Antologia de 3 Ejemplos

CUENTO El árbol Mágico Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un car

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CUENTO El árbol Mágico Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás. El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia". Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate. El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas

COHETE DE PAPEL Había una vez un niño cuya mayor ilusión era tener un cohete y dispararlo hacia la luna, pero tenía tan poco dinero que no podía comprar ninguno. Un día, junto a la acera descubrió la caja de uno de sus cohetes favoritos, pero al abrirla descubrió que sólo contenía un pequeño cohete de papel averiado, resultado de un error en la fábrica. El niño se apenó mucho, pero pensando que por fin tenía un cohete, comenzó a preparar un escenario para lanzarlo. Durante muchos días recogió papeles de todas las formas y colores, y se dedicó con toda su alma a dibujar, recortar, pegar y colorear todas las estrellas y planetas para crear un espacio de papel. Fue un trabajo dificilísimo, pero el resultado final fue tan magnífico que la pared de su habitación parecía una ventana abierta al espacio sideral. Desde entonces el niño disfrutaba cada día jugando con su cohete de papel, hasta que un compañero visitó su habitación y al ver aquel espectacular escenario, le propuso cambiárselo por un cohete auténtico que tenía en casa. Aquello casi le volvió loco de alegría, y aceptó el cambio encantado. Desde entonces, cada día, al jugar con su cohete nuevo, el niño echaba de menos su cohete de papel, con su escenario y sus planetas, porque realmente disfrutaba mucho más jugando con su viejo cohete. Entonces se dio cuenta de que se sentía mucho mejor cuando jugaba con aquellos juguetes que él mismo había construido con esfuerzo e ilusión.

Y así, aquel niño empezó a construir él mismo todos sus juguetes, y cuando creció, se convirtió en el mejor juguetero del mundo.

ELEFANTE FOTOGRAFO Había una vez un elefante que quería ser fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez que le oían decir aquello: - Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para elefantes! - Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografíar... Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y aparatos con los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo prácticamente todo: desde un botón que se pulsara con la trompa, hasta un objetivo del tamaño del ojo de un elefante, y finalmente un montón de hierros para poder colgarse la cámara sobre la cabeza. Así que una vez acabada, pudo hacer sus primeras fotos, pero su cámara para elefantes era tan grandota y extraña que paracecía una gran y ridícula máscara, y muchos se reían tanto al verle aparecer, que el elefante comenzó a pensar en abandonar su sueño.. Para más desgracia, parecían tener razón los que decían que no había nada que fotografiar en aquel lugar... Pero no fue así. Resultó que la pinta del elefante con su cámara era tan divertida, que nadie podía dejar de reir al verle, y usando un montón de buen humor, el elefante consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todos los animales, siempre alegres y contentos, ¡incluso del malhumorado rino!; de esta forma se convirtió en el fotógrafo oficial de la sabana, y de todas partes acudían los animales para sacarse una sonriente foto para el pasaporte al zoo.

FABULAS El adivino Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino, anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior. El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había sucedido. Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo: -Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti? El adivino no supo qué responder. Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.

El lobo con piel de oveja Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así facilitar la obtención de su comida. Se metió entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor. Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada. Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante. Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.

La cigarra y la hormiga Una vez, al llegar el invierno, una cigarra que estaba muerta de hambre se acercó a la puerta de un hormiguero pidiendo comida. A su pedido respondieron las hormigas, haciendo la siguiente pregunta: -¿Por qué durante el verano no hiciste tu reserva de alimentos como lo hicimos nosotras? La cigarra respondió: - Estuve cantando alegremente todo el tiempo, y disfrutando el verano plenamente ¡Si hubiera sabido lo duro que es el invierno...! Las hormigas le dijeron: -Mientras nosotras trabajamos duro durante el verano para tener las provisiones y poder pasar el invierno, tú disfrutabas y perdías el tiempo. Así que ahora...¡sigue bailando! Pero las hormigas sintieron pena por la situación y entendieron que la cigarra había aprendido la lección, entonces finalmente compartieron con ella su alimento. Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.

LEYENDAS LA RIQUEZA Y LA POBREZA Existió, hará un largo tiempo, un humilde hombre que vivía en la más absoluta pobreza. Este hombre tenía un hijo muy egoísta, que cansado de no recibir de su pobre padre cuanto le pedía, decidió que era hora de marcharse a iniciar su propia vida, llena de más caprichos y lujos. Transcurridos unos cuantos años desde la partida de su hijo, el padre habría logrado salir adelante con muy buen pie, enriqueciéndose de tal forma gracias a sus negocios en el mundo del comercio, que se había trasladado de casa y de ciudad, rodeado de mil y una comodidades. Su hijo, por el contrario, no había conseguido salir de la pobreza, y caminaba mendigando de pueblo en pueblo y viviendo gracias a la ayuda de las gentes. Aquel padre, a pesar de haber abandonado su vida anterior y haberse convertido en un hombre con tanta suerte, no conseguía olvidarse de su hijo, lamentándose día a día de su marcha y soñando con su llegada: ¡Dónde estará mi hijo! Yo ya soy viejo, y ¡desearía tanto que pudiese acompañarme en mis últimos días de vida, y heredara con mi despedida toda mi riqueza! Y, cosas del destino, ocurrió que su hijo buscando limosna, llegara a la ciudad a la que se había traslado el padre y que tocara a su misma puerta. Tan cansado de caminar de allá para acá, el hijo ni siquiera reconoció a su padre, que se encontraba reposando placenteramente sobre un sillón de buena mimbre en el porche ajardinado de su gran casa. Pero el padre sí reconoció a su hijo, y muy emocionado se levantó de su sillón para darle un gran abrazo, así como la bienvenida a su nuevo hogar. Sin embargo, aquello no tuvo nunca lugar, porque el hijo, asustado ante tanta riqueza y temeroso de ser humillado, salió corriendo de allí como alma que lleva el diablo.

El pescador y la diosa : Leyenda infantil Vivía en la isla griega de Lesbos, un muchacho llamado Faón, que se ganaba la vida transportando viajeros y mercancías en su barca. Estaba un día Faón junto al embarcadero de la isla, cansado de las faenas de la jornada, cuando una pobre mendiga, desastrada y con evidentes muestras de no poder pagarle el viaje, le pidió que la condujese hacia Asia Menor. – Sube, mujer. Te llevaré de buen grado. A Faón le había conmovido su aspecto y, olvidándose de su cansancio, hizo navegar su barca con una ligereza asombrosa. De este modo, poco después llegaban a la costa de Asia. Una vez allí Faón sacó de su bolsillo la mayor moneda que tenía y la entregó a la mendiga para que pudiera continuar el viaje. – Gracias, muchacho. Y para que veas mi agradecimiento, toma este obsequio. Se trataba de un vaso del perfume más extraordinario que jamás había llegado a oler. Y con aquel perfume misterioso en las manos, Faón quedó conmovido y atrapado por una fuerza que parecía embriagarle el corazón. Y tras esto, el humilde pescador comprendió que había llevado en su barca a la mismísima Venus, la diosa del amor.

Leyendas para niños: El cuervo y la sed Cuenta la tradición que el dios Apolo era un dios muy impaciente al que le gustaba ser servido con rapidez y eficacia. No perdonaba a aquellos que vagueaban o que dudaban un minuto su quehacer. Un día de primavera, Apolo envió al cuervo que le hacía las funciones de sirviente en busca de agua con la que poder calmar la terrible sed que padecía aquel día por el calor repentino. – No tardes- Advirtió Apolo al cuervo.

Tras aquellas breves palabras el cuervo partió en busca de agua. Durante el camino, una gran espiga verde surgió ante el cuervo frenándole la marcha: – ¡Qué espiga tan tentadora! Pero esperaré a que madure para que sea aún más sabrosa- Se dijo el pájaro. De este modo, el cuervo se olvidó de su cometido y tardó mucho tiempo en volver y en cumplir la tarea que le había encomendado Apolo, el dios impaciente. Y tras su acción, fue condenado a padecer sed durante todo el estío.

CHISTES — ¿Por qué las focas del circo miran siempre hacia arriba? — Porque es donde están los focos.

— ¡Estás obsesionado con la comida! — No sé a que te refieres croquetamente.

— Me da un café con leche corto. — Se me ha roto la máquina, cambio.

REFRANES - Barriga vacía, no tiene alegría

Al mal tiempo, buena cara

De tal palo, tal astilla

TRABALENGUAS

ADIVINANZA Si tu me quieres comer, me verás marrón peludo y no me podrás romper porque por fuera soy duro. (Coco)

Somos verdes y amarillas, también somos coloradas. Es famosa nuestra tarta y también comernos sin que estemos cocinadas. (La manzana)

Oro parece, plata no es. Quien no lo adivine listo no es. (Plátano)

PIROPOS Los pájaros del cielo nacieron para volar, y yo nací para quererte y no poderte olvidar.

No temo al destino, no temo al dolor, lo que yo temo, es a quedarme sin tu amor.

Si la brisa de cada mañana fuese como tú, no me importaría morirme de frio.

POEMAS Triste mariposa linda Volando de flor en flor la vieron en primavera, envidiaron su hermosura y no vieron su ceguera. Sus grandes ojos oscuros dejaban ver su tristeza, aún siendo una mariposa de extraordinaria belleza. Triste mariposa linda entre todas la más bella, aunque sus ojos no vean todos la miran a ella El grillo cantaba Un grillo cantaba cri cri muy contento, mirando a la luna en el firmamento. Cri cri le cantaba «eres la más bella» y la luna reía junto a las estrellas. Cri cri le cantaba «eres tan hermosa» y la luna brillaba creyéndose diosa

El conejito con gafas Han puesto gafas de ver a un pequeño conejito y brincando va a la escuela, contento, dando saltitos. ¿Ves las letras con las gafas? -Le pregunta el profesory contestó el conejito: ¡Veo ahora mucho mejor!

Cantos Todos los patitos Todos los patitos se fueron a nadar y el más pequeñito se quiso quedar su mamá enfadada le quiso regañar y el pobre patito se puso a llorar Los patitos en el agua meneaban la colita y decían uno al otro ay! que agua tan fresquita. Los patitos en el agua meneaban la colita y decían uno al otro ay! que agua tan fresquita. Cinco ratoncitos de colita gris, Cinco ratoncitos de colita gris, mueven las orejas, mueven la nariz, abren los ojitos, comen sin cesar, por si viene el gato, que los comerá, comen un quesito, y a su casa van, cerrando la puerta, a dormir se van Palmaditas Palmas, palmitas, higos y castañitas, azúcar y turrón para mi niño/a son. Palmas, palmitas, que viene papa palmas palmitas que luego vendrá Palmas, palmitas, que viene papa palmas palmitas que en casa ya está