Cartografia Historica de Bolivia

Describe la cartografia de Bolivia desde sus inicios hasta la actualidadDescripción completa

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CARTOGRAFIA HISTORICA DE BOLIVIA INTRODUCCION La cartografía histórica de Bolivia, aún está por hacerse. En este breve ensayo estudiaremos los mapas antiguos de nuestro país, comprendidos en el periodo 1534 – 1860, que han sido publicados o impresos, añadiendo algunos inéditos, que por su valor intrínseco, son importantes para el conocimiento de lo que fue la Audiencia de Charcas. Sabemos que una gran cantidad de mapas de nuestro territorio se hallan inéditos, guardados en repositorios importantes como el Archivo de Indias de Sevilla, Museo Británico, Archivo de la Nación de Buenos Aires, Archivo Nacional de Lima, Archivo y Biblioteca Nacional de Sucre y otros. Este estudio no pretende de ninguna manera ser exhaustivo, sino dar una idea general de lo que fue la cartografía, principalmente Europa, sobre la Audiencia de Charcas en los siglos XVI, XVII y XVIII. En el siglo XIX la visión se extiende en algunos casos a los Estados Unidos y a Bolivia, que publicaron mapas nacionales a partir de 1840 - 50. Es difícil, mientras no se hagan investigaciones de mayor profundidad, afirmar cuál es el primer mapa en que aparece el territorio de nuestro país, nombrado específicamente como tal en mapas impresos o manuscritos conocidos. Hacemos abstracción de todos aquellos mapas que se refieren en fecha temprana al Perú, como territorio general, al que nuestro país perteneció desde la conquista del Collao, en 1534; nos concretamos a las menciones específicas de algún accidente geográfico o peculiaridad regional que identifique a Charcas, como por ejemplo Gobernación de Almagro, nombre aplicando a toda la región que comprenda el Cuzco y la zona del Sur del Perú, en la que se comprendía nuestro país. Incluimos también, como elementos auxiliares importantes, algunos dibujos y grabados que muestran regiones o animales característicos, como el Lago Titicaca, el Cerro de Potosí, las Llamas y que datan de fechas muy tempranas. Fuera de producir junto al texto los más importantes mapas que hemos podido encontrar y que pertenecen a la colección de José de Mesa y Teresa Gisbert, nos referimos a otros generales, recogidos en publicaciones sobre el tema de América, el Perú o la región del Río de la Plata. Nos han interesado de sobremanera aquellos mapas que muestran la costa del litoral sobre el Océano Pacífico, perteneciente a la Audiencia de Charcas, primero, y luego a Bolivia, y que fuera ocupado por Chile a partir de 1879. En el periodo republicano es notable e importante el curso cambiante de los límites que los mapas europeos y norteamericanos colocan a Bolivia,

habiendo notables discrepancias. En suma, téngase este trabajo como un ensayo preliminar que deberá ser completado y reformado en el futuro.

Debemos ahora trasladarnos a las primeras décadas del siglo XIX, periodo aún virreinal y en tiempos de la Guerra de Independencia. Allí nos encontramos con un grupo de planos conservados en el Archivo del Conde de Guaqui y publicados por Luis Herreros de Tejada (el Teniente General Don José Manuel de Goyeneche) en 1922. Estos planos se refieren a las campañas de Don José Manuel Goyeneche, realizadas en los años 1809 – 1812 en el Alto Perú. Se refieren a acciones de armas específicas, pero con ese motivo muestran buena cartografía, levantada por los ingenieros militares que llevaba en su ejército el citado General. Existe un plano levantado por el ingeniero Manuel de León, de la región de Zepita, con parte del Lago Titicaca y el camino de Yunguyo y Copacabana con la serranía de esa zona. Otro plano es el de la “Batalla de Huaqui” , obra del ingeniero Antonio María Alvarez, en 1811. Muestra la región comprendida entre Guaqui, Tihuanacu, Jesús de Machaca y Taraco, con los cerros aledaños y el Río Desaguadero. Otro mapa se refiere a la “Batalla de Chicanoma” librada el 23 de septiembre de 1811 en los Yungas, cerca de Irupana. Es importante por tener detalle de muchas haciendas y casas de la zona. Se ve la iglesia de Irupana con sus cuatro posas y un retrato de J. José Alcón y su ayudante a caballo, realizados en acuarela. El plano de la batalla de Lasa, también en los Yungas, fue hecho como el anterior, por el ingeniero militar Juan Alcón que también capitaneaba las tropas de Irupana. Es importante este plano por la descripción del pueblo de Lasa, detallado en el mapa. El plano de la “Batalla de Chulumani” del mismo año de 1811, nos da una buena vista de Chulumani y sus alrededores. Un mapa de Suipacha, que describe la batalla de 1812, cubre el territorio entre Suipacha, Tupiza, Talima y la actual región del Norte Argentino, con Jujuy y Salta; se utiliza para describir la acción de enero de 1812. Más importante es el plano de la “Ciudad de Cochabamba y toma del cerro de San Sebastián” de 27 de mayo de 1812, hecho por Antonio María Alvarez, en el que se ha levantado toda la ciudad y alrededores, con las huertas, charcas y la Laguna Alalai. Valioso por la fecha, y un plano poco tomado en cuenta para el urbanismo de la Villa del Tunari en ese periodo. Hay otro mapa del citado Alcón, que describe el camino del pueblo de Irupana a la Ciudad de Cochabamba.

Para completar este ensayo preliminar en lo que se refiere al periodo Virreinal, añadimos dos mapas especiales, un planisferio terrestre y otro “celeste” que nos dan la visión que el hombre del siglo XVIII tenía del Planeta Tierra y del Universo extraterrestre. El primero fue realizado por F.A. Zurneri, geógrafo mayor del rey de Polonia y Sajonia. Fue publicado en el Atlas de Visher, ex-oficina de Petri Schenki en Amsterdam, en la segunda mitad del siglo XVIII. Constituye un resumen del conocimiento geógrafo universal, con las apropiadas lecturas el latín y numerosos datos, análisis y explicaciones sobre los fenómenos naturales y los meteoros. El “Planisferium Caeleste”, corresponde a G.C. Einmarti y fue publicado también en Holanda en la oficina Homanianna de Amsterdam, en el siglo XVIII. Es un resumen del conocimiento sidéreo con las constelaciones bellamente pintadas que se ven en ambos hemisferios terrestres. Expone además la hipótesis Copernicana, la de Ticho Brahe, la teoría de los eclipses y el esquema de Lansbergii sobre la traslación de la tierra en torno al Sol. Ambos planisferios son obras de arte de la iluminación y el grabado amén de su valor geográfico y cosmográfico. MAPAS DE LA REPUBLICA DE BOLIVIA (1825 – 1855) La realidad de la Independencia americana, fue fuerte acicate para las naciones europeas para tratar de conocer mejor los territorios de los nuevos países, con los que podían comerciar e intercambiar experiencias de todo tipo. El interés pasa de Holanda y Bélgica a Francia, Inglaterra y los Estados Unidos, naciones interesadas en incrementar su relación con la hasta entonces vedada América Hispana. Basta citar que Inglaterra en el año 1825 y 26, envió a Bolivia al cónsul británico en Valparaíso, Joseph Barclay Pentland, para hacer un informe del estado del nuevo país y al capitán Edmond Temple para que estudiase la posibilidad del establecimiento de una empresa inglesa de minería, en el cerro de Potosí. Pentland hizo

el mejor informe extranjero de la época y lo

acompañó con valiosas

observaciones geográficas. Entre ellas citaremos una carta geográfica con el perfil de la cordillera andina en Arica y los llanos de Chiquitos, un corte del suelo del

Altiplano boliviano, entre Tihuanacu y Potosí y de esta ciudad a Salta, y un perfil de los Andes entre los paralelos 14 y 16. Acompaña a estas cartas un grupo de cuadros con la altura de las montañas principales de la cordillera boliviana, una lista de los principales partidos de la división política del nuevo país y otros importantes datos estadísticos, económicos y de riquezas naturales. El libro de Temple, publicado en Londres en 1830, trae entre sus muchas ilustraciones un mapa trazado por el autor de la zona que tuvo que viajar entre Buenos Aires y Potosí, con datos modernos y numerosas láminas y dibujos de ciudades, pueblos, individuos y costumbres de Bolivia. De 1826 data un interesante mapa sudamericano publicado por A. Brue, geógrafo del rey de Francia. Este bonito ejemplar, bien iluminado, aún lleva la antigua división del Perú y Alto Perú o Bolivia, poniendo límites del país con el Perú al Sur del Río Madera e incorporando al Perú el lago Rogaguado. La parte sur también se halla equivocada por la colocación del Pilcomayo al norte de su verdadero cauce. No sucede lo mismo con el límite con Chile que se halla como siempre en el río Salado. La cordillera y la red hidrográfica se hallan correctas salvo errores como la inexistencia del río Beni. El oriente y noreste están bastante detallados con la locación más o menos exacta de los pueblos de Chiquitos y Mojos. En un atlas francés denominado “Geografía Moderna”, aparece un mapa “Perou et Bolivia” en que los límites del país mejoran, a excepción de los del sur con el Paraguay. La zona costera claramente señala el departamento de Cobija o Puerto Llamar, con la ciudad del mismo nombre y el límite con Chile al Sur del Paposo. La hidrografía de la cuenca amazónica es correcta, ya que se señala el curso del Beni y el Mamoré, con sus afluentes principales. La división política es adecuada; aparecen los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz. La tipografía es esmerada y se debe destacar el fino achurado en el grabado para la zona del litoral americano. La escala es en lenguas españolas, leguas comunes de 25 al grado y miriámetros. La longitud se hace a partir del meridiano de París. Muy

parecido, aunque más detallado es un mapita de “Perú y Bolivia”, insertó junto a otros

en el libro “Curso completo de Geografía universal” de M. Letronne,

ampliado y arreglado en su traducción española y publicado en París en 1844. Este pequeño mapa, dibujado por Ambrosio Tardieu, nos da una buena descripción geográfica de Bolivia, con bastantes novedades, tanto en pueblos como regiones. Señalamos algunos como San Joaquín y Santa Ana en el Beni, el volcán Parinacota, el Illimani, los nevados de Cochabamba, Puerto Chancaca en la costa, etc. Un grupo de mapas de medio siglo (1850 – 55), se imprimen en los Estados Unidos. Dos son los editores, el primero de 1850 editado por Thomas Coperthwasit and Co. de Filadelfia y los otros por dos J.H. Colton and Co. de New York, en 1851 y 1855. Presentan “Perú y Bolivia”. El primero, incide en el mismo error del mapa francés de 1826, en los límites con el Perú, colocándolo al Sur de los verdaderos. Los mapas de Colton son mejores, tanto en información como en la exactitud de los límites. El más hermoso es el dotado en 1855, que rectificando su versión de 1851, señala adecuadamente la zona del Chaco como perteneciente a nuestro país, cosa que no aparece en mapas anteriores. El grabado es de muy fina calidad y el color bien aplicado, jugando tan sólo con tres tonos plenos: rojo, amarillo y verde. El primer mapa de Coperthwait usa como meridiano 0 grados, el de Greenwich, en tanto que los de Colton usan el de Washington. Podemos considerar el mapa de Colton de 1855 publicado en el exterior, como uno de los más importantes de Bolivia, tanto por su precisión como por la calidad de dibujo y grabado. Es valioso en sus datos, entre otros, la colocación, junto a los picos más importantes de la cordillera, las alturas respectivas marcadas en pies. Con respecto a Bolivia debemos señalar dos mapas fundamentales tanto por su tamaño como por la calidad de observaciones en el terreno, como por el dibujo y grabado. El primero es el levantado por el Ingeniero Felipe Bertrés, de la Mesa Topográfica, mandado hacer por el Presidente General José Ballivián, que se editó en 1843. Fue publicado en Londres en 1845. Bertres consultó los mapas más modernos de la República Argentina, Brasil y Perú y tomó en cuenta las cartas de los

franceses Brué. Goujón y Andrevieau, usando al mismo tiempo sus observaciones personales, hechas en los múltiples viajes por distintos puntos del país. El esfuerzo de este pionero de la cartografía boliviana aún no ha sido adecuadamente aquilatado, pues proveyó a Bolivia del primer mapa a gran escala y con gran exactitud. Erróneamente se suele señalar como primer mapa del país el levantado en tiempos de Linares e impreso en París en 1859, tanto en hojas enteras como montado en tela, con encuadernación de carpeta. El mapa de Bertrés fue sin duda la mejor contribución a la cartografía boliviana en la primera mitad de siglo XIX. BIBLIOGRAFIA CAPOCHE, LUIS Relación General de la Villa Imperial de Potosí en Biblioteca de Autores Españoles. Madrid, 1959. CHUEGA GOITIA, FERNANDO; TORRES BALBAS, LEOPOLDO Planos de ciudades Iberoamericanas y Filipinas, 2 vol. Madrid, 1951. DIAZ, ALEJOR; R. GIL, JOAQUIN América y el Viejo Mundo, Buenos Aires, 1942. MIELI, ALDO La ciencia del renacimiento. Astronomía, Física y Biología por Desiderio Papp y José Badini. Buenos Aires, 1952.