Formas musicales

Alumna: Andrea Estefania Rosas Montes Maestro: Oscar Alejandro Olvera Franco Materia: Contrapunto II Formas musicales Fe

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Alumna: Andrea Estefania Rosas Montes Maestro: Oscar Alejandro Olvera Franco Materia: Contrapunto II Formas musicales Fecha: 25 – Abril – 2016



Forma musical: La forma musical concebida como presentación, coordinación y desarrollo de unas determinadas ideas en un todo homogéneo y unitario, es algo vivo y en constante evolución. Cada obra tiene un plan formal propio y original. Plan que puede responder a formas estereotipadas y universalmente aceptadas (sonata, suite, etc., y que son a su vez la consecuencia evolutiva de tipos anteriores) o a formas estructurales de nuevo cuño e incluso actualización o rememoración de disposiciones antiguas que por unos y otros motivos habían dejado de utilizarse.



Forma y estructura: Por forma se entiende generalmente a la manera en que está construida una obra formando un todo completo. Por estructura, se entiende que es el agrupamiento de diversas partes con vistas a construir un todo. En general, la forma musical, al igual que ocurría con la melodía, se estructura de acuerdo con el principiode la repetición y el contraste.

Las formas musicales pueden agruparse de distinta manera respecto a sus diversos principios. Por “principios”, se refiere a que pueden responder a un orden espiritual (música sagrada, música profana, etc), o a un tipo de orden técnico (música vocal, música instrumental, mixta,

etc.), en este trabajo se expondrá la última clasificación, que es la de orden técnico.

 Formas vocales: En este grupo se encuentran las formas de origen sagrado y de origen profano, que son escritas para ser cantadas

(vocales

solamente

o

con

un

acompañamiento

instrumental), este grupo se subdivide en: - Formas homófonas (de varias voces que van a unísono o a la octava): De origen litúrgico, es decir, que eran principalmente para su interpretación dentro de las festividades u oficios de la iglesia o la religión. De origen folklrórico, que se refiere a una música más profana, más para el pueblo. - Formas polifónicas o contrapuntísticas (tienen una serie de voces tratadas melódicamente y de manera independiente) Organum o diafonía: El órganum es una forma de polifonía occidental primitiva que alcanzó su apogeo en la Escuela de Notre Dame de París, centro del Ars Antiqua (sobre todo entre los siglos XI y XII). Está basada en la repeticiónparalela de la misma melodía, nota por nota, pero generalmente a una distancia de cinco notas (una quinta justa) más agudas. Discanto: A partir del siglo XI, la voz principal del órganum va perdiendo importancia, y se desarrollan otros métodos para generar la o las voces organales, llamadas ahora discanto. Comienzan las primeras tentativas de movimiento contrario, la voz acompañante desciende cuando la principal asciende y viceversa, aunque siempre nota con nota (es decir la voz organal tiene exactamente el mismo ritmo que la voz

principal). El discanto constituye el origen del contrapunto, que se desarrolla a lo largo de los siglos siguientes, alcanzando su apogeo en el Renacimiento. Conducto: El conductus es una variedad del órganum. Se trata de una forma

musical

litúrgica

que

acompaña

textos

normalmente

moralizadores. En él la voz principal no está asociada a un repertorio litúrgico, sino que simplemente se compone para la ocasión, al parecer sobre una composición popular o una melodía profana o religiosa, Perotín fue uno de sus máximos cultivadores. Gymel: Gymel (también llamado gimel o gemell), en la música polifónica inglesa de la época medieval y los inicios del Renacimiento, es la técnica polifónica en la que una voz (generalmente la voz superior) se divide temporalmente en dos partes de igual gama, normalmente a la 3ª inferior o superior, pero cantando música diferente. A menudo las dos voces

cantan

un

pasaje de

polifonía

intrincada,

comenzando

y

terminando en unísono, y a menudo, pero no siempre, las otras voces abandonan temporalmente el canto. Mientras que el empleo más temprano del gymel parece haber sido hacia mediados del siglo XIV, los gymels notados más antiguos son de aproximadamente 1430. Es probable que algunos ejemplos de gymel notado se hayan perdido, ya que la gran mayoría de fuentes inglesas de manuscritos hasta los años 1530 fueron destruidas durante la Disolución de los Monasterios por Enrique VIII. Los ejemplos más tempranos de gymel notado proviene de fuentes continentales. Rondó polifónico: Es una forma que mezcla el rondó y le añade una voz más al conductus o a veces hasta dos, es, por lo tanto, una fonna que no impide en ningún momento la adaptación a otra forma mucho más rígida en su estructura,

como es la del rondó monódico. Canción polifónica: es un tipo de textura musical en la que suenan simultáneamente múltiples voces melódicas que son en gran medida independientes o imitativas entre sí, de importancia similar y ritmos diversos. Por lo tanto, se diferencia de la música a una sola voz (monofonía) así como de la música con una voz dominante melódica acompañada por acordes (homofonía, melodía acompañada). Lauda: Lauda es la más importante forma vernácula de música sacra en Italia en la baja Edad Media y en el Renacimiento. Permaneció popular hasta el siglo XIX. Originalmente la lauda fue música solista y monofónica, pero a partir del siglo XIV se desarrolló una forma polifónica. De ritmo regular y estructura armónica sencilla, recibió la influencia de los trovadores , ya que los primeros ejemplos muestran similitudes rítmicas, en su estilo melódico

y

especialmente

en

su

notación.

Muchos

trovadores

abandonaron su tierra natal durante la Cruzada de los albigenses a principios del siglo XIII, y se establecieron en el norte de Italia, donde su música influyó en el desarrollo del estilo secular italiano. Una forma monofónica de la lauda se difundió ampliamente por Europa durante los siglos XIII y XIV, como la música de los "flagelantes" . Esta forma fue conocida como Geisslerlieder, y modificó el lenguaje vernáculo de cada país afectado, incluyendo Alemania, Polonia, Inglaterra y Escandinavia . Después de 1480 el canto de laudas fue extremadamente popular en Florencia, ya que el monje Savonarola (y otros) habían prohibido la difusión de cualquier otro estilo de música sacra vernácula. Muchos de los motetes y misas de Josquin Des Pres están basados en melodías de laudas escuchadas durante sus viajes por Italia en esa época.

Caccia: Una de las formas musicales italianas más importantes del s XIV, que consistió de dos voces en un canon estricto al unísono y usualmente iban hacia una tercera parte no canónica, compuesta por notas más largas que superponía a las voces que realizaban el canon. Los textos de la caccia usualmente eran muy relistas pues solían ser basados en escenas de la vida cotidiana. Madrigal: El término madrigal, que significa rebaño, en su origen era un canto poético utilizado en Italia en el S.XIV. Los primeros madrigales eran muy sencillos, con estrofas de dos o tres versos y un ritornello final de uno o dos versos. Casi todos los madrigales conservados son a dos voces, donde la voz superior estaba bastante ornamentada, mientras que la voz inferior era más sencilla. Este tipo de madrigal fué desapareciendo a mitad del S.XV. En el S.XVI, el término madrigal se aplicaba a la musicalicación de los poemas profanos, frecuentemente de Petrarca, y compuestos a 3 y 4 voces. Venecia fue el centro de producción de madrigales, donde el compositor Willaert fue foco de imitación. A partir de este momento, se produjeron notables cambios en el madrigal. De las cuatro voces originarias se pasó a seis, sobre todo por medio de Palestrina, Orlando di Lasso y A.Gabrieli. Posteriormente se produce una evolución hacia el estilo concertado de la mano de Monteverdi. Motete: El motete es una de las formas musicales más importantes de la música polifónica desde el S.XIII hasta el XVIII, aunque posteriormente se siguieran componiendo pero en menor medida y de una forma independiente. En los siglos XIII y XIV, el motete constaba de una serie de variaciones polifónicas sobre un Canto dado o Cantus Firmus. Este cantus firmus era una melodía ya existente, de origén generalmente litúrgico, y sobre el que se basaba la composición polifónica. Sobre este cantus firmus, de línea melódica amplia y severa, se contraponía una

nueva melodía con otro texto, más amplia y variada, que se conocía con el nombre de tropo. Por tanto, se denominaba motete a la voz que hacía un contrapunto sobre el rígido esquema del cantus firmus, a modo de discanto o diafonía. El cantus firmus poseía un texto corto, mientras el discanto contenía un texto con más palabras. El texto utilizado estaba escrito en Latín sobre un salmo o pasaje de las Sagradas Escrituras. Villancico: Un villancico es una canción popular breve con estribillo. Se trata de una composición musical (con su forma poética asociada) que nació en forma de canción profana y que obtuvo mucha popularidad cuando la gente comenzó a asociarla a la navidad. Poco a poco, los villancicos comenzaron a ser cantados en templos e iglesias. Los primeros villancicos surgieron en el siglo XV a partir de la modificación de canciones populares más antiguas. El nombre proviene de las personas que solían cantar ese tipo de composiciones: los habitantes de las villas rurales (villanos). Los villancicos se cantaban en fiestas populares, y las temáticas que trataban no siempre eran religiosas: se narraban situaciones amorosas o las noticias locales, y en algunos casos presentaban un contenido burlesco y satírico. En el siglo XVI, la Iglesia decidió promover la música en lengua vernácula durante las misas, con el objetivo de promover la evangelización. Coral: En sentido estricto y propio, se llaman corales a las melodías religiosas

populares

sobre

texto

en

alemán

o

latín,

usadas

preferentemente en la liturgia de la iglesia protestante de raiz luterana. Son formas análogas a los corales, las Laudas en Italia y los Cánticos en la Francia meridional. Los textos y la música de los primeros corales eran adaptaciones de himnos, antífonas y canciones profanas, anteriores a la Reforma. La gran cantidad de himnos publicados en vida de Lutero y después de muerto éste, contribuyeron a la consolidación del coral como

pieza central del oficio religioso, además de incentivar la composición de nuevas formas. Las melodías suelen ser sólidas y austeras, sin ninguna ornamentación. En el S.XVI se cantaban al unísono. Posteriormente, se armonizaron de forma sencilla para las cuatro voces humanas, siendo la voz superior de la mujer (soprano) la que portaba la melodía. El desarrollo de este estilo coral alcanzó su punto culminante en las armonizaciones de J.S.Bach. La forma del coral es muy simple, y los periodos musicales de que está compuesto están acoplados a la rítmica del texto, para que pueda entenderse con facilidad. El término coral ha sido utilizado tanto para el canto al unísono como polifónico.  Formas

instrumentales:

Estas

formas

están

escritas

evidentemente para ser tocadas. Tienen su origen en las transcripciones que se hacían en lo siglos XV y XVI de la música vocal. Su desarrollo data de comienzos del siglo XVII, entre ellas se destacan: Fuga: Fuga es un procedimiento musical en el cual se superponen ideas musicales llamadas sujetos. Su composición consiste en el uso de la polifonía vertebrada por el contrapunto entre varias voces o líneas instrumentales (de igual importancia) basado en la imitación o reiteración de melodías en diferentes tonalidades y en el desarrollo estructurado de los temas expuestos. Cuando esta técnica se usa como parte de una pieza mayor, se dice que es una sección fugada o un fugato. Una pequeña fuga se llama fughetta. Hasta el final de la Edad Media el término fuga fue ampliamente utilizado para describir las estructuras y obras canónicas, en el renacimiento servía para designar específicamente a los trabajos basados en la imitación. No será sino hasta el Siglo XVII cuando fuga cobraría el significado que se mantiene en la actualidad.

Sonata: Por sonata se entiende, según el modelo clásico, tanto una pieza musical completa, como un procedimiento compositivo que utiliza dos temas generalmente contrastantes. Este procedimiento compositivo es conocido como «forma sonata». La sonata clásica, (Clasicismo musical: aproximadamente entre 1750 y 1810), la forma más difundida de esta forma musical, es una obra que consta de tres o cuatro movimientos, compuesta para uno, dos o tres instrumentos. Inicialmente predominaron las formas de tres movimientos, especialmente en la época clásica, pero a medida que aumentaban tanto su complejidad como duración se popularizaron las de cuatro movimientos. En la época barroca, es decir, antes de 1750, el término sonata se utilizó con relativa libertad para describir obras reducidas de carácter instrumental, por oposición a la cantata, que incluía voces. En la época de Arcangelo Corelli se practicaban dos tipos de género bajo el nombre de sonata: la sonata da chiesa (sonata de iglesia), habitualmente para un instrumento que llevaba la melodía (violín o flauta) y un bajo continuo (que en el caso

de

la

sonata

da

chiesa

era

tocado

preferentemente

por

instrumentos como la tiorba o el órgano), compuesta habitualmente por una introducción lenta, un allegro a veces fugado, un cantabile y un final enérgico, en forma de minuet o de giga; y la sonata da camera, compuesta de variaciones sobre temas de baile, que desembocaría en la suite o partita En el caso de las sonata da camera, el bajo continuo es interpretado por el clavicordio, regularmente. Sin embargo, ambas formas se combinaban libremente, y no sería hasta la época de Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel en que la forma de la primera adquiriría cierta estabilidad. Entre las obras de Domenico Scarlatti y Domenico Paradisi, por ejemplo, se encuentran cientos de obras llamadas sonatas compuestas en solo uno o dos movimientos, muchas veces de gran vigor y complejidad de ejecución. La mayoría de estas sonatas están compuestas, como ya se dijo, para flauta o violín, con el bajo a cargo de la viola da gamba y el clavecín, aunque existen multitud

de sonatas para viola da gamba sola, y también para clavecín solo, pues tanto la viola como el clavecín pueden tocar su propio acompañamiento. Sinfonía: Por extensión a este significado, se llama sinfonía a una composición creada para ser interpretada por una orquesta. Lo habitual es que una sinfonía se divida en cuatro movimientos que se diferencian entre sí por la estructura y el tiempo. Existen, sin embargo, sinfonías con otra cantidad de movimientos. Las sinfonías, por otra parte, pueden ser interpretadas por distintos tipos de orquestas. Hay algunas que son interpretadas por más de un centenar de músicos, mientras que otras pueden ser ejecutadas por apenas una decena. La cantidad de músicos necesarios para ejecutar una sinfonía ha ido cambiando a lo largo de la historia; más precisamente, ha aumentado, y esto se puede apreciar claramente al comparar un concierto dedicado a la obra de Haydn y otro, a la de Gustav Mahler, por ejemplo, ya que para el primero basta una pequeña orquesta de cámara, mientras que para el segundo puede ser necesaria una cuyos músicos se cuenten en centenares. Preludio: El preludio era en su inicio una pieza instrumental que precedía a una obra más extensa o a un grupo de piezas. En su origen, los preludios consistían en las improvisaciones que realizaban los instrumentistas para comprobar la afinación de sus instrumentos y las que realizaban los organistas para establecer la altura y el modo de la música que iba a cantarse durante la liturgia. Los preludios más antiguos que se conservan proceden del S.XV. A partir del S.XVII se compusieron preludios improvisados sin relación con ninguna obra. Pero es en el S.XVIII cuando el preludio se une a otra forma musical de gran importancia: la fuga. Surge así la forma Preludio y fuga, esencialmente alemana, y que alcanzó su punto cumbre principalmente en las obras para órgano de Bach, y en su monumental obra para clave El Clave bien temperado. El preludio, unido así a la fuga, podía servir de preparación a

ésta, o simplemente ser una pieza totalmente contrastante. En el clasicismo, el preludio perdió protagonismo, hasta que fue recuperado en el romanticismo por medio de obras como los 6 Preludios y Fugas op.35 de Mendelssohn, el Preludio y Fuga sobre BACH de Liszt y los 2 Preludios y Fugas para órgano de Brahms. Pese a los ejemplos anteriormente citados, es en el romanticismo donde se fundamenta la forma de preludios independientes, principalmente para piano, y encuadrados en una colección de éstos. Famosos son los 24 Preludios op.28de

Chopin.

Ejemplos

más

modernos

los

obtenemos

de

compositores como Rachmaninov (op.3, 23 y 32) y Debussy (24 Preludios). Nocturno: La denominación "nocturno" se le daba, en una primera instancia,

en

el

siglo

XVIII,

a

una

pieza

tocada

a

momentos,

generalmente en fiestas de noche y después dejadas a un lado. Algunas veces llevaba consigo el equivalente italiano, notturno, con trabajos como el Notturno en D para cuatro orchestras, K.286, y la Serenata Notturna, K. 239, de Mozart. Para esa época, estas piezas no eran necesariamente inspiradas o evocadoras de la noche, pero habían sido escritas para que las tocaran en la noche, como sucede con las serenatas. En su forma más común (vale decir, como una pieza de un solo movimiento generalmente escrita para un solo de piano), el género fue cultivado principalmente en el siglo XIX. Los primeros nocturnos escritos

con

ese

nombre

fueron

compuestos

por

John

Field,

generalmente visto como el padre del nocturno romántico, que tiene una característica melodía cantabile con un acompañamiento arpegiado, incluso muy similar al de una guitarra. Sin embargo, el más famoso exponente de esta música fue Frédéric Chopin, que escribió 21 de ese tipo. Entre los compositores posteriores que escribieron nocturnos para el piano se encuentran Gabriel Fauré, Alexander Scriabin y Erik Satie. Una de las piezas más famosas de música de salón del siglo XIX fue el Quinto Nocturno de Ignace Leybach, quien está en el olvido.

Improptu: El impromptu es una pieza, tradicionalmente pianística, que se caracteriza por la continua improvisación. Esta forma musical se estructura normalmente en tres partes ABA (forma tripartita). Fue cultivado por autores como Schubert, Chopin y Fauré. Algunos impromptus conocidos son el nº1 y nº3 de Chopin. Invención:

Se

denomina

invención

a

un

tipo

de

composición

instrumental de forma libre. La invención tiene su raiz en las improvisaciones que efectuaban principalmente los organistas dentro de la liturgia religiosa. J.S.Bach puso el nombre de invención a una colección de breves composiciones a dos voces: las 15 Invenciones a 2 voces. También compuso 15 invenciones a 3 voces, pero en este caso utilizó el término de Sinfonías. El estilo es totalmente contrapuntístico, donde las voces se van imitando unas a otras, utilizando todos los mecanismos que ofrece el contrapunto. Fantasía:

En

los

S.XVI

y

XVII,

se

llamaba

Fantasía

a

piezas

instrumentales donde un tema se desarrollaba en estilo imitativo y contrapuntístico. La fantasía combinaba entonces elementos de la Tocata y del Ricercare; el ejemplo más conocido de J.S.Bach es la Fantasía Cromática y Fuga, donde la fantasía, de estilo libre contrastaba con la fuga, formalmente más compleja y estructurada. Para los románticos, la fantasía proporcionaba los medios para una expansión formal sin las restricciones de la forma sonata. Beethoven, en sus 2 sonatas para piano op.27 “quasi una fantasía” prepara el camino a las fantasías para piano de Schubert (Wanderer-Phantasie op.15), Chopin (Fantasía en fa menor op.49)

y

op.17).

tenga

Aunque

la

Fantasía

Schumann (Fantasía en Do Mayor un

carácter

eminentemente

improvisatorio, no quiere decir esto que carezca de estructura formal. Es más, contempla los principios básicos de cualquier forma musical y en muchos momentos coincide con planteamientos que podemos ver en la

Sonata: utilización de temas, tanto principales como secundarios, reexposición de dichos temas, delimitación de periodos distintos y contrastantes entre sí, equilibrio en la duración de las distintas secciones. El término fantasía lo utilizó Liszt y otros compositores aplicado a piezas virtuosistas basadas en temas procedentes de una ópera u otra obra. La primera forma es la llamada Fantasía de Ópera; un ejemplo es la “Fantasía sobre La Favorita” de Gaetano Donizetti. La segunda forma es la llamada Paráfrasis, que consiste en la reelaboración de un material preexistente, por lo general como vehículo para el virtuosismo expresivo. Suite: La suite está compuesta por una serie de danzas o movimientos de danza. De alguna manera es de las primeras formas compuestas, ya que parece obvio que en los primeros intentos históricos por alcanzar estructuras musicales más complejas que las existentes hasta entonces (hablamos de la Edad Media), la manera más sencilla de conseguirlo era encadenando diversas danzas. Durante el siglo XVII adquiere una gran importancia y tanto en Italia como en Francia, Alemania e Inglaterra se cultiva enormemente. Posteriormente en Francia, con Couperin también alcanza gran esplendor. La suite está estructurada en la sucesión de movimientos rápidos y lentos. Aunque el número de piezas de que puede estar compuesta es variable, existen cuatro que son básicas y fundamentales: la allemande, la courante, la zarabanda y la giga. Otras piezas que completarán la suite son: la bourré, el minué, la musette, el capricho, etc. Allemande: Literalmente, alemana. Es la pieza que se coloca en primer lugar siempre que no haya un preludio inicial. Su tiempo es moderado y está en compás de 2/4. Posee una forma binaria y su característica más importante es el inicio en anacrusa.

Courante: Literalmente, que corre. Esta pieza de movimiento rápido está en compás ternario y es totalmente contrastante con la Allemande. Suele iniciar en anacrusa y su forma es binaria, similar a la Allemande. Zarabanda: De movimiento lento y escrita en compás de 3/4, su origen se centra en España durante el S.XVI, pasando a Italia a principios del S.XVII gracias al repertorio de obras para guitarra española. Posee una forma binaria, y en sus melodías son frecuentes los trinos, grupetos, mordentes y todo tipo de adornos habituales en el barroco. Giga: De origen inglés, movimiento vivo y compás de 3/8, 6/8, 9/8 y 12/8. A finales del S.XVII existían dos tipos de gigas: la giga francesa, de movimiento rápido, compás de 3/8 o 6/8, con frases irregulares y estilo imitativo; y la giga italiana, más rápida, en compás de 12/8, con frases regualres y estilo homofónico.  Formas mixtas: En este grupo, están las formas que tienen como sostén la palabra cantada o no cantada, aquellas que se inspiran en un texto que les sirve de guía y de programa. -

Formas de música escénica

Ópera Zarzuela Ballet -

Formas sinfónico-dramáticas

Cantata Oratorio Pasión Poema sinfónico

Pequeñas

formas:

Se

denominan

así

a

aquellas

pequeñas

composiciones que constan de dos o tres secciones y donde cada sección se corresponde con un periodo musical. Forma binaria: Consta de dos secciones iguales A-A, o dos secciones contrastadas A-B. En caso de ser A-A, la segunda parte debe ser un poco variada, puesto que si no, sería considerada una forma secuencial. En el caso de ser A-B, la A tiene forma interrogativa y la B forma afirmativa. Forma ternaria: Se basa en el principio de la repetición después del contraste, su esquema más común es: -

A: con un final suspensivo o conclusivo indistintamente. B: Sección contrastante (o con elementos derivados de A) con

-

final suspensivo. A: repetición de A, esta vez con final conclusivo.

Grandes formas: Se refiere a aquellas composiciones en las que cada sección consta de dos o más periodos con su propia organización, o bien, constan de un mayor número de secciones. Aquí es donde llega a suceder el empleo de los desarrollos temáticos, que consisten en transformaciones del rema o los dos temas mediante distintos artificios, trés son las formas básicas: binaria, ternaria con reexposición y rondó. Bibliografía: -

Manual de formas musicales, Dionisio de Pedro Tratado de la forma musical, Clemens Kuhn Curso de formas musicales – Joaquin Zamacois Tratado de la forma musical – Julio Bas