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DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICA, INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE CHAMPOTÓN

LICENCIATURA EN INGENIERÍA AMBIENTAL/ 8VO SEMESTRE.

ASIGNATURA: SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL.

TEMA: INVESTIGACIÓN DE LA UNIDAD 1.- INTRODUCCIÓN A LA SEGURIDAD EN EL TRABAJO.

DOCENTE: ING. MARIA JOSE MOO LEON

MATRÍCULA

NOMBRE (S)

151080175

LUIS FELIPE MARTÍNEZ SILVANO

FECHA DE ENTREGA: JUEVES 7 DE MARZO DEL 2019

Índice INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 2

1.1 ORIGEN DE LA PREVENCIÓN .............................................................................................. 3

1.2 DEFINICIÓN DE FACTOR DE RIESGO................................................................................ 8

1.3 EVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD EN EL TRABAJO ....................................................... 10

1.4 DEFINICIÓN DE LAS TÉCNICAS DE SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL ........... 16

1.5 FACTORES DE RIESGO DE SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL.......................... 23

1.6 DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LOS FACTORES DE RIESGO DE SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL.................................................................................................................. 24

1.7. SISTEMAS DE GESTIÓN DE RIESGOS LABORALES .................................................. 30

1.8 PROGRAMAS DE SEGURIDAD E HIGIENE ..................................................................... 33

CONCLUSIÓN ................................................................................................................................ 39

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................... 40

INTRODUCCIÓN Desde el comienzo de las industrias el hombre se vio expuesto a diferentes riesgos de accidentes o enfermedades relacionadas con las actividades laborales que desempeñaban como consecuencia de la exposición a diferentes factores que se encuentran en el ambiente laboral, conforme pasaron los años y se analizaron los problemas que se presentaban surgió la necesidad de crear procedimientos que ayudaran a la prevención de accidentes y enfermedades laborales, es así como se inicia el departamento de seguridad e higiene en la industria. La seguridad se define como: Confianza, situación en la que está ha cubierto de un riesgo. Su aplicación es a los dispositivos destinados a evitar accidentes.

La Seguridad Social se define como el conjunto de leyes y de los organismos que las aplican, que tienen por objeto proteger a la sociedad contra determinados riesgos. El desarrollo de la Seguridad e higiene comienza con el desarrollo de la Revolución Industrial, y fueron en Inglaterra en el siglo XVIII los primeros datos conocidos. Esto está íntimamente relacionado con el desarrollo de las mismas y si bien en Inglaterra nacieron las primeras leyes en el año de 1855 en América se han ido dando posteriormente.

Al hablar de higiene industrial nos referimos a la prevención de enfermedades o accidentes laborales que pueden ser ocasionadas por factores físicos, biológicos y químicos. La higiene industrial tiene como propósito identificar, medir, evaluar y controlar estos factores que pueden afectar a los trabajadores en su ambiente de trabajo.

En la siguiente investigación hablaremos de los antecedentes, la organización del departamento de seguridad e higiene y por último veremos algunas normas y reglas de seguridad e higiene.

1.1 ORIGEN DE LA PREVENCIÓN * Antigüedad y Edad Media: Los esclavos jugaban un rol importante en las actividades productivas del mundo antiguo, pues eran ellos quienes realizaban las labores más arduas y riesgosas. Podemos decir incluso que el trabajo ha estado asociado desde siempre con la esclavitud y con el esfuerzo físico. Egipto es una de las civilizaciones del mundo antiguo que ha tenido destacables innovaciones en materia de seguridad y salud ocupacional. Por ejemplo, en Egipto se utilizaban arneses, sandalias y andamios como implementos de seguridad. Dichos dispositivos eran utilizados por los esclavos que se dedicaban a construir las pirámides y esfinges que adornaban la urbe egipcia. La época de importantes avances para los trabajadores en Grecia, tuvo lugar entre los siglos VI y IV a.c. donde con la construcción de la Gran Acrópolis se desarrolló el trabajo diferenciado. Los mayores aportes sobre medicina ocupacional en Grecia, se dieron en el campo del trabajo de minas y el de las enfermedades por intoxicación. El padre de la medicina, Hipócrates (460-370 a.c.) escribió un tratado sobre las enfermedades de los mineros, a quienes recomendaba tomar baños higiénicos para evitar la saturación de plomo. 384-322a. c. Aristóteles, filósofo y naturalista griego, también intervino en la salud ocupacional de su época, pues estudió ciertas deformaciones físicas producidas por las actividades ocupacionales, planteando la necesidad de su prevención. También investigó las enfermedades producidas por intoxicaciones con plomo. 62 -113 d.c. En Roma, la toxicidad por mercurio fue descrita por Plinio y Galeno, Hicieron referencia a los peligros del manejo del azufre y el zinc y enunció varias normas preventivas para los trabajadores de minas de plomo y mercurio. Por ejemplo, recomendó a los mineros, el uso de respiradores fabricados con la vejiga de animales. Siendo Roma la cuna del derecho y la jurisprudencia, además de las leyes de conducta y de protección de los bienes privados, también se tomaron medidas legales sobre la salubridad como la instalación de baños públicos, y de protección para los trabajadores.

130-200 d.c. Otra figura notable de Roma fue Galeno quien después de Hipócrates es considerado como el médico más importante del mundo antiguo en occidente. Galeno estudió las enfermedades de los mineros, los curtidores y los gladiadores. Asimismo, menciona enfermedades asociadas por los vapores del plomo y enfermedades respiratorias en los trabajadores de minas.

* Renacimiento En Francia se fundan las primeras universidades en el siglo X y también surgen las primeras leyes que protegen a los trabajadores. Sería en las leyes que se apuntala los primeros avances hacia la formalización de la seguridad laboral. 1413 -1417. Se dictaminan las ‘Ordenanzas de Francia’ que velan por la seguridad de la clase trabajadora. 1473. En Alemania se publica un panfleto elaborado por Ulrich Ellenbaf, que señala algunas enfermedades profesionales. Este sería el primer documento impreso que se ocupa de la seguridad y que fue uno de los primeros textos sobre salud ocupacional. En el renacimiento, ad portas de la edad moderna, dos hombres –Agrícola y Paracelso– describen en sus obras, enfermedades profesionales y sus respectivos sistemas de protección realizando importantes contribuciones a la higiene laboral.

* Edad Moderna Kircher escribe Mundus subterraneus donde describe algunos síntomas y signos de las enfermedades de los mineros como tos, la disnea y la caquexia. 1665:

Walter

Pope

publica Philosophical

transactions donde

refiere

las

enfermedades de los mineros producidas por las intoxicaciones con mercurio. Ramazzini sentó un precedente muy importante en materia de salud ocupacional, pero con la naciente industria del siglo XVIII, el interés de los científicos se centró en los aspectos técnicos del trabajo primero y en la seguridad después, de manera que la salud ocupacional pasaría por un periodo de latencia hasta finales del siglo XIX.

* Revolución industrial 1500 – Siglo XVIII. Progresaron las industrias manuales, gracias a la creación de la manivela, las bombas de agua, la lanzadera volante de Kay. 1736 -1819. James Watt inventa la máquina a vapor, al perfeccionar los artefactos anteriormente mencionados y con ello inicia el proceso de mecanización de los sistemas de producción y el transporte. Laboralmente, los oficios artesanales fueron reemplazados por la producción en serie. Los campesinos migrantes no recibían el sueldo que esperaban, pero se veían obligados a trabajar en condiciones infrahumanas porque no tenían otra opción. Como la cantidad de personas migrantes sobrepasaba la capacidad de las ciudades, la densidad poblacional aumentó y con ello cundió el hacinamiento y proliferaron las enfermedades y las epidemias. Las condiciones de salud y seguridad eran mínimas, en parte por la cantidad de trabajadores, pero principalmente por la carencia de una cultura de seguridad eficiente, tanto de parte de los trabajadores y obreros, como de los empleadores. Las dos terceras partes de los obreros eran mujeres y niños, que además de ser explotados no se les brindaba las condiciones de seguridad necesarias, de modo que muchos niños y mujeres sufrían lesiones, mutilaciones o bien morían en accidentes trágicos pero recurrentes.

* Debido a esta penosa situación, se comenzó a implementar leyes que protegían a los trabajadores. 1778. En España Carlos III dio el edicto de protección contra accidentes. 1802. El Parlamento Inglés da la reglamentación de trabajo en fábricas que limita la jornada laboral y fija niveles mínimos para la higiene, la salud y la educación de los trabajadores. 1828. Robert Owen pone en marcha un programa para el mejoramiento ambiental, educacional y moral de los trabajadores. Dos años más tarde, Robert Backer propuso que un médico debería hacer una visita diaria a las fábricas. 1841. Surge la ley de trabajo para niños.

1844. Aparecen leyes que protegen a las mujeres. En Manchester las máquinas operaban sin protección. Y no sería hasta 1877 que se ordenó colocar resguardos a las máquinas. Leyes similares ya contemplaban desde 1855 aspectos tales como la ventilación y protección de túneles en desuso, la señalización, el uso de manómetros y válvulas adecuadas para las calderas de vapor, y la exigencia de indicadores y frenos en el caso de dispositivos para levantar equipos. Karl Marx (1818-1883) y Frederic Engels (1820-1895), quienes se interesaron por los derechos de los trabajadores, son los promotores de la sindicalización que serviría como un canal para la mejora de las condiciones de trabajo, incluyendo la seguridad. El 4 de mayo de 1886 tuvo lugar la Revuelta de Chicago, que culminó con el justo establecimiento de las 8 horas de trabajo. 1848. Se inició una legislación sanitaria para la industria. Dos años más tarde comienzan las inspecciones para verificar el cumplimiento de las normas, que tendrían sustento legal. El primer sistema de extinción contra incendios, fue implementado por Frederic Grinnell en 1850 en Estados Unidos. 1867. Se promulga una ley que nombraba a los inspectores en las fábricas. 1868. Aparecen las leyes de compensación del trabajador 9. Max von Pettenkofer (1818-1901) funda el primer Instituto de Higiene de Munich en 1875. 1874. Inglaterra y Francia fueron los países que lideraron la formalización de la salud y la seguridad ocupacional en Europa. 1890. Se generaliza en todo el mundo, la legislación que protege la sociedad y a los trabajadores contra riesgos laborales. 1911. El Estado de Wisconsin aprobó la primera ley que regula la indemnización al trabajador. Siglo XX. A la par de todos los avances técnicos que hicieron posible el paso al siglo XX con la masificación de las fuentes de energía eléctrica o termodinámica en los hogares y la industria, respectivamente; las teorías y concepciones sobre la

administración del trabajo también pusieron su cuota en el proceso de formalización de la seguridad que culminó en la institucionalización de la seguridad industrial. 1918. La Universidad de Harvard fue la primera casa de estudios superiores que concedió el título de licenciado en Seguridad e Higiene en el Trabajo. En 1918 empieza a funcionar la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Otro suceso importante fue el tratado de Versalles que en su fracción XII estableció principios que luego tomaría la OIT, de modo que en 1921 se crea su Servicio y Prevención de Accidentes. En 1918 también aparece la Escuela Americana con Heinrich, Simonds, Grimaldi y Birds; que proponía un enfoque analítico y preventivo de los accidentes. Las primeras referencias sobre el daño a la audición humana causada por ruido se encuentran en el Regimen Sanitatis Salerenitarum que fue escrito en 1150. Para 1960, la seguridad industrial es ya una ciencia y una profesión, cuyos aportes a la industria y el trabajo, son valorados en tanto que se eliminan o minimizan los riesgos ocupacionales, permitiendo reducir los costos económicos que afectan la producción. En la actualidad, la seguridad industrial viene generando gran interés de parte de los empresarios, los trabajadores y los políticos. En particular, los gobiernos han invertido dinero en la difusión de normas de seguridad y en la inspección periódica de empresas, fábricas e industrias a través de diversos organismos de control.

1.2 DEFINICIÓN DE FACTOR DE RIESGO La vulnerabilidad se debe a la presencia de cierto número de características de tipo genético, ambiental, biológicas, psicosociales, que actuando individualmente o entre sí desencadenan la presencia de un proceso. Surge entonces el término de "riesgo" que implica la presencia de una característica o factor (o de varios) que aumenta la probabilidad de consecuencias adversas. En este sentido el riesgo constituye una medida de probabilidad estadística de que en un futuro se produzca un acontecimiento por lo general no deseado. El termino de riesgo implica que la presencia de una característica o factor aumenta la probabilidad de consecuencias adversas. La medición de esta probabilidad constituye el enfoque de riesgo.

Un factor de riesgo es cualquier característica o circunstancia detectable de una persona o grupo de personas que se sabe asociada con un aumento en la probabilidad de padecer, desarrollar o estar especialmente expuesto a un proceso mórbido. Estos factores de riesgo (biológicos, ambientales, de comportamiento, socio-culturales, económicos.) pueden sumándose unos a otros, aumentar el efecto aislado de cada uno de ellos produciendo un fenómeno de interacción.

Utilización del riesgo El conocimiento y la información sobre los factores de riesgo tienen diversos objetivos: a. Predicción: La presencia de un factor de riesgo significa un riesgo aumentado de presentar en un futuro una enfermedad, en comparación con personas no expuestas. En este sentido sirven como elemento para predecir la futura presencia de una enfermedad. b. Causalidad: La presencia de un factor de riesgo no es necesariamente causal. El aumento de incidencias de una enfermedad entre un grupo expuesto en relación a un grupo no expuesto, se asume como factor de riesgo, sin embargo, esta asociación puede ser debida a una tercera variable. La presencia de esta o estas terceras variables se conocen como variables de confusión. Así por ejemplo el ejercicio físico se conoce como factor de protección asociado al infarto de miocardio.

El efecto protector que pueda tener el ejercicio, se debe controlar por la edad de los pacientes, ya que la edad está asociada con el infarto de miocardio en el sentido de que a más edad más riesgo. Por otra parte, la mayor dosis de ejercicio la realiza la gente más joven; por lo tanto, parte del efecto protector detectado entre el ejercicio y el infarto de miocardio está condicionado por la edad. La edad en este caso actúa como variable de confusión. c. Diagnóstico: La presencia de un factor de riesgo aumenta la probabilidad de que se presente una enfermedad. Este conocimiento se utiliza en el proceso diagnóstico ya que las pruebas diagnósticas tienen un valor predictivo positivo más elevado, en pacientes con mayor prevalencia de enfermedad. El conocimiento de los factores de riesgo se utiliza también para mejorar la eficiencia de los programas de cribaje, mediante la selección de subgrupos de pacientes con riesgo aumentado. d. Prevención: Si un factor de riesgo se conoce asociado con la presencia de una enfermedad, su eliminación reducirá la probabilidad de su presencia. Este es el objetivo de la prevención primaria. Así por ejemplo se relacionan la obesidad y la hipertensión, el hipercolesterolemia y la enfermedad coronaria, el tabaco y el cáncer de pulmón

1.3 EVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD EN EL TRABAJO La revolución industrial: detonante para la SST Esta etapa de la humanidad, comprende un periodo histórico entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en la que primero Inglaterra, y después el resto de Europa, experimentaron un conjunto de innovaciones y cambios de gran trascendencia en materia socioeconómica, tecnológica y cultural, con las que se inició una nueva era dominada por la industria y la manufactura, que sustituyó a la economía basada en los talleres y el trabajo manual.

La revolución, en su primera etapa (1750 hasta 1870), comenzó con la mecanización de la industria textil y fue favorecida por la expansión del comercio, la mejora de las rutas de transporte y posteriormente por la invención de la máquina de vapor, quizá la más importante innovación de esa época, que provocó cambios significativos en las estructuras económicas y sociales de Europa, que alcanzaron en su segunda etapa (1870 hasta 1914) los procesos de producción con el uso de la fuerza hidroeléctrica, lo que dio pauta al inicio de un complejo proceso de transformación de las relaciones de producción.

Al mismo tiempo, se presentaron cambios demográficos y sociales que, acompañados por la modernización de la agricultura, la mejora de la alimentación, los adelantos en la medicina y en la higiene, incidieron en el crecimiento de la población y en su esperanza de vida; una de las repercusiones más significativas que trajo consigo la revolución industrial, fue el proceso de emigración del campo a la ciudad, al disminuir la ocupación en labores agrícolas y aumentar la demanda de trabajo en las ciudades.

La sociedad europea no estaba preparada para experimentar el desarrollo vertiginoso de la industria. Por ello, aunque la invención de la máquina de vapor no fue un hecho abrupto, las consecuencias sociales sí tuvieron resultados inesperados.8 El maquinismo se hizo sentir, al exigir individuos más calificados y

reducir el número de personas empleadas, arrojando a contingentes de obreros de un ramo de la producción a otra.

Miles de personas migraron del campo a las ciudades, donde se asentaron las industrias, pero este éxodo trajo consigo serios problemas sociales, ya que las urbes no estaban adaptadas para albergar la cantidad de personas que dejaron sus cultivos para trabajar en las industrias con la esperanza de brindar mejores condiciones de vida a sus familias. En consecuencia, como las condiciones físicas y sociales de las ciudades no se prestaban para estos fines, cundió el caos y la explotación por doquier.9

Los cambios en los estilos de vida de las personas sucedieron en diversos aspectos: a) laboralmente, los oficios artesanales fueron reemplazados por la producción en serie; b) económicamente, los campesinos migrantes no recibían el sueldo que esperaban, y se veían obligados a trabajar en condiciones infrahumanas porque no tenían otra opción; y, c) socialmente, toda vez que el cambio de vida rural a la urbana generó desnutrición y pobreza.

Como la cantidad de personas migrantes sobrepasaba la capacidad de las ciudades, la densidad poblacional aumentó y con ello, cundió el hacinamiento y proliferaron las enfermedades y las epidemias. En las industrias, las condiciones de salud y seguridad eran mínimas, en parte por la cantidad de trabajadores, pero principalmente por la carencia de una cultura de seguridad eficiente, tanto de parte de los trabajadores y obreros, como de los empleadores.10

En este marco, puede afirmarse, que la revolución industrial dio origen también a nuevas relaciones laborales, ya que los trabajadores pasaron a desempeñarse en los establecimientos de propiedad de sus empleadores en lugar de hacerlo en sus domicilios, con nuevas exigencias de orden y coordinación con las máquinas y con sus compañeros de labor hasta ese momento desconocidas.

Los abusos y la explotación se confundían con la miseria que era común en esos años. Una gran proporción de los obreros eran mujeres y niños, que además de ser explotados no se les brindaban las condiciones de seguridad necesarias, de modo que muchos de ellos sufrían lesiones, mutilaciones y accidentes fatales. La introducción de las máquinas favoreció el trabajo de niños y mujeres que ingresaron al mercado de trabajo en competencia con los adultos varones, lo que, sumado a la mayor productividad alcanzada por las máquinas, ocasionaba la existencia de un importante número de trabajadores desocupados, cuya condición económica era difícil, y que podían sustituir a cualquiera que protestara por sus condiciones de trabajo.

En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del agua para el funcionamiento de algunas máquinas. Las fábricas se erigieron en competidoras de los artesanos hiladores y tejedores y, al ser más eficientes, muchos de aquéllos se vieron obligados a abandonar su oficio (muy a menudo compartido con las tareas agrícolas) y a enrolarse en el naciente proletariado industrial. En virtud de la ley de la oferta y la demanda, la abundante oferta de mano de obra condujo a salarios de miseria y condiciones de trabajo deplorables, con jornadas de trabajo de doce y catorce horas diarias. Las pésimas condiciones de vida y trabajo de esa época fueron el caldo de cultivo de graves daños a la salud de las personas que trabajaban, especialmente de los niños, que se empleaban desde edades tan tempranas como los seis años.

Estas industrias se convirtieron en el modelo de organización del trabajo en las fábricas. Desafortunadamente, fue en los espacios fabriles en los que el trabajo de las hijas e hijos de esta clase trabajadora resultó mano de obra barata de suma utilidad en el proceso de acumulación capitalista, tal y como lo señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT): “los niños también engrosaron las multitudes de obreros de las primeras fábricas industriales, niños que trabajaban en condiciones de sobreexplotación, en ambientes insalubres, durante extensas jornadas de hasta 14 horas, horarios nocturnos, expuestos a accidentes por las

herramientas utilizadas y las malas condiciones del trabajo […] los niños que se accidentaban o morían eran reemplazados rápidamente por otros”.12

Ante esta situación, fueron surgiendo en forma espontánea diversos tipos de protestas, como las manifestaciones, la huelga, la ocupación de fábricas y el sabotaje, que precedieron a la formación de organizaciones de trabajadores (los sindicatos). En este contexto, se produjeron, por un lado, las primeras reivindicaciones obreras, que a lo largo del siglo XIX conducirían a la admisión de la libertad sindical en la mayoría de los países de Europa y por otro, a la generación de diversos instrumentos normativos en la materia.

Primeros esfuerzos normativos En la medida que el sistema de producción industrial comenzó a mostrar sus desequilibrios,

deficiencias

e

inequidades,

surgieron

voces

críticas,13

acompañadas de esfuerzos pioneros por impulsar acciones diversas e instrumentos normativos encaminados a regular el trabajo en la industria y, en particular, a brindar protección a los trabajadores. Uno de ellos se dio en España en 1778, a través de Carlos III, con el edicto de protección contra accidentes.

En 1795, se forma la Cámara de Salud de Manchester, encargada de brindar asesoría para elaborar la legislación relacionada con las horas y las condiciones del trabajo en las fábricas. Para 1802, el Parlamento Inglés emite el Reglamento de Trabajo en Fábricas que limita la jornada laboral a doce horas para los trabajadores menores de 12 años, estableciendo obligaciones mínimas en materia de higiene, salud y educación de los trabajadores, como, por ejemplo, el determinar que existiera ventilación en los centros laborales y se colocaran protecciones en engranajes. Inglaterra y Francia fueron los países que lideraron la formalización de la seguridad y la salud ocupacional en Europa, con diversas innovaciones. Villerme, por ejemplo, realiza estudios epidemiológicos en las industrias de París. De hecho, los primeros esfuerzos por organizar la salud pública en el país galo, comenzaron en 1822.

En tanto que los primeros análisis de mortalidad ocupacional fueron realizados en Inglaterra en 1861. En 1828, Robert Owen puso en marcha un programa para el mejoramiento ambiental, educacional y moral de los trabajadores. Dos años más tarde, Robert Backer propuso que un médico debería hacer una visita diaria a las fábricas. El trabajo infantil en esa época, fue un factor determinante para impulsar las primeras acciones en favor de la SST. La OIT, reconoce que, los sistemas normativos actuales en este ámbito tienen su origen en la revolución industrial del siglo XIX, época en la que los médicos, en particular en Europa, concentraron inicialmente sus esfuerzos en remediar la deplorable situación de los niños, impulsando una legislación sobre la edad mínima de admisión al empleo y las horas de trabajo.

Destaca la Ley de Fábricas de 1833, aprobada por la Cámara de los Comunes inglesa, dirigida a proteger a los niños en el lugar de trabajo y a ofrecer educación de tiempo parcial. Fue un hito histórico, al prohibir el trabajo a los menores de nueve años y restringirlo a ocho horas diarias para los de menos de 14 años; al contemplar la creación de un cuerpo de inspectores para hacer cumplir la ley y abrir el camino hacia la financiación estatal de la educaciónHasta mediados del siglo XIX, las discusiones sobre trabajo infantil y el capitalismo se centraban en Gran Bretaña. Pero a medida que otros países se industrializaban, surgían otras respuestas nacionales. Francia aprobó en 1874 una ley que estableció en 12 años la edad mínima para trabajar; Prusia hizo lo mismo en 1878. Mientras tanto, se asentaba el movimiento por la educación obligatoria, que empezó en Alemania y, en los últimos 25 años del siglo, ocasionó un impacto significativo en la transición de los niños desde la fuerza de trabajo a las aulas. A finales de ese siglo, por primera vez los niños ocuparon un lugar central en la agenda política de la nación-estado moderna. A principios del siglo XX, la educación obligatoria dejó de ser cuestionada y la creencia de que los niños no tendrían trabajo suficiente se transformó, dando paso a otra idea: el derecho a no trabajar tenía que ser protegido por el Estado.

Otros sucesos enfatizaron en la importancia de contar con mecanismos regulatorios de las actividades laborales, como la creación de servicios de inspección del trabajo encargados de velar por el cumplimiento de la legislación, y en la utilización de las competencias de médicos oficialmente encargados de certificar la edad de los trabajadores. Trágicos acontecimientos, tales como incendios en las empresas17 impulsaron también la adopción de mejoras en la legislación relativa a las normas de seguridad en las empresas. La creación de la OIT en 1919, fue un punto de inflexión a favor tanto del movimiento para promover la justicia social comocontribución a una paz universal y permanente, como para la protección de la clase trabajadora. El preámbulo de la Constitución de este organismo, señala específicamente que la “protección del trabajador contra las enfermedades, sean o no profesionales, y contra los accidentes del trabajo”, es un elemento fundamental de la justicia social. Este derecho a unas condiciones de trabajo decente y a un medio ambiente de trabajo seguro y saludable se reafirmó en la Declaración de Filadelfia, de 1944, y en la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa

A casi un centenario de su creación, la OIT ha elaborado un número considerable de instrumentos normativos, la mayoría de los cuales están total o parcialmente relacionados con la SST. Asimismo, muchas de sus actividades, como las relacionadas con el trabajo infantil, la economía informal, la incorporación de las cuestiones de género, la inspección del trabajo, los sectores específicos de la actividad económica, el VIH/SIDA en el ámbito laboral y las migraciones, incluyen componentes o elementos relacionados con el tema de SST. Esto da cuenta de la gran importancia que tiene este tema para las mandantes tripartitas (gobiernos, empleadoresy trabajadores), en especial para promover acciones integrales y transversales encaminadas a la mejora de las condiciones de trabajo y a la protección de los trabajadores.

1.4 DEFINICIÓN DE LAS TÉCNICAS DE SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL Higiene industrial La higiene industrial es la ciencia de la anticipación, la identificación, la evaluación y el control de los riesgos que se originan en el lugar de trabajo o en relación con él y que pueden poner en peligro la salud y el bienestar de los trabajadores, teniendo también en cuenta su posible repercusión en las comunidades vecinas y en el medio ambiente en general. Existen diferentes definiciones de la higiene industrial, aunque todas ellas tienen esencialmente el mismo significado y se orientan al mismo objetivo fundamental de proteger y promover la salud y el bienestar de los trabajadores, así como proteger el medio ambiente en general, a través de la adopción de medidas preventivas en el lugar de trabajo. La higiene industrial no ha sido todavía reconocida universalmente como una profesión; sin embargo, en muchos países está creándose un marco legislativo que propiciará su consolidación.

El técnico en higiene industrial El técnico en higiene industrial es “una persona competente para realizar mediciones del medio ambiente del trabajo”, pero no para “realizar las interpretaciones, juicios y recomendaciones que se exigen a un higienista industrial”. El técnico en higiene industrial puede alcanzar el nivel necesario de competencias en un campo general o especializado

Asociación Internacional para la Higiene Industrial (AIHI) La AIHI se creó formalmente en una reunión celebrada en Montreal el 2 de junio de 1987. En la actualidad, la AIHI cuenta con la participación de 19 asociaciones nacionales de higiene industrial y más de diecinueve mil miembros de diecisiete países. El principal objetivo de la AIHI es promover y desarrollar la higiene industrial en todo el mundo para que alcance un elevado nivel de competencia profesional, a través de medios como el intercambio de información entre organizaciones e

individuos, el desarrollo de los recursos humanos y la promoción de un alto nivel de práctica ética. Las actividades de la AIHI incluyen reuniones científicas y la publicación de un boletín. Los miembros de las asociaciones nacionales afiliadas son automáticamente miembros de la AIHI; también pueden afiliarse como miembros individuales, si residen en países en los que todavía no se ha implantado una asociación nacional.

Certificación Además de una definición aceptada de la higiene industrial y de la función que desempeña el higienista industrial, es preciso establecer sistemas de certificación para garantizar unos niveles aceptables de competencia y práctica en el campo de la higiene industrial. La certificación se refiere a un sistema formal basado en los procedimientos necesarios para adquirir y mantener los conocimientos, las destrezas y la competencia de los profesionales (Burdorf 1995). La AIHI ha promovido un estudio sobre los sistemas nacionales de certificación que existen en la actualidad (Burdorf

1995), junto con la formulación de

recomendaciones para promover la cooperación internacional con el fin de garantizar la calidad de los higienistas industriales profesionales. Entre estas recomendaciones figuran las siguientes: •

“armonización de los niveles de competencia y práctica de los profesionales de la higiene industrial”;



“creación de un organismo internacional formado por profesionales de la higiene industrial para analizar la calidad de los actuales sistemas de certificación”.

Otras propuestas de este informe hacen referencia a aspectos como la “reciprocidad” y la “aceptación mutua de las designaciones nacionales, con objeto de conseguir un sistema universal con una designación aceptada a escala internacional”.

La práctica de la higiene industrial

Las etapas clásicas de la práctica de la higiene industrial son las siguientes: •

identificación de posibles peligros para la salud en el medio ambiente de trabajo;



evaluación de los peligros, un proceso que permite valorar la exposición y extraer conclusiones sobre el nivel de riesgo para la salud humana;



prevención y control de riesgos, un proceso que consiste en desarrollar e implantar estrategias para eliminar o reducir a niveles aceptables la presencia de agentes y factores nocivos en el lugar de trabajo, teniendo también en cuenta la protección del medio ambiente. El enfoque ideal de la prevención de riesgos es “una actuación preventiva anticipada e integrada”, que incluya:



evaluación de los efectos sobre la salud de los trabajadores y del impacto ambiental, antes de diseñar e instalar, en su caso, un nuevo lugar de trabajo;



selección de la tecnología más segura, menos peligrosa y menos contaminante (“producción más limpia”);



emplazamiento adecuado desde el punto de vista ambiental;



diseño adecuado, con una distribución y una tecnología de control apropiadas, que prevea un manejo y una evacuación seguros de los residuos y desechos resultantes;



elaboración de directrices y normas para la formación del personal sobre el correcto funcionamiento de los procesos, métodos seguros de trabajo, mantenimiento y procedimientos de emergencia.

La importancia de anticipar y prevenir todo tipo de contaminación ambiental es decisiva. Por fortuna, existe una creciente tendencia a considerar las nuevas tecnologías desde el punto de vista de los posibles impactos negativos y su prevención, desde el diseño y la instalación del proceso hasta el tratamiento de los residuos y desechos resultantes, aplicando un enfoque integral. Algunas catástrofes ambientales que se han producido tanto en países desarrollados como en países en desarrollo podrían haberse evitado mediante la aplicación de estrategias de control y procedimientos de emergencia adecuados en el lugar de trabajo.

Los aspectos económicos deben analizarse en términos que van más allá de la mera consideración del coste inicial; otras alternativas más caras, que ofrecen una buena protección de la salud y del medio ambiente, pueden resultar más económicas a largo plazo. La protección de la salud de los trabajadores y del medio ambiente debe iniciarse mucho antes de lo que habitualmente se hace. Los responsables del diseño de nuevos procesos, maquinaria, equipos y lugares de trabajo deberían disponer siempre de información técnica y asesoramiento sobre higiene industrial y ambiental. Por desgracia, muchas veces este tipo de información se consigue demasiado tarde, cuando la única solución posible es costosa y difícil de aplicar con efecto retroactivo o, peor todavía, cuando las consecuencias han sido ya desastrosas.

Identificación de riesgos La identificación de riesgos es una etapa fundamental en la práctica de la higiene industrial, indispensable para una planificación adecuada de la evaluación de riesgos y de las estrategias de control, así como para el establecimiento de prioridades de acción. Un diseño adecuado de las medidas de control requiere, asimismo, la caracterización física de las fuentes contaminantes y de las vías de propagación de los agentes contaminantes.

La identificación de riesgos permite determinar: •

los agentes que pueden estar presentes y en qué circunstancias;



la naturaleza y la posible magnitud de los efectos nocivos para la salud y el bienestar.

La identificación de agentes peligrosos, sus fuentes y las condiciones de exposición requiere un conocimiento exhaustivo y un estudio detenido de los procesos y operaciones de trabajo, las materias primas y las sustancias químicas utilizadas o generadas, los productos finales y los posibles subproductos, así como la eventual formación accidental de sustancias químicas, descomposición de materiales, quema de combustibles o presencia de impurezas. La determinación de

la naturaleza y la magnitud potencial de los efectos biológicos que estos agentes pueden causar si se produce una exposición excesiva a ellos exige el acceso a información toxicológica. Las fuentes internacionales de información en este campo son el Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas (IPQS), la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) y el Registro internacional de productos químicos potencialmente tóxicos, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (RIPQPT-PNUMA). Los agentes que plantean riesgos para la salud en el medio ambiente de trabajo pueden agruparse en las siguientes categorías: contaminantes atmosféricos; sustancias químicas no suspendidas en el aire; agentes físicos, como el calor y el ruido; agentes biológicos; factores ergonómicos, como unas posturas de trabajo o procedimientos de elevación de pesos inadecuados, y factores de estrés psicosocial.

Evaluaciones de higiene industrial Las evaluaciones de higiene industrial se realizan para valorar la exposición de los trabajadores y para obtener información que permita diseñar o establecer la eficiencia de las medidas de control. La evaluación de la exposición de los trabajadores a riesgos profesionales, como contaminantes atmosféricos, agentes físicos y agentes biológicos se aborda más adelante en este capítulo. No obstante, aquí se hacen algunas observaciones generales para conocer mejor el campo de la higiene industrial. Es importante tener en cuenta que la evaluación de riesgos no es un fin en sí misma, sino que debe entenderse como parte de un procedimiento mucho más amplio que comienza en el momento en que se descubre que determinado agente, capaz de producir un daño para la salud, puede estar presente en el medio ambiente de trabajo, y concluye con el control de ese agente para evitar que cause daños. La evaluación de riesgos facilita la prevención de riesgos, pero en ningún caso la sustituye.

Evaluación de la exposición

El objetivo de la evaluación de la exposición es determinar la magnitud, frecuencia y duración de la exposición de los trabajadores a un agente. Se han elaborado directrices al respecto tanto en el ámbito nacional como internacional; por ejemplo, la norma EN 689, elaborada por el Comité Européen de Normalisation (Comité Europeo de Normalización, CEN 1994). El procedimiento más habitual para evaluar la exposición a contaminantes atmosféricos consiste en evaluar la exposición a la inhalación, para lo cual es preciso determinar la concentración atmosférica del agente a la que están expuestos los trabajadores (o, en el caso de las partículas suspendidas en el aire, la concentración atmosférica de la fracción relevante, p. ej., la “fracción respirable”) y la duración de la exposición. No obstante, cuando existen otras vías distintas a la inhalación que contribuyen significativamente a la absorción de una sustancia química, puede emitirse un juicio erróneo si sólo se evalúa la exposición a la inhalación. En tales casos tiene que evaluarse la exposición total, y una herramienta muy útil para ello es el control biológico. La práctica de la higiene industrial se ocupa de tres tipos de situaciones: •

estudios iniciales para evaluar la exposición de los trabajadores;



control/vigilancia de seguimiento:



evaluación de la exposición para estudios epidemiológicos.

Una de las principales razones para determinar si existe una exposición excesiva a un agente peligroso en el medio ambiente de trabajo es decidir si se necesita alguna intervención. Esto consiste con frecuencia, aunque no siempre, en comprobar si se respeta una norma adoptada, que suele expresarse en términos de un límite de exposición profesional. La determinación de la exposición “en el peor de los casos” puede ser suficiente para lograr este objetivo. De hecho, si se espera que la exposición sea muy grande o muy pequeña en comparación con los valores límite, la exactitud y precisión de las evaluaciones cuantitativas pueden ser menores que cuando se espera una exposición cercana a los valores límites. De hecho, cuando los peligros son evidentes, puede ser más conveniente empezar por invertir en

controles y realizar evaluaciones ambientales más precisas una vez introducidos dichos controles. Las evaluaciones de seguimiento son necesarias en numerosas ocasiones, especialmente cuando existe la necesidad de instalar o mejorar las medidas de control o cuando se prevén cambios en los procesos o materiales utilizados. En estos casos, las evaluaciones cuantitativas cumplen una importante función de vigilancia para: •

evaluar la validez, comprobar la eficiencia o detectar posibles fallos en los sistemas de control;



averiguar si se han producido variaciones en los procesos, por ejemplo, en la temperatura de funcionamiento o en las materias primas, que hayan modificado la situación de exposición.

Siempre que se realiza una evaluación de higiene industrial en relación con un estudio epidemiológico para obtener datos cuantitativos sobre la relación entre exposición y efectos para la salud, las características de la exposición deben describirse con un alto grado de exactitud y precisión. En este caso, deben caracterizarse adecuadamente todos los niveles de exposición, ya que no sería suficiente, por ejemplo, caracterizar sólo la exposición correspondiente al peor de los casos. Sería ideal, aunque difícil en la práctica, que en todo momento pudieran mantenerse registros precisos y exactos de la exposición, ya que en el futuro podrían necesitarse datos diacrónicos sobre la exposición. Para que los datos de la evaluación sean representativos de la exposición de los trabajadores y para no malgastar recursos, debe diseñarse y aplicarse una estrategia adecuada de muestreo, teniendo en cuenta todas las posibles fuentes de variabilidad. Las estrategias de muestreo, así como las técnicas de medición, se describen en “Evaluación del medio ambiente de trabajo”.

1.5 FACTORES DE RIESGO DE SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL A) FACTOR HUMANO El factor humano se descompone, en los siguientes elementos principales, siendo:

A.1) Los aspectos fisiológicos. Entre los aspectos fisiológicos del ser humano, se encuentra el conocimiento del límite de desempeño del trabajador, bajo condiciones controladas. Otro aspecto es la salud de los trabajadores, tanto previa al ingreso a una determinada organización, como durante su desempeño laboral. Finalmente, el análisis del perfil epidemiológico de los riesgos de trabajo, es decir, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, permite conocer mejor el comportamiento del proceso salud-enfermedad, a fin de estar en posibilidad de desarrollar programas preventivos más eficaces.

A.2) Los aspectos psicológicos. Estos factores de índole personal, pueden dividirse en tres grandes tipos: · Falta de conocimiento. · Falta de motivación. · Falta de capacidad.

B) EL FACTOR FÍSICO–AMBIENTAL. Los componentes físicos y ambientales, tienen que ver con la interrelación, entre la adecuación de las instalaciones que componen el lugar de trabajo, por un lado, con el medio ambiente y con los requerimientos de habitabilidad del mismo. · Los aspectos ambientales. · Los aspectos espaciales. · Los aspectos operativos.

1.6 DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LOS FACTORES DE RIESGO DE SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL Diagnóstico de las condiciones de seguridad e higiene del trabajo Para hacer SHT es necesario conocer hasta donde sea posible, la planta física del centro de trabajo y su organización, posteriormente debe realizarse un diagnóstico de las condiciones de SHT que prevalecen en él. La STPS establece que dicho diagnóstico servirá para definir el ¿qué?, ¿cómo?, ¿dónde? y ¿cuándo? (debe añadirse… pensar con ¿cuánto?), aplicar medidas preventivas de SHT basándose para su elaboración en la normatividad vigente en la materia. Esto también aplica a toda propuesta metodológica incluyendo la que estamos haciendo, por lo que deben ser considerados como punto de partida y no como el final.

1. Obtener información Datos de SHT a) Incidencias y prevalencias de enfermedades y accidentes de trabajo b) Quejas de los trabajadores c) Estadísticas de accidentes d) Reportes de investigación de accidentes e incidentes e) Listado de otros agentes ambientales presentes f) Mediciones de agentes ambientales realizadas con anterioridad g) Controles que se tiene en el momento Datos del centro de trabajo y su actividad: h) Organigrama i) Planos de distribución de equipo (o Planos de piso) j) Carta de proceso (o Descripción general del proceso) k) Listado del personal, puestos de trabajo y métodos de trabajo l) Listado de sustancias químicas De la organización de la SHT en la organización: m) Comisión de SHI constituida y funcionando n) Se aplica la NOM-021-STPS de informe de riesgos de trabajo

o) Plan de Emergencias p) Análisis de riesgos en operaciones y de proceso q) Permiso de trabajos peligrosos: Entrada a espacios confinados, Manejo de maquinaria pesada y montacargas, entre otros.

2. Recorrido por las instalaciones. Un recorrido por las instalaciones para el reconocimiento sensorial de las condiciones de SHT es necesario para completar el diagnóstico, acorde a la normatividad. Esto demanda un tiempo y rigor, que debe ser considerado y programado. Es recomendable apoyarse en un instrumento para este trabajo, para ello se proponen los formatos 1 y 2.

3. Determinar cuáles elementos de SHT normados están presentes. Para ello utilizar el siguiente formato.

4. Contar con listados de verificación de cada una de las normas que aplican y se tiene un ejemplo en el anexo de este documento. Estos han sido elaborados considerando los requisitos básicos y que impactan del 60 al 80% de las condiciones de SHT. Si hubiera alguna duda, será necesario consultar la NOM de referencia, también si se quiere dar un cumplimiento mayor. Por ello es recomendable tener en impreso todas las NOM que le aplican. Hay condiciones de SHT normadas que aplican a un menor número de organizaciones que de estar presentes deberán ser consideradas para el diagnóstico. Si no se tiene el listado de verificación para una condición de SHT normada puede seguirse el procedimiento para elaborar el que está en el anexo. Esto es, obtener la NOM vigente e imprimirla y en un formato en blanco (Formato 2) ir tomando de la NOM aquellos requisitos que son exigidos y que son mencionados en el apartado “Obligaciones del patrón” y en los subsecuentes, luego escribirlos preferentemente como aparecen (cita textual), en caso de no quedar claros por ser un extracto incluso un recorte de un documento amplio como son la mayoría de NOM, entonces redactarlo de manera que sea fácil de verificar en el campo con fines de determinar si se cumple o no. Luego tratar de seleccionar de 10 a 20 que permitan iniciar el cumplimiento de la NOM. Deberá revisarse la vigencia del listado y su nivel de cobertura de la NOM cada nuevo ciclo (anual normalmente).

FORMATO 2. Listado de verificación de condiciones de Seguridad e Higiene del Trabajo

CONDICIÓN DE SEGURIDAD E HIGIENE DEL TRABAJO A VERIFICAR REFERENCIA NORMATIVA: NOM-___-STPS

También hay casos en que la condición o agente ambiental no tiene NOM en México pero que instituciones reconocidas a nivel nacional o internacional en ese tema tienen recomendaciones, entonces se puede proceder fundamentados en un documento jurídico tal como Reglamento, Ley, Acuerdo Internacional o la propia Constitución Política del país para elaborar un listado de verificación. Este caso es el de los agentes ergonómicos que se tienen reglamentados por el Reglamento Federal de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo en México por el artículo 102, pero si no hay una NOM, se han tomado las recomendaciones de asociaciones y especialistas en ergonomía y se elaboró un listado de verificación. 5. Contestar en el listado de verificación para cada uno de los requisitos, si le aplica o no y, de los que le aplican si se cumple o no. Esto durante el recorrido por las áreas, unidades o departamento a diagnosticar. En caso de que le aplique un requisito y no se cumpla, deberá anotarse en el espacio “Observaciones y Recomendaciones” y el por qué se dice que no se cumple, así como la sugerencia de la(s) acción(es) para que sí se cumpla el requisito. 6. Elaborar un informe que muestre el análisis de la información y la interpretación de los resultados de la revisión de campo que se hizo. Debe contener como introducción la importancia del estudio y una descripción breve del procedimiento; luego en el desarrollo una nota sobre el nivel de cumplimiento de requisitos de la normatividad; las observaciones o lista de requisitos que no la cumplen explicando en su caso el por qué; y, las recomendaciones para darles cumplimiento. 7. Elaborar el programa de SHT, ya con los hallazgos y las recomendaciones lo siguiente es: • Determinar la prioridad (alta/media/baja) con que deben ser atendidos los hallazgos detectados.

En el caso de que haya dos elementos igualmente peligrosos, deberá atenderse primero el que afecte al mayor número de trabajadores de acuerdo a la normatividad. También es posible establecer cuáles de los hallazgos pueden ser solventados de inmediato por su bajo o nulo costo, pero fuerte impacto, lo que, además, motivará a la organización. • Establecer para cada elemento de SHT que aplica, las acciones o programas de SHT basadas en la normatividad específica si la hay y si es necesario, consultando a expertos e instituciones especializadas. • Poner las acciones o programas para cada elemento en un formato de programa. Un programa de SHT adecuado tendrá acciones de los cuatro pasos de la metodología, es decir, de la anticipación, reconocimiento (diagnóstico), evaluación y control para cada elemento, (las condiciones del medio ambiente y los factores psicosociales), según la evolución que en esos aspectos cada área tenga. Contar con un formato para el programa facilitará su elaboración, como se vio para el diagnóstico, se presenta uno propuesto en el formato 3 como ejemplo, con acciones de 3 elementos de la SHT. Dicho formato deberá contener la siguiente información: • Área, unidad, planta o departamento • Año de ejecución del programa • Elementos del programa de SHT • Acciones o programas de SHT de cada elemento • Responsables. Anotar al principal o al coordinador cuando son varios • Estimación de las horas-persona (profesional si lo hay) requeridas • Estimación de los recursos económicos requeridos • Cita normativa que fundamenta y/u obliga a esa acción o programa • Cronograma, indicando los meses en que se inicia, que dura y termina la actividad

FORMATO 3. Programa de SHT (sólo contiene las acciones de 3 elementos para ejemplo) Departamento/área :__________________ Año___________

Las actividades y acciones, inclusive programas, que sean propuestas por el profesional de la SHT o el responsable del área para el mejoramiento de las condiciones del centro de trabajo, deben dejar claro a los responsables de la organización, su importancia para la salud y seguridad de los trabajadores, pero también las implicaciones legales y económicas de las mismas. Por ello, deberá de ajustarse por lo menos a los requisitos de la normatividad vigente. Entonces, el programa de SHT debe ser permanente e incluir acciones, presupuestarlas, programarlas (a corto, mediano y largo plazo), ejecutarlas y evaluarlas por lo menos anualmente. Esto es, los programas de SHT deben ser administrados. En el esfuerzo preventivo de los riesgos de trabajo se requiere de estrategias que permitan dirigir el conjunto de acciones y éstas sólo se obtienen con las siete funciones del proceso administrativo: 1.Previsión, 2.Planeación, 3.Programación, 4.Comunicación, 5.Supervisión, 6.Control y 7.Evaluación

1.7. SISTEMAS DE GESTIÓN DE RIESGOS LABORALES La Prevención “según necesidades” sigue el esquema de gestión siguiente:

Aunque aquí se presenta, para una mayor comprensión, esta mejora continua como circular, no lo es, hay que interpretarlo como concurrente e iterativo. La eficacia de la prevención “según necesidades” resulta del circuito anterior y de la elaboración

de

productos

particularmente

concebidos

para

los

distintos

generadores de riesgo, que son los que producen directamente pérdidas a las empresas, incluso sin activar la cadena de la siniestralidad. La dinámica representada a continuación se revierte mediante la aplicación de esos productos específicos y no por el mero hecho del cumplimiento formal de la legislación.

CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS DE GESTIÓN DE LA P.R.L. SEGÚN ESENER Los diferentes estilos de dirección condicionan y caracterizan la estrategia de control de la PRL. Estrategias de control de la PRL: 

Estrategia de control de la persona segura: es la estrategia de prevención centrada en el comportamiento de los empleados.



Estrategia de control del lugar seguro: es la estrategia de prevención centrada en el control de los riesgos en la fuente, mediante la atención en la etapa de diseño y aplicación de los principios de identificación del peligro, evaluación y control del mismo.

Estilos de gestión: 

La gestión tradicional: Las personas clave de la seguridad y salud en el trabajo son el supervisor y/o cualquier especialista en SST. Hay un bajo nivel de integración de la SST en los sistemas y prácticas de gestión de la empresa. Los empleados pueden estar involucrados en la política de SST, pero su participación no se considera crítica para el funcionamiento de los delegados de prevención, o alternativamente del comité de SST.



La gestión innovadora: La dirección de la empresa tiene un papel clave en la SST. Existe un alto nivel de integración de la SST en los sistemas y prácticas de gestión. La participación de los empleados es vista como fundamental para el funcionamiento del sistema y hay mecanismos para alcanzar un alto nivel de participación.

Sobre la base de estas dos dimensiones Gallagher4 identifico cuatro tipos: o Comportamiento complejo: Este sistema adopta una perspectiva dominante de “persona segura”, se centra en altos niveles de participación de los trabajadores y en la actividad – comunicación – ascendente y de liderazgo, para influir en el comportamiento y las actitudes de los empleados,

juntamente con un alto nivel de integración en el sistema de gestión general de la empresa. o Gestión adaptada al peligro: Este sistema combina una estrategia de lugar seguro con un enfoque innovador en la gestión de la SST, caracterizado por un alto nivel de integración y un fuerte enfoque a la participación de los trabajadores. o Ingeniería y diseño tradicional: Este sistema combina un lugar seguro con una perspectiva de la SST más tradicional, con acuerdos en la consulta menos importantes que en el primer grupo. o Minimizadores de actos inseguros: Este sistema se caracteriza por una estrategia de persona segura y respuestas más reactivas a los actos inseguros de los trabajadores. Puede ser apoyado por un énfasis en la supervisión de la conducta y las reglas de SST, para lograr que tomen menos riesgos, los trabajadores.

1.8 PROGRAMAS DE SEGURIDAD E HIGIENE LINEAMIENTOS PARA LA ELABORACION DE UN PROGRAMA PREVENTIVO DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO

PREMISAS: - Congruencia El programa debe comprender el cumplimiento de la normatividad vigente, ya que está dirigido a proteger la salud de los trabajadores como el elemento fundamental de la productividad de las empresas. - Factibilidad y viabilidad Debe ajustarse a la capacidad operativa del personal de la empresa y a los recursos disponibles. - Integración Considerar que cada directivo y trabajador tienen la responsabilidad de la seguridad e higiene de su puesto y área de influencia. De aquí que las acciones preventivas son responsabilidad de todos. Sustentación El programa deberá estar por escrito; sus actividades estarán sustentadas y basadas en un diagnóstico situacional; y las responsabilidades serán definidas en todos los niveles de la empresa. Enfoque prevencionista Las acciones deben dirigirse hacia la prevención de los riesgos de trabajo, considerando fundamentalmente la eliminación de las causas que los generan. - Reforzamiento Las evaluaciones periódicas deben señalar resultados que permitan la toma de decisiones, para lograr mejorar las condiciones de seguridad e higiene en un proceso ascendente.

ELEMENTOS BÁSICOS DEL PROGRAMA Los elementos considerados para la estructuración de un Programa Preventivo de Seguridad e Higiene en

el Trabajo son: · Políticas de la empresa · Diagnóstico · Sistema de Verificación de Riesgos · Sistema de Control y Corrección de Riesgos · Sistema de Capacitación · Seguimiento

DESCRIPCIÓN DE ELEMENTOS 1.- Políticas de la empresa: Son criterios para orientar la conducta del personal en la operación del programa. Señalan el grado de participación de los niveles directivos y operativos, así como la importancia del ser humano y la productividad de la empresa. Para operar las políticas se requieren como instrumentos: 1.1 Productividad, seguridad e higiene en el trabajo Precisa las políticas de actualización de la tecnología y la utilización de materias primas acordes a la misma, como un elemento de procuración de la seguridad y mejoramiento de la productividad. Permite establecer políticas sobre los servicios de bienestar y de seguridad e higiene para los trabajadores, como un factor de promoción para el incremento de la productividad. 1.2 Objetivos y metas definidas Permite estimar costo-beneficio de las acciones y definir la dirección del programa. 1.3 Matriz de responsabilidades Precisa la participación de todos los niveles de trabajadores de las empresas en el cumplimiento de las actividades. 1.4 Comunicación Descendente: para que los trabajadores ejecuten las actividades preventivas que les competen, conociendo la fundamentación de las decisiones.

Ascendente para que los niveles directivos conozcan la realidad directamente de quienes están inmersos en las condiciones de seguridad e higiene y fundamenten en ésta sus decisiones.

2.- Diagnóstico Estudio analítico de las condiciones de seguridad e higiene en que se encuentra la empresa, el cual sirve de base para la toma de decisiones en la elaboración del programa. Para elaborar este documento, se requiere contar con los siguientes instrumentos: 2.1 Sistema de información de riesgos de trabajo · Permite analizar la casuística de accidentes y enfermedades de trabajo. · Precisa la información de casos por departamentos, turno, puesto de trabajo y tipo de riesgo. · Permite analizar el mecanismo del riesgo y el tipo de tratamiento que se le dio a la persona que lo sufrió. · Permite analizar por departamento los índices de frecuencia, gravedad, siniestralidad y los costos que se generaron por este concepto. 2.2 Mapa de riesgos · Es la representación gráfica de los problemas de inseguridad que se tienen en el centro de trabajo: ambiente laboral, procesos de trabajo, condiciones de trabajo y riesgos de trabajo; así como los trabajadores que se encuentran expuestos en cada caso. · Precisa las áreas, procesos o equipos de alto riesgo, exposición de agentes nocivos a la salud y las áreas o secciones mas desprotegidas de medidas de seguridad e higiene, que deberán tomarse en cuenta para su inclusión en el programa preventivo. 2.3 Capacitación Permite analizar el nivel de escolaridad que tienen los trabajadores y la capacitación que se les ha proporcionado para el trabajo, en el trabajo y en seguridad e higiene. 2.4 Antecedentes personales de riesgo de los trabajadores

Permite determinar factores de riesgo del trabajador, considerando antecedentes laborales de antigüedad y ergonómicos.

3.- Sistema de Verificación de riesgos Permite conocer la magnitud y el impacto de cada uno de los problemas que en materia de seguridad e higiene tiene la empresa. Para ello, se hace necesario contar con los siguientes instrumentos: 3.1 Verificación Debe contar con un procedimiento de inspecciones periódicas por personal responsable, que reflejen las condiciones de seguridad e higiene. 3.2 Recorridos de la Comisión de Seguridad e Higiene Debe apegarse a la Norma Oficial Mexicana NOM-019-STPS-1993. 3.3 Investigación de incidentes y riesgos de trabajo Se deben investigar el 100% de los incidentes, accidentes y enfermedades de trabajo que ocurran en el centro laboral.

4.- Sistema de Control y Corrección de Riesgos Son acciones tomadas por los responsables de la empresa para corregir la situación de riesgo con señalamiento de lapsos para su cumplimiento, a fin de evitar o limitar los daños a la salud de los trabajadores, minimizar los costos de producción, elevar la calidad de los productos e incrementar la productividad de la empresa. Los instrumentos que se requieren son: 4.1 Recursos Técnicos · Debe tener procedimientos seguros en aquellas operaciones o procesos de trabajo, que observan una condición insegura para la salud de los trabajadores. · Debe contar con controles de ingeniería, para el desarrollo de un trabajo seguro e higiénico. · Debe contar con el procedimiento de dotación de equipo de protección personal, adecuado a las necesidades y exposiciones de los trabajadores. · Debe contar con un programa de mantenimiento preventivo y correctivo, haciendo hincapié en el primero.

· Debe contar con planes y procedimientos de emergencia (brigadas de primeros auxilios, prevención y combate contra incendios, etc.). 4.2 Recursos Administrativos Debe contar con los procedimientos para atender las situaciones de riesgo, que comprenda los recursos financieros y el procedimiento a seguir. Debe establecer medidas correctivas para quienes no cumplan con las reglas establecidas para la prevención de riesgos de trabajo. Debe contemplar mecanismos de difusión para que los trabajadores conozcan el programa, los procedimientos de trabajo seguro, la normatividad en materia de seguridad e higiene y las medidas de prevención de riesgos de trabajo. Debe contar con un sistema de registros de acuerdo a la normatividad, que contenga información de los exámenes médicos periódicos de los trabajadores que incluya su capacidad físico-funcional, de los accidentes, incidentes, emergencias y simulacros que se generen en la empresa.

5.- Sistema de Capacitación Debe contener las acciones de capacitación a realizar, así como los responsables de su ejecución y los objetivos esperados. En esta etapa se deberá considerar lo siguiente: 5.1 Capacitación a responsables Debe definir el tipo de capacitación requerida por los responsables, para que éstos conozcan y promuevan en sus áreas de influencia, las acciones prevencionistas para el control de riesgos. 5.2 Capacitación en el trabajo Debe establecer la capacitación que se proporcionará a los trabajadores para promover un trabajo seguro, eficiente y de calidad. 5.3 Manejo de emergencias Debe establecer los lineamientos, la metodología, los responsables, los integrantes de las brigadas y los recursos necesarios para hacer frente a una emergencia. 5.4 Capacitación en emergencias

Debe establecer la capacitación que será proporcionada a los responsables y a los trabajadores, en el uso y manejo de equipo y herramienta para los casos de emergencia. 5.5 Reforzamiento Debe establecer los mecanismos de reforzamiento para dar seguimiento al programa de capacitación, así como de los instrumentos necesarios para su control y evaluación.

6.- Seguimiento Todo programa deberá tener una continuidad, por lo que se hace necesario establecer sistemas de control del propio programa, a fin de que se pueda considerar su impacto en la prevención de riesgos. Se deberá tomar en cuenta el diagnóstico, la verificación, los recorridos de la Comisión de Seguridad e Higiene, la participación de los trabajadores, el involucramiento de los diferentes niveles de responsabilidad, aspectos técnicos y administrativos y la capacitación. El programa preventivo deberá ser evaluado en las juntas de administración mensual, bimestral o trimestral según se determine en el mismo, considerándose la seguridad e higiene en el trabajo el elemento fundamental de la junta de administración.

CONCLUSIÓN El bienestar emocional en el trabajo es un tema que recientemente se está atendiendo en nuestro país, ya que se reflejó en la agenda institucional hace apenas algunos años, al formar parte de las líneas de acción comprometidas en el Programa Sectorial de Trabajo y Previsión Social 2013-2018, con la que se busca dar respuesta a las nuevas condiciones de trabajo del mundo globalizado, en el que las exigencias de rapidez, hiperconectividad, multihabilidades y continua toma de decisiones, favorecen el estrés en las personas y la aparición de nuevas enfermedades, ya no solamente físicas, sino psicológicas. Las acciones que ha venido impulsando la STPS, para promover el bienestar emocional en el trabajo, son diversas, destacan particularmente dos: la edición del libro “Bienestar emocional y el desarrollo humano en el trabajo: evolución y desafíos en México”; y la elaboración del PRONABET, que tiene el objetivo de crear una nueva cultura de salud laboral en el país. Al ser un tema en ciernes, el reto apunta a dar continuidad para su fortalecimiento, para lo cual será necesario, por una parte, intensificar la difusión de ambos documentos para que los conozcan un mayor número de centros de trabajo, universidades, otras instituciones involucradas en el tema, así como el público en general, y, por otra parte, atender las tareas pendientes que se identificaron puntualmente para la comunidad académica, las empresas, para las y los trabajadores y para los gobiernos. Otra vertiente de este reto, apunta a iniciar acciones para concientizar a los empleadores y representantes de los trabajadores sobre el estrés laboral,223 que la OMS, ha venido alertando respecto a que es un asunto de preocupación creciente en países como México ya que, inevitablemente, traerá consecuencias negativas para la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores, así como para la productividad y costos-efectividad de la compañía para la cual laboran. La creciente globalización y la transferencia de prácticas de trabajo insalubres y de tecnología insegura, hacen de este problema un reto creciente que requiere de empleadores y representantes de trabajadores dedicados cuyo fin sea proteger a su fuerza de trabajo.

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