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A nuestros padres… en su 50 aniversario El lenguaje escrito es muy hermoso, pero tiene un problema, que se vale de palabras. Las palabras son hermosas también, pero tienen su propio problema… son limitantes. Lo que sentimos por este regalo que la vida nos da a mis padres, a nosotros sus hijos, a familiares y amigos en general de poder celebrar 50 años de vida matrimonial, el día de hoy no se puede definir, no se puede limitar, no se puede explicar con las palabras que actualmente existen en nuestro lenguaje. Quizá podríamos decir: amor, orgullo, paz, armonía, respeto, honestidad, ejemplo, cariño, comprensión, divinidad, compromiso, sinceridad, valores, creencias, luz, fuerza, perseverancia, almas gemelas, no rendirse, fe, humildad, mucho amor, agradecimiento, gracia, felicidad, admiración, aprecio, melodía, vibración, espíritu, canto, belleza, ya dijimos amor… Sí amor… Mucho amor. Y por eso, con el amor como principal aliado y cómplices de su matrimonio, la vida les regala a nuestros padres la dicha de poder celebrar 50 años de matrimonio. Cincuenta años en un mundo que en ocasiones pareciera haber perdido su rumbo por las cosas mundanas y por haberse olvidado o mandado a segundo término a las cosas del espíritu, un mundo que no ha afectado las prioridades y los valores de nuestros padres, porque ellos sí le dieron mayor importancia a las cosas del espíritu y menor a las cosas del mundo. Nos sentimos orgullosos de ver que nuestros padres le ganaron la batalla al materialismo y al mismo tiempo comprometido a seguir ese camino que ellos llevan recorrido. ¿Qué más decir? Si la vida de ustedes dice con el ejemplo mucho más que lo que dirían mil libros sobre “relaciones matrimoniales” o sobre “cómo llevar un buen matrimonio”… ¿Qué podemos escribir sobre ustedes? Nada, solamente aprender de su vida. Sí, no era una buena idea tratar de escribir en palabras lo que pasa por nuestras cabezas en estos momentos. ¿Cómo poder describir algo infinito?, ¿cómo describir el amor?, Sin al hacerlo limitarlos o aprisionarlos en las imágenes y definiciones que tenemos de las palabras. Gracias al Gran Amo Del Universo que han sido más buenas, más salud, más respeto y más amor. Sus cuatro hijos estamos agradecidos ante él con admiración y humildad por habernos permitido tenerlos como nuestros padres. Si pudiésemos acomodar en palabras la definición de estos 50 años, seguramente que tendríamos una “Danza melodiosa de palabras” describiendo una aventura sin igual con “rayos de colores”, que cual arcoíris armonizan en una poesía perpetua una vida de amor. O tendríamos una sinfonía de sonidos del silencio traídos al mundo material bajo la dirección divina de un ser angelical. Mamá, Papá… Mil felicidades… Perdónenos por no haber podido hacerles una celebración acorde a este acontecimiento. Fallamos en esta ocasión como en muchas otras, pero nuestro amor y admiración por ustedes y su ejemplo sigue intacto e infinito. Y algún día de alguna otra manera podremos celebrar como ustedes se merecen. Gracias mamá, papá, por este regalo que nos brindan a todos, Por su ejemplo, Por sus enseñanzas, por sus valores, por su amor. Gracias por sus Bodas de Oro… Por sus 50 años de matrimonio. Sus Hijos : Soraya Emire, Aquiles Homero, Toshiro y Okatsu.