Cartas de La Tierra (Mark Twain)

ensayo sobre la historia, los recursos retoricos que usa el autor para hacer una critica al cristianismoDescripción comp

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“El hombre constituye un sarcasmo” El tigre es feroz, el conejo cobarde, no pueden controvertir su naturaleza, pues les fue dada por dios, cumpliendo con lo que dicta su naturaleza no ofenden al creador, “la ley de la naturaleza es la ley de dios, no se puede desobedecer”; esta ley es lo que Dios puso en todas las criaturas para que asumieran un papel en el círculo de la vida. Teniendo en cuenta esto y las características que Dios pone en el hombre, en distintos grados, pero finalmente todos las tenemos, es nuestra naturaleza y con la que dios nos creó: valor, cobardía, ferocidad, delicadeza, equidad, justicia, astucia, magnanimidad, crueldad, malicia, merced, amor, odio, egoísmo, falsedad, veracidad, engaño, nobleza, lujuria; tenemos de todo un poco, un poco de lo malo (son las características mezquinas, cuando prevalecen en un hombre este se conocerá como malo) y de lo bueno (características loables, elevadas, nobles, cuando son las que dominan la actitud de un sujeto se conocerá como bueno). Satanás, uno de los arcángeles decide ir a la tierra para ver cómo va el experimento de Dios con el hombre; desde el comienzo de las cartas satanás usa el sarcasmo, tal vez sea cínico teniendo en cuenta la definición que nos da Bierce de ese concepto: miserable cuya defectuosa vista lo hace ver las cosas como son y no como deberían ser; los escitas acostumbraban arreglar la vista del cínico arrancándole los ojos”; el cínico ve lo que los demás se niegan a ver, él es consciente de la realidad desde su perspectiva inmortal. Qué mejor que un personaje eterno para hacer la crítica, pues perfectamente un cristiano podría responder, si las hiciera un hombre: como no somos eternos y Dios si lo es, además es omnisciente, omnipresente y omnipotente, como lo ve todo, el pasado, el futuro y el presente entonces él sabe lo que viene más adelante, conocimiento que nos permitiría entender su extraña forma de actuar. Claro, esto solo es posible asumiendo que es un ente en algo parecido a nosotros, emitimos juicios, tenemos una existencia física y una conciencia. Tenemos entonces que la imagen de Dios en el texto de Twain, es un tanto diferente del cristiano, es un dios creador y no más, no está pendiente del hombre y no somos su creación favorita, hasta usa la expresión “experimento”. Las CARTAS de satanás muestran la contradicción que implica rechazar nuestros instintos; desde la primera carta satanás usa el sarcasmo, apela al humor con ingenio, haciendo una crítica, directa. La idea es mostrar lo absurdo que resultan algunas prácticas, de hecho ese es el motivo por el que empieza con la explicación de la ley de la naturaleza, constituye la parte central al poner en contraste la realidad con lo ideal que propone el cristianismo, la ley que Dios puso en nosotros, la lujuria, la nobleza, el odio y todas las pasiones que nos hacen humanos, pero que un grupo, desafortunadamente muy grande, se ha encargado de invertir. La primera muestra que satanás nos da para hacernos a la idea que lo que él va a contar es algo que parece increíble (no olvidemos el estatus que tiene, no

es cualquiera es un inmortal), que se da con la mayor normalidad y convicción de que puede ser capaz un ser vivo que expresa pensamientos, es la reiteración a miguel y Gabriel que lo que está diciendo es verdad y que entiende perfectamente lo difícil que resulta pensar en estas contradicciones, pero la evidencia habla por sí sola. Empieza por la idea de cielo o paraíso, por definición es un lugar donde todas las situaciones se presentan satisfactorias y placenteras, sin embargo en ese paraíso no hay muchas cosas que valoremos realmente, el contacto sexual, el cultivo del intelecto, la tranquilidad, no hay nada de esto allí, el cielo humano “no posee ni una cosa que él (el hombre) realmente valore”, es más “el hombre cree que cuando muera ira al cielo”, es inevitable imaginarse a satanás riendo sobre esto. En el paraíso se canta o se toca el arpa durante doce horas seguidas, pero en la tierra ninguno de los hombres que creen creer en esto se prepara para la vida eterna cantando o aprendiendo a tocar un instrumento; pretende que las cosas que odia aquí, como la monotonía, ir a misa y rezar, en el más allá está seguro que le van a encantar; así como las personas de diferentes nacionalidades y razas, judíos y negros sobre todo. En el cielo, orar es el equivalente del sexo en la tierra, lo reemplaza; es interesante cómo a pesar de ser tan limitado sexualmente, restringe este placer por el que estuviera dispuesto a perder el paraíso, aquel que “le quita importancia a las demás posesiones”. El cielo entonces es un lugar donde el celibato y la monotonía son eternos y la mayor parte del día hay un escándalo impresionante, de hecho imaginar “millones y millones de arpas y voces cantando sus himnos religiosos” es abrumador. Y todo es ordenado por Dios, el de esta raza claro está. En este cielo se incluye sin distinción de razas, nacionalidades, costumbres, genero a todo el mundo, pero realmente nos odiamos unos a otros y en el caso de no odiarnos en sentido estricto por lo menos hay desconfianza. Estamos orgullosos de nuestro intelecto, pero aun así el cielo “no tiene ni un asomo de intelectualidad”, en esta religión no se menciona siquiera, no hay ejercicio del intelecto. La principal religión es la llamada cristiana, tiene una biblia dividida en dos: el antiguo y el nuevo testamento. Allí cuenta todo, desde la creación del universo, que es básicamente la creación del mundo y el resto es solo para adornar este cuerpo celeste minúsculo. Se les enseña a los niños de esta religión que toda la existencia fue hecha para nosotros, todo cuanto existe, incluso arcturus una de las tres estrellas más brillantes del cielo nocturno, arcturus es un globo enorme cincuenta mil veces más grande que nuestro sol y aun así creen que lo creo dios para ayudar a iluminar la tierra en las noches, lo creen los infantes y lo siguen creyendo mucho después de descubrir que “todas las probabilidades están en su contra”. En seis días también creo al hombre y todos los animales, hizo un hombre y lo llamo Adán y una mujer y la llamo Eva, les prohibió comer de un árbol especial, porque si lo hacían morirían, algo extraño pues siendo los primeros humanos no podrían conocer la muerte; después de esto aparece una serpiente caminado erguida, como era la costumbre de las serpientes por esa

época, los convenció de comer del árbol que dios les prohibió, se suponía que al hacerlo adquirían conocimiento y así fue, pero nada útil, aprendieron que había una cosa llamada bien y otra llamada mal, y cómo hacer el mal, aprendieron como hacer distintas cosas malas, entre esas el misterio y el arte de las relaciones sexuales. Aparece la inmodestia. Estos dos ignorantes y atropellados delincuentes juveniles no se crearon así mismos, ni sus debilidades, ni sus impulsos, por lo que no eran responsables de sus actos. Este dios es llamado infinitamente justo, recto, bueno, misericordioso, verdad infinita, amantísimo, fuente de toda moralidad; pero con todas estas magnificas cualidades, condena a una vida de sufrimiento a sus únicos hijos por un acto del que realmente no eran culpables, ni siquiera una oportunidad, pero no solo eso también decidió castigar a toda la descendencia por la eternidad, “por una ofensa insignificante cometida por otros antes de que ellos nacieran. Y aun los sigue castigando. En forma moderada? No, de un modo atroz” en la biblia y los estatutos del cristianismo no tienen otro objetivo que limitar la ley de Dios, la ley natural.