69 Hipospadia

HIPOSPADIA CON DEFECTO CONCURRENTE DE PENE Y PREPUCIO EN CANINO: INFORME DE UN CASO HYPOSPADIAS DEFECTIVE CONCURRENT PEN

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HIPOSPADIA CON DEFECTO CONCURRENTE DE PENE Y PREPUCIO EN CANINO: INFORME DE UN CASO HYPOSPADIAS DEFECTIVE CONCURRENT PENIS AND FORESKIN IN DOGS: CASE REPORT MVZ. J. Jesús Racanco Delgado1* MVZ. MC. Jorge Luna del Villar Velasco2

Resumen La hipospadia es una anomalía congénita de los genitales externos en la que la uretra peneana desemboca ventral y caudal a su abertura normal. La uretra puede terminar a cualquier nivel, desde el periné hasta el extremo del pene, ya que existe una falla en la fusión de los pliegues uretrales. En los casos graves puede encontrarse un defecto en la unión de las dos mitades de la bolsa escrotal, usualmente bífida, con desarrollo anormal del pene y falla de la uretra para unirse en el área perineal. La causa de este desorden es desconocida, pero podría ser teratogénica o rasgos heredados que afectan la producción de andrógenos o la unión al receptor. Ha sido reportado como un defecto familiar en algunas razas de perros, por lo que el propósito de este artículo es describir los hallazgos clínicos que se presentan, así como el tratamiento más eficaz para su corrección; esto a partir de un caso diagnosticado en un perro, en el Hospital Veterinario de Especialidades de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Palabras clave: hipospadia canina, diagnóstico, tratamiento, perros.

Referencias 1. 2.

Residencia – Especialidad en Medicina y Cirugía de Perros y Gatos, Hospital Veterinario de Especialidades UNAM. e-mail: [email protected]. Tel: 56 22 58 64-67 Académico del área de Tejidos Blandos del Hospital Veterinario de Especialidades UNAM.

Introducción La hipospadia es la falta de fusión de los pliegues urogenitales, que conduce a la formación incompleta de la uretra peneana1, 2. Atribuible a la masculinización incompleta durante el desarrollo del proceso uretral masculino 2. La gravedad del defecto va desde leve, cuando es de tipo glandular, que se caracteriza solamente por un ligero cambio físico de la abertura uretral, hasta severo en el tipo perineal, el cual se caracteriza por una elevada frecuencia de otros efectos congénitos, como criptorquidia, acortamiento del pene, subdesarrollo del glande, desviación ventral del pene y subdesarrollo del prepucio ventral. Se considera que no es solo un problema congénito, sino que puede inducirse mediante la aplicación de progestágenos durante la gestación y alimentando a la madre gestante con una dieta deficiente en vitamina A 1. La presencia de hipospadia con frecuencia es asintomática, especialmente si se presenta solo el tipo glandular, por lo que no es necesario el tratamiento. Las hipospadias perineales y escrotales con frecuencia se caracterizan por incontinencia urinaria y dermatitis inguinal como consecuencia del goteo de orina1, 2, 3, 4. A causa de las implicaciones genéticas se ha propuesto la hipospadia como un seudohermafroditismo masculino. Por lo tanto la castración de estos animales siempre está recomendada y la cría de los individuos con incluso la menor de estas formas de enfermedad (hipospadia glandular), debería evitarse, a menos que puedan confirmarse otras causas, tales como la administración de esteroides a la hembra durante la gestación. La hipospadia se ha documentado en gatos machos y se ha descritos en gatos afectados por el síndrome de feminización testicular 1. La reparación quirúrgica del defecto normalmente requiere pasar un catéter urinario, disecar y separar la mucosa uretral de la piel a la unión mucocutánea, y suturar los márgenes incididos de la mucosa uretral, teniendo la precaución de evitar colocar los nudos dentro del lumen uretral (porque esto puede causar la formación de cálculo). La amputación de pene y prepucio a nivel de la abertura prepucial se realiza generalmente en el caso de hipospadia peneana, mientras que se necesita la amputación completa del pene y el escroto o uretrostomía perineal en el caso de hipospadia perineal o escrotal, 2, 3, 4, 5, 6, 7. Presentación del caso clínico Se presentó al Hospital Veterinario de Especialidades (HVE) de la UNAM, un perro, Cocker spaniel, de 7 meses de edad y 4.5 kg de peso, con vacunas y desparasitación vigentes. Tenia historia desde que lo adquirieron observaron que orinaba anormal, ya que lo hacia en cuadripedestación y se orinaba la región inguinal meses. Antes de llegar al HVE había sido tratado, al no observar mejoría clínica se presentaron por una segunda opinión. Al examen físico se encontró un paciente alerta, con constantes fisiológicas dentro de valores de referencia, y las siguientes alteraciones genito-urinarias: criptorquidismo unilateral, prepucio no desarrollado completamente, pene disminuido de tamaño y desviación ventral, presencia de tejido fibroso entre el pene y prepucio, en ese momento queda con diagnóstico presuntivo de hipospadia peneana. Se procede a realizar revisión bajo tranquilización con tiletamina- zolacepam a 3 mg/kg IM, observando que había persistencia del frenillo peneano, el cual se

desgarró, se prescribe amoxicilina/ácido clavulánico 22 mg/Kg PO BID durante una semana y meloxicam a 0.1 mg/kg PO SID durante 5 días, con indicación de realizar limpieza de la región inguinal. En la segunda visita se observa que persiste el problema para orinar, ya que continua sucia la región inguinal. Se programa para cirugía correctiva de prepucio. Se realiza la cirugía, en la cuál primeramente se colocó sonda uretral flexible (Fig. 1), posteriormente se incidió la zona mucocutánea sobre la zona caudoventral del prepucio. También se realizaron cortes de 2 cm de diámetro laterales al prepucio como liberadores de tensión. Se separó la mucosa de la piel y se re afrontó la mucosa comenzando en la localización más craneal con puntos interrumpidos simples con material de sutura absorbible (Fig. 2). Después se afrontó la piel con una segunda capa de puntos interrumpidos simples con Nylon 5-0, permitiendo un espacio para permitir la extrusión peneana (Fig.3) El paciente se queda hospitalizado por 48 horas en las cuales se mantuvo estable, se realizó la recolección de orina sin problemas, posteriormente se retira la sonda y se envía a su casa, con la prescripción de amoxicilina + ácido clavulánico a 22 mg/kg PO BID. El paciente es llevado para su revisión en una semana postquirúrgica en la cual se observa herida quirúrgica sin complicaciones y los propietarios comentan que han observado mejoría en el paciente, ya que no se ensucia la región inguinal. Discusión De acuerdo con (Svensson 1979), las hipospadias se clasifican de acuerdo a la localización del orificio uretral, en este caso clínico se clasificó como hipospadia peneana, la cual es de presentación moderada para fines prácticos, particularmente en el perro. En este caso el tratamiento inicial fue la reparación quirúrgica del defecto colocando un catéter urinario, disecando y separando la mucosa uretral de la piel a la unión mucocutánea, y por ultimo suturar los márgenes incididos de la mucosa uretral, esto con la finalidad de evitar las cirugías indicadas como la uretrostomía y la amputación de pene y prepucio que son mas invasivas, ya que de inicio en este tipo de hipospadia esta indicada, ya si no tiene el objetivo esperado, las anteriores están indicadas. Además tomando en cuenta que se trata de un paciente joven, que de inicio es mas complicado por el tamaño de la uretra. Sin embargo, es muy probable que mas adelante se tenga que realizar la castración, amputación de pene y prepucio, así como la uretrostomía, ya que si persiste el problema, la consecuencia de esto es la infección ascendente de las vías urinarias. La causa de este desorden es desconocida, pero podría ser teratogénica o rasgos heredados que afectan la producción de andrógenos o la unión al receptor. Ha sido reportado como un defecto familiar en algunas razas de perros. En este caso la hipospadia fue acompañada por otro defecto (criptorquidismo unilateral), sin poder descartar otros defectos genéticos tales como la reversión sexual XX, los cuales se deben considerar en el diagnóstico diferencial. Aunque los perros con hipospadias ligeras pueden reproducirse normalmente, no se recomiendan como reproductores.

Conclusiones La hipospadia es una anomalía poco común en el perro y gato. Sin embargo, el cuadro clínico, aunado a la historia clínica, nos confirma el diagnóstico, tomando en cuenta que esta asociado a otros defecto como el criptorquidismo. Este defecto puede presentarse en cualquier punto desde el pene hasta el periné, y a menudo se asocia con falta de fusión del prepucio o subdesarrollo o ausencia del pene. El tratamiento es quirúrgico y consiste en el cierre del defecto; la reparación puede ser complicada por la ausencia de mucosa, es por ello que se recomienda la uretrostomía, amputación de pene y prepucio.

Bibliografía 1. Romagnoli S, Schlafer DH: Alteraciones de diferenciación sexual en cachorros y gatitos: abordaje diagnóstico y clínico. Vet Clin North Anim Pract. Vol 36, No 3. 2006. 2. Boothe HW: Penis, prepuce, and sccrotum, en Slatter D. Tratado de cirugía en Pequeños Animales. 3ª ed. Buenos Aires: Inter Médica, 2006. 3. Pavletic MM: Reconstruction of the urethra by use of an inverse tubed bipedicle flap in a dog with hypospadias. J Am Vet Med Assoc 2007; 231: 71-73. 4. Hayes Jr HM, Wilson GP: Hospital incidence of hypospadias in dogs in North America. Veterinary Record (1986) 118, 605-606. 5. Papazoglou LG, Kazakos GM: Surgical conditions of the canine penis and prepuce. Compendium. Vol. 24, No 3. March 2002. 6. Meyers-Wallen VN.: Anormalidades heredadas del desarrollo sexual en perros y gatos In: Recent Advances in Small Animal Reproduction, P. W. Concannon, G. England and J. Verstegen (Eds.) Publisher: International Veterinary Information Service (www.ivis.org), Ithaca, New York, USA.( 13Sep-2001 ). 7. Torres J: Hipospadia severa con defecto concurrente del pene, escroto y prepucio en canino. REDVET. Revista electrónica de Veterinaria 1695-7504 2007. Volumen VIII Número 3. http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n030307/0307056.pdf.

Anexos

Fig 1. Colocación de la sonda uretral e incisión de piel para evitar tension

Fig 2. Separación de la mucosa y reconstrución

Fig 3. Colocación puntos de sutura en piel