CESAR VALLEJO

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PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANÍSTICA CÁTEDRA VALLEJO

UNIDAD

Sesión 05 La dignidad y solidaridad en la vida en la obra de Vallejo y en la sociedad peruana moderna: La cena miserable, Trilce II, Los nueve monstruos.

ACTIVIDADES DE INICIO: Presentación del video musical: “Para un niño en la calle” de Mercedes Sosa y Calle 13 https://www.youtube.com/watch?v=v4tYlH3wJxQ&list=RDv4tYlH3wJxQ&start_radio=1&t=190

Luego de visualizar el video. Responde: ¿Qué problemática vigente se describe en el video musical? ¿Cuáles serán los principales problemas o carencias que viven los niños? ¿Qué significado tiene la expresión “Soy oxígeno para este continente, soy lo que descuidó el presidente…”? ¿De qué manera podemos contribuir a la atención de esa realidad? Presentación del PPT (Contiene el poema el Pan nuestro de César Vallejo) Responde: ¿De qué creen que nos habla Vallejo en estos versos? ¿Qué versos les ha llamado la atención del poema y por qué? ¿Cómo están presentes la dignidad y la solidaridad en el video musical y el poema presentados? ACTIVIDAD DE PROCESO: Reflexiona ¿Qué es la dignidad? ¿Qué es la solidaridad? ¿En qué circunstancias podemos practicar la solidaridad y dignidad en nuestras vidas? Ejemplos. ¿Los escritores cómo pueden demostrar la solidaridad y la dignidad en sus producciones escritas? Fundamente. Material recopilado por docentes del área de Comunicación.

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FICHA TÉCNICA N° 05 La dignidad y solidaridad en la vida en la obra de Vallejo y en la sociedad peruana moderna: La cena miserable, Trilce II, Los nueve monstruos. LA DIGNIDAD EN LA LÍRICA VALLEJIANA César Vallejo, poeta Universal peruano (Santiago de Chuco, 1892París, 1938), voz fundamental en la poesía hispánica del siglo XX. La creación literaria en Hispanoamérica, desde las tempranas crónicas de Bartolomé de las Casas, Alvar Núñez Cabeza de Vaca o Cristóbal de Molina, fue incluyendo una conciencia social que acabo siendo configurada en el siglo XX en términos de lo que podemos denominar como poética de la solidaridad. La adhesión a la causa o la empresa del «otro» ha sido contemporáneamente uno de los signos caracterizadores del espectro literario en las diversas regiones culturales hispanoamericanas. Si aceptamos que tal poética de la solidaridad tuvo una de sus concreciones en la poesía, nuestro acercamiento a la lírica vallejiana se engloba en un corpus más amplio de poesía ligada a la cuestión de los derechos humanos. Vallejo representa uno de los paradigmas líricos más importantes de dicha poética de la solidaridad, como adelanto y anuncio de posteriores reivindicaciones sociales y humanas por vía de la poesía y al margen de dogmatismos. Su poesía refleja un sentimiento trágico, torturado, de tristeza y desesperación. Se vuelca en la solidaridad con el hombre. Encuentra su auténtica voz en el seno de la Vanguardia, penetrando en las oscuras simas del subconsciente. Siempre defendió el valor del hombre como ser entrañable y cuya libertad supera el sacrificio a cualquier doctrina o ideología. Por eso, la poesía de Vallejo se apoya en la idea de la solidaridad y la fraternidad. Vallejo, fue un poeta humano, metafísico y religioso (hasta existencial y cristiano) pero también, fue en todo lo demás –especialmente en toda su obra no poética. Su ingenua adhesión parte de la noble voluntad de edificar una nueva sociedad como remedio del dolor y el sufrimiento de la humanidad. César Vallejo y los Derechos Humanos El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en París la Declaración Universal de Derechos Humanos, documento de treinta artículos que aspiraba a la defensa de la libertad, la justicia y la paz. El caso hispanoamericano es, en este sentido, muy significativo y buena parte de los hechos políticos del siglo XX en esa zona apuntan justamente a las violaciones de tales derechos dentro de un marco de total impunidad. Resulta, interesante comentar que el estudio de la poesía hispanoamericana contemporánea ofrece un inagotable campo para iniciar esa labor de hermanamiento entre ética, literatura y humanidad. Entonces, al leer al poeta dogmático y mucho más humano, Vallejo, demuestra el más noble ideal de fraternidad que constituye toda una poética de la solidaridad en conexión directa con una sentida defensa de los derechos humanos. Material recopilado por docentes del área de Comunicación.

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Es por ello, que en los poemas de Vallejo, siempre existe el rechazo de la injusticia social, y es a partir de ese momento en que esta generosa idea surge como un sentimiento de fraternidad universal y humana. En que todos los seres humanos deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. De igual modo, si hacemos un recorrido por el mundo poético vallejiano podemos detectar esa visión solidaria. Manuel Mantero ya dedicó unas páginas a la ternura humana de Vallejo, donde señaló que «en todos sus libros, y en más o menos grado, esta ternura, a veces diluida y otras saltante, resplandece y nos agarra» (Mantero, 1971: 122). Dar cuenta aquí de todos y cada uno de los poemas vallejianos en los que se aborda el tema de los derechos humanos es tarea que rebasa los límites de este trabajo por lo que nos centraremos en algunos textos paradigmáticos. Así vemos, como Vallejo adelanta ya una de las claves de toda la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que a la letra dice: Como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Asimismo, en su primer libro, Los Heraldos Negros (1918), Vallejo muestra su interés por el tema de la pobreza y el hambre. El acto de comer, el ayuno, el pan son motivos y constantes de toda su poesía, como muestra «El pan nuestro», poema en el que el autor desea compartir su pan con todos los hambrientos. El sujeto poemático considera que en su propio acto de alimentarse está quitándole el pan a su prójimo, quien no tiene para comer: «Yo vine a darme lo que acaso estuvo / asignado para otro» (vv. 19-20). Por vía del hermanamiento con todos los pobres, Vallejo llega a considerarse una especie de mal ladrón que le lleva a compartir. Artículo 25.1 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 

También, Poemas humanos ofrece varios poemas representativos del tema de la fraternidad, como el que se inicia «Me viene, hay días, una gana ubérrima...», fechado en noviembre de 1937. Se trata de un canto a la hermandad con el prójimo, cualquiera que sea su condición. Es un deseo de amar a todos: «al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito / a la que llora por el que lloraba» (vv. 5-6). Es un querer universal, «mundial / interhumano y parroquial» (vv. 24-25) escribe Vallejo, en un ansia de fraternidad absoluta. La insistente repetición del verbo «querer» a lo largo del poema contribuye a entender el texto en términos de una purificación universal y personal por la que Vallejo se solidariza con todo y con todos.

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Artículo 1 Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Artículo 2 1.- Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónoma o sometida a cualquier otra limitación de soberanía. 

Desde sus afanes de solidaridad Vallejo estuvo profundamente preocupado también por las cuestiones laborales y su poesía puede considerarse también precursora de algunos de los artículos de la Declaración Universal, que tratan de cuestiones del derecho al trabajo. Víctor Mazzi situó a Vallejo como el gran representante de una llamada poesía proletaria peruana compuesta, además, por otros poetas como Augusto Mateu, Luis Nieto, Leoncio Bueno o José Guerra.

Artículo 23.1 Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. Artículo 24 Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas. 

Basta leer para comprobarlo los textos vallejianos de crítica artística y literaria, como el titulado «Los artistas ante la política», publicado el 31 de diciembre de 1927 en la revista Mundial de Lima. Allí Vallejo declara que pese a que todo artista tiene también una parte de sujeto político, su acción específica no consiste en propagar un catecismo dogmático. Para Vallejo, el artista no debe hacer propaganda doctrinaria, ni en conducir a las multitudes, orientar su voto o asumir funciones pedagógicas.

Artículo 27.1 Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. 

En el ámbito de la pobreza, es interesante iniciar nuestro análisis con el poema «La cólera que quiebra al hombre en niños...», fechado el 26 de octubre de 1937. Vallejo organiza un poema en el que del elemento de la violencia, la cólera, se torna un elemento de paz. En el fondo, lo que el poeta plantea es que ninguna cólera es tan grande como la del pobre. La cólera del pobre, nos dice Vallejo, «tiene un aceite contra dos vinagres», «tiene dos ríos contra muchos mares», «tiene un acero contra dos puñales», «tiene un fuego central contra dos cráteres» (vv. 5, 10, 15 y 20). En este juego de contrarios el primero de los elementos es de signo positivo (la paz) frente a la negatividad de los segundos (la violencia).

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Artículo 7 Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. 

«Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza / ¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?» (vv. 13-14). En otros casos dentro del mismo poema, Vallejo recurre al humor de frases y expresiones populares como en la novena estrofa: «¿Con qué cara llorar en el teatro?» (v. 18). Pero detrás de la ironía y el humor, lo que se plantea es la crítica a una sociedad más preocupada por las cosas secundarias que por lo realmente importante: las necesidades básicas y primarias de todo ser humano. En ese conflicto del hombre moderno que plantea eficazmente Vallejo hay una confesión del poeta en cuanto a que resulta más importante dar de comer a un hambriento que discutir en materia de filosofía y otros particulares. Por eso, insistimos, en la poesía de Vallejo hay siempre una voluntad de dar mayor importancia al hombre como ser entrañable que a cualquier dogma ideológico concreto. Las necesidades básicas son imperantes necesidades del ser humano. Todo lo demás viene como consecuencia de haber podido sobrevivir. Vallejo, por consiguiente, exige en este poema la mayor ocupación de todos en cubrir las necesidades básicas de la humanidad. El acierto de este texto no sólo radica en la idea expresada, sino en la habilidad de poetizar y enlazar rítmicamente unos contenidos aparentemente prosaicos.

Artículo 28 Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.  Resulta muy curioso señalar, además, que una década después el «Preámbulo» de la Declaración Universal de Derechos Humanos se iniciaría con un total de siete repeticiones de la fórmula: «Considerando...», precisamente el mismo número de veces que Vallejo emplea tal gerundio en su poema. Por este camino, la frialdad e imparcialidad con que aparentemente se aborda el poema es un recurso consciente y habilísimo de Vallejo para reforzar y poner más de relieve un sentimiento de fraternidad. Es una solidaridad que en cada estrofa se corresponde respectivamente con las categorías del hombre-triste, el hombre-masa, el hombre-laboral, el hombredesesperado, el hombre-animal, el hombre-indiferente y el hombre-burocrático. Tras estas siete premisas o «considerandos» referidos a cada categorización, y tras la aparente indiferencia de la sexta estrofa, llegamos a la estrofa final. En ella se percibe una desgarrada emoción de hermandad que es sentida, verdadera y auténtica, como cierre final a un poema formulado en términos asépticos. Vallejo se dirige a ese hombre universal y ante él confiesa: «viene, / y le doy un abrazo emocionado. / ¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...» (vv. 33-36). Al mismo libro pertenece también el poema «Los nueve monstruos», comentado por Ignacio López-Calvo y André Coyné, en el que se expresa el dolor universal a través de una ética y una estética de la desesperación. Este sufrimiento humano aparece conectado con la idea cristiana de fraternidad total: «Crece la desdicha, hermanos hombres» (v. 23) o «El dolor nos agarra, hermanos hombres» (v. 39). Es una hermandad que abarca elementos cotidianos y básicos alejados de cualquier ideología que no sea la del cristiano y hasta franciscano amor al prójimo. Vallejo lanza una llamada fraternal que se mezcla con un sentido existencial de verdadera angustia, cuya plasmación poemática deriva también en una acentuación sorprendente y un final de esperanza: «¡Ah! desgraciadamente, hombres humanos, / hay, hermanos muchísimo que hacer» (vv. 69-70).

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Artículo 30 Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración. 

Póstumamente, en 1939 su libro Poemas humanos, es más personal y representativo, en el que cultiva un surrealismo instrumental. Responde a un momento de su trayectoria en que quiere ponerse al servicio de la revolución. Su angustia y sufrimiento se plasman a través de sugerentes imágenes surrealistas. Estamos ante el César Vallejo agónico y solidario, que contempla la muerte frente a frente. Una de las secciones más interesantes es la titulada España, aparta de mí este cáliz, con 15 poemas inspirados en la guerra civil. Sus horrores quedan vivísimamente patentes y se ponen en paralelo con la Pasión de Cristo. El problema bélico se convierte en una angustiosa obsesión. Las víctimas inocentes encarnan un heroísmo sencillo, sin alharacas; el poeta profundiza en la realidad humana de esos seres sacrificados.

VALLEJO Y LA SOLIDARIDAD A primera vista, uno lee a César Vallejo y asocia su poesía con un testimonio de dolor y muerte. Sus versos más trillados: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!” “Serán tal vez los potros de bárbaros atilas, / o los heraldos negros que nos mandan a la muerte” lo presentan como el poeta del dolor y de la muerte. Para bien o para mal, esta ha sido una temática constante en los estudios que se han hecho sobre Vallejo. Sin embargo, situar a Vallejo únicamente como el poeta del dolor y limitarse a repasar su angustia y orfandad, no es ser justo con la trascendencia de su obra. En la lírica de Vallejo, hay demasiadas referencias a la vida, la esperanza, la solidaridad, la lucha contra el egoísmo y la muerte, el anhelo de un mejor y la posibilidad segura de alcanzarlo, que no pueden ni deben pasarse por alto. En realidad, el hombre fue el objeto de su poesía. Ansiaba lo mejor para sus semejantes y se expresa con belleza acerca de la comunión, la solidaridad y el amor. Es un triunfo sobre el dolor y la muerte. Notemos, por ejemplo, los siguientes versos de “Las ventanas se han estremecido” de Poemas en Prosa: “La familia rodea al enfermo agrupándose ante sus sienes regresivas, indefensas, sudorosas. Ya no existe hogar en torno al velador del pariente enfermo, donde montan guardia impaciente, sus zapatos vacantes, sus cruces de repuesto, sus píldoras de opio. La familia rodea la mesita por espacio de un alto dividendo. Una mujer acomoda en el borde de la mesa, la taza, que casi se ha caído.” La escena evoca un contexto andino. Allí se convive con la enfermedad, los parientes no pueden hacer mucho ante ella, pero lo que sí hacen es una impresionante manifestación de solidaridad. La familia, subrayamos, toda la familia, está cerca del enfermo. Será toda la familia, pues ‘se agrupa’ en torno al paciente. Y lo hacen ante “sus sienes”, lo que quiere decir que desean estar lo más cerca posible del enfermo. Eso desean transmitirle a su pariente y lo hacen sin ascos ni temores. Ese tipo de solidaridad y amor es que el poeta aprendió en su niñez. La fuerza vivificante del amor y la solidaridad son el corazón mismo de la comunidad en que creció. Para Vallejo la vida consiste en hacer cosas para el bien de los demás. El espíritu solidario es lo que da sentido a la vida. Así lo entiende, de modo que si no puede hacer nada para los demás es como si hubiese perdido un poco la vida. Esta interesante filosofía sobre la vida, la hallamos en “Ágape”, de Los Heraldos Negros. El mismo título transmite esa idea. Ágape es una palabra griega que significa amor altruista, sin egoísmo: “Hoy no ha venido nadie a preguntar; / ni me han pedido en esta tarde nada. / No he visto ni una flor de cementerio / en tan alegre procesión de luces. / Perdóname, Señor: qué poco he muerto! / En estas tardes todos, pasan / sin preguntarme ni pedirme nada. / Y no sé qué Material recopilado por docentes del área de Comunicación.

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se olvidan y se queda / mal en mis manos, como cosa ajena. / He salido a la puerta, / y me da ganas de gritar a todos: / Si echan de menos algo, aquí se queda! / Porque en todas las tardes de esta vida, / yo no sé con qué puertas dan a un rostro, / y algo ajeno se toma el alma mía. / Hoy no ha venido nadie; / y hoy he muerto qué poco en esta tarde.” Nadie acude al poeta, nadie pregunta por él, ni le pide nada, por eso exclama: “Perdóname, Señor: qué poco he muerto”. Y cuando los demás pasan sin preguntarle ni pedirle nada, siente como que se quedó con algo de ellos, es decir se quedó con el bien que podía haber hecho por ellos. Luego siente culpabilidad de que ese algo se quede con él: “Y no sé qué se olvidan y se queda / mal en mis manos, como cosa ajena.” Vallejo siente que la vida que vale la pena vivirse es aquella que se gasta por los demás, es como morir un poco. Hermosos sentimientos los del poeta. No podemos menos que inclinarnos ante él y aceptar la lección de vivir la vida en solidaridad con los demás. De otro modo, es como si perdiéramos la vida. El vate tiene el anhelo de ayudar a todos. Lo siente como una necesidad. Veamos los siguientes versos de “Me viene, hay días, una gana ubérrima, política…” de Poemas Humanos: “Me viene, hay días, una gana ubérrima, política, / de querer, de besar al cariño en sus dos rostros, / y me viene de lejos un querer / demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza / Quiero ayudar al bueno a ser su poquillo de malo / y me urge estar sentado / a la diestra del zurdo, y responder al mudo, / tratando de serle útil en / lo que puedo, y también quiero muchísimo / lavarle al cojo el pie, / y ayudarle a dormir al tuerto próximo.” El poeta desea besar como una expresión de amor “al cariño en sus dos rostros” que este caso viene a ser el hombre común, su semejante, la persona que le rodea. Su mayor anhelo es que todos los hombres tengan de todo: el bueno “su poquillo de malo”, el zurdo la habilidad diestra, el mudo su capacidad de hablar y el cojo su pie. De las carencias podría nacer un mundo mejor, porque todos anhelarían suplirlas unos a otros. Así es como quisiera que se viviera la vida, en absoluta comunión. Sus sentimientos hacia la vida de los demás son en realidad sublimes y nobles. “Y cuándo nos veremos con los demás, al borde / de una mañana eterna, desayunados todos”; “Se quisiera tocar todas las puertas, / y preguntar por no sé quién; y luego / ver a los pobres, y, llorando quedos, / dar pedacitos de pan fresco a todos.” El tema de la solidaridad entre los hombres alcanza su clímax en “Masa” de España aparta de mí este cáliz, a nuestro juicio, el más conspicuo poema de César Vallejo. Este es un canto a la vida en comunión y solidaridad. Pero aquí no se trata únicamente de la solidaridad entre una familia o una comunidad, es la solidaridad de todos los hombres con un hombre. Solidaridad universal que hace que la vida triunfe sobre la muerte. Vallejo, al escribir su último poemario citado ya es un marxista, pero no un dogmático y ve con mucha claridad la situación social, económica, política, laboral, incluso artística con la nueva concepción ideológica que ha asumido. El poema no sólo transmite la idea de que un hombre vive por la solidaridad universal de los hombres. Sino que el hombre agonizante vence a la muerte por esa solidaridad. Estamos pues, ante un ideal de que se puede vencer a la muerte y, junto con ella, a todos los demás males de la humanidad a través de la unión y verdadera fraternidad. Por eso, pues, si hemos de esperar el fin del sufrimiento humano, todos y cada uno de los humanos, todos y cada uno de nosotros, debemos comprender esta necesidad de solidaridad universal, ya que sólo mediante ella se construirá el tan ansiado mundo de libertad, paz y

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pan. Ese es el mensaje de la ideología vallejiana, y a él nos asimos con firmeza, con la esperanza que luminosa se presenta en sus versos.

En definitiva, la poesía de Vallejo es una manera profundamente personal de establecer una lucha por la solidaridad humana. La lucha de Vallejo es con las palabras: las que mejor expresan el dolor de un hombre noble que lucho por el hombre y buscó una defensa de los más inalienables derechos del individuo.

La importancia y el problema actual de la solidaridad Según la teoría de las obligaciones en el derecho privado, la solidaridad fue instituida para garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por los deudores y/o sus garantes. De esta manera, la solidaridad colaboraba en la reducción de las desigualdades socio-económicas de las personas y solucionaba la desconfianza del acreedor (retorno de su crédito) por medio de la exigencia de los compromisos indistintamente a cualquiera de los deudores e incluso al mismo acreedor. En este punto, la unidad entre acreedores y deudores, garantizaba el cumplimiento de los fines de cada uno de ellos, que no era sino crear la prosperidad material para ambos y para el desarrollo de la sociedad. La solidaridad ha tratado de ser utilizada en la solución de los problemas de la humanidad, más allá de lo legal, relacionados con la economía, las relaciones internacionales y la política. Tanto en su noción objetiva como subjetiva, la solidaridad tiene dos ideas en común: la unidad y la igualdad como formas de reducir o eliminar las desigualdades sociales y alcanzar el bienestar común. Las diferencias comienzan con los instrumentos usados por la solidaridad. Por un lado, la solidaridad subjetiva propone el ejercicio de las virtudes y las actitudes de manera privilegiada sobre el deber y los principios, en tanto que la solidaridad objetiva es partidaria del cumplimiento de los deberes siguiendo las líneas directrices de la solidaridad. He aquí el problema: ambas propuestas por separado no garantizan el cumplimiento del fin esencial de la solidaridad: el bienestar común y la reducción de las desigualdades de la sociedad por la falta de medios de cumplimiento o por la tendencia al conformismo. La solidaridad es una institución que se usó en el derecho civil para garantizar la confianza en el cumplimiento de los acuerdos jurídicos contractuales. Luego fue trasladada y adaptada a otras disciplinas del conocimiento humano como la política, economía, filosofía, etc. De esta manera la solidaridad fue utilizada para legitimar la gobernabilidad de los estados y sus gobiernos, contribuyó a lograr la coexistencia social entre los miembros de una sociedad, argumentó la redistribución de los ingresos fiscales a los sectores sociales más desfavorecidos y propuso sustentar las doctrinas filosóficas sobre la búsqueda del bien común. La solidaridad es el fruto de las relaciones de reciprocidad e igualdad entre dos o más personas en orden de alcanzar el bienestar personal o los beneficios comunes que serían imposibles de lograr si se intentara de forma individual. Su práctica se presenta de dos formas: directa o indirecta. La forma directa promueve el ejercicio de la solidaridad como una institución mientras que de forma indirecta consiste en la concurrencia de varios elementos que, de forma conjunta, demuestran la presencia solidaria. Estos elementos se clasifican en externos (objetivos) e internos (subjetivos). El primer grupo lo constituyen criterios como la unidad, asociatividad, colaboración, cooperación y voluntariado mientras que el segundo grupo incluye la dignidad humana, sociabilidad, equilibrio, reciprocidad, gratuidad y el bien común.

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La solidaridad se expresa bajo las formas de principio, deber, virtud y actitud. Como principio, la solidaridad es empleada para fomentar la armonía y unidad en una organización humana. Mientras que el deber solidario permite el cumplimiento de acuerdos asumidos por las personas que se comprometen a cumplirlos. Finalmente, la actitud y la virtud o valor de la solidaridad expresan la predisposición de respetar y cumplir con los requerimientos del orden social. La utilidad de practicar la solidaridad es la garantía de que los derechos y deberes, que contienen los acuerdos, se practicarán y cumplirán de manera recíproca y simultánea. De esta manera se promoverá alcanzar el bien común quienes lo ejercen y de quienes se beneficien de su práctica. La solidaridad no significa confrontación o conflicto (ideológico) sino la suma de ideas, aportes de propuestas, armonización de opiniones y la búsqueda conjunta de beneficios mutuos. La solidaridad es la reducción voluntaria de las desigualdades en favor del bien común. De esta manera, un orden social adecuado será preservado y cada uno de sus miembros podrá cumplir el rol social que le corresponde ejercer en la sociedad. La utilidad de la solidaridad integral radica en que permite planear, realizar y concluir los procesos solidarios de manera efectiva. Estos procesos solidarios se ejercitan en los procesos que llevan a cabo las personas pero también pueden aplicarse en las distintas disciplinas humanas como la economía, el derecho, las relaciones internacionales, la ética y la política principalmente. En todos estos procesos, la práctica de la solidaridad integral será en concordancia con los principios de subsidiariedad, justicia, bien común y respeto de la dignidad del ser humano. En la actualidad, la solidaridad integral ejerce influencia en las distintas disciplinas humanas en especial en la economía y las finanzas. El desarrollo de temas como la empresa solidaria y responsabilidad social empresarial demuestran la necesidad de continuar con los estudios que permitan identificar las vías necesarias de generar bien común en los empresarios, en sus colaboradores y en el resto de agentes de mercado. La solidaridad se constituye en el mejor camino para desarrollar dichos criterios por cuanto brinda los medios para proponer el funcionamiento ideal de su proceso productivo y la repartición adecuado de sus utilidades.

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ACTIVIDADES DE APLICACIÓN En equipos de trabajo, reflexionen y respondan sobre “La dignidad y solidaridad en la obra de Vallejo y en la sociedad peruana moderna” a) Según la lectura, ¿Qué relación existe entre los Derechos Humanos y la dignidad de la persona en la lírica vallejiana? b) ¿Quiénes y cómo están atentando contra la dignidad de la persona, por ejemplo, en Venezuela? c) ¿Cómo se puede velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos según César Vallejo? d) ¿Qué idea transmite la solidaridad en la poesía vallejiana? ¿Con quiénes se muestra solidario el poeta? e) ¿Qué posición asume César Vallejo en los poemas del final de su vida?

LOS NUEVE MONSTRUOS

Y, desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato, crece a treinta minutos por segundo, paso a paso, y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces y la condición del martirio, carnívora voraz, es el dolor dos veces y la función de la yerba purísima, el dolor dos veces y el bien de ser, dolernos doblemente. Jamás, hombres humanos, Hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera, en el vaso, en la carnicería, en la aritmética! Jamás tanto cariño doloroso, jamás tan cerca arremetió lo lejos, jamás el fuego nunca jugó mejor su rol de frío muerto! Jamás, señor ministro de salud, fue la salud más mortal y la migraña extrajo tanta frente de la frente! Y el mueble tuvo en su cajón, dolor, el corazón, en su cajón, dolor, la lagartija, en su cajón, dolor. Crece la desdicha, hermanos hombres, más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece con la res de Rousseau, con nuestras barbas; crece el mal por razones que ignoramos y es una inundación con propios líquidos, con propio barro y propia nube sólida! Invierte el sufrimiento posiciones, da función en que el humor acuoso es vertical al pavimento, el ojo es visto y esta oreja oída,

y esta oreja da nueve campanadas a la hora del rayo, y nueve carcajadas a la hora del trigo, y nueve sones hembras a la hora del llanto, y nueve cánticos a la hora del hambre y nueve truenos y nueve látigos, menos un grito. El dolor nos agarra, hermanos hombres, por detrás de perfil, y nos aloca en los cinemas, nos clava en los gramófonos, nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente a nuestros boletos, a nuestras cartas; y es muy grave sufrir, puede uno orar… Pues de resultas del dolor, hay algunos que nacen, otros crecen, otros mueren, y otros que nacen y no mueren, otros que sin haber nacido, mueren, y otros que no nacen ni mueren (son los más) Y también de resultas del sufrimiento, estoy triste hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo, de ver al pan, crucificado, al nabo, ensangrentado, llorando, a la cebolla, al cereal, en general, harina, a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo, al vino, un ecce-homo, tan pálida a la nieve, al sol tan ardio! ¡Cómo, hermanos humanos, no deciros que ya no puedo y ya no puedo con tanto cajón, tanto minuto, tanta lagartija y tanta inversión, tanto lejos y tanta sed de sed! Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?

Material recopilado por docentes del área de Comunicación.

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! Ah! desgraciadamente, hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer. César Vallejo de Poemas humanos (1937) LA CENA MISERABLE

Hasta cuándo estaremos esperando lo que no se nos debe… Y en qué recodo estiraremos nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo la cruz que nos alienta no detendrá sus remos. Hasta cuándo la Duda nos brindará blasones por haber padecido!… Ya nos hemos sentado mucho a la mesa, con la amargura de un niño que a media noche, llora de hambre, desvelado… Y cuándo nos veremos con los demás, al borde

de una mañana eterna, desayunados todos! Hasta cuándo este valle de lágrimas, a donde yo nunca dije que me trajeran. De codos todo bañado en llanto, repito cabizbajo y vencido: hasta cuándo la cena durará. Hay alguien que ha bebido mucho, y se burla, y acerca y aleja de nosotros, como negra cuchara de amarga esencia humana, la tumba… Y menos sabe ese oscuro hasta cuándo la cena durará!

César Vallejo, 1918

Sobre el poema “La cena miserable” presentar un trabajo individual la siguiente clase. ¿De qué trata el poema? ¿Qué sentimientos principales transmite o expresa el poema? ¿Cómo se expresa este sentimiento entre otras personas? ¿Qué mensaje transmite el poema?

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ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DEL POEMA LOS NUEVE MONSTRUOS Analiza el poema cuidadosamente, comenta tus conclusiones con tus compañeros y profesor. A continuación te sugerimos algunos asuntos (temas) presentes en Los nueve monstruos. Extrae fragmentos del poema que sirvan para argumentar el asunto señalado. Tú puedes sugerir otro asunto que creas identificar en el poema (completar los asuntos que faltan. Asunto

El dolor como un mal social que todo lo invade.

Fragmento Jamás, hombres humanos, hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera, (…) Y el mueble tuvo en su cajón, dolor, el corazón, en su cajón, dolor, la lagartija, en su cajón, dolor. Análisis: Vallejo, a través de estos versos, nos transmite la idea de que el dolor crece inevitablemente y alcanza hasta los ámbitos más sencillos (la solapa, la cartera, el mueble, la lagartija) de nuestras vidas.

Un llamado a la solidaridad, que nos duela no solo nuestro propio sentir, sino el ajeno. (Ética de la solidaridad).

Y también de resultas del sufrimiento, estoy triste hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo, de ver al pan, crucificado, al nabo, ensangrentado, llorando, a la cebolla, al cereal, en general, harina, a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo, al vino, un ecce-homo, tan pálida a la nieve, al sol tan ardio Análisis: vallejo, transmite que aun en situaciones de sufrimiento uno puede ser solidario en forma sencilla poniéndose en el lugar del otro que aunque el sufrimiento pueda unirnos recordando que el poema es dentro de la guerra civil española no debemos de abandonar nuestra humanidad pues da entender que las circunstancias no eran las mejores de vivir no debemos de ser déspotas.

Una crítica al capitalismo opresor.

Desencanto frente a la tecnología y el orden imperante.

¡Cómo, hermanos humanos, no deciros que ya no puedo y ya no puedo con tanto cajón, tanto minuto, tanta lagartija y tanta inversión, tanto lejos y tanta sed de sed! Analisis: Vallejo, da entender que en esa época la forma en como se daba la vida era insuperable puesto que en la parte de la inversión se denoa que esto daba mas problemas económicos a las personas pues se ranscribe tanta inversión, tan lejos y tanta sed de sed. y las condiciones laborables las mas lamentables al punto de ser una explotación porque a no pueden con tanto. Crece la desdicha, hermanos hombres, más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece con la res de Rousseau, con nuestras barbas; crece el mal por razones que ignoramos y es una inundación con propios líquidos,

Material recopilado por docentes del área de Comunicación.

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PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANÍSTICA CÁTEDRA VALLEJO

con propio barro y propia nube sólida! Análisis: dando entender que las maquinarias eran un problema pues con ellas se daban despidos ya que no necesitaban esa mano de obra por que era cambiada por la de las maquinas ocasionando un caos por los desempleos y estos volviéndose unos amotinadores por la perdida de ellos.

Indiferencia a las personas que sufren (el dolor de cada individuo)

El dolor en forma de desdicha y una plegaria

Y, desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato, crece a treinta minutos por segundo, paso a paso, y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces y la condición del martirio, carnívora voraz, es el dolor dos veces y la función de la yerba purísima, el dolor dos veces y el bien de ser, dolernos doblemente. Analisis: muchas veces las personas solo pasamos y no respetamos el sufrimiento de otro y esto es una constante en el mundo porque solo nos importa nuestros intereses. El dolor nos agarra, hermanos hombres, por detrás de perfil, y nos aloca en los cinemas, nos clava en los gramófonos, nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente a nuestros boletos, a nuestras cartas; y es muy grave sufrir, puede uno orar… Analisis: el dolor lo describe en forma de desdicha puesto que puede ocurrir cualquier cosa mala en cualquier parte en cualquier momento incluso puede estar dentro de una noticia y lo que uno puede hacer para calmar es rezar.

INTERPRETACIÓN: ¿Qué quiso expresar Vallejo en su poema Los nueve monstruos al decir “!Ah! desgraciadamente, hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer”? Fundamente brindando algunos ejemplos. se refiere a los acontecimientos por lo que pasaban para ser más exactos en la guerra civil española puesto que esta se inició por la desigualdad que se vivía en esa época tanto social como laboral así como la desprotección que se daba por el estado español asi como sus leyes abusivas y la hambruna que existía en esa época.

Material recopilado por docentes del área de Comunicación.

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