Accidentes Gramaticales Del Sustantivo

Accidentes gramaticales del sustantivo 2. Género: Sabemos muy bien que los géneros en español son solamente dos: masculi

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Accidentes gramaticales del sustantivo 2. Género: Sabemos muy bien que los géneros en español son solamente dos: masculino y femenino. Sin embargo, puesto que el sustantivo es una palabra que nombra, el género puede estar en el sustantivo o en el ser nombrado. Por ejemplo, al decir mesa, el sustantivo mesa es femenino, no el ser nombrado (una mesa), puesto que es un objeto que no tiene género de por sí. En cambio, si digo yegua, el ser nombrado tiene género (es un animal que tiene macho y hembra) y el sustantivo que lo nombra toma el género femenino para adecuarse al ser nombrado. De esto se desprenden dos naturalezas del género: a. Género natural: En este caso es el ser nombrado quien posee el género y el sustantivo que lo nombra adopta el masculino o el femenino para adecuarse a él. Ejemplos: ■Toro (el sustantivo es masculino porque nombra a un ser que tiene sexo masculino) ■Madre (el sustantivo es femenino porque nombra a un ser que tiene sexo femenino) ■Gallina (el sustantivo es femenino porque nombra a un ser que tiene sexo femenino) ■Profesor (el sustantivo es masculino porque nombra a un ser que tiene sexo masculino) b. Género gramatical: En este caso el ser nombrado no tiene género y es el sustantivo quien tiene un género convencional. Ocurre con sustantivos abstractos o referidos a objetos. Ejemplos: ■Taza (el sustantivo es femenino aunque el ser nombrado no posee género) ■Árbol (el sustantivo es masculino aunque el ser nombrado no posee género) ■Amistad (el sustantivo es femenino aunque el ser nombrado no posee género) ■Piedra (el sustantivo es femenino aunque el ser nombrado no posee género) 2.1. SUSTANTIVOS DE FORMA FIJA: Los sustantivos de forma fija son aquellos que poseen un solo género (masculino o femenino) y el cambio de forma es imposible. Esto ocurre dado que nombran a seres asexuados (objetos, sentimientos, plantas) y el género que adopta la palabra es convencional. Entonces es descabellado buscar formas de ambos géneros para estos sustantivos. Botella es femenino y no tiene forma masculina, destornillador es masculino y no tiene forma femenina. Existen dos casos peculiares de los sustantivos de forma fija: 2.1.1. Sustantivos ambiguos: Los sustantivos ambiguos pueden decirse en cualquiera de los dos géneros pues ambos se consideran correctos. La elección del género es completa decisión del hablante. Ejemplos: ■Mar (se dice el mar y también alta mar) ■Calor (decimos el calor del sol y también hace mucha calor) ■Azúcar (decimos el azúcar y también azúcar refinada) Otros sustantivos ambiguos: Canal, estambre, hojaldre, herpes, lente, linde, margen, mimbre, portapaz, prez, pringue, reuma, tilde, tizne. 2.1.2. Homonimia de sustantivos de distinto género: Se suele creer que estos sustantivos cambian de género al cambiar de número cuando lo correcto es que son sustantivos homónimos, aunque de género diferente. Por ejemplo, el radio y la radio son sustantivos homónimos (iguales en su forma por casualidad, pero sin ninguna relación entre ambos), pues no podríamos decir algo tan descabellado como que la radio es el femenino de el radio, cuando son palabras diferentes. Algunas parejas de sustantivos homónimos con géneros distintos: ■El corte, la corte ■El radio, la radio ■El cólera, la cólera ■El coma, la coma ■El orden, la orden 2.2. SUSTANTIVOS DE DOBLE FORMA: Existen cinco casos distintos en que los sustantivos de doble forma pueden variar de masculino a femenino (o viceversa) 2.2.1. Sustantivos con morfemas flexivos: Es la forma más común, pues para cambiar de género (de masculino a femenino generalmente) se utilizan ciertos morfemas flexivos. Entre los más comunes están: -a, Gato (-a), niño (-a), profesor (-a), elefante (-a) –ina, Gallo (-ina), héroe (-ina), jabalí (-ina), rey (-ina). –esa, Tigre (-esa), duque (-esa), alcalde (-esa), príncipe (esa). –triz, Actor (triz), generador (-triz), emperador (-triz) 2.2.2. Sustantivos epicenos: Existen nombres de animales cuya forma no permite añadir flexivos para cambiar de género puesto que el resultado sería grotesco (culebra, culebro; delfín, delfina; tiburón, tiburona). En este caso se habla de sustantivos epicenos y la forma de cambiar de género es añadir los adjetivos macho o hembra. Ejemplos: ■La ardilla macho, la ardilla hembra ■El tiburón macho, el tiburón hembra ■La boa macho, la boa hembra ■La vicuña macho, la vicuña hembra ■El halcón macho, el halcón hembra

2.2.3. Sustantivos comunes de dos: Son sustantivos referidos a personas en los que el cambio de género utilizando flexivos también daría un resultado grotesco (no se dice congresisto o cantanta) por lo que el género se indica con el artículo. Algunos libros llaman a estos sustantivos comunes en cuanto al género. Ejemplos: ■El cantante, la cantante ■El congresista, la congresista ■El testigo, la testigo (es un error común decir “testiga”) ■El reo, la reo (es un error común decir “rea”) 2.3.4. Sustantivos heterónimos: Como bien lo indica el nombre (hetero, diferente; ónimo, nombre) estos sustantivos son los que utilizan una palabra distinta de la otra para género. No añaden adjetivos ni artículos ni usan flexivos, sino que la palabra para masculino es totalmente distinta a la palabra para femenino. Ejemplos: ■Hombre, mujer ■Toro, vaca ■Padre, madre ■Yerno, nuera ■Caballo, yegua 5. Número: Los números del sustantivo son singular (para un ser nombrado) y plural (para más de un ser nombrado) y el cambio de singular a plural se hace generalmente con el morfema -s cuando el sustantivo termina en vocal y -es cuando el sustantivo termina en consonante. Sin embargo, a semejanza del caso con el género, el tema del número no es tan sencillo como citar dos morfemas para el plural. 5.1. Formación del plural (forma regular): La regla es sencilla: si el sustantivo termina en vocal se pluraliza añadiendo -s. Antiguamente se distinguía si terminaba en vocal tónica o átona y si dicha vocal era abierta o cerrada para saber si agregar -s o -es, hoy esa discusión es una pérdida de tiempo; si el sustantivo termina en vocal se le añade -s para formar el plural sin detenerse a filosofar en la naturaleza de dicha vocal. Por otro lado, si el sustantivo termina en consonante (distinta de s, x o t) se le añadirá -es para formar el plural. Ejemplos: ■Fólder, fólderes ■Álbum, álbumes ■Espíritu, espíritus ■Ají, ajís ■Tabú, tabús ■Carné, carnés (es error común decir carnet) ■Licor, licores 5.2 Formación del plural para sustantivos terminados en -s, -x, -t: El caso de los sustantivos terminados en -s merece una atención especial pues su terminación se confunde con el morfema de plural. 5.2.1. Sustantivos en -s, -x: La regla es sencilla: si la palabra es aguda (con fuerza en la última sílaba) el plural se forma añadiendo –es. Ejemplos: ■Anís, anises ■Compás, compases En cambio, si el sustantivo no es agudo (no tiene fuerza en la última sílaba) el plural se forma con el artículo. Ejemplos: ■Ómnibus, los ómnibus (es error decir omnibuses) ■Paréntesis, los paréntesis ■Lunes, los lunes ■Tórax, los tórax ■Bíceps, los bíceps 5.2.2. Sustantivos terminados en –t: Este tipo de sustantivos no tienen origen español por lo que no pueden seguir reglas propias de nuestra lengua. Decir que el plural de robot es robotes sería grotesco; por tanto, aunque esta regla rompe con la naturaleza del español, es necesaria con sustantivos terminados en -t. La regla es que se pluralizan añadiendo -s. Ejemplos: ■Robot, robots ■Boicot, boicots ■Debut, debuts Nota: Las palabras comic y tic se pluralizan comics y tics. 5.3. Casos particulares sobre el número: Existen sustantivos que solo pueden existir en singular: sed, cenit, caos. Son llamados singularia tantum (solo singulares). Similarmente existen sustantivos que solo pueden existir en plural: víveres, fauces, nupcias. Son llamados pluralia tantum (solo plurales)