01-The Kiss Off - SB.pdf

1 THE KISS jFF THE KISS OFF L SARAH BILLINGTON THE KISS jFF 2 3 El presente documento tiene como finalidad impu

Views 42 Downloads 0 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

1

THE KISS jFF

THE KISS OFF

L SARAH BILLINGTON

THE KISS jFF

2

3

El presente documento tiene como finalidad impulsar la lectura hacia aquellas regiones de habla hispana en las cuales son escasas o nulas las publicaciones, cabe destacar que dicho documento fue elaborado sin fines de lucro, así que se le agradece a todas las colaboradoras que aportaron su esfuerzo, dedicación y admiración para con el libro original para sacar adelante este proyecto.

THE KISS jFF

Indice Sinopsis

Capítulo 13

Capítulo 1

Capítulo14

Capítulo 2

Capítulo 15

Capítulo 3

Capítulo 16

Capítulo 4

Capítulo 17

Capítulo 5

Capítulo 18

Capítulo 6

Capítulo 19

Capítulo 7

Capítulo 20

Capítulo 8

Capítulo 21

Capítulo 9

Capítulo 22

Capítulo 10

Próximo Libro

Capítulo 11

Sobre el Autor

Capítulo 12

THE KISS jFF

4

Sinopsis C

uando Poppy Douglas de 16 años escribe una canción sobre su ex novio Cam y ex amiga Nikki, no se imagina que su roto corazón esté a punto de ser conocido por todo el mundo.

Una banda local toma su canción de Youtube y pronto ella está rodeada con su propio grupo de fans que explotan en la escena del club local y llega a las listas internacionales. Aunque dejar atrás a Cam no resulta tan fácil como esperaba. Enredada en una red de tareas pendientes, con un irreflexivo, caliente y nuevo novio cantante principal, Poppy tiene que tomar una decisión entre el ex que inspiró todo el asunto y el Dios de rock cuyo cartel reviste el interior de la mitad de los casilleros en la escuela. Pero mientras lucha por mantener sus emociones y trapos sucios en la privacidad, aprende que la verdad puede ser difícil de encontrar cuando tu vida está en los titulares.

THE KISS jFF

5

Capítulo 1 Traducido por klevi Corregido por LILITH

—¿Q

ué rima con “imbécil”? —le pregunté a una de mis mejores amigas, Vanya. Ella giró las perillas y sacó los soportes del trípode. Yo mordía el final de mi lápiz.

Solo tenía la melodía de ésta canción. Había estado tratando de encontrar las letras correctas por algún tiempo y sabía que era esta. Una pareja hecha en el cielo del rock'n'roll. Me senté en el extremo de la cama, Stella —mi guitarra— estaba en mi regazo con una libreta de notas a mi lado. Rebotando el lápiz a medio masticar contra mi rodilla, pensando. Leí de nuevo lo que tenía del coro hasta el momento: Adiós, No has dicho por qué, Pero no voy a llorar, Porque nene, ésta es tu despedida. Adiós, Me engañaste, Pero voy a vengarme lo verás, Estoy diciéndolo para simplemente despedirte. Tarareé de nuevo para mí misma y asentí, una sonrisa petulante arrastrándose sobre mis labios. Él no sabría qué lo golpeó. Ninguno de los dos lo haría. Iba a ser brillante. —¿Malvado? —sugirió Vanya, trayéndome de vuelta al tema que nos ocupa. —Hmm —dije. Las dos sabíamos que era malo—. ¿Qué tal sucioputo? ¿Hay algo que rima con eso?

THE KISS jFF

6

—No sé acerca de putos sucios, pero muchas cosas riman con sucio —dijo Vanya—. Edificio; inicio; egipcio; calcio. Eso sí, Poppy, no creo que ese sea realmente el mensaje que quieres… —No —dije, con las ideas zumbando en mi cerebro. Garabateé notas sobre el cojín. —Bien, bien —dijo Van con alivio. —No, me refiero a que no, es bueno. —Oh. —Está bien —dije—. Sí. Bueno. Estoy lista. No conseguirían alejarse de esta mierda. Yo había tenido una buena noche, una excelente noche. En mi opinión, era una de las mejores fiestas que Ravi había hecho en su casa. Hasta que ellos aparecieron. *** Estaba tocando la guitarra acústica de alguien, sentada en una silla de camping en un círculo alrededor de la hoguera, tomando peticiones de canciones. Había disparado Pepsi fuera de mi nariz cuando me reí de cómo desafinaba uno de los chicos que estaba cantando y cómo la chica en chaqueta de cuero —cuál es su nombre... la del Consejo de Estudiantes— de cualquier modo, se estaba hundiendo en el césped alto cuando al puf rojo se le salieron las bolas de espuma de polietileno. Nadie cantó más, nos reíamos demasiado fuerte. Ni siquiera eso era tan gracioso, pero tal vez el par de tragos de whisky que tomé antes y la hierba de segunda mano fueron responsables de hacer las cosas tan malditamente histéricas. Incluso mi otra mejor amiga, Mads, a mi lado en una silla plegable, había dejado de mirar por la ventana hacia la puerta principal lo suficiente como para participar de las bromas. Vanya ha estado adentro, en una batalla a muerte, intentando salir victoriosa como la mejor lanzadora de alimentos en la boca de otro. La miré por la ventana mientras tomaba un osito de goma del tazón de caramelos y la arrojaba a la boca abierta de ese tipo con el ojo torcido que es amigo de Ravi. Bueno, por supuesto que era amigo de Ravi, no hubiera estado allí de lo contrario. Atrapó el oso de goma y el grupo levantó sus manos en señal de triunfo. Vanya estaba riendo mientras chocaba los cinco con el del ojo torcido, amigo de Ravi. Tomé otro trago de mi Pepsi y volví mi atención de nuevo a la guitarra. Justo cuando pulsaba una nota, Mads gimió y dio una patada al césped. —¿Cuándo crees que llegará aquí? —Miró su reloj con un resoplido. —¿De quién estamos hablando, chica? —le dije. Ella puso los ojos en blanco hacia mí.

THE KISS jFF

7

—No lo sé —le dije, punteando una cuerda y dejando que desafinara—. ¿Sabes si va a venir? —Eres una inútil —dijo Mads. Su mirada vagaba por el patio, a la casa de la cobaya, al trampolín con los resortes rotos y nuevamente hacia la casa. Luego se sentó con la espalda recta y apretó su mano alrededor de mi brazo. —¿Qué? ¿Qué es? —¡Él está aquí! Oh Dios mío, está aquí —dijo. Efectivamente, Dev estaba en el pasillo, desenrollándose su bufanda. Dio a Ravi una gran sonrisa y hablaron durante un segundo antes de comenzar uno de esos complicados apretones de manos de hombres donde había tantos movimientos de las manos que bien podrían haber comenzado a bailar break dance. Mads respiró hondo, se volvió en su asiento y me miró expectante. La miré a ella y a Dev y viceversa. —Está aquí —dije. —¡Lo sé! —Me dio una palmada en el brazo por ser molesta—. Gracias, Capitán Obvio. —Feliz de ayudar. —Tomé otro sorbo de Pepsi. Se mordió el labio inferior. —Entonces, ¿qué crees que debo hacer? Me encogí de hombros y volví a mirar adentro a la fiesta y cualquier pequeño indicio de una sonrisa se desvaneció cuando Dev dio un paso a un lado y Ravi comenzó a hablar con quienes habían llegado. Eran Cam. Y Nikki. Ese fue el momento en que mi buen tiempo se convirtió en mierdástico. En ese mismo momento. Justo entonces se fue a la mierda, ¿qué estaban haciendo aquí? —Dios él se ve esta noche tan ardiente —dijo Mads, alisándose distraídamente el cabello. Es evidente que ella no se había dado cuenta quienes habían llegado con Dev. No podía creer que estuvieran aquí. Cam y Nikki. Juntos. ¿Quizá Nikki conocía a Ravi? No, parecía que no, ya que Cam le hizo una seña a Nikki y luego a Ravi y Ravi hizo esa cosa de hombres, asintiendo con la cabeza con algún tipo de reconocimiento. Ahora se conocen. La fulminé con la mirada y a su impresionante cabello marrón voluminoso —que ella sabía que yo codiciaba— que llevaba en una brillante cola de caballo de lado. Llevaba su marca personal, lápiz labial rojo y los ojos ahumados y se veía muy atractiva ésta noche. Perra.

THE KISS jFF

8

Empujé mi desastre de sucio cabello rubio fuera de mi rostro y observé a Cam y la forma en que hablaba con Ravi, puso su brazo alrededor de Nikki, todo relajado, todo normal, como: “Oh sí, esta es mi novia. Estamos juntos”. De la forma en que lo solía hacer conmigo. Puff. Lo que sea. Con tal de que no vengan aquí afuera yo estaré bien. —¿Debo ir allí y hablar con Dev? —dijo Mads—. ¿Cómo me veo, es demasiado? —Llevaba un chaleco de tweed marrón sobre una camiseta ajustada negra que tenía manchas rosa fuerte y azul pintadas en lugares aleatorios. Su lápiz labial a juego con el rosa de su camiseta y tenía este mini lindo sombrero situado con desenvoltura a un lado de su cabello. —No, te ves muy bien —le dije. No suena como si lo hiciera, pero quizás pudiera lograrlo—. Nadie se viste como tú. —Bueno, sí, lo sé, ¿pero eso es algo bueno? —Ve y habla con él, Mads. Es solo Dev. Su mirada revoloteó hasta el césped, donde clavó su baleta plana en la tierra con timidez. —Sí, lo sé —dijo—. Puede ser “sólo Dev” para ti, pero no es “sólo Dev” para mí, es “Él”. —Dejó escapar un suspiro y se quedó mirando la hoguera. Entonces tomó una respiración profunda, se puso de pie y extendió su mano hacia mí—. Tienes que venir conmigo —dijo—. No puedo hacer esto sola. Por favor, por favor, ¿muchos por favor? Miré de su rostro a su mano y de vuelta de nuevo. —No voy a entrar ahí — le dije. —¿Qué? ¿Por qué? Puse los ojos en blanco y señalé adentro, donde Nikki estaba apoyada en Cam, con su cabeza en su hombro, la mano en su pecho y los dos se reían de algo que Ravi estaba diciendo. —Has visto quienes venían con Dev, ¿no? Mads siguió la dirección de mi brazo extendido y se encogió. —Oh. —Sí, “oh” —dije—. Un gran “oh”. Nosotros no habíamos roto aún cuando toda esa cosa de Cam y Nikki sucedió. ¿Sabes qué? Mi familia y yo nos fuimos a la playa por una semana, las estrellas se alinearon y mis dos padres pudieron pedir unos días libres en el trabajo y cuando volví eran una pareja. Mi novio y mi amiga del trabajo. Como si yo hubiera sido solo la tercera rondando todo este tiempo, como si hubieran estado esperando a que me hiciera a un lado, para tener un momento a solas, por lo que finalmente podrían… —No tienes que hablar con ellos, ¿verdad?

THE KISS jFF

9

—¡Mads! —¡Por favor, Poppy! Te lo deberé por siempre y para siempre. Estoy muy nerviosa. —Mads se miró las uñas, recogiendo pedacitos de brillo púrpura de ellas. Nunca había estado tan nerviosa por un chico. A ella le gustaba un chico nuevo cada semana, pero parecía que había algo realmente especial acerca de Dev. Tomé otro trago de Pepsi. Todavía no quería entrar allí. Le di al chico a mi lado una palmada en el hombro para llamar su atención. Se dio la vuelta y miró hacia mí y a Mads. No estaba seguro de cuál de nosotras le dio una palmada. —Sostenla por mí, ¿quieres? —le dije, tendiéndole la guitarra. —Pero… La empujé a sus brazos. Mads extendió su mano y me arrastró para ponerme de pie. Siguió sosteniendo mi mano y me condujo hacia la casa. Deslizando la puerta de cristal de la sala de estar para abrirla, ambas hicimos una mueca cuando nuestros oídos y cuerpos se ajustaron a los ruidos y reverberaciones de la música, el ruido sordo nos golpea chocando contra la esencia misma de nuestro ser. Mi corazón se estremecía con cada golpe. Para adaptar el campo de acción de la fiesta de Ravi en lo que inevitablemente se convirtió dentro, los sofás y mesa de centro habían sido empujados hacia atrás para dar más espacio. El cual estaba totalmente lleno. La sala de estar era el centro de la fiesta, éste era el lugar donde la mayoría de la gente estaba y el menor espacio personal. Di una ligera mirada por la habitación, a donde estaba Cam, ¿él estaba mirándome? —No puedes dejarme, Poppy —dijo Mads, limpiándose la boca, la mitad de su lápiz labial manchó el dorso de su mano—. Seguro de que no me dejarás. Dándole un apretón en la mano, le dije: —Estoy en esto para siempre, cariño. —Y le mostré una sonrisa falsa, llena de confianza. Ella la aceptó, me devolvió la misma sonrisa y me revolvió el cabello. —Ahora, ¿dónde crees que él…? —Hola Maddie. Mads se dio la vuelta y justo en frente de ella estaba Dev, sonriendo directamente a ella. Golpeándola con esa sonrisa suya, aquella con los dientes y los labios y los hoyuelos. Podía sentir que se derretía en el lugar, así que le clavé las uñas en la palma. —Hola Dev —dijo Mads. Se inclinó para darle un abrazo, pero su cuerpo estaba tan rígido que estaba insoportablemente incómoda. Ella le dio unas

THE KISS jFF

10

palmaditas en la espalda y él fue a darle un beso en la mejilla, pero ella se movió y él se sorprendió cuando la besó en la oreja en su lugar. Traté de no estremecerme. Al menos lo había intentado, eso era una buena señal. Él asintió, detrás de Mads. —¿Cómo te va, Poppy? Mads soltó mi mano y, con los ojos puestos en Dev, agitó su mano hacia mí detrás de su espalda, moviéndola frenéticamente para que los dejara solos. Bueno, eso no duraría mucho tiempo. Vi a Cam y a Nikki por encima de la TV, tenían un plato de galletas saladas y un par de vasos de plástico vacíos situados encima. Él tenía su mano apoyada ligeramente en la parte baja de la espalda de ella, su cuerpo flojo, cómodo. Él no me estaba buscando. Solo la mira a ella. —Podría matar a unos ositos de goma en este momento —le dije. —Creo que Vanya tiene algunos —dijo Dev, asintiendo hacia la esquina, cerca de la cocina. —Genial —dije—. Voy a ir. Hasta luego. —Me di la vuelta, apoyándome contra la pared y me paré en la punta de mis converse, buscándola entre la multitud. Por suerte, Vanya no estaba cerca de la cocina —y la televisión—, pero la competencia parecía haberse trasladado dentro del comedor. Mientras me desplazaba a través del laberinto de nuestros compañeros y de personas que no conocía, ignoré diversas miradas nerviosas disparadas hacia Cam y hacia mí y viceversa. Les di sonrisas tranquilizadoras. Fingiendo que todo estaba perfecto. No iba a hacer una escena. Ya pasó, de hecho. Todavía no puedo creer que les gritara así, frente a casi todo el mundo. ¿Podrían todos por favor, simplemente olvidar que eso había pasado? Tal vez llamé a Cam cretino y a Nikki zorra mientras servía un filete especial de early bird a una pareja de ancianos. ¿No podemos pretender que nunca pasó? —Oh, hola Pops —dijo Vanya, lanzando un Cheeto en el aire, abriendo su boca y atrapándolo. Me decepcionó encontrar el tazón de los osos de goma vacío. —Te estás volviendo muy buena en eso —le dije. Recogí un Cheeto del tazón y lo arrojé a su rostro. Rebotó en su nariz, dejando una mancha de polvo naranja—. O no. Ella asintió hacia Cam y Nikki. —Creo que te diste cuenta de eso ya. —Sí —dije. Bajando la cabeza, deseando que la súbita oleada de vergüenza se fuera—. Es vergonzoso, todo el mundo lo sabe, ¿sabes? —dije en voz baja. —No, no lo saben. —Bueno, no todos, pero un montón de gente ha estado mirándome en algún momento incluso desde que entré. Él y eso, él y...

THE KISS jFF

11

Vanya puso una mano en mi hombro. —No están todos mirándote, estoy segura de que no es así —dijo—. E incluso si lo están haciendo, al diablo con ellos. —Dándome un codazo—. ¿Cierto? —Sí —estuve de acuerdo. —Al diablo con todos ellos. —Sobre mis dedos de los pies, me estiré por encima de la multitud, miré de nuevo a la sala de estar y observé a Nikki alimentando a Cam con un pretzel. En el último momento ella se aceleró y lo estrelló contra su cara. Se quebró y se rompió en mil pedazos, cayendo al suelo. Ambos se empezaron a reír y él sacó un pretzel del tazón, aplastándolo en su mano y comenzó a tirar los pedazos sobre ella. Gritó y se río. Aparté la mirada cuando empezaron a besarse. Él no tenía permitido ser tan feliz con ella. Pero ninguno de ellos parecía que sentía la más mínima culpa sobre ello. —Mads y yo sentimos no haber estado cerca durante las vacaciones cuando todo se fue abajo —dijo Vanya—. Tal vez si hubiésemos estado, no habrías tenido que pasar tanto tiempo con Nikki. —No es tu culpa, Van —le dije. Volví a mirar a Cam y a Nikki con su excesivo amor en marcha. Entrecerré los ojos, tensa cuando ella le agarró el trasero allí mismo, delante de todos, delante de mí—. Es su culpa. Que le da el derecho — dije—, ¿qué le da el derecho de traerla a la fiesta de mi amigo? Conozco a Ravi mejor que Cam. Y él sabía que yo estaría aquí. —Sí, pero… —Asintió Vanya. —Sí, lo sabía —dije—. Así que la trajo aquí por ser un pedazo de mierda rencoroso, ¿no es así? Para humillarme. —Bien… —¿No es así? —Supongo que pudo hacerlo. —Sí. Y lo hizo —dije. Miré al otro lado de la habitación. Ahora estaban hablando con Drew el amigo de Cam—. Sabes qué, ¿Van? —le pregunté—. Me siento un poco inspirada. Tenía algo que decir, oh sí. Y sí, lo haría. Pero no aquí. Así fue como Vanya y yo terminamos en mi habitación después de la medianoche, preparando mi canal de YouTube y a sus seguidores para una flamante nueva canción. Una canción desde el corazón. —¿Dónde está la cámara? —Oh, claro. —Salté de la cama y me acerqué a la puerta de mi dormitorio, la abrí y me apresuré pasando por el cuarto de mi hermana menor, Bex. La puerta estaba entreabierta y el cálido resplandor de la luz de noche de las Princesas Disney la mantenía profundamente dormida. Pasé por la oscura habitación de mis

THE KISS jFF

12

padres, estaba tranquila excepto por el sonido de la respiración profunda de mi padre y mi madre roncando como un tren de carga. Si los trenes de mercancías roncaran. Tú entiendes lo que quiero decir. Tenía la esperanza de no tener que arrancar la cámara de la pared, porque eso sería vergonzoso. Bajé por la escalera acolchada por la alfombra color crema hasta la sala de estar y tomé la cámara y sus cables de la antigua mesa auxiliar de papá. Mientras me dirigía de vuelta a las escaleras, la Plaga apareció desde su dormitorio, vistiendo pijama de buques con cohetes y frotándose el sueño de sus ojos. Su nombre no es realmente la Plaga, obviamente, pero le sienta mejor. —¿Qué estás haciendo? —preguntó con un bostezo. —No es asunto tuyo. Vuelve a la cama. —¿Acabas de llegar a casa? —No. —¿Qué hora es? —No lo sé. Vuelve a la cama. Se dio cuenta de la videocámara en mis manos y sus ojos brillaron, repentinamente alerta. —¿Has escrito otra canción? ¿Está Vanya aquí? Oye, que genial, ¿puedo ver? —Es por eso que lo llamo la Plaga. Bueno, una de las razones. —Vuelve a la cama, Rory —le dije, caminando por las escaleras. Se cruzó de brazos y puso mala cara hacia mí desde abajo—. Lo digo en serio. —Bien —murmuró—. No es como si no lo pudiera ver simplemente en YouTube más tarde, de todos modos. Le entregué a Vanya la cámara y dejé que la estableciera en el trípode mientras yo practicaba la canción. Sonreí para mí misma, satisfecha, mientras me retocaba el maquillaje y limpiaba las manchas del rímel que empezaban a formarse. Había sido una larga noche. Esta canción dice todo lo que quería decirle al cretino y a su zorra. Ella podría tenerlo para todo lo que me importaba. Como sea. Pulsaba la guitarra fuerte y miraba a la luz roja de la cámara de vídeo cada vez que me daba la gana. Fingiendo que les estaba diciendo hasta la última palabra a las dos personas en las cuales había confiado tanto. ¿Por qué había perdido el verano entero con ellos? ¿Qué había visto en ellos? ¿Honestamente qué me había gustado tanto de ellos, de todos modos? Si iba a ser honesta, la respuesta era “muchas cosas”, pero empujé todo eso a un lado. Después de correr algunas pistas, me di cuenta de que el ronquido se había detenido porque papá comenzó a golpear en la pared para que cerrara la boca y me fuera a la cama:

THE KISS jFF

13

—Cállate de una puñetera vez y vete a la cama, Poppy, son las dos de la mañana por el amor de Cristo. No importaba… teníamos lo que necesitábamos. Me tumbé en la cama, sosteniéndome en los codos, con los ojos medio cerrados mientras veía a Vanya hacer una edición de la luz, editando algunos de los mejores pedazos y cargar la canción a mi canal de YouTube, PoppyLongStocking. Con un poco de suerte, Cam y Nikki no sabrían qué los golpeó. Si es que alguna vez lo veían. —Bien, está cargado —dijo Vanya, girando la silla hacia mí. —Bueno —dije—. ¿Crees que… Ambas miramos a nuestros teléfonos a medida que zumbaban con mensajes nuevos exactamente al mismo tiempo. —Es Mads. —Sí, a mí también —dije. Vanya levantó su teléfono, desconcertada. —Tiene algo “jodidamente emocionante” para contarnos, así que tenemos que llegar temprano mañana. Abrí un mensaje de respuesta con mis dedos presionando sobre los botones. —Mierda, cuéntanos ahora —dije en voz alta mientras enviaba el mensaje de texto. Enviado—. Vamos a ver el video. —Me puse de pie y me incliné sobre el hombro de Vanya mientras actualizaba la página. —Santo cielo, ¿hay cincuenta visitas ya? —pregunté. Mirando al mismo tiempo—. Ha estado en la red como por un minuto. Y son las dos de la mañana. —¿Tienes fans en Australia o algo así? Me encogí de hombros. —Actualiza de nuevo. Las dos levantamos las cejas y nos giramos hacia la otra. Cuando actualizó la página, ahora había ciento veintitrés visitas. Y un par de comentarios. Boots dijo: Golpedirecto. Jesky0519 comentó: Las chicas enfadadas son tan ardientes. Y Zenbo99 había escrito: Maldita sea... odiaría cabrearla. Sonreí y levanté mi mano y Vanya chocó los cinco. Mi teléfono sonó de nuevo y abrí el mensaje de texto. Gruñí. —Dice que no, nos lo quiere contar en persona mañana.

THE KISS jFF

14

—No puedo —dijo Vanya—. Tengo que ir a la iglesia con Nan y el club de AV está editando un par de historias y luego tengo violín antes de la cena. Vaya. —Yo tampoco. Tengo tarea y mañana es el día con la familia —le dije—. Estoy escribiéndole de nuevo para decirle que simplemente nos lo cuente. — Después de un minuto me respondió—. Al parecer somos unas perdedoras y ambas apestamos y será mejor que estemos en la parada del autobús el lunes y ambas apestamos. —Levanté la vista hacia Vanya—. Y bla, bla, bla. —Eso suena bastante bien —sonrió Vanya—. Será mejor que me vaya. Se suponía que debía estar en casa hace mucho tiempo. Bajamos de puntitas las escaleras y le di un abrazo de despedida. Una vez que se marchó, regresé a mi habitación. Acostándome en la cama con la ropa puesta, gemí y me puse una mano en mi frente cuando empecé a tener dolor de cabeza. Mi resaca llegaba temprano.

15

THE KISS jFF

Capítulo 2 Traducido por Mayte008 & Troya Corregido por KatieGee

speraba a Mads en la parada de autobús el lunes por la mañana, escudriñando arriba y abajo de la carretera, inhalando los gases de los escapes en la hora pico que estaba en curso. El autobús llegaría en cualquier momento y no parecía que ella fuera a llegar. Típico.

E

Pero luego vino saltando hacia mí, desde el otro lado de la calle, vestida con un pijama de pantalones a rayas, rosa y blanco con un suéter gris.

16

—Qué... Tenía una mano sujeta a la barbilla mientras rebotaba hacia mí. —¡Me muero por decírtelo! —¿Qué llevas puesto? —Un pijama —dijo. Esperé—. Oh, no voy a ir a la escuela. Le dije a mi mamá que estaba enferma. —¿Por qué? Quitó la mano de su barbilla. No había uno sino dos enormes granos. Uno de ellos parecía con pus y el otro estaba inflamado y rojo, completamente asqueroso. —Ugh —le dije. Puso su mano de nuevo sobre ellos y me dio un puñetazo en el brazo. —¿Dónde está Van? —No ha llegado todavía. Levantó su teléfono y frunció el ceño al leer el reloj. Ambas miramos hacia ambos lados de la calle. —Es mejor que se apure, va a estar aquí en cualquier… Unas botas sonaron por la acera y me levanté en las puntas de los dedos de los pies, para ver más allá del grupo de niños de las escuelas privadas. Vanya se puso detrás de la parada de autobús, con la gracia de un elefante, su mochila

THE KISS jFF

rebotando sobre sus hombros bamboleándose un poco, medio haciéndola perder el equilibrio, con una mano, trataba de sostener su falda abajo, ya que se comenzó a subir con cada zancada que daba. En serio, esa chica. Tenía tantos talentos, pero correr con gracia, no era uno de ellos. Y la amaba por eso. —Lo hice —resopló ella, inclinándose hacia adelante para recuperar el aliento. Le alisé algunos cabellos que le flotaban en la parte superior de la cabeza. —Sí, sí que lo hiciste. —Volví mi atención hacia Mads—. Está bien. Entonces, ¿qué pasa? Mads nos sonrió y saltó hacia arriba y abajo en el acto. Parecía que estaba tratando de mantener la cabeza en su lugar, debido a como estaba sujetando la mano en su cara. —¡Dev y yo estuvimos enviándonos mensajes de texto toda la noche, hasta las cuatro de la mañana, después de la fiesta y lo invité a salir! —Finalmente —dijo Van. Tenía que estar de acuerdo. —Ya era hora. Mads dejó caer los hombros. Claramente no estábamos lo suficiente emocionadas. —Apestan. —¿Hay algo malo en tu cara? —dijo Vanya—. Y, ¿qué llevas puesto? —¿En serio no piensas ir a la escuela por culpa de un grano? —le dije. —Dos granos —dijo Mads—. Y sí, en serio. Dev no puede verme así. Comprendí su punto. Hubo un tiempo con Cam, después de la época de “nos conocemos de toda la vida y solo somos amigos”, pero antes de la época de “nunca volveré a hablar contigo, deja de mirarme” que yo habría llevado una bolsa de papel sobre la cabeza, antes de dejar que me viera con un par de planetas en la cara. En cuanto a Mads, realmente me dio pena por ella. Ninguna cantidad de corrector cubriría eso. —De todos modos —dijo—, hay mucho más en la historia. Le pregunté si quería ir al cine el sábado y me envió un mensaje de vuelta, preguntándome: ¿sólo nosotros? Y... —Se mordió el labio. Oh Dios. —Bueno, me acobardé y dije que era algo así como en grupo y que ustedes dos venían conmigo y que él podía llevar a algunos amigos si quería.

THE KISS jFF

17

Vanya se quejó. Tenía que estar de acuerdo con ella. Mads intentó defenderse. —¡Es más o menos una especie de cita! Como, una cita en grupo, ¿tal vez? —Más o menos —le dije. —¿Así que están libres? ¿Pueden venir? Por favor, por favor, ¡tienen que estar libres! —Oh, detente y no mendigues, puedo ir —le dije. —Yo tengo hockey por la mañana, pero puedo conseguir llegar si es por la tarde —dijo Vanya. —O por la noche —dije—. Suena más a cita y... —¡Excelente! —Mads empezó a aplaudir con sus manos—. ¡Estoy muy emocionada! Así que todo estaba listo. Los chicos de Mount Martha, comenzaron a levantar sus enormes mochilas bordadas del suelo y arrastrar los pies hacia el lado de la carretera, cuando el autobús apareció en la distancia, atrapado en el tráfico. El Sr. Traje de Negocios cerró su periódico y lo enrolló. Pensé que le pegaría a alguien con eso. Miramos hacia arriba al autobús cuando se detuvo, iba lleno de chicos del Instituto Mount Martha y alguno que otro civil de camino a la ciudad para trabajar. —Será mejor que vuelva, antes de que mamá note que me fui —dijo Mads. —Vamos, vamos, vamos —dijo el conductor del autobús con la cara roja, mirando hacia abajo a la multitud en la puerta—. Ahora o nunca, gente. Mads hizo señas al autobús. —Buena suerte con eso —dijo con una sonrisa y se fue. El Sr. Traje de Negocios, gruñó y dio un paso atrás, ni siquiera lo intentaría. Y yo no estaba muy segura de que hubiera espacio para nosotras tampoco. Pero teníamos que hacerlo, o llegaríamos tarde y el Sr. Murphy me dijo que he sido lo suficientemente advertida sobre eso y que tendría que limpiar el patio de recreo o quedarme en detención, o ambos la próxima vez. Vanya dio un paso atrás y dijo: —Tendremos que irnos en el que sigue. —Al diablo con eso. La agarré por la muñeca con una mano, la subí con la otra y tiré de mí misma hacía el autobús, a través de la puerta de atrás. —No puedo llegar tarde. Murphy me asesinará.

THE KISS jFF

18

—Poppy, no creo que vayamos a entrar... —¡Van, vamos! Estoy dentro, ¿ves? —Giré con mucho cuidado, lentamente en el primer escalón. Bueno, mis dedos de los pies sobresalían fuera del escalón, pero la mayor parte de mí, estaba en el, con mi mochila a los pies. Las puertas se cerraron con alrededor de una pulgada de sobra. —Vamos chicas, ¿suben o no? —gruñó el conductor, mirándonos a través del espejo retrovisor. Qué tipo de persona. —¡Van! —le dije, señalando a mi lado. La puerta del frente se cerró. Van suspiró y corrió hacia el autobús, cuando la puerta de atrás se cerró detrás de ella. Gritó cuando fue tirada hacia atrás contra ella. Ella podía estar en el interior del autobús, pero la mayor parte de su mochila definitivamente no. El conductor nos tiró lejos de la acera. —Oye, espera… —Llevé mi mano sobre su boca, estábamos muy cerca, nariz con nariz. Mis hombros se estremecieron y me mordí mi labio, tratando difícilmente de no reírme cuando el autobús se alejó de la acera hacia el tráfico en la hora pico. Tiré de Vanya hacia mí por el cuello de su chaqueta para impedirle perder el equilibrio y caer de nuevo en el hueco de la escalera, donde había estado colgando de las correas de su mochila, igual que una bolsa de chocolate en una máquina expendedora. Un par de chicos de Mount Martha, se rieron disimuladamente y se empujaban el uno al otro, mirándonos. —Poppy… —Solo tienes que dejarte llevar —dije. Empecé a reírme tontamente, luego tosí, intentando controlarme. Pero no podía evitarlo. Me estaba riendo tan fuerte. Las mejillas de Vanya enrojecieron y miró a su alrededor a los chicos que la miraban, luego cruzamos la mirada y comenzó a reírse también. Tomé unas cuantas respiraciones profundas llenas de risa y mi mirada vago entorno a nosotras y a todos los cuerpos empaquetados juntos, personas extendidas sobre cualquier superficie estable para evitar caerse unos encima de otros. El aire estaba lleno con el olor almizclado de chico en su mayoría oculto por un intenso hedor de alguien que se había bañado en colonia está mañana. ¡Uf! —Revisé el video antes de salir y tenía veinte mil visitas, no estoy bromeando —dije, tratando de distraer a Vanya que estaba consciente que su rubor se extendía por su rostro mientras colgaba de la puerta. —Qué locura —dijo. —Sí, es una locura. Ninguno de mis otros videos ha sido tan popular… no tan rápido, de cualquier manera. —Es demente —dijo Vanya.

THE KISS jFF

19

—No bromeo —dije—. Dime, ¿a quién crees que Dev traerá a la película? Van frunció el ceño, pensando. —No sé. ¿Tal vez a Ravi? —Eso estaría bien —le dije. —Sí. —Sonrió—. Estoy tan emocionada por ella. Van a estar tan bien juntos. Solo puedo decir eso. Tenía que estar de acuerdo, quiero decir, no conozco a Dev muy bien. Él había estado en el colegio solo un par de semanas, todavía estaba encontrando su equilibrio, sus amigos. Pero a Mads le sonríe mucho. Y ella se ríe tontamente y en cierto modo juega con su cabello. —Todo es tan adorable —dije. —¿Qué es adorable? Giré la cabeza y escudriñé los rostros cercanos a mí, estremeciéndome. —¡Dios! —dije, todo mi cuerpo se tensó por un momento y pude sentir mi corazón golpeando contra mi caja torácica por el impacto—. ¿De dónde vienes? Cam me dio aquella sonrisa estúpida. —Bien, esta mañana estaba en mi casa y luego el autobús llegó y… —Sí, bien —dije y miré a Vanya, cuya frente estaba arrugada con preocupación. Miraba de mí a Cam y viceversa. Sin embargo, yo no volví a mirar a Cam otra vez. No, señor. Esto era lo que el trato de silencio parecía. —¿Cómo lo llevas, Vanya? —dijo. Pude oírle sonriendo y Vanya empezó a sonreír también. Soltó una risita por lo ridículo de su situación, la estaba sujetando por el cuello mientras ella está de puntas en sus prácticos zapatos de colegio intentando sostenerse del último escalón. Mis brazos estaban empezando a doler y si hubiera querido podría haberla dejado caer en cualquier momento. Le di una mirada de advertencia y esquivó la mirada de ambos. Pero él no quería dejarlo estar. Seguía hablando. —Entonces, ¿qué es tan adorable? ¿O quién? ¿Se trata de un quién? ¿Sobre qué estaban hablando las damas de todos modos? —Déjanos. Solas. Cameron —dije en voz baja y miré más allá de Vanya a la ventana mientras los edificios pasaban como balas. ¿No podríamos ir más rápido? Lo oí suspirar y se quedó callado por un momento. —Poppy, vamos —dijo, justo en mi oído. Sentí su aliento tibio y mentolado haciéndome cosquillas en mi mejilla. De repente, el bus dio un bandazo hacia adelante mientras frenaba. Hubo gritos y me caí de lado contra Cam. El brazo de alguien estaba rodeándome, estabilizándome, traté de agarrarme al poste más cercano y mi mano cayó sobre otra persona. Era Cam. Era todo Cam, su brazo

THE KISS jFF

20

estabilizándome, mi mano por encima de él, mirándome. Volví al pasado por una fracción de segundo, pero eso fue todo. Solté su mano y me arrastré lejos de él. No dijo nada. Los brazos de Vanya me buscaron y la agarré mientras las puertas se abrían y ella era liberaba de su agarre. Deslizó su mochila de su espalda y la puso en sus pies. Nos apretamos contra la pared mientras un montón de chicos de bachillerato del Mount Martha se tiraban del autobús, vaciándose. Tuvimos espacio para movernos, aire para respirar. Un puñado de personas subieron. Mi estómago se apretó mientras notaba a una persona en particular. Por la mirada en su cara, ya había visto que estábamos aquí. Nikki subió al autobús por la puerta del medio y se acercó a Cam. Le dio un abrazo breve y torpe, bien consciente de mi mirada en ellos. Ella era tan... rechiné los dientes y le dediqué una falsa sonrisa. ¿Qué estaba haciendo aquí? Ella tenía auto. Lo sabía porque nos había llevado a Cam y a mí todo el verano. Había empezado a pasarme a buscar incluso antes de trabajar en Myron's House of Steak en el mismo turno. Pero aquí estaba ella, en nuestro autobús que se dirigía a nuestra escuela. No a la suya. Que acosadora. —Hola Poppy, ¿cómo estás? —dijo. Zorra. Vanya miraba de mí a Cam y a la puta y viceversa. Cam se aclaró la garganta. —Así que esta persona adorable, quién… —Un chico —dije—. Estábamos hablando sobre un chico adorable. Vanya frunció el ceño, pero fue lo suficientemente lista como para quedarse en silencio. Cam parpadeó un par de veces. Bueno. Si seguía presionando sobre el asunto era libre de pensar lo que quisiera. —Así que, ¿estás con alguien? Por mucho que lo quisiera, no podía apretar el gatillo. —¡No es ninguno de tus asuntos, Cam! —Bien, creo que es algo bueno —dijo Nikki—. Me alegro por ti. Espero que salga bien. —¿Qué es para ti, de todos modos? ¿Para alguno de los dos? — Prácticamente les escupí a ambos, poniendo una mano firmemente en mi cadera. Cam levantó las manos al aire con derrota. —Está bien, olvídalo. Sin ni siquiera pensarlo, alcé en brazos mi mochila y bajé del autobús.

THE KISS jFF

21

—¡Poppy! —me llamó Vanya. Después de un segundo se apresuró en seguirme. —¿Qué están haciendo? —nos gritó Cam mientras el conductor cerraba las puertas. Vanya se puso a caminar a mi lado. El colegio estaba a solo un par de paradas, de todos modos. —Creo que tengo ganas de caminar —dije. Así que mientras el autobús arrancaba, me cogí del brazo de Vanya, metí aire en mi nariz y caminamos a zancadas por el camino.

22

THE KISS jFF

Capítulo 3 Traducido por Mad ◕ .◕ Corregido por LILITH

espués de echar una mirada al reloj de Van y caminar a paso rápido, conseguí pasar a través de la puerta del salón de clases cuando la campana sonó. Aunque me llevó solo cerca de un minuto llegar a mi salón de clases, de pie en la parte delantera estaba el Sr. Murphy suspirando y sacudiendo su cabeza.

D

Refunfuñando sobre la necesidad de encontrar la lista de asistencia para que pudiera cambiar mi “ausente” a un “presente” y de querer saber la excusa que tenía para mi tardanza —lo que no le dije fue que podría haber llegado a tiempo, pero me bajé del bus un par de paradas antes de tiempo porque no podía lidiar con mi ex y su diabólica nueva novia, restregando su felicidad por toda mi cara, él tratando de ser amable y ella tratando de envenenarme con su existencia, por lo que simplemente balbuceé algo sobre un reloj despertador que no sonó y él lo aceptó porque no le importaba de todos modos. Fruncí el ceño hacia mi escritorio, absorta en mis pensamientos casi todo el día. Hice como si Cam se hubiera vuelto invisible y aun cuando respondió a las preguntas en biología y resolvió esa ecuación horrible en trigonometría, estaba decidida a no aprender nada de ello. No es justo que él siga tratando de hablar conmigo, tratando de ser mi amigo. No está jugando con las reglas de la ruptura. Escoria de la mentira, traidor de rupturas. Por lo que hizo, honestamente, ¿piensa que de verdad me gustaría hablar con él? Por lo menos Nikki sabe lo suficiente como para mantenerse alejada de mí. No me ha llamado ni una sola vez desde que los atrapé. Me gustaría poder golpearla otra vez en algún momento, sin embargo. Cuando llegué a casa después del colegio me fui directamente a la cocina para robar un vaso de leche con chocolate del escondite secreto de papá. Nunca me han atrapado porque casi siempre llego a casa primero. Pero hoy mientras me dirigía a la puerta, escupí toda la leche de mi boca, como un spray de proyectiles, cuando mi madre entró a la cocina, poniéndose su chaqueta. Se quedó inmóvil, con la boca abierta, mientras miraba hacia abajo la

THE KISS jFF

23

ropa para detectar cualquier signo de leche con chocolate. Por suerte, no había nada. —¡Mamá! —dije—. Realmente me asustaste. ¿Qué haces en casa? —Hola a ti también, estaba trabajando en casa esta tarde. —Indicándome las paredes y el mostrador de la cocina, cubiertos de leche—. Limpiarás todo esto, ¿no? —En realidad no era una pregunta. Hice una mueca a la leche achocolatada corriendo por las puertas de la alacena, goteando al suelo, tomé un paño y comencé a limpiar. Mi madre abrió la nevera. —Entonces, ¿cómo fue tu día? —Bien... ya sabes. Lo de siempre. ¿Qué estás haciendo? —La veo delante de la nevera, examinando el interior. Abrió el congelador. —Voy a preparar la cena. —Pero papá prepara la cena. —Soy perfectamente capaz de hacer la cena, Poppy. Puede que sea capaz de hacerlo, pero no puedo recordar haberla visto antes. Mi madre hace esta cara, donde se muerde los dos labios y aspira sus mejillas un poco y se ve como si estuviera contando hasta diez. Que es su cara de “me estás irritando”. Lo sé, porque la he visto muy a menudo. Y tenía esa cara en este momento. —¿Qué estás haciendo ahora? ¿No tienes que hacer tus tareas? —Sí. —Bien, porque estás molestando —dice mamá—. ¡Fuera de aquí! Tiré el paño con el que limpiaba el fregadero, agarré mi leche y me dirigí hacia mi habitación, mirando detrás de mí con asombro mientras ella empieza a tirar cosas fuera del congelador. Posiblemente para cocinarlas. Dios nos ayude a todos. —¡No voy a cubrirte si papá nota que falta la mitad de su leche achocolatada! —me gritó por las escaleras. Fui a Youtube para ver mis estadísticas antes de irme. Guau. Tengo visitas. Un par de otros YouTubers se enlazaron. Esto no puede ser verdad. La gente parecía estar amando en este momento algo del rock de una chica enfadada. Tarareé The Kiss Off girando lentamente en mi silla giratoria. Estaba orgullosa de mi misma y me pregunté si alguien más lo habrá visto. Si es cierto que veinte mil personas lo habían visto. Mi teléfono sonó y era Van.

THE KISS jFF

24

—Bien —dijo—. Estaba en el inicio de YouTube y The Kiss Off está en la primera página. —¡Cállate! —Fui a la sección “alguien está viendo este video”, pero cuando hice clic encima se produjo de golpe un fuerte aumento en las estadísticas. —Sí, FreezeRay lo promovió en su página también —dije. —¿Quién es FreezeRay? —¿No sabes quién es FreezeRay? Oh, es un cantante de Canadá que escribe canciones y toca en YouTube también. Es muy bueno y tiene, digamos, cincuenta mil suscriptores. —Guau. También la estrella de pop japonesa llamada Yuri Maki vio tu video y lo enlazó en su sitio. —¿En serio? —Sí y más, el actor francés Claude Daten lo debe haber visto y mencionó en Facebook lo pegadiza que es y todo este viral. —¿Cómo sabes todo esto? —Establecí una alerta en Google sobre ti. En PoppyLongStocking. —¿Una qué? —Recibo un email cuando PoppyLongStocking se menciona en línea. —¿Se puede hacer eso? —Sí, Poppy —dice ella—. ¿Aprendiste algo en la clase de computación del último semestre? ¿Cualquier cosa? —Todo lo que necesito saber es sobre YouTube, cariño —dije y ella frunció el ceño. Podía oírlo en su silencio. Estaba tanteando su paciencia y era bastante divertido. —De todos modos, tuve que cambiar las alertas inmediatas a una vez al día porque mucha gente se sumó a ello. Me tomó una hora borrar todas las alertas, eran tantas. —Genial —dije. —Eres una celebridad de internet. —¡Ja! Yo no iría tan lejos. —Puede que no fuera una celebridad, pero estaba definitivamente en la red de manera viral. Nunca pensé que estaría tan feliz de decirlo.

THE KISS jFF

25

Capítulo 4 Traducido por tresmetrossobreelcielo Corregido por KatieGee

ads estaba siendo completamente molesta en el camino a casa desde la escuela al día siguiente. Allí estaba yo, con las manos pegadas debajo de mis axilas, con picor en la nariz por el frío invierno, mientras ella estaba allí, la mirada perdida en el espacio con una gran sonrisa tonta como ella, puso sus dedos en los labios y dio una calada y exhaló el gélido aire blanco como si tuviera un cigarrillo. Encontraba gracioso al frío. También pensaba que sus dos granos eran totalmente invisibles bajo los montículos de corrector. Un tanto verde —por el color rojo, me dijo— y el tono de piel y la cara llena de maquillaje que le ponían la nariz un poco brillante. Se estaba tomando el pelo.

M

—¿No te encanta estar enamorada? —preguntó con una suspiro satisfecho. —Por favor —me burlé—. No estás enamorada. —Bueno, enganchada entonces —dijo—. ¿No te encanta gustar de alguien? — La verdad era que no me enganchaba con alguien muy a menudo. Por lo menos no con los chicos con los que no tenía ni la más remota posibilidad de que fuera a suceder algo. Definitivamente no iba a pedirle a un chico salir, como Mads. Había estado toda ojos soñadores y risueña sobre Dev durante semanas y, ¿de repente se levanta con coraje para preguntarle para salir? Incluso, ¿de dónde vino eso? Cam era realmente el único chico que me había gustado, como... en serio. Seriamente, me gustaba. Ciento diez por ciento me gustaba. Y luego, ¡zas!, se acabó. Aunque estuvo este chico a principios del año pasado, los dos estábamos en la fiesta de cumpleaños de Tahni Mossman y todo el mundo estaba fuera gritando y riendo con luces de bengalas que agitaban a su alrededor, ya que comenzaba a oscurecer. Estaban saltando al lago desde el muelle con la ropa puesta, por la parte trasera de la casa de Tahni y este tipo amigo suyo, que en realidad no sabemos aun de dónde lo conocía, comenzó a sonreírme y le devolví la sonrisa. Se acercó, hablamos un poco y nos sentamos encima de la cerca de piedra en las sombras lejos de todos y lo siguiente que supe es que estábamos afuera besándonos.

THE KISS jFF

26

Y fue realmente agradable. Estaba un poco enganchada con él, pero entonces su amigo lo llamó y fue la última vez que lo vi. Ni siquiera recuerdo su nombre. —Sí —le dije a Mads cuando el autobús llegó y nos amontonamos adelante, desplazándome a través de los uniformados y los señores de trajes de negocios para hacer espacio y aferrarme—. Me encanta estar enganchada. —¿Estás con alguien en este momento? —preguntó Mads. Se movió alrededor del lugar, con el aspecto que se tiene cuando te estás por hacer pis en tus pantalones. En realidad, fue por la emoción, pero el señor de traje de negocios detrás de ella no lo sabía, por lo que la miró con recelo y arrastró los pies un poco más lejos. —No —dije, apartando la mirada cuando las imágenes de Cam y Nikki besándose destellaron por mi mente—. No hay nadie. —Guau —dijo Mads—. Eres la peor mentirosa. Nunca me había dado cuenta antes. ¿Quién es, quién es? Puedo decir que te gusta alguien y sé que no es Cam por la forma en que lo miras fijo de muerte y esas cosas —dijo—. Claramente estas superando el drama. —Hizo una pausa y me miró—. Quiero decir, que no lo superaste, pero si lo superaste a él. Oh, sabes lo que quiero decir. ¡Son una gorra en el culo! —dijo—. Ellos dos. —Sí. —Estuve de acuerdo. No había nada más que decir. —Entonces, dime quién te gusta —dijo Mads, saltando arriba y abajo. —No me gusta nadie. —Vamos, te gusta alguien, puedo decirlo. —No, Mads —le dije. Miré a mi alrededor a todos los adolescentes al alcance del oído de esta conversación. ¿Demasiado foro público? El autobús frenó y me agarré a la barandilla ya que todos nos sacudimos hacia adelante cuando se detuvo. A través de la puerta principal, Cam y Nikki subieron al autobús, con tazas de café para llevar en la mano. ¿Qué estaba haciendo aquí, otra vez? A medida que se acercaban, Cam mostró su pase de autobús al chofer e inserta un dólar por Nikki, parecían enfrascados en una conversación y ninguno de ellos ni siquiera miró en nuestra dirección. Mads debe haber seguido mi mirada porque dejó de darme fastidio sobre toda esa cosa de gustar. —Está bien —le dije, mirando a todos los chicos de Mount Martha amontonados contra nosotras en el autobús. Divisé a uno en la parte trasera, un poco más alto que el resto con el pelo negro limpio que parecía realmente que lo había cepillado.

THE KISS jFF

27

—Puesto que quieres saberlo —dije con un suspiro exasperado. Di un sutil movimiento de cabeza hacia él y moví las cejas. Puso una expresión de aburrimiento y exhaló un suspiro. Rascándose la cabeza, con los ojos revoloteando de chico en chico. Con sus ojos hizo un gesto a un chico con rayas de color rosa y púrpura en su cabello y agujeros que parecían un poco como marcas de quemaduras en su chaqueta de la escuela. Arqueó las cejas hacia mí. Le di a mi cabeza un par de sacudidas a cualquiera lado, pronuncié la palabra "alto" y señalé con la cabeza de nuevo al chico. Realmente debería haberle echado una mejor mirada antes de elegirlo como mi potencial alma gemela, pero cest la vie1. Esto iba a conseguir por estar de espalda. Mads finalmente lo notó y me dio una sonrisa. Parecía que lo aprobaba. —¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo esto? —preguntó con un codazo juguetón. —No pasó —le dije—. Quiero decir, no pasa. Nunca he hablado con él, es que... ya sabes. Terminó la frase por mí. —A ti te gusta. —Sí. —Estuve de acuerdo. Claro. Me puse a mirar por la ventana hacia el mundo que se movía, silenciosamente para declarar el final de este tema. No me había dado cuenta de Nikki apretando su camino por el pasillo lleno de gente hacia la puerta de atrás, hacia mí cuando el autobús disminuyó la velocidad y se paró al lado de la carretera. Las puertas se abrieron con un silbido y por un momento pensé que no me había visto aún hasta que, justo antes de salir a la calle, me miró a los ojos y murmuró con una sonrisa falsa: —Linda canción. —Oh mi Dios lo había visto. No estaba segura de por qué estaba tan sorprendida. Ella sabía que lo grabé. Ambos lo sabían. ¿Me importaba que lo hubiera visto? ¿Que ambos probablemente lo hicieran? Sí. No. Sí. No. ¿No era por eso lo que lo hice en el primer lugar? ¿Así lo veían? Nikki negó con la cabeza hacia mí desde la acera. Solo cuando las puertas se cerraron ella dijo:

1

Cest la vie: Así es la vida.

THE KISS jFF

28

—¿De verdad puedes ser una perra, o no, Poppy? —Y con eso, se volvió sobre sus talones y el autobús se apartó y cualquier oportunidad de volver a escena desapareció. ¡Argh! El autobús quedó en silencio. Incómodo. Ni Mads ni yo hablamos hasta que la conversación se retomo a niveles normales. —Olvídate de ella —dijo Mads al fin—. Tienes que hablar con él. —¿Quién, Cam? ¿Por qué? —¿Cam? —dijo—. No. El chico. —Asintió con la cabeza hacia la parte trasera del autobús y retorció las cejas hacia mí con una sonrisa. —Oh, no, está bien, de verdad —dije—. No tengo que hablar con él. De verdad, no tengo. —Uh… sí tienes —dijo—. ¿Qué sentido tiene gustar de alguien si tú realmente no hablas con él? —No lo sé —dije—. Lo de mirarlo y suspirar y acosar al chico y... bueno, no hablaste con Dev durante mucho tiempo. Déjame sola. —Oh, vamos. Necesitamos un plan. Alguna forma de llegar a tu chico solo. —No es mi chico. —Y lejos de todos los otros asquerosos Mounties. —Está bien, bueno... —Apreté el botón y tomé mi mochila mientras el autobús se detenía en mi parada—. Vamos a tener que llevar a cabo esto mañana. Más tarde. —Salté abajo del autobús y me besé la mano. Dando la vuelta le tiré dramáticamente un beso a Mads a través de la ventana y me congelé cuando el chico alto con el pelo negro cepillado bajó del autobús detrás de mí. ¿Cuáles eran las posibilidades? Mads se congeló en medio de la captura de mi beso imaginario. En cuanto las puertas sisearon al cerrarse y el autobús empezó a alejarse, ella se puso en acción, parecía un poco como si le hubieran agarrado convulsiones, su dedo daba sacudidas apuntando al chico y luego a mí, con sus labios fruncidos, haciendo un circulo: “lo digo en serio, perra, habla con él” con su cara lanzándose sobre mí. Sostuvo su teléfono celular en la oreja y con la boca dijo: “Llámame”. Hice una mueca, el autobús se apartó y comencé a caminar. Oh, caramba, tenía que hablar con él ahora porque al segundo de llegar a casa iba a ser bombardeada con mensajes de texto y llamadas telefónicas pidiendo cada detalle.

THE KISS jFF

29

Me aclaré la garganta y seguí caminando, escuchando para detectar cualquier señal. ¿Dónde estaba? ¿Puedo mirar hacia atrás y no parecer como si estuviera esperando que venga a hablar conmigo? ¿Sería eso realmente patético? Lo seria, ¿no es así? ¿O parecería que estoy preocupada de estar siendo seguida y estar a punto de gritar que es un asesino? Oh, Dios, ¿qué puedo hacer? Enderecé mi espalda y caminé erguida, teniendo cuidado de no enredar mis pies y mirar el suelo como de costumbre. Se oyeron pasos. Definitivamente había pasos detrás de mí. Él estaba caminando en la misma dirección que yo. Así que tiene que vivir cerca mío. Bueno, eso es algo sobre lo cual podríamos entablar una conversación. Arrojé mi pelo de mi hombro... y entonces recordé que tenia de nuevo una cola de caballo. A medida que mi cara se ponía roja, que afortunadamente no podía ver, ya que estaba detrás de mí, agité el aire con un falso movimiento, del tipo molesta, como si hubiera un insecto muy pequeñito que no podía ver pero que estaba zumbando alrededor de mi hombro cerca de donde mi cabello tendría que estar y era perfecto para sacudirlo. Está bien, así que tenía que hablar con él. Qué decir, qué decir... ¿qué le dices a un desconocido al azar? Sobre todo un lindo desconocido al azar. Y no es como que era un completo desconocido ya que lo había visto en el autobús un montón de veces. Bueno. Por lo menos una vez. ¿Qué sabia de él? Bueno, se que va al Mount Martha. Y que viaja en autobús. Y a diferencia de muchos de los chicos, se cepilla el cabello. Bueno, algo es algo. Bien. Sí, probablemente podría usarlo. Lo del cabello cepillado es algo comparado con las otras cosas. A juzgar por las pisadas ligeramente más distantes, se había alejado un poco. O tal vez aceleré. Esto era una pesadilla sangrienta... habíamos estado caminando en silencio ignorándonos mutuamente por un par de cuadras. ¿Cómo se supone que iba a darme la vuelta y empezar a hablarle? Le di una patada a una piedra y la vi rebotar por la acera delante de mí. En posición perfecta para que en unos pasos más poder golpearla de nuevo con el pie. No. No más distracciones, mi ventana de oportunidades se cerraba. Podía ver mi esquina a dos cuadras de distancia, donde los arbustos del aterrador señor Martínez tocaban su verja de hierro forjado. Mamá y papá me habían asegurado un montón de veces que en realidad era un viejo agradable, pero cada encuentro en el que me he involucrado con él me gritaba obscenidades o intentaba golpearme en la cabeza con su bastón porque estaba demasiado cerca de sus preciosas flores. Bueno, era ahora o nunca y ya que tenía que informar acerca de mi progreso, realmente no parecía una opción. De repente tuve esta onda cerebral. Esta idea fantástica. Eché un vistazo por el camino detrás de mí, le llamé la atención y le di una amistosa sonrisa, luego miré en la otra dirección, dando un paso hacia el camino que iba a cruzar.

THE KISS jFF

30

Soy un genio total. Volví la vista hacia él y me detuve. Como si estuviera pensando en algo y tal vez no iba a cruzar después de todo. —Oye, vas al Mount Martha, ¿no? —dije. Al instante me encogí. Pensándolo bien, no era la mejor rompe hielo. Vestía el uniforme completo con el Escudo de la escuela en su chaqueta y corbata a rayas azul marino y blanco. Duh, él va a Mount Martha. ¡Soy una perdedora! Justo antes de que me pusiera a pensar: “¿qué importa? No es como si me gustara el chico", levantó una ceja hacia mí y sacó un auricular de su oreja. No sabía qué decir. Él no había oído una palabra de lo que había dicho. Me había resignado al hecho de que había cometido una equivocación con mi primera impresión, pero no había sido suficiente para obsesionarme con lo que debería haber dicho en lugar de sonar fresca. Y aun no tenía ninguna idea mejor. Así que me quedé allí, parpadeando hacia él con sorpresa y dije: —Uh... uh... yo... Asombrosamente, parecía sorprendido por eso. Sus ojos se agrandaron y su boca se abrió y, extrañamente, salió disparado con los brazos hacia mí cuando oí ladrar a un perro y algo pesado cayó entre mis omóplatos y grité cuando quedé tendida de bruces en la hierba y el aire salió de mi. —Urgh. —Arrugué la nariz cuando un hedor espantoso invadió mi olfato, era fuerte y picante y amargo y como si fuera algo muerto. ¿Alguien lo lanzó a la carretera para matarme? ¿Quién incluso haría eso? Traté de levantarme hasta que descubrí que lo que estaba apestando todavía estaba tumbado encima de mí y no se movería. Una lengua húmeda lamió el costado de mi cara y traté de empujarlo fuera de nuevo, pero no se movía y luego sentí un poco de movimiento alrededor de mis piernas. Estiré el cuello hasta ver el chico del autobús mirando en estado de shock hacia mí y lo que estaba encima. Inmovilizado por la monstruosidad de mi situación. Pero entonces sentí... —¿Qué está haciendo? —grité—. ¡Oh Dios mío, quítate de encima! El chico se reía. Se inclinó por la cintura, riendo con la cabeza como estúpido. Pero luego al centrar su atención y bloqueado mi mirada con la suya y que podríamos haber celebrado un funeral su risa murió allí mismo. Entró en acción. Debe haber sido mi desesperación lo que lo puso a moverse a hacer algo. Al pasar por encima de mí en alguna parte, le oí espantar al perro y diciéndole: —Sal como el infierno de encima de ella. —Pero sin éxito. El peso pesado en mi espalda cambiaba a medida que el chico trataba de empujarlo fuera de mí, pero entonces el perro se enderezó y continuó haciendo... su cosa. Vi al chico de pie

THE KISS jFF

31

cerca de mi cara y tomo su mochila con el Escudo especial, buscando algo en el interior. Sacó alguna cuerda roja, hizo un lazo y se lanzó de nuevo a mí. En cuestión de segundos lo sentí quitando al perro de encima. Me puse de pie limpiando la parte posterior de mis piernas, buscando cualquier rastro de... algo en lo que no quería pensar. Cuando verifiqué que no tenía ninguna marca en mí, miré al chico y el perro. Había atado la cuerda alrededor de su cuello como una correa y sentó al perro a sus pies, jadeando alegremente como si esto fuera como cualquier otro día. Esto no era como cualquier otro día. Él era tan sucio y gris con el pelo enmarañado, con una cara larga y peludas extremidades largas. El perro, quiero decir. —¿Estás bien? —¿Qué? —Mis ojos se dispararon al muchacho. Me miraba con una sonrisa que trataba de ocultar. Fracasó. —¿Estás bien? ¿Estás herida o algo? ¿Te mordió? —No —dije. —Por Dios, realmente salió de la nada, ¿verdad? —dijo—. Quiero decir que te vi voltear y que era la primera vez que incluso había notado al estúpido perro mestizo atornillado a ti. —Sí —le dije, entrecerrando los ojos al perro de nuevo. Él se giro sobre sí mismo y comenzó a olfatear su propio trasero. —No tiene un collar —continuó el chico—. ¿Crees que esté perdido? Sacudí mi cabeza con un encogimiento de hombros. —Soy Ty, por cierto —dijo. Asentí. Bueno, tenía un nombre. Podría decirle eso a Mads. Y a Vanya. Mads probablemente le estaría diciendo a Vanya todo sobre el chico que me gustaba y como estaba haciendo mi movida mientras ellas hablaban. Alguna movida. De todos modos, podría decirles que se llamaba Ty. Y que era del tipo gran héroe. Si un héroe en cuestión y que se ríe mientras estas siendo mutilada. Se quedó mirándome. Qué era lo que él... oh. —Poppy —le respondí—. Soy Poppy. Él asintió. —Genial. Hice una seña al perro, que estaba felizmente manteniendo distancia. —Entonces, ¿qué crees que debemos hacer con él?

THE KISS jFF

32

—Tiene que haber venido de algún lado —dijo Ty, buscando alrededor—. Oye, ¿alguien perdió un perro? Nadie respondió. Nadie se asomaba a través de sus cortinas. A nadie le importaba. —No podemos dejarlo aquí —dijo—. Podría ser atropellado o algo así. O podría hacer la carrera de nuevo. Ty continuó. —Uno de nosotros tiene que llevarlo a la perrera o algo. No puedo tenerlo, estamos alquilando —dijo. No sabía qué tenía que ver eso con nada—. Y mi mamá está fuera hasta tarde esta noche, así que no hay manera de quedármelo. Podría pedir prestado un auto. Mi amigo Archie tiene uno, pero está trabajando esta noche. —Oh —dije. Me miró expectante. Oh no—. ¡Bueno yo no lo llevo! —Señalé al perro con un dedo acusador—. ¿Has visto lo que le estaba haciendo a mis piernas? *** Caminamos de regreso a mi casa. Ty tenía el perro de la correa por delante de él y yo caminaba junto a ellos por el otro lado, tratando de igualar su ritmo. Tenía las piernas largas así que caminaba muy rápido, yo trotaba un poco para mantener el ritmo, pero luego terminé un paso por delante de él por lo que aminoró la marcha y quedé detrás. Cuando por fin alcancé a caminar junto a él, me olvidé por completo de qué hacer con mis brazos mientras caminaba. Se sentía tan estúpido oscilarlos bruscamente hacia atrás y adelante. Estaba empezando a verme como un soldado en un desfile. ¿Cómo es que él parecía saber qué hacer con sus brazos cuando caminaba? No lo sabía. Me aferré a los tirantes de mi mochila de forma agradable y casual, esperando que no pudiera notar que mis dedos se apretaban alrededor de ella como en un abrazo de muerte. Esto era humillante. Podía oír la plaga antes de poder verlo. Cuándo nos acercábamos a la casa me froté los ojos, pensando que estaba alucinando porque vi a Rory y sus compañeros en la perversa calle en patines y BMX. ¿Desde cuándo participaba en actividades que no estaban relacionados con la TV? ¿Qué le haría toda esta luz solar a su palidez, a la vitamina D privada de su piel? En realidad ellos no tenían la piel pálida. Honestamente, todos parecían bastante saludables y probablemente tenían una multitud de intereses que no incluían los videojuegos o la pantalla del ordenador. A excepción de la plaga. En realidad estaba pálido y privado de vitamina D y solo se preocupaba por los chorros de sangre seguidos de un simulacro o accidente

THE KISS jFF

33

de auto o cualquier otra cosa que jugara. Iba a llegar a ser un hombre joven extraordinariamente preocupante. O un diseñador de videojuegos. O las dos cosas. —¡Oye, genial! —gritó la plaga, disminuyendo su patineta hasta detenerse— . ¿De quién es el perro? —No lo sabemos, está perdido —dije. El perro se puso feliz al lado de Ty, moviendo la cola peluda y jadeando suavemente. Miró a su alrededor a todo el mundo como si no tuviera ninguna preocupación. —¡Urgh, apesta! —dijo Rory—. ¿Crees que podemos quedárnoslo? —¡No! Ty se rió. —Creo que este es tu lugar entonces. —Desafortunadamente —murmuré. —Hola Poppy —me saludó Dorkus desde su bicicleta. Hice una mueca. —Eres un buen chico. —Rory estaba sobre sus rodillas, acariciando al perro en la cabeza. El perro se acostó y se puso boca arriba, pateando con sus piernas largas en éxtasis cuando Rory frotó su vientre. —Mejor me voy —dijo Ty y tiró la cuerda hacia mí. Lo mire. Desde luego no se lo estaba tomando. —¿Por qué tienes una soga en la mochila, de todos modos? —dije. Se encogió de hombros, tomó mi mano y puso la soga en mi palma. Su mano era grande y cálida y un poco áspera. Sus dedos estaban encallecidos. Cerró la mano sobre la cuerda y me dijo: —Siempre es bueno estar preparado. Su bolsillo tocó un solo de guitarra y sacó su teléfono celular. —¿Hola? Sí. ¿Ya estas allí? Me pregunté si era su novia. —Estoy yendo. Amigo, tranquilo. Casi estoy ahí. Probablemente no lo era. —Sí, está bien. Adiós. —Le dio al perro una palmadita en el vientre—. ¿Esto está bien? —me dijo Ty—. Dejar al perro, quiero decir. Sé que no lo quieres. —¡Podemos tenerlo! —dijo Rory. No le hice caso. —¿Estás seguro de que no lo puedes llevar? Quiero decir, me atacó una vez.

THE KISS jFF

34

—Lo sé —dijo Ty, retrocediendo como si estuviera apurado. O retirándose antes de que lo convenciera de llevarse al perro. Gallina—. Lo sé, lo siento, no puedo ayudar. —No te preocupes por eso, ¡vamos a cuidar de él! —Rory, cállate —le dije. —Lo siento mucho. Me tengo que ir. ¡Un placer conocerte! —Oye… no… ¡espera! Y solo se alejo corriendo. Cruzando mis brazos, miré al perro mientras los chicos le daban su atención, sin darse cuenta de sus tendencias más indecorosas. No quería dejarlo aquí. Pero, ¿qué se supone que debo hacer, espantarlo y dejar que lo atropelle un auto? ¿Contraer la rabia y comerse al niño de alguien? —Vamos, perro —le dije, cogiendo la soga y dándole un tirón—. Vamos adentro.

35

THE KISS jFF

Capítulo 5 Traducido por Escritora Solitaria Corregido por Sarii

ara poner fin a la avalancha de mensajes de texto, estaba creando una conferencia telefónica con Mads y Van en mi habitación para revivir todo el embrollado evento, cuando oí abrirse la puerta principal en el piso inferior. Me puse rígida. No había visto al perro desde hace un rato. No desde que papá llegó a casa y escuchó mi historia, miró al perro y dijo:

P

—Hmm. —Y luego—. Espera hasta que tu madre llegue a casa. —Antes de ir a la cocina para preparar la cena. No mucho tiempo después de que le sacara la lengua del perro alejándola de la cara de Bex y le dijera que no jugara con él, le puse un tazón de agua, dejando a Rory y sus pervertidos compañeros, encargados del entretenimiento. Realmente parecía bastante inofensivo. Aparte de la pierna-folladora y la baba por toda la cara de una niña de cinco años, se dejó pasear con la correa bastante bien y se sentó sobre su trasero en el suelo de la cocina, jadeando. De hecho, era bastante lindo. Pero cuando un juego de llaves tintineó y oí la puerta principal abrirse, todo el infierno se desató. No fui sin duda la única que oyó la puerta abrirse. Hubo un ladrido gutural, el sonido de las pezuñas escarbando en las tablas del suelo. Hubo un golpe, un estruendo, otro ladrido y luego un grito. Era mi madre quien gritaba. No se le puede culpar realmente. Algo pesado golpeó el suelo. Tenía una idea de lo que se trataba. —Um, chicas… me tengo que ir —dije. —¿Qué? —gritó Mads—. ¡Pero no nos has contado nada! Desconecté el teléfono y lo arrojé sobre la cama antes de salir corriendo por la puerta y bajar las escaleras. Mads iba a matarme después, pero sospechaba que iba a tener que ponerse a la cola. Cuando llegué a la parte inferior de la escalera era... sip. Tal como esperaba. Rory estaba de pie junto a mamá, que estaba retorcida en un patético montón en el suelo. Supongo que eso fue lo que parecía. Los amigos de Rory

THE KISS jFF

36

estaban amontonados en la puerta de la sala, boquiabiertos, sus caras alternando entre el horror y el placer, como si no pudieran decidir con qué emoción ir. Rory trató de tirar del perro lejos de mamá, pero él no se movió. Di un paso en torno al agrietado marco fotográfico que yacía en el suelo a causa del exuberante e inestable galope del perro por el pasillo, cogí el florero de la mesa lateral y saqué las margaritas y las hierbas que Bex había elegido como regalo para mamá un par de días atrás, antes de volcar el agua sobre ellos. El perro estaba encima de mi madre. Se bajó de ella y corrió por el pasillo, lejos de mí y de mi instrumento de tortura, huyendo de la incómoda humedad como podía, pasó corriendo a papá, que salía paseando de la cocina limpiándose las manos en el delantal con una divertida expresión en su rostro. Mamá ni siquiera se preocupó en contar hasta diez. —¿Qué diablos hace esa cosa aquí? ¿De quién es? ¿De dónde viene? ¿Por qué hay un perro en mi casa? Una hora más tarde nos sentamos alrededor de la mesa en silencio. Silencio, excepto por el perro en el patio trasero, que alternaba entre ladrar y aullar porque estaba encerrado fuera, solo. Mamá estaba de un humor tan asqueroso que había desaparecido en el estudio y podía oír que había desplegado la cinta y estaba haciendo un buen entrenamiento, pero ni siquiera después de una larga y caliente ducha parecía más feliz. —Justo después de trabajar mañana, me voy a llevar esa cosa a la perrera — dijo mamá. Los hombros de Rory se hundieron. —¡Pero ma-má! Mamá miró fijamente a Rory. —No hay peros. No es nuestro perro. Probablemente esté perdido y estoy segura de que sus dueños están muy preocupados por él. —No tiene collar ni nada, apuesto a que no tiene familia —dijo Rory. —Parece estar perdido, mamá —le dije—. Quiero decir, intenté hacerlo parar y esperar y que se tumbara, ni siquiera podía sentarse. Es como si, no tuviera entrenamiento. —Bueno, lo averiguaremos cuando lo llevemos a la perrera mañana —dijo mamá. Papá entró con un plato humeante de verduras en sus manos con guantes de hornear. —¡No hay peros, Rory! —Podríamos ser su familia —dijo Bex. —Becka… —¡Sí, podríamos! ¡Podría ser nuestro perro!

THE KISS jFF

37

—Rory… El teléfono comenzó a sonar y papá se dirigió a la cocina mientras mamá empezó a repartir las verduras. Le dio a Rory una ración extra grande de brócoli. —Poppy, ¿puedes ir a buscar el pollo, mientras tu padre está al teléfono? Empujé mi silla y seguí a papá hasta la cocina, donde pude oírle hablar mientras caminaba hacia el estudio para tener un poco de silencio. Pero eso fue todo lo que pude oír. Quiero decir, claro que podía oír a mamá hablando con Rory y diciéndole que no podíamos mantenerlo, pero no podía oír al perro. No había ningún ladrido, ni aullidos, ni nada. Cuando entré en la cocina, vi el pollo asado colocado sobre un plato de servir, listo para la mesa del comedor. En el banco detrás del plato, había dos grandes patas peludas y una cabeza inclinada hacia adelante, observando nuestra cena. Su nariz negra era brillante y húmeda y se movía nerviosamente mientras él lo olía todo, captando el aroma de nuestra cena. Lo que se suponía que era nuestra cena. Lo que yo esperaba que todavía fuera nuestra cena. Apunté con un dedo al perro y se quedó perfectamente inmóvil. —¡No! —le dije. Abrió la boca y metió la mitad del pollo adentro, cerrando su mandíbula alrededor. —¡No, detente! —grité, mientras ambos corríamos hacia adelante—. Déjalo. ¡Déjalo, perro! —El perro callejero se apartó del banco y mientras corría alrededor hacia la izquierda, el perro corrió hacia la derecha. Oí sillas arrastrándose en el comedor y perseguí al perro alrededor del mostrador de la cocina. Lo siguiente que supe fue que mamá, Rory y Bex estaban amontonados en la puerta, gritando. —¡Nuestra cena! —dijo Bex. Rory se quedó con la boca abierta, los ojos abiertos de par en par por el asombro. No dijo nada, solo sonrió con deleite al ver el desastre total. —¡Jesús! —gritó mamá—. ¡Siéntate! Suelta. Abajo. Date la vuelta. ¡Para! —¡Mi pollo! —dijo papá mientras caminaba de vuelta a la cocina, enfrentándose al caos. El perro pasó por mi lado zumbando hacia la puerta trasera. La puerta que estaba entreabierta, por la cual claramente él había entrado en primer lugar, atravesándola. Usando la mitad del pollo que estaba encajada en su boca y su nariz, el perro empujó la puerta, abriéndola lo suficiente como para correr a través de ella y se fue, salió adentrándose en el patio oscuro. Todos nos quedamos en silencio. En un incrédulo silencio. —A primera hora de la mañana, gente —dijo mamá—. A primera hora de la mañana esa cosa se va a la perrera.

THE KISS jFF

38

Papá miró por las ventanas hacia la oscuridad, donde su pollo sin duda estaba siendo devorado o enterrado para más tarde. Su hombros caídos por la decepción y, con un suspiro, se dirigió hacia el horno y lo apagó. Tuve la esperanza de que nuestra cena quemara la lengua del estúpido perro. Papá sacó las llaves del auto de su bolsillo. —Entonces, ¿qué tal les suena pizza? Después de que papá aparcara el auto familiar en un espacio frente a Pizza Luigi, me dio un par de billetes y salí, dirigiéndome a la señal de neón rojo que colgaba sobre las ventanas de láminas de cristal y la puerta. Se veía bastante concurrido esta noche y me uní a la corta cola del mostrador, hojeando los recuerdos de fútbol que había en las paredes: las camisetas rojas y negras enmarcadas y el logotipo del equipo AC Milán. Me acerqué al mostrador y fui recibida por un hombre de cabello negro rizado y con harina en la mejilla. —Buona sera, bella signorina2 —dijo con una sonrisa. No es que supiera italiano, pero sabía lo que significaba "bella". Le devolví la sonrisa. —Hola, estoy aquí para recoger las pizzas para Douglas. —Sí. Un momento. Mientras me apartaba fuera del camino del siguiente cliente, choqué directamente contra alguien. —¡Lo siento! —dije. Me di la vuelta, avergonzada, esperando que no acabara de derramar espagueti boloñés en la camisa de alguien—. Lo siento, no quería… Guau, era él, era ese chico, el del bus y el perro. —Ey, eres tú —dijo. —Sí y eres tú —le dije—. El que se echó a reír y se largó. Él hizo una mueca. —Sí, eso suena como yo. Lo siento por eso. —¿Por qué parte? —le dije—. ¿La de reírte o la de largarte? —¿Ambas? Aunque al final tiré de él para apartarlo de ti, ¿verdad? —Sonrió y aunque era algo así como el peor rescatador del planeta, había algo totalmente perdonable en él. Sonreí.

2

Buona sera, bella signorina: Buenas noches, bella señorita.

THE KISS jFF

39

—Poppy, ¿no? —dijo. —Sí, hola. —Aparté de mi cara un mechón de pelo retorcido. No podía recordar lo que llevaba puesto. ¿Qué llevaba puesto? ¿Estaba en pantalones de chándal, luciendo como una idiota? ¡Dios mío! ¿Llevaba mis zapatillas de peluche rosas? Me miré sutilmente a mí misma. Estaba bien, llevaba mis pantalones vaqueros y un suéter con capucha gris con un osito cariñosito en el frente y mis zapatillas deportivas. Nada fantástico, pero podría haber sido peor. Tenía que creer que podía haber sido peor. En caso de que él no lo hubiera notado, crucé mis brazos sobre el pecho, ocultando lo embarazosa que era una sudadera de los Osos cariñositos. Ty, sin embargo, se veía genial. Su cabello, anteriormente cepillado, estaba ahora un poco desaliñado, como si hubiera pasado sus manos a través de él un par de veces y una parte colgaba por delante de su cara mientras que otras partes se suspendían hacia arriba en el aire. Vestía una cazadora de motorista, camiseta verde con cuello bajo en forma de V y pantalones vaqueros oscuros y tan sólo... se veía bien. Diferente de cómo se veía en su uniforme del Instituto Mount Martha. Y no había ninguna manchita de salsa boloñesa a la vista. —¿Cómo fueron las cosas con el perro? ¿Lo llevaste a la perrera? —Miró hacia una mesa donde un grupo de otros chicos estaban sentados, mirándonos. Uno de ellos tenía el pelo liso naranja hasta la altura de los hombros. Me saludó con la mano. Uno de los otros entrecerró los ojos hacia mí por un momento y luego sus ojos se iluminaron y se inclinó hacia adelante y empezó a hablar con los chicos en la mesa. Extraño. —Fue tan divertido lo de hoy, que les conté todo a mis chicos —dijo él. —¿En serio? Su sonrisa desapareció mientras captaba la mortificación de mi cara. No miré de nuevo hacia la mesa. No había forma de que mirara de nuevo hacia esa mesa. Eso era sobre lo que el chico había estado hablando, todos me conocían como la víctima de alguna pata intensamente decidida a follarme. —Sí... lo siento, era tan divertido y... yo no... lo siento —dijo. Asentí. —Tienes que admitir, que fue bastante divertido —dijo él, probando a poner una sonrisa en su rostro antes de borrarla de nuevo. Me esforcé con una sonrisa tentativa también y él sonrió un poco más. —Probablemente lo fue —le dije—. Para ti. —Sí. Estuvo genial. —Él sonreía abiertamente ahora—. Así que el perro, tú… Me estremecí mientras uno de los chicos de la mesa que nos miraba se acercó y golpeó a Ty fuerte en el hombro. Luego me sonrió.

THE KISS jFF

40

Está bien... —¿Cómo es que no me dijiste que conoces a PoppyLongStocking? —le dijo a Ty. —Yo no… —dijo Ty. Frunció el ceño hacia nosotros y luego sus ojos se iluminaron—. Guau, oye, sí. Tú eres ella. —¿Qué? —¡Tú eres ella! Eres PoppyLongStocking —dijo el amigo de Ty. —¿Ustedes ven mi canal? —Amiga, soy un suscriptor: SeBESTian. —Oh —dije, reconociendo el nombre de los comentarios de mis vídeos a lo largo del año—. Sí, oye. —Tendí mi mano para estrechársela, pero él le dio un manotazo con fuerza y me atrajo en un abrazo, mis brazos clavados en mis costados. —Eres una escritora genial —dijo Seb, asintiendo hacia mí—. Genio. —Vaya —le dije, cruzando los brazos delante del osito otra vez. No sabía qué decir—. Gracias. —¿Pizzas para Douglas? —dijo el chico del mostrador, sonriendo hacia mí y levantando dos cajas de pizza. —Esas son mías —dije, caminando y tomando las cajas—. Hasta luego. —¡Hasta la vista, PoppyLongStocking! −dijo Seb, despidiéndose con la mano. Les sonreí de nuevo y Ty tenía una sonrisa divertida en su rostro, observándome ir. No dijo adiós, pero por alguna extraña razón me hizo un saludo. Caminé de vuelta hacia mi padre y el auto. —¿Quiénes eran? —preguntó mientras le entregaba las cajas y subía dentro. Cerré la puerta y me las devolvió, encendiendo el motor. —Solo unos chicos que conozco —le dije. —Oh. —Papá no hizo ninguna otra pregunta. Nos dirigimos a casa con la melodía de Billy Holiday, para comer pizzas Pepperoni y Suprema. Y verduras frías.

THE KISS jFF

41

Capítulo 6 Traducido por Tresmetrossobreelcielo & Troya Corregido por KatieGee

e quedé en el mostrador del Café Buzz con Vanya y Mads a la mañana siguiente, con un chorro de caramelo dentro de mi café.

M

—¡Así que el chico misterioso tiene un nombre! —dijo Mads. Tomó un sorbo de su café con leche y luego lamió la espuma de sus labios—. Ty. Me gusta. —Obviamente no puedo hablar con él de nuevo —dije—. Quiero decir, fue más o menos el momento más vergonzoso de mi vida. Sí, él me quitó el perro de encima y luego me acompañó a casa, lo cual fue agradable. —Ambas sonrieron—. Pero fue incómodo como el infierno y creo que deberíamos simplemente dejarlo ir. El cuerpo de Mads parecía hundirse mientras cortaba de raíz cualquier intento de casamentera. Él había estado bien y todo y bueno, era un poco caliente, pero no necesitaba a Mads para poner alguna idea en su cabeza. Con suerte seria el final de ello. Cambié de tema. —Mientras nosotras hablamos, probablemente mi mama esté dejando al perro en la perrera —dije—. Es una completa amenaza. —¿De verdad? —dijo Mads—. ¿El único completo? La ignoré. —¿Te dije cómo llegó a la mesa de la cocina y puso el pollo entero en su boca? —Poppy… —dijo Mads. —Y prácticamente devoró a Bex, baboseando toda su cara. —Poppy. —Y huele a algo salvaje, en realidad no puedo estar segura de que no sea un perro zombie porque es seguro que huele como si estuviera muerto. Mads me golpeó.

THE KISS jFF

42

—Poppy. —¿Qué? ¿Qué es? —No mires ahora, pero Am del Cayo esta aquí y está totalmente acercándose —murmuró Mads por lo bajo. Vanya miró detrás de mí y luego a mí. Era demasiado temprano para una conversación secreta. —Am del... ¿de qué estás hablando? Mads parecía horrorizada. —¿Sinceramente no te acuerdas del Pig Latin? Vanya dio con la cabeza un gesto de un cuarto de pulgada detrás de mí. —Cam viene hacia aquí y se ve enojado. —Me di la vuelta y vi a Cam dando zancadas hacia nosotras, mirándome fijamente. Van tenía razón. Eso no era una cara feliz. Le di la espalda de nuevo y suspiré. —Poppy. —Una voz llamó desde el otro lado de la calle. Todos miramos por encima, todo el mundo que estaba esperando en la parada del autobús miró al otro lado de la calle, había sonado muy fuerte. La boca de Mads cayó, era Ty, en su uniforme de Monte Martha y me saludó con una gran sonrisa. Dio un paso hacia la calle, una bocina resonó y gritó mientras saltaba de nuevo a la acera, después de haber sido casi atropellado por un camión de reparto. Miró a ambos lados y cruzó con más cuidado esta vez, corriendo hacia mí. —Hola PoppyLongStocking —dijo. —Hola. —No puedo creer que realmente seas tú. Seb prácticamente comenzó a chillar como una niña cuando te fuiste, estaba muy excitado. —¿Ayer por la noche? —Oí a Mads murmurarle a Van, empujándola con su cadera. Claramente me había salteado una parte de la historia. Las ignoré. —¿Lo estaba? —le dije—. ¿Por mi? —Como ya te dijo, el ama tu canal. A lo grande. Y nos mostró todo lo nuevo, The Kiss Off. Es de lo mejor, por cierto. Todos pensamos que lo vale, ¿sabes? Um, no, no lo sabía. —Pero Seb lo ama en su mayoría —continuo—. Quiero decir, él quiere es tener algunas nenas que les encante. —Oh —dije. Nenas…—. ¿Estás hablando de la canción cierto? Ty se rió.

THE KISS jFF

43

—Sí, la canción. La hemos aprendido anoche, tocado un par de veces, solo con algunos arreglos y esas cosas. —¿Tocado? —dije—. ¿Arreglos? ¿Mi canción? —Mi cerebro no estaba funcionando, probablemente estaba en estado de shock, esto ha sido todo… bueno, inesperado seria una palabra para ello. —Sí, escucha, si estás bien con ello, nos encantaría tocarla en un concierto alguna vez. Creo que lo que logramos con ella es realmente algo, es una pista asombrosa. ¿Asombrosa? —¿Así que estás en una banda o algo así? —preguntó Vanya. Ty quitó su atención de mí por primera vez, parpadeó un par de veces y cambió su mochila de lado. —Disculpa, si —dijo—. Tengo un grupo llamado Academy of Lies, tocamos un poco alrededor de la zona algunas veces en algunos lugares de la ciudad — dijo—. Soy Ty, por cierto. —Cállate —dijo Mads—. ¿Estás en Academy of Lies? ¡Amo ese grupo! — Sacudió su cabeza con incredulidad y luego me dio una gran sonrisa—. En la FM 7.1 los pasan todo el tiempo. —Sí, mi primo Blake es uno de los DJs y pone nuestro demo un par de veces —dijo encogiendo los hombros como si no fuera gran cosa. No es gran cosa. Qué farsante. —¿Tienen un demo? —dijo Vanya—. Impresionante. —Eso. Es tan. Genial —dijo Mads y luego me miró—. A ti te encantan, Pops. Realmente. Por el rabillo de mi ojo, era plenamente consciente de Cam parado ahí, fingiendo que no escuchaba. Pero lo estaba. Estaba escuchando a este chico mayor, probablemente de último año y una estrella de rock con actuaciones reales diciéndome lo maravillosa que era mi canción acerca de Cam, mi ex, siéndome infiel. Traté de pensar en cosas horribles, criaturas agonizando para no sonreír ampliamente. Ty sonrió y giro hacia mí. —Así que escucha, haremos un show en el Hill el próximo sábado. Nos encantaría tocar The Kiss Off. Creo te gustaría lo que hicimos con ella. Espero que lo hagas. Entonces, ¿qué dices? —Um… —dije—. Seguro, digo, eso sería genial. Ty levantó sus puños en señal de triunfo.

THE KISS jFF

44

—Excelente —dijo—. Vas a venir a ver el show, seguro, a ver la canción, ¿para asegurarte de que lo hemos hecho bien? Abrí y cerré mi boca. Y luego salió. —Sí, seguro. Por supuesto. Había movimiento a nuestro alrededor como adolescentes recogieron sus mochilas y avanzando hasta el borde de la acera. El autobús se acercaba, con su indicador parpadeando. Ty sacó un bolígrafo del bolsillo de su chaqueta y quitó la tapa con los dientes. Me tomó la mano y giró mi muñeca hacia arriba. Miré a Vanya y Mads. Mads parecía como si fuera a desmayarse de la emoción. —Éste es mi número —dijo Ty. Escribió sobre mi brazo en grandes letras azules, la punta de la lapicera hacia cosquillas en mi piel—. Voy a ponerte en la lista de invitados para que no tengas que esperar y definitivamente no tienes que pagar —dijo—. De mi parte. Trae a tus chicas, algunos amigos, mándame un mensaje con los nombres de las otras personas para la lista, ¿está bien? Soltó mi mano y empujó la tapa de nuevo en el bolígrafo. —Está bien —dije, mirando mi muñeca. —Será divertido —dijo. —Sí. —¿Dónde estaban mis palabras y por qué no estaban en mi cerebro? ¿Habrían tomado una dirección equivocada en el camino a mi boca? Sonrió abiertamente y dijo: —Hasta luego. —Se subió al autobús, haciendo el camino de espaldas a todos los chicos de Mount Martha y sus amigos. Subimos al autobús después de él y nos quedamos cerca de la parte de adelante. No hablamos, no aquí. Miré hacia Ty una vez, pero me aferré al poste azul justo enfrente de mí, decidida a no mirarle otra vez. Mads se inclinó hacia mí y me susurró al oído. —Bien, creo que este es un avance excelente. Estaba en la lista del mejor club de la ciudad. Estaba en la lista de la puerta, y tantos amigos como yo quisiera. Y conocía al cantante principal de la banda, y ellos estaban tocando una de mis canciones y Seb tocaba en la banda, ¿uno de los miembros de la banda era fan mío? ¿Como había ocurrido esto? Oh, yo sabía como había sucedido. Demostré lo que ser una mujer menospreciada parece. En Internet. Para cualquiera en el mundo que quiera mirar. Y resultó que ser una mujer menospreciada era muy popular. Recorrí con la vista el autobús y mi mirada se detuvo en Cam quien estaba mirando fijamente fuera de la ventana, parecía perdido en sus pensamientos. Me

THE KISS jFF

45

pregunto que querría esta mañana. ¿Habría visto la canción? Nikki la había visto, lo dijo ayer. Así que supongo que probablemente la haya visto también. Pasó un segundo por mi cabeza el recuerdo de Cam andando a zancadas hacia mi esta mañana, la mirada en sus ojos enfadada antes de que Ty viniera. No lo podía haber planeado mejor si lo hubiera intentado. Cam estaba todo enfadado y quería hablar conmigo sobre ello y oh, lo siento Cam, no puedo hablar contigo ahora mismo porque una estrella del rock se te adelantó y manifestó lo mucho que le gusta mi trabajo y sí, esto era su número que él escribió en mi brazo, ¿y qué? Me mordí los labios, tratando de no sonreír, para mantenerme genial frente de todos. Chúpate esa, Cam. Sí, debe de haber visto el video. Miré hacia fuera por la ventana de enfrente otra vez, tratando de no dejar que ni una pizca de culpabilidad que me estaba susurrando desde las esquinas de mi engreída autocomplacencia nublara mi humor. No importa. Era solo una canción. No era como si nombrara nombres. No pude evitarlo, una pequeña sonrisa se arrastró en mis labios. No podía esperar al próximo sábado. *** Cuando llegué a casa después de la escuela, había un perro ladrando en el patio trasero. Me acerqué a la valla y una peluda cabeza con largas orejas saltó y desapareció de nuevo. Hacia arriba y luego se había ido. Estaba todavía aquí. Miré por encima de la valla en el momento exacto equivocado y la primera cosa que vi fue su cabeza pasando volando a través del espacio hacia mí mientras él saltaba otra vez. Su nariz chocó contra mi frente y puedo decir que él no esperaba eso, porque cayó estirado en una pila a su lado, perdiendo el equilibrio. Solté palabrotas y masajeé mi frente, luego fui rumbo a la entrada principal. ¿Qué estaba haciendo todavía aquí? —¿Holaaaa? —llamé, pero no había nadie en casa. Me tiré en el sofá, levanté el control remoto y en el momento exacto en que presionaba el botón de encendido, la puerta principal se abrió de golpe y una acumulación de niños de once años me saltó encima. Bien, solo uno de ellos me saltó. Mi hermana pequeña entró también, pero ella caminó recta hacia la caja de juguetes en la esquina e ignoró el hecho de que yo estaba rodeada por chicos y la peste, quien literalmente se había lanzado sobre mí y comenzado a luchar por el control. —¡Bájate, bicho raro! —chillé, pegándole con la mano repetidamente en la coronilla y sosteniendo el control fuera de su alcance con la otra. —¡Dame el control! —¡No! —¡Necesito la televisión!

THE KISS jFF

46

—Qué pena… ¡yo estaba aquí primero! —Poppy, ¡dámelo! ¡Tenemos que jugar! —¡Chúpala, chiquillo! Se recostó y me miró enfurecido. Como si yo fuera la gran molestia. Claramente era al revés. —El equipo de Damien está conectado ahora mismo —dijo—. Tenemos que ganarles o no lo superaremos nunca. —No me importa —dije, mirando a mí alrededor. Sus amigos se mantenían apartados, viendo la pelea. Querían la televisión, querían el control y dos de ellos estaban lo suficientemente cerca de mi mano extendida para arrebatármelo si realmente hubieran querido. Pero ellos debían haber sido criados correctamente y decidieron no tomar parte en la lucha de alguien más. Buenos chicos. Oh, diablos. Gruñí y empujé a Rory de mí y cayó en la alfombra con un ruido sordo. —Bien —dije—. Lo que sea. —Le lancé el control, esperando que le golpeara en la cara, pero desgraciadamente no lo hizo. Ignoré a los otros chicos, le dije hola a Bex y caminé hacia la puerta trasera, mirando al perro. Se sentó en el escalón, mirándome. Parecía más tranquilo ahora, parecía como si pudiese comportarse. Puse la mano en el pomo. —¿Vas a ser bueno? —Abrí la puerta y se precipitó al interior, saltó en el aire hacia a mí y me lamió la cara. ¡Urgh! Meneando la cola en círculo detrás de él, corrió a través de la casa a los chicos y a Bex, olfateando a todo el mundo. —¡Eh!, ¿qué está haciendo Poo Bum aquí? —dijo Rory. —¡No puedes llamarle Poo Bum! —¿Por qué no? —preguntó, encendiendo la Xbox—. Es un buen nombre para él, ¿has visto el tamaño de sus mojones afuera? Arrugué mi nariz. Asqueroso. —¿Qué hace todavía aquí? —pregunta otra vez, abrazando por el cuello al perro. Lo encaré a lo lejos mientras sacaba la lengua hacia la cara de Rory. —No sé. —Subí a mi habitación y después de un rato el perro me siguió y se echó en la alfombra. Le acaricié la espalda y se inclinó hacia delante y empujé su coronilla con la palma, de modo que le rasqué bien. Era bastante agradable, en realidad. Luego se sentó erguido y soltó un ladrido y salió corriendo de la habitación. Oí a la puerta principal abrirse. Oh, no. Salté y corrí deprisa tras el perro para encontrar la puerta principal entreabierta y a papá inmovilizado contra

THE KISS jFF

47

la pared, las patas delanteras del mestizo colocadas en su pecho. Papá, sin embargo, estaba sonriendo, rascándole la cabeza. Al perro, quiero decir. Entonces el auto de mamá estacionó en el camino de entrada, y ella evidentemente no estaba mirando, porque salió del auto y se dirigió hacia la casa. Uno creería que ella sería más precavida desde lo que ocurrió la última vez. El perro se puso tenso, ladró y empujó a papá, sus garras escarbando contra las tablas del suelo, hasta que salió por la puerta y corrió escaleras abajo. Mamá alzó la vista justo cuando se arrojó a ella. Solo tuvo tiempo suficiente para gritar antes de que fuera como un déjà vu.

48

THE KISS jFF

Capítulo 7 Traducido por Luce11 y Mayte008 Corregido por Karina_Matthew

espués de que le quitáramos de encima a esa cosa estúpida y la encerramos en el patio trasero de nuevo, mamá cerró la puerta principal y nos entregó a cada uno de nosotros —excepto a los amigos de Rory—, un montón de papeles. Eran carteles de “Encontrado”.

D

—La perrera estaba prácticamente llena y la mitad de los perros tenían diarrea —dijo arrugando la nariz—, así que, estúpidamente, pensé que podíamos quedárnoslo hasta que encontremos a los propietarios. —¡Sí! —dijo Rory. —O hasta que haya más espacio en la perrera. —Miró a Rory—. Lo que ocurra primero, Rory. Mientras tanto pondremos estos carteles por todas partes. En todos los alrededores del vecindario, ¿entendido? —Sí, mami. —Todos van a saber que tenemos esa cosa. Así que por el amor de Dios, será mejor que alguien lo reconozca. Se fue a la cocina musitando para sí misma algo sobre un dolor de cabeza y querer descansar. Así que el perro tenía un pase libre temporal. Tenía un extraño sentimiento, no podía decidir si estaba feliz o decepcionada. Así que decidí que no importaba. Tiré mi montón de folletos en una mesa en el cuarto de estar, justo al lado del cordón rojo que Ty utilizó como correa el otro día. Fui a recogerlo para tirarlo a la basura pero vacilé. Lo dejé allí. Una pequeña sonrisa brotó en mi cara, una sonrisa completamente involuntaria. Tenía que ir al piso de arriba y trabajar en mi vestimenta para el próximo sábado. Todavía quedaban cerca de dos semanas enteras, pero quería lucir bien. Cuando subí las escaleras de vuelta a mi habitación, pasé mis dedos a lo largo de las marcas que él había dejado en mi antebrazo —su número— uno a la vez.

THE KISS jFF

49

La sonrisa desapareció cuando me di cuenta de que todavía tenía que superar este sábado: Ugh, tenía el tema de la cita en grupo de Mads y Dev. *** Van y yo pasamos toda la tarde del sábado asaltando el armario de Mads, tratando de encontrar el atuendo perfecto, ya que el modo de colapso en el que se encontraba, no tenía manera de ser capaz de hacerlo ella misma. Algo genial, pero no muy elegante. Tenía que ser casual, pero sensual. Después de agonizar por eso toda la semana, todavía no estábamos seguras si él pensaba que era una cita o una reunión de grupo. Pero parecía estar deseando que llegara la hora de hacerlo. Le sonrió a Mads y la saludó mientras caminaba por delante de nosotras ayer en el descanso de la mañana, y ella era toda risita floja, tímida y colorada. A ella realmente le gustaba. Así que estábamos en el cuarto de Mads, Van y yo haciendo escrutinio de todos los tops que tenía —ya nos habíamos decidido por la mini falda vaquera y las sandalias trenzadas— y Mads estaba algo así como paseando, con el ceño fruncido mientras se miraba a sí misma en el espejo. —Soy horrorosa —dijo lanzando las manos al aire en derrota—. ¿Por qué le estoy haciendo esto? —¿De qué estás hablando? ¿Haciendo qué? —pregunté. —Esto. Esta noche, ¿por qué estoy sometiendo al pobre Dev al horror que soy? —Oh, cállate Mads —dijo Vanya. Mads frunció el ceño a sí misma en el espejo y gimió. —Estoy con ella. —Señalé a Van con la cabeza mientras tiraba otro top en la pila amontonada en una esquina de los de: “diablos, no”. —Eres hermosa, linda y dulce. Y a él le gustas. No tienes de que preocuparte. —Y apenas se te notan ya los granos —dijo Vanya servicialmente. Mads se quedó en silencio y se golpeó con la mano la barbilla. Tiré de ella apartándola y puse ambas manos en las mías, apretándolas tranquilizadoramente. —Y tú, nos tienes a nosotras aquí para ayudarte Por un momento pareció tranquilizarse, pero después apartó sus manos y cruzando hasta el otro lado de la habitación, declaró: —¡No soy bonita, soy horrible, soy espantosa, estoy desfigurada! —¿De qué estás hablando?

THE KISS jFF

50

Y así fue como ella se quitó su top. Justamente así. Apuntó a sus tetas. Sus desnudas tetas. Esto era nuevo. —Humm, Mads. —Empecé yo. —¡Me gusta este! —Vanya lanzó en ese momento el top que estaba sosteniendo al pecho de Mad. Resultó ser su uniforme de gimnasia y Mad lo arrojó a la pila de “diablos, no”. —¡Mírenlas! —dijo—. Miren la izquierda, está creciendo tan grande como los de las estrellas de porno, pero luego miren la derecha. ¡Se parece a las tetas de mi padre! No quería hacerlo exactamente, pero ya que estaba siendo tan exigente al respecto, revisé sus tetas. Miré de la izquierda a la derecha una y otra vez. —Para mí se ven bien. —¡No están bien! —¿Tú qué crees Van? —Vanya puso los ojos en blanco, se dobló por la cintura y entrecerró los ojos hacia los pechos de Mad. —¿Dices que la izquierda es más grande? —¡Lo es! —No creo que debas preocuparte. La otra la alcanzará —Van se puso en pie y cruzó sus brazos asintiendo. —Y además, la Sra. McCleary dijo que es perfectamente normal tener un pecho más grande que el otro. —Razoné con ella. —¿Entonces ustedes también lo ven? —Mads miró presa de pánico—. ¿Qué el izquierdo es más grande? —¡NO! —gritamos Vanya y yo al mismo tiempo. —¿No lo creen? —¡Tus pechos están bien Mads! —le dije tomando un top color rosa bebé de la pila de los “quizás”. Se lo di a ella lentamente. Por suerte, lo agarró contra su pecho. Vanya agarró la clásica chaqueta de motocross azul eléctrico de Mads y tuvimos un ganador. —Creo que eso se vería bien con algunos collares largos, ¿no creen? *** Mads todavía estaba un poco loca de los nervios cuando llegamos al centro comercial y nos dirigimos hacia el cine, tanto que tuvimos que desviarnos a las

THE KISS jFF

51

salas de descanso y conseguir que saltara un poco y agitara los brazos en el aire para agotar esa parte de energía nerviosa. Cuando entramos en el vestíbulo del cine, sin embargo, descubrimos que en realidad no era necesariamente Mads quien debía estar nerviosa. Dev y sus amigos estaban allí y la cara de Dev se iluminó cuando la vio. Y Drew nos saludó con la mano, pero su otro amigo no sonrió. Hizo una especie de mueca. Resultó que el otro amigo de Dev era Cam. Estaba totalmente sorprendida. Ni siquiera sabía que andaban juntos. Me di cuenta de que había dejado de caminar, cuando Vanya tiró de mi manga un par de veces. Dev era el nuevo de este año, así que aún no sabíamos a quiénes consideraba como sus amigos y quiénes eran solo personas al azar a las que conocía. Todavía estaba rebuscando entre la mierda. Van y yo nos habíamos asegurado de que, entre nosotras tres, Mads fuera sin dudas la que estuviese más buena, para no distraer su cita. Así Mads, era la que parecía la sexy, mientras que Van llevaba pantalones de chándal y yo traía mi cabello en un moño desordenado en la parte superior de mi cabeza. Y ni siquiera lo había cepillado. Y resulta que los chicos de nuestra clase, que Dev había decidido que fueran sus amigos reales, eran Drew, un buen tipo, todo el mundo sabía eso, y... Cam. Esto no dice mucho de su gusto por las personas, pero Drew me dijo, cuando Cam no estaba escuchando, que aparentemente le había dicho a Dev que se asegurara de no invitar a Nikki, porque realmente no le gustaba ella. Y le gustaba Mads, así que tal vez, tenía algún buen gusto después de todo. De cualquier manera, parecía como si yo me estuviera sacrificando por el bien del equipo. Mads me debía una grande. De todos modos, cualquiera diría que mis niñas cortarían de raíz esta potencialmente desastrosa situación, habían pasado semanas desde que había tenido una conversación propiamente adecuada con Cam, no desde antes de todo... bueno, no desde antes de ella. Así que había pensado que alguien interferiría por mí, pero no. Los perdedores no esperaron por mí cuando hice una escapada al baño en el último minuto antes de que la película comenzara y cuando llegué a la sala, el único lugar para mí, estaba al final de la fila. Al lado de Cam. Me dedicaron sonrisas culpables de disculpa, pero me senté y no las miré. Eran un grupo de traidoras. No le dije nada a Cam, cuando me senté mantuve mi vista al frente, aunque estaba mirándolo por el rabillo de mi ojo. Simplemente atiborré mi boca de palomitas de maíz y me quedé mirando la pantalla, sin importar lo que sucedía.

THE KISS jFF

52

¿Escena de sexo? No era incómodo ni embarazoso para nada. Estaba fascinada. A mitad de la película —era una estupidez de acción, con persecuciones de autos y frases cursis, y aunque a los personajes los habían disparado y golpeado setenta billones de veces, ni siquiera estaban cojeando. Era tan tonta, que no puedo recordar su nombre. Dev la escogió. No era una buena señal...— Cam comenzó a intentar hablar conmigo. Se inclinó hacia mí y me susurró. —Poppy. Me incliné un poco lejos de él y seguí mirando la pantalla. —Poppy, tenemos que hablar de todo esto. No lo creo. Suspiró y se reclinó en su asiento, frunció el ceño a la pantalla, chupando la pajita de su refresco. Un par de minutos más tarde, sentí algo en mi mano. ¡Era la mano de Cam! ¡Cam estaba agarrándome la mano! No sabía qué hacer. ¿Se lo permitía? Me odiaba por ello, pero de alguna manera quería permitírselo. ¿Debo moverme para alejarme, debo tirarle las palomitas en su regazo y hacer la escena más grande hecha alguna vez? Quiero decir… ¿él estaba saliendo con otra persona y estaba agarrándome la mano? Mientras todo esto pasaba por mi cabeza, me senté allí con su mano sobre la mía, como rodeándola, entrelazada con mis dedos. Entonces giró mi mano hacia arriba y la colocó correctamente y lo siguiente que supe era que estaba sentada en la sala del cine haciendo manitas con Cam. Esto solía llevarnos a meternos mano en el cine. En otra época. Dios, ¿qué era lo próximo que iba a hacer? Se inclinó hacia mí e iba a decirme algo al oído. Estaba tan confundida y esta vez estaba preparada para escuchar. Empezó. —Yo... —¡Sssshhhhh¡ Dijo la anciana detrás de nosotros, que no podría escuchar la película por encima de todo el ruido que estaba haciendo al sacudir la caja de Milk Duds. Cam se retiró y estuvo mirando fijamente la pantalla durante cinco minutos, antes de intentarlo de nuevo. Todo lo que dijo fue: —Poppy, yo… —Antes de que la anciana le hiciera callar de nuevo.

THE KISS jFF

53

Ella no tenía ningún problema para oír los ruidos de sorber del otro extremo o con Mads y Dev chupándose la cara uno al otro. Así que nunca supe lo que quiso decir. Él estaba con Nikki, pero estaba agarrándome la mano. ¿Qué significaba eso? Cuándo la película terminó, todo fue como si nada hubiera sucedido y cuando los chicos se habían ido, incluso en el estado aturdido de Mads, ella y Vanya eran todas disculpas porque tuve que sentarme al lado de él. Las perdoné, pero no les dije nada sobre él tomándome de la mano. No sé por qué. Por lo menos se había terminado.

54

THE KISS jFF

Capítulo 8 Traducido por Alyshia Cheryl & Tresmetrossobreelcielo Corregido por abita

ev se sentó con nosotras en el almuerzo durante la mayoría de la semana siguiente, sosteniendo las manos de Mads y besándola de vez en cuando. Tan lindo como sonaba, Vanya y yo deliberamos y votamos para que ellos bajaran el tono de sus muestras de afecto en público en el almuerzo, o él tendría prohibido comer con nosotras, quiero decir, estábamos sentadas allí.

D

Para el jueves, Drew, Cam y otros chicos se acercaron y se lo llevaron, estaban hartos de tener un hombre menos en las canchas de baloncesto, y ellos estaban siendo completamente derribados por el equipo de Ravi sin él. Mads lo vio irse con una sonrisa feliz. Una vez que él se vio envuelto en el juego, ella gritó y se meneó alrededor con alegría. —Simplemente lo amo demasiado —suspiró intercambiamos miradas, pero no dijimos nada.

ella.

Vanya

y

yo

—Así que dime de nuevo —dijo Vanya, volviéndose hacia mí—. Tu lista de invitados final es... —Bueno, ustedes dos, por supuesto. —Empecé, al presionar un botón al azar en mi celular para que la pantalla se iluminara—. Dev y Drew y Ravi dijo que quería venir, así que lo invité también. Mads frunció el ceño. —¿Estás enviando el mensaje equivocado? —¿Qué quieres decir? —Bueno, vamos, una estrella de rock súper genial te invita a ti y a algunos amigos a su show y, ¿apareces en su mayoría con chicos? ¿Qué le dice eso a él, eh? Especialmente desde que él paga la cuenta. —No estoy con él, Mads —dije, mi cara se acaloró—. Voy simplemente por mi canción, recuerda que ellos están tocándola, ¿de acuerdo?

THE KISS jFF

55

—Sí, sí, tu canción, lo que sea. Si no estuviera loco por ti, de ningún modo él hubiera escrito su número en tu brazo. Eso fue directo, cien por ciento coqueteo. —Creo que ella tiene razón, Poppy —dijo Vanya—. Claramente fue un coqueteo. —Tenía que darme su número de alguna forma —repliqué—. Él no tenía ningún papel. —¿Acaso buscó papel? —dijo Mads—. Y además… la única razón por la que te dio su número fue para que él pudiera pagarte a ti y a tus amigos la entrada a un club gratis. Flirteo. —Fue para que yo pudiera venir y aprobar nuestro acuerdo acerca de mi canción —le dije—. Negocios. Nada de flirteo. —Eres tan ciega. —Mads negó con la cabeza, y se apoyó en sus codos tendida en el césped. Entrecerró los ojos hacia mí—. O estás siendo deliberadamente molesta. No estaba ciega. Pensé que tal vez podría haber estado coqueteando conmigo, pero no estaba exactamente segura de por qué. Él no lucía como un estudiante de segundo año, me habría imaginado que estaba en su último año. Y una estrella de rock que tocaba en los mejores clubes locales, ¿por qué estaría interesado en mí? ¿La chica cuyo momento más embarazoso de su vida pasó la primera vez que lo conoció? ¿Era porque él vio mis calzoncillos la primera vez que nos vimos? ¿Pudo haber tenido algo que ver con eso? Tengo que admitir que fue una presentación inolvidable. —¿Y qué hay de Cam? —dijo Vanya. Parpadeé, y mi mirada se encontró con las canchas de baloncesto, viendo como Cam lanzó el balón y falló. Deslicé mi mirada de vuelta a Vanya. Sus ojos ya estaban en mí. —¿Qué pasa con Cam? —Bueno, él es otro amigo de Dev, ¿no? El invitó a Drew y a Cam para las películas, así que tal vez deberías invitar a Cam para el espectáculo también, por Dev. —Estás bromeando, Van, ¿cierto? —dije. Ella se encogió de hombros. —Um… no, no hay manera de que alguna vez invite a Cam. Por un lado, Dev va con Mads, él no lo necesita —dije—. Y por otro lado, Cam querrá llevar a Nikki. No los voy a invitar a salir conmigo. Eres una persona muy loca. —Tienes razón, tienes razón —dijo Van—. Sólo preguntaba.

THE KISS jFF

56

—Es demasiado tarde para cambiar la lista de invitados, de todos modos. Ya se la he enviado a Ty —dije. Y lo hice, la había enviado esa mañana y él no había contestado. Me sentía rara por eso, ¿es que Mads tenía razón y a él no le gustó el hecho de que iba a ir con dos chicas y tres chicos? ¿Lo vio como una cita triple? ¿O tal vez, hubiera marcado algunos de los números equivocados y no recibió el mensaje en absoluto? No, estaría bien. Íbamos a The Hill en tres noches y no podía esperar a escuchar mi canción. —Ty y Tú se verían tan lindos juntos —dijo Mads—. ¿Y no sería genial si Vanya estuviera con Drew o Ravi? —¡Ugh, Mads! —dijo Vanya. —¿Cómo de perfecto sería? Las tres con novio, podríamos salir en citas grupales, ir a cada show de Academy Of Lies, pasar el rato detrás del escenario... —¿Por qué siempre hablas acerca de los chicos? —preguntó Vanya. —¿Por qué no hablas siempre acerca de los chicos? —preguntó Mads. —Quizás no quiero un novio. Tal vez me gusta ser independiente, no una necesitada, y no tener que gastar todo este tiempo libre con otra persona —dijo Van—. Qué con el hockey, el violín, el club de AV y estudiar…ustedes dos han oído hablar del estudio, ¿no? Miramos hacia ella sin comprender. —Estudiar... —dijo ella de nuevo. No le dijimos nada—. Lo que sea. Lo que estoy diciendo es que, si no lo han notado, apenas tengo tiempo suficiente para ustedes, chicas, y mucho menos lo tendré para un chico. —Está bien, está bien, perdón por querer que seas feliz —dijo Mads, levantando las manos en señal de rendición. —Tú no quieres que sea feliz, tú quieres que tú seas feliz —dijo Vanya—. Con tus citas dobles y esas cosas. —¡Lo siento! —dijo Mads—. Dios, solo pensé que sería agradable. —Está bien —dijo Vanya. Arrugó la bolsa vacía de su sándwich y el paquete Lays, y los metió en su bolso marrón, volviendo su atención hacia mí. —Estoy muy entusiasmada con el espectáculo, Poppy. Y estoy emocionada de ver lo que le han hecho a The Kiss Off. Y pensándolo bien —dijo con una sonrisa—, tal vez tenías razón acerca de no invitar a Cam a esto. —Sí —sonreí—. Diste en el clavo. ***

THE KISS jFF

57

Se sintió como si el sábado tardara una eternidad en llegar, como si el mundo se hubiera desacelerado. No estaba segura de si el tiempo se había detenido realmente. Pero finalmente, finalmente llegó el sábado. El lugar estaba lleno cuando Mads, Dev, Drew, Ravi y yo llegamos al The Hill alrededor de las nueve. ¡La fila era extremadamente larga, pero eso, solo lo hizo aun más emocionante porque todos estaban allí por la banda! ¡La banda que quería tocar mi canción tenía un montón de fans y un montón de gente vino para oírla! Por lo general, una cola enorme sería un dolor en el culo, pero era súper emocionante esta noche, porque pasamos directamente. Van se iba a reunir con nosotros más tarde, porque tenía que hacer algo por Nan primero o algo así. No conocía los detalles, solo que iba a llegar tarde. Mads había pasado la tarde rizando y ondulando secciones de mi cabello, alternativamente para que tuviera tanto volumen que probablemente no existiese ninguno así en el resto del mundo, y apliqué una capa negra de delineador en la parte inferior de mis parpados, pero Mads tenía que aplicarme delineador en la parte superior porque cada vez que yo lo intentaba terminaba mal, con mi cara pintada como una niña pequeña que sacó el maquillaje de su madre a escondidas. Así no era como me quería ver esta noche. Añadí un poco de sombra plateada brillante en mis ojos, brillo de labios, una minifalda roja, una camiseta de un antiguo concierto de Kiss y una chaqueta de cuero. Estaba lista para salir. Ty finalmente me respondió el mensaje y me dijo que ellos iban a empezar a eso de las diez, así que pensé que habíamos llegado en el momento perfecto para ver el lugar y tal vez hasta conseguía hablar con él antes de que se presentaran. No es que yo esté interesada. Decidí que esta noche dejaría fuera el estrés y simplemente me divertiría. Vanya y yo y, —Mads, entre sus sesiones de besuqueo con Dev— fuimos a bailar hasta quedar alucinadas, gritamos y saltamos, prácticamente divirtiéndonos como estrellas de Rock. Bien, ese era el plan. Me sentía tan bien, luego la chica con un perforación en la nariz nos llevó a la puerta del fondo, donde encontré mi nombre en la lista y nos acompañó pasando la cuerda y dentro del club, pero tengo que decir que el gran sello negro “Menor de 21 años” estampado en la palma de mi mano era un poco decepcionante. Miré hacia los brazaletes amarillos fluorescentes en las muñecas que recibieron los chicos mayores de 21 años, y cómo solo se dirigían hacia la barra y se servían. Tenían que pagar y todo eso, pero no tenían que hacer una identificación, real o falsa. Bajamos desde la calle hacia el interior del club. Lo sé, “The Hill” es en realidad subterráneo. Genial, ¿verdad? Y Mads enlazó su brazo con el mío, dejando atrás a los chicos para que nos siguieran. El club estaba oscuro excepto por las luces de discoteca alrededor del lugar, iluminando a la gente por un segundo antes de pasar a otra persona. Sonreí, bajando la vista hacia mí. Mi chaqueta estaba salpicada de luz como copos de nieve. Miramos alrededor de la enorme habitación,

THE KISS jFF

58

había una docena de mesas tan altas en los bordes, en donde los discotequeros estaban de pie con sus bebidas, gritando en el oído del otro. A lo largo de las tres paredes había un sofá incorporado, el cual debe haber sido muy resistente ya que las chicas bailaban sobre el, entre gritos y risitas. Me alisé la falda. No existe ninguna posibilidad de que ellos consiguieran verme allá arriba. En el otro extremo del lugar estaba el escenario. Había un equipo de percusión, algunos amplificadores y un micrófono con soporte establecido, pero nada más por el momento. Sin Academy of Lies. A un lado del escenario de la plataforma elevada había una cabina donde estaba el DJ, y está muy bueno, por cierto. Era como si toda la habitación estuviera moviéndose, latiendo al ritmo de mi corazón y mi estómago y vibrando por todo mi cuerpo. —¿Qué te parece? ¿Quieres una bebida? —pregunté. Mads asintió. Ambas miramos alrededor. —Dónde hay... ¡allí —Mads señaló hacia el otro lado del oscuro club, donde había una barra con luces fluorescentes y un espejo con estantes que contenían lo que parecían ser cientos de botellas de alcohol. Nos tomamos de la mano y respiré profundamente antes de pisar la pista de baile para hacer nuestro camino hacia la barra. Nos apuramos pasando a una camarera con una bandeja de tragos en alto, se veía rígida y tensa mientras trataba de maniobrar despacio y con cuidado a través de la multitud de fiesteros saltarines. Cuando salí al otro lado de la pista de baile, mi zapato se pego un poco demasiado a un par de manchas pegajosas del suelo, donde claramente ya habían derramado bebidas. Eso será divertido de limpiar mañana. —Espera —me gritó Mads entre la multitud y se inclinó hacia el suelo por un segundo. Volvió a erguirse, chillando y saltando de arriba a abajo. En su mano sostenía un billete dorado. Alguien desechó su pulsera amarilla. Inmediatamente se la colocó alrededor de su muñeca, se lamió los dedos y empezó a frotar la tinta negra de la parte de arriba de la mano. No se lo estaba quitando, solo se corrió un poco la tinta así que se colocó la banda en la otra muñeca, me miró y movió las cejas con una sonrisa. —¡Tiempo de fiesta! Llegamos al bar y había un pequeño grupo de gente mayor chocando sus Martini y cócteles con fuerza. —¿Qué puedo servirte? —preguntó el barman. —Oh, um… —Voy a tomar un Bacardi —dijo Mads indiferente, mostrando su pulsera. La miré, pero me ignoró. —¿De qué sabor? —preguntó el barman. Él ni siquiera parpadeó.

THE KISS jFF

59

Mads dijo: —Elige por mí. —Y luego le guiñó un ojo. ¡Guiñó! La pellizqué. —¿Qué estás haciendo? —Me volví, buscando a Dev, pero parecía que perdimos a los chicos. Mientras el barman se volteaba para hacer su bebida le susurré al oído. —¿Qué hay de Dev? —¿Qué pasa con Dev? —preguntó Mads—. Oh, por favor, al igual que yo… él incluso iría allí —dijo, haciéndole una seña al barman—. ¡Llama a la policía! —Se giró de nuevo y le dedicó una sonrisa con dientes mientras le alcanzaba el dinero y tomaba su copa. —Gracias. —Prácticamente ronroneó, se apartó de la barra y de la multitud de personas que estaban en la fila. —Voy a pedir el mismo —dije. Aunque no tenía nada que mostrar. En cualquier momento iba a querer verme la mano o la muñeca y me atrapará. Pero él no lo pidió, no la miró. Se dio la vuelta e hizo otro ron y frambuesa para un menor. ¡Anotación! Cuando alcancé a Mads, su bebida se había ido a la mitad. —Oye, esto está realmente… ¡yum! —dijo. Tomé un sorbo de mi bebida. Oh, vaya, sí. Estuvo bien. —Sí. Chocamos nuestras copas. Iba a disfrutar de esto, porque no pensaba que iba a salirme con la mía de nuevo. Al menos Mads tenía la banda en la muñeca. Dev apareció poco después y puso sus manos alrededor de su cintura, y pronto fue seguida por Drew y Ravi. Entregándole su dinero, Mads les dio un par de cervezas y fuimos a la pista de baile. El barman ni siquiera parecía estar buscando más su pulsera, así que parecía que teníamos una línea directa con el alcohol, una consecuencia inesperada de la noche. Después de un par de bebidas, Mads, los chicos y yo estábamos sintiéndonos flojos y bailábamos como enfermos mentales. Hacíamos pogo3 como Madonna y el rociador como LMFAO. Cantamos y gritamos las canciones que conocíamos, fue muy divertido. Tuvimos un par de personas al azar que se nos unieron, un par de chicos empezaron a bailar con nosotros cuando hicimos la cortadora de césped y la cesta de compras y un chico bastante rudo hizo el robot, 3

Pogo: Tipo de baile caracterizado por dar saltos y empujones a otros, al ritmo de la música.

THE KISS jFF

60

todos estábamos quebrándonos unos a otros. En realidad nunca supe sus nombres. Espera, podría habérmelo dicho en ese momento pero seguía riendo y asintiendo con la cabeza porque no podía oírle, pero no me importaba. Vi algo que me detuvo en seco, pero realmente no debería haber estado tan sorprendida. —¿Qué están haciendo aquí? —le grité en el oído a Mads, entornando mis ojos cuando ellos me descubrieron al ver el baile de Nikki, haciendo lo suyo con Cam, apretándose tan cerca de él que parecía que estaba tratando de fusionarse en un solo ser Cam-Nikki. Canikki. Su frente se arrugó y se estremeció cuando tiró su cabello alrededor y lo puso en la cara, pero él le dio una sonrisa cuando lo miró y le devolvió el beso cuando lanzó su boca sobre la suya. ¿Por qué tenía que ver esto? —Dev les contó. Cam quería venir —me gritó Mads. Miré a Dev. Él me sonreía, me miraba mientras hablaba con su novia, así que forcé una sonrisa de vuelta. Estúpido Dev. Me sacudí, fingiendo que era un paso de baile loco y que la molesta presencia de Canikki estaba fuera de mi sistema, olvidando que existían. Después de un rato estaba sudando tanto que estaba segura de haber agotado la última gota de agua a través de mi piel, así que salí de la pista de baile en busca de un poco de agua. Tragando de una botella que compré en el bar, me dejé caer en un sillón junto al borde de la pista. Hacía tanto calor aquí dentro, había tanta gente. Me quité la chaqueta de cuero y la puse sobre mi regazo, aireando mi camiseta. Mire hacia la puerta, ya que cada vez más personas inundaban el club. Sonreí bien grande, mi estómago se agitó y se movieron todas mis entrañas cuando vi algunas camisetas de Academy Of Lies. Aquí por su banda favorita, tocando mi canción, y Ty. Ah, Ty. Él me gusta, ¿no? Me froté el antebrazo inconscientemente, perdida en mis pensamientos cuando alguien se sentó a mi lado y tocó mi pegajoso hombro. Ew. Que desagradable. Girando en mi asiento, descubrí que era Cam. Solo. —Has estado bailando en una tormenta. —¿Acabas de llegar? —le dije, fingiendo que no lo había notado. —Hace un rato, estuvimos primero en un lugar con los amigos de Nikki. ¿Te estás divirtiendo? —Sí, lo estoy. ¿Qué estás haciendo aquí? —Dev me invitó —dijo—. Ni siquiera sabía que ibas a estar aquí. —Oh.

THE KISS jFF

61

—En realidad eso es mentira —dijo—. Lo sabía. Bueno, algo así. Te escuché hablando con ese chico el otro día. En la parada del autobús, el que escribió en tu brazo. Bueno, yo sabía eso. —¿Qué, estabas espiándome? Rodo sus ojos y miró hacia otro lado. —No... —¿No qué, Cam? —le pregunté—. ¿Qué es lo que quieres que haga? —No quiero irme por una semana y descubrir que has conectado con mi amiga, pensé. Justo cuando abrí mi boca para decirlo, volvió a hablar. —¿Tenemos que ser siempre así? ¿No podemos simplemente tener, no sé, una conversación normal? ¿No puedes ser civilizada conmigo, solo por esta vez? —¿Por qué habría de hacerlo? —le dije. —Sabes que no quería hacerte daño, no sabía que te lastimaría. Me he disculpado ya, ¿qué quieres de mí? Entrecerré mis ojos hacia él. Era un idiota. No le iba a dar una respuesta, pero parecía decidido a conseguirla. —¿Y bien? —dijo—. ¿Qué quieres? —¡Nada! ¡Lo siento! —Bebí un poco de agua. —Está bien. Bueno, entonces, ¿crees que podríamos actuar como adultos, para variar? No sabía qué decir a eso, así que solo me senté allí haciendo pucheros y llamándole por nombres en voz baja que ninguno de nosotros podía escuchar por la música. —Acerca de la canción. —La canción. —Sí, tu canción. The Kiss Off. Lo he visto, sabes —dijo. —Pensé que lo harías. Asintió. —Es buena. Parpadeé y lo miré extrañada. ¿Le gustó? ¿La canción acerca de la bolsa de basura infiel que era? —No me mal interpretes, es fría. Pero es pegadiza, con buen ritmo, la letra es dura y me gusta, ya sabes, cuando puedo olvidar que se trata de mí. Estoy

THE KISS jFF

62

orgulloso de ti. —Entonces deja escapar un suspiro de frustración—. Sin embargo, es todo mentira, lo sabes ¿no? —¿Qué? —le dije. —La canción. No es cierta. —No podía creer que estuviera diciendo esto. Me puse de pie para marcharme, pero me agarró la muñeca—. No te engañé, Poppy — dijo—. Y tú lo sabes. Lo alejé y me dirigí de vuelta a la pista de baile, tragada por la multitud. Una mano cayó pesadamente sobre mi hombro, claramente Cam no había terminado y estaba dispuesto a mentirme un poco más. Me di la vuelta y lo miré. —¿Qué quieres? —Pero no era Cam, me encontré mirando una perpleja Vanya. —¡Oh, hola! —le dije, dándole un abrazo—. Lo siento. —Ella sacudió la cabeza y se encogió de hombros, pasó un brazo alrededor de mis hombros y puso su cara junto a la mía. Señaló una pareja en la pista de baile. —¿Esa es Mads? —me gritó al oído. Entrecerré los ojos, tratando de ver mejor en la oscuridad. Era ella. Era Mads, caderas ondulantes, piernas abiertas, casi incrustada contra su pareja de baile. Y su pareja no era Dev. —¿Dev está aquí? ¿Qué está haciendo ella? Abrí y cerré la boca un par de veces, pero al final, simplemente hice una mueca y me encogí de hombros. No tenía una respuesta.

THE KISS jFF

63

Capítulo 9 Traducido por liiaa! y klevi Corregido por Eliana

a música se detuvo y mis oídos zumbaban. Cuando le dije algo a Vanya, mi voz sonó hueca. Todo el mundo había parado de bailar, Mads dejó de besar al chico, parpadeando y entrecerrando los ojos a su alrededor. Sus ojos se posaron en mí y le dediqué una evidente mirada de “qué coño”. Se giró hacia el chico que todavía estaba sobre ella y lo empujó antes de tropezar a través de la multitud hacia los sofás. Van y yo conseguimos pasar por la multitud para estar un rato con los chicos. Dev parecía enojado mientras bebía su cerveza. Me dedicó una sonrisa forzada. Decidí no entrometerme. Observó cómo se marchaba Mads, y después de un par de segundos la siguió. ¡Ooooh, hombre!

L

—Escuchen, escuchen —dijo el DJ, su voz reverberando por toda la habitación. La multitud se acercó hacia el escenario—. Aquí vamos, es por lo que viniste aquí, ¡un aplauso para Academy of Liiiiiiieeeeees! La multitud gritó, vitoreó y aplaudió y todos estaban frenéticos cuando la banda caminó tranquilamente hacia el escenario, de un modo tan genial como si tocar en un club lleno, no fuera gran cosa. Ty fue directo hacia el micrófono al frente del escenario con su Gibson colgando alrededor de su cuello. Tomó un sorbo de agua y saludó con la mano al club. Los otros tres chicos de la mesa del Luigi’s Pizza encontraron sus lugares en el escenario, el de cabello largo color naranja se sentó detrás de la batería, girando sus baquetas mientras esperaba y los dos restantes estaban detrás de los otros micrófonos, uno con una guitarra y el otro en el bajo. Ninguno dijo nada, simplemente saludaron, se miraron unos a otros, el batería contó para darles la entrada y empezaron el espectáculo. Puedo decir oficialmente, sobre el disco y todo, que soy ahora oficialmente fan de Academy of Lies. A partir de ese momento, de esa primera canción. Su música era tan vibrante, que podías saltar y gritar, y seguir así. No creí tener la energía pero la multitud estaba moviéndose, gritando, saltando y bailando al ritmo de la música, que era al cien por ciento contagiosa. Bailamos como completos maniáticos. Drew estaba sacudiendo la cabeza conmigo y Cam miraba como si quisiera participar pero

THE KISS jFF

64

Nikki actuaba como si fuera demasiado genial para participar en ello y era la única que no estaba saltando o bailando como todos en la multitud así que hizo que él lo hiciera también. De cualquier manera, tocaron un montón de canciones y luego de media hora de show, mi chico Ty, el cantante de mi nueva banda favorita anunció que cantarían una nueva canción llamada “The Kiss Off”, que estaba escrita por Poppy Douglas. —¿Dónde está? Poppy, ¿estás por ahí? —preguntó, protegiéndose los ojos de las luces que iluminaban el escenario. Todos los que me conocían comenzaron a gritar y a señalarme, Drew incluso alborotó mi cabello —no es tan genial cuando te has pasado horas peinándote, por cierto. ¡Chicos! Me sonrojé, pero estaba oscuro así que en realidad no importaba. Además llevaba maquillaje por lo que probablemente ni siquiera se podía ver el rubor tiñendo mis mejillas. Ty me dedicó una gran sonrisa. —Poppy tiene su propio canal en Youtube con un montón de grandes canciones. Es PoppyLongStocking, gente. Deberían echarle un vistazo. —Acababa de hablar de mi canal en un cuarto lleno de gente. Vaya. Definitivamente revisaría mis visitas y comentarios mañana, todo… esto... ¡era una locura! —Está bien —continuó—. Aquí está, espero que te hagamos sentir orgullosa. —Y se lanzaron directamente a tocar la canción The Kiss Off. Fue totalmente asombroso. Estaba orgullosa de mi sencilla versión acústica, pero, ¿con todos los instrumentos y ese pelirrojo tocando la batería y el solo de guitarra que Ty le añadió? Grité, bailé y canté el coro con la gente que estaba riendo a mi lado. No se reían de mí, sin embargo, se reían de mi canción porque era divertida, ¡y la manera en que Ty y los otros chicos la cantaban era tan atrevida y genial! Era la última canción del grupo, tenía el corazón en la garganta, todo mi cuerpo estaba lleno de felicidad. Esa era mi canción. Así era como mi música podía sonar. Vanya me abrazó más fuerte de lo que nadie me hubiera abrazado antes. —No está nada mal para haberla escrito enfadada, ¿eh? Sonreí y me tambaleé un poco sobre mis pies ya que la habitación daba vueltas. Ravi me agarró antes de que pudiera golpear el suelo pegajoso. —Vaya —dijo—. ¿Estás bien? Asentí y me llevé una mano a la frente cerrando los ojos, pero eso lo hizo empeorar, así que parpadeé para abrirlos de nuevo.

THE KISS jFF

65

—¿Tal vez? —¿Vas a vomitar? Negué con la cabeza e hice una mueca, ya que todo dio vueltas. —Vaya... —dije. —Vamos —dijo Ravi, poniendo mi brazo alrededor de sus hombros—. Salgamos a la calle por un poco de aire fresco. Logramos salir por una de las puertas de servicio. Respiré profundamente mientras el aire frío de la noche golpeaba mi piel. Ya me estaba empezando a sentir mejor. —Solo siéntate aquí —dijo, bajándome hacia la plataforma de carga. —Estoy bien, Ravi —le dije—. Estoy Bien. —¿Estás segura? —Sí, el aire es agradable. —Voy a buscarte un poco de agua, vuelvo en un segundo. —Desapareció de vuelta en el interior. —¡Gracias! —le dije después de que pasara la pesada puerta de entrada cerrándose detrás de él. Tomé algunas respiraciones profundas, ignorando el leve olor a basura del contenedor del fondo del callejón. Estaba bastante limpio, en cuanto a callejones se trataba. Un par de autos estaban aparcados aquí atrás, y una camioneta que asumí que pertenecía a Academy of Lies. No podía creer lo que le habían hecho a mi canción, como la habían transformado de algo normal en algo épico. Tampoco podía creer cómo el mundo estaba girando. —Oye, ¿qué estás haciendo aquí? —Giré para mirar detrás de mí y mi estómago revoloteó cuando vi que era Ty, sonriéndome, mirándome divertido—. ¿Te estás escondiendo de mí? ¿Realmente estuvo tan mal? —preguntó, tomando un trago de una lata de Mountain Dew. —¡Eh, no! —le dije—. Por supuesto que no, solo, ya sabes, hace calor ahí adentro —dije, abanicándome a mí misma. —De acuerdo —dijo. —¿Que estás haciendo aquí? ¿Por qué no estás en el escenario? ¿No notará la banda que desapareció su cantante principal? No me dijiste que fueras el cantante principal. —¿No lo hice? —dijo—. Bueno, lo soy. Estamos en una pausa. —Oh. —Esa canción —dije, sacudiendo mi cabeza.

THE KISS jFF

66

Se puso tenso. —¿Sí? —Las palabras no pueden describir lo mucho que me gustó. La hicieron asombrosa. Sonrió claramente aliviado y se sentó a mi lado en la plataforma. —No, tú la hiciste asombrosa. —Me empujó con el hombro—. Nosotros solo hicimos lo nuestro. Le sonreí. —Va bastante bien, ¿no crees? —dijo—. Buen público. —Va muy bien. —Estuve de acuerdo—. Lo estoy pasando muy bien. —Entonces, ¿cuántos chicos han tratado de ligar contigo? Hice una mueca. —Es evidente que nadie ha tenido éxito, ya que estás sentada aquí sola. —O tal vez tú los asustaste —repliqué. —Tal vez. —Ty sonrió. Estaba mirándome sutilmente, sin embargo. Lo atrapé haciéndolo. ¡Yo le gustaba! —Si quieres saberlo —le dije—, estoy un poco borracha. —Oh —dijo riendo. Sostuve mi pulgar y mi dedo índice juntos y entorné mis ojos hacia él. —Solo un poco. —¿Vas a lanzarte encima de todo el mundo? ¿O harás un proyectil de vómito? ¿Crees que podrías alcanzar al Mazda de allí? No, ¿qué hay de ese cajón? ¿Puedes verlo? —No voy a vomitar, idiota —le dije con una sonrisa. —Por lo menos creo que no. Alzó su lata de Dew. —Salud. —¿Por qué estás brindando? —Porque no hay vomito en nuestro futuro inmediato. —Ty tomó un sorbo de su Mountain Dew, resopló y empezó a toser. Y siguió tosiendo. Le di unas palmadas en la espalda un par de veces.

THE KISS jFF

67

—¡Ugh! —dijo entre resoplos y respiraciones jadeantes. Sus ojos se humedecieron y se los secó con el dorso de la mano. Me reí. No pude evitarlo—. Me salió por la nariz Entonces me eché a reír totalmente. Cualquiera lo hubiera hecho. Incluso él lo hizo. —Deja de reír —me dijo—. Las burbujas queman. —Eres un imbécil. —¡No lo soy! —Oh, cállate, eres un bebé grande. —Empecé a alborotar su cabello y él empezó a alborotar el mío y comencé a chillar, dándole palmadas en sus manos para alejarlas, horrorizada porque estaba a punto de ponerse muy rizado, pero al mismo tiempo estaba tratando de ser divertida y de repente le estaba haciendo cosquillas y él me estaba haciendo cosquillas también, entonces me abordó y caí sobre mi espalda. Se había caído conmigo y allí estábamos, sobre el cemento de la plataforma de carga en la oscuridad del callejón detrás de The Hill, Ty encima de mí. Los dos dejamos de reír. Apartó un mechón de cabello de mi cara y me miró de nuevo. Mis ojos se deslizaron hasta sus labios, la sombra de una sonrisa le surcaba hacia arriba las comisuras de los labios. Luego, lentamente, se inclinó y me besó. Nos quedamos allí durante lo que parecieron horas, cientos de miles de horas gloriosas simplemente abrazados el uno alrededor del otro, su cálido cuerpo presionado contra el mío, una de mis piernas de alguna manera serpenteó automáticamente alrededor de la suya, sus dedos se cerraron y acariciaron mi cabello, ya no me importaba que lo despeinara más, hasta que deslizó sus dedos debajo de mi cuello y acunó mi cabeza levantándola del sólido y frío cemento. Qué caballero. La pesada puerta se abrió de golpe detrás de nosotros. —Oye, ¡apártate de ella! —gritó alguien y lo siguiente que supe fue que Ty era arrastrado lejos de mí y cayó hacia atrás debajo de la plataforma de carga un par de metros hacia el callejón. Levantó la vista hacia nosotros, sorprendido. Me senté y miré alrededor, Ravi dio un paso atrás, sosteniendo un par de botellas de agua y junto a mí estaba Cam. Cam. —Tómalo con calma, amigo —dijo Ty. —¿Qué estás haciendo? —le pregunté a Cam, poniéndome de pie, entonces la plataforma de carga se inclinó hacia un lado y me desplomé en los brazos de Ravi. ¿Cómo había llegado hasta aquí tan rápido? Me levanté de nuevo, me estabilicé y luego puse una mano en mi cabeza y con la otra empujé a Cam en el pecho—. ¿Qué demonios estás haciendo?

THE KISS jFF

68

—Estabas indispuesta y Ravi me dijo que estabas aquí y vine para asegurarme de que estabas bien y encontré a este tipo manoseándote todo el cuerpo. —Se volvió hacia Ty con una mirada furiosa—. ¡Fuera de aquí violador! —No soy... —Amigo —dijo Ravi. —¡Se estaba aprovechando! —¡No se estaba aprovechando de mí! —le dije—. ¡Tú no eres mi dueño, Cam! ¡Vete de aquí! —Amigo —dijo Ravi otra vez, empujando a Cam—, es el tipo de la banda. Cam miró de Ravi a Ty entre las sombras bajo la plataforma de carga. Entrecerró los ojos hacia él y luego abrió los ojos, antes de mirarme. —¿No te estaba haciendo daño? —dijo—. ¿Estás bien? —¡Sí, estoy bien! —Estaba más que bien. Había estado completamente más que bien.

69

—Oh. —Así que, hum… —dije, mientras que Ravi y Cam seguían de pie allí—. ¿Les importaría? —Claro. —Cam parpadeó rápidamente, moviéndose, se apresuró de nuevo hacia la puerta, mirando a sus pies, al suelo, a la pared—. Ravi, ¿vienes? Ravi me entregó una botella de agua y le dio un incómodo saludo a Ty. —Lo siento, tío —dijo. Ty se encogió de hombros pero se quedó dónde estaba. —¿Te sientes bien, vas a vomitar? ¿Quieres que te llevemos a casa? — preguntó Ravi. —No, estoy bien, en serio —le dije—. Gracias por el agua. Ravi asintió, miró a Ty y desapareció dentro, la puerta se cerró con un estruendo tras ellos. Miré a Ty. Me dedicó una sonrisa débil. —¿Quién era ese imbécil? —Siento lo que pasó —le dije, volviéndome a sentar—. Es un poco idiota. ¿Conoces esa canción que escribí, The Kiss Off? Ty sonrió, volviendo a subir a la plataforma. —Me suena familiar.

THE KISS jFF

Señalé hacia la puerta trasera del club. Entonces besé mi mano y soplé el beso hacia la puerta. —Vaaaya, no puedo creerlo. —Créelo. —¿Te cuida las espaldas incluso después de que escribieras eso? ¿Después de que yo cantara eso? Hmm… —dijo, pensativamente, con recelo. —¿Qué “hmm”? —le dije—. No hay “hmm” aquí. Me sonrió, lo que hizo que mi estómago se retorciera, de una buena manera, y se acercó a mí, como si fuera a besarme de nuevo. No tenía ninguna objeción a eso. Pero entonces se detuvo, sus ojos se abrieron y sacó su teléfono de su bolsillo. —¡Mierda! —Ty se lanzó pasando de mí a la puerta trasera hacia adentro. A mitad de camino, se giró—. Lo siento —dijo—, debo volver al escenario, así que... Le hice con un gesto para que se fuera. —Por supuesto —le dije—, solo ve, ve. —¿Vas a estar bien? ¿Volverás adentro? —Sí, en un minuto —dije. Me sonrió. —Te llamo luego, ¿sí? Algo empezó a agitarse dentro de mí, llenándome de emoción. Aunque controlé mi cara. Quiero decir que traté de hacerlo con mucho esfuerzo. —Sí —dije, repentinamente tímida. Mordiéndome el labio inferior y asentí— . Está bien. Sonrió de nuevo y volvió adentro. En cuanto la puerta se cerró detrás de él, mi cara esbozó una sonrisa de oreja a oreja, el tipo de sonrisa que no se puede detener, de la cual no tienes ningún control, es la sonrisa la que está controlando tu cara, no al revés. Reí para mí misma y volví a recostarme en la plataforma de carga. Vale, como dijo Mads. Quizás yo le gustaba. A medida que me acostaba, mi cuerpo recordó lo que hace pocos minutos había estado haciendo con él, en este mismo lugar. Mi rodilla se arqueó para entrelazarse con la suya, pero no estaba ahí. Me senté con un suspiro y tomé un sorbo de mi agua. Estúpido Cam. Lo arruinó todo. Mientras estaba sentada allí con el ceño fruncido, mi mente se arremolinaba y deambulaba con imágenes. Imágenes mías y de Cam de los días más felices. El momento en que fuimos a la playa, solo nosotros dos, ese había sido el mejor día. Aunque, significó haber tenido que tomar cuatro autobuses, uno de ellos nos llevó durante una hora y media en la dirección

THE KISS jFF

70

equivocada y nos tomó dos horas llegar allí, y para cuando lo hicimos, estaba llena de familias y niños gritando, niños pequeños corriendo por los alrededores sin pantalones, y la arena estaba tan caliente que ambos corrimos a través de ella, chillando como monos porque nuestros pies estaban ardiendo. Y él estaba tan quemado por el sol ese día. Pero había sido grandioso. Habíamos vagado debajo del muelle, recogiendo bonitas conchas de mar y arrojándonos arena entre nosotros, corriendo de inmediato al agua para quitárnosla de encima. Nos dimos nuestro primer beso en esa playa, en el océano. Y tres semanas después me visitó en el Steak House y le presenté a Nikki. Tomé otro sorbo de mi agua. Me pregunto cuánto tiempo habían estado saliendo, Cam y Nikki. Cuánto tiempo, y simplemente no lo había visto. ¿Había sido durante los cuatro meses que estuvimos juntos? Bueno, menos tres semanas. Pensé en Cam y yo besándonos en las fiestas, ignorando que el mundo existía. No pudo haber sido entonces, porque Nikki me hablaba de sus salidas con otros chicos al día siguiente mientras se aplicaba corrector en las bolsas bajo sus ojos. Las imágenes de Cam y de Nikki besándose en la fiesta de Ravi pasaron ante mis ojos, hice una mueca y tomé otro sorbo de agua. Nikki era muy zorra, la forma en que estaba siempre tocando a Cam, tocando todo su cuerpo. Me pregunto si ellos lo han hecho ya. Espera, para, ¡Ugh! ¡No quiero saber si ellos ya lo han hecho! Pero mi cerebro me llevó allí, de todas formas. A la habitación de Nikki, sus padres casi nunca estaban en casa, con Cam sentado en el extremo de la cama, viendo como Nikki se quita la camiseta sobre su cabeza y lanzándosela a él con una sonrisa. Dando unos pasos al frente y arrodillándose delante de él, y poco a poco desabrochándole la camisa. Tirarían de ella juntos, mirándose mutuamente a los ojos. Empezarían a besarse y, con los ojos cerrados, ella hábilmente se desharía de su cinturón y… Alto. No. Nada de eso sonaba como Nikki. Lo que sonaba más como Nikki era que tan pronto como entraran a la casa le saltaría encima. Cerrando la puerta de un golpe y empezado a quitarle la camisa mientras caminaban, se habría rasgado la suya y la habría tirado al suelo. Se estaría riendo, besándose y probablemente ambos estarían desnudos en el momento en que llegaran a las escaleras. Él no sabría qué lo había golpeado. Excepto que lo haría, porque conocía a Nikki, sabía en lo que se estaba metiendo. Y, probablemente, a estas alturas, él era un experto, con Nikki. Probablemente sería el que le arrancaría toda su ropa antes de llegar a las escaleras. Arrojé la botella de agua hacia el callejón justo cuando la puerta se abrió de golpe otra vez. —Poppy —me di la vuelta y era Nikki, de todas las personas. No podía creerlo, como si de alguna manera mis pensamientos la hubieran convocado. Hice una nota mental de nunca, jamás pensar en ella de nuevo.

THE KISS jFF

71

La fulminé con la mirada y se veía un poco sorprendida ante mi evidente animosidad. —¿Qué quieres? —le dije. —Es Mads, está borracha. Quizás quieras llevarla a casa. —Oh. —Arrastré lentamente los pies. Mientras me tambaleaba un poco, Nikki se apresuró a estabilizarme—. ¡Apártate! —le dije y lo hizo. Retrocedió de inmediato. —Está bien, Dios —murmuró. Retrocediendo justo al lado de la puerta. Como sea, pensé, siguiéndola lentamente de vuelta al interior del club. Que se pudra, ¿quién la necesitaba de todos modos, o a Cam? Seguro que yo no. Porque Ty iba a llamarme.

72

THE KISS jFF

Capítulo 10 Traducido por B!!& Andre_Ruiz Corregido por Fher_n_n

P

ero él no me llamó. Han pasado casi dos semanas y no me ha llamado, y no ha estado en el autobús en las mañanas. Ni siquiera en las tardes. No sabía qué había pasado.

Me paré en el sombrío cuarto de entregas atrás de la tienda de ahorros de segunda mano en la cual Mads trabajaba, ayudándola a clasificar a través de las pilas y pilas de bolsas de plástico naranjas de donaciones de ropa nueva. ¿Habré sido solo un enganche para Ty? ¿Me habrá usado por mi canción, luego me usó por mis labios y eso es todo? Si eso era todo, estaba fuera de mi lista de tarjetas de navidad, y no había ninguna maldita manera que él obtendría mi canción. Uh-uh. Si no me llama, yo lo tendría que llamar. No, le mandaré un mensaje de texto, eso será fácil. Decirle que se “joda” y que tocar The kiss Off era un acuerdo de una vez. Llámenlo mi trabajo de caridad de la semana. No se la quedaría y Academy of Lies deberán pretender que ellos nunca la han escuchado. No importa lo asombrosa que su versión se escuche. Esto apestaba. Pateé un teñido suéter de lana hecho en casa con grandes cuentas cafés cocidas en el cuello, y me quedé mirándolo, insegura de quién exactamente en su sano juicio lo compraría. —Entonces um… ―dije―. ¿Dónde debería ir esto? Mads dio un vistazo a eso y dijo: ―Bote de basura. Los hippies no compran en nuestra tienda. Asentí y lo aventé a un lado, agarrando algo nuevo. ¿Cómo podré obtener mi canción de nuevo sin sonar como un bebe grande teniendo un berrinche? No es como si él hubiera dicho que yo le gustaba ni nada. Nosotros nunca habíamos hablamos de eso, demonios, apenas habíamos hablado de algo en general antes de engancharnos de esa manera. En un muelle de carga, ¡Ugh! Honestamente no creo que hubiera obtenido algo con más clase. Si nos

THE KISS jFF

73

hubiéramos enrollado alrededor de un contenedor de basura; tal vez. ¿Habrá pensado que solo estábamos teniendo un poco de diversión? Había sido espontáneo, el besuqueo. ¿No significó nada para él? No podría ir y pedir mi canción de regreso solo porque él me había besado y no llamado. Pero esperen un minuto, ¡él dijo que llamaría! Entonces, ¿eso significa que fue más que una conexión? O, ¿era algo que solo los chicos dicen? Regresé mi atención a Mads, quien usaba su grasiento cabello enredado en un moño en lo alto de su cabeza. Estaba usando pantalones y un descolorido suéter tejido rojo extra grande que le llegaba hasta las rodillas, delineador del día de ayer corrido por sus mejillas, pero no parecía importarle en lo más mínimo. Tenía la sospecha de que su apariencia podría estar asustando a los clientes, lo cual era porque ella había sido delegada a clasificar la nueva mercancía en la parte de atrás. —Él ni siquiera me mira —dijo Mads mientras recogía un par de overoles con manchas de grasa de motor al frente. Lo tiró en la pila de basura―. ¿Has notado eso Poppy? Ni siquiera me saluda en el pasillo, está ignorando mis llamadas y definitivamente no me habla en clase. ―Su cara se arrugó y si no hacía nada en cualquier momento, iba a empezar a llorar. Otra vez. —No es como que me gustaría decir esto, Maddie, pero le fuiste infiel. —¡Estaba borracha! ¡No sabía lo que estaba haciendo! Fue tan estúpido. —Sí, lo fue. —¡Odio el alcohol! Por favor, ¿no le puedes decir algo por mí? Solo lo quiero de regreso. Lo amo demasiado. —Se sentó en la pila de ropa y gimió—. ¿Quieres ver el mensaje de texto? Te lo enseñaré. —Ya he visto el mensaje, Mads. —¡Terminó conmigo por mensaje de texto! ¿Quién hace eso? A lo mejor no debería mandarle un mensaje de texto a Ty entonces. Ella tenía razón, era una mala idea. No es como si estuviera terminando con él. —Olvídate de Dev y ven a la fiesta esta noche —dije, para cambiar el tema. Por el amor de Dios para cambiar el tema. —De ninguna manera. Dev estará ahí. —Podría no estar —dije—. No creo que conozca a Sammy tan bien. Van está viniendo. Podemos hacer como una noche de chicas, solo nosotras tres. No se permiten chicos. Podía decir que ella lo estaba pensando. —Noche de chicas suena bien ―dijo—. Está bien, iré. La idea de una noche de chicas duró cerca de cinco minutos después de que fue organizada, después de que llamé a Vanya y le rogué para que saliera incluso

THE KISS jFF

74

si ella, supuestamente, se iba a quedar a estudiar y pasar tiempo con su nana. Así que le mentí a Mads, demándenme. Gracias a Dios convencí a Van de salir, y Mads había dejado de llorar y estaba haciendo una lista mental de qué ponerse cuando la dejé. Y después Ty llamó. —Oh, vaya, hola, um… —tartamudeé. Muy suavemente. —¿Cómo has estado, Poppy? —Bien, um, tú sabes, solo estaba… —Discúlpame si me tomó mucho tiempo en llamarte, muchas cosas han estado pasando. —Oh, está bien, también he estado ocupada. —Me encogí. Qué patético era eso—. Entonces um, ¿has estado tomando un autobús diferente o algo así? ¿Alguien te ha estado llevando a la escuela? No te he visto. —Vaya ¿una acosadora? —No he estado asistiendo a la escuela —dijo—. Algunas cosas han surgido. ¿Algunas cosas han surgido? ¿Cosas que significan que solo él podría mandar a volar su remilgada escuela privada? —Oh —dije. —Escucha, ¿estás ocupada esta noche? Estamos tocando en FoxTail y tengo grandes noticias —pausó—, grandes en realidad. Estaba esperando que pudieras venir, sé que es una noticia a última hora, pero en verdad me gustaría verte. —¡Sí, me encantaría ir! —dije. Tosí y aclaré mi garganta—. Quiero decir, sí. Suena bien. —Genial. —Supuestamente iba a tener noche de chicas, íbamos a ir a una fiesta… —¡Tráelas al club! Quiero decir, si tú quieres. —¡Sí quiero! —¿En serio? —dijo—. ¿Estás segura? —Sí, hablaré con ellas, estará bien. Estoy deseosa que llegue. Cuando llamé a Vanya, había una opinión diferente. —¿Qué le paso a la noche de chicas? —preguntó— ¿Solo nosotras tres, pasando el rato, ningún chico permitido? —Ya sé, pero… —Vas específicamente para ver a Ty, Poppy. Ty es un chico.

THE KISS jFF

75

—Lo siento, no es como… él va a estar en el escenario la mayoría del tiempo ¿no? Estaré con ustedes la mayor parte y solo una pequeña charla antes de irnos. Será principalmente noche de chicas, lo prometo. Y Mads estará contigo todo el tiempo, aún cuando esté hablando con Ty, lo cual no será por mucho, lo juro. —Bien, está bien ―suspiró—. Pero, espero que lo cumplas. Esperamos en la cola en FoxTail y estaba bastante contenta por ser sellada “Menor de 21”. Estábamos disfrutando nuestra noche bajo la influencia de nada más fuerte que Mountain Dew. Tal vez alguna Pepsi. Mientras entrabamos al salón principal del club, Mads me dio un codazo y asintió hacia una mesa que había sido puesta con mercancía. Dos chicas más grandes que nosotras se pararon ahí, una llevaba una camiseta negra y la otra una gris, la cual tenían “Academy of Lies: Now in session” puesto en lo ancho de sus pechos. En la mesa había más camisetas, botones, calcomanías y algunos CD. —Oye, genial —dijo Mads. Tomando un botón. Yo tomé un Cd, era un demo. Miré a las chicas detrás de la mesa. Estaban mirándome. —Oye, tú eres Poppy, ¿no? —dijo la del corte de hada rosa. —Sí… ¿Las conozco? —PoppyLongStocking, justo aquí —dijo la otra, recorriendo el final de su blanca-rubia cola de caballo con sus dedos. ¡Oh! No, no lo hacía. Pero ellas me conocían. Tan extraño. —Tú eres una chica terriblemente talentosa, tus canciones son feroces, ¡Oigan, todo el mundo! Esta es Poppy, ella escribió The kiss off ―dijo poniéndome un brazo alrededor y enseñándome a todo el mundo. Eso atrajo la atención de ciertas personas. Ella y la otra chica de la mercancía empezaron a cantar. Goodbye, you didn’t say why, but I’m not gonna cry, cos baby this is your kiss off. Y mientras yo miraba alrededor a la multitud, a los fans de Academy of Lies, las personas se unieron. Goodbye, you cheated on me, but I’ll get even you see, I’m telling you to just kiss off. !Ellos malditamente sabían la letra de mi canción! La boca de Vanya cayó abierta y Mads estaba saltando de arriba a abajo. Las agarré a las dos en un abrazo grupal y en un pequeño círculo de tres, con lo alto de nuestros pulmones nos unimos en la improvisada interpretación a Capella de la audiencia. ¡Las chicas mandan en la noche! La chica de pelo rosa golpeó una camiseta contra mi pecho. ―Aquí, regalo de promoción.

THE KISS jFF

76

―¿En serio? ―dije. Me lo puse sobre mi camiseta de los Guns N Roses, lo deslicé por mis brazos y tiré de mi cuello a través de mi nueva camiseta. Adiós Guns N Roses. Ahora es todo acerca de Academy of Lies. ―Por lo tanto, explícanos todo ―dijo la rubia. ―¿Qué? ―¿Cómo atrapaste al hombre infiel? ¿Cómo hiciste la captura? Ella explotó un globo de su goma de mascar. ―Oh, um... ―¿Te compró un regalo y luego se lo dio a ella? Los chicos pueden ser tan mierdas baratas ― dijo la de pelo rosa. ―¿Te envió un texto cuando el texto era para ella? ―O tal vez le dijo que tenía como un trabajo o algo, pero lo atrapó en una cita con ella. ―Eso es enfermizo. Ni siquiera se me necesita en la conversación. Me quedé allí y las vi hablar, preguntándome cuando se suponía que iba a responder. ―Conozco a un chico que estaba saliendo con dos chicas a la vez, y la segunda novia ha etiquetado en Facebook una foto de ellos y él no lo desmarcó a tiempo antes de que su verdadera novia lo viera. Qué retardado. ―Oh, um ―dije nerviosa―. Bueno... ―Vaya, realmente ella es… ¡tú eres PoppyLongStocking! ―Una multitud de chicos de mi edad se acercaron, todos me miraban. Vanya y Mads dieron un paso atrás fuera del camino. ¿Qué continuaba? ―¿Puedo tomar una foto? ―preguntó una chica. ―Sí, ¿podemos? Me encanta tu canal, deberías sacar un CD ―dijo uno de los chicos como la chica, sin esperar mi respuesta puso su brazo alrededor de mi hombro y posó conmigo para una foto. En cuanto la cámara había destellado, la siguiente persona tomó su lugar. Reí torpemente, inciertamente. Esto era nuevo. ¿Cómo es que yo era una celebridad ahora? Una chica empujó una pluma en mi mano y tendió una calcomanía de Academy of Lies. ―¿Puedes firmar esto? ―¿Yo? ―dije. Cuando firmé su calcomanía, oí a alguien preguntar: ―¿Quién es? ―Me hizo sentir un poco mejor.

THE KISS jFF

77

―Si no pones un CD, por lo menos debes poner tus canciones en iTunes. Me gustaría escucharlas todo el día ―dijo otra chica como el muchacho con su brazo alrededor de mí sacando la lengua, y dio un saludo de rock a la cámara―. Tus canciones, realmente hablan conmigo, ¿sabes? Me refiero a la de la pelea que tuviste con tu madre, la entiendo. La admiro totalmente. ―¿En serio? ―dije. Ella asintió con seriedad―. Vaya ―le dije―. No sé qué decir. Apesta ser tú. ―Con agradecimiento se echó a reír, tomando la broma que yo había querido decir. Vanya logró meterse en la multitud y me agarró la mano tirando de mí fuera de la multitud. ―Bueno, eso es suficiente por ahora ―dijo. Se volvió hacia mí y dijo en voz baja―. ¿Es eso suficiente? ―Afirmativo. ―Eso es todo, suficiente. PoppyLongStocking agradece su apoyo. ―Eso fue una locura ―dijo Mads. ―Bueno, creo que sabemos quién está viendo tus videos ahora ―sonrió Van. La gente empezó a animar y contemplamos el escenario, la banda fue anunciada. Todos subieron al escenario de nuevo, cada miembro tenía una sonrisa de gato de Cheshire en sus caras que trataban de ocultar. Ty se acercó al soporte del micrófono y lo sostuvo sin apretar. ―Gracias a todos por venir, les agradecemos todo el apoyo que nos han estado dando en este último año, nosotros no podríamos haber hecho nada de esto sin ustedes. ―Hizo una pausa y miró a su alrededor cuando todo el mundo animó un poco más. Un hombre de pie cerca de nosotros ahuecando sus manos alrededor de su boca gritó en la etapa. ―¡Kiss Off! ¡Toca The Kiss Off! Mi mandíbula se abrió por la sorpresa y Vania apretó mi mano. ―Sí, voy a llegar a ella, pero antes de empezar, solo quería decirle a todo el mundo. Así que hay grandes noticias sobre Academy ―dijo Ty mirando hacia atrás a sus compañeros de la banda que le devolvieron la sonrisa―. Desde la última vez que tocamos, nos hemos convertido oficialmente en miembros de la familia de Faux Hawk Records y hemos empezado a grabar nuestro primer disco. La gente se volvió loca, saltando arriba y abajo, aplaudiendo en el aire. Ty se inclinó hacia delante y sacudió las manos de las chicas que trataban de tocarlo. Vaya. Y esto fue antes de que llegaran a ser famosos.

THE KISS jFF

78

―¿Crees que van a usar tu canción? Me quedé mirando el escenario en estado de shock, sacudiendo la cabeza. No tenía palabras. ―Y como a todos ustedes parece que les gusta tanto, nuestro primer single será... Archie resonaba en su baqueta y tocaba la apertura de The Kiss Off. Mads y Vanya se alejaron de los escenarios, y me miraron a mí. Nos agarramos de las manos y formamos un círculo, saltando arriba y abajo, gritando. ―Entonces, ¿qué te pareció? ―preguntó Ty al final de la noche, con una toalla alrededor de sus hombros y una botella de agua en la mano. Su pelo estaba húmedo y sus mejillas tenían un brillo rosado del mismo con sudor. ―Es increíble ―le dije―. Estoy tan feliz por ti. ―No puedo creer que sea real ―dijo―. Ellos nos han puesto un apartamento sobre el estudio, es irreal. Tienes que venir a verlo, ven a pasar el rato con nosotros. ―Sí ―dije―. Definitivamente. —¿Es genial que estés grabando con nosotros The Kiss Off, y dar a conocerlo oficialmente? ―dijo―. Vaya, no puedo creer que estoy hablando oficialmente de la salida de un sensillo. ¿Esto es muy loco? Es una completa locura. En realidad, deberíamos haber hablado contigo acerca de este principio, pero los de la etiqueta insistieron en que este sea nuestro primer sencillo. ―No es una locura ―le dije―. Esto pasa. No podría decir no ahora, ¿verdad? ¿Y aunque quisiera? Así que el tipo no me llamó inmediatamente, pero tenía buenas razones. Y me llamó con el tiempo. Él estaba estrenando mi canción, como un sencillo oficial en un verdadero disco de rock y sería escuchado por no sé cuántas personas. Podía manejar eso. Y, además, ¿había entendido mal lo que yo era para él? ¿Realmente importa ahora? Podría ser amiga de él. Claro que podría. ―Y estoy mentalizada para liberar The Kiss Off como su sencillo. Eso es... eso es realmente genial. ―¡Bien! Estoy increíblemente contento, porque... tu música... nos has hecho mejor. Tu rock, Poppy ―dijo sin apartar sus ojos de mí. Esto hizo que mi estómago revoloteara, y me diera cuenta de que no podía ser su amiga. A menos que lo supiera a ciencia cierta. ―Entonces, ¿quieres venir al estudio algún tiempo? ―Sí, pero... ―Me detuve. No sabía qué palabra usar.

THE KISS jFF

79

¿Cómo digo lo que quería decir sin sonar como una idiota enferma enamorada? ―¿Qué? ¿Qué pasa? ―Oye, quiero saber algo. ¿Tú…? ―Me detuve y aparté la mirada avergonzada. ―¿Qué es? ―¿Nosotros estamos simplemente pasando el rato porque te gusta mi canción, las habilidades en la escritura o bien, te gustaría algo distinto de eso? Porque estoy un poco confundida y… ―Oh ―dijo, agitando la parte posterior de su cabello con una sonrisa. Oh Dios, le daba vergüenza―. Lo siento, Poppy. ¡Oh, mi dios! no le gusto. ―Oh… está bien. ―No le gustaba, él me odiaba. Necesitaba irme y morir de la vergüenza ahora―. Esto no importa. No quise decir… no es así… Oh, no. Había perdido completamente el control de mi boca, mi voz. Esto solamente salía, algo tuvo que detenerme por favor… ―No, eso no es lo que estoy diciendo ―dijo Ty. ―¿No es? ―No. Iba a llamar, pero todo ha ido pasando tan rápido. ―Está bien… ―Sal conmigo ―dijo Ty, tomando mis manos entre las suyas―. En una cita de verdad. Sólo tú y yo, nada de esto, no… ―¿Ningún puerto de carga? ―dije con una sonrisa. ―No es que me importen los puertos de carga ―dijo, una sonrisa maliciosa apareciendo en sus labios―. Pero ningún puerto de carga esta vez. Solo tú y yo en algún lugar más agradable. ―¿En serio? ―Sí ―dijo él, se inclinó y me besó―. Sí, lo digo en serio.

THE KISS jFF

80

Capítulo 11 Traducido por klevi Corregido por Eliana

sí que Ty y yo empezamos a salir y fue genial. La banda estuvo en su mayoría encerrada en el estudio grabando su álbum, pero de alguna manera Ty todavía tenía tiempo para mí. Fuimos a ver a grandes bandas tocar, paseamos por el parque, fuimos a los sitios y tiendas de música para probar las guitarras más recientes y ver la hermosura de una guitarra Mahogany Les Paul. Fuimos al Hard Rock Café un par de veces, no por la comida, aunque sus alitas de pollo no están mal, sino para comernos con los ojos todos esos recuerdos de la música. Y anduvimos también con el resto de la banda. Cuando empecé a salir con Ty, no solo lo conseguí a él, sino también un conjunto adicional de amigos. Sebastian, el otro guitarrista y cantante, tenía auto. A veces, después de la escuela encontraba su oxidada furgoneta blanca, con calcomanías en el parachoques de Academy of Lies pegadas por todo el exterior, estacionada fuera de la puerta de la escuela. Todos estaban allí, Sebastian, Ty, Tommy, Archie y las dos chicas de la mesa de exposición.

A

Nikki estaba en la puerta la mayoría de los días, junto a su pequeño auto rojo, esperando a Cam. Siempre podía ver como caminaba hacia la furgoneta, la manera en que la puerta se abría y como todos aplaudían y me envolvían en un abrazo grupal, cómo Ty levantaba mi barbilla y me besaba. Cam caminaba hacia el auto con Nikki y también lo veía. Tengo que admitirlo, me sentía satisfecha. Estábamos yo y la increíble estrella de rock y su banda y mis nuevas amigas —todos ellos mayores e infinitamente más geniales que Canikki—, y luego estaban Cam y Nikki. Una vez, Ty salió de la furgoneta y me levantó y me dio vueltas al estilo Hollywood y me beso allí mismo, en la puerta de la escuela delante de todo el mundo, incluidos ellos. Un poco aturdida, pero de vuelta en mis pies, miré a Cam y él se volvió hacia Nikki para darle un gran beso también, pero ella puso los ojos en blanco, le apartó la cara y le dijo que entraran al coche. Sí, definitivamente estaba satisfecha.

THE KISS jFF

81

Fui aceptada inmediatamente como una más del grupo, como un miembro más de la tripulación. Lana, la rubia, era la novia de Tommy y Jeri, la que tenía el cabello rosa cortado al estilo duende estaba con Seb y yo estaba con Ty. Archie era el único que estaba sólo, que volaba en solitario, pero no parecía importarle. Íbamos al cine y hablábamos muy fuerte y molestábamos a otros comensales cuando íbamos a cenar, y nos quedábamos charlando fuera del estudio y en su apartamento. Ty y yo nos enrollábamos en la oscuridad del balcón, con la vista de la ciudad en el horizonte, iluminada por las luces nocturnas. A veces nos íbamos a su habitación y hablamos y nos besábamos sobre su cama, pero seguía separándome de él cuándo se hacía demasiado intenso y no me presionaba. A veces me hubiera gustado que lo hiciera, sin embargo. Supongo que me había encontrado con todo un caballero. Un caballero estrella del rock, ni siquiera me había dado cuenta que existían. De todos modos, habían pasado tan sólo unas pocas semanas y no era como si hubiéramos tenido toda esta conversación acerca de “¿eres mi novio?”, “sí”, “¿eres mi novia?”, “sí” y actualizáramos nuestros estados de relación de Facebook o cualquier cosa, pero estábamos bien. Iba adelante y estaba oficialmente feliz. *** Más tarde esa semana, estaba caminando con Mad y Vania por la Avenida Randlewood, con carteles de “encontrado” bajo mi brazo. Vanya sostenía un rollo de cinta adhesiva y nos deteníamos en cada poste de luz. Yo sostenía un cartel con una foto del perro contra el poste y Vanya lo pegaba con cinta adhesiva. Mads supervisaba. Habíamos estado poniendo estos carteles desde hace un par de semanas, principalmente Rory y yo estábamos encargados de la tarea y aunque lo habíamos estado haciendo constantemente, mamá todavía no nos dejaba parar. Por alguna razón los carteles eran arrancados, así que tuvimos que volver a empapelar todo el vecindario. Mamá le dijo a Rory que metiera un cartel en todos los buzones a dos cuadras a la redonda, pero dudo que lo hubiera hecho. Estaba muy unido al perro. Estaba enseñándole a sentarse y todo. Y estaba funcionando, se sentaba cada vez que Rory le decía, y una de cada cinco veces que le decía que se quedara quieto, no venía y babeaba sobre ti. Era una mejora. Mamá y papá pasaban un infierno de tiempo lavando la plaga que salía de él, lo habían estado haciendo en la bañera, pero se mudó toda la operación hacia el patio trasero cuando comenzó a sacudir la espuma del jabón de su piel, sobre ellos y por la habitación. Mamá no parecía tener resentimiento contra él, ahora que no olía a muerto, y que podía ordenarle que se sentara y que no le saltara encima. Se le permitía incluso estar más en la casa ahora. Pero no nos lo podíamos quedar, mamá había dejado esto claro. A papá no parecía importarle lo que pudiera suceder. Lo que probablemente era una cosa buena, sin embargo, era mucho más grande que yo y no se había vuelto a encorvar en mi pierna desde el primer día, Rory lo había

THE KISS jFF

82

apodado Poo Bum y el estúpido perro había aprendido que era su nombre, ahora cada vez que quería que viniera, tenía que llamarlo “Poo”. Era una parodia. —Lo que no entiendo es por qué la Sra. Fyffe está tan embelesada con ese tipo, el Sr. Darcy —dijo Mads mientras me miraba sostener un cartel contra un poste—. Quiero decir que él es un poco estúpido, ¿no te parece? Completamente llena de él. —Mmm, tal vez esté orgulloso —sugirió Vanya. —¿De qué tiene que estar orgulloso? Todo lo que sé es que Fyffe tiene algo con los estúpidos arrogantes. —Termina el libro, Mads —suspiró Vanya. —O al menos ve la película —dije—. Vi la película la semana pasada, es increíblemente larga, pero no sé, tienes que amar a Darcy. —Compartí una sonrisa con Vanya. Mads se volvió hacia mí, horrorizada. —Oh cielos. ¿Tú también? —Sacudió la cabeza con disgusto—. Bueno, no estoy interesada en estúpidos arrogantes orgullosos. Me gustan los chicos adorables y dulces, que me amen, como Dev. —¿Dev te ama? —dije dubitativamente. Mads asintió, sonriendo felizmente. Giró sobre sí misma con la felicidad. —¿Así que ustedes dos están juntos de nuevo? —Lo llamé anoche y luego fui, hablamos, lloré y me perdonó. —Vaya —dije—. Felicitaciones, Mads. —Tengo la intención de pasar todas las noches de esta semana con él para compensarle por ser una loca borracha. —¿Cómo vas a escribir el ensayo si vas a pasar todas tus noches con Dev y ni siquiera sabes sobre lo que trata el libro? —dijo Vanya—. Sabes que debes entregarlo la semana que viene, ¿no? Mi estómago se estremeció. Eso había llegado rápidamente. —Relájate, lo tengo cubierto —dijo Mads—. Es simple en realidad. Es el viernes... así que Van, ¿puedo venir el jueves? Van golpeó a Mads al doblar la esquina y estaba riéndome de ellas, lo que hizo que me estrellara directamente con alguien. Nuestras frentes se golpearon a la vez y retrocedí un paso, sosteniendo mi cabeza. —¡Ay! Lo siento —dije—. Debería haber estado... —Dejé de hablar cuando vi que me había chocado con Nikki quien se estaba frotando la frente, también.

THE KISS jFF

83

—Hola Poppy —dijo—. Está bien, siempre supe lo torpe que eras. —Un atisbo de sonrisa se dibujó en sus labios. —¿Perdón? —Mads se puso delante de mí. Ella claramente no podía ver la sonrisa. Nikki dio un paso hacia atrás mientras Mads daba un paso justo frente a su cara—. No te atrevas a llamarla torpe. —Mads, no —dije. Pero no estaba escuchando. —Oye —dijo Mads, olfateando—. ¿Qué es ese olor asqueroso? Espera, creo que lo sé. —Su mirada se centró de lleno en Nikki—. Es “eau4 de zorra”. Nikki entrecerró los ojos, y le dedicó una apretada sonrisa rojo rubí. —¿Qué fue eso? Me pareció oír que la sartén le llamaba puta a la tetera. Oh no, no lo hizo. —Te vi en el concierto de Academy aquella vez, estabas metiendo mano y aplastando a un chico que no era con el que habías ido. —Vanya y yo nos apartamos, sabíamos hacía donde se dirigía esto. La perra estaba a punto de conseguir una bofetada. —¡Eso es todo! —Mientras Mads se lanzaba hacia adelante, la agarramos cada una de un brazo y la sostuvimos en su lugar. Nikki dio un paso atrás de nuevo, fuera del alcance de Mads. —¡Maddie, basta! —dijo Vanya—. Por Dios, Mads, no vale la pena. —¡Ven aquí! —gritó Mads, tirándonos hacia delante mientras se lanzaba de nuevo, con las manos escarbando en la nada. Nikki se cruzó de brazos y negó con la cabeza. —Poppy, es mejor que le pongas a tu perro una correa —dijo, caminando alrededor de nosotras en un amplio círculo al pasar—. O podría conseguir que la sacrifiquen. Mads gruñó y apreté más mi agarre en sus bíceps. —¡Nos veremos por ahí, zorra! —gritó Mads. Nikki se alejó, con la cabeza bien en alto. Mads aflojó su cuerpo, y soltamos sus brazos mientras miraba airadamente la espalda de Nikki. Recuerdo haber pensado en ello cuando la conocí, lo parecidas que ella y Mads eran. Ambas locas por los chicos y... bueno, un poco locas en general. Hubo una vez, en Myron, cuando hubo el cumpleaños de un chico de trece años y todos le estábamos cantando feliz cumpleaños y Nikki se había subido en una mesa vecina y le había cantado el feliz cumpleaños al estilo de Marilyn Monroe.

4

Eau: Perfume.

THE KISS jFF

84

Cuando ella le guiñó un ojo y le lanzó un beso al final, nunca había visto la cara de nadie ponerse tan roja. Se habría metido en problemas si el espectáculo no les hubiese gustado tanto a los dueños y si el papá del chico no le hubiese deslizado a ella un billete de veinte por ser tan buena chica. Durante el verano, me había estado muriendo porque Mads regresara, para así poder presentarlas. Probablemente se habrían llevado bien si las cosas fueran diferentes. —Honestamente, no sé como fueron amigas —dijo Mads—. ¡Qué perra! —No puede ser tan mala persona si Poppy era amiga de ella —dijo Van, agachándose para recoger los carteles y la cinta donde habían caído en la acera—. Tal vez solo tomó una mala decisión. No puedes escoger quien te gusta. Aparté la vista, sintiéndome rara, sintiéndome culpable. ¿Sería yo la que me estaba entrometiendo en la relación de Cam y Nikki, la más grande historia de amor jamás conocida? ¿Había hecho de esto un asunto demasiado grande? —Oh, muy bueno, Van —dijo Mads sarcásticamente, dándole un lento aplauso. Vanya nos miró, sorprendida. —¿Qué dije? —¿Estabas o no justificando que esa zorra y el infiel empezaran a salir a espaldas de Poppy? Sentí una punzada de dolor en el estómago, como si un cuchillo invisible se hubiera clavado en mí. O por lo menos supongo que así es como se sentía. Solo escuchar esas palabras lo trajo todo de vuelta tan vivamente, como si fuera de nuevo la noche al final del verano. —No los estoy defendiendo, Mads. —Así es como a mí me sonaba. —Bueno, no es lo que quise decir. —Ya basta, cállense —dije—. Ella no estaba diciendo eso, Mads. Y, ¿qué importa, de todos modos? Mads me miraba con la boca abierta. Casi podía ver sus amígdalas. —Qué quieres decir con, “¿qué importa?” —preguntó, indignada. —Fue hace mucho —dije—. Tengo que dejarlo ir, tienes que dejarlo ir. Sucedió. Estoy siguiendo adelante. Claro que no quiero ser su amiga, pero no creo que atacarla en la calle vaya a resolver nada, tampoco. —Sí, eso fue un poco exagerado, ¿no crees, Mads? —dijo Vanya. —Estás siguiendo adelante, ¿verdad? —dijo Mads—. Sigues adelante. Bien, bien, no iba a decirte esto, pero Dev me dijo que estaba en la farmacia con Cam

THE KISS jFF

85

hace un tiempo y Cam estaba comprando condones. Y también parecía saber lo que estaba haciendo, cuales quería. Fue todo un experto en el tema de comprar condones. No dije nada, ya que todo mi cuerpo temblaba y se estremecía, y mi estómago escupía lava contra sus paredes. Tal vez necesitaba un antiácido. —Están teniendo relaciones sexuales, Poppy. —Lo entiendo, Mads —dije. Me aclaré la garganta, levanté mi cabeza y seguí caminando. Me detuve en el siguiente poste y sostuve un cartel. Vanya obedientemente lo pegó con la cinta. —Es natural, supongo —dijo Vanya—. Quiero decir que es el siguiente paso, ¿no? —Sí —dije—. Así es. Él puede hacer lo que quiera. He seguido adelante, tengo a Ty. —¿Tu y Ty lo han hecho? —preguntó Mads. —¿Qué? ¡Maddie! —Es una pregunta legítima, ya que es “natural” y todo eso —dijo—. Así que vamos, ¿lo han hecho? —¿Y tú y Dev? Los hombros de Mads se hundieron. Se dio cuenta de que estaba cambiando el tema, o al menos desviándolo, pero me dejó hacerlo. —Aún no. No hemos estado juntos el tiempo suficiente. Seguimos rompiendo y volviendo. Es solo que todo parece genial y estoy tan colada en él, pero luego soy una completa perdedora y hago cosas que lo arruinan —dijo ella—. Así que no. No lo hemos hecho. Aunque no voy a estropear las cosas esta vez. Lo vamos a hacer. Lo prometo. Ahora es tu turno. ¿Has tenido o no relaciones sexuales con el casi estrella de rock? —¡Alto! —gritó alguien—. ¡No quiero escuchar esto! Nos dimos la vuelta, y medio oculto detrás del poste de luz estaba la Plaga, su rostro crispado y con las manos tapándose los oídos. En sus manos estaban arrugados trozos de papel. Miré hacia el último poste que habíamos pasado, el cartel había desaparecido. —¡Rory! —grité, corriendo hacia él. Tan pronto como empecé, se largó corriendo de nuevo por la calle y lo perseguí todo el camino a casa. Salvada por la Plaga. ***

THE KISS jFF

86

Lo perseguí hasta la casa y me cerró la puerta de entrada en la cara. Maldije, saqué las llaves y entré. Para entonces, ya estaba en su habitación, con la puerta cerrada. No me importaba. Abrí la puerta y ésta golpeó contra la pared muy fuerte, haciendo que su tablero de notas lleno de códigos de trucos se inclinara a un lado. Rory se sentó en el suelo, delante de su cama. Poo Bum se acercó sigilosamente a su lado, presionando su cabeza contra su amigo, mi hermano. Rory le acarició el pelo y le rascó detrás de las orejas. Observé los ojos del perro revolotear cerrados y presionar más su cabeza hacia los dedos de Rory. —Muchas gracias por destruir los carteles, cabeza de culo —dije—. Me había estado preguntando por qué seguían desapareciendo, por qué tenía que seguir colocándolos una y otra vez. —No me miró, solo se concentró en acariciar al perro—. ¿Los has echado siquiera en los buzones? —No. Me lo imaginé. —Mira, ya has oído a mamá, no podemos tenerlo. Además, su familia probablemente lo está echando de menos como loca. —¿Crees que tiene una familia? —Bueno, sí. ¿Tú no? —Pensé que quizás era un perro callejero. Que no tenía un hogar. —Supongo que es posible. —Sí, y tal vez podríamos ser su hogar, su familia —dijo—. ¿Así que podrías dejar de poner los carteles por un tiempo? —Rory… —¿Por favor, Poppy? Mamá no quiere enviarlo a la perrera y si nadie lo reclama entonces es nuestro. Simplemente deja de poner los carteles. —Niño, deberías hablar con mamá. —Lo sé —dijo con tristeza. Frotó su cara contra la cara de Poo Bum y el perro le lamió la mejilla. Era muy dulce. Cerré la puerta suavemente detrás de mí y caminé hasta mi habitación donde tomé mi guitarra y me dejé caer sobre la cama. Rasgueaba lentamente, mirando al techo. No podíamos dejar que el perro fuera a la perrera. No podíamos. Había masticado un montón de calcetines y algunos de los zapatos preferidos de mamá, sin mencionar el momento en que papá me contó sobre cuando llegó a casa y había plumas y relleno de almohada por todo el dormitorio, pero no quedaba nada de la ropa de cama. Estaba destrozada. Y orinada. Había un montón de orine dentro y aquellos grandes montículos humeantes de caca, por no mencionar lo de liarse con la pierna y robar la cena. Había tomado algún tiempo sacarlo de esos hábitos, para que se sintiera cómodo

THE KISS jFF

87

con nuestra familia, y para que nosotros nos sintiéramos cómodos con él. No había manera de que consiguiera ser reubicado en la perrera, no siendo un liador de piernas y destructor de casas. Y solo había una cosa que les sucedía a los perros que no conseguían ser reubicados. Empecé a escribir una canción. *** Más tarde estaba en el computador, tomándome un merecido descanso de cinco minutos o más de la redacción de ensayos. Hice clic directamente en YouTube y comprobé mi canal. The Kiss Off se estaba convirtiendo en una locura de éxito, lo que se extendía hacia mis otros videos, mis canciones. Todo lo que solía tener quizá eran diez mil visitas que se generaban en el transcurso de un año, ahora tenía cien mil visitas y seguía creciendo. En lo más nuevo, en la barra lateral estaban los enlaces al material de archivo de Academy of Lies tocando The Kiss Off en un puñado de conciertos diferentes. Y luego un par de sus otras canciones también. Mis entrañas se retorcieron de entusiasmo. Estaban consiguiendo un montón de publicidad, aunque solo fuera con el público cibernético. Espera un segundo, eso era... hice clic en un enlace que había llamado mi atención, llamado PoppyLongStocking. Era un video corto de una cámara de teléfono, de mi... eh... a falta de una palabra mejor, mis “fans” tomándose fotos conmigo en el concierto en FoxTail. Presioné mi marcación rápida inmediatamente. —Hay un video en YouTube de mí, donde las personas están arremolinadas alrededor mirando y tomando fotos de mí como si yo fuera alguna especie de celebridad —le dije a Van. —¿Me puedes llamar más tarde? Estoy trabajando en mi proyecto de Biología y estoy bastante concentrada… —¿No es impresionante? —Completamente impresionante, lo es. Pero voy a tener que hablar contigo más tarde, adiós. —Y me colgó. Mis hombros cayeron ante su falta de entusiasmo. Hice una pausa antes de llamar a Mads. Lo habíamos dejado un poco raro, más temprano. Pero antes de llegar a una decisión, era como si nuestros cerebros se hubieran sincronizado y mi teléfono vibró en mi mano. —¡Enciende la radio en WKM1! —gritó Mads. Hice una mueca y sostuve el teléfono lejos de mi oído mientras obedecía y giraba el dial de mi estéreo, en busca de WKM1. —¡Hazlo! ¡Hazlo! ¿Estás escuchando? ¿Estás oyendo eso? —Está bien, lo estoy haciendo, espera. —Dejé de hablar y escuché la conocida canción. La canción que solo había escuchado acústicamente y en vivo.

THE KISS jFF

88

Realmente habían grabado la canción con una voz conocida. La voz de Ty. ¡La voz de mi novio! —¿Está en la maldita radio? —grité y salté arriba y abajo, dando vueltas en círculos. Bex debía haber oído la conmoción porque entró y comenzó a sacudir su cuerpo de lado a lado, bailando conmigo. Puso sus manos sobre su cabeza, como había aprendido en sus clases de ballet y dio una vuelta con cuidado. No se cayó así que debía de haberlo hecho bien. Mads estaba cantando junto a la canción en voz alta, y me uní al grito de éxtasis, cantando y Bex trató de cantar también pero sobre todo terminó gritando. —Es su elección de la semana, ¡dijeron que va a ser un éxito seguro! —dijo Mads cuando la canción terminó. —No puedo creerlo —dije—. Simplemente no puedo. Tengo que irme. ¡Voy a ir a ver a Ty! —Sabes, nunca respondiste a mi pregunta sobre… Colgué el teléfono y abrí mi armario, revolviendo la ropa. No llevaría pantalones vaqueros y suéter para esta noche, quería llevar algo... me refiero a que él estaba en la radio. Nosotros estábamos en la radio. Teníamos que celebrarlo. —¡Ma-má! —grité. Había un vestidito negro de tirantes que sería perfecto. Con mis botas hasta las rodillas las cuales solo las usaba en ocasiones especiales porque maltrataban mis dedos de los pies y dolían como locos. Pero esta era una ocasión especial. Ahora, ¿dónde demonios estaba ese vestido? Me precipité fuera de la habitación. —Mamá, ¿dónde estás? —llamé. —Estoy aquí, cariño. —Seguí su voz hacia su dormitorio. La puerta estaba entreabierta y la empujé para abrirla encontrándola sentada en su cama, leyendo un libro de cocina con Poo Bum tumbado a su lado, mirándome. —¿Sabes dónde está mi vestido negro? —¿Tienes un vestido negro? —Sabes cuál es, el que tiene un lazo. —Entonces mi cerebro registró que ella tenía en la mano un libro de cocina—. Mamá, aléjate de ese libro —dije saltando sobre la cama, tratando de arrebatarle el libro. Me dio un manotazo con él. —No soy tan mala Poppy —dijo—. ¿O sí? —Mi favorito fue el del jarabe de arce dulce con patatas quemadas —dije—. Fue realmente asqueroso, mamá. Entornó sus ojos hacía mí, pero no hizo ningún comentario, y volvió a su libro. Riéndome, me incliné y la abracé.

THE KISS jFF

89

—Guau —dijo Mamá—. ¿Qué es esto? —Nada, solo estoy feliz. —Realmente. —Sí, no estaré aquí para que puedas envenenarme esta noche, por cierto. —¿Veneno? Oh, eso está bien —dijo mamá, golpeándome con el libro de nuevo. Bex me siguió hasta la habitación y la ayudé a subir a mi lado. —Y a ti, Becka —dijo Mamá—. Te gusta lo que cocino, ¿verdad cariño? Bex arrugó la nariz y sacó la lengua. —¿Ves? ¿Ves? —dije. Mamá suspiró y trató de no reírse. —¿Así que adónde vas que necesitas tu vestido negro? —A ninguna parte —dije con una sonrisa pícara—. Solo fuera. —Mmm —dijo mamá, suspicaz—. Te das cuenta de que eres todavía mi hija y técnicamente necesitas mi permiso para salir. O podría implantarte un dispositivo de rastreo. Y brindarte una agradable cicatriz. —¿Dónde está mi vestido, mamá? —Dime qué aspecto tiene —dijo. —Ya sabes, ¿el que tiene tirantes, y está por encima de la rodilla y tiene ese lazo de encaje alrededor de la cintura? —Oh —dijo—. Te refieres a mi vestido negro. —¿De qué estás hablando? —pregunté, sentada con la espalda recta—. No es tuyo. —Pensé por un momento—. Oh, espera un segundo... Mamá me dio un golpecito en la frente, mirando divertida. Di un manotazo para alejarla. —Está en mi armario —dijo—. ¿Así que debo conseguir el dispositivo de rastreo ahora, o...? —Voy a casa de Ty —dije. Mamá me miró. —Este chico, Ty, es muy buen amigo tuyo ahora, ¿no? —Más o menos, sí —dije. —¿Qué pasa con lo que llevas puesto? ¿Por qué necesitas un vestido de noche para ir a visitarlo? —¿Me has oído gritando y cantando hace un momento?

THE KISS jFF

90

—¿Cantando? —dijo mamá—. ¿Es eso lo que era? —La canción de la banda de Ty estaba en la radio. Yo escribí esa canción. Predicen que va a ser un éxito, ¡tenemos que celebrarlo! —¿Una canción que escribiste está en la radio? —Sí... ellos la grabaron, ¿así que puedo pedir prestado el vestido? —Eso es increíble, cariño, ¡felicitaciones! —Se inclinó y me dio un abrazo que hizo que Poo Bum gritara y saltara fuera de la cama cuando quedó atrapado en medio de ello. Todo esto era muy agradable pero no estaba más cerca del vestido. —¿Podemos escucharla en algún momento? —Uh, sí, seguro. Por supuesto —dije, tratando de no estremecerme. Estoy orgullosa de la canción, no me malinterpreten. Y pienso que Academy of Lies había hecho un trabajo asombroso con ella, pero no estaba segura de querer que mis padres escucharan como habían roto mi corazón y como planeé vengarme. Por lo menos, no lo estaba en ese entonces—. ¿Así que puedo usar el vestido? —Supongo que puedo prestártelo si lo quieres —dijo ella—. Siempre y cuando prometas no derramar nada sobre él. —Te lo prometo —dije, pasando sobre Bex y fuera de la cama hacia su armario. En serio, es tan tonto cuando la gente te hace prometer cosas como esas. Cuando derramas cosas sobre ti mismo no es exactamente porque lo hagas a propósito. Es posible que en alguna ocasión lo hagas, aunque la mayoría de las veces no pasa nunca. Sentí que mamá me observaba mientras buscaba a través de su armario, los ganchos metálicos se enredaban cuando los empujaba uno por uno a un lado. —¿Así que vas a salir a celebrarlo? —Um, tal vez —dije—. No lo sé. —No lo había considerado, lo único que sabía era que tenía que ir a verlo. Y que tenía que verme atractiva. Y que Cam estaba comprando condones. —Bueno, ¿qué piensas que vas a hacer? —¡No lo sé, mamá! —dije cuando encontré el vestido y lo saqué de su armario—. Solo... ¡celebrarlo! —¿Y cómo planeas celebrarlo? —Yo. No. Lo. Sé. —¿Tenemos que tener la charla? —dijo mamá—. ¿Acerca de ser responsable?

THE KISS jFF

91

—No, no es necesario tener la charla —murmuré, dirigiendo mis ojos a Bex. Estaba acariciando al perro, dándole palmaditas en la parte superior de su cabeza, ajena a la conversación. —Estoy asumiendo que Ty es tu novio, ¿verdad? ¿No es solo tu amigo? —Mamá. —¿Por qué no podemos hablar de esto? —Sí. Quiero decir, no lo hemos dicho exactamente, pero sí, es mi novio. —¿Y está en una banda de rock popular? —Sí. —Lo siento, cariño, pero no me gusta. —¿Qué, solo porque está en una banda? ¿Porque le gusta la música, como a mí? —Los chicos de las bandas, son diferentes a los otros chicos, Poppy. Quiero decir, tienen toda esa fama y... ya sabes lo que son las groupies, ¿no? ¿Lo que hacen? Me cubrí los oídos, no podía escuchar a mi madre hablar sobre groupies. —Oh Dios mío, tienes que dejar de hablar —dije—. Él no está jugando a ser una gran estrella de rock que... —Miré a Bex. Me estaba mirando, ahora interesada en la conversación de los adultos—. Él no “juega” con las groupies. No tiene groupies, ni siquiera son famosos todavía. Y, además, tú ni siquiera lo conoces — dije—. Ty es completamente diferente, no es ni remotamente parecido a eso. —Siempre y cuando puedas estar segura, cariño —dijo. —Estoy segura. —Está bien —dijo. —Está bien —dije de nuevo—. ¿Entonces puedo pedir prestado el auto esta noche? Mamá dejó escapar un “no me gusta” en un suspiro, que por lo general significaba que no le gustaba la idea, pero la aceptaba. —Para ir y regresar pero no para llevar personas alrededor y definitivamente no permitir que otras personas lo conduzcan, ¿entendido? —Entendido. —Asentí y busqué en el bolso de mamá sobre el tocador por sus llaves. Ese fue el momento en el que Bex decidió unirse a la conversación. —¿Puedo tener una groupie?

THE KISS jFF

92

Capítulo 12 Traducción SOS por Lalaemk y Vettina Corregido por Juli_Arg

o manejaba a menudo, quiero decir, había conseguido mi permiso seis meses atrás, pero el sueño que tuve alguna vez de conducir por todos lados, llevando a mis amigos a todas partes y tener esta enorme cantidad de libertad, se vieron empañados por el hecho de que omití la frecuencia con que el auto era usado. Si mi mamá no estaba usándolo, mi papá lo hacía. Y somos una familia de un solo. Así que ahorraba para un auto, pero eso no estaba resultando tan bien, puesto que el verano había terminado hace un buen rato y estaba desempleada. Y tendía a gastar el fondo para comprarme cosas. Como ropa y un iPod y un nuevo amplificador porque rompí el anterior pateándolo accidentalmente contra la pared mientras salía de la cama.

N

Y estaba a punto de gastar un poco más. No es que lo que tengo intención de comprar cueste mucho, al menos no creo que lo haga, pero aún así. Me estacioné en el aparcamiento de Walgreens y me senté en el auto por un minuto, solo mirando fijamente. Era perfectamente natural, me dije a mí misma. Y era mi responsabilidad ir y comprarlos. Comprar condones. Estar preparada. No estaba completamente segura de qué fuera a pasar esta noche, quiero decir, probablemente lo iba a tomar por sorpresa, pero él es un chico —un chico de dieciocho— y yo alegaba serias dudas de que diría que no, si planteaba eso. Cam podía comprar condones y dormir con Nikki, así que yo podía comprar condones y dormir con Ty. Era así de simple. Me bajé del auto y me dirigí a la tienda, haciendo que las puertas sonaran mientras se cerraban conforme caminaba. Levanté mi barbilla una pulgada más alto de lo usual y caminé, buscando el pasillo de los condones. Bueno, la sección de los condones, probablemente no tenían todo un pasillo para ellos. Era una adulta, sabía lo que hacía… sabía lo que estaba haciendo. Levanté mis cejas cuando los encontré, y fui abordada por la variedad. Demasiada variedad. Sabía que había de diferentes tipos, pero no había esperado que hubiera tantos tipos diferentes. ¿Quería brillar en la oscuridad, con sabor —

THE KISS jFF

93

creo que el de fresa podría ser bueno, pero significaba tener un tipo diferente de sexo—, tachado, en forma de placer —lo que sea que eso significaba—, cálidos… no estaban ahí los normales con los que había jugado en clase de educación sexual? Un hombre con casco con una camisa de franela manchada de comida que cubría su panza cervecera pasó, vio los condones que estaba mirando, luego miró hacia mí y me dio una sonrisa mientras pasaba. Yo en el pequeño vestido negro de mi mamá y mis dolorosas pero tan-sexys botas negras largas. Era hora de hacer una decisión y salir. Tomé una caja, cualquier caja, y me dirigí a pagarla. Mi cabeza todavía en alto. Era una adulta madura haciendo las cosas responsables… pero no podía ver a nadie a los ojos. Pagué por mis bienes y me apresuré a salir al auto. Me senté con mis manos en el volante durante un minuto, respirando profundamente. Respiros profundos de vergüenza. ¿Cuál es tu problema, Poppy? Me regañé. Eres una mujer de dieciséis años. La gente tiene sexo. ¿Por qué te estás volviendo loca? Puse la llave en el contacto, y me dirigí al apartamento en la ciudad. Deseando no haber dejado mi iPod cargándose en mi habitación, no me tomó mucho ponerme enferma con los CDs Wuzzy Wombles de mi mamá y de cantar junto a Bex cada vez que estábamos en el auto, así que busqué a través de la guantera para buscar otra cosa, y encontré el Cd de papá Debutance Dolls. Con sus amigos era estrictamente un Springsteen Bruce, un tipo de hombre de rock, pero su familia conocía su gusto por las bandas de chicas. No me oponía a ello, pero no me oponía a ningún tipo de música. Mientras Ty me llamó por el intercomunicador, Archie me saludaba a través del balcón de su habitación. Podía escuchar la música rock a todo volumen y a Archie bebiendo una cerveza. Supuse que su celebración estaba en curso. Mis tacones sonaban contra los escalones de cemento que me llevaban a su apartamento, y cuando llegué a su puerta, encontré a Ty apoyado contra el marco. Vestía un par de jeans desgastados con roturas en las rodillas y una playera lisa en cuello V. Su cabello estaba desaliñado y tenía unas sombras de después de las cinco, y me estremecí ante la vista de él. —No sabía que ibas a venir —dijo mientras lo alcanzaba. Puso sus brazos a mí alrededor en un cálido abrazo y besó la parte superior de mi cabeza—. Me alegro de que estés aquí. Entra. Tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos mientras me guiaba a la casa. Mis músculos se tensaron mientras vi que el apartamento estaba lleno. Había gente por todas partes, gente a la moda, del tipo hipster. Usando sombreros y trajes con camisas y corbatas delgadas y zapatillas de deporte y chicas en vestidos de lentejuelas. Del tipo de los que usan lentes en el interior. Y mezclados con ellos

THE KISS jFF

94

había un grupo de emos y niños punk y la multitud hip-hop con sudaderas y brillo. Dios, tanta gente, ¿podrían ser capaces de notar que había venido por sexo? —¿Estás teniendo una fiesta? —pregunté, haciendo una increíble imitación del Capitán Obvio. —Sí, el sello discográfico invitó a unas personas para celebrar —dijo, no pareciendo muy contento—. ¿Puedes creer que tengo a Johnny Johns en mi casa? —¿Johnny Johns? —pregunté—. Johnny Johns, ¿de la canción White Boy Say What? —Sí, ¿y ves a esa muñeca barbie por la esquina? —Sí, ¿quién es…? —Miré hacia el sofá de la sala. Había una ilegal chica rubia bronceada en un vestido blanco sentada entre media docena de chicos—. Esa es Roxy Washington, ¿no es así? —dije, cubriendo mi boca—. Santa mierda. ¿Cuál era esa película en la que estaba…? —Party Shenanigans, si —dijo Ty—. Y Party Shenanigans 2. No es que las haya visto. Le di al completo mentiroso un empujón. —Ganó ese premio de Teen choice por mejor beso el año pasado —dije. —¿Oh si? —preguntó, poniendo su brazo alrededor de mis hombros. —Sí, no es que sepa algo al respecto. —Por supuesto que no. —¿Qué está haciendo ella aquí? —¿No te lo dije? Vive en el edificio también —dijo. —Uh, no. No me lo dijiste. —La analizo desde el otro lado de la habitación. Tenía el aspecto de alguien normal en la tv, quiero decir, sobre el lado delgado de la normalidad, pero en persona es realmente delgada. Dolorosamente delgada. Se rió acerca de algo y su clavícula sobresalió considerablemente, me sorprendió que el hueso no saliera de su piel. Puse una mano sobre mi estómago, donde tenía una capa de carne bajo el vestido de mi mamá. —Sí, ella firmó con Faux Hawk también. Grabando su primer álbum en Studio B —dijo Ty. Asentí. —Tiene sentido, ¿no es ese siempre el siguiente paso para esas chicas de moda de Hollywood? —¿Quieres conocerla? ¿Quieres conocer a alguien? ¿Qué hay de Johnny Johns?

THE KISS jFF

95

Apoyé mi barbilla contra sus bíceps y envolví mi brazo alrededor del suyo. —No realmente. Solo vine a verte a ti. Me sonrió de esa manera, como si hubiera dicho la cosa exactamente perfecta y yo era la persona más perfecta del mundo. Levantó mi mano a su boca y la besó. —Vamos. Vamos a mi habitación. —Mi estómago se agitaba como si un millón de mariposas quedaran atrapadas en la oscuridad, desesperadas por salir a la luz. —Sí, claro. —Caminamos a través de la fiesta y mis mejillas se ponían más y más calientes mientras la gente nos miraba, tomados de la mano. Ty me llevó a su dormitorio. Se sentía como si todo el mundo miraba. Como si todo el mundo sabía por lo que yo estaba allí, lo que íbamos a hacer. Esto no estaba bien. Ty me miró divertido. —¿Estás bien? —Bien —le dije—. Solo celebridades. ¿Sabes? —Saludé y abracé saludando a la banda y Lana y Jeri al pasarlos y seguí a Ty a su habitación. Cerró la puerta y el ruido de la música se silenció. Observaba desde la puerta mientras se dejó caer en la cama, acostado con la cabeza apoyada en los brazos. Su camiseta se levantó mostrando un puñado de cabello rubio y sedoso alrededor de su ombligo. Dejó escapar un suspiro de cansancio, frotándose los ojos, antes de volver su mirada hacia mí. Me miró de arriba abajo, apreciando mi apariencia. Mis botas, el vestido, mis rizos salvajes que había sujetado fuera de mi cara con una horquilla en forma de libélula. —Te ves muy bonita esta noche. —Gracias —dije en voz baja. Esta era, esta era la noche. Esta era la noche en que perdería la gran V con Roxy Washington, Johnny Johns y su séquito entero fuera de la puerta. Esto era una locura. —¿Qué haces ahí parada? —dijo, acariciando la cama—. Ven aquí. Caminé hacia él, poniendo mi bolso en el suelo y sentándome, balanceando mis piernas hacia arriba y alrededor, muy como una dama. Se movió y envolvió sus brazos alrededor de mí. —Soy un desastre —dijo, enterrando su cara en mi cabello. Su barba se sentía rara, picando la parte trasera de mi cuello—. Acabamos de terminar el video, va a ser genial, pero te juro que he tenido como cinco horas de sueño en los últimos tres días. —Hombre, debes estar cansado.

THE KISS jFF

96

—Eufemismo —dijo, con voz soñolienta, su aliento haciendo cosquillas en la parte trasera de mi oreja mientras su respiración se alentaba—. Fue una sorpresa agradable que aparecieras en mi puerta. ¿Solo viniste a pasar el rato? —No, vine a celebrar, en realidad. —¿Celebrar? —Sí, The Kiss Off está por toda la radio, están diciendo que va a ser un éxito. —Oh, sí. Lo hemos escuchado hoy en In'n'Out Burger —dijo con un bostezo—. Seb estaba prácticamente gritando y Tommy y Lana comenzaron a bailar sobre las mesas. La pareja de sesenta años en la cabina no pareció apreciarlo pero creo que todos los demás pensaron que era gracioso. —Todo lo que pude hacer fue bailar en mi habitación y cantar muy fuerte. No estaba en un lugar público. Eres famoso, Ty. —Bueno, es salvaje—dijo, su voz a la deriva, pude sentirlo quedándose dormido. —¿Es por eso que el sello discográfico organizó una fiesta? —¿Hmm? —dijo—. Oh, no. El sencillo estará en las tiendas mañana, la gente ya lo está comprando en iTunes —murmuró en voz baja, con esa voz lenta tratando de permanecer despierto, pero no puede mantenerse despierto. —Es increíble —le dije, tratando de mantener la voz baja y firme, no demasiado emocionada con el durmiéndose detrás de mí. Este podría haber sido el momento, hubiera sido perfecto, tenía una gran razón para querer hacerlo, tener relaciones sexuales, la gente se deja llevar cuando estaban celebrando. Si tan solo no estuviera casi dormido, acurrucado detrás de mí como si yo fuera su osito de peluche. Estaba decepcionada, pero sorprendentemente, al mismo tiempo sentí, que era, ¿que era ese sentimiento? Estaba decepcionada y no decepcionada. Me sentí aliviada, incluso. Tal vez no me encontraba preparada para esto, después de todo. —Y —dijo en voz baja, al borde de los sueños—. Vamos de gira. —Eso fue todo. Debe haber sido uno o dos segundos después del último comentario que se quedó dormido, roncando suavemente, haciéndome cosquillas en la parte trasera de mi cuello con sus respiraciones profundas. Debe haber estado agotado. El momento —no es que realmente hubiera existido uno para empezar—, estaba bien y realmente se fue de verdad. Después de un par de minutos, me desenredé con cuidado de él y salí de la cama. Envolví su brazo alrededor de una almohada en lugar de mí, y salí del apartamento. Me podría haber quedado y salir con La Gente de Moda, pero honestamente, no tenía ganas de celebrar más. Ellos se iban de gira. Debí haberlo adivinado, por supuesto que irían. No sabía cuánto tiempo quedaba

THE KISS jFF

97

antes de que se fueran o cuánto tiempo duraría la gira, todo lo que sabía, era que algún día muy pronto, Ty se iría, y que habríamos terminado.

98

THE KISS jFF

Capítulo 13 Traducido por Lady_Eithne Corregido por Eliana

S

e fueron cuatro días después, y el apartamento fue ocupado por la próxima y prometedora sensación musical, que iban a grabar su propio álbum.

Sorprendentemente, en realidad, Ty y yo no habíamos terminado definitivamente. Él ni siquiera parecía considerarlo. Me dijo que me llamaría todo el tiempo y que volaría de vuelta para verme cuando pudiera. No sabía cuánto tiempo iban a estar fuera. Dependía de lo bien que les recibiera el país. Tres semanas después, la banda estaba tocando en clubs y en teatros de tamaño medio, haciendo actuaciones en directo en la radio y la televisión y The Kiss Off era cuarta en las listas y subiendo, el segundo video más solicitado y la canción número uno en peticiones en la radio. La gente la usaba como tono de llamada para el teléfono y las chicas en las escuelas forraban sus taquillas con posters de Academy of Lies, especialmente de su apuesto y carismático cantante principal, Ty. Debo admitir; ¿chicas a las que yo conocía perdiendo la cabeza descaradamente por mi novio? Me dejaba alucinada. Mientras tanto, Dev y Mads habían roto y vuelto otra vez juntos, Nikki y Cam parecían estar peleados por algo, y ella había dejado de recogerle a la salida de la escuela, le oculté a mis padres el aprobado por los pelos que saqué por mi trabajo sobre Orgullo y Prejuicio y Poo Bum hacía ostentación de un nuevo y extravagante collar. Mientras cerraba la puerta y tiraba mi mochila en una esquina, Poo Bum trotó hacia mí y frotó su cabeza contra mis manos. El collar destacaba como neón contra su pelaje canela. Era de color turquesa con pequeñas tachuelas plateadas con forma de hueso por todo alrededor. —¿De qué va todo esto, eh? —pregunté mientras le rascaba debajo del hocico. No me contestó, no es que esperara que lo hiciera, en vez de eso ondeó su rabo y sus ojos se cerraron lentamente mientras le rascaba. —¡Mamá! —grité. El auto estaba en la entrada, así que tenía que estar en casa. Deambulé por la casa hasta su despacho. Había un sonido como de zumbido y empujé la puerta para encontrarme a mamá pedaleando sin prisa en su bicicleta

THE KISS jFF

99

estática, leyendo una revista. No era exactamente un esfuerzo que la hiciera sudar—. El perro de pronto lleva bisutería —dije mientras él me seguía al interior del despacho, sentándose encima de su rabo y observando las ruedas girar—. ¿Crees que se la ha robado a alguien? —Necesita un collar si lo vamos a llevar alguna vez con nosotros a alguna parte —dijo Mamá. —¿Y eso es algo que vamos a hacer? —Bueno, sí. Necesita un collar si lo vamos a llevar al parque, y creo que podría ser agradable hacer un picnic en familia en algún momento y él es parte de la familia, así que... —Parte de la familia, ¿eh? —dije con una sonrisa. —No lo voy a llevar a esa perrera —dijo mamá—. No tendría una vida muy larga allí, precisamente, y nadie va a venir diciendo que lo ha perdido. Hice un gran esfuerzo por mantener mi cara inexpresiva. Si lo habían perdido, había poca o ninguna posibilidad de que supieran que lo teníamos. A menos que casualmente pasearan por la calle durante los cinco minutos entre que se pusieron y se quitaron los carteles. Mamá dejó de pedalear y le dio una palmadita en la cabeza. A cambio, él le lamió la pierna, dejando un rastro de baba con burbujitas en su canilla. Mamá hizo una mueca, pero forzó una sonrisa. —Nadie te echa de menos, ¿verdad, chico? —¿Así que nos lo quedamos? —No es como si odiara tenerlo por aquí. Es bastante cariñoso. Ahora que no salta sobre mí cada vez que llego a casa. —Rory estará feliz. —Mmm. Voy a tener que registrarlo en el ayuntamiento, pero no sé cuál nombre decirles. —Bueno, acude cuando se le llama por… —No le voy a llamar Poo Bum, Poppy. No voy a ir al registro de mascotas y decir: “Hola, me llamo Michelle Douglas y quiero registrar a mi perro Caca de Culo, gracias”. —Oh —dije, haciéndole un mohín al perro—. A ella no le gusta tu nombre, Poo. —Si vamos a quedarnos con él, tenemos que ponerle un nombre nuevo y eso es todo.

THE KISS jFF

100

De pronto Poo Bum miró hacia la entrada, sus orejas se irguieron como antenas, olfateó el aire, ladró una vez y corrió hacia la puerta principal. Segundos después la puerta se abrió y oímos a Rory gritar: —¡Poo Bum! ¡Hola, chico! —Sonreí con satisfacción mientras mi madre ponía los ojos en blanco y empezaba a pedalear de nuevo, volviendo a su revista. —¿Qué tal algo sofisticado? ¿Qué tal Dougal? —dijo, alzando la vista otra vez. —¿Dougal Douglas? —dije—. ¿Lo dices en serio? —¿Y qué tal Max, entonces? ¿Maximilian? O Alfred. ¿No crees que sea un Alfred? —¡Poooooooppyyyyyyy! —gritó Rory. —¡Maddie está aquí! Caminé hacia la puerta principal para encontrarme a Mads sosteniendo una revista enrollada, haciendo esa cosa suya de saltar arriba y abajo sacudiéndose como si tuviera ganas de hacer pis, pero realmente no las tiene. Aunque no podría decirlo con seguridad. —Oye, ¿no te dejé en la parada de bus? —dije. —Sí, pero acabo de comprar... —¿Me has seguido a casa? ¿Me estás acosando? —¡Poppy, cállate! ¡Esto es importante! ¡Sales en la revista Star! —Me golpeó en el hombro, un poco más fuerte de lo que ella pretendía —creo— con la revista enrollada. —¿Qué? —dije—. ¿Dónde? Desenrolló la revista y pasó unas pocas páginas. ¡Estaba cerca de la portada! —“La nueva sensación del rock y su musa” —leyó Mads, manteniendo la página. Había tres fotos, ligeramente granulosas. Una del grupo, Lana, Jeri y yo saliendo de Luigi's, otra de Ty y yo pegando nuestras caras contra las ventanas de Acoustic Heaven, nuestra tienda de guitarras favorita, era una foto tremendamente mala, parecía que sonreíamos como unos lunáticos cuando en realidad estábamos riéndonos porque solo unos segundos antes de que se tomara la foto, estábamos jadeando como perros delante del escaparate de las nuevas guitarras eléctricas de Les Paul y Fender y finalmente, una instantánea de nosotros besándonos, tomados de las manos, con mi cabeza doblada hacia atrás para alcanzarle. Fue un momento muy lindo, en realidad. Había sido solo un besito, no hicimos completa demostración de afecto en público, pero viendo esa foto, podría ser cualquier cosa. Esas fotos era de hacía mucho tiempo, pero según la revista eran novedad de última hora.

THE KISS jFF

101

Y debajo del artículo, ¡había un artículo!, estaba una foto de mí y de Stella, una captura de imagen de uno de mis videos de YouTube. No podía creerlo. —“El fenómeno de YouTube PoppyLongStocking, del nombre real Poppy Douglas, es la persona que está detrás del éxito The Kiss Off, de Academy of Lies, las angustiosas letras acerca de vengarse de un ex infiel combinadas con un ritmo pegadizo que han captado la atención de las adolescentes de todo el mundo. —¿Dice del mundo? —Sip, “adolescentes de todo el mundo” —Sonrió Mads—. “Douglas, quien sale con el cantante principal de la banda, Ty, y su canción The Kiss Off, son responsables del meteórico ascenso al estrellato de Academy of Lies en las últimas semanas y la chica de dieciséis años podría ser considerada la musa del grupo” — Mads se detuvo y se volvió hacia mí—. ¡Eres su puñetera musa! Sonreí, mordiéndome el labio inferior. No me podía creer todo esto. Mads continuó—: “El canal de YouTube de PoppyLongStocking está lleno de actuaciones de Douglas tocando temas originales en acústico, todas las cuales son arriesgadas y profundamente personales con ganchos matadores y estribillos que querrías cantar todo el rato. Nosotros, en Star, creemos que ésta talentosa compositora tiene una larga y prometedora carrera por delante, y esperamos el álbum de debut de Academy y la posibilidad de escuchar más canciones originales de Poppy Douglas” —Mads aporreó la revista contra mi pecho, y la agarré—. Están locos por ti. Pero no me sentía bien con esa última parte. —Sí —dije. —¿A qué viene esa cara? ¿Qué pasa? ¡Sales en la revista Star! Los paparazzi te estaban siguiendo. Eres oficialmente famosa, Pops. —No tengo ninguna otra canción en el disco. Solo The Kiss Off. —Oye, ¿te dan derecho de autor por eso o algo? Porque vas a ser rica. —Mads, esto es serio. ¿Y si...? —¿Qué? —Bueno, quiero decir que ellos han estado actuando antes de tocar The Kiss Off, ¿verdad? —Verdad. —Y solo consiguieron firmar cuando la compañía escuchó esa canción. Nunca habían conseguido firmar con su propio material, solo con Kiss Off. ¿Y si...? —¿Qué? ¿Qué estás diciendo?

THE KISS jFF

102

—¿Y si el disco es un fracaso? —dije—. ¿Y si el resto de sus canciones son una mierda? Sé que suena fatal, pero es muchísima presión lo que han escrito. ¡No escribí su álbum! —Cariño, relájate. Hemos estado en sus actuaciones. Hemos oído sus canciones. Academy son de puta madre con o sin ti. —Sí, tienes razón. —Perdona, The Kiss Off es genial, en serio, pero... —No, lo capto —dije—. Bien —Solté el aliento que ni siquiera sabía que estaba conteniendo. Mi cuerpo empezó a relajarse—. Y además, ellos lo han mejorado. Le han dado un sonido más lleno. Mi versión es buena y todo eso, pero la suya es mejor —dije—. Vale, bien. Sí. Estoy segura de que irá bien. —Así que... ¿has hablado con él? —Sí, un par de veces —dije—. No en un par de días, de todas formas. Parece que la gira es bastante intensa. —Sí. Y esquivar a las skanky5 que se arrojan a él debe suponer un trabajo en sí mismo. —¿Qué has dicho? —dije—. Vuelve atrás un momento. ¿Skanky? —Oh, vamos, ¿cómo es que no las has visto? ¿No vives prácticamente online? —¿De qué estás hablando, Mads? —No es nada —dijo—. Son solo las fans chillonas con pinta de zorras, eso es todo. —¿Y él, ya sabes... —empecé. No estaba segura de que pudiera terminar mi pregunta—. ¿Y él mira a alguna de ellas? —No lo sé, pero, ¿sabes lo que deberías hacer? Mandarle un mensaje caliente. No podía creer que me hubiera dicho eso. ¿Fotos desnudas? No podría hacerlo... de ninguna manera... me cubrí el pecho con los brazos, y miré alrededor del vestíbulo por si acaso mi madre estaba por allí. O peor: mi hermano. —¿Por qué? Estás loca. —¿Por qué no? Si está mirando a otras chicas, una foto como esa seguro que le recordaría lo que se está perdiendo. —Me dio un golpe con la cadera y me guiñó un ojo. —¿No tienes una casa a la que ir? Adiós, Mads. 5

Skanky: Mujer fácil y asquerosa.

THE KISS jFF

103

—Oh, tranquilízate, solo es una sugerencia —dijo—. Hasta luego. Le señalé a Mads la puerta por la que había venido y entré en mi habitación pisando fuerte. Era una idea estúpida. Nunca me había visto desnuda hasta ahora, todo había ido un poco de prisa para él antes de que se fueran y luego no había habido una segunda oportunidad. Mis condones estaban enterrados en el fondo del cajón de mi ropa interior, detrás de mis tampones. Pensé en todas las chicas de la escuela que tendrían su poster. Todas las chicas de ahí fuera a las que les gustaba el grupo. Todas las chicas, en general. Mads podía tener razón. Me tumbé en la cama, jugando con la función de cámara de mi teléfono. Posé un par de veces, haciendo el tonto, dando patadas al aire, arqueando mi espalda. Me quité el suéter e hice un mohín para la cámara, juntando mis pechos de forma que tuviera un buen escote saliendo de la parte superior de mi camiseta. Agh, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué estaba siquiera considerándolo? No era esa chica. Me avergoncé, lancé el teléfono sobre la alfombra y enterré mi cara en la almohada. Ni siquiera estaba desnuda, nadie me había visto posando y ya era humillante. De ninguna manera iba a hacerlo, dejando que un mensaje de texto fuera la primera vez que me viera sin ropa. Me pregunté si Mads le había mandado a Dev mensajes calientes. Ya que parecía tan cómoda con la idea, suponía que quizás lo había hecho. ¿Lo sabía Vanya? No, de ninguna manera. Gruñí, sintiéndome culpable al pensar que Vanya se enterara de que estaba siquiera considerándolo. Podía ver su cara de desaprobación y decepción. Ella no lo entendería del todo. Luego me pregunté si Nikki le había enviado alguno a Cam. Apostaba que sí. Luego me pregunté por qué me estaba preguntando acerca de Nikki y Cam. Puede que no fuera a mandarle un mensaje caliente, pero podría seguir recordándole lo que se estaba perdiendo. A mí, se estaba perdiendo de mí. Quizás no desnuda, pero a mí de todas formas. Todas las partes de mí. Estiré mi brazo hacia mi teléfono, pero con un gruñido me di cuenta de que no estaba cerca. No me molestaría en levantarme, así que serpenteé un poco más cerca hacia el borde de la cama e intenté alcanzarlo otra vez, estirando los dedos en el aire, cinco centímetros más. Rodé y serpenteé con mi cuerpo un poco más. Colocando una mano en la alfombra para estabilizarme, la otra tocó el teléfono. Las puntas de mis dedos rozando su suave superficie muy ligeramente. Toda la parte superior de mi cuerpo estaba colgando por fuera de la cama mientras dejaba salir gruñidos involuntarios, estirándome y estirándome hasta que finalmente mi mano se cerró alrededor de mi teléfono, movimiento que me hizo perder el equilibrio, mi brazo de apoyo se desplomó y me caí de frente en la alfombra. Intenté volver hacia atrás, pero mis piernas estaban enredadas y atrapadas entre las sábanas. Viéndolo en retrospectiva, quizás hubiera sido más fácil ponerse de pie y caminar hasta el teléfono.

THE KISS jFF

104

Encontré el número de Ty y sujeté el teléfono junto a mi oreja. Sonó durante lo que pareció una eternidad hasta que alguien descolgó. No podía estar segura de que fuera Ty, porque farfulló algo y esperó a que hablara. —¿Hola? ¿Eres tú, Ty? —dije—. Oyeeeee… —Fue mi respuesta antes de un puñado de maldiciones y un gemido—. ¿Estás bien? —Sí, bien. Estoy bien. —¿Te he... —Miré mi despertador. Seguramente no—. ¿Te he despertado? —No, no —dijo—. Bueno, un poco. Sí. —Son las tres. De la tarde, quiero decir. —Sí. Tuvimos una actuación anoche y salimos todos al terminar. Llegamos un poco tarde. Uff, la cabeza me está matando. —Oh —dije. No sabía qué más podía decir—. ¿Estás en tu hotel? —Sí. ¿De verdad son las tres? —Sip —dije. Oí algo de movimiento de fondo. —Oh, no, son solo las doce aquí —dijo. Debía haber encontrado un reloj—. Me dio un ataque al corazón. Las once, eso es bueno. Tenemos una reunión a las dos, así que pensé que estaba jodido. Eso sí, con esta resaca probablemente lo estaré. —Cubrió el micrófono, o apartó el teléfono de su oreja por un momento y le oí preguntar—: ¿Podrías traerme un poco de agua? Mis entrañas se congelaron cuando oí una voz, una voz femenina decir: —Claro. —¿Quién era? —pregunté, intentando mantener el frío en mi cuerpo y no en mi voz. —Solo es Sasha —dijo—. Es nuestra publicista, ¿puedes creerlo? Tenemos una publicista. Trabaja para Faux Hawk. Y ahora para nosotros, supongo. ¿Qué estaba haciendo ella en su habitación de hotel, cuando ni siquiera estaba despierto? Imágenes de una mujer medio desnuda saliendo de su cama para ir a buscarle y traerle un vaso de agua a mi novio aparecieron en mi mente. —Oh, yo, hum... —Se siente bien oír tu voz —dijo—. Y realmente quiero hablar, pero, ¿has llamado por algo en particular? Porque si no tengo que tomarme una aspirina o algo... —No, no es por nada —dije rápidamente—. Solo quería decirte hola, y que te echo de menos.

THE KISS jFF

105

—También te echo de menos —dijo—. Pero de verdad es mejor que consiga algún analgésico. —Vale, ¿hablaremos pronto? —Por supuesto. Ah, mi agua está aquí. Eres un regalo del cielo, Sasha. — Luego volvió a poner su atención en mí—. Adiós nena. —Y colgó. Bajé el teléfono. No me gustaba que esa chica o mujer, Sasha, estuviera en la habitación del hotel de mi novio. Quizás debería haberle mandado una foto desnuda. Apuesto que habría conseguido más atención que la que había tenido con esa llamada. Desde mi extraño ángulo de visión, abajo en el suelo, mis ojos se posaron en mis libros de la escuela, mis libros de texto amontonados en mi escritorio. Esperando por mí para que estudiara. Porque la Trigonometría no se va a estudiar sola. Y juzgando por mi nota baja, tampoco lo iba a hacer Inglés. Giré mi cabeza lejos del escritorio y mis ojos se posaron en Stella, mi guitarra acústica. La saqué de donde siempre la guardaba, a salvo bajo mi cama y empecé a rasgarla. Tenía que abordar este tema del mensaje de texto. *** El día siguiente, empezó de verdad. Resultó que Mads no era la única persona que nos había visto a mí y al famoso chico en la revista Star. Parecía que el resto de la escuela también lo había visto, había copias en las manos de al menos una de cada dos personas en cada pasillo por el que caminaba, en cada clase en la que me sentaba. Las chicas del primer año me miraban con envidia y adoración, e incluso algunas de último curso me observaban como si tuvieran algo que decir pero no supieran como acercarse a mí. Parecía insólito que todo el mundo estuviera hablando de mí. Por el rabillo del ojo, creía que me estaban mirando, pero luego cuando me giraba a mirar, no lo estaban. Y podría haber sido una locura, pero era más bien como si la mayoría de las aulas en las que entrara se silenciaban cuando llegaba. Pero podría haber estado imaginando cosas. De cualquier modo, parecía que había sido excluida. Un par de chicas de último año corrieron hacia mí cuando pasé por delante suyo en el vestíbulo. —Hola Poppy —dijo una chica con un vestido blanco con leggins hasta el tobillo mientras ajustaba su paso al mío. “Hola Poppy”, como si fuéramos amigas, como si nos conociéramos. Desde luego que no era sí. —Hola... —dije. Fue directa. —¿Así que es verdad que estás saliendo con Ty, de Academy of Lies? — Sostenía la revista, apuntando específicamente a la foto en la que nos estábamos besando. Ni siquiera esperó una respuesta—. Eres tan afortunada. ¿Cuándo volverá a la ciudad? ¿Van a actuar aquí? ¿Crees que podrías conseguir que entráramos?

THE KISS jFF

106

—¿Te conozco siquiera? —dije. Se quedó confusa por un instante, abrió la boca un par de veces, parpadeó y su compostura volvió rápidamente. —Duh, soy yo, tonta: Ava —dijo, dándome un apretón en el hombro—. Solo hemos ido a la misma escuela durante dos años, pero está bien, te perdono. Hice una mueca. Parecía una chica de último curso, o de tercero ¿cómo iba a conocerla? O quizás... ¿era una estudiante de segundo curso bastante crecida de la que nunca me había dado cuenta de que existiera? —¿Y cómo es Ty, de todas formas? —dijo—. Está muy bueno. ¿Está tan bueno en persona como en la televisión? Apuesto a que sí, eh. ¿Cómo se conocieron? No sabía cómo manejar esto. Sí, puede que hubiera salido con él, sí, estaba tan bueno en persona aunque con una pose menos altiva que en el video musical, y ¿cómo nos habíamos conocido? ¿Realmente creía que le iba a contar la historia de cómo un perro intentó violar mi pierna a una completa desconocida? ¿Cómo iba a ser esto de su incumbencia? —Porque sales en una revista y tu vida ya no te pertenece —dijo Vanya mientras permanecíamos de pie en la línea de banda durante su entrenamiento de hockey, esa tarde después de la escuela—. Ahora es pública y la gente siente que tiene el derecho de conocer los detalles y chismosear sobre tus errores. — Observamos a sus compañeros de equipo correr y lanzar la bola por el campo—. No es que hayas cometido ningún error, solo estoy diciendo. —Esto apesta —dije, pateando la hierba—. ¿Así es como se siente ser famoso? ¿Como si todo el mundo hablara de ti y tú no supieras si están diciendo que eres genial o que eres una gran puta? ¿Y constantemente te sientes como si tuvieras un moco enorme colgando de la nariz o comida entre los dientes? —Pasé la lengua alrededor de mis dientes por centésima vez ese día, solo para estar segura. —No lo sé. —Vanya se encogió de hombros—. Me imagino que sí. —Se inclinó hacia abajo y se subió los calcetines. Le quité su palo de hockey y le di un ligero golpe en la espinilla. —Bueno, pues apesta —dije, devolviéndoselo. —Ánimo, Poppy. Tú no eres la famosa, lo es él. Se olvidarán de ti bastante pronto, ¿no lo crees? —Eso espero. Sabes que solía desear ser una estrella de rock. —Lo sé. —Una estupidez. Creo que me quedaré en escritora de canciones.

THE KISS jFF

107

La entrenadora sopló su silbato. —¡Vanya! —gritó, agitando las manos por encima de su cabeza. Alguien estaba en apuros. —Buena idea. Es mejor que vuelva al entrenamiento —dijo Vanya. Miré detrás de ella y como era de esperar, había un grupo de chicas en el campo mirándonos. —Sí, lo siento, vete. Parece que están esperando por ti. —Vanya se giró y las vio, luego se volvió hacia mí otra vez con una sonrisa compasiva. —Bueno, lo están, pero no están mirándome a mí ahora mismo —dijo—. Te están mirando a ti. Cerré los ojos e hice una mueca. Por supuesto que lo estaban. —¿Estás libre para venir más tarde y filmar un par de canciones? — pregunté. —Puedo, pero, ¿estás segura de que quieres hacerlo? Con todo esto de los quince minutos de fama. —PoppyLongStocking tiene que ver sobre mí. No tiene que ver sobre nada más, y definitivamente no con la fama. Tengo dos canciones nuevas que quiero subir. No he cargado ningún video en un tiempo. —Vale, me pasaré luego. *** Más tarde, durante una cena en la cual Bex había tenido un berrinche de chillidos y casi nos había dejado sordos a todos con su gritos estremecedores alcanzando niveles de primera fila de concierto, y después de que Van hubiera venido, ajustáramos la cámara, grabáramos, subiéramos This Little Doggie y Let's Talk About Sext, y después de que hubiera pasado una hora estudiando para mi examen de Geografía del día siguiente, después de rendirme por la frustración, aceptando que no podría impresionar a nadie con mis notas cuando nos entregaran el examen, en el momento en que decidí tirar la toalla e irme ya a la cama, Ty llamó. —Oye, hola —dijo. Podía oírle sonreír. —Hola a ti también —dije contestando. —Veo que has estado escribiendo. Sonreí. —Por supuesto que lo he hecho. —Interesante video.

THE KISS jFF

108

—Te gusta ese acerca del perro callejero que destroza casas y que ahora lo llamo mío, ¿verdad? —En realidad, sí, me gusta. Me alegro de que todavía lo tengas, él es especial, ¿sabes? —Oh, él es bastante especial. —Me reí. —Sabes lo que quiero decir, es especial para nosotros, él nos presentó, ¿no crees? —Estallé en una enorme sonrisa, pero no podía decir nada. Sabía que sería capaz de oírlo si lo hacía. Eso fue tan dulce, tan sentimental, tan poco típico de un chico. Obligué a la sonrisa a abandonar mi cara. —Sí, supongo que lo hizo. —Aunque debes ponerle un nombre mejor que Poo Bum, en serio. —Estamos trabajando en ello. —De todas formas, no te estaba llamando por ese video tan interesante — dijo, de nuevo con la sonrisa de flirteo en su voz. —¿Ah, no? —pregunté, como si no tuviera idea de lo que podría estar hablando. —Eso de los mensajes de texto obscenos de los que cantas —dijo. Se aclaró la garganta—. No puedo decir que haya oído hablar de eso alguna vez. Necesito más información. —Ajá, ¿cómo qué? —Creo que necesito ver uno, para ver cómo son —dijo—. Ya sabes, así puedo aclararme sobre si estoy a favor o en contra de ellos. Lo que quiera que sean. —Ya te gustaría ser tan afortunado —dije. Se rió. —Bueno, valía la pena intentarlo. Oye, ¿has visto Star? —Sí, y también toda mi escuela. —Eres famosa, nena. —Sí, ¿cómo te las arreglas con eso? ¿Con todo el tema de la fama? Estoy empezando a ser observada y los extraños se acercan a mí queriendo que les consiga acceso a tus actuaciones algún día. —Aquí es totalmente surrealista —dijo—. Fui a un pequeño centro comercial de por aquí con Archie y había un grupo de diez chicas. Cuando nos vieron, habrías pensado que teníamos machetes o algo así, empezaron a gritar muy alto. Y luego nos persiguieron. Fue una locura, no sabía que podrían hacer si nos

THE KISS jFF

109

atrapaban. Y los paparazzi, se ponen delante de ti disparando, haciendo preguntas, es bastante difícil esquivarlos. —Da miedo —dije. —Y me lo dices a mí. Viste esas fotos nuestras en Star, ¿verdad? Todavía estábamos grabando el disco en ese momento, así que había algún paparazzi acosándonos o a ti o a mí, esperando a que uno de nosotros se hiciera famoso — dijo—. Apuesto a que Sasha lo filtró, en aquel momento. Sasha. Solo la mención de su nombre me recordaba que yo estaba aquí, y que él estaba allí, donde quiera que estuviera ahora mismo, con cualquiera. Con cualquiera. —¿Qué quieres decir? —dije. —Probablemente fomentando la publicidad antes de tiempo, diciendo que teníamos una canción muy buena a punto de salir y que valía la pena prestarnos atención —dijo—. No lo sé, solo estoy especulando. —Suspiró—. Diciendo tonterías, probablemente. Lo que sea. Te echo de menos, ¿sabes? —También te echo de menos —dije. —Volaré de vuelta en las próximas semanas, llegaré y te veré a ti, a mis padres, a algunos amigos. —Eso suena realmente bien —dije—. No puedo esperar. —Yo tampoco. Aunque justo ahora, tengo que salir corriendo. Me muero de hambre y tenemos una prueba de sonido más tarde. Colgamos poco después de eso. Le sonreí a mi teléfono. Era genial. Mi corazón se hinchó y suspiré como una heroína romántica enamorada. ¿Estaba enamorada? Nooo. No era posible. Pero, de nuevo, no sabía cómo describirlo. Lo único con lo que realmente podía compararlo era con mi época con Cam. Había sido feliz entonces, muy feliz. Y había ansiado pasar cada minuto con él si pudiera. Y sabía que había sido una estúpida, pero no esperaba que él hubiera pasado página. Era completamente diferente con Ty. No estaba diciendo que él no me hiciera tan, tan feliz, pero en conjunto, todo acerca de nuestra relación era diferente de cuando había estado con Cam. No podía compararlos. No, no podía estar enamorada de Ty. Aunque era seguro que me gustaba un montón. Como a cientos... miles de otras chicas. Había miles de chicas ahí fuera que deseaban ser yo, estar saliendo con mi perfecta estrella de rock. Pero no lo eran, yo lo era. Abrí un mensaje de texto nuevo y con una sonrisa tímida en los labios tecleé: “para ayudarte a pensar en mí hasta que vuelvas”. Luego me levanté la camiseta, sostuve en alto la cámara del teléfono y disparé una foto.

THE KISS jFF

110

Enviar.

111

THE KISS jFF

Capítulo 14 Traducido por Vettina y SOS por Auroo_J Corregido por Juli_Arg

abía que debería haber estudiado más. Me senté en geografía y nerviosamente golpeé mi lápiz en el borde de la mesa, mirando a mí alrededor mientras otras personas dejaron caer sus libros en el suelo, abrieron sus cajas de lápices y quedaban mirando las escupidas en el techo mientras recorrían a través de todo lo que podían recordar que posiblemente podría estar en la prueba.

S

Dos asientos delante de mí y uno a través, estaba vacío. Me pregunté dónde estaba Cam. No es que importara. Cerré los ojos y me imaginé el libro de texto colocado delante de mí anoche, toda esa pequeña escritura negra, la ocasional imagen y gráfico. Tanta pequeña escritura negra... ¿qué decía todo de nuevo? Mis ojos se abrieron de golpe cuando el Sr. Philopolous golpeó la prueba en mi escritorio. Al revés. Por supuesto que era al revés. Dejé escapar un pequeño gemido y Ravi, sentado a mi lado se rió. El Sr. Philopolous debe haberle dado una mirada de odio porque la sonrisa de Ravi se desvaneció y se quedó mirando a su propio escritorio. Él no levantó la mirada de nuevo. —Muy bien, todo el mundo —dijo el señor Phil. Hubo un golpe en la puerta y una de las damas de administración de la escuela asomó la cabeza dentro. —Perdón por interrumpir, Jeff —dijo ella, sus zapatos de tacón alto resonando sobre el suelo de linóleo cuando se acercó a él y le entregó una nota amarilla. Él la leyó y se volvió hacia mí con un suspiro. Me senté con la espalda recta. ¿Qué había hecho? —Poppy, se te solicita en la Oficina de Orientación. —¿En serio? —dije, sorprendida—. ¿Ahora? —Vamos, vamos —dijo—. Rápido. Recogí mis libros del suelo, agarré la prueba y corrí hacia la parte delantera del salón. Le di la prueba insegura y me miró de mala manera, sosteniendo la hoja de papel amarillo.

THE KISS jFF

112

—La harás mañana. No podía creer mi suerte. Le sonreí a él y a todos mis compañeros de clase ceñudos y seguí a la señora de administración fuera del salón. Toqué ligeramente en el marco de la puerta de la Oficina de Orientación, e hice una imitación bastante buena de la asistente de administración cuando asomé la cabeza por la puerta. —¡Ah, Poppy! —dijo una señora que asumí debía ser la Consejera de Orientación. Era bastante robusta, vestida con un top rojo que fracasaba miserablemente en contener su escote. Hizo un gesto para que entrara. Nunca había estado en la Oficina de Orientación antes, pero no la detuvo, me sonrió de una manera tan familiar que podrías pensar que teníamos una cita semanal permanente. Tal vez ella había asumido que era Poppy ya que me había convocado. Entonces noté la revista Star en el escritorio delante de ella. Ah. —Toma asiento —dijo señalando la silla frente a su escritorio. Había dos sillas de plástico repletas con papeleo, expedientes y folletos—. Me alegro de que hayas podido venir a verme, pensé que era el momento para que tuviéramos una pequeña charla. —¿Oh, sí? —dije. —Sí, ahora quiero hablar contigo acerca de todo este fenómeno en el que ustedes chicos se están involucrando. —Hizo una pausa y me miró seriamente—. Sextear. —Oh Dios—. Tocaste un punto muy interesante en el video de la otra noche. Mis oídos hormigueaban y quemaban, ¿incluso los profesores estaban viendo mis videos? —Solo quería hablar contigo sobre eso, asegurarme de que no has estado... permitiendo algo del comportamiento que discutiste en tu canción. —Ella parpadeó rápidamente y se aclaró la garganta. Podría haber estado tan incómoda como yo de estar teniendo esta conversación. Parecía estar esperando una respuesta. ¿Pensaba que realmente iba a decirle a un profesor —uno que nunca había conocido— si había estado enviando fotos desnudas a mi novio? —Bien —dije, siendo vaga. Siendo muy, muy vaga. Esa era una pregunta que no iba a responder. De ninguna manera. —Bien —repitió. Esperó un momento más para que yo colaborara pero cambió de táctica después de mi silencio, y continuó—. Sextear puede ser muy perjudicial para una persona, sobre todo ahora que estamos en la era digital — dijo—. Todo lo que se necesita es el clic de un botón para enviar fotos o vídeos a otras personas que no hayan tenido ninguna intención de ver... como un lado íntimo tuyo.

THE KISS jFF

113

Toda la sangre se drenó de mi cara. Imaginé a mi padre viendo la foto. O el Sr. Philopolous. O... oh Dios o Bex. Ella continuó. —Especialmente con internet, una vez que una imagen como una fotografía subida de tono se sube a la web, nunca se va. Está ahí afuera por siempre. ¿Estás consciente de que fotografías subidas de tono de alguien de tu edad se consideran pornografía infantil? Lo siento... ¿qué? —Es una ofensa criminal, Poppy. No creo que ustedes chicos, se den cuenta, ¿verdad? Quiero discutir esto con todos los estudiantes, pero pensé que era particularmente importante cortar de raíz contigo primero, ya que estás, bueno... —Ella recogió la revista—. Estás experimentando tus quince minutos de fama y odiaría que los medios consiguieran una fotografía de ti así y correr con ella. Podría tener un impacto en tu futuro, Poppy y tienes uno tan brillante. Tocó una carpeta manila en su escritorio, tenía mi nombre en él. Mis registros académicos, por mirar mi historial académico, ¿pensó que tenía un futuro brillante? Eso no podía estar bien. —Eres una compositora talentosa para alguien tan joven —dijo. Oh bien, eso tenía más sentido. Un escalofrío me recorrió la espina dorsal. ¿Qué había hecho? ¿Pornografía? —Así que. Por favor, dime que no has enviado uno de estos sextos. ¿Lo has hecho? —Tenía la frente arrugada con preocupación. —No —dije, fingiendo una sonrisa ante la ridiculez de la misma—. ¡De ninguna manera! ¡Nunca haría eso! —Sacudí la cabeza, mordiendo mi labio con tanta fuerza que creo que lo hice sangrar—. Fue solo, ya sabe, discusión. Solo una canción. —La expresión seria en su cara reflejaba la que yo estaba segura que era la mía. Siguió el juego, a pesar de que no había manera de que pudiera haber creído mi negación. Mis ojos penetrantes de pánico fueron un claro indicativo. —Eso pone mi mente a descansar —dijo con una sonrisa de alivio. Una falsa risa de alivio—. Porque cariño, puede ser un momento personal para ti y el chico que te gusta, pero cualquiera podría verlo. Piensa antes de actuar, piensa en esto: “¿es algo que me gustaría que mis padres vieran? ¿Mis abuelos? ¿Los hijos que pueda tener un día?” ¿Está bien? —Síp —le dije, forzando una mueca-sonrisa. Al menos mostré los dientes. Estaba hiperventilando, y ella miraba con preocupación la velocidad de mi pecho subiendo y bajando. —Gracias por la charla. —Salté hacia arriba, abrí la puerta y salí al pasillo antes de decir una palabra.

THE KISS jFF

114

Que-había-hecho-que-había-hecho-que-había-hecho. Caminé afuera en el tibio sol, en el espacio abierto y me incliné hacia adelante, tomando respiraciones profundas. Respiraciones profundas, respiraciones profundas. Dentro... fuera, dentro… fuera, bien. Llamé a Ty. —Hola. —Hola, no le has mostrado la foto a nadie, ¿verdad? —dije. —¿Qué foto? —preguntó, comportándose todo tímido—. No recuerdo ninguna foto… —No estoy jugando aquí Ty, ¿se la has enseñado a alguien? —No, te lo prometo. —¿Ni siquiera a los chicos? —Ni siquiera a los chicos, ¿por qué? —Y no lo has reenviado a ninguna parte, ¿verdad? ¿Cómo a tu correo electrónico o tu Facebook o algo? —No, lo juro, está solo en mi teléfono. ¿Estás asustándote? —Tal vez. Sí. —¿Qué está pasando? —¿Puedes deshacerte de ella? —dije—. Bórrala, ahora. Por favor. —¿Por qué? Como que me gusta. —Él me sonreía desde algún lugar a través del continente. —Nunca debería habértela enviado, fue una estupidez. Realmente estúpido. Si sale… —No va a salir —dijo Ty. —No sabes eso, no puedes saber eso a ciencia cierta a menos que la elimines. Así que por favor, por favor, bórrala —le dije—. No soy una de esas chicas, Ty. —¿Que chicas? Cerré los ojos, mi cuerpo tensándose de la vergüenza. —Una de esas chicas fáciles. —Sé eso, oye, Poppy, lo sé. —¿Y nadie lo ha visto más que tú? —No. —Está bien —dije—. Bien. ¿Así que puedes por favor borrarla por mí?

THE KISS jFF

115

—Sí, sí lo voy a borrar. Tan pronto como cuelgue lo voy a borrar. —Está bien. —Está bien. —Bien —dije. Exhalé ruidosamente. Los dos estábamos en silencio por un momento. Tuve que llenar el incómodo silencio inducido—. ¿Dónde estás ahora? —Estamos en Miami. —Oh, genial. —Sí, voy a colgar para ir a la playa, he oído que son bastante épicas aquí — dijo—. Pero nos vamos mañana, así que no creo que lleguemos allí. —Que mal. —Es una mierda —dijo Ty, sonando enojado—. Estamos recibiendo mierda todo el tiempo libre. Estoy agotado. —Pero es increíble, ¿cierto? ¿Es todo lo que siempre soñaste? —Es un poco intenso —dijo—. Pero sí, es increíble. —Cuando vengas a casa solo descansaremos, ir al parque, ver una película. Relajarse —dije. —Suena como el cielo. El timbre sonó y estudiantes inundaron el recinto, yendo de una clase a otra. —Tengo que ir a clase —dije. Hicimos nuestras despedidas y terminé la llamada. Mientras caminaba hacia el edificio principal esperaba que en ese preciso momento Ty estuviera borrando esa foto estúpida de su teléfono, y todas mis preocupaciones habrían terminado. Supongo que nunca lo sabría. *** En la parada de autobús, esa tarde mi mente fue tomada por mi completo arrepentimiento por el desastre de sextear cuando Vanya me dijo algo completamente escandaloso. Mads no estaba allí porque iba a casa con Dev, y extrañamente, Cam no estaba tampoco. No había estado en la escuela en todo el día. ¿Estaba enfermo? No es que le pregunté dónde estaba ni nada, yo había estado allí de pie, quitándome el suéter porque la tarde era cálida y sintiéndose cada vez más como que la primavera estaba en camino cuando Vanya lo trajo a colación. No yo. Solo para que quede claro. Estaba metiendo mi suéter en la mochila cuando dijo: —¿Te has enterado de que Cam estaba en una casa incendiándose anoche? Creo que mi cabeza se volvió en cámara lenta, sentí mi ojos muy abiertos y todo, y debo haber dejado de guardar mi suéter colgando en la mitad de mi bolso.

THE KISS jFF

116

Van dio un paso al frente y lo metió hasta el fondo por mí, antes de que cayera sobre el cemento sucio. —¿De qué estás hablando? ¿Estás hablando en serio? —¿Cómo no te enteraste de eso? Todo el mundo ha estado hablando — dijo—. Francesca me dijo en inglés. Se veía horrible y se estremeció toda porque anoche la casa de su novio Jarrod se quemó, y Cam había ido a dormir por alguna razón. —¿Esta él...? —le dije. Nno podía respirar—. ¿Ellos están...? —Salieron, todo el mundo está bien —dijo Vanya rápidamente. Mi corazón debió haber dejado de latir porque comenzó de nuevo muy, muy rápido, golpeando contra mis costillas. Estaba respirando rápido, demasiado, y tomé unas cuantas respiraciones para calmarme—. Pero apuesto a que había un montón de inhalación de humo. Cuando el autobús se detuvo en la acera y nos dirigimos hacia delante de las puertas, esperaba que él estuviera bien, ¿estaba en el hospital? ¿Estaba en casa? No sabía qué hacer conmigo misma. Me subí al autobús y, sorprendentemente, encontramos dos asientos vacíos, así que me senté con Vanya que sacó su tarea de geografía, haciendo doble comprobación. Miré por la ventana mientras el autobús se alejaba, rompí la exhalación y nos dirigimos hacia casa. ¿Puedo llamarlo? No, eso habría sido extraño, no lo había llamado desde que éramos novios. ¿Cómo puedo hablar con él? Tal vez debería enviarle un mensaje de texto. Miré a mi celular apretado en mi mano, pero no hice nada. No. Si Francesca estaba diciéndole a todo el mundo, probablemente estaba inundado con textos a estas alturas. Y tal vez yo estaría esperando toda la noche por una respuesta. ¿Y si no podía responder? ¿Y si estaba en el hospital con quemaduras de tercer grado y su mamá y su papá estaban mirando por la ventana, su madre llorando y apoyado en su padre, preguntándose si su bebé podría sobrevivir? No, eso era una estupidez. Vanya había dicho que todo el mundo estaba bien. Pero tenía que saber. No me había dado cuenta de los edificios, los árboles, los autos y la gente pasando. Estaba demasiado perdida en mis pensamientos. No fui a casa. Me despedí de Van en la parada del autobús y me dirigí directamente a la casa de Cam. Se sentía raro, de pie en su puerta delantera. La última vez que había estado allí, había sido para la cena con su familia y luego Nikki se había acercado después para ver películas con nosotros. Porque yo lo había sugerido y Cam había dicho que no le importaba, le gustaba Nikki. Alejé el pensamiento de mi mente, apreté el timbre de la puerta y esperé. Tuve una idea repentina y amplié mis ojos. Oh, Dios mío, ¿y si Nikki estaba allí? Por supuesto que estaba allí, su novio estuvo en una casa incendiándose y

THE KISS jFF

117

tiene la suerte de estar vivo. Retrocedí y estaba en el primer escalón del porche cuando la puerta se abrió. —¿Poppy? Me di la vuelta. Cam estaba ahí, vestido con una camiseta blanca y pantalones de pijama con cohetes sobre ellos. Fue un poco de eufemismo decir que él parecía sorprendido. Nervioso, me gusta más. —Poppy, hola —dijo—. ¿Qué estás haciendo aquí? —Así que estás bien —le dije. —¿Qué? —El incendio. He oído todo sobre el incendio de anoche, cómo toda la casa de Jarrod se quemó. ¿Es eso cierto? ¿La casa entera se quemó? —Sí, lo hizo —dijo con una pequeña sonrisa, sorprendido—. Sobre todo la cocina, completamente tostada. El interior de la despensa debe haber sido a prueba de fuego, lo cual es raro. Entra. —Se hizo a un lado, sosteniendo la puerta ancha. —Oh, no debería —le dije. —¿Por qué no? Nos quedamos ahí en un incómodo silencio por un momento antes de que finalmente decidiera entrar en la casa. No había forma de salir de esto, de verdad. Entré, deslizándome por delante de él, cuidándome de no tocarlo en cualquier forma, incómodamente consciente de lo cerca que estaba mi cuerpo al suyo. Lo miré fugazmente a través de mis pestañas al pasar frente a él, sintiendo el calor de su aliento, su piel, su olor a chico con un toque inesperado de canela. Él no solía oler la canela, pero lo hacía ahora. En medio segundo había pasado y estaba el vestíbulo, Cam cerrando la puerta detrás de mí. —¿Quieres una galleta? —dijo, mientras me lleva a la cocina—. Mamá hizo algunas, son de canela y totalmente increíbles. —Tomó una galleta de la barra y me la ofreció a mí. Ah, explica el nuevo olor del chico. —Gracias —le dije, tomándola de él. Durante medio segundo se tocaron la punta de nuestros dedos—. Así que, cuéntamelo. El fuego. —Ah, claro, sí, estaba en el lugar de Jarrod y sus padres habían salido por la noche, —no es que le dijimos esta parte a la policía—, estábamos relajándonos con la caja de cervezas de su papá y el tequila que su madre guarda en la parte superior de su armario y Jarrod tenía un par de porros, también. Estábamos jugando Kill or Be Killed en su PS3 y yo le pegaba literalmente por primera vez. Y, no sé, supongo que debimos de habernos quedado dormidos en algún momento,

THE KISS jFF

118

no me acuerdo, pero lo siguiente que supe es que la casa estaba en llamas. Había humo por todas partes y, además, se estaba poniendo un poco caliente. Sonreí ante eso. Él me devolvió la sonrisa, animado, y continuó. —Era la cocina que estaba en llamas. Jarrod debió de haberse levantado a freír algo de comida mientras yo estaba durmiendo y ese estúpido dejó la estufa prendida con un sartén lleno de aceite sobre ella. Que idiota, ¿verdad? Asentí. —Un total idiota. —De todos modos, por el tiempo que el fuego comenzó él estaba inconsciente y no podía despertarlo, así que tuve que arrastrar su culo huesudo de la casa. Excepto, por supuesto, que luego se despertó todo desorientado cuando lo estaba arrastrando hacia abajo en los escalones de la entrada y pensó que lo estaba atacando, así es como conseguí el ojo morado, ¿ves? —Señaló su ojo que estaba un poco hinchado y magullado, pero no demasiado mal. No me había dado cuenta—. Así que le di un puñetazo de regreso y casi le rompo la nariz. —De ninguna manera. Cam sonrió. —Se lo merecía. Es decir, puso la casa en llamas. Así que lo saqué de todos modos de la casa y llamé a los bomberos y todo, y entonces me di cuenta... — Se frotó la nuca y miró al suelo, avergonzado—. Bueno, no tenía ninguna prueba de mi puntuación más alta, así que... —No regresaste a un edificio en llamas para rescatar a una estúpida PlayStation — le dije—. ¿Lo hiciste? Dime que no lo hiciste. —Bueno... —Eres un idiota. —Me reí, rompiendo un pedazo de mi galleta y la lancé hacia él. —Oye, estaba borracho, ¿bien? A la final, no agarré la PlayStation, de todos modos. Estaba a punto de desenchufarlo cuando su estúpido Shi-Tzu comenzó a ladrarme, ladrando en el fuego. —Oh mi Dios... —Supongo que ella no podía salir o algo así. Ese perro me odia algo feroz, sin embargo, ¡mira lo que le hizo a mi mano! Levantó la mano que estaba envuelta en una venda blanca. Otra cosa de la que no me había dado cuenta, ¿qué había de malo en mí? Vi la imagen completa de Cam estando bien, ¿y no me di cuenta de los pequeños ouchies? Cam miró su mano vendada también.

THE KISS jFF

119

—Supongo que no puedes ver realmente lo que me hizo, pero hay puntos de sutura debajo. Puntadas. Ella me mordió a lo grande por salvar su vida. Y Jarrod me dio un puñetazo. Ese fue el agradecimiento que he recibido, ¿puedes creerlo? —Él trató de no sonreír, pero se deslizó sobre su cara de todos modos Simplemente nos quedamos allí mirando de uno al otro. No sabía qué decir, y le di un mordisco a mi galleta. —Tienes razón, son buenas —le dije. Podía sentirlo sin dejar de mirarme, pero no podía mirarlo a los ojos. Es que... no pude—. Bueno, me alegro de que estés bien. Yo debería… —Entonces, ¿cómo van las cosas con cual-es-cara? —dijo. No quería responder, no quiero hablar de mi novio, no quería decir que las cosas eran buenas. —Están... —Me encogí de hombros—. Ya lo sabes. ¿Y tú? ¿Cómo están las cosas con...? ¿Cómo se llama? —Le di una sonrisa sarcástica, a la que correspondió. —Es divertido —dijo. —Mmm —le dije. Nikki. Y estar aquí, en su casa, y él estaba saliendo con ella, era demasiado. Me examiné las uñas, rascando un poco de esmalte azul marino de mi pulgar. Mi voz sonó pequeña. Pequeñísima, incluso. Me sorprendió que incluso lo oyera—. No puedo creer que estés saliendo con ella. —Poppy —suspiró—. Rompiste conmigo, ¿recuerdas? —No respondí—. Tú estabas toda molesta sobre algo y me dejaste. ¿Qué te pareció que iba a pasar? —Sí, ¡pero no quise decir eso! —grité, sorprendiéndome incluso a mí misma. Levanté la vista hacia él con un suspiro malhumorado. Era cierto. No quería admitirlo, pero si él iba a poner todo quisquilloso al respecto, técnicamente había roto con él. Pero él no iba a superarlo tan rápido. Se suponía que debía saber que estaba siendo estúpida y esperar a que me disculpara. Pero por alguna razón no había leído mi mente. —¿De qué estás hablando? —dijo. —¿Cómo puedes haber pensado seriamente que lo decía en serio? Tenía la gripe y una infección de oído, no había dormido en días y estaba llena de medicamentos para el resfriado y la gripe y estabas molestándome, ¿en qué estabas pensando? —¿No quisiste decir eso? —Habrías estado irracionalmente gruñón también si hubieras estado en mis zapatos. —¿No querías terminar?

THE KISS jFF

120

—No —le dije—. No quería. Pensé que tendría tiempo para disculparme una vez que regresara y todo estaría bien —le dije—. Pero no. —No sabía —dijo, sacudiendo la cabeza—. No habría... —Se calló, no pudo terminar la frase, tal vez él no sabía cómo hacerlo. Lo cual era frustrante porque tenía muchas ganas de escuchar el final de la frase. Pero había oído hablar del inicio de la misma, así que supongo que sabía el resto. Si lo hubiera sabido, no lo habría hecho. —Sí, bueno. Ahora ya lo sabes —le dije. —Guau —dijo—. Solo... guau. Ahora entiendo la canción. —¿Qué quieres decir? —Todas esas cosas acerca de cómo te engañamos. Pensé... ¿cómo iba yo a saber? Teníamos que saber, ¿cómo íbamos a saber? Me ericé. No quería acusaciones empezando a volar. Había estado enojada cuando escribí The Kiss Off. Y lo había dicho en serio en ese momento. —Lo que sea, Cam. Mira, solo vine a ver qué estás bien, y ahora lo hice, así que me voy a ir. —Me di vuelta y me dirigí hacia la puerta principal. Oí sus pies descalzos golpeando suavemente detrás de mí. —Espera, no te vayas Poppy —dijo—. Quédate. Me paré frente a la puerta principal, el pomo de metal de la puerta frío en mi mano. —¿Por qué? Se encogió de hombros, sin palabras. —No lo sé. Sabía lo que quería decir. No sabía qué hacer, qué decir. Él estaba con Nikki, y yo estaba con Ty. Estaba feliz con Ty, aunque no estaba aquí y posiblemente tenía una cosa sucediendo con Sasha y había un montón de fans gritonas emocionadas donde quiera que fuera. No quería pensar en ello, pero podría haber incluso groupies. Pero Cam y yo, teníamos un pasado, que nunca había querido romper, y lo que dijo... ¿amo a Cam? El pensamiento me sorprendió que flotara en la parte delantera de mi cerebro. Hace solo unos días me había estado preguntando si me gustaba Ty. ¿Pero Cam? No quería pensar en eso, no quería contestar. Miré a mi mano en el pomo y de nuevo a Cam, sus ojos suplicando que no me vaya. Pero la decisión estaba hecha para mí mientras el timbre de la puerta sonó. Los dos parpadeamos, volviendo de vuelta a la vida, por así decirlo. Devueltos a la realidad. Giré el pomo y la abrí.

THE KISS jFF

121

—Oh. Hola —le dije con aire de culpabilidad. Nikki se quedó ahí, sorprendida de verme. No la culpo. —Um... hola —dijo ella. Tomé el momento para salir. —Estaba saliendo —le dije, y bajé las escaleras y el camino de entrada sin mirar atrás—. Me alegro de que estés bien, Cam.

122

THE KISS jFF

Capítulo 15 Traducido por klevi Corregido por Eneritz

l día siguiente en la escuela, algo totalmente extraño sucedió. No pudo haber sido más sorprendente. Me encontraba sentada en la clase de Historia mientras la Sra. DeMarco decía algo aburrido sobre “bla, bla, vaqueros e indios, bla, bla” o algo así y la habitación estaba muy mal ventilada debido a que el clima se había estado calentando y la primavera estaba llegando por completo, y no podíamos abrir las ventanas porque todas seguían todavía tapiadas con un tablón de madera y algunos plásticos. La escuela no había tenido tiempo de conseguir a alguien que las arreglara desde el momento en que el equipo de fútbol estuvo probando nuevos pateadores y el único chico, que bien podía haber roto la ventana, también formaba parte del equipo.

A

De todos modos, el aula estaba mal ventilada y la Sra. DeMarco estaba siendo mortalmente aburrida y yo bebía de mi botella de agua, sorbo, de nuevo sobre la mesa, sorbo, de nuevo sobre la mesa, sorbo. No estaba escuchando lo que estaba diciendo —lo que probablemente podría decirse—, solo estaba dejando que mis ojos vagaran por la clase, revisando a la gente, quienes estaban escuchando, quienes rayaban groserías en el escritorio, quienes estaban enviando mensajes de texto a alguien con su teléfono desde su regazo, y quién más estaba mirando tan aburrido como yo. Mientras tenía la botella en mi boca, mis ojos vagaron dos filas al otro lado del aula, aterrizando en Cam y nos miramos a los ojos. Él había estado mirándome también y también tenía su botella en la boca. Lo siguiente que supe, es que Cam y yo teníamos un concurso de quien se tomaba el agua más rápido. Tenía un litro completo de agua en la botella y me la estaba tomando como si acabara de pasar una semana en un desierto y él resoplaba, salpicando alrededor de su botella mientras se la tomaba. Cerró la botella vacía sobre la mesa con un golpe y la Sra. DeMarco gritó y se dio la vuelta desde la pizarra, como si pensara que alguien había recibido un disparo. Bajé mi botella, no antes de llenarme demasiado, y luego empecé a toser mientras el agua brotaba de mi nariz. La gente miraba a Cam, y a mí, preguntándose qué demonios había pasado, entonces la sala estalló en carcajadas mientras me limpiaba la cara y el cuaderno.

THE KISS jFF

123

—¿Qué está pasando? —gritó DeMarco. Nadie le prestaba atención, estaban demasiado agradecidos por la distracción. Los vaqueros y los indios fueron olvidados por completo. O tal vez fue la Revolución Francesa. No podía mirar a nadie, ya que mi nariz aún parecía como si pudiera gotear sobre mí un poco más. La única persona a la que podía ver, era Cam. Y estaba sonriéndome a lo grande. No pude evitarlo, no era mi intención, pero le devolví la sonrisa. Cuando sonó la campana veinte minutos más tarde, me precipité al baño de chicas más cercano ya que no había exactamente anticipado que bebería un montón de litros de agua. Y de verdad quiero decir un montón. Cuando salí del cubículo, sintiéndome totalmente ligera como una pluma la sonrisa de mi cara desapareció cuando encontré a Vanya apoyada en los lavabos, con los brazos cruzados, frunciendo el ceño. —¿Qué? —le dije, al abrir el grifo. —¿Qué estás haciendo? —dijo. —Uh... —Me enjaboné las manos y me las froté—. Qué parece que estoy… —Con Cam, ¿qué está pasando entre ustedes? —¿De qué estás hablando? No está pasando nada. —Justo unos minutos antes, esa cosa con el agua. —Fue solo una broma, una broma privada o algo así —le dije. —¿Y desde cuándo tú y Cam se hacen bromas privadas otra vez? ¿Se vuelven a hablar? —¡No! —le dije—. Sí. Tal vez. —Sacudí la cabeza—. No. Simplemente no nos peleamos más. O algo así. Fui a su casa para ver cómo estaba la noche anterior, y… —¿Fuiste a su casa? —Sí, yo... bueno… cielos Van, estuvo a punto de morir en un incendio, por supuesto que quería ver cómo estaba. —¿Qué pasa con el teléfono? —¿Qué hay de malo con ir a su casa? —le dije—. Además, todo el mundo ha estado utilizando el teléfono. —¿Y tú querías ser especial y destacarte? —No, solo quería verlo, ¿de acuerdo? Era mi novio y hace mucho mi mejor amigo desde antes de... bueno, desde antes. Dios, ¿por qué me atacas? —Cerré el grifo y me froté las manos en la parte trasera de mis vaqueros para secarlas.

THE KISS jFF

124

—No te estoy atacando —dijo, raspando su cómodo zapato escolar sobre el suelo de baldosas sucias—. Al menos, no deseo hacerlo. —Bueno, ¿qué pasa con el interrogatorio entonces, detective? —Es solo que has estado en el equipo “Odio a Cam” durante tanto tiempo y de repente estás hablando con él y haciéndose bromas. Puedo ver que hay algo, Poppy. —No he estado en el equipo “Odio a Cam” desde hace un tiempo, Van. —Bueno, eso es nuevo para mí. Me encogí de hombros. —¿Te gusta otra vez? —dijo Vanya—. Eso es todo lo que quiero saber. —No, ¡no me gusta otra vez! —Porque ahora tienes un nuevo novio, que te gusta mucho, y que te quiere mucho y a pesar de que no está por aquí en este momento, tú nunca lo engañarías, ¿no? —¿Perdón? —Así que eso es de lo que se trataba—. No puedo creer que me dijeras eso. —Bueno, Mads dice que ella está tan comprometida con Dev pero luego… —No soy Mads, Vanya. Levantó las manos en señal de rendición. —Tienes razón. Lo sé. Lo siento. Solo quería plantearlo. Para asegurarme de que estoy equivocada, ya que Cam y Nikki están separados y todo eso. —¿Lo están? —le dije. Antes de que pudiera ponerme los ojos en blanco o algo así, continúe con—: Y esa no es una pregunta malintencionada. —Sí, están separados —dijo Vanya—. Él mismo me lo dijo. —¿Cuándo sucedió? —Anoche —dijo. Oh-oh. —La noche que fuiste a visitarlo. Oh-oh. —Es una coincidencia, lo juro —dije, mintiendo a través de mis dientes. No había manera de que se tratara de una coincidencia—. Y te equivocas. No tengo nada con Cam. Lo prometo. —Dejé correr un poco de agua sobre mis dedos y los sacudí hacia ella antes de dirigirme hacia la puerta.

THE KISS jFF

125

Ni siquiera miré hacia atrás, ni comprobé si me estaba siguiendo. En ese momento no me importaba cómo habíamos dejado nuestra pequeña discusión. Había roto con Nikki por mí, lo sé. ¿Qué había hecho? Pobre Nikki. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? Seguí caminando por el pasillo hacia las puertas, cuando pulsé el seguro de la puerta de la escuela comencé una larga caminata alrededor del perímetro de la escuela. Necesitaba pensar y tenía que hacerlo sola. A la mañana siguiente, Vanya y yo estábamos en la cola en el café Buzz, sin hablar. Estábamos dejándolo enfriar de nuevo, lo habíamos hablado por chat anoche y habíamos sido amables y normales cuando ella llegó a la parada esa mañana. No sabía lo que estaba pasando con ella, pero para mí era un simple caso de dormirme de pie. Parpadeé, mis ojos estaban nublados, y pasé el dorso de la mano contra uno de ellos, quitándome las lagañas. No había dormido bien la noche anterior. Aparte del cansancio intenso, nadie pudo decirme el nido de pájaro que se formó en mi cabello cuando me desperté. Tenía muchas cosas en mi mente. —¿Café? —dijo la chica detrás del mostrador. Deslicé mi vaso de bebida para llevar hacia mí, y tomé un puñado de sobres de azúcar, metiéndolos en el bolsillo. Rompí uno abriéndolo, lo vacié y lo agité. Vi que la chica detrás del mostrador entrecerró los ojos hacía mí. Me extrañó un poco, la descarada mirada. Mientras esperaba por Van decidí no volver a comprar mi café en Buzz, los ojos de la chica se normalizaron de nuevo, y casi podía ver una bombilla sobre su cabeza como en una película. —Oye, eres PoppyLongStocking, ¿verdad? —dijo, sonriendo hacia mí. Inclinó la cabeza y tarareó un par de compases de The kiss Off—. Sabía que te conocía. ¿Quieres decir aparte del hecho de que vengo aquí cada mañana? —Sí —dije entre dientes con una mueca-sonrisa. Últimamente estaba utilizando mucho las muecas-sonrisas. —¿Y ese novio tuyo? Buena captura —dijo, asintiendo con aprobación. Adorable. Todo lo que había estado esperando en esta vida era la aprobación de la muchacha del café y que le diera a mi relación con Ty el visto bueno. A quién le importaba lo que había sucedido en el pasado, la chica detrás del mostrador del café Buzz piensa que tengo suerte de tenerlo, así que será mejor que aprecie cada minuto. Tomé un sorbo de mi café, esperando que la mala leche no se filtrase a través de mis oídos. —Gracias —murmuré. El tipo que trabajaba con ella puso otro vaso sobre el mostrador diciendo: —¿Chocolate caliente? —Vanya dio un paso adelante y reclamó su bebida.

THE KISS jFF

126

—Te espero fuera —le dije. La chica del café seguía simplemente mirándome y sonriendo. Mirando y sonriendo. Y asintiendo alentadoramente. ¿Qué estaba animándome a hacer? —¡Adiós, Poppy! —gritó. Le di una mueca-sonrisa y salí de la tienda esperando en la acera. Un momento después, Vanya me siguió, empujando la puerta de cristal con el hombro. Parecía tan cansada como yo. —¿Por qué nunca te tomas un café? —pregunté mientras caminábamos. Llegamos temprano, así que dimos un paseo sin prisa hacia la parada del autobús. Mads no se reuniría con nosotras. Recibí un mensaje de texto frenético a la una de la madrugada, diciendo que ella y Dev habían tenido otra pelea y que quería morir. Probablemente estaba llorando y gimiendo delante de su madre mientras pensaba en ello. —Porque me gusta el chocolate caliente —dijo Vanya. —¿Te despierta totalmente? ¿Hay alguna cafeína en él? —No lo sé —dijo Van, tomando un sorbo de su chocolate—. Pero tiene azúcar. —Al pasar por el quiosco de periódicos, Vanya se detuvo. Caminé lejos unos seis metros cuando descubrí que se había detenido, sin hacer ninguna pausa. Estaba hojeando una revista. —¿Qué tienes ahí? —le pregunté, volviendo hacia ella. Vaciló, luego me mostró la portada. La revista de celebridades tenía una foto de Ty en la portada. Una foto de Ty fuera de un club nocturno, y allí estaba con una chica que llevaba lo que parecía una banda de tela elástica fucsia con sus brazos envueltos alrededor de él, con todo el cuerpo colocado contra él. Tenía una mano en su cintura, y sus rostros... aunque no estaban besándose, eso no significaba que no hubiera ocurrido. Sus rostros se encontraban tan juntos que me parecía que el fotógrafo simplemente había fallado en disparar en el momento preciso. Mis ojos vieron esa foto, y mi mente registró lo que era, y se sintió como si hubiera sido golpeada por un camión de basura, mi pecho, mis costillas, mis músculos dolían totalmente sin razón alguna. Vanya estaba viendo mi expresión. —Puede que no sea lo que parece —dijo. No le respondí. Levanté otra copia de la revista y la hojeé hasta encontrar el artículo. Esa chica estaba en varias tomas, aferrándose a Ty. ¿Se estaba aferrando a ella? Había una en la cual parecía que salían de un club, y él tenía su mano en la parte baja de su espalda. Tal vez era una torpe y se caía mucho así que solo tenía la mano allí para sostenerla, por lo que no tendría que ver sus tetas cuando ella se cayera y las dejara salir de su vestido. Mi

THE KISS jFF

127

estómago se revolvió cuando leí el titular: “La nueva musa de Ty”. Su nueva musa. ¿Significaba eso que lo nuestro se acabó? —¿Poppy? —Parpadeé un par de veces y miré a mí alrededor. Vanya me miraba expectante, incluso el tipo del quiosco me estaba observando. Supongo que me lo había dicho un par de veces. —Ni siquiera pienses en ello hasta que obtengas los hechos —dijo Vanya, dejando su revista. Gentilmente me quitó la copia de la revista de mis manos y la colocó de nuevo en la pila—. Vamos, será mejor que nos vayamos. —Ve tú —le dije—. No sé si puedo lidiar con esto, con todo hoy. Tengo que pensar. —¿Faltarás a la escuela? —Sí —dije. Escuchamos un ruido sordo cuando el autobús dobló la esquina, mientras hacia su camino a la parada. Miré hacia adelante, la calle, a la gente que caminaba hacia la acera. Cam estaba allí, pero no estaba mirando el autobús, me estaba mirando. Di un paso y le hice señas a Vanya para que se fuera—. Vete — dije. Dio un paso inseguro, pero no tenía tiempo para discutir. —¿Estás segura? —Sí, estoy bien. Solo tengo que... ya sabes. —¿Procesarlo? —Sí. —¿Vas a estar bien? —Por supuesto —le dije. —Me gustaría quedarme contigo pero tengo que entregar un trabajo de física, y a segunda hora tengo una prueba de español, así que... —dijo, retrocediendo. El autobús pasó por delante de nosotros, el indicador parpadeaba. —Vete —le dije. —Llama a Ty, ¿de acuerdo? Apuesto a que no es lo que parece. Le dije adiós con la mano y salió corriendo hacia el autobús, sosteniendo su chocolate caliente en alto y su mochila balanceándose y saltando sobre su espalda, amenazando con hacerle perder el equilibrio, y que se derramara sobre su ropa el chocolate. Llegó a la multitud de gente en la puerta y sacó su pase de autobús. Cam dio un paso atrás, mirándome. Levantó una mano agitándola, en un gesto solemne. Sabía que algo estaba pasando. Le devolví el saludo, giré, y me fui. ***

THE KISS jFF

128

No fui a casa, no sabía quién estaría allí. No me habría sorprendido que papá estuviera llegando tarde, o que mamá se quedara contestando una llamada y trabajando en casa por la mañana. Una vez que hube doblado la esquina y perdido de vista el autobús caminé, a grandes zancadas, alarmando a una anciana que sostenía un chihuahua contra su pecho mientras me daba la media vuelta y casi corro directamente hacia ella. Ty no podía engañarme. No podía haber tenido solo dos novios en toda mi vida y que ambos me engañaran con chicas fáciles. ¿Qué hay de malo en mí? ¿Me he tomado demasiado tiempo para tener relaciones? ¿No soy lo bastante fácil? ¿Quizás cualquier chica en el planeta se mueve más rápido que yo cuando se trata de chicos? ¿Qué pasa con esas chicas con aquellos anillos de pureza quienes están preservándose para el matrimonio o Jesús? ¿Sabrán que sus novios se aburren y que las engañan también porque no quisieron renunciar a ello? No es como si no tuviera planes. Quiero decir, Ty es mayor, y me di cuenta de que tiene más experiencia. Probablemente tenía otras chicas para cumplir con esto. En realidad, nunca había pensado en eso. En mi opinión debería haberme comparado favorablemente por delante de otras chicas. Le envié esa foto. Y luego me asusté y le exigí que la eliminara. Pero tenía preservativos. Bien, no es que él lo supiera, pero si Ty no hubiera tenido un montón de personas en su apartamento, la mitad de ellos celebridades, y no se hubiera quedado dormido hablando conmigo, le habría demostrado que podía ser una chica fácil también. Espera, no. No una chica fácil, solo que no estaba significativamente resistiéndome a él. ¿Y si había tenido relaciones sexuales con ella, con esa chica? ¿Si había estado viendo a otras chicas mientras yo no estaba cerca para cazarlo? Las imágenes giraban en mi cabeza: los chicos en bandas y sus groupies. Y las fans, siendo abordados en los bares, clubes, restaurantes y en la calle. Definitivamente estaba engañándome. Saqué mi teléfono y rápidamente marqué llamando a Ty. Eso era todo. No estaría al lado de un tramposo desgraciado por novio, incluso si era una estrella del rock. Lo que fuera, como si me importara. Lo que adoraba de él, es que le gustaba la música tanto como a mí, más que a mí, pero no lo amaba porque fuera famoso. Al diablo, ¡no me gustaba en absoluto! Sostuve el teléfono en mi oído y esperé con impaciencia a que sonara. Quería escuchar sus excusas, quería escucharlo humillarse, pidiendo disculpas, pero no lo iba a perdonar. —El número que ha marcado ha sido desconectado o desactivado —dijo una automatizada voz alegre. ¡No puede ser tan maldito! Golpeé bruscamente el botón de fin de la llamada con mi pulgar e hice un movimiento para tirarlo al suelo y romper mi

THE KISS jFF

129

teléfono en pequeños pedazos pero en el último momento no lo dejé ir, y simplemente balanceé el brazo en un fuerte círculo como una loca. El hombre apoyado en el escritorio de la oficina de la inmobiliaria en frente de la cual me encontraba, me miraba con vacilante diversión y enderezó los folletos y revistas sobre la mesa. Supongo que no sabía qué hacer conmigo. Suspiré con enojo. Así que el número de Ty estaba desconectado. Grandioso, tenía un nuevo número de teléfono y ni siquiera se lo había dicho a su novia. Hemos terminado. Tal vez él ya lo había decidido y no me lo había dicho, así que tal vez sentía que todo estaba justificado para salir con otras chicas. ¡Bien, no lo estaba! Me detuve en una tienda y agarré un par de revistas de hoy con Ty en la portada. Con cualquier imagen grande o pequeña, si él salía en ella, yo la leería. Supongo que estaba reuniendo pruebas. Puesto que no iría a casa, en su lugar, fui a la casa de Mads. El auto de su madre estaba en el camino de entrada, así que me colé por la puerta lateral, al patio trasero. Recogiendo algunas piedras, desde el jardín las arrojé suavemente hacia la ventana de Mads. Las persianas estaban cerradas y podía imaginarla acostada en su cama, abrazando un osito de peluche y sintiendo lástima por ella misma, de duelo por la pérdida de Dev. Podría estar de acuerdo con eso. Sin embargo el duelo por la pérdida de Ty lo sentiría después de golpear varias almohadas y ositos de peluche. Lancé otra piedra, y retrocedí cuando la persiana se abrió de un tirón y Mads miró con urgencia abajo hacia mí. Todo su cuerpo se desplomó cuando se dio cuenta de que era solo yo. Miró hacia atrás dentro de su dormitorio, articuló algo y me señaló la planta baja. Su madre debía estar en alguna parte de la planta baja. Señalé la puerta del cuarto de lavado y ella asintió y desapareció de la ventana. Me escabullí hacia el cuarto de lavado y mientras caminaba más allá de la ventana de la cocina, me encontré cara a cara con la señora Maloney. Me agaché rápidamente fuera de su vista y terminé golpeándome en el trasero con un manojo de ramas. No me había visto. No había mirado por la ventana, y escuché la música flotar hacia mí mientras vaciaba el lavaplatos. Cantaba junto con una melodía, tarareando: “Maríííííaaaa, Acabo de conocer a una chica llamada Maríííííaaaa”. Si el papá de Mads se había casado con su madre por sus habilidades musicales, eso explicaría el divorcio. Caminé alrededor del patio trasero y me escondí detrás del cobertizo, asomándome a la puerta. Un minuto más tarde Mads abrió silenciosamente y me hizo señas con su mano para que fuera hacia ella. Cerró la puerta con cuidado, silenciosamente. Se veía terrible, llevaba un suéter gris holgado y su rostro estaba pálido y manchado. Realmente se veía enferma, pero sabía que no lo estaba. Su corazón era el que estaba enfermo, quizás.

THE KISS jFF

130

—¿Eres tú, Maddie? —le llamó su madre. Me escabullí por las escaleras hasta su habitación, y Mads tosió y entró en la cocina. —Sí, mamá. —La escuché decir con tos y otro gemido. Entré en su habitación y cerré la puerta detrás de mí, me quité los zapatos, dejé la mochila en el suelo y me acurruqué en su cama, abrazando a su osito de donde lo había dejado. Le di un puñetazo y lo abracé de nuevo. Mads regresó con un tazón de helado con una cuchara en el recipiente y otra escondida en la manga de su suéter. Le hice espacio y se acurrucó en la cama conmigo. —Bueno, Dev me dejó —dijo, y me entregó una cuchara—. Todo ha terminado para siempre. Nunca va a volver. —Apoyó su cabeza en mi hombro. —¿Qué pasó? —le dije. —Piensa que soy demasiado coqueta. —Bueno... —Pero ni siquiera estaba coqueteando, te juro que no. Ese chico estúpido salió de la nada. Y además era demasiado feo. Entonces Dev nos vio y sacó sus propias conclusiones. —Hizo una mueca como si estuviera tratando de llorar. Pero entonces suspiró y se rindió. Tenía los ojos tan rojos que probablemente se le habían acabado. —¿No podrías explicárselo? —No quiere escucharme. Aparentemente lo hago todo el tiempo —suspiró— . No quiero hablar de eso. ¿Por qué no estás en la escuela? —Tomé una cucharada y llené mi boca con helado. La fría dulzura se sentía tan bien derritiéndose en mi lengua. Quién dijo que el helado no podía arreglarlo todo. Me incliné sobre ella por mi mochila en el suelo y saqué las revistas. Abrí la copia de la revista pasando página por página justo donde estaban las fotos y la puse sobre su regazo. Mientras ella miraba eso, su boca se abrió sorprendida, pero luego la cerró de nuevo apretando su mandíbula, mirando a la página. Pasé a través de las páginas de otra de las revistas hasta que encontré justo la página donde estaban las fotos de Ty y esa chica vulgar. Allí había otra foto, además de aquella en la que parecían que estaban a punto de unir sus labios. En esta ella tenía sus brazos alrededor de su cuello, y se podía ver una de la manos de él en su cintura, pero la parte de atrás de su cabeza se encontraba de una manera que no se podía decir si estaban besándose o no. Lo que era peor, porque parecía totalmente que lo estaban. Mads frunció el ceño hacia la revista con disgusto.

THE KISS jFF

131

—Los chicos apestan —dijo—. Entonces, ¿qué es lo que piensas? —Que está engañándome. —¿Y qué vas a hacer al respecto? —Lo llamé antes. Su número ha sido desconectado. —Bastardo. —Tengo que dejarlo, ¿tengo otra opción? —No. —Mads sacudió la cabeza—. No, no lo hagas. —Entonces se detuvo y pensó—. En realidad, tal vez sí. Quiero decir, tal vez él no te está engañando — dijo. —Mira las fotos —dije, apuntando con mi dedo una de las fotos de ellos—. Es un poco obvio. —Realmente no creo que ella sea su tipo —dijo Mads. —¿Cómo sabes cuál es su tipo? —Solo estoy diciendo, teniendo en cuenta que él está saliendo con una especie de desaliñada rockera… —No soy “desaliñada” —dije. —Una rockera desaliñada, y parecía contento con eso. No creo que una zorra cabeza hueca sea realmente lo suyo —dijo. —¿No son las cosas que los chicos quieren? —le pregunté. Mads meneó la cabeza en derrota y comió un poco más de helado. —Debes llamarlo y aclarar las cosas. Dile que simplemente el que no estés junto a él, no significa que no tengas idea de lo que está haciendo. —¡Lo intenté, pero su teléfono está desconectado! —Oh, sí. Envíale un correo electrónico, entonces. —No puedo tener esta conversación a través del correo electrónico —dije—. Tengo que hablar con él. —Bueno, supongo que esperarás. Hasta que te llame. Gemí y hundí mi cara en su oso de peluche. Sentí el cuerpo de Mads rígido a mi lado, y cuando levanté la vista, la puerta del dormitorio estaba abierta, su madre estaba de pie con los brazos cruzados, mirándonos disgustada. Así que me echaron, Mads estaba gritado y luego fue enviada a la escuela. Pensé que había muchas posibilidades de que mi casa estuviera vacía ahora, así que caminé a casa, revisando mi teléfono cada dos minutos, esperando una llamada. ¿Podría saber él que necesitaba que me llamara? Sin duda Sasha, aquella

THE KISS jFF

132

mujer que es su publicista, le habría mostrado las revistas, le diría que era un idiota infiel y que debía hablar con su novia. Revisé mi teléfono de nuevo, pero todavía nada. ¡Odiaba esto! Abrí la puerta y fui recibida por la nariz de Poo Bum en mis partes íntimas. —Oh, es mi espacio personal muchacho —le dije, golpeándole con fuerza la cabeza. Le di una palmada en la espalda para demostrarle que no estaba enojada, movió la cola y se dirigió a la sala de estar, pasando a mi papá en su camino. Mierda. Se detuvo, mirándome con sorpresa. Abrí y cerré mi boca, ¿cuál sería una buena excusa? Tosí una vez e hizo una mueca. —¿Qué estás haciendo en casa? —dijo. —Yo... —Las palabras estaban allí en mi cerebro, en mi boca listas para salir, sobre cómo había llegado enferma y decidido que era mejor regresar a casa. Tal vez incluso había vomitado en el autobús, sí, eso sería bueno. Ni siquiera necesitaría pruebas de ello, me mandaría a la cama con seguridad si le dijera eso. —Yo... —O tal vez que me había sentido enferma durante toda la mañana, pero pensaba que no era importante para faltar a la escuela, él podría creer eso. Que sabía lo importante que era mi educación así que solo iba a soportarla. Que deseaba aprender algo. Tal vez se creería esa mierda. Probablemente incluso me alquilaría algunos DVD´s para mi día de enfermedad. —Creo que mi novio me engaña y todo el mundo lo sabe —le dije en cambio. No era mi intención. Quise decirle todo eso de estar enferma y vomitar y esas cosas sobre la educación, pero mi rostro se arrugó y de mis ojos comenzaron a salir chorros de lágrimas, mi nariz se llenó de mocos. Me arrojé a mi padre y lo abracé fuertemente. Le dio unas palmaditas a mi mochila, y poco a poco me abrazó más fuerte, sin estar seguro de qué demonios había pasado. —Oh, cariño —dijo, acariciándome el cabello, dejándome llorar y recibiendo mis mocos por toda su camisa—. ¿Tienes novio? —¡Ya no! —Me aparté y me limpié la nariz con la manga. Mamá no le había dicho nada. Así que ya era hora de que lo supiera. Lo llevé a mi habitación. Mi padre nunca estaba permitido en mi habitación. Ya que tenía sostenes y tampones y, Dios, también tenía condones en mi habitación. No le permitía ver nada de eso. Pero abrí la puerta y lo conduje adentro. En primer lugar, le enseñé la copia de la revista Star, con el artículo sobre Ty y yo siendo pareja, que linda foto de nosotros besándonos fuera de la tienda de música, el artículo sobre mí de como llegaría a ser una escritora de canciones. Él la miró, atónito. Encendí mi ordenador y le mostré el video musical de The Kiss Off. Totalmente brillante e impresionante, con un montón de primeros planos de Ty, con su cabello lacio y flexible sobre sus ojos mientras jugaba al novio herido,

THE KISS jFF

133

escondido en una esquina después de ver a su novia con otro chico. Solo que no estaba siendo engañado una vez más, era yo. Archie, Seb y Tommy jugaban a ser sus amigos —lo cual no habría sido difícil, teniendo en cuenta que eran sus amigos—, dándole una palmadita en la espalda con simpatía. Sin embargo Ty los esquivaba y se alejaba. Luego pasan a ellos tocando en un concierto, con la multitud saltando arriba y abajo, con los brazos en el aire, y él está cantando el coro con rabia, mirando a la cámara. —¿Estás saliendo con este chico? —preguntó papá, señalando la pantalla—. ¿Ese? ¿Ese chico de ahí? —Sí —le dije. —¿Ese? —¡Sí! —¿Cómo? Yo no... —Creo que la cabeza de mi padre casi explotó—. ¿Cómo lo conociste? —Es de aquí, papá. Fue el que me quitó a Poo Bum de encima cuando solo era un perro callejero que me atacó en la calle —le dije—. Un chico local que hizo algo bueno y todo eso. Papá pensó por un momento. —¿Y mi hija escribió esa canción? La he oído en la radio, Poppy —dijo—. La he cantado en el auto. ¿Y tú la escribiste? Asentí. —¿Por qué diablos no me lo dijiste? ¿Por qué no sé de estas cosas? Estoy tan orgulloso de ti cariño. —Me miró y me acarició la mejilla. Traté de sonreír, pero me sequé las lágrimas debajo de mis ojos en su lugar—. ¿Y tú estás saliendo con este chico de la banda más grande en el planeta justo en este momento? —No es la más grande… —Eso es lo que Mickey J. dijo en el Top 40: “La banda más grande del planeta”. —Sí papá… salgo con él. Excepto... —Le di las revistas de hoy y las observaba mientras pasaba a las páginas importantes. —Ese bastardo —dijo. Mi cabeza se echó hacia atrás sorprendida. —¿Perdón? Sonrió tímidamente.

THE KISS jFF

134

—Lo siento. Voy a matarlo. Puede que sea cierto que sea un rompe corazones o lo que sea, ¡pero no tiene derecho a tratar a mi hija de esa manera! —Papá… Tiró las revistas a la pared. —¡No tiene derecho en absoluto! ¿Cuál es su número de teléfono, Poppy? Quiero hablar con ese pequeño punk. —¡Papá, no! —le dije—. Dios, esto es por lo que no te digo las cosas, te conviertes en una persona loca. —¡Por supuesto que me pondré así! Le está faltando al respeto a mi hija, Poppy, y no se escapará de esto. —No es como si supiera con certeza que está engañándome —dije—. La gente dice que la mitad de lo que se reporta en las revistas son especulaciones. —Esas fotos no parecen como si fueran especulaciones. —Pero en realidad no podemos verlos besándose. Tal vez no lo estaban. Tal vez no era más que una chica borracha sobre él y no tenía nada que ver con ella. Tal vez la imagen está completamente fuera de contexto. Papá se cruzó de brazos y meneó la cabeza, con los labios fruncidos muy juntos. —No me gusta, Poppy. —A mí tampoco —le dije—. Pero tal vez... —¿Qué? —Tiene que ser difícil para él, chicas gritando, groupies y todo eso. Lanzándose a él. Podrían estar haciendo eso. Quiero decir, hacen conciertos en clubs, y apuesto a que hay un montón de chicas zorras que se les lanzan —le dije. Tenía una imagen en mi mente de las chicas con vestidos diminutos acariciando su brazo, bailando vulgarmente sobre él, agarrándose a él. Casi sentí náuseas. —Si es el novio de mi hija, es mejor que no esté haciendo nada... nada de eso. Lo digo en serio, quiero hablar con él. —Su teléfono está roto en este momento —le dije. Era técnicamente cierto. Quiero decir, podría haber sido verdad, podría no estar mintiendo. Papá maldijo y gruñó, lo que era un gran problema porque papá no lo hacía, es generalmente súper apacible. Y nunca maldice, por lo menos no que yo sepa. Sí, cuando está viendo un partido de baloncesto lo hace, pero eso es diferente. —¿Entonces, papá? —¿Mmm?

THE KISS jFF

135

—¿Puedo tomar un poco de helado? ¿Y algunas películas? Frunció el ceño. No estaba de acuerdo con que me ausentara de la escuela así que dijo: —No se lo digas a tu madre.

136

THE KISS jFF

Capítulo 16 Traducción SOS por Auroo_J& Tresmetrossobreelcielo Corrección por ElisaC

e senté en el sofá viendo películas de acción y dibujos animados — sin duda no estaba de humor para algo con amor— y constantemente revisando mi celular. Él no me estaba llamando, ¿por qué no me llama? Estaba en algún lugar del país —¿quién sabía dónde estaba hoy?— y no podía alcanzarlo. Tenía que llegar a él, tenía que saber de una manera u otra. Pero en cambio, veía los dibujos animados y comía helado de caramelo cremoso de doble chocolate de la caja.

M

Justo cuando el dinosaurio rosado grande pesadamente salía de la casa antes de que explotara, mi teléfono celular sonó que tenía un mensaje texto. Lo agarré y leí, mi aliento en mi garganta. Pero era de Ravi. Amiga, vi las revistas. No te preocupes. Claro que hay una explicación, escribió. Padres fuera, por lo que hay fiesta esta noche en mi casa. Ven a estar con tu gente. Así que decidí ir. Van no pudo porque le gusta pasar por lo menos tres horas de estudio en una escuela nocturna y tenía hockey, luego violín encima de eso, y Mads no iba porque no quería encontrarse con Dev, por lo que no estaría con toda mi gente. Pero habría un par. Cuando llegué, lo primero que vi fue a Cam sentado en el sofá con un montón de gente, y Nikki se sentó en el brazo, sosteniendo su mano. ¿Qué era todo eso? ¿No dijo Van que habían terminado? ¿Desde cuándo terminar lucía así? Tal vez de la mano de tu ex es lo nuevo, quiero decir, me tomó la mano en el cine ese momento. Ugh, no debería estar aquí. No con todos ellos juntos y con aire satisfecho y yo toda crédula y engañada públicamente. Dev se acercó a mí mientras cerraba la puerta y me dio una conocedora, sonrisa triste. —Oye —dijo, abriendo los brazos.

THE KISS jFF

137

—Oye tú también —le dije. Me acerqué a él para darle un abrazo comprensivo. Simpatía fluía de uno de nosotros al otro y viceversa, en un lazo continuo. —He oído hablar de Ty —dijo Dev, mirándome con una mueca. Era cierto, todo el mundo realmente lo sabía—. Lo siento. —Sí, Mads me dijo que ustedes dos rompieron —le dije de nuevo—. Lo siento por ustedes. —Mmm. Me siento bien —dijo con los pulgares arriba sarcásticamente—. ¿Y tú? —Fan-maldita-tásticamente. —Tengo un poco de vodka. —Muéstrame el camino. Era una pequeña fiesta esta noche, tal vez había una docena de nosotros. Probablemente porque era un miércoles y avisaron con solo un par de horas de antelación, por lo que todo el mundo estaba más o menos en la sala de estar. Dev y yo nos retiramos a la tranquilidad del estudio con dos vasos, una botella de vodka, un tazón de pan de gambas y una bolsa de patatas fritas. Ninguno de los dos estábamos exactamente en el humor para una fiesta, pero nos quedamos aquí. —No puedo creer que ustedes rompieran —le dije mientras tomaba un trago de vodka. Arrugué mi cara, ya que me quemaba la garganta. Dev tomo el suyo y nos sirvió a los dos otra ronda—. Una vez más. Ustedes son tan el uno para el otro, ¿por qué no puedes aceptarlo y dejar de echarlo a perder? —Lo sé —se quejó Dev. Eso fue una sorpresa. Se tomó su siguiente trago y se sirvió otro—. Me gusta mucho ella, Poppy —dijo—. De verdad. —Entonces, ¿por qué eres tan idiota y sigues botándola? —Me siento un poco raro hablando contigo acerca de esto —dijo él, dándome una mirada de soslayo. Repetí mi pregunta. —Si te gusta tanto entonces, ¿por qué sigues botándola? —Tú eres su mejor amiga, ¿cómo sé que no vas a…? —Lo golpeé en la pierna. —¿Por qué sigues botándola, Dev? —Porque no le gusto mucho, Poppy. —Ahí es donde te equivocas —le dije, tomando un trago y sosteniendo mi vaso para un poco más. Había que ponerlo al corriente—. ¿Cómo puedes posiblemente incluso pensar eso?

THE KISS jFF

138

Se llenó la boca con papitas, las migas se desprendían y rociaban abajo de su camisa mientras masticaba. Le di un codazo con mi copa y me sirvió otro. —Mads está como, loca por ti — le dije—. No quiere a nadie más. —Pero siempre hay chicos alrededor —dijo—. Cuando salimos. Solo hay siempre otros chicos. —¿Qué quieres decir? —Solo alrededor, mirando, hablando con ella, con ganas de bailar, comprar sus bebidas. —Eso no es exactamente su culpa —le dije—. Tienes una novia súper divertida. Y estás celoso. —No es como si ella los esté alejando —dijo. —¡Porque ella es una buena persona! Y por favor, ¿conoces a Mads? No sabe qué hacer cuando un niño le gusta. Pensó en eso y tomó otro trago. —¿Y quién no se sentiría halagada por todo eso? —Le di una palmadita tranquilizadora en la rodilla—. Podrá haber siempre alrededor otros chicos, pero solo te quiere a ti. —¿Estás segura? Porque… —Se detuvo. —Porque qué. —Porque… bueno… no puedes decirle nada a nadie, juro que si le dices a alguien no tendré ningún problema en bajarte los pantalones en medio de la cafetería en algún momento. —¡Por Dios, Dev! ¿Qué es? No se lo diré, te lo juro. —Creo que… bueno… ya sabes… —¡Dev! —¡Muy bien! Creo que la amo, ¿de acuerdo? —dijo—. Creo que la amo. Sonreí. —Eso es realmente bueno, porque —y no te lo dije yo— pero ella también te ama. —¿Cómo lo sabes? —Me lo dice. Todo el tiempo. —Me patearía el culo si sabía que le había dicho eso. Lo que sea, estaba haciéndole un favor. —¿En serio?

THE KISS jFF

139

—Ustedes mejor ponen su acto juntos. En serio —le dije y le pedí mi siguiente trago. En ese momento Ravi voló a la habitación —literalmente voló— y saltó encima de nosotros. Terminé con su cara y sus brazos, pero Dev no tuvo tanta suerte. —¿Qué pasa, chicos? —dijo Ravi. —Quítate de mi, hermano ¡en serio! —dijo Dev, golpeando a Ravi en el trasero. —¿Cómo está funcionando la fiesta de la compasión para ustedes? —dijo Ravi. Dev lo empujó fuera de nosotros y Ravi aterrizó con un ruido sordo en el suelo. Se levantó y sacudió el cabello de su cara. —Vamos afuera —dijo—. Vamos, olviden su drama un poco. Vamos a jugar al poker. Dev y yo intercambiamos una mueca. No debería haber venido. Era dulce de Ravi invitarme y todo, pero la verdad del asunto era que simplemente no quería estar rodeada de gente. Y sin dudas, no de algunas de las personas que estaban allí. Me pregunté si habían oído, si Nikki estaba riéndose de mí, si Cam sentía pena por mí. No quería su compasión, no podía manejar su piedad. Tenía la sensación de que Dev no se sentía muy amigable, tampoco. Ravi puso los ojos en blanco, ya que ninguno de nosotros hizo un movimiento para unirse a las travesuras. —Ustedes apestan. —En ese momento, mi teléfono empezó a vibrar en el bolsillo. Lo saqué y vi que un número de celular desconocido me llamaba. Me puse de pie y di un par de pasos por la habitación. —¡Ajá! —dijo Ravi—. Vamos Dev, no hay excusa ahora. —Agarró a Dev por ambos antebrazos y tiró de él a sus pies. Pulsé para aceptar la llamada. —¿Hola? —Hola, soy yo. —Oí decir a Ty. Me puse rígida. Había estado esperando esta llamada, pero aun así me sorprendió. No era su número, estaba en un nuevo teléfono, o en el teléfono de alguien más. Cualquiera que sea la diferente. —Oh —es lo que dije, como respondí, cómo comencé la gran conversación importante con mi novio. O ex-novio. Oh. —Sí —dijo. Parecía cauteloso, como si estuviera pisando con cuidado conmigo. Tenía razón, debería. —¿Qué le pasa a tu celular? No pude localizarte.

THE KISS jFF

140

Ravi y Dev me miraron. No hubiera sido difícil de averiguar con quién estaba hablando. Ravi tomó a Dev por los hombros y lo empujó fuera a la sala de estar y la gente y la vida. Estaba sola, y cerró la puerta detrás de ellos. —No puedo usarlo nunca más —dijo Ty—. Está sonando todo el tiempo. Alguien filtró mi número y está completamente atascado. Para ser honesto, creo que fue Sasha. Ha estado haciendo estupideces por el estilo. —Oh —dije de nuevo. —Lo siento, este es el número de Tommy, si deseas guardarlo. —Está bien —le dije. —Así que… hola —dijo de nuevo—. Es bueno escuchar tu voz, te he echado de menos. —¿Tienes algo que creas que deberías decirme? —le pregunté, dando vueltas por la habitación—. ¿Algo que quieras contarme, tal vez? Hizo una pausa. —Oh, las has visto, ¿eh? —Me detengo y respiró hondo. —¿Qué mierda está pasando? —dije lentamente, escupiendo las palabras en grupos. —Te lo juro, no es tan malo como parece —dijo Ty. ¿No todos dicen eso? ¿No era un estándar en la lista de líneas de novio infiel para decirle a su chica? Caminé más rápido, respirando más rápido, mi corazón latiendo más rápido. Se sentía como si mis costillas se estaban cerrando, apretando contra mis pulmones, atrapándolos, aprisionándolos. Tuve que mantener la rabia dentro, tenía que mantenerlo civil. Probablemente tenía una excusa —no una excusa— una explicación. Tenía que escuchar, quería oír la excusa, la alternativa porque la historia que las fotos contaban no podía ser cierta. No podía. Escúchalo, Poppy. Hazlo. —Siempre se escucha cómo los tabloides hacen mierda, pero nunca me había dado cuenta de hasta qué punto. —Hay fotos, Ty, dime acerca de las fotos. —Oh, esa chica, ugh. —Hizo un ruido como si estuviera temblando de la asquerosidad de todo—. Estamos hablando de la rubia en el vestido rosa, ¿verdad? —Sí —dije, con voz tensa—. ¿Quién es ella, Ty? ¿¡Quién es ella!? —Me congelé, al oír mi voz tan estridente, tan aterrada. Así de… celosa Por lo tanto desconfiada. Una oleada de vergüenza rodó a través de mí. —Era una fan que estaba completamente fuera de sí y claramente buscando un buen momento para pasar la noche y decidió que yo lo era. No sé cómo lo hizo,

THE KISS jFF

141

no lo vi pasar, pero saltó el muro de la sección VIP en el club. Seb lo vio todo, y dice que no llevaba ropa interior. No era más que…. ella apestaba como una chimenea y siguió poniéndose frente a mi rostro y respiraba por todas partes. ¡Era tan mano suelta! —dijo—. Definitivamente no es mi momento favorito con las fans —dijo más para sí mismo que para mí, como si estuviera perdido en un mal recuerdo. La novia celosa de mí se deslizó por mi interior y se vació a través de mis pies. —Oh —dije. Estaba bastante elocuente en la pelea—. Ty, yo… —Hubo un cierto movimiento y Ty alejó el teléfono de su oreja, o lo alejaron de él, y había una conversación apagada y luego alguien volvió al teléfono. —Hola, ¿Poppy? —No era Ty. —¿Si….? —¡Popster! ¡Es Archie! —Podía sentir el calor de su sonrisa a través de la línea—. ¿Cómo estás? ¿Cómo van las cosas en casa? Escucha, solo quería decir que no tienes que preocuparte acerca de tu chico aquí, es una pequeña perra ahora. Oí a Ty protestando en el fondo. —Sí —continuó Archie—. Es completamente aburrido y no le gusta incluso abrazar a la fanáticas, y déjame decirte, parece que hay un montón, de todos modos Seb y TomTom no tienen problema con ellas a pesar de que tienen amigas pero Ty se pone todo incómodo y rígido y le da palmaditas a las damas en la espalda, se está convertido en todo un mariquita. —Hubo algunos gruñidos y sonaba como una lucha por recuperar el teléfono celular. —Sabes que está completamente azotado ¿no? —Continuó Archie—. Hay chicas ardientes como el fuego alrededor pero, ah, ya basta, ¡estoy hablando! De todos modos, tu chico no está extraviado, Poppy, estamos manteniendo un ojo en él por ti ¿bien? Una sonrisa se deslizó en mi cara. No me estaba engañando, todo era una mentira hecha para parecer algo que no era. No me estaba engañando. No había nada malo en mí. —Um, sí —dije, aliviada—. Genial. —Va a ser tan bueno verte en la feria Throwdown, vas a venir ¿verdad? — En el fondo escuché a Ty con una claridad sorprendente: —¡No le he dicho al respecto todavía! —¿Por qué no? —preguntó Archie. —Debido a que tú… —Hubo un ruido sordo y Archie fue… —¡Ay! —Robaste mi… —Golpe.

THE KISS jFF

142

—¡Oye! —Jodido teléfono. —¡Amigo, relájate! ¡Deja de golpearme! Aquí, Dios. Adiós, Poppy. —Y Archie le devolvió el teléfono a Ty. —Yo… —Ty comenzó, pero fue detenido. —Y para tu información este “jodido teléfono” es de Seb. —Escuché decir a Archie. Ty gruñó y respiró pesadamente. Estaba sonriendo. No podía evitarlo. —Lo siento —me dijo. —Está bien —dije—. Y lo siento, por haberme enojado antes. —Está bien, lo entiendo. Las fotos se ven bastante abrumadoras. Pero todo fue por ella, te lo juro. El gorila la saco rápido después de eso y creo que se desmayó en el hombro de su amigo. —Encantador. —¿Así que estamos bien? ¿Estamos de acuerdo? —Sip, estamos bien —dije. Y lo decía en serio. Era una buena explicación, y todo eso que había dicho Archie. Puede que no haya podido mantener un ojo sobre él, pero había otros tres chicos que le darían un golpe en la cabeza si se salía de línea. No dudo de que ellos lo hicieran, tampoco. Pero, al mismo tiempo, sentía que no debía preocuparme. Solo eran las chicas de Estados Unidos de las que necesitaba preocuparse. —Entonces, ¿qué es eso del show de Throwdown? —¡Sí! Throwdown están viniendo al Sur de Marlington la semana que viene durante las vacaciones de primavera. —Sí, lo sé. Mads y Dev trataron de conseguir boletos. —Correcto, exactamente, Faux Hawk nos dijo que abriremos para ellos. Fue totalmente de último minuto, algo sucedió con su acto de apertura original, pero lo haremos. Tienen cuarenta mil seguidores, ¿puedes creerlo? —Guau —dije—. Cuarenta mil personas… eso es tan… ¿así que vendrás a casa la semana que viene? —Solo por un par de noches. Quiero salir contigo el jueves, ¿está bien? Solo tú y yo. Vamos a hacer cosas normales, ir al cine, subir al Down Town Records y Acoustic Heaven y luego puedes venir a ver el show desde el lado del escenario el viernes. —Sí. Definitivamente —dije—. No me lo perdería.

THE KISS jFF

143

Excepto que tal vez me lo perdería. Desde que fui estúpida y tuve una crisis delante de papá, que no estaba demasiado emocionado por ello. Por nada de ello. Entonces, en el espíritu de la paternidad conjunta y de apoyo, se fue todo chismoso acerca de mí y le dijo a mamá sobre las revistas y rumores. —No. Absolutamente no —dijo mamá cuándo todos nos sentamos en la mesa del comedor. Apuñaló con el tenedor su tortellini. —¡Pero mamá! —Él obviamente es malas noticias —dijo—. Las estrellas de rock tienen una mala reputación por una razón. —Te trató horriblemente. —Agregó papá. —¡No lo hizo! —¡Poppy! —¿Puedo ir en su lugar? —dijo Rory. —¡Cállate, Rory! —¿Cómo puedes decir eso, cariño? ¿Vas a dejar que todos tus novios te engañen? —Me ericé. Si solo supiera la verdad. —¿Por qué no puedo ir? —dijo Rory—. No es como si me engañara a mí.

—¡Cállate, Rory! —Metí mis dedos dentro de mi vaso con agua y le sacudí las gotas en la cara—. No me engañó, fue todo un gran malentendido. —Me gustan los ponies —declaró Bex, abriendo su boca y jugando con el tenedor en ella. Dejó caer la pasta picante por todo el mantel. —¿No lo hizo? —dijo papá—. Supongo que él te dijo eso, ¿no? —Sí, me explico todo. Las fotos son sacadas de contexto. —¿Cómo pueden las fotos pueden estar fuera de contexto? —Ella era una fan vulgar borracha que se le lanzó encima. Deberías haberlo oído en el teléfono, sonaba un poco asustado. Dijo que era “mano suelta” —dije, haciendo comillas en el aire. Sonreí, casi solté una risita por eso, pero mamá y papá no se estaban riendo. —Me gustaría hablar por teléfono con él, Poppy. —Papá —gemí y bajé el tenedor—. Mira, lo perdoné porque en realidad no hizo nada malo. Aun me gusta, yo le gusto y… —No sé por qué —dijo Rory. Le tiré un pedazo de tortellini y continúe. —Y eso es lo que realmente necesitas saber.

THE KISS jFF

144

Así que yo iba, con o sin su aprobación, pero sabía que no iba a ser tan fácil cuando vino a recogerme el jueves siguiente. Así que fue un poco raro cuando Ty se presentó y mi papá lo miró, lo cual era difícil ya que Ty era media cabeza más alto. Papá miró a Ty para darle el mal de ojo de padre protector "si rompes su corazón rompo tu cara" y tomé la mano de Ty, tirando de él hacia el porche y hacia el auto de su padre. Supongo que podría permitirse uno propio ahora, pero no habría tenido ningún uso con las giras y todo. Cerramos las puertas del auto y nos miramos. Sonrió, sonreí y me tiró en un abrazo. Traté de darle un beso, pero me empujó por los hombros. —No estoy tan seguro de que el público lo apruebe —dijo, asintiendo ligeramente detrás de mí hacia el porche. —¿Sigue mirando? Solo conduce, vámonos fuera de aquí. —Era molesto, pero me figuré que podría besarlo más tarde. Teníamos mucho tiempo para estar solos, ¿verdad? —Entonces, ¿cómo se siente, Señor Famoso Estrella de Rock? —le pregunté mientras salía a la carretera principal, en dirección al centro comercial. —¿Señor Famoso Estrella de Rock, ah? —dijo con una media sonrisa—. Hmm. Es diferente a lo que pensaba. —¿Cómo así? —Bueno la gente está loca, y los paparazzi son intensos, presionan y empujan, y te ponen apodos solo para sacarte. ¿Has visto el periódico acerca de cómo Tommy casi golpea a un paparazzi en San Louis? —¿De verdad? —Sí, él está adquiriendo la reputación de chico malo, el enojado. Probablemente el nuevo tatuaje no lo ayuda. —¿Qué tipo de tatuaje? —No es nada realmente, solo es un diseño, está trabajando hasta que cubra la manga, ¿sabes? De todos modos, se tiñó el pelo de negro y acaba de conseguir una reputación de ser un grano en el culo. De todos modos, ni siquiera iba a golpear realmente al sujeto, solo quería darle un susto y hacerlo apartarse, por lo que fingió golpear en la cara al tipo y el idiota por la sorpresa cayó de espaldas y rompió la cámara. Tomó la foto, sin embargo. Tommy se ve seriamente cabreado, con los nudillos dirigidos a la cámara. —No lo vi —dije—. Guau. —Y los fans están locos, las chicas nos preguntan si podemos firmar sus pechos, hubo una chica, del tipo adorable, como una estudiante de secundaria o

THE KISS jFF

145

algo así. No paraba de gritar, hasta que Seb le dio un abrazo y se desmayó en la piedra fría del pavimento, no estoy bromeando. —Dios —dije. Esto sonaba como mucho con lo que lidiar. Así se lo dije. —Sí, lo es —dijo—. Puede ser. Espero que disminuya un poco esto ¿sabes? Esto ha sido mucho y tan rápido. Los Ángeles es lo peor que me he encontrado, porque hay muchos turistas y paparazis alrededor, pero algunos lugares no están tan mal. —Me sonrió y apretó mi mano—. Es lindo estar en casa. Nos detuvimos dentro de un parque en la calle y Ty se escondió en las sombras y se puso una gorra de beisbol para cubrir su cara. Saltó fuera del auto y cuando abrí mi puerta el corrió en mi dirección y la sostuvo, inclinado. Tomando mi mano en la suya paseamos a lo largo de las vidrieras, en dirección a nuestra primera parada del día, el restaurante de hamburguesas. Me sentía mareada y con hormigueo y tan feliz de estar con él. Hasta que el primer fans se dio cuenta de que era, Ty de Academy of Lies. La chica se acercó para pedirle un autógrafo y Ty soltó mi mano y cumplió. Entonces un puñado de adolescentes vinieron con sus cámaras de teléfonos y trozos de papel, o cualquier papel, menús de comida china para llevar y volantes de lavados de auto que habían sacado de los parabrisas de los autos. Di un paso atrás cuando la multitud comenzó a crecer a su alrededor, una docena, dos docenas de personas. Vi un par de chicas de la escuela. No me vieron, acababan de incorporarse a la multitud y chillaban entre ellas, con sus caras poniéndose rojas por la euforia. Era raro, solo era Ty. Una pareja de ancianos, una mamá con su hijo en el cochecito y dueños de las tiendas salieron para ver el revuelo. Parpadeé dos veces cuando oí a una mujer preguntar si se casaría con ella. Después de diez minutos se estaba haciendo demasiado, ya a los quince había más gente que nunca, la multitud se expandía en la calle alrededor de los vehículos estacionados. —Ty —dije, dando un paso adelante, tratando de entrar—. ¡Ty! —Miraba alrededor por el sonido de mi voz, poniéndose de puntillas para ver por encima del hombre con barba y el chico gótico, pero no pudo alcanzarme. Se encogió de hombros como disculpándose y descendió sobre sus pies, ya tenía un lápiz empujando en su cara, estuvo a punto de apuñalarlo en la oreja. Mi celular sonó. —Hola, soy yo —dijo. Lo vi en medio de la multitud, acunando su celular en el hombro mientras firmaba cosas e intentaba sonreír a la gente cuando les devolvía el papel. Cámaras destellaban en su rostro. Menos mal que había tomado sus gafas de sol—. Creo que hoy podría ser un fracaso.

THE KISS jFF

146

—Sí, —dije con una señal—. Lo sé. —Lo siento, no tendrías que estar lidiando con esto. —Está bien Ty, no es tu culpa. Algunas chicas de pie en la parte de atrás de la multitud giraron la cabeza para mirarme. Una de ellas me miró de arriba abajo y sus ojos se iluminaron con el reconocimiento. Oh no. —Oh dios mío, tú eres Poppy Douglas, ¿verdad? —dijo ella. Los ojos de su amiga se abrieron también. —Tú totalmente estas saliendo con Ty. —Un par de cabezas se volvieron. —¡Oye! —Lo escuché gritar—. Basta con las manos codiciosas gente, o camino. —¿Vas a estar bien? —pregunté. —¿Ustedes dos están en una cita en este momento? Eres tan afortunada. —Tan afortunada. —Asintió hacia mí su amiga. —¿Porque sigues con él? —Alguien más pregunto—. ¿Cómo explica lo de todas las chicas y hace que suene bien? —Él no lo hizo. —Me detuve a mí misma. No le explicaría mi relación a estos extraños—. Ty, lo siento, creo que me voy a ir —le dije a mi teléfono. —Escuché eso —dijo—. Oh gracias —dijo con alivio, en el otro lado de la multitud se estaban separando y vi a dos policías abriéndose camino, lo que obligó a todos a dar un par de pasos atrás. —Creo que estaremos bien ahora —dijo Ty a su teléfono, mirándome a través de la multitud desde solo unos metros—. Estas… ¡oye! —Una chica le arrebató la gorra de su cabeza y se escapó con ella, gritando, sosteniéndola triunfalmente en el aire. Ty se sacó de nuevo el pelo de la cara y miró detrás de ella con fastidio. Deslizó sus gafas de sol de en la parte superior de la cabeza y volvió la mirada hacia mí. Como un solo ser automatizado, la multitud desplazó la mirada también. —¿Estás segura de que no quieres quedarte? —dijo, entonces uno de los policías le puso una mano en el hombro y comenzó a hablar. Lo odiaba, me odiaba a mí misma por ello, pero no podía hacerle frente. Mis músculos se contraían y mis pies estaban decididos a irse solos, desaparecer, alejarme de la locura. Este tipo de cosas no suceden aquí. Una chica le había robado literalmente la gorra de la cabeza. —No puedo —dije, alejándome de la multitud. Ty probablemente no me estaba escuchando, incluso, estaba prestando suma atención a lo que el policía le

THE KISS jFF

147

estaba diciendo. Ty asintió en dirección a su auto y luego a los policías, de pie a cada lado de él, Ty dio un paso hacia el auto. Los fans comenzaron a desplazarse de nuevo, agitando pedazos de papel y cuadernos pequeños con más urgencia viendo como su oportunidad se desvanecía. Tomaron más fotos que podrían mostrar a todos sus amigos cuando regresaran a la escuela después de las vacaciones. A medida que Ty se movía hacia el auto, me miró a los ojos con urgencia. —¡Poppy, vamos! —Con eso, bajé mi celular y me precipité alrededor de la multitud en la calle. Él no iba a salir de esto y dejarme aquí para hacer frente a la multitud y sus cámaras. Ty me señaló a uno de los policías, y extendió un brazo para mantener a la multitud a raya. Colocándome delante, él cerró de golpe la puerta del auto detrás de mí. Me bloqueó. Ellos golpearon el capo del auto dos veces y con las expresiones faciales mostrando que hablaban en serio, nos dieron la espalda, con los brazos contra el oleaje de personas. —Vamos, solo vamos —dije—. Vamos, vamos, vamos. —Puso el encendido en posición y aceleró un poco demasiado duro. El frente de la multitud retrocedió un poco. Uno de los policías salió a la calle y detuvo el tráfico, nos hizo señas sobre nuestro lugar y nos fuimos. —Lo siento tanto Poppy, no pensé que sería así. No aquí. —Eso es horrible —dije, recostándome contra la ventanilla—. Esto es un poco aterrador, ¿cierto? —Puede ser, sí. Especialmente en los aeropuertos. —¿Cómo haces para lidiar con esto todo el tiempo? Sacudió la cabeza. —Y eso es solo por nosotros, no puedo imaginar cómo es para alguien que es realmente famoso. Estaba sentada a su lado, y a juzgar por la expresión de su cara, el camino ya estaba apartado de nosotros. Realmente no lo entendía. —Ty —dije—. Tú eres realmente famoso.

THE KISS jFF

148

Capítulo 17 Traducido por Lilith Corregido por Eneritz

l era muy famoso, y esa noche, yo también lo era. La cita había sido un poco arruinada, ya que no podíamos ir exactamente a mi casa ya que mi padre y sus tácticas de intimidación estaban allí, y no podíamos ir a su casa porque una cantante de música country tenía ocupado su apartamento estudio y aunque sus padres estuviesen en el trabajo, no podía entrar a su casa, porque les había devuelto las llaves cuando se mudó. Me sentía un poco nerviosa ante la idea de ir a un restaurante o al cine o algo tan público, por lo que condujimos por los alrededores por un rato y luego me llevó a casa. Sin embargo, todavía iba a ir al espectáculo de Throwdown mañana. Mads vendría conmigo. Vanya no podría venir porque sus vacaciones de primavera estaban siendo ocupadas en un viaje a la playa con toda su familia.

É

El viernes por la mañana, estaba sentada en el sofá comiendo un plato de Cheerios, viendo al correcaminos correr por el desierto mientras Bex estaba sentada a mis pies atando cintas rosadas en el pelaje de Poo Bum. El teléfono fijo sonó y levanté cojines, periódicos y libros de finanzas buscando el teléfono inalámbrico hasta que lo encontré en la parte posterior del sofá junto con dos monedas. Lo alcancé. —¿Hola? —¡Estás en la televisión! —Una voz de mujer gritó histérica, su voz sonaba distorsionada como si el teléfono tuviera problemas para procesar su voz. —¿Quién habla... Mads? ¿Eres tú? —¡Pon el Canal Cuatro! ¡Hazlo ahora mismo! ¡Estás en el canal Entertain Me ahora mismo! Estoy viendo como estaba repleto el centro comercial Strip Dewberry. Y tú estás ahí. Y él está al teléfono contigo, y… Me agaché hasta el suelo y metí mis manos entre las patas delanteras de Poo Bum, sacando el mando a distancia de debajo de su pata. Lo pasé al canal Entertain Me y accidentalmente escupí un bocado de cereales en la parte posterior de la cabeza de Bex. Poo Bum se inclinó y lamió el Cheerios perdido.

THE KISS jFF

149

Allí estábamos: en las imágenes captadas desde la cámara de un teléfono un poco tambaleante, Ty estaba siendo guiado hacia el auto, agarrándome la mano con urgencia. Corrí hacia el auto y ambos nos subimos en el. El policía se veía enojado, diciéndole a la multitud que retrocediera de una puta vez. Las chicas chillaban y hablaban entre ellas con voces agudas. Estaba en la televisión —Parece que después de algunos coqueteos con otras mujeres mientras se encontraba de gira en las últimas semanas, Poppy Douglas la sensación de YouTube, ha decidido perdonar al cantante principal del grupo Academy of Lies. Realmente son una linda pareja, esperamos que puedan hacer que dure. —El canal Entertain Me estaba hablando de mí en la televisión nacional. Estaba hablando de mi vida amorosa en la televisión nacional. Era de interés periodístico. Y al parecer, una sensación de YouTube. Era un medio de comunicación de todas formas, aunque mentían acerca de las otras mujeres... y entonces me di cuenta de que Mads seguía gritando. —¿Has oído eso? ¡Sensación de YouTube! —dijo Mads. —Sí, guau —dije. Mi estómago rugía, pero sabía que no era de hambre. Me dolía y me sentía bastante incómoda. Así que ahora el mundo sabía que todavía estaba con Ty. Estaban haciendo juicios acerca de si era confiada o era una gran tonta. No quería que el mundo supiera de mi vida privada. Y no quería que el mundo pensara que mi novio me había engañado, cuando era una falsedad completa. ¿Y qué pasaba con ellos al adornar una historia como esa? Una mujer, había salido a bailar con una mujer. Nada más que una mujer. No mujeres. —Esto es taaaan genial. No puedo esperar a esta noche. Me paso por ahí. Preparémonos juntas. —Y colgó. Una hora más tarde, le abrí la puerta en mis pantalones de chándal y una camiseta sin mangas, el pelo en un moño rizado con nudos en la parte superior de mi cabeza, y fui cegada casi de inmediato cuando abrí la puerta por lentejuelas brillantes que reflejaban la luz del sol en todas direcciones. —Vaya —dije, entrecerrando los ojos y protegiéndomelos. —Caliente, ¿no? —dijo Mads. Llevaba un top morado de lentejuelas, pantalones cortos negros y botas calientes de cuero negro hasta las rodillas. Y su sombrero favorito negro sobre su cabeza. Tenía razón, se veía caliente. Y muy teatral. —Chica, vamos a ver a Throwndown y a Academy of Lies —dije—. No a las Debutante Dolls. Su aire de confianza se consumió en el espacio y se erizó nerviosa. —¿Es demasiado?

THE KISS jFF

150

Le hice una seña para que entrara a la casa. —Sí, no, bueno... si nos fijamos bien, te ves impresionante, pero caramba, ¿esos pantalones cortos podrían ser más pequeños? —No realmente. —Se rió, cerrando la puerta detrás de nosotras. —Bueno, no esperes que me una a ti en... —Agité mi mano delante de ella señalando su vestuario—. Eso. —Está bien, sé que no es tu estilo. Además, quiero destacar. Tengo todo esto planeado —dijo, mientras nos dirigíamos a mi habitación—. Todo el mundo en la sala VIP te va a estar viendo y yo solo voy a ser como… la amiga de la sensación de YouTube, mi mejor amiga, y entonces estaré totalmente caliente como una diosa del rock, o tal vez una estrella de cine, me preguntarán si quiero salir, va a ser genial y les diré “claro” y me aseguraré de tomar fotos y ponerlas en mi Facebook y luego Dev se va a lamentar por haber roto conmigo porque, ya sabes, me tenía. —¿Estás segura de que quieres ir vestida de esta forma? —le pregunté, cerrando la puerta detrás de nosotras—. ¿No estás enamorada de él? —Corrección, estaba enamorada. Ya no estaré enamorada de él nunca más. Terminé con él. Hay un montón de peces, mucho más calientes, mejores peces fuera en el mar feroz. ¡Y voy de pesca esta noche! —Hmm. —Tal vez no me agradezca mucho mi parloteo sobre Dev. —Ahora. Se lanzó a abrir las puertas de mi armario y se dio la vuelta para mirarme. —¿Qué llevas puesto? Era tan extraño ir a un concierto con todas las entradas vendidas, en un estadio con un cordón con un pase para el escenario alrededor del cuello. Mads me apretó la mano mientras entrabamos y mi estómago revoloteó cuando vislumbré la cabina con una mesa repleta de mercancía de Academy of Lies. En la esquina había una gran mesa plegable que Jeri y Lana solían utilizar en los conciertos, e incluía no solo camisetas y CDs —reales de esos que tienen caratulas como los de los CDs de sellos discográficos—, y pegatinas, cuadernos, bolígrafos, púas de guitarra y carteles. En la parte posterior de la cabina estaban pegados seis carteles diferentes de la banda para elegir y cinco camisetas diferentes. Era enorme y loco y emocionante y desagradable. Chicas y chicos vagaban por ahí con sus nuevas camisetas de Academy, con la cara de mi novio estampada en el pecho. Y el de Archie, Seb y Tommy. —Pops, tienes que conseguir una de esa —dijo Mads, mirándome con los ojos muy abiertos, asintiendo hacia mí. —Mmm.

THE KISS jFF

151

—¡Vamos! Prácticamente vives poniéndote solo camisetas de conciertos y bandas. Agarró mi camiseta descolorida de los Rolling Stones para enfatizar el punto. También llevaba unos Daisy Duke —pantalones cortos de mezclilla— y mi tenis tartán rojas. Creo que me veía bien, pero me mezclaba con esta gente. Mads se veía bien, pero con la mayoría definitivamente no se mezclaba. No es que importara, de verdad. No era así, estábamos pasando con la plebe esta noche. —¿Quieres que parezca una fan? Vamos —le dije—. Vayamos tras bastidores. Fue surrealista, mostrar los pases que Ty me había dado ayer y ser metida por las escaleras y ser conducida a través de los bastidores, si soy honesta, el corredor de los bastidores estaba un poco sucio, lo que normalmente eran los vestuarios de los equipos de baloncesto y hockey sobre hielo. Esta noche, el Crew Stadium estaba lleno y la gente corría de un lado para otro, asintiendo en sus auriculares. Un hombre estaba de pie congelado en su lugar, con una expresión en blanco en su cara, como si hubiera entrado en el modo de espera, y luego dijo: —¿La plateada? —Y seguía de pie allí. Mads y yo intercambiamos una mirada. Entonces él dijo—: Oh, la Gibson, claro. Vale, estoy en ello. —Y caminó pasándonos, que fue cuando noté por primera vez el auricular ynque de hecho no estaba teniendo una conversación consigo mismo. Divertido. Hicimos algunas bromas sobre el ancho de la puerta a los vestuarios de hockey sobre hielo, y cuán increíblemente alto era el marco de la puerta de los vestuarios de baloncesto —nadie puede ser tan alto, ¿o sí?— mientras caminábamos. Cuando nos acercábamos a la habitación con la mayoría de las voces y ecos rebotando en las paredes de azulejos, un hombre de negro salió seguido por los chicos, llevando sus guitarras, Seb tenía su bajo y Archie comenzó a tocar con las baquetas de su batería contra la pared y los tubos expuestos del techo. Estaba haciendo un ruido de rat-a-tat sobre Tommy hasta que Tommy lo empujó contra una pared. Comenzaron a caminar en la dirección contraria, probablemente hacia el escenario. Mis entrañas cayeron a mis pies cuando me di cuenta de que Ty no me había visto, y no iba a hacerlo. —¡Oye, espera! —grité, corriendo hacia ellos. Todos los del grupo se dieron la vuelta y la cara de Ty se iluminó, las de todo el mundo lo hicieron. —¡Mira quién es! —dijo Tommy. —¡PoppyLongStocking! —dijo Seb. No creo que nunca me haya llamado tan solo Poppy, ni una sola vez. Era y siempre sería PoppyLongStocking.

THE KISS jFF

152

Archie corrió hacia mí, corriendo como un mono. Bajó su cabeza, y la metió debajo de mi axila y gritó mientras me levantaba del suelo y me daba vueltas. Me dejó después de un par de giros, y me dio un puñetazo en el hombro. —Es bueno verte —dijo. —Igualmente —le dije, golpeándole de vuelta. Ty se adelantó y tomó mis manos entre las suyas. —Pensé que no ibas a venir —dijo—. Hola Mads. —Sonrió a mi mejor amiga detrás de mí. —Chicos —dijo el hombre de negro. Hizo un gesto impaciente para que lo siguieran, antes de tocarse su oído y mirar a la pared—. Ya van, treinta segundos de retraso para la entrega. —¿Caminas con nosotros? —dijo Ty, agarrando mi mano. Cuando empezamos a caminar, me acerqué a él y Mads corrió para alcanzarnos, así Ty, Mads y yo formamos una cadena humana por el pasillo, hacia el escenario. Eché un vistazo a la habitación de la que habían salido mientras pasaba, estaba lleno de rockeros punk y aficionados, con chicas vestidas como las Debutante Dolls, como Mads. Y Throwdown, mencioné a Throwdown ¿verdad? ¿Estaban allí? Sí, lo estaban. Los cinco. Reconocí inmediatamente al baterista con el pañuelo rojo atado alrededor de su cabeza, con el cabello negro con gel que sobresalía en todas direcciones. Vaya... y luego los pasamos y seguimos nuestro camino. Mientras caminábamos por las escaleras al lado del escenario y los amplificadores enormes, se me estremeció todo el cuerpo. Me estaba poniendo nerviosa y ni siquiera iba a salir al escenario. La multitud era ruidosa, hablaban, bromeaban y gritaban ocasionalmente. Por supuesto que era ruidoso, había cuarenta mil malditas personas ahí fuera. —Guau —suspiré. Ty sonrió. —Lo sé. Saltó hacia arriba y abajo un par de veces y movió sus brazos y piernas. Mientras que Seb movía sus hombros, Tommy se quedaba allí quieto y Archie tamborileaba en el aire. —Buena suerte —le dijo Mads a Seb a su lado, dándole una sonrisa y un codazo en el hombro. Parecía estar a punto de hiperventilar. —Tengo que ir al baño —dijo con una inestable sonrisa. —Estás bien, amigo. Acabas de ir —dijo Tommy, palmeando con una mano de forma tranquilizadora sobre el hombro de su compañero de banda.

THE KISS jFF

153

—¿Lo estoy? —dijo Seb—. Oh, sí, lo estoy. Estoy bien. En realidad no me tienes que ayudar. Estoy bien. Ty se asomó a la muchedumbre por medio segundo. Un par de chicas gritaron y hubo una reacción en cadena de gritos. —Está a tope de gente ahí fuera —dijo con una gran sonrisa, sorprendido—. Quiero decir, sé lo grande que es el lugar, fue bastante épico durante la prueba de sonido, pero los asientos estaban vacíos entonces. Ahora en realidad no lo están. Se veía nervioso por un momento, luego me sonrió, puso sus palmas de las manos sobre mis dos mejillas y me besó. —Chicos ¿están listos? —preguntó un hombre. Asintieron, silbaron y dieron brincos y unos pocos más de ejercicios de calentamiento. Cada uno de ellos puso un par de tapones para los oídos en sus orejas. A continuación, una voz de presentador resonó por todas partes. —Señoras y señores bienvenidos al estadio, la escuela está ahora en sesión, ¡aquí está Academy of Liiiiiieeeeeeeessss! —Oh, Dios mío —dije, sosteniendo mis manos sobre mis oídos mientras ensordecía el ruido excepto por los gritos que venían en un tono más alto desde las tribunas. Mads y yo intercambiamos sonrisas, ya había un destello de chispas detrás de la batería, los chicos saltaron por los aires al unísono y cuando aterrizaron comenzó la canción. Los gritos nunca se detuvieron. Mads y yo bailamos en el lugar, observando mientras corrían por el escenario, saltando, lanzándose alrededor, pero de algún modo siempre de nuevo al frente del micrófono en el exacto momento en que tenían que cantar, se programó todo a la perfección, no podría haber estado más orgullosa de lo lejos que habían llegado. Otra chica se acercó al lado del escenario y se puso a nuestro lado, viendo. Le sonreí distraídamente, pero volví rápidamente a ver a la banda. Tenía el cabello rubio platino largo y grueso y un mal bronceado en spray, hice una mueca cuando me di cuenta de que llevaba una camiseta de Academy of Lies por encima de sus blancos pantalones vaqueros. Una fan con la esperanza de conocer a la banda cuando bajen del escenario, adiviné. Los ojos de Mads se abrieron como platos y me dio un codazo y luego asintió hacia la chica. Traté de ser casual y no mirar descaradamente a la chica, estaba de pie junto a mí después de todo y luego me di cuenta de quién era. Pero Mads me ganó de mano. —¿Eres Roxy Washington, no es así? —dijo. La muchacha se quedó inmóvil durante medio segundo antes de dar una sonrisa renuente. —Me has pillado —dijo.

THE KISS jFF

154

—Te merecías totalmente el Mejor Beso —dijo Mads, asintiendo—. Ese beso fue caliente. He visto Fiestas Salvajes unas mil veces. —Gracias —dijo. —Soy Mads —dijo—. Estoy aquí con mi mejor amiga, estoy segura de que conoces a Poppy —dijo. Como si fuera tan famosa. Dudaba que la señorita estrella de películas tuviera idea de quién era yo. —Poppy, sí —dijo Roxy Washington, parpadeando. Sus ojos me miraban, de arriba a abajo, evaluándome. Era sutil, pero la atrapé. —Eres la… Ty, uh, estás con Ty… —La novia —terminó Mads—. Sí. —Eso es tan increíble. Es genial, ¿verdad? ¿No crees que él sea grandioso? —Sí —le dije. Sí, creo que mi novio es grandioso. Es mi novio. —Es tan grandioso —dijo Roxy Washington de nuevo, mirando hacia atrás al escenario. Un escalofrío incómodo me recorrió la espina dorsal. ¿Qué mierda ha sido eso? —¿Cómo es que ustedes dos se conocen? —le pregunté. Había dicho algo sobre compartir el estudio, pero quería oírlo de ella. —Oh, ya sabes, nos vemos uno al otro en los clubes, a veces si me estoy divirtiendo le envío un mensaje de texto, para que venga. —Él y los chicos, quieres decir —dije, señalando al escenario—. La banda. Se encogió de hombros. —Claro, a veces. Ya sabes, ha sido un amor, me está enseñando a tocar la guitarra, también. —¿En serio? —Sí, puedo hacer algunas canciones en vivo a veces cuando hago apariciones en centros comerciales y esas cosas. En lugar de ser solo otra chica lloriqueando en un micrófono. —Sonríe con satisfacción—. He grabado mi propio álbum, ¿lo sabías? Sale en diciembre, justo a tiempo para Navidad. Significa que estará en las tiendas para esta fecha, en caso de que no lo supieras… —Lo sé, lo dijeron en los medios —dije. —Oh, está bien. Me quedé mirándola fijamente, mis ojos se estrecharon por un momento. Mads tomó mi mano y la apretó, clavándome sus uñas. —Así que tienes un álbum que va a salir, eso es muy bueno —dijo ella.

THE KISS jFF

155

Roxy Washington sonrió hacia Mads con una sonrisa con dientes que brillaban como neón, debía haber algunas luces UV en alguna parte. Eso tenía que ser, no podía haber unos dientes tan blancos. —Sí, desde el cinco de diciembre. Estará disponible en iTunes y en mi sitio web. Puedes comprarlo. —Asintió vigorosamente. Mads asintió y le devolvió la sonrisa. Roxy Washington miró su teléfono y lo sostuvo en alto, señalándolo. —Será mejor que conteste esto —dijo, y bajó corriendo las escaleras a un sitio más tranquilo. —Guau —dijo Mads, que seguía mirando a la escalera—. Creo que no me agrada en absoluto. —Mmm —dije. —Has captado todas esas vibraciones, ¿no? —Sí —le dije. —¡Qué perra! Antes de que pudiéramos continuar esta conversación, dos mujeres subieron las escaleras, y una de ellas tenía el pelo de color rosa. —¡Jeri, Lana! —Me lancé hacia ellas y nos dimos un abrazo grupal, saltando arriba y abajo. —Es tan bueno verlas. Mads, estas son Jeri y Lana, Jeri es la novia de Tommy y Lana es la novia de Seb. Mads las abrazó tanto como si fueran unas amigas que por largo tiempo hubiera perdido. Lana lanzó una mirada asesina a la escalera de metal. —Esa era Roxy hace un momento, ¿no? —dijo. —Sí —dijimos Mads y yo. —Es mejor que tengas cuidado con ella —dijo Jeri—. Está en todas partes con Ty a lo grande. El estómago me dio un vuelco. —¿Qué quieres decir? —Es sutil en ello, pero confía en mí. Lana asintió, con ojos serios. Me volví hacia el escenario y miré a Ty, el brillante vocalista principal, mientras hablaba a la audiencia, haciéndolos reír y gritar aún más fuerte. Lo amaban, lo adoraban. Miramos a todos en la multitud, al puñado de personas en las filas delanteras que era las que podíamos ver, mientras alguien gritó su declaración de amor a Ty.

THE KISS jFF

156

Alguien saltaba arriba y abajo en el frente, sosteniendo una pancarta que decía—: ¡Quiero tener tus hijos! —Más chicas gritaban su amor hasta que todo lo que se oía era chicas gritando. Se rió, miró a los chicos, e hizo una reverencia. —Gracias —dijo—. Nosotros también los queremos. —Estas chicas están volviéndose locas —dijo Lana—. Dime que no era así cuando era una adolescente, Jeri. —No —dijo Jeri—. Eras mucho peor que eso. —Espero que Throwdown tenga una recepción tan increíble como la de Academy, van a estar enfadados si no la tienen, ¿no? —dijo Mads. Jeri no parecía preocupada. —Oh, la tendrán, saldrá bien —dijo—. Esa gente de ahí puede ser que ame a Academy, pero están aquí para ver Throwdown. Apuesto a que va a ser aún más fuerte. —Creo que voy a bajar —dije. No podía hacerle frente a un ruido más fuerte, no podía hacer frente a simplemente nada más fuerte ahora mismo. No podía concentrarme, no podía oír mis pensamientos. Y necesitaba pensar. —La fiesta es en el camerino de Throwdown, pero si quieres algo tranquilo, bueno, más tranquilo que esto, el nuestro debe estar vacío ahora —dijo Lana mientras colocaba la mano en la barandilla de la escalera y Mads me seguía fuera de los escenarios. Pasamos junto al vestuario de Throwdown, que tenía un tipo grande y corpulento de seguridad con la cabeza rapada de pie en la puerta. Miraba con desconfianza y severidad, pero a medida que pasábamos, su rostro se aligero con una sonrisa amable y asintió a cada una de nosotras en saludo. Dentro había una pequeña multitud, era pequeña porque era una habitación pequeña, y los hombres de Throwdown cantaban “chug chug chug”, mientras una mujer de pechos descomunales que hacían estallar la parte delantera de su minúsculo vestido azul marino, estaba bebiendo de un cubo. Sí, realmente, un cubo. Todo era muy elegante. —Poppy —dijo Mads detrás de mí. Me di la vuelta para verla esperar en la puerta, haciendo un gesto para que entrara. —Oh —dije, notando el signo de Academy of Lies pegado a la puerta. Me había pasado. Entramos y cerró la puerta detrás de nosotras. Ropa de chico estaba esparcida por toda la habitación y allí en una esquina un tocador de maquillaje con un gran espejo con globos de luz apoyados en él, sobre la pared. Mads se acercó, se inspeccionó y arregló las cosas sobre la mesa. —Todos estos colores son aburridos. —Hizo un mohín.

THE KISS jFF

157

—Eso se debe a que es maquillaje para chicos —le dije, dejándome caer en el sofá de gamuza gastada. Exhalé. —¿Crees que está engañándome? —le pregunté—. En serio, ¿qué te parece, Mads? Porque es lo que todo el mundo ha estado diciendo... —Poppy. —Creo que lo está haciendo —dije. Mads abrió la boca para hablar, pero volvió a cerrarla. —Creo que está viendo a otras chicas. Probablemente incluso a Roxy Washington. Y al escuchar su nombre, o tal vez la llamé con mi pensamiento, Roxy Washington abrió la puerta y caminó dentro. Se detuvo por la sorpresa cuando nos vio, y luego sonrió y se dirigió al gran recipiente de vidrio lleno de botellas de agua y hielo, cerveza y latas de refrescos. —¿No estaban viendo el show? —preguntó, abriendo un refresco de 7-Up Lo escuché abrirse dejando salir el gas corriendo. Fue el único sonido en la sala. Bueno, aparte del ruido sordo de los tambores y las letras indescifrables de las canciones. —No, vine a ver a Ty —le dije—. No al espectáculo. —Oh —asintió Roxy, tomando un trago de la lata—. Yo también, los he visto tocar un montón de veces. ¿Por qué me estaba diciendo eso, por qué me estaba diciendo eso? ¿Qué es lo que quería que pensara con eso? Que había venido a pasar el rato con Ty. Bueno, pues no podía estar con él, ya que yo estaba con Ty. ¿La había invitado también? ¿O había solo aparecido como una celebridad con el “Premio al Mejor Beso” acosadora? Vi como Roxy Washington ponía la lata sobre la mesa y sacaba un pequeño frasco de brillo labial de su bolso. —¿De qué sabor es? —preguntó Mads, inclinándose para echar un vistazo. Roxy sumergió el dedo en el frasco y luego lo sostuvo en alto en la nariz de Mads. —Fresa y guayaba —dijo—. Lo tengo como regalo de la fiesta de lanzamiento de la nueva línea de maquillaje Delish, su sabor es muy bueno. A Ty le encanta. Se puso rígida. Me puse rígida. No me miraba. Aunque Mads sí lo hacía. Sus ojos se abrieron y me miró con pánico antes de que sus facciones volvieran a la normalidad otra vez, ocultando todo.

THE KISS jFF

158

—¿A Ty le gusta? —pregunté—. ¿Cómo va Ty a saber a qué sabe o si le gusta? Roxy presionó su brillo con la yema del dedo sobre sus labios, frotando adelante y atrás, adelante y atrás. Concentrándose en la tarea más de lo necesario. Mucho, mucho más de lo necesario. —Ty no es exactamente el tipo de persona con el que puedas probar tu brillo de labios nuevo, Roxy —dijo Mads. —Sí —dijo Roxy, tapando el brillo, luego examinó cuidadosamente su bolso cuando lo abrió y buscó el lugar perfecto para poner el brillo. O estaba buscando algo más en su bolsa o estaba haciendo tiempo. Sabía a qué apostar mi dinero. —¿Cómo sabes cuáles son los gustos de Ty en el brillo de labios, Roxy? —le pregunté de nuevo. Mads se acercó a la cara de Roxy. —Sí, ¿cómo? Me levanté y caminé lentamente hacia ellas. Roxy se estremeció y dio un paso hacia atrás. No se dio cuenta de que estaba en realidad cada vez más cerca de nosotras, que tenía más probabilidades de golpearla en su pecho de falsa. —¡Respóndeme! Mads cerró de golpe su puño contra la mesa. Roxy se estremeció de nuevo, sus ojos como dardos iban de ida y vuelta entre nosotras. —Fue solo un par de besos —dijo. No podía... creer lo que dijo. Casi me había preparado, como si supiera que algo de lo que decían sobre ella y Ty pudiera ser verdad, pero no quería creerlo. —Serás… —¡No, Mads! Mads estaba lista para atacar, pero le puse una mano en su hombro, la distraje, deteniéndola de ponerle a la estrella un ojo morado. Claro, sabía en mi interior que se habían besado. Clubes nocturnos, clases de guitarra. Solos todo ese tiempo. Había metido la pata e iba a ser castigado por ello. Un beso, claro. ¿Pero un par de besos? ¿La había besado un par de veces? No me lo esperaba. Y esta chica, esta chica con tanto dinero, con muchos amigos, con fama... ¿cuántos novios famosos habría tenido? Podría tener a cualquiera. Pero decidió que quería a mi novio. No podía ir por un tipo cualquiera, tenía que ser el que a ella se le diera la gana. Y entonces lo tomaba. La fulminé con la mirada, con los dientes apretados. Di un paso más cerca. Podía oler su estúpido brillo labial. Ese que a Ty le gustaba. Mientras los sordos

THE KISS jFF

159

acordes de The Kiss Off vibraban alrededor del estadio y la multitud aplaudía con más fuerza, formé un puño, tiré de mi brazo hacia atrás y le di un puñetazo a Roxy en la nariz. Gritó y se desplomó en el suelo. Gotas de sangre salpicaron el rostro de de Ty estampado en su camiseta. Mads me dio una sorpresiva palmadita en el hombro. —No lo habría dicho mejor. —¡Poppy! —Lana entró corriendo en la habitación y luego se detuvo, examinando la habitación; Roxy estaba en el suelo sosteniendo su nariz, y yo moviendo la mano mientras mis nudillos estaban raspados y enrojecidos. —Poppy —dijo Lana de nuevo, sosteniendo su teléfono celular para mí—. Dime que no eres tú. —La pantalla estaba abierta a una página de internet. La imagen era de una página de internet. Una fotografía. Mads miró por encima de mi hombro y se quedó sin aliento antes de poder girar la pantalla alejándola de ella. Lo había hecho, lo había publicado. Estaba desnuda, en Internet.

160

THE KISS jFF

Capítulo 18 Traducido por andre_ruiz & PrisAlvS Corregido por Jane Rose

aseaba dando pasos por mi habitación, llevaba un par de pantalones de chándal y zapatillas azules de bebé, pero todavía llevaba encima mi Rolling Stones. Sostuve una libreta y un bolígrafo, y mi guitarra estaba en mi cama junto a Mads quien estaba abrazando a mi osito de peluche, el Sr. Snuggly, y mirándome.

P

―¿Hay algo que rime con la mentira, el engaño, y la traición? ―dije. Mads hizo una mueca pensando. Seguí. ―¿Qué tal púdrete en el infierno, no quiero volver a verte de nuevo? Algo rima con eso ¿verdad? ―Tal vez deberías mantenerlo simple ―sugirió Mads acariciando la cabeza de mi peluche. No podía dejar de moverme, mi cuerpo se sentía bruto y pensé que me podría lanzar un montón de veces, pero no pasaría nada. Estaba desnuda en Internet. ¿Cuántas personas lo habían visto? ¿Cuánta gente iba a verlo? Fue etiquetado con todo tipo de palabras, Academy of Lies, Ty, PoppyLongStocking, Poppy, The Kiss Off, mensaje sexual, puta... No quería pensar en las palabras. Él había hecho mucho esfuerzo para que cualquiera lo buscara a él, o encontrara mis tetas. Las niñas que amaban la música de Academy, probablemente, serían las que encontrarían mi cuerpo desnudo ahora. Ancianos y hombres también. Oh Dios, hombres viejos. Solo era cuestión de tiempo antes de que estuviera por todas partes de TMZ & Entertain me. Tenía esperanza. Pero sobrestimaba mi fama. ―Con mentir a mi cara... ¿qué rima con mentir a la cara? ―Oh, eso es bueno. Puedo trabajar con eso ―dijo Mads. ―Vamos a ver...

THE KISS jFF

161

Me imaginé todas las veces que me había dado una gran sonrisa cuando me miraba, me ha dado abrazos tan tiernos y los besos más dulces. Él me había gustado, realmente me tenía, yo sabía que me tenía. Y me mostró lo mucho que le gustaba, besando a otra chica ―una maldita estrella de cine― en varias ocasiones. Y la exposición de mi desnudez al mundo. Mi desnudez que no iba a existir incluso más. ¿Y qué más habían hecho él y Roxy, aparte de besarse? ¿Eh? Tuve algunas conjeturas. Negué con la cabeza. Fui tan estúpida. ¿Por qué se la envié? ¿Qué me había hecho pensar que sería una buena idea? ¿Y qué había hecho yo para que lo publicara en línea? Lo publicó en todas partes. Crucé mis brazos contra el pecho. Quería una ducha, quería limpiarme, pero primero tenía que responder. ―Estas mintiéndome en mi cara, oh, voy hacer que te caigas de la gracia ―dijo Mads―. O mejor, me mientes en mi cara, la próxima vez que te vea, espero que estés seguro que voy a tener más… no. Te voy a golpear en la cara. Créeme que te voy a golpear en la cara. ―Sí, eso está mejor ―le dije. Mads parpadeó ante mí, y arrugó la nariz. ―¿En serio? ―Sí. No, el primero, “voy a hacer que te caigas de la gracia”. Está mejor. ―Oh ―dijo Mads―. Sí. Lo fue, ¿no? ―No se saldrá con la suya, Mads ―dije en voz baja. ―Lo sé cariño, no lo hará. Y en ese momento, sonó mi celular. Miré a la pantalla, fruncí el ceño y lo sostuve en alto para mostrárselo a Mads. Era él. Supongo que el espectáculo había terminado y se había dado cuenta de que me estaba perdiendo. ―No contestes ―dijo Mads―. Bloquea su número. ―Sí ―dije―. Tienes razón. Ignoré la llamada y presionando unos botones nunca tendría noticias de él. Entonces lo hice, y simplemente miré la pantalla durante un minuto. La habitación era tranquila, el teléfono en silencio. Probablemente estaba tratando de llamar otra vez, pero no podía. Esperaba que intentara llamar de nuevo. Probablemente se preguntaba si se había equivocado. ―Es probable que ni siquiera sepa lo que hizo ―dije. ―Bueno, debería. Una vez que se imagine que estas enojada con él, entonces sabrá que fue un idiota. Alguno de ellos. Y apuesto a que la pequeña señorita "Ty le gusta mi brillo de labio" le dirá lo que pasó.

THE KISS jFF

162

―Sí ―dije―. Tienes razón. ―Y además, si no lo sabe ahora, sin duda mañana cuando se despierte verá tu vídeo. ―Mmm. Miré a la pantalla del ordenador. YouTube estaba abierto a la espera. ―Lamento que nos fuéramos temprano ―le dije―. Lamento que no consiguieras lo que querías, y no sé distinguir a una estrella de cine o algo más. Mads sonrió con satisfacción y miró pensativamente mi guitarra. ―Esto no importa. No estoy tan decepcionada como pensaba que estaría. Asentí al pensar un poco más. Formando opiniones, llegaban las conclusiones. ―Tal vez resultó ser una buena cosa ―dijo. ―¿El qué? ―Este drama en toda la noche. No por ti, por supuesto, de hecho no te lo mereces, pero por mí... me detuvo de tomar algunas malas decisiones ¿no crees? ―Sí ―dije― Absolutamente. ―¿Sabes lo que debemos de hacer? ―dijo Mads―. Debemos lanzar la canción en iTunes. Como un sencillo. Hacer un poco de dinero con su dolor. Ty hizo dinero de ti. ―¿Qué quieres decir? ―The Kiss Off, duh. ―Oh, sí. Tienes razón. ―Lo sé. Digo, debes devolverle el favor. Él rompe tu corazón ¿y traiciona tu confianza? Te hace una millonaria como liquidación. Sonreí. El millonario lo estaba empujando. Tal vez yo sería capaz de gritar pizza en algún momento. ―Tendremos que tomar esto en el sótano, sin embargo ―dije―. Mamá me mataría si los despertamos otra vez. Agarré mi guitarra y Mads tomó el trípode y la videocámara y bajamos por las escaleras. Estaba súper callada pasando por la sala de Rory porque sabía que él querría venir y ver. Era tan molesto. El sótano Douglas no era tan espeluznante y con tela arañas como se podría pensar. Quiero decir, sí, solía ser un montón de basura grande hasta el año pasado que fue cuando toda la basura fue trasladada al ático y papá pasó un mes encerrado aquí haciendo reformas. Lo convirtió en una sala con una pared de

THE KISS jFF

163

ladrillos a la vista y un sofá de cuero en un rincón que recogió en una venta de garaje, y una mesa de póker en el otro lado donde él y sus compañeros del colegio jugaban una vez al mes más o menos. Encendí las luces del sótano —un grupo de halógenos hicieron un trabajo mejor que mil millones de veces que la única bombilla que se utilizó para colgar del techo— y cerré la puerta sin hacer ruido detrás de mí, antes de descender por las escaleras. No tenía permiso realmente para bajar aquí, esto era tierra de hombre, de mi padre, su santuario, pero lo que no sabía era si no le haría daño. ¿Además, preferiría él que lo despertara a las 3 a.m. un poco enojada con rock volando en mi amplificador, o que me pase una hora aquí? Nos instalamos. Mads apuntó la videocámara, tapé a Stella con el amplificador y me expuse con la pared de ladrillos detrás de mí. Rasgueé un acorde. Éramos buenas en esto. ―Bueno, ¿estás lista? ―preguntó Mads. ―Sí... ―No seas suave conmigo, Poppy ―dijo―. Él es una bolsa de mierda. ―Sí ―dije―. Lo es. Mi rostro se enrojeció con vergüenza al pensar en esa foto. Mads y yo habíamos saltado en línea al segundo que regresamos del espectáculo. Estaba en la red, y había copias. Se reproducía. No hubo que deshacerse de eso. ―¿Qué pasa si mi mamá y mi papá lo ven? ―dije―. Dios, ¿qué voy a hacer entonces? ―No pienses en ello, Pops ―dijo en voz baja―. Trata de no pensar en ello. Cruza ese puente cuando lleguemos ahí. Mientras tanto, piensa algo que hacer al respecto. Asentí. Sí, eso haría. ¿Qué había estado pensando él? ¿Incluso pensó en lo que esto me haría a mí? ¿A mi familia, a mi futuro? Esa consejera había sido tan derecha. Fui una estúpida. Pero él era un imbécil. Como si supiera una cosa en absoluto, pero no se iba a salir con la suya. ―Bien ―dije―. Volvamos al trabajo. *** Mads y yo despertamos a media mañana por un golpe en la puerta y algunos gritos escaleras abajo. No eran los gritos usuales de la Peste y sus amigos jugando video juegos, sino de mamá y papá gritando. Y Poo Bum emocionándose y ladrando, y papá gritándole que se callara. Luego Bex empezó a llorar, y escuché a mamá intentando calmarla, y ahí estaba una frase distintiva que viajó hasta mi habitación. Mi papá dijo:

THE KISS jFF

164

―¡Bueno, no voy a hablar con ella, hazlo tú! Y luego hubo silencio, y me llené de miedo mientras las pisadas resonaban al subir las escaleras. Oh Dios. Miré hacia Mads —la cual dormía en el suelo— para comprobar si estaba despierta. Definitivamente estaba despierta, apoyada en sus codos, observando la puerta cerrada de la habitación y las pisadas que se acercaban. Me ofreció un rostro atacado por el pánico y se deslizó en su saco de dormir de nuevo, cerró sus ojos en cuanto un sonoro golpe contra la puerta sucedió. No había forma de que pudiésemos seguir durmiendo después de eso. Lo cual, supongo, fue la razón por la que golpeaban tan fuerte. Sin esperar una respuesta, mamá abrió la puerta, se veía furiosa. Mads dejó de pretender que dormía y se sentó culpablemente, acomodando su cabello, que se había revuelto mientras dormía. ―Buenos días, señora Douglas ―dijo Mads con precaución. ―Ahórratelo ―replicó mi madre. Eso era todo. Estábamos muertas. ―¿En qué te metiste ahora, Poppy? ―preguntó mi mamá, cerrando y abriendo sus puños―. ¿Qué hacen? Las dos, porque sé que se tienen algo entre manos, Mads. Mads abrió su boca y la volvió a cerrar, se volteó hacia mí, su cara de pánico de nuevo en posición. No estaba segura a que problema se refería, ¿hablaba sobre los mensajes sexuales o la canción erótica dedicados a mi ex novio la súper estrella? Oh Dios, ¿era algo completamente distinto? Sentí que la conversación necesitaba ser aclarada y no iba a admitir nada hasta que lo hubiese hecho. ¿Cómo se habría enterado sobre eso tan deprisa? Parecía como si mis intestinos estuviesen practicando para hacer nudos de marineros. Realmente doloroso, nudos de marineros bastante complicados. ―¿A qué te refieres exactamente? ―pregunté. ―Tu padre estaba escuchando la radio mientras conducía hacia la cancha de tenis esta mañana y estaban hablando sobre como Tyler Madigan el líder de la banda “Academy of Lies” fue descubierto en internet por su novia, por ser un embustero y un… —Levantó sus manos hacía el aire y dibujó unas comillas furiosamente—, imbécil, mujeriego y prostituto, después de que una foto desnuda de ella se difundiera por internet. Y lo acabamos de ver todo en las noticias de Hollywood en El Show Matutino. Se detuvo y lamió sus labios enérgicamente. Con dientes incluidos, estaba sorprendida de que no hubiese sangrado. ―Mamá… ―Levantó su mano y me callé.

THE KISS jFF

165

―¿Tú eres la novia de Tyler Madigan o no? ―preguntó. ―Sí. ―¿Entonces es una foto de ti desnuda, mi hija de dieciséis años, que se ha infiltrado en internet? ¿Una foto que las personas de la radio y el Show Matutino han visto? ¿Le enviaste una foto de ti desnuda? En realidad no importa a quién se la enviaste porque está por todo el maldito internet y… Hubo un horrible chillido desde el piso de abajo. —¡Mamá! ¡Poppy! —dijo Rory—. ¡Vengan, rápido! ¡Poppy está en la televisión! Por un momento nos congelamos, nos observamos la una a la otra. Una imagen del mensaje sexual apareció en mi mente, y mi hermano sentado en frente de la televisión. Oh no, no, no. Nos observamos por un segundo probablemente antes de que mi madre estuviera fuera de la habitación y yo tirara mi cobertor y saltara sobre Mads, mientras ella luchaba y se revolvía, intentando salir de la bolsa de dormir. La sala estaba llena, todos los amigos de Rory estaban ahí —¿por qué estaban siempre aquí?— y Bex estaba sentada en el sofá. El único motivo por el que sabía que Bex estaba ahí era porque su muñeco favorito, Kevin, estaba en el reposabrazos. Mi pequeña hermana a penas se divisaba bajo Poo Bum, el cual estaba estirado sobre ella. Papá estaba notablemente ausente, probablemente había ido por un paseo o estaba en el sótano con la puerta cerrada. Dudaba que estuviera en la cancha de tenis. Logré ver el final de algunas imágenes de Ty y yo tomadas con un celular de aquél día en el que él fue acosado, seguido por algunas tomadas por un paparazzi, de Ty, una chica y la banda, rodeados de fotógrafos mientras salían de un club nocturno. Luego durante el día, Ty en alguna calle con una chica —ugh, me enfermó verlo, era Roxy Washington— y le alcanzaba detrás de su oreja y movía sus lentes de sol arriba y abajo, como una pareja, hasta que ella lo detuvo, ambos riendo. Era adorable, momento íntimo. Con otra chica. Con ella. La voz del reportero sonó sobre la sucesión de fotos, diciendo: —Parece que los rumores son ciertos, con la novia de Ty grabando una muy brutal y pública ruptura con el músico a altas horas de la noche. Pasó a mostrar un video que había subido a internet pocas horas de mí cantando mis emociones. Mientras dormía, parecía que “Sunday Morning Hollywood Wrap” se había esforzado en su trabajo, puliendo el montaje. Un montaje de mí. Tomé el control remoto y silencié el televisor. Por si mostraban más de la canción, estaba a punto de decir algunas palabras que no

THE KISS jFF

166

quería que Bex aprendiera de mí. Me paré frente a la televisión, bloqueándola por si iban a mostrar mi desnudez. Por favor, no les dejes mostrar mi desnudo. —¡Oye! —dijo Rory, él y sus pervertidos amigos estiraban sus cuellos, intentando ver la pantalla a mi alrededor. —¡Qué pensabas, Poppy! —Me estremecí en cuanto mi madre giró y pateó el marco de la puerta y maldecía porque se lastimó el pie. Supuse que Bex estaba aprendiendo la palabra que mamá dijo. —Podría ser peor —dijo Mads—. Me refiero a que están apoyando a Poppy, prácticamente están diciendo que Ty es el chico malo aquí. Lo cual es. Y esa chica, Roxy. Mamá le dedicó a Mads una mirada llena de odio y Mads bajó la mirada hacia sus pies, los cuales estaba restregando en la alfombra oriental. —Lo siento —dijo—. A lo mejor debería irme. —Oh no, tú no, este video de Poppy fue hecho anoche, no creas que no sé qué tuviste algo que ver. ¿Qué haces hablando de cosas privadas en internet, donde cualquiera lo puede ver? ¡Todos podemos ver que los medios de comunicación ya llegaron a eso, no puedo creer que hicieras algo tan irresponsable y estúpido! —Lo lamento —dije—. ¡Pero él me mintió, me engañó, dijo que eliminaría la foto y en lugar de eso la puso en internet! —¿Qué foto? —preguntó Rory. —¡Es un imbécil y merece lo que recibe! —Me encogí y observé a Bex. Ella parecía estar pensando. Bien. La próxima semana estaría diciendo que las cosas eran imbéciles en el colegio, de seguro. —¿Qué hay de ti, Poppy? —dijo mamá—. Esto no solo lo afecta a él. ¡Estúpida niña! Mads observaba la alfombra, sus dedos estaban tan doblados que parecía como si se los hubiesen cortado. Mamá lo notó y resopló fuertemente. —Muy bien, vete de aquí Mads —dijo. Mads se dirigió a la puerta delantera. Estaba usando un bóxer y un pequeño top. Ni siquiera iba a tener una oportunidad, simplemente se iría—. No creas que esto ha acabado —dijo mi madre detrás de ella. Mads hizo una mueca, se despidió y la puerta se cerró. Mamá contempló a Rory y a todos sus jóvenes amigos. Algunos de ellos se estaban viendo como adolescentes, en realidad. Creo que alguno de ellos estaba empezando a dejarse crecer el bigote. —Fuera, todos ustedes —dijo mamá—. Vayan y tomen algo de sol.

THE KISS jFF

167

—Pero mamá… —¡Fuera! Todos se giraron y salieron de la habitación, pronto solo quedábamos mamá, yo y un Poo Bum clavado bajo Bex. —Tú —empezó mi mamá, moviendo su cabeza hacia mí. Dejó salir un suspiro y se pasó la mano por su cabello, provocando que algunos mechones se levantaran como si estuvieran estáticos—. Estás castigada. Tienes prohibido tener citas. ¡Hasta que tengas cincuenta años!

168

THE KISS jFF

Capítulo 19 Traducido por klevi Corregido por Karina_Matthew

star castigada en casa durante las vacaciones de primavera en realidad resultó ser una bendición disfrazada. Tengo que quedarme en casa como un ermitaño y pretender que el mundo no existe. Imaginarme que los paparazzi que escalaban el árbol en el patio de enfrente son sencillamente gatos que quedaron atascados, fingir que los reporteros de los periódicos locales y un par de productores de los segmentos de televisión que llegaban a la puerta eran en realidad niñas exploradoras vendiendo galletas, que ellos no me estaban acosando y recordándoles a mis padres todos los días cuán decepcionados estaban de mí, no, solo son pobres gatitos pequeños y emprendedoras niñas exploradoras. Daba miedo en realidad, el primer día después de publicar el vídeo y que The Hollywood Wrap hiciera sonar el timbre, fui a abrir la puerta y de inmediato fui cegada por unos tipos con cámaras apuntando con sus luces en mi cara, los periodistas prácticamente empujaban sus micrófonos en mi boca y los paparazzi tomaban un montón de fotos a mi rostro sorprendido con el maquillaje de ayer que aún se mantenía.

E

No podía entender lo que estaban diciendo ya que todos estaban hablando a la vez. Sé que es un hecho que parecía un conejo asustado antes de que mamá saliera de su despacho, me empujara a un lado contra la pared y cerrara la puerta en sus narices. Y entonces me dijo que no respondiera a la puerta más y luego llamó a la policía. Las imágenes mías de conejo asustado y de la enojada mamá-oso aparecieron en Internet en una hora y estaban en los periódicos a la mañana siguiente. Mi familia trató de ocultármelo todo, pero encontré una copia en la papelera de reciclaje. Supongo que se le demostró al mundo que no era una estrella de Hollywood con un agente de prensa para manejar las consecuencias de su relación de alto perfil. Solo era una chica de los suburbios con padres protectores. No pasó mucho tiempo antes de que los medios de comunicación consiguieran llegar a mí, puesto que siempre estaban a mi alrededor, no me permitía incluso estar cerca de las ventanas. No se me permitía salir al patio trasero o ayudar a descargar los víveres desde el coche. Ni siquiera podía sacar la basura.

THE KISS jFF

169

Los medios de comunicación tal vez decidieron que la historia estaba muerta o centraron su atención hacia el lado de la historia de Ty, puesto que no tenía más remedio que salir a la calle. No sé lo que hicieron o lo que él dijo, ya que tenía prohibido ver la televisión. Y no había Internet, en especial los sitios de noticias, correo electrónico, Facebook y tuve la suerte de que no me hicieron borrar mi cuenta de YouTube por completo. Tal vez no habían pensado en eso. A los chicos de la escuela secundaria les llevó un poco más de tiempo perder el interés en mí que a los medios de comunicación. Estos chicos tenían capacidad de permanencia. Una vez que los periodistas se habían ido me asomé por la ventana y a veces allí estaban ellos, cruzando en sus bicicletas, algunos estudiantes de secundaria pasaban con sus autos, desacelerando para mirar la casa. Fingí que no eran más que el tráfico normal en la calle. También me asustó que de repente todo el mundo pareciera saber mi dirección. Estaba al alcance de todos. Al estar castigada en casa y alejada de todo, me dediqué a la lectura de viejos ejemplares de Rolling Stone que no tuvieran a Academy of Lies en ellas, y este libro, Los Juegos del Hambre, que Vanya me prestó hace años y había olvidado que lo tenía. En realidad, era muy bueno. Habría tocado mi guitarra si papá no me la hubiera quitado mientras estaba en la ducha en ese momento y la guardara con llave junto con mi amplificador en el sótano. Sí. Comenzó a cerrar el sótano ahora. Una cosa buena acerca del arresto domiciliario, es que mientras que el mundo estaba fuera de mi ventana tratando de vislumbrarme, mis padres estaban cerrando la puerta de golpe en sus narices, estaba bastante bien con esto y oficialmente le pateé el trasero a Rory un par de veces. Pero eso no le importaba. Mis vacaciones de primavera resultaron ser increíblemente aburridas y no podía dejar de preguntarme sobre lo que todos los demás estarían haciendo. ¿Qué estaría haciendo Ty? ¿En qué estaría pensando? ¿Estaría tratando de ponerse en contacto conmigo? Incluso aunque yo no hubiera bloqueado su nuevo número, mamá y papá habían confiscado mi teléfono. No me dejaban contestar llamadas, ni siquiera de Vanya, la buena influencia. Solo que ella fue realmente la que comenzó todo mi canal de YouTube conmigo y era normalmente mi chica de la cámara, pero como sea. Supongo para entonces ella ya estaría probablemente de regreso de la casa de sus familiares. ¿Y qué pasa con Cam? La última vez que hablamos, en su casa... había sido extraño. Había regresado junto a Nikki... ¿o no? Quién sabe siquiera dónde se encontraban ahora. Y yo había roto con Ty. Me acosté en mi cama, coloqué un cojín sobre mi cara y gemí. De cualquiera manera, a mi estómago le habían salido alas que hacían cosquillas en mi interior a la hora de pensar en ello. No tenía ni idea de lo que quería hacer. No es que pudiera hacer algo en este momento. Nada más que leer, dormir, jugar a los videojuegos con la Plaga y asistir a las fiestas de té de los peluches de Bex. Y de acuerdo con mamá y papá, solo podía hacer las tareas y estudiar para conseguir a continuación un descanso. Dios, estaba tan aburrida. Sorprendentemente, en

THE KISS jFF

170

realidad estaba deseando volver a la escuela, ya tenía más de lo que podía soportar de la misma casa y de las mismas cuatro personas. Dos semanas después de que subiera mi video “Academy of Lies: Alumno Estrella” y el sábado antes de que regresara a la escuela, era oficial: Yo era noticia vieja. La gente había conseguido aburrirse de cruzar y merodear fuera de mi casa. Porque no era la estrella en la relación, Ty lo era. Era solo la novia abandonada, y él era el sucio cretino infiel. La celebridad más popular que hace gritar y desmayarse a las chicas. Sí. Desmayarse. De cualquier forma, el sábado antes de las clases volvieran a empezar, la Gaceta Dewberry había encontrado un nuevo punto de vista sobre mi historia, simplemente para tratar todo el asunto con otra perspectiva. Saqué el periódico de la papelera de la cocina y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo mientras ojeaba el artículo. Habían encontrado a alguien que me conocía, para comentar y especular. Una vieja compañera de trabajo. Habían hablado con Nikki. —Sí, trabajamos juntas el verano pasado. Era mi mejor amiga allí durante un tiempo. Estoy francamente sorprendida de que enviara un mensaje de texto de ese estilo, incluso a su novio —dijo Nikki en la entrevista—. Es estúpido, es algo realmente estúpido. Como si ella no los hubiera enviado antes. —Siempre pensé que era más inteligente que eso. Así que Nikki pensaba que era una idiota. Como si me importara. Seguí leyendo. —Solía ser más inteligente que eso, de todos modos. Tal vez todo este acercamiento con la fama la cambió en muchas cosas, lo cual es triste. Le preguntaron acerca de mi personalidad, si estaba adornando y llevando a la ficción mis experiencias en mis canciones. —Definitivamente cree lo que escribe, no lo dudo, pero diría que también es bastante emocional cuando está escribiendo estas canciones que a todos les gustan tanto. Y he aprendido por las malas que cuando se pone triste se enoja. Escribió así The Kiss Off, y ahora esta cosa del Alumno Estrella. Típico, estaba haciendo que todo este artículo fuera acerca de ella. Y no me enojo cuando estoy triste, me entristezco como la gente normal. Entonces pensé en ello, sobre The Kiss Off, mi angustia y la vergüenza que me hizo pasar. Y de nuevo, con Alumno Estrella. Huh. Nunca me escucharía decir que puede ser que tenga razón. A medida que mamá, papá, Rory y Bex entraron todos a la cocina, arrugué el periódico y lo metí profundamente de vuelta en la papelera, cubriéndolo con cartones de leche vacíos y una lata de comida para perros.

THE KISS jFF

171

—Bueno, nosotros vamos a salir —dijo papá haciendo girar sus llaves del auto alrededor de su dedo índice. —Bien —dije—. Noche familiar. Menos un —que me gusta creer que es bastante importante— miembro de la familia. Mamá parecía que se sentía culpable por ello. —Lo siento, no puedes venir, cariño —dijo—. Pero las reglas son las reglas y esto es probablemente lo mejor, que te mantengas fuera de la vista por el momento, luego… —Está bien, mamá —le dije—. No importa. Entonces, ¿qué es lo que van a hacer, de todos modos? —¡Vamos a Ben & Jerry’s! —gritó Bex saltando sobre el mismo sitio, prácticamente temblando de emoción. —Sí —dijo papá—. Pero eso es después de patinar sobre hielo y de ir a cenar a Luigi’s. Rory lanzó sus puños en el aire, haciéndolos girar, con su rostro fastidiosamente alegre en señal de triunfo. Estaba obsesionado con la pizza suprema de Luigi’s. No le gustaba cualquier otra pizza… solo la de Luigi’s. A mí me gustan sus batidos. —¿Qué se supone que voy a comer? —le dije. —Hay un par de cartones de comida congelada en el congelador si la quieres —dijo mamá—. O hay pollo que podrías hacer a la parrilla. —Está bien, está bien —dije poniendo mis ojos en blanco—. Encontraré algo. ¿En cuánto tiempo estarán de vuelta? Esta pregunta llamó la atención de mis padres. Intercambiaron miradas y ambos me miraron. —En un par de horas —dijo mamá lentamente—. ¿Por qué lo preguntas, Poppy? Me encogí de hombros. —Solo estoy preguntando. —Mmm... —dijo papá entornando los ojos hacia mí con recelo. —Podemos confiar en ti para que respetes los términos de tu castigo mientras no estamos, ¿o no, Poppy Elizabeth? El segundo nombre. Usó mi segundo nombre. Había una grave falta de confianza en marcha.

THE KISS jFF

172

—Guau —dije sarcásticamente—. Es conmovedor lo mucho que confían en mí, de verdad que lo es. ¿He dejado la casa en algún momento de este siglo? No. No lo he hecho. —Está bien, Poppy. —Todas esas veces que la gente me llamó, ¿pregunté alguna vez para hablar con ellos? No. —Está bien, está bien. Volveremos a las diez —dijo mamá, haciendo un gesto a todos con la cabeza para que fueran hacia la puerta. —A las diez —dijo Bex—. ¡Eso es muy tarde! —Estamos confiando en ti, Poppy. —Fue extraño la forma en que lo dijo, con esa desconfianza en su voz... no estaban ni remotamente confiado en mí. De ninguna manera. —Solo queda una noche más para tú libertad. No harías nada estúpido para ponerlo en peligro, ¿verdad? —Solo váyanse —dije girando alrededor de papá y empujándolo hacia la puerta—. Voy a estar aquí leyendo un libro, haciendo mis tareas y aburriéndome. Rory y Bex salieron corriendo al auto y Bex comenzó a llorar cuando él cerró la puerta dejándola afuera y haciéndole gestos por la ventana. Papá tardaría muchísimo en lograr calmar a Bex y mamá en obtener una disculpa por parte de Rory. Vamos, vamos, simplemente váyanse ya. Lancé un suspiro de alivio cuando los faros alumbraron las cortinas de la sala de estar, es decir, el auto estaba en movimiento. Pronto la habitación estaba sombría otra vez mientras el sol se ocultaba, y se habían ido. La casa era mía. Podía hacer lo que quisiera. Y sabía exactamente lo que quería. Corrí hasta las escaleras y directamente hacia la habitación de mamá y de papá. Recorrí la habitación y mis ojos se posaron en la mesa junto a la cabecera. Sí, esa era mi mejor apuesta. Abrí el cajón superior. Bingo. Mi teléfono. Lo tomé y lo encendí, pero la batería estaba muerta. Correteando hasta mi habitación lo conecté y el mundo exterior se precipitó hacia mí. Bueno. No fue tan intenso como me hubiera gustado. Tenía una tonelada de correos de voz de números que no conocía, que supuse eran de los periodistas, y un par de mensajes de texto de Vanya y Mads hasta que se dieron cuenta de que estaba completamente desconectada. Y había un mensaje de voz de Cam. Después de que la sorpresa se disipó, escuché el mensaje. —Oye... soy yo. Quiero decir que soy Cam. Ron. Cameron. Hola. —Se quedó callado por un momento—. Así que… solo, me enteré de... he visto tu video. ¿Estabas muy enfadada, eh? ¡Enfurecida! Enfurecida, no es un gusto estar enfadado, no me refiero, aunque podrías haber estado... um... —Mis labios se

THE KISS jFF

173

curvaron en una sonrisa mientras balbuceaba en el teléfono con frustración—. Lo que quiero decir es que vi el video. Siento lo de... siento que resultara ser tal bastardo. Y que él... que tú... que esa foto se filtrara. Estoy tan enfadado con él por ti. Te lo juro, no me importa si está rodeado de fotógrafos, si alguna vez veo a ese punk lo voy a golpear con mis pequeños puños de chica. —Mi sonrisa se ensanchó. Una vez, cuando éramos felices juntos y solo holgazaneábamos en su habitación, nos habíamos tumbado sobre su cama y teníamos los ojos cerrados, tarareando la música que sonaba desde su computadora portátil, estaba enroscando y desenroscando mis dedos con los suyos. Sosteniendo su mano contra la mía, le dije que tenía pequeñas manos de chica. Me había dicho que estaba más que equivocada. Que eran manos robustas y masculinas. No se le había olvidado. —Le voy a romper su cara de niño bonito. —Continuó Cam—. En realidad, sería mejor si estuviera rodeado por los paparazzi, así pueden grabar lo idiota debilucho de mierda que es. —No podía creer que estuviera diciendo eso—. De todos modos uh, no sé. Rompí con Nikki. Pero no sé por qué te estoy diciendo eso. Mads dice que estás castigada, así que supongo que te veré en la escuela. Y colgó. Así que había roto definitivamente con Nikki. Me quería de vuelta. Me había perdonado por ser tan llorona, la reina del drama y un verdadero dolor de trasero, y él... que... ¿realmente quería darme otra oportunidad? ¿Quería darle otra oportunidad? ¿Qué pasa con Ty? Parpadeé un par de veces. ¡Olvídate de Ty! No lo entiendo, Dios, ¿por qué iba yo a pensar en Ty en este momento? Recuerdo cuando lo conocí, ¿no comencé todo esto para llamar la atención de Cam, de todos modos? Si iba a ser honesta conmigo misma, había tenido intenciones totalmente irrespetuosas hacia Ty. No me gustó por ser quien era, me gustó porque era un chico en el autobús. Entonces a él le gusté, y simplemente estuvo ahí. El video de Roxy Washington y Ty siendo totalmente cursis en la calle, cruzó por mi mente y me encogí. Bueno tal vez todo había comenzado como una búsqueda de atención, pero si eso fuera todo lo que alguna vez fue para mí no me estaría doliendo tanto que hubiera resultado siendo un idiota, ¿o sí? Entré en la oficina de mamá y me conecté a Internet, inmediatamente me desplacé a través de mi página de Facebook, pulsando el inicio por noticias. Sonreí para mí misma, había pasado bastante tiempo. Vanya debía haber regresado, vi un post de su amiga Raquel, invitándola al cine esta noche. Probablemente se toparía con mi familia en su “Noche Familiar”. Lo que es una broma, no puede ser seriamente una noche en familia si uno de los miembros no se encuentra, ¿o puede serlo? Como sea. Me desplacé por las páginas de algunos de mis amigos y encontré un montón de comentarios sobre Drew. Tenía gente en su casa esta noche. —¡Drewster! —le dije cuando respondió a su teléfono. —Oh, Dios mío, ¿acaso mis oídos me engañan? —dijo Drew—. No es la infame Poppy Douglas, ¿verdad?

THE KISS jFF

174

Tal vez esto era una mala idea. —¿De qué estás hablando con infame? —Infame de una manera impresionante. ¿Ya estás fuera del aislamiento? —No exactamente. Mi libertad condicional comienza mañana, pero los guardias están fuera y escuché que tienes una fiesta hoy. —¡Sí! Ven, son solo un par de personas. Estaré feliz de albergar a un fugitivo. Robé la bicicleta de Rory del garaje y después de un comienzo un poco tambaleante, conduje como un participante de los X Gamer el par de cuadras hasta la casa de Drew. Bien, tal vez era menos que un “X Gamer”, más bien era una recién graduada del triciclo, pero no importa, Llegué. Sentí el aire de la tarde pasando sobre mí mientras conducía, y respiré profundamente, succionándolo hasta el fondo de mis pulmones. ¡Guau! había pasado bastante tiempo desde que había respirado otra cosa que no fuera ambientador de lavanda mientras estaba encerrada y lejos de las ventanas. Había un par de autos fuera de la casa de Drew y acerqué la bicicleta por el camino de entrada, abandonándola en medio de un arbusto al lado del porche, esperando que de algún modo quedara oculta. Rory ama esta bicicleta. No es que él la utilice mucho, pero cuando la llevó afuera, su grupo de amigos hicieron ruidos de ooh y aah, y querían dar una vuelta en ella, a pesar de que habían conducido a nuestra casa en sus propias bicicletas. Había sido su regalo de navidad y de cumpleaños el año pasado y tengo la impresión de que es una bonita máquina de gama alta. Todo lo que sé es que los pedales mueven las ruedas y que los frenos hacen que se detengan, que bueno, es suficientemente para mí. Pero cuando se trata de mi auto ideal sin embargo, esto es una historia totalmente diferente. Me gustaría algo con una parte superior que pudiera bajar, para conducir por ahí con mis chicas bajo el sol y que el viento nos despeine el cabello. Realmente tengo que conseguir fondos para un coche y ponerlo en marcha de nuevo, ¿pero con la mísera paga que mamá y papá me dan? Nunca queda nada para la compra de mi independencia. Coloqué unas cuantas ramas tupidas sobre la bici para cubrirla un poco, miré alrededor y no encontré a nadie. Estaba escondida y nadie me había visto hacerlo. —¿Poppy? Grité y miré por encima de mí y allí, sentado en el revestimiento de cemento del porche con una sonrisa perpleja, estaba Cam.

THE KISS jFF

175

Capítulo 20 Traducido por Alyshia Cheryl & PrisAlvS Corregido por Kachii Andree

—¡P

or Dios! —dije, presionando mi mano contra el costado de la casa para apoyarme mientras esperaba a que mi corazón volviera a mi pecho y se calmara un poco. —¿Qué haces merodeando entre los arbustos? —

dijo Cam. Así que tal vez no era tan sigilosa como pensaba. —No estoy merodeando... ¿qué estás haciendo tú sentado solo en medio de la oscuridad? —Nada. —Exactamente —dije—. Yo también. No estoy haciendo nada. —Caminé alrededor del porche, subí los escalones y me detuve frente a él. No se había movido, estaba allí sentado, mirándome. Crucé los brazos contra mi pecho y lo miré de nuevo. ¿Estábamos en una especie de competencia de quién miraba fijamente por más tiempo? ¿Es eso lo que estaba pasando? No lo parecía —o yo gané—, porque Cam rompió el contacto visual por un momento, mirando hacia la tranquila y arbolada calle. —Pensé que estabas castigada. —Lo estaba —dije—. Todavía lo estoy, en realidad. Hoy tengo un día de libertad. —Tus padres no tienen idea de que incluso te has ido, ¿no? —Tal vez —dije. Me sonrió. Sentí la energía de esa sonrisa, y las malditas sombras de la noche se alejaron de mí y todo mi cuerpo se relajó, al solo ver esa sonrisa, supe que todo iba a estar bien. Pero recuperé rápidamente la atención. Vaya. Me sacudí mentalmente, recordando a mi cuerpo que no estábamos juntos, que incluso apenas éramos amigos y no tenía derecho a sentirme cómoda a su alrededor. ¿De dónde había venido esa sensación, de todos modos? No siempre había estado cómoda con él. Me había sentido claramente incómoda a su

THE KISS jFF

176

alrededor, en realidad. ¿Mi cuerpo había reaccionado de esa manera alrededor de Ty? ¿Me había sentido alguna vez completamente cómoda con él? No. Quizás. A veces, no lo sé, pero eso era diferente. —Es bueno verte —dijo él. Asentí. Y mi cabeza continuaba asintiendo como un muñeco bobble-head y no podía detenerla, así que me aparté de él, me volví hacia la puerta y la abrí, dándole a mi cabeza una buena sacudida para recuperar el control. —¿A dónde vas? —dijo, de pie, como si fuera a seguirme. Miré a través de la puerta abierta, una cálida luz amarilla se extendió hacia afuera, convirtiéndome de negros y grises al multicolor. Pude ver por el pasillo directamente a la sala de estar, donde la televisión estaba encendida, y las risas y la conversación resonaban como un eco en el piso brillante hacia nosotros. Nuestros amigos estaban allí, en la luz, fuera de la vista, probablemente todo el mundo estaba perdiendo el tiempo en el sofá. —Voy a entrar —dije, asintiendo enfáticamente a la puerta abierta y al hecho de que tenía un pie en el umbral. Parecía que quería hacerlo sentir estúpido, para que dejara de ser amable conmigo. Pero, ¿no era esto lo que había estado esperando todo este tiempo? Quería que las cosas fueran mejor entre nosotros, ¿no? Quería volver con Cam, que nunca hubiéramos roto. ¿Pero lo hacía aún…? —Oh —dijo Cam, su diversión se fue. Volvió a sentarse en la orilla del porche. No me estaba siguiendo al lugar iluminado. —Está bien —dije—. Nos vemos. —Caminé hacia la casa y la puerta se cerró de un golpe detrás de mí. No me volví a mirar, aunque mis oídos estaban atentos, escuchando. Pero no hubo ningún movimiento. No iba a venir. Di la vuelta por la puerta de entrada a la sala y encontré a un montón de personas atascadas en el sofá. Ravi estaba acostado encima de todo el mundo —sorpresa, sorpresa—, extendiendo la mano hacia un tazón de Doritos que estaba al final de la mesa, sonriendo mientras agitaba los brazos y las piernas, riendo tontamente mientras tropezaba y golpeaba a la gente haciendo que éstas gruñeran y se quejaran. Nadie estaba realmente viendo el televisor, no era más que el MTV sonando en segundo plano. —Oh Dios mío, Poppy, ¡hola! —dijo una chica detrás de mí. Era la chica con el cabello rojo de los anuncios de los estudiantes —realmente necesitaba aprender su nombre. Solo que ella no tenía el cabello rojo ahora, era corto y negro y tenía un flequillo que se extendía por más de la mitad de su cara—. Estoy tan contenta de que estés aquí, escucha, a nosotros realmente nos encantaría hacerte una entrevista en el programa de anuncios. ¿Qué te parece estar en los anuncios del lunes? —No. Con cada fibra de mi ser no lo haría. Por suerte, no tuve que contestar ya que su

THE KISS jFF

177

arrebato repentino llamó la atención de todos y Ravi olvidó el tazón de Doritos, que estaba a una simple pulgada de sus dedos. Drew, en el centro del sofá, aprovechó la oportunidad para empujar a Ravi y sacarlo de encima de todos y él desapareció con un golpe detrás de la mesa de café. —Hola Poppy. —Hola. —¿Cómo estás? Estaba inundada de saludos. La joven estudiante de los anuncios me dio una amplia sonrisa. Vaya, si que tenía una gran boca. —No sabía que ibas a venir, estoy tan contenta de que lo hicieras —dijo. Ella me tomó en un abrazo y luego me sonrió un poco más. Todo el mundo se levantó para saludar. Conocía a estos chicos, claro, fuimos a la escuela juntos, conocíamos a casi la misma gente, pero no era amiga de ninguno de ellos, excepto por Drew y Ravi. Fue decepcionante que Mads y Vanya no estuvieran aquí, ni siquiera Dev parecía estar alrededor. A pesar de que en realidad no los conociera, todos ellos actuaron como si yo fuera su mejor amiga a la que no veían hace mucho tiempo, y me dieron abrazos y sonrisas y preguntaron cómo estaba, como si estuvieran realmente interesados. —Vi tu nuevo video, esa canción es completamente genial —dijo una chica y luego comenzó a cantarme el coro: I don’t date hateful scum: No salgo con odiosos. I never thought you were the one: Nunca pensé que serías uno. Can I just simply say we’re done: Puedo decirte simplemente que hemos terminado. Don’t call me no more: No me llames más. Fuck-you!: ¡Jodete! —Aunque bastante osada, ¿eh? —dijo Ravi. Le sonreí, avergonzada y cuando me abrazó, lo abracé enseguida. —No puedo creer que Ty sea una porquería. —Pero una porquería totalmente caliente. —¿Con quién te engañó? ¿Fue algo imprevisto…? —Fue con Roxy Washington, ¿no? —¿Besa muy bien? Dime que lo hace, él luce como si besara muy bien. —¿Es tan dulce como parece ser? —¿Vas a volver con él?

THE KISS jFF

178

—¿Has hablado con él últimamente? —Así que, ¿en dónde están tocando ahora? —Sé que puede ser raro, pero, ¿crees que podrías conseguir sus autógrafos? —¿Puedes hacer que la gente entre a sus conciertos? Apuesto a que sus espectáculos en vivo son escandalosos y llenos de gente. No respondí a nadie, solo forcé una sonrisa y escuché. Preguntas, comentarios, tantas preguntas. Tantas preguntas personales. Era como un flashback del día en que abrí mi puerta para encontrarme rodeada de tantos periodistas. Así como muchos reporteros hablando en todas partes. ¿El que se tratara de una pequeña celebridad les hacía pensar que podían curiosear de esto? Esta era mi vida personal, no era como si fuera a preguntarles, a estos desconocidos o lo que sean, si se habían acostado o no con sus novios o novias todavía. Tal vez no fue tan buena idea venir aquí. Comencé a respirar con dificultad, la claustrofobia de la multitud cuando se acercaban más con interés y curiosidad. —Oye Poppy. —Cam apretó mi mano. No sé en qué momento había entrado, pero estaba aquí. Me siguió y se abrió paso a mi lado y tomó mi mano entre las suyas—. ¿Quieres salir un rato? —Sí, por favor —dije y corrí fuera de la habitación. Lo seguí hacia fuera en el patio trasero. Ellos eran lo suficientemente inteligentes como para no seguirnos. No tenía que adivinar de lo que estaban hablando ahora que yo no estaba. Aún de mí. Ya estaba oscuro excepto por las luces de la piscina que iluminaban el agua, dándole un tinte azul y sobrenatural. Cerré la puerta y me volví de espaldas a la ventana, de espaldas a todas aquellas miradas indiscretas. Dejé escapar un suspiro. —¿Estás bien? —dijo. Me tomó un par de respiraciones profundas estabilizarme, me senté en la orilla de la piscina. Cam se quitó sus sandalias y se arremangó los pantalones vaqueros, dejando los pies colgando en el agua. —Sí —contesté—. Más o menos. Está bien. —Me quité las zapatillas e hice lo mismo. Mis piernas dieron una patada suave, centrándome en el movimiento del agua fría. —Debe ser raro —dijo. Pudo haber supuesto un montón de cosas. —Mmm —dije. Él tenía razón, sin embargo, todo era extraño. Estar sentada a solas con Cam era raro. No lo había hecho en mucho tiempo, no sabía qué hacer, cómo actuar. —Así que, uhm, ¿estás deseando empezar la escuela? —dije. Me dio una divertida mirada de soslayo y alzó las cejas, como si él no hubiera pensado en ello siquiera.

THE KISS jFF

179

—Supongo. —Yo también. —Asentí—. Tengo muchas ganas de volver. —Genial. —Quiero decir, luego podré salir de la casa a veces, ¿sabes? —Sí. —Pero va a ser diferente, ¿no es así? —dije. —¿Diferente? —Sí, como... extraño. —Oh, ¿cómo ahí dentro? —Asintió a quienes estaban detrás de nosotros y ambos miramos hacia allá. Oí un chillido de una chica que agachó la cabeza y la perdí de vista y todos ellos entraron en silencio durante un par de segundos antes de que sus risas tontas llegaran a nosotros a través de la ventana abierta. —Sí, probablemente lo es —dijo. —No sé por qué todo el mundo piensa que esto es muy interesante. Por qué soy tan interesante. —De eso se trata —dijo Cam. Bajó la mirada a mi mano que estaba en el borde de la piscina entre nosotros—. Eres interesante. Lentamente, deliberadamente tomó mi mano y la sostuvo, la envolvió en la suya. Era bastante tibia, un poco más áspera de lo que recordaba. Pero eso no importaba. Su mano estaba envuelta alrededor de la mía. Estaba mirando nuestras manos, y lo supe, me di cuenta de que él me estaba mirando a la cara, esperando algún tipo de reacción. Una especie de señal para decirle que había ido demasiado lejos. —Eres bastante interesante también —dije. O no lo suficiente. Entrelacé mis dedos con los suyos, mirándolos fijamente, mi tono de piel más claro por pasar más tiempo en casa contra sus dedos bronceados por el sol con pedazos de mugre y suciedad de motor debajo de las uñas. Él las limpiaría, sabía que lo haría, pero sus manos siempre se habían visto así cuando las usaba para arreglar un montón de autos, y ya que era un hombre soltero otra vez, tenía mucho tiempo en sus manos y bastante chatarra todavía en el garaje para su reparación. Tal vez no tendría tanto tiempo para sus manos más. Tal vez, ahora me tendría a mí. Pero esto no podía estar pasando. Había estado esperando esto desde hace meses, ¿podría ser verdad? ¿Realmente me quería? ¿Esto de verdad era real? No podía creerlo. No tenía que preguntar porque mis ojos se movieron de nuestras manos cuando sentí su otra mano contra mi mejilla. Lo miré a los ojos y estaba mirándome. Metió un mechón suelto en mi cara y acarició mi mejilla con el pulgar.

THE KISS jFF

180

Me incliné hacia la mano. Inclinó su cuerpo hacia mí. Esto estaba sucediendo realmente. Cerré los ojos y me incliné hacia él. Alguien gritó en el interior. Un par gritos más de emoción. Nos separamos el uno del otro. —¡Poppy! No me di cuenta de lo que pasó, pero nuestras manos se separaron de nuevo, el espacio entre nosotros se sentía como un kilómetro y medio. —Oh Dios mío, Poppy, entra —gritó alguien. Cam y yo nos giramos hacia atrás para mirar la casa. A través de la ventana, pudimos ver que la mayoría de ellos estaban de pie, de espaldas a nosotros, la luz de la tv parpadeante sobre sus cuerpos. No se habían dado cuenta de que Cam y yo estábamos a punto de volver a estar juntos, no habían chillado de horror o espanto, o cualquiera de ese tipo de chillidos y gritos no había sido por nosotros. Algo más había llamado su atención. Drew fue a la ventana y nos llamó para entrar. —¡Poppy, tienes que ver esto! —¿Qué es? —Es Ty, está en la televisión y está hablando de ti. Me quedé inmóvil por un momento, pero solo un momento. Los ojos de Cam y los míos se encontraron. Ty. No había sabido nada de Ty en dos largas semanas, pero justo en ese momento, por supuesto. Por supuesto que tenía que ser Ty. —Ven aquí, ¡te lo estás perdiendo! Sentí una punzada de vergüenza cuando Cam me vio levantarme, mis piernas chorreando mientras recogía mis zapatos en mi camino a la casa, preparándome para lo que iba a ver. Oí el movimiento del agua y las gotas que caían al suelo y supe que Cam estaba siguiéndome al interior de la casa. —Así que has sido difícil de encontrar últimamente, ¿no es cierto? —dijo la alegre presentadora de televisión. Ella se removió en su lugar, moviendo el micrófono entre ellos. — Sí, creo —dijo Ty. Observó la cámara, pero posó su mirada en ella. Aparte del hecho de haber metido sus manos en los bolsillos traseros, de la forma que tenía cuando estaba incómodo, parecía calmado y en control. Pero lo conocía mejor. —No has ido mucho a los clubes. —Correcto. —¿Te has estado escondiendo?

THE KISS jFF

181

—Sí, bueno, más o menos, sí, —lo dijo con una sonrisa forzada—. Toda esta aventura, desde The Kiss Off y el disco abandonado, ha sido asombroso y estimulante, y todo lo que siempre hemos soñado… —Pero… —Pero eso también nos lleva a una gran pérdida de la privacidad. En eso, realmente no tenemos nada. Y ha sido difícil ajustarse. Quiero decir, algunos días estás completamente rodeado de fotógrafos y fans, todos queriendo conocerte y preguntarte algo, y no me quejo… Tommy, él ama esto. Habla con los reporteros y los fans todo el día, pero no es una persona privada. El resto de nosotros, estamos muy agradecidos por el apoyo de nuestros fans y los paparazzi nos ayudan a alcanzarlos, pero… —Ellos pueden llegar a ser muy intensos, ¿estoy en lo correcto? ¿Los paparazzi? —preguntó la mujer. Como si no fuera por programas como el suyo que ellos estaban ahí afuera acosando celebridades. —Sí, absolutamente. Pero lo entiendo, es parte del trabajo, está bien. Está bien hasta que empiezan a cambiar el contexto de las fotos que están tomando. —Como algunas fotos tuyas con algunas mujeres. —Exacto. —¿Alguna chica en particular? —Bueno, ella no parecía muy feliz por la foto de Roxy —dijo Ty, frotándose la parte posterior de cuello. Posó su atención en la cámara, mirándome fijamente— . Lo cual soy totalmente inocente, por cierto. —Sentí como el calor subió a mis mejillas, aunque estaba determinada a voltear a verlos, podía sentir varios pares de ojos sobre mí. Mantuve los míos pegados al televisor o, si no lo podía soportar, en la marca azul sobre la pared color crema. No sabía lo que era, no me interesaba mucho, todo lo que sabía era que eso no era el televisor, ni nadie más. Definitivamente no era Cam. —Bien, tu novia Poppy Douglas, escritora de The Kiss Off y varias canciones se han mostrado en YouTube —dijo ella—. Cuéntanos sobre Poppy. Según su último video hace unas semanas, no estaba muy feliz contigo. —No, no lo estaba, y eso… —¿Has hablado con ella desde entonces? Él se detuvo por un momento, como si no estuviera seguro de que debía contestar. Muy tranquilizador de su parte preguntar algo así. ¿Acaso él no estaba hablando de solo querer privacidad? Finalmente decidió contestar.

THE KISS jFF

182

—No. —Suspiró, parecía frustrado. Miró la cámara por un momento, me miró y luego regresó a la presentadora—. No, no me habla. Ha bloqueado mi número o algo. —Ouch. —Sí. —Qué hipócrita —murmuró Cam. Lo observé, confundida—. Sí, él es un hipócrita. Está en un programa nacional hablando sobre lo mucho que quiere privacidad, y de cómo su novia no contesta sus llamadas. No podría ser más público. Hi-pó-cri-ta. Hice una mueca y volví a observar el televisor. Tenía toda la razón. No podía creer que estaba diciendo todo eso, pero ¿en televisión? ¿Y que todo el mundo lo viera? Pero de nuevo… bueno, imagino que yo hice lo mismo. Excepto que quien sabía de cual parte del mundo venían mis espectadores. Y podría ser visto noche y día para siempre. Esta entrevista se veía en ese momento, y luego desaparecería. Probablemente no por completo, pero se iría más que mis videos. Esperaba que mis padres no lo estuvieran viendo. Seguramente no. No estarían en casa por años. —Escuché que está castigada —dijo la reportera. Los ojos de Ty se iluminaron. Supongo que ella lo sabía ya que sus colegas no me habían encontrado fuera de la casa. —¿En serio? Oh —dijo él—. No lo sabía. —Sí. Así que tal vez, aunque quisiera hablar contigo, no puede. —Oh. Cierto. Muy bien —dijo Ty, parecía pensativo. —¿Quieres hablar con él? —dijo Cam. —¡Shhh! —Lo despedí con un gesto, observando la pantalla. Definitivamente no era capaz de responder eso. Cerré mis ojos y la imagen de mí desnuda en internet apareció detrás de mis párpados. Los abrí de nuevo y parpadeé hacia la pantalla, intentando hacerla desaparecer. No. No, no quería hablar con él. —Pero, por supuesto, ella tiene buenas razones para no devolver tus llamadas, ¿no es cierto, Ty? —dijo la presentadora. Tenía mucha razón. —Bueno, esa es la cuestión. De eso trata la nueva canción. —Muy bien, cuéntanos sobre la nueva canción, Liar Liar. No has respondido públicamente a ninguno de los reclamos o acusaciones que han sido hechos hasta ahora.

THE KISS jFF

183

—No, no lo he hecho, Anita, es mi vida privada, nuestras vidas privadas. No es algo que quisiera público de ninguna manera por lo que nosotros, como una banda, decidimos que no requería comentarios. —Manteniendo su vida privada en privado, como debe ser. —La mujer, Anita, dijo. Como si no fuera su trabajo desenterrar todo lo que pudiera encontrar. La hipocresía estaba creciendo. —Qué imbécil —murmuró Cam. —Pero hay alguien que necesita que yo haga una declaración, tener una respuesta, y es esta. Nosotros escribimos esta canción juntos como una banda, y los chicos, no me dejarían mentir aunque quisiera, por lo que es la verdad sobre todo. Los chicos, todos la amamos, por lo que escribimos… Los ojos de Anita se iluminaron y lo interrumpió. —¿Seb y tú, Archie y Tom aman a Poppy Douglas? —Sí, todos ellos creen que es genial, y… —¿Así que la amas, Ty? —preguntó ella con una sonrisa astuta—. ¿Estás enamorado de Poppy Douglas? Ty se encogía y apartó la vista, sus ojos vagaban del suelo al techo, miró la cámara lleno de pánico. Él había caído en la trampa. —Demonios —dijo alguien detrás de mí. Más ojos se dirigieron en mi dirección, todos contenía el aliento. — Sí —dijo Ty finalmente. En televisión en vivo. Oh por Dios—. Sí, lo estoy. —Caminó hacia la cámara y me señaló. Una chica junto a mí chilló y se tapó la boca con las manos. Anita la presentadora parecía fuera de sí de la emoción. Por supuesto que lo estaba. Qué noticia—. Poppy, estoy enamorado de ti, y lo lamento. Todo. —Lo escucharon aquí primero, chicas —dijo Anita, puso sus brazos alrededor de Ty y lo abrazó de lado. Él sonrió, pareciendo feliz consigo mismo—. Ty de “Academy of Lies” lo está definitivamente, completamente… —Incontrolablemente —agregó Ty. —Incontrolablemente —repitió Anita—. No puedes evitarlo. Es amor. Ty de “Academy of Lies” está definitivamente, completamente, incontrolablemente enamorado. Tomado. Fuera del mercado. Casi puedo escuchar el sonido de las seguidoras llorando por todo el país. —Guau. Eso requirió coraje —dijo Drew. —Habla del gran gesto —coincidió Ravi.

THE KISS jFF

184

—¡Pero esperen! —dijo Anita, girándose hacia Ty con preocupación—. ¡Nosotros no sabemos qué piensa Poppy! —Eso era verdad, no lo sabían. Y tenía que admitir, tampoco Poppy lo sabía. No podía mirar a Cam, en algún lugar a mi izquierda. Solo no podía hacerlo. No quería saber lo que pensaba. —Eso es verdad. —Ty coincidió con Anita. —¿Crees que te aceptaría de regreso? —Espero que lo haga. —¿Sigue en sintonía? —Sonrió Anita. —Bueno… si lo hace espero que sea entre nosotros. De todas formas, ¿deberíamos introducir la canción ahora? Anita parpadeó varias veces, decepcionada que la entrevista, su exclusiva estaba claramente finalizada. —Sí, hagámoslo. Todo tuyo. —Muy bien, a todos los que están en casa, esta es la nueva canción de “Academy of Lies”, se llama Liar Liar. Y es mi única respuesta, nuestra respuesta, a todo lo que ha sucedido últimamente. Es todo lo que tenemos para decir. Poppy, espero que estés viendo esto. Y la música empezó. La cámara se desplazó por varias imágenes de Ty con una chica usando una blusa de los Beatles con desordenado rizos rubios. Creo que se suponía era yo. Fotos de momentos felices. Se desplazó de nuevo para encontrar a Ty y los chicos durmiendo en una sucia habitación de hotel después de una fiesta, durmiendo en el sofá, en el suelo, Tommy estaba en el bar. Una mujer se coló hacia Ty y tomó su celular y lo registró. Sus ojos se iluminaron y observó sinuosamente a Ty y presionó más botones. Un mensaje sexual de la chica, la falsa Poppy, apareció en la pantalla, posaba igual que mi foto, pero había grandes estrellas negras en sus partes privadas. Me encogí y desvié la mirada de la pantalla por un momento. Respiré hondo y volví a mirar. La foto se repetía y repetía y había imágenes de personas de diferentes nacionalidades mirándola en sus computadoras. Era global. Luego los chicos estaban en una oficina con discos de platino en las paredes. Estaban a un lado del escritorio gritando y apuntando a un hombre y el mismo teléfono malvado permanecía al otro lado del escritorio. La mujer salió del edificio llevando una caja y sus pertenencias. ¿Estaba diciendo que fue la publicista, Sasha, la que mostró el mensaje sexual? ¿Él no lo hizo? ¿Y la despidieron por mí? Pronto hubo imágenes de Ty con una chica como Roxy Washington sosteniéndose las manos y riendo en la calle. Ellos se dieron un lindo beso en los labios, unas fotos fueron tomadas pocos segundos después, la pareja se separó, dejaron de reír y ambos parecían fuera de cámara. Ty se limpiaba la boca con el

THE KISS jFF

185

dorso de la mano, como si encontrase el beso asqueroso. Oh espera, ¿era brillo labial el que se estaba quitando? La imagen se desplazó de regreso para encontrar a un chico sosteniendo un micrófono de aire sobre ellos, varios camarógrafos, un maquillista que caminaba y con la peluca de la Falsa Roxy. Ese momento íntimo en la portada de revistas nada más que… sí. Una escena del verdadero comercial con Roxy y Ty apareció en la pantalla, ellos presentaban un paquete de goma de mascar hacia la cámara. Luego, Ty estaba mirando mi video, o la Falsa Poppy simulándolo. Parecía triste. Fotos de Ty con su brazo alrededor de la mujer de rosa, saliendo del club nocturno aparecieron en la pantalla, seguidas de un video granulado, quizá de la cámara de una seguidora. La mujer se lució ante las cámaras, ignorando a Ty hasta que casi se cae en la cuneta y él la ayudó. Ella se guindó de él y él intentó escaparse, pero ella lo besó en los labios, lo que provocó que las cámaras se volvieran locas tomando fotos. Parecía asqueado por eso en cuanto ella lo soltó. Luego estaba con su teléfono, intentando llamar a alguien. Y la chica que era yo no respondía. Así que no había mucha arte en el video, pero estaba claro como el cristal lo que pretendía. Lo entendí. Todo era mentira, nada era lo que parecía. Excepto la parte donde no respondía sus llamadas. Por lo menos ahora sabía que había estado llamando. —Buenoooo, me voy a ir —dije con una sonrisa rígida. Miré alrededor a todos, pasando la mirada sobre Cam. —¿Qué? —¿Te vas? —dijo una chica. —Ni siquiera ha terminado. —En serio, no te puedes ir aún. —Una chica con… de hecho tenía lindos pendientes, me dijo—: ¿No quieres hablar sobre esto? Uhm… no. No quería ni remotamente hablar de eso, no con ellos. Logré un par de miradas rápidas a Cam. Oooh, esto sería incómodo. —Está bien —dijo Drew—. Gracias por venir. —Claro—dije, retrocediendo hacia el pasillo frontal, mis pies picaban por correr—. Gracias por invitarme, Drew. Nos vemos en la escuela. Giré y me escabullí por el pasillo, con esperanza mientras ponía un zapato y luego el otro. La puerta se cerró detrás de mí, rebotando un par de veces contra el marco. Correteé hacia el porche, me aruñé las piernas con unas ramas mientras sacaba la bicicleta de un arbusto y pedaleaba tan rápido como podía, todo el camino hasta casa. No miré atrás.

THE KISS jFF

186

Capítulo 21 Traducido por LILITH Corregido por Karina_Matthew

uando paré la bicicleta y me bajé en la acera de en frente de mi casa nuestro auto estaba en el camino de entrada. Oh, mierda. ¿Qué hacen en casa tan pronto? Juro que no había durado fuera más de una hora... ¿tal vez una hora y media? No hay manera de que una cena y patinar sobre hielo haya tardado tan solo una hora y media.

C

Dejé la bicicleta fuera de la puerta y me senté en ella, pensando. ¿Qué debo hacer? ¿Cuánto tiempo han estado en casa? ¿Se habrán dado cuenta que no estoy? ¿Puedo entrar a escondidas y fingir que había estado durmiendo? Debería haber pensado en eso. Debí pensar en eso antes de irme, debí haber hecho un gran bulto en las mantas y grabar algunos sonidos de ronquidos en caso de que pasara esto. Bueno. Bien, tal vez no esto exactamente, pero debería haber hecho algo. Rodé la bicicleta hacia el garaje y la dejé en la calzada, respiré hondo y caminé hacia la casa. Abrí la puerta y de inmediato fui abordada por Poo Bum, saltando y meneando su cola tan rápido que no estaba segura de que no se había metido en el frasco de dulces de mamá. Papá asomó su cabeza por la esquina de la sala de estar. —Poppy. Mamá apareció, seguida de Bex que estaba saltando alrededor y maullando como un gato por alguna razón. Y para mi sorpresa, Mads y Vanya aparecieron también. Abrí la boca, pero no tenía idea de qué decir. —¿Dónde has estado? —exigió papá. Tenía cara de enojo, sus cejas pobladas se estrechaban, y sus ojos se veían todos arrugados. —Um… la pregunta correcta debería ser, ¿por qué están en casa tan pronto? —les dije, caminando por delante de ellos hacia la sala de estar. Me detuve en seco cuando me enfrenté con Rory sentado en el sofá. Con un pie en la mesa de café. Con una bolsa de guisantes y otra de zanahorias encima de él. Estaba rojo por el

THE KISS jFF

187

frío. O la hinchazón, ya que su tobillo era del tamaño de una naranja y cada vez más grande. —¿Qué demonios ha pasado? —dije. Rory se detuvo haciendo una mueca y me sonrió, en mi opinión, lo estaba disfrutando demasiado. —Estás en un gran lío... —Poppy —dijo mamá—. ¿Dónde has estado? —Salí. —Me volví hacia Mads y Van—. ¿Qué están haciendo aquí? —Todavía estás castigada, señorita. —¿Cómo puedes estar siquiera sorprendida de que saliera de casa? —dije—. Vamos. Todos los guardias de la prisión se habían ido y las puertas estaban sin candado. ¿Qué creías que iba a hacer? Vanya se encogió y cerró los ojos. Me di cuenta de que estaba mentalmente golpeándome en la cabeza. —¿Dónde estabas? —dijo papá. Me encogí de hombros. —Fui a la casa de Drew. Tenía a más gente. —¿Y cómo lo sabes? —Porque entré a Facebook, ¿de acuerdo? Y tomé prestado mi teléfono. Aunque lo puse de nuevo en su lugar. Mamá frunció los labios, cerrándolos con fuerza. Se quedó mirando a papá, mientras que su presión arterial se elevaba. —Señor y señora Douglas, por favor, no sean tan duros con Poppy —dijo Mads, dando un paso delante de mí, con las manos juntas en señal de súplica. Giró y miró detrás de ella, a mí, con sus ojos enormes y simpáticos—. Ha tenido una noche muy dura. —¿De qué estás hablando? —dijo mamá, con los labios apretados. —¿Cómo te sientes, Poppy? —dijo Mads frente a mí y apretó sus dos manos sobre mis hombros—. Drew me dijo que lo viste. —¿Viste qué? —dijo papá. —Ni siquiera puedo... ¿qué vas a hacer? —preguntó Mads sacudiendo su cabeza con confusión. —No tiene por qué decidirlo en este momento —dijo Vanya mirando a su alrededor, a nuestra audiencia—. Pero a pesar de que está castigada y todo, hemos querido venir a ver si nos dejaban verla. Solo por un minuto. Para hacer de apoyo.

THE KISS jFF

188

—Correcto —dijo Mads—. Para hacer de apoyo. Y para hablar sobre muchos planes. ¿Qué vas a hacer? —Mads… —¡Señoritas! —dijo Papá. Mads jadeó y pusimos atención. Papá inhaló, exhaló y preguntó una vez más. —Por el amor de Dios. ¿De qué están hablando? —¡Ty ama a Poppy! —gritó Mads. —¡Mads! —dije, horrorizada. Vanya le pellizcó el brazo y Mads chilló y golpeó sus manos sobre su boca. —¿Qué? —dijo mamá—. ¿Cómo sabes eso? —Porque su nuevo sencillo debutó esta noche y lo dijo en una entrevista, la única entrevista que ha dado sobre todo este desastre. —¡Mads! —Y la canción es una disculpa completa de cómo en realidad no hizo nada malo y todo fue exagerado y mal interpretado, que está totalmente loco de amor por ella —dijo Mads—. En realidad es bastante pegadizo. Le tomó un momento a papá procesar la información, porque continuó mirando a Mads como si estuviera escuchándola todavía durante algún tiempo después de que ella hubiera terminado de hablar, y se volvió a mamá por algún tipo de signo de cómo responder, y la encontró aferrando sus manos a su pecho, sonriéndome de la misma forma que lo había hecho cuando había tenido mi primer período y se había enjuagado una lágrima y me dijo que me había convertido en mujer. —¿Te dijo que te ama? —preguntó ella. Me di cuenta de que su voz iba a subir una octava en cualquier momento, como de la forma que dice: “¡Que gatito tan lindo!” de manera que no estaba segura de poder hacer frente a esto. —No es solo que haya dicho que la amaba, pasó un gran momento diciendo que la ama. Algo así como el tipo en la televisión nacional, que saltó de sillón a sillón —continuaba Mads. —Mads. —Solo estaba de pie —agregó Van—. Y no saltó. —¡Gracias chicas! —les dije, mirándolas para que se callaran ya—. No importa, de todos modos. Hemos terminado.

THE KISS jFF

189

Pero mamá no parecía importarle, o no estaba escuchando una palabra. Todavía tenía sus manos en su pecho agarradas, todavía me miraba, moviendo la cabeza con un suspiro porque un chico estaba enamorado de su hija. Abrió su boca para hablar. Aquí viene, su adorable voz de gatito. —Pero me escapé antes de saber que iban a estar sucediendo cualquiera de estas cosas esta noche —dije rápidamente, tratando de volver a la conversación inicial—. No debí haber escapado. Estuvo mal, y todo eso. —Sí, eso es correcto —dijo papá, dándole un codazo mamá. Ella parpadeó un par de veces y bajó las manos. —Sí —dijo ella, poco a poco volviendo al tema de “Poppy es mala”—. Y ustedes —dijo, girando hacia mis amigas—. Saben que está castigada. No está permitido que vea a nadie. —Lo sabemos —dijo Mads. —Nosotros pensamos… Papá cortó a Van. —Pensaron mal. La verán cuando vuelvan a la escuela, antes no. —Bueno, ¿qué pasa con la fiesta de mañana? —dijo Mads, mientras papá, con una mano en cada uno de sus hombros, las empujaba hacia la puerta. —Todo el mundo va a ir a la fiesta, y está castigada hasta mañana de todos modos, por lo que… Papá dijo: —¡No va ir a ninguna fiesta! Abrió la puerta principal y sacó a mis amigas al porche. —¿Qué? —le dije, después—. Mi castigo termina mañana. ¡Tú lo dijiste! ¡Mamá! —¿Qué está pasando? ¡No puedo oír! ¿Qué está pasando? —gritó Rory desde la sala de estar. Pero nadie le hizo caso. Mamá cruzó los brazos sobre su pecho, era como si modo “gatito adorable” nunca hubiera existido... —Estoy de acuerdo con tu padre, Poppy —dijo—. Te escapaste. Te faltaba una noche y lo quebrantaste. Tienes que compensar esta noche quedándote aquí mañana, y cuidando a Bex. Bex saltó en el aire. —¡Yupi!

THE KISS jFF

190

Corrió y me abrazó alrededor de la cintura, todavía saltando y balanceándose arriba y hacia abajo. —¡Stacey y Natalie van a venir también! ¡Voy a hacerte un arreglo! —¡Mamá eso no es justo! —le dije gritando. Lloriqueando. Los dos al mismo tiempo. Mamá negó con la cabeza hacia mí. Con amor firme. Se dirigió hacia la cocina. —Voy a llamar ahora mismo a Pashmani y le diré que ya no necesitamos niñera —dijo—. Tal vez ella quiera ir a la fiesta. —Oh —dijo Mads—. Golpe bajo, Sra. D. —Chicas, buenas noches —dijo papá, cerrando la puerta en sus narices. —Nos vemos la próxima semana en la escuela —gritó Van a través de la puerta. Papá y yo nos quedamos en silencio, mirándonos el uno al otro durante un minuto. Pude ver la montaña de emociones que parpadeaba en todo su rostro. Decepción y rabia por mi acto, pensaba que era una joven adulta responsable en la que se podía confiar, que respetaría los términos de su castigo —aunque la verdad era que estaba castigada porque estaba mucho más cerca de la definición de irresponsable joven adulta. La frustración y confusión de Mads, el aspecto que tenía Van, finalmente, la agresiva y torpe declaración de amor de la estrella de rock. Dios, no podía pensar en ello. Una imagen de la mano de Cam en la mía, su dedo acariciando suavemente la palma de mi mano, su cara tan cerca de la mía que podíamos habernos... que íbamos a... nosotros casi... empujé lejos esos pensamientos porque lo último que necesitaba era que papá viera todos mis pensamientos reflejados en mi rostro. —¿Qué pasa, se han ido? ¿Mads y Vanya se han ido? —¡Cállate, Rory! —Poppy, ven a mi oficina un minuto —llamó mamá y me alejé a toda prisa del pasillo, de papá y de una conversación que habría sido insoportable pero inevitable si me quedaba ahí de pie por mucho más tiempo. Entré en su oficina y la encontré sentada en el borde de su escritorio. Señaló con la cabeza hacia la puerta y la cerré tras de mí. —Está bien, así que ese chico —dijo. Oh mierda—. ¿Supongo que tú rompiste con él? —No voy a hacer esto —le dije.

THE KISS jFF

191

—Y él quiere que vuelvas porque, porque él... —suspiró y apretó sus manos a su pecho de nuevo. —Sí, sí, porque me ama. Sí. Pero no voy a hacer esto, mamá. —Entonces, ¿cómo te sientes por él? —¡Mamá, para! —¿Qué? —No voy a hacer esto, no voy a hablar de esto contigo —dije. —¿Por qué no? —Porque es raro. —¿Pero puedes hablar con Vanya y Mads al respecto? —Sí. —¿Pero no conmigo? —Sí. —Pero son tan solo tus amigas. —Así es —le dije—. Son mis amigas. —Y yo soy tu madre. —Correcto. —Pero... pero... ¿por qué no puedes hablar de tus sentimientos conmigo, mi amor? —dijo—. Soy tu madre y me preocupo por ti. Quiero lo mejor para ti. Se inclinó hacia mí, acarició mi cabello poniéndolo detrás de mí oreja y la miré. —¡Porque es raro! —dije—. ¡Ya te lo dije! Y porque acabas de hacer que me pierda la fiesta de mañana, mi noche favorita del año. Así que no, no hablaré contigo. No acerca de esto. Nunca. Suspiró profundamente, claramente no contenta sobre hacia donde había ido la conversación. —Bien —dijo. —¿Bien? —Sí, está bien. No me hables. Pero estás atrapada aquí mañana por la noche y se acabó. —Lo que sea —dije y abrí reciamente la puerta, pisando fuerte todo el camino hasta mi habitación, pisando tan fuerte que los cuadros de la familia en las paredes se sacudieron.

THE KISS jFF

192

La siguiente noche, mientras mis padres y La Plaga —en muletas— salían de casa para la fiesta dando saltos y vueltas en el ambiente festivo que se sentía desde el parque hasta la zona comercial, me acosté en el sofá mirando al techo, suspiré con desánimo y de vez en cuando ponía un cojín sobre mi cara y gemía como si estuviera muriendo. Morir, sonaba más fácil que todo este desastre. No tenía idea de lo que iba a hacer, porque no tenía ni idea de cómo me sentía. Tenía sentimientos por estos dos chicos, girando alrededor de mi cuerpo, en mi cabeza, haciéndome marear, puse el cojín sobre mi cara de nuevo. Tuve que quitarlo después de un tiempo porque terminé inhalando algunos pelos de perro y tosiendo mucho. Ty me había herido tanto, rompió mi confianza. Pero resultó que no lo había hecho. Y quise a Cam de regreso durante tanto tiempo, apenas habíamos comenzado, fui una idiota de mal humor y rompí con él y fue cuando todo este lío estúpido comenzó. Sería mucho más fácil si no quisiera estar con ninguno de ellos. Por lo menos no tendría que decidir esta noche. El único tipo de preguntas que probablemente se me harían esta noche estaban a lo largo de las líneas de: "¿cómo es que no comes coles de Bruselas mientras hay niños muriendo de hambre en África?" y "¿por qué no se puede pescar una mosca?". Mucho más simples. Hubo algunas risas en el pasillo y me preparé. Un par de segundos más tarde unas niñas gritando corrían hacia mí y tres juegos de manos me estaban golpeando, agarrando mis mangas, mi cabello, Bex saltó encima de mí, tratando de levantarme el ánimo. No se había dado cuenta de que tenía una mejor oportunidad de conseguirlo, si ella... bueno... no estuviera sobre mí. —Niñas —les dije mientras me arrastraba para sentarme en el sofá, Bex se subió a mi regazo, saltando arriba y abajo, me recordó a Mads. Natalie y Stacey se subieron también con nosotras y saltaron sobre el sofá. Mamá habría tenido un ataque si hubiera visto esto, así que las dejé saltar tan alto como quisieran. Bex chilló de alegría cuando Poo Bum movió la cola y se la persiguió un par de veces, ladraba retorciéndose y retorciéndose y saltando en el sofá, decidió que se unía al juego, se levantó y le lamió la mejilla a Stacey antes de empujar su nariz en la axila de Natalie. Con sus risas y chillidos aún podía oír la frivolidad exterior. Me estaba volviendo loca no asistir a la fiesta. Escuché el ruido sordo de la música de otras casas en la calle, el barrio gritaba y aplaudía y se reía de cosas que probablemente no eran tan divertidas, pero todos lo estaban pasando tan bien que cualquier cosa remotamente graciosa los hace reírse a carcajadas y hacer una ovación de pie con lágrimas en los ojos. Bex se bajó de mí y se sentó en la parte de atrás del sofá, mirando hacia el suelo detrás de él.

THE KISS jFF

193

—Ni siquiera pienses en ello —le dije mientras me levantaba y cerraba las cortinas. Tenía muchas ganas de estar allí. Miré de reojo los rostros en la oscuridad, tratando de reconocer a las personas. En realidad, estaba tratando de reconocer a una persona. Me pregunté qué estaba haciendo Cam esta noche. ¿Estará afuera en la calle, jugando al fútbol con su padre? O tal vez estará en un partido de hockey sobre patines con los chicos de la esquina. Tal vez ayudando al señor Carmichael a encender su parrilla, o haciendo el monstruoso puré con el club puma con los cuales pasa el rato en Rothschild. Por alguna razón, realmente no creo que esté pasando el tiempo por los alrededores del parque con los otros adolescentes, jugando a Verdad o Reto, y mucho menos emborrachándose con bebida robada. Me pregunté también qué estaría haciendo Ty, dónde se encontraba. Probablemente cenando y analizándose psicológicamente a sí mismo por un espectáculo. Quizás se estaba comiendo con los ojos una guitarra Les Paul, en alguna tienda en algún lugar. En algún lugar lejos de aquí, de eso estaba segura. O tal vez fue al supermercado y tenía una pizza Archie en su carrito, como esa vez, en el pasado, cuando corrimos con ellos, Tommy puso a Lana en uno y Seb agarró uno para Jeri y habíamos tenido una carrera de carritos por los pasillos. Seb había tenido el control total sobre su carro, y Tommy lo sostenía, pero Ty había tomado velocidad y no podíamos parar por lo que saltó hacia atrás y nos envió a toda velocidad a una gran pantalla de papel higiénico que un pobre chico tan solo un momento antes había terminado de levantar. Sonreí para mí misma un poco. Era un nerd. Un totalmente adorable nerd. Y tenía aquella cosa de estrella de rock que lo hacía totalmente caliente, pero eso no era realmente quién era. Conocía su verdadero yo. Y es mil millones de veces mejor que cualquier estrella de rock. Tanto el nerd como la estrella de rock me encantaban. Hubo un silbido y un fuerte crujido y el cielo se iluminó con rojos, naranjas, azules, morados y verdes. Oí un grito y algunas ovaciones, cada vez que el cielo estallaba con colores, en la calle coreaban: "ooohh...". Los Papapoulos lanzaban fuegos artificiales cada año. Me encantan los fuegos artificiales de Papapoulos. Es mi parte favorita de la fiesta. Los fuegos artificiales, para mí, son como estrellas explotando. Como cuando una estrella ha decidido: "Bueno, he estado aquí un millón de años, es tiempo de ir a otra parte" y luego boom, explota en mil pedazos de color claro. Durante el verano, Cam y yo miramos las estrellas una noche. Todo el mundo estaba dormido y estábamos solos acostados en una manta en el patio, hablando en voz baja y mirando a las estrellas. Todo fue muy inocente. Bueno, hubo algunos besos involucrados. Ni siquiera se rió de mí cuando le hablé acerca de que los fuegos artificiales siendo como estrellas que hacían explosión. Dijo que le gustaba que yo hubiera pensado en eso. Tenía muchas ganas de estar allí disfrutando de la noche con él, disfrutando de las estrellas en explosión.

THE KISS jFF

194

Pero no estaba allí. Estaba aquí con Bex, Natalie y Stacey, me quité de la ventana y nos sentamos con palomitas y refresco de uva a ver Buscando a Nemo. Me encontré sentada en el suelo delante del sofá, con Stacey sobre mí haciendo Dios sabe que a mi cabello. Sentí que serían como un montón de pequeñas trenzas por la manera en que tiraba de él, pero no podía estar segura. Bex me pintaba las uñas de azul brillante con destellos de plata en el mismo. En realidad, era más pintar mis dedos que mis uñas, pero no era nada que un poco de removedor de esmalte no pudiera quitar mañana. Justo en el mitad de Buscando a Nemo y mi sesión de arreglo de uñas, el timbre de la puerta sonó. Y no se limitaron a tocar y esperar. Había tal vez un retardo de cinco segundos entre el primer y el segundo llamado y sin retraso alguno entre el segundo y quincuagésimo como si el que estuviera fuera no pudiera dejar de presionar el timbre de la puerta. Corrí a la puerta para que no siguiera timbrando y mi corazón dio un vuelco al verlo. —Hola —dijo tímidamente, con las manos metidas en sus bolsillos. Me miró con atención, por algún tipo de indicio de lo que yo estaba pensando por el hecho de que hubiera aparecido en la puerta de mi casa sin ser invitado. —Hola... —dije de nuevo. No lo podía creer. Estaba ahí, llevaba una camisa verde abotonada y pantalones vaqueros. Su cabello estaba peinado —pero sabía que él hacía eso— y estaba bien afeitado. Incluso creo que su camisa había sido planchada. Oh, vaya. —Um, lindo cabello —dijo Ty. —¿Qué estás haciendo aquí? —le dije, sintiendo las trenzas por toda mi cabeza. —Tenía que verte. —Su voz se suavizó, era tranquila y solemne. La expresión de chico perdido en su rostro estrujó mi corazón. Hubo algo de movimiento detrás de mí y los ojos de Ty se iluminaron. Se puso en cuclillas y Poo Bum se acercó a él, meneando su cola peluda en círculos. —Oye chico, ¿me recuerdas? —Poo se lanzó contra Ty —lo que Ty no sabía era que eso no era indicación de si, si lo recordaba o no lo recordaba— y con un "oof", Ty retrocedió. Con sus manos protegiéndose la cara mientras Poo Bum apuntaba con su lengua babosa en ella. —¡Abajo chico, vaya, siéntate! —Debí dejarlo un momento más, Ty realmente se lo merecía, después de todo. Pero Poo empezó a hacer unos ruidos como gruñidos y estaba recordando mi primer encuentro con él, con los dos. Consideré por un momento, dejar a Poo con él, para ver cuán divertido le parecía a Ty ahora, pero en cambio agarré el collar del perro y lo arrastré hacia atrás lo

THE KISS jFF

195

suficiente para que Ty pudiera ponerse en pie. Ahora realmente no era el momento. —¡Fuera de aquí! —le dije al perro, empujándolo hacia la sala de estar—. Vamos, shoo, ¿Bex, puedes llamar a Poo? —Todavía lo tienes, ¿eh? —dijo. Me encogí de hombros. —Nadie lo reclamó. —Oh. —Ty asintió—. ¿Cómo acabas de llamarlo? —Poo. Poo Bum. —Está bien. —Rory lo escogió. Así que estás aquí —le dije. —Sí. Me preguntaba si viste New Trax anoche. —¿Es aquel show con esa presentadora boba?, ¿cómo se llama...?

196

—¿Anita? —Sí. —Sí —dije. —No está tan mal —No dije nada—. ¿Así que lo viste? Asentí. Él asintió también, y dejó escapar el aliento que debió haber estado conteniendo. Esperé a que hablara un poco más. Decir otra cosa. Decir lo que fuera que había venido a decir hasta aquí. Pero sabía que no tenía nada. No se trataba de que él hablara, se trataba de que yo lo hiciera. Había venido aquí para ver lo que tenía que decir. —Así que... —dijo, después de que no dije nada más—. ¿Qué te parece? ¿Qué pensaba? Pensaba que sentía que era un buen momento para enterrar mi cara en un cojín de nuevo, pero todos estaban en la sala de estar donde un grupo de niñas estaban en torno a ellos pretendiendo ser pescados, cantando "nadaremos, nadaremos, en el mar, el mar, el mar" una y otra vez. —Yo... —No tenía palabras. No tenía ningún pensamiento. Estaba tratando de pensar, tratando de dar una respuesta, pero simplemente no había una. —Yo... Hubo un fuerte crujido desde el exterior y el cielo oscuro se iluminó con destellos dorados mientras un nuevo conjunto de fuegos artificiales comenzaba. Esta vez más cerca. Poo Bum se quejó en la sala de estar.

THE KISS jFF

—Poo —gritó Bex. Salió disparado de la sala de estar, con la cola entre sus piernas y salió corriendo por delante de mí por la puerta principal. Mierda. —¡Poo Bum! ¡Espera! ¡Siéntate! ¡Vuelve! —Corrí pasando a Ty y me apresuré a bajar las escaleras, pero ya era demasiado tarde, ya había salido por el jardín a la calle y estaba ya a mitad de cuadra, absorbido por la noche. —¡Poo Bum! —Quédate aquí… ¡lo atraparé! —dijo Ty, corriendo junto a mí en la calle. —¿Qué estás haciendo? —Pero él ya se había ido también, corriendo hacia abajo la calle, metiéndose entre los peatones que miraban al cielo, deambulando a lo largo de la fiesta alrededor de la esquina. Hubo un boom y el cielo se iluminó con rojo, verde y amarillo. Mierda, mierda, mierda. Me apresuré a subir los escalones y entrar en la casa con las niñas. Tal vez no sería necesario hablarles sobre Poo, a lo mejor no se habían dado cuenta de que se había ido. Quizás Ty lo encontraría en donde el Sr. Martínez comiéndose sus rosales como cena, después de correr tanto sentirá hambre y querrá alimentarse. Me hice una cola de caballo, estaba asombrada. No podía creer que Ty estuviera aquí. Y que estuviera fuera rescatando a mi perro en estos momentos. Dejé la puerta abierta, solo ligeramente entreabierta para cuando Ty regresara. Espero que para entonces sepa que decirle. Me dirigí a la sala y encontré que las niñas habían dejado de pretender ser peces. —¿Qué es todo ese ruido afuera? —dijo Stacey, con las manos sobre sus orejas. Natalie estaba en el suelo contra el sofá, abrazada a sus rodillas. —Tengo miedo. —No, no, no te asustes. Son solo fuegos artificiales. —Detuve el DVD—. Vengan, vamos a echar un vistazo. Abrí la puerta de atrás y di paso a las chicas en el patio. —Allá arriba, ¿no es genial? —les dije. Los ojos de Stacey se abrieron de par en par y Bex bailaba alrededor, saltando en círculos. Le acariciaba el cabello a Natalie mientras me abrazaba con fuerza alrededor de la cintura. Supongo que porque no eran del barrio, no veían fuegos artificiales cada año. —¿No son bonitas, Natty? —le dije—. No te harán daño. —¡Suenan tan fuerte!

THE KISS jFF

197

—Lo sé. Puedes volver a entrar si quieres. Se soltó de mí y se echó a correr hacia la casa. —Podemos tomar un helado después, ¿te gusta eso? —Natalie volvió corriendo hacia mí, envolviendo los brazos alrededor de mi cintura. —¿Quieres chocolate o…? —¡Hay alguien adentro! —¿Qué? —Miré hacia la casa. —¡Lo escuché, hubo un ruido! —Oh, cariño, es probable que solo fueran los fuegos artificiales, ya sé que es bastante ruidoso. Miré arriba al segundo piso y me congeló. Una sombra caminaba delante de mi ventana del dormitorio. ¡Mi habitación! Tenía las cortinas corridas, y la luz estaba encendida. Pero ciertamente alguien estaba allí. Rory estaba en el parque para ver la final de skate, sentado en una silla de camping, que le dieron para que no se lastimara aún más el tobillo, y mamá y papá estaban o bien en el concierto en el centro comercial o con Cheryl y Tony tomando alguna bebida. Bex, Stacey y Natalie estaban aquí conmigo, Ty no podría estar de vuelta tan rápido, ¿podría? ¿Y qué estaría haciendo ahí arriba? Oh, Dios mío, había realmente alguien en la casa. ¿Qué hago, qué hago? Mi teléfono estaba dentro. Tirado en el mostrador de la cocina, donde lo había dejado al hacer palomitas de maíz. Ni siquiera me di cuenta que había sujetado con mis manos los hombros de Natalie hasta que ella comenzó a tirar de mí. La dejé ir, le agarré la mano y tiré de ella hacia Stacey. —Bex —susurré. La señalé a ella y luego señalé con firmeza a mis pies. Dejó de bailar. Supongo que podría decir por mi expresión que tenía que venir, porque caminó lentamente. —Niñas, necesito que se escondan en el cobertizo, ¿de acuerdo? Bex comenzó a lloriquear. —Pero… —Sin peros —le dije con severidad—. Esto es importante. Stacey se puso el pulgar en la boca y comenzó a chupar, su frente arrugada. El labio inferior de Natalie empezó a temblar vigorosamente. Oh, cariño.

THE KISS jFF

198

—No, no, no, está bien. Es un juego, eso es todo. Vayan a esconderse en el cobertizo y volveré con una gran sorpresa —les dije. Esperaba volver—. Vayan y ocúltense y no salgan por ninguna persona a menos que sea yo, ¿de acuerdo? O Ty, pueden salir si es Ty. —Está bien, Poppy —dijo Natalie en voz baja, mordiéndose el labio inferior. Le di un abrazo rápido, luego a Stacey y a Bex. —¿Puede Poo Bum jugar también? —dijo Bex—. ¡Ven, Poo! —Está ocupado—dije—. Vayan. Vayan. Vayan. Vayan. La empujé hacia el cobertizo en el patio trasero. Tenía unas cuantas telarañas pero principalmente papá lo mantiene intacto. Bex no quería entrar, allí estaba la cortadora de césped, la batidora y latas de pintura a medio usar, no es precisamente el lugar más divertido que tenemos, así que le di un buen empujón y cerré la puerta detrás de ellos. Todas ellas gritaron. Abrí la puerta, encendí la luz y cerré de nuevo. Mi corazón dio un vuelco en mi pecho mientras caminaba de puntillas a través del patio hacia la casa. Me apoyé en la pared junto a la puerta corredera abierta y escuché. Mi corazón se encogió, saltándose un par de ritmos cuando escuché un ruido sordo arriba. Tomé una respiración profunda y entré en busca de uno de los teléfonos inalámbricos. A excepción de que por supuesto, la base de la sala estaba vacía. Me apresuré en silencio hasta el sofá y hundí las manos debajo de los cojines, buscando. Encontré el mando de la televisión, un par de monedas de diez centavos, algunas migas de palomitas de maíz y motas de pelo de perro, pero por desgracia ningún teléfono. Una tabla del suelo crujió por encima de mí y corrí a la cocina, tomando mi celular de la encimera, y marqué el 911. —¿Necesita a la policía, una ambulancia o a los bomberos? La mujer preguntó, por todas las ocupaciones. —Policía —susurré. Oí pasos... estaban en las escaleras. Abrí el cajón más cercano y busqué un arma. Algo. Lo que sea. —Este es el departamento de policía, ¿cuál es su emergencia? —Hay alguien en mi casa —dije en voz baja, agachándome detrás del mostrador. —¿Estás sola? —No, estoy de niñera de mi pequeña hermana y sus amigas. —¿En qué parte de la casa estás? —En la cocina. —¿Y dónde está el intruso?

THE KISS jFF

199

—¡Está bajando las escaleras, por favor, dense prisa! —susurré conteniendo la respiración otra vez al escucharlo llegar a la parte inferior de las escaleras. Hubo un momento de silencio, mi corazón latía con fuerza, tronaba en mis oídos, los pasos ahora se escuchaban en la sala de estar. Poco a poco me levanté del suelo y tomé un par de pequeños pasos hacia la puerta. El operador estaba diciendo algo, pero no podía responder, estaba allí. Tenía que ver. Llegué a la puerta y justo cuando asomaba mi cabeza por la esquina, estaba allí. Grité y grité y comencé a golpearlo con la espátula. Una espátula, ¿eso es lo que había encontrado como arma? —¡Largo, largo! —grité. De pronto, lo golpeé con un cojín de la sala de estar, y le lancé la guía de tv a través de la habitación, pero se quedó corto por un par de pies. Se protegió la cara y estaba gritando algo. —¡Poppy, para! Oye, ¡ay! Para, Poppy, ¡soy yo! Seguí golpeándolo en la cabeza, pero solo golpeaba sus brazos, que de modo irritante, los tenía en frente de su cara. Alcancé a mirar a través de ellos y dejé caer la espátula. —¿Cam?

THE KISS jFF

200

Capítulo 22 Traducido por Mona & Auroo_J Corregido por Jane Rose

¡O

h, Dios mío! ¿Qué estaba haciendo él aquí, qué hacía aquí, qué estaba malditamente haciendo aquí?

Entrecerró los ojos hacia mí entre sus brazos levantados y lentamente bajó sus defensas. Entonces fue golpeado en la cabeza con un control remoto volando. Alguien dio en el blanco. Él gruñó e hizo una mueca de dolor, frotando el punto dolorido mientras los dos giramos para afrontar la sala de estar. Escondidas detrás de la pobre protección de la mesa de centro estaba una línea de tres niñas, lanzando todo lo que estaba más próximo al gran hombre malo. Tres niñas que no estaban en la seguridad del cobertizo. Podría decir que Bex reconoció quién era, pero la pequeña malvada sonrisa que jugueteaba en sus labios cuando ella alcanzó el jarrón favorito de mamá de la mesa de luz dejaba claro que estaba jugando al tonto. Natalie lanzó otro control remoto, que Cam esquivó antes de que este golpeara la pared y las pilas se dispersaran en el suelo. Una lo golpeó en la cabeza en el camino hacia abajo, pero creo que ni siquiera lo sintió. Él caminó arrastrando un poco los pies y antes de que lo supiera estaba detrás de mí, usándome como un escudo humano. ―¡Bájalo Bex! ―grité cuando sus dedos se envolvieron alrededor del cristal—. Ni te atrevas. —La miré fijamente. Sus ojos desorbitados cuando fue atrapada con las manos en la masa y dejó el florero. ―¡Detente, para, Stacey no lances eso! Chicas está bien, es solo Cam ―dije, empujándolo en el hombro. ―Lo siento ―dijo él, parpadeando. Lo miré con atención. Parpadeaba mucho y entrecerraba los ojos. Y se balanceaba. Oh Jesús, estaba borracho. ―Es inútil ―les dije―. Lo siento, quise decir inofensivo. ¿Estás borracho? ―Nah ―dijo. Luego hipó―. Solo un poco alegre. Suspiré y negué con mi cabeza hacia él.

THE KISS jFF

201

―¡Oh… mierda! ―dije y levanté el teléfono―. ¿Hola? ―¿Todo está bien allí, señorita? ―Sí, lo siento. Lo siento tanto. Es una falsa alarma, solamente es un idiota que conozco. Golpeé a Cam en el hombro. ―¿Usted no quiere que enviemos a alguien? ―No, gracias sin embargo. Terminé la llamada y miré airadamente a Cam. Bien, esto era vergonzoso. ―Estaba lanzando piedras a tu ventana ―dijo él―. Porque quería hablar contigo, pero no quería que tus padres supieran. ―¿De qué estás hablando? ―dije. Nosotros estábamos de pie directamente bajo mi ventana. ―Sí ―dijo Cam―. Entonces cuando no contestaste subí al árbol y medio caí dentro, me di cuenta que en realidad era la habitación de tus padres. Me di una palmada en la frente. Si no estuviera castigada ya, ellos probablemente me habrían encadenado a una silla en el cobertizo por el resto de mi vida, si hubieran encontrado a un chico tratando de subir a mi habitación. ―Ellos no están aquí ―dije―. Podrías haber tocado el timbre como una persona normal. ―Sí, bueno, sé eso ahora ―dijo. Se inclinó y recogió la espátula y el control remoto, e inspeccionó a las chicas. ―El timbre. Hombre, eso habría sido más fácil. ¿Qué pasa con tu cabello? ―Niñas, vayan a ver los fuegos artificiales ―dije―. Está bien. ―Pero ya terminaron ―dijo Bex. Escuché. Tenía razón, las explosiones se habían terminado, pero la conversación, la música, gritos y todo alrededor de la alegría todavía estaban en pleno apogeo. ―Bueno está bien, ¿entonces quieren seguir mirando Nemo? ―¡Sí! ―Las niñas aclamaron, dando brincos arriba y abajo y corrieron a su lugar favorito sobre el sofá, la alfombra o con su juguete favorito. Tomé el control remoto de la mano de Cam, recogí las pilas de donde ellas habían caído y presioné iniciar. ―Vamos ―dije, asintiendo hacia el vestíbulo en busca de alguna intimidad. Me senté sobre la escalera y él se apoyó contra la baranda, mirándome. ―¿Entonces, por qué estás aquí? ―pregunté―. Es la fiesta del bloque, ¿por qué no estás ahí?

THE KISS jFF

202

―Eso no importa ―dijo él―. Es solamente un grupo de gente inútil pegándose una borrachera como si fueran a conseguir algo, y besándose en los arbustos. ―¿Entonces quién estaba allí? ―Oh, ya sabes, los habituales. Y algunas otras personas. A decir verdad Nikki estaba allí. Con ese tipo griego. ―¿Ah sí? ―Sí ―dijo él―. Ni idea de dónde lo habrá conocido. ―Y, um, ¿cómo te sientes acerca de eso? ―dije―. Nikki y algún otro chico. ―¿Sabes qué? ―dijo―. Me siento genial. Me siento bien. Pienso que incluso estoy feliz por ella. ―Movió su cabeza hacia arriba y abajo, y sonrió para sus adentros―. Ella es una chica genial, Nikki. ―Sí ―dije. Y me sorprendí de encontrar que lo creí, también. Siempre había sabido que a ella le gustaba él como persona. Y supongo que había roto con él. Tal vez era tiempo de dejar de culparla por mis errores. Tal vez debería llamarla algún día. Cuando oficialmente recupere mi teléfono. Cam me miró. Lo miré en respuesta. Solo nos miramos el uno al otro por lo que pareció una eternidad, como si tratara de decirme algo con solo mirarme, pero yo no lo entendía. ―Ella es una chica genial ―dijo Cam otra vez―. Pero no es la indicada para mí. Solté un suspiro y cubrí mi cara con mis manos, dejé escapar un gemido de dolor que no sabía que estaba en mí. ―Mira, sé lo que él dijo anoche ―dijo Cam, cortando cualquier objeción que claramente pensaba que yo estaba por decir. Él tenía un punto, me refiero a que mi lenguaje corporal no estaba exactamente a su favor. ―Lo escuché, todos lo escuchamos, pero lo que quiero decir es, antes de que lo hiciera, antes de que él dijera eso, nosotros estábamos... y pensé... y ni siquiera justo antes sino siglos antes, nosotros estábamos bien, ¿sabes? Estábamos muy bien. Se sentó a mi lado, tomó mis manos entre las suyas y las apretó fuertemente. ―Estábamos realmente muy bien, hubo ese malentendido y... ―Te dejé —dije. ―Sí. ―Y luego fuiste por Nikki prácticamente al día siguiente.

THE KISS jFF

203

―No… tienes que escucharme, ¿bien? ―dijo―. Ella simplemente, bueno, y nosotros… ―Suspiró y me soltó para pasar una mano por su cabello―. No sabía si nosotros, si tú y yo, verdaderamente me asustaba arruinar lo que nosotros teníamos y no sabía lo que había hecho mal. No solamente eras mi novia, eras mi mejor amiga, cuando me dejaste de repente ella se acercó y quería pasar mucho tiempo conmigo, lanzándose sobre mí como, muy extremamente y ni siquiera sabía lo que pasaba hasta que había sucedido y tú me odiabas. ―Fui realmente mala contigo ―dije. —Sí. ―Y Nikki. ―Ella también. ―¿Por qué te gusto todavía, Cam? ¿Si soy una perra? Me refiero a que incluso escribí esa estúpida canción sobre ti. La manera en que te he tratado, la manera en que los he tratado a ambos este año fue tan… ―No me atrevía a decirlo. Había roto con él, él había seguido adelante, había convertido su vida en un infierno como consecuencia de ello. No tenía ningún derecho, aunque no tenía la intención de romper con él para siempre, todavía lo había hecho. Debería permitirle seguir adelante. ―Esa no eres tú, Poppy ―dijo―. Simplemente estás enojada. ―Es mi culpa ―dije, bajando mi cara hacia mis rodillas. ―¿Qué es? ―dijo―. Oye, ¿la habitación está girando para ti? ―Todo es mi culpa ―dije―. Y la habitación da vueltas porque estás borracho. ―No estoy tan borracho ―dijo―. Y me refiero a todo. Todo lo que dije, lo dije en serio. Incluso si estoy… ―Pensó durante un momento―. Ligeramente ebrio. Me reí. ―Eres gracioso. ―Y tú eres increíble. Mantuvo mi mirada, y sabía que esto era, este era ese momento de nuevo, el momento de la noche anterior había regresado de nuevo. Oh Dios, ¿lo quería? Creí que lo hacía... Inclinó la cabeza hacia mí, con sus labios hacia los míos, y me sentí inclinada hacia atrás. Nuestros labios se tocaron suavemente, un roce rápido y luego poco a poco algo más, algo más profundo. Traté de ignorar el sabor del alcohol en su boca. No tuve que esforzarme mucho, mi cuerpo se estremeció, y mentalmente levanté los brazos en señal de triunfo, salté arriba y abajo y chillé. Esto era, esto era lo que había querido durante todo el año. Cam y yo, juntos de nuevo. Pero había algo

THE KISS jFF

204

raro en ello. Algo faltaba. No sentí la alegría y la lujuria que pensé que sentiría. Me sentía vacía. ―Ve, chico ―dijo una voz en la puerta y Poo Bum fue puesto en libertad, con un largo hilo enrollado alrededor de su cuello como una correa improvisada. Una vez más. Corrió hacia nosotros y di un salto cuando iba a meter la nariz en mi entrepierna. Mi boca se abrió y observé los ojos tristes de Ty, con una expresión triste mientras permanecía en el umbral, sin atreverse a entrar. No después de lo que acababa de presenciar. ―Ty ―le dije―. Yo... yo... ―No podía hablar. No podía pensar. Mi cerebro se sentía como si alguien hubiera chorreado malvaviscos fundidos a través de mis oídos, porque no podía hacer nada. Una vez más. ―Lo encontré para ti ―dijo, con los ojos en el perro. Mi estómago se hundió porque no me miraba. Como si no pudiera. ―Gracias ―le dije. Nos quedamos en silencio. Cam no se había movido, no había nada que pudiera haber hecho para hacerlo mejor de cualquier manera, de todos modos. Ty le observaba con cautela. ―¿Quién es él? ―dijo, señalando con la cabeza a Cam. Mi rostro se sonrojó y me picaba todo para arriba y abajo de mi espina dorsal. ―¿Te acuerdas de Cam? ―le dije, mis ojos bajos. No podía mirarlo tampoco. ―Sí, hola ―dijo Cam―. Nos conocemos. Te llamé un violador una vez. ―Se movió en la escalera como si fuera a levantarse, pero luego decidió no hacerlo. Cerró los ojos y se puso un puño en la frente, haciendo una mueca. Ty asintió. ―Así es. Me acuerdo. Cam. ―Me miró sin comprender. Recordó que Cam estaba bien, lo que era Cam para mí―. Ya veo. Cambié mi mirada entre ellos. No, pensé. No, no los veas. ―Ya me voy ―dijo Ty. Se arrastró hacia atrás y se volvió, corriendo por los escalones del porche y hacia el camino que salía desde la casa, hacia la calle, la ciudad, salía de mi vida para siempre. No. No, no podía. No podía irse. Esto estaba todo mal. ―Espera ―le dije―. No. ¡Ty detente, espera! ―Corrí a la puerta y a la oscuridad después de él. ―¡Poppy! ―llamó Cam detrás de mí, pero no iba a volver. Tenía que seguir a Ty. Lo vi más adelante, llegando al cruce y a los arbustos de rosas del Sr. Martínez. Un par de casas tenían las ventanas abiertas, la luz se derramaba en sus jardines

THE KISS jFF

205

delanteros, las risas y las conversaciones viajaban fuera hacia mí como la multitud de fiestas pasando. The Kiss Off se filtraba a través de las ventanas del lugar del vecino del Sr. Martínez. Apenas podía oír las bandas tocando hasta en la zona comercial, donde mis amigos estarían, divirtiéndose en la mejor fiesta del año. Pero no me importaba. No me importa nada más en ese momento. En ese momento, lo único que importaba era Ty. No podía irse. ―¡Ty, para! ¡No es lo que parece! ―Está bien Poppy, lo entiendo ―dijo, mirando por encima de su hombro hacia mí mientras seguía caminando con largas zancadas a propósito. Lo alcancé, pero tenía que correr a su lado para mantener el ritmo. ―¿Qué entiendes? ―le pregunté. ―Has vuelto con tu ex. Terminamos, está bien. Eres libre. Tienes mi bendición. ―No, para ―le dije―. ¿Vas a parar? Me puse delante de él y le cerré el paso antes de que pudiera cruzar la calle. Gimió con frustración. ―Está bien, Poppy. ―No está bien ―le dije―. No lo está. Ty soltó un gruñido furioso. ―Era solo un espacio reservado hasta que él estuviera soltero otra vez, ¿era eso? ―¡No! ―le dije―. ¡No, por supuesto que no! ―Poppy. Respiraba pesadamente. ―Está bien. ¿Sabes qué? Al principio, sí. De alguna manera lo eras. Todavía estaba completamente enganchada por Cam y quería tanto volver, pero no podía decirles a mis amigos, por lo que cuando Mads me preguntó quién me gustaba elegí un chico al azar en el autobús y le dije él. Me gusta él. Santo Infierno ¿acababa de decir eso en voz alta? ―¿Yo? ―Sí, tú. Así que al principio, está bien, eras más o menos mi chico rebote. ―Me odiaba a mí misma por eso, pero era verdad. Había querido estar con Cam. Siempre lo había hecho y lo echaba de menos como nada que jamás hubiese extrañado antes.

THE KISS jFF

206

Pero Ty no era solo un remplazo, era un soporte hasta que Cam se diera cuenta de que había cometido un gran error al elegir a Nikki sobre mí. Ty me hizo sentir especial y divertida, es una increíble, impresionante persona un poco trastornada ―en el buen sentido―. Y era tan especial y trastornado en el buen sentido también, creativo y tan divertido con esta presencia escénica imponente. No tenía miedo de ser un tonto y no se tomaba las cosas demasiado en serio. Él confía en que es feliz y me encontré inspirada por su demasiada pasión por las cosas. Nunca debió haber sido un soporte para nadie. Se merecía algo mejor que eso. ―Rebote, muy bien ―dijo Ty, levantando las manos en el aire―. Muchísimas gracias. Me acerqué a él y le tomé las manos, que estaban frías por el leve frío del aire de la noche, con las yemas de sus dedos duras con callos de guitarra peores que las mías. Estreché sus manos apretadas, como si no las fuera a dejar ir. ―Pero sabes que no terminó de esa manera. No era solo un rebote. No lo era. Bajó la mirada a nuestras manos, mientras lo miraba desesperadamente a los ojos. ―Lo siento mucho por todo, Poppy ―dijo en voz baja. Volvió sus ojos a los míos, y entrelazó los dedos, sosteniendo mis manos en su corazón―. Siento lo de Sasha. ―Miró lejos con fastidio―. Pensé que podía confiar en ella. Pero resulta que estaba pasando por mi teléfono, los correos electrónicos de Archie, lo que pudiera ver que pensaba que nos pondría en el punto de mira. ―Lo sé ―le dije―. Vi el video. ―Y las fotos, todas esas fotos. Los medios de comunicación apestan. Sonreí. ―Dímelo a mí. Pero él no me devolvió la sonrisa. Soltó mis manos y dio unos cuantos pasos de distancia. ―¿A quién engañamos? Nunca va a funcionar. Parpadeé. ―¿Qué? ―Ellos todavía van a estar ahí, todavía van a tomar fotos. Cada vez que esté cerca de una mujer ellos van a decir que se le vio salir de mi hotel. Que he pasado las vacaciones con ella, que nos fuimos a Las Vegas y tuvimos un matrimonio rapidito. ―No importa ―le dije. Entendía ahora. Eso era toda una mierda.

THE KISS jFF

207

―Y no es que no nos volvamos a ver. Quiero decir, que estamos de gira por toda Asia y Europa el próximo mes. No vamos a estar de vuelta durante meses, hasta el año que viene. ―¡No importa! ―le dije de nuevo. Estaba tan lejos de mí, me decía que no estuviera con él, pero me reí con mis entrañas hasta que las sentí hinchándose hacia mi piel. Me di cuenta de algo entonces. Me di cuenta de algo importante. En realidad, la verdad, no tenía importancia. ―¿Qué quieres decir con “no importa”? ―dijo, incrédulo. ―No importa ―le dije―. Vas a estar de vuelta en los descansos y vacaciones, y todavía podemos hablar por Skype y correo electrónico y tal vez incluso te escriba cartas. La comisura de sus labios se curvó hacia arriba. ―¿Cartas? ―Sí ―le dije―. Nada de eso importa. Porque te amo. ―Sabía cuándo lo dije, que era verdad. Era totalmente 100% verdad―. Di algo. Me miró de soslayo. ―¿Estás segura? ―¿Estoy segura de que te amo? ―Sí. No. Espera, eso es una respuesta estúpida ―dijo―. ¿Qué tal? “Eso es tan genial”, o “estoy muy feliz de escuchar eso”.―Caminó hacia mí y me acarició el cabello de la cara―. O tal vez ¿qué tal? ―dijo―. Dilo otra vez. ―Te amo, Ty. ―También te amo. Me besó allí mismo en el medio de la calle, con los sonidos de la conversación y la risa a puerta cerrada a nuestro alrededor. La gente que se divertía en la fiesta nocturna de la cuadra. Pero no me perdía de nada. Ellos eran los que se lo perdían. Lo abracé con fuerza porque estaba aquí y me amaba y todo estaba bien. ―Será mejor que vuelva a la casa ―le dije después de un tiempo―. Desde que estoy de niñera y todo. Y castigada. Ty puso su brazo alrededor de mí y me apretó la mano que estaba cubriendo por encima del hombro mientras caminábamos lentamente hacia mi casa. ―¿Crees que podemos mantener esto en secreto? ―preguntó―. ¿De los medios de comunicación y todo eso?

THE KISS jFF

208

―Podemos hacerlo mejor ―le dije―. Todo lo que pase es entre tú y yo, ¿trato? ―Trato. ―Y con ese espíritu, he decidido que estoy cerrando PoppyLongStocking. ―¿Qué? ―dijo Ty―. ¡Pero eres tan talentosa! Tú sabes, podrías firmar como artista a través de todo esto, si quisieras. ―Paso. ―¿En serio? ―No me malinterpretes, me gustaría escribir canciones para otros que no quieren nada con la gente, pero rayos. No puedo mantener la fama, Ty. No quiero tener nada que ver con eso. Chillé de sorpresa cuando me levantó y me dio vueltas, plantando un beso en mi nariz. ―Es por eso que te amo tanto ―dijo. Nos reíamos mientras nos acercábamos a la casa, pero mientras más nos acercábamos, moría la risa. ―Entonces, ¿qué le vas a decir a ese tipo? ―preguntó Ty, a un par de casas de mi casa. ―No lo sé ―le dije―. Espero que podamos volver a ser amigos con el tiempo. Ty no dijo nada, pero me di cuenta de que pensaba que era poco probable. Prefería mentirme a mí misma. Él aminoró el ritmo a medida que nos acercábamos a mi casa. Cam estaba esperando en la puerta mirándonos, acercándonos, entrelazados entre sí. Miré detrás de mí en la calle. ¿Dónde había estado parado cuando todo se había ido hacia abajo? ¿Había visto toda la cosa? Me picaba todo ante la idea de tener a Cam presenciando eso. Sus labios estaban apretados muy juntos y su cara estaba en blanco. Él asintió, dio media vuelta y se alejó. No podía engañarme a mí misma nunca más. ―Vamos ―dijo Ty―. Tal vez pueda conseguir que las niñas me hagan unas coletas en el cabello también.

Fin

THE KISS jFF

209

Próximo Libro

210

Julio del 2013

THE KISS jFF

Sobre la Autora Sarah Billington es una escritora y editora australiana de publicaciones en antologías y revistas literarias, artículos, entrevistas y reseñas en pequeños periódicos y ha ganado y sido altamente elogiada en competiciones internacionales por sus relatos cortos y guiones. Le gusta escribir relatos con amor, risas, suspense y zombies. A veces todo en la misma historia. Escribe obras alegres y desenfadadas bajo el nombre de Sarah Billington y otras más oscuras, escalofriantes y torturadoras bajo el pseudónimo de Edwina Ray. ¡Contacta con Sarah online!

Pagina web y Tienda Online: http://www.SarahBillington.weebly.com Twitter: http://twitter.com/SarahBillington Facebook: http://www.facebook.com/SarahBillingtonBooks El blog de Sarah Billington: http://www.sarahbillington.blogspot.com Goodreads: http://www.goodreads.com/author/show/4079661.Sarah_Billington

THE KISS jFF

211

Staff Cold Hearts Moderadora: Auroo_J Kachii Andree

Traductoras

Correctoras

andre_ruiz alyshiacheryl Auroo_J B!! Lala_Emk Mayte008 Mona PrisAlvS tresmetrossobreelcielo Troya Vettina

Abita Fher_n_n Jane Rose Juli_Arg Kachii Andree KatieGee

Recopilación y Revisión Sttefanye

Diseño Francatemartu & Klevi

THE KISS jFF

212

Staff Fallen Angels Moderadora Dara & Klevi

Traductoras

Correctoras

Klevi Mad ◕.◕ Luce 11 Mayte008 Escritora Solitaria Liiaa! Lady_Eithne LILITH

LILITH Karina_Mathew Sarii Eliana Eneritz

Revisión Lady_Eithne

THE KISS jFF

213

Traducido, corregido y diseñado en…

214

THE KISS jFF