Capacidad para estar solo - Winnicott

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por D. W. WINNICOTT, Londres

Deseo realizar un examen de la capacidad del individuo para estar solo, basándome en la suposición de que esta capacidad es uno de los más importantes rasgos de madurez en el desarrollo emocional. En casi todos nuestros tratamientos psicoanalíticos hay ocasiones en las cuales la habilidad para estar solo es importante para el paciente. Esto puede representarse clínicamente por una fase silenciosa o una sesión en silencio, y este silencio, lejos de ser la evidencia de una resistencia, resulta ser un logro por parte del paciente. Tal vez es aquí donde el paciente ha podido estar solo por primera vez. Deseo llamar la atención sobre este aspecto de la transferencia en la cual el paciente está solo en la sesión analítica. Probablemente sea verdad decir que en la literatura psicoanalítica se ha escrito más sobre el temor a estar solo, o el deseo de estar soló, que sobre la habilidad de estar solo; también se han hecho muchos trabajos sobre el estado de alejamiento, una organización defensiva que implica una expectativa de persecución. Me parecería tardía una discusión sobre los aspectos positivos de la capacidad para estar solo. Puede ser que en · la literatura se hayan hecho intentos específicos para establecer la capacidad para estar solo, pero no tengo conocimiento de ellos. Deseo hacer referencia al concepto de Freud sobre la relación amaciitic« (sobre El Narcisismo, 1914) 2. Relaciones de dos y tres personas Rickman nos propuso la idea de pensar en términos de relaciones de , tres personas o dos. A menudo nos referimos al complejo de Edipo como · a una etapa en la cual dominan el campo de la experiencia relaciones · entre tres personas. Cualquier ·intento de describir el Complejo de Edipo en términos de relación entre dos debe fracasar. Las relaciones entre dos sin embargo, existen y pertenecen éstas a etapas relativamente más tempranas en la historia del individuo. La primitiva relación entre dos es 1

Publicado

en el Internatioual

J ournal of Psyehoanalysia,

vol. XXXIX,

par-

te V, 1958. 2 Ver también: WINNICOTT, D. W.: Primary Maternal Preoccupation (Collected Papers : Throngh Pediatries to Psyeho-nnalyais}, Londres. Tavistock Publ. 1958, · cap. XXIV.

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la del niño y la madre o sustituto materno" antes de que cualquier cualidad de la madre haya sido, escogida y moldeada en la idea de un padre. El concepto Kleiniano de la posición depresiva puede describirse en términos de relaciones entre dos, y tal vez pueda decirse que una relación entre dos es un rasgo esencial del concepto. j Después de pensar en relaciones entre tres y dos personas, se hace muy natural retroceder a una etapa, aún anterior y hablar de la relación de una persona! Parecería al principio que el narcisismo sería la relación de una persona, ya sea una forma temprana de narcisismo secundario o el narcisismo primario mismo. Estoy sugiriendo que este salto de las relaciones entre dos personas a la relación de una no puede, en realidad, hacerse sin violar mucho de lo que conocemos a través de nuestro trabajo analítico y a través de la observación directa de madres y niños. Estar realmente solo Se comprenderá que lo que estoy examinando no es el estar realmente solo. Una persona puede estar confinada en forma solitaria y sin embargo no poder estar sola. Lo terrible de su sufrimiento sobrepasa la imaginación. Sin embargo, muchas personas adquieren capacidad para disfrutar de la soledad antes de dejar de ser niños, y hasta pueden valorar la soledad como una de las posesiones más preciosas. La capacidad para estar solo es, ya bien un fenómeno altamente sofisticado" que puede producirse en' el desarrollo de un individuo despué« del establecimiento de las relaciones entre tres, o es un fenómeno de la vida temprana que merece un estudio especial debido a que es la base sobre la que se construye la soledad sofisticada. Paradoja Se puede establecer ahora el punto más importante de esta contribución. Aunque muchos tipos de experiencia conducen al establecimiento de la capacidad para estar solo, hay una que es básica, y sin la cual la capacidad para estar solo no surge; esta experiencia es la de estar solo, como una criaiura y un niño pequeño, en presencia de la madre. De este modo la base para adquirir la capacidad de estar solo es una paradoja; es la experiencia de estar solo mientras otra persona se encuentra presente. Un tipo más bien especial de relación se halla aquí implícita, aquella entre la criatura o niño pequeño que está solo, y la madre o sustituto materno que en realidad está presente aunque esté representada en el momento por una cuna, un cochecito, o la atmósfera general del ambiente inmediato. Me gustaría sugerir un nombre para este tipo especial de ,relación. Personalmente me gusta usar el término relación del yo, que resulta

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conveniente puesto que contrasta claramente con el término retaciow del ello, que es una complicación periódica en lo que podría llamarse la vida del yo. La relación del yo se refiere a la relación entre dos personas, una de las cuales, de cualquier modo, está sola; tal vez ambas están solas, no obstante la presencia de cada una de ellas es importante para la otra. Considero que si uno compara el significado de la palabra "gustar" con el de la palabra "amar", se puede ver que el gustar se refiere a la relación del yo mientras que el amar es más bien un asunto de relaciones del ello, ya sean puras o en forma sublimada. Antes de desarrollar estas dos ideas a mi manera, deseo recordarles cómo sería posible referirse a la capacidad para estar soló utilizando una fraseología psicoanalítica muy usada. Después de la relacion sexual Tal vez sea justo decir que después de una relación sexual satisfactoria cada una de las partes está sola y contenta de estarlo. Ser capaz de disfrutar el estar solo hallándose con otra persona que a su vez está sola es" en sí mismo una experiencia saludable. La falta de tensión del ello puede producir ansiedad, pero la integración del tiempo de la personalidad capacita al individuo a esperar el retorno natural de la tensión del ello" y disfrutar de la soledad compartida, es decir, la soledad que está relativamente libre de la cualidad que llamamos "alejamiento". Escena primaria Podría decirse que la capacidad de un individuo para estar solo depende de su habilidad para manejar los sentimientos provocados por la escena primaria. En la escena primaria se percibe o imagina una relación excitada entre los padres, y esto es aceptado por el niño que está sano y que es capaz de dominar el odio y amontonarlo en servicio de la masturbación. En la masturbación, el niño, que es la tercera persona en una relación triangular o de tres, acepta toda la responsabilidad por la fantasía consciente e inconsciente. Ser capaz de estar solo en estas circunstancias implica una madurez de desarrollo erótico, una potencia genital o la correspondiente aceptación femenina; implica la fusión de los impulsos e ideas agresivas y eróticas, e implica también una tolerancia de ambivalencia; junto con todo esto habría naturalmente una capacidad, por parte del individuo, de identificarse con cada uno de los padres. Una afirmación en éstos, o en cualquier otro término podría llegar a ser casi infinitamente compleja, pues la capacidad para estar solo es casi sinónimo de madurez emocional.

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El objeto interno bueno Trataré de usar' ahora otro idioma, uno que se deriva del trabajo de :Melanie Klein. La capacidad para estar solo depende de la existencia de un objeto bueno en la realidad psíquica del individuo. El pecho interno bueno o el pene, o las buenas relaciones internas están bastante bien -estableeidas y defendidas para que el individuo (por lo menos hasta .ahora) sienta confianza en el presente y en el futuro. La relación del individuo con sus objetos internos, juntamente con la confianza en lo que :respecta a las relaciones internas, proporciona por sí misma lo suficiente para la vida, de modo que temporariamente él o ella pueden descansar contentos aún en ausencia de objetos y estímulos externos. La madurez y la capacidad para estar .solo implica que el individuo ha tenido la chanee a través de una crianza lo bastante buena como para fabricar la creencia de que existe un medio ambiente benigno. Esta creencia se construye a través de la repetición de gratificaciones instintivas satis: factorias, . En este idioma uno se encuentra refiriéndose a una etapa en el desarrollo del individuo, anterior a aquella en la cual gobierna el clásico complejo de Edipo. Sin embargase presume un grado considerable de madurez del yo. Se supone la integración del individuo en una unidad, . pues de otro modo no tendría sentido hacer referencia a lo 'interior y exterior, o en dar una significación especial a la fantasía del interior. En términos negativos: debe haber una libertad relativa de la ansiedad persecutoria. En términos positivos: los objetos internos buenos están en 'el mundo interno personal del individuo, y se puede disponer de ellos para la proyección en el momento conveniente. Estar solo en estado de inmadurez A esta altura la pregunta que nos formulamos es la siguiente: b Puede un niño o una criatura estar sola en un período muy temprano cuando la falta de madurez del yo hace imposible la descripción del estar solo utilizando la fraseología recién empleada? La parte principal de mi tesis es que necesitamos realmente poder hablar de una forma de estar solo no sofisticada y aún si estamos de acuerdo en que la capacidad para estar verdaderamente solo es una sofisticación, la habilidad de estar verdaderamente solo tiene como base la temprana experiencia de estar solo en presencia de alguien. Estar solo en presencia de alguien puede tener lugar en una etapa muy temprana, cuando la falta de madurez del yo está naturalmente equilibrada por el apoyo del yo por parte de la madre. En el transcurso del tiempo el individuo introyecta la madre sostén-del-yo, y de esta manera llega a ser capaz de estar solo sin alusión frecuente a la madre o símbolo materno.

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Estoy solo Me gustaría encarar este tema en forma distinta por medio del estudio de las palabras "yo estoy solo". Primero tenemos la palabra "yo", que implica gran desarrollo emocional. El individuo se establece como unidad. La integración es un hecho. Se repudia al mundo exterior y se hace posible un mundo interno. Ésta es simplemente una afirmación topográfica de la personalidad como una cosa, como una organización del núcleo del yo. En este punto no se hace referencia alguna al vivir. Luego siguen las palabras "yo estoy" que representan una etapa en el crecimiento del individuo. Por medio de estas palabras no sólo tiene forma sino también vida. En los comienzos del "yo estoy" el individuo está (por así decirlo) poco maduro, no tiene defensa, es vulnerable, potencialmente paranoico. El individuo sólo puede lograr el estado del "yo estoy" porque existe un medio ambiente protector; el ambiente protector : es en realidad la madre preocupada con su propio niño, y orientada hacia los requerimientos del yo del pequeño a través de su identificación con su propio hijo. No hay necesidad de postular un conocimiento de la . madre por parte del niño en esta etapa del "yo estoy". Llego después a las palabras "yo estoy solo". De acuerdo a la teoría que estoy dando a conocer, esta etapa posterior involucra una apreciación de parte del niño de la continua existencia de la madre. No quiero necesariamente significar con esto un conocimiento con la mente consciente. Considero, sin embargo" que "yo estoy solo" es un desarrollo del "yo estoy", que depende del conocimiento por parte del niño de la continua existencia de una madre digna de confianza, lo que hace posible que el pequeño esté solo y disfrute el estarlo, durante un período limitado. De esta manera estoy tratando de justificar la paradoja de que la capacidad para estar solo se basa en la experiencia de estar solo en presencia de alguien, y que sin una cantidad suficiente de esta experiencia no puede desarrollarse la capacidad para estar solo. La relación del yo Ahora, si estoy en lo cierto en lo que respecta a esta paradoja, es interesante examinar la naturaleza de la relación del niño con la madre, la que he llamado para los fines de este artículo, la relación del yo. Se verá que asigno gran importancia a esta relación, puesto que considero que es el material que da origen a la amistad. Puede que resulte ser la matriz de la transferencia. . Hay otra razón por la cual doy especial importancia a este asunto de la relación del yo, pero para aclarar el significado debo hacer una digresión. Creo que se estará de acuerdo en que el impulso del ello tiene signi. ficaeíón sólo si está contenido en 'el yo viviente. Un impulso del ello rompe un yo débil o fortifica uno fuerte. Es posible decir que las rela-

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cienes del ello fortifican el yo cuando se producen. dentro de un marco de referencia del yo. Si se acepta esto, sigue entonces una comprensión de la importancia de la capacidad para estar solo. Únicamente cuando está solo (es decir, en presencia de alguien) el niño puede descubrir su propia vida personal. La alternativa patológica es una vida falsa eons. truída con' reacciones hacia los estímulos externos. Cuando está solo en el sentido en que utilizo el término, y únicamente cuando está solo, la criatura puede realizar el equivalente de lo que el adulto llamaría relajamiento. El niño puede no integrarse, agitarse, hallarse en un estado en el que no hay orientación, ser capaz de existir durante un tiempo sin reaccionar ante los impulsos externos, o ser una persona activa con una dirección de interés o movimiento. El escenario está preparado para una experiencia del ello. En el curso del tiempo llega una sensación o un impulso. En este escenario la sensación o el impulso se sentirán como reales y serán ciertamente una experiencia personal. Se verá ahora por qué es importante que haya alguien disponible, presente, aunque presente sin pedir nada; llegado el impulso, la experiencia del ello puede ser fructífera, y el objeto puede ser una parte o el todo de la persona acompañante, particularmente, la madre. Es sólo en estas condiciones que el niño puede tener una experiencia que siente verdadera. Gran cantidad de tales experiencias forman la base para una vida que tiene en sí realidad, en lugar de futilidad. El individuo que ha desarrollado la capacidad para estar solo está constantemente capacitado para redescubrir el impulso personal, y éste no se malgasta porque el estado del estar solo es algo que (aunque paradójicamente) implica siempre que algún otro esté allí. Con el tiempo el individuo llega a poder prever la presencia de una madre, o figura materna. Se ha hecho referencia a esto en términos tales como el establecimiento de un "medio ambiente interno". Es más primitivo que el fenómeno que merece el término de "madre introyectada". El clímax en la relación del yo Me agradaría ahora especular un poco más en lo que respecta a la relación del yo y a las posibilidades de experiencia dentro. de esta relación, y considerar el concepto de un orgas'lnOdel yo. Por supuesto que estoy al tanto de que, si existe una cosa tal como el orgasmo del yo, aquellas personas inhibidas en la experiencia instintiva tratarán de especializarse en tales orgasmos, de modo que habrá una patología de la tendencia al orgasmo del yo. Deseo inmediatamente excluir un examen de lo patológico, sin olvidar la identificación de todo el cuerpo con un objeto-parte (falo), y preguntar si puede tener algún valor el pensar en el éxtasis como en un orgasmo del yo. En la persona normal una experiencia altamente satisfactoria como la que puede proporcionar un concierto, una pieza teatral o una amistad, puede merecer un nombre como el de orgasmo del yo, lo que llama la atención y hace recalcar la importancia del clímax. Podría pensarse que es imprudente utilizar la palabra orgasmo en este

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contexto; creo que aún así hay ocaSlOn de discutir el clímax que puede producirse en la relación satisfactoria del yo. Uno puede preguntarse: cuando el niño está jugando, ¿ es la totalidad del juego una sublimación del impulso del ello? ¿ No podría pensarse que hay una diferencia de calidad así como también de cantidad del ello cuando se compara el juego satisfactorio con el instinto que en forma natural se encuentra subyacente en el juego? El concepto de sublimación. se acepta totalmente y tiene gran valor, pero es una lástima no hacer referencia a la gran diferencia que existe entre el juego feliz de los' niños y el juego de los niños que se excitan compulsivamente y que puede' verse que se hallan muy cerca de una experiencia instintiva. Es cierto que aún en el juego feliz del niño todo se puede interpretar como impulso del ello ; esto es posible debido a que hablamos en términos de símbolos, y estamos sin duda en terreno seguro en el uso del simbolismo y en la comprensión de todo juego en términos de relaciones del ello. Sin embar-go, omitimos algo vital si no recordamos que el juego de un niño no es feliz cuando se halla complicado por excitaciones corporales con sus clímax físicos. El llamado niño normal puede jugar, excitarse mientras juega, y sentirse satisfecJw con el juego, sin sentirse amenazado por un orgasmo físico de excitación local. En contraste con esto, un niño anormal, con tendencias antisociales, o cualquier niño con una marcada defensa maníaca incansable, no es capaz de disfrutar del juego porque el cuerpo también interviene en él. Se necesita un clímax físico, y todo padre' sabe el momento en que nada, excepto una palmada, pone término a un juego excitante, lo que proporciona un clímax falso, pero muy necesario. En mi opinión, si comparamos el juego feliz de un niño o la experiencia de un adulto en un concierto con una experiencia sexual, la diferencia es tan grande que no haríamos mal en asignar términos distintos para describir las dos experiencias. Oualquiera sea el simbolismo inconsciente, la cantidad de excitación física efectiva es mínima en un tipo de experiencia y máxima en la otra. Podemos rendir tributo a la importancia de la relación del yo per se sin abandonar las ideas que subyacen el concepto de sublimación. Resumen La capacidad para estar solo es un fenómeno altamente sofisticado, con muchos factores que contribuyen a él. Se halla íntimamente relacionado con la madurez emocional. El fundamento de la capacidad para estar solo lo constituye la experiencia de estar solo en presencia de alguien. De este modo un niño, con una organización débil del yo puede estar solo a causa de un fuerte sostén del yo. El tipo de relación existente entre un niño y la madre-sostén-del-yo merece un estudio especial.

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Aunque se han usado otros términos, sugiero que, por el momento, podría ser bueno el término relaciones del yo. En el marco de las relaciones del yo tienen lugar las relaciones del ello, que más bien refuerzan que rompen el yo inmaduro. . Gradualmente, el medio ambiente que sirve de apoyo al yo se introyecta y forma parte de la personalidad del individuo, de modo que surge una capacidad para-estar realmente solo. Aún así, teóricamente, siempre hay alguien presente, alguien equivalente al fin, inconscientemente, a la madre, o sea la persona que en los· primeros días y semanas de vida, se identificó temporalmente con su niño, y lo único que entonces le interesaba era el cuidado de su propio hijo. Traducción de ANA SCHWARTZ.

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