas versiones y dejará, o aclarará dudas en torno a este lamentable hecho ocurrido hace 18 años, que truncó el sueño de un gran hombre y un país entero…

COLOSIO - RED UNO Juan Ramón Jiménez de León Martes 29 de Marzo de 2011 11:17 prensa

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El brutal asesinato de Luis Donaldo Colosio, aquella tarde de Lomas Taurinas de Tijuana ha dejado grandes heridas en el México actual, la clase política y empresarial, toda ella, está involucrada en estos hechos que cortaron de raíz, la esperanza de un cambio generacional y moderno hacia otras etapas de avance, con el tiempo hemos llegado a varias conclusiones, a lo mejor equivocadas, de los autores, de los procesos de un país en vías de estar narcotizado, y de conspiraciones de diferente sesgo, sin embargo, el último libro leído, La Historia de un Líder Moderno, de Marcos Rascón, y con el sello editorial de Grijalbo, libro prohibido por esa clase política, nos permite avizorar, un involucramiento directo de la CIA de los Bush, pero antes veamos estos párrafos ilustrativos de lo que sucedió casi inmediatamente después, el affaire Salinas y Suiza……. Revela Suiza la red de complicidades de RSG (Raúl Salinas de Gortari) Miguel Badillo El Universal Sábado 28 de julio de 2001 Primera plana, página 1 Exhibe el juez suizo Perraudin operaciones que el hermano del ex presidente usó para ocultar y transferir recursos de origen ilícito; Hank Rhon y Salinas Pliego, implicados El juez suizo Paul Perraudin reveló un mapa de la red de operaciones financieras desarrollada por Raúl Salinas para transferir recursos de procedencia ilícita, presuntamente provenientes del narcotráfico, corrupción y desvío de fondos públicos, delito en el que también estaría involucrado el ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Además se implica a otros empresarios como Carlos Peralta, Adrián Sada, Carlos Hank Rhon, Ricardo Salinas Pliego y Alfredo Díaz Ordaz, entre otros. Los envíos de fondos se hicieron de bancos mexicanos a instituciones de Nueva York, Londres, Suiza, Alemania y paraísos fiscales del Caribe, donde participaron su esposa Paulina Castañón y su hermano Enrique, entre otros familiares. El documento señala algunos de los alias y prestanombres que utilizó Raúl Salinas para "lavar" el dinero supuestamente ilícito: Juan José González Cadena, Jesús Torres y Juan Manuel Gómez Gutiérrez. En el expediente del juez suizo se indica a José Arsenio Farell Campa, hijo del ex secretario de Contraloría en el gobierno zedillista, Arsenio Farell Cubillas, como uno de los principales operarios de la red financiera y de "lavado" en beneficio del llamado "hermano incómodo". Cuentas de algunas de sus empresas habrían recibido fondos de Raúl. Un engranaje mundial, la ruta de los fondos ilícitos El juez suizo Paul Perraudin elaboró un mapa de la intrincada red de operaciones financieras internacionales desarrollada por Raúl Salinas de Gortari para ocultar y transferir recursos de procedencia ilícita, presuntamente de delitos como narcotráfico, corrupción (comisiones de 10 por ciento en contratos de obras y servicios, como el escandaloso caso de IBM y los radares que se iban a instalar en la Sierra Madre Oriental de Coahuila) y desvío de fondos públicos. En este último delito estaría involucrado el ex presidente Carlos Salinas. De acuerdo con los documentos firmados por el juez Perraudin y que contienen el sello del Juzgado del Cantón de Ginebra y la firma también del comisionado administrativo Patrick Muller, en este engranaje de operaciones financieras planeadas por Raúl Salinas aparecen implicados los empresarios Carlos Peralta, Adrián Sada González, Carlos Hank Rhon, Ricardo Salinas Pliego, José Arsenio Farell Campa, Alfredo Díaz Ordaz, Diego Ormedilla, Ricardo Gómez y el abogado José Luis del Valle Gurría. En las transferencias de fondos de bancos mexicanos a instituciones financieras de Nueva York, Suiza, Londres, Alemania y paraísos fiscales del Caribe también aparecen involucrados familiares de Raúl Salinas como su esposa Paulina Castañón, su hermano Enrique Salinas de Gortari y Adriana Salinas de Yáñez, Adriana Lagarde de Salinas (ex esposa de Enrique Salinas), Carlos Íñigo de Gortari, la administradora de la editorial Azabache, propiedad de Adriana Salinas, María Luisa Sabau, y Margarita Nava Sánchez, amante de Raúl.

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En la red financiera aparecen algunos de los alias y prestanombres que utilizó el hermano del ex presidente mexicano para "lavar" el dinero supuestamente ilícito: Juan José González Cadena, Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, Juan Manuel Gómez Gutiérrez, Rolando Gutiérrez García, Jesús Torres y Jesús Tostados Casillas. Operaciones relevantes Entre las principales operaciones con el mayor flujo de recursos aparece la cuenta número 1890849-2 de Banca Cremi México (cuyo director era Carlos Cabal Peniche, tabasqueño), a nombre de Rolando Gutiérrez García, alias de Raúl Salinas, adonde se hicieron depósitos entre el 1 de junio de 1993 y el 24 de enero de 1994 hasta por 214 millones 853 mil 43.18 dólares. De esa cuenta bancaria se giraron nueve cheques firmados por Rolando Gutiérrez García por un monto total por 155 millones 49 mil 800 pesos, para ser depositados en Banca Cremi México, a la cuenta número 05010011018 de la sucursal San Ángel, en la cual no aparece el titular. Para seguir con la triangulación del dinero, de esa cuenta de Banca Cremi se realizaron 11 transferencias por 155.5 millones de pesos a la cuenta número 10991186 del Citibank México, en donde el titular es otro alias de Raúl, Juan Guillermo Gómez Gutiérrez. Otra cuenta es la número 727.1182 de Mercantil Probursa México (que dirigía Antonio Madariaga Lomelí, hoy alto ejecutivo del Consejo de Administración de BBVA-Bancomer), en donde el titular es Raúl Salinas y registra depósitos hasta el 16 de abril de 1993 por 87 millones 292 mil 868.59 dólares. Otra cuenta bancaria relevante es la de Bancomer México a nombre también de Raúl Salinas de Gortari, con número 5096675-5 y depósitos por 10 millones 51 mil 873.69 dólares hasta el 2 de enero de 1990. Una cuenta más que manejó 11 millones 148 mil 216.20 dólares es la que corresponde a uno de los alias de Raúl Salinas, Juan José González Cadena, con número 80187-205 de Banco Mexicano Somex. La fecha que tenía esta cuenta es 30 de septiembre de 1994.

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Salinas, presidente estaba a punto de dejar su mandato con la estela de muerte, La Guerra de Chiapas desatada contra la firma del TLC o NAFTA, que se visualizó entonces como la entrega del país, lo cual con el tiempo ha resultado cierto, el EZLN y la Teología de la Liberación, no solo fueron perseguidos y demonizados, sino la Iglesia de Juan Pablo II, también los persiguió, Colosio, Ruiz Massieu, Obispo Posadas y estaba a punto de desencadenarse la crisis monetaria y financiera del “error” de diciembre de 1994, en donde chocan brutalmente, Salinas y Zedillo, “error” que nos costó la quiebra del país, 100,000 MDD que se “fugaron” de capitales golondrinos, la posterior entrega de la factura petrolera al Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la usura bancaria más brutal de los tiempos modernos, que dejaron millones de familias totalmente expoliadas y aterrorizadas por los Banksters, la entrega de las finanzas públicas a los Macrosicarios de Goldman Sachs-Citibank, la desaparición de la Isla Bermeja, para favorecer a los intereses petroleros texanos alrededor de los Bushes y finalmente, la entrega del poder político del PRI al PAN, maniobras atribuibles a Bill (Vil) Clinton y Robert Rubin. Y empezaba de esa forma, la entrega de México a la Operación Irán-Contras con sede en Tampico, subían al poder la peor kakistocracia (gobierno de los peores) de los tiempos actuales. Solo un país con una sociedad pasiva, miedosa, convenenciera y altamente corrupta puede permitirse el lujo de tener esta ignominia "empresarial", todas las riquezas vienen de sus "negocios" con la clase política cleptocrática, México se acerca rápidamente a la debacle, no hay interés en controlar la avaricia de esta clase Forbiana, Carlos Salinas es el arquitecto de esta demoníaca y brutal acumulación de la riqueza, con la llamada RED UNO que se originó en la mansión de Antonio Ortiz Mena, sita en 3 picos #10, Lomas, el 23 de Febrero de 1993, donde el Gran Estabilizador de la Economía, Antonio Ortiz Mena, exsecretario de Hacienda, impulsor de los Legionarios de Cristo y de la Universidad Anáhuac, convocó a los 25 más ricos y poderosos del país para que aportaran 30 millones de dólares (750 MDD en total) para la campaña de Colosio, "administrados" por Salinas, solo Ángel Losada se negó a aportar esos recursos, por lo que el Tigre Azcárraga dobló su aportación, el chismoso de ese evento fue Antonio Madariaga Lomeli, hoy gran accionista de BBVA-Bancomer (por cierto comprado con un bono japonés robado por la Yakuza al Gobierno nipón, asunto denunciado por el famoso juez español Baltasar Garzón, pero en México, España y Puerto Rico que se prestaron para el lavado de dinero, se hicieron los omisos), ese asunto lo publica Luis Enrique Mercado, entonces Director del periódico El Economista, premiado con una diputación del PAN, 13 meses después esa RED UNO (dice Salinas en su libro autobiográfico) le da la espalda y se menciona al Profesor Carlos Hank González (a) Profesor Virgo como el encargado de pedirle la renuncia a Colosio (a) Acuario, la RED UNO que tomó esa decisión trascendente estaba en ese momento integrada por Antonio Ortiz Mena, el Tigre Azcárraga, Carlos Abedrop, Lorenzo Zambrano, Bernardo Garza Sada, Juan Sánchez Navarro, Claudio X González, Jerónimo Arango, Ángel Losada, Alejo Peralta, y Adrián Sada, no estuvieron presentes Carlos Slim ni Roberto Hernández, mediaron en la conspiración Raúl Salinas de Gortari y José María Córdoba Montoya, mencionado en el libro ya desaparecido, de Marco Rascón, (al momento pareja sentimental de Purificación Carpinteyro), Memorias de un Líder Moderno, de Grijalbo, pp. 352, Carlos Slim tenía 1 millón de dólares, en 1992 Carlos Salinas le regala Telmex, 20 años después tiene 75,000 MDD, el crecimiento global de su riqueza es de 885% anual, como contrapartida, la emigración mexicana a los Estados Unidos, en ese mismo periodo ha crecido 900% anual, es decir hay una relación inversa, a medida que se enriquece Slim, crece la emigración, además para

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ganar 20,000 MDD en un año (que lo permita el Imperio) se necesita tener "padrinos" muy poderosos, ¿quiénes son?, los Clinton, cada fin de año cena con esa pareja, técnicamente el EBITDA (flujo de efectivo) es un buen indicador para darse idea del "lavado" de dinero, ¿quiénes son sospechosos directos de ello?, dos personajes ligados con Tabasco, Ignacio Cobo, esposo de la exsenadora Georgina Trujillo que actualmente quiere ser Gobernadora, su padre ya fallecido, Mario Trujillo, es uno de los personajes bajo sospecha popular de ser uno de los grandes capos de la droga en el sureste, su hijo Mario Cobo Trujillo, es Director del Programa de Justicia¿? de Telmex y el otro es el Almirante Wilfrido Robledo Madrid, exjefe de la Policía Federal Ministerial de la PGR, y exJefe de la Policía del Estado de México, acusado de la represión de ATENCO, esta información de Reporte Índigo es más que suficiente para darse una idea de cómo este personaje se está adueñando de todo en el país...http://www.youtube.com/watch?v=Rk5RmnYhsYI, en cuanto a los Cobos vean esta nota aparecida en el popular Tabasco Hoy, dirigido por los Cantón Zetina… Los Cobo-Trujillo operadores del narco, crimen organizado y el fraude. http://www.tabascohoy.com.mx/noticia.php?id_nota=140920 http://www.tabascohoy.com.mx/noticia.php?id_nota=129796

En cuanto a la RED UNO veamos estos datos de la revista FORBES Estos son los billonarios de México según la lista de Forbes publicada en Marzo del 2011. Carlos Slim Helú, magnate mexicano propietario de las principales empresas mexicanas que cotizan en bolsa encabeza la lista mundial de billonarios. Su fortuna es de 74 mil millones de USD. Su fortuna se incrementó en 20.5 mil millones de dólares en un año.

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Germán Larrea Mota Velasco En la posición 39 del ranking de Forbes, y una fortuna de 16 mil millones de dólares. Es el director y propietario de uno de los principales grupos mineros del país: Grupo México. Su principal mina en México, Cananea, reiniciará producción en este año después de una huelga iniciada en el 2007. Tiene minas en Perú y ya recuperó el control de su mina de cobre en Estados Unidos, la cual estaba declarada en bancarrota por demandas ambientales. ¿Y Pasta de Conchos? ¿Este grupo será fachada de la CIA, de Carlyle, porque tiene el 40% de acciones de Union Pacific de Dick Cheney, si EU no deja que empresas extranjeras controlen áreas estratégicas como los FF.CC. que mueven alimentos, petrolíferos y minerales? Alberto Bailleres Ya en la posición 66 mundial y una fortuna de 11.9 mil millones de dólares. Empresario mexicano de 79 años. Su Industria Peñoles es una de las principales empresas mineras en México. Con uno de los yates más lujosos del mundo, Mayan Queen y con el segundo rancho más grande de Texas, Chaparrosa. Socio de ENRON. Ricardo Salinas Pliego y familia. Está en la posición 112 mundial, con una fortuna de 8,200 millones de dólares. Ha hecho su fortuna en TVAZTECA, ELEKTRA y IUSACEL. Quien prácticamente se robó Canal 13 de TV Publica ¿y el dinero que le prestó Raúl Salinas de Gortari, de donde salió, del salario de CONASUPO de Raúl? Jerónimo Arango. Fortuna de 4 mil millones de dólares y en la posición 268 de la lista de Forbes. Fue el cofundador de las tiendas Aurrera, y en 1991 se asoció con el imperio Wal-Mart. En 1997 la familia vendió la mayoría de sus acciones a Wal-Mart ¿serán también socios de los Clinton que se dice controlan una gran parte de acciones de esta empresa no1 del mundo? Daniel Servitje Montull y familia. El presidente ejecutivo de Grupo Bimbo, el mayor fabricante de pan en el mundo. Junto con su familia, Servitje Montull posee el 37% de Bimbo, fundada por su padre, Lorenzo Servitje (92 años) y otros tres socios en 1954. La fortuna de Daniel Servitje es de 3.5 mil millones de dólares y tiene la posición 310 a nivel mundial. ¿Esta empresa estará asociada con el Yunque y con los falangistas de España de Aznar, ya que le impusieron a Calderón al superagente Antonio Solá, especialista en Guerra Sucia? Emilio Azcárraga Jean. Ocupa la posición 512 en la lista de Forbes. Su fortuna, heredada, es de un monto de 2.3 mil millones de dólares. Es el principal accionista de Grupo Televisa. El tigre siempre se supo que estuvo bajo las órdenes de los nazis, en la famosa B grande de México y después se alineó con la CIA y el Mossad, la esposa de Jean es clásica sionista ¿Joaquín López Doriga con uno de los yates más lujosos de Acapulco es medio-hermano de Azcárraga Jean, como según lo mencionan en la joya del Pacifico, antes lugar de Frank Sinatra y Cía.?

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Roberto González Barrera En la posición 595 del ranking de Forbes, y una fortuna de 2 mil millones de dólares. Es un exitoso banquero mexicano, principal accionista de Grupo Financiero Banorte, y del imperio de la tortilla Grupo Maseca. Banorte también fue fundado por los nazis en Monterrey, Banorte nació como Banco Mercantil de Monterrey en 1899, los nazis lo infiltraron a través de Guido Alfred Moebius, quien desde el10 de julio de 1913 era el Vice-cónsul del Reino de Noruega asignado a Monterrey, y que cubría el Norte mexicano, Durango, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; esta institución está bajo sospecha de haber participado en la conspiración-con Robert Rubin- para asesinar a la agente encubierta del FINCEN de la Tesorería de los Estados Unidos, Lynn Amos, que investigaba el lavado de dinero entre este banco y el Laredo National Bank que tenía inversiones de Carlos Hank Rhon. Roberto Hernández Ramírez En la posición 993 del ranking de Forbes, y una fortuna de 1.2 mil millones de dólares. Es un exitoso banquero mexicano, quién en el año 2001 encabezó la mayor transacción corporativa realizada entre México y los Estados Unidos al integrarse Banacci al mayor grupo financiero del mundo, Citigroup. Roberto fue denunciado por el sitio de internet Narco News de estar lavando grandes cantidades de dinero de la droga colombiana. http://www.narconews.com/Issue56/articulo3433.html. Roberto Hernández además evadió pagar al fisco 3000MDD por la venta de Banamex a Citibank, con el apoyo de Vicente Fox y de Francisco Gil Díaz, Chicago Boy, entonces Secretario de Hacienda de México. Joaquín Guzmán Loera. El Chapo Guzmán, el hombre más buscado de México por sus actividades ilegales de narcotráfico dirigiendo al cartel de Sinaloa, sigue en la lista de millonarios de Forbes este año en la posición 1140. Fortuna de mil millones de dólares. Cuando se casó en Santiago Papasquiaro, Durango, llegaron unas doscientas aeronaves de lujos de todo Estados Unidos, con toda la tecnología de la DEA, el ISR, la CIA, etc, ¿no se dieron cuenta en sus radares de todas ellas convergían en un solo punto de la sierra Madre? con esto queda demostrado que México y EUA se hacen de la vista gorda, pues si actuaran como dicen hacerlo, hubiera sido el acto mediático más importante en la lucha contra el narcotráfico, solo México está poniendo los muertos, 40,000, sino que Obama fácilmente se hubiera reelegido en el 2012. Alfredo Harp Helú. También en la posición 1140, con 1000 millones de dólares. Hoy en día las mayores satisfacciones de Alfredo Harp están en sus cuatro hijos, sus nietos y los Diablos Rojos del México, por lo que su mayor deseo es dedicar el tiempo a su familia, al deporte y a la filantropía. Fue Socio de INBURSA y Banamex ACCIVAL, así como presidente del consejo de administración de la Bolsa Mexicana de Valores. Secuestrado, dicen que por Carlos Salinas, el banquero fue tan astuto que entregó dinero marcado que apareció en el Hipódromo de las Américas, con Justo Ceja, secretario particular de Carlos Salinas y "desaparecido". http://www.cs.uwaterloo.ca/~alopez-o/politics/Cambiopol.html , la crisis y los errores han pegado fuerte, y ya no aparecen en esta lista de Forbes Isaac Saba Raffoul,¿pero que tal ser dueños de Aeroméxico y prestanombres de Felipe Calderón?, Lorenzo Zambrano (principal accionista de CEMEX y socio de ENRON, ni María Asunción Aramburuzabala Larregui, dueña de Grupo Modelo y única mujer mexicana que ha estado en la lista, recién divorciada del Exembajador Antonio (a) Tony Garza, Secretario del entonces gobernador George Bush, cuando sucedieron los hechos de Colosio, Ruiz Massieu y Obispo Posadas (muy cercano al actual Papa

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Benedicto XVI), en donde todo parece apuntar a Enrique Fuentes León, socio de los Bush en la empresa petrolera Zapata, en el fraccionamiento de lujo de San Antonio, The Dominion Clusters, de donde posiblemente salieron las directrices para asesinar a Colosio.

Siguiendo el método americano de Follow The Money, el beneficiario del asesinato del sonorense, fue Ernesto Zedillo, su hermano Rodolfo vive cómodamente en dicho fraccionamiento sanantoniano, quién compró una casa que pagó en efectivo en octubre de 1994 justo cuando iniciaba convenios por 8 millones de dólares en negocios fundados por el cártel de Juárez. (Turín Court No.6, SAT 78257-1644). Sin embargo, el terreno con mayor extensión en El Dominion, fue comprado por Enrique Fuentes León, un fugitivo de la justicia mexicana por sobornar jueces en representación de un rico playboy de Acapulco, quién violó, torturó y mató a una niña de seis años de edad. Fuentes León se fugó a Chile y después a Argentina de donde se vino a Texas con una visa de inversionista. Y efectivamente invirtió. Fuentes León compró más de 100 acres en El Dominion a principios de los noventa y muy pronto adquirió más de seis millones de dólares en bienes raíces en San Antonio. (Fuente: Los Amigos Mexicanos de George Bush, investigación de Julie Reynolds, www.elandar.com). Podemos concluir que ese crimen de estado fue preparado en San Antonio, y el objetivo es el control del corredor aéreo por encima de la Sierra Madre Oriental, desarrollado en los años 70s por el Señor de Los Cielos, Amado Carrillo Fuentes, capo del Cartel de Juárez, según publicado en su libro autobiográfico, de Navolato Vengo, la Historia de la Droga en México, Jorge Bojorquez, Editorial Océano, muchos personajes actuales salen mencionados en ese libro hecho por la DEA o Inteligencia Militar mexicana, como Bitar Tafich y Jaime Said Camil Garza del grupo Torreón, Carlos Hank Rhon, del grupo Atlacomulco, Estado de México, de

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donde viene Enrique Peña Nieto, Eliseo Mendoza Berrueto, exgobernador de Coahuila, ligado al Jeque saudita Yamani, cuando fue subsecretario de Energía y Minas, Enrique Martínez y Martínez (EMM), asesor de Peña Nieto y exgobernador de Coahuila, Secretario de Agricultura con Peña Nieto y Embajador en Cuba, arquitecto del vuelo Saltillo-Buenos Aires-Washington, en donde se trasladó a la superespía, Myriam Delael Baer, impulsora del NAFTA, miembro destacado del CSIS, considerada la sede del llamado espionaje académico, se cuenta además que EMM era amante de Yeidckol Polenski (a) Citlali Ibáñez Camacho a quien se llevó a un viaje de amor y negocios a China Popular, y dicen también amante del popular AMLO, prima deManuel Camacho Solís, egresado de Princeton University, de donde también lo es Michelle Obama y Denise Dresser (para muchos la actual jefa del espionaje académico en México), y tutor de Marcelo Ebrard, posible candidato de la Alianza PAN-PRD. En fin, el corredor fronterizo con Texas de Ciudad Juárez, Torreón-SaltilloMonterrey-Tampico, está actualmente bañado de sangre y narcotráfico, lo cual lleva a una sospecha sobre el Pentágono Texano de EPIC-Fort Bliss, de El Paso y por ello Coahuila es geoestratégicamente frontera con Texas, por ahí pasan migrantes, leche en polvo para Lala y polvo en leche, ganado en pie que crece en Coahuila y luego se lleva a sacrificar al rastro de San Antonio, minerales estratégicos como el berilio producido por la Domincia, empresa de Antonio (a) Tony Madero Bracho, de la emblemática familia Madero de La Laguna y tutor de futuros macrosicarios mexicanos en la Harvard Business School, vehículos automotrices robados o sin pago de impuestos que se introducen ilegalmente a México, también ahí está el gigantesco rancho cinegético de Carlos Hank Rhon, socio del Sterling Bank de San Antonio, (posiblemente la conexión Coahuila-Edomex), están los grandes corporativos, probablemente fachada de la CIA, ligados a los Bushes, como GAN-AHMSA, Grupo México, CEMEX y Peñoles, la CFE de Piedras Negras, que se especula exporta grandes cantidades de electricidad a San Antonio vía la empresa paraestatal Texas Public Utilities, controlada por los intereses de ENRON, comandada por Alfredo Elías Ayub, ligado a Carlos Slim y a la UNAM, el Rector José Narro Robles, de Coahuila, lo acaba de poner como modelo de administrador público (¿?), los Moreira, Humberto y Rubén, son también parte de esta maquinaria infernal, que le ha costado a Coahuila y a México, sangre, sudor y lágrimas. Toda esta RED UNO de políticos y empresarios, están detrás del magnicidio de Lomas Taurinas, y el gran beneficiario de su asesinato, Goldman Sachs, tenedora de la deuda de México y la mimada imperial causante de las crisis de los subprime, de las deudas soberanas de Europa y de la actual guerra de divisas. Como punto de finalización está la pregunta de quién le llevó al General Domiro Garcia Reyes, encargado de la agenda de giras de Colosio a la escultural agente de inteligencia alemana Marcela Bodenstedt a Los Pinos, Marcela estaba involucrada sentimentalmente con Córdoba Montoya y además estaba en la nómina del abogado Enrique Fuentes León, socio de George Bush en el fraccionamiento The Dominion de San Antonio, Texas y aparentemente el que organizó el complot contra Colosio, porque el arma Taurus de manufactura brasileña desaparece de una armería de la ciudad del Álamo y posteriormente aparece en el barrio Logan de San Diego, California. La información que se nos dio fue que el enlace era Cuauhtémoc Velasco, un oscuro personaje que ahora milita en las filas de Movimiento Ciudadano de Dante Delgado. Economista, Académico y Periodista www.yumka.com

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Las revelaciones de El Búho Un antiguo funcionario mexicano acusa a los 'narcopolíticos' del asesinato de Colosio

Maite Rico México 10 SEP 1994 Recomendar en Facebook 0 Twittear 0 Enviar a LinkedIn 0 Enviar a Tuenti Enviar a Menéame Enviar a Eskup Enviar Imprimir El lento curso de las investigaciones sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio ha dado un vuelco en las últimas semanas. Eduardo Valle, El Búho, antiguo asesor de la Procuraduría General de la República (PGR), institución equivalente al Ministerio de Justicia, asegura que una red de narcopolíticos está detrás del atentado contra el candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de México.No sólo eso: Valle da nombres y relaciona con esa red al ministro de Transportes y a varios altos funcionarios cercanos al presidente Carlos Salinas. Valle, líder estudiantil del 68 y ex diputado federal, entró en la Procuraduría el pasado mes de enero de la mano del entonces procurador y actual secretario de Gobernación, Jorge Carpizo. El Búho se dedicó entonces a investigar las mafias, del narcotráfico mexicanocolombianas, en especial el llamado cartel del Golfo, ligado al cartel de Calí y que dirige Juan García Abrego, "máximo introductor de cocaína en Estados Unidos", según dice.

Posición privilegiada Desde su posición, explica, pudo ver cómo el cartel había extendido sus tentáculos a las esferas gubernamentales, alcanzando a dos personajes clave: al secretario (ministro) de Comunicaciones y Transportes, Emilio Gamboa Patrón, que es responsable no sólo de la red aeroportuaria, sino también de la Policía Federal de Caminos, implicada en la lucha contra el narcotráfico, y a José Córdoba, entonces mano derecha del presidente Salinas y ahora representante de México ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La vía: Marcela Bodenstedt, descrita como una "despampanante" ex agente federal, esposa de un subordinado de García Abrego. 119

También pude ver cómo en el equipo de campaña de Luis Donaldo Colosio, a quien califica de "amigo sólido" empezaban a colarse hombres vinculados al- capo. El Búho decidió solicitar el ingreso en el equipo de seguridad del candidato. No tuvo tiempo. Dos tiros en la cabeza acabaron con su vida en un mitin en Tijuana el 23 de marzo. Según Valle, Colosio había empezado a dar los pasos para librarse de tan incómoda compañía. Y un supuesto informe confidencial de la CIA, aludido por un diario mexicano, indica que el dirigente priísta estaba decidido, de haber ganado las elecciones, golpear duramente a las mafias del narcotráfico. Tras el asesinato de Colosio, Valle reunió documentos y, se marchó a Estados UnidosAnimado por la propia Presidencia de la República prestó, el pasado 25 de agosto, una declaración oficial en el consulado mexicano de Washington ante funcionarios de la Procuraduría General, a los que entregó más de 800 fólios. La reacción de la PGR causó estupor. Según esta institución, no existían "elementos para determinar responsabilidad alguna en contra de los servidores públicos por Valle. El boletín exculpador se emitió el mismo día en que la fiscal especial del caso Colosio, Olga Islas, orgánicamente dependiente de la PGR, recibía los documentos proporcionados por El Búho. El malestar se extendió en algunos sectores del Gobierno. "Hubeí oposición al pronunciamiento de la Procuraduría porque el presidente ha dejado bien claro que no quería que quedara una sola pista sin seguir y ha insistido en que se mantenga en todo momento la autonomía de la investigación.

El emisor secreto El boletín resulta contradictorio con la voluntad presidencial. El caso no debía haberse clausurado en estos términos", aseguran fuentes gubernamentales. "La subprocuradora Islas está de acuerdo, por eso sigue analizando la documentación". ¿Que provocó entonces la emisión del boletín? Según el analista Raymundo Riva Palacio, una movilización en rescate de Gamboa encabezada por el ministro de Agricultura, Carlos Hank, dinosaurio del PRI. Una vez más, las guerras entre las familias del PRI resuenan detrás del escenario. A falta de conocer las pruebas documentales, las acusaciones de El Búho, calificado por igual de "valiente" y "mitómano", se han recibido con ciertas dosis de escepticismo. Algunas de sus afirmaciones son muy frágiles, dicen unos, algunas pistas son falsas, añaden otros, pero todos insisten en la necesidad imperiosa de que se abra una investigación sobre el narcopoder a partir de estos hilos. El escándalo, según algunos analistas, ha dado en la línea de flotación del Gobierno, donde previsiblemente Salinas deberá introducir modificaciones para salvar su propia imagen. El Búho, por su parte, golpeado por la reacción de la PGR, promete una segunda entrega. Sólo que esta vez los documentos irán destinados a los medios de comunicación.

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Exlocutora de Televisa, exagente federal, contacto de jefes narcos, confidente de José Córdoba… POR LA REDACCIÓN , 22 MAYO, 1995EDICION MEXICO, REPORTAJES HTTP://WWW.PROCESO.COM.MX/169046/EXLOCUTORA-DE-TELEVISA-EXAGENTE-FEDERAL-CONTACTODE-JEFES-NARCOS-CONFIDENTE-DE-JOSE-CORDOBA

Twitter Facebook +NaN.5K Marcela Bodenstedt y sus misterios Marcela Rosaura Bodenstedt Perlick es una mujer de ascendencia alemana — guapa, esbelta y huidiza—, que cobró súbita notoriedad a partir de agosto de 1994, al grado de que su nombre ha sido impreso en casi todas las publicaciones nacionales, citado en las más importantes del extranjero y debatido en los congresos de México y Estados Unidos Sospechosa de servir de enlace entre la banda más activa de narcotraficantes que opera en México —el Cártel del Golfo—, y algunos de los más encumbrados funcionarios del gobierno salinista —el más relevante: José Córdoba Montoya—, ella dice ser ajena a las presunciones que se le imputan y estar dispuesta a declarar ministerialmente Marcela fue agente de la Policía Judicial Federal (PJF), modelo, locutora de Televisa; habla cinco idiomas, pinta, conoce de artes marciales y domina el buceo y la equitación Pero su fama se debe a la difusión de conversaciones privadas que le fueron interceptadas por varias instituciones de seguridad Pocos de sus familiares —abuelos, padres, hermana— y amigos han escapado de la intercepción telefónica En el sexenio anterior, entre los teléfonos a los que ella se comunicaba figuraron tres números de la Presidencia de la República: uno de Palacio Nacional y dos de Los Pinos

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Sus pláticas eran subrepticiamente escuchadas, transcritas y clasificadas cuando, en noviembre de 1993, fue recibida en audiencia por el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Emilio Gamboa Patrón De acuerdo con documentos de la Procuraduría General de la República (PGR) entregados a Proceso (número 928, 15 de agosto), interpretados desde Washington por Eduardo Valle Espinosa, Marcela Bodenstedt ha sido investigada por la Drug Enforcement Administration —la DEA—, el Centro de Planeación Contra las Drogas —el Cendro— y la PJF Apoyado en esos y otros elementos —algunos inciertos— que documentaban contactos de presuntos narcotraficantes con personajes del gobierno, Valle Espinosa —quien había sido asesor de Jorge Carpizo y Diego Valadés cuando fueron procuradores generales de la República— propuso la hipótesis de que el de Luis Donaldo Colosio fue un asesinato de “narcopolíticos” Con las declaraciones de Valle Espinosa —formalizadas en una declaración ministerial en la embajada de México en Estados Unidos—, las pesquisas periodísticas en México revelaron que uno de los números telefónicos de Los Pinos correspondía a la oficina de la Presidencia de la República, a cargo de José Córdoba Montoya El 5 de septiembre del año pasado Proceso (número 931) dio a conocer que la relación entre Marcela Bodenstedt y Córdoba Montoya era más cercana que telefónica, toda vez que Córdoba solía visitarla en la casa de Tajín 603, colonia Narvarte, adonde también acudían agentes del Cártel del Golfo —quienes salían presurosos cuando “el doctor” anticipaba su arribo—, y también se dio a conocer que los dos viajaron cuando menos una vez a Estados Unidos y se tomaron fotos donde aparecen jugueteando bajo una nevada El espionaje sobre Marcela alcanzó el nivel más insólito cuando el Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (Cisen), de la Secretaría de Gobernación, grabó en 1992 una serie de conversaciones íntimas entre ella y Córdoba, así como de asuntos de gobierno entre Carlos Salinas de Gortari y su supersecretario Las transcripciones de esas llamadas fueron publicadas por Roberto Zamarripa el domingo 14 de mayo en el suplemento Enfoque, del periódico capitalino Reforma (Ver recuadro) Los documentos del Cendro, la PJF, y la PGR y la DEA contienen registros de llamadas a dos números de la Coordinación de Giras Presidenciales, a cargo del general del ejército mexicano e integrante, a la sazón, del Estado Mayor Presidencial, Arturo Salgado Cordero Marcela, en la lógica de sus espías, también es presunta lavadora de dinero y conseguidora de casas de seguridad para los narcotraficantes Según la DEA y la PGR, Marcela y su esposo Marcelino Guerrero —un ex “oreja” o “madrina” de la PJF— trabajan para Oscar Malherve, uno de los capos de Juan García Abrego, quien es, para las autoridades mexicanas y estadunidenses, el jefe del Cártel del Golfo, que se encarga de introducir cocaína del Cártel de Cali, Colombia, en Estados Unidos 122

Al historial de Marcela se sumó, a finales del año pasado, otro detonante: Uno de sus subordinados, Carmelo Herrera, fue aprehendido en octubre de 1994 porque resultó ser un pistolero que defraudó a los asesinos intelectuales de José Francisco Ruiz Massieu, pues cobró 300,000 nuevos pesos a los hermanos Marco Antonio y Fernando Rodríguez González —los esbirros de Manuel Muñoz Rocha—, en julio de ese año, para matar al secretario general del Partido Revolucionario Institucional Carmelo se quedó con el dinero sin cumplir su cometido (Proceso 938) Con estudios de preparatoria, Marcela tomó un curso de adiestramiento en el Instituto Técnico de la PGR y, a los 21 años de edad, ingresó a la PJF como agente de primera línea Los informes de la propia Judicial Federal dicen que el comandante Miguel Aldana —a la postre sentenciado a 12 años de cárcel por delitos contra la salud— recomendó su ingreso a la institución A Marcela se le dio la placa 863, de agente con categoría “A”, pero su comportamiento “dejó mucho que desear”: El 12 de julio de 1985 fue arrestada por 24 horas, a causa de una de sus recurrentes faltas injustificadas A finales de aquel año solicitó un permiso de dos meses y, cuando debió regresar, ya no se presentó Esto motivó que el 11 de enero de 1986 se decidiera su baja automática La ficha interna sobre Marcela Rosaura dice que tenía dos domicilios, “uno en la colonia Nueva Santa María y otro en las Lomas de Chapultepec” También asienta: Pudiera considerarse que Marcela Bodenstedt únicamente deseara pertenecer a la corporación para relacionarse con algunas personas del medio, objetivo que logró, ya que sus relaciones y conocimiento de los integrantes de la Policía Judicial Federal, a todos los niveles y en diversas partes del país, es bastante amplio En su informe del 24 de mayo de 1993, según el Cendro, Marcela y Marcelino realizaron un viaje a Cancún, dos días después del asesinato de Rafael Aguilar Guajardo, y “aparentemente se reunieron con gente cercana a este sujeto, con el fin de ayudar al traslado del cuerpo” Aguilar Guajardo trabajó como comandante de la PJF y se le instruyó proceso por delitos contra la salud —se le ligaba al Cártel de Juárez, encabezado por Amado Carrillo— y años después, ya liberado, fue muerto a tiros en Cancún El 26 de julio de 1993, el Cendro —una suerte de servicio de inteligencia de la PGR, según Valle Espinosa— elaboró este reporte: 123

Se ha venido realizando una investigación a Marcela Bodenstedt Perlick, exagente de la Policía Judicial Federal, a quien se le ha mencionado como amiga íntima de Rafael Aguilar Guajardo y de Juan García Abrego Asimismo, a esta persona se le relaciona con algunos altos funcionarios del gobierno federal, a quienes solicita ayuda de todo tipo y con quienes tiene un trato de excesiva confianza Los recursos económicos que manejan son de considerable importancia Marcelino tiene una propuesta para realizar un negocio de casinos en Cancún, proyecto que parece ser muy ambicioso, ya que para esto cuenta con 640 hectáreas y se presume que el dueño podría ser el hijo de Carlos Hank González El costo de este paquete es de 160 millones de dólares Carmelo Herrera, persona que trabaja al servicio de Marcela y Marcelino, el 13 de mayo fue interceptado por personal de la Policía Judicial Federal en el aeropuerto internacional, junto con su acompañante, la señorita Adriana Castrocerio Como resultado de una revisión en su equipaje se encontraron 421,950 dólares en billetes de diferentes denominaciones Igualmente, dentro de la PJF Marcela tiene un amplio conocimiento de diversas personas, conociendo inclusive la ubicación y nivel, lo que no deja de llamar la atención, pues su paso por esta corporación fue muy breve, y tal parece que la intención de su ingreso fue precisamente relacionarse con elementos de la PJF, seguramente con motivos ya en ese entonces bien definidos No se cuenta con una fotografía de Marcela, aun cuando haya laborado dentro de la dependencia No obstante, todo parece indicar que es una persona bastante atractiva () Por lo que respecta a Marcelino Guerrero Cano, supuestamente también estuvo laborando dentro de la PJF y, al parecer, en el estado de Oaxaca, lugar de donde se tiene conocimiento es originario Tanto Marcela como Marcelino ostentan credenciales que los acreditan como elementos de la PJF () Y en un capítulo de “recomendaciones” apuntaba: 20 Investigar si se ha llevado a cabo un proyecto para la instalación de cinco casinos en Puerto Juárez (Cancún, QR), lugar en donde supuestamente Marcelino tenía intenciones de invertir 49 Girar orden de aprehensión en contra de Marcela Rosaura Bodenstedt Perlick y de Marcelino Guerrero Cano En Estados Unidos, para la DEA, Marcela está clasificada como Eva La agencia antidrogas dice sobre ella: Eva es también integrante de la organización Reside en la ciudad de México y tiene contacto con estos números: (5) 745-4495 (5) 773-4150 Eva es responsable de localizar y contratar casas para la organización en el área de la ciudad de México De acuerdo con el sub-asset (algo así como un subgrupo o informantes de la DEA), la organización tiene 15 residencias en la zona Las influencias del grupo de Marcela motivaron este informe en la PGR, acerca de lavado de expedientes en la Secretaría de Gobernación Está apoyado en intercepciones telefónicas: 124

En relación al expediente de Marcelino Guerrero, ya no existe en Gobernación; que le costó trabajo sacarlo, pero que inclusive tiene un documento de la Secretaría de Gobernación en donde ésta dependencia contesta que Marcelino no tiene nada Otro documento de la Dirección de Inteligencia de la PGR, fechado el 21 de julio de 1993, refiere que el esposo de Marcela, Marcelino Guerrero Cano, le propuso a Carmelo Herrera el traslado de los 432,509 dólares a cambio de 20,000 nuevos pesos En su declaración judicial, Carmelo negó que los dólares fueran producto del narcotráfico, pero dijo que ese dinero le fue entregado en Monterrey “por dos sujetos desconocidos” para ser entregado, en la ciudad de México, a “unas personas” que lo estarían esperando en el aeropuerto La versión de Marcela Bodenstedt, Marcelino Guerrero y su personal (no se aclara si es versión judicial o escuchada por los espías telefónicos) fue que a Carmelo lo detuvieron debido a que una persona de Ciudad Juárez “los traicionó” Un sujeto de nombre Federico aconseja a Marcela que desconfíe de todo mundo, en tanto él puede platicar personalmente con ella, pues ya sabe por dónde se puede “parar todo” y ofrece encargarse del asunto Para el Cendro, Marcela y su esposo “usualmente utilizan medios de comunicación como celulares, radios, o los aparatos denominados `sky tel’, y son extremadamente cuidadosos en el uso del teléfono Su poder adquisitivo les permite contratar un avión para transportar un grupo musical con todo y su equipo, a fin de amenizar una fiesta privada en Matamoros, Tamaulipas” Otra característica: “utilizaban cartas de navegación que Pablo García Robles conseguía en la Marina Mercante” También es importante destacar que, mediante investigación imperceptible, se pudo identificar que la detención de Carmelo Herrera se dio por una fuga de información dentro de la misma organización, lo que se consideró como una traición por parte de una persona que vino de Ciudad Juárez, Chihuahua, y que originó que fueran deshabitados los domicilios de Tajín 603, en la colonia Narvarte, y de Bosques de Mozambique 89, en Bosques de Aragón, ambos utilizados para las diversas actividades de Marcela, Marcelino Guerrero y Joaquín García Ríos, elemento importante al servicio de Oscar Malherve, y de todos los elementos que trabajan para estas tres personas El 25 de junio pasado, en Fuente de la Luna 150, colonia Fuentes del Pedregal, fueron detenidas varias personas pertenecientes a la organización de Juan García Abrego Las gestiones para la renta de este domicilio las realizaron Marcela y Marcelino, quienes en todo momento se presentaron como un matrimonio El monto de la operación fue cubierto en efectivo, y dieron muestras de una gran capacidad económica, portando con ellos grandes cantidades de dinero en efectivo, tanto en moneda nacional como en dólares 125

Se tiene conocimiento de que algunas personas que se encuentran al servicio de Marcela y Marcelino estuvieron buscando un inmueble para renta o compra Carmelo Herrera Gómez y Pablo García Robles hicieron algunos contactos con inmobiliarias para este fin Finalmente, se logró localizar este inmueble a través de un amigo mutuo de Marcelino, Guillermo Brandon, funcionario de la Secretaría de Pesca, y el señor David Gómez Reyes, delegado de esta dependencia en el estado de Chihuahua y propietario de la casa sita en Fuente de la Luna 150 El señor David Gómez Reyes contactó con Marcela y Marcelino, quienes inclusive le plantearon la posibilidad de que en tres meses le pudieran comprar esta casa Es importante señalar que el arrendamiento se realizó incluyendo el mobiliario, también propiedad del señor Gómez Reyes, y que fue valuado en 150,000 nuevos pesos La renta mensual estipulada por el inmueble fue de 12,000 nuevos pesos Marcela y Marcelino utilizaron una empresa constituida por los mismos integrantes de su equipo dentro de la gran organización de Juan García Abrego: Para efectos legales, la casa de Fuente de la Luna se contrató entre Gómez Reyes y una empresa denominada Alta Técnica Submarina, SA, legalizada en la Notaría Pública 83 del Distrito Federal, de Ignacio Morales Lechuga (exprocurador general de Justicia del Distrito y de la República) Esa empresa nació el 28 de septiembre de 1989, con los siguientes socios: Mauricio García Robles, Pablo García Robles, Eva Muñoz Morán, Laura García Robles Muñoz y Miguel Angel Esquivel Arnaiz Protocolariamente, la empresa tiene por objeto “realizar todo tipo de trabajos relacionados con buceo industrial, comercial y embarcaciones” Marcela y Marcelino, según el informe del Cendro, argumentaron que la empresa deseaba obtener “contratos con Petróleos Mexicanos” Uno de los vehículos que se hallaron en el domicilio —Nissan 1987, placas DTC 2412— “estaba siendo utilizado por uno de los detenidos, de nombre José Adolfo de la Garza Robles, alias El Grandote” El 23 de julio de 1993, el arrendador de la casa de Fuente de la Luna (delegado de la PGR en Chihuahua), David Gómez Reyes, decidió delatar a Marcela: se entrevistó con el delegado metropolitano de la Procuraduría, “a fin de aportar todos los datos con que él cuenta en relación con la operación de arrendamiento realizada con Marcela Bodenstedt y Marcelino Guerrero Cano” Como resultado de estas pesquisas, el Cendro recomendó, además de la aprehensión de Marcela y Marcelino, acciones como éstas: Verificar si entre el personal adscrito a los hangares de la PGR en el aeropuerto de la ciudad de México se encuentra el señor Mario Ayala, quien presuntamente le facilitaba a la gente de Marcela y Marcelino gafetes de acceso Verificar si un posible agente de la PJF estaba en Chiapas De ser positivo, enviar “a C4” el expediente de esta persona, quien podría ser el contacto importante en el posible tráfico de cocaína procedente de Guatemala Investigar en una agencia de viajes —Turismo Florentino— sobre el viaje de Marcela y Marcelino a Cancún

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Investigar si se ha llevado a cabo un proyecto para la instalación de cinco casinos en Puerto Juárez, Cancún, lugar donde supuestamente Marcelino tenía intenciones de invertir Solicitar información a la Secretaría de Gobernación sobre la existencia de un expediente de Marcelino Guerrero Cano, que pudiera estar en la Dirección General de Prevención y Readaptación Social (el expediente que “desapareció”) Localizar a Guillermo Brandon, funcionario de la Secretaría de Pesca, a fin de citarlo a declarar para determinar el tipo de relación que lo vincula con el señor Marcelino Guerrero Cano Y Morales Lechuga también sería investigado: Investigar dentro de la Notaría número 83 si existe algún vínculo que los haya llevado (a Marcela y Marcelino) a utilizar precisamente los servicios de esta oficina Se recomendaba, también, citar a declarar a los socios de Alta Técnica Submarina, SA Los enredos de Marcela han tenido repercusiones internacionales: En agosto pasado, el New York Times recogió estas explicaciones en torno de la visita que ella realizó al secretario de Comunicaciones, Emilio Gamboa Patrón: Con el encabezado “Por culpa del soborno se retrasa la lucha antinarcóticos en México”, ese diario resaltó: “Las acusaciones del señor Valle representan una de las raras ocasiones en que altos funcionarios de la policía o del ejército han sido señalados públicamente de estar relacionados con las drogas “El señor Gamboa, de 43 años, uno de los funcionarios jóvenes más poderosos y conservadores dentro del gabinete, tiene un amplio portafolios para la guerra contra la droga, porque se ocupa de la administración de aeropuertos, puertos, carreteras, líneas de comunicación y de la Policía Federal de Caminos “Las intercepciones que hace la inteligencia gubernamental citadas por el señor Valle indican que el señor Gamboa y uno de sus asesores se encontraron el año pasado con una mujer de 31 años, que algunos investigadores federales creen representante de uno de los traficantes más poderosos de droga, Juan García Abrego “Funcionarios de gobierno confirmaron las intercepciones que se refieren a un encuentro sostenido el 8 de noviembre entre el señor Gamboa y la señora y su contacto, con por lo menos un comandante de la Policía Judicial Federal Al mismo tiempo, los funcionarios negaron que la información comprobara algo en detrimento del señor Gamboa, cuya secretaria dijo que la mujer había acudido a su oficina para enseñarle una pintura que estaba vendiendo “`Ella está siendo investigada tal y como otras 100 personas’, dijo de la mujer Mario Ruiz Massieu, subprocurador a cargo de la lucha antinarcóticos y preguntó: `¿acaso el secretario de Comunicaciones y Transportes es responsable de no conocer a todos los representantes de García Abrego?'”

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En marzo, la revista Time, en una columna, informó que José Córdoba Montoya, representante de México ante el Banco Interamericano de Desarrollo, había aceptado que conocía a Marcela Bodenstedt En el Congreso estadunidense, el senador Alfonse D’Amato —tenaz opositor de la asistencia financiera a México— dijo: “Lo que está ocurriendo en México rivaliza con cualquier telenovela, porque hay reportes de corrupción rampante en el gobierno mexicano y colusión con narcotraficantes” A su vez, invocando lo publicado en Time, el también senador Ernest Fritz Hollings armó un escándalo para despotricar al mismo tiempo contra la ayuda económica: “No es posible que se diga que la cooperación con México va bien, mientras que altos funcionarios de este gobierno se entrevistan con el señor José Córdoba quien, según se ha expuesto en la prensa mexicana, ha tenido relación con Marcela Bodenstedt, del Cártel del Golfo” A su vez, el investigador Peter Lupsha, de la Universidad de Nuevo México, especialista en asuntos de narcotráfico que denunció el ingreso de 40 millones de dólares del Cártel de Cali a México, hizo en una carta a Proceso (966) esta pregunta: “dónde está Marcela Bodenstedt Perlick, que podrá, como creo, ayudarnos a responder estas preguntas? ¿Dónde está Juan García Abrego, los hermanos Arellano Félix, Amado Carrillo Fuentes, Pedro Zaragoza?” Y en dos presentaciones del procurador general de la República ante periodistas, en Washington, Eduardo Valle Espinosa exhibió la falta de interés del actual gobierno por desenmarañar la madeja en torno de la mujer que tiene en jaque la credibilidad de las autoridades mexicanas en el combate al narcotráfico y sus presumibles nexos con la política y algunos de sus principales protagonistas

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Portafolios Por Eniac Martínez 129

El fotógrafo Eniac Martínez, acompañado de Guillermo Osorno, tuvo dos horas y media para entrar a las oficinas del subprocurador especial para el caso Colosio y capturar el mundo que encierra una investigación de Estado como la del asesinato del entonces candidato a la presidencia. Pruebas, maquetas, peritajes, documentos, evidencias, funcionarios, testimonios... vistos a través de la lente de Martínez. 

Marzo 1999 | Tags: Portafolios

Las cifras que se desprenden del Informe del estado actual de la investigación en torno al homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio que presentó la Subprocuraduría Especial a cargo de Raúl González, al cumplirse cuatro años del asesinato de Lomas Taurinas, son elocuentes: 172 tomos, formados por 79,319 fojas de documentos que incluyen 1,122 declaraciones recabadas, 438 ampliaciones de declaración, 440 solicitudes de información a diversas dependencias, 598 investigaciones de la Policía Judicial Federal, 276 dictámenes periciales (45 en criminalística, 35 en audio y video, diez en lenguaje de sordomudos, seis en medicina forense, uno en grafoscopía, uno en ingeniería civil, uno en informática, uno en astronomía, tres en balística, dos en grafología, dos en traducción y uno en foniatría). A estas cifras hay que sumar el trabajo de la Subprocuraduría hasta el día de hoy.

Es decir, algunos cientos más de fojas y así hasta el juicio final . ¿Qué prueban estas cifras? Nada, son sólo el testimonio de un gran despropósito. En la ronda de las desconfianzas, a la investigación de la procuraduría local se le quitó el caso con la atracción federal; al procurador Diego Valadés se le quitó el caso con la 130

creación de una Fiscalía Especial que tuvo tres directores hasta la creación de una Subprocuraduría Especial, que es la que actualmente lleva el caso. Resulta claro que la investigación del crimen de Lomas Taurinas es ya una dependencia oficial más, con su burocracia, escalafón, sindicato, peritos investigadores, secretarias, lavacoches, archivistas, gerentes de sistemas, titular de mantenimiento...

y que el origen de todo ello, el crimen de Colosio, no es más que el mito fundacional, genésico, al que esa oficina le rinde pleitesía cada 23 de marzo, con la consabida respuesta pública de que todavía no se han agotado las líneas de investigación; de la misma forma que el partido oficial rinde tributo a la Revolución Mexicana cada 20 de noviembre, en el monumento a la Revolución, con el manoseado discurso sobre las metas sociales, aún vigentes, de la Revolución.

Pregunta al canto: ¿cuántas fojas tendrá el expediente Carranza? El reto del subprocurador no es resolver el caso, algo humanamente imposible el día de hoy, sino cerrarlo.

De no ser así, el próximo gobierno deberá empezar la investigación investigando la investigación anterior, se lleve las fojas que se lleve, para llegar a la conclusión de que la culpa de la mala investigación de tres fiscales especiales y un subprocurador es de un asesino solitario. - —Luisa Bonilla Documentos y fotografías del "Caballero Águila", Mario Aburto Martínez, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, condenado a 45 años de prisión en Almoloya de Juárez. 131

Demostración, por un perito, de la trayectoria de bala en el cráneo del candidato y video en poder de la Procuraduría del momento clave del crimen.

El asesinato de un nonato (licenciado Donaldo Colosio) Claudia Gómez Haro Uno de los cuadros que considero de mayor interés es el magistral retrato post mortem de Luis Donaldo Colosio, realizado por Arturo Rivera en 1994. El cuadro es, como tal, técnicamente impecable y realista, como estremecedores son los demás elementos fantásticos, emblemas espectrales, signos y formas que dan cuerpo al complicado conjunto de la obra. No es necesario decir que un retratista de la época actual dispone de muchos materiales de referencia visual fidedigna para pintar la imagen de una persona desaparecida (sobre todo si ha sido ella una figura pública, como es el caso), pero tal facilidad no proporciona sino ventajas mecánicas al artista, que debe resolver en el lienzo los dilemas de concepción, de estilo, de atmósfera y presencia que plantea el retrato de todo sujeto particular.

Picasso, para dar un ejemplo histórico, dibujó un imponente rostro de César Vallejo, al que no había conocido en vida, sólo con unas cuantas amarillentas fotografías del poeta, entre ellas una reproducción, impresa en algún diario, de su cuerpo en el lecho de muerte. En el cuadro de Arturo Rivera que aquí comentamos se descubre casi de perfil la imagen de Luis Donaldo Colosio, retratado con naturalidad, la propiedad y la destreza que distinguen la vasta y reconocida obra del pintor, que jamás se conforma en los retratos con limitarse a 132

captar escueta y fielmente la expresión más característica y los rasgos faciales inequívocos de su modelo. Además de realizar un retrato de factura ejemplar, el pintor habla dentro del cuadro, como hacían con mucha frecuencia los renacentistas y sus predecesores, de otros temas, objetos, paisajes o ideas que al artista le parecen relacionados íntimamente con el mundo y la vida y el tiempo particularísimo de su personaje. Eso hacían los flamencos de la generación de Van der Weyden o de Van Eyck, que acompañaban al retrato de un hombre o una familia, multitud de referencias, que son para nosotros invaluables noticias de la época: la mentalidad, las circunstancias, las costumbres de los personajes inmortalizados en esas tablas y telas: tapices, telares, bronces, lámparas, inscripciones en la tierra y la lengua del lugar, adornos, libros, instrumentos de medición, muebles, cortinajes, etcétera. En suma, hay en esos cuadros, junto a los sujetos centrales, una relación minuciosa e innumerable (por algo se llamó miniaturismo) de las cosas que nos sirven hoy para entender y situar el ambiente en que esos personajes vivían. También, a veces, con sólo colocar al descuido un espejo cóncavo, cierta esfera cristalina, en los que se reflejan deformadas las imágenes de una habitación o terraza, el pintor nos habla de su idea del arte mismo, y de la perfección y la pericia que le daban el derecho a sentarse entre los mayores. Con la obra probaba el ejercicio de su arte y, además, marginalmente, exponía los principios de su doctrina pictórica. No deben por eso aterrarse, ni desconcertarse, los espectadores de los retratos de Arturo Rivera, especialmente quienes contemplen este cuadro del absurda y violentamente desaparecido candidato presidencial Luis Donaldo Colosio. En el cuadro hay, de por sí, una referencia onírica, simbólica, artística, claro está, a la conmoción nacional que produjo hace unos años el brutal atentado contra el político mexicano.

El asesinato de un nonato, 1994. Colección archivo Arturo Rivera Arturo Rivera, especie de nuevo pintor mexicano-flamenco, es un artista culto y complejo (todo gran artista es complejo, aunque no siempre sea culto), y también habla en sus

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cuadros de su estética, de sus convicciones y obsesiones técnicas, del mundo que lo rodea a él y a los personajes contemporáneos que retrata. Obsérvese en cambio la admirable exactitud de trazo, diseño y perspectiva clásicas que representa en la parte inferior del retrato la doble tabla del cuadrado áureo, en el que destacan las figuras de la bestezuela nonata, que sangra unida a su mortal reflejo, sobre el frío perfil del esquema geométrico en que el pintor expone con oscuro humor la estructura del anclaje de la sección áurea I y la sección áurea II para proceder a la erudita noticia sobre Leonardo da Pisa o Leonardo Fibonacci, matemático y geómetra genial del siglo XII, que conmovió con sus libros a la Edad Media entera. De su Libro del ábaco (Liber Abaci, 1202) surge el movimiento que lleva a Europa a la adopción de la escritura numérica hindúarábiga, y con él se transforman las ideas de matemáticos medievales, que ven resueltos problemas como la hoy conocida secuencia Fibonacci: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, etcétera, a la que se refiere en su inscripción Arturo Rivera, y en la que cada número es la suma de los dos anteriores. Y de esa abstracta especulación matemática y geométrica surgirán las doctrinas que marcan el carácter de la composición arquitectónica y pictórica de los grandes artistas del Renacimiento, desde Durero y Da Vinci, a los pintores del siglo XX. La relación existente entre dos dimensiones (o números) en que: el mayor sea el menos, como la suma de ambos sea al mayor es la herencia teórica de Fibonacci a la norma de la divina proportione (Luca Paciolli la llamará así en su libro del siglo XVI) y al principio de la sección áurea, con el que Arturo Rivera nos ilustra en esa cinco líneas manuscritas de esta obra pictórica, diseñada ella misma conforme al tenor de esos casi milenarios preceptos con los que aún jugaba en su modulor de los años 1961 el arquitecto galo Le Corbusier. Arturo Rivera sabe, como los renacentistas, que la pintura no es una ciencia, pero que tras todo verdadero pintor, junto al carcajo de los pinceles y las espátulas, hay un arsenal de conocimiento y de instrumentos científicos e históricos. Así lo prueba este admirable retrato de Luis Donaldo Colosio, en cuyo centro se halla geométricamente trazado, a la Fibonacci, ese delgado mástil ominoso, cuyo insinuado remate mortuorio se pierde en la negrura de la parte superior del cuadro.

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El Papel de Beltrones en el asesinato de Colosio 3 de abril del 2011 Manuel Espino Reflexionando sobre el significado del XVII aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio, recordé algunos testimonios que fueron publicados respecto a la participación de Manlio Fabio Beltrones en ese trágico evento. Esos testimonios, publicados en la prensa de la época, no han sido esclarecidos y han servido para cimentar la leyenda negra de Beltrones. Justo es recordarlos con el ánimo iluminar ese oscuro episodio. Se publicó que cuando mataron a Luis Donaldo, Beltrones pidió al procurador general Diego Valadés que le “prestara” al asesino mientras permanecía en Tijuana, para someterlo a un irregular, ilegal y clandestino interrogatorio. Esa acción se ejecutó bajo la justificación de la “representación presidencial” que Carlos Salinas asignó a Beltrones. Mario Aburto aseguró que fue sacado de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) con las manos esposadas y envuelto en un colchón para torturarlo en la playa y obligarlo a inculpar a alguien más. En la madrugada del 24 de marzo, durante dos horas completas, Aburto quedó fuera del control de la PGR. Las dos listas existentes que relacionan a los asistentes al interrogatorio coinciden en once nombres y difieren en otros, pero ambas omiten los nombres del gobernador de Sonora y de su jefe de seguridad. En el interrogatorio, el asesino confeso de Colosio ratificó lo dicho al rendir su declaración ministerial ante el subdelegado de la PGR, Raúl Loza Parra: que Raúl Salinas de Gortari era el autor intelectual del crimen. Año y medio después, Manlio fue señalado como quien recomendó a Raúl Salinas para que se le expidiera un pasaporte falso. Así lo dijo Jorge Gómez del Campo, dirigente local de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción. Cuando se encontró el documento falso en el Union des Banques Suisses con su alias de Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, Raúl ya había transferido millones de dólares a esa institución bancaria de Suiza. Manlio rechazó las imputaciones; “no voy a decir nada”, expresó cuando la prensa le preguntó al respecto. Armando López Ferreiro, jefe de seguridad de Beltrones, la primera vez que acudió a declarar ante la subprocuraduría especial, en mayo de 1994, no sólo omitió el tema del interrogatorio paralelo, sino que negó haber participado. Un año después reconoció que sí hubo un interrogatorio y que él fue siempre “observador y espectador” de lo que estaba 135

pasando, “cumpliendo la orden del gobernador de Sonora”. De acuerdo con Arturo Germán, fiscal especial del caso Colosio, López Ferreiro fue testigo de cómo torturaron al asesino del candidato del PRI. El gobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, había dicho que: “Algo que sí me caló un poquito fue que Carlos Salinas le pidió ayuda al gobernador Manlio Fabio Beltrones y no a mí”. Declaró que jamás encabezó “una investigación paralela” del homicidio; que las autoridades de su estado sólo se involucraron directamente en el caso durante los primeros treinta minutos después de ocurrido el homicidio: “Después de que el presidente Salinas me dijo que el procurador Valadés se haría cargo de la investigación”. Alcides Beltrones, hermano de Manlio, compareció ante la PGR debido a que siendo administrador del aeropuerto internacional de Tijuana otorgó una credencial de éste al entonces sospechoso de haber sido el segundo tirador en el asesinato de Colosio: Othón Cortés; además había rentado el vehículo utilizado por éste y por el general Domiro García Reyes, encargado de la seguridad del extinto candidato, para trasladarse al mitin de Lomas Taurinas. En este sombrío pasaje de la historia mexicana, el comportamiento de Manlio fue una mezcla de discreción y audacia. Más pareció el de un cómplice de aquel homicidio cuidadosamente calculado que el de un hombre de Estado comprometido con el esclarecimiento del crimen maquinado en las entrañas del viejo sistema político mexicano. A 17 años de ese terrible suceso que aún enluta el rostro de los mexicanos, debemos pugnar por arrojar luz sobre todos los hechos, todos los participantes y todos los sospechosos que orbitaron alrededor de Luis Donaldo Colosio. Porque si un homenaje le podemos dar, es el de acompañar su memoria de transparencia y justicia. www.twitter.com/ManuelEspino [email protected]

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por Renato Consuegra A vuelapluma Proyecto de reelección salinista, el motivo político. "Yo no puedo faltar a la convocatoria de lucha que Luis Donaldo siempre representó; por eso les pido que esta jornada nacional, lo sea por el recuerdo de Luis Donaldo y lo sea también por una demanda de justicia". Luis Colosio Fernández, 10 de febrero de 2004, en el homenaje a Luis Donaldo Colosio Poderosos hilos evitaron que el crimen de Luis Donaldo Colosio fuera investigado desde el contexto en que se desarrolló (recuadro), para argumentar la necesaria hipótesis de los motivos políticos de lucha por el poder que pudieran conducir a los grupos dirigidos por el ex presidente Luis Echeverría y el entonces líder del grupo Atlacomulco, Carlos Hank González. Tal pugna tuvo su manifestación en la megalomanía de Carlos Salinas de Gortari, expuesta en su defensa de diciembre de 1995, cuando manifestó que el año anterior se había desarrollado una "tremenda lucha por el poder" y el debate en torno al magnicidio era por la diferencia de proyectos políticos, ya que el sonorense significaba su continuidad. La alternancia en el poder entre los distintos grupos políticos en el PRI se había dado de manera casi natural hasta la llegada de los tecnócratas que quisieron acapararlo, en especial Salinas de Gortari, quien tenía un proyecto económico-político-financiero transexenal, ideado desde su estadía en la Secretaría de Programación y Presupuesto, como lo dijo José Ángel Gurría a los empresarios japoneses en diciembre de 1993, por 25 años, de los que ya habían transcurrido cuatro y quedaban tres sexenios de auge para un reducido grupo de políticos, empresarios y la propia familia Salinas. La reelección Salinas de Gortari filtró la posibilidad de hacer modificaciones a la Constitución General de la República desde 1991. A 10 días de las elecciones federales intermedias del 18 de agosto, la Asociación de Comerciantes de La Laguna, A. C., hizo publicar un desplegado periodístico con motivo de una visita de Salinas a Torreón. En él, los miembros de la Acolac solicitaron una audiencia presidencial para "plantear los fundamentos políticos, sociales, históricos y económicos" para modificar el artículo 83 de la Carta Magna que anula la reelección presidencial. Alejandro Méndez Romandía, entonces presidente de la Acolac, dijo que eran apoyados en su pretensión por "elementos muy valiosos y muy conocedores del quehacer político", cuyos nombres no quiso dar a conocer en ese momento. Pero el 29 de agosto, la Secretaría de Gobernación, dirigida por Fernando Gutiérrez Barrios, respondió por medio de un comunicado que "no se propondrá modificación alguna en esta materia". Ignacio Ovalle, secretario técnico del Consejo Político del PRI, dijo que su partido no apoyaría ninguna propuesta reeleccionista, aunque desde el desaparecido PFCRN, el diputado Jorge Amador, a título personal expresó la conveniencia de pensar en el principio de no reelección. Crónicas de La Jornada y El Financiero hicieron notar que reporteros desconocidos en las fuentes de la CTM y el PAN, quizá enviados con toda intención, plantearon el tema con insistencia los días 26 y 27 de agosto a Fidel Velázquez y al entonces diputado Felipe Calderón. Como resultado de las elecciones intermedias, el PRI, presidido por Luis Donaldo

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Colosio, tendría más de las dos terceras partes del Congreso en sus manos y la posibilidad de plantear reformas constitucionales. Entrevistado en 1996, Alejandro Méndez Reyes, analista en la Dirección General de Financiamiento para la Vivienda y Desarrollo Urbano de la Sedesol en el periodo de Colosio, e hijo de Méndez Romandía de la Acolac, expresó que el estudio para modificar el artículo 83 se hizo del conocimiento de todo el gabinete y de los legisladores. Por ejemplo, "el secretario de Marina, Luis Carlos Ruano Angulo contestó que continuáramos el proyecto, que él lo iba a estudiar. Lo mismo hizo Ignacio Morales Lechuga, en ese entonces procurador general y también nos reunimos con gente del gabinete de Manlio Fabio Beltrones en Sonora". Segundo intento Contó Méndez Reyes que tuvo conocimiento de que en Acapulco, durante una reunión, Manuel Camacho Solís lo comentó con José Francisco Ruiz Massieu y mientras Camacho se opuso rotundamente, Ruiz Massieu no quería dar su punto de vista. Entre otros presidenciables estuvieron Ernesto Zedillo, quien se mostró ajeno; Pedro Aspe se interesó y Colosio se mostró prudente en ese momento. En entrevista publicada por Excelsior el 18 de junio de 1992, Salinas comentó que "a raíz de la elección de agosto de 1991 y del buen desenvolvimiento general del país, voces diversas han planteado este tema". Entre algunos políticos del sector oficial que se pronunciaron a favor de la reforma estuvieron los líderes nacionales de la CROC, Alberto Juárez Blancas, y de los Pequeños Propietarios, el extinto Jesús González Gortázar. Este último dijo: "En un país democrático la reelección es una posibilidad siempre abierta al pueblo. Una verdadera democracia debe permitir que aquellos que lo han hecho bien, vuelvan a tener una oportunidad de servir al pueblo... Ahora que está cambiando todo, que nos estamos modernizando, esta es una opción abierta al pueblo..." En ese ánimo, el 24 de agosto de 1992, en Acapulco, la representante vecinal Cecilia Dávila dijo a Salinas que "si volviera a haber una reelección en México, los guerrerenses lo volveríamos a elegir a usted". Y Tod Robertson, reportero del The Washington Post, expresó en un reportaje sobre una gira que Salinas realizó por Oaxaca a fines de agosto que "por la manera como promueve el Pronasol y si la reelección no estuviera prohibida en México, podría presumirse que el presidente Carlos Salinas está candidateándose para ocupar la silla presidencial otros seis años". Más adelante, el intento de reelegirse como gobernador en San Luis Potosí de Gonzalo Martínez Corbalá, al renunciar a la gestión interina y promoverse como candidato a la gubernatura constitucional, fue considerado "como un laboratorio para ver qué reacción hay sobre una posible reelección presidencial en 1994, a pesar de que se han expresado intenciones de no hacer reformas", destacaron líderes de la oposición. Analistas políticos consideraron que mandar a Martínez Corbalá, quien fuera jefe de Salinas en sus inicios en la administración pública, era un mensaje muy sutil en la ciudad donde Francisco I. Madero pronunció su revolucionario Plan de San Luis, basado en la frase "Sufragio Efectivo. No reelección". Ante la discusión pública del tema, el 16 de octubre de 1992 el líder de la Cámara de Diputados, Fernando Ortiz Arana, sentenció que a través de sus fracciones parlamentarias, el PRI "impedirá cualquier intento de modificar el artículo 83 constitucional para permitir la reelección".

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Añadió el legislador, quien a la muerte de Colosio se candidateó desde la misma presidencia del PRI a sucederlo: "Hay un condenable oportunismo en quienes, por carencia de propuestas serias a la Nación, buscan provocar inquietud para de ello sacar ventajas". En aquellos días, también, se formó el Frente Antireelecionista Nacional, compuesto principalmente por grupos de la ultraderecha como el Yunque, el DHIAC, Acción Católica Mexicana y otros con presencia en el Partido Acción Nacional. Finalmente, Martínez Corbalá se retiró de la contienda como candidato a gobernador. Federico Arreola, quien después vituperó a Salinas y se dijo colosista, escribió (El Norte 19/10/92): "El viernes pasado concluyó una polémica. Atribuyéndole pretensiones reeleccionistas se criticó tan duro como injustamente a Salinas, que en este caso resultó la víctima de su propio éxito. Ocurrió así por el hecho de que no pocas personas, y nosotros nos incluimos en este grupo, han señalado que debido a su magnífico trabajo, Salinas debería permanecer durante un periodo más en el puesto que actualmente ocupa". El 29 de octubre, Salinas dio por terminada la campaña reeleccionista ante legisladores, al reiterar que no promovería ninguna modificación al artículo 83 constitucional. Y no sólo mandó tapar el cuadro de Venustiano Carranza en el salón que lleva el nombre del Jefe del Ejército Constituyente en Los Pinos, con uno de Francisco I. Madero, sino que llevó una ofrenda floral a la estatua de éste en la explanada central de la residencia oficial, con un listón morado y el lema: "Sufragio Efectivo. No reelección". Recordó Alejandro Méndez Reyes: "Víctor Chávez me entrevistó en El Financiero (8/10/92) y le dije que estaba en la Sedesol. A partir de ello se armó un escándalo interno, pero Colosio no me reprimió. Considero que a partir de ese hecho pudo haberse fraguado la candidatura de Colosio, como el más fiel porque, posteriormente, se hizo una reunión entre secretarios de Estado a los que Salinas les preguntó que cómo veían la posibilidad de que se reeligiera y mientras Camacho se opuso rotundamente, Colosio le dijo que estaba de acuerdo". Díaz y Obregón a la distancia El proyecto salinista de reelección buscó por otro método. Si Manuel González le regresó el poder a Porfirio Díaz en 1884 -y se fue a gobernar Guanajuato hasta su muerte 9 años después- y Plutarco Elías Calles lo haría con Álvaro Obregón, por qué Colosio no se lo habría de retornar en 2000. En 1995 declaró el economista Carlos Heredia, entonces dirigente del Grupo Pueblo: "La idea de él era tener, junto con su grupo, participación en las decisiones del país en este sexenio y volver en el año 2000, en base a su poder financiero enorme, fundado en su asociación con el capital financiero. De momento, este proyecto salinista tiene un obstáculo (había sido detenido Raúl Salinas y Carlos había salido del país), pero no está liquidado, no está enterrado. Ha habido un arreglo con el gobierno actual y ese proyecto puede emerger de nuevo, en la disputa del poder". Esta hipótesis la compartía también el entonces senador del PRI y hoy gobernador de Zacatecas por el PRD, Ricardo Monreal, quien el 2 de agosto de 1995, en sus oficinas en Insurgentes y Violeta, expresó que "cada presidente quiere que su proyecto trascienda más allá de lo sexenal. Echeverría fue el último. Por lógica del poder, por tradición histórica, el poder los lleva a desubicarse de su expectativa real y quieren trascender". En el caso de Salinas, el ex presidente "concibió trascender más allá de lo sexenal como un nuevo reformador del Estado Mexicano con la conformación de un nuevo partido, y ese

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partido pudo ser el Partido Nacional de la Solidaridad, el Partido Nacional Democrático o alguna más de sus ideas". A consideración de Monreal, "el proyecto salinista comenzó durante el cuarto o quinto año de su permanencia en la Secretaría de Programación y Presupuesto, que es desde donde lo promueve. Es un proyecto neoliberal, neoconservador, más cargado a la derecha". "Y él pensó que Colosio, al que formó, le iba a hacer todas las reformas requeridas para devolverle la estafeta uno o dos sexenios después (...) En 1991 el proyecto ya estaba muy consolidado, porque verdaderamente el país estaba ya en otras condiciones, muy diferentes a cuando lo tomó. La inflación bajó a un dígito, se liberaron los préstamos, y todo se veía con otra perspectiva. El sector empresarial estaba fuerte y rico. Pero un sector importante del priísmo siempre rechazó la idea de la reelección. Creo que los mismos hechos lo fueron transformando y se convirtió en un presidente duro, autoritario, fuerte, que no vacilaba en tomar decisiones". En una encuesta publicada en 1992 por el Instituto Mexicano de Opinión Pública (IMOP), dirigido por Adip Sabag, se estableció que entre los habitantes del país había la percepción de que un intento reeleccionista le podría costar la vida a Salinas. Pero no le sucedió lo que a Álvaro Obregón, porque simplemente Colosio no llegó a ocupar el lugar que tuvo Plutarco Elías Calles. El llamado Jefe Máximo de la Revolución fue presionado por el verdadero artífice de los cambios, Álvaro Obregón, para realizar modificaciones a la Constitución de 1917 que le permitieran retornar a la presidencia en 1928. Calles, además, promovió persecuciones contra posibles candidatos como Arnulfo R. Gómez, por el delito de sedición, para que Obregón llegara como único aspirante a la presidencia. Sólo que en su intento por conseguir la reelección, Obregón pagó con su vida a manos de José de León Toral, fanático de la Iglesia católica, que con su Guardia Nacional Cristera luchaba para lograr la derogación de las leyes antireligiosas, por lo que sus seguidores en el Bajío y Jalisco se levantaron en armas. Como parte del clima sobre la posibilidad de la reelección, metida también al debate público a pesar de los violentos acontecimientos de 1994, ese año Televisa transmitió la tercera de una serie de novelas históricas dirigidas por Ernesto Alonso: El Vuelo del Águila, con argumento del historiador Enrique Krauze sobre la vida y obra de Porfirio Díaz, y el matiz indicado para reconocer que, a quien por décadas se le considerara como un temible dictador, fuera descubierto "como un héroe y constructor del progreso que llevó a México a la modernidad del entonces naciente siglo XX, y cuya coyuntura histórica e ideales lo anclaron en el poder". Recuadro Contexto que lleva al grupo Atlacomulco

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Luis Donaldo Colosio fue asesinado en Tijuana, enclave donde tiene gran influencia Jorge Hank Rohn. Ahí florece el cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix. Desde la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos que encabezaba Carlos Hank González salieron los faxes para recabar el apoyo para Ernesto Zedillo. Humberto Benítez Treviño, cercano al grupo económico del Estado de México, fue nombrado Procurador General de la República en reemplazo de Diego Valadés.

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Ignacio Pichardo Pagaza fue traído desde la embajada en España para ser coordinador de la campaña de Zedillo. Mario Ruiz Massieu acusó, entre otros, al entonces presidente del PRI y previo a ser designado Secretario de Energía con Zedillo, Ignacio Pichardo, con la frase de "los demonios andan sueltos", al encontrar obstáculos para aclarar la muerte de su hermano José Francisco.

Contexto que lleva al grupo Echeverría

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Manlio Fabio Beltrones tuvo "prestado" a Mario Aburto la noche del 23 de marzo de 1994 y lo llevó a Playas de Tijuana para ¿interrogarlo? Gente allegada al gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, ocupó el 23 de marzo las habitaciones 428, 525, 527, 622 y 712 del hotel Lucerna; entre otros, el jefe de la Judicial sonorense Pedro Ignacio Trelles, además de un par de subsecretarios, un coordinador de relaciones públicas y el secretario particular del gobernador. Alcides Beltrones, director general del Aeropuerto de Tijuana, le extendió una credencial del puerto aéreo a Othón Cortés, quien fuera investigado como segundo tirador en contra de Colosio. La seguridad del Grupo Omega, que lo protegía, fue pagada por Roberto y José Carmen Arturo Alcántara Rojas, dirigentes del Grupo Toluca del autotransporte. Fernando de la Sota Rodálleguez es un experto en el uso de las pistolas Taurus con que fue asesinado el candidato del PRI. Con una semejante fue muerto Abraham Polo Uscanga, y De la Sota fue investigado por ello, ya que además de haber una rencilla personal que databa de 1988, Polo habría dicho que con la quiebra de Ruta 100 los Alcántara Rojas se querían apropiar del transporte en la ciudad de México, apoyados por Oscar Espinoza Villarreal.

Acusación de Salinas:

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"Como servidor público supe de errores y aciertos. Y también de responsabilidades. Los asumo. Pero hay que mostrar con claridad esta tremenda lucha política. Hacerlo así le hará un verdadero servicio a la democratización de México. "Luis Donaldo Colosio representaba la mejor opción para mantener el proyecto político que durante varios años y a través de dos administraciones se había venido gestando; y era quien había asumido el compromiso más claro y contundente con la filosofía del liberalismo social". "La muerte de Luis Donaldo Colosio entristeció al país, enlutó a su familia y significó el golpe más fuerte a mi gobierno (...) La verdad simple y llana es que su muerte fue un golpe tremendo contra mí, en lo personal y en lo político". "La reacción de los grupos afectados fue tremenda; a veces de manera callada y sin presencia pública; otras utilizando a terceros como instrumentos de su rechazo a las reformas. Esta oposición subterránea pero muy poderosa (del tamaño de los intereses afectados) se combinó con la reacción violenta de los grupos de narcotraficantes que fueron atacados con firmeza durante mi gobierno". "Son los que quisieron imponer a su candidato, para asumir el relevo tras la muerte trágica y dolorosa de Luis Donaldo Colosio". "Es necesario ahora recordar que en marzo de 1994, a las pocas horas de la dolorosa muerte de mi entrañable amigo Luis Donaldo Colosio, en medio de la tragedia y de la incertidumbre económica que se gestaba, se desató una tremenda lucha por la sucesión de su candidatura: en esos días el ex presidente Luis Echeverría se presentó de improviso en mi oficina de Los Pinos, con gran urgencia, para proponer a ‘su’ candidato. Su propuesta, evidentemente, no era en favor del doctor Ernesto Zedillo".

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"No puede considerarse como casual la ofensiva política en contra mía del licenciado Luis Echeverría (...) Entiendo que su proyecto de país era el de una economía cerrada, sin competencia política, y donde se dio fuerte antagonismo entre las diversas clases sociales. Con él colaboraron gente muy respetable. Pero obsérvese con atención a algunos de mis principales impugnadores recientes: Augusto Gómez Villanueva, ex secretario de la Reforma Agraria del gobierno del licenciado Echeverría, y quien hoy encabeza a una fracción de diputados priístas que piden mi expulsión del partido. Porfirio Muñoz Ledo, secretario del Trabajo del licenciado Echeverría, a quien el propio Echeverría puso como presidente del PRI en la campaña del licenciado José López Portillo, y hoy es presidente del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y Adolfo Aguilar Zinser, diputado ‘independiente’ que promueve una comisión legislativa para investigarme, y quien trabajó de tiempo completo en el "Centro de Estudios del Tercer Mundo" bajo la dirección del licenciado Echeverría. Sin olvidar a Ignacio Ovalle, quien fungió como secretario particular del entonces presidente Echeverría".

Acusación de John Womack, profesor de Salinas en Harvard: En 1998 el catedrático de la Universidad de Harvard y consejero de Carlos Salinas, reveló los nombres de lo que el ex presidente llamó la nomenklatura, quienes habrían conspirado contra él y la "continuidad" de su proyecto: Ignacio Pichardo Pagaza, Gustavo Carvajal Moreno, Fernando Gutiérrez Barrios, Alfonso Martínez Domínguez, Fernando Ortiz Arana, Alfredo del Mazo, Augusto Gómez Villanueva, Javier García Paniagua y Francisco Labastida Ochoa. (Consultar segunda parte del artículo)

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por Renato Consuegra A vuelapluma Córdoba, su alianza con los grupos Atlacomulco y Echeverría. "Con Donaldo se cometió un crimen que se supone estaba desechado de nuestra historia, y cuya comisión no debería repetirse en el escenario de la lucha por el poder, como sucedía, lamentablemente, al principio del siglo pasado." Luis Colosio Fernández, 10 de febrero de 2004, en el homenaje a Luis Donaldo Colosio Si existieron motivos políticos para asesinar a Luis Donaldo Colosio y evitar que actuara como bisagra en la reelección de Carlos Salinas de Gortari, los grupos involucrados los diluyeron desde las primeras investigaciones y presionaron a los distintos fiscales cuando comenzaron a hurgar hacia los hilos que conducían a los probables autores intelectuales. De esta forma, fueron exonerados los grupos TUCAN (Todos Unidos Contra Acción Nacional), Omega y hasta el propio Estado Mayor Presidencial. Las pistas del asesinato fueron borradas o alteradas en sus distintas etapas; además, Mario Aburto observó el video del asesinato y después fue sacado de la delegación de la PGR en Tijuana antes de su primera declaración; semanas y meses después, también fueron eliminados policías y agentes del Ministerio Público involucrados en la adulteración de hechos o que conocían demasiado y no se iban a callar. En su defensa pública, Salinas destacó su combate a los grupos políticos, económicos y del narcotráfico contrarios a su política; sin embargo, evitó decir que bajo su protección otros crecieron de forma inconmensurable. Uno de ellos, el que bajo la sombra de Salinas forjó José María Córdoba Montoya. Escasamente se ha documentado la posibilidad de una alianza de Córdoba con el grupo Atlacomulco y, probablemente, también el de Luis Echeverría, para llevar a la presidencia de la República a su favorito Ernesto Zedillo, cuando además de Colosio, el resto de los contendientes con verdaderas posibilidades de ser impulsados no pertenecían siquiera lejanamente a estas dos familias. Eran, uno netamente salinista, Pedro Aspe, y el otro difícil de controlar, Manuel Camacho. Los dinosaurios Ciro Gómez Leyva revela en su libro Ya vamos llegando a México (pag. 13) la conversación del 13 de febrero de 1995 con un criminólogo, quien le entregó un estudio grupal terminado el 30 de abril de 1994, cinco semanas después del asesinato de Colosio. "Según la investigación, se trata de la comunidad de políticos tradicionales aliados con el narcotráfico. Dinosaurios, los llaman (...) Para apoderarse de la candidatura priísta a la Presidencia de la República, arrebatándole así el control estratégico del Estado Mexicano al grupo político del Presidente Salinas (...) Un genuino golpe de Estado contra el presidente Salinas, contra el salinismo, contra el rumbo estratégico de la vida nacional, impulsado por ellos y, sobre todo, contra la discreta política de exclusión de los Dinosaurios", le dijo. Este hombre mostró a Gómez Leyva algunos párrafos del estudio que fue conocido por los fiscales Miguel Montes y Olga Islas e, incluso, pudo llegar a Carlos Salinas. Ahí se decía que el asesinato de Colosio era el inicio de una guerra sucia para hacer abortar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte, generando un proceso de desestabilización política "mediante nuevos atentados criminales a fin de crear una situación explosiva entre el 21 de agosto y el 1 de diciembre". El criminólogo habló también de dos tiradores, del complot. Y 15 días después fue capturado Othón Cortés, quien apareció en Tijuana con una credencial del Aeropuerto de la localidad,

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firmada por Alcides Beltrones Rivera, y negó conocer a Domiro García Reyes, pese a haber sido quien condujo al jefe de la escolta de Colosio a la Central Aérea. Desde el principio, la hipótesis del fiscal Miguel Montes fue la del complot, suavizada por la frase "acción concertada", que mantuvo hasta el 30 de abril. La pregunta es: ¿Por qué cambio su hipótesis? ¿Acaso porque al avanzar encontró que Córdoba Montoya y el futuro presidente estaban inmiscuidos junto con los grupos de Dinosaurios? Personaje cercano a la familia Colosio, sin embargo, según Gómez Leyva, Montes advirtió a los colosistas: "Que quede claro. Si esto es una conjura, yo estoy muerto". El propio Montes había atajado la posibilidad de que Miguel Nazar Haro se hiciera cargo de las investigaciones cuando se lo planteó Carlos Salinas, según escribió en Ya vamos llegando a México... -Manlio (Fabio Beltrones) propone que Miguel Nazar Haro se haga cargo de la investigación policíaca-, planteó Salinas de Gortari. -No, señor, eso no es conveniente. Nazar tiene dueño-, zanjó Montes. Hay muchos puntos poco claros que no fueron analizados por los fiscales. Entre otros, ¿por qué mintieron Othón Cortés y el general Domiro García Reyes al asegurar que no se conocían? ¿Quién ordenó que el grupo de seguridad de Fernando de la Sota actuara de forma paralela al Estado Mayor Presidencial? ¿Por qué falsearon sus declaraciones De la Sota Rodalléguez y Alejandro García Hinojosa? ¿Por qué el PRI local contrató a un grupo para hacer vallas en Lomas Taurinas, y quién pagaba a Tranquilino Sánchez y Vicente y Rodolfo Mayoral? ¿Por qué Rodolfo Rivapalacio se presentó a cobrar, antes del mitin de Lomas Taurinas, un cheque por 50 millones de pesos en la sucursal Banamex de Playas de Tijuana? El grupo Echeverría Uno de los datos insuficientemente investigado es que Rosario Urrutia, esposa de José Córdoba Montoya, vivió en el fraccionamiento Colinas de San Javier, construido por Javier García Paniagua. La casa donde vivía la esposa del franco-español-mexicano era propiedad de René González Quirarte, uno de los brazos operativos del Cártel de Ciudad Juárez, quien fuera encontrado muerto y descabezado en febrero del 2000 en la ciudad de Guadalajara. García Paniagua fue miembro de la llamada vieja clase política o dinosaurios, la nomenklatura, pues, mientras su hijo Javier García Morales no sólo trabajó, sino que fue hecho prisionero en Los Ángeles junto con Miguel Nazar Haro por el robo y tráfico de vehículos a México. Ha sido investigado por narcotráfico y actualmente se desempeña como Secretario Adjunto al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado. Además, Córdoba fue impulsor del Grupo Empresarial de Occidente al frente del cual está el hoy senador Raymundo Gómez Flores, beneficiario del salinismo con la empresa camionera DINA, la harinera MINSA, Banca Cremi y fue socio de Carlos Cabal Peniche en Banca UniónCremi. Este grupo lo completaron las empresas Lomelí comandadas por Arturo Lomelí, y Salvador Martínez Garza de Mexlub. Por su parte, Fernando Gutiérrez Barrios y García Paniagua fueron directores de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) con Luis Echeverría, la policía política del régimen, convertida en Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) por Miguel de la Madrid. Con ellos trabajó Manlio Fabio Beltrones, el único personaje que habló a solas con Mario Aburto en la

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noche del 23 de marzo de 1994, antes de rendir su primera declaración y ser trasladado a la ciudad de México. Además de no compartir el proyecto económico, la lucha entre Carlos Salinas y Luis Echeverría se recrudeció con la persecución y encarcelamiento del tío de éste último, Rubén Zuno Arce en los Estados Unidos, acusado de narcotráfico. El grupo Omega y De la Sota Beneficiarios del salinismo con Bancreser, participantes en los créditos irregulares del Fobaproa y dueños de las empresas del transporte ETN, Flecha Roja, Ómnibus de México, y otras de carácter regional, el Grupo Toluca de la familia Alcántara Rojas se integró a la campaña de Colosio como lo hizo con otras en contiendas anteriores. En un principio como integrantes de la Cámara Nacional del Autotransporte, presidida por Roberto Alcántara Rojas, quien propuso apoyar con seis camiones equipados y dos transportes de fletes. Más tarde con el ex senador y padre de Roberto, José Carmen Arturo y José Luis, Jesús Alcántara, al frente de la Comisión de Financiamiento. Pero también llevaron consigo al grupo civil de seguridad formado por Fernando de la Sota Rodálleguez, considerado por el gobierno de los Estados Unidos como un asesino a sueldo ligado al cártel de Juárez, quien comenzó a trabajar con Alcántara en 1992, cuando Ignacio Morales Lechuga lo echó de la PGR. Mucho se habló de las irregularidades cometidas por De la Sota en el caso Colosio. Pero poco se ha investigado sobre los demás casos donde ha estado presente y muestran la clase de personaje que es. Uno de ellos, el asesinato de Abraham Polo Uscanga que relaciona también a los Alcántara. En declaración jurada, el abogado Alberto Woolrich expresó que dos días antes de morir, su amigo el magistrado Abraham Polo Uscanga le dio a conocer que fue secuestrado y torturado; entre sus plagiarios reconoció a Fernando de la Sota, con quien tenía una rencilla que databa de siete años atrás. El asunto estuvo así: Una vez nombrado Ignacio Morales Lechuga como procurador General de Justicia del Distrito Federal, invitó a trabajar como subprocuradores a su paisano Polo Uscanga en Averiguaciones Previas y a Enrique Fuentes León en Procedimientos Penales, así como a De la Sota como jefe de la Policía Judicial capitalina. Inconforme por los nombramientos, Polo renunció. Sin embargo, Morales rectificó y mientras Fuentes León se quedó sin trabajo en el servicio público, De la Sota fue designado como Jefe de la Policía Judicial en la Miguel Hidalgo por el Delegado de la PGJDF, Federico Ponce Rojas, hasta dónde lo persiguió Polo con una consignación por extorsión que no se cumplimentó por órdenes de Morales. De la Sota estuvo en el Bar Jemma la madrugada del 20 de junio de 1995, lugar ubicado frente a las oficinas donde fue encontrado el cadáver del magistrado. El arma que le dio muerte fue un revólver brasileño Taurus calibre 38, semejante al que victimó a Luis Donaldo Colosio y arma preferida por De la Sota. De acuerdo con la declaración de Felipe Victoria Zepeda, quien trabajó con Abraham Polo Uscanga, la muerte del magistrado derivó de los consejos dados al que fuera Secretario de Transportes y Vialidad, Luis Miguel Moreno Gómez (también muerto en abril de 1995), para hacer caso omiso a las presiones de su jefe y "obstaculizar el gran negocio que querían hacer gentes allegadas a Oscar Espinosa Villarreal, de apellido Alcántara Rojas (Jesús y Roberto), apoderándose de la concesión del transporte urbano de pasajeros" en la ciudad de México.

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El propio Victoria Zepeda destaca la participación de El comandantazo o Grandote De la Sota en el Operativo Noticia realizado el 30 de mayo de 1984, cuando miembros de la Dirección Federal de Seguridad ejecutaron al periodista Manuel Buendía Téllez Girón, por órdenes inmediatas de José Antonio Zorrilla Pérez. Además, el testigo protegido de la Drug Enforcement Administration (DEA), Marco Enrique Torres, también implica a De la Sota en el crimen contra el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo el 24 de mayo de 1993. Por su parte, el ex cónsul de México en San Antonio, Humberto Hernández Haddad, envió mensajes a la cancillería comandada por José Ángel Gurría, donde explicaba la existencia de una "relación voluntaria o involuntaria entre José Córdoba Montoya, Marcela Bodenstedt, Enrique Fuentes León (identificado por la DEA como abogado del cártel del Golfo), el ex diputado Manuel Muñoz Rocha y Juan García Abrego", además de que "desde 1992 el Departamento de Justicia, a través de su oficina en San Antonio, ha establecido reservas sobre el connacional Fernando de la Sota Rodalléguez, quien vino entonces a esta ciudad como comisionado de la PGR para investigar al cártel de Juárez" a petición de la entidad estadounidense, que tras darle todos los detalles de un operativo, confirmó sus pesquisas. Tras este hecho, ahora sí fue corrido por Morales Lechuga. Fernando de la Sota terminó como integrante del Estado Mayor Presidencial y de Seguridad del Presidente Ernesto Zedillo en 1995. El grupo Atlacomulco Apenas Ernesto Zedillo fue designado candidato sustituto, el jefe del clan y en ese entonces secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Carlos Hank González, operó el apoyo de la llamada vieja clase política para el nuevo abanderado del PRI, desde las mismas oficinas de la dependencia a su cargo. Y sus cercanos pronto coparon los primeros niveles de la política: Ignacio Pichardo Pagaza fue traído de la embajada de México en España para hacerse cargo de la coordinación general de la campaña y pese a no contar con los méritos suficientes, Humberto Benítez Treviño fue nombrado Procurador General de la República en reemplazo de Diego Valadés, y Óscar Espinoza Villarreal fue integrado a la Secretaría de Finanzas del PRI. Benítez fue acusado por Mario Ruiz Massieu de haber desalojado a sus colaboradores con lujo de violencia y armas largas, de las oficinas donde despachaba como subprocurador, en las cuales dejó unas carpetas donde José Francisco Ruiz Massieu tendría el detalle de los acontecimientos de 1994 hasta el día de su muerte. Tras el triunfo de Zedillo en las elecciones del 21 de agosto de 1994, Pichardo Pagaza fue nombrado presidente del PRI y María de los Ángeles Moreno secretaria general a la muerte de José Francisco Ruiz Massieu; ambos fueron acusados por Mario cuando habló de que "los demonios andan sueltos" y obstaculizaban la integración de las averiguaciones en torno al asesinato de su hermano desde la sede del partido y el Congreso de la Unión, en colaboración con Benítez Treviño. Con estos acontecimientos, la prevalencia de los grupos ligados a José Córdoba y Atlacomulco en el gabinete de Ernesto Zedillo fue marcada: Pichardo Pagaza arribó al gabinete como secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal, Carlos Rojas Gutiérrez, quien fuera Director de Finanzas y Administración en el hipódromo de Agua Caliente de Jorge Hank Rohn, de 1985 a 1988; vicepresidente de Finanzas de 198586 y de Relaciones Publicas de 1987-88, y presidente y consejero 88-90, del Instituto

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Mexicano de Finanzas de Tijuana, continuó como secretario de la Sedesol, y Óscar Espinosa Villarreal fue designado regente de la Ciudad de México. La fuerza del grupo Atlacomulco fue evidente en los primeros meses cuando negociada la salida de Roberto Madrazo como gobernador de Tabasco por Esteban Moctezuma y el PRD, el actual presidente del PRI se acercó con su maestro y padrino Carlos Hank y desde la Hacienda Don Catarino se fincó su permanencia. Fue la primera gran derrota de Esteban Moctezuma, quien dejó la Secretaría de Gobernación a otro integrante del clan del Estado de México, Emilio Chuayffet en junio de 1995. Córdoba, Zedillo, su poder Luis Colosio Fernández, padre del candidato del PRI a la presidencia de la República, fue directo el 21 de marzo de 1995, al cumplirse un año del asesinato de su hijo: "Ojalá que cuando (la investigación) llegue a Córdoba (el presidente Zedillo) no se eche para atrás". Ante tal afirmación, la corroboración pedida por el reportero de El Imparcial de Hermosillo, Sonora, que lo entrevistó entonces y que se publicó hasta el 24 de marzo de ese año a petición del entrevistado, llevó a la reiteración: -¿Córdoba, don Luis? ¿José Córdoba Montoya? ¿Usted cree que él pudo haber planeado el asesinato? -Creo que él tuvo mucho que ver. De esto, como de otros momentos en que supuestamente le habría pedido la renuncia a Colosio, Córdoba Montoya lo negó en una entrevista entregada por escrito al diario Reforma y publicada el 10 de octubre de 1994. "Es un disparate y un infundio sugerir que yo le hubiera podido pedir a Colosio renunciar a su candidatura. Simplemente ese hecho no ocurrió". El pasado 10 de febrero Luis Colosio Fernández dijo que el asesinato de su hijo se dio en un evidente clima de deterioro de la relación con Carlos Salinas, desmentido al día siguiente por el ex presidente quien lanzó un strike con mucha jiribilla: "Sería bueno preguntarle al que mandó la carta por qué expresaba esas cosas en la misiva. Yo creo que aquí, más que preguntarme a mí qué opino sobre ella, hay que preguntarle al que la escribió... algo que me llama la atención es la fecha de la carta, el 19 de marzo... es decir, en esas fechas el candidato Colosio había decidido hacer cambios a su equipo y entre los cambios estaba el del coordinador de su campaña". Mandó la carta Ernesto Zedillo, quien iba a ser relevado como coordinador de campaña, mientras su "jefe" y principal impulsor, José Córdoba Montoya "trabajará en el gobierno hasta el 30 de noviembre", habría decidido Colosio. La carta parece escrita con toda intención: dañar la imagen de Manuel Camacho Solís y asumirse leales a Colosio e intrigar contra el entonces presidente Salinas. Aquí tres párrafos de ella: "No obstante lo ocurrido el pasado 28 de noviembre, Manuel Camacho -antes o después del 1 de enero- decidió continuar jugando un papel protagónico en la política nacional y ha actuado con un plan muy preciso para cumplir con ese objetivo, aprovechando y cultivando en todo momento las nuevas prioridades del Señor Presidente".

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"Insisto, mi propuesta de celebrar este pacto (con Salinas) es independiente de mi admiración y agradecimiento por el Señor Presidente. Es una recomendación elemental, yo diría de libro de texto, de estrategia política". "Créeme que estoy profundamente convencido de lo que te expreso. En mis recomendaciones no hay interés personal alguno. Simplemente creo que es lo mejor para México". Con este contexto no puede soslayarse que Córdoba siempre tuvo un candidato: Zedillo. Y que si no lo pudo llevar a la candidatura, lo puso detrás del candidato como coordinador de campaña donde Colosio iba a nombrar a Carlos Rojas Gutiérrez. Con Zedillo detrás de Colosio, Córdoba tuvo que ver en decisiones de la campaña y, posteriormente, en la designación de su protegido como candidato sustituto antes de ser desterrado por Salinas como representante de México ante la OCDE. Es pertinente investigar la alianza de Córdoba con los grupos de poder político de la vieja guardia, además de cuándo, dónde y por qué hubo el rompimiento Salinas-Córdoba que parece haberse mantenido más allá del 1 de diciembre de 1994. Muchas voces al interior del gobierno de Zedillo expresaron que la salida de capitales propiciadora del error de diciembre de 1994 fue operada por Carlos Salinas y sus alianzas con el gran capital, y la respuesta de su sucesor fue la encarcelación de Raúl Salinas. (Consultar primera parte del artículo) Réplica y comentarios al autor: [email protected]

Luis Donaldo Colosio: el escenario de su muerte. by CLIONAUTICA March 23, 2009

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1994 era el año de la revancha priísta. Luego del descalabro sufrido en 1988, todo parecía indicar que el equipo tricolor había recuperado la cancha. El presidente Carlos Salinas de Gortari tenía un índice de aceptación envidiable, tan así que el eterno líder obrero, Fidel Velázquez se animó a declarar: "Salinas se merece todo, inclusive la reelección". Sin embargo, ese último año salinista, en el que se esperaban grandes cosas para el PRI y para México terminó envuelto en sangre y en una tremenda crisis económica; y Carlos Salinas, "el hombre que sería rey" terminó convertido en el "villano favorito", en una caricatura de crucero que ha pasado los últimos quince años de su vida como un apestado en su propio país, aborrecido por muchos que en su momento lo idolatraron. El pasado es prólogo, nos recuerda Oliver Stone en su película JFK, y para entender lo que pasó en un día como hoy hace exactamente quince años, hay que ver hacia atrás, para saber cómo este país soñó una vez más con la gloria, y se encontró con que su camino estaba lleno de sangre. 1976 fue el último año del gobierno de Luis Echeverría. El modelo económico que durante años había aplicado el Estado Mexicano para financiar su crecimiento se había agotado. El "Desarrollo Estabilizador" consistente en impulsar la industria mexicana, urbanizar al país, proteger la empresa nacional y resguardar el tipo de cambio logró que México creciera desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, para los años 60 el crecimiento de la población había dificultado la aplicación de las mismas medidas económicas, además de que el esplendor económico del país no había logrado eliminar el enorme problema histórico de México: la injusta distribución de la riqueza. José López Portillo, el siguiente presidente, se consideraba a sí mismo como "la última oportunidad de la Revolución Mexicana". Ante el alza de precios y el desempleo que dejó el gobierno de Echeverría, intentó aplicar una rigurosa política económica controlando el gasto público. Sin embargo, el descubrimiento de inmensos yacimientos petroleros en el Golfo de México cambiaron el plan del presidente: si teníamos tanto dinero, había que gastarlo a manos llenas. Y el gobierno empezó a invertir en todo tipo de empresas. Como alguna vez declaró Jesús Silva Herzog, poseía hasta un cabaret, que seguramente era el único negocio de su tipo en el mundo que perdía dinero en lugar de ganarlo. El gasto público desmedido, la ineficiencia y la corrupción en el manejo de los recursos colaboraron a que una nueva crisis económica estallara a principios de los ochenta, cuando el precio del barril de petróleo se vino abajo y México se encontró literalmente quebrado. Fueron días en los que los dólares se vendían clandestinamente, y las marías en las calles ofrecían a los capitalinos algunos productos que era imposible encontrar 150

en los supermercados, como shampoo, jabón y pasta de dientes. Llegó un nuevo presidente, pero ahora con la intención de variar radicalmente el curso del país. Miguel de la Madrid era el primer miembro de una nueva generación que consideraba que México debía incluirse en una tendencia mundial que estaba teniendo éxito en Estados Unidos e Inglaterra, y que pronto se desbordaría por todo el planeta: el neoliberalismo. Los años 70 vieron el fin del Estado Benefactor que nació luego de la Segunda Guerra Mundial. Los gobiernos de los países eran cada vez más grandes e ineficientes, por lo que el neoliberalismo proponía reducir el tamaño de los Estados liberando la economía y permitiendo que el mercado solucionara los problemas que sufría el planeta. La libre circulación de mercancías crearía empleos y fortalecería a la clase media, con lo que los Estados ya no tendrían que resolverle todos sus problemas. Pero para lograrlo era necesario desaparecer las trabas comerciales, acabar con el proteccionismo y adelgazar a los Estados. Éstos debían convertirse en reguladores y coordinadores de una sociedad que ahora viviría bajo las reglas del libre mercado. Miguel de la Madrid y su equipo de colaboradores empezaron a quitarle poderes al Estado Mexicano: en los años 80, México ingresó al GATT, con lo que los anaqueles de los supermercados empezaron a llenarse de productos extranjeros. Sin embargo, los problemas sociales eran enormes y no podían desaparecer en poco tiempo: el desempleo y la inflación crecieron, por lo que la sociedad empezó a favorecer a otras ofertas políticas en la búsqueda de una solución. Fue el momento en que el PAN empezó a crecer en el norte de México, ofreciendo a los electores gobiernos modernos, incorruptibles y democráticos. Dentro del aparato priísta, no todos estaban convencidos de que las medidas tomadas por De la Madrid fueran convenientes. Para algunos, la apertura al exterior y el adelgazamiento del Estado sin antes solucionar los problemas sociales era una traición a los principios de la Revolución Mexicana. En 1987 un grupo de políticos priístas formó una Corriente Democrática que fue vista al interior del Partido como una indisciplina. Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros abandonaron el PRI y crearon el Frente Democrático Nacional: una coalición de partidos que intentó llevar a Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la república. Por su parte, el PRI impulsó a un candidato que representaba la renovación del partido, un joven funcionario hijo de una familia que había sido parte del sistema político durante décadas, y que se proponía continuar con las reformas que De la Madrid había empezado. Carlos Salinas de Gortari pertenecía a la "generación tecnócrata", que presumía de haberse formado intelectualmente en Estados Unidos y que creía que México debía incluirse en la corriente globalizadora, 151

consiguiendo algún tipo de acuerdo con el vecino del norte para incrementar el flujo de mercancías e inversiones entre los dos países. Sin embargo, la elección de 1988 no fue nada sencilla. Salinas se enfrentó con un fortalecido Cuauhtémoc Cárdenas, quien contaba con el apoyo de diversos grupos políticos, algunos de ellos al interior del mismo PRI. Salinas y De la Madrid tuvieron que recurrir al apoyo del PAN (a pesar de las quejas del candidato blanquiazul, Manuel Clouthier) y a otras artimañas para ganar la presidencia. Salinas comenzó débilmente su mandato, por lo que tuvo que enfocarse en acabar con sus adversarios políticos: la izquierda mexicana que se agrupó alrededor de Cuauhtémoc Cárdenas en un nuevo partido, el PRD, vivió un sexenio en la persecución. Joaquín Hernández Galicia, líder del síndicato petrolero y uno de los apoyos de Cárdenas, fue apresado por el ejército mexicano, acusado de tener una gran cantidad de armas en su casa, y pasó el sexenio salinista en una celda. El nuevo presidente se dio cuenta de que necesitaba recuperar el apoyo de las bases que habían votado por Cárdenas en 1988; por lo que lanzó un enorme programa de asistencia popular llamado Solidaridad. Con un presupuesto de 2 mil millones de dólares anuales, Solidaridad trabajaba en conjunto con las comunidades más pobres y los gobiernos de los Estados para solucionar las necesidades más apremiantes de la población: caminos, agua, servicios de salud y empleos. Gracias a Solidaridad, el PRI recobró los votos que perdió en 1988; durante las elecciones legislativas de 1991 obtuvo la mayoría con el 61.5%. Sin embargo, Solidaridad no fortalecía al PRI, sino a la Presidencia de la República, por lo que algunos lo vieron como un movimiento para crear un nuevo partido político en México. En palabras de Lorenzo Meyer, Carlos Salinas, “usó a fondo los poderes del presidencialismo autoritario para recuperar legitimidad, acelerar los cambios económicos y rehacer la coalición gobernante, sin modificar de manera sustancial las formas políticas de gobernar, es decir, sin cambiar la naturaleza íntima del sistema, su autoritarismo”.

Salinas reformó la Constitución para cambiar el régimen legal agrario: lo que permitió que el ejido se privatizara. También reprivatizó la Banca, pero se la entregó a una nueva clase banquera, con la intención de que fueran aliados suyos; reanudó las relaciones con la Santa Sede y se deshizo de empresas estratégicas, como la telefonía.

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El gran proyecto de su sexenio fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado con Estados Unidos y Canadá, lo que permitió que el intercambio comercial entre México y la Unión Americana creciera de 60 mil millones en 1991 a 250 mil millones en 1999, además de que fue el inicio de un cambio histórico en las relaciones entre los dos países. Si anteriormente la política mexicana consistía en alejarse lo más posible del vecino del norte, a partir del TLCAN está se transformó completamente.

Salinas llegó a 1993 con un alto índice de popularidad, pero no todo era positivo. El desempleo y la inflación eran cosa de todos los días en la vida mexicana, además de que, en su intento de fortalecer el poder del presidente, había debilitado a la institución, lo que permitió que otros grupos se hicieran cada vez más fuertes, como fue el caso del narcotráfico.

Los cárteles habían inyectado grandes recursos económicos desde el principio del gobierno de Miguel de la Madrid, aprovechando su asociación con los narcotraficantes colombianos. El asesinato de Enrique Camarena, un agente de la DEA en Guadalajara en 1985 tensó la relación con Estados Unidos y demostró que la droga ya era un problema para el Estado Mexicano.

En 1993, el arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo fue asesinado en un tiroteo en el aeropuerto de esa ciudad. Aunque el gobierno de Salinas intentó hacer creer que la muerte de Posadas Ocampo había sido resultado de una confusión, lo cierto es que el narcotráfico volvió a mostrar su poder, el cual ya se extendía por el centro y el norte del país: Jalisco, Sinaloa, Chihuahua, y la ciudad fronteriza de Tijuana.

A finales de 1993, el PRI destapó a su candidato para la presidencia en el sexenio 1994-2000. El elegido fue un cercano colaborador de Salinas: Luis Donaldo Colosio. Egresado del Tec de Monterrey y de la Universidad de Pennsylvania, Colosio era Secretario de Desarrollo Social y antes fue presidente del PRI. A él le tocó reconocer el triunfo del PAN en las 153

elecciones de Baja California en 1989, lo que desagradó a muchos priístas.

Colosio era visto como la continuación del Salinismo, lo que desagradó a muchos priístas, algunos de ellos miembros del grupo cercano a Carlos Salinas. Manuel Camacho Solís, colaborador del presidente y amigo suyo desde sus días de estudiante en la Facultad de Economía de la UNAM, se disgustó ante la designación de Colosio, ya que consideraba que él tenía mayores méritos para ser el sucesor de Salinas.

A este problema siguió la sublevación Zapatista en Chiapas el 1 de enero de 1994, el día en que tenía que entrar en vigor el TLCAN. Si bien su etapa meramente violenta duró pocos días, el surgimiento del Subcomandante Marcos en la escena política nacional, y el inteligente uso de los medios de comunicación nacionales y extranjeros permitió que el EZLN se convirtiera en un duro adversario de Carlos Salinas.

El problema zapatista, el alboroto causado por Manuel Camacho y el regreso de Cuauhtémoc Cárdenas a la carrera presidencial impidieron que la campaña colosista creciera. Los priístas no estaban convencidos de la pertinencia de su candidato. Además, Carlos Salinas no daba señales claras de querer detener las aspiraciones de Manuel Camacho.

Salinas tuvo que declarar explícitamente ante la cúpula priísta que Luis Donaldo Colosio era el candidato del partido, lo que en el enrevesado lenguaje político mexicano significaba que Colosio iba a sucederlo en la presidencia de la república.

Colosio mismo buscó alejarse de Salinas para construirse su propia imagen, por lo que el 6 de marzo de 1994 pronunció un discurso en el Monumento a la Revolución en el que hizo serias críticas al Gobierno de la República.

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El 22 de ese mes, Manuel Camacho declaró ante la prensa que desistía de su empeño por ser el candidato del PRI a la presidencia. El problema con el EZLN continuaba, pero ya se habían realizado una serie de conversaciones entre la guerrilla zapatista y el gobierno federal (representado por Manuel Camacho), lo que permitía suponer que el conflicto no crecería, y que el proceso electoral se llevaría a cabo sin mayores alteraciones. De ese modo, Luis Donaldo Colosio viajó a Tijuana el 23 de marzo de 1994, para hacer un mitin en Lomas Taurinas, uno de los lugares más pobres y peligrosos de esa ciudad. Llevaba tras de sí el peso de la historia mexicana, los problemas económicos y sociales, y el sueño de convertirse en el siguiente presidente de México. Lo que siguió cambió para siempre la vida nacional.

Los salinistas, sin embargo, veían con pavor esas reformas porque consideraban -Córdoba en sus “Diez lecciones de la reforma económica en México”, Nexos 158, febrero de 1991- que las ideas populistas contribuían a relajar la disciplina económica, las conclusiones del politólogo Alfonso Zárate fueron circuladas el viernes anterior al domingo del destape de Colosio; se publicaron en la columna Indicador Político en El Financiero justamente el domingo 28 de noviembre de 1993, el día de la nominación de Colosio. El titular de la columna resumía todo el trabajo de Zárate: “Debe ser Camacho pero va a ser Colosio”. De acuerdo con la información consolidada de Zárate, el escenario sucesorio tenía tres puntos fundamentales: 1.- Camacho era el mejor candidato para el país con un puntaje global de 81.20. 2.- Colosio aparecía como el mejor candidato para Salinas, con 77.84 de puntuación. 3.- Y el peor candidato de los seis analizados fue Ernesto Zedillo, con una suma global de 53.85 puntos.. (Tomado de Carlos Ramírez, Colosio Crimen del Poder, Suplemento especial de La Crisis del 18/02/04).

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Todos estos aspectos nos pueden dar una idea de que el grupo salinista sigue estando en primera línea: Camacho, Montemayor, Córdoba, Arreola, Zedillo, Alfredo del Mazo, Manuel Bartlett, Emilio Chauyfett, etc., por lo mismo hay que buscar dentro del mismo grupo, las líneas de la conspiración anti-Colosio y aquí me atrevo a plantear dada la cercanía familiar {Riojas}, local (Sabinas, Coahuila}, regional {Coahuila-Nuevo León} y profesional {economistas},alrededor de este tema escabroso que me llevo a ser parte de un compló foxista en donde se me pidió subir a mi página de internet, el segundo balazo que le dan a Colosio y que el periódico La Crisis publicó de esta manera”.... En las videograbaciones obtenidas por La Crisis en la página web del noticiero Esferas (http://yumka.com/colosio/segundodisparo.html), se establece como Colosio, ya herido, es subido a la camioneta por la portezuela derecha trasera, y es ahí cuando el conductor de noticiero establece: “Observen al individuo que está atrás de la camioneta; un tipo chaparro, de lentes, pelón, que luego se le ve por la portezuela trasera izquierda y se oye un clarísimo ruido de la detonación y el destello del fogonazo que ésta produce”. A continuación el periodista, que pide se pase en cámara lenta la videograbación, va narrando punto por punto los hechos y encerrando con un círculo el destello que produce el fogonazo de la segunda arma utilizada contra el sonorense. Todo hace indicar que esta posibilidad de un complot de Estado en contra del candidato priísta, Colosio Murrieta, es lo que provoca que el senador, Luis Colosio, pidiera que se reabriera el caso, al señalar que su hijo fue víctima de un clima de profundo deterioro de sus relaciones con (Carlos) Salinas (1988-1994) y exigió reabrir la investigación sobre su asesinato.(La Crisis,25/05/2004).

http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/mexico/etc/maps.html

Otro aniversario

Luis Colosio, un recuento obligado

Este 23 de marzo se recuerda de nuevo un aniversario de la muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien falleciera baleado en Tijuana, Baja California, a manos de Mario Aburto. Desde aquel 1994, siendo presidente, Carlos Salinas, las especulaciones en torno al caso, no han dejado de surgir.

El siguiente es un recuento de los hechos, tomado de una página en Internet que recuerda la memoria del personaje.

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Los Hechos: Como parte del Itinerario de su programa de giras de campaña, el candidato del PRI a la Presidencia de la República, Lic. Luis Donaldo Colosio Murrieta, arribó el miércoles 23 de marzo de 1994 alrededor de las 16:05 hrs. al aeropuerto "Abelardo L. Rodríguez" de la ciudad de Tijuana, Baja California. El primer punto agendado; la popular colonia Lomas Taurinas, ubicada a unos metros de la línea que divide la frontera con los Estados Unidos. El sitio de reunión fue en una explanada con un parque en pendiente sobre la calle "La Punta" donde se colocó un improvisado templete, montado sobre una camioneta. Había un único punto de acceso, se trataba de un puente de madera, de tres o cuatro metros de largo, que conectaba la explanada a un camino sin pavimentar cuya entrada era una pendiente por la cual llegó el vehículo del candidato. Durante el denominado "Acto de Unidad", con un aforo aproximado de 4,000 personas, participaron cuatro oradores locales, antes de que el propio Colosio pronunciara su emotivo discurso con el cual dio fin el evento. Alrededor de las 17:00 hrs. tiempo local, el candidato bajó del templete rodeado por las personas encargadas de su seguridad personal, con la intención de atravesar la gran explanada entre la multitud para dirigirse al puente de salida tras el cual le esperaba el vehículo que lo conduciría al Club Campestre de Tijuana. Pudo apenas caminar poco menos de 10 metros, cuando dos disparos que penetraron en el cráneo y el abdomen del Lic. Colosio, le hicieron desvanecerse y caer al piso en forma instantánea. El candidato gravemente herido, fue trasladado de manera inmediata al Hospital General de Tijuana en donde tras recibir todo tipo de atención médica, alrededor de las 20:00 hrs. fue oficialmente declarado muerto. El autor de los disparos fue inmediatamente detenido por quienes en el momento del atentado rodeaban al candidato y posteriormente puesto a disposición de las autoridades, siendo identificado como Mario Aburto Martínez (entonces) de 23 años de edad, oriundo del Estado mexicano de Michoacán y radicado desde hacía ocho años en la Ciudad de Tijuana. Las Investigaciones: Durante el curso de la indagatoria, se han sucedido cuatro Procuradores Generales de la República y cuatro Subprocuradores Especiales. Con excepción del último Subprocurador, cuya investigación se encuentra en curso, los anteriores encargados de la investigación informaron públicamente los resultados y fundamentos de las indagaciones que realizaron. Particularmente, los Subprocuradores Miguel Montes y Olga Islas, publicaron amplios y detallados informes. Bajo esta consideración, el apuntamiento que sobre cada gestión se hace en el presente documento, no implica una exposición amplia de las mismas y sólo destaca aquello que, en retrospectiva, aparece como lo más representativo. 157

La gestión del licenciado Diego Valadés Ríos Históricamente, la gestión del licenciado Diego Valadés Ríos al frente de las investigaciones del homicidio del licenciado Colosio Murrieta, se sitúa como la más breve pero también como la más trascendente, en cuanto ocurre recién sucedidos los hechos. Metodológicamente, esta investigación, que abarca un periodo de cuatro días (23 al 27 de marzo de 1994), se desarrolla en medio de la confusión y sin sujeción estricta a los principios básicos de la investigación criminalística. A ello contribuyen factores tanto internos como externos. La Delegación Estatal de la Procuraduría General de la República en Baja California es prontamente rebasada por la magnitud del crimen y no acierta a tomar control inmediato de las circunstancias. En esos momentos, la atención se centra en la salud del candidato, lo que da pie a la intervención de diversas autoridades de manera inconexa: el Estado Mayor Presidencial, quien habiendo asegurado y puesto a disposición al autor material del crimen Mario Aburto, conserva durante algunas horas el arma homicida y la ojiva encontrada en el lugar de los hechos; la Policía Municipal, quien asegura y revisa el baúl del autor del homicidio; la Policía Judicial del Estado, quien practica la detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega en calidad de sospechoso y el Subdelegado de la policía Judicial Federal, Raúl Loza Parra, quien encabeza el primer interrogatorio de Mario Aburto. En ese momento, no se toman medidas para preservar adecuadamente el lugar de los hechos. Durante las horas siguientes, se sucede el arribo de diversos funcionarios a la Ciudad de Tijuana. Mario Aburto ya había declarado ante el Ministerio Público y comienza un acelerado ritmo de trabajo en la Delegación. Diversas personas practican diligencias sin un hilo conductor adecuado, pues la presencia del Procurador Valadés y de los principales funcionarios de la Procuraduría General de la República, provoca pluralidad de mandos y directrices. La apresurada venida del personal pericial y la intensa presión a que son sometidos, impide que se desarrolle un adecuado trabajo de criminalística. Por ejemplo, se carece de brújula y cintas métricas en el lugar de los hechos; no existe coordinación entre el personal ministerial y pericial que practica la reconstrucción de hechos; la necropsia se realiza ante un grupo numeroso de personas que impide la adecuada fijación de fotografías del cadáver y los peritos no establecen el plano de sustentación, indispensable para determinar la trayectoria de los disparos. Finalmente, se pierden importantes indicios, al ser lavada la ojiva encontrada en el lugar de los hechos, con el propósito de realizar lo que en ese momento parecía más urgente: la realización de los dictámenes de balística. Con todo, durante esta gestión es consignado el autor material del homicidio y se dejan sentadas las bases para su posterior condena. Asimismo, el Procurador Valadés deja preparado lo que sería el primer acto procesal de su sucesor, el Subprocurador Montes: la consignación de Tranquilino Sánchez Venegas, como presunto cómplice del homicidio. También y pese a las carencias técnicas y metodológicas con que se realiza, es en esta gestión cuando se emite el dictamen en criminalística sobre la posición víctima-victimario, que a la postre ha resultado ser el que más cercano estuvo de explicar adecuadamente la mecánica de los hechos. 158

Es también en esta gestión cuando ocurre la polémica liberación de Jorge Antonio Sánchez Ortega, a quien le había resultado positiva la prueba del radizonato de sodio y presentaba en su chamarra una gota de sangre del candidato. En un estricto sentido, de lo actuado durante la gestión del licenciado Valadés, se desprende que si bien se establece la hipótesis de un solo autor del homicidio, basándose para ello, entre otras probanzas, en la propia confesión del inculpado, los testigos que señalaban haberlo visto disparar, el vídeo que capta el momento del atentado, el dictamen sobre la posición víctima-victimario y la pericial que establecía que la ojiva encontrada en el lugar del suceso había sido percutida por el arma asegurada al infractor, también queda apuntada la tesis de que éste contó con el presunto auxilio de cómplices presentes en el lugar de los hechos, ya que al efecto se dio la consignación de Tranquilino Sánchez Venegas. En el aspecto estadístico, durante esta gestión se recabaron 25 declaraciones ministeriales y 2 ampliaciones; se efectuaron 2 reconstrucciones de hechos y 2 inspecciones oculares; 17 investigaciones policiales y 13 dictámenes periciales. El primer subprocurador especial: la gestión del licenciado Miguel Montes García A las pocas horas de ocurrido el homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta, el entonces Presidente de la República decide nombrar un Fiscal Especial para que se encargue de las investigaciones del asesinato. La propuesta presidencial recae en el licenciado Santiago Oñate Laborde. Consultada la señora Diana Laura Riojas viuda de Colosio, manifiesta su oposición. Argumenta dos razones: la cercanía afectiva del licenciado Oñate con su esposo y su no-experiencia en investigaciones criminales. Menciona a su vez a un jurista y político destacado: el licenciado Miguel Montes García. El Presidente Salinas acepta y el 26 de marzo de 1994 se publica en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se crea una Subprocuraduría Especial con el objeto de llevar al cabo las investigaciones que conduzcan al esclarecimiento de los hechos relacionados con el homicidio del señor Luis Donaldo Colosio Murrieta. Al inicio de su gestión, el licenciado Miguel Montes sostiene la tesis de la acción concertada. Su primer acto procesal relevante, el mismo día de su designación el 28 de marzo, consiste en la consignación de Tranquilino Sánchez Venegas como presunto copartícipe en el homicidio. El 4 de abril, consigna a Vicente Mayoral Valenzuela, Rodolfo Mayoral Esquer y Rodolfo Rivapalacio Tinajero por la misma coparticipación. La responsabilidad del autor material se sustenta, básicamente, en las pruebas preexistentes y la de los copartícipes, salvo el caso de Rodolfo Rivapalacio, en los movimientos observados en los vídeos, que se interpretan como de auxilio o favorecimiento. A partir de ese momento, el licenciado Montes centra particularmente su investigación en la persona de Mario Aburto. Para el 2 de junio de 1994 y basado primordialmente en la ausencia de pruebas en contra de los presuntos copartícipes, en los estudios de personalidad del autor material y de los documentos que le fueron asegurados, comienza a abandonar la tesis de la concertación y hace público que las investigaciones no habían aportado nuevos elementos de prueba y que, por el contrario, se fortalecía la tesis de que el homicidio había sido cometido por un hombre solo, sin que necesariamente la conducta de los demás 159

inculpados hubiese sido determinante en el hecho. El 14 de julio, renuncia a su cargo y considera agotada la investigación: para él y su equipo, Mario Aburto era el autor material e intelectual del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio y actuó solo, de acuerdo con las características de su personalidad, sin que hubiese datos que hiciesen pensar la autoría intelectual de terceros. En el aspecto criminalístico y relativo a la posición víctima-victimario, esa Subprocuraduría sostuvo la hipótesis del giro a la izquierda de 90° del candidato, luego del primer disparo y un concomitante desplazamiento del agresor hacia su izquierda, quien hace el segundo disparo al descubierto costado izquierdo del licenciado Colosio. Este dictamen, realizado sin la premura y presión que el anterior, resultó, sin embargo, ser el más inconsistente y con menor viabilidad técnica, al introducir elementos subjetivos y poco probables de realizar en el mundo fáctico. La gestión del licenciado Montes se desarrolló durante tres meses y medio (28 de marzo a 14 de julio de 1994). Durante ella se recabaron 276 declaraciones ministeriales y 42 ampliaciones. Se efectuaron 4 inspecciones oculares, 47 investigaciones de la Policía Judicial Federal y 48 dictámenes periciales. Las investigaciones del asesinato durante la gestión de la Doctora Olga Islas de González Mariscal El corte abrupto de las investigaciones durante la gestión del licenciado Miguel Montes y, sobre todo, el cambio brusco de posición en lo concerniente a la hipótesis de la concertación, dejó una secuela de insatisfacción colectiva respecto al curso de las investigaciones. Muchas eran ya, para ese momento, las inquietudes e interrogantes sociales respecto del asesinato. En este contexto, el entonces Presidente de la República designa como segunda titular de la Subprocuraduría Especial, a una distinguida académica y jurista, la doctora Olga Islas de González Mariscal, quien hasta ese momento se desempeñaba como Subprocuradora de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Al anunciar su nombramiento, el licenciado Carlos Salinas de Gortari señaló que había dado instrucciones a la nueva titular de profundizar en la investigación, para determinar si alguien o algunos habían influido en Mario Aburto para la comisión del crimen. La doctora Olga Islas asumió el cargo el 18 de julio de 1994 y en consenso con el grupo asesor de juristas designado por el Presidente de la República —del que formaron parte el doctor Jesús Zamora Pierce, el licenciado Agustín Santamarina y el licenciado Francisco Acuña Griego, con la excusa del doctor Raúl Carrancá y Rivas—, anunció el establecimiento de 31 líneas o hipótesis de investigación a desarrollar durante su administración.

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Al concluir su gestión, el 30 de noviembre de 1994, la doctora Islas informó que 22 de las líneas anunciadas se habían considerado resueltas y no habían aportado nuevos elementos a la indagatoria, dejando abiertas 9 de ellas para la continuación de las investigaciones. La doctora Islas no asume durante su administración una postura específica respecto de la existencia o no de otros probables autores o partícipes en el evento delictivo, ni tampoco cuestiona o somete a análisis crítico los dictámenes periciales realizados por sus antecesores. Amplía en cambio el espectro de la investigación, dando de esa manera entrada a diversas inquietudes que públicamente se venían manifestando respecto del crimen, o que se estimaba no habían quedado lo suficientemente explicadas durante el periodo del licenciado Montes. Como aspecto relevante de esta gestión, durante la misma ocurre la condena del autor material, quien fue sentenciado en primera instancia a la pena de 42 años de prisión. Durante la administración de la doctora Olga Islas, que en términos formales abarcó 5 meses (18 de julio al 15 de diciembre de 1994), se recabaron 103 declaraciones ministeriales y 49 ampliaciones. Se efectuaron 10 inspecciones oculares, 75 investigaciones de la Policía Judicial Federal y 49 dictámenes periciales. El tercer Subprocurador del caso: la gestión del Lic. José Pablo Chapa Bezanilla. El 16 de diciembre de 1994, el doctor Ernesto Zedillo Ponce de León designa como nuevo Subprocurador Especial al licenciado José Pablo Chapa Bezanilla, a quien concomitantemente se encarga la investigación de los homicidios del licenciado José Francisco Ruiz Massieu y del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. A poco más de dos meses de iniciada su gestión, el 24 de febrero de 1995, el licenciado Chapa Bezanilla da un vuelco a las investigaciones y apuntala la tesis de la concertación, por la vía de un segundo tirador que, situado a la izquierda del candidato, habría realizado el disparo al abdomen. Afirma, además, que la ojiva encontrada en el lugar de los hechos había sido sembrada. Como autor del segundo disparo, es consignado y sujeto a proceso penal Othón Cortés Vázquez. La hipótesis del segundo tirador descansa en tres testigos que señalaron haber visto a Othón Cortés con un arma de fuego apuntando al costado izquierdo del candidato, afirmando uno de ellos que incluso lo vio disparar, en un dictamen de criminalística que descarta la existencia de los giros que se mencionan en los dictámenes anteriores y establece que en relación a la segunda herida que presentó el candidato, el agresor se encontraba atrás, a la izquierda y en un plano ligeramente superior con relación a la zona de impacto; en las declaraciones de cuatro testigos quienes dicen dudar que la ojiva que observaron en fotografías al momento de la diligencia, sea la misma que vieron sobre la tierra en el lugar de los hechos: en un informe de balística, en el que se establece que habiendo realizado disparos de prueba sobre una piel de cerdo con un arma similar a la utilizada por Mario Aburto y en un terreno con características similares al del lugar de los hechos, los disparos penetraron once y diecinueve centímetros en el piso, respectivamente, lo que dio pauta para afirmar que la ojiva fue sembrada; y en un dictamen pericial en materia de neurología, 161

según el cual una persona con las características de la lesión cerebral que presentó el licenciado Colosio, era imposible que realizara un movimiento corporal voluntario alguno. La inconsistencia y poco sustento científico de esta teoría habría de verse, con mediana claridad, a la vuelta del tiempo. En principio, el 7 de agosto de 1996, el C. Juez de la Causa dictó sentencia absolutoria a favor de Othón Cortés Vázquez, fundándose para ello en la falta de confiabilidad de los testimonios de cargo y en la imposibilidad de que el inculpado hubiese realizado el segundo disparo, pues se había determinado pericialmente y fedatado judicialmente, que al momento del primer disparo, Othón Cortés posa su mano derecha sobre el hombro del General Domiro García Reyes, lo que hace improbable que en menos de dos segundos hubiese disparado con esa mano, según lo refieren los testigos. Durante la gestión del licenciado Chapa Bezanilla se resuelve el recurso de apelación interpuesto en contra de la sentencia dictada en contra de Mario Aburto, con el resultado de que le fue aumentada la pena a 45 años de prisión y, asimismo, ocurre la absolución de Vicente y Rodolfo Mayoral y Tranquilino Sánchez Venegas, por insuficiencia de pruebas. A mediados de agosto de 1996, el C. Presidente de la República dispone la remoción del tercer Subprocurador Especial para el caso Colosio. Durante la gestión del licenciado Chapa Bezanilla, que abarcó más de 20 meses (16 de diciembre de 1994 al 30 de agosto de 1996), se recabaron 146 declaraciones ministeriales y 89 ampliaciones. Se efectuaron 8 inspecciones oculares, 52 investigaciones de la Policía Judicial Federal y 58 dictámenes periciales. (Texto tomado de la página http://www.colosio.org.mx/)

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Quién está detrás del atentado a Colosio? Córdoba, Salinas, Zedillo, dinos del PRI... Por Daniel Andrade - Tuesday, Jan. 03, 2012 at 12:20 AM En estos tiempos electorales en México es bueno recordar quiénes, cómo y por qué el PRI asesinó a su propio delfín político. En un texto escrito originalmente al mes después del asesinato político que cimbrara México ... ¿Quién está detrás del atentado a Colosio? CÓRDOBA, SALINAS, ZEDILLO, DINOS DEL PRI, EL GRAN CAPITAL Daniel Andrade Mayo de 1994 1. Asesinato de Colosio: Los móviles El asesinato de Colosio el miércoles 23 de marzo a las 16:50 horas del DF fue claramente un complot organizado por sectores del gobierno y del PRI. En las elecciones de 1988, el PRI necesitó de un fraude monumental, organizado por José Córdoba y Miguel Montes, entonces presidente del Colegio Electoral, para mantener al PRI en el poder y robar la victoria a Cárdenas.Salinas y su “grupo compacto”, operado por Córdoba, contando con Colosio, Zedillo, Otto Granados, y Patricio Chirinos, entre otros, al que en el pasado perteneció Camacho, desde entonces pensaron que el PRI ya no les servía para asegurarles el poder. La alianza tradicional que había dado estabilidad al PRI en el pasado, con el sector obrero, campesino y el llamado “popular” fue atacado. Salinas comenzó encarcelando a La Quina para controlar el poderoso sindicato petrolero, fomentó divisiones en el poderoso Congreso del Trabajo, y la creación de la FESEBES, de H. Juárez, y Elba Esther Gordillo, que desplazó al dinosaurio Jongitud Barrios. El sector “popular”, CNOP y la UNE fue dividido en tres. La CNC, la CCI y otras centrales campesinas priistas fueron subordinadas a Pronasol y Procampo. Salinas y su camarilla pensaban que el PRI ya no garantizaba la victoria, ni la creciente idea de Salinas de trascender el sexenio. Además querían evitar una repetición de 1988 y sabían que cada día que pasara el margen de maniobra para el fraude sería menor por la mayor presión social. El Programa Nacional de Solidaridad desde un principio se destinó a las zonas donde el PRI perdió las votaciones de 88. Pero su objetivo no era sólo recuperar el voto para el PRI e intentar frenar explosiones sociales, sino poner la estructura para un nuevo partido que asegurara la victoria en 1994, el proyecto neoliberal y las ambiciones transexenales de Salinas y Córdoba. Intentaron controlarlo, desplazando a los viejos dirigentes. Enviaron a Colosio y a Genaro Borrego a la presidencia del partido con ese objetivo. En 91 y 92, en las asambleas anuales del PRI se fijó como objetivo y centro del debate la “refundación del PRI”. Se habló de cambiar de nombre al partido y denominarlo ”Partido Solidaridad”. En estos momentos hay más de 153 mil comités de solidaridad por todo el país. Son más y agrupan más gente que los comités territoriales del PRI. Son un embrión de partido paralelo en realidad. 163

Pero los viejos dinosaurios se resisten a extinguirse. Frenaron todos estos intentos y consiguieron quitar a Borrego en 93 de la presidencia del PRI en el DF y poner a Ortíz Arana, al que podían manejar mejor. El grupo Salinas-Córdoba se mueve entonces para no perder el control y coloca a Lamadrid como secretario general. Estos antecedentes son importantes para comprender en su contexto el móvil del asesinato. El crecimiento económico de 1990 a 92, la victoria fraudulenta y la abstención del PRI en las elecciones del DF en agosto de 1991 sirvieron (aunque Colosio era el presidente del PRI) a los “dinos” para demostrar que ellos y el partido todavía servían, eran indispensables. Los dinosaurios fueron desplazados de las gubernaturas. Otra cosa que nunca le perdonaron a Colosio fue la política de concertacesión con el PAN. Colosio, como presidente del PRI, le dio la victoria a la gubernatura de Baja California al panista Ernesto Ruffo, en un acuerdo que incluía que el PAN reconociera la “victoria” de Salinas en las presidenciales de 1988. Todo parecía feliz para la burguesía en los últimos años, con su campaña de propaganda sobre los “éxitos macroeconómicos”. Aspe, declarando que “la pobreza es un mito genial”, hablando de las maravillas del Pronasol, la entrada al Primer Mundo con la firma del TLC, etc. Desde el destape de Colosio, el 29 de noviembre, hasta febrero, el discurso de Colosio era una clara copia del de su jefe, Salinas, puro continuismo. Pero a partir de principios de marzo es verdad que empieza a cambiar. ¿En qué?Y aquí están las respuestas sobre el móvil del complot. Y la demostración política de la implicación directa de los que controlan el gobierno y el PRI. La prensa burguesa se ha preguntado a quiénes perjudica este asesinato. Nosotros debemos preguntarnos en primer lugar a quiénes beneficia este atentado. Es evidente que no es al PRD ni al EZLN, que han intentado ser vinculados indirectamente con el asesinato de Colosio. Pensamos que hay dos claves para entender el móvil del complot: a) mantener el “rumbo económico”, la política de capitalismo salvaje actual o “volver al pasado”, con una mayor intervención del Estado, una política económica keynesiana (del economista burgués Keynes, basada en más gasto público y social real para crear empleo y más intervención del Estado), lo contrario de lo anterior; b) y la segunda clave es el intento de destruir el PRI tal como es ahora y fundar un nuevo partido. Sobre la política económica aplicada por Salinas, Colosio al principio estaba dispuesto a seguirla al pie de la letra. Pensaba, al igual que todos ellos, que la “desaceleración de la economía”, recesión en realidad, sería temporal. Esperaban que con la entrada en el TLC, más “confianza” en México, las inversiones extranjeras continuarían y el “capital golondrino” todavía no se iría. Y que con la recuperación raquítica en EU, con un pequeño aumento del gasto público para 1994, totalmente insuficiente, calmarían la situación, lograrían los votos para agosto de 1994, mientras seguían sus intentos de dividir al PRD. Pero la “borrachera” de la “entrada” al Primer Mundo se convirtió en “resaca” el 1 de enero con la irrupción del EZLN. Todo el descontento y el ambiente de frustración encontraron un catalizador en la lucha de Chiapas. El voto del campesinado pobre en su conjunto, indígena o no indígena, antes cautivo con promesas demagógicas que nunca se cumplen, se tambaleó. Fundamentalmente sobre este voto el PRI pudo montar su fraude electoral en 88. 164

Esta situación llevó hasta que sectores de la Central Nacional Campesina (CNC) y del propio PRI en Chiapas encabezaran tomas de tierras contra los caciques, que en lo político son viejos dinosaurios priistas. Las perspectivas de crecimiento económico que serían de 6% para este año, según el Plan Nacional de Desarrollo 1990-94, elaborado por Zedillo, Salinas y Córdoba no se cumple. La economía en 93 creció sólo un 0.4% y Solana habló para 1994 de una cifra de un 1%. Con ello la maquinaria de propaganda de los últimos años y la capacidad de contener explosiones sociales más generalizadas quedó tocada de muerte. Y agudizó más las diferencias y divisiones en el PRI entre los camachistas , la llamada “línea blanda”, y el “grupo compacto”, donde está Zedillo y también estaba Colosio antes de que se intentara salir del huacal. La guerra campesina en Chiapas obligó a Salinas a tener que poner a Camacho para intentar apagar el fuego. La insurrección del EZLN fue un golpe contundente para Salinas y la burguesía. El mismo día que Colosio inicia su campaña, Camacho es nombrado “comisionado para la paz”. Esto opaca más la campaña electoral de Colosio, que paga la factura de los ataques a los trabajadores de la política de capitalismo salvaje que lanzaron desde 1988, continuando lo que inició el sexenio de Miguel De la Madrid. La debilidad de la campaña de Colosio, igual que ahora la de Zedillo, era la mayor en la historia del PRI. Las estadísticas caían día con día. En enero y febrero le daban un 30% de votos. Cárdenas en enero tenía un 21% y el panista Diego Fernández de Cevallos apenas si alcanzaba el 10% ( por eso ahora vemos una encuesta tras otra diciendo que a Zedillo le votaría un 50 o 60%, estadísticas falseadas de El Nacional y otras). Córdoba, Salinas, Aspe y Zedillo insisten en mantener la línea económica neoliberal pura y dura, que tantos beneficios da a un puñado de empresarios y banqueros y hace que México tenga 18 multimillonarios entre los 100 primeros del mundo, una cifra superior a muchos paises europeos. “El país es fuerte y sus instituciones sólidas” es su divisa. Piensan que los votos los pueden controlar con un fraude monumental como en 88, que después del 1 de enero necesitan que sea más brutal. Para organizarlo, como en 88, está Córdoba, que como dicen los católicos de Dios está presente en todos los lugares, y utilizan la falsa imagen de “independiente” de Jorge Carpizo, secretario de Gobernación, como presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), cuya línea política es claramente salinista. Con la pobreza y el desempleo creciente que hay en el país, con la pérdida del voto campesino pobre y de otros sectores, especialmente de clase media, Colosio empieza a pensar que hay que cambiar algo para que todo quede igual. Esta es la misma apreciación de un sector del PRI, y le llevará de las diferencias iniciales con Camacho a un acercamiento y una “reconciliación” una semana antes del atentado en Lomas Taurinas Colosio necesita conseguir votos, aunque sea para dar una base mínima al fraude, y la única salida es ofrecer demagógicamente un cambio, una “reforma”, pero en el tema económico plantea que hay que girar un poco el rumbo del timón, que lo enfrenta a Córdoba, Aspe, Zedillo y Salinas. Pero estos, la línea pura y dura no están dispuestos a cambiar ni un milímetro el rumbo. 165

El miércoles 23 de marzo, en la mañana del asesinato, Colosio estuvo en Culiacán (Sinaloa) y dijo : “Las fuerzas del mercado son necesarias pero para resolver problemas de pobreza extrema no son suficientes (…) No creo que el juego del mercado, de la oferta y la demanda, vaya a resolver los problemas de miseria, por ejemplo, en la huasteca oaxaqueña. Ahí tiene que haber una política deliberada del estado mexicano. Ahí tiene que haber una política deliberada del gobierno”. Estas y otras declaraciones, como la de que “la única continuidad será la del cambio”, que arrancan desde el discurso del 6 de marzo, en el mitin por el 65 aniversario del PRI en el Monumento a la Revolución del DF, son percibidos por el “grupo compacto” como algo más que la demagogia usual en el PRI-gobierno. Al mitin no acuden ni Salinas, ni Córdoba ni ningún miembro del gabinete, excepto Kumate ( de Salud, un viejo dino y cero a la izquierda en el gobierno) cuando dos años antes Salinas utilizó este mitin para lanzar su tristemente famoso “liberalismo social” Veían el peligro de que un cambio de rumbo económico colosista diera una tendencia a la renacionalización, con el fantasma de José López Portillo y su nacionalización burguesa de la Banca en 1981, lo que ponía los pelos de punta a los grandes capitalistas extranjeros y nacionales, que quieren conservar todo lo que puedan a México como un gran paraíso especulativo para exprimir al máximo, con fabulosos beneficios. Y no podemos olvidar que Córdoba es el lazo directo, más que Aspe, con los grandes capitalistas internacionales. No es casual que al salir Córdoba al “exilio” concertado con Salinas, y no hay ninguna diferencia entre ambos, se haya ido a refugiar en su casa: Washington y el BID. Con esto Colosio pretendía ganar las elecciones en agosto y sobretodo evitar una explosión social, lo que es imposible. Hay una tendencia a la generalización de las luchas que no se frena si no es alimentada por cada día por la política de capitalismo salvaje. El 18 de marzo, dos días después de la reunión privada entre Camacho y Colosio, y cinco días antes del atentado, Heberto Castillo llamó por primera vez en público a levantar un movimiento nacional contra el fraude, que fuera más allá, y a un paro nacional para el 22 de agosto cuando el fraude electoral se consumara. Lo que empezaba a perfilar Colosio también ponía en peligro la idea de Salinas de volver a reelegirse en el año 2000, como Álvaro Obregón en el pasado. De ahí, la autodenominación que se dieron: la “generación del cambio” y la pretensión del “grupo compacto”, que no lo es tanto, de mantener el poder tres sexenios más además del actual. Esto se demuestra con Procampo, donde a través de Hank Gonzalez, un viejo “dino” que encabeza a este sector beneficiario del asesinato de Colosio, se planteó una ley para que Procampo se “insitucionalice” ¡como programa de gobierno durante 15 años! Para el grupo compacto, la cabeza central de los hombres del complot, era igual que para Gorbachov, salvando las distancias: el control, poder y rumbo económico es intocable, lo que si pueden es admitir es “reformas” políticas cosméticas, a cuentagotas y a futuro. No es que de repente Colosio se convirtiera en un Lázaro Cárdenas pero igual que éste, como explica Trotsky, hay sectores de burgueses inteligentes que comprenden que hay que cambiar algo para no perder su control como clase dominante, y de ahí la expropiación petrolera de 1938 o la nacionalización de la Banca en 1981, bajo presión del movimiento de los trabajadores. 166

La cuestión es, como siempre explicamos, que en un momento dado estuviera quien estuviera en el PRI-gobierno, si no quiere ver en peligro su dominación de clase, se vería obligado a volver a renacionalizar sectores de la economía. Entre otras cosas, por el desempleo creciente, un peligro potencial para la clase dominante. Y tenían miedo a un vuelco electoral como en 88 y que el PRD llegara al poder. Más en un ambiente con movilizaciones de 100 mil asistentes como el 12 de enero y con una Jornada Nacional de Movilización, el 10 de abril, por delante. Córdoba, Salinas, Zedillo y los grandes empresarios nacionales e internacionales tenían un móvil muy claro para estar a favor o no oponerse a quitar a Colosio de la candidatura. Antes de resolver asesinarlo le dieron avisos para que se enmendara. Uno fue el no acudir Salinas ni el gabinete al mitin del 65 aniversario del PRI; otro fue el juego ambigüo, a dos cartas y la duda filtrada por Salinas de que Camacho podía todavía ser candidato. Pero Colosio no estaba dispuesto a renunciar y pensaría que Salinas lo apoyaría de todos modos hasta el final, como hizo con el segundo destape. Pero no era así. La fuerza creciente de los trabajadores, jóvenes y campesinos pobres cuestionando abiertamente al gobierno, perdiendo el miedo y movilizándose con una conciencia cada día mayor de nuestra propia fuerza por todo el país es el factor que explica la división y descomposición en el PRI-gobierno, y no puede ser visto aisladamente como una pugna entre grupos o intereses individuales por puestos, fuera de este contexto. Este análisis y las perspectivas dan la razón de ser a la necesidad, que siempre reiteramos los marxistas, de incrementar, coordinar y extender la movilización nacional y una huelga general o paro nacional de 24 horas con objetivos claros y un programa y perspectivas de clase. Por estos factores, el “grupo compacto”, los hombres del complot decidieron matarlo. También están involucrados los “dinos” del PRI. Pero antes de pasar a eso, hay que decir que a las pocas horas hay varias declaraciones, todas coincidentes y no casualmente, una campaña en los medios de comunicación burgueses que nos revelan y apuntalan sin lugar a dudas cuál fue el móvil central del complot: el peligro de cambio de “rumbo económico”. A 10 horas escasas del atentado a Colosio, el presidente de la élite empresarial, Luis Germán Cárcoba, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) estaba muy interesado en refrendar el “actual modelo económico”. El jueves 24 de marzo, a las 8 de la mañana, cuando apenas se recibía en el DF el cuerpo de Colosio, los grandes empresarios se presentaron a la sesión ordinaria del Pacto (se ve que el duelo oficial no iba con ellos) para “refrendar el PECE”, es decir, el tope salarial, los despidos casi libres, la sobreexplotación camuflada como productividad, las privatizaciones...el “rumbo económico” en suma. Ningún secretario de Estado estaba presente por el velorio pero en la tarde formaron el Pacto para la Explotación. El 29 de marzo, Alfredo Viegas, de la consultora estadounidense Salomon Brothers, explica claramente la postura de los grandes capitalistas internacionales. “No pensamos de que se podría argumentar a favor de que un candidato del PRI promueva cambios que de manera seria amenazaran las políticas de Salinas...El modelo económico de cierta manera es sagrado”. 167

Dentro del país Aspe y Mancera, nuevo gobernador del Banco de México declararon: “No habrá ningún viraje en la política económica”. ¿Hacen falta más pruebas de que este era el tema central y no la separación PRI-gobierno, que sólo eran palabras? Lo que brilló por su ausencia en el discurso del 6 de marzo de Colosio fue el Pronasol. No fue nombrado como antes. No es que lo fuera a quitar pero no le dio el papel central que Salinas . Este conocía el discurso de Colosio con anterioridad. Por eso no fueron.Esto es otro indicador que Colosio pasó de ser el ariete de Salinas para destruir el PRI y crear un nuevo “partido solidaridad” a aplazar la liquidación del PRI . Necesitaba votos más que nunca. Los comités de solidaridad no eran una estructura fiel que asegurara el voto para después manejarlo fraudulentamente y presentarlo como una victoria, porque no era partido todavía, y en cambio el voto corporativo controlado por los “dinos” sí aseguraba más votos. Colosio buscó un equilibrio inestable entre los votos corporativos y los de la estructura del Pronasol salinista, bajo su control a través de Carlos Rojas. Esto aseguraría votos para dar mayor credibilidad a un fraude más “elegante” sin “caídas del sistema”, que todavía pretenden, y de todas maneras abriría la brecha poco a poco al “partido de ciudadanos”, el “centro amplio”, basado en la estructura de los comités de solidaridad. Este partido de “centro amplio” obviamente no era el PRI. Esta postura acercó las posiciones políticas de Colosio, que intentaba formar su grupo propio dentro del PRI, sin el control del aparato cordobista y de Camacho, que apostaba que la única manera de frenar a la movilización nacional antifraude que iría más allá de esta cuestión después del 21 de agosto era tener como recambio un “gobierno de transición”, presidido por él mismo. La reunión privada entre ambos, el miércoles 16 de marzo, alarmó a los cordobistas, enemigos de los camachistas, el mismo “grupo compacto” en el gobierno y los dinos del PRI que sabían que Colosio preparaba para después de Semana Santa una embestida para controlar el PRI, desplazando más a los dinosaurios y también cambios en el comité de campaña, sustituyendo a Zedillo o apartándolo más, con el consuelo de presentarlo como candidato a gobernador por Baja California. Ya entonces Zedillo no era en realidad el coordinador de la campaña de Colosio sino José Luis Soberanes. Los dinos se daban cuenta que la destrucción del PRI sólo se había aplazado hasta después de las elecciones de agosto y en ese periodo ellos iban a ser desplazados de la estructura priista y de los puestos en las listas para diputados, senadores y gobernadores. Con estos factores, los intereses y privilegios, y la montaña de corrupción, ligada al narcotráfico y todo tipo de negocios sucios, sobre la que se basaban, se vendría abajo. Para los dinosaurios el factor central no era el cambio de rumbo económico, es más algunos lo pedían. Lo que de veras les importa son las curules, las cuotas de poder. Los “dinos” habían apoyado la vieja política populista del PRI en el pasado y obtenido puestos, luego se cambiaron al neoliberalismo y estuvieron contentos mientras tuvieron puestos. Hemos explicado que cuando no hubiera curules para todos, las diferencias y divisiones en el seno del PRI se profundizarían. Hay como unos 300 curules para todos y para satisfacer lo que demandan los grupos al interior del PRI harían falta 3,000. Por eso Fidel Velázquez después del asesinato de Colosio pedía 1/3 de curules para el sector obrero, y lo negoció levantando la amenaza demagógica de luchar un 15% de aumento general o convocar una huelga generalizada. 168

El segundo móvil para sumarse al complot, el de los dinosaurios, fue no destruir al PRI y no perder sus puestos y privilegios. Vieron la oportunidad de aprovechar las contradicciones internas del “grupo compacto” y se sumaron a la “santa alianza” del complot intentando poner sus condiciones. El millonario secretario de Agricultura, Hank González, uno de los pocos dinos que quedan en secretarías y parte del grupo Atlacomulco, se encuentra en primera línea. Pasan factura por los servicios prestados en el complot. De ahí el desplegado de Hank donde decenas de dinos “apoyan”, o más bien, recuerdan a Zedillo el pacto. Pero en realidad Salinas, Córdoba y Zedillo sólo los utilizaron y luego se desharán de ellos siguiendo aquella máxima de “Roma no paga a traidores”. Y como los dinos tampoco se fian de los “renovadores” y de Zedillo intentaron jugar la carta de poner a Fernando Ortíz Arana como candidato del PRI. Posiblemente eso lo intentó una minoría de dinosaurios. Salinas actuó rápido y obligó a Ortíz Arana a que desmintiera públicamente su candidatura. “Hazlo ya” le ordenó Salinas por teléfono. Salinas sabe que con los dinos no tiene seguridad de que haya continuismo neoliberal. Algunos de los que firmaron el desplegado son partidarios de volver al pasado con políticas keynesianas. Otra cosa es si podrían. Y están empujando fuerte. Así, Salinas pasó a someter a los dinos al “grupo compacto”, ellos son los cerebros del complot y como auxiliares los otros. Por eso exigió la sumisión pública de los dinos a Zedillo, y engañó con la verdad, o mejor dicho, aplicó aquel adagio de que no hay mejor mentira que una verdad a medias. Filtró a la prensa, al rotativo francés Le Monde, que los dinos y en concreto Fernando Gutiérrez Barrios, cuyo nombre sonó para sustituir a Colosio (que era el candidato más fuerte de ellos, más que Ortíz Arana) eran sospechosos del asesinato de Colosio, lo que es cierto, pero sólo es una parte de la verdad, para desviar la atención sobre su autoría. La responsabilidad de Córdoba intentó taparla enviándolo al extranjero por una temporada hasta que las cosas se calmaran. El problema es que cada día que pasa la lluvia se les convierte en aguacero. Así, excluyó a los dinosaurios del dedazo de Zedillo, que ya estaba planeado por los autores intelectuales del complot. Salinas no quería juzgar a Gutiérrez Barrios sino sólo anularlo políticamente y dar un mensaje de “¡cuidado con lo que hacen!” a los dinos. “Gutiérrez Barrios sabe de los riesgos del sistema. Al regresar de la toma de posesión de Renato Vega como gobernador de Sinaloa, el todavía secretario de Gobernación tuvo un accidente en un avión oficial que provocó solamente sustos. Días después sería renunciado” (El Financiero, 21 de abril de 1994). El nombramiento de algunos colosistas en el CEN del PRI y de Santiago Oñate en la oficina de la Presidencia, sustituyendo a Córdoba, es un claro intento de tapar evidencias y alejar sospechas sobre Salinas y Córdoba. El cordobismo sigue controlando el PRI, ahora bajo el disfraz de zedillismo. Y no podemos olvidar que Zedillo no acude a la gira por Baja California, a pesar de ser de allí, controlar el PRI local, y la necesidad que tienen, en teoría, de levantar la campaña de Colosio, bajo la excusa de no hacer futurismo. Se trataba de que Zedillo iba a ser candidato a gobernador del PRI por Baja California. De gobernador a candidato presidencial...

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Es evidente que un complot se da para que una vez eliminado el “obstáculo” beneficie al grupo que lo lleva adelante, evitando los peligros, y para que no vuelva a pasar se coloca un candidato “seguro”. Zedillo es el candidato del complot, el cual asegura el rumbo económico y la línea política. La primera tarea después del atentado fue encubrir el crimen e intentar capitalizarlo contra el PRD, el EZLN, y en otra dimensión, de Camacho. Y por supuesto,el jefe Salinas abrió el fuego de las mentiras y la confusión.El jueves 24, Salinas a la 1 de la madrugada, tres horas después de la muerte “oficial” que no la real de Colosio da un “mensaje a la nación”. Dice que “el crimen es obra de los “enemigos de México”. El mismo argumento que dió ante el levantamiento del EZLN. Echa tierra y desvía la atención sobre agentes extranjeros, perredistas, narcotraficantes, etc. Luego se hablará del asesino solitario loco. Las plumas pagadas se lanzan a justificar la línea dura y mayor represión, con el “clíma de violencia” como trasfondo sutil para intentar vincular Chiapas, el secuestro de Harp Helú, el asesinato de Colosio, y a estos últimos con el “comandante” Samuel Ruíz. Intentan meter la idea de que hay un gran cerebro conspirador que mueve los hilos para beneficio de alguien en el exterior. ¿No suena a la famosa “conjura del comunismo internacional” de la guerra fría ya vigente en los manuales del imperialismo? Ahora que las investigaciones apuntan a que los hombres del complot están en el PRI y en el gobierno, y las sospechas apuntan directamente a Salinas y Córdoba, desde Los Pinos se lanza la idea de que hay “una campaña de rumores e infundios que intenta afectar la imagen del presidente Salinas”. Tan mal se encuentran las cosas para ellos que no les queda más remedio que intentar poner como escudo el “prestigio y figura” de Salinas. Este es un no a la violencia hipócrita, cuando todo deja claro que la verdadera violencia es la que ejerce la clase dominante y su terrorismo de Estado, que parte del Ejecutivo. Se utiliza para ampliar la represión y los llamados al “orden” por parte de los sectores más reaccionarios de la sociedad. Y también hay que decirlo, dirigentes en el PRD y sectores reformistas lo utilizan como una excusa para desmovilizar, insistiendo en la vía del “diálogo con el gobierno”. ¡Ahora resulta que dirigentes como el conciliador Porfirio Muñoz Ledo, e incluso el subcomandante Marcos han encontrado el “carácter democrático” de Colosio, que nunca existió. Colosio era parte del sistema. Sus diferencias del último periodo radicaban en que veía que había que cambiar algo para seguir manteniendo el dominio y explotación para beneficio de la clase dominante, y evitar perderlo todo ante el empuje creciente de la movilización de los obreros de la ciudad y el campo, campesinos pobres... Zabloudovsky, el mismo miércoles 23 de marzo, es el primero en llamar a “poner fin al caos” y a “restaurar el orden”. La iniciativa privada declara el jueves 24: “Va siendo hora de que la seguridad de los ciudadanos tengan garantías, ya que las acciones terroristas pueden dar al traste con el enorme esfuerzo de los mexicanos y su gobierno”. Y no podemos olvidar la línea dura del Estado Mayor del Ejército que también está por una “solución militar” en Chiapas.

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Los hombres del complot pensaron que con el asesinato no pondrían en peligro las inversiones extranjeras sino a medio plazo las consolidarían, al ofrecer una señal de que la política de capitalismo salvaje iba a continuar sin variación. Pero esto tampoco se le cumplirá como lo demuestra la fuga de 11 mil millones de dólares del país entre el 25 de marzo y el 15 de abril. Para el atentado debieron contar con el beneplácito de sectores de la burguesía USA. Clinton concedió inmediatamente una línea de crédito de 6 mil millones de dólares, una jugada para asegurar la imagen de “confianza” en México, para frenar las críticas de los sindicatos y sectores que se opusieron al TLC y elegir a Zedillo como candidato. Otra maniobra fue conceder la entrada de México a la OCDE. También se lograba con el asesinato intentar levantar la campaña del PRI, presentándolo los mismos que lo asesinaron comoun “mártir de la democracia”, y aprovechar el “voto sentimental”, que se vuelve en su contrario al vincular cada vez más la opinión pública a Salinas, Córdoba y Zedillo como los autores intelectuales del complot. Tampoco lograron vincular al EZLN con el asesinato de Colosio. Ni confundir a las bases del PRD para intentar desmovilizar. Y contra los intentos de crear un clima favorable para la represión en Chiapas y en todo el país debemos levantar y se levantará, si lo intentan, la movilización, más extensa, coordinada y fuerte que en enero. Tampoco van a conseguir este propósito. Y sobre la idea de tener un as en la manga para agosto, como recambio, un gobierno de “unidad nacional”, más bien de salvación nacional, si no estuviera presidido por el candidato del PRD, Cárdenas o por lo menos un sector mayoritario del PRD participara en él (y este tema, de darse, sí abriría una profunda división en el partido e incluso la posibilidad de una escisión en el partido) no sería suficiente para controlar, temporalmente en todo caso, la movilización creciente de las masas y el movimiento que se dará a partir del 21 de agosto que ya no será únicamente contra el fraude electoral y que inevitablemente prepararía el ambiente para que los dirigentes del PRD y sindicales no pudieran frenar la presión de las bases viéndose obligados a llamar a un Paro Nacional, que los marxistas estamos llamando a convocar y defendemos sea de 24 horas, con movilizaciones el mismo día y a la misma hora y con un programa en defensa de los trabajadores, campesinos pobres y la juventud. Todo el proceso del sexenio y el complot, son la mejor prueba de la descomposición general del sistema capitalista en todo el mundo y su expresión en México con la corrupción y descomposición del PRI-gobierno. Igual que éste, no se puede reformar a sí mismo y hay que derribarlo, tampoco se puede reformar el sistema capitalista. Esto marca la necesidad de levantar un programa de clase, genuinamente socialista, que unifique y extienda la lucha hasta tirar al PRI-gobierno y destruir el sistema capitalista para construir una democracia obrera ¡Únete a la lucha desde las filas de los socialistas del PRD, el movimiento obrero y la juventud agrupados en torno a Militante! II. De Tijuana a Los Pinos: El complot Salinas- Córdoba Colosio llega al mitin en Lomas Taurinas. 171

El templete, que dirigentes vecinales priistas plantean colocar detrás de un muro “para proteger a Colosio” es modificado y se instala encima de una camioneta. Esta decisión es impuesta por el Estado Mayor Presidencial y el PRI. Como parte del plan trajeron un grupo de porros del Tecnológico de Baja California. Llegaron con mantas que decían: “Ojo: Camacho y Marcos te vigilan”, “No al PRIgobierno” (con un lenguaje político que sólo utiliza el PRD) y “Di no a Televisa”Su propósito en el mitin fue distraer la atención para facilitar el complot y una vez asesinado Colosio, intentar hacer recaer las sospechas sobre el PRD y el EZLN. El hombre destinado en el organigrama del complot para traerlos fue Roberto García Ventura, secretario de organización del PRI en Tijuana, que fue presidente de la Federación de Estudiantes de Baja California en la Universidad autónoma de ese estado. RGV era “oficialmente” el responsable de organizar el mitin de Lomas Taurinas. Desde el pasado 5 de abril se encuentra amparado en el juzgado 4 de distrito. Si todo son “calumnias” contra el PRIgobierno como declaran desde Salinas hasta la gran mayoría de priistas y no tienen nada que temer ¿por qué se ampara?

Todo está preparado para el atentado: Colosio ha sido llevado a la ratonera, el templete está colocado en otra parte, para al salir del mitin conducirlo al lugar prefijado con un moño amarillo atado a un cable donde se daría el asesinato, los “porros” distraen a miembros de seguridad que no están metidos en el complot, los brazaletes del grupo de seguridad del PRI local, TUCAN (Todos Unidos Contra Acción Nacional), organizado por Rodolfo Rivapalacio, ya han sido quitados por órdenes del general Domiro García, subjefe del Estado Mayor Presidencial y responsable de la seguridad de Colosio, para facilitar el “desborde” de las masas cuando Colosio termine el mitin y tener más confusión y cobertura para asesinarlo. El plan está bien preparado y no dejan nada al azar. La única ambulancia de emergencias que se encuentra en el acto está en un lugar retirado y “casualmente” atrapada entre dos vehiculos estacionados ahí mismo. Mientras, los ejecutores del operativo toman posiciones. Testigos presenciales declaran que Aburto llega al lugar acompañado de Vicente Mayoral Valenzuela, que forma parte del grupo TUCAN, ex jefe de Homicidios de la PJ de Baja California, un experto en el conocimiento de asesinatos, y Tranquilino Sánchez, también del grupo TUCAN. Nunca se separan y hablan entre sí, como muestran los videos difundidos en televisión. Alrededor de ese grupo, a uno o dos metros de distancia se encuentran el líder nacional de la Central Campesina Independiente, el charro Garzón Santibañez, que conversa con el grupo, el coronel del EMP Monterrubio Cantú y un “vaquero” con sombrero norteño y lentes de “agente” que es nada menos que Jorge Sánchez Ortega, agente del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN), el servicio de espionaje dependiente de Gobernación y controlado por José Córdoba. A pesar de estar cerca, en realidad había dos grupos preparados para el asesinato de Colosio, donde no todos sabían de la existencia del otro grupo. Esta es una forma habitual de operar de los servicios de inteligencia: si falla un grupo actúa el otro para asegurar el asesinato. El objetivo no era asustar a Colosio sino matarlo. En los videos se ve como al empezar a avanzar Colosio para intentar salir del mitin, el primer grupo formado por Aburto, 172

Tranquilino Sánchez, Vicente Mayoral, Rodolfo Mayoral Esquer, el “clavadista” Mario Alberto Carrillo, que trabaja en el Área de Acción Electoral del PRI en Tijuana, y Garzón Santibañez, de la CCI, siempre y todos se encuentran a la derecha para ejecutar su atentado. Todos son del PRI, excepto el pistolero, Aburto, para que no se le vincule y dé la talla con la teoría del asesino solitario. Todos son dinosaurios como Garzón Santibañez o gente que hizo carrera con la corrupción y vinculados al narcotráfico, como muchos dinos, en la época del dinosaurio gobernador Leyva Mortera. Están directamente vinculados al PRI local, bajo control zedillista. Dentro de la división de tareas de los hombres del complot se le asigna a Zedillo el supervisar este grupo. Para esto, auqnue no les guste porque dejan huellas no pueden más que destinar a hombres de su confianza que “coordinan” y son Martínez Veloz y Mario Fuentes. El segundo grupo está formado por Jorge Antonio Sánchez Ortega, del Cisen, el segundo pistolero, el comandante de la PJF adscrito al EMP, Fernando de la Sota, el “lentes” Salvador Hernández Tomasini, que si se tira tres veces al suelo no es porque espera el disparo del lado derecho dado que no sabía que había otro grupo en el complot, sino porque se lanza para dar la señal a Ortega, pero ve que este no dispara y lo vuelve a hacer dos veces más. Eso demuestra que Sánchez Ortega sí debía saber del primer disparo y lo esperaba para coordinarse y en la confusión inicial poder rematar su parte. El hombre que supervisa este grupo es en realidad el general Domiro García Reyes, que aunque “fracasó” en su misión para “proteger” a Colosio, ha vuelto a reaparecer en Los Pinos, en actos acompañando a Salinas, en vez de ser el fin de su carrera militar y destinarlo a un puesto de oficina. Córdoba y Salinas son los que controlan este grupo. Hay algo que por demás no deja de llamar la atención: ¡nadie de este grupo ha sido detenido! Tomasini sólo acude a declarar cuando es plenamente identificado por investigaciones periodísticas, siendo sospechoso declara y se le deja libre. “No hay pruebas” es la excusa. Sánchez Ortega es detenido en el lugar del atentado con la camisa llena de sangre por la policía municipal de Tijuana, y a pesar de dar positivo en la prueba de la parafina, que determina si se ha disparado un arma pocas horas antes, lo que reconoce un boletín público de la Secretaría de Gobernación, donde habla que dio parcialmente positivo, una burda mentira, y sigue en libertad. Deben tapar esta pista porque es la que más directamente conduce del EMP a Córdoba y Salinas. El otro hilo que conduce más arriba, Rivapalacio, también intentaron cortarlo dejando a este en libertad. La elección del lugar del atentado no fue azar. Todo estaba preparado. Los dirigentes del comité local del PRI no perdonaban a Colosio que siendo presidente nacional del PRI hubiera entregado, por la concertacesión, la gubernatura al panista Ruffo Appel. Era un comité bajo control cordobista, a través de Zedillo. Colosio tenía a tres guaruras pegados a su espalda en el templete durante el mítin. Días después circularía la versión de que “Colosio no quería escolta” y que por tanto era muy fácil acercarse a él. Esto claramente obedeció a una campaña para confundir a la opinión pública en el sentido de que Colosio fue poco menos que culpable de su propia muerte por su imprudencia populista y desviar atención sobre los anillos de seguridad. 173

La mentira es clara. Había por lo menos 44 miembros de los 46 originales del grupo TUCAN, 6 miembros del EMP plenamente identificados, 1 agente del Cisen, y habría más seguro. Era falso que no había seguridad. Esta maniobra intenta ocultar que el asesinato de Colosio se dio desde el círculo de seguridad de Colosio, tanto del EMP como del PRI y fue un complot. Al acabar el mitin, Colosio dijo: “vámonos, vámonos” y rápidamente descendió. Colosio avanza. Yolanda Lázaro, dirigente de los colonos declara: “de buenas a primeras entra un grupo de personas, jóvenes y grandes, en la bola. La gente estaba agarrada y unos enganchados para hacer la valla (con lo cual sí había valla). Ellos mismos se meten entre la gente de la valla y le gritan al candidato “por aquí, por aquí”, y en vez de decir por la derecha por dodne iba a descender por el puentecito, lo desvían como premeditadamente mientras otros estaban gritando: “No, por acá, por acá”. Ellos mismos, como comparsas, como que estaban de acuerdo y uno dice: 'Bueno a lo mejor cambiaron las órdenes y van a salir por el parque' (...)”. Yolanda Lázaro y dos periodistas locales de radio fueron amenazados de muerte. La declaración de Yolanda Lázaro no ha sido públicamente difundida por Miguel Montes. Entonces el grupo de la derecha actúa para preparar el disparo de Aburto. El “clavadista” Mario Alberto Carrillo se tira al suelo no sólo para frenar a Colosio sino para dar la señal visual para el disparo. Y alguien da la señal oral, “¡mátalo!”, como un testigo declara a la prensa, mientras Rodolfo Mayoral Esquer distrae al coronel del EMP, Del Pozo. El grupo de la izquierda ya está listo para actuar simultáneamente. La señal de que Sánchez Ortega se prepare para disparar después de Aburto la da el “lentes” al tirarse al suelo. En realidad, Aburto dispara dos veces, una a la cabeza y otra al abdomen de Colosio mientras iniciaba su desplome sobre tierra. Aburto dispara primero para fortalecer la teoría del asesino solitario, para desviar toda la atención sobre el lado derecho y encubrir la participación del tercer disparo, de Sánchez Ortega, que debió ser casi simultáneo al segundo de Aburto, con el objeto de que la segunda bala en el abdomen tapara la existencia de la tercera. En el video se ve como a la hora de disparar Aburto está con línea por la derecha con Colosio. Alineado en la izquierda se distingue un sombrero norteño. Es Sánchez Ortega, que dispara con una pistola .22 un solo disparo al abdomen. Es una pistola pequeña y lo hace con el arma escondida dentro de una bolsa del pantalón o con la camisa tapándola. Luego, en medio de la confusión creada, pasa el arma a un tercero del complot, un hombre del Estado Mayor Presidencial, que la esconde. Un momento ante de los disparos el sonido traido por el CEN del PRI aumenta el volumen para tapar el ruido de los disparos, al ritmo de la canción “La culebra”. Mucha gente los confunde con cohetes, y sólo corre la que estaba más cerca, a metros de Colosio, y ve como se desploma de frente al suelo con las manos agarradas al estómago. El PRI-gobierno oculta y no ha mostrado los videos (existen 9 videos) y las fotos tomadas de frente en los momentos del disparo porque delatarían al segundo tirador. Hubo más de un disparo y de calibres diferentes, lo que es una prueba contundente de que hubo dos tiradores. La cardióloga Patricia Aubadel declaró el jueves 24 de marzo en la emisora local Radio Enciso que había habido “dos disparos en el abdomen de calibres diferentes, .38 especial y .22”. Luego fue obligada a retractarse en un boletín público de la PGR. 174

Vecinos de Lomas Taurinas, testigos presenciales, declaran que por lo menos hubo tres disparos sobre LDC. Uno de los médicos que estuvo en el quirófano declaró lo mismo al diario EL UNIVERSAL y comentó “lo asqueroso que fue todo esto”. ¿Por qué si el general del EMP, Domiro García Reyes fue empujado, desplazado con el brazo izquierdo “con una fuerza que me sorprendió” -declara- segundos antes de que Aburto dispare, no se detuvo inmediatamente a Tranquilino Sánchez, que se fue a su casa después del mitin y nadie lo interrogó y vivía tranquilo hasta que aparecieron los videos? Tampoco se detiene al “clavadista” que hasta hoy se encuentra fugado ¿Por qué De la Sota no detiene a su “madrina” el “lentes” ¿o es normal agacharse tres veces y no le parece sospechoso que haya sido momentos antes de los disparos? ¡Qué “casualidad” que De la Sota sólo lleva a interrogar al “lentes” cuando los videos se hicieron públicos, dado que durante 4 días la PGR los había ocultado. Es claro, se sentían impunes y por eso ninguno huyó hasta última hora, y sólo el “clavadista”. El grado de impunidad nacía que sabían que el complot provenía de muy alto del PRI y el gobierno o por lo menos lo sospechaban. Sánchez Ortega no auxilia a Colosio ni ayuda a la detención de Aburto sino que corre a su coche. La excusa que dio es que se “impresionó”, él un agente del Cisen. Disparó desde tan cerca que la pistola, la mano y la camisa se llenaron de sangre. En realidad lo que quería era desaparecer sin dejar rastro, lo que hubiera dado más fuerza a la cortina de humo que tenían preparada acerca del asesino solitario. El azar complicó su plan. Una vez detenido por la policía municipal y entregado al procurador de Justicia de B.C., de inmediato para no sospechar, evitar un interrogatorio y que le hicieran la prueba de la parafina, 4 “agentes de Migración” de la Secretaría de Gobernación se presentaron en la procuraduria para intentar sacarlo. A lo que se negó el procurador, Franco Ríos, con lo cual firmó la muerte de su carrera política, tan es verdad que ahora es ex- procurador. Los hombres del complot lo quitaron del medio. La prueba de la parafina dio positivo en Sánchez Ortega. Así lo declararon el propio ex procurador ahora, Franco Ríos, y el comandante de la Judicial estatal, Barriere. Este judicial habla de un segundo involucrado en el atentado y peina Lomas Taurinas en busca del segundo arma, que ya no está allí, sino guardada en un cajón de la PGR, el lugar más seguro para sus planes. Sin detener a ninguno de los anteriores es detenido Vicente Mayoral Valenzuela, que para hacer un poco de teatro es el que se abalanza y rueda por el suelo con Mario Aburto. Al día siguiente es llevado a Lomas Taurinas y dicen que se encuentra un casquillo de .38, otra “casualidad”. Luego es liberado y hasta la aparición de los videos no es vuelto a detener. Mario Aburto es golpeado no por los colonos, que al darse cuenta que eran disparos, los que están más cerca de Colosio corrieron hacia los lados, sino por el “cuerpo de seguridad” de Colosio. Momentos antes del asesinato, el coronel del EMP, Monterrubio Cantú era realmente quién iba a la avanzada de la escolta de Colosio y no el teniente coronel Del Pozo, como se ha dicho, que iba detrás de éste, y se ve en un video de la cadena de televisión Telemundo golpear con las cachas de una pistola escuadra a Aburto mientras alguien gritaba:”¡mátenlo!”. Aburto salió de Lomas Taurinas vivo de milagro. 175

Como en el asesinato de Kennedy ocurrió con Lee Harvey Oswald, que fue muerto para silenciarlo por Jack Ruby, a Aburto lo quisieron matar (no una sino dos veces) para callarle la boca. La primera lo evitó un primo de Colosio y otros: “No lo maten porque si no nunca sabremos quién le ordenó disparar”. La segunda fue cuando los hombres del EMP lo subieron a una Suburban “para trasladarlo a la PGR”. Colonos le gritaron a Ruby, jefe del Grupo Táctico Especial de la Policía Municipal que parara la Suburban donde “se llevan a Aburto para matarlo” Entonces este jefe de policía ordenó detener el vehículo y como no le hicieron caso cortó cartucho y pidió identificarse a todos los ocupantes, y cuando lo hicieron como miembros del EMP les dijo: “Les permitiré que sigan su camino pero quiero que este individuo (Aburto) llegue vivo a la PGR”. Y les acompañó con cuatro patrullas adelante y cuatro atrás. Como no pudieron matar a Aburto, lo mejor era sacarlo rápidamente de Tijuana, donde los hombres del complot no controlaban a la Judicial estatal, con simpatías panistas entre muchos comandantes. No es casual que les dijeran los responsables de la organización del mitin a los miembros de la PJE que no acudieran a él por ningún motivo. Por eso encerraron a Aburto en el penal de Almoloya de Juárez donde es más seguro. Sólo lo mostraron pero no puede hablar con ningún periodista. Es más seguro que una tumba para el plan de los hombres del complot, Córdoba, Salinas, Zedillo, los dinos del PRI y sectores de los grandes empresarios nacionales e internacionales. Los encubrimientos continúan. El EMP no permitió el acceso al quirófano de los médicos que llegaron al DF. No hay un informe de balística presentado públicamente hasta ahora, se oculta que la muerte cerebral fue instantánea; no se hizo pública la autopsia (y hubo dos autopsias); se pretendió traer rápidamente el cadáver de Colosio al DF e incinerarlo, con el objetivo de evitar una exhumación del cadáver y otra autopsia que pudiera demostrar que hubo disparos de calibres diferentes, lo que fue impedido por la viuda de Colosio. Aún con la trayectoria de los dos disparos reconocidos hasta ahora oficialmente se demuestra que hubo dos tiradores y complot. El parte médico firmado por los doctores de Colosio, señores Taxilaga y Castorena, habla de dos proyectiles pero de trayectorias opuestas: “Uno fue en el cráneo con orificio de entrada en la región temporal derecha y orificio de salida a nivel parietal izquierdo, y el otro con orificio de entrada a nivel subcostal izquierdo y orificio de salida a nivel subcostal derecho”. El cuerpo no pudo dar un giro de 180 grados para que Aburto disparara justamente del lado contrario adonde estaba. Lógicamente, la operación de encubrimiento comienza desde Los Pinos. Cuando el gobernador panista Ruffo Appel al enterarse llama a las 7:29 (hora del DF) al presidente Salinas, ofreciéndose a ponerse personalmente al frente de las investigaciones y designar un fiscal especial supervisado por el congreso federal, Salinas le frena en seco. Córdoba y él ya habían puesto en el avión hacia B.C. al encubridor de la PGR, Diego Valadés, y frenan a Ruffo, al que no podían controlar totalmente, diciéndole que el primero ya está en camino.

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Pero no hubo obstáculo para que en la primera conferencia de prensa junto a Valadés estuviera el gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, que fue en otros tiempos subsecretario de Gobernación y responsable de la Seguridad Nacional., el mismo que después “sugeriría” el videodestape de Zedillo (¡Oh, coincidencia!) Córdoba lo puso ahí para vigilar y apuntalar a Valadés. Igual que Salinas y los dinos del PRI le nombraron un “coadyuvante”, Rocha, al subprocurador especial, Montes para apuntalar el desvío de la atención sobre grandes sectores del PRI-gobierno como autores intelectuales del asesinato de Colosio. Luego, Córdoba se mueve tan incansablemente como cuando fue el arquitecto del fraude electoral en las presidenciales, e impone a Montes, su lugarteniente en 1988, como subprocurador especial. Salinas convence a la viuda de Colosio, aunque (y no es casual) nunca ha dado su apoyo público a Zedillo. Y Córdoba, un verdadero “Rasputín”, le da al gobernador Beltrones el famoso videocassete del “destape de ultratumba” de Colosio para Zedillo (“Dedillo”). Montes es un personaje de cuidado. En 88 consumó el fraude, como presidente del Colegio Electoral. Cambió las leyes de Guanajuato para poder divorciarse; fue cesado como procurador del DF, con un halo de corrupción y, de lo más interesante, perdió el dedazo por la candidatura priista a Guanajuato cuando Colosio era presidente nacional del PRI, y en “protesta” renunció al PRI y se fue a la PGJDF. El área de prensa de la subprocuraduría está en manos de Miguel Ángel Sánchez Armas, director de difusión de la Presidencia, bajo control de Córdoba, y uno de los primeros colaboradores de Montes es Mario Croswell, ex delegado de la PGR en Jalisco cuando el asesinato del cardenal Posadas. Todo un equipo profesional de encubridores. El presidente del Colegio de Abogados de Tijuana, Xavier Carvajal, presente en el primer interrogatorio a Aburto, declara que éste siempre empleó la palabra “nosotros” en lugar de hablar en forma personal. Esto es el miércoles 23 por la noche y el sábado 26 de marzo, en el boletín 123/94 de la PGR se dice: “También fueron detenidos Vicente Mayoral 'Herrera' (se le cambió el apellido segundo, lo que no es un error tipográfico) y Jorge Antonio Sánchez Ortega a quienes se les comprobó su no participación en el atentado, e incluso el primero de ellos auxilió en el aseguramiento del homicida (…) De todo lo anterior se desprende que el único responsable de la muerte del licenciado Colosio fue Mario Aburto Martínez”. El 4 de abril los hombres del complot ya no podían tapar el sol con dedo y Montes se vio obligado a declarar, debido a la presión social, que hubo una “acción concertada”, y la detención de Mayoral Valenzuela al que la PGR había dejado libre antes. La operación para tapar a los autores intelectuales empieza en Los Pinos. A la 1 de la madrugada del jueves 24 Salinas en su “mensaje a la nación” dice que el asesinato es obra de “los enemigos de México”, que habla de un complot en sí mismo, aunque para desviar la atención se lo adjudique a “fuerzas oscuras”, con el mismo argumento que utilizó el 1 de enero contra el EZLN. Es parte del plan. Ellos no pueden involucrar directamente al EZLN, al PRD, agitadores extranjeros, etc, pero para ello tienen a muchas plumas pagadas e “intelectuales”.

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La tía de Aburto declara que cuando la interrogaron en la PGR de Michoacán la presionaron para que se declarara de un partido de oposición, el PRD sin lugar a dudas. La cúpula empresarial, que gana mucho con la muerte de Colosio, evitando un cambio de rumbo en la política económica neoliberal, también ha declarado que son “los enemigos de México”, intentando vincular a Chiapas, el asesinato del cardenal Posadas, el secuestro de Harp Helú, el atentado contra Colosio, como un plan desestabilizador de los “enemigos de México” y transmitir la idea de que la “estabilidad” son Salinas, el PRI. Y “lo de toda la vida” no está involucrado en el complot. De paso también aprovecharon para intentar enterrar políticamente a Camacho, enviando al velorio de Colosio a priistas de choque de Neza y Chalco a los que pagaron N$ 100 para gritarle: “Camacho asesino”. Pero lo que no se sabe es que en la sede del PRI, cuando Zedillo iba a tomar posesión de la candidatura se gritaba: “Salinas asesino!”. El sábado 26, en la intoxicación informativa, el gobernador de Michoacán, Ausencio Chávez declara que Aburto “es un desequilibrado emocional con antecedentes familiares de criminalidad”. Empiezan a correr versiones de que Aburto es un supuesto “Caballero Águila” y él se lo cree como un sinónimo de demencia, a la vez que aparecen supuestos escritos de Aburto con un lenguaje mesiánico. Esto se ve falso. Aburto se muestra frio desde el primer momento, no se nota que sienta miedo y no declara nada sustancial, es evidente que ha sido entrenado y se siente protegido, con impunidad, lo mismo que los demás y por eso nadie huyó a EU. La PGR fabrica que Aburto es testigo de Jehová, que estaba vinculado a los “cholos” de Los Angeles y al partido Unión Americana, que aboga por la anexión de México a EU, que había viajado a Chiapas en un intento desesperado de fabricarle una vinculación con el EZLN, y ahora lo último es que está ligado al narcotráfico y que con su hermano Rafael se dedicaría al tráfico de armas. Pistas falsas para confundir y también para desviar la atención. Una vez fracasadas las maniobras de la PGR y Valadés, los hombres del complot pasan a otra maniobra: que las evidencias de los videos sean utilizadas para tapar a los autores intelectuales. El dedazo de Zedillo se da el día después de las declaraciones de Montes y con la noticia tapar así las investigaciones que apuntaban a que el complot proviene del PRI-gobierno. En una situación donde una estadística del Instituto de Opinión Pública (IMOP), a la pregunta de quién piensan que está detrás del asesinato de Colosio da como resultado que 45% de los encuestados acusa a “políticos resentidos” y 25% a “agentes gubernamentales”. El padre de Mario, Rubén Aburto, declara el mismo lunes 28 de marzo: “Mario me contaba toda su vidas. Sus amigas, su trabajo. Por eso yo también sé quiénes estaban involucrados en el asesinato de Colosio. Existen muchos profesionistas del gobierno, muchos candidatos que quieren ser presidentes...” El objetivo es que pase el tiempo y baje la presión social. Para eso ya están preparando el terreno.

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Este artículo apareció en el suplemento ENFOQUE del diario REFORMA el 12 de mayo de 2002, y es el análisis con antecedentes histórico-políticos que sobre el conflicto CIA-DEA hace el Dr. John Womack, desde Harvard, al cual denomina "la guerra secreta CIA-DEA en México". John Womack Jr./ Los pasos difíciles Catedrático del Departamento de Historia de la Universidad de Harvard, autor de Zapata y la Revolución Mexicana (México, Siglo XXI, 1979), y de Rebellion in Chiapas (New York: The New Press, 1999). REFORMA (12 Mayo 2002).Ensayo Opinión Editado en español hace dos años, México, un paso difícil a la modernidad, de Carlos Salinas de Gortari, fue presentado, en su versión inglesa, en las principales universidades de la Unión Americana, hace dos meses. El autor dice que el valor principal de las memorias del ex Presidente es que deshacen "la mayor ilusión pública del México moderno": que en la política "hay un jefe todopoderoso". ¿Sociedad civil mexicana? Dicen sus chambelanes que es como la italiana de Gramsci, brava, robusta, resuelta, independiente, civilísima. Pero parece diferente: tímida, frágil, esquizofrénica, necesitada; prefiere la pasividad privada a la acción sociocivil, y si sale, es mejor para protestar, demandar, que para obrar su propia obra.

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De la vasta, pero muy especial literatura que los políticos han escrito sobre la política salmos, sagas, memorias, cartas, apologías, exposés, testimonios, historias, confesiones, acusaciones, explicaciones, autobiografías, rectificaciones, novelas, planes, reflexiones-, la de México es, por buenas razones, particularmente rica. Piénsese sólo en algunos de los mejores libros, desde la Historia de la revolución de Nueva España, de Fray Servando (1813), pasando por Méjico y sus revoluciones, de Mora (1836), el Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y política, de Otero (1842), la Historia de Méjico, de Alamán (1849-52), La Constitución y la dictadura, de Rabasa (1912), La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán (1929), el Ulises criollo, de Vasconcelos (1936-38), El liberalismo mexicano, de Reyes Heroles (1957-61), las Memorias, de Gonzalo N. Santos (1986), hasta El desarrollo estabilizador, de Ortiz Mena (1998). Ahora con ellos, seguro de volverse otro clásico en la literatura política mexicana, incomparable en la literatura presidencial mexicana, está Un paso difícil, de Carlos Salinas de Gortari. Cualquiera que tenga la menor curiosidad sobre la política mexicana ya habrá advertido la magnitud del libro. El que lo ha leído en serio sabe que está lleno de cuentas internas de la tremenda lucha por el poder y sobre los grandes problemas nacionales de fines del siglo XX. Esta lucha no es la que el gobierno priista y las oposiciones entonces se hacían, sino la que tenía lugar adentro del gobierno mismo, entre los tradicionalistas, "la nomenklatura", y el movimiento que el autor encabezaba para la reforma del gobierno; conflicto que duró, no sólo su propio sexenio, sino también el siguiente, cuando la causa reformista sufrió derrotas terribles, y que en otras condiciones todavía sigue. Los anti-Salinas, desde taxistas hasta ministros de gabinete, jurados y aspirantes, propalan que el libro es sólo otro engaño. Pero este aviso, mientras aumenta la ignorancia, refuerza el misterio. Como dice el autor, no ha escrito una memoria, sino "una explicación" (xi). Pero su libro es más que un hecho discursivo. Como otros grandes libros políticos, es un acto político; en este caso -"en la batalla cotidiana a favor de México", donde "no hay victorias definitivas", pero "tampoco... derrotas terminales"-, un fuerte desafío y compromiso de seguir batallando por "la soberanía del pueblo mexicano" (xxiii, 287-288, 293-297, 310, 1364). Para cualquiera que tenga interés en la política mexicana, sería estúpido no leerlo, desde el principio hasta el fin, y ponderarlo. La explicación El valor principal del libro -el relato casi íntimo, sin precedente, de los conflictos dentro de un gobierno, precisamente el que fue, desde 1940, el más reformista- es que deshace la mayor ilusión pública del México moderno. Desde tiempos de Juárez ha sido casi indiscutible que el Estado mexicano es monocrático, que en la política mexicana hay un jefe, todopoderoso, creador de todo bien y de todo mal, y su nombre es el Señor Presidente. De allí la gran teoría de Cosío Villegas, las menores de Krauze y de Castañeda, sobre "el estilo personal", el presidencialismo.

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El peor daño de esta ilusión es que impide la claridad pública sobre los grandes problemas nacionales, lo cual estorba los esfuerzos por vencerlos. En realidad, como demuestra esta "explicación" por un ex Presidente de su propio sexenio, de las luchas, preocupaciones, negociaciones, pasos ganados y pasos perdidos que él mismo gozó y sufrió, el Estado mexicano es siempre de broncas. El Presidente puede ser el mandamás máximo, el individuo más poderoso del país, o puede ser que no; depende de lo que está en peligro. Pero probablemente nunca ha podido ni contra otros dos de los muy poderosos, si juntos se le oponen. El régimen que este libro descubre es en efecto una corte imperial donde el emperador es un chairman contratado solamente por seis años, que puede mandar como quiera, pero tiene que negociar día y noche para que -de hecho- sus órdenes sean cumplidas, y aun así a menudo caen en un vacío; todo es lucha. Aquí el debate público importa, pero menos que la intriga y el cálculo privado de fuerzas. Aquí la lealtad es la regla, pero una práctica rara, y los pactos clave, que a veces no incluyen al chairman, son secretos y tenues. Esta es una política muy vieja y muy diferente de los modelos que los politólogos modernos utilizan para tratar de entenderla. Aquí, menos valen Dahl, Touraine o Przeworski, que Madame de Sévigné, el duque de Saint-Simon, o Zdenek Mlynar. Así se explica la estructura misma del relato: su división en tantas partes, cada una con su propio tema, la mayoría no estrictamente exclusivas entre sí (como en un informe), pero sin mucha correlación. La razón consciente será aclarar la exposición, evitar la repetición. La inconsciente revela tal vez más, pues la división refleja la estructura misma de la política de la antigua corte priista. En esta política los poderosos enfrentan presiones particulares que no les vienen agregadas, jerarquizadas, balanceadas, sino sueltas, cada una distinta, con su propia tendencia, su propia fuerza, su propia urgencia, un asunto tras otro, y cada poderoso compone y guarda su propia agenda. Los más poderosos suman más presiones, más conflictos, para jerarquizarlos, balancearlos, negociarlos. Aunque los conflictos que enfrenten sean grandes o chicos, los poderosos pueden mejor negociarlos, para cuando les conviene acordarlos, mientras mejor ocultan sus criterios y sus transacciones. Por eso, por costumbre, representan sus múltiples, entretejidas operaciones bajo rúbricas anchas y generalmente respetables, típicamente por ramos, como si la política fuera naturalmente ramosa. Un historiador puede sentirse frustrado. Sabe que la realidad no viene por ramos, sino toda enredada, nunca se para, siempre hay líos. Como para México, en los mismos días (no extraordinarios) de 1991, la baja económica en Estados Unidos, el conflicto con la DEA pendiente en la Suprema Corte de Estados Unidos sobre un secuestro por la DEA en México, conflictos con los caciques por las reformas al artículo 27, conflictos en el gabinete sobre la Banca, el petróleo y la agricultura en las negociaciones del TLC, un nuevo fiscal del Estado en Washington (ex oficial de la CIA, que aquí no se menciona), un nuevo director de la CIA (tampoco se menciona), elecciones municipales en Campeche, Nuevo León, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz (tampoco), la matanza entre judiciales y soldados por el narcotráfico en Veracruz (tampoco), la preparación del Presidente para una reunión inevitable con Bush, el más auténtico campeón norteamericano del TLC, ya con olor de cadáver político. 181

Datos flojos aparte, el historiador quiere saber cuáles datos afectaban a otros, sin respecto a ramos (u otras divisiones). Es su oficio estudiar el campo entero de fuerzas, encontrar todas las determinaciones y responsabilidades y descubrir el significado pleno de lo que pasaba. Ni modo; la corte, con todas sus agendas para lo que pasará, es una escuela muy impresionante, y un autor formado allí y luego dedicado a reformarla debe mostrar sus efectos. Así se explica también -ya que "la nomenklatura" retiene probablemente la potencia mayor de la política mexicana- por qué los nomenklaturniki no salen aquí por nombre, certificados por el autor, uno por uno, "mis peores enemigos". El historiador y el chismoso se sentirán frustrados, pero si lo piensan una vez pueden aprender algo más. La política más seria es la más institucional, de más movimientos, menos personal. Cuando el autor dé los nombres que en estas páginas no se ven, será para sus memorias. Y así se explica, por los usos y costumbres de una corte, todavía efectiva, que el lenguaje del libro, casi siempre claro, vivo, sencillo, a veces se vuelva opaco, elíptico, hasta críptico. Por ejemplo, "actuamos para neutralizar... resistencias" (434), "pedí al secretario de Gobernación... que interviniera" (641-642), unas "estructuras burocráticas" no respondían "de manera adecuada" (783), "lo que no funcionó... dio paso a... un movimiento armado" (826), "el sistema de información de seguridad del Estado Mexicano falló" (855).

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febrero 9, 2014 A 20 años del magnicidio 1994 23 de marzo. De gira por Tijuana, en la colonia Lomas Taurinas, Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato del PRI a la Presidencia de la República, recibe varios disparos con arma de fuego. El agresor, Mario Aburto Martínez, es detenido. Colosio es trasladado al Hospital General de Tijuana. A las 22:45 horas tiempo local, Liébano Sáenz, secretario de Información y Propaganda de la campaña de Colosio, informa que el candidato había fallecido. El presidente Carlos Salinas de Gortari califica el asesinato de Colosio como una ofensa para todos los mexicanos. Se compromete a que no quedará impune el “artero crimen”, y que todos los autores, intelectuales y materiales, recibirán todo el peso y el castigo de la ley. 24 de marzo. El procurador General de la República, Diego Valadés, confirma que el autor material de los disparos contra Colosio es Mario Aburto Martínez y es trasladado al Penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez. - En el hangar presidencial, el presidente Carlos Salinas de Gortari y su esposa Cecilia Occelli reciben los restos de Colosio. Del avión “TP-03 Emiliano Zapata” de la Fuerza Aérea Mexicana desciende la viuda, Diana Laura Riojas y el féretro gris con el cuerpo de Colosio. - El presidente Carlos Salinas de Gortari declara día de luto nacional. - En el auditorio Plutarco Elías Calles del PRI, el ex presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez monta guardia ante el féretro del candidato de su partido, levanta el puño y con un grito hace recordar su lema de campaña: “Lo dije antes como presidente de México. Y lo digo ahora: ¡Arriba y adelante! Siempre con la Revolución Mexicana y con el PRI.” 25 de marzo. El senador Miguel Montes García es designado por el presidente Carlos Salinas de Gortari, Subprocurador especial de la PGR para investigar el homicidio de Colosio y es puesto a su mando un equipo de más de 300 agentes federales incluyendo el grupo Interpol. Aburto Martínez es presentado a la prensa. - Luis Donaldo Colosio Murrieta es sepultado en el panteón municipal de Magdalena de Kino. Ahí, el arzobispo de Hermosillo, Carlos Quintero Arce, celebra una misa de cuerpo presente. Con la representación presidencial asisten Carlos Rojas Gutiérrez, su sucesor en la Secretaría de Desarrollo Social, y José Carreño Carlón, director general de Comunicación Social de la Presidencia de la República. La bandera nacional que cubre el féretro es entregada a su esposa Diana Laura Riojas antes de la inhumación. 183

Su viuda toma el micrófono para “dejar claro el ideario político de Luis Donaldo Colosio”, muerto por “las balas del odio, del rencor y de la cobardía”. 29 de marzo. El PRI postula a Ernesto Zedillo Ponce de León como candidato a la Presidencia de la República en sustitución de Colosio. 4 de abril. El subprocurador Miguel Montes García informa que además de Mario Aburto Martínez y Tranquilino Sánchez Venegas hay cinco autores materiales más de la ejecución de Colosio. Revela la supuesta coparticiparon de Mayoral Valenzuela, Mayoral Esquer y Rivapalacio Tinajero que asegura actuaron en conjunto. 23 de abril. A un mes del asesinato de Colosio, Diana Laura Riojas asiste a una misa oficiada en la Basílica de Guadalupe en memoria de su esposo. En Lomas taurinas, priístas se reúnen para realizar un homenaje póstumo a Colosio Murrieta. 2 de junio. El homicidio de Luis Donaldo Colosio fue cometido por un hombre solitario y no por una “acción concertada”, informa en un comunicado Miguel Montes, subprocurador Especial para esclarecer el crimen del político sonorense. 23 de junio. Al cumplirse tres meses del magnicidio en Lomas Taurinas, la Comisión Plural del Congreso de la Unión encargada de dar seguimiento a las investigaciones exige a Miguel Montes profundizar las pesquisas para encontrar nuevos elementos en el caso y poner énfasis en las averiguaciones sobre la hipótesis del complot. 1 de julio. Mario Aburto exculpa de haber participado en el crimen a Vicente y Rodolfo Mayoral, así como a Tranquilino Sánchez. Aburto asegura que mató al candidato de “manera accidental”. 13 de julio. El subprocurador especial para el caso Colosio, Miguel Montes, rinde su informe final y afirma que Mario Aburto actuó solo, sustentando sus conclusiones en el “Libro de Actas” del magnicida. 14 de julio. 14. Olga Islas es designada como la nueva subprocuradora especial para el caso Colosio luego de que su antecesor, Miguel Montes, rindiera un “informe final” que no cumplió con las expectativas. 28 de septiembre. Es asesinado en la ciudad de México José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI y ex cuñado del presidente Carlos Salinas. El agresor, Daniel Aguilar Treviño, tras ser detenido afirma que entre los presuntos autores intelectuales se encuentran Manuel Muñoz Rocha, Carlos Ángel Cantú Rosas y Fernando Rodríguez González. 31 de octubre. Por el delito de homicidio calificado, con premeditación, alevosía y ventaja, en agravio de Luis Donaldo Colosio, Mario Aburto Martínez, es sentenciado a 42 años de prisión.

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18 de noviembre. Diana Laura Riojas, viuda del asesinado candidato presidencial, falleció luego de haber sido internada en septiembre por afecciones pancreáticas y nutricionales y desde principios de esta semana fue trasladada a terapia intensiva. 16 de diciembre. Por instrucciones del Presidente Ernesto Zedillo, el procurador General, Antonio Lozano Gracia, designa subprocurador especial a Pablo Chapa Bezanilla, para que aclare hasta sus últimas consecuencias los homicidios de Luis Donaldo Colosio, José Francisco Ruiz Massieu y del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. 2000 20 de octubre. La Procuraduría General de la República concluyó las investigaciones sobre el homicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta. El informe final del caso determinó que no hay elementos para sostener la tesis del complot o de una acción del narcotráfico. Como ocurrió con Diego Valadés y Miguel Montes, primeros encargados de la investigación, el fiscal Luis Raúl González Pérez aseguró que Mario Aburto, asesino confeso y sentenciado a 45 años en prisión, realizó “en un pestañeo” los dos disparos para terminar con la vida del político sonorense. 2002 21 de marzo. En el octavo aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, su padre el senador Luis Colosio Fernández declaró que confía en que la administración de Vicente Fox haga justicia, con una voluntad igual, a la que se aplica ahora para esclarecer los sucesos 1968 y la guerra sucia. 2010 6 de febrero. Sin haber conocido la justicia por el asesinato de su hijo Luis Donaldo Colosio, Luis Colosio Fernández falleció la madrugada del sábado en el hospital San José a los 87 años, víctima de complicaciones renales y neumonía. 2011 21 de marzo. El joven Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del candidato, acusó al PRI, por el uso indebido del nombre de su padre en una fundación. 18 de mayo. El Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) resolvió que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal difunda la fecha en que será liberado Mario Aburto Martínez, asesino material de Luis Donaldo Colosio. A 17 años del asesinato del ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), autoridades federales revelaron que Aburto Martínez podría salir a finales de este año o en 2014, si tramita su preliberación.

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19 de diciembre. Tras la solicitud de EL UNIVERSAL, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó a la Procuraduría General de la República (PGR) dar acceso a 13 videos recopilados por esta dependencia, con motivo del asesinato de Luis Donaldo Colosio, ya que ha sido del conocimiento público. 2013 4 de mayo. Los padres de Mario Aburto Martínez –sentenciado a 45 años de prisión por el homicidio e Luis Donaldo Colosio Murrieta–, solicitaron al presidente Enrique Peña Nieto que tenga voluntad política y moral y reabra el llamado caso Colosio. Fuente: Archivo EL UNIVERSAL Elaboró: Eduardo Hernández / Hemeroteca / Clínica de Periodismo

Aida Castro / CIDAU/Hemeroteca de EL UNIVERSAL  

feb 9, 2014 Redacción / EL UNIVERSAL

Candidato del PRI a la Presidencia de la República en 1994. Nació en Sonora. Fue cercano colaborador al Presidente Carlos Salinas de Gortari. Asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994 tras un mitin político

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Fue acusado oficialmente de disparar y asesinar a Luis Donaldo Colosio. Cumple una condena de 45 años de prisión en el Penal de Puente Grande, en Jalisco. (Ese dato es erróneo: Mario Aburto se encuentra desde julio de 2013 en el Penal Federal de Huimanguillo, Tabasco).

Cartas de Mario Aburto, quien se encuentra recluido en el CEFERESO # 6, en Huimanguillo, Tabasco. http://www.eluniversal.com.mx/estados/2013/impreso/familia-aburto93066.html#/2/zoomed

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Carlos Salinas de Gortari. Asumió la presidencia de la República en 1988; Colosio trabajó con él en el gobierno federal como secretario. Cuando Colosio fue asesinado en 1994, Salinas ha declarado que perdió a un amigo y una esperanza del PRI. Tras dejar el poder en diciembre de 1994 vivió en Cuba, Estados Unidos, Canadá e Irlanda. Dicta conferencias y ha escrito libros sobre su gobierno.

Sub Comandante Marcos 188

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Saltó a la fama el 1 de enero de 1994 al encabezar el alzamiento indígena en Chiapas con el denominado grupo Ejército Zapatista de Liberación Nacional. No ha vuelto a tener apariciones públicas, solamente emite escritos a través de la página electrónica del EZLN.

Ernesto Zedillo Ponce de León  

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En 1994 fue nombrado coordinador de campaña de Luis Donaldo Colosio. Resultó candidato luego de la muerte de Colosio. Se convirtió en Presidente de la República del 1 de diciembre de 1994 al 1 de diciembre de 2000 cuando entregó el poder a un militante del PAN, Vicente Fox. Actualmente dicta conferencia en distintas partes del mundo. Vive en Estados Unidos.

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Manuel Camacho Solís. Aspiró a la candidatura presidencial del PRI en 1994, misma que perdió ante Luis Donaldo Colosio. Renunció al PRI en octubre de 1995 y se fue militar en las filas de la izquierda. Senador por el Partido de la Revolución Democrática y cercano político a Andrés Manuel López Obrador. Murió recientemente.

Jose Maria Córdoba Montoya  

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Fue el coordinador de asesores del Presidente Carlos Salinas de Gortari. Estuvo en el ojo del huracán luego del asesinato de Luis Donaldo Colosio, pues se le acusó en varias ocasiones de ser autor intelectual del hecho.

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Diego Fernández de Cevallos  

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En 1994 fue candidato presidencial por el Partido Acción Nacional. Se llegó a especular una cercanía con el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari. Dio una dura pelea en la campaña presidencial. Fernández de Cevallos ha sido diputado y senador de la República. Actualmente se mantiene distante de la política e incluso de su partido. Pero no retirado.Tiene un despacho propio de abogados en el que se desempeña como litigante consultor. (Un dato omitido: El vínculo importante de Diego Fernández de Cevallos es ser ahijado y protegido de Raúl Salinas Lozano, padre de los Salinas de Gortari).

Fernando Ortiz Arana En 1994 era el dirigente nacional del PRI. Se encargó de hacer el anuncio oficial de que Luis Donaldo Coloso sería el candidato presidencial del PRI en ese año. Fue senador de la República en 1994 cargo que dejó en 1997 para competir por la gubernatura de su estado, Querétaro, misma que perdió en dos ocasiones. Fue diputado federal cinco veces, senador y asambleista otras tantas.

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Manlio Fabio Beltrones  

feb 9, 2014 Redacción / EL UNIVERSAL

Ha sido diputado federal y senador de la república en varias ocasiones. En 1994 había rebasado la mitad de su mandato como gobernador de Sonora. Fue compadre de Luis Donaldo Colosio y tras el asesinato de éste, se alejó por un tiempo de la política. Regresó en 2001 cuando fue nombrado dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), del PRI. Actualmente es diputado federal y coordinador del PRI en San Lázaro. (Un dato omitido: Carlos Salinas de Gortari le entregó el video donde Colosio designó a Zedillo coordinador de su campaña, para que Beltrones hiciera el "videodestape de Zedillo" frente al PRI).

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Raul Salinas de Gortari, considerado el autor intelectual junto con Córdoba Montoya del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta  

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Hermano del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari. Apodado el hermano incómodo. En marzo de 1995 fue arrestado por los cargos de asesinato, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Estuvo preso en “Almoloya”. En noviembre de 2005, tras 10 años en prisión salió libre. Actualmente vive en Puebla. En Julio de 2013 la PGR no logró acreditar la procedencia ilícita de sus bienes.

General Domiro García Reyes General diplomado de Estado Mayor Presidencial. Fue el encargado de la seguridad de Luis Donaldo Colosio. Estuvo cuestionado sobre la estrategia que implementó para proteger al candidato y que se calificó como fallida. A la esfera política y pública lo regresó el actual gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa al darle un nombramiento en la seguridad pública estatal.

Pablo Chapa Bezanilla Fiscal que estuvo a cargo de las investigaciones sobre los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.

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En su trabajo contrató los servicio de una vidente, Francisca Zetina alias “La Paca”. Por irregularidades en las investigaciones renunció a su cargo. Fue acusado de falsear información, hecho que lo llevó prisión pero salió pronto. Tiene su propio despacho desde el cual litiga.

Miguel Montes Fiscal que estuvo a cargo de las primeras investigaciones del caso Colosio. Sostuvo la teoría de “acción concertada” como el móvil del asesinato. Ordenó la detención de varias personas del grupo conocido como Tucán, encargado de la seguridad en el mitin del 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas. Es ministro jubilado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Jurista dedicado a dar conferencias magistrales. Vive en Guanajuato en donde varias veces ha recibido homenajes por parte de la Universidad del estado.

Olga Islas Segunda fiscal del caso Colosio. Fue la de más bajo perfil y logró una sentencia de más de 40 años para Mario Aburto Martínez. Es investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Luis Raúl González Pérez Fue el último fiscal del caso Colosio. Sostuvo una tesis de que al candidato presidencial lo mandaron matar grupos del crimen organizado, que Mario Aburto fue el único que disparó en dos ocasiones y con ello ratificó la sentencia de 45 años de prisión. Actualmente es el abogado general de la UNAM.

http://colosio.eluniversal.com.mx/glosario/ Glosario Breve guía de términos relacionados.

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Dos tiradores - Othón Cortés en 1994 era el chofer de Luis Donaldo Colosio. Fue acusado de ser la segunda persona que disparó en contra del sonorense, por el lado izquierdo. De ahí la teoría de que fueron dos tiradores. El clavadista - Persona que en aquél mitin de Lomas Taurinas el 23 de marzo de 1994, se tiró al piso con el objeto de detener el trayecto de Luis Donaldo Colosio por el lugar y con ello contribuir a que Mario Aburto quedara en posición de dispararle al candidato priísta. El discurso - El 6 de marzo de 1994 Colosio y su equipo de campaña hizo un relanzamiento de su contienda con un mitin masivo en el Monumento a la Revolución en la capital del país. Colosio leyó un discurso auditivamente inspirado en el de Martin Luther King, "Yo tengo un sueño". Enfatizó valores como la democracia, reforma política, nuevo federalismo y soberanía. Se interpretó como un distanciamiento con el PRI y el gobierno del Presidente Carlos Salinas. El otro Mario Aburto - Mucho se dijo que el Mario Aburto detenido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, no era el mismo que llegó a la ciudad de México, ello basado en distintos exámenes médicos y firmas distintas en declaraciones. La Culebra - Canción interpretada por el grupo denominado Banda Machos. Fue la interpretación que sonó de fondo al momento en que Luis Donaldo Colosio fue asesinado. Se llegó a especular que fue una canción alusiva al hecho fatal que ocurrió, por la letra. Liberalismo social - Tendencia que el presidente Salinas definió como su forma de gestión económica, la cual consistió en la privatización de activos del estado, de ahí el termino de liberalismo, para pagar la deuda externa y construir instituciones para la población, ahí su componente social. Lomas Taurinas - Colonia popular en Tijuana, Baja California, que se ubica en una barranca cerca de la frontera con Estados Unidos y a espaldas del Aeropuerto Internacional de Tijuana. El 23 de marzo de 1994 el entonces candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, llevó a cabo un mitin en la colonia que eras entonces habitada por unas 20 mil familias que carecían de agua potable, drenaje y pavimentación. Pronasol - El Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) fue el instrumento social del gobierno del presidente Carlos Salinas. El mandatario lo anunció en su toma de protesta en diciembre de 1988 e incluyó acciones a favor de la alimentación, la vivienda, electrificación de comunidades, agua potable, infraestructura agropecuaria y salud, entre otros.

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Diana Laura Riojas, economista, esposa de Luis Donaldo Colosio, originaria de Nueva Rosita/Sabinas, Coahuila. Diana Laura falleció ocho meses después de Colosio, el 18 de noviembre de 1994 en Médica Sur, se acusa al doctor Misael Uribe de haberle acelerado el cáncer, murió rodeada por sus seres queridos, sus hermanos, su madre, la familia.

LA RUTA DE DIANA LAURA ANTE EL ASESINATO: DEL DOLOR A LA ENTEREZA, DEL SILENCIO A LOS CUESTIONAMIENTOS LA RUTA DE DIANA LAURA ANTE EL ASESINATO: DEL DOLOR A LA ENTEREZA, DEL SILENCIO A LOS CUESTIONAMIENTOS Gerardo Galarza —¿Por qué están tan asustados?, ¿un palo hace tanto daño? — preguntó, llorosa, Diana Laura Riojas de Colosio al periodista Federico Arreola, amigo íntimo del candidato, en el hospital general de Tijuana.

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Minutos antes, en el hotel al que había llegado para esperar a su marido, a quien acompañaría al siguiente acto de campaña, sus ayudantes le habían dicho a Diana Laura que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) había sido golpeado, en la cabeza, con un palo Cuando llegó al hospital, el general Domiro García Reyes le dijo a Federico Arreola que había que decirle lo que realmente había pasado —Diana —le dijo Arreola—, no fue un palo, fue un balazo y le atravesó la cabeza —No, dime que fue en cualquier otra parte del cuerpo, ¿por qué en la cabeza? —Pues, porque ahí le dieron Vamos a echarle ganas En esos momentos, el doctor Guillermo Castorena operaba desesperadamente a Luis Donaldo Colosio Diana Laura comentó, queriendo ser optimista: “Hace cuatro años, en estas fechas, era al revés Yo estaba en terapia intensiva por una enfermedad y Luis Donaldo afuera, muy nervioso, esperándome El doctor Castorena me atendía Si a mí me sacó, que estoy tan flaquita, pues a él con más ganas” En su dolor Diana Laura, le dijo a Arreola: “en el fondo, a veces no queríamos esto, la candidatura, queríamos una vida más tranquila” Luego, en un rincón de ese hospital, Diana Laura se sentó sola, pensativa En el quirófano, su esposo acababa de ser declarado clínicamente muerto Esa noche del 23 de marzo, Televisa pretendió arrancarle unas palabras y Jacobo Zabludovsky regañó al aire a Talina Fernández, quien logró entrar en esa zona del hospital, por no conseguir las palabras de la ya viuda Sus ayudantes le insistían en que descansara, que durmiera, pero ella se mantuvo ahí, en vela A las cinco de la mañana, hora de la ciudad de México, el ataúd con el cadáver de Luis Donaldo Colosio fue subido en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana En él viajó también Diana Laura Al llegar a la capital del país, a las ocho de la mañana del 24 de marzo, la esperaban el presidente Carlos Salinas y su esposa, Cecilia Occelli En un vehículo oficial, Diana Laura y el presidente Salinas encabezaron el cortejo fúnebre del aeropuerto a la sede nacional del PRI, en medio de un impresionante despliegue de seguridad, que se extendió al auditorio “Plutarco Elías Calles”, donde se hicieron las guardias de honor Diana Laura, Salinas y su esposa entraron por una puerta lateral Quince minutos esperaron en el vestíbulo, hasta ingresar en el recinto Salinas fue recibido con el reclamo: “¿quién fue?” Diana Laura se retiró a su casa a eso de las 10:30 horas, y de ahí a la agencia funeraria donde recibió el pésame de propios y extraños Casi a las cuatro y media de la tarde se iniciaron los preparativos para que partiera el cortejo, supuestamente al Panteón de Dolores, donde —se dijo— el cadáver de Luis Donaldo Colosio sería cremado En Magdalena de Kino, los familiares de Luis Donaldo se desesperaban Un avión prestado estaba listo desde el mediodía para trasladarlos al Distrito Federal, pero cada media hora cambiaba la versión: que el sepelio sería en México, que sería en Sonora, que se incineraría el cadáver, que siempre no

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Hasta casi las seis de la tarde del jueves 24 tuvieron la confirmación: sería sepultado en Magdalena de Kino, su pueblo natal, en la tumba que recién había comprado su padre en 300 nuevos pesos En México, Diana Laura y Luis Colosio Fernández, padre de Luis Donaldo, abandonaron el velatorio, que fue cerrado a la medianoche A la mañana siguiente, en el mismo avión militar, se trasladó el féretro a Sonora Por tierra, un larguísimo cortejo desfiló hasta Magdalena de Kino, que amaneció atareada para recibir el cuerpo de Luis Donaldo El panteón listo y el improvisado púlpito para las exequias Ahí Diana Laura, estoica, leyó un discurso Discurso político de la esposa del político asesinado que, al hablar del cónyuge y padre de sus hijos, dejó asomar una lágrima en público, un público que por miles la rescató con un largo aplauso hasta que se repuso y siguió leyendo Dijo: “Las balas del odio, del rencor y de la cobardía interrumpieron la vida de Luis Donaldo; dieron fin abrupto a su existencia, pero no a las ideas por las que luchó” Habló del ideario de su marido Citó frases de sus discursos Remarcó: “él decía: `debemos pasar de las buenas finanzas nacionales a las buenas finanzas familiares'” También habló del hombre a quien tuvo “la fortuna de acompañarlo, de formar con él una familia, puedo decir también que fue un magnífico padre, un esposo ejemplar Se distinguía por su generosidad y su honestidad, por su gran capacidad para despertar la simpatía y el aprecio de la gente Era un hombre de una sola pieza Siguió hasta el final el consejo de sus padres: ser honesto y nunca perder piso” Un discurso, transmitido en vivo por la televisión, que le ganó el reconocimiento popular El presidente Salinas no lo oyó en el panteón de Magdalena de Kino Llegó, sin previo aviso, cuando el sepelio había concluido un par de horas antes Visitó la tumba acompañado por el padre de Luis Donaldo Colosio ***** Diana Laura casi desapareció de la escena pública Dos días después del sepelio, el 27 de marzo, recibió en su casa al presidente Salinas y a su esposa, Cecilia Occelli La versión oficial habla de una reunión en la que “comieron y charlaron serenamente” El presidente Salinas permaneció en casa de Diana Laura tres horas y media Al mes del crimen, el 23 de abril, una misa en la Basílica de Guadalupe El presidente Salinas otra vez fue a casa de Diana Laura A las 17:30 horas, la mujer abordó el automóvil presidencial con sus hijos, Luis Donaldo y Mariana El presidente los dejó en la iglesia y se retiró La misa fue celebrada por el abad Guillermo Schulemburg y su homilía fue interrumpida por un hombre que sacó un cuchillo de entre sus ropas y se hirió a sí mismo en los brazos El hombre gritaba: “¡me quieren matar!” Personal de seguridad lo detuvo y lo sacó de la Basílica El hombre insistía en que pretendían involucrarlo en el asesinato de Colosio El resto de la misa fue tenso El presidente Salinas había nombrado una comisión de ciudadanos para tratar que siguiera el curso de la investigación del asesinato, ya en manos de la Subprocuraduría Especial, encabezada por Miguel Montes García, quien —se informó— contaba con toda la confianza de Diana Laura. 198

El 20 de mayo Diana Laura reapareció públicamente Fue la oradora y figura principal de la Convención Mundial de Rotarios, en Acapulco Su presencia atrajo a decenas de periodistas Su discurso fue titulado “Importancia de los valores humanos en México” Habló de la familia, la sociedad y la unidad Ante unos 1,500 rotarios dijo: “A veces pareciera que el camino se acabó con el puente derrumbado, aquél construido con el esfuerzo basta con mirar alrededor y escuchar la voz quebrada por la desilusión para recibir el llamado de la conciencia Quienes la hemos escuchado, sabemos que tenemos un compromiso, una cita puntual con nuestra comunidad” En breve entrevista sobre las investigaciones del asesinato de su esposo, reconoció que “este tipo de hechos no pueden resolverse de la noche a la mañana, son pesquisas que requieren tiempo Confío plenamente en que nuestras instituciones, que están haciendo su mejor esfuerzo, lleguen a un feliz término” Agregó: “tengo confianza en la integridad y verticalidad de Miguel Montes García, quien me está informando respecto de las investigaciones, pero creo que es importante que las instituciones encargadas deben redoblar esfuerzos y continuar su trabajo con responsabilidad para lograr el resultado que deje satisfecho al pueblo de México” ***** El jueves 2 de junio el subprocurador Miguel Montes García rindió un informe público sobre la investigación del asesinato de Colosio Contra lo que él había dicho originalmente de que el crimen fue producto de “una acción concertada”, afirmó que la hipótesis de que el homicidio fue cometido por un “hombre solo” se está fortaleciendo La hipótesis de que Mario Aburto Martínez actuó solo para asesinar a Colosio fue originalmente presentada por el entonces procurador general de la República, Diego Valadés, al día siguiente del crimen Casi al hacerse cargo de la Subprocuraduría Especial, Montes García la descartó y presentó la de la “acción concertada” e incluso hay tres detenidos además de Aburto Martínez El nuevo informe de Montes García provocó que Diana Laura designara a un representante legal, el penalista Juan Velázquez, a quien se le informe del curso de la investigación; y también demandó, en una carta a Montes García, que se investiguen dos hipótesis, producto de los peritajes criminológicos, psicológicos y psiquiátricos practicados a Mario Aburto Martínez, quien de acuerdo con ellos pudo ser instigado “por terceros” o que el homicidio “pudo haber sido planeado por un director intelectual”

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Fuentes recopiladas; Periódicos, Reforma, El Universal, La Jornada, Vanguardia de Saltillo, La Crisis ( ya desaparecida), San Antonio Express News, The New York Times. Revistas; Proceso, Reporte Índigo de Monterrey, Nexos, Razones de Ser (ya desaparecida). Blogs y ciber periódicos, Sin Embargo, Animal Político. Twitter y Facebook. 23 de marzo de 2018

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