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Bloch. Introducción a la historia “´Papá, explícame para qué sirve la historia ´, pedía hace algunos años a su padre que

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Bloch. Introducción a la historia “´Papá, explícame para qué sirve la historia ´, pedía hace algunos años a su padre que era historiador un muchachito allegado mío. Quisiera poder decir que este libro es mi respuesta (…) algunos pensarán que, sin duda, que es una fórmula ingenua: a mí, por el contrario, me parece del todo pertinente, El problema que plantea, con la embarazosa desenvoltura de esta edad implacable, es nada menos que el de la legitimidad de la historia. 1“ 

Introducción

Marc Bloch, historiador medievalista francés escribe Introducción a la historia durante la Segunda Guerra Mundial, mientras se encuentra encarcelado por su militancia en la Resistencia y por ser judío. en momentos en que Francia estaba ocupada por los nazis. Bloch sabe que va a morir y deja este escrito como un legado para los jóvenes historiadores. Comienza refiriéndose a las sociedades occidentales como parte una cultura que siempre ha esperado mucho de la memoria y que ha construido una explicación histórica de la realidad (por ejemplo: el cristianismo, ver ejemplo en pg. 10). Lo que propone Bloch, encontrándose en una situación existencial tan dramática es “revisar” sobre qué bases lógicas y epistemológicas se ha ido construyendo esa visión del pasado. Esta revisión es lo que él llama un “examen de conciencia del historiador” que tiene que ver con reflexionar en profundidad acerca de para qué “sirve” y para qué ha “servido” la historia. (En un trabajo anterior propusimos analizar estas respuestas de Bloch, revisen sus respuestas). Bloch plantea distintos niveles de contestaciones: en principio y con humor dice que por lo menos, la historia “divierte”. Por un lado hace mención a la postura del Positivismo ante la ciencia: “¿qué es lo que legitima un esfuerzo intelectual ? (…) el valor de una investigación se mide, en todo y por todo, según su aptitud para servir a la acción (…) De donde resulta que las únicas ciencias auténticas son (…) las que logran establecer relaciones explicativas entre los fenómenos. (pgs. 14 y 15)” Por otro lado plantea las posturas de los detractores de la historia, por ejemplo, la del poeta Paul Valery quien sostiene que la historia es peligrosa y nociva. Ante la postura de éstos últimos, Bloch hace la salvedad de que se refieren a la historia pero no saben con exactitud cómo se hace la historia. Y este es el argumento que va a ir desarrollando el autor a lo largo de su obra: cómo y por qué practica su oficio el historiador. Bloch elabora estas consideraciones teóricas desde su postura de experimentado investigador 2. Para Bloch la historia presenta múltiples dificultades para describir su objeto, su método y para considerarla dentro del campo de las ciencias, sobre todo porque Bloch marca que las ciencias mismas están en un proceso de revisión y cambio acerca de sus objetivos y alcances. Particularizando el caso de la historia se refiere a ella como una ciencia que tanto se encuentra en la infancia si la entendemos como una ciencia del espíritu humano que recientemente se ha incorporado al concepto de conocimiento racional; como también

es vieja en el formato de historia- relato y también es ciencia “en marcha” considerada como disciplina que se encuentra en un proceso de cambio y muy ligada a los conceptos positivistas que impulsaron la búsqueda de “leyes científicas”. Estas posturas dieron lugar a dos tendencias: a) las que aproximaron la historia a la Sociología durkheiminiana (aproximación que Bloch ve como positiva) y b) otras que al ver que la historia no se podía asimilar a las leyes de las ciencias físicas la consideraron un mero juego estético sin posibilidades de aportes al conocimiento, esta tendencia se conoció como historia- historizante. Una historia que no se plantea preguntas porque considera que es peligroso responderlas (postura que Bloch considera negativa para el progreso de la historia). Bloch trata de ubicar a la historia dentro del panorama de las ciencias de su tiempo. Y sostiene que se encuentran frente a un profundo cambio en el concepto de ciencia que sobrevino después de Einstein que obligó a revisar sus posturas: de lo absolutamente cierto se paso a lo altamente probable; de la medida rígida a lo relativo. Y esto se tradujo en el reemplazo de los parámetros de validez universal por una certeza con grados de probabilidad. Por lo tanto este cambio en las ciencias “duras” acercó a estas ciencias a la historia y a las ciencias sociales en general y permitió que el hecho de que la historia no pueda arribar a leyes universales y de validez absoluta la ubica en condiciones similares a las de las otras ciencias, con los “perpetuos arrepentimientos de nuestro oficio”. 

Cap. 1 La historia, los hombres y el tiempo

1- La elección del historiador: Bloch nos dice que la palabra “historia” hace referencia al pasado, pero esto determinaría un ámbito de análisis demasiado amplio para el historiador. Por eso sostiene que el historiador debe hacer una “elección”. Para Bloch la palabra “historia” debe mantener lo que para él es su acepción fundamental: la historia debe ser siempre producto de una investigación. 2- La historia y los hombres ¿Cuál es el objeto de la historia? El pasado, pero ¿todo el pasado? Bloch nos dice que en una “primera memoria de la humanidad” todo estaba incluido, las granizadas, los eclipses, las batallas, etc. (pg.27). Pero hay cuestiones del pasado que son competencia de la geología o de la geografía. ¿Cuándo el pasado se vuelve objeto de estudio para el historiador? Cita el ejemplo del Golfo de Zwin y la decadencia de Brujas (pg. 28) en donde se ve que lo físico, lo social y lo económico, el hombre transformando la naturaleza se relaciona en forma de “intersección” de situaciones pero en el que se reconoce un factor indispensable: “lo humano” que para Bloch es el objeto fundamental de la historia. “Detrás de los rasgos sensibles del paisaje, de las herramientas o de las máquinas, detrás de los escritos aparentemente más fríos y de las instituciones aparentemente más distanciadas de los que las han creado la historia quiere aprehender a los hombres. Quien no lo logre no pasará jamás, en el mejor de los casos de ser un obrero manual de la erudición. Allí donde huele la carne humana, sabe que está su presa. “ (pg.30) El Positivismo había buscado el modo de hacer de la historia una ciencia a la manera de las experimentales, buscando leyes y regularidades. La historia anterior era considerada un arte. Bloch sostiene que no son

aspectos incompatibles, buscar expresar el “qué” sin descuidar el “cómo”, el frío de la ciencia y el color del arte. Introduce el concepto de “comprensión”, que es más abarcador que el de entendimiento. 3- El tiempo histórico: El historiador solo puede pensar en la categoría de la duración, por lo tanto la historia es para Bloch la ciencia de los hombres en el tiempo. Si bien ninguna disciplina puede hacer abstracción del tiempo, para la historia la categoría del tiempo es constitutiva y fundamental. Por ejemplo la preocupación fundamental de la historia no comprobar que Julio César tardo x cantidad de tiempo en conquistar las Galias. ¿Qué le interesa? Cómo, qué significación tuvo esas conquista, qué lo motivó, por qué lo hizo, etc. El tiempo que le interesa al historia es por un lado lo conntinuo, la permanencia, pero a la vez también el cambio, lo que ya no es como era y en esatensión entre cambio y permanencia surgen los grandes problemas de la historia. Qué permanece, qué cambia, qué relación hay entre ambos factores, etc. 4-El ídolo de los orígenes. Dice Bloch que la historia hasta ese momento ha sufrido de una obsesión, buscar los orígenes de todo. Bloch no dice que esto esté mal. Su observación es más sutil. Dice que hay que distinguir entre “principios” y “causas” que son cosas diferentes. También plantea que en historia no siempre las cosas “comienzan” en un punto y los comienzos a veces son complejos y no tienen una sola explicación, por ejemplo el comienzo del feudalismo, hay distintas teorías que le adjudican distintos orígenes. Y por otro lado advierte de un peligro , no siempre el origen da una explicación, no hay que confundir la identificación de un comienzo con una explicación del ese hecho. Explicar es algo más complejo que no se agota en el estudio de los orígenes. No siempre explica el por qué. Bloch advierte no confundir una filiación con una explicación. Dice que el roble nace de la bellota, pero para que el proceso se concrete hacen falta que en el transcurso se vayan dando una serie de condiciones de posibilidad (o de imposibilidad o de cambio, etc.). La crucifixión y resurrección de Jesucristo marcan el comienzo del Cristianla explicación etimológica ismo pero no explica por qué a 2000 años de esos hechos siga existiendo como religión, ni los derroteros de la religión cristiana ni su poder, etc. Un claro caso de esta tendencia es la etimología de un como una explicación (Bloch cita el ejemplo de la palabra francesa “bureau” pg. 37). “En una palabra, un fenómeno histórico nunca puede ser explicado en sus totalidad fuera del estudio de su momento (…) ´Los hombres se parece más a su tiempo que a sus padres ´ (pg. 39)” 5-Los límites de lo actual y lo inactual. Bloch trae a la discusión el tema de la supuesta (im) posibilidad de la historia de ocuparse de temas actuales que parecen ser terreno de la sociología o de la política. La dificultad estaría en la “cercanía” del hecha que impediría tomar distancia como para poder investigarlo. “En una palabra, consideran la época en que viven como separada de las que las que la precedieron por contrastes demasiado vivos para no llevaren sí misma su propia explicación. Ésa es también la actitud instintiva de muchos simples curiosos. La historia de los períodos un poco lejanos no les seduce más que como un lujo inofensivo del espíritu. Así encontramos por una parte un puñado9 de anticuarios ocupados por una dilección macabra en desfajar a los dioses muertos; y por otra a los sociólogos, a los economistas, a los publicistas: los únicos exploradores de lo viviente. Pg. 42“

6- Comprender el presente por el pasado: Bloch propone quebrar la idea de una historia “lineal” en la que los hechos se asocian por proximidad, lo que aleja al presente del pasado. Utiliza como ejemplo el de la luna y el sol. Si nos guiáramos por la cercanía la luna tendría más influencia sobre la tierra que el sol. Bloch sostiene que la “propagación” de la influencia de los hechos sobre el presente no depende de la cercanía de las generaciones. Según Bloch esta idea de “línea” de los sucesos hace que se ordenen los hechos que determinan cambios y que la atención se centre en los cambios pero dice Bloch también se debe ver lo que un fondo que permanece “Creeremos pues, comprender a los hombres si sólo los estudiamos en sus reacciones frente a las circunstancias particulares de un momento “. Lo que permanece liga al pasado con el presente. 7. Comprender el pasado por el presente: Como en el punto anterior considera que las relaciones entre pasado y presente son solidarias. Bloch ha tratado siempre de considerar que la historia es algo vivo y que no es una afición de anticuarios. Por esos sostiene que para entender el pasado de los hombres hay que vivir el presente, hay que saber qué es la vida. Cita el ejemplo de Pirenne, que dice “soy un historiador y por eso amo la vida”- Y este aspecto es especialmente claro para Bloch, para quien su situación de vida, preso y sabiendo que va a morir resignifica profundamente su experiencia de historiador. “Yo había leído muchas veces y había contado a menudo historias de guerra y de batallas. ¿Pero conocía realmente, en el sentido pleno de la palabra conocer, conocía por dentro lo que significa para un ejército quedar cercado o para un pueblo la derrota antes de experimentar yo mismo esa náusea atroz (…) en verdad conscientemente o no , siempre tomamos nuestras experiencias cotidianas matizadas , donde es preciso, con nuevos tintes, los elementos que nos sirven para reconstruir el pasado ” pg. 48.

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Bloch, M. Introducción a la historia pg. 9

Recordemos sus numerosas obras como medievalista y sus trabajos sobre el Feudalismo. En particular nosotros citaremos como ejemplo Los reyes taumaturgos