Algunos Tipos Frecuentes de Mecanismos de Ajustes

Nombres y Apellidos: Amores Terán Allisson Nohelia Fecha: 07/11/14 Curso: Segundo Semestre “A” Nocturno Asignatura: Psic

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Nombres y Apellidos: Amores Terán Allisson Nohelia Fecha: 07/11/14 Curso: Segundo Semestre “A” Nocturno Asignatura: Psicología De Los Negocios Docente: Psic. Magda Solís Tema: Mecanismos de ajuste normal y como lograr un buen ajuste Orden: Investigar / Organizadores Gráficos ALGUNOS TIPOS FRECUENTES DE MECANISMOS DE AJUSTES

Los ajustes por compensación La compensación puede definirse como "un mecanismo psicológico mediante el cual un individuo disimula o disfraza un rasgo desfavorable de su personalidad mostrando, de un modo exagerado, un rasgo favorable" (Diccionario de Warren). Con frecuencia los que recurren a este mecanismo tienen un sentimiento vivo de su inferioridad en algún aspecto de la vida social, y tratan de compensarla por exageración. Los ajustes por racionalización El mecanismo de racionalización consiste en justificar la conducta o las opiniones propias mediante razones que están de acuerdo con la moral social y que ésta aprueba, pero que no son las verdades razones motivadoras de esa conducta o esas opiniones. Hay que no confundir, pues, la racionalización con el razonamiento. "En este último se trata de hallar la respuesta correcta a un problema. En la primera se trata de justificar una respuesta previamente dictada por nuestros deseos, no pos nuestra razón". (Shaffer, Gilmer and Schoen).

Ajustes por retirada Consiste este ajuste en huir de las situaciones difíciles. Cuando un individuo no tiene la habilidad necesaria de responder de manera adecuada a un estímulo, puede hacer uso de un recurso que consiste precisamente en huir de dicho estímulo, en evitarlo. Equivale a evitar la derrota mediante el procedimiento de no ir a la lucha. Ajustes por fantasía: los castillos en el aire Este mecanismo suele acompañar al anterior. Inadaptado a l realidad social, el introvertido da rienda suelta a su fantasía y se construye un mundo imaginario, hecho a la medida de sus deseos. El que así procede no está loco. No se engaña a sí mismo. Se entrega, simplemente, a un juego agradable. Hacer castillos en el aire es cosa corriente entre las personas normales, siempre que sea en dosis moderada. Sólo cuando esta actividad mental es excesiva y absorbente es que se convierte en algo patológico y perjudicial.

MECANISMOS DE DEFENSA DE LA PERSONALIDAD

A medida que progresa el desarrollo de la personalidad, el individuo aprende métodos que le permitan descargar sus impulsos y adaptarse a la realidad, reduciendo la ansiedad que las frustraciones y los conflictos pueden generar. El término defensa fue descrito por Freud en 1894 como la lucha del YO contra las ideas y los afectos que el conflicto objeto de la lucha puede proceder tanto del exterior como del interior del sujeto, y que el mecanismo de defensa, aunque no lo resuelva, sí atenúa o llega a hacer desaparecer el sufrimiento. Estos mecanismos los emplean tanto las personas normales como aquellas que presentan rasgos neuróticos, y su finalidad es siempre favorecer la adaptación del sujeto a la realidad externa e interna. En el individuo enfermo psicológicamente esta finalidad se pierde, y las defensas se vuelven ineficaces, rígidas, restrictivas y desacordes con la situación. Vamos a ver estos mecanismos, que fueron descritos en su mayoría por Freud y por su hija Ana Freud. Represión: Consiste en rechazar fuera de la conciencia todo aquello (ideas, impulsos o acontecimientos) que resulta penoso, doloroso o inaceptable para el sujeto, olvidándolo inconscientemente, aunque nunca del todo, ya que queda sumergido en el inconsciente. Todo aquello que reprimimos queda como relegado o custodiado en el inconsciente, pero puede volver a la superficie o manifestarse en forma consciente. Desplazamiento. Consiste en desviar la energía que produce un afecto o una emoción de un objeto a otro; este último se convierte en un sustitutivo. Una gran mayoría usa de este mecanismo, eligiendo el sustitutivo según los objetos disponibles, las fijaciones anteriores, o las normas sociales.

Sublimación: Es una forma de desplazamiento en la que la energía se desvía hacia un objeto que tiene unos valores ideales. De entrada, no tiene consecuencias patológicas, a no ser que sea excesiva o afecte a áreas fundamentales de la personalidad. Fijación: En el desarrollo normal de la personalidad, el sujeto puede descubrir que la nueva etapa a la que ha llegado le genera ansiedad, tendiendo por ello a quedarse «anclado», «fijado» en la fase precedente, que le resulta mucho más gratificante y menos conflictiva, lo que bloquea la maduración normal de la personalidad. Regresión: Es la vuelta a períodos anteriores del desarrollo, a comportamientos antiguos que eran más satisfactorios. Generalmente, se produce como consecuencia de experiencias traumáticas. Proyección: El individuo proyecta cualidades, deseos o sentimientos que le producen ansiedad, fuera de sí mismo, a quien se los atribuye totalmente. Este es el mecanismo que ponen en marcha las personalidades paranoides. Formación reactiva: En la formación reactiva los impulsos que generan ansiedad se expresan en la conciencia mediante otros totalmente opuestos. En consecuencia, se producen conductas opuestas a las que el sujeto tendría instintivamente. Identificación: Consiste en asimilar un aspecto o cualidad de otra persona, transformándose total o parcialmente según el modelo; en cierto sentido es una forma de imitación que se realiza a veces conscientemente. Cuando es inconsciente, se trata del auténtico mecanismo de defensa. Introyección: Deriva de la identificación; podría considerarse como su grado máximo. Consiste en introducir totalmente dentro de uno mismo al sujeto exterior. Nacionalización: La mayor parte de los actos tienen más de una motivación. La racionalización es el mecanismo por el cual el YO escoge aquellos motivos que justifiquen los actos, sin crear conflictos ético-morales, reduciendo así la ansiedad provocada por una determinada conducta. Este mecanismo de defensa está muy extendido. Fantasía o negación de la realidad: Es un mecanismo típico de los adolescentes, aunque casi todo el mundo recurre a él de vez en cuando. Consiste en realizar y lograr de forma imaginaria aquello que difícilmente se podría alcanzar en la realidad. Compensación: Su fin es compensar un área deficiente o frustrada destacando otra. Hay tres grados: en uno, los esfuerzos se centran en

equilibrar el fallo o la insuficiencia; en otro, se desarrollan otras capacidades, y el último consiste en una compensación ficticia, por la que se tiende a aparentar más de lo que se es. Conversión: A través de este mecanismo, se transforma toda la carga emocional reprimida en un síntoma somático; su más claro ejemplo es la histeria de conversión. Anulación: Consiste en hacer exactamente lo contrario al pensamiento o acciones anteriores con el fin de borrar todo aquello que pueda haber resultado molesto. Denegación: Aquí, el sujeto reconoce el impulso desagradable, pero rechaza que éste sea propio o le concierna directamente. Negación: Consiste en evitar una representación desagradable, pero no anulándola ni rechazándola, sino negando la realidad de la representación en sí misma. Este mecanismo es totalmente patológico.

ÍNDICES DE AJUSTE DE LA PERSONALIDAD El término ajuste es utilizado frecuentemente en los cuestionarios o inventarios de personalidad como una fórmula de salud construida en base a los resultados obtenidos entre los componentes de las distintas escalas de dichos cuestionarios, tal es el casos del MIPS, de Millon, y el CPS de Seara y Mielgo. Pensamos que resultaría interesante utilizar esas variables de ajuste pro desde una lectura diferente, nos referimos a indicadores de ajustes de la personalidad en test proyectivos gráficos. Así entonces mencionaremos primero los componentes psicológicos asociados a este índice general, que apunta a determinar la buena estabilidad en la estructura de personalidad del individuo analizado, y en segunda instancia aplicaremos dichos indicadores en un test proyectivo específico, en este caso a un protocolo del Test de Bender. Los componentes que constituyen un buen índice de ajuste son principalmente los siguientes; Estabilidad emocional. Bajo o adecuado nivel de ansiedad. Buen nivel de auto concepto. Confianza en sí mismo y seguridad personal. Control cognitivo. En general serían de estar presente núcleos de la personalidad que favorecerían una percepción adecuada de la realidad. La capacidad para

afirmarse en el propio deseo pero en consonancia con el medio ambiente, la ausencia de niveles elevados de agresividad e impulsividad que son los que principalmente junto con el déficit de auto concepto dificultan las relaciones del individuo con la sociedad en la que está inmerso. La estabilidad emocional es la que permite un buen control y manejo de los estados emocionales internos o externos que ciertas situaciones despiertan en el sujeto. La ansiedad cuando es elevada no permite resolver y percibir la realidad con objetividad volviendo al sujeto inseguro y temeroso. El auto concepto que a la vez tiene varias dimensiones de autopercepción implica cuando es positiva una evaluación de sí mismo valorada y ajustada. Está conformado por la autopercepción de la imagen corporal, el estatus intelectual, el sentimiento de bienestar personal, la popularidad que el sujeto siente en su entorno, etc. Cuando el nivel de autoconfianza y seguridad en sí mismo es positivo el sujeto podrá utilizar y generar sus recursos para poder enfrentar y resolver las situaciones de la realidad. Finalmente el control cognitivo se caracteriza por la forma en que el sujeto evalúa y percibe las distintas situaciones. A veces una mala percepción hace que la conducta para resolver la situación no sea la adecuada.

ALGUNOS TIPOS FRECUENTES DE MECANISMOS DE AJUSTE

Los ajustes por compensación

Los ajustes por racionalización

Ajustes por retirada

Ajustes por fantasía: los castillos en el aire

ÍNDICES DE AJUSTE DE LA PERSONALIDAD Estabilidad emocional.

Bajo o adecuado nivel de ansiedad.

Buen nivel de auto concepto.

Confianza en sí mismo y seguridad personal.

Control cognitivo.