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KONOHA HIDEN (La historia oculta de konoha) El día perfecto para una boda AUTOR: Shin Towada ARTISTA: Masashi Kishimoto

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KONOHA HIDEN (La historia oculta de konoha)

El día perfecto para una boda AUTOR: Shin Towada ARTISTA: Masashi Kishimoto

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INDICE Prologo - Algo más allá de una invitación de boda

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Capitulo 1 - Regalos de boda, ¡a todo correr!

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Capitulo 2 - Su pan de cada día

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Capitulo 3 - Carne y vapor

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Capitulo 4 - Un cuenco lleno de alma

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Capitulo 5 - La amistad entre ellas

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Capitulo 6 - El profesor legendario

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Capitulo 7 A - La misión final - Inicio

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Capítulo 7 B - La misión final - Desenlace

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Epilogo - Tiempo perfecto para una boda

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Prologo

ALGO MAS ALLA DE UNA INVITACION DE BODA Hatake Kakashi, el Sexto Hokage, descubrió que tenía un problema. —Bueno, entonces ¿qué hago…? —Su tranquilo murmullo vagó por la habitación vacía, eventualmente siendo devorada por el silencio. Como siempre, Kakashi estaba solo en la oficina del Hokage, y lidiando con una montaña de papeleo. La pila de documentos que estaba ante Kakashi había alcanzado una altura en la que estaba bloqueando su línea de visión desde su asiento. No era la única pila tampoco. Varias pilas de altura similar estaban repartidas a su izquierda y derecha. Como el líder de la aldea y Hokage, era su obligación leer cada uno de estos documentos. Sin embargo, ese no era problema de Kakashi. O mejor, no era un problema muy importante. El tema de todos los documentos en su escritorio podría ser tratado fácilmente con solo leerlos una vez y poner el sello en ellos de ser necesario. Para trabajos como ese, una vez empiezas a concentrarte, te sorprenderías de lo rápido que acabas. Preguntarse si podrías completar el papeleo más rápido que el nuevo trabajo que se apilaría enfrente de ti, preguntarse si podrías ser más rápido, pensar que lo convertirías en un concurso y ver... Si te concentrabas en tu propio trabajo con esa clase de pensamientos, entonces hacer papeleo naturalmente se convertiría en una clase de diversión. Cuyo sellaba cada documento, Kakashi pensaría para sí: ‘Si no logro la paz, la gente no será capaz de ver mi cara pasando esta montaña de papeleo’, y seguirse entreteniendo con pensamientos tontos como ese cuyo trabajaba. Sin embargo, su actual problema no era algo de lo que encargarse tan fácilmente. Kakashi dejó caer sus ojos en el Documento de Lista de Misiones esparcido por su mesa. Sus manos empezaron a moverse. O, para ser más preciso, solo sus dedos se estaban moviendo. En el silencio de su oficina vacía, Kakashi empezó a teclear con sus dedos la superficie del escritorio, sus suaves golpes dejando sonar un ‘ton, ton’. De algún modo, el ritmo de sus repiqueteo le ayudaba a organizar sus desperdigados pensamientos. Como el nombre implica, la Lista de Misiones era un documento que contenía los detalles de todas las misiones en proceso de cada shinobi de la Villa. En qué clase de misión están, cuánto tomarían esas misiones, cada posible detalle de sus programas estaba escrito. Kakashi estaba comprobando la Lista de Misiones con más atención de lo normal por cierta circunstancia. Sus ojos miraron lentamente hacia el borde de la mesa, donde un sobre había sido colocado a salvo para asegurarse de que no fuera enterrado por las pilas de papeleo. Dentro de ese sobre había una invitación para la boda de Naruto e Hinata.

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Kakashi ya había completado su formulario RSVP1 para decir que iba a ir, y añadió un mensaje de felicitación. Normalmente, eso era todo lo que uno necesitaba hacer para una boda, pero Kakashi tenía un asunto más entre manos. El asunto en cuestión era reorganizar la Lista de Misiones para asegurarse de que todos los invitados de Naruto e Hinata –especialmente sus amigos cercanos– pudieran acudir a la boda sin tener ninguna misión en medio de su programación. Era más como un dolor de cabeza porque los compañeros de Naruto e Hinata eran todos shinobi que estaban muy activos en el frente del mundo shinobi. Eran ninjas de primer rango, y siempre estaban recibiendo nuevas misiones fuera de día o noche. Y misiones como esas siempre incluyen posibles infortunios. Las malas condiciones meteorológicas, las malas carreteras, las lesiones... las razones y circunstancias podrían variar, pero a menudo era el caso de que un shinobi que esperaba regresar al pueblo en tres días terminó regresando después de una semana. Kakashi tuvo que reorganizar los programas de trabajo de tales élites y shinobi ocupados teniendo en cuenta el hecho de que sus misiones podrían ser retrasadas también. Era una tarea increíblemente difícil distribuir las misiones de este kunoichi, y que las misiones de este shinobi... Por no mencionar que tenía que asegurarse de que no lo reorganizara, así que alguna mala savia se tambalearía en la ceremonia de la boda recién salido de una misión… Kakashi sintió algo paternal de querer arreglarlo para que todos tuvieran al menos un día libre antes de la boda... Sin embargo, en el mundo real, no era tan fácil poner tal pensamiento en práctica. Los ojos de Kakashi recorrieron arriba y abajo la lista. Si ponía esa misión allá esta persona podría ir, pero entonces esa otra no podría; si ponía esta misión allá, no funcionaría tampoco... Estaba teniendo un momento increíblemente difícil. Y entonces, por encima de todo, estaba el hecho de que en el mundo de los adultos y el papeleo, había cosas tan molestas como la ‘apariencia’ que considerar. Si el líder de un grupo de élite shinobi, ninjas tan dedicados que no se tomaría tiempo extra para descansar incluso cuyo estaba herido o tenía fiebre, entonces dar a esos shinobi vacaciones consecutivas no sería apropiado. Tenía que pensar sobre cómo eso reflejaría en su puesto como Hokage. Tenía que encargarse de todo suavemente, arreglar los asuntos de la villa con enganche y asegurarse de que las cosas fueran bien. Y tenía que hacer ambas cosas y de algún modo hacerlo para que todos pudieran ir a la boda con una sonrisa en sus caras. Kakashi cerró sus ojos y se recostó en su silla, pensando profundamente. Realmente no tenía ninguna idea brillante. Reorganizar los programas de todos era un problema garantizado. Sería bueno si solo pudiera llamar al día de la boda de Naruto e Hinata una misión, y arreglarlo así… De repente Kakashi cayó en la cuenta de que podría. Si hacia eso, entonces todos los otros reajustes serían bastante fáciles… –Pero no, eso sería... sería bastaaaante… Sería un abuso de autoridad, cierto… 1

En el contexto de las invitaciones sociales, RSVP es una petición para que la persona o personas invitadas respondan. Es un acrónimo derivado de la expresión francesa Répondez s'il vous plaît, literalmente "Responda por favor" o "Responda si le place".

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Kakashi se cruzó de brazos, su cara fruncida mientras pensaba. En realidad, el curso de acción que Kakashi tenía pensado no era un abuso de autoridad de ninguna manera. Después de todo, él solo estaba luchando para hacer todo lo posible para ajustar adecuadamente los programas de cada uno. Sin embargo, Kakashi no se enfrentó a tales asuntos en su papeleo aun, así que no era consciente de eso. Después de todo, Kakashi era un shinobi que pasó la mayor parte de su vida en el frente de batalla, no en política. —Bueno, será mi último recurso, supongo. Kakashi soltó una fuerte risotada, y entonces continuó perdido en sus pensamientos.

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Capitulo 1 Regalos de boda, a todo correr! Si

le preguntas a la gente sobre las ‘villas ocultas de los shinobi’, entonces descubrirás que un gran números de civiles –los que no tienen amor por los shinobi o sus casa– que imaginan esas villas ocultas como pequeños pueblos encerrados entre montañas por todos lados. De seguro esos civiles dirían que las villas ocultas no tienen contacto con el mundo exterior, aisladas por completo de cualquier otro. Una clase de ‘isla flotando en el mar’, atrasado y subdesarrollado. Definitivamente, dirían que una villa oculta es un lugar donde la gente normal no sería tan tonta como para visitarlos, y por encima, un lugar donde solo habría grandes dificultades. Una ‘villa oculta shinobi’ no tenía que ser en absoluto esa clase de lugar. Eso era lo que un montón de gente pensaba. Sin embargo, la realidad era muy diferente. Konoha tenía un monumento muy famoso en su entrada, la 'Puerta AUN'2. Si una persona normal entrase en Konoha por primera vez, quedarían estupefactos por la vista que recibirían al pasar la puerta: una gigantesca y desmadejada villa en la desbordaba la actividad y el populoso. La villa estaba en constante desarrollo y mantenimiento, y no se limitaba a la zona residencial de los aldeanos. Había escuelas, hospitales, varios centro comerciales e incluso zonas recreativas. Había todo lo que una persona necesitaba para vivir su vida plenamente. Absolutamente cada posible establecimiento podría encontrarse en el centro de la villa. El tamaño de Konoha era tal que si lo llamabas ‘ciudad-estado’, no estarías muy equivocado. Podía vivir toda tu vida sin dar un paso fuera de las fronteras de Konoha, y nunca querer nada, nunca anhelar ninguna clase de comodidad. Y esta metrópolis estaba acurrucada en las profundidades de un bosque. Eso es lo que era realmente Konohagakure3: una gran ciudad que de repente se materializaba en un bosque. No había ni un shinobi que se sintiera un poco insatisfecho con una villa como esa. Konoha había sido originalmente un comuna de varios shinobi y sus clanes, pero cuyo un grupo de gente vive en algún lugar, ellos naturalmente acaban por querer lugares que les den de comer. Y por supuesto, después hubo la demanda de tiendas para vender sus necesidades diarias también. Siguiendo esa lógica, era natural que otro grupo de gente entrara en la ecuación: mercantes con un ojo en la villa llena de clientes. Así que vino un grupo de no-shinobi –o vendedores y artesanos que quería tomar a los shinobi como clientes– que acabaría por mudarse a vivir cerca de los asentamientos de los shinobi. Y de la misma manera que esos shinobi tenían clanes y familias, los vendedores y artesanos no vinieron solos a la villa tampoco. Trajeron a sus clanes y familias también. Había un montón de gente normal que se mudó a la villa junto con su familia por el bien de comerciar, así como gente que era originalmente shinobi pero ahora ejercían diferentes

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El A-N escrito en las puertas de Konoha suena como 'AUN', lo que es el sonido que haces cuyo abres la boca para comer o bostezar. Además de eso, en la cultura japonesa, 'a' y 'n' son los primeros y últimos sonidos del Universo, por lo que las puertas también llevan el simbolismo de marcar a Konoha como una especie de santuario. 3 Villa Oculta de la Hoja.

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profesiones. Había también quien pensó para sí: ‘No vengo de un clan shinobi, pero quiero enviar a mi hijo a la Academia Ninja’, y se mudó a la villa con esa intención. Casas de Shinobi, casas de mercaderes, casas de artesanos… Mucha, mucha gente diferente de diversas procedencias y profesiones vinieron a vivir a la villa. Y cuyo la luna menguó y los meses y años pasaron, fue con esa gente que el asentamiento se convirtió en la gran metrópolis que es hoy. Y esa enorme villa, incluso ahora, aun sigue creciendo y avanzando. El gran tamaño de Konoha hacía que circular alrededor de la villa entera incluso una vez fuera un tremendo esfuerzo. Recorrer tal distancia haría que tus huesos se rompieran. Y aun, por un momento, alguien ha estado corriendo alrededor de la villa de Konoha. Ese alguien era Rock Lee. El amanecer aun no despuntara y él estaba asombrado cuyo corría alrededor de la villa, con una cara que parecía que iba a morir en algún momento. ¿Por qué, exactamente, estaba corriendo por su cuenta a esta hora de la noche, cuyo todos los aldeanos y shinobi sin misiones estaban profundamente dormidos? No era ningún entrenamiento particular secreto. De hecho, Lee ni siquiera estaba corriendo porque sentía que quería correr. Si pudiera, a Lee le habría gustado mucho volver a casa y dormir. Sin embargo, había cierta circunstancia que significaba que no podía hacer eso. Todo había empezado medio día antes… En ese día, el Sexto Hokage, Hatake Kakashi proclamó una cierta misión especial a aquellos en Konoha. Era una operación secreta que Uzumaki Naruto y su prometida, Hyuuga Hinata, no podían descubrir en absoluto. Dijo claramente: —Todos aquellos que acudan a la inminente boda de Naruto e Hinata deben llevar regalos de boda. Una misión ridícula, ¿no? Era algo que todos habrían acabado haciendo de todos modos. Asumirías con razón que entre los invitados a la boda había personas que ya habían comprado regalos de boda, o hecho preparativos para ellos. Sin embargo, la mayoría de los amigos de Naruto e Hinata eran tan jóvenes como ellos. La mayoría no habían asistido a una boda antes, o estaban asistiendo a la boda de un amigo íntimo por primera vez. Probablemente, por el bien de la mayoría de invitados de boda inexpertos, Kakashi había dado a esta tarea un estatus de misión. Después de todo, mientras él parecía tranquilo y sereno en la superficie, Kakashi era un hombre con sentido del humor. Esta "misión secreta" era algo que se ajustaba a su estilo. Dicho esto, había alguien entre los invitados de la boda que había tomado las palabras "misión secreta" completamente en su valor nominal. Alguien que había recibido la proclamación de la misión con mucha más pasión que nadie. Ese alguien era, por supuesto, la autoproclamada Hermosa Bestia Salvaje Verde de Konoha: Rock Lee. —¡Pagaré la amistad con Naruto-kun poniendo todo mi cuerpo y mente en encontrar el mejor regalo de boda! —Lee había declarado a Kakashi, y entonces se alejó corriendo. Lee era alguien que creía firmemente que podías tener un montón de ideas mientras entrenas. Su personalidad no era la que alguien que pensaría mientras está sentado. ‘Mover mi cuerpo me ayudará a pensar mejor’, era lo que había pensado. Sin embargo… Lee había corrido y corrido alrededor de la gran villa incontables veces, pero había sido capaz de pensar en ideas.

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Bueno, para ser más preciso, había pensado en una. En algún lugar alrededor de su segunda carrera alrededor de la villa, la palabra ‘pesa’ se había dejado caer en la mente de Lee. Pero eso era ridículo. Incluso Lee sabía que nadie llevaría pesas como regalo de felicitación a una boda. Así pues, su única idea había sido rechazada inmediatamente. Y aunque había seguido corriendo y corriendo, desde entonces, Lee no había pensado en ninguna otra idea, dejando solo una buena. Tenía que haber un regalo que nadie más llevaría, algo que hablase de su propio carácter también… Un regalo que expresase su corazón… Un regalo que fuera recibido con placer, el mejor regalo… Pero no importa cuánto pensase, la respuesta correcta no llegaba. —¡Los lazos entre Naruto y yo deberían ser mejores que esto…! —Lee había murmurado para sí mientras corría. Llegó a una resolución: hasta que no pensase en un regalo, ¡no dejaría de correr! Su corazón estaba en ello. La 'Regla Personal' de Lee estaba en marcha. Esa ‘Regla Personal’ de Lee había sido convertida en realidad por el bien de mejorar su mente y cuerpo a través del entrenamiento. La regla era esta: una vez Lee decidía que iba a hacer algo, entonces incluso si parecía que el mundo iba a crujir y desaparecer mañana, aun lo vería hasta el final. Era un principio atascado con una abrumadora devoción. Hasta que pudiera pensar en un bonito regalo además de unas mancuernas, Lee correría interminablemente si tuviera que hacerlo. Por cierto, Lee no estaba cont ando el correr por la frontera de la villa solo como "una carrera". De la misma manera que uno va y viene alrededor de una habitación cuyo dueño está limpiando sus pisos -con un ejemplo, es fácil imaginar la escena, ¿no?-, para Lee, "una carrera" alrededor de la villa significaba correr por toda la villa, todos los rincones y callejuelas que la villa tenía. Era una manera muy sencilla de contar. Por supuesto, eso significaba que el camino de Lee también incluía saltar sobre las cercas, saltar de un árbol a otro y correr sobre los techos de las casas apiñadas. No era nada fuera de lo común para un shinobi tomar caminos inusuales como estos a través de la villa oculta. De hecho, era increíblemente común, tanto que los ciudadanos normales ya no lo advertían. Así que no habría ningún casero que se quejara de que Lee corriera por los tejados. A lo sumo, una persona podría enviar una queja por la mañana diciendo: 'Un hombre con cejas pobladas estaba gritando ‘KUUAAA’ mientras corría por nuestro tejado al amanecer. Era realmente ruidoso'. Y así, bajo los observantes ojos de las caras de los anteriores Hokage excavadas en la montaña observando Konoha, Lee saltó y corrió por toda la villa. Siguió toda la noche sin que se le ocurriera ni una idea. Y así es como Lee saludó a un nuevo amanecer sin dormir ni un poco. En este momento, la luz del amanecer estaba ahora llegando a tocar las caras escavadas en piedra del Monumento a los Hokage que estaba sobre la ciudad, en el centro de Konoha. —Ocho… cientos… sesenta y… cuatro… —La respiración de Lee estaba saliendo de manera ronca cuyo jadeaba ese número. Su carrera había deteriorado a un delirio asombroso, hasta el punto donde cualquier persona que caminase sería más rápida que él. Finalmente había alcanzado su límite. Las piernas de Lee se cruzaron por debajo de él, mientras se abría impotente hacia delante y se derrumbaba. Ni siquiera tenía fuerzas para tratar de suavizar su aterrizaje, cayendo directa-

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mente al suelo con un golpe repentino. Se quedó inmóvil en el suelo, boca abajo en la tierra, y se preguntó qué había ido mal. En primer lugar, tenía la idea de que su mente se despejaría si movía su cuerpo. ¿Se había equivocado en eso? No, eso no era posible. No estaba equivocado. Lee rápidamente rechazó ese pensamiento. Entonces, ¿era esa idea de hacer una vuelta haciendo el pino en medio de su carrera? Había pensado que le ayudaría a darle una perspectiva diferente para pensar, pero ¿había sido una mala idea? No, a veces era necesario hacer cosas audaces para producir nuevas ideas. Por no hablar de hacer un alto alrededor de la villa era parte de su programa de entrenamiento normal. Eso no podría haber sido donde se equivocó tampoco. ¿Podría haber sido ese método infrecuente que había intentado ejecutar al revés? No, ese era un método perfecto de ejercicio. No había hecho absolutamente nada malo. Pero, en ese caso, ¿por qué no había podido pensar en nada...? Lee contempló aturdido el suelo frente a él. Su cuerpo había estado ardiendo hace poco, pero ahora se estaba enfriando ante el frío aire de la mañana. El sudor que le cubría el cuerpo se volvió frío y el cuerpo de Lee comenzó a temblar. Pero había ejercitado todos los músculos de su cuerpo más allá del punto de precaución y ya no tenía la energía para levantarse. —Incluso aunque es por un queridísimo amigo, incluso aunque dije que pondría mi corazón en conseguir un regalo de bodas. Pensar que no he sido capaz de obtener ni una buena idea. ¿Por qué soy tan incompetente…? Lee estrechó sus ojos, enfadado consigo mismo por tener tal desacuerdo. Sin embargo, no podía solo dejar que las cosas acabaran por decir que era incompetente e inútil. Había decidido buscar un regalo genial incluso si tenía que arriesgar su vida, así que no podía posiblemente solo detenerse y rendirse aquí. El fatigado y exhausto Lee dejó que sus ojos se abrieran de nuevo, con llamas de determinación ardiendo en sus ojos una vez más. Sin embargo, una vez abrió sus ojos, Lee se dio cuenta de algo: había alguien ante él. ¿Cuándo pasó eso? Había un par de piernas en la visión de Lee, con un familiar uniforme. Lee estaba sorprendido de que no hubiera notado a esa persona hasta ahora. Parecían estar observándole. Lee lentamente se levantó del suelo y alzó la mirada. Para ver. A esa persona. —Neji… —Lee murmuró. Quizás era una ilusión o quizá un fantasma, pero se puso en pie: su amigo fallecido, Hyuuga Neji. —Corriendo sin respirar hasta que colapsas. —Neji dijo, mirándole con su usual mirada tranquila— . Eres el mismo de siempre, Lee. Lee se quedó sin palabras. Había cientos y cientos de cosas que Lee quería contarle a Neji la próxima vez que se vieran. Pero con Neji ante él, se descubrió miserablemente incapaz de hacer ni un sonido. Pero incluso si no decía nada, Neji lo entendió todo. Por una razón u otra, ese era el pensamiento que entró en la mente de Lee cuyo miró hacia Neji. Neji se acercó a Lee. —Hay algo que realmente tengo que contarte… —Neji dijo, poniendo una mano amable sobre el hombro de Lee. La mano de Neji se sentía cálida y con coraje. Lee de repente pensó que era como si Neji hubiera aparecido porque sabía cuánto se había presionado el mismo Lee. —Neji… Yo...

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—Lo sé. No necesitas decirlo. —Neji sonrió, su pelo largo balanceándose suavemente—. Lee, recuerda esto bien. Más que aguante… fuerza física. Y, el Hyuuga… —Neji se pausó. Era poco claro si iba a acabar lo que estaba diciendo o no. Su figura se nubló en la niebla de la mañana, y desapareció. —… ¿Eh? El viento sopló suavemente, azotando los árboles cercanos y apartando la niebla matutina. —Eh– Espera– ¿Neji…? ¡¿Neji?! Lee miró a izquierda y derecha, desesperadamente buscando en sus alrededores, pero lo único con lo que se encontró la voz desconcertada de Lee fue el silencio de la mañana. —¡¿EEH?! ¿No-no ibas a darme un consejo sobre los regalos de boda en los que he estado pensando tan frenéticamente…? ¿No es por eso que apareciste? ¡¿NEJIIIIIII?! —¡¿NEJIIIIIII?! —Lee se levantó con un resorte cuyo gritó por su amigo. Ya era de mañana. Bastante temprano, pero lo bastante tarde para la mayoría de la gente que ya se había levantado y se empezaba a preparar para recibir al nuevo día. Lee miró aturdido alrededor, tratando de analizar su actual situación. De algún modo, parecía que se había quedado dormido en medio de una carretera. Era bueno que no pasase la frontera de la villa. —Así que fue… un sueño… —Lee murmuró para sí, su boca seca y parcheada por agua. Un pequeño y fugaz sueño. Lee se sentó entumecido en la carretera, y ladeó su cabeza. Neji murió hace tiempo. Un puñado de años habían pasado ya. Pero incluso ahora, Lee aun veía ocasionalmente a Neji en sus sueños. Usualmente venían en esas breves siestas que se echaba en medio de una misión extremadamente difícil, o cuyo Lee estaba pensando mucho sobre algo. Pero solo ocasionalmente. La mayoría del tiempo, sin importar cuánto quisiera verlo Lee, Neji no aparecería. Cuyo Neji aparecía, los sueños de Lee eran usualmente sobre un entrenamiento vigoroso con Neji, o yendo a una peligrosa misión con Neji, ambos juntos contra duros obstáculos. Había muchos sueños en los que Lee podía enfrentarse a Neji y hablar con él. Muchos de sus sueños eran sobre cosas que ya habían sucedido. Entrenamiento, o pelear contra un enemigo, o haciendo la estrategia para una misión. Neji estaría hablando calmadamente sobre una estrategia u otra, y Lee de pie junto a él, escuchando atentamente. Siempre que Lee se despertaba de estos sueños, unas frases saldrían de sus labios. ‘¡Hagamos un asalto frontal más dinámico!’ o ‘¡Iré al frente, así que por favor vigilad los alrededores!’ Todas las cosas que no pudo decirle a Neji dentro de sus sueños. —Si se lo dijera a Neji, ¿qué clase de cara pondría? ¿Cómo me respondería? Más tarde, era más y más difícil imaginarse cómo Neji habría reaccionado. Lee era terriblemente consciente de ese hecho. Una fuerte voz de repente surgió a la espalda de Lee. —¡Lee, buena juventud esta mañana temprano! Lee miró por encima del hombro para ver a un hombre tras él, sonriendo ampliamente que se mostraban sus dientes blancos, su mano alzando el pulgar. Era su maestro de espíritu, Might Guy. Sin embargo…

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—Ga-Gai sensei… Lee se encontró sin palabras. La razón era que Gai, que había sido restringido a vivir su vida en una silla de ruedas, de algún modo había se había llevado a él y a su silla al tejado de un cobertizo cercano. Durante la Cuarta Guerra Mundial Shinobi, Gai había arriesgado su vida durante su pelea contra Uchiha Madara, y abierto las Ocho Puertas. Su vida al menos había sido salvada gracias a Naruto. Sin embargo su pierna derecha había perdido toda funcionalidad. Desde ese día en adelante, Gai había vivido en una silla de ruedas. Sin embargo, no había cambiado sus ardientes maneras, grabando la palabra 'juventud' en la escayola de su pierna derecha, y aun daba coraje y guiaba a Lee cuyo podía. Lee se había quedado mudo porque no podía imaginarse cómo su maestro se las había arreglado para subir al tejado del cobertizo con su silla de ruedas. De repente... —¡TOU! —... Gai dio un grito de batalla, lanzándose a sí mismo y a la silla del tejado. De algún modo se las arregló para angular la silla para un ligero aterrizaje, con un muy ruidoso 'BANG'. Lee fue a por su sensei, consternado y preocupado. —¡Sensei, eso fue muy peligroso! ¿Por qué quieres hacer algo como eso…? —¡Tiene que haber un gran número de personas en el mundo que piensen que no puedes volar con una silla de ruedas! Así que he decidido probar cuan equivocados están con mi propio cuerpo. —Gai dijo tal terrible asunto con una increíble facilidad y calma. Tal hazaña hubiera sido absolutamente imposible para cualquier persona, cualquiera que no tuviera el excepcional control de Gai sobre su cuerpo y su estado físico. —-Todos en la villa, Kakashi y Ebisu y Genma también, todavía me tratan como un shinobi. Eso me hace feliz. A pesar de que debería haberme retirado hace mucho tiempo... ¡Así que, por eso, he decidido seguir probando que lo imposible es posible, y mostrar mi yo habitual a vosotros, chicos! —Dijo Gai, haciendo su pose de Chico Bueno—. ¡Esa es mi juventud, después de todo! Las palabras de Gai tocaron profundamente el corazón de Lee. Siempre había sido así. Cuyo Lee estaba sufriendo, cuyo estaba con dolor, cuyo su corazón sentía que iba a romperse en pedazos, cada una de las palabras de Gai lo había salvado, una y otra vez. Incluso ahora, Lee corría a escuchar las palabras de Gai. Quería convertirse algún día en un hombre magnífico como Gai. Quería convertirse en un hombre que alentara calurosamente a otra alma perdida y confusa como él. Ese fue un sueño que Lee mantuvo, incluso cuyo estaba despierto. —Por cierto, Gai-sensei, ¿qué estás haciendo aquí? —La pregunta de repente se le ocurrió a Lee, y Gai replicó una charla animada: —Mi entrenamiento matutino, por supuesto. Pensé que pasaría el día viajando de aquí para allá por la villa. Sobre eso Lee, ¿te gustaría unírteme? —Gracias, ya he hecho tal entrenamiento. —Impresionante. Sin embargo, el asunto que te está molestando aun no se ha arreglado, ¿no? Los ojos de Lee se ensancharon por la sorpresa ante la aguda observación de Gai. —¡¿Có-Cómo lo supiste?! —Solo hace falta echarte un vistazo para darse cuenta de que te pasaste la noche entrenando y preocupándote sobre algo. ¿Cuántos años crees que he pasado de mi juventud contigo? Por eso desde el principio te dije: ‘Buena juventud esta mañana temprano'.

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Fue solo que después de que Gai dijera eso que Lee se dio cuenta de cuan horrible lucía. Estaba cubierto de barro, y no estaba presentable en apariencia. Había sucumbido unas cuantas veces por su fatiga, fallando y rodando por el suelo. Era toda la suciedad que quedaba de esas vueltas. —Y parece que te preocupa el tema de los regalos de boda, ¿cierto? Lee entró en pánico por la perspicaz pregunta de Gai. —¡Gai-sensei, ¿puedes leer mi mente?! —No, es porque también estoy invitado a la boda… Gai también estaba preocupado por el regalo de boda. Todo estaría bien mientras el presente de la boda no fuera ordinario. Sin embargo, el problema radicaba en asegurarse de que el presente no era también extraño. ¿No había un regalo de boda que combinara los sentimientos que quería transmitir, algo que irradiaba los sentimientos de victoria, amistad y trabajo duro? Lee y Gai se estaban atormentando el cerebro por una respuesta. ¿Qué clase de regalo representaría la pasión de la juventud? ¿Había realmente algún presente así en este mundo? Bueno, si algo representaba a la juventud, sería la forma en que ambos llevaban sus elegantes pantalones verdes apretados. Cuyo dices 'juventud ardiente', las primeras cosas que vienen a la mente serían sudor y lágrimas, ¿verdad? ¿Podría el sudor y las lágrimas convertirse en un regalo de alguna manera? ¿No? Para empezar, la gente no vivía de nada sino de poder, ¿no? ¿Qué tipo de curry era mejor, soso o extra picante? Su conversación alcanzó su clímax. —No, después de todo —Dijo Lee acaloradamente—, el yo de hoy definitivamente piensa que el Curry Pilaf es mejor. —Espera, espera, Lee. —Gai extendió una mano y lo interrumpió—. También nos hemos ido mucho. En asuntos como este, uno debe concentrarse. Deberíamos volver sobre nuestros pasos hasta la raíz de esta conversación. —¿Así que deberíamos volver... a la raíz ...? —Sí, originalmente, este problema de los regalos de boda es todo acerca de la boda en sí, ¿verdad? De algún modo su conversación se había vuelto filosófica. Cuyo Lee no contribuyó más a la charla, Gai hizo otra pregunta. —Vamos a pensar en esto así: ¿qué es lo único que debes llevar a una boda? La mirada de Lee se concentró cuyo pensó seriamente en ello. ¿Qué era una boda? Algo necesario para una boda... Una boda era una ceremonia donde dos personas que se amaban se convierten en marido y mujer. En ese caso, algo absolutamente esencial para esa ceremonia sería... —Es... amor... —Dijo Lee, mirando directamente a Gai a pesar de estar un poco avergonzado por el tema—. Eso es lo necesario, ¿verdad? —Eso es muy poético. Pero Lee, ¿no sería la respuesta la novia y el novio?

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Lee sintió que un rayo lo había golpeado junto con las palabras de Gai. Todo su cuerpo se endureció como si acabara de ser golpeado con un relámpago. Inconscientemente, un fuerte '¡HH!' salió de su boca. —¡E-eso es cierto...! —Dijo Lee—. ¡Si la novia y el novio no están allí, no puede haber una boda...! —¿Cierto? Una ceremonia de boda sin la novia y el novio sería una simple ceremonia, no una boda. ¡Una ceremonia inútil sin ningún significado! Lee había sido ciego. Gai puede parecer una persona impulsiva y torpe, pero realmente era una persona reflexiva. Tenía la capacidad de ver más allá de la superficie y la raíz del asunto. Para Lee, eso siempre había sido algo de Gai que él admiraba y aspiraba a hacerlo también. —En ese caso, tenemos que pensar en esto desde la perspectiva de la novia y el novio, y traer regalos que serían felices de recibir. Eso sería mejor, ¿no? —Exactamente. —Dijo Gai—. ¡Yosh, pensaré en un regalo para el novio! ¡Lee, piensa uno para la novia! —¡Roger, Gai-sensei! ¡Pensemos en esto no desde nuestra perspectiva como donantes, sino desde su perspectiva como los receptores...! Los dos hombres se enfrentaron con el pelo cortado en cuenco y las cejas pobladas, y entrelazaron las manos, pensando seriamente el asunto. Fue un gran espectáculo en la madrugada. Lee estaba desesperadamente tratando de pensar desde el punto de vista de la novia. Si fuera la novia, entonces… iría vestido con el vestido de novia e iría a mi boda... Y después de eso… —Boda, nacimiento del bebé, tareas del hogar, cuidado del bebé… Palabras e imágenes destellaron en la mente de Lee en orden sucesivo. —Ir de compras con el bebé en mis brazos. >Mantener un ojo en el bebé mientras limpio la habitación. >Llevar al bebé a mi espalda cuyo abro la Séptima de las Ocho Puertas… ¡la Puerta de la Conmoción! >Tener un bebé es un tema sorprendentemente serio. > Para criar y cuidar de un niño, indudablemente, necesitas fuerza física y económica, ¿cierto? En ese instante, una imagen entró en la mente de Lee. Pudo imaginar a Hinata sosteniendo tiernamente a un niño, y a Naruto mirándolos a ambos. Y de repente Lee se dio cuenta de que todo este tiempo había estado pensando en qué darle a Naruto como regalo de regalo de bodas. Fue solo al pensar deliberadamente en los pensamientos de la novia que se dio cuenta de eso. Una boda no era algo que hicieras tú solo. Eso decía que el mejor regalo para alguien que eventualmente sería madre... —Lee, recuerda esto bien. Más que aguante… fuerza física…—Las palabras de Neji de ese sueño le vinieron a la mente. —Finalmente entendí, Neji. Estabas preocupado por Hinata, ¿no? Lee asintió para sí, y entonces… —¡Ya sé qué es…! —Lee dijo tranquilamente—. Para proteger a la casa y familia de uno, es necesaria la fuerza física… ¡Y sobre eso, el mayor nivel posible! Gai asintió, respondiendo también:

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—Ahora mismo, pensé en todo el trabajo para arreglar los fallos en casa. Control de plagas y fontanería y transporte de comestibles. Uno debe desarrollar hábilmente sus músculos del brazo para tales tareas... En ese caso, la respuesta que ambos surgieron debe ser igual. Los regalos que debemos otorgar son... —Gai sonrió a Lee con delicia—… ¡Mancuernas! Lee notó una lágrima saliendo de su ojo. —Yo también… —Lee sorbió—. Justo desde el principio… ¡desde mi segunda vuelta a la villa…I ¡Pensé en eso también…! —Lágrimas estaban rodyo incontrolablemente por la cara de Lee ahora—. ¡Gai sensei! ¡Gai senseeeeeeeeiii! —Lee sorbió, y se arrojó a abrazar a su maestro. Lee estaba estático. Sus pensamientos no habían sido erróneos. Su sensei había aprobado su idea. Su felicidad era pura y simple. Gai estaba llorando también. Cuyo las lágrimas mojaron sus mejillas, apretó el abrazo. —¡Lee! ¡Tú tienes la mancuerna para el brazo derecho, y yo para la izquierdaaaaaa! —Gai aulló hacia los cielos—. ¡UOOOO! ¡¡CONSEGUIRÉ LA MANCUERNA IZQUIERDAAAAAAAAAAAAA!! Por un largo rato, los dos se aferraron al otro y lloraron. Gracias a Gai, Lee había finalmente encontrado un regalo de bodas que se adecuaba a sus sentimientos por la pareja. Su corazón se sentía ligero y limpio. Poco después de la revelación, los dos habían ido a comprar las mancuernas directamente. El mercader estaba muy sorprendido de vender dos mancuernas tan temprano por la mañana. —Por favor, echa un vistazo a esto, Neji. Te mostraré el regalo de boda que conseguí. ¡Estas mancuernas…! Gai sonrió a la fuerte mirada en los ojos de Lee. —¡Lee, con esto nuestras preparaciones para la boda están completas! —¡Sí! Estas pesas que llevamos… ¡definitivamente serán el mejor regalo de boda! —¡Yosh, tengamos una carrera mientras las sostenemos entonces! ¡Aquí vamoooooooos! Al minuto de que esas palabras dejaran la boca de Gai, empezó a girar fervientemente las llantas de su silla de ruedas, adelantando a Lee con una repentina ráfaga. Lee se quedó mirando la lenta desaparición de la espalda de su sensei en la silla de ruedas. —¡¡Espera por mí, por favor, sensei!! Hoy también, Konohagakure estaba llena de un tiempo muy juvenil. En cuanto a esa nota… Más tarde, Kakashi de hecho recibió varias quejas, todas con las mismas líneas: En la mañana temprano, dos hombres extraños estaban gritando y llorando sobre algo detrás de mi casa. ¡Qué ruidoso!

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CAPITULO 2 Su pan de cada día ¡KA! ¡KA! ¡KA! Los sonidos que se separaban con cada golpe eran agradables a las orejas de Tenten. Ella estaba en el campo de entrenamiento habitual. Sus marcas habituales. Su método habitual de entrenamiento. Sus sentimientos, sin embargo, eran un poco diferentes de lo habitual. —Regalo de bodas, huh… Cuyo murmuró para sí, alzó el kunai en sus manos y lo arrojó suavemente. Otro ¡KA! sonó, su kunai dyo justo en el medio de las dianas. Tenía una maravillosa puntería. Pero entonces, para alguien tan bien entrenado en armas como Tenten, golpear la diana de un objetivo inmóvil desde donde ella estaba era pan comido. Tenten usualmente se iba a entrenar antes de tomar el desayuno. En los días que no tenía misiones, siempre prefería hacer esto. Se había dirigido al campo de entrenamiento por la mañana temprano, a practicar con kunai y shuriken hasta que su cuerpo se sintió arder, y entonces iba a desayunar. Usualmente acababa desayunando en el terreno de entrenamiento. Su patrón habitual para desayunar era comer los bollos de carne al vapor vendidos por una tienda cercana, y beber té verde. —¿Qué debería hacer…? —Tenten murmuró para ella de nuevo, y estiró su brazo una vez más. ¡KA, KA, KA! Un puñado de shuriken salieron volando de su mano esta vez, encerrando perfectamente a los kunai que había arrojado y con los que había atravesado la diana. De nuevo, era una muestra de habilidad tan fácil y simple para ella que podía hacerlo con los ojos cerrados. Pero entonces, eso ya no era algo fácil para Tenten solo. Este nivel de puntería en práctica era algo que cualquiera que se llamase a sí mismo shinobi estaba bien versado y bien practicado en hacer. De hecho, era algo que los estudiantes pronto aprendían a hacer tras entrar en la Academia Ninja. Era algo muy normal para los estudiantes que venían de casas shinobi de renombre tener la habilidad aprendida por un padre o hermano incluso antes de entrar en la Academia. Para ponerlo más simple, lo que Tenten estaba ahora practicando era una de las técnicas más básicas. Si te preguntabas por qué Tenten aun estaba practicando tal habilidad básica, la respuesta sería que había sido influenciada por su maestro, Gai, y sus palabras. —¡Cualquiera que descuide sus aspectos básicos no verá el mañana! —Esas fueron las palabras que Gai había dicho cuyo empezó a entrenarla por primera vez. Sus palabras habían causado una fuerte impresión en la joven Tenten. Lee, que estaba a su lado, estaba tan profundamente afectado que empezó a llorar y naturalmente arruinó el momento. Pero, Tenten también tomó las enseñanzas de Gai de corazón y continuó practicando diligentemente lo básico desde ese día. Para empezar, Tenten nunca había sido una kunoichi con maestría con una amplia variedad de jutsu. Incluso desde los viejos tiempos, mientras ella tenía talento para el jutsu espacio-tiempo, su control del chakra era peor que el de otros ninjas. Se había dado cuenta pronto que nunca sería la clase de ninja que realizaría jutsus de gran escala o complicados.

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Sin embargo, solo porque se había dado cuenta de eso pronto, eso no significaba que Tenten se hubiera rendido en ser una kunoichi fuerte e impresionante. Ella no tenía esa clase de mentalidad débil. En el caso de Tenten, había sido algo bueno que hubiera sido capaz de darse cuenta para lo que era adecuada y en lo que era mala mientras aun era joven. Porque tan pronto como Tenten supo cuáles eran sus límites, empezó a pensar frenéticamente sobre qué sería el más adecuado para ella como shinobi. Y cuyo descubrió la respuesta, fue rápidamente capaz de resignarse a ese camino, y perseguirlo de todo corazón. La respuesta que Tenten había encontrado era: Armas Ninja. Portar armas como shuriken o kunai era la norma para cualquiera que se llamase a sí mismo shinobi, pero no había nadie especializado en armas –y mucho menos alguien que lo domine. A eso se dedicó Tenten. Fue sin decirse que pretendía ser más hábil que cualquier otro shinobi cuyo se trataba de armas comunes, pero también se entrenó para luchar con armas que otros shinobi rara vez utilizaban, armas que otros shinobi ni siquiera reconocían a la vista, armas de todo tipo y variedad. Tenten se forjó un camino único por el que caminar. Cuyo llegó a ella, la razón por la que había tenido tales pensamientos era más probable debido a su maestro Gai, y sus compañeros de equipo Lee y Neji. La habían influenciado mucho. El nombre de Gai era famoso por ser el mejor usuario de Taijutsu en la villa. Lee lo admiraba, y sencillamente se sentía entrenado para ser igual que él. Y Neji siempre había sido llamado genio en el 'Arte del Puño suave4' pasado en su familia renombrada, los Hyuuga. Tenten había pasado tiempo con ellos, entrenado con ellos, ocasionalmente peleado con ellos y ganado así una base considerable en el taijutsu. Para empezar, antes de que el ninjutsu o el genjutsu aparecieran en la imagen, el taijutsu había sido la base de los logros del shinobi. Tenten aprendió taijutsu ferozmente bajo la tutela de Gai, y lo hizo bien. Sin embargo, Lee y Neji estaban aprendiendo y entrenando junto con ella, y Tenten finalmente se dio cuenta de que nunca iba a alcanzar su nivel de resistencia o fuerza física. El equipo Gai tenía el nivel más alto de competencia de taijutsu en toda la villa, y entrenando bajo Gai y peleyo con Lee y Neji, el nivel de Tenten había llegado al punto donde su taijutsu era superior comparado con cualquier otro shinobi entre sus compañeros de equipo. En medio de todo su entrenamiento, una parte de Tenten no podía evitar compararse inconscientemente con Lee o Neji, o incluso con Gai. —Soy la más incapaz dentro de este equipo. Ese era el pensamiento que atormentaba a Tenten cada segundo de su entrenamiento. Sin embargo, ese pensamiento era lo que la había impulsado a su único camino. Gai y el resto podrían romper una roca con sus puños desnudos. Tenten no tenía la capacidad de tanto como para considerar hacer eso con sus propias manos. Por eso se armó las manos con kunai. Así podría ser igual a Lee y Neji. Así podía caminar junto a ellos. Con el tiempo, Tenten acabó puliendo su talento para el jutsu del espacio-tiempo, y aprendió a convocar infinitas variedades de armas ninja usando pergaminos. En ese momento, en parte 4

El Puño Suave (柔拳, Jūken) también conocido como Arte del Puño Suave (柔拳法, Jūkenpō) es un estilo de combate que se transmite de generación en generación entre los miembros del Clan Hyūga. Este Taijutsu se basa en las palmas, y en general tiene como objetivo dañar el cuerpo y destruir el sistema de órganos internos, específicamente el Sistema Circulatorio de Chakra y los órganos internos del enemigo, golpeando en los Tenketsu y creando así dificultades al inhibir el uso de chakra del oponente. Para ello, el usuario introducirá con fuerza y brusquedad una pequeña cantidad de su chakra en el sistema de chakra del oponente.

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debido a todos sus días pasados aprendiendo sobre varias armas, Tenten se había completamente extasiado por el encanto de las Armas Ninja. Miró dos veces las armas que tenía en las manos y se maravilló de su hermosa simplicidad. En sus días en la Academia, había tenido compañeras de clase que decían que los kunai eran sencillos y aburridos. No entendían nada. Era porque un kunai era llano y aburrido que era tan encantador. Tenten no había dicho sus pensamientos en voz alta antaño, pero su yo actual lo haría. Su yo actual continuaba entrenando con el objetivo de convertirse en la maestra número uno de Armas Ninja, después de todo. Sus pensamientos estaban dedicados a las Armas Ninja más que a cualquier otro. Incluso la hoja más cruda tenía un lado hermoso. Ninjutsu y Genjutsu, e incluso Taijutsu, ninguno podía ganar contra la belleza de las Armas Ninja. Por supuesto, mientras ella decía sus pensamientos en voz alta si quería, eso no significaba que Tenten fuera molestando innecesariamente a las personas sobre ellos. Expresaba sus pensamientos con sus acciones, no con sus palabras. La visión de su kunai que cortaba suavemente un objetivo, por ejemplo, era mucho mejor que cualquier explicación explicada. Así pensaba Tenten. Pero tenía que asegurarse de que su objetivo era excelente, o no tendría sentido. Es por eso que Tenten no omitió un solo día de practica. Todos los días limpiaba silenciosamente sus armas, las preparaba para practicar y golpeaba sus blancos. Lee y Neji... Tenten miraba su trabajo duro y su talento más cerca que nadie, y fue por eso que puso todo su esfuerzo en su entrenamiento. Porque no importa cuán fuertes fueran esos dos, nunca descuidaron sus aspectos básicos tampoco. —Todo eso fue porque... A pesar de que estas habilidades básicas eran cosas que cualquier persona podía hacer, que cualquiera podía llegar a hacer bien siempre y cuyo tuvieran buenos instintos, incluso si no practicaban mucho, incluso así Tenten todavía practicaba decenas y miles de veces, repitiendo los movimientos una y otra vez. Su cuerpo, sus brazos, incluso sus dedos, practicaban y practicaban, e instilaban el instinto en cada centímetro de ella. En el combate real, la diana no iba a quedarse quieta por ti. No tendría el lujo de mirar desde un punto muerto tampoco. Si te quedas quieto, vas a morir. Pero Tenten siempre comenzó a practicar lanzando kunai en el medio de blancos. Finalmente termina tirando el kunai cientos y cientos de veces, repitiendo los movimientos una y otra vez, y con el tiempo... Eventualmente, incluso cuyo sus objetivos se mueven en patrones complejos, por un solo instante, ella puede sentirse como si estuvieran inmóviles. Ya sea kunai o shuriken lo que vuelen de sus manos y se hundan en los objetivos cuyo la marca los está llamando. Practicar constantemente una habilidad básica que cualquiera puede hacer, cada día, sin saltarla una vez, repitiéndola una y otra vez... esa dedicación era algo que nadie podía hacer. El mundo tenía que ser capaz de ver eso. Y por lo tanto, su dedicada formación acabó dyo sus frutos. Su habilidad aumentó hasta el punto de que si ahora le preguntase a cualquiera de sus compañeros quien era el mejor usuario de armas, su respuesta sería inmediatamente: 'Obviamente, es Tenten'. Fue un resultado natural de su trabajo duro, pero fue algo que la hacía muy feliz. Por supuesto, se sentía orgullosa por ello también. Pero hoy, dedicar todos sus pensamientos a las Armas Ninja era algo que le estaba causando un poco de problemas. —Argh- Esto... ¡No puedo pensar en nada! Varios golpes de ZUGAGAGAGA acompañaron la voz molesta de Tenten, y un puñado de shuriken dieron en sus blancos, los fuertes ruidos cruzando los vacios terrenos de entrenamiento. Estaba

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rodeada de objetivos que estaban cubiertos de kunai y shuriken. Por supuesto, en ninguno había fallo alguno. Cuyo Tenten había oído por primera vez sobre el asunto del regalo de boda, inmediatamente pensó para sí: ‘¡Vale, les daré algunos kunai personalizados!’ Había tomado su decisión, estaba satisfecha con ello y todo el asunto debería haber terminado con eso. Sin embargo, esa noche… Tenten había estado tumbada en su futón, mirando al techo. Estaba casi a punto de dormirse cuyo un pensamiento surgió en su mente: —Aparte de un kunai, me pregunto qué clase de regalo estaría bien... Tenten se sorprendió cuyo no pudo pensar inmediatamente en nada. Acabó pasando el resto de la noche volviéndose más y más agitada cuyo no podía encontrar la respuesta. Gracias a eso, no había dorido ni un poco. Reprimiendo un bostezo, Tenten siguió adelante para recoger sus shuriken y kunai desde donde se habían incrustado en los muchos objetivos. Había muchos postes que sobresalían en los terrenos de entrenamiento que Tenten frecuentaba. Algunos de ellos eran tan altos como una persona normal. Otros usuarios usualmente usaban las estacas para cuyo estaban entrenando el taijutsu, para patadas y puñetazos. Tenten, por otro lado, usó las estacas para montar los objetivos que trajo. Ella se acercó a esos objetivos, con firmeza y rápidamente sacó los kunai y shuriken incrustados en cada uno. Durante un rato, ella repitió el movimiento con cada objetivo, envolviendo su cerebro con el pensamiento todo el tiempo. Ya no estaba pensando en comprar armas como regalo, kunai o lo que fuera. Su pensamiento había dejado atrás esa opción. La cosa era que, si le preguntases a Tenten, un regalo de cualquier Arma Ninja era algo que ella recibiría felizmente. Naturalmente, cada uno esperaría que su regalo a la pareja fuese un Arma Ninja también. No había nada extraño en ello. —Pero, ¡mira, espera! ¿No sería eso simplemente previsible y ordinario? Desde la noche anterior, por una razón u otra, pensamientos como ese siguieron dando vueltas alrededor de su cabeza. Algo le regañaba. ¿Qué la estaba molestando? La verdad era que ella ya sabía la respuesta. —Matrimonio, huh… Bueno, eso sería algo bueno… Tenten exhaló, apoyándose contra una de las estacas. Sus manos jugaron silenciosamente con uno de los kunai que había recogido. Esto era lo que la había estado molestando. Naruto e Hinata iban a casarse. Era un ocasión feliz. La misma Tenten siempre había estado atrapada pensando en shuriken o kunai o en guillotinas voladoras, así que nunca había tenido novio. Ella vivió su vida sin ningún pensamiento para el romance o la feminidad. Al oír a alguien acerca de que ella se casara de repente le causó un pensamiento inquietante en la mente de Tenten y se niega a dejarla: ¿Estaba realmente bien para ella ser así? De la mañana a la noche, era siempre Arma Ninja, Arma Ninja, Arma Ninja, Arma Ninja… ¿Estaba bien que una mujer joven fuese así? A ese aspecto, el sentimiento más reciente de "amor a primera vista" por Tenten había sido la guillotina voladora. Sólo tenía que oír el nombre del arma antes de decidir que le gustaba, y había ido y lo había comprado. Pero bien, ¿cómo no? Y su última moda favorita eran definitivamente los accesorios de muñeca. Había un dispositivo que podría envolver alrededor de su muñeca, y con un solo tirón, desplegar un rollo para

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convocar armas en un instante. La comodidad era genial. Podrías llevar a cabo un asesinato en cualquier lugar, en cualquier momento. Era lo último en tecnología de vanguardia. Pero... ¿estaba realmente bien que ella fuera así? Había reunido una colección grande y variada de Armas Ninja para abrir su propia tienda si quería, pero de alguna manera siempre terminaba comprando nuevos kunai antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo. Los kunai realmente eran los fundamentos de las Armas Ninja. Tenten tenía fuertes sentimientos por ellos. Había recogido armas comunes y raras, pero al final del día, los kunai eran siempre los mejores. Recogió tipos comunes y raros de kunai. Bueno, eso estuvo bien, ¿no? Nunca podrías tener muchos kunai. Primero había esos kunai raros con grabados en ellos. No podía llevarlos a las misiones. Eran una obra de arte. Sería mejor mantenerlos exhibidos en casa. Pero, debido a que los kunai estaban en casa, necesitaba comprar unos cuantos más para suministros de misión. Y si esos se terminaran también rápidamente, ella estaría en problemas, por lo que tenía que comprar un montón de piezas de repuesto también. Y así, ya que estaba de compras de todos modos, era mejor comprar muchas variedades diferentes a la vez para ahorrar tiempo, ¿verdad...? Así fue como Tenten terminó inconscientemente cubriendo toda una pared de su casa con su colección de kunai. Estaba increíblemente satisfecha con ello. Lo miraría con satisfacción y pensaría: 'Bien, en la misión de mañana seré capaz de golpear sin problemas a todos mis objetivos'. Pero... ¿Estaba realmente bien... que ella fuera así? No fue una buena idea. Si ella continuaba así y, por ejemplo, daba a esos kunai hechos a medida como regalo, sin duda todo el mundo diría esto: —Kunai, ¿de nuevo…? —Bueno, es Tenten… —Tenten siempre está hablando de kunai… La imagen de todos diciendo eso se dejó caer en la mente de Tenten. Eso la enfadó. —No soy una mujer-kunai. Tengo una guillotina voladora también, ¿sabéis? Os equivocáis. No soy del todo así. Tenten empezó a afilar otro kunai mientras ella pensaba. Si pudiera encontrar un regalo de bodas que no sea un kunai hecho a medida, algo adecuado y elegante... —¡Así que no era solo sobre kunai…! —¡Wow, como se esperaba de Tenten! —¡Sabes, Tenten es alguien con un gran sentido de belleza estética! Esas reacciones serían buenas. ¿Qué clase de regalo de bodas conseguiría esa clase de reacciones? La boda iba a celebrarse pronto, así que tenía que ir absolutamente a donde fuera para tratar de encontrar un regalo. De tiendas a las que ya había estado antes a tiendas generales inteligentes, pensó que debería ir y echar un buen vistazo. —Ughh, pero mis fondos son limitados… La guillotina voladora había sido cara. Pero había sido único en su género -no podía comprarlo.

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"Si estás vacilando, compártelo." Ése era el lema de Tenten que le había conseguido hacer una colección de armas tan grande. —Bien… Entonces para añadir… —Tenten cerró sus ojos, y trató de ver los detalles en su mente. Hablando realísticamente, ella tenía que pensar en su presupuesto primero. Tenía que manejar adecuadamente sus finanzas si quería comprar un regalo. Después, como quería pensar en un regalo que no fuera un kunai hecho a medida, tenía que pensar en los rasgos de un kunai hecho a medida, y pensar en regalos que fueran todo lo contrario. De esa manera, concluyó Tenten, pensaría en algo bueno. Entonces, en ese caso, eso limitaba sus opciones para un regalo de bodas a... Tenten abrió los ojos con calma. —Algo que puedo pagar con mi presupuesto limitado. Algo que desprenda los sentimientos de una mujer joven. Algo que no mata a la gente... ¡Eso sería…! —¡No tengo ni idea de lo que es! No era bueno. Su cabeza estaba hecha un desastre. Ella ni siquiera entendía lo que estaba tratando de decir. El kunai que había estado inconscientemente afilando en su mano ahora era aburrido pero brillante. Ella no había prestado atención y había hecho un mal trabajo. La idea de tener que admitir que era una mujer sin mérito, además de Armas Ninja, hizo que Tenten se sintiera horrible. Si no hacía algo, iba a tener que... Tenía que haber algo, algo más, ¿no había nada...? Y, en ese momento... —¡Tenteeeeen! ¡Tenteeeeeeen! Oyó la voz de alguien llamándola desde la distancia. La persona sonaba como si se estuviera acercando lentamente. Sabía quién era incluso antes de que entrara en su campo de visión. La única persona que habría estado corriendo con una voz tan alta a estas horas tan tempranas era Lee. Pero cuyo la figura de Lee finalmente alcanzó los terrenos de entrenamiento, los ojos de Tenten se ensancharon por el estado que presentaba. —¡Tenteeeen! —Lee agitó entusiasmado cuyo corría hacia ella con una sonrisa—. ¿Ya has decidido el regalo de bodas? —¡¿Lee?! —Tenten soltó—. ¡¿Qué demonios estás haciendo?! Lee estaba indudablemente vestido como una mujer. Un ama de casa, de hecho. Había ido tan lejos como para ponerse un delantal sobre el vestido. Parecía un ama de casa de mediana edad que venía de comprar. ¿Era eso maquillaje que había intentado ponerse en la cara? Había exagerado el polvo, todo su rostro parecía pálido. ¿Y esa mancha roja en el labio de su boca? Incluso había hecho las cejas más grandes -no, pensándolo bien, las cejas parecían iguales. De cualquier manera, era una aparición repentina e inesperada que Tenten absolutamente no entendía. No había nada extraño en ser sorprendido por la forma en que Lee se veía. Si no hubiera sido Tenten, alguien que no conociera a Lee probablemente habría gritado al verlo. Encima de todo lo demás, por alguna razón, Lee llevaba una pesa en una de sus manos. Estaba más allá de la comprensión. En este punto, no era tan confuso como espantoso. —¡¿Qu-Qué es esto?! ¿Por qué demonios estás...?— —¡Tengo el de la novia, y Gai-sensei el del novio! —Lee respondió, prácticamente agitándose por la excitación—. ¡Y mis ropas se ensuciaron por correr, así que pensé en escuchar las enseñanzas

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de Gai-sensei y pensar más sobre los sentimientos de la novia! ¡Así que me he vestido así! ¡Y después de hacer esto realmente estoy súper seguro de que las mancuernas fueron definitivamente la mejor opción! —Me has dado una explicación ¡pero no entendí nada! —Tenten replicó. De hecho, sólo estaba más confundida. ¿Por qué el cambio de ropa? ¿Por qué mancuernas? Todo era increíblemente extraño. Lee levantó la mancuerna y alegremente declaró: —¡Gai-sensei y yo hemos decidido darles mancuernas como regalo de bodas! Tenten, ¿qué vas a darles? En ese instante, algo dentro de Tenten se aclaró. Ella no entendía, y aun seguía sin entender. No comprendía como Lee había acabado llevando ropas de ama de casa, pero ella entendía que él y Gai parecían tener la intención de llevar mancuernas como regalos para la boda. Y en ese momento, todas las cosas por las que había estado preocupada de repente parecieron insignificantes. El interior de su cabeza de repente se sintió limpia, como si una niebla hubiera desaparecido. —Vine a asegurarme de que nuestra idea no sea la misma que la tuya. —Lee explicó, sonriendo con su boca pintada de pintalabios. —No, no es el mismo… —Tenten trató de poner una cara seria. —Ah, ¿es así? ¡Me alegro! ¡Bueno entonces, continuaré con mi entrenamiento! —¡¿Con ese atuendo?! Tenten falló al mantener una cara seria. Cuyo estaba ante las payasadas de Lee y Gai, era apenas posible. Ella vio a Lee alejarse corriendo de los campos de entrenamiento con la misma energía con la que había venido. Tenten se estiró y soltó un gemido. Y con eso… —¡Es el kunai personalizado! Ya no tenía más dudas. Tenten estaba muy confiada. ¿Por qué demonios había estado preocupada? Comparado con las mancuernas, su regalo era excelente. Se sintió aliviada. Estaba bien como era, después de todo. —Bien, entonces, vuelta al entrenamiento, entrenamiento~ ¡KA! ¡KA! ¡KA! El relajante sonido de las armas golpeando sus objetivos empezó a sonar de nuevo. Los usuales campos de entrenamiento. Los usuales objetivos. El usual método de entrenamiento. Y sus usuales sentimientos. Esta era la vida diaria de Tenten.

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CAPITULO 3 carne y vapor Las llamas parpadeaban, brillaban y balanceaban de un lado a otro. Me pregunto por qué la gente siempre encuentra tan relajante observar el fuego. Ese curioso pensamiento de repente entró en la cabeza de Nara Shikamaru. Era probablemente algo que había empezado hace generaciones, cuyo la gente estaba aun esperando a que la civilización surgiera. En esos días, el fuego siempre había sido un constante compañero para la gente. El fuego había iluminado sus alrededores y mantenido alejada a la oscuridad. Protegía a la gente tanto del frío como de invasores foráneos. Había sido usado como una señal, para descubrir la localización de tus camaradas, y la forma de volver a casa. Años y años de esas actividades se habían marcado en los genes de la gente, y seguramente habían pasado al propio Shikamaru. Por eso, sentado ante las cálidas llamas, sintió un sentimiento calmante. Ese sentimiento fue pasado como la 'Voluntad de fuego' de Konoha. De padres a hijos. De hijos a nietos. De profesor a estudiante. De amigo a amigo. Tus sentimientos estaban atados a otros. Conectados. Quizás esa Voluntad de Fuego había empezado como una pequeña llama que nadie podía evitar fácilmente. Pero no había desaparecido. Incluso ahora, aun estaba siendo pasado, de persona a persona, y aun ardía brillante. Eran esas conexiones entre generaciones que hacian el fuego tan relajante. No importa cuanto tiempo pasase, cada célula en el cuerpo de Shikamaru estaba marcado con los recuerdos de esos que habían estado antes que él, y descubrió la comodidad del fuego. La gente usaría el fuego para cocinar y sentarse a su alrededor, mirando en las llamas cuyo comían. Antes de que se dieran cuenta de lo que está pasando, ya se han reunido en grupos de gente amada. De vuelta a entonces, y ahora, esa era una visión que nunca cambió. De hecho, en este momento, Shikamaru estaba sentado ante el cálido fuego y comiendo carne con su mejor amigo, Akimichi Chouji. Charla. Risas. El sonido de la mesa tambalearse. Es más, el sonido de la carne cuyo se cocina. Yakiniku Q. Era el lugar usual para Shikamaru y el resto. Cuyo iba a restaurantes de barbacoa como este, la gente usualmente esperaría que se reuniera a la noche, y no con todo este ajetreo diurno. Yakiniku Q era una excepción, siempre a rebosar de gente durante día y noche. Su carne era barata, y sobre esa gran calidad, el restaurante era muy popular. Y eso significa que ahora mismo, en esta hora de la comida, Yakiniku Q no era diferente de un campo de batalla. Pedidos salían de cada mesa, llamadas por cerveza o té oolong o utensilios eran recibidas por los apurados empleados del restaurante. Iban corriendo por la tienda, yendo por todos los clientes en una carrera. El lugar era un caos.

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Shikamaru estaba observando el frenético estado de los empleados por la cornisa de su ojo cuando puso un único trozo de carne en la parrilla. El profundo color rojo de la carne casi parecía brillar, la grasa brillando como una perla. Prueba de que estaba fresco. El sonido del chisporroteo mezclado con el olor delicioso flotando a través del restaurante. Shikamaru y Chouji habían decidido almorzar aquí en el lugar habitual. La decisión en sí misma había ocurrido hace un tiempo. Shikamaru había salido a hacer algunas compras y chocó con Chouji en medio de la carretera. Habían llegado a hablar. Entonces Chouji dijo: —Está a punto de ser hora del almuerzo de todos modos, así que ¿qué hay de comer algo de carne juntos? Y aquí estaban, en su lugar habitual de Yakiniku Q. Shikamaru había entrado en la tienda con la intención de detenerse brevemente, como se haría en una tienda de té, pero Chouji siempre hacía esto. —¡Un poco de carne! —Había dicho... ¡como si tal! Chouji nunca se sentaba sin la intención de dedicarse a comer todo lo que podía. El pedazo de carne de Shikamaru en la parrilla estaba empezando a ser agradable y jugoso. Extendió la mano con sus palillos y lo volteó. La parte inferior había sido asado por la parrilla. Si la carne fuera asada por mucho tiempo, también sería difícil. Tienes que mantener un reloj cuidadoso para asegurarse de que no se sobre-cocinase. A la mayoría de la gente le gustaba cocinar la carne durante un período de tiempo decidido por el instinto, pero un estudio reciente había concluido que la gente por lo general terminaba cocinando su carne por mucho tiempo. ... O al menos, eso era lo que Chouji había dicho a Shikamaru mientras hablaban. El propio Chouji, justo en medio de su crítica a aquellos sobre-cocineros, comió un trozo de carne de la parrilla que no parecía ni siquiera cocinado todavía. Chouji tenía tendencia a comer carne cuando estaba aún cerca de su punto. Shikamaru pensó que era mejor asar la carne un poco más. Su pieza en la parrilla parecía que estaba lista para comer. Justo cuando Shikamaru extendió la mano con sus palillos, su carne fue arrebatada ante sus propios ojos. Chouji. Había agarrado la pieza y se la metió en la boca con un gran sonido. —Esa era… mi carne… —¿Huh? Ohhhh, lo siento, Shikamaru. Vi que ya estaba listo para comer, y antes de darme cuenta, mi mano solo… —Chouji parecía disculparse cuando se dio cuenta de que robó el trozo equivocado de carne. —Ah bueno, está bien. Hay más carne para comer, después de todo. Dicho eso, Shikamaru puso otro pedazo de carne en la en la parrilla. Se volvió hacia Chouji con una amplia sonrisa y dijo: —Después de todo, es mejor comerlo que dejarlo que se queme, ¿cierto? Chouji sonrió en respuesta a su amigo, y entonces se volvió a centrar en mascar la carne en su boca, añadiendo algo de arroz también. —Esta carne es realmente buena. —Murmulló mientras mascaba. Shikamaru se le quedó mirando, preguntándose si Chouji había notado la pérdida de tiempo de ese comentario. —Cocinar con una parrilla a carbón es muy difícil para los aficionados. —Continuó Chouji—. Entonces, cuando se trata de cocinar y comer un montón de carne al mismo tiempo, las parrillas de gas son las mejores. Realmente eligieron un gran método para cocinar buena carne.

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Yup, Chouji era felizmente ignorante. Su comentario había sido sobre el método de cocinar de carne para que esta fuera buena. Mientras Chouji hablaba, él seguía tomando más arroz, también. Oh, hombre, a este ritmo el cuenco iba a estar vacío en poco tiempo. Shikamaru de alguna manera consiguió abatir a un trabajador de restaurante en el caos y pedir otra porción de arroz. La cosa sobre el apetito enorme de Chouji era tal que se sentía agradable verlo comer. Verlo comer de alguna manera hizo que Shikamaru se sintiera lleno también, aunque no había comido tanto, e incluso consiguió que su propia carne fuese robada ante sus narices. Era por esto que Shikamaru de alguna manera siempre se encontraba innecesariamente entrometiéndose para asegurarse de que Chouji comiera bien. Al final, empujó el segundo pedazo de carne que había puesto en la parrilla hacia Chouji también. Chouji sostuvo sus palillos con una habilidad aterradora, y la carne desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Uno por uno, filas de carne apenas cocida desaparecieron en el interior de la boca de Chouji. Chouji parecía increíblemente feliz después de comer tanta carne. Además de eso, de alguna manera había empezado a parecer digno mientras comía. Carne, arroz, carne, arroz, carne, arroz, carne, carne, carne... Chouji siguió comiendo sin parar, y mientras Shikamaru observaba el espectáculo, concluyó que la nueva impresión de dignidad era a causa de la perilla de Chouji. Últimamente, la apariencia general de Chouji había cambiado un poco. Lo primero que atrapó los ojos de la gente cuando lo miraban era la perilla. No era ridículamente larga, pero la mantenía bien corta y mantenida. Eso era todo. El pelo de Chouji había sido cortado un poco más también, y barrido cuidadosamente hacia atrás. Le daba a su aspecto general un aspecto limpio, ordenado, y compuesto. No había duda de ello. Era la perilla. Cuando tenía eso junto con su pelo y las otras diferencias en su apariencia, Chouji parecía un adulto respetado, incluso para Shikamaru, que lo conocía desde hacía años. Por eso había una nueva dignidad en cómo Chouji lucía cuando comía también. —Tal vez debería dejarme crecer perilla también... —Murmuró Shikamaru mientras se apoyaba contra el respaldo de su silla. —¿Eh? ¿Por qué quieres hacer eso? —Chouji levantó momentáneamente la vista de su frenética comida. Por mucho que parecía que se había perdido en su comida, Chouji siempre escuchaba atentamente cuando Shikamaru estaba hablando. Shikamaru reconoció ese hecho, y siguió hablando, —Al igual que tú, parece que no he cambiado en absoluto desde que era niño, ¿no? —Dijo Shikamaru, tocando la cola de caballo en la parte superior de su cabeza. Shikamaru siempre había mantenido su pelo así desde que era niño. Era una cola de caballo sencilla, con el pelo largo recogido y atado encima de su cabeza. Había estado decidido a mantener su pelo así o cualquier otra cosa. Era sólo que para alguien tan inherentemente perezoso como Shikamaru, esta era la manera más fácil de tratar con su pelo. Si tuviera que decir que estaba determinado a cualquier cosa, era probable que estuviera decidido a mantener su cabello tan cómodo como le fuera posible. Pero, era como si estuviera decidido a luchar por mantener las cosas fáciles hasta el final o algo así. Así que en realidad no se podía decir que era porque él estaba decidido a que las cosas fueran fáciles, tampoco. Simplemente resultó así porque no le importaba. Shikamaru no despreciaba a la gente que se esforzaba por cambiar la forma en que se veían, del tipo que se esforzaba tanto en escoger cuidadosamente su ropa o así. Pensaba que la mejor clase de ropa era aquella que se podía usar descuidadamente en cualquier lugar, en cualquier momento, del tipo que le permiten observar cómodamente las nubes o dormir una siesta.

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Cuando él era un niño, Shikamaru solía pensar: "Si pudiera, me gustaría pasar todos los días simplemente sentado frente al fuego y viendo las llamas". Un chico así era claramente distinto de los que se preocupaban por lo que el mundo o la sociedad en general pensaba de ellos. Por lo tanto, era sorprendente que no se preocupara por su pelo o su ropa. Pero viendo a su mejor amigo de tantos años de repente parecido a un adulto digno le dio a Shikamaru algo en qué pensar. Shikamaru se había hecho chuunin a una edad muy joven, y similarmente consiguió implicarse en muchos trabajos con la administración de la villa. Por ejemplo, había sido nombrado examinador supervisor de los exámenes de chuunin, lo que le obligaba a asistir a muchas reuniones sobre ellos, de forma intermitente; en cada una de esas reuniones había estado naturalmente rodeado por la gente que era mayor que él. Desde que se encontró encargado de tareas como esa, Shikamaru a menudo se encontraba pensando: "Mira esto como un adulto" o "Compórtate como un adulto" o "Tienes que ser firme en tu actitud como un adulto debería'. Shikamaru ya poseía todas las posibles características asociadas con "comportarse como un adulto", pero en este momento se le había ocurrido de repente compararse: no había cambiado un poco en apariencia desde que era joven, a diferencia del Chouji maduro que veía ante él. Y eso había resultado en el comentario de Shikamaru acerca de cómo conseguir una perilla. —La gente siempre me dice que "no has cambiado nada" cuando me ven... —Shikamaru gruñó en queja, todavía comiendo. Chouji miró hacia arriba y inclinó la cabeza confundido. —-Pero, cuando dicen eso, probablemente se refieren a tu pelo ¿cierto? —Chouji hizo una pausa, mirando hacia su plato vacío—. ¡Ah, obachan, una porción más por favor! —Después de pedir su orden, Chouji se secó la boca y miró a Shikamaru—. Si me preguntas, has cambiado mucho desde los viejos tiempos. —¿De verdad? —Preguntó Shikamaru—. ¿Parezco un adulto? —Tal vez sea porque has ido a tantas reuniones importantes de la Unión Shinobi. En comparación con el viejo tú, tu cara ha cambiado realmente. Creo que te ves mucho más firme y capaz ahora. Yo soy el que lo dice, así que no puedo estar equivocado. —Chouji le había dado un gran sello de aprobación. —Ah, ahora que lo mencionas, mucha gente me dice que me parezco a mi viejo. —Tal vez Shikamaru no lo había notado porque veía su rostro en el espejo todos los días. Pero aún no podía evitar pensar que si tuviera una perilla se vería un poco más digno... Shikamaru puso una mano sobre su barbilla afeitada y siguió pensando en el asunto. Mientras lo hacía, la porción ordenada de Chouji apareció. Estaba un plato enorme, pero la mayoría de la gente se sorprendería al oír que era para dos. Olvídate de dos, era una porción apenas bastante para Chouji. Eso suele sorprender a la gente también. Pero, tanto los trabajadores y clientes regulares de aquí estaban acostumbrados a los hábitos alimenticios de Chouji por ahora, por lo que nadie se sorprendería. —Cuando todos vinimos aquí por primera vez, pedimos este gran servicio también, ¿no…? —Los pensamientos de Shikamaru regresaron a la vez poco después de que se convirtiera en genin. Su equipo vino aquí a celebrar cuando su primera misión terminó sin incidentes. Y después de eso, después de acabar cada misión, a menudo venían a este restaurante. Los cuatro comerían en esta misma mesa, y Shikamaru se sentaría en este sitio.

~~~~~ Chouji estaba siendo gritado por su compañera de equipo Ino.

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—¡¿Hey?! —Ella gritó—. ¡Chouji, te comiste mi carne! —Cállate… —Shikamaru gruñó por el fuerte ruido que ella estaba haciendo. Fue un error. Ino inmediatamente se giró para mirarle. —¿Qué quieres decir con 'cállate'? ¡Es mi carne! Entonces ¿estás diciendo que vas a cocinar la carne? Ahora se había convertido en el objetivo. Esto era indignante. —¿Qué es esto? —Shikamaru se quejó tras respirar, poniendo la carne en la parrilla—. ¿Por qué soy el único que tiene que cocinar todo de nuevo? Ugh, que rollo... —¿Por qué las mujeres en general son tan molestas? Shikamaru pensó sobre el asunto cuando giró la carne. Para empezar, estaba la mujer más cercana a él: su madre. Ella era más molesta que una mujer normal, de una manera anormal. ¿Qué demonios había hecho que ese viejo se fijase en una mujer tan temible y pensase ‘Voy a casarme con ella’? Shikamaru en absoluto podía entenderlot. —Esto debería ser suficiente, ¿cierto? La carne estaba cocinada. Ante el comentario de Shikamaru, Ino tomó uno con sus palillos, con un aire de satisfacción a su alrededor. Pero la carne de repente desapareció. No era un fenómeno sobrenatural. Era Chouji. Ino arrojó sus palillos y empezó a gritar: —¡A propósito, ¿cierto?! —Rugió—. ¡Estás haciéndolo a propósito! —Huh- Yo solo... vi la carne, así que… —Chouji tartamudeó. —¡No pienses que te librarás con esos comentarios vagos! Ino agarró a Chouji por el cuello, aun gritando. Desconcertado como estaba, Chouji todavía no soltaba su plato o palillos. Shikamaru gruñó que iba a terminar de asar la carne de nuevo de todos modos, y comenzó a poner más carne en la parrilla. Era la usual escena para su equipo. Y entonces… había una persona que observaba felizmente a a los tres. Asuma.

~~~~~

Shikamaru volvió al presente, y miró al lugar en el que Asuma solía sentarse. Shikamaru, Chouji, Ino y Asuma. Los cuatro solían venir a este restaurante tras cada misión, y rodear esta mesa. En el pasado, Shikamaru había pensado que la vida continuaría así. Había sido absurdo imaginar a todo el mundo en un bucle constante de juventud, pero de alguna manera el yo pasado de Shikamaru había pensado de esa manera. No había sido capaz de imaginar cómo sería cuando creciera. Pero, a pesar de todo eso, el tiempo había pasado. Ino se había vuelto más femenina. El apetito de Chouji no había cambiado, pero le había crecido la barba. Hasta Shikamaru había cambiado antes de darse cuenta. Y Asuma... ya no estaba aquí. Los cuatro no podían estar juntos de nuevo. Este restaurante, este asiento, todo estaba profundamente teñido con los recuerdos de aquellos tiempos felices a los que Shikamaru no podía volver. Era porque no quería olvidar esos recuerdos que Shikamaru seguía pasando por el restaurante, incluso ahora. Cuando Shikamaru estaba rodeado por la familiar fragancia de la carne cocinada, podía caer en la alucinación donde el mismo olor a tabaco estaba colgando también.

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Asuma había sido un adulto. Su perilla siempre había olido a tabaco por todos sus innumerables cigarrillos. No importaba la situación, siempre había estado tranquilo. Tranquilo y sereno. Asuma había viajado muchos cuando era joven, por lo que tenía muchos conocimientos, y su habilidad como shinobi era aún mayor. Era como un padre y un hermano mayor. Siempre invitaba a Shikamaru y al equipo a carne. Pensándolo bien, siempre se había puesto pálido lentamente ante el voraz apetito de Chouji, y buscaba frenéticamente en su cartera para asegurarse de que tenía suficiente. Ahora, Shikamaru y el resto pagaban sus comidas con sus propias carteras, con el dinero que habían ganado por sí mismos. Shikamaru se preguntó si había sido capaz de convertirse en un adulto que era un poco como Asuma. Shikamaru también le enseñó el menú, volteando las páginas y calculando cuánto iba a aportar la factura de Chouji. También sería caro invitarlo. Si dividían la cuenta, podía permitírselo cómodamente. Oh hombre, debo comer un poco más mientras puedo... Shikamaru miró la feroz velocidad de comer de Chouji, y buscó algo de su propia carne. —... Chomp, chomp, chomp... ¡Obachan, otra porción! —Gritó Chouji, su boca llena de chomp- no, er, carne de res. Chouji finalmente dejó de comer, al menos por el momento. Parecía satisfecho, tragando una taza de té oolong de una sola vez. Cuando estuvo seguro de que Chouji había empezado a respirar de nuevo, Shikamaru habló. —Entonces, de lo que estábamos hablando antes, ¿qué vas a hacer? —¿Huh? ¿Postre? Nunca hablamos de postre, Chouji. —... Acerca del regalo de bodas de Naruto e Hinata. —Ohh, sí, eso. Shikamaru suspiró. ¿Lo había olvidado Chouji? En primer lugar, Shikamaru había salido a la calle con la intención de comprar un regalo de bodas. Había tropezado con Chouji por casualidad, y habían llegado a hablar de lo que debían dar. Shikamaru estaba todavía indeciso sobre lo que daría como regalo. Después de todo, tenía que pensar en algo con lo que Naruto e Hinata estarían felices, y estaba muy en blanco. Era apenas un inexperto en los regalo de bodas, era un extraño en la práctica de dar regalos en general. En ese caso, sería mejor para él hablar con alguien que no descuidara las frivolidades sociales como esa. Y mientras él estaba en ello, sería mejor escuchar la opinión de una mujer. Así, Shikamaru había ido a visitar a Ino. Flores Yamanaka. Ese era el nombre de la tienda que la familia de Ino llevaba. Cuando Shikamaru fue a hablar con ella sobre el asunto, Ino inmediatamente comenzó a jactarse de que ya había decidido su regalo. Como es de esperar de Ino. Estaba muy bien informada cuando se trataba de las últimas tendencias y modas. Como se esperaba de un compañero de mi equipo, Shikamaru pensó, y se sintió aliviado. —Si ese es el caso, entonces estaría bien si compro algo de la misma tienda que tú. —Le dijo a Ino—. ¿Puedes decirme dónde está? —¿Eh? No puedes copiar la tienda. Olvídalo.

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Y así, incluso aunque eran compañeros que se habían enfrentado a batallas letales juntos, Shikamaru fue inmediatamente abandonado. Después de eso… —Me rindo… —Shikamaru había gruñido cuando vagabundeó de tienda en tienda. Había tropezado con Chouji en una de las intersecciones, y se encontró donde estaba ahora, en el Yakiniku Q. Pero aparentemente Chouji había olvidado toda la historia en su carne-manía. Incluso ahora, estaba comiendo un helado. ¿Cuándo pidió Chouji helado? Shikamaru ni siquiera intentó averiguarlo. Había algunas cosas sobre Chouji que estaban más allá de la comprensión. Honestamente, cuando se trataba de encontrar un regalo de bodas, la opinión de Chouji podría no ser tan confiable como la de Ino. Sin embargo, cuando Shikamaru estaba preocupado por el regalo de bodas, Chouji estaba perfectamente a gusto. —En realidad, he decidido más o menos... —La respuesta de Chouji fue tan inesperada que Shikamaru se levantó en su asiento. —¿De verdad has decidido? ¿Qué? —Sí. —Dijo Chouji, sacando un trozo de papel delgado y rectangular—. Estoy pensando en darles esto. —Chouji deslizó el objeto a través de la mesa, y Shikamaru lo recogió para que no se mojara. —Esto es… Shikamaru no podía creer sus ojos. Este era un boleto de cortesía para una comida a uno de los restaurantes más caros de Randotei en Konoha. —Jóvenes como nosotros no suelen ir a lugares como ese. —Dijo Chouji, con una sonrisa—. Pero ya que es un regalo de bodas, funciona. Era exactamente como dijo Chouji. Este restaurante era extremadamente formal y caro, así que muchos jóvenes adultos no suelen ir allí. Pero un boleto de cortesía para una comida allí, como regalo de bodas, era una cosa brillante. Era una oportunidad para la pareja de ir a algún lugar al que no iban a menudo, y un regalo que ambos disfrutarían. No podría haber otro regalo de bodas tan pensativo como este. Pero mientras que podría haber sido un regalo de bodas increíble, ¿cómo podría Chouji dejar tan fácilmente una comida, y una de clase alta en eso? —Chouji, ¿eres realmente el mismo tipo que yo conocía...? Realmente te has vuelto mucho más adulto de lo que me había dado cuenta. Shikamaru estaba mirando fijamente el elegante billete en su cara, así como en la cara de Chouji mientras comía feliz su helado. Estaba atónito. Chouji continuó comiendo su helado sin darse cuenta de que su amigo lo estaba mirando. Muy pronto, había empezado un segundo plato. —Plus, llegó en buen momento. —Dijo Chouji mientras lamía—. Esa comida para tres... Al principio, Shikamaru no entendió el significado detrás de lo que Chouji había dicho. Un momento pasó, y la comprensión surgió. El sudor apareció en la frente de Shikamaru. —No podrías... —Shikamaru preguntó, sintiéndose sorprendido por una razón completamente diferente—. ¿No irás a... comer con ellos...? Chouji levantó la vista de su helado con una gran risa. —De ninguna manera. Incluso si soy yo, no voy a entrometerme en una comida entre dos recién casados. —Bi-bien... Sí, eso sería...

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—Voy a pedir un favor al dueño, y comer en una mesa separada. —… ¿En serio? Sin pensarlo, Shikamaru alzó la vista hacia el techo. El ventilador de techo estaba girando sin parar como siempre. El ventilador de techo continuó girando en silencio. Chouji continuó tranquilo pero determinado comiendo su helado. Pronto, la hora del almuerzo ya había pasado, y los clientes en el restaurante escaseaban. La paz había regresado de nuevo a Yakiniku Q. Escuchando el débil sonido del ventilador de techo que giraba en la tienda ahora tranquila, Shikamaru continuó preocupándose por sí mismo. Una comida de alta clase de cortesía. Eso era el regalo que Chouji había preparado. Definitivamente no tenía ningún lado malo. Pero... si bien podría no haber tenido su lado malo, ¿por qué demonios era para tres personas? Ese restaurante Randotei debería haber pensado en la frecuencia con la que las parejas querrían ir y estar solos, amantes sin interrupciones. ¿Tenía ese Randotei algún sentido? Si eran tres personas, ¡por supuesto Chouji terminaría...! Shikamaru criticó interiormente las políticas de un restaurante en el que nunca había estado con una mirada amarga en su rostro. Su mente imaginó a Naruto e Hinata con un vestido elegante para la ocasión infrecuente de comer en un restaurante de clase alta del Randotei. Y... y en el asiento detrás de ellos. Chouji. Ordenando una segunda porción de su comida mientras él los vigilaba atentamente. ... ¿Realmente funcionaría bien...? No, ahora, Chouji estaba bien como estaba. En cierto modo, era un regalo muy de Chouji. En este momento, el mayor problema era el propio Shikamaru, que aún no había pensado en nada. Tenía que dedicar su proceso de pensamiento a llegar a algo. Shikamaru se enderezó en su asiento y silenciosamente cerró los ojos. Cada vez que Shikamaru pensaba profundamente en algo -por ejemplo, en su siguiente jugada de shougi o en una estrategia complicada en medio de una misión- tenía la costumbre de sentarse de una manera determinada cuando pensaba. No trató deliberadamente de ponerse en esa posición. Sucedió naturalmente. Era la posición en la que podía pensar mejor. En ese caso, nadie habría esperado que Shikamaru acabara recurriendo a su pose de pensar en medio del Yakiniku Q. Él mismo no había esperado que las cosas llegaran a esto. Shikamaru recogió sus pensamientos dentro de su cabeza. Algo que sería conveniente como regalo de bodas... Varias posibilidades y opciones flotaban en su mente. En primer lugar, sería mejor si el regalo era algo práctico y útil. Aparatos o utensilios de cocina. Un buen regalo sería algo que la pareja no tenía. La vajilla era popular últimamente, ¿no? Los tazones de fuente emparejados para que una pareja usara eran una buena opción posible. Relojes quizás, o un marco para las fotos de la boda, también. Parecían encajar en el estilo. Los regalos que podrían servir como recuerdos felices de su boda eran buenos. Pero también tenían que ser regalos que tuvieran interés para ambos. De cualquier manera, no podía coger el mismo regalo que otra persona. Después de todo, Ino había armado tanto alboroto para que no fuera a por algo de la misma tienda, por lo que conseguir el mismo regalo que alguien era lógicamente malo, si no peor. La boda era pronto, así que ¿tal vez conseguir un gran ramo funcionaría como un regalo? A su manera, era una cosa muy parecida a un regalo de boda.

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Allí estaba también la opción de conseguir comestibles. Ingredientes de alta clase, como pasteles o té, que serían felizmente recibidos, ¿no? Pero eso parecía que terminaría siendo similar al regalo de Chouji de una comida de clase alta. Pero no, honestamente, estaría bien si terminara dándoles un certificado de regalo de algún tipo como Chouji, ¿no? Podría obtener un certificado de regalo en una tienda por departamentos. Sólo tendría que comprar suficientes cosas que le gustasen, y sería fácil elegir las cosas... Pero, ¿cómo compraría lo suficiente para ganar un certificado de regalo...? Dinero... dinero... Shikamaru abrió lentamente sus ojos. Chouji estaba todavía comiendo helado. ¿Qué hacer…? Al final, una palabra había llegado a flotar pragmáticamente en el frente de su mente: dinero. Era un buen ángulo para enfocarse. En lugar de conseguir algo que la pareja pudiera usar, o algo que fuera similar al regalo de otra persona, era mucho mejor darles dinero para gastar en lo que quisieran. Pero, ahí estaba el pensamiento de cómo se vería si cada vez que alguien diera un regalo a Naruto e Hinata, Shikamaru fuera con un "Aquí tenéis" y un sobre de dinero. —Ya que soy yo, entonces ellos probablemente creerán que pensé que comprar un regalo a alguien era un rollo, y rsolví en dar dinero por la pereza, ¿no…? Estaba preocupado por esa posibilidad. En realidad, era como si nadie pensara en tal cosa. Pero honestamente, dar dinero era una increíblemente fastdiosa elección como regalo. Se sentí como si no hubiera sinceridad. —Estaría bien darle dárselo a alguien a quien apenas conozco, pero para ellos… no estaría bien, ¿no? Shikamaru estaba aun preocupándose sin fin. De manera similar, Chouji estaba aun comiendo sin fin. —Has comido un montón. —Shikamaru de repente notó los incontables cuencos de helado apilados ante Chouji—. ¿No sientes frío? —Se siente bien después de comer toda esa calurosa barbacoa. Además, soy la clase de tipo que viajará al País de la Nieve y aun irá a comprar helado para comer. Mi apetito no pierde ante el frío. —Chouji sonrió a su amigo, y cuando acabó su último cuenco, finalmente pareció contenerse— . Gochisousama5. Espera. Espera un minuto. Ahora. Justo ahora, algo brilló en la mente de Shikamaru. —Chouji… ¿qué acabas de decir? —¿Huh? Bueno, dije 'gochisousama'… —No. Antes. Sobre viajar al País de la Nieve. —Ah, sí. Dije que aun comería helado incluso si estaba de viaje al País de la Nieve. Pero, ¿sabes que estaba dando solo un ejemplo? —Eso es. —Shikamaru lucía aliviado cuando señaló a Chouji—. Viajar. Un viaje. Eso es bueno, ¿no? ¡Un viaje para su luna de miel...! Shikamaru y Chouji dejaron el Yakiniku Q sin ningún destino en particular en mente. Iban simplemente caminando sin rumbo. No importaba si tenían un objetivo o no en mente. Shikamaru estaba finalmente libre de sus preocupaciones. —Lo entiendo, vas a regalarles a Hinata y Naruto un viaje de luna de miel, ¿cierto? —Yeah, Chouji. Gracias a ti, finalmente pensé en una buena idea. 5

Gochisousama es una frase dicha tras la comida que básicamente significa: ‘Gracias por la comida’. Es la manera más educada de decir cuando se acaba.

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Ahora, todo lo que Shikamaru tenía que hacer era elegir el destino. Entonces, ir una vez más para asegurarse de que todo era de buena calidad. ¡Ah! Tendría que volver a pedir la opinión de una mujer, ¿no? ¿Dónde podría encontrar a Ino? Según lo que ella había dicho cuando la visitó antes de pensar en un regalo, ella probablemente estaría de camino a comprar su regalo de bodas... Mientras Chouji caminaba, Shikamaru empezó a mirar alrededor de los escaparates. —¿Estás buscando a alguien, Shikamaru? Puedo ayudar. —Sí, necesito oír la opinión de una mujer. Ino lo haría si estuviera a su alrededor. Dicho esto, Konoha era una ciudad enorme. El hecho de que Shikamaru y Chouji hubieran logrado reunirse mientras caminaban sin el mismo destino en mente había sido una gran coincidencia. Si ahora se las arreglaban para chocar con Ino, sería una coincidencia por encima de una coincidencia que el combinado del equipo 10, el Ino-Shika-Chou se reuniera en un solo lugar. Las posibilidades de que chocasen entre sí sin ninguna comunicación antes eran, obviamente, casi cero a ninguno. Incluso si tal reunión casual de amigos hubiera ocurrido en una obra o película ficticia, la audiencia la habría criticado severamente, llamándola una serie de coincidencias imposibles. Justo cuando Shikamaru pensó eso, Chouji soltó un murmullo. —Oh, mira quién está aquí. —¡Estás bromeando! ¿Cierto? —La voz de Shikamaru se elevó a un volumen histérico por su sorpresa. La realidad era de hecho una cosa asombrosa. Las sorprendentes coincidencias que parecían surgir de las novelas, como reunirse al azar con compañeros de equipo, sucedían todo el tiempo. Sin embargo, la visión que saludó a Shikamaru después de soltar su grito de sorpresa fue una coincidencia que iba a aturdirlo aún más. La línea de visión de Shikamaru le tenía mirando la parte de atrás de la cabeza de una mujer. Su cabello no llegaba hasta las rodillas como el de su compañera de equipo. El pelo de esta mujer era un poco corto, amarrado en dos haces. Ella era una persona completamente diferente, y la vista de ella hizo que los ojos de Shikamaru se ensancharan a pesar de sí mismo. La mujer delante de ellos era un jounin del aliado de Konoha, Sunagakure6... Temari. Mucha gente siempre iba y venía de Konoha, no sólo shinobi de otras villas como Temari. Había shinobi llegando para recibir misiones, shinobi regresando de misiones, clientes que daban misiones y una gran variedad más de gente. Allí había un flujo continuo de visitantes que iban y venían. Por supuesto, eso no significaba que sólo una persona pudiera entrar. Aquellos que estaban en las puertas de la villa siempre se mantenían atentos a la gente sospechosa o a objetos peligrosos, inspeccionando a los visitantes que llegaban. Temari, por ejemplo, era un shinobi de otra villa que llevaba un gran tessen en la espalda. Era su arma preferida, un artefacto de guerra que le permitía crear una ráfaga devastadora de viento con un solo giro. Pero aparte del peligro de su arma, Temari era un shinobi de una villa aliada, había habido años de confianza y cooperación entre ella y Konoha, por lo que naturalmente le dieron permiso para traer su tessen dentro de los límites de la villa. También había pasado fácilmente por la entrevista para obtener un pase de visitante, y le había sido emitido uno hace mucho tiempo. Esta misma Temari ahora se dio la vuelta ante el grito sorprendido de Shikamaru, y notó a los dos. Sus ojos se encontraron con los de Shikamaru. 6

Villa Oculta de la Arena.

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—¿Qué? Así que eras tú el que gritaba. ¿Qué estás haciendo? Shikamaru había soltado un grito tan histérico porque se había sorprendido de la coincidencia de Chouji supuestamente encontrando a Ino. Ahora, hacía todo lo posible para responder a la pregunta de Temari en tono sereno, imperturbable, a pesar de que las entrañas de su corazón parecían estar temblando. —O-oh sí. Estábamos comiendo almuerzo y... bueno, aparte de eso, ¿qué haces...? —Voy a dar mis saludos antes de las reuniones del examen a Chuunin. —¿Exámenes a chuunin? Todavía tenemos un camino por recorrer hasta que comiencen, ¿no? —Bueno, podrías decir que este año vamos a tener reuniones sobre las reuniones. —Temari sonrió irónicamente. Tenía muchos deberes problemáticos que llevar a cabo. Temari era la hija de Yondaime Kazekage, y la actual hermana mayor de Godaime Kazekage. Ella era una persona capaz que ayudó a su hermano menor con sus actividades florecientes en la diplomacia con otras villas. Como hoy, iría casualmente a Konoha a participar en las reuniones de planificación de los Exámenes a Chuunin. Shikamaru se acercó un poco más a Chouji para que Temari no oyera, y siseó en su oído. —¡Oi, Chouji! ¿Por qué dijiste 'mira quién está aquí'? Pensé que era definitivamente Ino así que terminé... —Pero dijiste que necesitabas la opinión de una mujer, así que no es ninguna diferencia, ¿cierto...? —E-eso es técnicamente cierto, pero... —Shikamaru miró hacia atrás a Temari. Temari era el mejor viento de Sunagakure. No, ella era probablemente el mejor usuario del viento en el mundo entero de shinobi, o si no, el segundo. Ella se puso en pie por sus logros en diplomacia y crió a shinobi en áreas no combatientes, pero su personalidad era militante. Ella era audaz en el corazón, y generalmente adecuada para el campo de batalla con su actitud beligerante. Era probable porque su personalidad era así que ella se alzó tan bien en política, pero ¿realmente sería aceptable preguntar a Temari, una mujer que despertaba un vendaval tras vendaval para acabar con enemigos en el campo de batalla, su opinión en una luna de miel para Naruto e Hinata? Su personalidad era completamente diferente a la de Hinata. Temari era fuertemente querida y constantemente cuidaba de los demás, y ambas cualidades la hicieron el mismo tipo de mujer que la madre de Shikamaru. Era probable que pensara en algo que alguien como Hinata quisiera. A este aspecto, la personalidad de Ino era diferente de la Hinata. Pero, Ino había sido compañera de clase de Naruto e Hinata desde la infancia, por lo que la consulta con ella parecía más fácil. Ino probablemente daría con gusto una consulta sobre la luna de miel de Naruto e Hinata. Ella era del tipo para señalar todas las últimas tendencias y todos. Pero la reacción de Temari al hacerle la consulta era algo que Shikamaru no podía imaginar. —¿Qué, una luna de miel? —Temari dijo con desprecio, sus ojos perdieron su calor—. ¿Estás seguro de preguntarme algo tan trivial? Esa era la única reacción que estaba llegando a la mente de Shikamaru. —¿Por qué estás mirando a escondidas? —Temari tenía una expresión de duda en su rostro—. Pareces sospechoso. Rápidamente tuvo que reparar de algún modo la situación pero—Shikamaru quiere preguntarte algo. —Pero Chouji actuó primero. —Bien... tú... —Shikamaru se puso nervioso cuando Temari volvió su mirada hacia él.

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No podría decir algo así como: "Sería irrazonable para mí si te pregunto sobre la planificación de una luna de miel, ¿cierto?". No había elección salvo ser franco. —Bueno, esto, quiero decir... —Siguió tartamudeando. Por alguna razón, se había puesto tenso. Shikamaru se sentía extrañamente avergonzado. Ni siquiera podía mirar a Temari a los ojos. Finalmente, dejó escapar: —... He estado pensando en ello, pero, para una luna de miel, ¿dónde crees que es bueno? —¿Eh? —Temari dejó escapar un sonido increíblemente aturdido. —¿Qué? —Asombrado ante su reacción, Shikamaru podía mirarla a la cara ahora, mirando. —¡¿Tú- que- lu-luna de miel...?! Temari no lo miraba. Mira, había estado bien después de todo, preguntárselo era grosero. Por supuesto, Temari estaría preocupada si él le pidiera que ayudara a recoger el regalo de boda de Naruto e Hinata. Incluso Shikamaru había estado teniendo problemas con él, y él era su compañero de clase... —Ugh, Chouji, no deberías haberte entrometido. —Shikamaru miró al hombre con varios comentarios a regañadientes en su lengua. Chouji fingió no darse cuenta y apartó la mirada para mirar un escaparate. Mientras miraba desagradablemente hacia el hombre, Shikamaru intentó cambiar la situación. El resultado final fue que el daño ya estaba hecho, por lo que también podría escuchar su opinión. —Lo siento. —Shikamaru se disculpó—. Sé que es inesperado, pero quiero oír tus pensamientos. —¿Por qué me preguntas eso? —Temari parecía increíblemente desconcertada y nerviosa. Estaba perfectamente subestimable. —Bueno, supongo que porque pensé que sería mejor... Bien, él no podía decir 'nadie lo haría a menos que fuera una mujer' cuando parecía que ella estaba considerando seriamente. Eso sería increíblemente grosero. Incluso Shikamaru lo sabía. —Preguntar sería lo mejor... —Repitió. Por alguna razón, Temari estaba mirando hacia abajo y inquieta. Shikamaru estaba convencido de que era porque estaba preocupada por la pregunta. Esto no era bueno. A este ritmo, no habría progreso. Sería mejor ofrecer su opinión primero. —Creo que sería bueno relajarse en una posada de aguas termales, pero ¿qué te parece? ¿No suena demasiado anticuado? —Yo... me parece bien... —Está bien, genial. Me alegro. Una posada junto a las aguas termales con buena comida es lo mejor, ¿eh? Temari había aprobado su idea. Shikamaru podía sentir toda su preocupación agotarse. Había estado preocupado toda la mañana, y ahora finalmente dio una sonrisa aliviada. Sería un buen regalo de boda para Naruto e Hinata. Temari, por el contrario, parecía que su compostura había sido perturbada. —No me digas que todavía tienes que ocuparte de algún asunto... —Preguntó. Eso era probable. Temari había venido aquí por negocios después de todo. Probablemente estaba preocupada porque él la había mantenido ocupada con esta consulta. —Ah, no, estoy lista por hoy... estaba a punto de irme a casa. —¿…?

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Ella no tenía ninguna obligación que cargar, pero estaba inquieta. Shikamaru ladeó su cabeza, confuso por su respuesta. Temari estaba actuando rara hoy. ¿Qué podría causarlo…? —Sería mejor comprobar algunos hoteles más tarde, ¿cierto? —Chouji sugirió, y Shikamaru se hundió en sus pensamientos para concentrarse de nuevo en el problema del regalo. —Es cierto. —Shikamaru asintió—. Sería mejor ir y mirad tan pronto como sea posible. —Aun es bastante temprano, así que incluso hoy podemos, ¿cierto? —Yeah. Porbablemente sea lo mejor. —Entonces —Chouji dijo—, voy a comer algunas castañas duces, así que deberías ir vosotros. —¡¿Eh?! —Shikamaru y Temari exclamaron al mismo tiempo. Enrojecido, Shikamaru miró a su amigo. —¡Cho-Chouji…! ¡¿Qué quieres decir con que no vendrás con-?! —Mmm, lo siento, Shikamaru. Tengo que comer el postre después de comer. —¡Solo comes! —Tengo una habitación separada para el postre. —¡Te estoy diciendo que solo comes postres! Mientras seguían intercambiando respuestas, Shikamaru miró a Temari. Ella estaba probablemente enojada con el repentino comportamiento egoísta de Chouji, porque su rostro estaba lentamente tornándose rojo brillante. —Oi, oi, oi, este no es momento para bromas. Chouji, cambia de opinión. Las mujeres no deben enojarse, siempre terminará convirtiéndose en una situación problemática, ¡aprendí eso cuando yo era un niño! —Shikamaru estaba tratando desesperadamente de comunicar estas súplicas con sus ojos, pero Chouji no cambiaría de opinión. —Estás buscando por una de miel, así que sería mejor que vosotros dos os fuerais. —Chouji dijo algo así con una amplia sonrisa. También era razonable para Shikamaru argumentar en contra. Todos estarían de acuerdo en que tuviera más sentido que un hombre y una mujer fueran a ver una posada antes, en lugar de dos hombres. De esa manera, tienes el punto de vista de la novia y del novio. Pero, en este momento, con Temari reaccionando de manera que Shikamaru no entendía, y su rostro rojo brillante con lo que tenía que ser rabia, ir solo con ella sería... Shikamaru sintió que su rostro se desbordaba de color. —Bueno, ya os veré más tarde. —Dijo Chouji, empezando a caminar—. Me voy. —Ah... —Para cuando Shikamaru pudiera hacer un sonido, era también tarde. Chouji se limitó a echar un vistazo sobre su hombro a su amigo, e hizo un gesto de acuerdo entre la multitud. Shikamaru se había quedado completamente inmóvil. —¿Por qué Chouji ...? ¿Por qué querías comer castañas...? Aunque comiste mucho helado, ¿por qué...? ¿Tu estómago no tiene fin...? —Aquellos eran los pensamientos que fluían a través de su mente entumecida y aturdida. Aunque las calles de Konoha estaban siempre llenas de actividad, el lugar donde Shikamaru y Temari estaban parecía extrañamente inactivo. Era casi como si tuvieran una barrera a su alrededor. Ambos estaban envueltos en un denso silencio. Shikamaru también estaba asustado de mirar a Temari a los ojos. Su boca se movió a pesar de sí mismo.

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—¿Cómo debería... qué quieres hacer...? —Esas fueron las palabras que salieron de su boca. Soy un idiota. Pero, sólo... Shikamaru sintió un abrupto tirón en la manga. —... Podemos ir. —Temari dijo en voz baja, sin mirarlo. —¿Cómo acabó así la atmósfera? En poco tiempo, Shikamaru y Temari había ido a donde estaba la zona de aguas termales de Konoha. Por el camino no hablaron mucho. Shikamaru había tratado de hablar en voz baja para ver cómo reaccionaría, pero las respuestas de Temari habían sido cortas, y la inquietante atmósfera entre ellos había continuado. —¿Por qué hay una tensión tan desconcertante...? Shikamaru apartó los ojos para mirar hacia el futuro, de modo que no se encontró con la cazadoraNo, con los ojos de Temari, sintiendo sudor en su frente. Trató de analizar con objetividad la situación. Para empezar, no era inusual que él y Temari estar solos juntos. Más bien, era común. En el pasado, él la había guiado por la villa, y habían ido a reuniones para trabajar juntos. Allí estaba incluso el hecho de que él había dejado su comportamiento habitual y le pidió una cita. Bueno, él dijo cita, pero al final habían hecho lo que siempre hacían; hablar de cosas ligeras, y lo siguiente que sabía era que terminaron hablando de trabajo sin que él se diera cuenta. 7 Pero, en ese momento, las cosas no estaban tan tensas como ahora. Lejos de ello, todo el día de su cita no había sido malo en absoluto. A pesar de todo eso, ¿por qué las cosas estaban tan tensas hoy? ¿Por qué la atmósfera se sentía tan tensa? ¿Por qué Temari no hablaba con él? Shikamaru, desesperado, golpeó su cerebro para lograr las respuestas. La causa más probable era que en el fondo, Temari estaba harta de ser arrastrada a un asunto problemático. Le había incitado sus planes para el resto del día, y después de decir que no tenía ninguno, no había habido manera de que ella se negara cortésmente a venir, así que ahora estaba irritada por el problema que tuvo que pasar. Por eso las cosas eran diferentes hoy. Por eso no estaba hablando mucho. Pero, si miramos la raíz, esto era culpa de Chouji. Chouji y su estómago repentino, su inexplicado deseo de castañas. Y, además, era culpa de Chouji por plantear la sugerencia de "sería mejor que fueráis vosotros dos juntos" y desaparecer. Si no hubiera hecho eso, en este momento él y Shikamaru, o simplemente el propio Shikamaru, habría estado comprobando en una posada aleatoria. —Nunca había pensado que las cosas saldrían así viniendo aquí con Temari... Era un giro de los acontecimientos que él nunca habría podido imaginar que sucediera esta mañana. Nunca había pensado que comería yakiniku8 con Chouji, ni que se toparía con Temari, y acabaría en esta situación. Podría haber estado diciendo acerca de cómo un 'shinobi debería mirar por debajo de la parte inferior', pero esto era algo que nadie podría haber visto venir. Bueno, el mundo estaba más allá de la predicción. Mientras Shikamaru meditaba, él y Temari cruzaron un puente de madera. Allí estaba un río que fluía debajo de él, con una capa ligera de vapor que se alzaba de él. Era el río de una fuente 7

Una nota lingüística extra porque es difícil expresar las connotaciones en inglés. Curiosamente, el "natte shimau" aquí expresa que Shikamaru estaba frustrado consigo mismo por dejar que el tema se volviera al trabajo. Parece que se culpa a sí mismo por no haber hecho la cita adecuada. 8

Carne a la parrilla.

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termal. Había un olor ligeramente empalagoso en el agua, de un tipo similar a los huevos. Era el sulfuro de manorógeno que se mezclaba con las aguas termales. La fuente estaba el cinturón volcánico sobre el que Konoha estaba ubicado encima. Una buena cantidad de fuentes termales estaban presentes en esta área, tanto que en los viejos tiempos las aguas termales se habían conocido como área curativa. Ahora era un punto caliente turístico para atraer la gente de dentro y fuera de la villa. Ellos pasaron a un montón de turistas. La mayoría de los turistas usualmente se vestían con yukata, con zuecos de madera o con suela de cuero, y ropa que tenía el nombre de la posada o instituto en el que se alojaban. Ese parecía ser el código de vestimenta general de la ciudad. Estaba bien para visitar las aguas termales, o simplemente caminar alrededor. Salud y entretenimiento. La ciudad obviamente se había desarrollado combinando esas dos cosas, y muchas otras cosas aparte de las posadas se podían encontrar. Restaurantes, centros de juegos, tiendas de recuerdos y varias otras tiendas estaban alineados alrededor. El otro lado agradable de esta ciudad sería simplemente caminar y visitarlos todos. Shikamaru y Temari habían pasado por muchas de esas tiendas. La mayoría de los escaparates tenían cestas de mimbre donde las albóndigas que habían sido cocidas con el vapor de las aguas termales estaban en filas. Las tiendas de recuerdos tenían tarjetas postales y tallas de madera dirigidas a los turistas, junto con artículos de shinobi. Aquí y allí se podían ver las bolsas y las botellas que estaban rellenas con depósitos de minerales de agua termal también. Las aguas termales eran una verdadera fuente valiosa de ingresos para la ciudad. Shikamaru estaba buscando una posada para salir de en medio de todos los establecimientos. El sol ya se estaba poniendo en el oeste, y en poco tiempo, la noche había caído. Las linternas en frente de las tiendas y los edificios comenzaron a encenderse, una por una. Sus luces eran las únicas iluminaciones en la ciudad después de que la oscuridad había caído, y la vista de todas esas linternas brillantemente encendidas en medio de la oscuridad y los mechones de vapor que envolvían la ciudad eran bastante impresionantes. —Luce increíble… —Temari murmuró. —Yeah… —Shikamaru asintió tranquilamente. Entonces, se grió hacia ella—… Hey, nos tomamos la molestia de venir aquí, así que ¿qué tal si vamos a tiendas de la ciudad? Temari había hablado finalmente de su propia voluntad cuando había comentado el paisaje. El hermoso paisaje de la ciudad parecía haber aliviado la tensión, y Shikamaru quería aprovecharse de eso. Se habían tomado la molestia de venir aquí, después de todo. No iban a ser castigados por los de arriba por dejarse caer por una tienda o dos. —Tienes razón. —Dijo Temari, mirando a su alrededor—. Entonces... ¿qué hay de esa tienda? La tienda a la que estaba señalando era una pequeña, con un letrero que decía 'Práctica de tiro' en el frente. Se parecía a la clase de lugar que tenía tres kunai de madera para que lances y golpees varios premios en estantes, y si pudieras golpear un premio encima, podrías tenerlo. —¿Estás segura de que estás bien con eso? —Preguntó. —Sí. Quería probar ese tipo de cosas solo una vez. —Realmente no entiendo, pero parece que su espíritu está volviendo a la normalidad… Los ojos de Temari estaban brillando cuando esquivó el letrero de madera enfrente de la entrada de la tienda, y Shikamaru se sintió aliviado por ello. La siguió al interior. El interior de la tienda estaba sorprendentemente lleno. Pasando un ojo sobre los otros clientes, la mayoría eran amantes, un montón de hombres y mujeres jóvenes. Por alguna razón, Shikamaru era incapaz de sentirse tranquilo.

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Temari ya había cogido un kunai de madera y lo arrojó. Apenas rozó el borde del premio, perdiéndose en la oscuridad tras él. Tomó otro y lo arrojó de nuevo. Esta vez, erró aun peor, sin siquiera acercarse. —¿Hm? —Temari estaba ladeando su cabeza, perpleja. —Oi, oi, ¿qué pasa? —Preguntó él—. Es raro que falles un objetivo. Olvidando los juegos de diana, tanto Shikamaru como Temari usaban kunai en sus vidas diarias. Y además, aquellos eran reales. Era imposible que ella fallase dos veces. —No, el tema es que son demasiado ligeros al arrojarlos. —Temari dijo, dándole el kunai de madera. —Ah, ya veo. Son muy ligeros. Son más diferentes de los normales. Sería difícil arrojar uno de estos. —Shikamaru entendió al segundo de sentir el ligero peso del kunai de madera en su mano—. Pero, si ese es el problema —Shikamaru dijo, devolviendo el kunai—, entonces si solo encuentras el centro de gravedad y lo ajustas, deberías ser capaz de arrojarlo, ¡así! Arrojó el kunai de madera. Lo arrojó con mucha más fuerza de lo normal. Falló por completo. —¿Hm? —Ahora Shikamaru también estaba ladeando su cabeza, perplejo. Después de que su práctica de lanzamiento había terminado, los dos volvieron a la búsqueda de la posada. Temari estaba llevando un pequeño daruma, y otra figura igualmente pequeña de un gato9. Eran los únicos dos premios que Shikamaru había logrado hacer caer después de haber pagado lo suyo con varios intentos más. Pero pensar que después de todo esos intentos, sólo estos dos diminutos premios fueron ganados... Shikamaru no podía dejar de sentir que la rentabilidad de esa tienda estaba en cuestión. Pero, Shikamaru era todavía un profesional. Lanzar el kunai de madera una y otra vez le había ayudado a usar el peso. Incluso con toda la práctica, esos kunai de madera eran increíblemente complicados. No es posible que con práctica suficiente se golpee un gran premio sin pagar una gran cantidad de dinero también. Shikamaru se había dado cuenta muy rápidamente. No, de hecho, podrías gastar tanto dinero en la práctica como quisieras, y probablemente todavía sería imposible golpear los grandes premios. Shikamaru sintió lástima por todas las parejas en la tienda que había visto, dejando sonidos como '¡Kyaa!' y 'Awww' cuando apuntaban a los premios que nunca iban a ser capaces de golpear. Si sólo hubieran sido un poco más pesados... Bueno, para resumir, los kunai de madera estaban tan lejos de los kunai reales que era casi imposible golpear cualquier cosa con ellos. Si fuese posible, Shikamaru hubiera querido lanzar un kunai real. Al tendero. Pero de cualquier manera, aunque se le hubiera permitido usar un kunai real, había pensado que sería mejor golpear lo que pudiera en lugar de seguir buscando lo imposible y marcharse sin nada. 'Lo que podría' ser la estatuilla del gato pequeño y el daruma. Habían sido los premios más pequeños en la tienda. Su pérdida no era un gran golpe para las acciones del comerciante. El comerciante realmente tenía una estrategia brillante. —Lo lamento... —Dijo a Temari—. No pude conseguir nada más que esos... Hablando de eso, sería realmente malo si se hubiera acostumbrado a lanzar el kunai de madera ligera tanto que su objetivo con kunai real se viera afectado. 9

Aquí dos imágenes de lo que son cada uno: muñeco daruma y gato de la suerte.

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—Heh, son del tamaño perfecto para llevar a casa. —Temari respondió con una sonrisa. Ella estaba siendo sarcástica. Esos eran sus sentimientos honestos. Cada vez que Temari tenía momentos, sonreía inocentemente así—. Serán grandes recuerdos para mis hermanos. Pensándolo bien, estaba bien. El número de premios estaba bien. Pero, eso planteaba la cuestión... Entre Gaara y Kankurou, ¿a quien le daría el daruma y a quién la estatuilla del gato? No estaba seguro, pero de cualquier manera, sería algo para sonreír si lo vieras. Temari siempre pensaba en sus hermanos. Temari estaba murmurando algo mientras miraba los premios en sus manos. Parecía que estaba de buen humor. —Así que... deberíamos ir a buscar una posada, ¿cierto? —Dijo Shikamaru—. Oh, ¿qué tal aquí? Shikamaru se había quedado atónito mirando una posada cercana. Estaba magníficamente estructurada, con un sentimiento muy histórico. Las linternas de papel que brillaban débilmente a los lados de sus puertas parecían estar dando una suave bienvenida a los invitados. Parecía que tenían un gran lago también. Desde el exterior, todo parecía estar bien, pero el enfoque principal de su visita estaba en las aguas termales y las comidas. Sería un problema si todo parecía decente pero era realmente de mala calidad. —Es mejor ir a echar un vistazo. —Shikamaru asintió. Sólo una rápida evaluación general sería suficiente. Se volvió hacia la posada, pero en ese momento exacto, los pasos de Temari se detuvieron. —Qué ocurre? —Miró por encima del hombro para controlarla. —Ah... Bien... Después de todo... cómo decir esto... —Temari estaba mirando hacia abajo inquieta. ¿De nuevo? Justo cuando pensaba que la habitual Temari había regresado, ¿qué demonios estaba pasando? —Es que es solo... que al final... todavía no estoy... no estoy mentalmente preparada... —Murmuró ella, sin mirarlo y jugueteando con las estatuilla del daruma y el gato. ¿Preparada mentalmente? ¿Para qué? ¿Tal vez se sentía incómoda ante un lugar tan elegante? Si ese lugar de clase alta tenía precios que también eran altos para él, por supuesto Shikamaru iba a rendirse. Pensaría que era una vergüenza, pero lo haría. Pero no se sabría hasta que fuera y verificara el lugar. Si su decisión sería ir o pasar, aun tenía que mirar las habitaciones y aguas termales. No tenía forma de evitarlo. Iba a ser un problema si sólo se rindieran justo en frente de las puertas del lugar. —Temari, por ahora, ¿qué tal si entramos, y así puedes pensar en ello? ¿Vale? —Yo también tardaré en pensar una vez que entremos. Me podría llevar con el ambiente, así que... —¡¿Qué quieres decir?! No podía comprender lo que Temari estaba diciendo. Shikamaru estaba al final de su ingenio. ¿Qué demonios era? ¿La atmósfera? ¿Se refería a la atmósfera anticuada de la posada? ¿Arrastrada? ¿Estaba hablando sobre el estanque? No entendía nada. Sin embargo, sabía una cosa por un hecho: 'Hay definitivamente algo malo con Temari hoy'. Shikamaru miró cuidadosamente a la cara de Temari, mirando fijamente mientras. Temari se apresuró a apartar la vista de su mirada. Cuando lo hizo, su rostro se volvió rojo brillante. —Tú… —Shikamaru dijo lentamente—. No me digas que tú… —Puso una mano en la frente de Temari. Ella dejó salir un sonido, todo su cuerpo sacudiéndose con una descarga. Era probablemente porque su mano estaba fría—. Estás ardiendo, ¿no? —Él preguntó.

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La frente de Temari se sentía ligeramente caliente. Pero no parecía fiebre. Por otro lado, ella se puso roja hasta las orejas. —Yo-Yo me voy a casa, así que… —Ella dijo suavemente, sin darse cuenta apartándose y girándose. Estaba claramente actuando completamente diferente de lo usual. Para que la usualmente activa Temari de repente estuviera tan frágil... tenía que significar que mientras que ella quizá no tenía fiebre, algo malo pasaba con su salud. No había otra explicación. —Oi, oi, hazme un favor y espera. Ya está oscuro, y si tu condición física es mala, entonces con más razón deberías descansar aquí por una noche. Está bien. Prepararé rápidamente el futón para ti. Shikamaru había dicho eso porque estaba preocupado por Temari, pero parecía haber dicho algo que no debía, porque Temari de repente empezó a salir corriendo a toda potencia. Shikamaru se quedó estupefacto ante la imagen de ella huyendo. Bueno, al menos su salud parecía buena después de todo. Pero espera, ¡tenía que atraparla! Shikamaru empezó a correr también. Finalmente había sido capaz de hacer todo el camino con ella. Si volvían a las puertas de la posada, no habría tenido sentido. Él absolutamente tenía que conseguir el consejo de Temari sobre qué haría para mejorar un viaje de luna de miel. Después de todo, no era solo para Naruto, sino también para Hinata. El punto de vista de un hombre no sería suficiente. Tenía que tener el punto de vista de una mujer. Tenía que escuchar la opinión sobre el lado femenino del balneario, sobre los yukatas, sobre el servicio prestado a las mujeres, todo tipo de cosas que un hombre no podía juzgar por sí mismo. Shikamaru puso toda su concentración en la persecución de Temari. Él se estiró para atraparla con un movimiento de su mano. —¡Esto no funcionará por mí mismo, esto no funcionará por mí mismo…! La mano de Shikamaru alcanzó su objetivo. Se las arregló para atrapar a Temari por el brazo. Sosteniéndola firmemente, Shikamaru gritó: —¡Por favor, espera! ¡Te necesito! Temari fue forzada a detenerse en seco, y ahora lo miraba por encima del hombro. Por alguna razón, sus ojos parecían un poco húmedos. Ambos jadeban, sin poder respirar. La leve luz de las linternas cercanas iluminó sus caras ligeramente. La sombra de Shikamaru cayó sobre Temari. Quizás ella se había calmado, porque su cara ya no estaba roja. Su cara, iluminada por la luz de las linternas, parecía más madura de lo usual. Shikamaru inconscientemente acabó por mirarla. Estaba envuelto por un misterioso sentimiento. Como si estuviera en medio de un sueño. —¿Está realmente bien… si soy yo…? —Temari preguntó tranquilamente. Esas palabras trajeron abruptamente a Shikamaru de vuelta a sus sentidos, y reunió su ingenio de nuevo. Asintió firmemente. —¡Yeah, no podré hacerlo si no eres tú! —Dijo seriamente—. Después de todo, ¡no puedo entrar en el lado de las mujeres de las termas! —… ¿Ha? —Por un breve momento, la mandíbula de Temari se cayó—. ¿Uhm…? ¿Qué estás… diciendo…? Shikamaru estaba desconcertado por la mirada que ella le estaba dando, como si de repente sospechase de él. Era una reacción extraña a su respuesta. Pero por ahora, era mejor verificar lo que ambos estaban pensando.

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—No importa como lo mires, no seré capaz de entrar en el lado de las mujeres de las termas, ¿cierto? —¡Obviamente! —Ella sonó un poco indignada—. ¿Qué estás... de repente…? Ella era totalmente consciente de la situación, bien. Como se esperaba de Temari. En ese caso, él solo tenía que explicarle con cuidado el resto… —No puedo ir al lado de las mujeres. Puesto que soy un hombre. Así que necesito que vayas tú. Ya que tú puedes entrar. Como dijiste, es obvio. Cuando salgas del lado de las mujeres, necesito que me digas en qué estado está, solo en unas cuantas palabras. Eso es todo lo que necesito. ¿Vale? Es algo realmente simple, ¿cierto? —¿De qué estás… hablando exactamente…? —Temari preguntó con una voz increíblemente calmada. Ya no lucía como si sospechase de él. Ahora sus ojos estaban confusos. ¿De qué iba todo esto? Él lo había explicado muy simple y claramente, pero ella aun no lo entendía. Shikamaru no sabía como arreglar esto. ¿Qué demonios no estaba entendiendo Temari? Solo hace un momento, ella asintió que él no podía entrar en la zona de las mujeres de las aguas termales… —Para empezar —Temari dijo—, ¿de qué estamos hablando exactamente? ¿Esa era la raíz? Pensar que todo lo que le había dicho no la había alcanzado… —¿Qué quieres decir? —Shikamaru preguntó—. Estamos hablando de elegir una posada para una luna de miel para una boda, ¿no? —¿Exactamente qué boda? —La de Naruto e Hinata, obviamente. ¿Huh? ¿No te lo conté? Que raro… Parecía que habían tenido una clase de malentendido. Todo el tiempo Temari había estado pensando en alguna otra boda aparte de la de Naruto e Hinata. Shikamaru finalmente se dio cuenta de ese hecho en este momento. Temari era de una excelencia superior a otra gente. Escucharía el comienzo de una explicación e inmediatamente deduciría el resto. No tendría que decirlo en voz alta para darse cuenta de que habían tenido un malentendido también. Ella lo entendería tan rápido como lo hizo. —Así que eso fue. —Shikamaru pensó, finalmente entendiendo—. Hubo un malentendido. Temari pareció darse cuenta también. —Hmm, así que de eso se trataba... —Dijo sonriendo plácidamente. —No, espera… ¡¡Ah!! —Shikamaru inadvertidamente soltó una exclamación. Era posible que el malentendido de Temari fuera...— Hey, oi… —Tartamudeó—… no pensaste en eso, ¿cierto? Cuando lo dijo, por alguna razón, Temari en silencio tomó su tessen de su espalda, sosteniéndolo en la mano. —H-hey… ¿qué es eso? —Él preguntó—. ¿Por qué de repente estás tomando eso…? ¡¿Qu-Qué pasa con tu chakra…?! Temari le sonrió con afecto. Shikamaru fue cautivado por la visión, y se descubrió formando una sonrisa en su cara también. Sonriéndose ambos así, parecía como la imagen de una íntima pareja de amantes. Esa noche en Konoha... Una repentina oleada de viento recorrió las aguas termales de Konoha, y duró toda la noche. Los residentes y turistas pasaron toda la noche despiertos, asustados para dormir…

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CAPITULO 4 Un cuenco lleno de alma Estos días, los narutos10 eran increíblemente populares. ¿Cuándo pasó eso? En un abrir y

cerrar de ojos, los narutos habían alcanzado la cima de la lista de Topping Populares. De niños hasta adultos, a la gente de toda clase y edades le encantaban los narutos. Más narutos se servirían en los platos y entonces antes de darte cuenta de lo que pasaba, ya se habían acabado. Incluso las madres de la zona habían empezado a decir que si los niños comían narutos entonces crecerían sanos, enérgicos y fuertes. Ahh, naruto. Pasteles de pescado, con su fondo blanco pálido y un remolino de color rosa en el medio. Pero, si no hay aquí, la gente se sentiría muy sola. Teuchi, el dueño de Ichiraku Ramen, estaba cortando más pasteles de pescado hoy. Ahora, el ramen se haría añadiendo suavemente en fideos hervidos a varias sopas, y hábilmente agregando artísticamente varios toppings por encima. El toque final de ese pequeño trozo de naruto añadía un toque firme a todo el cuenco de ramen. Cuando la popularidad de esos ingredientes creció, también lo hizo el volumen de negocios que hizo Ichiraku. En estos días, Teuchi estaba continuamente colocando mesas extra en frente del lugar, pero incluso esas se llenan de inmediato. Ciertamente no había sido así en los viejos tiempos. Ichiraku Ramen había abierto en Konoha hace muchos años. Antes, un buen número de gente estaba agradecida por el ramen barato y rápido, pero la rotación apenas había sido suficiente para que Teuchi se quedara fuera del rojo. Había pensado que seguiría raspando así hasta el amargo final. Y entonces... De nuevo, los narutos siempre habían sido los menos queridos. El consejo de 'Toppings Populares' que estaba fuera de la tienda siempre tenía 'naruto' garrapateado en la parte inferior. A nadie le importaba si estaba allí o no. La razón era que nadie se preocupaba por la existencia de otros toppings. Brotes de bambú a fuego lento, amados por la textura al masticarlos. Chuletas de cerdo asado, cuidadosamente cocidas y muy recomendables. Huevos medio hervidos, ahogándose en su propio sabor encantador. Algas, y su increíble aumento de popularidad como un punto culminante óptimo en el ramen. Cada uno de ellos eran competidores fuertes para el lugar del topping número uno. Las algas marinas en particular siempre habían sido un duro oponente. Mientra que el naruto estaba siempre pegado en la parte inferior, las algas volaban constantemente en la parte superior en el ranking. Se podría decir que las algas han sido siempre el mayor obstáculo por el que naruto nunca podría pasar en popularidad. La razón era probable porque el nori11 tenía muchos clientes devotos. Los shinobi parecían tener cierta inclinación hacia las algas marinas. Las algas nunca destacaban. Se aferraban a los lados del tazón, o flotaban en grupos en la sopa. Era como una sombra. Comparado con el innecesariamente exuberante naruto, con su brillante espiral rosa en

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Pasteles de pescado servidos encima del ramen. Nori (海 苔?) es un término japonés usado para referirse a variedades comestibles de alga marina de las diversas especies de alga roja Porphandra. El nori se usa generalmente para enrollar el onigiri y el sushi. 11

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blanco que nunca dejaba de destacar, las algas tenían una atmósfera completamente diferente al respecto. Sería exagerado decir que los shinobi tenían sentimientos de compañerismo por las algas en sus ramen, pero era cierto que sentían una especie de familiaridad hacia ellas. Las algas tenían tal popularidad que probablemente nunca habían sido rechazadas por ningún cliente. Pensar que el naruto había superado finalmente a las algas- no, no sólo las algas, sino también los brotes de bambú y las chuletas de cerdo y los huevos. Los había superado a todos, ahora sentado en la parte superior del tablero de Toppings Populares. Teuchi miró el orgulloso y brillante naruto, y se sintió emocionado. Pensó en cómo las épocas cambiarían y los ramen continuarían sufriendo cambios como éste. Cuando lo pensabas, el naruto estaba hecho de pescado picado después de todo, y contenía varios nutrientes necesarios. Y, lo que es más importante, el remolino rosa parecía muy similar a la marca de Konoha tallado en el protector de los shinobi de Konoha. Incluso se podría decir que los bordes irregulares del naruto se parecían a los shuriken. El naruto no había sido popular hasta ahora, pero la marea se había vuelto, y ahora el naruto era misteriosamente apreciado por los shinobi. Allí había algún curioso destino entre shinobi y naruto. Se podría decir que naruto era un producto alimenticio que parecía que casi se había hecho específicamente para que los shinobi comieran. Pero en cuanto a la cuestión de por qué el naruto era tan preciado por tantos shinobi... bueno, eso era todo gracias a otro Naruto. Su cliente habitual, Naruto. La popularidad del naruto hoy era todo gracias a ese Naruto. Bueno, ahora, a partir de ahora, nos centraremos en la historia de ese cliente, Naruto, en lugar del topping. Uzumaki Naruto... había frecuentado la tienda de Teuchi desde que era niño, un regular entre los habituales. Teuchi había sido invitado a su boda. Aunque Naruto le había dicho que iba a casarse, Teuchi no se había imaginado que lo hubieran invitado a la boda. Tenía que pensar en un buen regalo de bodas. Pensar que ese niño ahora se iba a casar... Uniendo eso con la subida asombrosa del naruto en la lista de Toppings Populares, Teuchi tenía muchas cosas emocionales alrededor. Realmente le hizo sentir muy bien cómo el tiempo seguía fluyendo y pasando. Los recuerdos de Teuchi también volvieron a la primera vez que Naruto había venido a su tienda… —Hola, chico. ¿Quieres comer algo? —Teuchi lo había llamado con una sonrisa en la cara, pero el chiquillo pegó un brinco, todo su cuerpo sacudiéndose. Era la hora de la comida, así que la tienda estaba vacía. Teuchi había notado que el chico lanzaba miradas constantemente hacia el Ichiraku cuando vagaba por las calles. Hoy tampoco había visto al chico. El niño estuvo vagando por aquí un montón los días pasados, y Teuchi se había acostumbrado a verlo. Siempre caminaba dubitativo hacia la tienda, y entonces se alejaba sin haber entrado en realidad. Tarde o temprano, Teuchi se había descubierto a sí mismo sintiendo curiosidad por el chico que siempre vagaba por su campo de vision. Era porque siempre que Teuchi lo veía, el chico estaba solo. Hoy también el chico estaba encogiéndose de hombros por el tiempo frío, asomándose furtivamente al interior de la tienda cada pocos minutos. No había ningún otro cliente para comer, de todos modos, así que Teuchi instintivamente lo llamó.

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El chico se acercó lentamente, temblando por los nervios. Pero Teuchi le tendió un cuenco de ramen, y esa cara minúscula y asustada al instante se iluminó. ¿Qué estaba haciendo este pequeño solo a estas horas? ¿Qué estaba haciedno su familia? ¿Sus padres? Esos pensamientos pasaraon por la mente de Teuchi, pero no le hizo preguntas al niño. Solo lo observó mientras comía. Parecía disfrutar de la comida. Poco después, el niño había llevado el gran tazón a sus labios con sus manos minúsculas, inclinándolo de nuevo para sorber toda la sopa que él pudiera y no dejar una sola gota. El cuenco era grande comparado con él, esa cara desapareció completamente de su vista. Cuando el chico posó el cuenco, lucía feliz y contento. Sus ojos se reunieron con los de Teuchi, y el niño sonrió ampliamente mostrando los dientes. Teuchi se descubrió devolviéndole la sonrisa. —Comes realmente bien. —Dijo—. Bien, muchacho. He decidido que hoy invita la casa. Cuando Teuchi dijo eso, la sonrisa del chico se hizo aun más brillante. Le dio las gracias y se presentó. Su nombre era Uzumaki Naruto. Teuchi había pensado para sí que era un nombre con un buen destino compartido con el ramen. Esa fue la primera vez que conoció a Naruto. Después de ese día, Naruto a menudo vendría a comer y comer a la tienda de Teuchi. Teuchi oyó de sus otros clientes que Naruto no tenía familia. También sobre el incómodo trato que Naruto recibía de la mayoría de los aldeanos. —Así que por eso era su constante ir y venir nervioso delante de la tienda. Uno de los clientes regulares de Teuchi le dijo esto: —¿Por qué dejas que ese niño entre en la tienda? Todas las otras tiendas lo echan. Tus ventas se van a resentir. Perderás dinero. Te aviso ahora. Las propias palabras en sí no parecían venir de un mal lugar. El hombre había estado honestamente preocupado por la tienda de Teuchi. Pero aun, de algún modo, Teuchi se encontró perdiendo su temperamente y dejar salir una furiosa lectura. Oh, él no sabía nada sobre el mundo shinobi, eso era verdad, le dijo al cliente. Entendía que había ciertas circunstancias alrededor de la situación de Naruto. Pero ¿por qué demonios echaría a alguien a quien le gusta el ramen, que hacia todo el camino hasta aquí con la esperanza de llenarse el estómago? Para ese pequeño sin padres ni hermanos, era muy posible que la tienda de Teuchi era el único lugar en donde podía comer una comida caliente solo hecha para él. Es posible que haya sido presumido al pensar de esa manera, tal vez poniendo más importancia en la existencia de su tienda a Naruto de lo que estaba previsto, pero todo se reduce a esto: Teuchi podía no saber nada sobre el mundo shinobi, pero el mundo del ramen era uno que él entendía perfectamente. Cuando se trataba de ramen, el tazón delante de ti lo era todo. Teuchi se concentró totalmente, con devoción en cada cuenco de ramen que preparaba, silenciosamente sin compromisos. Él puso su orgullo como un artesano en la línea, y lo dio todo para hacer cada tazón de ramen. Así que un niño que encontraba ese tazón de ramen tan delicioso, que comía su comida tan ridículamente feliz... ¿cómo podía Teuchi echarle? No era posible. Ninguna tienda de ramen diría lo mismo.

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—Se supone que te sientes y comas el cuenco de ramen ante ti. —Teuchi soltó al cliente—. Las circustancias de la persona sentada a tu lado no deberían importar. La persona sentada a tu lado era alguien que había venido a comer ramen como cualquier otro. Era así de simple, así que ¿cuál era exactamente el problema? Si había algo malo que buscar cuando un cliente estaba mirando nerviosamente a otro, entonces era el ramen. El ramen podía haberse cocinado mal. Porque si preparas un buen ramen y lo pones ante alguien, entonces estos no serían capaces de pensar sobre nada más. Se fijarían en el cuenco ante ellos y comerían felizmente sin preocuparse por quien estaba a su alrededor. —Y si hay alguien que no le gusta nuestra tienda por eso, entonces estaría agradecido si se perdiesen por ahí. —Teuchi había dicho cuando acabó el discurso que le lanzó a su cliente regular. —Lo siento, Teuchi. —El cliente le dijo—. No… No quería decir eso… —Entiendo. Dijiste eso porque estabas preocupado por el estado de mi tienda, ¿cierto? —Teuchi le dio una sonrisa amigable—. Vuelve de nuevo, ¿vale? A partir de entonces, los clientes regulares continuarían visitando a Teuchi, y Naruto se volvió parte de ese grupo también. Venía casi todos los días a comer. Hasta que, en un momento, las cosas cambiaron. Un día, Naruto dejó de venir al Ichiraku Ramen. Teuchi se dijo a sí mismo que una extraña serie de incidentes ocurrieron con una complicada situación. Por eso Naruto no podía venir. Naruto, que venía a comer a mediodía, y entonces regresaba a cenar a la noche. Naruto, que compraría enormes cantidades de ramen instantáneo para llenarse a sí mismo, pero entonces aun se mostraría por la mañana temprano. Esa era tla clase de persona que Naruto era, y un día de repente dejó de venir. Alguien que siempre estaba de repente se volvió ausente. Alguien que debería estar presente no era posible encontrarlo. ¿Estaba realmente bien llamarlo una extraña serie de incidentes? Teuchi se sintió increíblemente incómodo en esos días siguientes a la ausencia de Naruto. Pensándolo bien, había pasado por este patrón varias veces. La razón era que mientras él servía ramen a muchos aldeanos, también tenía muchos clientes que eran shinobi. —Quería comer tu ramen solo una vez más antes de irme a una misión. —Sus clientes shinobi dirían esas agradables cosas. Teuchi pensaría fervientemente para sí mismo mientras cocinaba sus ramen: 'Realmente espero que vuelvas y comas mi ramen de nuevo'. Era porque quería venderles más ramen. Era porque quería que volvieran a salvo. —Si pudieráis regresar a salvo, comer mi ramen y mostrarme esa cara sonriente de nuevo, sería mucho más feliz de lo que cualquier artesano podría pedir. Ni siquiera os cobraré. Por supuesto, era un poco idealista ignorar el hecho de que si no cobran por su segunda comida le sería difícil pagar las facturas de los ingredientes de dicha comida. Pero al final del día, Teuchi había pasado muchos años en su tienda donde los clientes shinobi de repente dejaban de venir. No habían venido casi todos los días como Naruto, pero todavía habían venido con frecuencia a lo largo de cada año.

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—Tengo una misión después de esto. Cuando termine mi misión, me gustaría volver a comer tu ramen de nuevo. —Dirían con una sonrisa, y se irían. Se irían y nunca volverían. Teuchi esperó durante meses. Esperó durante años. No se presentaron. Teuchi no entendía nada sobre el mundo shinobi. Pero sabía que la muerte perseguía a cada uno de ellos. Fue gracias a los shinobi que se ponían en peligro y protegían a todos en la villa que Teuchi y los otros aldeanos podían vivir pacíficamente. Eso era por qué. Cada noche, Teuchi preparaba los ingredientes para el siguiente día de trabajo en Ichiraku. Al igual que él, todas las caras de sus clientes shinobi desaparecidos le vienen a la mente. —Tuviste cuidado, ¿verdad? >Acabas de tomar mi ramen, ¿cierto? >Acabas de encontrar otra tienda mejor, ¿cierto? >Cierto. Ese es el caso. —Teuchi trató de decirse a sí mismo, tratando de animarse—. Ese es definitivamente el caso. Quién sabe, incluso los veré mañana. ¡En ese caso, será mejor que me asegure de que el ramen de mañana esté mejor que nunca! Pasaba sus noches preparando ingredientes con pensamientos fervorosamente esperanzados. Así era como Teuchi continuaba haciendo ramen, día tras día. Varios meses después de que Naruto dejara de aparecer, Teuchi oyó que el shinobi estaba fuera de la villa para un viaje de entrenamiento. Sintió alivio desde el fondo de su corazón. Era cierto que la última vez que Naruto se había detenido en la tienda, había mencionado que iba a hacer un largo viaje. Teuchi había asumido que era por alguna misión de algún tipo, pero no podía haber imaginado que Naruto estaría fuera por tanto tiempo. Los shinobi tenían una ética de formación tan dura... Cuando Naruto volvió tras su viaje de entrenamiento dos años después, había crecido y parecía casi un adulto. Era divertido cómo Teuchi no se habría dado cuenta de esos cambios drásticos si lo hubiera visto día a día como acostumbraba. Teuchi no habló de un montón de cosas. Solo puso un cuenco de ramen ante Naruto para que lo comiera. Era uno lleno de alma. Naruto quizás había crecido, pero la brillante sonrisa que le dio a Teuchi tras comer su ramen no había cambiado. Por alguna razón, ese hecho hizo tan feliz a Teuchi que le devolvió una sonrisa incluso más amplia. La característica bravura de Naruto y su incapacidad para abandonar eventualmente le ayudaría a salvar la villa varias veces, y pronto se convirtió en el héroe de todos. Unos años más tarde, el pequeño muchacho que había estado tan aislado ahora era amado y reconocido por todos. El nombre 'Uzumaki Naruto' pasó a través de la boca de un gran número de la gente. Y cada vez que alguien repetía su historia, la gente se encontraba sintiendo una especie de afecto hacia el topping naruto. Docenas de clientes de Teuchi pedían órdenes adicionales de naruto, y finalmente hubo tantas solicitudes que casi se convirtió en una locura.

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Avergonzadamente, había bastante gente alrededor que llamaba al 'Ramen Ichiraku' con el nombre 'Ramen del Héroe' en su lugar. Teuchi se sentía incómodo cuando la gente empezaba a comer ramen y murmuraba: 'Si como esto, no voy a fallar en mi misión' o 'Por favor, déjame volver sano y salvo' en voz baja, pero no podía decir nada sin corazón para detenerlos tampoco. Todos los shinobi y kunoichi que frecuentaban su tienda y decían cosas como esas eran los protectores de la villa, aquellos que salían y eran perseguidos por la muerte en misiones crueles casi todos los días. Era la naturaleza humana querer la comodidad de los encantos que los protegerían. Allí estaba el hecho innegable de que el propio Teuchi siempre había estado orando también cada vez que cocinaba para un shinobi a punto de salir a una misión. Sus pensamientos constantes de "Por favor, vuelve a comer de nuevo" no eran realmente mejor que los deseos murmurados por sus clientes. "Si como este ramen voy a ser más fuerte", o "Si me como este ramen voy a convertirme en un héroe..." eran circunstancias felices que llevan a ese tipo de deseos. Incluso los pensamientos y las oraciones de una persona podrían ayudarlo a cambiar. Teuchi lo había aprendido muy bien en el pasado. Sí, ese incidente había sido en una noche fría en medio del invierno. Esa noche fue cuando Teuchi había decidido abrir su primera tienda, la noche en que había experimentado el último triAh, el caldo en su cacerola había empezado a hervir. El vapor se había alzado junto con el sonido burbujeante, y apartó a Teuchi de su reminiscencia. —Oops, me quedé atrapado pensando en el pasado. —Teuchi murmuró. Que pena, estaba envejeciendo. Rápidamente se puso a hacer el ramen. Los fideos hervidos se colocan suavemente en la sopa. Añadió cuidadosamente los toppings, ordenándolos de una manera agradable. Y, sí, el topping final de naruto. Teuchi había roto su tren de pensamiento por el bien de concentrarse solamente en hacer el cuenco de ramen que había sido ordenado. ¿En qué había estado pensando...? Lo había olvidado por completo. Teuchi usualmente olvidaba cosas en estos días, y no las recordaba de inmediato, pero no le importaba. Un cuenco de ramen cuenco era suficiente para vivir cada día. ¿Qué más querría el dueño de una tienda de ramen? Eso era bastante suficiente. Era porque Teuchi amaba el ramen tanto que había decidido entrar en el mundo de los ramen, después de todo. Además, si hubiera estado pensando en algo muy importante, lo recordaría de inmediato. Ahh, eso es, había estado pensando en un regalo de bodas. Su cerebro sabía cómo guardar cosas importantes después de todo. Tanto Naruto (la persona) y naruto (el topping) habían ayudado a Teuchi a salir adelante. Quería mostrar su gratitud, pero lamentablemente las cosas que podía hacer eran limitadas. Lo que Teuchi podía hacer era lo que siempre hacía: hacer ramen. Pero eso no era algo malo, pensó Teuchi. La relación entre Teuchi y Naruto era la de un comerciante y su cliente más habitual. Cuando se trataba de lo que Teuchi sabía de Naruto... bueno, él sabía que el chico amaba los ramen de Teuchi con una profunda y pura pasión… Al final del día, a pesar de conocerse desde años, Teuchi y Naruto se habían impedido mutuamente hablar de cualquier otra cosa, ya que ambos se dedicaban enteramente a concentrarse en el ramen en el mostrador entre ellos.

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Ya que Teuchi era así, y Naruto era así, estaba claro que el único regalo que podía dar era ramen, ¿cierto? Teuchi se acercó al bloc de notas que guardaba cerca, y escribió cuatro palabras en él: Vale gratis de Ramen Era un vale que dejaría que Naruto comiera todo el ramen que gustase de Ichiraku gratis. Seguramente, estaría encantado con este regalo. —No, espera un momento. Teuchi escribió unas cuantas palabras más: Vale gratis de Ramen -Válido para un año—Aquí vamos. —Teuchi asintió completamente satisfecho. Los regalo de bodas eran todos buenos, pero eso no significa que el dinero caiga de los árboles. Teuchi temía que su tienda acabara desapareciendo por la tensión de los fideos sin pagar si él también se pasase de la rama. De cualquier manera, Naruto estaría encantado con este regalo, ya que podía comer todo el ramen que gustase. Le encantaba mucho el ramen, por lo que probablemente iba a venir todos los días. —Cada día. De la mañana a la noche. >Vendrá con su mujer y dirá: '¡Vale, voy a comer ramen hasta que cada célula de mi cuerpo esté hecha de ramen!' Y entonces comería. Y comería, y comería, y comería, y comería, y comería… Y la tienda de Teuchi colapsaría. Dentro de la mente de Teuchi, pudo ver a su hija Ayame cayendo en shock y viendo como colapsaba su tienda. Ayame, que trabajaba tan animada y enérgicamente para atraer clientes a la tienda, estaba mirando tristemente a lo que quedaba. Teuchi no sabía qué decirle, y se quedó en shock. —Un año… es mucho tiempo… —Ayame murmuró, una enorme lágrima cayendo por su mejilla. Era una pesadilla. ¿Cómo había pasado esto? ¿Por qué había colapsado la tienda? Solo había estado haciendo ramen… —Gah… —Teuchi sacudió frenéticamente su cabeza para quitarse las horripilantes imágenes. Calma. Calma, Teuchi. Mantén la cabeza fría. De hecho, un año también es demasiado… Vale gratis de Ramen -Válido para un año medio añoMedio año… No, no eso no sería tampoco. El bolígrafo en la mano de Teuchi chirrió de tensión mientras lo agarraba. Vale gratis de Ramen -Válido para un año medio año un mesTeuchi soltó el bolígrafo, asintiendo. Esto sería. Espera, no, aun tenía algo de miedo… Vale gratis de Ramen -Válido para un año medio año un mesa una semanaA Teuchi le costaba respirar. ¿Cuándo había pasado eso? Se estaba imaginando la reacción de Naruto…

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—¡¿Una semana entera?! ¡Bien, entonces mejor comeré diez cuencos de ramen cada día! ¡Eso no era bueno! Teuchi alejó la libreta lejos de él. ¿Cómo podía pensar que esta era la solución? Los vales solo traen miseria y destrucción. Le causaría estragos en su hija. —Ohhh... oh no... —Teuchi estaba llorando ante las horribles imágenes que su imaginación trajo. Gracias a su vale descuidado, Ayame estaría en las frías y oscuras calles. ¡Se encontraría con un hombre de mierda y se casaría con él! —Ayame, ¿cómo pudiste hacerme esto? ¡Para casarte con el hijo de un fabricante de fideos de alforfón! No tienes derecho a llamarme "padre". Vete. ¡Fuera de mi vista o echaré ramen sobre nuestras dos cabezas! —Noo... Ohh no, nooo... —Gruñó Teuchi, acunando su cabeza en sus senos. Un vale era imposible. Si lo hiciera, no sería capaz de ganarse la vida. Entonces, ¿qué debería hacer? Tenía que poner un límite de tiempo o número de cuencos límite, o de lo contrario sería un desastre. Incluso si le decía a Naruto: 'come sólo lo que permite el sentido común', el sentido común de Teuchi y el sentido común de Naruto no eran lo mismo. Dicho esto, cualquier obsequio que pudiera darle a ese ramenfilio parecía que no tendría ningún significado. Era una situación imposible. —Buenas tardes. —Teuchi saludó a un nuevo cliente que acaba de entrar. —Una gran porción de ramen, por favor. —El cliente dijo—. Ah, y extra de naruto. El naruto realmente ha sido popular últimamente. Antes apenas se vendía, pero hoy en día Teuchi los estaba acumulando antes de tiempo para asegurarse de que nunca se acabasen. Teuchi cambió sus angustiados sentimientos de profesionalidad cuando empezó a hacer el ramen. Como siempre, se dedicó enteramente a la tarea, y añadió el topping de naruto en la última etapa. Él puso el extra de naruto también, organizándolos con cuidado. Parecía que el lugar de naruto en la parte superior de la lista de 'Toppings Populares' estaba a salvo durante bastante tiempo. —¡Toma, tu pedido! —Teuchi deslizó el ramen hacia su cliente y volvió a preocuparse. Apartó el bloc de notas, abriendo una nueva página en blanco. El cliente estaba felizmente comiendo el naruto en su ramen. Estaba bien, incluso si pedía más topping. Teuchi tenía toda una montaña llena de ellos ya cortados y listos. Teuchi miró la montaña de naruto que había dispuesto en una bandeja en su área de trabajo. La nueva página de la almohadilla de notas estaba blanca, igual que la mayor parte del naruto. Pero el naruto no era simplemente blanco. También tenía ese hermoso patrón en espiral. Esos naruto eran buenas cosas, pensó Teuchi. La mente de Teuchi estaba en blanco, y el bloc de notas que tenía ante su rostro, también; pero el naruto, porque tenía esa encantadora y fascinante espiral... Durante un tiempo, Teuchi continuó mirando silenciosamente a la montaña de naruto. Y entonces… Un servicio gratis de naruto Antes de siquiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, Teuchi había escrito esa línea en la libreta. Dejó el bolígrafo. Entonces, rápidamente, lo tomó de nuevo. Un servicio gratis de naruto Eso tampoco. Era también un pequeño regalo, se estaba preocupando mucho. Teuchi siguió intentando pensar en una opción que no dejara que surgieran sus peores temores.

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Era gracias a Naruto (la persona) que naruto (el topping) se había vuelto tan popular, así que Teuchi no podía comportarse con tanta pequeñez. Pero, tan importante como era un regalo de bodas, si actuaba de manera imprudente, su imaginación le provocaba con imágenes de Ayame en las frías calles, casándose con algún bastardo irresponsable. Lo que necesitaba era algo con un equilibrio perfecto. Tenía que ser algo que llevara un amor profundo por el ramen, pero también algo que no pondría la tienda en peligro de bancarrota, algún tipo de regalo espléndido que combinaba ambos factores. Los pensamientos de Teuchi comenzaron a agitarse de nuevo. Es gracias a Naruto (la persona) que naruto (el topping) es tan popular. Así que en ese caso... Teuchi encontró su resolución, y escribió una nueva oración en su bloc de notas. Mientras lo hacía, pensó en cómo Naruto se veía cuando comía su ramen. Ese aspecto que siempre tenía el muchacho, de ser tan feliz que ni siquiera podía hablar. Esa sonrisa de Naruto era injusta. Era provocada. Cualquier dueño de una tienda de ramen se convertiría en papilla por solo verla. Cada vez que pensaba en esa mirada, Teuchi no podía evitar pensar: 'Siempre quiero ver esta cara'. —Bien. —Teuchi asintió satisfecho. Finalmente había encontrado el mejor regalo de bodas.

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CAPITULO 5 La amistad entre ellas Con

solo una mirada, Haruno Sakura sabía que este regalo era El Elegido.

—¡Es este —pensó—, no hay mejor regalo de bodas que este! Había estado buscando regalos en su tienda favorita cuando sus ojos cayeron sobre una maravilla: un marco de fotos único. El color, la forma, incluso los detalles grabados en el diseño, todo en él se ajustaba a los gustos de Sakura perfectamente. Casi le hizo sentir que el marco había nacido solo para ser comprado por ella. Sakura era del tipo que tenía que comprar absolutamente artículos únicos. Había decidido que ese no sería si ella compraba un regalo que no querría para ella misma. Si no te gusta el regalo que estabas comprando, no podías tener la confianza de dárselo a otros, ¿no? —Ahh, si pudiera,realmente me gustaría decorar mi habitación con este. —No pudo evitar pensar—. Si tuviera algo así de lindo en mi habitación, lo miraría al llegar a casa cada día… Pero honestamente, la mayor razón por la que a Sakura le había gustado el marco de fotos era porque era único. No había otros duplicados. Era el único en el mundo, algo que nadie más tendría. Era un regalo de bodas después de todo, así que sería desastroso si alguien comprara lo mismo que ella. Pero siempre que ella comprase este marco único, no tendría que preocuparse de que nadie más comprase el mismo regalo. Incluso si alguien más compraba a la pareja otro marco de fotos, no sería el mismo diseño que este, y su regalo aun seria superior por su singularidad. Ante eso, por lo que ella sabía, nadie más estaba pensando en comprar un marco de fotos a la pareja. El Capitán Yamato, por ejemplo, tenía el hobby de leer libros sobre diseño arquitectónico y construcción. —Muebles para casar con la nueva casa… —Yamato había murmurado para sí con su inusual expresión blanca en su cara—. O, no, quizás es la propia casa lo que debería… Entonces allí estaba Sai, que tenía un talento para el arte. Había estado inusualmente entusiasmado, hablando sobre en qué se pasaría las noches pintando como regalo de bodas de la pareja. En realidad, ella se topó con Sai esta mañana. Se lo encontró absolutamente inmóvil, en medio de la calle, contemplando el horrorizado y entumecido horror que sentía ante el pergamino blanco de sus manos. Su arte desapareció por completo. —Sakura… —Sai había dicho aturdido—. El pájaro voló… hacia el cielo… ¿Cómo demonios su chakra había acabado mezclado con su tinta? Sai era un entusiasta también, si le preguntas a Sakura. De todos modos, al final del día todos estaban cogiendo regalos que reflejaban sus propias aficiones o habilidades. Así que la propia Sakura decidió comprar algo elegante como regalo, algo que se adapte a su naturaleza femenina. Y así, sus ojos se habían posado sobre el marco de la foto antes mencionado. Un marco de fotos estaba perfecto. Era un regalo que definitivamente se convertiría en un momento preciado, algo que no podría quedarse sin usar. Además de eso, ni siquiera tendrías que hacer una elección sobre la parte más importante del marco de fotos: la foto se mostraría en el interior. Esa elección quedaba a cargo de los receptores.

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Sakura imaginó el marco con orgullo en un rincón de la habitación de Naruto e Hinata. Podrían poner en el marco su foto de la boda, o tal vez un día una foto de su hijo recién nacido. De cualquier manera, sería encantador. Los recuerdos felices preservados en el marco de fotos velarían por su futura vida feliz. La pareja estaría sonriendo en su foto, y sonriendo en la vida real cada vez que miraban esa foto. Por alguna razón, solo pensar en eso hizo que Sakura se sintiera feliz también. Sus mejillas se curvaron con una sonrisa. Este estaba definitivamente El Elegido. Sería el mejor regalo de bodas. Sakura buscó el marco de fotos, y... Se encontró otra mano descansando al otro lado del marco de fotos. Sakura abruptamente trató de sacar el marco de las manos de la otra persona con un gran impulso. Sin embargo, la otra parte había intentado hacer lo mismo al mismo tiempo. El marco de fotos tembló entre ellos, sin moverse en ninguna de las direcciones de fuerza iguales pero opuestas. Los ojos de Sakura siguieron la mirada del intruso para ver la cara de su dueño. Sus ojos se encontraron con Yamanaka Ino. —¡Ino, suéltalo…! —Sakura gritó, tirando con todas sus fuerzas. —¡Suéltalo tú, Sakura…! —Ino estaba tirando con toda su fuerza también. Sakura e Ino eran amigas muy cercanas. Desde que eran niñas, habían sido amigas y habían sido rivales. Justo el otro día, fueron juntas a una misión. Había sido una asignación muy repentina, pero trabajaron juntas perfectamente, con una impecable cooperación. Prácticamente respiraban al unísono. Pero pensar que habían venido a la misma tienda al mismo tiempo, y extendieron la mano al mismo artículo en el mismo instante... Era como si el destino estaba gastándoles una broma. No podrían haber mejorado si lo hubieran planeado antes. Tal vez respiraban en sincronía. Si hubiesen sido un hombre y una mujer, bien podrían haberse enamorado. Tal vez unos pequeños corazones habrían estado chasqueando y moviéndose alrededor de ellos. Desafortunadamente, la única cosa que Sakura e Ino estaban lanzándose en este momento eran llamas y chispas por una guerra inminente. También solo bastaba echar una mirada al rostro de Sakura para darse cuenta de que sus intenciones eran las mismas que las suyas. Las mujeres eran buenas en notar ese tipo de cosas. Ino probablemente lo había comprendido también. —¡Ambas queremos comprar esto como regalo de bodas...! Cada mujer entendió la intención de la otra inmediatamente, y comenzó una feroz lucha. —¡Lo encontré... primero...! —Dijo Ino con los dientes apretados. —¡Fui más rápida! ¡Gracias! —Sakura replicó, poniendo toda la fuerza que tenía para tirar. Cada vez que Ino se ponía así, no podía evitar sentir la feroz competencia de su amistad de la infancia ardiendo a la vida. El marco de fotos comenzó a temblar entre ellas por la presión de la fuerza igualmente feroz que se ejerce en ambos lados. —¡Pero, lo agarré con mi derecha! —Sakura pensó para sí misma, cacareando en regocijo. Las posibilidades de victoria dependían de sus posiciones. Sakura había agarrado el marco con su mano derecha, e Ino lo había agarrado con su izquierda.

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—¡No hay manera de que el frágil agarre de la izquierda de Ino pueda contrarrestar el abrumador poder de mi derecha! —¡Shannaro!12 —Gritó Sakura, y puso toda su fuerza en su lado derecho. El marco se deslizó fuera de la empuñadura de Ino en un movimiento suave. —¡Ah! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Devuélvemelo! —Ino protestó ferozmente. Pero Sakura era una mujer adulta. Ignoró las gruñonas quejas de Ino con un aire de compostura madura. Hablar de ellas siendo rivales o cualquier cosa era cosa del pasado ahora. Ahora, Sakura había superado a Ino en todo. Sakura sostuvo el marco de la foto en su derecha y sentía el resplandor de la victoria hincharse en su pecho. —¡Eres tan bruta! —Dijo Ino—. ¡Una idiota con fuerza bruta! —¿Quién está llamando a quien idiota? —Sakura estaba enfadada, inconscientemente apretando sus manos alrededor del marco en su mano. Sakura trató de recuperar su compostura y actuar como una mujer fría, madura—. Jajaja. Ino, sabes que soy la mejor ninja médico en toda la villa, ¿cierto? El jutsu médico de alto grado que uso requiere de un control muy preciso del chakra. Llamarme idiota sería pasarse un poco... Es porque sobresalgo tanto en el control del chakra que puedo sacar una fuerza superior a los demás. Mi fuerza demuestra cuán excelente ninja médico soy. Pero bueno, Ino, supongo que incluso si usaras el Shintenshin no jutsu13 y entrases en mi cuerpo, nunca serías capaz de sacar ese nivel de control de chakra, ¿eh? —Ugh... —Ino dio un paso atrás, haciendo un sonido enojado en la parte posterior de su garganta. —Yo gano. —Sakura pensó—. Es cierto, Ino, es mejor que te retires ahora. Sakura le dio la espalda a Ino para dirigirse a la caja registradora, y en ese momento... —Oh, por cierto, Sakura, seguramente no estás pensando en regalar ese marco de fotos a Naruto e Hinata como regalo de bodas, ¿verdad? —Intervino Ino con un tono terriblemente sarcástico—. No, ¿cierto? No se podría pensar en darles un regalo tan cojo. Sakura se detuvo en seco y se volvió para mirar a Ino sin pensarlo. Pero, en cuanto vio la sonrisa astuta en la cara de Ino, Sakura la vio completamente. —¡Ah, qué ingenua, Ino! Sakura estaba familiarizada con las tácticas habituales de Ino. Ella degradaba el marco de fotos para que Sakura decidiera no comprarlo. Ino había visto que no podía ganar contra la fuerza bruta de Sakura, así que ahora estaba tratando de ganar con palabras. Sin embargo, ese movimiento no iba a funcionar. —¿Qué estás diciendo? —Sakura replicó—. ¡Estabas desesperada por comprar esto hace un minuto! —Eug... e-eso es... —Débil. Realmente débil, Ino. Siempre eres así, si alguien señala el menor defecto en lo que has dicho, te vuelves loca de inmediato. >Tienes un terrible sentido de la moda, tratando de comprar desesperadamente algo que crees que era cojo. —Sakura dijo, dando el golpe final. 12

Puede traducirse como 'Maldita sea'. Con el Jutsu: Cambio de Cuerpo y Mente (心転身の術, Shintenshin no Jutsu) el usuario puede entrar en la mente de otra persona o animal. El usuario transfiere su conciencia a su oponente, dándole el control completo del cuerpo hasta que se queda sin chakra. Originalmente este ninjutsu fue creado para reunir inteligencia en lugar de para batallas. Su cuerpo original queda indefenso mientras el jutsu esté activo. El movimiento de la Transferencia de Mente es lento, se mueve en línea recta, y toma un tiempo para volver al cuerpo del usuario si falla en darle al objetivo. Del mismo modo, si el oponente es lo suficientemente fuerte, puede obligar al usuario a regresar a su cuerpo original. 13

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Ino se había quedado atascada en una trampa por su propia cuenta. —Yo no dije que iba a comprarlo... —Ino protestó. —Entonces ¿por qué lo estabas sujetando tan frenéticamente? —Eso... basura, sí, basura. Pensé que era algo que alguien había tirado y quería tirarlo lejos... —¡Vaya excusa barata! ¡Por favor, como si fuera a haber basura en una estantería en medio de una tienda! Sakura de repente fue consciente de que la empelada de la tienda venía hacia ellas. —Uhm, honorables clientes. —La empleada dijo educadamente—. Lo siento mucho, pero están molestando a los otros clientes… Ack, de algún modo alzó la voz sin darse cuenta. Sakura se giró para disculparse a la empleada. —Lo-Lo siento… —Sakura sañaló hacia Ino con su hombro—. Vamos, Ino, discúlpate también. Gracias a ti, hemos estado moles—¿Perdona? ¡Es tu culpa por armar un alboroto, ¿no?! —Ino le replicó a Sakur—. ¡Mira lo que dices! Sakura e Ino se miraron la una a la otra, y en el instante siguiente, acabaron colgándose de la otra. Sus manos agarraron y tiraron de pelos y ropas mientras mantenían el agarre. —¡En primer lugar, las cosas acabaron así por tu perorata! —¡Te lo sigo diciendo: lo encontré primero! —¡Honorables clientes! —La agitada empleada trató de interponerse entre ambas—. ¡Por favor, desistan, honorables clientes! Irónicamente, este fue el único momento en el que Sakura e Ino estuvieron de acuerdo. —¡CÁLLATE! —Le espetaron a la empleada, con unas fieras, como de demonio, expresiones en sus caras. Un silencio mortal cayó en la tienda. Parecía que el tiempo se había detenido. La empleada que trató de interferir entre ambas había dejado caer la mandíbula. Pero en el instante siguiente, sus rasgos se endurecieron. Para cuando Ino y Sakura volvieron a sus sentidos y se disculparon con ella con voz chica, ya era tarde. Ambas fueron echadas de la tienda. Pero… solo porque fueron echadas, eso no significaba que su discusión acabara. —¡Mira lo que hiciste! ¡No puedo creer que en verdad me echaran de la tienda! —¡Mira lo que hiciste! ¡Incluso aunque finalmente he encontrado un buen regalo de bodas! Sakura e Ino estaban discutiendo en voz alta en medio de la calle, sin preocuparse de los ojos curiosos de los que se habían parado para ver la escaramuza. —¿Encontrado? —Ino bufó—. ¡Oh, es una buena forma de arrebatarle a alguien algo de las manos usando tu fuerza bruta! En primer lugar, Sakura, nunca te comprometes con nada! ¡No tienes corazón o disposición para comprometerte, solo esa fuerza bruta y nada más! ¡Eso realmente no te ayuda! —¡¿Perdona?! ¡Tener un corazón no tiene nada que ver con esto! ¡Hazme un favor y deja de decir cosas random solo porque te gano en todo! —¡¿Perdona?! ¿Qué quieres decir con eso de que me ganas en todo? ¡Cuando se trata de quién de las dos en más femenina, definitivamente te gano yo!

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—¿Feminidad? —Sakura bufó—. ¿Dónde? ¡Solo eres llamativa y ostentosa! —¡Ah, vaya perdedora! —Ino se jactó—. ¡Cuando se trata de apariencia, sentido de la moda, arreglos florales y cocina, soy mejor en todo eso! Oh, pero cuando se trata de tener fuerza inhumana, en eso ganas ciertamente tú. —¡Ino, cerda…! Una vena estaba a punto de explotar en la frente de Sakura. Pero, no había perdido aún. —¿Oh? Puedo cocinar bien, ¿sabes? Y cuando se trata de cosas como la apariencia o el sentido e la moda, esas son cosas estúpidas que te preocupan. ¿Sabes?, es por temas como ese que piensas que no eres buena. —Sakura dio un suspiro exagerado y dramático, sacudiendo su cabeza en desacuerdo—. Solo porque la gente nunca te mirará y verá a una mujer inteligente como ven en mí, eso no significa que tú debieras arremeter contra mí. Ino ni siquiera se estremeció. —Ah, en serio Sakura, pensando en ello, solo pienso esto hoy. Alguien que tiene una cabeza enorme cuando su única característica redentora es la fuerza bruta, a ese tipo de mujer nunca se le propondrá, ¿cierto? Eso es tan lamentable… —¡¿Nunca se le propondrán?! ¡Eso es algo que debería decirte yo! —¿Eh? Oh, perdón, Sakura. No dije eso sobre ti en particular, pero me pregunto si di en el blanco accidentalmente, ¿huh? Me disculparé si herí tus sentimientos~ —Tú… Tal vez Ino había planteado una cuestión tan increíblemente sensible, ya que su argumento era originalmente sobre regalo de bodas, pero eso también estaba lejos. Fue un golpe bajo. —Pero bien —Ino continuó—. Supongo que es algo obvio que sólo una buena cabeza y la fuerza bruta no son suficientes para garantizar que seas una novia. —¿Qué eres, una maestra del sarcasmo? —Sakura pensó, pero respondió sin encogerse. >¡Sigo diciendo que puedo cocinar! Y mi cocina seguramente será por lo menos mejor que la tuya, Ino. —¿Perdón? Sakura, no piensas seriamente que alguien como tú puede ganarme en cocina, ¿verdad? —Por supuesto que sí. ¡Estoy segura de que no podría perder contra ti! —Así que... ¡Vamos a ver quién es realmente mejor! Ino y Sakura se miraron la una a la otra. De alguna manera, el resultado de su orgullo y terquedad se había convertido en una competencia de cocina. Regalo de bodas, el marco de fotos, todo lo demás había sido tirado por la ventana y completamente olvidado. A ninguna le importaba cómo habían llegado las cosas a esto. Lo único que alimentaba a ambas mujeres era hacer todo lo que estuviera a su alcance para limpiar esa sonrisa satisfecha de la cara de su rival. Sakura e Ino. El duelo de cocina que expondría su orgullo femenino había empezado. El plato estrella del duelo: píldoras del soldado. Las píldoras del soldados eran masas pequeñas y transportables de comida preservada que los shinobi solían usar. Comidas con grandes cantidades de nutrientes eran moldeados en forma de pelotas. Eran muy conocidas y ampliamente usadas en todas partes del mundo shinobi como una ración militar estandar.

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Sin embargo, el mundo de las píldoras del soldado era inesperadamente profundo. No sería una exageración decir que los numerosos tipos diferentes de píldoras del soldado que había eran iguales al número de gente que las hacia. Esto era porque los ingredientes usados en las píldoras del soldado, así como su tamaño, variaba de fabricante a fabricante. Po ejemplo, estaban aquellos que hacian píldoras del soldados usando ingredientes listados en una receta secreta que había pasado de generación en generación en su clan. Y estaban aquellos que las hacian tan grandes que eran del tamaño de una bola de arroz. Y entonces estaban aquellos que hacian píldoras del soldados para consumo animal, no humano. Las píldoras del soldados eran un tipo de comida cuyo contenido cambiaban por diversos factores. La tradición familiar para la receta, preferencias, condición física, tácticas, duración de la misión, condiciones meteorológicas… todos esos factores influían en la fabricación de una única píldora del soldado. Por eso era que Ino y Sakura habían decidido que las píldoras del soldado serían el plato de su combate. Eran rápidas de hacer y fáciles de comer. El amplio rango de su receta también permitía tanto a Sakura e Ino desplegar sus diferentes personalidades y habilidades, y determinar rápida y fácilmente quien era superior. Sakura había traído sus ingredientes, ido a casa e inmediatamente se puso a trabajar en crear sus píldoras del soldado. Puso sus cuencos de ingredientes, y se centró totalmente en amasarlos con un pilón de madera. Primero, había semillas de sésamo, almendras y nueces. Todos los ingredientes que eran comúnmente usados en Konoha. —¡Solo espera y mira! —Murmuró cuando sonrió a los ingredientes—. Te mostraré que cuando se trata de cocina, ¡mi habilidad es definitivamente mayor! Todos los ingredientes usados en las píldoras del soldado eran generalmente preparados de la misma manera: molerlos hasta que se convireten en polvo. Sakura añadió más ingredientes usados a menudo -miel y caramelo- continuando su trabajo. Cuando molió los ingredientes juntos, sus pensamientos volvieron a sus días en la Academia. Las Clases para Kunoichi de la Academia incluían enseñar a las jóvenes kunoichi sobre cosas como el arreglo floral y ceremonía del té. Tenías que aprender una amplia cantidad de información sobre cultura y comportamiento. Las clases eran para que las kunoichi pudieran infiltrarse con facilidad en territorio enemigo sin ser detectadas, así que su comportamiento y conocimiento no las traicionara. No podías convertirte en una exitosa kunoichi si no sabías como actuar como una mujer normal. Y en esas Clases de Kunoichi había, por supuesto, clases de cocina. Ino había sobresalido en esas clases de cocina, siempre llevando sus recetas al pie de la letra. Sakura, por otro lado, no podía seguirlas tan fácilmente. En aquel entonces, Sakura había mirado con creciente aspiración a la popular Ino. —Pero ahora, las cosas son diferentes. Como kunoichi, y como mujer, Sakura había continuado creciendo y mejorando sus habilidades. La persona que solía admirar en aquel entonces se convirtió en alguien a quien podía enfrentarse cara a cara, lado a lado. Y ahora, Sakura había dado un paso tras otro hacia adelante, más lejos que Ino. —Ino… en cocina, y en lo que sea que se interponga en mi camino, ¡prepárate para mirarme desde atrás! —Sakura dijo furiosamente, llena de un espíritu de lucha cuando molió con el rodillo de madera. Ino había dicho que ella nunca se convertiría en una novia... Bueno, Sakura no iba a deprimirse por eso. Ella en absoluto podía permitirse perder esta pelea. En primer lugar, Ino estaba simplemente dejándose llevar por la felicidad de llevarse bien con Sai últimamente. Sakura no iba a perder contra esa felicidad inconsistente.

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—¡Vas a probar el sabor de la ira de una mujer floreciente! —Sakura pensó oscuramente. Cocinar pudo haber sido un poco diferente del asunto real que había encendido su rabia, pero de cualquier manera era una victoria. Y Sakura había preparado un plan que garantizaría su victoria. —Fufufu… Esto es. —Sakura dejó que una sonrisa maliciosa surgiera en su cara, sosteniendo el ingrediente que era clave para su éxito. El ingrediente en cuestión era el pudín. Sakura había estado con Ino desde su infancia. Ella sabía todo sobre el gran amor de Ino por el pudín. De hecho, ella sabía todo lo que a Ino le gusta y no le gusta. Para un shinobi, la información lo era todo. Era arrogante para Sakura pensar que ella ganaría con tener un perfecto conocimiento de los gustos de Ino. Rebosando un exceso de confianza, Sakura lanzó el pudín en su pasta para las píldoras del soldado. Cacareando, lo mezcló con una sonrisa alegre. —¡Con esto mi victoria está garantizada! Todo lo que quedaba era amoldar la pasta a un tamaño adecuado y desarmarlo. En poco tiempo, las especiales píldoras de soldado de dulce sabor a pudín de Sakura estaban completas. Algún tiempo después, cerca de la tienda de la que fueron expulsadas… Ino ya estaba en el lugar en el que prometieron encontrarse, en una de las calles principales de Konoha. Los ojos de Sakura se encontraron con los de Ino, e Ino dejó salir una amplia sonrisa. —Así que te mostraste después de todo, Sakura. —Ino dijo—: Y aquí estaba yo empezando a pensar que te habías dado cuenta de que no eras rival para mí y huyeras. —¡Apuesto cualquier cosa que se presentó a propósito temprano sólo para poder decirme eso…! —Sakura pensó, chasqueando su lengua. La razón por la que pensó eso fue porque Sakura había llegado exactamente a la hora acordada para la reunión. Había decidido que nunca iba a ser una tardona como Kakashi-sensei. —Vaya cosa sin sentido… Pero Sakura no iba a provocarse por pequeños trucos como este. La victoria en esta pelea estaba en la palma de sus manos. Ino podía presumir mientras pudiera. —La victoria viene a aquellos que se toman su tiempo. —Sakura dijo cuando miró a Ino. Su compostura era magnífica, y estaba muy confiada de su victoria. —Vale, entonces... nuestro duelo empieza. —Ino dijo serenamente—. Así que, para asegurarnos de que el duelo es legal, demos nuestras píldoras del soldados a una tercera persona que juzgará cuales son las más deliciosas. —¡¿HUH?! —Sakura tragó—. ¡¿No vas a comerlas?! En un solo instante, la victoria en las manos de Sakura se había convertido en polvo. —Obviamente no. —Los ojos de Ino se ampliaron por la sorpresa por la reacción de Sakura—. Incluso si ambas comemos el plato de la otra, hay una gran posibilidad de que ninguna esté dispuesta a dar la victoria a la otra. Por eso necesitamos a un tercero que haga de juez. El razonamiento de Ino era lógico. Sakura había tenido un punto ciego. Penso que Ino no comería las píldoras del soldado… Salirse para comprar pudín había sido inútil. Tomarse la molestia de hacer las píldoras del soldado con el sabor favorito de Ino era ahora completa y totalmente inútil. —A judgar por tu reacción, Sakura… no me digas que tú… —Ino estaba mirando fijamente a Sakura, con el ceño fruncido—… No pusiste veneno en las píldoras del soldado, ¿no?

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—¡Como si fuera a hacer eso! Ahora estaba eso también. ¿Cómo podía dudar Ino de su mejor amiga? —Me pregunto… —Ino dijo—. Bueno, como sea. De todos modos, creo que Chouji debería ser el juez. —¡Es-Espera un minuto! ¡Chouji es tu compañero de equipo! —Es Chouji, así que cuando se trata de comida, nunca mentirá, ¿sabes? No va a ponerse de mi parte. Así que teniendo esto en cuenta, Chouji sería el mejor juez, ¿no? Bueno, poniéndolo así, cualquiera aceptaría. Sakura se descubrió a si misma asintiendo al razonamiento de Ino. —Bien, entonces iré y traeré a Chouji. Lo vi por aquí cerca hace un rato. —Ino dijo y desapareció. Poco después, Sakura pudo oírla de regreso, lo más probable es que con Chouji consigo, ya que ella estaba constantemente diciendo cosas como "¡Date prisa!" o "¡Esta es una oportunidad para comer algo de cocina casera, sabes!', y otras cosas. Sonó como si Chouji estuviera oponiendo cierta resistencia a la posición de juez. Efectivamente, Chouji entró lentamente en el campo de visión de Sakura, su forma gigante fue arrastrada hacia delante por una insistente Ino. Su rostro parecía increíblemente sombrío. Ino estaba definitivamente forzándolo a participar. —Espera, Ino. —Estaba protestando—. Yo bajé aquí para comer helado. —Está bien, está bien. Siempre dices que tienes un estómago separado para el postre, ¿no? —Sip. Por eso estoy diciendo que ya he comido postre... Oh, Sakura. —Los ojos de Chouji miraron a la otra chica, y él inmediatamente comenzó a pedir ayuda—. No entiendo muy bien. Ella quiere hacerme una especie de conejillo de indias para una píldoras del soldado. Sálvame, por favor. —Así que Ino —Sakura dijo—, ¿qué píldora le damos primero? Sakura había esperado que Chouji dijera algo así como '¡Oh, mierda!' también. Pero en cambio, se volvió manso. —Bueno, supongo que tendré un estómago aparte para las píldoras del soldados también... — Chouji dijo una cosa muy confiable. Sakura se sintió tranquila. Ino tenía razón. Chouji definitivamente sería un juez justo e imparcial para ambas. Además, incluso si Ino no comía las píldoras del soldado, eso no cambiaba el hecho de que el pudín haría el sabor dulce y delicioso. Todavía podía ganar. Sakura apretó fuertemente sus puños. —Bueno, Chouji, ¿puedes comer las dos píldoras y decirnos cuál es más deliciosa? —Ino entregó a Chouji la que había hecho, y Sakura también. Chouji miró las píldoras del soldado que sostenía en ambas manos, sus ojos parpadeaban de una a otra. Puso las píldoras de Sakura en su boca primero, y dio una mordida. Estaba juzgando, así que en lugar de comerlo de una tajada, sólo mordió la mitad. —Es-esto es... —Los ojos de Chouji se habían ensanchado como platos. Sakura esperó su reacción y... —¡Delicioso! ¡Este es realmente delicioso! Es asombrosamente dulce, y ¡ahuyentó todo mi cansancio por completo! —Chouji estaba tan encantado, que al instante arrojó la otra mitad de la píldora en su boca. No se detuvo allí, tomando las píldoras extra que Sakura había hecho de sus manos, y engullendo algunas de ellas. —¡Genial! —Sakura gruñó levantando el puño al aire. Fíjate bien, Ino. ¡Esto es una muestra de mis habilidades!

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La positiva reacción de Chouji había sido obviamente inesperada. Ino le estaba mirando con una mirada horrible en su cara, y Sakura pudo oír el rechinar de los molares de la mujer. —¿Qué tal? —Sakura le preguntó a Ino—. ¿Quizás solo deberías aceptar mi victoria ahora? —Cho-Chouji. —Ino estaba nerviosa—. Vamos, date prisa y come las mías también. Las mejillas de Chouji estaban todavía llenas de las píldoras del soldado de Sakura, pero rápidamente salió por las píldoras del soldado de Ino también. Él lanzó una entera, sin tomarla a la mitad esta vez. Tomó tres, cuatro más de las píldoras de Ino también. Tal vez estaba allí para poder saborearlo adecuadamente, ya que algunas de las píldoras del soldado de Sakura estaban todavía en su boca. —¡Sí... sí... sí...! —Los ojos de Chouji eran anchos como platos y estaba asintiendo fervientemente —. ¡Asombroso! ¡Estas son realmente dulces y deliciosas también! Chouji se tragó las píldoras del soldado en sus mejillas de un enorme trago. Una sonrisa increíblemente satisfecha se deslizó por su rostro. Ino se había puesto increíblemente excitada, presionándolo para obtener respuestas. —Entonces, ¿cuál es? ¿Cuál es más deliciosa? Venga. —Hmm... Son realmente deliciosas, así que es realmente difícil decir cuál es mejor. —Chouji murmuró. Inclinó su cabeza hacia un lado perplejo, cruzando los brazos mientras masticaba. Uno tras otro, más de las píldoras del soldado de Ino y Sakura desaparecieron en su boca, siendo cuidadosamente masticados y juzgados. —Sí, creo que son geniales. Ambas son deliciosas. Yup, realmente delicioso. Delic- ¡Geugh! —Las piernas de Chouji se doblaron bajo él, y se derrumbó. La sangre estaba goteando por sus fosas nasales. —¡Oh, no! —¡¿Qué pasa?! Chouji se había quedado completamente k.o. en el suelo, con los ojos abiertos. Una sola píldora del soldado se derramó de su boca al suelo. Al ver que era de Ino, Sakura soltó un grito. —¡Veneno! —Gritó ella—. ¡No, tú! Pusiste veneno en ella, ¿no? —¡Como si alguna vez hiciera eso! ¿Qué clase de persona piensas que soy? —¡D-de cualquier manera, tenemos que darle ayuda médica! ¡Chouji, vuelve a tus sentidos! La boca de Chouji se abrió con el sonido de la voz de Sakura. —También tengo que hacer... muchos... grandes camaradas... —Murmuró incoherentemente, con sangre derramándose por su nariz. —¡¿Qué está pasando?! ¿Está tu vida destellando ante tus ojos? —¡Noooooooooo, Chouji no mueras! —Ino gritó—. ¡Sakura, rápido, haz algo! Ino estaba llorando, pero Sakura ni siquiera entendió cómo Chouji había acabado así. Examinando a Chouji, parecía estar en perfecto estado de salud. La única causa posible para su estado era inequívocamente las píldoras del soldados que había comido. —No me digas... —Sakura tragó saliva—. ¿Un veneno desconocido...? Sakura estaba mirando fijamente a Ino con una mirada peluda en su rostro. —¡¿Por qué sospechas de mí?! —Ino gritó. —Se puso así después de comer tus píldoras del soldado... —¡Es posible que el efecto sea de tus píldoras! —¡Pero yo no le puse ningún veneno!

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—He hecho... tantos... compañeros... —Chouji murmuró delirante. —¡Esto es malo! ¡La vida de Chouji está destellando ante sus ojos de nuevo! —¡No tenemos tiempo para discutir sobre esto...! —Sakura se dijo, y reunió su determinación. Buscó una de las píldoras del soldado de Ino. —¿Qué vas a hacer? —Tengo que averiguar qué es esto, y esta es la mejor manera de hacerlo. —Dijo Sakura, y con mucho cuidado acercó la píldora del soldado para apretarla contra su lengua—. Si hay algo de veneno en este, mi lengua probablemente se entumezca... En vez de comerlo de inmediato, era mejor probarlo y comprobar primero. —¡Sigo diciendo que no he puesto ningún veneno en él! ¡Ugh, en serio! —Ino cogió una píldora del soldado también, excepto que ésta era de Sakura. También lamió la píldora—. ¡Es posible que la tuya sea la extraña! Sakura probó cuidadosamente las píldoras del soldado, manteniéndolas contra su lengua. Sudor frío estalló en su frente, pero mantuvo la píldora en su sitio. Durante un tiempo, las dos guardaron silencio. Sakura rompió con cuidado las píldoras del soldado en su mano a pequeñas piezas. Al verla hacer eso, Ino hizo tímidamente lo mismo. Ambas pusieron trozos muy pequeños de las píldoras del soldado en sus lenguas, rodándolas alrededor. —… Es delicioso. —… Sí. Ambas lanzaron los restos de las píldoras del soldados a sus bocas, incapaces de contenerse. —¿Qué es esto...? Este sabor... ¡es increíblemente delicioso! —Sakura ni siquiera podía tratar de esconder su sorpresa mientras masticaba. —Las mías también, ¡me encanta este sabor! —Ino tampoco pudo ocultar su sorpresa. No había veneno en absoluto. Más bien, las píldoras del soldado de Ino eran el sabor favorito de Sakura: anmitsu14. En otras palabras, era sólo un dulce, igual que la de Sakura. —Entonces, ¿por qué demonios…? Justo cuando Sakura estaba pensando eso, Chouji de repente se puso de nuevo en pie. —¡Chouji, ¿estás bien?! —Ahh, eso me sorprendió. —Chouji dijo, limpiándose la sangre que le saliera por la nariz—. Mi azúcar en sangre de repente aumentó… Huh, creo que incluso tengo una hemorragia nasal. Así que eso había pasado: azúcar en sangre. Ahora que Chouji lo decía, Sakura lo entendía también. Era verdad que ambas píldoras del soldado eran increíblemente dulces. Y esas eran solo píldoras del soldado individuales. Chouji había comido grandes cantidades de ambas, y todo de golpe. El repentino aumento de azúcar lo afectó malamente. Y había mencionado que comió helado antes también. No importa cuan gran comedor fuera Chouji, tomar más azúcar del que necesitaba lo pondría así de malo.

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El anmitsu es un postre japonés elaborado con pequeños cubos de agar-agar, una gelatina blanca traslúcida hecha de algas rojas o verdes. El agar-agar se disuelve con agua (o zumo como el de manzana) para hacer gelatina. Se sirve entonces en un cuenco con anko (pasta de judías dulces), guisantes cocidos, a menudo gyūhi y diversas frutas, como melocotón, mandarina, piña o cereza. El anmitsu suele presentarse con un cuenco pequeño de jarabe negro dulce o mitsu, que se vierte sobre la gelatina antes de comerla. Suele comerse con cuchara y tenedor.

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—Ahhhhh, me alegro. Así que eso era... —Ino dejó salir un suspiro de alivio. Sakura la miró y la mujer parecía haberse librado del peso del mundo sobre sus hombros. —Yup, eso era todo. Pero sabéis, tras comer estas píldoras del soldado, realmente siento que he comido pudín y anmitsu. Hmm, después de esto, ¿quizás vaya y coma algunas castañas dulces? Sakura e Ino miraron a Chouji, estupefactas. —¡Chouji, ¿sabes que vas a matarte si haces eso?! —Está bien. —Chouji replicó—. Lo que acabo de comer ya lo he digerido. —Eso es algo que normalmente no sería posible… —Ino se quedó mirando a Chouji, atónita—. Chouji, eres realmente increíble…. —Pero hey, Ino.— Sakura se giró para preguntarle—. ¿Por qué te tomaste la molestia de hacer las píldoras del soldado con mi sabor favorito? Ino era la que había dicho que había un tercero imparcial para probar las píldoras del soldados para que fuera legal, así que ¿de qué iba esto? Sakura tenía realmente curiosidad por la respuesta. Ino tenía una mirada incómoda en la cara. —Ninguna razón en particular… Solo pensé que quizá sería bueno si quizás te las daba de comer... —Pff, como si... Ino había pensado lo mismo que Sakura, e hizo las píldoras del soldado con el sabor favorito de su oponente. Así que, al final del día, su discusión que había empezado por tomar el mismo marco de fotos había acabado con las dos llevando a cabo la misma estrategia culinaria. Pensando en la ridícula coincidencia, Sakura no pudo evitar empezar a reírse. —Ajajajajaja, ¿qué pasa? Al final, incluso hiciste la misma estrategia que yo. Ino se contagió de la risa de Sakura, y empezó a carcajear también. —Fufu, bueno, hemos estado juntas mucho tiempo, después de todo. ¿Cuántos años? Yo pienso lo mismo que tú. —Ambas lo hacemos. —Sakura añadió. Se estaban mirando la una a la otra y riendo tan fuerte que estaban agarrándose el costado. Eventualmente, Sakura se calmó, y se secó las manos en los pantalones. —Bien, entonces, como alguien que piensa lo mismo que tú, ¿puedo decir algo? —¿Qué? —¿No crees que si buscáramos un regalo de bodas juntas, podríamos encontrar algo mucho mejor que un marco de fotos? —Naturalmente. ¡Si combinamos mi sentido de la moda con el tuyo, nadie podría posiblemente tener una opotunidad! —Ino dijo, con una brillante sonrisa. —¡Bien! —Sakura alzó un puño al aire—. ¡Entonces vamos a buscar el mejor regalo de bodas! Ino sonrió ante eso. —Honestamente, Sakura… Realmente te has convertido en una fuerza a tener en cuenta. — Estaba mirando a Sakura con una expresión de tristeza y seriedad en su rostro—. Solías ser tan llorona en los viejos tiempos... La gente estaba siempre llamándote "frontona" o "revolución de la frente", y empezabas a llorar enseguida de cada vez...

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—¡Espera, Ino! —Exclamó Sakura—. ¡¿Qué quieres decir con 'revolución de la frente'?! ¡Nadie me llamaba así! Ahora que pienso en ello, acabas de inventarte ese nombre ahora, ¿no? Ino le sacó la lengua. —¡Tú! ¡Vuelve aquí ahora mismo! —¡Ahahaha, aprende a tomar una broma! Ambas voces se mezclaron con el caos de Konoha, pero sonaban inconfundiblemente felices. Sakura e Ino. Las dos siempre serán rivales. Y siempre serán las mejores amigas.

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CAPITULO 6 El profesor legendario —Me alegro de haber escogido este trabajo. Hasta que eras capaz de tener ese pensamiento con orgullo surgiendo en tu pecho, entonces tu vida no era verdaderamente feliz. Esto era porque un trabajo era algo que elegías por tu propio bien, así como por el bien de otros. O al menos, eso era lo que Umino Iruka pensaba. Y, ahora mismo, Iruka estaba extremadamente feliz. Su pecho estaba hinchado con orgullo cuando pensaba en ello. El gatillo para esta explosión repentina de alegría era simplemente esto: él había mirado las tres sílabas encima de la lista de lo más popular de Ichizoku Ramen: Na-ru-to. Simplemente con echarle un vistazo hizo que Iruka inmediatamente pensase en la inminente boda de Naruto e Hinata, y antes de que él lo supiera, estaba abrumado de emoción. Era porque él se conmovía fácilmente hasta las lágrimas con su vejez. Era porque la emoción que abrumaba a Iruka era probablemente algo muy cercano al afecto y amor parental. Había ocurrido algo que le ponía aún más abrumado. El otro día, Iruka había estado en la sala de profesores de la Academia como de costumbre, trabajando con algunos documentos. Naruto había venido a verlo con una mirada increíblemente deferente en su rostro. Dijo que tenía algo que preguntarle a Iruka, algo sobre la boda. Iruka ya había dejado que Naruto supiera que definitivamente iba a ir a la boda, así que no tenía la menor idea de lo que quería preguntarle. Iruka le preguntó de qué quería hablar, y Naruto repentinamente dejó escapar: —Me gustaría que vinieras a la boda como mi padre. Al segundo de que Iruka oyó eso, una sonrisa gigante se extendió sobre su rostro. Él respondió de inmediato: ¡Déjamelo a mí! Iruka incluso hizo una broma mientras estaba viendo a Naruto: —Has venido con una mirada tan seria en tu cara, que pensé que me ibas a pedir que te invitara de nuevo a ramen. En el momento en que desapareció la figura de Naruto de su vista, Iruka se encontró públicamente estallando en lágrimas. En todos sus años de maestro, nada más lo había hecho sentirse feliz. —El camino que elegí estaba bien. —Pensó Iruka mientras lloraba, sus lágrimas rebosando aparentemente sin fin. Y ahora, incluso cuando estaba viendo la palabra 'naruto' escrita en Ichiraku Ramen, Iruka sintió que sus ojos comenzaban a arder nuevamente. Incluso se encontró ordenando otro topping de naruto. Era porque Naruto era un querido y amado alumno especial de Iruka. Por supuesto, Iruka no era el tipo de maestro que daba un trato especial a un alumno por encima de los demás. Nunca tuvo favoritos. Pero, dicho esto, Naruto era sólo su pupilo más querido. Incluso entre toda la gente que Iruka conocía, Naruto era una existencia especial para él. Aunque, no siempre había sido así.

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Cuando Iruka se había convertido en el maestro de clase de Naruto, había tenido sentimientos encontrados. Siempre que Iruka miraba el rostro de Naruto, las caras de sus padres muertos nunca dejarían de venir a la mente también. Iruka era un excelente shinobi. Sus padres habían sido excelentes también, y eso era parcialmente el por qué cuando Iruka era aun joven, se habían ido al campo de batalla y nunca volvieron. Cuando la villa estaba siendo atacada por el Demonio Zorro, los padres de Iruka se habían dirigido a las líneas de frente para proteger a Iruka, y nunca más volvieron del asalto. Habían luchado sin descanso hasta su último respiro. Desde entonces, Iruka había vivido el resto de su adolescencia sin nadie para alabarlo, sin que nadie lo reconociera. Cada vez que regresaba a una casa con nadie más dentro, pensaría en sus padres. Pasaron los años e Iruka se convirtió en maestro. ¿Y quién aparecería frente a él como estudiante salvo Naruto? Iruka sabía que el Demonio Zorro, el Nueve Colas, estaba sellado dentro de Naruto. Y él era también perfectamente consciente de que Naruto no había hecho nada malo, y no tenía nada de que culparse. A pesar de que entendía eso... aunque muchos años habían pasado y debería haber sido capaz de aceptarlo... Pero su corazón estaba descompuesto. Su padre había sido un hombre silencioso y severo. Su madre, una mujer serena, familiar y confiable. Ambos habían sido jounins que tenían mucha confianza de la gente. Siempre que Iruka salía con sus amigos, nunca dejaría de hablar de sus padres con un profundo orgullo. Quería crecer rápidamente y convertirse en un gran shinobi también, para así poder apoyarles. Pero entonces, en un parpadeo, el Demonio Zorro apareció en la villa, con un aullido que hacia cuajarse la sangre que sonó como si pudiera atravesar el mismo cielo. Su madre había salido malherida por tratar de protegerle. Su padre tenía cada parte de su cuerpo cubierta de sangre, pero aun estaba dispuesto a pelear. Las figuras cansadas de sus padres comenzaban a desvanecerse y se alejaban... ... e Iruka se despertaba con un arranque, de vuelta en la oscuridad de su habitación. Era una pesadilla que había estado teniendo desde entonces, desde que era joven. Pero después de que Naruto fuera su pupilo, Iruka empezó a ver la misma pesadilla noche tras noche. Las pesadillas lo volvían muy emocional, e Iruka se encontró a sí mismo empezando a evitar inconscientemente a Naruto. Naruto constantemente hacia payasadas, y eso hacia que sus otros compañeros de clase lo despreciaran. Pero tus compañeros de clase se supone que eran tus camaradas. Pero Iruka no podía forzarse a hacer nada. Todo lo que podía hacer era mirar. Su confianza como profesor se tambaleó. Era completamente inútil. Hasta que un día, Iruka se dio cuenta de cierto hecho: —Naruto es como yo. El dolor de cada día sin que nadie te alabe, nadie te reconoce... Conozco ese dolor mejor que nadie, así que ¿por qué no me di cuenta hasta ahora? Después de esa realización, Iruka no se descubrió a sí mismo de nuevo evitando a Naruto. Pronto, sus pesadillas desaparecieron también. —Pero ¿y si…? ¿Y si no me hubiera dado cuenta de eso? Incluso ahora, el pensamiento molestaba ocasionalmente a Iruka. Si no hubiera tenido esa realización, entonces era muy posible que Iruka pudiera haberse convertido en alguien que no

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pensase en nadie más salvo en sí mismo, que creyera que era el único con una circuntancia lamentable. Podía haberse convertido en lo peor de lo peor, un idiota bastardo que no se daba cuenta del dolor ajeno. Iruka creía que fue gracias a Naruto que había escapado de ese destino. Conocer a Naruto había sido algo que había cambiado su vida. No sería una exageración decir que Naruto era la razón por la que Iruka había decidido trabajar como profesor durante el resto de su vida. Así de importante era la existencia de Naruto para Iruka. En ese momento... Fue porque estaba pensando en los viejos tiempos. La cara de cierto hombre destelló en la mente de Iruka. Su nombre es Mizuki. Había sido un hombre de buenas notas y bendecido con un talento para el ninjutsu. Mizuki era alguien a quien Iruka conocía desde la infancia. Se examinaron para profesor juntos, trabajaron juntos como profesores y se ayudaban entre sí. Mizuki siempre estaba sonriendo y hablando suavemente, a diferencia de Iruka y su tendencia a regañar, así que siempre había sido popular entre los estudiantes. Pero Mizuki tenía otro lado, diferente a la cara sonriente que mostraba a sus estudiantes. Había poseído una profunda envidia, un hombre que no podía confiar en sí mismo. —Nadie comprende verdaderamente a mí verdadero yo. Mi yo real es más increíble. No soy todo lo que aparento ser. No soy ningún pequeño humano que será arrinconado por algo así. Todos en la villa me están subestimando. —Mizuki solo dejaba que esas palabras salieran de sus labios ante Iruka. En pocas palabras, Mizuki era otra persona que estaba preocupada porque no tenía a nadie que lo reconociera. Por eso Mizuki se convirtió en alguien que perseguía viciosamente las cosas, sólo preocupándose por los resultados finales y nada más. Cuando las cosas no iban bien, culpaba a los demás. Se ponía celoso y resentido, y no cortaba los malos sentimientos que lo estaban desviando. Al final, Mizuki había tomado el camino equivocado como shinobi. —Mizuki. —Iruka pensó—. Cuando uno se convierte en profesor, no hay tal cosa como 'resultados instantáneos'. Cualquier resultado de tu enseñanza se verá en cinco o diez años– no, en algunnos casos, quizás les tome más tiempo. Depende de a cuántos niños se les enseñe, y en qué clase de adultos se conviertan. Los resultados de la enseñanza se ven en las vidas de nuestros estudiantes cuando estos crecen. >Pero si ni siquiera puedes ver eso, por supuesto que no lo vas a entender. Ahora, Naruto era tan famoso que no había nadie en la villa que no supiera su nombre. Todos lo reconocían. Naruto, que había sido acosado y burlado desde que era niño, que había vivido sus días aislado de todos. Naruto. ¿Mizuki habría sido capaz de predecir este futuro para Naruto? No, no habría. Alguien queno podía pasar sus años como profesor nunca sería capaz de ver lo que Iruka estaba viendo ahora, el futuro de un estudiante con sus propios ojos. Este sentimiento, estas emociones, nadie más podría posiblemente entenderlas. —Había querido que sintieras esta emoción también… Mizuki. Para cuando Iruka dejó el Ichiraku, ya estaba oscuro fuera. Hizo rápido el camino de vuelta a casa, sintiendo el viento nocturno empujándole por detrás.

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El regalo de bodas que había comprado para Naruo e Hinata estaba dentro de su bolsillo frontal de su chaleco. Era bueno sentir el peso de algo tan importante contra su pecho. Pensó que realmente era un hombre feliz. No era solo Naruto quien aun sentía afecto hacia Iruka tras graduarse, sino muchos de sus otros estudiantes también. No había un sentimiento más feliz en el mundo que ese. Naruto iba especialmente a menudo a ver a Iruka, preguntando si podían ir a comer algo de ramen juntos. Pero, en el futuro, Hinata probablemente le haría sus comidas en casa, así que si Naruto aun salía a comer con frecuenciamente, ella probablemente acabaría por encloquecer por su culpa. Pensando sobre eso, Iruka no podía evitar reírse. Su buen humor continuó de camino a casa. Iruka entró en la casa a oscuras sin nadie dentro, y encendió las luces. Había un solo cepillo de dientes en el vaso junto al fregadero. Pensó que podría tener que reemplazarlo pronto. Una media taza de té ebrio yacía, olvidada, sobre su mesa de café. Iruka se dio cuenta de que había olvidado recoger su colada de donde la había colgado a secar, y se movió para traerla de vuelta. Su ropa interior en particular estaba ahora helada por estar colgada en el aire de la noche. Hubo un débil "chapoteo" cuando una gota de agua cayó del grifo del fregadero de la cocina. Era una noche tranquila. Iruka soltó un suspiro, mirando al bajo techo. —Quizá sea hora de empezar a buscar en serio una compañera de por vida también… Por alguna razón, el pensamiento que entró en su mente era particularmente fuerte hoy. Iruka dio un pequeño puñetazo y murmuró para sí: —¡Vale, no perderé contra Naruto…! Era una declaración muy calmada. En cuanto a qué pasó con ese asunto, dejemos que Iruka lo descubra.

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CAPITULO 7 A La mision final -InicioLEe y Tenten habían estado hablando en los terrenos de entrenamiento. Shikamaru y Chouji se habían encontrado por casualidad. Sakura e Ino se habían enfrentado en su tienda favorita. Sai había caído en el sitio mientras miraba al cielo. Iruka había estado tarareando mientras colgaba su ropa para secar. Y el Ichiraku había estado ocupado con el trabajo como de costumbre. Ni una sola persona se había dado cuenta del diminuto insecto que volaba cerca de ellos. Era solo un insecto. Estaba volando tranquilamente alrededor de Konohagakure. Era un insecto muy pequeño, tanto que nadie le prestaría atención. E incluso si alguien se daba cuenta de él, pronto lo perderían de vista en el tiempo limpio, brillante y soleado. Era difícil seguir observando a algo tan insignificante que iba volando de aquí para allá. Sin embargo… De repente, el insecto dejó de moverse. O mejor, para ser más exactos, había parado a descansar sus alas. Cuando un insecto se detiene en cualquier lugar cercano a ti, es mucho más fácil de ver. Aburame Shino miró intensamente a través de sus gafas de sol al insecto alado que se detuvo en la punta de su dedo. —… Trabajaste duro. — Dijo, agradeciendo al insecto en una voz tranquila. Mientras lo hacía, el insecto en la punta de su dedo bajó hasta su palma y, con tanta tranquilidad y naturalidad, desapareció en la manga de Shino. Un insecto acababa de entrar en su ropa, pero Shino no estaba nervioso. Más bien, tenía una mirada muy tranquila en su rostro. Eso era natural. La razón era que Shino era un shinobi que había nacido en el clan Aburame, que era una línea de usuarios de insectos. La gente de su clan permitiría que los insectos llamados Kikaichuu residan dentro de sus cuerpos. Posteriormente, comían los insectos a su gusto, y en retorno permetían a los insectos alimentarse del chakra de sus cuerpos. Así es como su contrato continuó. El mismo insecto que había entrado en la manga de Shino hace un momento, era simplemente otro Kikaichuu que Shino manipulaba. Era muy natural que Shino se hubiera mantenido tranquilo, porque todo lo que había sucedido era que el insecto había vuelto a su prógimo. En su contrato, los insectos eran usados principalmente en el campo durante las misiones, pero tenían una amplia variedad de usos. Además de atacar y defender, ayudaban a apoderarse del enemigo al que estaban cazando, haciendo cosas como perseguir y buscar. Se usan para casi todos los escenarios. Un gran número de insectos podría incluso tomar la forma de un humano y utilizar su propio jutsu. De esta manera, el clan Aburame, que vivía junto a un gran número de insectos desde el día en que nacieron, se familiarizó con la naturaleza de esos insectos y perfeccionó los jutsus que usaban cuando luchaban junto a ellos. Eran un clan hiden15.

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Oculto.

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Y, este día Shino había estado usando una de las técnicas hiden de su clan para espiar las actividades de sus camaradas. En cuanto a por qué hizo tal cosa, la razón estaba en el hombre que estaba cerca de Shino. —Entonces, ¿cómo te fue? —Inuzuka Kiba preguntó mientras jugaba con el perro ninja, Akamaru. —Por lo que esperaba, parece que todos están trabajando para conseguir sus regalos de bodas... —Shino respondió desde donde estaba, un terreno alto que le permitía una vista intacta de la villa. —Lo que pensaba. —Dijo Kiba—. ¿Todos han decidido lo que van a coger? —La mayoría no lo han hecho aun. Parece que muchos se reúnen para consultarse entre sí. Kiba soltó un grito ante la respuesta de Shino: —¡Yahoo! ¡Justo como yo quería! Mientras Kiba hablaba, se rozó la perilla alzando su cara. Últimamente, Kiba parecía que le había gustado mucho, y lo tocaba cada vez que podía. Parecía que estaba convirtiéndose en un hábito. —Es nuestra oportunidad de actuar mientras todo el mundo está preocupado. Es finalmente mi tiempo para brillar. —Más precisamente, "nuestro tiempo".—Shino corrigió. Kiba soltó una carcajada. —Lo sé. ¿No es así, Akamaru? —Dijo Kiba, dándole palmaditas al ninken16 cuya longitud era mayor que la propia altura de Kiba. Kiba había nacido en el clan Inuzuka, un clan de usuarios de perros ninja, por lo que para él Akamaru era un compañero con el que había estado comiendo y durmiendo desde su infancia. Era lo mismo para Akamaru, y aún ahora, con diez años de edad, Akamaru seguía acompañando a Kiba en misiones todos los días. Akamaru inmediatamente ladró dos veces como respuesta a la pregunta de Kiba. —Sí, eso es correcto. —Dijo Kiba—. Encontraremos un regalo que nadie más haya dado, uno que venga sólo del Equipo Ocho. —Equipo ocho, huh… —Pensó Shino mientras veía a Kiba y Akamaru jugar juntos. Sus pensamientos estaban remontándose al primer día en que lo habían puesto en el mismo equipo que Kiba. El silencioso Shino, el amante de la acción Kiba y Akamaru, y la retraída y pensativa Hinata. Aquellas tres personas y un animal habían sido los miembros del Equipo Ocho. Eran compañeros que habían entrenado juntos, se habían apoyado, siempre estaban juntos. Sin embargo, mientras que la Hinata madura había sido una cosa, Kiba había sido bullicioso, imprudente y extremadamente propenso a asumir el liderazgo por sí mismo. Cuando Shino había sido puesto en el mismo equipo que Kiba, había encontrado su carácter diferente pensando que era extremadamente tedioso, y había pasado todos los días suspirando consigo mismo y lamentando el difícil futuro que estaba sin duda en reserva. —-No creo que pueda llevarme bien contigo. La razón es que nosotros... —Incluso ahora, Shino podía recordar claramente el pasado en que había dicho esas palabras. Ante eso, sus palabras fueron cortadas porque en ese momento en el pasado Kiba había gritado: —¿Qué diablos pasa contigo? ¡Eres realmente triste! Kiba realmente había sido horrible desde los viejos tiempos, siempre hablando en voz alta como un idiota.

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Perro ninja.

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—-Kiba... ¿te acuerdas de lo que dije la primera vez que fuimos puestos en el mismo equipo? — Shino de repente hizo esa pregunta sin una razón real. La impulsividad era el departamento de Kiba. Pero, Kiba probablemente no lo recordaría. —¿La primera vez...? —Preguntó Kiba—. Oh sí, esa vez cuando estábamos comiendo en el campo de entrenamiento. —Kiba siguió acariciando a Akamaru mientras pensaba, mirando hacia el cielo. Entonces...— Cierto, era... 'Sólo mi caja de almuerzo tiene bichos en él' o algo así. —Nunca dije tal cosa. —Dijo Shino. ¿Qué demonios? Olvídate de recordarlo, Kiba incluso había fabricado una falsa memoria sin sentido en su lugar. Shino fijó su mirada en Kiba, sintiendo la angustiosa sensación que tenía en su interior. —-¿Qué... qué? ¿Eso no fue lo que dijiste? —Kiba parecía nervioso por la mirada de Shino por un momento antes de recuperarse—. Bueno, olvídate de pequeños detalles. El regalo de bodas es más importante. ¿Cierto? —Kiba sonrió ampliamente para que sus caninos se mostraran. Shino pensó que la habilidad de Kiba para cambiar rápidamente el estado de ánimo era buena, pero de mala calidad. En ese momento: —¿Sabes, Shino? —El tono de voz de Kiba había cambiado. Un fuerte viento sopló entre los dos. Kiba siguió hablando con una mirada seria en su rostro—. Estaba contento de que Kakashisensei llamara a esta cosa una misión. Incluso puedo entender que Kakashi-sensei y los demás estén llamando esto una misión solo en nombre. Ya que él es alguien que tiene un juicio excéntrico. Pero, para mí, realmente pienso en esto como una misión. Estoy pensando que esta va a ser la última misión para nosotros, los miembros del Equipo Ocho... Shino ni siquiera dejó escapar un sonido de acuerdo, calmadamente, escuchando en silencio. —Es como si nos hubieran dado esta última misión, esta última misión. —Kiba continuó—. ¿Tal vez Kakashi-sensei podría haber arreglado esto especialmente para ese propósito?... O podría estar pensando demasiado... —Kiba dejó de hablar y apartó la vista, riendo como si estuviera avergonzado. —-No, no estás pensando demasiado... —Dijo Shino. Shino entendía que Kiba sentía mucho dolor. Era porque estaba teniendo las mismas mismas sensaciones. Hinata estaba ocupada preparándose para la boda. Kiba y Shino salieron en misiones mientras los chuunin lideraban sus propios equipos. Los cuatro no habían podido salir en ninguna misión como el Equipo Ocho últimamente. Y, muy probablemente, después de esto ellos... —La última misión del Equipo Ocho por Hinata, huh... Nadie estaría involucrado. Esto era algo que sólo la gente que había estado en su equipo desde que eran jóvenes, que habían pasado por toda la felicidad y tristeza con ellos alguna vez, entendería. Kiba y Shino, y Akamaru también... Era definitivamente algo que nadie salvo el Equipo Ocho podría hacer. Por eso Shino había enviado a su Kikaichuu para volar y investigar los estados de sus otros compañeros. Así que Shino y Kiba podrían dar un presente más magnífico que nadie. Para que pudieran hacer feliz a Hinata. —Así que, ¿qué vamos a hacer…? —Shino preguntó. Kiba quedó en silencio. Estaba mirando a la nada en particular sin decir ni una palabra. El silencio continuó entre ambos. Akamaru se movió tranquilamente alrededor, inquieto, dejando escapar un gemido mientras miraba a Kiba.

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Shino no podía tolerar el innatural silencio que venía de Kiba. —¿Es posible que no hayas pensando en nada aun? Kiba asintió en silencio. Había dicho todo eso, pero al final no tenía nada salvo su entusiasmo para mostrar. Como esperaba, Kiba era siempre Kiba. Este lado suyo no había cambiado desde los viejos tiempos. —Por ahora, tenemos que pensar en cosas que le gusten a Hinata. No podemos ir más allá. La razón es que si le damos algo así, por ejemplo, no sabemos si le disgustarán en su tan esperado día de la boda; la atmósfera se tornaría mala. Fueron a misiones con Hinata durante muchos años. Era suficiente decir que eran camaradas que comían del mismo plato. No había duda de que ellos sabían mejor que nadie lo que le gustaba a Hinata. —Cosas que le gusten a Hinata, bien, está el zenzai… —Kiba dijo. Shino pensó sobre esto. Era cierto que a Hinata definitivamente le encantaba esa sopa hecha con habas rojas Azuki. Donde fuera que tomaran un descanso en un entrenamiento o misión y se detuvieran en una tienda de té, los ojos de Hinata brillarían si veía zenzai. —Y entonces hay… yeah, flores secas. —Kiba dijo—. A ella realmente le gusta hacer flores secas. Tío, ella tiene hobbies simples. Zenzai y flores secas… ninguno sería un regalo de bodas. Pensando en ello, ¿había alguien en el mundo que diese sopa como regalo de bodas? Shino se estrujó el cerebro. —Ah, espera, cierto. Naruto, a él siempre le encanta comer ramen, ¿cierto?— Kiba de repente dijo. —Sí. —Shino dijo—. Ramen es algo que suele comer, ¿no? —Y, ya sabes —Kiba dijo—, es algo realmente sorprendente que nadie sabe, pero, a Naruto realmente le gusta el oshiruko. —Oh, ¿es así? Ahora que lo mencionas, lo he visto bebiendo esa sopa de una lata antes. —¿Cierto? Hay algo incluso más sorprendente que eso. Naruto tiene como hobby regar plantas. Y no es solo regarlas. —Kiba tenía una expresión alegre en su rostro cuando murmuró—: A Naruto le gusta hablar con las plantas mientras las riega. Por supuesto, es solo cuando está solo en su habitación. Akamaru y yo acabamos de pasar por delante de su casa cuando lo escuchamos, hablando con una mientras la regaba. Tiene un lado extraño, hablando con las plantas. ¿Bien, Akamaru? Akamaru soltó un vigoroso gruñido en respuesta. Shino no entendía la mayoría de lo que Akamaru decía, pero él sabía que esta respuesta significaba '¡Exacto!'. —Eso definitivamente es inusual. —Shino dijo—. Hablar a los insectos es normal, pero no es así con las plantas. Podría haberse sentido muy aburrido, pero también hay otra posibilidad... Bueno, sólo para estar seguro de que sería mejor ir y ver la situación nosotros mismos... —Cruzó los brazos y asintió. Naruto tenía ciertos lados extraños para él. Pensando en ello, en el pasado, Naruto había jugado al poker con su propio clon de sombra. Bueno, eso era lo que pasaba cuando no ibas a jugar con él, pensó Shino. —Pero ¿sabes? —Kiba dijo— Cuando lo reconsideras todo, es bastante sorprendente. —… ¿Qué?

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—Ya sabes, las cosas que les gustan. ¿Cómo, zenzai y oshiruko 17? Y secar flores para preservarlas y regar plantas para cuidarlas, cosas así. No importa cómo lo mires, las cosas que les gustan y sus aficiones son bastante similares, ¿no? —Ya veo, tienes razón. Pero Kiba… —¿Mm? ¿Qué? —Lo más importante es el regalo de bodas… —Ah, yeah. ¿Qué deberíamos hacer…? El silencio los cubrió por un segundo. Kiba se sentó, ausentemente acariciando a Akamaru. Shino se puso en pie como siempre, mirando al suelo. —Entonces vamos a… preguntar a alguien... —Esta vez fue Kiba que había sido incapaz de soportar el silencio—. Todos se están preguntando entre sí también, ¿cierto? —Kiba dijo—. Hagámoslo también… ¿yeah? —¿Dónde está el Kiba que estaba tan entusiasmada hablando sobre la última misión del Equipo Ocho? —Eso es lo que Shino pensó cuando miró al suelo a la fila de hormigas que marchaban ante sus pies. Lo pensó, pero no lo dijo, porque Kiba había dado ahora incluso una idea mejor. —Supongo que tampoco tenemos opción salvo ir y consultar a alguien… —¡Cierto! Así que, ¿a quién vamos? ¿A tu padre? Lo digo por si acaso, pero a mi madre y mi hermana no, ¿sabes? Son completamente diferentes si las comparas con Hinata. —Kiba dijo, poniéndose de bien. Que dolor, estaba muy impaciente. —Hay alguien muy adecuado para la última misión del Equipo Ocho. —Shino dijo—. Si pregutnas quien, entonces esa persona es– —¡Lo tengo, te refieres a esa! ¡Bien, vamos, Akamaru! —Kiba había entendido al instante lo que Shino quiso decir antes de que pudiera acabar de hablar. Rápidamente empezó a correr con Akamaru. Ambas figuras lentamente empezaron a empequeñecerse en la distancia. —Ni siquiera la mínima capacidad de calma en él… —Shino pensó y empezó a caminar tras Kiba. Para cuando Shino finalmente llegó a su destino, Kiba y Akamaru ya iban directos a casa. Akamaru estaba tumbado en la alfombra, y Kiba se había sentado cómodamente en una silla. Shino entró calmadamente. —Oh hey, llegas tarde. —Kiba dijo, con una taza de té en su mano. Kiba estaba sentado cómodamente, como si estuviera en su casa. Realmente, la palabra ‘restrinción’ estaba probablemente fuera del cerebro de Kiba. —Estás relajado, Kiba. —Shino dijo, silenciosamente sentándose también. Cuando dijo eso, una niña vino corriendo de otra habitación, arrojándose sobre Akamaru. —¡Akakiba! ¡Akakiba! —Dijo, tirando de las orejas de Akamaru. Akamaru ladeó su cuello, luciendo un poco molesto, pero entonces se tumbó y dejó que la niña continuase con lo que estaban haciendo. —Te lo vuelvo a decir. Yo soy Kiba, y él es Akamaru. —Kiba dijo con un tono de regaño. Sonaba como si repitiese esto bastantes veces. La niña dejó salir un gemido de delicia, disfrutando y riendo. 17

Zenzai y oshiruko son platos hechos de habas rojas Azuki, con la única diferencia siendo su consistencia, donde el oshiruko es más una sopa y zenzai, mermelada. Aunque ambos son llamados sopas.

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—¡Akakiba y Kibamaru! —Los has mezclado, huh… Por favor, perdóname, Mirai… El nombre de la niña era Sarutobi Mirai. Era la hija del fallecido Sarutobi Asuma. —¿Por qué…? ¿Es porque la piel de Akamaru es blanca que te confundes…18? —Kiba murmuró, lanzando una mirada pensativa a Mirai, que estaba con su cara pegada contra Akamaru. Era cierto que Akamaru no casaba con su nombre, siendo de pelaje blanco. Kiba le había llamado ‘Akamaru’ porque tras comer las especiales píldoras del soldado que Kiba cocinaba, Akamaru se cubriría con la sangre de otros en combate. Pero, Shino pensó que era poco probable que el color de la piel de Akamaru tuviera alguna conexión con esto. La razón que pensaba era que Kiba y Akamaru solían jugar con Mirai durante sus paseos. Si no los hubiera visto a menudo, sería normal que Mirai no recordara sus nombres, pero eso no se aplicaba a Kiba y Akamaru. Sin embargo, Mirai mezcló sus nombres. Era más probable porque Kiba y Akamaru eran tan cercanos y estaban tan a menudo juntos que ella hizo eso. En realidad, Shino sinceramente esperaba que esto fuera el caso. —Parece que aún no recuerda la diferencia, a pesar de que vienes a jugar con ella mucho. — Shino no había querido realmente que las palabras salieran. Kiba negó con su cabeza. —No me molesta. —Murmuró—. Los niños hacen eso mucho. —¡Es el tío insecto! —Mirai de repente dijo, señalando a Shino. Shino sintió una dolorosa sensación en él, y Kiba, que había estado pendiente de su cabeza hasta hace apenas un segundo, de repente soltó un fuerte y enérgico grito de risa. —Yo... soy un hermano mayor insecto... —Shino dijo, incapaz de ocultar sus temblores—. La razón es que yo soy todavía también jo—Oí lo que estaba pasando de Kiba. —Dijo una voz detrás de él. Shino volvió de cabeza para ver a una mujer de cabello negro lustroso. La madre de Mirai, Sarutobi Kurenai, había venido con té y comida. Había pasado el embarazo y el parto, ya estaba con el trabajo de casa y el cuidado de los niños, pero para Kiba, Shino e Hinata siempre era su maestra que había estado a cargo de su Equipo Ocho. Shino y Kiba pensaron que si querían preguntarle a alguien para que le diera consejos sobre la última misión del Equipo Ocho, sería ella. Por eso habían venido aquí. Pero... —Un regalo para Hinata, huh... —Kurenai dijo, dejando el plato -estaba sobre todo lleno de aperitivos- sobre la mesa y sentándose—. Pero en lugar de mí, ¿no crees que habría sido mejor preguntarle a Hanabi? —No, bueno, quiero decir sí pero... —Murmuró Kiba, su mano deteniéndose a medias de la acción cuando había buscado su merienda favorita, carne seca. Hanabi era la hermana menor de Hinata. En comparación con la simple y no muy de moda Hinata, Hanabi era una joven con mucho más sentido de la moda y extravagante en sus gustos. —Pensamos que sería mejor... no involucrar a los miembros de su familia... —Kiba torpemente trató de hablar de una manera educada a la que no estaba acostumbrado. Últimamente, Kiba había estado tratando de hablar educadamente a Kurenai. Era lo más probable por el hecho de que se había dado cuenta de que no podía hablar con su antigua maestra como si fueran los mejores amigos después de una cierta edad. —Y-y entonces, por supuesto, bueno… No somos… íntimos… con ella. —Kiba murmuró.

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El nombre de Akamaru significa 'círculo rojo', y él es blanco, así que Kiba piensa que por eso Mirai está confusa.

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Minetras que habían ido unas cuantas veces a la casa Hyuuga a ver a Hinata y eso, ni Kiba ni Shino había visto a Hanabi fuera de eso. Se sentía raro ir de repente y consultarle sobre el regalo de bodas. Es más, como Kiba dijo, si se involucraban con sus familiares, entonces había la posibilidad de que la charla sobre el regalo de bodas llegase a oídos de Hinata. —Hmm, tienes razón… —Kurenai se cruzó de brazos y pensó. Mientras, Kiba finalmente dejó caer sus manos sobre la carne seca, mascándola furiosamente mientras murmuraba: —La sensación de cuando lo mascas es realmente importante… la sensación… —como si fuera un hechizo mágico. Había otra razón para que Kiba se turbase cuando se mencionaba a Hanabi. Shino sabía un poco sobre ello. El incidente había pasado el día en que se les dijo la noticia increíble de que la luna posiblemente se caería19. Los recuerdos de esos días cuando caían meteoritos sobre la Tierra y realmente parecían los últimos días de su existencia estaban aun frescos en la mente de Shino. La mayoría de la villa ya había sido reparada, pero si dabas un paso fuera de la villa, verías las cicatrices de aquel día. No importa cuantos meses o años pasaran, aun no serías capaz de replantar todos los árboles que cayeron por los meteoros, o cubrir los cráteres que quedaron. Los shinobi se habían reunido para proteger la villa de la lluvia de meteoros, y en medio de esto, un equipo se había formado para rescatar a Hanabi, que había sido raptada por la mente maestra tras el suceso. Era un equipo reunido para encontrar el escondite del cerebro y rescatar a Hanabi. Una misión como esa era la especialidad de Kiba, ya que era un usuario de perro ninja con su propio sentido del olfato. Había estado lleno de confianza, diciendo lo probable que era que fuese elegido debido a su conexión con Hinata a través del Equipo Ocho. Pero, el nombre de Kiba no estaba en la lista de los seleccionados para la misión. Kiba se había increíblemente deprimido por esa cuestión. —¿Qué no estoy…? Si fuera yo, podría encontrar donde está Hanabi en un instante… Podría ayudar definitivamente… Realmente quería encontrar el escondite de ese tipo y patearle el culo con mi nuevo jutsu… Quería ayudar a detener la caída de la luna… Incluso ahora, Shino podía recordar claramente las incesantes quejas de Kiba sobre el tema. —Se acabó, se acabó… —Kiba había murmurado con desesperación, y Shino recordó decirle: —Bueno, el mundo entero quizás acabe pronto… ¿Por qué recordó eso? Probablemente porque Kiba lo había ignorado. Pero, Shino pensó que Kakashi-sensei había escogido al equipo correcto para la ocasión correcta. Kakashi-sensei era el Rokudaime20 Hokage, y tenía que decidir mientras pensaba en salvar la vida de todos, así que en lugar de poner a Kiba en el equipo enviado para salvar a Hanabi, lo puso en el de salvar a la villa. La misión de Kiba había sido buscar y salvar rápidamente a la gente que estaba enterrada entre las ruinas de los edificios que habían colapsado tras el impacto de los meteoros. Era una importante misión que era solo tan precisa por el sentido del olfato de Kiba y Akamaru. Y Shino también había sido mandado como parte del equipo de salvamente junto con Kiba. Era porque sus insectos eran capaces de meterse entre las ranuras entre las ruinas que la gente y perros no podían atravesar. Mientras Shino y Kiba corrían por la villa montados en la grupa de 19 20

Referencia a la película 'The Last'. Sexto.

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Akamaru, se las arreglaron para salvar a gente que no había podido escapar antes del impacto de los meteoros. Y además, Kiba no se había refugiado en los refugios, en su lugar se quedó fuera para ayudar a la gente que aún creía que el mañana iba a venir, así como los shinobi de la villa o el dueño del ramen Ichiraku, Teuchi, que estaba preparando ingredientes para el ramen de mañana. Incluso se jactó de que si algún meteorito caía hacia la tienda, lo destruiría con su nuevo jutsu. Había puesto una cantidad impresionante de esfuerzo en sus actividades. El golpe de mala suerte de Kiba fue que el único que vio sus esfuerzos había sido Shino, que estaba constantemente a su lado. Y Shino no le había dicho nada a nadie sobre lo que pasó ese día. Shino pensó que las buenas acciones como esa no eran del tipo que deben ser exhibidas al mundo. Shino estaba mirando intensamente a Kiba desgarrando su carne seca. Shino pensó que era probable que el recuerdo amargo de Kiba de no haber sido escogido para el equipo de rescate de Hanabi había resurgido cuando oyó su nombre. Sin embargo, Shino lo sabía. Sabía que cuando el empujón llegaba, Kiba era un hombre confiable. Sabía que Kiba había ido corriendo por la villa con Akamaru y salvó muchas vidas. Sabía que Kiba había protegido incluso a Ichiraku Ramen mientras estaba allí. Sólo Shino sabía esas cosas. ¿No estaba bien? Aunque Shino realmente no había podido oír el nombre del nuevo jutsu de Kiba cuando lo usó, ya que el sonido del meteorito siendo destruido había sido también fuerte, pero aún así, ¿estaba bien dejar las cosas así? —Ahh, en vez de té, me habría gustado poder tomar Shōchū21… —Kurenai murmuró, llevando algunos snacks a su boca. Kurenai había sido famosa por amar el alcohol desde los viejos tiempos. Por encima, le encantaba lo fuerte, y bebía un montón. Era una bebera compulsiva. Era imposible para Shino imaginarse beber como un hobby ya que él ni siquiera había tocado una gota de alcohol. El alcohol no era bueno. Intoxicaba a los insectos. Shino evitaba todo eso tanto como un fuerte olor. Sea algo que comiera o bebiera algo, o incluso una medicina, si el olor estaba fuerte o los ingredientes eran ferozmente afectivos, influirían en los insectos dentro de él. Para los usuarios de insectos, eso era una situación de vida o muerte. Por eso a Shino le gustaba comer cosas que fueran suaves tanto para los humanos como para los insectos, como ensaladas. —Ah, en realidad, hablando de alcohol, ¿conocéis esta historia? —Kurenai dijo, pasando de mirar a Mirai y Akamaru, a Shino y Kiba—. En los viejos tiempos, el Clan Senjuu de bosque solía dar vino de miel como regalo de bodas. —¿Senjuu? Creo que he oído ese nombre en la clase de historia… —Kiba ladeó su cabeza aturdido, tirando de su perilla. Shino sacudió su cabeza con exasperación. —El Primer y Segundo Hokages. —Shino dijo. —¡Ah, yeah! No, por supuesto que los conozco, ¿sabes? —Kiba dijo. Kurenai sonrió cuando miró para ellos. —Veros a ambos me recuerda a los viejos tiempos. —Dijo. 21

El Shōchū (焼酎) es una bebida alcohólica de Japón, comúnmente destilada de cebada, camote o arroz. Típicamente tiene un 25% de graduación alcohólica, lo que lo hace más débil que el whisky y más fuerte que el vino y el sake. El Shōchū es producido en todas partes de Japón pero la isla de Kyūshū se considera su cuna.

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Ver la cara sonriente de Kurenai hizo que Shino pensase en los viejos tiempos también. Honestamente, Kurenai había sido una profesora realmente implacable. Fuerte de mente… era una ruda palabra para usar, pero ella era una usuaria de genjutsu extremadamente sensitiva. Había sido especialmente aficionada a usar con frecuencia el genjutsu vertiginoso durante su entrenamiento, y aun recordarlo ahora hacía que Shino recordara las náuseas junto con ella; así de severa había sido. Por supuesto, había sido la manera de Kurenai de mostrar su amor, y definitivamente había endurecido a los miembros del Equipo Ocho. Pero aún así, uno no podía evitar pensar en lo increíble que sería para alguien así simplemente aflojarse después de convertirse en madre. —Míralo sin vergüenza, con una perilla. De vuelta a los viejos días tu cara solía ser resbaladiza y lisa. —Kurenai dijo, sonriendo cuando pellizcó las mejillas de Kiba con ambas manos. —¡Owwww, pod favod, detengafe, Kuwenai-fenfe…! Kurenai parecía estarse divirtiendo mucho. Quizás no había realmente madurado. —Así que, sensei, ¿la historia sobre el vino de miel del Clan Senjuu? —Ayudar a un amigo con necesidad… no era la motivación de Shino. Solo quería oír el resto de la historia. —Ah, yeah. El Clan Senjuu de bosque, justo como su nombre implica, vive en el bosque. —Kurenai dijo, dejando las mejillas de Kiba—. Hay osos en los bosques, ¿cierto? Y sabéis que los osos derribarán colmenas para hacer con la miel en su interior, ¿cierto? La gente dice que el origen del vino de miel estaba en esas colmenas que mezcvlaban el agua de lluvia con la miel. Fue descubierto en la antigüedad por el clan Senjuu. Era una bebida maravillosa para ellos, algo que era nutritivo como la miel y les daba energía. Así que naturalmente, después de eso, la fabricación del vino de miel se convirtió lentamente en parte de su cultura. —¿Por qué lo daban como regalo de bodas? —Bueno, primero, era porque en ese momento la receta para el vino de la miel era perfecta, por lo que era raro. Pero lo más importante era debido al alto valor nutricional. La teoría era que la miel era abundante, así que sus bebedores compartirían su fertilidad. De cualquier manera, todo se reduce al hecho de que el alcohol siempre se ha usado para celebrar ocasiones felices desde viejos tiempos. —Pero, Naruto no bebe alcohol, ¿sabes? —Naruto prefiere beber la sopa del ramen y del oshiruko. Kurenai suspiró profundamente cuando Kiba y Shino dijeron eso. —Los hábitos alimenticios de ese chico son tan sesgados... Shino y Kiba simultáneamente se estremecieron cuando recordaron ir a casa de Naruto en el pasado y encontrar la cocina vacía de cualquier cosa salvo ramen. Últimamente Naruto había estado jactándose de que había comenzado a comer verduras también, pero incluso eso estaba sólo en el grado de que de vez en cuando compraba unos pocos tomates cherry. —¿No debería estar muerto ya? —Kiba dijo, lo cual fue un buen comentario considerando que Kiba no comía nada salvo carne. No podías evitar pensar que Hinata tendría que hacer algo. —Pero bien, en cualquier caso, el vino de miel puede ser usado como medicina, y en cocina también. Si se trata de Hinata, estoy segura de que sería capaz de encontrar un buen uso para ello. Además, probablemente no lo usaría de inmediato. ¿No es una idea maravillosa y romántica para ella abrir un frasco de vino de miel un día y recordar el día de su boda? —Ya veo, pensando así, un regalo de bodas que se menciona en la historia y leyendas es una idea realmente buena. —Kiba dijo—. Y por encima, es algo usado por el clan del fundador de Konoha. Es definitivamente un regalo adecuado para que yo dea, como el futuro Hokage. —Kiba estaba asintiendo con los ojos cerrados. Estaba probablemente imaginándose su futuro como Hokage.

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Shino, por otro lado, estaba pensando tranquilamente. Algo le estaba molestando un poco. El vino de miel era una idea que obtuvieron por la amante del alcohol Kurenai-sensei. Shino y Kiba no lo habían pensado por sí mismos. Pero, no importa cuan desinteresado estuviera Shino por el alcohol, tenía un conocimiento básico de la variedad de alcohol vendido en las tiendas y bares de Konoha. —¡Hey Shino, apurémonos y vayamos a comprarlo! —Kiba estaba muy animado, pero Shino no recordaba haber visto vino de miel en la villa. —¿Tal cosa está a la venta? —Shino murmuró—. Es la primera vez en mi vida que oigo hablar de él… Kurenai negó fácilmente. —No está a la venta. —¿Huh? —Kiba dejó solo un sonido ante el comentario de Kurenai. —Si estuviera a la venta, lo habría comprado ya. Es realmente raro de encontrar en nuestra villa. —Uhm… ¡¿En-Entonces qué hacemos?! —Ese legendario vino de miel es algo que solo he probado una vez, hace años. Es todo lo que puedo decir. —Oh no… —La cara de Kiba parecía como si el fin del mundo estuviera próximo. De hecho, Shino pensó que lucía peor que cuando la luna había empezado a caer. Kiba realmente tenía un amplio rango de expresiones faciales, Shino pensó mientras miraba estoicamente. —El vino de miel que bebí me lo dio un mercader ambulante. Era realmente delicioso, así que le pregunté de dónde venía. Estaba pensando en comprarlo también. Y, ¿qué creeis que me respondió? —Kurenai se pausó, su cara haciendo una mueca—. Dijo que lo compró en el Soraku. —¡¿Te refieres al mercado negro…?! Soraku… un grupo de renegados inaccesible para cualquier país o villa. La gente decía que la propia villa parecía como un lugar perfectamente normal en el que nadie se fijaría, pero de hecho era la ciudad natal de un clan de mercaderes negros. Era un lugar del que nadie oía buenos rumores, la clase que se apodera de armas difíciles de encontrar que habían sido prohibidas en cualquier otro lugar. —Para ser más precisa, el mercader dijo que lo había obtenido de un apicultor que vivía en Soraku. —Así que ¿incluso tienen apicultores? —Bueno, los mercaderes negros que se asientan allí no solo vivien de armas y dinero, sabéis, así que debe haber una comuna original que se encargue de las necesidades vitales. Ya que el mercader que había vendido el vino de miel lo había conseguido de Soraku y entonces visitó Konoha, eso significa que había alguna forma de comunicarse con la comuna del interior de Soraku. —No fui capaz de encontrarles, pero vosotros sois el Equipo Ocho, especializados en cazar a gente, ¿no? —Kurenai dijo con una maliciosa sonrisa en la cara. Parecía ir bastante en serio. —Déjanoslo a nosotros. —Kiba dijo—. Siempre que Shino y Akamaru y yo estemos allí, ¡será coser y cantar! —Kiba se puso en pie al final de su declaración, y Akamaru, que había estado dejando que Mirai hiciera lo que quisiera, se puso en pie también sin ninguna indicación para acercarse a Kiba. Mirai vio alejarse a Akamaru de ella, y esta dijo en una voz que mostraba cuan reluctante estaba de decir adiós: —¿Shinomaru se va?

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—¡Te digo siempre que es Akamaru! Y pensando en ello, ¡realmente haz mezclado todos nuestros nombres esta vez, ¿no?! Shino había estado observando en usual intercambio, cuando Kurenai lo llamó para que se girara hacia ella. —Hey, Shino… —Kurenai dijo en un tono tranquilo para que nadie más oyera—. Kiba no tiene buen juicio. Entiendes lo que quiero decir, ¿cierto? Shino asintió en silencio, reuniéndose con los ojos de Kurenai. —¡Mientras estéis en ello, compra algo para mí también…! —Ese era el mensaje que Kurenai quería transmitir. —No habrá problemas. —Shino dijo, yéndose también. De rama en rama. Estaban volando a través del verdor de los árboles. Shino y Kiba, y Akamaru, estaban dirigiéndose a la villa como un equipo para conseguir el regalo de bodas de Hinata. Poco después, ya se habían alejado dejando una montaña entre ellos y Konoha. Kiba estaba llevando una chaqueta sobre el chaleco de Konoha. Era un chaqueta con un dissño rudo, con piel en el interior. Shino llevaba su abrigo favorito sobre su propio chaleco, y se tapaba la cabeza con su capucha. Era su usual atuendo para las misiones. En otras palabras, eran ropas que casaban con la Última Misión del Equipo Ocho. Los chalecos mejorados de Konoha ya no tenían los dobles bolsillos para rollos en ambos lados del pecho, facilitando la libertad de movimiento. Lo que era sorprendente era que eran más ligeros que los antiguos, pero más duraderos. Tal cosa habría sido impensable durante los viejos tiempos. Era un increíble signo del progreso en tecnología. Realmente te hacia ser consciente de que el tiempo pasaba. La villa y la gente y las cosas estaban cambiando una a una. Pensar que había alcanzado una edad en la que podía sentir que las cosas estaban cambiando hizo sentir un poco triste a Shino. Y entonces pensó sobre la próxima generación de Konoha, lo que le hacia pensar en Mirai. Lo que le hacia pensar en lo que Mirai dijo. —¿Realmente... luzco tan mayor…? —Shino habló sin pensar. Kiba miró sobre su hombro en medio del aire. Akamaru iba en la cabeza, así que solo estaban ellos dos saltando sobre los árboles. Por ello casi parecían estar volando en el aire. Escogieron este método de transporte en vez de correr en el suelo porque era más rápido. Con cada salto, sus alrededores se emborronaban y quedaban rápidamente atrás. Porun momento, se habían movido en silencio, hasta que Kiba notó lo que Shino había dicho. —Oi, oi, no te molestes por algo así. —Dio una amplia sonrisa—. Tío insecto. —No estoy molesto. Cállate, Idiotamaru. —¡Es Kibamaru! ¡No, tampoco es Kibamaru! Ese fue el tema de conversación mientras volaban por los árboles. El olor de la tierra y el verdor era fuerte, y los insectos se movían por doquier. Era un buen día con un tiempo limpio. Era sorprendente e increíble, más de lo que se había esperado por los fuertes vientos de la noche pasada. Hermosas mariposas estaban danzando alrededor en la paz de la mañana. Tras un momento de silencio, Shino abrió su boca de nuevo. —No soy lo bastante viejo como para ser llamado 'tío' aun, pero si soy llamado así, entonces tú deberías ser llamado así también, Kiba, porque somos compañeros de clase de la misma edad… —¡Realmente estás molesto por ello! —Sí, me molesta. Kiba… ¿realmente luzco tan viejo? Kiba sonrió a Shino hablando abiertamente sobre sus sentimientos.

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—Bueno, bueno, mira eso. Comparado a cuando éramos niños, te has vuelto más honesto. La sonrisa omnipresente de Kiba raspó los nervios de Shino. Shino deliberadamente miró hacia otro lado cuando dijo: —Te estoy preguntando porque nos conocemos desde hace tiempo. Así que, ¿realmente luzco tan-? —¡Te lo tomas muy en serio! ¡Pregunta doble! Vale, lo entiendo. ¡Estás bien! ¡Luces como alguien de tu edad! —Kiba agitó una mano en su pelo, su voz fortaleciéndose—. ¡Eres más alto que yo, y siempre estás tranquilo y llevas esas gafas de sol todo el tiempo, así que por supuesto que luces maduro! Pensando en ello, para una niñita como esa, ¡lucimos viejos! —¿En serio? ¿Así que estoy realmente bien…? —Eres persistente… Mira, ni siquiera tienes que llevar las gafas de sol. Eres guapo. Ni siquiera un poco, definitivamente eres más guapo que el estúpido rostro de Naruto, ¡así que no te preocupes! —Kiba dijo y entonces se señaló a sí mismo—. Bueno, por supuesto, cuando se trata de lucir bien, eres el segundo después de mí y Akamaru. —Después de Akamaru… Realmente no entiendo, es extraño... Shino se quedó mirando fijamente a la cola de Akamaru, a alguna distancia delante de él.

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CAPITULO 7 b La mision final -FIn—Ahora entonces… finalmente es hora de empezar. —¡Es la Última Misión del Equipo Ocho! ¡Vamos, chicos! —Kiba alzó su voz como si estuviera lanzando un grito de batalla. Después de un largo viaje, Shino, Kiba y Akamaru finalmente habían llegado a la entrada de Soraku. Pasaron bajo una elegante puerta japonesa sostenida por gruesos pilares escarlata, y entraron en la ciudad. Al momento siguiente, cada uno de ellos tragó por lo que vio extenderse frente a ellos. Incluso Kiba, que había sido increíblemente bullicioso hace un minuto, se veía manso de repente. Estaba más allá de lo que habían imaginado. Innumerables edificios estaban amontonados, paredes que se habían descompuesto, letreros desvencijados de tiendas inclinados, pintura descolorida, numerosas tiendas con cristales rotos, alineados como si estuvieran tratando de competir entre sí. Por supuesto, no había nadie dentro de la ciudad. Las deshabitadas ruinas habían permanecido así durante mucho tiempo. El centro de la ciudad tenía un montón de edificios altos alrededor, un signo revelador de cómo un número considerable de gente solía vivir aquí. Ni Kiba ni Shino sabían cómo Soraku había acabado en este estado, o a donde sus antiguos residentes habían desaparecido. Pero antes de darse cuenta de lo que estaban haciendo, estaban imaginando las escenas de una actividad bulliciosa que ya no podía ser una escena. Padres y niños habían estado aquí. Hermanos. Amigos. Amantes. No hubo duda de que hubo acontecimientos aquí que no eran diferentes de los de Konohagakure. Todo el barrio estaba tranquilo. No había ni un solo sonido. Pero, de vez en cuando, se podía oír el sonido del viento. Lo más probable es que el sonido viniera de las corrientes de viento soplando a través de las ventanas rotas y dentro de los edificios. Se sentía como si el viento que soplaba tan en vano en el silencio fuera el sonido hecho por la ciudad abyecta gritando. Las vicisitudes de la vida. Esa frase llegó a la mente de Shino. Pero, ¿era realmente aceptable resumir algo como esto con esa frase simple? Vaciló, porque la vista también parecía triste por esas palabras. —Es un lugar desolado. —Shino murmuró—. ¿Ha vivido gente realmente aquí...? La nariz de Kiba se contrajo, moviéndose. —No hay error... —Él dijo—. Por cierto, aquí hay gente. —Kiba entró en el edificio que estaba en la parte delantera, diciendo—: Entonces... Shino y Akamaru lo siguieron. El interior del edificio estaba tan desordenado como el exterior. Los dos hombres y el animal se dirigieron cuidadosamente por un largo pasillo oscuro. Fue más y más complicado a medida que avanzaban, como un laberinto. Tubos de algún tipo se aferraban a las paredes, aunque era difícil decir si llevaban agua o gas. A juzgar por la apariencia, parecía que el edificio no había sido originalmente estructurado de esta manera, sino que más bien se había hecho varias adiciones a lo largo de los años, y que había dado lugar a estos extraños caminos. —Es muy probable que sea una contramedida contra los intrusos... —Pensó Shino, mirando las paredes de color diferente. —Pues apesta a moho aquí. —Comentó Kiba delante de él—. Este lugar es deprimente.

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En ese momento.., —-Bueno, 'miau', lo siento, es deprimente. —Un gato había salido de uno de los conductos rotos del ventilador de aire. —¡¿Qué...?! —Kiba estaba descompuesto por la repentina aparición del gato. Era porque no había sido capaz de sentirlo con su nariz. Akamaru se puso en guardia, soltando un gruñido bajo. En un instante, Shino estaba en alerta también. —¿Esos come-hitai... miau, shinobi de Konoha? —El gato estaba hablando. No parecía que hubiera otros gatos alrededor. Era en su mayoría de piel gris, con piel blanca en la punta de la nariz y la boca. Les estaba mirando con ojos chispeantes—. Uno apesta a perro. Otro a insecto. Uno es un perro. —Después de mirarlos por todos lados, uno por uno, el gato murmuró un lenguaje abusivo—. En serio, miau, sois un montón de buenos para nada. Pero a Kiba no le importó en absoluto. Estaba mirando al gato y regándolo con palabras de alabanza. —Esto es una sorpresa... Completamente sin olor. ¡Este gato es genial...! —Los gatos ninja eliminamos completamente nuestro olor cuando aseamos nuestros cuerpos, miau. Somos diferentes de los gatos normales. —Uno de esos gatos ninja de los rumores, ¿huh...? —Shino se fijó en el gato frente a él. Parece como cualquier otro gato que encontrarías en cualquier lugar. Sus movimientos eran muy gatunos también. La diferencia era el kimono que llevaba, y las palabras humanas que hablaba. Soraku tenía otro lado, como un paraíso para los gatos. Muchos gatos habían venido a vivir en la abyecta ciudad. La mayoría eran gatos normales que no podían hablar el lenguaje humano, pero entre ellos estaban estos milagrosos gatos ninja que habían aprendido a hablar como humanos y usar ninjutsu. Estos gatos ninja habían servido al clan de mercaderes negros durante generaciones. Llamarles una autoridad sustancial en esta ciudad no sería exagerado. Los gatos ninja cooperaron con los normales para lo que sea de día o de noche, siempre manteniendo un ojo vigilante en la ciudad. Y, eso incluía tratar rápidamente con intrusos. Parecía que los tubos que se aferraban a las paredes y techos eran realmente un camino secreto para los gatos. Todo el edificio era probablemente- no, toda la ciudad estaba probablemente igual. Probablemente habían fabricado todo el área para que no pudieras ir a ningún sitio fuera del alcance de los gatos. Fue gracias a los gatos ninja que esta zona se mantuvo segura. Sin embargo, Shino y los demás sólo habían venido buscando desesperadamente vino de miel. Sería terrible si hubiera una mala interpretación de que habían venido con malas intenciones. Y así, Shino comenzó a hablar tan suavemente como pudo: —-No somos gente de la que desconfiar. Tenemos que buscar a alguien. Estamos buscando información. —¡Un hombre que usa gafas de sol, un abrigo largo y una capucha que cubre sus ojos...! Eres muy sospechoso, miau. —Bueno, tienes un punto... —Por alguna razón, Kiba estuvo de acuerdo con el gato. Shino se sintió un poco irritado por eso, y levantó la voz. —No puedes llamar a la gente sospechosa sólo porque llevan gafas de sol y capucha. La razón es que no soy alguien sospechoso. Además, la gente de la que realmente debes sospechar son los tipos que tratan de ocultar su naturaleza sospechosa al no lucir sospechosos en absoluto... —Cálmate, Shino. —Kiba dijo—. No va a ayudar si levantas la voz al gato.

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—No puedo soportar cuánto apestas a perro, miau. Me da ganas de vomitar... —¿¡DISCULPA!? ¡¡¡HEY, GATO BASTARDO QUE SE SIENTA ALLÍ!!! —Calma, Kiba. Mantén la calma. Sigue mi ejemplo. —Sería mejor si te fueras rápido, miau. Si no lo haces, te arrancaremos de miembro en miembro. Frente a las repetidas provocaciones del gato ninja, Kiba finalmente perdió. —Bueno, eso está bien para mí. Podemos obtener nuestra información igual de bien atándolo, ¿verdad? —Kiba miró al gato con ojos afilados. Se quebró los nudillos, rodó su cuello alrededor, aflojando ligeramente su cuerpo. Y... — ¡Vamos, Akamaru! —Kiba saltó del suelo, y Akamaru corrió hacia delante casi al mismo tiempo. —Humano tonto, miau. —El gato alzó la vista hacia el techo, no parecía particularmente preocupado en absoluto. Movió sus patas traseras una por una para estirarlas, y rodó su propio cuello también. —¡Gyan! —Akamaru soltó un grito agudo, y se desplomó junto a Kiba. —¿Qué sucede, Akamaru? ¡Espera, ¿esto es-?! —Kiba de repente se derrumbó junto al contorsionado Akamaru—. Ah- Espera- ha-gah- handa- kaa-kuAkamaru y Kiba rodaron por el suelo, dejando salir ruidos extraños. Parecían haber enloquecido por completo, tirando de su pelo y golpeando su ropa. La piel de Shino percibió a los diminutos atacantes que habían saltado del cuerpo del gato ninja. —Ohh, así que son pulgas... —Dijo—. Mandaste pulgas como un ataque. Como era de esperar de quien lleva el nombre de un gato ninja. Esto es realmente raro. Supongo que podrías llamar a algo así 'Ninpou: Shuriken Pulga'... —¡No-no analices ca-calmadamenteEEEE! —Kiba gritó—. ¡Haz algo rápido, SHINOOOO! No podía evitarse que uno se sintiera increíblemente irritado cuando había sido cubierto por un número tan grande de pulgas. El agraviado grito de Kiba y los gemidos dolidos de Akamaru resonaban en el pasillo. Con el fin de ayudarles, Shino se arrodilló sobre una rodilla e hizo las señales para un sello. —¡Jutsu Secreto: Recolección de Insectos22! —Shino gritó, y puso su mano en el suelo. Cuando lo hizo, un patrón de chakra azul con forma de tela de araña surgió. Se extendió de la punta de sus dedos como un abanico. Mientras lo hacía, las pulgas que habían cubierto a Kiba y Akamaru saltaron hacia las redes de chakras azules, recogiéndose dentro de ellas. El Jutsu Secreto: Recolección de Insectos funcionaba de la misma manera que sugería su nombre, atrayendo insectos al usuario y reuniéndolos en un solo lugar. Era una técnica fundamental para el clan Aburame que cada uno de sus miembros podía hacer. Ante eso, esta había sido originalmente una técnica usada para recolectar insectos investigadores. —He-hemos sido salvados... —Kiba debe haber pasado un montón de dolor. Estaba tratando de equilibrar su desordenada respiración mientras se levantaba. Akamaru parecía que todavía se sentía disgustado por la prueba, sacudiendo todo su cuerpo como lo haría cuando se mojara. —Pensar que ni siquiera podrías ganar contra las pulgas. Hay un límite a lo patético que se puede ser, miau. —¡Gato de mierda, despreciándonos...! —Kiba se lanzó hacia el gato que había estado observándolos tranquilamente—. ¡Te atrapé! —Kiba había agarrado firmemente al gato en sus 22

El Jutsu Secreto: Recolección de Insectos (秘術・蟲寄せ, Hijutsu: Mushiyose) es un jutsu secreto del Clan Aburame que consta en tocar una superficie con la palma de la mano y los dedos; el usuario suelta una red pequeña de chakra que atrae a cualquier tipo de insecto a esa ubicación en particular.

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manos. Sin embargo, al segundo en que lo tocó, el cuerpo del gato se deshizo en pedazos como piedras—. ¡¿Qué demonios-?! ¿Pulgas? No, no eran eso. Eran pedazos de comida de gato. El gato definitivaemnte había estado allí un momento antes. ¿Cuándo demonios se había cambiado con un falso hecho de comida de gato…? —Ya veo, así que es un Clon de Comida de Gato… —Shino murmuró. —¡¿Es realmente tiempo de alabarlo?! —Kiba soltó. —Es realmente hora de que os vayáis, miau. —El gato habló desde una habitación dentro del pasillo, sus ojos brillaban en la oscuridad—. Un gato solo girará la otra mejilla tres veces. A partir de ahora, será hora de sacar las garras, miau. Era así como los gatos ninja rechazaron a los intrusos. Por el bien de proteger la ciudad y el clan de Mercaderes Negros. Sin embargo, debería ser que si un comerciante se detiene, no los rechazan. Eso es lo que pensaba Shino. Sin embargo, no sabía qué hacer para que los gatos dejaran de defenderse. —¡Ah, mierda! —Kiba aulló irritado—. ¡No podemos atrapar al gato, no podemos obtener información del gato, no hay nada que podamos hacer! —Si quieres información, puedes cambiarla por matatabi 23. Pero eso es imposible, ya que no tienes ninguno. ¿Entiendes ahora? Realmente apestas a perro, por lo que realmente queremos que te apresures y salgas. Así que eso era. Matatabi podría ser cambiado por un pase para entrar. Habían sido imprudentes. Su oponente era un gato después de todo. —Esto es malo, Kiba... —Shino dijo—. A este ritmo, no haremos ningún proceso. La razón es que no trajimos ni siquiera un poco de matatabi... —Shino se inclinó más cerca de Kiba, susurrando para que el gato ninja no pudiera oír—. Ya que la situación acabó así, usaré mis errores para... —Espera, Shino. Déjame esto. —Kiba también sacó una píldora del soldado de la bolsa en su cinturón, y la arrojó hacia el gato ninja—. De acuerdo, gato. Te daré esto. Hagamos un comercio. Por información sobre la localización. —¿Te estás burlando de mí? No importa cómo lo mires, esto no es matatabi, miau. Matatabi es... —El gato se detuvo, deteniendo sus maldiciones sobre la píldora del soldado. Comenzó a lamer la píldora, su lengua rosada parpadeando—. ¿Qué? ¿Qué es esto? ¿Tiene esto matatabi? El gato se hundió lentamente para acostarse en el suelo. Era el típico comportamiento mostrado en gatos después de que lamían matatabi. —¿Qué tal? —Kiba sonrió ampliamente—. Podemos hacer negocios ahora, ¿cierto? —¿De qué se trata, Kiba? —Preguntó Shino—. ¿La píldora del soldado tiene matatabi? —No, las píldoras del soldado tienen inukekka 24 dentro. Es algo similar a matatabi. Las píldoras especiales del soldado del Clan Inuzuka estaban diseñadas para perros. Jamás habría pensado que una de esas píldoras pudiera tener cosas que a los gatos les gustasen también. Como era de esperar, Kiba era un hombre fiable. El gato sonaba irritado incluso con su píldora de soldado inducido por el aturdimiento. —Pensar que me encorvé hasta el suelo por culpa de un perro idiota, miau. Mi orgullo no puede perdonar esto, miau. —El gato dijo, tragó la píldora del soldado en un trago, y también salió corriendo. —¡Qué...! ¡NO ME ROBES! ¡GATO DE MIERDA! 23 24

Matatabi es una planta japonesa, es como una versión mucho más fuerte de la hierba de los gatos. Inukekka es el nombre japonés para la hierba de los gatos.

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El gato salió disparado como una liebre, ¿o tal vez debería decir, como un gato? De cualquier manera, Kiba había corrido tras el gato fugitivo a toda velocidad. —¡ESPERA! —Los gritos furiosos de Kiba resonaron furiosamente por los pasillos. Shino y Akamaru miraron la espalda de Kiba mientras él perseguía al gato ninja, y comenzaron a correr también. Mientras perseguían al ágil ninja, daban innumerables vueltas y vueltas, corredores que se curvaban a la izquierda y a la derecha como un laberinto. Shino acababa de girar tras otra curva en el camino cuando vio a Kiba delante de él. Se había congelado en el sitio, completamente inmóvil. Shino entró en pánico y se detuvo para no tropezar con él. —Qué pasó, Kiba... ¿Lo perdiste de vista? Kiba no volvió su cabeza ni siquiera ante la pregunta de Shino. Shino miró a su alrededor y vio que había una mujer en frente de Kiba. El gato ninja de antes estaba sostenido en sus brazos. Era una mujer joven con el pelo hermoso, marrón castaño, y los ojos anchos encantadores. Su edad parecía ser igual a la suya. Kiba y la mujer se estaban mirado fijamente, casi como si se reconocieran de algún lugar. La mujer notó la presencia de Shino, y, mirándolo hacia arriba, empezó a encogerse. —Espera, definitivamente no soy una persona sospechosa... —Shino habló antes de que se le dijera algo, golpeando suposiciones al montón—. Soy el compañero de Kiba. Cuando lo dijo, las facciones de la mujer se relajaron. —Oh, así que eso era. De repente lo encontré, que me sorprendió. —Ella dijo y sonrió. —¡Déjame ir, miau! —El gato estaba luchando para salir de los brazos de la mujer, pero no podía liberarse. Viendo eso, Shino preguntó: —¿Podría ser que tú eres... la dueña de este gato? La mujer pareció sorprendida cuando contestó. —Si. Uhm, ¿nuestro gato hizo algo...? Oí una voz muy fuerte. —Estamos buscando a alguien. —Shino dijo—. Le hemos dado una píldora del soldado como pago, pero el gato también se fue sin decir nada. —Ahh, ya veo. Tsk, siempre les digo que hagan negocios correctamente. —Lo siento si no voy a hacer negocios con alguien que apesta a perro, miau. —El gato siseó mientras luchaba. —¿Huele a perro…? ¿Esta persona? —La mujer se giró para mirar a Kiba. Shino se giró para examinar a su amigo también. Por alguna razón, Kiba se había quedado tieso como una estatua con su boca abierta desde hace un rato. —Uhm, lo siento mucho. Nuestro gato ha sido increíblemente rudo… —La mujer dijo—. Ah, me llamo Tamaki. Poseo una armería. Y este pequeño es Momo. Siempre me está protegiendo. Así que la mujer se llamaba Tamaki. —Así que se llama Momo. —Kiba de repente dijo—. Yo- yo... vaya coincidencia. Nuestro perro se llama Akamaru, ajaja. —Estaba diciendo cosas sin sentido. ¿Qué demonios había sido una coincidencia? Shino estaba preocupado por no saber qué componente en su conversación lo convirtió en una coincidencia. Incluso Akamaru tenía una mirada de aturdimiento en su cara. Y por supuesto podía ver que su dueño actuaba como una persona completamente diferente justo delante de sus ojos.

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—¿Así que eres un ninja que usa perros? —Tamaki preguntó, sus ojos brillando—. Es increíble. Fue entonces que Kiba empezó a actuar increíblemente extraño. Se inquietaba. Miraba a izquierda y derecha. Se pasó una mano por su cabello. Se tiró de la perilla. —No, bueno, heh, no soy para tanto… —Kiba dijo—. Ah, sabes, mira, lo increíble es una cosa diferente, ¿cierto? Como que estoy a un nivel donde podría ser considerado un candidato para ser el próximo Hokage, así. —¡¿Qué hace una persona tan increíble aquí?! —Tamaki estaba atónita. Akamaru colgó su cabeza y dejó salir un lloriqueo. Shino no dijo nada. Hace sólo unos momentos, Kiba había estado gritando furiosamente '¡GATO DE MIERDA!'. Shino se preguntó a dónde demonios había desapareció Kiba. —Ah, ya veo. —Tamaki dijo—. Estáis buscando al apicultor. —Yeah, para el regalo de bodas de un amigo. —Kiba dijo—. Estábamos pensando en darle vino de miel. —Ahh, esa es una muy buena elección. Shino miró a Kiba y Tamaki mientras hablaban. De algún modo, Kiba se las había finalmente arreglado para llegar al punto. Kiba y Tamaki estaban manteniendo la conversación ellos solos. Mientras, Shino estaba silenciosamente acariciando la cabeza de Akamaru, que tampoco estaba participando en la conversación. Akamaru parecía como molesto por algo, pero cuando Shino le acarició, el perro parecía sentirse mejor, mirando a Shino con sus ojos arrugados. Shino nunca habría imaginado que a pesar de ser un usuario de insector acabaría pasando tanto tiempo con un perro y aprendiendo a leer su corazón. —Entonces, os guiaré. —Ah, ¿sabes dónde está? Estaríamos realmente agradecidos. Parecía que la conversación de Kiba y Tamaki había acabado. Ella iba a dirigirles. —Es fácil perderse en esta ciudad. —Tamaki dijo con una sonrisa torcida mientras ella y Kiba caminaban lado a lado. Shino y Akamaru los siguieron silenciosamente. Caminaron por una ruta muy compleja. Shino pensó que iban a salir, pero volvieron a entrar en un edificio. Entonces pensó que estarían afuera, pero esta vez se dirigieron por un callejón que tenía edificios más parecidos. —Así, este apicultor —Kiba preguntó—, ¿qué clase de hombre es? —Hmm. —Tamaki dijo—. Bueno, nunca he visto su cara, así que... —¿Qué quieres decir…? —Nunca lo conocí, pero sé dónde está. —¿Qué hay con eso? Shino siguió caminando mientras observaba la armoniosa atmósfera entre Kiba y Tamari que caminaba un poco adelante. Él estaba muy agradecido por la guía. Si no hubiesen pedido a un residente que les mostrara cómo ir por estas complejas calles de la ciudad, incluso con la nariz de Kiba y los insectos de Shino habrían pasado dificultades para encontrar su objetivo. Desde hace un tiempo, todo lo que se habían encontrado eran gatos, y ni un solo ser humano. Estaban sobre las paredes desmoronadas, entre las grietas de los escombros, dentro de tiendas con ventanas rotas. Podía sentir los ojos de los gatos desde todos los escondites posibles. Cuando miraba a los gatos, estaban o bien acostados o lamiéndose las patas, pero con toda seguridad nunca dejarían a Shino o a los demás fuera de su vista.

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Mientras observaba esos alrededores, Shino tuvo una sensación repentina: esta ciudad abyecta, y los gatos que vivían allí, tomando el sol... casi se sentía como si todos los demás humanos hubieran repentinamente desaparecido de la faz de la Tierra. Aquí, la gente era forastera. Si no fuera por Tamaki y el gato ninja Momo, probablemente estarían rodeados ahora. Hablando de Momo, el gato estaba caminando junto a Tamaki con una mirada amarga en su cara. Parecía que no estaba satisfecho con lo alegremente que Tamaki y Kiba iban charlando el uno al otro. Kiba estaba haciendo grandes movimientos exagerados con sus manos y brazos mientras hablaba, y la risa fluía de Tamaki. Shino se quedó callado como solía hacerlo. Akamaru estaba esquivando las miradas inquebrantables de los gatos mientras caminaba. De esa manera, los tres llegaron a las afueras de la ciudad. A medida que llegaban a ese punto, el número de edificios desmoronados alineados uno al lado del otro había disminuido de manera constante hasta que no quedaba ni una sola casa. En lugar de eso, lo que veían era... Bueno, en lugar de eso, una espesa niebla había descendido. Su campo de visión estaba deteriorado. Esta era una cuestión trivial, pensó Shino, y reunió su concentración. Se concentró en vigilar atentamente sus alrededores. Delante de él, Kiba y Tamaki estaban continuando su trivial conversación. A pesar de que pronto habían llegando, algo era diferente sobre el estado de ánimo de Shino y el estado de ánimo entre los dos en frente de él. Tamaki estaba continuando, sin ser molestada por la niebla. —¿Eh? Ahora que lo pienso, ¿no nos hemos encontrado antes en Konoha? Hace poco me mudé allí. Aunque aun vuelvo aquí bastante a menudo para visitar a mi familia. Pero sí, eso es, antes de esto, mi abuela estaba completamente desnuda cuando un grupo de gatos- Ah, aquí estamos. Tamaki de repente se detuvo. Mientras se preguntaba qué demonios había hecho, Shino se detuvo. Podías ver vagamente una arboleda de bambú en la niebla delante de ellos. —Esta arboleda de bambú... debería ser el lugar correcto. —Tamaki dijo. Eran palabras ambiguas de alguien que dijo que les guiaría. —¿Qué quieres decir con eso? —Kiba preguntó. —Bien, en pocas palabras, nadie lo vio jamás. —Entonces, ¿cómo sabes que es aquí dónde vive? —Por favor, echad un vistazo a esto. —Tamaki indicó un par de monumentos de piedra que estaban erigidos por delante de la arboleda de bambú. Viendo la cuerda podrida que estaba envuelta alrededor de los monumentos de piedra, Shino murmuró: —Deidades Guardianas del Viajero. —Eso es. —Tamaki dijo—. La gente viene aquí y pone una ofrenda, cosas como verduras y similar, cerca de la estatua. Cuando regresen al día siguiente, las ofrendas se habrán ido, y un pequeño recipiente de miel o vino de miel estará en su lugar. Y así, llamamos a la persona que deja la miel, quienquiera que sea, el 'apicultor'. —¿Por qué nadie ha intentado verle…? —Kiba preguntó, luciendo increíblemente sorprendido—. Normalmente, ¿no tendrían curiosidad por qué clase de tipo es? Bueno, eso ciertamente era lo que pensarías. ‘Normalmente’.

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Pero, esto era Soraku. La posibilidad de que quien viviera aquí no fuera alguien real era del 200%. Siempre que esa persona trabajara apropiadamente bajo la observación de los gatos, entonces nadie se preocuparía de si era un trabajador o un fugitivo. —En cuanto a lo que se puede decir sobre las Deidades Guardianas del Viajero, estas son tierras sagradas. Pero la gente que vive en Soraku no se molesta en mirar alrededor. No tenemos negocios aquí después de todo. —Tamaki dijo con una risa. El hecho de que el apicultor estuviera viviendo en suelo sagrado no parecía ser algo molesto. Como se esperaba, la gente de Soraku tenía una única forma de pensar un poco diferente de la de otros. —Pero nosotros tenemos negocios aquí, sabes… —Kiba dijo—. No podemos solo sentarnos aturdidos por quien sabe cuántos días mientras esperamos a que nuestras ofrendas sean intercambiadas por vino de miel. —De cualquier manera, vosotros no podríais encontrarlo, miau. Incluso los gatos se pierden en esa arboleda de bambú, miau. —Momo dio una risa sádica. Había pensado que el gato había decidido decir algo que valía la pena, pero sólo algo así salió de su boca. Pero Kiba no fue perturbado. —Somos shinobi. No nos perderemos. —Dirigió las palabras a Momo, y entonces se giró para caminar hacia los bosques de bambú envueltos en la niebla. Después de separarse de Tamaki y Momo, el grupo había comenzado a caminar a través del bosque de bambú de niebla. Shino se giró y miró hacia atrás. El resto de la ciudad ya estaba fuera de la vista en la niebla. Así que eso es lo que Momo quería decir con 'perderse'. Si esto era así, no era de extrañar que Tamaki y Momo y la otra gente de Soraku nunca hubieran ido aquí. De cualquier manera, ya que estaban buscando a alguien cuya cara les era desconocida, sería una tarea imposible de lograr si no fueran shinobi con alto sentido de percepción como Kiba y Shino. Este no era un lugar para no-shinobi como Tamaki. Pero, dicho así, era posible que este no fuera un lugar para un shinobi cualquiera. Esas estatuas de las Deidades Guardianes del Viajero fueron colocadas como un marcador para separar el mundo donde los humanos vivían del mundo en el que vivían los dioses. En otras palabras, estaban caminando ahora sobre un territorio que no pertenecía a los humanos, sino a los dioses. Ya no podían ver bien en esta niebla, pero Shino sintió que se había vuelto aún más gruesa. —Muy bien... Esto debería ser un buen lugar para el primero. —Kiba dijo, y lanzó un kunai en un poste de bambú cercano. Lo hacia por el bien de colocar un marcador cerca de la entrada de la arboleda de bambú. Lo volvería a hacer después de que cubrieran un poco más de distancia. Lo repetirían durante un tiempo mientras continuaban. De esta manera serían capaces de encontrar la salida cuando se fueran sin desconcertarse mucho. >Primero lo encontraremos con mi nariz, pero cuando lo hagamos, llamarás a tus insectos y... ¡achoo! —Kiba estornudó de repente. Él bufó, y dijo—: Heh, tal vez esa chica está hablando de mí... —... ¿Te has enamorado de ella? —Shino bruscamente preguntó. —¿HUH? ¡No, idiota! ¡No hay absolutamente nada como eso! —Kiba estaba increíblemente nervioso. Estaba gritando sus negativas con una voz mucho más fuerte que de costumbre. —¿Estaba... interrumpiendo tu romance...?

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— ¡Te estoy diciendo que te equivocas! —Hinata se va a casar pronto... Kiba, cuando te cases, acabaré finalmente solo. Cuando te cases, déjame a Akamaru. La razón es que él es el único que me entiende sin palabras... —¿Disculpa? ¡No tengo ni idea de lo que estás diciendo! ¿Qué quieres decir con que estarás solo? Cuando Kiba estaba ladrando, Akamaru miró a su dueño y ladró también. —¡Guau! —¡¿Qué- Akamaru?! ¿Por qué estás diciendo cosas así también? ¡Deja a mi perilla fuera de esto! Aunque Akamaru sólo había dado un ladrido, pareció que había transmitido una larga cadena de palabras. Kiba estaba regañando, su rostro poniéndose carmesí todo el camino hasta sus oídos. ¿Estaba su cara roja por la ira o la vergüenza? Shino silenciosamente pensó. Lo más probable es que ambos. Kiba de repente lanzó un exasperado grito: —¡Arghgh, es suficiente! ¡Vamos a seguir adelante sin entrar en estúpidas conversaciones como esta! —Le dio la espalda a los dos, pisando fuerte—. En serio... ¡El olor fuerte del bambú hace difícil encontrar cosas, ugh! Parecía que estaba mucho más irritado ahora de lo que había estado hace un rato. Pero Shino estaba contento de verlo, porque Kiba era mucho más fácil de entender cuando estaba así. Por supuesto, mientras que él podría haber estado satisfecho ahora, eso fue sólo 'ahora'. Cuando conoció a Kiba, había habido muchas veces en que se había irritado con su personalidad, era el polo opuesto de Shino. Durante el tiempo de descanso en la Academia, Shino dejaría que sus bichos pasearan por la cima de su mesa, mientras Kiba corría por los pasillos y parques con otros compañeros de clase, gritando en voz alta. En clase, Shino silenciosamente escucharía al maestro, mientras que Kiba estaría durmiendo o armando jaleo. Para resumir, Kiba estaba en segundo lugar después de Naruto cuando se trataba de... Olvida el segundo lugar, después de todo, el niño en cuestión nunca había sido el tipo de estar contento si no estaba en primer lugar... Kiba estaba al nivel de Naruto en cuanto a causar alborotos. Había sido un niño con problemas. De vuelta, Shino quería ser asignado a un equipo con nadie como él. Pero ahora, Shino fue a misiones con ese mismo niño problemático. ¿Cuándo había sido normal ir junto a Kiba? La vida era imposible de entender. Por alguna razón, Shino seguía pensando en los viejos tiempos mientras caminaba. Su campo de visión estaba todavía obstaculizado por la niebla. El paisaje nunca parecía cambiar, siempre el mismo. Racimos de bambú con niebla espesa colgando entre ellos. Shino pensó que su entorno ahora parecía una pintura. —Espera un minuto. Esto es extraño... —Kiba de repente murmuró en voz baja—. Este no es el olor del bambú... ¿Qué es esto, este aroma débil y dulce...? —Kiba miró alrededor, con la nariz crispada. Por supuesto, Shino no tenía forma de oler lo que Kiba sí. Era un olor muy débil. Sin embargo, Shino notó inmediatamente algo muy extraño justo en frente de sus ojos. —Kiba… Mira esto…

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Más allá de donde estaba señalando Shino había una rama de bambú… con un kunai clavado en él. Era el kunai que Kiba había arrojado como un marcador cerca de las afueras de la ciudad desde donde habían entrado. Había pasado tiempo desde que colocaron ese marcador, y habían continuado caminando hacia adelante. No deberían estar viendo el marcador. —¿Es un genjutsu…? —Mientras se sentía incómodo, Shino desplazó el flujo de chakra dentro de su cuerpo, haciendo que los insectos dentro de él se sintieran incómodos. Había cambiado su chakra por el bien de romper el genjutsu. Sin embargo, absolutamente nada cambió. El kunai que debería estar a una larga distancia de ellos. Pero aún estaba frente a ellos. —Mierda, no podemos salir... ¿Qué es esto? —Kiba alza su voz, sus ojos miran agudamente alrededor de su entorno—. ¿Es el Jutsu de Mente Astuta Afectada25? —Se siente similar a la Ilusión Demoníaca: Jutsu del Doble Falso Ambiente 26 también, pero... no es ninguna de esas... Ambos fueron entrenados por Kurenai, la principal usuaria de genjutsu en Konoha. Para ser honesto, estaban confiados en que su conocimiento en genjutsu era más alto que el de otros ninjas. Por supuesto, eso incluía poder romperlos. Pero nunca habían oído hablar de un genjutsu como éste. Para empezar, si era un genjutsu, habría sido cancelado por ahora. Lo que significa que era algo diferente pero similar a un genjutsu. ¿Qué sería...? ¿Cuál sería? —No tenemos otra opción, huh. —Kiba dijo—. Por ahora, ¿qué tal si continuamos y Akamaru y yo usamos el Doble Colmillo Perforador27? Kiba había encontrado una solución muy simple. En vez de seguir un rumbo fijo mientras evitaban el bambú, simplemente lo ignorarían cortando en línea recta. Shino silenciosamente asintió. —¡Bueno, vamos, Akamaru! —Kiba miró a su alrededor—. ¿Akamaru? —Kiba comenzó a girar sin descanso su cabeza izquierda y derecha. Shino buscó a su alrededor también, forzando sus ojos para ver más allá de la niebla que los rodeaba. Pero no importa cuánto buscaran, a pesar de estar justo al lado de ellos sólo hace un momento, Akamaru no veía por ningún lado. Akamaru había desaparecido sin un sonido ni rastro. —Esto no puede estar bien... ¡Akamaru! ¡Hey, Akamaru! ¿Qué es esto? ¡El olor de Akamaru se ha ido! —Kiba perdió completamente la cabeza. Saltó a través de la niebla, todavía gritando—: ¡¿DÓNDE ESTÁS, AKAMARU?! ¡RESPÓNDEME! AKAMARU! —¡Espera, Kiba! ¡Cálmate! Shino corrió tras el Kiba entrado en pánico. Mientras Kiba corría, llamando a Akamaru, la niebla se volvió más densa alrededor de su figura. Debería haber estado muy cerca, pero Shino no pudo 25

El Jutsu de Mente Astuta Afectada (狐狸心中の術, Kori Shinchū no Jutsu) hace al enemigo caminar en círculos durante horas, haciendo parecer como si estuvieran caminando directamente a su destino deseado. El enemigo con el tiempo se agota tras recorrer el mismo camino una y otra vez . 26

La Ilusión Demoníaca: Jutsu del Doble Falso Ambiente (魔幻・二此処非の術, Magen: Nijū Kokoni Arazu no Jutsu) es un jutsu que coloca una ilusión dentro de otra ilusión creada por el usuario. Cuando el objetivo despeja la primera ilusión, no se da cuenta que una segunda ilusión está puesta. 27

El Doble Colmillo Perforador (牙通牙; Gatsūga) es un jutsu en donde el usuario y su compañero giran a una velocidad altísima y golpean al oponente con golpes muy fuertes, cuando se hace contacto. La fuerza de este ataque es lo suficientemente potente como para perforar a través de la piedra. Este ataque lo usan ninjas del Clan Inuzuka después de usar la Técnica del Clon Humano-Bestia. Para lograr esta técnica se necesita una gran coordinación entre los dos usuarios para así hacer más efectivo el jutsu.

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decirlo gracias a la niebla. Corrió y corrió, pero no pudo alcanzar a Kiba. Y pronto, Kiba desapareció de su vista también. —Shino... este olor es realmente fuerte. —La voz de Kiba flotó hacia él desde el centro de la niebla— . Tienes que conseguirlo ahora. Es el olor de la miel... este olor dulce... ¡es inconfundiblemente...! En ese momento, todos los rastros de Kiba desaparecieron por completo. —¡Kiba...! En ese momento, incontables Kikaichuu aparecieron alrededor de Shino. Levantó ambos brazos, e innumerables Kikaichuu salieron de su interior en todas direcciones. Algunos llegaron al cielo, otros inundaron su entorno, y sus Kikaichuu parecían casi tan grueso como la niebla. Pero todos los Kikaichuu que habían sido liberados no se comportaron de la manera que Shino esperaba. Inmediatamente volvieron a él, informando que no podían encontrar nada. —No puede ser... Lo intentó por segunda vez, y una tercera, pero no importa cuántas veces los soltase, el mismo resultado sucedía. Los Kikaichuu atravesaban las hendiduras entre el bambú que crecía alrededor de él, pero siempre volvían sin encontrar nada. Viendo los insectos volar ociosamente alrededor de él cubrió a Shino con un sudor frío. Sus Kikaichuu respondieron al chakra. Para ellos no encontrar nada a pesar de eso significaba que Kiba, que había estado aquí hace un momento, había verdadera y totalmente desaparecido. No era posible verlo en la espesa niebla. —Esto es imposible... Shino intentó frenéticamente pensar. Recordó las últimas cosas que Kiba había dicho. Había hablado de un dulce olor cada vez más fuerte, y dijo que era el olor de la miel. Había dicho que Shino debería ser capaz de saber lo que era también, lo que significaba que había sido muy fuerte. Pero, por mucho que Shino forzara sus sentidos, no podía oler ni siquiera el más leve olor a dulce miel. Sin embargo, al agudizar sus sentidos y concentrarse, sus esfuerzos dieron fruto de otra manera. Rodeado por el zumbido de sus insectos, Shino se dio cuenta de otro zumbido diferente en el fondo. De repente alzó la vista y vio varias figuras volando por la niebla. Eran enormes comparados con sus Kikaichuu. Negro y amarillo. Avispones. Y estaban volando hacia él en línea recta, apuntando a la derecha de Shino. Él inmediatamente usó sus insectos para defenderse y cortar las avispas. Su enjambre de Kikaichuu tomó la forma de una espada negra, volando libremente por el aire. Al hacerlo, los cuerpos de los avispones empezaron a fundirse en un extraño líquido viscoso. Y ese líquido empezó a envolver a los atacantes Kikaichuu. —¡¿Qué es esto?! ¡Esta técnica…! Cuando el líquido se envolvió alrededor de sus Kikaichuu, grandes gotas del espeso líquido cayeron alrededor de Shino también. —¿Miel…? El dulce olor mezclado con la niebla, justo como Kiba había dicho. Por primera vez desde que entraron, Shino pudo finalmente olerlo también. De hecho, el olor se estaba volviendo más fuerte. Las avispas fueron hacia Shino una vez más. Usó sus insectos para defenderse de nuevo.

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—El bambú está en medio… Si hubiera tenido algo más de tiempo, podría esmagar el bambú en unos segundos. Las avispas atacaron, volando habilidosamente entrando y saliendo de entre el bambú y usándolo como escudo al mismo tiempo. Fue en el momento en que Shino les prestó atención que eso pasó. Cerca del pie de Shino, la miel que había caído al suelo empezó a tomar la forma de avispas de nuevo. —¡Lo he hecho ahora...! —Shino pensó cuando las revividas avispas volaron directas a él desde el nivel del suelo. El aguijón de las avispas se clavó sin piedad en el cuello de Shino. Su cuerpo osciló terriblemente. No era un aguijón normal de avispa. El veneno de avispa había sido especialmente preparado para ser lo bastante fuerte como para encargarse de dos shinobi a la vez. La manipulación de la avispa y sus picaduras tóxicas especializadas, todo señalaba a un usuario muy hábil de insectos. Un usuario de avispas y abejas. La gente de Soraku había nombrado a esa persona como el apicultor. Justo cuando Shino se convenció de que conocía el verdadero color del enemigo que no podía ver, su cuerpo se derrumbó en el acto. Después de algún tiempo, el apicultor apareció fuera de la niebla sin un sonido. Paso a paso, se acercó lentamente a Shino. Era una visión muy extraña. No podías ver su rostro, porque estaba cubierto por una máscara ANBU en forma de abeja. Y era apenas su cara lo que no podías ver. Cada parte del apicultor salvo su cara enmascarada estaba cubierta por un enjambre de abejas melíferas- No, más bien, sería más fácil para ti imaginar que era casi como si el cuerpo entero del apicultor estuviera hecho de abejas de la miel. Este era el apicultor de Soraku, cuya cara nadie había visto. Se adelantó lentamente. —El Clan Aburame de Konoha... —Murmuró, mientras miraba al Shino caído. Su voz era tranquila, pero clara. Sonaba como un muchacho joven, pero al mismo tiempo, como un joven de nervios frágiles. También sonaba como una mujer tranquila. Era una voz misteriosa, andrógina. —Exactamente. —Shino estaba tras el apicultor. El Shino que se había derrumbado en el suelo se rompió y dispersó. Había sido un clon de sombras hecho de millares de insectos. —Pensar que me engañarías... —El apicultor dijo—. Eres raro... —El apicultor no tenía ninguna emoción particular en su voz mientras miraba a su alrededor. Los insectos que habían estado fingiendo ser Shino se unieron al resto de sus Kikaichuu, y en ningún momento en absoluto el apicultor fue envuelto en los insectos de Shino. Las abejas de la miel del apicultor sonaron y se agitaron, sintiendo que su dueño estaba en peligro. —Pero, cuando... —Preguntó el apicultor—. El veneno... El apicultor estaba hablando de cómo Shino debería haber sido picado por los avispones y caer por su veneno. La verdad era que Shino había sido picado. Se había dejado picar, porque sabía que su oponente nunca saldría al aire libre si no lo hacía. Y por eso Shino voluntariamente se dejó recibir el veneno de la picadura. Tenía suficiente confianza y fe en sí mismo para hacerlo.

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—Fui envenenado. —Confirmó Shino—. Pero no fue un problema. La razón es que esta cantidad de veneno no me matará. Gracias a los insectos dentro de su cuerpo, los venenos de hasta cierto nivel podrían ser neutralizados. Shino en particular había estudiado los pequeños y venenosos insectos Rinkaichuu usados por su ahora desaparecido miembro del clan, Aburame Torune, y usó sus propios insectos para resistir el veneno gracias a esa investigación. Por eso era posible para Shino neutralizar el veneno fuerte en poco tiempo. Se podría decir que era algo que había heredado de Torune, que había sido criado con él cuando era joven y había sido como un hermano para él. —Bueno, fui realmente golpeado... Perdí. —El apicultor dijo, dándose cuenta de que no podía tomar represalias. No lucharon—. Tienes, después de todo, mi vida, supongo. Bueno, estoy contento de ser asesinado por un usuario de insectos de tal habilidad... —No, voy detrás... de la miel... —Shino habló en el tímido silencio—. Me gustaría... unas dos botellas... Tal vez era porque Kiba no estaba a su alrededor, pero el silencio de repente también se sentía silencioso. —¿Quieres venir a mi casa...? —Preguntó el apicultor, volviendo su cara enmascarada. Resultó que el apicultor fue originalmente un shinobi de Iwagakure 28 que se había establecido para vivir aquí pacíficamente mientras temía que sus perseguidores lo encontraran. En resumen, Shino había sido confundido con uno de los perseguidores del apicultor, y por eso el apicultor lo había atacado. —Kiba y Akamaru... —Shino dijo—. Un amante de los perros y su adorado perro, estaban aquí, pero, ¿qué les pasó...? —No te preocupes, están a salvo. Están sólo pululando por la niebla. —El apicultor respondió. Estaban hablando mientras se dirigían a la casa del apicultor. —Antes, ¿por qué me atacaste...? —Porque si no atacas primero contra un usuario de insectos, estarás en problemas más tarde. —Ya veo… Continuaron calladamente conversando de esa manera. Shino pensó que estaban teniendo una conversación bastante animada. Shino sabía del clan de usuarios de insectos de Iwagakure. Había sido un clan principalmente de abejas, que ahora estaba destruido. El apicultor era un descendiente de ese clan. —Aquí está… —El apicultor se detuvo, y Shino pudo ver una pequeña casa aparecer en la espesa niebla delante de ellos. Era una casa sencilla con techo de paja. El jardín era probablemente el área de cría de las abejas. Había una cesta de bambú al lado. La casa con techo de paja apareció discretamente dentro del matorral de bambú envuelto en niebla. El ambiente se sentía como uno de esos refugios ninja que escuchabas en las historias. En realidad, un fugitivo estaba viviendo en secreto aquí, por lo que un refugio ninja era exactamente en lo que necesitaba. Mientras Shino había estado mirando la casa, el apicultor había traído la miel. Mientras se la pasaba a Shino, el brillante líquido ámbar se balanceaba suavemente dentro de su contenedor. —Gracias. ¿Cuánto cuesta…? —No necesito dinero. —El apicultor calmadamente respondió—. No me sería de ninguna utilidad aunque lo tuviera, así que... 28

Villa Oculta de las Rocas.

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Parecía que siempre había vivido solo en este lugar. Parecía llevar un modo de vida que era completamente autosuficiente, sin necesidad por el dinero. Shino dejó salir otro pequeño 'Ya veo…' y puso el vino de miel en la bolsa que le dio el apicultor. —Lo que me recuerda. Te estaría muy agradecido si me enseñaras el camino de vuelta. La niebla es realmente espesa… —No hay. —El apicultor dio sin dudarlo esa respuesta. —¿Qué quieres decir? —No hay camino de vuelta… Eso es lo que quiero decir. —El apicultor se sentó en una roca cercana, mirando con intensidad a Shino con los ojos detrás de su máscara—. Este bambú es como una barrera. Una vez entras en ella, ya no puedes salir. Seguirás perdido en la niebla sin fin. Es esa clase de jutsu… —¿No puedes romper el jutsu? —Shino preguntó. —Lo siento, pero no se puede. Es un jutsu atado a mí mismo… —El apicultor no parecía muy arrepentido. Su voz no tenía emoción. Podías decir que estaba calmado, pero era más como si esa voz estuviera completamente plana—. Por ejemplo, incluso si me matas, el jutsu no desaparecerá… —El apicultor continuó, mirando al cielo—. Esta niebla estaba originalmente hecha con ingredientes únicos que hacian que los humanos se volvieran confusos y perdieran sus caminos. Usé un poco de esa esencia de niebla para crear el jutsu… Shino miró de nuevo a la misteriosa niebla. Pensar que había esa clase de ingrediente en ella… ¿Era realmente posible? Bueno, no podía decir que fuera imposible. No podía sentir ninguna hostilidad del apicultor, ni de las abejas que lo rodeaban. No parecía que el apicultor estuviera mintiendo. Y Shino recordó la misteriosa historia que había oído de su padre, Shibi. Kumogakure29 era aparentemente el dueño de una misteriosa cascada. Era enorme, su padre había dicho, cayendo con ferocidad y provocando grandes ondas de espuma. Aparentemente, si te enfrentabas a la cascada, tu yo interior, tu verdadero yo sería reflejado. En su momento había sido difícil de creer, pero de hecho había tal lugar en el mundo. En ese caso, no era tampoco extraño si una niebla que hacia perderse a los humanos existiese. No era un genjutsu, sino que la niebla había sido la culpable de todo. Shino caminó hacia las afueras de la casa del apicultor. Una niebla sin fin. Y un bambú, bambú, bambú sin fin… El paisaje inmutable continuó sin fin. Como experimento, Shino caminó en línea recta, sus insectos volando a su alrededor. Pronto se encontró llegando a la casa del apicultor una vez más. Volvió a intentarlo, caminando con más cuidado, sólo para volver a ver al apicultor sentado tranquilamente en su roca. —Gracias a la composición de la niebla, incluso mis errores se pierden, ¿es eso? Sus insectos no podían ayudarlo. No había salida. No podía encontrar a Kiba y Akamaru. Estaba en un apretado rincón. Pero Shino siguió investigando sus alrededores. —Perdí mi camino en la vida y me encontré aquí... —El apicultor dijo—. Pero, eso no significa que este sea un mal modo de vida. Más bien, quería vivir así. Aquí no hay nada más el presente. No hay pasado ni futuro. Solo el ahora. Estoy viviendo en el presente. ¿No crees que eso es más que suficiente...? —Las palabras del apicultor eran calmadas, lentas e incluso continuó compartiendo sus pensamientos—. Siempre he estado huyendo. Huyendo de la pelea y del camino del shinobi. 29

Villa Oculta de las Nubes.

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Desde el inicio, nunca pensé que la vida del shinobi estaría de acuerdo conmigo. Pero nací y crecí en un clan de usuarios de insectos. No tenía más opción que vivir como un shinobi… Por eso arrojé todo por la borda y huí a este lugar. Si no tenía otro camino en la vida salvo ser shinobi, entonces todo lo que tengo que hacer es seguir perdiendo y nunca ir rendirme… Las palabras del apicultor lentamente fluyeron y desaparecieron en la niebla blanca pura. Shino silenciosamente lo escuchó todo. —Toda la gente está perdida. —El apicultor dijo—. No soy yo. Ya sea shinobi o comerciantes, hombre o mujer, todos. Y eso te incluye a ti. Estás perdido también. Es por eso que estás cebando, confundido, a través de la niebla. —¿Estás diciendo que estoy... perdido...? ¿Cuándo la boca de Shino se había vuelto tan seca? Shino tragó saliva y contuvo el aliento. Y, por alguna razón, los recuerdos de Hinata y Kurenai surgieron en su mente. Recordó la época en que había pasado el entrenamiento con Hinata. Recordó los días de misiones que había hecho bajo la supervisión de Kurenai. Había hecho finalmente un amigo en Hinata. Kurenai lo había entendido aunque era tranquilo. Pero... Hinata iba a casarse pronto. Incluso ahora, estaba ocupada preparándose para la boda. Kurenai estaba ocupada en criar a su hija. Ahora, ella estaba detrás de una cierta línea. Las dos ya habían empezado sus propios caminos. Y Shino silenciosamente observó la vista de sus dos espaldas. Nunca volverían a ser el Equipo Ocho. Nunca. Shino trató de mantener la calma, pero su respiración se estaba poniendo dura. La niebla estaba llenando sus pulmones. —¿Es esto lo que quería decir con mi pérdida...? Hinata y Kurenai, y todos, se dirigían por sus propios senderos, pero Shino era el único que quedaba detrás desde donde empezaba. Ese era el sentimiento en el que había caído. Se estaba dirigiendo a cualquier lugar, y él no se había instalado en ninguna parte. Se sentía como una niebla vacilante, siendo siempre lo único que quedaba atrás. ¿Eran esos sentimientos un engaño creado por una niebla...? No, eso no fue. Siempre lo había sentido. Después de que vinieron a este lugar, y antes también. Siempre se había sentido perdido... Y el pensamiento se le había ocurrido. Desde un pequeño rincón de su corazón. Ni siquiera se había dado cuenta, pero había pensado... —Quiero volver a esos días. Quería regresar, sólo una vez más, de vuelta a aquellos días en que todos eran el Equipo Ocho. —Tú no habías notado... que te sentías perdido, ¿no...? —Dijo el apicultor, mirando a Shino. Shino estaba aún en el lugar. No podía dar un solo paso hacia delante. No importa cuánto tratara de seguir adelante, no sería capaz de llegar a la salida de todos modos, así que ¿por qué molestarse? De todos modos, no podía ver nada delante de él, gracias a la niebla. —Tú no tienes que seguir hacia adelante. —El apicultor dijo—. Puedes dejarlo todo, y vivir aquí, y estará bien... La niebla, junto con las palabras amables del apicultor perforaron a través de Shino. —Eso quizá sea lo mejor. —Shino pensó.

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Si no podía avanzar, y si nada lo estaba esperando incluso si avanzaba, entonces quería quedarse aquí y pasar sus días sin cambiar nada. Eso podría muy bien convertirse en su felicidad. El apicultor le tendió una mano. Las abejas que rodeaban su brazo se dispersaron para revelar una mano blanca como la leche. —Si quieres —el apicultor dijo—, entonces podrías quedarte aquí conmigo. Shino miró la mano que le ofrecían. Y entonces, de repente… —¡Es la Última Misión del Equipo Ocho! ¡Vamos, chicos! —De repente recordó las palabras de Kiba. Ese grito de batalla resonó dentro de la mente de Shino. —Es cierto, esta es… ¡la Última Misión del Equipo Ocho! En ese instante, se sentía como si la oscuridad alrededor del campo de visión de Shino desapareciese completamente. Su aturdida mente se volvió nítida y clara. Por alguna razón u otra, la niebla que rodeaba su entorno había retrocedido. —No puedo quedarme en un lugar como este. Tengo que apresurarme y volver a la villa. ¡La razón es que tengo absolutamente que asistir a la boda de una amiga preciada...! —Bajo las gafas de sol, los ojos de Shino estaban resueltos mientras miraba con firmeza hacia delante. Ese momento, de repente notó una rama de bambú cercana con un kunai incrustado en él. Era inconfundiblemente el kunai que Kiba había lanzado a un bambú cerca de la ciudad. No lo había notado hasta ahora. Y el hecho de que estaba aquí significaba que... Shino volvió la cabeza, y de seguro que podía ver la entrada de la arboleda de bambú delante de él. Sus ojos podían incluso distinguir los estados de las Deidades Guardianas del Viajero. Definitivamente era el lugar donde Shino y el resto habían entrado. —La entrada... no, la salida está ahí... —Dijo al apicultor, señalando. —... No veo nada... no hay nada salvo niebla... —El apicultor inclinó la cabeza hacia un lado. El tono de su voz sonaba como si realmente no pudiera ver la salida. Y Shino finalmente entendía la situación. Era una cosa bastante simple. La niebla hacía que los humanos se perdieran. El jutsu usaba la niebla. La gente perdía el camino de sus vidas dentro de la niebla. Allí no existía presente ni futuro. Por eso no había nada más que un "presente" eterno dentro de la niebla. Eso es lo que era. Pero, eso era sólo el caso si se escapaba de su pasado y había tirado su futuro. Como el apicultor había dicho, no importa que alguien entrenado como shinobi, no importa cuántos años hubieran vivido, todo vivo tenía momentos en que se sentía perdido. Pero para los que no se rindieron y seguían avanzando y creyendo en el futuro, esta niebla no tenía ningún poder en absoluto. Si firmemente, de manera constante, se acumula esperanza y confianza en sí mismo en su corazón mientras avanza hacia adelante, incluso si se quedó atrapado en medio de una niebla espesa, eventualmente encontraría su salida. Shino sonrió torpemente. No podía evitar pensarlo de alguna manera: la niebla era muy parecida a la vida. —Ya veo... Así que viste el camino con la Deidad Guardiana del Viajero... —El apicultor bajó la cabeza. Silenciosamente murmuró—. Lo mejor es que vayas rápidamente. Antes de perder el camino de nuevo... —Como de costumbre, el tono del apicultor estaba incluso sin emoción. Pero, algo parecido a él parecía solitario mientras se sentaba en esa gran roca. O tal vez Shino estaba pensando demasiado. No, eso no era.

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La niebla los envolvió, los incesantes matorrales de bambú, la pequeña casa sin la gente, las abejas que rodeaban al apicultor, la máscara de ANBU con la que ocultaba su rostro, cada una de esas cosas era como otra barrera para el apicultor. Shino entendía eso muy bien. La razón que él entendía era que Shino se escondía también, con su abrigo largo y capucha. —Este es un escudo para protegerme a mí mismo. No físicamente, sino emocionalmente. Shino entendía esa clase de sentimientos, tanto que dolía. Por eso vaciló si debía superar los límites de la barrera de una persona. La gente se perdía incluso en cosas como esta. Pero... Si fuera a dejar el apicultor detrás de esta espesa niebla, no sería un shinobi. El apicultor era un shinobi compañero que también había nacido en un clan de usuarios de insectos. Si Shino se mantenía a sí mismo pensando que estaba sobrepasando sus límites o entrometiéndose en el negocio de alguien más, simplemente le daba la espalda y se marchaba, pero sabía que definitivamente iba a arrepentirse. En momentos como este, en vez de lamentar lo que no probaste, era mejor probar tu suerte y ver. La razón para eso es... —Dije que estás viviendo en el presente. —Shino dijo—. Pero no puedo evitar preguntarme si esa no es la elección equivocada. ... La razón es que es lo que Naruto haría. —¿Puede una persona realmente vivir en el presente cuando está huyendo de todo? —Shino se preguntó—. Alguien que está constantemente arrastrado por su pasado e incapaz de ver su futuro, ¿realmente viven en el presente? Hoy será un día en el pasado, y alguien que vive eternamente en ese presente nunca será capaz de ver su futuro, ¿verdad? Al menos, eso es lo que creo... Shino cambió el saco a su espalda lleno de vino de miel que el apicultor le había dado. Hasta ahora, nunca se había resentido por ser malo en palabras. Cuando estaba perdido en la niebla, realmente había pensado que sería capaz de vivir ociosamente día a día. —Eres realmente una joya... —El apicultor finalmente habló después de escuchar la conferencia de Shino—. Realmente inesperado. Pensé que eras un hombre realmente tranquilo, pero resulta que aunque no lo muestres en tus palabras o tus expresiones faciales, eres muy apasionado por dentro... Siento como si me hubieran dado una conferencia por un profesor ansioso. —El apicultor estaba hablando calmadamente. Su tono era tan uniforme como siempre, y gracias a su máscara, Shino no pudo ver la mirada en su rostro. Sin embargo, se sentía como si el apicultor estuviera definitivamente dando una sonrisa irónica. —Un maestro, eh... Nunca he pensado en eso, pero mi compañero es un niño problemático después de todo... —Shino respondió, las caras de sus compañeros le vienen a la mente—. Muchos de mis compañeros de clase eran niños problemáticos. Un quejico constante, un glotón enorme, un bromista joven... El que se comportaba correctamente era siempre yo. Pero asun así cada uno de esos compañeros de clase se han convertido ahora en espléndidos adultos. Vivían ansiosamente en el presente sin huir, y por eso podían llegar a este futuro... —Shino hizo una pausa y señaló el saco de vino de miel que llevaba—. Gracias por esto. Me iré ahora. —¿Qué vas a hacer por ese chico amante de los perros...? —Preguntó el apicultor detrás de él, -¿Y si, a diferencia de ti, él no sale...? Shino ni siquiera tuvo que pensar en su respuesta a esa pregunta. —Es mucho más honesto que yo. —Shino dijo—. No se perderá. Lleno de convicción, Shino se volvió hacia la salida y empezó a caminar.

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Cuando Shino salió de la niebla, el amplio y azul cielo lo saludó. Puso las manos en los bolsillos de su abrigo, y esperó en frente de la Deidad Guardián del Viajero. Una fila de hormigas estaba marchando cerca de sus pies, y las miró mientras pasaba el tiempo. Tras un rato, oyó una voz de en medio del matorral de bambú. —¡Yahoo! ¡Finalmente encontramos la salida, Akamaru! —La voz fue inmediatamente seguida por un ladrido muy familiar. Kiba saltó del bambú, cubierto de barro. —Llegas tarde... —Gritó Shino, cuando un Kiba cubierto de barro saltó—. Kiba. —¡¿QUÉ?! —Kiba saltó hacia atrás sorprendido cuando vio a Shino de repente a su lado—. Sé que eres tú por el olor, pero por lo menos podrías dar alguna advertencia antes de hacer una repentina aparición. —Kiba sacó una toalla de mano para limpiar el barro de su cara, murmurando sobre cómo la aparición brusca de Shino casi le había dado un ataque al corazón. —Parece que pasaste por algunas dificultades... —Observó Shino. —¡Yo no! Todo estaba bien. Kiba era alguien a quien le gustaba actuar duro. Era fácil de entender. Debe de haberse perdido también a su manera. Al igual que Shino, Kiba probablemente había enfrentado sus preocupaciones y ansiedades por el futuro, también en ese genjutsu parecido a un bosque de bambú. Pero, Kiba todavía había llegado aquí. —¿Qué demonios preocupaba a Kiba? ¿Hacia qué clase de futuro iba...? —Shino se sintió un poco curioso, así que quiso pedir respuestas. > ¿Vas a confesarte a esa mujer...? El rostro de Kiba se había vuelto escarlata ante la súbita pregunta. —¿Qué-? ¡¿Que es esto?! ¿Por qué incluso me estás molestando por Tamaki? —Hmmm... 'Incluso yo', eh... Kiba realmente era increíblemente fácil de leer. Pero, ese era uno de sus buenos puntos. —Escucha, estás totalmente equivocado. ¿Sabes, Shino? Realmente no lo entiendes... Probablemente es porque no eres muy popular. Escucha, un hombre no puede ser también codicioso. — Kiba estaba tratando de sonar lo más fresco posible, pero su cara estaba todavía roja. —Entonces, ¿qué debería hacer un hombre...? —Bueno... el primer paso es obviamente... Uhh... ya sabes... eso. —Kiba estaba nervioso, el sudor frío goteando por su frente—. ¡Uhm- sí, cartas! Intercambiar cartas parece ser lo mejor para comenzar, ¿cierto? —¿'Parece'…? —¡No, definitivamente lo es! ¡Los chicos populares empiezan con cosas así, como intercambiar cartas! ¿Cierto, Akamaru? —Kiba debe haber estado muy nerviosa, apelando a Akamaru por ayuda. Akamaru evitó sus ojos—. De todos modos, lo más importante, tenemos que ir y encontrar ese vino de miel. —Kiba cambió de tema—. ¡El sol se pondrá pronto! —Ya he conseguido algo. —Shino dijo—. Vamos a casa... —Estás bromeando, ¿cierto? ¡Ni siquiera conseguí hacer nada! Shino miró hacia atrás al asombrado Kiba antes de comenzar a andar. Akamaru alzó la mirada hacia Kiba, que se había congelado rígido en shock, dio un ladrido y rápidamente siguió a Shino. —¡Es-espera un minuto! —Kiba los siguió, lleno de quejas—. Qué dolor, primero Naruto, ahora tú, ¡¿por qué es que vosotros siempre obtenéis lo bueno?! Hice un montón de trabajo dentro de esa niebla también, ¿sabes?

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Parecía que el único que sabía lo que Kiba había pasado en la niebla era Akamaru. El propio Akamaru parecía estar manteniendo sus labios sellados, por lo que probablemente no iba a hablar de ello. Shino estaba pensando en eso mientras caminaba, cuando... —¡Hey, Shino, mira eso! —Gritó Kiba. Preguntándose qué estaba gritando, Shino volvió su cabeza para mirar hacia atrás y... La niebla que rodeaba el bambú se había levantado. A plena vista, el bosque bambú no era amplio en absoluto. Simplemente era de tamaño normal, como cualquier otro matorral de bambú. —Ah, ¿qué es esto, por qué está aclarando ahora...? Me he perdido tanto ahí... —Kiba aparentemente se había olvidado de cómo lo había engañado con que todo estaba bien dentro del bambú, quejándose abiertamente ahora. Así que se había perdido a su manera. Pero Kiba no sabía el verdadero significado de esa niebla. El hecho de que la niebla se hubiera levantado tan completamente significaba... —Ya veo... así que lo lograste... —Shino murmuró para sí. En ese momento, Kiba miró la cara de Shino. Lo que vio hizo que sus ojos se abrieran. —Shino... Esto es raro... casi nunca sonríes así... —¿Hum? ¿De qué estás hablando, Kiba? —¿Huh? —Kiba empezó a parpadear—. ¿Vi cosas...? Eso es extraño… Shino le dio la espalda y siguió caminando. —Tenemos que darnos prisa. La razón es que Kurenai-sensei nos está esperando. El ambiente era refrescante. El cielo estaba despejado, y la niebla se había ido. Kiba se apresuró a alcanzar a Shino, y entrecerró los ojos mientras miraba hacia el sol para decir cuánto tiempo había pasado sobre la base de su ángulo. —Gahh, realmente quería encontrar un regalo de bodas antes de que nadie lo hiciera. — Murmuró. —En serio. Terminamos alejándonos tanto... —¡Pero, bueno, nuestro regalo de bodas es definitivamente el mejor! —Obviamente. Tú, yo y Akamaru conseguimos este regalo trabajando juntos, después de todo. Después de un rato, los viejos edificios de la ciudad abyecta comenzaron a aparecer de nuevo. No había muchos gatos en el área ahora. Como era de esperar, los gatos habían aparecido para vigilarlos. Probablemente habían decidido que Shino y el resto no eran una amenaza. Eso, o los habían visto caminando con Tamaki y Momo, y decidieron que aprobaban su presencia. De alguna manera, parecía que la ciudad abyecta les había dado su sello de aprobación. Cuando entraron en una callejuela de aspecto complicado, Shino sacó un insecto. Sólo por si caso, le había dicho a este insecto que memorizara el complicado viaje de regreso. Kiba vio el insecto y dejó escapar un silbido. —Eres realmente sensato. —Dijo—. Gracias. —Si lo seguimos, nos dirigiremos a la salida pronto. Siguieron al insecto mientras volaba por los caminos sin vacilar una vez. —Y con esto... —Shino murmuró—. La Última Misión del Equipo Ocho... ¡está completa...! —Por alguna razón, quería decir esas palabras. No quería oírlas de nadie más. Quería oírlas salir de su propia boca.

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Por supuesto, si hacia eso, el auto-declarado líder del Equipo Ocho -es decir, Kiba- no iba a quedarse aparte. —¡¿Por qué eres el único que lo declara?! ¡Y, sabes, la misión no se acaba hasta que estemos de regreso en la villa! —Por supuesto. —Shino obedientemente asintió, aun pensando sobre cómo había sido considerado antes—. Volvamos a la villa, y asegurarnos de contemplar el inicio de futuro de Naruto e Hinata con nuestros propios ojos. —¿Hm? ¿Qué es esto? Te has convertido en un poeta hoy. —¿Ah, sí? Siguieron hablando mientras caminaban. Shino recordó el día en que fue puesto en el mismo equipo que Kiba. —No creo ser capaz que estar contigo tampoco. La razón es que nosotros- —Kiba no le había dejado acabar la frase. En aquel entonces, había estado lleno con nada salvo ansiedad sobre el future. Cada día, se había sentido deprimido por ello. Pero, viendo como las cosas habían cambiado... Ahora mismo, Shino tenía un compañero en el que confiaba más que nadie caminando a su lado. Tenía un mejor amigo que le escuchaba lo que tenía que decir. Si pudiera decirle a su yo pasado cómo iban a salir las cosas, ¿qué clase de expresión pondría su yo más joven? Probablemente pensaría que el futuro era tan malo después de todo. Pero, había una cosa que Shino sabía claramente: —El presente no es tan malo. Incluso si iba por un camino diferente en el futuro, los recuerdos de esta vez no desaparecerían. Y cuando recordara más allá de sus memorias, cuando llegara al futuro al que se dirigía su presente, Shino no tenía nada de lo que temer. —La razón era… Shino de repente recordó algo, y se giró para preguntar a Kiba: —Diciendo eso, Kiba… Dijiste que estabas siendo considerado como candidato, pero ¿cuándo exactamente se celebrará tu ceremonia de Inauguración como Hokage? —¡Cá-Cállate! ¡Trabajaré duro para que eso suceda! La razón era: estos lazos. Sus lazos con sus camaradas eran de por vida.

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EPILOGO Tiempo perfecto para una boda El tiempo estaba muy limpio hoy. Bajo los observadores ojos de los antiguos Hokage escarvados en la montaña, mucha gente se reunió en el centro de la villa. Todos estaban con atuendo formal, sus ropas un poco más adultas de lo normal. Kakashi iba apresurado mientras se ocupaba de todos los factores posibles, de preparar el lugar para comprobar las medidas de seguridad. Después de todo, la gente que asistía incluía a Gaara el Kazekage así como a todos los Kage de las otras villas, Killer Bee de Kumogakure y más. Yamato estaba moviéndose frenético también, actuando bajo la supervisión de Kakashi, que estaba dando instrucciones mientras pedía consejo a la anterior Hokage, Tsunade. Kakashi le había pedido a Yamato unos cuantos favores. Pero de algún modo, antes de que Yamato pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, había acabado enterrado con un montón de asuntos cansinos. Kakashi le había dicho: ‘Confío en ti’ con una sonrisa, así que Yamato no tenía ningún sentimiento escabroso. Es más, Yamato, cuya expresión facial era normalmente tan inmutable junto con su carácter suave, estaba de buen espíritu, llevando a cabo sus tareas con una sonrisa contenta. Él tenía esa mirada en su cara porque Kakashi era un senpai al que Yamato respetaba desde el fondo de su corazón. Lee y Gai se mostraron con pesas en remolque, y todos miraron hacia ellos con gran sorpresa. 'Están entrenando incluso en un día como este…', todos pensaron, medio escandalizados. Nadie sabía que no habían traido las pesas solo para que pudieran entrenar con ellas. Tenten estaba actuando como si fuera a la vez el guardián de los hombres de sangre caliente, regañándoles sobre cómo comportarse mientras hacían esto o aquello. Estaba murmurando quejas como si estuviera encargada de cuidar de ellos, pero en el fondo de su corazón, estaba divirtiéndose. Shikamaru estaba hablando con Temari sobre algo. Parecia ser una complicada discusión sobre trabajo, pero sus caras eran brillantes y animadas, y ahora y entonces, sus risas se mezclarían en el aire. Estaban sonriendo naturalmente, espontáneamente, y viéndolos juntos no se sentía extraño. Eran una estupenda pareja. Mientras los miraba, Chouji sonrió también. Mientras estaba pensando que no quería aguar el buen humor entre ambos, estaba también preocupado con algo más en su cabeza. Chouji estaba buscando una solución para resolver su dilema: cómo se las iba a arreglar para comer cada uno de los platos puestos en la avenida. Pensó que necesitaría un plan secreto, algo como los que hacia Shikamaru, pero no importa cuanto pensase y pensase, ninguna estrategia increíble se le ocurría. Chouji tomó la idea de que solo empezaría desde un lado del banquete e iría a lo largo, uno tras otro. Después de llegar a esta conclusión, dio otra sonrisa. Hablando de buen humor, Ino y Sai estaban así también. Entraron en la avenida cogidos de la mano. Incluso mientras todos los molestaban, todos con un '¡Las cosas se están calentando!', los dos lucían felices. Cerca de ellos, Kiba había estado constantemente preguntando a Kurenai hasta ahora. Kiba había irrumpido en la avenida triunfalmente sosteniendo el vino de miel, bramando que ‘traemos algo para Naruto que viene de las historias del clan Senjuu’. Pero, parecía que el verdadero conocimiento sobre historia de Kiba era vago, y ahora estaba molestando a Kurenai con constantes preguntas sobre ello. Parecía que Kurenai había finalmente decidido darle una improvisada lección de historia. Kiba escuchó atentamente mientras hablaba, anotando en una libreta, probablemente para usar la información apropiadamente más tarde. Cerca, Mirai estaba vestida y cabalgando a Akamaru, jugando por ahí.

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Shino estaba observando, preguntándose si aun se consideraba montar a caballo cuando en realidad estabas sobre un perro. Entonces, mientras miraba a Akamaru y Kiba, Shino se preguntó cuando sería el mejor momento para darles a Naruto e Hinata el vino de miel. Era su carta triunfal, así que quiás debería dejarse para el final. O quizás debería ser el primero. —Era algo de lo que preocuparse. La razón era… —Shino siguió preocupándose silenciosamente en su cabeza sobre el asunto. Uno por uno, la avenida estaba lentamente llenándose con más y más caras amigas y familiares. El dueño del Ichiraku Ramen, Teuchi, vino junto con su hija Ayame, que estaba animando a la gente para que fueran a la tienda de ramen. Iruka estaba ya abrumado por la emoción desde el momento en que puso un pie dentro. El tiempo era muy bueno hoy. Sakura miró al cielo, sola. Cuando lo hizo, pensó sobre cierta persona que estaba bajo el mismo cielo, continuando con sus viajes incluso ahora. Solo pensar en eso le hizo sentir tan brillante y clara como el cielo sobre ella. Tenía a alguien al que le estaba mandando sus pensamientos. Solo eso era suficiente para hacerla feliz. Era un hermoso día, como si el cielo mismo les estuvieran bendiciendo. Y, por supuesto… Los pensamientos de Hyuuga Hinata habían vagado a un lugar más allá del cielo de nuevo. —Neji nii-san… Mirando fuera de la ventana de la sala de espera, pudo ver el cielo azul sin nubes. —Me voy a casar. —Murmuró en su corazón, y se giró para ver al joven a su lado. Mirando la mirada intensa en su rostro, su corazón comenzó a golpear a pesar de sí misma. A pesar de que siempre había estado mirándolo, sólo estar con él de esta manera hizo que su pulso aumentó como si hubiera sido el primer día que lo había conocido. Los ojos imperturbables de Naruto estaban mirando el monumento de los Hokage, las caras de los anteriores Hokage tallados en roca. O, para ser más precisos, estaba mirando a la cara de Namikaze Minato. Su padre. Solo mirándolo como lo hacia, Hinata se sentió llena de emoción, su pecho ardía. —Ahh —Pensó—. Ahora mismo, este segundo... Estar al lado de la persona que amaba le hizo sentir insoportablemente feliz. Estaba tan feliz que no podía expresarlo con palabras. —Este momento es feliz. —Hinata pensó, simple y honestamente. Cuando lo hizo, quizás él notó que lo estaba mirando, porque sus ojos se giraron hacia los suyos. La cara de Hinata enrojeció. Ella terminó agitándose un poco. Él le dio una sonrisa avergonzada. La mirada seria de su rostro se convirtió en otra, inocente como la de un muchacho. Adoraba cada una de sus expresiones faciales. Su padre Hiashi y su pequeña hermana Hanabi entraron en la sala de espera. Era casi hora. Hinata tomó el brazo de Naruto, y lo sujetó firmemente. Uzumaki Naruto e Hyuuga Hinata. Su ceremonia nupcial comienza ahora.

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