Baert, P. "El Enigma de La Vida Cotidiana"

Baert, P. "El enigma de la vida cotidiana”, en La teoría social en el siglo XX. 2002. Madrid: Alianza Editorial. 1. Re

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Baert, P. "El enigma de la vida cotidiana”, en La teoría social en el siglo XX. 2002. Madrid: Alianza Editorial.

1.

Resumen

El término “etnometodología” fue acuñado por Harold Garfinkel, quien realizó su doctorado en Harvard bajo la asesoría de Talcott Parsons, y tu tesis, defendida en 1952, anticipó muchas ideas que posteriormente, en el departamento de sociología de la Universidad de California, serían difundidas y tomarían cuerpo en sus Studies in Ethnomethodology (1967) y que animarían una generación de investigadores ávidos de estudios empíricos. En forma diferente al interaccionismo simbólico, la “etnometodología” hace una lectura del Wittgenstein tardío acerca del el significado y los valores compartidos; sin embargo, las influencias más importantes las recibió desde Schutz y del tratamiento parsoniano del orden y la interacción. La gente, en su marco de acción referencial, da significado a lo que le rodea, tiene objetivos e información sobre cómo lograrlos y obra en consecuencia. Garfinkel accedió a la influencia de Parsons aunque su perspectiva se tornó más “cognitiva” o “reflexiva”, interesándose más bien en los modos de entender y razonar de las personas en una posición de “indiferencia etnometodológica” alejada de juicios de valor en torno a las prácticas humanas. Y, en ese sentido, unió la forma en que concebían Durkheim y Freud la conformación del orden social mediante la socialización a los métodos o procedimientos con los que los miembros comunes de la sociedad interpretan su vida cotidiana y prácticas en las que están implicados otros individuos como ellos (o etnométodos). Parsons se inclinó por las grandes teorías, pero Garfinkel procuró enfocarse en pocas cuestiones e impulsar la inclinación empírica que sería el sello representativo de la escuela. Por otro lado, también encontró una gran influencia en Alfred Schutz. El autor austríaco propuso que la perspectiva de la vida cotidiana está basada sobre la suspensión (o epojé) de la duda y en la “familiaridad y el conocimiento previo” en un reservorio de conocimiento, así como en el supuesto de la reciprocidad de las perspectivas en medio de la propia interacción de los individuos. Esto tuvo una relevancia decisiva a la hora de definir los tipos de racionalidad que se utilizan en la vida cotidiana. La etnometodología probó, por ejemplo, hasta qué punto el tipo de racionalidad científica conduce a la desorganización, la alteración y la anomia al socavar este presupuesto de la vida cotidiana. Schutz admiró la obra de Mead, y fue por medio de quien Garfinkel conocería su obra, especialmente en lo relativo a la tipificación mediante el “conocimiento que está a mano” para prever las respuestas que darán los otros a sus acciones. Schutz amplió esta idea reflexionando sobre el hecho de que los demás comparten conmigo los presupuestos de la intercambiabilidad de los puntos de vista (capacidad para deducir que los otros verían la realidad como yo si estuvieran en mi Aquí y Ahora) y de la coherencia de las relevancias (el hecho de que presuponga que los demás interpretan y seleccionan los objetos de una manera empíricamente idéntica a la mía). Siguiendo estas ideas, los etnometodólogos visibilizaron la “reflexividad” de las perspectivas individuales. Los etnométodos se logran mediante conocimientos tácitos y prácticos, a través de los cuales se construye el sentido de lo que nos rodea, más que a través de los del tipo discursivo y teórico. Por ejemplo, Garfinkel analizó, a través de la historia de vida de la

transexual Agnes, que las personas toman por sentado las reglas sobre el rol de género que se adjudican, pero que ella era consciente de lo que es “conducirse” como “mujer” (un caso de conocimiento discursivo), es decir, sobre las nuevas normas y procedimientos necesarios para ser una mujer. Charles Peirce, seguido por Bar-Hillel, desarrollaron el concepto de “signo indexical” en referencia al significado de un signo que procede del contexto en que se utiliza este; Goffmann formuló el concepto de “conveniencia situacional” en el mismo sentido de “indexicalidad” que paralelamente asumió Garfinkel: las personas utilizan el contexto o situación para atribuir significado a las prácticas, pero estas también capacitan a las personas para que creen o mantengan su sentido de contexto. Esta fue la base de los famosos estudios empíricos sobre las normas, expectativas y supuestos que las personas utilizan en procedimientos donde se hacen visibles tanto la conducta normal como la desviada; pero además la noción de indexicalidad fundamentó el “método de interpretación documental” y los experimentos relacionados a aquel. Aunque durante algún tiempo esta perspectiva fue considerada inútil, hoy muchos reconocen la fuerza que tiene para explicar el consenso cotidiano desde las personas como expertos de a pie y su compromiso emocional con procedimientos interpretativos y expectativas que ayudarían a mantener el orden social. Los puntos débiles de esta perspectiva, sin embargo, podrían ser: una inadecuación para explicar el orden político-estratégico (como podría hacerlo el esquema de Parsons); la invisibilización de la reflexión de las personas sobre las estructuras subyacentes en sus acciones (que pueden ayudar a reproducirlas de forma deliberada); la ausencia de un marco explicativo el cual podría acompañarse de contextualización sociopsicológica; y el ocultamiento del problema del poder, el prestigio y las relaciones asimétricas. 2.

Comentario

¿Qué es la etnometodología? Algunos autores han respondido a esto con posiciones que agruparemos en cuatro tipos de afirmaciones: a) es una unidad olvidada, b) es una diversidad fructífera y c) es una empresa más o menos original. Estas afirmaciones parecen sumarse al compendio de afirmaciones que pueden desconcertar a cualquiera que empieza a indagar estas cuestiones, pero veremos en qué medida son sostenibles algunas de ellas, y qué podríamos proponer para un futuro desarrollo de esta propuesta en el contexto local. La empresa de Harold Garfinkel es vista, aunque hasta cierto punto, como continuación del legado de Alfred Schütz y por ende muy apropiada para dotarle a la “fenomenología social” de cierto rigor científico. Lo cierto es que hay muchos etnometodólogos que citan a Schutz, la deuda que muchos etnometodólogos sienten con respecto a Alfred Schütz es sabida, y especialmente la que Garfinkel mismo admitiría. Sin embargo, y a su vez, los etnometodólogos han usado un repertorio de autores que cruzan la psicología social, el modelo dramatúrgico, la fenomenología de la percepción y la escuela de Frankfurt. Asimismo, está presente la relación de Garfinkel con Parsons, su vocación pedagógica y la importancia de la fenomenología, no sólo de Schütz 3.

Pregunta

¿La etnometodología de Garfinkel es una reacción contra el funcionalismo imperante en los años cuarenta y cincuenta, una reacción de corte individualista?