BABILONIA

BABILONIA El país y los habitantes Babilonia es una llanura en la que fluyen dos grandes ríos, el Tigris y el Éufrates.

Views 145 Downloads 4 File size 1MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

BABILONIA El país y los habitantes Babilonia es una llanura en la que fluyen dos grandes ríos, el Tigris y el Éufrates. Al norte y al este se encuentran las montañas, y hacia el sur y el oeste el desierto. Gracias a los desbordamientos de los ríos, se lograban buenas cosechas y se practicaba la ganadería. Con la arcilla se hacían ladrillos para las casas y los templos y tablillas para la escritura. Al carecer de ciertos recursos, los habitantes de Babilonia se dedicaron al comercio para conseguir madera, piedra y oro. Período Paleobabilónico (2000 – 1595 a.C.) La historia de Babilonia comienza con la caída de la dinastía III de Ur. Los amoritas (seminómadas del desierto) se establecieron en la llanura, pero una serie de guerras civiles causaron inestabilidad al país en la primera mitad del periodo La llegada de Hammurabi (1792-1750 a.C.) estabilizó la situación mediante iniciativas diplomáticas y militares. Sometió a las ciudades rebeldes e, incluso, a su antiguo aliado, Mari. Luego de su muerte, el imperio se debilitó, sufriendo invasiones de los hititas y casitas, hasta que éstos últimos establecieron una dinastía, en 1595 a.C. La lengua babilonia era un dialecto del acadio, en escritura cuneiforme. Sin embargo, se conservó el sumerio para las fórmulas legales y los textos escolares y litúrgicos. La literatura sumeria fue copiada y estudiada, al tiempo que surgía una literatura en acadio. Al principio, se conservó la misma estructura política de Sumer y en cuanto a la religión, estaba presidida por una trinidad: An, Enlil y Enki, aunque luego se impuso Marduk. Es de destacar que se incluyó en el derecho la ley del talión. Babilonia bajo el régimen casita (1595 – 1000 a.C.) Este período se caracterizó por las luchas constantes con sus vecinos Asiria y Elam. Los casitas formaban un élite que ocupaba los estamentos militar, político y dinástico, creando un sistema de provincias para administrar el reino. Sin embargo, una coalición asirio-elamita, aunada a las continuas incursiones arameas, puso fin a la dinastía casita. Los gobernantes casitas trajeron paz y prosperidad, con un reparto más equitativo de los cultivos y adoptaron el patrón oro para los precios durante un siglo. Hubo un gran desarrollo artístico y arquitectónico. Las relaciones comerciales y diplomáticas con Egipto fueron excelentes, celebrándose matrimonios entre las familias reales. No se tienen muchos documentos sobre esta época. Período Neobabilónico (1000 – 539 a.C.) Los primeros siglos se caracterizaron por la lenta incorporación de los arameos y de su lengua, en Babilonia. Sin embargo, durante casi todo el período el poder babilónico se disputó entre los asirios y los caldeos. En 652 a.C. estalló una rebelión contra el dominio asirio, que terminó en un desastre. Con Nabopolasar (625 – 605 a.C.) los caldeos establecieron una dinastía en Babilonia que, mediante una brillante campaña, destruyó por completo a Asiria y heredó su imperio. El hijo de Nabopolasar, Nabucodonosor II (604 – 562 a.C.) expandió su imperio hacia Judá y Egipto, pero sus sucesores no consiguieron mantener el control y Babilonia cayó en manos de

Ciro el Grande, rey de Persia, en 539 a.C. En este período comenzó la observación de los fenómenos astronómicos y la práctica de la astrología se hizo importante, al igual que el registro de los acontecimientos históricos. La literatura La literatura babilónica, por lo menos al principio, estuvo muy ligada a la literatura sumeria. Se traducían obras del sumerio al acadio y se hizo una recopilación de las obras más importantes, como la Epopeya de Gilgamesh. Existió una tradición oral de cuentos y leyendas, y composiciones en prosa y en verso. En cuanto a los géneros, se hacen presentes la épica, los mitos, los himnos y las literaturas sapiencial e histórica. El cinismo y las profecías también se hicieron presentes. La religión La religión oficial de Babilonia implicaba la existencia de grandes cultos con enormes templos y un personal numeroso. Marduk era el rey de los dioses, Shamash era el dios de la justicia e Ishtar se preocupaba del amor y de la guerra. Los rituales para la alimentación de los dioses eran muy complicados y la no celebración de alguna de las fiestas era gravísima. La práctica de la adivinación era uno de los rasgos más notables de esa civilización. Por otro lado, la religión individual estaba conectada con la magia y la brujería y era de tipo comercial, es decir, si el dios no servía a sus propósitos, simplemente cambiaba de deidad. Se temía a la magia negra. El derecho Se han descubierto una serie de documentos llamados códigos, los cuales son recopilaciones de decretos legales, hechos por diferentes reyes. Ellos son: Las leyes de Urukagina (sumerias, 2350 a.C.), Las leyes de Ur-Nammu (sumerias, 2112 – 2095 a.C.), Las leyes de Lipit-Ishtar (sumerias, 1934 – 1924 a.C.), Las leyes de Eshnunna (babilónicas, 1900 a.C.), y El código de Hammurabi (babilónico, 1792-1750 a.C.). En los primeros códigos, los castigos por violencia corporal correspondían a una multa, pero en el Código de Hammurabi aplicaba la “ley del talión”. La práctica legal seguía las costumbres y los conflictos se resolvían privadamente, pero si esto no se superaba, se recurría a un tribunal para que pronunciara sentencia. En cuanto a las prisiones, éstas se usaban para fines políticos, y los deudores se convertían en esclavos de su acreedor. La mujer tenía los mismos derechos que el hombre y aún los esclavos por deudas tenían derechos legales. Las diferentes transacciones legales eran almacenadas y catalogadas. La administración pública se basaba en un excelente sistema de comunicaciones, para esto, existía un gran cuerpo de escribas y mensajeros. La economía y la estructura social La economía babilónica se basaba en la agricultura, la ganadería, las manufacturas y el comercio exterior. El palacio y los templos eran las mayores instituciones económicas. Había terratenientes privados y compañías de negocios. Los pagos se hacían en especie y existía un sistema estándar de pesos y medidas. La pirámide social estaba conformada por el Rey, los nobles, los ciudadanos libres y los esclavos. Las unidades básicas eran la tribu y la familia.

La ciencia Muchos de los conocimientos atribuidos a griegos y romanos eran en realidad babilónicos. Las observaciones astronómicas, registradas meticulosamente durante mucho tiempo, permitieron la predicción de ciertos fenómenos celestes. La medicina era practicada por médicos (asú) y exorcistas (asipu), recurriéndose frecuentemente a ambos para las sanación. Existían textos sobre diagnósticos, pronósticos y tratamientos. Se realizaba la cirugía, incluso la ocular. Conocían la circulación de la sangre. Se conservan textos sobre matemáticas y álgebra y los teoremas de Euclides y Pitágoras se conocían ya en el paleobabilónico. Los babilonios conservaron un amplio registro de los recursos naturales de su medio ambiente. Antigua Babilonia - ¿Dónde está? La Antigua Babilonia estaba situada en Mesopotamia, entre el río Éufrates y el río Tigris. Hoy, los restos de la ciudad se extienden sobre un grupo de montículos situados en el Éufrates, cerca de 97 km al sureste de Bagdad, Irak. El río dividía la ciudad en dos, con la ciudad vieja hacia el este y la ciudad nueva, más pequeña, hacia el oeste. El río luego alimentaba canales principales que llevaban agua a cada mitad. Durante el reinado de Senaquerib, la ciudad fue destruida por los asirios. Una vez que la ciudad fue reconstruida, el nombre fue cambiado a Babilonia. Más tarde, la ciudad se convirtió en el lugar de reclusión de los cautivos hebreos que fueron llevados al exilio por el rey Nabucodonosor II, en el siglo VI a.C. El suelo es muy fértil y produce cebada silvestre, garbanzos, y ajonjolí. Los pantanos producen una raíz comestible que iguala en nutrición a la cebada. La tierra es también rica en dátiles, manzanas, y otras frutas, así como en peces y aves. El nombre de Babilonia tiene algo de misterio. Los hebreos de la Biblia remontan su origen a una palabra en su propio idioma que significa "confusión," derivada de "La Torre de Babel," la cual también estaba situada allí. En la historia bíblica, Dios confundió las lenguas de los edificadores para que no pudieran seguir comunicándose y terminar su trabajo. En el lenguaje semítico, el cual hablaban los babilonios, el nombre de la ciudad puede haber significado "Puerta de Dios" o "Puerta de los Dioses." Antigua Babilonia - ¿A quién adoraban ellos? Existe un número de dioses a quienes los antiguos babilonios adoraban: An o Anu - el dios del Cielo Enlil - El dios del aire y de las tormentas. Era representado comúnmente en forma humana, pero también se asemeja a una serpiente. Enki - El dios del agua y de la tierra fértil Ki - La diosa madre que representa la tierra Assur - El dios principal de Asiria (dios del cielo) Ninlil o Nillina - La diosa del aire (posiblemente el viento del sur) y la esposa de Enlil Inanna - La diosa del amor y de la guerra Ea - El dios de la sabiduría Marduk - Originalmente el hijo de Ea y dios de la luz. Era el dios principal de Babilonia y el que enviaba al rey de Babilonia. Nanna - El dios de la luna Utu or Shamash - El dios del sol, así como el dios de la justicia Ninurta - Una deidad solar Antigua Babilonia - ¿Cuál fue Su Cultura? La innovación más famosa de la cultura antigua babilonia fue la astronomía, la cual comenzó como un estudio de la astrología. Ellos crearon catálogos estelares y un calendario casi perfecto, el cual copiaron más tarde los judíos. Fueron capaces de predecir eclipses, los cuales ellos creían anunciaban tiempos malos y peligrosos. Los eclipses eran predichos a través de dos sistemas matemáticos que ellos desarrollaron. Estos sistemas fueron la base científica del legado matemático y astronómico de la antigua Babilonia. La Antigua Babilonia todavía figura en el futuro del mundo. Muchas de las ideas de religión de los babilonios se enseñan todavía en muchas de las religiones de hoy. La astrología era tenida en alta estima en la sociedad

babilónica, de igual manera que lo es hoy. Tal vez, el legado más importante que nos dejaron los babilonios fue su rol en las vidas del pueblo judío. El Señor utilizó Babilonia como una herramienta para castigar a Su pueblo cuando ellos se apartaron de Él. La Biblia también nos dice que en un futuro, el Señor castigará a Babilonia, así como lo hizo en el pasado

Historia y Cultura Babilonia: Babilonia. Ciudad de Babilonia. Primera época. La ciudad neobabilonia y su decadencia. Topografía. Imperio Babilonio. Civilización babilónica. Sociedad. Vida familiar. Ciudades. Tecnología. Sistema legal y escritura. Historia. Hammurabi. Los casitas y la II Dinastía de Isin. El legado babilónico. Religión de Babilonia. El panteón. Ritos y culto. Creencias.

Ciudad de Babilonia

Una de las ciudades más importantes de la antigüedad, cuya localización está hoy en día marcada por una amplia zona de ruinas al este del río Éufrates, a 90 km al sur de Bagdad, en Irak. Babilonia fue la capital del Imperio babilónico durante los milenios II y I a.C. En la antigüedad, la ciudad se beneficiaba de su posición en la importante ruta comercial por vía terrestre que conectaba el golfo Pérsico y el Mediterráneo.

Primera época Aunque el emplazamiento estuvo ya ocupado durante la prehistoria, Babilonia se menciona por primera vez en documentos de finales del III milenio a.C. Hacia el 2200 a.C. se conoce como emplazamiento de un templo, y durante el siglo XXI

a.C. estuvo sometida a la cercana ciudad de Ur. Babilonia se hizo una ciudadestado independiente hacia 1894 a.C., cuando el amorita Sumu-Abum fundó allí una dinastía. Esta dinastía alcanzó su apogeo con Hammurabi. En el 1595 a.C. La ciudad fue capturada por los hititas, y poco después por los casitas (hacia 15901155 a.C.). Los casitas transformaron la ciudad-estado de Babilonia en la capital de Babilonia, región al sur de Mesopotamia. La ciudad era el centro administrativo de un gran reino. Después, probablemente en el siglo XII a.C., se convirtió también en centro religioso del reino, cuando su dios principal, Marduk, fue situado a la cabeza del panteón mesopotamio. En el 1158, la dinastía casita cayó en manos de los elamitas del este, y Babilonia fue regida por distintas y breves dinastías hasta finales del siglo VIII a.C. cuando cayó bajo la influencia de Asiria. Senaquerib, desesperado por controlar las tribus locales, destruyó la ciudad en el 689 a.C.; su sucesor, Esaradón (que reinó entre el 681 y el 669 a.C.), la reconstruyó. En el 625 a.C., los caldeos, dirigidos por Nabopolasar, tomaron la ciudad.

La ciudad neobabilonia y su decadencia Nabopolasar fundó la dinastía neobabilonia, y su hijo Nabucodonosor II extendió el reino hasta Palestina y Siria. La capital de Babilonia fue renovada con los nuevos edificios del templo y del palacio, grandes murallas y puertas de fortificación y caminos procesionales pavimentados; fue la mayor ciudad del mundo conocido, abarcando más de 1.000 hectáreas.

El Imperio Neobabilonio duró poco tiempo. En el 539 a.C., Ciro II el Grande capturó Babilonia y la incorporó al recién fundado Imperio Persa. Con los persas, Babilonia funcionó durante un corto periodo como residencia oficial del príncipe de la corona, hasta que una revuelta local en el 482 llevó a Jerjes I a arrasar los templos y el zigurat, o torre del templo, y a derribar la estatua del dios patrono Marduk. Alejandro Magno capturó la ciudad en el 330 a.C. y proyectó reconstruirla como capital de su gran imperio, pero murió antes de poder llevar a cabo sus planes.

Después del 312 a.C., Babilonia fue utilizada temporalmente como capital de los Seléucidas, que se establecieron como sucesores de Alejandro. Cuando la nueva capital, Seleucia del Tigris, se fundó a comienzos del siglo III a.C., la mayor parte de la población de Babilonia se trasladó allí. Durante cierto tiempo los templos siguieron utilizándose, pero la ciudad perdió su importancia y prácticamente había desaparecido antes del surgimiento del islam durante el siglo VII d.C.

Topografía La topografía de Babilonia se conoce mejor a partir de los niveles de ocupación de la dinastía neobabilonia, excavados por Robert Koldewey y otros arqueólogos alemanes antes de la I Guerra Mundial. En aquellas fechas, el Éufrates dividía la ciudad en dos partes desiguales: el barrio antiguo, con la mayoría de los palacios y templos en la orilla este, y la Ciudad Nueva en la orilla oeste. Cerca del centro de la ciudad, en lugar prominente, se encontraba el Esagila, templo de Marduk; al norte estaba la torre-templo de Etemenanki (el zigurat), edificio de siete plantas, popularmente relacionado con la Torre de Babel. En la esquina noroeste de la ciudad antigua se encontró un entramado de palacios y fortificaciones; los excavadores alemanes identificaron unas ruinas de esta zona con los cimientos de los Jardines Colgantes, una de las Siete Maravillas del Mundo, que Nabucodonosor II construyó para su esposa meda. Cerca estaba la Puerta de Istar, con sus leones y dragones en ladrillo esmaltado. El principal camino procesional pasaba a través de esta puerta; era la ruta seguida por los líderes religiosos y políticos durante las ceremonias del festival del Año Nuevo. Otras nueve puertas importantes atravesaban las grandes murallas de fortificación interna de la ciudad, a partir de las cuáles surgían los caminos hacia los principales asentamientos de Babilonia

Imperio Babilonio Antiguo reino de Mesopotamia, conocido originalmente como Sumer y después como Sumer y Acad, entre los ríos Tigris y Éufrates, al sur de la actual Bagdad, Irak.

Civilización babilónica La civilización babilónica, que duró desde el siglo XVIII hasta el VI a.C., era, como la sumeria que la precedió, de caracter urbano, aunque se basaba en la agricultura más que en la industria. El país estaba compuesto por unas doce ciudades, rodeadas de pueblos y aldeas. A la cabeza de la estructura política estaba el rey, monarca absoluto que ejercía el poder legislativo, judicial y ejecutivo. Por debajo de él había un grupo de gobernadores y administradores selectos. Los alcaldes y los consejos de ancianos de la ciudad se ocupaban de la administración local.

Los babilonios modificaron y transformaron su herencia sumeria para adecuarla a su propia cultura y carácter. El modo de vida resultante demostró ser tan eficaz que sufrió relativamente pocos cambios durante aproximadamente 1.200 años. Influyó en sus países vecinos, especialmente en el reino de Asiria, que adoptó la cultura babilonia prácticamente por completo. Afortunadamente, se ha encontrado una colección importante de obras de literatura babilonia gracias a las excavaciones. Una de las obras más importantes es la magnífica colección de leyes (siglo XVIII a.C.) frecuentemente denominada Código de Hammurabi, que, junto con otros documentos y cartas pertenecientes a distintos periodos, proporcionan un amplio cuadro de la estructura social y de la organización económica. Sociedad

La sociedad babilónica estaba compuesta por tres clases sociales representadas por el awilu, persona libre de clase superior; el wardu, o esclavo; y el mushkenu, persona libre de clase inferior, que se encontraba legalmente entre el awilu y el wardu. La mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra, aunque algunos eran reclutados entre la población babilonia. Por ejemplo, las personas libres podían ser hechas esclavos como castigo por algunos delitos; los padres podían vender a sus hijos como esclavos en momentos de necesidad; o un hombre incluso, podía someter a toda su familia a los deudores como pago de una deuda, pero no durante más de tres años. Los esclavos eran propiedad de su amo, como un bien mueble. Podían ser marcados y azotados, y eran severamente castigados si intentaban escapar. Los esclavos tenían algunos derechos legales y podían realizar negocios, prestar dinero y comprar su libertad. Si un esclavo se casaba con una persona libre y tenían hijos, estos eran libres. Vida familiar

La familia era la unidad básica de la sociedad babilonia. Los matrimonios eran dipuestos por los padres y los esponsales se reconocían legalmente tan pronto como el novio presentaba un regalo nupcial al padre de la novia; la ceremonia matrimonial normalmente concluía con un contrato inscrito en una tablilla. Aunque el matrimonio se consideraba principalmente un acuerdo práctico, hay pruebas que sugieren que no eran completamente desconocidas las relaciones prematrimoniales clandestinas. La mujer babilonia tenía algunos derechos civiles importantes. Podía tener propiedades, realizar negocios y actuar como testigo en un juicio. Sin embargo,el marido podía divorciarse de ella por cuestiones triviales, o, si no le había dado hijos, podía contraer matrimonio con otra mujer. Ciudades

El número de habitantes de una ciudad variaba probablemente entre 10.000 y 50.000. Las calles de la ciudad eran estrechas, sinuosas e irregulares, flanqueadas por los muros altos y sin ventanas de las casas. Las calles no

estaban pavimentadas ni tenían alcantarillas. La casa media era una estructura pequeña, de una planta y de ladrillos de barro, compuesta de distintas habitaciones agrupadas alrededor de un patio. Por otra parte, la casa de un próspero babilonio era, probablemente, una residencia de dos pisos de ladrillo con aproximadamente una docena de habitaciones, con muros interiores y exteriores enlucidos y enjalbegados. La planta inferior tenía una habitación de recibimiento, una cocina, un cuarto de aseo, las habitaciones del servicio y, a veces, incluso una habitación privada para el culto. Los muebles incluían mesas bajas, sillas con respaldo y camas con armazón de madera. La vajilla doméstica estaba fabricada de arcilla, piedra, cobre y bronce, y los cestos y las arcas de caña y madera. Las casas frecuentemente se construían sobre un mausoleo donde se enterraban a los miembros de la familia. Los babilonios creían que las almas de los muertos viajaban al siguiente mundo, y que, al menos en cierto grado, la vida seguía allí como en la tierra. Por esto, enterraban junto al muerto tarros, herramientas, armas y joyas. Tecnología

Los babilonios heredaron los logros técnicos de los sumerios en riego y agricultura. El mantenimiento del sistema de canales, diques, presas y depósitos construidos por sus predecesores necesitaba de un considerable conocimiento y habilidad de ingeniería. La preparación de mapas, informes y proyectos implicaban la utilización de instrumentos de nivelación y jalones de medición. Con fines matemáticos y aritméticos, utilizaban el sistema sexagesimal sumerio de numeración, que se caracterizaba por un útil dispositivo denominado notación lugar-valor que se parece al actual sistema decimal. Continuaron utilizándose las medidas de longitud, área, capacidad y peso, normalizadas anteriormente por los sumerios. La agricultura era una ocupación complicada y metódica que necesitaba previsión, diligencia y destreza. Un documento escrito en sumerio recientemente traducido, aunque utilizado como libro de texto en las escuelas babilonias, resulta ser un verdadero almanaque del agricultor, y registra una serie de instrucciones y direcciones para guiar las actividades de la granja, desde el riego de los campos hasta el aventamiento de los cultivos cosechados. Los artesanos babilonios eran diestros en metalurgia, en los procesos de abatanado, blanqueo y tinte, y en la preparación de pinturas, pigmentos, cosméticos y perfumes. En el campo de la medicina, se conocía bien la cirugía y se practicaba frecuentemente, a juzgar por el Código de Hammurabi, que dedica varios párrafos a la cirugía. También se desarrolló, sin lugar a dudas, la farmacopea, aunque la única prueba importante de ello procede de una tablilla sumeria escrita algunos siglos antes de Hammurabi.

Sistema legal y escritura

Ley y justicia eran conceptos fundamentales en el modo de vida babilonio. La justicia era administrada por los tribunales, cada uno de los cuales tenía entre uno y cuatro jueces. Los ancianos de una ciudad frecuentemente formaban un tribunal. Los jueces no podían revocar sus decisiones por ninguna razón, aunque podían dirigirse apelaciones contra sus veredictos ante el rey. Las pruebas consistían en afirmaciones de testigos o de documentos escritos. Los juramentos, que desempeñaban un papel importante en la administración de justicia, podían ser prometedores, declaratorios o exculpatorios. Los tribunales aplicaban castigos que iban desde la pena de muerte al azote, la reducción del status social a la esclavitud y el destierro. Las compensaciones por daños iban desde 3 a 30 veces el valor del objeto perjudicado. Para asegurar que sus instituciones legales, administrativas y económicas funcionaban eficazmente, los babilonios utilizaban el sistema de escritura cuneiforme desarrollado por los sumerios. Para formar a sus escribas, secretarios, archiveros y demás funcionarios administrativos, adoptaron el sistema sumerio de educación formal, bajo el cual escuelas seglares servían como centros culturales. El plan de estudios consistía principalmente en copiar y memorizar ambos libros de textos y los diccionarios sumero-babilonios que contenían largas listas de palabras y frases, incluidos los nombres de árboles, animales, pájaros, insectos, países, ciudades, pueblos y minerales, así como una gran y diversa colección de tablas matemáticas y problemas. En el estudio de la literatura, los alumnos copiaban e imitaban distintos tipos de mitos, epopeyas, himnos, lamentaciones, proverbios y ensayos en lengua sumeria y babilónica.

Historia Largos periodos de la historia del antiguo Oriente Próximo no pueden datarse con exactitud. La Relación de Reyes Sumerios ofrece una sucesión de gobernantes hasta el final de la dinastía de Isin, hacia el 1790 a.C., pero no es fiable para las fechas anteriores a la dinastía de Acad, hacia el 2340 a.C. Se establece una cronología relativamente fiable para el periodo que comienza con la dinastía de Acad hasta el final de la I Dinastía de Babilonia, cerca del 1595 a.C. Sin embargo, este periodo es seguido por más de 700 años de oscuridad, durante el cual las fechas son únicamente aproximadas. Se utilizan tres sistemas cronológicos principales para el antiguo Oriente Próximo: alto, medio y bajo, dependiendo de si la fecha asignada al primer año de reinado de Hammurabi de Babilonia es 1848, 1792 o 1728 a.C. Las fechas de este artículo siguen la denominada cronología media, y se data el primer año de reinado de Hammurabi en el 1792 a.C. Los sumerios

Hacia finales del siglo III a.C., el reino de Sumer y Acad cubría una gran zona regida por una dinastía sumeria conocida como la III Dinastía de Ur. El catalizador

de su caída fue la migración de un gran grupo de nómadas semíticos, los amurru, o amoritas bíblicos, desde los desiertos árabes hasta el oeste. Tomaron una serie de ciudades importantes como Isin, Larsa, Babilonia y Esnunna (actualmente Tell Asmar) donde establecieron nuevas dinastías. Hacia el 2000 a.C. el último gobernador de la III Dinastía de Ur fue capturado por los elamitas. El reino de Sumer y Acad se desintegró y se inició la guerra civil. Al principio la ciudad de Isin intentó controlar Sumer y Acad, pero su autoridad fue retada por Larsa, algo alejada hacia el sur, y las dos ciudades estuvieron constantemente en guerra. Hacia el 1790 a.C. el rey Rim-Sin (1823-1763 a.C.) de Larsa conquistó y ocupó Isin, acontecimiento considerado tan importante que marcó el comienzo de una nueva, aunque limitada, época de datación en los anales de los escribas. Hammurabi

Rim-Sin era incapaz de explotar su victoria, porque al mismo tiempo, en la hasta entonces modesta ciudad de Babilonia, el gobernante Hammurabi empezaba a destacar. Como rey, Hammurabi combinaba la astuta diplomacia con el liderazgo militar; derrotó a Rim-Sin, así como a los reyes de Elam, Mari y Esnunna, y hacia el 1760 a.C. se convirtió en el gobernante de un reino unificado que se extendía desde el golfo Pérsico hasta el río Habur. Se considera que la historia de Babilonia se inicia con Hammurabi. Administrador inusualmente activo y capaz, Hammurabi ofreció su atención personal a detalles tales como la limpieza de canales de irrigación y la introducción de un mes más en el calendario. Era un extraordinario legislador; el Código de Hammurabi es uno de los documentos legales más importantes jamás descubierto. También era un inspirado líder religioso; durante su reinado el dios de la ciudad babilónica Marduk se convirtió en el líder reconocido en el panteón de las deidades. Los casitas y la II Dinastía de Isin

Durante los reinados de Hammurabi y de su hijo Samsu-Iluna (1750-1712 a.C.), quien le sucedió, la civilización babilónica alcanzó el cenit de su desarrollo cultural y poder político. Algunas de las ciudades más importantes de Babilonia comenzaron a buscar la independencia, y, durante el reinado de Samsu-Iluna, los casitas invadieron por primera vez el país. Aunque Samsu-Iluna tuvo éxito en expulsarles, durante los siglos siguientes se infiltraron definitivamente en Babilonia. Samsu-Iluna también había tratado con el líder rebelde, Iluma-Ilum, quien fundó una dinastía en el sur de Babilonia, en la frontera con el golfo Pérsico, conocido comúnmente como el país del mar. Con los sucesores de Samsu-Iluna, Babilonia sufrió un grave deterioro en cuanto a su poder y territorio. Cuando, hacia el 1595 a.C., un ejército hitita penetró por el sur hasta Babilonia y llevaron prisioneros y riquezas babilonias hasta la alejada Anatolia, en el reino comenzó el desorden. Durante un breve periodo, Babilonia

cayó bajo el dominio de la dinastía del país del mar. Finalmente, hacia mediados del siglo XVI a.C., el gobernante casita Agum (el 1570 a.C.) tomó Babilonia y extendió su territorio desde el río Éufrates a los montes Zagros. Bajo dominio casita, Babilonia de nuevo se convirtió en un poder de considerable importancia. Así, a comienzos del siglo XV a.C., era uno de los cuatro poderes principales de Asia occidental, los otros tres eran los imperios egipcio, mitanni e hitita. Después de la recuperación de la independencia de Asiria respecto de la dominación de mitanni a principios del siglo XIV a.C., sus gobernantes comenzaron a interferir en los asuntos de Babilonia e intentaron controlarla políticamente. Finalmente, tuvieron éxito y Babilonia estaba tan debilitada que cayó a manos de los elamitas, que la invadieron por el este, depusieron al rey casita y la redujeron a un estado de vasallaje. En el sur y centro de Babilonia surgió una revuelta y se fundó una nueva dinastía, conocida como II Dinastía de Isin. Hacia finales del siglo XII a.C., Nabucodonosor I (1125-1103 a.C.), uno de los reyes de Isin, derrotó a los elamitas y atacó Asiria. No mucho después, grandes grupos de nómadas arameos emigraron a Babilonia. Durante dos siglos aproximadamente, el país estuvo en un estado de caos político. Periodo caldeo

Una de las tribus que rodeaban Babilonia era el poderoso grupo conocido como los caldeos. Se asentaron y dominaron el distrito a lo largo del golfo Pérsico. Desde el siglo IX al VI a.C., los caldeos desempeñaron una parte importante en la conformación de la historia de Asia; sus gobernantes ayudaron a destruir el Imperio Asirio y, al menos durante un breve periodo, se establecieron en Babilonia, o, como se comenzó a conocer gradualmente, Caldea, el poder dominante de Mesopotamia. Uno de los principales reyes caldeos fue Merodak-Baladán II (el 722-710 a.C.), quien luchó amarga y valerosamente, aunque sin éxito, contra cuatro poderosos monarcas asirios: Tukulti-Apil-Esharra (Tiglat-Pilíser III) (745-727 a.C.), Salmanasar V (727-722 a.C.), Sargón II (722-705 a.C.) y Senaquerib (705-681 a.C.), destructor de Babilonia. Los sucesores de Senaquerib, Esaradón (681-699 a.C.) y Assurbanipal, mantuvieron el control político a pesar de las numerosas rebeliones y deserciones. Sin embargo, en el 626, cuando Asiria estaba sumida en desórdenes y amenazada por medas, escitas y cimerios, un caldeo llamado Nabopolasar (626-605 a.C.) se autoproclamó rey de Babilonia. Aliándose con los medas, ayudó a destruir el poderío asirio. Aprovechándose de la débil posición de Asiria, Egipto comenzó a amenazar Palestina y Siria. En el 605 a.C. Nabucodonosor II marchó contra los egipcios y los derrotó en Carchemish (en la actual Siria). Nabucodonosor II, que reinó durante 43 años, extendió el control político babilonio sobre la mayor parte de Mesopotamia.

Entre los estudiosos bíblicos se le conoce como el destructor de Jerusalén y como el rey que llevó a los judíos cautivos a Babilonia. Para los arqueólogos e historiadores es conocido como gran constructor y restaurador. Reconstruyó Babilonia, su capital, con un estilo lujoso y restauró muchos templos en todo Babilonia. La resurrección bibilónica no duró mucho tiempo. Tras la muerte de Nabucodonosor en el 562 a.C., hubo una prolongada lucha por el poder entre los distintos partidos e individuos. En el 556 a.C. Nabonides, uno de los gobernadores de Nabucodonosor, se convirtió en rey de Babilonia (556-539 a.C.). Figura enigmática en cierto modo, se opuso a la influyente clase sacerdotal de Babilonia. Nabonides dejó la ciudad de Babilonia bajo el control de su hijo Baltasar y vivió durante cierto tiempo en la ciudad de Harran y después en el oasis de Teima, en el desierto de Arabia. En el 539 a.C. los babilonios fueron derrotados por el rey persa Ciro II el Grande, quien también había derrotado a Media. Nabonides fue capturado en Sippar (cerca de la actual Bagdad, Irak); los persas entraron en Babilonia sin encontrar resistencia. Babilonia fue entonces anexionada a Persia y, de este modo, finalmente perdió la independencia.

El legado babilónico Más de 1.200 años pasaron desde el glorioso reinado de Hammurabi hasta la subyugación de Babilonia por los persas. Durante este largo lapso de tiempo, la estructura social, la organización económica, el arte y la arquitectura, la ciencia y la literatura, el sistema judicial y las creencias religiosas babilónicas sufrieron una considerable modificación, aunque, en general, únicamente en los detalles, no en la esencia. Basados prácticamente por completo en la cultura de Sumer, los logros culturales de Babilonia dejaron una profunda impresión en el mundo antiguo, y particularmente en hebreos y griegos. La influencia babilónica es evidente en las obras de poetas griegos tales como Homero y Hesíodo, en la geometría del matemático griego Euclides, en astronomía, en astrología, en heráldica y en la Biblia Religión de Babilonia

Moral, creencias sobrenaturales y prácticas rituales de los antiguos babilonios. La cosmogonía y la cosmología de la religión babilónica que incluye dioses, demonios, cultos y sacerdotes, y enseñanzas éticas y morales, fue tomada casi por completo de los sumerios. Sin embargo, los babilonios, cuya raza étnica predominante era la amorrea, sin duda modificaron muchas de las creencias y prácticas inspiradas en los sumerios, de acuerdo a su propia herencia cultural y disposición psicológica. Sólo para citar dos ejemplos destacados, debido al gran éxito militar y la buena conducción política de los amorreos semitas, la ciudad de Babilonia se transformó en el centro religioso y cultural de toda la zona, otorgándole supremacía en el panteón babilónico al dios amorreo Marduk. Sin embargo, los teólogos babilonios consideraron necesario justificar esta elevada

posición súbitamente adquirida por Marduk por medio de la ficción legal de que sus predecesores sumerios, los dioses An y Enlil, le habían traspasado oficialmente sus poderes. El panteón

Los babilonios tenían la concepción de un panteón formado por seres de forma humana, pero con unos poderes y una inmortalidad sobrehumanos. Cada uno de ellos, a pesar de ser invisible al ojo humano, regía sobre una parte específica del cosmos, aunque fuera pequeña, y la manejaba de acuerdo con planes muy bien estudiados y leyes debidamente ordenadas. Cada uno estaba a cargo de uno de los grandes reinos del cielo, la tierra, el mar y el aire; o de uno de los mayores cuerpos astrales como el sol, la luna y los planetas; o dentro del dominio terrestre, de entidades naturales como ríos, montañas y planicies, y de entidades sociales, como ciudades y países. Incluso las herramientas y otros instrumentos tales como una piqueta, moldes de ladrillos y el arado, estaban a cargo de deidades especiales y definidas. Finalmente, cada babilonio tenía un dios personal, algo parecido a un dios ángel bueno, a quien se le rezaba y a través del que se podía lograr la salvación. Al frente de esta multitud de reyes divinos, estaba Marduk, el dios tribal amorreo, quien antes del gobierno de Hammurabi, en los siglos XVIII y XVII a.C., había tenido un papel secundario y relativamente sin importancia en la vida religiosa de la zona. De acuerdo con el poema de la mitología babilónica, conocido en la literatura universal con el nombre de Enuma elish (“Cuando en la parte superior”, sus dos palabras iniciales), a Marduk se le concedía el liderazgo del panteón y “el reinado sobre todo el universo” como premio por haber vengado a los dioses al vencer a Tiamat, la desafiante y salvaje diosa del caos y a sus monstruosos seguidores. Después de la victoria, Marduk rediseñó el cielo y la tierra, ordenó y reguló los planetas y las estrellas, y creó la especie humana. Dentro del grupo de dioses babilonios más importantes, además de Marduk, figuran Ea, el dios de la sabiduría, de los hechizos y conjuros; Sin, el dios luna, cuyos templos principales estaban en Ur y Harran, dos ciudades asociadas en la Biblia con el patriarca hebreo Abraham; Samas, el dios sol y de la justicia, quien aparece representado en el Código de Hammurabi; Istar, la ambiciosa, dinámica y cruel diosa del amor y de la guerra; Adad, el dios de la tormenta, los vientos y las inundaciones; y Nabu, el hijo de Marduk, el escribano y vocero de los dioses, cuyo culto llegó a rivalizar con el de su padre en cuanto a popularidad. Además de los dioses del cielo, se hallaban los dioses de los mundos inferiores, así como una gran variedad de demonios, diablos y monstruos, quienes estaban amenazando constantemente a la humanidad y su bienestar. Había también unos pocos espíritus angelicales bondadosos.

Ritos y culto

Cada una de las deidades principales tenía, en una o más ciudades de Babilonia, un gran templo en el que era adorada como dios protector. Las ciudades más grandes también contaban con muchos templos, unos suntuosos, otros humildes, dedicados a una u otra deidad; Babilonia, por ejemplo, contaba con más de 50 templos en tiempos de Caldea (siglos VIII al VI a.C.). Los servicios que se celebraban en el templo, por regla general se realizaban en patios abiertos, en los que había fuentes para la ablución y altares para los sacrificios. En la cella, o parte más íntima del templo, se encontraba la estatua de la deidad sobre un pedestal erigido en el “santa santorum”, lugar especialmente sacrosanto del templo al que únicamente tenían acceso el sumo sacerdote y algún otro privilegiado miembro del clero o de la corte. En las instalaciones de los templos de las ciudades más grandes, por lo común se alzaba un zigurat o torre de plataformas, coronado por un pequeño santuario. Este santuario al parecer estaba reservado a las importantes ceremonias de matrimonio sagrado que se celebraban coincidiendo con la festividad del año nuevo. El mantenimiento de los más grandes templos babilónicos requería de grandes sumas de dinero, fruto, en primer lugar, de regalos o de donaciones hechas por la corte y por la gente con mayor fortuna. Con el correr de los siglos, algunos de los grandes templos babilónicos acumularon tal cantidad de riquezas que se convirtieron en los dueños de enormes propiedades y empresas, en las que empleaban gran número de siervos y esclavos. Sin embargo, en un principio el templo era la sede del dios en cuyo honor estaba erigido, y en él se atendían todas sus necesidades según antiguos ritos e impresionantes ceremonias, celebradas por un numeroso clero institucionalizado. Con el paso del tiempo, en el templo se congregaban sumos sacerdotes, sacerdotes que oficiaban en los sacrificios, músicos, cantores, magos, adivinos, clarividentes, interpretadores de sueños, astrólogos, mujeres devotas, así como hieródulas (cortesanas del templo). Diariamente se ofrecían sacrificios de animales, así como ofrendas de verduras, libaciones de agua, vino y cerveza, y quema de incienso. Tanto a lo largo del año como mensualmente tenían lugar numerosos festejos, incluida una fiesta para celebrar el plenilunio. La fiesta más señalada de todas era la celebración del año nuevo en el equinoccio de primavera; se conocía con el nombre de fiesta Akitu, porque algunos de sus ritos más esotéricos se realizaban en el Akitu, el santuario de Marduk enclavado en las afueras de Babilonia. Las celebraciones duraban once días, e incluían ritos tales como los de purificación, sacrificio, propiciación, penitencia y absolución, aunque también se daban procesiones muy alegres y de mucho colorido. Culminaba con la ceremonia del matrimonio sagrado, la unión ritual del rey (representando a Marduk) con una cortesana del templo (encarnando a la novia de Marduk); la ceremonia se realizaba en el santuario que coronaba, el zigurat.

Creencias

Según los documentos de la época, las creencias éticas y morales de los babilonios hacían hincapié en la bondad y la verdad, la ley y el orden, la justicia y la libertad, la sabiduría y el aprendizaje, y el valor y la lealtad. La misericordia y la compasión iban fuertemente unidas, y se les brindaba una especial compasión a las viudas, huérfanos, refugiados, a los pobres y a los oprimidos. Los actos inmorales o poco éticos eran considerados como una ofensa hacia los dioses y el orden divino, por lo que se creía que el castigo de los dioses era proporcional a la falta. Ninguno se consideraba sin pecado. Por eso, todos los sufrimientos eran merecidos. El modo que tenían los babilonios para demostrar su insatisfacción por sus condiciones de vida, no era la discusión o la protesta, sino la súplica y el duelo, lamentándose y confesando ante su dios personal sus inevitables faltas y pecados a fin de que éste actuara como mediador suyo en la asamblea de los grandes dioses. Fue notoria la gran religiosidad de Babilonia. Sin embargo, de hecho existía el escepticismo y acaso era mucho mayor de lo que indican las fuentes. Por ejemplo, un extenso documento literario denominado Teodicea Babilónica, trata del debate entre un escéptico y un creyente, debate en el que al final se hace necesario concluir, de forma muy obvia y con un argumento un tanto insatisfactorio, que la voluntad de los dioses es inescrutable. En otro escrito babilónico, que recoge un diálogo entre un esclavo y su amo, el tono de la conversación suena también escéptico y cínico; la visión relativista considera de antemano que todos los actos del individuo pueden ser justificados, y por lo tanto, en esencia carecen de sentido, en particular porque la muerte hace que la vida sea insignificante. Los babilonios sentían un terror espantoso a la muerte y esto era fuente de desesperación. En general creían que al morir, el espíritu incorpóreo descendía al oscuro inframundo y que la existencia humana en la sepultura era, como mucho, un reflejo desdichado y tenebroso de la vida terrenal. No existía la esperanza de una recompensa eterna para las personas honradas y con méritos; todos estaban imparcialmente destinados al inframundo. Considerando esto, no es de extrañar que la obra de la literatura babilónica más popular, dramática y creativa, sea el Poema de Gilgamesh, obra que se centra en una angustiosa e inútil búsqueda de la eternidad.

Hindu

para describir el Estilo Victoriano, principalmente neogótico. La pintura india se desarrolla en frescos, tejidos y manuscritos y los temas suelen representar motivos religiosos, grandes hazañas o elementos de la naturaleza. Los colores suelen ser brillantes e intensos. La literatura propia de la India se desarrolló en sus orígenes en manuscritos grabados en hojas de palmera o pergamino, guardados en planchas de madera y envueltos en tejidos. Este sistema de protección ha logrado que se hayan conservado prácticamente intactos volúmenes de los siglos X y XI. Ya en la época medieval se traducen los poemas épicos Ramayana y Mahabharata y surgen autores tan importantes como el cantor ciego Surdas, la princesa Meerabai y Jayadava con su maravilloso poema de amor Gita Govinda. Las dinastías mongoles promovieron la producción de libros como las memorias de Babur, el Tuzuk de Jahangir, el Babur Nama, el Timur Nama y el Akbar Nama, tres libros que narran la crónica oficial de aquella época. En el último siglo la literatura india ha obtenido reconocimiento mundial con el Premio Nobel de Literatura otorgado al maravilloso poeta Rabindranath Tagore en 1913 y numerosos autores jóvenes como Mala Sen continúan en la actualidad haciéndose un hueco dentro del panorama literario mundial. El cine indio es muy popular. Actores como Amitabh Bachchan son verdaderos ídolos para el pueblo y, de hecho, varios actores, entre ellos Bachchan, Ramachandran o Rama Rao, han pasado al mundo de la política con bastante éxito. Los temas de las películas suelen ser moralistas, el bien siempre vence, como se puede comprobar en los filmes dirigidos por Manmohan Desai, uno de los directores preferidos por el público. Las canciones y los bailes son otro ingrediente típico del celuloide indio. Sin embargo en los últimos diez años han comenzado a proyectarse películas de contenido social como 'Rao Saheb' de Viajaya Mehta que cuenta la precaria situación de la mujer en la sociedad tradicional india y otras muestras de mayor calidad como 'Holi' de Ketan Mehta o 'Ekte Jibah' de Raja Mitra. ORIGEN DE LA LITERATURA INDU Las mas remotas producciones de la literatura de los pueblos indoeuropeos, primeras manifestaciones de nuestra cultura, aparecen en la India en lengua sánscrita (la más antigua evolución conocida del indoeuropeo), hacia el año 2500 a.C.. La religión, el culto y la sabiduría forman la temática esencial de estos antiquísimos escritos en los que campean una elevada inspiración poética y la evocación de un mundo mágico poblado de genios y demonios que cercan de un modo invisible al hombre. El primer período de la rica literatura sánscrita, o india, es el llamado védico, derivado de la palabra veda, “ciencia”, que se origina en el tercer o en el segundo milenio antes de nuestra era. Las obras literarias que se han conservado de este período, y que se han transmitido gracias a su carácter de textos religiosos y a la necesidad de su empleo en la liturgia, se suele dividir en tres grandes grupos, llamadas las Samhitas, los Brahmana y los Sutra.

CARACTERÍSTICAS DE LA LITERATURA HINDÚ. Al inicio de las civilizaciones, la literatura tuvo sus orígenes en el sentimiento popular, por medio de consejos, que querían responder preguntas vitales que expresaran su estado de ánimo. Cuidaban con gran esmero sus expresiones, procuraban al oyente la entrada al mundo misterioso de la poesía con inspiración sencilla, en la cual la leyenda tenía un papel fundamental. La leyenda es la interpretación del espíritu del ser humano común, de ahí que las manifestaciones literarias iniciales en varias partes del planeta, presentaron características parecidas, líricas y fuertemente expresadas en la cultura hindú. La literatura hindú, es producto de una sociedad dividida en castas, de una cultura que siempre ha buscado la espiritualidad como base de su desarrollo y que está profundamente influenciada por los fundamentos de la religión budista: Tener conducta pacífica, honesta y pura. Ganarse la vida sin hacer daño ni poner en peligro a ningún ser viviente. Ser pacíficos, arrojando de sí la mala voluntad, el orgullo y la jactancia, en su lugar poner amor, piedad y comprensión. CONTEXTO DE LA LITERATURA HINDU. La diosa Kali (Durgā) y el dios Bhairava (Shivá) copulandoEl número de hinduistas, dentro y fuera de la India, abarca a más de 800 millones de personas. En la India, los hinduistas son el 75% del total de la población. En el hinduismo como cultura existe el teísmo, el deísmo, el politeísmo, el panteísmo, el agnosticismo y el ateísmo. Así como un judío de cualquier nacionalidad se siente culturalmente judío (incluso si es ateo), el hindú se siente culturalmente hindú. Un budista hindú se diferencia de otro budista cualquiera por su cultura. El hinduismo está estructurado por varias religiones que son tan diversas como contrarias en sus formas. Dentro del hinduismo hay religiones politeístas, monoteístas, panteístas, ateas (en sentido limitado, es decir, que pueden reconocer la existencia de realidades sobrenaturales), etc. De igual forma existe un conjunto de filosofías que abre un abanico de posibilidades. El hinduismo carece de una doctrina única. Cada religión sigue la suya propia: Los vaishnavas creen en un ser supremo eterno, llamado Vishnú, sin embargo, los vaishnavas gaudiyas („vishnuistas bengalíes‟) adoran exclusivamente a Krishna. En el Vedānta esa suprema realidad es denominada Brahman y no tiene pasado, presente ni futuro y es infinito. Todos los demás seres del universo son su expresión, por lo que se le

considera principio del universo. Esta visión puede considerarse panteísmo o monoteísmo según el punto de vista. Los shivaístas de Cachemira creen en un solo dios, Shivá, y niegan la importancia de Brahmā y Vishnú. Su visión monista del universo ha sido plasmada en los Shivá Sūtras. Por otra parte la filosofía Samkhya de Kapilá es una filosofía profundamente atea y actualmente considerada ortodoxa ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS DE LA LITERATURA HINDU. El hinduismo es mayoritario actualmente solo en tres estados del mundo, India (cuna del hinduismo y su tierra sagrada), donde son el 75%, Nepal donde son el 85% y la isla africana de Mauricio, aunque Nepal era hasta hace poco el único Estado del mundo que reconocía al hinduismo como religión oficial. También son mayoría en la isla indonesia de Bali. Tras la independencia de India y la división del subcontinente indostaní en territorios de mayoría hindú y musulmana, se formó el Estado de Pakistán para la población islámica, pero importantes minorías hindúes quedaron remanentes. Tras la secesión de Pakistán Oriental (actual Bangladesh), la antigua colonia británica quedó dividida en tres Estados. En Bangladesh la minoría hindú es mucho mayor que en Pakistán y se han suscitado violentos actos contra ella -así como contra budistas, cristianos y animistas- practicamente desde la independencia del país, hasta el extremo de haber desaparecido de las estadísticas practicamente 3 millones de bengalíes, en su inmensa mayoría hindúes-desde 1971 (informe del Departamento de Estado de Estados Unidos llevado a cabo por el entonces senador Edward Kennedy) en lo que debe ser considerado el mayor genocidio llevado a cabo en décadas. También hay importantes minorías hindúes en Afganistán (donde durante el régimen Talibán fueron forzados a usar un distintivo, como los judíos en la Alemania Nazi), Bután, Birmania, Camboya, Indonesia, Malasia, Sri Lanka y Tailandia. En Occidente, hay hindúes en casi toda Europa Occidental, siendo Gran Bretaña el que tiene la mayoría, y también son notables en Estados Unidos. Existen minorías hindúes en muchos países latinoamericanos, muy notablemente en Panamá. AUTORES Y OBRAS DE LA LITERATURA HINDU. Primer período o período védico: comprende la literatura anterior al siglo IV a. C. y susobras más representativas son Los Vedas, Los Brahmanas, Los Purumas, Los Upanishades, Los Sutras, el Código de Manú. Se caracteriza por sus dotes de sabiduría y religión. Segundo período o período épico: se conoce como tal por las dos epopeyas famosas: El Ramayana y El Mahabarata, además de algunos otros textos que al igual que los anteriores se caracterizan por tratar aventuras de grandes héroes que buscan la perfección espiritual. Tercer período o período de sánscrito clásico: se cultivan 3 géneros literarios: poesía lírica, fábula y drama.

Poesía lírica: El autor más destacado del género es Kalidasa (siglo IV a. C.). Entre sus obras destacan: El Meghaduta (Nube Mensajera) en el que se personifican elementos de la naturaleza; las nubes son tratadas como dioses o "vacas celestes"; y El Ritusharamara (El cielo de las estaciones) es una descripción de las estaciones tradicionales en la India: primavera, estío, lluvias, otoño, invierno y rocío. Otro representante de este período es Jayadeva (siglo V a. C.), poeta lírico de menos importancia, cuya obra más representativa es Gitagovinda. El tema del poema es el romance entre Krishna (Dios) y Rada (pastora). Fábula: algunas narraciones en las que se personifican animales con la intención de aprender de sus actuaciones; enseñanzas útiles para la humanidad son mostradas en toda la literatura en general. Entre las fábulas de mayor importancia están: el Pachantantra y el Hitopadesa (libro del Buen Consejo) colección de cuentos, cuyo autor fue teólogo Narayana en el siglo XII. Drama: en el drama hindú son frecuentes los elementos o circunstancias siguientes: cada pieza teatral tiene un prólogo, se divide en actos; interviene un bufón; durante los diálogos hay interrupciones con recursos de poesía lírica; en los parlamentos se emplea al mismo tiempo el sánscrito, para hombres de alto rango y el prácrito para personas de clases bajas. Son conocidos varios dramas de Kalidasa, sin embargo su máxima obra que es lo mejor del sánscrito es Sakúntala. El drama se encontró en 1789 por un sabio brahamán, su autor construyó su representación usando como base la historia legendaria de amor entre Sakúntala, hija de un asceta y Dusyanta como un rey. Cuarto período o período actual: se conoce así porque abarca los siglos XIX y XX. Su característica principal es el hecho de que el sánscrito ya no es una lengua y se convierte en un lenguaje sólo para los técnicos, eruditos y científicos; del prácrito se desarrollan el pali, el indi y el bengalí. Autores: Pantajali: Autor de “Los Sutras de Pantajali” Bhagavan Sri Ramana Maharshi: Autor de “Bhagavan Ramana” Sri Siddharameshwar Maharaj: Autor de “La Llave de la Realizacion del Ser. GENEROS LITERARIOS DE LA LITERATURA HINDU. La literatura india se caracteriza por el desarrollo de un género literario de fines didácticos conocido con el nombre de cuentos o apólogos morales. Las más famosas fábulas de este

tipo están recogidas en el Panchatantra (Cinco libros), y en el Hitopadesa (Libro de los consejos útiles). Estos libros se difundieron por el Asia Menor y por toda Europa. Después de haber analizado las características de la literatura hindú, así como de haber leído obras representativas de su producción, he llegado a la conclusión de que a esta literatura le falta lago. Tal vez sea que fueron escritas cuando la lengua no estaba unificada todavía, o de que tenga muchos regionalismos o aspectos propios de la India, pero en general, creo que como tal, la estructura en sus producciones deja mucho que desear. Por otro lado, la temática que toca en sus obras, en principio es interesante, pero no deja de ser más que un recuento de leyendas o historias míticas, que en lugar de entretener, aburren. Por el contrario, ante el budismo tenemos una concepción filosófica totalmente nueva, ya que ésta nos habla de buscar en nosotros mismos la verdad, y encontrarnos de este modo con nuestro yo interno, y de este modo llegar a alcanzar una plenitud espiritual en la tierra. Pero, a su vez, tampoco tienen muchas estructuras literarias estas producciones.

LA BIBLIA

El Antiguo y el Nuevo Testamento han actuado siempre como una fuente inagotable de inspiración para muchos escritores de la literatura occidental. 1. Contexto histórico y social Los textos de la Biblia pertenecen al puelbo hebreo y se elaboraron a lo largo del primer milenio antes de Cristo. En estos textos aparece un Dios único, que inicialmente era concebido como protector de los hebreos en los combates contra sus vecinos: filisteos o ammonitas. Después adquirió un carácter de compromiso moral. De esta concepción derivan el judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Se cree que las tribus hebreas, de lengua semita, se establecieron en el valle del río Jordán en el siglo XIII aC, después de haber estado en Egipto durante generaciones, de donde salieron, según la Biblia, siguiendo a Moisés, primer legislador hebreo. Vencieron a los cananeos, después a los filisteos (de quien tomaron el nombre de Palestina) y posteriormente a los amonitas. La monarquía se inicia con el rey Saúl. Su período de mayor explendor fue en el siglo X aC durante los reinados de David y de su hijo Salomón. El rey David conquistó Jerusalén y la convirtió en la capital. Su hijo Salomón no consiguió mantener la

unidad de las tierras hebreas: el sur, reino de Judea, con capital en Jerusalén, se le mantuvo fiel; en cambio, el norte se separó para constituir el reino de Israel, con capital en Samaria. Los dos reinos coexistieron desde el 941 aC hasta el 722 aC, cuando los asirios conquistaron Israel. Judea sobrevivió hasta que los babilonios destruyeron Jerusalén el 586 aC. Más adelante, los persas permitieron a los judíos que habían sido deportados a Babilonia regresaran. La última de las dominaciones de Judea (dentro del contexto histórico de la Biblia) fue la romana, contra quien los judíos se rebelaron en más de una ocasón.

2. La Biblia: Antiguo y Nuevo Testamento La palabra Biblia procede del griego y significa “libros”. Se divide en dos grandes grupos: El Antiguo Testamento y El Nuevo Testamento. El proceso de formación de los libros de la Biblia abarca desde el siglo X aC al siglo II dC. Por lo que respecta al A T, lo forman 46 libros que responden básicamente a la historia de Israel: El Pentateuco, Los Libros Históricos, Libros de los Profetas, Libros de Sabiduría, La Poesía Lírica y La Literatura Apocalíptica. El N T es un conjunto de 27 escritos redactados casi todos durante la segunda mitad del siglo I dC: Los Evangelios, Las Epístolas, Los Hechos de los Apóstoles y El Apocalipsis. La palabra testamento es traducción del griego diatheke que significa pacto o alianza que Dios ofreció a Israel (Mateo 26, 27). La Biblia se presenta, por lo tanto, como palabra de Dios e implica una serie de ideas de gran trascendencia filosófica y espiritual. La difusión de este mensaje supuso la imposición de la noción de un Dios único. En los libros de la Biblia aparecen diversos géneros literarios: histórico, legendario, mitológico, poético, profético, sapiencial, epistolar… Los textos se redactaron en hebreo, arameo (A T) y griego (NT). Dos traducciones han sido fundamentales: la del A T al griego, llamada Los Setenta, y la traducción de la Biblia al latín de San Jerónimo, que la Iglesia adoptó, y que se conoce como Vulgata.

2.1 Antiguo Testamento 2.1.1 El Pentateuco Nombre griego con el que se designan los cinco primeros libros de la Biblia (para los judíos constituyen su Torá, la ley). Relatan la historia de la humanidad desde la creación del mundo hasta los antepasados de Israel (Génesis), la historia del pueblo de Israel esclavo de Egipto y su liberación (Éxodo), normas de culto y ritos sociales (Levítico), censos de las distintas tribus (Números) y discursos normativos de Moisés (Deuteronomio). 2.1.2 Los Libros Históricos Historiografía bíblica relata e interpreta el pasado de Israel: Josué, Jueces, Ruth, Samuel, Reyes y la “Obra histórica del Cronista”. 2.1.3 Los Libros de los Profetas El Profeta no es el adivino sino el defensor de la fe en Yavé: Elías, Eliseo, Ajías de Silo, Isaías, Jeremías, Ezequiel… 2.1.4 Libros de Sabiduría Amplia gama de conocimientos, desde la habilidad artesanal hasta el ardid engañoso. Tienen una finalidad práctica: enseñar al hombre su posición correcta dentro del cosmos y adiestrarle para solucionar los problemas que la vida le va presentando. Sabiduría popular transmitida de padres a hijos. La obras más importantes son El Libro de Job y El Eclesiastés. 2.1.5 La Poesía Lírica Básicamente hay tres libros de poesía lírica: Salmos: expresión de sentimientos en lenguaje directo y simbólico. Lamentaciones: cinco elegías por la destrucción de Jerusalén. Cantar de los Cantares: colección de poemas de amor y epitalamios, que cantan la magia del enamoramiento, los suspiros por el amado ausente, la fantasía de la seducción, el éxtasis de la unión, etc. Destaca por la sonoridad, variedad rítmica, los diálogos estilizados y la sucesión de imágenes. Son muy importantes recursos fónicos como la aliteración, la asonancia, la rima, los juegos de palabras, las paronomasias y las onomatopeyas. También son caracteríticos el sentido del ritmo, el empleo de paralelismos, reiteraciones, anáforas, antítesis, descripciones, símiles, metáforas, alegorías y símbolos.

2.1.6 La Literatura Apocalíptica Escritos de resistencia que surgen en los períodos más trágicos de la historia de Israel. Pretenden desvelar (=apocalipsis) secretos divinos en torno a los misterios del más allá y los últimos tiempos. Estos secretos se revelan al protagonista, quien en sueños o por medio de un éxtais visionario, es arrebatado al cielo, al Hades o incluso ante Dios. Durante la visión, repasa la historia del mundo, de su época contemporánea o bien relata el desenlace del universo o descubre los misterios que aguardan en el más allá. Es literatura esotérica cuyas principales caracteríticas son el simbolismo del lenguaje y las cifras, la cosmología mítica, el dualismo y el pesimismo. Por ser simbólicos, los contenidos de los sueños y visiones requieren una interpretación; de ahí que con frecuencia aparezca el ángel intérprete que acompaña al vidente en sus viajes. Los libros apocalípticos son Daniel, en el A T, y Apocalipsis de San Juan, de N T.

2.2 Nuevo Testamento 2.2.1 Los Evangelios Narran la vida de Jesucristo. Fueron escritos por San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan. 2.2.2 Las Epístolas Cartas didácticas escritas por San Pedro, San Juan, Santiago, San Judas y San Pablo. 2.2.3 Los Hechos de los Apóstoles Escrito por San Lucas: predicación en Jerusalén, promulgación del Evangelio y propagación del cristianismo en el mundo pagano, y viajes apostólicos de San Pablo. 2.2.4 El Apocalipsis Apocalipsis significa revelación. Predice el final de los tiempos en estilo alegórico y abunda en visiones imaginativas. Anuncia el triunfo del cristianismo y de la Iglesia. Fue escrito por San Juan.

Contexto histórico-geográfico y social de la Grecia antigua

Los principios artísticos y filosóficos de la sociedad griega alentaron la literatura romana y después por la expansión romana sentaron las bases de la cultura occidental. Los griegos crearon los moldes artísticos y literarios fundamentales para la estética contemporánea.

Para comprender los principios estéticos de los griegos deben tenerse presentes las condiciones geográficas en que se desarrollaron: su contacto directo con una naturaleza pródiga, con un clima cálido y la belleza de su paisaje hizo que las acciones y comportamiento de los griegos estuvieran ligados a su entorno. La imitación de la naturaleza es la que les proporcionó el genio creador mediante el cual conjugaron la armonía con la majestad, la imaginación con la sencillez y la grandeza con la racionalidad de sus manifestaciones artísticas.

Para ahondar en este tema lea el texto consulta el siguiente enlace https://sites.google.com/site/laaventuradeleerbine/contexto-historico-geograficoy-social-de-la-grecia-antigua-2 TAREA I.

De manera individual, realice la lectura “Contexto histórico-geográfico y social de la Grecia antigua”. Posteriormente comente de manera personal dos diferencias y dos semejanzas entre la Grecia antigua y el México actual, en el que se refleje la comprensión, análisis y comparación del texto con la realidad actual de México. Para su elaboración consulte la rubrica correspondiente.

TAREA 1. COMENTARIO PERSONAL Rubrica

Indicaciones: La reflexión personal deberá incluir el análisis de por lo menos dos semejanzas y dos diferencias entre el contexto histórico-geográfico y social de la antigua Grecia y el contexto del México actual, reflejando la comprensión del contenido del texto.

Elemento

Criterio

Características Se demuestra comprensión del contenido del texto al analizar las características del contexto de la antigua Grecia. Análisis

Estructura

Se demuestra profundidad al analizar las dos semejanzas y dos diferencias de la antigua Grecia y compararlas con las correspondientes con el México actual.

Escala Puntos

1

1

La ortografía, coherencia y cohesión son adecuadas 1