Analisis Obra de Arte

1 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Acatlán Arte y Arquitectura Evaluación Final

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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Acatlán Arte y Arquitectura Evaluación Final 2015

Índice CONTENIDO DE LA INVESTIGACIÓN.

Capítulo 1. Análisis del contexto histórico cultural en el que se ubica la Obra de Arte. Integrado por una cronología de hechos relevantes ocurridos en la coyuntura histórica cultural y el análisis de la problemática económica, política, social, militar, religiosa, científica, tecnológica y filosófica Capítulo 2. Biografía del autor y Obra artística significativa. Descripción de las etapas formativas y creativas del autor, así como de las obras y temas significativos producidos Capítulo 3. Ideas, Estilos artísticos y Obras Artísticas significativos de la época. Estilos, Ideas y conceptos artísticos de la época histórico-cultural que se trata; así como artistas, obras significativas y de las técnicas pictóricas más utilizadas Capítulo 4. Análisis de la Obra de Arte. 5. Conclusiones: Aportaciones estéticas significativas del artista y de la Obra; comentarios respecto a la Obra de arte y su integración; aportaciones del análisis técnico-plástico; etc.

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Capítulo 1. Análisis del contexto histórico cultural en el que se ubica la Obra de Arte. - LA ILUSTRACIÓN La Ilustración la define (L. Goldman), como “una etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués”, que hunde sus raíces en el Renacimiento sobre todo, en las corrientes racionalistas y empiristas del siglo XVII, Como autores, más representativos tenemos a Descartes, Locke, Bacon, Bayle, Galileo, Grotius, Hobbes, Leibniz, Newton, Spinoza, etc. Tiene como antecesores las revoluciones políticas inglesa y neerlandesa, y socialmente es la clase política burguesa la que pide transformaciones económicas y de gestión, apoyadas en una coyuntura que le es favorable y que está en alza, y que acabará desembocando en la revolución industrial. Estamos en una Europa que cambia la base social, de lo hasta ahora conocido, porque filósofos de la talla de Voltaire, Roseau y Montesquieu, científicos como Buffon, Newton y Linneo, historiadores religiosos y artistas, cuestionaban todos los cimientos, que la tradición los años y la religión se habían encargado de consolidar como verdades eternas y absolutas del hombre. Desde la religión a la política, desde la sociedad a la psicología, del arte a la ciencia, todo se sometía a la revisión, y era iluminado por la razón que René Descartes (1596-1650), se había esforzado en sacar a la luz, clarificando las leyes que rigen las relaciones del hombre con el Estado, con Dios y con la naturaleza. Había de borrar la ignorancia humana y con ella la esclavitud y el sometimiento a las fuerzas ocultas. Los hombres inician, de esta forma, un proceso que los ilustrados consideran ilimitado y perfecto, y que con el tiempo acabará reportando justicia y felicidad al hombre. Con este escenario social, todos acaban rindiendo homenaje a hombres de la generación anterior como Newton, que dedujo a partir del método analítico y la experimentación, los principios generales que regulan la naturaleza. Un contemporáneo de Goya describía con estas palabras el nuevo espíritu europeo: «Hoy en día la masa de los conocimientos ha fermentado, se ha acrisolado, se ha perfeccionado en este siglo; se ha derramado el espíritu filosófico que todo lo ilumina, el espíritu geométrico que todo lo calcula y ordena, el espíritu experimental que todo lo analiza, el espíritu crítico que todo lo examina y juzga, el buen gusto que todo lo hermosea y escoge, y la sociabilidad que comunica todas las luces. En fin, hoy el hombre y la naturaleza han descubierto su pecho y sus secretos al filósofo”. Las publicaciones periódicas, escritos, panfletos, y libros, en francés y en otras lenguas europeas, acaban extendiendo, no sin obstáculos, por el Occidente Europeo, este nuevo pensar que animó las academias y ciertas universidades, acabando estableciéndose como moda en los salones de la nobleza. Había quien sospechaba que tanto racionalismo podía traer ciertas nubes oscuras, que a modo de tormenta, podía descargar y poner en peligro lo establecido como óptimo, los que comprendieron su contenido y su alcance se inquietaron. En esa borrasca tormentosa que se avecinaba los monarcas sintieron amenazados sus tronos; la nobleza su posición privilegiada, el clero su poder; y cuando pasara la tormenta los burgueses verían renacer la esperanza de un mundo nuevo.

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-UNA ÉPOCA AGITADA El pueblo con un 70 % de analfabetismo, tanto si fuera campesino, obrero u artesano, se agobiaba por los amos que tenía y estaba al margen de lo que se revisaba y discutía. La miseria y desesperación era ajena del término razón, tan de moda por las clases cultas y privilegiadas. A pesar de todo, desaparecieron, en parte, las grandes hambrunas que se habían producido en los siglos anteriores y que aún se observan a principios del siglo XVIII (hasta 1709-1710), hubo un cierto desarrollo económico y una mejora de las condiciones de vida, aunque después haya periodos de escasez de alimentos y crisis de subsistencias, con las consiguientes revueltas y motines. En lo cultural, en la época, se pueden observar tres fases con unas características propias. Una primera, en que las guerras de los años sesenta centran la atención hacia los problemas domésticos y económicos de una forma especial hacia lo socioeconómico. Es ahora cuando aparece la figura del pobre en los escritos, y los escritores influidos por la lectura de Rousseau, Voltaire, etc. adaptan los argumentos a las circunstancias sociales. En la segunda fase atacarán y cuestionarán lo dicho anteriormente, exigiendo cambios. Y en la tercera fase, hacía fin de siglo y principios del XIX, una nueva sensibilidad está triunfando y el pensamiento occidental se encamina hacia nuevos derroteros que terminarán en autores como Burke, Hegel, Darwin o Marx. Es un siglo con grandes transformaciones y contrastes en todos los órdenes. No afectando por igual los periodos de crisis y bonanza a las diferentes capas sociales. La clase en auge, la Burguesa es la que más se beneficia de los periodos de prosperidad, gracias entre otros factores, a la afluencia de metales preciosos a Europa tras el descubrimiento de nuevas minas de oro en Brasil, el desarrollo de la agricultura con la introducción de nuevos cultivos importados de América, como el maíz, el perfeccionamiento de los métodos de cultivo, y la construcción de nuevos canales y pantanos para el regadío. También crece la actividad industrial por efecto del aumento de la demanda, y el desarrollo del comercio, tanto nacional como internacional. Se urbanizan y modernizan las ciudades y se crean multitud de centros educativos. Mejorando las condiciones de vida de la población en todos los órdenes, desde el económico al educacional, sanitario, etc. A pesar del ruido que hacían, estos hombres con enorme fe en la razón y el progreso, privilegiados que así mismo se llamaban ilustrados, una casta compuesta por capas altas enriquecidas “los nuevos ricos y su séquito de intelectuales”, constituían una minoría que ingenuamente pensó en utilizar el poder de los monarcas absolutos para extender, de manera rápida, sus ideas y ponerlas en la práctica. La aristocracia, por su parte, en muchos casos conocedora de lo que podían perder si no flexibilizaban su postura, se esforzó en adquirir el barniz de los innovadores y pusieron su real empeño en crear escuelas gratuitas y procurar una prosperidad económica que no les hiciera perder la categoría de bienhechores del pueblo. Esta experiencia, conocida como Despotismo Ilustrado, y bien definida en la frase “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Los aristócratas reformaron y centralizaron la administración, Impusieron códigos de leyes generales adaptándolas a las nuevas tendencias sociales, ampliaron el número de funcionarios para mejor controlar la actividad del reino. Todo ello solo les sirvió para mantenerse algo más en el poder, como

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estrategia para no perder los privilegios, abrieron sus salones a las ideas del siglo y en ellos era tema de conversación la última novedad ya fuera escrita o contada. Las discusiones filosóficas se acompañaban con los trajes más elegantes, las expresiones se refinaron y se miraba de una forma fulminante a aquél que no parecía estar al día de la última novedad. A pesar de todo, pocos eran los salones que se podían considerar ilustrados; la mayoría estaba siguiendo una moda, una de tantas, con absoluta inconsciencia de que sus días estaban contados. La burguesía tampoco comprendía, del todo, el calado que las nuevas ideas implicaban, tales; como derechos naturales del hombre, igualdad civil o gobierno representativo, pero cuando, avanzado el siglo, se dio cuenta de que en Inglaterra un burgués gozaba de respeto, posición y poder, que los Estados Unidos de América, se había declarado nación independiente, y para colmo, tenía por documento básico la Declaración de Derechos humanos de 1776. -LA EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA El principal motor de la economía, en la época, fue el comercio mundial. Hacia 1720, Europa realizaba cerca de las dos terceras partes del comercio internacional y, sesenta años después, aumentaba esa proporción a tres cuartas partes, en este desarrollo tuvo un papel esencial los mercados coloniales, en cuanto proveedores de materias primas y metales preciosos, por un lado, y receptores, por otro, de los productos elaborados en Europa, especialmente agrícolas y de la industria textil. Inglaterra, salió beneficiada con las concesiones españolas originadas tras la Guerra de Sucesión y como consecuencia obtuvo el navío de permiso y asiento de negros, entre otras, lo que le permitió penetrar en la América Española, con esto, se alzó a la primera posición, por delante de Francia y los Países Bajos, que perdía así la condición de primera potencia comercial que había tenido en el siglo XVII. La hegemonía inglesa en el comercio atlántico, se consolidó tras su victoria sobre Francia en la Guerra de los Siete Años. La burguesía enriquecida con el comercio colonial, las manufacturas y la banca, jugaba un escaso papel. Pagaba impuestos y prestaba dinero incluso al propio rey, pero no figuraba en parte alguna. Era protagonista de los nuevos inventos y técnicas nuevas, que eran muy abundantes en comparación con siglos anteriores, pero oficialmente nadie daba valor a algo que salía de las manos artesanas aunque demostrara su utilidad, cuando lo elegante, o encumbrado y estimable era lo contrario. Todo este crecimiento económico experimentado, a través del comercio internacional, trajo un desarrollo de las instituciones financieras, que mejoraron su gestión. El crédito experimento una rápida evolución. Aunque la financiación del comercio y de la incipiente industria no fue la única actividad de la banca, esta tuvo que dedicar su atención y sus recursos a financiar a los Estados. Estos nuevos ricos, como consecuencia del comercio, dieron lugar a una abundancia de capitales privados, y estos a especulaciones bursátiles que desembocaron en crisis, la primera de las cuales se produjo en 1720. El origen de dicha crisis fue el sistema concebido por John Law, que en 1716 creó, con el apoyo del rey de Francia, un banco autorizado a emitir moneda, respaldado por el oro. Cuatro años después, y tras una serie de operaciones especulativas se produjo la bancarrota cuando los accionistas solicitaron su oro, lo que originó una grave crisis en Francia y en Europa.

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El resultado para la banca fue una ralentización en el desarrollo del sistema financiero y bancario, el papel moneda fue sustituyendo progresivamente a los pagarés, bonos, vales, etc.

-DESARROLLO DE LA INDUSTRIA El crecimiento económico trajo consigo un crecimiento de la demanda, y esta generó asimismo un importante crecimiento de los pequeños talleres o artesanos, originando a la vez un proceso que fue el origen de una excipiente industria basada en el cuero y la piel, las bebidas alcohólicas, el vidrio, el papel, la loza, la porcelana, etc. Pero fue la industria textil, y concretamente la del algodón, la que tendrá el protagonismo sobre todo en Inglaterra, que gracias a una serie de factores y a la aplicación de innovaciones técnicas, como: -La máquina de hilar de Hargreaves, llamada spinning jane patentada en 1770, que mecanizaba el hilado. - La lanzadera volante de los telares de John Kay en 1735, que aceleraba el proceso de tejer. -La máquina hidráulica o water frame de Arkwright. La mule-jenny de Crompton, que mejoraba el hilado. -La máquina de vapor de doble acción, de Watt. Que perfeccionaba la de Newcomen -El telar movido por la energía del vapor de Cartwright, Estos y otros desarrollos industriales, así como inventos de otros géneros, producen una revolución en los procesos de producción que desemboca en el sistema de fábrica que se extenderá al resto de Europa en el siglo XIX. -LOS CAMBIOS EN LA CULTURA Y LA SOCIEDAD Los cambios producidos, en lo artístico, eran un abandono del barroco para entrar en el neoclasicismo. El barroco insistía en la creación de ambientes sugestivos con una forma un tanto difusa, lo que originaba un marco emotivo y conmovedor, cargado de grandiosas escenas que daban una sensación de vida y movimiento, todo ello lleno de color. La utilizaban los reyes y los obispos para demostrar la grandeza de su poder. Frente a ella el neoclasicismo, en que las formas aparecían perfectamente definidas a través del rigor en el dibujo, siendo la composición rígida y geométrica y el color claro y frio evitando la pasión, está inspirado en el arte clásico y es una reacción contra el barroco imperante en el siglo XVII. -EL NEOCLASICISMO Tiene un carácter científico y racional del ideal estético, su criterio de la belleza es la armonía y la proporción, adoptando como modelo el arte griego. Es una consecuencia de las profundas revisiones de los modelos económicos y políticos que se vive en Europa en la época. Abarca el arte y la literatura y se revisan los valores de la antigüedad desde el punto de vista formal y moral. Se busca un ideal de pureza como defensa y crítica del barroco y rococó, que se consideran artes de lujo artificial. En este movimiento de humanismo cultural, también aparece un afán enciclopédico de recoger el saber humano.

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Fruto de esta revisión cultural, inspirada en la antigüedad clásica, los artistas y aficionados viajarán a Roma para tomar modelos de la antigüedad imperial romana, y Roma se convierte en el centro internacional, también se toman directamente del Renacimiento, en lugar de observar directamente los edificios de la antigüedad. En esta revisión de la cultura greco-romana tuvieron importancia los descubrimientos de Pompeya y Herculano y los dibujos de artistas y las teorías de los enciclopedistas (Voltaire, Rousseau, etc.) En el neoclasicismo, se habla de nuevo estilo, tratado como un resurgimiento y aparición del verdadero arte. Una de las características del neoclasicismo, es que en la revisión de las culturas clásicas, se concluye la preeminencia de lo griego sobre lo romano. Por ello, en el neoclasicismo, predomina la arquitectura inspirada en Grecia. En el plano cultural y artístico, también se produce este punto de inflexión que terminará conduciendo a la pintura moderna contemporánea. El arte, tenía que servir de instrumento educativo y ser un reflejo de las virtudes cívicas y morales. Ello originó que se crearan las Academias, para así dar una formación clásica a los nuevos estudiantes, e influir en los artistas para que difundieran el nuevoestilo. Con esta función educativa y pedagógica, que la Ilustración atribuyó al arte, su consecuencia fue la organización de exposiciones y a la creación de museos para mostrar al público en general las diferentes etapas de la historia del arte. - UNA LITERATURA BASADA EN LAS IDEAS Como en el arte, la literatura se caracteriza por su afán didáctico y utiliza un estilo claro y sencillo. Es una literatura que tiene como principal misión la transmisión de las ideas imperantes en el siglo, los géneros más utilizados son el ensayo y epistolar, por ser los que mejor se prestan a la exposición de pensamientos y críticas. La poesía también tiene que estar sometida a las reglas que definen lo que es una obra literaria correcta y cumplir una misión didáctica, los temas preferidos son la amistad y la solidaridad, la búsqueda de la felicidad y el bien común, y hace especial hincapié en la importancia de la educación y la crítica de costumbres. -LA RELIGION EN LA ILUSTRACION En la religión, se abandonan las viejas concepciones, y se estudia su naturaleza, desde el punto de vista científico. Para la mayoría de los filósofos, la ilustración incluía el rechazo del cristianismo tradicional. La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa; cultura al margen del cristianismo, y en algunos aspectos anticristiana. Esto tiene su explicación en cierto rechazo por parte de la Iglesia, de la forma de vida burguesa.

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-LA CRÍTICA DE LOS DOGMAS CRISTIANOS Hay que tener en cuenta, para este análisis, que la burguesía constituye una clase emergente que, desde su aparición, vive del comercio, del préstamo con interés y del lucro. Los teólogos y moralistas, en esta época, consideraban al préstamo con interés como usura, y a las ganancias así ocasionadas, como ilícitas. Los sacerdotes, por su parte, predicaban que era más fácil salvarse a un hombre dedicado al ocio, que no al comercio. Las virtudes cristianas son transformadas en virtudes laicas; los ilustrados nunca hablan de caridad, en su lugar emplean la palabra filantropía. Es decir sustituyen el término amor al prójimo por amor a Dios, por el de amor al hombre por el hombre mismo. Este carácter no religioso de la Ilustración se nota también en las lecturas, en el siglo XVII, los libros que más se vendían eran las vidas de santos y las obras de piedad; en el siglo XVIII las obras más vendidas son tratados de filosofía y ciencias naturales, en cambio desciende la edición de libros religiosos. Todo esto hace que se generalice el concepto de tolerancia, definida como una disposición de espíritu que deja a toda persona o grupo la libertad de expresar sus opiniones y sus costumbres aunque no se compartan. Esto lo justificaba Voltaire, diciendo; que el conocimiento humano es limitado, por lo que todos los hombres pueden ser inducidos al error y ninguna religión puede ser depositaria la omnisciencia divina y proclamarse verdadera. Esta resistencia, de la Ilustración al poder las de religión y su influencia sobre los individuos, así como la defensa, de los Ilustrados, a los derechos naturales del hombre, abrió el camino hacia la liberación de la espiritualidad de las formas históricas de las religiones instituidas. La consecuencia fue el inicio de un proceso de la laicización de sociedad. La aparición en el seno de la Ilustración de estas tendencias se terminó de desarrollar en la Revolución francesa. Para los filósofos de la Ilustración la razón era la única vía de conocimiento y el único remedio contra la ignorancia que, según aquellos, propagaba la misma Iglesia. Así, en su obra Voltaire triunfante o los sacerdotes equivocados, Cloots declaraba que las religiones reveladas eran falsas, los milagros y profecías contrarios a la razón, y la ciencia el enemigo declarado de la superstición. La religión se convierte en un compromiso personal con Dios, abandonando las imposiciones de la Iglesia, que según los ilustrados ocupaba el lugar de Dios. La Ilustración proclamaba la pluralidad y la tolerancia. -SUSTITUCIÓN DEL DERECHO DIVINO POR EL NATURAL Siendo, para los ilustrados, la razón la única base de las normas jurídicas, se negaba así que el derecho fuera de origen divino y se afirmaba su fundamentación en la naturaleza humana; de ahí el ideal del “derecho natural” y de construir este de acuerdo con la razón, siendo esta la regla que debía regir el Estado. La propagación del “derecho natural o iusnaturalismo” representaba una carga de profundidad contra la monarquía absoluta, en la que la autoridad del rey se basaba en el derecho divino elaborado en Francia a finales del siglo XVI, en el contexto de las guerras de religión. La monarquía absoluta, desaparecería con el estallido de la Revolución francesa en 1789, la proclamación de la República Francesa en 1792 y la ejecución de Luis XVI en 1793.

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- LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA Así las cosas, no es de extrañar que la clase burguesa; rica, cada vez más numerosa y más culta, se harte y se enfrente a los privilegios que por herencia conservaba la nobleza. A la España de Goya llegaron las luces europeas, a modo de cuentagotas, por el empeño que la censura e Inquisición pusieron en salvaguardar los valores tradicionales. A pesar de esto, una minoría selecta de Ilustrados Españoles hizo que las nuevas ideas que corrían por el continente Europeo, entraran poco a poco y se fijaran en España. Pero en España las nuevas ideas eran recibidas con una cierta prudencia, no existía el júbilo esperanzador de Francia y de otros países. El país llevaba mucho tiempo encerrado en sí mismo y convalecía de una crisis económica y política, convirtiéndose todo ímpetu reformador en una labor ingente y ardua. Aquella población, que en otros países, formaba la estructura burguesa compuesta por los que ejercían profesiones liberales, poseían tierras, se dedicaban a negocios, manufacturas, comercio, etc., esa clase todopoderosa que sirvió de vehículo, en Inglaterra, Francia y en el resto de Europa a las nuevas ideas, eran en España casos excepcionales y localizados. Exceptuando Madrid y algunas grandes ciudades del litoral, no se veía por el país esa actividad y mentalidad que defiende conjuntamente trabajo individual y dinero, a pesar de que Carlos III había promulgado en un decreto por el que intentaba dejar claro que “el trabajo manual no envilece en absoluto ni a la familia ni a la persona que lo practica”. Los nobles, que eran de los pocos que viajaban por Europa, además de no aprender nada, solo fueron capaces de vestirse y estornudar a la francesa, lo que les convirtió en unos petimetres ridículos. Estos además del linaje, tenían como emblemas la fatuidad, el poder y la holganza. Aquellos que tenían en su mano la cultura, universidades, seminarios, etc., mantenían una postura anquilosada y orgullosa, basada en la tradición y muy alejada del debate intelectual reinante en Europa. En este tiempo la Compañía de Jesús tenía en España un poder enorme; controlaba muchas cátedras de universidades y dominaba por completo la enseñanza, además de ocupar puestos clave en el Tribunal de la Inquisición, a esto se unía que la orden religiosa dependía exclusivamente de Roma, dificultando así la autoridad del rey. Motivo este de su expulsión en 1766, siguiendo el ejemplo de otros países europeos, tras los acontecimientos en el denominado “Motín de Esquilache”. A la mayoría campesina, que su vez era la mayoría del país, les acompañaban la miseria, la ignorancia, y la superstición, y por supuesto, el termino razón les resultaba extraño e incompresible. Había muchos frentes que atacar, y en España para esta labor solo se contaba con unos pocos políticos, un rey, ciertos nobles, algún que otro obispo, un puñado de artesanos y un corto número de catedráticos de universidad. Con el apoyo del rey, habían surgido por la geografía española las Sociedades Económicas de Amigos del País, piezas claves para la reforma. La reacción a este esfuerzo no se hizo esperar: campesino y artesano cantaron su estribillo: “lo hicieron así mis padres”; la facultad de letras de la Universidad de Salamanca mantuvo que los principios de Newton, “así bien disponen al sujeto para ser un perfecto matemático, nada enseñan para que sea un buen lógico y metafísico”; y el Tribunal de la Inquisición enjuiciaba a Rouseau como “hombre vago, enemigo de la sujeción, ladrón, lascivo, con otros vicios y que no poseyó ciencia alguna con fundamento”. Y el mismo Tribunal concluía; “Pero todo esto es poco en comparación del mucho daño que su lectura puede causar a la fe, a la religión y a la moral.” A pesar de todo, en el país se lograron ciertos éxitos que abrieron un camino a la esperanza.

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-LA PINTURA EN ESPAÑA Visto este contexto general de la Ilustración en Europa, es Madrid la ciudad que atraía a los artistas de la época, en esta ciudad se concentraban los mecenas y las oportunidades oficiales. Las dos principales eran; la línea reformista de los Borbones, que intentaba institucionalizar el arte, y la otra, el deseo de Carlos III de dotar a la corona de un patrimonio artístico más que decente. En 1752 se inauguró la “Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Fernando”. Pero en este tiempo la fascinación venía de Francia e Italia, y eso hacía que un monstruo como Velázquez no tuviera los seguidores que merecía. Hablamos de un tiempo en que se producía la transición del barroco a la corriente neoclásica proveniente de Europa. Pero el interés de Carlos III, antiguo rey de Nápoles, por este mundo, hizo que trajera de Italia a los afamados pintores Gian Battista Tiépolo, como último gran representante del barroco, y a Antón Rafael Mengs que estaba dentro de la nueva corriente neoclásica, al cual se le encargo la dirección de la Real Academia de San Fernando, desde la cual ejerció una autentica dictadura artística. Una de las actividades que tenía la Real Academia era la de organizar un concurso cada tres años, para premiar el trabajo de un artista, no sabemos en qué consistía el premio, pero lo seguro es que daba un espaldarazo al pintor y una puerta abierta hacia el éxito.

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Capítulo 2. Biografía del autor y Obra artística significativa. Descripción de las etapas formativas y creativas del autor, así como de las obras y temas significativos producidos. -INICIO En Europa y en España, cuando nació a kilómetros de Zaragoza, en un pueblo llamado Fuendetodos, Francisco de Goya y Lucientes, el día 30 de marzo de 1746. En una vivienda humilde, como la de la mayoría de españoles de la época. Su madre era una hidalga, sin posibles, pues solo conservaba unas pocas tierras y su padre José de Goya tenía un oficio especializado, era maestro dorador, pero en Fuendetodos no ejercía, solo vivían de las escasas tierras de su mujer. Tenía tres hermanos; Rita, Tomás y Camilo. No eran ricos, pero tampoco pasaban hambre. Cuando Francisco tenía 14 años, en 1760, su padre por motivos económicos, se vio obligado trabajar en su taller de Zaragoza, lo que permitió al hijo entrar en contacto con la ciudad, que por otra parte era el mundo representativo del ambiente urbano general del país. Zaragoza tenía una población de algo más de 40.000 habitantes, y por aquel entonces, solo unas pocas, en España, llegaban a esta cifra. Vivía Francisco de Goya, con sus padres y hermanos, en el número 12 de la calle de la Morería, rodeado de conventos y huertas. Francisco, con sus hermanos, iba a estudiar la enseñanza elemental a las Escuelas Pías, allí conoció al amigo más querido de su vida: Martín Zapater. Con él ira de caza, compartirá las penas y alegrías y cuando en busca del éxito abandone su tierra natal, siempre le escribirá describiéndole sus impresiones. Como su padre, en Zaragoza, tenía el oficio de dorador, Goya había visto desfilar, por el taller, a los pintores para entregarle los marcos de sus cuadros para dorarlos, y su padre con esmerado cuidado, realizando su sabor, acostumbraba a observar las obras de los pintores zaragozanos. Posiblemente estas escenas serían decisivas, en Goya, a la hora de pensar en un oficio. Zaragoza, en la época, ofrecía una oportunidad al oficio de pintor, púes había muchos conventos y una junta de obras de la basílica de El Pilar, lo cual aprovecho la hidalguía de su madre, y el trabajo de su padre, para mover las relaciones de ambos para encontrar un camino seguro para su hijo. A todo este ambiente artístico hay que añadir el ánimo que un pequeño grupo de pintores ilustrados; como Ramón y Pignatelli y Juan Martín de Goicoechea, daban a los jóvenes artistas protegiendo algunos talleres locales. Los talleres zaragozanos eran de pequeñas dimensiones y cumplían la misión de centro de trabajo y de formación. Todo esto representaba una motivación artística, a los ojos de Goya y de sus progenitores. Dado el momento de elegir oficio y puesto que Goicoechea y Pignatelli eran amigos de sus padres. Entro Goya a trabajar en el taller del hidalgo José Luzán protegido de Pignatelli que gozaba con el respeto de la Inquisición. Dado el agobio existente en el taller de José Luzán, originó que a los 16 años Goya realizara su primera obra conocida: “el relicario de la parroquia de Fuendetodos”. En esta época comenzó a cundir, entre los pintores zaragozanos, la idea de seguir el camino que otros pintores de la tierra habían seguido, y que les había labrado cierto prestigio, fuera de su tierra. Mientras que Antonio González Velázquez había ido a Zaragoza y el bohemio Merklein se había instalado en ella, los de la provincia eran atraídos por Madrid y el

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extranjero. Este es el caso de un antiguo alumno de Luzán, llamado Francisco Bayeu, que para conseguir el éxito, se sirvió de la protección de González Velázquez y se casó con la hija del extranjero Merklein. Goya que tenia ambición, en el mundo de la pintura, no tardo en imitar la idea de Francisco Bayeu, convirtiendo la trayectoria de este en su modelo a seguir. -BUSCANDO LA FORTUNA Las dos tendencias pictóricas, existentes en la época, provocaban en Goya una contradicción al tener que elegir entre la expresión de sus sentimientos y la contención que imponía la Academia, pues estaba claro que aquel que quisiera triunfar en la Corte, tenía que seguir los dictados impuestos por Mengs. Francisco Bayeu aprovecho la amistad de su suegro, el pintor Merklein, con Mengs para trabajar en la Corte, instalándose con su hermano Ramón en Madrid en el año 1763. Esto afecto a Goya dada la envidia que tenía a Bayeu, y no pudiendo dominarse se traslado también a Madrid, Goya entonces tenía 17 años.

MOTÍN DE ESQUILACHE, ATRIBUIDO A FRANCISCO DE GOYA (1766-1767) COLECCIÓN PRIVADA, PARÍS. Este fue el primer contacto con la muchedumbre violenta de Francisco de Goya, cuando contaba con 20 años de edad, y fue realizado en Madrid, con Ocasión de los disturbios que llevan su nombre.

En Madrid estuvo tres años, y su impresión no fue muy grata, la ciudad además de experiencias le reporto sobresaltos y disgustos, después de este tiempo, se encontraba desde el punto de vista artístico, prácticamente en el mismo sitio que cuando acabo de llegar. Sucedió que cuando llego a Madrid proveniente de Zaragoza, se presentó al ejercicio propuesto por el tribunal de la Academia, consistente en realizar un cuadro titulado: “Marta, emperatriz de Constantinopla, se presenta en Burgos al rey Alfonso X el Sabio y le solicita la tercera parte de la suma que había fijado el sultán de Egipto por el rescate del Emperador Balduino, su marido. El monarca español ordena que se le remita la suma entera.” Goya no obtuvo ningún éxito, a pesar del empeño que puso en pintar como los maestros, no obstante, al tercer año, se volvió a presentar al mencionado concurso, esto transcurría en el año 1766. Las circunstancias eran que Francisco Bayeu, detrás de cuyos pasos había venido Goya a Madrid, y modelo a imitar por este, era académico y miembro del jurado que tenía que calificar, y el resultado fue que el ganador del mencionado premio recayó en su amigo Ramón Bayeu, hermano de Francisco Bayeu. Después en esta impresión amarga que tuvo en Madrid, tenía que pensar en qué hacer y

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cómo seguir adelante, no se sabe muy bien que pasó en los cinco años que siguieron, lo que sí sabemos es que en 1771 se fue a Italia. En Roma vivió en un círculo de pintores que estaban relacionados con Mengs, y sus andanzas por el país son inciertas. De Italia vino con un fuerte espaldarazo, en la Academia de Parma, se presentó a un concurso con la obra; “Aníbal victorioso lanza desde la cumbre de los Alpes las primeras miradas sobre los campos de Italia”. Donde obtuvo una mención, apreciando sus meritos. Si visito Venecia no se sabe, el caso es que se debió de impresionar por Tiépolo y Tintoretto, artistas que cobraron gran importancia en la obra de Goya. A su regreso a Zaragoza le dieron el encargo de pintar la bóveda del “coreto” del Pilar de Zaragoza. El boceto que presentó, llamado “Adoración del nombre de Dios” fue un éxito, todo esto represento un paso definitivo para el éxito. En sus obras demostró que era capaz de pintar en los más variados estilos, según reclamaban los clientes. Así, en la decoración en la Cartuja de Aula Dei, ejecutó once murales en estilo neoclásico, mientras en la iglesia de Muel siguió las normas barrocas.

BAILE A ORILLAS DEL MANZANARES. 1777 – GOYA - EL PRADO – MADRID Segunda serie de cartones, encargada por el Príncipe. Vemos a un Goya que ha adquirido bastante destreza en este tipo de pintura, con una composición armoniosa y brillante colorido. En el fondo se puede ver la cúpula de San Francisco el Grande, recién construida.

- SE ABRE EL CAMINO AL ÉXITO Las aspiraciones de Goya no acababan con el escaso triunfo que venía de su estancia en Italia, a su regreso a España creció el número de encargos, pero a pesar de esto Goya no parecía estar contento. Siempre tenía que seguir el gusto de sus clientes, tenía que poner buenos precios y la fama se reducía a su región natal, y este marco lo consideraba demasiado estrecho. Tenía 27 años, y no contento con los varapalos que le había ocasionado su anterior experiencia en Madrid, estimo que combinando la sensatez y el oportunismo y calibrándolo todo en su justa dosis, podía alcanzar sus aspiraciones como pintor, y no repetir las amargas experiencias que había tenido en su anterior estancia en la Capital del Reino de España.

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ANÍBAL VENCEDOR CONTEMPLA POR PRIMERA VEZ ITALIA DESDE LOS ALPES, ÓLEO SOBRE LIENZO, FUNDACIÓN SELGAS-FAGALDE. Vemos a un Goya despojado de los convencionalismos aprendidos en España. Aquí adopta una invención más arriesgada, inspirada en los modelos clasicistas, así como una paleta de tonos pasteles, rosados, suaves azules y grises perla.

Su modelo a seguir no había cambiado, y era, como se ha escrito más arriba, ese otro aragonés llamado Francisco Bayeu, que tenía solo doce años más que él y se había convertido en el jefe de fila de los pintores españoles del momento. Como ya sabemos al repasar la carrera de Bayeu su ascensión meteórica había surgido a través de su matrimonio con la hija de Merklein, amigo del todopoderoso Mengs. No sabemos si por interés o por amor, pero Goya se casó con Josefa Bayeau en el año 1773, amiga de la infancia y hermana del encumbrado Francisco Bayeu.

EL CACHARRERO. 1778. GOYA EL PRADO. MADRID. ÓLEO SOBRE LIENZO. ROCOCÓ Cartón para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Obra cumbre, Junto con el Quitasol del periodo inicial de Goya en Madrid.

El caso es que a la muerte de los padres de los hermanos Bayeu, fue Francisco el que ejerció de jefe de familia, actuando de una forma patriarcal y caciquil para proteger a los hermanos, y ahora su preocupación recaía en proporcionar una existencia honorable a sus dos hermanas. No vio con malos ojos la boda de Josefa con Goya, pues consideraba a este un elemento valioso. La estrategia de Goya pronto daría resultado, pues en 1774, con 28 años, estaba instalado en Madrid y con trabajo. Resulta que Mengs, reformador de las bellas artes en España por mandato del rey, se interesó por la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Quería revitalizarla aumentando los encargos de cartones sobre el tema de la “vida española”, y aquí es donde interviene Bayeu para que el gran maestro Mengs, llamara a su cuñado Goya .

Como Goya no tenía experiencia en este tipo de trabajos decorativos, como eran los cartones, su cuñado le ayudo al principio hasta iniciarse. Vivía en casa de Francisco Bayeu, y trabajaba bajo su tutela. Cuando el trabajo parecía continuo y gratificante se vio obligado a suspender la producción de cartones por una grave enfermedad y se dedicó a técnicas que le exigían menos esfuerzo, como el grabado y el dibujo.

LA NOVILLADA. 1780. GOYA EL PRADO.MADRID. ÓLEO ROCOCÓ. Es la primera vez que trata el tema delos toros, que será clásico en el pintor.Se retrata vestido de majo y capa enmano. La pintura fue realizada por órdenes delos consejeros reales de Carlos III paraobsequiar a los Príncipes de Asturias. La novillada está pintada en colores y tonos vivos, característica de los primeros años de Goya y se le considera un cuadro predecesor del Impresionismo.

Un año después de comenzar a grabar, se publican, con el apoyo de algún mecenas, en la Gaceta de Madrid de “nueve estampas dibujadas y grabadas por Don Francisco de Goya” copiadas de cuadros de Velázquez. Hay que señalar la importancia que tuvo Velázquez en la pintura de Goya, pues le llevo a plasmar los más exquisitos matices de luces y tonos y llegar a lo que él mismo llamó la magia del ambiente. Años más tarde llego a decir que no conocía otros maestros que “Velázquez, Rembrandt y la naturaleza”. A sus 33 años ya no parecía lejano ese triunfo, había trabajado con ahincó, cobraba unos 8.000 reales y su mujer Josefa le había dado un hijo. Escribió así a su amigo Martín: “Te contaría lo que me honró el rey y el príncipe y la princesa, que por la gracia de Dios, me proporcionó el enseñarles cuatro cuadros, y les besé la mano, que aún no había tenido tanta dicha jamás, y te digo que no podía desear más en cuanto a gustarles mis obras.” Han pasado siete años desde que vino a Madrid y cuenta con un bien ganado prestigio como decorador e incluso goza de la aprobación real, pero este no es el tope de sus sueños. Se siente seguro de sí mismo y quiere aprovechar cualquier ocasión para escalar las posiciones más altas.

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EL QUITASOL FRANCISCO DE GOYA 1.777 OLEO SOBRE LIENZO. MUSEO DEL PRADO, MADRID Formaba parte de la serie de cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.

-GOYA CONQUISTA LA CORTE En 1779 muere Mengs, primer pintor de cámara del rey. Goya solicitó inmediatamente ocupar la vacante dejada por el maestro, plaza que era codiciada por otros muchos pintores. Por otra parte la Real Fábrica de Tapices había parado su producción, lo que la obsesión por un trabajo seguro parecía guiar de nuevo sus pasos, por si fuera poco, su mujer estaba de nuevo embarazada. Ante todo esto, su cuñado, el patriarca Bayeu, le aconseja llamar a las puertas de la Real Academia de San Fernando. Aquí no era mucho lo que podía conseguir, salvo el título de académico y lo que esto le reportaría. Para lograrlo presento un Cristo crucificado, ajustándose estrictamente el estilo reinante en la época; el de Mengs. El premio conseguido confirmo su esfuerzo, por fin se había reconciliado con la Academia.

CONDESA DUQUESA DEBENAVENTE. 1785. MADRID FRANCISCO DE GOYA Casada con el noveno duque de Osuna, fue una de las mujeres más interesantes de su época, rivalizó con la duquesa de Alba en celebridad. En este retrato vemos a una mujer de rostro inteligente vestida con exquisito gusto parisiense.

No dejo de intentar introducirse en el mundo de los poderosos a la búsqueda de protectores que le encargaran retratos, una buena oportunidad le proporcionó su amigo Goicoechea al conseguirle un cliente, se trataba del conde de Floridablanca, que además era el primer ministro, pero a pesar de que Goya intentó agradarle por todos los medios no cobro el cuadro. Pero cuando el hermano del rey, el infante don Luis, persona conocedora de la pintura observó el retrato del ministro, quiso tener cerca a este pintor que sobresalía de los demás.

El infante don Luis vivía en Arenas de San Pedro, en la falda de Gredos, desde su matrimonio morganático con doña María Teresa Vallabriga, estando rodeado de artistas y músicos, y hasta allí llamó a Goya, que realizó el retrato de la familia de don Luis. La breve estancia que paso con esta noble familia, haría que fuese reconocido como el pintor más solicitado por las altas esferas a las que siempre aspiró. Sin embargo, aquel mecenas incomparable murió dos años después. Pero la fama que esto le reporto fue importante, y como herencia fue nombrado subdirector de pintura de la Academia en el año 1785, siendo protegido por los duques de Medinaceli y los de Benavente-Osuna.

LA PRADERA DE SAN ISIDRO. DE FRANCISCO DE GOYA, 1788. ÓLEO SOBRELIENZO. ROCOCÓ. MUSEO DEL PRADO, MADRID. Este boceto destinado a transformarse en un cartón para tapiz de grandesdimensiones nunca llegó a realizarse. Pues la muerte de Carlos III paralizó laproducción de la Fábrica de Santa Bárbara.

De esta forma Goya a los 39 años, de la mano de la duquesa de Benavente, entraba en el mundo elegante y encumbrado de los aristócratas y en el mundo opositor y vigilante de los ilustrados. Goya estaba de moda y fue nombrado, junto a Ramón Bayeu, pintor del rey. También la Real fábrica de Tapices reanudó sus actividades y Goya realizó los cuatro cartones de Las estaciones, La gallina ciega y el boceto de la Pradera de San Isidro. Cuando en 1788 murió el rey Carlos III, cuya austeridad captó en el retrato que le hizo vestido de cazador, Goya había llegado a la cumbre de su carrera como pintor.

MARIA TERESA DE BORBON YVILLABRIGA. 1783. GOYA. NATIONAL GALLERY OF WASHINGTON. Figura al más puro rococó, se distingue la cumbre de Gredos al fondo, estilo decorativo y de colores suaves, la niña está vestida con traje popular.

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-LOS ECOS DE LA REVOLUCION FRANCESA Desde el plano social eran años de inquietud, pues en 1789 se extendía por toda Europa la sombra de los acontecimientos en Francia. Para Goya le era difícil la posición a adoptar, pues por una parte estaba su nueva, esforzada, y ganada posición en la Corte y por otra la de sus amigos ilustrados, que a raíz de los nuevos sucesos empezaron a verse amenazados. Como a todos, a Goya le tocó vivir un cambio de siglo que sacudió todos los cimientos de aquel mundo de apariencia apacible. Mientras la revolución Francesa sacudía los cimientos del mundo conocido. En España gobernaba un apático y ridículo Carlos IV, cuya indecisión y temor a los acontecimientos franceses hizo caer sucesivamente a ministros como Floridablanca y Aranda, hasta que llego al poder el favorito de la intrigante reina María Luisa, Don Manuel Godoy. En un principio, cuando era ministro Floridablanca, se tomaron medidas para proteger al país del contagio revolucionario, pero estas resultaron inútiles. La constitución francesa circulaba por Madrid en copias manuscritas, y los contrabandistas suministraban periódicos franceses. Pero cuando la ejecutaron de Luis XVI dio paso al terror, cayo la curiosidad y simpatía de la opinión pública por la Revolución, y por todo el país se extendía el espanto de los acontecimientos franceses. Esto produjo una ruptura clara de relaciones con Francia, y España se sumó a la coalición antirrevolucionaria. La guerra con Francia se redujo a la frontera de los Pirineos, pero incidió negativamente en la situación de España, pues provoco una subida de precios e impuestos que apago el fervor anti francés. Esto junto a las derrotas sufridas, obligaron a Manuel Godoy a firmar la paz con Francia, reanudando así las relaciones con el país vecino, pero condujeron a España al enfrentamiento con Gran Bretaña y abrieron las puertas a Napoleón.

CONDE DE FLORIDABLANCA DE GOYA 1783. MADRID Goya encontró la oportunidad de introducirse en la Corte retratando alprimer ministro. El conde de Floridablanca. En el cuadro aparecen el arquitecto Sabatini y el propio Goya en actitud sumisa.

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- EL VIAJE A ANDALUCIA Goya a la edad de 44 años, en su vida interior, se hallaba atrapado entre dos fuegos. De una parte tiene que servir a un rey, al que estaba ligado por su cargo de pintor de cámara, teniendo además por clientes a la alta aristocracia que es la clase que más solicitaba sus servicios, y por otra parte, gozaba de unas relaciones amistosas que a lo largo de los años había establecido con las cabezas ilustradas más sobresalientes del país, tenemos a: Moratín, De Jovellanos, Ceán Bermúdez, Cabarrús, Goicoechea y otros muchos a los que veía con frecuencia en su casa o en alguna tertulia. Hay que destacar que Goya no era un político, ni siquiera un intelectual, tampoco podemos decir que fuera propiamente un burgués, aunque hubiera acumulado alguna riqueza.

CARLOS III EN TRAJE DE CAZA.1787. GOYA. OLEO SOBRE LIENZOMADRID. Cuando Goya hizo este retrato no era pintor real, por lo que el rey no pudo posar para él. No obstante, supo captar su personalidad. Corresponde a una persona tímida, terca y austera, siendo la caza su única distracción. Poco después de este retrato Goya fue nombrado pintor real.

Era un hombre de pueblo, que sus valores de referencia se habían cimentado como su pintura, poco a poco y desde abajo, que había llegado a codearse con las altas capas de la sociedad, y que sin embargo simpatizaba con las ideas de los ilustrados. Y como hombre de pueblo era capaz de ver el idealismo, y ciertas fantasías, que abrigaban los ilustrados, así como también el surrealismo que tenía la aristocracia, en su mundo alejado de la realidad social.

EL PELELE. CARTÓN PARA TAPIZ. GOYA 1792. MUSEO DEL PRADO Ultima serie de cartones para la Real Fábrica de Tapices, por encargo de Carlos IV. Aparece una intención satírica que anuncia un cambio en su pintura.

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Goya comienza a plantearse cuestiones, que por primera vez en su vida, no estaban relacionados con el deseo de triunfar, ni con el oficio de pintor. A pesar de todo no adoptó, en esta ocasión, como tampoco lo haría en su vida ante las situaciones difíciles, ninguna postura definida. Excepción de su casamiento con la hermana de Bayeu. Debido quizás a la incertidumbre que tenía, por las cuestiones arriba expuestas, partió en 1792 para Cádiz sin solicitar el permiso del rey, o bien quería visitar a su amigo Ceán Bermúdez que estaba en Sevilla o a otro llamado Sebastián Martínez que vivía en Cádiz, y en cuya casa se hospedo el pintor.

LOS CAPRICHOS. GOYA Con este autorretrato abre la serie, es una época tormentosa de su vida, nos muestra su escepticismo y acomete una serie de sátiras sobre la sociedad española de su tiempo. Se representó en actitud erguida y como un personaje importante.

Posiblemente como resultado de las consecuencias expuestas, y al ambiente liberal que se respiraba en Cádiz, por su puerto y comercio internacional, a la hora de pintar para el oratorio de la Santa Cueva, Goya no siguió regla alguna, quiso expresar libremente toda su tensión interior. Siendo el resultado el de una realidad vibrante que atrapada en el lienzo, contemplaba a Jesús, Pero no pudo acabar estas pinturas para el oratorio de la Santa Cueva de Cádiz, de repente, comenzó a sentirse enfermo y lo que al principio parecía una enfermedad pasajera se convirtió en un terrible mal, no sabemos qué enfermedad fue, pero el caso es que acabó con una terrible sordera que la arrastró a lo largo de su vida. La secuela que le causo la enfermedad, y quizás por haber estado cerca de la muerte, originó el camino que culminaría en los “Caprichos”, colección que realizó para sí mismo, llamada de gabinete, en ella aparecen escenas de toros, el corral de locos y los cómicos, expresándose de forma radical la violencia y la tragedia. Impresión decisiva para el resto de su vida, para 1794 no había empezado a trabajar, y cuando lo hiciera, sería en la nueva forma que con dolor había adoptado.

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LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO. 1814. GOYA. MADRID - MUSEO DEL PRADO. Con este cuadro Goya comienza un camino nuevo en la pintura histórica, hasta el momento los cuadros de este tipo tenían como protagonistas a personajes importantes, en su lugar aparecen dos masas de hombres enfrentados, anónimos e implacables los soldados que matan, y llenos de incomprensión los que mueren.

-GOYA EN LA MADUREZ Estando ya en Madrid se sentía débil y sin ganas, se había quedado sin oído, había tenido una terrible experiencia que impacto negativamente en su trabajo, y solo algún retrato, que más que nada hacía para entretenerse, le sacaba de su aislamiento. Su cuñado Bayeu había muerto hace poco, cosa que le había proporcionado ser nombrado director de pintura de la Academia.

LA MAJA DESNUDA - FRANCISCO DE GOYA. 1790-1800 - ÓLEO SOBRELIENZO NEOCLASICISMO. MUSEO DE EL PRADO - MADRID. Tanto en esta obra como en la maja vestida, Goya retrata el cuerpo enterode una misma mujer, recostada plácidamente en un lecho, y mirandodirectamente al observador. No se trata de un desnudo mitológico, sino de una mujer real, contemporánea a Goya. El romance del pintor con la Duquesade Alba, ha dado pie para pensar que se trata de ella.

Su cabeza estaba puesta en Andalucía, y en 1796 partió para el sur con el pretexto de finalizar los cuadros del oratorio de la Santa Cueva, pero lo que quería realmente era gozar de un tiempo más cálido y de disfrutar conociendo las obras de arte, que en la anterior ocasión no pudo vislumbrar. Su amigo Céan Bermúdez de nuevo le acogió en Sevilla, y contaba cómo se detenía ante los cuadros de la catedral y contemplaba, ensimismado durante horas, cada una de las obras que le llamaban la atención. El 9 junio de 1796 murió el duque de Alba en Sevilla, cosa que obligó a la duquesa a desplazarse a Andalucía, y allí coincidió con Goya. Estos se conocían desde 1795 con ocasión de la realización de diversos retratos. María Teresa Cayetana de Alba tenía 34 años y era considerada la primera dama del país después de la reina. Era independiente, menuda, viva, tenía una larga melena, e irradiaba alegría y optimismo. Se supone que para llevar un luto cómodo, se instaló en la residencia de verano de Sanlúcar, no se sabe cómo se pusieron en contacto, pero el caso es que a finales del mes de junio Goya vivía también en el mismo palacio. En un cuadernillo de dibujo atrapaba a los personajes del palacio, en actitudes diversas y con toda naturalidad, desde la duquesa al último criado. Estos insignificantes dibujos, pertenecientes a su vida privada, le enseñaron un nuevo medio de expresión que no abandonará en toda su vida. Dos meses estuvo en el palacio, y a sus 50 años vivió una historia de amor apasionada con la duquesa de Alba, hasta que ella regresó a Madrid. De nuevo, en enero de 1797, la duquesa y Goya se encontraron en el palacio de Sanlúcar, pero transcurridos dos meses el idilio se acabó, se supone que por la fuerte personalidad que tenían los dos y para acabar con las disputas. De nuevo en Madrid, Goya se encontró con un ambiente muy distinto al que dejó. La capital hervía políticamente, y sus amigos ilustrados, Iriarte, Saavedra y Jovellanos ocupaban el gobierno, dispuestos en sus ministerios a aplicar las reformas que tiempo atrás habían soñado. Después de lo vivido últimamente, a un ambiente menos grato en la capital o quizás a su amargura amorosa, el caso es que su mente era más afilada y atormentada, recogía en su cuadernillo de apuntes, estrenado en Sanlúcar; máscaras, brujas y caricaturas, todos con rostros deformes, bestiales y horrendos. Sustituyendo así a los personajes agradables y desenfadados de hacía solo unos meses, su nuevo Álbum de Madrid, ya no era un cuadernillo íntimo sino algo pensado e intencionado. Goya arremetía con sus dibujos, contra la servil búsqueda de la moda, la superstición, contra los matrimonios de conveniencia, la adoración ciega de las costumbres, y contra la hipocresía u ociosidad de las clases altas.

EL COLOSO 1808-1812 GOYA - MADRID - EL PRADO – ÓLEO SOBRE LIENZO. Este cuadro atribuido por Manuela Mena a un“seguidor de Goya” ha sido discutido por diversos expertos y varias instituciones públicas y privadas. Algunos lo interpretan como al gigante de la guerra a cuyo paso huyen en estampida todos los seres vivos. El claroscuro del cuadro añade un clima de tragedia.

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-NOMBRADO PRIMER PINTOR DE CÁMARA En 1799, y a sus 53 años fue nombrado primer pintor de cámara, con este nombramiento de dedicó, entre otras tareas durante dos años, a retratar a los personajes de la Corte, entre ellos a Godoy, que había llegado a la cúspide del poder. La salud física parecía que había vuelto al pintor, pero no estamos seguros de que le ocurriera lo mismo a su espíritu. Trabajó intensamente y en el par de años que van de 1799 a 1801 salían de sus manos; los frescos de la ermita de San Antonio de la Florida, los dibujos y grabados de los “Caprichos”, un buen número de retratos, y una serie con temas de brujería. Había vuelto a la actividad, no sabemos si por falta de dinero o por el aislamiento que le causaba su sordera. En este periodo de actividad salían, de una forma aleatoria, rostros serenos, escenas populares o deformes criaturas con amarga crítica. Presentó la dimisión en la Academia, como director de pintura, aludiendo motivos de salud que le impedían ejercer la enseñanza. Esta situación le duró poco, pues en 1801 sus amigos los ilustrados habían sido desterrados, Jovellanos se encontraba encarcelado en el Castillo de Bellver en Mallorca, Ceán Bermúdez había vuelto a Sevilla, huyendo de Madrid por motivos políticos y Urquijo estaba encarcelado en Pamplona. Añadimos a esto, que la duquesa de Alba murió en extrañas circunstancias. Todo esto le hizo comprender que no debía frecuentar la Corte, sino quería correr la misma suerte. Por consejo de Godoy y por el cuidado que siempre puso en evitar problemas políticos, decidió entregar al rey los ejemplares no vendidos y las planchas de los Caprichos, detrás de los que andaba la Inquisición. -EL TRABAJO Y LA FORTUNA Cuando Goya tenía 60 nació su nieto Mariano, fruto de la boda de su único hijo Javier, con Gumersinda, hija de un próspero comerciante. A Javier tuvo el cuidado de dotarlo económicamente de una forma generosa, pero este no actuaría de la misma forma con su padre, pues a lo largo de su vida Javier se dedicará a especular con la fortuna y las obras heredadas de su padre. En esta época, Goya conoció a la joven y provocativa Leocadia, mujer que compartiría más tarde la vida con el pintor, cuando este ya se encontrara en la vejez. Goya trabajaba intensamente, y tenía escasa vida social pues siempre estaba en casa pintando. Por lo demás su vida era como la de cualquier otro burgués de su tiempo. Su casa tenía buenos muebles y joyas, las paredes estaban adornadas con obras de Rembrandt, Correggio, Piranesi, alguna copia de Velázquez y siempre presente el retrato de la duquesa de Alba en traje negro. A los visitantes que venían a su casa, ya fueren cortesanos, amigos o clientes que querían hacerse un retrato con el maestro, les tenía que leer los labios, para saber lo que querían, o para estar al corriente de la vida nacional.

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"CARRETADAS AL CEMENTERIO", DE FRANCISCO DE GOYA1812-1815 CALCOGRAFIA NACIONAL Es el desastre número 64. Desde la estampa 48, las muertes que refleja el genial pintor se deben a las consecuencias que la Guerra ha dejado tras desí. Hay fallecidos a causa de la enfermedad, el frío o el hambre.

A esta nueva clase, “los nuevos ricos”, que partiendo de oficios y trabajos modestos, habían llegado, como él, a adquirir una buena posición económica, les ofrecía la oportunidad de imitar a una clase a la que nunca hubieran soñado arrimarse, y su afán de ostentación les lleva a gastar una cantidad importante en decorar su salón con un retrato firmado por el mismo artista que pintaba al mismo rey, a sus políticos e intelectuales. Estos eran los años anteriores a la guerra de la independencia, los vaivenes de la vida y la política harían que esta tranquilidad se desvanezca. Goya, como intuyendo el futuro, en su colección “los Caprichos”, va pintando los aspectos más desgarrados y violentos de la sociedad de la época, para acabar dirigiendo su mirada a un pueblo que, dos años más tarde, se convertirá en protagonista de una sangrienta guerra.

FERNANDO VII CON MANTO REAL. 1814 –GOYA – MADRID – EL PRADO. Cuando volvió Fernando VII, al acabar la Guerra de la Independencia, Goya pintó varios retratos del rey, entre ellos éste. “El Deseado” aparece vestido con todos los atributos reales: cetro y manto cortesano, el Toisón de Oro y la Orden de CarlosIII.

-UN PAÍS CONMOVIDO Napoleón quería incorporar a España a su sistema de libertades, y para ello la invadió, sin embargo en España fueron muy pocos los que le concedieron esa oportunidad, había en el país una reacción espontanea que no estaba tejida con la misma trama ideológica; una parte del país iba a la guerra con los santos en el bolsillo, invocando su protección, era esta la España rural, que bajo la dirección del clero defendía las ideas religiosas, la tradición y al rey. La otra, la de las ciudades, bajo la influencia de burgueses e intelectuales quería construir una nación avanzada, transformando para ello el país. El denominador común, para unos y otros, era construir una nación soberana e independiente. Testigo de toda esta tragedia Goya se convirtió en un cronista excepcional de los acontecimientos del momento, pues solo él fue capaz de analizar y plasmar con su pincel todo el horror de la brutalidad humana. -LOS DESASTRES DE LA GUERRA “Los desastres de la guerra” es una serie de grabados realizada por el pintor, que consta de sesenta y cuatro planchas, y componen la más desgarrada narración que se haya hecho de una guerra. Goya pasó la contienda en su casa de la calle Valverde, y a excepción de algún retrato que hacía por encargo, la ocupación principal consistía en la elaboración de los grabados mencionados. El protagonista era el pueblo, en los que la muerte y la guerra le acompañaban constantemente, surgiendo así escenas de bandidos, cárceles, hambre y hospitales, mezclados con grandes dosis de tragedia y de horror. También había escenas, las menos, más relajadas llenas de majas y celestinas, e incluso festivas, con corridas, romerías y carnavales. Una obra destacada, de aquellos días, y que se merece comentar es el cuadro de “El coloso”. En cuya enigmática pintura se ve al gigante de la guerra a cuyo paso huyen en estampida todos los seres vivos, con un claroscuro de fondo que le da un intenso clima de tragedia. Goya en la contienda, permaneció al margen de cualquier bando, ante todo quiso demostrar que era un civil y un pintor. No sabemos cuál fue su postura, o si la tuvo realmente, por una parte en sus dibujos y pinturas siempre se destaca al heroísmo español, no haciendo mención a las hazañas de los franceses. Había una parte de sus amigos ilustrados, que estaban esperanzados con las nuevas reformas que podían aportar, colaborando con los franceses, e incluso el propio rey José, hermano de Napoleón, le otorgó la Orden Real de España. Sea como fuera no tuvo el odio de ninguna de las partes. Goya se encontraba camino de los 70 años, cuando su mujer Josefa murió en el mes de junio de 1812, atrás quedaba el tiempo en que un joven pintor, ambicioso y en busca de fortuna, estrechó los lazos con la hermana del influyente Francisco Bayeu. Era un anciano, pero con gana de emprender una nueva vida. Desde el momento que conoció a Leocadia, una mujer 43 años menor que él, en la boda de su hijo Javier, Goya quedó prendado de su belleza y juventud. Leocadia, por su parte, estaba separada de su marido acusada de infidelidad. En 1814 nació Rosarito, una niña a la que el pintor exigía que la trataran como a su propia hija, deseoso de emprender una nueva vida, dejó Goya la hacienda a su hijo Javier y partió hacia Francia para reunirse con su amante. Hecho este que no sucedió pues la policía, denunciada por su hijo Javier, lo trajo de nuevo a su casa.

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- LA CALMA TENSA DE EUROPA La bienvenida idea de la razón triunfó en toda Europa, pero los países que se formaron con esta idea no pudieron convivir largo tiempo bajo el dominio de un extraño, por mucha justificación y empeño que pusiera. Y el hecho de reunir, por un mismo patrón, a pueblos tan diversos hizo que comenzara a surgir el nacionalismo como bandera de resistencia. La fuerza y el número de aliados acabaron con el imperio, y los vencedores se reunieron en el Congreso de Viena para la reconstrucción de Europa. Una vez reunidos, no pensaban tanto en su reconstrucción, que les era secundario, sino en su reparto. Un reparto de despojos como si de viejos piratas se tratara. Una vez repartido el pastel volvieron los viejos monarcas absolutos, con sus caballos blancos, sus suntuosas carrozas, y su extravagante procesión de súbditos pendientes de una señal para correr a servir a sus amos. Un poco más benevolentes y magnánimos, y tal vez haciendo alguna concesión, según a quién. El caso es que para garantizar su seguridad crearon la “Santa Alianza”, que proclamaba un concierto europeo de apoyo mutuo. Así una vez puesto el rey, la aristocracia corrió a ocupar su puesto, y el clero también se afanó por no quedar descolgado, de tal forma que el trono y el altar entraron en una perfecta simbiosis. La libertad era una palabra hueca para todo aquel que no tenía fortuna e influencias. Pero si Napoleón se equivocó, también lo hicieron estos hombres reunidos en el mencionado congreso, el descontento continuo extendiéndose y así surgieron la revolución industrial, y las revoluciones de 1820, 1830 y 1848. Por el momento solo existía una calma tensa.

FRANCISCO DE GOYA LEOCADIA 1820-1823. MUSEO DEL PRADO, MADRID. Esta joven es Leocadia Weiss, retratada por Goya, fue su compañera hasta la muerte del pintor, apoyada en la tumba de Goya, es el único personaje de todas las PINTURAS NEGRAS ajeno al mundo de pesadilla. Representa la vida, frente a la muerte y la crueldad.

Goya conocía bien al rey, pues lo había pintado cuando era pequeño junto a su padre, el rey Carlos IV, el pintor no participaba de su bienvenida, por otra parte Fernando VII estaba ansioso por ejercer el poder y aparte de sus ansias no había nada más en aquella cabeza, que había sido analizada por el pintor en otras ocasiones durante sus largas sesiones de trabajo. Tampoco el rey tenía una buena impresión de Goya, en cierta ocasión le dijo “Durante mi cautividad mereciste el destierro e incluso el garrote, pero eres un gran artista y te perdono”. Forzado a permanecer en el país, buscó una situación cómoda en la que, no teniendo el favor del rey, al menos le quedara una cierta seguridad, cosa esta difícil en un rey carente de palabra. Esta situación le causaba momentos amargos al pintor, pero su reputación y su frialdad calculada, que en muchas ocasiones le había sacado de algún apuro, le hicieron confiar en ese perdón del nuevo rey.

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Buscando la confianza de Fernando VII, empezó su arduo trabajo en la Corte, y como cabe esperar, la oportunidad vino cuando le encargaron una serie de retratos del rey. Con el retorno del rey vino la Inquisición, y cuando esta confiscó los bienes del que fuera ministro de su padre Carlos IV, el favorito Godoy, encontró en su casa, una Venus de Tiziano, La Venus del espejo de Velázquez, y las Majas de Goya, obras tachadas de inmorales. El Santo Oficio mando comparecer al pintor para que las reconozca, el perdón vino considerando su título de primer pintor de cámara, y gracias a la notoriedad alcanzada, consiguió ser declarado “purificado”, recobrando los derechos y pensiones de que disfrutaba antes de la guerra. La simpatía del rey nunca la alcanzó, pasando a ser discriminado a favor del nuevo pintor Vicente López. Después de este tropiezo, y como le había pasado en otras ocasiones de su vida, tras pintar un par de autorretratos en los que plasma una imagen, favorable en el aspecto y poco común para una persona de 70 años. Goya se vuelca hacía sí mismo, sin demostrar urgencia por nada, distante de un mundo que parecía regido por el disparate, inicia una pintura dictada por su propio sentimiento. Compra un lote de planchas de cobre y comienza a grabar unas series llamadas: Los caprichos enfáticos, La tauromaquia y los disparates. Los temas tratados nos dicen mucho del ánimo con que se enfrenta a la vejez. La primera es crítica, la segunda recoge su pasión por los toros y la tercera tiene mucho que ver con la ensoñación, el delirio y la ultratumba. - UNA CASA LLAMADA LA QUINTA DEL SORDO En 1819 compra una casa en el campo, solitaria, cerca del rio Manzanares y rodeada de diez hectáreas de terreno. Había venido a vivir allí frustrado, sin ilusiones y decidido a alejarse de la vida de la corte, pues en los últimos tiempos y debido a la antipatía del rey Fernando VII hacia su persona, alejarse era lo mejor que podía hacer dada la inseguridad que le producía este. Desde la Quinta del Sordo, como así se le llamaría más tarde a su nuevo hogar, se divisaba los escenarios de su vida anterior, cuando él era el protagonista del triunfo como pintor: el Palacio Real, los jardines de la Florida, la cúpula de la iglesia de San Francisco, etc. Allí llego acompañado de las dos personas que adquieren un significado especial en las postrimerías de la vida: su amante Leocadia y la pequeña Rosarito, mientras tanto, su hijo Javier, estaba expectante temeroso de perder la apetitosa herencia en manos de la joven compañera de su padre. Dispuesto a comenzar a trabajar en su retiro, una terrible enfermedad se abatió sobre él, y gracias a su amigo el médico Arrieta consiguió, a duras penas, ir volviendo poco a poco a la vida, tras vivir una experiencia horrible. Aunque curado físicamente, de su cabeza salen una mezcla de alucinaciones y pesadillas con las que no podrá luchar. Los demonios salían de su interior, no sabemos porque causa, enfermedad, desilusión, sordera, o quizás fue el delirio de pintar con absoluta libertad, sin imposiciones académicas de ningún tipo, ahora que él no vivía en la corte. Algo parecido le ocurrió en el año 1792, cuando se encontraba en Cádiz, y se disponía a pintar el oratorio de la Santa Cueva de Cádiz, pues detrás de una grave enfermedad salieron unas secuelas psicológicas terribles. El caso es que comenzó a cubrir las paredes de dos salas de la nueva casa con pinturas, no sabemos la finalidad, el resultado fueron catorce pinturas de horror y pesadilla que resumían parte de los cincuenta años de su vida, denominada “bajada a los infiernos”. Esta visión sarcástica no se limita a sí mismo, sino que también la hace extensiva al pueblo madrileño, y también a la Inquisición, en el cuadro denominado “El Santo Oficio de paseo” da una visión de clérigos borrachos de grandes barrigas. No es fácil conocer el sentido completo de esta serie de inframundo, con sus demonios interiores, posiblemente ni el mismo pintor lo supiera.

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DOS VIEJOS COMIENDO SOPA. FRANCISCO DE GOYA, 1819-1823. ÓLEO SOBRE MURO, TRASLADADO A LIENZO • MUSEO DEL PRADO, MADRID. Una vieja de aspecto repugnante comiendo sopa, al lado una figura de aspecto cadavérico repite el gesto. Goya lo compuso en la finca La Quinta del Sordo, y nos da idea de la visión pesimista que el pintor tenía en ese momento de la actividad humana.

-DOMINANDO EL MIEDO Mientras Goya estaba enfermo triunfó el pronunciamiento militar denominado “Pronunciamiento de Riego”, fue un golpe de estado de los militares progresistas, realizado por el comandante Riego el 1 de enero de 1820 en Cabezas de San Juan, con ocasión de un acto militar. Riego emite un bando promulgando la hasta entonces derogada Constitución Liberal española de 1812, que dice, entre otras cosas: “Las órdenes de un rey ingrato que asfixiaba a su pueblo con onerosos impuestos, intentaba además llevar a miles de jóvenes a una guerra estéril, sumiendo en la miseria y en el luto a sus familias. Ante esta situación he resuelto negar obediencia a esa inicua orden y declarar la constitución de 1812 como válida para salvar la Patria y para apaciguar a nuestros hermanos de América y hacer felices a nuestros compatriotas. ¡Viva la Constitución!” Con este golpe de estado, termina el gobierno absolutista desarrollado por Fernando VII durante la primera etapa de su reinado, y se establece un gobierno liberal, es el denominado “Trienio Liberal: de 1820 a 1823”. La Europa de la Santa Alianza se siente alarmada, ante la presencia de un gobierno liberal en España, y tras su reunión en Verona decide enviar a España a los “100.000 hijos de San Luís” para poner fin a un trienio liberal. El día 13 de noviembre de 1823 entra triunfante en Madrid Fernando VII en una carroza arrastrada por mancebos, mientras una multitud fanática le aclamaba. Este fue el inicio de diez años de pesadilla, la denominada “década ominosa”, en que abundaban los arrestos, venganzas, palizas. El clero exigió el establecimiento de la Inquisición, a lo que el rey se negaba temeroso de las reacciones contrarias que despertaría en Europa. Muchos fueron los liberales, que ante estas circunstancias, buscaron en la emigración una vía de salvación, de esta forma los hombres más destacados de España fueron abandonándola poco a poco, ante esa sensación de peligro y negro provenir, que es la misma que sentía Goya en esos momentos. Acosado en su retiro de la “Quinta del Sordo”, y aunque oficialmente continuaba siendo pintor de cámara, sus relaciones con los círculos Ilustrados podían traerle algún problema y su obra ser objeto de alguna persecución, a sus 77 años se podía ver proscrito e incluso encarcelado. Como consecuencia de sus temores de verse encarcelado, y animado por sus amigos, decidió irse a Francia, pasando antes por casa de José Duaso y Latre, canónigo de ideología conservadora, que le dio refugio durante los tres meses anteriores a su abandono de España.

El 2 de mayo de 1824, el día después de la publicación del decreto de amnistía, presento una solicitud al rey “para tomar las aguas minerales de Plombières y mitigar así las enfermedades y achaques de la edad”. De esta forma consiguió una licencia de 6 meses, y sin renunciar a la pensión y título de pintor de cámara, y tras donar la casa “quinta del sordo” a su nieto Mariano partió para Francia.

SATURNO DEVORANDO A UN HIJO. FRANCISCO DE GOYA, 1819-1823. ÓLEO SOBRE REVOCO TRASLADADO A LIENZO • MUSEO DEL PRADO, MADRID. Esta pintura constituye un ejemplo de cómo Goya fue un precursor del expresionismo. Sacrifica la forma y el detalle a aquellos rasgos que sirven para resaltar la expresión, simplificando las figuras e insistiendo en las masas esenciales.

-LA ESTANCIA EN FRANCIA Una vez pasada la frontera se dirigió directamente a Burdeos, pues nunca tuvo intención de ir al balneario, allí se encontraba esperándolo su amigo Leandro Fernández Moratín con el que pasó tres días, y una vez transcurrid os estos prosiguió viaje a París, donde fue recibido por Jerónimo Goicoechea. En la capital de Francia pasó tres meses, que dedicó principalmente a visitar la ciudad y a mirar monumentos, creemos que estuvo en el museo del Louvre y también que visitó el Salón de 1824, donde jóvenes pintores románticos abrían nuevas perspectivas a la pintura. De todas formas el interés de Goya por visitar París, se debe a su preocupación por conocer a fondo los nuevos procedimientos litográficos empleados en Francia. En el otoño retornó a Burdeos, instalándose en una casa con Leocadia y los dos hijosde ésta, Rosarito y Guillermo. En la ciudad se habían concentrado gran número de españoles, exiliados por motivos políticos, los cuales se reunían en casa de un aragonés liberal que había abierto una chocolatería. Tras recobrar la serenidad, que había perdido hace tiempo, y mostrándose contento de la ciudad y de la independencia que transmitía, comenzó, utilizando nuevas técnicas, en el invierno de 1824, cuarenta miniaturas en marfil, con temas eternos para Goya, como: hombres, mujeres del pueblo, majos y majas, etc.

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Con todo esto, la economía en Francia no estaba lo boyante que necesitaba su familia, pues en este país era un desconocido, y queriendo hacer algo nuevo inicia la ejecución de una serie de litografías de impecable ejecución: Los toros de Burdeos y el Retrato de Gaulon, su impresor, sin conseguir con ello la recompensa económica esperada. La necesidad de dinero le llevó a renovar su permiso de estancia en Francia, siendo esta vez para tomar las aguas de Bagnères, y viajar a Madrid el 30 de mayo de 1826 para solicitar su jubilación. Para apoyar esta recordó sus largos años de trabajo al servicio de la Corte, el Rey accedió a su jubilación como pintor de cámara, siendo esta de 50.000 reales. Regresó de nuevo a Burdeos, esta vez sin agobios económicos, tuvo la voluntad de pintar la que sería su última obra “La lechera de Burdeos”, encontrándose en plena actividad su salud comenzó a fallar, desplazándose urgentemente a Burdeos su nuera y su nieto Mariano, se encontraron a Goya paralizado de la mitad derecha del cuerpo, esto sucedía el 16 de abril de 1828, y a las dos de la madrugada murió serenamente.

LA LECHERA DE BURDEOS FRANCISCO DE GOYA, 1827 ÓLEO • MUSEO DEL PRADO, MADRID. En esta célebre obra Goya se anticipó en más de 50 años a las pinturas de Renoir, es uno de sus últimos cuadros, y uno de los más bellos.

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Capítulo 3. Ideas, Estilos artísticos y Obras Artísticas significativos de la época. Estilos, Ideas y conceptos artísticos de la época histórico-cultural que se trata; así como artistas, obras significativas y de las técnicas pictóricas más utilizadas. -ROMANTICISMO El romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla, incluso dentro de una misma nación, se manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes. Se desarrolló en la primera mitad del siglo xix, extendiéndose desde Inglaterra y Alemania hasta llegar a otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo xx, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo. -CARACTERISTICAS El romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo: La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento. La primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo. Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista. El liberalismo frente al despotismo ilustrado. La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre debe mostrar lo que le hace único. La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas. La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada. Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo xviii; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante.

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Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición. Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular (romances o baladas anónimas, cuentos tradicionales, coplas, refranes) y de las literaturas en lenguas regionales durante este periodo: la gaélica, la escocesa, la provenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca... Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo xvii, de espíritu clásico y universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón. El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración. Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental. «La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras épocas históricas. El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un Romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la vuelta a los valores cristianos de la Edad Media. En Alemania, la deriva reaccionaria, que incluía una invitación a regresar a la Edad Media, también se dejó sentir en la obra de algunos de sus máximos inspiradores teóricos, como los hermanos August Wilhelm y Friedrich Schlegel, aunque su paroxismo se encontraría en el opúsculo "La cristiandad o Europa" (1799) de Novalis, tal como prontamente advirtió el poeta post-romántico Heinrich Heine en La escuela romántica (1836). El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los románticos amaban la naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y genuino. -PINTURA ROMANTICA sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa. El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente cien años, distinguiéndose tres periodos: -SISTEMA Y LOS VALORES DEL ROMANTICISMO. . El primer período del romanticismo (1770-1820) se desarrolla en paralelo con el neoclasicismo (1760-1800) o más bien en oposición a esta corriente. En efecto, allí donde el neoclasicismo propone una belleza ideal, el racionalismo, la virtud, la línea, el culto a la Antigüedad clásica y al Mediterráneo, el romanticismo se opone y promueve el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la pincelada y el culto a la Edad Media y a las mitologías de la Europa del Norte.

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La pintura romántica apela al subjetivismo y la originalidad. Se inspira en escenas violentas como en La carga de los Mamelucos de Goya, tiene un gusto por el dramatismo, que utiliza para remover el sentimiento del público. En cuanto la expresión, utiliza con frecuencia fuertes contrastes de luz y sombra (claroscuro). El colorido es característico del romanticismo, pues prevalece sobre el dibujo, que asume un papel secundario. La pincelada se hizo visible, impetuosa. El empaste es en general grumoso y espeso, de manera que la pintura adquirió una naturaleza táctil que reforzaba su carácter de creación impulsiva y espontánea. A veces el acabado del cuadro tiene un aspecto de esbozo. En cierto sentido, al hablar del romanticismo se puede hablar de un neo-barroco, por el movimiento, la tensión, el empuje, los contrastes y los colores de estos cuadros. Son, en general, pintores barrocos los que influyen a los pintores románticos: la huella de Caravaggio es evidente en Géricault, mientras que Rubens influye en Gros y en Delacroix. Ello no elimina que en casos concretos otros sean los pintores que influyeron: así los nazarenos pretenden acercarse a los primitivos italianos como Fra Angélico, Gérard a Leonardo y, finalmente, Prud'hon se ve influido por el manierista Correggio. La Muerte de Sardanápalo, de Delacroix, h. 1827, Museo del Louvre. Cuadro que ejemplifica el gusto romántico por lo exótico, la unión de erotismo y muerte y la influencia de autores barrocos como Rubens; logra una escena tumultuosa en la que domina el color sobre el dibujo. Los temas que preferían los románticos se evidencian en los géneros que cultivaron. Así, el tema de la naturaleza hizo que los paisajes se convirtieran en un género mayor, cuando hasta entonces era considerado menor o mero fondo decorativo para las composiciones de figuras. No se trataba de descripciones topográficas, sino de expresar emociones humanas a través del paisaje. Es en Gran Bretaña donde el paisaje experimentó el cambio radical. También alcanzó cierto desarrollo la pintura animalista, esto es, la que representaba animales, tanto salvajes como domésticos, si bien con tendencia a mostrarlos fieros, por lo que se pintaron numerosos cuadros reflejando actividades como la caza, y animales como el león o el caballo, siendo este último el animal fetiche de Géricault. Otro género que cobró importancia fue la pintura costumbrista, que reflejaba los tipos y personajes populares. El tratamiento de las figuras procura ser realista. Así, cuidan de que la ropa de los personajes se corresponda con la época histórica que pretenden representar o con el lugar en que tiene lugar la escena (por ejemplo, Oriente en los cuadros orientalistas). Si el cuadro lo requiere, no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas, llegando a recurrir al depósito de cadáveres para poder conocer y reflejar más verosímilmente a los muertos; así lo hizo Géricault cuando pintó La balsa de la Medusa. Las técnicas usadas variaron. Predominó la pintura al óleo sobre lienzo, de variados tamaños, inclinándose los franceses, en general por los de grandes dimensiones. Pero también se utilizó la acuarela, técnica preferida por muchos pintores ingleses, y que era especialmente útil para aquellos pintores que viajaban. El dibujo experimentó cierto auge, debido a la facilidad con que expresaba el mundo interior del artista. La pintura al fresco intentó ser recuperada por los nazarenos. Muchos dibujos y pinturas alcanzaron una gran difusión gracias a medios de reproducción como la litografía, la aparición de prensas metálicas y el renacimiento del grabado en madera. En el aguafuerte destacó la figura de Goya. Gracias a estos medios, a través de periódicos y revistas, se popularizaron numerosas imágenes, al alcance de todo el público.

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-PERIODOS

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Prerromanticismo: 1770-1820 Arranca del rococó, con su exaltación de las ruinas, de la asimetría y su visión idílica del paisaje. Este período se caracteriza por el hecho de que se desarrolla en paralelo con el neoclasicismo. La factura sigue siendo neoclásica, pero los temas son románticos: se busca expresar sentimientos personales, predominando el sentimiento sobre la razón y se exalta lo esotérico y misterioso, representando cementerios, escenas nocturnas, tormentas o fantasmas. Inglaterra Nachtmahr (Pesadilla nocturna), obra de Füssli, 1802, Freies Deutsches Hochstift, Goethemuseum, Fráncfort del Meno. En su origen, el romanticismo es una corriente literaria cuyas obras influyeron en los pintores, que contribuyeron a extender esta corriente a otras artes. En Inglaterra, esta influencia procede sobre todo de una obra de James Macpherson, Poemas de Ossian (1760). Esta obra entusiasmó a toda Europa y, en particular, a Goethe, Napoleón, e Ingres. El ossianismo inspiró composiciones irracionales e imaginarias, bañadas por una luz difusa, con contornos desdibujados y figuras en forma de racimo. Los pintores y dibujantes ingleses de la primera época se caracterizaron por una búsqueda en lo inconsciente y lo irracional. Los pintores ingleses más conocidos de esta época son Johann Heinrich Füssli, William Blake y Thomas Girtin, destacando este último por su contribución a la revalorización de la acuarela. J. H. Füssli (1741-1825) abandonó sus estudios religiosos para dedicarse a la pintura. Le interesa el neoclasicismo, pero le influye el romanticismo. Pinta visiones híbridas y lascivas, producto de su imaginación delirante, en las que predominan los gestos arrebatados y las distorsiones ópticas. Una de sus obras más representativas es La pesadilla. Al estilo de Füssli recuerda la obra de William Blake (1757-1827), poeta y grabador. Es una pintura de gran aliento que está influida por el manierismo, Miguel Ángel y el arte gótico. Sus temas son literarios: la Biblia, las obras de Shakespeare, la Divina comedia y sus propios poemas. Se le considera predecesor del surrealismo. Alemania Caspar David Friedrich: El caminante sobre el mar de nubes Alemania sufre la influencia del movimiento literario «Sturm und Drang» (Tormenta e ímpetu), que defiende la sensibilidad individual sobre las ideas del Siglo de las luces. Los pintores alemanes importantes de esta época son Philipp Otto Runge, Caspar David Friedrich y Karl Friedrich Schinkel. Un grupo de artistas va igualmente a desarrollarse, con el nombre de los nazarenos. Philipp Otto Runge (1777-1810) es considerado el renovador del arte de inspiración cristiana y precursor del movimiento nazareno. Escribió una obra sobre la metafísica de la luz y el simbolismo de los colores. Destaca por su obra La gran mañana.

Caspar David Friedrich (1774-1840) fue un pintor de carácter atormentado, y es considerado el representante más genuino y singular del romanticismo alemán. Cultiva principalmente el paisaje, con ruinas góticas, noches, cementerios, árboles nudosos y espacios helados que transmiten una sensación de melancolía y angustia. Finalmente, el arquitecto neoclásico Karl Friedrich Schinkel expresa su romanticismo en la pintura. Sus temas son la Edad Media y el sentimiento religioso exaltado dentro de la naturaleza. Los nazarenos son un grupo de artistas salidos de la academia de Viena, que rechazaron las teorías clásicas de Winckelmann. Inspirados por la literatura romántica alemana, se instalan en Roma. Querían regresar al «inicio de la pintura», evocando en sus obras la pintura italiana del siglo XV, de manera que el arte cristiano recuperara sus formas medievales. Se inspiran en la religión católica y en el nacionalismo. Francia Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa, Antoine-Jean Gros, 1804, óleo sobre lienzo, 73 × 59 cm, Museo del Louvre; la exaltación del Emperador se realiza en un entorno exótico orientalizante, típico del romanticismo. Alemania e Inglaterra ocuparon el primer plano de la escena internacional de la época en materia de romanticismo. Pero no fueron los únicos que desarrollaron este arte de sentimientos turbulentos. Francia no quedó quieta, y se inspiró en la obra de autores como Rousseau (que dijo que su corazón y su espíritu no pertenecían más al mismo individuo), Madame de Staël (se interesó por las almas exaltadas y melancólicas) y Chateaubriand. Los primeros brotes del romanticismo pictórico se deben a alumnos del neoclásico Jacques Louis David: Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson (1767-1824) fue premio de Roma en 1789. Su obra El sueño de Endimión (1792) tiene rasgos románticos en el cuerpo del joven a la luz de la luna. Trató temas osiánicos. Su obra más célebre es Los funerales de Atala (1808), con un dibujo neoclásico pero con rasgos románticos en el juego de luces, el tema modelo, la manera composición y la presencia de la cruz. A Antoine-Jean Gros (1771-1835), a caballo entre el neoclasicismo y el romanticismo, se le considera el padre del romanticismo francés. Fue protegido de la emperatriz Josefina y acompañó a Napoleón en su campaña italiana. Canta la epopeya napoleónica, pero de una manera diferente a la de su maestro, confiriendo una dimensión dramática a sus lienzos de gran tamaño. Sin duda, su cuadro más famoso es Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa (1804, Museo del Louvre), obra clave del romanticismo al transmitir un clima de emoción heroica y una técnica más libre. Contrastan en este cuadro el ambiente del lazareto, oriental, exótico y sórdido, con el héroe frío y arrogante que toca sin ningún temor la llaga de un enfermo de peste. François Gérard (1770-1837) adoptó un estilo híbrido entre el neoclasicismo y el romanticismo. Sus figuras presentan un modelado liso, pero se encuentran inmersas en unas atmósferas irreales; presenta el patetismo sentimental de la nueva época. Destacó en el retrato (Madame de Staël, Madame Récamier).

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Una de sus obras más características es la Apoteosis de los héroes franceses muertos por la patria durante la guerra de la Libertad (1802, Museo Nacional del Castillo de Malmaison, Francia). Al igual que los anteriores, Pierre Narcisse Guérin fue neoclásico en su juventud y romántico en su madurez. Goya o seguidor de Goya, El Coloso, 1812, óleo sobre lienzo, 116 x 105 cm, Museo del Prado, Madrid. España Ya en esta época trabajaba en España uno de los grandes nombres del romanticismo: Francisco de Goya (1746-1828), quien a partir de 1790 y, sobre todo, durante la guerra de la independencia se consagró a temas dramáticos, mezclando lo fantástico y lo real. La paleta clara de su primera época se oscureció, apareciendo en ocasiones, destellos de luz. Es uno de los pintores más potentes y visionarios, uno de los románticos más geniales. Cuando representó los acontecimientos de la época, como la guerra de independencia, lo hizo creando una atmósfera de pesadilla, mezclando lo fantástico y lo real. Son obras típicamente románticas, dentro de la producción de Goya, La carga de los mamelucos y Los fusilamientos del 3 de mayo (1814, Museo del Prado). Goya fue igualmente grabador, con diferentes técnicas: técnica al buril, que da un trazo preciso muy cercano al neoclasicismo; y al aguafuerte que es una técnica más flexible. Jonathan Ziploc fue el mayor exponente de Portugal. 1820-1850 o el apogeo del romanticismo. A partir del año 1800 comenzó a imponerse en pintura la representación de temas relativos a la historia moderna. Es entonces cuando empezó a imponerse una nueva concepción del paisaje. La plenitud de los pintores románticos se data en torno a 1824-1840. Francia En esta época, Alemania e Inglaterra no son ya los países pujantes en pintura, sino Francia. Este hecho se explica por las perturbaciones sociales y políticas que conoció este país. Era el momento de la restauración, en el que la sociedad se siente en crisis. Lamennais definió este desasosiego de la población, llamándolo El mal del siglo. Retrato de Josefina, por Pierre-Paul Prud'hon, 1805, óleo sobre lienzo, 244 × 179 cm, Museo del Louvre, retrato cortesano ambientado en plena naturaleza para dotarlo de mayor naturalidad. Pierre-Paul Prud'hon (1758-1823) es cronológicamente el primero de los tres grandes nombres de la pintura romántica francesa. Una cierta melancolía envuelve sus paisajes, como puede verse en su Retrato de Josefina. En Francia los románticos más representativos Delacroix y Géricault. Eugène Delacroix (1798-1863) fue un pintor apasionado que adoptó un estilo resuelto y vigoroso. Trató con libertad el color, la pasta y la textura superficial del lienzo. Son obras típicamente románticas La muerte de Sardanápalo (1827) y La Libertad guiando al pueblo (1831), ambas en el Museo del Louvre.

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La balsa de la Medusa, de Théodore Géricault, 1819, óleo sobre tela, 491 x 716 cm, Museo del Louvre, obra emblemática del romanticismo francés, en la que se expresa de forma vehemente un tema contemporáneo; resalta el claroscuro típicamente caravagista que dota a la escena de mayor dramatismo. Théodore Géricault tiene un estilo recargado, de empaste grueso, muy influido por la obra de Rubens. Su obra más conocida es La balsa de la Medusa, que pintó con sólo 28 años. Trata una tragedia contemporánea del autor con un estilo en el que destaca el claroscuro, la composición en diagonal y el realismo con el que pintó a los muertos y agonizantes de la balsa. Paul Delaroche (1797-1856) y Horace Vernet (1789-1863) representan la corriente ecléctica o pompier, en la que la sensibilidad romántica se expresa a través de un estilo académico. Más convencional es Eugène Devéria (1805-1865), pintor de vivas tonalidades. Aunque Jean Auguste Dominique Ingres es considerado heredero del neoclasicista Jacques Louis David, gran parte de su obra contiene ya la sensualidad del romanticismo, aunque nada de su espontaneidad. Por lo tanto, se considera que Ingres, con sus grandes composiciones, sus retratos y sus desnudos exóticos y orientales, es una figura intermedia, entre el neoclasicismo y el romanticismo. En obras como El sueño de Ossian (1812, Museo de Montauban) los ecos románticos son evidentes. Su discípulo, el criollo Théodore Chassériau (1819-1856), presenta igualmente la dualidad entre el clasicismo y el romanticismo. Creó un tipo femenino nuevo, estilizado, de refinada sensualidad (Venus Anadiomena, Susana en el baño).

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Capítulo 4. Análisis de la Obra de Arte.

“Saturno devorando a un hijo”

Artista: Francisco de Goya Ubicación: Museo del Prado Técnica: Pintura al aceite Tamaño: 1,43 m x 81 cm Género: Pintura de historia El conjunto de catorce escenas al que pertenece esta obra se ha popularizado con el título de Pinturas Negras por el uso que en ellas se hizo de pigmentos oscuros y negros y, asimismo, por lo sombrío de los temas. Decoraron dos habitaciones, en las plantas baja y alta, de la conocida como Quinta del Sordo.

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-EL CONCEPTO ARTÍSTICO DE LA OBRA PICTÓRICA Goya representa al dios como un monstruo resaltando los ojos saltones de ira. Lo que nos quiere expresar Goya en este cuadro es al tiempo (Saturno) como un animal devorando a los seres humanos, es una imagen melancólica que ya siendo él mayor muestra su nostalgia por el tiempo pasado. Es una de sus obras más crueles sobre todo por dos puntos: la boca del dios desgarrando las carnes de su propio hijo y el color rojo vivo de la sangre. Goya se muestra como un pintor revolucionario donde prescinde del dibujo a favor de las grandes manchas, las formas monstruosas de su obra muestran su visión más oscura y desmesurada del ser humano acentuándose cada vez más con el paso de los años. Es una obra en la que el conocimiento intuitivo de una técnica con un mínimo de recursos elementales, dan un resultado no por pavoroso menos admirable y sorprendente. - ASUNTO DE LA OBRA DE ARTE PICTÓRICA Según la mitología romana, el dios Saturno que gobierna el curso del tiempo debía exterminar a todos sus hijos también dioses para que así no le quitaran el poder. Su mujer la diosa Cibeles según daba a luz le tenía que dar a su hijo a Saturno para que este se lo comiera. Sin embargo un día tras nacer Júpiter y Juno, Cibeles solo le llevó a Juno y una piedra vestida como un muñeco como si fuera Júpiter. Así Cibeles consiguió esconder y criar según la leyenda a Júpiter en la isla de Creta y según esta creció y con la ayuda de sus hermanos consiguieron destronar a su padre convirtiéndose Júpiter en el padre de los dioses. - OBRAS ANÁLOGAS A LA TEMÁTICA DE LA OBRA

Peter Paul Rubens, 1636Pintura al óleo • Barroco 180 cm × 87 cmMuseo del Prado, Madrid, España. La obra de Goya es mucho más oscura y cruel, a pesar del realismo de Rubens y su mejor representación. La atmósfera oscura del cuadro del aragonés no tiene tantos detalles de fondo como el de Rubens. Mientras que el de Goya nos transmite una profética pesadilla.

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-DESCRIPCIÓN GRAFICA DE LA ESTRUCTURA GENERAL DE LOS ELEMENTOS QUE INTEGRAN A LA OBRA DE ARTE. El formato de la obra real es vertical, y es simple ya que no muestra diversidad de elementos, el grado de iconicidad de este cuadro seria media ya que es una representación a color, realista de algo mitológico. El sentido de lectura se encuentra desde la cabeza de cronos hacia abajo del hijo y desciende por todo el cuerpo, esto se debe a que lo más impactante se encuentra entre la cabeza y el hijo que se encuentran en la parte superior. Encontramos una superposición entre fondo y figura, de una forma difuminada, en cuanto a la composición es dinámica dado los contrastes que se crean entre fondo y figura y las dos figuras (Saturno y su hijo). Hay un equilibrio de los elementos del cuadro, ya que en la parte izquierda abajo no muestra un negro total que es lo que más peso visual hace, y que la figura se encuentre en medio del cuadro crea mayor equilibrio visual, el color rojo ayuda a equilibrar más la obra ya que se encuentra también en el centro. - JERARQUÍA DE LOS ELEMENTOS Se puede observar que en el punto central de la obra se encuentra en la boca de Saturno, devorando al hijo.

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-TECNICA En el cuadro se observa cierta textura creada por las pinceladas expresivas del autor, teniendo por característica lo discontinuas y enérgicas. -EL COLOR, LAS TEXTURAS Y LA LUZ El predominio de la mancha es muy notable en esta obra ya que se observa claramente el trazo a base de manchas de colores. La utilización de muchos tonos ocres y tierras y obteniendo colores con sus complementarios para obtener más gama de colores, sin contar la gran utilización del color negro, y blanco, se crea cierto contraste entre Saturno y su hijo dado que los colores utilizados en el hijo son más claros, se crea también un contraste lumínico, ya que la figura sobresale de forma difuminada de un fondo totalmente negro, donde mayor luz se aprecia es en el cuerpo del hijo, donde se puede encontrar un color rojo muy saturado para la sangre, mientras que todos los otros colores son más neutros y apagados, en la imagen se puede observar un claroscuro bien marcado sobre todo por la figura central y el fondo , lo que hace que nos fijemos más en el objeto central. -ORDEN Debido al negro de fondo la representación se encuentra en un solo plano. -MOVIMIENTO En el cabello de Saturno se percibe cierto “movimiento”.

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Conclusiones. Aportaciones estéticas significativas del artista y de la Obra. La vida de Goya es la de un hombre que, metido de lleno en esta época de vicisitudes, siendo testigo fiel de las mismas y haciendo gala de un enorme talento, se convierte en el cronista excepcional de su tiempo, teniendo por medio de expresión la pintura. Se nos muestra a un hombre con una gran sensibilidad en lo social y en lo humano, que está al corriente de las nuevas líneas de pensamiento trasmitidas por sus amigos los Ilustrados. En el aspecto artístico predomina su tendencia intuitiva combinada con grandes dosis de impulsividad e inquietud, y que para lograr su fin, a lo largo de su vida, tiene que emplearse a un continuo estudio e investigación que junto con la experimentación de nuevas técnicas y una disciplina inquebrantable dan por resultado a un genio. Considerado el más notable pintor de su época, explotó todas las posibilidades estilistas, dando testimonio con sus pinceles, de los sentimientos que van desde el espíritu optimista del reformismo ilustrado hasta el desengaño generado por el fracaso de las esperanzas puestas en el progreso pacífico de la humanidad, que debía materializarse gracias al imperio de la razón y la filantropía. Continuando en su proceso evolutivo como pintor, más adelante vemos confirmada una pincelada al más ortodoxo estilo rococó, amable en dibujo y con claridad en el color, llegó a ser en el retratista preferido de aristócratas, políticos e intelectuales, convirtiéndose en el primer pintor de cámara. Del estilo alegre de la primera época pasamos, por motivos personales y sociales, como son su progresiva sordera y la Revolución Francesa, a una fase en que predomina el entenebrecido.

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