Aprendiendo a Vivir en La Fe de Dios

Aprendiendo a Vivir en la Fe de Dios Introducción l.¿Qué es la fe ? 2.- Importancia de la fe 3.- ¿Como opera la fe? 4.-

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Aprendiendo a Vivir en la Fe de Dios

Introducción l.¿Qué es la fe ? 2.- Importancia de la fe 3.- ¿Como opera la fe? 4.- Desatando la fe

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INTRODUCCIÓN “ PORQUE EL EVANGELIO, LA JUSTICIA DE DIOS SE REVELA POR FE Y PARA FE, COMO ESTA ESCRITO: MÁS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA”. ROMANOS 1:17 Durante muchos años la iglesia del Señor no ha tomado ~ sentido correcto de lo que es una vida espiritual. Mucho se ha dicho de esto y muchas veces se ha enfocado la vida espiritual como un vida llena de obras que según pensamos nos va a hacer agradable a Dios. Es por eso que los creyentes se esfuerzan por ser agradable a Dios (Efesios 1:6) para que entonces Dios se fije en ellos y los libre de todos los problemas que los aquejan, y cuando no pueden lograr una vida “lo suficientemente agradable a Dios” se desaniman y cae en un “enfriamiento espiritual” Pero la verdad de las cosas es que ¡vida espiritual o está basada en obras sino en vivir por fe porque nunca Dios se va a agradar de nuestras obras si estas no so producidas por el resultado de creer y entender a Dios ya que sin 1 es imposible agradar a Dios. Si entendemos esto podemos entender que no hay otra forma de vivir esa vida nueva y abundante que Jesús nos vino a dar si no por medio de la fe, porque está establecido por Dios que el justo p< la fe vivirá. Tenemos que comenzar entendiendo que la salvación la vida abundante en Cristo no depende de nuestras obras sino de obra de Jesús. Nosotros no podemos ganar nada por nuestras obra pero Jesús si lo hizo. Es por eso que debemos depender de él a través de la fe. La guerra ya está ganada, hemos sido liberados del poder del pecado y de la muerte, las maldiciones de pobreza enfermedad y muerte han sido quebrantadas y hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual. Las promesas de Dios son nuestras y la victoria de Cristo es nuestra victoria también. Dios ha hecho grandes cosas a nuestro favor, pero no podremos experimentarlas si no vivimos una vida de fe. En este estudio vamos a entender lo que es verdaderamente fe, cómo opera, para qué sirve, su importancia y cómo desatarla en nuestra vida. Vamos a recibir una palabra de Dios 2

que revolucionará nuestras vidas y ministerios. Dispón tu atención y abre tu corazón a la palabra de Dios para que ella entre y produzca en ti lo que Dios quiere. 1 ¿QUÉ ES LA FE? “ES PUES LA FE LA CERTEZA DE O QUE SE ESPERA LA CONVICCION DE LO QUE NO SE VE” Hebreos 11:1 La fe es el medio establecido por Dios para que las cosas espirituales invisibles sean visibles. En primer lugar tenemos que entender que la fe no es algo mental o emocional, sino algo espiritual, es una convicción en el corazón, que no esta basada en pensamientos o circunstancias sino en la palabra de Dios. En Romanos 10:9-10 vemos que la fe para ser salvos se produce en el corazón, es decir en el espíritu, no en el alma. La fe siempre dice lo que la palabra de Dios dice. La fe es la seguridad de que lo que Dios dice se cumple. La palabra de dios no puede ser experimentada sino por medio de la fe. No puedes experimentar la sanidad divina, la prosperidad circunstancias y al temor. Es mas, no podemos agradar a Dios si no es por medio de la fe. Hebreos 11:6. Mucha gente se pregunta por que es que muchos creyentes no son sanados de sus enfermedades y llegan a pensar que Dios quiere que estén enfermos, pero la verdad es que ellos no son sanados por que no creen. La voluntad de Dios es sanar, pero él querer ser sanados por Dios no es suficiente, hay que creer a la palabra por la sanidad. Salmos 10:5-37. Hay un error que cometen muchos creyentes, que es confundir fe con esperanza. Aunque operan juntas, la fe y la esperanza son diferentes ya que la esperanza siempre apunta hacia el futuro, pero la fe apunta al presente. La esperanza solo desea tener algo algún día, sin embargo la fe tiene. En Mr. 11:24 la palabra recibiréis en el original aparece como recibís, es decir en tiempo presente. Es interesante lo que Jesús dice. “creed que lo recibís y os vendrá”. Quiere decir que si hemos pedido algo creyendo, aunque no podamos verlo ni tocarlo, ni disfrutando todavía, ya lo tenemos. Eso es la fe la convicción de que lo tienes 3

ahora aunque no lo ves. Muchos creyentes no entienden esto, y cuando piden algo a Dios piden con esperanza y no con fe, y es por eso que no reciben. Luego que han orado dicen “yo sé que Dios me lo va a dar>’ pero la esperanza no recibe nada, sino la fe. La esperanza desea cosas que no tiene, pero la fe las hace realidad. Si estas creyendo por algo ya lo tienes y luego ¡o experimentaras físicamente. Es bueno tener esperanza porque la esperanza nos motiva a vivir, pero no es bueno quedarse esperando, hay que convertir las esperanzas en realidades con la fe. Cuando olmos la palabra de Dios lo primero que viene es la esperanza, porque uno dice que bueno que esto puede suceder en mi, pero no será algo real hasta que no uses de fe. Cuando Dios le prometió a Abraham descendencia lo primero a que vino a Abraham fue la esperanza, porque el apóstol Pablo dice que Abraham creyó es esperanza contra esperanza, pero no recibió lo prometido sino cuando su fe fue firme. Romanos 4:1721. Pero la fe no es un simple creer, sino una convicción con acciones correspondientes. El apóstol Santiago dice que fe sin obras es muerta. Así que fe también es acción. Mucha gente dice que tienen fe, que confiaba plenamente en lo que Dios dice, sin embargo están preocupados, y siempre están hablando diferente de lo que dios dice. Nunca actúan de acuerdo a lo que creen sino de acuerdo a la duda y al temor. Esto no es fe. De nada sirve que creas y que no actúes. Santiago 2:14-18 II IMPORTANCIA DE LA FE Hay muchas cosas por las cuales la fe es importante, y es que tenemos que entender que la fe no es parte de la vida del creyente sino que debe ser su estilo de vida, como está escrito que el justo por la fe vivirá. Es la forma de vida que Dios ha establecido para todos aquellos que hayan experimentado el nuevo nacimiento, ya que aún el nuevo nacimiento no es posible sin fe. Por eso vamos a ver la importancia de la fe de acuerdo a la palabra. PRIMERO: La Fe Vence al mundo. “PORQUE TODO LO QUE ES NACIDO DE DIOS VENCE AL MUNDO; Y ESTA ES LA VICTORIA QUE HA VENCIDO AL 4

MUNDO, NUESTRA FE”. Ira. Jn.5:4 Durante mucho tiempo el hombre estuvo bajo por el poder de Satanás debido a que Adán pecó y en consecuencia todos sus hijos nacerían con una herencia de pecado lo que haría de cada hombre un pecador. Es por eso que el hombre estaba muerto espiritualmente, es decir separado de Dios. Esto le daba derecho al diablo para que pudiera oprimir al hombre a través de un sistema de vida basado en el engaño y el pecado llamado mundo, lo cual traía al hombre pobreza, enfermedad, sufrimiento, confusión y finalmente la muerte física y la separación definitiva de Dios en el Hades. Es por eso que Jesús vino a la tierra, para salvar al hombre y reconciliarlo con Dios, ya que sí el hombre ser reconcilia con Dios automáticamente quedara libre del poder de Satanás. Pero no había forma de que el hombre se reconciliase con dios a no ser que el hombre fuese Justo como Dios, ya que Dios no puede tolerar ni pasar por alto el pecado, dios no puede aceptar el pecado porque va contra su naturaleza, silo aceptara Dios cambiaría y dejaría de ser Dios. Era imposible que el hombre fuese justo por su propia cuenta, ya que hiciera lo que hiciera su naturaleza era pecadora y era esto lo que hacia que su espíritu estuviera alejado de Dios y es por eso que el hombre no podía reconciliarse por sí mismo con Dios. Pero era necesaria la reconciliación del hombre si alguien justo pagaba por el pecado de la humanidad, para que el hombre ya no estuviera mas condenado y que a la vez le fuese dada una nueva naturaleza de justicia para que así pudiese acercarse a Dios. Esto fue exactamente lo que Jesús vino a hacer. El tomo nuestro pecado y nos dio su justicia (2da. Cor. 5:21) no se puede recibir la obra de Jesús si no se cree en él. En Jn. 14:6 él dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí”. En Marcos 16:16 Jesús dijo que el que creyere será salvo. Todos los pasajes bíblicos que hablan de salvación nos hacen ver que la única forma de ser salvos es creyendo al mensaje del evangelio. No se puede hacer nada para ser salvos sino solo creer. Es por eso que el mensaje del evangelio es un mensaje de fe. No es el pedir perdón por los pecados lo que nos va a salvar, ni el arrepentimiento de pecados, porque aún el pecador haga esto no dejará de ser pecador, y el hecho de que sea pecador lo va a mantener alejado de Dios. Sólo la fe en Jesucristo puede hacer que un pecador se convierta en justo y se reconcilie con Dios. 5

Es por eso que el que cree que Jesucristo es el hijo de Dios se salva y por lo tanto siendo salvo ha vencido al mundo. Ira. 1 Juan. 5.5 SEGUNDO : Sin Fe es Imposible Agradar a Dios “PERO SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS; PORQUE ES NECESARIO QUE EL QUE SE ACERCA A ADIOS CREA QUE LE HAY, Y QUE DIOS ES GALARDONADOR DE LOS QUE LE BUSCAN”. Hebreos 11:6 Es necesario que aprendamos a vivir una vida de fe. No hay forma que agrademos a Dios si no es por la fe, es decir que Dios no va a poder actuar si primero no creemos a su palabra. Dios nunca va a aceptar algo de nosotros si eso no proviene de fe. Ninguna obra humana puede complacer a dios, porque nosotros no podemos ganar nada por nuestras obras si no por fe, ya que todo lo que tenemos de Dios lo tenemos en Cristo, porque él lo ganó. Dios solo va a poder responder a nuestras oraciones si es que pedimos creyendo. En Santiago 1:6-7 se nos dice que si dudamos no recibiremos cosa alguna del Señor. Pero ¿cómo es que sólo por la fe podemos agradar a Dios? Empecemos entendiendo esto desde la salvación. Dios no se agrada de los injustos ni de los pecadores, es por eso que ningún pecador puede entrar en el reino de Dios. Sabemos que ningún hombre puede ser justo por sí mismo, como entonces puede alguien ser salvo, cómo puede acercarse a Dios, cómo podría agradar a Dios siendo injusto, la respuesta es simple, siendo justificado por la fe en Jesucristo. Si es justo entonces agrada a Dios, y si agrada a Dios entonces puede estar cerca de El y tener una relación y una comunión con El. Nadie puede ser justo si no es por la fe, y si la justicia agrada a Dios. Ahora, si somos justos, es decir agradamos a Dios, entonces las promesas que Dios hizo para los justos son para nosotros, esto quiere decir que su protección, la sanidad, la prosperidad, el gozo, la paz, la victoria sobre el enemigo, etc. Son nuestras. Dios se complace en ver que sus hijos vivamos de esta manera. En Jeremías 29:11 dice que él tiene pensamientos de paz y no de mal para nosotros, esto quiere decir que deseo es nuestro bien, porque a el le agrada que los justos prosperen. Pero nosotros no podremos 6

experimentar las bendiciones de Dios si no creemos por ellas. Si el que vivamos en prosperidad es lo que agrada a Dios, y sólo podemos experimentar la prosperidad por la fe, entonces sin fe es imposible agradar a Dios. Debemos ver también que la obediencia agrada a Dios, pero sin no entendemos y creemos a su palabra, no podremos obedecerle. No podemos entender a Dios si no es por la sabiduría que nos da el Espíritu Santo, pero no podemos recibir esa sabiduría si no creemos por ella primero. Santiago 1:5-7. Si Noé no hubiera creído a Dios cuando él le dijo que desataría un diluvio en la Tierra, no lo hubiera obedecido. Hebreos 11:7. Es más Dios no hubiera podido desatar el diluvio si es que Noé no creía, ya que la intención de Dios no era exterminar al hombre, sino erradicar el sistema perverso que el diablo había establecido en la tierra para que el hombre no se extravíe completamente. Lamentablemente muchos tuvieron que morir porque no querían creer a Dios, pero mientras hubiera un grupo que creyera a Dios había salvación, es por eso que la fe de Noé condeno al mundo de entonces. Pero vemos que la fe llevo a Noé a la obediencia. Si nuestras obras no son el resultado de haber creído a Dios, entonces no agradan a Dios, porque todo lo que no proviene de fe es pecado Romanos l4:23. Muchos creyentes quieren ceñirse a los mandamientos de Dios, pero lo hacen por la motivación equivocada ya que ellos piensan que si cumplen todos o a menor la mayoría de los mandamientos serán considerados justos, y entonces agradaran a Dios, y así recién Dios podrá usarlos y bendecirlos. Pero lo que no entienden es que ya somos justos, y el hecho de obedecer los mandamientos no es para alcanzar la justicia sino para vivir de acuerdo a los que somos, y que la obediencia no es para “ser bendito”, sino para poder experimentar las bendiciones que ya tenemos. Pero si no creemos que somos lo que dios dice que somos, es decir, justos, esto no será una realidad en nuestra vida, mejor dicho, no podremos experimentar ¡a justicia en nuestra conducta, no podremos andar en justicia. Efesios 5:5-8. Aquí el apóstol Pablo dice claramente que ya no somos pecadores, ni tinieblas, sino que ahora somos luz. Nótese que no nos está diciendo traten de ser luz o sean luz, sino nos dice que andemos de acuerdo a los que somos. Entonces la obediencia no es posible si no creemos a la palabra. Y si la obediencia agrada a Dios, y sin fe es imposible obedecer 7

entonces sin fe es imposible agradar a Dios. TERCERO: Por Medio de ¡a fe Recibimos de Dios “POR ESO LES DIGO; CREAN QUE YA HAN RECIBIDO LO QUE ESTEN PIDIENDO EN ORACION, Y LO OBTENDRAN”. Marcos 11:24 (Nva. Versión internacional) Para obtener las cosas que Dios nos ha dado en Cristo, tenemos que usar la fe. Noten que este versículo esta dándonos a entender que la fe actúa en el momento que pedimos, es decir, debemos creer aun cuando todavía no vemos la respuesta, si lo hacemos así entonces obtendremos lo que hemos pedido. La fe es para hoy. Pero tenemos que entender que sólo podremos recibir por medio de la fe, ya que cuando recibimos la respuesta a nuestra petición, la recibimos en el mismo instante que lo hemos pedido, pero no recibimos físicamente primero, sino espiritualmente, y la única manera en que podremos estar seguros de que tenemos la respuesta, es decir recibir, es creyendo. No hay otra forma de recibir algo de Dios si no es a través de la fe. Hagamos lo que hagamos, si no ejercemos fe no recibiremos nada. Creer es igual a recibí. En Juan 1:12 leemos que dice “mas a todos los que le recibieron, a los que creyeron en su nombre...” quiere decir que recibir algo de Dios es creer. CUARTO : Por la Fe Tenemos Acceso a las Cosas Espirituales “PARA QUE LA MULTIFORME SABIDURIA DE DIOS SE A DADA A CONOCER POR MEDIO DE LA IGLESIA A LOS PRINCIPADOS Y POTESTADES EN LOS LUGARES CELESTIALES, CONFORME AL PROPOSITO ETERNO QUE HIZO EN CRISTO JESUS NUESTRO SEÑOR, EN QUIEN TENEMOS SEGURIDAD Y ACCESO CON CONFIANZA POR MEDIO DE LA FE EN EL”. 8

Efesios. 3:10-1 2. Existe una realidad que por medios naturales no podemos conocer. Esta es la realidad espiritual. Podemos saber de ella a través de la palabra de dios, pero no podemos experimentarla si no es por la fe. Generalmente estamos acostumbrados a tener conciencia de las cosas naturales, ya que constantemente recibimos información ellas a través de los cinco sentidos, pero no estamos muy conscientes de la realidad espiritual. La única forma en que podemos estar conscientes de la realidad espiritual es a través de la fe. Nuestras circunstancias pueden decirnos muchas cosas, pero la fe siempre dice lo que la palabra de Dios dice, por eso nos da conciencia del mundo espiritual. Las circunstancias nos pueden decir que no tenemos dinero y que pasaremos escasez, pero la fe nos dice que todas nuestras necesidades están suplidas conforme a sus riquezas en gloria, que no hay justo desamparado, ni hijo de justo que mendigue pan y que no nos afanemos de que comeremos o que vestiremos porque nuestro Padre celestial tiene cuidado de nosotros. Esta es la realidad espiritual, la verdadera realidad de nuestra vida porque es lo que Dios dice, y todo lo que Dios dice es verdad. No se trata de ignorar las circunstancias o la realidad natural, sino de alinear la realidad natural con al espiritual a través de la fe. Cuando la fe es desatada esto es posible. Es necesario que experimentemos la palabra de Dios para poder mostrar al mundo tanto físico como espiritual la sabiduría y el propósito de dios cumplido en Cristo. Tenemos acceso a las cosas espirituales por medio de la fe. Luego de entender todas estas cosas nos damos cuenta que la fe es importante ya que sin ella es imposible vivir de acuerdo a la nueva vida que tenemos en Cristo. No podemos desarrollar una verdadera vida espiritual sin fe. La e es la forma de vida establecida por Dios para los creyentes. III ¿CÓMO OPERA LA FE? Hemos visto lo importante que es vivir una vida de fe, y hemos entendido lo que es fe. Pero es necesario que entendamos como opera la fe para no caer en errores que nos puedan llevar a pensar que la fe no funciona. Ya hemos visto que la fe no sólo es creer en el corazón, sino que hay una serie de 9

acciones correspondientes que forman parte del ejercitar fe. Vamos a estudiar esto mas ampliamente cuando hablemos de cómo desatar la fe. Pero ahora vamos a ver el mecanismo de cómo opera o funciona la fe. “ASI QUE LA FE ES POR EL OIR, Y EL OIR, POR LA PALABRA DE DIOS”. Rom. 10:17 Tenemos que entender en primer lugar que la fe se origina en la palabra de Dios. No existe una fe ciega, porque no se trata de creer en algo que queremos creer, sino que se trata de creer a la palabra de Dios. La única forma de que haya fe en nuestros corazones es oír la palabra de Dios constantemente, es decir meditarla de día y de noche. Para poder ejercer fe sobre algo, tenemos que conocer primero que es lo que Dios dice acerca de ese asunto, para que entonces se produzca fe en el corazón. Si no hay palabra de Dios en nuestro corazón, tampoco habrá fe. Mucha gente quiere tener una gran fe, pero no se esfuerzan en llenarse de la palabra, antes llenan sus mentes y sus corazones de dudas, temor, incredulidad, y religiosidad, y es por eso nunca obtienen nada de Dios. “JESUS ENTONCES, DETENIENDOSE MANDO TRAERLE A SU PRESENCIA Y CUANDO LLEGO, LE PREGUNTO, DICIENDO:¿QUÉ QUIERES QUE TE HAGA? Y EL DIJO: SEÑOR QUE RECIBA LA VISTA JESUS LE DIJO: RECIBELA TU FE TE HA SALVADO.” Lc. 18:4042. Aquí vemos claramente que la fe es una gran receptora. En realidad la fe no produce cosas, pero si es el medio por el cual recibimos de Dios. En este pasaje Jesús no quiso decir que la fe había producido la sanidad del ciego, sino que este hombre recibió la sanidad por su fe. Noten que Jesús tenia la sanidad para el ciego, pero el ciego recibió su sanidad por haber creído. La fe no va a hacer que Dios nos bendiga, sino que va a tomar de las bendiciones que Dios ya nos ha dado en Cristo. Efesios 1:3. La fe no va a sanarnos sino que va a tomar la sanidad que tenemos en Cristo. Isaías 53:4-5. Dios ha servido una gran mesa para todos sus hijos donde hay toda clase de recursos y bendiciones todo ello es para 10

nosotros, y sólo hay que extender el brazo de la fe y tomarlo. Pero tenemos que entender que la fe sólo recibe lo que Dios ya ha provisto en el ámbito espiritual, la fe no puede ir mas allá de eso, pero debemos saber también que la provisión de Dios es mas que suficiente, es rica y abundante, porque Dios es Dios de abundancia. “ASI TAMBIEN LA FE, SI NO TIENE OBRAS, ES MUERTA EN SÍ MISMA. PERO ALGUNO DIRA: TU TIENES FE, Y YO TENGO OBRAS. MUÉSTRAME TU FE SIN TUS OBRAS, Y YO TE MOSTRARE MI FE POR MIS OBRAS”. Stg. 2:17-1 8. Si la fe no es ejercitada a través de sus obras correspondientes, no sirve de nada. La fe no puede quedarse en el corazón sino que tiene que evidenciarse en el mundo físico a través de las acciones correspondientes. Esto tiene que ser así, porque si bien la fe es algo espiritual también hay que entender que es un nexo entre el mundo espiritual y el mundo físico, y es el conducto por el cual las realidades espirituales de la palabra de Dios se convierten también en la realidad física; y es por eso que la fe tiene que ser desatada por las obras de fe. Tenemos que actuar de acuerdo a lo que vemos. A esto se refería Jesús en Mr 11:23. Tenemos que alabar a Dios y agradecerle por la respuesta aun cuando no la vemos, si es posible dar testimonio de la respuesta de Dios como si ya se hubiera evidenciado físicamente. A veces es necesario dar un paso de fe. Cuando los leprosos vinieron a Jesús, él les dijo que fueran a presentarse al sacerdote cuando aun se veían leprosos, cuando Jesús y los leprosos sabían perfectamente que la ley decía que para que un leproso pudiera presentarse al sacerdote tenían que estar perfectamente sanos, y sin una sola herida. A pesar de lo que ellos veían creyeron mas a la palabra de sanidad, y fueron al sacerdote y mientras iban fueron sanados. Lucas 17:12-14. Mucha gente dicen que creen por prosperidad económica, y no diezman ni ofrendan, y algunos ni siquiera trabajan. Nunca podrán recibir cosa alguna de Dios ni no actúan. “PORQUE EN CRISTO JESUS Nl LA CIRCUNCISION VALE ALGO, NI LA INCIRCUNSICION, S1NO, LA FE QUE OBRA POR EL AMOR”. Ef.6:15 Es muy importante entender que la fe obra por el amor. Mucha gente piensa que están 11

ejerciendo fe cuando piden cosas a Dios y quieren creer para obtenerlas, y aun se basan en la palabra de Dios, pero su motivación no es correcta, ya que piden motivadas por la carne y no por el amor. Esto hace que Dios no pueda oír como dice en Ira. Jn. 5:14. Dios solo puede oír si pedimos conforme a su voluntad, y su voluntad es que andemos en amor. Es por eso que muchas peticiones no son respondidas, ya que ni siquiera son escuchadas, y en muchos casos no es que Dios no quiera dar lo que se le esta pidiendo, sino que la motivación del que lo pide es incorrecta. Y alguien preguntará ¿Puede ser que uno pida algo que Dios quiera dar, pero el pedir por la motivación equivocada va a impedir la respuesta? Definitivamente si. Porque Dios no nos va a conceder algo para satisfacer las pasiones y los deseos de la carne, ya que todo lo que sea pecado nos va a traer terribles consecuencias y Dios no quiere esto para nosotros. Mucha gente piden cosas a Dios motivados por la envidia de que otros tienen algo y ellos no. Esto es un deseo carnal, no amor. Pero si pides motivado por la intención de usar eso que estás pidiendo en beneficio de todos, estás motivado por el amor, porque compartes el sentir de Dios de bendecir a todos,. Entonces Dios te oirá y te lo concederá y lo obtendrás a través de la fe. Debemos entender que así como pedimos listos para recibir, tenemos que recibir listos para dar. El apóstol Santiago nos dice: Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:3. No debemos pedir a Dios para complacer a la carne, porque la fe no es para satisfacer los deseos carnales, sino para llevar a cabo los propósitos del amor. Hay muchos pasajes en donde se ve que amor y fe van juntos. Encontramos esto en Efe. 6:23; Ira Tes.5:8; Ira. Tim..1:14; 2da Timoteo l:13 En realidad el uno no puede operar sin el otro. El amor no puede llevar a cabo sus propósitos si no es por medio de la fe, y ¡a fe no obra si no es por el amor. Es cierto que Dios quiere que seamos sanados, que seamos prosperados, que tengamos siempre lo mejor, que andemos en victoria, pero cuando pidamos estas cosas a Dios tenemos que ser motivados por el amor, no por el egoísmo,, la envidia, la vanidad, el orgullo, ni por la contienda. Muchas veces hemos sido motivados por estas cosas, y es por eso que Dios no lo ha concedido, pero eso no significa que la fe no funciona, sino que la fe obra por el amor. “SI TUVIEREIS FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA, PODRÍAIS DECIR 12

A ESTE SICÓMORO: DESARRAIGATE, Y PLÁNTATE EN EL MAR; Y OS ODEDECERÍA.” Lucas 17:6 La fe es un proceso, Muchas veces los creyentes quieren ejercer fe ante grandes problemas, o grandes desafíos, pero nunca se han ejercitado en cosas pequeñas. Noten que Jesús no dijo: si tuviereis fe del tamaño de un grano de mostaza, sino: si tuviereis fe como el grano de mostaza. Jesús no se está refiriendo al tamaño de la fe, sino a la forma como la fe se desarrolla. El grano de mostaza que es una semilla muy pequeña. Si nunca has visto la planta de la mostaza, no creerás que de ese granito casi insignificante pudiera salir un gran arbusto. Y es así exactamente como se desarrolla la fe. Puede ser que tengamos una fe muy pequeña, pero si la ejercitamos en lo poco, entonces la fe se desarrolla y nos lleva a grandes cosas. Así es que la fe tiene que ser ejercitada para que crezca. No debamos caer en el error de entrometernos en creer por cosas para las cuales nuestra fe aún no alcanza. No puedes creer por una casa si ni siquiera has credo por el alquiler de donde vives ahora. Lo único que nos llevaremos es una gran decepción. Es mejor esperar, e ir edificando la fe de a pocos hasta tener la capacidad de creer por ello.

IV DESATANDO LA FE PORQUE DE CIERTO OS DIGO QUE CUALQUIERA QUE DIJERE A ESTE MONTE: QUÍTATE Y HÉCHATE EN EL MAR, Y NO DUDARE EN SU CORAZÓN, SINO CREYERE QUE SERA HECHO LO QUE DICE, LO QUE DIGA LE SERÁ HECHO.” Marcos 11:23.

Definitivamente que la única forma de desatar la fe es a través de las obras de fe. No es posible poner la fe en acción si no actuamos en ella. Una de las cosas que tenemos que hacer cuando queramos poner la fe en acción es la 13

confesión de fe en Marcos 11:23 podemos ver la estrecha relación entre creer y hablar. Lo que este versículo nos da a entender que la forma de desatar la fe es hablar de acuerdo a lo que creemos. Tenemos muchos pasajes donde encontramos la confesión de fe. Aún la conversión se da por medio de una confesión Romanos 10:9-10. Aquí el Apóstol Pablo nos dice que con la boca se confiesa para salvación. Pero noten que el orden es: con el corazón se cree, y con la boca se confiesa. Pero es interesante lo que dice; que con la boca se confiesa para salvación, es decir puede que alguien crea en Jesucristo, pero no recibirá la salvación hasta que no desate su fe, es decir, que confiese a Jesús como su Señor. De la misma forma como deseamos la fe para salvarnos tenemos que desatar la fe para vivir dentro de nuestra nueva vida 2da. Corintios. 4:13. Todo aquel que ejerce fe siempre habla de acuerdo a lo que cree y no de acuerdo a lo que ve, porque por fe andamos y no por vista. Si uno habla de acuerdo a la fe, entonces está hablando de acuerdo a la palabra de Dios. Muchas veces cuando se ora por sanidad la persona sigue teniendo los síntomas, y entonces piensa que no ha sido sanada, pero lo que no se da cuenta es que la sanidad empezó a obrar desde el mismo momento en que se oró por él. Si la persona no cree que ha sido sanada, la sanidad no se hará efectiva. Del momento que cree, tiene que desatar su fe mediante la confesión de lo que la palabra de Dios dice acerca de la sanidad. Pueda ser que la enfermedad le esté trayendo mucho dolor y tenga unos síntomas muy notorios, pero aún así tiene que permanecer en fe confesando la palabra de sanidad. ¿POR QUÉ ES NECESARIA LA CONFESIÓN DE LA PALABRA? Porque donde realmente se encuentra el poder creativo de Dios no es en la fe, sino en su palabra. Dios creó todas las cosas por su palabra, el dijo y fue hecho. Salmos 33:9. La palabra de dios tiene el poder de crear y de hacer cosas. Es por eso que Dios llama las cosas que no son como si fuesen, para que las cosas que no son sean. Cuando Dios hizo a Abraham la promesa, le cambió el nombre, porque antes de prometerle descendencia se llamaba Abraham. Romanos 4:17. Abraham significa padre de multitudes. Pero ahora viene la pregunta, ¿cómo se le podía llamar padre de multitudes a un anciano que no tenía hijos y cuya esposa era anciana 14

también y además estéril? Humanamente esto o era una mentira o era una burla, pero Dios ni es mentiroso ni se burla de nadie, sino que Dios hablaba de acuerdo a su promesa. ¡Esto es fe! y Abraham aunque veía todo lo contrario a lo que Dios le decía, creyó a esta palabra, y entonces, aunque pasó buen tiempo, Abraham llegó a ser padre de multitudes. La fe no se ajusta a la realidad de las circunstancias, si no a la realidad espiritual de la palabra de Dios. Si esto es así, tampoco nuestras palabras deben ser de acuerdo a las circunstancias, sino de acuerdo a la palabra de Dios. El apóstol Santiago nos dice que la lengua es el timón de nuestra vida. Ella nos puede llevar hacia las bendiciones de Dios, o hacia las cosas que tememos. Nuestra vida estará llena de las cosas que hablemos. Si hablamos lo que Dios dice nuestra vida estará llena de las cosas que Dios nos ha dado. Confesar la palabra aún cuando las circunstancias dicen exactamente lo contrario no es mentir, sino decir la verdad de Dios para que el poder de Dios en su palabra se desate y produzca exactamente lo que estamos hablando y de esta forma las circunstancias contrarias a la palabra de Dios se pongan en línea con ella. “PERSEVERAD EN LA ORACIÓN, VELANDO EN ELLA CON ACCION DE GRACIAS” Tenemos que agradecer a Dios luego que hayamos orado pidiendo algo, porque según Marcos 11:24, en el momento que lo pedimos lo recibimos. Debemos agradecer a Dios aún antes que podamos ver la respuesta, esto es fe porque no estamos actuando de acuerdo a lo que vemos sino de acuerdo a lo que Dios dice. No tenemos que estar pidiendo insistentemente por alguna cosa cada vez que oremos porque tenemos que creer que hemos recibido la respuesta aunque no la vemos. Si volvemos a pedir lo mismo después que hemos orado por eso, quiere decir que estamos dudando, que no estamos creyendo por la respuesta de Dios. Esto hará que nunca recibamos algo de Dios. Es importante alabar a Dios por la respuesta, ya que la alabanza es reconocer las cosas que Dios hace. Definitivamente que cuando oramos de acuerdo a su voluntad Dios responde inmediatamente aún cuando no lo veamos. 15

Muchas veces, cuando estemos ejerciendo fe, vamos a tener que dar pasos de fe. Es decir, hacer algo con respecto a lo que estamos creyendo. Si creemos que Dios es nuestra fuente de provisión entonces debemos diezmar y ofrendar, y trabajar, pero trabajar sabiendo que el trabajo no es nuestra fuente, sino el medio por el cual Dios nos va a proveer. A veces vamos a recibir una instrucción específica de parte de Dios acerca del paso de fe que debemos dar. Por ejemplo cuando Pedro quiso caminar sobre el agua, Jesús le dijo: ven. Pedro tuvo que saltar de la barca y ponerse a caminar sobre el agua desafiando toda lógica humana, y entonces se produjo el milagro. Pero si Pedro no hubiera puesto sus pies sobre el agua nunca hubiera podido caminar sobre ella. Abraham dio un paso de fe cuando iba a sacrificar a Isaac, el fue con su hijo al monte de! sacrificio plenamente convencido de que volvería con él. El confió en la promesa y la fidelidad de Dios. Tenemos que estar listos para escuchar al Espíritu Santo cuando el nos hable. Muchas veces el nos habla y estamos en incertidumbre que si será Dios el que nos habla o nuestras emociones o nuestra mente, y esto sucede cuando no estamos acostumbrados a ser guiados por el. Tenemos que estar preparados para escucharlo mediante la palabra y orando en lenguas. Cuando el nos diga que hagamos algo, debemos de hacerlo, porque a través de ese paso de fe es que se realizará lo que estamos creyendo. Otra cosa que debemos hacer es rechazar todas aquellas cosas que obstaculizan la fe como la duda, el temor, la incredulidad, la falta de perdón y la conciencia de pecado cuanto estemos creyendo por algo. Acerca de la duda en Santiago 1:6-7 se nos dice claramente que cuando pidamos, pidamos creyendo no dudando nada. Debemos rechazar radicalmente la duda. La duda ahora la fe. La duda no procede de Dios sino del diablo. La duda va a venir a nuestra mente inmediatamente nos propongamos creer por algo. Nunca hablemos de la duda, porque eso cortaría nuestra fe e impediría que obtengamos aquello por lo cual estamos creyendo. Cuando Pedro caminaba sobre las aguas dudó e inmediatamente se comenzó a hundir. Lo interesante de esto es que Pedro se hundió estando a un paso de llegar a Jesús. Siempre Satanás va a combatir nuestra fe con más audacia cuando estemos a punto de obtener eso por lo cual hemos estado creyendo. Cuando la duda venga a nuestra mente debemos hablar lo 16

contrario a ella es decir, lo que Dios dice acerca de ese asunto, Eso es un rechazo a la duda y por consiguiente es fortalecerse en fe. En cuanto al temor, la palabra de Dios siempre nos está diciendo que no temamos. La frase “No temas” se repite aproximadamente 365 veces en la Biblia. Tenemos un “no temas” para cada día del año. El temor es lo contrario a la fe, y opera junto con la duda. El temor es creer que algo malo va a suceder. El temor está basado en las circunstancias y en las posibilidades humanas. El temor atare lo que no queremos que suceda. Al que teméis sobreviene lo que teme. Pr.10:24. A Job le sucedió porque él lo temía. El desató el temor con sus acciones correspondientes y lo que temió le sobrevino. Job 3:25. El temor opera junto con la duda. Cuando la duda viene, inmediatamente viene el temor, y dice: y si no sucede esto por lo cual estoy creyendo? Si damos lugar al temor la duda podrá entrar en el corazón, y matará a la fe. Cómo saber si la duda y el temor están sólo en la mente o entraron en el corazón? Cuando hablamos palabras de duda y de Temor, quiere decir que entraron el corazón. Si la duda y el temor sólo están en la mente no hay problema, pero si entran en el corazón ahogará la fe. La incredulidad es una oposición abierta a la palabra de Dios. Esto significa endurecer el corazón, y esto ofende a Dios. La incredulidad es una rebelión abierta contra Dios. El que resiste a la palabra de Dios, a Dios mismo resiste, porque Dios y su Palabra son uno. Heb.3:7-12. El no creer a la palabra cerrará la puerta a Dios y abrirá las puertas a Satanás. Pr.28.1:14. ( En este pasaje que habla del temor es decir obedecer a la palabra de Dios sin preguntar). Debemos ser humildes y aceptar y creer a lo que Dios nos dice. La incredulidad es el único pecado que condena al hombre. Jesús dijo Id y predicad el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere será condenado. La incredulidad destruye al hombre ya que al rechazar a Dios lo pone en las manos de Satanás. No debemos confundir incredulidad con duda. La incredulidad es un rechazo a la fe, un no creer definitivo, es resistirse abiertamente a creer. Sin embargo la duda es un intento de Satanás. para hacernos desistir de lo que estamos creyendo. La duda nos puede llevar a la incredulidad, pero no es incredulidad en sí misma. 17

La falta de Perdón es otra de las cosas que impiden que la fe opere. En Marcos 11:25 Jesús nos dice que cuando estemos orando perdonemos. Hemos visto que la fe obra por el amor, y parte del amor es el perdón. Si no perdonamos no estamos en amor, y si no estamos en amor la fe no puede operar. Mucha gente dice: yo no puedo perdonar porque sigo sintiendo enojo o ira contra la persona que me ofendió. Pero esto es un engaño de Satanás. Si podemos perdonar porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. Pero tenemos que entender que el perdón no es un sentimiento sino una decisión. Perdonar es simplemente pasar por alto la ofensa, actuar como que nunca hubiera sucedido, para que de esta forma no afecte la relación entre la persona que ofendió y el ofendido. La Palabra dice que perdonemos así como Cristo nos perdonó, y es exactamente así como nos perdona Dios. Si todavía seguimos sintiendo enojo por la ofensa y la recordamos muy a menudo, esto no significa que no hayamos perdonado. Sólo nos damos cuenta que no hemos perdonado cuando actuamos de forma rencorosa con ¡a otra persona. Pero si sigues sintiendo enojo, pero estas esforzándote por actuar con la persona como si la ofensa no hubiera sido hecha, entonces has perdonado de corazón y eso es lo que Dios ve. La conciencia de pecado es otra de las cosas que obstaculizan la fe. Tener conciencia de pecado significa tener pecados no confesados, o sentirse condenados después de haber sido perdonado. En ambos casos el efecto es el mismo, porque e! sentimiento de culpa es usado por Satanás para introducir duda, y temor. Si alguien por ejemplo contrajo una enfermedad de contagio sexual por haberse metido en Formicación, el diablo lo acusara de que esta enfermo como producto de su pecado, y que por eso Dios no ¡o sanara. En parte es cierto porque el pecado le trajo la enfermedad, pero si confiesa su pecado, automáticamente queda perdonado, y entonces puede recibir su sanidad por medio de la oración de la fe Stg. 5.13-15. RHEMA La palabra hablada tiene una creatividad asombrosa, y su uso apropiado es vital para la vida cristiana victoriosa. Sin embargo, esta palabra hablada debe tener su base correcta 18

para ser realmente eficaz. El principio para descubrir esta base correcta es una de las porciones más importantes de la Palabra de Dios. Es acerca de este tópico que quiero conversar hoy con ustedes. La gente piensa que puede creer en la Palabra de Dios. La verdad es que puede, pero falla al no conocer la diferencia que hay entre la Palabra de Dios que da conocimiento general a cerca de Dios, y la Palabra de Dios que es usada para impartir fe acerca de circunstancias y problemas específicos. Esta última fe, es la que produce los milagros. En el idioma griego hay dos palabras diferentes que se traducen “palabra”. Una es logos, la otra es Rhema. El mundo fue creado por la Palabra, el logos de Dios. Logos es la palabra de Dios que se extiende de Génesis hasta Apocalipsis, porque toda esa palabra, directa o indirectamente, nos habla de Jesucristo, la Palabra, o Logos. Leyendo el logos, de Génesis a Apocalipsis, usted puede recibir todo el conocimiento que necesita acerca de Dios y sus promesas. Pero sólo por leer usted no recibe fe. Usted recibe conocimiento y comprensión de Dios, pero no recibe fe. Romanos 10:17 nos hace ver que el material que se usa para edificar la fe es algo más que la mera lectura de la Palabra de Dios. “La fe es algo más que la mera lectura de la Palabra de Dios”. Específicamente hablando, la fe viene por el oír del Rhema. El Dr. Ironside define en su “Léxico Griego” la palabra logos como “la palabra dicha de Dios”, y Rhema, como “diciendo la Palabra de Dios”. Muchos eruditos definen esta acción de Rhema como si el Espíritu estuviera tomando algunos versículos de la Palabra de Dios y vivificando con ellos a una determinada persona. He aquí mi propia definición de Rhema: “Rhema es una palabra especifica, dada a una persona especifica, en una situación especifica”. ¿Qué clase de respuesta se le podría dar a esa gente? Esas niñas habían creído. Habían ejercido fe en la Palabra de Dios. Pero Dios no tenía razón para apoyar su fe. Pedro nunca caminó sobre las aguas por razón de logos, el cual provee información general acerca de Dios. Pedro demandó que Cristo le diera una palabra específica para él. Dijo: “Señor, si era tú manda que yo vaya a ti sobre las aguas” (Mateo 14:28). Jesús contestó: “Ven”. La Palabra que Jesús le dio a Pedro no era logos, sino Rhema. Jesús dio una palabra 19

específica. Ven, a una persona específica, Pedro, en una ocasión específica, la tormenta. Rhema trae fe. La fe viene por el oír, por el oír de Rhema. Pedro nunca caminó sobre las aguas sólo por el conocimiento de Dios. Caminó porque recibió Rhema. pero esas tres chicas sólo tenían logos, un conocimiento general de Dios y del milagro de andar sobre las aguas, y en este caso especifico de la obra de Dios a través de Pedro. Ellas ejercieron una fe humana en logos, y ese fue su error. Dios, por lo tanto, no tenía responsabilidad de responder a esa fe. La diferencia en el modo en que estas tres chicas y Pedro ejercieron fe, es una diferencia como del día a la noche. Supongamos que un hombre enfermo acude al estanque de Betesta y dice a los reunidos allí: - “Eh, tontos ¿Qué están haciendo aquí? Este es el mismo estanque de siempre, con la misma agua, en el mismo lugar ¿Por qué tienen que estar esperando día tras día? Yo voy a meterme ahora mismo en el agua”. Enseguida se mete en el agua y se baña todo lo que quiere. Pero cuando sale del agua está. tan enfermo como antes. Era solamente después que el ángel del Señor revolvía el agua que la gente podía meterse dentro y recibir sanidad. Siempre era el mismo estanque, con la misma agua. Pero solamente cuando el ángel de Dios removía el agua se producían los milagros. Rhema sale de logos. Logos es igual que el estanque de Betesta. Usted puede oír la Palabra de Dios, y puede estudiar la Biblia, pero solamente cuando viene el Espíritu Santo y aviva esa Palabra en su corazón, haciéndola arder dentro de su alma, y dándole a conocer a usted cómo aplicarla directamente a su situación específica es que logos se convierte en Rhema. Si usted nunca tiene tiempo de esperar delante del Señor, entonces el Señor nunca vendrá a vivificar la Palabra Sembrada en su corazón, que usted necesita. Esta es una época muy agitada. La gente viene a la Iglesia para ser entretenida. Escuchan su sermón breve, y enseguida son despedidos, sin tener un momento de tiempo para esperar delante del Señor. Se les da el logos, pero no el Rhema. Por eso no ven milagros de Dios, y comienzan a dudar de su poder. La gente debe venir al santuario, escuchar atentamente al predicador, y después esperar un tiempo delante del Señor. Pero como ellos no vienen para escuchar el mensaje, y luego esperar bastante tiempo ante la presencia del Señor hasta recibir el Rhema, entonces no reciben la fe que necesitan para solucionar sus problemas. Aunque vienen a la iglesia, 20

nada sucede. Por eso empiezan a enfriarse y a perder la fe. Otro de los problemas que sufren las iglesias en esta época es el de los ministros demasiado ocupados. Pasan horas y horas naciendo de electricista, carpintero, albañil, conserje, enfermero, ocupados en cien tareas diferentes. Cuando llega el sábado se tumban por ahí, tratando de pensar en algún logos para predicar mañana por la mañana. Están tan cansados que no tienen tiempo de esperar delante del Señor. No tienen el tiempo de cambiar el pasto verde en blanca leche. Sus congregaciones comen pasto simplemente, pero no la rica leche de la Palabra. Este es un error muy grande. Los laicos no son los enemigos del pastor. Son sus amigos. Como hicieron los apóstoles, el ministro debe concentrarse en la oración y el ministerio de la Palabra, delegando cualquier otro trabajo en sus laicos, ancianos, diáconos, diaconisas y líderes. Yo sigo esta norma en mi iglesia. No me permito subir a la plataforma sin antes esperar delante del Señor y recibir el Rhema. A veces me paso toda la noche del sábado en oración. Durante el día oro: “Señor, mañana vendrá la gente con toda clase de problemas, malestares, enfermedades, dramas familiares, problemas de negocios — todos los tipos de problemas humanos que uno puede imaginarse. Ellas vendrán, no sólo para recibir conocimientos generales acerca de ti, sino para recibir una solución real a sus problemas. Si yo no les doy una fe viviente, Rhema, entonces ellos volverán a sus casas sin haber solucionado ninguno de sus problemas. Yo necesito un mensaje especifico, para una gente específica, en un tiempo específico. Entonces espero hasta que el Señor me da el mensaje. Cuando subo a la plataforma marcho igual que un general, porque sé que el mensaje que voy a entregar tiene la unción del Espíritu Santo. Después que predico viene la gente a mi y me dice: - Pastor, usted predicó exactamente la palabra que yo necesitaba. Tengo fe que mi problema se ha solucionado. Esto ocurre así porque yo los he ayudado a recibir Rhema. Hermanos y, hermanos, no estamos edificando en la iglesia un club de santos. Estamos tratando con asuntos de vida y muerte. Si el pastor no le provee Rhema a su pueblo, 21

entonces, todo lo que tiene es un club religioso y social. Ya tenemos en el mundo clubes sociales tales como el Rotary y otros de la misma naturaleza, y sus miembros pagan una especie de diezmo también. Las iglesias que nosotros edificamos deben ser lugares donde la gente recibe soluciones de parte de Dios. Recibe y ve milagros en su vida. Y puede obtener, no meramente un conocimiento intelectual de Dios, sino un conocimiento experimental, real y vivo. Pero para lograr este objetivo es necesario que el pastor reciba Rhema primero. Se le debe conceder tiempo a los cristianos para que esperen delante del Señor, a fin de que el Espíritu Santo tenga tiempo de tratar con ellos e inspirarlos por medio de las Escrituras. El Espíritu Santo puede tomar las Escrituras, “La palabra dicha” de Dios, y aplicarla al corazón de una persona, haciendo que la palabra “dicha” pase a ser la palabra “disiente” de Dios. El logos debe hacerse Rhema. Ahora puedo decirle a usted por qué mucha gente no recibe sanidad. Todas las promesas son potencialmente — pero no literalmente — nuestra. Nunca tome simplemente una promesa de Dios y diga: john, esta es mía, esta es mía Es suya potencialmente, si, pero llega a hacerse prácticamente suya cuando usted espera delante del Señor. Antes de que el Señor le dé una escritura a un individuo tiene varias cosas que hacer. Primero el Señor desea limpiar su vida, y hacer que ese individuo se entregue a El. El Señor nunca da promesas en una manera promiscua Cuando el Señor trata con usted, usted debe tomarse tiempo para permanecer delante del Señor. Confiese sus pecados y entregue su vida a Él. Cuando estas condiciones requeridas se producen, entonces viene el poder de Dios. Y su corazón, lo mismo que el estanque de Betesda, es removido por algún texto en particular; y usted sabe entonces que esa promesa es suya, y recibe la fe para producir el milagro necesario. La sanidad del cuerpo físico no es el blanco supremo del Espíritu Santo. Es necesario que sepamos bien claro cuáles son las prioridades del Espíritu. El blanco supremo es la santidad de nuestras almas. Cuando Dios trata con usted, siempre trata a través de la santidad del alma. Si su alma no es recta delante de Dios, no importa cuánta oración, cuánto grito o 22

cuánto salto pegue usted, eso no le traerá el Rhema que usted necesita. Pero para que esto suceda usted debe esperar delante del Señor. La sanidad divina está de completo acuerdo con la voluntad soberana de Dios. A veces una persona recibe sanidad instantáneamente. Otras personas deben quizá esperar bastante tiempo. Una vez, cuando usted reciba el Rhema, no debe tener temor: camine y ande sobre las aguas, y podrá ver realizarse el milagro. Pero tenga cuidado, sin embargo, de rio adelantarse a Dios. Mucha gente pretende adelantarse a Dios, corno hizo Pablo por su urgencia de predicar el evangelio de Jesucristo. Jesucristo había dicho que iba a enviarlo lejos, a los gentiles. Pablo aceptó ese logos y marchó para el Asia. Pero el Espíritu de Cristo no le permitió seguir. Entonces dijo Pablo: “Me irá a Bitinias”. Pero otra vez el Espíritu de Dios dijo “no. Entonces dijo Pablo y sus compañeros se dirigieron a Troas, una ciudad desconocida. Podemos imaginarnos el asombro y la confusión que tendrían allí. “Yo sólo estaba obedeciendo el mandato del Señor de ir hasta los fines de la tierra predicando el evangelio. ¿Por qué se nos ha impedido seguir? Pero cuando estaban orando y esperando delante del Señor, recibieron el Rhema, y un hombre de Macedonia se les apareció en visión y les dijo: Pasen a Macedonia, y ayúdenos”. De modo que tomaron el primer barco que pasaba y se fueron a Europa. Por medio del ejemplo de Pablo podemos apreciar la diferencia entre logos y Rhema. Permítanme dar los cinco pasos que yo doy para saber el Rhema acerca de cuestiones especificas: 1. Mi primer paso es ponerme a mí mismo en punto neutro. No marcha adelante, ni marcha atrás, sino completa calma en el corazón. Entonces espero delante del Señor diciendo: - Señor, aquí estoy, listo para escuchar tu voz. Si tu dices “sí”, iré, pero di dices “no”, no iré. No hagas decisiones para mi propio beneficio, sino decide conforme a tus deseos. Sea algo bueno para mí, o sea algo malo, estoy listo a aceptar tu dirección. Con esta actitud de corazón espero delante del Señor. Muchas veces la mejor acción que se 23

puede tomar es ayunar y orar, porque si usted come mucho queda muy cansado, y ya no puede orar. Luego de estar seguro que estoy en completa calma, doy el segundo paso. 2. La segunda cosa que hago es pedirle al Señor que me revele su voluntad a través de mis deseos. Dios siempre viene a usted a través de sus deseos santificados. “Deléitate asimismo en Jehová, y Él te dará las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4). “A los justos les será dado lo que desean” (Proverbios 10:24) Por tanto os digo, que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Marcos 11:24). Desear, entonces es uno de los puntos focales de Dios. Además de eso, en Filipenses 2:13 leemos: “Por qué Dios es el que en vosotros produce, así el querer, como el hacer, por su buena voluntad”. Oren al Señor, esperen delante de él hasta que él les dé el divino deseo. Mientras usted está orando muchos deseos hermosos fluirán de su mente. Tenga la paciencia necesaria para que también los deseos de Dios vengan a su mente. No se detenga y diga, “Oh, yo ya tengo de todo”, para salir enseguida corriendo. Espera delante del Señor un poco más. También Satanás puede poder deseos en su corazón, como también pueden salir de su propio espíritu, o ser dados por el Espíritu Santo. El tiempo siempre es una prueba. Si usted espera pacientemente, sus propios deseos, y los deseos de Satanás se debilitarán, pero el deseo del Espíritu Santo se hará más y más fuerte. De modo que espere, hasta recibir el deseo divino. 3. Después de que mi deseo se ha hecho más claro, paso entonces al número 3: comparo mi deseo con las enseñanzas de la Biblia. 4.

Después que he escrutado atentamente mi deseo con la Palabra de Dios, entonces

estoy listo para dar el paso número cuatro, pedirle al Señor que me dé una señal, y que esa señal provenga de las circunstancias. Si Dios ha hablado realmente a su corazón, entonces le dará indudablemente una señal desde el mundo exterior. Cuando Elías oró siete veces pidiendo lluvia, recibió una señal externa: una nubecilla, del tamaño de la mano de un hombre, apareció sobre el horizonte. También en Gedeón tenemos un ejemplo, cuando Dios le dio la señal del roció y el vellón de lana. Dios siempre me muestra a mí una señal externa. A veces es muy pequeña, pero 24

siempre es una señal. 5. Después que he recibido una señal externa, doy el paso final, ósea testimonio interno. Oro hasta que sea el momento de Dios. El tiempo de Dios siempre es diferente del nuestro. Usted debe orar hasta que sienta una verdadera paz, porque la paz es el árbitro mayor. Si después de orar todavía siente inquietud en su espíritu, entonces no es aún el tiempo apropiado. Significa que todavía está encendida la luz roja. De modo que manténgase orando y esperando. Cuando vea que la luz roja cambia, y se enciende la verde, entonces vendrá una gran paz a su corazón. Cuando Dios pone paz en mi corazón y me da una seguridad, esto significa una luz verde para viajar. Si yo no tengo paz para viajar entonces no viajo. Cuando yo tengo luz roja, hay dudas, inseguridad en mi vida, entonces no viajo ni predico. Entonces es el momento de saltar; y echar a andar. Camine, corra a toda velocidad, con la bendición de Dios y el Rhema de Dios. Los milagros se sucederán en su vida uno tras otro. Siempre he seguido, en mi vida cristiana, estos cinco pasos. Y Dios siempre ha confirmado este modo de caminar con señales y milagros. Estos resultados positivos siempre me muestran la clara diferencia que hay entre logos y Rhema. No necesitas estas confundido acerca de las promesas de Dios. Ninguna clase de gritos chillidos, clamores y saltos convencerán a Dios. Dios se convence a sí mismo cuando pone en nuestro corazón la fe que le agrada a Él. La versión Reina Valera de la Biblia dice en Marcos 11:22 “Tened fe en Dios”, para poder remover montañas: Pero el texto griego no dice precisamente “Tened fe en Dios”, sino “Tened la fe de Dios”. ¿Cómo puede usted tener la fe de Dios? Cuando usted recibe el Rhema, la fe que le es dada no es fe suya, fe humana, sino la fe que Dios le da a usted. Después de recibir esta fe que le es impartida y concedida desde arriba, será capaz de remover montañas de su lugar. Sin recibir esa fe especial de Dios usted no puede hacer eso. Si no fuera por otra razón, debiera por ésta estudiar cuidadosamente toda la Biblia — desde Génesis hasta Apocalipsis — con el fin de dar al Espíritu Santo el material que Él necesita para trabajar. Cuando usted espere tranquilamente delante del Señor, todo el tiempo suficiente, Dios avivará la palabra, y cambiará el logos en Rhema, e impartirá su fe en usted. Luego vendrán los grandes milagros, cuando actúe con esa fe, milagros en su ministerio y en 25

su hogar. Espere delante del Señor: Nunca considere que esto es perder el tiempo. Cuando Dios hable a su corazón, puede hacer grandes cosas en un segundo, que antes no podría hacer en un año entero. Espere delante del Señor, y verá realizarse grandes cosas. Material de uso exclusivo de IBIMIS para bendecir el Reino de Dios.

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Aprendiendo a Vivir en La Fe de Dios Instituto Ibimis Zona Temuco Chile Año

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