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Anja Hilling

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Spanisch von Edda Webels-Wolf Mexiko 2007 Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des öffentlichen Vortrags, der Verfilmung und Übertragung durch Rundfunk und Fernsehen. Das Recht der Aufführung ist rechtmäßig zu erwerben vom: All rights whatsoever in this play are strictly reserved. No performance may be given unless a licence has been obtained. Application for performance etc., must be made before rehearsals begin, to: Felix Bloch Erben GmbH & Co. KG . Verlag für Bühne Film und Funk Hardenbergstraße 6 . 10623 Berlin . Teléfono 030-313 90 28 . Telefax 030-312 93 34 E-Mail [email protected] . Internet www.felix-bloch-erben.de Die Rechte an der Übersetzung liegen bei: Edda Webels-Wolf, Margaritas 357-J, Col. Florida, 01030, Mexiko-Stadt . Förderung der Übersetzung durch: / This Translation was sponsored by:

Anja Hilling

Protection Una obra en tres partes

Todos los derechos reservados Manuscrito no sujeto a venta Los derechos para su montaje se podrán adquirir únicamente a través de la editorial

Felix Bloch Erben Felix Bloch Erben GmbH & Co. KG . Verlag für Bühne Film und Funk Hardenbergstraße 6 . 10623 Berlin . Teléfono 030-313 90 28 . Telefax 030-312 93 34 E-Mail [email protected] . Internet www.felix-bloch-erben.de

Sírvase tomar en cuenta las siguientes indicaciones: Reproducido en forma de manuscrito no comercializable. Este libro no puede ser vendido ni prestado ni distribuido de ninguna otra manera. Se reservan todos los derechos, especialmente los de su traducción, filmación, transmisión radiofónica, televisiva u otros medios, de su reproducción mecánica y de su grabación. Esta obra sólo puede utilizarse en montajes, lecturas u otro tipo de representación escénica, si los derechos se adquirieron con anterioridad de manera legal en esta casa editora. Das Ausschreiben der Rollen ist nicht gestattet. Ignorar estas disposiciones constituye una violación de los derechos de autor. Si se decide no montar la obra, el libro se deberá regresar a: Felix Bloch Erben GmbH & Co. KG Verlag für Bühne, Film und Funk Hardenbergstr. 6 D-10623 Berlin

I. Protection II. Fantasmas III. Los ojos de Nazife „I can’t change the way you feel But I could put my arms around you“ (Massive Attack: Protection)

Personajes Lucy / Ross Marc / Marco Nazife / Leon

I. Protection Personajes: Ross / Lucy Lugar: Afuera

1. La carne Lucy Al principio fue la cosa con la piel. Una decoloración. Primero la parte interior del codo luego el tobillo. Poco a poco también mi cara se vio invadida. Bajo la ceja en la comisura de los labios. Pequeñas partes pintas pecas. En realidad, casi no se notaban. En realidad, bonitas. Primero rojas luego azules. Desde hace dos semanas está decayendo. Lucy Las primeras manchas fueron milagros. De repente estaban ahí sin avisar. Ahora las siento desde antes. Antes de florecer, un crepitar. Un aguacero bajo la piel. Después salen las manchas salen. Como si yo fuera un prado en primavera. Ross Se ve fatal desde hace dos semanas de veras fatal. En pleno verano en julio. Nunca la había visto así. Lucy También mi olor cambió. Ross Desde hace catorce meses a las ocho Cuando Karstadt1 cierra las puertas Voy inmediatamente con ella. Lucy. A donde siempre está sentada. El puente Möckern entre la línea uno y la línea siete del metro. Lucy A veces recargo el rostro en mi brazo. Sumerjo la nariz en la piel. Mi lengua toca prueba se pega al brazo. Que está mucho más frío que la lengua. Carne congelada. Me imagino quedarme así. La nariz en la carne. Pegada a mí misma. Probando el sabor a sal. Ross Desde hace dos semanas algo me acompaña. Algo pesado. Quizá es la sensación de quedarme sin ella. 1

Karstadt es una elegante tienda departamental, con sucursales en toda Alemania.

Lucy Ya lo sé. Las cosas no se van a quedar así. Yo no me voy a quedar así. Ross Todos los días se sienta ahí. Toca el contrabajo. Pero todos los días. Desde hace dos semanas. Pienso. Quizá. Quizá hoy ya no esté. Y después. Cuando la veo. Sobre la tierra con ese bajo monstruoso. Entonces ya no es lo mismo. Verla. No es como antes. No sé. Quizá me falte su sonrisa. Lucy En algún momento voy a sentir la necesidad de toser. 2. La sonrisa Ross Su sonrisa cambió. La forma y el color de los labios. Los labios de Lucy. Se han vuelto azules. Lucy La tos es así. Como si hubiera una playa de arena dentro de mí. La arena sube hasta mi garganta. Y me pregunto qué tan lejos está El mar desde aquí. Ross No están quietos los labios de Lucy. Tiemblan en las comisuras donde está la erupción. Quien no la conozca. A Lucy. Podría pensar que es una sonrisa el temblor. Pero yo. Yo sé cómo es. Cuando Lucy sonríe. Lucy Con la tos algo es arrastrado hacia adentro. De regreso al centro donde un corazón palpita vertiginoso. Una especie de remolino. El comienzo de una ola. Rápida. Ruidosa. Respirar nunca me ha hecho feliz. Ross Lucy. Ella siempre sonríe. No ampliamente ni tampoco con ruido. Sólo sonríe. Sin querer decir nada. Sin saber

Que su sonrisa es una Vechia Romana en los hielos perennes. Lucy Con la tos viene una especie de flema color óxido. 3. La taza Ross Desde hace catorce meses la observo. Lucy Junto a mí está una taza. En la taza, un conejo en traje de baño sobre una tabla de surf. Abajo en la taza dice conejito veraniego. El asa tiene la forma de orejas de conejo. La sostengo en la mano. Cuando toso. La playa de arena que traigo dentro La escupo directamente en la taza. Color óxido. Espesa. Ahí se ve muy distinto de como se ve adentro. Lo que ha y en los pulmones en la taza de conejo. Una mucosidad con hilos sanguinolentos. Y me pregunto. Qué hacer con las flemas que escupo. Ross Siempre paso junto a ella. Muy rápido. Espero. Cinco minutos junto a las escaleras eléctricas. A veces diez. Tomo ron barato del bolsillo interior de mi saco. Después regreso. Desde el otro lado. Espero. Junto al puesto de periódicos. Ahora me quedo más tiempo oyendo cómo rasguea el bajo. Sólo entonces tomo otro trago La acaricio una última vez. Sólo con la mirada. Muy rápidamente. Como si me interesara De dónde viene el rasgueo. Desde hace catorce meses siempre como a las nueve de la noche. Paso junto a ella. Desapercibido. Me sumo al torrente que pasa. Y Lucy. Nunca ha dejado de tocar su bajo. Lucy Claro que sigo tocando. Cuando ya no toque Estaré muerta. Ross Ni siquiera ha levantado la vista.

Lucy Mis huesos atraviesan Poco a poco Mi piel. Con dedos desnudos rasgueo las cuerdas. La música fluye directamente De mis huesos. A miles de oídos. Entre la lína siete y la línea uno del metro. Ross Nunca ha hablado conmigo. Lucy Mi piel arde. Tengo frío. Escupo algo que parece sangre. Ross Y nunca tuve la intención. De hablarle. Sobre mi oreja derecha crece Desde hace dos meses Un eczema abierto. Tiene la forma de la flama de una vela. Hablar con ella. Mi aliento ya no es. Así. Desde que yo. Hace dos años cambié el vodka por el ron. No quiero. Hablar con ella. Es sólo que la observo. Lucy Hace dos días pasó algo. Ross Ella nunca me ha notado. Lucy Le enseñé al vagabundo la taza de conejo. Ross Me quedé parado junto a ella. Por primera vez. Lucy No sé por qué. Ross En la taza flotaba una mosca muerta. Lucy Creo. Entonces empezó la fiebre. 4. La cara Ross Pensé. Que no se refería a mí. Ella nunca me ha notado. Lucy Hace más de un año que el imbécil me espía.

Ross Nunca me ha visto a la cara. No sabe quién soy. Lucy Sé cómo se llama. Jutta, de Kotti 2, conoce a Olaf, su cuidador en el asilo de indigentes. Él. El vagabundo. Se llama Alois. Pero todos le dicen Ross.3 Ross Mi cara. Dicen. Y el tamaño de mis dientes. Recuerdan a un caballo. Lucy Dicen. Ross. Es inofensivo. Lucy. Dicen. El Ross. Se rasura apenas se le han caído dos muelas de hasta atrás. Todavía la va a hacer espera y verás. Estudió latín en la escuela. El Ross. Te adora se nota a leguas. Y yo pienso. Me importa un carajo si el imbécil me adora. Pero su cara. Me gusta mucho. Ross No seguí caminando. Lucy Se quedó parado. Ross Había traspasado un límite. Lucy La fiebre había llegado a mi rostro. Ross La respiración de Lucy. Su nariz se hacía estrecha arriba y abajo. Las aletas muy anchas Revoloteaban. Como ollares. Lucy No lo sé quizá lloré. Ross Quise cargarla como se carga a un potrillo. A través de las oscuras calles a un blanco lecho de enfermo. Sentí como reventaba un poro En la flama sobre mi oreja. El eczema. El ron en la garganta. Y caminé. Pasé de largo junto a ella. 2

Kotty es la forma coloquial para designar a la plaza Kottbuser Tor, donde se reúnen los

indigentes. Está cerca de la estación de metro del mismo nombre. 3 Ross significa caballo en alemán.

De prisa. Directamente hacia la sálida. Lucy Ya no volteó a verme. 5. El miedo Lucy Al principio tuve miedo. Conoce todos mis lugares mis caminos mis horarios. Conoce mi vida. Sabe. A las once tomo la línea uno. Calle de Varsovia. Camino a la estación oriental por la calle de los Molinos A pie con el bajo a la espalda. Él en diagonal atrás de mí al otro lado de la calle. Con su hocico de caballo. Cree. Porque no volteo a verlo no lo veo. Yo lo sé. Él está ahí. Siempre. Desde hace más de un año. Pero hace dos días. Cuando se quedó parado junto a mí. Cuando la fiebre estalló en mi cara. Hace dos días no lo vi en la calle de los Molinos. A veces volteaba a buscarlo. Y pensaba en el miedo que le había tenido. Veía el lugar vacío en diagonal atrás de mí. Y no encuentro palabras. Para el silencio en la calle. Él me conoce a mí a mi camino por la noche. Voy con Annette al bar de la estación de trenes. Atrás del puesto de donas. Ahí me quedo hasta la una. Y mi bajo pasa la noche ahí. A Annette le gusta. Siente que hace algo bueno. Y lo recibe al bajo por sobre la barra hasta la mañana siguiente. Yo me siento en el bar. El vagabundo se queda afuera. A veces veo su cara bajo el tablero donde se anuncian los horarios de los trenes. Pero no hace dos días. Hace dos días estaba yo en paz. Frente a mí en el bar una botella. Aguardiente de pera Williams. Veintiocho euros. Siempre tomo la botella completa con un vaso pequeño. Abajo en el sótano está Lidl. 4 Ahí cuesta once. La botella completa. Pero me gusta estar aquí. Desde hace años. En la estación de trenes con Annette. El barco tras la barra. 4

Lidl es un supermercado barato.

Desde abajo del mostrador todos los días hace aparecer una nueva botella. Pone maní en un cenicero. Me llama Tesoro. Tesoro. Yo le doy lo que tenga. Más de veintiocho, no hay duda. Annette nunca dice nada sobre el montón de monedas en su mano. Las deja caer en un cajón. Sin contarlas. La botella está medio vacía. Me voy. Siempre me voy a la una. Atrás a mis espaldas la botella baila en el estuche vacío. Él. Hace mucho que no pienso en él. Apenas cuando estoy de regreso lo veo. Al final del puente Oberbaum. Demasiado lejos como para ver su cara. Sólo su pantalón de campana y su larga cabeza me lo dicen. Ha vuelto. Me espía. Me mira. Después aparta la mirada. Mira el agua como un turista. Los conozco. Sus movimientos. Al principio me daba miedo. Pero en algún momento. En algún momento me acostumbré a él. A su mirada desde el rabillo del ojo. Abro el estuche del bajo. Pongo la botella a un lado. Me acuesto en el estuche. De lado. Sobre el terciopelo rojo. Me apoyo sobre el brazo. La cabeza volteando en su dirección. Él no voltea hacia acá. Mira el agua. Me tomo el resto de la botella. Así. En esta posición. Con la cabeza de lado hacia él. Hasta que entro en calor. Entonces me quedo dormida. Debajo de mí el agua sobre mí el techo del puente. Se va. Mira si todavía hay alguna camita que pueda tomar prestada. Se masturba por mí y alimenta con su semen a los parásitos en sus sábanas. El imbécil. Me despierto entre dos y tres. Siempre. Me levanto voy a su lugar al final del puente. Me acuclillo. Y tengo que mear ahí mismo. Hace dos días todo era diferente. Le enseñé la taza y me dejó en paz.

Caminé a la estación de trenes con Annette y de regreso. Mis huesos estaban secos mi piel era peligrosa. Adentro estaba el frío. Afuera la carne estaba caliente. El maní ni lo toqué. Annete la mano abierta las monedas la botella. Estaba casi vacía. En el puente dentro del estuche de lado sobre el terciopelo. No me podía acomodar a su forma. Vi el final del puente. Vacío. Pensé. Cobarde. Cuando me siento de la mierda me dejas sola. Me recargo en el brazo tomo la botella. El último resto. Se me cayó de la mano antes de que pudiera tomar. Rodó sobre el asfalto. Ruidosamente. Se detuvo bajo un pilar. Todo estaba en silencio. Ya no me levanté. 6. La noche Ross No podía dormir. Quería. Pero no podía. Lucy Esa noche siempre sí regresó al puente. Ross Pensé en su rostro los labios azules la mosca. Y en mí. En que no la había cargado. A algún lado. Donde hiciera calor. Porque Lucy. No duerme adentro. Nunca. Hoy tampoco. Lucy. Está acostada tiene fiebre en el puente Oberbaum. Lucy Pasos. Oí pasos. Ross Eran las tres de la mañana. Lucy Miedo no tenía. Ross Me acerqué mucho más cerca que nunca. Lucy Lo olí. El licor desde su garganta. Bajo el velo de mis ojos reconocí su larga cabeza. Ross

Estaba acostada ahí. Tan pequeña y torcida en ese estuche. Lucy Mi piel ardía. Su aliento se sentía frío de lo cerca que estaba. Podía apagarme. De un soplo. Ross Contuve el aire. Lucy Silencio. Ross No pasó nada. Sobre su sien se movió una gota de sudor. Lucy Pensé. Si me tocas. Te abro la espalda en canal con mi cuchillo. Hasta el sacro. 7. Noche de vela Lucy Su cara desapareció. Una tos. Pero más lejos. En algún momento perdí sus pasos. Ross Una botella de aguardiente. Lo que sea. Frambuesa pera qué sé yo. La tomé. La acerqué a los labios. El aguardiente me mordió la garganta y era dulce. Pera. La miré. Lucy. Me tomé tu aguardiente. Lucy Me volví a quedar dormida. Ross Me quedé. En el otro lado la veía. En su cama de violín. A veces podía ver un pedazo de su chaqueta. Amarilla. A veces su cabello. Oscuro. Me pregunté qué hago aquí. No lo sé. Todavía no lo sé. Sólo sé que no me podía ir. Lucy Cuando desperté él seguía ahí. Ross

Cuando desperté ella se había ido. 8. El día Lucy Cómo llegué a la estación oriental de trenes hasta el puente Möckern. No lo sé. Toqué el bajo. Con huesos fríos. Mi piel ardía. Yo me helaba. Bajo los párpados un centelleo. A ratos me quedé dormida. La cabeza sobre el vientre del bajo. El dinero estaba en el estuche. Sin que nadie lo tocara. A veces caía otra moneda. A pesar de que yo estaba dormida. Y no tocaba. Ross Fui a Karstadt. Les abría la puerta a las personas. Sonreía. Trataba. De mirarlos a los ojos. Qué puedo decir. Me metí en mi papel. Pensé. Hoy. Hoy trabajas para dos. Lucy Hoy dormí todo el día. Y gané más dinero que tocando el bajo. Ross Por la noche poco antes de las ocho Compré dos botellas en Aldi. 5 Un vodka y un aguardiente de pera Williams. El cajero estornudó Cuando saqué las monedas del pantalón. Pensé en Lucy. Sabía que tenía fiebre. Lucy Me desperté poco antes de medianoche. Ross La estaba esperando. En el puente Oberbaum. Sobre un tapete verde de baño. Debajo de mí el agua sobre mí el techo del puente. Estaba viendo su lugar. En el otro lado de la calle. No tomé ni un trago. Pensé. Sería algo. 5

Aldi es otro supermercado barato.

Si lo pudiéramos hacer juntos. Tomar el primer trago. Yo el vodka. Ella el aguardiente de pera. Entre nosotros la calle. Hermoso de alguna manera. Lucy Pesqué el metro de las doce y cuarto. Ross A las doce acabé por abrir la botella. Lucy Las piernas se me doblaron hacia adentro. El camino a la estación oriental. El pensar en ello. Me dio un sueño espantoso. Ross Cuando llegó la botella estaba medio vacía. Lucy No lo vi inmediatamente. Ross Su cabeza estaba agachada. Ni rastros de una cara. Y lenta era toda ella. Increíblemente lenta. Lucy Cuando lo vi tuve que toser. 9. El regalo Ross Vete a dormir. Lucy Tengo que irme otra vez. Ross No tienes que. Lucy Ocúpate de tus asuntos. Ross Dámelo. Lucy No toques el bajo. Ross Yo lo cuido. Lucy Tú. Ross Sí. Lucy Lárgate. Me tengo que ir. Ross Ten.

Lucy Estás loco. Ross Para ti. Lucy Me dio la botella. Aguardiente de pera. Llena hasta el tope. Se fue al otro lado. Al otro lado de la calle. Sobre el piso sobre una mancha verde. Con el bajo en los brazos. A veces me volteaba a ver. Desde el otro lado. Con su cabeza de caballo. Me acosté en el terciopelo del estuche. De lado. Tomé el aguardiente acostada. Hasta el fondo. Mis huesos estaban fríos. Mi piel, caliente. Había olvidado qué estaba adentro Y qué afuera. Ya no fui a la estación oriental. 10. La mañana Ross A la mañana siguiente ella está ahí. Lucy No siento nada. Nada de mí. Ross El contrabajo. Cómo ha de trabajar sin el bajo. Está sobre mi regazo. Mi dedo pequeño atorado bajo una cuerda. Jalo el dedo. Una cortada en el dedo. La sangre seca. Tengo la mano dormida. Lucy Él está parado sobre mí. No lo puedo ver ni oler. Pero escucho su voz. Ross Buenos días. Lucy En realidad quisiera sonreír. 11. El frío Ross Tiembla en la cara. Más que los dientes. La nariz aletea.

La superficie de su piel se mueve de acá para allá. Como si hubiera algo ahí. Lo que sea. Que tira de su piel en todas direcciones. Su cuerpo se ondula bajo la chaqueta amarilla. Lucy. Cómo puede uno consumirse así en pleno mes de julio. Los pilares arrojan sombras el agua centellea. El cielo es azul. Sol. Hay que llevar a Lucy al sol. Me arrodillo me acerco a ella. Ella irradia. Su cercanía. Es caliente y cortante. Como un licor. Lucy. Hay que llevarte al sol. Lucy Apestas Ross Me aparto de ella. Con mi cara. De sus rayos. Apesto. Lucy. Y tú te estás muriendo. Lucy Tengo frío. 12. La partida Ross Me quiero ir. Alejarme de ella. Apesto. Pero algo me detiene. Quizá sea el contrabajo. Que yace desprotegido sobre la calle. Lo que sea. Tenemos que ir al sol. Lucy No me puedo mover. Ross Yo te cargo. Lucy Si me toc as te abro en canal. 13. El sol Ross No la toco. No toco nada de ella. Lucy Toma el bajo. Lo pone junto a mí en la tapa del estuche. Toma el estuche lo levanta.

Empieza a caminar. Ross. Me jala atrás de él. En el estuche del bajo. Veo sus dedos la mugre negra bajo sus uñas. A cinco centímetros de mi cara. Mis pies chocan contra el terciopelo. La dura madera atrás. Están entumidos mis pies. Ya no hay dolor. Nada. A veces los veo brincar a los pies. Cuando hay una piedra en el camino. A veces se detiene. Ross. Toma aire. Sólo mis pies siguen brincando. Si alguien se detuvo a vernos. Si alguien habló de nosotros. De nuestra marcha por la calle. Debe haber sido. No lo sé. Cuando llegamos al sol cerré los ojos. 14. La vista Ross Hay un lugar. Un pequeño monte en el parque Görlitz. Más bien una colina. Desde ahí se pueden ver seis colonias de la ciudad. Aquí la traje. En su estúpido estuche. Por la vista y porque hay sol. Mi suéter está húmedo. Mojado y frío de mi sudor. Y ella. Está acostada junto a mí. En el terciopelo en el sol. Los ojos cerrados. Y está muy quieta. La nariz los pies incluso el cabello. En los labios esa sonrisa. La sonrisa de Lucy. Me le acerco mucho. En esta colina con esta vista. Mi dedo con la marca de la cuerda del contrabajo. A unos centímetros de sus labios. Su piel se ha tranquilizado. Ya no irradia calor. Lucy No me tocó. Ross

La dejé acostada. Fría en el sol. Lucy Al irse todavía dijo algo. Ross Soy Ross. Lucy Ya sé. Ross Ya no dijo nada. Lucy Después se fue. Ross El contrabajo me lo llevé. Oscuro

II. Fantasmas Personajes: Marc / Marco Lugar: Un club en Berlín

1. El trayecto Marc Al final pensé. Debí haberlo sabido desde el principio. Marco Desde el principio tuve una sensación rara. Era uno de esos días. Marc Ya desde que iba en el taxi me quise dar media vuelta. Mi mano se humedeció en mi corva. Mi pantalón era amplio y de lino. De lino hombre. Nadie usa pantalones de lino. Simplemente me debí haber dado la media vuelta. Marco Era un día de ésos donde alguien se sube al metro con un cello Y empieza a tocar así nomás. Nadie lo mira al tipo con el cello. Me da un escalofrío entre las estaciones Y desearía estar aquí. Aquí. Bajo las luces de neón junto a los que leen el periódico en el metro. En ningún otro lado. Ese escalofrío bajo la piel. Ese sonido en los oídos. Marc Tal vez quería estar triste. No sé. Tal vez. 2. El pantalón Marc Los bajos de aquí. Había olvidado los bajos de mierda. Marco Había olvidado lo sexy que él era. Marc Detonaciones. Marco Hace dos años que no lo veía. Y ahora él hace como si. Como si no me reconociera. Eso es tan. Simplemente cerrar los ojos. Es tan jodido. Marc Sí. Cerré los ojos. Para estar más cerca de los bajos de los golpes dentro de mí. Pared abdominal tapa del cráneo yemas de los dedos Zonas fronterizas.

Sentí los bajos hasta las puntas de los pies. Marco Quizá debí haberlo dejado sentado solo en el bar. Bebía vino tinto. Antes nunca estaba solo. Y vino tinto. Aquí nadie toma vino tino. Algo. Pues algo cambió en él. No lo sé quizá sea el pantalón. Marc Los golpes en mis piernas. En ambas piernas también la izquierda. En la pierna izquierda hasta la punta del pie. Estos golpes. Me dan tanta tristeza. Estos fantasmas. Lárguense. No soy alguien que crea en ustedes. Yo sé. Que adentro de este Nike bajo este horrible pantalón Se esconde una pierna de plástico. Puntas de los pies hombre. Me puedo considerar afortunado de tener todavía una rodilla. Marco Un pantalón amplio y blanco. Lino creo. Marc Un tipo me mira fijamente. No a mí. A mis piernas. Y se ríe el tipo. Marco Me reí no sé por qué. Era sexy. No me volteaba a ver. Pero el pantalón era una mierda. Marc Me podría marchar. Pero eso tarda. Levantarse equilibrar el peso abrirse camino. En serio. De aquí a que me vaya el tipo ése ya dibujó un retrato mío. Marco Ahora voltea para acá y yo no puedo. Ahora. Simplemente no puedo decir nada. Marc Su mirada golpea a mi fantasma. Marco Si digo algo voy a tener que gritar. Marc

Me di la vuelta. Marco Caminé hacia él. Marc Si dice algo voy a hacerme el sordo. Marco Perdón. Marc Mi vino se cae de la copa. No mucho sólo un poco sobre la yema del pulgar derecho. Marco Mi mano roza su mano. La muñeca. Por casualidad. De camino al cenicero. Perdón. En medio de la barra el roce. Yo sé. Y él sabe. Que no fue casualidad. Marc Sonríe. Marco Sonríe. 3. Los nombres Marc Su cara me resultó desconocida. Marco Hace mucho que no te veía. Marc A mí. Marco Claro que a ti. Eres Marc. Marc A ambos lados de la botella de cerveza Becks puedo ver sus comisuras. Eres Marc. Lo dice como si fuera verdad. Marc. Marco Lo gracioso es. Yo soy Marco. Marc Eso sí es gracioso. Marco Marc y Marco. Marc Gracioso. 4. La pestaña Marc

Bueno. Pensé que la cosa ya había quedado atrás. La cosa con los clubes los darkrooms. Los malditos putos. Todo este ambiente me caga. Glory Hole. Fist Fucking Feat Fucking. Sling Fuck. ¡Cojamos en el sling! El cerebro lleno de poppers. El culo tan abierto como un cielo nocturno. El problema es. Que yo necesitaría una mano que me ayudara. Una mano que me ayude a bajar del sling. Solo ya no puedo. Por eso me caga. Renuncio a es to. Con gusto. Ya me asqueaba desde hace tanto. También desde antes. Antes. También antes me cagaba. Todo ese menear el pito mamar el pito beber orines. En serio. Pensé tantas veces en mudarme al campo. También desde antes. También con dos piernas me hubiera sentido mejor en el campo. Mejor que aquí. Salud. El tipo choca su botella de cerveza con mi copa. Marco. Lárgate de aquí tesoro. Largo de aquí. No creas que es tan divertido cogerte a un inválido. Marco Quédate quieto. Marc Qué es eso. Marco Una pestaña. Marc Mi pestaña está con todo y raíz en su dedo índice. Y ahora qué. Marco Pide un deseo. Marc Soplo la pestaña. Hacia un techo lleno de humo. Y deseo que te quedes. Marco Hoy es tu día de suerte.

5. El juego Marc Estábamos muy juntos. Para entendernos. Su aliento era tibio y olía a cerveza. Lo absorbí por la nariz. Su aliento de cerveza Becks. Lo almacené en la cavidad bucal. Todavía. Junto con sus frases. No que hubieran sido frases importantes. Ni una sola. Sólo su cara. Era como una esfera frente a mi cara. Y pensé en un campo de futbol. Pensé de inmediato. Va a venir alguien A arrebatarte la esfera. Entonces hablé. Él reaccionó. Vienes seguido. Marco Seguido. Bueno, seguido. Más seguido que tú creo. Marc Antes venía muy seguido. Marco Ya lo sé. Marc Cómo es que nunca te vi. Marco Eres un imbécil. Marc Soy un imbécil. Marco Sí me viste. Pero me olvidaste. Marc A ti no podría olvidarte. Nunca. Marco Eres un imbécil. Marc Qué puedo decir. La cosa iba bien. Manteníamos la pelota en juego. Nunca antes. Había pensado en metáforas de futbol. No podía hacer otra cosa. Ataque fuera de juego tiempo extra. Tiempo extra. Velas dedos labios. Massive Attack.

La lengua en la oreja. Alto. Tiempo fuera. Tengo que ir al baño. No me tardo. A desatornillar la prótesis. Y después me reí. A medio juego. Marco De qué te ríes. Marc De nada. Marco En qué piensas. Marc En futbol. 6. La presión Marco A partir de ahí todo empezó a ir mal. Marc A partir de ahí me sentí cans ado. De estar ahí parado con esta presión sobre la cicatriz. Con este hombre. Que piensa que las cosas avanzan. Entre él y yo. Que no sabe nada del horror bajo el pantalón de lino. Del hilacho de piel envuelto alrededor del cartílago. De la costra bajo la rodilla. De la cara del muñón. Que no sabe nada del dolor. De mirarla. De mirar la herida. Que no sabe que mi muñón es blando. Como si te llenaras la mano con yoghurt. Así se siente mi muñón en tu mano. Pero así. Así no te lo imaginaste. Y yo soy el último. En querer arrancarte tus sueños. Tengo sueño sólo tengo sueño. Quiero acostarme estar solo. Quitar el silicón aliviar la presión. Marco Qué te pasa. Marc Quisiera que se fuera. Marco Su mirada se aleja. Se aleja de mí y va hacia los otros. Qué te pasa.

Quieres bailar. Marc Sí hombre. Vamos a bailar 7. El grito Marco Se levanta. Lentamente. Es alto. Más alto que yo. Se tambalea. Se queda parado quieto en la habitación. Pero algo se tambalea en él. Marc Espero. El tornillo de la prótesis se acomoda en la tuerca. Lentamente. Marco Demasiado vino tinto. Marc La presión se hace fuerte. Más fuerte. Marco Alguien lo roza. Marc Alguien me empuja hacia un lado. Marco Por accidente. Como sucede en las multitudes. Pero es un roce no un empujón. Más bien cuidadoso. Un roce no un empellón. Un contacto. La razón para estar aquí. El apretujar y el rozar la piel. Pero él. Marc. Grita. Marc Grité. Marco Su mano en la barra. Veo cómo sus nudillos se ponen blancos. Y lo oigo gritar. Marc Ten cuidado hijo de puta. Marco Ten cuidado hijo de puta. Sé que no soy yo al que le gritó. El que lo tocó.

Pero pongo la mano en mi cuello. Está frío mi cuello. Como si alguien Con un golpe Hubiera interrumpido un contacto. 8. El miedo Marc Qué haces. Marco Me voy. Marc Lo agarro. No a él a su chaqueta. Entre dos dedos sostengo una tela Que es áspera y densa. No te vayas. Marco Qué te pasa. Marc No se fijó. Marco Fue sin querer. Marc Tengo miedo. Marco Miedo. Marc De caerme. 9. El silencio Marc Lo miro. Marco. Sus ojos oscuros su cara. Los grabo en mi memoria. Bajo la mejilla una sombra. Su cabello fulgura azul bajo la luz. Un rayo laser toca su oreja derecha. Todavía sostengo Con dos dedos Su chaqueta. Grité. Claro que grité. El hijo de puta me atropelló. Yo no caigo como ustedes. Cuando yo me caigo puede pasar cualquier cosa. Herida abierta infección amputación total. Así es esto. Porque algún hijo de puta no se fijó. Y él.

Marco. Me mira con ojos tan oscuros y redondos. No dice nada. Piensa. Eso fue una mierda. Pura mierda gritar aquí como loco. Porque él nunca. Nunca ha tratado de levantarse con una pierna de plástico. Piensa. Que soy colérico histérico peligroso. No entiende. Que no quiero estar tirado frente a él. Como un escarabajo de lomo redondo. No entiende. Que le quiero evitar eso. Todo esto. Sencillamente no me entiende. Lo suelto. Suelto su chaqueta. Y se va. Simplemente se va. 10. El escarabajo Marco La cabina es pequeña y roja. Los bajos de afuera hacen un ruido sordo. Como golpes a través de cojines de sofá. Apesta. Llévame si te atreves. Está en la puerta. Un número de celular negro sobre fondo rojo. Frente a la puerta dos voces de hombre una risa. Después alguien le baja a un excusado. Qué te pasa. Salte vete a bailar déjalo parado. La columna junto al bar. Él grita y calla te mira despectivamente. A todos. Con su vino tinto y sus pantalones feos. Una botella cae al suelo. Dos pedazos de vidrio vuelan hacia mí en la cabina. El problema es que. Hay algo bajo mi piel. Un escarabajo. Se mueve en la palma de la mano se multiplica en el pliegue del codo. Se dispersa en la espalda en la región lumbar en la cabeza. Y yo no sé. Qué pensar de él. 11. El pedazo de vidrio Marco

El piso está pegajoso. Los pedazos de vidrio crujen. Uno se queda. Debajo de la suela de mi zapato. Trato de quitarlo. Mirando el orinal. Marc Qué haces aquí. Marco Estoy bailando Marc Sólo quería decir. Marco Qué. Marc Lo que quería decir. Es. Yo te quisiera. Marco Qué. Marc Yo me quisiera despedir. Marco Despedir. Marc Sí. Marco Aquí. Marc Sí. Marco Por qué. Marc Hay menos ruido aquí que afuera. 12. La salida Marc Con los ojos mido el camino hacia la salida. Nueve metros en línea recta. Si nadie interfiere. Echo a andar. Su mirada en mi espalda. Desplazamiento del peso. Mi cuerpo en posición diagonal. Inclinado hacia la derecha. Así comienzan las lesiones en la cadera. Dicen los médicos. Utilice su pierna. La izquierda. Confíe en la construcción. Me pongo en marcha. La fricción de la costra en el silicón.

Su mirada en mi espalda. El labio superior en la mandíbula inferior. Nueve metros. Una vena palpita en el cuello. La cabeza va más lejos ya que el cuerpo. Mi cuello se tensa. Marco. Sé que está viendo esto. Los nueve metros. Y estoy contento. De haberme evitado esto. 13. La espalda Marco Cojea. Va directamente a la salida. Lentamente en una línea recta. Sin voltear hacia atrás. Pero cojea. Quizá tuvo un accidente una lesión en la rodilla. Una amputación. Algo. Me importa un carajo. Sólo quiero que voltée hacia atrás. El hijo de puta. Me imagino que corro hacia él. Que le meto el pie Simplemente Desde atrás. Los dos reiríamos. Rodaríamos sobre el suelo. Y nos besaríamos a dos metros de la salida. Cojea. Abajo el pedazo de vidrio ha encontrado su camino. De la suela a la carne. Me quedo parado lo veo irse. Con el vidrio en el talón. Cómo se va. Por la puerta. Sin voltear hacia atrás. Con la cabeza por delante. Oscuro

III. Los ojos de Nazife Personajes: Nazife / Leon Lugar: Un edificio viejo en Berlín

1. La puerta Leon Todo empezó con la puerta. Una confusión. Como pasa a veces algo medio tonto. Nazife Mierda el timbre dónde está el cuchillo. La mirilla. Un tipo redondo en la mirilla con un tulipán. Con un tulipán hombre. Miedo. Olvídalo hombre tú no me das miedo. Leon Cuando se abrió la puerta. Entonces pasó. Qué te puedo decir. Me quedé sin palabras. Todavía. Vaya que la mujer tenía cabellos. Quise sumergirme en ellos muy oscuros y suaves. Amasar amasar amasar. Los ojos. Profundos como mares los ojos. Como si estuvieran tristes. O hambrientos. Los zapatos. Pantuflas. Estúpidos peluches con cara de gato. Nazife Es un poco raro el tipo. Trae puesta una falda. Con el tulipán. Me mira fijamente. El cuchillo hombre no lo olvides. Leon Hola. Soy Leon. ¿Soy el primero? Nazife Soy el primero. Imagínense. 2. El lema Leon Dónde está Axel. No es ésta la fiesta de Axel. La del lema. Verdad que no era broma. Mujeres de frac sin acompañante. Hombres de falda y con tulipán. Nazife Le digo. No es aquí. La fiesta de Axel. Es en la casa de atrás. Piso correcto casa equivocada. Algo tiene el tipo. Algo simpático. Le digo, soy Nazife.

Leon Soy Nazife. Qué locura. Y la voz. Quedarse un poquito. Todavía. Casa equivocada. Lástima. Nazife Sí. Lástima. Leon Por qué no vienes conmigo. Nazife Fiestas con lema me cagan. Leon A mí también. Nazife Y entonces me da el tulipán el tipo. Eso sí fue algo. Regalarme el tulipán. 3. La fiesta Leon Y entonces me da con la puerta en las narices. Eso fue bastante inesperado. Apenas soy Nazife y eso. Korucu. Dice junto a la puerta. Si apenas estaba empezando algo. Entre Nazife y yo. Korucu toda la boca en O. Y ahora fiesta. En la casa de atrás súper. En el pasillo cerveza Becks se filtra por la alfombra. El DJ Rumbato pone música usando gafas de concha. No soy el primero. Karl Heinz juega solo a los palitos chinos sobre el refrigerador. Elke manosea a Axel bajo el vestido azul. Hombre Leo donde está el tulipán qué falda tan loca. Hago el intento en la fiesta. Un poco de Becks algunos porros papitas fritas. Nazife. De la casa de enfrente. No te puedo quitar de mi piel. Werner se puede parar de cabeza en minifalda. Tini mete su lengua en la oreja de Hanna. Beate con nada puesto bajo el frac. Hombre Leon no fumes tanta hierba. Soy Nazife. Qué locura. Lástima. Sí. Lástima. Me quedé dormido. Muy suavemente. Cuando despierto están aspirando. Nazife. Qué es ese ruido. Hombre Leon tan buena que estuvo la fiesta y tú dormido.

4. La basura Nazife El tipo de ayer con la falda. Leon Nazife. Nazife Nada menos que junto a la basura. Leon Nazife baja la basura. Viste ropa de deportes. Nazife Esto de la basura ya es algo. A esto le llamo participar en la cotidianidad. Me acompaña a mi puerta. Todos los días. Leon Tengo que hacer algo para aprovechar esta suerte. Esto no pasa todos los días. Haz algo. Nazife Hacer las compras es más difícil. Leon Haz algo. Nazife Mañana tengo que hacer las compras. Leon Está a punto de irse. Nazife Se ve pálido y más delgado. Como si hubiera bajado de peso. Está a punto de decir algo sobre la basura. Leon Todavía no lo creo. Trae puestos los peluches en los pies. No te vayas. No te vayas de mi piel. Nazife Está a punto de decir algo. Leon Di algo. Nazife Di algo. Leon Buenos días Nazife de la casa de enfrente. Nazife Buenos días. Qué tal la fiesta. Leon Pues fiesta y ya. Nazife Lema de mierda. Leon

No fue por el lema. Nazife De todos modos mierda. Leon Fue por ti. 5. El ritmo Nazife Ahora todo va muy rápido. Estamos intercambiando códigos. Bueno eso con la basura no estuvo tan bien. Pero por lo demás. Las miradas pequeñas sonrisas esas cosas. Ya desayunaste. Leon Eso no era lo que yo quería. Ya desayunaste. Muy rápido demasiado rápido. Pensé en algo más largo. Con Nazife. La fase de la conquista. Número de teléfono un café quizá también un concierto. Un beso en medio de la multitud. Hacer que todo callara. Muy lentamente no de inmediato. Ya desayunaste. Todavía no. Nazife Ven conmigo. Leon De veras. Nazife De veras. Leon Claro que fui con ella. Nazife Claro que vino conmigo. 6. La puerta Leon Otra vez la puerta de ayer. Korucu. Eres turca. Nazife Eres fascista. Leon No. Nazife Yo sí. 7. Los ojos

Leon Yo estaba a la búsqueda. A la búsqueda de sus ojos. Ayer dije tristes o hambrientos. Hoy. A la luz del día. Digo animales. Suaves y salvajes las dos cosas. Los ojos de Nazife. Nazife Ven conmigo. Leon Yo tenía miedo y estaba excitado las dos cosas. Excitado por Nazife. Nazife Cómo llegaste a mí. Digo. Es un honor. El nombre en la puerta. Bien bien. Debe haber algo más. Digo. Para que me escojas. Confiésalo. Me echaste un ojo. Estoy aquí completamente sola. No tengo un hermano escondido en el armario no tengas miedo. Completamente sola. No fue tonto de tu parte muy listo. Leon Empieza a hablar y me mira de lleno a la cara. Cada vez se vuelve más bella más bella. No entiendo lo que dice. Tampoco sé ya bien a bien cómo fue todo. La puerta el nombre el tulipán la fiesta. Algo me pone triste. Quizá es la sensación De ser confundido con alguien más. Nazife Ojos grandes. El tipo tiene ojos verdaderamente grandes un poco tontos. Me mira fijamente enfundado en su falda. Atrás de nosotros la recámara. Leon La puerta a la recámara. 8. Los zapatos Nazife Pregúntale a la chica si va a correr. Siempre traen puestos zapatos tennis los turcos. Mira Puma. Haz algo ella se está impacientando. Ya brota ajo de los poros. Las agujetas. Las dos. Leon Haz algo haz algo.

De pronto hay tanta fuerza. No se ve esa fuerza. Me tira al suelo con un brazo. Y es tan delgado ese brazo. Estoy tendido en el suelo. Junto a mí los tennis Puma. Les quito las agujetas. Simplemente se las quito. Nazife Anda. Leon Una cama bastante angosta. Nazife Estamos muy cerca. Él está excitado y sonrojado. Por el rabillo del ojo. Veo resplandecer el tulipán de ayer. 9. La mirada Leon Silencio. Nazife No pasa nada. 10. El cuerpo Leon Se quita toda la ropa de deportes. Eso se ve tan tan absolutamente. Infantil. La cabeza en las mangas el pantalón se atora en las pantuflas. Desnuda. De repente está desnuda. Nazife Ya está. Leon Ella es un prodigio. Yo todavía traigo la falda puesta. Se aleja de mí. Yo dejo que la falda se deslice por mis piernas. Nazife en la cama. Boca abajo. El mar de su cabello sobre su rostro sobre todas las cosas. Nazife No te atrevas. Ni una sola vez. A mirarme. 11. El otro Leon Su voz se ahoga en las almohadas. Pero suena fuerte. Como si hubiera alguien más.

Yo me quedo parado en silencio. Nazife No te quedes parado hombre las agujetas. Amárrame las sucias garras. Y tú en la cama te callas el hocico. La cabeza en la almohada y cállate el hocico. De por sí nadie entiende lo que dices. Leon Como si hubiera alguien más. Nazife Ya hombre las agujetas. Leon Éstas. Nazife Anda ya. Leon Lo hice. Nazife Más apretadas hombre. Leon Las apreté tanto. Tanto que la piel se desbordaba a ambos lados del cordón. Nazife Ahora los pies. Leon Para los pies no había nada no había cordón. Sólo miro sus pies. Las plantas rosadas. Y las quiero tocar con el dorso de mi mano. Qué está saliendo mal. Nazife Mierda. Leon Me tengo que ir. Desamarrarla e irme. Nazife Falta alguien. Alguien sostenía los pies. Leon Quién sostenía los pies. Nazife El otro. Hombre. El otro. 12. El nombre Leon Nazife. Nazife Ya párale con Nazife. Nazife no está aquí. Mira a la novia. Te la vas a acabar solo. Sabes por qué.

Sabes por qué. Sencillamente porque no se moverá. Leon Nazife. Nazife Te la vas a acabar solo. Leon Ella abre las piernas. Yo estoy en medio. No sé nada. Nada. Estoy parado frente a la cama frente a su culo. En mi camiseta un veintiocho rojo. Por qué. Nazife Se va a quedar quieta no tengas miedo. Leon Mírame. Nazife tu cara. Nazife ¿Ya te has cogido un culo turco? 13. El camino Leon Mírame. Qué es lo que quieres. Nazife Qué quiere. Tu verga hombre tu verga. Tu blanca verga en su sucio culo. Leon Es suficiente es suficiente es suficiente. Duro. Mierda. Duro. Estoy con ella. Trepo sobre su cuerpo. Sobre la parte trasera de su cuerpo. Hasta su cabello. Su mar de cabello. Es un largo camino. Mis huesos en sus huesos. Rastros sobre su piel. Rastros míos. Meto las manos. En sus cabellos. Mi aliento penetra hasta sus oídos. O pasa a un lado. No sé nada. Nada. Nazife Soy una montaña. Un ascenso un paisaje. Soy un camino. Descanso a las orillas. Descanso a las orillas descanso.

Alguien pone un pie sobre mí se arrodilla. Golpea con la frente y los codos. Todo lo que es duro y puntiagudo. Soy un camino recorrido registrado. Me quedo donde estoy me quedo donde estoy. Del principio al final al principio. Para reencontrarlo siempre reencontrarlo. Descanso. 14. La cabeza Leon Su respiración No la oigo no la siento. Nazife Mi cabeza. Leon Su cabello. Una superficie oscura. Inmóvil. Nazife Mi cabeza hacia arriba por encima del cuello. Jala mi cabeza desde las raíces. La deja caer. La jala hacia arriba. Una y otra vez una y otra vez. Leon No hay cara. Nazife Mi lengua. Leon No sé si está viva. Nazife Mi mandíbula clip clap clip. Leon Grito. Nazife. La agarro de la nuca. Como a un conejo. Mírame. Por favor. Mírame. Nazife La lengua contra los dientes la lengua contra los dientes. Leon Hecho. Su cara piel sus ojos. Los ojos de Nazife. Su boca. 15. La sangre Nazife

Se está volviendo líquido aquí adentro. Trago toso escupo. Lo que sea. La boca me sabe a hierro. Leon Corre sangre sale sangre. Desde su barbilla hasta la almohada. Me mira. Desde la nuca que mi mano voltea. Ella sonríe. Me sonríe. Nazife Él no sabe nada. Nada. Leon Estás sangrando. Nazife Lo dice con voz muy queda. Leon Estás sangrando. Nazife Ahora lo dice más fuerte. 16. La pregunta Leon Mierda. Por qué sangras. Nazife Por qué. Leon Es tu culpa. Nazife Sí. Leon Es tu culpa no mía. Nazife Lo haces muy bien. Leon Yo no hago nada. Nada. Nazife Así sin amigo. Tú solo. Leon Ya basta. Deja de sangrar ahora mismo. Nazife Sigue así. Leon Ya basta. 17. El coraje Nazife Termina esto.

Cobarde. Acábala. Cobarde. Muéstrale quién eres. Yo detengo las piernas tú sostenla a ella. Tú. Tú debes mostrarle quién eres. Enséñale lo único que entiende. Entiende con el culo. Sólo con el culo. Muéstrale lo que opinas de eso. Muéstrale quién eres. Muéstrale quién es ella. Cobarde. Muéstrale Leon Te lo voy a mostrar. Nazife Sí. Muéstraselo. Leon Se lo voy a mostrar. 18. Las flores Nazife Soy una hendidura. Una hendidura en el paisaje. Una fisura en las montañas. Ven. Vamos a jugar a la fisura en las montañas. Primero tú. Luego yo. Hola. Soy Leon. ¿Soy el primero? Aquí no te vas a caer al vacío no tengas miedo. Agárrate fuerte. De mí. Con las uñas los dedos de los pies los dientes. Imáginate algo. Conmigo. Muerde golpea. A través de mí. Descanso a las orillas. En medio. Descanso. Hola. Soy Leon. Lástima. Sí. Lástima. Déjame algo. Algo tuyo. Algunas flores en la piel. Tulipanes. Soy un camino. Principio y final y principio. Flores a las orillas. Tulipanes. Mañana tengo que hacer las compras. Mañana.

19. El día Leon Afuera brilla el sol. En mi pecho resplandece un número rojo. Axel. En el contenedor de vidrio usado. Hombre Leon se te olvidó algo Mi falda se resbala no se sostiene en las caderas. Como si hubiera bajado de peso. Nazife. De la casa de enfrente. Olvidé. Volver a mirarla a los ojos. Oscuro Septiembre 2005.