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CERRAJERÍA ENVIO 4

PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN, TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA, POR CUALQUIER MEDIO O MÉTODO SIN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO DEL EDITOR. © TODOS LOS DERECHOS QUEDAN RESERVADOS.

CURSO DE CERRAJERIA

CURSO DE CERRAJERIA CERRADURA CHUBB Conocido el funcionamiento del puente o guarda en las cerraduras de tipo piccolo; en las cerraduras de tipo CHUBB ésta será reemplazada por otro elemento denominado BORJA y del que podemos decir, que constituirá la característica que va a distinguir a este tipo de cerraduras. Cumple funciones muy similares a las del puente, pero en forma diferente ya que en una misma cerradura, podemos incluir varias borjas, lo que acrecienta la seguridad de la misma. Las BORJAS son pequeñas placas de bronce, cuyo espesor oscila en los 1, 5 mm , aunque también podremos encontrarlas confeccionadas de otros materiales como el hierro – zinc . Tienen una ranura longitudinal central, por la que debe desplazarse una espiga cuadrada que se encuentra sólidamente unida al cerrojo. Esta ranura cuenta con algunas muescas en las que alternativamente encajarán la espiga del cerrojo, trabando a éste en la posición que corresponda (abierto o cerrado). El canto inferior de la borja , que es donde actuará el paletón de la llave , está recortado en forma de arco de circunferencia. Por lo general , la borja se moverá en torno a un pivote (esto puede variar según el modelo de cerradura) y esta unida a un resorte, que la mantiene oprimida hacia abajo .

FUNCIONAMIENTO: Vemos su funcionamiento en las ilustraciones en la figura 24 y que para su mejor comprensión, se han separado en diferentes etapas, según el desplazamiento del tope del pasador y según las vueltas de la llave: - Posición de ABIERTO, colocamos la llave y el paletón girará en el sentido indicado por la flecha encontrándose con el arco inferior de la borja .

FIG. 1 A.

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CURSO DE CERRAJERIA - Al alcanzar el paletón su vertical , levantará la borja en la medida justa, para que el pasador se libere ya que la espiga del mismo no estará retenida en la muesca 1. De esta manera la espiga se desplazará a lo largo de la ranura central de la borja. A su vez el paletón de la llave continua girando, actuando por consiguiente en la primera muesca del canto inferior del pasador, corriéndolo hacia la derecha .

FIG. 1 B. - La muesca del pasador y la altura del paletón, están calculados para que el desplazamiento del mismo alcance en su recorrido la posición de la muesca 2, en donde se detendrá. Como el paletón ya sobrepasó su vertical, no empuja a la borja hacia arriba, por lo que el resorte de la misma la vuelve a su posición original, trabando entonces al pasador, ya que la espiga encajará en la muesca 2. Por tanto, el pasador quedará trabado en la mitad de su recorrido de cierre (primer vuelta de llave) introduciendose parte del mismo en el cerradero.

FIG. 1 C.

- Continuamos el giro de la llave, con la finalidad de ejecutar su segunda vuelta, retirándose el mismo proceso anterior, con la diferencia de que ahora el pasador concluirá la segunda mitad de su recorrido de cierre. La espiga se desplazará, entonces de la muesca 2 a la 3, pues el paletón, actuará sobre la segunda muesca del canto inferior del pasador y lo desplazará en la medida necesaria. La borja nuevamente descenderá por la acción del resorte, trabando el pasador en la posición definitiva de cierre .

FIG. 1 D.

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CURSO DE CERRAJERIA Para abrir, evidentemente, el proceso inverso desplazará a la espiga del pasador de la muesca 3 a la 2 y luego de la 2 a la 1, en este caso el paletón de la llave actuará primero sobre la segunda muesca del canto inferior del pestillo y luego sobre la primera. Como pudimos apreciar, el paletón de la llave, levanta en cada una de sus vueltas, la borja a la misma altura y con ello los dientes de la borja, que en este caso son iguales entre sí . Las cerraduras CHUBB pueden contar con más placas, lo que acrecienta la seguridad de la cerradura. La diferencia de alturas entre los dientes de ambas borjas, no permitiría pasar al tope del pasador por su ranura central, si no logramos levantarlas a un nivel adecuado para que se libere el tope y pueda ser desplazado. Deducíamos entonces, que en el caso visto con anterioridad, la llave que habíamos confecFIG. 2. cionado, no nos servirá para esta nueva cerradura, ya que la diferencia de altura de los dientes no la hacia efectiva, por tanto, tendremos que confeccionar una llave cuyo paletón levante más a la borja que más alto deba subir. La figura 2 aclara este concepto . Los dientes a y b de la borja I son más cortos que los dientes a y b de la borja II. Por tanto para liberar la espiga del pestillo, que esta alojada en la muesca 1 de las borjas, será necesario que la borja II suba más que la I. La llave que se encuentra en el dibujo cumple con estos requisitos de la cerradura ya que cuando el paletón gire en el sentido que muestra la flecha y alcance la vertical, levantará adecuadamente a las borjas en la medida justa que cada una requiere para dejar liberado el tope del pasador (espiga del pestillo) y permitirle el paso al desplazamiento del mismo. El paletón continúa su giro y toma contacto con la muesca x del canto inferior del pasador, desplazándolo hasta el punto en que el tope quede enfrentado a la muesca 2 de las borjas (primer vuelta de llave). En la siguiente vuelta de llave, repetimos el proceso y el paletón actuará sobre el canto inferior y del pasador, transportando al mismo a su posición definitiva de cierre . El proceso inverso, concluirá a la apertura de la misma.

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CURSO DE CERRAJERIA

CERRADURAS DE SEGURIDAD Las cerraduras de seguridad que hoy conocemos se basan en el mismo principio de construcción de la vista con anterioridad, diferenciándose en que los dientes de las borjas serán de diferente altura, unos con respecto a los otros y por tanto su llave será de doble paleta, para poder cumplir cabalmente con su función. Comencemos apreciando los detalles constructivos de la cerradura (fig. 4). Su caja cuenta con un testero, de bronce fundido a inyección (varia según los modelos), cuenta con dos brindas mediante las cuales esta remachado a la caja de chapa, que por lo general es del tipo acerado. Los parantes Y – Z son de bronce con agujeros roscados por ambos lados y sirven para fijar los tornillos de la tapa. La tapa tiene en algunos modelos una ranura central rectangular, que coincide con el recorrido de la espiga fijada al pasador. Para impedir el acceso indebido a esta delicada parte de la cerradura, es que los fabricantes normalmente la protegen con una placa de hierro acerado con la cual puede ir fijada a la caja con tornillos, en su canto posterior o soldada a la misma.

FIG. 4.

Observamos en la figura 5 el triple pasador, conformado en este caso por tres cilindros de 15 mm de diámetro que se alojarán en las correspondientes cavidades blindadas que tendrá el cerradero, siendo en muchos casos cilindros giratorios, para evitar su violación y un posible cerrado desde el exterior. Las cavidades del cerradero serán de forma alargada, con el propósito de que si por alguna causa la puerta se desnivelara y bajara por el uso, no sea necesario modificar la ubicación del mismo . El pasador tiene una ranura central superior. Se desliza sobre la espiga – guía cilíndrica fija a la caja. El tope con forma cua-

FIG. 5.

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CURSO DE CERRAJERIA drada soldada sólidamente al mismo , sirve para trabar en las muescas de las borjas . Las muescas angulares del canto inferior, será donde actúa el paletón de la llave que tiene la misión de desplazar el pasador. La ranura inferior lateral , dará paso al pivote de las borjas, estando también sólidamente fijado a la caja de la cerradura.

LAS BORJAS Generalmente y en las cerraduras de mejor calidad serán de bronce. Cada una de las seis, que constituyen el juego, tiene insertada en un extremo, una lámina elástica de acero ( resorte ) y que será quien empuje a ésta. Al colocar cada borja en posición , su respectiva lámina elástica se arquea para ponerla en tensión contra el parante de apoyo por lo que tomará la forma que vemos en la figura 6 y se representa en línea punteada. A la borja en bruto, le deberemos eliminar las dos porciones de material, que en la figura se muestran sombreadas e identificadas como A y B. Al quitar éstas, que separan entre sí a las tres ranuras verticales, quedará formada en la borja una ranura longitudinal central. Por esta ranura longitudinal se desplazará la espiga del pasador (tope cuadrado), la cual será trabada cuando penetre en cualquiera de tres muescas I, II ó III.

FIG. 6.

Estando la espiga alojada en la muesca I de las borjas, el pasador estará trabado en la posición de ABIERTO. La eliminación del metal en A y B va relacionado con las profundidades que tendrán los dientes que se conformarán en los paletones de la llave, ya que ambas conformarán la base fundamental de la combinación de cada cerradura. Se quitará solamente la cantidad de metal necesaria en A y B para dejar formada la ranura que permitirá el cómodo desplazamiento del tope del pasador, siendo la clave de la combinación, lugar que efectuamos el corte (más bajo o más alto).

MÉTODO PARA DETERMINAR LOS JUEGOS DE PLACAS Sabemos que el sistema, trabaja con los juegos de placas que deben ser iguales y opuestos entre si, para lograr el funcionamiento de la cerradura por ambos lados de la cerradura. Es necesario, entonces, determinar que los juegos de placas formen su par en la ubicación correcta, dentro de la cerradura, para que la llave forme la combinación correcta y permita el buen funcionamiento. Las placas deberán estar ubicadas a la misma distancia, con respecto a la ubicación del pasador, que generalmente en el sistema STAR, se encuentra centralizado, por lo tanto si la placa a la ubicación considerada no es la opuesta a la

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CURSO DE CERRAJERIA combinación, la simetría de la llave se verá alterada, no permitiendo, que esta funcione adecuadamente en ambos lados de la cerradura. Debemos realizar su comparación, antes de comenzar la confección de la llave, para lo que podemos emplear el siguiente método, que nos permitirá corregir la posibilidad de algún error en el armado de la cerradura, ya sea por parte del cliente, que la abrió, desacomodando la ubicación de algunas de las placas que pudieran haber saltado de la caja, por efecto de la presión del resorte al abrirla o por otra causa ajena al armado del fabricante. Se dispone de tres posibilidades, a saber: 1) la conformación directa de borjas, 2) la conformación inversa y 3) el desfasaje de los dientes de las borjas, entre sí. En todos los casos, en que tengamos la coincidencia entre las placas, para poder luego formar la nueva combinación de la cerradura. Sólo en el caso 1, confrontación directa entre las placas, deberemos cuidar la ubicación que le damos en el cambio, ya que si por ejemplo su ubicación original era 1 y 6, cambiando la combinación sólo en los extremos, 6 x 1, la nueva llave no variará su forma. La solución, sería ubicarlas en otra altura de la combinación, por ejemplo, trasladarlas hacia el centro, consiguiendo que la nueva llave tenga diferencia con la que era original.

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