7 Principios Para La Prosperidad

7 PRINCIPIOS PARA LA PROSPERIDAD PROVERVIOS INTRODUCCIÓN: Uno de los anhelos de toda persona es prosperar. E l problema

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7 PRINCIPIOS PARA LA PROSPERIDAD PROVERVIOS INTRODUCCIÓN: Uno de los anhelos de toda persona es prosperar. E l problema es que muchos buscan una manera fácil o mágica para prosperar. La biblia enseña que la prosperidad es consecuencia de aplicar de aplicar los principios de Dios. E l libro de proverbios habla mucho de dinero. Veamos en este libro 7 principios de prosperidad: I.LA HONESTIDAD 10.2; 11.1 2 Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte. 1 El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada.

Algunos quieren prosperar a costa de mentiras, transacciones turbias, evadiendo impuestos, piratería etc. Recordemos que Dios ve todo y es preferible ganar menos dinero y estar bien con Dios; que ganar mucho dinero y estar en una mala relación con Dios. 10:2 La riqueza obtenida ilegalmente no dura, sino que se esfuma. Y en el momento de la muerte, no lo puede aplazar. Por otro lado, la justicia libra de muerte al menos de dos formas. Preserva al hombre de los peligros de una vida pecaminosa y, como evidencia externa del nuevo nacimiento, demuestra que tiene vida eterna. 11:1 A veces los mercaderes deshonestos tenían dos juegos de pesos, uno para comprar y otro para vender. Los de comprar pesaban más de lo debido, de modo que así conseguían más mercancía de la que pagaban. Con los pesos de vender pasaba lo contrario, de modo que el comprador recibía menos de lo que pagaba. En los negocios de la actualidad también hay prácticas deshonestas que entran bajo este apartado del: «peso falso», teniendo aplicaciones en el negocio, la escuela, vida social, hogar e iglesia. II.DILIGENCIA 10.4 4 La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.

Algunas personas piensan que pueden hacer dinero sin trabajar. Muchas veces estamos en escasez, no porque sea la voluntad de Dios, sino porque no nos estamos esforzando lo suficiente. La ociosidad no es un defecto es un pecado. 10:4 La persona perezosa y descuidada siega pobreza, pero el que es diligente y esforzado triunfa.

Negligente—lit., engañosa, que no llena su razón de ser (Oseas 7:16). 5. duerme—de haragán, no de cansado.

III.GENEROSIDAD 11.24-24; 19.17; 28.27 La tacañería es muestra de dureza de corazón. Si no nos compadecemos de nuestros semejantes, si no nos desprendemos, para ayudar a otros; como nos atrevemos a pedirle a Dios que nos prospere 24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. 25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado. Aquí se nos presenta una paradoja gloriosa. Nos enriquecemos siendo generosos, y nos empobrecemos haciendo tesoros en la tierra. Lo que guardamos lo perdemos; lo que damos lo conservamos. Jim Elliot dijo: «No es necio el que da lo que no puede guardar para ganar lo que no puede perder». Y el Dr. Barnhouse observó correctamente que todos diezmamos, ya sea para el Señor, para el doctor, para el dentista o para el mecánico. La persona generosa siega beneficios que el tacaño nunca conocerá. Todo lo que hacemos para los demás se nos vuelve en bendición. Cuando un maestro en la iglesia se prepara con diligencia y después presenta el estudio, ¿quién sale con más beneficio, los oyentes o él? 19.17 A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar. 19:17 Dar al pobre es prestar a JEHOVÁ. Dios no sólo devolverá la cantidad entregada, sino que, además, pagará un buen interés. Hasta un vaso de agua fría dado en Su nombre será recompensado (Mt. 10:42). Henry Bosch ilustra: «Una vez un padre le dio a su hijo una moneda, y le dijo que podía gastarla como quisiera. Más tarde, cuando le preguntó qué había hecho con ella, el muchacho respondió que se lo había prestado a alguien. ―¿Te aseguraste bien de que te la devolvería?‖ inquirió el padre. ―Sí, ¡se la dí a un pobre mendigo que parecía estar muy hambriento!‖ ―¡Qué necio has sido! ¡Él nunca te la va a devolver!‖ ―Pero papá, tengo la mejor garantía. ¡La Biblia dice que el que le da al pobre se lo presta al Señor! ‖ Pensándolo de nuevo, este padre cristiano quedó tan complacido que le dio a su hijo otra moneda. ―¿Ves?‖ dijo el niño. ―Ya te dije que la recuperaría, ¡sólo que no sabía que sería tan rápido!‖» 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Más el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones.

Dios recompensará a aquellos que muestran misericordia al pobre. El que aparta sus ojos de los verdaderos casos de necesidad tendrá muchas penas. IV.BUENA ADMINISTRACIÓN 13.23; 21.17 Muchas veces la escasez se debe a que gastamos demasiado o gastamos en cosas vanas y superficiales. Debemos recordar que

somos mayordomos y que el dinero que Dios nos provee debemos administrarlo con sabiduría. 13.23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan; Mas se pierde por falta de juicio. Los pobres cultivan sus tierras con intensidad y recogen mucho de pequeñas áreas. Usan lo que tienen de la manera más provechosa. La segunda parte del versículo puede significar que: (1) los ricos, con mayores terrenos, a menudo acuden a arruinar a los pobres a causa de su injusticia, o (2) los cultivos de los pobres suelen desaparecer por injusticia. 21.17 Hombre necesitado será el que ama el deleite, Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

En lugar de dar toda la satisfacción y realización que prometen, el deleite y los lujos (vino y ungüentos) sólo sirven para empobrecer al hombre. Estrujan sus recursos económicos y le reducen también a la pobreza espiritual. V.EVITAR DEUDAS 22.7 7 El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.

Las deudas son un yugo. Hay tener que mucho cuidado con el crédito y con meternos en gastos y compras que no vamos a poder asumir. 22:7 El dinero es poder, y se puede usar para bien o para mal. Muy a menudo los ricos lo usan para mal, y tal vez sea por esto que se les llame riquezas injustas. El que toma prestado es siervo del que presta. La deuda (el crédito) es una forma de esclavitud. Obliga a pagar intereses exorbitantes. Ata a la persona a batir el yunque, y limita su movilidad y capacidad de aprovecharse de las oportunidades. VI.MENTALIDAD DE PROSPERIDAD 21.5 5 Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.

Nuestra mentalidad determinará lo que haremos y lo que lograremos. Lamentablemente hemos heredado una mentalidad de pobreza. Incluso algunos aceptamos la pobreza como la voluntad de Dios; peor debemos rebelarnos contra la pobreza y hacer lo que esté a nuestro alcance para salir de la escasez y prosperar para darle a nuestra familia vidas dignas. VII.APORTAR PARA LA OBRA DE DIOS 3.9-10 9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.

Este es uno de los principios más importante y también uno de los más olvidados. Sabemos que la biblia llama ladrones a los que no dan sus diezmos y ofrendas, pero aun así nos descuidamos y dejamos de aportar para la obra. Una de las maneras en las que podemos honrar el señorío de Cristo es en la mayordomía de nuestros bienes o posesiones. Todo lo que tenemos le pertenece, y nosotros no somos más que mayordomos, responsables de la administración. Es nuestro privilegio escoger un estilo de vida modesto, poner todo lo demás disponible para la obra de Dios, y confiar en Dios en cuanto al futuro. Como David Livingstone, deberíamos determinarnos el no considerar como nuestro nada de lo que poseemos, excepto en relación al Reino de Dios. 3:10 Al judío generoso del Antiguo Testamento se le prometían graneros desbordantes y lagares rebosando con mosto. Aun cuando nuestras bendiciones sí son de naturaleza espiritual, sigue siendo cierto que, en cuanto a dar, no podemos sobrepasar al Señor. CONCLUSIÓN: La biblia dice que la bendición de Jehová es la que enriquece. Dios quiere bendecirnos, pero hay que aplicar los principios que ha establecido en su palabra Prov. 10.22 La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella. 10:22 La bendición de JEHOVÁ es la única que verdaderamente enriquece la vida. Pero ¿es verdad que no añade tristeza con ella? ¿Cómo se reconcilia esto con la realidad de que la mayoría de personas piadosas pasan por épocas de profunda tristeza? Hay varias posibles explicaciones para esta segunda parte del proverbio: 1. Dios no envía la tristeza. Toda tristeza, enfermedad y sufrimiento proceden de Satanás. A menudo Dios lo permite en la vida de Sus hijos, pero sin que venga de Él. 2. La tristeza no es un ingrediente de la bendición de Dios, sino de la prosperidad sin Dios. 3. Una traducción alternativa es: «Y el afán no le añade nada» (VM). Aquí el pensamiento es que el afán, fuera de Dios, no añade nada a la bendición. El afán en su contexto es bueno, pero a menos que sea orientado por Dios es inútil (ver Sal. 127:1–2). 1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. 2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.