Asesinatos de Presidentes Mexicanos

Asesinatos de presidentes mexicanos Materia: Derecho Profesor: Miguel Baigts Alumno: Jiménez Sánchez José Carlos NL.

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Asesinatos de presidentes mexicanos

Materia: Derecho

Profesor: Miguel Baigts

Alumno: Jiménez Sánchez José Carlos

NL. 16

13 de Noviembre del 2012

Índice Portada

1

Índice

2

Presidentes en gestión: Francisco I. Madero y Pino Suárez

3

Venustiano Carranza

4

Presidentes electos: Álvaro Obregón

5

Candidatos a presidencia: Ramón Corona

6

Luis Donaldo Colosio

7

Virreyes de la Nueva España Francisco Fernández de la Cueva el duque de Albuquerque

8

Francisco I. Madero y Pino Suárez

El asesinato de Francisco I. Madero González y José María Pino Suárez, el 22 de febrero, en la llamada Decena Trágica de 1913, para concluir, luego de varias entregas dominicales, con el muy triste y aún impune asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994. Quince meses después de iniciado su gobierno, Madero debió enfrentar intrigas y traiciones políticas. Todo se conjuró para que en la Decena Trágica en febrero de 1913, perdiera la vida el día 22 al lado del vicepresidente José María Pino Suárez, víctimas de un complot urdido por sus generales, el principal: Victoriano Huerta. El 9 de febrero una parte de la guarnición de la ciudad de México, apoyada por cadetes de la Escuela Nacional de Aspirantes se alza en armas contra Madero. Libera de la cárcel a los que habían preparado la rebelión: Bernardo Reyes y Félix Díaz. El 18, Gustavo A. Madero informa a su hermano que ha descubierto que Huerta sostuvo reuniones secretas con Félix Díaz. A pesar de que es su propio hermano quien le da la noticia, Madero desestima el reporte y sigue confiando en Huerta. Por la tarde de ese día se consuma la conspiración y son aprendidos Madero y Pino Suárez en Palacio Nacional. Al mismo tiempo es detenido Gustavo. El 19, Gustavo es llevado a la Ciudadela donde los golpistas festejaban el triunfo. Los federales lo golpean, hacen escarnio de él hasta que le dan el “tiro de gracia”. El 22, a las 10 de la noche el Mayor de rurales Francisco Cárdenas irrumpe en las improvisadas celdas con órdenes de trasladar a Madero y Pino Suárez a la Penitenciaría de Lecumberri. Una hora después, al salir de Palacio, Cárdenas le ordena a Madero a subir a un auto. A Pino Suárez lo suben en otro. En “los llanos de San Lázaro”, Cárdenas ordena a Madero que baje del coche. En ese instante, sin mediar palabra, a sangre fría le dispara dos veces a la cabeza. Madero cae muerto instantáneamente. A Pino Suárez lo obligan también a bajar del vehículo, al ver el crimen trata de escapar. Lo acribillan por la espalda. Los cuerpos quedan tirados en la calle, hasta que Huerta ordena levantarlos. El de Francisco es colocado sobre el de Pino Suárez en el asiento trasero de un coche y llevados a la Penitenciaría. Las víctimas fueron semienterradas para luego ser exhumadas y darles sepultura.

Venustiano Carranza

En 1920 es asesinado el presidente Venustiano Carranza por las tropas de Rodolfo Herrero en Tlaxcalaltongo, Puebla, mediante un engaño el 21 de mayo a las 4 de la mañana dentro de una choza

. La choza donde murió Carranza

Cadáver de Carranza y la camisa ensangrentada

Álvaro Obregón

El 17 de julio de 1928 fue asesinado Álvaro Obregón, expresidente de México de 1920 a 1924 y Presidente electo de la República para el periodo 1928-1932, en manos del dibujante José León Toral. El general Obregón participó en el movimiento revolucionario de 1910-1917, luchando al lado de las fuerzas constitucionalistas comandadas por Venustiano Carranza. El asesino —que después se supo que se llamaba José— había permanecido de pie cerca de la mesa de la derecha. Parecía arrobado en su labor y ajeno a cuanto pasaba en su entorno suyo. Y algunos comensales supieron que no escribía, sino dibujaba. Estaba haciendo caricaturas de ellas. González caminó lentamente hacia la mesa de honor. Y al llegar al extremo izquierdo, cerca de la cual se hallaba el diputado Ricardo Topete, que conversaba con don Enrique Fernández Martínez, se le acercó, diciéndole que había tomado dos caricaturas del General Obregón y una del licenciado Sáenz. —A ver que le parecen a usted, señor Topete —le dijo— después hace su caricatura. —Está bien— respondió con indiferencia el diputado Topete. —Voy a enseñárselas al General Obregón —dijo González— A ver que dice. Y el asesino dio un paso, detrás de la gran pieza floral, debajo de la cual pasó, hasta llegar detrás del General Obregón accedió complaciente a verlas, y se volvió hacia su derecha, entregándose confiado a la contemplación de los dibujos. Los relojes marcaban las 14:20 horas. Esto fue el momento que traidoramente aprovechó el asesino, contando con que todos charlaban distraídos y que nadie vigilaba sus actos. Dio un paso a su izquierda, quedando detrás el licenciado Aarón Sáenz y violentamente sacó una pistola automática “Star”, calibre 35. Y estando de pie, disparó casi a quemarropa sobre el General Obregón que seguía sentado y le presentaba la espalda confiadamente. Fueron cinco, seis disparos consecutivos —el número de ellos no pudo preciarse—, que sembraron estupor entre cuantos nos hallábamos en aquel lugar. El General Obregón no tuvo tiempo de hacer ningún movimiento para su defensa. La agresión fue inesperada. El asesino le hizo fuego por la espalda y de arriba abajo. Todos los balazos hicieron blanco. El General Obregón cayó sobre la mesa, primero; después se desplomó hacia su costado izquierdo y cayó al suelo. Se cree que murió instantáneamente. Que cuando se desplomó ya estaba sin vida.

Ramon Corona

Héroe contra la Intervención Estadounidense y de la Guerra de Reforma, en 1887. En noviembre de 1889 se dirigía al Teatro Principal de Guadalajara con su esposa Mary Ann MacEntee, cuando fue atacado y recibió varias puñaladas que le causaron la muerte al día siguiente.. El asesino, Primitivo Ron, se suicidó cuadras más adelante con cuatro heridas en el corazón; sin embargo un testigo presencial, el pintor Gerardo Murillo, Dr. Atl, aseguraba que lo habían ejecutado dos agentes. Al parecer fue un complot de Porfirio Díaz para evitar que se postulara a la presidencia.

Luis Donaldo Colosio

Candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional realizaba un acto de campaña en el barrio de Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994 cuando fue asesinado de dos balazos, uno en la base del cráneo y otro en un costado. En el sitio se detuvo al responsable del ataque. Luego se presentó a los medios como Mario Aburto Martínez, un supuesto asesino solitario. La opinión pública manifestó dudas con respecto a la identidad pues los rostros de los dos hombres no coincidían. Aburto fue juzgado y permanece recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco. Una de las muchas teorías señala que Colosio fue víctima de un complot de una facción priísta inconforme con sus ideas. Aburto es el personaje fundamental en la investigación oficial del homicidio y que suscitó controversias en la población al presentarse supuestamente a una persona distinta en la captura y en el encarcelamiento, después de haber sido interrogado por el gobernador de sonora, Manlio Fabio Beltrones.

Francisco Fernández de la Cueva

Fue el virrey número 22 de la Nueva España. El 12 de marzo de 1660 había visitado la capilla de Nuestra Señora de la Soledad en la Catedral, que se hallaba en plena construcción. Mientras rezaba fue atacado por la espalda con un golpe de espada. El agresor era el soldado español Manuel de Ledesma y Robles, aquejado de trastornos mentales. Fue detenido al instante por la guardia virreinal y, a pesar de su condición clínica, fue ejecutado al día siguiente por el delito de regicidio, que se tipificaba por primera vez en Nueva España.

Bibliografía Muy Interesante, No.70