Bosquejo de Estudio Biblico

IGLESIA ALIANZA NUEVA VIDA Estudio Bíblico ESTUDIO: Nº 016 FECHA: Miércoles 22/MAYO del 2013 LIBRO: GENESIS CAPITU

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IGLESIA ALIANZA NUEVA VIDA Estudio Bíblico ESTUDIO:

Nº 016

FECHA:

Miércoles 22/MAYO del 2013

LIBRO:

GENESIS

CAPITULO

29-31

TEXTO CLAVE DE LIBRO:

«En el principio creó Dios los cielos y la tierra»Gn.1:1; «Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar» Gn. 3:15; «Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra» Gn. 12:1, 3.

TEMA GENERAL

LA CREACIÓN Y ESTABLECIMIENTO DE LA RELACIÓN DEL PACTO

TEMA DE HOY

“Lo que se siembra se cosecha”

Desde la cima espiritual de Bet-el (cap. 28) Jacob descendió a la vida cotidiana de Harán y aquí «encontró la horma de su zapato» en el tramposo Labán, su tío. Jacob pasó alrededor de veinte años con Labán. Durante este tiempo cosechó las tristes consecuencias de sus pecados, pero al mismo tiempo, Dios le disciplinó y le preparó para el servicio futuro. I. Jacob sirve por las hijas de Labán (29.1–30.24). A. Decisión (29.1–20). Dios providencialmente dirigió a Jacob a la casa de Labán, pero nótese que este no se detuvo a orar, como lo hizo el criado de Abraham cuando fue a cumplir su importante encargo (24.12). Jacob tomó su decisión: quería a la hermosa Raquel por esposa. Raquel significa «oveja» en tanto que Lea significa «vaca traviesa». Jacob acordó servir a Labán siete años y, como siempre, cuando hay amor el tiempo y el trabajo pasaron rápidamente. Nótese que en el versículo 15 tenemos la primera «cuota» de la disciplina de Jacob: se convirtió en sirviente. B. Engaño (29.21–30). Aquí está la «cuota» de disciplina número dos: el engañador es a su vez engañado. Jacob mintió respeto al primogénito (27.19); ahora le mienten respecto a la mayor (29.26). «El camino de los transgresores es duro» (Pr 13.15). C. División (29.31–30.24). Al principio ninguna de las dos esposas le daba hijos, pero era obvio que Jacob quería más a Raquel y que «menospreciaba» (detestaba, v. 31) a Lea. De modo que Dios honró a Lea dándole cuatro hijos: Rubén, Simeón, Leví y Judá. Raquel no pudo evitar sentir envidia y dio a Jacob su sierva Bilha, la cual procreó a Dan y a Neftalí. Lea siguió al darle a Zilpa, quien procreó a Gad y Aser.. Lea tuvo dos hijos más: Isacar y Zabulón; y Raquel le dio a Jacob su querido José («que Él añada»). Más adelante daría a luz a Benjamín y entonces moriría (35.16–20). Jacob también tuvo varias hijas (30.21; 37.35; 46.7, 15). Este recuento abarca catorce años de la vida de Jacob; años de sudor, prueba y aflicción. Dios usó a Labán y las circunstancias difíciles de la vida para disciplinar a Jacob y prepararlo para las tareas que se avecinaban. II. Las tretas de Jacob respecto al ganado de Labán (30.25–43)

Jacob había servido catorce años y se dio cuenta de que debía emprenderlas por sí mismo y proveer para su numerosa familia v 30:30. Le pidió a Labán que le permitiera irse; sin embargo, el astuto arameo no estaba dispuesto a perder a su valioso yerno. Jacob le ofreció a Labán trabajar como pastor, si este le daba los «rechazos» de los rebaños y del ganado. Las ovejas orientales son blancas y las cabras castañas o negras. Al aceptar las rayadas, las salpicadas de color y con manchas, Jacob al parecer le daba a Labán el mejor negocio. Sin duda era un acto de fe de Jacob. Pero el tramposo se puso a trabajar. En lugar de confiar en que Dios supliera su necesidad (véanse 31.9 y 28.15, 20), Jacob usó su propio plan. Por 31.7–8 nos enteramos de que Labán cambió los términos del contrato varias veces al ver que los ganados de Jacob aumentaban, pero Dios pudo más que Labán y enriqueció a Jacob. III. Jacob huye de la casa de Labán (31) A. La conferencia (vv. 1–16). Tres factores entraron en la decisión de Jacob para irse: la actitud diferente de Labán; la necesidad de establecer su hogar; y, sobre todo, la dirección directa del Señor. Dios le recordó a Jacob su voto hecho en Bet-el. El descarriado ahora tenía que regresar y cumplir sus promesas al Señor que le había bendecido. Raquel y Lea estuvieron de acuerdo con irse, pero su decisión se basaba en consideraciones materiales, no en la voluntad del Señor. B. La persecución (vv. 17–35). En lugar de confiar en Dios para protegerle, Jacob salió huyendo de prisa mientras Labán trasquilaba sus ovejas. Qué pobre testimonio cuando los creyentes deciden actuar en secreto. Labán ya estaba a tres días de camino de Jacob (30.36), de modo que lo alcanzó a los siete días. Dios le advirtió a Labán antes de que siquiera se enfrentara a Jacob, de modo que no había razón para que Jacob temiera (v. 31; véase también Pr 16.7). Su verdadera preocupación aparece en el versículo 30: ¡alguien se había robado sus ídolos! El pecado oculto llevó a más pecado, puesto que Raquel, le mintió a su padre y a su esposo. C. El conflicto (vv. 36–42). Ahora se revela la ira reprimida durante veinte años y Jacob «le canta las cuarenta» a su suegro. Labán era un idólatra y Jacob un descarriado, ¿cómo podía haber algún acuerdo entre ellos? Lo único que redime el colérico discurso de Jacob es que le dio a Dios la gloria por su éxito (v. 42). D. El pacto (vv. 43–55). Estos dos hombres no confiaban el uno del otro, de modo que levantaron un monumento para recordarles que Dios estaba vigilando. En lugar de atestiguar de su amistad (como afirma la «bendición de Mizpa»), estas piedras testificaban de su mutua desconfianza. Es muy triste cuando los miembros de una familia no pueden confiar los unos en los otros. Cuánto mejor hubiera sido que se perdonaran entre sí y entregaran todo el asunto a Dios. Los veinte años de servidumbre de Jacob habían concluido, pero todavía necesitaba volver a Bet-el y arreglar cuentas con Dios. Próximo Estudio: cap 32-36