Cincoleches Redentor

los hombres verdaderos no matan coyotes rodrigo españa saltalandia - 2013 cincoleches redentor no se haga drama, fo

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los hombres verdaderos no matan coyotes

rodrigo españa

saltalandia - 2013

cincoleches redentor

no se haga drama, fotocopie tranquilo y reparta a dónde sea. cualquier cosa: [email protected]

puede que entre el tercer y cuarto trago de api sea el momento justo en que cincoleches haya decidido ser el salvador de todos aquellos dignos de salvación; y con la segunda tawatawa (si los gestos no mienten) haya decidido ser el verdugo de los que no se merecen ni aca. la decisión, por el momento, iba a ser enfatizada con un eructo entrecortado por la sequedad y posterior golpe de puño en la mesa que haría saltar el vaso de api, el plato de tawatawas y un servilletero con forma de oreja. la mirada enceguecida por el triunfo de cincoleches iba a repasar a los transeúntes y bebedores de api del tercer puesto del mercado a las exactas nueve horas y minutos de la mañana en que la radio informaba que esa sería la noche más fría del año y que todos debían prepararse para una nevada. pronosticamos nieve luego de treinta y tres años, había dicho el hombre del servicio meteorológico mientras los ojos de cincoleches registraban uno por uno los rostros de los que se encontraban en un radio de tres metros a la redonda, escrutando los gestos de los que tal vez serían beneficiarios de la salvación o arderían en las llamas de algún infierno todavía no definido en su cabeza. sin darse cuenta, y al unísono con un perrro que olisqueaba entre las patas de los sentados, cincoleches redentor comienza a levitar. al principio siente la falta de peso en sus posaderas, a lo que se le da por pensar que era la levitación o un pedo aplastado contra la silla. cincoleches espera a que suba olor para confirmar. nada puede confirmarse, aunque el olor era sospechoso.

el lakanaso de euforia tardaba en dejar el cuerpo de cincoleches que tronaba pieles adentro; tal golpe había sido producto, en parte, de la adrenalina al saberse el elegido para llevar a cabo tamaña empresa, y un poco también porque el segundo api de la mañana ya tiraba sus efectos en el intestino. ese rato nomás va a ser cuando lo comprenda todo, así como el gas que pujaba por salir de su cuerpo, con ese mismo ritmo afiebrado y fibroso, a cincoleches se le vienen de nuevo las imágenes de la noche anterior a la nariz y comprende el universo entero, el todo cósmico que gira en su interior: cincoleches sabe que ha sido elegido para esta misión redentora. *** veamos qué dice este bolichón compadre … esa y sólo esa frase había sido suficiente para convencer a cincoleches que su fin heroico comenzaba aquella misma noche mientras las luces verdes, azules y amarillas serpenteaban pegadas a la pared de cemento salpicado para formar la palabra karaoke como un tresdé que no podía sino vaticinar la buenaventura de aquellos pocos bendecidos por la caca de las palomas que en algún momento tendrán que dejar el cuerpo para mutar en santos o imbéciles; porque así es la cosa, así estaba escrito en la pared y no daba lugar a falsas interpretaciones: ya lo decían las luces navideñas deformadas en tiras que se doblaban y desdoblaban para

entrar como láser en la fóvea central de cincoleches, dando como resultado la siguiente progresión: KARAOKE — KARA-O-KE — DAS-LA-CARA-O-QUÉ. claro, el mensaje era claro como los tres ka’j de peso que se habían tomado cincoleches y su compadre romualdo unas cuadras antes para endulzar la sal de los anticuchos con sabor a perro que vendían en la esquina sin doblez del monumento dedicado a la memoria del gran prócer local. salve tu gloria en la presencia de los futuros guerrilleros, oh! gran manco morgues, o algo así decía la placa que cincoleches había estado mirado justo el momento de tirar el palito del anticucho al piso: éstos sí que son héroes, ¿no compadre? ¿qué dice compadre? le digo que este es un héroe de verdad … no como los de ahora … ¿usté sabe la historia del manco morgues? algo me acuerdo, era la del chivo ¿no? ¡esas son huevadas! no se si huevadas, pero esa es la historia que… ¡son huevadas que inventan los apátridas! no se altere compadre me altero carajo … me altero porque me da rabia … de un prócer no se habla así. mierda

pero esa es la historia que yo sé compadre … discúlpeme, pero otra no se me… ese es el problema cuál ese, que nadie sabe su propia historia … la historia de su pueblo … de sus raíces cómo es eso compadre, disculpe si paso por pelotudo… claro que pasa por pelotudo compadre pero es que no se de qué me quiere hablar del heroísmo le quiero hablar … pero usté me sale con esas huevadas de chivos pero es que compadre usté no me enti… pero nada mierda bueno, bueno cumpita, tampoco se me ponga así así me pongo carajo!! no lo quiero enojar me enojo pues mierda mejor que le parece si vamos para el karaoke… mejor nada… … de la mirtha y nos tomamos unas cervecitas porque ahora no estoy para eso no se preocupe compadre, ya va a ver como la noche nos lleva y a dónde nos va a llevar? a seguir pensando mierda no diga eso cumpa, usté está conmigo y sabe por qué

… mejor vamos nomás, que parece que los anticuchos le han hecho mal ni mierda los anticuchos, lo que me hace mal es la caradurez de la gente que pasa a diario por este lugar y no siente nada en el pecho, porque yo, compadre, cuando paso por aquí, y desde chiquito me pasa esto, me siento como debiéndole algo al manco, porque el manco es nuestro todo, porque, sabe compadre, si no fuera por el manco seguro y seguiríamos lambiéndole el culo a los españoles de mierda esos. pero nadie lo reconoce así, todos pasan por su estatua y no se les mueve ni un pelo del culo. el otro día nomás yo pasaba en el micro y veo a un par de llokallas meándole a la estatua, y, ¿sabe qué hago?, ahí nomás me bajo, y eso que tenía que ir hasta cerca del mirador para verla a la graciela que me había dicho que el chuzo se había puesto como loco y andaba culo pila el muy pelotudo, que me llama la otra y me dice venite padrino que no se qué hacer con el chuzo porque anda como loco mostrándole sus cosas a la gente que pasa y que ya lo han pegado tres veces los changos del barrio y ya hasta la policía ha venido a la casa para meterlo adentro, pero como ese rato el chuzo estaba medio normal, me dice, con ropa, me dice, no lo podían llevar, pero luego, me dice, se ha vuelto a poner loco y se sacaba la ropa y salía bailando, y parece que eso era cuando llovía nomás porque el otro pelotudo le viene a decir a mi ahijada que la lluvia lo purificaba que la lluvia lo lavaba de todas la mierdas que había hecho, ¿me entiende compadre?, y yo que hago, yo en vez de ir a ver lo que pasaba en la casa de mi ahijada con el pelotudo ese del chuzo me bajo al ver a los llokallas que le

faltaban al respeto al manco meándole la estatua, y cuando me bajo los otros se la estaban zarandeando, así nomás como le cuento y no me ponga esa cara de extrañado porque así nomás era, como le cuento se la estaban sacudiendo todavía cuando los alcanzo y les digo que qúe mierda les pasa llokallas de mierda que no respetan ni a su prócer, y ahí nomás me dicen cualquier warangada y al que estaba más cerca de mí lo surto con un lapo que lo tiro de culo pal piso y el otro al verme me dice no se qué huevada y que lo suelte a su amigo porque ese rato yo ya lo tenía agarrado del cogote y le hacía lamber su propio meo y desp… nooo, compadre cómo vas a hacer eso pero es que era lo que había que hacer en ese rato no compadre, los llokallas no saben pues… cómo que no saben es que son chicos chicos, chicos, pero igual me importa un carajo … tienen que aprender lo que es el respeto no sé de qué respeto me habla compadre del respeto a las raíces compadre … de eso le vengo hablando hace rato … cuando usté me salía con las huevadas del chivo es que es lo que yo sé del manco pero eso no es de lo que yo le hablo sino de qué cumpa, dígame nomás, usté sabe que yo siempre lo escucho hablo del respeto a nuestra herencia, a la tierra

… lo que pasa compadre es lo siguiente, la respuesta es sencilla cuál respuesta la respuesta a todo no le entiendo cumpa es que no hay que entender sino? no hay nada para comprender, hay que sentir sentir qué sentir que hay que hacer algo algo como qué compadre todavía no se muy bien qué, pero le digo una cosa compadre diga nomás estos días son más raros que la mierda. algo hay que hacer. y como que se le va el pedo a cincoleches cuando entraban en el tugurio para tomarse otras cuatro cervezas porque medio que no la creía, porque todavía faltaba algo, la señal definitiva, ese algo que él necesitaba sentir en el cuerpo para poder dejarlo ir, para dejarse ir y ser el hombre nuevo que haga lo que ha venido a hacer en este mundo aquel que es el elegido. dos cervezas y nada: todavía el compadre romualdo apetecía otra ronda de nino bravo mientras sentía que las chicas esparcían sus aromas entre las mesas. cincoleches en su casi desesperanza comienza a sentir que el cuerpo se le va haciendo chiquito entre silla y mesa del karaoke, entre nino

bravo y su compadre, entre julio iglesias y un cana que intentaba hacerse el discreto para salvar las apariencias. y en eso, así, como de la nada, le salen alitas a cincoleches, le salen seis patitas a cincoleches, le dan ganas de oler mierda a cincoleches y se va, buscando mierda para oler, zigzagueando entre las mesas y los envases y los ceniceros y los vasos y las chicas de moral relajada. se va para afuera del karaoke, da la vuelta a la esquina, a la manzana y vuelve para el karaoke, porque algo, aun, en su cabecita de mosca le dice que lo que busca está ahí dentro del antro, entre la mescolanza de gentes y músicas. ahí está lo que necesita cincoleches que pasa bajo la luz azul y entra esquivando un cabezazo y tres codazos del policía vestido de civil que ahora baila una de bronco abrazando al aire en un casivals desajustado: pastillas de amnesia doctor ¿dónde venden? si no las consigo puede ser fatal, fatal se lo juro, porque me doy cuenta, que al querer olvidarla, la recuerdo más. corean en las dos mesas de adelante a donde se va a posar cincoleches revoloteando entre las tetas de una señorita y un vaso de chuflay. al borde del vaso cincoleches no resiste más el no saber qué mierda hace y decide terminar con su vida de mosca, se tira en picada al fondo del vaso para no salir más y ahí se queda, revoloteando un rato hasta las patitas le apuntan al infinito. sacrificado por la luz, por los pecados del mundo, por la salvación y el exterminio que ésta conlleva, así termina con su anterior patética vida la mosca cincoleches ahora ahogada en un vaso de singani a granel mezclado con espráit. hasta que alguien se da cuenta del intruso y lo saca con cuidado del recipiente mientras dice: te apuesto un beso a que hago revivir esta mosca; y qué mierda le vas a hacer,

¿respiración boca a boca acaso?; no seas tonta reina, le voy a dar vida nuevamente porque puedo hacerlo, si es que me lo pides; ¿un beso por revivir una mosca?; un beso de esos hermosos labios es todo lo que necesito; ¿y yo qué gano con eso?; el misterio de la vida; a veces este lugar se llena de cada pelotudo…; ahora te muestro y espero mi beso. dice el embustero proyecto de amante mientras se acomoda una erección intentando cruzar la pierna. va juntando la ceniza del cigarro en un montón un poco más grande que el cadáver ahogado de la mosca cincoleches mientras suelta otra seguidilla de incoherencias y luego introduce al ahogado dentro del montón de ceniza. ¿eso es todo?, pregunta la señorita. ahora esperamos, le dice el seductor de karaoke, ella se para y se va. él se va tras la corpulenta dama pidiendo el beso prometido. la ceniza comienza a temblar y cincoleches retorna de la muerte, se despierta y no sabe donde ha estado, sabe que ha sido tocado por algo o por alguien, por la divinidad tal vez, y sabe que ha vuelto y salta de la ceniza como escupitajo de polvo. en vuelo sin escalas se dirige a su antiguo cuerpo que yace sentado como un idiota unas cuantas mesas más allá, en dirección contraria hacia donde iban los amantes. justo detrás de dos parroquianos que gritan una canción irreconocible. llega a su cuerpo y comienza a revolotearse la propia cara, el cincoleches humano con cara de idiota no se mueve ante la insistencia del cincoleches mosca resucitada, que ahora se mueve alrededor de la cabeza, como golpeando un foco, intentando penetrarlo para absorber o dar luz, una de dos, hasta que encuentra su destino entre la cera de la

oreja derecha y los pelos nunca cortados. entra la mosca y los dos cincoleches se reúnen para el nuevo despertar. compadre, compadre! … se siente bien compadre? … no se haga al pelotudo … pedimos otra ronda o nos vamos a otro lado … bueno, perdimos otra entonces. el compadre romualdo, ante la nula respuesta, hace lo lógico en estas circunstancias donde lo único posible es seguir dándole rienda suelta a la cebada y pide otra fría y espera a que su compadre reaccione del transe. cincoleches mientras tanto se debate entre la asimilación de la mosca y el limbo sensorial. la batalla que se despliega dentro de su cabeza es ajena a todo lo que sucede en el exterior, a saber: el amante resucitador de moscas está siendo victima de una paliza entre dos de los primos de la gordita a la que le tiraba piropos, el que ahora tiene la voz y el micrófono para el canto no puede pronunciar palabra que se entienda del pedo que trae y lo único que hace es aullar y babear mientras suenan de fondo los compases de una canción de galy galeano; en la pantalla, mientras pasan las letras que se van pintando de azul para el que canta sepa por dónde va la melodía, una mujer mira hacia un lago pequeño y suspira; dos de los amigotes del cantante balbuceador

aplauden sin poder pegar las palmas con el ritmo de la canción, entra un grupo de cinco changos y se sientan en dos mesas que están juntas; luego entra uno rengueando, no se sabe si por que está herido, en pedo o porque camina así, se sienta en la mesa del fondo y luego revuelve un poco de ceniza que está al lado de un vaso de chuflay sin terminar, se manda lo último del trago y sale de nuevo rengueando hacia la asperidad de la noche fuera del karaoke. cincoleches vuelve de la nada misma. ha peleado contra la última de las pálidas y ha salido vencedor, ha asimilado su ser de mosca resucitada y sabe, o intuye, que la cosa ya no va a ser la misma jamás. cuando reacciona tiene un vaso de astra esperando a que le soplen la espuma y caiga seco por el tracto digestivo. se levanta de la silla con el vaso en la mano. salud carajo, compadre salud salud compadre, por un rato he pensado que.. qué ha pasado, hace rato que estamos aquí? masomenos compadre, acaso no se acuerda? me acuerdo de todo, pregunto por preguntar nomás bueno salud de nuevo por eso entonces salud qué me dice de las chicas de allá cuáles? esas de allá ahh, no se hace rato que están solitas … yo creo que terminamos esta chelita y les invitamos un traguito

… qué dice compadre ya veremos, ya veremos. pero la noche discurre sin otra circunstancia que el choque de vasos, los tragos largos y pesados que se acomodan como tetris en la panza de cincoleches hasta que la situación se hace merecedora de un escape hacia lo insalvable. con la cabeza como un tumor sobre el cuerpo van a salir los dos compadres del karaoke de la mirtha. tambaleando. la risa del romualdo se mezcla con los olores de la avenida mientras cincoleches retorna a la sobriedad de golpe y sin tregua. ya es de madrugada y a estas horas las apariciones fantasmescas suelen estar a flor de piel, al nivel de la calle. cincoleches se da cuenta y hace frío. él está sin nada para tapar el viento. entonces el asfalto se vuelve un crustáceo que dobla la cola, se retuerce y chapotea. la mosca ha dejado algo en cincoleches. sabe que su origen ubicuo es parte del destino. intuye que hay algo que lo ha llevado desde sus inicios torpes en el ajedrez a este momento de resucitación. su cuerpo ya no es el mismo, o por lo menos ya no es lo mismo aquello que su cuerpo contiene. la piel le tira como un traje de goma y siente que está por explotar o hacer implosión. que la noche sea la que guíe sus pasos. creo que hay algo que debo hacer qué dice cumpa que tengo que hacer algo algo como qué

acabo de ir y volver de la muerte … de la muerte o algo parecido es que ese singani es pegador no, no es por eso romualdo entonces no le entiendo cumpa acabo de estar en un lugar raro … era todo claro … alguien me hablaba en voz baja … y me decía cosas qué cosas cumpa no se bien, no me acuerdo … pero ya lo voy a recordar. en ese momento la epifanía no es clara, pero algo le dice a cincoleches que tiene que juntar a las tropas, o primero armar una tropa. para eso necesita a romualdo, él será quien lo secunde en esta empresa, será el segundo en la lucha. aunque todavía no entiende bien contra quién o quienes o que debe luchar, cincoleches sabe que ha dado el primer paso, sabe que ha vuelto de la mosquitud para algo. compadre yo creo que me voy vaya nomás cumpa me va a disculpar, pero viajo temprano ya lo voy a estar necesitando para un trabajo

qué trabajo cumpa uno muy importante y como cuánto pagan esto no es por dinero ah, entonces? tenemos que juntar las tropas ¿tropas? sí, las tropas y cómo es eso tenemos que empezar a reclutar gente … nuestra misión ha comenzado creo que ya está en pedo cumpa estoy más sobrio que nunca romualdo pues no parece, desde la tarde que anda raro es por lo que le digo qué me dice que tenemos que comenzar un reclutamiento y cómo hacemos ya lo voy a buscar para darle las indicaciones claro cumpa, claro … usté sabe que cuenta conmigo para todo … me avisa y voy, pero que sea después del jueves … porque viajo ahora, vuelvo el miércoles. el compadre romualdo pira para su lado. cincoleches para el suyo. el mercado está a un par de cuadras y el trago ya está

crujiendo en la panza del futuro redentor de los que aún no lo saben. *** cincoleches opta por la puerta trasera junto a los baños, de entrada ya el olor pega como pedrada en le nariz. cincoleches ni lo nota, sigue escrutando su cerebro en búsqueda de la respuesta. pasa el sector de las frutas, da dos vueltas como perdido. está casi todo cerrado, algunos perros olisquean las esquinas y nada más. luego se abre el sector de comida: bultos y más bultos. algunos borrachines cuchareando una sopa, uno llorando sobre el plato y el otro le pone ají. cincoleches pasa de lado. gambetea otros dos bultos y se sienta en una mesa. pide un api y dos tawatawas. cincoleches tiene el fondo del mercado para él, es un programa de televisión en tresdé visto en un televisor sin tresdé. entonces ahí es cuando cincoleches se da cuenta de todo. la palabra c, cr, cre, cres, cresp, crespo, crespos se va formando en su cabeza: y como un chiporrotazo a la velocidad de la luz lo comprende todo: ha venido a este lugar para salvarnos. él, cincoleches, hijo de una madre que se comió a cinco hombres de diferentes nacionalidades en una misma noche de juerga en el partido comunista y después quedó embarazada para dar a luz a este hombre nuevo, a este espécimen requerido por la patria grande, a este paraguargentobolichilecuatoriano que luego sería conocido como cincoleches por el relato de su madre en una tarde ya lejana y recordada cuando se acercó al niño y le dijo: usté

m’hijo es el hombre nuevo, usté es todos los hombre en uno y no llore, si no sé quien es su padre es porque así, porque usté es hijo de latinoamérica, y usté, escucheme, va a hacer algo grande, enorme, algo que sea recordado por siempre. cincoleches entonces daba el tercer o cuarto trago de api y mordía la segunda tawatawa.

escenas del capítulo siguiente cincoleches se entrega al delirio de la persecución de moscas porque considera que son ellas las portadoras de la verdad mística. todo se termina cuando intenta meterse un moscardón por el culo y acaba preso. detallamos la noche orgiástica de la madre de caraplana en aquella vieja reunión del PC en donde hubo, además de barbitúricos y lecturas de marx, mucho froting contra estatuas de trotsky. el compadre romualdo descubre que cada vez que piensa en cincoleches siente un poco de vértigo en la cola. no sabe si es amor o calentura. descubrimos la identidad perversa del resucitador de moscas y sus oscuras intenciones con las señoritas del karaoke.