3-B. Resumen. Mainwaring - Presidencialismo y Democracia en America Latina

Scott Mainwaring Matttheu Soberg Shugart Presidencialismo y Democracia en América Latina En los recientes años académico

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Scott Mainwaring Matttheu Soberg Shugart Presidencialismo y Democracia en América Latina En los recientes años académicos han argumentado que la forma presidencialista de gobierno ha sido uno de los factores que contribuyeron a las dificultades en la democracia en América Latina. Veremos que la posición a favor de la posición antipresidencialista es más débil de lo que a menudo se supone. El argumento empírico contra el presidencialismo se basa mayormente en la experiencia latinoamericana. El fracaso de las democracias presidencialistas en esta parte del mundo ha llevado a los estudiosos a afirmar que los regímenes parlamentarios hubieran tenido un mejor desempeño. Este argumento presenta 2 problemas: 1- La democracia presidencialista ha existido sobre todo en América Latina, lo cual hace difícil separar los obstáculos para la democracia en esta región que se derivan del tipo de régimen y a los que se originan en factores socio- económicos o de otra índole. 2- La democracia Parlamentaria se presenta casi exclusivamente en Europa o en las ex colonias británicas, o cual debería inducirnos a sospechar de los argumentos que sostienen que el parlamentarismo funcionaría igualmente bien fuera de los contextos. Por cierto los críticos del presidencialismo y partidarios del parlamentarismo no han basado sus posiciones enteramente en datos empíricos; no obstante, han desarrollado convincentes defensas lógicas de la mismas. Sin embargo, tal como pretendemos demostrar, pueden hacerse defensas igualmente convincentes a favor del presidencialismo y en contra del parlamentarismo. Conclusión: Sostenemos que esto genera dudas acerca de que uno de los tipos de régimen sea claramente superior al otro. La posición antipresidencialista, encontramos menos razones para creer en que América latina este condenada a repetir su ciclo de autoritarismo. O, en caso en que se encuentre efectivamente condenada, el tipo de régimen es una razón menos central de lo que han sugerido algunos académicos. 3 tareas principales: 1) Definir la democracia presidencialista en contraste con otros difundidos tipos de régimen, en especial el parlamentarismo 2) Tema de eficiencia de los regímenes presidencialistas para la supervivencia de la democracia. 3) Análisis de los factores que afectan el funcionamiento y el desempeño de las democracias presidencialistas. Algunas variaciones en el presidencialismo son mas afines que otras a la estabilidad de la democracia. Sostenemos que la fortaleza de los presidentes descansa sobre 2 categorías de poderes presidenciales: poderes constitucionales y partidos. Los poderes partidarios tienen la capacidad de moldear el proceso de confección de la ley que se origina en la posición del presidente puede ante el sistema de partidos. En el otro extremo los partidos de los presidentes no alcanzan la mayoría en el congreso. La interacción entre los poderes constitucionales y partidarios de los presidentes da forma al carácter de las relaciones entre el ejecutivo y el legislativo y determina en gran medida la capacidad de los presidentes para transformar en políticas un programa legislativos. 1.1 Una definición de la Democracia Presidencialista Una democracia debe satisfacer 3 criterios: a) Las democracias deben celebrar elecciones abiertas y competitivas que determinen quién será el encargado de establecer la política publica. Estos significa que los resultados de las elecciones no pueden ser determinados por medio del fraude, la coerción o proscripciones importantes. Un país determinado puede tener un conjunto de conjunto de instituciones que parezcan formalmente democráticas y, sin embargo, el carácter democrático del funcionamiento real del sistema puede estar severamente en cuestión. Las elecciones deben contemplar las alternancias de poder aún cuando la alternancia de hecho no se produzca durante décadas. b) En el período contemporáneo debe existir el sufragio adulto prácticamente universal. c) Deben existir garantías básicas para los derechos civiles tradicionales, tales como la libertad de palabra, la libertad de organización y debido al proceso legal. DEMOCRACIA PRESIDENCIALISTA: (dos definiciones)  Presidentes popularmente electo  Los mandatos tanto del presidente como de la Asamblea son fijos. Estas características pueden contrastarse con las del PARLAMENTARISMO: o El jefe del ejecutivo (primer ministro)es elegido por el parlamento o Los mandatos no son fijos, dado que la permanencia en el poder del primer ministro y su gabinete depende de la confianza en la mayoría parlamentaria, y a veces el gabinete puede disolver el parlamento y convocar a elecciones anticipadas . Los rasgos principales del presidencialismo son el origen separado(eyección popular de P.E) y la supervivencia separada( ni P.E ni P.L pueden recortar el mandato de otro). Una conceptualización del presidencialismo Jefe de gobierno Votantes Legisladores

Mandato fijo Si

No

Presidencial Híbrido( Suiza)

Híbrido (Israel) Parlamentario

Un tercer tipo de democracia es el premier Presidencialismo (semipresidencialismo). En este tipo de régimen el pte. Es Popularmente electo y tiene poderes políticos, incluida la autoridad para designar al primer ministro y usualmente para disolver el parlamento. Sin embargo en estos sistemas el gabinete es colectivamente responsable ante el parlamento. Así, el pte. No tiene autoridad de despedir a los ministros. Dado que los gabinetes son responsables frete al parlamento el pte. Puede funcionar como jefe de gobierno solo cuando su partido tiene una mayoría de escaños parlamentarios, como ocurrió en Francia 1958-1986. Cuando esto sucede el pte. Debe ceder los poderes mas importantes al gabinete y al primer ministro. Elección popular En un sistema presidencial, el jefe de gobierno es elegido popularmente. Por lo general, la elección popular significa elección directa, pero algunos países tiene un colegio electoral que no se desvía en forma significativa del principio de la elección popular. En la eyección directa los votos se cuentan en un distrito único nacional. En un colegio electoral, los votos se agregan a nivel subnacional y los delegados elegidos de ese modo eligen formalmente al presidente. Una desviación potencialmente más significativa de la naturaleza popular de las elecciones presidenciales se presenta cuando es el Congreso el que hace la selección final. Es un extremo, el congreso podría elegir al presidente sin ninguna intervención de la elección popular. Un régimen semejante evidentemente no sería presidencialista. No obstante, si hay una elección popular pero existe el requisito

de una mayoría absoluta para que ella sea decisiva, la selección final en algunos sistemas recae en el congreso más que en el electorado en una segunda vuelta (ballotage). En este caso tenemos un híbrido de elección popular e intervención del congreso. Mandatos fijos Quiere decir que la supervivencia de cada uno de ellos en el cargo no depende del otro. No hay democracias en América Latina donde el presidente tenga la autoridad de disolver el congreso como si pueden hacerlo los presidentes de Finlandia y Francia. Constituciones como la peruana han permitido al presidente disolver el congreso en respuesta a repetidas censuras de sus gabinetes. Con esta disposición, los mandaros dejan de ser realmente fijos, y la constitución se desvía marcadamente del tipo presidencialista. 1.2 Una nueva evaluación del desempeño del presidencialismo La mayor parte de las críticas al presidencialismo parten de la observación de que pocas democracias que han sido estables por mucho tiempo son presidencialistas. Se han realizado varios intentos por contar el número y establecer los porcentajes de las democracias estables. De uno u otro tipo. En general la conclusión es que la democracia presidencialista es una fórmula mucho menos exitosa que la democracia parlamentaria. Stepan y Skach ordenan una gran cantidad de evidencia con el objetivo de demostrar el superior desempeño del parlamentarismo. Estos autores señalan que entre las 43 democracias consolidadas entre 1979 y 1989 había 34 sistemas parlamentarios, 2 semipresidencialismos y solo 5 presidencialismos, indican: 1) el predominio abrumador de los sistemas parlamentarios dentro del conjunto de democracias es indicativo de una capacidad mayor para sostener la democracia. 2) observan que los que los sistemas parlamentarios tiene posibilidades mucho mayores que los sistemas presidencialistas de ocupar los primeros lugares en el Índice de Democratización de Vanhanen (índice de recursos de poder para controlar el nivel de desarrollo)mientras que los sistemas presidencialistas tienen posibilidades mucho mayores de encontrarse entre los últimos. 3) Comparados los sistemas presidencialistas, los sistemas parlamentarios que fueron democráticos durante por los menos un año tenían probabilidades mucho mayores de haber sido democráticos en forma continua durante al menos 10 años consecutivos en ese período y los sistemas parlamentarios tenían probabilidades mucho mayores de haber sido democráticos en forma continua durante al menos 10 años consecutivos y los sistemas parlamentarios tenían probabilidades menores de haber experimentado un golpe militar mientras eran democráticos. Pero si el presidencialismo aparece más a menudo en sociedades que presentan condiciones contextuales relativamente más favorables para la democracia, entonces la correlación puede surgir de la parcialidad en la selección y no en as fortalezas y debilidades inherentes al diseño institucional. Dado que tantos regímenes presidencialistas se han concentrado en América latina y que el parlamentarismo ha estado ausente en la región , la parcialidad en la selección constituye la posibilidad real. Stepan y Skach reconocen este hecho e introducen algunos controles para el nivel de desarrollo y para os efectos del gobierno colonial británico, aunque probablemente sigan subestimando el impacto de esos factores no institucionales. Cuando se afirma la ruptura de la democracia puede ser atribuida al presidencialismo,. Implícitamente esta argumentando que en ese mismo país un régimen parlamentario podría no haber colapsado. Aunque Faudez afirma que el sistema parlamentarista también pudo ser colapsado. Otro frente en el cual el argumento contra el presidencialismo resulta vulnerable a la acusación de correlación espuria concerniente a las agrupación temporal y regional de las rupturas de la democracia, ya fuera presidencial o de otra clase. La mayor parte de los fracasos del presidencialismo que atrajeron la atención de los críticos se produjo en las rupturas de los 60 y 70. Los colapsos de Arg., Brasil, Chile, aunque no se puede estar seguros q fueron a cause del presidencialismo, a parte también hubo rupturas de países parlamentarios como Grecia y Turquía. Existen más probabilidades de que l presidencialismo sea adoptado en América Latina y en África que en otras partes del mundo y es posible que en estas partes del mundo enfrenten obstáculos más formidables para la democracia cualquiera sea su gobierno. Por otra parte, el parlamentarismo ha sido el tipo de régimen elegido en la mayor parte de Europa en las ex colonias (un alto porcentaje de micro estados) donde posiblemente las condiciones para la democracia sean generalmente más favorables. Así existen razones para ser cautelosos en lo que se refiere a la correlación observada entre forma constistitucional y el éxito de la democracia pese a lo impresionante que esa correlación pueda ser en un principio. Aunque los argumentos que exponemos aquí generan dudas acerca de la afirmación de que una forma de régimen es claramente superior a la otra, no se trata de argumentos que sostengan que la elección de un sistema de gobierno es irrelevante. Un tema central es la forma en que el P.E es elegido y la forma en que este interactúa con el legislativo y los partidos y se mantiene en el poder, es de importancia fundamental para la política democrática. Así, consideraremos la opción por el presidencialismo es de enorme importancia para la dinámica de la democracia, pero que no necesariamente es tan crucial a la hora de determinar si a caso la democracia sobrevivirá o colapsará. Además las combinaciones y variaciones institucionales específicas dentro de tipos de régimen amplios pueden ser tan importantes como la elección de un gobierno parlamentario o presidencialista. El argumentos contra el presidencialismo 1) Los críticos del presidencialismo afirman que el mandato fijo del cargo presidencial introduce una rigidez que es menos favorable a la democracia que la flexibilidad que ofrecen los mecanismos parlamentarios de no confianza y disolución. Sostienen que el mandato presidencial fijo provoca dificultades a la hora de hacer frente a crisis importantes. Los presidencialismos ofrecen menos flexibilidad en situaciones de crisis porque los intentos de deponer al presidente hacen peligrar fácilmente al régimen. El presidente puede resultar incapaz de llevar a adelante un curso de acción coherente a causa de la oposición del congreso, pero ningún otro actor puede resolver el problema jugando dentro de las reglas de juego democráticas. No sólo es difícil remover a los presidentes de sus cargos, sino también puede el jefe del ejecutivo reforzar su autoridad ya sea mediante un voto de confianza o por medio de la disolución del parlamento para convocar a nuevas elecciones. Por consiguiente, el liderazgo presidencial puede ser más débil que el que ejercen los primero ministros. Las constituciones presidencialistas manifiestan una contradicción” entre el deseo de un ejecutivo fuerte y estable y la sospecha latente hacia el mismo poder presidencial. En virtud de su mayor capacidad para promover cambios en el gobierno, los sistemas parlamentarios ofrecen mayores oportunidades para la disolución de disputas. Esa válvula de seguridad puede incrementar la estabilidad del régimen, según algunos partidarios del parlamentarismo. La mayor parte de las constituciones presidencialistas prohíben la reelección presidencial para mandatos consecutivos. En consecuencia los buenos presidentes son dejados cesantes aún cuando la población, las elites, los partidos políticos y otros actores continúen apoyándolos. Por consiguiente, los presidentes cuentan con relativamente poco tiempo para llevar a cabo sus proyectos, y por lo tanto a menudo se ven tentados a tratar de realizar demasiado en poco tiempo. Linz considera que la discontinuidad en las políticas y la desconfianza en los potenciales sucesores alimentan una sensación de urgencia. Que podría conducir a políticas mal diseñadas, a la implementación rápida, a la impaciencia ante la oposición. 2) En los sistemas presidencialistas presentan mayores tendencias al inmovilismo que los sistemas parlamentarios, por 2 razones principales: A- en comparación con los sistemas parlamentarios, los sistemas presidencialistas son más aptos para engendrar gobiernos de minoría y poderes débiles. B- Los sistemas presidencialistas son menos capaces que los sistemas parlamentarios de manejar esos problemas cuando ellos surgen. Los sistemas presidencialistas carecen de medios para asegurar que el presidente

cuente con el apoyo de una mayoría parlamentaria. Dado que los presidentes son elegidos de forma independiente de la asamblea, y debido a que las cualidades personales con frecuencia son decisivas en las campañas presidenciales, el ganador no necesita provenir de un partido mayoritario. En algunos países, los partidos de los presidentes no controlan nada que se acerque a la mayoría de los escaños del congreso. A veces resultan elegidos presidentes con escaso apoyo en el congreso, lo cual puede fácilmente conducir a amargas luchas entre el P.E y el P.L. Los presidentes tienen que aguardar dolosamente hasta el final de sus mandatos, incapaces de implementar un paquete coherente de políticas a causa de la falta de apoyo. Así los presidentes como la oposición se ven tentados a recurrir a mecanismos extraconstitucionales para alcanzar sus objetivos. En las democracias, el inmovilismo ha sido con frecuencia un ingrediente crucial de los golpes de Estado. Además el inmovilismo puede alentar al radicalismo, visto como una forma de superar la ineficiencia de las débiles democracias liberales. Algunos analistas han atribuido los golpes de Estado en parte a la parálisis resultante entre el conflicto entre el ejecutivo y el Legislativo. Linz dice que en los sistemas presidencialistas el presidente como la asamblea tiene la misma legitimidad porque son elegidos por el pueblo, y esto genera conflicto. El parlamentarismo escapa de este problema porque el P.E no es independiente de la Asamblea. Si la mayoría de la Asamblea favorece un cambio en dirección de políticas, puede reemplazar al gobierno por medio del ejercicio de su voto de confianza. 3) El presidencialismo (Linz) incorpora la lógica en la que el ganador se lleva todo que es poco favorable a la estabilidad política. Una elección parlamentaria podría producir una mayoría absoluta para un partido determinado, pero más normalmente otorga representación a una cantidad de partidos y se vuelven necesarias algunas negociaciones para obtener el voto mayoritario. En los sistemas presidenciales, la elección popular tiene a imbuir a los presidentes de la sensación de que no necesitan enfrentar el tedioso proceso de construir coaliciones y hacer concesiones a la oposición. Además el peligro que presentan las elecciones presidenciales de suma cero se incrementan con la rigidez del mandato presidencial fijo. Los ganadores y los perdedores quedan claramente definidos durante todo el mandato presidencial. 4) En los sistemas presidencialistas la elección popular directa de los presidentes, en si misma parece ser un desideratum. Sin embargo el lado negativo de las elecciones populares directas es que pueden resulta reelegidas personalidades ajenas a la clase política (outsider) con escasa experiencia política partidaria y legislativa. Las ventajas del Presidencialismo  Mayor cantidad de opciones para los votantes: Las reivindicaciones de los rivales de legitimidad que pueden provocar crisis en los sistemas presidencialistas son también la otra cara de una ventaja. La elección directa del jefe del ejecutivo otorga los votantes de 2 opciones electorales en lugar de una sola. Propone un abanico más libre de opciones.  Responsabilidad e identificabilidad electoral: La accountability electoral designa el grado y los medio con que los funcionarios electos son electoralmente responsables ante los ciudadanos, mientras que la identificabilidad se refiere a la capacidad de los votantes para realizar una elección informada antes de los comicios, basada en su capacidad de calcular el abanico probable de gobiernos que puedan resultar de las elecciones. Cuanto mas directa es la conexión entre las pociones hechas por los votantes en las urnas y las expectativas de los funcionarios electos, mayor es la accountability electoral. Una objeción a la afirmación de la superioridad del presidencialismo en términos de accountability electoral es que en la mayor parte de los sistemas presidencialistas, los presidentes no pueden ser reelectos en forma inmediata. Así se debilita el incentivo electoral para que el presidente permanezca en sintonía con los votantes y la accountability resulta dañada. Los incentivos para una accountability vía elección popular se ven drásticamente debilitados solo si un presidente: A) No puede ser reelecto bajo ninguna circunstancia y B) Cuando se transforma en un actor secundario o ausente en la política nacional y partidaria una vez que se termine su mandato. En el parlamentarismo por contrario bajo las condiciones de un sistema de partidos profundamente fragmentado, la ausencia de elecciones directas para el ejecutivo debilita de forma inevitable la accountability electoral, pues el ciudadano no puede estar seguro acerca de cómo votar a favor o en contra de un determinado potencial jefe del ejecutivo. Storm utiliza el termino identificabilidad para designar el grado en que las posibles coaliciones alternativas para controlar el P.E son discernibles para los votantes antes de una elección. La identificabilidad es elevada cuando los votantes pueden discernir entre su candidato y su partido preferido y su voto óptimo. Según Linz el termino identificabilidad es la capacidad de los votantes para identificar a las personas, más que a los equipos gubernamentales, los cuales pueden no ser identificables.  Independencia del Congreso en cuestiones legislativas: Es precisamente la independencia de la asamblea respecto del ejecutivo lo que puede generar el problema del inmovilismo. Esta independencia legislativa resulta particularmente problemática en presencia de sistemas pluripartidistas altamente fragmentados No obstante allí donde los presidentes gozan de un apoyo substancial en la asamblea la oposición legislativa a las iniciativas del ejecutivo puede promover la construcción de consensos y puede evitar que sean aprobadas leyes no concebidas con el único propósito de prevenir una crisis de confianza. La independencia legislativa puede alentar la construcción de coaliciones amplias porque ni siquiera un presidente mayoritario tiene garantía de un apoyo sin reservas por parte delos partidarios del Congreso. En cambio, cuando el parido del primer ministro cuenta con una mayoría, los sistemas parlamentarios exhiben características altamente mayoritarias. Incluso u partido con menos que una mayoría de los votos puede gobernar casi sin controles si el sistema electoral fabrica una mayoría de escaños para el partido.  Mandatos fijos vs. inestabilidad del Gabinete: El argumento sobre la flexibilidad para reemplazar gabinetes en los sistemas parlamentarios es de doble filo. En un sistema parlamentario, el partido del primer ministro puede reemplazar a su líder, o un socio de coalición puede retirar su apoyo y provocar un cambio de gobierno sin recurrir a un golpe, mientras que este último podría constituir la única forma de remover a un presidente que carece de apoyo. El presidencialismo eleva el umbral para la remoción del jefe del ejecutivo; sus oponentes deben esperar hasta el final de su mandato o promover gobiernos no democráticos. E l problema de os mandatos fijos podría ser mitigado por la institución de mandatos más breves en lugar de períodos más prolongados los mandatos más cortos permitirían una resolución más temprana de los problemas generados por los mandatos fijos.  El presidencialismo puede impedir los juegos en que el ganador se lleva todo: El parlamentarismo induce más a el enfoque de la política del que gana se lleva todo. El presidencialismo se basa en un sistema de pesos y contrapeso, inhibe las tendencias a q el ganadores lleve todo. 1.3 El poder de los presidentes Cuando los observadores clasifican a los presidentes de fuertes o débiles, tienden a centrarse en la capacidad de los presidentes para poner su propio sello sobre las políticas, o sea, para llevar a cabo su agenda. Hay 2 medio principales a través de los cuales de los cuales los presidentes pueden tener esa influencia a) Poseer poderes constitucionales inherentes al cargo de presidente que obliguen a sus preferencias sean tomadas en consideración a la hora de aprobar leyes; b) Que tengan control sobre sus propios partidos y estos controlen la mayoría de sus escaños. Estos 2 factores interactúan entre si.. El presidente puede tener derecho a veto y muchos tienen poderes de decreto, en cuyo caso puede ser posible para el presidente legislar sin el Congreso. Los poderes legislativos del presidente son un importante punto de partida para considerar las variaciones entre sistemas presidencialistas. Tipos de poderes legislativos Poderes que le permite al presidente establecer status quo son los poderes proactivos (decretos) y los poderes reactivos (poder de veto, permiten al presidente defender el status quo contra las tentativas de la mayoría legislativa.).

Veto (e insistencia) Los presidentes con poder de veto pueden afirmar o vetar una ley enviada por el congreso. Al afirmarla, los presidentes la aceptan en la versión que la haya aprobado el legislativo, suponiendo que no pueden vetar algunas partes y promulgar el resto. Si es vetada prevalece el status quo, al menos que el Congreso logre superar el veto. Se trata de in instrumento que permite al presidente obstaculizar el cambio. Veto parcial En algunas constituciones los presidentes pueden vetar disposiciones especificas de una ley. En el caso de un verdadero veto parcial los presidentes pueden promulgar ítem o artículos de la ley con los cuales están de acuerdo, a la vez de vetar y devolver al Congreso para su reconsideración sólo las posiciones vetadas. Poderes de Decreto El presidente puede afirmar un decreto que se convierte en ley en el momento en que es firmado, ha efectivamente de establecer un nuevo status quo. La constitución usualmente permite al congreso rescindir o enmendar el decreto si así lo decide. El poder de decreto en si mismo no permite a los presidentes dominar el proceso legislativo pero les permite modelarlo poderosamente y obtener resultados legislativos que el congreso librado a si mismo no hubiera logrado. Aún cuando la mayoría pueda cuando pueda rescindir un decreto, el presidente sigue desempeñando un papel fundamental a la hora de dar forma a la legislación, por 3 razones inherentes al proceso que implica un decreto: 1- un decreto presidencial es una ley antes que otra rama del gobierno tenga la oportunidad antes de reaccionar ante ella. 2- los presidentes pueden invadir la agenda del congreso con una avalancha de decretos, tornando difícil para el congreso la consideración de las medidas antes de que tengan un efecto posiblemente irreversible. 3- un presidente puede hacer uso estratégico de su poder de decreto. Pero la autoridad de decreto no es 1-no se trata de una autoridad regulatoria2- la autoridad administrativa para emitir decretos es también diferente del Poder legislativo al cual no estamos refiriendo. 3- el poder de emergencia también es diferente, puesto que en la mayor parte de los países esta autoridad se encuentra estrechamente circunscripta. Solo en ocasiones de catástrofe o desorden. Hay decretos- ley requieren la delegación previa del congreso para ser emitidos. Estos últimos se denominan facultades delegadas. El poder exclusivo de la iniciativa legislativa Varios países latinoamericanos tienen también derecho de iniciativa exclusiva para las propuestas legislativas en ciertas áreas de políticas. A menudo este poder exclusivo se extiende a algunos asuntos críticos, especialmente presupuestos, así como a la política militar, la creación de nuevas reparticiones burocráticas y a leyes sobre políticas tarifarías y credilicias. Este poder es otra forma de poder reactivo: si los presidentes prefieren el status quo a cualquiera otra alternativa que estiman que probablemente suscitará el apoyo de una mayoría a prueba de veto en el congreso, pueden evitar todo cambio simplemente no introduciendo un proyecto de ley. RESUMEN DE LAS CONSTELACIONES DE PODERES PRESIDENCOIALES SOBRE LA LEGISLACIÓN EN LAS CONSTITUCIONES LATINOAMERICANAS Autoridad legislativa del presidente Configuración de poderes según la constitución Potencialmente dominante Decreto, veto fuerte, introducción exclusiva

Decreto, veto fuerte Proactiva

Reactiva

Chile 1980-89 Colombia 1968-91 Argentina Ecuador

Decreto, veto débil, introducción exclusiva

Brasil 1988 Colombia 1991

Decreto, veto débil

Perú 1993 Perú 1979 Brasil 1946 Chile antes de 1973 Uruguay Bolivia Rep. Dominicana El Salvador Panamá Costa rica- Honduras- México- NicaraguaParaguay- Venezuela

Veto fuerte, introducción exclusiva Veto fuerte

Potencialmente marginal

Ejemplos

Sin veto

Conclusión: Presidencialismo y sistema de partidos en América Latina El presidencialismo se estudia más fructíferamente en relación con 2 aspectos clave del sistema partidario. El primer aspecto es el número de partidos, o el grado de fragmentación del sistema de partidos. Con un sistema partidario altamente fragmentado, o un gran número de partidos, los presidentes probablemente estén en situación de clara minoría en el parlamento y en la sociedad. Esta situación puede hacer difícil que los presidentes lleven adelante sus agendas, puede llevar a un impasse, y puede fomentar que los presidentes utilicen el patronazgo para lograr el apoyo de al parlamento y los partidos. También hemos enfatizado que la disciplina partidaria o su ausencia afecta al funcionamiento del presidencialismo. Con una débil disciplina partidaria, las negociaciones de los presidentes con los legisladores individuales y/o los líderes partidarios regionales se convierten en algo crucial; con partidos altamente disciplinados, los presidentes, pueden negociar primordialmente con líderes partidarios nacionales. Bajo el presidencialismo hay problemas tanto con los partidos indisciplinados como con los partidos disciplinados. También tanto el número de partidos como el grado de disciplina partidaria son configurados como aspectos claves de la legislación electoral y partidaria son. El poder de los presidentes dentro del partido y sus poderes legislativos constitucionales modelan la capacidad de hacer las cosas. La importancia de la interacción entre el presidencialismo y la disciplina partidaria no sorprende si es que tenemos en cuenta algo de la literatura comparativa sobre temas relacionados. Existen diferencias sustanciales entre las situaciones de gobierno mayoritario y las situaciones de gobierno minoritarios o de coalición.