Arana Rey Del Caucho

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Doc 23 pdf 34 Arana, rey del caucho Terror y atrocidades en el Alto Amazonas Ovidio Lagos Emecé Editores S.A. Independencia 1668, C 1100 ABQ, Buenos Aires, Argentina www.editorialplaneta.com.ar 2005, Ovidio Lagos Agradecimientos En el Perú, recibí ayuda en Iquitos y en Lima. En la capital amazónica, conversé largamente con el padre agustino Joaquín García, que dirige la deslumbrante Biblioteca Amazónica de esa ciudad, cuya valiosa colección de libros sobre la historia del caucho y de sus protagonistas me fueron de enorme utilidad. Agradezco la contribución de Alejandra Schindler, de esa institución, que resolvió cada problema que surgía, y me envió por correo electrónico la fotografía de la casa de Julio César Arana en Iquitos. No menos importante fueron los testimonios de Humberto Morey, perteneciente a una legendaria familia amazónica y de Luis Tafur, en la Biblioteca Municipal, que me brindó valiosísima información sobre los períodos en que Julio César Arana fue alcalde de Iquitos. Allí también pude apreciar los retratos al óleo de los alcaldes, entre los cuales figuran el del cauchero y el de su hijo, Luis Arana Zumaeta. Por último, mi reconocimiento al piloto norteamericano, cuyo nombre lamentablemente he olvidado, que me trasladó hasta el río Putumayo en su inverosímil hidroavión construido en 1955, viaje que podrá apreciarse en el Epílogo. En Lima, Roger Rumrill García, hombre amazónico, historiador y profundo conocedor de los problemas de Loreto, me brindó bibliografía y su visión personal de Arana. Un viejo amigo, Enrique Zileri Gibson, editor del tradicional e indestructible semanario limeño Caretas, me presentó a Raúl More y Menacho, una suerte de icono amazónico que trabaja infatigablemente en su departamento de Miraflores, nieto e hijo de dos hombres memorables si de historia del Amazonas se trata. Me brindó su excelente material sobre el Tratado Salomón Lozano y sobre la Toma de Leticia. Aunque no compartimos la misma opinión sobre Julio César Arana, respeto profundamente sus conocimientos y su criterio. No menos importante fue la extensa conversación, durante un almuerzo en el Club Loretano, en el barrio de San Borja, con Talma San Martín de Hernández, sobrina de Lily Arana de del Águila Hidalgo, hija de Julio César. Pude acceder a los conflictos, alegrías y tristezas de los Arana, gracias a su prodigiosa memoria. También a su hijo, Ricardo Hernández, que me facilitó las fotografías de la Junta Patriótica. En cuanto a bibliografía, agradezco al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica la prolija selección

de textos que me brindó Manuel Cornejo y el haber contado con su compañía para ingresar al cementerio Presbítero Maestro, para descubrirla tumba de Julio César Arana, que se encuentra en uno de los barrios más antiguos y peligrosos de Lima. También mi agradecimiento al personal de la Biblioteca Nacional de Lima y de la Biblioteca del Congreso, por la orientación que me brindaron. Finalmente, a Wilfredo Guzmán, el conductor del taxi que contraté durante mi estadía, que realizó, mientras me encontraba en Iquitos, la investigación en la Sociedad de Beneficencia de Lima para averiguar en qué sector de Presbítero Maestro estaba enterrado Arana. En Inglaterra, conté con la ayuda de John Loadman, que me envió grabado en un CD un libro sin el cual no hubiera podido escribir la biografía de Julio César Arana: The Putumayo, the Devil’s Paradise, de Walter Hardenburg. Y, también, con la colaboración de Milagros Rueda y de Mathew Sansom que, gracias al correo electrónico, me enviaron las fotografías de la casa en la cual vivió Arana en Londres, como también de sus oficinas en Salisbury House. El viaje de Sir Roger Casement a los dominios de Arana en el Putumayo y sus diarios secretos, pude conocerlos a través de Jeffrey Dudgeon, escritor que vive en Irlanda del Norte, autor de Sir Roger Casement, the Black Diaries y agradezco la relación epistolar que hemos mantenido a través del correo electrónico y la ayuda que me brindó. Pero queda un último –– y primer –– agradecimiento a alguien que lleva el apellido Arana y que desciende no de Julio César, sino de un tío del cauchero. Se trata de Marie Arana, que fue una de las primeras personas a quien mencioné la idea de escribir este libro. Escritora y editora de la sección Libros del diario The Washington Post, lleva sangre peruana y norteamericana en sus venas y en su libro American Chica traza un valioso perfil de su pariente lejano. Ella fue una gran impulsora de este trabajo y le quedo profundamente agradecido. O. L.

¡Qué voz! ¡Qué voz! Resonó profundamente hasta el mismo fin. Su fortaleza sobrevivió para ocultar entre los magníficos pliegues de su elocuencia la estéril oscuridad de su corazón. ¡Pero él luchaba, luchaba! Su cerebrodesgastado por la fatiga era visitado por imágenes sombrías… imágenes de riquezas y fama que giraban obsequiosamente alrededor de su don inextinguible de noble y elevada expresión. Mi prometida, mi estación, mi carrera, mis ideas… aquellos eran los temas que le servían de mate rial para la expresión de sus elevados sentimientos. JOSEPH CONRAD, El corazón de las tinieblas Prólogo En el pasado, Sudamérica se asociaba inevitablemente a las materias primas: la plata de Potosí, el estaño de Bolivia, el salitre de Chile, la lana de la Patagonia, el café del Brasil. De hecho, estos commodities siguen siendo la principal fuente de riqueza del subcontinente americano. A fines del siglo XIX las materias primas alcanzaron su apogeo en los mercados mundiales, creando imprevistas fortunas y hombres legendarios, riquezas que, en su gran mayoría, se evaporaron con el tiempo. Sólo el inmenso Amazonas se libraba de la maldición de la codicia y de la sangre que siempre traía aparejada la explotación de materias primas. Para quienes habían nacido allí, era un paraíso terrenal donde no habían llegado las pestes europeas. Un día el hombre blanco descubrió una insospechada fuente de riqueza en el corazón de la selva y la vida apacible de los indígenas terminó transformándose en un infierno. Esa riqueza era el caucho, una sustancia que segregaban ciertos árboles selváticos y que fue esencial para las industrias europea y norteamericana. Neumáticos, cables y una infinidad de productos se creaban a partir de esta materia prima que la naturaleza tan pródigamente había volcado en el Amazonas. Surgieron, entonces, los reyes del caucho. En el Perú, el monarca se llamó Julio César Arana. Reinó sobre casi seis millones de hectáreas en el Alto Amazonas, en el río Putumayo. Su enorme fortuna se asentó sobre la tortura y la muerte de treinta mil indios huitotos y boras. Sin embargo, sería desacertado trazar su perfil en blanco y negro. Para comprender este genocidio, hay que remitirse forzosamente a las raíces culturales de la conquista, su desprecio hacia el indio, la depredación de los recursos naturales. De ese modo comprenderemos a Julio César Arana que, para algunos de los pocos peruanos que saben acerca de su existencia, más que un genocida fue un patriota, un héroe que defendió a capa y espada las fronteras de su país. En el Perú no queda ni un rastro de él, ni nadie oyó hablar de la Peruvian Amazon Company, propiedad de Arana, cuyas oficinas estaban en Londres, en la deslumbrante

Salisbury House, en London Wall. Este hijo de una modesta familia de Rioja, donde los Andes peruanos confluyen en el Amazonas, que comenzó su vida vendiendo sombreros de paja, llegó a ser el hombre más rico del Perú. Los escenarios deslumbrantes formaron parte de su vida, desde una villa en Biarritz y otra en Ginebra, hasta su imponente mansión en Queen’s Gardens, cerca del londinense Kensington Park. Lo paradójico es que murió en la miseria. No es fácil reconstruir la vida de Julio César Arana, que se ha transformado en anatema para la mayoría de los historiadores. La bibliografía es abiertamente maniquea y no toma en cuenta la época y la cultura en que le tocó vivir. Quienes se ocuparon de él son preferentemente norteamericanos e ingleses es decir provenientes de una cultura para la cual se hace difícil comprender, sentir y palpitar lo latinoamericano. Se lo puede observar con la curiosidad de un entomólogo, pero nunca como partícipe. Eso explica, quizá, que no exista una biografía sobre Julio César Arana, quien figura en algunos libros, pero jamás como protagonista. The River that God forgot, de Richard Collier, es lo más aproximado a una biografía, pero es novela da, y el rey del caucho está retratado con demasiada simpleza, con excesiva maldad. Tiene, sin embargo, una virtud: su información, lo cual convierte al libro en una suerte de Biblia. También convendría mencionar a La Vorágine, del colombiano José Eustacio Rivera, novela escrita en la década de 1920, donde la maldad de Arana –– que aparece con nombre y apellido –– es francamente superlativa. Entre quienes saben de su vida, Arana suscita pasiones y odios, pero rara vez indiferencia. Desde el mismo momento en que supe acerca de su existencia, la figura del cauchero me fue apasionando, al igual que los centelle antes escenarios por los que transitó. Este libro no debe considerarse un homenaje a su persona. Es la simple, verdadera y cruel historia de un hombre ambicioso, irrefrenable, que fue olvidado por su país. Su culpabilidad, su infamia, empiezan y terminan en la misma cultura que lo engendró y que le permitió internarse en los más abyectos laberintos del horror. O.L. El descubrimiento de una selva Su aspecto no difería esencialmente de las innumerables poblaciones, pequeñas y casi paupérrimas, del Perú decimonónico. Por las calles de tierra pululaban libremente perros, cerdos y ganado. Hacia mediados del siglo XIX, Rioja era casi un villorrio de apenas dos mil habitantes, con la inevitable Plaza de Armas y un municipio que recibía del Tesoro limeño, en1905,a penas581 soles anuales; es decir, cuarenta y ocho soles con cuarenta y un centavos al mes. Un sombrero de paja –– la principal artesanía de la región –– costaba cincuenta soles. Era un punto ignoto en el norte peruano, atrapado geográfica y culturalmente entre la cordillera de los Andes y la selva amazónica, desconocido hasta por

los propios peruanos. A diferencia de Lima, Arequipa o Cuzco, encontrarla en el mapa era casi un desafío. Por no hallarse precisamente ni en las montañas ni en la jungla, su clima era superlativo, ya que la temperatura promedio era de veinticinco grados centígrados. No existía el riguroso clima andino, con el frío penetrante y el soroche –– el mal de las alturas que atacaba a los no aclimatados–– ni la desaforada humedad amazónica, ni el calor insoportable, ni las enfermedades selváticas. Estaban también sus bellísimas mujeres. Qué diferencia con las andinas de piel cobriza y rasgos a indiados. Váyase a saber porqué extraña mezcla de sangre española y amazónica eran tan espigadas ya qué se debía que el color de sus ojos fuera claro. Los contados viajeros que pasaron por allí y que dejaron testimonios, describen a las chinitas, como eran denominadas, como mujeres de andar sensual, erguidas, de pechos prominentes, llevando sobre sus cabezas––sin necesidad de sostenerlos con la mano –– cántaros, invariablemente descalzas. Según ellas, el no usar calzado contribuía a mejorar la salud. Tampoco se puede dejar de mencionar la exuberante vegetación, los huertos impregnados por la fragancia del jazmín del cabo, las desbordantes palmeras. No existían los comercios, y los pobladores recurrían a una suerte de economía de subsistencia cultivando huertos adosados a cada vivienda. La única industria–– si es que puede llamársela así –– era la fabricación de los sombreros de paja conocidos como jipijapa. Esta artesanía había sido introducida por ecuatorianos. En esa remota región del Perú septentrional crecía la palmera conocida como bombonaje; con sus fibras las mujeres riojanas confeccionaban sombreros y los hombres los vendían en Moyobamba, en Yurimaguas, en Tarapoto, o en lejanas ciudades amazónicas. Rioja fue fundada el 22 de setiembre de 1722. El general Juan José Martínez de Pinillos, el obispo de Trujillo doctor Baltasar Jaime Martínez de Compañón y don Félix de la Rosa Reátegui Gaviria la fundaron con los pocos restos de algunos pueblos vecinos diezmados ese mismo año por una epidemia. Los nombres de esas aldeas, encontraste con los de los fundadores de Rioja, eran absolutamente indígenas: Iranari, Toé, Iorongos, Uquihua. Santo Toribio de la Nueva Rioja –– tal su nombre primigenio––no tenía historia, lo cual en el Perú era un imperativo categórico. Carecía de la gloria de Ayacucho, en cuyas alturas se libró el 9 de Diciembre de 1824 una batalla que acabaría con casi trescientos cincuenta años de poderío español en América. O del esplendor del Cuzco, poblada de palacios y templos donde habitaba el Inca. Ni siquiera registraba episodios trágicos, como la andina Cajamarca, donde el inca Atahualpa fue ejecutado por Francisco Pizarro, a pesar de haber pagado el inédito rescate que consistió en una cámara llena hasta el techo de oro. Pero en Rioja nacería un niño que, a lo largo de una prolongada existencia, transitaría ciclos colmados de contrastes agudos, que se caracterizaron por la aventura, la fríamente empresarial, la extrema riqueza que le otorgó su imperio del caucho, el genocidio indígena, el escándalo internacional y una oscura vejez en la miseria.

Julio César Arana del Águila Hidalgo llegó a este mundo el 12 de abril de 1864. Su padre, Martín Arana Hidalgo, pertenecía a una familia de Cajamarca que posiblemente por razones económicas se vio forzado a bajar a las proximidades del Amazonas en busca de nuevos horizontes para establecerse, finalmente, en Rioja. Su madre, María Jesús del Águila Vásquez, era miembro de una vieja familia amazónica. De los cuatro hermanos Arana, sólo uno permaneció en Cajamarca. Martín, como ya hemos visto, sentó sus reales en Rioja para dedicarse a la fabricación de sombreros de paja y, posiblemente, fue el más modesto de todos ellos; Benito llegó a ser, con los años, gobernador de Loreto, la inmensa región amazónica peruana; por último, Gregorio se dirigió al sur del país, a las minas de mercurio de Ayacucho y Huancavelica. Sus descendientes no fueron los más célebres pero sí los más prestigiosos de los Arana. La infancia de Julio César Arana, de la cual no existen registros, no debe haber diferido de la de los demás riojanos. Su casa estaba frente a la Plaza de Armas, lo cual no constituía un privilegio, ya que las dimensiones del poblado eran ínfimas. Cabría preguntarse si existían otras viviendas fuera de ese espacio. Pero no era sólo el reducido tamaño de la aldea lo que aislaba a Rioja. La Amazonía era un mundo aparte. No tenía ninguna comunicación con Lima. Un viaje demandaba meses, y entrañaba atravesar ríos, cordilleras y mares con los medios más precarios. El poblado, al igual que el resto del Amazonas, padecía una aguda insularidad que persiste hasta nuestros días. Perú no pudo escapar al caos político que siguió a la independencia hispanoamericana. América Latina demostró una notable capacidad bélica y estratégica para acabar con el dominio español. Las guerras de independencia contaron con hombres excepcionales, como San Martín y Bolívar, O’Higgins y Sucre; pero, una vez librados del yugo hispánico, los pueblos no supieron qué hacer con la libertad. Ni un solo país de la región escapó de la anarquía. En el caso del Perú, bastó que se declarara la independencia para que surgieran movimientos separatistas en Cuzco y en Arequipa. Entre 1821 y 1845, hubo cincuenta y tres gobiernos y en un solo año, 1838, transitaron siete presidentes. En cuanto a Bolivia, tuvo más presidentes que años de independencia. Esa implacable inestabilidad transformó a América Latina en un continente de opereta, donde las señoras de la época comentaban humorísticamente que “se acostaban con un presidente y se levantaban con otro”. Pero en Rioja la vida era apacible, el poder casi inexistente, las intrigas políticas desconocidas. Los viajes que realizaban los riojanos no iban más allá de Moyobamba, Yurimaguas o Chachapoyas, poblados aún más insertos en la cuenca amazónica, que padecían el mismo aislamiento. Se enteraban de lo que sucedía en Lima, pero recién después de meses. Durante la colonia lo habitual era que las noticias que llegaban de Europa y, en particular de España, tardaran dos o más meses en llegar. En1864yaexistíanlosbuquesavapor, que habían disminuido notablemente la duración de la travesía. Pero las informaciones provenientes de Lima demoraban lo mismo que en la era de los conquistadores.

Dos días después del nacimiento de Julio César Arana, es decir, el 14 de abril de 1864, España tomó posesión por la fuerza de las islas Chinchas, a la altura de la bahía de Paracas, como compensación económica por un incidente en la hacienda de Talambo, donde cuarenta peruanos armados y beodos masacraron a parte de una colonia guipuzcoana. España aún no había reconocido la independencia de su antiguo virreinato, y las islas Chinchas eran inextinguibles proveedoras de guano, fertilizante de primera magnitud, por cuyos derechos de exportación el fisco peruano recaudaba un asombroso porcentaje de sus ingresos. Dos años después, Perú y Chile formaron una alianza y en memorables batallas navales derrotaron a la poderosa flota española. Sin embargo, a pesar de la victoria y de haber finalizado el conflicto, naves de guerra hispanas bombardearon y destruyeron el puerto de Valparaíso, llave de la economía chilena. En el Perú se festejó esta destrucción, ya que el puerto chileno competía con El Callao, el puerto de Lima. Pero después de la victoria de Chile en la Guerra del Pacífico, iniciadaen1879, Perú perdería una sustancial parte del sur de su territorio que, hasta el día de hoy, sigue en manos chilenas. Todos estos acontecimientos llegaron a la lejana Rioja con lentitud exasperante. Sin duda, produjeron indignación y euforia, pero la vida de la aldea era la misma, a pesar del guano, de las relaciones entre el Perú y España y de los bombardeos navales. Estos episodios bélicos en nada influían en la economía riojana. Martín Arana, padre de Julio César, seguía fabricando sombreros de paja con la ayuda de su familia, ya que eran las mujeres quienes tenían la habilidad de trenzar esas delicadas fibras, para luego internarse en el Amazonas, recorrer sus múltiples ríos y venderlos a patrones y a empleados aprecios obviamente distintos. Su hijo, en cambio, cursó sus estudios primarios en Moyobamba y su vida transcurrió en su casa de piedra arenisca, como todas las del poblado, con la imponente cordillera de los Andes como marco. El amor le llegó a la temprana edad de once años. No se trató de un devaneo típico desea edad sino de un sentimiento que lo acompañaría durante toda su vida. La familia Zumaeta vivía en la casa contigua a la de Arana, frente a la Plaza de Armas y los patios de ambas estaban separados por un muro. Dado el tamaño minúsculo de Rioja, era obligatorio que entre ambas familias vecinas existiera una estrecha relación. Eleonora Zumaeta era una rara flor riojana, de ojos azules y particularmente bella, tres años mayor que Julio César. Éste se enamoró de su vecina y solía arrojarle flores por encima del muro. Ella ni se dignaba recogerlas. Era la actitud previsible en una joven de catorce años asediada por lo que ella consideraba un niño, al cual convenía no prestarle atención, ni alentar sentimientos inoportunos. A veces, sin embargo, consideraba que debía tener una mínima atención con su imberbe vecino y le arrojaba, también por encima del muro, cerezas silvestres que crecían en un árbol de su jardín. Como este amor no correspondido se desarrollaba en el siglo XIX, es decir, en pleno período romántico, el joven Arana recurrió a la poética para conquistar a su amada. Si las flores y las miradas no surtían efecto, acaso

los versos podían operar el milagro. Qué mejor que componer acrósticos para la bella Eleonora. Ahora bien ¿cómo escribirlos? Para eso, buscó la ayuda de su maestro de literatura, Leopoldo Cortez. Pero Julio César, como lo demostraría a lo largo de su vida, no se conformaba con un solo frente de ataque. Si los acrósticos tampoco lo graban la rendición de su amada, había que reforzar el asedio con otras artes. Estudió guitarra, acordeón y concertina para deleitarla con improvisadas serenatas s importante señalar la curiosa característica de la elección de Julio César. En primer lugar, Eleonora tenía tres años más que él. Es común que un joven que está por dejar la pubertad para ingresar en la adolescencia se enamore de una muchacha mayor; lo que no es habitual es la continuidad de sus sentimientos y la perseverancia para conquistarla. Pero Eleonora Zumaeta sería la única mujer que Julio César Arana amó a lo largo de su vida. Eleonora no sólo era mayor que él, sino que poseía una fuerza notable y un inequívoco espíritu de independencia. ¿Cómo iba a imaginar que con el correr del os años Julio se transformaría en uno de los hombres más ricos del Perú, que formaría compañías en Europa a partir de una materia prima como era el caucho? La selva, la audacia, la inescrupulosidad y el genocidio formarían parte de una carrera meteórica. Para ello, necesitaba una mujer que tuviera un temple de acero, que soportar alargas ausencias y que lo apoyara en sus iniciativas. *** A los quince años, Eleonora mostró su voluntad inquebrantable y sus agallas. Decidió trasladarse a Lima, ya que había obtenido una beca para estudiar en el convento de San Pedro. Quería cursar el magisterio, recibirse de maestra y ejercer en alguna ciudad amazónica donde hubiera un colegio adecuado, lo cual para esa época podía considerarse una iniciativa revolucionaria. La capital del Perú estaba a novecientos kilómetros de distancia de Rioja y el viaje demandaba meses: los Andes sólo se podían cruzar a lomo de caballo o de mula o a pie. Imaginemos la excitación, las expectativas, las ilusiones de esta joven que dejaba un mísero pueblo para trasladarse nada menos que a Lima, la vieja capital virreinal, poblada de casonas coloniales con balcones de madera enrejados y patios exuberantes. Tras preparar el vestuario, escuchar las probables indicaciones y consejos de su madre, la ristra de despedidas y, finalmente, cargar el equipaje sobre los caballos, partió acompañada de su tío, Cecilio Hernández. No existen registros del viaje de Eleonora Zumaeta. Pero no cuesta imaginar las penurias que implicaba cruzar la cordillera de los Andes, aun en verano. Había que pernoctar en alguna vivienda o a la intemperie, soportando el frío de las alturas, el soroche, la inevitable suciedad, la mala alimentación. Pero la mera posibilidad de cursar el magisterio, de conocer Lima y de volver triunfadora fue suficiente para impulsarla hacia esas alturas imprevisibles. La primera ciudad que conoció fue Cajamarca. Qué delicia caminar por sus calles de una absoluta pureza colonial. Qué diferencia con Rioja, que no tenía historia y, mucho menos, estilo. El clima estaba impregnado por los conquistadores, por Pizarro y Atahualpa, que habían dejado sus huellas en esa prodigiosa arquitectura. Y, luego, el descenso hacia Trujillo, hacia el desierto infinito, enormes extensiones de arena donde no

existía la lluvia. No sabemos si allí se embarcaron en algún vapor rumbo a El Callao, aunque lo presumibles que hayan proseguido el viaje a caballo, o en algún carruaje. Mientras tanto, en Rioja, Julio César Arana, que sólo tenía doce años, siguió cursando los estudios en la escuela local. Cuántas veces habrá releído su poema favorito, el que le dedicó a Eleonora: “¡Oh estrella matutina, hechicera de todo aquel que te contempla!” Pero más allá de tal lirismo, cuando cumplió catorce años, su vida cambió y comenzó a perfilarse tenuemente el camino futuro. Dejó de estudiar y empezó a trabajar con Martín, su padre. Se dedicó a fabricar sombreros de paja. Solía vérselo, descalzo, recorriendo las pocas calles de Rioja, o montado en su mula transportando jipijapas. Tenía que aprender a venderlos, dominar las técnicas, persuadir a los posibles compradores. Remontaron la cordillera de los Andes, hasta Chachapoyas y Cajamarca, montados en mulas, desafiando tormentas y neviscas. Nada detenía a Julio César. Su padre comentaba que su hijo, cuando la mula aminoraba el paso, desmontaba y, tomando al animal de las riendas, lo hacía apurarse, como si el tiempo también formara parte de su trabajo y de su capital. Por eso, cuando Julio César, en 1879, intentó enrolarse para combatir en la guerra entre Chile y Perú, don Martín reaccionó con la fuerza del látigo. Esa iniciativa era el colmo del disparate, una locura juvenil que se había apoderado de un muchacho de apenas quince años. Por otra parte, qué podía importarle a Martín Arana una absurda guerra para que Chile se apoderara de yacimientos de salitre –– una materia prima de incalculable valor como fertilizante y para la fabricación de pólvora –– cuando no modificaba en lo más mínimo su condición de comerciante, ni sus ingresos. Pero Julio César era obstinado. La Guerra del Pacífico –– así se denominó––acaso puso en marcha su heroísmo de adolescente, su anhelo de aventura. Don Martín, según algunas versiones, puso fin a sus aspiraciones bélicas propinándole una soberana paliza. Más allá del temor de todo padre ante la posibilidad de que un hijo marche a la guerra, quizá descubrió que el muchacho estaba hecho de una rara sustancia para dedicarse a los negocios. Era inteligente, rápido, eficaz e infatigable. Era un desperdicio que continuara vendiendo sombreros, tanto más que ir a combatir. Por lo tanto, consideró –– muy a pesar de Julio César –que debería ejercitarse en los números, conectarse con otros escenarios; logró ubicarlo, como secretario, en una oficina de Chachapoyas, localidad próxima a Rioja, en la cordillera de los Andes. Durante dos años trabajó sin pausa, incorporando los esenciales elementos de contabilidad, asentando cifras en los libros, familiarizándose con lo numérico. Nada sabía de Eleonora que, al mismo tiempo, también atravesaba en Lima por un ciclo pedagógico que le aseguraría su independencia y que, curiosamente, también duraba dos años. Habían tomado caminos distintos, en latitudes opuestas, sin sospechar que esas sendas se cruzarían. Después de haber permanecido dos años en Chachapoyas, Julio César regresó a Rioja. A los diecisiete años se mudó a Yurimaguas y montó un pequeño negocio propio en la Plaza

del Mercado. Ese pueblo sería la plataforma de lanzamiento de su vida como hombre de negocios independiente. En su libro Las Cuestiones del Putumayo, impreso en la Imprenta Viuda de Luis Tasso, de Barcelona, en 1913, describe así su trayectoria: “Empecé a ocuparme de los negocios de comerciante en general y exportador en las partes altas del río Amazonas, en el interior del Perú y del Brasil, en el año 1881 [cuando tenía diecisiete años], siendo mi asiento principal, desde esa fecha hasta el año 1889, Yurimaguas, y, desde 1889 hasta la incorporación de la compañía, Iquitos”. Pero, a la vez, sucedió lo que tanto esperaba y lo que a nadie había confesado: se reencontraría con Eleonora Zumaeta, que ya había regresado a Rioja con su título de maestra. La joven se convirtió en la primera maestra que enseñaría en la escuela fiscal que próximamente se inauguraría en Yurimaguas. Julio César comprobó, durante esos primeros meses, que sus sentimientos hacia ella no habían cambiado: al contrario, se habían agudizado hasta volverse obsesivos. Pero si el joven Arana creyó que Eleonora se rendiría ante sus sentimientos, se equivocó. Lo único que la impulsaba era ejercer la docencia, cobrar un salario y no depender de nadie. Para eso se había trasladado a Lima. En su diálogo inequívoco, en sus abiertas ambiciones, Julio César descubrió que a lo que menos aspiraba esa muchacha de inusual belleza era a convertirse en esposa de un comerciante riojano. Sería erróneo creer que su amor por ella fue lo único que lo impulsó a buscar otros horizontes económicos. Si decidió internarse en los ríos amazónicos para vender sus sombreros, también deberíamos tener en cuenta otra motivación: la búsqueda obsesiva del poder y de la riqueza. Podría haber permanecido en su pueblo, olvidándose de Eleonora y haber elegido cualquier otra muchacha menos independiente; sin embargo, allí estaba un mundo esperándolo, pródigo y virgen, ofreciéndose a ser conquistado. No sabemos qué conocimiento tenía acerca de la existencia de una nueva materia prima que abundaba en el Alto Amazonas ––es decir, en el sector peruano–– y que comenzaba a ser demandada por mercados extranjeros para las ruedas de las bicicletas y para envolver distintos tipos de cables: el caucho. Es posible que vendiera sus sombreros de paja, imprescindibles para protegerse del sol feroz y de la lluvia torrencial, a caucheros de los ríos Huallaga y Yaraví. *** Un día, el joven Julio César Arana se aventuró a trasladarse hasta Pará ––en la actualidad, Belém–– un puerto particularmente activo donde recalaban todos los buques que ingresaban o salían del río Amazonas. En primer lugar, había que llegar hasta Iquitos, ciudad peruana a orillas del enorme río, y embarcarse en un vapor rumbo a Manaos, que era apenas una escala de un viaje prolongado. ¿Qué habrá sentido cuando contempló por primera vez el Amazonas? Durante el trayecto ¿habrá reparado en la desembocadura del río Putumayo? Si la vio, le habrá parecido un río más que convergía en el gran torrente. Su único objetivo era vender sombreros de paja, sin siquiera sospechar que esa

desembocadura del Putumayo, un cuarto de siglo después, sería la puerta de ingreso a su futuro imperio de seis millones de hectáreas y ––también–– del horror. *** El Amazonas había sido un imán irresistible para varios exploradores desde la conquista española. La inescrupulosa avidez hispánica por el oro contribuyó a cimentar el espejismo de que existía El Dorado, un paraíso de ubicación imprecisa pero colmado de riquezas. Fueron varios los que se aventuraron por el río inmenso, por aquellas aguas marrones que desembocaban en el océano Atlántico. Por allí transitaron desde aventureros como Francisco de Orellana, el primero en navegar el extensorío, hasta naturalistas como el barón Alexander von Humboldt, que descubrió que el Orinoco y el Amazonas estaban unidos por el Río Negro y el canal Casiquiare. ¿Habrá imaginado Arana que entraría a formar parte de la mitología de ese lugar implacable? Por esa ominosa selva, pasaron personajes que alcanzaron la fama a través de una crueldad extrema, o a través de la fe, la esperanza, el amor. En el extremo del sadismo y de la paranoia, de las empresas imposibles, de la absoluta falta de culpa, podríamos colocar a un español nacido en Vizcaya y que llegó al Nuevo Mundo desde España en 1534: Lope de Aguirre. *** El viaje de Lope de Aguirre por el Amazonas hasta su desembocadura en el Atlántico, la posterior navegación hasta la isla Margarita, el desembarco en Venezuela, bien podrían figurar en un muestrario del horror. Físicamente repulsivo ––lisiado y jorobado–– su mente sólo conocía la crueldad, la traición, el delirio. Formó parte de la expedición de Pedro de Ursúa, un hidalgo de impecables modales acostumbrado al éxito desde su primera juventud. Intentó conquistar a los indios omaguas quienes, aparentemente, conocían los secretos de El Dorado. Esa quimérica empresa, integrada por asesinos y hombres que carecían de mínimos escrúpulos, fue una de las grandes ingenuidades de Ursúa, que tuvo la inoportuna –– y finalmente trágica –– idea de llevar consigo a su amante, doña Inés de Atienza. A medida que hombres, caballos, indios y negros se internaban en el Amazonas, en balsas y en improvisados bergantines, Lope de Aguirre tejió las más terribles intrigas para, poco a poco, adueñarse del poder. Acaso fue el único que comprendió que esa expedición estaba condenada al fracaso, que jamás encontrarían oro y que el verdadero objetivo podía modificarse de manera audaz. Por qué, en vez de encontrar a indios improbables en esa inmensidad selvática, no intentaban una empresa desmesurad mente ambiciosa que les aseguraría el poder y la gloria. Para qué perder el tiempo navegando por ese río interminable cuando podían adueñarse de un imperio. Esa increíble iniciativa era nada menos que una nueva conquista del Perú. Lope de Aguirre fue asesinado –– su ordenando arteramente las ejecuciones–– a Pedro de Ursúa, a doña Inés de Atienza y a una interminable lista de expedicionarios. Bastaba que

recelara de alguien, que lo escuchara hablar en secreto, para que fuera degollado en el acto. Así llegaron al océano Atlántico y a la isla Margarita, frente a las costas de Venezuela, donde Lope de Aguirre asesinó al gobernador y a la plana mayor del gobierno. Luego, desembarcó en Burburuta, en la costa venezolana, avanzó hasta Valencia y, finalmente, a Barquisimeto. Rodeado por fuerzas españolas que le seguían los pasos, comprendió la imposibilidad de reconquistar el Perú, la locura que encerraba esa expedición, pero en modo alguno lamentó los crímenes que había cometido. Creyó que podría rehacer su vida embarcándose con algunos de sus hombres fieles para vivir pacíficamente en algún punto remoto. Fue un grueso error. Sus hombres, cansados de tanta sangre, de la crueldad innecesaria, de participar en los designios de un loco, lo mataron a arcabuzazos allí mismo, en Barquisimeto. No recibió cristiana sepultura. Le cortaron la cabeza y las manos, y su cuerpo descuartizado fue arrojado a los caminos. Ambas manos iban a ser exhibidas en Valencia y en Mérida, pero ni siquiera le cupo ese honor: quienes las recibieron se las obsequiaron a los perros como si se tratara de un raro manjar. Lo que sí se exhibió fue su cabeza, en Tocuyo, puesta dentro de una jaula. Allí permaneció pudriéndose hasta que sólo quedó una inofensiva calavera. El cerebro que la había ocupado partió para siempre, aun que todo lo que pergeñó nunca se borró de la memoria popular. No todas las exploraciones del Amazonas se caracterizaron por la aberrante crueldad que marcó a la de Lope de Aguirre. Ni la de Pedro de Teixeira, explorador portugués ni la de Charles Marie de la Condamine, que formó parte de una expedición científica enviada a Quito ––con prolongación en el Amazonas–– por el rey Luis XV de Francia tuvieron esas características. Una mujer absolutamente sola se convertiría en la protagonista de la mayor hazaña que haya conocido ese escenario plagado de peligros. Hasta tal punto fue notable su proeza que, hacia 1770, en ningún salón francés se dejaba de hablar de ella. Isabela Godin estaba en boca de marque as y duquesas en los sofisticados y cínicos diálogos del dix huitiè me; de cardenales y ministros, y hasta del propio rey, en algún salón privado de Versalles. En este caso, el Amazonas, misteriosa e inusualmente, ayudó a que una mujer salvara su vida. Esta asombrosa hazaña comienza con la expedición científica que partió de Francia, en 1735, con la bendición real, con el propósito de llevar a cabo mediciones terrestres en Quito y aledaños. Formó parte de la misma Charles Marie de la Condamine, soldado, aristócrata, académico y aventurero. Esa expedición, la primera que fue llevada a cabo por personas que no eran españolas ni portuguesas ––los gobiernos metropolitanos prohibían el ingreso de extranjeros en sus vastos dominios, salvo casos excepcionales y debidamente autorizados–– trascendía la mera curiosidad: trataría de dilucidar una cuestión que dividía al mundo científico: si la Tierra era o no una esfera perfecta. Los partidarios de Jacques Casssini, el astrónomo real de Francia, sostenían que el planeta era alargado hacia los polos; los defensores de Isaac Newton, que era achatada en los polos. No se trataba de una mera discusión académica, ya que de una u otra teoría dependía la precisión de la

navegación. Así fue que un notable equipo de científicos finalmente llegó a Quito, cargado de telescopios, cadenas para realizar mediciones, astrolabios y microscopios, en una de las aventuras menos afortunadas en esas latitudes: hubo muertes, accesos irreversibles de locura y hasta el deceso de un científico en el ruedo de una plaza de toros. Curiosamente, no fue muerto por el animal, si no por una turba enfurecida. Uno de los asistentes de Charles Marie de la Condamine, Jean Godin des Odonais, contrajo matrimonio con una peruana de sangre francesa y americana, Isabela de Grandmaison y Bruno. Godin debió partir a Francia, dejando a su mujer embarazada y a sus hijos en Riobamba, donde vivían. La idea era que ella lo seguiría una vez que el parto se produjera. En marzo de 1749 partió a Europa, por una vía exótica, la misma por la que había optado De la Condamine: descendería por el Amazonas hasta el océano Atlántico. En abril de 1750, sin mayores sobresal tos, llegó a Cayena, único territorio francés en Sudamérica. Allí se inició una de las historias más disparatadas, imprevistas y desesperantes del siglo XVIII. Por alguna razón, Odonais llegó a la conclusión de que lo aconsejable era volver a Riobamba en busca de su mujer, re montando el Amazonas. Pero no fueron la malaria, ni la fiebre amarilla, ni la disentería, ni las tribus salvajes lo que impidieron ese ascenso, si no un fárrago demencial de trámites burocráticos, de gestiones diplomáticas. Durante dieciséis años Godin permaneció varado en Cayena, escribiendo a De la Condamine para que lo ayudase, ya que las autoridades portuguesas se negaban a autorizar el ingreso de un francés en el Amazonas. Había cometido un error gratuito y tal vez imperdonable: le escribió al canciller de Francia pro poniéndole que su país se apoderara del Amazonas. Este hecho le desató una paranoia indoblegable, ya que vivía aterrorizado ante la sola posibilidad de que la misiva hubiera sido interceptada. Imprevistamente y como caído del cielo, arribó a Cayena el 18 de octubre de 1765 un barco portugués de poco calado, pero dotado de un sistema de remos que le permitía ascender ríos de fuerte correntada. In creíblemente, el navío había sido enviado por el rey de Portugal para recoger a Jean Godin des Odonais y trasladarlo río arriba, para que pudiera buscar a su familia. Sus contactos en Francia, por fin, habían puesto en marcha los mecanismos que permitirían el rescate. Pero, lamentablemente, privó su paranoia. ¿Cómo iba a embarcarse en un buque de bandera portuguesa precisamente él, que había escrito una carta incitando a Francia a adueñarse del Amazonas? Se trataba de una trampa. Sería fatigante enumerar las enfermedades que fingió padecer, los pretextos que opuso para no abordar la nave. Isabela recibió en Riobamba un mensaje en que su marido le revelaba que estaba vivo, que permanecería en Cayena por razones de seguridad, y que una nave portuguesa la esperaría en Lagunas, en el río Amazonas. Ella sólo debería llegar a ese punto de encuentro. Recién en 1769, es decir cuatro años después de haber llegado el navío enviado por el rey de Portugal, Isabela partió de Riobamba. No es difícil imaginar la perplejidad, el aburrimiento y hasta la indignación del capitán y su tripulación. Apenas recibió noticias de

su marido, Isabela envió a Cayena a Joachim, un esclavo negro extremadamente leal, para ultimar detalles, trayecto que demandó, entre ida y vuelta, dos años; luego, su padre, Pedro de Grandmaison, que ya había pasado los sesenta años, recorrió el trayecto hasta Lagunas, donde esperaría a su hija, allanándole el camino y resolviendo dificultades. Un día Isabela resolvió partir, para reencontrarse con su marido. Nada la ataba a Riobamba: sus cuatro hijos habían muerto. El viaje fue un calvario. La comitiva incluía a sus dos hermanos, a su sobrino Joaquín, de doce años, un médico y algunos sirvientes. El hambre, las fiebres, las muertes, las pérdidas de embarcaciones, la deserción de los indios, comenzaron a minar la moral. El médico sugirió que un grupo bajara el río hasta Andoas para pedir ayuda. Fue el mismo argumento que doscientos años antes había utilizado Francisco de Orellana con Gonzalo Pizarro, y, fatalmente, tuvo el mismo desenlace. Descender en balsa por el río era tarea fácil; remontarlo era una empresa casi condenada al fracaso. El médico, acompañado por el esclavo Joachim, partió corriente abajo, dejando a Isabela y a quienes la acompañaban en medio de una de las selvas más despiadadas del planeta. La espera, que en teoría sería de pocos días, entró en una aterradora demora. La balsa no regresaba. Cuatro semanas después, el escenario forzó a los actores a colocarse la máscara de la tragedia. Solos, sin la ayuda prometida, sin conocer ni saber cómo sobrevivir en la selva, acechados por una cornucopia de enfermedades tropicales, insectos implacables y alimañas ponzoñosas, fueron muriendo uno a uno, o, en un acceso de desesperación y locura ––como lo hicieron dos sirvientas–– se in ternaron en la selva para perecer en el laberinto. Isabela vio morir a su sobrino Joaquín, a sus dos hermanos y a todos cuantos la acompañaban. No le quedaban fuerzas para enterrarlos y yacía en la penumbra de la floresta viendo cómo se descomponían los cuerpos. Pero esta mujer de cuarenta y dos años estaba hecha de una peculiar sustancia. Decidió no dejarse morir. Con las po cas fuerzas que le quedaban, cortó las suelas de los zapatos de sus hermanos e improvisó un par de sandalias. Y se lanzó, sin rumbo, a buscar ayuda en esa jungla donde ni siquiera entraba el sol. Durante nueve días, deambuló por esas latitudes del horror, dispuesta a sobrevivir; si se detenía, jamás volvería a ponerse en movimiento y perdería la vida como les sucedió a sus seres queridos. Pero el Amazonas decidió ayudarla y quiso que unos indios la encontraran. Llegó a Andoas en el Año Nuevo de 1770 y fue recogida por unos padres misioneros. Entretanto, su fiel Joachim se propuso remontar el río en busca de su ama y, sorprendentemente, lo logró. Encontró una visión de espanto. Todos habían perecido, salvo Isabela, que con seguridad habría perecido tragada por la selva en un intento desesperado para sobrevivir. Regresó a Lagunas y le comunicó a Pedro de Grandmaison que su hija había fallecido.

En París, la historia de Isabel Godin recorrió veloz ente los salones dorados. Esa sociedad que simbolizaba un mundo en vías de extinción ––faltaban apenas diecinueve años para la Toma de la Bastilla–– debe haber quedado perpleja ante semejante muestra de amor. ¿Qué princesa o condesa sería capaz de t maña entrega? No fue así, sin embargo, en el interior de Francia, donde hasta en la más pequeña aldea se hablaba de una mujer que, por reencontrar se con su marido, había dado su vida. El desenlace fue imprevisto y causó tanta conmoción como su desaparición: Isabela estaba viva. Las noticias le llegaron a su padre, en Lagunas, y a su marido, en Cayena. Y hacia esa ciudad partió finalmente para unirse nuevamente a Jean Godin des Odonais. Isabel y Jean permanecieron tres años en Cayena. Luego, enfilaron rumbo a Francia, desembarcaron en La Rochelle, donde los esperaba un envejecido pero siempre fiel Charles Marie de la Condamine. Poco después llegó Pedro de Grandmaison y se instalaron en Saint-Amand Montrond, en Berry, donde la familia Godin des Odonais poseía tierras. Su silencio so prestigio fue tal que ni siquiera el gobierno revolucionario francés se atrevió a cuestionarlos por su clase social. Hasta que Jean falleció, a los setenta y nueve años, en 1792, siguió cobrando una pensión que le había otorgado el Estado. *** Ese era el territorio donde debería desenvolverse el joven Julio César Arana. Posiblemente, nada sabía de aquellos aventureros y científicos que revelaron al mundo cómo era el Amazonas. Sin embargo, él también habría de descubrir esa selva en sus aspectos más oscuros. Sus primeros viajes lo llevaron por los ríos próximos a Rioja, vendiendo sombreros de paja, estudiando el terreno, conociendo caucheros. Quizás aún no había comprendido el valor que poseía el caucho, ni se había adentrado en ese mercado que explotaría pocos años después hasta transformar al Amazonas peruano, brasileño y boliviano en un verdadero El Dorado. Acaso tampoco sabía distinguir entre las diversas variedades de árboles que producían la goma. Pero sabía que tarde o temprano su olfato comercial lo llevaría a una prosperidad superlativa. En aquellos días, sólo pensaba en progresar y jamás dejó de escribirle a Eleonora cuando se encontraba en alguna población con servicios de correo. La joven maestra ya no vivía más en Rioja: en 1884, se había trasladado a Yurimaguas, a orillas del río Huallaga, para ejercer como docente e inaugurar la primera escuela estatal. Recibía en casa de su abuela, donde se alojaba, las cartas de Julio César. Probablemente, al leer lo que el joven le expresaba, descubrió que ya no era más el niño vecino, sino que se había transformado en un hombre. Julio César en sus noches de soledad en poblaciones selváticas, o a bordo de vapores fluviales, no sólo llevaba prolijamente las cuentas ––para eso había trabajado en Chachapoyas–– si no que devoraba cualquier libro que cayera en sus manos, algo poco común en un comerciante de aquella época. Con los años, tuvo la biblioteca más completa del Amazonas. Así fue que leyó teatro, poesía, novela e historia, lo cual contribuyó a que las cartas que le enviaba a Eleonora tuvieran un barniz cultural

poco habitual. Y ella, que había cursado el magisterio, debe de haber quedado pasmada ante ese despliegue. Pero la relación era meramente epistolar. Si bien en aquellos años no existía otro medio de comunicación cuando había una selva de por medio, la ausencia física debe de haberlo inquietado. Esperanzado por el flujo de correspondencia, un día resolvió ir a visitarla a Yurimaguas. Fue entonces cuando sucedió un hecho que activaría, en Eleonora, un torrente de sentimientos tal vez tapados por su trabajo, por sus ambiciones per sonales, por su espíritu de independencia. Fue el creer que lo había perdido para siempre. Julio César Arana se embarcó rumbo a Yurimaguas en uno de los precarios vapores que recorrían el río Huallaga, después de haber realizado uno de sus habituales viajes vendiendo sombreros. Poco antes de llegar, la embarcación embistió un tronco: se abrió un rumbo en el casco y se fue a pique. Era de noche, y la corriente del río y los remolinos contribuyeron a que hubiera numerosos ahogados. Pero Julio César se aferró a una tabla, a un tronco o, en suma, a algo que flotaba, y llegó nadando a la orilla. La noticia corrió como reguero de pólvora y le llegó a Eleonora Zumaeta: todos los pasajeros habían perecido, entre ellos, el joven que no había cesado de escribirle cartas de amor. Richard Collier, un biógrafo de Arana, sostiene que, misteriosamente, ella tuvo la certeza de que Julio César no había muerto y, por eso, no demostró una excesiva desesperación. No sabemos si esa reacción se debió a una negación, a un sentimiento de impotencia o a que sintió acaso por primera vez que estaba enamorada. Julio César Arana no había muerto y llegó a la casa de Eleonora, empapado. Ella lo reconfortó y, al comprobar que estaba vivo, que no lo había perdido para siempre, tal vez se le aclararon sus sentimientos y reconoció hasta dónde llegaba su amor. Por otra parte, era un hombre atractivo: alto, corpulento, de rasgos europeos, con poca o ninguna sangre indígena. Llama la atención la escasa cantidad de fotografías que retratan su juventud. Tampoco las hay de Eleonora. En El proceso del Putumayo, sus secretos inauditos, escrito por el juez Carlos A. Valcárcel y publicado en Lima, en 1915, donde se refiere a los horrores que se cometieron en ese río, hay una fotografía de Julio César Arana en sus años jóvenes, apoltronado en un sillón de madera tallada, impecablemente vestido con saco y chaleco y luciendo una pequeña barba. Si bien es difícil determinar su edad, es probable que aún no hubiera cumplido los treinta años. Sólo existen cuatro fotografías de Julio César Arana, principal protagonista de los escándalos del Putumayo, interpelado en Londres en la Cámara de los Comunes y de quien hablaron todos los diarios del mundo. El 2 de junio de 1887 los enamorados se casaron en la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, en Yurimaguas. El templo se llama así debido a la efigie de la Virgen de las Nieves, patrona de Yurimaguas, traída por los portugueses, que fueron los primeros en

llegar a esa población. A los asistentes les debe de haber parecido una pareja deslumbrante: la belleza y los ojos azules de Eleonora, conocida por todos dada su condición de maestra, y ese apuesto joven de Rio ja, que le obsequió como regalo de bodas una pulsera de oro con un zafiro incrustado. Julio César Arana no era hombre de medias tintas, ni le importaba el haber agotado sus ahorros para hacerle semejante regalo. Este casamiento no necesariamente significó que la felicidad los iba a acompañar. Si bien estuvieron juntos hasta el fin de sus días, fue una pareja que se caracterizó por larguísimas separaciones, debido precisamente a los negocios de Arana, a las cuales habría que agregar las incertidumbres de Eleonora, que sabía cuándo su marido partía a la selva, pero no ignoraba que podía no regresar. Julio César se había transformado, durante sus viajes amazónicos por los ríos Yavarí, Purús y otros afluentes menores, en un representante más del sistema de aviamiento, que era el que imperaba en la zona. El aviador ––que nada tenía que ver con los futuros pilotos de precarias máquinas voladoras–– era un proveedor para todos aquellos que trabajaban en la jungla, desde el cauchero hasta el empleado. Les llevaba avíos: provisiones, armas, municiones, herramientas, todo lo que fuera necesario para la supervivencia y para el trabajo. En esos prolongados desplazamientos fluviales rara vez alternaba con los otros pasajeros, que bebían y jugaban hasta altas horas de la noche. Él prefería estar solo, leyendo, es cuchando el sonido de la selva. En más de una oportunidad, habrá pensado cómo salir de ese sistema hasta cierto punto miserable. Esa monotonía y la soledad sólo podrían ser reemplaza das por alguna actividad audaz y rentable, que le permitiera vivir de otro modo. Fue entonces, quizás, que pensó en el caucho. Vivía con Eleonora en Lamas, un pequeño poblado al pie de las montañas. Todos los días cabalgaba hasta Tarapoto, sobre el río Huallaga, a veinte kilómetros, donde había abierto un negocio con su cuñado, Pablo Zumaeta. Este muchacho de dieciocho años, alto y pelirrojo, se transformaría, de por vida, en su hombre de confianza y, también, en su socio. Con los años, Julio César Arana creó una suerte de sistema endogámico, haciendo participar no sólo a su cuñado, sino también a su hermano Lizardo, y hasta a su otro cuñado, Abel Alarco, casado con una de sus hermanas. No concebía trabajar ni construir un imperio sin su familia, y las motivaciones profundas de esta decisión habría que buscarlas en la desconfianza que le producían las personas que no formaran parte de su círculo íntimo, en su misantropía, su falta de amigos, su imperiosa necesidad de contar con testaferros de absoluta confianza. Es notable lo fiel que le fue Julio César a Eleonora a lo largo de su vida. El viajar por latitudes tan improbables como el Amazonas, o el haberse llegado a convertir en el rey de una materia prima como el caucho, no lo lanzó a la conquista de beldades. Lo previsible, en todo caso, es que hubiera tenido numerosas amantes para cubrirlas de alhajas, como solían hacerlo los caucheros de Manaos. O, en Europa, donde vivió, podría haber coleccionado demi-modaines, o haber tenido por amante a alguna célebre cortesana. Así

como el rey Leopoldo II de Bélgica ––que mucho tuvo que ver con las atrocidades que se cometieron, a fines del siglo XIX, en el Congo, por el caucho–– conquistaba a jóvenes beldades, él podía haber aspirado a una Nelly Melba, o una Gaby Deslys. Pe ro le fue fiel a su mujer. Cabe aclarar que, para más de un rey de las materias primas sudamericanas, la familia era tanto o más importante que los negocios. Al igual que Simón Patiño, el rey boliviano del es taño que sólo amó a Albina, su mujer, Arana hizo de su familia un círculo impenetrable, donde rara vez entraba alguien que no fuera pariente o algún conocido del Amazonas. *** La familia, entonces, fue el primer andamiaje que armó para fortalecer sus negocios. Los continuos desplazamientos por la selva, como aviador, le permitieron descubrir dos realidades inequívocas: qué fácil resultaba endeudar a los caucheros proveyéndolos de suministros, y qué importante era que le pagaran con caucho, no con soles. Recibía caucho en pago por las mercancías entregadas ––que estaban notablemente sobrevaluadas–– pero no lo cobraba al vago precio del momento, sino cuando llegaba a destino. Como esa materia prima solía subir vertiginosamente de precio, llegaba a ganar hasta el cuatro cientos por ciento de lo que había in ver ti do. Pero no era viviendo en Lamas, ni cabalgando veinte kilómetros al día donde estaba la bonanza, sino en algún punto más estratégico, como Yurimaguas. Julio César comprendió que se había cumplido un ciclo, el cual incluyó un amor desesperado ––que, felizmente, había terminado en matrimonio––, y que algunos secretos de la selva le habían sido revelados. También había nacido Alicia, la primera de los cinco hijos que le daría Eleonora. Intuyó que había llegado el momento de pegar el gran salto hacia un Olimpo que podría asegurarle otra clase de vida y darle, a la vez, la riqueza y el poder que ansiaba. Se trataba, sin más, del caucho. Se estableció en Yurimaguas, en la ribera izquierda del río Huallaga, que desemboca en el Marañón, transformándose luego en el Amazonas. La ciudad era francamente selvática, pues estaba lejos de la cordillera de los Andes. Pero tenía un clima benigno en comparación con otros poblados amazónicos. Era la capital del Alto Amazonas y había sido elevada a esa categoría por la Asamblea de Cajamarca, en 1883. Surgió cuando algunos pobladores de Tarapoto, Lamas y Moyobamba se establecieron ahí en busca de mejores horizontes. Era menos nociva que Iquitos, en materia de enfermedades tropicales, y gozaba de refrescantes lluvias que hacían descender la temperatura a 25 grados centígrados, lo cual no excluía la existencia de, por ejemplo, el paludismo, ya que numerosos habitantes de Iquitos convalecían allí. Yurimaguas tenía un empuje propio, favorecido por la cercanía del caucho que exportaba a Europa, por la presencia de firmas comerciales como la de Manuel Morey e Hijos ––legendaria familia amazónica, uno de cuyos integrantes, como veremos oportunamente, llegó a ser conde de Tarapoto–– y por la inagotable cornucopia que le prodigaba la naturaleza. Allí se daban especies silvestres y cultivadas: paltas, naranjas y bananas, coles, lechuga y arvejas, por nombrar algunas. Allí

se estableció Julio César Arana, creando una nueva oficina junto con su cuñado Pablo Zumaeta. En1890 dio el primer paso para convertirse en cauchero.Adquirió una estrada en las proximidades de Yurimaguas. Los manchales, que eran terrenos donde se agrupaban árboles gomeros, se ordenaban en forma de estradas, que, en portugués, significa calle o camino. El problema era quiénes recolectarían el caucho. Dadas las condiciones extremas que reinaban en la selva, sólo podían reclutarse al más en estado de desesperación. Imaginemos, por un instante, la vida de un recolector de caucho: debía internarse en la jungla––los árboles de donde se extraía el látex estaban esparcidos en grandes distancias y no formaban bosques compactos––y afrontar el calor, la opresiva humedad, los mosquitos que transmitían la fiebre amarilla y la malaria, las serpientes venenosas, los pequeños insectos que se internaban por los orificios humanos más imprevistos y escalofriantes. Los trabajadores europeos y asiáticos que llegaron a esas latitudes fueron diezmados por las enfermedades. Sólo funcionaba la mano de obra nativa, es decir, los indios, acostumbrados a ese escenario patogénico. Salvo, claro, que se recurriera a algunas almas en pena. Eso es, exactamente, lo que hicieron Julio César Arana y Pablo Zumaeta, cuando se embarcaron rumbo a Ceará, en el nordeste brasileño, en busca de mano de obra barata. Aunque no existen registros de ese viaje, es de suponer que bajaron por el Amazonas hasta el puerto de Pará, en alguno de los vapores fluviales de la época. Tampoco se sabe si reclutaron los trabajadores en ese puerto, o si prosiguieron viaje hasta Fortaleza, capital de Ceará. Pero es fácil imaginar los sueños de Julio César mientras navegaba por ese río desmesurado, en el que por momentos se perdían de vista las orillas. Habrá acaso recordado sus días como vendedor de sombreros de paja, montado en una mula y ascendiendo por la cordillera de los Andes; o la frescura del clima de Rioja, los jazmines del cabo, y las mujeres descalzas llevando cántaros sobre sus cabezas. Qué lejano le habrá parecido ese mundo. Qué pequeño. Ahora el Amazonas se extendía ante su vista, virgen, oportuno, accesible para un hombre que tuviera el carácter imprescindible para saber explotarlo. La fortuna y el porvenir estaban en el caucho, sin que por eso abandonase su profesión de aviador que fue ––como veremos–– una herramienta clave para fundar un imperio. Pero habría que preguntarse qué iba a hacer a Cea á, junto con su cuñado, y a quiénes intentaría reclutar para su primera plantación de caucho, o seringal. Esta región del nordeste brasileño formaba parte del sertão, un vasto territorio árido, proclive a las más feroces sequías de Sudamérica, poblado de arbustos espinosos, donde sólo podía criarse ganado. La falta de lluvia durante períodos prolongadísimos no sólo provocaba el éxodo de sus habitantes hacia otros estados o países, sino también una apabullante cantidad de muertes. En un artículo publicado en la Gazeta de Noticias, de Río de Janeiro, en agosto de 1878, cuando Brasilera aún un imperio gobernado por los Braganza, el periodista José do Patrocinio––autor de la nota––fue enviado al nordeste brasileño para cubrir la pavorosa sequía. “La tragedia que implica esta vergüenza nacional

que podemos presenciar en Ceará se ha apoderado de toda la vasta superficie de esta provincia desafortunada. Expulsados de sus hogares por el látigo hecho por la naturaleza con la ayuda de los rayos del sol, la suerte de los infortunados se reduce a peregrinar por el país hasta encontrar alguna población en donde puedan seguir postergando su desaparición en una tumba”. Se calcula que, en 1878, la mitad de la población de Ceará––medio millón de personas–– murió de hambre. Estas sequías, con consecuencias menos apocalípticas, se repetirían en 19 15, 19 19y 1932. Sin embargo, el sertão, a pesar de la tragedia, de su condición misérrima, ha inspirado a compositores y poetas, como si se tratara de una región edénica a la cual aspira a regresar aquel que partió. Luardosertão, que en portugués significa “Plenilunio en el sertão”, es el mejor ejemplo de esa contradicción. Hasta Marlene Dietrich, cuando pasó por Río de Janeiro a fines de la década de 1950, la cantó ante una conmovida audiencia. Oh, que saudade do luar da miha terra, lá na serra, Braquejando folhas secas pelo chão! Este luar cá da cidade, tão escro, Não tem aquela saudade do luar lá do sertão. Não há, ó gente, oh não, Luar como ese do sertão.1 Pero Ceará y el sertão no tenían nada de romántico cuando Julio César Arana, en 1890, se dirigía hacia allí. La sequía había hecho estragos y eran varios los trabajadores cearenses dispuestos a trasladarse a otras latitudes con tal de huir del sol, del polvo, del hambre. El Amazonas fue una de las preferidas. Pero esa huida desesperada encerraba una solución aún peor, que era caer en una suerte de esclavitud ejercida por los dueños de las plantaciones de caucho. Julio César reclutó veinte hombres, que poco importaba que no hablaran español sino portugués––con el fuerte acento del nord este brasileño––ya que su trabajo como recolectores de caucho –– tappers, para los ingleses–– era uno de los más macabros del planeta. Al cauchero, desde el vamos, se lo endeudaba, para poder controlarlo a perpetuidad. Los veinte cearenses, por ejemplo, quedaron debiendo al señor Arana treinta libras esterlinas cada uno, en concepto del pago del pasaje en vapor hasta Yurimaguas. Las imprescindibles herramientas, armas y provisiones que necesitaban para trabajar tampoco eran gratuitas, ni con Arana ni con ningún otro. Para internarse en la selva precisaban un machete, un Winchester que los defendiera de las fieras, alimentos, la calabaza para colocar el caucho, entre otras minucias. Richard Collier, en The River that God forgot, describe cómo fue la experiencia de estos cearenses en el Amazonas. En el muelle de madera (en Yurimaguas) donde amarraban canoas y barcazas, los recolectores se dirigían al negocio de Arana, pintado de blanco, que se hallaba encaramado sobre pilotes en el río: se trataba de una modesta tienda, con un penetrante olor a pescado seco, café y parafina, además de una pequeña colección de machetes, rifles y líneas de

pesca. Aquí se entregaban las provisiones trimestrales –– alimentos, un Wínchester, municiones, baldes y calabazas para colocar el caucho––que acaso costaban cuatro libras esterlinas. Pero en los abultados libros de contabilidad de Arana, cada recolector aparecía endeudado en más de setenta libras esterlinas, una deuda que sólo podía cancelar vendiéndole a Arana el caucho que todavía debía recolectar. Pero Arana había estudiado este sistema que imperaba en las orillas de los ríos y sabía que nada debía temer. Pocos hombres, en los tres meses subsiguientes, eran capaces de recolectar la cantidad necesaria de caucho para saldar sus deudas y, para entonces, necesitaban nuevamente provisiones. No tenían tiempo para cazar, pescar o sembrar, en las proximidades de sus miserables chozas hechas con hojas de palmera. Con cada nuevo pedido de provisiones la deuda se hacía más abultada. En pocas ocasiones un recolector pagaba lo que debía; pocos, también, veían dinero en efectivo durante sus misérrimas existencias. Se trataba de vidas sin salida, de un trabajo que en vez de ennoblecer, denigraba. En otros lugares de Sudamérica las condiciones de trabajo eran rigurosas. Pensemos, por un momento, en la actividad de un minero en alguna de las minas del rey del estaño, Simón Patiño, al sur de Oruro, en Bolivia: los socavones, las enfermedades ocasionadas por el plomo, las desmesuradas alturas, el frío atroz. Pero no eran comparables a la selva amazónica, inmensamente peor. Es curioso, sin embargo, que Julio César Arana y Simón Patiño, contemporáneos, que desarrollaron sus cuantiosas fortunas en la misma época, es decir, a comienzos del siglo XX, hayan tenido vidas –– y muertes–– diametralmente opuestas. No es aquí el espacio para analizarlas, pero baste señalar que los comienzos de ambos fueron asombrosamente parecidos: Patiño se instaló a 4. 400 metros de altura, en la mina La Salvadora, en los Andes bolivianos. Hasta allí llegó su esposa Albina, desde Oruro, después de haber vendido sus alhajas en cuatro mil dólares, para acompañar a su marido –– que sufría de una aterradora soledad –– y organizar domésticamente el campamento. Arana recorrió como aviador los ríos Acre y Yaraví –– por nombrar algunos –– también soñando en construir un imperio. Ambos hombres conocieron el negocio por dentro. Pero hasta ahí las similitudes. El trabajo en la mina Llallagua, de Patiño, no estaba exento de rigor, pero al minero no se lo maltrataba, ni se lo endeudaba. Arana, con los veinte cerearenses que recolectaban caucho, no fue necesariamente cruel, como sucedería luego cuando la mano de obra pasó a ser indígena en el río Putumayo. Pero comenzó a revelar su falta de escrúpulos, su desvalorización de la vida humana. El recolector de caucho ––en este caso, los brasileños que contrató Julio César–– acaso no aspiraba a otra vida. En el sertão las posibilidades eran nimias; en la selva, había caucho, pero de nada le servía. Después de agotadoras jornadas cortando árboles y recolectando látex en un clima despiadado, caía en memorables borracheras, en peleas violentas, porque no ignoraba que vivía en un infierno del cual nunca podría salir. Arana no era ajeno a esto, ni a los peligros que corría ––de hecho, sucedieron–– cuando los recolectores se volvían peligrosamente agresivos al negarles el crédito; por otra parte, el negocio de

explotar estradas no le daba la rentabilidad que hubiera deseado. Quizá le resultaba más conveniente el sistema de aviamiento, es decir, ser proveedor de elementos clave para los caucheros y cobrar en caucho, vendido superlativamente, con posterioridad, en el mercado. Un día, de improviso, enajenó su modesta plantación de caucho, incluyendo a los brasileños, que por las leyes de facto que imperaban eran transferidos al comprador. Éste adquiría la estrada, junto con los recolectores, por el mero hecho de estar endeudados. ¿A qué juez podían recurrir los cerearenses? No tenían ni un sol para contratar a un abogado; aún más, ni siquiera les interesaba. Terminarían sus días en esa selva maldita pagando un tributo que nunca llegaría a saldar la deuda, con el calor, la humedad y el alcohol como telón de fondo. Este imprevisto cambio de rumbo que tomó Julio César Arana fue apenas el preludio de la sangrienta ópera que se desarrollaría pocos años después. Las cuentas de Yurimaguas no le cerraban y fue por eso que se deshizo de sus plantaciones. El alto costo que había implicado la importación y el mantenimiento de los recolectores ––que incluía la presencia de hombres armados en las plantaciones para evitar posibles fugas–– dejaba pocos márgenes de ganancia. Se había endeudado con los comercios mayoristas de Manaos que le suministraban las provisiones. Para colmo, en el período de lluvias, durante el verano austral, se producían cambios climáticos y orográficos que impedían que el látex coagulara. Esta ristra de problemas lo forzó a cambiar de escenario económico. Prefirió seguir endeudando a los caucheros y cobrando en materia prima y no en dinero peruano. En los años subsiguientes, suponemos que siguió navegando los ríos, colocando sus productos. Es sorprendente lo poco que se sabe de este hombre que fundaría un imperio en el Putumayo. Los únicos datos de este período de su vida los suministra Richard Collier. De no haber sido por él, nada conoceríamos acerca de los comienzos de Arana. En Perú, en la actualidad, son contadas las personas que saben de su existencia. Nombrar a Julio César Arana es poco menos que preguntar acerca de una lejana nebulosa perdida en el cosmos. Nadie lo conoce, salvo los estudiosos del Amazonas y de la economía del caucho. Cabe preguntarse a qué se debe ese desconocimiento. Nos inclinamos a creer que fue borrado de la memoria de un pueblo, ya que Arana nada tuvo de santo, ni de postal escolar. La vida de San Martín, o de Bolívar ––idealizada, claro–– figura en todos los libros de texto y se conocen detalles de sus trayectorias. De este rey del caucho, que llegó a ser el hombre más rico del Perú, nada se sabe, y ––peor aún–– no se quiere saber. Posiblemente, porque se convirtió en una oscura mancha en la historia peruana. Lo paradójico es que ni siquiera se lo conoce por haber sido un asesino. Referirse al caucho en términos generales es caer en una simplificación que conviene evitar. En realidad, hay diversas clases de “caucho”, del mismo modo que existe una variedad de árboles y métodos para extraerlo. En La economía del caucho, Guido Pennano Alli son explica estas diferencias:

Casi todos los análisis hechos sobre el caucho en el Perú y en Bolivia cometen el mismo error; aun las publicaciones oficiales no son muy claras al respecto. La palabra caucho es usada en forma tal que engloba a todos los distintos tipos de gomas existentes. En cambio, caucho es el nombre aceptado internacionalmente para la resina utilizada específicamente por el árbol Castilloa Ulei.2 El árbol Castilloa Ulei es, por ejemplo, bastante distinto al Hevea Brasiliensis. No sólo hay diferencias en la fibrosidad de la corteza, lo que hace que el Castilloa segregue el látex fácilmente, si no que las celdas que contienen el látex son como tubos verticales; de esta forma, al cortarse la corteza, el látex fluye como si fuera por un caño abierto. Normalmente, demora entre cuatro meses a un año en promedio para que las celdas se recarguen completamente con la resina del caucho. No hay razón pues para sangrar o resinar estos árboles más allá de dos o tres veces al año. El Hevea, en cambio (que abundaba en el Brasil), segrega su látex muy lentamente y se cosecha en forma casi continua durante toda la estación de extracción. Pero ahí no ter mi nan las di fe ren cias. A la ca be za, en cuan to a ca li dad, se ubi ca el je be fi no, que pro vie ne del He vea Bra si lien sis (al gu nas ver sio nes sos tie nen que esa de no mi na ción de ri va de las si glas G.B., o sea Gran Bre ta ña, y que en es pa ñol se pro nun cia, pre ci sa men te, je be); lue go, si gue el je be dé bil, los dis tin tos ti pos de ser namby (a es ta cla se per te ne cía par te de la pro duc ción de Ju lio Cé sar Ara na), los ra bos del Pu tu ma yo, en tre los prin ci pa les. Tam po co el mo do de ex traer el lá tex era uni for me. El más co no ci do, aca so, es el de ha cer in ci sio nes dia go na les en la cor te za del ár bol pa ra que flu ya el lá tex, ter mi nan do en un re ci pien te. En otras plan ta cio nes se col ga ban de la cor te za pe que ños en va ses don de go tea ba la go ma. Y, el más de pre da dor de to dos los sis te mas, era cor tar el ár bol, mé to do uti li za do por el cau che ro pe rua no que hu bie ra es pan ta do a más de un am bien ta lis ta. Las di fe ren cias, tam bién, se ha cían ex ten si vas a los pro pios re co lec to res de cau cho, ya que ha bía di ver sas ca te go rías, o, al me nos, dis tin tas ac ti tu des exis ten cia les. El re co lec tor del lá tex pro ve nien te de la He vea 36 Bra si lien sis, de no mi na do se rin guei ro, te nía cos tum bres se den ta rias a pe sar de su vi da mi se ra ble. Re co rría la es tra da don de se en con tra ban nu me ro sos ejem pla res de es ta cla se de ár bol, los san gra ba con cui da do y, no muy le jos de allí, cons truía su cho za en la cual vi vía, so lo o acom pa ña do por al gún fa mi liar. Re sul ta pa ra dó ji co que pue da con si de rar se es ta ble una exis ten cia en la que to do era ad ver si dad: las en fer me da des tro pi ca les pro du ci das por in sec tos, una ali men ta ción pau pé rri ma que pro du cía otras pa to lo gías, y la eter na deu da con el avia dor que le su mi -

nis tra ba pro vi sio nes y ar mas. Es te ha bi tan te de la sel va po bla ba el Ama zo nas bra si le ño. El cau che ro pe rua no, en cam bio, ex traía el lá tex del Cas ti lloa, lo cual im pli ca ba ta lar lo. Va le la pe na se ña lar que, a fi nes del si glo XIX, no exis tía la me nor con cien cia con ser va cio nis ta y que to dos los es fuer zos rea li za dos en ese sen ti do por el go bier no de Li ma fue ron ab so lu ta men te es té ri les. ¿Quién se atre ve ría a aden trar se en ese in fier no pa ra ve ri fi car cuán tos ár bo les se de rri ba ban? ¿Qué au to ri dad se in ter na ría en esa jun gla im pe ne tra ble pa ra exi gir que se plan ta ran nue vas es pe cies? Por otra par te, los rin des eran asom bro sa men te dis tin tos. Un He vea Bra si lien sis, pro li ja men te san gra do, es de cir, con las in ci sio nes co rrec tas, po día su mi nis trar tres ki los al año de cau cho se co; un ár bol de Cas ti lloa, que po día al can zar los trein ta me tros de al tu ra, ren día no ven ta ki los de cau cho en ape nas dos días. Ha cia 1890, el Cas ti lloa se ha bía ex tin gui do en la re gión del río Pu tu ma yo. El cau cho ––así lo de no mi na re mos pa ra evi tar fa rra go sas ca te go rías y sub ca te go rías–– fue uti li za do en Amé ri ca an tes de la con quis ta es pa ño la: los in dí ge nas en Es pa ño la, en Mé xi co y otras re gio nes lo usa ban, una vez coa gu la do con ca lor y hu mo, pa ra fa bri car za pa tos, pe lo tas pa ra ju gar, o pa ra im per mea bi li zar al gu nos ob je tos o par te de la ves ti men ta. Los con quis ta do res de ben de ha ber que da do bo quia bier tos an te es te pro duc to ame ri ca no ––co mo el cho co la te, el maíz, la pa pa, el to ma te o la pal ta–– con pro pie da des tan in só li tas. El cau cho, du ran te si glos, más que una ne ce si dad fue una cu rio si dad. Los re cién lle ga dos al Nue vo Mun do ob ser va ron que los in dí ge nas ar ma ban una pe lo ta que re bo ta ba co mo si es tu vie ra po seí da vá ya se a sa ber por cuál de mo nio. Pe dro d’Ang hie ra fue el pri me ro en es cri bir, en 1530, acer ca de es tas bo las de cau cho, con las que los abo rí ge nes prac ti ca ban un jue go de no mi na do ba tey, que Cris tó bal Co lón ha bía vis to ju gar en al gún im pre ci so lu gar de la ac tual Hai tí; a me di da que trans cu rrían los años, otros cro nis tas hi cie ron re fe ren cia a es te inu sual pro duc to. Los es pa ño les tam bién lo uti li za ron 37 con fi nes prác ti cos, más que de por ti vos. El gran pro ble ma que plan tea ba el cau cho, en aque llos si glos, era que per día con sis ten cia con el ca lor y se res que bra ja ba con el frío, ade más de te ner un olor pe ne tran te y de sa gra da ble. En 1770, mien tras en Pa rís los ha bi tan tes no sa lían de su asom bro al en te rar se de que Isa be la Go din ha bía so bre vi vi do, so la, en el Ama zo nas, un quí mi co bri tá ni co, sin sa ber lo, bau ti za ba a una ma te ria pri ma que pro ve nía de esa sel va que le ha bía per do na do la vi da a una no ta ble mu jer. En efec to, Jo seph Pries tley lo gró eli mi nar las mar cas de lá piz en el pa pel uti li zan do un pe que ño tro zo de cau cho só li do. Ha bía na ci do la go ma de bo rrar y, a la vez, un nue vo tér mi no, rub ber, que en in glés sig ni fi ca tan -

to cau cho co mo go ma de bo rrar. A par tir del si glo XIX, el cau cho de jó de ser un exo tis mo tro pi cal y fue ron va rios los em pren de do res que in ten ta ron dar le más uti li dad y, so bre to do, ren ta bi li dad. El ol fa to de al gu nos hom bres do ta dos de ini cia ti va les per mi tió vis lum brar que ese ma te rial tos co y aún sin de sa rro llar po día en ce rrar las po si bi li da des más in sos pe cha das. Tho mas Han cock, en 1819, al di se ñar un sis te ma que per mi tía la fa bri ca ción de plan chas de cau cho, abrió la puer ta de una in dus tria que al can za ría ni ve les gi gan tes cos, pe ro que, en ese mo men to, no tu vo de ma sia do im pac to den tro de la re vo lu ción in dus trial bri tá ni ca; fue a par tir de su aso cia ción con un quí mi co bri llan te e ima gi na ti vo, pa dre de lo que, en la ac tua li dad, se de no mi na im per mea ble, o rain coat, que em pe zó la ver da de ra in dus tria. Ese hom bre fue un es co cés, Char les Ma cin tosh, que un día des cu brió có mo di sol ver el cau cho a tra vés de un in ge nio so re cur so quí mi co. Unió dos tro zos de te la con es ta so lu ción y com pro bó que, una vez se co el te ji do, el agua no po día pe ne trar lo. Ha bía na ci do el pri mer gé ne ro a prue ba de agua. Se aso ció en ton ces con Tho mas Han cock, y creó di ver sas te las im per mea bles. Aque llas pren das im pres cin di bles pa ra los días de llu via se lla ma ron en in glés, a par tir de en ton ces, “mac kin tosh”, tér mi no ori gi na do en el ape lli do del es co cés al que se le agre gó una “K”. Los sas tres de Lon dres le hi cie ron la gue rra: na da que rían sa ber de ese nue vo pro duc to. Ma cin tosh tras la dó su fá bri ca a Man ches ter, en 1840. La mis ma aún exis te y per te ne ce a la Dun lop Rub ber Com pany. Pe ro la ver da de ra re vo lu ción, la que abri ría de una vez por to das las puer tas a es ta ma te ria pri ma pro ve nien te de las in fi ni tas sel vas tro pi ca les, lle gó en 1839, cuan do un nor tea me ri ca no, Char les Good year (aún lle va su nom bre una mar ca de neu má ti cos) des cu brió el pro ce so de vul 38 ca ni za ción. Se tra ta ba de ca len tar una so lu ción de cau cho, plo mo y sul fu ro, es ta bi li zan do (o vul ca ni zan do) el cau cho pa ra que re tu vie ra su elas ti ci dad, con sis ten cia y uti li dad. Es te in ven tor, a pe sar de ha ber ob te ni do en 1844 una pa ten te de “cau cho vul ca ni za do”, vi vió y mu rió prác ti ca men te en la mi se ria. Co mo la pro pul sión a va por, que per mi tía re co rrer dis tan cias en tre nes, sin que la llu via tu vie ra la mí ni ma im por tan cia ya que los va go nes se des li za ban so bre rie les, el cau cho vul ca ni za do trans for mó no só lo la in dus tria, si no tam bién la vi da co ti dia na. Ya que de tre nes se ha bla, fue ron in nu me ra bles los usos que la in dus tria fe rro via ria dio a es te ma te rial, des de los pa ra gol pes o ele men tos que in te gra ban el mo tor, has ta los in te rio res de los va go nes. An tes de es ta má gi ca apa ri ción, la in for ma ción a tra vés del ca ble po día in te rrum pir se da da la pre ca rie dad de los ma te ria les que lo com po nían; re ves ti dos de cau cho, en cam bio, po dían atra ve -

sar océa nos y pla ni cies. Qué con for ta ble re sul ta ba re co rrer la cam pi ña in gle sa en ca rrua jes ti ra dos por ca ba llos cuan do las rue das es ta ban re cu bier tas por una ca pa de cau cho. El fu ror por es te pro duc to ama zó ni co al can zó to dos los ni ve les. Se des cu brió que era un ma ra vi llo so ais lan te de la elec tri ci dad, con lo cual se evi ta ban los ac ci den tes; a par tir de las bo tas de go ma, ca za do res, le ña do res y peo nes ru ra les ya no ten drían que mo jar se los pies; los fa ná ti cos del fút bol, del golf, del te nis, con ta ban con pro di gio sas pe lo tas que cam bia ron drás ti ca men te el de por te; las mu je res, en par ti cu lar las que tra ba ja ban en ofi ci nas, se lan za ron a usar pren das in te rio res de go ma. Y ––a pe sar de la de sa pro ba ción ecle siás ti ca–– se po día has ta li mi tar el nú me ro de em ba ra zos con la apa ri ción de un nue vo y re vo lu cio na rio ad mi ní cu lo: el pre ser va ti vo. Pe ro és tos fue ron los co mien zos. El boom del cau cho lle ga ría a prin ci pios del si glo XX con la fa bri ca ción de au to mó vi les, don de no só lo los neu má ti cos es ta ban he chos con es ta ma te ria, si no tam bién pie zas cla ve del mo tor y de la ca rro ce ría. En el re mo to Ama zo nas, las ex por ta cio nes de cau cho cre cían ver ti gi no sa men te. En 1825, Bra sil ex por tó (in clu yen do la pro duc ción pe rua na y bo li via na que se ex por ta ba por los puer tos bra si le ños) 91 to ne la das de cau cho. En 1860, ex por ta ba 2.670 to ne la das. Un des cu bri mien to ––que, fe liz men te pa ra los ama zó ni cos, era de cau cho–– lan zó una mo da im pa ra ble que se es par ció por el mun do: John Boyd Dun lop, un ve te ri na rio es co cés, ideó una llan ta neu má ti ca pa ra la bi ci cle ta de su nie to. Has ta en ton ces, las rue das de bi ci cle ta eran de cau cho rí gi do. En los Es ta dos Uni dos, fue tal el fu ror por la bi ci cle ta, que 39 hu bo que cons truir sen das pa ra que tran si ta ran. Qué su bli me in de pen den cia, ejer ci cio y prac ti ci dad otor ga ba es te nue vo ve hí cu lo. Qué opor tu no, tam bién, pa ra los cau che ros pe rua nos. Hay un pe río do en la vi da de Ju lio Cé sar Ara na so bre el que só lo po de mos ha cer su po si cio nes: enor mes pri va cio nes, ries gos su per la ti vos en ma te ria de en fer me da des tro pi ca les, tra to con hom bres des pre cia bles. Tam bién la pro lon ga dí si ma au sen cia de su ho gar, en Yu ri ma guas. Du ran te tres años, vio po co o na da a Eleo no ra, a su hi ja Ali cia y a otro vás ta go que ha bía lle ga do, An gé li ca. Ese ex tra ña mien to fue la con se cuen cia de una pro fun da con vic ción. Du ran te la úl ti ma dé ca da del si glo XIX, in gre sar al ne go cio del cau cho en gran es ca la se le con vir tió en una as pi ra ción po co me nos que qui mé ri ca. ¿Có mo com pe tir con el pri mer ba rón del cau cho, el pe rua no Car los Fer mín Fitz ca rrald? El di rec tor ci ne ma to grá fi co ale mán Wer ner Her zog ––quien ya ha bía re tra ta do a Lo pe de Agui rre en Agui rre, la ira de Dios–– tra zó su vi da en Fitz ca rral do, una ex tra va gan za que po co o na da tu vo que ver con su ver da de ra exis ten cia. Fitz ca rrald fue des pia da do con el in dio ––sin lle gar a los atro ces ex tre -

mos que al can za ría Ara na–– y se aso ció con el cau che ro mul ti mi llo na rio bo li via no Ni co lás Suá rez. Pa ra com pren der la di men sión de la for tu na de es te úl ti mo, bas ta de cir que ca pi ta les in gle ses le ofre cie ron, en 1912, do ce mi llo nes de li bras es ter li nas por sus plan ta cio nes en la sel va bo li via na. Pa ra Ju lio Cé sar, es tos y otros cau che ros ––los Mo rey, los Her nán dez–– es ta ban fue ra de su ra dio de al can ce. En 1889, Ju lio Cé sar se mu dó a Iqui tos, de jan do a su fa mi lia en Yu ri ma guas. Ese puer to era el epi cen tro del cau cho: allí es ta ban las gran des ca sas co mer cia les, los ban cos, las em pre sas na vie ras, las opor tu ni da des de ha cer ne go cios. Va le la pe na pre gun tar se por qué no tras la dó a Eleo no ra y a su hi ja Ali cia a esa ciu dad. La ex pli ca ción más plau si ble es que de bía con quis tar la pla za an tes de lle var a ca bo mu dan zas pre ci pi ta das. En su ex po si ción an te el Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes, en Lon dres, Ara na dio de ta lles de sus pri me ros pa sos co mer cia les. “En el año 1890 (es de cir, al si guien te de ha ber se ins ta la do en Iqui tos) en tré en so cie dad con Juan B. Ve ga, ba jo la ra zón o fir ma de Ve ga & Ara na, y con ti nué en es ta so cie dad has ta el año 1892, épo ca en la cual nos uni mos con Mou rrai lle, Her nán dez, Mag ne & Co (fir ma fran ce sa), pa ra ha cer ne go cios en el río Ya va rí, con una ofi ci na en Na za reth, cu ya unión 40 du ró has ta 1896, épo ca en la que se li qui da ron los ne go cios y se di sol vió la fir ma de Ve ga & Ara na. Yo con ti nué con du cien do los ne go cios en el Ya va rí y en Iqui tos en mi pro pio nom bre”. Lo de “con du cir los ne go cios” fue un gi ro ele gan te pa ra de fi nir una de las eta pas más du ras, pe li gro sas y sa cri fi ca das de su vi da. Du ran te tres años, re co rrió co mo avia dor el río Ya va rí, re mo to y aún más per di do en el Ama zo nas. A Eleo no ra y a sus hi jas las veía, en Yu ri ma guas, du ran te un pe río do de cua tro me ses al año. Los ocho res tan tes re co rría ese in fa me río pla ga do, en sen ti do li te ral, de las en fer me da des más abo mi na bles. Ven día, co mo en el pa sa do, pro vi sio nes y co bra ba ex clu si va men te en es pe cie, es de cir, en cau cho. De bi do al so bre pre cio de sus mer ca de rías, que so lía lle gar al cin cuen ta por cien to de su va lor real y a la in ve te ra da ten den cia de los cau che ros a en deu dar se, sus ga nan cias se mul ti pli ca ron geo mé tri ca men te. Más allá de las ver da de ras ne ce si da des de los pro pie ta rios de plan ta cio nes, tam bién es cier to que se ha bía ini cia do la bo nan za del cau cho: los pre cios tre pa ban día a día en los mer ca dos in ter na cio na les. Cuan do Ara na lle ga ba car ga do de ali men tos en la ta dos, fu si les, mu ni cio nes y cuan to ob je to fue ra ne ce sa rio en esa sel va, el bol si llo de los cau che ros siem pre es ta ba abier to pa ra las com pras más de sa fo ra das. Pe ro so bre vi vir en el Ya va rí no era lo mis mo que ha cer bue nos ne go cios. No era el río Hua lla ga, re la ti va men te li bre de pla gas, don de se eri gía Yu ri ma guas, ni tam po co el vas to Ama zo nas, si no un cur so de agua

en ca jo na do por la sel va ––al igual que el Pu tu ma yo–– que, en la ac tua li dad, mar ca el lí mi te en tre Pe rú y Bra sil. Ju lio Cé sar pu do ha ber con traí do ma la ria, fie bre ama ri lla, di sen te ría o ––co mo fi nal men te su ce dió–– una en fer me dad en dé mi ca de la zo na. Su sa lud se de te rio ró pro gre si va men te y, mien tras na ve ga ba en al gún pre ca rio va por ven dien do sus pro duc tos, su es ta do fí si co po día con si de rar se pa vo ro so: sus bra zos ha bían en fla que ci do en for ma des me su ra da; ape nas sen tía sus mus los, así los apre ta ra con fuer za; el vien tre se le ha bía hin cha do has ta el pun to de la de for ma ción y la ex ce si va trans pi ra ción lo man te nía em pa pa do. Una no che, los pa sa je ros del va por cre ye ron que el jo ven Ara na no es ta ría vi vo al ama ne cer. No era el pa lu dis mo, ni la fie bre ama ri lla lo que le ha bía ata ca do, si no otra en fer me dad pro du ci da por la pé si ma ali men ta ción: la fie bre del Ya va rí, co no ci da en otras la ti tu des co mo be ri be ri. La pa la bra pro vie ne del cin ga lés be ri que sig ni fi ca de bi li dad. Es ta en fer me dad de di fí cil diag nós ti co, cau sa da por la fal ta de vi ta mi na B1, fue el pro duc to de me ses de co mer co mi da en la ta da, sin fru tas, 41 ver du ras, car nes ni lác teos. Ju lio Cé sar Ara na de ci dió be ber agua fil tra da, ju go de li món y otros re me dios ca se ros. Pe ro su sa lud em peo ra ba día a día y, si so bre vi vió, fue po si ble men te por su con tex tu ra fí si ca de in creí ble for ta le za. De bió re gre sar a Yu ri ma guas pa ra cu rar se y res ta ble cer se. El des ti no ––o la suer te–– qui so que el bar co se en con tra ra a só lo un día de na ve ga ción de es ta ciu dad. Al lle gar, de bió ser tras la da do en una ha ma ca has ta su ca sa, ya que no le que da ban fuer zas pa ra ca mi nar. Ima gi ne mos la per ple ji dad, el do lor, la preo cu pa ción de Eleo no ra an te la vi sión de su ma ri do que, a los trein ta años de edad, pa re cía in gre sar al um bral de la muer te. Esa sel va omi no sa y des pia da da lo ha bía mal tra ta do has ta el pun to de la ex tin ción. Su des me su ra da am bi ción, el an sia de po der, que eran la cau sa di rec ta de las lar gas au sen cias de Ju lio Cé sar, aca so ha bían em pa ña do otros as pec tos de ese vín cu lo. Cuán tas ve ces esa mu jer so la y con dos hi jas, vi vien do en Yu ri ma guas, don de ni si quie ra ha bía un mé di co (el más cer ca no es ta ba en Iqui tos, más de tres cien tos ki ló me tros de dis tan cia río arri ba), se ha brá pre gun ta do si su ma tri mo nio no ter mi na ría des pe da zán do se. La sel va, el cau cho, la am bi ción, le ha bían arre ba ta do a su ma ri do. Du ran te tres años es tu vo so la du ran te ocho me ses al año. Po si ble men te, no era la so le dad lo que más te mía: ha bía cru za do los An des a ca ba llo y vi vi do en Li ma le jos de su fa mi lia. Lo des ga rra dor era te ner que acep tar có mo Ju lio Cé sar, aquel jo ven ena mo ra do que le com po nía ver sos en Rio ja, pre fe ría una ca rre ra pla ga da de pe li gros y pri va cio nes a una apa ci ble vi da de fa mi lia. Ese con flic to de be de ha ber es ta lla do más de una vez y, tal vez, él cre yó que su mu jer no lo apo ya ba, que no lo com pren día, que no va lo ra ba sus es fuer zos.

Pe ro aho ra, ata ca do por el be ri be ri, só lo Eleo no ra po día sal var lo. Ig no ra mos có mo lo hi zo, aun que con se gu ri dad re cu rrió a an ces tra les bre ba jes ama zó ni cos pre pa ra dos con so fis ti ca das com bi na cio nes de hier bas. No fue ni fá cil, ni rá pi do. Du ran te seis me ses Ju lio Cé sar con va le ció en Yu ri ma guas, re cu pe ran do con an gus tio sa len ti tud la lo co mo ción. Eleo no ra le ro gó, le su pli có, que de ja ra el cau cho. Pe ro ¿có mo iba él a re nun ciar a los sue ños de gran de za que ha bía te ni do des de su ado les cen cia, cuan do acom pa ña ba a su pa dre a ven der som bre ros a Ca ja mar ca y a Cha cha po yas? ¿Có mo ol vi dar los dos años en es ta ciu dad, apren dien do el ar te de los nú me ros en una ofi ci na? ¿Có mo des de ñar lo que la na tu ra le za, en esas du rí si mas la ti tu des, le ofre cía en abun dan cia, una suer te de oro ne gro que ca da día va lía más? Esa am bi ción in mo di fi ca ble, esa vo lun tad im po si ble de que brar, agu di zó los con flic tos ma tri mo nia les y Eleo 42 no ra qui zás acep tó que na da cam bia ría, que es ta ría con de na da a es tar se pa ra da de su ma ri do du ran te gran par te del año, y que al gún día és te mo ri ría en la sel va, víc ti ma de un ac ci den te o de una en fer me dad. El fu tu ro, sin em bar go, se ría peor. In sos pe cha da men te más ab yec to. Por que po cos años des pués no lu cha ría con tra la vo ca ción cau che ra de su ma ri do, si no con tra el mun do en te ro que lo se ña la ría co mo uno de los peo res ge no ci das de co mien zos del si glo XX. El be ri be ri le de jó a Ju lio Cé sar se cue las que no fue ron ne ce sa ria men te fí si cas. Se gún quie nes lo co no cie ron en aque llos años, nun ca vol vió a ser el mis mo: se trans for mó en un ser her mé ti co, des de ño so ha cia los de más y, has ta cier to pun to, amar ga do. Qui zá, su in ve te ra do sen ti mien to de om ni po ten cia se ha bía ero sio na do y, du ran te los seis me ses de con va le cen cia, ha brá re fle xio na do so bre lo efí me ro de la exis ten cia que ––al igual que un cas ti llo de nai pes–– po día de rrum bar se en un ins tan te. Sin du da pa de ció, tam bién, una cu rio sa dua li dad: su odio por la sel va y la fas ci na ción por lo que po día brin dar le. Otro hom bre ha bría ce rra do de fi ni ti va men te el li bro de ríos y ser pien tes, hu me da des y fie bres, y se hu bie ra abo ca do a en ca rar una pro fe sión me nos arries ga da. Pe ro no Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go. Com pren dió, en cam bio, que su fa mi lia no po día per ma ne cer en Yu ri ma guas; que su ma tri mo nio po día co rrer el ries go de de rrum bar se; que a Eleo no ra se le aca ba ba la pa cien cia y que sus hi jas Ali cia y An gé li ca me re cían otros es ce na rio y edu ca ción. Así que en 1896 em ba la ron mue bles, cua dros y ob je tos; co lo ca ron en baú les y som bre re ras un ves tua rio aca so mo des to, y par tie ron a Iqui tos pa ra no re gre sar ja más. Es ta ciu dad, den tro de la in men si dad ––y, a la vez, de la pe que ñez cul tu ral–– ama zó ni ca, se ha bía abier to des de ha cía va rios años co mo una flor exó ti ca, per mi tien do el flo re ci mien to de ca sas co mer cia les, em pre sas

na vie ras y ban cos que gi ra ban en lo que ci da men te al re de dor del cau cho. En 1896 Iqui tos ca re cía del es plen dor ar ti fi cial de Ma naos, so bre el río Ne gro, que de sem bo ca ba en el Ama zo nas bra si le ño. Ma naos te nía un edi fi cio con sa gra do a la ópe ra que ha bía cos ta do for tu nas, aven tu re ros que ha bían ga na do mi llo nes de la no che a la ma ña na, fies tas que im pli ca ban mi les de li bras es ter li nas, ya tes pa ra pa sear con fran ce sas que ha bían ido a ha cer su Amé ri ca, y bo te llas de cham pán Dom Pé rig non que se des cor cha ban ca da no che por de ce nas. Iqui tos, en cam bio, se guía sien do una ciu dad pro vin cia na. No te nía ––co mo Ma naos–– ilu mi na ción ni tran vías eléc tri cos en sus ca lles que ni si quie ra se ha bían as fal ta do. Pe ro 43 el cau cho pe rua no sa lía ha cia prós pe ros mer ca dos por ese puer to, mo der ni za do por la com pa ñía na vie ra bri tá ni ca Booth, que ha bía eri gi do un mue lle flo tan te, ya que el río os ten ta ba una di fe ren cia de quin ce me tros en tre la es ta ción se ca y la de llu vias. Ju lio Cé sar Ara na de ci dió vi vir allí, en par te pa ra sal var su ma tri mo nio, pe ro, fun da men tal men te, pa ra ex pan dir sus ne go cios. Ad qui rió una ca sa de dos pi sos y diez ha bi ta cio nes, en la ca lle Prós pe ro en la in ter sec ción con Oma gua (en la ac tua li dad, San Mar tín), la que aún exis te. No es de las más gran des, ni de las más lu jo sas: cin co ven ta nas so bre una de las ca lles, dos so bre la otra. Ac tual men te la plan ta ba ja es tá ocu pa da por lo ca les co mer cia les. La aus te ri dad ––al me nos ex te rior–– fue una de sus ca rac te rís ti cas, lo cual no sig ni fi ca ba que no vi vie ra bien ni gas ta ra. Pe ro evi ta ba to da os ten ta ción, a di fe ren cia de los ba ro nes bra si le ños del cau cho apo sen ta dos en Ma naos. La ca sa de Ju lio Cé sar y Eleo no ra Ara na es ta ba po bla da por pa rien tes: hi jas, her ma nos, cu ña dos, ami gos. Du ran te las co mi das ja más se ha bla ba de ne go cios. Pe ro en el din tel de la puer ta de en tra da, se leía ––co mo si se tra ta ra de un es cu do real don de di je se, por ejem plo, Dieu et mon droit–– “Ac ti vi dad, Per se ve ran cia, Tra ba jo”. No exis te una bi blio gra fía abun dan te so bre esa eta pa en la vi da de Ju lio Cé sar Ara na. Al gu nos au to res se con tra di cen, lo cual im pli ca que una apro xi ma ción a la ver dad es me ra men te sub je ti va. Sin em bar go, sí exis ten he chos que es tán ín ti ma men te li ga dos a su per so na li dad y que nin gún au tor re fu ta: su in na ta ha bi li dad pa ra ha cer ne go cios, su fe no me nal ca pa ci dad de tra ba jo, su ra pi dez pa ra aso ciar se con per so nas eco nó mi ca men te im por tan tes y su fal ta de es crú pu los pa ra que dar se con ac ti vos aje nos. Ara na, ade más de su ta len to na tu ral, te nía ras gos eu ro peos, lo que en cier tas la ti tu des su da me ri ca nas era una gran ven ta ja, pre ci sa men te por el fuer te pre jui cio ––por no de cir des pre cio–– con tra el in dio; es ta ba ca sa do con una mu jer en can ta do ra, be lla y cul ta, ca paz de des lum brar con su con ver sa ción a las ma tro nas de las vie jas fa mi lias ama zó ni cas; y su ca -

li dad de aco pia dor de gran des can ti da des de cau cho, pro duc to de su con di ción de avia dor, si bien no lo po nía en un pie de igual dad con otros cau che ros, al me nos ha cía que fue se res pe ta do y te ni do en cuen ta. Las gran des em pre sas ex tran je ras en Iqui tos le ex ten die ron una lí nea de cré di to de cua ren ta mil li bras es ter li nas que, pa ra esa épo ca, era una su ma 44 con si de ra ble. Nos ima gi na mos, en to do ca so, a un hom bre hi per qui né ti co en ma te ria de ne go cios, su mi nis tran do a los cau che ros las ha bi tua les pro vi sio nes, im por tan do bie nes de con su mo pa ra su clien te la, rea li zan do com ple jas ope ra cio nes co mer cia les con los ban cos. No le ha brá re sul ta do fá cil im po ner se co mer cial men te en Iqui tos, ni com pe tir con los po de ro sos. Si bien es ta po bla ción era nue va ––so bre to do com pa ra da con Li ma, con si glos de his to ria y de re fi na mien to–– al ber ga ba fa mi lias tra di cio na les y ex tran je ros que do mi na ban el ne go cio del cau cho. Pen se mos en el in men so pres ti gio, por ejem plo, de Luis Fe li pe Mo rey que, a pe sar de ha ber na ci do en Ta ra po to, fun dó en Iqui tos, en 1892, la fir ma Mo rey & del Águi la, no só lo de di ca da al cau cho, si no tam bién a la na ve ga ción flu vial, úni co me dio de trans por te en aque llos años. O al fran cés Char les Mou rrai lle (quien tu vo una bre ve aso cia ción co mer cial con Ju lio Cé sar), pro pie ta rio de la ca sa más es plén di da de Iqui tos, de es ti lo fran cés. Re si den te des de ha cía años en es ta ciu dad, ha bía in cur sio na do por la re gión en 1877 y su re pu ta ción era enor me. En el apo geo de su pros pe ri dad y ri que za, ven dió uno de sus va po res a los to do po de ro sos ba ro nes del cau cho Car los Fer mín Fitz ca rrald y Ni co lás Suá rez, di sol vió sus so cie da des co mer cia les y nun ca más se su po de él. Qué di fí cil le ha brá re sul ta do a Ju lio Cé sar com pe tir con fir mas ex tran je ras, co mo la ale ma na Wes che & Co., o con Ma rius & Lévy, dos ju díos ash ke na zis que de sem bar ca ron en el Ama zo nas y ob tu vie ron enor mes ga nan cias. Es ta suer te de Ba bel sel vá ti ca que era Iqui tos, es ta ba com pues ta por un asom bro so es pec tro de na cio na li da des y re li gio nes y nin gu no fue dis cri mi na do por es te mo ti vo, a di fe ren cia de lo que su ce dió en el Bra sil. Fer nan do Santos Gra ne ro y Fre de ri ca Bar clay, en La fron te ra do mes ti ca da, His to ria eco nó mi ca y so cial de Lo re to, tra zan un ri gu ro so per fil de aque lla so cie dad fi ni se cu lar que apo yó su eco no mía en una ma te ria pri ma, sin to mar en cuen ta que era pe re ce de ra. Se gún am bos au to res, Iqui tos es ta ba di vi di do en cua tro ca te go rías de co mer cian tes que coe xis tían sin crí ti cas ni dis cri mi na cio nes, al go que, por cier to, no hu bie ra su ce di do en Li ma. Pe ro el De par ta men to de Lo re to, que al ber ga ba al in men so Ama zo nas pe rua no, te nía su pro pia cul tu ra, ade más de ser una so cie dad nue va en com pa ra ción con la li me ña. Allí no hu bo vi rre yes, ni pla zas de to ros, ni pa la cios co lo nia les: só lo la sel va y un puer to ac ti vo

cu yas ex por ta cio nes de cau cho cre cían ver ti gi no sa men te año tras año. El pri mer gru po es ta ba com pues to por pe rua nos des cen dien tes de es pa ño 45 les, que po bla ban los ale da ños del río Hua lla ga: Mo ya bam ba, Yu ri ma guas, Ta ra po to y has ta Rio ja. Pros pe ra ron bá si ca men te gra cias a la ven ta de som bre ros de pa ja y, con pos te rio ri dad, se ins ta la ron en el Ama zo nas de di cán do se a la ex plo ta ción del cau cho y a la in dus tria na vie ra. No eran, pre ci sa men te, pe que ños co mer cian tes, ya que de al gún mo do ––al me nos en su ima gi na ción–– se sen tían los des cen dien tes de Pi za rro y de Al ma gro. A es ta ca te go ría per te ne cían Ju lio Cé sar Ara na y Eleo no ra, lo cual con tri bu yó a que las puer tas de Iqui tos se les abrie ran sin re ser vas. El se gun do gru po es ta ba for ma do por por tu gue ses y bra si le ños, que lle ga ron a esas la ti tu des an tes del boom del cau cho, sim ple men te pa ra apro ve char el au ge de los som bre ros de pa ja lla ma dos pa na má. El ter ce ro es ta ba in te gra do por co mer cian tes eu ro peos, con pre pon de ran cia de ju díos cen troeu ro peos ––tal el ca so de la em pre sa Kahn & Cía–– y, por úl ti mo, el gru po com pues to por ju díos se fa rdíes, pro ve nien tes de Ma rrue cos y el Me di te rrá neo. Bra sil, a di fe ren cia del Pe rú, op tó por dis cri mi nar a los ju díos, lo cual ca re ce de ex pli ca ción. Mu chos de ellos se con vir tie ron en re ga to nes, tra ba jo que con sis tía en na ve gar mo des ta men te por los ríos bra si le ños ama zó ni cos ven dien do mer ca de rías a cam bio de cau cho. Eran una suer te de avia do res, pe ro en pe que ña es ca la. Es to, de al gún mo do, les per mi tió do mi nar el mer ca do de es ta ma te ria pri ma, fa cul tad que de be de ha ber mo les ta do a las au to ri da des. Se les apli có un im pues to in dis cri mi na do de qui nien tos dó la res nor tea me ri ca nos a ca da uno de ellos, me di da que re sul tó en una in me dia ta diás po ra. La gran ma yo ría emi gró al Pe rú, que no apli ca ba im pues tos dis cri mi na to rios. Sin em bar go, las au to ri da des bra si le ñas no re sol vie ron el pro ble ma, por que otros to ma ron el lu gar de quie nes par tie ron. El ma tri mo nio Ara na, co mo era de es pe rar, se re la cio nó con la me jor so cie dad iqui te ña. La úni ca fo to gra fía de Ju lio Cé sar Ara na jo ven, que ya men cio na mos, mues tra a un hom bre esen cial men te ele gan te, im pe ca ble men te ves ti do. El es ce na rio en el cual se in ser tó el jo ven hom bre de ne go cios te nía su his to ria y sus cos tum bres. Más que de una his to ria pro pia men te di cha, po día ha blar se de una pe ti te his toi re, ya que la ciu dad era esen cial men te nue va. Se gún al gu nas ver sio nes, fue fun da da en 1840 por Li zar do Ze va llos, quien de bió aban do nar pre ci pi ta da men te San Fran cis co de Bor ja a raíz de una in va sión de in dios huam bi sa. La ciu dad se fun dó con la par ti ci pa ción de un gru po ét ni co abo ri gen de no mi na do iqui tos y, de ahí, su nom bre. Pe ro es una me ra ver sión que no sa be mos 46

si es ri gu ro sa men te exac ta. En to do ca so, el ver da de ro sur gi mien to se pro du jo en 1864, cuan do lle ga ron al pre ca rio puer to los va po res Pas ta za, el Mo ro na, el ber gan tín de ban de ra bri tá ni ca Prós pe ro (la ca lle prin ci pal de Iqui tos lle va ese nom bre en su ho me na je) y la go le ta Ari ca. Sus bo de gas es ta ban col ma das de pro vi sio nes, ma qui na rias y ob je tos im pres cin di bles pa ra una ciu dad que que ría des pe gar eco nó mi ca men te. No fue ca sual que la lle ga da de los na víos ini cia ra una nue va era. La na ve ga ción a va por re vo lu cio nó no só lo el tiem po que du ra ban los via jes, acor tán do los sig ni fi ca ti va men te, si no que im pul só en for ma de sa fo ra da el co mer cio. No de pen día de los vien tos ni de las co rrien tes. Ya no ha bía rin cón de la sel va don de no lle ga ra aun que más no fue ra un pe que ño va por car ga do de mer can cías. Ima gi ne mos, por un ins tan te, lo que de man da ba un via je en un bar co a ve la des de Pa rá, en la de sem bo ca du ra del río Ama zo nas en el océa no Atlán ti co, has ta Iqui tos. Eran más de mil ki ló me tros a con tra co rrien te. Cuan do el vien to es ta ba de proa, es de cir que pro ve nía del oes te, era po co lo que po día avan zar un ve le ro, sal vo “ha cer bor des”, es de cir, en fi lar la na ve en un án gu lo de cua ren ta y cin co gra dos en re la ción con el vien to, e ir de cos ta a cos ta, lo cual no era del to do efi caz, ya que la co rrien te lo em pu ja ba en sen ti do con tra rio. Sin la cal de ra a va por, po si ble men te no se hu bie ra pro du ci do ––al me nos, en esa mag ni tud–– la era del cau cho. Iqui tos fue el tram po lín que ne ce si ta ba Ju lio Cé sar Ara na, no só lo por que so cial men te es ta ba en un pie de igual dad con los des cen dien tes de los es pa ño les, si no por que era una ciu dad abier ta a cual quie ra que qui sie ra pro gre sar. Es ta ca rac te rís ti ca ur ba na, co mo ya he mos vis to, la di fe ren cia ba de Li ma, una so cie dad ce rra da que se apo ya ba en si glos de his to ria. Allí rei na ban fa mi lias po de ro sas co mo los Par do, los Díez Can se co o los Lar co, que abrían las puer tas de sus pa la cios co lo nia les, o los re cien tes que ha cían fu ror, de es ti lo Re pú bli ca: la ca sa de los ban que ros Wies se es el me jor ejem plo. Pe ro Iqui tos no se iba a que dar atrás. Con vie ne re cal car que Li ma, pa ra los ama zó ni cos, era tan re mo ta co mo una ciu dad asiá ti ca. El via je has ta la ca pi tal pe rua na de man da ba al re de dor de cua ren ta días. Es te he cho creó cos tum bres y es ti los di fe ren tes. Ima gi ne mos so me ra men te el iti ne ra rio a fi nes del si glo XIX, don de ya se ha bían pro du ci do al gu nos cam bios be ne fi cio sos en ma te ria de trans por te. Des de Iqui tos ha bía que via jar en lan cha has ta Yu ri ma guas, tra yec to que im pli ca ba re mon tar el río Ma ra ñón y el Hua lla ga; lue go, ir a pie por ca mi nos de he rra du ra has ta Mo yo bam ba, a tra vés de Bal sa puer to con la ayu da 47 de los in dios bal sa chos; des pués, pro se guir a lo mo de mu la has ta Chi le te, pa san do pre via men te por Rio ja, Cha cha po yas, Ce len día y Ca ja mar ca, ubi ca das en las al tu ras an di nas. La or da lía pro se guía ––fe liz men te en fe -

rro ca rril–– has ta Pas ca ma yo, en el océa no Pa cí fi co, don de se em bar ca ba y se na ve ga ba has ta El Ca llao. Y, por úl ti mo, des de es te puer to, se abor da ba el tren y se des cen día en la es ta ción De sam pa ra dos, en Li ma. Tam bién se po día lle gar a la ca pi tal pe rua na por vía ma rí ti ma, lo que to dos pre fe rían evi tar: el via je de man da ba na da me nos que seis me ses. Al no exis tir el Ca nal de Pa na má ––re cién se inau gu ró en 1914–– de bían, des de Pa rá, des cen der has ta el Es tre cho de Ma ga lla nes y re mon tar la cos ta chi le na, es pe ran do en di ver sos puer tos bu ques que los acer ca ran a Li ma. Es ta si de ral dis tan cia geo grá fi ca se tras la dó a lo cul tu ral. Iqui tos, sal vo en lo po lí ti co, po co te nía en co mún con el Pe rú an di no y ma rí ti mo. Te nía un mis mo go bier no, un par la men to, idén ti cas le yes, pe ro na da más. No es de ex tra ñar que la in fluen cia bra si le ña fue ra enor me, y que el con tac to cul tu ral y co mer cial lo tu vie ran con Eu ro pa y los Es ta dos Uni dos. Las gran des ca sas de los cau che ros se ase me ja ban a las del Bra sil, con fa cha das de ma yó li cas por tu gue sas y una ve ge ta ción con abun dan cia de pal me ras rea les si mi la res a las de Río de Ja nei ro. Abor dar un va por en Iqui tos sig ni fi ca ba lle gar có mo da men te al océa no Atlán ti co y, en Pa rá, tras bor dar a otro bu que rum bo a al gún puer to eu ro peo o nor tea me ri ca no. Es to de jó de ser ne ce sa rio en 1898, cuan do dos lí neas bri tá ni cas de va po res ini cia ron el via je di rec to en tre Iqui tos y Li ver pool. No ha bía que na ve gar en lan cho nes por ríos tro pi ca les in fes ta dos de mos qui tos, ni cru zar los An des a lo mo de mu la; por el con tra rio, los sir vien tes se en car ga ban de lle nar baú les y som bre re ras y trans por tar los has ta el bar co. Los pa sa je ros só lo te nían que pa sar el tiem po en cu bier ta, en el sa lón co me dor, o en sus ca ma ro tes. Iqui tos, pues, te nía más re la ción con el he mis fe rio nor te que con Li ma. En la úl ti ma dé ca da del si glo XIX, el pre cio del cau cho co men zó su es pi ral as cen den te ––lle ga ría a su apo geo en 1910–– y aque lla so cie dad ama zó ni ca a la cual le llo vió el ma ná del cie lo, ya que la ri que za no fue pro duc to de la in dus tria li za ción si no de la na tu ra le za, cre yó que la bo nan za se ría in fi ni ta. Pen se mos en lo que era una ca so na de Iqui tos. To do era ab so lu ta men te im por ta do por que la ciu dad ca re cía de pro duc ción. Los la dri llos, las ma yó li cas, los te chos de zinc, los pi sos de mo sai cos, los sa ni ta rios, las co ci nas, por nom brar al gu nos de los ele men tos de cons truc ción más pri ma rios. Pe ro co mo la ciu dad, en ma te ria de ali men tos, na da pro du cía sal vo al gu nas ra ras fru tas tro pi ca les y el co 48 ra zón de un ti po de pal me ra, se im por ta ban de Eu ro pa pa pas, vi nos, cham pán, cer ve za, agua de Vichy, té, azú car, pla tos, co pas, cu bier tos, man te le ría, sá ba nas, al fom bras y cuan to mue ble y ob je to exis tie ra en una re si den cia. Lle ga ban al puer to en los va po res de la com pa ñía na vie ra Booth y, co mo por ar te de ma gia, de sem bar ca ban en Iqui tos. El cau cho, sin du da, obra ba mi la gros.

Era una so cie dad que no pro du cía na da y que, pa ra su sub sis ten cia, de pen día de una ma te ria pri ma y de mer ca dos vo lá ti les. En el ce nit de la ex por ta ción cau che ra, cuan do la li bra de cau cho lle gó a cos tar on ce che li nes en el mer ca do de Lon dres y tres dó la res en el mer ca do nor tea me ri ca no, el fre ne sí de los ha bi tan tes por los ar tí cu los de lu jo no tu vo lí mi tes. En la Bi blio te ca Ama zó ni ca ––un vie jo y des lum bran te pa la cio cau che ro–– en el ma le cón de Iqui tos, des de don de se di vi sa el río Ama zo nas y pró xi ma a lo que fue el Ho tel Pa la ce ––en la ac tua li dad, se de de la Pre fec tu ra–– se con ser van dos ál bu mes de fo to gra fías do na dos por una de las ra mas de la fa mi lia Mo rey. Esas imá ge nes mues tran una vi da fas tuo sa, le gen da rios in te rio res y fies tas de fa mi lia, in men sos pa tios y sa lo nes. La fa mi lia Mo rey es tal vez la más em ble má ti ca. Pe ro los Her nán dez y los Del Águi la no le iban a la za ga. Sin em bar go, esa so cie dad ines pe ra da men te prós pe ra don de el di ne ro in gre sa ba a to rren tes, no po día es ca par al ais la mien to geo grá fi co, a la in su la ri dad cul tu ral; al fin y al ca bo, es ta ba an cla da en el co ra zón del Al to Ama zo nas. No exis tía, por ejem plo, la en se ñan za se cun da ria. Es te he cho inex pli ca ble an te ta ma ña ri que za ha bla a las cla ras de una suer te de ne gli gen cia por par te de los cau che ros, que re sol vie ron el pro ble ma de un mo do exó ti co: sus hi jos se edu ca rían en Pa rís y en los Es ta dos Uni dos, apro ve chan do la co ne xión di rec ta ma rí ti ma en tre Iqui tos y Li ver pool. Las fa mi lias lo re ta nas ––así se de no mi na ban los ha bi tan tes del de par ta men to de Lo re to–– hi cie ron las va li jas y se ins ta la ron en Eu ro pa, de jan do que el miem bro fuer te de la fa mi lia se hi cie ra car go de los ne go cios. No lo hi cie ron por es no bis mo, si no por ne ce si dad. Iqui tos, sin en se ñan za, con ca lles de ba rro, con un cli ma opre si vo, con una mí ni ma in fraes truc tu ra sa ni ta ria, no era el lu gar in di ca do pa ra los re yes del cau cho. Sus hi jos es tu dia rían en Eu ro pa o en los Es ta dos Uni dos, por que era lo me jor pa ra ellos. En Pa rís, por ejem plo, exis tía un co le gio con más de cien ni ños lo re ta nos. Ju lio Cé sar Ara na, co mo ve re mos, tam po co pu do es ca par a es te imán eu ro peo: a prin ci pios del si glo XX, tras la dó su fa mi lia a Bia rritz, y lue go a Lon dres y a Sui za. 49 Es ine vi ta ble pre gun tar se qué vi da ha cían en Eu ro pa los lo re ta nos. Fue la era, cla ro, de los mi llo na rios su da me ri ca nos: cau che ros del Bra sil y del Pe rú; cat tle ba rons, de la Ar gen ti na; re yes del sa li tre o del car bón de Chi le. Pe ro a di fe ren cia de ar gen ti nos y chi le nos, que in ten ta ban de ses pe ra da men te ser eu ro peos, re la cio nar se con la no ble za a tra vés de opor tu nos ca sa mien tos y arra sar con cuan to mue ble y ob je to es ta ba a la ven ta pa ra sus pa la cios fran ce ses de Bue nos Ai res o de San tia go, los ama zó ni cos op ta ron por un per fil más ba jo, re la cio nán do se esen cial men te en tre ellos. Tal vez co no cían sus li mi ta cio nes fren te a la so cie dad eu ro pea y no

ol vi da ban que pro ve nían de la sel va. Exis tía en tre ellos un es prit de corps que les per mi tía for mar una ver da de ra co mu ni dad. Acos tum bra dos por na ci mien to a un cli ma tro pi cal, al ca lor y a la hu me dad, no to le ra ban el in vier no eu ro peo. Con los pri me ros fríos, se em bar ca ban rum bo a la is la ca ri be ña de Bar ba dos, has ta que re tor na ra el cli ma cá li do. Cu rio sa men te, to dos te nían sus re si den cias en la mis ma ca lle. Hu bo ex cep cio nes, cla ro. Siem pre al guien ter mi na ba des li zán do se en los sa lo nes pa ri si nos o ma dri le ños, al gún en fant te rri ble que as pi ra ba a al go más que re la cio nar se úni ca men te con lo re ta nos. El ejem plo más des ta ca do fue Ma nuel Mo rey del Águi la, pro to ti po del dandy de prin ci pios del si glo XX, cu ya his to ria ex hi be las ex tra va gan cias de la be lle épo que. Hi jo de uno de los cau che ros más prós pe ros de Iqui tos, se ena mo ró per di da men te, en Ma drid, de la hi ja de un con de. El de ve nir de ese ro man ce me fue con fia do, en Li ma, por su pro pio hi jo, Raúl Mo rey Me na cho. El jo ven Ma nuel Mo rey del Águi la se di ri gió al pa la cio ma dri le ño don de vi vía su ama da pa ra so li ci tar al pa dre su ma no. Pe ro se en con tró con un pri mer es co llo: el no ble es pa ñol no es ta ba dis pues to a en tre gar a su hi ja a un hom bre que no tu vie ra un tí tu lo no bi lia rio. ¿Se ne ce si ta ba ser, en ton ces, du que, mar qués o con de? Pues bien, el cau cho to do lo po dría. Ase so ra do por in for ma dí si mas re la cio nes, Mo rey so li ci tó una en tre vis ta con el can ci ller his pa no, Mai ra ta, pa ra que lo ayu da ra a ad qui rir un tí tu lo de con de. És ta era una cos tum bre bas tan te co mún en una épo ca en la que so cial men te era más im por tan te ser no ble que ha ber se gra dua do en Har vard o en Ox ford. En la Es pa ña del rey Al fon so XIII un mar que sa do o un con da do eran ab so lu ta men te ac ce si bles, so bre to do por que el mo nar ca uti li za ba los in gre sos que im pli ca ba el otor ga mien to de tí tu los pa ra man te ner a sus nu me ro sas aman tes, se gún sos te nían al gu nas ver sio nes. ––¿Dón de tie ne us ted tie rras? ––le pre gun tó el can ci ller, du ran te la en tre vis ta. 50 ––En Lo re to, Pe rú ––res pon dió. ––Ca si lo mis mo le cues ta a us ted ser mar qués, que es un tí tu lo ma yor. ––No quie ro ser más que ella. Quie ro ser igual ––ase gu ró Mo rey. Des pués de ri gu ro sos es tu dios so bre la pu re za de san gre, del lu gar de don de pro ve nía y del pre cio que es ta ba dis pues to a pa gar, apa re ció un día por su ho tel una co lec ción de per so na jes, a ho ra tem pra na e ino por tu na, ya que el jo ven as pi ran te a con de es ta ba en ple nos ejer ci cios ama to rios con al gu na atrac ti va ma dri le ña. Op tó por ves tir se y des cen der al ves tí bu lo. ––Ve ni mos en nom bre de su ma jes tad, el rey Al fon so XIII, a co mu ni car le que su pe ti to rio ha si do acep ta do ––di jo el vo ce ro pom po sa men te. Tam bién le se ña ló que de bía ad qui rir el uni for me de con de, za pa tos

con he bi llas do ra das, un som bre ro y una es pa da con em pu ña du ra de oro. ––Pa ra ser con de ––pro si guió el vo ce ro–– de be us ted te ner tie rras. ––Po seo tie rras en Ta ra po to, en el Ama zo nas pe rua no ––res pon dió. ––¿Y qué sig ni fi ca ese tér mi no? ––Es una pal me ra del ga da que, en su par te su pe rior, tie ne una es pe cie de ba rri ga. Fi nal men te, le die ron el tí tu lo de con de de Ta ra po to. Y, jun to con el con da do, un es cu do de ar mas que era el de los Mo rey, pe ro que, en vez de te ner tres mo ras, os ten ta ba una pal me ra al ta y ba rri go na. El rey lo re ci bió en el Pa la cio de Orien te y, con pom pa y cir cuns tan cia, lo de cla ró con de de Ta ra po to. Hu bo re ve ren cias y su bli mes fo to gra fías jun to al mo nar ca. Un gi do con un tí tu lo con dal de una re mo ta re gión tro pi cal su da me ri ca na, Ma nuel Mo rey del Águi la par tió a pe dir la ma no de su bie na ma da, so li ci tan do ––co mo co rres pon de–– una au dien cia pre via con su pa dre. El con de es pa ñol lo es cu chó, ve ri fi có los do cu men tos fir ma dos por el rey y le pre gun tó si, allá en Lo re to, ha bía no bles. ––Al gu nos, por el la do de la fa mi lia del Águi la. ––¿Tie ne al gún pa la cio? ––No, pe ro pue do cons truir lo. El ma dri le ño lo con tem pló con es cep ti cis mo. ––¿Có mo es la vi da en Iqui tos? ¿De dón de ob tie ne el di ne ro? ––Del cau cho, por su pues to ––res pon dió or gu llo so Mo rey. El au tén ti co con de se pa seó por el im po nen te sa lón con ine quí vo cos sín to mas de in tran qui li dad. Fi nal men te, se de tu vo y le cla vó la mi ra da. ––Vea, jo ven ci to ––di jo––. Us te des, los su da me ri ca nos, creen que to do lo pue den com prar con di ne ro, des de un tí tu lo no bi lia rio, has ta la ma 51 no de una jo ven. Pues bien: ja más le da ré la ma no de mi hi ja pa ra que la lle ve a ese in fier no ––con clu yó. Ma nuel Mo rey del Águi la, con de de Ta ra po to, de be de ha ber que da do azo ra do. Pa ra pa liar su do lor y hu mi lla ción, de ci dió ha cer un via je por el Me di te rrá neo en com pa ñía de una mi di net te y un gru po de ami gos ín ti mos. Un día re gre só a Iqui tos con mo ti vo de la za fra del cau cho. Sen ta do a una de las me sas del Po lo Nor te, un bar de la ciu dad don de se ha bla ba ine vi ta ble men te de po lí ti ca, les di ce a los con ter tu lios: ––He es ta do con el rey de Es pa ña y me ha otor ga do el tí tu lo de con de de Ta ra po to. Las car ca ja das no se hi cie ron es pe rar. Quién po día creer en se me jan te his to ria. ¡Con de de Ta ra po to! Eso sí que es ta ba bue no. El jo ven Ma nuel co rrió a su ca sa y re gre só con el tí tu lo con dal y la fo to gra fía que lo mos tra ba jun to a Al fon so XIII de Es pa ña, ata via do con un ab sur do tra je, som bre ro y es pa da. Qui zá la men tó no ha ber man te ni do en se cre to aque lla ce -

re mo nia y su nue va ca li dad de no ble. En Iqui tos, las bro mas que le hi cie ron a par tir de ese mo men to, ter mi na ron amar gán do le la vi da. Es tos fue ron al gu nos de los per fi les que aso ma ban en el es ce na rio don de vi vían Ju lio Cé sar Ara na, Eleo no ra y sus hi jas Ali cia y An gé li ca. Fue una so cie dad, en al gu nos as pec tos, des preo cu pa da en el sen ti do es tric ta men te li te ral del tér mi no. El úni co que se pre-ocu pa ba era el cau che ro, el ba rón, en su ma, el je fe de fa mi lia. Si bien for ma ba a sus hi jos pa ra que, en el fu tu ro, lle va ran ade lan te el ne go cio, una vez que fa lle cía el pa ter fa mi lias, se cer nía so bre sus des cen dien tes un des ti no in va ria ble men te fa tal. Bas ta ana li zar a Ara na, a Mo rey y a las cin co fa mi lias que han te ni do pro mi nen cia en ca da uno de los ci clos de la eco no mía ama zó ni ca pa ra des cu brir que, muer tos los pa dres, de sa pa re ce pa ra siem pre la fa mi lia, o bien al gu nos de sus miem bros en lo que cen, ter mi nan idio tas, o en la más ab so lu ta mi se ria. Al re co rrer el cen tro del ac tual Iqui tos, se ve que al gu nas im po nen tes edi fi ca cio nes de la era del cau cho se es tán vi nien do aba jo. El ejem plo más em ble má ti co de esa de ca den cia es la vie ja ca sa co mer cial de los Mo rey, en la es qui na de las ca lles Prós pe ro y Bra sil. El pri mer pi so es tá ab so lu ta men te aban do na do, sin ven ta nas ni vi drios, y en la plan ta ba ja abun dan lo ca les de po ca ca te go ría. El lo go ti po de una de las fir mas co mer cia les más po de ro sas de la re gión aún pue de ob ser var se: es re don do, co mo si sim bó li ca men te en glo ba ra al mun do, y 52 pue de leer se L.F. Mo rey e Hi jos, 1900. Se ha caí do una le tra ere y, del año, só lo que da el nú me ro 90. Lo úni co que se man tie ne en pie es la fa cha da su pe rior: azu le jos, bal co nes de hie rro for ja do y tres va si jas neo clá si cas que co ro nan la ba laus tra da de la te rra za. No era así, por cier to, en el res to del Pe rú de co mien zos del si glo XX. Las gran des fa mi lias que for ma ban los gru pos de po der en la cos ta del Pa cí fi co o en la sie rra ma ne ja ban sus pro pie da des mi ne ras o agrí co las de ca rác ter feu dal con la pre ci sión de un re loj sui zo. Con ta ban con ge ren tes y una plan ta de per so nal tí pi ca men te ca pi ta lis ta, don de la muer te del je fe de fa mi lia no al te ra ba los ne go cios en lo más mí ni mo. To me mos co mo ejem plo la le gen da ria ha cien da Ca sa Gran de, de la fa mi lia Gil de meis ter, que te nía tres cli mas: el del li to ral ma rí ti mo, el de la sie rra an di na y, fi nal men te, el de la sel va. Tal era su in men si dad. Si de jó de per te ne cer a esa fa mi lia no fue por que los des cen dien tes no su pie ran ad mi nis trar la, si no por que fue ex pro pia da, en la dé ca da de 1960, por un tí pi co go bier no la ti noa me ri ca no de iz quier da. Pe ro vol va mos al Iqui tos de fi nes del si glo XIX, don de Ju lio Cé sar Ara na in ten ta ba in ser tar se en esa co mu ni dad prós pe ra, pe ro no apa ra to sa e in so por ta ble men te nou veau ri che, co mo era la de Ma naos. Si bien al gu nas ver sio nes ––o, más bien, le yen das–– ase gu ra ban que la ca lle Prós -

pe ro es ta ba “ado qui na da” con fon dos de bo te llas de cham pán, la rea li dad era otra. Hil de bran do Fuen tes, que fue Pre fec to de Lo re to (el equi va len te a go ber na dor) y es cri tor, de jó va lio sí si mos tes ti mo nios de la re gión cuan do de sem pe ñó un car go pú bli co en tre 1905 y 1907, diez años des pués de que se ins ta la ra Ara na, a quien lo unió la amis tad. Mi opi nión es que el cli ma de Iqui tos no es tan ad ver so co mo ge ne ral men te se lo ha ce apa re cer. Pue do de cir aque llo de que no es tan fie ro el león co mo lo pin tan. Y la ra zón en que me apo yo pa ra ha cer es ta ase ve ra ción es que no ha bien do en Iqui tos hi gie ne pú bli ca y ca si ni pri va da, no exis tien do los ser vi cios de agua y de sa güe, ca re cien do de pa vi men to, bo tán do se las de yec cio nes y los res tos ali men ti cios en los co rra les y huer tas de las ca sas, trans cu rren, no obs tan te, días de días en que las es ta dís ti cas no acu san una so la de fun ción; y es to es más elo cuen te si se tie ne pre sen te que Iqui tos cuen ta con una po bla ción de más de nue ve mil ha bi tan tes. Con den san do mi opi nión res pec to al cli ma de Iqui tos, di ré que, en mi con cep to, es en fer mi zo pe ro no mor tí fe ro. 53 La far ma co pea de ci mo nó ni ca in cluía los más di ver sos me di ca men tos pa ra con tra rres tar los efec tos de tan ta des me su ra tro pi cal. Se re co men da ban to do ti po de in yec cio nes: de ca co di la to de so da, asi dua men te; de qui ni na, pa ra cu rar la ter cia na agu da; de es tric ni na, pa ra le van tar el áni mo y Agua de Vichy ––na tu ral men te, im por ta da–– en for ma per ma nen te. Fuen tes tam bién da al gu nos con se jos pa ra na da de sa ten di bles en aque llos años. Co mi das fres cas y na da de con ser vas; só lo cuan do no se en cuen tran aqué llas se ha rá uso de és tas, pre fi rien do las fran ce sas a las ale ma nas y pros cri bien do ab so lu ta men te las nor tea me ri ca nas. Otra de las ob se sio nes de quie nes vi vían en Iqui tos, a fi nes del si glo XIX, era di fe ren ciar se fí si ca men te del in dio, pri vi le gian do a ul tran za los ras gos eu ro peos, or gu llo que se man tie ne has ta nues tros días. El mis mo Hil de bran do Fuen tes re co mien da usar za pa tos de lo na blan ca o de cue ro ama ri llo, cor ba ta del ga da y am plia y el cue llo do bla do, ya que la ple be no usa es tas pren das. Ad vier te, asi mis mo, cui dar se de las le gio nes de pes tes e in co mo di da des que sue len exis tir en esas la ti tu des, des de la ni gua, in sec to que se in tro du ce en los pies y for ma úl ce ras, la hor mi ga blan ca, la avis pa y el zan cu do (o mos qui to), has ta la man ta blan ca, un mos qui to di mi nu to, blan co, que for ma gran des nu bes e in fli ge una pi ca du ra par ti cu lar men te do lo ro sa. Es te fla ge lo abun da en el río Pu tu ma yo. Tam bién ha bía que cui dar se de las nu me ro sas ví bo ras, de los ja gua res y de los vam pi ros. Pe ro, co mo di ce el pro ver bio, sar na con gus to no pi ca. El úni co mo -

ti vo por el cual los des cen dien tes de es pa ño les pro ve nien tes de la re gión del Hua lla ga o de los An des se so me tían a se me jan tes ri go res cli má ti cos y ani ma les, era ese ár bol má gi co del cual se ex traía el cau cho. El ne go cio de su ex trac ción, por otra par te, con for ma ba una com pli ca da ca de na que co men za ba en la sel va in fer nal, pa sa ba por va rios in ter me dia rios y con cluía en las gran des ca sas im por ta do ras de Lon dres o Nue va York. Va le la pe na re pro du cir un pa sa je de Hil de bran do Fuen tes so bre el cau che ro (no el prós pe ro em pre sa rio de Iqui tos, si no esa suer te de es cla vo que se aden tra ba en la jun gla). El cau che ro es un in di vi duo que no tie ne mie do a na da ni a na die; que re suel to a to do, pe ne tra en el bos que, vir gen ca si siem pre, de ci 54 di do a arran car le sus ri que zas go me ras o a mo rir en la de man da, sea víc ti ma de las en fer me da des co mo la ter cia na, fie bres pa lú di cas, fie bre ama ri lla, be ri be ri, es pe cial men te si es si rin gue ro; o pi ca do por un ani mal ve ne no so, o en ma nos de los sal va jes, o de un ene mi go en vi dio so o aho ga do en las co rrien tes de los ríos. Ya le ve mos: sin brú ju la, sin más orien ta ción que el ins tin to, el abri dor de es tra das o ma te ro, se ar ma de un sa ble [ma che te], su es co pe ta y to das las pro vi sio nes que lle var con si go pue de con la fe alen ta do ra de la em pre sa; se lan za en esa des co no ci da in men si dad de bos ques, y ya con el fan go has ta la ro di lla, ya con el agua a la cin tu ra, ya sal tan do co mo los pá ja ros de ra ma en ra ma, pi san do es pi nas y ma tan do ví bo ras e in sec tos ve ne no sos, o ha cien do ca ce rías de mo nos y di fe ren tes aves, va a su pa so de jan do abier ta la tro cha y se ña lan do con uno o dos pi que tes el ár bol de je be que ha lla. El cau che ro ávi do de pla ce res re ci be el di ne ro con una ma no y ge ne ral men te lo de rro cha con la otra, sin que le im por te un ar di te; in cli na do a los go ces de la me sa y de la be bi da es co mún men te ju ga dor y ena mo ra do co mo un cu pi do. El cau che ro es pa trio ta, aman te de su ban de ra. Por ella se sa cri fi ca ría gus to so des pre cian do a los ene mi gos de su pa tria. Na da le arre dra: ni la so le dad, ni las pes tes, ni los otros hom bres, ni los gol pes de for tu na. Él ha ce de to do: co me, be be, ena mo ra, tra ba ja, de be, pa ga, lu cha, aho rra po cas ve ces, lo pier de to do ca si siem pre; ra zón por la cual son po cos los cau che ros ri cos y mu chos los po bres. Ju lio Cé sar Ara na co no cía bien la rea li dad del cau che ro, aun que has ta que se ins ta ló con su fa mi lia en Iqui tos, en 1896, tu vo po cas ex pe rien cias co mo pa trón que vi ve en la sel va, ya que no lo hi zo de for ma per ma nen te. Ya he mos se ña la do su in na ta ha bi li dad co mer cial y el he cho de que ––co mo el cau che ro–– no le te mía a na da. Lo de mos tró al in ter nar -

se du ran te tres años en el río Ya va rí co mo avia dor, con lo que po de mos afir mar que co no cía, des de los die ci sie te años, la sel va des de aden tro. Pe ro Iqui tos no era el Ya va rí, ni el Pu rús, ni nin gún río per di do en la jun gla, si no ––des pués de Ma naos, en Bra sil–– el epi cen tro del fa bu lo so ne go cio del cau cho. A par tir de 1896 se aso ció fu gaz men te con pro mi nen tes fir mas co mer cia les; re cién en 1903 fun da ría J. C. Ara na & Her ma nos ––más co no ci da co mo la Ca sa Ara na–– que se con ver ti ría no só lo en un óp ti mo ne go cio, si no tam bién en el te rror de la re gión del Pu tu ma yo. Iqui tos era otra cla se de es ce na rio, con em pre sa rios y fir mas co mer cia 55 les de enor me po de río. ¿Có mo com pe tir con Luis Fe li pe Mo rey, due ño de más de un mi llón de hec tá reas en el Ama zo nas? ¿O con Ce ci lio Her nán dez & Hi jos, cu ya se de co mer cial era un gi gan tes co edi fi cio que for ma ba una es qui na? ¿Có mo es tar en un mis mo ni vel con Wes che & Co., o con Ma rius & Lévy? Ju lio Cé sar Ara na era un mo nar ca me nor, cla ro, den tro de esa cons te la ción de em pe ra do res del cau cho. Pe ro ani da ba en él una am bi ción irre fre na ble, que só lo ne ce si ta ba de un chis pa zo pa ra en cen der un fue go de pri me ra mag ni tud. Fue ron va rias las ver tien tes per so na les, po lí ti cas y eco nó mi cas que per mi tie ron que se trans for ma ra, en la pri me ra dé ca da del si glo XX, en una suer te de em pe ra dor ama zó ni co, con ejér ci to y ar ma da pro pios, te nien do en cuen ta la re du ci da es ca la de po der ofen si vo que de man da ban esos tró pi cos. Ni la ca sua li dad ni la suer te lo ele va ron a esa dig ni dad: lo hi cie ron su ca rác ter, su ines cru pu lo si dad, su co di cia. En 1895 ––Ju lio ape nas lle va ba un año en Iqui tos–– se pro du jo una re vo lu ción en el Pe rú, li de ra da es ta vez por Ni co lás de Pié ro la: tras san grien tos com ba tes, és te lo gró im po ner se con su ejér ci to de mon to ne ros. No se tra ta ba de una re vo lu ción más, de otro gol pe de pa la cio pa ra reem pla zar a un cau di llo por otro. Es te mo vi mien to as pi ra ba a po ner fin al lar go pe río do de cau di llis mo pro ta go ni za do por mi li ta res. La gue rra del Pa cí fi co, li bra da en tre 1879 y 1883, ha bía de ja do al Pe rú ex haus to en tér mi nos eco nó mi cos y mo ra les, y ya no se po día re cu rrir al gua no y a sus fa bu lo sos de re chos de ex por ta ción pa ra lle nar las ar cas fis ca les. Pié ro la se pro pu so cons truir una re pú bli ca in te gra da por ci vi les ––allí na ce ría el ci vi lis mo––, con so li dar la bur gue sía, crear nue vas ins ti tu cio nes efi ca ces y, por en ci ma de to do, ar mar un mo de lo ex por ta dor ba sa do en las ma te rias pri mas, des de la mi ne ría y el azú car, has ta el cau cho. Da do que exis tían gran des te rra te nien tes y que la ri que za es ta ba en po der de po cos, ese go bier no ter mi nó de no mi nán do se la Re pú bli ca Aris to crá ti ca. En la Su da mé ri ca de fi nes del si glo XIX, so pla ban vien tos de mo crá ti cos. La eco no mía, a pe sar de ba sar se en las ma te rias pri mas y no en la in dus tria li za ción, pa re cía au gu rar un fu tu ro prós pe ro. Quie nes de fi nie -

ron el nue vo mo de lo fue ron el ca pi tal ex tran je ro, las nue vas y ve lo ces co mu ni ca cio nes y una nue va cla se po lí ti ca que as pi ra ba a in ser tar se en el mun do. No es és te el es pa cio pa ra ana li zar el go bier no de Ni co lás de Pié ro la en el Pe rú, pe ro sí en lo que res pec ta a Lo re to y al vas to con ti nen te ama zó ni co. El ais la mien to geo grá fi co y cul tu ral ha bía de ja do a es te enor me 56 de par ta men to pe rua no en una suer te de anar quía, a la cual se agre ga ba la des com po si ción po lí ti ca re sul tan te de la de rro ta su fri da en la gue rra del Pa cí fi co. En 1882, por ejem plo, ha bía en Lo re to dos Pre fec tos, o go ber na do res, que res pon dían a di ver sas au to ri da des. En go bier nos pre vios se ha bían he cho in ten tos de crear ins ti tu cio nes que con tri bu ye ran al me jor co no ci mien to del te rri to rio pe rua no: en lo que al Ama zo nas res pec ta, ello era de pri mor dial im por tan cia. Ha bía que es ta ble cer no só lo las fron te ras in ter na cio na les, si no tam bién las ca rac te rís ti cas de los ríos, su po ten cial y sus re cur sos; cuá les eran na ve ga bles y en qué tra mos; cuál era la ru ta más apro pia da pa ra cons truir un fe rro ca rril. En los ma pas ama zó ni cos abun da ban las “zo nas des co no ci das” o “re gio nes ha bi ta das por sal va jes”. La fun da ción de la So cie dad Geo grá fi ca de Li ma, en 1888 ––en una era don de es te ti po de ins ti tu ción, na ci da en In gla te rra, se co pia ba en múl ti ples paí ses–– abrió el co no ci mien to so bre el Ama zo nas. Pié ro la se en car gó de que la fi gu ra y la ges tión del Pre fec to tu vie ran otra di men sión, a tra vés de una in te li gen te le gis la ción y de ins ti tu cio nes que res pon dían a las ne ce si da des de la épo ca. El Mi nis te rio de Fo men to crea do por él, en 1896, fue cla ve en lo con cer nien te a obras pú bli cas, in mi gra ción y ex plo ta ción de re cur sos. Es te vien to que so pló en Iqui tos fa vo re ció a Ju lio Cé sar Ara na. Di fí cil men te hu bie ra po di do cons truir su im pe rio en el Pu tu ma yo de no ha ber exis ti do ese am bien te po lí ti co. El go bier no pe rua no es ta ba dis pues to a apo yar ini cia ti vas, a con ce der tie rras, a de sa rro llar la in dus tria del cau cho sin opo ner de ma sia dos re pa ros a des bor des, in jus ti cias u ocu pa cio nes por la fuer za. Por que a la co yun tu ra eco nó mi ca y po lí ti ca, ha bría que agre gar le otra, de vie jí si ma da ta y que se trans for mó en el pi vo te so bre el cual ma nio bró Ara na: los pro ble mas li mí tro fes. Pe rú, en el lar go pla zo, per dió in men sos te rri to rios ama zó ni cos que fue ron a pa rar a ma nos bra si le ñas, bo li via nas y co lom bia nas, co mo con se cuen cia de errá ti cas po lí ti cas ex te rio res de di ver sos go bier nos. Pe ro el con flic to li mí tro fe con Co lom bia, en lo que por aho ra de no mi na re mos la re gión del Pu tu ma yo, fue una de las cau sas más po de ro sas pa ra que Ara na pu die ra es cri bir se me jan te pá gi na en la his to ria del Ama zo nas. El río Pu tu ma yo ––Ara na es ta ble ce ría su im pe rio en tre es te río y el Ca que tá, te rri to rio que abar ca ba mi llo nes de hec tá reas–– na ce en Ecua -

dor, con cre ta men te en Pas to, en la cor di lle ra de los An des ecua to ria nos, y tras re co rrer mi les de ki ló me tros de sem bo ca en el río Ama zo nas, a tres cien tos ki ló me tros de Iqui tos a vue lo de pá ja ro. Su trán si to por la re gión 57 ama zó ni ca ge ne ra va rios afluen tes, en tre los que pue den men cio nar se el Ca ra pa ra ná y el Iga ra pa ra ná, que se rían el co ra zón del im pe rio de la Ca sa Ara na. Esa vas ta re gión de no mi na da Pu tu ma yo fue ob je to de an ces tra les li ti gios li mí tro fes en tre Pe rú, Co lom bia, Ecua dor y Bra sil. Ha cia fi nes del si glo XIX y con el au ge del cau cho, la re gión que for ma ba una suer te de ne bu lo sa en ma te ria de per te nen cia, ad qui rió una im por tan cia des me su ra da. Si bien, a lo lar go de los si glos, se ha bían fir ma do tra ta dos en tre Es pa ña y Por tu gal ––Tor de si llas, San Il de fon so–– los lí mi tes te rri to ria les en tre el vie jo vi rrei na to de Nue va Gra na da ––que in cluía a las ac tua les Ve ne zue la, Co lom bia y Ecua dor, en tre otros paí ses–– y el Pe rú, se guían no ta ble men te im pre ci sos. Pa ra col mo, y a des pe cho de Tor de si llas, Bra sil pe ne tra ba de ci di da men te en el oes te ama zó ni co. A to do es to hay que agre gar le las pre ten sio nes de Ecua dor. Cua tro paí ses su da me ri ca nos, pues, rea li za ban ocu pa cio nes, ata ques y de fen sas so bre el vas to te rri to rio del Pu tu ma yo. En la se gun da mi tad del si glo XIX, Pe rú ha bía re suel to sus con flic tos li mí tro fes con Bra sil. Só lo res ta ban Co lom bia y Ecua dor, que se ne ga ban a ce der en sus pre ten sio nes so bre esa zo na sel vá ti ca. Pe ro Co lom bia es ta ba de ma sia do in mer sa en sus lu chas ci vi les. Bas te se ña lar que, du ran te el si glo XIX, pa de ció ocho gue rras ci vi les de pri me ra mag ni tud y ca tor ce me no res, lo cual no de ja ba mu cho tiem po a las au to ri da des pa ra ocu par se de un re mo to te rri to rio per di do en la sel va. Ecua dor no le iba a la za ga en ma te ria de en fren ta mien tos cí vi cos. No fue ese el ca so del Pe rú. A tra vés del sis te ma de Pre fec tos y mar can do su pre sen cia en la zo na, con vir tió a Iqui tos en una suer te de ciu dad-es ta do; en 1864 inau gu ró el puer to y los as ti lle ros y tras la dó a esas la ti tu des seis va po res, lo cual, pa ra la épo ca, era una me di da de enor me en ver ga du ra. Sin em bar go, pa ra que Ara na pu die ra adue ñar se del Pu tu ma yo más por la fuer za que por tran sac cio nes co mer cia les, ne ce si tó, en la pri me ra dé ca da del si glo XX, una alian za tá ci ta con el go bier no de Li ma, al cual le re sul ta ba de enor me com ple ji dad y cos to tras la dar fuer zas mi li ta res al Al to Ama zo nas. Co mo ve re mos, esa fue ta rea de Ju lio Cé sar Ara na. Pe ro és tas fue ron cir cuns tan cias po lí ti cas e his tó ri cas que ac tua ron co mo mo tor im pul sor en un hom bre par ti cu lar men te am bi cio so. Ya he mos vis to que, du ran te el pe río do que vi vió en Iqui tos con Eleo no ra y sus hi jas, se ca rac te ri zó bá si ca men te por ser un há bil ne go cian te en la ad qui si ción de cau cho, en las ope ra cio nes ban ca rias, en la re la ción con los cau che ros que re ci bían sus pro vi sio nes. Es ta ba le jos, sin em bar go, de ser un

58 rey de al gu na ma te ria pri ma. Ese ce tro, has ta la úl ti ma dé ca da del si glo XIX, es ta ba en ma nos de otro pe rua no tan to o más aven tu re ro que Ara na: Car los Fer mín Fitz ca rrald. Si bien su im pe rio se en con tra ba en la re gión sur del Ama zo nas pe rua no, en los ríos Uca ya li y Ma dre de Dios, su fa ma era le gen da ria. De be ha ber si do su muer te ines pe ra da, el 5 de ju nio de 1897 (otros sos tie nen que fue el 9 de ju lio), co mo con se cuen cia de un ab sur do ac ci den te, la que des per tó en Ara na una vo ca ción su ce so ria. No po dría mos ha blar del cau cho sin tra zar la his to ria de es te hom bre ex traor di na rio que mu rió a los trein ta y cin co años de edad. A di fe ren cia de Ara na, aún per du ra en el ima gi na rio po pu lar, co mo si se tra ta ra efec ti va men te de un hé roe; de lo con tra rio, una pro vin cia pe rua na del de par ta men to de An cash ––don de na ció–– no se lla ma ría Car los Fer mín Fitz ca rrald. Ju lio Cé sar Ara na, en cam bio, no tie ne una ca lle, mu cho me nos una pro vin cia, que lle ve su nom bre. Es co mo si hu bie ra si do bo rra do de la faz de la tie rra y na die, ni en Iqui tos, ni en Li ma, ni en el res to del Pe rú, ad mi te te ner al gu na cla se de pa ren tes co ni si quie ra re mo to con él, aun que ese sea el ca so. Só lo lo in mor ta li za un óleo ol vi da ble que for ma par te de la se rie que re pre sen ta a los al cal des de Iqui tos, fun ción que él asu mió en 1902. Ve ge ta en una bi blio te ca mu ni ci pal y pa sa ca si de sa per ci bi do por los vi si tan tes. En esa ga le ría de fun cio na rios fi gu ra tam bién su hi jo, Luis Ara na Zu mae ta que, co mo ve re mos, no pu do es ca par a la tra ge dia de la fa mi lia. Car los Fer mín Fitz ca rrald na ció en San Luis de Hua ri en 1862. Al gu nas ver sio nes sos tie nen que su pa dre fue un ma ri no nor tea me ri ca no que se ena mo ró de una na ti va pe rua na, y que su ver da de ro nom bre era Isaías F. Fitz ge rrald. Mos tró una ha bi li dad ca si dia bó li ca pa ra no ser con de na do co mo es pía chi le no du ran te la gue rra del Pa cí fi co ––acu sa ción que no es tá com pro ba da pe ro que, en to do ca so, lo lle vó a huir al Ama zo nas con un nue vo nom bre–– co mo tam bién pa ra vis lum brar que el cau cho se trans for ma ría en una in sus ti tui ble ma te ria pri ma y pa ra rea li zar as tu tí si mas ma nio bras co mer cia les. En 1888 ya fi gu ra ba en tre los más des ta ca dos cau che ros del río Uca ya li. A di fe ren cia de otros pro duc to res de lá tex, te nía un es ti lo que lo acer ca ba más a un gen tle man que a un sim ple cau che ro. Su va por, el Ber mú dez, de 180 to ne la das, era cé le bre por sus ca rac te rís ti cas epi cú reas. Ste fa no Va re se, en su li bro La Sal de los Ce rros (ci ta do en el li bro de Pen na no Alli son), lo des cri be mi nu cio sa men te. 59 Po co des pués se lo em pe za rá a lla mar el “rey del cau cho”, man da rá a sus hi jos a es tu diar a Pa rís y se ha rá due ño de un buen nú me ro de na ti vos de va rios gru pos, re ha bi li tan do el vie jo sis te ma de en co mien -

das y de pa go de tri bu tos, es ta vez ba jo la es pe cie del cau cho. Es di fí cil se guir las pe re gri na cio nes de Fitz ca rrald por la mon ta ña; ca da cier to pe río do cam bia ba la zo na de tra ba jo: el Pa chi tea, el Al to Uca ya li (don de es ta ble ció su ca sa ma triz, lu jo sa y ro dea da de de li ca dos jar di nes cui da dos por jar di ne ros chi nos), el Tam bo, el Apu ri mac, el Uru bam ba, el Ma dre de Dios, el Pu rús. Pa ra po der mo vi li zar se con ra pi dez de un lu gar a otro de su vas to “im pe rio”, Fitz ca rrald y sus dos so cios ha bían or ga ni za do una flo ti lla de bo tes y ha bían ar ma do un va por que po día sur car la ma yo ría de los ríos de la sel va cen tral. En él se po día to mar el me jor vi no fran cés y des can sar en có mo dos ca ma ro tes. Es ta ba to do tan lim pio, ele gan te y arre gla do ––es cri bía un mi sio ne ro–– que no tu vi mos que en vi diar na da a los me jo res va po res eu ro peos… me dia ho ra an tes de co mer se nos con vi dó una co pa de cock tail y al acer car nos a la me sa, des pués del se gun do to que de cam pa ni lla, que da mos to dos ad mi ra dos y com pla ci dos, tan to por el lu jo co mo por el buen or den del ser vi cio y lo va ria do y ex qui si to de los man ja res y li co res… Afue ra del va por Ber mú dez, la si tua ción era dis tin ta. Afue ra los co lo nos “es ta ban ri fan do a una mu cha cha” in dia o pa ga ban sus deu das… con una mu cha cha de bue nas for mas. Afue ra del bar co es ta ba la sel va de los in dios y sus ca sas, y ca da vez que se to ca ba tie rra, to dos los ma ri nos y “gen te de ter ce ra” sal ta ban… una pes te de lan gos tas que no de ja ba ca sa que re gis trar ni co sa que des truir…y los pa sa je ros, brin can do por los ca bles (sa lían) co mo las hor mi gas a re bus car plá ta nos, yu cas, pa pa yas y otras co sas, sin cui dar se del due ño de la cha cra que los es ta ba vien do… En Iqui tos, don de lle gó con un enor me car ga men to de cau cho, Fitz ca rrald cons tru yó una ca sa que aún se con ser va en la Pla za de Ar mas, en una de las es qui nas de la ca lle Prós pe ro. Se ca só con Au ro ra Ve laz co, hi jas tra de Ma nuel Car do zo Da Ro sa, ri quí si mo co mer cian te bra si le ño. Pe ro la re si den cia que eri gió en es ta ciu dad ca re ce del es plen dor de la de otros cau che ros; más bien, pa re ce una mo des ta ca sa de Aya cu cho o de Ca ja mar ca, de dos pi sos y te chos de te jas. Es tá en el po lo opues to a las ex tra va gan cias edi li cias que per mi tía el cau cho, don de se po dían en con trar los ejem pla res más aca ba dos del mo der nis mo de aque lla épo ca. Al res pec to, la Ca sa Eif fel, o Ca sa de Fie rro, es el me jor ejem plo. Exis ten 60 tan tas ver sio nes so bre su tras la do des de Eu ro pa a Iqui tos, co mo ra ras or quí deas tro pi ca les en la sel va. To das gi ran al re de dor de Ju lio Toots, An sel mo del Águi la, o An to nio Va ca Diez ––emi nen tes cau che ros fi ni se cu la res–– que hi po té ti ca men te la ad qui rie ron en la Ex po si ción de Pa rís de 1889, o en Bél gi ca en una su cur sal que po seía en Bru se las el cé le bre ar -

qui tec to Gus ta vo Eif fel. Lo úni co cier to es que el crea dor de la to rre que lle va su nom bre en Pa rís tra zó los pla nos del pro di gio so Mec ca no de múl ti ples pie zas que fue em bar ca do rum bo al Ama zo nas. Apa ren te men te, ese mo de lo pa ra ar mar te nía dos cuer pos que nun ca pu die ron lle gar has ta el río Ma dre de Dios, por pro ble mas de tras la do, y que da ron en Iqui tos. Una de las sec cio nes se pu drió en el ma le cón y la otra se eri gió en la Pla za de Ar mas, don de to da vía cum ple fun cio nes, ya que en la plan ta ba ja hay lo ca les co mer cia les y en el pri mer pi so un res tau ran te. Lo que no pre vió su im por ta dor, fue que las plan chas que con for ma ban las pa re des y bal co nes eran ín te gra men te de hie rro, ma te rial po co pro pi cio pa ra el tró pi co: el ca lor trans for ma la to rre en una suer te de hor no. Ha cia me dia dos de la dé ca da de 1890, Car los Fer mín Fitz ca rrald era nom bra do en ca da ban co, en to da ca sa co mer cial, en las ter tu lias ama zó ni cas. Sus ha za ñas eran pro ver bia les. Quie nes ha yan vis to la pe lí cu la Fitz ca rral do, di ri gi da por Wer ner Her zog, di fí cil men te ol vi da rán aque lla es ce na don de un va por es de sar ma do, lle va do por un con tin gen te de in dios en cuan to me dio de trans por te en con tra ron y ar ma do nue va men te al lle gar a otro río. El epi so dio real men te ocu rrió. El cau che ro ya ha bía ex plo ra do ese tra mo ––aho ra de no mi na do ist mo de Fitz ca rrald–– que une el río Cash pa ja li con el Ma nu y el Ma dre de Dios. En 1895, mien tras na ve ga ba por esas aguas en la Con ta ma na, lle vó a ca bo esa in só li ta proe za. Pe ro no se tra tó de un in men so va por si no de una lan cha más bien mo des ta. Su gran mo men to lle gó por esa épo ca, cuan do se aso ció con dos ba ro nes del cau cho due ños de ri que zas in cal cu la bles: Ni co lás Suá rez, de Bo li via y el es pa ñol An to nio Va ca Diez, con in men sos te rri to rios cau che ros en Bra sil. Su des cu bri mien to, el ist mo de Fitz ca rral do, fue una suer te de pa so es tra té gi co que unió las cuen cas de los ríos Uca ya li y Ma dre de Dios, aho rran do re co rri dos inú ti les y cos tos al tí si mos. La unión co mer cial de es tos tres hom bres fue apa bu llan te. Ini cia ron la com pra en In gla te rra de una pro di gio sa flo ta flu vial, com pues ta por va po res es pe cial men te di se ña dos pa ra esos ríos, y su po der de do mi na ción fue ab so lu to. Fitz ca rrald ob tu vo del mi nis tro de Gue rra pe rua no, co ro nel Juan Iba rra, 61 ex clu si ví si mos de re chos pa ra que él y sus so cios fue ran los úni cos con ce sio na rios de los ríos Al to Uca ya li, Uru bam ba, Ma nu y Ma dre de Dios. La muer te lo es pe ra ba en el río. Mien tras na ve ga ba du ran te el in vier no aus tral de 1897 por el río Uru bam ba en com pa ñía de su so cio Va ca Diez, la lan cha Adol fi to, en la cual via ja ban, zo zo bró inex pli ca ble men te. Su error ––y su gran de za–– fue in ten tar res ca tar a Va ca Diez: am bos fue ron arras tra dos por la co rrien te y apa re cie ron, muer tos, en la is la Gui neal. Na die lo su ce dió en sus ne go cios. Nin gu no de sus hi jos pu do con ti -

nuar su ta rea. El im pe rio que ha bía cons trui do en ape nas diez años se de rrum bó de la no che a la ma ña na. Pe ro a di fe ren cia de Ju lio Cé sar Ara na, que vi vió has ta los ochen ta y ocho años só lo pa ra ser irre mi si ble men te ol vi da do, in gre só al Olim po que ha bi tan los hé roes pe rua nos. La muer te de Car los Fer mín Fitz ca rrald de be de ha ber te ni do in men sa re so nan cia en Iqui tos. Ju lio Cé sar Ara na ha brá in tui do que en el Ama zo nas ya no ha bía un rey del cau cho. En él ha brá ger mi na do la idea de en con trar en sen ti do sim bó li co un nue vo ist mo de Fitz ca rrald que le per mi tie ra el do mi nio ab so lu to del te rri to rio y de sus ri que zas. Ese ha llaz go se con su ma ría sie te años des pués, cuan do con tro ló en for ma to tal el río Pu tu ma yo. Es ob vio que ha cia 1899 Ara na es ta ba al tan to de la exis ten cia de ese río, lo cual no ne ce sa ria men te sig ni fi ca que lo hu bie ra na ve ga do. Más bien, lle va ría a ca bo ope ra cio nes co mer cia les con los cau che ros co lom bia nos que se ha bían es ta ble ci do en sus már ge nes y afluen tes. Es te cur so de agua tie ne una ex ten sión de mil seis cien tos ki ló me tros, ya que na ce en los An des ecua to ria nos, y só lo el Ba jo Pu tu ma yo ––el sec tor más pró xi mo al río Ama zo nas–– que dó fi nal men te en su po der. En su li bro Las Cues tio nes del Pu tu ma yo es bas tan te cla ro al res pec to: En el año 1899, com pré por pri me ra vez go mas del río Pu tu ma yo y allá por 1900 au men té mis com pras. El 20 de di ciem bre de 1901, en tré en ne go cios con la fir ma de La rra ña ga, Ra mí rez & Co., que aca ba ba de es ta ble cer se en Co lo nia In dia na, en el río Iga ra pa ra ná. Los otros es ta ble ci mien tos de los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná se pu sie ron al tan to de mis re la cio nes de ne go cios con la fir ma de La rra 62 ña ga, Ra mí rez & Co., y se me acer ca ron con el ob je to de en trar en re la cio nes de ne go cios con la re fe ri da fir ma, pues no ha bía en ton ces otras fa ci li da des co mer cia les de que pu die ran ser vir se di chos es ta ble ci mien tos, re ci bien do go mas en cam bio de mer ca de rías, com pran do pro duc tos y ha cién do les ade lan tos. En ton ces por pri me ra vez oí de cir que los in dios en el Iga ra pa ra ná y el Ca ra pa ra ná ha bían re sis ti do al es ta ble ci mien to de la ci vi li za ción en sus re gio nes. Efec ti va men te, ha bían es ta do re sis tien do por mu chos años, prac ti ca ban el ca ni ba lis mo y, de vez en cuan do, ase si na ban co lo ni za do res blan cos, pe ro des de el año 1900 en ade lan te, los in dios se hi cie ron más tra ta bles, y un sis te ma de in ter cam bio de las go mas ex traí das por los in dios y mer ca de rías eu ro peas, se de sa rro lló en tre ellos y los re fe ri dos es ta ble ci mien tos. Des de en ton ces mis ne go cios en el Pu tu ma yo au men ta ron gra dual men te, pe ro con len ti tud. …Mi pri me ra vi si ta al Pu tu ma yo tu vo lu gar en di ciem bre de 1901, épo ca en que fui so la men te a La Cho rre ra, y ape nas por uno o dos

días, con el ob je to de arre glar una di fe ren cia en tre al gu nos de mis deu do res. En 1903, vi si té Cho rre ra, En can to y Ar ge lia,3 em plean do unos cuan tos días en es tos lu ga res, y sien do el ob je to de mi re fe ri da vi si ta el cer cio rar me de cier tos he chos con res pec to a su mas que se me adeu da ban y de ci dir si ha bría mo ti vo pa ra nue vos ade lan tos. Mi si guien te vi si ta fue en el año 1905, épo ca en que fui al Ca ra pa ra ná con el ob je to de com prar pro pie da des de co lom bia nos. Es te len gua je di plo má ti co era el más opor tu no pa ra una ex po si ción an te el Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes bri tá ni ca que in ves ti ga ba las atro ci da des co me ti das en un ig no to río ama zó ni co por una com pa ñía, co mo ve re mos, de ca pi ta les bri tá ni cos, con un di rec to rio in te gra do por in gle ses, la Pe ru vian Ama zon Com pany, do mi na da en un cien por cien to por Ju lio Cé sar Ara na. Pa re ce una me ra cro no lo gía, un re la to de sa pa sio na do y ob je ti vo de sim ples tran sac cio nes co mer cia les. En rea li dad, se tra tó de una to ma hos til de pro pie da des aje nas me dian te la vio len cia. Se re fie re a “en trar en ne go cios” con la fir ma de La rra ña ga, Ra mí rez & Co. En rea li dad, los ne go cios en cues tión con sis tie ron en en deu dar los a tra vés de la pro vi sión de mer ca de rías y de ar mas con cré di tos ge ne ro sos y a lar go pla zo. Las deu das y los in te re ses de las mis mas cre cían ver ti gi no sa men te, y el úni co mo do que los cau che ros co lom bia nos te nían de sal dar las era ce dien do sus plan ta cio nes por mon tos ín fi mos. Los cau che ros co lom bia nos del Pu tu ma yo no ven dían sus es tra das: las da ban en par te de pa go. 63 ¡Qué ce lo ci vi li za dor el de Ju lio Cé sar Ara na al ca li fi car a los in dios hui to tos co mo ca ní ba les re di mi dos por la pre sen cia del hom bre blan co, por los va lo res de Oc ci den te! Lo del ca ni ba lis mo pue de ha ber si do cier to, aun que no es tá fe ha cien te men te de mos tra do. En to do ca so, qué me jor que so me ter los pa ra cam biar sus há bi tos gas tro nó mi cos y, de pa so, ob te ner ma no de obra re ga la da. To do, se gún sus pro pias pa la bras, por que “se ha bían re sis ti do a la ci vi li za ción”. Por úl ti mo, lla ma la aten ción que el em pe ra dor del Pu tu ma yo, co mo se lo lle gó a co no cer, só lo ha ya rea li za do cin co via jes en to da su vi da a ese río, lo cual ha bla de una or ga ni za ción y de una ad mi nis tra ción im pe ca bles, con fé rreos eje cu to res de sus ór de nes. La de ci sión de adue ñar se de la re gión por la fuer za o por des ho nes tas ar gu cias co mer cia les no de be ha ber si do in me dia ta, si no, más bien, el re sul ta do de una pe ne tra ción gra dual, de con flic tos li mí tro fes en tre Pe rú y Co lom bia que con vir tie ron a ese río y sus afluen tes en tie rra de na die, del te mor que pro du cían la pre sen cia de los su pues tos ca ní ba les y las en fer me da des tro pi ca les que aso la ban a los mo ra do res más que en nin gu na otra re gión ama zó ni ca. Y, so bre to do, de los pre cios del cau cho en

los mer ca dos in ter na cio na les, que tre pa ban en for ma im pa ra ble co mo con se cuen cia de la in dus tria au to mo vi lís ti ca. No só lo los neu má ti cos, si no tam bién una in fi ni dad de par tes, des de las man gue ras del mo tor has ta los ac ce so rios de la ca rro ce ría se fa bri ca ban con cau cho. Ju lio Cé sar Ara na en tró al Pu tu ma yo co mo avia dor. En ape nas seis años se trans for mó en amo y se ñor de un im pe rio que per te ne cía más a las ti nie blas que a la luz. NO TAS 1 Ay qué nos tal gia por el ple ni lu nio de mi tie rra, allá en la sie rra Pla tean do las ho jas se cas es par ci das en el sue lo Es te ple ni lu nio en la ciu dad es tan os cu ro No tie ne la nos tal gia del ple ni lu nio del ser tão No hay, ami gos, no hay Ple ni lu nio co mo el del ser tão. 2 De allí de ri va la pa la bra es pa ño la “hu le”. 3 Cen tros de ex trac ción de cau cho. 64 La cons truc ción de un im pe rio De los cen te na res de ríos ama zó ni cos, nin gu no fue es ce na rio de tan ta tra ge dia, tan to ho rror, tan ta de gra da ción de la con di ción hu ma na co mo el Pu tu ma yo. Só lo en el Es ta do Li bre del Con go, un co to pri va do en Áfri ca del rey Leo pol do II de Bél gi ca a fi nes del si glo XIX, se lle gó a pa re ci dos ex tre mos, en ma te ria de atro ci da des. El Pu tu ma yo ca re cía de la épi ca del Ama zo nas, na ve ga do, co mo he mos vis to, por hé roes y psi có pa tas: era una os cu ra ser pien te que se des li za ba ha cia el su des te, con aguas po co ex plo ra das. En 1542, só lo Her nán Pé rez de Que sa da se aven tu ró a na ve gar por esas aguas, en san gren tán do las con ex pe di cio nes mi li ta res. Pe ro lo hi zo en el Al to Pu tu ma yo, a cen te na res de ki ló me tros de don de Ju lio Cé sar Ara na es ta ble ce ría su im pe rio; el Ba jo Pu tu ma yo, en cam bio, es ta ba li bra do a una po bla ción in dí ge na he te ro gé nea y be li co sa. Los mi sio ne ros ca tó li cos re cién lle ga ron a la re gión en 1754, cuan do fran cis ca nos es pa ño les se es ta ble cie ron en San Joa quín, en la con fluen cia de los ríos Pu tu ma yo y Ama zo nas. Do ce años des pués, ata ca dos por ex pe di cio nes bra si le ñas y por tu gue sas, los mon jes aban do na ron ese pues to de avan za da en la sel va. Mi chael Ed ward Stan field, en Red Rub ber Blee ding Trees, ana li za la pe cu liar si tua ción del Ba jo Pu tu ma yo an te el con tac to con la ci vi li za ción eu ro pea. La pri me ra gue rra mun dial mo der na, la gue rra de los Sie te Años (1756-1763), lle gó al Pu tu ma yo, cuan do Es pa ña y Por tu gal pro cu ra ron ob te ner el apo yo de alia dos in dí ge nas pa ra lo grar sus ob je ti vos geo po lí ti cos. La dé ca da de 1770 no dio tre gua a la gue rra co lo nial, con los por tu gue ses pe ne tran do ca da vez más ha cia el oes te, se du -

cien do a al gu nos in dios pa ra re lo ca li zar los río aba jo y es cla vi zan do a los más re cal ci tran tes. El Tra ta do de San Il de fon so, de 1777, es ti pu 65 ló que una co mi sión bi na cio nal es ta ble cie ra los lí mi tes en el Al to Ama zo nas, lo cual no hi zo si no de sen ca de nar otra ron da de vio len cia. En 1782, los co mi sio na dos ha lla ron el río Ca que tá de vas ta do por la ma la ria y la gue rra. Los pue blos in dí ge nas pa ga ron el cos to de ha ber en tra do en con tac to con eu ro peos con la con si guien te con quis ta; mu chas tri bus de sa pa re cie ron co mo con se cuen cia de las en fer me da des, la des com po si ción so cial o la vio len cia. Otros fue ron es cla vi za dos a tra vés de prác ti cas co lo nia les, o de la “gue rra jus ta” con tra in fie les re bel des o del res ca te, una suer te de li be ra ción de in dios su pues ta men te cau ti vos de tri bus hos ti les, tra tan tes de es cla vos o ca ní ba les. Una vez “res ca ta dos”, los in dios pa sa ban a ser pro pie dad, de por vi da, de sus nue vos due ños. Pa ra en ten der có mo Ju lio Cé sar Ara na es ta ble ció un im pe rio en el Pu tu ma yo, es ine vi ta ble re fe rir se a las ca rac te rís ti cas de la re gión y de sus ha bi tan tes. De lo con tra rio, se ría inex pli ca ble que un so lo hom bre pu die ra ha ber so me ti do a mi les de in dí ge nas pa ra sus fi nes co mer cia les, apli can do le yes ––no co di fi ca das–– que fue ron más sal va jes que las pro pias de la sel va. Las opi nio nes so bre los in dios que po bla ban la re gión ––hui to tos, bo ras, ocai nas, an do ques y ca ri jo nes–– va rían se gún el ban do al que per te nez can quie nes las emi ten. Los de fen so res de Ara na, o quie nes es tu vie ron a su ser vi cio, los acu san de ser ca ní ba les. Tal es el ca so del in ge nie ro fran cés Eu ge nio Ro bu chon, con tra ta do por la Ca sa Ara na, cu yo li bro so bre la re gión se pu bli có en 1907, dos años des pués de la mis te rio sa de sa pa ri ción de su au tor en el Pu tu ma yo. Al gu nas ver sio nes ase gu ran que el pro pio Ara na lo hi zo ma tar. Ro bu chon, del cual ha bla re mos más en ex ten so opor tu na men te, ti tu la la se gun da par te de su li bro “En tre in dios ca ní ba les” y da una vi sión dia bó li ca de los in dios hui to tos no nu yas (o wi to tos) que va le la pe na re pro du cir: La ten den cia al ca ni ba lis mo de es tos se res es tal que se co men en tre sí de tri bu a tri bu. Sin con tar las ba ta llas, don de los ca dá ve res de los ene mi gos pro veen la car ne pa ra el fes tín que se efec túa al día si guien te de la ac ción, siem pre tie nen opor tu ni dad de sa tis fa cer aque lla ten den cia, pues con ser van co mo pri sio ne ros de gue rra a los que caen en sus ma nos, guar dán do los pa ra fe chas ul te rio res. Y es tos in fe li ces no hu yen ja más, aun sa bien do la suer te que les es pe ra, pues con si de ran co mo dis tin ción ho no rí fi ca el gé ne ro de muer te a que se los des ti na. 66

Lle ga el día de la ce re mo nia, ma tan a la víc ti ma con una fle cha en ve ne na da: la ca be za y los bra zos, úni cas pre sas que sir ven pa ra el fes tín, se se pa ran del tron co y co mien za en ton ces la ho rri ble ope ra ción cu li na ria. La gran olla de tie rra, es pe cial men te re ser va da pa ra el ca so y or di na ria men te sus pen di da del te cho, se ba ja has ta el sue lo. Arró jan se en ella los des po jos hu ma nos sin mu ti lar los, sa zo na dos con una bue na can ti dad de ajíes ro jos, y aquel pu che ro re pug nan te se ha ce her vir a fue go len to. Si mul tá nea men te el man gua ré 1 co mien za a de jar oír su so ni do sor do, anun cian do en las le ja nías del bos que los pre pa ra ti vos de la ce re mo nia. De to das las co li nas ve ci nas res pon den los man gua rés, y los in dios co mien zan a lle gar al cen tro del fes tín. To dos se han re ves ti do de sus más be llos or na men tos, de plu mas mul ti co lo res, de cas ca be les que ata dos a las ro di llas pro du cen un so ni do ale gre a ca da pa so. Qui nien tos o seis cien tos in dios, hom bres y mu je res, pue blan el si tio, ar man do una al ga za ra atro na do ra, mez clan do sus dis cor dan tes gri tos a los chi lli dos de las cria tu ras o a los au lli dos de los per rros… De pron to, ce sa el rui do del man gua ré… Un gran si len cio su ce de a la gri te ría an te rior: la olla ha si do re ti ra da del fue go. Los hom bres, úni cos que to man par te ac ti va en la ce re mo nia, se sien tan al re de dor. El ca pi tán o ca ci que aga rra un pe da zo de car ne hu ma na y des pués de des ha cer lo en lar gos fi la men tos, se lo lle va a la bo ca y co mien za a chu par lo len ta men te, pro nun cian do de vez en cuan do una se rie de pa la bras apo ya das por un heu afir ma ti vo por par te del res to de la mu che dum bre. En se gui da ti ra a un la do la car ne de san gra da. Ca da uno con ti núa, por tur no, la mis ma ope ra ción has ta ra yar el día. Los crá neos y bra zos, del to do des po ja dos de car ne, se sus pen den in me dia ta men te del te cho so bre el hu mo, y lue go los ca ní ba les se har tan de ca hua na, e in tro du cién do se los de dos en la gar gan ta, pro vo can el vó mi to. Vuel ve otra vez a re tum bar el man gua ré, len ta men te pri me ro, des pués con gran ra pi dez, has ta que los gol pes ad quie ren un rit mo arre ba ta dor. Ha co men za do el bai le, bai le in fer nal, don de tiem bla la tie rra ba jo las pa ta das de los in dios. Re sue nan los cas ca be les de un mo do en sor de ce dor, los cán ti cos se con vier ten en au lli dos atro ces y se apo de ra de los in dios una ex ci ta ción ner vio sa, pro du ci da por la in fluen cia de la co ca, muy pa re ci da a la lo cu ra fe roz, que los do mi na du ran te los ocho días que du ra la fes ti vi dad. Las es ce nas de an tro po fa gia que des cri be Ro bu chon son creí bles. Pe ro se re fie re a una tri bu en par ti cu lar, los hui to to no nu yas, lo que de nin 67 gún mo do im pli ca que to dos los in dios fue ran ca ní ba les. Pe ro pa ra los

oí dos de Ju lio Cé sar Ara na y pa ra el go bier no de Li ma la so la exis ten cia en el Pu tu ma yo de se me jan tes sal va jes era la me jor de las no ti cias. A di fe ren cia de los mi sio ne ros fran cis ca nos que es gri mie ron la cruz, el cau che ro de sen vai nó la es pa da. Fren te a es ta re pug nan te mues tra de pri mi ti vis mo que re tro traía al hom bre a eras pre té ri tas de la ci vi li za ción, nin gún sis te ma pa ra so me ter los y cam biar les los há bi tos era lo su fi cien te men te cruel. Pe ro la ver sión del in ge nie ro fran cés pa ga do por Ara na que se in ter nó en la sel va pa ra rea li zar ob ser va cio nes re la cio na das con la bo tá ni ca y la an tro po lo gía, no coin ci de con otras. La que dio de los in dios hui to tos Wal ter Har den burg, un in ge nie ro nor tea me ri ca no que na ve gó el Pu tu ma yo en ca noa, en 1907, y ca yó en ma nos de los ca pa ta ces de Ara na, es dia me tral men te opues ta. Har den burg ––cu yo ape lli do ori gi nal era Har den bergh, que él mis mo mo di fi có sin que su pa dre, Spen cer, se opu sie ra–– pre sen ció po cas de las atro ci da des que se co me tían en las es ta cio nes cau che ras de la Ca sa Ara na ––más bien, le fue ron re la ta das––. Pe ro fue él quien hi zo es ta llar el es cán da lo in ter na cio nal al pu bli car en la re vis ta lon di nen se Truth, en 1909, los ho rro res de que fue ra tes ti go. Pa ra Har den burg, los hui to tos eran se res ca si an ge li ca les. Has ta tal pun to eran ama bles y pa cí fi cos que re ci bie ron ca lu ro sa men te a los fa mé li cos y ago ta dos pri me ros cau che ros co lom bia nos que se es ta ble cie ron en las már ge nes de los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná. Aun que en ras gos ge ne ra les te nían un sis te ma de vi da co mún, los in dí ge nas ama zó ni cos for ma ban una cul tu ra ho mo gé nea. Ha bi ta ban co mu ni ta ria men te una ma lo ca, cons truc ción he cha con ho jas de pal me ra en la cual ha bi ta ban nu me ro sas fa mi lias. Eran pue blos emi nen te men te ca za do res y re co lec to res, y la sel va les per mi tía tam bién el cul ti vo de maíz, ana ná, pa pa ya, pal mas, po ro tos, ta ba co y man go. Los con flic tos, ri va li da des, lu chas por te rri to rios, de sem bo ca ban en fre cuen tes gue rras in ter tri ba les. El ape ti to del hom bre blan co por ma te rias pri mas que se pu die ran co lo car en los mer ca dos eu ro peos o nor tea me ri ca nos hi zo que los pri me ros po bla do res no in dí ge nas lle ga ran a la re gión. A me dia dos del si glo XIX, el hom bre blan co des cu brió la pri me ra ma te ria pri ma que su mi nis tra ba la jun gla. Se tra ta ba de un ár bol de no mi na do cin cho na (cin cho na of fi ci na lis), de cu ya cor te za se ex traía la qui na. La ma la ria era 68 tra ta da con una sus tan cia que po seía es te ár bol y que se de no mi nó qui ni na. Los pe rua nos la co no cie ron co mo cas ca ri lla. Los po de res te ra péu ti cos de ese pro duc to ha bían si do com pro ba dos por los eu ro peos ya en 1630, cuan do el co rre gi dor de Lo ja, en el vi rrei na to del Pe rú, fue tra ta do con es ta sus tan cia y, lue go, en 1638, cuan do la pó ci ma má gi ca fue apli ca da a la con de sa de Chin chón, es po sa del vi rrey del Pe rú. De bió de

ha ber se lla ma do chin cho na en ho me na je a tan egre gia da ma, pe ro el gran ta xo no mis ta Carl Lin naeus, en su Genera Plantarum, la re gis tró, en 1742, con el nom bre que fi nal men te per du ró. La re gión del Pu tu ma yo era pró di ga en ár bo les de cin cho na, lo cual la trans for mó en un ob je ti vo co di cia ble. La co lo ni za ción eu ro pea de los tró pi cos ––don de abun da ba la ma la ria–– abrió un atrac ti vo mer ca do pa ra la qui ni na. Ju lio Cé sar Ara na no fue el pri mer ba rón del Pu tu ma yo. Le pre ce dió un co lom bia no, o, me jor di cho, una fa mi lia co lom bia na, los Re yes. Elías fue el ini cia dor de la re co lec ción de qui na, pe ro fue su her ma no me nor, Ra fael, quien se aden tró en ese río ig no to en bus ca del mi la gro so pa lia ti vo pa ra la ma la ria. Es nue va men te Mi chael Ed ward Stan field quien des cri be, en Red Rub ber Blee ding Trees, el pri mer con tac to de Ra fael con ese río vir gen en fe bre ro de 1874. El gru po ex pe di cio na rio, mien tras des cen día en ca noas por el río an cho y le cho so, pu do ex pe ri men tar el es plen dor de la vi da en el Pu tu ma yo: mo nos acro bá ti cos, pá ja ros rui do sos y vi bran tes, car dú me nes de pe ces en las már ge nes del río atraí dos por los ár bo les fru ta les. El río ser pen tea ba por una sel va den sa de co lor es me ral da, con pla yas de are na, im po nen tes ár bo les co mo las cei bas, y oca sos es pec ta cu la res. Oca sio nal men te, al gu nos ríos tri bu ta rios de aguas cla ras in gre sa ban en el Pu tu ma yo, de aguas ama rro na das, per mi tien do que los del fi nes ju ga ran en esas aguas. Es ta vi sión bu có li ca con tras ta ba con una rea li dad me nos ro mán ti ca: las fie bres tro pi ca les que ata ca ron a ca si to dos los miem bros de la ex pe di ción; los fe ro ces re mo li nos que ha cían zo zo brar a las em bar ca cio nes pe que ñas; los in so por ta bles in sec tos que ator men ta ban, en par ti cu lar de no che. Va rios ex pe di cio na rios, pa ra dor mir li bres de pi ca du ras, se en te rra ban en la are na y só lo de ja ban los ori fi cios de la na riz en con tac to con el ex te rior. A es to hay que agre gar las co pio sas llu vias, el sol cal ci nan te, la hu me dad y los brus cos cam bios de cli ma. Y, por si fue ra po co, la exis ten cia de tri bus in dí ge nas que na da te nían de hos pi ta la rias. Pe ro Ra fael 69 Re yes no se iba a ame dren tar por es tos ma les me no res. La in tre pi dez for ma ba par te de su ca rác ter. Po cos años an tes, Re yes ha bía es ta do en Nue va York pa ra in te re sar a exi lia dos po lí ti cos co lom bia nos, miem bros del Par ti do Con ser va dor, en la ex trac ción de la qui na. Re co rrió la Cos ta Es te y lue go se di ri gió a Pa rís, don de en tró en con tac to con ex pa tria dos co lom bia nos que cre ye ron en su ini cia ti va. Re yes que ría inau gu rar una nue va ru ta ex por ta do ra que evi ta ra la fa ti gan te cor di lle ra de los An des y uti li za ra la cuen ca del Ama zo nas. Creó la Com pa ñía del Ca que tá y se dis pu so a rea li zar gran des ne go cios. Pa ra ello, in tro du jo en los ríos ama zó ni cos un trans por te nue -

vo y re vo lu cio na rio que cam bió las re glas del jue go al mo di fi car drás ti ca men te los tiem pos: el bar co a va por. Si bien na ves de gue rra bra si le ñas y pe rua nas ha bían sur ca do las aguas del Pu tu ma yo en la dé ca da de 1870, lo hi cie ron con fi nes geo po lí ti cos y no in flu ye ron en la eco no mía de la zo na. Co mo el río Pu tu ma yo era la prin ci pal vía de ac ce so flu vial al cau da lo so Ama zo nas, ha bía que im ple men tar un só li do sis te ma de na ve ga ción. Bra sil ne ga ba el in gre so al río Ama zo nas a bar cos de ban de ra ex tran je ra, con lo cual, por ra zo nes geo grá fi cas, que da ba tam bién ex clui do el Pu tu ma yo. El me nu do Re yes, que só lo pe sa ba cin cuen ta ki los, par tió a Río de Ja nei ro pa ra en tre vis tar se con el em pe ra dor, don Pe dro II. Ima gi ne mos a es te hom bre ab sur da men te ba jo de es ta tu ra y ca si ra quí ti co in gre san do al Pa la cio de Boa Vis ta, ro dea do de exó ti cos jar di nes, y de una pa ra fer na lia pro to co lar que hu bie ra he cho son reír a un Habs bur go o a un Ho hen zo llern: la ca yos ne gros con li breas iri dis cen tes; un en jam bre de du ques y mar que ses con tí tu los más pro pios de tri bus sal va jes que del Al ma na que de Got ha. Era una cor te tro pi cal con pre ten sio nes eu ro peas. El en cuen tro en tre Ra fael Re yes y don Pe dro II de Bra gan za no fue una me ra reu nión pro to co lar, si no una ar dua ne go cia ción que du ró una ho ra y de la cual sa lió vic to rio so el co lom bia no. El mo nar ca, un apa sio na do de la cien cia y de la ex plo ra ción, que dó im pre sio na do por es te in só li to em pren de dor. En se tiem bre de 1875, Re yes ob tu vo el per mi so de fi ni ti vo pa ra que el Ama zo nas y el Pu tu ma yo pu die ran ser na ve ga dos por bu ques bra si le ños y co lom bia nos. La ex pan sión de la Com pa ñía del Ca que tá fue im pa ra ble. Re yes ad qui rió en Iqui tos un bu que a va por in glés, el Tun da ma, y se de di có a la re co lec ción de qui na. El pri mer em bar que de es te pro duc to que lle gó al puer to de Nue va York le de jó una ga nan cia ne ta de cien mil dó la res. Su 70 de sa rro llo co mer cial tam bién im pli có el re cu rrir a la ma no de obra in dí ge na, y al sis te ma de en gan che, que no era más que en deu dar al tra ba ja dor. Pa ra le la men te, el go bier no pe rua no co men zó a preo cu par se por la pro gre si va pe ne tra ción co lom bia na, en car na da por Re yes, en el Pu tu ma yo. En vió na ves a la re gión y or ga ni zó po lí ti ca, ad mi nis tra ti va y eco nó mi ca men te al ol vi da do De par ta men to de Lo re to. Una ac ti tud de lais sezfai re, por par te de Li ma, hu bie ra im pli ca do en tre gar de for ma tá ci ta la vas ta zo na sel vá ti ca: el he cho es que los pri me ros en es ta ble cer se en las már ge nes del río fue ron los co lom bia nos. Pe ro el boom de la qui na ini cia do a co mien zos de la dé ca da de 1870 ––co mo el de tan tas otras ma te rias pri mas–– fue efí me ro, al me nos pa ra Ra fael Re yes. No con tó con la pre sen cia pre via en el Ama zo nas de dos in gle ses, Ri chard Spru ce y Cle ments Mark ham. Es te úl ti mo en vió se cre ta men te al jar dín bo tá ni co in -

glés de Kew Gar dens se mi llas del ár bol de cin cho na pa ra que ger mi na ran. A prin ci pios de la dé ca da de 1880, se vie ron los pri me ros fru tos: las plan ta cio nes asiá ti cas de qui na ori gi na das en se mi llas ama zó ni cas pro du je ron con tal abun dan cia que los pre cios se de rrum ba ron en los mer ca dos mun dia les. Otra ma te ria pri ma que atra jo a los pio ne ros del Ama zo nas y que po día co lo car se con éxi to en mer ca dos in ter na cio na les fue la zar za pa rri lla. Char les Zer ner, en Peo ple, Plants & Jus ti ce la de fi ne. Di ver sos pro duc tos ex traí dos de la na tu ra le za han apa re ci do y de sa pa re ci do de la no che a la ma ña na, de acuer do a los ca pri chos de los mer ca dos na cio na les e in ter na cio na les crean do la era del boom en el Ama zo nas. Uno de los pri me ros pro duc tos exi to sos fue la zar za pa rri lla, una suer te de vi ña con for ma de raíz (de la es pe cie Smi lax) que cre cía a ori llas de los ríos: sus raí ces se se ca ban y se acon di cio na ban pa ra pro du cir ex trac tos. Se creía que la zar za pa rri lla po seía pro pie da des pu ri fi ca do ras de la san gre y an ti rreu má ti cas, co mo tam bién pa ra com ba tir la sí fi lis, co mo lo re fle jan los nom bres cien tí fi cos de las dos cla ses ex plo ta das en el Ama zo nas: S. of fi ci na lis y S. Syp hi li ti ca. Las cua li da des me di ci na les de la zar za pa rri lla fue ron co no ci das a par tir del si glo XVI y lue go in cor po ra das a la far ma co pea eu ro pea y, a la vez, adop ta da por la so cie dad co lo nial de Su da mé ri ca. Úl ti ma men te, fue in cor po ra da a la me di ci na al ter na ti va. Pe ro vol va mos a Ra fael Re yes. La ca tas tró fi ca caí da del pre cio de la qui na lo hi zo aban do nar su epo pe ya ama zó ni ca; se de di có a la po lí ti ca y 71 lle gó a ser pre si den te de Co lom bia a prin ci pios del si glo XX. La de sa pa ri ción del mer ca do ama zó ni co de la qui na no sig ni fi có, eco nó mi ca men te, el fin del Pu tu ma yo. Otra ma te ria pri ma aso mó en la sel va im pe ne tra ble: el cau cho. No fue una no ve dad pa ra Elías y Ra fael Re yes, ya que ha bían co men za do a ex por tar es te pro duc to en 1877; pe ro fue un ter cer her ma no, En ri que, quien per ma ne ció en las plan ta cio nes cau che ras, jun to con Ben ja mín La rra ña ga, un sim ple tra ba ja dor que acom pa ñó a los Re yes des de el co mien zo y que se ría una pie za cla ve del da me ro del Pu tu ma yo, a par tir del in gre so de Ju lio Cé sar Ara na. Ya he mos vis to que Ara na ad mi tió an te el Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes bri tá ni ca que ha bía em pe za do a ven der sus pro vi sio nes a los cau che ros co lom bia nos ha cia 1899. ¿Có mo es po si ble que un avia dor ter mi na ra adue ñán do se de to das las pro pie da des co lom bia nas en el Pu tu ma yo? Ju lio Cé sar Ara na, has ta los pri me ros años del si glo XX, era el tí pi co hom bre de ne go cios que vi vía en Iqui tos, ope ran do en el mer ca do del cau cho, pro ve yen do de mer ca de rías a los cau che ros. Pe ro tal vez ya por en ton ces sa bía o in tuía que el Pu tu ma yo po día brin -

dar le to do el po der con el cual ha bía so ña do. No to dos los cau che ros co lom bia nos que se es ta ble cie ron en ese río po seían los re cur sos eco nó mi cos y po lí ti cos de los her ma nos Re yes. An tes de que Ju lio Cé sar Ara na se adue ña ra del Pu tu ma yo, hu bo nu me ro sos cau che ros que tra ta ron bien a los in dí ge nas y res pe ta ron el con tra to de tra ba jo que los unía a es tos. El ca so de Cri sós to mo Her nán dez es un buen ejem plo, aun que al go atí pi co. Ja más se sa brá a cien cia cier ta cuál de las ver sio nes que cir cu lan so bre es te cau che ro es la real. Ro ger Ca se ment, en via do por el go bier no bri tá ni co en 1910 y en 1911 pa ra in ves ti gar las atro ci da des que de nun ció la pren sa in gle sa y nor tea me ri ca na so bre la Ca sa Ara na y el Pu tu ma yo, no po día si no te ner un con cep to ne ga ti vo so bre los pri me ros co lo ni za do res del río, igual o peor que el que te nían los bri tá ni cos so bre los con quis ta do res es pa ño les. Pa ra la cul tu ra an glo sa jo na, la con quis ta his pá ni ca de Amé ri ca fue abo mi na ble. Ade más, la pe ne tra ción de los cau che ros co lom bia nos en el Pu tu ma yo se pro du jo en una épo ca don de ha bía un fuer te sen tir abo li cio nis ta: el mun do re cién sa lía de la es cla vi tud y es ta ba fres co el re cuer do de la Gue rra de Se ce sión en Es ta dos Uni dos. A pe sar de que la es cla vi tud se ha bía abo li do en ca si to dos los paí ses del mun do, se guía exis tien do ba jo di ver sos dis fra ces. En Bra sil per du ró en for ma abier ta has ta el 13 de ma yo de 1888. 72 Sin em bar go, exis te otra ver sión de la vi da de Cri sós to mo Her nán dez, la que dio Aqui leo To bar ––ci ta do en el li bro de Mi chael Ed ward Stan field––, hi jo de un em plea do de la Ca sa Ara na y de una in dia hui to to. Her nán dez era un mu la to na ci do en Des can se, un pue blo en cla va do en la cor di lle ra de los An des y fu gi ti vo de la jus ti cia co lom bia na, que hu yó a la re gión del Pu tu ma yo. Se ca só con una mu jer hui to to y com par tió la vi da de la tri bu. Lue go, se de di có a ex plo tar el cau cho, con vir tién do se en un pro mi nen te pro duc tor, de la mis ma ta lla que Ben ja mín La rra ña ga. Otras ver sio nes afir man que Cri sós to mo Her nán dez te nía el pro di gio so don de la ora to ria, lo cual lo con vir tió en una suer te de dei dad en tre los in dios. Tam bién, que su cruel dad ca re cía de lí mi tes: lle gó a ma tar a to dos los que es ta ban en una ma lo ca, o vi vien da co mu nal in dí ge na, in clu yen do a mu je res y ni ños, por el so lo he cho de prac ti car la an tro po fa gia. En tre es tos cau che ros prin ci pa les de los ríos Ca ra pa ra ná e Iga ra pa ra ná ––tri bu ta rios del Pu tu ma yo, y don de se en con tra ban dos cen tros de ex plo ta ción de má xi ma im por tan cia, El En can to y La Cho rre ra–– se con ta ba Da vid Se rra no, cu yo vio len to de sa lo jo de su plan ta ción (y pos te rior ase si na to) por hom bres de la Ca sa Ara na fue de nun cia do por Wal ter Har den burg y dio co mien zo a un es cán da lo que, po cos años des pués, es tre me ce ría al mun do. La zo na go me ra se ex ten día has ta el río Ca que tá y a

las ca be ce ras del Ca hui na ri, for man do un vas tí si mo te rri to rio que abar ca ba dos cien tas mil mi llas cua dra das. Se gún tes ti mo nios de al gu nos de es tos pio ne ros cau che ros co lom bia nos, los pa de ci mien tos de los abo rí ge nes del Pu tu ma yo só lo se ge ne ra li za ron con la he ge mo nía de la Ca sa Ara na en la re gión. En El li bro ro jo del Pu tu ma yo, pu bli ca do en Lon dres en 1913, el bri tá ni co Nor man Thom son re pro du ce un in for me que le en vió el ge ne ral Re yes, miem bro de la cé le bre fa mi lia co lo ni za do ra del Ama zo nas, acer ca de la Com pa ñía del Ca que tá, crea da en 1875. En el año de 1871 ex plo ré el Pu tu ma yo en com pa ñía de mis her ma nos En ri que y Nés tor. Du ran te diez años ex plo ra mos el Pu tu ma yo, el Na po, el Ca que tá y otros afluen tes del Ama zo nas. En el pri me ro de es tos ríos es ta ble ci mos un ser vi cio de va po res que se lla ma ban Tun da ma, Api hi, La rro que y Co lom bia. Cons trui mos ca mi nos al in te rior de Co lom bia. Abo li mos el trá fi co de es cla vos que se efec tua ba con los in dios en la par te in te rior del río; en mu chas oca sio nes com ba ti mos con los tra fi can tes de es cla vos y, ha cién do los pri sio ne ros, los en tre ga mos a las au to ri da des bra si le ñas pa ra que se los juz ga ra y cas ti ga ra. Ci vi li za mos mu chas tri bus sal va jes que en aque lla épo ca con 73 ta ban más de dos cien tas mil al mas. Man tu vi mos la so be ra nía de Co lom bia so bre el Pu tu ma yo, que le per te ne ce has ta la fron te ra del Bra sil, aun que ac tual men te el Pe rú pre ten de avan zar has ta la ci ma de las mon ta ñas y has ta las mis mas puer tas de Pas to y Qui to. Efec tua mos esas ex plo ra cio nes con nues tro pro pio di ne ro; nos cos ta ron más de cua ren ta mil li bras es ter li nas, sin apo yo ni pro tec ción de go bier no al gu no. Esa co lo ni za ción pa cí fi ca lle ga ría a su fin en 1900. Ju lio Cé sar Ara na no só lo co no cía bien quié nes eran los cau che ros del Ca ra pa ra ná y del Iga ra pa ra ná ––la ma yo ría de las plan ta cio nes no se en con tra ban en las már ge nes del río Pu tu ma yo si no en sus tri bu ta rios y en el in te rior de la sel va–– si no, tam bién, el po ten cial eco nó mi co de la re gión. Co mo ya he mos vis to, co men zó a ope rar con ellos en 1899, su mi nis trán do les avíos. Los co lom bia nos no te nían más al ter na ti va que re cu rrir a él: el país ca re cía de vías fé rreas que acer ca ran a al gún puer to flu vial ama zó ni co los pre cia dos bie nes. A prin ci pios del si glo XX, la to po gra fía mon ta ño sa de Co lom bia con ver tía a los via jes en pe no sas y pro lon ga das tra ve sías. Ade más, a los cau che ros les re sul ta ba más prác ti co sur tir se en Iqui tos, po bla ción con la que te nían una óp ti ma co ne xión flu vial. Los va po res de Ara na des cen dían por el Ama zo nas has ta la con fluen cia del Pu tu ma yo y lo re mon ta ban has ta el Iga ra pa ra ná, que era na ve ga ble has ta La Cho rre ra, plan ta ción per te ne cien te a Ben ja mín La rra ña ga, ya que allí exis tían sal tos de agua que im pe dían el as cen so. Lo mis mo su ce día al re mon tar

el río Ca ra pa ra ná, don de es ta ban El En can to y otras cau che rías. En am bos ríos exis tían nu me ro sas sec cio nes de ex trac ción de cau cho, to das ellas en la mar gen iz quier da y con nom bres cu rio sos: Ar ge lia, In dos tán, Áfri ca, Abi si nia y Ate nas (en el in te rior), por nom brar las más exó ti cas. Se ig no ra quién las bau ti zó con se me jan tes nom bres. Esas tran sac cio nes co mer cia les, si bien es ta ban den tro de las re glas del jue go, in cli na ron en po cos años la ba lan za en fa vor de Ju lio Cé sar Ara na: su cré di to au men ta ba al mis mo rit mo con el que la ca pa ci dad de pa go de los cau che ros dis mi nuía. El cau che ro ne ce si ta ba prác ti ca men te to do. Pa ra em pe zar, las ne ce si da des dia rias en ma te ria de ali men ta ción: arroz, pa pas, acei te, ver du ras, fru tas y un sin nú me ro de con ser vas cons ti tuían la die ta co ti dia na. La sel va pro du cía ana ná, yu ca, plá ta no, pe ces. Pe ro es tos, aun que su fi cien tes pa ra los abo rí ge nes, no sa tis fa cían a los cau che ros, que tam bién de bían ad qui rir sus be bi das, des de el Agua de 74 Vichy, has ta el vi no y los aguar dien tes. Ha bría que agre gar las ar mas de fue go y blan cas, los fós fo ros pa ra ha cer fue go, los me di ca men tos pa ra ar mar un bo ti quín de pri me ros au xi lios, las ba las. Y las im pres cin di bles he rra mien tas, los mo to res a com bus tión, el com bus ti ble pa ra los fa ro les. De pen dían de Ara na. Esa fue la puer ta de en tra da, pe ro se ne ce si ta ba al go más pa ra crear un im pe rio. An te to do, se re que ría de una fir me vo lun tad po lí ti ca por par te del go bier no de Li ma pa ra pe ne trar si gi lo sa men te en el Pu tu ma yo, apro ve chan do al gu nas cir cuns tan cias. El 15 de di ciem bre de 1894 se ha bía fir ma do en Li ma un Con ve nio de Ar bi tra je en tre Pe rú, Co lom bia y Ecua dor pa ra es ta ble cer los lí mi tes de es tos paí ses en la re gión del Pu tu ma yo, im po nien do un sta tu quo que pro hi bía, de he cho, el avan ce li mí tro fe de cual quie ra de es tas re pú bli cas. Pe ro en los he chos se tra ta ba de una “tie rra de na die”, di fí cil de con tro lar, en la que hu bie ra si do im po si ble des ple gar tro pas en ca so de vio lar se el con ve nio. Se ha bía re que ri do la in ter ven ción del rey de Es pa ña pa ra que di ri mie se las cues tio nes de lí mi tes en tre los tres paí ses. Pe ro es to era una di plo ma cia hue ca, col ma da de pa pe les y fra ses rim bom ban tes per ge ña das por fun cio na rios; un due lo de no tas en tre Can ci lle rías que pa re cía más un ejer ci cio de es gri ma que una efi caz de fen sa de las fron te ras. Pe ro a di fe ren cia de sus ve ci nos, in mer sos en ina ca ba bles gue rras ci vi les, el Pe rú es ta ba en con di cio nes de en ca be zar una ocu pa ción efec ti va de los te rri to rios en dis pu ta sin te mer más que dé bi les no tas de pro tes ta por par te de aqué llos. No ha bía que re mon tar se a los tí tu los de po se sión del vi rrei na to de Nue va Gra na da, ni a los de la Gran Co lom bia pa ra acep tar que el Pu tu ma yo era tie rra co lom bia na. Los cau che ros que po bla ban sus ríos eran de esa na cio na li dad y, ade más, Pe rú ja más pro tes tó por si tua cio nes que

de be rían ha ber afec ta do una su pues ta so be ra nía. Cuan do los Re yes se es ta ble cie ron en el Ama zo nas, sus va po res na ve ga ron el Pu tu ma yo du ran te nue ve años sin pro du cir ni la más mí ni ma que ja di plo má ti ca del go bier no pe rua no. Cuan do el Tan da ma, bu que de la em pre sa de los her ma nos Re yes, zar pó de Iqui tos en su pri mer via je, lo hi zo au to ri za do por una pa ten te otor ga da por las au to ri da des del Pe rú que, al igual que los pa pe les de a bor do, afir ma ba cla ra men te que los puer tos del Pu tu ma yo es ta ban ubi ca dos en tie rras per te ne cien tes a Co lom bia. A fi nes de 1900, zar pó de Iqui tos una pe que ña na ve de gue rra pe rua na, la Ca hua pa nas, que pu so proa al Pu tu ma yo. La tri pu la ción es ta ba com pues ta por mi li ta res, que de sem bar ca ron en Co tu hé, a cien to cin 75 cuen ta ki ló me tros de la de sem bo ca du ra del Pu tu ma yo en el Ama zo nas; río aden tro ––una ver da de ra pe ne tra ción–– iza ron la ban de ra pe rua na y crea ron una adua na y una co mi sa ría flu vial. El go bier no co lom bia no, in mer so en el en fren ta mien to ci vil co no ci do co mo Gue rra de los Mil Días, na da pu do ha cer sal vo pro tes tar por la vía di plo má ti ca. La do cu men ta ción de la épo ca in di ca ine quí vo ca men te que esa re gión le per te ne cía a Co lom bia. El so lo he cho de ha ber per te ne ci do al vi rrei na to de Nue va Gra na da le otor ga ba de re chos. Pa ra en ton ces, Ju lio Cé sar Ara na ya avan za ba pa cien te men te so bre el Pu tu ma yo. En 1903, se fun da en Iqui tos Ju lio C. Ara na & Her ma nos, más co no ci da co mo la Ca sa Ara na. Ara na con tó, des de el ini cio de es ta fir ma, con el ac cio nar de su her ma no Li zar do, co mo tam bién de sus cu ña dos Pa blo Zu mae ta y Abel Alar co. No es tá cla ro cuá les eran sus fun cio nes es pe cí fi cas, pe ro lo más po si ble es que es tos fa mi lia res-ge ren tes via ja ran a ríos re mo tos, in clu si ve el Pu tu ma yo, mien tras él, des de Iqui tos, di ri gía los múl ti ples ne go cios y alian zas. Otros pa rien tes cum plie ron ac ti vi da des bien de fi ni das: su cu ña do Bar to lo mé Zu mae ta es tu vo a car go de al gu nas sec cio nes don de mos tró una cruel dad ex tre ma con los in dí ge nas, que ter mi na ron por ase si nar lo. Los años trans cu rri dos en Iqui tos le die ron a Ju lio Cé sar Ara na un cre cien te pres ti gio. No só lo era un prós pe ro cau che ro, si no tam bién un miem bro del es ta blish ment lo cal. Fue nom bra do pre si den te de la Jun ta De par ta men tal ape nas es ta ins ti tu ción se tras la dó a Iqui tos. Se tra ta ba de una suer te de con se jo de go bier no que, en tre otras fun cio nes, im pul sa ba ini cia ti vas edu ca ti vas y sa ni ta rias. La pri me ra ac ción de Ara na fue la crea ción de una red de es cue las pri ma rias en esa ciu dad, pa ra lo cual era ne ce sa rio el apor te pri va do; a tra vés de un im pues to anual apli ca do a las fuer zas vi vas, co mo tam bién al ta ba co y al ca fé, se ci men tó el sis te ma de edu ca ción pri ma ria. A lo lar go de su vi da, e in clu so cuan do fue se na dor por el De par ta men to de Lo re to, en 1920, Ju lio Cé sar Ara na mos -

tró un afán irre fre na ble por crear hos pi ta les, es cue las y por me jo rar en to do as pec to la ciu dad. El pri me ro de los cin co via jes que rea li zó en su vi da al río Pu tu ma yo fue en di ciem bre de 1901. En la ac tua li dad, tras la dar se des de Iqui tos a ese río de man da ape nas una ho ra en un pe que ño hi droa vión. Pe ro a prin ci pios del si glo XX era una tra ve sía que lle va ba quin ce días pa ra lle gar y el mis mo tiem po pa ra vol ver. Ima gi ne mos a es te hom bre de trein ta y nue ve años em bar cán do se rum bo a un cur so de agua que no co no cía, pe ro 76 que for ma ba par te de sus má xi mas as pi ra cio nes. Ape nas cin co años des pués lo de no mi na ría “mi río”. De he cho, lo era, ya que nin gu na em bar ca ción po día re mon tar lo sin su con sen ti mien to. El cal ci nan te sol de di ciem bre, la in so por ta ble hu me dad y los in sec tos ves per ti nos no ha cían pre ci sa men te agra da ble el tra yec to: los ca ma ro tes eran as fi xian tes y per ma ne cer en cu bier ta era la úni ca op ción pa ra so por tar ese cli ma im pla ca ble. Y así, sen ta do en una re po se ra, con los pri me ros do lo res de la ciá ti ca que lo ator men ta ría has ta su muer te, con su vo lu mi no so cuer po, su ab do men pro mi nen te por la ab so lu ta fal ta de ejer ci cio fí si co, trans pi ran do sin ce sar, Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go in gre sa ba por pri me ra vez al Pu tu ma yo. El río era muy di fe ren te de aque llos con los que es ta ba fa mi lia ri za do, co mo el Ya va rí o el Pu rús. Pe ro di fí cil men te Ara na se ha ya em be le sa do con la lu ju rian te pro fu sión de ve ge ta ción tro pi cal. Sí con un ele men to pun tual de la mis ma: la in ve ro sí mil abun dan cia de cau cho. No era de la me jor ca li dad, co mo el Cas ti lloa o la He vea bra si lien sis, si no que se tra ta ba del je be dé bil, del ser namby. Pe ro en aque llas épo cas en que el pre cio de esa ma te ria pri ma tre pa ba ver ti gi no sa men te en los mer ca dos mun dia les co mo con se cuen cia de la cre cien te in dus tria au to mo vi lís ti ca, po co im por ta ban los as pec tos cua li ta ti vos del cau cho. Se ría in ge nuo creer, co mo afir mó Ara na an te el Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes bri tá ni ca, que su pri mer via je al Pu tu ma yo, que ape nas con sis tió en per ma ne cer dos días en La Cho rre ra, se de bió al sim ple he cho de “arre glar una di fe ren cia en tre al gu nos de mis deu do res”. Que se tra ta ba de un arre glo de cuen tas, no ca be la me nor du da, ya que los cau che ros co lom bia nos, co mo se ña la mos opor tu na men te, se en deu da ron más allá de sus po si bi li da des con es te pro vee dor de Iqui tos. Fue, más bien, un via je ex plo ra to rio. El va por in gre só fi nal men te en el río Iga ra pa ra ná, aún más mis te rio so e inex plo ra do que el Pu tu ma yo, re mon tó su si nuo so cur so y el 20 de di ciem bre de 1901 lle gó a Co lo nia In dia na y, por úl ti mo, a La Cho rre ra, que per te ne cía a la fir ma La rra ña ga, Ra mí rez & Co., in te gra da por co lom bia nos. El arri bo de be de ha ber si do im po nen te, ya que bar cos de se me jan te ca la do no re co rrían ese río per di do en la sel va, y, mu cho más, ver a Ju lio Cé sar Ara na, el pre si den -

te de la Jun ta De par ta men tal de Iqui tos, el aco pia dor de cau cho, el ban que ro, ba jan do por la plan cha da de tra je blan co y som bre ro de pa ja ––de los que tan tos ha bía ven di do––, la bar ba pro li ja men te re cor ta da, ima gen que, por cier to, po co con cor da ba con la de los cau che ros y la de su for ma pri mi ti va de vi da. Al gu nos años des pués, en Lon dres, ha bló an te 77 el men cio na do Co mi té de ha ber “en tra do en ne go cios” con los pro pie ta rios de La Cho rre ra, co mo la de no mi na re mos de aho ra en más. Sin du da se ha brá tra ta do de una am plia ción del cré di to, de cons ti tuir hi po te cas a su fa vor. En tre los cau che ros de la zo na es ta ban los her ma nos Cal de rón, due ños de El En can to, en el río Ca ra pa ra ná, otro fu tu ro cen tro de ex ter mi nio de la Ca sa Ara na. Con flu ye ron a La Cho rre ra pa ra ––siem pre se gún las de cla ra cio nes for mu la das por Ara na en Lon dres–– re la cio nar se a tra vés de él con la fir ma La rra ña ga, Ra mí rez & Co. y pro veer se de ví ve res y otros en se res, da da la im po si bi li dad de ad qui rir los en otro lu gar que no fue ra Iqui tos. La bre ve es ta día en La Cho rre ra le sir vió a Ju lio Cé sar pa ra al go más que otor gar cré di tos y rea li zar ne go cios. Com pro bó, in si tu, no só lo las exis ten cias de cau cho, si no que pu do co no cer a los in dios hui to tos, sus cos tum bres, su pa si vi dad. ¡Qué fa bu lo sa fuen te gra tui ta de tra ba jo po dría lle gar a ser si se im ple men ta ba un sis te ma des pia da do, si se ins ti tuía el te rror, los más se ve ros cas ti gos! El in dio, pa ra el pe rua no blan co, era des pre cia ble; pe ro era el úni co que po día tra ba jar y so bre vi vir en ese há bi tat. Ben ja mín La rra ña ga, el pro pie ta rio de la es ta ción cau che ra, no era pre ci sa men te un ada lid de los de re chos hu ma nos, pro ba ble men te por que lle va ba trein ta años tra ba jan do en el Pu tu ma yo y no des co no cía sus ri go res. Uno de sus ne go cios era en viar a Iqui tos gran des can ti da des de in dios que cap tu ra ba, don de eran ven di dos co mo mer ca de ría. Sus re pre sa lias po dían al can zar pro por cio nes apo ca líp ti cas. En una opor tu ni dad ––des pués del pri mer via je de Ara na–– dos de sus em plea dos fue ron ase si na dos por in dios. Con su hi jo Ra fael, atra je ron a un nu tri do gru po de in dí ge nas hui to tos y ocai nas a La Cho rre ra, con el pre tex to de ofre cer les ob je tos irre sis ti bles. Los ma to nes de Ra fael La rra ña ga apre sa ron a vein ti cin co in dios a los que azo ta ron, tor tu ra ron y fu si la ron. Otras ver sio nes sos tie nen que fue ron ro cia dos con que ro sén y que ma dos vi vos. El 22 de di ciem bre de 1901, el va por par ti cu lar de Ju lio Cé sar Ara na sol tó ama rras y se des li zó por el Iga ra pa ra ná rum bo a Iqui tos. Ese tra yec to de ca si dos se ma nas de du ra ción ha bla a las cla ras de su so le dad, y aca so ini ció su cos tum bre de pa sar las fies tas de Na vi dad y Año Nue vo le jos de su ho gar. Era un hom bre de fa mi lia, y Eleo no ra nun ca se ría reem pla za da por otra mu jer. Pe ro an tes que su fa mi lia es ta ba el cau cho.

78 La fa mi lia de Ara na se ha bía am plia do. Du ran te los pri me ros años del si glo XX na ció su pri mer hi jo va rón, Ju lio Cé sar, que fa lle ció jo ven co mo con se cuen cia de una en fer me dad; su ter ce ra hi ja, Lily, y, por úl ti mo, Luis, el que más lo acom pa ñó en los di fí ci les años pos te rio res al de rrum be de los pre cios del cau cho. Los via jes per ma nen tes pa sa ron a ser par te de la vi da de Ara na y no pu do es ca par a la re cri mi na ción de sus hi jos an te sus sis te má ti cas au sen cias, es pe cial men te cuan do los tras la dó a Eu ro pa, en 1903. Por su tem pe ra men to y por la ac ti vi dad que ha bía ele gi do, mal po día es tar apo sen ta do en su ofi ci na de Iqui tos, de le gan do en otros fun cio nes cla ve que exi gían ha bi li dad, ex pe rien cia, as tu cia e ines cru pu lo si dad. No se tra ta ba de di ri gir una em pre sa eu ro pea, si no de li diar en uno de los es ce na rios más fe ro ces del pla ne ta, de ocu par de in me dia to los es pa cios que que da ban va cíos en la sel va, de apo de rar se de bie nes aje nos de la for ma me nos one ro sa y re cu rrien do a cual quier ti po de ma nio bra. Su cu ña do, Pa blo Zu mae ta, o su her ma no, Li zar do, po dían ser exi mios co mer cian tes, pe ro ca re cían de esa sus tan cia de la cual es tán he chos los hé roes y los gran des hom bres de ne go cios. Cuan do Ju lio Cé sar Ara na lle gó fi nal men te a Iqui tos, des pués de su pri mer via je al Pu tu ma yo, lo es pe ra ba un car go ofi cial que hu bie ra enor gu lle ci do a cual quier ha bi tan te de la ciu dad: ha bía si do de sig na do al cal de a par tir del 1 de ene ro de 1902. Su ges tión, que du ró un año, es tu vo ca rac te ri za da ––de bi do a sus cons tan tes via jes de ne go cios–– más por au sen cias que por pre sen cias. Ape nas lle gó a Iqui tos, asu mió las fun cio nes de al cal de pe ro, de in me dia to, pi dió li cen cia. Re gre só el 24 de ju nio de 1902 pa ra ha cer se car go de la al cai día; el 19 de ju lio, se au sen tó nue va men te y re gre só a sus fun cio nes el 15 de oc tu bre. El 15 de no viem bre se ale ja de fi ni ti va men te. Es to po ne en evi den cia la prio ri dad que el cau cho te nía en su vi da. Si bien Ara na era un tra ba ja dor in fa ti ga ble, aún no ha bía po di do su pe rar eco nó mi ca men te a otros cau che ros; en 1903, ocu pa ba el de ci mo sex to lu gar en tre los die cio cho ma yo res con tri bu yen tes de Iqui tos, fi gu ran do a la ca be za Ma nuel Pa re des y Adol fo Mo rey. Pe ro su as cen so eco nó mi co se ría ver ti gi no so. To me mos, por ejem plo, las ci fras de las ex por ta cio nes de cau cho de Ju lio Cé sar Ara na pro ve nien tes del Pu tu ma yo: en 1900, año en que re cién co mien za a co mer ciar con los cau che ros co lom bia nos in ter cam bian do ma te ria les y pro vi sio nes por ma te ria pri ma, ex por ta 15.863 ki los; en 1901, au men ta a 54.180 ki los; en 1902, lle ga a 79 123.210 ki los, y, en 1906, cuan do prác ti ca men te se ha adue ña do del Pu tu ma yo, tre pa a la in creí ble ci fra de 644.897 ki los.

Ara na vol vió al Pu tu ma yo en 1903. Fue, na tu ral men te, en uno de sus bar cos, pe ro es ta per ma nen cia no se li mi tó a un par de días en La Cho rre ra, co mo en su via je an te rior. Tam bién es tu vo en El En can to, en el río Ca ra pa ra ná y en una sec ción cau che ra, Ar ge lia, so bre el mis mo cur so de agua. Pos te rior men te ale ga ría que esa vi si ta tu vo el ob je to de “cer cio rar me de cier tos he chos con res pec to a su mas que se me adeu da ban y de ci dir si hu bie se mo ti vo pa ra nue vos ade lan tos”. Pe ro su tras la do se de bió, más bien, a una ju ga da que ba ja ría del pe des tal a Ben ja mín La rra ña ga, pro pie ta rio de la pró di ga La Cho rre ra. Con los años, la deu da que és te man te nía con Ara na se ha bía trans for ma do en una im pa ra ble bo la de nie ve im po si ble de sal dar. Po día cons ti tuir se una hi po te ca en fa vor de Ara na ––me di da a la cual re cu rrió años des pués con otros cau che ros–– pe ro los co lom bia nos no po seían tí tu lo de pro pie dad so bre esas tie rras. Aún se ig no ra ba a qué país per te ne cían. En tér mi nos ju rí di cos, se tra ta ba de una me ra ocu pa ción. La úni ca so lu ción, en ton ces, era aso ciar se. Ju lio Cé sar se gui ría apor tan do ma te ria les y pro vi sio nes, pe ro ya no en ca li dad de avia dor, si no de so cio, con par ti ci pa ción en las ga nan cias. El cau cho se tras la da ría has ta Iqui tos en sus pro pios bar cos. La es tra te gia uti li za da du ran te tan tos años a par tir del en deu da mien to de sus re co lec to res de cau cho, aho ra le ser vía pa ra cap tu rar un bas tión en lo que a plan ta cio nes de go ma se re fe ría. La Cho rre ra era la pie dra ma yor de una co ro na in te gra da por más de cua ren ta y cin co sec cio nes cau che ras di se mi na das en tre el río Pu tu ma yo y el Ca que tá. No se tra tó só lo de una ope ra ción co mer cial du ra pe ro le gí ti ma si no que abrió la puer ta a un ex pe ri men to no ve do so y ma ca bro, don de la in ter ven ción de los in dios hui to tos era de im por tan cia vi tal. Ara na y La rra ña ga es ta ban de acuer do en que la ma no de obra es cla va era im pres cin di ble. La aso cia ción se se lló le gal men te en Iqui tos, an te el es cri ba no Ar nal do Gui chard, el 8 de abril de 1904 y ad qui rió el nom bre de Ara na, Ve ga, La rra ña ga. En la es cri tu ra fi gu ra un pá rra fo de ate rra do ra ob vie dad, que ha ría in sos te ni ble cual quier de fen sa de Ara na: “A los in dios del Pu tu ma yo se les obli ga rá a tra ba jar por la fuer za pa ra los so cios por me dio de los em plea dos de la com pa ñía”. Los “em plea dos” fue ron sus si nies tros ca pa 80 ta ces, un per so nal adies tra do pa ra el ex ter mi nio, co mo los mu cha chos y los ra cio na les y un con tin gen te de ne gros de la is la ca ri be ña de Bar ba dos ––don de los cau che ros de Iqui tos te nían sus re si den cias de in vier no–– con tra ta dos ese mis mo año, pa ra re co rrer las sec cio nes cau che ras ar ma dos y uni for ma dos. El juez pe rua no Car los A. Val cár cel que in ves ti gó las atro ci da des de Ara na se ña la en su li bro, El pro ce so del Pu tu ma yo, pu bli ca do en Li ma en 1915, la cri mi na li dad del pá rra fo de ma rras:

Ha cer tra ba jar con tra su vo lun tad a cual quier in di vi duo y apro ve char se de ese tra ba jo, son he chos que cons ti tu yen los de li tos de exac cio nes y vio len cias, que las le yes pe na les del Pe rú cas ti gan con gra ves pe nas. Ha si do tal el des pre cio de Ara na y Zu mae ta [se re fie re a su cu ña do, Pa blo Zu mae ta] por las le yes del Pe rú, que no les ha im por ta do pac tar al go cri mi nal en una es cri tu ra pú bli ca. Lo que Ju lio C. Ara na, Pa blo Zu mae ta y de más so cios de la la com pa ñía “Ara na, Ve ga, La rra ña ga” pac ta ron en la es cri tu ra an te di cha, fue el es ta ble ci mien to de la es cla vi tud en la re gión del Pu tu ma yo, pues no otra co sa sig ni fi ca aque llo de obli gar a los in dios a tra ba jar, co mo efec ti va men te han si do obli ga dos por es pa cio de diez años por los me dios cri mi na les que ya co no ce mos y por ac ción de los cua les han si do ase si na das, cuan do me nos, vein te mil per so nas. Pe ro en los pri me ros años del si glo XX, cuan do ya ha bían co men za do las atro ci da des en el Pu tu ma yo, aun que man te nién do se den tro de un ba jí si mo per fil, lo úni co que ob se sio na ba a Ju lio Cé sar Ara na era ad qui rir las plan ta cio nes a los co lom bia nos, co mo si la de sa pa ri ción de to dos ellos de esa re gión fue ra un im pe ra ti vo ca te gó ri co. No acep ta ría que si quie ra el más pe que ño pro duc tor co lom bia no del Iga ra pa ra ná ex tra je se una mo des ta can ti dad de cau cho al año. El nú cleo de su es tra te gia re si dió en no de jar que na die ––mu cho me nos un ex tran je ro–– vi vie ra allí y, aún más, pu die ra si quie ra in gre sar en la zo na sin su con sen ti mien to. En tan to nin gún po ten cial tes ti go in gre sa ra al Pu tu ma yo, po dría ha cer lo que qui sie se en ma te ria de ma no de obra in dí ge na. Tam bién pe só la po si bi li dad de que ––si los co lom bia nos per ma ne cían en los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná–– los in dios bus ca ran re fu gios en esas cau che rías don de el tra to era be né vo lo. Una se rie de cir cuns tan cias po lí ti cas per mi tie ron que Ara na lle va ra ade lan te sus pla nes. En ma yo de 1904, po cos días des pués de se llar 81 no ta rial men te su aso cia ción con Ben ja mín La rra ña ga, los go bier nos de Pe rú y de Co lom bia lle ga ron a un acuer do pa ra re sol ver sus pro ble mas de lí mi tes en el Ama zo nas, don de pre ci sa men te el Pu tu ma yo fun cio na ba ––y si gue fun cio nan do–– co mo una fron te ra na tu ral. Pe rú, en aque llos años, ba sán do se en do cu men ta ción de prin ci pios del si glo XIX, pre ten día ex ten der su fron te ra has ta el río Ca que tá, lo cual era ina cep ta ble pa ra el go bier no de Bo go tá. El acuer do ape nas du ró tres me ses. Am bos paí ses, en sep tiem bre de 1905, so me tie ron sus cues tio nes de lí mi tes al ar bi tra je del pa pa Pío X; el 6 de ju lio de 1906, en tró en vi gen cia un mo dus vi ven di ––fir ma do en Bo go tá el 12 de sep tiem bre de 1905–– en tre Pe rú y Co lom bia. Has ta re sol ver de fi ni ti va men te sus pro -

ble mas li mí tro fes, am bos paí ses se com pro me tían a re ti rar to das las ins ta la cio nes y au to ri da des mi li ta res de la zo na. El Pu tu ma yo pa só a ser tie rra de na die. Na da con ve nía más a los in te re ses de Ju lio Cé sar Ara na que es tas ju ga das en el da me ro di plo má ti co. El mo dus vi ven di apun ta ba a des com pri mir los con flic tos en tre am bas na cio nes. Pe ro en rea li dad, su ce dió exac ta men te lo con tra rio. El pre si den te de Co lom bia, Ra fael Re yes, ha bía co no ci do el Ama zo nas du ran te el boom de la qui na y no ig no ra ba que lo peor que po día su ce der le a su país era que el Pu tu ma yo se con vir tie ra en “tie rra de na die”. El mi nis tro de Re la cio nes Ex te rio res co lom bia no de sig nó fun cio na rios en la re gión, en par ti cu lar en los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná, lo cual no hi zo si no po ner le más pre sión a la cal de ra. Se ha bía crea do una adua na com par ti da por Pe rú y Co lom bia en Co tu hé, en el ba jo Pu tu ma yo, cer ca de la fron te ra con el Bra sil. Es to iba con tra los in te re ses de Ju lio Cé sar Ara na, ya que el cau cho que ex por ta ba no tri bu ta ba im pues tos de bi do a que la re gión de la cual se ex traía era de so be ra nía im pre ci sa. Los con flic tos fue ron en au men to has ta que el pro pio pre si den te Re yes, pa ra de sac ti var los de al gún mo do, en vió un te le gra ma a las prin ci pa les com pa ñías cau che ras se ña lan do que, más allá del ve re dic to pa pal en lo re fe ren te a lí mi tes, Co lom bia es ta ba dis pues ta a res pe tar la pro pie dad pri va da, es de cir, a re co no cer los tí tu los que, en tre otros, po seía el pro pio Ara na. Cuan do hay in te re ses eco nó mi cos su per la ti vos en jue go, no es de ex tra ñar que se lle ven a ca bo su ti les ma nio bras. Aquí se tra ta ba na da me nos que del cau cho, que al can za ba fa bu lo sos pre cios en el mer ca do de Lon dres y de Nue va York. Era ine vi ta ble que sur jan con duc tas os cu ras. El pro pio Ra fael Re yes, cuan do fue pre si den te de Co lom bia (1904-1909), otor gó la con ce sión 82 de vas tas re gio nes del Pu tu ma yo a la fir ma Ca no, Cue llo & Com pa ñía y a Pe dro An to nio Pi za rro, que po co des pués tras pa sa ron esos de re chos a Ju lio C. Ara na & Her ma nos, lo cual cons ti tu yó una gro se ra le sión de la so be ra nía co lom bia na. Es to le va lió a Re yes el ser acu sa do de trai ción a la Pa tria an te el Pro cu ra dor Ge ne ral de la Na ción. Pa ra los cau che ros co lom bia nos del Pu tu ma yo, des cu brir que su pro pio go bier no no es ta ba dis pues to a ayu dar los fue el gol pe de gra cia que ter mi nó for zán do los a ven der sus plan ta cio nes a la Ca sa Ara na. Al gu nas ven tas, sin du da, fue ron in du ci das me dian te pro ce di mien tos que de fi ni ti va men te iban más allá de las com pras “hos ti les” den tro de cier tas re glas de jue go. Uno de los hue sos más du ros de roer fue Ben ja mín La rra ña ga, aca so por po seer la mis ma sus tan cia que Ara na, por la cruel dad que ha bía de mos tra do con los in dios hui to tos y por una ris tra de pro ble mas que man tu vo con au to ri da des pe rua nas cuan do se de -

ci dían a re mon tar el Iga ra pa ra ná y el Ca ra pa ra ná. El 25 de no viem bre de 1905, Ju lio Cé sar Ara na ad qui rió fi nal men te La Cho rre ra, abo nán do le a La rra ña ga la in sig ni fi can te su ma de vein ti cin co mil li bras es ter li nas, ya que ale gó que se le de bían se ten ta mil li bras en ma te ria les, pro vi sio nes y trans por te. Se gún al gu nas ver sio nes, Ben ja mín La rra ña ga fue ci ta do en Iqui tos por las au to ri da des pa ra ren dir cuen tas so bre al gu nos ac tos de cruel dad. Aco rra la do, pre sio na do, ame na za do, se avi no ––ese fue el ob je ti vo fi nal de la ci ta ción–– a ven der sus bie nes a Ju lio Cé sar Ara na, quien no ha bía si do aje no a es ta ju ga da. Ara na te nía, ade más, una car ta in su pe ra ble en sus ma nos: man te nía cau ti vo a Ra fael La rra ña ga, hi jo del cau che ro. Co mo sue le su ce der en la ti tu des tro pi ca les, las ver sio nes di fie ren de ma ne ra no ta ble. Al gu nos his to ria do res e in ves ti ga do res sos tie nen que Ra fael La rra ña ga era her ma no, no hi jo, de Ben ja mín. En cuan to a la muer te de és te, que se pro du jo po co des pués, hay quie nes afir man que pe re ció jun to a su es po sa en un ac ci den te du ran te el tra yec to en tre Nue va York e Iqui tos. Otros ale gan que mu rió en ve ne na do con ar sé ni co. Se ase gu ra tam bién que su hi jo Ra fael, que es tu vo pre so en la cár cel de Iqui tos ––iró ni ca men te de no mi na da Ofi ci na de la Ca sa Ara na–– de sa pa re ció en tre los in dios. An te el Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes, Ju lio Cé sar Ara na ad mi te ha ber he cho su ter cer via je al Pu tu ma yo en 1905, oca sión en la cual, di ce, só lo vi si tó uno de los ríos cau che ros. 83 Mi si guien te vi si ta fue en el año 1905, épo ca en que fui al Ca ra pa ra ná con el ob je to de com prar pro pie da des de co lom bia nos. En ton ces los co lom bia nos de los re fe ri dos ríos lu cha ban en tre sí y, en con se cuen cia, de ci dí com prar sus pro pie da des, pues con si de ra ba que esa se ría la me jor for ma de sal var las su mas que ha bía in ver ti do en esa zo na. Es tas ase ve ra cio nes, co mo to das las otras re la cio na das con el Pu tu ma yo, las rea li zó en el nú me ro 17 de Th rog mor ton Ave nue, en Lon dres, el 14 de abril de 1913, y uti li zó el idio ma es pa ñol pa ra ex pre sar se. La tra duc ción al in glés fue rea li za da por Mar cial Zu mae ta, de Iqui tos. En ese dis cur so in clu yó con cep tos ne bu lo sos, va gas ac cio nes rei vin di ca to rias, co mo si se hu bie ra tra ta do de un acree dor que gol pea la puer ta pa ra co brar una cuen ta. Sus mé to dos, en rea li dad, fue ron otros. A los co lom bia nos se los cap tu ra ba en sus plan ta cio nes y a aque llos que no eran ase si na dos en el lu gar, se los tras la da ba en al gún va por de Ara na has ta Iqui tos, don de eran arro ja dos a un ca la bo zo de la cár cel lo cal. En el Pu tu ma yo, no ha bía una so la au to ri dad co lom bia na que los pro te gie ra. De so la dos en la cár cel de Iqui tos, sin nin gún le tra do que los de fen die ra, eran for za -

dos a ven der sus pro pie da des a la Ca sa Ara na al pre cio que es ta es ti pu la ra. Otros, en vez de so por tar se me jan te cal va rio, op ta ron por ven der vo lun ta ria men te. Así, en el tér mi no de una dé ca da, Ara na se trans for mó en el due ño ab so lu to del Pu tu ma yo. Es in te re san te re mi tir se a sus pro pias de cla ra cio nes en Lon dres, con res pec to a las ad qui si cio nes que rea li zó en los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná: El 28 de mar zo de 1904 ad qui rió a Ja cob Bar chi lon [un san gui na rio co la bo ra dor de Ben ja mín La rra ña ga] su plan ta ción en cin co mil li bras es ter li nas. El 28 de no viem bre de 1904, le com pró la plan ta ción a Car los Le mos en tres mil qui nien tas li bras es ter li nas. El 2 de ju lio de 1905, for mó la so cie dad con los her ma nos Cal de rón, pro pie ta rios de El En can to [la se gun da pie dra de la co ro na] pa gán do le do ce mil qui nien tas li bras es ter li nas y can ce lán do le la su ma que se le adeu da ba, que era na da me nos que se ten ta mil li bras es ter li nas. La so cie dad con los her ma nos Cal de rón es ape nas un eu fe mis mo, ya que Ara na se que dó con la to ta li dad de El En can to. El 29 de ju nio, le pa gó a Ra món Sán chez se te cien tas li bras es ter li nas, can ce lán do le su deu da y agre gan do una pro pie dad más a su co lec ción. 84 El 25 de no viem bre de 1905, co mo ya he mos vis to, le en tre gó a Ben ja mín La rra ña ga vein ti cin co mil li bras es ter li nas y pa só a ser el pro pie ta rio de La Cho rre ra. El 21 de ene ro de 1907, ad qui rió las plan ta cio nes de Pé rez, Pé rez & Ara na por do ce mil li bras es ter li nas. El 21 de ene ro de 1907, cons ti tu yó a su fa vor una hi po te ca de cin co mil qui nien tas li bras es ter li nas so bre La Unión y Re mo li no, de Or dó ñez & Mar tí nez. El 16 de ju lio de 1910, com pra es tas dos pro pie da des in clu yen do la hi po te ca por ocho mil ocho cien tas li bras es ter li nas. A fi nes de la pri me ra dé ca da del si glo XX, Ju lio Cé sar Ara na ha bía crea do un im pe rio que abar ca ba do ce mil mi llas cua dra das, en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá. No hu bie ra po di do lo grar lo sin el apo yo del pre si den te del Pe rú, Jo sé Par do. Se pro du je ron in ci den tes que no se com pren de rían de no ha ber exis ti do la os cu ra fuer za im pul so ra del go bier no de Li ma. En deu dar a los cau che ros co lom bia nos fue una de las tác ti cas den tro de una es tra te gia de in ti mi da ción que no ad mi tía pró rro gas, di la cio nes, ne go cia ción de la deu da ni re cur sos ju di cia les. El en deu da mien to se ría acom pa ña do por un ata que com bi na do a las plan ta cio nes co lom bia nas por par te de fuer zas mi li ta res pe rua nas e in te gran tes de la Ca sa Ara na. Los re cla mos del Pe rú se ba sa ban en una Real Cé du la de

1802, que le otor ga ba la po se sión del Pu tu ma yo has ta las már ge nes del río Ca que tá. Ene ro, en el Al to Ama zo nas, no es mes de llu vias, lo que lo ha ce fa vo ra ble pa ra la na ve ga ción: los ríos no es tán des bor da dos y el de rro te ro, a pe sar de los trai do res ban cos de are na, es fá cil men te re co no ci ble. El 12 de ene ro de 1908, dos na ves re mon ta ban el río Ca ra pa ra ná, tri bu ta rio del Pu tu ma yo. Una era el Li be ral, va por em ble má ti co de la Ca sa Ara na, un in ge nio flu vial de va rios ni ve les que al ber ga ba des de ca ma ro tes y cu bier tas de lu jo has ta ca la bo zos y bo de gas pa ra al ma ce nar cau cho. Era la na ve pre fe ri da de Ju lio Cé sar Ara na, en la cual sur có las aguas del Pu tu ma yo tan to pa ra fir mar con ve nios co mer cia les que fi nal men te ter mi na ban en des po jos, co mo pa ra ha cer re la cio nes pú bli cas con fun cio na rios in gle ses y nor tea me ri ca nos. No se tra ta ba de un via je más de in ter cam bio de mer ca de rías por cau cho. La na ve in sig nia iba flan quea da por la lan cha de gue rra Iqui tos, per te ne cien te al go bier no pe rua no, ar ma da de 85 seis ca ño nes y dos ame tra lla do ras, que trans por ta ba a ochen ta y cin co hom bres de la guar ni ción mi li tar de Iqui tos. Ese len to pe ro im pla ca ble avan ce aguas arri ba no pre sa gia ba na da bue no, so bre to do pro vi nien do de la Pe ru vian Ama zon Com pany, que era el nom bre in ter na cio nal que ha bía ad qui ri do Ju lio C. Ara na & Her ma nos, de bi do al in gre so de ca pi ta les y di rec to res bri tá ni cos a la com pa ñía ori gi na ria men te crea da por Ara na y de la cual se guía sien do amo y se ñor. En el Li be ral via ja ban los je fes de la mi sión, Be ni to Lo res y Car los Zu biaur. El via je te nía co mo ob je ti vo adue ñar se, por las bue nas o por las ma las, de La Unión y de las pro pie da des de los úl ti mos cau che ros co lom bia nos en el Ca ra pa ra ná, rea cios a ven der las. Los re bel des eran Da vid Se rra no, pro pie ta rio de La Re ser va; Il de fon so Gon zá lez, un ne gro due ño de El Do ra do, y los pa tro nes de La Unión, Or dó ñez y Mar tí nez. Se tra tó de una in cur sión fría men te cal cu la da por Ju lio Cé sar Ara na y del go bier no de Li ma, dis fra za da de he roi ca de fen sa de la so be ra nía pe rua na. Las ver sio nes acer ca de lo su ce di do en La Unión va rían, pe ro his to ria do res y cro nis tas de la épo ca coin ci den en al gu nos da tos. Al man do de la cau che ría se en con tra ban los se ño res Duar te y Prie to que or de na ron al go qui mé ri ca men te al con tin gen te pe rua no ––com pues to por cien to cua ren ta hom bres––: que se re ti ra ra de la pro pie dad. Pe ro los em plea dos de la fla man te Pe ru vian Ama zon Com pany, ex Ca sa Ara na, ale ga ron ve nir en son de paz, só lo pa ra rea li zar una ge ne ro sa ofer ta: pa ga rían vein te mil li bras es ter li nas pa ra que los co lom bia nos se re ti ra sen de La Unión. La su ma, más que irri so ria, era in sul tan te. Ni si quie ra se en con tra ba, ade más, uno de los pro pie ta rios, Or dó ñez, que se ha bía in ter na do en la sel va por unos días. La ofer ta, en prin ci pio, fue re cha za da, pe ro Prie to pre -

fi rió ga nar tiem po, di fe rir una res pues ta y re ci bir, mien tras tan to, las mer ca de rías y pro vi sio nes que se en con tra ban a bor do. La res pues ta pe rua na se ase me jó a un lá ti go: o en tre ga ban to do el cau cho, o se apo de ra rían por la fuer za de las exis ten cias. Prie to izó la ban de ra pe rua na y se ini ció un fe roz ti ro teo de una dis pa ri dad inu si ta da. Po co po dían ha cer vein te co lom bia nos con tra una hor da de hom bres ar ma dos has ta con ame tra lla do ras. Lo es pe ra ble hu bie ra si do que al que dar se los cau che ros sin mu ni cio nes, des pués de me dia ho ra de fue go cru za do, en vez de huir a la sel va, hu bie sen agi ta do una ban de ra blan ca en se ñal de ren di ción, ce san do el fue go y ca pi tu lan do en los me jo res tér mi nos. Pe ro si los co lom bia nos hu ye ron a la sel va, fue por que era el úni co mo do de sal var sus vi das. Ya co no cían el pro ce der y los ho 86 rro res que per pe tra ban los em plea dos de la Ca sa Ara na. No to dos pu die ron re fu giar se. Duar te y dos peo nes mu rie ron en el com ba te, mien tras que Prie to y un peón que da ron gra ve men te he ri dos. Fue ron re ma ta dos allí mis mo por in te gran tes de la Ca sa Ara na. Lo que si guió fue una or gía de ven gan za, un sa queo pre vis to des de el mis mo co mien zo de la ope ra ción ––se adue ña ron de mil arro bas2 de cau cho que fue ron pro li ja men te al ma ce na das en el Li be ral, jun to con má qui nas y ga na do––, que in clu yó el in cen dio de to dos los edi fi cios. Las mu je res in dias cap tu ra das en la sel va ve ci na fue ron arras tra das has ta los bar cos, des ti na das al pla cer de los ven ce do res. Nor man Thom son, en El li bro ro jo del Pu tu ma yo, des cri be el des ti no de va rios co lom bia nos apre sa dos en es te ope ra ti vo al lle gar a Iqui tos, ci tan do una car ta del mi nis tro de Re la cio nes Ex te rio res de Co lom bia. En el pun to de no mi na do La Ar ge lia, en la mar gen orien tal del río Ca ra pa ra ná, los mis mos je fes ya nom bra dos apri sio na ron al se ñor Je sús Or jue la, Ins pec tor de Po li cía del Pu tu ma yo, lo des po ja ron de di ne ro y pa pe les que te nía, lo pu sie ron en un in fec to ca la bo zo a bor do del va por Li be ral, y en és te lo con du je ron pre so a Iqui tos, en don de el Pre fec to no se dig nó re ci bir lo. El mis mo pro ce di mien to se adop tó con otros co lom bia nos. Ham brien tos y ca si des nu dos se pa sea ron por las ca lles de la po bla ción pe rua na quie nes tan in hu ma na men te fue ron con du ci dos allí, has ta que al gu nos de ellos pu die ron, me dian te el au xi lio pri va do de ge ne ro sos com pa trio tas, ve nir a dar cuen ta a es te Go bier no de los crí me nes per pe tra dos; otros han pe re ci do, otros su fren en tie rra pe rua na las con se cuen cias de los atro ces he chos a que nos re fe ri mos. Fue ra de los he chos que a gran des ras gos he re fe ri do aquí, el Go bier no tie ne no ti cias de otros igual men te crue les per pe tra dos con tra ciu da da nos co lom bia nos en sus per so nas y bie nes, otros por los

em plea dos de la Ca sa Ara na, que go za de la fran ca e in con di cio nal pro tec ción del Go bier no y de las au to ri da des pe rua nas. De be te ner se tam bién en cuen ta la per se cu ción, por no de cir el ex ter mi nio, que se lle va a ca bo con tra las tri bus in dí ge nas co lom bia nas, per se cu ción y ex ter mi nio que re cuer dan y su pe ran a los de igual ca rac te rís ti cas de épo cas pa sa das, que ana te ma ti za la his to ria de la hu ma ni dad. Pa ra al gu nos fun cio na rios pe rua nos, el ata que a La Unión al can zó las ex cel sas al tu ras del he roís mo. El juez Ró mu lo Pa re des, que se en con 87 tra ba en Iqui tos pa ra in ves ti gar las pri me ras de nun cias so bre lo que ver da de ra men te su ce día en el Pu tu ma yo, es cri bió en su pe rió di co El Orien te, sub si dia do eco nó mi ca men te por Ju lio Cé sar Ara na: “El úni co de seo de es tos jó ve nes pa trio tas era el de ha cer avan zar si quie ra una pul ga da la ban de ra del Pe rú en la tie rra de con quis ta”. Un edi to rial del mis mo dia rio se ña la ba que se ha bía tra ta do de “un ac to pa trió ti co y mo ral, enér gi co, va ro nil y es plén di do”. Til da a los otros dia rios iqui te ños de “trai do res” por ha ber ale ga do que “las fuer zas del ejér ci to pe rua no ha bían to ma do par te en ese asal to, en el cual ha bían fi gu ra do tam bién la ca ño ne ra y sus ame tra lla do ras”. Las de cla ra cio nes de Ju lio Cé sar Ara na con res pec to al ata que a La Unión, an te el Co mi té Se lec to de los Co mu nes bri tá ni co en 1913, son una obra maes tra de la ter gi ver sa ción. La ya ci ta da Las cues tio nes del Pu tu ma yo re pro du ce aque llos fue gos de ar ti fi cios. Va le la pe na ver los en to da su ex ten sión pa ra com pren der su in te li gen cia y ha bi li dad pa ra mo di fi car los he chos. El 6 de ju lio de 1906, los go bier nos del Pe rú y Co lom bia ce le bra ron un mo dus vi ven di, se gún el cual se acor dó man te ner el sta tu quo mien tras es tu vie ra pen dien te el ar bi tra je, y am bos go bier nos acor da ron re ti rar sus au to ri da des del Pu tu ma yo. El 22 de oc tu bre de 1907, el go bier no de Co lom bia no ti fi có al go bier no del Pe rú la res ci sión de es te acuer do. Yo me en con tra ba en ton ces en Eu ro pa, pe ro el go bier no del Pe rú me te le gra fió, por in ter me dio del se ñor Alar co,3 in for mán do me de la ac ti tud asu mi da por Co lom bia y pre gun tán do me si mi fir ma po dría re pe ler una in va sión por me dio de sus em plea dos. El go bier no me te le gra fió des pués de que ha bían ins trui do al Pre fec to de Lo re to pa ra que ac tua se de acuer do con mi go y to ma ra me di das enér gi cas pa ra la de fen sa del te rri to rio. En tre go co pia de cier tos ca ble gra mas que cam bié con el go bier no del Pe rú en ese tiem po. Yo re ci bí avi so, que co mu ni qué al go bier no del Pe rú, de que las tro pas co lom bia nas ha bían en tra do al Pu tu ma yo y se me die ron ór de nes pa ra que coo pe ra ra en la ac ción de las tro pas pe rua nas. Esas fuer zas

en el Pu tu ma yo fue ron con si guien te men te au men ta das y aquel go bier no en vió una o dos lan chas ha cia las ca be ce ras del río. Los co lom bia nos en La Unión ha bían cap tu ra do cin co em plea dos de la com pa ñía a quie nes en ca de na ron por el cue llo y ame na za ron con la muer te; y con el ob je to de de man dar la en tre ga de esas per so nas, y tam bién con el ob je to de arre glar en una for ma ami ga ble cier tas de sin te li gen cias de ne go cios con los se ño res Or dó ñez y Mar tí nez, de 88 La Unión, el se ñor Loay za de ci dió ir allí en el va por Li be ral, que ha cía su via je men sual de cos tum bre, lle van do pro vi sio nes, y pa ra re ci bir las go mas que de bían en tre gar se a cam bio de ar tí cu los ven di dos con an te rio ri dad. En vis ta, sin em bar go, de los pre pa ra ti vos mi li ta res que se sa bía que es ta ban ha cien do los co lom bia nos en La Unión, el co man dan te se ñor Po llack or de nó que fue sen em bar ca dos do ce hom bres en el Li be ral con el fin de pro te ger lo, y se acor dó des pués que la lan cha del go bier no lla ma da Iqui tos acom pa ña ría al Li be ral, pa ra me jor pro tec ción. Cuan do el Li be ral se en con tra ba va rios cuer pos de lan te de la Iqui tos, a la lle ga da a La Unión, los que es ta ban a bor do del Li be ral vie ron cua ren ta blan cos y trein ta in dios au xi lia res, ar ma dos y pa ra pe ta dos al re de dor de una ban de ra co lom bia na y que in me dia ta men te se des ple ga ron en gue rri lla. Aun cuan do tan to el se ñor Loay za co mo el co mi sa rio les ha bla ron des de la proa del Li be ral, di cién do les que no dis pa ra sen, pues ve nían en una mi sión pa cí fi ca, la res pues ta fue una des car ga ce rra da por ór de nes del ofi cial co lom bia no Prie to. La Iqui tos en ton ces acu dió y de sem bar có sol da dos y ma ri ne ros, ori gi nán do se así la de rro ta de los co lom bia nos. Des pués que ce só la lu cha, se vio que tres de los pri sio ne ros que con an te rio ri dad ha bían si do to ma dos por los co lom bia nos, y quie nes te nían pe sa das ca de nas al cue llo, ha bían si do acri bi lla dos a ba las por los co lom bia nos. El ata que a La Unión fue ape nas el pre lu dio de una car ni ce ría que no te nía an te ce den te en el Ama zo nas. No hu bie ra tras cen di do fue ra de la es fe ra lo cal de no ha ber si do por la pre sen cia ca sual de un jo ven nor tea me ri ca no en esas mis mas la ti tu des, que ter mi nó por dis pa rar el es cán da lo de pro por cio nes in ter na cio na les que de rrum bó a la Pe ru vian Ama zon Com pany. Fue lo úni co que Ju lio Cé sar Ara na no pu do pre ver ni con tro lar, des de sus bas tio nes en Ma naos, Iqui tos o Bia rritz, don de vi vía su fa mi lia. Ese jo ven, lla ma do Wal ter Har den burg, fue quien des pués de com pli ca dos la be rin tos exis ten cia les y eco nó mi cos, lo gró ha cer pú bli co lo que ver da de ra men te su ce día en el Pu tu ma yo. El mun do her mé ti co de Ju lio Cé sar Ara na, ca rac te ri za do por un en -

tor no so cie ta rio en do gá mi co po bla do de her ma nos y cu ña dos, por el so bor no, las alian zas po lí ti cas, por un sis te ma pro duc ti vo ba sa do en la ex plo ta ción y el ex ter mi nio de los in dios y en la pro hi bi ción de que nin gún 89 in tru so in gre sa ra a su im pe rio sin su con sen ti mien to, mos tró una su til grie ta por la cual se in fil tró no só lo un hom bre, si no tam bién el des ti no. Con qué pro li ji dad ha bía ar ma do su em pre sa, con la pi rá mi de de ca pa ta ces que ma ne ja ban las sec cio nes cau che ras; qué opor tu no ha bía si do el arre glo eco nó mi co con ellos: en vez de pa gar les un sa la rio, les otor ga ba un por cen ta je del cau cho re cau da do, lo cual no ha cía si no con de nar a la es cla vi tud, a la tor tu ra y a la muer te a los in dios hui to tos. Qué in te li gen te se pa rar de sus fa mi lias a ado les cen tes, que, des pués de ha ber re ci bi do una ins truc ción ca si mi li tar en el ma ne jo del Win ches ter, se trans for ma ban en car ce le ros des pia da dos, ca pa ces de dis pa rar con tra miem bros de su pro pia et nia. Esos fue ron sus mu cha chos de con fian za, co mo se los de no mi nó. En tre 1904 y 1906, con tra tó ade más a unos dos cien tos ne gros del Ca ri be pa ra tra ba jar en el Pu tu ma yo. Con ta ba con una ar ma da pro pia: vein tiún na ves que pa tru lla ban es te río, el Ca ra pa ra ná y el Iga ra pa ra ná, dis pues tas a re pe ler cual quier ata que o in su bor di na ción. To do es ta ba en su lu gar, co mo si fi nal men te hu bie ra ter mi na do de ar mar un rom pe ca be zas. To do, sal vo una ca noa pro pul sa da a re mo que se des li za ba por el río Pu tu ma yo, en di ciem bre de 1907, rum bo al río Ama zo nas, con dos jó ve nes nor tea me ri ca nos ab sor tos por el exo tis mo del pai sa je y ávi dos de aven tu ra. Na da sa bían de la exis ten cia de Ju lio Cé sar Ara na, quien, en se tiem bre de 1907, des pués de há bi les ne go cia cio nes, ha bía lo gra do re gis trar en Lon dres la Pe ru vian Ama zon Rub ber Com pany Ltd. (lue go lla ma da Pe ru vian Ama zon Com pany) con un ca pi tal de un mi llón de li bras es ter li nas. Cuan do la edi to rial in gle sa Fis her Un win pu bli có la obra de Har den burg, The Pu tu ma yo, the De vil’s Pa ra di se (El Pu tu ma yo, el Pa raí so del Dia blo), en 1912, que no fue si no una re co pi la ción de ar tí cu los pu bli ca dos en la re vis ta Truth en 1909 (las no tas en se rie eran una cos tum bre de la épo ca), que man tu vo en vi lo a la opi nión pú bli ca bri tá ni ca, Ju lio Cé sar Ara na aca so com pren dió el po der de una in sig ni fi can te ca noa y de un hom bre que os ten ta ba la ciu da da nía nor tea me ri ca na. La aven tu ra de es tos dos jó ve nes ––uno so lo de los cua les pa só a la pos te ri dad–– se ini ció en los Es ta dos Uni dos. Wal ter Har den burg, na ti vo de Youngs vi lle, en el es ta do de Nue va York ––hé roe in dis cu ti do de es te re la to, ya que su com pa ñe ro, W. B. Per kins (na die co no ce, has ta el mo men to, su nom bre, si no ape nas sus ini cia les) fue ape nas un ac tor me nor de re par to–– des de ni ño ha bía mos tra do una mar ca da ob se sión por co no cer, al gún día, el río más lar go del mun do, el Ama zo nas. A los vein tiún

90 años, jun to con su in se pa ra ble com pa ñe ro, Per kins, se lan zó a re co rrer Amé ri ca Cen tral y Su da mé ri ca, con po cos re cur sos eco nó mi cos y nin gu na con cien cia del pe li gro. El 1 de oc tu bre de 1907, en Bue na ven tu ra, en el Pa cí fi co co lom bia no, die ron co mien zo a su via je que ja más ima gi na ron has ta qué pun to se ría ex traor di na rio. El pre tex to pa ra el mis mo ––Har den burg te nía tí tu lo de in ge nie ro–– era en con trar tra ba jo en la cons truc ción del fe rro ca rril Ma dei ra-Ma mo ré, un pro yec to fa raó ni co que le per mi ti ría al cau cho que pro du cía Bo li via una sa li da al río Ama zo nas. Es to sig ni fi ca ba na ve gar el Pu tu ma yo en to da su ex ten sión. Po si ble men te, al par tir, ig no ra ran la exis ten cia mis ma de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Se ría fa rra go so enu me rar las pe ri pe cias an di nas y sel vá ti cas de am bos jó ve nes. Las pri me ras cien pá gi nas de The De vil’s Pa ra di se no es ca ti man des crip cio nes de la sel va, de ca ce rías, de fau na y flo ra. Lue go, los jó ve nes lle ga ron a Re mo li no, cer ca de la de sem bo ca du ra del Ca ra pa ra ná en el Pu tu ma yo. En ese mo des to des ta ca men to ama zó ni co que só lo al ber ga ba gal po nes y una ca sa, se se pa ra ron, por pri me ra vez, des de que par tie ran de los Es ta dos Uni dos. Har den burg apro ve cha ría pa ra cru zar la sel va acom pa ña do por un gru po de ra cio na les, que no eran si no em plea dos de las cau che rías que sa bían leer y es cri bir, pa ra al can zar La Unión, en el Ca ra pa ra ná, y Per kins per ma ne ce ría en Re mo li no. El plan era per fec to: se tra ta ba de atra ve sar la sel va, con car ga do res que trans por ta rían bul tos y en se res, has ta al can zar el río Na po. Des de ahí a Iqui tos la dis tan cia se acor ta ba con si de ra ble men te. Qué me jor, en ton ces, que lle gar se has ta La Unión y ne go ciar con su pro pie ta rio, Or dó ñez, la con tra ta ción de car ga do res y, even tual men te, la ven ta de aque llos ob je tos que ya no ne ce si ta ran más. Es no ta ble có mo Har den burg re la ta ese cru ce sel vá ti co, sin omi tir de ta lles de la to po gra fía, del ca mi nar ha cien do equi li brio so bre un tron co y de las llu vias to rren cia les, sin sos pe char lo que le es pe ra ba. Fi nal men te, al can za ron la mar gen de re cha del río Ca ra pa ra ná, que cru za ron en ca noa, de sem bar can do en La Unión. To do es to ocu rría en tre fi nes de di ciem bre y co mien zos de ene ro de 1908, es de cir, po cos días an tes del ata que pe rua no a La Unión. No pue de con si de rar se si no una ex traor di na ria coin ci den cia que Wal ter Har den burg se en con tra ra en esas la ti tu des pre ci sa men te en esa fe cha. Iba a trans for mar se, sin si quie ra sos pe char lo, en el úni co tes ti go de los crí me nes de la Pe ru vian Ama zon Com pany. En sus pa la bras: 91 A me di da que me di ri gía ha cia la ca sa prin ci pal, una es truc tu ra gran de he cha con ho jas de pal me ra, in gre sé al pa tio, su bí las es ca le ras que con du cían al por che y pre gun té por el se ñor Or dó ñez. Un hom -

bre jo ven, que se pre sen tó co mo Fa bio Duar te, que cum plía fun cio nes ge ren cia les, me in for mó que Or dó ñez es ta ba en la sel va con sus in dios, pe ro que re gre sa ría al día si guien te; mien tras tan to, me in vi tó a hos pe dar me allí has ta el re gre so de Or dó ñez. Me sen té jun to a un ho gar y así se se ca ron mis ro pas em pa pa das. Un al muer zo abun dan te y ca lien te lo gró rea ni mar me de in me dia to. Ade más de la ca sa prin ci pal, ha bría que agre gar dos o tres edi fi cios me no res, eri gi dos a cier ta dis tan cia unos de otros. La sel va que ro dea ba el lu gar ha bía si do ta la da, y so bre es te es pa cio ver de ha bía bo vi nos y ca ba llos pas tan do pa cí fi ca men te. Al gu nos sec to res es ta ban cer ca dos y ha bía abun dan tes plan ta cio nes de yu ca, plá ta nos, maíz, etc., aten di dos por quin ce o vein te ra cio na les. De ba jo de la ca sa prin ci pal, des cu brí que se ha bían al ma ce na do mil arro bas de cau cho, lis tas pa ra ser em bar ca das. No es el re la to de al guien preo cu pa do. Más bien, se ase me ja al de un ex plo ra dor que des cri bie ra un al to en el ca mi no. Na da pa re ce per tur bar ese pai sa je bu có li co. Duar te ––que pe re ce ría po co des pués en el asal to a La Unión–– y Har den burg con ver sa ban, en la ve ran da, so bre el mun do que los ro dea ba. Era un en cuen tro ca sual en el que, al prin ci pio, se co men ta ban va gue da des pu ra men te con ven cio na les. Pe ro de a po co, el via je ro se fue en te ran do de los por me no res de una ac ti vi dad co mer cial don de la ma no de obra era irrem pla za ble: los in dios apa re cían pe rió di ca men te en La Unión con el cau cho re co lec ta do y lo cam bia ban por mer ca de rías de pre cios exor bi tan tes. Los tra ba ja do res in dí ge nas no eran más de dos cien tos y vi vían en al deas en la sel va. Fue en ton ces que Duar te des li zó los mé to dos la bo ra les de la Pe ru vian Ama zon Com pany: los in dios eran tra ta dos con du re za y no re ci bían pa ga al gu na. Har den burg afir ma que pa só el res to del día pre gun tan do so bre los in dios hui to tos, sus cos tum bres y su vo ca bu la rio. Así nos en te ra mos que ami go se de cía chei na ma; ene mi go, igag ma ke, y car ne, chi ce ci. Ir jun tos se de cía Ma ña cue di go; és ta es mi ca sa, Cue yo mo; apú ra te, ma yai. No sa be mos, en rea li dad, en qué mo men to se de di có a des ci frar el vo ca bu la rio hui to to, ya que una tar de pa re ce un pe río do de ma sia do bre ve. Sin em bar go, en The De vil’s Pa ra di se enu me ra cien to vein tiún pa la bras y ver bos, ade más de vein ti sie te fra ses. Sir Ro ger Ca se ment, el 23 92 de oc tu bre de 1910, en via do al Pu tu ma yo por la can ci lle ría bri tá ni ca pa ra que in ves ti ga ra las atro ci da des, ano tó en su dia rio: “En cuen tro que la na rra ti va de Har den burg en lo con cer nien te a los in dios hui to tos, sus cos tum bres, etc., es en ge ne ral una tra duc ción de Ro bu chon, mu chas ve ces pa la bra por pa la bra”. La pri me ra ma la no ti cia que re ci bió Har den burg, a la ma ña na si -

guien te, fue que Or dó ñez, pro pie ta rio de La Unión, per ma ne ce ría en la sel va du ran te va rios días. De be de ha ber se sen ti do con fun di do e in de ci so. Su ami go Per kins lo es pe ra ba en Re mo li no y el cru ce de la sel va ha bía si do en va no: no ha bía po di do con tra tar car ga do res pa ra al can zar por tie rra el río Na po ni tam po co ven der sus per te nen cias in ne ce sa rias. Si hu bie ra de ci di do vol ver al pun to de par ti da, es de cir, a Re mo li no, y des cen der en ca noa el Pu tu ma yo ––ta rea que ha bría de man da do va rios me ses–– la his to ria del cau cho se ría otra. Hu bie se si do di fí cil que el mun do se en te ra ra de lo que su ce día en el im pe rio ama zó ni co de Ju lio Cé sar Ara na y ha bría en gro sa do, al de rrum bar se el pre cio de es ta ma te ria pri ma a par tir de la Pri me ra Gue rra Mun dial, la ex ten sa lis ta de atro ci da des que nun ca se co no ce rían. Pe ro Fa bio Duar te, ape nas un em plea do de una plan ta ción de cau cho ama zó ni ca co mo era La Unión, con tri bu yó, con una su ge ren cia, a que Har den burg se que da ra en el Ca ra pa ra ná. Le pro pu so que se tras la da ra has ta La Re ser va, de Da vid Se rra no, con quien po dría ha cer ne go cios. El he cho de que só lo se en con tra ba a tres ho ras de mar cha por la sel va en tu sias mó al jo ven nor tea me ri ca no, quien par tió acom pa ña do por un guía hui to to. Des pués del ha bi tual cha pa rrón que lo de jó em pa pa do, Har den burg ––que per sis tía en sus pre gun tas–– qui so sa ber la ver dad acer ca de los pe rua nos y ––se gún es cri be tex tual men te en The De vil’s Pa ra di se–– si, efec ti va men te, eran tan te mi bles co mo los pin ta ban. “Tra tan muy mal a los hui to tos”, res pon dió el in dio. ¿Qué sig ni fi ca ba muy mal? ¿Tra ba jar en ex ce so? ¿Re ci bir una ma la pa ga? El hui to to le re ve ló có mo fun cio na ba la ca de na de pro duc ción cau che ra. Si el in dio re co lec ta ba una can ti dad de cau cho me nor a la es pe ra da, era azo ta do, fu si la do o mu ti la do, de acuer do con el hu mor del ca pa taz de tur no. A Har den burg le que da ba el be ne fi cio de la du da. Esas acu sa cio nes po dían ser exa ge ra damente des me su ra das. Aca so se tra ta ba de me ras in fa mias di ri gi das al pue blo que los de sa lo ja ba im pla ca ble men te del Ama zo nas. 93 La plan ta ción de Da vid Se rra no, un mu la to co lom bia no, era si mi lar a La Unión: el ha bi tual bun ga low de gran des pro por cio nes con los pre vi si bles ár bo les fru ta les. En la ve ran da es ta ba el pro pie ta rio, acom pa ña do por dos exi lia dos po lí ti cos ––no ol vi de mos que, en Co lom bia, las gue rras ci vi les eran ca si per pe tuas–– el ge ne ral Mi guel An to nio Acos ta y Al fon so Sán chez. Har den burg no pu do ha ber ele gi do un mo men to más pro pi cio pa ra lle gar: to dos es ta ban a pun to de par tir a Iqui tos (un con tin gen te co lom bia no ha bía sa li do ha cía po co), y la ra zón por la cual per ma ne cían en La Re ser va era la per sis ten te fie bre de Sán chez, que pa de cía un agu do ata que de ma la ria. Los pro ble mas de Har den burg pa re cían re sol ver se en for ma pro vi den cial: Se rra no le pro pu so que él y Per kins se

unie ran al gru po que lle ga ría has ta el río Na po pa ra lue go des cen der a Iqui tos. Ade más, le com pra ría aque llas per te nen cias que no les fue ran im pres cin di bles. Con se gu ri dad cre yó, en ese idí li co mo men to de su arri bo, que la ru ta al fe rro ca rril Ma dei ra-Ma mo ré ––don de in ten ta rían em plear se–– les ha bía si do fi nal men te abier ta. Ha bía con clui do una eta pa de ese via je aza ro so, ini cia do en el puer to de Bue na ven tu ra, y só lo res ta ba lle gar a aque lla re gión don de se cons truía un fe rro ca rril, con pro ba bles di fi cul ta des pe ro, se gu ra men te, sin gran des so bre sal tos. Un in dio par tió a Re mo li no a dar le las bue nas nue vas a Per kins y a traer lo a La Re ser va. Só lo la ex tre ma ju ven tud de Har den burg y su des co no ci mien to del Ama zo nas po dían ha ber lo lle va do a un es ta do de áni mo tan re bo san te y cré du lo, a ol vi dar lo que el in dio hui to to le ha bía re ve la do so bre la Pe ru vian Ama zon Com pany. Fue pre ci sa men te un co men ta rio que des li zó acer ca de los pe rua nos, en el sen ti do de que tal vez no eran tan te mi bles, lo que fue pro gre si va men te com pro me tien do su vi da. Da vid Se rra no, el pro pie ta rio de esa pa cí fi ca plan ta ción, le res pon dió re la tán do le con des car na da fran que za lo su ce di do ha cía ape nas un mes en ese mis mo si tio don de con ver sa ban. Una deu da me nor que te nía con El En can to, una cau che ría de Ju lio Cé sar Ara na, fue el pre tex to que uti li zó su ad mi nis tra dor, Mi guel de los San tos Loay za, pa ra en viar una co mi sión a La Re ser va, no pa ra co brar la si no pa ra in ti mi dar lo y exi gir le que aban do na ra la re gión. A Se rra no lo en ca de na ron a un ár bol; in gre sa ron a la ca sa ––la mis ma en la que aho ra se en con tra ban–– se di ri gie ron al dor mi to rio prin ci pal, y arras tra ron a su mu jer al pie de un ár bol, don de fue vio la da en su pre sen cia. Los em plea dos de Loay za se apo de ra ron de diez mil so les, y se lle va ron a la mu jer y al pe que ño hi jo de Se rra no. Nun ca más los ha bía vuel to a ver. 94 Har den burg pre fi rió no sa car con clu sio nes sin es cu char a la otra par te, es de cir, a los em plea dos de la Pe ru vian Ama zon Com pany. El 3 de ene ro de 1908, nue ve días an tes del ata que pe rua no a La Unión, Se rra no le pro pu so, de ma ne ra ines pe ra da, que se con vir tie ra en su so cio, di vi dien do las ga nan cias de la plan ta ción en par tes igua les. El pre cio que pe día era ab sur da men te ba jo, so bre to do cuan do Har den burg re vi só los li bros y com pro bó la fac tu ra ción anual. Pe ro esa ge ne ro sa ofer ta fue he cha pa ra que un nor tea me ri ca no pu die ra ha cer fren te a un em po rio eco nó mi co san gui na rio: la com pa ñía de Ara na no se iba a atre ver a mal tra tar ni a in ter fe rir en los ne go cios de es ta dou ni den ses. La ris tra de acon te ci mien tos que pro ta go ni zó Har den burg en los días si guien tes fue tan de men cial, que la pro pues ta no pa só de ser una bue na in ten ción. Peor aún, fue uti li za da en su con tra du ran te los “es cán da los del Pu tu ma yo”: Ju lio Cé sar Ara na ale gó que las de nun cias de es te jo ven se de bían ex clu si va -

men te a que le ha bía arrui na do el ren ta ble ne go cio de ser pro pie ta rio de una cau che ría. Se ría lar go enu me rar la su ce sión de epi so dios que se de sen ca de na ron en los días sub si guien tes. Bas te de cir que in clu ye ron idas y ve ni das por el in creí ble men te si nuo so Ca ra pa ra ná; la lle ga da de Per kins a La Re ser va; el arri bo de Je sús Or jue la, ins pec tor de po li cía de Bo go tá, quien pre su mi ble men te pro te ge ría a los co lom bia nos y ter mi nó sien do en car ce la do por la Pe ru vian Ama zon Com pany; el em pe ci na mien to de Har den burg por en tre vis tar se con Mi guel de los San tos Loay za, ad mi nis tra dor de El En can to, que de sem bo có en una pre vi si ble frus tra ción; las no ches que de bie ron dor mir en la ca noa ator men ta dos por los in sec tos; la cer te za, al di vi sar los re flec to res de em bar ca cio nes que as cen dían de no che el río, de que se pre pa ra ba un ata que a La Unión. No obs tan te, se tra ta ba de me ras con tin gen cias, con tra tiem pos, de su po si cio nes. Has ta ese mo men to, na da les ha bía su ce di do. Pe ro el 12 de ene ro, a par tir de las nue ve de la ma ña na, Har den burg, Sán chez (apa ren te men te re cu pe ra do de su ata que de ma la ria) y un in dio, que bo ga ban río arri ba en una ca noa, es cu cha ron du ran te una ho ra, dis pa ros de ar mas de fue go pro ve nien tes de La Unión. Lue go, el si len cio. Al atar de cer, el des ti no de Har den burg ––y, tam bién, el de Ju lio Cé sar Ara na–– es ta ba se lla do. De un re co do del río sur gie ron dos em bar ca cio nes: el Li be ral y la lan cha de gue rra Iqui tos. La reac ción de los re me ros fue ins tan tá nea, ya que se des pla za ron ha cia una de las ori llas. Tam bién la del in dio que, ape nas ga na ron tie rra, sal tó pre ci pi ta da men te, en fa ti zan do que los pe rua nos “eran 95 muy, pe ro muy ma los” y de sa pa re ció en la es pe sa sel va co mo al ma que lle va el dia blo. Aquí fue, exac ta men te, que se pro du jo el pun to de frac tu ra, la vuel ta de tuer ca que sue le de pa rar el des ti no sin que sus pro ta go nis tas si quie ra lo ima gi nen; en es te ca so, se tra tó de ape nas un ins tan te de in de ci sión en que la his to ria se pu so en mar cha, arras tran do a sus ac to res a una im pa ra ble vo rá gi ne. Har den burg qui so imi tar la ac ti tud del in dio que, ins tin ti va men te, hu yó an te el pe li gro. In ter nar se en la sel va. Es ca par de la ate rra do ra pre sen cia de esas dos na ves tri pu la das por ase si nos. Pe ro Sán chez se opu so, ale gan do que él era un exi lia do po lí ti co y Har den burg un ciu da da no nor tea me ri ca no y na da de bían te mer. Es ta su pues ta in mu ni dad di plo má ti ca, que hu bie ra fun cio na do a la per fec ción en Li ma o en Bo go tá, re sul tó fa tal en la sel va ama zó ni ca. El jo ven du dó. De to dos mo dos, no hu bo tiem po pa ra de li be rar: ha bían si do des cu bier tos. Es no ta ble có mo Har den burg des cri be es tos mo men tos en The De vil’s Pa ra di se. No era un es cri tor, si no ape nas un sim ple cro nis ta que re la ta su pe ri plo sel vá ti co. Pe ro la es ce na que des cri be no pue de si no con mo ver. “¡Fue go! ¡Fue go! ¡Hun dan la ca noa! ¡Hun dan la ca noa!” Esas

ór de nes pe ren to rias de sen ca de na ron en un ins tan te una llu via de ba las dis pa ra das des de la Iqui tos. El Li be ral, que en ca be za ba es te mí ni mo con voy, man tu vo su mar cha y de sa pa re ció. Las ba las pa sa ron, asom bro sa men te, en tre él y Sán chez, pa ra fi nal men te hun dir se en el río. Fue ron los gri tos de pro tes ta, de in dig na ción de am bos an te se me jan te ata que in jus ti fi ca do, lo que de tu vo otras po si bles ba las; es cu cha ron que al guien, des de la cu bier ta del bar co, les or de na ba acer car se, uti li zan do vo ca blos vi les y obs ce nos (“in the most vi le and obs ce ne words”): re ma ron con es fuer zo ha cia la na ve, ya que el in dio los ha bía aban do na do, y vie ron a los sol da dos en for ma ción, apun tán do les con los fu si les. Fue en ton ces que en el oca so ama zó ni co res ta lló otra vez la voz de “¡Fue go!” y oye ron el ate rro ri za dor so ni do de los ce rro jos de los fu si les que se dis po nían a dis pa rar. Har den burg cre yó que ha bía lle ga do su fin: les ha bían or de na do acer car se a la na ve só lo pa ra re ma tar los a cor ta dis tan cia. Es cu rio so có mo el te ji do de la his to ria, la fi na tra ma que de ter mi na su cur so, es tá col ma do de im pre vis tos, de si tua cio nes de ses pe ran tes y aza ro sas. El tiem po se de tu vo al ini ciar se una dis cu sión en tre las dos prin ci pa les au to ri da des de a bor do, una que as pi ra ba a eje cu tar los, la otra que po si ble men te com pren dió el pe li gro in ter na cio nal que im pli ca ba esa ac ti tud com pul si va, y que ría evi tar lo a to da cos ta. Mien tras se acer ca ban a la na ve, es cu cha ban los gri tos de am bos je fes que no pa re cían po ner se de 96 acuer do, sin que los sol da dos de ja ran de apun tar les, co mo si es pe ra ran la or den de ha cer fue go. Esa dis cu sión pro vi den cial les sal vó la vi da: apro ve cha ron la con fu sión y el gri te río pa ra al can zar la em bar ca ción y sal tar a la cu bier ta, don de una eje cu ción re sul ta ba más di fí cil y com pro me ti da. Lo pri me ro que sor pren de es el po co va lor te nía la vi da hu ma na en esas la ti tu des. Tam po co se en tien de por qué que rían eli mi nar los. Qui zá, por que na ve ga ban por el Ca ra pa ra ná sin au to ri za ción de la Pe ru vian Ama zon Com pany, al go que era con si de ra do co mo la peor de las he re jías, o, me nos pro ba ble, por que po dían trans for mar se en tes ti gos de car go si se pro du cía un in ci den te di plo má ti co por el ata que a La Unión. Es tos te mo res, si exi si tie ron, no im pi die ron que les llo vie ran gol pes e in sul tos por par te del ca pi tán Ar ce Be na vi des, del ejér ci to pe rua no, y de Be ni to Lo res, ca pi tán de la Iqui tos, an te las car ca ja das de la sol da des ca de piel os cu ra. Pe ro ha bían sal va do sus vi das. Por otra par te, ¿có mo po dían vis lum brar quie nes es ta ban a bor do que, al gún día, ese jo ven nor tea me ri ca no a quien mal tra ta ban y de quien se reían iba a re la tar mi nu cio sa men te es ta es ce na; que una re vis ta in gle sa la pu bli ca ría y que una edi to rial bri tá ni ca lan za ría a la ven ta un li bro

que con mo ve ría al mun do? Pa ra dó ji ca men te, ha bía te ni do ra zón uno de los je fes: hu bie ra si do me jor eli mi nar los. El es ta dou ni den se mos tró un no ta ble ins tin to pa ra so bre vi vir y un ol fa to cer te ro que lo im pul só a to mar ac ti tu des au da ces an te sus cap to res: los en ca ró va lien te men te, ha cien do va ler su ciu da da nía nor tea me ri ca na, ame na zán do los con un es cán da lo in ter na cio nal, mar can do un te rri to rio de ries go so in gre so. Ese do min go 12 de ene ro de 1908 pue de con si de rar se co mo la pri me ra pá gi na de un li bro que se abría an te Har den burg. El ca pi tán Be na vi des le re la tó por me no ri za da men te la to ma de La Unión, co mo si se hu bie ra tra ta do de un ac to pa trió ti co, de un su pre mo he roís mo, sin de mos trar cul pa al gu na por los crí me nes co me ti dos. Ese mis mo día pre sen ció có mo uno de los je fes arras tra ba a una mu jer en cin ta, que ha bía si do cap tu ra da en la sel va al in ten tar huir de La Unión, ha cien do ca so omi so de sus gri tos y sú pli cas, y la vio la ba en pre sen cia de otros, co mo si se tra ta ra de un im pos ter ga ble ac to de mas cu li ni dad. Po co a po co, el pa raí so que cre yó en con trar mien tras des cen día plá ci da men te por el río Pu tu ma yo, se re ve la ba co mo la mo ra da del dia blo, de os cu ras fuer zas arrai ga das en la sel va im pe ne tra ble. 97 La Iqui tos na ve gó río aba jo por el Ca ra pa ra ná y lle gó a Ar ge lia, una sec ción cau che ra per te ne cien te a Ara na, don de es ta ba fon dea do el Li be ral, al cual fue ron trans fe ri dos. Su sor pre sa aca so no tu vo lí mi tes al des cu brir a bor do a su ami go Per kins, acom pa ña do por uno de los em plea dos de Da vid Se rra no, Ga briel Val de rra ma; ale gría efí me ra, ya que su com pa ñe ro de via je le re la tó los ho rro res que vi vie ron en La Unión, su cap tu ra, el pi lla je, la des truc ción de las ins ta la cio nes y có mo Se rra no y sus hom bres ha bían sal va do sus vi das in ter nán do se en la sel va (lo cual, fi nal men te no le sir vió: fue ase si na do por hom bres de la Ca sa Ara na). Al caer la no che, mien tras in ten ta ban dor mir en la cu bier ta, Har den burg y sus com pa ñe ros sos pe cha ban que se rían ase si na dos sin pie dad. ¿Có mo so bre vi vir ro dea dos de hom bres pri mi ti vos, ca ren tes de una mí ni ma éti ca, no ta ble men te al co ho li za dos? ¿Cuán to tiem po pa sa ría has ta que al gu no de ellos, co mo su pre ma gra cia, les cla va ra un cu chi llo o dis pa ra ra, rién do se lue go de su proe za? Afor tu na da men te, na da les su ce dió. Al día si guien te, 13 de di ciem bre de 1908, por fin pu do en tre vis tar se con una de las fi gu ras más som brías y san gui na rias de la his to ria del Pu tu ma yo: Mi guel de los San tos Loay za, un mes ti zo a car go de El En can to y de las sec cio nes cau che ras del Ca ra pa ra ná, cu yos pro mi nen tes bi go tes lo vol vían in con fun di ble. Lla ma la aten ción có mo un jo ven nor tea me ri ca no, de ape nas vein tiún años de edad, fue ca paz de en fren tar lo ele van do el to no de su voz, exi gien do la in me dia ta li be ra ción de to dos ellos, de nun cian do los crí me nes que co me tían los pe rua nos. Nin gu no de

sus ar gu men tos sur tió efec to: Loay za se li mi tó a son reír, ase gu rán do le que es ta ban en bue nas ma nos. A las nue ve y me dia de la ma ña na, des pués de ha ber re ci bi do a bor do al ins pec tor de po li cía co lom bia no Je sús Or jue la, que fue en ce rra do en una jau la, mien tras re ci bía to do ti po de im pro pe rios por par te de la tri pu la ción, y des pués de sa quear El Do ra do, una cau che ría co lom bia na, el Li be ral pu so proa ha cia El En can to, epi cen tro ad mi nis tra ti vo de la Pe ru vian Ama zon Com pany, des de don de Loay za di ri gía un am plio sec tor del im pe rio. Una fo to gra fía de la ca sa cen tral de El En can to apa re ce en Los es cán da los del Pu tu ma yo, Car ta Abier ta di ri gi da a Mr. Geo B. Mi chell, cón sul de Su Ma jes tad Bri tá ni ca (Bar ce lo na, 1913), es cri to por Car los Rey de Cas tro, cón sul del Pe rú en Ma naos ––que re ci bía un abul ta do suel do pa ga do por Ju lio Cé sar Ara na. La ca sa se pa re ce más a un bun ga low bri tá ni co en la In dia que a una cau che ría ama zó ni ca. Lla ma la aten ción que Har den burg des cri ba tan po co a El En can to, dan do ape 98 nas unas bre ves pin ce la das de es ta sec ción cau che ra, aun que hay que con si de rar que aca so es ta ba de ma sia do ob se sio na do con su pro pia suer te co mo pa ra per der el tiem po re tra tan do una ca sa. Lo hi zo, y muy bien, al guien que tra ba jó tres años allí (lle gó po cos me ses des pués de Har den burg). Era un in glés que cum plía fun cio nes con ta bles, no por ha ber lo de ci di do si no por es tar pa gan do una deu da, a tra vés del sis te ma de peo na je, a la Pe ru vian Ama zon Com pany. Jo seph Frou de Wood rof fe pu bli có, en 1914, un li bro de li cio sa men te bien es cri to, Up per rea ches of the Ama zons, co mo ve re mos más ade lan te. Pa ra co no cer có mo era El En can to es im pres cin di ble re mi tir nos a su tes ti mo nio. La ca sa prin ci pal de El En can to es ta ba muy bien cons trui da y se em plea ron al re de dor de diez años pa ra con cluir la, a un cos to equi va len te a la de una bue na pro pie dad en In gla te rra y es to se de bió a la can ti dad de ma no de obra pa ra pre pa rar la ma de ra de las prin ci pa les vi gas y la es truc tu ra del edi fi cio. Es tá cons trui da so bre pi lo tes de una al tu ra que os ci la en tre los tres a cua tro me tros del ni vel del sue lo, con la plan ta ba ja ce rra da por pa re des de ar ci lla y uti li za da co mo de pó si to pa ra el cau cho y las mer ca de rías. La plan ta al ta es des ti na da co mo des pen sa, ofi ci nas, ha bi ta cio nes pa ra los em plea dos je rár qui cos que, por lo ge ne ral, son cin co, te nien do ca da uno su pro pio de par ta men to y que eran es tric ta men te pri va dos. La des pen sa con sis tía en un am plio es pa cio de vein te por tre ce me tros, y los com par ti mien tos, es tan tes y otros re qui si tos bien po drían ha ber for ma do par te de un ne go cio, en Eu ro pa, de pri me ra ca li dad. Los dor mi to rios de los em plea dos es ta ban bien cons trui dos, con ex -

ce len tes pa re des de ce dro (Ce dre la odo ra ta) y otras ma de ras de bue na ca li dad. El edi fi cio en su to ta li dad ocu pa ba un es pa cio cua dra do de trein ta me tros de ca da la do, y se com ple ta ba con co ci nas, co me do res, la va de ros, ba ños, et cé te ra. El ser vi cio es ta ba com pues to por cin co chi cos in dios y va rias in dias que tra ba ja ban co mo do més ti cas, mien tras que el co ci ne ro era un per so na je im por tan te que te nía gran des pri vi le gios, de bi do a que era un ne gro de Bar ba dos lla ma do King, al que tan to se re fie re Sir Ro ger Ca se ment en su in for me so bre las atro ci da des del Pu tu ma yo. Wal ter Har den burg, al de sem bar car en El En can to, más que re pa rar en de ta lles ar qui tec tó ni cos, te mía ser eli mi na do, si tua ción que no fue la de Jo seph Wood rof fe, que per ma ne ció tres años y de mos tró una no ta 99 ble in te li gen cia pa ra so bre vi vir y pa ra, fi nal men te, po ner pun to fi nal a su “en gan che”. Es to es lo que re la ta el jo ven in ge nie ro nor tea me ri ca no en The De vil’s Pa ra di se: Al re de dor de las seis de la tar de lle ga mos a El En can to, con sis ten te en un gru po de ca se ríos dis per sos si tua dos so bre una lar ga co li na a va rios cen te na res de me tros de la cos ta. No nos per mi tie ron de sem bar car al atra car y per ma ne ci mos de te ni dos en el Li be ral, mien tras va rios “mi sio ne ros”4 que aún no ha bían to ma do par te en la ac ción se acer ca ron a la ori lla del río y pro ce die ron a in sul tar nos del mo do más bru tal y san gui na rio. Cuan do con clu ye ron con es ta ta rea dig ni fi can te, pu di mos de sem bar car y nos tras la da ron a la ca sa cen tral, so bre la co li na, que con sis tía en una es truc tu ra de gran ta ma ño y ele va da del sue lo, ro dea da de cho zas. Nos arro ja ron en un es pa cio pe que ño, su cio, que ca re cía de ca mas, si llas y me sas. No ha bía luz y de bi mos des ves tir nos en la os cu ri dad. Allí pa sa mos una no che de tor tu ra, ya que no nos die ron de co mer, y el pi so, cu bier to de pol vo y de mo ho, es ta ba le jos de ser una ca ma con for ta ble. Ade más de es tas in co mo di da des fí si cas, caí mos en un es ta do de pre si vo al ima gi nar cuál se ría nues tro des ti no en ma nos de es tas bes tias hu ma nas. Co mo re sul ta do de es tas som brías me di ta cio nes, lle ga mos a la con clu sión de que que rían ase si nar nos, por lo cual re sol ví te ner, de in me dia to, una en tre vis ta con Loay za. El en cuen tro fue una co me dia ma gis tral, don de el pri sio ne ro no só lo des ple gó un ar gu men to con vin cen te, si no que le im pri mió el im pres cin di ble pat hos pa ra que su ac tua ción re sul ta ra creí ble. Ni él ni su com pa ñe ro Per kins, di jo, eran me ros aven tu re ros. El tra to que ha bían re ci bi do y la ob via in ten ción de ase si nar los eran pro duc to de la ig no ran cia de Loay za, que ni si quie ra sos pe cha ba quié nes eran ellos. Am bos, con ti nuó

Har den burg, per te ne cían a un gran sin di ca to nor tea me ri ca no, in te gra do por ca pi ta lis tas dis pues tos a em pren der ne go cios en el Ama zo nas, y los es ta ban es pe ran do en Iqui tos, don de se abri ría una ofi ci na co mer cial. Si de sa pa re cían, los di rec to res ini cia rían una ex haus ti va in ves ti ga ción y cuan do la ver dad sa lie ra a la su per fi cie, el go bier no de los Es ta dos Uni dos in ter ven dría pa ra cas ti gar a los cul pa bles. Loay za no pa re ció im pre sio na do. Sin em bar go, una se ñal de alar ma ha bía so na do, ya que se ru mo rea ba que una gran com pa ñía nor tea me ri ca na es ta ba por ini ciar ac ti vi da des en el Al to Pu tu ma yo. El ad mi nis tra 100 dor no ig no ra ba que la Pe ru vian Ama zon Com pany te nía se de en Lon dres ––Sa lis bury Hou se, Lon don Wall–– y que su di rec to rio es ta ba in te gra do por bri tá ni cos, lo cual de be de ha ber lo fre na do en sus in ten cio nes. Si co me tía un error, Ju lio Cé sar Ara na ja más se lo per do na ría. El his trio nis mo y la ima gi na ción de Har den burg, fi nal men te, lo con ven cie ron: irían a Iqui tos a bor do del Li be ral, que zar pa ría en po cos días. Pe ro hu bo un cam bio de pla nes, ya que Loay za se ne gó ca te gó ri ca men te a que via ja ran a Jo sa, en el río Pu tu ma yo, don de ha bían que da do sus per te nen cias: se ofre ció él mis mo a ha cer se car go del tras la do. Por lo tan to, Per kins per ma ne ce ría en El En can to, de bi do a la ab so lu ta des con fian za que le ins pi ra ban to dos. Pa re ce im pru den te que al gu no de ellos per sis tie ra en que dar se en se me jan te re gión pa ra re cu pe rar sus equi pos; pe ro Har den burg era tes ta ru do y es po si ble que sus ba ga jes in clu ye ran ob je tos de va lor, por ejem plo, ins tru men tal. Sin du da, los ar gu men tos del jo ven nor tea me ri ca no ha bían pe sa do en Loay za: los de jó pa sear li bre men te (¿adón de hu bie ran po di do es ca par?) por El En can to, y los em plea dos ce sa ron de hos ti li zar los. No tu vo la mis ma suer te un co lom bia no, el co rre gi dor Ga briel Mar tí nez, quien, jun to a sus hom bres, ha bía si do en ce rra do en una in mun da cel da de dos por tres me tros, don de eran per ma nen te men te hu mi lla dos, ver bal y fí si ca men te, por sus car ce le ros. Sin em bar go, fue otra la vi sión de es pan to que aler tó a Har den burg, el só li do in di cio de que allí no só lo se hos ti ga ba a co lom bia nos y a ex tran je ros no au to ri za dos a in gre sar a la zo na, si no tam bién a los in dios hui to tos. Aun que era al go más que hos ti ga mien to. Mien tras con tem pla ba có mo los in dí ge nas car ga ban y des car ga ban cau cho y mer ca de rías de los va po res que re ca la ban en ese puer to, le lla mó la aten ción el de plo ra ble es ta do fí si co de los mis mos; eran al re de dor de se sen ta, y ex hi bían cuer pos no ta ble men te dé bi les, pla ga dos de ci ca tri ces, has ta el pun to que ape nas po dían ca mi nar. Iban prác ti ca men te des nu dos, te nían los hue sos a flor de piel y to dos lle va ban la mar ca de Ara na: ci ca tri ces en la es pal da y en los glú teos pro du ci das por los azo tes in fli gi dos con un lá ti go de cue ro de ta pir. Vio có mo trans por ta ban

enor mes car gas que les ar quea ban la es pal da, y có mo, cuan do al gu no caía al sue lo, era bru tal men te pa tea do por un ca pa taz pa ra que ter mi na ra su tra ba jo. Lo que más le im pac tó, sin du da, fue ron los pri me ros sig nos del ge no ci dio, que es ta ban a la vis ta de cual quie ra que pa sa ra por allí. En pa la bras del pro pio Har den burg: 101 Lo que era aún más la men ta ble era ver a los in dios en fer mos y a los mo ri bun dos ya cer al re de dor de la ca sa cen tral y en los bos ques ad ya cen tes, im po si bi li ta dos de mo ver se y sin na die que los asis tie ra en su ago nía. Es tos po bres des di cha dos, sin nin gu na cla se de me di ca men tos, sin co mi da, es ta ban ex pues tos a los cal ci nan tes ra yos del sol, a las frías llu vias y al den so ro cío del ama ne cer, has ta que la muer te los li be ra ba de sus su fri mien tos. En ton ces, sus com pa ñe ros trans por ta ban sus cuer pos fríos ––mu chos de ellos en com ple to es ta do de pu tre fac ción–– al río. Las aguas ama ri llen tas, tur bias, del Ca ra pa ra ná, fi nal men te se cer nían so bre ellos. Otra vi sión de so la do ra era la gran can ti dad de con cu bi nas in vo lun ta rias que lan gui de cían ––me di tan do me lan có li ca men te so bre su li ber tad per di da y sus su fri mien tos ac tua les–– den tro de la ca sa cen tral. Es te gru po de in for tu na das es ta ba com pues to por al re de dor de tre ce mu cha chas, en eda des que va ria ban des de los nue ve has ta los die ci séis años, y es tas po bres ino cen tes ––de ma sia do jó ve nes pa ra ser lla ma das mu je res–– eran las víc ti mas de Loay za y de los otros je fes de la sec ción cau che ra El En can to, de la Pe ru vian Ama zon Com pany, quie nes vio la ban a es tas tier nas ni ñas sin la me nor com pa sión y, cuan do se can sa ban de ellas, las ase si na ban o las azo ta ban en vián do las de vuel ta a sus tri bus. Es to fue lo úni co que Har den burg vio. Lue go, co mo ve re mos, al lle gar a Iqui tos re ci bió in for ma ción de in fi ni dad de tor men tos a los que es ta ban so me ti dos los in dios en el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na. Es cu rio so que Mi guel de los San tos Loay za no ha ya to ma do con cien cia del pe li gro que im pli ca ba la pre sen cia de un nor tea me ri ca no, ca paz de de nun ciar las atro ci da des que se co me tían a ple na luz del día. Tal vez pen só que, ape nas re gre sa ra a su país, o tra ba ja ra pa ra al gu na em pre sa que se de di ca ra a ex plo tar el Al to Pu tu ma yo, ol vi da ría rá pi da men te lo vis to. Pe ro más allá de es ta po si ble ex pli ca ción, en Loay za de be ha ber pri va do la idea de que la vi da del in dio no te nía nin gún va lor. Es ta creen cia es ta ba tan arrai ga da, que per mi tió que Har den burg y Per kins com pro ba ran có mo se tra ta ba al in dio en El En can to, error que nun ca ha bría co me ti do Ju lio Cé sar Ara na. Cuan do és te re co rrió sus cau che rías ese mis mo año, es de cir, en 1908, a bor do del Li be ral, a so li ci tud del go bier no pe rua no pa ra ve ri fi car si los co lom bia nos ha bían vio la do el mo -

dus vi ven di fir ma do en tre am bos paí ses ––lo cual re sul ta pa ra dó ji co si nos ate ne mos al re la to de Har den burg–– se cui dó muy bien jun to con el cón sul pe rua no en Ma naos, Car los Rey de Cas tro ––su asa la ria do–– 102 de que el Pre fec to de Lo re to, Car los Za pa ta, con tem pla ra se me jan tes atro ci da des. El 17 de ene ro, el Li be ral zar pó de El En can to, no sin ha ber so me ti do an tes a los dos nor tea me ri ca nos a una nue va hu mi lla ción. El ca pi tán, Car los Zu biaur, les exi gió die ci sie te li bras es ter li nas a ca da uno de ellos en con cep to de pa sa je. Se ría fa ti gan te na rrar la reac ción de Har den burg, sus ex plo si vos ata ques de ira, el en fren tar a su ad ver sa rio ha cien do ca so omi so del pe li gro an te cual quier ve ja ción por mí ni ma que fue ra. No lo gró que le con do na ran el pa go, ni que le die ran co mi da de cen te, pe ro, al me nos, im pu so el res pe to. Des pués de ha ber re mon ta do bre ve men te el Iga ra pa ra ná el bar co vol vió a des cen der por el río Pu tu ma yo. Pa ra Har den burg fue co mo reen con trar se con un vie jo ami go. Le asom bra ron su an chu ra, la pro li fe ra ción de pla yas de are nas blan cas, la den sa sel va, las is las im pe ne tra bles. El 1 de fe bre ro lle gó a Iqui tos ––Per kins se le reu ni ría po co des pués–– don de per ma ne ce ría más de un año. Aún no sa bía que el des ti no lo pon dría al fren te de una cam pa ña que de nun cia ría el más atroz ex ter mi nio de in dios en el Ama zo nas. Los tres gran des cen tros ama zó ni cos eran Iqui tos, Ma naos y Pa rá, cu yas ac ti vi da des co mer cia les eran una ex ten sa ca de na for ma da por re co lec to res, ca pa ta ces, ofi ci nas co mer cia les, ban cos, mer ca de rías y pro vi sio nes pa ra los cau che ros, bar cos flu via les y oceá ni cos y el gran mer ca do, Lon dres, don de se ven día la ma te ria pri ma. En 1903, Ju lio Cé sar Ara na com pren dió que ya no po día per ma ne cer en Iqui tos di ri gien do Ju lio C. Ara na & Her ma nos. El epi cen tro de la ac ti vi dad cau che ra, el gran mer ca do, el gi gan tes co puer to flu vial era Ma naos, en el Ama zo nas bra si le ño, en la de sem bo ca du ra del río Ne gro. Por ra zo nes de ope ra ti vi dad ––fle tes, de re chos adua ne ros, en tre otras–– Ara na de ci dió abrir una ofi ci na en esa ciu dad y ha cer se car go de la mis ma, lo cual im pli ca ba se pa rar se de Eleo no ra y de sus hi jos. Las se pa ra cio nes fue ron mo ne da co rrien te en ese ma tri mo nio, des de la épo ca en que vi vían en Yu ri ma guas y Ju lio Cé sar re co rría el Ya va rí co mo avia dor. Pe ro siem pre ha bían com par ti do la mis ma ca sa y, has ta 1903, vi vie ron en la de diez ha bi ta cio nes que po seían en Iqui tos, en la ca lle Prós pe ro es qui na Oma gua. Ese fue el pe río do don de es tu vie ron más jun tos, don de la re la ción con sus hi jas, Ali cia, An gé li ca y Lily era co ti dia 103 na. Po co des pués, na ce ría Luis, su hi jo me nor y con quien tu vo el vín cu -

lo más es tre cho. He mos se ña la do que los gran des cau che ros de Iqui tos de bían edu car a sus hi jos en Eu ro pa o en los Es ta dos Uni dos ya que en esa ciu dad no exis tía la en se ñan za me dia. Lla ma la aten ción que, an te se me jan te pros pe ri dad, no se hu bie ra im ple men ta do un sis te ma edu ca ti vo. Ha bía di ne ro de so bra pa ra cons truir co le gios pri va dos y con tra tar pro fe so res pe rua nos y ex tran je ros, pe ro las cos tum bres de prin ci pios del si glo XX, al me nos en esa re gión, ex cluían esa po si bi li dad. Si to do era im por ta do, des de los ali men tos a los mue bles, ¿por qué no de bía ser lo la edu ca ción? Ade más, el ex ce si vo di ne ro que in gre sa ba por las ven tas de cau cho creó cier to sen ti do de om ni po ten cia, de ex tra ña mien to, de que rer ser lo que nun ca se rían: eu ro peos. Ima gi na mos la vi da de Eleo no ra y Ju lio Cé sar has ta 1903, cuan do se pro du jo el pri mer pun to de in fle xión de sus vi das, co mo una apa ci ble con vi ven cia pro vin cia na, con mul ti tu di na rias me sas com pues tas por pa rien tes, en par ti cu lar her ma nos y cu ña dos. Eran es pa cios am plios, po bla dos de pa tios y de ser vi dum bre, don de el re fi na mien to eu ro peo bri lla ba por su au sen cia. Las exi gen tes con ven cio nes de una me sa fran ce sa no re gían en aquel cli ma fa mi liar, sen ci llo, in for mal, don de abun da ban fuen tes re bo san tes y ri so ta das. Eleo no ra y sus hi jos ex tra ña rían aque llas me sas bu lli cio sas de me nús sim ples. Un día, el ma tri mo nio to mó la de ci sión: ella y los ni ños irían a vi vir a Eu ro pa; él, a Ma naos. La elec ción eu ro pea no de ja de ser cu rio sa ––aun que tie ne su ex pli ca ción–– ya que no eli gie ron Pa rís o Ma drid ––lo pre vi si ble–– si no Bia rritz. Mu dar se era al go más com pli ca do que en la ac tua li dad. Ade más del ves tua rio, lle va ban sá ba nas, pla tos, co pas, cu bier tos de pla ta, así co mo, po si ble men te, inú ti les ob je tos de ci mo nó ni cos y cua dros. El he cho es que Eleo no ra Zu mae ta de Ara na em pa có las va li jas, eli gió la ser vi dum bre que la acom pa ña ría, y cu brió de fun das los mue bles de la ca sa de la ca lle Prós pe ro has ta su in cier to re gre so. Par tie ron de Iqui tos y en Pa rá abor da ron el va por Am bro se, de la com pa ñía na vie ra Booth, que ha cía es ca la en Ma dei ra. Bia rritz, un bal nea rio ubi ca do en el gol fo de Viz ca ya, ejer cía una es pe cial atrac ción so bre los mi llo na rios su da me ri ca nos. Se ha bía pues to de mo da a par tir de la se gun da mi tad del si glo XIX, cuan do una pa re ja im pe rial con po cos an ces tros que fi gu ra ran en el Al ma na que de Got ha se hi zo eri gir una vi lla en lo que por en ton ces era un ig no to pue blo de pes ca do res pró xi mo a la fron te ra con Es pa ña. Na po león III y Eu ge nia 104 de Mon ti jo cons tru ye ron ese pe que ño pa la cio ma rí ti mo abru ma do ra men te Se gun do Im pe rio, la Vi lla Eu gé nie ––aho ra Ho tel Im pe rial––, pa ra que re pre sen ta ra lo opues to al pa la cio de la Tu lle rías, en Pa rís, don de ha bi ta ban. Es ta ba des ti na da más al pe tit co mi té que a las vi si tas de

Es ta do. La cor te de Na po león III era ine quí vo ca men te nou veau ri che. Su lu jo des me su ra do, la au sen cia de pro to co lo y la per mi si vi dad so cial del em pe ra dor y de su mu jer, de ben de ha ber ex ci ta do la ima gi na ción de las in ci pien tes for tu nas su da me ri ca nas pro ve nien tes de las ma te rias pri mas. El de rrum be del Se gun do Im pe rio, en 1871, tras la de rro ta an te Pru sia, man tu vo a Bia rritz en una suer te de con ge la mien to, has ta que, a prin ci pios del si glo XX, vol vió a po ner se de mo da. Sur gie ron las vi llas de es ti lo ra bio sa men te nor man do y co men za ron a lle gar los mi llo na rios su da me ri ca nos. Mu chos ar gen ti nos hi cie ron de Bia rritz un se gun do ho gar y lle ga ron a re crear en el ven to so atlán ti co Sur, en Mar del Pla ta, una asom bro sa ré pli ca ar qui tec tó ni ca del bal nea rio fran cés. No sor pren de, pues, que Ju lio Cé sar Ara na y Eleo no ra ha yan al qui la do una pro pie dad en Bia rritz, don de las exi gen cias so cia les eran re la ti vas. Se rían el se ñor y la se ño ra Ara na (ape lli do, por otra par te, de ori gen vas co) del Pe rú, due ños de in men sas plan ta cio nes de cau cho. Pro ba ble men te, a la vuel ta de la es qui na vi vie ran al gún cat tle ba ron ar gen ti no o el due ño de al gu na mi na de car bón en Chi le. No sa be mos dón de es ta ba ubi ca da o si aún exis te la re si den cia que al qui la ron, aun que es de su po ner que ha brá si do im por tan te. Con tra ta ron ins ti tu tri ces, maes tros, mu ca mos, em plea das y el co rres pon dien te chef, pa ra que for ma ran par te de la nue va vi da de los Ara na. A po cos ki ló me tros, es ta ba San Se bas tián, don de po dían ha blar cas te lla no y ha cer las im pres cin di bles com pras. En cuan to a Ju lio Cé sar Ara na, ma ne ja ría los hi los de sus ne go cios des de Ma naos que, en 1904, vi vía un de li rio del con su mo ge ne ra do por el di ne ro fá cil pro ve nien te del cau cho. En teo ría, su her ma no Li zar do, que lo acom pa ñó, era quien es ta ba al fren te de la ofi ci na, ubi ca da en el nú me ro 41 de la ca lle Ma ris cal Deo do ro, una ar te ria an gos ta con los ha bi tua les eflu vios tro pi ca les. Él pre fi rió que su ofi ci na es tu vie ra en el co ra zón co mer cial de la ciu dad, don de po día leer se Ju lio C. Ara na & Her ma nos. El ca rác ter fra ter nal de la fir ma era un eu fe mis mo. A pe sar de que Li zar do re ci bía la na da des pre cia ble su ma de dos mil qui nien tas li bras es ter li nas anua les en con cep to de suel do, la rea li dad era otra. Li zar do ha bía su cum bi do al he chi zo de Ma naos, al cham pán y a las fran 105 ce sas y eran fre cuen tes las ve ces en las que Ju lio de bía ir a bus car lo a al gún bar, a las sie te de la ma ña na, y arran car lo de los bra zos de la cor te sa na de tur no. Ju lio Cé sar no com par tía el áni mo de di la pi da ción que em bar ga ba a la gran ma yo ría de los prós pe ros ha bi tan tes de Ma naos. Vi vía en un re du ci do de par ta men to so bre su ne go cio, en la ca lle Deo do ro, y sus ho ra rios de tra ba jo no po dían ser más ri gu ro sos: des de las seis de la ma ña na, has -

ta la una de la ma ña na del día si guien te. La ciu dad era el po lo opues to a su per so na li dad. Lo ex cén tri co do mi na ba ese es ce na rio ar ti fi cial que se ha bía he cho de la no che a la ma ña na. Son va rias las le yen das que co rren so bre la épo ca de oro de Ma naos, des de el mi llo na rio cau che ro, co ro nel Alei xo, que ini ció la cos tum bre de en cen der ha ba nos con bi lle tes de qui nien tos mil reis ––trein ta li bras es ter li nas–– has ta la fas tuo sa Ópe ra, que cos tó cua tro cien tas mil li bras es ter li nas, don de se afir ma que can tó En ri co Ca ru so y ac tuó Sa rah Bern hardt. En rea li dad, nin gu no de los dos ja más pi só Ma naos. La pros pe ri dad cau che ra ––ape nas du ró vein te años–– ge ne ró una cul tu ra efí me ra que fue úni ca en su gé ne ro. Ca be pre gun tar se el por qué de la fu ga ci dad, más allá de la vo la ti li dad de los mer ca dos. Es cier to que las ma te rias pri mas siem pre es tán su je tas a im pre de ci bles vai ve nes, pe ro lo sor pren den te es que la in men sa ri que za que pro du jo el cau cho de sa pa re ció de la no che a la ma ña na, del mis mo mo do en que ha bía sur gi do. Fue ron po cos los hom bres de ne go cios de Ma naos que com pren die ron la tran si to rie dad del ci clo; que las plan ta cio nes de cau cho en Ma la sia, sur gi das gra cias a las se mi llas de he vea bra si lien sis que, co mo opor tu na men te ve re mos, sa có ile gal men te del Ama zo nas Henry Wickham, ter mi na rían des tro zan do la eco no mía ama zó ni ca. Mien tras llo vían los mi llo nes de li bras es ter li nas que ge ne ra ba la ven ta del cau cho, na die pen só en de sa rro llar pro yec tos ––ali men tarios, ener gé ti cos, in dus tria les–– que pu die ran con ti nuar se en el tiem po. Era más có mo do y ex ci tan te im por tar ab so lu ta men te to do y, ya que eran in men sa men te ri cos, se po dían dar el lu jo de ser ex tra va gan tes. De lo con tra rio, ¿có mo se ex pli ca la cons truc ción de la Ópe ra, mez cla de es ti lo ita lia no y mo ris co, pa ra un pú bli co esen cial men te in cul to? En 1897, se inau gu ra ron el edi fi cio y la tem po ra da lí ri ca con una ópe ra de com pli ca dí si mo ar gu men to, La Gio con da, de Pon chie lli, que po cos ha brán po di 106 do en ten der. El elen co de be de ha ber es ta do com pues to por fi gu ras me no res de los es ce na rios eu ro peos. Pe ro el mun do en te ro ha bla ba de la Ópe ra de Ma naos. Pe ro una Ópe ra no era su fi cien te pa ra es tos se res re pen ti na men te en ri que ci dos. Por qué no tra zar una lí nea de tran vías eléc tri cos ––que aún no ha bían si do ins ta la dos en las prin ci pa les ciu da des nor tea me ri ca nas–– que de ja ra pas ma do al mun do. Los ve hí cu los de co lor ver de os cu ro, que abas te cían a una po bla ción de ape nas trein ta y seis mil ha bi tan tes, ter mi na ban su re co rri do en la sel va. Por qué no ilu mi nar la ciu dad con mi les de lám pa ras eléc tri cas. Y, ya que los mi llo nes del cau cho los trans for ma ban en om ni po ten tes, por qué no cons truir un Pa la cio de Jus ti cia, aun que cos ta ra la apa bu llan te ci fra de qui nien tas mil li bras es ter li nas.

A prin ci pios del si glo XX, cuan do el pre cio del cau cho tre pó a al tu ras im pre vi si bles, na da fal ta ba en Ma naos, sal vo el sen ti do co mún y la pre vi sión. Al gu nos pre cios eran ab sur dos. La bo te lla de qui ni na, esen cial pa ra tra tar la ma la ria, cos ta ba en cual quier par te del mun do un che lín; en Ma naos, dos li bras con diez che li nes. La in fi ni ta lis ta de dis pa ra tes se ex ten día a las es fe ras ofi cia les. El go ber na dor Jo sé Car do so Ra mal ho, dis con for me con el pa la cio gu ber na men tal que, al asu mir su car go, es ta ba a me dio cons truir, ad qui rió con fon dos es ta ta les do ce mil li bras es ter li nas de di na mi ta pa ra ha cer lo vo lar en pe da zos y eri gir uno nue vo. En ma yo de 1906, el rit mo alu ci nan te de gas tos pú bli cos for zó a la ciu dad de Ma naos a so li ci tar un cré di to de tres mi llo nes dos cien tas mil li bras es ter li nas a un ban co fran cés, la So cie té Mar sei llai se, y, cua tro me ses des pués de ha ber si do acre di ta do, se gas ta ron die ci nue ve mil li bras es ter li nas en un ban que te pa ra el pre si den te del Bra sil, que es ta ba de vi si ta. Quién gas ta ba más en lo cu ras pa só a ser una suer te de im pe ra ti vo ca te gó ri co, co mo si se tra ta ra de un ba ró me tro que me día el pres ti gio. Un cau che ro pa gó un car ga men to com ple to de som bre ros que aca ba ba de lle gar a Ma naos, y se los pro bó uno por uno, arro jan do al río los que no le ser vían. Otro pa gó cua tro cien tas li bras es ter li nas por rea li zar un via je de dos cua dras en el úni co Mer ce des Benz de al qui ler que exis tía en esas la ti tu des. Ju lio Cé sar Ara na vi vió ca si tres años en esa ciu dad que tan po co te nía que ver con sus cos tum bres. Pe ro no per dió el tiem po. La pro gre si va ad qui si ción de las cau che ras co lom bia nas en el Ca ra pa ra ná y en el Iga 107 ra pa ra ná era una com ple ja tra ma don de in ter ve nían abo ga dos, con ta do res, po lí ti cos, va po res con sus co rres pon dien tes tri pu la cio nes, ca pa ta ces, ra cio na les, un con tin gen te de dos cien tos ne gros de Bar ba dos pa ra con tro lar, cas ti gar y, even tual men te, eli mi nar a los in dios, trans por te de ma te ria pri ma, pre si den tes de ban cos, co ne xio nes in ter na cio na les (Ara na & Berg man, con se de en Nue va York, se de di có al gu nos años al trans por te flu vial), des pa chan tes de adua na, y ven ta en los mer ca dos eu ro peos. Ade más, con tro la ba mi nu cio sa men te los li bros, plei tea ba, pro yec ta ba nue vos ne go cios, in ver tía di ne ro en pro pie da des ur ba nas y se tras la da ba pun tual men te al Gran Ho tel In ter na cio nal, a po cas cua dras de dis tan cia, pa ra ali men tar se. Y, cuan do in gre sa ba al gran sa lón co me dor, im pe ca ble men te ves ti do de li no blan co, la bar ba pro li ja men te re cor ta da, na die ig no ra ba quién era Ju lio Cé sar Ara na, el sex to ma yor con tri bu yen te de Ma naos. Tam po co per dían el tiem po los in ver so res ex tran je ros. La com pa ñía na vie ra bri tá ni ca Booth que, prác ti ca men te, te nía el mo no po lio del trans por te del cau cho ha cia los mer ca dos del he mis fe rio nor te, tu vo una ini cia ti va re vo lu cio na ria que cos tó na da me nos que un mi llón de li bras es -

ter li nas: cons truir un mue lle flo tan te, que fue un pro di gio de la in ge nie ría, pa ra con tra rres tar el ni vel del río que, se gún la épo ca, po día va riar has ta en quin ce me tros. Se me jan te su ma, so bre to do te nien do en cuen ta su va lor ad qui si ti vo a co mien zos del si glo XX (se inau gu ró en 1902), só lo po día jus ti fi car se des pués de ha ber rea li za do ex haus ti vos cál cu los de ren ta bi li dad en el tiem po. Las em pre sas nor tea me ri ca nas tam bién ha bían di ri gi do sus dar dos ha cia esa fa bu lo sa cor nu co pia, que ján do se que com pa ñías in gle sas y ale ma nas aca pa ra ban el co mer cio. La Uni ted Sta tes Rub ber Com pany, que ad qui ría una can ti dad con si de ra ble de cau cho ama zó ni co, lan zó una ofen si va pa ra au men tar las ven tas que se tra du jo en un exó ti co via je en ya te a va por y ve la, con una tri pu la ción que in cluía a pro mi nen tes hom bres de ne go cios. A bor do del Vir gi nia, pro pie dad del mul ti mi llo na rio co mo do ro Be ne dict, em bar ca ción que res pon día fiel men te al di se ño na val de la épo ca, es de cir, cas co exa cer ba da men te lon gi lí neo, con dos más ti les y una es pi ga da chi me nea en el cen tro, par tió al Ama zo nas una ful gu ran te co mi ti va, en la que fi gu ra ba E. N. Ba cus, pre si den te de la men cio na da em pre sa y tam bién de la Ame ri can Wi re less Te le graph and Te lep ho ne Com pany, que ya ope ra ba en Ma naos, don de ha bía tres cien tos abo na dos te le fó ni cos. Que rían com pro bar in si tu có mo fun cio na ban sus ne go cios y por qué Su da mé ri ca le ven día a los Es ta dos Uni dos tres 108 ve ces más de lo que les ad qui ría. No se con for ma ba con só lo el diez por cien to del co mer cio la ti noa me ri ca no. The New York Ti mes, en su edi ción del 11 de di ciem bre de 1904, de di có me dia pá gi na ilus tra da con fo to gra fías y pin to res cas ilus tra cio nes a ese exó ti co via je. La na ve in gre só por la bo ca del río Ama zo nas, es de cir, en su de sem bo ca du ra en el océa no Atlán ti co, re mon tó el cur so de agua y, des pués de ha cer es ca la en Ma naos, lle gó a Iqui tos. Es te via je no pue de con si de rar se si no ex cén tri co, si to ma mos en cuen ta las tor men tas ma rí ti mas que po dían ocu rrir du ran te la tra ve sía, o las en fer me da des tro pi ca les que po dían con traer sus ilus tres tri pu lan tes. Sin em bar go, to dos so bre vi vie ron. En el trans cur so de los tres años que du ró su es ta día en Ma naos, la re la ción de Ju lio Cé sar Ara na con Eleo no ra y sus hi jos em pe zó a agrie tar se. En las car tas que és tos le en via ban se no ta ban cla ra men te el re pro che, las he ri das que pro vo ca ba esa pro lon ga da au sen cia. Le re cri mi na ban, por ejem plo, que no pre gun ta ra por Gypsy, un pe rro de aguas al que sus hi jos ado ra ban. Fue por en ton ces que ger mi nó una idea que le ha bía ron da do en los úl ti mos años y que po día ca ta pul tar lo ha cia al tu ras in sos pe cha das. Un hom bre que no hu bie ra te ni do su des me su ra da am bi ción, se ha bría con for ma do con ser lo que era: un prós pe ro em pre sa rio, res pe ta do en Ma -

naos y en Iqui tos y has ta po dría ha ber pen sa do en ins ta lar se en Li ma ocu pan do un car go po lí ti co. Eso, pa ra dó ji ca men te, su ce dió va rios años des pués, cuan do su for tu na ha bía mer ma do sig ni fi ca ti va men te y el cau cho ha bía de ja do de ser la más co di cia da de las ma te rias pri mas. Pe ro Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go as pi ra ba a ubi car se en la cum bre no ya del Pe rú, si no de Eu ro pa. Fue ron va rios los mo ti vos que lo de ter mi na ron a trans for mar a J. C. Ara na & Her ma nos en una com pa ñía in ter na cio nal, pe ro el ver da de ro mo tor, el im pul so pri mi ge nio, fue su in ve te ra da am bi ción. Ha cia 1906, ya te nía un pa tri mo nio con si de ra ble. Su fa mi lia vi vía en Bia rritz y el cau cho da ba pa ra man te ner su tren de vi da. Pe ro a di fe ren cia de mu chos cau che ros de Ma naos, que cre ye ron que la bo nan za se ría eter na, Ara na no ig no ra ba la im pla ca ble evo lu ción de las plan ta cio nes bri tá ni cas de cau cho en Asia, ni las ne fas tas con se cuen cias que po dían traer le al Ama zo nas. En ten dió que, al gún día no de ma sia do le ja no, el cau cho asiá ti co in va di ría los mer ca dos eu ro peos y nor tea me ri ca nos, des 109 tru yen do los pre cios y po nien do fin a la eco no mía ama zó ni ca. Una com pa ñía re gis tra da en Lon dres y con di rec to res bri tá ni cos se ría una suer te de es cu do pro tec tor cuan do lle ga ra ese mo men to. Ade más, el Pu tu ma yo era una re gión de des ti no in cier to, dis pu ta da por Pe rú y Co lom bia. ¿Qué su ce de ría de que dar se es te úl ti mo país con esa fran ja? Co rría el ries go de per der to do lo que ha bía ga na do. Si ese vas to te rri to rio, en cam bio, per te ne cie ra ––en apa rien cia–– a una com pa ñía in gle sa, na da de be ría te mer. Exis tían, tam bién, ra zo nes co mer cia les que per tur ba ban sus ga nan cias, co mo asi mis mo ba rre ras y fu tu ras ame na zas que con ve nía des ba ra tar. El puer to de Pa rá, en la de sem bo ca du ra del río Ama zo nas, era par ti cu lar men te irri tan te pa ras sus ne go cios, des de el mo men to en que sus bar cos, per te ne cien tes a la Ara na, Berg man & Co, se li mi ta ban al trans por te flu vial y no oceá ni co y eran de te ni dos en ese pun to. Allí re gían im pues tos, de mo ras al te ner que pe sar la car ga y un fá rra go de trá mi tes que pe sa ban so bre la ren ta bi li dad de la ope ra ción. Na da de eso ocu rri ría si lo gra ba des pa char la mer ca de ría di rec ta men te des de Iqui tos a Lon dres. Ade más, exis tía la in quie tan te po si bi li dad de que se cons tru ye ra un fe rro ca rril en te rri to rio co lom bia no has ta el Pu tu ma yo. El mag na te fe rro via rio Per ci val Far qu har ha bía lle ga do a un acuer do con el go bier no de Co lom bia pa ra ini ciar el ten di do de vías. Si és tas lle ga ban a los te rri to rios de Ara na, la flo ta flu vial de és te que da ría prác ti ca men te inu ti li za da. Por úl ti mo, los vien tos de la glo ba li za ción del cau cho ya so pla ban con fuer za. En abril de 1907, se creó en Nue va York la Ama zon Co lom bian Rub ber & Tra ding Com pany que emi tió ac cio nes con un ca pi tal de sie te mi -

llo nes de dó la res, an ti ci pán do se en sie te me ses a la ini cia ti va de Ju lio Cé sar Ara na. Pe ro es to no lo ame dren tó. En se tiem bre de 1907 fue a Lon dres pa ra ges tio nar un cré di to de se sen ta mil li bras es ter li nas y re gis trar su nue va com pa ñía. Pa ra es te úl ti mo trá mi te, so li ci tó la pre sen cia de un au di tor bri tá ni co que ha bía via ja do a Iqui tos pa ra ve ri fi car el es ta do de los li bros y la so li dez eco nó mi ca de J. C. Ara na & Her ma nos. Y es aquí cuan do lla ma la aten ción el sen ti do de la co mu ni ca ción y de las re la cio nes pú bli cas ––dos dis ci pli nas in ci pien tes a prin ci pios del si glo XX–– de Ju lio Cé sar Ara na. A lo lar go de los seis años que du ró su tra yec to ria in ter na cio nal con tó con la efi caz es tra te gia co mu ni ca cio nal idea da por el cón sul pe rua no en Ma naos, Car los Rey de Cas tro (quien re ci bía de Ara na, anual men te, cua tro mil qui nien tas li bras es ter li nas), ha bi lí si mo edi tor de pu bli ca cio nes que de fen dían la cau sa del Pu tu ma yo. La Im pren ta 110 Viu da de Tas so, en Bar ce lo na, de be de ha ber ob te ni do ga nan cias su per la ti vas, a par tir del 1913, cuan do se edi ta ron va rias obras en de fen sa de la Pe ru vian Ama zon Com pany, to das per ge ña das por Rey de Cas tro. La pri me ra ta rea que en ca ró fue di se ñar la ima gen de J. C. Ara na & Her ma nos, en un pe que ño li bro que se ría dis tri bui do en Lon dres, a par tir de las ex plo ra cio nes rea li za das por el ya men cio na do in ge nie ro fran cés Eu ge nio Ro bu chon. Es tu dio del río Pu tu ma yo y sus afluen tes, por el in ge nie ro Eu ge nio Ro bu chon 1903-1907, fue edi ta do en Li ma, en la im pren ta La In dus tria, en 1907. Pe ro va ya mos a los he chos y a des cu brir por qué un fran cés apa re ce en el Ama zo nas y có mo Ju lio Cé sar Ara na uti li zó há bil men te su pre sen cia. Ana li ce mos al gu nos de los pa sa jes de una car ta en via da por el mi nis tro de Re la cio nes Ex te rio res del Pe rú, Jo sé Par do, a J. C. A ra na & Her ma nos, fe cha da en Li ma el 4 de no viem bre de 1903. Es te mi nis te rio tie ne no ti cia de que el se ñor Eu ge nio Ro bu chon, miem bro de la So cie dad Geo grá fi ca de Pa rís, y an ti guo ex plo ra dor de la zo na orien tal de Amé ri ca, ha sa li do de El Hav re, con di rec ción a Iqui tos, en el mes de ma yo úl ti mo. Con es te mo ti vo, me es gra to di ri gir me a us te des a fin de que se dig nen con tra tar, si fue ra po si ble, por cuen ta del go bier no del Pe rú, al in di ca do se ñor Ro bu chon pa ra que prac ti que en la zo na que ocu pan las po se sio nes de us te des los es tu dios que se pun tua li zan en las ins truc cio nes ad jun tas. Co mo re mu ne ra ción a los tra ba jos del se ñor Ro bu chon se ser vi rán us te des acor dar le la su ma de trein ta y cin co li bras es ter li nas men sua les y, ade más, la can ti dad que es ti men in dis pen sa ble pa ra gas tos de ma nu ten ción, trans por te y ad qui si ción de los res pec ti vos ma te ria les. La res pues ta epis to lar de J. C. Ara na & Her ma nos es una ma gis tral

mues tra de ma ni pu la ción. Es tá fe cha da en Iqui tos, el 2 de sep tiem bre de 1904, es de cir, diez me ses des pués de es cri ta la mi si va a la que res pon de, lo cual ha bla a las cla ras de la len ti tud del tiem po ama zó ni co. Te ne mos el agra do de re mi tir a Us. una co pia del con tra to que, de acuer do con el es ti ma ble ofi cio de ese mi nis te rio, fe cha 4 de no viem bre úl ti mo, he mos ce le bra do por cuen ta del go bier no del Pe rú, con el se ñor Eu ge nio Ro bu chon. Nos es igual men te gra to ma ni fes tar a Us. que nues tra ca sa ha re suel to su fra gar to dos los gas tos que ori gi ne la mi sión con fia da al se ñor 111 Ro bu chon, de sean do con tri buir así, aun que en for ma mo des ta, a los pa trió ti cos fi nes que per si gue nues tro go bier no. Por la ri dí cu la su ma de trein ta y cin co li bras es ter li nas al mes, Ju lio Cé sar Ara na con ta ba con un in ge nie ro fran cés de in men so pres ti gio aca dé mi co, que pu bli ca ría el re sul ta do de sus ex plo ra cio nes. El con tra to ––in te li gen te men te–– li mi ta ba el área a los te rri to rios de Ara na, di vi di dos en tres sec cio nes: Iga ra pa ra ná, Ca ra pa ra ná y Pu tu ma yo. A tra vés de un cien tí fi co, se sa bría que aún exis tía el ca ni ba lis mo en el Ama zo nas y que un em pre sa rio cau che ro, Ju lio Cé sar Ara na, in ten ta ba ci vi li zar los a tra vés del tra ba jo, que no era otra co sa si no re co lec tar cau cho. Es sor pren den te que na die se pre gun ta ra por qué esa em pre sa ci vi li za do ra no es ta ba acom pa ña da de una ta rea evan ge li za do ra, ya que fran cis ca nos y, lue go, agus ti nos ha bían te ni do mi sio nes en la re gión. En rea li dad, lo que me nos de sea ba Ara na era la pre sen cia de mi sio ne ros de cual quier or den y cre do, ya que hu bie ran si do tes ti gos de los crí me nes que se co me tían en el Pu tu ma yo. Pe ro en mar zo de 1901, lle ga ron cin co pa dres agus ti nos a Iqui tos: Pau li no Díaz, Pe dro Prat, Ber nar do Ca lle, Plá ci do Ma llo y Pío Gon zá lez. Ello pro du jo un pro fun do de sa gra do en la po bla ción, que con si de ra ba que los mi sio ne ros de bían evan ge li zar a los in dios sal va jes y no a los ciu da da nos. Es que los agus ti nos te nían una mi sión más edu ca do ra que evan gé li ca. Fun da ron en Iqui tos, en 1903, el Co le gio San Agus tín. Los cen tros mi sio na les y las pa rro quias fue ron crea dos pun tual men te pa ra la en se ñan za re li gio sa, y, has ta el día de hoy, con ti núa la la bor de los agus ti nos, a tra vés de nu me ro sas ins ti tu cio nes fun da das por ellos. Lo que los cau che ros que rían evi tar, cuan do lle gó la or den en 1903, era que me tie ran las na ri ces don de no les co rres pon día. El lobby cau che ro te nía a su pro pio sa cer do te, el pa dre Co rrea, que na da de cía acer ca del mal tra to al que eran so me ti dos los in dios. Lo que nin gún cau che ro ima gi nó es que las re ve la cio nes de Wal ter Har den burg en la re vis ta Truth, en 1909 ––y, con an te rio ri dad, las del pe rio dis ta Ben ja mín Sal da ña Roc ca, pro pie ta rio de dos pe rió di cos en Iqui tos––, que die ron ini cio a los “es cán da los del Pu tu ma yo”, iban a for zar a

los pa dres agus ti nos es ta ble ci dos en Iqui tos a ac tuar. Uno de ellos, Pau li no Díaz, es cri bió ese mis mo año: “He ve ni do tris te men te im pre sio na do de la pre ca ria si tua ción en que se en cuen tran [los in dios]… Las di ver sas tri bus de aus hi ris, sá pa ros, ni na nas, ti ra cu nas, an go te ros y pio je ses, ca si han de sa pa re ci do por com ple to y los po cos que aún que dan se han 112 re mon ta do a lu ga res inac ce si bles, que dan do re du ci da la ac tual po bla ción del Na po a res tos de los ha bi tan tes de va rios pue blos fun da dos por los pa dres je sui tas en los afluen tes del al to Na po. Es tos pue blos han de sa pa re ci do”. Una vez de sa ta do el es cán da lo, cuan do el mun do su po del ho rror en las plan ta cio nes de cau cho de Ara na, la Igle sia de ci dió in ter ve nir. El Pa pa Pío X, en 1912, es cri bió la en cí cli ca La cri ma bi li Sta tu, de nun cian do la ex plo ta ción de los in dios, aun que sin de ta llar la re gión don de ocu rría; lue go, co mi sio nó al pa dre fran cis ca no G. Ge noc chi pa ra que via ja se a Su da mé ri ca, re co rrie ra las mi sio nes exis ten tes y com pro ba ra la si tua ción de los in dí ge nas; por úl ti mo, creó, en 1913, una mi sión en La Cho rre ra, la gran plan ta ción cau che ra de la Pe ru vian Ama zon Com pany en el Iga ra pa ra ná. Pe ro pa ra en ton ces ya ha bían ce sa do las atro ci da des, el pre cio del cau cho co men za ba a des plo mar se y, de to das ma ne ras, que da ban po cos in dios pa ra es cla vi zar, tor tu rar y ma tar. El 8 de ma yo de 1903, Eu ge nio Ro bu chon par tió de El Hav re rum bo a Ma naos, a bor do del va por Pa ta go nia acom pa ña do por su mu jer, una in dia hui to to que ha bía co no ci do en un via je an te rior. Con vie ne se ña lar que la Ca sa Ara na no per mi tía ma tri mo nios for ma les ––sí con cu bi na tos–– en tre con tra ta dos e in dias y, mu cho me nos, que és tas, aun que tu vie ran hi jos, sa lie ran del te rri to rio. Ro bu chon fue una ex cep ción, co mo tam bién lo fue un jo ven mé di co nor tea me ri ca no, que qui so lle var se a su mu jer in dia que es ta ba a pun to de ser ma dre. Ma da me Ro bu chon con tra jo fie bre ama ri lla en Ma naos, y, de no ha ber exis ti do un fe liz de sen la ce te ra péu ti co, su ma ri do ja más hu bie ra rea li za do los es tu dios. Ni tam po co ha bría de sa pa re ci do en la sel va pa ra siem pre. Una vez re cu pe ra da ma da me Ro bu chon, el ma tri mo nio zar pó ha cia Iqui tos en el va por Pre cia da, de pro pie dad de Ju lio Cé sar Ara na, quien ––co mo era de es pe rar–– los es pe ra ba a bor do pa ra acom pa ñar los du ran te el via je. El “ri co in dus trial de Iqui tos”, co mo lo de fi ne a Ara na el ex plo ra dor, te nía par ti cu lar in te rés en que rea li za ra in ves ti ga cio nes en sus te rri to rios y pu so a su dis po si ción una pa ra fer na lia de ele men tos. Así, el 18 de se tiem bre par tió de Iqui tos el pe que ño va por Pu tu ma yo con des ti no al Iga ra pa ra ná. Ro bu chon, en sus bre ves re la tos que fi nal men te lle ga ron a la im pren ta, se ase me ja en al go a Wal ter Har den burg: co mien za sus es cri tos con una vi sión con tem pla ti va de la be lle za ama zó ni ca y ter -

mi na en un th ri ller. 113 Co men za ba en ton ces la épo ca de las se quías y del des cen so de las aguas. El Ama zo nas, ca si se co, ha bía per di do al go de su as pec to gran dio so de los me ses pre ce den tes. Ya no era ese río im pe tuo so, que arras tra ba en sus aguas, es pu mo sas y tur bias, enor mes tron cos de ár bo les arran ca dos de las ri be ras por la vio len cia de la co rrien te; ya no era aque lla ar te ria co mer cial que per mi te que los na víos de ul tra mar, ca si de ex tre mo a ex tre mo atra vie sen el con ti nen te ame ri ca no, y que, por el vo lu men de sus aguas, ha re ci bi do el tí tu lo del ma yor río del mun do. En to das par tes se ex ten dían in men sas pla yas de are na blan ca que di vi dían al río en nu me ro sos ca na les es tre chos y po co pro fun dos, de co rrien tes tran qui las y aguas ca si trans pa ren tes. Es ta pos tal ama zó ni ca pa re ce es cri ta más por un via je ro que por un aca dé mi co. Cuan do al can za ron el Iga ra pa ra ná, Ro bu chon cal cu ló con pre ci sión ma te má ti ca cuán tas mi llas náu ti cas ha bían na ve ga do: 873, es de cir, 1.571 ki ló me tros. La poé ti ca, sin em bar go, im preg na su pro sa a me di da que avan za ba el via je. El 3 de oc tu bre, cer ca de las cin co de la tar de, per ci bi mos a la sa li da de una vuel ta del río, la con fluen cia de Iga ra pa ra ná. Una es plén di da pues ta del sol, de una ri que za de to nos in com pa ra bles, do ra ba el ho ri zon te y arro ja ba so bre el río re fle jos ma ra vi llo sos. Es te es pec tá cu lo feé ri co y gran dio so me ha bía lle na do de en tu sias mo. Con tem pla ba aún aquel cam bio cons tan te de co lo res, vien do mo rir unos y con fun dir se otros, tan vi vos ha cía po co, cuan do la lle ga da al puer to de Ari ca me sa có de mis en sue ños. Pe ro es tas cum bres poé ti cas sur gie ron tal vez por el con tac to de Ro bu chon con una zo na re mo ta, con un río po co ex plo ra do por eu ro peos. A me di da que se in ter nó en la sel va, pri vó la an tro po lo gía y, en me nor me di da, la en to mo lo gía y la bo tá ni ca. Lo que flo ta en for ma per ma nen te en su na rra ti va es la con di ción de ca ní ba les de los in dios, su sal va jis mo im po si ble de mo di fi car, sus cos tum bres en ex tre mo pri mi ti vas y la per ma nen te pe li gro si dad de al gu nas tri bus. Pe ro tie ne una enor me vir tud: fue el úni co que se aden tró en la sel va du ran te un tiem po pro lon ga do (Wal ter Har den burg no lo hi zo) y ob tu vo un ma te rial de pri me ra agua. Es sig ni fi ca ti vo que al gu nos pa sa jes ten gan un ses go más mi li tar que an tro po ló gi co: “El río Ya guas, que de ja mos a la de re cha el 30 de se tiem bre, es una vía de co mu ni ca ción fá cil ha cia Pe bas, so bre el Ama zo nas, y es to 114 sin sa lir del te rri to rio pe rua no. Es un ca mi no es tra té gi co, de es tu dio in te re san te, que per mi ti ría la rá pi da mo vi li za ción de tro pas ha cia el Pu tu -

ma yo sin te ner que pa sar por el Bra sil”. El es tu dio te nía con no ta cio nes po lí ti cas que in te re sa ban tan to a Ara na co mo al go bier no pe rua no. Fi nal men te, Ro bu chon y su mu jer lle ga ron a La Cho rre ra, la gran ba hía que for ma el río, des de don de se di vi sa ban los edi fi cios so bre una co li na y que era el pun to fi nal de la na ve ga ción flu vial del Iga ra pa ra ná, ya que allí es ta ba el es tre cho pa sa di zo po bla do de rá pi dos que le da ba nom bre. Allí, el sa bio tu vo oca sión de ex pla yar se so bre la en to mo lo gía lo cal: Una can ti dad in creí ble de mos cas pe que ñi tas, es pe cie de tá ba no en mi nia tu ra, apa re ce des de que na ce el sol. Son las ma rin gui nius. De sus mor de du ras no se es ca pa nin gu na par te des cu bier ta del cuer po y de jan so bre la epi der mis una equi mo sis ne gruz ca que du ra mu chos días. Re si den, y son más o me nos abun dan tes, par ti cu lar men te, en los lu ga res don de la com po si ción de las aguas es más o me nos ce na go sa. Los ríos ori gi na rios de los la gos cu yas aguas son cla ras o ne gruz cas se ha llan com ple ta men te des pro vis tos de ellas. Los tra jes de co lo res os cu ros, el azul ma ri no, el ne gro, las atraen mu cho; el blan co, por el con tra rio, las ale ja. El úni co mo do de pre ser var se de sus mor de du ras es cu brién do se la ca ra con un ve lo. Cuan do un ex tran je ro pe ne tra por pri me ra vez en las re gio nes in fes ta das por es tos in sec tos su fre ho rri ble men te con sus pi ca du ras, las cua les fre cuen te men te pro du cen gra ves in fla ma cio nes; lue go, se ha bi túa y, pa sa dos seis me ses, no pro du cen nin gún in con ve nien te de sa gra da ble. Ro bu chon lo de be de ha ber sen ti do en car ne pro pia cuan do de jó La Cho rre ra pa ra in ter nar se en la sel va. Pre fi rió de jar a su mu jer en esa plan ta ción de bi do ––no po día ser de otro mo do–– a los ca ní ba les. Los pri me ros in di cios de an tro po fa gia los re ci bió al lle gar a la sec ción cau che ra Ari ca, don de se en te ró de que ha bía exis ti do una su ble va ción de los in dios bó rax na va jes, lo cual de por sí no era de ex tra ñar. Lo in quie tan te era que ha bían ase si na do a cua tro blan cos y se los ha bían co mi do. Es no ta ble có mo es te fran cés, a pe sar de los pe li gros ca ni ba lís ti cos, pe ne tra en la jun gla, se hun de en el lo do has ta las ro di llas con ape nas un par de al par ga tas, se em pa pa con los agua ce ros y per noc ta en cho zas in dí ge nas. És ta es una de sus pri me ras des crip cio nes en las pro xi mi da des de La Cho rre ra: 115 Im pa cien te por co no cer en su pro pia ca sa a esos sal va jes, me di ri gí una ma ña na a una cho za de hui to tos ai me nes, si tua da en lo al to de una co li na. En me dio de plan ta cio nes de yu ca, per fec ta men te bien cul ti va das, se le van ta ba la cho za, gran edi fi cio de ra mas li ge ras, uni das en tre sí por be ju cos y cu bier ta por un te cho de pa ja que des cen día has ta el sue lo. Es ta ca sa, con su for ma cir cu lar y su te chum bre en pun ta, te nía un pa re ci do no ta ble con un cir co de fe ria.

Por ca re cer de ven ta nas, la luz y el ai re no po dían pe ne trar y las puer ti tas ba jas y es tre chas que le da ban ac ce so es ta ban tan her mé ti ca men te ce rra das con es te ras que tu ve que apar tar las pa ra en trar. Cuan do la vis ta se me acos tum bró a la com ple ta os cu ri dad que allí rei na ba, per ci bí a dos vie jas y un mu cha cho pi lan do yu ca por me dio de una ma za, en un gran pe da zo de ma de ra hue co. Los de más ha bi tan tes ha bían sa li do a tra ba jar a las plan ta cio nes, mien tras aqué llos pre pa ra ban las tor tas de ca sa ve, pan in dí ge na que se re par tía en tre to dos en la no che. Al re de dor de la ba rra ca se veían col ga dos va rios gru pos de ha ma cas, for man do ca da uno el alo ja mien to de sen das fa mi lias. Ca da una tie ne su lum bre es pe cial, don de hier ve cons tan te men te una mar mi ta de ca sa ra ma nú, cu rio so gui so de se sos e hí ga dos de ani ma les sil ves tres, sa zo na do con una fuer te can ti dad de ají, gui so que ja más se ago ta, por que se le agre ga siem pre que dis mi nu ye, nue vas do sis de se sos e hí ga dos. El sue lo des nu do y muy ac ci den ta do se ha lla ba cu bier to de cás ca ras de ba na nas y de fru tas y to da es pe cie de ba su ra. De du je de ahí que las re glas de la lim pie za no es tu vie ran muy en bo ga en tre los hui to tos. Has ta aquí las ob ser va cio nes de un an tro pó lo go que no co rre pe li gro al gu no y que con tem pla mi nu cio sa men te la for ma de vi da sal va je. La co mi da po día ser re pul si va pa ra el pa la dar oc ci den tal y la su cie dad, re pug nan te pa ra la asep sia eu ro pea, pe ro, en de fi ni ti va, se tra ta ba de in dios dó ci les. A me di da que re co rría la sel va aden trán do se en otros te rri to rios pró xi mos al río Ca hui na ri, en di rec ción no roes te, la do ci li dad in dí ge na se eva po ró co mo la bru ma ma tu ti na ama zó ni ca. En ru ta a Úl ti mo Re ti ro, don de ter mi na ban las sec cio nes cau che ras de Ara na, in gre sa ron en te rri to rio de los in dios hui to tos no nu yas quie nes, se gún Ro bu chon, “eran an tro pó fa gos y de los más pe li gro sos”. Lla ma la aten ción, al leer sus es cri tos, la pre ven ción, el es pí ri tu aler ta que trans mi ten. “Los in dios, as tu tos y por ex tre mo pa cien tes, se ha yan siem pre lis tos pa ra ase si nar a los blan cos cuan do a és tos se les ol vi da con ser var se en guar dia”, es cri be. Na da de es to lo ame dren tó y, con los in dios que lo acom pa ña ban, se acer 116 có a las vi vien das hui to tas no nu yas. Del te cho de una de és tas pen dían cua tro crá neos hu ma nos, “tro feos de una lu cha re cien te en tre los no nu yas y sus ve ci nos, los eri keas, y ca da crá neo co rres pon día a una víc ti ma de los ca ní ba les”. Ro bu chon y sus acom pa ñan tes no tu vie ron más re me dio que pa sar la no che con ellos, mon tan do pru den tes guar dias. Esa no che no pre sen ció, co mo ya lo se ña la mos opor tu na men te, un fes tín an tro po fá gi co, si no una ce re mo nia re li gio sa, el chu pe del ta ba co, en la que la tri bu “re me mo ra su li ber tad per di da, sus su fri mien tos ac tua les y for mu la con tra los blan cos te rri bles vo tos de ven gan za”.

Las úl ti mas pá gi nas de su es tu dio las de di ca a des cri bir fí si ca men te a los in dios, en fa ti zan do la del ga dez de sus pier nas, su ca be lle ra abun dan te, el im pres cin di ble ta pa rra bo y sus ar mas, en par ti cu lar la obi dia ke o cer ba ta na. Es ta, de dos me tros de ex ten sión, es tá “he cha de una ca ña hue ca, cu bier ta de fi bra y pro vis ta de em bo ca du ra [y] sir ve pa ra lan zar pe que ñas fle chas de vein ti cin co cen tí me tros de lar go y de apa rien cia po co pe li gro sa, pe ro de efec tos te rri bles, pues la pun ta de ca da una de ellas es tá un ta da de cu ra re, y pro du ce la muer te en me nos de un mi nu to”. Em plea ban tam bién el ar co, con el que arro ja ban fle chas en ve ne na das, o mo ru cos, de un me tro y ochen ta cen tí me tros de lar go a una dis tan cia de has ta vein te me tros. Los hui to tos no nu yas creían en la exis ten cia de un ser su pe rior que re pre sen ta ba el bien, Usi ña mu, y otro in fe rior, que sim bo li za ba el mal, Tai fe no. Tam bién, en la in mor ta li dad del al ma y en la vi da fu tu ra. Ado ra ban al sol, Ito ma y a la lu na, Fuei. Por el mo men to, Eu ge nio Ro bu chon so bre vi vió a las cer ba ta nas, a las fle chas en ve ne na das y a que lo des cuar ti za ran pa ra po ner lo en una olla hir vien te. Ade más, los in dios le ob se quia ron las cua tro ca la ve ras pa ra su co lec ción de ra re zas an tro po ló gi cas. Des pués de con cluir la mi sión que le en co men dó Ju lio Cé sar Ara na, Ro bu chon deam bu ló por la sel va du ran te tres años, co no cien do tri bus, des cu brien do a qué era geo ló gi ca per te ne cía tal o cual pie dra, cla si fi can do ár bo les. Un día de jó de emi tir se ña les. El cón sul pe rua no en Ma naos, Car los Rey de Cas tro y es tra te ga co mu ni ca cio nal de Ara na, le en vió una car ta al mi nis tro de Re la cio nes Ex te rio res del Pe rú, fe cha da en Li ma el 19 de ju lio de 1907. Me es sen si ble ma ni fes tar a Vd. que los es tu dios del se ñor Ro bu chon, de que he si do por ta dor, han que da do in com ple tos. Se gún re fe ren 117 cias del se ñor Ara na y her ma nos, ha ce va rios me ses que el se ñor Ro bu chon ha de sa pa re ci do de las in me dia cio nes de Re ti ro, a ori llas del Pu tu ma yo, don de se en con tró par te de su equi pa je y al gu nas lí neas es cri tas, en que pa re ce in di ca ba el rum bo que iba a to mar, pe ro que, por ac ción de la hu me dad, se han vuel to ca si inin te li gi bles. Los se ño res Ara na y her ma nos pre su men, con fun da men to, que el se ñor Ro bu chon ha si do víc ti ma de los in dios an tro pó fa gos que fre cuen tan esos pa ra jes. Los mis mos se ño res han he cho to do gé ne ro de es fuer zos pa ra des cu brir el pa ra de ro del ac ti vo ex plo ra dor, pe ro sin re sul ta do sa tis fac to rio al gu no. Exis ten las teo rías más dis pa res y po lé mi cas acer ca de la de sa pa ri ción de Ro bu chon, pe ro se tra ta de me ras pre sun cio nes. Pu do ha ber muer to a ma nos de los in dios, co mo con se cuen cia de un ac ci den te, o, co -

mo sos tie nen al gu nas ma las len guas, ase si na do por or den de Ju lio Cé sar Ara na. ¿Por qué que rría eli mi nar lo el hom bre que lo ha bía con tra ta do, fa ci li tán do le trans por te, ví ve res y guías? La hi pó te sis no pa re ce in con gruen te. El ex plo ra dor ha bía pa sa do de ma sia do tiem po en el Pu tu ma yo, ha bía vis to de ma sia das co sas. Su cá ma ra fo to grá fi ca ha bía to ma do un sin nú me ro de fo to gra fías. Las más co no ci das, pu bli ca das por el dia rio El Co mer cio, de Li ma, son ab so lu ta men te bu có li cas, con abun dan cia de ár bo les gi gan tes y cas ca das; las me nos pu bli ci ta das, fue ron las que ha lló el ca pi tán bri tá ni co Tho mas Whif fen, del Re gi mien to De ci mo cuar to de Hú sa res, en tre las ce ni zas del úl ti mo cam pa men to de Ro bu chon, dos años des pués de su de sa pa ri ción. Ob via men te, és tas no se pu bli ca ron en el li bro con las ob ser va cio nes del fran cés acer ca de las tri bus ama zó ni cas, edi ta do por Ju lio Cé sar Ara na y que al can zó el asom bro so ti ra je de vein te mil ejem pla res, in te li gen te men te dis tri bui dos en tre lí de res de opi nión y me dios de di fu sión. Si quie nes per te ne cían a la Pe ru vian Ama zon Com pany des cu brie ron las fo tos to ma das por Ro bu chon so bre tor tu ras, mu ti la cio nes y muer tes por ina ni ción, es de su po ner que se en car ga ron de que no sa lie ra de la sel va con vi da. Ha cia 1906, año en que el fran cés de sa pa re ció, el ho rror en el Pu tu ma yo ha bía al can za do su apo geo. La es cla vi tud, las más re fi na das tor tu ras, los azo tes, las vio la cio nes y la ma tan za in dis cri mi na da de la cual ni si quie ra se sal va ban los ni ños re cién na ci dos, es ta ban pre sen tes en to das las sec cio nes cau che ras per te ne cien tes a Ara na, des de el Iga ra pa ra ná al Ca ra pa ra ná. Co mo sea, la ma qui na ria pro pa gan dís ti ca de Ara na sa bía sa car par ti do has ta de una de sa pa ri ción. A raíz de la de sa pa ri ción del ex plo ra dor, 118 el dia rio El Co mer cio, de Li ma, se pre gun tó: “¿Quién sa be si uno de sus com pa ñe ros hui to tos de tan plá ci da apa rien cia en la fo to gra fía que re pro du ci mos hoy no fi gu ra en tre quie nes lo ma ta ron y co mie ron?” Tras la de sa pa ri ción de su ma ri do, la se ño ra de Ro bu chon se fue a vi vir a Fran cia con su fa mi lia po lí ti ca. Ju lio Cé sar Ara na te nía en cla ro que, si no in ter na cio na li za ba su com pa ñía, ten dría se rios pro ble mas. No po seía tí tu lo de pro pie dad so bre su in men so te rri to rio del Pu tu ma yo, pues no se sa bía a qué país per te ne cía és te. Po seía un me ro tí tu lo de ocu pa ción. Si la ba lan za de los ar bi tra jes in ter na cio na les se vol ca ba a fa vor de Co lom bia, los de re chos de Ara na di fí cil men te se rían res pe ta dos. Pe ro si la que ocu pa se las do ce mil mi llas cua dra das en tre el Pu tu ma yo y el Ca que tá fue ra una com pa ñía in gle sa, el go bier no de Bo go tá se abs ten dría de pro vo car un in ci den te. Es ta ra zón fun da men tal y otras que ya he mos se ña la do lo con mi na ron a via jar a Lon dres, en 1907, pa ra for mar una em pre sa bri tá ni ca de la que él, de to das ma ne ras, se ría due ño ab so lu to.

Pre pa ró bien el te rre no. Un au di tor de la pres ti gio sí si ma fir ma De loit te, Plen der & Grif fith’s, Mr. Giel guld, ha bía via ja do con an te rio ri dad al Pu tu ma yo pa ra rea li zar un in for me ex haus ti vo so bre los te rri to rios, las ma te rias pri mas, la ren ta bi li dad y la ma no de obra de las po se sio nes de J. C. Ara na & Her ma nos. El in for me que pre sen tó a su re gre so pa re ce sa li do de un cuen to de ha das. Los in dios eran fe li ces, es ta ban bien ali men ta dos y en ex ce len tes re la cio nes con sus pa tro nes. Al des per tar se, sa lu da ban ca ri ño sa men te a Ar man do Nor mand, uno de los ca pa ta ces, mi tad bo li via no y mi tad in glés, que de be ría en gro sar la lis ta de los peo res sá di cos del si glo XX, co mo tam bién a Au gus to Ji mé nez, otro ase si no. Pe ro, en su in for me, no to do lo que bri lla ba era oro. Un ru bro era par ti cu lar men te ur ti can te. En los li bros fi gu ra ban co mo ex pen dios vein ti dós mil li bras es ter li nas en con cep to de “Gas tos de Con quis ta ción”, que no eran otra co sa que las ero ga cio nes que se ha bía rea li za do pa ra so me ter y es cla vi zar a los in dios. Ara na tra ba jó con Giel guld pa ra di si mu lar esos de sem bol sos ba jo el ru bro “Te rri to rios go me ros y agrí co las que in clu yen gas tos de de sa rro llo”. Giel guld co men za ría a re ci bir de la com pa ñía, una vez que és ta se cons ti tu ye ra, mil li bras es ter li nas al año ––dos mil si se en con tra ba en el Pe rú––, su mas in men sa men te ma yo res a los in gre sos que per ci bía en De loit te, Plen der & Grif fith’s, que só lo eran de cien to cin cuen ta li bras al año. 119 En Lon dres, Ju lio Cé sar Ara na de bía for mar un di rec to rio in te gra do por in gle ses, es ta ble cer una se de, dar le nom bre a la nue va em pre sa, y emi tir ac cio nes por un va lor de un mi llón de li bras es ter li nas. El re gis tro de la nue va em pre sa se rea li zó el 25 de se tiem bre de 1907. Pe ro sur gie ron pro ble mas ines pe ra dos. Dos me ses des pués de ha ber si do re gis tra da la com pa ñía, el pre cio del cau cho se des plo mó. El cie rre de fá bri cas en los Es ta dos Uni dos tra jo co mo con se cuen cia una su pe ra bun dan cia de stocks: en fe bre ro de 1908, el pre cio del cau cho que, en 1907, cos ta ba cin co che li nes y tres pe ni ques la li bra, des cen dió a dos che li nes y nue ve pe ni ques, el más ba jo des de 1894. Sus ase so res le acon se ja ron que es pe ra ra seis me ses an tes de que la Pe ru vian Ama zon Com pany se hi cie ra pú bli ca. Ara na per ge ñó un ne go cio bri llan te: del ca pi tal no mi nal, es de cir, un mi llón de li bras es ter li nas, se te cien tas mil ac cio nes de una li bra ca da una que da rían, co mo par te de pa go, en ma nos de Ara na, Pa blo Zu mae ta, Li zar do Ara na y Abel Alar co, lo cual les da ba el con trol to tal de la em pre sa. Ni si quie ra los gas tos in dem ni za to rios y de pro mo ción, que tre pa ban a trein ta mil li bras es ter li nas, se rían abo na dos por ellos, co mo ven de do res, si no por la nue va com pa ñía. El pro ce so lle vó más de un año, en el trans cur so del cual, co mo se vio, via jó al Pu tu ma yo en el va por Li be ral, a pe di do del go bier no pe rua no, pa ra ve ri fi car si los co lom bia nos res pe ta ban el mo dus vi ven di es ta -

ble ci do en tre Co lom bia y el Pe rú. Fi nal men te, el 6 de di ciem bre de 1908, se ofre cie ron a la ven ta, en Lon dres, ac cio nes de la Pe ru vian Ama zon Rub ber & Co. Ltd. Pos te rior men te, se le qui tó la pa la bra Rub ber al nom bre pa ra que la em pre sa no fue ra ex clu si va men te cau che ra y se la co no ció por las si glas PAC. El pre cio de la mis ma se es ti pu ló en un mi llón de li bras es ter li nas. En los pa pe les, los nú me ros y las ac ti vi da des ce rra ban a la per fec ción, a par tir de al gu nos he chos que sí eran rea les. En 1907, J. C. Ara na & Her ma nos se ha bía pues to a la ca be za de los ex por ta do res de cau cho de Iqui tos, con la ci fra de 540.869 ki los de es ta ma te ria pri ma, equi va len te al 18,6 por cien to del mer ca do. Ju lio Cé sar Ara na se de di có, en pri mer lu gar, a crear un di rec to rio que die ra ab so lu ta cre di bi li dad a las ac ti vi da des de la com pa ñía. Uno de los in te gran tes de aquél, John Rus sell Gub bins, os ten ta ba trein ta y ocho años de ex pe rien cia en el Pe rú, en el ne go cio de im por ta ción-ex por ta ción. Ha bla ba es pa ñol y era ami go per so nal del pre si den te del Pe rú, Au gus to B. Le guía. Henry Read, otro in te gran te del di rec to rio, ha bía na ci do en el Pe rú, ha bla ba es pa ñol, te nía po de ro sas re la cio nes so cia les en 120 Li ma y era pre si den te del Lon don Bank of Mé xi co, que le ha bía otor ga do a Ara na el cré di to de se sen ta mil li bras. Ade más ocu pa ba el car go de di rec tor en la Pe ru vian Cor po ra tion, po de ro sa em pre sa, y en la Li ma Light, Po wer and Tram ways Com pany. Pa ra co ro nar es ta cons te la ción de hom bres de ne go cios, in clu yó a Sir John Lis ter-Ka ye, que na da sa bía ni del Pe rú, ni del ne go cio del cau cho, pe ro co no cía al rey Eduar do VII de In gla te rra y a pres ti gio sos bri tá ni cos que po dían con ver tir se en in ver so res. El di rec to rio lo com ple ta ban el ba rón de Sou sa Dei ro, el se ñor Hen ri Bon duel, ban que ro fran cés, Ju lio Cé sar Ara na y Abel Alar co. La se de se es ta ble ció en Sa lis bury Hou se, Lon don Wall, E. C., en Lon dres. El 6 de di ciem bre de 1908, se pu sie ron en ven ta las ac cio nes de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Se ofre cie ron 130 mil ac cio nes pre fe ren cia les, ya que las or di na rias y las pre fe ren cia les res tan tes, co mo se ña la mos, que da ron en ma nos de Ara na. Va le la pe na ana li zar la ver sión del pa tri mo nio y las ac ti vi da des de la em pre sa que se in ten tó “ven der” a los bri tá ni cos. La enu me ra ción de bie nes era ab sur da: se afir ma ba que PAC po seía ba ses ope ra ti vas de má xi ma ren ta bi li dad en Ma naos e Iqui tos, cuan do, en rea li dad, se tra ta ba de in di vi duos que in ten ta ban co brar deu das di fí cil men te pa ga bles. El va lor de li bro era dis pa ra ta do. Las ga nan cias que se ha bían de cla ra do nun ca exis tie ron. La PAC ni si quie ra te nía tí tu los de pro pie dad de las mi les de mi llas cua dra das de sel va. Se ha bla ba de agri cul tu ra y de mi ne ría, aun que no las ha bía. Tam po co se de ta lla ba con pre ci sión la ca li dad del cau cho ex traí do. No es de ex tra ñar que la ven ta de ac cio nes fue ra un fra ca so ab so lu to: el no ven ta por cien to de las

mis mas per ma ne ció en ma nos de los sus crip to res. Así y to do, Ju lio Cé sar Ara na ha bía lo gra do fi nal men te su es cu do pro tec tor de even tua les re cla mos co lom bia nos. El go bier no pe rua no se sen ti ría or gu llo so de que una com pa ñía bri tá ni ca ––es un de cir–– se hu bie ra es ta ble ci do en esa zo na tan con flic ti va. Y, aca so lo más im por tan te, si el Pe rú per día el ar bi tra je y la zo na com pren di da en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá pa sa ba a ma nos co lom bia nas, no le ca bía la me nor du da de que se re co no ce rían co mo per te ne cien tes a la Pe ru vian Ama zon Com pany las cua ren ta y cin co sec cio nes cau che ras. El li bro de Eu ge nio Ro bu chon, por úl ti mo, le da ba un to que hu ma ni ta rio a la nue va com pa ñía, ya que tam bién se ci vi li za ría a las tri bus ca ní ba les. Qui zá la co ro na ción de es te au daz pro yec to cor po ra ti vo fue el reen cuen tro con Eleo no ra y sus hi jos, ya que sus ne go cios lo obli ga ban a tras la dar se a Eu ro pa con mu cha más fre cuen cia. Só lo al gu nos nu ba rro nes 121 per tur ba ban a Ju lio Cé sar: las nue vas plan ta cio nes de cau cho de Asia, en par ti cu lar las de Ma la sia, na tu ral men te en ma nos in gle sas. La com pe ten cia po dría lle gar a des truir la eco no mía ama zó ni ca. Sin em bar go, el pe li gro no es ta ba, en 1908, en re mo tos paí ses asiá ti cos, si no en la le ja na, tro pi cal y pri mi ti va Iqui tos, don de un jo ven nor tea me ri ca no y un pe rio dis ta lo cal ha rían tem blar al mun do re ve lan do los crí me nes que se co me tían en los te rri to rios de la Pe ru vian Ama zon Com pany en el Pu tu ma yo. NO TAS 1 Una es pe cie de te lé gra fo acús ti co, he cho de tron cos que, al ser gol pea dos, emi ten so ni dos que pue den ser oí dos e in ter pre ta dos has ta a do ce ki ló me tros de dis tan cia. 2 Una arro ba equi va le a quin ce ki los. 3 Cu ña do de Ju lio Cé sar Ara na. 4 Se re fie re, iró ni ca men te, a los em plea dos de la Pe ru vian Ama zon Com pany. 122 El Pu tu ma yo abre sus se cre tos Ha blar de in dios, en Su da mé ri ca, im pli ca una den sa tra ma de cul tu ras di fe ren tes. El im pac to de la co lo ni za ción, tan to es pa ño la co mo la que pro vi no de la Re vo lu ción In dus trial, arra só con al gu nas y mes ti zó otras. Ra ra vez pu die ron man te ner su iden ti dad in có lu me. Las dis tin tas cul tu ras in dí ge nas tra za ban un ar co que iba des de la ex tre ma com ba ti vi dad has ta la su mi sión. Los arau ca nos que po bla ban el sur de Chi le li bra ron fe ro ces com ba tes con tra los es pa ño les, si tia ron Osor no y tu vie ron ca ci ques co mo Cau po li cán y Lau ta ro, ca pa ces de mo vi li zar a mi les de ague rri dos. Los onas y otras tri bus de Tie rra del Fue go ter mi na ron ex tin guién do se, im po ten tes pa ra so bre vi vir a los cam bios y per se cu cio -

nes in tro du ci dos por la ci vi li za ción eu ro pea. Se ría fa rra go so ana li zar con mi ra da an tro po ló gi ca a las dis tin tas tri bus. El he cho es que exis tie ron al gu nas par ti cu lar men te pri mi ti vas, ais la das por un es ce na rio de di fí cil ac ce so, de he roi ca su per vi ven cia, don de se prac ti ca ba la an tro po fa gia pe ro que, cu rio sa men te, fue ron sor pren den te men te su mi sas. La ma yo ría de ellas ha bi ta ba re gio nes del in men so Ama zo nas. Las que po bla ban el Pu tu ma yo ––hui to tos, ocai nas, an do ques, bo ras–– fue ron el blan co ele gi do, a co mien zos del si glo XX, pa ra for mar par te de lo que Mi chael Taus sig tan bien de fi ne en su lú ci do en sa yo Cha ma nis mo, co lo nia lis mo y el hom bre sal va je, co mo la “eco no mía del te rror”. Lo peor que pu do pa sar les a los in dios ama zó ni cos fue el des cu bri mien to de ma te rias pri mas en sus te rri to rios. El Pu tu ma yo ha bía si do po co per tur ba do por las irrup cio nes his pá ni cas des de que el mi to de El Do ra do, una cor nu co pia inex tin gui ble de oro, se es fu mó co mo un es pe jis mo. La ex pe di ción de Her nán Pé rez de Que sa da, en 1541, por las sel vas del Ca que tá y del Pu tu ma yo se to pó con el peor de los ene mi gos: el pro pio Ama zo nas. Ima gi ne mos a un con tin 123 gen te de dos cien tos se sen ta es pa ño les, dos cien tos ca ba llos y seis mil in dios an di nos, pa ra na da acos tum bra dos a los ri go res sel vá ti cos, lan za dos a la ti tu des im pe ne tra bles, ce ga dos por la bús que da de El Do ra do. La ex pe di ción ter mi nó en de sas tre: nin gu no de los in dios so bre vi vió. Tam po co se sal va ron to dos los es pa ño les: cin co hom bres fue ron atra pa dos en una em bos ca da por ca ní ba les y des cuar ti za dos a la vis ta de sus com pa ñe ros. Así, du ran te si glos, las di ver sas tri bus in dí ge nas vi vie ron li bres del fla ge lo de los con quis ta do res y de las en fer me da des trans mi ti das por ellos. Creer que los in dios con vi vie ron pa cí fi ca men te en el Ama zo nas se ría un error. Exis tían tri bus ri va les, es cla vi tud y gue rras. Pe ro las ma te rias pri mas les eran in di fe ren tes, la pro pie dad pri va da ca si ni exis tía y la vi da co mu ni ta ria es ta ba por en ci ma de to do. No to das las tri bus eran cul tu ral men te ho mo gé neas. Pen se mos en la ex ten sión de sus vías na ve ga bles, que al can zan los ochen ta mil ki ló me tros, co mo tam bién en el he cho de que po see más de mil ríos tri bu ta rios, en su in men sa ma yo ría sur ca dos por em bar ca cio nes, pues no de pa ran ries gos ma yo res, co mo son, por ejem plo, los rá pi dos. La di ver si dad cul tu ral, den tro de pa rá me tros si mi la res, era enor me. Fue ron los hui to tos ––los es pe cia lis tas afir man que su ver da de ro nom bre es mu rui o mui na me y que aque lla de no mi na ción es pe yo ra ti va–– los au tén ti cos po bla do res del Pu tu ma yo, quie nes pa de cie ron la lle ga da del hom bre blan co y, en con cre to, la de Ju lio Cé sar Ara na. Has ta que se des per tó la co di cia oc ci den tal por ma te rias pri mas co mo la qui na, la zar za pa rri lla y el cau cho, vi vie ron re la ti va men te se gu ros

en un te rri to rio que im po nía dos ba rre ras na tu ra les con tra la pe ne tra ción fo rá nea: los sal tos en La Cho rre ra, los cua les ha cían só lo na ve ga ble en par te al Iga ra pa ra ná, y los de Ara ra cua rá, en el río Ca que tá, que tam bién lo li mi ta ban en tér mi nos náu ti cos. La vio len cia en tre tri bus era mo ne da co rrien te. Los an ces tra les ad ver sa rios de los hui to tos eran los bo ra, o mi ra ña, que rea li za ban fe ro ces in cur sio nes pa ra ob te ner bo ti nes y cap tu rar es cla vos. Pe ro se tra ta ba de in cur sio nes oca sio na les y la vi da co mu ni ta ria, en tre los hui to tos, es ta ba per fec ta men te es truc tu ra da. La pro duc ción in cluía una vas ta va rie dad de fru tas y ve ge ta les, en tre los que fi gu ra ban el au tóc to no ana ná, la yu ca y la ba na na, por nom brar las prin ci pa les, a lo cual ha bría que agre gar la ca za y la pes ca. No ha bi ta ban al deas si no una gran ca sa co mu ni ta ria cu ya dis po si ción in ter na es ta ba re gi da por rí gi das di vi sio nes. Las fa mi lias de ma yor pres ti gio dor mían pró xi mas al ca ci que, 124 en el cen tro de la vi vien da; las de me nor ran go, en la pe ri fe ria. En el úl ti mo pel da ño de esa es ca le ra so cial, es ta ban los huér fa nos, o jaie ni kis, que ha bían al can za do esa ca te go ría co mo con se cuen cia de gue rras, epi de mias, mi gra cio nes. Los hui to tos se de pi la ban va rias par tes del cuer po, ador na ban la piel con di se ños de ví vi dos co lo res, y se es ti ra ban los ló bu los de las ore jas re cu rrien do a pe sa dí si mos aros. El ma tri mo nio no se con su ma ba for mal men te a tra vés de una ce re mo nia si no que el éxi to o el fra ca so del mis mo era el re sul ta do de la con vi ven cia, de los hi jos y del tra ba jo. Los hui to tos te nían dei da des ma yo res y me no res pa ra ex pli car la crea ción del mun do y re cu rrían a los ri tua les pa ra co nec tar se con sus an ces tros o yu ru pa ri, a ve ces a tra vés de sus tan cias alu ci nó ge nas. Es te ac to sa cro lo rea li za ban los hom bres en el cen tro de la ma lo ca. Uti li za ban va rias dro gas, des de el ju go del ta ba co y la co ca, has ta el ya gué. El ya gué es una po de ro sa dro ga psi co tró pi ca com pues ta de una com bi na ción de in gre dien tes, el prin ci pal de los cua les es la en re da de ra Ba nis te riop sis caa pi. Al ais lar se por pri me ra vez el in gre dien te ac ti vo de la dro ga, la har ma li na, los cien tí fi cos co lom bia nos la de no mi na ron te le pa ti na. Ade más de es tos con tac tos quí mi cos con lo sa cro, los hui to tos con ta ban con mi les de años de adap ta ción a una de las sel vas más des pia da das del pla ne ta. Sa bían mo ver se si gi lo sa men te en tre la den sa jun gla. Po seían una am plia far ma co pea. Ha bían de sa rro lla do ar mas, co mo la cer ba ta na y la lan za, que no só lo los de fen dían, si no que les ga ran ti za ban la ali men ta ción. Sin em bar go, iban a ser des trui dos por un so lo hom bre, pa ra quien el cau cho es ta ba por en ci ma de to dos los va lo res. Pa ra com pren der lo que su ce dió en el Pu tu ma yo a par tir de la lle ga da de Ju lio Cé sar Ara na, ha bría que en ten der so me ra men te la re la ción

que exis tió, des de el pri mer día, en tre con quis ta do res y con quis ta dos. Pa ra los es pa ño les, los abo rí ge nes eran se res po co me nos que des pre cia bles a quie nes ha bía que es cla vi zar, tor tu rar y, lle ga do el ca so, ma tar, pa ra que la es ta día en el Nue vo Mun do fue ra ren ta ble. El fin jus ti fi ca ba am plia men te los me dios. Fue ron ta les los abu sos que un sa cer do te es pa ñol lle ga do a las In dias ele vó su voz y re so nó en Eu ro pa al ha cer pú bli co lo que real men te su ce día en Amé ri ca. Fray Bar to lo mé de las Ca sas ha bía na ci do en Se vi lla en 1484, de ori gen con ver so. Su abue lo, Die go Cal de rón, fue que ma do en la ho gue ra, en 1491, en Se vi lla, por el me ro he cho de ser ju dío. Amé ri ca es tu vo pre sen te en su vi da des de su ni ñez, ya que su pa dre for mó par te del se gun 125 do via je de Co lón. Las Ca sas lle gó a San to Do min go en 1502. Su exis ten cia es tu vo sig na da por ate rra do res tes ti mo nios de abu sos ha cia los in dí ge nas y por una fe que ja mas des fa lle ció. La vi da de es te sa cer do te es tu vo col ma da de via jes, au dien cias, de rro tas, en cuen tros con flic ti vos y es cri tos. Abo mi na ba de có mo los es pa ño les tra ta ban a los in dios e in ten tó, por los me dios más au da ces, que ce sa ran los mal tra tos y que los en co men de ros res ti tu ye ran a los in dí ge nas las pro pie da des de las que se ha bían adue ña do, ini cia ti va que no pue de con si de rar se si no re vo lu cio na ria. Es cri bió ocho obras, una de las cua les, Bre ví si ma re la ción de la des truc ción de las In dias, pu bli ca da clan des ti na men te en 1552, y que se di vul gó por to da Eu ro pa, fue la ver da de ra pie dra del es cán da lo. En el ca pí tu lo De los gran des rei nos y gran des pro vin cias del Pe rú, re pro du ce el tes ti mo nio de un frai le fran cis ca no, Mar cos de Ni za, en que és te re la ta có mo los es pa ño les que ma ban vi vos a ca ci ques ––en es te ca so, Ata ba li ba, Co chi li ma ca y Cham ba–– o en ce rra ban a los in dios en una ca sa pa ra lue go pren der le fue go. Al gu nos pa sa jes de las re ve la cio nes del fran cis ca no an ti ci pan lo que, cua tro si glos más tar de, su ce de ría en el Pu tu ma yo. Yo afir mo que yo mis mo vi an te mis ojos a los es pa ño les cor tar ma nos, na ri ces y ore jas a in dios y a in dias sin pro pó si to, si no por que les an to ja ba ha cer lo, y en tan tos lu ga res y par tes que se ría lar go de con tar. Y yo vi que los es pa ño les les echa ban pe rros a los in dios pa ra que los hi cie sen pe da zos, y los vi así ape rrear a muy mu chos. Asi mis mo, vi yo que mar tan tas ca sas y pue blos, que no sa bría el nú me ro se gún eran mu chos. Asi mis mo, es ver dad que to ma ban ni ños de te ta por los bra zos y los echa ban arro ja di zos cuan to po dían, e otros de sa fue ros y cruel da des sin pro pó si to, que me po nían es pan to, con otras in nu me ra bles que vi que se rían lar gas de con tar. Hu bo otros tes ti mo nios, con el co rrer de los si glos, que no de ja ron du da de los ho rro res co me ti dos. Uno par ti cu lar men te re ve la dor es el de Sir Re gi nald Enock, via je ro y ex plo ra dor bri tá ni co, en su In tro duc ción al

li bro de Wal ter Har den burg, The Pu tu ma yo, the De vil’s Pa ra di se, pu bli ca do en Lon dres en 1912. Ade más de las con si de ra cio nes to po grá fi cas, los ma ca bros he chos en el Pu tu ma yo son, en al gu na me di da, el re sul ta do de un si nies tro ele men to hu ma no ––el ca rác ter es pa ñol y por tu gués––. Los no ta bles ras gos de in sen si bi li dad en re la ción al su fri mien to hu ma no que los ibé 126 ri cos de Por tu gal y Es pa ña ––ellos mis mos mez cla de mo ros, go dos, se mi tas, ván da los y otros pue blos–– in tro du je ron en la ra za la ti noa me ri ca na son mos tra dos aquí en to da su in ten si dad, y, a la vez, au men ta da por cua li da des his pa nas. Los es pa ño les con si de ran a los in dios, a me nu do, co mo ani ma les. Otros pue blos eu ro peos pue den ha ber abu sa do de los in dios de Amé ri ca, pe ro nin gu no po see la pe cu liar ac ti tud es pa ño la ha cia ellos, que con sis te en con si de rar los co mo si, en rea li dad, no fue ran se res hu ma nos. En la ac tua li dad, los es pa ño les y los mes ti zos se re fie ren a los in dios co mo ani ma les. En mis via jes por el con ti nen te ame ri ca no he po di do com pro bar que, Pe rú y Mé xi co, an te una crí ti ca mía por el mal tra to a los in dios, siem pre tu vie ron una res pues ta ás pe ra: “Son ani ma les, se ñor; no son gen tes”. La tor tu ra y la mu ti la ción del in dio, pa ra ellos, no guar da di fe ren cia con la que po dría in fli gir se a un buey o a un ca ba llo. Es ta ac ti tud men tal ha si do bien de mos tra da en el bár ba ro sis te ma de tra ba jo for za do en las mi nas, du ran te los vi rrei na tos del Pe rú y de Mé xi co, don de los in dios eran con du ci dos a las mi nas por hom bres ar ma dos y mar ca dos en la fren te con hie rro can den te. Cuan do des fa lle cían co mo con se cuen cia del can san cio, lo cual era fre cuen te, sus cuer pos eran arro ja dos a un cos ta do y reem pla za dos por otros in dios. Es tos pro ce de res du ran te la épo ca de los es pa ño les tie nen su con tra par te, hoy en día, en el Ama zo nas. Exis te aún un ras go en el la ti noa me ri ca no que pa ra el mo do de pen sar an glo sa jón re sul ta inex pli ca ble. Se tra ta del pla cer que pro du ce la tor tu ra del in dio co mo me ra di ver sión y no co mo ven gan za o “cas ti go”. Co mo se ha vis to en el Pu tu ma yo, y co mo ha su ce di do en otras par tes en di fe ren tes oca sio nes, los in dios han si do abu sa dos, tor tu ra dos y ase si na dos por mo ti vos frí vo los ––es de cir, por di ver sión––. Por lo tan to, a los in dios se les dis pa ra de por ti va men te pa ra ha cer los co rrer, o co mo ejer ci cio de ti ro al blan co, o se los in ci ne ra im preg nán do los de com bus ti ble y pren dién do les fue go pa ra con tem plar su ago nía. Es te amor por in fli gir la ago nía por ra zo nes pu ra men te de por ti vas es un cu rio so atri bu to psí qui co de la ra za his pa na. Ca be pre gun tar se, en ton ces, por qué el in dio ama zó ni co no se re be ló an te la lle ga da del hom bre blan co. Se ne ce si ta ba al go más que un

Win ches ter y un bar co a va por pa ra con tro lar vas tas zo nas do mi na das, du ran te si glos, por et nias abo rí ge nes que co no cían la sel va ––y sus pe li gros–– a la per fec ción. Quién po día su pe rar las en co no ci mien tos, en su per vi ven cia, en el an ces tral tra ta mien to de en fer me da des. Quién, en de fi ni ti va, era más ca paz: un in dio que se des li za ba con no ta ble sa ga ci 127 dad y pe ri cia por la sel va, sa bien do dón de de bía pi sar, o un blan co ar ma do. El pro ble ma fue que es te úl ti mo iba acom pa ña do de in dios que tam bién co no cían la sel va. Tam bién tu vie ron su pe so cier tos cos ta dos an tro po ló gi cos que ex pli ca ban ––y jus ti fi ca ban–– la apa ri ción del hom bre blan co. Pa ra los Ya guas, et nia de la cual des cien den nu me ro sas tri bus, en tre ellas los hui to tos, la tra di ción oral te nía una re le van cia su per la ti va. Se lla ma ban a sí mis mos ni ham wo, o el pue blo. Aque llos que no com par tían sus creen cias y es ti lo de vi da, eran de no mi na dos mu nu ñu o sal va jes. Las ine vi ta bles gue rras tri ba les des pla za ron a va rios gru pos ét ni cos a la ti tu des an di nas, o al Ama zo nas bra si le ño, y la cul tu ra ya gua im pe ró en la re gión. La apa ri ción del blan co fue in ter pre ta da co mo un ven ga ti vo re gre so de aque llos que ha bían si do ex pul sa dos, y los ya guas acep ta ron su pre sen cia y vio len cia al re cla mar el lu gar que les ha bía per te ne ci do. Ade más, exis tie ron otros mo ti vos re la cio na dos con la fuer za la bo ral y el cré di to ban ca rio, con la vio len cia, la es cla vi tud, y una irre sis ti ble ma te ria pri ma: el cau cho. Se ría im po si ble en ten der qué su ce dió en el Pu tu ma yo, sin co no cer la ope ra ti vi dad co mer cial, sus exi gen cias y lo que fue la rea li dad. Quien se ini cia ba en la ex trac ción del cau cho de bía for zo sa men te re cu rrir a las gran des fir mas co mer cia les de Iqui tos o de Ma naos. Quie nes no con ta ban con los me dios eco nó mi cos ne ce sa rios, de pen dían del cré di to pa ra ad qui rir avíos, así co mo pa ra con tra tar in dios ca te qui za dos o mes ti zos que ex tra je ran la ma te ria pri ma. Al ini cio de la ac ti vi dad cau che ra, bas ta ba la pa la bra de quien so li ci ta ba el cré di to. Lue go, los fi nan cis tas exi gie ron ga ran tías. ¿Qué po día dar un cau che ro co mo ga ran tía? Lo pri me ro que vie ne a la men te es la tie rra que ex plo ta ba. Sin em bar go, has ta que se apro bó en el Pe rú la Ley de Te rre nos de Mon ta ña, en 1898, era di fí cil ac ce der a un tí tu lo de pro pie dad de tie rra ama zó ni ca ya que no es ta ba en ven ta, si no en con ce sión. Ni si quie ra des pués de apro ba da la ley los ca pi ta lis tas se avi nie ron a acep tar la tie rra co mo ga ran tía. Es te sis te ma, que ri gió en el Pe rú, no se apli có en el Bra sil. Pe ro exis tía otra ga ran tía que su plan ta ba la que otor ga en el res to del mun do la tie rra: se tra ta ba de los peo nes, o tra ba ja do res, que po se ye ra el cau che ro. Nin gu na ca sa co mer cial avia ba a aque llas es ta cio nes cau che ras que ca re cie ran de per so nal. Y, co mo si los se res hu ma nos equi va lie sen a di ne ro o a mer can cías, se trans fe ría o ven día su deu da, con una qui -

ta de al re de dor del vein te por cien to. Cla ro que no to dos los peo nes que per te ne cían a un em pre sa rio del cau cho eran igua les, a pe sar de la fa mo 128 sa fra se en bo ca de los pro duc to res de lá tex de Lo re to a co mien zos del si glo XX: “el úni co ca pi tal es el per so nal”. Ha bía in dios ci vi li za dos y otros sal va jes y la ri que za cau che ra del Pu tu ma yo de pen día esen cial men te de una ma no de obra vir tual men te es cla va. La pri me ra, co mo ya he mos se ña la do, era ca te qui za da; la se gun da, tri bal. Fer nan do San tos Gra ne ro y Fre de ri ca Bar clay lo ana li zan en La fron te ra do mes ti ca da. En ra zón de la con ti nua ex pan sión de la eco no mía go me ra, la in cor po ra ción de fren tes de ex trac ción nue vos y re mo tos, y las al tas ta sas de mor tan dad pre va le cien tes en tre los ex trac to res, la ma no de obra ci vi li za da se hi zo ca da vez más es ca sa y, en con se cuen cia, aún más va lio sa. Fue en es tas cir cuns tan cias que los pa tro nes in ten ta ron re clu tar in dí ge nas tri ba les pa ra in cor po rar los al tra ba jo de ex trac ción de go mas. Aun que las co rre rías1 eran efec ti vas pa ra la cap tu ra de mu je res y ni ños, ob via men te no pro por cio na ban de ma ne ra in me dia ta el ti po de tra ba ja do res que los pa tro nes go me ros re que rían. El es ta ble ci mien to de bue nas re la cio nes con in flu yen tes je fes in dí ge nas de mos tró ser un me dio más efi caz pa ra re clu tar in dí ge nas tri ba les. Sin em bar go, és tos te nían la im por tan te des ven ta ja de no es tar acos tum bra dos a rea li zar las ta reas mo nó to nas y re pe ti ti vas que exi gía la eco no mía go me ra, y par ti cu lar men te la ex trac ción de he vea. Otra des ven ta ja re si día en el he cho de que los in dí ge nas tri ba les no te nían una fuer te de pen den cia res pec to de los bie nes in dus tria les. Es tos fac to res ha cían que los in dios sal va jes fue ran me nos va lio sos que los ci vi li za dos. Cuan do el de seo de ob te ner ob je tos ma nu fac tu ra dos no era tan apre mian te co mo pa ra po der re te ner a los in dí ge nas tri ba les co mo peo nes, los pa tro nes re cu rrían a otros me dios, ma yor men te vio len tos. El uso de la vio len cia y el te rror con tra los in dí ge nas tri ba les te nía un do ble pro pó si to: obli gar los a la bo rar en for ma per ma nen te y, más im por tan te aún, im po ner les una nue va dis ci pli na de tra ba jo. En la su per fi cie exis tía una tran sac ción per fec ta men te ar ti cu la da ––al me nos, en tér mi nos la bo ra les–– en tre el cau che ro y el in dio a tra vés del sis te ma de en gan che y ha bi li ta ción. Co mo ya he mos vis to, las gran des fir mas co mer cia les de Ma naos y de Iqui tos “ha bi li ta ban” ––otor ga ban cré di to–– al cau che ro que de mos tra ra que dis po nía de peo nes en su sec ción go me ra. Por lo tan to, el pro pie ta rio de una sec ción cau che ra de bía pri me ro se du cir a quie nes ex traían la ma te ria pri ma, es de cir, al in dio, a tra vés de pro duc tos que le eran ab so lu ta men te in dis pen sa bles (fu si les, 129

ma che tes), co mo tam bién otros que eran su per fluos. Es te sis te ma, más cer ca no a una eco no mía de true que que a un au tén ti co ca pi ta lis mo, fun cio nó re la ti va men te bien con los pri me ros cau che ros co lom bia nos del Iga ra pa ra ná y del Ca ra pa ra ná. La lle ga da y el co pa mien to del Pu tu ma yo por par te de Ju lio Cé sar Ara na cam bia ron las re glas de jue go, in tro du cien do la vio len cia y el te rror, pe ro sin des vir tuar la tran sac ción en tre pa trón y peón. Es in te re san te lo que afir man, al res pec to, Fer nan do Santos Gra ne ro y Fre de ri ca Bar clay en la obra ya ci ta da. El he cho de que el sis te ma de ha bi li ta ción con ti nua ra vi gen te en me dio de un cli ma de ex tre ma vio len cia y cruel dad con tra la ma no de obra in dí ge na ha lle va do a Mi chael Tauss sig (en su en sa yo Cha ma nis mo, Co lo nia lis mo y el hom bre sal va je) a afir mar “por qué es ta fic ción de in ter cam bio ejer ció tan to po der es una de las gran des ra re zas de la eco no mía po lí ti ca y has ta hoy no ha ha bi do ma ne ra de de sen tra ñar la pa ra do ja de que aun que los co mer cian tes go me ros se es for za ron in can sa ble men te por crear y man te ner es ta rea li dad fic ti cia, es tu vie ron igual men te dis pues tos a sa cri fi car el cuer po de un deu dor”. La res pues ta a es ta apa ren te con tra dic ción es que la ha bi li ta ción y el te rror no eran me ca nis mos an ti té ti cos y que am bos eran ne ce sa rios pa ra ase gu rar que los in dí ge nas tri ba les con ti nua ran tra ba jan do en la re co lec ción de je be dé bil. Si Ara na man te nía la fic ción de ha bi li ta ción e in ter cam bio era por que es ta ba cons cien te de que, aun en gran es ca la, el te rror por sí mis mo no só lo era de ma sia do cos to so (im pli ca ba man te ner un gran nú me ro de guar dias ar ma dos, ca pa ta ces y je fes de sec ción) si no que no po día ga ran ti zar el fun cio na mien to del sis te ma. Ara na tam bién era cons cien te de la fas ci na ción que los bie nes in dus tria les ejer cían so bre sus peo nes hui to tos, quie nes ne ce si ta ban sa ber que es ta ban re ci bien do al go a cam bio de la go ma que re co lec ta ban, al go de gran va lor sim bó li co que só lo pu die ran con se guir tra ba jan do pa ra su com pa ñía. A co mien zos del si glo XX, el mun do ig no ra ba no só lo es tos por me no res si no dón de que da ba el Ama zo nas. Dis tin to fue el ca so del po de ro so me ca nis mo co mu ni ca cio nal que se pu so en mar cha en esa mis ma épo ca, pa ra de nun ciar los ho rro res que se co me tían con tra los na ti vos que ob te nían mar fil y cau cho en el Es ta do Li bre del Con go, pro pie dad ex clu si va del rey Leo pol do II de Bél gi ca. Un con ven ci do de nun cia dor, Ed mund De ne Mo rel, con sa gró gran par te de su vi da y de sus ener gías pa 130 ra que el mun do su pie ra lo que ver da de ra men te su ce día en aque lla in men sa re gión de Áfri ca. Lo lo gró. En la le ja na Iqui tos un pe rio dis ta, edi tor de dos pe rió di cos pro vin -

cia nos e ig no tos, y un jo ven in ge nie ro nor tea me ri ca no se unie ron pa ra que el mun do tam bién es tu vie ra al tan to de la de gra da ción de la con di ción hu ma na en las sec cio nes cau che ras de Ju lio Cé sar Ara na. En 1907, los pe rió di cos de Iqui tos eran un par de ho jas im pre sas en pre ca rios ta lle res, con abun dan cia de no ti cias lo ca les, al gún ver so es cri to por una as pi ran te a poe ti sa, una au sen cia ca si ab so lu ta de in for ma ción in ter na cio nal, las ine vi ta bles no ti cias lo ca les y ofer tas co mer cia les. Lo re to Co mer cial y El Orien te (su nom bre de ri va ba de la ubi ca ción geo grá fi ca del Ama zo nas con res pec to a Li ma) vi vían de la pu bli ci dad que in ser ta ban en sus pá gi nas las prin ci pa les ca sas co mer cia les. Am bos pe rió di cos te nían por be ne fac to res a los em pre sa rios cau che ros que, a cam bio de pu bli car ––o más pro ba ble men te si len ciar–– de ter mi na da in for ma ción vol ca ban una sig ni fi ca ti va can ti dad de so les anua les en sus res pec ti vas ar cas. Po ner en te la de jui cio los pro ce de res em pre sa rios de un Mo rey o de un Ara na hu bie ra equi va li do a un sui ci dio eco nó mi co. Por lo tan to, lo que su ce día en el Pu tu ma yo ––y no por que se ig no ra ra–– ja más se pu bli có, has ta 1907, en un dia rio lo cal. Si bien ese río es ta ba a quin ce días de na ve ga ción y se ha bía trans for ma do en un co to pri va do, era ine vi ta ble que la in for ma ción se fil tra se. Los ho rro res en las plan ta cio nes de Ara na fue ron co no cién do se pau la ti na men te a tra vés de em plea dos, víc ti mas o los pro pios in dios, que lle ga ban a la ciu dad y na rra ban lo que ha bían vis to, o les ha bía to ca do vi vir. Pe ro la in for ma ción que co rre de bo ca en bo ca ca re ce de la ins ti tu cio na li dad de la pa la bra es cri ta. Mien tras no se pu bli ca ra lo que su ce día en el Ca ra pa ra ná y en el Iga ra pa ra ná ––po si bi li dad sim ple men te ine xis ten te, da das la co rrup ción, el ca ci caz go y la in ti mi da ción ha bi tua les en aque lla épo ca–– Ju lio Cé sar Ara na po día dor mir tran qui lo. Pe ro en la mo des ta Iqui tos un pe rio dis ta se atre vió a re ve lar las atro ci da des que co me tía la Ca sa Ara na. Ese hom bre que ni si quie ra fi gu ra en los ana les de la his to ria del Pe rú, se lla ma ba Ben ja mín Sal da ña Ro ca. Ig no ra mos cuá les fue ron los mo ti vos que lo im pul sa ron a ac tuar. Po si ble men te se ha ya tra ta do de una com bi na ción de no bles cau sas hu ma ni ta rias, con afán de pro ta go nis mo y ven gan zas per so na les. Co mo sea, sus 131 re ve la cio nes de sen ca de na ron la in con te ni ble ca ta ra ta que ter mi nó por de rri bar de su pe des tal a Ju lio Cé sar Ara na. El 9 de agos to de 1907, Sal da ña Ro ca pre sen tó una de nun cia pe nal an te uno de los juz ga dos del cri men iqui te ños, dan do los por me no res de las atro ci da des que se co me tían en el Pu tu ma yo. El 31 de agos to de 1907, lo si guió con otra de nun cia si mi lar el Agen te Fis cal de Lo re to, doc tor Sán chez. Pe ro la de nun cia pe nal era un me ro ex pe dien te en un juz ga do, que no to ma ba es ta do pú bli co y que de pen día de la dis cre cio na li dad de un

juez, po si ble men te in flui do por Ara na. De na da ser vían esas atro ces re ve la cio nes si ter mi na ban guar da das ba jo lla ve en un ex pe dien te de un tri bu nal. Pe ro Sal da ña Ro ca dio con la idea de edi tar un pe rió di co quin ce nal y re pro du cir tex tual men te la de nun cia que ha bía pre sen ta do en el juz ga do. Así sur gió La San ción, el pri mer ór ga no pe rio dís ti co que se atre vió a de sa fiar a la Ca sa Ara na y cu yo pri mer nú me ro, lan za do el 22 de agos to de 1907, es tre me ció a los ha bi tan tes de Iqui tos con es tas pa la bras: Se ñor Juez del Cri men: Ben ja mín Sal da ña Ro ca, con do mi ci lio le gal en la ca lle del Prós pe ro nú me ro 238, a Vd. Di go: que en mé ri to de los sen ti mien tos de hu ma ni dad que me ani man y en ser vi cio de los po bres y des va li dos in dios, po bla do res del río Pu tu ma yo y sus afluen tes, ha cien do uso del de re cho con ce di do en la se gun da par te del ar tí cu lo 25 del Có di go de En jui cia mien to, de nun cio a los cé le bres fo ra ji dos2 co mo au to res de los de li tos de es ta fa, ro bo, in cen dio, vio la ción, es tu pro, en ve ne na mien tos y ho mi ci dios, agra va dos és tos con los más crue les tor men tos co mo el fue go, el agua, el lá ti go y las mu ti la cio nes; y co mo en cu bri do res de esos ne fan dos de li tos a los se ño res “Ara na, Ve ga y Com pa ñía” y “Ju lio C. Ara na y Her ma nos”, je fes prin ci pa les de los de nun cia dos, quie nes tie nen per fec to co no ci mien to de to dos esos he chos y ja más los han de nun cia do ni han tra ta do de evi tar los. No que dan ejem pla res del pri mer nú me ro de La San ción. Pue den ver se tres pá gi nas de esa edi ción, re pro du ci das en Po bla do res del Pu tu ma yo, el li bro del ideó lo go co mu ni ca cio nal de Ara na, Car los Rey de Cas tro. La por ta da y los con te ni dos del pe rió di co, au to de fi ni do co mo un “bi se ma na rio co mer cial, po lí ti co y li te ra rio” son un buen ejem plo de cur si de cla ma to ria so cia lis ta de ci mo nó ni ca. Una oda pu bli ca da en sus pá gi nas de cla ra: 132 Creó Dios el mun do con sus pe ces, flo res, ar bus tos, ríos, cam pos y ani ma les; dul ce tri no brin dó a los rui se ño res, de lim pi dez do tó los ma nan tia les, tier na tór to la can ta sus amo res, dul ce acen to con ce de a los tur pia les y así, rin dien do al Ha ce dor tri bu to, vue la el ave tran qui la y pa ce el bru to. Pe ro el ver da de ro va lor de esa edi ción no ra di ca ba en esos in ten tos poé ti cos ––po si ble men te de bi dos a la plu ma del pro pio Sal da ña Ro ca–– si no en una car ta fir ma da por Ju lio F. Mu rrie das, un ex em plea do de la Ca sa Ara na, don de con ta ba con pe los y se ña les las atro ci da des del Pu tu ma yo. Tal co mo ocu rrió a lo lar go de los es cán da los in ter na cio na les, la

de fen sa me diá ti ca de Ara na se cen tró en la des ca li fi ca ción de sus de nun cian tes. Car los Rey de Cas tro in ser tó la si guien te no ta en su li bro ya men cio na do, al pie de la pá gi na que re pro du ce la pri me ra por ta da de La San ción: “Pá gi nas 2 y 3 del pri mer nú me ro, que con tie nen los ar tí cu los con que se ini ció la cam pa ña con tra la fir ma pe rua na J. C. Ara na & Hnos. An tes de ini ciar es ta cam pa ña, el di rec tor de La San ción es cri bió tres car tas al se ñor Ju lio C. Ara na en so li ci tud de un pues to o de au xi lio en di ne ro. Ju lio F. Mu rrie das, que sus cri be uno de di chos ar tí cu los, fue con de na do po co tiem po des pués a pri sión en el Pa rá (Bra sil) por es ta fa, y fi gu ra co mo au tor o cóm pli ce de la fal si fi ca ción de una le tra de 830 li bras es ter li nas ven di da por W. E. Har den burg al «Ban co do Bra sil», en Ma naos”. Se sue le ha cer apa re cer a Har den burg y Sal da ña co mo se res im bui dos de una inu sual no ble za de es pí ri tu y de in com pa ra bles idea les hu ma ni ta rios. No cree mos que ha ya si do así. Que los ho rro res exis tie ron en el Pu tu ma yo no es tá en te la de jui cio. Pe ro con vie ne re cor dar que Wal ter Har den burg no via jó a Su da mé ri ca por ra zo nes me ra men te an tro po ló gi cas, si no con la va ga ini cia ti va de tra ba jar co mo in ge nie ro en el fe rro ca rril Ma dei ra-Ma mo ré. Du ran te su des cen so en ca noa por el río Pu tu ma yo, se trans for mó de al gún mo do en avia dor, ya que su in te rés pri ma rio era co mer ciar con los in dios y no es tu diar sus con duc tas. Tam po co con vie ne ol vi dar que el cau che ro Da vid Se rra no, pa ra pro te ger su plan ta ción, le ofre ció a un pre cio irri so rio la mi tad del ne go cio. Ima gi ne mos, en ton ces, a es te nor tea me ri ca no de vein tiún años sin tién do se pro pie ta rio de una 133 sec ción cau che ra en el Ama zo nas de no mi na da La Re ser va, con tro lan do có mo se em bar ca ba el cau cho y cuán to ga na ría al ser ven di do en Lon dres. Po si ble men te, cre yó to car el cie lo con las ma nos. Pe ro Ju lio Cé sar Ara na no só lo le arrui nó el ne go cio, si no que tam bién lo ve jó has ta el pun to de ca si ha cer le per der la vi da. Sin di ne ro, sin sus per te nen cias que po día lle gar a can jear por di ne ro u ob je tos, de bió pe dir tres cien tos dó la res a su pa dre y ve ge tar en Iqui tos du ran te más de un año. Es to no des vir túa su ac cio nar y hay que re co no cer le que no es ta ba des pro vis to de idea les. El ca so de Ben ja mín Sal da ña Ro ca es di fe ren te: hi zo la de nun cia pe nal, pu bli có la in for ma ción de lo que su ce día en el Pu tu ma yo en La San ción y, lue go, en su otro pe rió di co, La Fel pa y, de la no che a la ma ña na, aban do nó Iqui tos an te los ob vios pe li gros que co rría su vi da. Tra ba jó en Li ma co mo pe rio dis ta y, po cos años des pues, fa lle ció en esa ciu dad. Él ––no Har den burg–– fue el pri me ro que se atre vió a de nun ciar al hom bre más po de ro so del Ama zo nas. ¿Qué su ce día en las sec cio nes cau che ras de Ara na en el Iga ra pa ra ná y en el Ca ra pa ra ná? Has ta la apa ri ción del pri mer nú me ro de La San ción, se tra tó de ru mo res; lue go, los he chos se

per fi la ron con ate rra do ra ni ti dez y, en le tras de mol de, se nom bró a los res pon sa bles. En tre 1907 y 1915, se mul ti pli ca ron las de nun cias, in for mes y li bros so bre los crí me nes del Pu tu ma yo; en tre es tos, in nu me ra bles no tas pe rio dís ti cas en dia rios eu ro peos y nor tea me ri ca nos, en par ti cu lar The New York Ti mes. Fue ron va rios, tam bién, quie nes in ves ti ga ron qué su ce día en ese es pa cio del ho rror, en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá, que co rres pon día al im pe rio de Ara na: sir Ro ger Ca se ment, que rea li zó una in ves ti ga ción pro fun da en dos opor tu ni da des, co mi sio na do por el go bier no bri tá ni co; el ca pi tán Tho mas Whif fen, que pu bli có un li bro; Nor man Thom son, quien de fen dió sos pe cho sa men te la so be ra nía co lom bia na en la re gión y no omi tió nin gu no de los ho rro res; el va lien te juez pe rua no Car los A. Val cár cel y, na tu ral men te, Wal ter Har den burg, que al pu bli car en la re vis ta in gle sa Truth, en 1909, The De vil’s Pa ra di se: A Bri tish Ow ned Con go (El Pa raí so del Dia blo: un Con go bri tá ni co), lo gró que las in ves ti ga cio nes re ve la ran al mun do có mo se tra ta ba a los in dí ge nas en Su da mé ri ca. Con vie ne em pe zar por la de nun cia pe nal que rea li zó Ben ja mín Sal da ña Ro ca en un juz ga do del cri men de Iqui tos, re pro du ci da en sus dos pe rió di cos y, tam bién, en La Pren sa, de Li ma, el 30 de di ciem bre de 1907, que la ti tu ló “Ac tos Sal va jes e In creí bles, una De nun cia Te rri ble”. Si Sal da ña Ro ca se atre vió a lle var ade lan te su de nun cia fue en par te por que 134 Ju lio Cé sar Ara na, en agos to de 1907, se en con tra ba en Lon dres dan do for ma a la Pe ru vian Ama zon Com pany. La per la de las po se sio nes cau che ras de Ara na, la que arre ba tó con as tu cia, ines cru pu lo si dad y vio len cia al co lom bia no Ben ja mín La rra ña ga, se en con tra ba en el río Iga ra pa ra ná. Du ran te el car na val de 1903, lle ga ron a es ta sec ción ocho cien tos in dios ocai nas, víc ti mas del sis te ma de en gan che, pa ra en tre gar el cau cho que ha bían re co lec ta do en los úl ti mos tiem pos. Se ha bían in ter na do en la sel va, abrién do se pa so con el ma che te, de rri ban do ár bo les pa ra ex traer el je be dé bil o ser namby, rea li zan do el pro ce so de so me ter lo al hu mo pa ra que ad qui rie se for ma y con sis ten cia, lim pian do las im pu re zas, ar man do el en vol to rio fi nal, pa re ci do a un gi gan tes co pa nal de avis pas. Des pués de un pe río do de tra ba jo in hu ma no, de sol a sol, re gre sa ban a la sec ción cau che ra pa ra en tre gar el pro duc to de su tra ba jo a cam bio de ba ra ti jas o de al gún fu sil re gu la do pa ra que só lo dis pa ra ra cin cuen ta car gas. Siem pre que da ban en deu da dos. Ha bían su cum bi do a la cul tu ra del hom bre blan co. Ese ve ra no de 1903, lle ga ron ocho cien tos in dios a La Cho rre ra que, si bien en ese año no per te ne cía ín te gra men te a Ju lio Cé sar Ara na ––aún es ta ba en so cie dad con Ben ja mín La rra ña ga––, ya ha bía im pues to sus ca pa ta ces y sus mé to dos la bo ra les. Víc tor Ma ce do era la má xi ma au to ri dad ad mi nis tra ti va. Fi del

Ve lar de, su ma no de re cha, se en car gó de re ci bir al con tin gen te. El cau cho era ri gu ro sa men te pe sa do y po bre de aquel in dio que no al can za ra la cuo ta exi gi da. Vein ti cin co in dios no lo lo gra ron. Ve lar de y Ma ce do, cu yos sa la rios de ri va ban de un por cen ta je del cau cho re co lec ta do, de ci die ron dar les un cas ti go ejem plar. Or de na ron em pa par en que ro sén vein ti cin co tú ni cas con las cua les en vol vie ron a los cas ti ga dos y les pren die ron fue go. To dos tra ta ron de lle gar al río pa ra su mer gir se en esas aguas sal va do ras, pe ro, fi nal men te, pe re cie ron. Es tos ca pa ta ces con tra ta dos por Ara na ––a pe sar de que él siem pre ne gó es tar al tan to de las atro ci da des–– ac tua ban con su ple no con sen ti mien to. Los ca pa ta ces pa sa ban gran par te del día en es ta do de ebrie dad. Ha bían trans for ma do a las in dias en sus con cu bi nas crean do ver da de ros se rra llos. La de nun cia de Ben ja mín Sal da ña Ro ca es bas tan te ex plí ci ta al res pec to. Jo sé Ino cen te Fon se ca, co mo ya he mos vis to, tam bién tra ba ja ba en La Cho rre ra. Ha cia 1902, dis po nía de más de diez in dias hui to to de en tre ocho y quin ce años, que cum plían fun cio nes de com pa ñe ras se 135 xua les y de sir vien tas. Un día Fon se ca in gre só a su dor mi to rio y en con tró a una de sus hi jas, Jua ni ta ––la ha bía te ni do con una in dia lla ma da Lau ra–– lle ván do se una co li lla de ci ga rri llo que ha bía en con tra do a la bo ca. Trán si to, la in dia que cui da ba a la ni ña, se ha bía dis traí do mo men tá nea men te. Fon se ca ex tra jo su re vól ver y le des ce rra jó cin co ti ros a la ni ñe ra, ma tán do la en el ac to. Es tos crí me nes y otras tor tu ras que ve re mos opor tu na men te, eran par te de la vi da co ti dia na. La fal ta ab so lu ta de lí mi tes y de cul pa trans for ma ba a las sec cio nes en cen tros de ex ter mi nio, lle gán do se a la pa ra dó ji ca si tua ción de que la má xi ma au to ri dad ad mi nis tra ti va de bía po ner fre no a los em plea dos. Mi guel Flo res, apo da do “la hie na del Pu tu ma yo”, ma tó tal can ti dad de in dios que el pro pio Víc tor Ma ce do le pi dió mo de ra ción. Tal de sen fre no no só lo po día ter mi nar des po blan do la zo na ––re du cien do la ma no de obra–– si no que po día lle gar a ser co no ci do en Iqui tos. La mo de ra ción con sis tió en so li ci tar le al ca pa taz que se li mi ta ra a ex ter mi nar a aque llos in dios que no cum plían con su cuo ta de cau cho. Flo res aca tó las ór de nes de su su pe rior y, en dos me ses, ape nas ma tó a más de cua ren ta in dios. Pe ro si se pe día me su ra en los ase si na tos, ha bía vía li bre pa ra la tor tu ra. Por lo pron to, la fla ge la ción, que no ba ja ba de los cien la ti ga zos. Cla ro que no se tra ta ba de uti li zar cual quier lá ti go, si no uno de cue ro de ta pir, que pro du cía las más ho rro ro sas he ri das. Al gu nas víc ti mas so bre vi vían, mos tran do pa ra siem pre en su piel la cé le bre “mar ca de Ara na”. Otros que da ban ti ra dos en el sue lo, sin po der mo ver se. Con el co rrer de las ho ras, las he ri das se les agu sa na ban. Mo rían len ta men te, so por tan do atro ces do lo res y sin que na die los au xi lia ra. Ya fue -

ra por ins tau rar el te rror, o por pu ro ins tin to sá di co, en La Cho rre ra ha bía otras ma ne ras de ator men tar a los in dios: se les cor ta ba la na riz, o las ore jas, o va rios de dos; en oca sio nes, bra zos y pier nas, o se los cas tra ba. Es to ocu rría en la per la de la co ro na, a ori llas del Iga ra pa ra ná, don de atra ca ban los bar cos de Ara na, lo cual hu bie ra im pli ca do cier ta me su ra o dis cre ción. Es in te re san te, pa ra co no cer la es truc tu ra, el fun cio na mien to y los có di gos de un ba rra cón o sec ción cau che ra, re pro du cir la in for ma ción de Jo sé Ma ría Ro jas G., en In dí ge nas en Co lom bia. Al ba rra cón lo ro dea ba un am plio ras tro jo; con ta ba con una gran ca sa de pi lo tes, don de re si dían el ca pa taz y otros blan cos. En la pri me ra plan ta de la ca sa se ins ta ló la bo de ga, don de se al ma ce na ba el cau cho (o, co mo al gu nos gru pos lo de no mi na ban, las “boas”). To das las sec 136 cio nes dis po nían de ce pos, ya sea en el área de la bo de ga, en fren te del pór ti co u otra zo na de la ca sa. En mu chos ba rra co nes se ha bía cons trui do tam bién una “ca sa de mu cha chos”, una ma lo ca don de re si dían los in dí ge nas al ser vi cio de la com pa ñía. En los al re de do res del ba rra cón ha bía con fre cuen cia cul ti vos u otros ras tro jos, en los cua les mu je res na ti vas tra ba ja ban com pul si va men te pa ra ali men tar el ba rra cón. En ca da sec ción, ade más del ca pa taz, ha bi ta ban otros “ra cio na les” y ne gros traí dos de Bar ba dos. El nú me ro de “ra cio na les” era re la ti va men te re du ci do. En la Es ta ción de la Sa ba na, ha bía do ce; en En tre Ríos, on ce, y en Re ti ro, un gua ris mo si mi lar. El ca pa taz era el res pon sa ble de to da la ope ra ción; al gu nos de los blan cos con tri buían a las la bo res de vi gi lan cia o to ma ban par te ac ti va en cier tas co rre rías pa ra re clu tar por la fuer za a la gen te in dí ge na. Los ne gros de Bar ba dos tu vie ron a su car go di ver sas la bo res: la co ci na, la eba nis te ría o, in clu so, la tor tu ra de los in dí ge nas. Los mu cha chos de ser vi cio de bían con tro lar o su per vi sar las la bo res de ex trac ción de cau cho, vi si tar las ma lo cas o per se guir a los in dí ge nas fu gi ti vos que se re sis tían a tra ba jar el cau cho. Los in dí ge nas ha bían si do re clu ta dos me dian te el “avan ce” o las “co rre rías”, es de cir, me dian te ex pe di cio nes ar ma das, y lue go for za dos a vin cu lar se a la vi da del ba rra cón. Con fre cuen cia se lla ma ba a la gen te por in ter me dio de tam bo res man gua rés pa ra anun ciar la fe cha de en tre ga de lá tex. Dos o tres ve ces por año, to dos los in dí ge nas se tras la da ban a La Cho rre ra, con el fin de trans por tar el cau cho de ma ne ra que és te pu die ra ser em bar ca do a tiem po en los va po res que lo lle va rían a Iqui tos. Co mo se ha men cio na do, el in cum pli mien to de las cuo tas de cau cho es ta ble ci das uni la te ral men te por el cau che ro se pa ga ba con cas ti gos en el ce po, me dian te fla ge la cio nes, la muer te in di vi dual o el ase si na -

to ma si vo. A me nu do se to ma ba co mo re hén al je fe de una ma lo ca o a sus pa rien tes más pró xi mos pa ra obli gar al res to de la co mu ni dad a tra ba jar. Cuan do ter mi na ba una en tre ga de cau cho (“pues ta”), la Ca sa Ara na en tre ga ba en avan ce pa ra la tem po ra da si guien te ha chas, mo ne das, ha ma cas, pan ta lo nes, ta zas y otras mer can cías. ¡El vo lu men pro du ci do du ran te dos “fa bri cos”3 por un in di vi duo era can ce la do con una ha ma ca o pan ta lón; un año de tra ba jo se pa ga ba con una es co pe ta! Se es ti ma que el sis te ma del ba rra cón ex ter mi nó en un lap so de diez años, es de cir, en la pri me ra dé ca da del si glo XX, un nú me ro de apro xi ma da men te 40.000 in dí ge nas, cu ya gran ma yo ría per te ne cía a la et nia hui to to. 137 Ima gi ne mos, en ton ces, lo que su ce día en al gu na otra sec ción cau che ra, le jos de las gran des vías de na ve ga ción, li te ral men te per di das en la sel va. Abi si nia era, pre ci sa men te, una de ellas. Es ta ba ubi ca da en tre los ríos Iga ra pa ra ná y Ca que tá, en las pro xi mi da des del río Ca hui na ri, y, co mo se ña la ba la de nun cia de Sal da ña Ro ca, allí se apli ca ba una he rra mien ta de in ti mi da ción y tor men to que era pro pia de to das las sec cio nes cau che ras: el ce po. He cho en ma de ra, con aber tu ras mí ni mas pa ra que en tra ran las pier nas y otras par tes del cuer po, es ta ban en las ca sas o al ai re li bre, y ahí se de ja ba al in dí ge na du ran te días, a la in tem pe rie, cal ci na do por el sol, ator men ta do por los in sec tos, los to bi llos hin cha dos y en tu me ci dos por la pre sión que ejer cían los agu je ros de ma de ra. Tam bién se lo in tro du cía en el ce po pa ra azo tar lo. El ca pa taz de Abi si nia, Abe lar do Agüe ro y su se gun do, Au gus to Ji mé nez, ais la dos del mun do, de los va po res que pu die ran lle gar con pro vi sio nes, del con tac to con otros hom bres blan cos, te nían que en con trar al gún “en tre te ni mien to” pa ra so por tar ese in fier no ama zó ni co de ja do de la ma no de Dios. Ele gían al gu na víc ti ma del ce po, lo li be ra ban y le or de na ban que fue ra a bus car, por ejem plo, yu ca. Ape nas el in dio se ha bía ale ja do, al can zan do una dis tan cia acep ta ble pa ra un de por tis ta, dis pa ra ban sus Win ches ter has ta aba tir lo. Pe ro es te “de por te” re sul tó, con el tiem po, mo nó to no. El blan co era de ma sia do fá cil, ex ce si va men te vo lu mi no so. Por qué no ele gir, en ton ces, una pre sa me nor y es cu rri di za. Por qué no un ni ño. Des pués de to do, sus pa dres ya ha bían si do ase si na dos. Pe ro es to tam bién ter mi nó re sul tán do les abu rri do. Ha cía fal ta más ex ci ta ción, más san gre, más lo cu ra. Bas ta de ar mas de fue go. Ha bía que usar el afi la dí si mo ma che te con tra los más in de fen sos, lo cual trans for ma ba a la ma tan za en una suer te de fies ta or giás ti ca. Así lle ga ban a la ca sa prin ci pal de Abi si nia los in dios an cia nos y las in die ci tas pú be res, que eran bru tal men te vio la das. Pe ro no era su fi cien te. Los ma che tes sil ba ban, y

ro da ban ca be zas y bra zos. Ni Agüe ro ni Ji mé nez eran par ti da rios de la cris tia na se pul tu ra: api la ban ca dá ve res, mo ri bun dos, ca be zas y ex tre mi da des, los ro cia ban con que ro sén y les pren dían fue go. Pe ro tam bién ter mi na ron abu rrién do se de las fla mí ge ras pi las de ca dá ve res y op ta ron por que fue ran los pe rros quie nes se ocu pa ran de ha cer de sa pa re cer esos des po jos hu ma nos. Los ha bi tan tes de Iqui tos de ben de ha ber que da do es tu pe fac tos. Si bien se ru mo rea ba lo que su ce día en las sec cio nes de Ara na en el Pu tu ma yo, bien dis tin to era leer lo en un pe rió di co, con nom bres y lu ga res. Y, 138 co mo en to da ciu dad chi ca y pro vin cia na, la de nun cia que re pro du jo La San ción co rrió co mo re gue ro de pól vo ra y es pre de ci ble que ha ya di vi di do las opi nio nes, for mán do se dos ban dos an ta gó ni cos. Ima gi ne mos a los cau che ros ––los Her nán dez, los Mo rey–– ce nan do en un gran co me dor, en aque llos enor mes sa lo nes fi ni se cu la res col ma dos de fri sos, cor ni sas y vo lu tas, co men tan do du ran te las co pio sas co mi das que in cluían no me nos de ocho pla tos re ga dos con abun dan te vi no y cham pán fran cés, lo que se de cía de un co le ga y ami go, Ju lio Cé sar Ara na. No po dían ver con bue nos ojos que lo que su ce día en el Pu tu ma yo hu bie ra sa li do brus ca men te a la su per fi cie, a pe sar de que ellos no co me tían en sus plan ta cio nes se me jan tes atro ci da des. Si bien eran aje nos a las de nun cias, no era con ve nien te que el ne go cio del cau cho fue ra ra dio gra fia do de tal ma ne ra por un pe rio dis ta lo cal. Qué po co tac to. Qué im pru den te. Iqui tos vi vía del cau cho. Aca so ha brán pen sa do que na die, fue ra de la ciu dad, lee ría ese bi se ma na rio de re du ci dí si ma cir cu la ción; quién po dría dar le im por tan cia a las de nun cias de La San ción. Ju lio Cé sar Ara na de be de ha ber se en te ra do de la apa ri ción de ese ejem plar ino por tu no, jus to cuan do trans for ma ba a Ju lio C. Ara na & Her ma nos en la Pe ru vian Ama zon Com pany, mo vien do há bil men te los hi los en Lon dres. Es muy po si ble que no le ha ya da do im por tan cia al gu na. Eu ro pa es ta ba a una dis tan cia si de ral del Ama zo nas. Era im po si ble que, en In gla te rra, se en te ra ran de lo que ha bía pu bli ca do un pas quín iqui te ño. Él te nía su pro pio dia rio, El Lo re to Co mer cial, y el apo yo de El Orien te pa ra con tra rres tar el ata que. Ade más, po día ejer cer pre sión so bre los jue ces pa ra que, lle ga do el ca so, el ex pe dien te se ar chi va ra in de fi ni da men te en el la be rin to de al gún juz ga do. Otros sec to res de Iqui tos, en cam bio, se ha brán ho rro ri za do de lo que le ye ron aquel día. Al gu nos peo nes que ha bían tra ba ja do en las sec cio nes cau che ras de Ara na ha brán re cor da do aque llas ma tan zas y cas ti gos te rri bles, que no se atre vie ron a de nun ciar. Los co lom bia nos que vi vían en aque lla ciu dad po si ble men te pen sa ron que se co men za ría a ha cer jus ti cia, por el tra to in hu ma no y los ase si na tos de com pa trio tas en el Iga ra -

pa ra ná y en el Ca ra pa ra ná. Y los pa dres agus ti nos ha brán agra de ci do que el ín di ce acu sa dor de un pe rio dis ta por fin ha bía se ña la do a los cul pa bles de los crí me nes que se co me tían en el Ama zo nas. Ben ja mín Sal da ña Ro ca no iba a de te ner se. La de nun cia he cha en uno de los juz ga dos del cri men se ba sa ba en la in for ma ción su mi nis tra da por los tes ti gos Juan C. Cas ta ños, Ju lio Mu rrie das (opor tu na men te, 139 ve re mos la car ta que pu bli có en La San ción), Juan Ve la, Rey nal do To rres, Pa cí fi co Gue rre ro, Ale jan dro Ar zo la, Fran cis co Ze ga rra y Ana cle to Por to ca rre ra. Se tra tó de car tas en via das a Ben ja mín Sal da ña Ro ca, en su gran ma yo ría cer ti fi ca das an te es cri ba no pú bli co, por ex em plea dos de la Ca sa Ara na que pre sen cia ron las atro ci da des. Se ría ma ca bro trans cri bir to das, pe ro, al me nos, re pro du ci re mos la que en vió Ana cle to Por to ca rre ra al edi tor, que se pu bli có en La San ción el 29 de agos to de 1907.4 Iqui tos, 7 de agos to de 1907. Se ñor Ben ja mín Sal da ña Ro ca: Me he en te ra do de que es tá a pun to de ini ciar una ac ción le gal de nun cian do los he chos cri mi na les lle va dos a ca bo en las “po se sio nes” de Ara na, en los tri bu ta rios del río Pu tu ma yo, y co mo fui tes ti go de va rias de es tas tra ge dias, pa so a re la tar le que lo vi. Ape nas arri ba mos a La Cho rre ra, el se ñor Ma ce do nos de ri vó a la sec ción de Jo sé Ino cen te Fon se ca, que es ta ba en ton ces de co rre ría. Nos die ron pa ra co mer un po co de fa ri ña y agua, mien tras que Fon se ca y sus con cu bi nas co mían en abun dan cia. A la no che per noc ta mos en uno de los nu me ro sos tam bos (que son ca sas de pa ja va cías) que hay en la re gión, ar ma mos las ha ma cas, to ma ron sus pues tos los cen ti ne las, y, aque llos que no mon ta ban guar dia, se fue ron a dor mir. A las po cas ho ras es cu ché que lle ga ba gen te y en tra ron tres in dios, ca da uno car gan do so bre sus es pal das nu me ro sos bul tos pe que ños, en vuel tos en lo que pa re cían ser ca nas tos. Se des per tó al je fe y és te les or de nó que abrie ran los en vol to rios. Creí que se tra ta ría de fru tas o de al go pa re ci do, pe ro mi ho rror no tu vo lí mi tes al con tem plar, en pri mer lu gar, la ca be za de un in dio; lue go, la de una mu jer y, por úl ti mo, la de un ni ño, en tre las va rias que traían. El emi sa rio, mien tras de sen vol vía el con te ni do, ex pli ca ba: “Es ta es la de fu la no de tal; es ta, la de su mu jer; la ter ce ra, la de su hi jo”. Lo mis mo hi zo con las res tan tes. Fon se ca, sin in mu tar se, co mo si se hu bie ra tra ta do de co cos u otras fru tas, las to mó del ca be llo, las exa mi nó y, lue go, las arro jó. No re cuer do, se ñor Sal da ña, el nom bre de las víc ti mas, por que se tra ta ba de nom bres in dios, di fí ci les de me mo ri zar. Es to ocu rrió en Úl ti mo Re ti ro, en mar zo de

1906, en tre la na ción o sub tri bu de los pa cí fi cos in dios al fu gas. Du ran te el Sá ba do de Glo ria, Fon se ca ob ser vó a va rios in dios que sa lían de la ca sa en bus ca de agua. Ex tra yen do su re vól ver y su ca 140 ra bi na, se vol vió ha cia ellos, di cién do nos (es ta ban pre sen tes Juan C. Cas ta ños, Pé rez, Al fre do Ca bre ra, Mi guel Ren gi fo, Ra món Gran da, Lo ren zo Te llo y otros ca pa ta ces cu yos nom bres no re cuer do). “Ob ser ven có mo se ce le bra aquí el Sá ba do de Glo ria”, vo ci fe ró, mien tras dis pa ra ba con tra los in dios, ma tan do a uno de ellos e hi rien do a una mu cha cha de quin ce años. La jo ven no mu rió ins tan tá nea men te, ya que só lo ha bía re sul ta do he ri da, pe ro el cri mi nal Mi guel Ren gi fo, alias Cie ga di ño, la ul ti mó con una ba la de su ca ra bi na. Al re gre sar Fon se ca de la co rre ría, se di ri gió ha cia su vi vien da. Vic to ria, una de sus nue ve con cu bi nas, fue acu sa da de ha ber le si do in fiel en su au sen cia. En co le ri za do, Fon se ca la ató a un ár bol con los bra zos abier tos y, su bién do le la po lle ra has ta el cue llo, la azo tó con un enor me lá ti go has ta que el can san cio lo hi zo de te ner. Lue go, la pu so en una ha ma ca ubi ca da en un gal pón. Co mo las he ri das no se las cu ra ron, a los po cos días se agu sa na ron; por úl ti mo, si guien do sus ins truc cio nes, la mu cha cha fue lle va da afue ra, don de se la ma tó. Luis Sil va, un ne gro bra si le ño, que en la ac tua li dad tra ba ja en la sec ción Unión, eje cu tó la or den. Des pués de ase si nar a Vic to ria tal cual lo des cri bí, su cuer po fue arro ja do en la plan ta ción de ba na nas. La fla ge la ción de los in dios se lle va a ca bo dia ria men te, y, de tan to en tan to, al gu nos in dios son ase si na dos. Ana cle to Por to ca rre ra El tes ti mo nio y la fir ma fue ron cer ti fi ca dos por el es cri ba no pú bli co Fe de ri co M. Pi za rro. Sur gie ron, en ton ces, nue vos ho rro res en otra sec ción cau che ra de no mi na da ––iró ni ca y cruel men te–– Ma tan zas, en el Iga ra pa ra ná. El man da más de ese cen tro de ex ter mi nio, Ar man do Nor mand ––mi tad in glés, mi tad bo li via no–– ni si quie ra se mo les ta ba en en te rrar a los in dios, si no que sim ple men te los in ci ne ra ba tras ro ciar los con que ro sén. El pro ble ma es que se ha bían acu mu la do cien tos de ca dá ve res, al gu nos aún en es ta do de des com po si ción y una apa bu llan te can ti dad de hue sos hu ma nos. Pe ro los azo tes que Nor mand apli ca ba con el lá ti go de cue ro de ta pir eran su mar ca de ori llo. Es opor tu no re pro du cir un pa sa je de la car ta en via da a La San ción por Ju lio F. Mu rrie das ––uno de los tes ti gos–– pu bli ca da en el pri mer nú me ro del quin ce na rio: 141 Lo que sí es cier to y me cons ta, es que en la sec ción Ma tan zas, su je -

fe Ar man do Nor mand apli ca dos cien tos o más lá ti gos, los que se dan con tos cos ron za les de cue ro cru do a los in fe li ces in dios, cuan do és tos por su des gra cia no en tre gan pe rió di ca men te el nú me ro de cho ri zos de go ma con el pe so que ape te ce al de sal ma do Nor mand; otras ve ces, cuan do el in dio hu ye te me ro so de no po der en tre gar la can ti dad de cau cho a que se le obli ga, se aga rra a sus tier nos hi jos, se les tem pla de pies y ma nos, y así, en tal po si ción, se les apli ca fue go pa ra que con los cruen tos do lo res que les pro du ce la tor tu ra, di gan dón de es tán ocul tos sus pa dres. En más de una oca sión, siem pre por fal ta de pe so en la go ma, se les dis pa ra un ba la zo, o se les mu ti lan los bra zos y pier nas a ma che ta zos y se arro ja el tron co en las in me dia cio nes de la ca sa, su ce dien do en más de una oca sión el re pug nan te es pec tá cu lo de ver pa seán do se a los pe rros con un bra zo o una pier na de es tos des gra cia dos. Ar man do Nor mand te nía vein ti dós años y fue el más sá di co de to dos los ca pa ta ces de Ara na. De lo con tra rio, ¿có mo ex pli car que azo ta ra a un in die ci to de ape nas ocho años de edad y, que, ya mo ri bun do, lo ha ya man da do ma tar? Ma tan zas es ta ba en me dio de la sel va, le jos del río Iga ra pa ra ná y qui zás esa le ja nía con tri bu yó a que po cos la vi si ta ran. Aun así, es ini ma gi na ble que al guien que es tu vie ra al ser vi cio de Ju lio Cé sar Ara na, en al gu na otra sec ción cau che ra, pu die ra ser in di fe ren te an te se me jan te car ni ce ría. Ima gi ne mos, por un ins tan te, a un con tin gen te de peo nes que lle ga ra has ta allí. Hu bie ra vis to a de ce nas de in dios con las lla gas abier tas pu drién do se al sol, agu sa na das, des pi dien do una in to le ra ble fe ti dez. Por más que la sel va, las en fer me da des, los in sec tos, el ca lor, la hu me dad, las ali ma ñas, el al co hol y la pro mis cui dad se xual ator men ta ran a sus mo ra do res, no to dos eran in sen si bles a esa cla se de ho rror. Al gu nos de quie nes es tu vie ron en aque llos es ce na rios del ho rror se ani ma ron a fir mar una de nun cia an te un juez de Iqui tos. Co mo se di jo, Ju lio Cé sar Ara na for mó un es tre cho cír cu lo de co la bo ra do res con sus her ma nos y cu ña dos. Pa blo Zu mae ta, her ma no de Eleo no ra, fue su ma no de re cha du ran te va rios años y has ta lle gó a pu bli car, cuan do se de sa ta ron los es cán da los del Pu tu ma yo a par tir de 1910, un par de me mo ria les ti tu la dos Las cues tio nes del Pu tu ma yo; Abel Alar co, ca sa do con una her ma na de Ju lio Cé sar, fue una fi gu ra cla ve den tro del di rec to rio de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Otro de sus cu ña dos, el bru tal y si fi lí ti co Bar to lo mé Zu mae ta, fue des ti na do a una sec ción cau 142 che ra per di da en la sel va. Su cruel dad fue le gen da ria y, a di fe ren cia de otros ca pa ta ces ––en tre ellos, Nor mand–– que lo gra ron huir del Pe rú al ini ciar se las in ves ti ga cio nes, Bar to lo mé fue muer to en una em bos ca da por un gru po de in dios. En rea li dad, ni si quie ra ha bía si do nom bra do co -

mo la más al ta au to ri dad de una cau che ría, por más geo grá fi ca men te re mo ta que fue ra, si no que ape nas era un em plea do su bal ter no de La Cho rre ra. Su las ci via era le gen da ria. Apa sio na do por al gu nas in dias, no pu do to le rar la re sis ten cia que le opu so a sus avan ces amo ro sos una de ellas, que se lla ma ba Ma til de. La to mó por la fuer za y, des pués, la fla ge ló. Des pués la en ce rró, en ca de na da, en un de pó si to de cau cho has ta que mu rió de ina ni ción. La con tra dic to ria re la ción en tre los ca pa ta ces, sus su bal ter nos y las in dias asom bra. Si bien el ac to se xual en sí es ta ría des pro vis to de to do afec to, es ine vi ta ble que sur gie ran ca ri cias o be sos, al me nos con al gu na in dia fa vo ri ta, den tro de un ám bi to de in ti mi dad. Sin em bar go, ni si quie ra esos sen ti mien tos efí me ros, eran ca pa ces de des per tar la com pa sión. En Úl ti mo Re ti ro, la más sep ten trio nal de las sec cio nes cau che ras de Ara na, en el río Iga ra pa ra ná, los ce los o el amor no co rres pon di do aun que más no fue ra con una in dí ge na, po dían de sa tar con se cuen cias abo mi na bles. El sub je fe, de ape lli do Ar ga lu za, sos pe chó que su aman te, la in dí ge na Si mo na, te nía re la cio nes con un tal Si món, mu cho más jo ven que él. Ar ga lu za or de nó a los ne gros bar ba den ses Stan ley S. Le wis y Er nes to Sie bers que le die ran cien to cin cuen ta azo tes a la in for tu na da. A con ti nua ción, la en ce rra ron en un cuar to so fo can te, som brío y hú me do, don de no tar dó mu cho tiem po en agu sa nar se. Pa ra qué de jar la vi vir. Pa ra qué so por tar un olor nau sea bun do al abrir la puer ta. Me jor era ma tar la. El ca pa taz or de nó a un em plea do que lo hi cie ra, pe ro és te se ne gó. Ar ga lu za, to man do una ca ra bi na, le di jo: “Si no la ma tas, te ma to yo a ti”. El em plea do no tu vo más re me dio que obe de cer. Los pá rra fos fi na les de la de nun cia de Ben ja mín Sal da ña Ro ca re ve la ron es ce nas in ve ro sí mi les y ho rri bles. Pe ro lo que más lla ma la aten ción, se ñor juez, son las fa mo sas co rre rías que so pre tex to de ci vi li za ción rea li zan los ban di dos del Pu tu ma yo pe rió di ca men te y don de los ma yo res crí me nes que re gis tra la his to ria de la In qui si ción du ran te el rei na do de Fe li pe II, son pá li dos an te los que se co me ten en ese vas to y té tri co es ce na rio de la cri mi na li dad, ul tra je in hu ma no de la ci vi li za ción. Es tas fa mo sas co rre rías 143 que de bie ran ser per se gui das por to dos los go bier nos ho no ra bles y sus au to ri da des su bal ter nas, se rea li zan en es ta for ma: el Ca pi tán ge ne ral, o sea, el je fe de sec ción, or de na a sus em plea dos su bal ter nos a ar mar se y em pren der via je pa ra bus car en sus na cio nes a los in dios que re co gen el cau cho que ca da diez días de ben en tre gar. Se di ri gen a la ca sa prin ci pal don de de ben reu nir se los in dios pa ra que en tre guen el nú me ro de ki los que se les im po ne y si des pués del pe so re sul ta que fal tan al gu nos ki los de pro duc tos, por que al gu nos in dios

han de ja do de en tre gar el to tal del que les co rres pon de, los que no cum plie ron re ci ben vein ti cin co la ti ga zos de los ne gros bar ba den ses, que só lo pa ra es te ob je to, es de cir, pa ra el de ver du gos, los han lle va do a esas re gio nes, que dan do al dé ci mo lá ti go des ma ya dos co mo con se cuen cia del in ten so do lor que les pro du cen sus he ri das. Otras ve ces a es tas co rre rías de jan de asis tir tres o más in dios con sus res pec ti vas fa mi lias por que no han po di do co se char el cau cho que de ben en tre gar; y en es te ca so el je fe que ha de ja do la co rre ría (que se en cuen tra en la ca sa prin ci pal de los in dios) da or den de que tres o cua tro em plea dos ci vi li za dos se acom pa ñen con diez o quin ce sal va jes, ene mi gos de los otros sal va jes que se per si guen y des pués de al gu nas ho ras de pes qui sas, el ca pi tán in dio que va ama rra do sir vien do de guía de la tor, in di ca el lu gar don de se ocul tan los per se gui dos. En ton ces tie ne lu gar el cua dro más es pan to so. La cho za cons trui da por los re fu gia dos es de pa ja y tie ne la for ma có ni ca sin puer tas; el que di ri ge el asal to or de na si tiar la ca sa y, ve ri fi can do es to, man da que dos in di vi duos pren dan fue go a la cho za. Co mo es de su po ner, los in dios sor pren di dos em pren den la fu ga por efec to del in cen dio; y, en ton ces, los si tia do res des ce rra jan sus ca ra bi nas so bre los in fe li ces que hu yen, lle ván do se a ca bo la más re pug nan te y ho rro ro sa car ni ce ría; y an tes que ter mi ne el in cen dio de la cho za man da da asal tar en con trán do se mu chas ve ces en ella an cia nos, cria tu ras y en fer mos que no pue den mo ver se, los que pe re cen ba jo el fa tal ma che te del Pu tu ma yo. La de nun cia de Ben ja mín Sal da ña Ro ca en el juz ga do del cri men, y la in for ma ción so bre el Pu tu ma yo que pu bli có La San ción y el pe rió di co que le con ti nuó, La Fel pa, no só lo es can da li za ron a Iqui tos, si no que pre sio na ron al juez que en ten dió la cau sa a or de nar el en jui cia mien to de Ju lio Cé sar Ara na, Pa blo Zu mae ta y Juan V. Ve ga. Se ría ex te nuan te se guir el in ve ro sí mil de rro te ro pro ce sal del jui cio, de las cap tu ras que se or de na ron y nun ca se con cre ta ron; de los ca ri ca tu res cos pro ce de res ju rí di cos de la Cor te de Iqui tos. La ma qui na ria de la Ca sa Ara na es ta ba 144 tan per fec ta men te ajus ta da, que man tu vo pa ra li za do el jui cio du ran te cua tro años, en los que los in te gran tes de la Cor te es gri mie ron los más ab sur dos re cur sos le ga les. En Iqui tos, Ju lio Cé sar Ara na no só lo era con si de ra do un pa trio ta, un de fen sor de la so be ra nía pe rua na fren te a las pre ten sio nes de Co lom bia, un ci vi li za dor de los in dios ca ní ba les. Tam bién co rrom pía a jue ces, po lí ti cos, al cal des, co mi sa rios y fun cio na rios. La Ca sa Ara na vol ca ba mi les de so les, en Iqui tos, so bre la Cá ma ra de Co mer cio, la Mu ni ci pa li dad, la Jun ta De par ta men tal, la So cie dad de Be ne fi cen cia.

El juez Car los A. Val cár cel, en Los Pro ce sos del Pu tu ma yo, re ve la có mo fun cio na ba la men cio na da cor te: “El 11 de di ciem bre de 1910, el fis cal de esa cor te, Fran cis co Ca ve ro, y los otros miem bros de aquel tri bu nal, ha cien do alar de de su in mo ra li dad, y con me nos pre cio de la bue na so cie dad de Iqui tos, se reu nie ron pú bli ca men te y se en tre ga ron a una de sen fre na da or gía con las pros ti tu tas de más ba ja ra lea de la po bla ción”. Val cár cel te nía in for ma ción de pri me ra agua y sa bía exac ta men te lo que ha bía su ce di do, lo cual no es de ex tra ñar en una ciu dad tan pe que ña co mo Iqui tos y ocu pan do el car go de juez. La ver sión de la or gía en cues tión da da por El Orien te, que tam bién res pon día a los in te re ses de Ara na, fue bien dis tin ta. El 12 de di ciem bre de 1910 in for ma ba: Ayer, el se ñor fis cal del Su pe rior Tri bu nal, doc tor don Fran cis co Ca ve ro, dio un so ber bio al muer zo cam pes tre. El lu gar ele gi do no pu do ser más pin to res co. Fue una huer ta re ple ta de dra ca neas, lau re les y ca la deos. La me sa es ta ba lle na de ador nos, y des de que se sen ta ron los co men sa les se prin ci pió a ser vir un me nú abun dan te y ex qui si to, y va ria dos li co res de las me jo res mar cas que exis ten en pla za, sin fal tar, por su pues to, la chi cha, que fue apro ve cha da por to dos con ver da de ra avi dez. Pre si dió la fies ta el doc tor Juan de la Cruz Pe ña, pre si den te del Tri bu nal [¡te nía más de se sen ta años!], es tan do a su de re cha el doc tor Cé sar Mo re lli [miem bro de la Cor te] y, a su iz quier da, los doc to res Fran cis co Ca ve ro, Nep ta lí Gar cía y Vi cen te H. Del ga do [tam bién miem bros]. Una or ques ta, com pues ta por vi hue las y acor deón, ame ni za ba la fies ta. Co mo a las tres de la tar de lle ga ron va rias se ño ri tas5 y co men zó un ani ma do bai le. Es te ban que te se de be a que el doc tor Ca ve ro se des pi de de es te puer to, ha cien do uso de su li cen cia que le ha da do el Su pre mo Go bier no, pa ra que re co bre su sa lud en la ca pi tal de la Re pú bli ca. 145 To dos los in vi ta dos del doc tor Ca ve ro se re ti ra ron muy sa tis fe chos de la pin to res ca huer ta, don de se pa só el día en me dio de una fe li ci dad com ple ta. Has ta tal ex tre mo era es can da lo sa la con duc ta de la Cor te de Iqui tos que el se na dor por el De par ta men to de Lo re to (del cual Iqui tos era la ca pi tal), doc tor Eduar do La nat ta, en la se sión del Se na do del Pe rú del 16 de agos to de 1910, afir mó con res pec to a los in te gran tes de la mis ma: “Ya se co no ce, en Eu ro pa, quié nes son los ver da de ros au to res de los crí me nes del Pu tu ma yo”. El 17 de agos to de 1913, cuan do ya no que da ba du da al gu na so bre las atro ci da des en el Ama zo nas, cuan do el es cán da lo lle gó al pro pio Par la men to bri tá ni co, el mis mo se na dor rea nu dó sus ata ques

en un ar tí cu lo pu bli ca do en el pres ti gio sí si mo dia rio El Co mer cio, de Li ma: “Só lo en el Pe rú, mer ced a cier to gra do de in mo ra li dad y a los sen ti mien tos de in jus ti cia que do mi nan, en la ma yo ría de los miem bros de la Cor te de Iqui tos, va rios de los cua les han ido a Eu ro pa a cu rar se en fer me da des con traí das en el cur so de una vi da de li ber ti na je, con el oro sa ca do del Pu tu ma yo, quie nes son los ver da de ros cul pa bles de aque llos crí me nes”. Ini cial men te, las au to ri da des de Li ma no die ron im por tan cia a las de nun cias de Sal da ña Ro ca. El ne go cio del cau cho era de ma sia do im por tan te y ren ta ble pa ra las ar cas de Es ta do. Pe ro la pu bli ca ción en La Pren sa, de Li ma, y otras in for ma cio nes apa re ci das en di ver sos pe rió di cos, mo vie ron al go bier no pe rua no a lle var a ca bo una in ves ti ga ción, aun que más no fue ra pa ra sal var las apa rien cias. Ju lio Cé sar Ara na, des de Lon dres, ha bía mo vi do ma gis tral men te los hi los en es fe ras pe rua nas, y lo se gui ría ha cien do en años pos te rio res: no ha bía sec tor po lí ti co, pe rio dís ti co o gu ber na men tal adon de no lle ga ra su ma no da di vo sa. ¿El go bier no pe rua no que ría lle var ade lan te una in ves ti ga ción? Pues bien: él con tri bui ría a la mis ma. Una vez más, a me dia dos de 1908, de jó Lon dres, la paz de Bia rritz, a Eleo no ra y a sus hi jos, pa ra via jar a Iqui tos. Su mu jer, des pués de tan tos años, ya es ta ba acos tum bra da a sus in ve te ra das au sen cias, a su es pí ri tu com ba ti vo y, so bre to do, a te ner que acep tar que ja más lo gra ría apar tar lo del ne go cio del cau cho. En su vi lla de la cos ta vas ca fran ce sa po día dar se el lu jo de des ple gar un es ti lo de vi da que in cluía una nu me ro sa ser 146 vi dum bre. Ali cia, An gé li ca, Lily, Ju lio Cé sar y Luis, sus hi jos, re ci bi rían la me jor edu ca ción de tu to res y pro fe so res eu ro peos. Si bien las tres mu je res fue ron for ma das pa ra las ta reas ho ga re ñas ––no se hu bie ra con ce bi do que es tu dia ran y, mu cho me nos, que tra ba ja ran––, Luis es tu dió en los Es ta dos Uni dos, en Mas sa chu setts, don de se re ci bió de in ge nie ro en mi nas, es tu dios que le per mi tie ron, cuan do se ins ta ló de fi ni ti va men te en Iqui tos, una exi to sa ca rre ra co mer cial y po lí ti ca. La lle ga da de Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go a Iqui tos, en abril de 1908, de be de ha ber es ta do ro dea da de una enor me ex pec ta ti va. Ha brán abun da do las in vi ta cio nes, las fas tuo sas ce nas en el Gran Ho tel, y los im pres cin di bles en cuen tros po lí ti cos. En cuan to al quin ce na rio La San ción y su con ti nua dor, La Fel pa, ha bían de ja do de apa re cer en di ciem bre de 1907. Su edi tor, Ben ja mín Sal da ña Ro ca, ya no vi vía más en Iqui tos, si no en Li ma. ¿Ha bía re ci bi do él tam bién di ne ro de Ara na pa ra que man tu vie ra si len cio? Na da de eso. Una tar de, una tur ba in gre só en los mo des tos ta lle res grá fi cos de Sal da ña, un pe que ño edi fi cio de una plan ta en el nú me ro 49 de la ca lle Mo ro na, y des tru yó to do lo que pu do en con -

trar, arro jan do a la ca lle ti pos grá fi cos, prue bas de ga le ras e in nu me ra bles pa pe les. El edi tor, un hom bre del ga do y de piel mo re na que os ten ta ba un mo re tón de ba jo de un ojo, fue sa ca do po co me nos que a em pe llo nes por la po li cía, sin per der, en nin gún mo men to, su ai re de dig ni dad. A to do es to, el go bier no pe rua no le en co men dó al pre fec to de Lo re to, Car los Za pa ta, y al cón sul del Pe rú en Ma naos, Car los Rey de Cas tro (ya he mos vis to que era el ideó lo go de la Ca sa Ara na en ma te ria de co mu ni ca ción), que via ja ran a las sec cio nes cau che ras del Pu tu ma yo pa ra ve ri fi car el tra to que se le da ba a los in dios. Cla ro que, pa ra lle gar a ese río, ha bía que ha cer lo en al gu na em bar ca ción de Ju lio Cé sar Ara na, y él mis mo acom pa ñó en el Li be ral, el bu que in sig nia de su flo ta, a los fun cio na rios, es col ta dos por dos cien tos hom bres y un je fe de la ar ma da. El mue lle, en Iqui tos, de be de ha ber es ta do ates ta do de cu rio sos. No siem pre el Li be ral trans por ta ba pa sa je ros tan ilus tres pa ra una mi sión tan au gus ta. Por que la ver sión que echó a ro dar Ara na ––o Rey de Cas tro–– afir ma ba que el via je se rea li za ba pa ra ve ri fi car, co mo di jo el pro pio Ara na an te la Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes bri tá ni ca “si la de fen sa del país es ta ba en or den y to mar me di das pa ra de fen der la re gión con tra las in va sio nes y tro pe lías de los co lom bia nos que se prac ti ca ban en ton ces cons tan te men te den tro de ella. Se me pi dió por el Pre fec to Za pa ta y por De Cas tro el acom pa ñar los, y un je fe de ma ri na y 147 dos cien tos hom bres, al mis mo tiem po que va rios otros ofi cia les acom pa ña ron tam bién la mi sión”. Ju lio Cé sar Ara na ha bía da do vuel ta la rea li dad. Ha bla ba de una mi sión y no de una in ves ti ga ción. Du ran te los quin ce días ––lo que de man da ba el via je a La Cho rre ra–– que pa só a bor do del Li be ral, el pre fec to ha brá dia lo ga do, cam bia do ideas y dis cu ti do te mas con el cau che ro más ri co del Pe rú. Cuan do el rey del cau cho se pro po nía se du cir, re sul ta ba im ba ti ble. La na ve era una suer te de ho tel de lu jo flo tan te. El cos to del Li be ral, pues to en el mue lle de Iqui tos, fue de sie te mil li bras es ter li nas y su man te ni mien to anual al can za ba las tres cien tas li bras es ter li nas, in clu yen do los suel dos de la tri pu la ción. Fi nal men te, lle ga ron a La Cho rre ra, en el río Iga ra pa ra ná. Era evi den te que al gún men sa je ro se les ha bía ade lan ta do pa ra que los res pon sa bles de la sec ción cau che ra pu die ran mon tar una es ce no gra fía des ti na da a con fun dir al Pre fec to y a las res tan tes au to ri da des. Se ha brán sus pen di do las eje cu cio nes, las tor tu ras y las vio la cio nes de las in dias. Pe ro la mo men tá nea in te rrup ción de las atro ci da des no bas ta ba pa ra ocul tar las hue llas de las mis mas. El juez pe rua no Ró mu lo Pa re des, de Iqui tos, que fue el pri mer ma gis tra do que se tras la dó a la re gión pa ra ve ri fi car si, efec ti va men te, se co me tían atro ci da des, es cri bió en su in for me des pués de

ha ber re gre sa do de La Cho rre ra: Ra ro es el in dio hui to to, cual quie ra sea su edad, que no con ser ve en las nal gas hue llas enor mes, ca si de sue llos ci ca tri za dos, pro du ci dos por el lá ti go. Yo ha bré vis to tres mil de es tos des gra cia dos, que co mo vi ven com ple ta men te des nu dos es tán ex hi bien do, de mi nu to en mi nu to, esa rú bri ca, esa mar ca in fa me de sus do mi na do res. Y Pa re des con ti núa: Los ge ren tes de las ne go cia cio nes del Pu tu ma yo nun ca hi cie ron na da pa ra re pri mir el cri men. Pa re ce que se te mía el des cu bri mien to de la ver dad, cre yén do se, sin du da, que el des cu bri mien to de ella era el de rrum ba mien to del ne go cio. To dos se es for za ban por ha cer in tan gi bles a los je fes, co mo si la de sa pa ri ción de ellos sig ni fi ca ra la de sa pa ri ción de las uti li da des. Con si de rá ban los co mo im pres cin di bles, co mo irreem pla za bles, pues te nían la cla ve que ya sa be mos cuál fue, del es ta do flo re cien te de los ne go cios; y re fre na dos en el cri men, hu bie ran po di do aca bar con la em pre sa. 148 Ese apo yo, ese con sor cio, ese con ve nio tá ci to del cri men, ro bus te cie ron la im pu ni dad, y los ase si nos se en sa ña ban más, se alen ta ron más; y si guie ron im per tur ba bles en la des truc ción de los in dios con tal de con se guir la ma yor can ti dad de pro duc ción po si ble. El cau cho, en ese en ton ces, era de no mi na do el “oro ne gro”, y ha cía ho nor a su apo do. Za pa ta tam bién vio las ci ca tri ces de los in dios pe ro na da di jo. Es evi den te que, en el via je de re gre so en el Li be ral, em pre sa rio y fun cio na rio ne go cia ron el si len cio y dis fra za ron la in ves ti ga ción de ac to pa trió ti co y mi sión ci vi li za do ra. De to das ma ne ras, la in fluen cia de Ara na le al can za ba has ta pa ra de sig nar fun cio na rios del go bier no na cio nal, co mo Ju lio Egoa gui rre, un abo ga do me nor de Iqui tos, que, en 1908, lle gó a ser mi nis tro de Fo men to. Na da im por ta ba que en los ex pe dien tes ju di cia les de Iqui tos apa re cie ran gra ví si mas omi sio nes co me ti das por Za pa ta: los jue ces eran ami gos y sa bían có mo ar chi var los in de fi ni da men te. To me mos, por ejem plo, los di chos de un tes ti go, don Isaac Es cu rra, que de cla ró en Iqui tos: “El pre fec to Za pa ta, en 1908, vio las hue llas de las fla ge la cio nes que con ser van ca si to dos los in dios de La Cho rre ra; y un in dio re fi rió a Za pa ta en su len gua, lo que fue tra du ci do a Za pa ta por un in tér pre te, que Al fre do Montt ha bía cor ta do las ca be zas de to da su gen te” (Fo ja 1311 del pro ce so). Un fun cio na rio res pon sa ble hu bie ra ido al fon do de la cues tión, ac ti tud que no es ta ba en los pla nes de Za pa ta. Tam po co na da hi zo cuan do se en te ró, a par tir de una de cla ra ción, que un em plea do de La Cho rre ra, Rey nal do To rres, que ría ir se a Iqui tos pues ha bía si do bru tal men te gol pea do por ca pa ta ces, has ta el pun to de ha ber le frac tu ra do un bra zo. El pre fec to in te rro gó al ge ren te de la sec ción cau che ra,

Víc tor Ma ce do, acer ca de es ta de cla ra ción y su res pues ta da una idea ca bal de los sub ter fu gios a los cua les re cu rrían quie nes ma ne ja ban el ne go cio del cau cho. “To rres es li bre pa ra aban do nar esa re gión ––ale gó Ma ce do–– siem pre que pa gue sus cuen tas pre via men te.” Co mo To rres no te nía con qué pa gar, de bió per ma ne cer en el Pu tu ma yo sin que Za pa ta hi cie ra na da por li be rar lo. El sis te ma de en gan che y en deu da mien to no só lo fun cio na ba con los in dios. Cuan do Ara na y Za pa ta re gre sa ron fi nal men te a Iqui tos, Car los Rey de Cas tro ya ha bía di se ña do, con la cur si le ría de cla ma to ria de co mien zos del si glo XX, una as tu ta cam pa ña de pren sa pa ra con ver tir a los via je ros del Li be ral po co me nos que en hé roes. Su plu ma te nía ten den cia 149 a la gran di lo cuen cia, pe ro po día re sul tar con vin cen te, so bre to do al lo grar que dia rios de Li ma ––gra cias a los con tac tos de Ara na–– re pro du je ran sus con cep tos. És tos pu bli ca ron, por ejem plo, que la Ca sa Ara na era una be ne fac to ra del Pe rú y que don Ju lio era una suer te de di vi ni dad, ca li fi cán do lo de bien he chor y ben di to. Siem pre en esa te si tu ra ob se cuen te, La Opi nión Na cio nal, de la ca pi tal pe rua na, pu bli có un ar tí cu lo el 12 de se tiem bre de 1908, a raíz del via je al Pu tu ma yo del Pre fec to de Lo re to: Inex pli ca ble pa re ce que, en me dio de las sel vas, allá, don de ape nas se de ja sen tir la in fluen cia gu ber na ti va, se ha ya arran ca do al sal va jis mo y se ha ya na cio na li za do a mi lla res de in dios, has ta el pun to de in fluir les el amor al Pe rú y a su ban de ra, en cu ya de fen sa han de rra ma do ya su san gre, po nien do a ra ya al in va sor que in ten tó arran car por la fuer za ese ri co pe da zo del te rri to rio na cio nal. ¿Có mo ha po di do prac ti car se tal so lu ción? Lo que no hi zo el go bier no lo ha he cho un so lo hom bre; y no so tros te ne mos la sa tis fac ción de dar el nom bre de ese buen pe rua no, que no es si no el Rey del cau cho en el Pe rú, se ñor don Ju lio C. Ara na. El rey del cau cho ama zó ni co ob tu vo un re so nan te triun fo en ma te ria de ima gen. Pe ro fue una vic to ria pí rri ca. El 1 de fe bre ro de 1908 Wal ter Har den burg lle gó a Iqui tos a bor do del Li be ral. El Iqui tos al que lle gó Har den burg no era un lu gar aco ge dor. Las ca lles eran de tie rra, lo cual las trans for ma ba en un lo da zal du ran te gran par te del año. El au to mó vil era prác ti ca men te des co no ci do: a Iqui tos se lle ga ba, co mo hoy, por río y no por tie rra. La pros pe ri dad cau che ra ha bía per mi ti do la cons truc ción de al gu nas des lum bran tes ca so nas, con fa cha das de ma yó li cas por tu gue sas, que aún pue den apre ciar se, al gu nas en un de plo ra ble es ta do de aban do no. Pe ro el cas co ur ba no era mí ni mo. Iqui tos no te nía luz eléc tri ca, sis te ma de cloa cas, ni trans por tes pú bli cos mo der nos. Har den burg vi vió más de un año en Iqui tos y al gu nas se ma nas en

Ma naos an tes de aban do nar de fi ni ti va men te el Ama zo nas, al cual ja más re gre só. Co no ce mos ese pe río do de su vi da por The Ri ver that God for got, que lo re cons tru ye a tra vés de en tre vis tas con iqui te ños y ––tal vez con más se rie dad–– con fa mi lia res de Har den burg en los Es ta dos Uni dos. Ese re la to es tá te ñi do de ma ni queís mo. Pe ro co mo no exis te otra in for ma ción más que la de Co llier (sin du da, un ex ce len te in ves ti ga dor), 150 no te ne mos otra al ter na ti va que ate ner nos a ella, aun que to mán do la con las ine vi ta bles re ser vas que sur gen de un es tu dio de sa pa sio na do de los he chos. En cuan to Har den burg de sem bar có en Iqui tos, se dis pu so a asen tar sus re cla mos con tra la Ca sa Ara na en el con su la do de los Es ta dos Uni dos. El cón sul ––ho no ra rio–– aten día en el edi fi cio que for ma ba la es qui na de las ca lles Prós pe ro y Mo ro na. La plan ta ba ja es ta ba ocu pa da por una tien da de mo das fe me ni nas lla ma da A la Vi lle de Pa ris. En el pri mer pi so aten día el doc tor Guy T. King, un odon tó lo go que ha cía, a la vez, de cón sul nor tea me ri ca no. No es di fí cil ima gi nar la exal ta ción, el áni mo apa sio na do, el or gu llo de co rrer el ve lo de lo que su ce día en el Pu tu ma yo, el de seo de con ver sar en su pro pio idio ma con un com pa trio ta, que em bar ga ban a Har den burg. Des de que par tie ra de Bue na ven tu ra, Co lom bia, ha bía es ta do su je to a pri va cio nes y ve ja cio nes. Aho ra se en con tra ba en su pro pio te rri to rio, en ese pri mer pi so que era un pe da zo de los Es ta dos Uni dos, con un hom bre que lo es cu cha ría y que sa bría qué de ci sio nes to mar. King, sin em bar go, no se mos tró im pre sio na do. A me di da que avan za ba el diá lo go, Wal ter fue des cu brien do que el cón sul, di plo má ti co al fin, no te nía in ten ción al gu na de in vo lu crar se en los asun tos in ter nos del Pe rú. El den tis ta-cón sul te nía un sen ti do prag má ti co de la vi da en el tró pi co pe rua no y sa bía con quié nes de be ría li diar si qui sie ra com pro me ter se. Lo pri me ro que le su gi rió a Har den burg fue que no en fren ta ra a Ju lio Cé sar Ara na; Da vid y Go liat, sim ple men te, no exis tían en ese es ce na rio. Po cos me ses an tes ––en di ciem bre de 1907–– el an te rior cón sul nor tea me ri ca no en Iqui tos, Char les C. Eber hardt, ha bía ele va do un in for me de ta lla do al Se cre ta rio de Es ta do de los Es ta dos Uni dos, en Was hing ton, Eli hu Root, acer ca de lo que su ce día en el Pu tu ma yo. En él, a la vez, se acon se ja ba a los in ver so res nor tea me ri ca nos que se man tu vie ran ale ja dos de esos te rri to rios que, al rit mo que iban las co sas, que da ría des po bla do en me nos de vein te años. De to dos mo dos, King de ci dió ayu dar al jo ven. Si que ría re cu pe rar sus per te nen cias, mo ti vo por el cual su com pa ñe ro de an dan zas, Per kins, ha bía per ma ne ci do en el Pu tu ma yo, es cri bi ría al cón sul nor tea me ri ca no en Li ma, Les lie Combs, pa ra que in ter vi nie ra en su fa vor. Cla ro que, al

no exis tir to da vía el te lé gra fo en tre Li ma e Iqui tos, la car ta po dría de mo rar me ses en lle gar. Mien tras tan to, ya que Har den burg es ta ba po co me nos que en la mi se ria, King le ofre ció que se alo ja ra en su ca sa, don de la 151 ju ven tud era siem pre bien re ci bi da, ya que or ga ni za ba asi duas ve la das mu si ca les don de los jó ve nes iqui te ños mos tra ban sus vir tu des. La pro pues ta fue acep ta da y Wal ter, a tra vés de la com pa ñía na vie ra Booth, es cri bió a sus pa dres, a los Es ta dos Uni dos, so li ci tan do que le gi ra ran tres cien tos dó la res de la su ma que ha bía en via do des pués de ha ber tra ba ja do quin ce me ses en el Fe rro ca rril del Va lle del Cau ca, en Co lom bia. En tre tan to, es pe ra ría en Iqui tos a su ami go Per kins quien, se gu ra men te, trae ría pron to sus per te nen cias que ha bían que da do en Jo sa, y que Mi guel de los San tos Loay za, en car ga do de la sec ción El En can to, so bre el río Ca ra pa ra ná, se ha bía com pro me ti do re cu pe rar. Bus có, y con si guió rá pi da men te, un em pleo. Fue con tra ta do co mo pro fe sor de in glés del re cién inau gu ra do Co le gio Se cun da rio, en la ca lle Pas ta za. Asis tía al mis mo dos ve ces a la se ma na, con un sa la rio de seis li bras es ter li nas men sua les ––se gún cons ta en el Des pa cho de la Mu ni ci pa li dad de Iqui tos––, lo que cons ti tuía una mi se ria, pe ro era me jor que na da. Co mo era in ge nie ro, tam bién fue con tra ta do pa ra el di se ño del nue vo hos pi tal de Iqui tos, con un sa la rio men sual de cua ren ta li bras es ter li nas. Sin te ner que pa gar hos pe da je, esa su ma le bas ta ba pa ra sol ven tar sus gas tos. Se gún Ri chard Co llier ––quien no co no ció a Har den burg ya que és te fa lle ció en 1942, pe ro sí pu do en tre vis tar a fa mi lia res pró xi mos––, Wal ter vio, des de el bal cón del doc tor King, có mo sa ca ban a em pe llo nes a Ben ja mín Sal da ña Ro ca de don de im pri mía, en ese en ton ces, La Fel pa, y fue ese he cho el que en cen dió en él una irre fre na ble pa sión por co no cer la ver dad. ¿Qué de cían esas pu bli ca cio nes? King se li mi tó a res pon der que ca da em plea do de la Ca sa Ara na que era des pe di do, se di ri gía a la im pren ta pa ra de nun ciar a es ta em pre sa. Lo que lla ma la aten ción en el re la to de los he chos que ha ce Co llier es la cu rio si dad de Har den burg por sa ber qué ha bían pu bli ca do esos bi se ma na rios. Él mis mo ha bía es ta do en el Pu tu ma yo, y su po exac ta men te qué ha bía ocu rri do cuan do los pe rua nos ata ca ron La Unión. Por otra par te, el cau che ro Da vid Se rra no ––su frus tra do so cio–– le ha bía con ta do con lu jo de de ta lles có mo ha bían vio la do en su pre sen cia a su mu jer y se ha bían lle va do a Iqui tos a su pe que ño hi jo po co me nos que en con di ción de es cla vo. Har den burg no dio ni un pa so pa ra dar con el pa ra de ro del hi jo de Se rra no, lo cual ha bría si do fá cil en una ciu dad de diez mil ha bi tan tes. Y en lo que a los in dios del Pu tu ma yo res pec ta, ¿aca so no los ha bía vis to mo ri bun dos, ago ni zan tes, sin re ci bir ayu da de los em plea dos de El En can to? Con vie ne pre gun tar se, en ton ces, pa ra qué ne ce si ta ba los

152 pe rió di cos de Sal da ña Ro ca. Más cu rio so, por cier to, es que no hu bie ra vis to ni un so lo ejem plar de los mis mos en to do Iqui tos. La pre sen cia de Har den burg en la ca sa del cón sul nor tea me ri ca no de be de ha ber si do in có mo da pa ra és te. Era un fun cio na rio ad ho no rem, ejer cía la pro fe sión de den tis ta y lo que me nos de sea ba es que se abrie ra esa suer te de ca ja de Pan do ra que eran los te rri to rios de Ara na. Una y otra vez le se ña ló al jo ven in ge nie ro que las le yes ama zó ni cas ––las de fac to, no las que en gro sa ban có di gos ina pli ca bles–– no eran las que im pe ra ban en los Es ta dos Uni dos; que Ju lio Cé sar Ara na y su cu ña do, Pa blo Zu mae ta, a car go de la Ca sa Ara na en Iqui tos, eran hom bres pe li gro sos y que lo me jor que po día ha cer era ol vi dar los pe rió di cos y lo que ha bían pu bli ca do. Har den burg no se mos tró de ma sia do agra de ci do cuan do pu bli có The De vil’s Pa ra di se, en 1912: “Es te ca ba lle ro ––es cri bió, re fi rién do se al cón sul King–– con si de ran do úni ca y ex clu si va men te sus pro pios in te re ses y ol vi dan do las obli ga cio nes que le im po nía su car go de cón sul, só lo se con ten tó con fe li ci tar me de ha ber sa li do con vi da y no ha ber si do víc ti ma de los ase si nos de Ara na. Tam bién me acla ró que na da po día ha cer por no so tros”. Qui zá su ex tre ma ju ven tud y su ego cen tris mo le im pe dían ver las li mi ta cio nes a las que es ta ba su je to el doc tor King, en un es ce na rio tro pi cal don de ra ra vez im pe ra ban las le yes. Har den burg de ci dió se guir ade lan te, irre sis ti ble men te atraí do por esa in for ma ción. Es tá cla ro que lo que lo im pul sa ba a en con trar esos ejem pla res de La San ción y de La Fel pa no era só lo el afán de re cu pe rar sus per te nen cias. La his to ria ha si do pró di ga con Har den burg, a par tir de que, en Eu ro pa, lo gró que una re vis ta in gle sa pu bli ca ra sus pri me ros ar tí cu los de nun cian do los crí me nes del Pu tu ma yo. Sin em bar go, le ha ren di do po ca jus ti cia a su com pa ñe ro Per kins. En rea li dad, és te fue quien peor lo pa só, ya que de bió per ma ne cer en El En can to du ran te más de tres me ses y no pre ci sa men te en ca li dad de hués ped. Lo que su ami go no sa bía, mien tras da ba cla ses de in glés en Iqui tos, asis tía a las ve la das mu si ca les del cón sul King, e in ten ta ba con de ses pe ra ción ob te ner los ejem pla res de los pe rió di cos de Sal da ña Ro ca era que, en el co ra zón del Pu tu ma yo, los acon te ci mien tos ha bían pues to a Per kins en una si tua ción de ses pe ra da. Ha bía con traí do ma la ria que, pro gre si va men te, mi na ba su sa lud con las fie bres re cu rren tes, la ane mia y la pro fu sa trans pi ra ción. So lo en una sec ción cau che ra del Ca ra pa ra ná, ata ca do por una fie bre tro pi cal, su si tua ción no ha cía más que agra var se. 153 El ge ren te de El En can to, Mi guel de los San tos Loay za, se ha bía com pro me ti do a re cu pe rar las per te nen cias de los dos jó ve nes es ta dou ni den -

ses y se di ri gió por vía flu vial has ta Jo sa, so bre el río Pu tu ma yo, pa ra re co ger las. Es por eso que Per kins per ma ne ció allí, sin em bar car se en el Li be ral con Har den burg, en ene ro de 1908. Loay za no ac tuó mo vi do por la cor te sía, si no por la cu rio si dad y la co di cia. No le fue di fí cil des cu brir que am bos jó ve nes no per te ne cían a un sin di ca to nor tea me ri ca no que te nía in ten cio nes de ini ciar ne go cios en el Ama zo nas, si no que ha bían si do em plea dos me no res que tra ba ja ron en la cons truc ción de un fe rro ca rril en Co lom bia. Es to, sin más, sig ni fi có que se adue ñó de ins tru men tal, pa pe les, do cu men ta ción y ob je tos per so na les. Ape nas re gre só de Jo sa con las per te nen cias, lo pri me ro que hi zo fue arro jar a Per kins a un ca la bo zo que de bió com par tir con otros pre sos. Du ran te tres me ses, vi vió en con di cio nes in fra hu ma nas, sin re ci bir qui ni na, so bre vi vien do a una ali men ta ción mi se ra ble, so por tan do in sul tos y ve ja cio nes de sus car ce le ros y, lo más trá gi co, sa bien do que los pre sos de El En can to que com par tían su cel da eran im pla ca ble men te eje cu ta dos. Loay za ha brá pen sa do más de una vez en eli mi nar lo. Era un tes ti go mo les to de lo que su ce día en las cau che rías de Ara na. Pe ro al fin y al ca bo, era ciu da da no de los Es ta dos Uni dos. De mo do que pri mó la pru den cia. A fi nes de ma yo, li be ró al pri sio ne ro y lo em bar có rum bo a Iqui tos. Cuan do par tió el Li be ral de El En can to, Per kins pa re cía un ca dá ver. Pe ro el so lo he cho de ha ber si do li be ra do, de ale jar se pa ra siem pre de ese cen tro de tor tu ra, de sa ber que vol ve ría a los Es ta dos Uni dos ape nas zar pa se el pri mer va por de la Com pa ñía Booth, sin du da le die ron las fuer zas ne ce sa rias pa ra so por tar los quin ce días de na ve ga ción has ta Iqui tos. Wal ter Har den burg, mien tras tan to, per ma ne cía en Iqui tos es pe ran do el re gre so de su ami go y de su equi pa je. Ha bía na ci do en él un sen ti mien to irre fre na ble: co no cer a fon do lo que su ce día en las sec cio nes cau che ras de Ju lio Cé sar Ara na. Se gún Ri chard Co llier, re co rría los ba res in da gan do su til men te a los pa rro quia nos acer ca de lo que ha bían pu bli ca do los pe rió di cos. Pe ro na die pa re cía ha ber los leí do. La lle ga da de Per kins a Iqui tos, a fi nes de abril, re do bló la de ci sión de Har den burg de lle gar al fon do de las co sas. Cre yó, in ge nua men te, que Ju lio Cé sar Ara na, por es tar tan to tiem po en Eu ro pa y tan po co en el Ama zo nas, ig no ra ba los mar ti rios que im po nían sus ca pa ta ces a los in dios y a los blan cos. Su in dig na ción no tu vo lí mi tes al en te rar se de que ha bían per di do to das las per te nen cias que los ha bían acom pa ña do des de que sa lie ran de los Es 154 ta dos Uni dos y no ce jó en su afán de ser re sar ci do; de he cho, al ca bo de un año y me dio, re ci bi ría una in dem ni za ción de qui nien tas li bras es ter li nas por par te del go bier no pe rua no. En aque llos días acia gos en Iqui tos, en ple na épo ca de llu vias, con una hu me dad in to le ra ble y las ca lles em ba rra das, am bos jó ve nes se se -

pa ra ron pa ra siem pre. Per kins odia ba el Ama zo nas y que ría sa lir de allí lo an tes po si ble. No le in te re sa ban sus per te nen cias per di das, ni las atro ci da des a las que se so me tía a los in dios, ni los ca pa ta ces de Ju lio Cé sar Ara na: ha bía des cen di do a atro ces abis mos en El En can to ––ex pe rien cia por la cual no atra ve só Har den burg–– y de sea ba has ta el pun to de la de ses pe ra ción huir de to do aque llo. La mo ral y la sa lud de Per kins es ta ban tan mi na das que Har den burg, con par te de los tres cien tos dó la res que ya ha bía re ci bi do de su pa dre, le com pró un pa sa je en un va por car gue ro que par tía ha cia Nor tea mé ri ca. Per kins zar pó que rien do ol vi dar lo que le ha bía to ca do vi vir y, cuan do el va por hi zo so nar la ca rac te rís ti ca si re na que anun cia la par ti da, emi tien do una nu be de va por, el des ti no de los dos mu cha chos que dó se lla do: el que aban do na ba el Ama zo nas de sa pa re ce ría en la in men si dad del te rri to rio nor tea me ri ca no. Se es fu mó pa ra siem pre, sin ha ber for ma do par te, co mo tes ti go, de las in ves ti ga cio nes que de sa ta ron los es cán da los del Pu tu ma yo. The De vil’s Pa ra di se, en cam bio, lo re cuer da y, de no ha ber si do por es te li bro, na die se hu bie ra en te ra do de su exis ten cia. Har den burg, por el con tra rio, de ci dió se guir su lu cha has ta las úl ti mas con se cuen cias. Es aquí, en ton ces, cuan do ca be pre gun tar se por qué lo hi zo. ¿Es co mún que un mu cha cho que aca ba de cum plir los vein ti dós años, a pe sar del ar dor que otor ga la ju ven tud, re suel va lan zar se a una em pre sa ries go sa co mo era in ves ti gar los crí me nes del Pu tu ma yo? Po si ble men te ne ce si ta ba di ne ro y que ría sa car par ti do de la ex pro pia ción de sus per te nen cias por par te de Loay za. El pa dre de Wal ter, Spen cer Har den bergh, era un mo des to gran je ro de Youngs vi lle, es ta do de Nue va York, al pie de los Cats kills, pro pie ta rio de quin ce hec tá reas, lo cual no cons ti tuía pre ci sa men te una for tu na. El de to nan te de lo que ter mi nó con vir tién do se en un es cán da lo in ter na cio nal fue, pues, el mo des to ba ga je de ins tru men tal, ar mas, he rra mien tas, do cu men ta ción y otras mi nu cias, a cam bio del cual Wal ter qui so ob te ner una in dem ni za ción. Cu rio sa men te, nun ca men cio na qué mon to pre ten día. Pe ro una car ta en via da por Ju lio Egoa gui rre, abo ga do de Ara na a Ju lio Cé sar Ara na se ña la que Wal ter Har den burg exi gía sie te mil li bras es ter li nas en com pen sa ción por la pér di da de su 155 equi pa je. Ca so con tra rio, pu bli ca ría en Lon dres lo que sa bía acer ca del Pu tu ma yo. Sie te mil li bras ––de ser cier to el re cla mo–– era una su ma des me su ra da que na die hu bie ra pa ga do en com pen sa ción por la apro pia ción in de bi da de ob je tos no de ma sia do va lio sos. Sal vo que exis tie ra una car ta ocul ta que, pues ta en jue go, ate mo ri za ra al cau che ro. Si nos ate ne mos al per fil que tra za Ri chard Co llier de Har den burg, es ta po si bi li dad es ini ma gi na ble. Su in fan cia y ado les cen cia en Big Mea dow, la gran ja que su

pa dre po seía en Youngs vi lle, ha bía si do edé ni ca: ove jas que pas ta ban pa cí fi ca men te en las on du lan tes pra de ras; cha pu zo nes con sus her ma nos, Wi lliam y Wes ley en Stump Pond; ca ce rías de co ne jos, ar di llas gri ses y gan sos sal va jes; una ma dre ha cen do sa, pro to ti po de las que ilus tra ban los al ma na ques de aque lla épo ca, siem pre ocu pa da en la co ci na y en los me nes te res do més ti cos. Era im pen sa ble que un mu cha cho edu ca do en la rí gi da fe me to dis ta, que se ha bía sus crip to a cua ren ta pe rió di cos que de vo ra ba de ca bo a ra bo, y leía la pro to tí pi ca obra an ties cla vis ta y hu ma ni ta ria La ca ba ña del tío Tom, re cu rrie ra a la ex tor sión. Al tra zar la tra yec to ria de Har den burg en su obra, Co llier lo tras la da de los Es ta dos Uni dos a Co lom bia, sin ex pli car có mo lle gó allí, ni dón de ha bía co no ci do a Per kins. Apa re cen má gi ca men te na ve gan do en ca noa por el río Pu tu ma yo, tal cual lo re la ta el jo ven nor tea me ri ca no en su li bro The De vil’s Pa ra di se. Sin em bar go, una car ta de un abo ga do in glés, de ape lli do Black burn, que és te pu so a dis po si ción de la Pe ru vian Ama zon Com pany al de sa tar se en Lon dres los es cán da los del Pu tu ma yo, con tie ne in for ma ción que no coin ci de con la an ge li cal vi sión de los mu cha chos que trans mi te Co llier. El do cu men to en cues tión se ña la los pé si mos an te ce den tes tan to de Har den burg co mo de Per kins en Su dá fri ca ––don de apa ren te men te ha bían es ta do an tes de di ri gir se a Su da mé ri ca––, país en el que pro ta go ni za ron al gu nas es ta fas. En tre vis ta do por los di rec ti vos bri tá ni cos de la em pre sa, Black burn ofre ció ce der les un ex pe dien te que él mis mo ha bía ini cia do en Su dá fri ca con tra los dos nor tea me ri ca nos, co mo tam bién prue bas acer ca de su pues tas fe cho rías de am bos en los Es ta dos Uni dos. El he cho es que exis ten mo ti vos pa ra pen sar que Wal ter Har den burg ac tuó im pul sa do por el in te rés. Su per ma nen cia en Iqui tos du ran te un año y me dio, su am bi guo trán si to por Ma naos, co mo ve re mos en su opor tu ni dad, y su ob se sión por reu nir to da la in for ma ción po si ble so bre las sec cio nes cau che ras de Ara na y sus ca pa ta ces, se ña lan un ob je ti vo que 156 ja más des fa lle ció. Por que no só lo que ría co brar ––le gí ti ma men te, por cier to–– al gu na su ma por sus per te nen cias per di das, si no que sur gió en él otra ini cia ti va, una po si bi li dad que po dría co lo car en el pla no mun dial lo que su ce día en ese os cu ro río: es cri bir un li bro. Y aquí sus mo ti va cio nes de ben de ha ber es ta do mez cla das. Lo ha brán im pe li do las atro ci da des pre sen cia das, la ven gan za por ha ber si do mal tra ta do por Loay za en El En can to, las hu mi lla cio nes que de bió su frir su ami go, el ro bo li so y lla no de sus per te nen cias, su vo ca ción pa ra de nun ciar los crí me nes del Pu tu ma yo. Pe ro tam bién es de su po ner que no que rría re gre sar a Youngs vi lle con las ma nos va cías. De he cho, des pués de pu bli car The De vil’s Pa ra di se ––que fue el com pen dio de los ar tí cu los pu bli ca dos en la re vis -

ta Truth, en 1909–– vi vía en Ca na dá, en Red Deer, en tre Cal gary y Ed mon ton, con su mu jer y su hi jo, lo cual sig ni fi ca que ha brá co bra do sig ni fi ca ti vos de re chos de au tor. No ha brán cons ti tui do una for tu na, pe ro, al me nos, le per mi tie ron cier to gra do de in de pen den cia. De mo do que con vie ne ate ner se a los he chos y tra zar con la má xi ma ob je ti vi dad po si ble su tra yec to ria en Iqui tos. Sa be mos que pu bli có un avi so en el pe rió di co Oc ci den te ofre cién do se co mo maes tro de in glés, y que tu vo bas tan te éxi to, ya que con gre gó a ca tor ce pu pi los. Por esa épo ca Ju lio Cé sar Ara na lle gó a Iqui tos pa ra aco plar se a la mi sión que lle vó al Pu tu ma yo al pre fec to de Lo re to, Car los Za pa ta, y al cón sul del Pe rú en Ma naos, Car los Rey de Cas tro. Es de su po ner que Ara na es ta ba al tan to de la pre sen cia en la ciu dad y, con an te rio ri dad, en sus sec cio nes cau che ras, de Wal ter Har den burg, así co mo de que Per kins ha bía es ta do en car ce la do en El En can to. Cuan do fi nal men te es ta lló el es cán da lo, Ju lio Cé sar Ara na siem pre ca li fi có de chan ta jis ta a Har den burg y atri bu yó la cam pa ña en su con tra al he cho de ha bér se le pre sen ta do la po si bi li dad de ha cer se so cio de Da vid Se rra no en La Re ser va. En ton ces se pro du jo un en cuen tro en tre Ara na y Har den burg. Wal ter re cor dó es te en cuen tro an te el Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes, en 1913, pe ro ni él ni Ara na die ron nun ca por me no res del mis mo. El úni co que se ex pla ya al res pec to es Co llier aun que no acla ra el ori gen de su in for ma ción. Se gún su ver sión, Wal ter es ta ba con ven ci do de que el cau che ro ig no ra ba las atro ci da des que se per pe tra ban en el Pu tu ma yo. ¿Có mo iba a sa ber lo, si no vi vía en Iqui tos, si no en Bia rritz y Lon dres? Sus oca sio na les via jes ama zó ni cos eran bre ves, y ha cía años que no vi si ta ba las sec cio nes cau che ras del Iga ra pa ra ná y del Ca ra pa ra ná y mu cho me nos las que se en con tra ban en el me dio de la sel va. Ju lio Cé 157 sar Ara na, pa ra el nor tea me ri ca no, era un em pre sa rio con po co o nin gún con tac to con las rea li da des de la sel va, más ocu pa do en ha cer ne go cios en Eu ro pa que en ríos in fa mes. O Har den burg era de una in ge nui dad su per la ti va, o la his to ria ha si do de for ma da. El nor tea me ri ca no ––se gún Ri chard Co llier–– de ci dió en tre vis tar se con Ara na al sa ber que és te ha bía lle ga do a Iqui tos. Se di ri gió a la re si den cia del cau che ro, en la es qui na de las ca lles Prós pe ro y Oma gua. Ape nas atra ve só el um bral del ho gar de Ju lio Cé sar Ara na, pro te gi do por puer tas de re jas, ba tió pal mas pa ra anun ciar su pre sen cia y fue re ci bi do por un sir vien te, quien par tió a anun ciar su vi si ta al due ño de ca sa. Per ma ne ció so lo en ese am plio pa tio si len cio so, pro te gi do de los ri go res del sol del tró pi co por una gi gan tes ca po ma rro sa de fru tos re don dos y ama ri llen tos. No sa be mos qué se pro po nía de cir le a Ara na, si ha bía en sa ya do su dis cur so o qué sen ti ría al co no cer lo. Por que, sor pre si va men te, lo

des cu brió en el pa tio, de pie, y nun ca ol vi da ría su ca ris ma, el res pe to que im po nía su me ra pre sen cia. Ju lio Cé sar Ara na era im po nen te men te al to y cor pu len to, con ojos ne gros y pe ne tran tes. Su man dí bu la era ma ci za, su pe que ña bar ba es ta ba pro li ja men te re cor ta da, y ––lo más lla ma ti vo–– sus ma nos eran pe que ñas, ex qui si ta men te tor nea das, ca si fe me ni nas. ––Pa se, que Dios lo acom pa ñe. És ta es su ca sa ––di jo Ara na, dán do le la tí pi ca bien ve ni da ama zó ni ca. Pe ro esas fue ron sim ples cor te sías por par te del cau che ro, que, pro ba ble men te, re ce la ba tam bién de esa ines pe ra da pre sen cia. Ara na no ig no ra ba el po der de ser eu ro peo o yan qui en esas la ti tu des. La se gu ri dad y los in te re ses de es tos ciu da da nos eran de pri mor dial im por tan cia en paí ses exó ti cos y, en más de una opor tu ni dad, ha bían jus ti fi ca do una in va sión. No era que Es ta dos Uni dos hu bie ra to ma do se me jan tes re pre sa lias apo ca líp ti cas an te la de sa pa ri ción de un ciu da da no en el Ama zo nas, pe ro era un te ma de li ca do: in ves ti ga cio nes, in for ma ción en los dia rios, pre sio nes di plo má ti cas, re pre sa lias gu ber na men ta les. Pro ba ble men te, lo me jor se ría es cu char lo y de sa rro llar su es tra te gia a me di da que avan za ba el diá lo go. Pa sa ron al sa lón de re ci bo, bas tan te diez ma do, por cier to, en ma te ria de de co ra ción. Un si llón, un par de so fás de mim bre y el pia no, en el cual An gé li ca, una de las hi jas de Ara na, ha brá de lei ta do a au dien cias fa mi lia res con las ine vi ta bles ga lo pas y val ses. Har den burg re co no ce ría pos te rior men te que no es ta ba se gu ro de có mo en ca rar la con ver sa ción. Si bien creía que el cau che ro ig no ra ba lo que su ce día en su im pe rio, tam po co po 158 día ase gu rar lo en fá ti ca men te. El in ci den te con Ben ja mín Sal da ña Ro ca y su hui da a Li ma eran su ges ti va men te coin ci den tes con la lle ga da a Iqui tos de Ju lio Cé sar Ara na. Pre fi rió ser pru den te. Re cla mó, con im pe ca ble tac to, que hi cie ra al go pa ra com pen sar el mal tra to que él y Per kins ha bían pa de ci do por par te de sus ca pa ta ces, y que to ma ra una de ci sión con res pec to a la pér di da de sus per te nen cias, don de ha bía “va lio so ins tru men tal cien tí fi co”. El due ño de ca sa con ta ba con una ven ta ja: es ta ba en su pro pio te rri to rio. Ese sa lón des po bla do le per te ne cía. Lo pri me ro que le pre gun tó a Har den burg era qué ha bía es ta do ha cien do en el Pu tu ma yo, qué lo ha bía lle va do a ese río re mo to. La res pues ta del nor tea me ri ca no fue en in glés, al go que no se ría to le ra do por Ara na: lo in te rrum pió brus ca men te, mien tras le mos tra ba los cin co de dos de una ma no. ––One, two, th ree, four. That’s my En glish ––aco tó Ara na. La con ver sa ción, a par tir de ese mo men to, pro se gui ría en cas te lla no, y no por que el an fi trión ig no ra ra el in glés. En rea li dad, era po lí glo ta, ya que tam bién do mi na ba el fran cés y el por tu gués. Pe ro no le iba a otor gar a Har den burg el be ne fi cio de un diá lo go flui do. En su tor pe es pa ñol, el

jo ven se atre vió a de cir le que en La Re ser va y en La Unión ha bían su ce di do co sas ma las. Ara na asin tió va ga men te, afir man do que al go ha bía oí do al res pec to. Pe ro eso fue to do. No in da gó, ni mos tró in te rés en ha blar de lo que ha bía su ce di do en esos pa ra jes sel vá ti cos. Wal ter tal vez sin tió que el diá lo go se ago ta ba y que su in ter lo cu tor po seía un ta len to in su pe ra ble pa ra na ve gar en cier tas aguas, pa ra evi tar las es qui nas pe li gro sas, pa ra es ca bu llir se cuan do la con ver sa ción se po día vol ver com pro me ti da. Lo más acon se ja ble era no men cio nar más los acon te ci mien tos que ha bía pro ta go ni za do, o lo que se ha bía pu bli ca do con res pec to a las atro ci da des de sus sec cio nes cau che ras. In sis tió, sí, en sa ber qué su ce de ría con su ex tra via do equi pa je. Ara na pro me tió ocu par se, pe ro sin dar de ma sia das ex pli ca cio nes y, mu cho me nos, per mi tir que se ha bla ra de re pa ra cio nes eco nó mi cas. Sin em bar go, an tes de que par tie ra Wal ter, le des li zó una pre gun ta que de be de ha ber ac ti va do las de fen sas del jo ven: ¿qué im pre sión le que da ba de las con di cio nes que im pe ra ban en el Pu tu ma yo? Har den burg no mor dió el an zue lo. Des ple gó un inu sual sen ti do de la di plo ma cia, o, pa ra uti li zar un tér mi no más exac to, de la su per vi ven cia. ––Se rá me jor que juz gue por us ted mis mo la pró xi ma vez que via je al Pu tu ma yo ––res pon dió. Mien tras lo veía ale jar se por la ca lle Prós pe ro, Ju lio Cé sar Ara na ha brá pen sa do que Har den burg po co te nía de im pro vi sa do. Sin de cir na 159 da, ha bía di cho mu cho. ¿Ha brá ima gi na do, aque lla no che de ma yo de 1908, que ese jo ven po día lle gar a trans for mar se en un ri val de pri me ra mag ni tud? Cree mos que no. De lo con tra rio, hu bie ra pac ta do una su ma ge ne ro sa por la pér di da de sus per te nen cias y le hu bie ra re ga la do un pa sa je en bar co a Nue va York. Sa car lo, cuan to an tes, de ese es ce na rio ama zó ni co hu bie ra si do lo más in te li gen te. ¿Có mo se hu bie ra re sis ti do, por dar un ejem plo, a dos mil li bras es ter li nas y a una tra ve sía ma rí ti ma en pri me ra cla se de re gre so a los Es ta dos Uni dos? Con esa su ma, po dría ini ciar al gún ne go cio en cual quier lu gar del mun do y, su ex pe rien cia en el Pu tu ma yo, pa sa ría a ser una me ra anéc do ta. Y dos mil li bras, pa ra Ju lio Cé sar Ara na, era po co más que una pro pi na. Cre yó equi vo ca da men te que Wal ter era de ma sia do jo ven pa ra que al guien lo to ma ra en se rio, que ca re cía de co ne xio nes con es fe ras im por tan tes. ¿Qué ame na za po día im pli car un nor tea me ri ca no que se ga na ba el sus ten to en Iqui tos en se ñan do in glés? Fue el peor error de su vi da. La pró xi ma vez que se ve rían, se ría en un re cin to an te una co mi sión del Par la men to bri tá ni co, Ara na en el ban qui llo de los acu sa dos, Har den burg co mo tes ti go de car go. Tras su en cuen tro con Ara na, Wal ter per ma ne ció en Iqui tos. Aún es pe ra ba re ci bir una com pen sa ción por su equi pa je. Pro si guió con sus ac -

ti vi da des: en se ñar in glés en el nue vo co le gio se cun da rio, ins truir a sus pu pi los y asis tir a las ve la das mu si ca les del cón sul-odon tó lo go Guy T. King, en cu ya ca sa se guía alo ján do se. No ha bían trans cu rri do tres se ma nas, cuan do una no che en la que el due ño de ca sa es ta ba au sen te, re ci bió una vi si ta ines pe ra da. Era la de un jo ven, Mi guel Gál vez, que so lía asis tir a las ve la das del cón sul. El mo ti vo de esa im pre vis ta irrup ción fue el co mu ni car le a Har den burg que, en rea li dad, era hi jo na tu ral de Ben ja mín Sal da ña Ro ca, que su pa dre se en con tra ba a sal vo, en Li ma, y que ha bía con se gui do un tra ba jo me nor co mo pe rio dis ta en el dia rio La Pren sa. Y que an tes de par tir pre ci pi ta da men te (la po li cía lo ha bía em bar ca do en un va por que se di ri gía a Yu ri ma guas), ha bía lo gra do po ner a sal vo tes ti mo nios de ex em plea dos de la Ca sa Ara na acer ca de lo que su ce día en el Iga ra pa ra ná y en el Ca ra pa ra ná. Al gu nos se ha bían pu bli ca do en La San ción y en La Fel pa; otros, aún eran iné di tos. Su pa dre le ha bía en co men da do esos pre cio sos tes ti mo nios, dán do le ins truc cio nes pa ra que los en tre ga ra a al guien que es tu vie ra en con di cio nes de se guir ade 160 lan te con su lu cha. Pa ra Mi guel Gál vez, Wal ter Har den burg era la per so na in di ca da. El ma te rial se ha lla ba en ca sa de su ma dre, do ña Ame lia, con quien Sal da ña Ro ca ha bía te ni do va rios hi jos, el ma yor de los cua les era Mi guel Gál vez. Era un lu gar se gu ro, ya que se tra ta ba de una pen sión pa ra obre ros es pa ño les cer ca del puer to. ¿Por qué ha bía ele gi do al nor tea me ri ca no pa ra en tre gár se lo? Po cos días an tes, Gál vez ha bía ido a bus car una cer ve za a un bar pró xi mo a la pen sión de su ma dre, y es cu chó a Har den burg ha blar con al guien acer ca de los pe rió di cos edi ta dos por Sal da ña Ro ca, lo cual era ri gu ro sa men te cier to. Cla ro que, tam bién, po día ser un es pía de Ju lio Cé sar Ara na. Pe ro Wal ter con fió en él. Con vi nie ron en que el en cuen tro en que Gál vez le en tre ga ría el ma te rial se lle va ría a ca bo al día si guien te, a las ocho de la no che, en lo de Juan Wu, una des pen sa en el puer to, don de abun da ban pe que ños co mer cian tes chi nos y ma rro quíes. El en cuen tro se rea li zó sin so bre sal tos y el jo ven nor tea me ri ca no re gre só a la ca sa del cón sul con los tes ti mo nios ba jo el bra zo. A la luz de una lám pa ra de pe tró leo, en la so le dad de su ha bi ta ción, pu do ve ri fi car que eran car tas, al gu nas iné di tas, de ex em plea dos de la Ca sa Ara na ––só lo dos es ta ban cer ti fi ca das an te es cri ba no pú bli co–– re la tan do los por me no res de las atro ci da des que co me tían ge ren tes y ca pa ta ces en la sel va, las que ya he mos ex pues to al ci tar el li bro del juez Car los A. Val cár cel, Los Pro ce sos del Pu tu ma yo, ba sa do en esas mis mas de nun cias. Has ta ese mo men to, lo que real men te su ce día en los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná, si bien era vox po pu li en Iqui tos y has ta lo ha bían pu bli ca do dos pe rió di cos, pa ra Har den burg eran ver sio nes ora les, cu chi cheos, pre sun -

cio nes. Aho ra, an te sus ojos, es cri tos de pu ño y le tra, sur gían esos re la tos del ho rror, de mo do irre fu ta ble. Te mien do co rrer pe li gro si ese ma te rial era des cu bier to por al gún sir vien te pa ga do por Ara na, Har den burg de ci dió que lo me jor se ría fo to gra fiar lo y de vol ver le los ori gi na les a Mi guel Gál vez. De mo do que se di ri gió a lo del fo tó gra fo Ro drí guez Li ra, en ple na ca lle Prós pe ro, pa ra que los du pli ca se. Pe ro el fo tó gra fo, ape nas com pro bó de qué tra ta ban las car tas, le di jo que ja más vol vie ra a po ner un pie en su ne go cio. Pa ra quie nes gi ra ban en tor no al cau cho del Pu tu ma yo, des de Ju lio Cé sar Ara na en más, Har den burg de jó de ser un pin to res co aven tu re ro pa ra con ver tir se en una ame na za. Co mo es de su po ner, el fo tó gra fo ha brá co men ta do esa in só li ta vi si ta y, en Iqui tos, las no ti cias co rrían co mo re gue ro de pól vo ra. No só lo los asa la ria dos de Ju lio Cé sar Ara na es ta ban 161 aler tas, si no, tam bién, el pro pio abo ga do del cau che ro, el se na dor Ju lio Egoa gui rre que, ca sual men te, era alum no de Har den burg, y to ma ba con él cla ses de in glés dos ve ces por se ma na. El ca no so se na dor por Lo re to fue el pri me ro en des li zar pre gun tas que apun ta ban ha cia un ob je ti vo ca da vez más sos pe cho so: si pen sa ba es cri bir un li bro acer ca de sus ex pe rien cias en el Pu tu ma yo. Wal ter ne gó, en va rias opor tu ni da des, ha ber le re ve la do a Egoa gui rre que, efec ti va men te, con tem pla ba la po si bi li dad de es cri bir un li bro. Sin em bar go, ya se ña la mos que Egoa gui rre le en vió una car ta a Ju lio Cé sar Ara na en la cual in di ca ba que Har den burg as pi ra ba a una com pen sa ción eco nó mi ca de sie te mil li bras por sus per di das per te nen cias. Ca so con tra rio, re ve la ría, en Lon dres, lo que su ce día en el Pu tu ma yo. Si nos apar ta mos, por un mo men to, de la ima gen he roi ca de Wal ter que pro yec ta Ri chard Co llier ––la de di ca to ria de su li bro di ce: “A la me mo ria de Wal ter Er nest Har den burg, Hi jo de la Li ber tad, 1886-1942”–– es ine vi ta ble que sur jan cier tas sos pe chas so bre sus mó vi les. Es lí ci to que al guien que ha si do tes ti go de al gu nos ho rro res y se ha en te ra do de otros, as pi re a es cri bir un li bro en que de nun cie los mis mos. Pe ro a los vein ti dós años, sin ex pe rien cia li te ra ria ni pe rio dís ti ca, no es fá cil es cri bir un li bro. Los ar tí cu los fir ma dos por él y pu bli ca dos en la re vis ta in gle sa Truth, al año si guien te, ha cen sos pe char que fue ron es cri tos por un ghost wri ter, es de cir, por un pro fe sio nal que po ne en pro sa la in for ma ción que al guien le da. Sin du da, en la men te del jo ven ani da ban se cre tas am bi cio nes. Ello ex pli ca su re pen ti no via je a Ma naos, con el es fuer zo eco nó mi co que le im pli ca ba pa gar via je y es ta día. Pe ro an tes de aden trar nos en es te tras la do ama zó ni co, hay que se ña lar que Wal ter ha bía es ta do bas tan te ocu pa do, du ran te los me ses de ma yo y ju nio de 1908, es cri bien do car tas a su pues tas víc ti mas de la Ca sa

Ara na, pa ra ob te ner más tes ti mo nios pa ra su li bro. El ma te rial que le ha bía brin da do Mi guel Gál vez era va lio so; pe ro ya ha bía si do pu bli ca do en dos pe rió di cos y las car tas es ta ban di ri gi das a Ben ja mín Sal da ña Ro ca. Har den burg se dio cuen ta de que la cre di bi li dad de las de nun cias se ría ma yor si las mis mas apa re cían en car tas di ri gi das di rec ta men te a él. Ave ri guó nom bres y di rec cio nes de to dos aque llos que pu die sen re la tar con lu jo de de ta lles lo que les ha bía to ca do vi vir. Era im por tan te que las car tas tu vie ran fe chas y fir mas cer ti fi ca das an te es cri ba no pú bli co. Su es tra te gia dio re sul ta dos: día a día re ci bía res pues tas de per so nas que ha bían co no ci do el in fier no del Pu tu ma yo. Con vie ne re pro du cir, en to da su ex 162 ten sión, la que le en vió Da niel Co llan tes, cer ti fi ca da an te el es cri ba no pú bli co Ar nold Gui chard. Iqui tos, 17 de ma yo de 1908 Se ñor W. E. Har den burg. ––Aca bo de re ci bir su car ta fe cha da en el día de ayer, en la que me so li ci ta in for ma ción acer ca de mi es ta día en el río Pu tu ma yo y, en par ti cu lar, en lo que res pec ta a he chos que he pre sen cia do. Le in for mo que, du ran te mi es ta día allí con una du ra ción de sie te años, he pre sen cia do crí me nes, fla ge la cio nes, mu ti la cio nes y otros ul tra jes. En 1902, vi si té a los se ño res Ara na en Iqui tos y les pe dí tra ba jo en la ac ti vi dad cau che ra que, se gún se me ha bía in for ma do, se lle va ba a ca bo en el Pu tu ma yo. Mi so li ci tud de em pleo fue in me dia ta men te acep ta da por Ju lio Cé sar Ara na, que pro me tió pa gar me cua ren ta so les al mes, ade más de bue na ali men ta ción, me di ci nas y pa sa je de ida y de vuel ta. Quie ro acla rar que es tas pro me sas no se cum plie ron, si no que ni si quie ra fue ron to ma das en cuen ta. Fue ron ta les las con duc tas ex tre mas, que ca si ins tan tá nea men te me con ver tí en un es cla vo de la com pa ñía. Cuan do lle gué a La Cho rre ra, me asig na ron a la cha lu pa Ma zán, co mo fo go ne ro, don de tra ba jé du ran te sie te me ses. Al fi nal de es te pe río do, Víc tor Ma ce do me or de nó que de ja ra de tra ba jar en la cha lu pa, ya que de sea ba que ini cia se un via je a tra vés de la sel va pa ra po ner me ba jo las ór de nes de Elías Mar ti ne gui; pe ro co mo ya es ta ba al tan to de los crí me nes que se lle va ban a ca bo en ple na sel va, me re hu sé. Eso fue su fi cien te pa ra que se me tra ta ra con ex tre ma bru ta li dad. Por es te mo ti vo, me co lo ca ron una enor me ca de na al re de dor de mi cin tu ra a ma ne ra de ata du ra, y me con fi na ron, en ab so lu ta so le dad, en una de las cel das de La Cho rre ra. Allí per ma ne cí du ran te diez días, cus to dia do por cen ti ne las, que te nían ór de nes de dis pa rar si in ten ta ba pro tes tar por es tar en car ce la do. Una vez, en mi ago nía, in ten té

ha blar con Víc tor Ma ce do, pe ro al es cu char mis que jas, or de nó que se me die ran cien azo tes y que me ta pa ran la bo ca pa ra no es cu char mis gri tos. Gra cias a al gu nos que es ta ban al tan to de mi ino cen cia y que pro tes ta ron, lo gré ob te ner mi li be ra ción al ca bo de diez días, pe ro con la con di ción de que par tie ra de in me dia to pa ra po ner me al ser vi cio del cri mi nal je fe de la sec ción cau che ra Ate nas, Elías Mar ti ne gui. El día des pués de ha ber si do pues to en li ber tad, me pu se en mar cha 163 ha cia esa sec ción, acom pa ña do por Mar ti ne gui y su co le ga, O’Don nell. Des pués de una tra ve sía de dos días lle ga mos a Ate nas, y co mo Mar ti ne gui ya es ta ba al tan to de que no me iba a po ner al ser vi cio del cri men, me or de nó que rea li za ra ta reas en la ca sa. Al se gun do día, caí en fer mo de reu ma tis mo, pro ba ble men te cau sa do por el en car ce la mien to que ha bía su fri do, po cos días an tes, en una cel da hú me da y su cia en La Cho rre ra. Es ta en fer me dad me de jó pos tra do du ran te sie te me ses, y, de no ha ber si do por dos em plea dos co lom bia nos que se apia da ron de mí y me ali men ta ron cuan do po dían, hu bie ra muer to de ina ni ción. Du ran te mi es ta día en es ta sec ción, los he vis to ase si nar al re de dor de se sen ta in dios, en tre ellos hom bres, mu je res y ni ños. Es tos po bres des gra cia dos, a quie nes ma tan con ar mas de fue go, o cor tán do los en pe da zos con ma che tes, son co lo ca dos en gran des bar ba coas (pi las de ma de ra), adon de ase gu ran a las víc ti mas y lue go les pren den fue go. Es tos crí me nes fue ron co me ti dos por el pro pio Mar ti ne gui y por va rios em plea dos de con fian za. Le he es cu cha do re pe ti da men te de cir a es te mons truo que ca da in dio que no tra je ra la can ti dad de cau cho que se le or de nó ex traer, iba a co rrer la mis ma suer te. Ocho días des pués de es te acon te ci mien to, Mar ti ne gui dio ór de nes pa ra que un gru po de em plea dos se di ri gie ra a don de vi vían unos in dios ve ci nos pa ra ser ex ter mi na dos, in clu yen do mu je res y ni ños, por no ha ber cum pli do con la cuo ta de cau cho que de bían en tre gar. Es ta or den fue es tric ta men te cum pli da, ya que el gru po re gre só a los cua tro días, tra yen do de dos, ore jas y va rias ca be zas de las in for tu na das víc ti mas co mo prue ba de que las ór de nes ha bían si do eje cu ta das. Des pués de to dos es tos acon te ci mien tos, ob tu ve per mi so pa ra de jar es ta sec ción y re gre sar a La Cho rre ra, a la que lle gué des pués de un pe no so via je que du ró cua tro días. Co mo lle gué en un es ta do fí si co la men ta ble, de bi do a mi en fer me dad y al via je, se me or de nó ocu par una de las cel das. Tres días des pués de mi arri bo, lle ga ron al re de dor de cua ren ta in dios ocai nas en ca li dad de pri sio ne ros, que fue ron en ce rra dos y en ca de -

na dos en otra cel da de ma yo res di men sio nes. Ha cia las cua tro de la ma ña na del día si guien te, Víc tor Ma ce do, je fe de La Cho rre ra, hi zo traer a die cio cho em plea dos de Sa ba na, y, al lle gar, les or de nó que azo ta ran a los in for tu na dos ocai nas ––que es ta ban en car ce la dos y en ca de nas–– has ta que mu rie ran. Es ta or den fue eje cu ta da de in me dia to, pe ro co mo mu chos de los in fe li ces in dios no su cum bie ron a los la ti ga zos y a los gol pes, Ma ce do or de nó que sa ca ran a los in dí ge nas de las cel das don de se en con tra ban, los arras tra ran a ori llas del río y les pren die ran fue go. Es tas ór de nes fue ron es tric ta men te obe de ci das. 164 Al re de dor de las nue ve de la ma ña na, co men za ron a trans por tar el com bus ti ble ––ma de ra y que ro sén–– que se ría uti li za do pa ra las cre ma cio nes, y ha cia las do ce del me dio día, un tal Lon do ño, por or den del cri mi nal Ma ce do, les pren dió fue go a las in for tu na das víc ti mas de la tri bu de los ocai nas. Es ta pi ra hu mean te de car ne hu ma na si guió ar dien do has ta las diez de la ma ña na del día si guien te. Fue du ran te el car na val de 1903 que se lle vó a ca bo es te re pug nan te ac to de cruel dad, y el lu gar ele gi do es tá a cien to cin cuen ta me tros de lo que es ac tual men te el “club” La Cho rre ra. Los al tos em plea dos de es ta com pa ñía, cuan do se em bo rra chan, brin dan con co pas de cham pag ne y las al zan en ho me na je de aquel que de mues tre que ha co me ti do la ma yor can ti dad de crí me nes. Po cos días des pués de es te even to, fui a ver al je fe y ad mi nis tra dor del es ta ble ci mien to, Víc tor Ma ce do, y le pe dí la li qui da ción de mis ha be res, ya que no que ría tra ba jar más pa ra es ta com pa ñía y de sea ba re gre sar a Iqui tos. La res pues ta que me dio es te mi se ra ble cri mi nal fue ame na zar me con más ca de nas, con más cár cel, in di cán do me que él era la úni ca per so na que da ba ór de nes en la re gión y que to dos los que vi vían allí es ta ban ba jo su co man do. Co mo con se cuen cia, tu ve que aban do nar La Cho rre ra y di ri gir me a San ta Ju lia, cu yo je fe era el cri mi nal Ji mé nez, quien me or de nó que fue ra de in me dia to a Pro vi den cia, don de vol ví a en con trar me con Ma ce do. Me or de nó que co men za ra a tra ba jar en Úl ti mo Re ti ro, don de en con tré al je fe, Jo sé Ino cen te Fon se ca. Po cos días des pués de mi arri bo, man dó a bus car a in dios chon ta du ra, ocai na ma y uti gue ne; vein ti cua tro ho ras des pués, cen te na res de in dios co men za ron a apa re cer en la ca sa, de acuer do con las ór de nes que ha bía im par ti do. En ton ces, Ino cen te Fon se ca, to mó su ca ra bi na y su ma che te y dio co mien zo a la ma tan za de es tos in dios in de fen sos, de jan do más de cien to cin cuen ta ca dá ve res es par ci dos en el sue lo, en tre hom bres, mu je res y ni ños. Es ta ope ra ción la lle vó a ca bo acom pa ña do por seis de sus más con fi den cia les “se cre ta rios”, co mo los je fes de sec ción de -

no mi na ban a sus asis ten tes, al gu nos de los cua les uti li za ron ca ra bi nas, mien tras que otros op ta ron por el ma che te. Fon se ca, con su ma che te de ta ma ño gi gan tes co, ma sa cró a dies tra y si nies tra a es tos po bres des gra cia dos, ba ña dos en san gre, mien tras se arras tra ban por el pi so pi dien do cle men cia. Una vez fi na li za da la tra ge dia, Fon se ca or de nó que to dos los ca dá ve res fue ran api la dos e in ci ne ra dos. La es ce na fue aún más ho rri ble, por que ape nas se cum plie ron las ór de nes pa ra que se los que ma ra, se es cu cha ron gri tos de ago nía y de de ses pe ra ción pro ve nien tes de aque llas víc ti mas que aún es ta ban vi vas. Mien tras tan to, el mons truo 165 de Fon se ca gri ta ba: “¡Quie ro ex ter mi nar a to dos los in dios que no obe de cen mis ór de nes con res pec to al cau cho que exi jo que en tre guen!” Al gún tiem po des pués, Fon se ca or ga ni zó un gru po de vein te hom bres (cum plien do ór de nes de Ma ce do), co man da dos por uno de sus se cre ta rios de con fian za, lla ma do Mi guel Ren gi fo, con ins truc cio nes de tras la dar se has ta el río Ca que tá y ma tar a to dos los co lom bia nos que en con tra sen. Tam bién exi gió que tra je ran de dos, ore jas y al gu nas ca be zas de las víc ti mas, pre ser va das en sal, co mo prue ba de que sus ór de nes se ha bían cum pli do. Al ca bo de sie te días re gre só el gru po, tra yen do los res tos hu ma nos que Fon se ca ha bía so li ci ta do. És tos fue ron re mi ti dos a los cé le bres je fes de la com pa ñía Víc tor Ma ce do y Mi guel Loay za, pa ra que com pro ba ran por sí mis mos qué exi to sa ha bía si do la mi sión. El se cre ta rio, Ren gi fo, tam bién in for mó a Fon se ca que uno de los guías in dios que ha bían lle va do con si go pa ra des cu brir el pa ra de ro de los co lom bia nos, no se ha bía com por ta do co mo co rres pon día. Es to bas tó pa ra que Fon se ca lo hi cie ra col gar de una pier na, jun to con su pe que ño hi jo, de ape nas diez años de edad. En es ta po si ción re ci bie ron cin cuen ta la ti ga zos ca da uno, des pués de lo cual se sol ta ron las ca de nas de las cua les es ta ban sus pen di dos pa ra que ca ye ran al sue lo, es tre llan do sus ca ras con tra el mis mo. Ape nas es to con clu yó, Fon se ca or de nó a uno de sus em plea dos que to ma ra su ri fle, los arras tra ra has ta un cla ro en fren te de la ca sa y les dis pa ra ra, lo cual se hi zo. Mien tras es to se lle va ba a ca bo, una mu jer in dia lle gó des de Ura nia pa ra po ner se ba jo las ór de nes de Fon se ca, pe ro, ho rro ri za da an te es te es pan to so es pec tá cu lo, in ten tó huir. Fon se ca dio ór de nes pa ra que cua tro de sus hom bres to ma ran sus ar mas, la per si guie ran y la ma ta ran. Des pués de que la mu jer hu bo co rri do al re de dor de cin cuen ta me tros, hu yen do del pe li gro, ca yó muer ta, atra ve sa da por la des car -

ga de las ar mas de los cua tro em plea dos, alo ján do se las ba las en la ca be za de es ta víc ti ma ino cen te. Pa ra con cluir con es ta lar ga na rra ción de los gran des crí me nes del Pu tu ma yo que he pre sen cia do du ran te mi per ma nen cia de sie te años, le da ré los nom bres de al gu nos otros mons truos que tra ba jan allí, y es toy dis pues to a pre sen tar me an te una cor te de jus ti cia. Es tos dia bó li cos cri mi na les son: Arís ti des Ro drí guez, Au re lio Ro drí guez, Ar man do Nor mand6, O’Don nell, Mi guel Flo res, Fran cis co Se ma na rio, Al fre do Montt, Fi del Ve lar de, Car los Mi ran da, Abe lar do Agüe ro, Au gus to Ji mé nez, Bar to lo mé Zu mae ta, Luis Al cor ta, Mi guel Loay za y el ne gro de Bar ba dos, King. 166 Por fal ta de tiem po, me re sul ta im po si ble re la tar to dos los crí me nes que es tos cri mi na les han co me ti do. Pe ro creo que si al gún día fue ra lla ma do a de cla rar an te un tri bu nal, po dría de ta llar los lu ga res, días y ho ras en que inun da ron la re gión del Pu tu ma yo con es tos crí me nes, no igua la dos en la his to ria del mun do en te ro, co me ti dos con tra hom bres, mu je res y ni ños de to das las eda des y con di cio nes. Pa ra con cluir con es ta na rra ción, men cio na ré al gu nos de los crí me nes co me ti dos en San ta Ca ta li na por el je fe de esa sec ción, Au re lio Ro drí guez. El 24 de ma yo del año pa sa do (es de cir, de 1907) es te hom bre le or de nó a un com pa dre, lla ma do Ale jan dro Váz quez, que re clu ta ra a nue ve hom bres pa ra di ri gir se a la al dea de los in dios ti ra ca hua ca y to mar pri sio ne ra a una in dia que ha bía es ta do con an te rio ri dad a su ser vi cio; ape nas la cap tu ra ron, idea ron ma tar la de la for ma más cruel que pue da ima gi nar se. Ha bien do re ci bi do esas ór de nes, el gru po se pu so in me dia ta men te en mar cha y, al lle gar a la al dea, to mó pri sio ne ra a la mu jer. Des pués de al gu nos mi nu tos, mien tras ini cia ban el via je de re gre so, la ata ron a un ár bol a la ve ra del ca mi no, don de Váz quez ya te nía tres afi la dos pa los de ma de ra, con te mi bles pun tas…7 y, en ton ces, la ma ta ron es tran gu lán do la con una so ga. Es tos son los crí me nes que se co me ten cons tan te men te en el Pu tu ma yo por los je fes de sec ción y sus asis ten tes, cu yos nom bres he men cio na do. Es pe ro que es te re la to le ayu de a que la jus ti cia vuel va nue va men te a es ta re gión. Lla ma la aten ción, sin em bar go, que cuan do Ro ger Ca se ment es tu vo en Iqui tos, en se tiem bre de 1910, co mi sio na do por el go bier no bri tá ni co pa ra in ves ti gar los he chos del Pu tu ma yo, al en tre vis tar se con los es cri ba nos Ar nold Gui chard y Fe de ri co M. Pi za rro, que cer ti fi ca ron los tes ti mo nios de Ana cle to Por to ca rre ra y Da niel Co llan tes, res pec ti va men te, no re cor da ban pa ra na da ha ber cer ti fi ca do tes ti mo nios de esas per so nas.

Har den burg ha bía lo gra do un pri mer pa so de má xi ma im por tan cia: ob te ner car tas di ri gi das a él, don de los fir man tes na rra ban los ho rro res del Pu tu ma yo. Pe ro fal ta ba el con tac to per so nal con al guien que hu bie ra pre sen cia do atro ci da des, el diá lo go, la po si bi li dad de for mu lar pre gun tas y, so bre to do, en con trar a al gu na per so na que de mos tra ra que Ju lio Cé sar Ara na y su her ma no, Li zar do, es ta ban al tan to de lo que su ce día en sus do mi nios. Fue en ton ces cuan do Mi guel Gál vez le re ve ló que su ma dre, do ña Ame lia, re cor da ba a un hom bre a quien Ben ja mín Sal da ña Ro ca ha bía bus ca do in fruc tuo sa men te co mo tes ti go: Au re lio Blan co, un 167 car pin te ro que ha bía tra ba ja do en el Pu tu ma yo pa ra la Ca sa Ara na, pe ro que, te mien do por su vi da, se ha bía es ta ble ci do en Ma naos. Era el úni co que ha bía en fren ta do en per so na a Ju lio Cé sar Ara na, acu sán do lo de los crí me nes en las sec cio nes cau che ras. Así fue que, en ju nio de 1908, Har den burg par tió a Ma naos a bor do del Ya va rí, un ar que tí pi co va por de esos años, im pul sa do por una rue da que gi ra ba en la po pa, a en con trar a un car pin te ro que se lla ma ba Au re lio Blan co, que ni si quie ra sa bía dón de vi vía o tra ba ja ba. De be ría na ve gar mil seis cien tos ki ló me tros por el Ama zo nas, río aba jo, tra yec to be ne fi cia do por te ner la co rrien te a fa vor. Eran ca si dos se ma nas de tra ve sía, pe ro ima gi na mos su ex ci ta ción, su cer te za de que ha bría de en con trar lo, con la ha bi tual om ni po ten cia que otor ga la ju ven tud. ¿Qué pre ten día ha cer con tan tos tes ti mo nios? ¿Un li bro que se pu bli ca ría en In gla te rra, o re co pi lar evi den cias abru ma do ras de la cul pa bi li dad de los her ma nos Ara na y ven der las ––a ellos, u a otros–– a un pre cio óp ti mo? Lla ma la aten ción que, des pués de ha ber agi ta do un gi gan tes co avis pe ro y con clui dos los es cán da los del Pu tu ma yo en Lon dres, en 1913, re gre sa ra a Ca na dá, a su gran ja en Red Deer, con su mu jer y sus dos hi jos y que ja más en lo que res tó de su vi da ––pa ra ser exac tos, vein ti nue ve años–– ha ya he cho ni el más mí ni mo es fuer zo pa ra evi tar, a tra vés de la ac ción di rec ta o de ins ti tu cio nes, que se vol vie ran a re pe tir se me jan tes atro ci da des en el Ama zo nas, adon de ja más re gre só. Un li bro pos te rior que pu bli có en 1922, Mos qui to era di ca tion (Mc Graw-Hill, Nue va York), na da te nía que ver con el cal va rio de los in dios hui to tos, si no que tra ta ba de có mo ter mi nar con esos in sec tos. Mien tras na ve ga ba a bor do del Ya va rí, es ta ba le jos de ima gi nar el de sen la ce que aca rrea ría su in ves ti ga ción. Ha bían pa sa do seis me ses des de que la ca noa que los trans por ta ba con Per kins ha bía in gre sa do en los te rri to rios de Ara na. La vi da le ha bía abier to pers pec ti vas in sos pe cha das y aquí es ta ba, pró xi mo a arri bar a la ge ma del Ama zo nas, la ciu dad de los mi llo na rios, que era Ma naos. Wal ter de sem bar có el 24 de ju nio de 1908, es de cir, el día que se ce le bra ba la fes ti vi dad de San Juan. Tal vez le im pre -

sio nó el edi fi cio de la Ópe ra, su eclec ti cis mo ar qui tec tó ni co que con fi gu ra ba una ra ra mez cla de es ti los, y se ha brá pre gun ta do có mo una fa cha da neo clá si ca, con fri sos y co lum na tas, po día ad mi tir una cú pu la que pa re cía sa li da de un cuen to orien tal. Pe ro en Ma naos to do era ad mi si ble. Men di gos, pros ti tu tas, aves exó ti cas, ca rrua jes os ten to sos y hom bres y mu je res ves ti dos a la úl ti ma mo da po bla ban esas ca lles fal sa men te cos mo po li tas. 168 Se alo jó en el Gran Ho tel In ter na cio nal, en la Rua Mu ni ci pal; en esos mo men tos, ha brá pen sa do si las trein ta li bras es ter li nas que le cos ta ría es te via je, ex traí das de sus ma gros aho rros, no ha brían si do gas ta das en va no. Por que las pri me ras in da ga cio nes pa ra dar con el pa ra de ro de Au re lio Blan co fue ron abru ma do ra men te frus tran tes: na die lo co no cía. Ha bía car pin te ros en la ciu dad, pe ro nin gu no con ese nom bre. En la ave ni da Eduar do Ri bei ro, Har den burg des cu brió las re cién inau gu ra das ofi ci nas del fe rro ca rril Ma dei ra-Ma mo ré, ya que par te de su tra za do pa sa ba por te rri to rio bra si le ño, y per ge ñó una idea que po día dar le re sul ta do: co mu ni car le al pro pie ta rio del ho tel en que se alo ja ba, An to nio Bor sa, que la com pa ñía fe rro via ria de Per ci val Far quhar, que cons truía ese tra yec to en la sel va, le ha bía en co men da do con tra tar car pin te ros y que le ha bían ha bla do bien de un tal Au re lio Blan co. El due ño del Gran Ho tel In ter na cio nal se en co gió de hom bros, en se ñal de no co no cer lo. Pe ro, se gún Ri chard Co llier, ape nas Har den burg sa lió del ho tel, Bor sa par tió co mo un ra yo a las ofi ci nas de la Pe ru vian Ama zon Com pany, en la ca lle Ma ris cal Deo do ro, pa ra in for mar acer ca de es ta nue va pre sen cia en su es ta ble ci mien to. Es po si ble que Ju lio Cé sar Ara na, des con fian do de es te jo ven nor tea me ri ca no que se ha bía in tro du ci do de con tra ban do en sus te rri to rios, es tu vie ra al tan to de sus mo vi mien tos a tra vés de una red de in for man tes. Es po si ble que su pie ra que ha bía lle ga do a Ma naos y tam bién que re cor da ra a Au re lio Blan co. Quie nes creen en la ino cen cia de Wal ter en lo que res pec ta a su pre sun to es pí ri tu de chan ta jis ta, ale gan que, al co no cer al de ta lle sus mo vi mien tos, Ju lio Cé sar Ara na pu do fra guar do cu men tos y co rres pon den cia fal sa pa ra in cri mi nar lo. Al atar de cer del 24 de ju nio, Wal ter Har den burg de be de ha ber es ta do al bor de de la de ses pe ra ción. So lo en al gún bar cén tri co, tal vez pa la dean do una cer ve za he la da ––la Han seá ti ca Pil sen era una de las pre fe ri das–– ha brá vis to des fi lar a una mul ti tud de hom bres ri gu ro sa men te ves ti dos de blan co, de cue llo du ro y mo ño, así co mo tam bién a in dios y ne gros su do ro sos. En cuán tos ba res, en cuán tos ne go cios ha brá en tra do pa ra pre gun tar por Au re lio Blan co, el car pin te ro que ha bía de sa fia do a Ju lio Cé sar Ara na y que co no cía las ver da des acer ca del Pu tu ma yo. A las di fi cul ta des de esa bús que da de ses pe ra da, ha bría que agre gar le su ab so lu to des co no ci mien to del idio ma por tu gués. Pa ra col mo, el ine vi ta ble bu -

lli cio que pre ce día a la ce le bra ción noc tur na de la fies ta de San Juan, le da ba a la ciu dad un as pec to aún más exal ta do; no de be mos ol vi dar que Har den burg ha bía si do edu ca do en la rí gi da fe me to dis ta, con el ho rror 169 que sien te el pro tes tan tis mo an te los des plie gues “pa ga nos” que sue len te ner las fes ti vi da des re li gio sas ibe roa me ri ca nas. Los tran vías de Ma naos apor ta ban a la ciu dad no só lo el trans por te de pa sa je ros, si no su cuo ta de rui do. Si bien eran eléc tri cos y el ser vi cio se ha bía inau gu ra do en 1896, eran des me su ra da men te tro pi ca les: abier tos, sin pa re des la te ra les, con es tri bos que re co rrían to da su ex ten sión, no te nían la mí ni ma pro tec ción pa ra los días de llu via que, di cho sea de pa so, eran mu chos. Qui zá, de si lu sio na do, su bió a uno de ellos y re co rrió la ciu dad en bus ca de al gún mi la gro. Ha brá con tem pla do la abru ma do ra men te de ci mo nó ni ca Pra ça da Po li cia, con sus can te ros de hier ba, pe que ño es tan que, ár bo les no de ma sia do an ti guos y ser pen tean tes ca mi nos po bla dos de es ta tuas, y, tal vez, con ti nuó has ta el fin del tra yec to, en el ce men te rio São João no Al to do Mo có. Fue, qui zá, en esos mo men tos acia gos, al pre sen tir que to dos sus es fuer zos ha bían si do en va no y que ese via je só lo ha bía con tri bui do a mer mar sus es ca sos aho rros, cuan do se pro du jo el fiat lux. Po si ble men te ha ya vis to en trar un en tie rro, con ber li nas de co lor cao ba pa ra los deu dos, ti ra das por ca ba llos te ñi dos de ne gro, con sus co rres pon dien tes pe na chos, y el ca rro fú ne bre, un in só li to bal da quín con rue das por tan do un ataúd. La re ve la ción fue co mo un re lám pa go. Si bien en Ma naos to do era im por ta do, du dó que los ataú des lo fue ran. Con la abun dan cia de ma de ras que ofre cía la sel va y con exi mios car pin te ros, era ab sur do pen sar que eran traí dos de Eu ro pa. Aca so Au re lio Blan co cons truía fé re tros. Esa co ra zo na da lo im pul só a to mar nue va men te el tran vía con rum bo a la ciu dad pa ra re co rrer to das las fu ne ra rias. No se ha bía equi vo ca do: en una de ellas le con fir ma ron que, efec ti va men te, exis tía un car pin te ro, Au re lio Blan co, y que su ta ller es ta ba en las pro xi mi da des de la Pra ça do Com mer cio. No tar dó en lle gar a ese sec tor de la ciu dad, le jos de la so fis ti ca ción de las ca lles cén tri cas, don de en con tró un mo des to tin gla do: en su in te rior, el ca lor no da ba res pi ro y el olor a ma de ra era pe ne tran te. Ba jo la luz de un fa rol a com bus ti ble, un hom bre que ara ña ba los se sen ta años se em pe ci na ba en ras que tear un ta blón de ma de ra. Ha bía en con tra do a Au re lio Blan co. El pro ble ma, aho ra, era ha cer lo ha blar, en trar en con fian za, ex traer to dos los da tos po si bles, con ven cer lo de que, lue go, au ten ti ca ra su de cla ra ción an te es cri ba no pú bli co, ta rea na da fá cil por cier to. El car pin te ro se ha brá pre gun ta do quién era ese ex tran je ro jo ven y ru bio que in gre sa ba a su ta ller a esa ho ra de la no che, que no se ha bía tras la da do pa ra ad qui rir un ataúd, si no que le ha bla ba de Iqui tos, de Ben ja mín Sal da ña Ro -

170 ca, de las re ve la cio nes y prue bas que te nía de la com pli ci dad de Ju lio Cé sar Ara na en los crí me nes del Pu tu ma yo. Que le pe día ex pli ca cio nes de por qué ha bía aban do na do aque lla ciu dad, em bar cán do se rum bo a Ma naos, cuan do pu do ha ber per ma ne ci do en Iqui tos brin dán do le al pe rio dis ta una va lio sí si ma in for ma ción. Pe ro Blan co sa bía que na da cam bia ría en el Pu tu ma yo, aun que él hu bie ra con ver sa do du ran te ho ras con Sal da ña Ro ca. Y aho ra, apa re cía un jo ven nor tea me ri ca no de seo so de co no cer la ver dad, de dia lo gar con al guien que hu bie ra co no ci do esos me ri dia nos del ho rror, de es cu char al úni co hom bre que ha bía en fren ta do a Ju lio Cé sar Ara na. Un jo ven que, pron to su po, ha bía tam bién pa de ci do los mal tra tos de los em plea dos de la Pe ru vian Ama zon Com pany en el Ca ra pa ra ná. La vi da le da ba nue va men te la opor tu ni dad de ha cer lo que de bió ha ber he cho dos años atrás y, aca so mo ti va do por un in sos pe cha do sen ti mien to de jus ti cia, se avi no a ha blar con Wal ter Har den burg. Au re lio Blan co le re la tó a un jo ven in ge nie ro los he chos ––cier tos, ri gu ro sos–– de su ex pe rien cia en el Pu tu ma yo. Ima gi ne mos el mo nó lo go ––aca so alen ta do por la im pres cin di ble bo te lla de ca cha ça8–– de ese hom bre ya en tra do en años, con mo vi do por que al guien se in te re sa ra por su vi da, al pun to de na ve gar mil seis cien tos ki ló me tros has ta Ma naos, sin si quie ra sa ber si lo en con tra ría. El río es co mo un imán irre sis ti ble, co mo una mon ta ña a la que se quie re lle gar, que nos hip no ti za has ta el pun to de no po der de te ner nos. Y una vez que se lle ga al Ma ra ñón, la úni ca ob se sión es al can zar el Ama zo nas, con la ab sur da es pe ran za de que ese río dé una so lu ción má gi ca a nues tra vi da. A cuán tos es cu ché de cir que ha bía que lle gar a Iqui tos, que ha bía que de jar pa ra siem pre Yu ri ma guas, Ta ra po to o cual quier otro po bla do que se en con tra ra en esas la ti tu des de la mi se ria. A Iqui tos no se lle ga: se va de ri van do, el río nos con du ce y na da nos de tie ne. No hay mu jer ni tra ba jo que pue da di sua dir nos. Se ter mi na lle gan do, por que el río nos arras tra, co mo si su co rrien te arra sa ra con du das, te mo res, in cer ti dum bre an te lo des co no ci do. Pe ro no era Iqui tos el des ti no fi nal, si no un me ro tram po lín ha cia otra po si ble pros pe ri dad que se ha bía he cho car ne en los que vi vía mos en la Ama zo nía. Ha bía una pa la bra má gi ca en bo ca de to dos, co mo si se tra ta ra de una ina go ta ble cor nu co pia en ple na sel va, y bas ta se con es ti rar la ma no pa ra abrir ese to rren te inex tin gui ble: Pu tu ma yo. Allí, en la sel va im pe ne tra ble, en tie rras de na die, es ta ba la es pe ran za. En 1906, ha ce ape nas dos años, fi nal men te lle gué a Iqui tos. Yo nun ca ha bía vis to ciu dad igual. 171 La ca lle del Prós pe ro es ta ba ado qui na da con fon dos de bo te lla de

cham pán fran cés; las fa cha das de aque llas ca so nas so la rie gas te nían ven ta nas en re ja das, fa cha das de azu le jos de Por tu gal, bal co nes de hie rro for ja do. No ha bía iqui te ño, po bre o ri co, que no men cio na ra a don Ju lio. Qué pa trio ta, se ñor. Gra cias a él el Pu tu ma yo era nues tro y los co lom bia nos tu vie ron que re tro ce der a sus lí mi tes, a sus gue rras ci vi les, a sus pe que ñe ces. Gra cias a él, el puer to de Iqui tos es ta ba vi vo y re ple to de cau cho. En la ciu dad, se lo con si de ra ba un dios. ¡Con só lo una pa la bra su ya sur gían hos pi ta les, es cue las y has ta ya no ha bía que ir a bus car agua al po zo! Quién no co no cía la glo rio sa Ca sa Ara na, a don Ju lio, a don Li zar do, su her ma no, si eran la mé du la de Iqui tos, los que ha bían echa do a los ex tran je ros, y has ta el go bier no de Li ma les de bía que nues tras fron te ras se ex ten die ran has ta el río Ca que tá, aho ra en po der del Pe rú, sin in tru sos, sin co lom bia nos que nos ro ba ran el cau cho. Au re lio Blan co de tu vo el re la to y se sir vió otra co pa de ca cha ça. Las fo ga tas de San Juan ilu mi na ban sus ojos, que re pen ti na men te pa re cían ha ber vuel to a la vi da, co mo si re vi vie ra el pa sa do. Mien tras apu ra ba la be bi da, su en tu sias mo y su me mo ria ha cían ca so omi so del ca lor, del es tré pi to de pe tar dos y fo ga tas, y só lo im por ta ba ha blar de lo que cre yó que se ría si no un sue ño, al me nos un tra ba jo só li do en una com pa ñía cu yo di rec tor se ha bía vuel to le gen da rio. El 15 de ene ro de 1904 en tré en las ofi ci nas de la Ca sa Ara na y fir mé el ge ne ro so con tra to que me ofre cían. No sos pe cha ba que ha bía fir ma do mi pro pia con de na. Aquel día me pa re ció to car el cie lo con las ma nos, ya que fi nal men te ha bía lo gra do tra ba jar co mo car pin te ro en el Pu tu ma yo, en ese nue vo El Do ra do, ga nan do el equi va len te a quin ce li bras es ter li nas al mes, in clu yen do alo ja mien to y co mi da. Qué car pin te ro río arri ba era ca paz de ga nar esa su ma. Nin gu no, se ñor, se lo ase gu ro. Al día si guien te zar pé en el Li be ral ha cia Ar ge lia, una sec ción cau che ra en el Ca ra pa ra ná. Yo es ta ba acos tum bra do a ru di men ta rias bar ca zas que re mon ta ban los ríos con pa vo ro sa len ti tud o a ca noas en las cua les ha bía que re mar, si se re mon ta ba el río, jun to a la ori lla pa ra evi tar la des me su ra da co rrien te cen tral. El Li be ral era un bar co en se rio, una ciu dad flo tan te, un ver da de ro aco ra za do. Los días, mien tras des cen día mos por el Ama zo nas, eran de ab so lu ta pla ci dez. Has ta nos per mi tían pa sear por la cu bier ta in fe rior y la su pe rior. En la po pa, es ta ba el ca ma ro te de don Ju lio, que te nía un pe que ño bal cón que se aso ma 172 ba al agua, a la es te la que de ja ban las po de ro sas hé li ces. A los po cos días, di vi sé el Pu tu ma yo, don de in gre só el bar co ha cien do so nar la si re na de su úni ca chi me nea.

Era un río inex pli ca ble men te dis tin to. No por que fue ra to po grá fi ca men te opues to a los de más, si no por que su den sa sel va, su mis ma im pe ne tra bi li dad, su es pe sa ne bli na ma ti nal le otor ga ban un as pec to úni co, ca si se cre to. Y si ha bré vis to ríos en es ta Ama zo nía. No era el Ya va rí, ni el Pu rús, ni el Na po: te nía un se llo pro pio que pro du cía una cu rio sa in tran qui li dad, un pre sa gio in cier to. Pe ro, cla ro, es ta ba su des lum bran te be lle za, los cons tan tes re co dos, ca si exas pe ran tes, y esa ve ge ta ción de un ver de tan par ti cu lar que du do que un pin tor la ob tu vie ra en su pa le ta. A ve ces, era im po si ble per ma ne cer en cu bier ta, no por el ca lor, ni por la im pla ca ble hu me dad, si no por los vo ra ces in sec tos que nos ator men ta ban día y no che, co mo si qui sie ran im pe dir nues tro as cen so ha cia Ar ge lia. Sus cos tas, en cam bio, eran ine xis ten tes, des bor da das por aque llos ár bo les gi gan tes, por ra mas que pe ne tra ban em pe ci na da men te en el agua. Pe ro el Li be ral era un bar co só li do co mo una ro ca, y si don Ju lio lo uti li za ba pa ra vi si tar la re gión, na da ha bía que te mer. Al lle gar a Ar ge lia, me pa re ció ca si un mi la gro ver es pa cios ver des sin ve ge ta ción, y des cu brir ba rra co nes cons trui dos so bre pi lo tes, pro te gi dos por te chos de pal ma. Me ha bían con tra ta do co mo car pin te ro pa ra la sec ción cau che ra Puer to Co lom bia, que era la más sep ten trio nal de to das las sec cio nes que po seía la Ca sa Ara na en el Ca ra pa ra ná. “Va a te ner que es pe rar unos días, has ta que la lan cha Ju nín lo tras la de has ta Puer to Co lom bia” ––me co men tó el je fe de la sec ción––. Fue ron seis días y le men ti ría si afir ma ra que vi atro ci da des. To do, sal vo el des pia da do cli ma y los in sec tos, pa re cía nor mal. Por qué al gu nos pa de cían fie bres in con tro la bles y otros no, si gue sien do pa ra mí un mis te rio, co mo si exis tie ra una con de na que se cer nía so bre cier tos hom bres. Los he vis to tem blar con vul si va men te, trans pi rar has ta el pun to de la des hi dra ta ción, no te ner fuer zas ni si quie ra pa ra mo ver un bra zo. Y, sin em bar go, des pués de un tiem po, la fie bre ce día y vol vían pro gre si va men te a sus ta reas. Qui zá fui un ele gi do de Dios: ja más pa de cí las fie bres. Por fin zar pa mos rum bo a Puer to Co lom bia en una lan cha, in sig ni fi can te e in có mo da si se la com pa ra con el gran dio so Li be ral; es toy se gu ro de que don Ju lio, o su her ma no, don Li zar do ja más pon drían el pie en una em bar ca ción tan mi se ra ble. La tor tuo si dad del Ca ra pa ra ná, de tan tas vuel tas que tie ne, lo ha cen ase me jar a una gi gan tes ca ser pien te acuá ti ca en per pe tuo mo vi mien to, y has ta su co lor ma rrón le cho so ––aguas, por cier to, cro má ti ca men te dis tin tas a las del 173 Pu tu ma yo–– es de sa gra da ble. Cuan do di vi sé ese la be rín ti co cur so de agua, mi per cep ción se vol vió aún más acia ga, co mo si nos aden trá -

ra mos en la ti tu des mis te rio sas. Ca re cía del es plen dor del Pu tu ma yo; era no ta ble men te más es tre cho y pes ti len te, has ta di fí cil de na ve gar por la can ti dad de tron cos y ár bo les que arras tra ba la co rrien te, y la llu via que pa re cía nun ca ce sar. Hay un con cep to erró neo en de no mi nar Pu tu ma yo a ríos que no lle van ese nom bre, ni pue den com pa rár se le. En el es tre cho, si nuo so, ago bian te Ca ra pa ra ná, el per ma nen te graz ni do de las aves ––no lo de no mi na ría can to–– pa re cen ad ver tir al via je ro pe li gros in sos pe cha dos. Y ahí, en me dio de esa sel va den sa, es ta ban Puer to Co lom bia, y su je fe, Pau li no So lís. “To da vía no han lle ga do las ma de ras que pe di mos, así que los de pó si tos y las ba rra cas adi cio na les ten drán que es pe rar”, me di jo. “Mien tras tan to, pue de cons truir al gu nos mue bles. Vea, ni si quie ra te ne mos si llas y me sas en los edi fi cios”. Pu se ma nos a la obra, ya que ne ce si to es tar ocu pa do en me nes te res de mi ofi cio de car pin te ro y nun ca fui ocio so. Un día lle gó un co lom bia no, Pa tro ci nio Cué llar, to da vía so cio de don Ju lio en Puer to Co lom bia, y me pre gun tó si es ta ba con for me con mi tra ba jo y con el lu gar, pre gun ta me ra men te for mal, ya que yo ex pre sa ba a dia rio mi en tu sias mo y no me que ja ba del cli ma. El co lom bia no era jo ven y pre ten cio so, y si mu la ba in te re sar se por mi tra ba jo, por el tra to que re ci bía de mi je fe, Pau li no So lís. ¿Por qué lo ha cía? ¿Quién era yo? Ape nas un car pin te ro y le con fie so que me lla mó la aten ción tan ta con si de ra ción. Aca so, pen sé, en las sec cio nes cau che ras de la Ca sa Ara na se preo cu pa ban por el bie nes tar de sus em plea dos. Co mo pron to ve rá, fue un im per do na ble es pe jis mo. El 17 de mar zo, aún no ha bían lle ga do las ma de ras pa ra cons truir las ba rra cas y ya no te nía más me sas y si llas que cons truir. Se lo co mu ni qué a Cué llar y, tam bién, le pe dí que me asig na ra otra ta rea ya que, co mo le di je, por mi tem pe ra men to no po día per ma ne cer inac ti vo. Fue en ton ces cuan do es cu ché esas pa la bras que res ta lla ron co mo un lá ti go: “Unos in dios re co lec to res de cau cho se han es ca pa do. Us ted y otros po cos par ti rán pa ra dar les ca za”, di jo Cué llar, co mo si se tra ta ra de la más co ti dia na de las ta reas. ¿Ca zar in dios? La pro pues ta era abo mi na ble, ina cep ta ble. Qui zá fue mi ex pre sión de ira, de fir me ne ga ti va, lo que mo les tó a Cué llar. Es pe ci fi qué que ha bía si do con tra ta do co mo car pin te ro, y no co mo ca za dor de in dios. “No creí que fue ra tan co bar de”, res pon dió el co lom bia no. No se tra ta ba de co bar día, no se ñor. Esa ca ce ría no me con cer nía, ni iba a en su ciar mis ma nos con la san gre de esos po bres in dí ge nas. Creí, erró nea men te, que el ca pí tu lo se ha bía ce rra do, que me de ja rían en paz, que vol ve ría a mi con di ción de ar te sa no. El 30 de mar zo, en tré al al ma cén que tie 174 ne la Ca sa Ara na en Puer to Co lom bia pa ra rea bas te cer me de ar tí cu -

los im pres cin di bles y, en par ti cu lar, de un ro llo de ta ba co, por el cual sien to una in su pe ra ble de bi li dad. Lo úni co que pu de ad qui rir, se ñor, fue un ce pi llo de dien tes. Ha bía ór de nes, se gún me di jo el em plea do, de ne gar me to do, sal vo ese ab sur do ad mi ní cu lo. Le pe dí en ton ces a un buen ami go, el con ta dor de Puer to Co lom bia, Au gus to Sal ce do, que me com pra ra lo que yo ne ce si ta ba, pe ro pa re ce que la Ca sa Ara na se ha bía pues to fir me, ya que se lo ne ga ron. Pe ro és tos eran sim ples, ino fen si vos ti res y aflo jes en tre pa trón y em plea do, co mu nes don de ri ge la ci vi li za ción. Pe ro no en el Ca ra pa ra ná. No mu chos días des pués y lo re cuer do bien, el 6 de abril, me dis po nía a un ri to co ti dia no y ab so lu ta men te ne ce sa rio en ese tró pi co des pia da do y pe ga jo so, que era ba ñar me en el río, no por ra zo nes hi gié ni cas, si no me ra men te pa ra re fres car me; era, po si ble men te jun to al ta ba co, el úni co pla cer que otor ga ese char co pes ti len te. Ama rra ba mi bo te a un ár bol, pa ra evi tar que se lo lle va ra la co rrien te, y me zam bu llía en esas aguas cá li das. Mien tras flo ta ba jun to al bo te du ran te al atar de cer ––eran pre ci sa men te las seis de la tar de–– sen tí el es tam pi do de un ar ma de fue go que pro ve nía de la jun gla im pe ne tra ble; lue go el es ca lo frian te sil bi do y el im pac to de la ba la al pe ne trar en el bo te, de ba jo de la bor da; un se gun do y un ter cer dis pa ros im pac ta ron en el mis mo lu gar, a po cos cen tí me tros de don de me ha lla ba flo tan do. Nun ca sa bré si fue una ad ver ten cia, o si, efec ti va men te, qui sie ron ma tar me. En ton ces el te rror em pie za a co rroer nos, la im po si bi li dad de es ca pe ––quién po dría so bre vi vir den tro de esa ve ge ta ción mal di ta–– es nu la. Pe ro, aun así, ja más me hu bie ra pres ta do a ca zar in dios. Su brep ti cia men te, lle gué a la ori lla, me ves tí y par tí ha cia la ba rra ca que com par tía con al gu nos bue nos ami gos, en tre ellos, el con ta dor Sal ce do. Fue co mo si hu bie ran vis to re su ci tar un muer to, co mo si hu bie se lle ga do un es pec tro. Ha bían te mi do lo peor. Vie ron a Cué llar y a un in dio, ar ma dos de ca ra bi nas, aden trán do se en la es pe su ra rum bo a la ori lla del río y cre ye ron que ja más sal dría con vi da. Esa no che nos tur na mos pa ra mon tar guar dia. Nun ca po dré agra de cer a mis com pa ñe ros se me jan te mues tra de amis tad. Al día si guien te, ya ha bía to ma do la de ci sión de sa lir de ese in fier no. De bía dar un pa so pre vio, en el cual la ma yo ría de los em plea dos nau fra gan, que era de mos trar que no se te nía deu da al gu na con la Ca sa Ara na, al go que no me fue di fí cil de ob te ner, ya que el pro pio Au gus to Sal ce do era el con ta dor y me ex ten dió el co rres pon dien te cer ti fi ca do. Los je fes te nían la dia bó li ca vir tud de en deu dar a in dios y em plea dos, lo cual ter mi na ba con vir tién do se en es cla vi tud. 175

Cuan do Cué llar se en te ró de que te nía en mi po der un cer ti fi ca do que in di ca ba que na da les de bía, de jó ce san te a Sal ce do. Pue de re sul tar exas pe ran te per ma ne cer en esa sec ción cau che ra, inac ti vo, re ce lan do de ca da mo vi mien to, es pe ran do po der par tir. Des de el mis mo mo men to en que na da de bía mos, éra mos li bres; pe ro no to das las se ma nas lle ga ban lan chas pa ra tras la dar nos has ta Ar ge lia, don de lue go abor da ría mos el Li be ral. A me di da que pa sa ban los días, cre cía nues tra in cer ti dum bre, co mo si ca da atro ci dad que pre sen ciá ba mos for ma ra un cer co ca da vez más di fí cil de sor tear. Los que re gre sa ron de la mi sión a la cual me ne gué a par ti ci par, pro cla ma ron a vo ces que ha bían ma ta do a cua ren ta in dí ge nas pró fu gos, co mo si se hu bie ra tra ta do de ani ma les. A los in dios, se ñor, los ca za ban. Era un ho rror inex pli ca ble pa ra cual quier cris tia no, una abo mi na ción de la con di ción hu ma na, una per ver si dad de mo nía ca las que caían so bre esos po bres in dios ama zó ni cos que na da po dían ha cer pa ra es ca par de ese in fier no. Ha bía un de pó si to, una es pe cie de gal pón don de se ha ci na ban los in dí ge nas que re co lec ta ban el cau cho. He vis to mo rir in dios des pués de ha ber re ci bi do seis cien tos la ti ga zos. Ima gi ne có mo que da un ser hu ma no des pués de ser azo ta do seis cien tas ve ces. Lo que pron to acor da mos con Au gus to Sal ce do es que de bía mos huir de in me dia to. Có mo nos iban a de jar con vi da, ha bien do si do tes ti gos de esos crí me nes in fa mes. Pe ro hu bie ra si do de men cial in ter nar se en la sel va, con rum bo im pre ci so, sin guías, aco sa dos por las ali ma ñas y, peor aún, por los ca za do res de Puer to Co lom bia que sal drían a en con trar nos. En ton ces, el des ti no qui so que pa sa ra por allí una ca noa, aque llas de gran ta ma ño que trans por tan pro vi sio nes, que per te ne cía a los se ño res Or dó ñez y Mar tí nez ––pa ra dó ji ca men te, so cios en vías de ex tin ción de don Ju lio–– y aca so nues tras ex pre sio nes de ses pe ra das, nues tras sú pli cas con mo vie ron a quien es ta ba a su car go, ya que nos per mi tie ron em bar car nos. Se di ri gía río aba jo, a La Unión, don de ya sa brá lo que su ce dió el año pa sa do cuan do has ta allí lle ga ron el Li be ral y la Iqui tos, y la in fa me ma tan za de co lom bia nos que lle va ron a ca bo. Us ted me di ce que es tu vo cer ca de La Unión du ran te aquel ata que y que pa gó las con se cuen cias jun to con un ami go. Pues bien, se ñor, agra dez ca mos el es tar vi vos. Por que ape nas Cué llar nos des cu brió a bor do de esa ca noa, gri tó des de la ori lla: “¡De be rían ha ber se es ca pa do mu cho an tes!” Ese fue el pre lu dio de una llu via de ba las que pro vi no de la ori lla. Pe ro Dios qui so que es tu vié ra mos fue ra de su ra dio de al can ce y na ve ga mos río aba jo ha cia La Unión. Sin em bar go, la sel va, el des con cer tan te río, son tan pe li gro sos co mo cier tos cris tia nos. No sé si sa brá que en es tos

176 en de mo nia dos ríos, los re mo li nos es tán a la or den del día: apa re cen de la na da, do ta dos con una fe roz fuer za cen trí fu ga y son de re sul ta dos im pre vi si bles. Uno de es tos mons truos acuá ti cos nos to mó por sor pre sa ––que, por otra par te, es su mo do de ata car––, ya que no dan tiem po a na da, y en un abrir y ce rrar de ojos gi ra mos en lo que ci da men te has ta que la ca noa se dio vuel ta, arro ján do nos a esas aguas te mi bles. Fue gra cias a la pe ri cia, a la ex pe rien cia y a la va len tía de los tri pu lan tes que Sal ce do y yo es ta mos con vi da, ya que nos so co rrie ron de in me dia to. De no ha ber si do por ellos, ha bría mos pe re ci do aho ga dos y va ya us ted a sa ber dón de ha brían apa re ci do nues tros po bres cuer pos. No per dí la vi da, pe ro, en cam bio, mi va lio sí si ma ca ja de he rra mien tas fue a pa rar al fon do del río. Cos ta ba se sen ta li bras es ter li nas, se ñor. Cua tro me ses de tra ba jo en Puer to Co lom bia. Por fin, al go mal tre chos, lle ga mos a La Unión y no me fue di fí cil ir por tie rra has ta Ar ge lia, ya que exis te una sen da bien se ña li za da en la sel va. Di ga us ted que, en aque llos años, don Ju lio aún no se ha bía apo de ra do del to do del Ca ra pa ra ná y exis tían, más en la fic ción que en la rea li dad, sec cio nes cau che ras con pa tro nes co lom bia nos, que eran sus so cios. De no ha ber si do así, nun ca hu bie ra lle ga do a Iqui tos. Por que en Ar ge lia fi nal men te me en con tré con un ser hu ma no, una ra re za, créa me, en esos pa ra jes, que era don Hi pó li to Pé rez, un co lom bia no de pu ra ce pa, quien a pe sar de ha ber si do so bre pa sa do en el ma ne jo de la sec ción cau che ra por don Ju lio, me dio tra ba jo. Seis me ses des pués, es cu ché una si re na: era la del Li be ral, que se apro xi ma ba a Ar ge lia. Sin co mu ni ca ción con Iqui tos, sal vo la flu vial, nun ca se sa bía cuán do lle ga ría un bar co, ya que só lo po día pre su mir se; su pe, en ton ces, que por fin me iría a Iqui tos, aun que no re sul tó tan fá cil co mo ini cial men te creí. A bor do del Li be ral via ja ba don Li zar do Ara na, el in co rre gi ble her ma no de don Ju lio, que de sem bar có en Ar ge lia co mo quien lo ha ce ––só lo ima gi no–– en un puer to eu ro peo. Im pe ca ble men te ves ti do de blan co, cue llo du ro y mo ño, pa re cía que se di ri gía a al gu na re mil ga da ce re mo nia en el Pa la cio Pi za rro, en Li ma. Don Li zar do se ase me ja ba a un ma ni quí en un es ca pa ra te, con sus me ji llas re lle nas, su na riz res pin ga da y un pro li jo bi go te en for ma de ma nu brio, con pun tas que in ten ta ban ele var se. Pe ro la vi da y Dios me ha bían da do la opor tu ni dad úni ca y en te rri to rio se gu ro, de re ve lar lo que su ce día en Puer to Co lom bia, y eso fue lo que hi ce al re la tár se lo, con pe los y se ña les, a don Li zar do. Qué pe li gro po día co rrer allí, en Ar ge lia, don de la me ra pre sen cia de don Hi pó li to Pé rez im po nía al gún res pe to. Pe ro es te Ara na no es ta ba he cho de la mis ma sus tan cia que don Ju lio Cé sar; era un sim ple pin -

che, una ma rio ne ta que só lo cum plía ór de nes, un bo rra cho em pe der 177 ni do co mo lo de mos tró al po co tiem po, y na da re sol vió. Me su gi rió que ha bla ra con su her ma no, en Iqui tos. No se le mo vió un mús cu lo, no trans mi tió la mí ni ma ex pre sión de asom bro, de in dig na ción, cuan do le re ve lé las atro ci da des en Puer to Co lom bia. Fue Pé rez el que me abrió la puer ta ha cia la li ber tad. “Tie ne mi per mi so pa ra ir a Iqui tos, Blan co”. Don Li zar do no pu do opo ner se y acep tó que par tie ra en el Li be ral. “No ob ten drá de don Ju lio si no jus ti cia”, di jo con sor pren den te con vic ción. Lo úni co que pu de sal var de aquel es pan to so re mo li no fue mi con tra to, ya que lo lle va ba con mi go, pro te gi do con tra el agua. Creí in ge nua men te que esa cla se de do cu men to era su fi cien te pa ra no pa gar el pa sa je has ta Iqui tos; des pués de to do, la Ca sa Ara na me ha bía tras la da do a esas la ti tu des y no re cuer do ha ber pa ga do el pa sa je de ida. Pe ro el ca pi tán Car los Zu biaur fue in fle xi ble: el tras la do cos ta ba ca tor ce li bras es ter li nas y na die, ni si quie ra ex hi bien do un con tra to fir ma do por don Ju lio, se li bra ba de pa gar. Ca tor ce li bras es ter li nas, se ñor. Un mes de tra ba jo. De na da sir vie ron mis pro tes tas, ni el ha ber re cu rri do a don Li zar do pa ra que in ter vi nie ra. ¿Aca so la com pa ñía no se lla ma ba Ju lio C. Ara na & Her ma nos? ¿No era él her ma no del ti tu lar? ¿Có mo era po si ble que un sim ple ca pi tán, a quien él le pa ga ba el sa la rio, pa sa ra por en ci ma de un Ara na? Don Li zar do, pa ra ese en ton ces, ya es ta ba al go ebrio y, co mo Pon cio Pi la tos, se la vó las ma nos. Y así fue, se ñor: tu ve que pa gar las ca tor ce li bras es ter li nas pa ra sa lir de ese in fier no, lo cual ––de bo de cir–– no es un pre cio de ma sia do al to. No pue do de cir que du ran te el via je de re gre so a Iqui tos ha ya si do mo les ta do. Ape nas de sem bar qué, el 3 de oc tu bre, fui de re cho a las ofi ci nas de la Ca sa Ara na pa ra en tre vis tar me con don Ju lio, con tar le lo que ha bía su ce di do en Puer to Co lom bia y exi gir una re pa ra ción eco nó mi ca por los suel dos no per ci bi dos y por la pér di da de mis he rra mien tas, que eran to do mi ca pi tal de tra ba jo. Me re ci bió en su so brio des pa cho y, de bo re co no cer, que era un hom bre im po nen te y pro li jo. Nun ca se lo iba a en con trar en man gas de ca mi sa, a pe sar del ca lor, y su ele gan cia era pro ver bial. Le re la té los por me no res, sin omi tir de ta lle, de to do lo que ha bía pre sen cia do en sus po se sio nes, lo cual no pa re ció afec tar le: su ex pre sión, es de cir, esos ojos ne gros que te nían el ra ro po der de per fo rar a su in ter lo cu tor, era de una asom bro sa neu tra li dad, co mo si mis pa la bras no le pro du je ran efec to al gu no. “A us ted no lo co noz co. Sus re cla mos son inú ti les”, fue lo úni co que me di jo el gran Ju lio Cé sar Ara na. Por mo men tos, mien -

tras le re la ta ba los su ce sos de Puer to Co lom bia, se re vol vía co mo si no en con tra ra una po si ción có mo da. Creí que su in quie tud se de bía 178 a mis re ve la cio nes. Fui de una in ge nui dad su pre ma: esa cos tum bre de mo ver se, en rea li dad, se la pro vo ca ba su ator men ta do ra ciá ti ca. Pe ro don Ju lio no se que da ría con la úl ti ma pa la bra en es te asun to. Que dó ató ni to cuan do des ple gué so bre la me sa una de cla ra ción, fir ma da por ocho tes ti gos, en tre ellos na da me nos que el con ta dor, Au gus to Sal ce do, y uno de los pro pie ta rios, don Hi pó li to Pé rez. El do cu men to era la pi da rio: se ña la ba que, con tra ria men te a lo que es ti pu la ba mi con tra to, se me ha bía or de na do ca zar in dios y que ha bía per di do to das mis per te nen cias, es tan do al ser vi cio de la com pa ñía. Don Ju lio, aca so pre sio na do por mi em pe ci na mien to, fi nal men te me pre gun tó qué que ría. “Seis me ses de sa la rio, y una com pen sa ción eco nó mi ca por la pér di da de mis he rra mien tas y ob je tos per so na les”, le di je. Per ma ne ció pen sa ti vo, tal vez ga nan do tiem po al evi tar una res pues ta ca te gó ri ca. “¿Pue do pe dir le un pe que ño fa vor?”, pre gun tó. “Pre fe ri ría es cu char la ver sión de Cué llar, con res pec to a lo ocu rri do en Puer to Co lom bia, que es tá pró xi mo al lle gar a bor do del Cos mo po li ta”. ¿Có mo ne gar me a un pe di do del hom bre más po de ro so de la Ama zo nía? Fue un grue so error, una im per do na ble con ce sión. Pe ro no fue la co bar día lo que me lle vó a ha cer la. Me pa re ció has ta cier to pun to ra zo na ble. El pro ble ma fue que pa sa ron dos me ses y Cué llar aún no ha bía lle ga do a Iqui tos. No me fue di fí cil ave ri guar el mo ti vo de esa inex pli ca ble de mo ra: un em plea do de la Ca sa Ara na re cien te men te des pe di do me in for mó que don Ju lio le ha bía en via do una no ta a Cué llar al Ca ra pa ra ná, ins tán do lo a que pos ter ga ra su via je has ta nue vo avi so. No me que dó otro re cur so que re cu rrir a un abo ga do, y fue ahí don de co me tí el se gun do error, ya que es ra ro que, en el Pe rú, un le tra do no se ven da a quien más po der tie ne. Vi si té al doc tor La nat ta, lle ván do le to da la do cu men ta ción en mi po der, y le ofre cí la mi tad de la com pen sa ción que pu die ra ob te ner de la Ca sa Ara na. A los po cos días me ci tó. “Ol ví de se de es to y acep te lo que Ara na le ofrez ca. Es im po si ble ba ta llar le gal men te con tra Ju lio Cé sar Ara na”, fue su ines pe ra do con se jo. ¿Por qué ese re pen ti no cam bio? ¿A qué atri buir ese in tem pes ti vo des vío? A un mo ti vo muy sim ple, que me ha ce mal de cir a los abo ga dos de Iqui tos: se ha bía alia do con don Ju lio y le ha bía ven di do to da mi do cu men ta ción por vein te li bras es ter li nas. Fue qui zá la fu ria, la im po si bi li dad de con te ner me, el ha ber si do es ta fa do, el ma no seo de la pa la bra, de la bue na fe, los que me im pul sa ron a di ri gir me a las ofi ci nas de la Ca sa Ara na. Nin gu no de

los em plea dos se atre vió a in ter cep tar mi avan ce ha cia ese des pa cho al que bien co no cía. Cuan do me vio irrum pir en su es cri to rio, don Ju lio frun ció el ce ño y me con tem pló hie rá ti co. Su mi ra da, le ase gu 179 ro, da ba te rror. Era co mo la de un ani mal aco rra la do. Pe ro na da hi zo, si no es cu char me. Lue go, im pa si ble, se di ri gió ha cia la ca ja fuer te y ex tra jo el equi va len te, en so les pe rua nos, a quin ce li bras es ter li nas. ¡Quin ce li bras por los tra ba jos que hi ce en ese in fa me río! ¡Quin ce li bras por mis he rra mien tas per di das! Y, por si es to fue ra po co, me acla ró que no lo ha cía por obli ga ción, si no co mo un re ga lo, ya que mi con tra to no ha bía si do le ga li za do por un es cri ba no pú bli co, con lo cual ca re cía de va lor. Con té de li be ra da men te uno a uno los bi lle tes que ha bía de ja do so bre el es cri to rio y, sin pen sar lo, sin du dar, sin te ner en cuen ta a quién es ta ba de sa fian do, los arro jé a sus pies. No los ne ce si ta ba, le di je, y le su ge rí que los guar da ra pa ra en gro sar sus su cios mi llo nes, ob te ni dos gra cias a los azo tes que les apli ca ban a los in dios. Wal ter Har den burg es cu cha ba aten ta men te. Por fin exis tía un tes ti go de car ne y hue so que re la ta ra los ho rro res del Pu tu ma yo y del ab so lu to co no ci mien to que te nía de ellos Ju lio Cé sar Ara na. To do for ma ba par te de una ma ca bra fa cha da, de la cual eran cóm pli ces to dos y ca da uno de los miem bros de la Ca sa Ara na, o, pa ra ser más exac to, de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Aho ra só lo ne ce si ta ba que Au re lio Blan co, an te es cri ba no pú bli co, ra ti fi ca ra esas de cla ra cio nes. Pe ro Blan co es ta ba cu ra do de es pan to en ma te ria de abo ga dos y es cri ba nos; su ex pe rien cia en Iqui tos con el doc tor La nat ta le bas tó pa ra no ig no rar que no ta rios y le tra dos se ven dían al me jor pos tor. Si lo ra ti fi ca ba an te un es cri ba no y, lue go, és te ven día el do cu men to a Ara na, su vi da po dría aca bar se en un ins tan te. Pa ra Wal ter, esa ne ga ti va de be de ha ber si do fu nes ta. Ha ber via ja do has ta Ma naos, gas tar par te de sus es ca sos aho rros, pa ra vol ver con las ma nos va cías. Blan co lo au to ri zó a que uti li za ra sus de cla ra cio nes co mo más le con vi nie ra, pe ro sin la pre sen cia de abo ga dos, ni de es cri ba nos. No era exac ta men te lo que ha bía ve ni do a bus car y, por lo tan to, te nía que en ta blar al gu na ne go cia ción, al gu na evi den cia de que no se tra ta ba de de cla ra cio nes fal sas. Ne ce si ta ba una ga ran tía. Lle ga ron a un acuer do: Blan co le es cri bi ría una car ta con tan do lo que ha bía pre sen cia do y se la en via ría a Iqui tos. Wal ter Har den burg ya na da te nía que ha cer en Ma naos. Se em bar có en el Ya va rí, frus tra do por que vol vía con las ma nos va cías. Pe ro Blan co cum plió. Me ses des pués, Har den burg re ci bió en Iqui tos una car ta en la que el car pin te ro ver tía los re cuer dos de esa in fa me es ta día en la sel va.

180 Pa ra en ton ces, Wal ter Har den burg ya te nía en su po der die cio cho tes ti mo nios cer ti fi ca dos an te es cri ba no pú bli co de per so nas que tra ba ja ron pa ra la Ca sa Ara na en el Pu tu ma yo. Du ran te el res to de su per ma nen cia en Iqui tos, que se ex ten dió has ta fi nes de ma yo de 1909, Wal ter Har den burg pro si guió con sus cla ses de in glés, en se ñan do a sus pu pi los y alo ján do se en la ca sa de Guy T. King. Apa ren te men te, se ha bía pro pues to es cri bir un li bro y es tu vo pre pa ran do una suer te de es que le to na rra ti vo, re cor dan do y tras la dan do al pa pel sus ex pe rien cias en el Ca ra pa ra ná, re co pi lan do tes ti mo nios de ex em plea dos de la Ca sa Ara na cer ti fi ca dos an te es cri ba no pú bli co que coin ci dían en su na rra ción de las atro ci da des que se co me tían con tra los in dios y al gu nos blan cos. Lla ma la aten ción que ha ya per ma ne ci do tan to tiem po, y el ar gu men to de que aca so es ta ba aho rran do pa ra pa gar se el pa sa je de re gre so a los Es ta dos Uni dos es po co con vin cen te. En rea li dad, en sus pla nes ja más in clu yó re gre sar a su país. Ha bía pues to la mi ra en Lon dres, don de es ta ba la se de de la Pe ru vian Ama zon Com pany y en el di rec to rio bri tá ni co que la in te gra ba. Allí pre ten día ha cer lle gar ––no sa be mos bien cuál–– su li bro o el ma te rial pro ba to rio. Es ta eta pa de Har den burg en Iqui tos es qui zá la más os cu ra y am bi gua de su trán si to por el Ama zo nas. Si pa ra me dia dos de 1908, co mo sur ge de las fe chas de la ma yo ría de las car tas que le re mi tie ron las víc ti mas de Ara na, és tas ya es ta ban de bi da men te cer ti fi ca das por un es cri ba no, no se en tien de por qué pro lon gó has ta ju nio de 1909, es de cir has ta un año des pués, su es ta día. En cuan to a los re cuer dos de su fa tí di ca ex pe rien cia en el Ca ra pa ra ná, po día es cri bir los en Iqui tos, en Youngs vi lle o en el ca ma ro te de un bar co. Lo úni co que te ne mos cla ro es que su des ti no era Lon dres y que pen sa ba ha cer pú bli cas sus re ve la cio nes so bre el Pu tu ma yo. ¿Por qué, en ton ces, per ma ne cer tan to tiem po en el Ama zo nas? La pri me ra som bra de sos pe cha es la car ta que le en vía el doc tor Ju lio Egoa gui rre ––abo ga do de Ju lio Cé sar Ara na y alum no de Har den burg–– a don Ju lio. En es ta, co mo se se ña ló, le ma ni fies ta a su clien te que el jo ven nor tea me ri ca no exi gía sie te mil li bras es ter li nas por sus per di das per te nen cias. En ca so de no re ci bir las, y siem pre se gún Egoa gui rre, Har den burg da ría a co no cer en Lon dres el re sul ta do de sus in ves ti ga cio nes. El he cho de que el maes tro y el alum no se en con tra ran dos ve ces por se ma na, tal vez ha ya per mi ti do un cli ma de con fian za en el que cu po la po 181 si bi li dad de plan tear un re cla mo eco nó mi co de ta ma ña mag ni tud. Tam bién Egoa gui rre pu do ha ber lo son dea do pa ra ve ri fi car cuán to sa bía y si esa in for ma ción te nía su pre cio. Son es ta am bi güe dad y al gu nos he chos que fran ca men te lo in cri mi nan en la fi gu ra del chan ta je lo que ha ce tan

di fí cil ex traer con clu sio nes de fi ni ti vas. La pri me ra som bra que se pro yec ta so bre es te pio ne ro de los de re chos hu ma nos es su inex pli ca ble amis tad con Ju lio Mu rrie das. Co mo se ña la mos an te rior men te, es te úl ti mo fue quien pu bli có una car ta en el pri mer nú me ro de La San ción, des ta pan do esa olla pes ti len te que lue go se de no mi nó Pu tu ma yo. ¿Quién era es te Mu rrie das? Un es pa ñol dip só ma no y pro cli ve a la juer ga que vi vía en Iqui tos, sin ocu pa ción. Por qué Har den burg y él se vol vie ron in se pa ra bles si gue sien do un mis te rio. El he cho de que Mu rrie das hu bie ra es cri to una car ta a La San ción y que le re ve la ra a Wal ter otras atro ci da des co me ti das por la Ca sa Ara na no jus ti fi ca, de nin gún mo do, una amis tad. Ri chard Co llier da el po co con vin cen te ar gu men to de que Har den burg “en con tró en es te jo vial y obe so es pa ñol al más di ver ti do de sus tes ti gos, al que más res pon día a su cau sa”. Ca be tam bién pre gun tar se por qué la po li cía de Iqui tos los vi gi la ba tan to, y por qué has ta el pro pio pre fec to de Lo re to, Car los Za pa ta, te nía in for ma ción al res pec to. Era ine vi ta ble, por otra par te, que en una ciu dad tan pe que ña co mo Iqui tos es ta fla man te amis tad no pa sa ra de sa per ci bi da y que na die ha ya ad ver ti do a Har den burg que esa re la ción no lo fa vo re cía. Tan ín ti mos se ha bían vuel to que Mu rrie das lo in vi tó una vez a co no cer su pe que ña plan ta ción de cau cho, río arri ba, pro pie dad que ter mi nó en vuel ta en una des ca ra da es ta fa. El 21 de ma yo de 1909, Wal ter ha bía acu mu la do ma te rial no ya pa ra es cri bir un li bro, si no un tra ta do. La re la ción con su an fi trión, el cón sul Guy T. King, se ha bía de te rio ra do no por la pro lon ga da con vi ven cia, si no por las en tre vis tas que su hués ped man te nía en su ca sa con víc ti mas de la Ca sa Ara na, lo cual era lo me nos con ve nien te pa ra sus fun cio nes con su la res ya que lo com pro me tían fren te a las au to ri da des iqui te ñas. Fue ese día cuan do Har den burg le re ve ló el ma te rial que ha bía pa cien te men te ob te ni do a lo lar go de me ses y le pre gun tó si es ta ba dis pues to a re mi tír se lo al em ba ja dor nor tea me ri ca no en el Pe rú. King se ne gó. El 1 de ju nio, Wal ter pre sen tó su re nun cia co mo maes tro de in glés en el Co le gio Se cun da rio De par ta men tal de Iqui tos, an te su di rec tor, Se ra fín Fi lo me no Pe ña, anun cian do que par tía a Lon dres. La com pa ñía na vie ra Booth te nía va po res que par tían des de Iqui tos a Lon dres. Pe ro Har 182 den burg de ci de em bar car se en el Ya va rí, rum bo nue va men te a Ma naos, una es ca la ab so lu ta men te in ne ce sa ria y, más sos pe cho so aún, sin mo ti vos apa ren tes pa ra di ri gir se a esa ciu dad. Pe ro aquí no ter mi nan las “coin ci den cias” y, si las con si de rá ra mos ta les, cae ría mos en la mis ma in ge nui dad de Ri chard Co llier. Se gún la ver sión de és te, el jo ven via je ro se en te ró en un ca sual en cuen tro ca lle je ro, dos días an tes de que zar pa ra el bar co, que en el mis mo tam bién via ja ría su in se pa ra ble ami go Ju lio Mu rrie das,

con des ti no a Ma naos. Es inad mi si ble su po ner que des co no cía es te he cho y, mu cho me nos, que Mu rrie das ha bía ven di do su plan ta ción de cau cho a otro es pa ñol, Es ta nis lao Ba zán, que le ha bía abo na do con una le tra de cam bio por va lor de 830 li bras es ter li nas. La le tra de cam bio, fe cha da el 6 de ju nio de 1909, ha bía si do emi ti da por una pres ti gio sí si ma fir ma co mer cial de Iqui tos, Wes che & Co., pe ro Mu rrie das es gri mió un ar gu men to que pa re ció con ven cer a Har den burg, en lo que se ría el pri mer pa so de una no ve la po li cial po co só li da: no le con ve nía ne go ciar la le tra de cam bio en Iqui tos, si no en Ma naos, don de los des cuen tos eran in men sa men te me no res. Esa pos ter ga ción ten dría con se cuen cias que se rían fun da men ta les pa ra la tra ma, ya que Mu rrie das no te nía un cen ta vo y Wal ter se ofre ció a pa gar le el pa sa je has ta Ma naos. El nor tea me ri ca no le ofre ció, ade más, vein te de las cua ren ta li bras es ter li nas que ha bía aho rra do. Se gún ese re la to de los he chos, Mu rrie das, ape nas co bra ra la le tra de cam bio en Ma naos, se gui ría via je con él has ta Pa rá, en la de sem bo ca du ra del Ama zo nas, pa ra con ti nuar a Eu ro pa. Pe ro Wal ter Har den burg no era cré du lo, in ge nuo, ni ca re cía de ex pe rien cia en la vi da. Am bos par tie ron de Iqui tos a bor do del Ya va rí, y el 13 de ju nio arri ba ron a Ma naos. Aquí se pro du ce otro gi ro en el am bi guo sai ne te, ya que Wal ter que ría alo jar se en el Ca si no Ho tel, y Mu rrie das en el Grand Ho tel In ter na cio nal, el mis mo en que se alo ja ra el año pre vio el jo ven nor tea me ri ca no. Una vez más, Har den burg su cum bió a las so li ci tu des de Mu rrie das. No só lo ter mi nó alo ján do se en es te úl ti mo ho tel, si no que de bió com par tir la ca ma con el es pa ñol, ya que el pro pie ta rio del mis mo ale gó no te ner más lu gar. La su pues ta in ge nui dad de Har den burg ten dría más de ri va cio nes. Wal ter lle va ba una car ta de pre sen ta ción pa ra un pres ti gio so co lom bia no, Jus ti nio Es pi no za, que se alo ja ba en Ma naos en ca sa del cón sul de Co lom bia. En cuan to se co no cie ron, Es pi no za le na rró to do lo que sa bía acer ca del Pu tu ma yo, de Ju lio Cé sar Ara na, de tes ti gos que ha bían pa de ci do mal tra tos y ha bían pre sen cia do los ho rro res: él ha bía si do de sa lo ja do de la re gión y aho ra, en Bra sil, in ten ta ba lle var a ca 183 bo pro yec tos co mer cia les. Si el jo ven nor tea me ri ca no que ría prue bas acer ca del co no ci mien to de Ju lio Cé sar Ara na de lo que ver da de ra men te su ce día en sus te rri to rios, le bas ta ba con ho jear un ejem plar del dia rio Jor nal do Co mér cio, del 14 de se tiem bre de 1907. Cuan do con sul tó el ar chi vo del pe rió di co, se en con tró con un ar tí cu lo ti tu la do “Bes tias con for ma hu ma na”, don de se de nun cia ban la mis ma cla se de he chos que ya he mos men cio na do. Las mis mas fla ge la cio nes, mu ti la cio nes y muer tes, re la ta das por un so bre vi vien te co lom bia no, Ro so Es pa ña. Po co des pués, el pe rió di co ––po si ble men te de bi do a ac cio nes le ga les de Ara na–– se re trac tó de to do lo pu bli ca do.

La es ta día de Har den burg en Ma naos, na rra da por Ri chard Co llier, abun da en in tri gas y reu nio nes se cre tas. El au tor lle ga a ase gu rar que Ju lio Cé sar Ara na se en con tra ba en esa ciu dad mo vien do ma quia vé li ca men te los hi los, so bor nan do a di rec to res de pe rió di cos, mien tras el jo ven in ge nie ro nor tea me ri ca no era ma ni pu la do y has ta es ta fa do por Ju lio Mu rrie das. Por que, siem pre se gún la ver sión de Co llier, Mu rrie das, mo men tá nea men te im pe di do por las con se cuen cias de una for mi da ble bo rra che ra, no co bró la le tra de cam bio por 830 li bras es ter li nas que le ex ten die ra Es ta nis lao Ba zán por la com pra de su plan ta ción a tra vés de un do cu men to de la fir ma Wes che & Co., de Iqui tos, si no que pre fi rió en do sar la con las pa la bras “Pa gar a la or den del se ñor W. H. Har den burg, por el va lor re ci bi do”. Y es aquí cuan do sur ge la peor de las sos pe chas: ¿Quién se ría ca paz de en do sar una le tra de cam bio de na da me nos que 830 li bras es ter li nas y pe dir que la co bre otro? ¿Por qué es pe rar has ta úl ti mo mo men to (el bar co zar pa ba ha cia Pa rá a pri me ra ho ra del día si guien te) cuan do es lo pri me ro que de bió ha cer se al lle gar? Ade más, co brar un do cu men to por ese mon to no era tan sen ci llo, ya que al guien de be ría pre sen tar en el ban co al te ne dor del mis mo. Quién en Ma naos se hu bie ra atre vi do a in tro du cir a Ju lio Mu rrie das, un bo rra cho sin ocu pa ción pa ra que em bol sa ra se me jan te su ma de di ne ro. En ton ces Har den burg, co mo si no fue ra un hom bre que ha bía co no ci do los ri go res ––y ho rro res–– del Ama zo nas, si no un es co lar sin ma li cia ni ex pe rien cia, de ci de co brar él esa le tra. ¿Quién po día pre sen tar lo en el Ban co do Bra sil? ¿Por qué no re cu rrir a Jus ti nio Es pi no za, tan ama ble y que le ha bía su mi nis tra do la in for ma ción que ha bía pu bli ca do un dia rio lo cal? El co lom bia no no opu so re pa ros y lo acom pa ñó al ban co. W.E. Har den burg fir mó la le tra y se re ti ró con 830 li bras es ter li nas en el bol si llo. La in ge nui dad de Co llier es tal que lle ga a de cir que, ape nas Har den burg lle gó al ho tel y se en con tró 184 con Mu rrie das, le re cla mó las vein te li bras es ter li nas que le ha bía pres ta do. Es una ver sión in ge nua men te me lo dra má ti ca. Es inex pli ca ble que Wal ter, que pa re cía un pe rro sa bue so en bus ca de in for ma ción que com pro me tie ra a Ara na, no ha ya ave ri gua do que en Ma naos exis tía otro dia rio, el Ama zo nas, en la ca lle Ita ma ra cá, y que du ran te su de cla ra ción, en 1913, an te la co mi sión del par la men to bri tá ni co, ha ya in sis ti do en ese des co no ci mien to. El pro ble ma fue que la Ca sa Ara na re ci bió una car ta, des pués de que Har den burg pu bli ca ra en la re vis ta bri tá ni ca Truth en se tiem bre de ese mis mo año las re ve la cio nes del Pu tu ma yo. El mem bre te de la mis ma de cía: “Ofi ci nas de Ama zo nas, ca lle Ita ma ra cá, Ma naos”. Ma naos, 16 de no viem bre de 1909. Se ño res J. C. Ara na & Her ma nos

Pre sen te Se ño res: En res pues ta a su car ta de hoy, pre gun tán do me si fui pro cu ra do en mi ca li dad de edi tor por un se ñor Har den burg que pre ten día ha cer chan ta je con tra la Pe ru vian Ama zon Co., de quie nes son us te des los re pre sen tan tes en es ta ciu dad, les di ré: 1) En ju nio del co rrien te año, no re cuer do el día con exac ti tud, un hom bre que se de cía ser W. E. Har den burg, ame ri ca no, y que aca ba ba de lle gar del Pu tu ma yo, acu dió a nues tra ofi ci na du ran te mi au sen cia y, en es pa ñol, muy mal ha bla do, di jo a mi com pa ñe ro, se ñor Ba li na, que te nía en su po der do cu men tos muy com pro me te do res pa ra la Pe ru vian Ama zon Com pany Co., y que los ven de ría por Rs (reis)9 1.500.000 mo ne da bra si le ña (cien li bras es ter li nas). Na tu ral men te, el se ñor Ba li na le di jo que no ha cía mos ne go cios de esa cla se, pe ro co mo el hom bre in sis tie se, le hi zo re fe ren cia a mi per so na, pues yo po día en ten der le y ha cer me en ten der me jor.10 Al día si guien te, rea pa re ció y me re pi tió su ofer ta, a lo que res pon dí pres ta men te que eso se ría con si de ra do chan ta je y, por con si guien te, un cri men a los ojos de la ley. Un día des pués re gre só nue va men te y pi dió Rs 1.000.000 y, des pués, 500.000; na tu ral men te, sin otro re sul ta do que la ame na za de in for mar a la po li cía, no ha bien do re gre sa do a nues tra ofi ci na. Al gún tiem po des pués, fui nue va men te pro cu ra do por un tal Cas tro 185 Díaz, quien di jo ser un agen te de Har den burg y quien me ofre ció los do cu men tos su ce si va men te por Rs. 200.000 y 100.000. Cuan do es te hom bre me pi dió la úl ti ma can ti dad, me en se ñó los lla ma dos do cu men tos, que creo son los que ci ta Truth en al gu nos ar tí cu los de la mis ma ín do le. Fi nal men te, el tal Cas tro Díaz me en con tró una ma ña na en la ca lle y me di jo que Mr. Har den burg par tía pa ra Nue va York y Li ver pool, y me ofre ció una úl ti ma opor tu ni dad de ob te ner los do cu men tos por Rs. 50.000, lo que no acep té. 2) Si hu bie ra al gu na co sa más a es te res pec to y que de sean sa ber, ten dré mu cho pla cer en sa tis fa cer los. De us te des, at to, ser vi dor Lyo nel Gar nier Edi tor “Ama zo nas” (El ori gi nal de es ta car ta, es cri ta en in glés, tie ne le ga li za da la fir ma del co no ci do pu bli cis ta Lyo nel Gar nier, de na cio na li dad bri tá ni ca, por el no ta rio pú bli co de Ma naos, se ñor Ba rro so de Sou za; la fir ma de es te fun cio na rio es tá a su vez le ga li za da por W. Ro bil hard, vi ce -

cón sul de S.M.B. en la mis ma ciu dad, con fe cha 3 de ene ro de 1910.) Se ha in ten ta do ha cer creer que es ta car ta, es cri ta por un edi tor bri tá ni co, fue un con tu ber nio en tre él y Ju lio Cé sar Ara na, pa ra que W. H. Har den burg apa re cie ra an te los ojos del mun do co mo un chan ta jis ta. De ser así, es una pe que ña obra maes tra de la cre di bi li dad. No sa be mos, en pri mer lu gar, qué mo ti vos, ne ce si da des eco nó mi cas o prin ci pios éti cos ten dría Gar nier pa ra fra guar se me jan te men ti ra. Es ta acu sa do ra mi si va re ve la más bien una des me su ra da an sie dad de Har den burg pa ra ha cer se de efec ti vo. Es muy fá cil ame na zar con la pu bli ca ción de com pro me te do res do cu men tos en Lon dres; pe ro ac ce der a un edi tor que los pu bli que es di fí cil. Aun que Wal ter, co mo ve re mos opor tu na men te, lo lo gró. Pe ro en Ma naos, en ju nio de 1909, le de be de ha ber re sul ta do pa té ti co que allí, en el epi cen tro del des pil fa rro, don de se ha cían mi llo nes de la no che a la ma ña na con el cau cho, don de la mo ral era ine xis ten te, don de po dían com prar se sen ten cias ju di cia les y so bor nar has ta al úl ti mo de los fun cio na rios, él es tu vie ra a pun to de em bar car se ha cia Eu ro pa con ape nas cua ren ta mi se ra bles li bras es ter li nas co mo to do fru to de una aven tu ra ama 186 zó ni ca. Pe ro su mis ma ju ven tud, pro ba ble men te, lo lan zó a la de ses pe ran za eco nó mi ca y eran pre fe ri ble diez li bras es ter li nas a na da. Es to, cla ro, de ber de ha ber ocu rri do an tes de co brar la le tra de cam bio por 830 li bras. Pe ro lue go sur gió ––y es to es in dis cu ti ble–– que la le tra de cam bio ha bía si do fal si fi ca da, lo cual com pli ca más a Har den burg. Es im pres cin di ble re pro du cir una car ta en via da a las ofi ci nas de Ara na, en Iqui tos, por Wes che & Co.: WES CHE & CO. Iqui tos (Río Ama zo nas), Pe rú Iqui tos, 4 de no viem bre de 1909. Se ño res Pe ru vian Ama zon Com pany Pre sen te Muy se ño res nues tros: Cum plien do con sus de seos, nos es gra to ex pre sar les lo si guien te res pec to de la le tra fal si fi ca da nú me ro 6839. El 13 de ju lio pa sa do, fue pre sen ta da a nues tra ca sa en Pa rís una le tra fir ma da por el que sus cri be, lle van do el nú me ro 6839 y que apa re ce ser gi ra da en fe cha 6 de ju nio pró xi mo pa sa do a la or den de Es ta nis lao Ba zán, quien la en do só a W. E. Har den burg; és te la ven dió a su vez al Ban co do Bra sil en Ma naos, y és te la en do só a Roths child & Sons en Lon dres. Nues tra ca sa no la acep tó por que no es ta ba men cio na da en nues tra car ta de avi so y por que la apa rien cia de la fe cha des per tó sus su po -

si cio nes. Te nía ra zón, pues no so tros no gi ra mos tal le tra; nues tro nú me ro 6839 se re fie re a un gi ro nues tro con tra la ca sa Th. Brug man aquí. Te ne mos la con vic ción de que el fal si fi ca dor se ha ser vi do de nues tro gi ro nú me ro 6831, li bras 10, del 31 de ma yo pró xi mo pa sa do, a la or den de Es cri ba no y Eche ve rría. En efec to, es te gi ro 6831 no se ha pre sen ta do has ta la fe cha en nues tra ca sa de Pa rís, y la per so na que lo com pró era des co no ci da por no so tros co mo lo es tam bién el nom bre a cu ya or den es tá ex pe di do. Por la ter ce ra que nos man dó de Ma naos, ve mos que el fal si fi ca dor ha ex pues to to da la le tra a un ba ño quí mi co, qui tan do así to do lo es cri to con ex cep ción de la fir ma y de la in di ca ción “pa ga de ro en Lon dres”, con tin ta ro ja. 187 No co no ce mos nin gu na per so na con el nom bre de Es ta nis lao Ba zán. Res pec to a W. E. Har den burg, sa be mos por nues tra ca sa en Ma naos que es él la per so na quien ven dió el gi ro al Ban co do Bra sil. So mos de us te des siem pre att. y S.S. pp. Wes che & Co. E. Strass ber ger Si nos ate ne mos a lo es tric ta men te ob je ti vo, el úni co da to cier to es que W. E. Har den burg ven dió al Ban co do Bra sil una le tra de cam bio por 830 li bras es ter li nas. Es ta nis lao Ba zán, co mo lue go que dó de mos tra do, era ine xis ten te. Al guien fal si fi có una le tra de cam bio, a tra vés de un pro ce so quí mi co pa ra lo grar su co bro. El res to cons ti tu ye una ma ra ña de sub je ti vi da des. Bá si ca men te, las po si bi li da des son dos: la pri me ra es que Mu rrie das y Har den burg fue ran cóm pli ces de la fal si fi ca ción y que se re par tie ran el di ne ro se gún por cen ta jes pre via men te pac ta dos. La se gun da, que Wal ter ha ya si do vil men te en ga ña do y que, de bue na fe, ha ya ne go cia do la le tra de cam bio. Es di fí cil ima gi nar esa in ge nui dad en un hom bre a quien el di ne ro no le era pa ra na da in di fe ren te, que co no cía los có di gos ama zó ni cos, y que se ha bía per di do lo que bien pu do ha ber si do la opor tu ni dad de su vi da con la pér di da del cin cuen ta por cien to de la plan ta ción cau che ra La Re ser va, en el Ca ra pa ra ná, que le ofre cie ra su pro pie ta rio, Da vid Se rra no. De fen so res y de trac to res del nor tea me ri ca no (en rea li dad, mu cho más los pri me ros que los se gun dos) han omi ti do he chos in ne ga bles pa ra trans for mar el asun to en una acua re la que só lo ad mi te el blan co y el ne gro. En el Pe rú, los de fen so res de Ara na ––po cos, ya que es tá ca si ol vi da do ac tual men te–– se afe rran a la idea de que fue un pa trio ta in su pe ra ble y que na da su ce dió en el Pu tu ma yo. Pa ra ellos, lo que se pu bli có en la re vis ta Truth fue una sar ta de men ti ras, es cri tas por un chan ta jis ta. Los de -

fen so res de Har den burg sos tie nen que fue una po bre víc ti ma de un ge no ci da. Am bas ver sio nes no se ex clu yen y pa re ce in ne ga ble que Ara na fue un ase si no y Har den burg un chan ta jis ta. Cuan do Har den burg y Mu rrie das fi nal men te par tie ron de Ma naos, el va por en que iban, Am bro se (el mis mo que to mó Eleo no ra Zu mae ta cuan do se fue a vi vir a Bia rritz), de la com pa ñía na vie ra Booth, hi zo es ca la en Pa rá, don de, in creí ble men te, se pro du jo otra es ta fa ––es ta vez en 188 gra do de ten ta ti va–– al Ban co do Bra sil. Ri chard Co llier, pa ra jus ti fi car la ino cen cia de Har den burg, crea una si tua ción don de Mu rrie das, des de el mo men to mis mo de la par ti da, cam bia drás ti ca men te de ac ti tud: aban do na la be bi da, se dis tan cia de su com pa ñe ro de via je y, al lle gar a Pa rá, en cuen tra a vie jos ami gos y re suel ve que no irá a Es pa ña, co mo te nía pre vis to, si no al Ma to Gros so, don de le ha bían ofre ci do tra ba jo. Lo que el au tor omi te es que Ju lio Mu rrie das in ten tó co me ter otra es ta fa en Pa rá, tra tan do de ne go ciar nue va men te una le tra de cam bio con el Ban co do Bra sil, pe ro fra ca só y ter mi nó en un ca la bo zo. La som bra que se cier ne so bre Har den burg es su pro lon ga da amis tad con es te de lin cuen te. Pe ro, chan ta jis ta o no, Wal ter Har den burg fue quien le re ve ló al mun do las atro ci da des que se co me tían en el Pu tu ma yo. Al lle gar a Li ver pool, el 17 de ju lio de 1909, ate so ran do esa in va lua ble do cu men ta ción, se apres tó a una aven tu ra mu cho ma yor, es ta vez no en la sel va im pe ne tra ble del Ama zo nas, si no en los la be rin tos del po der y del pe rio dis mo de la ciu dad más im por tan te del mun do: Londres. NO TAS 1 Pa la bra que sig ni fi ca ba, en tér mi nos ge ne ra les, la cap tu ra de in dios. 2 Ad jun ta una lar ga lis ta de ca pa ta ces de las sec cio nes cau che ras de Ara na, don de fi gu ran los más crue les, por ejem plo Víc tor Ma ce do, Mi guel Loay za y Ar man do Nor mand. 3 Pe río do en el cual el in dio re co lec ta ba el cau cho y lo en tre ga ba. 4 Wal ter Har den burg tra du jo es ta car ta al in glés en The De vil’s Pa ra di se, y, al no exis tir, en la ac tua li dad, ejem pla res de La San ción, el au tor la tra du jo al cas te lla no. 5 “El cro nis ta tu vo pu dor pa ra men tar los nom bres de las ra me ras que to ma ron par te en es ta or gía, a la que por sar cas mo se le da el nom bre de ban que te”, Los Pro ce sos del Pu tu ma yo. 6 En la sec ción cau che ra Ma tan zas, Ar man do Nor mand se es pe cia li za ba en to mar de las pier nas a los ni ños de pe cho y es tre llar les la ca be za con tra un ár bol. 7 El edi tor de The De vil’s Pa ra di se, don de se pu bli có es ta car ta, pre fi rió omi tir de ta lles es ca bro sos. 8 Aguar dien te bra si le ño he cho con ca ña de azú car. 9 Nom bre de la mo ne da, en aquel en ton ces, en el Bra sil. 10 El di rec tor del dia rio, Lyo nel Gar nier, era in glés.

189 La ilu sión eu ro pea Lon dres, en 1909, te nía una po de ro sa fuer za cen trí fu ga, co mo si atra je ra ––sin ca pa ci dad de re sis ten cia–– al res to del mun do. La Re vo lu ción In dus trial ha bía sen ta do las ba ses pa ra que In gla te rra, a par tir de un vas to im pe rio que le su mi nis tra ba ma te rias pri mas, fue ra el eje del pla ne ta. Sus in dus trias aún no ha bía si do su pe ra das por las de los Es ta dos Uni dos. Pen se mos, al azar, en par te de lo que se fa bri ca ba: bar cos de to do ti po de to ne la je, in clu yen do los que per te ne cían a su le gen da ria Ar ma da; au to mó vi les y ca rrua jes pa ra to dos los gus tos; te las de ca li dad y tex tu ra in su pe ra ble; pla te ría, co mo la Shef field, o por ce la na co mo la Wedg wood, por nom brar las más cons pi cuas; he rra mien tas plus cuam per fec tas; lo co mo to ras, va go nes y rie les que es ta ble cie ron ver da de ros do mi nios fe rro via rios en la In dia y en Su da mé ri ca. Ni ha blar de su in dus tria pe sa da, si nos re fe ri mos al hie rro, al ace ro, o al car bón; ni de la crian za de los ani ma les de ra za que po bla ron las pam pas ar gen ti nas. Se ría im po si ble enu me rar to do lo que cons truía esa gi gan tes ca fá bri ca que era, en su ma, una is la no de ma sia do gran de en tér mi nos geo grá fi cos, pe ro con un po de río des me su ra do. No ha bía mo nar quía tan pres ti gio sa co mo la bri tá ni ca ni, des de la épo ca de Ca ta li na la Gran de de Ru sia, en el si glo XVIII, ha bía exis ti do una rei na ––y em pe ra triz de la In dia–– co mo Vic to ria. Ru le Bri tan nia no só lo era una can ción mar cial, si no una rea li dad ab so lu ta en tér mi nos po lí ti cos y eco nó mi cos. No es de ex tra ñar, pues, que la ca pi tal del mer ca do del cau cho fue ra Lon dres, lo cual sig ni fi có que Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go de bió ele gir esa ciu dad pa ra vi vir con su fa mi lia. La Pe ru vian Ama zon Com pany, con di rec to rio for ma do en su ma yo ría por in gle ses, te nía sus ofi ci nas en Sa lis bury Hou se, Lon don Wall, en ple no cen tro fi nan cie ro lon di nen se, y ca re cía de sen ti do que Eleo no ra y sus hi jos per ma ne cie ran 191 en Bia rritz, lo que pro pi cia ba una se pa ra ción ca si per ma nen te. Pa ra la fa mi lia Ara na, mu dar se a Lon dres no era asun to me nor. Bia rritz era una suer te de is la cos mo po li ta, abier ta a cual quier ex tran je ro ri co, y el he cho de ser su da me ri ca no no era cau sal de dis cri mi na ción. Ya he mos vis to que ar gen ti nos y chi le nos, fa vo re ci dos por el fa bu lo so pre cio de la car ne, los ce rea les y los mi ne ra les, ha bían ad qui ri do des lum bran tes vi llas y se em pe ci na ban en pa re cer eu ro peos. No era el ca so de los Ara na, que nun ca tra ta ron de so fis ti car se has ta el pun to de in tro du cir ob se si va men te ga li cis mos en su diá lo go. La sim ple za ama zó ni ca nun ca los aban do nó. Pe ro aho ra de bían de jar Bia rritz y mu dar se con hi jos y ser vi dum bre a una ver da de ra me tró po lis, don de las re glas eran otras. Se ins ta la ron cer ca de

Ken sing ton Gar dens, en el nú me ro 42 de Queen’s Gar dens, en una so ber bia ca sa de tres pi sos con ca tor ce per so nas de ser vi cio. En Lon dres, era la épo ca eduar dia na y los cam bios en las cos tum bres, en el es ti lo y en la mo ral ha bían si do no ta bles. Des pués de se sen ta y cua tro años de rei na do de Vic to ria, que fa lle ció en 1901, las co rrien tes mo der nis tas que ya se ve nían ob ser van do des de me dia dos de la dé ca da de 1890, rom pie ron to dos los di ques de con ten ción, en par ti cu lar en las cla ses do mi nan tes. Eso se de bió en gran par te al bre ve rei na do de Eduar do VII ––bi sa bue lo de la ac tual so be ra na, Isa bel II––, que su bió al tro no en 1901 y rei nó has ta 1910. El pe río do eduar dia no se ex ten dió más allá de la muer te del mo nar ca, has ta 1914, cuan do se pro du jo otro de ce so: el de la be lle épo que, ca rac te ri za da por ex tra va gan cias y ex ce sos. La rei na Vic to ria ha bía re pre sen ta do to do lo que la bur gue sía bri tá ni ca ad mi ra ba ––y ne ce si ta ba–– pa ra con so li dar se. Un ma tri mo nio im pe ca ble, sin má cu la de es cán da lo, fe liz, con nu me ro sos hi jos, y una rei na que pa re cía más un ama de ca sa que una so be ra na. Los có di gos mo ra les eran ab so lu ta men te rí gi dos. Hu bie ra si do ini ma gi na ble que Buc king ham Pa la ce, Wind sor o Bal mo ral al ber ga ran a nue vos ri cos, o a per so nas que hi cie ran alar de de su ri que za. El diá lo go so fis ti ca do, la iro nía, el do ble sen ti do o los chis tes de sa lón no for ma ban par te de esa cor te. We are not amu sed ––cé le bre co men ta rio de Vic to ria an te un al to fun cio na rio que qui so ser gra cio so–– pa só a ser una fi lo so fía bur gue sa. Tam po co es ta ba amu sed con la con duc ta de su hi jo, el prín ci pe de Ga les, o Ber tie, co mo lo lla ma ban sus ín ti mos. La rei na lo creía in ca paz de go ber nar. Ja más le con ce dió res pon sa bi li da des de Es ta do, aun cuan do era un hom bre en edad ma du ra. Si pa ra Vic to ria ––an tes y des pués de ha ber en viu da do del prín ci pe Al ber to de Sa jo nia-Co bur go-Got ha–– la fe li ci dad equi va lía a es tar 192 en fa mi lia, asis tien do oca sio nal men te a al gu na fun ción de tea tro que se or ga ni za ba en el cas ti llo de Wind sor, o ca bal gan do por los bos ques de Bal mo ral, pa ra su hi jo era otra co sa. Via ja ba per ma nen te men te a Pa rís, don de se hi zo cé le bre por sus amo ríos y por su in ve te ra do es pí ri tu de gour met; de rro cha ba el di ne ro; te nía una aman te ofi cial, la se ño ra Kep pel, lo cual no pa re cía in co mo dar a su mu jer, la prin ce sa Ale xan dra y, pa ra ho rror de su ma dre, fue tes ti go en un ca so de di vor cio, asis tien do a una cor te de jus ti cia lon di nen se. Vic to ria ja más se lo per do nó. Eduar do VII ti ñó es ta era con sus ex ce sos y las cla ses al tas bri tá ni cas ac tua ron por iden ti fi ca ción pro yec ti va, es de cir, co pian do al mo nar ca. La con jun ción de una lar ga tra yec to ria co mo Prín ci pe de Ga les, ex clui do de to da fun ción ofi cial por su im pla ca ble ma dre, y el co mien zo del si glo XX, con asom bro sas in no va cio nes téc ni cas, per mi tie ron el na ci mien to de la era eduar dia na. Si hu bie ra rei na do Jor ge V, nie to de Vic to ria e hi jo de Eduar -

do VII, ja más se hu bie ran per mi ti do se me jan tes li cen cias. El pro ble ma fue que Ber tie, o Tum Tum, pa ra sus ami gos, era un pe ca dor in co rre gi ble. Su ini cia ción se xual se de bió a la ins ti ga ción des ple ga da por sus com pa ñe ros del Cuer po de Gra na de ros, en Cu rragh, Ir lan da, don de es ta ba des ti na do du ran te su au sen cia de la Uni ver si dad de Ox ford. La fa vo re ci da fue una as pi ran te a ac triz, Ne llie Clif ton, in tro du ci da de con tra ban do en el cuar tel. Vic to ria y su pa dre, el prín ci pe Al ber to, se en te ra ron de es ta aven tu ra y tam po co se lo per do na ron, so bre to do por que, po cas se ma nas des pués, en 1862, fa lle cía Al ber to de Sa jo nia-Co bur go-Got ha, prín ci pe con sor te. Por si es to fue ra po co, a me dia dos de la dé ca da de 1870 co no ció a Li llie Langtry y, aun que és ta era ca sa da, no tu vo ver güen za al gu na de pa sear se con ella en ca rrua je por los par ques de Lon dres. Pe ro en 1909, la an cia na rei na ––y la vie ja In gla te rra–– lle va ba muer ta ocho años y en Lon dres se res pi ra ban otros ai res que, por cier to, le sen ta ban bien a Ju lio Cé sar Ara na, aman te de la bue na ópe ra y de la co mi da ex cel sa. Qui zá sea ne ce sa rio re crear ese es ce na rio don de vi vían los Ara na que, aun que no tu vie ron con tac to con las cla ses do mi nan tes, era ine vi ta ble que es tu vie ran al tan to de las nue vas cos tum bres. ¿Por qué en la In gla te rra eduar dia na no se po dían te ner aman tes? Des pués de to do, el pro pio rey las te nía. Era un mo nar ca per mi si vo con su pro pio en tor no, in te gra do por to dos aque llos que ex hi bie ran más ri que za que no ble za, ca paz de caer sin avi sar a cual quier fies ta lon di nen se, o de asis tir a 193 una ca ce ría don de en un so lo día se ma ta ron mil tres cien tas aves. Siem pre, cla ro, que es tu vie ra in vi ta da su aman te de tur no. El mun do en el cual eli gie ron vi vir Ju lio Cé sar y Eleo no ra Ara na era de ma sia do des lum bran te pa ra que les pa sa ra de sa per ci bi do y eso se re fle jó en su vi da do més ti ca. Los Ara na tu vie ron que vi vir en ese Lon dres que, cu rio sa men te, te nía pun tos de con tac to con la pri mi ti ví si ma Iqui tos. El Ama zo nas te nía más re la ción con lo eduar dia no que con lo vic to ria no. El ex ce so y el di ne ro son el me jor ejem plo, y am bos abun da ron en Ma naos y en Iqui tos. En el Lon dres de co mien zos del si glo XX, has ta los rí gi dos có di gos so cia les eran ex ce si vos. El sal to de la mo ral vic to ria na a la eduar dia na ha bía si do cuán ti co. El adul te rio, pa ra am bos cón yu ges, era al ta men te re co men da do, siem pre y cuan do pa sa ra de sa per ci bi do. Pe ro, cla ro, es ta ban las con ven cio nes, aca so más rí gi das que en la cor te de Ver sa lles. Lo que se po día y no se po día de cir du ran te las co mi das, a la ho ra del té, en las ca rre ras de ca ba llos, en los gran des bai les ––el que se rea li za ba anual men te en el Buc king ham Pa la ce, de no mi na do Court Ball, era el pa ra dig ma de la eti que ta––, en los country hou ses cuan do se prac ti ca ban jue gos de sa lón, con for ma ban un vo lu mi no so có di go de per mi sos y pro hi bi cio nes.

Ju lio Cé sar Ara na se ins ta ló en Lon dres du ran te el apo geo de es ta era y no eli gió ni una ca sa de cam po, ni una so bria re si den cia en los su bur bios con su co rres pon dien te jar dín. Op tó por una ca sa en la so fis ti ca dí si ma ca lle Queen’s Gar dens, al qui la da con to do su mo bi lia rio y, pa ra se guir con la mo da de la épo ca, te nía ca tor ce per so nas de ser vi cio. Po si ble men te, en Iqui tos, el per so nal ha bría si do más nu me ro so en lo que a can ti dad res pec ta, aun que no en ca li dad. Una de sus hi jas, Lily, que lue go ca só con Pe dro del Águi la Hi dal go, de Iqui tos, so lía co men tar que, en Lon dres, ca da her ma na te nía su pro pia ins ti tu triz; cuan do re gre só al Pe rú pa ra ins ta lar se de fi ni ti va men te, al prin ci pio no les ha bla ba a sus nue vas ami gas por que nin gu na do mi na ba ni el in glés ni el fran cés. La re si den cia de 42 Queen’s Gar dens fue una ex tra ña mez cla de dos cul tu ras: la eu ro pea y la ama zó ni ca. Las ni ñas ––Ali cia, An gé li ca y Lily–– te nían ins ti tu tri ces que les en se ña ban no só lo los idio mas si no tam bién los com pli ca dí si mos mo da les. Gladys Ho lli day era la go ber nan ta in gle sa; Mart he, la fran ce sa. Las se ño ri tas Ara na ya ha bla ban ese idio ma por ha ber vi vi do tan tos años en Bia rritz. Ima gi ne mos a Gladys cuan do prac ti ca ba un ri to noc tur no im pres cin di ble pa ra las ni ñas y se ño ri tas: el ce pi lla do de pe lo. El ca be llo lar go de no ta ba vir gi ni dad: du ran te un tiem po pro lon ga 194 do, la ins ti tu triz les ha brá ce pi lla do una y otra vez el pe lo que lle ga ba a la cin tu ra, mien tras en su im pe ca ble in glés les ha bla ría de la vi da y de las bue nas cos tum bres. “No, my dear, that’s highly im pro per for a young lady” de be ha ber si do la res pues ta ca si me cá ni ca a al gu nas pre gun tas. Tam bién, “Lit tle chil dren should be seen, and not heard”, pro cla ma do an te el mí ni mo al za mien to de la voz. Y, si las ni ñas y los va ro nes, Ju lio Cé sar y Luis, se po nían de ma sia do ex ci ta dos des pués de ce nar, tro na ba una or den ina pe la ble: “Now, chil dren, say good night to pa pa and ma ma and run along to your rooms”. El ma tri mo nio Ara na no pu do tras la dar to das sus cos tum bres ama zó ni cas al co ra zón de Ken sing ton. Pe ro Ju lio Cé sar tu vo la in só li ta ini cia ti va de lle var se con si go a Lon dres a un jo ven in dio hui to to, Juan Ay me na, arran ca do de las en tra ñas de la sel va, e ins cri bir lo en el Mar ga te Co lle ge, en Kent. Que ría que es tu dia ra me di ci na y con ver tir lo en el pri mer mé di co hui to to. Sus hi jas An gé li ca y Lily, co mo co rres pon día a una fa mi lia ca tó li ca y la ti noa me ri ca na, es tu dia ban en el Con ven to del Sa gra do Co ra zón, en High ga te. Una de las po cas con ce sio nes que otor gó a su edu ca ción ama zó ni ca fue lle var a su co ci ne ra de Iqui tos, Ro sa lía, pa ra que le pre pa ra ra dos de sus pla tos fa vo ri tos: Po llo souf flé a la pe rua na y Ba na nas al hor no con que so y man te ca. El buen me nú, ama zó ni co o eu ro peo, era pri mor dial pa ra Ara na. Pensemos en algunos de los que integraban el directorio de la Peru-

vian Amazon Company, e imaginémos los, junto con sus respectivas mujeres, sentados a la mesa del imponente comedor de los Arana. John Lis ter Ka ye, un ba ro net (tí tu lo no bi lia rio me nor) re la cio na do con la gen te más ele gan te de Lon dres era groom in wai ting (una suer te de ede cán una vez a la se ma na) del rey Eduar do VII; John Rus sell Gub bins era es qui re, otra suer te de tí tu lo me nor, y Hen ri Bon duel, un pro mi nen te ban que ro fran cés. Tam bién in te gra ba el di rec to rio el ba rón de Sou sa Dei ro, pre si den te de Good win, Fe rrei ra Com pany Ltd., po si ble men te por tu gués, ya que la co lo ri da cor te tro pi cal de don Pe dro II, de Bra sil, ha bía de sa pa re ci do ha cía vein te años. Una ce na eduar dia na po día con sis tir en una exó ti ca com bi na ción de pla tos bien di fe ren te a la que se ser vía en un ban que te vic to ria no. Así y to do, hu bie ra si do ini ma gi na ble re ci bir a es tos en cum bra dos ca ba lle ros sir vién do les Ba na nas al hor no con que so y man te ca. En es te es ce na rio des lum bran te, Ju lio Cé sar Ara na sin tió que ha bía to ca do el cie lo con las ma nos. Te nía cua ren ta y cin co años, era amo y 195 se ñor de un im pe rio en el Pu tu ma yo, ha bía for ma do una com pa ñía bri tá ni ca y el di ne ro de la ven ta del cau cho le llo vía co mo ma ná del cie lo. Ha bía al can za do las má xi mas al tu ras a las que po día as pi rar un hom bre de ne go cios: una fa mi lia y una gran for tu na ob te ni da con des co mu na les es fuer zos. Aca so, en al gu na no che en que Eleo no ra y él que da ban so los en el in men so ca se rón, mien tras los ni ños y el ser vi cio dor mían, ha brá re cor da do jun to al fue go de la chi me nea los días de Rio ja y Yu ri ma guas, la ca sa de La mas, y se ha brá ale gra do de que hu bie ran ter mi na do pa ra siem pre los lar gos re co rri dos por la sel va co mo avia dor, tra ba jo que siem pre ha bía de tes ta do. Lon dres le ofre cía lo que siem pre ha bía so ña do pa ra su fa mi lia: cul tu ra, re fi na mien to, edu ca ción, gran des ne go cios. Y es ta ba Con vent Gar den, al cual ha brá asis ti do en va rias opor tu ni da des con su mu jer. Lla ma la aten ción que a un ven de dor de som bre ros de pa ja, lue go con ver ti do en avia dor y, por úl ti mo, en cau che ro, le gus ta ra la ópe ra y po se ye ra la más im por tan te bi blio te ca del Ama zo nas. Es to hay que atri buir lo, ex clu si va men te, a Eleo no ra. Ha bía es tu dia do el ma gis te rio en Li ma y tu vo la opor tu ni dad de ac ce der a una cul tu ra que en Rio ja no exis tía. Iqui tos, sin em bar go, siem pre es ta ba pre sen te: Ara na ja más re ne gó de sus orí ge nes ama zó ni cos ni de su fa mi lia. En su ca sa se alo ja ban, cuan do pa sea ban por Eu ro pa, la hi ja de Pa blo Zu mae ta, Ele na, y has ta su mis ma her ma na, Pe tro ni la. A di fe ren cia de la so cie dad eduar dia na, que tal vez cre yó que los es plen do res du ra rían eter na men te, Ju lio Cé sar Ara na veía nu ba rro nes ame na zan tes. Es cier to que al gu nos se ha bían di si pa do: al ha ber cons ti tui do

una so cie dad bri tá ni ca, ya no te mía que si Pe rú ce día el Pu tu ma yo a Co lom bia su em pre sa se vie ra afec ta da. Pe ro el cau cho co men za ba a dar sus fru tos en Ma la sia, a par tir de las se mi llas de he vea bra si lien sis sus traí das del Ama zo nas que me dra ron en los jar di nes bo tá ni cos de Kew Gar dens. Ese ro bo des ca ra do ––se gún los bra si le ños––, esa aven tu ra que bur ló to dos los con tro les adua ne ros, fue el ar ma que, fi nal men te, de rrum ba ría su im pe rio. La proe za del in glés Henry Wick ham, que en 1876 lo gró sa car del Bra sil se ten ta mil se mi llas de he vea bra si lien sis pa ra de po si tar las sa nas, sal vas y ger mi na das en In gla te rra ––de don de lue go em pren de rían via je a la ti tu des orien ta les–– pue de ins cri bir se en el más au tén ti co gé ne ro de 196 aven tu ras. Al gu nos au to res afir man que se tra tó de un ro bo; otros, que las se mi llas sa lie ron del puer to de Pa rá, en la de sem bo ca du ra del Ama zo nas, des pués de rea li zar se un con ven cio nal trá mi te adua ne ro. Wick ham es cri bió acer ca de es te no to rio su ce so trein ta años des pués de ha ber ocu rri do, de mo do que ca be du dar de la pre ci sión de su re la to. Tras la in de pen den cia de las re pú bli cas su da me ri ca nas a lo lar go del si glo XIX, los na tu ra lis tas co men za ron a lle gar al Ama zo nas. Vi vían su apo geo y eran ma yo ri ta ria men te in gle ses ––Ri chard Spru ce, Cle ments Mark ham, Al fred Wa lla ce, en tre otros–– ya que las nue vas re pú bli cas su da me ri ca nas, a di fe ren cia de los go bier nos co lo nia les, no opu sie ron re pa ros al in gre so de cien tí fi cos ex tran je ros. Las pri me ras se mi llas tras la da das fue ron de cin cho na of fi ci na lis, ár bol de cu ya cor te za se ex trae la qui ni na. Ri chard Spru ce se lec cio nó cien mil se mi llas de cin cho na que Cle ments Mark ham hi zo sa lir de Ecua dor por el puer to de Gua ya quil. En 1879, ca si vein te años des pués de es ta odi sea, la qui na flo re cía en las mon ta ñas Nil gi ri, en la In dia, en una su per fi cie que su pe ra ba las dos mil hec tá reas. La can ti dad ex por ta da ese mis mo año fue de dos cien tos cua ren ta to ne la das. En de fen sa de Spru ce, po dría ale gar se que la qui na era una ma te ria pri ma que se uti li za ba úni ca men te pa ra fi nes te ra péu ti cos (lo que no fue del to do cier to, ya que a me dia dos del si glo XIX se lan zó al mer ca do el agua tó ni ca de qui ni na) y que las au to ri da des ecua to ria nas ca re cían de una po lí ti ca con ser va cio nis ta, lo cual equi va lía a que, en un fu tu ro no de ma sia do le ja no, es ta es pe cie de sa pa re cie ra. Pe ro el cau cho es ta ba le jos de ser una ma te ria pri ma te ra péu ti ca. Su uti li za ción en la gue rra de Cri mea, en la de Se ce sión Nor tea me ri ca na y en la Fran co-Pru sia na en lo que a ar ma men tos y equi pos res pec ta, le otor gó un va lor has ta en ton ces ine xis ten te. El im pe rio bri tá ni co, na tu ral men te, se in te re só por ese va lio so in su mo. Du ran te se sen ta años, Gran Bre ta ña ha bía de pen di do del Fi cus elas ti ca, es pe cie que abun da ba en las lla nu ras pan ta no sas del río Bra ma pu tra, pe ro la im po si bi li dad de tras -

plan tar lo a otras la ti tu des, for zó a fun cio na rios gu ber na men ta les a otear otros ho ri zon tes. En el Con go exis tía una va rie dad de al to ren di mien to, la Lan dolp hia, una lia na, pe ro los bel gas ha bían lle ga do an tes; en el nor des te bra si le ño, cre cía la va rie dad Cea rá, un pa rien te le ja no de la man dio ca, y en Mé xi co y el Ca ri be abun da ba la Cas ti lla elas ti ca. És tas eran al gu nas de las más de cien es pe cies de plan tas cau chí fe ras del mun do, ¿por cuál de ci dir se? Co mo siem pre ocu rre en la his to ria lo ines pe ra do, la cir cuns tan cia im pre vis ta que per mi tió trans for mar la eco no mía de un 197 país y, en es te ca so, des truir la de va rios. Aun que es ta vez, se tra tó de un hom bre y no de un he cho. Henry Wick ham, hi jo de una hu mil de con fec cio nis ta de som bre ros y de un pro cu ra dor lon di nen se que fa lle ció cuan do él te nía cua tro años, lle gó a pro ta go ni zar una de las aven tu ras más ren ta bles pa ra su país. En su ju ven tud, Wick ham no mos tró am bi cio nes pro fe sio na les de fi ni das más allá de un in trín se co es pí ri tu de aven tu ra y una no ta ble ha bi li dad pa ra el di bu jo. La bús que da de lo exó ti co lo lle vó, des de muy jo ven, a re mo tas jun glas en Ni ca ra gua y Ve ne zue la, has ta lle gar al río Ori no co y, por úl ti mo, al Ama zo nas. Se es ta ble ció en San ta rém, so bre el río Ama zo nas en te rri to rio bra si le ño, con su ma dre y su pro me ti da, Vio let, que ya ha bía cum pli do los vein ti sie te años. En 1872 pu bli có su pri mer li bro, Rough No tes of a Jour ney Th rough the Wil der ness from Tri ni dad to Pa rá, Bra zil, by way of the Great Ca ta racts of the Ori no co, Ata pa bo and Rio Ne gro (Apun tes de un via je por zo nas sal va jes de Tri ni dad a Pa rá, a tra vés de las Gran des Ca ta ra tas del Ori no co, Ata pa bo y Río Ne gro). Era un bo rra dor con fu so e im pre ci so, pe ro te nía un va lor in cal cu la ble: Wick ham ha bía des cu bier to el cau cho y lo gró, des pués de in nu me ra bles pe ri pe cias, san grar lo. El 8 de ene ro de 1869, ha bía san gra do los pri me ros cien ár bo les, aun que ––se gún es cri bió–– el ren di mien to ha bía si do po bre y lo atri bu yó a que los ár bo les aún te nían fru tos que es ta ban ver des. Era ine vi ta ble, por otra par te, que “las fie bres” ata ca ran al gru po que lo se cun da ba, lo cual se tra du jo en una re co lec ción mí ni ma. La apa ri ción de su li bro ex ci tó la am bi ción de Jo seph Hoo ker, di rec tor de Kew Gar dens quien, po co tiem po an tes, ha bía re ci bi do del Ama zo nas una par ti da de se mi llas de cau cho, en via das por un se ñor Fa rris, de la cual só lo sie te ger mi na ron. So bre vi vían a du ras pe nas en los in ver na de ros des ti na dos a la flo ra tro pi cal. Na die ha bía di bu ja do la ho ja y el fru to de es ta ma te ria pri ma, sal vo ese in glés que vi vía en el Ama zo nas, con quien Hoo ker ini ció una pro lon ga da re la ción epis to lar. En sus car tas, Wick ham in sis tía en que el cau cho po día tras plan tar se a otras re gio nes, al go que era con si de ra do po co me nos que utó pi co. Al gu nos au to res sos tie nen que Wick ham via jó a In gla te rra pa ra reu nir se con Hoo ker.

Hoo ker le pro pu so a Wick ham que re co lec ta ra se mi llas y las en via ra a In gla te rra. És te qui so sa ber cuán to se le pa ga ría por sus es fuer zos. Pa sa ron ca tor ce me ses y re cién en 1874 lle gó la res pues ta: sus ho no ra 198 rios se rían diez li bras es ter li nas por ca da mil se mi llas. En una car ta que le en vió a Jo seph Hoo ker, en oc tu bre de 1874, Wick ham di ce: “A pe sar de que la su ma que me han ofre ci do me pa re ce su ma men te ade cua da, us te des se da rán cuen ta de que no se rá su fi cien te pa ra pa gar mi tras la do a las re gio nes más pro ve cho sas só lo pa ra re co lec tar se mi llas en pe que ñas can ti da des. Si me pu die ran ga ran ti zar un nú me ro con si de ra ble de las mis mas, es ta ría pre pa ra do pa ra re co lec tar las me jo res, en las zo nas más apro pia das, pa ra lue go des pa char las”. La res pues ta tar dó seis me ses en lle gar. Pe ro era un óp ti mo co mien zo, ya que le so li ci ta ron que re co lec ta se diez mil. A par tir de es ta ofer ta, co men zó la aven tu ra ama zó ni ca que, al ca bo de cua ren ta años, des trui ría el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na en el Pu tu ma yo y trans for ma ría a In gla te rra en el prin ci pal pro duc tor de cau cho: el Ama zo nas, la he vea bra si lien sis, los mi llo na rios y el des pil fa rro se de rrum ba ron de la no che a la ma ña na, co mo un cas ti llo de nai pes. La ta rea de Wick ham fue ti tá ni ca. Re co lec tar esa can ti dad de se mi llas y en viar las a Kew Gar dens des de San ta rém, un os cu ro puer to so bre el río Ama zo nas, pa só a ser su ob se sión. El pri mer pa so a dar tras en con trar las se mi llas era se lec cio nar las me jo res. El 6 de mar zo de 1876, es cri bió una no ta pa ra en viár se la a Hoo ker, des de el río Ta pa jós. “Aho ra es toy re co lec tan do se mi llas en es te río, po nien do cui da do en ele gir só lo aque llas de óp ti ma ca li dad. Es pe ro par tir pron to a In gla te rra con un car ga men to sig ni fi ca ti vo.” Era una me ra ex pre sión de de seos pues los obs tá cu los eran mu chos: ¿có mo acon di cio nar las se mi llas? ¿dón de ha cer las ger mi nar? ¿en qué bar co en viar las? y, lo peor, ¿có mo atra ve sar la te mi ble ba rre ra adua ne ra bra si le ña en Pa rá? En ton ces se pro du jo un he cho ines pe ra do que ter mi nó dan do una vuel ta de tuer ca a su mi sión. El ca pi tán del S.S. Ama zo nas, un va por de 1.057 to ne la das, de la In man Li ne, que, en 1876, inau gu ra ba la lí nea Li ver pool al Al to Ama zo nas, de ci dió ho me na jear a los po cos bri tá ni cos que vi vían en ese puer to sel vá ti co. De bi do a que ca re cía de un mue lle ade cua do, el ca pi tán Mu rray en vió los co rres pon dien tes bo tes pa ra re co ger a los ho me na jea dos. Ima gi ne mos la per ple ji dad y la sa tis fac ción de los es ca sos plan ta do res eu ro peos de la zo na, an te ese ––pa ra ellos–– in men so bar co, to do ilu mi na do, flo tan do en las den sas aguas del río Ama zo nas co mo si se tra ta ra de una vi sión fan tas ma gó ri ca. Ce na ron en el gran sa lón co me dor y ha brán pa la dea do los vie jos sa bo res de su tie rra, el vi no de ce pas no bles, ma ti za dos por los pe sa dos cu bier tos de pla ta y las co pas de cris tal. En tre los in vi ta dos es ta ba Henry Wick ham y, en aque lla no che que por unas ho ras

199 re creó un res tau ran te lon di nen se en me dio del tró pi co, ni se le ocu rrió aso ciar sus se mi llas con ese bar co. De he cho, se guían ger mi nan do y, con se gu ri dad, vi vía atri bu la do pen san do có mo ha ría pa ra en viar las a Kew Gar dens sin que se de te rio ra sen. El va por, al día si guien te, pro si guió río arri ba, y pa só a ser só lo un buen re cuer do de una no che eu ro pea en el Ama zo nas. Pe ro, a prin ci pios de mar zo, lle ga ron a San ta rém no ti cias im pre vis tas: el S.S. Ama zo nas es ta ba fon dea do en la ra da de Ma naos ––los de re chos de puer to sue len ser ex tre ma da men te ca ros–– y el ca pi tán Mu rray es ta ba al bor de del co lap so. ¿Qué ha bía su ce di do? Los dos se ño res que tan ama ble men te ha bían aten di do a los in vi ta dos aque lla no che a bor do, los su per car goes, es de cir, los en car ga dos de las mer can cías que trans por ta ba la em bar ca ción, las ha bían ven di do clan des ti na men te y de sa pa re cie ron con la abul ta da su ma que les de pa ró la ven ta. Mu rray no te nía con qué ad qui rir el cau cho que de bía trans por tar a In gla te rra, con lo cual que dó va ra do ¿Có mo iba a ima gi nar que esos dos hom bres re sul ta rían ser un par de de lin cuen tes? Le di je ron que fon dea ra en la bo ca del río Ne gro y ahí los es pe ró has ta que to mó con cien cia de que se ha bían es ca bu lli do en Ma naos con los bol si llos lle nos. Henry Wick ham, en cam bio, des cu brió que era la opor tu ni dad de su vi da: le en vió un men sa je al ca pi tán Mu rray, pro po nién do le un en cuen tro en la de sem bo ca du ra del Ta pa jós con el Ama zo nas, cer ca de San ta rém. Se pro po nía arren dar el bar co en nom bre del go bier no de la In dia. El ma ri no le vó an clas y se di ri gió a to do va por ha cia ese lu gar. Mien tras el S.S. Ama zo nas se des li za ba río aba jo, Wick ham or de nó y re co lec tó se ten ta mil se mi llas ––y aquí in ter vi no la suer te–– de la me jor cla se de cau cho, la he vea bra si lien sis, que sur gie ron de las flo res de ese ár bol de trein ta me tros de al tu ra. Fue una ta rea con tra el re loj, ex tre ma da men te com pli ca da. Pe ro era un aven tu re ro de ra za y sor teó ca da obs tá cu lo, en con tran do so lu cio nes a di fi cul ta des su per la ti vas. Ima gi ne mos co lo car se ten ta mil se mi llas frá gi les y acei to sas en ca ñas de ca la mus par ti das a lo lar go por la mi tad, pa ra de po si tar las, en ca pas su ce si vas, so bre ho jas di se ca das de ba na nas sal va jes, y se po drá com pren der su obs ti na ción, su fé rrea vo lun tad pa ra cum plir con el com pro mi so que ha bía asu mi do an te el di rec tor de Kew Gar dens. En sus re gis tros de aque llos días fe bri les, es cri bió tres ve ces en su dia rio “No ten go tiem po que per der”. Tam po co lo te nía el ca pi tán Mu rray, que acu dió pre su ro so a ese en cuen tro sal va dor. Las se mi llas fue ron co lo ca das en proa y en po pa en pe 200 que ñas ca nas tas y, cuan do Wick ham con si de ró que to do es ta ba ba jo con trol, el tra sa tlán ti co sol tó ama rras y se di ri gió co rrien te aba jo ha cia el

peor de los obs tá cu los: la adua na de Pa rá. Es ta ciu dad que, en la ac tua li dad, se lla ma Be lém, se en cuen tra en el bra zo orien tal del río Ama zo nas al di vi dir se en dos en la is la de Ma ra jó. Era el epi cen tro del mer ca do del cau cho y es ta ba ates ta da de bar cos y de fun cio na rios adua ne ros. A pe sar de no exis tir dis po si cio nes ex pre sas que im pi die ran la ex por ta ción de se mi llas de cau cho, era de su po ner que las au to ri da des no de ja rían pa sar se me jan te car ga men to sin los trá mi tes fa rra go sos pro pios de la bu ro cra cia la ti noa me ri ca na, lo que po dría ter mi nar aca ban do con la vi da de las se ten ta mil se mi llas tan di fi cul to sa men te re co lec ta das. Trein ta años des pués, Henry Wick ham re cor da ría aque lla no che de in cer ti dum bre en el puer to de Pa rá. Pe ro, nue va men te, la for tu na me fa vo re ció. Te nía un ami go en el lu gar in di ca do, el cón sul bri tá ni co Tho mas Ship ton Green. Com pren dió ple na men te el es pí ri tu de la mi sión y me acom pa ñó a en tre vis tar me con el ba rón de S., je fe de la Adua na, apo yán do me en to do mo men to mien tras le ex pre sa ba a su Ex ce len cia mi di fi cul tad y an sie dad por ser el res pon sa ble de es pe cies bo tá ni cas ex tre ma da men te de li ca das al ma ce na das a bor do, con la ex pre sa mi sión de ser en tre ga das en los Jar di nes Rea les de Kew, pro pie dad de Su Ma jes tad Bri tá ni ca. La di plo ma cia que des ple gó el cón sul Green y el he cho de que el S.S. Ama zo nas es tu vie ra fon dea do en el río con las cal de ras fun cio nan do, lo cual da ba una ima gen de ur gen cia, ter mi na ron mo ti van do que el je fe de la Adua na de Pa rá fir ma ra el co rres pon dien te des pa cho. El ba rón de S. ha bía ru bri ca do la sen ten cia de muer te del Ama zo nas. De no ha ber sa li do las se ten ta mil se mi llas del te rri to rio bra si le ño, la his to ria del cau cho hu bie ra si do otra, si bien tar de o tem pra no la re gión hu bie ra per di do su su pre ma cía, ya fue ra por que sur gie ron plan ta cio nes en otras la ti tu des, o por que se ha bía de sa rro lla do un pro duc to sin té ti co. Pe ro el ha ber al can za do el mar abier to, no sig ni fi có que los pro ble mas de Wick ham hu bie ran con clui do. Eran quin ce días de na ve ga ción has ta Li ver pool, con un drás ti co cam bio de cli ma, aun que al go fa vo re ci do por el in mi nen te ve ra no bo real, y ha bía que pre ser var a las se mi llas: las ra tas de a bor do y una ma la ven ti la ción po dían aca bar con ellas. De to do se ocu pó y, al lle gar a El Hav re, el 9 de ju nio, en vió un te le gra ma a Jo seph Hoo ker, su gi rién do 201 le que to ma ra los re cau dos ne ce sa rios pa ra re ci bir el car ga men to. Hoo ker or de nó que se en via ra un tren noc tur no a Li ver pool pa ra re ci bir al bar co. De ce nas de fre né ti cos jar di ne ros pre pa ra ron los ha bi tá cu los que al ber ga rían a es tas ge mas sel vá ti cas, de sa lo jan do del in ver na de ro A17 in ne ce sa rias or quí deas, hi bis cos y cuan ta otra plan ta tro pi cal ha bía. Wick ham apro ve chó el tren don de via ja ban sus pre cio sas se mi llas y

par tió ha cia Lon dres, don de lle gó en la ma dru ga da. Se di ri gió di rec ta men te a Kew Gar dens, se plan tó fren te a la ca sa de Hoo ker y arro jó con sua vi dad pe que ñas pie dras a la úni ca ven ta na ilu mi na da. La per ple ji dad del di rec tor no tu vo lí mi tes al con tem plar a un hom bre cu bier to por un am plio som bre ro tro pi cal, sos te nien do en su ma no una vie ja va li ja Glads to ne. Con el co rrer de las se ma nas las se mi llas se trans for ma ron en pe que ñas plan tas; pa ra fi nes de ju lio, 1.919 plan ti nes es ta ban lis tos pa ra ser tras plan ta dos al Jar dín Bo tá ni co de Pe ra de ni ya, en Co lom bo, Cei lán (en la ac tua li dad, Sri Lan ka). Fue ron pri mo ro sa men te co lo ca dos en ca jas Ward, que eran se lla das, de vi drio y su pro pia hu me dad con den sa da fun cio na ba co mo sis te ma de rie go. El 12 de agos to de 1876 par tie ron del puer to de Lon dres, a bor do del Du ke of De vons hi re, tras la do que fue su per vi sa do por el jar di ne ro Wi lliam Chap man. El cos to to tal del ope ra ti vo que ter mi nó por dar le a In gla te rra el do mi nio del mer ca do mun dial del cau cho, as cen dió a la ri dí cu la su ma de mil li bras es ter li nas, 4 che li nes y dos pe ni ques. En rea li dad, con tra rian do to das las re glas de la dra ma tur gia, la odi sea del cau cho tu vo un pri mer ac to con fi nal fe liz, y, de ha ber se lle va do al es ce na rio, ado le ce ría de una im per do na ble fal ta de téc ni ca, de bi do a que qui ta ría to do pos te rior de sa rro llo y de sen la ce. Por que hu bo un se gun do ac to, mu cho más dra má ti co y len to que se de sa rro lló en el Le ja no Orien te. Henry Wick ham ha bía cum pli do la pri me ra par te de la ta rea. De ci dió pro bar suer te en Aus tra lia, en la re gión sep ten trio nal de Queens land, don de se de di có a cul ti var ca fé y ta ba co, con de sas tro sos re sul ta dos. Per dió has ta el úl ti mo pe ni que de las mil qui nien tas li bras es ter li nas que ha bía ga na do con las se mi llas de cau cho. De jó al gu nas ins truc cio nes acer ca del tras plan te de la he vea bra si lien sis que, co mo ve re mos, no fue ron te ni das en cuen ta. La creen cia, por cier to erró nea, era que es te ár bol po dría de sa rro llar se óp ti ma men te en re gio nes pan ta no sas, aca so por que el Ama zo nas es tá sur ca do por in nu me ra bles ríos. Des de ñan do las ad ver ten cias de Wick ham, se plan ta ron las he veas re cién en 202 1888, es de cir, do ce años des pués, en las pro xi mi da des del río Ka lu Gan ga, en Sri Lan ka, una re gión de llu vias to rren cia les y fre cuen te ane ga ción. No so bre vi vió ni una. A to do es to, en Ma naos, na die le dio la me nor im por tan cia a es te ro bo ¿Cei lán? ¿Cau cho en una re mo ta is la fren te a las cos tas de la In dia? Equi va lía po co me nos que ha ber lo plan ta do en la Lu na. Pa ra qué preo cu par se. Mien tras los mi llo nes de li bras es ter li nas llo vie ran so bre la ciu dad, a sus ha bi tan tes po co les im por ta ba. La fal ta de in for ma ción, con su con se cuen cia di rec ta, la au sen cia de in te rés por par te de los plan ta do res, hi zo per der tiem po a una in dus tria que pu do

ha ber co men za do mu cho an tes. En efec to, exis tía un con cep to ine xac to: se gún la cos tum bre su da me ri ca na, una vez que se san gra ba el cau cho, ha bía que es pe rar me ses o años pa ra vol ver a ha cer lo; es to, por su pues to, ha cía que el ne go cio fue se po co ren ta ble. Nin gún plan ta dor es ta ba dis pues to a reem pla zar cul ti vos tra di cio na les por una aven tu ra rui no sa. Pe ro sur gió un hom bre ab so lu ta men te con ven ci do de la ren ta bi li dad del cau cho y tam bién de que el lu gar in di ca do pa ra plan tar lo no era Cei lán, si no Ma la sia. Henry N. Rid ley se ha bía for ma do en Kew Gar dens y no ig no ra ba que, pa ra que el cau cho se trans for ma ra en una ma te ria pri ma ren ta ble, en pri mer lu gar, ha bía que ha cer cre cer los ár bo les; lue go, sa ber ex traer el lá tex; por úl ti mo, per sua dir a los plan ta do res de que apos ta ran a es te pro duc to. Lo pri me ro que de mos tró y que fue el pi vo te de su re so nan te vic to ria, es que la he vea no ne ce si ta ba san grar se ca da muer te de obis po, si no que se po día ha cer has ta con ár bo les plan ta dos ha cía so lo cua tro años. El se cre to era có mo ha cer lo. Des cu brió que sa jan do el tron co en for ma de es pi na de pes ca do, el ren di mien to se trans for ma ba en dia rio, sin que per ju di ca ra al ár bol. En 1895, lo gró que dos plan ta do res de ca fé de Ma la sia, Dou glas y Ro nald Kin ders ley, des ti na ran una mo des ta hec tá rea a las he veas, que se de sa rro lla ron sin so bre sal tos. Do ce años des pués, ha bía diez mi llo nes de ár bo les de cau cho en Ma la sia. En 1906, el su des te asiá ti co pro du jo 577 to ne la das de cau cho; en 1920, 304.671 to ne la das. En 1906, el cau cho ama zó ni co y afri ca no al can zó, en ma te ria de ex por ta cio nes, las 62.004 to ne la das; en 1920, ca ye ron a 36.404 to ne la das. En de fi ni ti va, es to y no otra co sa fue lo que de rrum bó el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na. 203 Si Lon dres, eco nó mi ca men te, era el eje del mun do, Li ver pool era el gi gan te por tua rio. A sus mue lles lle ga ban ma te rias pri mas de to do el pla ne ta, y de allí par tían trans for ma das en pro duc tos ma nu fac tu ra dos. A ese puer to, con cre ta men te a Queen’s Dock, lle gó Wal ter Har den burg, el 17 de ju lio de 1909, a bor do del Am bro se, con unas po cas li bras es ter li nas en el bol si llo, un abul ta do le ga jo so bre las atro ci da des del Pu tu ma yo y la es pe ran za de que al gún me dio pe rio dís ti co re ve la ra al mun do sus in ves ti ga cio nes. Sus ex pec ta ti vas de ben de ha ber si do al tas. Mien tras el tren que lo con du cía a Lon dres se des li za ba por la on du la da cam pi ña in gle sa, ha brá pen sa do có mo dar sus pri me ros pa sos. En la ca pi tal ha bía dia rios, re vis tas y edi to ria les que po dían te ner in te rés en pu bli car lo que el mun do ig no ra ba y, aca so im pul sa do por su ex tre ma ju ven tud, cre ye ra que se tra ta ría de una ta rea re la ti va men te fá cil. Se ins ta ló en Sand wich Street en

una pen sión aten di da por sus pro pie ta rios, el ma tri mo nio Gra ham. El ba rrio no era atrac ti vo, de bi do a su pro xi mi dad con dos es ta cio nes de tren, Eus ton y St. Pan cras, pe ro es ta ba cer ca del cen tro, a un pa so del Bri tish Mu seum y de Blooms bury. Iba a per ma ne cer sie te me ses en Lon dres y, aun que sus re cur sos eco nó mi cos eran li mi ta dos y po co que da ba de los tres cien tos dó la res que le ha bía en via do su pa dre, to da vía con ser va ba cua ren ta li bras es ter li nas, su ma con si de ra ble pa ra una per so na jo ven, si se tie ne en cuen ta que un ma yor do mo ga na ba se sen ta li bras al año. Ese di ne ro le da ba cier ta li ber tad de ac ción, lo cual no im pi dió que se pu sie ra en cam pa ña de in me dia to. Pa ter nos ter Row ––pa ra dó ji ca men te cer ca de las ofi ci nas de la Pe ru vian Ama zon Com pany–– era el co ra zón edi to rial de Lon dres. Al gu nas ver sio nes su gie ren que la in ten ción ini cial de Har den burg era en tre vis tar se con los di rec to res bri tá ni cos de la com pa ñía pa ra in te rio ri zar los de lo que su ce día en un des co no ci do río ama zó ni co. Pe ro ha brá te mi do que, de ac tuar de esa ma ne ra, el va lio sí si mo ma te rial que ha bía re co pi la do co rrie ra pe li gro de de sa pa re cer. Pa ter nos ter Row se trans for mó en un es co llo mu cho más ar duo que el pro pio río Pu tu ma yo. Las edi to ria les pla nea ban con an te la ción la pu bli ca ción de tí tu los y, a fi nes de ju lio de 1909, era ini ma gi na ble edi tar de in me dia to un li bro. De he cho, des pués de que va rios ar tí cu los se pu bli ca ron en Truth, a par tir del 22 de se tiem bre de ese mis mo año, The De vil’s Pa ra di se de bió es pe rar has ta 1912 pa ra que la edi to rial Fis her Un win lo pu bli ca ra. Pe ro no se tra ta ba só lo de fe chas. El edi tor que se 204 arries ga ra a lan zar al mer ca do un li bro con se me jan tes acu sa cio nes a una com pa ñía bri tá ni ca, co rría el ries go cier to de en fren tar un jui cio por ca lum nias e in ju rias. Tam po co le fue bien en Fleet Street, don de abun da ban dia rios y agen cias de no ti cias. Sus acu sa cio nes no eran ve ri fi ca bles y na die sa bía dón de que da ba el Pu tu ma yo. Wal ter Har den burg aca so com pren dió que Lon dres era una ciu dad in men sa men te más com pli ca da que Ma naos o Iqui tos, don de en tre vis tar se con el di rec tor de un dia rio era tan sim ple co mo ha cer lo con el al ma ce ne ro. Quién lo hu bie ra es cu cha do en The Ti mes. O en el Mor ning Post. Era un mun do her mé ti co y des con fia do, don de el ma te rial pe rio dís ti co que se pu bli ca ba pa sa ba por in nu me ra bles ta mi ces, por je fes y se cre ta rios de re dac ción, por en car ga dos de sec ción, que con for ma ban una suer te de pi rá mi de im pe ne tra ble. Su de si lu sión fue pa lia da por un en cuen tro que ter mi na ría mo di fi can do su vi da afec ti va. A la pen sión del ma tri mo nio Gra ham so lía asis tir por ra zo nes de amis tad una jo ven, Mary Fee ney, que se trans for mó en su pa ño de lá gri mas. Por fin se po día de sa ho gar con al guien que lo

es cu cha ba, que le da ba áni mos pa ra que si guie ra ade lan te. Se tra ta ba de una bo ni ta ir lan de sa de vein ti cua tro años, que ha bía per di do a sus pa dres de ni ña y se ha bía edu ca do en un con ven to. Amar ga do por la in di fe ren cia bri tá ni ca con res pec to a lo que su ce día en la sel va ama zó ni ca, en con tró en ella una com pa ñe ra con la cual, po co tiem po des pués, ter mi nó ca sán do se y vi vien do en Ca na dá. Pe ro el Pu tu ma yo se guía sin des per tar in te rés. Fue en una de sus em pe ci na das vi si tas a un edi tor cuan do es cu chó por pri me ra vez el nom bre de la An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety (So cie dad con tra la Es cla vi tud y Pro tec to ra de Abo rí ge nes). Tal vez el de si lu sio na do Har den burg cre yó que esa ins ti tu ción de na da le ser vi ría, pe ro, aun así, tu vo la per sis ten cia de pro se guir su ca mi no. Es ta ins ti tu ción era el re sul ta do de la fu sión ese mis mo año ––1909–– de la Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety y de la Bri tish and Fo reign An ti-Sla very So ciety, que se ha bían de di ca do con pa sión y per se ve ran cia a la de fen sa tan to de los abo rí ge nes de di ver sas la ti tu des ––en par ti cu lar, del Ca na dá–– co mo a de nun ciar to da prác ti ca es cla vis ta. Sus in for mes y pu bli ca cio nes, da do su pres ti gio, te nían un po der de mo le dor. El pri me ro de ellos fue Sla ve Tra de in Egypt, the Sou dan and Equa to rial Afri ca (Tra ta de es cla vos en Egip to, Su dán y Áfri ca Ecua to rial) pu bli ca do en 1880, y es cri to por el le gen da rio co ro nel Char les Gor don, hé roe de Chi na, que pe re ció en Jar 205 tum. La in ter ven ción de es ta en ti dad ha bía si do de ci si va al de nun ciar las con di cio nes de es cla vi tud y las atro ci da des que pre va le cían en el Es ta do Li bre del Con go, pro pie dad ex clu si va del rey Leo pol do II de Bél gi ca, que fa lle ció el 17 de di ciem bre tam bién de ese año, des pués de ha ber ven di do al Es ta do bel ga su vas to te rri to rio afri ca no. Exis tían no ta bles si mi li tu des en tre la si tua ción del Pu tu ma yo y la del Con go, ya que allí tam bién se ex plo ta ba el cau cho. La An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety ya ha bía li dia do con atro ci da des co me ti das por pe rua nos. En tre 1862 y 1864, diez años des pués de ha ber se abo li do la es cla vi tud en el Pe rú, una nu me ro sa flo ti lla de na ves con ban de ra pe rua na par tió de puer tos de ese país rum bo a la Is la de Pas cua y a la Po li ne sia pa ra re clu tar ma no de obra na ti va, con su pues tos con tra tos de tra ba jo, que no eran otra co sa que una es cla vi tud dis fra za da. Los na ti vos eran in du ci dos a que su bie ran al bar co, pa ra lue go ser arro ja dos y en gri lla dos en la os cu ra bo de ga. La cap tu ra de es cla vos, rea li za da en trein ta y cua tro is las del Pa cí fi co sur, te nía co mo ob je ti vo pro veer ma no de obra pa ra las plan ta cio nes cos te ras pe rua nas, y pa ra ex traer gua no de las is las Chin chas que, co mo he mos vis to opor tu na men te, fue ron to ma das por Es pa ña en 1864. De la is la de Pas cua los tra fi can tes de es cla vos pe rua nos se lle va ron por la fuer za a 900 na tu ra les, en tre

ellos a su rey, Kai Ma koi y su hi jo Mau ra ta, que mu rie ron en las is las Chin chas. Las au to ri da des de la An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety le es cri bie ron, el 20 de se tiem bre de 1864, a Lord Stan ley, Se cre ta rio de Asun tos Ex te rio res de Gran Bre ta ña: …ha ce al gu nos años, gran des can ti da des de na ti vos de is las de la Po li ne sia fue ron se cues tra dos por tra fi can tes de es cla vos pe rua nos, y lle va dos a la fuer za a las is las Chin chas, don de fue ron for za dos a tra ba jar en los de pó si tos de gua no ––un tra ba jo que era le tal, inin te rrum pi do y des pre cia ble––. Al arri bar a des ti no, sus fuer zas es ta ban mi na das por la ma la ali men ta ción, el tra to cruel y los eflu vios ve ne no sos que ex ha la ban los ya ci mien tos de gua no. Po co des pués, el re ve ren do W. Wyatt Gill, de la is la po li né si ca de Man gaia, le es cri bió a las au to ri da des de la Lon don Mis sio nary So ciety, en Lon dres: Nu me ro sos is le ños han si do em plea dos pa ra ex traer gua no de las is las Chin chas. Es tos po bres na ti vos ni si quie ra pue den des can sar du 206 ran te el día, ya que se les ha co lo ca do un co llar con púas. No pue den es ca par, y tie nen las pier nas en gri lla das. Se ali men tan con un arroz abo mi na ble. Cuan do uno de ellos fa lle ce, se ex ca va un po zo y allí se arro ja el cuer po, que sin du da tam bién se con ver ti rá en gua no. Har den burg se di ri gió a la se de de la ins ti tu ción, en Vaux hall Brid ge Road, don de fue re ci bi do por el re ve ren do John Ha rris. Es te clé ri go ex cep cio nal se tras la dó al Con go con su mu jer, Ali cia, en ca li dad de mi sio ne ro. Allí co no ció y ayu dó a un di plo má ti co ir lan dés ––cuan do Ir lan da aún per te ne cía a Gran Bre ta ña–– que ejer cía la fun ción de cón sul bri tá ni co en la re gión: Ro ger Ca se ment, que fue co mi sio na do por el go bier no in glés pa ra que in ves ti ga ra los ho rro res que se co me tían en el Con go con tra la po bla ción na ti va. Ca se ment, co mo opor tu na men te ve re mos, fue una fi gu ra cla ve en la caí da de Ju lio Cé sar Ara na, ya que fue pos te rior men te en via do por el go bier no bri tá ni co a rea li zar el mis mo tra ba jo, pe ro es ta vez en el Pu tu ma yo. El re ve ren do Ha rris es cu chó con enor me in te rés al jo ven nor tea me ri ca no, cu yo re la to te nía no ta bles se me jan zas con la ex pe rien cia afri ca na por la cual ha bía atra ve sa do: las mis mas atro ci da des, idén ti cas mu ti la cio nes, si mi la res ase si na tos a san gre fría. Tan apa sio nan te y com pro me ti do le re sul tó el re la to, que Wal ter Har den burg re gre só dos días des pués pa ra re pe tir an te otras au to ri da des de esa ins ti tu ción lo que ha bía vis to y oí do en el Pu tu ma yo. El te so re ro, E. Wright Brooks, que dó azo ra do. El mun do na da sa bía que en un re mo to río ama zó ni co una com pa ñía bri tá ni ca co me tía crí me nes atro ces. Ese jo ven nor tea me ri ca no era ab so lu ta men te creí ble y, ade más, sus ten ta ba sus de nun cias con só li da do cu men ta ción. Har den burg fue pre -

sen ta do al vi ce pre si den te de la en ti dad, Fran cis Wi lliam Fox, otro gran de fen sor de es tas cau sas. El en cuen tro se lle vó a ca bo en el Union Club, en Tra fal gar Squa re. ¿Qué cur so de ac ción po día to mar Har den burg? El Fo reign Of fi ce ––equi va len te a un Mi nis te rio de Re la cio nes Ex te rio res–– no era el me jor de los ca mi nos, sal vo que al gún me dio pe rio dís ti co to ma ra la ini cia ti va. El re ve ren do Ha rris le su gi rió que se di ri gie ra a la re vis ta Truth. Esa su ge ren cia fue sa bia, no por el es pí ri tu edi to rial de la pu bli ca ción, si no de bi do a que era el po lo opues to al pe rio dis mo que po día ha cer un dia rio, co mo, por ejem plo, el tra di cio nal The Ti mes. Es ta re vis ta se ma nal mez cla ba ar tí cu los y pu bli ci dad en una dia gra ma ción po co ri gu ro sa. Pe ro te nía el cos ta do sen sa cio na lis ta que siem pre apa sio nó a los 207 in gle ses. La An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety le abrió las puer tas del se ma na rio. Har den burg fue re ci bi do por uno de los edi to res, Syd ney Pa ter nos ter, que reem pla za ba al di rec tor, Ro bert Ben net, que se en con tra ba de va ca cio nes en Sui za. Mien tras es cu cha ba a Har den burg en la re dac ción, en Car te ret Street, en tre el Par la men to y el Pa la cio de Buc king ham, Pa ter nos ter se de be de ha ber de ba ti do en tre la fa bu lo sa pri mi cia y el pe li gro de que el jo ven min tie ra; lo pri me ro que le acla ró fue que Truth no pa ga ba cuan do el ma te rial ofre ci do era com pro me ti do, al go que no pa re ció preo cu par a Har den burg. Pe ro la in for ma ción era irre sis ti ble y po día re dun dar en un au men to con si de ra ble de las ven tas del se ma na rio. Sin du da, le dio es pe ran zas al jo ven con res pec to a la pu bli ca ción del ma te rial y tra tó, de in me dia to, de co rro bo rar la ve ra ci dad de sus de nun cias. Pa ter nos ter se en tre vis tó con el cón sul de Co lom bia en Lon dres, Fran cis co Be ce rra, quien le or ga ni zó una reu nión con exi lia dos co lom bia nos que con fir ma ron lo que su ce día en el Pu tu ma yo. Lue go, la suer te qui so que el cón sul bri tá ni co en Iqui tos, Da vid Ca zes, ac ce die ra a reu nir se con él, ya que se en con tra ba en Lon dres, lo que no hi zo si no con va li dar lo que ha bía es cu cha do. Se ha bía en tre vis ta do con Ju lio Cé sar Ara na, en Iqui tos, pa ra pro tes tar por la con tra ta ción de ne gros de Bar ba dos en sus sec cio nes cau che ras, ya que se tra ta ba de súb di tos bri tá ni cos, y uno de ellos, que ha bía lo gra do es ca par y lle gar has ta Iqui tos, le re ve ló al cón sul que eran for za dos a ca zar in dios. El in ci den te ter mi nó en el me jor es ti lo Ara na: ne gó to dos los car gos y per mi tió que cua ren ta ne gros re gre sa ran a la ca pi tal de Lo re to. En Lon dres, Ju lio Cé sar Ara na, con pos te rio ri dad, se en tre vis tó va rias ve ces con el cón sul Da vid Ca zes pa ra ro gar le que se so li da ri za ra con la Pe ru vian Ama zon Com pany, de bi do a los con flic tos que se ha bían de sa ta do por la pu bli ca ción, en Truth, de los ar tí cu los de Wal ter Har den burg. Pe ro hu bo otra co rro -

bo ra ción, tal vez el úl ti mo es la bón de una ca de na que pro gre si va men te se vol vía más só li da y que aven ta ba cual quier sos pe cha de que Har den burg men tía o exa ge ra ba. El 3 de ju lio el mi nis tro Les lie Combs, a car go de la Le ga ción de los Es ta dos Uni dos en Li ma, con fir mó que el go bier no pe rua no ha bía com pen sa do con qui nien tas li bras es ter li nas a Wal ter Har den burg y a W. B. Per kins, por el apro pia mien to in de bi do de sus per te nen cias. Pa ter nos ter ha bía rea li za do una ta rea im pe ca ble y se la so me tió al di rec tor de Truth, Ro bert Ben net, ape nas re gre só de sus va ca cio nes. Se de 208 ci dió la pu bli ca ción del ma te rial, cu yo tí tu lo se ría The De vil’s Pa ra di se, y su sub tí tu lo, A Bri tish ow ned Con go (El pa raí so del dia blo: un Con go bri tá ni co). El 22 de se tiem bre de 1909, la re vis ta es ta ba en to dos los kios cos de ven ta, pro mo cio na da por de cla ra cio nes de Har den burg, re pro du ci das en un car tel: “Al ha cer es tas de nun cias, he obe de ci do só lo a los dic ta dos de mi con cien cia y a los de una jus ti cia ul tra ja da; y aho ra que lo hi ce, el mun do ci vi li za do es tá al tan to de lo que su ce de en las am plias y trá gi cas sel vas del río Pu tu ma yo, y sien to que, co mo hom bre ho nes to, he cum pli do con mi de ber an te Dios y la so cie dad…” No era una ma la es tra te gia de ven ta. Pe ro Truth no era pre ci sa men te The Ti mes, a pe sar de que su di rec tor, en su mo men to, ha bía cu bier to la sec ción ju di cial de es te úl ti mo me dio. El ar tí cu lo que es ta ba di ri gi do a con mo ver a la opi nión pú bli ca es ta ba apri sio na do en tre una pa té ti ca ri ma so bre el in mi nen te via je del ca pi tán Scott al Po lo Sur, y un edi to rial ti tu la do “Fes tín pa ra la pren sa in ter na cio nal”. Abun da ban los chis mes, las no ti cias bre ves y una du do sa poe sía. Pe ro, a pe sar de es te ca li dos co pio en ma te ria de dia gra ma ción, la de nun cia de Har den burg tu vo un efec to le tal. Era co mún que los agen tes de la com pa ñía [se re fie re a la Pe ru vian Ama zon Com pany] for za ran a los pa cí fi cos in dios del Pu tu ma yo a tra ba jar día y no che en la re co lec ción de cau cho sin la me nor re mu ne ra ción; no les da ban ali men ta ción nin gu na, les ro ba ban sus pro pias co se chas, co mo tam bién a sus mu je res e hi jos, pa ra sa tis fa cer su vo ra ci dad, las ci via y ava ri cia, co mo tam bién las de sus em plea dos, ya que vi ven con la co mi da de los in dios, man tie nen ha re nes de con cu bi nas, los com pran y ven den en las fe rias de Iqui tos; los azo tan in hu ma na men te has ta que sus hue sos que dan al des cu bier to; les nie gan to do tra ta mien to mé di co y los de jan lan gui de cer, ata ca dos por gu sa nos has ta que mue ren, pa ra lue go ser vir de ali men to a los pe rros de los je fes; los mu ti lan, les cor tan las ore jas, de dos, bra zos y pier nas; los tor tu ran uti li zan do el fue go y el agua, y los atan cru ci fi ca dos con la ca be za pa ra aba jo; los cor tan en pe da zos con los ma che tes; to man a los ni ños de los pies y les ha cen sal tar el ce re bro de tan to

gol pear los con tra ár bo les y pa re des; ma tan a los an cia nos cuan do ya no pue den tra ba jar y, fi nal men te, pa ra di ver tir se prac ti can do ti ro, o pa ra ce le brar el Sá ba do de Glo ria, co mo lo han he cho Fon se ca y Ma ce do, dis pa ran sus ar mas con tra hom bres, mu je res y ni ños, o pre fie ren im preg nar los de que ro sén y pren der les fue go, pa ra dis fru tar su de ses pe ra da ago nía. 209 Los in gle ses es ta ban acos tum bra dos ––y has ta dis fru ta ban–– a leer no ti cias es ca bro sas en los dia rios: crí me nes pa sio na les, des cuar ti za mien tos, bom bas que ha cían vo lar tes tas co ro na das. Pe ro las atro ci da des del Pu tu ma yo es ta ban he chas de otra sus tan cia, ca paz de re vol ver el es tó ma go y en cen der una fu ria sin lí mi tes en el lec tor. Una com pa ñía bri tá ni ca in vo lu cra da en se me jan te bar ba rie. Era más de lo que un in glés po día so por tar. Pe ro ese 22 de se tiem bre fue ron po cos los que le ye ron Truth y la de nun cia no fue re co gi da por los prin ci pa les dia rios. La cam pa ña du ró dos me ses. Se ma na a se ma na, has ta el 17 de no viem bre, se pu bli ca ron nue vos ar tí cu los fir ma dos por Wal ter Har den burg, y ya pa ra esa fe cha to do Lon dres es ta ba al tan to. Ha bían sen ta do las ba ses pa ra lo que ter mi na ría con vir tién do se en los es cán da los del Pu tu ma yo que, du ran te cua tro años, ten drían en vi lo al mun do en te ro. Los di rec ti vos bri tá ni cos de la Pe ru vian Ama zon Com pany no en ten die ron con cla ri dad qué su ce día, ni las con se cuen cias que aca rrea rían las de nun cias. Ju lio Cé sar Ara na no es ta ba en Lon dres, si no en via je des de Ma naos, y Abel Alar co, su cu ña do y miem bro del di rec to rio, no te nía el me nor sen ti do de la es tra te gia de co mu ni ca ción. Con si de ra ron que Truth era po co me nos que un pas quín, una ino fen si va cu le bra. Pe ro ter mi nó por ser una co bra real pa ra cu ya pon zo ña no hu bo an tí do to. En vez de con vo car una con fe ren cia de pren sa, de re dac tar co mu ni ca dos que si mu la ran al gu na trans pa ren cia, de pro me ter una ex haus ti va in ves ti ga ción, no hi cie ron na da. Ese 22 de se tiem bre, un pe rio dis ta del Mor ning Lea der, Ho ra ce Tho ro good, gol peó las puer tas de las ofi ci nas de la Pe ru vian Ama zon Com pany, en Sa lis bury Hou se, Lon don Wall. Lo re ci bie ron Abel Alar co, su her ma no Ger mán, ex al cal de de Iqui tos, y un ter cer hom bre, de bar ba, ojos os cu ros y mi ra da pe ne tran te, que hi zo de vo ce ro. Ri chard Co llier, en The Ri ver that God for got, su gie re que pu do ha ber si do Ju lio Cé sar Ara na. No com par ti mos su opi nión. De ha ber si do, lo hu bie ra di cho. No era hom bre de man te ner se en el ano ni ma to. De lo con tra rio, no se hu bie ra pre sen ta do a de cla rar, ca si cua tro años des pués, an te la co mi sión par la men ta ria bri tá ni ca que in ves ti ga ba los crí me nes del Pu tu ma yo. No era ciu da da no bri tá ni co, la com pa ñía pa ra ese en ton ces se ha bía di suel to, te nía di ne ro y na da le hu bie ra cos ta do re fu giar se en Iqui tos. Cree mos que Ara na es ta ba en via je y que su pri mer des ti no era Pa rís. Eleo no ra y sus

hi jos es ta ban ve ra nean do en Sui za y es pro ba ble que los ha ya vi si ta do. Los her ma nos Alar co y el mis te rio so hom bre de mi ra da pe ne tran te le des li za ron al pe rio dis ta del Mor ning Lea der que se tra ta ba de una ex 210 tor sión, ya que al re pre sen tan te le gal de la com pa ñía en Iqui tos (se re fe rían a Ju lio Egoa gui rre, abo ga do de Ara na y alum no de Har den burg) se le ha bían exi gi do sie te mil li bras es ter li nas a cam bio de no pu bli car un li bro que de nun cia ría lo que su ce día en el Pu tu ma yo. Y eso ––tam bién elíp ti ca men te y sin dar nom bres–– fue lo que el pe rió di co pu bli có al día si guien te. Alar co co me tió el inex cu sa ble error de no in for mar al di rec to rio de la vi si ta del pe rio dis ta. En lo que res pec ta a lo pu bli ca do por Truth, les hi zo lle gar a los di rec ti vos las “prue bas” de que Wal ter Har den burg era un chan ta jis ta: la car ta de Lyo nel Gar nier, di rec tor del dia rio Ama zo nas, de Ma naos, en la que és te re la ta có mo el jo ven nor tea me ri ca no le in ten tó ven der el ma te rial com pro me te dor a cual quier pre cio, y la fal si fi ca ción de la le tra de cam bio por 830 li bras es ter li nas. Le pa re ció que, con eso, era su fi cien te. Aho ra fal ta ba ter mi nar con la cu rio si dad de Ho ra ce Tho ro good, un pe rio dis ta que po si ble men te ga na ría un suel do mi se ra ble y que, su pu so Alar co, se ría tan ve nal co mo los de Iqui tos. Pa ra Alar co, la so lu ción era sim ple: le da ría un che que por de ba jo de la me sa. Cuan do el hom bre de pren sa re gre só, co mo le ha bían pe di do, el vier nes 25 de se tiem bre, se en con tró con que las ofi ci nas es ta ban de sier tas: no ha bía nin gu no de los di rec to res pa ra re ci bir lo, pa ra dar le una mí ni ma ex pli ca ción. El úni co pre sen te era un se cre ta rio, Ver non Smith, que lo hi zo in gre sar en uno de los es cri to rios, co mo si qui sie ra te ner una con ver sa ción a so las. La Pe ru vian Ama zon Com pany ––le co mu ni có–– no que ría que se ha bla ra más del asun to. Y, sin más, le ex ten dió el che que. Ho ra ce Tho ro good de be de ha ber que da do per ple jo an te es te gro se ro so bor no. Y aun que Ver non Smith se pre sen tó po co des pués en la re dac ción del dia rio, ale gan do que el che que ––na tu ral men te re cha za do por el pe rio dis ta–– ha bía si do idea su ya y no del di rec to rio ––al go que na die cre yó––, la pri me ra pá gi na del Mor ning Lea der del 27 de se tiem bre hi zo tem blar a los in te gran tes bri tá ni cos de la com pa ñía. NUES TRO CON GO. EX TRA ÑA HIS TO RIA DE UNA LE TRA DE CAM BIO. LA PE RU VIAN AMA ZON COM PANY Y EL MOR NING LEA DER. Las gra ves acu sa cio nes con tra la Pe ru vian Ama zon Com pany de Sa lis bury Hou se, Lon don Wall, han si do ob je to de una ma yor pro fun di za ción por par te del Mor ning Lea der, con no ta bles re sul ta dos… El vier nes por la tar de, cuan do uno de nues tros pe rio dis tas lle gó a las ofi ci nas de la em pre sa a la ho ra con ve ni da, es de cir, a las cin co de la 211

tar de, un em plea do y un ju nior eran los úni cos pre sen tes… El em plea do in vi tó de in me dia to a nues tro re pre sen tan te a que pa sa ra a un sa lón pri va do, don de ocu rrió una es ce na ex traor di na ria… Y sin más la no ta de ta lla ba el in ten to de so bor no. Ha ber de ja do en ma nos de Abel Alar co un asun to tan de li ca do, mues tra las pe li gro sí si mas fi su ras de la com pa ñía, la ab so lu ta fal ta de una es tra te gia co he ren te en ma te ria de co mu ni ca ción, la erró nea creen cia de que el di ne ro to do lo pue de. Cuan do los di rec to res in gle ses de la Pe ru vian Ama zon Com pany vie ron la por ta da del Mor ning Lea der, el lu nes 27 de se tiem bre, que da ron es pan ta dos. ¿Qué sig ni fi ca ba ese in ten to de so bor no? Has ta ese mo men to es ta ban ab so lu ta men te con ven ci dos, a par tir de la do cu men ta ción que les hi zo lle gar Ju lio Cé sar Ara na, de que Har den burg era un chan ta jis ta y un fal si fi ca dor. Las du das acer ca de la con ve nien cia de for mar par te de un di rec to rio de una com pa ñía que ex plo ta ba cau cho en un re mo to río ama zó ni co al cual nin gún miem bro bri tá ni co co no cía, em bar ga ron, en par ti cu lar, a John Rus sell Gub bins y a Henry Read. És tos co no cían las cos tum bres pe rua nas por ha ber vi vi do du ran te va rios años en Li ma. Pe ro les re sul ta ba in to le ra ble que prác ti cas co mu nes en Su da mé ri ca se qui sie ran tras la dar a Lon dres. Ju lio Cé sar Ara na re cién lle ga ría allí el pró xi mo 10 de oc tu bre, pe ro no po dían es pe rar has ta esa fe cha pa ra emi tir al gún co mu ni ca do a la pren sa. Arrin co na dos, con su pres ti gio al bor de del abis mo, los in te gran tes bri tá ni cos del di rec to rio re cu rrie ron a la es tra te gia de ne gar y des lin dar res pon sa bi li da des. Co mo pri me ra me di da, en via ron una car ta a la re vis ta Truth. “Los di rec to res no tie nen nin gún mo ti vo pa ra creer que las atro ci da des pu bli ca das ha yan su ce di do real men te y tie nen fun da men tos pa ra su po ner que fue ron uti li za das pa ra lo grar fi nes dis tin tos”, de cía la car ta, en cla ra re fe ren cia a las os cu ras in ten cio nes de Wal ter Har den burg. Y agre ga ban: “Sean cua les fue ren los he chos, el di rec to rio no es res pon sa ble de los mis mos, des de el mo men to que no for ma ban par te de la com pa ñía cuan do su pues ta men te ocu rrie ron”. Otra car ta del mis mo te nor fue en via da al Mor ning Lea der. Pe ro al mar tes si guien te, es de cir, el 29 de se tiem bre, Truth pu bli có otro ar tí cu lo de Wal ter Har den burg, lo que les hi zo te mer un li bro en se rie. No se equi vo ca ron: el 6 de oc tu bre apa re ció otra no ta con atro ci da des aún más de ta lla das y ma ca bras. En ton ces, sí, Lon dres em pe zó a co no cer el Pu tu ma yo. ¿Dón de que da ba ese río? Ni si quie ra fi gu ra ba en la 212 ma yo ría de los ma pas, lo cual obli gó a los car tó gra fos a in cluir lo en fu tu ras edi cio nes. ¿Có mo se pro nun cia ba? La fo né ti ca se vol vió im pres cin di ble: Poo-too-mah-you. Po si ble men te, el di rec to rio bri tá ni co de la Pe ru vian Ama zon Com pany sos pe chó que el pro ce so po día ser im pa ra -

ble y que, a me di da que trans cu rrían los días, eran más las per so nas que es ta ban al tan to de los ho rro res que co me tía una com pa ñía in gle sa en el Al to Ama zo nas. Si Har den burg era o no un chan ta jis ta era irre le van te. El dra ma era que di je ra la ver dad. What if? iba en ca mi no de con ver tir se en una pre gun ta mo les ta pa ra Read, Gub bins y Lis ter-Ka ye que, du ran te esas pri me ras se ma nas, no sa brían dis cer nir en tre fic ción y rea li dad. Si se tie ne en cuen ta que los di rec to res re ci bían dos cien tas li bras es ter li nas al año, ade más de una par ti ci pa ción se mes tral en las ga nan cias, por un tra ba jo que na da les exi gía, al gu na res pon sa bi li dad de be rían te ner. Más de uno ha brá la men ta do ha ber in te gra do ese di rec to rio. Has ta la lle ga da de Ju lio Cé sar Ara na, los di rec to res só lo ati na ron a dar ma no ta zos de aho ga do, sin sa ber qué rum bo to mar. El en car ga do de ne go cios en Lon dres del go bier no pe rua no, R. E. Lembc ke, en vió una car ta al di rec tor de la re vis ta Truth, don de fue pu bli ca da. Es ta Le ga ción nie ga ca te gó ri ca men te que los su ce sos que us ted des cri be y que la ley cas ti ga se ve ra men te ha yan po di do efec tuar se sin co no ci mien to de mi Go bier no en el río Pu tu ma yo, en don de el Pe rú tie ne au to ri da des nom bra das di rec ta men te por el su pre mo Go bier no y en don de exis te, ade más, una res pe ta ble guar ni ción mi li tar. Iqui tos es tá uni do por te lé gra fo ina lám bri co con Li ma, y es im po si ble su po ner que pu die ran co me ter se ac tos de la na tu ra le za de los que us ted des cri be sin que los cri mi na les fue ran pron ta y se ve ra men te cas ti ga dos por las au to ri da des. Es que los ar tí cu los pu bli ca dos por Truth de ja ban mal pa ra do al go bier no pe rua no y a su pre si den te, Au gus to Le guía. El go bier no no ig no ra ba lo que ocu rría en el Pu tu ma yo. El ré di to que otor ga ba el cau cho a las ar cas fis ca les y el pa pel de Ara na en el con trol de las pre ten sio nes co lom bia nas so bre ese te rri to rio eran mo ti vos su fi cien tes pa ra no des co no cer la rea li dad. Ade más, co mi sio nes, con ce sio nes cues tio na bles, con tra ta cio nes irre gu la res, for man par te de la cul tu ra his pa noa me ri ca na. No hay for ma de sa ber si Ju lio Cé sar Ara na pa gó so bor nos a fun cio na rios de pri me ra lí nea del go bier no de su país. Si so bor na ba a jue ces y fun cio na 213 rios en Iqui tos, no se ría des ca be lla do su po ner que tam bién lo ha cía en la ca pi tal pe rua na. Los ar tí cu los de Har den burg le vi nie ron co mo ani llo al de do a Co lom bia, que re cla ma ba el te rri to rio com pren di do en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá. Si bien se fir ma ban pro to co los (en ese mis mo año, 1909, se ha bía fir ma do uno en tre Pe rú y Co lom bia) y se so me tía a ar bi tra je pa pal la zo na dis pu ta da, el he cho es que el go bier no de Bo go tá ca re cía de los re cur sos bé li cos y del ac ce so flu vial a la re gión, do mi na da por la flo -

ta de Ara na y por lan chas de gue rra pe rua nas. El lobby co lom bia no no per dió el tiem po y tra tó de des pres ti giar a la Pe ru vian Ama zon Com pany y al go bier no de Li ma, lo cual, da das las cir cuns tan cias, no era di fí cil de lle var a ca bo. Ju lio Cé sar Ara na ha bía idea do la ren ta bi li dad del cau cho del Pu tu ma yo co mo un me ca nis mo de re lo je ría, sin de jar el me nor de ta lle que pu die ra dis mi nuir los in gre sos. El ser namby (cau cho de ba ja ca li dad) que ex por ta ban sus cua ren ta y cin co sec cio nes cau che ras no pa ga ba ni un cen ta vo en con cep to de de re chos de adua na. En 1909, por ejem plo, la Pe ru vian Ama zon Com pany ha bía pro du ci do 1.774.024 ki los de cau cho, y eso que una epi de mia de vi rue la ha bía re du ci do la ma no de obra, lo cual au men tó los gas tos en for ma de tra ba jo adi cio nal. So bre esa fa bu lo sa ci fra, no se pa gó un so lo cen ta vo de de re chos adua ne ros. Pe rú apli ca ba un im pues to de cua tro che li nes por li bra de cau cho ex por ta da, pun tual men te pa ga do en la Adua na al mo men to del em bar que, tal co mo lo ha cía otra com pa ñía ex tran je ra, la Inam bary Rub ber Com pany Li mi ted. Pe ro co mo la Pe ru vian Ama zon Com pany se asen ta ba so bre un te rri to rio que Pe rú re cla ma ba a Co lom bia ––aun que sos te nía que le per te ne cía–– no co rres pon día ese tri bu to. Por otra par te, la apli ca ción de ese im pues to hu bie ra si do con tra rio a los tér mi nos de los con ve nios con Co lom bia. Pe ro el Pu tu ma yo, a pe sar de los des men ti dos de su di rec to rio, se trans for ma ba pro gre si va men te en una pa pa ca lien te, lo cual for zó al pre si den te de la com pa nía, Henry Read, a es cri bir una car ta a su ami go el pre si den te pe rua no Au gus to Le guía, “pa ra que pu sie ra las co sas en su lu gar”, mi si va que ter mi nó en fu re cien do a Ju lio Cé sar Ara na ape nas lle gó a Lon dres. Có mo se atre vían a en viar una car ta al pre si den te del Pe rú, don de lo acu sa ban po co me nos de ig no rar lo que su ce día en su pro pio te rri to rio. La An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety tam po co per dió el tiem po, y pre sio nó al di rec to rio de la Pe ru vian Ama zon Com 214 pany pa ra que re ci bie ra a su vi ce pre si den te, Fran cis Wi lliam Fox, que tu vo la pe re gri na idea de su ge rir les que re ci bie ran a Wal ter Har den burg, pa ra te ner in for ma ción de pri me ra agua, lo que equi va lió po co me nos que a arro jar les un guan te a la ca ra. Las su pues tas atro ci da des que se co me tían en el Pu tu ma yo no es ta ban de mos tra das, di je ron, más allá de las pa la bras de un nor tea me ri ca no ines cru pu lo so ca paz de in ven tar cual quier in fa mia pa ra ob te ner di ne ro. La ce gue ra pa re cía ha ber ata ca do a esos en cum bra dos in gle ses, que ja más se ha bían to ma do la mo les tia de co no cer el Ama zo nas, de in da gar per so nal men te en Iqui tos qué su ce día en las sec cio nes cau che ras de la ex Ca sa Ara na, o de ave ri guar que un pe rio dis ta, Ben ja mín Sal da ña Ro -

ca, ha bía de nun cia do los crí me nes. El Ama zo nas, el Con go o Su ma tra le da ba lo mis mo a ese egre gio di rec to rio, que era ape nas una pan ta lla pa ra ta par lo que so lía su ce der en paí ses re mo tos que ex por ta ban ma te rias pri mas, don de se tra ta ba a los se res hu ma nos peor que a ani ma les. A quién po día im por tar le un río ig no to, per di do en la sel va, si el ré di to que ob te nía era fa bu lo so. Un año des pués, el pre cio del cau cho ba ti ría to dos los ré cords. Pe ro si el pro pio rey de Bél gi ca, Leo pol do II, con la ri que za y el po de río que le ha bía otor ga do su Es ta do Li bre del Con go, no pu do de te ner el es cán da lo ni ocul tar las atro ci da des que allí se co me tían, me nos iba a ha cer lo un re du ci do di rec to rio bri tá ni co. La on da ex pan si va que pro du jo el ar tí cu lo de Wal ter Har den burg en Truth al can zó a Ju lio Cé sar Ara na. Po si ble men te, es ta ba en Sui za vi si tan do a Eleo no ra y a sus hi jos: la bu có li ca paz al pi na de be de ha ber que da do se ria men te com pro me ti da ape nas ter mi nó de leer la pri me ra en tre ga de The De vil’s Pa ra di se: a Bri tish ow ned Con go. Su im pe rio en el Pu tu ma yo era her mé ti co (só lo se po día lle gar allí en los bar cos de la com pa ñía), pe ro es te ino por tu no nor tea me ri ca no em pe ci na do en rea li zar una cru za da in ter na cio nal ha bía in gre sa do al co ra zón de sus te rri to rios en una sim ple ca noa sin que na die se lo im pi die ra. Pe ro Har den burg era un he cho, lo mis mo que la re vis ta Truth, y ha bía que con tra rres tar sus de nun cias. Pa ra eso, Ara na con fia ba en la do cu men ta ción ––apó cri fa o au tén ti ca, nun ca sa bre mos–– don de Har den burg apa re cía co mo chan ta jis ta y fal si fi ca dor. El di rec to rio de la Pe ru vian Ama zon Com pany te nía esos do cu men tos a su dis po si ción. Pe ro Har den burg no era la úni ca ame na 215 za: otro hom bre, tan aven tu re ro co mo el jo ven nor tea me ri ca no, pe ro de na cio na li dad bri tá ni ca, po día crear le com pli ca cio nes. No se tra ta ba de un mu cha cho, si no de un adul to, mi li tar re ti ra do, de fa mi lia ri ca y sin apre mian tes ne ce si da des eco nó mi cas. Ara na y él se co no cie ron en el Ama zo nas, al pun to de que el de nun cian te fue hués ped del cau che ro en Ma naos. El ca pi tán Tho mas Whif fen ––de él se tra ta–– se trans for ma ría en una nue va ame na za, acom pa ña da, es ta vez en for ma ine quí vo ca, de un in ten to de ex tor sión al cau che ro. Whif fen par ti ci pó de la gue rra de los boers en Su dá fri ca co mo ofi cial del 14 re gi mien to de Hú sa res. Re ci bió una he ri da que lo de jó ren go y se dio de ba ja de su uni dad. Era un hom bre apues to, que re ci bió una abul ta da asig na ción ––mil dos cien tas li bras es ter li nas al año–– en vi da de su pa dre, Tho mas Whif fen, due ño de un prós pe ro la bo ra to rio, que fa lle ció, en 1904, de ján do le una con si de ra ble for tu na. Su fa mi lia po seía una ca sa de cam po, Ce rris Hou se, en Put ney. Una vez li be ra do de sus obli ga cio nes cas tren ses, se de di có a la an tro po lo gía en for ma no pro fe -

sio nal. A co mien zos de 1908 de ci dió re co rrer el Pu tu ma yo, via je que du ró sie te me ses y que se ini ció en Ma naos. Pa ra su ex pe di ción, so li ci tó guías a la bri tá ni ca Pe ru vian Ama zon Com pany. Con vi vió con los in dios bo ras, re si ge ro, itu ro, no nu ya, an do que, ka ra ho ne, me ni me he, kue re tu y ma ku de los ríos Apa po ris e Is sa, al no rdes te de Iqui tos, co no cien do sus cos tum bres y re co pi lan do su vo ca bu la rio. Pe ro Whif fen no era el in ge nie ro fran cés Eu ge nio Ro bu chon, que, co mo ya he mos vis to, de sa pa re ció mis te rio sa men te en el Ama zo nas, en 1906. Ca re cía de su for ma ción aca dé mi ca y, por más que per te ne cie ra a pres ti gio sas ins ti tu cio nes cien tí fi cas bri tá ni cas, su via je ama zó ni co se pa re cía más al pa sa tiem po de un di le tan te que a la in ves ti ga ción de un an tro pó lo go. Su li bro, The North west Ama zons, no tes of so me months spent with can ni bal tri bes (No roes te del Ama zo nas, no tas so bre al gu nos me ses de con vi ven cia con tri bus ca ní ba les), pu bli ca do en 1915 (Cons ta ble and Com pany, Lon dres; Duf field and Com pany, Nue va York, de di ca do al na tu ra lis ta Al fred Rus sell Wa lla ce), re ci bió crí ti cas la pi da rias. The Na tion, un pres ti gio so se ma na rio nor tea me ri ca no, pu bli có el 16 de mar zo de 1916 un áci do co men ta rio que con tri bu ye a de li near con más pre ci sión el per fil de es te aven tu re ro: North west Ama zons as pi ra, evi den te men te, a ser con si de ra do co mo un tra ta do cien tí fi co en lo que res pec ta a las tri bus de es ta re gión. Es, 216 sim ple men te, otro li bro so bre el Ama zo nas es cri to por un via je ro con más as pi ra cio nes cien tí fi cas que en tre na mien to cien tí fi co. La des crip ción de los na ti vos, sus ar te sa nías y su mo do de vi vir han si do ri gu ro sa men te re gis tra dos, pe ro al gu nos da tos abren un in te rro gan te. Pa ra el an tro pó lo go, su prin ci pal in te rés ––na tu ral men te–– se cen tra en el Apén di ce, que per mi te dis cu tir las ca rac te rís ti cas fí si cas. Aquí el lec tor des cu bre con sor pre sa que el au tor con fie sa no ha ber co no ci do el mé to do co rrec to pa ra me dir la ca be za, la es ta tu ra, etc. “No te nía ca li bra do res ––es cri be–– y el an cho, en to dos los ca sos, es apro xi ma do, me di das que no fue ron to ma das de acuer do con pau tas cien tí fi cas”. Re sul ta inex cu sa ble que un via je ro que se ti tu la a sí mis mo miem bro de la Ro yal Geo grap hic So ciety y del Ro yal Anth ro po lo gi cal Ins ti tu te no ha ya con sul ta do las ex ce len tes guías pa ra ob ser va cio nes cien tí fi cas pu bli ca das por es tas ins ti tu cio nes. El li bro del ca pi tán Whif fen in clu ye dos ma pas y al gu nas óp ti mas ilus tra cio nes. En rea li dad, la crí ti ca es ex ce si va men te se ve ra con Whif fen que, más que es cri bir un li bro de con sul ta, in ten tó re tra tar las cos tum bres de los in dí ge nas. Qui zá por eso sus dos edi cio nes, más allá de las crí ti cas, ven die ron bien. En el pre fa cio, el pro pio Whif fen re co no ce que no pre ten -

dió es cri bir una obra cien tí fi ca: Al pre sen tar al pú bli co los re sul ta dos de mi via je a tra vés de las tie rras del Al to Ama zo nas, no pre ten do de sa fiar las con clu sio nes a las cua les lle ga ron cien tí fi cos ex pe ri men ta dos co mo Char les Wa ter ton, Al fred Rus sell Wa lla ce, Ri chard Spru ce y Henry Wal ter Ba tes, ni com pe tir con la in fa ti ga ble la bor de ex plo ra do res re cien tes, co mo los doc to res Koch-Grün berg y Ha mil ton Ri ce. Du ran te al gu nos me ses de 1908 y de 1909, via jé por la re gión com pren di da en tre los ríos Is sa y Apa po ris don de el hom bre blan co, con an te rio ri dad, ra ra vez ha bía pe ne tra do. En las par tes re mo tas de es tos dis tri tos, las tri bus de in dios nó ma des son, en al gu nas opor tu ni da des, fran ca men te ca ní ba les y nos brin dan la evi den cia de que exis te una con di ción de sal va jis mo que es di fí cil de en con trar en el si glo XX, en otras par tes del mun do. Hay que se ña lar que es ta área in clu ye el dis tri to del Pu tu ma yo. En lo que res pec ta a las re fe ren cias en pies de pá gi na y en los apén di ces, las he in ser ta do con el ob je to de su ge rir dón de pue den ha llar se se me jan zas cul tu ra les o va ria cio nes en las cos tum bres. Es tas no tas pue den ser de su ma uti li dad pa ra el es tu dio so de es tos pro ble mas 217 al re la cio nar se con pue blos pa cí fi cos y, al me nos, re pre sen tan la evi den cia so bre las cual ba sé mis pro pias con clu sio nes. Tho mas Whif fen Lon dres, 1914 Aun que Whif fen no for me par te del Olim po de ex plo ra do res del Ama zo nas, sus ob ser va cio nes ca si pe rio dís ti cas son apa sio nan tes y de ta lla das. Whif fen nos in tro du ce en un mun do ate rra dor, fas ci nan te y re pul si vo. Re la ta, por ejem plo, la for ma en que los in dios pri sio ne ros eran sa cri fi ca dos y co mi dos en un fes tín. Re ci bían gol pes con tun den tes en mus los y to bi llos pa ra ser fi nal men te de ca pi ta dos con una es pa da. Se se pa ra ban las ca be zas y la car ne se her vía len ta men te, sa zo na da con ají, mien tras los tam bo res tro na ban y los gue rre ros, ata via dos con sus me jo res ga las, en to na ban can cio nes de vic to ria. Los cuer pos se di vi dían en tre los asis ten tes. Los ór ga nos ge ni ta les mas cu li nos eran ofre ci dos a la mu jer del je fe de la tri bu, que era la úni ca del se xo fe me ni no que par ti ci pa ba de la fies ta. Los in tes ti nos y el ce re bro no se con su mían. La co mi lo na se pro lon ga ba du ran te ocho días. Las ca be zas eran uti li za das co mo tro feos. Par tes car no sas, pe lo y dien tes eran re mo vi dos y la ca la ve ra se col ga ba en al gu na plan ta pa ra que la “lim pia ran” las hor mi gas y otros in sec tos, ta rea que só lo les in su mía me dia ho ra. Una vez con clui do es te pro ce so, la ca be za ser vía co mo ador no en el pór ti co de la vi vien da. Con los hue sos de los bra zos cons truían flau tas y, con los dien tes, co lla res.

Ávi do de aven tu ra, de ex pe rien cias, tal vez, que le hi cie ran ol vi dar su ren gue ra, Whif fen se aden tró en el Pu tu ma yo. No re sul ta cla ro por qué la Pe ru vian Ama zon Com pany au to ri zó ese in gre so, que no ha ría si no ex po ner las atro ci da des a las que es ta ban con de na dos los in dios. Pro ba ble men te co no cía o se di ri gió a al gún miem bro del di rec to rio, y Ju lio Cé sar Ara na no tu vo más re me dio que acep tar lo. Co mo guía, se le asig nó a John Brown, uno de los ne gros de Bar ba dos con tra ta dos opor tu na men te por la ex Ca sa Ara na quien, si al go no su po, fue ce rrar la bo ca. Whif fen se en te ró por él de có mo se ca za ba a los in dios, de có mo se los azo ta ba y de ja ba mo rir de ina ni ción. Tam bién su po que, an tes de su arri bo, se ha bían da do ór de nes a di ver sas sec cio nes cau che ras pa ra mon tar una pues ta en es ce na co mo si hu bie se que re ti rar con ab so lu ta pre mu ra el de co ra do de un es ce na rio y reem pla zar lo por otro, don de im pe ra ba la bon dad y el buen tra to. Pe ro en la sec ción Abi si nia, ubi ca da en la mé du la de 218 la sel va, no hu bo tiem po ––o la or den se re tra só–– de des mon tar el te rror y Whif fen con tem pló, ho rro ri za do, có mo azo ta ban a una jo ven in dia, ata da a la vi ga de un edi fi cio. Si bien era un hom bre acos tum bra do a los ri go res de la gue rra, es te ac to in hu ma no de be de ha ber le re vuel to las vís ce ras. In dig na do, in cre pó al ge ren te, Abe lar do Agüe ro, pa ra que ce sa ra de in me dia to esa es ce na de es pan to. La jo ven fue li be ra da. John Brown tam bién se en car gó, al lle gar a otras sec cio nes cau che ras, de se ña lar le dón de es con dían a los pri sio ne ros, y aquel me mo ra ble ins tru men to de tor tu ra que era el ce po. Des pués de sie te me ses de deam bu lar por la sel va, mos tró los pri me ros sín to mas de vul ne ra bi li dad ha cia las en fer me da des que ha cían es tra gos en esa re gión. La fie bre po día so por tar se, ya que era cí cli ca, pe ro el be ri be ri de ja ba a quien lo pa de cía en un es ta do de la men ta ble de bi li dad. Whif fen de ci dió po ner pun to fi nal a su es ta día ama zó ni ca y re gre sar a la ci vi li za ción. Al lle gar a Iqui tos, po si ble men te ho rro ri za do por la es ce na de fla ge la ción en Abi si nia, se en tre vis tó con la ma no de re cha de Ara na, Pa blo Zu mae ta, her ma no de Eleo no ra y fiel eje cu tor de sus ór de nes, que pu so su me jor ca ra de cir cuns tan cia, am pa ra do por sus sig ni fi ca ti vos bi go tes. ¿Eso ha bía su ce di do en una sec ción cau che ra de la Pe ru vian Ama zon Com pany? Im po si ble. Aun que, aho ra que re cor da ba, al gu na vez es cu chó de cir ––en for ma im pre ci sa, cla ro–– que esos he chos ha bían ocu rri do en el Pu tu ma yo. Ima gi na mos a es te hom bre, de cuer po ma ci zo, de ri gu ro so cue llo du ro, ale gan do que, da do lo re mo to de la re gión era im po si ble con tro lar cier tos ex ce sos, pe ro que, en su ma, se tra ta ba de he chos ais la dos. El ca lor, el ais la mien to y la le ja nía po dían des hu ma ni zar a un je fe o ca pa taz, pe ro no era lo ha bi tual. El en cuen tro se pro du jo en las ofi ci nas de la ex Ca sa Ara na, que es ta ban le jos de ser un mo des to edi -

fi cio cén tri co. A po co más de un ki ló me tro del cen tro de la ciu dad en di rec ción al puer to, una ave ni da de pal me ras rea les ––de no mi na da Ca lle Ara na–– de sem bo ca ba en un im po nen te edi fi cio que do mi na ba el río, con jar di nes po bla dos de adel fas, y una ba laus tra da tí pi ca men te de ci mo nó ni ca que se aso ma ba al Ama zo nas. Has ta ha ce po cos años, en el car tel que da ba el nom bre a esa vía to da vía po día leer se “Ca lle Ara na”, a pe sar de ha bér se le pin ta do otro nom bre en ci ma, co mo si se hu bie ra que ri do bo rrar una his to ria in fa me. Una se ma na des pués, Whif fen, aún de bi li ta do, lle gó a Ma naos. Al des cen der por la plan cha da del bar co, se en con tró con un hom bre ro bus to, im pe ca ble men te ves ti do pa ra los tró pi cos, de bar ba pro li ja men te re 219 cor ta da, que le ex ten día la ma no en se ñal de bien ve ni da: era Ju lio Cé sar Ara na que, con se gu ri dad aler ta do por Pa blo Zu mae ta, se ha bía tras la da do al puer to en com pa ñía del cón sul pe rua no en Ma naos, Car los Rey de Cas tro. El cau che ro se des hi zo en ama bi li da des. Le su pli có al in glés que acep ta ra ser su hués ped en una pe que ña ha cien da que aca ba ba de cons truir río aba jo y pró xi ma a la ciu dad, don de cui da rían de él has ta que zar pa ra el bu que que lo trans por ta ría a In gla te rra. Whif fen no pu do re sis tir se a la in vi ta ción. Cla ro que esa ama bi li dad en cu bría el te mor a una ame na za que ha bía que de sac ti var de in me dia to: un ex tran je ro ––so bre to do bri tá ni co–– que hu bie ra pre sen cia do có mo se tra ta ba a los in dios en sus sec cio nes cau che ras era una bom ba de tiem po. A Ju lio Cé sar Ara na lo que me nos le fal ta ba era mun do. En pri mer lu gar, ha bía que es ta ble cer en qué idio ma ha bla rían, ya que él se ne ga ba a ha cer lo en in glés. Po si ble men te se ha yan co mu ni ca do en fran cés. Lue go, de bía ins pi rar le con fian za a ese mal tre cho hués ped, que ha bía pre sen cia do al gu nas atro ci da des y se ha bría en te ra do de otras. Por úl ti mo, re cu rrir a su sem pi ter na es tra te gia de ne gar to do. Whif fen le con tó a su an fi trión no só lo lo que ha bía vis to en Abi si nia, si no el por me no ri za do ca tá lo go de ho rro res que le re ve la ra el ne gro bar ba den se John Brown. El mi li tar re ti ra do ya le ha bía con ta do es tas co sas al cón sul bri tá ni co en Iqui tos, Da vid Ca zes, de quien ha bía si do hués ped, pro me tién do le ade más en tre gar le un in for me es cri to ape nas el di plo má ti co lle ga ra a Lon dres pa ra sus pró xi mas va ca cio nes. Ju lio Cé sar Ara na se mos tró ho rro ri za do. Lo que su hués ped le con ta ba era mons truo so, ina cep ta ble, in hu ma no. To ma ría me di das drás ti cas y de fi ni ti vas pa ra cas ti gar a los cul pa bles, en tre ellos, Víc tor Ma ce do, ge ren te de La Cho rre ra. Pi dió tiem po. Era un te ma de li ca do, de di fí cil ma ne jo y no po día ha cer se de la no che a la ma ña na. Whif fen le cre yó. Era po si ble, des pués de to do, que es te hom bre po de ro so, que re par tía su tiem po en tre Lon dres, Ma naos e Iqui tos, ig no ra ra que es ta ba ro dea do por una ban da

de ase si nos. Ara na era un hom bre de ne go cios que al ter na ba con los di rec ti vos de la Pe ru vian Ama zon Com pany, con pro mi nen tes ban que ros, ami go del pre si den te del Pe rú. No te nía por qué es tar al tan to de las atro ci da des que se co me tían en un río que ni si quie ra fi gu ra ba en los ma pas. Acep tó los ar gu men tos del cau che ro. Such is li fe in the tro pics, ha brá de du ci do Whif fen. Pe ro Ju lio Cé sar Ara na no se que dó del to do tran qui lo. Le preo cu pa ban el ma te rial que ha bía re co pi la do el ex plo ra dor, las fo to gra fías que ha 220 bía to ma do, la po si bi li dad de que es cri bie ra un li bro so bre el Pu tu ma yo. El año an te rior ha bía apa re ci do en su vi da Wal ter Har den burg, con quien ha bía te ni do una bre ve en tre vis ta en Iqui tos, y no se ha bía con mo vi do an te la po si bi li dad de que pu bli ca ra un li bro (los ar tí cu los en la re vis ta Truth re cién se pu bli ca rían va rios me ses des pués, a fi nes de se tiem bre de ese mis mo año). Pe ro no se po día com pa rar a un ig no to aven tu re ro con un ex ca pi tán de hú sa res, con ac ce so a los me dios de di fu sión y al Fo reign Of fi ce. La úni ca ex pe rien cia que ha bía te ni do con una pu bli ca ción so bre el Pu tu ma yo, la es cri ta por el in ge nie ro fran cés Eu ge nio Ro bu chon, ha bía si do exi to sa. Ara na le ha bía pa ga do los ho no ra rios, lo cual le sig ni fi có un con trol ab so lu to del ma te rial y de las fo to gra fías. Pe ro así y to do, nun ca se sa brá si Ro bu chon to mó fo tos y apun tes al ta men te com pro me te do res y Ara na tu vo que des ha cer se de él. Con Whif fen, en cam bio, era di fe ren te. No se lo po día eli mi nar en las ti nie blas de una de sus sec cio nes cau che ras y só lo se po día ape lar a la as tu cia, a la di plo ma cia, y de ahí la pre sen cia del cón sul Rey de Cas tro, que ma ne ja ba la co mu ni ca ción de la com pa ñía. Por eso, qui zá, és te de mos tró un in te rés des me su ra do en ver los apun tes con sus ob ser va cio nes so bre la geo gra fía, las di ver sas et nias y los ma pas de la re gión. Se le ocu rrió una idea bri llan te, que po día lle gar a en can di lar al in glés, y que les per mi ti ría ––co mo en el ca so de Ro bu chon–– te ner el do mi nio to tal del con te ni do: edi tar un li bro so bre sus ob ser va cio nes en el Pu tu ma yo. Pa ra el ex plo ra dor po día ser un ne go cio re don do, ya que el go bier no pe rua no es ta ría dis pues to a pa gar le con si de ra bles ho no ra rios que le com pen sa rían los enor mes gas tos que le ha bía de man da do la ex pe di ción. Lo úni co que de bía ha cer era en tre gar le el ma te rial a Rey de Cas tro y él se en car ga ría de edi tar lo, co mo lo ha bía he cho con Ro bu chon. Whif fen des con fió. La pro pues ta era ina cep ta ble, pe ro, co mo al fin y al ca bo, era hués ped de Ara na di jo que lo iba a con si de rar. Pe ro se ne gó a en tre gar el ma te rial. El be ri be ri lo te nía a mal traer y só lo de sea ba que zar pa ra el bar co que lo tras la da ría a In gla te rra, pa ra so me ter se a un tra ta mien to en un hos pi tal lon di nen se, don de hu bie ra asep sia, en fer me ras en tre na das se gún la es cue la de Flo ren ce Nigh tin ga le, y bue nos mé di cos que le ga ran ti za ran

una pro ba ble cu ra. Whif fen, fi nal men te, par tió de Ma naos. Ju lio Cé sar Ara na no ig no ra ba que su pre sa se es ca pa ba con el bo tín, y que el ha ber le per mi ti do in gre sar al Pu tu ma yo ha bía si do un error mo nu men tal. Le dio una car ta pa ra su cu ña do, Abel Alar co, miem bro del di rec to rio de la Pe ru vian Ama 221 zon Com pany, po nién do lo a su dis po si ción pa ra lo que ne ce si ta se, pe ro no la lle gó a uti li zar ya que es tu vo in ter na do en un hos pi tal du ran te más de un mes has ta cu rar se de su en fer me dad. A Ju lio Cé sar Ara na le preo cu pa ba no só lo lo que po día lle gar a pu bli car el ex ca pi tán de Hú sa res, si no sus po de ro sos con tac tos. El Pu tu ma yo, al me nos has ta ju lio de 1909, era un río des co no ci do y así de be ría per ma ne cer, ocul to, anó ni mo. In te li gen te y as tu to, Ara na co no cía el va lor de pa sar de sa per ci bi do en un mun do co mo el bri tá ni co, don de no fun cio na ban los có di gos éti cos ama zó ni cos. Le es cri bió dos car tas a Whif fen, a la di rec ción que le ha bía da do, es de cir, al ele gan te Uni ted Ser vi ce Club, em ble ma de lo vic to ria no, ubi ca do en Pall Mall; en la pri me ra, le so li ci ta ba, con fi nes pu ra men te per so na les, co pias de las fo to gra fías que el ex plo ra dor ha bía to ma do en el Pu tu ma yo. En la úl ti ma, le se ña la ba que a fi nes de se tiem bre, es ta ría en Pa rís, alo ja do en el Ho tel Nou ve lle. Sin em bar go, al go ––y de má xi ma gra ve dad–– ha bía su ce di do en los úl ti mos días de se tiem bre, con cre ta men te el 22: la pu bli ca ción del pri mer ar tí cu lo de Har den burg en Truth. El Pu tu ma yo ha bía sa li do a la su per fi cie y Ara na te nía que neu tra li zar a Whif fen a cual quier pre cio. Ca sual men te ––aquí nos ate ne mos al re la to de Ri chard Co llier––, el ca pi tán de Hú sa res te nía pla nea do ir a Trou vi lle, cé le bre bal nea rio col ma do de ce le bri da des y mi llo na rios, con el úni co ob je to de ir al ca si no y, ca sual men te otra vez, de ci dió ir a Pa rís pa ra en tre vis tar se con Ju lio Cé sar Ara na. Ape nas in gre só al Ho tel Nou ve lle, el vi si tan te pi dió una bo te lla de cham pa ña. Al mor za ron jun tos, tal vez ha blan do de te mas me ra men te con ven cio na les, sin que nin gu no de los dos hi cie ra la me nor alu sión a lo pu bli ca do por Truth, lo cual era su ma men te sos pe cho so por par te de Whif fen. Si ha bía pues to al des cu bier to las atro ci da des en el Pu tu ma yo an te Pa blo Zu mae ta, en Iqui tos, y an te Ara na, en Ma naos, su si len cio re sul ta ba sig ni fi ca ti vo. Fue el cau che ro quien, a bo ca de ja rro, le pre gun tó si pen sa ba es cri bir ar tí cu los pa ra esa re vis ta, a lo que el in glés adu jo que es ta ba le jos de bus car la no to rie dad. Pe ro Ara na no iba a de jar es ca par a su pre sa: que ría de ses pe ra da men te apo de rar se del ma te rial y de las fo to gra fías en po der de Whif fen, y vol vió a la car ga con la pro pues ta de edi tar un li bro, que be ne fi cia ría enor me men te al go bier no pe rua no, ya que es ti mu la ría al ca pi tal ex tran je ro a in ver tir en el país. El re cu pe ra do ex plo ra dor ama zó ni co aca so in tu yó el te mor, el re ce lo, la ame na za que su

ex pe rien cia en las sec cio nes cau che ras en tra ña ban pa ra la Pe ru vian Ama zon Com pany y pa ra ese pe rua no. Po si ble men te, pa ra ga nar tiem po y de 222 sa rro llar una es tra te gia, Ara na le pro pu so en con trar se nue va men te, pe ro es ta vez en Lon dres, en el Uni ted Ser vi ce Club. El en cuen tro se fi jó pa ra el 12 de oc tu bre. El Uni ted Ser vi ce Club, en la es qui na de Wa ter loo Pla ce, don de na cía Re gent Street, era un im po nen te edi fi cio geor gia no, abru ma do ra men te neo clá si co, del cual eran miem bros dos mil so cios re la cio na dos con la ar ma da y el ejér ci to. La ad mi sión era im pla ca ble: se exi gían cin cuen ta vo tos pa ra in gre sar, y una bo li lla ne gra en tre diez era cau sal de re cha zo. La cuo ta de in gre so era de cua ren ta li bras es ter li nas. Allí lo ci tó a Ju lio Cé sar Ara na, en su te rri to rio y pa gan do él las be bi das que to ma ron en el bar. Des pués de la en tre vis ta que man tu vie ran en Pa rís, se ha bía pro du ci do una nue va vuel ta de tuer ca: el Fo reign Of fi ce le so li ci tó a Whif fen que, por ha ber re co rri do re cien te men te la re gión y da das las no ti cias que se pu bli ca ban en los me dios, ele va ra un in for me de ta llan do las con di cio nes de vi da de los in dios. En el nue vo en cuen tro en tre Whif fen y Ara na se pro du jo un pun to de in fle xión so bre el que exis ten dos ver sio nes. La de Ri chard Co llier, en The Ri ver that God for got es, a nues tro jui cio, de una in ge nui dad ina cep ta ble; por lo tan to, nos pa re ce con ve nien te omi tir la, y re mi tir nos a lo que es cri bie ron Ju lio Cé sar Ara na en Cues tio nes del Pu tu ma yo y Re gi nald Enock en su In tro duc ción a The De vil’s Pa ra di se, de Wal ter Har den burg. Del Uni ted Ser vi ce Club, los dos hom bres par tie ron al Ca fé Ro yal, en Re gent Street, san tua rio de ar tis tas, aris tó cra tas y mi llo na rios, cu ya en tra da ––un pór ti co con cua tro co lum nas–– es ta ba flan quea da por dos ne go cios: West End Clot hes, que ex hi bía en la vi drie ra ro pa mas cu li na, y Thierry Boots, que mos tra ba bo tas, tam bién pa ra hom bres. So bre la en se ña del res tau ran te ful gu ra ba una in men sa co ro na. Du ran te años, ha bía si do di ri gi do por un se ñor Od de ni no, y su co mi da era in su pe ra ble. Whif fen y Ara na, co mo fie ras al ace cho, es pe ra ban el mo men to pro pi cio pa ra pro po ner y ce rrar un ne go cio, ba jo los oro pe les del sa lón del pri mer pi so, aca tan do las rí gi das re glas de eti que ta, sin apre su rar se, le yen do el com pli ca dí si mo me nú y eli gien do los vi nos ade cua dos. En 1909, sen tar se a la me sa de un res tau ran te de esa ca te go ría im pli ca ba un in dis pen sa ble co no ci mien to gas tro nó mi co, ya que el me nú era ex tre ma da men te com ple jo. To me mos, por ejem plo, una co mi da con ven cio nal en el Ca fé Ro yal ex traí da de Eti quet te and Ad vi ce Ma nuals ––Din ners and Di ners, por el te nien te co ro nel Newn ham-Da vis, en 1899, The Ca fé Ro yal (Re gent Street). 223 Hors-d’oeuv re a la Ru sa

Os tras na ti vas Con so mé Prín ci pe de Ga les Ro da ba llo a la Po lig nac Su pre ma de ave a la Mont pen sier Cos te le ta de cor de ro tier no a la Ré gen ce Ca nas ta de pa pas souf flé Par fait de foie-gras Co dor niz al hor no so bre ca na pé En sa la da de co ra zón de le chu ga Ale tas de tor tu ga a la Ame ri ca na Es pá rra gos fres cos An glai se, sal sa Mous se li ne Ana nás gla çé Souf flé de que so Ca nas ta de fru tas Ca fé To do es to re ga do, en or den su ce si vo, por vi no So le ra; cham pag ne Veu ve-Clic quot; Gies ler 1884 Ex tra Dry; vi no Cha teau La fit te; vi no Mar tí nez y Grand Fi ne Cham pag ne Wa ter loo. Es ine vi ta ble pre gun tar se có mo Ju lio Cé sar Ara na vi vió has ta los ochen ta y ocho años si, en una no che, era ca paz de de glu tir se me jan te or gía ca ló ri ca. Whif fen, en cam bio, fa lle ció jo ven, en 1922, a los cua ren ta y cua tro años, a bor do del va por St. Al bans, en el puer to de Hong Kong, mien tras se di ri gía a Yo ko ha ma. Fue en te rra do en esa ex co lo nia in gle sa don de to da vía hoy pue de visitarse su tum ba.1 Pe ro vol va mos a aque lla no che en el Ca fé Ro yal. Es ta vez le to ca ba abrir el fue go a Whif fen: el Fo reign Of fi ce le ha bía en co men da do un in for me so bre el Pu tu ma yo y de él, en ton ces, de pen día el te nor del mis mo. En al gún mo men to de la ex ten sa ce na Whif fen in te rio ri zó al cau che ro acer ca de la pe ti ción que le ha bía he cho el go bier no. Ara na no ig no ra ba que su in ter lo cu tor es ta ba al tan to de to do lo que su ce día en sus sec cio nes cau che ras y bien po día ha ber to ma do fo to gra fías de al gu nos de esos ho rro res. Fi nal men te, lle gó el mo men to que es pe ra ba: el ex mi li tar le co mu ni có que es ta ba dis pues to a su pri mir el in for me so li ci ta do por el Fo reign Of fi ce si Ara na y los di rec to res de la Pe ru vian Ama zon Com pany le 224 abo na ban mil li bras es ter li nas. El cau che ro no de be de ha ber se in mu ta do, ya que el so bor no for ma ba par te de su sen ti do de los ne go cios. Pe ro su as tu cia su pe ra ba a la de su con trin can te: le pi dió que hi cie ra su so li ci tud por es cri to, ya que pa ra dis po ner de esa su ma ne ce si ta ba la apro ba ción del di rec to rio de la com pa ñía. In creí ble men te, Whif fen lo hi zo, lo cual de mues tra su ca rác ter im pul si vo, su co di cia, su in ma du rez. Si cre yó que Ara na era fá cil men te ma ne ja ble, se equi vo có: don Ju lio era un pa -

cien te y pe li gro so ani mal sel vá ti co. Lo inex pli ca ble es que el ex ca pi tán de los Hú sa res ha ya que ri do chan ta jear lo, cuan do, en rea li dad, era un hom bre que te nía re cur sos eco nó mi cos. Du ran te la con ver sa ción, ad mi tió que el cos to de su via je al Pu tu ma yo ha bía si do de mil cua tro cien tas li bras es ter li nas, pe ro que se con for ma ría con mil, al go que no cua dra con el he re de ro de un la bo ra to rio quí mi co. Es im pres cin di ble re pro du cir, al pie de la le tra, lo que Ju lio Cé sar Ara na y Re gi nald Enock es cri bie ron acer ca de es te en cuen tro. El cau che ro, en la No ta nú me ro cin co de Cues tio nes del Pu tu ma yo, es cri be: CHAN TA JIS TA DE AL TA AL CUR NIA El ca ba lle ro in di ca do co mo M. X.2 ––y cu yo in cóg ni to se pre ten dió guar dar por la can ci lle ría in gle sa–– es na da me nos que Mr. Tho mas Whif fen, ca pi tán de Hú sa res de la rei na, hi jo de un an ti guo miem bro de la Cá ma ra de los Co mu nes y per so na de se ña la da sig ni fi ca ción en los cír cu los aris to crá ti cos de la so cie dad lon di nen se. Mr. Whif fen pre ten dió que le dié ra mos mil li bras es ter li nas a cam bio de un in for me al Fo reign Of fi ce fa vo ra ble a nues tra ne go cia ción del Pu tu ma yo, que aca ba de vi si tar. No pu dien do ne gar la prue ba es cri ta de es te co na to de chan ta ge, ape ló al re cur so de de cir que cuan do es cri bió el pa pel de nun cia dor es ta ba ebrio. Y el co mi té de la Cá ma ra de los Co mu nes, le jos de ha ber pro cu ra do que el ofi cial cul pa ble re ci bie ra el cas ti go que me re cía, ha tra ta do por to dos los me dios po si bles ––ape lan do a ver da de ras chi ca nas–– de sal var lo de res pon sa bi li dad. Re gi nald Enock, tam bién ex plo ra dor del Ama zo nas y en fá ti co de fen sor de Wal ter Har den burg, no tu vo más re me dio que ad mi tir im plí ci ta men te la ver dad en su in tro duc ción a The De vil’s Pa ra di se (Fis her Un win, 1912) del jo ven nor tea me ri ca no. 225 La acu sa ción más se ria fue for mu la da por el di rec tor pe rua no de la com pa ñía, Ju lio Cé sar Ara na, con tra un ofi cial del ejér ci to in glés que ha bía via ja do por el Pu tu ma yo y pre sen cia do las atro ci da des co me ti das con tra los in dios. Se gún es ta acu sa ción, re fren da da por un do cu men to, re gis tra da en una mi nu ta en los li bros de la com pa ñía y en via da a los ac cio nis tas en una cir cu lar im pre sa en di ciem bre de 1909, es te ofi cial con tac tó a Ara na en Lon dres, lo aga sa jó en el Uni ted Ser vi ce Club y en el Ca fé Ro yal, y le pro pu so su pri mir un in for me so bre el te ma que ha bía rea li za do pa ra la can ci lle ría bri tá ni ca, que era de tal na tu ra le za que arrui na ría a la com pa ñía si Ara na y los otros di rec to res no le abo na ban mil li bras es ter li nas pa ra cu brir los gas tos de su via je al Pu tu ma yo. Los di rec to res se ne ga ron y el ofi cial en vió el

in for me. Los via jes de es te ofi cial son men cio na dos en el in for me de Mr. Ca se ment. Des ta ca mos es to en be ne fi cio de la im par cia li dad. Si Re gi nald Enock, ene mi go acé rri mo de Ju lio Cé sar Ara na, men cio nó es te he cho, no ca ben du das acer ca de las in ten cio nes del ca pi tán Whif fen. Los ho rro res del Pu tu ma yo que co men za ban a es tre me cer a los in gle ses y a la pren sa mun dial eran bien co no ci dos des de ha cía años por los go bier nos de Co lom bia, Ecua dor y Pe rú. Pe ro ¿qué im por tan cia po día te ner que go bier nos de in sig ni fi can tes re pú bli cas su da me ri ca nas su pie ran la ver dad? ¿Qué tras cen den cia de pa ra ba ese co no ci mien to sin el im pres cin di ble apo yo del pe rio dis mo eu ro peo y nor tea me ri ca no? Wal ter Har den burg, sin du da, fue el de to nan te. Pe ro hu bo otros que re co rrie ron el Pu tu ma yo an tes que él y ele va ron sus vo ces de pro tes ta sin que na die los es cu cha ra; en tre ellos, el en ton ces cón sul nor tea me ri ca no en Iqui tos, Char les C. Eber hardt, que re co rrió dos ve ces ese río. Es te di plo má ti co, que ha cía po co ha bía ini cia do su ca rre ra, ter mi nó sien do un ex per to en paí ses la ti noa me ri ca nos: de 1925 a 1929, fue em ba ja dor en Ni ca ra gua, du ran te la re vo lu ción del ge ne ral Au gus to San di no; lue go, lo fue en Cos ta Ri ca. El pri mer in for me que en vió a Was hing ton, a fi nes de 1907, fue al go ti bio, y se ba sa ba fun da men tal men te en el li bro del fran cés Ro bu chon. Pe ro su gi rió de ma ne ra ine quí vo ca la con di ción de es cla vi tud que im pe ra ba en la zo na, pro duc to del sis te ma de en gan che y en deu da mien to. En su se gun do via je, su in for me fue más cáus ti co: un ar tí cu lo pu bli 226 ca do en The New York Ti mes, el 18 se tiem bre de 1907, fir ma do por el cón sul pe rua no en Nue va York, Eduar do Hig gin son, ata ca la va li dez de la con ce sión otor ga da por el go bier no de Co lom bia a la Ama zon Co lom bian Rub ber and Tra ding Com pany en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá, un área es ti ma da en cua ren ta y sie te mil mi llas cua dra das, con ce sión que re cién fi na li za ría en 1930, por tra tar se de un te rri to rio que re cla ma ba el Pe rú. El mo ti vo era que esa re gión es ta ba en dis pu ta. Tres días des pués, el cón sul de Co lom bia en Was hing ton, J. M. Pa sos, pu bli có otra car ta en The New York Ti mes, in ten tan do des vir tuar la po si ción pe rua na, ba sán do se en que la con ce sión ha bía si do he cha an tes de la fir ma del mo dus vi ven di en tre am bos paí ses. Es to mo ti vó que el cón sul nor tea me ri ca no en Iqui tos, Char les Eber hardt ––por tra tar se de una com pa ñía de ca pi ta les co lom bia nos y nor tea me ri ca nos, y en las cua les ha bía ac cio nis tas es ta dou ni den ses–– via ja ra a esas re gio nes. Com pro bó que la in fluen cia de la Ca sa Ara na era abru ma do ra y que ma ne ja ba el co mer cio de la zo na, lo cual ape nas con fi gu ra ba un mo no po lio; pe ro es cu chó, azo ra do, a un ne gro de Bar ba dos que le re la tó, con de ta lle, lo que su ce día allí: mu je res in dias tor tu ra das, ni ños de

po cos me ses de edad a quie nes se les es tre lla ba la ca be za con tra un ár bol pa ra que la ma dre tu vie ra más tiem po pa ra re co lec tar el cau cho. El in for me en via do a Was hing ton se ña la ba que “los pe rua nos in ten tan be ne fi ciar se con la ma no de obra in dí ge na an tes de que de sa pa rez ca por com ple to y, pa ra lo grar ese fin, no du dan en lle var a ca bo los más ul tra jan tes ac tos de cruel dad”. Es ta de nun cia que lle gó a ma nos del go bier no nor tea me ri ca no, pe ro dur mió el sue ño de los jus tos en un ca jón has ta que, a raíz de los es cán da los del Pu tu ma yo, fue de bi da men te de sem pol va da y pues ta en cir cu la ción. Hu bo otro tes ti mo nio, el de un in glés ––de quien so me ra men te he mos ha bla do en un ca pí tu lo an te rior–– que, du ran te tres años, de bió tra ba jar co mo con ta dor pa ra la Ca sa Ara na, en la sec ción cau che ra El En can to, en el Ca ra pa ra ná, ba jo con di cio nes que bien po drían de fi nir se co mo una suer te de es cla vi tud. Jo seph Frou de Woo drof fe cre yó que la sel va, el cau cho y la aven tu ra eran el ca mi no pro pi cio pa ra ha cer se ri co: zar pó de Li ver pool el 20 de oc tu bre de 1905, con des ti no a Su da mé ri ca, a bor do del va por Ma dei ren se. Co mo tan tos otros aven tu re ros que tran si ta ron por esas la ti tu des, abrió, en 1906, un ne go cio en Nau ta, río arri ba al oes te de Iqui tos, y no le pu do ir peor: par tió con se ten ta in dios al 227 río Ti gre, con el ob je to de re co lec tar cau cho, con ven ci do de que, a su re gre so, se ha bría em bol sa do va rios mi les de li bras es ter li nas. Al re gre sar a Nau ta, se en con tró con que el pre cio del cau cho se ha bía des plo ma do, y su ad mi nis tra dor le ha bía ro ba do to dos los bie nes de su ne go cio, con su con si guien te de sa pa ri ción. Sus deu das se con vir tie ron en as tro nó mi cas. Sus acree do res, co mo era la cos tum bre, trans fi rie ron su cré di to a la Pe ru vian Ama zon Com pany, can ce lan do de es te mo do deu das pro pias; Woo drof fe no tu vo otra al ter na ti va que ir se a tra ba jar a El En can to de 1908 a 1911, has ta que, des pués de tres años, se con si de ró que su deu da es ta ba can ce la da y se lo de jó en li ber tad. En 1914, pu bli có Up per rea ches of the Ama zon (Met huen & Co., Lon dres) un li bro que no des cri bía atro ci da des, pe ro que po nía el én fa sis en el sis te ma de es cla vi tud ––que su frió en car ne pro pia–– que im pe ra ba en las sec cio nes cau che ras. Des pués de ha ber es ta do seis me ses en El En can to, me vol ví de ma sia do mór bi do y mi exis ten cia se trans for mó en una car ga, de bi do al pe so que lle va ba en mi con cien cia por la vi da que es ta ba obli ga do a vi vir. Ha bía per di do las es pe ran zas co mo con se cuen cia de las di fi cul ta des fi nan cie ras que tu ve al de jar Nau ta, las cua les se agra va ron por el he cho de que el cau cho en via do a Eu ro pa, por el co mi sio nis ta de Iqui tos, ba jó drás ti ca men te de pre cio. Es to lo gró que me en deu da ra se ria men te en va rios cen te na res de li -

bras es ter li nas, y mis acree do res, sa bien do de mi pre sen cia en el Pu tu ma yo ba jo las ór de nes de Ara na, ape la ron a la su cur sal de la Pe ru vian Ama zon Com pany en Iqui tos pa ra la can ce la ción de mi deu da, de man da a la cual se ac ce dió sin que hu bie ra nin gu na re fe ren cia a mi per so na, a pe sar de que no hu bo in ter cam bio de di ne ro, de bi do a que los co mer cian tes de Iqui tos eran deu do res, a la vez, de Ara na. Por lo tan to, ellos sal da ron su deu da trans fi rien do la mía a Ara na. Es to tra jo co mo con se cuen cias que que da ra se ria men te en deu da do con mis em plea do res y de bie ra so por tar me ses de pa cien cia y de ab ne ga ción. El li bro de Woo drof fe no es so bre an tro po lo gía, si no que es una mo no gra fía de asom bro sa ca li dad na rra ti va so bre el Ama zo nas, es cri ta por un tí pi co in glés de co mien zos del si glo XX que de ci dió ha cer for tu na in the tro pics. Se la men ta, por ejem plo, de que po cos in gle ses se aven tu ren por el Pu tu ma yo, no pa ra ve ri fi car las atro ci da des, si no por la pre sen cia de una ri quí si ma fau na, la cual ser vi ría pa ra ex ce len tes ca ce rías. Sos tie 228 ne que los ríos “de pa ran el pe li gro y la ex ci ta ción in dis pen sa bles pa ra un in glés que no le da nin gu na im por tan cia a su ves ti men ta o a su piel, si es un de por tis ta de ra za” (and who is a sports man born and bred). Otros pa sa jes son me nos bri tish y más la ti noa me ri ca nos. Cuan do se re fie re a las con di cio nes de vi da en El En can to, no ya de los in dios si no de los em plea dos de me nor ran go, des cu bri mos la de ni gra ción hu ma na que im pe ra ba en esa sel va. En un edi fi cio cons trui do so bre pi lo tes, con te cho de ho jas de pal me ra, que te nía vein ti cua tro ha bi ta cio nes, vi vían co ci ne ros, ma ri ne ros y guar dia nes, con sus mu je res y, a ve ces, ni ños, a los cua les no les su mi nis tra ban mue bles, ca mas, bal des ni ja rros: es ta ban obli ga dos a ad qui rir los en la des pen sa de la com pa ñía a un cos to de diez a do ce li bras es ter li nas. Tam po co te nían ba ños. El olor nau sea bun do de ba jo y al re de dor de la edi fi ca ción, pro duc to de las he ces que caían del pri mer pi so, era im po si ble de to le rar y, de no ha ber si do por los cer dos que lim pia ban ese te rre no, se po drían ha ber de sen ca de na do se ve ras epi de mias. Una de las ma yo res vir tu des de Woo drof fe es có mo des cri be al gu nos pro ce de res de la Pe ru vian Ama zon Com pany, con un sen ti do bas tan te me nos me lo dra má ti co que Wal ter Har den burg. Lo pri me ro que nos en te ra mos es que hui to to, en ese dia lec to, quie re de cir “mos qui to”, de bi do a la fla cu ra de las pier nas de esos in dios. Lue go, des cri be con efi caz sim ple za có mo los in dios en tre ga ban el cau cho. Trans cu rrie ron va rios me ses sin que hu bie ra te ni do la opor tu ni dad de ver in dios en gran des can ti da des, cuan do una ma ña na el en car ga do me in for mó que los in dí ge nas, al día si guien te, co men za rían a

traer to do el cau cho re co lec ta do por ellos du ran te es te fa bri co, co mo se de no mi na al tiem po que me dia en tre las en tre gas, y que que ría que yo su per vi sa ra el pe so y al ma ce na mien to de lo que ca da sec ción cau che ra en tre ga ba. Tem pra no a la ma ña na si guien te, fui des per ta do por el rui do del arri bo de los in dios y em plea dos, y, vis tién do me con ra pi dez, me pre pa ré pa ra ver en de ta lle la lle ga da de los prin ci pa les con tin gen tes, acam pa dos al bor de mis mo de la sel va, a dos mi llas de dis tan cia. Po co des pués, em pe za ron a lle gar; una lar ga fi la de cuer pos en cor va dos, y, en las es pal das de ca da uno, se dis tin guía lo que, a pri me ra vis ta, pa re cían enor mes ga vi llas cu bier tas de pas to, pe ro que ter mi na ron sien do nu me ro sos “ra bos” de cau cho, ata dos en tre sí en far dos de ocho a die ci séis en nú me ro, y pe san do de cua ren ta a cin cuen 229 ta ki los y aún más, pe so que ca da in dio ha bía traí do a tra vés de la sel va des pués de un via je en tre dos y cin co días de du ra ción, ali men tán do se só lo de pan de ca za be, al go de car ne se ca y, qui zá, una pe que ña ho ja de co ca, la cual mas ti ca pa ra so por tar la fa ti ga que les oca sio na el lar go via je y el pe so ex ce si vo. Los in dios, a me di da que lle ga ban, eran agru pa dos en sec to res, for man do una lar ga hi le ra, ca da tri bu se pa ra da de las de más, los hom bres en pri me ra fi la, los ni ños y mu je res de trás, lo que ha cía re cor dar a un ba ta llón de sol da dos a pun to de des fi lar y es pe ran do la ins pec ción. Lue go se pa sa lis ta, pa ra com pro bar si al gu no es ca pó de la vi gi lan cia de los guar dias ar ma dos que los tra je ron des de sus ca sas, con lo cual el en car ga do po día cal cu lar cuán tos ki los de arroz, fa ri ña y la tas de sar di nas se rían ne ce sa rias pa ra dar les a los in dios una co mi da an tes de que se in ter na ran nue va men te en la sel va. Si al gu no fal ta ba, se to ma ban de in me dia to me di das pa ra sa ber dón de po dían es tar. Des pués de que el cau cho fue ra pe sa do y al ma ce na do, los in dios se pre pa ra ban pa ra re ci bir los ali men tos, que ha bían si do pre pa ra dos en el ín te rin, y se traían enor mes ollas de co bre que con te nían arroz a me dio co ci nar, de po si tán do las en el sue lo. Va rios em plea dos se ubi ca ban cer ca de la olla. Ca da uno de ellos te nía un cu cha rón, con ca pa ci dad pa ra lle nar una ta za gran de de de sa yu no. Tam bién te nían una ca nas ta o ca ja con te nien do pe que ñas la tas de sar di nas de una mar ca de ca li dad no ta ble men te in fe rior, y, mu chas ve ces, no es ta ban pre ci sa men te en con di cio nes de ser con su mi das. Se les per mi tía pa sar a los in dios y ca da uno re ci bía el con te ni do de un cu cha rón de arroz y una la ta de sar di nas.

No se les su mi nis tra ba pla tos ni ca cha rros, por lo tan to las po bres cria tu ras uti li za ban la tas su cias y oxi da das que en con tra ban es par ci das, o pe da zos de ho jas o pa pel su cios, don de co lo ca ban su por ción de arroz hir vien do y a me dio co ci nar. He vis to en va rias opor tu ni da des a in dios de am bos se xos re ci bir la por ción ca lien te en sus ma nos, pa sán do la rá pi da men te de una a la otra pa ra en friar la, y tra gán do la de in me dia to pa ra co lo car se nue va men te en la fi la con la es pe ran za de re ci bir una se gun da por ción. Ser vir es te ali men to ape nas in su me unos po cos mi nu tos, pe ro, cuan do ya no hay más arroz pa ra dis tri buir, sue len pro du cir se re yer tas en tre hom bres y chi cos pa ra ubi car se lo más cer ca po si ble de la olla, pa ra ase gu rar se los res tos que que dan pe ga dos aden tro de las mis mas, aun que sue len pa gar lo ca ro por que se que man se ve ra men te los de dos. Una vez pre sen cié al go real men te cho can te. 230 Un ni ño in dio se ha bía in fil tra do, lo gran do co lo car se jun to a la olla y, cuan do el em plea do de tur no les per mi tió a los in dios a que se dis pu ta ran los res tos, es te ni ño in ten tó aga rrar un pe da zo gran de de arroz que ma do, que se ha bía ad he ri do con fir me za a la olla y, al es for zar se pa ra des pe gar lo, la tur ba lo em pu jó no per mi tien do que pu die ra ha cer se a un la do, a pe sar de los gri tos ago ni zan tes de ayu da que pro fe ría pa ra li be rar se de esa olla que lo in ci ne ra ba. Los gri tos lo gra ron aler tar me, lo mis mo que a un em plea do nor tea me ri ca no: lo gra mos dis per sar a la mul ti tud y li be rar al ni ño. Te nía gra ves que ma du ras en la ca be za y en el cuer po, y sus nal gas, jun to con otras par tes, es ta ban li te ral men te asa das. Lo lle va mos has ta la ca sa y lo cu bri mos con acei te de oli va, lo úni co que pu di mos ob te ner y que pa re cía ali viar lo, pe ro sus ala ri dos eran des ga rra do res. Fi nal men te, se li be ró de no so tros y, du ran te lo que res ta ba del día, co rrió por to das par tes re tor cien do sus ma nos en se ñal de ago nía, lo cual de be de ha ber si do pa ra él ho rro ro so. Por úl ti mo, se que dó dor mi do por ha ber que da do ex haus to. A la ma ña na si guien te pa re cía es tar me jor, por lo cual lo em ba dur na mos con yo do for mo y, a pe sar de que el se ñor Smith y el nor tea me ri ca no que men cio né de sea ban que el chi co per ma ne cie ra en tra ta mien to, el en car ga do se ne gó a dar su con sen ti mien to. Po co tiem po des pués, el je fe de la sec ción cau che ra a la cual per te ne cía el ni ño vi no a las ofi ci nas y, al pre gun tar le có mo es ta ba el chi co, nos in for mó que, de bi do a la fal ta de cui da dos, la su cie dad ha bía en tra do en las he ri das, cau sán do le una in fla ma ción que de ri vó en su muer te. Woo drof fe, en es te re la to más me lan có li co que ma ca bro, des cri be a los in dios hui to to. Se ña la que eran no to ria men te lim pios, que pa sa ban

ho ras en el agua ju gan do en ríos y arro yos y que, al en con trar se con los hom bres blan cos, pe dían de ses pe ra da men te ja bón, si era po si ble con fra gan cia, ar tí cu lo que va lo ra ban mu chí si mo. Tam bién re cu rrían a la eu ta na sia, apli cán do la úni ca men te a los se ni les en ab so lu to es ta do de de ca den cia, de ac ci den tes irre me dia bles y de aque llas en fer me da des que im pi den que el do lien te sea útil a sí mis mo o a los de más. Cuan do un in dio en fer mo lo so li ci ta ba, se ca va ba una fo sa, se co lo ca ba al en fer mo den tro de la mis ma y se lo en te rra ba vi vo. Pa ra el au tor, a pe sar de es ta prác ti ca, sur ge ine quí vo ca men te en es tos in dios una vo ca ción hu ma ni ta ria pa ra evi tar el su fri mien to a los se res que ri dos. Co lom bia ha bía ini cia do in ves ti ga cio nes en el Pu tu ma yo en 1907, pe ro po cos au to res co lom bia nos de esa épo ca ––sal vo in for mes es tric ta 231 men te gu ber na men ta les–– es cri bie ron so bre las atro ci da des que se prac ti ca ban en ese río y sus tri bu ta rios; hu bo que es pe rar has ta 1924, cuan do un es cri tor co lom bia no, Jo sé Eus ta cio Ri ve ra Sa las, pu bli có La vo rá gi ne, una no ve la cos tum bris ta, que na rra los ho rro res que se pa de cían en el im pe rio pre sun ta men te de Ju lio Cé sar Ara na. Jor ge Luis Bor ges al gu na vez afir mó, con res pec to a es ta no ve la, que más que re cor dar ha ber la leí do, le pa re cía ha ber es ta do en un si tio. La vo rá gi ne, más allá de sus vir tu des li te ra rias, lle va ba un atra so de un cuar to de si glo des de que se ha bían ini cia do las atro ci da des, un ana cro nis mo con re la ción a otras obras que se pu bli ca ron, al gu nas alen ta das por in te re ses co lom bia nos, por ejem plo, el ya men cio na do El li bro ro jo del Pu tu ma yo, de Nor man Thom son. Pe ro La vo rá gi ne es una obra de fic ción. Cuan do se pu bli có, el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na ha bía ini cia do su ca mi no ha cia la ex tin ción y, en Iqui tos, la po bre za era ate rra do ra, de bi do al de rrum be del pre cio del cau cho. Ri ve ra Sa las ––al igual que la es cri to ra aus tría ca-nor tea me ri ca na Vicky Baum, au to ra de El bos que que llo ra (1943)–– na rró lo que no ha bía co no ci do, lo cual lo di fe ren cia de Har den burg, Woo drof fe y Whif fen. Aún así, va le la pe na re pro du cir un pa sa je don de apa re ce Ju lio Cé sar Ara na, pues el re tra to que de él ha ce el au tor de be ser lo más apro xi ma do a la per so na li dad y al es ti lo del cau che ro. Ri ve ra Sa las no re cu rrió a nom bres ima gi na rios, si no al del cau che ro y al de uno de sus en car ga dos, Mi guel de los San tos Loay za. El pro ta go nis ta de La vo rá gi ne es un hom bre en tra do en años, Cle men te Sil va, que bus ca de ses pe ra da men te a su hi jo Lu cia ni to, es cla vi za do en una de las sec cio nes cau che ras de la Ca sa Ara na. En la pie za ve ci na se al zó una voz tras no cha da y ame na zan te. No tar dó en aso mar, abo to nán do se el pi ya ma, un hom bre gor do te y abo ta ga do, pe chu do co mo una hem bra, ama ri llen to co mo la en vi dia. An -

tes que ha bla ra, apre su ró se el Con ta bi lis ta a in for mar lo lo su ce di do: ––¡Se ñor Ara na, voy a mo rir de pe na! ¡Per do ne us ted! Es te hom bre que es tá pre sen te vi no a pe dir me un ex trac to de lo que es tá de bién do le a la com pa ñía; mas ape nas le enun cié el sal do, se lan zó a rom per el li bro, lo tra tó a us ted de la drón y me ame na zó con apu ña lar nos. El ne gro hi zo se ñas de asen ti mien to; per ma ne cí atu rru lla do de in dig na ción; Ara na en mu de cía más. Pe ro con mi ra da des men ti do ra cons ter nó a los dos in fa mes, y me pre gun tó, po nién do me sus ma nos en los hom bros: 232 ––¿Cuán tos años tie ne Lu cia no Sil va, el hi jo de us ted? ––No ha cum pli do los quin ce. ––¿Us ted es tá dis pues to a com prar me la cuen ta su ya y la de su hi jo? ¿Cuán to de be us ted? ¿Qué abo nos le han he cho por su tra ba jo? ––Lo ig no ro, se ñor. ––¿Quie re dar me por las dos cuen tas cin co mil so les? ––Sí, sí, pe ro aquí no ten go di ne ro. Si us ted qui sie ra la ca si ta que po seo en Pas to… La rra ña ga y Ve ga son pai sa nos míos. Ellos po drían dar le in for mes, ellos fue ron mis con dis cí pu los. ––No le acon se jo ni sa lu dar los. Aho ra no quie ren ami gos po bres. Dí ga me ––agre gó sa cán do me al pa tio––, ¿us ted no tie ne go ma con qué pa gar? ––No, se ñor. ––¿Ni sa be cuá les son los cau che ros que me la ro ban? Si me de nun cia al gún es con di te, nos di vi di re mos la que allí ha ya. ––No, se ñor. ––¿Us ted no po dría con se guir la en el Ca que tá? Yo le da ría com pa ñe ra zos pa ra que asal ta ra ba rra co nes… Di si mu lan do la re pul sión que me pro du cían aque llas ma qui na cio nes ra pa ces, pa sé de la as tu cia al do blez. Apa ren té que dar pen sa ti vo. Mi so bor na dor es tre chó el ase dio: ––Me val go de us ted por que com pren do que es hon ra do y que sa brá guar dar me la re ser va. Su mis ma ca ra le ha ce el pro ce so. De no ser así, lo tra ta ría co mo a pi cu re, me ne ga ría a ven der le a su hi jo y a uno y a otro los en te rra ría en los in ga les. Re cuer de que no tie nen con qué pa gar me y que yo mis mo le doy a us ted los me dios de que dar li bres. ––Es ver dad, se ñor. Mas eso mis mo obli ga mi fe de hom bre re co no ci do. No qui sie ra com pro me ter me sin te ner la se gu ri dad de cum plir… Me gus ta ría ir al Ca que tá, por lo pron to, co mo rum be ro, mien tras es tu dio la re gión y abro al gu na tro cha es tra té gi ca. ––Muy bien pen sa do, y así se rá… Eso que da al cui da do su yo, y el hi jo de us ted a mi cui da do. Pi da un Win ches ter, ví ve res, una brú ju la, y

llé ve se un in dio co mo car gue ro. ––Gra cias, se ñor, pe ro mi cuen ta se au men ta ría. ––Eso lo pa go yo, ése es mi re ga lo de car na val. Al pu bli car se es te li bro, en 1924, Ju lio Cé sar Ara na era se na dor por Lo re to y vi vía en Li ma. A pe sar de ser una obra de fic ción, lo men cio na ba con nom bre y ape lli do y no sa be mos si se sin tió in có mo do en el Se na do o en los cír cu los li me ños an te el re tra to ge no ci da que de él pin ta ba Ri ve ra Sa las. Pa ra col mo, el li bro ter mi nó con vir tién do se en un 233 clá si co. Pe ro la so cie dad li me ña, du ran te la dé ca da de 1920, no te nía res pe to por el in dio, co mo tam po co lo tie ne en la ac tua li dad. La ca te go ría de “in dio” abar ca ba tan to al in dí ge na ama zó ni co, que era una ra re za en Li ma, co mo al cho lo an di no. Era con si de ra do un ser in fe rior, tor pe y len to, al cual se le gri ta ba. Es ta ba des ti na do a ta reas ser vi les y la bre cha en tre los des cen dien tes de los con quis ta do res, o del hom bre blan co, y el in dio era ab so lu ta men te in fran quea ble. Por eso, es di fí cil que en Li ma se le ha ya he cho el va cío a Ju lio Cé sar Ara na y, mu cho me nos, sien do se na dor. Ade más, a pe sar de que exis tía el te lé gra fo, la co mu ni ca ción en tre la ca pi tal del Pe rú y el Ama zo nas se guía sien do di fí cil. En tra ña ba un lar go via je en bar co que, par tien do del puer to del Ca llao, su bía has ta Pa na má, cru za ba el ca nal, y ba ja ba has ta Pa rá, y, lue go, Iqui tos, con las res pec ti vas es ca las. Re cién en la dé ca da de 1930 co men za ron los vue los a Iqui tos, lo cual, vis to con los ojos ac tua les, era po co me nos que una ha za ña. Esos hi droa vio nes con enor mes hé li ces des pe ga ban en el Ama zo nas, ga na ban al tu ra pa ra cru zar la cor di lle ra de los An des, atra ve sa ban nu bes y pi cos de enor me pe li gro si dad, sin ra da ni otro ser vi cio me teo ro ló gi co que el ol fa to del pi lo to, acua ti zan do en al gún lu gar pa ra pro se guir el via je en otro avión has ta Li ma. Es ta le ja nía en tre Li ma e Iqui tos tam bién atem pe ró las ver sio nes so bre las atro ci da des co me ti das por Ju lio Cé sar Ara na en el Pu tu ma yo. Pe ro, co mo ve re mos más ade lan te, el Ama zo nas co bra ca da cri men que se co me te y lo gró al go inau di to: bo rrar de la me mo ria po pu lar pe rua na al cau che ro. En la ac tua li dad, na die sa be quién fue y sus pa rien tes re nie gan de los la zos san guí neos. El Ama zo nas era un mun do her mé ti co: pa re cía ce rrar su man to so bre sus ha bi tan tes, man te nién do los ale ja dos de al gu nos acon te ci mien tos. Los ar tí cu los de Wal ter Har den burg que pu bli có Truth no re per cu tie ron en Iqui tos. Ju lio Cé sar Ara na sa bía có mo si len ciar cual quier es cán da lo y, ade más, con ta ba con su cu ña do, Pa blo Zu mae ta, fiel eje cu tor de sus ór de nes. Lo que preo cu pa ba a los ha bi tan tes de la ca pi tal de Lo re to era el al to cos to de los pro duc tos im por ta dos, en tre ellos los ali men tos, y po co les im por ta ba lo que su ce die ra en Lon dres. El pue blo ––no los cau che ros ni los co mer cian tes–– pa só a la ac ción di rec ta, úni ca ar ma de la que

dis po nía: de ci dió apro vi sio nar se, ya que la in fla ción ha cía im po si ble ad qui rir has ta ar tí cu los de pri me ra ne ce si dad. Esa de ci sión se tra du jo, du ran te 1908, en una se rie de asal tos po pu la res el 11 y 12 de agos to a di ver sas ca sas co mer cia les, sis te má ti ca men te re pe li dos por la po li cía. A juz gar por los ata ques con tra co mer cios cu yos pro pie ta rios eran chi nos, 234 la xe no fo bia pa re ce ha ber se apo de ra do de los ma ni fes tan tes. No po día fal tar el an ti se mi tis mo. Moi sés Edery y For tu na to Levy fue ron las víc ti mas pro pi cia to rias: una tur ba en fu re ci da ata có e in ten tó in gre sar en sus ho ga res, co mo tam bién en sus lo ca les, de los cua les sus tra je ron ar mas. La po li cía in ter vi no y el in ci den te fi na li zó con tres muer tes, lo cual no hi zo si no po ner en pie de gue rra a to das las fuer zas vi vas de Iqui tos, que te mían nue vos ata ques. El go bier no, alar ma do, op tó por sus pen der por seis me ses los aran ce les a la im por ta ción de ali men tos, a par tir de 1909. Sin em bar go, es to ocu rría en una re mo ta ciu dad, en ple na sel va, y no asom bra que no tu vie ra nin gu na re per cu sión fue ra de ese pe que ño ám bi to ur ba no. A quién po día im por tar le lo que su ce día en Iqui tos. A to do es to, en Lon dres, en el eje del mun do, un río des co no ci do lla ma do Pu tu ma yo co men za ba a ocu par la pri me ra pla na de los pe rió di cos y a alar mar a los más al tos fun cio na rios del Fo reign Of fi ce, por es tar in vo lu cra dos en los su pues tos crí me nes ciu da da nos bri tá ni cos de Bar ba dos. La res pon sa bi li dad de to da es ta in fa mia tam bién po día re caer so bre un di rec to rio bri tá ni co. Era ine vi ta ble que se abrie ra una in ves ti ga ción. Los ar tí cu los so bre el Pu tu ma yo que pu bli có Truth ca si se ma nal men te has ta el 17 de no viem bre de 1909, le die ron mu cho pres ti gio pe ro po co di ne ro a Wal ter Har den burg. Va le acla rar que su po pu la ri dad se cir cuns cri bió ex clu si va men te a cír cu los que de fen dían lo que en la ac tua li dad se de no mi nan de re chos hu ma nos. De la ma no del re ve ren do John Ha rris, de la An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety, Har den burg, ves ti do de ri gu ro so frac, tran si tó por sa lo nes po bla dos por prós pe ros fi lán tro pos na rran do lo que ha bía vis to en el Ama zo nas pe rua no. No obs tan te, no era su fi cien te pa ra vi vir. Es pe ra ba con pa cien cia in fi ni ta que el go bier no del Pe rú le en via ra la com pen sa ción eco nó mi ca por la pér di da de sus per te nen cias, pe ro el trá mi te se arras tra ba sin dar se ña les de con cluir. De bió re cu rrir otra vez a su pa dre pa ra que le re mi tie ra se ten ta y ocho li bras es ter li nas que ha bía en via do con an te rio ri dad y que su pro ge ni tor ha bía in ver ti do en hi po te cas. Lon dres era una ciu dad ca ra, y no só lo ha bía que en fren tar los gas tos que le ge ne ra ba su alo ja mien to en Sand wich Street, si no que un nue vo acon te ci mien to ha bía irrum pi do en su vi da: se ha bía ena mo ra do. Mary Fee ney, ami ga de los pro pie ta rios del boar ding hou se, ha bía tras pa sa do el lí mi te de la amis tad, de ser su fiel con fi den te, pa ra con ver tir se en una mu jer ca paz de de sa tar

235 en el jo ven nor tea me ri ca no una nue va pa sión. Lo acom pa ña ría has ta el fin de sus días. En más de opor tu ni dad, Wal ter Har den burg ha brá pen sa do en re nun ciar a es ta cru za da por mo men tos qui mé ri ca y pa ra na da ren ta ble, ha cer sus va li jas y vol ver a Youngs vi lle, a la co mo di dad, a la pro tec ción del ho gar. Pe ro si ha bía so bre vi vi do en el Pu tu ma yo, más lo ha ría en Lon dres. Mien tras tan to, los edi to res de Truth le pres ta ron vein te li bras es ter li nas pa ra que pu die ra sub sis tir, su ma que, even tual men te, se com pro me tió a de vol ver. Tam po co hay que creer que, por el he cho de que Truth pu bli ca ra se ma nal men te los ar tí cu los de Har den burg, el Pu tu ma yo ha bía tras cen di do a otros me dios de di fu sión; en rea li dad, lo ig no ra ron. El se ma na rio ca re cía del pres ti gio de The Ti mes y su con te ni do era fran ca men te sen sa cio na lis ta, aun que no lle ga ba a caer en el pe rio dis mo ama ri llo. Ten drían que pa sar tres años pa ra que ese des co no ci do río pro vo ca ra un es cán da lo in con tro la ble, que ya no se li mi ta ría a la pres ti gio sa pren sa bri tá ni ca, si no que se des pa rra ma ría por to dos los dia rios eu ro peos y nor tea me ri ca nos. La pre gun ta ine vi ta ble es qué ha cía Ju lio Cé sar Ara na, mien tras tan to, en Lon dres, y qué es tra te gia pen sa ba uti li zar pa ra con tra rres tar la ma la pu bli ci dad. El pri mer fren te de con flic to lo tu vo con Eleo no ra, que aún no se ha bía mu da do a Lon dres a Queen’s Gar dens (lo ha ría re cién en 1910), y pa sa ba una lar ga tem po ra da en una vi lla en Sui za, con sus hi jos, con cre ta men te en Gi ne bra. Las atro ci da des na rra das por Wal ter Har den burg de ben de ha ber le re sul ta do in to le ra bles: co mo bue na pro vin cia na, el es cán da lo era el peor de los ma les, una la cra que ha bía que evi tar a to da cos ta. Aca so ha brá re cor da do cuan do Ju lio Cé sar se in ter na ba en los ríos ama zó ni cos, arries gan do su sa lud, de sa fian do las más te mi bles en fer me da des, en un mun do col ma do de vio len cia, de hom bres ines cru pu lo sos, y sus sú pli cas pa ra que aban do na ra el cau cho. No la ha bía es cu cha do. Aho ra, a pe sar de es tar ro dea da de un lu jo des me su ra do, qui zás año ra ba los días de Rio ja, de Yu ri ma guas, en vez de ser la se ño ra de Ara na, cón yu ge de un hom bre que tor tu ra ba y ma ta ba in dios. Ca be pre gun tar se si es ta ba o no al tan to de lo que su ce día en el Pu tu ma yo, si su ma ri do se lo ha bía con fia do y, so bre to do, qué pen sa ba ha cer al res pec to. Sea co mo fue re, Eleo no ra es ta ría, co mo siem pre, al la do de Ju lio Cé sar. Así ha bía si do a lo lar go de sus vi das, y lo de mos tró has ta que su ma ri do mu rió en Li ma a los ochen ta y ocho años y lo ve ló an tes de que lo se pul ta ran en el ce men te rio Pres bí te ro Maes tro. 236 Ara na, en cam bio, apun tó sus ca ño nes con tra Har den burg y Whif fen. Su con di ción de chan ta jis tas y, en el ca so del nor tea me ri ca no, de fal -

si fi ca dor, era su fi cien te pa ra apa ci guar al di rec to rio de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Te nía que re cu rrir a cual quier es tra te gia pa ra que el di rec to rio bri tá ni co, aho ra pre si di do por John Rus sel Gub bins cre ye ra en sus ar gu men tos. Lo pri me ro que lo fa vo re ció fue la lle ga da a Lon dres, el 13 de no viem bre, a bor do del va por An tony, de Henry Giel guld, un con ta dor con tra ta do por la com pa ñía pa ra que fue ra a Ma naos y a Iqui tos a re vi sar los li bros de la com pa ñía. Su es ta día en el Ama zo nas ha bía si do pro lon ga da: sie te me ses, de los cua les pa só dos en el Pu tu ma yo. Co mo era de su po ner, se mon tó la co rres pon dien te es ce no gra fía pa ra ocul tar los ho rro res, y así fue que es te in glés al go in ge nuo lle gó a La Cho rre ra, don de fue aga sa ja do por Víc tor Ma ce do, y a El En can to, don de los ho no res le co rres pon die ron a Mi guel de los San tos Loay za. Pos te rior men te re co rrió las sec cio nes cau che ras Sur, Oc ci den te, En tre Ríos y Úl ti mo Re ti ro. Du ran te la es ta día ama zó ni ca de Giel guld, aún no se ha bían pu bli ca do los ar tí cu los de Har den burg y na die te nía, en In gla te rra, la más re mo ta sos pe cha de lo que real men te su ce día en aque llos tris tes tró pi cos. Pa ra el mo des to con ta dor, que ape nas ga na ba cien to cin cuen ta li bras al año an tes de em pren der es te nue vo tra ba jo, el es ce na rio de be de ha ber si do des lum bran te: los som bríos ca mi nos en la sel va; sus mis te rio sos so ni dos; la bru ma que bro ta ba de los ríos en las pri me ras ho ras de la ma ña na; la pe que ña ca ta ra ta de La Cho rre ra, la cris ta li na trans pa ren cia del Iga ra pa ra ná que, en el idio ma in dí ge na, quie re de cir pre ci sa men te “muy trans pa ren te”, y, tam bién, la za la me ra de fe ren cia que le de mos tra ban los en car ga dos. Si al guien le hu bie ra di cho lo que ver da de ra men te ocu rría y qué se les ha cía a los in dios, ha bría creí do que se tra ta ba de un dis la te. Por eso, su lle ga da a Lon dres le cal zó co mo un guan te a Ju lio Cé sar Ara na. Lo pri me ro que hi zo fue son dear al con ta dor pa ra sa ber si ha bía pre sen cia do mal tra tos a los in dios. Giel guld ne gó de pla no que se co me tie ran abu sos. El 18 de no viem bre se le yó en una reu nión de di rec to rio el in for me de Giel guld y to dos pa re cie ron re cu pe rar la com pos tu ra. Ri chard Co llier, en The Ri ver that God for got, re pro du ce pa sa jes del in for me en cues tión: “Las acu sa cio nes de Truth no son acor des con las con di cio nes que pre va le cen en las pro pie da des de la com pa ñía. Las im pre sio nes que re co gí de las con di cio nes ge ne ra les son de ci di da men te fa vo ra bles, y los in dios no te nían esa ex pre sión aco bar da da y mi se ra ble que uno es pe ra en con trar en víc ti mas de sal va jis mos. Pa ra mí, se ase me 237 ja ban sim ple men te a ni ños fe liz men te pre dis pues tos. Los al tos em plea dos de la com pa ñía que co no cí no pa re cían ser la cla se de hom bres que azo ta ran, mu ti la ran o ma ta ran de sen fre na da men te a los in dios que te nían ba jo su man do; los se ño res Ma ce do y Loay za, en par ti cu lar, son hom bres que no creo que fue ran ca pa ces de co me ter las men cio na das

atro ci da des, y, por otra par te, no exis ten evi den cias se rias de que esas bar ba ri da des ha yan ocu rri do”. Tal vez lo más gra ve del ca so es que Giel guld com pu so su in for me de bue na fe, pues na da in di ca que ha ya si do so bor na do por Ara na. Pe ro el ali vio del di rec to rio fue de cor tí si ma du ra ción. El Fo reign Of fi ce, pre si di do por el can ci ller sir Ed ward Grey, se to mó muy en se rio tan to las de nun cias de Har den burg co mo el in for me que pre sen tó Whif fen tras fra ca sar en su in ten to de ven dér se lo a la Pe ru vian Ama zon Com pany por mil li bras es ter li nas. Grey pi dió la ca be za de al me nos uno de los di rec to res que, con ce bi ble men te, es ta ba al tan to de lo que ocu rría en el Pu tu ma yo an tes de for mar se la com pa ñía bri tá ni ca. Se tra ta ba de Abel Alar co, cu ña do de Ju lio Cé sar Ara na. Es te hom bre, po si ble men te de es ca sa edu ca ción, a quien la ri que za le llo vió de la no che a la ma ña na, era el pro to ti po del su da me ri ca no vis to por ojos in gle ses: vul gar, ne gli gen te y con un ine quí vo co es ti lo de nue vo ri co. Vi vía en Lon dres en una enor me man sión eduar dia na, y so lía ir fre cuen te men te a Gi ne bra, don de es ta ba Eleo no ra, pe ro a su pro pia vi lla: bas ta ima gi nar a es te hom bre ama zó ni co ata via do co mo un lord es co cés, arras tra do por dos enor mes mas ti nes, pa ra que su ima gen se vuel va re pen ti na men te ri si ble. El di rec to rio lo de tes ta ba y, si no lo des pi dió, fue por res pe to a Ju lio Cé sar Ara na. És te trans fi rió a su cu ña do al Pe rú, don de se gui ría co bran do el fa bu lo so suel do de dos mil qui nien tas li bras es ter li nas al año. Fue ron épo cas de cam bio en la Pe ru vian Ama zon Com pany, aun que, en rea li dad, se tra ta ba de un me ro “ga to par dis mo”, ya que se cam bia ban pues tos pa ra que na da cam bia ra. Ver non Smith, aquel tor pe em plea do que le ha bía en tre ga do un so bre que con te nía un che que al pe rio dis ta Ho ra ce Tho ro good, fue des ti na do a la ofi ci na de Ma naos. Henry Giel guld, que tra jo ese in for me tan con ve nien te del Pu tu ma yo, pa só a ser se cre ta rio y ad mi nis tra dor de la com pa ñía, con el na da des pre cia ble sa la rio de mil li bras es ter li nas al año. Pe ro es tos ma la ba ris mos no lo gra ron dis mi nuir la pre sión que ejer cía el Fo reign Of fi ce so bre el di rec to rio de la Pe ru vian Ama zon Com pany pa ra que en via ra una co mi sión al Pu tu ma yo, con el ob je to de ve ri fi car 238 las de nun cias de Har den burg y el in for me de Whif fen. Lo que me nos de sea ba Ju lio Cé sar Ara na era la irrup ción en su im pe rio de una co mi sión bri tá ni ca. A pe sar de que sus fie les en car ga dos eran há bi les pa ra ar mar y de sar mar es ce na rios, siem pre exis tía el pe li gro de que se fil tra ra al gu na in for ma ción. Bus có in nu me ra bles pre tex tos pa ra de mo rar esa de ci sión, opu so re pa ros a cuan to can di da to se pro po nía. Pe ro In gla te rra no era Pe rú: el can ci ller Grey exi gía que via ja ra una co mi sión, al go que nun ca hu bie ra su ce di do en Li ma. Pa ra el go bier no li me ño, y pa ra la ma yo ría de

los pe rua nos, Ju lio Cé sar Ara na era una suer te de ca ci que, un pa trio ta, un hom bre que ha bía pues to co to a las pre ten sio nes te rri to ria les co lom bia nas y que, ade más, les ha bía da do uti li dad a in dios ca ní ba les y he re jes. Ade más, cuán to ha bía he cho por Iqui tos: es cue las, hos pi ta les, obras sa ni ta rias sur gie ron a par tir de sus ini cia ti vas mien tras fue pre si den te de la Jun ta De par ta men tal. Tam bién per te ne cía a la Li ga Lo re ta na y al Cen tro So cial Mo yo bam ba, es de cir, a la cre ma de la so cie dad ama zó ni ca. Más que in ves ti gar lo, ha bía que ha cer le un mo nu men to. Sin em bar go, lo que pa ra él era, sin du da, la pér fi da Al bión, aho ra in ten ta ba in mis cuir se en sus te rri to rios y no tu vo más re me dio que acep tar for mar un pe que ño con tin gen te pa ra que via ja ra al Pu tu ma yo. Se tra ta ría de una me ra fa cha da com pues ta por ino fen si vos bri tá ni cos, pre fe ren te men te tan des pis ta dos co mo Henry Giel guld. Cla ro que esa elec ción no de pen día ex clu si va men te de él, si no tam bién del di rec to rio. Se pu sie ron de acuer do en al gu nos as pec tos: los en via dos de be rían ha blar cas te lla no, te ner ex pe rien cia co mer cial y au to ri dad su fi cien te. La co mi sión que dó com pues ta por el co ro nel Re gi nald Ber tie, in ge nie ro en mi ne ría, que co bra ría na da me nos que dos mil qui nien tas li bras es ter li nas por su ta rea; Wal ter Fox, un bo tá ni co que co no cía a la per fec ción las di ver sas cla ses de cau cho; el eco no mis ta Sey mour Bell, y Louis Har vey Bar nes, un in ge nie ro agró no mo es pe cia li za do en cul ti vos tro pi ca les. A es ta ino fen si va lis ta, se agre gó el ine fa ble Henry Giel guld a quien, por de sem pe ñar a par tir de en ton ces ta reas en el Ama zo nas, se le in cre men tó su sa la rio a dos mil qui nien tas li bras es ter li nas al año. La de sig na ción de es te gru po cal mó has ta cier to pun to a los di rec to res in gle ses de la com pa ñía, que se de ba tían en tre los fa bu lo sos suel dos que co bra ban por no ha cer na da, y una re nun cia que los pu sie ra a sal vo de cual quier ame na za fu tu ra. Si guie ron cre yen do en Ju lio Cé sar Ara na. El cau che ro re cu rrió, en ton ces, a una es tra te gia que ter mi nó con vir tién do se en un boo me rang y que, aca so, le dio la pri me ra pau ta de que 239 su po der era li mi ta do. El 30 de di ciem bre de 1909, los ac cio nis tas de la Pe ru vian Ama zon Com pany, es de cir, to dos aque llos in gle ses e in gle sas que cre ye ron en las vir tu des del cau cho, re ci bie ron un in só li to me mo rán dum con mi ras a la asam blea ge ne ral, que se lle va ría a ca bo al día si guien te, fir ma do por Ju lio Cé sar Ara na, que ejer cía el car go de di rec tor. “Es ti ma do ac cio nis ta, a mi arri bo a Lon dres ha ce po co tiem po, leí la se rie de ar tí cu los que pu bli có Truth. Las su pues tas atro ci da des ex pues tas son ab so lu ta men te in fun da das y son el re sul ta do de ima gi na cio nes exal ta das en una re gión tan re mo ta. No sor pren de que al gu nas per so nas con ob je ti vos mer ce na rios se pres ten a ju rar fal se da des. En re fe ren cia a W. E. Har den burg, só lo pue do in for mar a los ac cio nis tas que es ta per so na a quien

Truth pro te ge, ca re ce de cre di bi li dad. Du do que los ac cio nis tas ten gan la mis ma opi nión de Truth al com pro bar las prue bas que es tán en mi po der, en tre otras, un te le gra ma, con fir ma do lue go por una car ta, del se ñor Egoa gui rre, se na dor por Lo re to, en Li ma, a quien Har den burg le pro pu so que le pa ga ra sie te mil li bras es ter li nas a cam bio de no ha cer pú bli co el ma te rial que ha bía re co pi la do. Tam bién exis te otro epi so dio al cual, la men ta ble men te, me ten go que re fe rir. El 12 de oc tu bre pró xi mo pa sa do, un ofi cial del ejér ci to in glés que me ha bía vi si ta do en Ma naos, me in for mó que te nía en su po der el des ti no de es ta com pa ñía, que de pen día de un in for me su yo que po dría ser fa vo ra ble pa ra es ta em pre sa si re ci bía mil li bras es ter li nas”. Pe ro el 31 de di ciem bre de 1909, en la asam blea de ac cio nis tas de la Pe ru vian Ama zon Com pany, John Rus sel Gub bins to mó la pa la bra y, an te un azo ra do Ara na, ad vir tió a los pre sen tes, que el me mo rán dum que ha bían re ci bi do era obra pu ra y ex clu si va de és te y que el di rec to rio no lo res pal da ba. De ha cer se pú bli co ese do cu men to, di jo, la com pa ñía po día ser de man da da por ca lum nias e in ju rias y, si per día el li ti gio, los cos tos se rían mi llo na rios, y la em pre sa que da ría des cre di ta da. Al gún ac cio nis ta pre gun tó, de mal ta lan te, có mo aún no se ha bía en via do a per so nas que co rro bo ra ran o des min tie ran las acu sa cio nes, des pués de los ar tí cu los que ha bía pu bli ca do Truth. A pe sar de que los di rec to res bri tá ni cos de la com pa ñía se opu sie ron te naz men te cuan do Ara na pro pu so en viar el me mo rán dum, el cau che ro si guió ade lan te. Des pués de to do ––ha brá re fle xio na do–– la Pe ru vian Ama zon Com pany era una crea ción su ya. Era due ño de una abru ma do ra ma yo ría del ca pi tal ac cio na rio y las au to ri da des que él ha bía de sig na do eran me ros tí te res, fi gu ras de co ra ti vas. Pe ro John Rus sel Gub bins, 240 a car go de la pre si den cia, se ne gó ca te gó ri ca men te a sus cri bir ese me mo rán dum. En In gla te rra, las pe na li da des por ca lum nias e in ju rias eran par ti cu lar men te se ve ras y el ries go de di fa mar a un miem bro del ejér ci to in glés y a una re vis ta co mo Truth era gran de. Nin gún miem bro del di rec to rio lo asu mi ría. Ade más, le se ña la ron a Ara na con inu sual du re za que las acu sa cio nes iban di ri gi das ha cia él, no al di rec to rio in glés. Por otra par te, tam po co eran le gal men te res pon sa bles de lo que pu die ra su ce der en otros paí ses, por más ho rro ro so que fue ra, a pe sar de que una com pa ñía bri tá ni ca fue se la que ex plo ta ba los re cur sos. Tam bién ale ga ron que mu chas de las acu sa cio nes de Har den burg se re fe rían a he chos ocu rri dos an tes de que ellos asu mie ran sus fun cio nes. Es ta im pu ni dad fue se ria men te cues tio na da, en esa mis ma épo ca, por un va lien te y bri llan te ana lis ta, Henry Noel Brails ford, en The War of Steel and Gold, a Study of the Ar med Pea ce (La gue rra del ace ro y del oro, un es tu dio so bre la

paz ar ma da, Lon dres, 1914, G. Bell & Sons). Un es cán da lo de pro por cio nes ha lle va do úl ti ma men te a la con clu sión acer ca de la ne ce si dad de es ta ble cer con tro les so bre com pa ñías bri tá ni cas que ope ran con ca pi tal en el ex tran je ro. La or ga ni za ción que im pu so en el Pu tu ma yo un sis te ma de es cla vi tud vir tual, tan cruel e inú til co mo el que im pu so el rey Leo pol do II en el Con go, fue una com pa ñía bri tá ni ca con di rec to res bri tá ni cos, y ofi ci nas en la City. La opi nión pú bli ca des cu brió, a me di da que se re ve la ban los he chos, que no exis te un re cur so por el cual fi nan cis tas bri tá ni cos, cu yos agen tes han im pues to la es cla vi tud a una ra za pri mi ti va a tra vés de la ma sa cre, la tor tu ra y la vio la ción, pue dan ser cas ti ga dos o con tro la dos, en tan to y en cuan to sus cruel da des es tén con fi na das en te rri to rios ex tran je ros. La opi nión pú bli ca se con mo vió y su gi rió una so lu ción na tu ral y sim ple en sí mis ma, que pron to se rá ele va da al Par la men to. Es, en su ma, que los súb di tos bri tá ni cos que, en el fu tu ro, pres ten sus nom bres y su ca pi tal a com pa ñías com pro me ti das con es ta cla se de es pe cu la ción, es ta rán su je tos a jui cio y en car ce la mien to en es te país, sin im por tar la ubi ca ción del es ce na rio de sus crí me nes vi ca rios. La pro pues ta in clu ye un prin ci pio sa lu da ble, y mar ca el pri mer re co no ci mien to del he cho que el ca pi tal bri tá ni co ex por ta do al ex tran je ro es, de al gún mo do, una ema na ción de no so tros mis mos, una fun ción de nues tra vi da ciu da da na que de be ría, en al gu na me di da, es tar su je ta a la ley bri tá ni ca y al con trol de la Na ción. Só lo po dría ser apli ca da con éxi to en ca sos ra ros y gra ví si mos. Bas ta ima gi nar la di fi cul 241 tad y el cos to de ob te ner evi den cias en el co ra zón de Áfri ca o de Su da mé ri ca, co mo tam bién el tras la dar a los tes ti gos a Lon dres, pa ra dar se cuen ta de que ra ra vez po dría in ten tar se. Los abo ga dos de fen so res siem pre po drían re cu rrir a tes ti gos pa gos o in ti mi da dos, que ju ra rían que sus peo res je fes eran con si de ra dos por los na ti vos co mo dei da des be né fi cas, y, el ju ra do, ig no ran do las con di cio nes lo ca les, y dis pues to a creer que, si al go ma lo ha bía ocu rri do, con si de ra ría que los di rec to res en In gla te rra no po drían ser res pon sa bles de ello y ra ra vez se los con de na ría. Na die con un mí ni mo de im par cia li dad pue de du dar de las atro ci da des en el Pu tu ma yo, pe ro las evi den cias que po drían con ven cer a un his to ria dor no son siem pre su fi cien tes en una cor te de jus ti cia. Por un ca so es can da lo so co mo es te, exis ten otros en los cua les el ca pi tal ex por ta do, a pe sar de que no in cu rre en crí me nes, es tam bién cul pa ble de una des pia da da ex plo ta ción, que só lo un abo ga do po dría dis tin guir la de la es cla vi tud. Los ho rro res, la pe sa di lla del Pu tu ma yo só lo

pue de su ce der en zo nas sal va jes ra ra vez fre cuen ta das por la ci vi li za ción. No son usua les, ni apa ren te men te de ma sia do ren ta bles y tien den a cu rar se por sus pro pios ex ce sos. El sis te ma co no ci do co mo peo na je, por otra par te, es tá es ta ble ci do en La ti noa mé ri ca, y el ca pi tal que lo es ti mu la es en va rios ca sos fo rá neo y, a ve ces, bri tá ni co. Los miem bros in gle ses del di rec to rio po dían dor mir en paz: la ley los am pa ra ba. Tam po co eran res pon sa bles de lo que su ce día en el Pu tu ma yo, ya que des co no cían en for ma ab so lu ta las atro ci da des. En to do ca so, po drían ser cul pa bles de ha ber for ma do par te del di rec to rio de una em pre sa su da me ri ca na que ex plo ta ba tie rras en un río ig no to per di do en la sel va ama zó ni ca. Pe ro es to no exi mía de res pon sa bi li dad a Henry Read y a John Rus sel Gub bins, dos miem bros pro mi nen tes de la Pe ru vian Ama zon Com pany: aquél ha bía na ci do en el Pe rú y, es te úl ti mo, ha bía vi vi do en Li ma du ran te trein ta y ocho años, tiem po y cir cuns tan cia más que su fi cien tes pa ra co no cer la idio sin cra sia la ti noa me ri ca na y có mo se tra ta ba al in dio. Pe ro aho ra no se tra ta ba de ser o no res pon sa bles de crí me nes, si no de en fren tar un jui cio por ca lum nias y di fa ma ción, lo cual los ha cía po co fe li ces y, en es te sen ti do, fue ron ab so lu ta men te in tran si gen tes con Ara na. Co mo sea, no les con ve nía re nun ciar a sus car gos: el sa la rio anual de Gub bins era de seis cien tas li bras es ter li nas y, en po co tiem po más, se ele va ría al do ble; los de más miem bros del di rec to rio, co bra ban, co mo di ji mos, dos cien tas li bras es ter li nas al año, más una par ti ci pa ción en las ga nan cias. 242 El úni co mo do de ve ri fi car qué era lo que real men te su ce día en el Pu tu ma yo era en viar a la co mi sión. Truth ya no pu bli ca ba más ar tí cu los de Har den burg y el cau cho, ape nas ini cia do 1910, co men zó su es pi ral as cen den te en los mer ca dos has ta lle gar a cum bres ini ma gi na bles. To có los do ce che li nes y cin co pe ni ques (3,06 dó la res) la li bra: las for tu nas se ha cían de la no che a la ma ña na y los ope ra do res re cu rrían a cual quier es tra ta ge ma pa ra en te rar se lo an tes po si ble de las co ti za cio nes. Ese año, la adua na de Iqui tos re cau dó la as tro nó mi ca ci fra de 275.600 li bras es ter li nas. Ese año iban a de sa rro llar se otros acon te ci mien tos. Wal ter Har den burg, ya ca sa do con Mary Fee ney, lo gró por fin co brar la in dem ni za ción que le otor gó el go bier no pe rua no por sus ex tra via das per te nen cias: qui nien tas li bras es ter li nas, que de be ría di vi dir por la mi tad con W. B. Per kins. Esas dos cien tas cin cuen ta li bras es ter li nas que ge nui na men te le per te ne cían, si bien no cons ti tuían una for tu na, le per mi ti rían al fla man te ma tri mo nio de jar In gla te rra, don de no exis tía pa ra él nin gún ho ri zon te la bo ral; por otra par te, su cru za da de de nun cia de lo que su ce día en el Pu tu ma yo ha bía per di do im pul so. Es ta ba can sa do de Lon dres, de los in -

sal va bles gas tos, de lu char por los de re chos de in dios que na die co no cía. Tam po co que ría vol ver a la Youngs vi lle don de na cie ra, si no ini ciar una nue va vi da en un país en cre ci mien to. Se de ci dió por Ca na dá. Ha cia allí par tie ron en el va por Cor si can y, el 1 de mar zo, lle ga ron a St. John, Nue va Bruns wick, pa ra di ri gir se lue go a To ron to. Tres años des pués, en 1913, Har den burg es ta ría de vuel ta en Lon dres asis tien do a las se sio nes del Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes que in ves ti ga ba los crí me nes del Pu tu ma yo. En 1910, tam bién la co rus can te so cie dad eduar dia na re ci bió un du ro gol pe: el 6 de ma yo, fa lle ció el rey Eduar do VII, y lo su ce dió su hi jo, Jor ge V, que na da te nía en co mún con su pa dre. Es te nue vo rey, inu sual men te se ve ro en sus prin ci pios, ca sa do con la prin ce sa Mary de Teck, era ab so lu ta men te fe liz con su mu jer y sus hi jos y, mien tras fue prín ci pe de Ga les, pa sa ba lar gas tem po ra das en una mo des ta ca sa cam pes tre. La era del ex ce so es ta ba a pun to de con cluir. Ese mis mo año, Eleo no ra y sus hi jos de ja ron Gi ne bra y se mu da ron a 42 Queen’s Gar dens; es ine vi ta ble pre gun tar se có mo es ta mu jer y sus cin co hi jos se adap ta ban a tan tos cam bios cos mo po li tas. El tras plan te a Bia rritz ha bía im pli ca do un sal to cuán ti co. Aho ra era Lon dres, una nue va len gua, una cul tu ra di fe ren te. Pe ro es ta mu jer que ha bía cru za do la 243 cor di lle ra de los An des a ca ba llo pa ra es tu diar el ma gis te rio en Li ma, no se iba a ame dren tar por un me ro cam bio de ciu dad. Don de es tu vie ra Ju lio Cé sar es ta ría ella. Es te fue qui zás el úl ti mo ve ra no en que Ju lio Cé sar Ara na es ta ría en paz jun to a su fa mi lia. Na da pa re cía per tur bar lo y el via je al Pu tu ma yo que la co mi sión ini cia ría ese año se ría un me ro trá mi te sin con se cuen cias. Ig no ra ba que otras fuer zas pre sio na ban al can ci ller Grey, pa ra que esa co mi sión in clu ye ra un in ves ti ga dor pro pues to por el go bier no bri tá ni co. En ju nio la cam pi ña in gle sa ad qui ría una sor pren den te be lle za. El cau che ro, acom pa ña do por Eleo no ra y sus hi jos, ha brá re co rri do los al re de do res de Lon dres, po si ble men te en un lu jo so au to mó vil, pa ra ver qué ca sa con un des lum bran te jar dín po día ad qui rir pa ra que vi vie ra su fa mi lia. No sos pe cha ba que ese pro yec to era utó pi co, y que, de aho ra en más, su vi da se ase me ja ría a un to bo gán. Ara na de ci dió, pa ra evi tar que se fil tra ra in for ma ción in con ve nien te del Pu tu ma yo, es cri bir una car ta al cón sul bri tá ni co en Iqui tos, Da vid Ca zes, ad vir tién do le de la lle ga da de la co mi sión, y acla rán do le que és ta in da ga ría “so bre el pre sen te y no so bre el pa sa do”. Exis tía una an ti gua ani mo si dad en tre el cau che ro y el di plo má ti co in glés. En 1908, am bos ha bían re cla ma do la po se sión de Pen sa mien to, una plan ta ción de cau cho pró xi ma al Pu tu ma yo. Su pro pie ta rio, Pli nio To rres, al mo men to de

fa lle cer, te nía deu das tan to con Ara na co mo con Ca zes, fun cio na rio que, ade más de sus ta reas con su la res, se de di ca ba in ten sa men te al co mer cio y era el due ño de la Iqui tos Tra ding Com pany. Fue és te quien pe gó el pri mer zar pa zo. Tra bó em bar go so bre la pro pie dad, ob tu vo to do el cau cho que és ta pro du cía y has ta lle gó a ven der lo, co mo co bro de deu da. Ju lio Cé sar Ara na ac tuó de in me dia to: en vió al co mi sa rio Bur ga, con ju ris dic ción en el Pu tu ma yo, a que se apo de ra ra de la pro pie dad en su nom bre, lo cual com pli có las pre ten sio nes de Ca zes. El cón sul de nun ció la ma nio bra, ale gan do que el ver da de ro mo ti vo de la to ma de Pen sa mien to en na da se re la cio na ba con una deu da, si no que es ta ba des ti na do a evi tar que los in dios hui to tos hu ye ran del río Ca ra pa ra ná al río Na po, es ca pan do de los tor men tos a los que los so me tía la Ca sa Ara na, co mo aún se la co no cía. Cuan do lle gó la co mi sión bri tá ni ca, Ca zes de cla ró que Ara na ha bía so bor na do al pre fec to de Lo re to, Car los Za pa ta, y al co mi sa rio Bur ga pa ra adue ñar se de Pen sa mien to. La Cor te de Iqui tos fa lló a fa vor de Ara na y con mi nó al di plo má ti co a pa gar ocho cien tas li bras es ter li nas. El cón sul se ne gó y só lo la ame na za del pre fec to, en el sen ti do de que se ría 244 au to má ti ca men te de te ni do ape nas sa lie ra del con su la do, lo con ven ció de abo nar lo que re cla ma ba la jus ti cia. Sin em bar go, lo gra ve no fue só lo que un fun cio na rio bri tá ni co mez cla ra los ne go cios con sus fun cio nes con su la res, si no que no de nun cia ra al Fo reign Of fi ce, al via jar a Lon dres, en 1909, lo que es ta ba su ce dien do en el Pu tu ma yo, ni que un ca pa taz de Pen sa mien to que se ne gó a en tre gar a los in dios al co mi sa rio Bur ga, lo gró lle gar a Iqui tos con un con tin gen te de in dí ge nas pa ra que las au to ri da des ve ri fi ca ran có mo ha bían si do azo ta dos. La co mi sión que, ha cia me dia dos de 1910, se dis po nía a par tir rum bo al Pu tu ma yo no cons ti tuía una ame na za pa ra Ju lio Cé sar Ara na. Pe ro, aún tras la par ti da de Har den burg al Ca na dá, el re ve ren do John Ha rris, de la An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety, no se ha bía que da do de bra zos cru za dos. Te nía po de ro sos con tac tos con pro mi nen tes po lí ti cos e in dus tria les, que lo apo ya ron am plia men te cuan do se pro pu so en tre vis tar se con el can ci ller bri tá ni co, sir Ed ward Grey, y le abrie ron las puer tas del Fo reign Of fi ce, lo cual no era una ta rea sen ci lla. Grey es ta ba de ma sia do preo cu pa do por con flic tos in ter na cio na les, co mo la si tua ción en Per sia, pa ra es cu char ha blar de va ya a sa ber qué in dios en al gu na re mo ta sel va su da me ri ca na. Pe ro acep tó re ci bir a una de le ga ción pa ra in te rio ri zar se con de te ni mien to de lo que su ce día en el Pu tu ma yo. El pro ble ma que sur gió de in me dia to es que la co mi sión, que co bra ba ele va dos ho no ra rios pa ga dos por la PAC,3 di fí cil men te brin da ría un in for me im par cial y ex haus ti vo de lo que ocu rría en las plan ta cio nes de cau cho de esa mis ma em pre sa. Si se que ría te ner un pa no ra ma au tén ti co, era

im pres cin di ble in cor po rar a la co mi sión a una per so na in so bor na ble y que tu vie ra ex pe rien cia en el te ma. Grey le acla ró a la de le ga ción que exis tían obs tá cu los pa ra la in ves ti ga ción. Por más que la com pa ñía que ex plo ta ba el cau cho en el Pu tu ma yo fue ra bri tá ni ca, ¿có mo po día In gla te rra in mis cuir se en los pro ble mas in ter nos del Pe rú? ¿Có mo ve ría el go bier no de Li ma que la can ci lle ría in gle sa en via ra un re pre sen tan te pa ra que in ves ti ga ra en un te rri to rio ex tran je ro? Por otra par te, ¿en qué si tua ción que da rían las com pa ñías in gle sas en el Pe rú, en tre ellas los fe rro ca rri les, si se pro du cía esa ine vi ta ble fric ción di plo má ti ca? Gran Bre ta ña no po día in ter ve nir en el Pu tu ma yo, a no ser que die ra con al gún ar ti lu gio le gal que per mi tie ra el in gre so de un ob ser va dor ofi cial. No de mo ró mu cho en en con trar lo. Co mo en 1904 la Ca sa Ara na ha bía con tra ta do ne gros de Bar ba dos y de otras is las ca ri be ñas, co mo, por ejem plo, Mont se rrat, y és tos eran súb di tos bri tá ni cos, la can ci lle ría po 245 día in ter ve nir. Sir Ed ward Grey ha bía ha lla do el ar ti lu gio ca paz de le van tar el te lón que ocul ta ba los ho rro res del Pu tu ma yo. Aho ra de bía ha llar a la per so na in di ca da pa ra esa ta rea. La úni ca elec ción ra cio nal, acer ta da y fue ra de to do cues tio na mien to re ca yó en Ro ger Ca se ment, un di plo má ti co na ci do en Ir lan da, que de sem pe ña ra fun cio nes con su la res en Áfri ca y en Su da mé ri ca; pe ro ta reas me ra men te bu ro crá ti cas, que no se com pa ra ban con el pa vo ro so in for me que pre sen tó, en 1903, so bre el Es ta do Li bre del Con go. The Whi te Book, im pul sa do por la can ci lle ría bri tá ni ca, las so cie da des an ties cla vis tas y Ed mund Mo rel, de ta lla ba có mo se ma ta ba, tor tu ra ba y mu ti la ba a los na ti vos pa ra ob te ner cau cho. Pro du jo tal es tre me ci mien to en el mun do que, cin co años des pués, Leo pol do II de Bél gi ca se vio for za do a ven der a su país ––ya que se tra ta ba de un bien per so nal–– el in men so Con go, re ci bien do a cam bio una su ma fa bu lo sa. Ro ger Ca se ment (en 1911, des pués de re gre sar del Pu tu ma yo, el rey Jor ge V lo nom bró ca ba lle ro) po seía una in te li gen cia asom bro sa, era ele gan te y, a la vez, in fa ti ga ble pa ra in ter nar se en la sel va e in te rro gar has ta las úl ti mas con se cuen cias a quien se le cru za ra en el ca mi no. Era un ho mo se xual com pul si va men te pro mis cuo, que en sus dia rios asen ta ba con es ca bro sos de ta lles sus in nú me ros y cons tan tes en cuen tros ín ti mos con na ti vos de Áfri ca o Su da mé ri ca. Es te hom bre, que en Ir lan da es con si de ra do un már tir, fue con de na do a mo rir en la hor ca, en Lon dres, en 1916, por la al ta trai ción de ha ber se alia do con Ale ma nia ––en ple na Pri me ra Gue rra Mun dial–– pa ra con tri buir a la in de pen den cia de su país. En mar zo de 1910, Ca se ment, que por en ton ces era cón sul ge ne ral en Río de Ja nei ro, ha bía re gre sa do a In gla te rra en mar zo pa ra pa sar sus va ca cio nes en la ca sa de su fa mi lia, Maghe rin tem ple, en el con da do de

An trim de su na ti va Ir lan da. Allí lle gó un re pre sen tan te de la An ti-Sla very and Abo ri gi nes Pro tec tion So ciety, con la es pe ran za de in te re sar lo en los crí me nes del Pu tu ma yo, ini cia ti va que des per tó en el di plo má ti co un in te rés in me dia to y que no de mo ró en acep tar. Se tra ta ba de una mi sión de li ca da. Pe rú no era una co lo nia bri tá ni ca, y exis tían as pec tos le ga les y di plo má ti cos a te ner en cuen ta, pa ra evi tar de ci sio nes pre ci pi ta das y sal va guar dar las re la cio nes en tre am bos paí ses. Tam bién ha bía as pec tos prác ti cos a dis cu tir. Ca se ment y Grey se en tre vis ta ron en el Fo reign Of fi ce. Lo pri me ro que ha brá ana li za do el di plo má ti co era quié nes in te gra ban la co mi sión de sig na da por la Pe ru vian Ama zon Com pany. Tu vo re ser vas con res pec to a quien la pre si día, el co ro nel Re gi nald Ber tie, 246 pe ro fi nal men te acep tó: des pués de to do, la ca rre ra de és te en los Ro yal Welsh Fu si liers ha bía si do bri llan te y, co mo in ves ti ga dor, ha bía de mos tra do una pe ri cia su per la ti va cuan do in da gó, en 1898, la ma sa cre de sol da dos y ma ri ne ros el 25 de agos to de ese año en Ira klion, Cre ta, du ran te el do mi nio tur co. Es ta ba con for me con el res to de los miem bros: Louis Har ding Bar nes era un es pe cia lis ta en agri cul tu ra tro pi cal que ha bía de sa rro lla do ta reas en Mo zam bi que; Wal ter Fox era un ex per to en cau cho co nec ta do con los Ro yal Bo ta ni cal Gar dens; Sey mour Bell era eco no mis ta es pe cia li za do en de sa rro llo co mer cial, y Henry Giel guld ––el que creía que el Pu tu ma yo era un pa raí so–– de sa rro lla ría ta reas me no res. Sir Ed ward Grey no ig no ra ba la im por tan cia de es pe ci fi car ta xa ti va men te cuá les se rían las fun cio nes de Ca se ment. En el as pec to prác ti co, el ma yor pro ble ma lo de pa ra ron el trans por te por el río Pu tu ma yo y sus tri bu ta rios, ya que só lo po día rea li zar se en los bar cos de la Pe ru vian Ama zon Com pany, lo que im pli ca ba un con trol per ma nen te de los miem bros de la co mi sión. Grey, in te li gen te men te, au to ri zó a Ca se ment a que uti li za ra cual quier otro me dio de trans por te, si lo creía ne ce sa rio, y es te, tam bién in te li gen te men te, le se ña ló que no con ve nía apar tar se de ma sia do del gru po ob ser va dor pa ra po der fis ca li zar lo. Fue una reu nión en tre dos hom bres que co no cían a la per fec ción su ofi cio, los ries gos di plo má ti cos y las tram pas en que se po día caer; por lo tan to, tra za ron li nea mien tos y lí mi tes pre ci sos a la ta rea que lle va ría a ca bo Ro ger Ca se ment, de ta lla dos por él mis mo. In ves ti gar las de nun cias con tra súb di tos bri tá ni cos em plea dos por una com pa ñía bri tá ni ca y, has ta cier to pun to, el pro pio ac tuar de esa com pa ñía, si es que esa ac tua ción afec tó a súb di tos bri tá ni cos. Es to cons ti tui ría una fun ción per fec ta men te le gí ti ma pa ra un fun cio na rio in glés y que po dría lle var a ca bo, en tre otras ra zo nes, por las po si bles in dem ni za cio nes que pu die ran sur gir co mo con se cuen cia de la ac tua ción de es ta com pa ñía o de sus em plea dos bri tá ni cos.

Sir Ed ward Grey no dio in di ca cio nes con cre tas acer ca de có mo de be ría lle var se a ca bo una in ves ti ga ción de es ta na tu ra le za en un país ex tran je ro, sal vo li nea mien tos ge ne ra les en cuan to a la for ma de pro ce der. Le se ña lé que las di fi cul ta des de es te ti po de in ves ti ga ción po dían ser con si de ra bles y que se ría de sea ble una in ter pre ta ción in de pen dien te, es de cir, la pre sen cia de una per so na con un co no ci mien to com pe ten te del idio ma es pa ñol. En es te pun to, co mo tam bién en el re fe 247 ren te a los me dios de trans por te y los mé to dos a adop tar pa ra re ca bar in for ma ción, el Se cre ta rio de Es ta do lo de jó a mi buen ar bi trio. Sir Ed ward Grey lue go in di có que, ade más de los car gos es pe cí fi cos que pu die ran sur gir con tra los em plea dos de la com pa ñía que se tra du je ran en per jui cios con tra súb di tos bri tá ni cos, tam bién po drían des cu brir se he chos co nec ta dos con el ré gi men de la ex plo ta ción del cau cho del país vi si ta do, que de be rían ser ano ta dos y co mu ni ca dos se pa ra da men te. Se ría con ve nien te te ner una enor me pru den cia al res pec to ––co mo tam bién du ran te la in ves ti ga ción–– pa ra que el go bier no pe rua no no opu sie ra re pa ros a la mi sión. Se ría ne ce sa rio dis cri mi nar to da in for ma ción com pro me te do ra, que no se ría pu bli ca da ni trans mi ti da a fun cio na rios de los go bier nos in vo lu cra dos. El in for me de los he chos, en tan to y en cuan to con cer nie ra a una com pa ñía y súb di tos bri tá ni cos, se pu bli ca ría úni ca men te en In gla te rra. Na da su po Ju lio Cé sar Ara na de lo que se tra ma ba en tre abo li cio nis tas, un di plo má ti co que ha bía de sa fia do na da me nos que al rey de los bel gas y un can ci ller que te nía ple na con cien cia, co mo fun cio na rio, de sus res pon sa bi li da des. Cuan do se en te ró de la de sig na ción de Ro ger Ca se ment, el 13 de ju lio, vis lum bró con agu da ni ti dez pro ble mas de pri me ra mag ni tud. Era lo peor que le po día ha ber su ce di do. No ig no ra ba quién era el ir lan dés y qué ta rea ha bía rea li za do en el Con go. Có mo con tra rres tar a ese ojo pe ne tran te, a ese hom bre ha bi lí si mo en los in te rro ga to rios cuan do lle ga ra a La Cho rre ra o a Abi si nia, por más que se hu bie ra mon ta do una es ce no gra fía; de qué mo do es con der en la sel va a los in dios ––que eran cen te na res–– que os ten ta ban la cé le bre “mar ca de Ara na” en las nal gas o en la es pal da; có mo en cu brir que en Iqui tos se ven dían ni ños in dí ge nas pa ra cum plir con ta reas ser vi les por vein te li bras es ter li nas, mu chos de ellos pro ve nien tes de sus sec cio nes cau che ras del Pu tu ma yo; qué ga ran tía ten dría de que en car ga dos, em plea dos, in dios y ne gros de Bar ba dos man ten drían si len cio con res pec to a los crí me nes que se co me tían. La pre sen cia de Ca se ment en su im pe rio era una pe sa di lla. Ya ha bía ha bi do un con tac to en tre Ca se ment y la fa mi lia Ara na. En

fe bre ro de 1907, Li zar do Ara na, her ma no de Ju lio Cé sar, e in te gran te de la es truc tu ra em pre sa ria, ha bía em bar ca do rum bo a Ma naos en el va por Cle ment. En la ha bi tual es ca la en Ma dei ra se in cor po ró un nue vo via je ro: Ro ger Ca se ment, que se tras la da ba a Pa rá, en la de sem bo ca du ra del Ama zo nas, pa ra ha cer se car go del con su la do bri tá ni co. Al gu na no che ha 248 brán com par ti do, co mo era la cos tum bre, la me sa del ca pi tán. Los dos hom bres te nían un ras go co mún: am bos ocul ta ban pe no sos se cre tos. El her ma no de Li zar do Ara na, y tam bién él mis mo, ha bían con ver ti do al Pu tu ma yo en un in fier no y tra ta ba por to dos los me dios de man te ner ocul ta esa abo mi na ble rea li dad; Ca se ment te nía una vi da se xual que era pe nal men te san cio na ble en una In gla te rra don de ha cía ape nas on ce años ha bía es ta lla do el es cán da lo Os car Wil de. La par ti da de la co mi sión se fi jó pa ra el 23 de ju lio, des de el puer to de Sout hamp ton, a bor do del Edin burgh Cas tle, de la com pa ñía na vie ra Union-Cas tle. La in na ta ha bi li dad de Ca se ment, su pres ti gio por la in ves ti ga ción que ha bía lle va do a ca bo en el Con go y su con di ción de di plo má ti co que par tía a in ves ti gar nue vas atro ci da des, es ta vez en un río su da me ri ca no, lo pu sie ron en con tac to con fi gu ras pro mi nen tes, co mo Art hur Co nan Doy le y Wi lliam Cad bury, pro pie ta rio de la cé le bre fá bri ca de cho co la te. Los me dios de di fu sión bri tá ni cos re ve la ron que una mi sión in gle sa ha bía par ti do al río Pu tu ma yo pa ra in ves ti gar las de nun cias so bre atro ci da des, pe ro fue des pués de ha ber zar pa do, re cién el 6 de agos to. Ro ger Ca se ment ha bía pues to en mar cha una im pla ca ble ma qui na ria. Ju lio Cé sar Ara na no la po dría de te ner ni si quie ra con to do el cau cho del Pe rú. NO TAS 1 Pa ra ha llar la en ese la be rín ti co ce men te rio eri gi do en un te rre no que per te ne cía al ejér ci to in glés, quie nes po seen un na ve ga dor sa te li tal (GPS), la en con tra rán en las coor de na das N 22º 16.264’ E 114º 10.740’. 2 El Fo reign Of fi ce siem pre se re fi rió en su co rres pon den cia a Mr. X. pa ra no men cio nar a Whif fen, has ta que Ju lio Cé sar Ara na lo de sen mas ca ró, en 1913, y se hi zo pú bli ca su ex tor sión. 3 La mi sión le cos tó a la Pe ru vian Ama zon Com pany diez mil li bras es ter li nas. 249 El co ra zón de las ti nie blas Du ran te el si glo XIX, las po ten cias eu ro peas se ob se sio na ron con un con ti nen te que pa re cía una ina go ta ble cor nu co pia des ti na da a ali men tar sus in dus trias. Áfri ca, a di fe ren cia de Ibe roa mé ri ca, era un com ple jo mo sai co de cul tu ras y cli mas, de sel vas ine na rra bles, de de sier tos de so la dos, de co lo nias. El con ti nen te ne gro co men za ba al sur del Sa ha ra y era tan

mis te rio so que, en 1860, aún no se co no cían las fuen tes del río Ni lo. El in te rés eu ro peo por el Áfri ca sub sa ha ria na se de sa tó en la se gun da mi tad del si glo XIX, im pul sa do por la avi dez de ma te rias pri mas y de ma no de obra ba ra ta o, me jor, es cla va. Has ta ese mo men to só lo Por tu gal ––des de ha cía si glos–– man te nía co lo nias co mo An go la y Lou ren ço Mar ques (en la ac tua li dad, Mo zam bi que). A gran des ras gos, pue de de cir se que el oc ci den te afri ca no que dó en ma nos de Fran cia y Gran Bre ta ña, el orien te en las de es te úl ti mo país, y par te del oes te y de la zo na orien tal en las de Ale ma nia. Pe ro la sel va co lo sal ubi ca da en el me dio del con ti nen te, en la cuen ca del río Con go, ca re cía de due ño al ini ciar se el úl ti mo cuar to del si glo XIX. Un río os cu ro e inex plo ra do, el Con go, na ci do en el río Lua la ba, atra ve sa ba la in men sa cuen ca pa ra de sem bo car en el océa no Atlán ti co. Es ta ina go ta ble zona pro duc to ra de ma te rias pri mas no que dó en ma nos de un Es ta do si no en las de un in di vi duo: me dian te in fa ti ga bles in tri gas di plo má ti cas, Leo pol do II de Bél gi ca hi zo un feu do pri va do de esa enor me re gión, a la que de no mi nó el Es ta do Li bre del Con go, no por que sus ha bi tan tes lo fue ran, si no por que ––en teo ría–– po drían co mer ciar con cual quier país, al go que su pro pie ta rio no tar dó en des men tir. Se ría lar go re la tar có mo el rey de un país di mi nu to lo gró adue ñar se de se me jan te ex ten sión afri ca na; bas te se ña lar que el Con gre so de Ber lín, en 1885, pro cla mó el na ci mien to del Es ta do Li bre del Con go y que Leo pol do II ––no la na ción so bre la que él rei na ba–– ter mi nó con vir tién do se en su due ño. 251 Leo pol do II, pri mo de la rei na Vic to ria de In gla te rra y por cu yas ve nas co rría la san gre Sa jo nia-Co bur go-Got ha, fue el peor ge no ci da de fi nes del si glo XIX y co mien zos del que le si guió, a pe sar de que los bel gas di fí cil men te re co noz can es te he cho. Era un hom bre al to y del ga do, de po bla da bar ba, im pul sa do por un ina go ta ble e ines cru pu lo so ape ti to de po der y de di ne ro. Li mi ta do en su go bier no por una cons ti tu ción y ne gán do se a de pen der eco nó mi ca men te de los po lí ti cos de tur no, su po que pa ra ser ver da de ra men te ri co y ha cer de Bél gi ca un país pro mi nen te, y de Bru se las una ca pi tal con sor pren den tes par ques, edi fi cios y mo nu men tos ––co men zan do por su pa la cio de Lae ken–– de be ría con tar, co mo to da po ten cia que pe sa ra en el con cier to de las na cio nes, con po se sio nes de ul tra mar ca pa ces de pro veer ma te rias pri mas y ma no de obra a ba jo cos to. Eso se lo otor gó, con cre ces, el Es ta do Li bre del Con go. Leo pol do no pu do ma ne jar su vi da per so nal co mo lo ha cía con las de los des va li dos con go le ños. Sus tres hi jas ter mi na ron re pu dián do lo. Una de ellas, Es te fa nía, ca só con Ro dol fo de Habs bur go, que se sui ci dó jun to a su aman te Ma ría Vet se ra en el cas ti llo de Ma yer ling. Su her ma na Car lo ta, es po sa de Ma xi mi lia no de Habs bur go, se en ro ló en la aven tu ra me xi ca na idea da por Na po león III, y lle gó a ser em pe ra triz del país

az te ca. Pe ro en me dio del nau fra gio de la aven tu ra me xi ca na y tras el fu si la mien to de su ma ri do, Car lo ta per dió la ra zón. Ca da vez más ale ja da de la rea li dad, vi vió re clui da en el cas ti llo bel ga de Bou chout has ta su muer te, en 1927. Las atro ci da des que se co me tían en el Con go pa ra ob te ner cau cho, a par tir de 1890, fue ron de tal mag ni tud que ins ti tu cio nes co mo la Con go Re form As so cia tion, tan to en Gran Bre ta ña co mo en los Es ta dos Uni dos, ini cia ron una cam pa ña de de nun cia. En tre los que apo ya ron esas de nun cias es ta ban el rey bri tá ni co Eduar do VII, Mark Twain, Theo do re Roo se velt, Jo seph Con rad y un fun cio na rio del Fo reign Of fi ce na ci do en Ir lan da: Ro ger Ca se ment, cu yo in for me so bre el Con go apa re ci do en 1904 (Ad mi nis tra tion of the In de pen dent Sta te of the Con go), es tre me ció al mun do. Una cui da do sa in ves ti ga ción de las con di cio nes de vi da de los na ti vos al re de dor del la go Man tum ba con fir mó la ve ra ci dad de al gu nas de cla ra cio nes que re gis tré, en el sen ti do de que la dis mi nu ción de la po bla ción, las al deas su cias y mal man te ni das y la fal ta ab so lu ta de ca bras, ove jas y aves ––que en es ta re gión fue ron abun dan tes en otra 252 épo ca–– ha brá que atri buir las al es fuer zo con ti nuo a lo lar go de va rios años pa ra obli gar a los na ti vos a re co lec tar cau cho. Nu me ro sos des ta ca men tos de sol da dos na ti vos es ta ban acan to na dos en el dis tri to y las me di das pu ni ti vas se to ma ron du ra ron un tiem po con si de ra ble. Du ran te el trans cur so de es tas ope ra cio nes hu bo una no ta ble pér di da de vi das, acom pa ña da, mu cho me te mo, por una mu ti la ción ge ne ral de los muer tos, co mo prue ba de que los sol da dos ha bían cum pli do con su de ber. Me per ca té de dos ca sos de mu ti la ción mien tras es tu ve en la re gión del la go. Uno fue el de un jo ven, cu yas ma nos ha bían si do tri tu ra das a cu la ta zos; el otro, un mu cha cho de diez u on ce años de edad, a quien se le ha bía cor ta do una ma no a la al tu ra de la mu ñe ca. En am bos ca sos los sol da dos gu ber na men ta les es ta ban acom pa ña dos por ofi cia les blan cos cu yos nom bres ten go en mi po der. De seis na ti vos (una ni ña, tres ni ños, un jo ven y una an cia na) que fue ron mu ti la dos du ran te es te sis te ma de re co lec ción de cau cho, to dos me nos uno ha bían muer to al día de mi arri bo. Las re ve la cio nes de Ca se ment que fi gu ran en los Bri tish Par la men tary Pa pers, de 1904 (LXII, Cd. 1933), ha cen pa li de cer lo ex pre sa do más arri ba. Las des crip cio nes del ho rror se ase me jan no ta ble men te a lo que su ce día en el Pu tu ma yo y mues tran con atroz cla ri dad la ac ti tud del hom bre eu ro peo pa ra con las ra zas que con si de ra ba in fe rio res. A los na ti vos se los ata ba con co rreas que, al con traer se con la llu via, cor ta -

ban la piel has ta el hue so, o se les ma cha ca ban las ma nos con la cu la ta de los fu si les has ta que se des pren dían. Se los obli ga ba a co mer las he ces de los blan cos. Co mo en tre te ni mien to, más que pa ra aho rrar ba las, se los ubi ca ba uno de trás de otro y se los ma ta ba de un so lo ti ro. A los he ri dos ––co mo en el Pu tu ma yo–– no se les brin da ba asis ten cia al gu na, y se los arro ja ba a los cer dos o a tri bus ca ní ba les. Ha cer los mo rir de ina ni ción era otro de los pa sa tiem pos de los eu ro peos, lo que for za ba a los na ti vos, de ses pe ra da men te ham brien tos, a co mer se el re vo que de vie jos edi fi cios, lo que les pro vo ca ba vó mi tos con bi lis que con te nía san gui jue las. La cam pa ña de de nun cias fue tan in ten sa que, en 1908, Leo pol do II no tu vo más re me dio que trans fe rir el enor me Es ta do a Bél gi ca, por la fa bu lo sa su ma de cin cuen ta mi llo nes de fran cos. Ro ger Ca se ment pa só a ser una suer te de hé roe por ha ber se aden tra do en esa sel va omi no sa y ha ber pues to en des cu bier to a los ar tí fi ces del ho rror. Pa ra en ten der a es 253 te hom bre com ple jo y ator men ta do ha bría que co no cer có mo y por qué lle gó al Con go. Ro ger Ca se ment ha bía na ci do en Du blín, el mis mo año en que na ció Ju lio Cé sar Ara na, 1864; sus pa dres fa lle cie ron en su ju ven tud. Jun to con sus her ma nos, fue cria do por su tío, John Ca se ment, en Mag he rin tem ple Hou se en el con da do de An trim. La am bi va len cia y los con tras tes agu dos for ma ron par te de su per so na li dad des de su na ci mien to: su pa dre era pro tes tan te, su ma dre ca tó li ca (y al co hó li ca); a pe sar de su in ten sa de vo ción re li gio sa, fue un ho mo se xual pro mis cuo que re cu rría in ce san te men te a los ser vi cios pa gos de jó ve nes na ti vos afri ca nos o ama zó ni cos; fue fun cio na rio del go bier no in glés y se hi zo cé le bre con sus in ves ti ga cio nes por cuen ta del mis mo so bre las atro ci da des en el Con go y en el Pu tu ma yo, pe ro su com pro mi so con la in de pen den cia de Ir lan da lo lle vó a co la bo rar ac ti va men te con Ale ma nia en ple na gue rra mun dial, lo que le va lió ser eje cu ta do por al ta trai ción en 1916. Al de jar su Ir lan da na ti va tras fi na li zar sus es tu dios, Ca se ment tra ba jó en El der Dempts ter Ship ping Co., una em pre sa na vie ra, en Li ver pool, don de vi vía con sus pa rien tes, los Ban nis ter. Pe ro lo que lo atraía era la re mo ta y en bue na par te inex plo ra da Áfri ca sub sa ha ria na. A los die ci nue ve años lle gó a la re gión del Con go pa ra tra ba jar en al gu nas com pa ñías y en la As so cia tion In ter na tio na le Afri cai ne, di ri gi da por Leo pol do II de Bél gi ca, don de cum pli ría las más di ver sas fun cio nes, des de ex plo ra dor y ca za dor, has ta in ves ti ga dor y ad mi nis tra dor. Co rría 1884 y co men za ba un pro ce so im pa ra ble que fue co no ci do co mo Scram ble for Afri ca ––la “re ba ti ña por Áfri ca”––, en el que las po ten cias eu ro peas se re par tie ron el con ti nen te ne gro co mo si se tra ta ra de por cio nes de

una tor ta. En el Con go, to do es ta ba por ha cer se, y ha cía po co que gran des ex plo ra do res, co mo el doc tor Li vings to ne y Henry Mor ton Stan ley ha bían cru za do la sel va im pe ne tra ble des cu brien do mon ta ñas, ca ta ra tas y la gos ig no ra dos por la ci vi li za ción. Por en ton ces, Ca se ment creía in ge nua men te que las in ten cio nes eu ro peas en Áfri ca eran ci vi li za do ras; ha bi ta ría en ese con ti nen te du ran te vein te años. En 1892, in gre só al ser vi cio di plo má ti co bri tá ni co y lle vó a ca bo ta reas con su la res en el Con go, Ni ge ria, Lou ren ço Mar ques (su pri mer car go co mo cón sul), Su dá fri ca y An go la. En ju nio de 1890, en el prin ci pal puer to con go le ño, Ma ta di, a ori llas del gran río ––don de con cluía la na ve ga ción pa ra los va po res que in gre sa ban por el océa no Atlán ti co, de bi do a los gran des rá pi dos que exis tían 254 en tre es ta ciu dad y Leo pold vi lle, en la ac tua li dad Kins ha sa–– se en con tra rían, por pu ro azar, dos hom bres: un mo des to em plea do y un ca pi tán de bar co, que com par tie ron una ha bi ta ción du ran te quin ce días. El em plea do era Ro ger Ca se ment; el ca pi tán, un po la co, Jo seph Kor ze niowsky (de ri va del po la co kor zen, o raíz), que el mun do co no ce ría co mo Jo seph Con rad. La in for ma ción que el ir lan dés le su mi nis tró al gran es cri tor po la co-bri tá ni co en esa oca sión dio ori gen a un re la to ex traor di na rio: Heart of Dark ness (El co ra zón de las ti nie blas), que mos tró en for ma de fic ción el ho rri ble y na da fic ti cio ros tro del “pro gre so” que im po nía Eu ro pa en otros con ti nen tes. El 13 de ju nio, el fu tu ro es cri tor re gis tró en su dia rio: “Co no cí a Mr. Ro ger Ca se ment, lo que con si de ro un gran pla cer en es tas cir cuns tan cias… Pien sa, se ex pre sa bien, muy in te li gen te y sim pá ti co”. Con se gu ri dad, en con trar un al ma sen si ble en Ma ta di no era fá cil. Pa ra Ro ger Ca se ment ha brá si do un ha llaz go dar con es te po la co, que lle va ba con si go el ma nus cri to de Al ma yer’s Folly, su pri me ra no ve la. Ima gi ne mos a es te puer to de des lum bran te be lle za, per di do en la sel va afri ca na, ro dea do de mon ta ñas y de un río ser pen tean te. To da vía no se ha bía cons trui do el fe rro ca rril a Leo pold vi lle y se lle ga ba allí a pie, tra yec to en que la mos ca tsé-tsé, por ta do ra de la “en fer me dad del sue ño”, diez ma ba a na ti vos y eu ro peos. Es ta ta rea ago ta do ra le to có en suer te a Con rad. La ex pe rien cia con go le ña del po la co fue bre ve y de sas tro sa. Fue ca pi tán só lo du ran te una se ma na de un des tar ta la do va por flu vial, el Roi des Bel ges, y con tra jo las ha bi tua les en fer me da des tro pi ca les, que lo tu vie ron pos tra do du ran te seis me ses, al ca bo de los cua les re gre só a Eu ro pa. Aun que el ir lan dés no de jó im pre sio nes es cri tas so bre es te ca pi tán de bar co, Con rad sí lo re tra tó a él. En su no ve la The In he ri tors, es cri ta en co la bo ra ción con Ford Ma dox Ford (1901), se des cu bre un ine quí vo co re tra to de Ca se ment en el per so na je de Soa ne, el hi jo de un no ble ir lan -

dés, que se opo ne al Duc de Mersch, un al ter ego en la fic ción de Leo pol do II de Bél gi ca. Ro ger Ca se ment era un hom bre im po nen te. Las fo to gra fías que se con ser van de él mues tran a un ser al to, es pi ga do, de mi ra da pe ne tran te, bar ba pro li ja y ai re ele gan te. En una car ta que le es cri bió al es cri tor R.B. Cun ning ha me Gra ham, en 1903, Con rad lo des cri be así: “Le en vío dos car tas que re ci bí de un hom bre lla ma do Ca se ment, acla rán do le que lo 255 co no cí en el Con go ha ce do ce años. Qui zás ha oí do ha blar de él o ha vis to su nom bre im pre so. Es un ir lan dés pro tes tan te y pia do so. Pe ro tam bién lo era Pi za rro. Por lo de más, pue do ase gu rar le que se tra ta de una per so na li dad lím pi da. Exis te tam bién en él un to que del Con quis ta dor; lo he vis to par tir a im pro nun cia bles zo nas sal va jes es gri mien do un bas tón tor ci do co mo úni ca ar ma, con dos pe rros bull dog pi sán do le los ta lo nes: Paddy (blan co) y Biddy (ma rrón) y, co mo to da com pa ñía, un mu cha cho luan da, es de cir, ori gi na rio de Luan da, An go la, car gan do un bul to. Unos me ses des pués lo en con tré nue va men te al go más en cor va do, más bron cea do, con su bas tón, sus pe rros y el mu cha cho luan da, y pa re cía tan se re no co mo si hu bie ra da do un pa seo por el par que”. En esa mis ma car ta Con rad ad mi te que Ca se ment le ha re ve la do los ho rro res “in de ci bles” (uns pea ka ble) ––pa ra uti li zar un tér mi no de Con rad–– que die ron ori gen a El co ra zón de las ti nie blas: ¡Él sí que po día con tar co sas! Co sas que he tra ta do de ol vi dar; co sas que ni si quie ra sa bía que exis tían. Ha es ta do tan tos años co mo yo me ses ––ca si–– en Áfri ca. La vi da los reu ni ría bre ve men te. En Lon dres, en 1896, coin ci die ron en una ce na de la John son So ciety, or ga ni za da por el edi tor Fis her Un win. Ade más, Ca se ment vi si tó en dos oca sio nes la ca sa de cam po del ma tri mo nio Con rad, en Pent Farm, Stan ford; la pri me ra el 3 de ene ro de 1903, la se gun da en 1905. So bre es ta úl ti ma vi si ta, Jes sie Con rad es cri bió mu chos años des pués: “Sir Ro ger Ca se ment, un fa ná ti co pro tes tan te, vi no a vi si tar nos y a pa sar dos días con no so tros. Era un hom bre muy buen mo zo con una bar ba ne gra y es pe sa y ojos pe ne tran tes e in quie tos. Me im pre sio nó enor me men te su per so na li dad. Fue du ran te la épo ca en que es ta ba in te re sa do en dar a co no cer las atro ci da des que se lle va ban a ca bo en el Con go Bel ga. Quién hu bie ra po di do pre ver su te rri ble des ti no du ran te la gue rra mien tras es ta ba en nues tro sa lón de nun cian do apa sio na da men te las cruel da des que ha bía pre sen cia do”. A di fe ren cia de otros in te lec tua les, Jo seph Con rad no se opu so a que Ca se ment fue ra ajus ti cia do, el 3 de agos to de 1916. Le es cri bió una car ta a John Quinn, en tre el arres to y la eje cu ción del ir lan dés, en la que di ce: 256

Uno só lo se pre gun ta, en nues tro do lor, pa ra qué sir vió to do. Con Gran Bre ta ña aplas ta da y la flo ta ale ma na sur can do los ma res, la me ra som bra de la in de pen den cia ir lan de sa se hu bie ra es fu ma do. La Re pú bli ca de Is lan dia …1 se hu bie ra con ver ti do me ra men te en un bien de fen di do des ta ca men to ale mán, un de lez na ble es ca lón ha cia el ob je ti vo fi nal de la Welt-Po li tik… Nun ca ha bla mos de po lí ti ca [con Ca se ment]. Tam po co pien so que él te nía al gu na. No pue de ser to ma do en se rio un Ho me-ru ler que acep ta el pa tro naz go de Lord Sa lis bury. Era un buen com pa ñe ro; pe ro ya en Áfri ca con si de ré, pro pia men te ha blan do, que era un hom bre sin men ta li dad al gu na. No quie ro de cir es tú pi do. Quie ro de cir que era ab so lu ta men te emo cio nal. Se abrió ca mi no de bi do a la fuer za de la emo ción (el in for me so bre el Con go, Pu tu ma yo, etc.) y al pu ro tem pe ra men to ––una per so na li dad ver da de ra men te trá gi ca––; se tra ta ba de una gran de za de la cual no te nía ras tros. Só lo va ni dad. Pe ro en el Con go aún no era vi si ble. Cuan do el edi tor Fis her Un win (pu bli có va rias obras de Con rad y, tam bién, The De vil’s Pa ra di se, de Wal ter Har den burg) jun tó fir mas pa ra pe dir cle men cia al go bier no bri tá ni co ––lo gró las de Ches ter ton, John Gals worthy y Sir Art hur Co nan Doy le, en tre las más cons pi cuas––, Con rad se ne gó en fá ti ca men te; aún más, le ex pre só a su ami go Jo seph Re tin ger que ha bía com par ti do una cho za con Ca se ment en el Con go y ha bía ter mi na do pro fun da men te dis gus ta do, ex pre sio nes que po co con di cen con sus pri me ras im pre sio nes del ir lan dés. Es que la con di ción de ho mo se xual de sir Ro ger Ca se ment ha bía que da do al des cu bier to cuan do Sco tland Yard alla nó su ca sa en Lon dres, 55 Ebury Street, Pim li co, y en con tró los fa mo sos Black Dia ries (Dia rios Ne gros), don de el ex di plo má ti co re gis tra ba con es can da lo sos de ta lles su pro mis cua vi da ín ti ma. Esos dia rios fue ron leí dos por el rey Jor ge V, miem bros del Par la men to, obis pos y lí de res de opi nión bri tá ni cos. Con rad con si de ra ba que el ha ber com par ti do du ran te quin ce días una cho za en una ciu dad sel vá ti ca con un ho mo se xual tan no to rio, que aho ra re sul ta ba ade más un trai dor a la pa tria ––en el ca so de Con rad, adop ti va–– lo po nía al bor de del pre ci pi cio. El Pu tu ma yo fue el se gun do de sa fío de Ro ger Ca se ment. Des de que par tió jun to con la co mi sión in ves ti ga do ra del puer to de Sout hamp ton, el 23 de ju lio de 1910, a bor do del Edin burgh Cas tle, des con fió de aqué 257 lla ––más allá de sus bue nas in ten cio nes––, ya que ha bía si do de sig na da por la com pa ñía, lo cual le res ta ba ob je ti vi dad. En su pro fu sa co rres pon den cia du ran te es te via je, no de jó de re cal car su con di ción de pa ying guest, es de cir, de in vi ta do que se ha ce car go de sus pro pios gas tos. En fa ti zó tam bién que, más que in ves ti gar, los in te gran tes de la co mi ti va se

de di ca rían a es tu diar as pec tos de la em pre sa re la cio na dos con lo eco nó mi co y lo fi nan cie ro, y a bus car nue vas áreas de ren ta bi li dad. Los por me no res de es te via je los co no ce mos a tra vés de sus dia rios, ma yor men te es cri tos con lá piz y que fue ron ad mi ra ble men te cla si fi ca dos por An gus Mit chell des pués de una ex haus ti va in ves ti ga ción en la Bi blio te ca Na cio nal de Ir lan da, y plas ma dos en The Ama zon Jour nal of Ro ger Ca se ment (El dia rio ama zó ni co de Sir Ro ger Ca se ment). El 27 de ju lio lle ga ron a Ma dei ra y de bie ron per ma ne cer cua tro días en Fun chal pa ra es pe rar la co ne xión a Pa rá, a bor do del Hi lary. Es ta is la era una suer te de pun to neu rál gi co de tras bor dos y, a la vez, un pa raí so que atraía a nu me ro sos eu ro peos que huían de los ri go res in ver na les. El 31 de ju lio se em bar ca ron en el Hi lary, cru za ron el océa no Atlán ti co y, el 8 de agos to, lle ga ron a Be lém do Pa rá, ciu dad don de el ir lan dés ha bía si do cón sul. Pa rá, si bien era un puer to ac ti vo por don de se ex por ta ba el cau cho y en tra ban ali men tos y pro duc tos ma nu fac tu ra dos, te nía un cli ma abo mi na ble. El 13 de agos to, el Hi lary le vó an clas, bor deó la is la de Ma ra jó y se aden tró en el río Ama zo nas rum bo a Ma naos, don de tras bor da ría la co mi ti va pa ra di ri gir se a Iqui tos. Los ca ma ro tes eran so fo can tes, ape nas re fres ca dos por un ven ti la dor de pa red y los sa lo nes se vol vían irres pi ra bles de bi do al ca lor del tró pi co y la hu me dad; pa ra col mo, era de ri gor el uso de sa co, cue llo du ro y cor ba ta. El co ro nel Ber tie, je fe de la co mi sión, fue ata ca do por la di sen te ría en cuan to zar pa ron de Pa rá, y pa ra cuan do lle ga ron a Ma naos, es ta ba tan en fer mo que de ci dió re gre sar a In gla te rra. Pa ra Ca se ment no fue una pér di da sig ni fi ca ti va. En una car ta fe cha da el 2 de agos to, an tes de lle gar a Pa rá, le ha bía es cri to a su ami go, Ed mund Mo rel, in fa ti ga ble de nun cia dor de las atro ci da des del Con go: “No creo que Ber tie sea el hom bre pa ra des cu brir al go. Pa re ce muy ino fen si vo y na da sa be acer ca del país, de sus ha bi tan tes, de las tra di cio nes, ideas o cual quier co sa que se re la cio ne con el tra ba jo a rea li zar. Só lo se tu vie ron en cuen ta su nom bre y po si ción so cial [era her ma no del em ba ja dor bri tá ni co en Pa rís]. La prin ci pal di fi cul tad, en lo que a mí res pec ta, es la apa ren te ne ce si dad de te ner que via jar a to das par tes co mo hués ped de es ta co mi sión. Es di fí cil y 258 prác ti ca men te im po si ble lle gar a una con clu sión in de pen dien te, o se guir una lí nea in de pen dien te de in ves ti ga ción cuan do, des de el prin ci pio has ta el fin, ten dré que ha cer to do con su per mi so”. No es de ex tra ñar, en ton ces, que un día des pués de lle gar a Ma naos, Ro ger Ca se ment ha ya que ri do des pren der se lo an tes po si ble de la co mi sión pa ra in ves ti gar por su cuen ta. Abor dó un va por de la Booth Li ne, el Huay na y zar pó rum bo a Iqui tos, li brán do se tran si to ria men te de sus com pa ñe ros. De lo que no se pu do des pren der era de un mal que le afec ta ba

la vis ta, que lo obli ga ba a es cri bir con lá piz, ya que la tin ta le agu di za ba sus di fi cul ta des óp ti cas. El mé di co de a bor do, an tes de lle gar a Ma naos, le ad vir tió que po día pa de cer of tal mia cró ni ca si no to ma ba al gu nos cui da dos im pres cin di bles, ad ver ten cia que no de be de ha ber to ma do en cuen ta por que en ple na sel va es tu vo, al gún tiem po, con los dos ojos ven da dos. A bor do del Huay na, que re mon ta ba con pas mo sa len ti tud el río Ama zo nas de bi do a que el ni vel de las aguas ha bía des cen di do con si de ra ble men te, Ca se ment al ter nó con un pa sa je ro que se di ri gía a Iqui tos, y que tam bién ha bía via ja do des de Ma dei ra a Ma naos en el Hi lary. Era Víc tor Is rael, cu yos in te re ses, con los años, se en tre la za ron con los de Ju lio Cé sar Ara na ––fue su tes ta fe rro–– y, quien, se gún al gu nas ver sio nes, se que dó con la re du ci da for tu na que le que da ba al cau che ro des pués de 1930. Se ría in com ple ta una his to ria de Iqui tos sin men cio nar a es te hom bre de ne go cios, que fue al cal de de esa ciu dad, y pro pie ta rio del des lum bran te Ho tel Pa la ce, so bre el ma le cón Ta ra pa cá, ac tual men te se de de la Pre fec tu ra de Lo re to. Is rael era un ju dío na ci do en la is la de Mal ta. Ha cía on ce años que vi vía en Iqui tos y ha bía em pe za do su ac ti vi dad co mer cial con una mo des ta tien da. El dia rio de Ca se ment re gis tra una con ver sa ción que man tu vo con él la no che del 24 de agos to de 1910, mien tras el va por es ta ba fon dea do en la de sem bo ca du ra del río Ya va rí. Is rael, que in ten ta ba atraer ca pi ta les pa ra su com pa ñía cau che ra, la Pa ca ya Rub ber Com pany, con un mi llón de hec tá reas en el río Uca ya li, a dos días de na ve ga ción de Iqui tos, de fen dió an te Ca se ment los mé to dos de ex plo ta ción ––se gún él, im pres cin di bles–– que se apli ca ban en el Ama zo nas. Ca se ment de be de ha ber que da do per ple jo, no por que des co no cie ra cuál era el sis te ma, si no por que por pri me ra vez al guien le con fe sa ba des car na da men te có mo era la rea li dad. Ca se ment adu jo que el im pe rio bri tá ni co no “con quis ta ba” ni “re du cía”2 a los ha bi tan tes de sus co lo nias y que el úni co sis te ma eco nó mi co que po dría per du rar era aquel 259 que de sa rro lla ra den tro de ese mar co le gal y éti co; por el con tra rio, el en ri que ci mien to rá pi do e ines cru pu lo so só lo con du cía al error. Pe ro Is rael no pen sa ba aban do nar sus prin ci pios en ma te ria de ex plo ta ción. ––¿Qué ha ría us ted si el go bier no pe rua no le ofre cie ra una con ce sión en la sel va ama zó ni ca don de exis tie ran in dios sal va jes sin que co mer cial men te na da pue da en ca rar se si no son re du ci dos? ––le pre gun tó al ir lan dés. ––En esas con di cio nes ––res pon dió Ca se ment––, ja más acep ta ría una con ce sión. ––¡Ah! ––re pli có Is rael––; en ton ces no pue de ha ber nin gún diá lo go po si ble en tre no so tros. No exis te la po si bi li dad de un acuer do, ya que

nues tros pun tos de vis ta son de ma sia do di ver gen tes. ––Eso es lo que creo ––re pu so el ir lan dés––. Ve mos es te asun to con per cep cio nes di fe ren tes en lo que res pec ta a las re la cio nes en tre los hom bres. El Huay na dis ta ba de te ner las co mo di da des del Hi lary, que lo tras la da ra de Ma dei ra a Ma naos. Era una mo des ta bar ca za flu vial, con un úni co y he dion do re tre te que com par tían los vein ti sie te pa sa je ros. Por eso, Ca se ment de ci dió tras bor dar el 28 de agos to al Uri ma guas, don de via ja ba la co mi sión, pa ra lle gar, tres días más tar de a Iqui tos. De tes tó la ciu dad des de el pri mer mo men to: su cli ma era ago bian te y los mos qui tos in so por ta bles du ran te el día y la no che, lo cual no de ja de lla mar la aten ción, ya que el cli ma en el Con go no de be ha ber si do me nos opre si vo. Qui zá los mo ti vos de su de sa zón fue ran otros: ca re cía de la li ber tad y del re la ti vo ano ni ma to pa ra in ves ti gar que ha bía dis fru ta do en Áfri ca, y se hos pe da ba en ca sa del cón sul bri tá ni co y em pre sa rio cau che ro Da vid Ca zes. Lo pri me ro que in tu yó fue que si no dis po nía de un guía im par cial, que no só lo ha bla ra es pa ñol, si no tam bién hui to to y bo ra, sus es fuer zos se rían inú ti les: el diá lo go con las víc ti mas era im pres cin di ble. En vió a la lan cha Ar gen ti na al río Na po, en bus ca de un in tér pre te, San tia go Var gas, que se ha lla ba en Co pal Ur co. La mi sión fue un fra ca so, ya que no se en con tró al hom bre bus ca do, y le cos tó al go bier no bri tá ni co cien li bras es ter li nas. Pe ro el 1 de se tiem bre, día que el en via do cum plió cua ren ta y seis años, dio con la pun ta del ovi llo: dos ne gros de Bar ba dos que lle ga ron a Iqui tos a bor do del Li be ral fue ron a vi si tar lo. Se ig no ra qué mo ti vó es ta vi si ta. La hi pó te sis más ve ro sí mil es que los bar ba den ses ha yan vis to en el re pre sen tan te de Su Ma jes tad Bri tá ni ca un óp ti mo 260 re cep tor pa ra de nun ciar los ho rro res que pre sen cia ron y que fue ron for za dos a co me ter. Ha bían si do vil men te en ga ña dos, al ser con tra ta dos en 1904 por el cu ña do de Ju lio Cé sar Ara na, Abel Alar co, a tra vés de un agen te de Bar ba dos, S. E. Brews ter. Al arri bar a Ma naos, su pie ron cuá les se rían sus ta reas e in ten ta ron aban do nar el bar co re cu rrien do al cón sul bri tá ni co en esa ciu dad. Pe ro no lo lo gra ron: el fun cio na rio les ad vir tió que de be rían cum plir con el con tra to que ha bían fir ma do. De es tos dos bar ba den ses, Fre de ric Bis hop fue quien hi zo las re ve la cio nes más cru das. Le con fir mó a Ca se ment que du ran te el trán si to del ca pi tán Tho mas Whif fen por el Pu tu ma yo, los je fes de sec ción hi cie ron de sa pa re cer a los in dios azo ta dos, en vián do los a re mo tas zo nas sel vá ti cas, co mo tam bién ca de nas, lá ti gos y ce pos. Él mis mo, di jo, ha bía si do obli ga do a fla ge lar a los in dí ge nas que no cum plían con la cuo ta de cau cho pac ta da. Y no te nía re pa ros en de cla rar to do lo que ha bía

pre sen cia do an te cual quier au to ri dad. Pos te rior men te, Ca se ment re co no ció que, de no ha ber exis ti do Bis hop, su mi sión hu bie ra fra ca sa do. Lo con tra tó por do ce li bras es ter li nas men sua les, más alo ja mien to y viá ti cos. La ca sa del cón sul bri tá ni co en Iqui tos pa só a ser una es pe cie de sa la de au dien cias, ya que fue ron va rios los vi si tan tes y va rias, tam bién, las ver sio nes que de bió es cu char. Pa ra los pe rua nos ama zó ni cos, en tre ellos el nue vo Pre fec to de Lo re to, Fran cis co Alay za y Paz Sol dán, a quien vi si tó opor tu na men te, Ju lio Cé sar Ara na era un pa trio ta su per la ti vo, in ce san te en su ta rea en ma te ria de ci vi li zar in dios. Y los ar tí cu los pu bli ca dos en Truth fir ma dos por Wal ter Har den burg eran la obra de un chan ta jis ta. Pe ro Ca se ment no se en ga ña ba: ha bía oí do de ma sia das cam pa nas, en tre ellas la de un co mer cian te fran cés, Va tan, quien ana li zó lú ci da men te lo que su ce día en las sec cio nes cau che ras de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Sí, el sis te ma de ex plo ta ción de los in dios era una es cla vi tud y las de nun cias eran ri gu ro sa men te cier tas. Pe ro cam biar las re glas de jue go equi va lía a un sui ci dio eco nó mi co: si los in dí ge nas fue ran bien tra ta dos, se pro du ci ría el co lap so eco nó mi co de las sec cio nes del Pu tu ma yo, una enor me pér di da pa ra los ac cio nis tas in gle ses y, peor aún, in ter ven dría el go bier no pe rua no im po nien do un sis te ma aún más per ver so que el de Ara na. A to do es to, el ir lan dés al ter na ba las in ves ti ga cio nes hu ma ni ta rias con en tre te ni mien tos más cues tio na bles. Ano tó en su dia rio: 261 Des pués de ce nar fui al Ma le cón y me en con tré con Ca ja Mar co pa ra un… y lue go un chi co ado ra ble que es ta ba sen ta do… Lue go en la Pla za y un be llí si mo pe rua no de Cho ta. Un ti po es plén di do y muy bien do ta do… Vi al jo ven sol da do ne gro pe rua no de jan do el cuar tel: es ta ba erec to y lo de no ta ban sus pan ta lo nes blan cos… ¡le lle ga ba a la mi tad del mus lo! Por lo me nos, trein ta y tres cen tí me tros de lon gi tud… Jo sé vi no a las tres y per ma ne ció has ta ca si las cin co. Es ta ba erec to y ju gué con mis de dos. Uno de los car ga do res, un ro bus to peón in ca blan co, con ca mi sa azul y pan ta lo nes, es un per fec to mons truo. ¡Có mo ba lan cea y mues tra la ca be za de su ór ga no que tie ne tres pul ga das de diá me tro! El 18 de oc tu bre, es tan do en Ma tan zas, es cri be en su dia rio re fi rién do se a los in dios bo ras: “Mu chos de ellos tie nen bra zos fuer tes, be llí si mos mus los y pier nas, aun que no de sa rro lla ron de bi da men te sus mús cu los”. O el 30 de oc tu bre en La Cho rre ra: “Un mu cha cho que vi hoy te nía una es plén di da fi gu ra ––un jo ven bo ra en una de las lan chas––. Me gus ta ría lle var lo, o uno co mo él, pa ra dár se lo a Her bert Ward en Pa rís pa ra

que lo es cul pa”. Pa re cía te ner un pre fe ri do, cu ya fo to gra fía, to ma da por Ca se ment, pue de ver se en The De vil’s Pa ra di se de Wal ter Har den burg: “La tar de de hoy se ca rac te ri zó por un ca lor bo chor no so. Lle vé a Aré do mi cues ta arri ba a la ca ta ra ta [se re fie re a la de La Cho rre ra], y lo fo to gra fié con su co llar de dien tes de ti gre, bra za le tes de plu mas y un fo no. Fui mos río arri ba ha cia un de sem bar ca de ro, to ma mos asien to y con ver sa mos, o in ten ta mos con ver sar, yo pre gun tán do le nom bres de ob je tos en hui to to y él res pon dien do co mo po día. Po bre chi co, des cu brí que se afe rra a mí”. A pe sar de que Aré do mi po sa ar ti fi cial men te, ca si in có mo do fren te a una cá ma ra, la fo to gra fía re ve la una be lle za po co co mún, y es ine vi ta ble sos pe char que Ca se ment sen tía por él un afec to par ti cu lar. En va rios pa sa jes se re fie re ca si ob se si va men te a los mus los de los in dí ge nas, cuan do es ta ban bien for ma dos, y más de una vez ca li fi ca de bue nos mo zos a va rios na ti vos. En nin gún tra mo de su dia rio se re fie re en esos tér mi nos a las mu je res hui to to. En sus dia rios, Ca se ment ha ce cuen tas y lle ga a la con clu sión de que gas tó no ven ta y cua tro li bras es ter li nas, diez pe ni ques y nue ve che li nes en cua ren ta y nue ve com pa ñe ros se xua les. Pe ro la caí da de Ca se ment no 262 se pro du jo co mo con se cuen cia de ese in ce san te des fi le de cuer pos, si no que fue de to na da por quien se ría su pa re ja en su pri me ra y úl ti ma re la ción re la ti va men te es ta ble, que se pro lon ga ría du ran te ca si dos años. En 1916 el jo ven ma ri ne ro no rue go Ad ler Ch ris ten sen ––a quien pre su mi ble men te co no ció en Mon te vi deo y reen con tró po co me nos que fa mé li co en las ca lles de Nue va York–– lo acom pa ñó a Ale ma nia du ran te la Pri me ra Gue rra Mun dial pa ra re clu tar pri sio ne ros de gue rra ir lan de ses y for mar una Bri ga da Ir lan de sa que lu cha ran con tra los bri tá ni cos. Es ta ini cia ti va no pros pe ró: los in ter na dos se ne ga ron a lu char con tra el Im pe rio. El no rue go lo de la tó an te las au to ri da des bri tá ni cas, a quie nes tam bién hi zo sa ber de la exis ten cia de los dia rios se cre tos de su ami go. Evi den te men te, Ca se ment no es ta ba có mo do con sus in cli na cio nes se xua les. Al en te rar se, por ejem plo, que el ge ne ral ho mo se xual sir Hec tor Mac Do nald se ha bía sui ci da do, Ca se ment de seó que es te ca so “tan pe no so pue da des per tar la con cien cia na cio nal pa ra lo grar mé to dos más sa lu da bles pa ra cu rar una en fer me dad te rri ble, en vez de una le gis la ción cri mi nal”. Pe ro cuan do fue de te ni do y juz ga do por al ta trai ción, asu mió y de fen dió por pri me ra vez su con di ción. Su abo ga do de fen sor, Ale xan der M. Su lli van, es cri bió que: “[Ca se ment] me dio ins truc cio nes pa ra que le ex pli ca ra al ju ra do que las prác ti cas in mun das y des hon ro sas y la glo ri fi ca ción de las mis mas, eran in se pa ra bles del ver da de ro ge nio; aún más, me con mi nó a que ci ta ra, pa ra de mos trar lo, a los gran des hom bres de la his to ria, cu ya lis ta me su mi nis tró. No es ta ba pa ra na da aver gon za do”.

Es in te re san te re la tar el trán si to del ator men ta do ir lan dés por Bue nos Ai res, en mar zo de 1910, cuan do lle gó a la Ar gen ti na, des de San tos, a bor do del As tu rias. El 12 de mar zo, día si guien te al de su lle ga da a Bue nos Ai res, ano tó: 12, sá ba do. Ma ña na en la Ave ni da de Ma yo. Es plén di das erec cio nes. Ra món 7$000 [no sa be mos a qué mo ne da se re fie re]. Diez pul ga das al me nos. X aden tro. A ve ces su len gua je pa sa de te le grá fi co a des crip ti vo. Re ve la, por ejem plo, có mo co no ció, en el zoo ló gi co por te ño, a un tal Ra món Ta pia, re si den te en la ca lle Ál va rez 1860, a quien le pa gó vein ti dós pe sos y con quien tu vo va rios en cuen tros se xua les. Al ter nó los en can tos de Ta pia con los de un tal Fran cis co y con un ma ri ne ro a quien no iden ti fi ca por nom bre. Tam bién al mor zó en el Hur ling ham Club y vi si tó la es tan cia San 263 Mar co, de Eddy Dug gan, des cen dien te de ir lan de ses. Su pe ri plo cul mi nó con dos via jes a Mar del Pla ta, a la que com pa ró con el bal nea rio bri tá ni co de Brigh ton. Es te fue el hom bre que re ve ló al mun do las atro ci da des del Con go y las del Pu tu ma yo. As tu to y per cep ti vo, an tes de par tir a la sel va ofre ció un ban que te en Iqui tos, don de fue ron ho me na jea dos al gu nos de los res pon sa bles de las atro ci da des. Que cre ye ran que era ino fen si vo y que po drían en ga ñar lo fá cil men te. El 14 de se tiem bre se em bar có jun to con la co mi sión en el Li be ral, y el bu que in sig nia de la flo ta de Ju lio Cé sar Ara na se des li zó aguas aba jo por el río Ama zo nas has ta la de sem bo ca du ra del Pu tu ma yo, una zo na ba ja y pan ta no sa, in fes ta da de in sec tos, que pron to ator men ta ron a los pa sa je ros. Su pri mer des ti no era La Cho rre ra, so bre el río Iga ra pa ra ná, la per la de la co ro na, que os ten ta ba el du do so pri vi le gio de es tar a tres cien tos me tros so bre el ni vel del mar, con su enor me edi fi cio asen ta do so bre una co li na, con me nos ca lor, mos qui tos y je je nes. Pe ro Ca se ment es ta ba más ob se sio na do por cum plir su mi sión que por ex ta siar se con el pai sa je, y la prue ba de ello es la eco no mía es té ti ca de su dia rio en ma te ria de pa no ra mas. Ca se ment lle va ba con si go un li bro de via jes es cri to por el lu gar te nien te Henry Lis ter Maw, en 1827. Jour nal of a Pas sa ge from the Pa ci fic to the Atlan tic cros sing the An des in the nort hern pro vin ces of Pe ru, and des cen ding the ri ver Ma ra ñon or Ama zon (Dia rio del trán si to des de el Pa cí fi co al Atlán ti co cru zan do los An des en las pro vin cias del nor te del Pe rú, y des cen dien do por el río Ma ra ñón o Ama zo nas) fue el pri me ro rea li za do por un via je ro in glés, cu rio sa men te con la mis ma óp ti ca del en via do: Tan te rri ble es el mie do al hom bre blan co en tre es tos in dios, que es sa bi do que lu chan de ses pe ra da men te con tra ellos, co mo sue le su ce der en al gu nas opor tu ni da des, que si a cien o más de ellos se los ve

bai lan do en la no che al re de dor del fue go, sie te u ocho hom bres blan cos ubi cán do se en di ver sas po si cio nes y dis pa ran do al gu nas ba las pue den atra par el nú me ro que de seen, de bi do a que el res to de los in dí ge nas só lo ati na a huir. Los na ti vos, cuan do se en te ran que los blan cos me ro dean en las in me dia cio nes pa ra ca zar los, ca van po zos en dis tin tos ca mi nos sel vá ti cos, de po si tan lan zas con las pun tas en ve ne na das y los cu bren con es ta cas, ho jas y tie rra, lo cual de man da una enor me pre cau ción pa ra no caer en es tas tram pas mor ta les. 264 Ca se ment pron to con fir ma ría que, en el Pu tu ma yo, los in dios ha bían aban do na do sus con duc tas ofen si vas y es ta ban a mer ced de una ban da de cri mi na les. El ori gen del nom bre de ese río era tan in cier to co mo la ta rea que de be ría de sa rro llar. Pa ra Maw, Pu tu ma yo era una re gión don de ha bi ta ban in dios, sin re fe ren cia a nin gún río; el en via do ir lan dés, en cam bio, de du jo que se tra ta ba de un vo ca blo que chua, ya que ma yo en ese len gua je sig ni fi ca agua o río. El 22 de se tiem bre, tras una tra ve sía de nue ve días, la co mi sión lle gó a La Cho rre ra, don de fue re ci bi da por Juan Ti zón ––una es pe cie de an fi trión de sig na do por la Pe ru vian Ama zon Com pany––, que se ha bía ade lan ta do a la lle ga da de los bri tá ni cos, y que era bien con si de ra do en Iqui tos, y por Víc tor Ma ce do, el je fe de sec ción, que en gro sa ba la lis ta de los car ni ce ros de las sec cio nes cau che ras de Ara na. El tra ba jo de Ca se ment era de li ca dí si mo, con lí mi tes pre ci sos, con el ries go per ma nen te de he rir sus cep ti bi li da des, o de de sa tar un in ci den te en tre In gla te rra y Pe rú si tras pa sa ba sus fun cio nes, cla ra men te con fi na das al diá lo go con los ne gros de Bar ba dos, que eran súb di tos bri tá ni cos. Pe ro na die po día im pe dir le es cri bir, ela bo rar un in for me so bre lo que ve ría o es cu cha ría du ran te ese pe ri plo que du ra ría dos me ses y que in clui ría otras sec cio nes cau che ras co mo Oc ci den te, En tre Ríos, Úl ti mo Re ti ro, Ma tan zas y Sur. Ape nas Ca se ment pi só La Cho rre ra, Víc tor Ma ce do dio se ña les de re ce lo, has ta el pun to de que rer es tar pre sen te en ca da mo men to. Cuan do el en via do ha bló an te un gru po de in dios ––un me ro en cuen tro in for mal jun to a la des pen sa–– el je fe de sec ción or de nó a Law ren ce, el co ci ne ro, que es cu cha ra qué de cía. Fue ahí que Ca se ment vio por pri me ra vez a un mu cha cho de con fian za. Así se lla ma ba a los jó ve nes in dios ar ma dos de fu si les que eran una pie za in dis pen sa ble del en gra na je del te rror de Ju lio Cé sar Ara na. Es tos hui to tos eran en tre na dos pa ra per se guir y dar muer te a cual quier miem bro de su co mu ni dad que hu bie ra es ca pa do, o pa ra eje cu tar lo an te una me ra or den de un su pe rior. Ca se ment que ría evi tar a to da cos ta las pre vi si bles ma nio bras de los pe rua nos. Si los bar ba den ses con tra ta dos por la Pe ru vian Ama zon Com pany ha bla ban de las atro ci da des que ha bían si do obli ga dos a co me ter,

Ti zón y Ma ce do po drían ale gar que lo que co rres pon día era rea li zar una in ves ti ga ción en Iqui tos. Se ría, ine vi ta ble men te, un pro ce so ca rac te ri za do por la co rrup ción, la au sen cia de jue ces im par cia les y la in ter ven ción de una Cor te com pra da por Ju lio Cé sar Ara na. Ca se ment su po des de el 265 co mien zo que una vez que los bar ba den ses se sin ce ra ran con él, de be ría sa car los del Pe rú. El 23 de se tiem bre, un día des pués de ha ber arri ba do, es cri bió en su dia rio: Uno es tá ro dea do, por to das par tes, de cri mi na les. El an fi trión en la ca be ce ra de la me sa [Ma ce do] es un ase si no co bar de, lo mis mo que los mu cha chos que me es pe ran con su ba ga je de tru cos. Per ma ne cer en es te dis tri to si mu lan do te ner los ojos ven da dos y acep tan do su pa la bra an te lo que pre sen cia mos, ter mi na rá de rro tan do nues tro ob je ti vo, ya que no po dre mos, más ade lan te, su mi nis trar evi den cia creí ble si te ne mos que apos tar hom bres pa ra que no nos es píen o es cu chen nues tras con ver sa cio nes y ac tuar co mo si no so tros fué ra mos, en rea li dad, los cri mi na les te me ro sos de ser des cu bier tos. Y, a pe sar de to do, si no ac tua mos de es te mo do, te mo que pron to lle ga re mos a un pun to muer to, de bi do a que es ob vio que es tos hom bres, cul pa bles y ma lig nos y no ig no rán do lo, no per ma ne ce rán sen ta dos vien do có mo api la mos te rri bles acu sa cio nes en su con tra. En con se cuen cia, ac tua rán pa ra pro te ger se a sí mis mos, y esa ac ción ad qui ri rá una for ma pre ci sa, bá si ca men te “acu sar” a los bar ba den ses, o ale gar que, an te los gra ves car gos for mu la dos an te la co mi sión y an te mi per so na, es im pe ra ti vo que una cor te ju di cial pe rua na in ves ti gue esas acu sa cio nes, con lo cual to do ter mi na rá di lu yén do se. Los bar ba den ses se rán pre sio na dos y ate rro ri za dos pa ra que nie guen to do ––en rea li dad, bas ta rá con en ce rrar los en una cel da en Iqui tos––, con lo cual que da ría al des cu bier to mi in ca pa ci dad pa ra pro te ger los, evi tan do que di gan lo que el tri bu nal quie re es cu char. A pe sar de sus te mo res, Ca se ment en tre vis tó en La Cho rre ra a cin co ne gros de Bar ba dos, con el apo yo logís ti co del fiel Bis hop. Al gu nos no di je ron na da; otros, co mo Stan ley Sealy y Ja mes Cha se, re ve la ron al gu nos por me no res. Sa bían que la vi da hu ma na, en el Pu tu ma yo, ca re cía de va lor y que por más que fue ran súb di tos bri tá ni cos, cual quier re bel día po día de sem bo car en al gún “ac ci den te” o en ser “co mi dos por ca ní ba les”, el ha bi tual pre tex to pa ra en cu brir el ho mi ci dio. Pe ro a di fe ren cia de los in de fen sos in dí ge nas, los bar ba den ses te nían un cón sul, que ha bía via ja do a los con fi nes de esa sel va omi no sa pa ra es cu char los. El en via do era el úni co ca paz de sa car los de ese in fier no. Por eso no es de ex tra ñar que el ne gro Jos hua Dyall, en la ma ña na del 24 de se tiem bre, fue ra al apo sen to de Ca se ment a ins tan cias de Bis hop, aun que el cón sul te nía po cas

ex pec ta ti vas acer ca de las re ve la cio nes que po dría ha cer. Su po nía que 266 Ma ce do le ha bría su mi nis tra do un opor tu no li bre to. Ca se ment, ese día, es cri bió en su dia rio: Uno se mue ve aquí den tro de una abier ta at mós fe ra de cri men, de sos pe cha, de men ti ra y de des con fian za, tam bién po bla da por re pug nan tes y co bar des ase si na tos de in dios in de fen sos. Si al gu na vez exis tió una ra za in de fen sa en la faz de es ta tie rra, es la de es tos sal va jes des nu dos y sel vá ti cos, que son ape nas ni ños que han cre ci do. Sus mis mos bra zos mues tran la fal ta de ac tos san gui na rios que sur jan de sus men tes tí mi das y de sus gen ti les per so na li da des. Jos hua Dyall qui zá no pu do re sis tir se a la pre sen cia de su cón sul y a la de Louis Bar nes, miem bro de la co mi sión. Su tes ti mo nio no hi zo si no con fir mar con cre ces las sos pe chas de Ca se ment. El bar ba den se ha bía tra ba ja do en la sec ción cau che ra Ma tan zas, ubi ca da en el in te rior de la sel va, sin nin gún río que tra je ra bar cos y via je ros, un equi va len te a la in ner sta tion (sec ción in te rior) de Kurtz en El co ra zón de las ti nie blas. Pe ro en vez de es tar di ri gi da por un vie jo mo ri bun do co mo en el re la to, es ta ba al man do de un jo ven de vein ti dós años, con san gre bo li via na e in gle sa, que se ha bía re ci bi do de con ta dor en In gla te rra. Ar man do Nor mand fue el peor de los ase si nos de las sec cio nes cau che ras del Pu tu ma yo. Ju lio Cé sar Ara na no ig no ra ba su exis ten cia ni sus mé to dos. Por al go a los je fes de esas sec cio nes de las ti nie blas les da ba el cin cuen ta por cien to del cau cho re cau da do. En las sec cio nes del in te rior (otras no me nos cé le bres fue ron Abi si nia, Sa ba na y San ta Ju lia), po si ble men te por la au sen cia de un río que los co nec ta ra con el res to de la hu ma ni dad, rei na ba un sa dis mo com pul si vo, irre fre na ble, un cons tan te con cur so de ho rro res. Dyall fue el pri me ro de la lar ga lis ta de quie nes re ve la ron al cón sul in glés lo que ha bía si do for za do a ha cer por Nor mand. Con fe só ha ber ase si na do a cin co in dios con sus pro pias ma nos. Dos pe re cie ron fu si la dos, a otros dos les aplas tó los tes tí cu los con un ga rro te, por or den de Nor mand y con la co la bo ra ción de es te, y al úl ti mo lo azo tó has ta mo rir. Otra de las es pe cia li da des de Nor mand era co lo car le al in dio una ca de na al re de dor del cue llo y ele var lo a va rios me tros del sue lo, pa ra lue go sol tar lo abrup ta men te: la caí da lo de ja ba in cons cien te y ha bía que rea ni mar lo abrién do le los bra zos de una ma ne ra pre ci sa. Un in dio so me ti do a es te tra ta mien to se ha bía cor ta do su pro pia len gua con los dien tes al caer. 267 Esa mis ma tar de Dyall fir mó la de cla ra ción que pun tua li za ba esos he chos ma ca bros, re fren da da por dos tes ti gos bar ba den ses, Stan ley Le wis y el pro pio Bis hop, an te la co mi sión en ple no y el mis mo Ti zón, en -

via do por la Pe ru vian Ama zon Com pany. Pa ra Ti zón, fue una si tua ción em ba ra zo sa: de bía com pro bar el ho rror y al mis mo tiem po sal var el pres ti gio y las ac ti vi da des eco nó mi cas de la com pa ñía. Pa ra peor, Ca se ment que ría ir más ade lan te: no bas ta ba que un bar ba den se re ve la ra los crí me nes que lo obli ga ron a co me ter; era im pe ra ti vo con fron tar lo con los res pon sa bles de las atro ci da des, es de cir, los je fes de sec ción. Ti zón co no cía la sel va y la per so na li dad del pe rua no me jor que el cón sul. Sa bía que un en fren ta mien to po dría te ner con se cuen cias apo ca líp ti cas: los je fes, aco rra la dos, con sus crí me nes al des cu bier to, en re gio nes re mo tas y sel vá ti cas de di fi ci lí si mo ac ce so, eran ca pa ces de su ble var se con las ar mas que po seían y el apo yo de los mu cha chos de con fian za y de los in dios. El Pu tu ma yo, en ton ces, ar de ría. Re co no ció, sin em bar go, que la es cla vi tud exis tía, que no ha bía ni una so la au to ri dad po li cial o ju di cial en esa zo na y que si la Pe ru vian Ama zon Com pany de sa pa re cía, ter mi na ría sien do reem pla za da por un sis te ma mu cho peor. De bían ser pru den tes, man te ner un ba jo per fil, evi tar si tua cio nes que po drían es ca par se de las ma nos; se tra ta ba de ir eli mi nan do gra dual men te a los je fes de sec ción e im po ner un sis te ma más hu ma no de tra ba jo. Los ar gu men tos con ven cie ron a Ca se ment, pe ro exi gió que Ti zón tras cen die ra las ins truc cio nes es cri tas y las bue nas in ten cio nes, y que to ma ra de ci sio nes ine quí vo cas en lo que res pec ta a los je fes y al sis te ma de fla ge la ción pa ra re co lec tar cau cho. El dia rio de Ca se ment re fle ja tan to su de ses pe ra ción an te lo que se le re ve la ba, co mo su mo les tia al des cu brir que a la co mi sión el te ma no le qui ta ba el sue ño. Un re gis tro co rres pon dien te al do min go 25 de se tiem bre, en La Cho rre ra, ha bla cla ra men te de sus du das: Los Zu mae tas, los Du blés [se re fie re al cu ña do de Ju lio Cé sar Ara na y a otro aso cia do en Iqui tos] ––y, peor aún, los Ara nas–– de be rían ser eli mi na dos, pe ro, qué va mos a ha cer, for man la Com pa ñía, la com pa ñía lo cal. Los ac cio nis tas lon di nen ses y el Di rec to rio son un me ro man to de res pe ta bi li dad y la ga ran tía de di ne ro en efec ti vo. Ara na y su ban da en Iqui tos son los ver da de ros due ños de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Cuan do des cu bra que ya no pue den ob te ner se más fon dos de Lon dres, en ton ces la Com pa ñía se irá, pe ro Ara na y su hor da de in fa mes ru fia nes per ma ne ce rán aquí ––los Mi ran das, 268 Ma ce dos, Agüe ros, Fon se cas, Montts, Nor mands, Ar ga lu ses, Flo res, Luis Al cor ta–– y to do el abo mi na ble res to. ¡Dios los ayu de a los in dios! Po bre Ti zón. Me con fió, al atar de cer: “Se ne ce si ta re zar, se ne ce si ta ría un án gel que des cien da pa ra ayu dar me. ¿De dón de ven drán hom bres me jo res?” El cli ma ago bian te, la llu via, los per sis ten tes in sec tos no pa re cían ser

un obs tá cu lo pa ra Ca se ment, que ano ta ba en su dia rio ex ten sos pa sa jes de lo que veía, des de la fal ta de aten ción a los in dios en fer mos, has ta el des me su ra do con su mo de al co hol que ha cían je fes y em plea dos. La apa tía de los in te gran tes de la co mi sión lo sa ca ba de qui cio: per ma ne cían sen ta dos en sus dor mi to rios le yen do, o se de di ca ban a ana li zar as pec tos pu ra men te co mer cia les, ha cien do la vis ta gor da a ca da ob ser va ción ––o, más bien, de nun cia–– del en via do del go bier no bri tá ni co. Des pués de seis días en La Cho rre ra, la co mi sión par tió a una sec ción cau che ra en el Iga ra pa ra ná, Oc ci den te, en una lan cha de la Com pa ñía, la Ve loz, que de eso só lo te nía el nom bre, ya que tar da ron ca si un día en lle gar. Allí los re ci bió otro ému lo de Víc tor Ma ce do, el si nies tro Fi del Ve lar de. Ca se ment re gis tró los tra yec tos por la sel va en su Green No te book (Cua der no de Apun tes Ver de) que, la men ta ble men te, ha de sa pa re ci do sin de jar ras tros. Ca se ment en ten dió rá pi da men te có mo fun cio na ba en tér mi nos eco nó mi cos el sis te ma en las sec cio nes cau che ras. Ve lar de afir mó que en su sec ción tra ba ja ban qui nien tos trein ta in dios que re co lec ta ban, por tri mes tre, trein ta ki los de cau cho por ca be za, en ca da uno de los cua tro pe río dos anua les de re co lec ción, de no mi na dos fa bri co, lo cual lle va ba a cin cuen ta to ne la das la pro duc ción anual de Oc ci den te. Si la sec ción te nía qui nien tos trein ta in dios, un apor te de cien to vein te ki los anua les por ca be za re sul ta en 63.600 ki lo gra mos al año. La can ti dad real era aún ma yor. Ca se ment vio có mo un in dio des car ga ba un lo te de cau cho que pe sa ba trein ta y dos ki los y me dio. Ca be pre gun tar se al bol si llo de quié nes iba a pa rar la di fe ren cia de quin ce to ne la das. El tra ba jo in dí ge na po co te nía que ver con el de un obre ro en una fá bri ca, que cum ple ho ra rios, tie ne días de des can so, y co bra un sa la rio. En las sec cio nes cau che ras de Ara na na die es pe ra ba que los in dios vol vie ran con su car ga men to. Eran “re co lec ta dos” por los mu cha chos de con fian za que sa lían ar ma dos, ca da quin ce días, a en con trar los en la sel va y con du cir los a la co rres pon dien te sec ción. Ha cia allí par tían los in dí ge nas, con sus mu je res y ni ños ––que tam bién eran for za dos a re co lec tar 269 cau cho––, a de po si tar en una ba lan za su car ga. Si no al can za ban la ci fra re que ri da, el in dio mis mo se po nía dó cil men te bo ca aba jo pa ra ser azo ta do, o era in tro du ci do en el ce po pa ra la ce re mo nia de la fla ge la ción. Con la lle ga da del cau cho los hui to tos ha bían per di do to do sen ti do de la dig ni dad y has ta el ins tin to de su per vi ven cia. Si el in dí ge na cum plía con la cuo ta de cau cho es pe ra da, se le da ba un “an ti ci po” pa ra que si guie ra fi gu ran do en los li bros co mo deu dor, y se lo des pa cha ba in me dia ta men te a la sel va pa ra que re co lec ta ra más cau cho. A pe sar de que es ta ac ti vi dad ocu pa ba ca da mo men to de la vi da de los abo rí ge nes, los res pon sa bles de la sec ción los con vo ca ron pa ra que

en tre tu vie ran a los ilus tres vi si tan tes con una ce le bra ción tra di cio nal. Fue ron lle gan do, es ta vez sin las pe sa das car gas de cau cho so bre sus es pal das, ase gu ra das con co rreas su je tas a la ca be za, a ma ne ra de vin cha. Las mu je res iban to tal men te des nu das, con los cuer pos pin ta dos de ro jo y ama ri llo. Al gu nas car ga ban a sus hi jos pe que ños en las es pal das; los hom bres, os ten ta ban co mo úni ca ves ti men ta un fo no, una cás ca ra pa ra cu brir el ór ga no mas cu li no. La des crip ción que ha ce Ca se ment de los hom bres es pe no sa: de ba ja es ta tu ra, ca si es que lé ti cos co mo con se cuen cia de la pé si ma ali men ta ción, que se tra du cía en bra zos y pier nas las ti me ros. Pa ra im pre sio nar a los vi si tan tes al gu nos lu cían ca mi sas de fra ne la y pan ta lo nes a cua dros, que cos ta rían tres che li nes y seis pe ni ques. Otros ex hi bían ab sur das go rras con un an cla do ra da. Pe ro es ta pa té ti ca mas ca ra da no ocul ta ba las te rri bles ci ca tri ces pro du ci das por los azo tes en la par te su pe rior de las nal gas, que se veían in clu so en un ni ño de diez años. El 29 de se tiem bre, Ca se ment es cri bió: ¡Po bres in dios! To do lo que les gus ta, lo que pa ra ellos sig ni fi ca la vi da, y has ta el re go ci jo que po dría brin dar es ta sel va po co lu mi no sa a un pue blo ex tra via do, no les per te ne ce, si no que es pa tri mo nio de es ta ban da de mes ti zos ase si nos. Sus mu je res y sus hi jos son los tro feos de por ti vos, los ju gue tes de es tos ru fia nes. Ellos, pa dres de fa mi lia, son con du ci dos por tru ha nes ar ma dos pa ra que sus cuer pos des nu dos re ci ban azo tes, ba jo la mi ra da ate rro ri za da de sus mu je res y de sus hi jos. Aquí, an te nues tra vis ta, los ve mos a to dos ellos, hom bres, ma ri dos y pa dres, os ten tan do en sus nal gas y mus los las mar cas in de le bles del lá ti go. ¿Quién y por qué es uti li za do? Por no traer una can ti dad in fa me e ile gal de cau cho, im pues ta por ellos, no por un Go bier no, co mo fue du ran te el sa queo del Con go, si no por una aso cia ción de va ga bun dos, la es co ria del Pe rú y de Co lom bia, reu ni dos aquí 270 por Ara na y Her ma nos, lue go trans for ma da en una com pa ñía bri tá ni ca in te gra da por em bo ba dos ca ba lle ros in gle ses de ca be zas hue cas. Re cor dó con iro nía su en cuen tro en Iqui tos con Li zar do Ara na, el re mil ga do her ma no de Ju lio Cé sar, que le ase gu ró que en con tra ría en el Pu tu ma yo “in dios es plén di dos” y que el via je re dun da ría en un au men to del ca pi tal de la Com pa ñía. De los in dios na da po día es pe rar en ma te ria de con fe sio nes: ya vi vían de ma sia do ate rro ri za dos pa ra com pro me ter se con ries go sas de cla ra cio nes. Só lo al gu no de los bar ba den ses era ca paz de ha blar, po si ble men te es ti mu la do por la alen ta do ra pre sen cia de su cón sul. Eso fue lo que su ce dió con Stan ley Sealy el 1 de oc tu bre, cuan do fue lla ma do por Ca se ment: pau sa da men te, dan do ab so lu ta ve ra ci dad a sus pa la bras, le re la tó la ex pe di ción de la cual for mó par te, en 1908, or ga ni za da por Au gus to Ji mé nez, je fe de la sec ción Úl ti mo Re ti ro (la pró xi ma que

vi si ta ría la co mi sión), que par tió de Mo re lia, una de las es ta cio nes in te rio res, rum bo al río Ca que tá, per si guien do a in dios que ha bían de ser ta do. La his to ria fue re cons trui da así por Ca se ment. Du ran te el pri mer día de mar cha, des pués de ha ber de ja do Mo re lia y es tan do a un día y me dio del Ca que tá, apro xi ma da men te a las cin co de la tar de atra pa ron en la sen da a una vie ja mu jer in dí ge na. Ji mé nez le pre gun tó dón de es ta ba el res to de los in dios. Sea ly afir ma que la in dia es ta ba al go asus ta da. Le di jo a Ji mé nez que, al día si guien te a las on ce de la ma ña na, lle ga ría a la ca sa don de se ha bían re fu gia do al gu nos in dios. Era una mu jer an cia na y no po día co rrer. Pro si guie ron la mar cha con ella y la man tu vie ron en el cam pa men to has ta las dos de la tar de del día si guien te; Ji mé nez le pre gun tó: “¿Dón de es tá la ca sa, dón de es tán los in dios?” La an cia na no res pon dió. No po día ha blar y per ma ne cía con la vis ta fi ja en el sue lo. Ji mé nez le di jo: ––Ayer me has di cho men ti ras, pe ro, aho ra, tie nes que de cir la ver dad. La lla mó a su mu jer ––te nía co mo es po sa a una in dia, que aún es tá jun to a él–– y le di jo: ––Tráe me la so ga de mi ha ma ca. To mó la so ga, se la en tre gó y, con la mis ma, le ató las ma nos a la an cia na de trás de la es pal da. Ha bía dos ár bo les pró xi mos ––uno aquí y el otro allá––. Or de nó a un in dio que cor ta ra un pos te pa ra co lo car en tre los ár bo les y la arras tró a la in dí ge na atán do la al mis mo, sin que sus pies to ca ran el sue lo. Le di jo a uno de sus mu cha chos: “Tráe me al gu nas ho jas que es tén se cas”. Pu so las mis mas de ba jo de los pies 271 de la in dia mien tras col ga ba del ár bol, ex tra jo una ca ja de fós fo ros de su bol si llo y en cen dió las ho jas se cas y la an cia na em pe zó a que mar se. Vio gran des am po llas que se for ma ron en la piel (Sealy se ña ló los mus los). “Es ta ba to da que ma da y ella gri ta ba. Bue no se ñor, cuan do vi eso di je ¡El Se ñor ten ga pie dad! Y co rrí pa ra no pre sen ciar más to do eso.” ––¿No re gre só? ––Per ma ne cí cer ca de don de ella es ta ba. Pu de es cu char ha blar a Ji mé nez. Le di jo a uno de los mu cha chos “que la aflo ja ran”, al go que hi cie ron, pe ro no es ta ba muer ta. Es ta ba ten di da en el sue lo y to da vía emi tía la men tos. “Si es ta an cia na no pue de ca mi nar ––di jo Ji mé nez–– cór te le la ca be za. Y el in dio hi zo eso, cor tar le la ca be za.” ––¿Us ted lo vio? ––Sí, se ñor, la de jó allí, en el mis mo lu gar. Pro se gui mos nues tra mar cha por la sel va y, des pués de cua tro ho ras de ca mi na ta, en con tra mos a dos mu je res in dias. No te nían ca sa. Ha bían es ca pa do. Una te -

nía un hi jo. Ji mé nez ame na zó con el ha cha a la que lle va ba al ni ño. “¿Adón de se es ca pa ron los in dios?”, le pre gun tó. Ella le res pon dió que no sa bía dón de es ta ban. Él le di jo que era una men ti ro sa. ––¿Se lo di jo Ji mé nez uti li zan do el len gua je in dio? ––Le di jo a su mu jer que lo hi cie ra. Su es po sa tam bién ha bla es pa ñol. Aho ra vi ve con él en Úl ti mo Re ti ro. Su mu jer le di jo a la in dia que men tía. Ji mé nez to mó al ni ño y se lo dio a uno de los in dios que re co lec ta ba cau cho. “Cór ta le la ca be za”, le or de nó. Y lo hi zo. ––¿Có mo le cor tó el in dio la ca be za al ni ño? ––Lo to mó del pe lo y le cor tó la ca be za con un ma che te. Era un ni ño pe que ño que ca mi na ba si guien do a su ma dre. ––¿Era un ni ño o una ni ña? ––Era un ni ño. De jó el cuer po y la ca be za en ese lu gar, en el sen de ro. Pro si guió su ca mi no lle van do a las dos mu je res, pe ro la ma dre llo ra ba por su hi jo. Bue no, se ñor, nos in ter na mos en la sel va y en con tra mos a un in dio, bas tan te fuer te de bo de cir. Es to su ce dió cuan do nos acer ca mos al Ca que tá. Ji mé nez di jo que que ría cru zar a la otra ori lla, pe ro no sa bía dón de en con trar un bo te o una ca noa. Bue no, se ñor, el in dio di jo que tam po co sa bía dón de en con trar los. Pa ra en ton ces, Ji mé nez acu só al in dio de ser un men ti ro so: con si guió una so ga y le ató las ma nos de trás de la es pal da. Re pi tió lo mis mo que ha bía he cho con la an cia na in dia, atán do lo a un pos te co lo ca do en tre dos ár bo les, sin que sus pies to ca ran el sue lo. Des pués que los mu cha chos tra je ron ho jas se cas, ex tra jo la ca ja de fós fo ros, en cen dió el fue go, y el in dio em pe zó a que mar se pro fi rien do ho rri bles ala ri dos, mien tras se le for ma ban gran des am po llas en la piel. Su ca be 272 za col ga ba y ha bía co men za do a ge mir. “Bien, si no me di ces dón de pue do en con trar una ca noa ––di jo Ji mé nez–– ten drás que so por tar es to.” El in dio no es ta ba del to do muer to, pe ro su ca be za col ga ba y Ji mé nez le or de nó al “ca pi tán” Jo sé Ma ría, un in dio bo ra, ca pi tán de los mu cha chos de Abi si nia, que le dis pa ra ra un ti ro. El in dio to mó su ca ra bi na y le dis pa ró en el pe cho. Bue no, se ñor, cuan do vi co rrer san gre huí. Era ho rri ble de con tem plar. De jó al in dio col ga do de la so ga. ––¿El in dio es ta ba muer to? ––Sí, se ñor, es ta ba muer to co mo con se cuen cia del dis pa ro, y lo de ja mos allí, en el mis mo lu gar. Eso es to do. El de Stan ley Sealy se ría el pri me ro de los trein ta tes ti mo nios de bar ba den ses que pre sen ta ría Ca se ment al Fo reign Of fi ce, a su re gre so. Mien tras el cón sul to ma ba no ta de los ho rro res que ha bía pre sen cia do un súb di to bri tá ni co, la co mi sión pa re cía es tar ha cien do tu ris mo, en vez de una

ri gu ro sa in ves ti ga ción. Los in ge nuos ca ba lle ros in gle ses se sor pren die ron al no ver en las in me dia cio nes de La Cho rre ra ár bo les de cau cho ni in dios tra ba jan do. Las ima gi na rias plan ta cio nes, es de cir, las es tra das con hi le ras de ár bo les, no exis tían: ha bía que ca mi nar va rios ki ló me tros, in ter nar se en la sel va has ta dar con al gu no, ya que no cre cían pró xi mos, y eso de bían ha cer lo los in dios, pé si ma men te ali men ta dos, sin me di ci nas, azo ta dos y tor tu ra dos. La Pe ru vian Ama zon Com pany con sis tía en una ban da de de lin cuen tes ar ma dos que apli ca ba un sis te ma cruel, pe ro efi caz en tér mi nos eco nó mi cos. Los je fes de sec ción y los ra cio na les, que eran los mes ti zos no anal fa be tos, tam po co se exi gían mu cho en ma te ria de tra ba jo: en to das las sec cio nes cau che ras que vi si tó Ca se ment, los en con tró dur mien do en sus ha ma cas, in to le ra ble men te abú li cos, be bien do al co hol du ran te to do el día, sin otra ocu pa ción que ator men tar a los in dios. “Ara na, lo ten go cla ro, es un tru hán, el más cul pa ble de los tru ha nes de to do es te sin di ca to del cri men” (Ara na, it is clear to me, is a scoun drel, the most guilty scoun drel of the who le of this syn di ca te of cri me), es cri bió en su dia rio el 3 de oc tu bre. A di fe ren cia de los otros miem bros de la co mi sión, Ca se ment nun ca per dió su es pí ri tu de por ti vo du ran te su es ta día en el Pu tu ma yo. To dos los días na da ba en el río, o se ba ña ba en al gún arro yo sel vá ti co, des de ñan do pe li gros, o ca mi na ba por los es tre chos sen de ros pa ra ejer ci tar sus pier nas. De no che ju ga ba al whist con al gu nos miem bros de la co mi sión. El ba ño en el río y el jue go de car tas eran ape nas un des can so de las pre 273 sio nes per ma nen tes, los te mo res, las res pon sa bi li da des. Los ne gros de Bar ba dos ha bían con fia do en él. Aho ra, era res pon sa ble de que na da les su ce die ra, en una re gión don de no exis tían jue ces ni po li cías. La si tua ción era pa ra dó ji ca. Ca se ment ha bía via ja do al Pu tu ma yo de bi do a que una com pa ñía bri tá ni ca ha bía de ci di do in ves ti gar si se co me tían atro ci da des. Has ta las au to ri da des pe rua nas re fren da ron ese via je. Pe ro en esa sel va no ha bía au to ri da des; si la co mi sión ac tua ba por cuen ta pro pia, de nun cian do el mal tra to a los in dios, só lo lo gra ría in cre men tar las atro ci da des. La úni ca vía pa ra mo di fi car ese ho rror era de sem ba ra zar se pro gre si va men te de los je fes de sec ción, en el más ab so lu to de los si len cios, sin que los he chos se hi cie ran pú bli cos. Pa ra col mo, el cón sul lle gó a la de plo ra ble con clu sión de que, si se tra ta ba bien a los in dí ge nas, ali men tán do los, dán do les una bue na pa ga, no abu san do de sus mu je res ni es ta fán do los con los pre cios que co bra ba la des pen sa y su mi nis trán do les me di ca men tos, la pro duc ción de cau cho se de rrum ba ría por lo me nos en un no ven ta por cien to. Se ha bía lle ga do a un pun to don de no se sa bía quié nes se ex tin gui rían pri me ro, si los in dios o los ár bo les de cau cho.

No es de ex tra ñar que Ro ger Ca se ment vi vie ra ator men ta do por ese es ce na rio don de la im po ten cia era irre me dia ble. En su dia rio re gis tró una pe sa di lla: un mons truo que ad qui ría la for ma de to dos los san gui na rios je fes de sec ción ––Flo res, Agüe ro, Ve lar de, Ji mé nez–– lo es pe ra ba, pa cien te men te sen ta do a la puer ta de su dor mi to rio; sus gri tos des per ta ron a los miem bros de la co mi sión, que se di ri gie ron a sus apo sen tos pa ra ver qué le su ce día. Su an gus tia no de be de ha ber te ni do lí mi tes. En el Con go, al me nos, ha bía fun cio na rios bel gas, ex tran je ros que tra ba ja ban en con ce sio nes otor ga das a em pre sas ex tran je ras por Leo pol do II (que se re ser va ba siem pre una par te sus tan cial del ca pi tal ac cio na rio), lo que con tras ta ba con el Pu tu ma yo, don de ab so lu ta men te to do es ta ba en ma nos de una sar ta de ase si nos que tra ba ja ban pa ra una com pa ñía in gle sa. En su dia rio tam bién re cuer da ha ber se reí do de los ar tí cu los de Wal ter Har den burg pu bli ca dos el año an te rior en Truth: los en con tró tan ab sur dos, im pro ba bles y dis tor sio na dos, que le pa re cie ron obra de una men te de li ran te. Aho ra ad mi tía que, a pe sar de al gu nas fal se da des, eran ri gu ro sa men te cier tos. Y Oc ci den te era ape nas la pri me ra sec ción cau che ra que vi si ta ba. El 6 de oc tu bre par tie ron a Puer to Pe rua no, don de per noc ta ron, y al día si guien te pro si guie ron en la lan cha Ve loz ha cia Úl ti mo Re ti ro, la más 274 sep ten trio nal de las sec cio nes cau che ras del Iga ra pa ra ná. Por pri me ra vez en su dia rio des cri be có mo era un cen tro de ex ter mi nio, a car go, es ta vez, de Au gus to Ji mé nez: la ca sa prin ci pal se ase me ja ba a una for ta le za en cla va da en un ba rran co, a trein ta me tros so bre el ni vel del río, y te nía for ma de bar co con la proa apun tan do ha cia el cur so de agua. No pue de si no sor pren der lo pri me ro que hi cie ron la co mi sión y el cón sul, in gle ses al fin, ape nas lle ga ron: se lan za ron a ca zar ma ri po sas, lo que im pli ca que lle va ban re des apro pia das en su equi pa je. Ca se ment no omi te de ta lle en su dia rio: “Pa ra des car gar ten sio nes, ini cia mos una ela bo ra da per se cu ción de ma ri po sas en las are no sas ori llas del río. Eran cier ta men te es pe cí me nes mag ní fi cos y la tie rra ar día de alas en cen di das, con alas ful gu ran tes, ne gras y ama ri llas y de ex traor di na rio ta ma ño, azu les y blan cas, y hor das de co lor ana ran ja do, ocre y sul fu ro. Fox atra pó una es plén di da, de co lor ne gro, ver de y ama ri llo”. Fue en Úl ti mo Re ti ro cuan do Ca se ment su po que, en la pla ni lla de suel dos, fi gu ra ba Aqui leo To rres, con un sa la rio de diez li bras es ter li nas al mes. La his to ria de es te co lom bia no, que aho ra tra ba ja ba pa ra las hues tes pe rua nas, fue de fi ni da por el cón sul co mo ex traí da de la fic ción me die val; ha bía oí do ha blar de él en más de una opor tu ni dad y has ta lo ha bía vis to pa sar, en Oc ci den te, por de ba jo de la ve ran da, su cio y se gui do por ani ma les do més ti cos. Lue go, To rres se ha bía in ter na do en la sel va y

nun ca más lo vol vió a ver. Su his to ria es un ejem plo aca ba do de có mo la sel va, el sa dis mo, la tor tu ra y el ais la mien to pue den trans for mar a un ser hu ma no en una bes tia san gui na ria. A fi nes de 1906 un gru po in te gra do por on ce hom bres y dos mu je res co lom bia nos que tra ba ja ban ba jo las ór de nes de Ur ba no Gu tié rrez, par tie ron del de par ta men to de To li ma, en Co lom bia, a bor do de seis ca noas rum bo al río Ca que tá. Iban a in ter cam biar mer can cías por cau cho que les su mi nis tra rían los pa cí fi cos in dios an do ques. Du ran te trein ta y seis días es te apa ci ble gru po se des li zó aguas aba jo, has ta el Ba jo Ca que tá. Al de sem bar car, to das fue ron flo res y ala ban zas: los in dios, a cam bio de ba ra ti jas, le ofre cie ron man dio ca y ba na nas, man ja res ina pre cia bles pa ra los ex haus tos via je ros. Cons tru ye ron al gu nos pre ca rios edi fi cios, lim pia ron el te rre no pa ra plan tar y se apres ta ron, co mo tan tos co lom bia nos que vi vían en la sel va, a em pren der la re co lec ción de cau cho, sin vio len cia, de for ma pa cí fi ca, re tri bu yen do a los in dios con ob je tos que les eran pre cia dos. Po cos días des pués, irrum pie ron vein te pe rua nos ar ma dos con fu si les, acom pa ña dos por dos ne gros de Bar ba dos. Es ta ban da de ase si nos, per te ne 275 cien te a la Ca sa Ara na, ma tó a va rios in dios que se en con tra ban rea li zan do ta reas le jos del gru po prin ci pal. Pe ro se ne ce si ta ba al go más que vein ti dós hom bres ar ma dos pa ra adue ñar se del asen ta mien to. Fal ta ba un je fe im pla ca ble. A los tres días lle gó Ar man do Nor mand. De sar mó a los co lom bia nos, y ma tó a ti ros a to dos los in dí ge nas que se en con tra ban cons tru yen do el te cho de la ca sa prin ci pal, lo cual sig ni fi có que ca ye ran ro dan do al va cío. A las mu je res de edad, las hi cie ron su bir a las ca noas, las con du je ron al me dio del río y las aho ga ron en las aguas del Ca que tá. Tam po co ha bía que de jar ras tro de los ni ños. Los in tro du je ron, ca be za aba jo, en los agu je ros don de se rían ins ta la dos los pi la res de la ca sa prin ci pal, y los com pri mie ron has ta ma tar los. Des pués de es ta ma sa cre, co men zó el via je ha cia otro in fier no que era la sec ción cau che ra Ma tan zas, dos días de via je a tra vés de la es pe sa sel va. Los pri sio ne ros co lom bia nos ig no ra ban qué se ría de ellos. En tre los cau ti vos se en con tra ba Aqui leo To rres. Ar man do Nor mand, al día si guien te de ha ber lle ga do con los co lom bia nos, hi zo ma tar a gol pes al ca pi tán de los andoques, el tu cha hua, jun to con otros dos in dí ge nas per te ne cien tes a esa tri bu. Lue go, fue ron lle va dos a otras sec cio nes cau che ras: La Sa ba na y Orien te. En es ta úl ti ma es tu vie ron ha ci na dos en una mí se ra cho za, con pe sa das ca de nas en el cue llo y en los pies, com par tien do ese es pa cio con otros in dios que ex hi bían ho rren das he ri das, con se cuen cia de las ar mas de fue go y de los pa los que ha bían re ci bi do. És te fue el co mien zo del cau ti ve rio de Aqui leo To rres, mar ti rio que du ra ría dos años, don de pa de ció las más ab yec tas hu mi lla cio nes, des de ser sis te má ti ca men -

te es cu pi do, a te ner que atra ve sar la sel va en ca de na do. Fue tras la da do a Ate nas, a Abi si nia, ca yen do en ma nos de si nies tros je fes de sec ción que ca da vez lo tra ta ban peor. Un día, la víc ti ma se trans for mó en vic ti ma rio: fue li be ra do de sus ca de nas y pa só a for mar par te de los “gru pos de cho que” de la Ca sa Ara na. Acom pa ñó a Au gus to Ji mé nez, je fe de Úl ti mo Re ti ro, en una co mi sión3 que se di ri gió ha cia ese río y ter mi nó ma tan do y cap tu ran do a sus pro pios her ma nos co lom bia nos. Fue un ne gro bar ba den se quien le con fió a Ro ger Ca se ment que, al re gre so de la ex pe di ción al Ca que tá, Aqui leo To rres ha bía co me ti do un cri men im pro nun cia ble. Uno de los ni ños que lo acom pa ña ba se can só de tan to es fuer zo abrién do se pa so en tre la sel va, y que dó re za ga do. To rres lo lla mó y le di jo que in tro du je ra en la bo ca el ca ñón de su Win ches ter y so pla ra. El ni ño lo hi zo, sin la me nor sos pe cha. El co lom bia no le vo ló la ca be za de un ti ro. 276 Ca da día que trans cu rría, las atro ci da des se api la ban, la rea li dad se le ha cía in to le ra ble, lo mis mo que el te ner que acep tar que una com pa ñía bri tá ni ca, in te gra da por un di rec to rio de ilus tres hom bres de ne go cios, es tu vie ra com pro me ti da, aun sin sa ber lo, en se me jan tes crí me nes. Sin em bar go, de fen der la se le trans for mó en una pa ra dó ji ca ob se sión: Tra tar de lo grar que es te ho rri ble es cán da lo no to me es ta do pú bli co, sin si quie ra re mon tar se a 1907 si no ate nién do nos al aquí y al aho ra, es lo úni co que pue de sal var a la com pa ñía. Es te sal va ta je, de por sí, no nos in te re sa ni a Ti zón ni a mí, pe ro la su per vi ven cia de la com pa ñía es la me jor ga ran tía que po de mos te ner en el sen ti do de lo grar un me jor tra ta mien to de los in dios, o lo que que da de ellos. Si lo gra mos que si ga fun cio nan do co mo una com pa ñía in gle sa y no me ra men te co mo Ara na & Her ma nos, re gis tra da en Lon dres, en ton ces sí se po drían lle var a ca bo cam bios ra di ca les y es te la men ta ble es ta do de co sas po dría te ner un fin me nos pre ci pi ta do. La di fi cul tad con sis te en evi tar que el di rec to rio re nun cie en el ac to. Hay que su pli car o com pe ler a quie nes se han be ne fi cia do eco nó mi ca men te con la es cla vi tud de los in dios a que lle guen a per der di ne ro con tal de re di mir a los in dios que que dan. ¡Y siem pre es ta rá Ju lio Ara na! Él es el cen tro del pe li gro. Si des cu bre que no pue de se guir en ga ñan do a una com pa ñía in gle sa, la des trui rá y pon drá en fun cio na mien to las atro ci da des pa sa das y pre sen tes no ta ble men te agu di za das, con el apo yo del go bier no pe rua no, pa ra que se ex trai ga has ta el úl ti mo ki lo de cau cho mien tras ha ya un in dio vi vo. Dios ayu de a es tos po bres in de fen sos, él es el úni co que los pue de ayu dar. Al gu nas reac cio nes de Ca se ment po drían con si de rar se ro mán ti cas.

Jo seph Con rad no se equi vo có al de fi nir lo co mo un hom bre que era pu ra emo ción. Un día, en Úl ti mo Re ti ro, el cón sul se en te ró por el bar ba den se Bis hop que un gru po de in dios que ha bía lle ga do a la sec ción cau che ra es ta ba ham brien to y que el sis te ma de la Pe ru vian Ama zon Com pany era ali men tar los con ín fi mas ra cio nes y que ellos se pro cu ra ran la co mi da en la sel va, al go di fí cil de lo grar, ya que no cre cían los ali men tos co mes ti bles. Mas ti ca ban per ma nen te men te ho jas de co ca, que les cal ma ba el ham bre y los ha cía to le rar el can san cio. Ca se ment de ci dió, en ton ces, re par tir a esos vein te in dios fa mé li cos la tas de sar di nas, de cor ned-beef, de len gua de ove ja. En su dia rio, des cri be el asom bro, el pla cer, las ex pre sio nes de agra de ci mien to de los in dí ge nas, que se ha bían con gre ga do 277 en la puer ta de su dor mi to rio, co mo tam bién su pro pio re go ci jo por brin dar les ali men to. El epi so dio ilus tra al gu nos as pec tos de la per so na li dad de Ca se ment: cier ta in ge nui dad, un pro ta go nis mo me siá ni co y has ta un ine quí vo co ego cen tris mo. Se tra ta ba de un ges to fu gaz y es té ril. Los in dios, a pe sar de las la tas de aren ques y sar di nas que al gu nos has ta abrían con los dien tes, se gui rían mu rién do se de ham bre al día si guien te. El en via do bri tá ni co, en cam bio, no era in ge nuo con re la ción al sis te ma que im pe ra ba y, a di fe ren cia de los miem bros de la co mi sión, re gis tra ba pun tual men te to do lo que veía u oía. Pe ro una tar de, la co mi sión re gre só de una in cur sión por la sel va y sus ex pre sio nes re fle ja ban es tu pe fac ción: ha bían vis to in dios que os ten ta ban las te rri bles ci ca tri ces de los la ti ga zos, en tre ellos un chi co de on ce años “cor ta do en ji ro nes” por el je fe de sec ción Montt, y un in dí ge na en tra do en años que les ha bía ob se quia do el día an te rior un mo no que ha bía ca za do: al or de nar le que se ba ja ra los pan ta lo nes de al go dón, por los que pa ga ba con trein ta ki los de cau cho, apa re cie ron las fe ro ces mar cas. El 11 de oc tu bre, se pu sie ron en mar cha rum bo a En tre Ríos, otra sec ción cau che ra a la cual de be rían lle gar, en su úl ti mo tra mo, a pie. Las ob ser va cio nes de Ca se ment, su ojo pe ne tran te, su es pí ri tu in qui si dor, fue ron pro gre si va men te con ven cien do a la co mi sión de lo que ver da de ra men te su ce día en el Pu tu ma yo. El es cep ti cis mo de Bar nes, Bell y Fox dio pa so a una vi sión mu cho más rea lis ta del sis te ma de ex plo ta ción del in dio. Los mi tos crea dos por Ju lio Cé sar Ara na en Lon dres, a tra vés de in for mes pre sen ta dos al di rec to rio, se fue ron de rrum ban do con el co rrer de los días. Es in te re san te re pro du cir un pa sa je del dia rio del cón sul co rres pon dien te al 11 de oc tu bre, an tes de em pren der la mar cha a En tre Ríos, de mo ra da al gu nas ho ras por las llu vias to rren cia les. A Fox se le ha di cho que el sis te ma ma lig no que pue de ver fun cio nan do a ple no fue una suer te de cre ci mien to na tu ral e ine vi ta ble ba sa do en el he cho que los pri me ros “po bla do res” de bie ron so bre vi vir

a los in dios a tra vés del te rror. Es tos úl ti mos los hu bie ran ase si na do; por lo tan to, po co a po co es ta abo mi na ción ar ma da cre ció co mo “una cruel ne ce si dad de de fen sa pro pia”. Lo con du je a Fox a mi dor mi to rio y le leí las de cla ra cio nes de Ara na a los ac cio nis tas, don de se en fa ti zan es tos con cep tos y le pre gun té si lo creía, a lo cual res pon dió: “No, no es ver dad”. Es tos hom bres no vi nie ron aquí co mo po bla do res pa ra “co mer ciar” con los in dios, si no pa ra apro piar se de ellos. No son los ár bo les de cau cho 278 lo que de sean, si no los in dios, ya que los ár bo les no tie nen va lor sin ellos. Los in dí ge nas, ade más de su mi nis trar les cau cho, ha cen to do lo que es tas cria tu ras quie ren ––ali men tar los, cons truir ins ta la cio nes, trans por tar car gas y dar les con cu bi nas. Es to nun ca lo hu bie ran he cho por per sua sión y, por con si guien te, los ma ta ron. Los ma sa cra ron y es cla vi za ron me dian te el te rror, que es la ba se de to do. Lo que ve mos hoy en día es una me ra se cuen cia ló gi ca de even tos ––los in dios aco bar da dos y so me ti dos, re du ci dos en nú me ro, irre me dia ble men te obe dien tes, sin re fu gio ni po si bi li dad de es ca pe, sin que na da de es to pue da ser re ver ti do. A En tre Ríos se de bía lle gar a pie des de Puer to Pe rua no, lo cual fue par ti cu lar men te ar duo pa ra Ca se ment no só lo por las di fi cul ta des que de pa ra ba el ca mi no, si no por que te nía un ojo ven da do pre su mi ble men te co mo con se cuen cia de una in fec ción. La sen da su bía y ba ja ba con des ni ve les de has ta trein ta me tros y de bían sor tear pre ca rios puen tes que atra ve sa ban ria chos tri bu ta rios del Iga ra pa ra ná, mien tras los in dios trans por ta ban los va ria dos equi pa jes de la co mi sión sin que jar se ni re ci bir pa ga al gu na. La sec ción En tre Ríos im pre sio na ba por su en cla ve: la ca sa prin ci pal, cons trui da por los in dios con la cor te za de la pal me ra fro na y sin uti li zar un so lo cla vo ––es ta ba en sam bla da con lia nas––, se er guía en una pla ni cie de fo res ta da de apro xi ma da men te cien to cin cuen ta hec tá reas. En las es ca le ras es ta ba el je fe de sec ción, An drés O’Don nell, del cual Ca se ment ha ce una des crip ción en su dia rio: “Es, por le jos, el agen te de la Com pa ñía que tie ne me jor as pec to de to dos los que he mos vis to, sa lu da ble y de ojos cla ros”. En 1911, cuan do Ca se ment, que re gre sa ba al Ama zo nas, hi zo un al to en Bar ba dos, se en con tró a O’Don nell, que es ta ba por ca sar se con la hi ja de un fun cio na rio bri tá ni co. A pe sar de su evi den te sim pa tía por él, Ca se ment in ten tó lle var lo a jui cio por los crí me nes que ha bía co me ti do en el Pu tu ma yo, pe ro só lo lo gró ha cer lo huir a Nue va York. Aun que Ca se ment no ne ga ra la res pon sa bi li dad de O’Don nell en crí me nes y fla ge la cio nes, en sus es cri tos siem pre le en cuen tra un pa lia ti vo, un cos ta do bue no, co mo si fue ra res ca ta ble y po se ye ra un co ra zón no ble, al go di fí -

cil de en con trar en un hom bre que ha cía sie te años que vi vía en En tre Ríos, le jos de to da ci vi li za ción, ro dea do por un ha rén de in dias. El 25 de oc tu bre, al re gre sar a En tre Ríos des de Ma tan zas, Ca se ment es cri bió en su dia rio: 279 A pe sar de to do y es tan do aquí he pre fe ri do que dar me con O’Don nell en vez de Montt y sien to una suer te de sen ti mien to cor dial por es te hom bre, co mo tam bién la creen cia de que, ba jo otra di rec ción, ha bría si do ho nes to. En las ac tua les cir cuns tan cias ha he cho un buen tra ba jo si lo com pa ra mos a los hom bres que lo ro dean y su sec ción es mo de lo com pa ra da con es tas de tes ta bles pe ni ten cia rías. El bar ba den se Bis hop, que se ha bía con ver ti do en asis ten te y ase sor de Ca se ment en ma te ria ama zó ni ca, te nía su pro pia opi nión de O’Don nell. Ha bía tra ba ja do con él en En tre Ríos des de fi nes de 1908 a 1909 y nun ca vio al je fe de sec ción ma tar a un abo ri gen: és te de le ga ba en los mu cha chos ese tra ba jo, que so lía rea li zar se en ple na sel va. Otros afir ma ban que O’Don nell se en tre te nía dis pa rán do les a los in dios des de su ha ma ca. Con res pec to a los azo tes, O’Don nell era im pla ca ble, co mo to dos sus con gé ne res: el ga nar tres so les por ca da arro ba (quin ce ki los) de cau cho que le traían, uni do al sie te por cien to del bru to de la pro duc ción, no lo ha cía pre ci sa men te cle men te. El pro pio Bis hop ha bía si do for za do a fla ge lar a quie nes no ren dían el cau cho que les co rres pon día. Sa bía que, en un tri mes tre, el je fe ha bía ga na do dos cien tas li bras es ter li nas gra cias a los in dios, una for tu na pa ra un mo des to em plea do de una sec ción cau che ra per di da en las en tra ñas del Ama zo nas. Pe ro en En tre Ríos, por más que las atro ci da des tal vez fue ran me no res, exis tían. El cón sul bri tá ni co se ha brá pre gun ta do có mo al gún ca ci que in dí ge na no opo nía re sis ten cia a se me jan te ge no ci dio: te nían ar mas, co no cían la sel va y, si apli ca ban la es tra te gia gue rri lle ra de gol pear y dis per sar se, po drían ha ber des pe ja do zo nas ocu pa das por los cau che ros. Las re be lio nes, aun que en la ti tu des an di nas, no ha bían si do aje nas al Pe rú: bas te se ña lar la de Tú pac Ama ru, a fi nes del si glo XVIII. En el Ama zo nas exis tió una re be lión po co an tes de la lle ga da de Ca se ment, li de ra da por un ca ci que ex plo ta do y hu mi lla do en la sec ción cau che ra Ma tan zas, di ri gi da por Ar man do Nor mand. Ese re bel de se lla mó Ka te ne re y Ca se ment se con vir tió en su más de vo to ad mi ra dor. En el Blue Book, edi ta do por el Fo reign Of fi ce bri tá ni co en 1912, el cón sul se re fie re a es te hé roe sel vá ti co. Qui zás el más va lien te y el más de ci di do opo si tor con que se en con tra ron es tos ase si nos [se re fie re a los je fes de sec ción], ha lló la muer te ape nas unos po cos me ses, o in clu so se ma nas, an tes de mi lle ga da a es ta re gión. Se tra ta de un ca ci que bo ra, o ca pi tán, lla ma do Ka te -

280 ne re. Es te hom bre, jo ven y fuer te, vi vía en el río Pa ma. Ha bía con sen ti do, su pon go que por ne ce si dad, a en tre gar cau cho y, du ran te un tiem po, tra ba jó vo lun ta ria men te pa ra Nor mand, has ta que, de bi do al mal tra to, él co mo mu chos otros, de ci die ron huir. Fue cap tu ra do po co des pués, jun to con su mu jer y otros miem bros de su tri bu, y con fi na do al ce po en la sec ción Abi si nia, pa ra ser so me ti do al pro ce so de do mes ti ca ción. Mien tras es ta ba pri sio ne ro, su mu jer ––se gún me con fió un pe rua no blan co que ocu pa un lu gar pro mi nen te en la Com pa ñía–– ha bía si do pú bli ca men te vio la da en su pre sen cia por uno de los más al tos em plea dos del sin di ca to. Ka te ne re, se gún me di je ron, lo gró es ca par gra cias a una mu cha cha in dia que le van tó el tra ve sa ño su pe rior del ce po, en un mo men to de dis trac ción de sus car ce le ros. No só lo es ca pó, si no que ob tu vo ri fles Win ches ter de los mu cha chos de la sec ción Abi si nia. Con es tas ar mas reu nió a un con tin gen te de su clan, y de sa tó una gue rra de gue rri llas con tra los blan cos y to dos aque llos in dios que los ayu da ran a re co lec tar cau cho. Du ran te dos años, el re bel de pu so en ja que a quie nes ad mi nis tra ban el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na. El ca ci que te nía el ins tin to del ja guar, la reac ción rá pi da de la ser pien te y po día de sa pa re cer en un abrir y ce rrar de ojos. Una de sus víc ti mas fue un cu ña do de Ara na, her ma no de Eleo no ra: Bar to lo mé Zu mae ta, un bo rra cho, si fi lí ti co y vio len to. Mien tras su her ma no Pa blo di ri gía la ofi ci na de la Pe ru vian Ama zon Com pany en Iqui tos él ha bía si do re le ga do a la sel va, no en ca li dad de je fe de sec ción, si no co mo em plea do. Ya he mos se ña la do que Ara na, al tí pi co mo do de los cau di llos la ti noa me ri ca nos, ha bía eri gi do un sis te ma en do gá mi co en su em pre sa. En En tre Ríos, por ejem plo, tra ba ja ba Mar tín Ara na, me dio her ma no de Ju lio, na ci do fue ra del ma tri mo nio, que ga na ba ocho li bras es ter li nas al mes rea li zan do ta reas do més ti cas y pre pa ran do cóc te les pa ra los vi si tan tes. En ma yo de 1908, Bar to lo mé Zu mae ta se en con tra ba en te rri to rio bo ra, a ori llas de un arro yo, la van do cau cho, es de cir, de pu rán do lo de al gu nos agre ga dos, cuan do irrum pie ron Ka te ne re y sus in dios ar ma dos. Ka te ne re le dis pa ró a que ma rro pa y allí ter mi nó sus días es te hom bre re pug nan te y san gui na rio. La per se cu ción de Ka te ne re se con vir tió en un te ma prio ri ta rio pa ra los je fes de sec ción. El ca ci que co me tió un error: ata có la sec ción Abi si nia, don de ha bía su fri do el es car nio de con tem plar có mo vio la ban a su mu jer. Du ran te el ata que, fue ba lea do por uno de los mu cha chos y mu rió. Su mu jer fue cap tu ra da po co des pués en el río Pa ma. 281 El 16 de oc tu bre, Ca se ment y la co mi sión ––sal vo Fox, que no to le ra ba los ca mi nos sel vá ti cos y su fría una se ve ra do len cia en una pier na–– se

apres ta ron a par tir a Ma tan zas, una de las sec cio nes in te rio res más te ne bro sas, re gen tea da por Ar man do Nor mand. Ha bía que lle gar a pie por la jun gla, en tre el aco so de los in sec tos, el ca lor y la hu me dad. En las pá gi nas 41 a 44 del hoy per di do Green Book, Ca se ment des cri be esa aza ro sa tra ve sía al co ra zón del im pe rio de Ara na. Los pre pa ra ti vos se hi cie ron en la ve ran da de la ca sa prin ci pal de En tre Ríos, don de el ca pi tán de los in dios mui na nes que ofi cia ría de guía afir mó que es ta ban “muy con ten tos”, co mo un eco de An drés O’Don nell, que ca da vez que era in te rro ga do por la co mi sión o por Ca se ment con res pec to al es ta do de los in dios, in va ria ble men te res pon día, co mo si se tra ta ra de una le ta nía, “muy con ten tos”. La mar cha de ocho ho ras por la sel va fue pe no sa. En su dia rio, el cón sul cuen ta que se de sa tó un di lu vio que los em pa pó y que los in dios im pro vi sa ron pa ra guas con ho jas de pal me ra pa ra pro te ger la car ga y a sí mis mos. Por úl ti mo, un cla ro en la es pe sa ve ge ta ción des cu brió el te cho de Ma tan zas, don de fla mea ba la ban de ra pe rua na. El cón sul, que se ha bía ade lan ta do al con tin gen te, se de tu vo a con tem plar ese cen tro del ho rror, del cual tan to le ha bían ha bla do. Pre fi rió es pe rar al res to del gru po a lle gar so lo y te ner que en fren tar se con Ar man do Nor mand, por quien ha bía de sa rro lla do una re pug nan cia vis ce ral. Los si nies tros per so na jes de es ta sec ción cau che ra no di fe rían de ma sia do de los de Úl ti mo Re ti ro y, pa ra col mo, no es ta ban pre ci sa men te de buen hu mor: re cién el día an te rior se ha bían en te ra do del arri bo de la co mi sión. Ha bían te ni do tiem po su fi cien te pa ra li be rar a los in dios y es con der a los mo ri bun dos, pe ro Ar man do Nor mand aún no ha bía lle ga do de otra sec ción, La Chi na, don de re si día con sus con cu bi nas in dias. A Ca se ment le asig na ron al sa lón del je fe, cu yas pa re des es ta ban cu bier tas por fo to gra fías del Grap hic, una re vis ta de la épo ca, que re pro du cían la gue rra ru so-ja po ne sa de 1904-1905, las pre vi si bles bel da des fran ce sas ex traí das de un dia rio de ín fi ma ca li dad y va rias fo to gra fías de su da me ri ca nos con ca ras em bru te ci das, una de ellas po si ble men te del pro pio Nor mand, a quie nes Ca se ment, en un arran que ra cis ta, com pa ró con “los ju díos del East End de Lon dres, de la bios gra sien tos y ojos re don dos”. En tre es tos vul ga res re cor tes lan gui de cía un di plo ma de con ta dor, otor ga do a Ar man do Nor mand por el Co le gio de Con ta do res de Lon dres, en 1904. Ese era el san tua rio del ase si no más re nom bra do del 282 Ama zo nas. El en cuen tro en tre es tos dos hom bres re cién se pro du jo a la ho ra de ce nar, ya que el cón sul pre fe ría es tar con el je fe de sec ción lo me nos po si ble. La des crip ción que ha ce de él ex pre sa cla ra men te sus sen ti mien tos. “Res pon día a to do lo que uno ha bía leí do o pen sa do acer ca de él: del ga do, pe que ño, de ba ja es ta tu ra, y creo que con una de las ca ras

más re pul si vas que ha ya vis to. Su ex pre sión era per fec ta men te dia bó li ca en lo que con cier ne a cruel dad y a mal dad. Sen tí que me ha bían pre sen ta do a una ser pien te”. Su con di ción de in ves ti ga dor, de en via do de un go bier no co mo el bri tá ni co, uni do a su éti ca in que bran ta ble y a sus es ta dos emo cio na les fá cil men te al te ra bles, lo po nía en un pla no dia me tral men te opues to al de la co mi sión. Bar nes, Bell y Fox ––Giel guld era em plea do de la Pe ru vian Ama zon Com pany–– po dían es ca par de esa an gus tia opre si va es tu dian do y ana li zan do as pec tos eco nó mi cos o bo tá ni cos; Ca se ment, en cam bio, te nía una mi sión que lo obli ga ba a in da gar en abis mos ca da vez más atro ces. Ha bía vis to y oí do de ma sia do y es en ten di ble que qui sie ra aban do nar Ma tan zas cuan to an tes. Se lo hi zo sa ber a los otros miem bros de la co mi sión, quie nes di je ron com pren der lo cuan do afir mó que el so lo he cho de ver la ca ra de Nor mand lo en fer ma ba. Ca se ment te nía que cum plir con su mi sión de en tre vis tar a los ne gros bar ba den ses y ex traer de ellos la ver dad, evi tan do que los je fes de sec ción los so bor na ran o ame dren ta ran. El pri me ro fue Ja mes La ne, un jo ven de vein ti trés años de edad que, de in me dia to, le so li ci tó al cón sul que lo ayu da ra a re gre sar a su tie rra. Le re la tó la his to ria de Ko di hin ka, un in dio que in ten tó es ca par se con los su yos al Ca que tá, a te rri to rio co lom bia no ha cía ape nas un mes, cuan do el cón sul es ta ba en Iqui tos. Ar man do Nor mand en ca be zó la jau ría de mu cha chos y ase si nos que cru za ron la fron te ra, lo cap tu ra ron jun to con su mu jer e hi jos, y lo lle va ron con las mu ñe cas ata das a tra vés de la sel va ha cia La Chi na. Allí fue ron bru tal men te azo ta dos, y Ko di hin ka fue in tro du ci do en el ce po, jun to con otros cin co in dios cap tu ra dos que ex hi bían es pal das y mus los san gran tes de los la ti ga zos re ci bi dos. Allí lo de ja ron, du ran te tres días, has ta que mu rió, mien tras su piel ––se gún La ne–– des pe día un olor in so por ta ble de bi do a la des com po si ción. Su mu jer y sus hi jos, que es ta ban en otro ce po con ti guo, tu vie ron que pre sen ciar ese fin abo mi na ble. Y es aquí cuan do se pro du ce, den tro del ho rror, una si tua ción ca si có mi ca. Mien tras La ne de cla ra ba an te Ca se ment, in te rio ri zán do lo de có mo tra ta ba Nor mand a los in dios, el je fe de sec ción, en una ha bi ta ción 283 con ti gua ape nas se pa ra da por una del ga da pa red que per mi tía es cu char lo que se ha bla ba, da ba su tes ti mo nio an te la co mi sión. El con tras te en tre am bos tes ti mo nios era in creí ble. Nor mand afir ma ba con aplo mo que ha cía tres años que no se azo ta ba a los in dios, y que só lo se los gol pea ba en las ma nos con un apa ra to ino fen si vo cuan do se re be la ban. Qué ha brá sen ti do es te psi có pa ta ––que ha bla ba in glés–– cuan do es cu chó de cir a La ne, en el am bien te con ti guo, que en un mes ha bía vis to ma tar a un in dio a gol pes, jun to con otros cin co más, acu san do a un em plea do, Jo -

sé Cór do ba, de ha ber si do el bra zo eje cu tor. Pa ra la co mi sión, el Pu tu ma yo se ha bía trans for ma do en una suer te de pa pa ca lien te ca paz de in ci ne rar a quien es tu vie ra pró xi mo, don de las atro ci da des se mul ti pli ca ban co mo si se des cen die ra ca da día a las en tra ñas de un mun do abo mi na ble. Juan Ti zón, de sig na do por la Pe ru vian Ama zon Com pany pa ra que acom pa ña ra a los bri tá ni cos, y de quien Ca se ment te nía un al to con cep to, ad mi tió que la si tua ción lo su pe ra ba y se aver gon zó de es tar in vo lu cra do en un asun to tan re pul si vo. An ti ci pó que de ja ba la em pre sa y que has ta allí ha bía lle ga do. El cón sul le se ña ló que te nía un de ber ha cia su país y ha cia los in dios que no po día aban do nar. Ti zón res pon dió que clau su ra ría Ma tan zas y to das las es ta cio nes in te rio res, co mo Abi si nia, Mo re lia, Sa ba na y San ta Ju lia. Lo cier to es que ha bía una ra zón eco nó mi ca pa ra ha cer lo. Ma tan zas, por ejem plo, arro ja ba pér di das y fue ca li fi ca da por el re pre sen tan te de la com pa ñía co mo una “lo cu ra fi nan cie ra”. Es te dé fi cit ge ne ra do por gas tos de ex plo ta ción y por cen ta jes, no per ju di ca ba a Nor mand, quien ha bía acu mu la do la na da des pre cia ble su ma de dos mil li bras es ter li nas a lo lar go de los años, mien tras que al gu nos de los ne gros bar ba den ses que ha cía va rios años que tra ba ja ban en el Pu tu ma yo te nían deu das de has ta cua ren ta li bras es ter li nas con la com pa ñía, al go que en fu re cía a Ca se ment. El cón sul se apres tó a re gre sar a En tre Ríos, no sin an tes so me ter se a una prue ba pa ra ver qué se sen tía al lle var a la es pal da una car ga del cau cho, que po día lle gar a pe sar has ta cua ren ta ki los . Vio a un con tin gen te de in dios lle gan do a Ma tan zas con el pro duc to de un fa bri co. Era un gru po es pec tral de hom bres, mu je res y ni ños, que ha bían atra ve sa do la sel va sin ali men tos, só lo pa ra de po si tar a los pies de Nor mand el cau cho re co lec ta do. El cón sul car gó uno de los bul tos ––que el bar ba den se Cha se le co lo có en la es pal da–– e in ten tó ca mi nar: no pu do dar ni tres pa sos. El 21 de oc tu bre ini ció el re gre so a En tre Ríos. Per noc tó en una rús ti ca vi vien da de los in dios mui na ne y si guió ca mi no al día si guien te, 284 acom pa ña do por Bis hop y Sealy. El tra yec to es tu vo pla ga do de im pre vis tos. En con tró en el ca mi no a un mu cha cho en fer mo y ham brien to, que ha cía do ce días que ha bía si do des pa cha do por Nor mand pa ra cap tu rar a la mu jer de uno de sus em plea dos que ha bía hui do de Ma tan zas. Tra tó de ali men tar lo y de pro di gar le cui da dos, lo mis mo que a una in dia to tal men te des nu da, fa mé li ca y de ses pe ra da, que ex hi bía las ha bi tua les mar cas del lá ti go, ate rro ri za da por que Nor mand la iba a ma tar. Ca se ment no pu do con te ner las lá gri mas an te el las ti mo so es pec tá cu lo y la cui dó a la no che en la vi vien da de los mui na nes, es cu chan do sus per ma nen tes ge mi dos. Al día si guien te, cuan do pro si guie ron la mar cha, se en te ró por Bis hop y Sealy que to do lo pu bli ca do por Wal ter Har den burg ––al me nos,

en lo esen cial–– era ri gu ro sa men te cier to. Ar man do Nor mand pron to se ría reem pla za do en sus fun cio nes en Ma tan zas por Jua ni to Ro drí guez, un ase si no que no le iba a la za ga en ma te ria de cruel dad. En el mes de abril de ese mis mo año, Ro drí guez apa re ció en Sa ba na, otra de las te ne bro sas sec cio nes in te rio res, di ri gi da por Jo sé Ino cen te Fon se ca. Ca da ma ña na, al le van tar se, se di ri gía al ce po a azo tar con el lá ti go de cue ro de ta pir a los in dios allí atra pa dos a mo do de ejer ci cio. Tam bién dis fru ta ba cuan do sol ta ba a los pe rros ham brien tos que se aba lan za ban so bre los in dios que es ta ban en el ce po, ata cán do los a mor dis cos y lle ván do se pa ra sa bo rear par tes de sus cuer pos. El cón sul re gis tra ba en su dia rio mu chos más con cep tos de lo que ha bría es cri to un in ves ti ga dor frío y afec ti va men te dis tan te, lo cual ha bla bien de sus po de res de con cep tua li za ción e in ter pre ta ción. To me mos, por ejem plo, el re gis tro co rres pon dien te al 23 de oc tu bre, re fi rién do se a las tri bus in dí ge nas. Los in dios no son só lo ase si na dos, azo ta dos, en ca de na dos co mo bes tias sal va jes, ca za dos co mo a fie ras, sus vi vien das in cen dia das, sus mu je res vio la das, sus hi jos arran ca dos del se no fa mi liar pa ra ser so me ti dos a la es cla vi tud y a los ul tra jes, si no que tam bién son co mer cial men te ver gon zo sa men te es ta fa dos. Es tas pa la bras pue den so nar fuer tes, pe ro no lo su fi cien te men te fuer tes. Las con di cio nes aquí son las más des gra cia das, ile ga les e in hu ma nas que exis ten en el mun do ac tual. Ex ce de de por le jos el sis te ma de pra va do y des mo ra li zan te que pre va le cía en el Con go en sus peo res mo men tos. El úni co ras go ate nuan te que en cuen tro en es te sis te ma com pa ra do al de Leo pol do II es que, mien tras la ti ra nía le ga li za da de es te mo nar ca afec tó a va rios mi llo nes de per so nas e hi zo es tra gos en el co ra zón de un con ti 285 nen te, es ta ti ra nía sin le yes, en cam bio, afec ta só lo a mi les. Es cier to que pre va le cen, en la mon ta ña pe rua na4 y en re gio nes cau che ras de Bo li via, con di cio nes de vi da ma lig nas, co mo lo des cri be el ba rón Von Nor dens kjöld5 (y otros es cri to res), pe ro la su ma de se res hu ma nos que la pa de cen es me nor a la de al gu nas tri bus afri ca nas. La po bla ción to tal de las sel vas cau che ras del Pe rú y de Bo li via no su pe ra las dos cien tas cin cuen ta mil per so nas. La re gión del Pu tu ma yo, que sin du da es tá su frien do la peor de las ti ra nías, po see, se gún Ara na, cua ren ta mil in dios, pe ro Ti zón ale ga que só lo hay ca tor ce mil, y per so nal men te creo que el nú me ro es me nor. A pe sar de es to, es te cuar to de mi llón de in dios y es tos ca tor ce mil es cla vos del Pu tu ma yo pe san so bre la con cien cia de los se res ci vi li za dos. La es cla vi tud que pa de cen es abo mi na ble, atroz. Es apa bu llan te pen sar en el su fri mien to que la de no mi na da ci vi li za ción es -

pa ño la y por tu gue sa ha de sen fre na da men te in fli gi do a es te pue blo. Y di go de sen fre na da por que no ha bía ra zo nes de ne ce si dad ––co mo, por ejem plo, en el ca so de los in dios nor tea me ri ca nos––, pa ra ser im pues tas por quie nes los es cla vi za ban y ex ter mi na ban. Las con di cio nes (en los Es ta dos Uni dos) son o fue ron to tal men te dis tin tas. La ine vi ta ble de sa pa ri ción del in dio nor tea me ri ca no co mo con se cuen cia de una co rrien te im pa ra ble de co lo nos que ter mi na ron sien do pro pie ta rios de la tie rra, tra ba ján do la, fun dan do fa mi lias, gran des ciu da des y per so nas po de ro sas, di fi rió de la me ra in va sión es cla vi zan te de los ex plo ta do res la ti nos que no vi nie ron a tra ba jar la tie rra, a po seer la y crear un pue blo al ta men te ci vi li za do, si no a trans for mar se in di vi dual men te en ri cos gra cias al tra ba jo for za do de los in dios a quie nes cap tu ra ban. Lo han he cho du ran te si glos y la po bla ción in dí ge na dis mi nu ye pro gre si va men te, con ver ti da en sier vos per pe tuos y he re di ta rios. Co mo me di jo Ti zón: “Pe rú tie ne mu chos ha bi tan tes, pe ro po cos ciu da da nos”. En En tre Ríos, el cón sul vol vió a en con trar se con An drés O’Don nell. En su dia rio, des cri be una con ver sa ción que tu vie ron, en pre sen cia de Fox, don de O’Don nell se com por tó de una for ma ab so lu ta men te ci vi li za da y lle gó a de cir que la men ta ba el sis te ma que pre va le cía en el Pu tu ma yo. El en via do bri tá ni co in sis tió en que el ver da de ro cri mi nal era el go bier no del Pe rú, que le per mi tió a don Ju lio ins tru men tar su per ver so sis te ma. Tan to Ara na co mo la ad mi nis tra ción del De par ta men to de Lo re to eran cri mi na les de mar ca ma yor. Pa ra le la men te a es ta in fer nal in ves ti ga ción, Ca se ment de bió en fren tar otros ma les: al día si guien te de su lle ga da a En tre Ríos, des per tó con los pies hin cha dos, co mo con se cuen 286 cia del atroz ca mi no sel vá ti co que de bió re co rrer, que ter mi nó por per fo rar las sue las de sus za pa tos. Tam bién pa de ció la in va sión de las ni guas, que de po si tan sus lar vas de ba jo de la piel, en su ca so con cre to, en el ta lón, la no che en que dur mió en la vi vien da de los in dios mui na nes, pa to lo gía que ya ha bía su fri do en el Con go, don de ese in sec to lle gó en 1868. Lo que Ca se ment no ima gi nó es que un hués ped in de sea do lle ga ría a En tre Ríos. Ar man do Nor mand se pre sen tó im pe ca ble men te ves ti do y asea do a to mar el té, ce re mo nia que, co mo se pue de apre ciar, no era omi ti da por los in gle ses ni aun en ple na sel va. Lo que lo ha bía lle va do allí era el mie do. A di fe ren cia de otros je fes de sec ción, que no co no cían si no los os cu ros ríos ama zó ni cos, ha bía es tu dia do en In gla te rra y co no cía a la per fec ción cuál era el cas ti go, en ese país, pa ra los ase si nos. Sus bur dos pre tex tos hi cie ron son reír a Ca se ment. ––A mu chas per so nas no les gus ta mos ––di jo Nor mand–– y no que rría que un ca ba lle ro de su ran go par tie ra sin co rre gir in for ma cio nes que

no son ver da de ras. Exis ten ma las per so nas que mien ten so bre no so tros. Ase gu ró que siem pre ali men ta ba a los in dios y que les lle va ba me di ca men tos cuan do es ta ban en fer mos. Cuan do Fox lo in te rro gó acer ca de las ho rri bles ci ca tri ces que ex hi bían los in dí ge nas en sus mus los y nal gas, Nor mand las atri bu yó a lu chas tri ba les. En su dia rio, el cón sul re gis tró el en cuen tro. Nor mand per ma ne ció to da la no che y su ex pre sión cruel ter mi nó al te ran do to da nues tra ecua ni mi dad. Es una ca ra per fec ta men te atroz ––pe ro, sin du da, el bru to tie ne co ra je, un co ra je ho rro ro so y te mi ble, per se ve ran cia y, a la vez, una men te as tu ta––. Es el más há bil de to dos los tru ha nes que he mos co no ci do y me atre ve ría a afir mar que es el más pe li gro so. El res to es ta ba com pues to, fun da men tal men te, por ma nía cos ase si nos, o por hom bres ru dos, crue les e ig no ran tes co mo Ji mé nez ––mi tad sir vien te, cho lo mal edu ca do. Es te, en cam bio, es un hom bre edu ca do que ha vi vi do mu cho tiem po en Lon dres, co no ce el sig ni fi ca do de sus crí me nes y a lo que equi va len en el mun do ci vi li za do. Pro ba ble men te, de see al gu na vez vol ver a In gla te rra y te me, aca so, que las co sas le sal gan mal allí o, in clu so, te me que yo pue da pre sen tar un in for me an te el Pre fec to, en Iqui tos. A di fe ren cia de los miem bros de la co mi sión, que aún no pa re cían apre hen der los al can ces de lo que pre sen cia ban, Ca se ment te nía jus ti fi ca dos te mo res. Era po si ble que los bar ba den ses, una vez que lle ga ran a 287 Iqui tos, fue ran arro ja dos a un ca la bo zo. Es to ya ha bía ocu rri do con tres de ellos. Cy ril At kins ha bía si do en via do a Iqui tos por Nor mand pa ra que ter mi na ra mu rién do se en un ca la bo zo; E. Ch rich low de bió pa de cer quin ce me ses de en cie rro en una cel da de la mis ma ciu dad, só lo por que Mi guel de los San tos Loay za, je fe de El En can to en el Ca ra pa ra ná, lo ha bía acu sa do a tra vés de una car ta; Braith wai te ha bía si do en car ce la do por or den de un ca pi tán de la flo ta de bar cos de don Ju lio, y ni si quie ra el cón sul bri tá ni co Da vid Ca zes pu do lo grar su li be ra ción. Ti zón siem pre re pe tía: “En el Pe rú, hay mu chas le yes pe ro po ca jus ti cia”. Ca se ment de ci dió que los bar ba den ses que qui sie ran par tir con él de sem bar ca rían en al gún puer to bra si le ño del Ama zo nas, pa ra ser des pués tras la da dos a Ma naos o Pa rá. La sel va her mé ti ca y ries go sa era mu cho me nos pe li gro sa que la Ca sa Ara na, que com pra ba a los jue ces, lo cual sig ni fi ca ba que las ór de nes de arres to eran mo ne da co rrien te pa ra eli mi nar tes ti gos mo les tos. An tes de vol ver a Iqui tos, el cón sul re gre só a La Cho rre ra. Ha bía com ple ta do un pe ri plo que du ró po co más de dos me ses, tiem po su fi cien te pa ra te ner un pa no ra ma de so la do ra men te cla ro de lo que ocu rría con los in dí ge nas. Fue en esa sec ción cau che ra don de dio su tes ti mo nio

el bar ba den se Au gus tus Wal cott, in fa me men te tra ta do por Ar man do Nor mand cuan do lle gó a Ma tan zas, en 1904. Ha bía si do col ga do de los bra zos, ata dos a la es pal da, y fe roz men te gol pea do con ma che tes. Los gol pes lo de ja ron in cons cien te, es tu vo en fer mo una con si de ra ble can ti dad de tiem po y fue lle va do a La Cho rre ra en una ha ma ca. A lo lar go de esos dos me ses, Ca se ment ha bía re co gi do el tes ti mo nio de va rios ne gros de Bar ba dos, don de se re pe tían las mis mas tor tu ras y ve ja cio nes. Pe ro Wal cott brin dó otra cla se de in for ma ción, re la cio na da con lo que ha bía pre sen cia do en la sec ción San ta Ca ta li na, cu yo je fe era Au re lio Ro drí guez. Ca se ment: ¿Us ted afir ma que vio có mo que ma ban vi vos a los in dios? Wal cott: Vi vos. Ca se ment: ¿Qué quie re de cir? Por fa vor, des crí ba lo. Wal cott: Vi que mar vi vo só lo a un in dio. Ca se ment: Bue no, cuén te me de ese ca so. Wal cott: No ha bía re co lec ta do cau cho. Se es ca pó y ma tó a un “mu cha cho”. Le cor ta ron los dos bra zos y las pier nas a la al tu ra de la ro di lla y que ma ron su cuer po. Ca se ment: ¿Y to da vía es ta ba vi vo? 288 Wal cott: Sí, aún es ta ba con vi da. Ca se ment: ¿Ata ron el cuer po y lo que ma ron? Wal cott: No lo ata ron, si no que lo arras tra ron, co lo ca ron bas tan te le ña, la en cen die ron y arro ja ron al hom bre al fue go. Ca se ment: ¿Es tá se gu ro de que to da vía es ta ba vi vo y no muer to cuan do lo arro ja ron al fue go? Wal cott: Sí, es ta ba con vi da y de eso es toy se gu ro. Lo vi mo ver se, abrir los ojos y gri tar. La lis ta de ho rro res pa re cía no ter mi nar nun ca. En la sec ción Abi si nia, cu yo je fe era Abe lar do Agüe ro, un in dio fue des ta za do co mo un ani mal y sus pier nas fue ron ofre ci das pa ra ser co mi das. En la sec ción Sur, una in dia en tra da en años ins tó a los in dios a que no re co lec ta ran más cau cho, que de ja ran de ser es cla vos. Se la de ca pi tó con un ma che te y el ad mi nis tra dor Car los Mi ran da ––un hom bre blan co y al go obe so que le fue pre sen ta do a Ca se ment en La Cho rre ra por Víc tor Ma ce do–– ex hi bió su ca be za, to mán do la del pe lo, a mo do de ad ver ten cia pa ra los de más. El bar ba den se Jos hua Dyall fue con fi na do a Úl ti mo Re ti ro, acu sa do de se du cir a la con cu bi na del je fe de sec ción. Des pués de ha ber si do bru tal men te gol pea do, lo qui sie ron en ce par. Pe ro los agu je ros don de se co lo ca ban las pier nas ha bían si do he chos pa ra las del ga das pan to rri llas y to bi llos de los in dios. Va rios hom bres se su bie ron al ar te fac to pa ra pre -

sio nar lo has ta que se ce rró. Dyall que dó, des de en ton ces, con enor mes di fi cul ta des pa ra ca mi nar. Ro ger Ca se ment no era só lo un efi caz in ves ti ga dor, si no un hom bre do ta do de un agu do po der de con cep tua li za ción. Los ho rro res del Pu tu ma yo, la cul tu ra in dí ge na, te nían un pro fun do sig ni fi ca do que tra tó de des ci frar. Es in te re san te re pro du cir sus im pre sio nes so bre el ca ni ba lis mo y la con de na a que es ta ba so me ti do el in dio su da me ri ca no, re gis tra dos en su dia rio el 25 de oc tu bre. No exis te, has ta don de yo se pa, un ac to es pe cí fi co de cruel dad o de tor tu ra que pue da im pu tár se le a es tos in dios, in clu so por los pro pios hom bres que los han tra ta do con tan ta cruel dad du ran te tan to tiem po, y que me re ce rían ser tor tu ra dos. Cuan do los in dios han ma ta do a es tos de no mi na dos hom bres blan cos, lo han he cho de for ma rá pi da y hay que pen sar en el sig ni fi ca do que es te ac to tu vo pa ra ellos ––res ca tar a su mu jer y a sus hi jos, de to do aque llo que, pa ra ellos, 289 era lo más pre cia do. Los mu cha chos han si do em bru te ci dos e ins trui dos pa ra de ca pi tar, dis pa rar, azo tar y ul tra jar. Son ape nas otra ins tan cia de la de ses pe ran za da obe dien cia de es te pue blo. Lo que el hom bre blan co or de na, lo eje cu tan sin re pa ros. Las ar mas que uti li zan los in dí ge nas son la me jor mues tra de su fal ta de es pí ri tu san gui na rio y de sus men tes y cos tum bres. Me re fie ro a los es po lo nes ca si in fan ti les y a la cer ba ta na ––si len cio sa, pa ra li zan te, sin de rra me de san gre. Es tas ar mas con tras tan con el ha cha de gue rra, la lan za de dos me tros de lar go con una ho ja de die cio cho pul ga das, o los cu chi llos uti li za dos pa ra la de ca pi ta ción de las tri bus del in te rior de Áfri ca. Es tos ro bus tos sal va jes afri ca nos se re go ci jan cuan do co rre la san gre, del mis mo mo do que el he roi co zu lú se exal ta ba an te la me ra vi sión del co lor ro jo, en el cual se ba ña ba. Es tos in dios de ha blar sua ve, de mi ra da dul ce y bo cas bien for ma das nun ca han ma sa cra do, si no que han ma ta do. In clu so en sus fies tas ca ní ba les, se gún lo re la ta ron Ro bu chon, en 1906, y el te nien te Maw, en 1827, no fue ron or gías en ma te ria de de rra me de san gre y se apli có la mí ni ma cruel dad a la víc ti ma pa ra lle var a ca bo la ce re mo nia. Aun más, es tas fies tas pa ra na da se me ja ban ser un ban que te, y du do que la ma tan za y la mas ti ca ción de un ene mi go, co mo lo des cri be Ro bu chon, ten gan al go que ver con la ali men ta ción del cuer po. Más bien se ase me ja a la ali men ta ción del es pí ri tu; del co ra zón con su co ra zón; de su al ma con su al ma. El vó mi to in du ci do, que era la con se cuen cia de es ta in ges ta, apo ya mi teo ría en el sen ti do de que no ma ta ban pa ra co mer, si no pa ra so bre vi vir. Así ha si do en to dos los ata ques con tra co lom bia nos, pe rua -

nos y bra si le ños. So me ti dos a ac tos abo mi na bles más allá de lo que un ser hu ma no pue de to le rar, han bus ca do li be rar se, jun to con sus mu je res e hi jos que son ca za dos co mo ani ma les, de es te ma lig no ul tra je. La tra ge dia del in dio su da me ri ca no es, pa ra mí, la peor que exis te en el mun do ac tual y, sin du da, ha si do la ma yor de ni gra ción ha cia el ser hu ma no en los úl ti mos cua tro cien tos años de his to ria. No ha exis ti do una pau sa des de que Pi za rro de sem bar có en Tum bes, ni un so lo ra yo de luz. To do ha cons ti tui do una opre sión es ta ble, per sis ten te, acom pa ña da por crí me nes san grien tos. Una ra za que al gu na vez es tu vo com pues ta por mi llo nes de se res hu ma nos, que prac ti ca ba nu me ro sas ar tes, adap tán do se a una ci vi li za ción gen til im pues ta más por los pre cep tos y los con se jos que por la fuer za de las ar mas y por la con quis ta, ha si do re du ci da a la ca te go ría de mi se ra bles sir vien tes an di nos ––los cho los del Pe rú, una ra za “sin de re chos”. Aquí, en es ta sel va pri mi ti va es ta mos nue va men te con Pi za rro, sin la in fluen cia 290 sal va do ra de los sa cer do tes. To da mo de ra ción, in clu so la de una igle sia me die val e in qui si ti va, ha si do su pri mi da. Só lo el con quis ta dor san gui na rio que no bus ca oro si no cau cho y no tan to cau cho co mo in dios ––es tos son los ver da de ros tro feos––, sin al ma, sin un Dios, sin ideal al gu no de de cen cia o de res pe to a sí mis mo es lo que ha que da do. Ni si quie ra un hom bre blan co co mo Her nán Cor tés o Pi za rro, si no en ocho de ca da diez ca sos, un mes ti zo, un mu la to, o al gún ejem plar pa re ci do per te ne cien te a un ti po hu ma no des pre cia ble. Nun ca he vis to ejem pla res se me jan tes, in clu so en el Con go, co mo exis ten en el Ama zo nas. El bel ga de más ba ja es to fa es un ca ba lle ro com pa ra do con los que abun dan aquí. Son per so nas que per te ne cen a otro mun do. Y el in dio, por más que lo fla ge len, ul tra jen y de gra den, per te ne ce a nues tro mun do. Es un hom bre de mu cha más ca li dad. Es tos pa tro nes y amos, los que in dis cu ti ble men te dan la vi da (to dos tie nen ha re nes in te gra dos por mu je res y mu cha chas arre ba ta das al in dio), o la qui tan, son to dos ase si nos ––in fi ni ta men te in fe rio res a aque llos a quie nes ca zan con lá ti gos y ti zo nes en la sel va pri mi ge nia. El in dio en jau la do y en ca de na do en tre ga su al ma a Dios. Es pe re mos que los con quis ta do res ter mi nen en un abis mo sin fon do. Son, sin du da, las peo res per so nas de es te mun do y es ta mos an te un cri men de enor me mag ni tud. To da la si tua ción es de ses pe ran za da, dia bó li ca y ab so lu ta men te con de na ble. El 16 de no viem bre, Ro ger Ca se ment zar pó fi nal men te de La Cho rre ra en el Li be ral, rum bo a Iqui tos, cus to dian do a die cio cho bar ba den ses que de ci die ron ir se de allí, cua tro es po sas in dias de los ne gros y los

hi jos de John Brown, Allan Da vis, Ja mes Mapp y Jos hua Dyall. En su dia rio, ese día, agra de ce a Dios el ale jar se de ese cen tro del ho rror que era el Pu tu ma yo. “Nos des li za mos por las aguas quie tas en tre el ban co de are na y la cos ta, con la proa apun tan do ha cia la co rrien te y, en un ins tan te, to do pa re ció de sa pa re cer. Lo úl ti mo que vi fue la gran ca ta ra ta [se re fie re a La Cho rre ra] vol can do to rren tes de agua en la pi le ta su pe rior. Fue la úl ti ma vi sión de la es ce na de se me jan te tra ge dia co mo no exis te, creo, en nin gún otro lu gar del mun do. Eran exac ta men te las nue ve y cua ren ta y cin co de la ma ña na cuan do de ja mos La Cho rre ra”. A me di da que el va por des cen día por el río Pu tu ma yo y po nía dis tan cia con el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na, el áni mo del in ves ti ga dor cam bió. Gran par te de su mi sión es ta ba cum pli da: ha bía res ca ta do a los bar ba den ses y es cri bi ría un in for me que, sin sa ber lo, ter mi na ría es tre me cien do al mun do. Por pri me ra vez des cri be el pai sa je, có mo la lu na lle na sur gía en 291 me dio de la sel va, y has ta un eclip se de lu na que, se gún el al ma na que del ca pi tán del bar co, Rei ga da, era to tal. A las dos y me dia de la ma ña na del día si guien te a su par ti da, se des per tó y con tem pló la sel va con otros ojos: un mun do de be lle za, po bla do de pal me ras que se re cor ta ban so bre un cie lo de un azul nun ca an tes vis to. Es te ines pe ra do éx ta sis no le im pi dió ver la si tua ción en la que se en con tra ban los bar ba den ses, que ig no ra ban que el cón sul, por ra zo nes de se gu ri dad, que ría que de sem bar ca ran en te rri to rio bra si le ño. “De bo triun far ––y no fra ca sar–– y, pa ra lo grar lo, no de bo co rrer ries gos”, re gis tró en su dia rio. Ese éxi to se pro du jo des pués de que el Li be ral cru zó la fron te ra bra si le ña y re ca ló en va rios puer tos, pe ro fue Es pe ran za, en el río Ya va rí, el que eli gió pa ra el de sem bar co: sal vo Bis hop, Brown con su mu jer y dos hi jos, Law ren ce y un ado les cen te, y un ni ño hui to to que adop tó Ca se ment ––Aré do mi y Oma ri no–– que pre fi rie ron pro se guir has ta Iqui tos, el res to per ma ne ció en Es pe ran za has ta que lle ga ra el va por que los con du ci ría a Ma naos. Ca se ment de tes ta ba Iqui tos, su in so por ta ble hu me dad, los mos qui tos, las ca lles su cias, aun que no así a los jó ve nes, con quie nes, se gún re gis tran las pá gi nas de su “dia rio ne gro”, los en cuen tros se mul ti pli ca ron. Se alo jó en la ca sa del cón sul Da vid Ca zes y su mu jer ––ma tri mo nio que le re sul ta ba in so por ta ble–– y se apres tó a en tre vis tar se con el pre fec to del De par ta men to de Lo re to, Fran cis co Alay za y Paz Sol dán, acom pa ña do por su an fi trión, que ser vi ría de in tér pre te, ya que el es pa ñol del en via do bri tá ni co era ru di men ta rio. El en cuen tro du ró una ho ra y me dia. Ca se ment ex pu so por me no ri za da men te lo que su ce día en el Pu tu ma yo, en fa ti zan do los crí me nes de Nor mand, Agüe ro, Fon se ca, Montt y Ji mé nez. El pre fec to es ta ba cons ter na do, no por que des co no cie ra lo que su ce día en los ríos de Ju lio Cé sar Ara na ––lo sa bía to da la ciu dad–– si no

por que te nía fren te a sí a un fun cio na rio bri tá ni co, en via do por el Fo reign Of fi ce. Si se pu bli ca ban sus in ves ti ga cio nes, so bre ven drían enor mes pro ble mas. In ten tó tran qui li zar lo an ti ci pán do le que el doc tor Ca ve ro, de Iqui tos, aho ra era el pri mer mi nis tro del Pe rú, y que se ha bía crea do una co mi sión pre si di da por el juez Car los A. Val cár cel que se en con tra ba en Iqui tos pró xi ma a via jar al Pu tu ma yo. La mis ma es ta ba in te gra da por un fun cio na rio po li cial, un mé di co y tro pas, to dos a bor do de un va por gu ber na men tal. La Pe ru vian Ama zon Com pany no te nía in je ren cia al gu na en el em pren di mien to. El pre fec to di jo que en via ría de in me dia to un te le gra ma a Li ma pa ra con fir mar que se ha bían en tre vis ta do y que los crí me nes de nun cia dos eran ve rí di cos. 292 Alay za y Paz Sol dán pre ten día dar cre di bi li dad a una co mi sión que es ta ba con de na da de an te ma no al fra ca so: Pa blo Zu mae ta via ja ría al Pu tu ma yo an tes de que lle ga ra el juez Val cár cel pa ra aler tar a los je fes de sec ción de las es ta cio nes cau che ras, dán do les tiem po pa ra que mon ta ran la im pres cin di ble es ce no gra fía. El pre fec to, sin em bar go, te mía un es cán da lo in ter na cio nal que de ja ra mal pa ra do al go bier no del Pe rú y no du dó en ex pre sár se lo al cón sul. Le ro gó una y otra vez que se evi ta ra la pu bli ci dad. A ojos del mun do, las au to ri da des de Li ma pa re ce rían ser tan cul pa bles co mo la Pe ru vian Ama zon Com pany, em pre sa que ha bía de mos tra do te ner una “ne gli gen cia cri mi nal” en to do es te asun to. La me ra exis ten cia de un in for me era ate rra do ra. Un re port de Ca se ment al Fo reign Of fi ce con de ta lles acer ca de lo que su frían los in dios sig ni fi ca ría la pu bli ca ción del mis mo y con du ci ría a in ter pe la cio nes en el Par la men to bri tá ni co. El pres ti gio del Pe rú que da ría por el sue lo. ¿Exis tía la po si bi li dad de que los tes ti mo nios de los bar ba den ses se omi tie ran en el in for me? Ca se ment no ha bía via ja do al fin del mun do pa ra ter mi nar com pla cien do a un fun cio na rio pe rua no. Tam po co su do cu men to so bre los ho rro res en el Con go ha bía agra da do a las au to ri da des bel gas. Fue ta jan te: es cri bi ría un in for me com ple to so bre el mal tra to a los in dios y las ma ca bras re glas de ex plo ta ción del cau cho e in clui ría en el mis mo el tes ti mo nio de los bar ba den ses. A lo úni co que se com pro me tía era a no ha cer pú bli cas sus in ves ti ga cio nes y per sua dir al Fo reign Of fi ce, en be ne fi cio del Pe rú, a que las man tu vie ra en re ser va. Aun que pa ra las au to ri da des de la com pa ñía se ría pe no so in te rio ri zar se de lo que su ce día en el Pu tu ma yo, no de ja ría de cum plir con su de ber. Ese 26 de no viem bre es cri bió en su dia rio: De bo re gis trar con ab so lu ta fi de li dad to dos los he chos que me trans mi tie ron los súb di tos bri tá ni cos, lo cual im pli ca que mi in for me ne ce sa ria men te ex pon drá gra ves car gos con tra ciu da da nos pe rua nos, del mis mo mo do que que da rán im pli ca dos ciu da da nos de esa na cio -

na li dad. Es ta in for ma ción, no obs tan te, se rá con fi den cial, con la au to ri za ción del Fo reign Of fi ce, y ten go mo ti vos y es pe ran zas pa ra su po ner que el go bier no de Su Ma jes tad lo man ten drá en es tric ta re ser va. Agre gué que, po si ble men te, el go bier no pe rua no de sea ría te ner una co pia de es te in for me con fi den cial y la evi den cia so bre la cual me ba sé pa ra rea li zar lo, con lo cual el go bier no de Su Ma jes tad po dría, en tér mi nos amis to sos y de co la bo ra ción, po ner una co pia a su dis po si ción. El ob je ti vo del go bier no bri tá ni co no era he rir o en 293 fren tar de mo do al gu no a un país amis to so, y po día ga ran ti zar le que no se tra ta ba de una cam pa ña pu bli ci ta ria con tra el Pe rú. Ha bía, sin em bar go, un ries go. Si la co mi sión nom bra da por el go bier no de Li ma que via ja ría al Pu tu ma yo fra ca sa ra por cual quier mo ti vo, ya sea por fal ta de evi den cias o por la im po si bi li dad de ob te ner tes ti mo nios, otros sec to res a los cua les no per te nez co po drían ha cer de cla ra cio nes pú bli cas. Exis tían otras per so nas que co no cían los he chos. Ca se ment era un di plo má ti co de pri me ra, con ex pe rien cia en paí ses po lí ti ca men te com pli ca dos. Mos tra ba la es pa da, pe ro tam bién la ra ma de oli vo. De jó la puer ta abier ta a una fu tu ra ne go cia ción, sin per der ja más de vis ta el ob je ti vo de be ne fi ciar a los in dios ama zó ni cos. Pe ro tam bién era un ro mán ti co in co rre gi ble. No se en con tra ba en el des pa cho de un al to fun cio na rio en Ber lín o en Pa rís, si no en Iqui tos, Pe rú, don de los ten tá cu los de Ju lio Cé sar Ara na al can za ban a pre fec tos, jue ces, mi nis tros y has ta al pro pio pre si den te de la na ción, Au gus to Le guía. Ara na era un hom bre des pia da do y ja más da ría el bra zo a tor cer, así la com pa ñía se di sol vie ra. Des pués de to do, ¿qué país, qué go bier no es ta ban en con di cio nes de dis pu tar le el in men so te rri to rio com pren di do en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá, don de úni ca men te re gía su ley? Ro ger Ca se ment tam bién era des con fia do. Te mía que an te la mag ni tud y la cruel dad del ge no ci dio que se lle va ba a ca bo en el Ama zo nas, el Fo reign Of fi ce, pa ra evi tar fric cio nes y has ta una even tual rup tu ra de re la cio nes di plo má ti cas con el Pe rú, pa sa ra por al to su in for me. En ese país ha bía in te re ses bri tá ni cos ––des de lí neas fé rreas has ta la ti fun dios de di ca dos a la pro duc ción de ma te rias pri mas–– por va lor de va rios mi llo nes de li bras es ter li nas. Un pa so en fal so por par te del go bier no bri tá ni co po dría po ner en ries go in va lo ra bles ne go cios y, en es te sen ti do, los in gle ses te nían un in na to sen ti do de la pru den cia. Aca so por es te mo ti vo, an tes de par tir de Iqui tos el cón sul en vió una car ta al re ve ren do John Ha rris, de la An ti-Sla very and Abo ri gi nes So ciety, don de le an ti ci pa ba el con te ni do de su in for me. Ello le va lió un te le gra ma ci fra do del Fo reign Of fi ce, re ci bi do en Iqui tos y en via do des de Pa rá, don de se le se ña la ba que “de be ría ser su ma men te cui da do so al es cri bir sus im pre sio nes so bre el Pu -

tu ma yo a per so nas en In gla te rra, ya que él re por ta ba di rec ta men te al Se cre ta rio de Es ta do”. Una mi nu ta que re ci bió Mr. Ma llet, del Fo reign Of fi ce, del pro pio Se cre ta rio de Es ta do, el 20 de oc tu bre, de cía: “El se ñor Lan gley me in for ma que du ran te una en tre vis ta que man tu vo ha ce 294 uno o dos días con el se ñor Ha rris, Se cre ta rio de la An ti-Sla very So ciety, es te úl ti mo le in for mó que ha bía es ta do re ci bien do car tas del se ñor Ca se ment na rran do his to rias de atro ci da des que ha bía po di do ob ser var en el trans cur so de sus in ves ti ga cio nes con la co mi sión In ves ti ga do ra de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Es po co afor tu na do que el se ñor Ca se ment, que ha si do en via do por el Se cre ta rio de Es ta do pa ra que le in for me per so nal men te, al mis mo tiem po su mi nis tre in for ma ción a la men cio na da So cie dad, y creo que es con ve nien te to mar las me di das ne ce sa rias pa ra po ner pun to fi nal a es ta trans mi sión de in for ma ción, aun que te mo que ya es un po co tar de pa ra rea li zar lo”. En su dia rio, Ca se ment tu vo la fran que za de ad mi tir su error. Pa ra le la men te a es tas acro ba cias di plo má ti cas, re gis tra ba pun tual men te en su Black Diary otras im pre sio nes que na da te nían que ver con el Pu tu ma yo, si no con los jó ve nes iqui te ños. Lla ma la aten ción la di vi sión ca si es qui zo fré ni ca que exis tía en tre la in ves ti ga ción que ha bía lle va do a ca bo, las res pon sa bi li da des que im pli ca ban, y el ab so lu to des pre jui cio y la com pul si va ob se sión por por me no ri zar de ta lles de sus ac ti vi da des re crea ti vas. 24 de no viem bre, jue ves. Hoy lle ga re mos a Iqui tos. Una ma ña na muy llu vio sa. Lim pie za de bron ces. El ca ma re ro cho lo los lim pió, jun to con los del ca pi tán. La mos tró otra vez, gran de y du ra y se rió. Son rió amo ro sa men te… Dor mí me jor ano che, pe ro te mo pa de cer un ata que de gas tri tis si mi lar al de Pa rá… El ca ma re ro ex pu so sus enor mes atri bu cio nes des pués de ce nar, du ra y ba ján do le por el mus lo iz quier do. Es te es ape nas uno de los va rios re gis tros, que in clu ye ron al gu nos bre ves en cuen tros se xua les con un jo ven in dio en la es qui na de la ca lle C. Her nán dez en tre las tres y las cua tro de la ma ña na. Tam bién to mó nu me ro sas fo to gra fías de jó ve nes cho los e in dí ge nas, asis tió a la pro yec ción de una pe lí cu la en el ci ne Al ham bra y no tu vo em pa cho en ex pre sar en su dia rio se cre to al gu nas opi nio nes y es ta dos de áni mo. 30 de no viem bre, miér co les. Ca mi né por la pla za con el ma tri mo nio Ca zes (cón sul bri tá ni co en Iqui tos). ¡Una ce na atroz! Ju ga mos al dummy brid ge ––un gru po muy es tú pi do. ¡Es toy har to de los Ca zes! Y de Iqui tos… 295 Pre su mi ble men te el har taz go que le pro du cían Da vid Ca zes y su mu jer se de bía en bue na par te a la fal ta de li ber tad, en lo que a aven tu ras se xua les se re fie re, que le sig ni fi ca ba ser su hués ped. Cuan do re gre só a Iqui -

tos al año si guien te, pre fi rió alo jar se en un ho tel dis cre to. Pe ro su vi da se cre ta ja más in ter fi rió con su tra ba jo, que con ti nuó lle van do a ca bo has ta el úl ti mo día. No ig no ra ba que en el Pe rú, mu chas ve ces, las au to ri da des gu ber na men ta les o ju di cia les ac tua ban más pre sio na das por de nun cias que por un rec to sen ti do de la jus ti cia. Ello se apli ca ba a la co mi sión ju di cial, en ca be za da por el juez Car los A. Val cár cel y en via da al Pu tu ma yo en una lan cha de gue rra. La co mi sión de Val cár cel no se ha bía for ma do a raíz de las de nun cias efec tua das por el Agen te Fis cal de Lo re to, o de las pu bli ca das por Ben ja mín Sal da ña Ro ca en La San ción, si no a con se cuen cia de una car ta fir ma da por el se ñor En ri que Des champs, miem bro de la So cie dad Li bre de Es tu dios Ame ri ca nis tas, fe cha da en Bar ce lo na el 16 de ju nio de 1910, y pu bli ca da en el dia rio El Co mer cio, de Li ma, el 7 de agos to. La car ta de Des champs era una de nun cia des car na da de las atro ci da des co me ti das por la bri tá ni ca Pe ru vian Ama zon Com pany en el Pu tu ma yo, e hi zo reac cio nar de for ma in me dia ta al Fis cal de la Cor te Su pre ma de Jus ti cia pe rua na, doc tor Ca ve ro. Al res pec to, es ilus tra ti vo un pa sa je de El pro ce so del Pu tu ma yo, sus crí me nes inau di tos (1915) del pro pio juez Val cár cel. El se ñor Fis cal de la Exc ma. Cor te Su pre ma del Pe rú que sien te ho rror an te las des crip cio nes he chas por Des champs, ¿qué ex pre sio nes hu bie se te ni do res pec to de los crí me nes del Pu tu ma yo si en lu gar de ha ber leí do la car ta de Des champs, se hu bie se im pues to de los de ta lles mi nu cio sos so bre esos crí me nes da dos por Sal da ña Ro ca y por el Agen te Fis cal de Lo re to a la jus ti cia pe rua na? ¿Qué hu bie ra di cho el doc tor Ca ve ro si hu bie se sa bi do que por vo lun tad de la Cor te de Iqui tos, el jui cio in coa do des de 1907 no só lo por los de li tos re fe ri dos por Des champs, si no por mi les de de li tos más, mu chí si mos de ellos más gra ves que los na rra dos por es te, es tu vo pa ra li za do por cua tro años? ¿El se ñor Fis cal no hu bie se sen ti do tam bién ho rror por aque lla Cor te de Jus ti cia? Pe ro ¿ig no ra ban el doc tor Ca ve ro y los otros se ño res Fis ca les de la Exc ma. Cor te Su pre ma del Pe rú que, des de el año 1907, se ini ció jui cio an te uno de los juz ga dos de Iqui tos por los crí me nes del Pu tu ma yo, a pe sar de que, co mo he mos vis to, el dia rio La Pren sa (de Li ma), en los años 1907 y 1908 dio de ta lles al res pec to? 296 No quie ro ni aun su po ner que miem bros del más al to Tri bu nal del Pe rú sa bían que en 1907 y en 1908 se ha bía in coa do ese jui cio; y que por ne gli gen cia no pi die ron que se or de na ra a la Cor te de Iqui tos que se pro si guie se. ¡Si el Tri bu nal Su pre mo del Pe rú hu bie se to ma do en 1907 y en 1908 la ac ti tud que to mó en 1910, por lo me nos diez mil in dios del Pu tu -

ma yo se hu bie sen sal va do de los ase si na tos per pe tra dos des de 1907 has ta 1910 en la re gión ba ña da por di cho río y ese Tri bu nal me re ce ría el aplau so del pue blo pe rua no y de la Hu ma ni dad! Po cos días an tes de par tir de Iqui tos, rum bo a Eu ro pa, Ca se ment vol vió a te ner una con ver sa ción con el úni co hom bre que con si de ró se rio, bien in for ma do y ho nes to en sus de cla ra cio nes: mon sieur Va tan, un fran cés que ha bía vi vi do ca tor ce años en esa ciu dad, don de ejer ció las fun cio nes de cón sul de su país. An tes de que Ca se ment par tie ra al Pu tu ma yo, Va tan le ad vir tió acer ca del sis te ma de ex plo ta ción del cau cho, que in cluía la in fa me es cla vi tud del in dio. Aho ra que ha bía re gre sa do só lo po día agra de cer le a Va tan su sin ce ri dad. Es te, co no ce dor de las cos tum bres de la re gión y de la psi co lo gía de los la ti noa me ri ca nos, le an ti ci pó ––co rrec ta men te–– que na da se ha ría, que to da in ves ti ga ción se ría ape nas una cor ti na de hu mo que de sem bo ca ría irre me dia ble men te en que to do si guie ra co mo es ta ba. Pe ro Ca se ment creía en la jus ti cia y erró nea men te dio por su pues to que, en esa sel va sin le yes, po dría apli car se un cuer po le gal co mo si se tra ta ra de Bow Court, en Lon dres, con jue ces im par cia les e in so bor na bles. Rió cuan do Va tan le ase gu ró que ha bía sal va do su vi da por el he cho de ser un fun cio na rio en via do por el go bier no bri tá ni co. ––Es ab so lu ta men te cier to ––in sis tió el fran cés––. De ha ber si do us ted un sim ple via je ro las co sas que vio allá le ha brían cos ta do la vi da. Su muer te le ha bría si do atri bui da a los in dios y sé de lo que es toy ha blan do. Aca so se re fe ría al in ge nie ro fran cés Eu ge nio Ro bu chon, que co me tió el im per do na ble error de fo to gra fiar lo que no de bía. O a tan tos otros se res anó ni mos que per die ron la vi da por el me ro he cho de co no cer la ver dad y de trans for mar se en una ame na za pa ra el sis te ma. Lo cier to es que la so la pre sen cia de Ro ger Ca se ment y su via je al Pu tu ma yo en esas la ti tu des ha bía mo vi li za do a la ban da que ma ne ja ba el ne go cio del cau cho en aque lla re gión. Ju lien Fa bre, pro pie ta rio de la Dutch-French Co lo ni zing Com pany, y que via ja ba en el mis mo va por, el Ata hual pa, rum 297 bo a Ma naos, pri me ra es ca la de su re gre so a Eu ro pa, le hi zo sa ber que Pa blo Zu mae ta le ha bía trans mi ti do una ofer ta de Ju lio Cé sar Ara na pa ra ven der le su pa que te ac cio na rio de la Pe ru vian Ama zon Com pany, ale gan do su preo cu pa ción por la po si bi li dad de que la re gión que ex plo ta ba esa com pa ñía pa sa ra a ma nos de Co lom bia. Pe ro es to era só lo una par te de las preo cu pa cio nes de Ara na. La omi no sa som bra de Ca se ment preo cu pa ba al rey del cau cho, que vi vía en In gla te rra y no des co no cía cuá les eran las re glas éti cas y le ga les de ese país. En Lon dres no se po dían com prar jue ces, ni ase si nar a un ene mi go echan do la cul pa a los ca -

ní ba les. La ley de la sel va, en cam bio, pa re cía pre va le cer en Iqui tos. El 6 de di ciem bre, Ca se ment re gis tró en su dia rio: Me le van té tem pra no e hi ce las va li jas. A las 9.20 vi si té al Pre fec to pa ra des pe dir me y de jar mi me mo ran do. Ca zes me acom pa ñó y me in for mó que la co mi sión ini cia ría su via je el 15 o el 20 de di ciem bre y que es ta ría in te gra da por el doc tor Val cár cel, un se cre ta rio y una pe que ña fuer za de no más de do ce sol da dos que via ja rían en una pe que ña lan cha que per te ne cía al go bier no pe rua no. Mien tras tan to, Ben ja mín Du blé ––creo ha ber le en ten di do eso–– par tía al día si guien te en el Li be ral pa ra des pe dir a los peo res je fes de sec ción y men cio nó a va rios de ellos, in clu yen do a Nor mand, Agüe ro, Fon se ca y Montt. És tas son ver da de ra men te bue nas no ti cias: per mi tir la par ti da de los je fes de la com pa ñía in cri mi na da an tes de que lle gue el juez y pre pa rar el te rre no y, de ser ne ce sa rio, ate rro ri zar a los in dios y a otras per so nas. ¡Qué far sa que se rá! No es pe ra ba na da tan ma lo co mo es to. Evi den te men te, el Pre fec to ha si do “ablan da do” por Pa blo Zu mae ta y Du blé y, prác ti ca men te, les ha de ja do el con trol y la “lim pie za”. Es una des gra cia. Bue no, es to al me nos me li be ra rá de to das las pro me sas y obli ga cio nes mo ra les. Les ad ver tí que si es ta co mi sión cum plía con su de ber no ha bría nin gún es cán da lo, pe ro, co mo se ve, ni si quie ra lo in ten ta. Fui a em bar car me y en con tré al ca pi tán Rei ga da, a Zu mae ta y al her ma no del Pre fec to que ha bían ido a des pe dir me. ¡Zu mae ta le con fió a Ca zes y a mí que, al día si guien te, via ja ría a La Cho rre ra! La tra ma se vuel ve de ma sia do es pe sa. Ca se ment no sos pe cha ba que al año si guien te de be ría re gre sar a Iqui tos pa ra ve ri fi car si se ha bían mo di fi ca do las con di cio nes de tra ba jo y si se ha bía cas ti ga do a los je fes de sec ción res pon sa bles de las atro ci da des. Si nos ate ne mos a las ob ser va cio nes del en via do, la ciu dad era mi sé rri ma, un ol vi da do en cla ve en la sel va, fa go ci ta da por el cen tra lis mo ad mi 298 nis tra ti vo y fis cal de Li ma. Esa ur be vo raz se tra ga ba, en de re chos de adua na, tres cien tas mil li bras es ter li nas al año pa ra ali men tar a go bier nos ine fi cien tes y fun cio na rios pú bli cos, des ti nan do la ab sur da su ma de dos mil li bras es ter li nas pa ra las obras pú bli cas de Iqui tos. El via je ro fo to gra fió el hos pi tal lo cal, que ha bía cos ta do trein ta mil li bras es ter li nas. No era otra co sa que un pre ca rio gal pón en el cual se ha bían in ver ti do, a lo su mo, mil qui nien tas li bras es ter li nas. ¿Dón de ha bía ido a pa rar el res to? Ca se ment via jó has ta Pa rá en el Ata hual pa y des de allí has ta Eu ro pa en el Am bro se. En vió a los ne gros bar ba den ses a su is la ––al gu nos de ellos, en Ma naos, de ci die ron ir se a tra ba jar en la cons truc ción del fe rro ca rril Ma dei ra-Ma mo ré, en la sel va bo li via na––, jun to con los dos in dios

que ha bía adop ta do pa ra que cui da ra de ellos el re ve ren do Fre de rick Smith, de la igle sia ca tó li ca de Brid ge town. El 31 de di ciem bre arri bó a Cher bur go y pa só fin de año en Pa rís en ca sa de ami gos. Lle gó a Lon dres en la pri me ra se ma na de ene ro y se apres tó a re dac tar el des car na do in for me so bre el Pu tu ma yo, que ter mi nó de sa tan do uno de los más re so na dos es cán da los del si glo XX. NO TAS 1 “Is lan dia” (en in glés, Is land) no de be ser con fun di da con el país del mis mo nom bre (en in glés, Ice land). Se tra ta de un tér mi no iró ni co de Con rad pa ra re fe rir se a una Ir lan da in de pen dien te. 2 No en va no uno de los sis te mas co lo nia les de ex plo ta ción de los in dí ge nas en Su da mé ri ca, por par te de los es pa ño les, fue el de las re duc cio nes, jun ta men te con la mi ta, el yana co naz go y la en co mien da. 3 Con tin gen te de hom bres que ca za ba in dios. 4 En el Pe rú se de no mi na ba mon ta ña a la sel va ama zó ni ca. 5 Er land von Nor densk jöld, an tro pó lo go sue co que es cri bió so bre los in dios de Su da mé ri ca. 299 Los es cán da los del Pu tu ma yo En di ciem bre de 1910, mien tras Ro ger Ca se ment re gre sa ba a Eu ro pa des de el Ama zo nas, las ofi ci nas de la Pe ru vian Ama zon Com pany en Lon dres es ta ban con vul sio na das por la ten sión, la ac ti vi dad y el pa pe leo que pre ce den a una asam blea ge ne ral de ac cio nis tas. To do, cla ro, ri gu ro sa men te fis ca li za do por Ju lio Cé sar Ara na. Su preo cu pa ción ma yor no era la in ves ti ga ción de Ca se ment (que ha bía con tro la do pa so a pa so gra cias a su red de in for man tes), si no el cli ma que im pe ra ría en la se de de la com pa ñía cuan do se lle va ra a ca bo la asam blea el 16 de di ciem bre. Tras el re vue lo ini cial pro du ci do por los ar tí cu los pu bli ca dos en Truth por Wal ter Har den burg, la pren sa bri tá ni ca ha bía atem pe ra do sus in for mes so bre el te ma Pu tu ma yo. El nor tea me ri ca no ha bía par ti do al Ca na dá y to do pa re cía ha ber vuel to a sus cau ces. Ara na te mía que esa apa ren te cal ma anun cia ra una tem pes tad que, de de sa tar se, bien po día ha cer lo ese día. Los ac cio nis tas fue ron lle gan do a 529-531 Sa lis bury Hou se, Lon don Wall, don de se ce le bra ría la asam blea anual. Pa ra des gra cia de Ara na, con ellos in gre sa ron al re de dor de vein te pe rio dis tas que no ha bían ol vi da do el Pu tu ma yo y que es ta ban al tan to de que una co mi sión se ha bía tras la da do has ta allí pa ra ve ri fi car las de nun cias de Truth. Los te mo res de don Ju lio que da ron ab so lu ta men te jus ti fi ca dos. Un ac cio nis ta, Mor -

gan Wi lliams, ini ció el fue go po nien do el de do en la lla ga, pues se ña ló el ta lón de Aqui les de ese va go im pe rio sel vá ti co: los tí tu los de pro pie dad de las do ce mil mi llas cua dra das que ex plo ta ba la com pa ñía en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá. ¿Dón de es ta ban? ¿Có mo era po si ble que los ac cio nis tas no tu vie ran ac ce so a ellos? Lo que ig no ra ban tan to Wi lliams co mo los te ne do res de ac cio nes cu ya sus crip ción al can zó las cien to trein ta y cin co mil li bras es ter li nas ––su ma que, aun que muy por de ba jo de las 301 ex pec ta ti vas de Ara na, no era na da des pre cia ble–– era la na tu ra le za de los ca tas tros ama zó ni cos. En rea li dad, al me nos en la re gión que ex plo ta ba la Pe ru vian Ama zon Com pany, sim ple men te no exis tían. En otras la ti tu des, un ejér ci to de agri men so res ha bría co lo ca do mo jo nes pa ra de li mi tar las pro pie da des, o in di ca do fron te ras na tu ra les, co mo por ejem plo, los ríos; el te rri to rio hu bie ra fi gu ra do en los co rres pon dien tes ca tas tros y, a sim ple vis ta, se sa bría a quién per te ne cía y quié nes eran sus ve ci nos. Fi gu ra ría, ade más, en el co rres pon dien te re gis tro de la pro pie dad en Iqui tos o Li ma. Na da de es to su ce día en el Pu tu ma yo. Se en con tra ba en una zo na en li ti gio, ya que la re cla ma ba Co lom bia, y los agri men so res ja más ha bían aso ma do la ca be za por aque llas re gio nes. Pe ro ¿có mo ex pli car les a los ac cio nis tas que los tí tu los de pro pie dad po drían te ner vi gen cia en Lon dres, pe ro no en el Ama zo nas pe rua no? Allí lo que con ta ba eran la fuer za de las ar mas, la ines cru pu lo si dad, el te rror y, so bre to do, los in dios, sin los cua les los ár bo les de cau cho na da va lían. Se ne ce si ta ba una cul tu ra co mo la hui to to, la bo ra o la andoque pa ra ha cer ren ta ble ese ne go cio y no, co mo en el res to del mun do, un me ro pa pel en do sa do por un es cri ba no pú bli co con un pla no ad jun to. John Rus sel Gub bins, pre si den te de la Pe ru vian Ama zon Com pany, se vio obli ga do a ex pli car que la em pre sa ca re cía de tí tu los so bre esa re gión y que cual quier com pa ñía que se es ta ble cie ra en el Pu tu ma yo ten dría los mis mos de re chos que la PAC pa ra ex plo tar el cau cho. Los enar de ci dos ac cio nis tas in sis tían en sus in da ga cio nes. ¿Qué se sa bía de la co mi sión que ha bía via ja do al Pu tu ma yo? No era po si ble que el di rec to rio ig no ra ra to das sus con clu sio nes des pués de tres me ses de arri ba da la mis ma a las sec cio nes cau che ras. La re be lión in quie tó a Ju lio Cé sar Ara na, que aca so com pren dió que sus ac cio nis tas bri tá ni cos no eran fá ci les de ma ni pu lar. Ha bía for ma do una com pa ñía re gis tra da en Lon dres, con un di rec to rio in glés, y sus crip to ac cio nes sin tí tu los de do mi nio y con va gas re fe ren cias a la can ti dad de in dios que re co lec ta ba el cau cho (ha bló de cua ren ta mil). Aho ra de bía en fren tar las con se cuen cias. Ju lio Cé sar Ara na que dó ató ni to cuan do Mor gan Wi lliams, el ac cio nis ta que dis pa ra ra los pri me ros car tu chos, se opu so a que fue ra ree le gi do co mo miem bro del di rec to rio. Un ciu da da no del Pe rú, país que ha bía

per mi ti do que se co me tie ran atro ci da des con tra la po bla ción in dí ge na, no po día ejer cer fun cio nes eje cu ti vas; lo sal vó el ar tí cu lo 103 del es ta tu to de la Pe ru vian Ama zon Com pany, que es ta ble cía que, pa ra reem pla zar a un di rec ti vo, ha bía que no ti fi car lo con un año de an ti ci pa ción. 302 Ara na in tu yó el pe li gro. El ins tin to cer te ro que le per mi tía pre sen tir las ace chan zas de la jun gla le hi zo sos pe char que el cas ti llo que ha bía cons trui do en Gran Bre ta ña po día es tar he cho de nai pes. A esa al tu ra, ya sa bría por el pre fec to de Lo re to, Fran cis co Alay za y Paz Sol dán, y por su cu ña do Pa blo Zu mae ta que Ca se ment en via ría al Fo reign Of fi ce un in for me ful mi nan te que po día ha cer pe li grar la su per vi ven cia de su em pre sa. El fá rra go crea do por los ar tí cu los de Truth y por el via je de Ro ger Ca se ment al Pu tu ma yo ha bían pues to a Ara na en una per ma nen te ac ti tud de fen si va. Lo obli ga ba a per ma nen tes con traa ta ques, a acu sar de chan ta jis tas y fal si fi ca do res a sus acu sa do res ––con cre ta men te Har den burg y Whif fen–– y has ta a exi gir de men cia les com pen sa cio nes eco nó mi cas al go bier no de Co lom bia. El 22 de se tiem bre de 1910, Pa blo Zu mae ta ––a ins tan cias, na tu ral men te, de Ju lio Cé sar Ara na–– ha bía ini cia do un jui cio por da ños y per jui cios a Co lom bia por 898.934 li bras es ter li nas, cin co che li nes y sie te pe ni ques (no pue de si no asom brar có mo se com pu ta ron los che li nes y los pe ni ques); 160 mil li bras es ter li nas co rres pon dían a los da ños que ha bía cau sa do la fu ga de in nu me ra bles in dios de las sec cio nes cau che ras de Ara na, gra cias a la co la bo ra ción de los co lom bia nos quie nes les da ban re fu gio, co mo tam bién a los gas tos ge ne ra dos pa ra crear co mi sio nes pa ra per se guir a los in dios fu ga dos. De más es tá de cir que esa ini cia ti va no pros pe ró. Es tos ma la ba ris mos no evi ta ron que Ro ger Ca se ment lle ga ra a In gla te rra en los pri me ros días de ene ro de 1911. Pa ra en ton ces, el Fo reign Of fi ce ya sa bía que lo pu bli ca do por Truth era ri gu ro sa men te cier to. El jue ves 5 de ene ro, Ca se ment tu vo una lar ga con ver sa ción en el Fo reign Of fi ce con Louis Ma llet, don de in te rio ri zó al fun cio na rio del mal tra to al que es ta ban so me ti dos los in dios en el Pu tu ma yo; el sá ba do 7, re ci bió una mi si va en que Ma llet le so li ci ta ba que es cri bie ra un bre ve in for me pre li mi nar pa ra lo grar “que ahor quen a esos cri mi na les”. Ju lio Cé sar Ara na no per dió el tiem po y, an tes de que el cón sul bri tá ni co lle ga se a Lon dres, le en vió una car ta. Pa ra cual quie ra que no co no cie ra a Ara na, sus pa la bras pa re cían re ve lar una sor pren den te mo des tia y una ines pe ra da bue na vo lun tad: He sa bi do de su re gre so y me agra da ría que me di je se cuán do es ta rá en Lon dres, pa ra po der vi si tar lo e in ter cam biar pun tos de vis ta con res pec to a las re for mas que se de be rán efec tuar en el Pu tu ma yo y, de

303 ser po si ble, te ner una idea de las im pre sio nes que re co gió en su re cien te vi si ta, co mo tam bién es cu char cual quier su ge ren cia que quie ra ha cer pa ra un me jor de sen vol vi mien to de las ac ti vi da des de la com pa ñía. Co mo es de su po ner, la reu nión ja más se lle vó a ca bo. El mar tes 10 de ene ro, Ca se ment ––se gún re gis tró en su Black Diary–– re ci bió otra car ta de Ju lio Cé sar Ara na so li ci tán do le una en tre vis ta (Anot her let ter from Ju lio C. Ara na. The swi ne! [Otra car ta de Ju lio C. Ara na, ¡El cer do!]). El 17 de mar zo, Ca se ment pre sen tó al can ci ller Sir Ed ward Grey un in for me de cien to cin cuen ta pá gi nas don de re la ta ba por me no ri za da men te las atro ci da des que se co me tían en los te rri to rios ex plo ta dos por la Pe ru vian Ama zon Com pany. El en via do bri tá ni co se ha bía ins ta la do du ran te un mes en Den ham, en ca sa de su ami go Dick Mor ten, don de a pe sar de las di fi cul ta des en su vi sión es cri bió trein ta mil pa la bras en seis días. El can ci ller bri tá ni co se en fren ta ba a una si tua ción que re que ría mu cho tac to. El te ma era de li ca do y ha bía que ma ne jar lo sin es tri den cias pú bli cas ni de cla ra cio nes a la pren sa. La sa lud de la re la ción bi la te ral en tre Gran Bre ta ña y el Pe rú de pen día de su pe ri cia. Ha bía que to mar de ci sio nes enér gi cas, pe ro que le die ran al go bier no de Li ma la po si bi li dad de sal var el ho nor. Grey ca ble gra fió al cón sul y en car ga do de ne go cios en Li ma, Lu cien Je ro me, pa ra que in te rio ri za ra al go bier no pe rua no del in for me pre sen ta do por Ca se ment, don de se nom bra ban a los más no to rios je fes de sec ción que ha bían co me ti do atro ci da des. En Li ma, a nin gún fun cio na rio, des de el pre si den te Au gus to Le guía al can ci ller, pa re cía preo cu par le el te ma. Sin em bar go, al go se de be ría ha cer pa ra sal var las apa rien cias, ga nar tiem po y de jar to do co mo es ta ba en el Pu tu ma yo. Las ren tas fis ca les que ge ne ra ba el cau cho ––y los so bor nos que Ju lio Cé sar Ara na de rra ma ba so bre fun cio na rios li me ños–– de bían ser pre ser va dos. Se dio a co no cer, en ton ces, que el 15 de mar zo ––dos días an tes de la pre sen ta ción del in for me Ca se ment–– ha bía par ti do al Iga ra pa ra ná y al Ca ra pa ra ná el juez Ró mu lo Pa re des, por ini cia ti va de la Su pre ma Cor te de Jus ti cia del Pe rú, a in ves ti gar los men cio na dos ho rro res. Ese via je, co mo ve re mos, tu vo una inu sual gran dio si dad ope rís ti ca. La mi sión de Pa re des du ró cua tro me ses. A su re gre so, or de nó 235 arres tos, de los cua les se lle va ron a ca bo nue ve. Fon se ca, Agüe ro y otros je fes, opor tu na men te aler ta dos, hu ye ron al Bra sil. 304 Sir Ed ward Grey pron to to mó con cien cia de que el go bier no de Li ma mos tra ba una pas mo sa len ti tud en lo que a res pues tas se re fe ría. Qui zá no es ta ba bien in for ma do de lo que re pre sen ta ba Ju lio Cé sar Ara na

en el Pu tu ma yo. Sin la ocu pa ción te rri to rial de fac to que en ca be za ba es te, al go bier no de Li ma, ais la do geo grá fi ca men te de Iqui tos ––aún no exis tía el Ca nal de Pa na má––, le re sul ta ría muy di fí cil un even tual des pla za mien to de na ves de gue rra y tro pas a la re gión dis pu ta da por Co lom bia. De no ser por Ara na, que los ha bía ex pul sa do, plan tan do la ban de ra pe rua na en ca da sec ción cau che ra, los cau che ros co lom bia nos es ta rían apo sen ta dos en la zo na com pren di da en tre el Pu tu ma yo y el Ca que tá. El 21 de abril, Sir Ed ward Grey ca ble gra fió nue va men te al en car ga do de ne go cios Lu cien Je ro me pa ra ve ri fi car si el go bier no pe rua no ha bía en car ce la do a los cul pa bles. Se ha bía cap tu ra do a un so lo res pon sa ble, que es ta ba en Iqui tos en li ber tad ba jo fian za. Un mes des pués, an te la ab so lu ta inac ción del go bier no del pre si den te Au gus to Le guía y la in di fe ren cia pe rua na an te su re cla mo, el can ci ller bri tá ni co cam bió de es tra te gia y bus có alia dos. No que ría trans for mar al Pu tu ma yo en un es cán da lo que sal pi ca se a un go bier no con el cual exis tían fuer tes la zos co mer cia les, pe ro no po día ce rrar los ojos an te el he cho de que una com pa ñía in gle sa es ta ba im pli ca da en las atro ci da des. En ma yo, bus có el apo yo de los Es ta dos Uni dos, ins tru yen do a su em ba ja dor en Was hing ton, Ja mes Bry ce, que in te rio ri za ra del in for me Ca se ment al go bier no del pre si den te Wi lliam Ho ward Taft. Pe ro Es ta dos Uni dos, aun al ha cer se pú bli cos los ho rro res del Pu tu ma yo en ju lio del año si guien te a tra vés del Blue Book ––co mo se de no mi nó al in for me Ca se ment––, op tó por man te ner se al mar gen por ra zo nes po lí ti cas y eco nó mi cas. Ju lio Cé sar Ara na ig no ra ba es tas ma nio bras di plo má ti cas y aca so cre yó que la in ves ti ga ción de Ca se ment se di lui ría con el tiem po, ta pa da por otros he chos in ter na cio na les más sig ni fi ca ti vos. Pe ro el 13 de ma yo tu vo la prue ba irre fu ta ble de que el go bier no bri tá ni co pen sa ba lle var la in ves ti ga ción ade lan te: el Fo reign Of fi ce en vió a ca da una de las au to ri da des de la Pe ru vian Ama zon Com pany una co pia del in for me de Ca se ment. La per ple ji dad de Gub bins, Lis ter-Ka ye y Read de be de ha ber si do su per la ti va: que da ban atra pa dos en un pro ba ble es cán da lo, a pe sar de no ha ber es ta do ja más en el Pu tu ma yo. Qué in ge nuos ha bían si do al creer que las de nun cias de Wal ter Har den burg en Truth, ha cía un año y me dio, eran fal sas, co mo lo ha bía ase gu ra do Ju lio Cé sar Ara na. 305 El 31 de ma yo se pro du jo otra vuel ta de tuer ca. Lo ocu rri do en una re mo ta sel va su da me ri ca na que ex plo ta ba una com pa ñía in gle sa se ha bía con ver ti do en una im pa ra ble bo la de nie ve. El es cán da lo sa lió de los dis cre tos lí mi tes de Sa lis bury Hou se y pa só a un ám bi to mu cho más pú bli co y tras cen den te: la Cá ma ra de los Co mu nes. El par la men to bri tá ni co es ta ba al tan to de lo que su ce día en el Pu tu ma yo y de ci dió no dar la

es pal da a las atro ci da des. El sub se cre ta rio de Re la cio nes Ex te rio res, Mc Kin non Wood, anun ció a los le gis la do res que col ma ban el re cin to que, por des gra cia, el in for me de Ro ger Ca se ment con fir ma ba las peo res sos pe chas con re la ción a los crí me nes en el Ama zo nas pe rua no. Si bien no se dio a pu bli ci dad, el es cán da lo era im pa ra ble. El sue ño de Ju lio Cé sar Ara na ame na za ba du rar ape nas tres años; con cre ta men te, des de que se ha bía ini cia do el 6 de di ciem bre de 1908, cuan do se lle vó a ca bo en Lon dres la sus crip ción pú bli ca de las ac cio nes de la com pa ñía. Du ran te aque lla tar día pri ma ve ra lon di nen se ––a prin ci pios de abril ha bía ne va do co pio sa men te en la ca pi tal bri tá ni ca–– en ten dió que de bía sal var su te rri to rio del Pu tu ma yo, del que no te nía otro tí tu lo de pro pie dad que la pre sen cia de la vie ja Ca sa Ara na, más im por tan te que cual quier pa pel fir ma do an te un es cri ba no pú bli co. Ha bía pues to a dis po si ción de los in gle ses un ne go cio que no ha bía si do fac ti ble. Hay quie nes sos tie nen, ve ro sí mil men te, que ––más allá del es cán da lo y sus po si bles con se cuen cias–– la Pe ru vian Ama zon Com pany es ta ba al bor de de la quie bra co mo con se cuen cia de la de sor ga ni za ción ad mi nis tra ti va, los sa la rios ar bi tra rios, los gas tos ex ce si vos, las ven tas no re gis tra das de cau cho. Pa ra Ara na era im pe ra ti vo sal var se a cual quier cos ta. La pri me ra me di da que to mó fue hi po te car a nom bre de su mu jer, Eleo no ra, las pro pie da des de la com pa ñía por la abul ta da su ma de se sen ta mil li bras es ter li nas, una for tu na pa ra la épo ca. Ello equi va lía a sen ten ciar a muer te a la Pe ru vian Ama zon Com pany. En la su per fi cie, se tra tó de una de ci sión de su cu ña do, Pa blo Zu mae ta, apo de ra do de la se ño ra Ara na. Pe ro na die si no Ju lio Cé sar po día ha ber per ge ña do ese há bil re cur so. La de ci sión se ba só en que, en 1903, cuan do se cons ti tu yó en Iqui tos Ju lio C. Ara na & Her ma nos, Eleo no ra apor tó cua ren ta mil li bras es ter li nas a la nue va so cie dad ––que sa lie ron, si es que real men te hu bo apor tes, del bol si llo de su ma ri do––, que fi gu ra ban a nom bre de ella en los li bros. No se tra ta ba de un apor te de ca pi tal, si no de un prés ta mo, que ha cia 1911 ha bía ge ne ra do vein te mil li bras es ter li nas adi cio na les de in te re ses. Eleo no ra Zu mae ta de Ara na se ha 306 bía trans for ma do, de la no che a la ma ña na, gra cias a una hi po te ca, en acree do ra pre fe ren cial. Es ta des ca ra da ma nio bra fue más de lo que el di rec to rio po día acep tar. “El pe rua no”, co mo lo de no mi na ban, can sa do de los có di gos de éti ca in gle ses, de un pe rio dis mo in de pen dien te que no po día com prar, ate mo ri za do por los al can ces de una in ves ti ga ción y de de nun cias que ya lle ga ban a la Cá ma ra de los Co mu nes, que ría des ha cer se de to dos aque llos res pe ta bles ca ba lle ros bri tá ni cos, lle var a la Pe ru vian Ama zon Com pany a la ban ca rro ta, re cu pe rar sus vas tos te rri to rios del Pu tu ma yo y ol -

vi dar se de la aven tu ra lon di nen se. No le re sul ta ría fá cil. Las deu das de la com pa ñía, ese año, al can za ron la asom bro sa su ma de 272.470 li bras es ter li nas y lle gó un mo men to en que só lo ha bía tres li bras es ter li nas en la ca ja. El 17 de ju lio so bre vi no el gol pe de gra cia: el Lloyd’s Bank, da do el es ta do fi nan cie ro de la em pre sa, de jó de otor gar le cré di to. El 31 de agos to, Ara na in for mó a los ac cio nis tas que, de bi do a la fal ta de in gre sos pro duc to de los re mi tos de cau cho, la com pa ñía no po día cum plir con sus obli ga cio nes eco nó mi cas. Ro ger Ca se ment, du ran te 1911, asis tió a tres reu nio nes de la Pe ru vian Ama zon Com pany que, con se gu ri dad, se re la cio na ron más con el es ta do fi nan cie ro de la com pa ñía, que con el cas ti go de los je fes de sec ción cul pa bles y un me jor tra to ha cia los in dios. Lla ma la aten ción, sin em bar go, su ac ti tud emo cio nal ha cia la pri me ra reu nión en la que fue con vo ca do el 1 de ju nio y a la que, si nos ate ne mos a su dia rio se cre to, no asis tió. Jue ves 1 de ju nio de 1911. ¡A la reu nión de la Pe ru vian Ama zon Com pany! ¡No asis tir! (No go!) To dos los miem bros de la co mi sión allí. ¡No asis tir! Ese día, en cam bio, de ci dió ir al Ho tel Sa voy y per ma ne cer allí. La pri me ra reu nión de la Pe ru vian Ama zon Com pany en la que de ci dió es tar pre sen te fue la del 28 de ju nio, que se rea li zó en el Club Room del Na val and Mi li tary Club, y en la cual, se gún ano tó en su dia rio, “na da bue no ni se rio su ce dió”. La se gun da, el 5 de ju lio, se lle vó a ca bo en Sa lis bury Hou se, se de de la com pa ñía. Ima gi ne mos a Ju lio Cé sar Ara na y a Ro ger Ca se ment, fren te a fren te en ese sa lón de di rec to rio de pa re des cu bier tas de os cu ra boi se rie, so bre la que pen de rían ma pas y fo to gra fías del im pe rio del Pu tu ma yo. En 1908, a bor do del va por Cle ments que na 307 ve ga ba rum bo a Ma naos, es tos dos hom bres se ha bían en con tra do en el co me dor. Si es que ha bla ron, su con ver sa ción se ha brá li mi ta do a edu ca das con ven cio nes. Nun ca ha brán sos pe cha do que, tres años des pués, se reu ni rían nue va men te co mo ene mi gos irre con ci lia bles. Ca se ment te nía fi nal men te fren te a sí al tru hán, al que per mi tió que sus je fes de sec ción ma ta ran, que ma ran, vio la ran y mu ti la ran a pa cí fi cas tri bus ama zó ni cas. To do es ta ba de mos tra do: el in for me pre sen ta do al Fo reign Of fi ce ha bía si do la pi da rio. Ara na se en con tra ba fren te al hom bre que le ha bía arrui na do un ne go cio que pu do ha ber si do fa bu lo so y que, ade más, lo ha bía de sen mas ca ra do, a pe sar de que ne ga ra los car gos, que lo til da ra en el fu tu ro de agen te co lom bia no, que ale ga ra que des co no cía lo que su ce día en las sec cio nes cau che ras. El 6 de ju lio, Ca se ment asis tió a la ter ce ra reu nión en Sa lis bury Hou se, pe ro en su dia rio ín ti mo no men cio na de qué se ha bló. Se ña la, tam bién, que ese día se di ri gió al pa -

la cio de St. Ja mes pa ra que el rey Jor ge V lo nom bra ra Ca ba lle ro. Jue ves 6 de ju lio de 1911. Reu nión de la P. A. Com pany. Al Pa la cio de St. Ja mes pa ra ser nom bra do Ca ba lle ro por Jor ge V. Ta xi has ta allí, tres che li nes. Ta xi de re gre so, tres che li nes. Ce na con Ni na (se re fie re a su her ma na) y L., seis che li nes. Óm ni bus, tres pe ni ques. Cual quier súb di to bri tá ni co se hu bie ra sen ti do exal ta do, an sio so, im pa cien te y hon ra do por el me ro he cho de ser re ci bi do por el rey del ma yor im pe rio del mun do y, mu cho más, por ser nom bra do Ca ba lle ro del Rei no. Sin em bar go, es te ir lan dés al ser vi cio de la Co ro na bri tá ni ca só lo re gis tró esas es cue tas lí neas el día que el mo nar ca de ci dió con de co rar lo por los in for mes so bre el Con go y el Pu tu ma yo. Jef frey Dud geon, en Ro ger Ca se ment, the Black Dia ries, da más de ta lles acer ca de es te he cho: Ca se ment de bió coor di nar con el Fo reign Of fi ce pa ra pe dir en prés ta mo una con de co ra ción CMG pa ra usar du ran te la ce re mo nia don de se ría un gi do co mo Ca ba lle ro, cir cuns tan cia que lue go en fa ti zó an te sus abo ga dos de fen so res (co mo se ña la mos, fue juz ga do por al ta trai ción en 1916) pa ra de mos trar su in di fe ren cia an te ese ho nor. Te nía du das so bre el lu gar don de ha bía de ja do la con de co ra ción. Cuan do en 1916 el res pon sa ble del ar chi vo de la Or den, con mo vi do, le so li ci tó que la de vol vie ra, Ca se ment se mos tró muy ser vi cial, su gi rién do le al di rec tor de la pri sión el 24 de ju lio que po dría es tar en Ir lan da, y que le so li ci ta ría a su her ma na que la bus ca ra, al go que 308 hi zo. Sin em bar go, co mo fue ahor ca do una se ma na des pués, el pro ble ma se di fi rió. Cuan do la con de co ra ción fue fi nal men te ha lla da, su pri ma Ger tru de Ban nis ter la en tre gó al He ral dic Mu seum, en Du blín. Po si ble men te, esa in di fe ren cia de Ca se ment se ha ya de bi do a sus con flic tos y con tra dic cio nes. Qui zás en su fue ro ín ti mo ya es ta ba irre mi si ble men te com pro me ti do con la cau sa de la in de pen den cia de Ir lan da y le cos ta ba ex cul par a In gla te rra de los crí me nes del Pu tu ma yo. Los mis mos eran co me ti dos por una com pa ñía bri tá ni ca, cu yas con duc tas en úl ti ma ins tan cia se ins cri bían en la po lí ti ca co lo nia lis ta de Gran Bre ta ña. Ju lio Cé sar Ara na li bra ba una ba ta lla con tra el tiem po. Que ría des pe gar se de la Pe ru vian Ama zon Com pany y la me jor for ma de ha cer lo era li qui dan do la com pa ñía. Pe ro esa es tra te gia re que ría que él mis mo con tro la ra esa li qui da ción a tra vés de con tu ber nios y alian zas con los acree do res. El 27 de se tiem bre, en Win ches ter Hou se, en el cen tro fi nan cie ro de Lon dres, se lle vó a ca bo una reu nión cla ve, con la asis ten cia del di rec to rio de la com pa ñía y los prin ci pa les acree do res, en tre los que des ta ca ban el Lon don Bank of Mé xi co y la An glo-Mer chan ti le Fi nan ce Com pany que, cu rio sa men te, exi gie ron que Ara na fue ra el li qui da dor. Es po si ble que esa exi gen cia se ori gi na ra en que don Ju lio les ha ya ase gu ra do

––vá ya se a sa ber a tra vés de qué me ca nis mos–– el co bro de la deu da, al go que no cual quier li qui da dor es ta ría en con di cio nes de ha cer. Ade más, ha bía una in di si mu la ble in ten ción geo po lí ti ca: si Ara na era el li qui da dor, se man te nía la ju ris dic ción pe rua na en el Pu tu ma yo. Su fun ción de li qui da dor le per mi ti ría ade más ma ne jar el ce se ope ra ti vo de la com pa ñía y do mi nar las com ple jas ne go cia cio nes y ma nio bras que, con se gu ri dad, le ase gu ra rían sa lir be ne fi cia do. Pe ro Ara na tam bién te nía que aten der al fren te in ter no que era su fa mi lia. Si bien los de no mi na dos “es cán da los del Pu tu ma yo” se de sa ta rían pú bli ca men te el 12 de ju lio del año si guien te, es de cir, de 1912, an tes de esa fe cha in nu me ra bles in gle ses ya es ta ban al tan to de lo que ocu rría en el Ama zo nas. La Pe ru vian Ama zon Com pany em pe zó a ser ma la pa la bra. Era ine vi ta ble que los re si den tes de Queen’s Gar dens, don de vi vía el ma tri mo nio Ara na, cu chi chea ran acer ca de sus ve ci nos y que en los co le gios al guien les des li za ra a los hi jos de Ara na al gu na ob ser va ción so bre su pa dre. Pa ra fi nes de 1911, Eleo no ra Zu mae ta de Ara na se mos tra ba in dig na da por el tra to que re ci bía su ma ri do por par te de to dos los sec to res. 309 O ig no ra ba los crí me nes del Pu tu ma yo ––al go im pro ba ble–– o sim ple men te se so li da ri za ba con su es po so. Po co se sa be de es ta mu jer que fue el pi lar del rey del cau cho a lo lar go de su vi da. Ni si quie ra han que da do fo to gra fías su yas. Ello se de be en par te a que nin gu na de sus tres hi jas tu vo des cen dien tes, ya que dos ––Ali cia y An gé li ca–– mu rie ron sol te ras. Lily ca só con Pe dro del Águi la Hi dal go, pe ro no tu vo hi jos. Luis Ara na Zu mae ta, en cam bio, tu vo un hi jo, Luis, que es el úl ti mo des cen dien te de Ju lio Cé sar Ara na. El au tor lo vi si tó en su ca sa de Sur co, un ba rrio de Li ma, en 2004. Co mo ve re mos, la tra ge dia se ci ñó so bre es ta fa mi lia, co mo si el Ama zo nas la hu bie ra con de na do a un irre me dia ble es tig ma. Eleo no ra em pa có nue va men te baú les, va li jas, som bre re ras y ob je tos per so na les. Acom pa ña da de sus hi jos abor dó un tren en Vic to ria Sta tion, cru zó el Ca nal de la Man cha, lle gó a Pa rís y, des de allí, via jó a Gi ne bra, a una vi lla en la Ave ni da Flo rian que Ju lio Cé sar ha bía al qui la do. Sui za se ría su lu gar de re si den cia du ran te los es cán da los del Pu tu ma yo. Fren te a las plá ci das aguas del la go Le man, es ta ba le jos de Lon dres, de la Cá ma ra de los Co mu nes y de los pe rio dis tas. Pe ro el es cán da lo in ter na cio nal fue tan des me su ra do que ter mi nó afec tan do su sa lud. Los in ten tos del Fo reign Of fi ce pa ra que el Pe rú cas ti ga ra a los res pon sa bles de los crí me nes del Pu tu ma yo fue ron va nos. El pre si den te pe rua no, Au gus to Le guía, pa re cía ig no rar los re cla mos for mu la dos por el cón sul in glés y en car ga do de ne go cios en Li ma, Lu cien Je ro me. Un al to fun cio na rio de la em ba ja da bri tá ni ca en el Pe rú lo de fi nió “el peor de los

pre si den tes su da me ri ca nos”. El 15 de mar zo par tió de Iqui tos el juez Ró mu lo Pa re des, des pués de ha ber par ti ci pa do en un co pio so ban que te, la no che an te rior, en el Res tau ran te Be lla vis ta, a bor do del avi so de gue rra Iqui tos y no en el Li be ral, co mo era la cos tum bre. Te nía la mi sión de in ves ti gar lo que su ce día en el Pu tu ma yo, y ha bía si do de sig na do por la Su pre ma Cor te de Jus ti cia del Pe rú. La elec ción del fun cio na rio, des de el ini cio, ado le cía de par cia li dad: Pa re des era pro pie ta rio del dia rio El Orien te, de Iqui tos, y so lía mez clar sus edi to ria les con te mas es tric ta men te ju di cia les o po lí ti cos. Ha bía si do su pe rió di co, re fi rién do se a la to ma de La Unión, en 1908, el que di je ra que “el úni co de seo de esos jó ve nes pa trio tas era el de ha cer avan zar si 310 quie ra una pul ga da la ban de ra del Pe rú en la tie rra de la con quis ta”. La au sen cia de im par cia li dad del juez Pa re des no se li mi ta ba a sus edi to ria les. An tes de par tir a las sec cio nes cau che ras de la Pe ru vian Ama zon Com pany, re ci bió ins truc cio nes del go bier no pe rua no de “pro ce der con pru den cia y dis cre ción pa ra no ha cer da ño a la Com pa ñía Ara na ni al te rar la obra de nues tras guar ni cio nes, que es ta ban cum plien do un de ber pa trió ti co de fen dien do esas re mo tas fron te ras de nues tro te rri to rio”. Por otra par te, dos me ses an tes Pa blo Zu mae ta y Ben ja mín Du blé ha bían es ta do en el Pu tu ma yo aler tan do a los je fes de sec ción y brin dán do les to das las fa ci li da des pa ra la fu ga. Ar man do Nor mand se di ri gió a la Ar gen ti na; Fon se ca y Montt, al Bra sil, país con el que Pe rú no te nía un tra ta do de ex tra di ción, lle ván do se con si go in dios pa ra ser ven di dos en las plan ta cio nes de cau cho bra si le ñas. Lo úni co que en con tró el juez Pa re des fue per so nal su bal ter no que ad mi tió ha ber si do for za do a co me ter ac tos con tra su vo lun tad. Cla ro que ésa no fue la ver sión que dio Pa blo Zu mae ta cuan do en 1913 pu bli có, co mo ve re mos, su Se gun do Me mo rial. Si la vi si ta del cón sul in glés [Ca se ment] al Pu tu ma yo cau só vi si ble te mor en tre los an ti guos em plea dos de la Ca sa Ara na, co mo es pú bli co y no to rio, la no ti cia de la vi si ta de un juez de pri me ra ins tan cia a esa mis ma zo na, con el ob je to de cas ti gar a los cri mi na les, pro du jo ver da de ro pá ni co. Se afir ma por mu chas per so nas en Iqui tos, y me in cli no a creer lo, que tan lue go tu vo se gu ri dad del en vío de la co mi sión ju di cial al Pu tu ma yo por or den del go bier no, los ami gos de los cul pa bles en via ron pre ci pi ta da men te pro pios a La Cho rre ra y a El En can to, por la ru ta Ma zán-Ti ni cu ro-Al go dón (pa ra evi tar el ex ten so via je flu vial), a fin de que di chos em plea dos es tu vie ran aler tas. Fue esa una no ti cia sen sa cio nal. Un te mor in sis ten te de pu ni ción, al go así co mo una voz acu sa do ra de la con cien cia, los fue de ci dien do po co a po co a la fu -

ga; a tal ex tre mo que, pue do ase gu rar lo, yo ca si no en con tré a los prin ci pa les ase si nos, quie nes pen sa ban ––y con ra zón–– que la pre sen cia del juez aca ba ría por des cu brir los, per si guién do los has ta con se guir el cas ti go que me re cían por sus he chos de lic tuo sos. Si el cón sul in glés los es pan tó, pues, en par te, mi apro xi ma ción con clu yó por de ci dir los al aban do no de fi ni ti vo de las sec cio nes; y fue tal el mie do que se apo de ró de ellos, que me han con ta do los tri pu lan tes del va por Li be ral, a mi re gre so de La Cho rre ra, que un día, cuan do es ta na ve ba ja ba el río Pu tu ma yo en via je a Iqui tos, se di vi só una 311 em bar ca ción, sur can do, y co mo se cre ye ra que en ella iba el juez, hu bo a bor do del Li be ral es ce nas de ver da de ra lo cu ra. Allí iban dos ban di dos no ta bles, Abe lar do Agüe ro y Au gus to Ji mé nez, je fes de Abi si nia, quie nes, te me ro sos de que se los des cu brie ra, co me tie ron ac tos ri dí cu los, sa can do tam bién de su ecua ni mi dad a los mis mos tri pu lan tes de la na ve, que se es for za ron por ocul tar los en las bo de gas. Es tos ac tos, prue ba qui zá de ex pia ción y re mor di mien to, o de te mor al cas ti go, die ron co mo re sul ta do un des pe je de ase si nos en el es ce na rio en san gren ta do; de ma ne ra que yo no he en con tra do a mi lle ga da al Pu tu ma yo a los prin ci pa les cri mi na les. La pre sen cia de un cón sul los hi zo va ci lar; la apro xi ma ción de un juez los sa có de jui cio. To dos hu ye ron des pa vo ri dos, unos al Bra sil, otros a la Ar gen ti na, a Bar ba dos, et cé te ra. En las sec cio nes, pues, en con tré je fes y em plea dos nue vos. Nor mand, Fon se ca, Mar ti ne gui, Montt, Au re lio y Arís ti des Ro drí guez, O’Don nell, Agüe ro, Ji mé nez, Flo res y otros hu ye ron a mi lle ga da, ha bien do si do sus ti tui dos in me dia ta men te por otras per so nas.1 Si no se co no cie ra la ver dad so bre el Pu tu ma yo, has ta po dría creer se en es ta ver sión, in du da ble men te re dac ta da por el ase sor de co mu ni ca ción de Ara na, Car los Rey de Cas tro, ya que se ría in con gruen te que Pa blo Zu mae ta, un hom bre de es ca sa ilus tra ción, tu vie ra do tes na rra ti vas. Si aler tó, co mo es de su po ner, a los je fes de sec ción, no fue tan to pa ra po ner los a sal vo, si no pa ra evi tar que ha bla ran y com pro me tie ran a las má xi mas au to ri da des de la Ca sa Ara na. Mien tras el juez Pa re des re co rría el Iga ra pa ra ná y el Ca ra pa ra ná, el 27 de abril re gre só a Iqui tos el juez Car los A. Val cár cel, que de bió ha cer se car go no só lo de su juz ga do si no tam bién del co rres pon dien te al au sen te Pa re des. El 17 de ma yo el go bier no pe rua no de sig nó al juez Pi ni llos Ros sell al fren te de ese juz ga do va can te. Así, el juez Pa re des ce sa ba en su car go ––ale ja mien to re fren da do por la mis ma Cor te Su pre ma–– y cual quier in for me que pre sen ta ra so bre la Ca sa Ara na de ja ba de te ner va li dez ju rí di ca.

Es ta ma nio bra tu vo un epí lo go im pre vis to que mues tra a las cla ras có mo la im pu ni dad pue de va li dar se me dian te ar gu cias más o me nos ju rí di cas. Da do que el juez Pa re des ce sa ba en sus fun cio nes, el doc tor Val cár cel se de be ría tras la dar al Pu tu ma yo a pro se guir con la in ves ti ga ción. 312 Fue im po si ble: el Pre fec to del De par ta men to de Lo re to se ne gó a ade lan tar le cin cuen ta li bras es ter li nas pa ra afron tar los gas tos que ne ce sa ria men te ten dría, ale gan do que an tes de ha cer lo de bía so li ci tar, y ob te ner, el per mi so del go bier no na cio nal. Val cár cel se ofre ció a ade lan tar esa su ma de su pro pio bol si llo y se li mi tó a exi gir que se pu sie ra a su dis po si ción una em bar ca ción pa ra tras la dar se a la re gión. ¿Qué hi zo el pre fec to? No le no ti fi có al juez de la par ti da de dos lan chas al Pu tu ma yo, y és te no tu vo otro re me dio que per ma ne cer en Iqui tos. En 1911, cual quier in ten to de es cla re cer las atro ci da des del Pu tu ma yo y con de nar a sus cul pa bles es ta ba con de na do al fra ca so. Jue ces, fun cio na rios, mi nis tros y pre fec tos eran tí te res de Ju lio Cé sar Ara na. Iqui tos es ta ba di vi di do en dos gru pos an ta gó ni cos: La Cue va de los Ino cen tes, in te gra da por pro fe sio na les, in te lec tua les y pe rio dis tas, y la Li ga Lo re ta na, com pues ta por los cau che ros, fa mi lias tra di cio na les y gran des ex por ta do res. Pa re des per te ne cía al pri mer gru po. Na die que tu vie ra el me nor sen ti do co mún se ene mis ta ría con la Ca sa Ara na, co mo aún se la de no mi na ba. Pe ro exis tían otros mo ti vos, más allá del po de río de Ara na, de las fa bu lo sas ren tas que brin da ba la adua na de Iqui tos a las ar cas fis ca les, pa ra que esa zo na sel vá ti ca se con vir tie ra en un pol vo rín. Co lom bia era el prin ci pal. In mer so en un in ter mi na ble li ti gio li mí tro fe con su ve ci no, Pe rú siem pre lle va ba las de ga nar, por me ras rea li da des geo grá fi cas. Pa ra los co lom bia nos, lle gar al Pu tu ma yo y al Ca que tá era ca si una ha za ña, de bi do a di fí ci les obs tá cu los to po grá fi cos. És te no era un pro ble ma pa ra quie nes tu vie ran ba se en Iqui tos, que dis po nían de ríos ab so lu ta men te na ve ga bles. Pa ra com pli car aún más las in ves ti ga cio nes eu ro peas y ver ná cu las so bre el Pu tu ma yo, la ten sión en tre am bos paí ses fue en au men to a par tir de co mien zos de 1911, cuan do un con tin gen te co lom bia no in te gra do por cien sol da dos en via do por el go bier no de Bo go tá, se ins ta ló en La Pe dre ra, so bre el río Ca que tá. Te nía ór de nes de re con quis tar ese río y tam bién de in ter nar se por el Pu tu ma yo y arre ba tar esa vía flu vial del do mi nio pe rua no y de la Ca sa Ara na. Cla ro que era más fá cil dar esa or den que lle var la a ca bo. Iqui tos te nía el cau cho, con el cual se po dían com prar hom bres, ar mas y has ta va po res, a lo cual con tri bu yó Ju lio Cé sar Ara na. En los me ses de ma yo y ju nio la ar ma da pe rua na en vió una ca ño ne ra flu vial de úl ti ma ge ne ra ción a pa tru llar las aguas del río Pu tu ma yo. Es 313

ta ba equi pa da con dos ca ño nes de 37 mi lí me tros en proa y po pa y dos ame tra lla do ras. La Amé ri ca2 ha bía si do cons trui da en 1904, en el as ti lle ro Tran me re Bay De ve lop ment C. Ltd. en Bir ken head, Li ver pool, y en via da al Ama zo nas pa ra di sua dir a ve ci nos mo les tos. El ejér ci to pri va do de Ara na, por otra par te, po día re pe ler in va sio nes en las sec cio nes cau che ras y la nue va sen da que unía el río Na po con el Pu tu ma yo per mi tía al can zar El En can to, des de Iqui tos, en ape nas cin co días. El com ba te se li bró en tre el 11 y 12 de ju lio, en La Pe dre ra, en el río Ca que tá y las fuer zas co lom bia nas fue ron de rro ta das. Mu chos sol da dos pe re cie ron no co mo con se cuen cia de las ba las, si no de las ha bi tua les e im pla ca bles en fer me da des tro pi ca les. El en fren ta mien to fi gu ra en las efe mé ri des de los li bros de his to ria de am bos paí ses. Co mo to da ba ta lla ne ce si ta un hé roe, el pa pel le fue ad ju di ca do al te nien te pri me ro Jo sé Ma nuel Cla ve ro Mu ga, que lu chó a bor do de la Amé ri ca y de jó su vi da en la re frie ga. El ata que es tu vo di ri gi do por el te nien te co ro nel Os car Be na vi des que, gra cias a es ta vic to ria, pu do ac ce der a la pre si den cia del Pe rú en 1914. Fue una vic to ria pí rri ca. El 19 de ju lio, los go bier nos de Pe rú y de Co lom bia, sin si quie ra sa ber cuál ha bía si do el re sul ta do del en fren ta mien to fir ma ron un acuer do por el cual las tro pas pe rua nas se re ti ra ban de La Pe dre ra. En Iqui tos, el pue blo se lan zó a las ca lles en se ñal de pro tes ta. Cuan do el juez Ró mu lo Pa re des re gre só de su pe ri plo ama zó ni co, se ins ta ló en su des pa cho de Iqui tos. Re dac tó un in for me de 1.242 pá gi nas y li bró 215 ór de nes de arres to, con fir man do que en el Pu tu ma yo se ha bían co me ti dos los peo res crí me nes y que los je fes de sec ción co mo Nor mand, Montt, Fon se ca y Ji mé nez ––por nom brar a los más te mi bles–– eran ver da de ros ase si nos. El juez Car los Val cár cel ––Pa re des ha bía si do de ja do ce san te–– or de nó tam bién el arres to de Pa blo Zu mae ta, ge ren te en Iqui tos de la Pe ru vian Ama zon Com pany; de Víc tor Ma ce do, je fe de sec ción de La Cho rre ra, y de Mar tín Ara na, me dio her ma no de Ju lio Cé sar. Na da de es to se cum plió. Vea mos qué es cri bió al res pec to el pro pio juez Val cár cel en El pro ce so del Pu tu ma yo. El 5 de agos to de 1911 ofi cié al Pre fec to de Lo re to pa ra que hi cie se cap tu rar al ge ren te Pa blo Zu mae ta, acu sán do se re ci bo en la pre fec tu ra de ha ber se re ci bi do di cho ofi cio el mis mo día y, a pe sar de eso, Zu mae ta se pa seó pú bli ca men te por Iqui tos por va rios días sin ser cap tu ra do; has ta que ha bién do se im pues to los ve ci nos que con tra 314 Zu mae ta se ha bía li bra do aque lla or den, pa ra guar dar las apa rien cias di cho reo se li mi tó a no sa lir a la ca lle has ta que la Cor te de Iqui tos la re vo có a los tres me ses de ha ber si do ex pe di da; y te nía Zu mae ta tan ta se gu ri dad de que la Cor te an te di cha re vo ca ría aque lla

re so lu ción, que per ma ne ció en su ca sa tran qui la men te por es pa cio de tres me ses re ci bien do las vi si tas de sus ami gos (en tre los que se en cuen tran los miem bros del Tri bu nal in di ca do), sin que se le mo les ta se ab so lu ta men te por la po li cía. Pa blo Zu mae ta no só lo per ma ne ció en su ca sa, si no que tu vo en tre sus ma nos, du ran te ese tiem po, el ex pe dien te ju di cial don de se lo acu sa ba. Cual quier ata que con tra la Ca sa Ara na es ta ba con de na do al fra ca so. Los jue ces iqui te ños que in ten ta ban ha cer cum plir la ley en al gún te ma que afec ta se al rey del cau cho ter mi na ban lu chan do con tra mo li nos de vien to. Años des pués, Zu mae ta, en El pro ce so del Pu tu ma yo, Me mo rial, afir mó que las in ves ti ga cio nes del juez Pa re des en el Iga ra pa ra ná y en el Ca ra pa ra ná ado le cían de nu li dad, de bi do a que los in dios, ade más de su pe cu liar psi co lo gía e in fan ti lis mo, no se ex pre sa ron en es pa ñol si no en sus pro pios dia lec tos, ig no ra dos por Pa re des y por su tra duc tor; tam bién, que tan to es te juez co mo Val cár cel era co rrup tos, que de cre ta ban quie bras de dia rios que per te ne cían a la com pe ten cia y que so lían or de nar re ma tes ju di cia les de los cua les ob te nían in te re san tes ga nan cias. Lo cier to es que lo úni co que po dría en dil gár se le al juez Pa re des, o a quie nes ma ni pu la ron el ex ten so in for me, es ha ber lo uti li za do, a pe sar de los ho rro res que des cri bía, con fi nes po lí ti cos be né fi cos pa ra el Pe rú. Cu rio sa men te, ese in for me fue re pro du ci do en un dia rio es cri to en in glés, Pe rú To-day, que se edi ta ba en Li ma, y que la le ga ción pe rua na en Lon dres no per dió tiem po en dis tri buir en tre lí de res de opi nión. ¿Por qué ha cer lo lle gar a po lí ti cos y fun cio na rios in gle ses, si se re la ta ban los crí me nes más ab yec tos en un te rri to rio ex plo ta do por la Pe ru vian Ama zon Com pany? Es ta apa ren te in con gruen cia no era tal. Si bien el juez Pa re des afir ma en el in for me que quie nes sos ten gan que los in dios del Pu tu ma yo son ca ní ba les “se ha cen cul pa bles de fal se dad vo lun ta ria”, el mis mo dia rio re dac tó un edi to rial so bre los in dí ge nas ca ní ba les del Pu tu ma yo. Se pu bli có, tam bién, una es pe luz nan te fo to gra fía de una in dia ma sa cra da, pe ro en el epí gra fe de la mis ma se res pon sa bi li za a los co lom bia nos, no a la Ca sa Ara na. Y, co mo co ro la rio, de las 215 ór de nes de arres to, el dia rio afir mó que só lo se con cre ta ron nue ve y de per so na jes se cun da rios. 315 Sir Ed ward Grey y pro mi nen tes fun cio na rios del Fo reign Of fi ce bri tá ni co po co sa bían acer ca de lo que su ce día en el Pu tu ma yo, sal vo que nin gu no de los cri mi na les ha bía si do en car ce la do o, peor aún, que se les ha bía fa ci li ta do la fu ga. El si len cio del go bier no del pre si den te Au gus to Le guía era in to le ra ble. Aun que la Can ci lle ría in gle sa es ta ba acos tum bra da a tra tar con em pe ra do res chi nos, ma ha ra jás hin dúes y re ye zue los afri ca nos, los pre si den tes su da me ri ca nos po dían ser par ti cu lar men te mo les tos y em ba ra zo sos. Se tra ta ba de una si tua ción com pro me ti da pa ra el

go bier no de Su Ma jes tad. No só lo un di rec to rio in te gra do por bri tá ni cos era el res pon sa ble de las atro ci da des, si no que en ellas tam bién ha bían in ter ve ni do súb di tos bri tá ni cos, co mo eran los ne gros de Bar ba dos. Los me ses trans cu rrían y los avan ces di plo má ti cos no lo gra ban el cas ti go de los cul pa bles, lo cual alar mó a Ca se ment, que, jun to con Ha rris, de la An ti-Sla very So ciety, pre sio nó a Grey pa ra que no aban do na ra la cau sa del Pu tu ma yo. El re sul ta do fue pre vi si ble: Ca se ment de be ría re gre sar a Iqui tos pa ra en te rar se de la mar cha de los acon te ci mien tos. El 16 de agos to par tió de Sout hamp ton en el Mag da le na rum bo a Bar ba dos, is la que de tes ta ba y que al gu na vez de fi nió co mo “ho rri ble is la bri tá ni ca po bla da por pe dan tes y men di gos”. El 28 de ese mes, el mis mo día de su arri bo, se en tre vis tó con An drés O’Don nell, el ex je fe de sec ción de En tre Ríos, en el Ice Hou se. Ca se ment con si de ra ba a es te des cen dien te de ir lan de ses el me nor de los cri mi na les al ser vi cio de la Pe ru vian Ama zon Com pany, aun que es ta vir tud com pa ra ti va dis ta ba de con ver tir lo en ino cen te. En la is la ca ri be ña na die sos pe cha ba que ese jo ven tan edu ca do que no via ba con la se ño ri ta Tur ney, hi ja del res pon sa ble de los jar di nes de Queen’s Park, y que es ta ba por em pren der un ne go cio ho te le ro, era un ase si no que ha bía or de na do la ma tan za de in nu me ra bles in dios ama zó ni cos. Ca se ment, al día si guien te, in for mó de su pre sen cia al Fo reign Of fi ce y se en te ró de que exis tía un pe di do de ex tra di ción por par te del Pe rú, ya que se acu sa ba a O’Don nell de ho mi ci dio. La ex tra di ción nun ca tu vo lu gar. O’Don nell se ca só con la se ño ri ta Tur ney y lo gró anu lar la ex tra di ción gra cias a un há bil abo ga do pe ro, te mien do otra or den de ex tra di ción, de ci dió par tir a Nue va York, de jan do a su mu jer con fi na da en la is la. El 16 de oc tu bre Ca se ment lle gó a Iqui tos, ciu dad que le era de sa gra da ble, co mo tam bién sus ha bi tan tes. Pa ra con tri buir a su de sa gra do, se ha bía de sa ta do una epi de mia de fie bre ama ri lla (co no ci da en Iqui tos co mo el “vó mi to ne gro”), que le ha bía cos ta do la vi da a un hi jo del co mer 316 cian te in glés John Lilly. El ca lor era in su fri ble. Es ta es ta día de Ca se ment en Iqui tos la co no ce mos a tra vés de sus “dia rios ne gros”, don de de di ca más tiem po a ano tar sus im pre sio nes ob se si va men te fá li cas so bre jó ve nes y sol da dos y a su tor tuo sa re la ción con un mu cha cho, Jo sé Gon zá lez, a quien fo to gra fió en di ver sos es ce na rios, que a la mi sión que se le ha bía en co men da do. Es to no quie re de cir que hu bie ra ol vi da do sus obli ga cio nes ni de sis ti do en sus in ten tos de ha cer cas ti gar a los cul pa bles de las atro ci da des. Su pri me ra en tre vis ta fue con el pre fec to, Fran cis co Alay za y Paz Sol dán, quien se des hi zo en elo gios, afir man do que el mis te rio del Pu tu ma yo ha bía si do de ve la do só lo por Ro ger Ca se ment, ya que na die en Iqui -

tos si quie ra lo sos pe cha ba. Los sig nos de ex cla ma ción re gis tra dos ese día en su dia rio re ve lan qué con cep to te nía de es tos ob se cuen tes fun cio na rios ama zó ni cos. Du ran te su es ta día en Iqui tos, que se pro lon gó has ta el 7 de di ciem bre, es de cir, ca si dos me ses ––sal vo un via je sin pro pó si to al gu no que rea li zó por el río Ama zo nas––, tu vo va rias en tre vis tas con el juez Ró mu lo Pa re des, que ha bía re gre sa do del Pu tu ma yo y ela bo ra do un ex ten so in for me so bre las atro ci da des en las sec cio nes cau che ras de la Ca sa Ara na. Ca se ment, el año an te rior, lo ha bía des ca li fi ca do, lla mán do lo tru hán. Sin em bar go, en es te via je am bos se en ten die ron, po si ble men te por la ve ra ci dad del in for me del juez y por que coin ci dían en que los cul pa bles ja más se rían cas ti ga dos. Pa blo Zu mae ta es ta ba li bre ––a pe sar de que el juez Val cár cel ha bía li bra do la or den de arres to–– y aca ba ba de ser nom bra do pre si den te de un nue vo club. Los dos hom bres, a pe sar de sus di fe ren cias abis ma les, ha bían con ver gi do en un mis mo ca lle jón. El me nu do Pa re des, de trein ta y dos años, de piel os cu ra y gran des bi go tes, pa re cía re cién ba ja do de la cor di lle ra de los An des, o lle ga do en ca noa des de al gún re mo to río ama zó ni co; Ca se ment, ele gan te, es pi ga do, de ojos cla ros, ves tía las clá si cas pren das ní veas que lle va ban los oc ci den ta les en los tró pi cos. Du ran te ese bre ve pe río do, se alia ron, in ter cam bia ron in for ma ción y car tas de pre sen ta ción (Ca se ment le en tre gó una pa ra el cón sul bri tá ni co en Li ma, Lu cien Je ro me) y tam bién com par tie ron al gu nos te mo res. Do min go 3. Pa re des me vi si tó pa ra co mu ni car me que to do era una far sa, La nat ta (un abo ga do) es el de fen sor de Víc tor Ma ce do (ex je fe de sec ción en La Cho rre ra). To dos es tán en con tra de Pa re des. Te me que lo ase si nen y nue va men te me ad vier te que no va ya al Pu tu 317 ma yo. Di ce que tam bién se ría ata ca do ––al igual que Har den burg–– y, si voy al Pu tu ma yo, co rre ría pe li gro. Via ja a Li ma es te mes. El juez Pa re des, co mo Ca se ment, ha bía es cri to un ex ten so in for me don de no hi zo nin gu na con ce sión a la Ca sa Ara na. Ha bía es ta do cua tro me ses co no cien do las sec cio nes cau che ras, ha blan do con em plea dos e in dios, ba jo el pa ra guas pro tec tor de su car go ju di cial. Al gu nos pa sa jes de su in for me re ve lan sus as pec tos ho nes tos: Los em plea dos de la Com pa ñía son to dos bo rra chos, mas ti ca do res de co ca, hol ga za nes co rrom pi dos has ta ni ve les ini ma gi na bles, in clu so has ta el pun to de la idio tez, al gu nos de ellos anal fa be tos… con men tes en fer mas y vien do por to das par tes ata ques ima gi na rios de los in dios, cons pi ra cio nes, re vuel tas, trai cio nes, etc. Pa ra so bre vi vir y sal var se ma tan y ma tan sin pie dad a tri bus en te ras, se res ino cen tes que no tie nen idea de es ca par o de ven gar se, de bi do a que el so me ti mien to ti rá ni co al que es tán acos tum bra dos des de ha ce tan tos años

los ha vuel to aco bar da dos y ab yec tos. Es com pren si ble que Ca se ment es tu vie ra har to de Iqui tos. Si bien al ter na ba, con enor me dis cre ción, su tra ba jo con el pla cer se xual, pron to com pren dió que na da po dría ha cer se allí. Ma ti zó su es ta día ce nan do en la des lum bran te ca sa de los Mo rey, en el Ma le cón, ins tru yen do so bre los crí me nes del Pu tu ma yo al nue vo cón sul bri tá ni co, Geor ge Mi chell, que reem pla za ría a Da vis Ca zes, y lu chan do con tra un em pe ci na do res frío que lo tu vo a maltraer. Aca so in tu yó que la pu bli ca ción ofi cial de su in for me en tre ga do al Fo reign Of fi ce era un he cho irre ver si ble: la Pe ru vian Ama zon Com pany se ha bía di suel to en se tiem bre de ese año. Ig no ra ba que sir Ed ward Grey es ta ba es pe ran do su re gre so del Ama zo nas y la im pres cin di ble nue va in for ma ción an tes de dar a co no cer el in for me. El 4 de di ciem bre, re gis tró en su dia rio: “Es pe ro sin ce ra men te ir me en el Uca ya li el jue ves por la ma ña na. Es toy can sa do de Iqui tos. Dios ayu de a Mi chell”. El 7 de di ciem bre, el va por Uca ya li sol tó ama rras; Ca se ment sa lu dó agi tan do el som bre ro a quie nes fue ron a des pe dir lo y cre yó ––lo cual re sul tó ser cier to–– que ja más vol ve ría a esa ciu dad. Sir Ro ger Ca se ment, en no ble ci do por el rey Jor ge V, que al ter na ba con la aris to cra cia in gle sa, el hé roe del Con go y del Pu tu ma yo, que en po cas se ma nas se en tre vis ta ría na da me nos que con el pre si den te nor tea me ri ca no Wi lliam Ho ward Taft en la Ca sa Blan ca, ni si quie ra te nía un 318 mí se ro ca ma ro te en ese va por flu vial que se di ri gía a Ma naos. De bió pa sar las no ches en la cu bier ta, ya que to das las ca bi nas es ta ban ocu pa das y nin gún fun cio na rio en Iqui tos se preo cu pó por su co mo di dad. En su dia rio, re gis tró el 8 de di ciem bre, un día des pués de ha ber zar pa do: “En Le ti cia a las 6 a.m. Llo vió va rias ve ces du ran te la no che, pe ro no mo jó mi ca ma de cam pa ña. Es cri bien do al Fo reign Of fi ce acer ca de los úl ti mos acon te ci mien tos en Iqui tos y las que jas que me plan teó Pa re des”. Su lu gar de tra ba jo era el mo des tí si mo ca ma ro te de uno de los ca ma re ros. En Ma naos, al mor zó un par de ve ces con Jo seph Frou de Woo drof fe, el au tor de Up per rea ches of the Ama zon, quien le in for mó que Ju lio Cé sar Ara na se en con tra ba en la ciu dad y que te nía ob je ti vos pre ci sos: es pe ra ría a que el pro ce so es tu vie ra “muer to” y, des pués del efec to des mo ra li zan te, se que da ría di rec ta men te con el Pu tu ma yo. Ca se ment se ale gró de no ha ber se en con tra do con los her ma nos Ara na, que lo fue ron a vi si tar al ho tel y no lo en con tra ron. Su es ta día en Ma naos se ca rac te ri zó por de sa fo ra dos en cuen tros se xua les en des cam pa dos o en al gu na pie za de al qui ler, co mo si la in mi nen cia de la par ti da hu bie ra agu di za do sus com pul sión. El 17 de di ciem bre se em bar có en el Hu bert rum bo a Pa rá, una es ca la obli ga da, y el úl ti mo día de 1911 abor dó el Te ren ce, des de Bar ba dos,

pa ra di ri gir se a Nue va York. Pro li jo y me ti cu lo so, re gis tró en su dia rio el cos to to tal del se gun do via je a Iqui tos: 131 li bras es ter li nas y 19 che li nes, su ma bas tan te mo des ta pa ra se me jan te mi sión. No in cluía el cos to de sus aven tu ras se xua les. En los Es ta dos Uni dos, gra cias a las ges tio nes del em ba ja dor bri tá ni co en Was hing ton, Ja mes Bry ce, ten dría una en tre vis ta con el pre si den te de ese país, lo que ha bla a las cla ras de su enor me pres ti gio. En Was hing ton, el pre si den te Taft, es cu chó aten ta men te sus de nun cias. Era de vi tal im por tan cia, di jo Ca se ment, que Es ta dos Uni dos apo ya ra a Gran Bre ta ña en es ta cau sa, más allá de los re pa ros que opo nía la Doc tri na Mon roe, en el sen ti do de que las po ten cias eu ro peas no de be rían in ter ve nir en los con flic tos de paí ses ame ri ca nos. La ma gia de Ca se ment, su asom bro so po der de con vic ción, su in dis cu ti da ex pe rien cia en el Con go y en el Ama zo nas, su au reo la en lo con cer nien te a la per se cu ción de la es cla vi tud y del mal tra to, ter mi na ron cau ti van do a Taft. Se gún un di plo má ti co bri tá ni co, fue co mo “el en cuen tro en tre una ser pien te ne gra y un ra tón”. El se cre ta rio de Es ta do, Phi lan der Knox, lle gó a la con clu sión de que só lo la pu bli ca ción del in for me de Ca se ment, re te ni do por 319 el Fo reign Of fi ce bri tá ni co, se ría ca paz de ha cer ce sar las atro ci da des en el Pu tu ma yo. Sir Ed ward Grey, mien tras tan to, se mo vía con no ta ble de li ca de za di plo má ti ca pa ra no com pro me ter al go bier no de los Es ta dos Uni dos en una cam pa ña que pu die ra per ju di car lo. En una car ta que en vió al di rec tor del dia rio Man ches ter Guar dian, C.P. Scott, le ma ni fes ta ba, off the re cord, que “lo que más la men ta ría es lle var a ca bo una ac ción que nos ale ja ra de los Es ta dos Uni dos (…). Es la opi nión pú bli ca nor tea me ri ca na la que de be ría cons ti tuir el fac tor más de ci si vo en am bas Amé ri cas”. El pro ble ma era que la opi nión pú bli ca nor tea me ri ca na no te nía la me nor idea de dón de que da ba el Pu tu ma yo, ni qué su ce día en sus ríos, pre ci sa men te por que el in for me aún no se ha bía he cho pú bli co. En tan to, el go bier no del pre si den te Au gus to Le guía con ti nua ba de mo ran do las me di das pro me ti das. En ma yo de 1912, el man da ta rio pe rua no co mu ni có que ha bía de sig na do una co mi sión ––otra más–– pa ra que in ves ti ga ra las de nun cias y que sus con clu sio nes es ta rían lis tas en ene ro de 1913, lo cual hi zo per der la pa cien cia a sir Ed ward Grey. Pa ra col mo, el can ci ller in glés se en te ró de que se ten ta to ne la das de cau cho ha bían si do des pa cha das del Pu tu ma yo, ci fra enor me que con fir ma ba la vi gen cia del sis te ma atroz, pues só lo po día ha ber si do reu ni da re cu rrien do a él. Grey to mó la de ci sión de no pos ter gar más la pu bli ca ción del in for me. Ha bía pa sa do más de un año des de que Ca se ment se lo re mi tie ra al Fo reign Of fi ce y el en via do ha bía re gre sa do a Iqui tos só lo pa ra ve ri fi car

que a los cul pa bles se les ha bía fa ci li ta do la hui da y que go za ban de bue na sa lud en Bra sil o en la Ar gen ti na. El go bier no del pre si den te Le guía na da de fi nía y el pro ble ma no se re sol ve ría nom bran do nue vas co mi sio nes. El sis te ma ju di cial pe rua no pa re cía ata ca do de pa rá li sis. Nin gún pro ce so avan za ba y jue ces y cor tes de jus ti cia bo rra ban con el co do lo que ha bían fir ma do con la ma no. Por si eso fue ra po co, dos ex je fes de sec ción cé le bres por sus crí me nes no só lo go za ban de li ber tad, si no que se ha bían con ver ti do en pro mi nen tes ciu da da nos res pe ta bles: Elías Mar ti ne gui ha bía si do vis to en Li ma; Víc tor Ma ce do, el ase si no de La Cho rre rra, vi vía plá ci da men te en la ca pi tal pe rua na, su nom bre fi gu ra ba en la guía de te lé fo nos y ha bía si do acep ta do co mo so cio de un club. El 12 de ju lio de 1912, se dio a co no cer el Blue Book ––co mo se de no mi nó al in for me Ca se ment––, que equi va lió al es ta lli do de una bom ba mu cho más po ten te que las que los anar quis tas so lían arro jar so bre las tes tas co ro na das. 320 El mun do que dó cons ter na do, co mo si de las en tra ñas de la Tie rra hu bie ra emer gi do una fuer za ma lé fi ca, im pen sa ble, que mos tra ba des car na da men te has ta qué ex tre mos lle ga ba la mal dad hu ma na y, mu cho peor, una com pa ñía bri tá ni ca. Lo que ha bía re ve la do un jo ven in ge nie ro nor tea me ri ca no ha cía ca si tres años re sul tó ser cier to y el Pu tu ma yo pa só a ser el epi cen tro del ho rror; in te lec tua les, po lí ti cos y no bles in gle ses ––en tre ellos, sir Art hur Co nan Doy le–– se mo vi li za ron pa ra sa lir al res ca te de aque llos po bres in dios. El in for me Ca se ment era es pe luz nan te: El in dí ge na es tan hu mil de que tan pron to co mo ob ser va que la agu ja de la ba lan za no lle ga a mar car diez ki los, él mis mo ex tien de sus ma nos y se arro ja al sue lo pa ra re ci bir el cas ti go. En ton ces, avan za el je fe o un su bor di na do, se in cli na, to ma al in dio del ca be llo, lo gol pea, le van ta su ca be za, la ti ra con tra el sue lo y, lue go de que su ca ra ha si do gol pea da y pa tea da y se ha lla cu bier ta de san gre, lo azo ta. El nú me ro de in dí ge nas que pe re cie ron ya sea de ham bre ––co mo con se cuen cia de la des truc ción de las co se chas o co mo pe na de muer te pa ra aque llos in di vi duos que no re co lec ta ban su cuo ta de cau cho–– o por ac ción de las ba las, del fue go, de la de ca pi ta ción o de la fla ge la ción has ta la muer te, acom pa ña das de va ria das y atro ces tor tu ras, no pue de ser me nor a los trein ta mil. To do es to pa ra ex traer cua tro mil to ne la das de cau cho. Los in gle ses no es ta ban acos tum bra dos a esos ho rro res. Qué se me jan za po día ha ber en tre el do mi nio bri tá ni co de la In dia, o de las co lo nias afri ca nas, con es te nue vo mons truo que pro ve nía de Su da mé ri ca. El pro ble ma era que las atro ci da des no ha bían si do co me ti das por al gún de sa fo ra do sul tán, o por un je fe tri bal afri ca no, si no por una com pa ñía in -

te gra da por miem bros y ca pi tal in gle ses. Ca se ment, en es te sen ti do, no tu vo re pa ros en in cluir en el in for me aque llo que po día ser em ba ra zo so tan to pa ra el Pri mer Mi nis tro, co mo pa ra el Fo reign Of fi ce. En es ta ins tan cia, la fuer za de las cir cuns tan cias ha sa ca do a la luz lo que se es ta ba lle van do a ca bo ba jo los aus pi cios bri tá ni cos ––es de cir, a tra vés de una em pre sa con se de en Lon dres que uti li za tan to ca pi tal co mo per so nal bri tá ni cos–– pa ra des truir y des po blar te rri to rios sal va jes. De be siem pre re cor dar se que to da la pro duc ción de cau cho de la re gión se co lo ca en el mer ca do bri tá ni co y es tras la da do des de Iqui tos en bu ques in gle ses. Al gu nos po cos em plea dos a su ser vi cio son, o al me nos eran aún, súb di tos bri tá ni cos cuan do de jé el 321 Ama zo nas, y el fu tu ro co mer cial del Pu tu ma yo (si es que exis te al gún fu tu ro co mer cial po si ble en una re gión tan ago ta da y mal ad mi nis tra da) de be rá de pen der de la can ti dad de apo yo fo rá neo, en par ti cu lar in glés, que pue dan ob te ner aque llos que ex plo ten a los in dí ge nas res tan tes. Es to era lo úl ti mo que sir Ed ward Grey y el di rec to rio de la Pe ru vian Ama zon Com pany que rían es cu char. En las ofi ci nas de Sa lis bury Hou se co men za ron a re ci bir se car tas de ac cio nis tas que la men ta ban ha ber con tri bui do, a tra vés de la com pra de ac cio nes, a se me jan tes atro ci da des. Un ac cio nis ta afir mó que no la men ta ría per der el va lor del ca pi tal que ha bía in ver ti do con tal que los in dí ge nas pu die ran re cu pe rar la dig ni dad. El do min go 4 de agos to, en ple no ve ra no lon di nen se, sur gió un ata que sor pre sa que tu vo una ines pe ra da re per cu sión en la pren sa in ter na cio nal. Ese me dio día lon di nen se, en la aba día de West mins ter, don de es tán en te rra dos re yes y pró ce res, un clé ri go al za ría su voz en nom bre de la in flu yen te y res pe ta da igle sia an gli ca na, in di so lu ble men te li ga da a la mo nar quía bri tá ni ca. Co mo to dos los do min gos de ve ra no, los fe li gre ses lle ga ron al atrio en des lum bran tes au to mó vi les des ca po ta bles, con los bron ces ra bio sa men te lus tra dos, con du ci dos por cho fe res de ri gu ro sa li brea, asis ti dos por un la ca yo des ti na do a abrir la puer ta y ayu dar a ba jar a se ño ras de vo lu mi no sos som bre ros. El ser món del ca nó ni go Her bert Hens ley Hen son, en vez de ha cer re fe ren cia a las ha bi tua les y pre vi si bles vir tu des cris tia nas, se cen tró en un ig no to río ama zó ni co y en las atro ci da des que ha bía co me ti do allí una com pa ñía in gle sa. Des de el púl pi to, men cio nó a los tres di rec to res in gle ses de la Pe ru vian Ama zon Com pany, ca si a la ma ne ra de un in qui si dor, in vo lu crán do los en las atro ci da des. Quie nes per pe tra ron los crí me nes des crip tos en el in for me de sir Ro ger Ca se ment es tán fue ra del al can ce de las au to ri da des, pe ro sus em plea do res, con cu ya con ni ven cia aun que no lo su pie ran fue ron co -

me ti dos y que com par ten las san grien tas ga nan cias, es tán aquí en tre no so tros. ¿No es lí ci to pe dir jus ti cia pa ra es tos hom bres y, en par ti cu lar, que su lí der, el su pre mo or ga ni za dor de to da es ta tra ge dia, Ara na, sea arres ta do y so me ti do a jui cio? Tres días an tes, en la Cá ma ra de los Co mu nes, sir Ed ward Grey, el can ci ller bri tá ni co, ha bía afir ma do que el in for me de Sir Ro ger Ca se ment 322 so bre el Pu tu ma yo era el re la to más ho rri ble que ha bía leí do en su vi da. Su dis cur so fue ta jan te, un ata que di rec to al go bier no del Pe rú. He mos he cho to do lo que a nues tro al can ce es ta ba en la vía di plo má ti ca a fin de pro bar que era esen cial pa ra el buen nom bre del Pe rú que el Go bier no de es ta na ción to ma ra las me di das ne ce sa rias pa ra cas ti gar a los res pon sa bles e im pe dir en lo fu tu ro la re no va ción de esos de li tos. Gran dí si mo pla cer nos oca sio na rá el po der pro mo ver o apo yar me di das que ase gu ren un cam bio to tal en la si tua ción del Pu tu ma yo. Es muy di fí cil sa ber lo que allí su ce de hoy. No du do que la pre sen cia de Sir Ro ger Ca se ment im pe di ría to do abu so, pe ro, en vis ta de la po ca au to ri dad que allí ejer ce el go bier no del Pe rú, ¿qué su ce de rá cuan do ni no so tros ni los Es ta dos Uni dos ten gan allí re pre sen tan te? El go bier no del Pe rú ––y creo que lo ha ce de bue na fe–– ale ga que las atro ci da des per te ne cen de fi ni ti va men te al pa sa do. La re gión, sin em bar go, es muy re mo ta y la ac ción del Go bier no pe rua no ha si do allí te nue e in ter mi ten te. Es toy se gu ro de que a me nos que se cas ti gue a los cri mi na les cu yos nom bres son co no ci dos y que fue ron res pon sa bles de esos ho rro res, no se pue de te ner la se gu ri dad de que otras gen tes se abs ten gan de co me ter nue vas atro ci da des con la es pe ran za de que dar im pu nes. Mien tras no se cas ti guen a esos cri mi na les co no ci dos, no me atre ve ría, a me nos de te ner in for mes di rec tos, a car gar con la res pon sa bi li dad de dar se gu ri dad al gu na o de ex pre sar opi nio nes so bre la si tua ción ac tual del Pu tu ma yo. Los ho rro res del Pu tu ma yo fue ron re pro du ci dos con lu jo de de ta lles en to dos los dia rios de Eu ro pa y de los Es ta dos Uni dos. El New York Ti mes dio am plia co ber tu ra a las atro ci da des. A pe sar de la doc tri na Mon roe, que en teo ría pro hi bía la in ter ven ción es ta dou ni den se en los asun tos in ter nos de otros paí ses del con ti nen te, el se cre ta rio de Es ta do nor tea me ri ca no, Phi lan der C. Knox, se ña ló que Pe rú di fí cil men te po dría man te ner su so be ra nía so bre ese te rri to rio dis pu ta do, de bi do a las atro ci da des. La edi ción del 4 de agos to de 1912, el mis mo do min go que el ca nó ni go Her bert Hens ley Hen son atro nó con su ser món en la aba día de West mins ter, el dia rio neo yor qui no pu bli có una pá gi na ilus tra da con fo to gra fías, don de apa re ce la co mi sión en via da al Pu tu ma yo, en 1910,

jun to con sir Ro ger Ca se ment, y un ex ten so re por ta je a un ne gro de Bar ba dos, Ro bert Isaac, que tra ba ja ba co mo as cen so ris ta en Nue va York, en el cual des cri bía to dos los ho rro res que ha bía pre sen cia do. El tí tu lo del 323 ar tí cu lo era: “Vio ase si na tos al por ma yor en las plan ta cio nes de cau cho del Ama zo nas” (Saw who le sa le mur ders in the Ama zon rub ber fields). To da es ta di fu sión ser vía a los in te re ses del Fo reign Of fi ce bri tá ni co, que, a to da cos ta, que ría com pro me ter al go bier no de los Es ta dos Uni dos pa ra que pre sio na ra al Pe rú. El dia rio in glés The Ti mes, en su edi ción del 15 de ju lio de 1912, edi to ria li za ba acer ca de es te pro ble ma: Los ho rro res re ve la dos de ben des per tar ira y com pa sión en to dos aque llos que no son in sen si bles al sen ti do de hu ma ni dad y del de re cho. So bre to do, de be rían pro vo car es tos sen ti mien tos en aque llas per so nas cru zan do el Atlán ti co que li de ra ron la cru za da con tra la es cla vi tud, que pro vie nen de la mis ma ra za y que son he re de ras de las mis mas tra di cio nes y que, pa ra li be rar a su país de la es cla vi tud, com ba tie ron en la más te rri ble de las gue rras ci vi les. Es te edi to rial es una cla ra re fe ren cia a que In gla te rra bus ca ba el apo yo de los Es ta dos Uni dos. Sur gió la ini cia ti va de que otra co mi sión in te gra da por el cón sul bri tá ni co en Iqui tos, Geor ge Mi chell, y su par nor tea me ri ca no, Stuart Fu ller (que ha bía reem pla za do al den tis ta Guy T. King), re co rrie ra el Pu tu ma yo, en agos to de 1912, pa ra ve ri fi car si la rea li dad se ha bía mo di fi ca do des de la vi si ta, el año an te rior, de Ro ger Ca se ment. Téc ni ca men te, se tra ta ría de una mi sión con su lar, que el mi nis te rio de Re la cio nes Ex te rio res pe rua no au to ri za ba, siem pre y cuan do “no se prac ti ca ran in ves ti ga cio nes so bre la ba se del in for me de Mr. Ca se ment”. El re co rri do de am bos cón su les por las sec cio nes cau che ras es ta ba se ria men te li mi ta do en lo que a ob je ti vi dad res pec ta: al Pu tu ma yo só lo se po día in gre sar con la co la bo ra ción de las au to ri da des de Iqui tos y de la Ca sa Ara na y, por si es to fue ra po co, en un bar co que per te ne cie ra a don Ju lio. El go bier no del Pe rú nom bró a Car los Rey de Cas tro, cón sul pe rua no en Ma naos ––que re ci bía ho no ra rios de Ara na–– pa ra que lo re pre sen ta ra du ran te el re co rri do. Si se hu bie ra bus ca do la im par cia li dad, los fun cio na rios ex tran je ros de be rían ha ber via ja do acom pa ña dos por una mí ni ma es col ta, un mé di co y un tra duc tor, y go za do de una ab so lu ta li ber tad de mo vi mien tos. No fue así. Par tie ron de Iqui tos has ta la de sem bo ca du ra del río Pu tu ma yo en el Ama zo nas. Allí, don de el cur so de agua se in ter na ha cia las ti nie blas, los es pe ra ba el pro pio Ju lio Cé sar Ara na a bor do del Li be ral. Acom pa ña ba a los via je ros un fo tó gra fo, Sil vi no San tos, lau da ble ini cia ti va de Ara na, ya que gra cias a esas pla cas fo to grá 324 fi cas co no ce mos al Pu tu ma yo en aque llos días. Pos te rior men te, San tos

fil ma ría una pe lí cu la fi nan cia da por Ara na don de se mos tra ban las bon da des del Pu tu ma yo. El via je es tu vo ob se si va men te fis ca li za do por Ara na y Rey de Cas tro. Exis te una so la fo to gra fía de es te in só li to gru po to ma da en la cu bier ta su pe rior del Li be ral ––las res tan tes son en las sec cio nes cau che ras o en las ce re mo nias in dí ge nas y tie nen un as pec to de ci di da men te tu rís ti co––, don de se pue den per ci bir con ni ti dez los ras gos de los pa sa je ros, co mo si los hu bie ra in mor ta li za do un pin tor. Ba jo un tol do pro tec tor y sen ta dos al re de dor de una me sa, en pri mer pla no, apa re ce Ju lio Cé sar Ara na flan quea do por Ubal do Lo res, ca pi tán del bar co; en se gun do pla no, se di vi sa al cón sul nor tea me ri ca no, Stuart Fu ller, de im pe ca bles tra je blan co y cor ba ta os cu ra; al cón sul bri tá ni co, Geor ge Mi chell, con cue llo du ro a pe sar del ca lor tro pi cal, y a Car los Rey de Cas tro, de pro mi nen tes bi go tes. So bre la me sa se des cu bren un man tel y pla tos blan cos, y bo te llas, pre su mi ble men te de cer ve za. Se ha bía con ve ni do que, en ca da sec ción cau che ra, se la bra rían ac tas fir ma das por los cón su les co mo tes ti mo nio de lo que ha bían vis to. La ini cia ti va no pros pe ró, pues los fun cio na rios ex tran je ros ale ga ron que su via je era de sim ple ca rác ter con su lar, y no te nía nin gún pro pó si to in ves ti ga ti vo, sal vo en lo re fe ren te al es ta ble ci mien to de mi sio nes ca tó li cas en los ríos. Pa ra Mi chell y Fu ller, que ha bían leí do los ar tí cu los de Wal ter Har den burg en Truth y el in for me de sir Ro ger Ca se ment, era pa ra dó ji co es tar via jan do por el Ama zo nas na da me nos que con Ju lio Cé sar Ara na. Se gu ra men te, és te ha brá des ple ga do su en can to per so nal, su as tu cia y su ol fa to cer te ro pa ra que la con vi ven cia fue ra to le ra ble. Exis ten dos ver sio nes acer ca de es te via je: la que re sul ta de los in for mes pre sen ta dos a sus res pec ti vos go bier nos por los cón su les Mi chell y Fu ller ––que in dig na ron a Ara na y a Rey de Cas tro–– y la que pro po ne el li bro que es cri bió es te úl ti mo, Los es cán da los del Pu tu ma yo, Car ta Abier ta di ri gi da a Geo B. Mi chell, Cón sul de S.M.B, im pre so en Bar ce lo na, en 1913. La pri me ra se ba só, fun da men tal men te, en el in for me del cón sul in glés, Mi chell, que te nía años de ex pe rien cia en Áfri ca. No lo es pan ta ban el tró pi co ni las en fer me da des. Re co rrió gran par te de las sec cio nes cau che ras sin la com pa ñía de su co le ga nor tea me ri ca no, que pre fe ría que dar se en las car pas pro li ja men te mon ta das. Mi chell re co rrió Ar ge lia, Unión, Flo ri da y El En can to. De su tes ti mo nio se des pren de que ra ra vez se li bra ba de la pre sen cia de Ara na y Rey 325 de Cas tro, que eran ca pa ces de ca mi nar ki ló me tros, ja dean tes, ba jo el in so por ta ble ca lor, pa ra con tro lar ca da mo vi mien to y qué con ver sa cio nes man te nían con em plea dos e in dios. Ara na se ha bía trans for ma do en un hom bre cor pu len to y pe sa do, que pa de cía de una ciá ti ca que lle ga ba a

pa ra li zar lo de do lor. Sin em bar go, agi ta do, ca si sin alien to, arras tran do su cuer po vo lu mi no so, no de jó de es tar, ni por un ins tan te, con los cón su les. Ha bía lo gra do que los in dios lo lla ma ran ca ri ño sa men te “pa pá”. En su in for me, Mi chell es cri bió: Ba jo la apa rien cia de per mi tir nos com ple ta li ber tad de ac ción, de jan do a nues tra elec ción el iti ne ra rio, po nien do to dos los re cur sos de la com pa ñía pa ra nues tro ser vi cio y con fort y los de las au to ri da des pa ra nues tra se gu ri dad, sus pro pios me dios de ob te ner in for ma ción, su fo tó gra fo y su agró no mo a nues tra dis po si ción, con si guió di fi cul tar y de mo rar nues tros mo vi mien tos en to da for ma. Su an sie dad [se re fie re a Rey de Cas tro] pa ra no per der nos de vis ta fue di ver ti da y evi den te. Aun cuan do fí si ca men te in ca paz de un ejer ci cio se ve ro, nos si guió so bre sen das fa ti ga do ras, en tre sol y tem pes ta des y por do quie ra nos di ri gía mos. El es pio na je so bre nues tras con ver sa cio nes con los abo rí ge nes que dó fran ca men te ad mi ti do por el se ñor Rey de Cas tro en la se gun da par te de su car ta: “Res pe tan do la li ber tad de ac ción de us te des, he mos pro cu ra do que dis fru ta ran en sus in ves ti ga cio nes de la ma yor in de pen den cia, pe ro sin ol vi dar que nues tros de be res más ele men ta les de re pre sen tan tes del go bier no del Pe rú en te rri to rio de do mi nio na cio nal nos obli ga ban a ano tar con es me ro cuá les po dían ser los da tos, in for mes o im pre sio nes que us te des iban re co gien do”. Pe ro tu vi mos con ver sa cio nes con los in dios, quie nes nos di je ron con fran que za que ten drían gus to en ver que los pe rua nos (sic) se mar cha sen y los de ja sen so los. Con la ex cep ción de tres días de mar cha en el ca mi no de Úl ti mo Re ti ro a En tre Ríos, nun ca es tu vi mos li bres de la com pa ñía de un gran nú me ro de em plea dos y agen tes de la em pre sa, cu yos cons tan tes es fuer zos pa ra mos trar lo me jor de to do y cu yas pro li ji da des so bre la con di ción sa tis fac to ria de los abo rí ge nes, su tra ta mien to ge ne ro so y pa ter nal de par te de los pe rua nos y las bue nas re la cio nes exis ten tes en tre los in dios y los blan cos, eran tan evi den tes que se ha cían fa ti gan tes. La pre gun ta ine vi ta ble es por qué Ju lio Cé sar Ara na po nía tan to em pe ño en de mos trar les a dos fun cio na rios, uno nor tea me ri ca no y el otro 326 in glés, que el Pu tu ma yo era po co me nos que un pa raí so. Ha cía un año que la Pe ru vian Ama zon Com pany ha bía de ja do de ope rar co mo tal y na die se hu bie ra atre vi do a de sa lo jar lo de ese in men so te rri to rio sel vá ti co. Pe ro el Pu tu ma yo era una re gión en li ti gio ––el año an te rior se ha bía li bra do el com ba te de La Pe dre ra en tre fuer zas pe rua nas y co lom bia nas–– y lo peor que po día su ce der le a Ara na, que no te nía tí tu los de pro pie dad

so bre esa zo na, era que el Pe rú ce die ra ese te rri to rio a Co lom bia, lo que, de he cho, su ce dió die ci séis años des pués. Es ta dos Uni dos ha bía man te ni do una sos pe cho sa neu tra li dad en los es cán da los del Pu tu ma yo: en viar a un cón sul a re co rrer la zo na no equi va lía a in vo lu crar se. Si Pe rú era in ter na cio nal men te de sa cre di ta do con res pec to a las atro ci da des y si se de mos tra ba que to da vía per sis tían, era pro ba ble que la si tua ción se apro ve cha se pa ra que Bo go tá y Was hing ton lle ga ran ––pa ra uti li zar un tér mi no en bo ga en esa épo ca–– a un en ten te cor dia le en la cues tión de Pa na má. Es te país se in de pen di zó de la Gran Co lom bia, apo ya do por los Es ta dos Uni dos, con el so lo fin de que el go bier no nor tea me ri ca no cons tru ye ra y ad mi nis tra ra el fu tu ro Ca nal de Pa na má (que se ría inau gu ra do dos años des pués). Qué me jor, pa ra apa ci guar a los co lom bia nos, que ofre cer el Pu tu ma yo. Co lom bia no co rre ría el ries go de in ter ven cio nes ar ma das es ta dou ni den ses, co mo las lle va das a ca bo en Cu ba, Ni ca ra gua o Fi li pi nas. Por to do lo di cho, Ju lio Cé sar Ara na te mía, y con ra zón, que las de nun cias en su con tra sir vie ran pa ra des po jar lo de lo que tan to le ha bía cos ta do cons truir. En su li bro, Rey de Cas tro ri di cu li za a Mi chell. Re gis tra así un diá lo go en tre el cón sul y Ju lio Cé sar Ara na: ––Si el go bier no pe rua no otor ga tí tu los de fi ni ti vos de pro pie dad a la Pe ru vian Ama zon Com pany, ¿to do es to se rá de In gla te rra, no es cier to? ––pre gun tó Mi chell. El se ñor Ara na, con esa bon ho mía ca rac te rís ti ca y a la cual de be sin du da ha ber man te ni do has ta hoy una lu cha ca paz de de rri bar ti ta nes, con tes tó tran qui la men te: ––Del mis mo mo do que se ría de In gla te rra una ca sa que us ted com pra ra en Li ma. Más tar de, en una de nues tras cor dia les con ver sa cio nes que me ha brían au to ri za do pa ra su po ner le un hom bre sin ce ro y leal, me di jo us ted: ––Pa re ce men ti ra que los paí ses de Eu ro pa se an du vie ran ma tan do por pe da ci tos de tie rra, cuan do hay aquí tan es plén di das in men si da des. 327 Se me ocu rre que esos ras gos lle van en ce rra da la de duc ción que, se gún el cri te rio in glés, se des pren de ría de los pá rra fos trans crip tos. Ya en el par la men to bri tá ni co fue lan za da la idea de ad mi nis trar el Pu tu ma yo por una de le ga ción de in gle ses y de nor tea me ri ca nos. En su in for me, Mi chell se ña ló que las au to ri da des de Iqui tos le die ron to das las po si bi li da des de es ca pe a los ex je fes de sec ción. Tam bién que la or den de de ten ción con tra Pa blo Zu mae ta “fue abier ta men te mo fa da” y que el juez Val cár cel, que la or de nó, “fue des pe di do de su pues to”. Aun más, com pren dió la psi co lo gía del ha bi tan te de Iqui tos en lo que

res pec ta al in dio y lo que real men te le im por ta ba en el Pu tu ma yo. Las au to ri da des pe rua nas y el sen ti mien to ge ne ral en Iqui tos es tán mu cho más preo cu pa dos acer ca de la so be ra nía del Pe rú en el Pu tu ma yo que las con di cio nes en que vi ven los in dios. El sis te ma de peo na je es tá tan fir me men te arrai ga do en el país, que im pi de el me nor sen ti mien to de con si de ra ción ha cia el in dí ge na, que es uti li za do co mo sir vien te y no exis te la in ten ción de cam biar las co sas. El úni co sen ti mien to en Iqui tos es la mo les tia por ha ber si do ex pues tos in ter na cio nal men te. In clu so aque llos que ad mi ten la ve ra ci dad de las acu sa cio nes, no de mues tran pie dad por las víc ti mas, ni tam po co la de ter mi na ción de pre ve nir abu sos en el fu tu ro. Su úni ca preo cu pa ción es la po si ción del Pe rú en es te asun to. Peor fue el in for me del cón sul nor tea me ri ca no Stuart Fu ller. El 21 de di ciem bre lle gó a Nue va York pro ce den te de Li ver pool en el va por Me gan tic, des pués de so por tar una pa vo ro sa tem pes tad que re tra só en dos días el arri bo de la em bar ca ción. El cón sul ha bía en via do tres in for mes pre li mi na res al De par ta men to de Es ta do, que no ha cían si no con fir mar el in for me de Ca se ment. The New York Ti mes, en su edi ción del 22 de di ciem bre de 1912, re ca pi tu la con ho rri ble pre ci sión los ho rro res ya pu bli ca dos, abun dan do en de ca pi ta cio nes, azo tes e in ci ne ra cio nes. El dia rio afir ma ba que el cón sul de los Es ta dos Uni dos “ha bía re co gi do los da tos du ran te su lar go y pe li gro so via je en las sel vas del Al to Ama zo nas”. Pe ro es sa bi do por Rey de Cas tro que Fu ller pre fe ría la co mo di dad de la car pa a las pro lon ga das ca mi na tas y so lía re ci bir a los que re gre sa ban de las mis mas con una co pa de cham pa ña en la ma no. El pe rió di co tam bién ase ve ra que Fu ller “re ci bió ór de nes de rea li zar el lar go via je a bor do de su pro pia em bar ca ción, de se chan do trans por tes u hos pi ta li dad de cual quier ti po 328 por par te de em plea dos o agen tes de la com pa ñía cau che ra”. Tan to el tes ti mo nio de Rey de Cas tro co mo la fo to gra fía que mues tra al cón sul al mor zan do có mo da men te en la cu bier ta del Li be ral, des mien ten la ver sión. Iqui tos vi vía al mar gen de los es cán da los del Pu tu ma yo. La ciu dad ama zó ni ca es ta ba de ma sia do in mer sa en sus pro pios pro ble mas pa ra preo cu par se por la pu bli ca ción de un in for me en In gla te rra. Pe ro en Li ma los es cán da los del Pu tu ma yo tu vie ron otra re per cu sión y fue ron par ti cu lar men te em ba ra zo sos pa ra el go bier no del pre si den te Au gus to Le guía ––que ter mi nó su pri mer man da to a fi nes de 1912––, de bi do en par te a las pre sio nes de una nue va aso cia ción de de fen sa del in dio que ha bía sur gi do en 1909. Lo que me nos le im por ta ba al go bier no del Pe rú eran las atro ci da des; más pe sa ba la in trin ca da red de in te re ses eco nó mi cos y po lí ti cos que trans for ma ban al Pu tu ma yo en un vol cán. Ni Pe rú ni Ju lio Cé sar Ara na po dían dar se el lu jo de per der ese te rri to rio tan va lio so pa -

ra las ar cas fis ca les (en 1910, Iqui tos pro veía el diez por cien to de los in gre sos del país). Ade más, ha bía sur gi do un fuer te sen ti mien to na cio na lis ta exa cer ba do por las de nun cias de Ca se ment y Har den burg, por la pu bli ca ción del Blue Book y por la in je ren cia de po ten cias ex tran je ras en los asun tos in ter nos del Pe rú. La po si bi li dad de que la re gión ca ye ra en ma nos co lom bia nas enar de cía a los na cio na lis tas que veían en Ara na un ver da de ro pa trio ta, un em pre sa rio que apor ta ba ri que za, un hom bre que ha bía he cho tra ba jar a in dios ca ní ba les. Cuan do Ju lio Cé sar Ara na re gre só de su via je al Pu tu ma yo con los cón su les Mi chell y Fu ller, or ga ni zó sus ne go cios de acuer do con nue vas re glas de jue go. Que ría des pe gar se a to da cos ta de la Pe ru vian Ama zon Com pany y ob te ner tí tu los de do mi nio so bre el te rri to rio en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá (lo lo gra ría en 1921, du ran te la se gun da pre si den cia de Le guía). Adop tó una es tra te gia de ba jí si mo per fil, has ta el pun to de ha cer bo rrar su nom bre de la lis ta de ex por ta do res de cau cho. Uti li zó co mo pan ta lla pa ra sus ne go cios a un iqui te ño pro mi nen te con el cual lo unía el pa ren tes co: Ce ci lio Her nán dez. Si bien 1912 fue el peor año en ma te ria de ex por ta ción de ra bos del Pu tu ma yo ––la es pe cia li dad de Ara na––, una suer te de cau cho in fe rior pe ro su ma men te útil pa ra re ves tir ca bles (don Ju lio só lo ob tu vo el cin co por cien to del to tal de las ex por ta cio nes de Iqui tos), en años pos te rio res re pun tó, al can zan do, en 1919, el 28,2 por cien to. Pe ro las ac cio nes ju di cia les dis ta ban de ha ber con clui do. El juez Ró mu lo Pa re des re gre só de los Es ta dos Uni dos, don de ha bía rea li za do una 329 in ten sa cam pa ña de re la cio nes pú bli cas afir man do que ha bían ce sa do las atro ci da des en el Pu tu ma yo y fue am plia men te en tre vis ta do por The New York Ti mes en su edi ción del 2 de agos to. Re cal có que fue ab so lu ta men te in ne ce sa rio que el Con gre so nor tea me ri ca no hu bie ra apro ba do una re so lu ción con res pec to a es te te ma re co men dan do to mar ac cio nes in me dia tas. Pe ro Iqui tos ejer cía un ra ro mag ne tis mo en sus ha bi tan tes, so bre to do cuan do ha bía gran des in te re ses en jue go, y eso fue lo que su ce dió con el juez Pa re des: el de fen sor de la dig ni dad del in dio, el que ha bía li bra do 235 ór de nes de arres to, el que ha bía con fir ma do los más ho rren dos crí me nes, cam bió sor pre si va men te de ac ti tud. Cues tio nó la in je ren cia bri tá ni ca en el Pu tu ma yo y el in for me de Ca se ment, ale gan do que re cu rría a los tes ti mo nios de los ne gros de Bar ba dos, de no mi na dos las “hie nas del Pu tu ma yo”, y que gran par te del mis mo se ba só en las de nun cias de Ben ja mín Sal da ña Ro ca, en 1907, un hom bre “de du do sa mo ra li dad”. Sir Ro ger Ca se ment se en fu re ció. ¿Qué ha bía pro du ci do ese ines pe ra do pa so atrás? Es de su po ner que la pre sen cia de Ju lio Cé sar Ara na en Iqui tos tie ne que ha ber in flui do en el áni mo del juez, que aho ra pro -

cla ma ba a vi va voz que en los ríos cau che ros la si tua ción se ha bía nor ma li za do y que lan chas de gue rra pa tru lla ban la red flu vial. No fue esa la po si ción del juez Car los A. Val cár cel que, por ha ber se to ma do la li cen cia que le co rres pon día, ha bía si do de ja do ce san te por la Cor te de Iqui tos, una ma ne ra ama zó ni ca pa ra li brar se de él. Via jó a Li ma y la Cor te Su pre ma de Jus ti cia del Pe rú lo re pu so en sus fun cio nes. El he cho de re gre sar co mo juez a Iqui tos no le sir vió de na da: la jus ti cia pe rua na es ta ba he cha pa ra ser bur la da y era di fí cil con de nar a una per so na de pres ti gio. La ma ra ña de dis po si cio nes pro ce sa les es ta ba he cha en fa vor de los de lin cuen tes, a quie nes ter mi na ba am pa ran do. Vea mos lo que el mis mo juez Val cár cel es cri bió acer ca de la im pu ni dad y có mo po día ob te ner se sin ne ce si dad de apar tar se de la ley. El pro ce so so bre los crí me nes del Pu tu ma yo se en cuen tra pues en es ta do de su ma rio, a pe sar de que se ini ció en el año de 1907 y pro ba ble men te no con clui rá nun ca; pues la Cor te de Iqui tos ha or de na do que se si gan tan tos jui cios co mo en jui cia dos hay por de li tos co me ti dos en el Pu tu ma yo du ran te diez años, y co mo son nu me ro sos esos de li tos y exis ten dos cien tos cin cuen ta y cin co en jui cia dos, se for ma rán cuan do me nos dos cien tos cin cuen ta y cin co ex pe dien tes que no po drán tra mi tar los dos jue ces de Iqui tos. Ade más, co mo el ex ge ren te Ve ga y Ju lio Cé sar Ara na y de más di rec to res pe rua nos de la Pe ru 330 vian Ama zon Com pany es tán en jui cia dos por en cu bri do res de ca da uno de esos crí me nes, ha brá que to már se les de cla ra cio nes en ca da ex pe dien te, o sea, mi les de de cla ra cio nes (lo que se rá hu ma na men te im po si ble); y si a eso se agre ga que ca da en jui cia do es a la vez tes ti go de mu chos crí me nes se for ma rá un ma re mag num tal que na die po drá en ten der se. Ya se pue de ima gi nar la si tua ción de un juez que, pa ra ex pe dir re so lu ción en un ex pe dien te, ten ga que es tu diar dos cien tos cin cuen ta más. Lo que se pre ten de con se me jan tes pro ce di mien tos es que pa sen al gu nos años pa ra echar tie rra al asun to. Ni al abo ga do de Ara na se le hu bie se ocu rri do un me dio de de fen sa co mo el que la Cor te de Iqui tos le ha pro por cio na do. Ha cia fi nes de 1912 Iqui tos vi bra ba de ac ti vi dad. La pre sen cia de Ju lio Cé sar Ara na en la ciu dad de be de ha ber es ti mu la do el pa trio tis mo en aque llos que, al año si guien te, cons ti tui rían for mal men te la Li ga Lo re ta na. Na die po día opo nér se le, ni si quie ra, co mo se ve rá, un juez de la Na ción. Ape nas con clui da la mi sión de los cón su les Mi chell y Fu ller en el Pu tu ma yo, la al ta so cie dad iqui te ña de ci dió ho me na jear a Ara na con un ban que te en el Sa lón de los Es pe jos del Ho tel Con ti nen tal. No fal tó na die: es ta ban los Mo rey, los Her nán dez, los Del Águi la ––la esen cia de la

aris to cra cia ama zó ni ca––, los re pre sen tan tes de las gran des ca sas co mer cia les y to dos los fun cio na rios, des de el al cal de pa ra aba jo. Fue un fes ti val de ala ban zas al cau che ro. Luis Fe li pe Mo rey y Car los Rey de Cas tro se des hi cie ron en loas al gran ci vi li za dor, al crea dor de em pleo en el Pu tu ma yo. Hu bo una so la crí ti ca, la del edi tor de un dia rio lo cal que se ña ló que Ara na ha bía si do acu sa do de prác ti cas re pro ba bles. Don Ju lio res pon dió al cues tio na mien to, ape lan do a la sen si bi li dad de los pre sen tes, a que na da se le ha bía pro ba do y a que es ta ba en Iqui tos co mo li qui da dor de la Pe ru vian Ama zon Com pany ––qué me jor prue ba de con fian za––, lo cual era cier to por que ha bía es ta do en La Cho rre ra en ca li dad de tal. Esa no che, Ara na era el rey de Iqui tos. La ciu dad lo ido la tra ba. Al de cir la ciu dad, nos re fe ri mos a los po cos pri vi le gia dos que ma ne ja ban la eco no mía. Iqui tos, en 1912, no te nía mo ti vos pa ra ho me na jear a na die. La he ge mo nía del cau cho se le iba pro gre si va men te de las ma nos co mo con se cuen cia de un pro duc to me jor y más eco nó mi co pro ve nien te de las plan ta cio nes asiá ti cas, que aca pa ra ba el 29 por cien to del mer ca do mun dial, ci fra que dos años des pués as cen de ría al 60 por cien to. El mo no po lio del trans por te flu vial y ma rí ti mo se guía per te ne cien do 331 a la Booth Com pany, pe ro ha bía ter mi na do la épo ca en que in nu me ra bles va po res col ma ban los mue lles y la ra da: ca da vez re ca la ban me nos bar cos, lo cual equi va lía a me nos pro duc tos im por ta dos. Los ar tí cu los de pri me ra ne ce si dad au men ta ron des me su ra da men te de pre cio y co men za ron a es ca sear. Los pri me ros nu ba rro nes del hu ra cán que ter mi na ría des tru yen do la eco no mía ama zó ni ca, apa re cie ron ese año en el ho ri zon te, aun que só lo un pu ña do de pers pi ca ces com pren dió esas se ña les. En el Ho tel Con ti nen tal, ese 5 de no viem bre don de se aga sa ja ba a Ju lio Cé sar Ara na, mien tras las co pas de cris tal tin ti nea ban y se ago ta ban las exis ten cias de ca viar, de foie-gras y de Veu ve-Clic quot, po cos ima gi na ron que, nue ve años des pués, Iqui tos es ta ría su mi da en la más pa vo ro sa mi se ria, co mo una al dea aban do na da en el co ra zón de la sel va. En el tró pi co to do era po si ble, aún lo ini ma gi na ble. El 10 de di ciem bre, el juez Car los A. Val cár cel li bra ría una or den de cap tu ra con tra Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go y Juan V. Ve ga, co mo en cu bri do res de los crí me nes en el Pu tu ma yo.3 Si se lee la ti pi fi ca ción de ese de li to y su enu me ra ción ta xa ti va den tro de la le gis la ción pe nal pe rua na, no ca be du da de que Ara na era ab so lu ta men te cul pa ble. Pe ro or de nar una cap tu ra, en el Iqui tos de 1912, no era lo mis mo que prac ti car la. La no ti cia que dó en me ros fue gos de ar ti fi cios. Ju lio Cé sar Ara na no se en con tra ba en la ciu dad, y, pos te rior men te, la Cor te de Iqui tos re vo có la or den. Tres días des pués de emi ti da la or den de cap tu ra, la Ca sa Ara na pro mo vió una pue bla da con tra el juez Val cár cel. Una tur ba enar de ci da ga nó las ca lles

en bus ca del fun cio na rio, y só lo la in ter ven ción del juez Ró mu lo Pa re des, que re cri mi nó al pre fec to el per mi tir se me jan tes de mos tra cio nes, sal vó a su co le ga. Bi lling hurst, el nue vo pre si den te del Pe rú, apo yó a Val cár cel. Pe ro el juez, aca so te mien do por su vi da, par tió a Ma naos, a la se gu ri dad que le brin da ba una ciu dad ex tran je ra. El ad ve ni mien to de 1913 se fes te jó en Iqui tos co mo si el mun do hu bie ra ol vi da do los crí me nes del Pu tu ma yo. No era así: en Lon dres, un Co mi té Se lec to par la men ta rio abri ría una re so nan te in ves ti ga ción. Los prin ci pa les pro ta go nis tas de es ta tra ge dia ––Ara na, Har den burg y Ca se ment–– se vol ve rían a en con trar, y des de el es tra do en fren ta rían a la opi nión pú bli ca mun dial. El 6 de no viem bre de 1912, pú bli co y pe rio dis tas col ma ban el re cin to con vis ta al Tá me sis del pri mer pi so de la Cá ma ra de los Co mu nes, 332 don de se reu ni ría por pri me ra vez el Co mi té Se lec to del Pu tu ma yo. Tra ta ría de es ta ble cer qué res pon sa bi li dad te nían los miem bros in gle ses del di rec to rio en los crí me nes que se ha bían co me ti do en ríos del Ama zo nas, que su pe ra ban en ho rror a los del Con go, a los de San to To mé y a los de An go la (es tos dos úl ti mos, co lo nias por tu gue sas). El Co mi té Se lec to era una he te ro gé nea mez cla de pro fe sio na les, no bles y ciu da da nos co mu nes. La pre si den cia ha bía re caí do en Char les Ro berts, un pro mi nen te abo ga do lon di nen se; otros in te gran tes eran Wi lliam Joyn son-Hicks, fu tu ro Lord Brent ford y mi nis tro del In te rior, y el so fis ti ca dí si mo lord Ale xan der Thyn ne, hi jo me nor del mar qués de Bath, ri co, de por tis ta y pro pie ta rio de un des lum bran te country hou se en Sus sex. La es pa da la es gri mi ría el pun zan te John Gor don Swift Mac Neill, do ta do de una dia bó li ca ha bi li dad pa ra aco rra lar al in te rro ga do. Los res tan tes miem bros del tri bu nal eran ano di nos ha bi tan tes de lo ca li da des co mo Croy don o Wex ford North. Las pri me ras se ma nas fue ron una suer te de pe río do de prue ba, en el que des fi la ron des de sir Ro ger Ca se ment, has ta el pe rio dis ta Ho ra ce Tho ro good (a quien ha bía in ten ta do so bor nar Abel Alar co). Ca se ment mos tró las más ho rri pi lan tes fo to gra fías de las víc ti mas, co mo tam bién las ba ra ti jas y las ar mas ob so le tas con las cua les la Pe ru vian Ama zon Com pany pa ga ba el tra ba jo de in dios. Cuan do Henry Giel guld, que ha bía re co rri do el Pu tu ma yo fis ca li zan do las cuen tas de la com pa ñía, su bió el es tra do y lord Thyn ne le pre gun tó si no le pa re cía ex ce si vo que una em pre sa cau che ra hu bie ra gas ta do sie te mil li bras es ter li nas ––una for tu na pa ra esa épo ca–– en fu si les, res pon dió la có ni ca men te que en el Ama zo nas con ve nía es tar ar ma do por la can ti dad de ja gua res que po bla ban la sel va. El au di to rio es ta lló en car ca ja das. No le fue me jor a John Rus sel Gub bins. Afir mó ig no rar que el es ta tu to de la com pa ñía in cluía una cláu su la, la 169, que au to ri za ba a no

dar in for ma ción a los ac cio nis tas so bre ac ti vi da des que pu die ran com pro me ter los ne go cios y el mo dus ope ran di, y tam bién que los je fes de las sec cio nes cau che ras co bra ban por cen ta jes de la re co lec ción. Ara na fue la pan ta lla a la cual siem pre re cu rrió, en fa ti zan do que siem pre ha bía creí do en sus in for mes y en su pa la bra. Joyh son-Hicks, que con du cía el in te rro ga to rio, es ta lló de in dig na ción. ––¿Eso es to do lo que pue de de cir? Us ted tra ta a la An ti-Sla very So ciety, a Truth y al Fo reign Of fi ce del mis mo mo do, con la mis ma in di fe ren cia, ne gan do su res pon sa bi li dad y, la ver dad, es que pa re ce sa tis fe cho. ¡Su úni ca evi den cia era Ara na, Ara na, Ara na! 333 Gub bins re pu so que el he cho de que Ju lio Cé sar Ara na y su fa mi lia po se ye ran el ochen ta y tres por cien to del ca pi tal ac cio na rio, ha cía di fí cil to mar de ci sio nes e in clu so in ves ti gar. Afir mó tam bién que de ha ber te ni do trein ta años me nos se hu bie ra in ter na do en la sel va, pe ro que no po día pe dír se le eso a un hom bre de su edad. Ha bía he cho cuan to es ta ba a su al can ce, in clu so en viar le una car ta al pre si den te Le guía. Tam bién, di jo, le ha bía su ge ri do al co ro nel Ber tie, que pre si dió la co mi sión que en vió la com pa ñía al Pu tu ma yo, que es tu dia ra la po si bi li dad de eri gir ins ta la cio nes pa ra criar co ba yos, un ani mal lim pio, fá cil men te cria ble y que po día trans for mar se en un opor tu no ali men to. Se ría fa ti go so de ta llar las de cla ra cio nes, que se re su mie ron el 7 de ene ro de 1913. La ma yor par te de ellas fue ron eva si vas que de ja ron al des cu bier to la ne gli gen cia de los di rec to res bri tá ni cos. Sin em bar go, ex plo tó una bom ba que se tras la dó a los ti tu la res de los dia rios lon di nen ses: Ju lio Cé sar Ara na se pre sen ta ría a de cla rar an te el Co mi té Se lec to del Pu tu ma yo, una ini cia ti va que to mó por sor pre sa a to do el mun do. Lo pre vi si ble era que el rey del cau cho hu bie ra per ma ne ci do en la pe num bra, le jos de ese es ce na rio, ha cien do va ler su ciu da da nía pe rua na y la ju ris dic ción don de se ha bían co me ti do los crí me nes. Si bien po día mo les tar le que su nom bre apa re cie ra en la pri me ra pla na de los pe rió di cos, no co rría nin gún pe li gro ya que go za ba de in mu ni dad. Pe ro Ara na era hom bre de en fren tar la ad ver si dad. Pa ra él, no exis tían el di le ma mo ral ni la cul pa: só lo ex plo ta ba eco nó mi ca men te un te rri to rio, ase gu ran do a la vez que és te per te ne cie ra a su país. Ade más, era un hom bre de fa mi lia y ja más de ja ría de dar la ca ra cuan do su re pu ta ción y la de los su yos es ta ban en jue go. El 4 de mar zo de 1913, Ju lio Cé sar Ara na de sem bar có en el puer to de Fish guard, en Ga les, pro ve nien te de Ma naos a bor do del Lan franc. In gla te rra ar día: los dia rios de to do el país anun cia ban, en gran des ti tu la res, “Ara na vie ne pa ra en fren tar la mú si ca” (Ara na co mes to fa ce the mu sic). Pe ro na die lo re co no ció cuan do des cen dió por la plan cha da, ni

cuan do to mó el tren a Lon dres. Nin gún pa sa je ro sos pe chó que ese hom bre cor pu len to, im pe ca ble men te ves ti do con po lai nas y una per la abro cha da en la cor ba ta, era el cé le bre “ase si no” del Pu tu ma yo que se di ri gía a en fren tar a una co mi sión in ves ti ga do ra. En Lon dres se alo jó en su ho tel fa vo ri to, el Ce cil, y se apres tó a en ca rar no a una co mi sión si no a un tri bu nal, el Chan cery Di vi sión of the High Court of Jus ti ce, a car go del juez Swin fen Eady, don de su fri ría su pri me ra gran de rro ta. 334 En 1912, al gu nos ac cio nis tas de la Pe ru vian Ama zon Com pany ob je ta ron que Ju lio Cé sar Ara na fue ra el li qui da dor de la mis ma e ini cia ron una ac ción ju di cial pa ra re mo ver lo; el 19 de mar zo, el ma gis tra do or de nó la li qui da ción de la com pa ñía y apar tó a Ara na de su car go de li qui da dor, ale gan do que era la úl ti ma per so na que po día as pi rar a ejer cer esa fun ción. Tam po co ex clu yó a los miem bros del di rec to rio de res pon sa bi li dad por la for ma en que se ha bía ex traí do el cau cho y con si de ró que si Ara na ––co mo ale ga ba–– no es ta ba al tan to de las atro ci da des, de be ría ha ber lo es ta do. El cau che ro ha brá que da do per ple jo. El car go de li qui da dor ase gu ra ba la pre sen cia pe rua na en el Pu tu ma yo y lo fa cul ta ba am plia men te pa ra rea li zar to do ti po de ma nio bras en las di ver sas sec cio nes cau che ras, lo cual no só lo le da ba po der, si no que le per mi tía con ti nuar con sus ne go cios. Quién se en te ra ría, en Lon dres, de sus te jes y ma ne jes. De to dos mo dos, es ta de ci sión ju di cial no lo afec ta ría en el lar go pla zo: si la com pa ñía se di sol vía, el te rri to rio vol ve ría a su po der. Ya no con ta ba con el apo yo de Le guía. Pe rú te nía un nue vo pre si den te, Gui ller mo Bi lling hurst, que no co mul ga ba pre ci sa men te con Ara na. Pe ro el ver da de ro pe li gro es ta ba nue va men te en el go bier no de Bo go tá y en las ma nio bras que po día rea li zar pa ra re cu pe rar el te rri to rio, al no exis tir más una com pa ñía in gle sa en el Pu tu ma yo. Ara na de bía pre sen tar se an te el Co mi té Se lec to del Pu tu ma yo el 26 de mar zo, pe ro un he cho im pre vis to se agre gó a la ris tra de ca tás tro fes: re ci bió la no ti cias de que Eleo no ra se en con tra ba gra ve men te en fer ma en Sui za. Le con ce die ron una pró rro ga y su pre sen cia en la Cá ma ra de los Co mu nes fue di fe ri da pa ra el 8 de abril. Esa mis ma no che, des pués de es cu char el ve re dic to del juez Swinf en Eady, abor dó el tren, cru zó el Ca nal de la Man cha y su bió a un wa gon-lit con des ti no a Gi ne bra. Ape nas in gre só a la Vi lla Sa lis co, en Gi ne bra, don de vi vían Eleo no ra, sus hi jos y un ejér ci to de sir vien tes e ins ti tu tri ces, pu do res pi rar tran qui lo: su mu jer es ta ba fue ra de pe li gro y pa de cía lo que hoy se de fi ni ría co mo una de pre sión, uni da a una cri sis de pá ni co. Los mé di cos que la aten dían atri buían ese es ta do a un ex ce so de pro ble mas, a te ner que vi vir en un país que le era in di fe ren te y, so bre to do, a lo que ha bía su ce di do ––y se guía

su ce dien do–– en Lon dres. Ju lio Cé sar per ma ne ció día y no che a su la do, brin dán do le afec to, de vol vién do le to do lo que ha bía re ci bi do de ella du ran te una vi da. Aca so Ara na ha ya com pren di do en ton ces que el sue ño eu ro peo ha bía lle ga do 335 a su fin. No se ha bían ido de Iqui tos por es no bis mo, si no por la im po si bi li dad geo grá fi ca de via jar a Li ma y por la fal ta de co le gios en el Ama zo nas. Pe ro es ine vi ta ble pre gun tar se si du ran te aque llos días acia gos no ha brán la men ta do de jar la ca lle en la es qui na de Prós pe ro y Oma gua, la com pa ñía de sus ami gos, de sus pa rien tes y de esa ser vi dum bre sen ci lla pe ro leal. En la im per so nal Gi ne bra, don de no te nían un so lo la zo de afec to, ter mi na rían sien do re pu dia dos. Pe ro esos quin ce días trans cu rri dos en fa mi lia for ta le cie ron al ma tri mo nio y, con se gu ri dad, Eleo no ra pu do sa lir de su es ta do de pre si vo, aun que más no fue ra pa ra dar le fuer zas a su ma ri do. La pre sen cia de Ali cia, de An gé li ca y de Lily, su hi ja me nor, que ter mi na ría iden ti fi cán do se con su pa dre y lu chan do por las mis mas cau sas, de ben de ha ber con tri bui do a crear una an sia da paz. Cuan do Ara na abor dó el tren pa ra re gre sar a Lon dres, el an dén de la es ta ción fe rro via ria de be de ha ber si do una mues tra aca ba da de lo que era una fa mi lia la ti noa me ri ca na: abra zos, be sos, lá gri mas, ins ti tu tri ces que de sa con se ja ban los des bor des emo ti vos y, fi nal men te, un hom bre y una mu jer que su pie ron que na da ni na die po dría se pa rar los. El cau che ro, mien tras el tren se ale ja ba y veía agi tar se los pa ñue los, de be de ha ber sen ti do que las fuer zas tam po co lo ha bían aban do na do. El es cán da lo del Pu tu ma yo te nía sus pro pios pro ta go nis tas, des de el “ge no ci da” Ara na, has ta el he roi co Ca se ment, sin de jar de in cluir a los miem bros de la co mi sión se lec ta y a los di rec to res de la Pe ru vian Ama zon Com pany. Pe ro en es te im pla ca ble da me ro don de las pie zas se mo vían de acuer do con el cla mor de un au di to rio apa sio na do y de la pren sa in ter na cio nal, fal ta ba la pri me ra voz que se ha bía al za do pa ra re ve lar las atro ci da des: la de Wal ter Har den burg. Su vi da se ha bía di lui do en la vas te dad ca na dien se, pe ro no por eso es ta ba al mar gen de los acon te ci mien tos. Su par ti da se de bió al he cho de que sus es ca lo frian tes re ve la cio nes no ha bían si do ofi cial men te con fir ma das por el go bier no bri tá ni co, por lo cual nin gún edi tor se hu bie ra arries ga do a pu bli car un li bro so bre lo que su ce día en el Pu tu ma yo. Pe ro en ju lio de 1912 el es ce na rio cam bió ra di cal men te. Al pu bli car se el Blue Book, que era una suer te de se llo ofi cial que se le ha bía im pre so al in for me de sir Ro ger Ca se ment, cam bia ron tam bién sig ni fi ca ti va men te la po si ción ––y el bol si llo–– de Har den burg. Ese año, la edi to rial Fis her Un win, que pu bli ca ba na da me nos que las obras de Jo seph Con rad, edi tó The Pu tu ma yo. The De vil’s 336

Pa ra di se. Hu bo una se gun da edi ción en 1913, lo cual ha brá sig ni fi ca do in te re san tes in gre sos pa ra el au tor. En Ca na dá, el jo ven nor tea me ri ca no ha bía ten ta do suer te en di ver sas ocu pa cio nes. Su pri mer des ti no fue To ron to. Ha bía co bra do dos cien tas cin cuen ta li bras es ter li nas (la otra mi tad fue pa ra su ami go Per kins), pe ro gran par te de los in gre sos del ma tri mo nio los ob te nía su mu jer que, con una má qui na de co ser por tá til, fa bri ca ba pe que ños tol dos y ce ne fas pa ra tien das. A lo lar go de su vi da, Har den burg nun ca de mos tró ser un hom bre de ne go cios, si no, más bien, un mo des to ope ra rio y, lue go, agri cul tor. Tras re si dir un año en To ron to, el jo ven ma tri mo nio fue ten ta do por el Le ja no Oes te ca na dien se. La lo ca li dad de Al ber ta pro me tía una ines pe ra da bo nan za en ma te ria de tri ga les y va cas le che ras, y así fue que lle ga ron a un mi nús cu lo po bla do, Red Deer. Har den burg con si guió tra ba jo en el Ca na dian Pa ci fic Rail way y se apres tó a cons truir su ca sa de ma de ra con sus pro pias ma nos, ya que se ha bían in cor po ra do dos hi jos a la fa mi lia, Ja mes y Ge rald. La vi da en Red Deer no era pre ci sa men te ex ci tan te pa ra un hom bre que ha bía re co rri do el Ama zo nas en ca noa, que ca si pe re ció ba jo las ba las de una lan cha de gue rra pe rua na en el Ca ra pa ra ná. Exis ten dos po si bi li da des: ate ner nos a la ver sión de los pró xi mos acon te ci mien tos que da su pa ne gi ris ta Ri chard Co llier, o ana li zar otros as pec tos del re pen ti no in te rés que sin tió en la re mo ta Al ber ta al en te rar se de que co rrían ru mo res de que era un chan ta jis ta y un fal si fi ca dor. En vió car tas al cón sul nor tea me ri ca no, en Pa rá, Geor ge Pic ke rell, pa ra que Ju lio Mu rrie das, que cum plía una con de na en esa ciu dad, asu mie ra la to tal res pon sa bi li dad con res pec to a la fal si fi ca ción de la le tra de cam bio por 830 li bras es ter li nas. El fun cio na rio res pon dió que Mu rrie das afir ma ba ja más ha ber lo co no ci do. A par tir de es te mo men to, Wal ter Har den burg, re pen ti na men te, co mien za a des ve lar se por su buen nom bre y re pu ta ción y es cri be car tas al edi tor de Truth, en Lon dres, Ro bert Ben net, que tam po co po día ofre cer le res pues tas ade cua das. Lla ma la aten ción que una per so na que vi ve en los con fi nes ca na dien ses pue da sen tir se me jan te preo cu pa ción an te una acu sa ción que po co po día com pro me ter lo. Su vi da era otra y el Pu tu ma yo ha bía que da do atrás. Sal vo, cla ro, que hu bie ra al gu na ra zón eco nó mi ca de por me dio y que Co llier la ha ya omi ti do en for ma de li be ra da. En 1913, se pu bli có la se gun da edi ción de The De vil’s Pa ra di se, so bre la cual Har den burg re ci bi ría sus de re chos de au tor y un pro ba ble an ti ci po. En es te su pues to ca so, lo que me nos le con ve nía era una ma la re pu ta ción, 337 ya que pon dría en te la de jui cio la ve ra ci dad de lo que ha bía es cri to en el li bro, ba sa do más bien en in for ma cio nes oí das y no vi vi das. ¿Ha bría pu bli ca do Fis her Un win una se gun da edi ción de The De vil’s Pa ra di se si

que da ba de mos tra do que su au tor fal si fi ca ba le tras de cam bio? Al re to mar las ac ti vi da des el Co mi té Se lec to del Pu tu ma yo, a prin ci pios de 1913, Har den burg re ci bió una car ta del re ve ren do John Ha rris, de la An ti-Sla very So ciety ofre cién do le pa gar le un pa sa je en ter ce ra cla se pa ra que se tras la da ra a Lon dres, co mo tam bién viá ti cos ––bas tan te mo des tos, por cier to–– pa ra que pu die ra fi nan ciar su es ta día. Esa car ta fue el re sul ta do de una reu nión de la An ti-Sla very So ciety, don de las au to ri da des con vi nie ron cos tear le a Har den burg el via je a Lon dres pa ra que de cla ra ra an te el Co mi té Se lec to y pu sie ra a res guar do su buen nom bre. Sor pren de el in te rés de es ta mag ná ni ma or ga ni za ción pa ra de ci dir el tras la do de una per so na que es ta ba a mi les de ki ló me tros de In gla te rra, con el so lo ob je to de que pu die ra sal va guar dar su re pu ta ción. Po si ble men te, exis tie ron otros mo ti vos. Si an te el Co mi té Se lec to del Pu tu ma yo al gún di rec tor de la Pe ru vian Ama zon Com pany de cla ra ba en el es tra do y de mos tra ba que la le tra de cam bio fir ma da por Har den burg era fal si fi ca da, el des cré di to de és te se ex ten de ría a la An ti-Sla very So ciety que tan to lo ha bía apo ya do. Cuan do Wal ter Har den burg lle gó a Li ver pool, a bor do del Mau ri ta nia, en el puer to lo es pe ra ban el re ve ren do John Ha rris y va rios pe rio dis tas. Ese mis mo día se pre sen tó an te el co mi té de la Cá ma ra de los Co mu nes Ju lio Cé sar Ara na, no por que al guien lo hu bie ra obli ga do, si no por su pro pia vo lun tad. En el mun do de los ne go cios, en la City lon di nen se, en los cír cu los gu ber na men ta les de Li ma, en las gran des ca sas co mer cia les de Iqui tos y de Ma naos, se sa bía bien quién era el se ñor Ara na, más allá de las de nun cias por atro ci da des co me ti das en el Pu tu ma yo. Har den burg no era un hom bre de ne go cios, si no un mo des to em plea do de cons truc to res fe rro via rios y en ma te ria de buen nom bre, el cau che ro te nía in men sa men te más pa ra per der que él. El 8 de abril, el rey del cau cho pe rua no en fren tó a la co mi sión. Si el au di to rio que col ma ba el re cin to es pe ró ver a una suer te de in dio de piel os cu ra, ame dren ta do an te tan ta mag ni fi cen cia, se equi vo có: Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go in gre só sin in mu tar se, con una no ta ble pre sen cia per so nal, una inu sual ele gan cia y, so bre to do, un as pec to más eu ro peo que su da me ri ca no. Su es ta tu ra im po nen te, su ines pe ra do gar bo, de ben de ha ber con fun di do a quie nes es pe ra ban en con trar se con un 338 hom bre in sig ni fi can te. Una vez en el es tra do, se ne gó a ha blar en un idio ma que no fue ra el es pa ñol, fi nal men te tra du ci do al in glés por el doc tor Mas ca ren has. La llu via de pre gun tas se aba tió so bre él, pe ro con asom bro sa maes tría siem pre re pu so con el to no jus to. Cuan do se le pre gun tó por el más ase si no de sus ex je fes de sec ción, Ar man do Nor mand, res pon dió con una ló gi ca im pe ca ble: por qué ha bría de sos pe char que era

un sá di co y un ho mi ci da si ha bla ba in glés y ha bía si do edu ca do en In gla te rra. Aún más, se ha bía re ci bi do de con ta dor en Lon dres. Las de cla ra cio nes de Ara na se re du cen a una co pia me ca no gra fia da que se en cuen tra en la Rho des Hou se Li brary, en Ox ford.4 Ri chard Co llier, a pe sar de con si de rar a Ara na co mo el peor de los cri mi na les, no de ja de en fa ti zar el sen ti do del hu mor del cau che ro en The Ri ver that God for got. Exis tían acu sa cio nes, afir mó Ro berts (pre si den te del Co mi té Se lec to), que ni ños y mu je res in dí ge nas se ha bían ven di do a cam bio de di ne ro. Ara na acla ró es to: se tra ta ba de huér fa nos que ne ce si ta ban ho ga res. ¿Las mu je res tam bién eran huér fa nas?, pre gun tó Ro berts. Ara na se en co gió de hom bros des ple gan do sus de li ca das ma nos. ––En fin, ca ba lle ros… us te des en ten de rán… Es im po si ble im pe dir que los cau che ros adop ten a las mu je res in dí ge nas co mo es po sas. Al pre gun tar le, por ejem plo, si los in dios ama zó ni cos rea li za ban fes te jos en me mo ria de sus li ber ta des per di das y co mo ma ni fes ta ción de pro tes ta an te la pre sen cia del hom bre blan co, sim ple men te res pon dió que só lo ex tra ña ban sus an ces tra les gue rras tri ba les, una ac ti tud que di fí cil men te po dría apo yar se en la se gun da dé ca da del si glo XX. O, tam bién, si mon jes ca pu chi nos ha bían de nun cia do las atro ci da des a las má xi mas au to ri da des de la Igle sia Ca tó li ca, de se chó esa po si bi li dad: los mon jes lo sa lu da ban afec tuo sa men te en las ca lles de Ma naos, ya que exis tía en tre ellos una vie ja amis tad. Ja más ha bían he cho men ción a las re fe ri das atro ci da des. Si los miem bros de la co mi sión, los pe rio dis tas y el pú bli co cre ye ron que Ju lio Cé sar Ara na iba a ser una pre sa fá cil, pron to com pren die ron su error. El cau che ro ga nó la pri me ra ba ta lla. Al día si guien te los dia rios lon di nen ses re cal ca ron su ra ra per so na li dad y su se re ni dad. El Daily Te le graph elo gió su “bue na dis po si ción y aplo mo”, el Daily Mi rror sus “no ta ble cal ma y con fian za”. Al co rres pon sal del Daily Mail Ara na le pro du jo “una im pre sión ins tin ti va de ener gía y de ter mi na ción”. Y el Daily Ex press lo com pa ró con “un pre si den te de una re pú bli ca su da me 339 ri ca na, una suer te de Aní bal pe rua no ca paz de con du cir un ejér ci to en los An des”. La pren sa fa vo ra ble a Ara na de be de ha ber en fu re ci do a la An ti-Sla very So ciety y a los miem bros del Co mi té Se lec to del Pu tu ma yo. Po si ble men te, los ata can tes ha yan mo di fi ca do su es tra te gia so bre la mar cha pa ra no per mi tir le al cau che ro que se eva die ra por su ti les in ters ti cios. Con ta ban con otra car ta, que se ría la pre sen cia de Wal ter Har den burg en el re cin to, al día si guien te. A las diez de la ma ña na del 9 de abril, Ara na vol vió a en fren tar al Co mi té Se lec to. Pe ro el cli ma y la agu de za del in te rro ga dor Ro berts ha bían cam bia do. Ara na de be de ha ber per ci bi do que su po si ción no era la mis ma. Pe ro cre yó que con ar gu men tos in ge nuos po día sa lir se con la su -

ya. Era im po si ble creer, por ejem plo, que se ha bía en te ra do que sus je fes de sec ción co bra ban un por cen ta je de la re co lec ción del cau cho a tra vés del in for me de sir Ro ger Ca se ment; o que las atro ci da des co me ti das en el Pu tu ma yo eran cul pa ex clu si va de los co lom bia nos. Uno de los pro ble mas más em ba ra zo sos que de bió en fren tar Ara na fue ron los fa mo sos gas tos de con quis ta ción que, en los li bros, as cen día a la in ve ro sí mil su ma de 11.400 li bras es ter li nas. La dis cu sión se mán ti ca acer ca del ver bo con quis tar fue po co me nos que in ter mi na ble, ex pli can do el in te rro ga do que, en el Ama zo nas, no se uti li za ba con el mis mo sen ti do que lo hu bie ran he cho Pi za rro o Cor tés, si no que se tra ta ba de co mi sio nes, o gru pos de per so nas, que se en via ban a la sel va pa ra in ter cam biar ali men tos, me di ci nas y he rra mien tas por cau cho, una prác ti ca pa cí fi ca y co mún en el Pu tu ma yo. ––Las co mi sio nes, co mo us ted se ña la, ¿iban ar ma das con ri fles Win ches ter? Ara na ex pli có que to da per so na que se in ter na en la sel va ama zó ni ca de be ir ar ma da por la pre sen cia de ja gua res. El pú bli co es ta lló en car ca ja das, ac ti tud que lo mo les tó pro fun da men te. Pe ro a pe sar de las ri sas y de la ani mo si dad de los miem bros de la co mi sión y del au di to rio, no re sul ta ba fá cil in cri mi nar lo. El te mi ble Swift MacNeill de bió ad mi tir que al se ñor Ara na era im po si ble ex traer le un sí o un no. El cau che ro no se apar ta ba ni un mi lí me tro de la es tra te gia que ha bía tra za do. ¿Las atro ci da des? Han si do no ta ble men te exa ge ra das, sos tu vo. Ade más, se co no cie ron a tra vés de un en via do del rey de In gla te rra, sir Ro ger Ca se ment, que se ba só en el tes ti mo nio de los ne gros de Bar ba dos y no de los in dios y, co mo es bien sa bi do en el Ama zo nas, esos ne gros eran ca pa ces de in ven tar cual quier co sa. 340 Fue en ton ces cuan do lle gó el pla to fuer te que to dos los miem bros de la co mi sión es pe ra ban: cues tio nar se ria men te que Wal ter Har den burg ha bía fal si fi ca do, en Ma naos, una le tra de cam bio. Wi lloughby Dic kin son, el in te rro ga dor de tur no, abrió el fue go. ––¿El se ñor Har den burg in ten tó ob te ner di ne ro de us ted pro me tién do le re te ner in for ma ción? ––No lo hi zo di rec ta men te ––res pon dió Ara na––, pe ro me in for ma ron que es ta ba en tre vis tan do a di ver sas per so nas con el ob je to de es cri bir un li bro en con tra de la com pa ñía. Y si és ta lo com pen sa ba eco nó mi ca men te por su equi pa je per di do, na da ha ría al res pec to. Re cor de mos ––co mo se ña ló Ara na ese día–– que Wal ter Har den burg, por al gu nos pla nos y pa pe les, re cla ma ba na da me nos que sie te mil li bras es ter li nas, o sea, trein ta y cin co mil dó la res de aque lla épo ca. ––¿Afir ma us ted que Har den burg ne go ció ma li cio sa men te una le tra

de cam bio? ––pre gun tó Dic kin son. ––Sí ––res pon dió–– y ten go en mi po der esa le tra de cam bio. ––¿Us ted ale ga que fue fal si fi ca da por Har den burg? Ju lio Cé sar Ara na in tu yó el pe li gro y pre fi rió evi tar afir ma cio nes ca te gó ri cas. ––No sé quién la fal si fi có. Tam po co afir mo que lo ha ya he cho Har den burg. Ese re pen ti no re tro ce so ter mi nó con vir tién do se en pas to pa ra las fie ras. The New York Ti mes, que se guía de cer ca los es cán da los del Pu tu ma yo, en su edi ción del 10 de abril eli gió un tí tu lo equí vo co pa ra el ar tí cu lo en via do por su co rres pon sal en Lon dres. “Acu sa dor en fren ta a Ara na” y, co mo sub tí tu lo, “El rey del cau cho es for za do a re trac tar se so bre sus acu sa cio nes de fal si fi ca ción de do cu men to”. Ara na com pren dió pron to que ja más po dría im po ner se a una co mi sión in gle sa y, me nos, a la pren sa an glo sa jo na. Las atro ci da des ha bían exis ti do y él es ta ba al tan to de las mis mas. No re sul ta ba fá cil, en ton ces, na ve gar en aguas am bi guas sin de jar se atra par, al go que rea li zó con ver da de ra maes tría. Siem pre en con tró la res pues ta exac ta ca paz de no in cri mi nar lo. Cuan do Swift Mc Neill, iró ni ca men te, le es pe tó que era uno de los hom bres más chan ta jea dos del pla ne ta, ya que lo ha bían in ten ta do Har den burg, el ca pi tán Whif fen y hu bo ru mo res que has ta el pro pio Ro ger Ca se ment, Ara na no lo ne gó, sal vo en es te úl ti mo ca so. Pe ro el 341 in te rro ga dor fue aún más le jos: si Whif fen real men te lo ha bía ex tor sio na do, se ría exo ne ra do del ejér ci to y, si eso no su ce día, en ton ces Ju lio Cé sar Ara na era “un men ti ro so pú bli co” (a pu blic liar). Eso era más de lo que el cau che ro es ta ba dis pues to a so por tar. Fue tal su mi ra da de in dig na ción, que el abo ga do de fen sor pi dió una rec ti fi ca ción an te se me jan te in sul to. ––Creo que es me jor no for mu lar la pre gun ta ––di jo Char les Ro berts, pre si den te de la co mi sión–– y que es me jor no uti li zar ese len gua je. Cla ro que fal ta ba el ine vi ta ble co ne jo que sa le de la ga le ra y eso fue lo que su ce dió cuan do se le in di có a Ara na que Wal ter Har den burg se en con tra ba en uno de los ban cos. Las de cla ra cio nes del jo ven in ge nie ro nor tea me ri ca no fue ron pre vi si bles y par cia les en al gu nos as pec tos. Cuan do se lo in te rro gó acer ca del ata que a La Unión, en ene ro de 1908, res pon dió que no fue pro vo ca do por los co lom bia nos, ya que allí só lo ha bía quin ce peo nes cul ti van do la tie rra. El cos ta do más dé bil de su tes ti mo nio fue su ad mi sión de que no ha bía pre sen cia do nin gu na atro ci dad y só lo ha bía es cu cha do ha blar de ellas. ––¿Era de pú bli co co no ci mien to en Ma naos y en Iqui tos que los in dios mo rían co mo con se cuen cia de las tor tu ras y que mi les mo rían de

ham bre? ¿Se co men ta ba es to en las ca lles? ––Sí ––res pon dió Har den burg. ––¿Lle gó us ted a la con clu sión de que los hom bres te nían mie do de ha blar de bi do a que la com pa ñía y el se ñor Ara na eran po de ro sos? ––Sí, tu ve esa im pre sión po co des pués de lle gar a Iqui tos. ––¿Di ría us ted que ha blar en ex ce so de es tos te mas po dría po ner a al guien en pe li gro? ––No di ría que su vi da co rre ría pe li gro en Iqui tos, pe ro si re gre sa ba al Pu tu ma yo, se ría un asun to di fe ren te. ––¿Vio us ted las ci ca tri ces en las es pal das de los in dios, la mar ca de Ara na? ––Sí, efec ti va men te, la mar ca re gis tra da de Ara na. Es evi den te que las afir ma cio nes de Har den burg, si bien coin ci dían con la rea li dad, no sur gían de ex pe rien cias per so na les. Si Mi guel de los San tos Loay za, je fe de El En can to, le per mi tió el re gre so a Iqui tos, ello se de bió en par te a que Har den burg na da ha bía pre sen cia do, ex cep to una sal va de dis pa ros. 342 Al su bir al es tra do esa tar de, el cau che ro de cla ró que Wal ter Har den burg era un fal si fi ca dor y que ha bía tra ta do de ex tor sio nar a la com pa ñía y que te nía do cu men ta ción pa ra de mos trar lo. La co mi sión no se mos tró dis pues ta a pro fun di zar el asun to. Pa ra el ter cer día, ya era ob vio que Ju lio Cé sar Ara na, por más ata ques que re ci bie ra, nun ca se in cri mi na ría a sí mis mo. Un tí pi co diá lo go en el es tra do en tre el cau che ro y Swift Mc Neill, re gis tra do en los ar chi vos que se guar dan en Rho des Hou se, Ox ford, se de sa rro lló así: ––¿Cree us ted aho ra que nu me ro sos crí me nes fue ron per pe tra dos, en el Pu tu ma yo, por agen tes de su com pa ñía? ––No te nía, en esa épo ca, in for ma ción al res pec to. ––Le pre gun to ––sí o no–– ¿lo cree us ted aho ra? ––Creo que aho ra no se co me ten crí me nes. ––¿Cree us ted que se co me tie ron? ––Sí, an tes se han co me ti do. ––¿Cree us ted que, en años an te rio res, hu bo mu je res que ma das vi vas, mu ti la das y tor tu ra das por agen tes de su com pa ñía? ––No creo que ha yan si do mu ti la das. Creo que hu bo al gu nos ca sos de fla ge la ción y ase si na to. ––¿Se que ma ban vi vos a los in dios? ––Es tos ca sos han si do des crip tos de di ver sas ma ne ras. No me ha si do po si ble pro bar lo de bi do a que no he co no ci do a esas per so nas. ––Us ted no nie ga que ha si do de mos tra do, pe ro, en to do ca so, que no fue de mos tra do por us ted.

––No ha si do pro ba do por mí. No he po di do ha cer lo. ––¿Us ted, por de ci sión pro pia, no ha to ma do me di das pa ra ve ri fi car si es tos he chos eran o no cier tos? ––Si es tas per so nas que han he cho las de nun cias no es tán más en la re gión, ¿có mo pue do pro bar lo? ––Esa no es la res pues ta a mi pre gun ta. ¿Ha ini cia do al gu na ac ción? ––De lo que me he ocu pa do es sa ber si to da vía se co me ten es tos crí me nes. ––Esa no es la res pues ta a mi pre gun ta. Re pi to la pre gun ta. ¿Ha to ma do ac cio nes ten dien tes a ve ri fi car si lo que sur ge del in for me de Sir Ro ger Ca se ment es ver da de ro o fal so? ¡Quie ro una res pues ta! ¡Sí o no! Pe ro Ara na es ta ba de ci di do a no de jar se arran car una de cla ra ción com pro me te do ra. In te rro ga dor e in te rro ga do pro lon ga ron un fa rra go so 343 diá lo go pla ga do de eva si vas y ca lle jo nes sin sa li da. La fal ta de un res pon sa ble di rec to, de una men te cri mi nal fue lo que, pa ra des gra cia de la co mi sión, sur gió de los in te rro ga to rios. Las con clu sio nes, sin em bar go, se ña la ron la “rí gi da in di fe ren cia y el co no ci mien to cul pa ble” de Ara na y la “ig no ran cia ne gli gen te” de los miem bros del di rec to rio co mo las cau san tes de los crí me nes del Pu tu ma yo. Afir ma ban tam bién que “el mal tra to a los in dios no se li mi ta a es ta re gión, si no que cons ti tu ye un ejem plo más de las con di cio nes que im pe ran en vas tas áreas de Su da mé ri ca. El Pu tu ma yo es ape nas una ins tan cia abo mi na ble, un fe nó me no ais la do”. El es cán da lo ha bía sal pi ca do a Ju lio Cé sar Ara na, aun que su re pu ta ción en el he mis fe rio nor te era me nos re le van te que en el sur. En Li ma exis tían un go bier no que po día apo yar o ata car sus in te re ses, lí neas de cré di to de pro mi nen tes ban cos, le gis la do res y pe rio dis tas, es de cir, sec to res de po der an te los que era im pe ra ti vo ha cer un des car go, aun que fue ra me ra men te for mal. La ca pi tal pe rua na era un mun do apar te de Iqui tos y de Ma naos, don de las prác ti cas ha cia los in dios eran co no ci das y con do na das. El buen nom bre del cau che ro en Lon dres o en Nue va York ca si de ja ba de te ner im por tan cia: sus ne go cios en Eu ro pa y en los Es ta dos Uni dos ha bían con clui do y ja más los vol ve ría a rea nu dar. Pe ro de bía de fen der a to da cos ta el vas to te rri to rio com pren di do en tre el río Pu tu ma yo y el Ca que tá, que po día caer en ma nos co lom bia nas. Cuan to más man cha do es tu vie ra su nom bre, más po si bi li da des te nía Co lom bia de apro piar se de ese sec tor del Pu tu ma yo, apo yán do se en el mal tra to de los pe rua nos ha cia el in dio. El úni co mo do de con tra rres tar esa ima gen ne ga ti va era a tra vés de una cam pa ña de co mu ni ca ción que hi cie ra que dar co mo men ti ro sos a Har den burg, Whif fen, Ca se ment y el cón sul bri tá ni co en Iqui tos, Geo

Mi chell. En 1913, Car los Rey de Cas tro, ex cón sul pe rua no en Ma naos y es tra te ga co mu ni ca cio nal de Ara na, per ge ñó una se rie de pu bli ca cio nes en es pa ñol apun ta das a des ca li fi car las acu sa cio nes que llo vie ron so bre el cau che ro. Las cues tio nes del Pu tu ma yo fue una sa ga don de in ter vi nie ron va rios au to res: Ju lio Cé sar Ara na (Fo lle to nú me ro 3); los dos Me mo ria les, de Pa blo Zu mae ta; la Car ta Abier ta di ri gi da al cón sul de S.M.B., Geo Mi chell, de Car los Rey de Cas tro ––en el li bro de no mi na do Los es cán da los del Pu tu ma yo–– y, por úl ti mo, la car ta di ri gi da por es te au tor, jun to con otras in for ma cio nes, al di rec tor del Daily News & Lea der, de Lon dres. Es tas pu bli ca cio nes fi nan cia das por Ju lio Cé sar Ara na, de las 344 que se edi ta ron mi les de ejem pla res, fue ron im pre sas en la Im pren ta Viu da de Luis Tas so, en Bar ce lo na, y dis tri bui das am plia men te en Li ma y, po si ble men te, en al gu nas ciu da des eu ro peas. El 9 de ju lio de ese mis mo año, Ju lio Cé sar Ara na se en con tra ba en Ma naos y, apa ren te men te, en vió una car ta cu yo des ti na ta rio es ig no to, pe ro que se hi zo pú bli ca. Es in te re san te re pro du cir al gu nos pa sa jes de es ta: He asis ti do, en si len cio, des de ha ce más de seis años, a la in ce san te cam pa ña de di fa ma ción sos te ni da con tra las em pre sas go me ras que, me dian te gran des es fuer zos y no po cos sa cri fi cios, lo gré im plan tar en las zo nas ba ña das por los ríos Pu tu ma yo, Ca ra pa ra ná, Iga ra pa ra ná, et cé te ra. A pe sar de las con ti nuas so li ci ta cio nes de ami gos y alle ga dos pa ra que le van ta ra mi voz y cru za ra aque lla cam pa ña, po nien do en evi den cia a sus au to res y de nun cian do los mó vi les que és tos per se guían, en ten dí que de bía de jar al tiem po y a los re pre sen tan tes de la jus ti cia ha cer su obra y pro du cir la luz ne ce sa ria pa ra el triun fo de la ver dad. …To do lo he so por ta do, des de la agre sión a mi per so na has ta los que bran tos, tal vez irre pa ra bles, a mi for tu na; y si de al go se me pue de ta char, creo que ha de ser de ex ce so de to le ran cia, nun ca de irri ta da pre ci pi ta ción. Lo me nos que ca be per mi tir a un hom bre a quien se ha pre ten di do vul ne rar en su ho nor, se ha con se gui do le sio nar gra ve men te en su si tua ción eco nó mi ca y se ha arras tra do has ta el ban qui llo de los de lin cuen tes, es que no con ti núe ca lla do, im pa si ble, aje no a cuan to cons ti tu ye la ra zón de su exis ten cia y sus pre rro ga ti vas de ser hu ma no y cons cien te. Es in ne ga ble que en Ju lio Cé sar Ara na exis tía un sen ti do del ho nor que no en tra ba en con flic to con las atro ci da des que fo men tó pa ra cons truir su im pe rio. Las cues tio nes del Pu tu ma yo es una de sor de na da co lec ción de no tas, co men ta rios per so na les, ob ser va cio nes y re ve la cio nes

que coin ci dían en su in ten ción de de mos trar la to tal ino cen cia de Ju lio Cé sar Ara na y de su cu ña do y ge ren te de la Pe ru vian Ama zon Com pany, en Iqui tos, Pa blo Zu mae ta. En su in tro duc ción a The De vil’s Pa ra di se, de Wal ter Har den burg, Re gi nald Enock, ex plo ra dor que co no cía pro fun da men te Su da mé ri ca, de fi nió a la per fec ción es te sen ti do la ti noa me ri ca no de la ne ga ción. “Ne gar to do es el pri mer re cur so al que ape la la per so na li dad y el ca rác ter del la ti noa me ri ca no. Po see… la cu rio sa ob se sión de que la ne ga ción sis te má ti ca y efi caz equi va le a la ver dad, sin que im 345 por ten las con di cio nes rea les”. Esa des crip ción re fle ja en for ma exac ta la es tra te gia im ple men ta da por Ara na an te las acu sa cio nes. Leí das hoy, las pu bli ca cio nes fi nan cia das por Ara na pa re cen un ejer ci cio en la re fu ta ción de lo de mos tra ble y su sus ti tu ción por una “ver dad” más con ve nien te a sus in te re ses. Al gu nas ase ve ra cio nes con te ni das en sus pá gi nas de jan mal pa ra da a la “mi sión con su lar” que rea li za ron, en agos to de 1912, el cón sul bri tá ni co en Iqui tos, Geor ge Mi chell, y el nor tea me ri ca no Stuart Fu ller: des pués de con clui da la gi ra por di ver sas sec cio nes cau che ras, y en for ma po co acor de con el to no in tran si gen te y con de na to rio que ten dría su in for me, ven die ron a la Pe ru vian Ama zon Com pany tien das de cam pa ña y equi pos que ya no ne ce si ta rían. Más po lé mi ca aún es la fo to gra fía que pre sen tó sir Ro ger Ca se ment an te el Co mi té Se lec to ––e ilus tró, tam bién, el li bro de Har den burg–– que mues tra a una vie ja in dia mo ri bun da en una ha ma ca. La ca be za le cuel ga, los ojos se ven de sor bi ta dos, la bo ca es tá en trea bier ta, y emer ge una pier na que es só lo piel y hue sos. El epí gra fe, en el li bro de Har den burg, in di ca “Un in ci den te en el Pu tu ma yo. Mu jer in dí ge na con de na da a mo rir de ham bre en el Al to Pu tu ma yo”. Pa blo Zu mae ta, en su Se gun do Me mo rial, afir ma: Aho ra, pa san do a la fo to gra fía que ha ex hi bi do el se ñor Ca se ment y que ase gu ra ser de una mu jer con de na da a mo rir de ham bre, es otra in ven ción que no ha te ni do for tu na, pues no se ha fi ja do en que, al pie de la ha ma ca tie ne aún plá ta nos (ba na nas) y ví ve res de los que gas tan los in dios y, ade más, es co sa muy na tu ral en con trar en tre esa gen te ale ja da de lu ga res en que pue da re ci bir al gún au xi lio, al gu nos que, por fal ta de asis ten cia, fa lle cen en el más com ple to aban do no. Por su par te, Ju lio Cé sar Ara na sos tie ne que la fo to gra fía “no tie ne re la ción al gu na con el Pu tu ma yo y se tra ta de una in dia muer ta de ham bre o de ve jez en el río Yu vi ne to”. Pue de ser que en es te ca so Ara na di ga la ver dad, ya que es im pro ba ble que Har den burg o Ca se ment ha yan to ma do esa fo to gra fía. El ir lan dés no ha ce re fe ren cia al gu na a la mis ma en su dia rio del Pu tu ma yo. La pu bli ca ción de es ta co lec ción de es cri tos no pa re ce ha ber con tri bui do a atem pe rar el es cán da lo, que se iba apa gan do so lo. A me di da que

trans cu rría 1913, la opi nión pú bli ca fue per dien do in te rés en los es cán da los del Pu tu ma yo, la Pe ru vian Ama zon Com pany y el se ñor Ara na. Po si ble men te, en el Pe rú mu chos cre ye ran en la ino cen cia de la Ca sa Ara 346 na. Ade más, la in je ren cia de In gla te rra en los asun tos in ter nos del Pe rú no fue bien re ci bi da. El go bier no de Li ma mos tró el de bi do es pan to al ha cer se pú bli cas las atro ci da des pe ro no se es for zó en cas ti gar a los cul pa bles. Es po si ble que el po de ro so lobby fe rro via rio bri tá ni co en Lon dres y Li ma ha ya in ten ta do in fluir en el cur so de los acon te ci mien tos, te mien do un de te rio ro de las re la cio nes bi la te ra les en tre am bos paí ses que ame na za ra las in ver sio nes bri tá ni cas en los fe rro ca rri les pe rua nos que as cen dían a vein ti dós mi llo nes de li bras es ter li nas. Aún más im por tan te, la épo ca de des me su ra da pros pe ri dad cau che ra del Pu tu ma yo es ta ba lle gan do a su fin. La can ti dad de go ma re co lec ta da en tre 1904 y 1906 fue de 2.947.800 ki los, cu yo va lor en el mer ca do lon di nen se fue de un mi llón de li bras es ter li nas. En ju lio de 1914, Ju lio Cé sar Ara na ce rró su ofi ci na de Ma naos, lo cual no sig ni fi có que no pro si guie ra con sus ne go cios en esa ciu dad. El ver da de ro gol pe al cau cho fue po cas se ma nas des pués, al es ta llar la Pri me ra Gue rra Mun dial que cam bió la fi so no mía de Iqui tos, aun que no la de Ara na, ya que el pre cio del cau cho se man tu vo en ni ve les ba jos pe ro cons tan tes du ran te la con fla gra ción, y los “ra bos del Pu tu ma yo” y sus de ri va dos se guían en con tran do mer ca dos es ta bles. La Pri me ra Gue rra Mun dial no só lo hi zo ol vi dar el cau cho, el Pu tu ma yo y las atro ci da des, si no que cam bió dra má ti ca men te la vi da de uno de los per so na jes que fue par te in trín se ca de es ta his to ria: sir Ro ger Ca se ment. Ese hom bre que ha bía vi vi do vein te años en Áfri ca, que in ves ti gó los ho rro res que se co me tían en el Con go, que re ve ló a Jo seph Con rad la esen cia de lo que se ría El co ra zón de las ti nie blas y que se aden tró en el im pe rio de la Ca sa Ara na des ta pan do los crí me nes más im pro nun cia bles, no pu do es ca par a un des ti no que, pro ba ble men te, se ve nía in cu ban do des de su ni ñez. Des pués de ha ber de ja do el ser vi cio ex te rior bri tá ni co en 1913, via jó a los Es ta dos Uni dos y se de di có a la cau sa de la in de pen den cia de Ir lan da. Ha bía de sa rro lla do una pro fun da aver sión por el co lo nia lis mo y por la do mi na ción bri tá ni ca. Ya en ple na gue rra, se ins ta ló en Ale ma nia con su aman te no rue go Ad ler Ch ris ten sen. Pa ra ese en ton ces, Ca se ment era un hom bre fí si ca men te dis mi nui do, co mo si los años trans cu rri dos en los tró pi cos hu bie ran de ja do mar cas gra ves; a prin ci pios de 1916, es tu vo in ter na do en un sa na to rio en Mu nich, lu chan do, ade más, con tra un 347 irre fre na ble de te rio ro men tal. Ese mis mo año se in vo lu cró en el le van ta -

mien to de Pas cua, el Eas ter Ri sing, en Ir lan da, que ter mi nó cos tán do le la vi da. En ma yo de 1915, en Ale ma nia, es cri bió: “Se me ha bía pro fe ti za do sien do ni ño en Ir lan da que se ría ahor ca do, y es toy em pe zan do a creer que la pro fe cía pue de lle gar a ser cier ta. Mien tras tan to, ha ré to do lo ne ce sa rio pa ra jus ti fi car ser ahor ca do”. Ir lan da de bía ser in de pen dien te y él con tri bui ría a ese pro ce so. En Ale ma nia, se de di có a for mar una Bri ga da Ir lan de sa com pues ta por cin cuen ta hom bres y a in ter ve nir en una aven tu ra au daz y con de na da al fra ca so que ter mi nó con vir tién do lo en un hé roe ro mán ti co. Un al za mien to en Ir lan da le con ve nía a Ber lín: Gran Bre ta ña se ve ría obli ga da a mo vi li zar tro pas y bu ques, de bi li tan do otros fren tes de ba ta lla. Los in sur gen tes ir lan de ses ne ce si ta ban ar mas y Ale ma nia es ta ba dis pues ta a su mi nis trár se las. Se con vi no que un bu que, el Aud, con una tri pu la ción que si mu la ría ser no rue ga, trans por ta ría ar mas há bil men te di si mu la das ––ni si quie ra las des cu brie ron los ofi cia les in gle ses del Set ter II, que rea li za ron una ins pec ción de ru ti na en al ta mar–– a Ir lan da. El plan era de sem bar car vein te mil fu si les, diez ame tra lla do ras y mu ni cio nes en Fe nit Pier, en la ba hía de Tra lee. Ro ger Ca se ment ––que por en ton ces con ta ba cin cuen ta y dos años–– pron to des cu brió que el apo yo ale mán era ab so lu ta men te in su fi cien te y re co men dó a Du blín que apla za ra el le van ta mien to; tam bién con si de ró que de be ría fis ca li zar per so nal men te la en tre ga de las ar mas en la ba hía de Tra lee. El 12 de abril de 1916 zar pó de Wil helms ha ven a bor do de un sub ma ri no, el U-20, el mis mo que ha bía hun di do el pa que bo te Lu si ta nia en ma yo de 1915, he cho que con tri bu yó en for ma de ci si va al pos te rior in gre so de los Es ta dos Uni dos en la gue rra. No bien ha bían tras pa sa do He li go land, de bie ron re gre sar a puer to por un des per fec to me cá ni co. Al ca bo de tres días zar pa ron en otro sub ma ri no, el U-19, cu yo ca pi tán Rai mund Weis bach era quien dio la or den de lan zar el tor pe do que hun dió el Lu si ta nia. La de mo ra no fue lo úni co que con de nó el ope ra ti vo al fra ca so. El ar ma men to ale mán, aun cuan do hu bie ra lle ga do a des ti no, no era su fi cien te pa ra apo yar una re be lión. Co mo sea, el Aud nun ca pu do de sem bar car las ar mas y Ca se ment de bió de jar el sub ma ri no y di ri gir se en un chin cho rro, jun to con dos com pa ñe ros, a Ban na Strand, cer ca de Fe nit. El 21 de abril, Ca se ment fue de te ni do por dos po li cías. Fue lle va do a Lon dres, en car ce la do en la pri sión de Brix ton y juz ga do por trai ción en 348 Bow Court, cer ca de Co vent Gar den, en Lon dres. Su dis cur so en el es tra do pa só a la his to ria. No fue úni ca men te la trai ción lo que lo con de nó, si no tam bién el ha ber des cu bier to Sco tland Yard sus Dia rios Ne gros. Si era di fí cil per do nar que hu bie ra trai cio na do a Gran Bre ta ña alián do se con el

ene mi go y con tri bu yen do al plan ale mán, si triun fa ba el Eas ter Ri sing, de es ta ble cer ba ses pa ra sub ma ri nos en Ir lan da, el des cu bri mien to de los Dia rios Ne gros, la de ta lla da com pul sión por re gis trar rea li dad y fan ta sía has ta en sus mí ni mos de ta lles, fue más de lo que po día acep tar la so cie dad de aque lla épo ca. Por otra par te, su dia rio per so nal fue opor tu ní si mo: la di fu sión de sus con te ni dos dis mi nuía no ta ble men te la po si bi li dad de que en Ir lan da ––y has ta en In gla te rra–– se lo con vir tie ra en már tir. Sir Ro ger, ais la do en su cel da y sa bien do qué le de pa ra ría el des ti no, re ci bió una co mu ni ca ción ines pe ra da y ca si ab sur da: un te le gra ma de Ju lio Cé sar Ara na, fe cha do el 14 de ju nio, en Ma naos. A mi lle ga da [se re fie re a Ma naos] he si do in for ma do que se rá juz ga do por al ta trai ción el 26 de ju nio. La fal ta de tiem po me im pi de es cri bir le pa ra so li ci tar le que sea en te ra men te jus to con fe san do sus cul pas an te un tri bu nal hu ma no, só lo co no ci das por la Jus ti cia Di vi na en lo que res pec ta a su ac tua ción en el Pu tu ma yo. To do fue su ge ri do por Truth, por los agen tes co lom bia nos de la An ti-Sla very, Ros so, To ral bo y otros. Ha in ven ta do he chos e in fluen cia do a bar ba den ses pa ra que con fir ma ran ac tos in cons cien tes que nun ca su ce die ron, in ven ta dos por Sal da ña, el la drón Har den burg, etc., etc. Ten go en mi po der de cla ra cio nes de bar ba den ses que nie gan to do lo que us ted les obli gó a de cla rar, pre sio nán do los co mo cón sul bri tá ni co y asus tán do los en nom bre del rey con en car ce lar los si se ne ga ban a fir mar sus pro pias pa la bras y de cla ra cio nes. Les ofre ció bue nas li te ras pa ra lle gar al Bra sil, país al cual los lle vó en ga ñan do a las au to ri da des pe rua nas y ha cién do se cóm pli ce de ellos se gún lo ma ni fes tó. Us ted tra tó por to dos los me dios de apa re cer co mo un hu ma nis ta con el fin de ob te ner tí tu los y for tu na, sin im por tar le las con se cuen cias de sus ca lum nias y di fa ma cio nes con tra el Pe rú y ha cia mi per so na, pro du cién do me un da ño enor me. Lo per do no, pe ro es ne ce sa rio que us ted sea jus to y de cla re aho ra en for ma to tal y ve raz los he chos ver da de ros que na die los co no ce me jor que us ted. Ju lio Cé sar Ara na 14. 6. 16 349 Ara na de be de ha ber que ri do apro ve char la des gra cia de su opo nen te pa ra ex cul par se an te el pre si den te del Pe rú, mi nis tros y ban que ros. El te le gra ma no ha cía más que in sis tir en su lí nea de de fen sa: él se guía sien do ino cen te, Har den burg y Whif fen un par de es ta fa do res, los in dios eran ca ní ba les y sir Ro ger Ca se ment un men ti ro so, al igual que los ne gros de Bar ba dos. Por eso ha bía en via do el te le gra ma que el acu sa do de al ta trai ción ni se dig nó res pon der. El 3 de agos to, en la pri sión de Pen ton vi lle, Sir Ro ger Ca se ment mar -

chó ha cia el ca dal so. Quie nes lo acom pa ña ban no pu die ron de jar de emo cio nar se ––al gu no has ta llo ró–– an te la dig ni dad que trans mi tía, su pau sa do an dar, su mi ra da que no pa re ció con mo ver se an te el pa tí bu lo. El ver du go, Al bert Ellis, es cri bi ría que “me pa re ció el hom bre más va lien te en tre los que tu ve el tris te des ti no de eje cu tar”. Fue se pul ta do en la pri sión y re cién se per mi tió que sus res tos ––al gu nos du da ron que fue ran los su yos–– fue ran tras la da dos a Ir lan da en la dé ca da de 1990. En Iqui tos, don de se ha bían tras la da do Eleo no ra y sus hi jos, la muer te de Ca se ment de be de ha ber re go ci ja do a más de un cau che ro. Pe ro era his to ria an ti gua. La Pri me ra Gue rra Mun dial mar có pa ra la ciu dad el ini cio de un ci clo de de ca den cia que al can zó su ce nit en 1921, cuan do las ex por ta cio nes de cau cho al can za ron ci fras in sig ni fi can tes. Tam bién co men zó otro ci clo ––no se ría el úl ti mo–– en la vi da de Ju lio Cé sar Ara na. En 1916, a los cin cuen ta y dos años y ata ca do por una per sis ten te ciá ti ca que, a ve ces, lo de ja ba pos tra do, pro si guió con sus ope ra cio nes de ven ta de cau cho, via jan do en tre Iqui tos y Ma naos, mien tras su fa mi lia ocu pa ba nue va men te la ca sa en la es qui na de Prós pe ro y Oma gua. Aún no se ha bía ase gu ra do sus te rri to rios del Pu tu ma yo y no po seía tí tu lo de pro pie dad so bre los mis mos. Des de una ciu dad ama zó ni ca, na da po dría ha cer pa ra es cri tu rar los a su nom bre ni pa ra que, si en al gún mo men to el Pe rú los ce día a Co lom bia, se pac ta ra en tre am bos paí ses una in dem ni za ción pa ra él. El po der ya no es ta ba en Lon dres, si no en Li ma, y pa ra ac ce der a él de be ría de di car se a la po lí ti ca, e in gre sar al par la men to pa ra san cio nar le yes que fa vo re cie ran al De par ta men to de Lo re to. Ju lio Cé sar Ara na, des pués de ha ber pre sen cia do el de rrum be de la Pe ru vian Ama zon Com pany, de so por tar ser hu mi lla do en la Cá ma ra de los Co mu nes, de ha ber si do acu sa do de ge no ci dio en la pren sa in ter na 350 cio nal, só lo te nía un re cur so pa ra sal var a su im pe rio: con ver tir se en se na dor y ba ta llar des de el mis mo cen tro del po der pe rua no. NO TAS 1 Ar man do Nor mand fue ex tra di ta do al Pe rú, en car ce la do en Iqui tos, y es ca pó de la pri sión en agos to de 1915. Lo gró lle gar al Bra sil y ja más fue en con tra do. An drés O’Don nell fue cap tu ra do en Ca ra cas y juz ga do en Li ma. Tam bién fue ron apre sa dos, en Bo li via, Abe lar do Agüe ro y Au gus to Ji mé nez. 2 El au tor tu vo la opor tu ni dad de co no cer la en Iqui tos, en ju lio de 2004, al cum plir se el cen te na rio de su cons truc ción. En la ac tua li dad, fun cio na co mo mu seo flo tan te. 3 Se gún el Có di go Pe nal del Pe rú que re gía en 1912, son “en cu bri do res los que

sin ser au to res ni cóm pli ces de un de li to, in ter vie nen en él des pués de per pe tra do, a sa bien das y de al gu no de los mo dos si guien tes: 1) Apro ve chán do se o au xi lian do a los au to res o cóm pli ces pa ra que se apro ve chen de los efec tos del de li to; 2) Des tru yen do u ocul tan do el cuer po del de li to, sus ves ti gios o los ins tru men tos con que se co me tió, a fin de im pe dir su des cu bri mien to. 3) Ocul tan do a los au to res o cóm pli ces o fa ci li tán do les la fu ga”. 4 Re port and Spe cial Re port from Se lect Com mit tee on Pu tu ma yo. To get her with this Pro cee dings of the Com mit tee. Mi nu te of Evi den ces and Ap pen di ces, Lon don. His Ma jesty Sta tio nary Of fi ce. 351 La úl ti ma ba ta lla La vi da de Ju lio Cé sar Ara na tien de a de sa pa re cer de los li bros de his to ria a par tir del de rrum be del pre cio del cau cho y del fin de los es cán da los del Pu tu ma yo. Vi vió trein ta y seis años más y, en las úl ti mas dos dé ca das, po co me nos que en la pe num bra, en una mo des tí si ma ca sa en Mag da le na del Mar, en el ji rón Eche ni que 289, a cien to cin cuen ta me tros de los acan ti la dos que aso man al Pa cí fi co. En ese ba rrio pró xi mo al so fis ti ca do San Isi dro, en Li ma, trans cu rrió su opa ca exis ten cia en com pa ñía de Eleo no ra y de sus hi jas. Pe ro al ini ciar se la gue rra y a pe sar de ha ber si do li qui da da la Pe ru vian Ama zon Com pany (la di so lu ción fi nal de la com pa ñía se rea li zó en 1920), te nía una fuer za asom bro sa, un es pí ri tu in do ble ga ble y, des pués de to do, siem pre es ta ba Iqui tos, la ca sa en la es qui na de Prós pe ro y Oma gua y, last but not least, las do ce mil mi llas cua dra das del te rri to rio com pren di do en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá. Ara na te nía mu cho por rea li zar en el Pe rú, em pe zan do por ob te ner un tí tu lo de pro pie dad de su im pe rio. El de par ta men to de Lo re to se guía ais la do de Li ma, sal vo por el ser vi cio te le grá fi co, pe ro la inau gu ra ción del ca nal de Pa na má en 1914 re du jo el tra yec to en tre la ca pi tal pe rua na y la del Ama zo nas. Des de el puer to de El Ca llao, ha bía que re mon tar el Pa cí fi co has ta Pa na má, cru zar el Ca nal, bor dear la cos ta sep ten trio nal de Su da mé ri ca has ta la de sem bo ca du ra del río Ama zo nas y, lue go, na ve gar has ta Iqui tos, pe ri plo que du ra ba po co me nos de un mes. Si bien en el Ama zo nas pe rua no las in ves ti ga cio nes del Co mi té Se lec to de la Cá ma ra de los Co mu nes tu vie ron re la ti va men te po ca re per cu sión, el es cán da lo ha bía con mo vi do al cau che ro y a los su yos. La on -

da ex pan si va al can zó a otra ra ma de la fa mi lia, que ni si quie ra vi vía en Lo re to. Ma rie Ara na, des cen dien te de Pe dro Pa blo Ara na ––pri mo her 353 ma no de Ju lio Cé sar––, des cri be en su de li cio so li bro Ame ri can Chi ca, có mo fue afec ta do su bi sa bue lo por los es cán da los del Pu tu ma yo. Pe dro Pa blo era pre fec to, es de cir, go ber na dor, de Cuz co y po seía un la ti fun dio en Huan ca ve li ca. El mal nom bre de su pri mo, la ma tan za de in dios y la re per cu sión mun dial fue ron más de lo que pu do to le rar. Es cri bió a su hi jo que es tu dia ba en los Es ta dos Uni dos con mi nán do lo a que re gre sa ra al Pe rú, ya que, ade más del ho nor, se ha bía eva po ra do tam bién su for tu na. Se re clu yó en Huan ca ve li ca, cor tó la re la ción con sus pa rien tes de Iqui tos y, du ran te to da su vi da, ne gó que exis tie ra un pa ren tes co con Ju lio Cé sar Ara na. Es ta otra “mar ca de Ara na” se trans mi tió de ge ne ra ción en ge ne ra ción, ya que a la pro pia Ma rie Ara na, cuan do vi vió en Li ma, su fa mi lia le ne gó que exis tie ra al gún pa ren tes co con el an ti guo rey del cau cho. Pe ro vol va mos a Iqui tos en 1913, cuan do Ju lio Cé sar y su fa mi lia des cen die ron por la plan cha da del bu que pa ra ins ta lar se nue va men te allí. Eleo no ra ha bía vi vi do diez años en Eu ro pa, dis fru tan do de los es plen do res de Bia rritz, de Lon dres y de Gi ne bra, de fa bu lo sas man sio nes, de nu me ro sos sir vien tes, y del ine vi ta ble bar niz cos mo po li ta que le ha bía otor ga do esa lar ga es ta día. Sus hi jas ha bla ban im pe ca ble men te fran cés e in glés y su edu ca ción ha bía si do fis ca li za da por apro pia das ins ti tu tri ces. Aho ra de bían adap tar se a esa ciu dad pri mi ti va, de cli ma ago bian te que, ade más, de bi do a la gue rra y al de sas tre en los mer ca dos del cau cho, ha bía caí do en la po bre za. Si bien de be de ha ber le re go ci ja do el vol ver a en con trar se con vie jas fa mi lias ami gas, la adap ta ción a esas la ti tu des tro pi ca les se gu ra men te ha ya si do pe no sa pa ra to dos, me nos pa ra Ju lio Cé sar. Iqui tos y Ma naos eran su vi da. Allí es ta ban sus plan ta cio nes de cau cho y allí su nom bre se guía in ma cu la do. Lo re to iba ca mi no al ca ta clis mo y su fri ría las con se cuen cias no so la men te de una gue rra y de las plan ta cio nes asiá ti cas que re vo lu cio na ron los mer ca dos, si no de su pro pia im pre vi sión, de la fal ta de una po lí ti ca que evi ta ra el ago ta mien to del lá tex y de quie nes lo re co lec ta ban. Se cor ta ban los ár bo les co mo si se tra ta ra de ma le zas, sin pen sar si quie ra en re po ner los, cre yen do erró nea men te que el Ama zo nas era ina go ta ble. Los úni cos ca pa ci ta dos pa ra re co lec tar cau cho eran los in dios ya que de na da ser vía la ma no de obra eu ro pea o asiá ti ca en una sel va don de im pe ra ban las en fer me da des tro pi ca les. Pe ro los abo rí ge nes tam bién es ta ban diez ma dos por tan tas ma tan zas y mu ti la cio nes. La cor nu co pia ter mi nó por ago tar se. 354

Ape nas de sen ca de na da la Pri me ra Gue rra Mun dial, Iqui tos se trans for mó en un cen tro fan tas mal. En tre agos to y di ciem bre de 1914, só lo un bar co re ca ló allí. La au sen cia de trá fi co ma rí ti mo im pli có que to dos los bie nes im por ta dos pa ga dos por el cau cho que Iqui tos con su mió du ran te años, por ejem plo, arroz, man te ca, acei te y le che, aho ra ten drían que pro du cir se allí. La ciu dad es ta ba en ebu lli ción. Na die es ta ba con for me y su ce dían he chos es ca lo frian tes, co mo el se cues tro de ni ños en las ca lles pa ra en viar los a tra ba jar a otras re gio nes. En Ma naos, el de rrum be al can zó ni ve les pa té ti cos. La gen te huía de aque lla ciu dad muer ta en el pri mer bu que que ofre cie ra al gún ca ma ro te dis po ni ble, mien tras las prin ci pa les com pa ñías iban a la quie bra, las gran des re si den cias y los ya tes se re ma ta ban en co bro de deu da, y las puer tas del gi gan tes co edi fi cio de la Ópe ra se ce rra ban irre me dia ble men te. Ju lio Cé sar Ara na, sin em bar go, pro si guió con sus ne go cios, via jan do a Ma naos e im po nien do su so be ra nía en el Pu tu ma yo. El cau che ro se guía po nien do en prác ti ca la ley de la sel va en ese te rri to rio en li ti gio, sin au to ri da des ju di cia les, po li cia les o mi li ta res. La pre sen cia co lom bia na en el Ca que tá y en el Pu tu ma yo per sis tía, y tam bién las vie jas prác ti cas pa ra re sis tir la. En se tiem bre de 1918, An to nio Pas tra na, co mi sa rio co lom bia no en el Ca que tá, in for mó que Las De li cias ha bía su fri do un ata que por par te de cua tro pe rua nos, apo ya dos por un pe que ño ejér ci to com pues to por cin cuen ta in dios bien ar ma dos, que to ma ron pri sio ne ras a cua tro per so nas, apo de rán do se de una par ti da de cau cho y de pro vi sio nes. La Ca sa Ara na fue res pon sa ble del ata que. Ara na tam bién de bió ad mi tir ––no te nía al ter na ti va des pués del es cán da lo–– la pre sen cia de mi sio nes fran cis ca nas en el Pu tu ma yo en fe bre ro de 1913. Pe ro los sa cer do tes, ho rro ri za dos por la vio len cia que im pe ra ba en tre los cau che ros, y tam bién en tre los pro pios in dios, op ta ron por aban do nar la re gión en 1918. El río Pu tu ma yo, que fue es ce na rio de va rios in ci den tes du ran te aque llos años, pa ra des vir tuar la li bre na ve ga ción de ese cur so de agua por par te de co lom bia nos y de bra si le ños, se guía sien do el co to pri va do de Ju lio Cé sar Ara na. Ni si quie ra los ca pu chi nos ins ta la dos en Co lom bia y li de ra dos por el sa cer do te Fi del de Mont clar lo con mo vie ron. Cuan do Gas par de Pi nell, un clé ri go per te ne cien te a es ta or den, arren dó en Ma naos un bu que bra si le ño pa ra trans por tar pro vi sio nes has ta Co lom bia, a tra vés del río Pu tu ma yo, fue de te ni do en El En can to y for za do a re gre sar a Ma naos, ya que pri me ro de bió de ha ber re ca la do en Iqui tos. 355 Ha cia 1920, mien tras Ju lio Cé sar Ara na se pre pa ra ba pa ra su ca rre ra po lí ti ca, la si tua ción eco nó mi ca en Iqui tos se hi zo in sos te ni ble. En 1910, las ex por ta cio nes de cau cho que sa lían del puer to al can za ban el

15,82 por cien to de las ex por ta cio nes pe rua nas. Diez años des pués, des cen die ron al 1,57 por cien to, lo cual pro vo có dis tur bios y re vuel tas po pu la res, a las que no tar da ron en su mar se las cla ses prós pe ras, alar ma das por la in di fe ren cia del go bier no de Li ma. En Iqui tos, los sol da dos an da ban des cal zos. La re be lión que pu so en ja que al go bier no cen tral la li de ró el ca pi tán Gui ller mo Cer van tes Váz quez, en agos to de 1921. Se apro pió de los fon dos del Ban co del Pe rú y Lon dres y emi tió su pro pia mo ne da, el bi lle te cer van ti no, que fue acep ta da por ban cos e ins ti tu cio nes. El re bel de en cen dió el es pí ri tu re gio na lis ta, las vie jas as pi ra cio nes lo re ta nas a no ce der te rri to rio a Co lom bia. Fi nal men te, su cum bió an te las fuer zas del pre si den te Au gus to Le guía y hu yó a Ecua dor. Ara na com pren dió que, pa ra sal va guar dar su pa tri mo nio, ne ce si ta ba le yes y alian zas. Aho ra que su ami go Le guía era nue va men te pre si den te del Pe rú, el eje del po der es ta ba en Li ma y no en el Ama zo nas. El ne go cio del cau cho po dían lle var lo a ca bo su cu ña do y ma no de re cha, Pa blo Zu mae ta, o sus so cios his tó ri cos, Ce ci lio Her nán dez y Víc tor Pi chi co Is rael. Él de bía ir a la ca pi tal pe rua na y for mar par te del par la men to. Su lis ta de prio ri da des co men za ba con el otor ga mien to de los tí tu los de pro pie dad so bre los te rri to rios del Pu tu ma yo y una even tual com pen sa ción eco nó mi ca si pa sa ban a ma nos de Co lom bia, e in cluía la san ción de le yes que con tri bu ye ran al de sa rro llo cau che ro de Lo re to. No le fue di fí cil lo grar lo. En 1921 fue de sig na do se na dor su plen te en el Con gre so de la Na ción y, ca si de for ma in me dia ta, se na dor ti tu lar, ya que su an te ce sor de bió ocu par un mi nis te rio. Du ran te su se na du ría no só lo se ocu pó de sus in te re ses: tam bién im pul só le yes que apun ta ban al me jo ra mien to de la edu ca ción, la sa lud, la eco no mía y el trans por te. Li ma sig ni fi có, pa ra Ju lio Cé sar y Eleo no ra, un im pres cin di ble cam bio de es ce na rio, se gu ra men te be ne fi cio so pa ra sus hi jos. Aun que los pre cios del cau cho se ha bían de pri mi do, el cau che ro co no cía los ni chos don de po día co lo car su pro duc to, lo cual le brin da ba los in gre sos ne ce sa rios pa ra vi vir có mo da men te en la ca pi tal pe rua na, con to dos los pri vi le gios ––y viá ti cos–– de un se na dor de la Na ción. Li ma, por otra par te, no le da ba la es pal da. En 1921 el go bier no de Le guía le otor gó fi nal men te la pro pie dad de 5.774.000 hec tá reas en tre el río Pu tu ma yo y el Ca que tá. No exis ten re gis tros, ni na die que es té con vi da re cuer da dón de vi vie ron Ju 356 lio Cé sar y Eleo no ra. Ello se de be en gran par te a su es ca sa des cen den cia, ya que tu vie ron un so lo nie to, a quien nos re fe ri re mos más ade lan te,1 que vi ve prác ti ca men te re clui do y pre fie re evi tar ha blar de su fa mi lia. El hi jo ma yor de Ara na, Ju lio Cé sar, mu rió jo ven ––y en fe cha im pre ci sa–– co mo con se cuen cia de una en fer me dad in fec cio sa. Du ran te la dé ca da de 1920, su otro hi jo, Luis, se tras la dó a Mas sa chusetts, pa ra

se guir la ca rre ra de in ge nie ro en mi nas. Du ran te su se na du ría, Ara na no ce só de ha cer lobby con Le guía. No sos pe cha ba que una im pre vis ta trai ción por par te del pre si den te le ha ría per der su for tu na. Ya he mos se ña la do la in na ta des con fian za de Ara na ha cia los go bier nos y su te mor de que Pe rú en tre ga ra el Pu tu ma yo a Co lom bia. Pa ra eso se ha bía ins ta la do en Li ma, se ha bía con ver ti do en se na dor, lo que le per mi tía es tar al tan to ––y, even tual men te, dar ba ta lla–– de cual quier in ten to, por par te del pre si den te, en es te sen ti do. Pe ro el 24 de mar zo de 1922, a ins tan cias de Le guía, se fir mó un pro to co lo se cre to en tre am bos paí ses, ru bri ca do por el mi nis tro de Re la cio nes Ex te rio res pe rua no, Al ber to Sa lo món Oso rio, y por el En via do Ex traor di na rio y Mi nis tro Ple ni po ten cia rio de Co lom bia en Li ma, Fa bio Lo za no To rri jos, que de be ría ser apro ba do por los res pec ti vos par la men tos. Le guía op tó por man te ner en se cre to es te acuer do has ta su ree lec ción, en 1924. El do cu men to, sin más, en tre ga ba a Co lom bia el te rri to rio com pren di do en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá, que era pre ci sa men te don de es ta ba ubi ca do el im pe rio de Ju lio Cé sar Ara na. A cam bio, Pe rú re ci bía un dis cu ti ble sec tor en la fron te ra con Ecua dor. Tam bién se in cluía el Tra pe cio de Le ti cia, que le otor ga ría a Co lom bia más de cien ki ló me tros de cos ta so bre el río Ama zo nas. Por qué Le guía en tre gó esa ri ca re gión cau che ra es te ma de de ba te, y es ine vi ta ble que se mez clen di ver sos mo ti vos geo po lí ti cos, des de el pro ble ma aún no re suel to de Ari ca y Tac na, re gio nes que per ma ne cían ba jo el do mi nio de Chi le des pués del triun fo de ese país en la gue rra del Pa cí fi co de 1879, has ta las pre sio nes que ejer ció Es ta dos Uni dos pa ra com pen sar a Co lom bia por el des pren di mien to de Pa na má de la Gran Co lom bia, en 1903, cla ra men te or ques ta do por Was hing ton. Pe ro exis tían otros mo ti vos por los cua les Es ta dos Uni dos apo ya ba la ra ti fi ca ción del Tra ta do Sa lo món-Lo za no. El mo no po lio del cau cho es ta ba en ma nos de Gran Bre ta ña ––le ha bía arre ba ta do el ce tro al Bra sil, que lo tu vo has ta 1910––, de bi do a la pro duc ción pro ve nien te de las plan ta cio nes asiá ti cas, el 73 por cien to de las cua les per te ne cía a In gla te rra y ge ne ra ba el 93 por cien to de la pro duc ción mun dial. Ho lan da tam 357 po co se que da ba atrás en ma te ria de cau cho, ya que sus co lo nias del su des te asiá ti co le arre ba ta ron par te del mer ca do a Gran Bre ta ña. No es de ex tra ñar que Was hing ton y el po de ro so lobby de la go ma vie ran con bue nos ojos la po si bi li dad de in ver tir en el Pu tu ma yo, siem pre y cuan do se cons tru ye ra un fe rro ca rril que lo co nec ta ra con el Pa cí fi co. Har vey Fi res to ne, mag na te de los neu má ti cos, fue uno de los gran des de fen so res de las in ver sio nes en Su da mé ri ca. Pe ro na da po dría ha cer se si no se ra ti fi ca ba el tra ta do que ad ju di ca ba ese te rri to rio a Co lom bia. Le guía y Ara na, a pe sar de las alian zas co yun tu ra les que man tu vie -

ron a lo lar go de los años, eran hom bres de orí ge nes y es ti los dia me tral men te opues tos. El pre si den te del Pe rú per te ne cía a una an ces tral fa mi lia pro pie ta ria de una ha cien da azu ca re ra en Chi cla yo, en el nor te del país. Ha bía cur sa do sus es tu dios en el Co le gio In glés de Val pa raí so. Es ta ba ca sa do con la ri quí si ma Ju lia Sway ne y Ma riá te gui, cu ya fa mi lia era due ña de la prós pe ra ha cien da Cau ca to, de quien Le guía ter mi nó sien do re pre sen tan te en Lon dres. El pre si den te era de ba ja es ta tu ra, in so por ta ble men te re fi na do, turf man in co rre gi ble y pro cli ve al boa to. Fue pri mer ma gis tra do del Pe rú en tres opor tu ni da des, go ber nan do du ran te quin ce años. Fiel a su es ti lo e in ten tan do in dus tria li zar a su país pa ra sa car lo del sis te ma de ex por ta ción de ma te ria pri mas, de ci dió fes te jar el cen te na rio de la in de pen den cia del Pe rú, en 1921, ti ran do la ca sa por la ven ta na. Mien tras en Iqui tos y en otras re gio nes ama zó ni cas la po bre za al can za ba ni ve les ex tre mos, en Li ma las fies tas, las ce re mo nias, la pre sen cia de in vi ta dos cé le bres, la inau gu ra ción de nue vos edi fi cios y ave ni das cos ta ban mi llo nes de so les al era rio pú bli co. Le guía des ple ga ba, co mo un pa vo real, un aba ni co de lo gros eco nó mi cos que con tri bu ye ron aún más a su le gen da ria ego la tría: se ha bía ini cia do la era de la in dus tria li za ción con el sur gi mien to de fá bri cas de cer ve za, tex ti les, fun di cio nes, por nom brar las más cons pi cuas. Se ha bían abier to las puer tas a em pre sa rios ex tran je ros pa ra que in vir tie ran en ese país pro mi so rio. El sol, que ra ra vez ilu mi na ba a Li ma de bi do a su per sis ten te ca pa de nu bes du ran te gran par te del año, pa só a ser, en cam bio, una mo ne da só li da, y a las gran des em pre sas re la cio na das con el azú car u otras ma te rias pri mas se les per mi tió emi tir mo ne da, o che ques, pa ra cap tar el aho rro de la po bla ción. Des de su ban ca en el Se na do, Ju lio Cé sar Ara na se guía pen san do en Lo re to. Más allá de la de fen sa de sus in te re ses en el Pu tu ma yo, co no cía co mo po cos los pro ble mas de Lo re to, la si tua ción mi se ra ble por la que 358 atra ve sa ba Iqui tos. El 18 de agos to de 1923, re ci bió e hi zo pú bli co un ra dio gra ma de su cu ña do, Pa blo Zu mae ta, por en ton ces al cal de de Iqui tos: Por acuer do Con se jo cum plo di ri gir me a us ted ha cien do sa ber si tua ción gra ví si ma atra vie sa Iqui tos, aba ti do epi de mias, de sa rro lla do in ten sa men te, con re sul ta do mor tan dad alar man te, agré gue se cua dro las ti mo so mi se ria, fal ta tra ba jo, con se cuen cia des va lo ri za ción pro duc tos, es ca sez y ca res tía en to do or den pa ra sub sis ten cia de la vi da en ge ne ral. Ara na lu chó pa ra que se ter mi na ran el Hos pi tal Ci vil y el Co le gio Na cio nal de Iqui tos y pa ra abo lir cual quier dis po si ción que ten die ra a per pe tuar la mi se ria ama zó ni ca. El 30 de ju nio de 1923, por ejem plo, ha bía ven ci do el pla zo con ce di do por el go bier no de Li ma pa ra des pa char li -

bre de de re chos la go ma elás ti ca que se ex por ta ba del Ama zo nas, y se ha cía ne ce sa ria la re no va ción de esa dis po si ción; allí es ta ba Ara na, ha cién do les com pren der a aque llos se ño res de cue llo du ro que sen ta ban sus rea les en el Se na do, cre yen do que el país em pe za ba y ter mi na ba en Li ma, por qué los de re chos adua ne ros hun dían más a Lo re to. No hu bo pro ble ma ni so lu ción que el se na dor por Lo re to no re cal ca ra en la Cá ma ra. Si los se na do res no com pren dían el pro ble ma que im pli ca ban los lí mi tes con los paí ses ve ci nos, ahí es ta ba él pa ra ha cér se lo re cor dar, pa ra im pe dir que se re ga la ra un pal mo de te rri to rio. El dia rio La Cró ni ca, de Li ma, en su edi ción del 8 de ene ro de 1924, se ña la ba: El re pre sen tan te por Lo re to, se ñor Ara na, for mu ló ayer en su Cá ma ra dos pe di dos de tras cen den tal im por tan cia pa ra el país. Se re fie re uno a la re for ma de la de mar ca ción te rri to rial, y el otro, a la ne ce si dad de que hay que pro ce der al le van ta mien to del cen so ge ne ral de la re pú bli ca. Con só li dos ar gu men tos, li bre de tru cu len cias y re tó ri cas ba ra tas, el se na dor por Lo re to ha he cho ver una vez más que el país ne ce si ta em pren der cuan to an tes la re for ma. Ade más, so li ci ta que la de mar ca ción geo grá fi ca sea he cha por la So cie dad Geo grá fi ca. Cues ta creer que es tos elo gios ha yan re caí do en un hom bre que, diez años an tes, era con si de ra do uno de los peo res ge no ci das del mun do. Pe ro pa ra la ma yo ría de los pe rua nos, las atro ci da des del Pu tu ma yo nun ca ha bían su ce di do, Har den burg era un vul gar es ta fa dor y Ca se ment un men ti ro so. Có mo iba a ser con de na do el se na dor de la Na ción que lu 359 cha ba por Lo re to, por evi tar su des po jo, por la sa lud y la edu ca ción, que ha bía ele va do un pro yec to de ley pa ra que se otor ga ra un pre mio de mil li bras pe rua nas de oro al avia dor pe rua no que unie ra Iqui tos con Li ma, co mo ejem plo de la im por tan cia de las co mu ni ca cio nes aé reas. En 1923, el avia dor nor tea me ri ca no El mer J. Fau cett ha bía uni do am bas ca pi ta les en do ce ho ras de vue lo, si guien do la ru ta Li ma, Chi cla yo, cru ce de la cor di lle ra, Be lla Vis ta, Pa ra na pu ra y, por fin, Iqui tos. La ha za ña con mo vió a los pe rua nos. Du ran te las dé ca das de 1930 y de 1940, los vue los Li ma-Iqui tos se vol vie ron re gu la res aun que, cla ro, ha bía que te ner aga llas pa ra su bir se a uno de esos hi droa vio nes. Una de las se ño ri tas Mo rey Me na cho, nie ta de don Fe li pe, fue un ejem plo de osa día: en fo to gra fías de épo ca se la ve su bien do a uno de esos in ge nios vo la do res, equi pa do con dos des me su ra dos mo to res a ex plo sión que lo des pla za ban ve loz men te por el río has ta le van tar vue lo. Ara na le otor ga ba una im por tan cia su per la ti va a las co mu ni ca cio nes y no per mi tía un so lo in ters ti cio por el cual se pu sie ra en du da la so be ra nía pe rua na. El 30 de agos to de 1923, en vió una car ta a los mi nis tros de Go bier no y de Re la cio nes Ex te rio res del Pe rú, don de se ña la ba un

error im per do na ble en ma te ria te rri to rial. Con no ta ble sor pre sa he cons ta ta do que la Mar co ni Wi re less Com pany, em pre sa que tie ne a su car go los ser vi cios de co mu ni ca ción pos tal y te le grá fi ca en la re pú bli ca, in clu yen do el de ra dio te le gra fía, al pu bli car el anua rio que acos tum bra, o sea, su Year Book of Wi re less and Te lep hony, co rres pon dien te al año en cur so de 1923, con si de ra a la es ta ción El En can to, que es ofi ci na pe rua na, en te rri to rio de pro pie dad ne ta del Pe rú, co mo de pro pie dad del go bier no de Co lom bia y es ta ble ci da en te rri to rio de esa re pú bli ca. Ima gi ne mos su in dig na ción cuan do una pu bli ca ción ex tran je ra ad ju di ca a Co lom bia na da me nos que la sec ción cau che ra El En can to, en el Ca ra pa ra ná. En rea li dad, el anua rio no se equi vo ca ba aun que hu bie ra co me ti do un error in vo lun ta rio: ese te rri to rio, en el Pro to co lo se cre to fir ma do en tre Pe rú y Co lom bia, era ad ju di ca do a es te úl ti mo país. Pe ro Ju lio Cé sar Ara na na da sa bía aún de ese pac to que lo hun di ría irre me dia ble men te. Sin em bar go, era di fí cil que un tra ta do de ese ca li bre per ma ne cie ra in cóg ni to du ran te mu cho tiem po; an tes de que Bra sil lo die ra a co no cer pú bli ca men te, en 1926, Ara na se en te ró de su exis ten cia. El pro ble ma se agra va ba, de bi do a que Pe rú en tre ga ba a Co lom bia el Tra 360 pe cio de Le ti cia, con sa li da al Ama zo nas, lo cual dis gus tó al go bier no de Río de Ja nei ro. El ha ber des cu bier to la exis ten cia del pro to co lo se cre to fue un du ro gol pe pa ra el cau che ro, pe ro to da vía exis tían po si bi li da des de que no se ra ti fi ca ra, que se di lu ye ra en el tiem po o que cam bia ra el go bier no. Aca so no com pren dió que, pa ra Le guía, el Pu tu ma yo era una fi cha ne go cia ble den tro del da me ro de las re la cio nes in ter na cio na les y que el pre si den te tam po co ig no ra ba que el se na dor lo re ta no le opon dría una fe roz re sis ten cia, que bus ca ría alian zas en el Con gre so, o que lle ga ra a pa tro ci nar un gol pe de Es ta do. La pie dra de to que fue un do cu men to de un exi lia do po lí ti co, Víc tor An drés Be laún de, El Pe rú pier de la en tra da al Al to Ama zo nas, pu bli ca do en La Ha ba na, en 1925, que de sa tó una ca ta ra ta de crí ti cas. Ar tí cu los pe rio dís ti cos, te le gra mas y car tas llo vie ron so bre los me dios de co mu ni ca ción y so bre los des pa chos mi nis te ria les, a la que se unió el par ti do Ci vi lis ta y has ta el pro pio Al ber to Lo za no Oso rio, crea dor del tra ta do, que se opo nía a va rias cláu su las que se le ha bían in cor po ra do. Los dis cur sos de Ara na en la Cá ma ra de Se na do res, co mo tam bién la Ex po si ción, en 1923, que ha ce a los elec to res del De par ta men to de Lo re to, en for ma de pu bli ca ción, so bre una par te de la la bor rea li za da du ran te ese ejer ci cio le gis la ti vo, apun ta ba no só lo a los pro ble mas de la re gión, si no tam bién a su per so na. Des de 1920, se ha obli ga do a los co mer cian tes y ex trac to res de go -

mas a sus pen der sus la bo res ca si por com ple to, pues to que las co ti za cio nes ac tua les de los mer ca dos de con su mo no cu bren ni el cos to de pro duc ción en la re gión ama zó ni ca. Bien sa béis que yo he de ja do de ser co mer cian te ha ce va rios años. No soy im por ta dor ni ex por ta dor. Soy so la men te pro duc tor, con tri bu yen do con los con su mos y con las ex por ta cio nes al au men to de las ren tas fis ca les y por más que di gan los ene mi gos del pue blo lo re ta no que tra ba jo so la men te en be ne fi cio par ti cu lar, los he chos es tán de mos tran do lo con tra rio: he tra ba ja do en be ne fi cio ge ne ral de la re gión de Lo re to. Por eso Ara na le da ba tan ta im por tan cia a la car to gra fía, a los lí mi tes en tre paí ses, a la crea ción de nue vas áreas pa ra im pe dir que Co lom bia se adue ña ra de su pa tri mo nio. Una de sus ob se sio nes fue lu char ––sin éxi to, por cier to–– pa ra la crea ción de dis tri tos en el De par ta men to de Lo re to, Pro vin cia del Ba jo Ama zo nas, que in clui ría a los dis tri tos de Ya 361 va rí, Ya gui ra ma, Pu tu ma yo, Iga ra pa ra ná y El En can to. La ca pi tal del Iga ra pa ra ná se ría la cé le bre La Cho rre ra. Sus es fuer zos no im pi die ron que Co lom bia, en 1925, ra ti fi ca ra el Tra ta do Sa lo món-Lo za no, o, pa ra uti li zar su de no mi na ción téc ni ca, el Tra ta do de Lí mi tes y Li bre Na ve ga ción Flu vial en tre Co lom bia y Pe rú; ni que el par la men to pe rua no lo ra ti fi ca ra en 1927. Es to pro du jo una ola de in dig na ción en di ver sos sec to res, que no com pren dían có mo el go bier no de Le guía po día ha ber en tre ga do to da la mar gen iz quier da del Pu tu ma yo a Co lom bia, “en aras a una con tri bu ción al ideal ame ri ca nis ta de so li da ri dad y paz con ti nen tal”, be llas pa la bras del pre si den te de la Re pú bli ca, pe ro que na da de cían. El tra di cio nal dia rio El Co mer cio, de Li ma, fue me nos lí ri co. Con si de ró la apro ba ción del tra ta do co mo “una in con ce bi ble de rro ta di plo má ti ca en que nues tra pa tria fue mu ti la da en ple na paz, al con ju ro de fin gi dos idea les de amis tad y con cor dia pa na me ri ca na”. El 20 de di ciem bre de 1927, la co mi sión Di plo má ti ca del Con gre so emi tió su dic ta men. El tra ta do fue apro ba do por 107 re pre sen tan tes y ve ta do por só lo sie te. Uno de ellos era, na tu ral men te, Ju lio Cé sar Ara na; otro, su fiel ami go de Iqui tos, Ju lio Egoa gui rre. Ara na, du ran te la vo ta ción, dio ca tor ce mo ti vos pa ra jus ti fi car su vo to, en tre ellos: “Vo to en con tra por que no tie ne com pen sa cio nes, da mos to do lo me jor de nues tra fron te ra ama zó ni ca, con los po bla dos de Le ti cia, Lo re to, Lo re to ya cu, Hua ta Ya cu, San ta So fía, Vic to ria y, tam bién, La Cho rre ra y El En can to, con las to rres ina lám bri cas en Le ti cia y en El En can to, don de hay cuar te les, ca sas pa ra co mi sa rías, es cue las, res guar do, ca pi ta nías de puer to, sin re ci bir na da en com pen sa ción”. Ha bía otro va cío que le preo cu pa ba en ese cuer po le gal: “Vo to en

con tra por que el Tra ta do no am pa ra cla ra men te el de re cho de los pe rua nos ni de sus pro pie da des, ni los ca pi ta les in ver ti dos en esa re gión”. Ya era pe no so per der La Cho rre ra y El En can to, dos bas tio nes em ble má ti cos de la Ca sa Ara na, y fue ine vi ta ble que Ju lio Cé sar te mie ra que no lo com pen sa ran eco nó mi ca men te. Pe ro la mar gen iz quier da del Pu tu ma yo que da ba en po der del Pe rú y, por lo tan to, el cua ren ta por cien to de su im pe rio tam bién que da ría ba jo esa ban de ra. La pri me ra de ci sión que to mó fue que no le iba a re ga lar a Co lom bia sus in dios y que na da de ja ría en pie de lo que de bía aban do nar, lo cual pro du jo una ma si va mi gra ción de in dios vo lun ta ria o com pul si va, se gún las cir cuns tan cias. Al gu nos op ta ron por tras la dar se ha cia el nor te y otros, por ins ta lar se en tri bu ta rios del río Ca que tá; los em plea dos de la Ca sa Ara na per si guie ron a los in 362 dios que aban do na ban el te rri to rio y que se ha bían asen ta do en el río Ya ri, pe ro no co mo en otras épo cas pa ra tor tu rar los o ma tar los por que no re co lec ta ban cau cho, si no pa ra reu bi car los en la mar gen de re cha del Pu tu ma yo. Mu chas tri bus se ne ga ron a aban do nar sus nue vos asen ta mien tos, pe ro, aun así, 6.719 in dios ––de los cua les 2.351 eran ni ños–– ca ye ron en las ga rras de la Ca sa Ara na. El ope ra ti vo, su per vi sa do por Car los Loay za, los trans por tó des de los ríos Ca ra pa ra ná, Iga ra pa ra ná y Ca que tá. El pro ble ma es que el cau cho pe rua no ya na da va lía y ha bía que bus car nue vas fuen tes de ex plo ta ción. A pe sar de las mi gra cio nes for zo sas y de que el Tra ta do Sa lo món-Lo za no le ase gu ra ba a Ju lio Cé sar Ara na una fa bu lo sa com pen sa ción eco nó mi ca por par te de Co lom bia si ex pro pia ba sus tie rras, iba irre me dia ble men te ca mi no de la rui na. El ar tí cu lo no ve no del Tra ta do es ti pu la ba que Co lom bia res pe ta ría en el Pu tu ma yo los de re chos de pro pie dad de pe rua nos, lo cual cla ra men te sig ni fi ca ba Ju lio Cé sar Ara na. Pe ro al im ple men tar am bos paí ses el Tra ta do, en agos to de 1930, Co lom bia ter mi nó ex pro pián do le sus te rri to rios sin nin gu na com pen sa ción eco nó mi ca, he cho que, co mo ve re mos, dos años des pués dio lu gar a una gue rra ama zó ni ca en tre am bos paí ses, con bi pla nos y ca ño ne ras. En Su da mé ri ca, 1930 fue un año ca rac te ri za do por gol pes de Es ta do, aso na das mi li ta res y de rro ca mien to de go bier nos ci vi les, de mo crá ti ca men te ele gi dos. El 22 de agos to de 1930, los pe rua nos se en te ra ron de que un ig no to ofi cial del ejér ci to, el co man dan te Luis Mi guel Sán chez Ce rro, se ha bía su ble va do en Are qui pa, co na to al que na die, em pe zan do por el pro pio pre si den te, le dio im por tan cia. Pe ro lue go Pu no se unió a la re vuel ta, se pu sie ron en mar cha alian zas e in tri gas, y Au gus to Le guía, pa ra evi tar el de rra ma mien to de san gre, de ci dió re nun ciar. El hom bre que ha bía des lum bra do a los pe rua nos y a los vi si tan tes ilus tres du ran te los fes te jos del Cen te na rio, que des ple ga ba un es ti lo di -

plo má ti co y so fis ti ca do, que ha bía re si di do en Lon dres y que ha bía con traí do ma tri mo nio con una prós pe ra aris tó cra ta, fue re clui do jun to con su hi jo Luis en un bar co de gue rra, el Grau. Po co des pués, Le guía y su hi jo fue ron tras la da dos al Pa nóp ti co, en Li ma. La era de ban que tes, re cep cio nes y me nús des lum bran tes ha bía ter mi na do pa ra siem pre. En su hu mi llan te ca la bo zo, pa vo ro sa men te os cu ro y hú me do, ni si quie ra le per mi tie ron pa la dear la co mi da de un res tau ran te que le en via ra pla tos dig nos, si no que fue so me ti do a la atroz co ci na de la ins ti tu ción. No se omi tió nin gu na acu sa ción pa ra man char su buen nom bre y su tra yec to ria 363 po lí ti ca, des de la drón y ti ra no, has ta trai ción a la pa tria. Su li bro, Yo ti ra no, yo la drón, que es cri bió du ran te su en car ce la mien to, re fu ta ca da uno de los car gos. Le guía fa lle ció en el Hos pi tal de la Ma ri na, en El Ca llao, sin nin gún ami go ni co rre li gio na rio, si no con la úni ca com pa ñía de sus hi jos. Ju lio Cé sar Ara na so bre vi vió a to dos sus ene mi gos. Sir Ro ger Ca se ment fue ajus ti cia do; Wal ter Har den burg fa lle ció diez años an tes que él; Au gus to Le guía fue de rro ca do y mu rió en el más ab so lu to de los ol vi dos. El 27 de agos to, cuan do los re vo lu cio na rios li de ra dos por Sán chez Ce rro en tra ron a Li ma, el pue blo los acla mó, co mo in ge nua men te so lían acla mar los la ti noa me ri ca nos a quie nes de rro ca ban go bier nos, só lo pa ra com pro bar, tiem po des pués, que era peor el re me dio que la en fer me dad. Los miem bros del go bier no de Le guía de sa pa re cie ron co mo por ar te de ma gia. Sin em bar go, dos pro mi nen tes lo re ta nos, Ju lio Cé sar Ara na y Vi cen te No rie ga del Águi la, di pu ta do por Mo ya bam ba, se pa sea ban tran qui la men te por las ca lles de Li ma, sin na da que te mer, ya que no se ha bían pre ci sa men te en ri que ci do con el go bier no de pues to. La for tu na de Ara na se eva po ra ba. Ape nas le que da ba el cua ren ta por cien to de lo que ha bía si do su im pe rio en el Pu tu ma yo, y el cau cho, co mo ma te ria pri ma, ha bía pa sa do a la his to ria. No ha bía de sa rro lla do otras cla ses de ex plo ta cio nes, y sus re cur sos eco nó mi cos se vie ron se ve ra men te li mi ta dos. Su hi jo Luis se ha bía re ci bi do de in ge nie ro en mi nas en el Mas sa chus setts Ins ti tu te of Tech no logy, vi vía en Iqui tos, y ha cía sus pri me ras ar mas en ne go cios que, con el tiem po, fue ron bri llan tes; na da, cla ro, si se lo com pa ra con la for tu na y el po der que ha bía acu mu la do su pa dre a prin ci pios del si glo XX. Per te ne cía a una ge ne ra ción for ma da en uni ver si da des ex tran je ras, con una con cep ción no ta ble men te dis tin ta pa ra en ca rar ne go cios y lo de mos tró a lo lar go de su vi da. Pe ro la mal di ción ama zó ni ca tam bién lo al can za ría. Los gran des cau che ros cre ye ron que for ma ban he re de ros que los con ti nua rían, sin sos pe char que con ellos con cluía el ci clo. Los Ara na, los Mo rey o al gu nas de las cin co gran des fa mi lias que han si do pro mi nen tes

en ca da uno de los ci clos de la eco no mía ama zó ni ca, per die ron el sen ti do de la exis ten cia al mo rir el ca ci que, el fun da dor, el que lle va ba ade lan te la em pre sa: caían en la lo cu ra o en la po bre za, in ca pa ces de con ti nuar con la obra del pa dre. Ro ger Rum rill Gar cía es un hom bre ama zó ni co, pro fun do co no ce dor de la his to ria e idio sin cra sia de su me dio. Tu vi mos la opor tu ni dad de con 364 ver sar con él en su ca sa de Li ma y va le la pe na re pro du cir aquí sus con cep tos: El ca so de Ara na es em ble má ti co, y lo que aho ra se ve en la Ama zo nía son los es com bros. Las gran des ca sas que se ins ta lan en Iqui tos son ca sas que se es tán pu drien do por den tro. Si bien al gu nas es tán me dia na men te res tau ra das, la ca sa de los Mo rey se es tá pu drien do.2 Así co mo se pu dren las ca sas, se pu dren las fa mi lias y de sa pa re cen. El tró pi co no per do na, no acep ta esas fa mi lias en do gá mi cas, esas es pe cies de rei na dos. La em pre sa te nía que ver con la es truc tu ra. Al fin de cuen tas, no eran em pre sas en el sen ti do ca pi ta lis ta. ¿Qué te nía mos en el Ama zo nas en la épo ca del cau cho? Un sis te ma de en gan che pre ca pi ta lis ta. Mue re el pa trón, mue re el ba rón y mue re to do el sis te ma. Y, tam bién, el des ti no de la fa mi lia. A prin ci pios de la dé ca da de 1930, Ju lio Cé sar Ara na es ta ba so lo. Ha bía per di do su im pe rio y el di ne ro se le es cu rría de las ma nos. Só lo un ac to he roi co, im pre vis to, po día de vol ver le lo per di do, in clu yen do el ho nor. Pe ro no po día ha cer lo so lo. Ha bía que jun tar a un gru po de pa trio tas lo re ta nos y lan zar se a re cu pe rar lo que le per te ne cía. Ese ac to he roi co fue la To ma de Le ti cia. La To ma de Le ti cia, el 1 de se tiem bre de 1932, fue lle va da a ca bo por un mo des to con tin gen te de lo re ta nos, ca si to dos ellos pro ve nien tes de lo ca li da des ama zó ni cas co mo Pe bas y Ca ba llo Co cha. Pe rú atra ve sa ba una de las ha bi tua les cri sis po lí ti cas ca rac te rís ti cas de las re pú bli cas his pa noa me ri ca nas. Des pués que el co man dan te Sán chez Ce rro de rro có al pre si den te Au gus to Le guía, se ini ció una suer te de ca le si ta po lí ti ca, don de la sor ti ja ter mi nó nue va men te en ma nos del re vo lu cio na rio; du ran te un año, Pe rú tu vo seis pre si den tes que asu mie ron de for ma pro vi so ria la pri me ra ma gis tra tu ra: Sán chez Ce rro; el pre si den te del Con gre so; el pre si den te de la Cor te Su pre ma; el ar zo bis po de Li ma, y Da vid Sa ma nez Ocam po, que op tó por con vo car a elec cio nes, ga na das por el co man dan te Sán chez Ce rro. Has ta la im ple men ta ción del Tra ta do Sa lo món-Lo za no, Le ti cia era una ciu dad pe rua na a ori llas del Ama zo nas, pró xi ma a la fron te ra con Bra sil. El 17 de di ciem bre de 1930, fue for mal men te en tre ga da al co ro nel co lom bia no Luis Ace ve do To rres. Los die ci sie te mil pe rua nos que ha -

365 bi ta ban la re gión de ben de ha ber que da do per ple jos. Los ine vi ta bles pro ble mas no tar da ron en sur gir. Co lom bia po co res pe tó los tér mi nos del Tra ta do; del mis mo mo do que no cum plió con Ju lio Cé sar Ara na al ex pro piar le sus tie rras sin in dem ni za ción, de ci dió im po ner con tro les y res tric cio nes a la na ve ga ción, ya que to dos los bar cos que se di ri gían a Iqui tos de bían pa sar por es ta ciu dad. Es to sig ni fi có, sin más, un ri gu ro sí si mo con trol ––ile gal, por cier to–– de to do lo que in gre sa ba o sa lía de Iqui tos, ciu dad que, co mo ya he mos se ña la do, de pen día de la li bre na ve ga ción pa ra im por tar pro duc tos de pri me ra ne ce si dad.3 Lue go co men za ron las dis cri mi na cio nes, des de pa gar me nos a los obre ros pe rua nos, has ta la pro hi bi ción de can tar el Him no Na cio nal pe rua no en las es cue las. Fue en ton ces que sur gió la ten ta ción se pa ra tis ta de Lo re to que, des pués de to do, po co o na da ha bía re ci bi do de Li ma. Ha bía si do ex po lia do con de re chos adua ne ros, mal tra ta do por la in di fe ren cia que de mos tró el go bier no na cio nal ha cia la sa lud y la edu ca ción, dis cri mi na do co mo si se tra ta ra de una re mo ta co lo nia. Qui zás el im pul so ini cial de la To ma de Le ti cia no fue ne ta men te se pa ra tis ta si no só lo un me dio coer ci ti vo pa ra que se res pe ta ran las cláu su las de un tra ta do, una reac ción ori gi na da en el ho nor he ri do por el mal tra to co lom bia no. Los lo re ta nos ob je ta ban que Pe rú hu bie ra en tre ga do el Pu tu ma yo y el Tra pe cio de Le ti cia, un to tal de 136.173 ki ló me tros cua dra dos, a cam bio del te rri to rio de Su cum bios, en el Al to Pu tu ma yo, que Co lom bia en tre ga ra a Ecua dor en la se gun da dé ca da del si glo XX, lo cual ha bla a las cla ras de gra ves irre gu la ri da des. A los lo re ta nos, y en par ti cu lar a los ha bi tan tes de Iqui tos, no les fal ta ban mo ti vos pa ra ini ciar una ac ción au daz que no só lo ha ría cum plir los tra ta dos, si no que has ta po dría de vol ver les los te rri to rios per di dos. La pri me ra me di da or gá ni ca que to mó un aris to crá ti co gru po de iqui te ños fue crear la Jun ta Pa trió ti ca ––pron to hu bo se ña les cla ras de que el pre si den te Sán chez Ce rro na da ha ría pa ra de nun ciar el Tra ta do Sa lo mónLo za no–– com pues ta por seis per so nas: Ma nuel Mo rey del Águi la (el cé le bre con de de Ta ra po to), el in ge nie ro li me ño Os car Or dó ñez, Gui ller mo Pon ce del León, Ig na cio Mo rey Pe ña, Luis Ara na Zu mae ta, hi jo de Ju lio Cé sar, y Pe dro del Águi la Hi dal go, ca sa do con Lily Ara na. Y es aquí cuan do in ter vie ne la úni ca hi ja del cau che ro que se iden ti fi có con su pa dre, ba ta llan do jun to con su her ma no y su ma ri do en Iqui tos, apo yan do a la Jun ta Pa trió ti ca. La so fis ti ca da se ño ri ta Ara na, que en Lon dres te nía una ins ti tu triz pa ra ella so la y en Iqui tos no ha bla ba con aque llas ami gas que 366 no do mi na ban el in glés y el fran cés, se trans for mó en una ar dien te ac ti vis ta y eli gió co mo ma ri do a un lo re ta no, Pe dro del Águi la Hi dal go, tan

com ba ti vo co mo ella. El 14 de di ciem bre de 1933, mien tras una co mi sión de la Li ga de las Na cio nes ne go cia ba en Río de Ja nei ro las con se cuen cias de la To ma de Le ti cia, The New York Ti mes des ta có la enér gi ca con duc ta de una hi ja de Ju lio Cé sar Ara na en la de ter mi na ción de que Co lom bia ga ran ti za ra los de re chos y ga ran tías que el ar tí cu lo no ve no del Tra ta do otor ga ba a los pe rua nos que ha bi ta ban la re gión del Pu tu ma yo, los cua les eran sis te má ti ca men te vio la dos. Lo pri me ro que en ten die ron los pa trio tas fue que de be rían to mar una guar ni ción mi li tar co lom bia na, fuer te men te per tre cha da. Era un ac to de gue rra que de bía ser cui da do sa men te pla nea do, ya que las fuer zas ci vi les pe rua nas que in ter ven drían eran in fe rio res en nú me ro a las co lom bia nas: cua ren ta y ocho lo re ta nos con tra cien to vein ti sie te co lom bia nos. Des de el ini cio, la Jun ta Pa trió ti ca se pro pu so evi tar el de rra ma mien to de san gre y los abu sos y, en ca so de triun far, en viar de in me dia to a los co lom bia nos apre sa dos al Bra sil. Ne ce si ta ban ar mas. Ma nuel Mo rey ofre ció dos cien tas ca ra bi nas Win ches ter que te nía en su fun do del río Ta pi che; Ju lio Cé sar Ara na, a tra vés de su hi jo Luis, en vió cua ren ta y cua tro ca ra bi nas que fue ron re cons ti tui das por dos me cá ni cos; la ca sa Strass berg & Po wer su mi nis tró las ba las. El plan se lle vó a ca bo en el ma yor de los si len cios y los con ju ra dos des pi die ron al con tin gen te que par tió de Iqui tos el 31 de agos to a las sie te y me dia de la ma ña na en dos ba te lo tes, un bo te a mo tor y dos ca noas. En la is la Ya hu ma se unie ron más efec ti vos. De ci die ron asal tar por sor pre sa a la guar ni ción mi li tar de Le ti cia a la ma dru ga da del día si guien te. La mo ral del gru po de be de ha ber si do al ta, ya que en un abrir y ce rrar de ojos to ma ron la guar ni ción, a las cin co de la ma ña na del 1 de se tiem bre de 1932, con un ata que sor pre sa por di ver sos flan cos. El co man dan te co lom bia no Luis Ace ve do To rres no tar dó en en tre gar es pa da y ban de ra a los ata can tes. Le ti cia per te ne cía nue va men te al Pe rú. En Iqui tos, mien tras tan to, el ner vio sis mo iba en au men to. Los Mo rey y los Ara na deam bu la rían con im pa cien cia por los vas tos sa lo nes de sus re si den cias, a la es pe ra de un ca ble gra ma ci fra do ––Le ti cia po seía una es ta ción trans mi so ra–– que con fir ma ra el triun fo de los pa trio tas. Fue en la des lum bran te ca so na de don Luis Fe li pe Mo rey, en la ca lle Prós pe ro, en un al muer zo con nu me ro sos in vi ta dos, que un sir vien te le acer có a 367 Ma nuel Mo rey, pre si den te de la Jun ta Pa trió ti ca, en la co rres pon dien te ban de ja de pla ta, un pa pel se lla do. Era el ca ble gra ma. El co me dor que dó re pen ti na men te en si len cio: ahí, so bre esa pe que ña ban de ja, en un in sig ni fi can te pa pel, ya cía el des ti no de Lo re to. Ma nuel Mo rey lo abrió y le yó una críp ti ca fra se, só lo en ten di ble pa ra los ini cia dos: “Bar co bra si -

le ño pa só fren te a Le ti cia rum bo a Iqui tos. Os car”. El sa lón es ta lló en aplau sos y vi vas: la guar ni ción de Le ti cia ha bía caí do. Pe rú ha bía re cu pe ra do su ho nor. El re pu dio del Tra ta do Sa lo món-Lo za no con ti nuó cuan do po co des pués un gru po de pe rua nos to mó Ta ra pa cá, un puer to so bre el río Pu tu ma yo me nos im por tan te que Le ti cia. La ale gría, el en tu sias mo, el or gu llo que bro tó en el co me dor de los Mo rey al lle gar el ca ble gra ma, se trans mi tie ron a to dos los ha bi tan tes de Iqui tos que, eu fó ri cos, se lan za ron a las ca lles. El pun to de reu nión, na tu ral men te, fue la Pla za de Ar mas, don de a las cua tro de la tar de diez mil per so nas vi va ron a los hé roes de Le ti cia. No fal ta ron los fo go sos dis cur sos de tres miem bros de la Jun ta Pa trió ti ca: Ma nuel Mo rey Pe ña, Pe dro del Águi la Hi dal go y Luis Ara na Zu mae ta. Ju lio Cé sar Ara na no es ta ba en Iqui tos. Qui zás in tuía que nun ca más vol ve ría al Ama zo nas, a la tie rra de su ju ven tud, a los ríos y sec cio nes cau che ras que lo ha bían con ver ti do en el hom bre más ri co del Pe rú. Aho ra, en Li ma, lle va ba a cues tas sus se sen ta y ocho años, su ator men ta do ra ciá ti ca, una ve jez que li mi ta ba sus mo vi mien tos; pe ro te nía la com pa ñía de Eleo no ra y de su hi ja An gé li ca y allí es ta rían am bas has ta el fin de sus días. A pe sar de que lo se pa ra ba una cor di lle ra de su ama do Lo re to, ha brá sen ti do un ine quí vo co or gu llo an te la To ma de Le ti cia y de Ta ra pa cá, y la es pe ran za de re cu pe rar lo que ha bía lo gra do en su ju ven tud, así fue ra ma tan do in dios y co lom bia nos. Su hi jo Luis, el bri llan te in ge nie ro en mi ne ría, in ten ta ba de vol ver al Pe rú ––y a su pa dre–– lo que un pu si lá ni me pre si den te, Au gus to Le guía, ha bía re ga la do a un país ve ci no. Pe ro Li ma, la vi rrei nal, la aris to crá ti ca, na da te nía en co mún con aque lla sel va, ni le im por ta ba que Pe rú se des pren die ra de vas tos te rri to rios. En la ca pi tal pe rua na só lo in te re sa ban la ban ca, las ha cien das, las mi nas an di nas, las con ce sio nes a em pre sas ex tran je ras. Los ama zó ni cos Ara na na da te nían que ver con esa so cie dad don de des co lla ban los so fis ti ca dí si mos ––y ri quí si mos–– Gil de meis ter, Wies se, Par do y Os ma. Allí, Ju lio Cé sar siem pre se ría un pro vin cia no. Es cier to que su en cum bra do pa rien te, Víc tor Ma nuel Ara na So bre vi lla ––hi jo de Pe dro Pa 368 blo Ara na, que fue go ber na dor de Cuz co––, vi vía en una des lum bran te ca so na co lo nial en el ba rrio li me ño de Mi ra flo res, pe ro Ju lio Cé sar y los su yos eran ana te ma pa ra es ta ra ma de la fa mi lia. No obs tan te, el pri mer día de se tiem bre de 1932, el vie jo cau che ro de be de ha ber sen ti do que la vi da no se le es ca pa ba de las ma nos, que el fin aún no ha bía lle ga do y que ––por qué no–– Lo re to po día lle gar a se gre gar se del Pe rú y trans for mar se en un es ta do in de pen dien te, en el cual no re gi ría el Tra ta do Sa lo món-Lo za no.

En Iqui tos, el pa trio tis mo ha bía al can za do al tu ras ex cel sas. Lo pri me ro que hi zo la Jun ta Pa trió ti ca fue em bar car rum bo a Li ma al pre fec to, te nien te co ro nel Je sús Hur ta do, y po ner en su lu gar al co man dan te Isau ro Cal de rón. Lue go, te jió las im pres cin di bles alian zas con au to ri da des mi li ta res de Lo re to, y en vió te le gra mas al pre si den te de la Re pú bli ca y al Con gre so de la Na ción, don de po día leer se una fra se cla ve: “Pue blos Orien te [se re fie re al Ama zo nas] es tán re suel tos a de fen der y rein te grar te rri to rios ce di dos a Co lom bia por la ti ra nía del on ce nio”.4 El pre si den te Sán chez Ce rro, al en te rar se de la To ma de Le ti cia, le en vió al pre fec to un ra dio gra ma en que de cía: “An te ac ti tud pa trió ti ca no ble pue blo vi ril men te ex te rio ri za das por ciu da da nía Lo re to, sír va se adop tar to das las me di das que pue dan res pon der en ca so da do, man te ner in có lu me ho nor na cio nal”. Po co des pués, con la lle ga da de con tin gen tes mi li ta res a Iqui tos y a Ra món Cas ti lla, fren te a Le ti cia, Pe rú es ta ba en pie de gue rra. Una jo ven de quin ce años, Ani ta Edery Mal do na do, com pu so la Mar cha de Le ti cia que fue pun tual men te can ta da en es cue las y en ac tos ofi cia les, a la que si guió otra com po si ción, el Him no a Iqui tos. Es ta fa mi lia, que des cen día de un hé roe ama zó ni co, el co ro nel Faus ti no Mal do na do, dio en aque llos exal ta dos días otro hé roe, aún más jo ven que Ani ta. Mar cos Edery, de on ce años, se in fil tró co mo po li zón en un bu que de gue rra y lle gó a Le ti cia, don de se pu so a dis po si ción de las au to ri da des mi li ta res. És tas lo en via ron de re gre so a Iqui tos un gi do del tí tu lo de Ni ño Hé roe. En Iqui tos rei na ban el or gu llo y la es pe ran za. Pe ro el go bier no de Bo go tá no pen sa ba que dar se de bra zos cru za dos. Si bien hu bo al gu na in di fe ren cia ini cial por par te de los co lom bia nos an te los acon te ci mien tos de Le ti cia y de Ta ra pa cá, el 17 de se tiem bre de 1932, es ta ac ti tud cam bió cuan do el go bier no de Li ma im pi dió que las ca ño ne ras co lom bia nas fon dea das en el río Pu tu ma yo se tras la da ran a Le ti cia. Eso equi va lía a una de cla ra ción de gue rra. 369 Las ar tes bé li cas ha bían cam bia do en las úl ti mas dé ca das. Las nue vas na ves de gue rra es ta ban do ta das de so fis ti ca dos ade lan tos y la avia ción se ha bía in cor po ra do a la pa no plia del mo men to. Los bi pla nos de car lin gas abier tas, con pre ca rias ame tra lla do ras y ru di men ta rios sis te mas pa ra lan zar bom bas eran un ar ma im pres cin di ble. Co lom bia no los te nía y los ne ce si ta ba con de ses pe ra ción. Un in ge nie ro, Cé sar Gar cía Ál va rez, tu vo la pa trió ti ca idea de que las mu je res con tri bu ye ran con sus al ha jas y sus ani llos de ma tri mo nio a esa gran cau sa, ini cia ti va que plas mó en una car ta pu bli ca da por to dos los prin ci pa les dia rios de Co lom bia: se pro du jo un di lu vio de alian zas ma tri mo nia les que, al ser fun di das, se trans for ma ron en cua tro cien tos ki los de oro. El pre si den te En ri que Ola ya He -

rre ra y su mu jer es tu vie ron en tre los pri me ros que en tre ga ron sus alian zas ma tri mo nia les pa ra ser fun di das. Cla ro que es to no bas ta ba. La Cá ma ra de Se na do res y de Di pu ta dos apro bó en for ma uná ni me un em prés ti to de diez mi llo nes de dó la res pa ra ha cer fren te a los ine vi ta bles gas tos de gue rra. Un fre ne sí na cio na lis ta y bé li co se apo de ró de los co lom bia nos y co men za ron a llo ver las do na cio nes, ya que se creía que la gue rra era ine vi ta ble. El Joc key Club de Bo go tá do nó cin cuen ta mil dó la res; la Aso cia ción de Es tu dian tes, diez mil; el dia rio El Tiem po, de la ca pi tal co lom bia na, que se trans for ma ría en el por ta voz en los me ses ve ni de ros, mil dó la res. Has ta tal pun to lle gó es te ines pe ra do pa trio tis mo, por ejem plo, que a los es tu dian tes co lom bia nos en Bue nos Ai res se los no ti fi có pa ra que re gre sa ran in me dia ta men te a su país pa ra in gre sar al ser vi cio mi li tar. La enor me dis tan cia en tre Bo go tá, Le ti cia y el Pu tu ma yo, la pre ca rie dad de las co mu ni ca cio nes, la au sen cia de ca ño ne ras flu via les y el he cho de con tar con die ci séis avio nes de gue rra, le otor ga ban al Pe rú una su pe rio ri dad ini cial. ¿Qué po dían ha cer los co lom bia nos con tres des tar ta la dos J-2; ocho Wild X pa ra en tre na mien to, ob ser va ción y ata que; cua tro Os prey C-14 pa ra en tre na mien to y un Fal con O-1 de com ba te? Pron to lle ga ron los Jun ker de Ale ma nia, los Dor nier de Fran cia y los Hawk, Com mo do re y Fal con de los Es ta dos Uni dos. Se sen ta y cua tro avio nes se in cor po ra ron a la re du ci da fuer za áe rea co lom bia na. Co mo los pi lo tos co lom bia nos ca re cían de ex pe rien cia bé li ca, se con tra ta ron pi lo tos ale ma nes, en tre ellos Hans Wer ner von En gel, pa ra que di se ña ran los fu tu ros ata ques aé reos. Ha bía otras di fi cul ta des. Los sol da dos co lom bia nos que pro ve nían de las al tu ras de los An des se vie ron re pen ti na men te in mer sos en el ba 370 jo Pu tu ma yo, in fes ta do de mos qui tos, con las con si guien tes ma la ria y fie bre ama ri lla. Cuán tas ba jas po dían oca sio nar esas en fer me da des. Pe ro el pa trio tis mo ce ga ba al pue blo que aca so no me día las con se cuen cias de las en fer me da des tro pi ca les. No era ne ce sa ria una de cla ra ción de gue rra pa ra que se li bra ran com ba tes: bas ta ba con la rup tu ra de las re la cio nes di plo má ti cas. Eso era lo que ha bía su ce di do en tre Bo li via y Pa ra guay, que li bra ban en ese mo men to una gue rra por el Cha co que no ha bía si do for mal men te de cla ra da. En el ca so de Pe rú y Co lom bia las pre dic cio nes, des de el co mien zo, pre sa gia ron la vic to ria de es te úl ti mo país. Te nía más po bla ción, un me jor es ta do fi nan cie ro y una si tua ción cre di ti cia in men sa men te más só li da que su con trin can te. Aca so lo más de ci si vo, la To ma de Le ti cia ja más se ría apro ba da por la Unión Pa na me ri ca na, ins ti tu ción que exis tía en aque lla épo ca. Ade más, el apo yo po pu lar al pre si den te de Co lom bia, Ola -

ya He rre ra, era su pe rior al que exis tía en Pe rú por su co le ga Sán chez Ce rro. Pe ro en los mo men tos ini cia les ha bía que con ta bi li zar qué fuer zas te nía ca da país y dón de es ta ban des ple ga das, y, aquí, la ven ta ja la te nía el Pe rú. Los Ara na ––Ju lio Cé sar, su hi jo Luis y su hi ja Lily–– fue ron los res pon sa bles di rec tos de la To ma de Le ti cia y de que ese he cho se trans for ma ra pro gre si va men te en un con flic to bé li co. Si bien la Jun ta Pa trió ti ca de Iqui tos in cluía a dos miem bros de la fa mi lia Mo rey y al in ge nie ro Os car Or dó ñez ––pro pues to por el cau che ro––, Pe dro del Águi la Hi dal go, otro de los in te gran tes, era yer no de Ara na. Seis mi llo nes de hec tá reas que se les es ca pa ban de las ma nos, jun to con la in cer ti dum bre que Co lom bia ja más in dem ni za ría al pro pie ta rio, eran mo ti vos más que su fi cien tes pa ra to mar las ar mas y lu char. El én fa sis que se po nía en que la to ma de la guar ni ción co lom bia na en Le ti cia ha bía si do obra de ci vi les, des con cer tó, al co mien zo, al pro pio go bier no de Bo go tá, has ta que pron to des cu brió las ver da de ras in ten cio nes del Pe rú. En 1932, Su da mé ri ca era un con ti nen te al ta men te vo lá til, ata ca do de mi li ta ris mo, re vo lu cio nes, com ba tes en tre paí ses ve ci nos y gue rras ci vi les; de lo con tra rio, la au daz ini cia ti va de la Jun ta Pa trió ti ca ––es de cir, de los Ara na–– ja más hu bie ra en con tra do eco. Bas ta mi rar un ma pa de la épo ca pa ra des cu brir que de las re pú bli cas que com po nían Su da mé ri ca, sie te re cu rrie ron a la re vo lu ción ––Ar gen ti na, Bo li via, Bra sil, Chi le, Ecua dor, Pa ra guay y Pe rú–– y só lo dos ––Uru guay y Co lom bia–– no ha bían pa de ci do re vo lu cio nes en los dos úl ti mos años. Los go ber nan tes mi 371 li ta res, más que im ple men tar re for mas be ne fi cio sas pa ra sus paí ses, de di ca ban to das sus ener gías a man te ner se en el po der. A es te pa no ra ma ha bría que agre gar le el de rrum be de los pre cios de las ma te rias pri mas ––con se cuen cia de la cri sis eco nó mi ca de 1929––, de las cua les vi vía el con ti nen te: co bre, es ta ño, ca fé, cho co la te, sa li tre, azú car y al go dón. Por otra par te, el con ti nen te no po seía una cul tu ra de sa rro llis ta con re la ción a los com mo di ties. Los go bier nos su da me ri ca nos, en vez de ex plo tar ellos mis mos sus ri que zas, las da ban en con ce sión a em pre sas ex tran je ras, apli can do al tos im pues tos a to do lo que ex por ta ban. Si en Bra sil se ha bía li bra do una gue rra ci vil en tre el es ta do de San Pa blo y el go bier no cen tral, en Chi le la si tua ción po lí ti ca es ta ba a un pa so de otra gue rra ci vil; si Pa ra guay y Bo li via man te nían una gue rra por el Cha co, una gue rra en tre Pe rú y Co lom bia dis ta ba de ser un he cho ex cep cio nal. Es to no era ig no ra do por el clan Ara na. A me di da que las ne go cia cio nes di plo má ti cas fra ca sa ban ––Co lom bia se ne ga ba a un ar bi tra je––, se guían lle gan do bar cos, ar ma men tos y avio nes. Pe rú, pa ra for zar un ar bi tra je y la re vi sión del tra ta do Sa lo món-Lo za no, ale ga ba que die -

ci sie te mil pe rua nos que vi vían en el te rri to rio en tre ga do a Co lom bia ni si quie ra ha bían si do con sul ta dos acer ca del tras pa so de so be ra nía, lo cual con tra ria ba dis po si cio nes in ter na cio na les y, peor aún, que el go bier no de Bo go tá les ha bía im pe di do emi grar al Pe rú, for zán do los a ad qui rir la ciu da da nía co lom bia na. Una de las ob se sio nes de los co lom bia nos en esos días in cier tos era el nom bre Le ti cia. Ha bía que cam biár se lo in me dia ta men te. ¿Por qué ese im pre vis to im pul so pa ra mo di fi car un nom bre con as cen den cia ro ma na? Por el sim ple he cho de que así se bau ti zó a la po bla ción ––cons ti tui do ape nas por unas po cas ca sas con te cho de pa ja–– de bi do a que un jo ven in ge nie ro pe rua no que ha bía tra ba ja do en aquel pa ra je se ha bía ena mo ra do de la hi ja del cón sul bri tá ni co en Iqui tos, lla ma da Le ti cia. La ini cia ti va no pros pe ró. A to do es to, los dos paí ses ini cia ron una ca rre ra ar ma men tis ta que in cluía na ves y avio nes. Co lom bia con cen tró bu ques de gue rra en Ma naos, es pe ran do re to mar Le ti cia. Pa ra le la men te, la di plo ma cia in ten ta ba lle gar a un acuer do pa ra evi tar la gue rra. El Se cre ta rio de Es ta do nor tea me ri ca no, Henry Stim son, le co mu ni có al go bier no pe rua no que no es ta ba de acuer do con la cap tu ra de Le ti cia, que am bos paí ses ha bían fir ma do un tra ta do y que, si al Pe rú le preo cu pa ba el des ti no de quie nes ha bían ocu pa do Le ti cia y de los pe rua nos que allí re si dían, pro po nía una al ter na ti va: po ner ba jo el man do de Bra sil a la ciu 372 dad, con vo car a una con fe ren cia en Río de Ja nei ro y de fi nir, en tér mi nos pa cí fi cos, la so lu ción al di fe ren do te rri to rial. Pe rú res pon dió que la To ma de Le ti cia ha bía si do un ac to ci vil en el cual no in ter vi no el go bier no, y que, an te la des me su ra da mo vi li za ción de Co lom bia y el des ti no omi no so que po dría es tar re ser va do a los ha bi tan tes de Le ti cia, no ha bía te ni do más re me dio que mo vi li zar se. Na die que co no cie ra cuá les eran los ver da de ros in te re ses en jue go y quié nes ha bían or ques ta do la in va sión, cre yó que ha bría una so lu ción pa cí fi ca al pro ble ma. El es ce na rio po lí ti co pe rua no fa vo re cía los com ba tes, la no en tre ga del te rri to rio ce di do. El pre si den te Sán chez Ce rro era mi li tar, ha bía lle ga do ori gi na ria men te al po der con las ar mas y, en Iqui tos, un gru po de pa trio tas que vio afec ta dos sus in te re ses y su ho nor ha bía da do el pun ta pié ini cial. Des de Li ma, Ju lio Cé sar Ara na for ma ba las im pres cin di bles alian zas con el go bier no pa ra que se de sa ta ra la gue rra que, es pe ra ba, le per mi ti ría re cu pe rar el Pu tu ma yo. Fra ca sa das las ne go cia cio nes, mo vi li za dos los efec ti vos, só lo res ta ba el com ba te. El 15 de fe bre ro de 1933, cin co me ses y me dio des pués de la To ma de Le ti cia, se li bró la pri me ra ba ta lla ama zó ni ca, con un in ten to co lom bia no de re cu pe rar Ta ra pa cá, so bre el río Pu tu ma yo. Apo ya dos por ca ño ne ras que dis pa ra ban so bre Ta ra pa cá, los bi pla nos co lom bia nos lan za ron le ta les rá fa gas de

ame tra lla do ras y bom bas so bre las fuer zas pe rua nas. Los avia do res pe rua nos no se que da ban atrás, ya que el día an te rior ha bían hos ti li za do a la Ar ma da co lom bia na. Pe ro Ta ra pa cá ca yó, aun que Co lom bia per dió mu chos hom bres en esa ba ta lla. En Li ma, la no ti cia co rrió co mo re gue ro de pól vo ra. Am bos paí ses rom pie ron las re la cio nes di plo má ti cas y el pre si den te Sán chez Ce rro, tres días des pués, el 18 de fe bre ro, lan zó un in cen dia rio dis cur so por ra dio. En la le ga ción co lom bia na, ubi ca da en la Ave ni da Cho rri llos 502, el mi nis tro Fa bio Lo za no y Lo za no te mió lo peor. Sa có a su mu jer y a su hi ja del edi fi cio, re ti ró el es cu do de Co lom bia del fren te y se pre pa ró pa ra lo peor. Una en fu re ci da mul ti tud que vo ci fe ra ba “¡Aba jo Co lom bia!” y “¡Muer te a Ola ya He rre ra!” (pre si den te de ese país) lle gó a la Le ga ción a ven gar la de rro ta su fri da en Ta ra pa cá. Pe ro aquí no hu bo he roi cos avia do res, ni ca ño ne ras, ni sol da dos que irrum pían en el cam po ene mi go, si no una tur ba en ce gue ci da que no res pe ta ba le yes in ter na cio na les ni el prin ci pio de la te rri to ria li dad de em ba ja das y le ga cio nes. Las fuer zas po li cia les no ac tua ron, y es ine vi ta ble su po ner que la des truc ción de la le ga ción co lom bia na era par te de la es tra te gia de Sán chez Ce rro. No que 373 dó un mue ble sa no, el pia no de co la que fue sal va je men te des trui do y el pe rro del mi nis tro, des cuar ti za do. Tam po co que da ron al ha jas, pla te ría, ni al fom bras. La tur ba no tar dó en des cu brir al mi nis tro Lo za no, que, sal tan do por la ven ta na, al can zó el só ta no, del cual fue res ca ta do por el pre fec to de Li ma. Es te sal va jis mo de be de ha ber he cho las de li cias de Ju lio Cé sar Ara na, que ha brá su pues to que la gue rra con Co lom bia era im pa ra ble, que el con flic to su bía rá pi da men te de de ci be les, y que la de rro ta de Ta ra pa cá era un me ro epi so dio sin im por tan cia. En esos días de má xi ma ten sión, el cau che ro de be de ha ber so ña do con las vie jas épo cas, con la ilu sión que fue el ha ber cons ti tui do la Pe ru vian Ama zon Com pany, y de ha ber si do al gu na vez el rey del cau cho. No han que da do re gis tra dos los te le gra mas en tre Ara na y su hi jo Luis, que es ta ba en Iqui tos, pre pa rán do se pa ra un even tual ata que a la ciu dad, pe ro pa dre e hi jo de ben de ha ber es ta do par ti cu lar men te uni dos, de sa rro llan do es tra te gias, de sean do que el con flic to se vol vie ra gue rra abier ta. El go bier no pe rua no pro hi bió sa lir del país a los jó ve nes en tre vein tiu no y vein ti cin co años, y las ma ni fes ta cio nes, las pan car tas, las le yen das pin ta das de blan co en el as fal to y las reu nio nes po pu la res al can za ron su apo geo. Na die ha bía ol vi da do el dis cur so pre si den cial, ni su sen ti do: La tran qui li dad del Pe rú ha si do per tur ba da por una ex pe di ción, in clu yen do a nu me ro sos sol da dos opor tu nis tas, trans por ta dos en bu ques co lom bia nos; se ha vio la do la neu tra li dad del Bra sil al bus car

abri go en aguas bra si le ñas e ig no ran do la me dia ción que se es tá lle van do a ca bo, bom bar dean do a nues tros com pa trio tas en el Pu tu ma yo de una ma ne ra co bar de, de bi do a que nues tros com pa trio tas ha bían re pu dia do la na cio na li dad co lom bia na im pues ta por un tra ta do ra ti fi ca do sin el co no ci mien to del pue blo pe rua no. Mien tras el país, en fu re ci do por la de rro ta de Ta ra pa cá, re cla ma ba ven gan za, el 14 de mar zo de 1933 en Ca ja mar ca, en el nor te del país ––el mis mo pun to geo grá fi co don de Pi za rro eje cu tó al in ca Ata hual pa––, es ta lla ba una re vo lu ción li de ra da por el co ro nel Gus ta vo Ji mé nez, que se ha bía au to ti tu la do “de le ga do na cio nal de or ga ni za cio nes re vo lu cio na rias y je fe su pre mo po lí ti co y mi li tar de la Re pú bli ca”. Una re vuel ta in ter na no era lo más in di ca do pa ra de rro tar a Co lom bia. Le cos tó al go bier no de Sán chez Ce rro una fe roz ba ta lla de cua tro ho ras de du ra ción, con la in ter ven ción de avio nes de com ba te. El co ro nel Ji mé nez, al 374 com pro bar que su de rro ta era ine vi ta ble, se pe gó un ti ro en la sien. El 27 de mar zo, Pe rú su frió otra de rro ta en el Pu tu ma yo, al caer la for ta le za de Güe pí. Fue una ba ta lla cruen ta, ho rri pi lan te, con nu me ro sas ba jas y don de la avia ción co lom bia na, que ha bía re cu rri do a pi lo tos ale ma nes, des ple gó sus im pe ca bles téc ni cas y ex pe rien cia. El te nien te co lom bia no Juan Lo za no y Lo za no, que in ter vi no en la re frie ga, de jó un ex ten so tes ti mo nio, de es ti lo abru ma do ra men te den so y ad je ti va do, pe ro que da una idea ca bal de lo que pue de lle gar a ser una gue rra en la sel va. Es cri bo es tas lí neas des de el pe ñas co de Güe pí, en don de to da vía es tá im preg na do el am bien te de un den so olor de pól vo ra, cu yo hu mo azu lo so ape nas ha em pe za do a ex tin guir se. Aquí es tán los cam pa men tos pe rua nos a me dias des tro za dos; ca si com ple ta men te des fi gu ra das por nues tra ar ti lle ría las ad mi ra bles for ti fi ca cio nes del ene mi go; en una pe que ña ca sa de gua dua, los pri sio ne ros en cus to dia; aquí y allá, so bre el cam po ver de que in te rrum pe la sel va, los muer tos, los po bres muer tos pe rua nos, pá li dos, san gran tes, trá gi ca men te con tor sio na dos. No he te ni do la cu rio si dad mez qui na de con tar los. No de be rían ja más con tar se, al mo do co mo se cuen tan las fi chas ga na das en el azar de un jue go, es tos ig no tos ho lo caus tos de las he ca tom bes mar cia les. La muer te es co sa sa cra que es ta pe que ña cien cia te rre ní si ma de la es ta dís ti ca no tie ne de re cho a pro fa nar con su ple be ya ter mi no lo gía. Lo za no y Lo za no tam bién des cri bió la ar tís ti ca des tre za con que los pi lo tos ale ma nes ata ca ban las lí neas ene mi gas. Al mis mo tiem po nues tra es cua dri lla de avio nes vo la ba so bre el fuer te de Güe pí, ob je ti vo prin ci pal del com ba te. Des cri bían los avio nes

lar gos cír cu los en los ai res y de pron to se cla va ban ver ti gi no sa men te, co mo si, ba ti dos, no tu vie ran ya go bier no, so bre la po si ción ene mi ga; al lle gar a unos cien me tros del sue lo, vol vían a su bir con idén ti ca ra pi dez, des pués de des cri bir un es pe luz nan te án gu lo agu do; el pun to de des cen so que da ba mar ca do por una per pen di cu lar que al lle gar a las trin che ras re ma ta ba en una ex plo sión ho rren da. Las má qui nas se cru za ban unas so bre otras, se reu nían, se se pa ra ban, mon ta ban y des cen dían en for ma que ha cía te mer una se rie de cho ques: aque llo pa re cía una in fer nal col me na. 375 En Li ma, es ta de rro ta enar de ció más a los mi li ta res. El pre si den te, Luis Sán chez Ce rro, de ci dió que ha bía que ha cer un des plie gue es cé ni co pa ra que los pe rua nos pu die ran ver a los sol da dos que par ti rían a lu char al Pu tu ma yo. Los in men sos es ta dios, el ine vi ta ble pal co que al ber ga ba al ora dor que ex ci ta ba a la mul ti tud, las ban de ras fla mean do y el im pres cin di ble des fi le mi li tar que ha cían par te de la li tur gia pues ta en bo ga por el na cio nal so cia lis mo ale mán y el fas cis mo ita lia no es ta rían pre sen tes en el Hi pó dro mo de Li ma, el 30 de abril. Ese día, el pue blo mar chó ha cia el lu gar de reu nión, con un in di si mu la ble sen ti mien to pa trió ti co y es pí ri tu fes ti vo. Qué fá cil re sul ta ba unir a to dos los ha bi tan tes del Pe rú cuan do exis tía la ame na za de gue rra y un país ve ci no a quien echar le la cul pa de to dos los ma les. En rea li dad, Co lom bia no te nía res pon sa bi li dad al gu na de la cri sis po lí ti ca pe rua na, del sur gi mien to de un par ti do ra di cal, co mo el APRA, y del de sas tro so es ta do de las fi nan zas pú bli cas co mo con se cuen cia del go bier no de Au gus to Le guía. Pe ro esa ma ña na de abril, na die re pa ró en es to. Sán chez Ce rro lle gó a las diez de la ma ña na, en el ha bi tual au to mó vil des ca po ta ble, y con tem pló des de el pal co los trein ta mil sol da dos que des fi la ron por el Hi pó dro mo de Li ma. No sa be mos si Ju lio Cé sar Ara na es ta ba pre sen te ese día, si ocu pa ba un lu gar de ho nor, aun que es lí ci to creer que ha bía asis ti do. Des pués de to do, ese des fi le mi li tar era lo que más de sea ba. Só lo con las ar mas, con una gue rra sin tre gua po dría re cu pe rar sus in men sos do mi nios del Pu tu ma yo. Y aho ra, un in sig ni fi can te mi li tar que se ha bía su ble va do en Are qui pa, que ha bía de rro ca do a su odia do Le guía, se ha bía trans for ma do en pre si den te del Pe rú y que ría ir a la gue rra con Co lom bia. Ara na es ta ba de pa ra bie nes. Aun que no hu bie ra una vic to ria de ci si va de nin gu no de los ban dos, las ne go cia cio nes di plo má ti cas ter mi na rían fa vo re cién do lo. Una de las fi chas en jue go, en el mo men to de ne go ciar, se ría el Pu tu ma yo, ya fue ra la po se sión del mis mo o una in dem ni za ción con si de ra ble. Pe ro en un ins tan te los acon te ci mien tos die ron un gi ro de cien to ochen ta gra dos. Al aban do nar Sán chez Ce rro el des fi le, en com pa ñía de

su pri mer mi nis tro J. M. Man za ni lla, sa lu dan do al in con te ni ble pue blo des de su au to mó vil des ca po ta ble, un miem bro del par ti do Apris ta, Al ber to Men do za ––apa ren te men te un co ci ne ro––, ex tra jo un re vól ver, le apun tó al pre si den te y dis pa ró dos ti ros. Uno le dio en el bra zo, otro, en ple no co ra zón. Diez mi nu tos des pués, Luis Sán chez Ce rro fa lle cía. El pá ni co, el des con cier to y la fu ria se vol vie ron in con te ni bles en el hi pó dro mo: el 376 ase si no fue li te ral men te des cuar ti za do, la po li cía co men zó a dis pa rar y hu bo va rias muer tes. No fue só lo el fin de un pre si den te, si no el de la gue rra con Co lom bia. Tam bién, el oca so de fi ni ti vo de Ju lio Cé sar Ara na. El ase si na to del pre si den te Sán chez Ce rro de be de ha ber le qui ta do al cau che ro to da es pe ran za de re cu pe rar su im pe rio. Ha brá pre sen ti do que la To ma de Le ti cia y sus de ri va cio nes ha bían si do en va no. No se equi vo có. El nue vo pre si den te del Pe rú, el ge ne ral Os car Be na vi des, pu so pa ños fríos a la con tien da y so me tió a una co mi sión apro ba da por am bos paí ses el pro ble ma de Le ti cia. Se ría ex ce si vo por me no ri zar la ne go cia ción, pe ro bas te de cir que el Pu tu ma yo ––y Le ti cia–– vol vie ron a Co lom bia y si guen ba jo su do mi nio has ta nues tros días. Las ca ño ne ras, los bi pla nos, las tro pas que da ron re pen ti na men te pa ra li za dos, y la vi da de Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go se des li zó ha cia un irre me dia ble ol vi do. Nun ca más vol ve rían las ad qui si cio nes vio len tas en los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná, ni ha bría es cán da los en Lon dres ni tam po co ––más tris te aún–– su for tu na. Co lom bia ja más lo in dem ni za ría y só lo le que da ban al gu nas pro pie da des en Iqui tos que, con se gu ri dad, ha brá ido ven dien do. Tam po co tu vo el be ne fi cio de una muer te opor tu na, lo cual le hu bie ra evi ta do caer en la po bre za, en el de te rio ro fí si co y en otras amar gu ras que le tra jo su hi jo Luis; por el con tra rio, vi vi ría ca si vein te años más sien do ape nas la som bra de una le yen da. El cau cho ha bía de ja do de ser la ma te ria pri ma ca paz de otor gar in sos pe cha das ri que zas, el oro ne gro que le per mi tía te ner a jue ces y fun cio na rios a sus pies. Aho ra ten dría que en ca rar su des ti no y el de Eleo no ra y sus hi jas, sin re cur sos. Mien tras se de ci día el des ti no fi nal de sus ex pro pia das tie rras del Pu tu ma yo, se de di có bre ve men te a di ri gir un la va de ro de oro en un afluen te del río Ma ra ñón, ini cia ti va que fue de cor to al can ce y pa ra na da ren ta ble. Y aquí es cuan do en tra en es ce na un per so na je pa ra al gu nos si nies tro, há bil co mer cian te, due ño de in nu me ra bles pro pie da des en Iqui tos y que le ha bía ad qui ri do a Oto niel Ve la el des lum bran te Ho tel Pa la ce de esa ciu dad. Se tra ta del ju dío mal tés Víc tor Is rael, que ter mi nó que dán do se con lo que res ta ba de la for tu na de Ara na que, con tra ria men te a lo que el pro pio cau che ro su po nía, no era po ca. En 1939, Ju lio Cé sar Ara na le ven dió a Is rael por tres cien tos mil so les ––apro xi ma da men te

cua ren ta mil dó la res–– sus su pues tos do mi nios del Pu tu ma yo. Is rael le 377 ven dió al go bier no de Bo go tá, a tra vés del Ban co Agrí co la Hi po te ca rio de Co lom bia, to da la do cu men ta ción de la Ca sa Ara na en dos cien tos mil so les y, en 1964, la Ca ja Agra ria co lom bia na abo nó los cien to se sen ta mil dó la res res tan tes a Víc tor Is rael. Cier tas ver sio nes afir man que al gu nos he re de ros de Ara na, que ya ha bía fa lle ci do, co bra ron par te de ese di ne ro. Otras ver sio nes ver ná cu las afir man que la tran sac ción no fue tan trans pa ren te y que, en rea li dad, Ju lio Cé sar Ara na fue es ta fa do. Se gún es ta va rian te, Ara na le fir mó un po der ge ne ral de dis po si ción a Is rael, pa ra que ne go cia ra con un gru po em pre sa rio nor tea me ri ca no in te re sa do en la ad qui si ción de sus an ti guas tie rras en tre los ríos Pu tu ma yo y Ca que tá, po si bi li dad na da dis pa ra ta da por que ya he mos vis to que se con tem pla ban po si bles in ver sio nes nor tea me ri ca nas en la re gión, si se abría un ca mi no ha cia el Pa cí fi co. Pe ro Is rael ––que, se gún se afir ma, se es pe cia li za ba en tran sac cio nes es pu rias–– se las ven dió a Co lom bia; al en te rar se el hi jo del cau che ro, Luis Ara na Zu mae ta, par tió en fu re ci do a bus car lo a su ca sa. Un miem bro de la fa mi lia Mo rey re ve ló al au tor que, ha ce mu chos años, se ha bía en fren ta do con es te co mer cian te que com pra ba cré di tos fal sos y, en su ca so en par ti cu lar, co rres pon dien tes a su abue lo y ya can ce la dos. El ob je ti vo de Pi chi co Is rael era apo de rar se de las se ten ta pro pie da des que los Mo rey aún te nían en Iqui tos por la ri dí cu la su ma de dos mi llo nes de so les. Sea cual fue re la ver dad, el he cho es que Ju lio Cé sar Ara na, que ya ha bía cum pli do los se ten ta y cin co años, se que dó sin un cen ta vo. Se fue a vi vir a Mag da le na del Mar, so bre la cos ta del Pa cí fi co, un ba rrio de cla se me dia sin las des lum bran tes re si den cias de la Ave ni da Are qui pa o de San Isi dro, a una ca sa mi se ra ble si la com pa ra mos con otras que ha bi tó: un te rre no de 6,30 por 33 me tros, ubi ca do en el ji rón Eche ni que 289. La mo des ta ca sa era de una plan ta, te nía dos dor mi to rios, un co me dor, un ba ño y una co ci na que da ban a un pa tio in te rior y, en la en tra da, un pe que ño es cri to rio. El edi fi cio ya no exis te más y en su lu gar se ha cons trui do una ca sa mo der na. Le que da ban Eleo no ra y su hi ja An gé li ca, pe ro di fí cil men te los ami gos de Iqui tos lo vi si ta ran en el ji rón Eche ni que. El hom bre más im por tan te de Iqui tos, que ha bía si do due ño de ca si seis mi llo nes de hec tá reas en el Pu tu ma yo, que ha bía vi vi do en Eu ro pa co mo un rey, ter mi na ba sus días en ese ba rrio ho rri pi lan te, en una ca sa ver gon zo sa. El Ama zo nas le iba a co brar otra deu da, tal vez más do lo ro sa que la pér di da de su po der y de su for tu na. 378 Luis Ara na Zu mae ta, úni co hi jo de Ju lio Cé sar, iba ca mi no a con ver -

tir se en un prós pe ro em pre sa rio. A prin ci pios de la dé ca da de 1940, ya ori llan do los cua ren ta años, to mó la de ci sión de ca sar se. La elec ción re ca yó en Emi lia Ra mí rez Ruiz, una jo ven de Iqui tos, hi ja de una sir vien ta. La fa mi lia Ara na cre yó que no me re cía tan ta ver güen za. En aque lla ciu dad, los ca sa mien tos se ha cían en tre los miem bros de las vie jas fa mi lias; cuan do al gún jo ven aris to crá ti co de ena mo ra ba, in va ria ble men te era de una Mo rey, de una Her nán dez, de una Del Águi la, o de una Pe ña, por nom brar a las más re le van tes. Ni los rue gos de su pa dre, ni de Eleo no ra, ni de su her ma na Lily, que vi vía en Iqui tos, pu die ron con ven cer lo. Pa ra Lily, de be de ha ber si do par ti cu lar men te hu mi llan te, ya que de bía pa de cer el cas ti go in si tu, a di fe ren cia de sus pa dres y de su her ma na An gé li ca, que go za ban, en Li ma, del be ne fi cio del ano ni ma to. Pe ro ese no fue el úni co cas ti go que re ci bió el le gen da rio Ara na. Su hi jo Luis le dio un nie to, Luis Ara na Ra mí rez, el úni co des cen dien te de una fa mi lia le gen da ria, a quien no veía por la opo si ción que ha bía he cho a ese ca sa mien to. Vie jo, po bre, fí si ca men te de te rio ra do ya que en sus úl ti mos años ni si quie ra po día ca mi nar, ha brá an he la do co no cer a ese nie to que lle va ba su san gre. Eleo no ra tam bién ha brá sen ti do esa lla ga. Nun ca se sa brá si al gu na vez lo vie ron, ya que no exis te al guien que pue da ates ti guar lo. Cuan do el ni ño cum plió ocho años en fer mó de po lio mie li tis y fue tras la do a una clí ni ca es pe cia li za da de Li ma. So bre vi vió, pe ro es tu vo con de na do a es tar to da su vi da en una si lla de rue das, en Li ma, cui da do por su ma dre; su pa dre, en cam bio, al ter na ba en tre Iqui tos y Li ma de bi do a que fue va rias ve ces al cal de de la ca pi tal de Lo re to y que ha bía crea do una exi to sa com pa ñía im por ta do ra-ex por ta do ra de no mi na da Su ra mé ri ca. Los años fue ron pa san do pa ra Ju lio Cé sar Ara na. Na die se acor da ba de él y el le gen da rio Pu tu ma yo y el cau cho for ma ban par te de una his to ria re mo ta. Li ma ha bía pro gre sa do; los vue los de Pa na gra lle ga ban a Li ma tam bo y el ser vi cio aé reo con Iqui tos se ha bía vuel to ca si co ti dia no. Quién es cu cha ría a un an cia no re la tar lo que sig ni fi ca ba un via je de Iqui tos a la ca pi tal pe rua na en su ju ven tud, cuan do ha bía que atra ve sar los An des a lo mo de mu la. Ju lio Cé sar Ara na no fi gu ra ba en tre los hé roes del Pe rú, ni tam po co en tre los in fa mes. Sim ple men te, se ha bían ol vi da do de su exis ten cia. Po si ble men te, el úl ti mo re tra to que al guien hi zo de él, fue pa ra dó ji ca men te cua tro días des pués de su fa lle ci mien to, en una no ta ne cro ló gi ca pu bli ca da por el dia rio El Co mer cio, de Li ma, el 11 de se tiem bre de 1952, fir ma da por J. L. R. 379 Era ya un oc to ge na rio cuan do lo vi, por úni ca vez, en su ca sa pe que ña de la Mag da le na. Me lle vó has ta allí el ejer ci cio de mi prác ti ca pro fe sio nal. Se tra ta ba de lle var ade lan te de ter mi na da di li gen cia ju di cial. La mam pa ra de la sa la se abría so bre el pe que ño ves tí bu lo. Al -

guien abrió la puer ta de una sa li ta mo des ta con su par vo ajuar. Qué le jos es ta ban aque llas no ches opu len tas de Ma naos e Iqui tos, cuan do des de el hon dón de la sel va se im po nían las co ti za cio nes del oro ne gro en las bo lsas co mer cia les de New York, Pa rís y Lon dres. Aún no ha bía lle ga do su brep ti cia men te has ta Ma la sia la se mi lla de la ri ca plan ta y cir cu la ban en el mun do, trans por tan do a los in ver sio nis tas, los fas cí cu los de la “Com pa ñía Pe rua na del Ama zo nas”, que es ta ble ció “cua ren ta y cin co cen tros de re co lec ción de cau cho, ro dea dos de tie rras cul ti va das con una po bla ción de unos cua ren ta mil in dios”. Cuan do se nos in vi tó a pa sar al es cri to rio, vi mos al fon do de la ha bi ta ción mal ilu mi na da una som bra enor me. Las ven ta nas tea ti nas es ta ban ce rra das. Se per ci bía to do con fu so un es cri to rio de cor ti na, li bros, cua dros, vie jos ar ma rios. Es ta ba sen ta do en un si llón ba jo, cu bier tas las pier nas con una man ta de la na. El bus to her cú leo es ta ba ya caí do ha cia de lan te. La ca be za grue sa y el cue llo cor to, las fac cio nes co mo ta lla das en pie dra. Unas an ti pa rras ne gras le cu brían los ojos. Qui so le van tar se en se ñal de cor te sía, le ro ga mos no lo hi cie ra. A su la do éra mos co mo pig meos. Sin po ner se de pie veía mos su ros tro al ni vel de nues tra es ta tu ra. Des bor da ba el cua dro mo des to de la ha bi ta ción ce rra da. Se le hu bie ra que ri do ver so bre un fon do de ar bo le da di fu mi na da, en tre agraz co mo gar gan tas, al fin del cual apa re cie ran le ja nos ho ri zon tes des va ne ci dos en cen da les de nie bla. Nos fa ci li tó to do cuan to fue ne ce sa rio. Una ex pli ca ción bre ve y cap tó la esen cia del pro ble ma. Dic tó al es cri ba no si len cio so que em pe zó a sen tar el ac ta. Hu bo un mo men to lue go de la lec tu ra, en que mos tran do de sa cuer do con los tér mi nos que em plea ba el es cri ba no di jo dos pa la bras pre ci sas e im pe rio sas: ¡Así no! Des pués, mien tras sus ojos per se guían la luz en la cla ri dad eva nes cen te, di jo al gu nas fra ses cor te ses y nos des pi dió. Era una som bra de aquel tre men do ca pi tán de aven tu ra cu yo es ce na rio fue ron las mi llo nes de hec tá reas de su con ce sión en la mon ta ña. Eleo no ra tam bién ha bía en ve je ci do: era tres años ma yor que su ma ri do. El pro ble ma con los muer tos ci vi les, ca te go ría en la cual ha bían caí 380 do los Ara na, es que vi ven en una suer te de os tra cis mo. La po bre za, los es cán da los del Pu tu ma yo y el ais la mien to ter mi na ron trans for mán do los en dos se res pa té ti cos, ol vi da dos por el mun do, sal vo por sus hi jas. Ju lio Cé sar, en sus úl ti mos años, ya ni po día le van tar la ca be za en sen ti do li te ral: con de na do a es tar en un si llón, con la ca be za ga cha, ha brá per di do pro gre si va men te el con tac to con el pe que ño mun do que lo ro dea ba.

Aca so ya na da sen tía, y esa fal ta de sen ti mien tos, de me mo ria, uno de los du do sos be ne fi cios de la de cre pi tud, lo man tu vo con vi da. Su ago nía de bió ser par ti cu lar men te pe no sa. No exis tían las sa las de te ra pia in ten si va y, de ha ber exis ti do, no hu bie ran te ni do con qué pa gar las. Ni dis po nían de en fer me ras en tre na das. Eleo no ra, con sus no ven ta y un años a cues tas, po co po día ha cer por su ma ri do. Qui zás es cu cha ba sus ge mi dos, su tos per sis ten te en el dor mi to rio con ti guo, pe ro es ta ba en su pro pio mun do, li be ra da fi nal men te de los afec tos, de la ver güen za, del som brío fu tu ro. Los úl ti mos días de Ju lio Cé sar Ara na ca re cie ron de las vi si tas ilus tres y pe rio dis tas en la puer ta es pe ran do el de sen la ce que se re ser van pa ra hom bres tras cen den tes. Aca so ni si quie ra lle gó a la men tar el te ner que mo rir en una ca sa in sig ni fi can te en Mag da le na del Mar y no en los es plen do res de Iqui tos. Qué di fe ren te hu bie ra si do ago ni zar en la vie ja ca so na de la ca lle Prós pe ro, con el ine vi ta ble des fi le de ami gos y co no ci dos. El do min go 7 de se tiem bre de 1952, Li ma ama ne ció po si ble men te sin sol, con el om ni pre sen te man to de nu bes que la cu bre has ta la lle ga da del ve ra no. El ji rón Eche ni que, don de vi vían los Ara na, de sem bo ca en un acan ti la do des de don de se do mi na el océa no, ese día cu bier to por la es pe sa bru ma. El ba rrio de be de ha ber si do la ima gen mis ma de la so le dad, ya que, hoy en día, cau sa esa im pre sión. Ima gi ne mos, en ton ces, lo que se ría a co mien zos de la dé ca da de 1950. Ju lio Cé sar Ara na ha bía in gre sa do en la ago nía fi nal: na da se lle va ba del Ama zo nas, ya que to do lo ha bía per di do. La in men sa for tu na, el po der ca si ili mi ta do, la irre fre na ble au da cia y la so li dez de un ca rác ter que ja más des fa lle ció eran par te de su pa sa do. A las cin co y me dia de la tar de, en el ji rón Eche ni que 289, en Mag da le na del Mar, fa lle ció Ju lio Cé sar Ara na del Águi la Hi dal go, que ha bía si do el hom bre más ri co del Pe rú. Na die se en te ró de su muer te, por que to dos des co no cían su exis ten cia. El dia rio El Co mer cio, de Li ma, en su edi ción del 9 de se tiem bre de 1952, pu bli có en la sec ción De fun cio nes un mo des to avi so fú ne bre, que fue el úni co tes ti mo nio de su muer te. 381 La es po sa, hi jos e hi jos po lí ti cos y de más miem bros de fa mi lia del que en vi da fue JU LIO CÉ SAR ARA NA ÁGUI LA HI DAL GO (Q. E. P. D.) tie nen el sen ti mien to de par ti ci par su fa lle ci mien to, acae ci do el día do min go sie te del pre sen te a las 5.30 p.m., con los au xi lios de la San ta Re li gión. El se pe lio se rea li za rá el día mar tes a las 11 a.m., Mag da le na del Mar, ji rón Eche ni que nú me ro 289. Li ma, 8 de se tiem bre de 1952.

El jue ves 11 de se tiem bre, el mis mo dia rio pu bli có otro avi so fú ne bre. “El Cen tro So cial Mo yo bam ba cum ple con el de ber de par ti ci par el pe no so y sen si ble fa lle ci mien to del que fue se ñor Ju lio C. Ara na, ex se na dor de la Re pú bli ca y es cla re ci do ciu da da no del Orien te Pe rua no”. Va le la pe na se ña lar que de esa ins ti tu ción pro vi nie ron los gran des cau che ros y po lí ti cos de Lo re to. Pe ro el Pe rú no lo ha bía ol vi da do. No sa be mos quié nes asis tie ron al en tie rro en Pres bí te ro Maes tro, el vie jo ce men te rio de Li ma, pe ro los prin ci pa les dia rios de la ca pi tal pe rua na men cio na ron su fa lle ci mien to, de di cán do le am plios es pa cios, so no ros tí tu los y la co rres pon dien te fo to gra fía. La Pren sa, en su edi ción del 11 de se tiem bre, pu bli ca el ex ten so y flo ri do dis cur so del le gis la dor Hum ber to del Águi la, úni co ora dor en el en tie rro, que es una mues tra per fec ta de la ne ga ción. Va le la pe na re pro du cir uno de sus pa sa jes: Si eso fue se to do, con ser mag ní fi co, Ju lio C. Ara na no se ría si no uno de los gran des do mi na do res del es pa cio, uno más en tre los por ten to sos hom bres de em pre sa. Pe ro hay al go que mag ni fi ca su la bor. Al go que le da a su obra un se llo de gran de za. Al go que lo con vier te en una gran fi gu ra na cio nal y que ins cri be su nom bre en las pá gi nas de nues tra his to ria: su pa trio tis mo, su sen ti do de pe rua ni dad. El ora dor se equi vo có, co mo tam bién quie nes re dac ta ron las loa bles no tas ne cro ló gi cas, don de se ne gó con per sis ten cia que hu bie ra co me ti do al gún cri men y se in sis tió en que las acu sa cio nes que ca ye ron so bre 382 él fue ron obra de sus ene mi gos. La his to ria no co lo có a Ju lio Cé sar Ara na en tre los hé roes del Pe rú, ni tam po co en tre sus cri mi na les. Fue mu cho más cruel: lo con de nó al ol vi do. NO TAS 1 Se tra ta de Luis Ara na Ra mí rez, hi jo de Luis Ara na Zu mae ta, a quien tu vi mos la opor tu ni dad de co no cer, en Li ma, en 2004, en su ca sa del ba rrio de Sur co. 2 Ase ve ra ción ri gu ro sa men te cier ta, ya que pu di mos com pro bar, en Iqui tos, el es ta do de de ca den cia de la vie ja ca sa co mer cial Mo rey, en la es qui na de Prós pe ro y Bra sil. 3 Es ta de pen den cia flu vial fi na li zó en 1940, al con cluir se la ca rre te ra Li ma-Pu call pa. 4 Se de no mi nó on ce nio al pe río do en el que go ber nó Au gus to Le guía, de 1919 a 1930, es de cir, on ce años. 383 Epí lo go La muer te de Ju lio Cé sar Ara na no con clu yó con la his to ria de su fa -

mi lia, ni con la tra ge dia y el opro bio que la per si guie ron co mo una mal di ción en dé ca das pos te rio res. El vie jo cau che ro ha bía par ti do pa ra siem pre. Pe ro que da ba su hi jo, Luis Ara na Zu mae ta. Ya se ña la mos que, a par tir de su ca sa mien to con Emi lia Ra mí rez Ruiz, se ale jó de su fa mi lia y se de di có a los ne go cios y a la po lí ti ca. Ya se ha bía ini cia do en es tas úl ti mas li des cuan do in te gró la Jun ta Pa trió ti ca, en 1932, y fue uno de los res pon sa bles de la To ma de Le ti cia. En Iqui tos, ciu dad don de vi vía y de la que fue al cal de nue ve ve ces, mon tó una com pa ñía de ex por ta ción-im por ta ción, pros pe ró en los ne go cios y ama só una con si de ra ble for tu na. Car ga ba una cruz que no te nía re la ción con el cau cho, con los in dios ni con las atro ci da des: su hi jo Luis, que vi vía en Li ma con su ma dre, es ta ba con de na do a es tar de por vi da en una si lla de rue das, con se cuen cia de la po lio mie li tis. Na die re cor da ría a Luis Ara na Zu mae ta de no ha ber to ma do, en 1968, una de ci sión trá gi ca. Hu bie ra en gro sa do la lis ta de al cal des de la ciu dad, cu yos re tra tos al óleo ador nan las pa re des de la Bi blio te ca Mu ni ci pal de Iqui tos, en el Par que Zo nal, y don de se des cu bre a su pa dre, que tam bién fue al cal de, y a Víc tor Is rael. Sien do al cal de, un me dio día, en la tran qui li dad de su ca sa, se dis pa ró un ti ro en la sien. Exis ten dis tin tas ver sio nes so bre su muer te, pe ro qui zá la más creí ble es la de Ro ger Rum rill Gar cía, que vi vía en Iqui tos por en ton ces y a quien ya he mos men cio na do en es te li bro. Rum rill Gar cía era maes tro en aque llos años y le avi sa ron te le fó ni ca men te a la es cue la que el al cal de se ha bía sui ci da do; co rrió a la ca sa de Ara na, en la ac tual ca lle Tac na, y pu do ver lo, co mo tam bién con fir mar que se ha bía dis pa ra do en la sien. A di fe ren cia de su pa dre, de co lo sal es ta tu ra, Luis era ba jo, de piel blan ca, y, co mo di cen en la Ama zo nía, de ras gos eu ro peos. Era ás pe ro, 385 ina bor da ble pa ra los pe rio dis tas y mar ca da men te aris co, lo cual no le va lió la sim pa tía de la pren sa y de la ra dio iqui te ñas. El de to nan te de su sui ci dio fue un he cho de po ca re le van cia pe ro que hi zo que se abrie ran com puer tas tur bu len tas de su per so na li dad que ter mi na ron sien do in con tro la bles. Se tra tó de su de ci sión, sien do al cal de, de cor tar los ár bo les de man go de la Pla za 28 de Ju lio, una de las más im por tan tes de la ciu dad, lo cual con du jo a que un po pu lar pe rio dis ta ra dial de la épo ca, Luis Bar ba ran Tou llier, lo lla ma ra sis te má ti ca men te “ar bo ri ci da”.1 La cam pa ña du ró va rias se ma nas y, de for ma mis te rio sa, ac ti vó en el al cal de Ara na el me ca nis mo de la au to des truc ción. Otros sos tie nen que su muer te vo lun ta ria fue la con se cuen cia de un ne go cia do con ce men to, y que pen día so bre su ca be za la ho rren da po si bi li dad de ir pre so. Co mo sea, ha bría que atri buir su muer te a una per so na li dad de pre si va, al te ra da, im po si ble de de ve lar. Po de mos su po ner que más de una vez ha brá es cu cha do que su pa dre era un ase si no, a lo que ha bría que agre gar la

pér di da del Pu tu ma yo, el des pre cio de su fa mi lia por su mu jer y la en fer me dad in cu ra ble de su hi jo. Pe ro és tas son ape nas ca pas que en vuel ven un nú cleo neu ró ti co que na die pue de pre ci sar. Lily Ara na y su ma ri do, Pe dro del Águi la Hi dal go, de ja ron Iqui tos cuan do él fue nom bra do se na dor por Lo re to y se ins ta la ron en Li ma en la dé ca da de 1950. Lle gó el día en que de bie ron vi vir de una ju bi la ción y el ex se na dor com pró una vi vien da en un ba rrio de no mi na do Ig na cio Me ri no, que es ta ba le jos de los es plen do res de Mi ra flo res o de San Isi dro. “Has com pra do una ca sa po pu lar”, le re cri mi nó Lily. No tu vie ron hi jos, pe ro su em plea da, Ma ría, tu vo dos, de quie nes el ma tri mo nio Del Águi la Hi dal go fue pa dri no. Na da más su ce dió en la vi da de Lily Ara na, a ex cep ción que de bió su frir el ro bo de sus jo yas, esos ob je tos que aún la co nec ta ban con el pa sa do. En 1964, el dia rio El Co mer cio, de Li ma, pu bli có un ar tí cu lo so bre Ju lio Cé sar Ara na, don de lo ca li fi ca ba co mo “el hom bre que de fen dió al Pe rú con su pro pio ejér ci to” (se re fe ría a la ame na za co lom bia na), lo que mo ti vó una car ta de agra de ci mien to de sus dos hi jas, An gé li ca y Lily Ara na. En rea li dad, una de las me jo res de fi ni cio nes de Ju lio Cé sar Ara na la hi zo un fran cés, el an tro pó lo go An dré-Mar cel d’Ans, en L’A ma zo nie pé ru vien ne in di gè ne. Anth ro po lo gie éco lo gi que, eth no-his toi re, pers pec ti ves con tem po rai nes. “El ta len to de Ara na, su ge nio, es que sien do pe rua no ex plo tó tie rras co lom bia nas, con ca pi ta les in gle ses, ex por tan do el cau cho por el Bra sil.” Lily y An gé li ca Ara na de ja ron es te mun do con más pe na que glo ria. La or gu llo sa se ño ra de Del 386 Águi la Hi dal go, la re vo lu cio na ria de 1932, pa só sus úl ti mos años en com pa ñía de sus hi jos adop ti vos y de las po cas ami gas que le que da ban. An gé li ca se re fu gió en los li bros y fue una in sa cia ble lec to ra has ta el úl ti mo de sus días. Só lo que da ban, en Li ma, Luis Ara na Ra mí rez ––úni co hi jo de Luis Ara na Zu mae ta–– y su ma dre, Emi lia Ra mí rez Ruiz, que ha bían he re da do una cuan tio sa for tu na a par tir del sui ci dio del al cal de, pro pie ta rio de la Su ra mé ri ca y due ño, a la vez, de nu me ro sas pro pie da des en Iqui tos. Vi vían en una im por tan te ca sa en Sur co, en la ca lle La Flo res ta, y se tras la da ban en un des lum bran te Mer ce des Benz. La ma dre cui da ba per ma nen te men te a su hi jo, al que lla ma ba Bi bi y to do ha cía pre su mir que ellos es ta ban li bres de cual quier mal di ción ama zó ni ca. Des pués de to do, qué cul pa te nían de los es cán da los del Pu tu ma yo, de las atro ci da des. Ya ha bían pa ga do con la po lio mie li tis de Luis. El 27 de se tiem bre de 2002, Li ma se des per tó ho rro ri za da. El Ca nal 5 de te le vi sión, en el pro gra ma Pe rú hoy, mos tra ba imá ge nes des me su ra da men te ma ca bras de Luis Ara na Ra mí rez y de su ma dre, Emi lia Ra mí rez Ruiz. Quie nes veían el pro gra ma no sa bían quié nes eran esa an -

cia na ni ese hom bre ave jen ta do, pos tra do en una si lla de rue das, que vi vían en el más atroz aban do no, en la más ab yec ta mi se ria, co mo si hu bie ran si do de ja dos de la ma no de Dios. La úni ca nue ra del rey del cau cho ya cía pos tra da en una ca ma, en una ha bi ta ción in mun da ates ta da de ba su ra has ta lo ini ma gi na ble, sin sa ber quién era ni qué su ce día en tor no su yo y, mu cho me nos, que una cá ma ra de te le vi sión la es ta ba gra ban do. Las imá ge nes con for ma ban una ga le ría del ho rror que es pan tó a los li me ños, no por que hu bie ran sa bi do quién fue Ju lio Cé sar Ara na y que esa era su úni ca des cen den cia ––en rea li dad, la in men sa ma yo ría ig no ra ba la exis ten cia pre té ri ta de un rey del cau cho y de trein ta mil in dios muer tos–– si no por que re sul ta ba inex pli ca ble que una ma dre y su hi jo, que vi vían en un ba rrio re si den cial, hu bie ran caí do en ese pa vo ro so aban do no. La cá ma ra de te le vi sión se re go deó con la mi se ria. En los um bríos pa si llos se amon to na ba más ba su ra; la co ci na mos tra ba es pe sas te la ra ñas y ar te fac tos oxi da dos; un vie jo te le vi sor con el di se ño de la dé ca da del 50 se des cu bría, so li ta rio, en una pe que ña sa la; el ba ño era de una mu gre in ve ro sí mil: ade más de la su cie dad, los ar te fac tos sa ni ta rios ni si quie ra hu bie ran si do acep ta dos en un ba su ral, y se mez cla ban con sar te nes y ca ce ro las. En el ga ra ge, el vie jo Mer ce des Benz ha bía si do ata ca do por el 387 óxi do has ta que dar irre co no ci ble. La ener gía eléc tri ca ha bía si do sus pen di da ha cía tiem po y ese es ce na rio es ta ba ín te gra men te ilu mi na do con ve las. Des de su si lla de rue das, Luis Ara na Ra mí rez pe día que al guien fue ra a cui dar los, co mo si la pa rá li sis que le ha bía afec ta do las pier nas en su ni ñez se hu bie se ex ten di do a su vo lun tad y a su ra cio ci nio. En rea li dad, fue un gru po de ve ci nos que dio avi so a la po li cía pa ra que ayu da ra a esa inu sual pa re ja que co rría el pe li gro de mo rir de ina ni ción. Las au to ri da des po li cia les lle ga ron acom pa ña das por una am bu lan cia y en fer me ros, y tam bién por las cá ma ras de te le vi sión que mos tra ron has ta el más ho rro ro so de los de ta lles. Al le van tar la de la ca ma a Emi lia Ra mí rez Ruiz de Ara na pa ra tras la dar la a la am bu lan cia, far fu lló al gu nas pa la bras: re pe tía una y otra vez, con or gu llo, que su ma ri do ha bía si do “in ge nie ro en mi nas y pe tró leo”. Ma dre e hi jo fue ron lle va dos a la Clí ni ca Ge riá tri ca Au ro ra, del ba rrio Sur co, pa ra que se res ta ble cie ran. Emi lia lo lo gró, ya que su pe ró la in fec ción mi có ti ca que pa de cía. ¿Qué los ha bía lle va do a se me jan tes ex tre mos? Tras la muer te de Luis Ara na Zu mae ta, fue ron ven dien do uno a uno los bie nes que he re da ron: la com pa ñía Su ra mé ri ca, las ca sas de Iqui tos, las pro pie da des en Pa rá, Bra sil. En 1996, ven die ron la úl ti ma ca sa que les que da ba en Iqui tos. Cuan do el di ne ro fi nal men te se aca bó, ce rra ron las puer tas de la ca sa a to dos, en par ti cu lar a los pa rien tes li me ños de Emi lia, de quie nes siem -

pre ha bían re ce la do, ale gan do que só lo que rían su di ne ro. Cuan do al gu no de és tos to ca ba el tim bre, se los aten día por la puer ta de ser vi cio. El pac to en tre ma dre e hi jo en tró en una in con tro la ble es pi ral des cen den te que ha brá co men za do por al gu nas pri va cio nes pa ra lle gar, por úl ti mo, al aban do no ab so lu to. El au tor pu do ver el vi deo ta pe en la sa la de edi ción del Ca nal 5 de Li ma y, tam bién, ano tar la di rec ción de la ca sa del ba rrio de Sur co, en la ca lle La Flo res ta. Un sá ba do al me dio día, en com pa ñía de Ma nuel Cor ne jo, del Cen tro Ama zó ni co de An tro po lo gía y Apli ca ción Prác ti ca, de Li ma, nos di ri gi mos allí en ta xi. Gol pea mos al uní so no el por tón ––que de mi la gro no ce dió–– has ta que la em plea da nos es cu chó, nos hi zo es pe rar en la en tra da y fue en bus ca de Luis Ara na Ra mí rez. La ca sa era la mis ma, pe ro es ta ba más lim pia. Aún po día di vi sar se el vie jo te le vi sor en la sa li ta que da ba al pa tio. Po co des pués, apa re ció Luis Ara na Ra mí rez. Avan za ba en su si lla de rue das, el pe lo ra lo y blan co, las uñas des me su ra da men te lar gas. Ya ha bía atra ve sa do el um bral de los se sen ta años y ex hi bía una suer te de son ri sa que po co te nía de au tén ti ca. Cuan do ha 388 bla ba, mo vía la ca be za de de re cha a iz quier da, co mo si no se atre vie ra a en fren tar a su in ter lo cu tor, aca so bus can do pre tex tos pa ra fi na li zar ese en cuen tro im pre vis to. Ha bía que arran car le las pa la bras y cos ta ba creer que ese hom bre pul cro ––sal vo por sus des me su ra das y cho can tes uñas–– era el mis mo del vi deo ta pe. ––Mi ma dre fa lle ció en no viem bre pa sa do ––di jo. La con ver sa ción en con tra ba obs tá cu los in su pe ra bles, ya que da ba per ma nen te men te ro deos. Ad mi tió que su tía Ali cia Ara na, la ma yor de las hi jas de Ju lio Cé sar, es ta ba en te rra da en Li ma. Fue la úni ca re fe ren cia que hi zo so bre su fa mi lia. Le mos tré una fo to gra fía fa mi liar de los Mo rey, to ma da en la dé ca da de 1940 en Iqui tos, don de se veía a un hom bre de no ta ble se me jan za con Luis Ara na Zu mae ta, si se lo com pa ra ba con el cua dro al óleo que ha bía vis to en la Mu ni ci pa li dad de Iqui tos. ––No es mi pa dre ––afir mó, ca si ofen di do. ––Él era dis tin to a es te hom bre: te nía ras gos eu ro peos. Ese bre ve en cuen tro, sin em bar go, cul mi nó con una fra se que, po si ble men te, le bro tó del al ma y que fue lo úni co sin ce ro que pro nun ció. ––Con mi go ter mi nan los Ara na. Soy el úl ti mo de es ta es pe cie. Nos ci tó pa ra el día si guien te a las tres de la tar de, ale gan do que ten dría más tiem po pa ra con ver sar. Fue un pre tex to. Gol pea mos has ta el can san cio el por tón de en tra da, pe ro na die abrió. Na die en Li ma sa bía dón de es ta ba en te rra do Ju lio Cé sar Ara na. En con trar un muer to en el Pe rú no es ta rea fá cil. Su pe que el úni co ce men te rio que exis tía en esa ciu dad, en 1952, era el Pres bí te ro Maes tro y que

for zo sa men te de be ría es tar en te rra do allí, ya que en Iqui tos no re po sa ban sus res tos. Era su ma men te di fí cil, por no de cir im po si ble, lo ca li zar su tum ba en es te gi gan tes co cam po san to cons trui do en 1822. Es tá ubi ca do en una zo na an ti gua de Li ma, par ti cu lar men te pe li gro sa ––es de no mi na da “zo na li bre”–– por el al to gra do de de lin cuen cia de los ba rrios que la ro dean. En la úni ca ofi ci na con que cuen ta ig no ra ban quién ha bía si do Ju lio Cé sar Ara na. Pa ra sa ber exac ta men te dón de es ta ba en te rra do, ha bía que co no cer la fe cha del en tie rro y lue go di ri gir se a la So cie dad de Be ne fi cen cia de Li ma, que lle va ba en aque llos años el re gis tro de muer tes y el lu gar don de se en con tra ban los res tos del di fun to. No fue fá cil ave ri guar qué día ha bía si do en te rra do, ya que tam bién se ig no ra ba en qué fe cha ha bía muer to. Fe liz men te, re vi san do la co lec ción del dia rio El Co mer cio, de la ca pi tal pe rua na, en la he me ro te ca de la Bi blio te ca Na cio nal, des cu brí el mo des to avi so fú ne bre que anun cia ba su muer te y se 389 pe lio; en la So cie dad de Be ne fi cen cia de Li ma, me en tre ga ron un pa pel2 que in di ca ba el lu gar don de des can sa ban sus res tos. Se tra ta ba de un ni cho per pe tuo, en el cuar tel San Lá za ro, le tra C, nú me ro 34. Ma nuel Cor ne jo, que me ha bía acom pa ña do a la ca sa de Luis Ara na Ra mí rez, me ad vir tió que no de bía ir so lo a Pres bí te ro Maes tro. Era una de las zo nas más ries go sas de la ciu dad y po día co rrer pe li gro al que rer in gre sar al ce men te rio, y aun den tro del mis mo. Una nu bla da ma ña na li me ña, par ti mos con Ma nuel y Wil fre do Guz mán, el mis mo ta xis ta que nos lle va ra a ca sa de Luis Ara na Zu mae ta. Nos de po si tó en la ver ja de en tra da, se ña lán do nos que en trá ra mos in me dia ta men te al ce men te rio, ya que, a po cos me tros, dos jó ve nes pa re cían dis pues tos a asal tar nos. Pres bí te ro Maes tro te nía una gran dio si dad de ci mo nó ni ca, con bó ve das que pa re cían tem ple tes y, sin du da, ha bía al ber ga do al who’s who li me ño. Ca mi na mos por el sen de ro cen tral, ha cia el Mau so leo de los Hé roes, en tre el es ta lli do de cú pu las, án ge les y pla cas de bron ce, y las gi gan tes cas le tras de las bó ve das de los Os ma y de los Mi ró Que sa da, dos aris to crá ti cas fa mi lias pe rua nas. Ju lio Cé sar Ara na no des can sa ba en esa cla se de mau so leo. Al des cu brir, por fin, el cuar tel San Lá za ro, sur gió la ine vi ta ble rea li dad: se tra ta de cen te na res de ni chos que for man seis hi le ras de una ex ten sión de al re de dor de cien me tros. Y, ahí, apri sio na do en tre Yo lan da Ra mos y Nelly Cés pe des, dos ig no tas di fun tas, es ta ba el mí se ro ni cho del rey del cau cho. Ni si quie ra, en su ab sur da y re du ci da di men sión, te nía una pla ca de már mol. So bre el tos co ce men to, en pin tu ra ne gra, se leía: Ju lio C. Ara na A.H. Q.E.P.D. St bre. 7 de 1952. Esa ha bía si do la úl ti ma y de fi ni ti va ven gan za del Ama zo nas. No ha bían bas ta do la ca su cha de Mag da le na del Mar, la po bre za y el ol vi do. El

pa trio ta, el de fen sor de la so be ra nía pe rua na, ni si quie ra ha bía si do en te rra do en Iqui tos, si no in dig na men te, en otra ciu dad, en un osa rio mi se ra ble. El pe que ño hi droa vión fi nal men te se apres tó a de co lar fren te al puer to de Iqui tos rum bo al río Pu tu ma yo. Su pi lo to, un nor tea me ri ca no, se enor gu lle cía de po seer aque lla má qui na de me dio si glo de an ti güe dad (“a 1955 vin ta ge”, afir ma ba). Ese día ha bía huel ga ge ne ral en el Pe rú ––he cho, por otra par te, co ti dia no–– y yo ha bía lle ga do a pie a la pe que ña ofi ci na de la com pa ñía aé rea, des de don de par ti ría mos al puer 390 to. Ese ama ne cer, la ciu dad es ta ba ra ra men te si len cio sa, sin la atro na do ra pre sen cia de los ricks haws na ti vos, mo to ci cle tas que arras tran un asien to con tol do pa ra el pa sa je ro, pro du cien do un rui do en sor de ce dor y una nu be de hu mo. La ca si to tal au sen cia de au to mó vi les en Iqui tos se de be a que no se pue de lle gar por tie rra, ya que no exis te una ca rre te ra, y só lo se lo gra por vía aé rea o flu vial. Las vie jas ca so nas de los ba ro nes del cau cho, con sus fa cha das de azu le jos por tu gue ses, le da ban un as pec to aún más fan tas mal. A las sie te de la ma ña na, des pués de ca mi nar por ca lles so li ta rias con la úni ca pre sen cia de los ha bi tua les bui tres que tris can por el pa vi men to, in gre sé a la ofi ci na, só lo pa ra es pe rar tres ho ras. Se gún el ope ra dor de ra dio, en El Es tre cho, so bre el río Pu tu ma yo, a don de nos di ri gi ría mos, llo vía a cán ta ros. Cuan do sa lió el sol, mon té en el asien to pos te rior de una mo to ci cle ta con du ci da por una mu jer que tra ba ja ba allí y así lle gué al han gar flo tan te don de se en con tra ba el hi droa vión. Aho ra se apres ta ba a de co lar, des pla zán do se ve loz men te so bre el agua, el mo tor ru gien do co mo si hi cie ra es fuer zos de ses pe ra dos pa ra le van tar vue lo, en fi lan do ha cia una lan cha de pa sa je ros que nos pre ce día. De be de ha ber si do mi ca ra de es pan to lo que obli gó al pi lo to a ha cer al gu nas acla ra cio nes. ––No se preo cu pe ––acla ró––. Ape nas se ele va, el avión tie ne la ten den cia a vol car se ha cia la de re cha. Tam bién, sue le abrir se la puer ta tra se ra ––era un cua tri pla za–– y, si es cu cha rui dos en el com par ti mien to del equi pa je, con si de re que trans por ta mos un ga llo vi vo. Y, en efec to, ape nas el hi droa vión se des pe gó del agua, mien tras el pi lo to mo vía pa lan cas y apre ta ba bo to nes, se vol có ha cia la de re cha, lo cual evi tó que em bis tié ra mos a la lan cha de pa sa je ros. Pe no sa men te ga nó al tu ra en ese ra ro día de sol, sin tur bu len cia. Cuan do el al tí me tro in di có que vo lá ba mos a mil qui nien tos me tros de al tu ra, el pi lo to pa re ció ali via do. ––Aho ra es toy tran qui lo ––con fe só––. Si tu vié ra mos cual quier pro ble ma, pla nea mos has ta acua ti zar en al gu no de los ríos.

Tam bién me ex pli có con pre ci sión me teo ro ló gi ca que esa zo na es par ti cu lar men te tur bu len ta, por ha llar se a po cos gra dos por de ba jo de la lí nea del Ecua dor, pro du cién do se ines pe ra das co rrien tes y po zos de ai re, lo cual sue le trans for mar a un via je de una ho ra en un in fier no. El Es tre cho se ha lla a cien to cin cuen ta ki ló me tros de Iqui tos, a vue lo de pá ja ro. La po bla ción es tá asen ta da en los vie jos do mi nios de Ju lio Cé sar Ara na, 391 en la mar gen de re cha del Pu tu ma yo, en te rri to rio pe rua no, pre ci sa men te en tre las de sem bo ca du ras de los ríos Iga ra pa ra ná y Ca ra pa ra ná. Vo lar so bre el Ama zo nas a tan ba ja al tu ra per mi te ob ser var la tex tu ra de esa sel va, sor pren den te men te com pac ta, don de es ra ro en con trar un cla ro; los hay a ori llas de al gún río co mo el Na po, o el Al go dón, pe ro son me ras par ce las de tie rra, con al gu nas ca sas con te cho de pa ja, ro dea das por lo im pe ne tra ble. Só lo esa vi sión da una apro xi ma ción a la in men si dad oceá ni ca del es ce na rio don de se de sem pe ñó Ara na, a las di fi cul ta des que de bió en fren tar, al in fier no de las en fer me da des tro pi ca les. Las cur vas y re co dos ob se si vos de los ríos con tri buían a ha cer aún más omi no sa su na ve ga ción en los vie jos bu ques a va por, con cal de ras ali men ta das por la le ña que ofre cía mag ná ni ma men te la sel va. El río Pu tu ma yo no es de ma sia do an cho y sus ori llas es tán cu bier tas por al tí si mos ár bo les que di fi cul ta ban las ma nio bras del pi lo to. Sin em bar go, su pe ri cia era tal que ape nas se sin tie ron los flo ta do res po sán do se so bre el agua. Cuan do por fin se de tu vo jun to a un pe que ño mue lle de ma de ra en el que des cen dí, pu de sen tir la at mós fe ra en esas la ti tu des: opre si va, hú me da, ca si irres pi ra ble. Ese día no apa re cie ron las fa tí di cas man tas blan cas, una es pe cie de je jén que ata ca des pia da da men te, ni los te mi bles mos qui tos. Se gún el pi lo to, esa opor tu na au sen cia se de bía a que el río es ta ba ba jo. Esa tie rra que pi sa ba ha bía for ma do par te de un in men so im pe rio y era ine vi ta ble sen tir cier to res pe to ar queo ló gi co. El río ma rrón des cen día sua ve men te ha cia el Ama zo nas, el so lo con tem plar lo ha cía re cor dar al le gen da rio Li be ral con su es pi ga da chi me nea. Has ta po día ima gi nar a Ju lio Cé sar Ara na, en la cu bier ta su pe rior pro te gi da por una tol di lla, ex ten dien do su bra zo co mo si qui sie ra abar car lo to do, se ña lan do a sus in vi ta dos que ese era su im pe rio. En la ri be ra opues ta, es ta ba Co lom bia, y po día di vi sar se, río arri ba, un pe que ño po bla do, a ve ces vi si ta do por las FARC. El Tra ta do Sa lo món-Lo za no le ha bía ce di do la mar gen iz quier da del Pu tu ma yo a ese país. Ni la to ma de Le ti cia, ni la caí da de Ta ra pa cá, ni los bi pla nos que bom bar dea ron Güe pí fue ron su fi cien tes pa ra im pe dir esa en tre ga. Tam bién le arre ba ta ron esa sel va a Ju lio Cé sar Ara na. Al con tem plar la co mo quien la ob ser va des de una pla tea, se des cu bre su gran de za, su in men si dad, su con di ción de úni ca. El Pu tu ma yo ha bía si do su vi da, el

sen ti do de su exis ten cia. Si re cu rrió al te rror y a las atro ci da des, es por que ésa era la ley que re gía allí y no la de có di gos y ve ne ra bles cons ti tu cio nes que ra ra vez se apli ca ban en La ti noa mé ri ca a co mien zos del si glo 392 XX. Eran me ros mo de los, no pre ci sa men te res pe ta dos en el Ama zo nas. Ara na no fue ni más ni me nos cruel que va rios con quis ta do res y el te rri ble ge no ci dio que co me tió fue la con se cuen cia di rec ta de una he ren cia, de un con tex to cul tu ral en el cual le to có vi vir, lo que de nin gún mo do im pli ca una jus ti fi ca ción. Esa ri be ra irre me dia ble men te per di da que se con tem pla des de El Es tre cho fue lo que lo man tu vo vi vo. El día que la per dió, se trans for mó en una pa té ti ca ma rio ne ta con de na da a en mo he cer se en un al ti llo. El Pe rú, al ce der el Pu tu ma yo, no só lo su mió en la mi se ria a Ju lio Cé sar Ara na. Tam bién le arran có el co ra zón. NO TAS 1 Pa ra otras per so nas, el pe rio dis ta se lla ma ba Ti to Ro drí guez Li na res, que ins pi ró el per so na je de El Sin chi en la no ve la Pan ta león y las vi si ta do ras, de Ma rio Var gas Llo sa. 2 Los da tos fi gu ran en el Li bro 55, Fo lio 164, Par te 4772. 393 Bi blio gra fía AL GU NAS LEC TU RAS IM PRES CIN DI BLES ARA NA, Ju lio Cé sar: Ex po si ción que ha ce a los elec to res del De par ta men to Lo re to el ge nui no se na dor lo re ta no Ju lio C. Ara na, Ti po gra fía de la Pe ni ten cia ría, Li ma, 1924. ––– Las Cues tio nes del Pu tu ma yo, Im pren ta Viu da de Luis Tas so, Bar ce lo na, 1913. ARA NA, Ma rie: “Ame ri can Chi ca”, Two Worlds one Child hood, Del ta, 2001. AS CHER SON, Neal: “The King In cor po ra ted”, Leo pold the Se cond and the Con go, Gran ta Books, Lon don, 1999. BAN CO DE LA RE PÚ BLI CA: Bi blio te ca Luis Án gel Aran go, Epí lo go: la his to ria pre sen te, Bo go tá, Co lom bia. BAR CIA, Fer nan do, y RUM RILL, Ro ger: Pio ne ros de Lo re to, Iqui tos, 1995. BA SA DRE, Jor ge: His to ria de la Re pú bli ca del Pe rú, 1822-1933, Li ma, 1963. CA SE MENT, Ro ger: Pu tu ma yo, Cau cho y San gre, Re la ción al Par la men to in glés, 1911, Edi cio nes Ab ya-Ya la, 1988. CO LLIER, Ri chard: The Ri ver that God For got, Co llins, 1968. CON RAD, Jo seph: Heart of Dark ness, Pen guin Books, 1983. DA VIS, Wa de: One Ri ver, Ex plo ra tions and Dis co ve ries in the Ama zon Rain

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Los es cán da los del Pu tu ma yo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301 La úl ti ma ba ta lla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 353 Epí lo go . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 385 Bi blio gra fía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 395